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Soldar es un trabajo riesgoso que exige el uso de diversos elementos de protección. Un equipo de seguridad com-pleto para soldar incluye gafas o una careta de protec-ción con filtro para el bloqueo de la radiación y las partí-culas incandescentes, un casco resistente al fuego, botas, capuchón, guantes y un mandil de carnaza para proteger al operario de las salpicaduras metálicas y el calor.

Aunque todos y cada uno de estos elementos son indis-pensables; sin lugar a dudas, la careta es la esencia y el icono de la seguridad industrial en la soldadura profe-sional moderna. Es inaceptable realizar cualquier opera-ción de soldeo sin el uso de una careta adecuada.

Si no se usa la careta correcta, acorde con el tipo de sol-dadura que se practica, pueden ocurrir consecuencias serias, desde lesiones leves, hasta enfermedades graves

Foto: fatboyfab.com

Soldadura, una profesión con máscaraMetal Actual

Más que un simple accesorio.

El progreso de la tecnología aplicada a la seguridad de los soldadores ha derivado en el desarrollo de nuevas caretas protectoras que prácticamente han reducido al mínimo los riesgos inherentes al proceso, en la medida que se utilicen adecuadamente. De la correcta selección dependen tanto la salud del operario como la calidad del trabajo.

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que incapacitan al trabajador por el resto de su vida. Entre las enferme-dades laborales más comunes que afectan a los soldadores están las inflamaciones en la superficie ocu-lar, principalmente en la córnea y la conjuntiva, y la aparición de catara-tas prematuras.

En menor medida, la exposición di-recta a la radiación de la soldadura también puede ocasionar tumores y lesiones en el rostro y en la retina, como la degeneración ocular, que deriva en debilidad visual y, en algu-nos casos, ceguera a largo plazo.

El correcto uso de la careta no sólo es responsabilidad del soldador. Pro-porcionar los equipos de protección individual necesarios, a fin de redu-cir al máximo los riesgos laborales, también forma parte de las medidas que todo empresario está obligado a tomar para mejorar las condicio-nes de seguridad y salud de sus tra-bajadores en el taller.

Gracias a que actualmente hay una mayor preocupación por el bien-estar de los soldadores en la indus-tria, aparecen en el mercado nuevas caretas o mascaras fabricadas con materiales cada vez más livianos y resistentes, que incorporan alta tec-nología para la protección visual y el rostro, un diseño ergonómico y un mayor control y comodidad para realizar el trabajo.

Alternativas y variedadHoy día, las caretas suelen ser ligeras (entre 500-600 gramos) y muy con-fortables, están fabricadas de fibra de vidrio, fibra vulcanizada, termo-plásticos o poliamida reforzada con fibra de vidrio. Materiales que son altamente resistentes a la ignición y al calor por radiación y por contacto, ideales para la soldadura en condi-ciones extremas.

Todas las caretas tienen una zona ocular o ventana de visualización que está compuesta por un filtro de bloqueo con una opacidad deter-minada, llamado vidrio inactínico;

un cubrefiltro exterior transparen-te, para proteger el filtro opaco de las salpicaduras de metal fundido, y un cubrefiltro interior que se usa para cuidar la zona interna de los impactos.

Cuentan con un elemento de anclaje o arnés para la cabeza, que se pue-de ajustar según la talla del usuario. Algunas incluyen correas de amarre para usarlas junto con el casco pro-tector y, las más sofisticadas, cubren toda la cabeza y el cuello del solda-dor, tienen zonas de ventilación, una mayor área de visibilidad y sistemas de respiración. De hecho, parecen más cascos de pilotos que caretas de soldadura.

Según explica el ingeniero Eduardo Meléndrez, director de Producto y Equipos Estándar, de la compañía West Arco-ESAB, en el mercado exis-ten dos modelos de caretas: las más-caras pasivas y las electrónicas foto-sensibles, también conocidas como reactivas.

• Caretas pasivas: son elementos sencillos que cumplen con un ob-jetivo meramente funcional y cu-bren las necesidades de seguridad laboral a través del vidrio (filtro) oscuro con opacidad permanente.

El inconveniente de estos filtros es la necesidad de levantar la ca-reta cuando no se está soldando.

Por lo que pueden ser más difíciles de utilizar ya que el soldador se ve condicionado a detener el tra-bajo constantemente y levantarse la máscara para revisar la junta, adoptar nuevamente la posición de soldadura, prepararse para soldar y luego volver a bajarse la máscara cuando es el momento de reiniciar el soldeo. Este movimien-to repetitivo puede provocar ten-sión y fatiga en el cuello después de un día de trabajo. Además, en los espacios reducidos o limitados, es difícil levantar y volver a bajar la careta.

Tome una actitud responsable, no corra riesgos y protéjase con los elementos adecuados cuando realice trabajos de soldadura.

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Los equipos pasivos de protección también suelen causar problemas a los soldadores con menos expe-riencia. Por ejemplo: al iniciar o “cebar” el electrodo, o al intentar mantener la pistola MIG/MAG o la antorcha TIG en la posición correc-ta con la careta puesta.

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En estos casos, el operario se ve tentado a comenzar con la másca-ra arriba y realizar el conocido “ca-beceo”, para que la careta caiga sobre su rostro. Dichos segundos sin protección aumentan significa-tivamente el riesgo de deslumbra-miento y de sufrir lesiones en los ojos. A su vez, pueden dar lugar a defectos y errores en el proceso.

• Caretas reactivas o electrónicas: son equipos fotosensibles, ali-mentados con celdas solares y/o baterías de litio, cuentan con un módulo electrónico que contro-la el oscurecimiento del filtro, lo que permite al trabajador ver las etapas del proceso claramente. Esto sin riesgo y con ahorro de tiempo para el operario, al no te-ner que subir y bajar la máscara continuamente.

20.000 milésimas de segundo y 50.000 milésimas de segundo.

Los primeros filtros electrónicos poseían fotoceldas que se alimen-taban con dos pilas AAA, luego se reemplazaron por una de litio recargable con luz solar que acti-va el circuito electrónico. Hoy en día es una unidad sellada con una vida útil de entre 2.000 y 3.000 ho-ras de uso.

Los vidrios de las caretas electró-nicas más sencillas únicamente disponen de un tono claro y uno oscuro. Las caretas más avanzadas vienen con filtros a los que se les puede ajustar el tono a través de un comando regulador, ubicado en la parte interna de la careta. Gracias a este teclado, según el tipo de trabajo, el soldador pue-de elegir el nivel de opacidad que requiere, y regular la sensibilidad de la luz del vidrio (para adecuarlo mejor a la soldadura que trabaja: punteado, MIG/MAG, TIG... entre otras).

Estas caretas también tienen un temporizador (perilla) en la parte lateral para regular el tiempo que tarda en volver el visor inactínico al estado claro.

Hay versiones de cascos para solda-dores que cuentan con ductos de ventilación, con la posibilidad de conectarles un pequeño compre-sor, a través del cual se inyecta aire

filtrado con presión positiva en la máscara; lo que mejora el confort y la salubridad en su uso. Su forma es envolvente y cubre por comple-to las orejas y la cabeza.

Ojo al filtroEl ingeniero Meléndrez advierte que es muy importante elegir bien el filtro de la careta según la opera-ción de soldadura que se realizará.

En la soldadura eléctrica, el arco y el charco líquido emiten rayos ultra-violeta (UV) y rayos infrarrojos (IR) con una longitud de onda visible y altamente perjudicial, de los cuales el soldador necesita protegerse. A mayor intensidad del arco debe ser mayor la opacidad y más efectiva la sensibilidad (sensores) del filtro, para que este oscurezca más rápido. En otras palabras, la elección del vi-drio de la careta depende del am-peraje (la corriente eléctrica) con la cual se esté trabajando.

A su vez, es fundamental tener en cuenta el tipo de soldadura y los consumibles que se usen, ya que es-tos funcionan con diferentes niveles de corriente.

El National Bureau Standard de los Estados Unidos ha desarrollado es-pecificaciones que exigen a los fa-bricantes designar la opacidad de los lentes en una escala ascendente de números, según su tono y nivel de protección. A mayor número más oscuro y mayor será la protección que ofrece el vidrio y viceversa.

Estos lentes deben, además, poseer una transparencia máxima entre 525 y 600 nanómetros (nm)1 con una ab-sorción gradual y aumentativa hacia cada lado, y su tonalidad dominante es la del verde amarilloso.

Las especificaciones técnicas de las caretas y los filtros de soldadura están contempladas en la norma ANSI Z87.1, que tiene que ver con la protección de los ojos, el rostro y la cabeza. La tabla siguiente sirve para que el usuario se oriente en la elec-ción del filtro correcto.

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Cuando el módulo electrónico de la careta detecta la luz IR o UV que produce típicamente un arco de soldadura, envía una carga a los cristales fotosensibles contenidos entre las dos láminas de vidrio que componen la ventana de visualiza-ción. Estos cristales se reorientan y provocan el oscurecimiento instan-táneo de la máscara. Una vez que el arco se apaga, un temporizador devuelve la luminosidad normal a la ventana.

Básicamente, el filtro está conec-tado a uno o varios sensores de luz ubicados en la parte frontal de la careta, algunas veces, bajo o sobre la ventana de visualización. Según la sensibilidad de los senso-res el oscurecimiento del vidrio es más o menos rápido, en todo caso, el efecto es casi instantáneo, en cuestión de milésimas de segundo. El mercado ofrece caretas con un tiempo de oscurecimiento entre

Sistema interno con filtros fotosensibles, cubrefiltros protectores y módulo electrónico para controlar las funciones de la careta.

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Principales componentes de la careta electrónica

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Recomendaciones para tonalidad de los filtros usados en la soldadura y el corte

Aplicación N° del filtroSoldadura a baja temperatura o soldadura de

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Soldadura de punto 5Soldadura por gas 5

Corte por gas 5Soldadura oxiacetilénica 6

Corte oxiacetilénico 6Soldadura al arco hasta 30 amperios 6

Soldadura o corte al arco 75 a 200 amperios 10Soldadura o corte al arco 200 a 400 amperios 12Soldadura o corte al arco sobre 400 amperios 14

Fuente: Manual de soldadura West Arco-ESAB

En los procesos de soldadura a la llama y soldadura fuer-te de metales pesados la elección del tono filtro adecua-do depende de la cantidad de acetileno que se utilice durante el proceso.

Recomendaciones para la tonalidad de los filtros usados en la soldadura a la llama

Caudal de acetileno – litros / hora N° del filtroInferior a 40 4

Hasta 40 5De 40 a 70 6

De 70 a 200 7De 200 a 800 8Superior a 800 9

Fuente: Universidad politécnica de Valencia

Por su parte, en las operaciones de oxicorte, que emite radiación de luz visible e infrarroja, el tono del vidrio a elegir dependerá del diámetro del orificio o boquilla del soplete de corte.

Recomendaciones para la tonalidad de los filtros usados en las operaciones de oxicorte

Diámetro de la boquilla de corte / milímetros N° del filtro10/10 6

15/10 y 20/10 7Fuente: Universidad politécnica de Valencia

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Componente ocular digital removible de la careta de soldadura electrónica.

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Consejos útilesLos expertos en el tema coinciden en que la seguridad y la protección del soldador es lo más importante y, por ello, recomiendan el uso de caretas electrónicas que, aunque son más costosas, ofrecen mayores beneficios y comodidad para el usuario.

En este sentido, Melendrez explica que a la hora de com-prar una careta es fundamental no sólo analizar el factor precio, también hay que verificar que el producto cum-pla todas las normas de seguridad internacionales; que incluya más de un sensor fotosensible y que estos reac-cionen y se oscurezcan a una velocidad igual o mayor a 25.000 milésimas de segundo.

Además, conviene que los sensores estén ubicados sobre la ventana de visualización, ya que el soldador, al bajar la cabeza o al reposicionarse durante el proceso, puede obstaculizar el área sensible de la careta.

Es aconsejable elegir caretas con un área de visión am-plia para que el operario pueda observar cómodamente, además de la zona de soldeo, gran parte de su entorno.

Los efectos perjudiciales de las radiaciones ultravioleta e infrarroja no sólo afectan al soldador; también, aunque en menor medida, pueden dañar a los operarios y los compañeros que trabajan cerca del área de soldeo.

Dentro de un ambiente de taller, se recomienda general-mente que todas las personas, que estén trabajando en un radio de 7 a 10 metros de la operación de soldadura, deban tener sus ojos protegidos con gafas de seguridad con una tonalidad número 4 o 5.

“El mercado ofrece caretas que van desde los $100.000 hasta más de un millón de pesos, con diseños modernos

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y sofisticados. No obstante, es un error elegir la careta simplemente por su precio, su diseño o su estilo. En al-gunos casos los usuarios se dejan llevar por la economía o la estética del producto y menosprecian el tema de la seguridad. Lo que hay que buscar es la mejor relación costo/beneficio, sin escatimar en la protección”, agregó Meléndrez.

Con referencia a los accesorios, el ingeniero Meléndrez recomienda preferiblemente adquirir caretas con módu-los electrónicos fácilmente removibles para su reempla-zo, en el caso de que éstos sufran daños.

Los fabricantes proveen también filtros de opacidad va-riable, cristales protectores, cubre filtros de policarbo-nato y atalajes (arnés) de reemplazo para todo tipo de caretas de soldadura. Incluso, algunas firmas diseñan sus productos para que se puedan intercambiar los filtros entre sí y ser insertados en cualquier máscara estándar sin ningún ajuste.

En resumen, en el vasto universo industrial las alterna-tivas en caretas de soldadura son muy variadas y distin-tas y cada una por sus características son recomendables para ciertos trabajos.

No obstante, nunca hay que olvidar la esencia: las care-tas para protección visual tienen como función principal proteger al máximo los ojos y el rostro de los soldadores, contra la radiación, los impactos peligrosos y/o partículas en el aire, así como polvo, las chispas y el resplandor. Este equipo debe ser resistente, de buen tamaño y con un amplio campo de visión.

Claro está que hay muchos precios y, según los recursos de cada usuario, se puede elegir una u otra careta. Lo que no es asunto de elección es su importancia y la obli-gación de utilizarla.

Fuentes

• Eduardo Meléndrez. Director de Producto y Equipos Estándar de la compañía West Arco-ESAB. emelendrez@westarco.com

• Universidad Politécnica de Valencia. www.upv.e

• www.agsuministros.com - www.westarco.com - www.sprl.upv.es/IOP_RF_10.htm - www.maquitodo.com.co - www.veslab.com - www.arlsura.com - www.directindustry.es - www.teknosteel.cl/ - www.demaquinasyherramientas.com -

Citas1) Una milmillonésima parte de un metro

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Careta con mango (1930) Careta de cabeza Bollé (Francia -1960) Careta Dogo (China -1980)

Las caretas de mano de los años 30 se remitían a resolver la función con los materiales y tecnologías de producción disponibles, como en el caso de las de cartón prensado y curvado con uniones de remaches. De esta manera la forma y tecnología estaba condicionada o limitada a las posibilidades que permitían los pro-cesos de fabricación de la época.Con la aparición y el uso del plástico en los años 60, se produjeron las primeras caretas termoformadas e inyectadas.

Para años 80 las características formales pasaron de las simples máscaras a adquirir mayor complejidad en sus ras-gos. A la vez que se hacían más envolventes cubriendo una mayor zona de la cabeza.El agarre de mano cambia por la sujeción de cabeza me-diante arnés. Esto facilitó que el soldador pudiera subirla y bajarla con la mano sin quitársela de la cabeza, y fue ad-quiriendo el hábito del “cabeceo” (movimiento de la cabeza para subirla o bajarla). La sujeción en la cabeza permite tener ambas manos libres, facilitando la tarea y más aún si el trabajo es en altura. El visor se transformó en rebatible, también llamado cla-peta, de esta manera se levanta para ver normalmente sin necesidad de mover la máscara.

Las caretas de finales de los 80 y principios de los 90 se caracterizan por su reducido peso y co-modidad, ya que en este período comienza la in-fluencia de estudios relacionados con “la medida del hombre” (ergonomía). Aparece el tamaño del filtro más popular en todo el mundo (108x51 mm). Cuenta con un diseño funcional y simple. Gracias a los adelantos electrónicos aparecen las primeras caretas fotosensibles, como la careta china Dogo, cuyo diseño está inspirado en las películas y las series de televisión que hacían alu-sión al espacio y los robots, con lo cual comienza a identificarse el producto como casco soldador.

Careta para casco Infield (España -1990)

Careta Fronius Vizor 3000 (Inglaterra -2006)

Sistema de careta con respiración asistida de aire filtrado (EE.UU - 2014)

En los 90 los fabricantes ubican la peri-lla de oscurecimiento manual en la parte lateral de la careta. Además, aparecen máscaras que se adaptan al casco indus-trial, como es el caso de la careta Infield, diseñada en España. En este caso el vi-sor rebatible, genera un campo de visión amplio beneficiando al usuario. Así, el sol-dador puede realizar otras tareas con la máscara colocada.En el 2000 el diseño de las caretas de sol-dadura se orienta a un usuario específico con alta exigencia en cuanto a requeri-mientos y requisitos de confort, funciona-lidad y estética.

En 2005 aparecen productos especiales tipo casco para la industria pesada donde se requieren tiempos de soldadura continuos, con tramos a empalmar de gran tamaño.Las nuevas formas se caracterizan por tener visores en forma envolvente semiesférica, que se acentúa hacia los laterales del casco, con amplios radios de curvatura. Los fabricantes integraron en sus caretas un área secunda-ria conformada por un aireador, encargado de inyectar aire filtrado a la máscara.Inicialmente, eran sistemas grandes y complejos, posterior-mente el aireador al igual que la manguera de transmisión se redujo en tamaño respecto de sus antecesores. En los primeros modelos su ubicación era en la cintura, colocán-dose como si fuese una riñonera, conectado por una man-guera flexible y vinculada al casco, quedando la misma libre por detrás de la espalda.

En las versiones recientes el aireador de la care-ta de soldadura es de tamaño más pequeño, se ajusta en el brazo con un tubo más corto e inyecta el aire por detrás de la máscara. De esta manera brinda mayor confort al usuario para largos tiem-pos de uso continuo.La última tecnología tiene cobertura de cabeza, cara, ojos y protección auditiva junto con un reco-rrido de aire ergonómico para brindar aire filtrado con presión positiva a nariz y boca sin resecar los ojos. Esta protección se combina de manera compacta con un visor de soldador rebatible dual: el ope-rario puede levantar el conjunto de la máscara o solamente el vidrio del filtro, manteniendo una protección para amolar o pulir.