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JUEGOS: TIEMPO, QUE AL PERDERSE,

SE DISFRUTAIdea general y textos: Paula Busso y Rosa GarcíaDiseño: Martín Ledesma

Muñeca de porcelana francesa (S. XIX)Propiedad Museo Histórico Provincial “ Brigadier Estanislao López”.

JUEGOS:TIEMPO, QUE AL

PERDERSE, SE DISFRUTA

Desde tiempos remotos las actividades y objetos lúdicos están presentes en la historia humana.

Lejos de ser un “juego de niños”, jugar es una actividad compleja, simbólica, multiforme y creativa que interpela, propone y reinventa sentidos de lo social; porque el juego es a la vez continuidad y ruptura, invención y reinvención permanente del tiempo, del espacio y de las relaciones entre los sujetos.

Entre las deniciones más abarcadoras de lo que se entiende por el juego o lo lúdico, podríamos citar a Johan Huizinga: “Una acción o actividad voluntaria, realizada dentro de ciertos límites fijado en el tiempo y el espacio, que siguen una regla libremente aceptada, pero completamente imperiosa, provista de un fin en sí misma, acompañada de un sentimiento de tensión y alegría y de una conciencia de ser algo diferente de lo que se es en la vida diaria”.

Pedro Brueghel. “Juegos de niños”. 1560.

Algunos de los juegos que aparecen en este óleo son los siguientes: juegos con muñecas, altares improvisados, máscaras, cabalgatas a caballo y en caballito de palo, tocar tambores, rodar aros, gallina ciega, lucha de jinetes,

trompo, yoyo, inar vejigas de cerdo o de buey, bolos, escondite, zancos, equilibrios en barra o baranda, trepar a un árbol, lucha con palos, nadar, etc.

Jugar es humanoDiversas investigaciones losócas, históricas, psicológicas y etnológicas vincularon al juego con la religión, la guerra, la ciencia, la técnica, la cultura y el arte.

A lo largo del tiempo muchos intelectuales trataron de aportar signicados y sentidos al acto de jugar, generando un sinnúmero de reexiones, teorías, prácticas y objetos lúdicos.

Desde una perspectiva antropológica se señala que niños y niñas cuando juegan “recapitulan” hitos de la historia de la humanidad, a través de los cuales enlazan y actualizan en el acto de jugar un conjunto de atavismos propios de la especie que reeren a formas primitivas de supervivencia (lucha, persecución, búsqueda, etc.).

Biólogos y etnólogos demostraron que el juego junto a los comportamientos de exploración y curiosidad son vitales para el aprendizaje.

Francisco de Goya. “Muchachos jugando a los soldados”. 1778-1779.

Francisco de Goya. “Niños inando una vegija”. 1778.

Philipp Otto Runge “Los niños de Hulsenbeck” .1805-1810.



Jugar es cosa seria

El juego es una actividad recreativa y ccional que halla sentido en el “como si” de situaciones u objetos simbólicos y combina la incertidumbre, el riesgo y la imprevisibilidad con el placer, el gusto y el entretenimiento. Puede involucrar desde arreglos y acuerdos informales hasta normas y reglas obligatorias y preestablecidas.

El juego carece de un n más allá del acto de jugar y el hecho de sentir alegría o satisfacción durante el desarrollo del mismo.

Jugar aporta a la socialización de niños y niñas y provee instrumentos de simbolización de la cultura, da rienda suelta a la espontaneidad, la creatividad, la imaginación, potencia el desarrollo intelectual, social, afectivo y motriz.

La infancia es un tiempo y un espacio en el que niños y niñas transitan diferentes experiencias lúdicas dentro de la familia, la escuela o en espacios recreativos. Jugando se desarrollan habilidades, destrezas, aprendizajes, se incentiva la simbolización y se aprenden normas, valores y costumbres que atribuyen sentido a las acciones humanas, promueven la pertenencia comunitaria, la identidad, la autonomía y la expresión propia.

A LA LATA, AL LATEROA la lata, al latero,

A la hija del chocolatero;Chocolate, molinillo,

Corre, corre que te pillo.A la pim, a la pom,

A la hija del gallo pelón. Don Juan de las BellotasQue tiene las tripas rotas,

- ¿con qué se las curaremos?- con un palo que le demos.

-¿En dónde está el palo?-El fuego lo quemó

- ¿En dónde está el fuego?- El agua lo apagó

- ¿En dónde está el agua?- La gallina la tomó

- ¿En dónde está la gallina?- Está poniendo un huevo

- ¿En dónde está el huevo?- El cura lo comió

-¿En dónde está el cura?- Está diciendo misa

- ¿En dónde está la misa?-Se hizo ceniza.

Cancionero de Santa Fe de Agustín Zapata Gollan

Ediciones Culturales Santafesinas. Santa Fe. 1994

Juego del elástico.

Reglas del juego del elástico.



Los juegos y los objetos lúdicos¿Qué es un juguete? Es tanto un objeto elaborado por la más alta tecnología industrial como el palo que el niño convierte en caballo. Es imposible jar la época en la cual apareció el juguete, ya que se los han hallado (o se sabe del desarrollo de juegos) en prácticamente todas las culturas y civilizaciones.

El juego es una actividad que involucra diversión y disfrute, y también, en ocasiones, es una herramienta educativa. En la antigüedad, los egipcios fabricaban muñecas de marl y oro, y en México se organizaban juegos de pelota. El aro, los dados, la pelota, han sido de todas las edades y de casi todos los pueblos. Desde que el mundo es mundo, niños y niñas de todas las culturas han imaginado que eran samurais, soldados, indios, enarbolando palos que remedaban lanzas o fusiles.

Desde la segunda mitad del siglo XX se advierte un creciente interés por el juego para adultos. En la actualidad los juegos tienen valor comercial junto con el cine, televisión, deporte, turismo y constituyen una de las principales industrias de los llamados países desarrollados.



Auto de carrera de latón. S. XXPropiedad Museo Histórico Provincial “ Brigadier Estanislao López”.

Jugar “por deporte”En sus orígenes los juegos no se distinguían de los deportes;

en Olimpia, Grecia, se realizaba un conjunto de competencias que combinaban distintas actividades físicas: lanzamiento del disco y la jabalina, salto en largo, carreras

pedestres. Todas estas actividades físicas se terminan institucionalizando a nivel internacional en los Juegos

Olímpicos.

En lo que respecta al deporte, la Carta Europea dene como: “Todas las formas de actividades físicas que mediante una

participación organizada o no, tienen como objetivo la expresión o la mejora de la condición física y psíquica, el

desarrollo de las relaciones sociales o la obtención de resultados en competición de todos los niveles”. Así, juego y

deporte parecerían confundirse ya que la más alta manifestación de la competición deportiva lleva un nombre

ilustre que ha atravesado siglos: los Juegos Olímpicos.



El discóbolo, estatua que representa el lanzamiento del disco.

Tauromaquia, fragmento de un friso del Palacio de Knosos, Grecia.

Jugar es desaar y recrear el ordenLos juegos de laberinto, de recorrido, donde se plantea un camino con innumerables alternativas y dicultades que hay que sufrir, sortear o atravesar y donde el azar tiene un rol signicativo se remontan a épocas lejanas.

La rayuelaSe encontraron laberintos con similitudes a la rayuela, trazados en el suelo de las iglesias cristianas, que continuaron la tradición romana de los pavimentos de mosaico con ese motivo. Según una de las versiones, un monje adaptó este juego para simbolizar el origen de la vida, su desarrollo, sus dicultades y alternativas y la muerte. Por eso posee un recorrido, que termina en el cielo, pero tiene como antesalas al purgatorio y al inerno. Existen varias versiones pero todas responden simbólicamente a la necesidad de controlar a través del trazo y el dibujo un desarrollo vital que resulta imprevisible. Julio Cortázar le dio este nombre a su novela más famosa.

Los alquerques, también llamados “juegos de molino” se remontan a la antigüedad,

atribuyéndose a los comerciantes fenicios, quienes los extendieron por el Mediterráneo. Podemos

distinguir entre el Alquerque de Nueve (juego del molino), cuyo objetivo es colocar tres piezas en

línea en una misma la, y el Alquerque de Doce, que tuvo gran tradición hasta el punto de ser

comentado por Alfonso X el Sabio en el manuscrito “Libro de Ajedrez, Dados y Tablas“, quien decía que el alquerque se parecía al ajedrez pues “se

joga com o espirituo”.



Alquerque en el Libro de los Juegos de Alfonso el Sabio. S. XIII.

Laberinto del Palacio de Versalles (Francia)

Divisiones aristocráticas

Antiguamente se fabricaban juegos similares al rompecabezas para el entretenimiento de los adultos. Se construían en madera, eran cortados a mano y constituían uno de los pasatiempos preferidos de la alta sociedad, que los consideraba obras de arte. Éstos, a diferencia de los actuales, no incluían una imagen de referencia, sino que el título orientaba en la resolución del enigma.

El atractivo era ir develando poco a poco, una obra de arte. Era costumbre deslumbrar a las visitas con estos originales y elegantes juegos, que por su singular belleza y exclusividad, pasaron a formar parte de la herencia y tradición familiar. Elegancia, dicultad y delicadeza eran los incentivos fundamentales que producía el placer de reconstruir y descubrir la imagen oculta. En la actualidad los rompecabezas se realizan en diversos materiales y soportes tecnológicos, incluso informáticos y se han masicado, están más direccionados a los niños y no tienen sólo un sentido lúdico, sino también didáctico.

El juego de Ta-Te-Ti -también llamado tres en raya, o ceros y cruces, es un juego al que se le reconoce un origen milenario e incierto. Hay indicios de juegos similares ya en el siglo XIV a.C. en el Antiguo Egipto, algo más tarde en Grecia y en Fenicia. Se sabe de su existencia en Europa Occidental, sobre todo en la Península Ibérica, en el S. XIII. Hay tableros tallados en los asientos de algunas catedrales de Inglaterra donde este juego se hizo popular en el siglo XIV, cuando alcanzó su máximo apogeo en muchas cortes europeas. Ya en aquella época el juego era muy similar al que se practica en nuestros días

Se supone que la primera versión del Juego de la Oca, fue un juego de mesa regalado por Francisco I de Médicis de Florencia a Felipe II de España entre 1574 y 1587.

Rompecabezas Juego de la OcaTa-Te-Ti



Caja de Tan Gran, rompecabezas chino, tallada en marl.

Tablero de Juego de la Oca. 1833.

Tablero de juego grabado en piedra de la Ciudad de Toro, en la provincia de Zamora.

Juegos de este lado del marEn Mesoamérica, se jugaba un juego similar a la oca, llamado Patolli. En él se empleaban frijoles o cañas. Era un juego de tablero en forma de cruz, y los participantes debían recorrer un total de 104 casilleros.

Al parecer el Patolli tenía un sentido ceremonial y religioso. También tenían este sentido algunos juegos similares a deportes que hoy conocemos como base-ball, hockey, fútbol, etc.

Los deportes que utilizan pelotas de goma, practicados en campos especialmente diseñados, son patrimonio cultural de exclusivo origen mesoamericano ya que el caucho pertenece a la ora de este continente.



Ilustración del Juego de Patolli, Còdice Magliabecchi. S. XVI.

Juegos de pelota maya.

Campo del juego de pelota Chichen Itzá, México y detalle del aro.

Mapuches jugando “chueca” o “pailin”. Ilustración del padre Alonso de Ovalle en su Histórica Relación delReyno de Chile. 1645-1646.

Juegos que vienen del otro lado del marCertámenes guerreros, luchas lúdicas, torneos, desafíos y justas serán las primeras exhibiciones con las que el español se divertirá en América. Para ello contó con el caballo.

España introdujo en el “Nuevo Mundo” desde el principio de la conquista y colonización diversiones como el ajedrez (que Cortés le enseñó a Moctezuma), damas, juegos de pelotas, dados. Los juegos españoles tenían tres características fundamentales: el sentido caballeresco del medioevo, ciertos inujos cortesanos y la violencia.

Los dados eran el entretenimiento preferido de la soldadesca y la gente joven, aunque acarreaba lamentables consecuencias y terminaba en contiendas muy cruentas.

Las cartas empleadas para jugar se llaman “barajas”, que signicaba “pelea, contienda o riña”, y si bien las leyes castigaban a los que tenían en la baraja un medio de vida no muy honesto y también a los expertos en el manipuleo de los dados, la pasión por el juego se extendía a todas las esferas sociales y hacía perder los estribos a los más encopetados y rancios miembros de la nobleza.

La conquista dio más impulso al juego y a los tahúres que así “se hacían su propia América”. A pesar de las prohibiciones, en los siglos XVI y XVII el juego era una plaga en España, especialmente en la corte, refugio de vividores, aventureros y truhanes, algunos con mucho dinero, no siempre bien habido. .

Sofonisba Anguissola. “La partida de ajedrez”. 1555.

Jan Steen. “Discusión por un juego de cartas”.

Caravaggio. “Los tramposos”. 1594.

Adriaen Brouwer. “Pelea de campesinos jugando a las cartas”.

Los juegos, según Alfonso X el Sabio, rey de España durante el siglo XIII, eran un don de Dios concedido a los hombres para alegrar sus desabrimientos. Este rey fue el

primero en legislar en esta materia y el primero en permitir en España el establecimiento de casas de juegos

llamadas Tafurerías.

Decía que el juego era para que los hombres no sufrieran “las cuitas y los trabajos cuando les viniesen”. Sin

embargo había gente a la que el juego, en vez de quitar las “cuytas”, se las creaba; porque había jugadores de carácter violento que se peleaban en las tafurerías del

rey.



Juegos en las márgenes del Paraná.Los pueblos originariosEn nuestro actual territorio provincial, el juego de pelota era practicado por los mocovíes y por los tobas que también conocieron la lucha cuerpo a cuerpo y las carreras a pie. Durante un encuentro deportivo, dos tribus confrontaban su destreza y disputaban elementos materiales y el prestigio de cada grupo. También conocieron los juegos de azar, ya que la costumbre de apostar siempre ha acompañado al hombre en su intento de aventajar al destino; entre los mocovíes, por ejemplo, se jugaba al "volé" que era una especie de ludo.

La mayoría de las niñas aborígenes tenían muñecas, que eran fabricadas por sus madres o por ellas mismas de acuerdo con la visión de su propia cultura. También se jugaba con arco, echa, boleadoras, hondas y a montar el caballo, actividades que le permitirían en la adultez desenvolverse en su mundo.

Algunos investigadores arman que los guaraníes inventaron el “futbol”, ya que este juego precolombino, llamado Manga ñembosarái, es registrado y documentado por sacerdotes jesuitas en las reducciones desde 1639; dos siglos antes de que fuera conocido y reglamentado en Inglaterra. Lo que hoy conocemos como fútbol se empezó a jugar en los colegios ingleses a partir del siglo diecisiete, pero la primera reglamentación sería la de Cambridge en 1846 y la primera Football Association (FA), de Londres, solo apareció en 1863. La FIFA se creó en París en 1904..El padre jesuita José Cardiel (1704-1782), en su libro “Las misiones del Paraguay”, arma: “Después de la misa se reparten la faenas de toda la semana, y se van a comer y a jugar a la pelota, que es casi su único juego. Pero no la juegan como los españoles: no la tiran y revuelven con la mano. Al sacar, tiran la pelota un poco en alto, y la arrojan con el empeine del pie del mismo modo que nosotros con la mano. Y al volverla, los contrarios lo hacen también con el pie; lo demás es falta. Su pelota es de cierta goma, que salta mucho más que nuestras pelotas. Júntanse muchos a este juego y ponen sus apuestas de una y otra parte…”

Imagen del documental “Los Guaraníes inventaron el Fútbol" de Marcos Ybáñez.

El padre José Manuel Peramás (1732-1793) en “La República de Platón y

los Guaraníes” arma: “Los Guaraníes jugaban también a la pelota, una

pelota de goma compacta, tan botadora y ligera, que recibido un

primer impulso, sigue dando botes por mucho tiempo sin pararse y sin

conocer pausa ni descanso, repitiendo al caer por su propio peso los grandes

saltos. Los Guaraníes no juegan a la pelota como nosotros con la mano,

sino que la envían y la vuelven a recibir con la parte superior del pie descalzo con gran rapidez y mucha

destreza”.



Florian Paucke. Niños jugando.

Juegos en Santa Fe la Vieja

Juego de trucos: es una especie de billar que se juega en mesas de

paño con tacos y bolas. Por extensión se llamó casas de trucos a los lugares donde se practicaban juegos de salón como el ajedrez, damas y chaquete. Según Zapata Gollan, Santa Fe tuvo su casa de trucos que tal vez ya existía en la ciudad vieja.En Santa Fe de la Vera Cruz la casa de juego, estaba ubicada frente a la plaza, en las inmediaciones del Cabildo (actuales calles San Jerónimo y 3 de febrero) y se jugaba además a las damas, al ajedrez y quizás a la taba en la huerta o en el terreno baldío que se encontraba en la misma propiedad.

Chaquete: fue un juego del período colonial que tuvo suerte varia en cuanto

a su tolerancia; era muy antiguo y se parecía a las tablas reales con dos o tres dados, chas y un tablero de dos campos, dividido cada uno en dos secciones con seis casas. No fue de difusión popular por el costo de los materiales y su difícil adquisición.

Naipes: los utilizados eran los españoles y los franceses que tienen cuatro palos

o colores que representaban los cuatro estados o estratos sociales de la época: los eclesiásticos, simbolizados por las copas o cálices y en los franceses por corazones; la nobleza por las espadas, o lanzas o picas en los franceses, los comerciantes o burgueses, por los oros y su equivalentes franceses los diamantes y los cazadores y labradores por los bastos y en Francia con la hoja de trébol..



A pesar de las restricciones, la tripulación de la expedición de Gaboto trajo consigo gran cantidad de dados de hueso. Se recuperaron 60 dados en el fondo del foso del fuerte. El tamaño de los mismos tiene un rango entre 0,5 cm a 0,7 cm.

El Tratado de ajedrez, dados y tablas de Alfonso X (1283) ilustra y describe el juego de dados que fue practicado tanto en los tiempos de la España musulmana como cristiana. Sin embargo, en el siglo XVI, las autoridades españolas establecen

regulaciones para impedir los males derivados de los juegos de azar. La documentación histórica expresa el descuido de las guardias a causa de los juegos de azar, como uno de los tantos

factores que contribuyeron a la destrucción de Sancti Spiritus. En la información sumaria hecha por Gaboto en octubre de 1529, se trató de dirimir responsabilidades en la pérdida total del fuerte y su probable relación con el juego

Fichas de chaquete, provenientes de las excavaciones de Santa Fe la Vieja.

Dados, provenientes de las excavaciones de Sancti Spiritus.

Juegos en Santa Fe Según Zapata Gollan la primera "timba" del Río de la Plata fue en Sancti Spiritus. Gaboto establece el fuerte y parte en busca de las Sierras del Plata, dejando a cargo al Capitán Gregorio Caro, quien “mata” el ocio en el juego con sus ociales y tripulantes.En la ciudad se practicaron diversos juegos que eran muy ampulosos y lujosos en España y Perú y que se “aplebeyaron” en el Río de la Plata.

En nuestra ciudad se practicó:

Juego de cañas: los cristianos adoptaron este juego de moros, no

sólo porque le daba mayor esplendor a las estas sino también porque era un viril ejercicio y adiestramiento de los caballeros. La cañas eran secas y se arrojaban como echas mientras los jinetes iban al galope. Se formaban cuadrillas, se ubicaban una frente a otra y al son de la trompeta se enfrentaban por turno uno a uno. Aquí intervenían indios, negros y mulatos en reemplazo de los vecinos destacados. Solía ser perjudicial como cuando provocó la muerte de un hombre y un niño, hecho que originó su prohibición absoluta desde 1698 hasta 1708.

Corrida de sortijas: era una de las diversiones criollas más

tradicionales, que todavía perdura. También su origen se remonta a los ejercicios de destreza de los jinetes moros. El juego estaba destinado a los mejores caballeros y fue aprendido por los cristianos de la más alta nobleza, convirtiéndolo en un espectáculo de destreza, lujo y ostentación. El caballero que erraba en su intento de ensartar la sortija con la punta de su lanza y al galope tendido de su caballo, no podía intentarlo de nuevo si no conseguía la licencia de una dama para hacerlo. El objetivo de todo este alarde era conseguir el reconocimiento femenino. En nuestra región la sortija no se corre enmarcada en palcos cubiertos por ricos ornamentos sino a campo abierto a lo largo del camino, su público son hombres y mujeres de pueblo y los premios un pañuelo de cuello, un par de zapatillas, una botella de vino, un modesto cuchillo. Según el médico y viajero italiano Pablo Mantegazza en estas patrias o religiosas jamás faltaba en la plaza de la aldea un arco del que pendía un pequeño anillo de oro apenas sostenido de una cinta de seda.

Ángel Della Valle. “Corrida de Sortija”. 1893.

Juegos ecuestres. Imagen de El Armorial de la cofradía de Santiago de la Fuente de Burgos. S. XIV..



Juegos en Santa Fe

Toros: según Zapata Gollan hasta en los siglos XIII y XIV, en las corridas de toros se

les perseguía dándoles muerte con dardos arrogadizos. Estas eran verdaderas corridas, pues los toros, acosados por el pueblo huían hasta caer heridos de muerte por sus perseguidores.

En el siglo XIX se comenzó a torear a caballo y con espada, aunque se continuaba con la costumbre de correr a los toros y lidiarlos en calles y plazas para celebrar estas públicas y privadas.

En Santa Fe se acostumbró desde los primeros años a celebrar el día de San Jerónimo, patrono de la ciudad, con una esta de toros y cañas. Según Zapata Gollan “las corridas no podían hacerse en el caserío, formado por ranchos de paja y algunas viviendas de tapias a lo largo de las calles polvorientas marcadas por las profundas huellas de las pesadas carretas de macizas ruedas de algarrobo y flanqueadas de zanjas y cercos vivos de tunas y enredaderas silvestres, sino a campo abierto, quizás en las tierras del ejido hasta que los toros (…) caían heridos de muerte como víctimas propiciatorias de un antiguo rito pagano”. Como dato curioso Zapata Gollan agrega “que el espectáculo mismo no tendría más espectadores que los que participaban activamente en él, pues solo desde muy lejos se podría divisar la polvareda levantada por las uñas y los cascos de los animales que corrian…”

Riñas de gallo: la ación a los gallos fue universal y sin dudas una de

las más populares. Participaba por lo general, toda la sociedad, desde personas distinguidas hasta esclavos. Todos los asistentes a una pelea, acudían armados, tanto aquellos que podían portar armas como quienes las tenían prohibidas.

Durante los combates el ambiente era ensordecedor, las apuestas se cruzaban en medio de un griterío infernal. Alrededor del reñidero, hacían apuestas funcionarios del gobierno, comerciantes, pulperos, frailes y criollos mientras los gallos se desangraban a golpes de espuelas y picotazos.

Ángel Della Valle. “Corrida de Sortija”. 1893

Maqueta de Santa Fe en 1824. Detrás del Cabildo, por donde se ven los árboles, se encontraba el reñidero, lugar donde se realizaban las riñas de gallo.

Francisco de Goya. “Los toros de Burdeos”.



Otros juegos en Santa Fe

Taba: Este juego fue conocido en Grecia y Roma y hasta entre los árabes y los

etruscos, lo relacionaban con procedimientos de adivinación.

Se llama así al hueso que tiene el animal vacuno, en la pierna, en la parte que forma el garrón. Aunque también tienen taba los ovinos, cerdos, etc., la empleada en el juego es la de vacuno.

La taba tiene una parte cóncava labrando sus rugosidades, como en forma de S o formando dos caras, del lado opuesto es casi lisa. Cara o “suerte” se llama la parte de la S. “Culo” a la parte lisa o contraria. El juego consiste en arrojar la taba tratando que caiga con la suerte hacia arriba. El hueso se arroja tantas veces como sea necesario para que gane uno de los jugadores.

Bochas: a principios del siglo XVIII se lo conocerá por bochas (de "boccia", bolas

en toscano). Eran pelotas de madera de mediano tamaño, que se hacían rodar o se arrojaban de forma calculada hacia otra más pequeña que se llamaba “boliche o bochín”.

Palo enjabonado: requiere de mucha destreza y consistía en llegar

a la punta de un poste que estaba engrasado. Arriba estaban los premios como chales o bolsas con dinero.

Ramón Bayeu y Subías. “El juego de bochas”. Tapiz. 1784.

Taba: Para jugar se prepara la cancha, tratando de despejar el suelo de pastos y otros accidentes del terreno. Para que quede bien rme se lo humedece un poco. Los jugadores, unos parados, otros en cuclillas, rodean los costados de la cancha, haciendo sus apuestas de “Al tiro voy… tanto” (al que tiraba la taba), o “Al que espera, juego” (contrario).



Juegos de niños En la época colonial, los niños solían “anaranjear” algún gallo, es decir, lo mataban arrojándole naranjas. Otro juego era “el toro” en el que los chicos imitaban toro y torero para ver quien resistía más las embestidas sumando puntos. La variante era embestirse con cañas o espadas de madera. Solían jugar en inmensos huecos y baldíos que abundaban en la ciudad. Esos lugares eran “paraísos” donde pescar ranas en los charcos, cortar cañas o hacer con ellas lanzas imitando los combates.

Se jugaba también a la escondida. Las nenas jugaban con muñecas de cuero o de tela, corrían con el aro, cantaban y bailaban con castañuelas y panderetas, saltaban a la cuerda o hacían rondas como las de San Miguel, Arroz con leche, Mambrú o sobre el Puente de Avignon. Disfrazarse también era un juego de nenas, igual que las adivinanzas y la rayuela.

Indudablemente, chicos y chicas de todos los tiempos se las ingeniaron para divertirse y crear juegos. No obstante el tiempo de los juegos, terminaba con la infancia, alrededor de los diez años. Luego –para ricos y pobres- llegaban las obligaciones que en dos o tres años más los convertirían en adultos. Los varones debían ocupar su lugar en el mundo; los más pobres a trabajar y los más ricos a estudiar. Las niñas debían aprender las virtudes que las preparaban para un único destino: el matrimonio, por lo que aprendían poca escritura y mucha costura y música.



Regalo de navidad. 1927.

Visitando a mis amigos en monopatín. 1933.

Familia de muñecas .1930.

“La piccola Silvietta”. Fotografía de 1915.

Juegos virtuales

Actualmente la pantalla de la computadora constituye un nuevo espacio de desarrollo de la acción lúdica. Con el apoyo de sosticadas tecnologías se generan mundos alternos y virtuales que evocan la vida real. Los juegos tradicionales, en las grandes ciudades, lentamente están siendo reemplazados por los juguetes electrónicos, tanto por la falta de espacio, como por la vertiginosidad y las nuevas necesidades de seguridad en que se desarrolla la vida moderna.

Según algunos especialistas, como Alfonso Gonzales Herrero, el mundo de los videojuegos ha sufrido numerosas transformaciones desde que en 1952 se creara el primer juego de “Las 3 en Raya”, y en 1972 se comercializaran los primeros video juegos a través de primitivas videoconsolas caseras y máquinas recreativas. Sin embargo, no sería hasta los años 80, tras la invención del ordenador personal de IBM, cuando la industria de los videojuegos viviera su primer gran impulso.

La aparición y popularidad de Internet en los años 90 ya hacían prever que, tarde o temprano, se produciría una convergencia tecnológica entre el mundo de los videojuegos e Internet, si bien, las limitaciones de las tarjetas grácas de los ordenadores y del ancho de banda de la red de Internet no lo han hecho posible hasta hace pocos años. Así, ha sido a principios de este siglo cuando los principales fabricantes de videoconsolas (Microsoft, Nintendo y Sony) han podido lanzar al mercado aparatos con capacidad de conexión a Internet —en paralelo a las mejoras en la infraestructura de conexión de la Red— y han surgido nuevas empresas especializadas en videojuegos online, a los que se puede acceder ahora sin necesidad de comprar una videoconsola.



Aprender jugandoLas distintas sociedades a lo largo de la historia desarrollaron una enorme multiplicidad no homogénea ni universalizable de ideas, saberes, experiencias y prácticas respecto de qué es educar, quiénes lo hacen, cómo se lleva adelante esta tarea, y a través de qué medios. Los juegos no han estado ausentes entre las estrategias educativas utilizadas en las aulas para potenciar los aprendizajes. Segun Piaget, "(...) los juegos ayudan a construir una amplia red de dispositivos que permiten al niño la asimilación total de la realidad incorporándola para revivirla, dominarla, comprenderla. De tal modo, el juego es esencialmente de asimilación por el yo. (Seis estudios de Psicología, 1985, 20).

Desde Froebel hasta Maria Montessori, muchos pedagogos y pedagogas han pensando en la ludicidad como una pedagogía especíca que permita mejores y mas satisfactorios aprendizajes.

En nuestro contexto local merecen destacarse los trabajos de Rosario Vera Peñaloza (...) el valor esencial del juego, desde el punto de vista educativo, estriba en la libertad con que el niño ha de entregarse a él; en el bien y en la dicha que experimenta cuando juega (...). Por eso el juego debe producir, ademásdel entretenimiento físico, los elementos de toda práctica y de todo conocimiento (...) El niño vuelve contento alhogar después de esa amena continuidad de juegos sujetos a propósitos que se descubren fácilmente: fortalecerla naturaleza física de ésta en la edad infantil, ejercitar los sentidos, transformar su actividad sin restringirla,dirigiéndola hábilmente, en forma productiva (...). Es así como trabajamos aunque parezca que jugamos (Vera Peñaloza, citado en Pastorino et al, 1994).



Rosario Vera Peñaloza.

María Montessori.

Método Montessori.

Método Montessori.

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