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SEMINARIO DE FORMACIÓN SOCIOCRITICA
TRAYECTO I
FORMAS DE ESTUDIO PRESENCIAL DURACIÓN 110 HoRAS
PROGRAMA EXPERIMENTAL DE LA UNIDAD CURRICULAR
MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA RELACIONES INTERIORES Y JUSTICIA
Ministro Tareck El Aissami
MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA EDUCACIÓN UNIVERSITARIA
Ministra Yadira Córdova
AUTORIDADES UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL DE LA SEGURIDAD
RectoraSoraya Beatriz El Achkar Gousoub
Vicerrectora de Desarrollo AcadémicoAimara Aguilar
Vicerrector de Creación Intelectual y Vinculación Social
Antonio González Plessmann
Secretario Frank Bermúdez Sanabria
VICERRECTORADO DE DESARROLLO ACADéMICO
VicerrectoraAimara Aguilar
Directora de Gestión de Desarrollo CurricularRuzay Rangel
Coordinador del PNF Policial José Cardoso
Responsable del PNF Policial Yesenia Bermúdez
UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL DE LA SEGURIDAD
Dirección: Calle La línea, zona industrial L, Catia.
Apartado postal: Caracas 1030 - Venezuela.
WWW.UNES.EDU.VE
Diseñadores curriculares Dianela Bravo Edien Méndez
Expertos en contenidos Cira Rodríguez Edien Méndez Dianela Bravo
Corrección de estilo
Jhon Quiñones
Diseño gráfico y diagramación
Yildre Romaris Carla Poveda
Caracas, agosto de 2012
CONTENIDOTRAyECTo ISEmINARIo DE FoRmACIóN SoCIoCRíTICA
INTRoDUCCIÓN . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 5
PRImER SEmINARIo:SoCIEDAD y DEmoCRACIA SoCIALISTA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 5
PRoPÓSITo. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 5
SABERES . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 5
CoNTENIDoS DEL SEMINARIo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 6
METoDoLoGÍA SUGERIDA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 6
EVALUACIÓN . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 7
DoCUMENToS CoN LAS TESIS CENTRALES . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 8
ESTRUCTURA DE LA SoCIEDAD CAPITALISTA. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 24
REFERENCIAS . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 25
SEGUNDo SEmINARIo: ÉTICA y DERECHoS HUmANoS . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 26
PRoPÓSITo. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 26
SABERES . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 26
CoNTENIDo DEL SEMINARIo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 26
ESTRATEGIAS PARA EL TRATAMIENTo DE LA INFoRMACIÓN . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 27
ESTRATEGIAS DE EVALUACIÓN . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 28
REFERENCIAS . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 39
TERCER SEmINARIo: ATENCIóN A LA VíCTImA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 40
PRoPÓSITo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 40
SABERES . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 40
CoNTENIDoS DEL SEMINARIo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 40
ESTRATEGIAS DIDÁCTICAS Y DE EVALUACIÓN SUGERIDAS . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 42
REFERENCIA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 43
seminario de formación sociocrítica
INTRODUCCIÓN
El seminario titulado Política, Ética y Seguridad
Ciudadana analizará, desde una perspectiva crí-
tica, el papel de los órganos de seguridad ciu-
dadana y del sistema penitenciario en la democracia
socialista, como garantes de los derechos humanos,
la justicia social y atención a la víctima a través del
ejercicio ético, responsable, oportuno, eficaz y efi-
ciente de su labor profesional.
La Universidad Nacional Experimental de la Segu-
ridad (UNES) cónsona con las funciones prioritarias
del Estado en materia de seguridad, forma a sus es-
tudiantes en el modelo social-democrático que ga-
rantiza la convivencia pacífica y armónica del pueblo
venezolano, dejando en claro aspectos básicos como
bienestar social, Estado social de Derecho y de Jus-
ticia, ética y respeto por los derechos humanos. Por
ello, aboga por una educación que busca la promo-
ción del cambio social que aspira a una sociedad sin
opresores ni oprimidos.
Este seminario está organizado en tres gran-
des temas, a saber: Sociedad y Democracia Socialista,
Ética, Derechos Humanos y Seguridad Ciudadana y
Atención a la Víctima, que buscan contribuir con la
formación de una futura funcionaria y funcionario de
la seguridad ciudadana y del sistema penitenciario
en la construcción de un orden social justo, basado
en la participación, el respeto por la diversidad cul-
tural, la integridad física y la atención a las víctimas.
El presente seminario permitirá a las y los es-
tudiantes generar reflexiones críticas sobre su partici-
pación como futuras y futuros actores garantes de la
seguridad ciudadana en el nuevo modelo de Estado
socialista, guiado por directrices como la democra-
cia protagónica, la suprema felicidad social y la ética
socialista en consonancia con nuestra Carta Magna
sobre los valores y principios propios de un Estado
democrático y social y de justicia.
PRIMER SEMINARIO:SOCIEDAD Y DEMOCRACIA SOCIALISTA
PROPÓSITO DEL SEMINARIO
Este seminario tiene como propósito analizar,
comparar y valorar las categorías sociedad y
democracia socialista para demostrar su papel
y función en el sistema de seguridad ciudadana en
Venezuela, partiendo de los principios de la justicia,
la equidad y la dignidad.
SABERES
TEMA 1. Introducción a los conceptos de política,
hegemonía, lucha de clases e identidades sociales y
culturales.
Saber: analizaremos y discutiremos los problemas
relacionados con la política, la lucha de clases y la
identidad sociocultural; vinculándolos con su queha-
cer diario y a los problemas de seguridad ciudadana
para adquirir herramientas conceptuales y teóricas
que les permitan desarrollarse sobre la base de una
visión crítica, creadora y transformadora en defensa
de los intereses de los más necesitados.
TEMA 2. Estado: orígenes, estructura y formas de
gobiernos.
Saber: analizaremos las concepciones y funcio-
nes del Estado y el gobierno a través de las diferentes
formaciones socioeconómicas con la intención de
evaluarlos con respecto al momento actual que vive
el Estado venezolano y sus incidencias en los proble-
mas de seguridad ciudadana, promoviendo la digni-
dad humana, ética y la diversidad cultural.
TEMA 3. Capitalismo y socialismo como sistemas
políticos antagónicos.
seminario de formación sociocrítica 6
Saber: describiremos al capitalismo como sistema
político-económico totalmente opuesto al socialis-
mo para identificar los problemas sociales y, especial-
mente, los relacionados con la seguridad ciudadana
en Venezuela, desde una visión crítica, patriótica y
vinculada a la lucha de clases y responsable frente a
la sociedad.
TEMA 4. Políticas progresivas y regresivas de la
seguridad.
Saber: analizaremos las políticas de seguridad
que han vulnerado la dignidad y los derechos del
pueblo y las que reivindican estos derechos para que
identifiquemos el papel y la función que nos corres-
ponde con relación a las políticas en seguridad ciu-
dadana; esto para afrontar los diferentes problemas
desde una actuación garante de los DDHH y de la
justicia social.
CONTENIDOS DEL SEMINARIO
TEMA 1. Introducción a los conceptos de política,
hegemonía, lucha de clases e identidades sociales y
culturales.
• Política hegemónica y política liberadora.
• Lucha de clases y contradicciones de clases.
• Formaciones históricas socioeconómicas.
TEMA 2. Estado: orígenes, estructura y formas de
gobiernos.
• Concepciones sobre el Estado.
• El Estado como instrumento de violencia y
como instrumento de liberación.
• Gobierno represor y gobierno popular.
• Estado venezolano, su papel en la seguridad
ciudadana.
TEMA 3. Capitalismo y socialismo como sistemas
políticos antagónicos.
• Fundamentos del sistema capitalista: contra-
dicción entre trabajo y la producción de mer-
cancía en el capitalismo.
• Socialismo como sistema socioeconómico su-
perior.
• Problemas sociales y de seguridad ciudadana
en el socialismo venezolano.
TEMA 4. Políticas progresivas y regresivas de la
seguridad.
• La política de seguridad represiva.
• La política de seguridad del Gobierno Revolu-
cionario Bolivariano.
METODOLOGÍA SUGERIDA
Este seminario está dividido en tres momentos:
preparatorio, desarrollo constructivo y cierre sociali-
zador.
1. Preparatorio: se socializa el documento con
las tesis centrales, se consultan y se compar-
ten materiales bibliográficos, tesis, documen-
tales, películas y otras fuentes de información
que sirvan para el análisis. Se elaboran las po-
nencias de manera grupal o individual, pre-
feriblemente de cinco a diez cuartillas. Las y
los estudiantes pueden proponer otros temas
que estén relacionados con el seminario. El
profesor hace acompañamiento y sugerencias
de forma a las ponencias en cada encuentro.
Se propone invitar a expertas o expertos en la
materia. Debe permitirse la creación intelec-
tual y respetarse la visión política de las y los
estudiantes en este primer momento hasta el
debate.
2. Desarrollo constructivo: el profesor o la pro-
fesora hace las veces de moderador y guía de
debate, en este momento no existe la relación
tradicional profesor-estudiante. Se escoge un
7seminario de formación sociocrítica
comité relator constituido mínimo por tres
estudiantes y otro u otra estudiante que se
encargue de llevar el tiempo de intervención.
Se expone tanto el documento central como
las ponencias. Se abre el debate a manera de
plenaria por cada ponencia, es decir, en forma
intercalada ponencia-debate, preferiblemen-
te con relatoría abierta. Por último, se elabora
el documento final producto del análisis y del
debate y se socializa entre los participantes. El
profesor o profesora también puede elaborar
su ponencia y presentarla, igualmente se pue-
den invitar ponentes externos. Se bebe grabar
el seminario y en especial el debate para que se
pierda el miedo escénico y para que sirva como
material de difusión en el cierre socializador.
3. Cierre socializador: el documento final se
socializa con las comunidades, previa revisión
institucional, a través de foros, charlas, talleres
y otras formas de análisis y construcción co-
lectiva. Asimismo, se sugiere utilizar medios
de comunicación e información como inter-
net, radio, artículos de revista, periódicos, en-
tre otros, para su divulgación y difusión.
EVALUACIÓNSe propone que se evalúen dos aspectos: por un
lado la participación, la presentación en público, la
lectura previa y el dominio del tema; y por otro, el
trabajo final donde se permita evidenciar las capaci-
dades reflexivas, la fundamentación de las ideas, las
propuestas, el dominio del tema, entre otros. Cabe
acotar que las percepciones y concepciones políticas
y filosóficas hacen parte del ser como sujeto históri-
co, producto del desarrollo social y cultural. Es decir,
que en nada debe influir éstas en la evaluación, pues
estaríamos imponiendo, a través de mecanismos no
éticos y alejados de la educación popular: educación
crítica, creadora y transformadora; concepciones que
deberían ser producto del debate, la discusión y el
análisis y por último la evaluación estará en función
de la asistencia a las actividades y será valida con un
mínimo de 75%.
seminario de formación sociocrítica 8
DOCUMENTO CON LAS TESIS CENTRALESSoCIEDAD Y DEMoCRACIA SoCIALISTA
“Marx tenía razón: toda la historia
de la humanidad está signada
por la lucha de clases”.
Hugo Chávez Frías.
Partimos de la idea -como propuesta para generar el debate- que no se
puede estudiar y comprender la actual sociedad moderna, ni mucho menos
el carácter del régimen democrático sin introducirnos en el problema del Es-
tado. La génesis de nuestro estudio parte del hecho de reconocer las diferen-
tes sociedades por las que ha transitado la humanidad, identificándolas
como formaciones socio-económicas con características parecidas y disími-
les en épocas y naciones. En ese sentido, se considera a la Sociedad Primiti-
va como aquella etapa que vivió la humanidad antes de que apareciera la
escritura y que tuvo unas características importantes de analizar. La segun-
da sociedad a estudiar, la Esclavista, está considerada desde la aparición de
la escritura (comienzo de la historia), hasta la caída del Imperio Romano, en
el siglo V después de Cristo, con aproximadamente 3.600 años. Luego se
considera a la Sociedad Feudal como la tercera gran sociedad desde la caí-
da del Imperio Romano hasta la Revolución Industrial en Inglaterra, com-
prendida entre la segunda mitad del siglo XVIII y principios del XIX y la Revo-
lución Francesa a finales del Siglo XVIII, con aproximadamente 1.300 años.
Estos dos últimos acontecimientos son considerados como las manifesta-
ciones más importantes que dieron origen a la nueva Sociedad Capitalista,
con apenas aproximadamente 200 años de antigüedad, y que al igual que
las dos sociedades anteriores se caracteriza por estar dividida en clases so-
ciales. Hablar de sociedad y democracia nos introduce en el análisis históri-
co y dialéctico acerca del Estado. Por ejemplo, para el filósofo Cicerón, Grecia
(103 a.C.), el Estado es una multitud de hombres ligados por la comunidad y
el derecho. San Agustín, sacerdote y filósofo, África (330 a.C.), lo define como
una reunión de hombres dotados de razón y enlazados en virtud de la co-
mún participación de las cosas que aman. Maquiavelo, Italia (1469-1527),
filósofo, dice que: perjudica o afecta de una u otra forma a personas o gru-
pos de personas en pro del resto de individuos que lo conforman, general-
mente obviando las propias normas legales o morales que la rigen. (“Con-
cepto típico del Terrorismo de Estado”). Crocio, Holanda (1583-1645) poeta-
jurista dice que es: la asociación perfecta de hombres libres unidos para go-
zar de sus derechos y para la utilidad común. Es la asociación política sobe-
rana que dispone de un territorio propio, con una organización específica y
9seminario de formación sociocrítica
un supremo poder facultado para el derecho positivo. Lasalle, Francia
(1651-1719), sacerdote católico: es la gran asociación de las clases pobres.
Kant, Alemania (1724-1804), filósofo de la ilustración: es una variedad de
hombres bajo leyes jurídicas. Hegel, Alemania (1770-1831), filósofo: es la
conciencia del pueblo, la realidad de la idea moral, la imagen y la realidad
de la razón. Bolívar, Venezuela (1783-1830), militar, político, libertador: el
Estado debe estar centralizado con un ejecutivo electo y un senado heredi-
tario que exige estar compuesto por sujetos de una educación cultural y po-
lítica del más alto nivel, ya que la función del senado es mediar entre las
mayorías populares y el ejecutivo. Nuestra patria es América. Marx, Alema-
nia (1818-1883) jurista, filósofo y político: el Estado no es el reino de la razón,
sino de la fuerza; no es el reino del bien común, sino del interés parcial; no
tiene como fin el bienestar de todos, sino de los que detentan el poder; no es
la salida del estado de naturaleza, sino su continuación bajo otra forma. An-
tes al contrario, la salida del estado de naturaleza coincidirá con el fin del
Estado. De aquí la tendencia a considerar todo Estado una dictadura y a
calificar como relevante sólo el problema de quién gobierna (burguesía o
proletariado) y no el cómo. Engels, Alemania (1820-1895), filósofo e histo-
riador: no ha existido eternamente. Ha habido sociedades que se las arre-
glaron sin él, que no tuvieron la menor noción del Estado ni del Poder esta-
tal. Al llegar a una determinada fase del desarrollo económico que estaba
ligada necesariamente a la división de la sociedad en clases, esta división
hizo que el Estado se convirtiese en una “necesidad“. El Estado no es de nin-
gún modo un poder impuesto desde afuera a la sociedad; tampoco es “la
realidad de la idea moral”, ni “la imagen y la realidad de la razón”, como afir-
ma Hegel; es más bien un producto de la sociedad cuando llega a un grado
de desarrollo determinado; es la confesión de que esa sociedad se ha enre-
dado en una irremediable contradicción consigo misma y está dividida por
antagonismos irreconciliables, que es impotente para conjurarlo. Pero a fin
de que estos antagonismos, estas clases con intereses económicos en pugna
no se devoren así mismas y no consuman a la sociedad en una lucha estéril,
se hace necesario un poder situado aparentemente por encima de la socie-
dad y llamado a amortiguar el choque, a mantenerlo en los límites del “or-
den”. Ese poder, nacido de la sociedad, pero que se pone por encima de ella
y se divorcia de ella más y más, es el Estado. Lenin, Rusia (1870-1924), políti-
co y dirigente revolucionario: el Estado es el producto y manifestación del
carácter irreconciliable de la contradicción de clase. El Estado surge, en el
sitio, en el momento y en el grado en que las contradicciones de clase no
pueden, objetivamente, conciliarse. Es un instrumento violento de explota-
ción contra la clase oprimida. La destrucción del Estado y la extinción del
Estado; la revolución violenta y el desarrollo a un estado superior social sin
seminario de formación sociocrítica 10
Estado. Oppenheimer, EEUU (1904-1967), físico: es la institución social im-
puesta por el grupo victorioso al derrotado, con el propósito de regular su
dominio y de agruparse contra la rebelión interna y los ataques del exterior.
Hobbes, Inglaterra (1588-1679), filósofo: una persona de cuyos actos una
gran multitud, por pactos mutuos realizados entre sí, ha sido instituida por
cada uno como autor, al objeto de que pueda utilizar la fortaleza y medios
de todos, como la juzgue oportuno, para asegurar la paz y la defensa co-
mún. Duguit, Francia (1859-1928) jurista: es una corporación de servicios
públicos controlada y dirigida por los gobernantes. Kelsen, Australia (1881-
1973), jurista, político y filósofo: el Estado es el ámbito de aplicación del de-
recho. El Estado es el derecho como actividad normativa. El derecho es el
Estado como una actividad normada. “En el Estado alcanza su personali-
dad jurídica”. Max Weber, alemán (1864-1920), sociólogo, economista y filó-
sofo: el Estado es la coacción legítima y específica. Es la fuerza bruta legiti-
mada como “última ratio”, que mantiene el monopolio de la violencia. Baku-
nin, Rusia (1814-1876) filósofo y político: es la estructura de poder que pre-
tende tener el monopolio del uso de la fuerza sobre un territorio y su pobla-
ción, y que es reconocido como tal por los estados vecinos. Los elementos
más aparentes que señalan el poder del Estado son: el control de fronteras,
la recaudación de impuestos, la emisión de moneda, un cuerpo de policía y
un ejército de bandera común. Un sistema burocrático administrado por
trabajadores funcionarios. Se le critica la falsa ostentación de la seguridad,
defensa, protección social y justicia de la población; ejerciendo en realidad
un gobierno obligatorio y violentando la soberanía individual y la no coac-
ción. El Estado es una institución represora para mantener un orden econó-
mico y de poder concreto vinculado al poder público. Se le atribuyen al Esta-
do buena parte de los males que aquejan a la humanidad contemporánea,
como la pobreza, crisis económicas, las guerras, la injusticia social, etc. Des-
de el liberalismo se plantea que el Estado es un concepto político que se re-
fiere a una forma de organización social soberana y coercitiva, formada por
un conjunto de instituciones involuntarias, que tiene el poder de regular la
vida nacional en un territorio determinado. Está constituido por un territo-
rio, una población y un gobierno. También se define como el conjunto de
instituciones que poseen la autoridad y potestad para establecer las normas
que regulan una sociedad, teniendo soberanía interna y externa sobre un
territorio determinado. El Neoliberalismo aboga por la reducción del papel
del Estado al mínimo necesario, desde un sentido civil para el respeto de las
libertades básicas; es decir, el Estado debería encargarse de la seguridad ciu-
dadanas y de la justicia. En ningún caso el Estado debe servir para ejercer la
coacción de quitar a unos individuos para dar a otros (expropiación), y de-
ben ser los agentes privados los que regulen el mercado a través del sistema
11seminario de formación sociocrítica
de precios, asignando a cada cosa el valor que realmente tiene.
Dentro de las concepciones acerca de la democracia, se manifiestan
abiertamente dos corrientes antagónicas y de tipo clasistas, la Democra-
cia Burguesa y la Democracia Socialista. La concepción burguesa acerca
de la democracia está definida como un sistema político donde el poder,
es decir, la toma y ejecución de decisiones, está suscrito a la participación
del conjunto de la sociedad. Es una forma de organización del Estado don-
de los miembros que lo integran gozan de libertad e igualdad. En ese sen-
tido, la democracia puede ser directa o indirecta. A la democracia directa
se le atribuye la participación directa del pueblo en la escogencias de sus
gobernantes. En la democracia indirecta las decisiones y la escogencia de
los gobernantes reside en miembros de confianza aceptados socialmente,
quienes representan a las mayorías. Otra forma de democracia es la parti-
cipativa, que facilita que el conjunto de la sociedad influya en las decisiones
frente a las políticas públicas, a través de referéndum, plebiscitos, reformas,
entre otras. Por otro lado la concepción socialista acerca de la democracia
la vincula directamente con el Estado. Lenin planteaba que la destrucción
del Estado burgués significaba la destrucción de la Democracia Burguesa;
y la extinción del Estado Socialista significaba también la extinción de la
Democracia socialista. Esta concepción de democracia se fundamenta en
los siguientes principios y definiciones: la democracia burguesa es la subor-
dinación de las mayorías (económicamente más débiles) ante las minorías
(económicamente más fuertes), utilizando la violencia del Estado burgués
para garantizar el orden burgués. La democracia socialista es la subordina-
ción de las minorías ante las mayorías, utilizando la violencia del Estado so-
cialista para garantizar el orden socialista. En conclusión, democracia es el
Estado que reconoce la subordinación, es decir, una organización llamada
a ejercer la violencia sistemática de una clase contra otra, de una parte de la
población contra otra. (Lenin. El Estado y la Revolución. Tomo II).
Frente a los orígenes del Estado, Engels resume la cuestión de la siguien-
te manera: “…por tanto, el Estado no ha existido eternamente. Ha habido
sociedades que se las arreglaron sin él, que no tuvieron la menor noción del
Estado ni del Poder Estatal. Al llegar a una determinada fase del desarrollo
económico, que estaba ligada necesariamente a la división de la sociedad
en clases, esta división hizo que el Estado se convirtiese en una “necesidad“.
Por otro lado, en cuanto a la sociedad venezolana se refiere, al igual que
todas las naciones latinoamericanas tuvo su propio desarrollo histórico y,
por ende, su propia formación de las estructura del Estado y de democracia;
enmarcadas en la conflictividad propia de la época pos-hispana. “Si bien es
cierto que, en Venezuela, las ciudades son hijas de la invasión española, el
proceso que vivimos, pasadas las guerras de independencia, es similar. Ex-
seminario de formación sociocrítica 12
pulsado el invasor, es decir, los españoles, los “libertadores terratenientes”
como Páez, se dedican a apropiarse de grandes extensiones de tierra. Esto
genera contradicciones e inconformismos, incluso con los mismos que ha-
bían participado en las guerras de independencia, y se hace entonces nece-
sario que los poderosos fortalezcan y se apropien del aparato del Estado y
que esta fuerza, ubicada por encima de la sociedad venezolana, ponga las
cosas en “orden”, el que les conviene a los poderosos. Al igual que en Europa,
esta no es una transición pacífica y tranquila, décadas de guerras están por
venir. De una parte, el pueblo raso y sus comandantes como Zamora, y de
otra, los poderosos, los oligarcas que secuestran el poder del naciente Esta-
do, para resguardar sus privilegios. Narra historiadores de la talla de Cañiza-
les Guédez, que de 1830 a 1846 se dan en Venezuela más de 130 alzamientos
populares que buscan la igualdad y justicia social y que son aplastados por
los nuevos amos. Esto dice mucho de carácter conflictivo en nuestro nacien-
te Estado”. 1
En cuanto se refiere a la sociedad, cualquiera que sea su forma, es el pro-
ducto de la acción recíproca de los seres humanos. ¿Podrían los seres huma-
nos elegir libremente esta o aquella forma social? Indudablemente que no
ya que a un determinado nivel de desarrollo de las facultades productivas
de los seres humanos, corresponde una determinada forma de comercio y
de consumo, y por ende, una sociedad. Es decir, que a determinadas fases de
desarrollo de la producción, del comercio, del consumo, corresponden de-
terminadas formas de constitución social, una determinada organización
de la familia, de los estamentos o de las clases; en otra palabra, una deter-
minada organización social. Igualmente, a una determinada sociedad le
corresponde un determinado orden político, que no es más que la expresión
oficial de la sociedad.
Los seres humanos hacen su propia historia, pero no la hacen a su li-
bre arbitrio, bajo circunstancias elegidas por ellos mismos, sino, bajo aque-
llas circunstancias con que se encuentran directamente relacionados, que
existen y les han sido legadas por el pasado. La sociedad es la forma más
desarrollada y organizada de la materia, tiene como base fundamental el
trabajo; sin trabajo no es posible la constitución de la sociedad, ni su histo-
ria en cada fase específica de su desarrollo. La humanidad hasta nuestros
días ha conocido dos tipos de sociedad; una sociedad sin clases sociales y
sin división social del trabajo (en forma primitiva); y otra sociedad con clases
sociales y división social del trabajo. En esta última se enmarcan la sociedad
esclavista, la feudal y la capitalista. Por otro lado, el ser humano necesita en
primer término comer, beber, tener un techo y vestirse, y por tanto, trabajar;
1UNES 2011: PoLICIA, SoCIEDAD Y DEMoCRACIA SoCIALISTA. PNF-PoLICIAL, pág.: 2
13seminario de formación sociocrítica
antes de poder luchar por el mando, hacer política, religión, filosofía, ciencia,
arte, etc. El trabajo no es solamente un medio de vida, sino la primera nece-
sidad vital humana. Es, en primer término, un proceso entre la naturaleza
y el ser humano, proceso en que éste realiza, regula y controla, mediante su
propia acción, su intercambio de materias con la naturaleza. El trabajo no
es la fuente de toda riqueza, como se afirma, la naturaleza es la fuente de los
valores de uso, que son los que verdaderamente integran la riqueza mate-
rial; y estos a su vez son el producto o resultado del trabajo; por cuanto el ser
humano se sitúa de antemano como propietario frente a la naturaleza, por
tanto su trabajo se convierte en fuente de valores de uso, y por consiguiente,
en fuente de riqueza. El trabajo no es más que la manifestación de una fuer-
za natural, la fuerza de trabajo del ser humano; lo dicho sólo es cierto si se
sobrentiende que el trabajo se efectúa con los correspondientes objetos e
instrumentos de trabajo. Entiéndase por objeto de trabajo: toda fuente de
la naturaleza (materia bruta y prima) que el ser humano utiliza para satisfa-
cer sus necesidades; e instrumento de trabajo: a los utensilios, herramien-
tas, máquinas y equipos que sirven para trasformar ese objeto de trabajo en
algo directamente útil. Estos dos elementos, Objeto de Trabajo (OT) e Ins-
trumentos de Trabajos (IT) sumados constituyen los Medios de Producción
Social (MP), y a su vez, los MP junto con la Fuerza de Trabajo de obreros (FT),
constituyen la llamada Fuerzas Productivas (FP). El trabajo sólo es fuente de
riqueza y de cultura como trabajo social, o, lo que es lo mismo, dentro de la
sociedad y a través de ella. Esta tesis de Marx es, indiscutiblemente, exacta,
pues aunque el trabajo del individuo aislado también puede crear valores
de uso, no puede crear ni riqueza ni cultura. En la medida en que el trabajo
se desarrolla socialmente convirtiéndose así en fuente de riqueza y de cultu-
ra, se desarrollan también la pobreza y el desamparo del trabajador y de la
trabajadora asalariada y por otro lado, la riqueza y la cultura de los que no
trabajan (los ricos); esta es la ley de toda la historia, hasta hoy. En la actual
sociedad capitalista se han dado las condiciones materiales que permiten
y obligan a las y los trabajadores a romper esa maldición social. La clase
obrera tiene que emancipa; ¿a quién?, al trabajo. La emancipación del tra-
bajo exige que los Medios de Producción Social se conviertan en patrimonio
común de la sociedad y que todo el trabajo sea regulado colectivamente
con un reparto del fruto del trabajo.
Aunque el capitalismo sólo tiene aproximadamente 200 años de existen-
cia, en comparación con el esclavismo y el feudalismo que tuvieron aprox.
3.600 y 1.300 años respectivamente; esta formación socioeconómica, al
igual que las otras, tiene una contradicción consigo misma. Dentro de su
relación de trabajo se expresan desigualdades enormes que han generado
hambre, miseria, violencia y no han permitido una convivencia pacífica en-
seminario de formación sociocrítica 14
tre los seres humanos. Este sistema no sólo amenaza la biodiversidad del
planeta, sino, al mismo tiempo, la misma existencia de la raza humana. Nin-
guna de las sociedades anteriores había amenazado tanto a la humanidad
como la actual sociedad capitalista.
Continuando con el trabajo, podemos decir que esta actividad es, por
tanto, condición de vida del ser humano y condición independiente de to-
das las formas de sociedad, una necesidad perenne y natural sin la que no
se concebiría el intercambio orgánico entre el ser humano y la naturaleza,
ni, por consiguiente, la vida humana. La capacidad productiva del trabajo
depende de una serie de factores, entre los cuales se cuentan: el grado medio
de destreza del obrero y de la obrera, el nivel de progreso de la ciencia y de
sus aplicaciones, la organización social del proceso de producción, el volu-
men y la eficacia de los medios de producción y las condiciones naturales.
En el proceso de trabajo se dan determinadas relaciones productivas que
determinan la esencia misma de la sociedad; los seres humanos no actúan
solamente sobre la naturaleza, sino que actúan también los unos sobre los
otros; no pueden producir sin asociarse, de un cierto modo, para actuar en
común y establecer un intercambio de actividades. Estas relaciones sociales
que contraen entre sí las condiciones en que intercambian sus actividades
y toman parte en el proceso conjunto de la producción, variarán, natural-
mente, según el carácter de los Medios de Producción. En palabras de Marx:
“En la producción social de su vida, los seres humanos entran en relaciones
determinadas, necesarias, independientes de su voluntad; estas relaciones
de producción corresponden a un grado determinado de desarrollo de sus
fuerzas productivas materiales de producción”. Es decir, que las relaciones
sociales de producción o Relaciones de Producción (RP) en las que los indi-
viduos (mujeres, hombres) producen, cambian y, por tanto, se transforman
al cambiar y desarrollarse los medios materiales de producción y las fuer-
zas productivas sociales de trabajo. En ese mismo orden e ideas, el Modo
de Producción (MP) constituye la relación entre las fuerzas productivas y
las relaciones de producción. El cambio del modo de producción origina
cambios del régimen social, sirve al desarrollo de las fuerzas productivas
y de las relaciones de producción de toda la sociedad. Según sea el modo
de producción, tal será en lo fundamental la sociedad misma, sus ideas, sus
teorías, las concepciones y las instituciones políticas. El que se sustituya un
viejo modo de producción por otro nuevo es resultado inevitable de la agu-
dización de las contradicciones entre las fuerzas productivas en desarrollo y
las relaciones de producción rezagadas. Tales contradicciones, cuando im-
pera la propiedad privada sobre los medios de producción, poseen un carác-
ter antagónico que se manifiesta en la lucha de clases. La Estructura o Base
Económica (BE) de la sociedad constituye en cada caso el fundamento real a
15seminario de formación sociocrítica
partir del cual hay que explicar, en última instancia, toda la Superestructura
(SE) de las instituciones jurídicas y políticas, así como los tipos de represen-
tación religiosos, filosóficos y de otra naturaleza de cada período histórico;
la base económica de la sociedad, que es el conjunto de las relaciones de
producción que corresponden con el grado determinado de desarrollo de
las fuerzas productivas, incluye las relaciones de propiedad de los medios de
producción, los nexos económicos de las clases y los grupos sociales y otras
relaciones económicas entre los seres humanos, con motivo de la produc-
ción y la distribución de los productos del trabajo. En la superestructura se
encuentran todas las relaciones ideológicas y espirituales de una sociedad
históricamente determinada. Son las opiniones jurídicas, morales, filosófi-
cas, ideológicas, éticas, de teoría de género, patriarcales, religiosas y políti-
cas que corresponden a la base que constituyen una formación económica
social, es decir, son las formas de conciencia de una determinada sociedad.
La Superestructura es producto de la Base Económica de la sociedad, o lo
que es igual, surge de ella y está indisolublemente ligada con ella; como
es la Base así es la Superestructura. Marx concibe el desarrollo de la forma-
ción económica de la sociedad como un proceso histórico natural. Lenin,
siguiendo a Marx, las define como el conjunto de relaciones de producción
imperantes en un momento histórico determinado. La clave para explicar
el curso y desarrollo de las relaciones sociales entre los seres humanos en el
proceso de la producción, de distribución y el consumo de los bienes mate-
riales, es el gran aporte que Marx hace a la sociedad y con esto se demuestra
que quienes verdaderamente hacen la historia son las masas populares, las
trabajadoras y los trabajadores. Federico Engels explica la estructura socioe-
conómica así: “la concepción materialista de la historia parte de la tesis de
que la producción, y tras de ella el cambio de sus productos, es la base de
todo orden social; de que en todas las sociedades que desfilan por la histo-
ria, la distribución de los productos, y junto a ella la división social de los se-
res humanos en clases o estamentos, es determinada por lo que la sociedad
produce, cómo lo produce y por el modo de cambiar sus productos”.
Por otro lado, las clases sociales están definidas por las relaciones de
producción, es decir, por la forma en que los seres humanos producen mer-
cancías. En el seno de las relaciones de producción, el papel que ocupa cada
individuo está determinado por la división del trabajo; esto es, aquellos
que desarrollan una misma actividad y, por tanto, están sometidos a unas
idénticas condiciones conforman una clase social. Las clases sociales vienen
determinadas por el lugar que ocupan en el proceso de producción de la ri-
queza. Unos la producen y otros se apropian de una porción de la misma. De
esa relación no cabe esperar sino el antagonismo y la hostilidad entre explo-
tados y explotadores; es decir, entre quien trabaja y quien se roba parte del
seminario de formación sociocrítica 16
producto del trabajo del otro. A este antagonismo y hostilidad se le llama Lu-
cha de Clase. En el seno de la sociedad capitalista la lucha de clases es prota-
gonizada por la burguesía, propietaria de los medios de producción (capital,
fábricas, industrias, máquinas, transportes, bancos, tierra, ganados, etc.) y
por el proletariado (trabajador) que, al disponer únicamente de su fuerza de
trabajo, se ve obligado a venderla a cambio de un salario que escasamente
sirve para satisfacer su supervivencia. La evidencia de que existe la lucha de
clase en cualquiera sociedad está determinada por la existencia del Estado;
es decir, que la existencia del Estado es la fiel prueba de que esa sociedad
está enredada en antagonismos irreconciliables entre las clases sociales. Si
suprimiéramos a ese Estado y con ello sus aparatos represivos (fuerza públi-
ca, tribunales, leyes, etc.) esa sociedad entraría en un caos enorme, en una
lucha fratricida entre las clases sociales. Ese tipo de violencia entre clases
sociales, la cual el Estado amortigua y mantiene bajo orden determinado, se
expresa de diferentes maneras: delincuencia, violencia juvenil, violencia de
género, violencia sexual, criminalidad, violencia penitenciaria, protesta so-
cial, corrupción, egoísmo, xenofobia, entre otras formas. Estas expresiones
de violencia tiene un elemento que le es común a todas: la propiedad priva-
da. Hasta a la esposa el marido la ve como su propiedad. El sistema utiliza
diferentes medios ideológicos para garantizar la propiedad privada, pero al
mismo tiempo y sin poder evitarlo, garantiza la violencia; que en última no
es más que la expresión material de la lucha de clase.
Por último, en una sociedad de clases se distribuyen de manera des-
igual e injusta tanto los bienes materiales, la protección y los servicios del
Estado. Por ello, en sociedades desiguales los pobres son tres veces víctimas:
víctimas de las condiciones de exclusión y de las injusticias sociales que con-
ducen a muchos al delito; víctimas del delito, al estar menos protegidos y
más expuestos a distintos riesgos y, finalmente, víctimas de las políticas in-
justas con que se pretende enfrentar el crimen, pero realmente sólo sirven
para perpetuar el orden de cosas dominantes. Se debe plantear una política
alternativa de seguridad para revertir estas condiciones, actuando tanto
sobre el delito como sobre sus causas, incluyendo y protegiendo a los más
pobres, a través de políticas que garanticen la dignidad y respeto de los de-
rechos humanos. Sólo será posible reducir el delito y la pobreza si se actúa
sobre los factores estructurales que los generan, promoviendo la inclusión y
la justicia social, la reconstitución del tejido social en las comunidades po-
pulares, garantizando a todos sus derechos y dignidad. Más que el derecho
a la seguridad, se trata de ofrecer la seguridad de los derechos.
17seminario de formación sociocrítica
Por último leamos el siguiente texto acerca del capitalismo:
EL CAPITALISmo Como SISTEmA mUNDIAL EN EXPANSIóN
El capitalismo constituye una manera de organizar la sociedad a escala
mundial. Aunque nació históricamente en Europa Occidental, el capitalismo
se estructuró desde su inicio como una sociedad en permanente expansión.
El capitalismo no puede existir sin conquistar nuevos territorios geográficos
y nuevas relaciones sociales. Las primeras formas que asumió estuvieron
centradas en el capital bancario y en el capital comercial. Durante la Edad
Media europea, los primeros prestamistas y mercaderes aparecieron en el
siglo XI. Aunque los prestamistas y mercaderes perseguían la obtención de
interés y ganancia comercial, todavía en ese entonces, a nivel social, pre-
dominaba la producción de valores de uso para el consumo. Más tarde, en
los siglos XV y XVI, las grandes casas comerciales europeas, principalmente
italianas, financiaron los viajes expedicionarios en busca de nuevas rutas
comerciales. Nacía el colonialismo moderno. La primera división del mun-
do en metrópolis y dominios coloniales. Desde ese momento, el capitalismo
occidental europeo se expandió a nivel mundial. Fue la primera “globaliza-
ción” todavía incipiente.
A fines del siglo XV y comienzos del XVI, a partir de los viajes de Colón y
sus colegas, el mundo se empieza a unificar bajo la tutela y la expansión de
Occidente, que produce un aplastamiento brutal de las sociedades periféri-
cas. Es “la carga del hombre blanco” que lleva sobre sus espaldas el deber de
(…). “civilizar” y evangelizar a los bárbaros (los pueblos coloniales). América
Latina, sojuzgada y conquistada, ingresa en “la civilización” occidental ca-
pitalista de la misma manera que África y Asia, como parte de la naturaleza
a conquistar y evangelizar. La “humanidad” llegaba hasta donde llegaban
los blancos, occidentales, propietarios y varones. No resulta por ello casual
que los pueblos originarios americanos hayan sido comparados con los ani-
males (es decir, como si pertenecieran a la naturaleza y no a la sociedad) por
los conquistadores europeos. Exactamente lo mismo sucedió a los habitan-
tes de África, que alimentaron la sed capitalistas de riquezas como mano
de obra esclava. El saqueo colonialista del Tercer Mundo posibilita la acu-
mulación originaria europea. Ésta, a su vez, permite el desarrollo de la re-
volución industrial a fines del siglo XVIII. Con la introducción de la máquina
de vapor y el pasaje de la producción artesanal y manufacturera a la gran
producción industrial, el capitalismo de las metrópolis (principalmente In-
glaterra) se expande aún más por el mundo conquistando nuevas colonias
(o robándoselas a otras potencias como España y Portugal). Hacia fines de
seminario de formación sociocrítica 18
ese mismo siglo XVIII, se produce en Francia la principal revolución política
de los tiempos modernos: la Revolución Burguesa de 1789.
¿QUÉ FUE LA REVoLUCIóN BURGUESA?
El arquetipo de revolución burguesa europea fue la encabezada por la bur-
guesía francesa, la más radical de todas (porque a diferencia de la burguesía
inglesa, no negoció con la monarquía y le cortó la cabeza al rey). La burguesía
realizó su propia revolución política liderando a todas las clases postergadas
por la realeza, la nobleza, el clero y la monarquía. Lo hace tomando el poder e
instaurando la república parlamentaria. Lo hace en nombre de todo el “pue-
blo”, pero en realidad inaugura la dominación política burguesa (es decir de
una pequeña minoría social). Una dominación anónima, impersonal, gene-
ralizada, realizada en nombre de “todos los ciudadanos” pero en beneficio
exclusivo de la burguesía. Aunque diversas corrientes de ideas coexisten en el
seno de la revolución francesa (incluyendo a los primeros comunistas como
François-Noël Graco Babeuf), el liberalismo se torna hegemónico.
¿QUÉ ES EL LIBERALISmo?
El liberalismo es la doctrina que plantea, en el terreno económico, la libre
circulación de mercancías. “Dejar hacer, dejar pasar” es su lema, con el cual
enfrenta las trabas que la nobleza ponía a la expansión del comercio burgués.
En el terreno político, el liberalismo propicia una forma de gobierno republi-
cana donde la burguesía puede ejercer su dominio de manera anónima, ge-
neral e impersonal, sin las “molestias” de la dictadura o la monarquía. El siglo
XIX fue en Europa el de la consolidación económica del capitalismo industrial
y, en todo el mundo, el de la segunda etapa –posterior a los viajes de Colón-
de la “globalización”. Si en sus orígenes el capitalismo comenzó acumulando
a partir de los bancos y el comercio, en el siglo XIX fue la producción industrial
–bajo el supuesto reinado de la libre competencia- la que consolidó el predo-
minio mundial del capital sobre un conjunto muy heterogéneo de relaciones
sociales. En América Latina, bajo el impulso y el apoyo del colonialismo inglés
(en disputa con las otras potencias), las nacientes repúblicas latinoamerica-
nas se independizan de los viejos imperios coloniales de España y Portugal,
pero esa independencia será sólo formal. Rápidamente, las nacientes repú-
blicas se convierten en semicoloniales y dependientes. Surge entonces una
clase dominante local, la burguesía dependiente, estrechamente ligada y
asociada –en lo económico, en lo político, en lo militar y en lo cultural- al do-
minio de las metrópolis. Las burguesías dependientes son socias menores de
la dominación, primero colonial, luego neocolonial e imperialista. Es en ese
siglo cuando Carlos Marx escribe en el Manifiesto Comunista (1848) acerca
de la expansión del capitalismo y la unificación tendencial del mundo bajo
el reinado del valor de cambio y la producción para el mercado. Allí habla, en
19seminario de formación sociocrítica
otro lenguaje, con otra terminología, de lo que hoy se conoce como “globali-
zación”. Marx plantea, entonces, que con el capitalismo “el mundo se unifica”.
También plantea que “el mundo empieza a ser redondo, por primera vez”, a
partir de los barcos de vapor, el ferrocarril, el telégrafo, es decir, de los medios
de comunicación que marcaron aquella época.
El capital se expande por el mundo en extensión y en profundidad. Por
su propia lógica interna, el capital necesita expandirse, tanto en extensión
como en intensidad, hacia “afuera” y hacia “adentro”, fagocitando todo tipo
de relaciones sociales que le son adversas, externas o extrañas, que resisten,
o sociedades que no han sido incorporadas aún a la lógica capitalista. Para
dar cuenta de ese proceso, Marx utilizará dos expresiones que explican la
subordinación y la unificación mundial bajo el reinado del valor de cambio,
el mercado y el capital: “subsunción formal” (para la expansión en exten-
sión) y “subsunción real” (para la expansión en profundidad). Como el ca-
pital necesita expandirse permanentemente, el capitalismo nace como un
tipo de sociedad internacional, nace de manera mundial. Se estructura lue-
go a partir de Estados nacionales -lo primero que en cada sociedad intenta
construir la burguesía, históricamente, es el mercado interno, el ejército na-
cional, la policía y el Estado nación- pero, a partir de allí, se proyecta siempre
a nivel internacional, desde sus mismos orígenes. A fines del siglo XIX, por su
misma lógica, las grandes potencias capitalistas occidentales se lanzan a la
disputa por la conquista del planeta. Francia competirá con Estados Unidos
para alcanzar a Inglaterra (que entonces lleva la delantera). Alemania e Ita-
lia van detrás, pues todavía no se habían unificado como Estados-naciones
modernos. A fines del siglo XIX el mundo ya está repartido. Quien quisiera
nuevos mercados para exportar sus capitales (no sólo sus productos mer-
cantiles) necesitará comenzar una guerra de conquista. Es el tiempo en que
el capitalismo pega un salto cualitativo. El crecimiento de la competencia
entre las firmas empresariales nacionales dará lugar al nacimiento de gran-
des monopolios. La libre competencia metropolitana y el colonialismo mo-
derno dejarán su paso al nacimiento del imperialismo. Lenin fue uno de los
principales teóricos del movimiento revolucionario a nivel mundial (ya que
en Rusia dirigió, en octubre de 1917, la revolución bolchevique, la primera
revolución socialista triunfante en la historia de la humanidad). En su libro
El imperialismo, fase superior del capitalismo (1916) Lenin sostiene que con
la emergencia del capitalismo imperialista se termina la vieja dicotomía y
competencia entre capitales industriales y bancarios. Se produce una nueva
fusión donde los mismos capitales se dedican a la producción industrial y al
mundo de las finanzas. Este nuevo tipo de capital es el capital financiero, he-
gemónico en los tiempos del imperialismo. Este tipo de capital ya no alienta
la expansión territorial de las grandes potencias -típica de la época colonial
seminario de formación sociocrítica 20
en el que la gran potencia invade y conquista sociedades menos podero-
sas- sino un tipo de expansión asentada en la exportación de capitales. És-
tos persiguen obtener, a cambio de sus inversiones, diversos tipos de rentas
de los países sojuzgados a los que le conceden una independencia política
formal, pero manteniendo una dependencia económica.
¿CUÁLES SoN LAS CARACTERíSTICAS DEL ImPERIALISmo?
Lenin resume las líneas centrales de esa nueva fase del capitalismo mun-
dial identificando determinadas características generales:
• Concentración de la producción, la centralización de los capitales y la
emergencia de inmensos monopolios, oligopolios, empresas multinaciona-
les, trust, corporaciones y cárteles.
• Nuevo papel de los bancos que abandonan su antigua competencia
con los capitales industriales para vincularse a ellos en el mundo de las fi-
nanzas.
• Surgimiento del capital financiero como fusión de los capitales banca-
rios e industriales.
• Emergencia de un sector sumamente concentrado del capital financie-
ro que Lenin denomina “oligarquía financiera”.
• Exportación de capitales desde las grandes potencias metropolitanas a
las zonas periféricas, con el objetivo de disminuir costos en materias primas
y fuerza de trabajo y maximizar las rentas.
• Reparto del mundo entre grandes corporaciones multinacionales acom-
pañada del reparto del mundo entre las grandes potencias capitalistas.
No se puede entender las dos grandes guerras mundiales (y todas las gue-
rras “menores” que las acompañaron a lo largo del siglo XX) si se desconoce
la existencia del imperialismo. Sólo a la luz del imperialismo se puede com-
prender el genocidio nazi en Europa y el genocidio latinoamericano llevado
a cabo en los años 70 y 80 por las dictaduras militares de Paraguay, Brasil,
Bolivia, Argentina, Chile, Uruguay, Perú, Guatemala, Nicaragua, El Salva-
dor, etc. Un genocidio impulsado metódicamente –con sus instructores en
tortura y en guerra contrainsurgente- por el imperialismo norteamericano.
Un genocidio “científico” y racionalmente planeado. Una vez que el capita-
lismo logra frenar la expansión de la revolución bolchevique de 1917 y dis-
ciplinar a la fuerza de trabajo a nivel mundial en la segunda posguerra, el
imperialismo ingresa en una nueva fase. Si el imperialismo “clásico” existe en
Europa Occidental y Estados Unidos entre 1890 y 1940 aproximadamente, la
nueva fase imperialista se inaugura a partir de la segunda posguerra. Desde
1945 hasta principios de los años 70, el capitalismo imperialista de los paí-
ses metropolitanos se solidifica sobre una base común: el Estado comienza a
intervenir sistemáticamente en el mercado (a favor de los monopolios); se le
21seminario de formación sociocrítica
otorga cierta estabilidad laboral a los segmentos más altos de la clase obrera
europea (la aristocracia obrera) a cambio de que sus sindicatos respeten el
“nuevo orden” capitalista; se expande el sector capitalista de los servicios, ge-
nerando una sociedad de fuerte consumismo. Además, se genera una infla-
ción permanente como modo de financiar los créditos para la industria y el
consumo de las masas. En la industria, sigue creciendo –fundamentalmente
en EEUU- el sector armamentístico que llega a formar un complejo militar-
industrial, todavía reinante en nuestros días. Esta nueva fase del capitalismo
imperialista metropolitano (que algunos autores denominan “neocapitalis-
mo”, otros “capitalismo tardío”, “capitalismo de organización” o “capitalismo
fordista”) se combina hacia el exterior con el neocolonialismo. Sin colonias
formales, la dominación imperialista continúa en el terreno económico. En
total, esta fase del capitalismo dura aproximadamente treinta años. Tres dé-
cadas de mansa sumisión de la clase obrera europea y norteamericana a los
dictados del capital. Mientras tanto, después de la derrota de los nazis a ma-
nos del Ejército Rojo soviético durante la Segunda Guerra Mundial, se forma
un bloqueo euro-oriental de países postcapitalistas (autodenominados ofi-
cialmente “socialistas”) liderados por la Unión Soviética. Estos países corren
entonces con la desventaja de haber sido devastados en su propio territorio
(a diferencia de Estados Unidos) por la invasión de los nazis. Además, se con-
solida en ellos el poder elitista de una fuerte burocracia política –formada en
Rusia tras la muerte de Lenin y de la época gloriosa de la revolución socialista
de 1917- que frena todo desarrollo de la conciencia socialista y todo poder de
los trabajadores. Freno que asume diversas “teorías” y “doctrinas” oficiales en
aquellos países (la más conocida de todas es la de “coexistencia pacífica” con
el imperialismo, mediante la cual la URSS se compromete a no apoyar las re-
voluciones de países de la órbita occidental. Esta doctrina se implementa tras
la muerte de Stalin, quien previamente había disuelto la doctrina Internacio-
nal Comunista para ganar el favor de los líderes capitalistas occidentales). En
el Tercer Mundo, por la misma época, suceden diversos procesos revoluciona-
rios. De algunos de ellos (como las revoluciones de Vietnam, China, Corea y
Cuba) emergen revoluciones socialistas. En muchos otros casos, (Argelia y di-
versas colonias africanas) ese proceso se limita a la independencia nacional y
la descolonización política. En América Latina, a excepción de Cuba, se vive el
auge de diversas experiencias nacionalistas y populistas encabezadas por las
burguesías locales (y sus fuerzas armadas) que ensayan modelos industriales
sustituyendo lo que no llega del área metropolitana y cubriendo los agujeros
vacíos por las industrias monopólicas. Esta industrialización latinoamerica-
na, deformada y dependiente, no modifica la estructura agraria atrasada de
nuestros países; y al estar encabezada por los socios locales del imperialismo
y el neocolonialismo, no logra romper el estrecho marco del capitalismo peri-
seminario de formación sociocrítica 22
férico. Es una industrialización “a medias” o “pseudo-industrialización”, como
la llamaron algunos autores. El imperialismo consolida, entonces, entre 1945
y principios de 1970, su hegemonía para los países capitalistas metropoli-
tanos, pero va lentamente perdiendo la iniciativa en la periferia del sistema
mundial. A comienzos de los años 70, producto de la insubordinación gene-
ralizada que se había experimentado durante el año 1968 en las metrópolis
y de diversas luchas insurreccionales del Tercer mundo (encabezadas por la
revolución cubana en América Latina), el modelo hegemónico de capitalis-
mo tardío de posguerra entra en crisis. A ello se suma una crisis aguda del
petróleo y otra crisis del dólar en el terreno económico.
¿Cómo NACE EL NEoLIBERALISmo?
Producto de esas múltiples crisis a nivel mundial, el capitalismo retoma
la ofensiva económica, política, militar e ideológica que había ido perdiendo
a lo largo del siglo. De allí, se impone como tarea doblegar a la clase obrera
metropolitana, derrotar a los movimientos insurreccionales del Tercer Mun-
do y fracturar a los países del bloque del Este. La ideología que legitima esa
ofensiva a nivel mundial se llama: neoliberalismo. Éste retoma, del antiguo
liberalismo del siglo XVIII, la bandera de la apertura comercial sin límites y
la libre circulación económica del capital, pero combinada con formas polí-
ticas dictatoriales, fascistas y represivas e ideas culturales extremadamente
conservadoras y autoritarias. El primer “experimento” político a nivel mun-
dial de la nueva ofensiva capitalista neoliberal fue el golpe de estado de Chi-
le en 1973 realizado por el general Pinochet contra el presidente socialista
Salvador Allende. De allí en adelante, luego de generalizar la experiencia
capitalista de nuevo cuño, a sangre y fuego por todo el continente latinoa-
mericano, Margaret Thatcher en Inglaterra y Ronald Reagan en EEUU apli-
caron las nuevas recetas para el mundo metropolitano. A esto se le sumó la
crisis terminal interna del Bloque del Este (que derivó en la caída del muro
de Berlín y la desaparición de la URSS) y una nueva revolución tecnológica
de las comunicaciones. Producto de esa gama de procesos articulados, el
capitalismo, que había nacido hacía cinco siglos como sociedad en expan-
sión, vuelve a sufrir una nueva expansión planetaria. Una de las principales
características de esta nueva etapa del imperialismo –cada vez más agre-
sivo y guerrerista- es la internacionalización de la producción. No sólo de
las finanzas, como dicen los periódicos burgueses. Con el neoliberalismo, el
Estado no desaparece, como afirman las academias universitarias latinoa-
mericanas: cambia de función. Abandonando el estilo de intervención que
venía realizando desde aproximadamente 1930 y principalmente desde el
fin de la Segunda Guerra Mundial, el nuevo Estado capitalista neoliberal
continúa interviniendo para garantizar la renta, la ganancia y el interés de
23seminario de formación sociocrítica
los empresarios. Se retira de los servicios (salud y educación, por ejemplo)
pero cada vez más está presente en el terreno de la represión interna y la
criminalización de las protestas obreras y campesinas. Junto a la represión
política, crece el militarismo y la súper explotación de la clase obrera. El nue-
vo capitalismo imperialista redobla la asimetría de poder y la dominación
a escala mundial hasta grados inimaginables. Actualmente, 600 empresas
monopólicas transnacionales controlan los estados de las grandes poten-
cias capitalistas y el mercado mundial. Los pueblos del Tercer Mundo –no sus
burguesías, socias serviles del imperialismo- cada vez están más sometidos.
Según un informe de las Naciones Unidas, la fortuna de los 358 individuos
más ricos del planeta es superior a las entradas anuales sumadas del 45%
de los habitantes más pobres de la Tierra. Según ese mismo informe, más de
800 millones de seres humanos pasan hambre y alrededor de 500 millones
de individuos sufren de malnutrición crónica. No es entonces verdad que el
capitalismo sigue exactamente igual que en la época de Lenin, a comienzos
del siglo XX. Pero tampoco es cierto que haya desaparecido el imperialismo
o que se hayan extinguido los Estados naciones. Sigue habiendo imperialis-
mo. Sigue habiendo capitalismo. Sigue habiendo guerras. Sigue habiendo
luchas de clases. La clase trabajadora sigue luchando por otro mundo posi-
ble, un mundo socialista. La “globalización” actual no es más que una nueva
etapa de esa larga historia. Como todas las fases previas, no es un proceso
ineluctable ni inevitable. Es un producto de la lucha de clases, dado que el
capital se universaliza cada vez más al igual que la lucha de los trabajadores
y las resistencias populares.
Néstor Kohan. 2003.
Introducción al pensamiento marxista.
ELEmENToS PARA EL ANÁLISIS y PARA EL DEBATE
• ¿Qué características diferencian la sociedad capitalista de la esclavista y de la feudal en términos económi-
cos, políticos y sociales, entre otros?
• ¿Qué elementos dentro del Estado constituyen estructuras de violencia social y contra quienes se ejercen?
• ¿Existía Estado y Democracia en América Latina en el período Precolombino, es decir, antes de 1492?
• Según los teóricos del socialismo, Marx, Engels y Lenin: ¿son los cuerpos de policía, militares, penitencia-
rios y otros, instrumentos clasista del Estado con los que se ejerce la violencia para mantener el orden?
• ¿Con qué otros instrumentos de violencia se impone el orden?
• ¿Realmente el Estado es un producto social o ha existido siempre?
• Dentro de la actual sociedad capitalista, ¿es posible el fin del Estado?
• ¿En la sociedad socialista es posible el fin del Estado?
• ¿La democracia participativa sigue siendo representativa en términos de decisión y ejecución de políticas
públicas y de Estado?¿Es el voto la expresión máxima de la democracia o es la capacidad de decidir sobre
las políticas públicas a implementar?
seminario de formación sociocrítica 24
trabajadores �asalariados. y comerciantes.
• ¿Cuál de las dos democracias es más incluyente, la representativa o la participativa?
• ¿Qué retos prácticos se pueden concluir que estén relacionados con la seguridad, y que se vinculen con la
temática de este seminario?
• ¿Con cuáles otros elementos podemos problematizar estos seminarios?
• ¿Se puede garantizar la justicia social en el capitalismo?
ESTRUCTURA DE LA SOCIEDAD CAPITALISTAEjemplo: Venezuela
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Centro de Estudios Sociales (CES).
¿Qué Marxismo para Las Américas? Disponible en:
www.rebelión.org.
Conde, Narciso. (1990). La Gran esperanza revolu-
cionaria: América Latina y El Caribe en el mundo ac-
tual. Ed. Gente Sur.
Video: Socialismo Científico/ Utópico. Historia.
wmv-YouTube.
25
seminario de formación sociocrítica 26
SEGUNDO SEMINARIO: éTICA Y DERECHOS HUMANOS
PROPÓSITO DEL SEMINARIO
Este seminario tiene como propósito que las y
los estudiantes analicen los contenidos teóri-
cos, metodológicos y axiológicos esenciales
para comprender la ética y los derechos humanos
(DDHH), en el contexto de la Seguridad Ciudadana,
como punto de partida para evaluarlos en su profe-
sión, develar la esencia justa, el apego irrestricto a la
verdad, la dignidad y la transparencia que debe ca-
racterizar su actuación en consideración a los orde-
namientos jurídicos nacionales e internacionales que
rigen la materia.
SABERESTEMA 1. Conceptualización e historia de los
DDHH.
Saber: analizaremos los conceptos fundamenta-
les que dieron origen a los derechos humanos para
interpretar los soportes históricos, conceptuales y ju-
rídicos que permitieron construir una visión general
frente a derechos sociales e individuales conquista-
dos por la humanidad; siendo capaz, a través del aná-
lisis crítico y reflexivo frente al tema, de asumir com-
promiso por lo que hará como profesional, con plena
conciencia de su utilidad y beneficio en función del
pueblo venezolano.
TEMA 2. Caracterización del Estado venezolano
como garante de los derechos humanos.
Saber: identificaremos los avances relacionados
con las garantías sociales y jurídicas frente al tema
de los derechos humanos en Venezuela, permitiendo
generar espacios de debates con relación a las políti-
cas sociales del Estado venezolano y sus consecuen-
cias en la seguridad ciudadana, desde una visión hu-
mana y solidaria con los más necesitados.
TEMA 3. Concepción contra hegemónica de los
derechos humanos.
Saber: razonaremos acerca de los fundamentos
filosóficos y el análisis crítico y con propósito que se
ha venido desarrollando frente a la visión hegemó-
nica de los derechos humanos, para construir con-
cepciones contra hegemónicas que se expresen en
la seguridad ciudadana, desde una visión en la que
se asume la solución de los problemas de los demás,
como una necesidad y un deber; fundamentalmente
cuando se presentan casos de violación de derechos
humanos.
TEMA 4. La ética en el contexto histórico humano.
Saber: explicaremos las diferentes concepciones
teóricas que sustentan los principios éticos, con én-
fasis en la ética crítica vinculada a la lucha de clases y
contrapropuesta a la ética burguesa para desarrollar
una actitud y conducta de respeto y protección de las
personas y sus derechos en correspondencia con los
principios que propugna el Plan Nacional de Desa-
rrollo Simón Bolívar.
TEMA 5. Ética y derechos humanos en la seguri-
dad ciudadana.
Saber: caracterizaremos las concepciones básicas
en relación a la ética, su vínculo con los derechos hu-
manos en el tema de la Seguridad Ciudadana, a partir
de los dilemas y problemas morales que se le presen-
tan al funcionario y la funcionaria en el cumplimien-
to de sus misiones para defender al pueblo al precio
de cualquier sacrificio, con profundas convicciones
patrióticas y bolivarianas.
CONTENIDO DEL SEMINARIOTEMA 1. Conceptualización e historia de los
DDHH.
• Conceptualización, historia, antecedentes y
orígenes de los derechos humanos.
• La Declaración Universal de los Derechos Hu-
27seminario de formación sociocrítica
manos, Protocolo de Ginebra.
• Segundo Protocolo Facultativo del Pacto In-
ternacional de los Derechos Civiles y Políticos.
• La Escuelas de las Américas como forma de in-
tervención militar en América Latina.
• La Doctrina de Seguridad Nacional y las bases
militares gringas.
• Terrorismo de Estado en Venezuela.
• Los Teatros de operaciones (To).
• La DIJEPoL y las actuaciones de los funciona-
rios desde la década de los 50 hasta los 90.
TEMA 2. Caracterización del Estado venezolano
como garante de los derechos humanos.
• Ley Aprobatoria del Pacto de San José.
• La Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela (CBV), cap. III.
• Ley Contra el Silencio y el Olvido.
• Políticas Reivindicativas por los derechos a la
salud, vivienda, trabajo, educación, pensio-
nes, seguridad, entre otros.
TEMA 3. Concepción contra hegemónica de los
derechos humanos.
• Concepción liberal o burguesa de los dere-
chos humanos.
• Concepción liberadora o contra hegemónico
de los derechos humanos.
• Visión marxista de los derechos humanos.
TEMA 4. La ética en el contexto histórico humano.
• La Ética y la moral, definiciones, distinciones y
conceptualizaciones.
• Escuelas éticas fundamentales.
• Ética crítica. La ética marxista como medio de
optar y hacer.
• El marxismo y el nuevo giro ético. La ética so-
cialista como superación transitoria de la ética
capitalista.
• La acumulación originaria de la ética capita-
lista.
• Distinción conceptual entre ética y derecho.
• Diferencia entre las normas éticas y las nor-
mas jurídicas.
• La ética y la deontología. Diferencia entre éti-
ca y deontología.
• La institucionalización de las normas éticas. La
ética y la deontología en los momentos actua-
les en Venezuela.
• El conflicto entre la ética del ser y la ética del
tener.
TEMA 5. Ética y derechos humanos en la seguri-
dad ciudadana.
• Relación de la ética y los derechos humanos
en la actividad profesional.
• Problemas y exigencias morales y éticas a la
que se debe enfrentar el funcionario en su ac-
tividad profesional.
• Código ético.
ESTRATEGIAS PARA EL TRATAMIENTO DE LA INFORMACIÓN
Este seminario está dividido en tres momentos:
preparatorio, desarrollo constructivo y cierre sociali-
zador.
1. Preparatorio: se socializa el documento con las
tesis centrales, se consultan y se comparten mate-
riales bibliográficos, tesis, documentales, películas
y otras fuentes de información que sirvan de insu-
mo para el análisis. Se elaboran las ponencias de
manera grupal o individual, preferiblemente de
cinco a diez cuartillas. Las y los estudiantes pue-
den proponer otros temas que estén relacionados
con el seminario. La o el profesor hace acompa-
ñamiento y sugerencias de forma a las ponencias
en cada encuentro. Se propone invitar a expertas
o expertos en la materia. Debe permitirse la crea-
ción intelectual y respetarse la visión política de
las y los estudiantes en este primer momento has-
ta el debate.
2. Desarrollo constructivo: el profesor o la profesora
hace las veces de moderador y guía de debate, en
seminario de formación sociocrítica 28
este momento no existe la relación tradicional pro-
fesor-estudiante, se escoge un comité relator cons-
tituido mínimo por tres estudiantes y otro u otra
estudiante que se encargue de llevar el tiempo de
intervención. Se expone tanto el documento cen-
tral como las ponencias. Se abre el debate a manera
de plenaria por cada ponencia, es decir, en forma
intercalada ponencia-debate, preferiblemente con
relatoría abierta. Por último, se elabora el docu-
mento final producto del análisis y del debate y se
socializa entre los participantes. El profesor o pro-
fesora también puede elaborar su ponencia y pre-
sentarla, igualmente se pueden invitar ponentes
externos. Se bebe grabar el seminario y en especial
el debate para que se pierda el miedo escénico y
para que sirva como material de difusión en el cie-
rre socializador.
3. Cierre socializador: el documento final se
socializa con las comunidades, previa revisión
institucional, a través de foros, charlas, talleres
y otras formas de análisis y construcción co-
lectiva. Asimismo, se sugiere utilizar medios
de comunicación e información como inter-
net, radio, artículos de revista, periódicos, en-
tre otros, para su divulgación y difusión.
ESTRATEGIAS DE EVALUACIÓNSe propone que se evalúen dos aspectos: por un
lado la participación, la presentación en público, la
lectura previa y el dominio del tema; y por otro, el
trabajo final donde se permita evidenciar las capaci-
dades reflexivas, la fundamentación de las ideas, las
propuestas, el dominio del tema, entre otros. Cabe
mencionar que las percepciones y concepciones po-
líticas y filosóficas hacen parte del ser como sujeto
histórico, producto del desarrollo social y cultural. Es
decir, que en nada debe influir en la evaluación pues
estaríamos imponiendo, a través de mecanismos no
éticos y alejados de la educación popular: educación
crítica, creadora y transformadora; concepción que
debería ser producto del debate, la discusión y el
análisis y por último, la evaluación estará en función
de la asistencia a las actividades y será valida con un
mínimo de un 75%
29seminario de formación sociocrítica
DOCUMENTO CON LAS TESIS CENTRALESéTICA, DERECHOS HUMANOS Y SEGURIDAD CIUDADANA
Podemos definir la ética como la doctrina de las costumbres, es decir, que
ética tiene un significado fundamentado en las costumbres sociales. Aristó-
teles hacía una doble distinción al respecto, en el sentido objetivo trataba
de saber si una acción, una cualidad, una virtud o un modo de ser era o no
ético. Para Aristóteles, las virtudes éticas son aquellas que se desenvuelven
en la práctica y que van encaminadas a la consecución de un fin. Por otro
lado, afirmaba que la dianoética son aquellas virtudes propiamente inte-
lectuales. En ese sentido, lo ético, que se originaba en las costumbres y los
hábitos, estaba estrechamente relacionado a las virtudes que sirven para la
realización del orden en el funcionamiento del Estado (la justicia, la amis-
tad, el valor, etc.) y lo dianoético pertenece a las virtudes fundamentales
como la razón, la inteligencia, la sabiduría o la prudencia.
Lo ético se ha venido identificando más con la moral, ha llegado a signi-
ficar propiamente la ciencia que se ocupa de los problemas morales. Kant
critica todas las concepciones de ética que le antepusieron, por considerar-
las materiales y no formales. Afirma que una ética material indica cual es el
fin y los medios que los seres humanos deben perseguir: la felicidad, la per-
fección, el placer, el dinero, lo útil, entre otros. En cambio, la ética formal está
vacía de contenido, no delinea lo que se debe perseguir ni la forma de perse-
guirlo. Se trata es de formalizar las características que debe cumplir una ac-
ción para considerarla ética. La ética formal se fundamenta en la forma y no
en el contenido y debe ser válidamente universal y necesaria. Nietzsche cri-
tica la tradición occidental: su moral, filosofía, ciencia y política. Afirma que
la moral y la ética es el resultado de la imposición del idealismo, fundamen-
talmente del idealismo judeo-cristiano. El idealismo hace de la razón la fa-
cultad humana más importante y olvida el elemento pasional de la vida.
Considera al idealismo antivital. El idealismo judeo-cristiano hace de “la
vida en el más allá” la aspiración más importante y reduce en valor a “la
vida en el más acá”. Es decir, se renuncia a vivir porque se aspira a morir para
vivir; se considera, desde el punto de vista ético, todo lo vital un pecado y se
renuncia a los placeres y a la pasión. En ese sentido, Nietzsche afirma la ne-
cesidad de vitalizar al hombre, de vitalizar su voluntad de poder, su moral
de señor para garantizar su eterno retorno. Afirma “la muerte de Dios”, es
decir, al ser liberado de la religión, el ser capaz de crear sus propios valores:
el superhombre. Un ser con una moral de señor que no sea humilde, obe-
diente, resignado; sino por el contrario, lleno de vitalidad terrenal, creador
de valores, moral, generosidad, orgullo, fortaleza, creatividad. Con volun-
seminario de formación sociocrítica 30
tad de poder, que haga de su existencia algo pleno, intenso y desbordante.
Afirma que es necesario vivir como si cada instante se repitiese eternamente
para vivirlo con mayor intensidad sin torturarnos ni lamentarnos. Marx ubi-
ca la ética dentro de la ideología que impone una clase social sobre otra
para perpetuarse en el poder. En el sistema capitalista, la ideología burgue-
sa es impuesta a la clase trabajadora por la misma burguesía, y por ende, la
ética burguesa es estructurada en la mente de los trabajadores. La ideología
viene determinada por la estructura económica-social y genera un conjunto
de falsas ideas que manipulan, dividen y oprimen la conciencia de la clase
trabajadora. La economía y por ende la ideología, son las principales causas
de alienación. Para Marx la ética es el deber de transformar. Explica que es
necesario actuar para transformar las condiciones de vida de la mayoría de
la humanidad. En su Tesis sobre Feuerbach plantea que los filósofos han
tratado de explicar el mundo y de lo que se trata es de transformarlo. Para él,
la tarea principal de los trabajadores asalariados es la praxis revolucionaria,
la transformación de este mundo por un mundo mejor; sin explotadoras y
explotadores ni explotadas y explotados. Sartre y los existencialistas reivin-
dican el papel de la libertad, plantean que al vivir vamos ejerciendo nuestra
libertad y vamos construyendo nuestro código ético. Afirman que el ser hu-
mano es un proyecto que se va haciendo, se va realizando y se afirma como
lo que hace y decida hacer. Sartre plantea que es el mismo ser humano
quien crea su ética, sus valores y que Dios nada tiene que ver. La idea de li-
bertad individual y solitaria se complementa con la necesidad de convivir
con los demás. Debemos ser auténticos y coherentes, no actuar de modo
contrario a lo que pensamos. Los existencialistas, desde el punto de vista
ético, critican la falsedad y la hipocresía. La ética moderna, sobre todo la de
los intelectuales de la Escuela de Frankfurt, es propuesta de modo formal, al
plantear que no es la persona la que tiene que comprobar si una conducta
es ética o no; sino que la comunidad social afectada por esa conducta o por
esa norma es la que debe decidir. La nueva ética plantea el cómo proceder
para establecer normas que consideren actuaciones justas y que sean esta-
blecidas válidamente universales. Haberman, en esta misma corriente, pro-
pone la ética dialógica. Cree que el diálogo es la mejor forma de llegar a
acuerdos, que debe existir verdadera voluntad de comunicación y racionali-
dad. Propone que el diálogo tiene sentido si busca la justicia. Por otro lado,
existe una estrecha relación entre la concepción de ética actual y la función
que cumple el Estado frente a las garantías y la preservación de los Dere-
chos Humanos (DDHH). Por otro lado, se los Derechos Humanos han sido
definidos como aquellos derechos inherentes a la persona, es decir, aquellos
que son irrevocables, inalienables, intrasmisibles e irrenunciables. Derechos
universales e igualitarios que se constituyen en garantes de las libertades
31seminario de formación sociocrítica
democráticas y que certifican una vida digna sin distinción de raza, credo,
religión, etnia, color, sexo, idioma, opinión política, nacionalidad, posición
económica o de cualquier otra índole. Están plenamente determinados en
tratados, leyes, estatutos y normativas internacionales tales como Los Pac-
tos Internacionales de los DDHH, la Declaración Universal de los DDHH, Se-
gundo Protocolo Facultativo del Pacto Internacional de Derechos Civiles y
Políticos, entre otros. Estos derechos son una idea de fuerza moral, se extien-
den más allá del derecho y conforman una base ética y moral que funda-
menta y regula el orden geopolítico contemporáneo. Podría afirmarse que
los DDHH son la afirmación progresiva de las individualidades. En la Grecia
antigua no se logró conceptualizar una noción de dignidad humana que
pudiera expresarse en forma de derecho y que abarcara al conjunto de la
sociedad; por otro lado, la sociedad Romana consideraba la razón humana
dentro de la divinidad, lo que permitía concebir al hombre en el marco lógi-
co de una concepción universal que superaba las barreras de la polis. El Cris-
tianismo medieval consideraba que la igualdad teológica era compatible
con la desigualdad social, no existía una concepción explicita referente a los
DDHH, aunque se reconocían las exigencias de justicia como concepción
judía. Si se presentaba un conflicto entre lo social y lo individual en este
mundo material, debería prevalecer el interés común; si el conflicto afecta-
ba la fe humana y, por ende, su salvación, debería prevalecer el bien indivi-
dual frente al interés social. Esta concepción, diseñada por Tomás de Aqui-
no, perduró más allá de toda la Edad Media y ratificó el concepto de dos
reinos, el material y el espiritual. La Revolución Burguesa en Inglaterra le
permitió a la burguesía satisfacer sus exigencias, como clase social, de tener
algunos derechos frente a los abusos cometidos por la Corona, se plantea-
ron los conceptos de derechos naturales y se concibió dentro del contrato
social la idea de los derechos individuales como derechos naturales y uni-
versales. Marx cuestiona los DDHH por considerar que en su esencia, inten-
tan garantizarle a la Burguesía el derecho a la propiedad privada de los me-
dios de producción. Mar Weber afirma que existe una conexión entre la ética
individualista en la que se fundamentan los DDHH y el desarrollo del capita-
lismo moderno. La visión contra hegemónica cuestiona la concepción libe-
ral con la que se han estructurado los DDHH, critica la forma como se plan-
tea la libertad y los derechos, no como conciencia de la necesidad o como
conciencia de libertad en colectivo, sino como libre albedrío, libertad de
competir y consumir en un mundo globalizado por el mercado; la libertad y
el derecho concebido de forma individual, de manera aislada y egoísta ale-
jados de una concepción colectiva y comunitaria; desconociendo que los
DDHH son el producto de procesos colectivos desarrollados y conquistados,
fundamentalmente, por los movimientos sociales, que en última instancia
seminario de formación sociocrítica 32
son los que sacan a la luz pública las injusticias no visibles, reivindicando y
reafirmando constantemente nuevos derechos sociales. De igual modo, es-
tos derechos se conciben, como todo el derecho burgués, de manera iguali-
taria, desconociendo las diferencias económica, sociales, culturales, de gé-
nero, etc. Concepción que reduce el problema a una simple visión jurídica,
casi siempre en un contexto patriarcal. Este planteamiento contra hegemó-
nico de los DDHH cuestiona el hecho de que se desconozcan los derechos de
otros seres vivos y de la tierra; derechos de los pueblos, comunidades indíge-
nas, afro descendientes, mujeres, de lacultura, entre otros. Se conciben los
DDHH de manera rígida e inamovible y se plantea que sólo los Estados de-
ben garantizar la preservación de estos derechos para encubrir, de esta ma-
nera, el sistemático e histórico proceso de violación de estos derechos que
una clase social impone sobre otras, de particulares sobre otros, de las mi-
norías sobre las mayorías. Es por ello que esta unidad curricular desarrolla
los siguientes saberes: conceptualización e historia de los DDHH; caracteri-
zación del Estado venezolano como garante de los DDHH; concepción con-
tra hegemónica de los DDHH; La ética en el contexto histórico humano; éti-
ca y DDHH en la investigación del crimen.
Por último, leamos el siguiente documento acerca de los DDHH:
Adoptada y proclamada por la Resolución de la Asamblea General 217 A
(iii) del 10 de diciembre de 1948
DECLARACIÓN UNIVERSAL DE DERECHOS HUMANOS
Preámbulo
Considerando que la libertad, la justicia y la paz en el mundo tienen por
base el reconocimiento de la dignidad intrínseca y de los derechos iguales e
inalienables de todos los miembros de la familia humana;
Considerando que el desconocimiento y el menosprecio de los derechos
humanos han originado actos de barbarie ultrajantes para la conciencia de
la humanidad, y que se ha proclamado, como la aspiración más elevada del
hombre, el advenimiento de un mundo en que los seres humanos, liberados
del temor y de la miseria, disfruten de la libertad de palabra y de la libertad
de creencias;
Considerando esencial que los derechos humanos sean protegidos por
un régimen de Derecho, a fin de que el hombre no se vea compelido al su-
premo recurso de la rebelión contra la tiranía y la opresión;
Considerando también esencial promover el desarrollo de relaciones
amistosas entre las naciones;
Considerando que los pueblos de las Naciones Unidas han reafirmado
en la Carta su fe en los derechos fundamentales del hombre, en la dignidad
33seminario de formación sociocrítica
y el valor de la persona humana y en la igualdad de derechos de hombres
y mujeres, y se han declarado resueltos a promover el progreso social y a
elevar el nivel de vida dentro de un concepto más amplio de la libertad;
Considerando que los Estados Miembros se han comprometido a ase-
gurar, en cooperación con la Organización de las Naciones Unidas, el res-
peto universal y efectivo a los derechos y libertades fundamentales del
hombre, y Considerando que una concepción común de estos derechos y
libertades es de la mayor importancia para el pleno cumplimiento de dicho
compromiso;
La Asamblea General
proclama la presente
Declaración Universal de Derechos Humanos como ideal común por el
que todos los pueblos y naciones deben esforzarse, a fin de que tanto los in-
dividuos como las instituciones, inspirándose constantemente en ella, pro-
muevan, mediante la enseñanza y la educación, el respeto a estos derechos
y libertades, y aseguren, por medidas progresivas de carácter nacional e
internacional, su reconocimiento y aplicación universales y efectivos, tanto
entre los pueblos de los Estados Miembros como entre los de los territorios
colocados bajo su jurisdicción.
Artículo 1
Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos
y, dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternal-
mente los unos con los otros.
Artículo 2
1. Toda persona tiene todos los derechos y libertades proclamados en
esta Declaración, sin distinción alguna de raza, color, sexo, idioma, religión,
opinión política o de cualquier otra índole, origen nacional o social, posición
económica, nacimiento o cualquier otra condición.
2. Además, no se hará distinción alguna fundada en la condición políti-
ca, jurídica o internacional del país o territorio de cuya jurisdicción dependa
una persona, tanto si se trata de un país independiente, como de un terri-
torio bajo administración fiduciaria, no autónomo o sometido a cualquier
otra limitación de soberanía.
Artículo 3
Todo individuo tiene derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de
su persona.
Artículo 4
Nadie estará sometido a esclavitud ni a servidumbre, la esclavitud y la
trata de esclavos están prohibidas en todas sus formas.
Artículo 5
Nadie será sometido a torturas ni a penas o tratos crueles, inhumanos o
seminario de formación sociocrítica 34
degradantes.
Artículo 6
Todo ser humano tiene derecho, en todas partes, al reconocimiento de su
personalidad jurídica.
Artículo 7
Todos son iguales ante la ley y tienen, sin distinción, derecho a igual pro-
tección de la ley. Todos tienen derecho a igual protección contra toda dis-
criminación que infrinja esta Declaración y contra toda provocación a tal
discriminación.
Artículo 8
Toda persona tiene derecho a un recurso efectivo ante los tribunales na-
cionales competentes, que la ampare contra actos que violen sus derechos
fundamentales reconocidos por la constitución o por la ley.
Artículo 9
Nadie podrá ser arbitrariamente detenido, preso ni desterrado.
Artículo 10
Toda persona tiene derecho, en condiciones de plena igualdad, a ser
oída públicamente y con justicia por un tribunal independiente e imparcial,
para la determinación de sus derechos y obligaciones o para el examen de
cualquier acusación contra ella en materia penal.
Artículo 11
1. Toda persona acusada de delito tiene derecho a que se presuma su
inocencia mientras no se pruebe su culpabilidad, conforme a la ley y en jui-
cio público en el que se le hayan asegurado todas las garantías necesarias
para su defensa.
2. Nadie será condenado por actos u omisiones que en el momento de
cometerse no fueron delictivos según el Derecho nacional o internacional.
Tampoco se impondrá pena más grave que la aplicable en el momento de
la comisión del delito.
Artículo 12
Nadie será objeto de injerencias arbitrarias en su vida privada, su familia,
su domicilio o su correspondencia, ni de ataques a su honra o a su reputa-
ción. Toda persona tiene derecho a la protección de la ley contra tales inje-
rencias o ataques.
Artículo 13
1. Toda persona tiene derecho a circular libremente y a elegir su residen-
cia en el territorio de un Estado.
2. Toda persona tiene derecho a salir de cualquier país, incluso del pro-
pio, y a regresar a su país.
Artículo 14
1. En caso de persecución, toda persona tiene derecho a buscar asilo, y a
35seminario de formación sociocrítica
disfrutar de él, en cualquier país.
2. Este derecho no podrá ser invocado contra una acción judicial real-
mente originada por delitos comunes o por actos opuestos a los propósitos
y principios de las Naciones Unidas.
Artículo 15
1. Toda persona tiene derecho a una nacionalidad.
2. A nadie se privará arbitrariamente de su nacionalidad ni del derecho a
cambiar de nacionalidad.
Artículo 16
1. Los hombres y las mujeres, a partir de la edad núbil, tienen derecho, sin
restricción alguna por motivos de raza, nacionalidad o religión, a casarse y
fundar una familia, y disfrutarán de iguales derechos en cuanto al matrimo-
nio, durante el matrimonio y en caso de disolución del matrimonio.
2. Sólo mediante libre y pleno consentimiento de los futuros esposos po-
drá contraerse el matrimonio.
3. La familia es el elemento natural y fundamental de la sociedad y tiene
derecho a la protección de la sociedad y del Estado.
Artículo 17
1. Toda persona tiene derecho a la propiedad, individual y colectivamente.
2. Nadie será privado arbitrariamente de su propiedad.
Artículo 18
Toda persona tiene derecho a la libertad de pensamiento, de concien-
cia y de religión; este derecho incluye la libertad de cambiar de religión o de
creencia, así como la libertad de manifestar su religión o su creencia, indivi-
dual y colectivamente, tanto en público como en privado, por la enseñanza,
la práctica, el culto y la observancia.
Artículo 19
Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este
derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de inves-
tigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de
fronteras, por cualquier medio de expresión.
Artículo 20
1. Toda persona tiene derecho a la libertad de reunión y de asociación
pacíficas.
2. Nadie podrá ser obligado a pertenecer a una asociación.
Artículo 21
1. Toda persona tiene derecho a participar en el gobierno de su país, di-
rectamente o por medio de representantes libremente escogidos.
2. Toda persona tiene el derecho de acceso, en condiciones de igualdad, a
las funciones públicas de su país.
3. La voluntad del pueblo es la base de la autoridad del poder público;
seminario de formación sociocrítica 36
esta voluntad se expresará mediante elecciones auténticas que habrán de
celebrarse periódicamente, por sufragio universal e igual y por voto secreto
u otro procedimiento equivalente que garantice la libertad del voto.
Artículo 22
Toda persona, como miembro de la sociedad, tiene derecho a la segu-
ridad social, y a obtener, mediante el esfuerzo nacional y la cooperación
internacional, habida cuenta de la organización y los recursos de cada Es-
tado, la satisfacción de los derechos económicos, sociales y culturales, indis-
pensables a su dignidad y al libre desarrollo de su personalidad.
Artículo 23
1. Toda persona tiene derecho al trabajo, a la libre elección de su trabajo,
a condiciones equitativas y satisfactorias de trabajo y a la protección contra
el desempleo.
2. Toda persona tiene derecho, sin discriminación alguna, a igual salario
por trabajo igual.
3. Toda persona que trabaja tiene derecho a una remuneración equitati-
va y satisfactoria, que le asegure, así como a su familia, una existencia con-
forme a la dignidad humana y que será completada, en caso necesario, por
cualesquiera otros medios de protección social.
4. Toda persona tiene derecho a fundar sindicatos y a sindicarse para la
defensa de sus intereses.
Artículo 24
Toda persona tiene derecho al descanso, al disfrute del tiempo libre, a
una limitación razonable de la duración del trabajo y a vacaciones periódi-
cas pagadas.
Artículo 25
1. Toda persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado que le ase-
gure, así como a su familia, la salud y el bienestar, y en especial la alimen-
tación, el vestido, la vivienda, la asistencia médica y los servicios sociales
necesarios; tiene asimismo derecho a los seguros en caso de desempleo, en-
fermedad, invalidez, viudez, vejez u otros casos de pérdida de sus medios de
subsistencia por circunstancias independientes de su voluntad.
2. La maternidad y la infancia tienen derecho a cuidados y asistencia
especiales. Todos los niños, nacidos de matrimonio o fuera de matrimonio,
tienen derecho a igual protección social.
Artículo 26
1. Toda persona tiene derecho a la educación. La educación debe ser gra-
tuita, al menos en lo concerniente a la instrucción elemental y fundamental.
La instrucción elemental será obligatoria. La instrucción técnica y profesio-
nal habrá de ser generalizada; el acceso a los estudios superiores será igual
para todos, en función de los méritos respectivos.
37seminario de formación sociocrítica
2. La educación tendrá por objeto el pleno desarrollo de la personalidad
humana y el fortalecimiento del respeto a los derechos humanos y a las liber-
tades fundamentales; favorecerá la comprensión, la tolerancia y la amistad
entre todas las naciones y todos los grupos étnicos o religiosos, y promoverá
el desarrollo de las actividades de las Naciones Unidas para el mantenimien-
to de la paz.
3. Los padres tendrán derecho preferente a escoger el tipo de educación
que habrá de darse a sus hijos.
Artículo 27
1. Toda persona tiene derecho a tomar parte libremente en la vida cultu-
ral de la comunidad, a gozar de las artes y a participar en el progreso cientí-
fico y en los beneficios que de él resulten.
2. Toda persona tiene derecho a la protección de los intereses morales y
materiales que le correspondan por razón de las producciones científicas, li-
terarias o artísticas de que sea autora.
Artículo 28
Toda persona tiene derecho a que se establezca un orden social e interna-
cional en el que los derechos y libertades proclamados en esta Declaración
se hagan plenamente efectivos.
Artículo 29
1. Toda persona tiene deberes respecto a la comunidad, puesto que sólo
en ella puede desarrollar libre y plenamente su personalidad.
2. En el ejercicio de sus derechos y en el disfrute de sus libertades, toda per-
sona estará solamente sujeta a las limitaciones establecidas por la ley con el
único fin de asegurar el reconocimiento y el respeto de los derechos y liberta-
des de los demás, y de satisfacer las justas exigencias de la moral, del orden
público y del bienestar general en una sociedad democrática.
3. Estos derechos y libertades no podrán, en ningún caso, ser ejercidos en
oposición a los propósitos y principios de las Naciones Unidas.
Artículo 30
Nada en esta Declaración podrá interpretarse en el sentido de que confie-
re derecho alguno al Estado, a un grupo o a una persona, para emprender y
desarrollar actividades o realizar actos tendentes a la supresión de cualquie-
ra de los derechos y libertades proclamados en esta Declaración adoptada
y proclamada por la Asamblea Nación en su resolución 217 A(III), del 10 de
Diciembre de 1948.
ELEMENTOS PARA EL ANALISIS Y PARA EL DEBATE
¿Los seres humanos nacemos con ética o es impuesta por la sociedad?
¿La ética ha tenido un desarrollo histórico o siempre ha sido la misma?
¿Nuestros aborígenes precolombinos tenían ética?
seminario de formación sociocrítica 38
¿Es moral tener doble moral?
¿Qué características diferencian la ética burguesa de la ética socialista?
¿Cómo afecta el “matraqueo” de algunas y algunos funcionarios a la
seguridad ciudadana?
¿La violación de los DDHH es una práctica de los Estados o también de
particulares?
¿Cuáles instituciones son las encargadas de velar que no se violen los
DDHH de la población?
¿Cuáles han sido los momentos históricos en Venezuela donde más se
han violado los DDHH?
¿Por qué en la base militar norteamericana de Guantánamo son tortu-
rados libremente ciudadanos iraquíes, paquistaníes y afganos con la permisibilidad y la complacencia de la
comunidad internacional?
¿Con cuáles otros elementos podemos problematizar estos seminarios?
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICASCatalá, José Joaquín. (1952). Venezuela bajo el
signo del terror. El libro negro. Ediciones Grijalbo.
Catalá, José Joaquín. (1958). Los archivos del te-
rror. Ediciones Grijalbo.
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junio de2012. Decreto con Rango, Valor y Fuerza
de Ley orgánica del Servicio de Policía de Investi-
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nes Interiores y de Justicia. (2006). Resolución Nro.
364. Código de conducta para los funcionarios civi-
les o militares que cumplan funciones policiales en el
ámbito nacional, estadal y municipal.
39
seminario de formación sociocrítica 40
TERCER SEMINARIO: ATENCIÓN A LA VÍCTIMA
PROPÓSITO DEL SEMINARIO SOCIO-CRÍTICO ATENCIÓN A LA VÍCTIMA
Las y los estudiantes examinarán los mecanismos
que prevé el Estado, mediante sus leyes e insti-
tuciones que brindan atención y asistencia a las
y los ciudadanos que denuncian un delito, para apli-
car las acciones del sistema de justicia con el fin de
aliviar los daños sufridos por el hecho delictivo y, de
esta manera, ofrecer a la víctima una atención huma-
nizada, expedita y receptiva en su futuro desempeño
laboral.
SABERES Subtema 1. La Víctima y el Sistema de Justicia.
Las y los estudiantes analizarán la labor de los ór-
ganos del sistema de justicia en la atención y asisten-
cia a la víctima de delito que garanticen la correcta
y oportuna intervención de la víctima en el proceso
penal, en aras de valorar la importancia de tener un
contacto humanizado, oportuno y garante de dere-
chos durante el ejercicio de su profesión.
CONTENIDOS DEL SEMINARIO SOCIO CRÍTICO ATENCIÓN A LA VÍCTIMA
Subtema 1. La Víctima y el Sistema de Justicia.
Los contenidos señalados para este subtema son
los siguientes:
• Víctima (artículo 121 del Código orgánico Proce-
sal Penal-CoPP).
• Derecho de las víctimas según el nuevo CoPP. De-
rechos procesales y de orden patrimonial (artículo
122 del CoPP). Derechos morales (art. 120 y 123
del CoPP).
• Las medidas de protección a la víctima. (Capítulo
III de la Ley de Protección de Víctimas, Testigos y de-
más Sujetos Procesales). (Sección Cuarta, Capítulo
IX de la Ley orgánica sobre el Derecho a las Muje-
res a una Vida Libre de Violencia).
• Valor probatorio del testimonio de la víctima.
• Unidades de atención a la víctima. Ministerio Pú-
blico. Cuerpos de Policía (Normas y Principios para
la Atención a las Víctimas del delito y/o abuso de
poder policial. Resolución Nº 86, en la Gaceta ofi-
cial Nº 39.390, de fecha 19 de marzo del año 2010,
a través de la cual se crea la oficina de Atención a
la Víctima en los Cuerpos de Policía en sus diver-
sos ámbitos Político-Territoriales).
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