Semanario: ¿Y mis ahorros?

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Ésa es la pregunta que se hacen muchos maestros jubilados que no han podido cobrar su cheque de retiro. Aquí sus voces... ¿Y MIS AHORROS?

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Ésa es la pregunta que se hacen muchos maestros jubilados que no han podido cobrar su cheque de retiro. Aquí sus voces...

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Ésa es la pregunta que se hacen muchos maestros jubilados que no han podido cobrar su cheque de retiro. Aquí sus voces...

¿y misahorros?

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2 VANGUARDIA Lunes 22 de marzo de 2010

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|| Diccionario de autores

Nadie es homogéneo, análogo, todos son una mezcla de… Una pizquita genética de fulanito, otra

de menganito y una cucharadita de perenganito. Si no lo crees, ve cómo metes en una licuadora un tantito de éste, más del otro y un puñito de aquél,

y luego verás quién sale:

LA LICUADORA

LA fAUnAen Un DOs pOR tRes Por Alfredo García

Ilustración: Samuel Magaña

Papá Pitufo Manuel NoriegaDon Jaimito ‘El Cartero’

Comandante Cícero

Cisne: Canta antes de morir. Podría quebrar el muslo de un hombre de un aletazo. Fenelón es llamado el cisne de Cambrai. El cisne de Mantua es Virgilio. Rossini es el cisne de Pessaro. (Gustave Flaubert).

1. Arribó por fin la primavera, después de uno de los in-

viernos más prolongados y más fríos de que se tenga memoria en medio siglo. Un invierno que comenzó a principios de octubre, y que todavía cabe esperar se prolongue hasta principios de mayo. Esta es una de las dramáticas alteraciones que trae consigo el efecto inver-nadero y el cambio climáti-co global. Es probable que este verano, como el del año anterior, suframos un calor agobiante, tan extremoso como el frío que acabamos de soportar. Mientras tanto, los gobiernos de China y los Estados Unidos no dan su brazo a torcer en el asunto del control de emisiones contaminantes.

2.Se acerca también Semana Santa, período de guardar

que, por atávicos razones, suele escoger el PRD para airear sus escándalos in-ternos a nivel nacional. Ve-remos qué nos tienen pre-parado para este año. Por su parte, decenas de miles de personas acudieron ayer a Teotihuacan a recargar sus macilentas energías de ani-males urbanos. Son los mis-mos que se oponen a que se instalen hoteles para el turis-mo nacional e internacional en Chichén Itzá, mientras ellos pisotean y maltratan gratuitamente un conjunto de ruinas igualmente mile-narias, dejando como única derrama económica su con-sumo de refrescos embote-llados, frituras y golosinas chatarra.

3.En Saltillo, la lle-gada de la prima-vera significó el

desalojo de puesteros del comercio ambulante de la Alameda. En el sexenio de Rogelio Montemayor se había esbozado la posi-bilidad de arrasar ese viejo parque para convertirlo en un mall, en una plaza comercial. Ahora el alcal-de Jericó Abramo Masso pretende, al parecer, reha-bilitar el antiguo cemen-terio con árboles jóvenes y eventos culturales. Ojalá esa venerable Alameda se convirtiese al fin en el pun-to de llegada y de partida de un centro peatonal, li-bre de automóviles y de contaminantes. La ciu-dad crece, y ya es tiempo de tomar una medida de tamaña trascendencia.

La ‘maldita’ primavera

sI yO fUeRA pResIDente¿Se imagina sentado en la silla que ahora ocupa Felipe Calderón? Jesús Martínez Martínez,

Malabarista

1 Ayudaría a la gente pobre porque son los que más lo ne-

cesitamos, y rara vez nos hacen caso, quieren hacer creer que no esta-mos.

2El empleo siempre es tema de debate. Daría trabajo a los

sectores que más lo nece-sitan. Si no saben, los en-señaría a trabajar porque siempre se quedan los

mismos, vamos a seguir como ahorita.

3 Lograría darle casa a quien la necesite, porque a veces se

hace mucho pleito por otras cosas, y la gente no tiene dónde vivir.

4 Vería cómo ayu-dar a las personas con discapacida-

des, porque en muchas ocasiones se les hace a

un lado. Podría ser con programas de educa-ción o áreas especiales.

5Haría que las pen-siones fueran efec-tivas y no nada más

algo para sobrevivir. Por ejemplo, hay mu-chos viejitos que traba-jaron mucho tiempo, y los pensionan con muy, muy poco. Lo malo es que no tienen muchas opciones por la edad.

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Por Jesús r. Cedillo

Tenía cuatro años cuan-do se me ocurrió abrir un libro rojo, enorme, el cual apenas podía sostener en mis afila-dos dedos. Era un tomo empastado a la rústica

en tapas rojas, repito, color ya desla-vado; ajado ya el libro completo por el paso del imbatible tiempo.

¿Por qué recuerdo justo el año de mi edad, cuando abrí dicho libro en mi infancia? Por un motivo inolvida-ble, el cual subsané al siguiente año: no sabía leer. Lo digo en orden nue-vamente y hago una corrección: no uno, eran dos libros enormes, grue-sos, de tapa roja, los cuales descan-saban en una mesa familiar todo el tiempo. En aquellos años se me ocu-rrió abrir uno, el azar quiso fuese el Tomo II. Mucho tiempo después supe el título completo del par de libros: Lecturas Clásicas para Niños, editados por la Secretaría de Educa-ción Pública.

No leía, sólo me deleitaba, absor-to con sus ilustraciones y espléndi-dos grabados. Voluminoso libro en mano, le pedí entonces a mi padre me dijera el contenido de las letras, la historia completa escondida en las figuras en tropel, agrupadas de manera danzante, tejidas una tras otra, las cuales se desprendían de una ilustración donde se mostraba un corazón sangrante, el pedestal de

una estatua o castillo y sobre éste, una golondrina tiesa, sin vida; con el pecho y pico hacia arriba, inerte, más bien muy muerta.

Refunfuñando al dejar las labo-res propias de su oficio (era sastre), mi padre accedió a tomar el libro en sus manos de terciopelo y a mí, me sentó en sus piernas y comenzó a contarme una historia de un hom-bre inmensamente rico y poderoso, quien tenía una sola pretensión en el mundo: alcanzar no una estrella, sino al mismísimo Sol o bien y ya de perdido, a la Luna. No más, pero ja-más menos.

Esa tarde mi padre me dijo de aquel tipo de harta lana y abolengo, sujeto al cual definía como un prínci-pe. Dueño de un país lejano, cubierto todo ese reino de pedrería y oro la-minado en objetos, utensilios y ense-res domésticos; si así tenía a su reino y a su gente, me contaba mi padre,

mientras apoyaba su decir con figu-ras tejidas en el aire con sus siempre bien pulidas manos, por el pacien-te oficio al cual se entregaba diario, “imagina hijo, cuánto dinero le sobra para cumplir su capricho y preten-sión: alcanzar un pedazo de sol.” Le creí en aquella tarde de historias, tarde olorosa a nardos y rosas, flores las cuales mi madre cultivaba en el amplio jardín de nuestra casa en un célebre barrio bravo de Saltillo.

Ya luego, en los días siguientes, volví una y otra vez a tomar los li-bros aquellos, pesaban una eterni-dad, donde me demoraba al repasar con morosidad y ojos desorbitados de infante, los dibujos y estampas las cuales aún hoy, puedo recordar de memoria casi en orden. Volví a la batalla al día siguiente, cuando una vez más, fui con el libro abierto en la misma página y grabado para que mi padre terminara de contar la

historia del príncipe millonario y su deseo de alcanzar y tener en mano, un pedazo de sol.

Damas y caballeros, el problema esa tarde fue uno: mi padre empezó a contarme la historia de un prín-cipe, un rey harto poderoso, suje-to aspirante a tenerlo todo. ¿Cómo todo?, pregunté asombrado. Mi pa-dre, mientras dejaba de lado un de-dal con el cual ensartaba finos hilos, los cuales usaba lo mismo para tejer sacos, chalecos o historias, me miró con cara de fingida interrogación y me contestó, “pues sí hijo, quería tenerlo todo, todo.” Dos años des-pués leería completa la historia del libro de pastas rojas, historia la cual mi padre se empeñaba en trucar en otros cuentos. Era “El príncipe feliz” del dandy inglés, Oscar Wilde (del cual en este 2010 se cumplen 110 años de su muerte).

Años, muchos años después, lee-ría el texto del príncipe dueño de todo, o bien, el cual lo quería todo. Es “El hombre que lo tenía todo, todo”, de Miguel Ángel Asturias.

Oscar Wilde desde entonces, for-ma parte de mi alfabeto. Por él quise escribir, por él soy escritor.

DAmAs y CAbALLeROs

El DandyLa historia del príncipe millonario y su deseo de alcanzar y tener en mano un pedazo de sol, fue el motivo del columnista que aquí escribe

Imagínate hijo, cuánto dinero le sobra para cum-plir su capricho y preten-sión: alcanzar un pedazo

de sol”.

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| ménage à trois Únete al trío y opina en:http://untriodetres.blogspot.com/

Él dice: Pues odio tener siempre la razón, pero se los dije: el pleito por las alianzas electorales no es mas que parte del show.¿O acaso alguien creyó de verdad que César Nava, Beatriz Pare-des, el engominado gobernador del Estado de México y compañía se iban a someter al detector de mentiras?¡Por Dios!: si cualquier político mexicano es conectado a un apara-to de esos lo más seguro es que lo funda, porque son incapaces de decir la verdad. De hecho, se han dedicado a practicar toda su vida exactamente lo contrario.Por eso, justo cuando el debate parecía ponerse bueno, todo mun-do salió a abrazarse y besarse en público, a pedirse perdón y a ju-rar que no lo volverán a hacer, que son Paquito y que no harán más travesuras.La promesa durará, por supuesto, hasta que llegue la siguiente crisis y sea necesario volver a engallarse frente a las cámaras y ofrecer que se está dispuesto a someterse “a cualquier mecanis-mo de control”.Si Calígula tenía razón cuando decidió reinaugurar el Coliseo: ante un pueblo de palurdos iletrados, no hay otra que la fór-mula clásica de pan y circo.

Ella dice:¿Y qué otra cosa, sino un show, podría ser el escándalo de las alianzas electorales? Piñatas, pinochos, polígra-fos, gritos en la Tribuna, jaloneos y los acercamientos de las cámaras de televisión a los rostros gesticulantes de nuestros políticos. “Yo no mentí”, “Yo no traicioné al presidente”, “Estoy

dispuesto a someterme al polígrafo”, dijeron los protagonistas de este melodrama telenovelero digno de Televisa: relaciones amor-odio, intriga, mentira, traición. Todo un argumento al que Emilio Larrosa o Juan Osorio podrían sacarle mucho jugo.¿Tormenta? Vamos, si los diputados nos muestran esta cara todo el tiempo, para todos

Gay dice:Pues a mi la gorda de la Beatriz Paredes hasta me caía bien, un día vi una entrevista con ella y dije: “mira qué simpática ñora”, porque tampoco uno encuentra en cada esquina a una política que recite poesía, agarre la guitarra, se ponga un huipil y le haga a la bohemia. Pero muy pronto me quedó claro que se trataba de la pose de un animal de rapiña que pronto sacó las uñas con el único fin de meter de nuevo a su patético partido (el PRI) a los pinos. De la noche a la mañana esa mujer “soñadora” afiló

los tentáculos y se convirtió en Úrsula la de “La Sirenita” y por debajo del agua hizo tratos con quien pudo, no para sa-car al país de la miseria, del desempleo, de la inseguridad, ¡NO! Ella lo que quiere es poder, un hueso, dinero, ella lo que quiere es mandar y ahora sí, con su Presidente de te-lenovela barata (Peña Nieto) agarrar de nuevo la guitarra y cantar con cinismo y a todo pulmón canciones de protesta,

de lucha, de libertad, de dignidad. Si su partido institucio-nalizó la revolución, ella hará lo mismo con la música de protesta, esas que tanto le llegan al corazón. ¿Se sabrá la tonada de “El Ángel de la Bicicleta”?, esa rolita de Mer-

cedes Sosa que les queda a la perfección a ella y los suyos: “¿con qué libro se educó esta bestia, con saña y sin alma?”.

Dicen que tres cabezas

piensan mejor

que una... ¿será?

Después de la tormenta…

Él piensa que la adula-ción es un arte. Que la seducción una ciencia. Que la técnica puede más que el romanticis-mo y que la precisión reemplaza a la pasión.

Los de su especie abundan. Se les

ha visto en cientos de corporativos. Para ellos no hay pérdida insopor-table, ni persona irremplazable. Su naturaleza es la infidelidad.

He acordado reunirme con uno de ellos. Su capacidad camaleónica es increíble. Me asegura que puede conseguir lo que quiere. Ahora mis-mo ha sonreído a la señorita que nos lleva la cerveza.

Me dice: “Puedo ser lo que ellas

quieran”. Y parece no mentir. Sue-na su teléfono celular. Imagino que ella le pide que se vean esta noche. Él sonríe: “Yo también te quiero ver hoy corazón. Me vuelves loco…”.

Mientras sigue conversando me hace una señal con la mano levan-tando el dedo pulgar para indicar

que su presa está en la tram-pa. Y remata: “Corazón, si me sigues hablando te voy a cobrar el minuto…aunque eres tan hermosa que a ti te saldría gratis”. Para estas alturas pienso que él puede tener razón: La seducción es una ciencia. ¿Pero a qué costo? ¿Qué precio hay que pagar?

Otro de los integrantes de este clan en proceso de “sanación” me confiesa que ha pagado con la sole-dad y un vacío tremendo. “Para mí las mujeres eran primero un desafío, un misterio que después se conver-tía en un trofeo que conseguía con mis habilidades”.

-¿Y después que descubrías el misterio?

- Pues fácil… se me desvanecía el

deseo.- ¿A qué te refieres?- Ya no la volvía a buscar…-¿Y tú siguiente paso era…?- Improvisar de nuevo sin com-

prometerme demasiado…- ¿Volvías a la carga?- Era inevitable, no hacerlo iba

contra mi naturaleza...Me pregunto cuántos tratan a sus

parejas como una propiedad y al sexo como un objeto de consumo. Si el encanto es el arma perfecta para perseguir, valdría la pena preguntar cuánto perdemos o ganamos en esa búsqueda de emociones.

Habrá quién apueste todas sus fichas a vivir de la novedad y la exci-tación. Hombres o mujeres dispues-tos a buscar, contra y pese a todo, la fórmula que les de el trofeo.

Quizá al terminar de leer, obser-ve usted uno de esos especímenes deambular por los pasillos de su corporativo. Si la seducción es una ciencia y la técnica mejor que el romanticismo habrá que averiguar más. Usted tiene la última palabra o mejor dicho usted decide cómo ave-riguarlo. Prohibido NO tocar.

Cazadores de oficina

Por Máximo Verso|| Prohibido no Tocar Escríbele a: [email protected]

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LA ventAnA InDIsCRetA

Por Jesús de LeónFoto: enrique Álvarez del Castillo

Una cruz sobresaliendo en un campo anegado, después de la tormen-ta y de la inundación, tiene un irresistible parecido con el más-til de un barco que

está hundiéndose. Como ven, a veces la realidad se da el lujo de ser surrea-lista sin necesidad de pedirle permiso a André Breton. No sé cuándo vi esa fotografía ni dónde la tomaron (aun-que se me ocurren dos o tres lugares), pero estoy seguro que la tomaron en alguno de esos pueblos donde los ce-menterios están a campo raso, sin bar-

das o rejas que los delimiten.“¿Para qué ponerle bardas al cam-

posanto? —decía, con mucho sentido común, el presidente municipal de un pueblito—. Los que están adentro no pueden salir y los que están afue-ra no se quieren meter. Pero todos entramos cuando nos toca la hora. Y así como la muerte nos llega por cual-quier lado, es justo que también no-sotros pasemos al panteón. ¿Para qué tanta puerta?”.

Claro, aquel hombre podía darse el lujo de decir eso porque vivía en un pueblo apartado que no recibía muchos visitantes. En las ciudades la cosa es distinta: en ellas los panteo-nes no solamente deben tener bardas, sino hasta vigilancia, pues se ha dado el caso de que se roban las lápidas, los crucifijos, los ataúdes y, en algunos

casos, hasta a los muertos, siempre y cuando estén frescos. No crean que el doctor Frankenstein fue el último en confundir un panteón con un yonke (y ya vieron el modelito que le salió).

Por supuesto, ése no es el único riesgo que corren los cementerios. Ha-blaba al principio de zonas rurales y de catástrofes como tormentas e inun-daciones, para no hablar del tema de moda: los terremotos. Ocurre que los cementerios se inundan y los muer-tos salen a flote, y no necesariamente adentro de sus ataúdes. A muchas per-sonas les ha tocado estar manoteando en medio de la súbita crecida y, en su afán por salvarse, se agarran de lo que pueden. “A mí me salvó la vida mi tío Honorio —contaba un sobrevivien-te—. Y pensar que yo lo cargué tres años antes. Ahora le tocó a él, porque

usé su ataúd de balsa salvavidas. Dios lo tenga en su gloria”.

Sin duda estamos muy lejos de las evocaciones líricas del poeta Paul Valéry y de su célebre poema “El ce-menterio marino”. Lo cierto es que, así como hay cementerios marinos, también existen cementerios náufra-gos y muertos navegantes. Un poco a pesar suyo, pero qué quieren: nunca es tarde. Al final, como en ese poema de Neruda: “La muerte espera vestida de almirante”.

Volviendo a esa imagen de la cruz de granito que sobresale del agua, pensé: “¿Si en lugar de hundirse estu-viera emergiendo? ¿Si de algún modo nos estuviera esperando? Sería una especie de lápida solitaria que tuviera estas palabras labradas: “Hasta aquí llegué yo, ¿y tú?”.

Cementerios náufragos(O los desastres nos pelan los dientes)

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Ésa es la pregunta que se hacen los maestros jubilados desde el 2008 que Bansefi no les da el dinero que

ahorraron por décadas para su retiro.

t e x t o y f o t o s : J e s Ú s p e ñ a

¿y mis ahorros?

Décadas antes, y siendo hijo de un obrero de la industria textil en su natal Parras de la Fuente, Juan Manuel había logrado ingresar con sacrificios a la Es-cuela Normal de Educación Primaria de ese municipio y más tarde a la Es-cuela Normal Superior de Ciudad Ma-dero, Tamaulipas, donde se graduó en psicología y orientación educativa.

“El sueldo que le daban a mi papá no era mucho, pero de todos modos ahí le completaba”, relata.

Los próximos 30 años en la vida del profesor Juan Manuel, transcurrieron yendo y viniendo de una escuela públi-ca federal a otra por casi toda la Repú-blica, hasta que llegó el día de su retiro.

El profe Juan, como lo llamaban cari-ñosamente sus alumnos – pensó – dis-frutaría por fin del ahorro para el retiro que había acumulado desde 1992, sin imaginar siquiera que tras su despedida de los salones de clase comenzaría para él un verdadero calvario.

Tramitada su baja del sistema edu-cativo, Juan Manuel – le informaron en las oficinas sindicales de la Sección 5 – debía enviar su papelería, vía correo electrónico, a las oficinas de la afore Pensionissste en la Ciudad de México y acudir por su cheque después de 45 días hábiles a la sucursal en Saltillo del Banco de Ahorro Nacional y Servicios Financieros (BANSEFI). Un banco ubi-cado en Manuel Acuña, entre Aldama y Victoria, que apenas cuenta con tres ventanillas atendidas por dos emplea-dos, que hacen las veces de gerente y cajero, para recibir a miles de usuarios y clientes de todo el estado.

Durante el proceso, el profesor Juan Manuel se percató de cómo el Gobier-no Federal transfirió, sin previo aviso, sus aportaciones al SAR del Banco Santander Serfin al Banco de México (Banxico).

“Yo no sé de dónde saldría Bansefi, yo tenía las cuentas en Bancomer y en

La mañana del 30 de mayo de 2009 el profesor Juan Manuel Herrera Salas amaneció más contento que de costumbre.Y cómo no, si era su último día de trabajo en las aulas del CBTIS 97, después de haber en-tregado 30 años de su vida a la educación de niños y jóvenes en varios estados del país.

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Qué raro que metes papales, te firman

que está todo bien, lo mandan y luego te

salen con mentiras de que no pasó, que faltan papales, que llames a

México. Lo que uno piensa de todo eso es que se están jineteando la lana,

porque es mucha lana.

Juan Manuel Herrera, quien trabajó 30 años en escuelas públicas federales.

Santander Serfin y de repente, sin avisarnos, nomás agarraron y pa-saron todo, según esto, al Banco de México. Me enteré el día que fui a Santander a pedir mi estado de cuenta y me dijeron que ya no tienen nada ahí, que el Gobierno había pasado nuestros ahorros a Banxico y que los cheques del SAR los recogeríamos en Banse-fi”.

Transcurrieron uno, tres y cin-co meses, y los ahorros del profe-sor Juan Manuel nunca llegaron.

“Después de mandar la pape-lería me dijeron que en 45 días llegaba mi pago, eso fue el 26 de octubre de 2009, y resulta que no estaba, le pregunto al gerente de Bansefi que por qué y me dice que no saben, que los problemas son de allá de México, me dice ‘noso-tros aquí nomás tramitamos, es lo único que hacemos’”.

Pasados otros 45 días, el profe-sor Juan Manuel volvió a presen-tarse en las oficinas de Bansefi, que desde la entrada en vigor de la Nueva Ley del ISSSTE en 2008, se constituyó como el enlace entre la afore Pensionissste y los jubilados de la Federación, para preguntar si es que ya podía recoger el che-que que contenía su ahorro para el retiro y el fondo de vivienda, que nunca utilizó durante sus años como maestro.

“El cheque no llegó”, fue la res-puesta del gerente de Bansefi José Guadalupe Flores Cepeda y ense-guida le dio a Juan Manuel el nú-mero telefónico 01 800 400 2000, para que indagara por sí mismo sobre el paradero de sus ahorros.

“Hablábamos a México y nos decían que estaba todo normal, pero no sabían por qué no habían mandado el recurso”, narra Juan Manuel.

Cumplidos otros 45 días más, Juan Manuel acudió de nueva cuenta al banco y después de es-

perar formado cerca de tres horas frente la caja 1, el personal de Ban-sefi le informó que el retraso de su depósito se debía a la falta de un documento en su expediente.

“Me dijeron ‘meta otra vez la papelería, porque le hacen falta unos papales’, pensé ‘¡y por qué hasta ahorita me lo dicen!’, Volví a meter la papelería y me dijeron ‘ahora espérese otra vez 45 días’”.

A partir de entonces Juan Ma-nuel debía formar fila en el Banco de Ahorro Nacional y Servicios Financieros, los días 11 de cada mes, para preguntar si su cheque había llegado.

“La gente de Bansefi es muy déspota, cada vez que voy me di-cen ‘no es cuestión de nosotros, ya le dijimos’, les digo ‘presénteme a alguien, ¿con quién me voy a arre-glar?’, dicen ‘aquí no hay nadie’.

“Ya voy para seis meses de haber iniciado los trámites y me traen con puras mentiras, han sido llamadas y llamadas y vueltas y vueltas, hasta que la última vez les dije ‘si no me van a dar lo mío nomás no me anden con mentiras, ¡quédense con la lana!’”.

Juan Manuel, que había dejado 30 años de su vida en los salones de escuelas públicas federales, aún se resiste a creer que el Gobierno haya violado sus derechos.

“Laboró uno por el bien de los educandos de varios estados del país, y se siente uno como que... defraudado de a quien le sirvió”, suelta.

Y comparte una sospecha:“Qué raro que metes papeles,

te afirman que está todo bien, lo mandan y luego te salen con men-tiras de que no pasó, que faltan papeles, que llames a México. Lo que uno piensa de todo eso es que se están jineteando la lana, porque es mucha lana.

“Qué más puede pensar uno, si no fuera así no entretuvieran

Cada mes, las instalaciones austeras de Bansefi se llenan de reclamos desesperados de maestros que luchan por lo que les pertenece.

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los pagos, porque el Gobierno, o quien tenga el dinero, debe saber que hay un compromiso y tiene que entregar ese dinero”.

Su situación es tal que el maes-tro Juan Manuel se siente indefen-so y ha perdido la fe en las autori-dades y sus líderes sindicales de la Sección 5.

“Quién sabe qué tendrán los lí-deres que se olvidan de nosotros, como que no hacen caso, andan en otros cosas, ya no hay los lí-deres que había antes. No hay un líder que se levante y que diga ‘yo le atoro’”.

Al filo de lAdesesperACiónPero el de Juan Manuel Herrera Salas es sólo uno entre los miles de casos de maestros y ex-empleados del Gobierno Federal en Coahuila, que tras haberse jubilado en los años 2008 y 2009 no han recibido un solo centavo de sus fondos de ahorro.

Así lo advierte Guadalupe Magdalena Garza de Luna, una mujer que sirvió 28 años siete me-ses como educadora y directora en diversos jardines de niños de la localidad, y que desde el pasado septiembre ha intentado rescatar su afore del Bansefi.

Un error en su Registro Federal de Contribuyentes – le ha explica-do el gerente del banco – es lo que ha provocado el atraso en el pago de sus ahorros.

“Son vueltas y vueltas, hablo al 01 800 y no contestan, si le contes-tan pasa más de media hora para que te atiendan. En Bansefi hay filas de 30, 40 gentes que dicen, ‘parece que estamos pidiendo li-mosna’.

“Nosotros estamos sanos y po-demos andar vuelta y vuelta, car-gamos los papales como el niño en la mochila a la escuela, pero hay gente que viene de fuera con

su bastón, con su andadera y que no tiene familiares aquí”, revienta.

Es la historia de Enrique Gu-tiérrez Martínez, un maestro de educación artística que pese a una lesión en su columna vertebral, tiene que venir desde Piedras Ne-gras a Saltillo los días 11 de cada mes, sólo para verificar que su cheque haya sido depositado.

“Por un error de Pensionissste me dieron menos de lo que me correspondía, hice la reclamación, pero me dicen que el resto me llega hasta junio, está pesado, es mucho tiempo, por lo pronto nos perjudican porque no ponen aten-ción en lo que están haciendo.

“Y no es justo, porque venimos exponiendo la vida en carretera y que por un trámite burocrático nos regresen, no es justo“.

El maestro Enrique, quien re-cién cumplió 28 años de servicio en secundarias generales, cuenta que en varias ocasiones la falta de dinero para viajar de Piedras a Saltillo y hospedarse en un hotel, lo ha obligado a dormir a la intem-perie en la calle o los jardines de algún parque público.

“Si traes dinero comes bien, viajas bien, pero si no traes, si traes dinero nada más para el camión, pues a dormir en la plaza, en una puerta, porque está difícil y luego los gastos de la casa, los hijos, los estudios de los hijos”.

Tal y como lo vivió una fami-lia de empleadas de la Secretaría de Salud Federal, que no quisie-ron dar sus nombres, y que una mañana de febrero llegaron a las oficinas de Bansefi en Saltillo, sólo para que el gerente del banco les informara que no había sistema.

“Son muchas vueltas, pérdida de tiempo porque no hay sistema, aparte no somos de aquí y ya tene-mos todo el año pasado tratando de solucionar esto”.

María de Jesús Maldonado Ro-

Qué es pensionissste

Es el Fondo Nacional de Pensiones de los Tra-bajadores al Servicio del Estado, que se creó con la Nueva Ley de ISSSTE en 2008 y que se encarga de administrar las cuentas individuales para los trabajadores e invertir los recursos que las integran

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Ya no hallan qué hacer, no tienen

dinero para solventar esto, debieran tener,

porque son nuestros impuestos, ¿qué le hicieron a ese dinero?, ¿compraron

las Hummers que rifó Elba Esther Gordillo hace dos años?”

María de Jesús Maldonado, quien re-cibió sólo un cheque de 20 mil pesos.

sell, otra maestra jubilada, sufrió un golpe de coraje el día que Pen-sionissste a través de la gerencia Bansefi, le entregó un cheque de 20 mil pesos como pago de sus ahorros por más 30 años de ser-vicio dentro el sistema educativo federal.

“Ya no hallan qué hacer, no tienen dinero para solventar esto, debieran tener, porque son nues-tros impuestos, ¿qué le hicieron a ese dinero?, ¿compraron las Hum-mers que rifó Elba Esther Gordillo hace dos años?”, se pregunta.

Y denuncia el maltrato del que son objeto los profesores jubilados que acuden al Banco de Ahorro Nacional y Servicios Financieros para realizar los trámites del reti-ro de su SAR.

“El gerente del banco, que se llama José Guadalupe Flores Ce-peda, es muy grosero, la primera vez que fui le digo ‘¿por qué están haciendo esto, si es mi dinero?’, y dijo ‘no, no es su dinero, es el dine-ro que le aportó Gobierno’, le dije ‘¿cuál me aportó Gobierno?, me lo sacó de mis impuestos y me los va a regresar’.

“Un día le dije que iba a juntar gente y me iba ir a hasta México para protestar por estas irregula-ridades y me dice ‘tenga cuidado, porque se le puede voltear la torti-lla’. Ahora nomás me ve que llego al banco y dice ‘no es su dinero, qué quiere ahora señora, le van a voltear la tortilla’”.

Habían pasado ya cerca de siete meses desde que María de Jesús envió su papelería a las ofi-cinas de Pensionissste en Méxi-co – considerada como la quinta Administradora de Fondos pare el Retiro más importante del SAR en cuanto a activos administrados – a fin de obtener su fondo de ahorro, cuando el proceso regular tarda entre dos y tres meses.

No para el profesor Julián Sáenz Magaña, quien en diciembre de 2009 cumplió dos años de haber-se jubilado y ha recibido sólo una mínima parte de sus ahorros.

“Están tardando los trámites allá, nos piden documentos en Bansefi y luego salen con que no se ven, que no son muy claros y ahorita me dicen que tengo que abrir otra cuenta para que me depositen, que es la orden que les dieron, que hay que abrir una cuenta y que hay que depositar

una cierta cantidad de dinero para que me depositen la segunda par-te de lo que me resta de mi jubi-lación”.

Lo mismo le pasó a la maestra Josefina Garza, quien ejerció su carrera de licenciada en educa-ción especial durente 30 años:

“Me dieron 39 mil pesos me-nos de lo que tenía contemplado y no estoy conforme. Me tienen vuelta y vuelta desde el mes de septiembre: que si un papel, que si otro papel, que la Curp, el gerente de Bansefi José Guadalupe Flores Cepeda nos manda a lucas, nos trata de idiotas y de tontas. Es una persona prepotente y que aparte no tiene la información adecuada, no orienta correctamente, no hay quién nos escuche, ni el sindicato ni Pensionissste, no hay nadie”.

Para otros mentores como Fé-lix Castillo, quién recién cumplió 30 años, ni un día más ni un día menos, de impartir clases desde nivel primaria hasta universidad, no le ha quedado otro remedio que tomarse la situación por el lado amable.

“Lo bueno es que tenemos todo el tiempo del mundo para hacer esto y hasta te distraes”.

Tanto que antes de empezar sus trámites de jubilación, este profesor de Piedras Negras tuvo que prepararse económica y psi-cológicamente.

“Si no estás preparado no tie-nes la capacidad de sobrevivir. Hay gente que se desespera, que no le gusta batallar, que no se pre-para y todo le pesa”.

Pero qué se puede hacer cuan-do a Rosa María Valdés, una mu-jer que por más de 23 años trabajó como fisioterapeuta en un hospital del ISSSTE del Distrito Federal, de plano la borraron del mapa.

Lo supo una mañana que acudió a Bansefi para checar sus estados de cuenta y se topó con la sorpresa de que su nom-bre no aparecía registrado en la computadora.

“Yo me jubilé en el 98, hasta ahora no había hecho ningún trámite y dicen que ya no apa-rezco en las listas, ¿dónde está mi dinero?, ahora me dicen que estoy borrada, que la compu-tadora ya me borró. ¿Por qué a unos sí y a otros no”.

Ante todo esto, otro mentor que se identifica sólo como “El

su relACión Con BAnsefi

Pensionissste estableció una alianza estratégica con el Banco de Ahorro Nacional y Servicios Fi-nancieros para que a través de sus sucursales, que en Coahuila son apenas tres (Saltillo, To-rreón y Monclova), se reciban todo los trámites de los trabajadores

A pesar de que rosa María cuenta con todas las pruebas de sus ahorros, llegó un día a Bansefi y le dijeron que su nombre había sido borrado. Desde hace diez años está peleando el dinero que le pertenece.

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Page 13: Semanario: ¿Y mis ahorros?

profesor Santos”, se atreve a lan-zar desde aquí un S.O.S. a las auto-ridades federales.

“Al Gobierno de México ¡auxi-lio, auxilio!, nosotros los mentores necesitamos que sean justos y lea-les como nosotros lo fuimos.

“Deberían estar adentro de este banco para que escucharan las quejas de los compañeros que se ponen a llorar...”, estalla.

urge ofiCinA depensionisssteEntrevistado al respecto René Guzmán Prado, Secretario de Vi-vienda de la sección 5 del SNTE, declaró que es urgente la instala-ción en Coahuila de varias ofici-nas de Pensionissste que atiendan, de manera directa, las quejas de maestros jubilados que han su-frido atrasos en la entrega de sus fondos de ahorro.

“Nosotros hemos solicitado que se instale ya una ventanilla de Pensionissste en el estado de Coahuila y solicitábamos que fue-ra en Saltillo o Torreón, o Saltillo, Torreón y Monclova, para tratar directamente con Pensionissste y no estemos tramitando todo a tra-vés de Bansefi.

“Sí, tenemos problemas, reco-nocemos que no son suficientes las oficinas de Bansefi, tenemos quejas permanentes de los traba-jadores de insuficiencia y de mala atención, porque Bansefi no nada más nos atiende a nosotros sino todo lo que es cuestión federal”.

Y subrayó que desde hace un año existe la promesa de las auto-ridades de Pensionissste en Méxi-co de que se abriría en Coahuila, al menos, uno de estos centro de atención.

“No entendemos estos retra-sos, nosotros ya tuvimos reunio-nes con Emma Esponda, que es la secretaria de Atención al Pú-blico en Pensionissste México, y se comprometió a que nos iban a instalar ya las oficinas. Ha pasado más de un año de ese acuerdo y no las tenemos todavía”.

Explicó que el hecho de que la entidad no cuente hasta ahora con estos módulos de atención, cons-tituye un incumplimiento de las disposiciones de la Nueva Ley del ISSSTE, que ordena la creación de estas unidades a lo largo del terri-torio nacional.

“Por eso nos urge, es más, de

acuerdo a la nueva Ley del ISSSTE, y después de haber tenido Pen-sionissste su primera reunión de consejo, tenía un año para abrir oficinas en cada entidad”.

CAllA pensionisssteDayana Maricela de la Peña Cepe-da, quien desde hace poco más de un mes funge como representante en Saltillo de la administradora Pensionissste en la delegación estatal del ISSSTE, declinó hablar en torno al caso de los profesores que han padecido anomalías en la entrega de su SAR, argumentando que no estaba autorizada para dar ninguna información.

“No puedo darte ninguna in-formación, además yo estoy aquí para atender los casos críticos de maestros y nada más, yo no tengo su dinero, no tengo aquí su dine-ro”, declaró en tono molesto.

Adelantó, sin embargo, que en unas cuantas semanas se prevé en Saltillo la apertura de una oficina de Pensionissste, que atenderá las quejas de los mentores afectados .

“No sé cuándo, pero próxi-mamente los estaremos in-vitando a la inauguración...”, precisó.

pensionissste es irresponsABleEn este sentido José Francisco Menchaca Garza, secretario de Pensionados y Jubilados de la Sec-ción 5 del SNTE, calificó de irres-ponsable el trato que los maestros jubilados reciben por parte de la representación de Pensionissste en Saltillo y el personal del Banco de Ahorra Nacional y Servicios Financieros.

“Se les pierden los expedien-tes y los piden otra vez. Yo traba-jo en el Sindicato y te puedo de-cir que no me pagan, pero tengo una responsabilidad, mi secreta-ria tiene una responsabilidad...”.

Y cuestionó las condiciones en las que hoy operan las ofici-nas de Bansefi.

“Es un banquito muy apenas que no da la imagen, que no tie-ne ni vigilante, hay maestros que me han dicho ‘oye voy a ir a re-coger un cheque ahí y no hay ni quién cuide, les digo ‘anda, que te acompañe un familiar...’”.

el Botín

En Pensionissste se tienen re-gistradas más de cinco millones de cuentas, lo que representa 50 mil millones de pesos, que están en el Banco de México generando rendimientos.

guadalupe garza,1. trabajó 28 años en un Jar-dín de Niñosenrique gutiérrez,2. maestro de Piedras Ne-gras que viene cada mes en busca de su che-que.Julián sáenz,3. tiene dos meses jubilado y sólo recibió una parte.Josefina garza,4. maestra en Educación Espe-cial, quien trabajó 30 años y sólo le dieron 39 mil pesos.felix Castillo,5. maestro con 30 años de ex-periencia quien se ha armado de paciencia y se muestra optimista.rosa María Valdés,6. trabajadora del ISSSTE que fue borrada de la lista.

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|||| Por Alfredo García

|| Los menesteres del ocio

superMéndez El único superhéroe de Saltillo y la región (incluyendo Ramos) Por J. Latapí

La ciudad de juguete. “Nuremberg es la ciudad de los juguetes, de los relojes de cucú tallados primorosamente en madera; de los libros maravillosamente encuadernados que hacen la delicia de los coleccionistas. Desde hace siglos, sus fabricantes de juguetes, que son muchísimos, han provisto y siguen pro-veyendo a los bazares de todo el mun-do. La misma ciudad, limpia, con casas apiñadas de techo de pizarra y multi-tud de iglesias cuyas torres forman un enorme haz de agujas, parece cosa de juguetería”: Celso Cruz, historiador del arte. En esta ciudad nació, el 21 de mayo de 1471, Alberto Durero, el más grande pintor que jamás haya dado Alemania. Aquí también tuvieron lugar los juicios de Nuremberg, en los que se procesó a los grandes criminales de guerra nazis, en uno de los capítulos más trascen-dentales de la historia universal de la infamia.

Incrédulo lector (1). Giorgione, quien más tarde sería su maestro, afirmó que Tiziano había sido pintor desde antes de nacer, pues a los cuatro años de edad éste ya movía los pinceles. ¡Aun-que usted no lo crea!

Elogio de la mediocridad. En una oca-sión, Montesquieu se expresó así acer-ca de Voltaire: “Tiene más que nadie el espíritu que todo el mundo tiene”. Los contemporáneos no se quieren.

Lento jinete de la noche. “O lente, lente currite noctis equi (Corre lento, lento jinete de la noche): Ovidio, de la serie “Amores”.

Risa. “La risa es un fenómeno ex-clusivamente humano: el hombre es el único animal que ríe. Es también un fenómeno social: nadie ríe solo. Por franca que se la suponga, la risa ocul-ta una segunda intención, un acuerdo, casi diría una complicidad, con otros sujetos, reales o imaginarios, que ríen. Es inconsciente, es insensible. El efec-to de un automatismo, de una rigidez del espíritu o de las costumbres”: Henri Bergson.

Reflejos desviados. En realidad, Paul Valery no es una caricatura de Mallar-mé, sino de Henri Bergson.

Incrédulo lector (2). William Hers-chel, astrónomo inglés del siglo XVIII, descubrió por sí solo -valiéndose de telescopios más bien caseros pero de cálculos matemáticos muy avanzados-, 2 mil 500 nebulosas y constelaciones, entre ellas la nebulosa de Andrómeda.

Nociva sabiduría. “En los tiempos modernos, la extensión de los conoci-mientos no hace más que debilitar el carácter: el verlo todo y el compren-derlo todo es una gran razón de incerti-dumbre”: Madame de Stael.

Respuestas: 1) c; 2) a; 3) d: 4) b; 5) d: 6) c; 7) a; 8) b.

|||| Por Miguel Agustín Perales

|| Claro que ud. lo sabe

1.- El Plan de Guadalupe fue proclamado el 26 de marzo de …■ a) 1911; ■ b) 1912; ■ c) 1913; ■ d) 1914.

2.- … son los protagonistas de La consagración de la Primavera, novela de Alejo Carpentier.■ a) Vera y Enrique; ■ b) Ada y Jean-Claude; ■ c) Mirta y Gaspar; ■ d) Teresa y José Antonio.

3.- … es el creador de la patafísica, disciplina que trata de “las leyes que gobiernan las excepciones y explicarán el universo adicional a este”.■ a) Jean Genet: ■ b) Arthur Rimbaud; ■ c) Stéphane Mallarmé; ■ d) Alfred Jarry.

4.- … sostenía que el agua es el arjé (“principio, fuente”) del universo.■ a) Anaxímenes: ■ b) Tales de Mileto; ■ c) Pitágoras; ■ d) Anaxágoras de Clazomene.

5.- Haumea es un satélite de …■ a) Neptuno; ■ b) Júpiter; ■ c) Saturno; ■ d) Haumea no es un satélite: es un planeta enano.

6.- “Lo que pasó fue que …” es un estribillo de …, personaje del programa radiofónico La tremenda Corte.■ a) el Juez. ■ b) Nananina; ■ c) Tres Patines; ■ d) Rudecindo.

7.- “La trabajosa primavera envía / con lento pulso sus renuevos, / y en la vejez reacia del invierno / punzan como con duelo las mazorcas y espigas”.Es esta una estrofa de un poema de …■ a) Alfonso Reyes; ■ b) Manuel José Othón; ■ b) Ramón López Velarde; ■ d) Joaquín Arcadio Pagaza.

8.- Barquisimeto es una ciudad de …■ a) Chile; ■ b) Venezuela; ■ c) Bolivia; ■ d) Uruguay.

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THe pixies• Surfer Rosa• 1998

BLur• Parklife• 1993

weezer• Weezer• 1994

suena a…

por esteban Cárdenas

Basada en la novela de Den-nis Lehane, La Isla Siniestra de Martin Scorsese

se lleva a cabo en 1954, en una isla en la costa de Massachusetts que aloja el Hospital Ashecliff, un cen-tro psiquiátrico para criminales con enfermedades mentales. En este caso, los traductores de títulos no le fallaron tanto a la película, porque La Isla Siniestra, con sus acantila-dos afilados, la presencia constante de neblina bostoniana y sus inesta-bles habitantes, efectivamente es mucho muy siniestra, cosa que el realizador americano nos hace sa-ber desde el principio, con una toma escalofriante de la isla acompañada de una música intensa que nos avi-sa que lo que vamos a ver durante los próximos 120 minutos nos va a hacer sentir algo incómodos, sobre todo si se trata de un thriller de uno de los directores norteamericanos más talentosos de las últimas cua-tro décadas.

Leonardo DiCaprio es Teddy Da-

niels, un investigador federal que llega junto con su compañero Chuck Aule (Mark Ruffalo) a la isla para in-vestigar la misteriosa desaparición de Rachel Solando (Emily Morti-mer), una paciente que parece ha-berse evaporado para desaparecer de un cuarto cerrado con llave y mo-nitoreado por guardias las 24 horas del día. Al investigar, Teddy y Chuck se dan cuenta de que detrás de los muros del hospital, de los cuales parece ser imposible escapar, se esconden espantosos secretos que el neurótico detective representa-do por DiCaprio deberá descubrir mientras lucha con sus propios de-monios psicológicos.

La Isla Siniestra es el homenaje de Scorsese al cine de noir de mis-terio los cincuenta, y como todo lo que hace este realizador, lo lleva al límite. En este caso, los resultados de su esfuerzo son mixtos. Si bien la película, que se desenvuelve y confunde como un sueño de fiebre, tiene sus notas elevadas, también tiene defectos que la hacen un poco lenta en ocasiones. Pero cuando funciona, que bien lo hace.

La actuación de DiCaprio, que se ha convertido en el actor fetiche del

director, es excelente. DiCaprio se sale de su zona de confort para con-vertir a Teddy Daniels en un mania-co que desciende en un torbellino de locura con vigor en las escenas fuertes, y sutileza, cuando el papel lo requiere. Los actores de reparto, sobre todo Ben Kingsley como el estoico y misterioso director del ins-tituto, son un contrapunto sólido al alucine del detective, y enfatizan el terror abyecto que se esconde de-trás de los impenetrables muros del instituto.

Scorsese nos mantiene al borde de nuestros asientos con una ten-sión dramática precisa, que se ve aumentada por la banda sonora de la cinta. En momentos, su afición por las b movies que homenajea con La Isla Siniestra se desborda un poco y se sale de control, pero al final me parece que el director hace un buen trabajo y logra domar el

monstruo que es esta película para hacerla funcionar con gracia.

Estéticamente, la última película del maestro Scorsese es impecable. La fotografía de Robert Richardson, frecuente colaborador del direc-tor, es bellísima, y las secuencias de sueños son pesadillas tecnico-lor que se ven hermosas pero que, cuando funcionan bien, logran tocar las fibras precisas para angustiar-nos profundamente.

No me atrevería a revelar el pre-decible giro sorpresa que toma la película hacia el final, pero si creo que vale la pena atestiguar el proce-so para llegar a la conclusión de esta historia. No es la mejor película de Martin Scorsese, pero es un esfuer-zo digno, y sobre todo se le agradece tomar un riesgo así. La Isla Sinies-tra, a pesar de sus defectos, cumple bien su función de entretenernos, y vale mucho la pena verla en cine

radarPor Esteban Cárdenas

[email protected]

Advierto que cualquier cosa que reseñe de Pavement va a estar sesgada. Este cuarteto ca-liforniano liderado por Stephen Malkmus es uno de mis grupos favoritos favoritos de todos los tiempos.

Este es un disco de grandes éxitos poco usual, sobre todo cuando se considera que la pega-josa Cut Your Hair fue el único de sus sencillos que alcanzó un

relativo éxito comercial. Ahora que la falta de éxitos al estilo Now This Is What I Call Music no significa que las 23 joyas contenidas en esta selección no sean rele-vantes, sino todo lo contrario, además de que no han envejecido ni tantito, su impacto en el rock moderno es indudable, y la frescura de estos éxitos (y no-tan-éxitos)

ya considerados clásicos transciende cualquier moda y etiqueta.

Quizá tan influyentes en el rock moderno como Nir-vana (pero mucho menos conocidos, claro) Pavement lanzó cinco formidables discos durante los noventa que junto con los discos de grupos como The Pixies even-tualmente se convertirían en pilares de lo que hoy se conoce como música indie.

Indie es un término con el que nunca he estado de acuerdo, pero creo que en el caso de Pavement sí aplica. Malkmus y compañía siempre tuvieron control absolu-to de lo que hacían en el estudio, desde donde grababan canciones influenciadas por el punk como la enérgica Unfair, o la anhelante pseudo-balada Spit on a Stranger de Terror Twilight, su último disco.

Malkmus es uno de los compositores y guitarristas más originales de los noventas, algo que queda demos-trado en estas 23 pistas, que van desde las canciones más amigables para radio del grupo (Cut Your Hair, Shady Lane, Stereo) hasta lados b y piezas relativamen-te oscuras. En una década dominada por deplorables boybands y copias tras copias de grupos como Alice in Chains, los cinco álbumes de este quinteto californiano destacan como trufas en la barra del Sirloin Stockade, y ahora es buen momento para que mis lectores que no los conozcan se familiaricen con ellos.

VideÓdrOMO

pavement• Quarantine the Past: The Best of Pavement• 2010

Martin scorsese• 2009

LA ISLA SInIESTRAES EL HoMEnAJE dE SCoRSESE AL CInE nEGRo dE LoS 50’S, Y CoMo Todo Lo QuE HACE ESTE REALIzAdoR, Lo LLEvA AL LíMITE

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