Segunda Carta. No Permita Que El Miedo a La Dificultad Lo Paralice

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Segunda Carta. No permita que el miedo a la difcultad lo paralice. Creo que el mejor punto de partida para este tema es considerar la cuesti ón de la di fcu ltad, la cuest n de lo dií ci l, y el miedo que provoca. Se dice que alguna cosa es diícil cuando el hecho de enrentarla u ocuparse de ella se convierte en algo penoso, es decir, cuando presenta algún obstculo. !"iedo!, según la defnición del #iccionario $ur%lio, es un !sentimien to de inquie tud r ente a la idea de un peligro real o ima gin ario!. "iedo de en rentar la tempestad. "iedo de la soledad. "iedo de no poder ranquear las difcultades para fnalmente entender un te&to. Siempre e&iste una relación entre el miedo y la difcultad, entre el miedo y lo difícil . 'ero en esta relación evidentemente se encuentra tambi%n la fgura del sujeto que tiene miedo de lo difícil o de la dicultad. (l sujeto que le teme a la tempes ta d, que le teme a la soledad o teme no conseguir ranque ar las difcultade s para entender fnalmente el te&to, o producir la inteligencia del te&to. (n esta relación entre el suj eto que teme y la situación u objeto del miedo e&iste adems otro elemento constitutivo que es el sentimiento de inseguridad  del suj eto temeroso. )nseg uridad par a en rentar el obstculo. *alta de uer+a ísica, alta de equilibrio emocional, alta de competencia científca, ya sea real o imaginaria del sujeto. a cues tió n que aquí se pl antea no es negar el miedo, aún cuando el peligro que lo genera sea fcticio. (l miedo en , sin emba rgo, es concreto. a cuestión que presenta es la de no permitir que el miedo nos paralice o nos persuada cilmente de desistir de enrentar la situación desafante sin lucha y sin esuer+o. *rente al miedo, sea de lo que uera, es preciso que primeramente nos aseguremos con objetividad de la e&istencia de las ra+ones que nos lo provocan. (n una segunda instancia, que si estas e&isten realmente, las comparemos con las posibilidades de que disponemos para enrentarlas con probabilidades de %&ito. - por último, qu% podemos hacer para, si %ste es el caso, apla+ando el enrentamiento del obstculo, volvemos ms capaces de hacerlo maana.

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Segunda Carta.

No permita que el miedo a la difcultad lo paralice.

Creo que el mejor punto de partida para este tema es considerar lacuestión de la difcultad, la cuestión de lo diícil, y el miedo queprovoca.

Se dice que alguna cosa es diícil cuando el hecho de enrentarla uocuparse de ella se convierte en algo penoso, es decir, cuando presentaalgún obstculo. !"iedo!, según la defnición del #iccionario $ur%lio, esun !sentimiento de inquietud rente a la idea de un peligro real oimaginario!. "iedo de enrentar la tempestad. "iedo de la soledad."iedo de no poder ranquear las difcultades para fnalmente entender

un te&to.

Siempre e&iste una relación entre el miedo y la difcultad, entre el miedoy lo difícil. 'ero en esta relación evidentemente se encuentra tambi%n lafgura del sujeto que tiene miedo de lo difícil o de la dicultad. (l sujetoque le teme  a la tempestad, que le teme  a la soledad o teme  noconseguir ranquear las difcultades para entender fnalmente el te&to, oproducir la inteligencia del te&to.

(n esta relación entre el sujeto que teme y la situación u objeto delmiedo e&iste adems otro elemento constitutivo que es el sentimiento

de inseguridad  del sujeto temeroso. )nseguridad para enrentar elobstculo. *alta de uer+a ísica, alta de equilibrio emocional, alta decompetencia científca, ya sea real o imaginaria del sujeto.

a cuestión que aquí se plantea no es negar el miedo, aún cuando elpeligro que lo genera sea fcticio. (l miedo en sí, sin embargo, esconcreto. a cuestión que presenta es la de no permitir que el miedo nosparalice o nos persuada cilmente de desistir de enrentar la situacióndesafante sin lucha y sin esuer+o.

*rente al miedo, sea de lo que uera, es preciso que primeramente nos

aseguremos con objetividad de la e&istencia de las ra+ones que nos loprovocan. (n una segunda instancia, que si estas e&isten realmente, lascomparemos con las posibilidades de que disponemos para enrentarlascon probabilidades de %&ito. - por último, qu% podemos hacer para, si%ste es el caso, apla+ando el enrentamiento del obstculo, volvemosms capaces de hacerlo maana.

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Con estas re/e&iones quiero subrayar que lo difícil o la dicultad  estsiempre relacionada con la capacidad de respuesta del sujeto que, rentea lo diícil y a la evaluación de sí mismo en cuanto a la capacidad derespuesta, tendr ms o menos miedo  o ningún miedo  o miedoinundado o, reconociendo que el desaío sobrepasa los límites del

miedo, se hundir en el pánico. (ste es el estado de espíritu que parali+aal sujeto rente a un desaío que reconoce sin ninguna difcultad comoabsolutamente superior a cualquier intento de respuesta0 1engo miedode la soledad y me siento en  pánico  en una ciudad asolada por laviolencia de un terremoto.

$quí me gustaría ocuparme solamente de las re/e&iones en torno almiedo de no comprender un te&to de cuya inteligencia precisamos en elproceso de conocimiento en el que estamos insertos en nuestracapacitación. (l miedo parali+ante que nos vence aún antes de intentar,ms en%rgicamente, la comprensión del te&to.

Si tomo un te&to cuya comprensión debo trabajar, necesito saber0$2 si mi capacidad de respuesta est a la altura del desaío, que es elte&to que debe ser comprendido32 si mi capacidad de respuesta es menor, oC2 si mi capacidad de respuesta es mayor.

Si mi capacidad de respuesta es menor , no puedo ni debo permitir quemi miedo de no entender me paralice y, considerando mi tarea comoimposible de ser reali+ada, simplemente la abandone. Si mi capacidadde respuesta es menor que las difcultades de comprensión del te&to

debo tratar de superar por lo menos algunas de las limitaciones que medifcultan la tarea con la ayuda de alguien y no sólo con la ayuda delproesor o la proesora que me indicó la lectura. $ veces la lectura de unte&to e&ige alguna convivencia anterior con otro que nos prepara paraun paso posterior.

4no de los errores ms terribles que podemos cometer mientrasestudiamos, como alumnos o maestros, es retroceder rente al primerobstculo con que nos enrentamos. (s el de no asumir laresponsabilidad que nos impone la tarea de estudiar, como se imponecualquier otra tarea a quien deba reali+arla.

(studiar es un quehacer e&igente en cuyo proceso se da una sucesiónde dolor y placer, de sensación de victoria, de derrota, de dudas yalegría. 'ero por lo mismo estudiar implica la ormación de una disciplinarigurosa que orjamos en nosotros mismos, en nuestro cuerpoconsciente. (sta disciplina no puede sernos dada ni impuesta por nadie5sin que eso signifque desconocer la importancia del papel deleducador en su creación5. #e cualquier manera, o somos sujetos de

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ella, o ella se vuelve una mera yu&taposición a nuestro ser. 6 nosadherimos al estudio como un deleite y lo asumimos como unanecesidad y un placer o el estudio es una pura carga, y como tal, laabandonamos en la primera esquina.

Cuanto ms asumimos esta disciplina tanto ms nos ortalecemos parasuperar algunas amena+as que la acechan y por lo tanto a la capacidadde estudiar efca+mente.

4na de esas amena+as, por ejemplo, es la concesión que nos hacemos anosotros mismos de no consultar ningún instrumento au&iliar de trabajocomo diccionarios, enciclopedias, etc.

#eberíamos incorporar a nuestra disciplina intelectual el hbito deconsultar estos instrumentos a tal punto que sin ellos nos resulte diícilestudiar.

7uir rente a la primera difcultad es permitir que el miedo de no llegar aun buen fn en el proceso de inteligencia del te&to nos paralice. #e ahí aacusar al autor o a la autora de incomprensible e&iste solo un paso.

6tra amena+a al estudio serio, que se transorma en una de las ormasms negativas de huir de la superación de las difcultades queenrentamos y ya no del te&to en sí mismo, es la de  proclamar la ilusiónde que estamos entendiendo, sin poner a prueba nuestra afrmación.

8o tengo por qu% avergon+arme por el hecho de no estar

comprendiendo algo que estoy leyendo. Sin embargo, si el te&to que noestoy comprendiendo orma parte de una relación bibliogrfca que esvista como undamental, hasta que yo perciba y concuerde o no con quees realmente undamental, debo superar las difcultades y entender elte&to.

8o es e&agerado repetir que el leer, como estudio, no es pasearlibremente por las rases, las oraciones y las palabras sin ningunapreocupación por saber hacia dónde ellas nos pueden llevar.

6tra amena+a para el cumplimiento de la tarea diícil y placentera de

estudiar que resulta de la alta de disciplina de la que ya he hablado esla tentación que nos acosa, mientras leemos, de dejar la pgina impresay volar con la imaginación bien lejos. #e pronto, estamos ísicamentecon el libro rente a nosotros y lo leemos apenas maquinalmente.8uestro cuerpo est aquí pero nuestro gusto est en una playa tropical ydistante. $sí es realmente imposible estudiar.

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#ebemos estar prevenidos para el hecho de que raramente un te&to seentrega cilmente a la curiosidad del lector. 'or otro lado, no escualquier curiosidad la que penetra o se adentra en la intimidad delte&to para desnudar sus verdades, sus misterios, sus inseguridades, sinola curiosidad epistemológica 5la que al tomar distancia del objeto se

!apro&ima! a %l con el ímpetu y el gusto de descubrirlo5. 'ero esacuriosidad undamental aún no es sufciente. (s preciso que al servirnosde ella, que nos !apro&ima! al te&to para su e&amen, tambi%n nosdemos o nos entreguemos a %l. 'ara esto, es igualmente necesario queevitemos otros miedos que el cienticismo nos ha inoculado. 'orejemplo, el miedo de nuestros sentimientos, de nuestras emociones, denuestros deseos, el miedo de que nos echen a perder nuestracientifcidad. o que yo s%, lo s% con todo mi cuerpo0 con mi mentecrítica, pero tambi%n con mis sentimientos, con mis intuiciones, con misemociones. o que no puedo es detenerme satisecho en el nivel de lossentimientos, de las emociones, de las intuiciones. #ebo someter a los

objetos de mis intuiciones a un tratamiento serio, riguroso, pero jamsdebo despreciarlos.

(n última instancia, la lectura de un te&to es una transacción entre elsujeto lector y el te&to, como mediador del encuentro del lector con elautor del te&to. (s una composición entre el lector y el autor en la que ellector, esor+ndose con lealtad en el sentido de no traicionar el espíritudel autor, !reescribe! el te&to. - resulta imposible hacer esto sin lacomprensión crítica del te&to que por su lado e&ige la superación delmiedo a la lectura y se va dando en el proceso de creación de aquelladisciplina intelectual de la que he hablado antes. )nsistamos en la

disciplina reerida. (lla tiene mucho que ver con la lectura, y por lo tantocon la escritura. 8o es posible leer sin escribir, ni escribir sin leer.

6tro aspecto importante, y que desaía aún ms al lector como!recreador! del te&to que lee, es que la comprensión del te&to no estdepositada, esttica, inmovili+ada en sus pginas a la espera de que ellector la desoculte. Si uese así defnitivamente, no podríamos decir queleer críticamente es !reescribir! lo leído. (s por esto por lo que antes hehablado de la lectura como composición entre el lector y el autor, en laque el signifcado ms proundo del te&to tambi%n es creación del lector.(ste punto nos lleva a la necesidad de la lectura tambi%n como

e&periencia dialógica, en la que la discusión del te&to reali+ada porsujetos lectores aclara, ilumina y crea la comprensión grupal de lo leído.(n el ondo, la lectura en grupo hace emerger dierentes puntos de vistaque, e&poni%ndose los unos a los otros, enriquecen la producción de lainteligencia del te&to.

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(ntre las mejores prcticas de lectura que he tenido dentro y uera de3rasil yo citaría las que realice coordinando grupos de lectura sobre unte&to.

o que he observado es que la timide+ rente a la lectura o el propio

miedo tienden a ser superados y se liberan los intentos de invención delsentido del te&to y no sólo de su descubrimiento.

6bviamente que antes de la lectura en grupo y como preparación paraella, cada estudiante reali+a su lectura individual. Consulta tal o cualinstrumento au&iliar. (stablece esta o aquella interpretación de uno uotro de los ragmentos de la lectura. (l proceso de creación de lacomprensión de lo que se va leyendo va siendo construido en el dialogoentre los dierentes puntos de vista en torno al desaío, que es el núcleosignifcativo del autor.

Como autor, yo estaría ms que satisecho si llegara a saber que estete&to provoca algún tipo de lectura comprometida, como aquellas en lasque vengo insistiendo a lo largo de este libro, entre sus lectores ylectoras. (n el ondo, %se debe ser el sueo legítimo de todo autor serleído, discutido, criticado, mejorado, reinventado por sus lectores.

'ero volvamos un poco a este aspecto de la lectura crítica según el cualel lector se hace o se va haciendo igualmente productor de lainteligencia del te&to. (l lector ser tanto ms productor de lacomprensión del te&to cuanto ms se haga realmente un aprehensor dela comprensión del autor. (l produce la inteligencia del te&to en la

medida en que ella se vuelve conocimiento que el lector ha creado y noconocimiento que le ue yu&tapuesto por la lectura del libro.

Cuando yo aprehendo la comprensión del objeto en ve+ de memori+ar elperfl del concepto del objeto, yo cono+co al objeto, yo produ+co elconocimiento del objeto. Cuando el lector alcan+a críticamente lainteligencia del objeto del que habla el autor, el lector conoce lainteligencia del te&to y se transorma en coautor de esta inteligencia. 8ohabla de ella como quien sólo ha oído hablar de ella. (l lector hatrabajado y retrabajado la inteligencia del te&to porque %sta no estabaallí inmovili+ada esperndolo. (n esto radica lo diícil y lo apasionante

del acto de leer.

#esdichadamente, lo que se viene practicando en la mayoría de lasescuelas es llevar a los alumnos a ser pasivos con el te&to. os ejerciciosde interpretación de la lectura tienden a ser casi su copia oral. (l niopercibe tempranamente que su imaginación no juega0 es algo casiprohibido, una especie de pecado. 'or otro lado, su capacidadcognoscitiva es desafada de manera distorsionada. (l nio nunca es

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invitado, por un lado, a revivir imaginativamente la historia contada enel libro9 y por el otro, a apropiarse poco a poco del signifcado delcontenido del te&to.

Ciertamente, sería a trav%s de la e&periencia de recontar la historia,

dejando libres su imaginación, sus sentimientos, sus sueos y susdeseos para crear, como el nio acabaría arriesgndose a producir lainteligencia ms compleja de los te&tos.

8o se hace nada o casi nada en el sentido de despertar y mantenerencendida, viva, curiosa, la re/e&ión conscientemente crítica que esindispensable para la lectura creadora, vale decir, la lectura capa+ dedesdoblarse en la reescritura del te&to leído.

(sa curiosidad, que el maestro o la maestra necesitan estimular en elalumno, contribuye decisivamente a la producción del conocimiento del

contenido del te&to, el que a su ve+ se vuelve undamental para lacreación de su signifcación.

(s muy cierto que si el contenido de la lectura tiene que ver con un datoconcreto de la realidad social o histórica o de la biología, por ejemplo, lainterpretación de la lectura no puede traicionar el dato concreto. 'eroesto no signifca que el estudiante lector deba memori+ar te&tualmentelo leído y repetir mecnicamente el discurso del autor. (sto sería una!lectura bancaria!: en la que el lector !comería! el contenido del te&todel autor con la ayuda del !maestro nutricionista!.

)nsisto en la importancia indiscutible de la educadora en el aprendi+ajede la lectura, indicotomi+able de la escritura, a la que los educandosdeben entregarse. a disciplina de mapear temticamente el te&to, ; queno debe ser reali+ada e&clusivamente por la educadora sino tambi%n porlos educandos, descubriendo interacciones entre unos temas y otros enla continuidad del discurso del autor, el llamado de la atención de loslectores hacia las citas hechas en el te&to y el papel de las mismas, lanecesidad de subrayar el momento est%tico del lenguaje del autor, de sudominio del lenguaje, del vocabulario, que implica superar la innecesariarepetición de una misma palabra tres o cuatro veces en una mismapgina del te&to.

4n ejercicio de mucha rique+a del que he tenido noticia alguna ve+,aunque no se realice en las escuelas, es el de posibilitar que dos o tresescritores, de fcción o no, hablen a los alumnos que los han leído sobrecomo produjeron sus te&tos. Como trabajaron la temtica o losdesarrollos que envuelven sus temas, como trabajaron su lenguaje,como persiguieron la belle+a en el decir, en el describir, en el dejar algoen suspenso para que el lector ejercite su imaginación. Como jugar con

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el pasaje de un tiempo al otro en sus historias. (n fn, cómo losescritores se leen a sí mismos y cómo leen a otros escritores.

(s preciso, ya fnali+ando, que los educandos, e&perimentndose cadave+ ms críticamente en la tarea de leer y de escribir, perciban las

tramas sociales en las que se constituye y se reconstituye el lenguaje, lacomunicación y la producción del conocimiento.

:. <%ase 'aulo *reire, 'edagogía del oprimido, op. cit.;. <%ase 'aulo *reire, $gcao cultural para a liberdade e outros escritos,'a+ e 1erra.