Salmo 131 y su relación con la Espiritualidad Marista en...
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UNIVERSIDAD RAFAEL LANDIVAR FACULTAD DE TEOLOGÍA
“Salmo 131 y su relación con la Espiritualidad Marista en el documento Agua de la Roca”
TESIS
ALEJANDRO GUSTAVO HERRERA GALICIA Carné 1500402
Guatemala, enero de 2012 Campus Central
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UNIVERSIDAD RAFAEL LANDIVAR FACULTAD DE TEOLOGÍA
“Salmo 131 y su relación con la Espiritualidad Marista en el documento Agua de la Roca”
TESIS
Presentada ante el Consejo de la Facultad de Teología
Por: ALEJANDRO GUSTAVO HERRERA GALICIA
Previo a optar el título y grado académico de: Licenciado en Ciencias Religiosas
Guatemala, enero de 2012 Campus Central
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AUTORIDADES DE LA UNIVERSIDAD RAFAEL LANDIVAR
P. Rolando Enrique Alvarado López, S. J. Rector
Dra. Lucrecia Méndez de Penedo Vicerrector Académico
P. Carlos Rafael Cabarrús Pellecer, S. J. Vicerrector de Investigación y
Proyección
P. Eduardo Váldes Barría, S. J. Vicerrector de Integración
Universitaria
Lic. Ariel Rivera Irías Vicerrector Administrativo
Licda. Fabiola de la Luz Padilla Beltranena Secretaría General
CONSEJO DE LA FACULTAD DE TEOLOGIA
Decano M.A. Rodolfo Alberto Marín Angulo
Secretario Lic. Guillermo Enrique Tellez
Director del ICCRE Lic. Abdón Camacho fsc.
Directora Licenciatura en Teología M.A. María de la Luz Ortiz Martínez
Director del Diplomado en Teología Lic. Francisco Romero González
Director del Profesorado en Filosofía M.A. Agustín Maté Mansilla
ASESOR DE TESIS
Lic. Manuel Vallejo Plaza, fms.
REVISOR DE TESIS
M.A. María de la Luz Ortiz Martínez
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Guatemala, 30 de octubre de 2011
Consejo de Facultad de Teología
Universidad Rafael Landívar
Guatemala
Estimados señores del Consejo:
Por este medio tengo el agrado de comunicarles que el estudiante ALEJANDRO
GUSTAVO HERRERA GALICIA, con carné 15004-02 ha concluido su trabajo de
tesis titulado: “Salmo 131 y su relación con la espiritualidad marista en el
documento Agua de la Roca”
He acompañado y asesorado el proceso de elaboración de la tesis de Alejandro,
llegando a la constatación que la misma demuestra, sobre todo en el capítulo
cinco, la relación que existe entre el salmo 131 y la espiritualidad marista.
La tesis a su vez, ofrece un aporte enriquecedor a la espiritualidad marista, en su
sencillez laica, como el salmo 131, que es apostólica, mariana y contemplativa (en
el sentido amplio de la palabra), y a todos los que se sientan llamados a vivirla.
Después de la revisión completa, la avalo, pues considero que cumple con los
requisitos necesarios que establece la Facultad de Teología de la Universidad
Rafael Landívar. Por lo tanto, solicito a ustedes, sea sometida a los trámites
correspondientes en la fecha que consideren oportuno elegir.
Atentamente,
Manuel Vallejo Plaza, fms
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Señor, he decidido confiar sólo en Ti. Hoy penetro mi corazón y confieso que no encuentro orgullo.
Ahora veo hacia dónde se enfoca mi mirada y mis intenciones no son soberbias. En este momento dirijo mis pasos y procedo sin intentar endiosarme.
Porque me conozco claramente y con honestidad.
Sé que no me engaño a mí mismo. Por eso juro que sereno todo mis ser:
mis pensamientos, sentimientos y acciones. En este momento deseo ser humilde.
Mis deseos interiores los sostengo como una madre acoge a su hijo en los brazos.
Deseo que esta experiencia que ahora vivo la vivan todos aquellos con los que me encuentro.
Esos que quiero y son mi hermano y mi hermana. Y también aquellos a los que sirvo con mi vida.
(Reelaboración libre del salmo 131, Alejandro Herrera, fms).
A Julio Valbuena Garrán, fms. Vives en el ahora eterno con Dios. Gracias por enseñarme la humildad marista con tu vida.
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ÍNDICE
Índice 6
Resumen 8
Introducción 9
Capítulo I: Espiritualidad 11
1. Características de la espiritualidad cristiana 12
2. Espiritualidad cristiana y el libro de los salmos 17
Capítulo II: El libro de los salmos 19
1. Características generales 20
1.1 Nombre del libro 20
1.2 Numeración de los salmos 21
1.3 Las cabeceras de los salmos 23
1.4 Colecciones y formación del salterio 24
1.5 Datación del salterio 25
2. Géneros literarios en los salmos 26
3. Los salmos de confianza 28
Capítulo III: El salmo 131 30
1. Texto 30
2. Género y situación 31
3. Desdoblamiento psicológico y experiencia mística 33
4. La comparación del niño 36
5. Exégesis 38
6. Transposición espiritual y cristiana 43
7
Capítulo IV: Agua de la Roca 45
1. Nombre y motivo del documento 45
2. Estructura del documento 47
3. Características esenciales de la Espiritualidad Marista en Agua de la Roca 47
3.1 Presencia y Amor de Dios 48
3.2 Confianza en Dios 49
3.3 Amor a Jesús y su Evangelio 50
3.4 Al estilo de María 52
3.5 Espíritu de Familia 54
3.6 Una espiritualidad de sencillez 55
Capítulo V: Relación entre el salmo 131 y Agua de la Roca 59
1. Actitud de humildad y sencillez 60
2. Experiencia mística de unidad, abajamiento y abandono 63
3. Maternidad espiritual 65
3.1 La Buena Madre 66
3.2 María paradigma espiritual 68
4. Comunidad de fe y esperanza 69
Conclusiones finales 73
Referencias bibliográficas 76
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UNIVERSIDAD RAFAEL LANDÍVAR FACULTAD DE TEOLOGÍA SALMO 131Y SU RELACIÓN CON LA ESPIRITUALIDAD MARISTA EN EL DOCUMENTO AGUA DE LA ROCA
TESIS Presentada al Consejo de la Facultad de Teología por: ALEJANDRO GUSTAVO HERRERA GALICIA, fms. Previo a conferírsele el grado académico y título profesional de: LICENCIADO EN CIENCIAS RELIGIOSAS
Guatemala, diciembre de 2011
RESUMEN
La espiritualidad es una experiencia en el interior del ser humano, de tipo
inmaterial, relacionado con el espíritu religioso y lo trascendente a la persona; que
lo provee de sentido de vida y lo lleva a comportarse en coherencia con tal
experiencia. Este trabajo está centrado en la espiritualidad cristiana y marista.
El libro del los salmos es uno de los más desafiantes para la investigación bíblica.
Sin embargo, ha sido posible que diversos autores expongan sus investigaciones
para una mejor comprensión del salterio. El salmo 131 es un salmo de confianza
individual que se abre a la comunidad en el que el orante fundamentalmente
expresa su actitud de humildad y de confianza total en Dios.
Agua de la Roca es un documento sobre espiritualidad marista que la presenta en
seis características fundamentales: presencia y amor de Dios, confianza en Dios,
amor a Jesús y su Evangelio, al estilo de María, espíritu de familia y de sencillez.
La relación entre el salmo 131 y Agua de Roca se aprecia en cuatro puntos: la
actitud de humildad y sencillez, una experiencia mística de unidad, abajamiento y
abandono, la maternidad espiritual y una comunidad de fe y esperanza en la
misión.
Es claro que la espiritualidad marista es una realidad dinámica imposible de
reducir a unas expresiones o unas formas específicas y que, por tanto, puede
encontrar múltiples formas de expresión y de realización en la vida de quienes
acogen este estilo de seguimiento de Jesús.
9
INTRODUCCIÓN
El presente trabajo es la tesis titulada “Salmo 131 y su relación con la
espiritualidad marista en el documento Agua de la Roca.” La idea principal que
desarrolla es que entre el texto del salmo 131 y las características de la
espiritualidad marista, que presenta el documento Agua de la Roca, existe una
estrecha relación que se verifica al comparar los elementos distintivos de uno y
otro.
El salmo 131 es un poema bíblico que pertenece al conjunto de la lírica,
contenida en el libro de los salmos. Su fecha de composición es muy difícil de
precisar, pues lo que se sabe es que todo el conjunto de los salmos fue
compuesto entre los siglos XI y III a.C., pero su contexto de composición es un
poco más claro, ya que se encuentra dentro de la cultura judía con rasgos muy
característicos de la época sapiencial.
Agua de la Roca es un documento publicado en Roma en el año 2007. En él
se presenta la espiritualidad marista que brota de la tradición de Marcelino
Champagnat, fundador del Instituto religioso de los Hermanos Maristas de la
Enseñanza. El documento es una relectura de la historia espiritual marista
para actualizarla y así ayudar a que continúe el desarrollo de este carisma
dentro de la Iglesia y el mundo.
Esta tesis tiene como objetivo general identificar los puntos de relación
existentes entre el salmo 131 y la espiritualidad marista expuesta por el
documento Agua de la Roca, para enriquecer la comprensión que actualmente
se tiene de dicha espiritualidad.
En línea a conseguir el objetivo general se buscan metas intermedias como:
presentar una visión actual de la espiritualidad en general y de la espiritualidad
cristiana en particular, reconocer los principales elementos que hacen posible
10
entender el libro de los salmos y su valor para la espiritualidad cristiana,
analizar cada una de los detalles que dejan ver el significado del salmo 131 y
analizar las características de la espiritualidad marista presentadas por el
documento Agua de la Roca, tesoro invaluable de una tradición espiritual
marista.
La tesis presenta cinco capítulos que desarrollan cada uno de los siguientes
temas: la espiritualidad en el primer capítulo, el libro de los salmos en el
segundo capítulo, el salmo 131 en el tercer capítulo, Agua de la Roca en el
cuarto capítulo y la relación entre el salmo 131 y Agua de la Roca en el quinto
capítulo.
Como cierre de la tesis y fruto del estudio realizado, se presentan algunas
conclusiones que sintetizan el aporte hecho a través de esta investigación. Al
final se muestra las principales referencias bibliografía que sustentan este
estudio.
11
Capítulo I
La Espiritualidad
Hablar de espiritualidad puede llevar a equívocos, sobre todo por la influencia de
aquellos modos de pensar que la reducen a una beatería estéril y aislada que se
contenta con prácticas cultuales.1 O también la idea de que la espiritualidad es
algo exótico y esotérico, paranormal, santurrón o que no pertenece a este mundo.
Es muy difícil que la espiritualidad se entienda como algo que forma parte
fundamental de la vida cotidiana común y corriente, como algo no negociable que
está referido a un elemento vital de la fe en el centro mismo de nuestras vidas.2
El Diccionario de la Lengua Española define espiritualidad como aquello que tiene
naturaleza y condición de espiritual, entendiendo por espiritual lo perteneciente o
relacionado al espíritu. Además define la espiritualidad como la cualidad de las
cosas espiritualizadas o reducidas a la condición eclesiástica, una obra o cosa
espiritual y el conjunto de ideas referentes a la vida espiritual.3
Según el Nuevo Diccionario de Espiritualidad, la espiritualidad se define como la
experiencia del ser humano en la que éste vive conscientemente abierto a la
trascendencia, o dicho de otra manera, es la coincidencia del espíritu humano con
el espíritu divino. De este modo, la espiritualidad se atribuye a todo ser humano
que esté abierto al misterio y viva según sus verdaderas dimensiones.4
El Catecismo de la Iglesia Católica define la espiritualidad como el carisma
personal de un testigo del amor de Dios hacia los hombres que es transmitido a
1 Cf. DE FIORES, S.; GOFFI., T. (1991). Nuevo Diccionario de Espiritualidad. Quinta edición. España. Editorial San Pablo, página 7. 2 Cf. ROLHEISER, R. (2003). En busca de la espiritualidad: lineamientos para una espiritualidad cristiana del siglo XXI. Primera edición. Buenos Aires. Grupo editorial Lumen, página 17. 3 REAL ACADEMIA DE LA LENGUA (2001). Diccionario de la Lengua Española, tomo I. Vigésimo segunda
edición. España. Editorial Espasa Calpe, página 981. 4 DE FIORES, S., op. cit., página 627.
12
otros con la finalidad de que estos participen de ese mismo espíritu. Este carisma
personal es reflejo de la pura y única luz del Espíritu Santo.5
Según Ronald Rolheimer (OMI), especialista en Teología sistemática y
espiritualidad, la espiritualidad es aquello que da forma a nuestras acciones y que
conforma nuestro deseo.6 El deseo hace actuar, y al actuar, lo que se hace podrá
llevar a una mayor integración o a la desintegración personal, al fortalecimiento o
deterioro de nuestra relación con los demás, con el entorno y con Dios.7
De lo expuesto se puede concluir que la espiritualidad, en un sentido amplio, es
una experiencia en el interior del ser humano, de tipo inmaterial, relacionado con
el espíritu religioso y lo trascendente a la persona. Esta experiencia en el interior
del ser humano, lo provee de sentido de vida y lo lleva a comportarse en
coherencia con tal experiencia.
La espiritualidad toma forma en las distintas religiones. Este trabajo se centrará en
la espiritualidad cristiana.
1. Características de la Espiritualidad Cristiana.
A continuación se definirán las características de la espiritualidad cristiana
tomando en cuenta los aportes hechos por diferentes autores. Se expondrán
dichas características intentando presentarlas en forma sintetizada y sin perder la
esencia de lo que cada uno quiere resaltar.
El Nuevo Diccionario de Espiritualidad presenta las siguientes características de la
espiritualidad cristiana desde una perspectiva antropológica:
5 Catecismo de la Iglesia Católica (1993). Segunda edición. España. Asociación de Editores del Catecismo. Página 583. 6 ROLHEISER, R., op. cit., página 18.
7 Cf. Ibíd., página 18.
13
La espiritualidad como opción fundamental y horizonte significativo de la
existencia: se refiere a la cualidad por la cual la espiritualidad es privilegio de
las personas auténticas que de cara a lo real y a la historia han comprobado
una elección axiológica decisiva, fundamental y unificante, capaz de dar
sentido definitivo a la existencia.8 Como lo expresó Paul Tillich “ser religioso
(espiritual) significa andar apasionadamente en busca del sentido de la vida y
mantenerse abierto también a las respuestas que puedan conmovernos
profundamente.”9
La espiritualidad como experiencia de Dios: quiere decir que para el ser
humano contemporáneo y máxime para el cristiano es de vital importancia dar
cuenta de su experiencia de fe, entendida ésta como presencia vivida y
encuentro de comunión con Dios. El creyente de hoy se ve obligado a
demostrar que su fe no es pura abstracción, sino que constituye una
experiencia real de vida.10 Por ello el teólogo Karl Rahner llegó a afirmar que
“el cristiano del futuro o será místico, es decir una persona que ha
experimentado algo, o no será cristiano.”11 El mismo teólogo explica que
entiende la “mística” no como un fenómeno parapsicológico sino una “auténtica
experiencia existencial de Dios.”12
La espiritualidad como compromiso en el mundo: se refiere a la intención
humana por vivir en la vida ordinaria lo mismo que se vive en los tiempos de
oración, retiro y desierto. La experiencia espiritual conlleva la construcción de
un mundo mejor a través de las acciones concretas de cada día.13 Por ejemplo,
el tiempo pasado en la oficina, con lo que supone de trabajo y relaciones con
8 DE FIORES, S., op. cit., página 627. 9 TILLICH, P. (1970). La dimensión perdida. España. Editorial Desclée Brouwer, página 49. 10 DE FIORES, S., op. cit., página 630. 11 RAHNER, K. (1969). Espiritualidad antigua y actual. Escritos de Teología, t. 7. Madrid. Editorial Taurus, página 25. 12
RAHNER, K. (1982). Ser cristiano en la Iglesia del futuro, en Selecciones de Teología 84. 13
DE FIORES, S., op. cit., página 633.
14
otras personas, los estudios, el trabajo de campo o en la fábrica, se vuelven
experiencia espiritual, en la medida en que la intención humana esté guiada
por los valores espirituales y de fe, y al mismo tiempo que le acompañe la
consciencia plena de la búsqueda de una mayor perfección, más desarrollo y
un esfuerzo por el desprendimiento.14 Dicho de una manera resumida quiere
decir vivir con pasión en la vida cotidiana, pero sin posesión por las cosas.
La espiritualidad liberadora: está muy ligada a la experiencia teológica
latinoamericana que surge del contexto de injusticia de ese continente. Esta
característica de la espiritualidad implica actitudes fundamentales como la
conversión hacia el prójimo oprimido, la celebración histórica del misterio
pascual, la gratitud, la alegría y la esperanza.15
La espiritualidad comunitaria: Dios se experimenta en la comunidad. Se
realza la mística de la comunidad, en la cual es importante la participación y la
fraternidad, la escucha y la docilidad, el diálogo y la aceptación incondicional.
En todo ello Dios está presente. De las distintas definiciones de Iglesia, según
esta característica, se resalta la de Iglesia Pueblo de Dios, definición aportada
por la reflexión de los obispos en el Concilio Vaticano II.16
Riccardo Tonelli17 señala como características de la espiritualidad cristiana las
siguientes:
La “fuga del mundo”: esta característica hace referencia a la búsqueda
apasionada que el ser humano hace de Dios. La persona vive una profunda
sed de Dios que es deseo entrañable de alcanzarlo. En esta búsqueda de Dios
14 Cf. TEILHARD DE CH., P. (1981). El medio divino: ensayo de vida interior. Madrid. Editorial Taurus, página 27. 15 Ibíd., página 634. 16 Ibíd., página 636. 17
TONELLI, R. (1989). La gran dimensión de un proyecto de espiritualidad para el joven de hoy. Primera edición. Roma, página 173. Ricardo Tonelli es profesor de Teología Pastoral en la Universidad Pontificia Salesiana de Roma.
15
la estructura de la vida y del mundo se vuelve un obstáculo, por eso el ser
humano se aleja de éste y opta por dedicar toda su vida con radicalidad a lo
sagrado, lo religioso o las cosas de Dios. Es una característica muy propia de
los primeros siglos del catolicismo.
La Encarnación: se refiere a la espiritualidad como un estilo de vida en la que
la identidad personal se define y estructura con Jesucristo y su evangelio, el
cual un día expresó: "El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha
consagrado por la unción. Él me envió a llevar la Buena Noticia a los pobres, a
anunciar la liberación a los cautivos y la vista a los ciegos, a dar la libertad a
los oprimidos y proclamar un año de gracia del Señor.”18 Es en Jesús de
Nazaret que Dios y el ser humano se acercan y se encuentran. Esto significa
una característica por la cual la causa de Dios se funde con la causa de la vida.
El cuidado, la defensa, el respeto y la dignificación de la vida son
características distintivas de la espiritualidad cristiana porque Dios está
presente en la vida y la vida en Dios.
André Lanfrey considera que la espiritualidad cristiana está integrada por tres
componentes complementarios entre sí, a saber:
Componente místico: referido a la experiencia de pasividad radical en el
encuentro con Dios que lleva a la transformación de la persona.19 Por
pasividad radical se entiende esa experiencia en la que el ser humano no hace
absolutamente nada por encontrarse con Dios. No depende de su esfuerzo
físico o psicológico el que esto suceda. La persona se abandona, confía y Dios
irrumpe en su realidad interior y exterior y éste queda sobrecogido por ella.
Componente ascético: se refiere al elemento que se distingue por la lucha
que el ser humano hace contra sí mismo para perfeccionar las disposiciones
18
Cf. Lc. 4, 18-19. 19
LANFREY, A., fms. (2003). Ensayo sobre los orígenes de la espiritualidad marista en Cuadernos Maristas número 19. Roma. Instituto de los Hermanos Maristas, Casa General, página 20.
16
espirituales.20 Por ejemplo, los esfuerzos metódicos como la meditación, una
determinada postura para la oración, las penitencias, sacrificios o desapegos.
Componente teológico: lo refiere particularmente a una teología de la
experiencia que en últimas desemboca en una inteligencia de las vías hacia
Dios.21 Quiere decir un conocimiento de Dios a través de la propia experiencia
de relación constante con Él, que provee a la persona de intuiciones y certezas
del modo de ser de Dios y de los caminos para llegar hasta Él.
Desde diferentes puntos de vista y haciendo diversos matices, las características
presentadas por los autores arriba mencionados, parecen coincidir en las líneas
fundamentales y distintivas de la espiritualidad cristiana que son: trinitaria,
cristocéntrica, eclesial, bíblica y ecuménica.22
Trinitaria: la espiritualidad cristiana es trinitaria porque a reconoce a Dios
como uno sólo, pero revelado en tres personas: Dios Padre, Dios Hijo y Dios
Espíritu Santo.
Cristocéntrica: como se ha visto arriba, es característica de la espiritualidad
cristiana ver en Jesucristo la revelación última del ser de Dios, de Su deseo en
su relación con la humanidad y de su voluntad en las relaciones entre los seres
humanos.
Eclesial: la espiritualidad cristiana es experiencia comunitaria, porque se vive,
experimenta y comparte en la comunidad de creyentes.
Bíblica: es característica de la espiritualidad cristiana el encontrar en la Biblia,
Palabra de Dios, una de sus principales fuentes de espiritualidad; así como
20
Ibíd. 21
Ibíd. 22
DE FIORES, S., op. cit., página 627.
17
también maestra que enseña ejemplos de siglos de relación entre Dios y los
seres humanos.
Ecuménica: la espiritualidad cristiana es ecuménica porque busca la mayor
unidad entre los cristianos, así como la cooperación entre todas las
confesiones religiosas cristianas. Podría decirse que es también interreligiosa,
puesto que reconoce en todas las religiones semillas de verdad y de la
revelación de Dios a otras culturas religiosas.
Se verá a continuación la conexión que tiene la espiritualidad cristiana con el libro
de los salmos para concretizar la experiencia espiritual cristiana en un escrito
bíblico que la nutre, la inspira y la acrecienta; así como para apreciar el gran valor
que los salmos han tenido en el desarrollo de la espiritualidad cristiana católica.
2. Espiritualidad Cristiana y el Libro de los Salmos.
La espiritualidad cristiana, a lo largo de toda su historia, ha presentado múltiples
experiencias y métodos de acercamiento al misterio de Dios. El uso del libro de los
salmos, como medio de oración y camino de encuentro con Dios, ha sido uno de
ellos.
Al parecer las iglesias cristianas de los dos primeros siglos no cantaban los
salmos, sino que los leían en la asamblea tal y como hacían con otros libros de la
Biblia, y ya la interpretación siempre se llevaba hacia el sentido cristiano. En este
período se puede reconocer que los salmos tenían dos usos: por una lado, para la
predicación y para las necesidades apologéticas; y por otro, para la oración
personal. En la predicación se resaltaba el misterio de Jesús Salvador y la lectura
cristiana de los salmos enfatizaba la cruz gloriosa por la cual Jesús triunfo sobre la
18
muerte. En la oración personal se leía el salmo como la voz de Cristo o de la
Iglesia al Padre.23
Es a partir del siglo III, pero sobre todo a partir del IV que los salmos se imponen
como el libro básico de la oración litúrgica de la Iglesia. La oficialización del
cristianismo y con ello la popularización de la fe cristiana lleva a los obispos a una
catequesis de mínimos con exigencias limitadas, por lo que se contentan con
exigir de memoria los salmos y con un uso masivo del salterio en la liturgia.
Además debe señalarse que la producción de himnos cristianos, por parte de las
comunidades de la época, eran a veces poco ortodoxos, por lo cual se optó por lo
seguro e indiscutible: la lectura, oración e interpretación de los Salmos.24
Durante el siglo III van a aparecer las primeras comunidades de monjes y éstos
serán quienes asumirán el salterio como instrumento más significativo de la vida
de oración.25 Esta situación ha sido conservada por la vida religiosa y por la Iglesia
en general hasta nuestros días; sin embargo, se considera debería haber una
cierta adaptación del lenguaje a la cultura y sensibilidad de los tiempos modernos.
El siguiente capítulo se ocupará del estudio de libro de los salmos, los géneros
literarios en el salterio y lo salmos de confianza, de tal manera de profundizar lo
que al final de este capítulo se empezó a presentar.
23 Cf. COLLIN, M. (1999). El libro de los Salmos. Segunda edición. España. Editorial Verbo Divino. Tomo 92. Página 59. 24
Ibíd., página 60. 25
Ibíd.
19
Capítulo II
El libro de los Salmos
A continuación se presenta un acercamiento general al libro de los Salmos con el
propósito de preparar el estudio que posteriormente se hará sobre el salmo 131.
Como introducción al estudio de este libro se puede decir, en primer lugar, que los
Salmos son una obra compuesta. Por una parte, está integrado por 150 poemas
individuales que muy raramente coinciden en el contenido. Por otra parte, la
introducción de cada salmo, casi la mitad, ponen en la pista de supuestas autorías
(David, Asaf, Etán, etc.), lo cual hace pensar en diferentes tiempos de
composición. Basten estas dos cualidades del libro de los Salmos para demostrar
que es una obra compuesta, en la que se perciben esfuerzos de reelaboración,
recopilación y edición, al mismo tiempo que permite establecer diversidad de
contextos de origen.26
En segundo lugar, no cabe duda que los Salmos reflejan una experiencia
psicológica y religiosa. Una experiencia psicológica porque tristeza y alegría,
temor y confianza, desasosiego y serenidad, introspección y contemplación
cósmica, son actitudes fruto de una multiforme experiencia religiosa.27 Y
experiencia religiosa porque la relación entre el ser humano y Dios se refleja en la
expresión poética de diversas actitudes y fórmulas en las que continuamente se
menciona al Señor, Yahvé o Dios.
Y en tercer lugar, los Salmos son documentos que muestran la evolución del
pensamiento religioso israelita. Los Salmos fueron compuestos, rezados y
recopilados en un lapso de tiempo de unos ocho siglos. Por ello en éstos se
26
Cf. MORLA A., V. (2000). Libros sapienciales y otros escritos. Tercera edición. España. Editorial Verbo Divino. Páginas 291-292. 27
Ibíd., página 294.
20
descubre poco a poco los diversos modos en que el pueblo de Israel pensó a Dios
y las maneras en que se relacionó con Él.28
Una vez hechos los tres apuntes introductorios anteriores se pasa, a continuación,
a hacer un estudio un poco más detenido del libro de los Salmos, en el cual se
propone abordar sus características generales y los géneros literarios que lo
componen, de lo cual se sacará mayor iluminación para el entendimiento de este
libro.
1. Características generales.
En este apartado sobre las características generales del libro se presenta lo
referido al nombre, la numeración de los Salmos, las cabeceras de los Salmos, las
colecciones y la datación del salterio.
1.1 Nombre del libro.
Para el nombre del libro podrá verse el que ocupa la Biblia hebrea y el que utiliza
la Biblia cristiana. En ambas es distinta la nominación por el acento que le ponen a
una u otra cualidad del libro.
La Biblia hebrea llama a este libro “Libro de las Alabanzas”, lo cual hace notar
como la concepción religiosa hebrea ve en este libro, indistintamente de la
variedad de su contenido, un conjunto de plegarias en las que el ser humano,
fundamentalmente, se vuelve a Dios para alabarlo.29
28
Ibíd., páginas 294-295. 29
Cf. COLLIN, M. (1999). El libro de los Salmos. Segunda edición. España. Editorial Verbo Divino. Tomo 92, página 24.
21
La Biblia cristiana lo llama “Libro de los Salmos.” El nombre de la tradición
cristiana está en conexión con el término griego psalmoi, que hace referencia a las
canciones para instrumentos de cuerda.30 Este término griego ha pasado a la
tradición cristiana porque dicha tradición ha utilizado la traducción de la Biblia
hebrea al griego, llamada de los LXX, 31 para hacer sucesivas traducciones.
Por un lado se observa, en lo anteriormente expuesto, como la Biblia hebrea
resalta a través de la nominación del libro, el carácter de oraciones de alabanza de
la poesía lírica contenida en dicho libro. Por otro lado, se observa como la Biblia
cristiana (de tradición griega), resalta en el nombre que da a este libro, la manera
en que eran interpretadas estas oraciones a través de determinados instrumentos.
Presentado el asunto de los nombres, a continuación se enfocará en el tema un
tanto problemático de la numeración de los Salmos.
1.2 Numeración de los Salmos.
La numeración de los Salmos es una cuestión que genera problemas. Basta con
ver una Biblia de Jerusalén actual y se verá cómo algunos salmos presentan dos
numeraciones: una dentro de paréntesis y otra sin ellos. Un ejemplo entre los
muchos puede ser el salmo 90 (89).
Esto es así porque los números hacen referencia a las dos estructuras que sirven
de modelos para la agrupación de los salmos. Por una parte está la numeración
del Texto Masorético32 y por otra la numeración de la versión griega de los LXX.
30 Cf. MORLA, op. cit., página 295. 31 La Biblia de los LXX es conocida también como versión Alejandrina, Septuaginta o Canon Griego. Comprende la traducción de la Biblia hebrea al griego. Recibe su nombre de la tradición que dice que la traducción fue hecha por 72 judíos sabios. 32
El Texto Masorético (TM) es la versión hebrea de la Biblia oficialmente usada por los hebreos. Fue compuesta por un grupo de hebreos conocidos como masoretas (sucesores de los escribas) entre el siglo I y X d. C.
22
En las Biblias católicas actuales el número que aparece fuera del paréntesis es el
que corresponde a la numeración hebrea y el que está dentro de los paréntesis a
la numeración de la versión griega.33
A pesar de la existencia de ambas numeraciones en ambas versiones (Texto
masorético y LXX) existe el mismo número de salmos (150). Esto es así porque
los salmos 9 y 10 en el Texto Masorético es el salmo 9 en los LXX. Los salmos
114 y 115 en el Texto Masorético es el salmo 113 en los LXX. Pero el salmo 116
del Texto Masorético son los salmos 114 y 115 de los LXX; y el 147 del Texto
Masorético son los salmos 146 y 147 de los LXX. Para una mejor apreciación de la
numeración de los salmos en ambas versiones el esquema es el siguiente:34
TEXTO
MASORÉTICO
VERSIÓN GRIEGA DE
LOS LXX
1-8 1-8
9-10 9
11-113 10-112
114-115 113
116 114-115
117-146 116-145
147 146-147
148-150 148-150
Cabe mencionar, para finalizar este aspecto, que el libro de la Liturgia de las
Horas o Diurnal, así como todos los libros de oración de la Iglesia católica, siguen
la numeración de la versión griega de los LXX.35 En el presente estudio, el salmo
en cuestión (131) está mencionado de acuerdo con la numeración de la versión
hebrea (fuera del paréntesis en las Biblias católicas modernas).
33
Cf. COLLIN, op. cit., página 26. 34
Cf. MORLA, op. cit., página 296; COLLIN, op. cit., página 26. 35
Cf. COLLIN, op. cit., página 26.
23
Visto el problema referido a la numeración de los salmos se continuará con el
tema de las cabeceras de los mismos.
1.3 Las cabeceras de los Salmos.
Las cabeceras de los Salmos es ese primer versículo que aparece al inicio de casi
todos los salmos (excepto 34)36 y que son indicaciones de colecciones a las que
pertenece un determinado salmo o del tipo de instrumento musical o la melodía a
utilizar o instrucciones para el uso litúrgico o nombres de autoría o algunas veces
datos históricos.37 No todas las indicaciones aparecen siempre encabezando un
salmo, algunos de estos presentan indistintamente unas y omiten otras.
El valor de las cabeceras de los salmos está, como mucho, en que designa
distintas colecciones. Su presencia, según los estudios realizados al respecto,
carece de importancia para la clasificación y comprensión de los Salmos. Esto
sobre todo porque estos encabezados no estaban en las versión original y han
sido colocados por iniciativa de recopiladores. Sin embargo pueden tomar valor
desde la perspectiva de una reinterpretación de los Salmos en el seno de la
comunidad judía.38
Más importante que las cabeceras es introducirse en el estudio de las colecciones
y la formación del salterio tal como se conoce ahora, lo cual será objeto de análisis
en el siguiente apartado.
36
Ibíd., página 28. 37
Cf. MORLA, op. cit., página 299. 38
Cf. Ibíd., página 305.
24
1.4 Colecciones y formación del salterio.
Como sucede con otros libros de la Biblia hebrea o Antiguo Testamento cristiano,
el libro de los Salmos es evidente que no fue escrito por un solo autor ni es fruto
de una sola recopilación. El libro de los Salmos se trata más bien de una colección
de colecciones. Esta idea se sostiene en las constataciones observadas en el
mismo libro, como las duplicaciones de salmos (ej. Sal 14 y 53), la utilización de
distintos nombres para referirse a Dios como Yahvé y Elohím (de lo que se deduce
la existencia de dos colecciones: una yahvista39 y la otra elohísta40); y el hecho de
que los salmos del 1 al 89 poseen atribución a un autor y los salmos del 90 al 150
en su mayor parte son anónimos.41
De acuerdo a la evidencia de colecciones dentro del salterio se puede presentar el
siguiente esquema:42
LIBRO
DE LOS
SALMOS
COLECCIONES NÚMERO
DE SALMO
Prólogo al salterio. 1-2
Colección de salmos atribuida a David. 3-41
Colección elohísta. 42-83
Colección atribuida a diversos cantores del templo. 84-89
Colección de salmos de entronización. 90-104
Colección del tipo hodu “dad gracias” 105-107
Colección de salmos aleluyáticos 108-119
Colección de salmos de peregrinación o salmos de las subidas. 120-134
Colección “de David” 138-145
Colección de salmos aleluyáticos 146-150
39 La tradición yahvista, de acuerdo a la hipótesis documentaria, es una de las cuatro fuentes principales a partir de las cuales se escribieron los libros del Antiguo Testamento (para los cristianos), datada entre los siglos X a. C. y IX a. C. Se denomina yahvista (abreviada Y) porque sus autores suelen designar a Dios con el nombre Yahvé (o más bien YHWH). Se puede ver más en Harris, Stephen L., 1985. Understanding the Bible. Palo Alto: Mayfield. 40 La tradición elohista es, de acuerdo con la hipótesis documentaria, una de las cuatro fuentes a partir de las cuales se escribieron los libros del Antiguo Testamento (según los cristianos). Se data hacia el siglo IX a. C. Se denomina elohista (abreviada E) porque sus redactores suelen denominar a Dios con el nombre de Elohim. 41
Cf. MORLA, op. cit., página 306. 42
Elaboración personal a partir de la información presentada por MORLA, op. cit., página 307.
25
De esta colección de colecciones que es el salterio se cree muy probablemente
que la más antigua es la colección que comprende los salmos del 3 al 41. En
hipótesis se piensa que poco a poco se fueron uniendo a ésta las demás
colecciones. Esta evolución en el libro de los Salmos también supone un cambio
progresivo de su función; de una función didáctica o de enseñanza sapiencial,
como la tiene la colección davídica 3-41, a una función oracional y litúrgica con la
adición de las colecciones corales, litúrgicas e hímnicas.43 El uso de los salmos en
la sinagoga llevó a su división en cinco libros (1-41; 42-72; 73-89; 90-106; 107-
150), esto debido muy probablemente a la utilización de la Torah44 como modelo
base para tal división.45
En conclusión, el libro de los Salmos es en realidad una colección de colecciones
de la poesía hebrea como fruto de varios siglos de la recopilación de diferentes
poemas pertenecientes a distintas épocas, autores, sensibilidades litúrgicas y
teológicas. Visto lo anterior se da paso al tema de la datación aproximada del
salterio.
1.5 Datación del salterio.
Se habla de datación del salterio y no de datación de los salmos, puesto que esto
último no es posible de realizar ni siquiera por aproximaciones.46 El libro de los
Salmos, como se ha visto anteriormente, es un conjunto de colecciones de lírica
religiosa judía que plasman por escrito la tradición religiosa oral del pueblo judío, y
por tanto, sometidos a reinterpretaciones y adaptaciones históricas, lo cual hace
difícil precisar su fecha exacta de elaboración.47
43 Cf. Ibíd., página 309. 44 Torah es el nombre que le da el Pueblo de Israel a los primeros cinco libros de la Biblia. Para los cristianos se llama Pentateuco. 45
Cf. MORLA, op.cit., página 310. 46
Cf. Ibíd. 47
Cf. Ibíd., páginas 291-295.
26
En consecuencia con lo mencionado en el párrafo anterior, el salterio es una
colección de poemas compuesto en un arco de tiempo de varios siglos, ocho al
menos, desde los comienzos de la institución del culto en Jerusalén con David y
Salomón, hasta las señas de identidad literaria del mundo de los sabios propia del
avanzado periodo postexílico.48
Clarificada esta datación se explican a continuación los géneros literarios
encontrados por los investigadores en este libro de la Biblia, para una mejor
comprensión de los Salmos en la espiritualidad cristiana.
2. Géneros literarios en el libro de los Salmos.
Para la interpretación de los escritos bíblicos es muy importante conocer el género
literario al que pertenecen. No es lo mismo la interpretación que hacemos de un
mito creacionista, como es el caso de los relatos de creación del libro del Génesis,
como de un escrito profético encontrado en el libro del profeta Oseas, por ejemplo.
La interpretación dependerá mucho del género literario utilizado por el autor
bíblico.
En el siguiente cuadro49 se presentan, en forma comparada, algunas
clasificaciones sobre los géneros literarios del salterio hechas por diferentes
autores.
48 El primer exilio judío ocurrió en el año 586 a. C., cuando el rey de los babilonios, Nabucodonosor II, conquistó el Reino de Judá, destruyendo el primer templo y trasladando a los líderes judíos a Babilonia. Setenta años más tarde, el rey persa Ciro II el Grande permitió a los judíos retornar a la Tierra de Israel tras haber conquistado a los babilonios. Allí empezó lo que se conoce como periodo postexílico. 49
Elaboración personal a partir de MORLA A., V. (2000). Libros sapienciales y otros escritos. Tercera edición. España. Editorial Verbo Divino. Páginas 325-326.
27
Autores Gunkel50
Mowinkel Weiser Kraus
Cla
sif
icació
n d
e lo
s s
alm
os p
or
gén
ero
s lit
era
rio
s
Himnos
Lamentaciones comunitarias
Salmos reales Lamentaciones individuales y acción de gracias individual.
Géneros menores:
Bendiciones y maldiciones
Cantos de peregrinación
Cantos de victoria
Acción de gracias de Israel
Leyenda
Torah
Poesía sapiencial
Mezclas de tipos
Himnos
Salmos de entronización de Yahvé
Lamentaciones nacionales
Lamentación individual
Acción de gracias pública
Acción de gracias personal
Bendiciones y maldiciones
Salmos proféticos
Tipos mixtos
Himnos
Lamentaciones
Acciones de gracias
Poemas sapienciales y didácticos
Bendiciones y maldiciones
Canto de alabanza (coincide con el himno gunkeliano)
Lamentación, acción de gracias y expresión de confianza individuales
Lamentación, acción de gracias y expresión de confianza nacionales
Salmos reales
Canto de Sión
Salmos históricos
Poemas sapienciales
Liturgias
Autores Ravasi Sabourin Morla Schökel
Cla
sif
icació
n d
e lo
s s
alm
os p
or
gén
ero
s lit
era
rio
s
La familia hímnica
La familia de las súplicas
La familia de la confianza y la gratitud
La familia de los salmos reales
La familia litúrgica
La familia sapiencial
La familia histórica
Himnos o salmos de alabanza
Salmos de súplica, de confianza y de acción de gracias individuales
Salmos de súplica, de confianza y de acción de gracias colectivos
Salmos reales
Salmos didácticos
Liturgias
Súplicas
Acciones de gracias
Himnos
Salmos didácticos
Partiendo del análisis poético de los salmos hace la siguiente clasificación:
Himno
Himnos de entronización del Señor o de la realeza divina
Cantos de Sión
Acción de gracias o eucaristía
Súplica colectiva o nacional
Súplica individual
Salmos de confianza
Salmos reales
Salmos litúrgicos o liturgias
Salmos penitenciales: de requisitoria y de confesión
Salmos sapienciales51
50
Hermann Gunkel (1862–1932). Realizó el aporte investigativo más valioso en la historia de la interpretación bíblica en general y de los salmos en particular. Es la base de los aportes posteriores.
28
Las diferencias en la clasificación de géneros literarios responden a las distintas
formas de valorar los aspectos formales para la catalogación genérica, es decir, si
son más importantes las formas lingüísticas o las consideraciones litúrgicas para
cada autor.52 En el caso de Schökel obedece más bien a un punto de vista de
análisis poético,53 porque como el mismo expresa “el estudio del perfil unitario y
único de cada salmo es lo más importante para comprenderlo.”54
Después de la presentación de estos autores y sus clasificaciones de los géneros
literarios en los salmos, parece conveniente definirse por una de ellas. En este
caso se hará la opción por la clasificación de Luis Alonso Schökel, pues será
referente en la tipificación del salmo 131, incluido por Schökel dentro del grupo de
salmos de confianza.
3. Los salmos de confianza.
Luis Alonso Schökel, al igual que Kraus, Ravasi y Sabourin, considera en su
clasificación un género de salmos de confianza, pero con la diferencia que no
agrega ninguna cualidad más, ni individual ni colectivo ni unidos a la acción de
gracias.
Alonso Schökel considera que aunque la confianza soporta toda petición, pues no
suplicaría el hombre si no esperara ser escuchado, ésta es el tema central y el
afecto constitutivo de algunos salmos.55 Según Schökel a este género pertenecen
los salmos 4, 11, 16, 23, 27, 62 y 131. A manera de confrontación y de
51 ALONSO SCHÖKEL, L.; CARTINI, C. (1992). Salmos. Tomo I. Primera edición. España. Editorial Verbo Divino. Página 92. 52 Cf. MORLA, op. cit., página 329. 53
Cf. Ibíd., página 431. 54
A. SCHÖKEL, op. cit., página 12. 55
A. SCHÖKEL, op. cit., página 102.
29
confirmación con Schökel cabe mencionar que Víctor Morla Asencio menciona
casi los mismos salmos como pertenecientes a este grupo, excepto el 27.56
Refiriéndose a la esencia de este tipo de salmos Schökel afirma que en éstos el
orante expresa un estado de ánimo, reposado o dramático, gozoso o tembloroso,
sin enunciar peticiones específicas.57 La frase que podría condensar la expresión
común de estos salmos es “sólo en Dios descansa mi alma”; pero en algunos de
ellos puede también tomar la forma de exhortación hacia el propio orante.58
Finalizado este capítulo se concluye diciendo que el tema del libro de los Salmos
es uno de los más desafiantes para la investigación bíblica por la complejidad que
éste supone. La diversidad de colecciones encontradas y las distintas
sensibilidades religiosas a la que responden son aspectos que hacen difícil su
mayor precisión. Sin embargo, gracias a los estudios realizados y las distinciones
lingüísticas, litúrgicas y poéticas apreciadas en éstos, ha sido posible que diversos
autores expongan variadas formas de clasificarlos con la finalidad de aproximarse
a una mejor comprensión e interpretación del salterio.
Hechas las aclaraciones sobre el libro de los Salmos se pasa, en el siguiente
capítulo, al análisis detallado del salmo 131.
56
Cf. MORLA, op. cit., páginas 327-335. 57
A. SCHÖKEL, op. cit., página 102. 58
Cf. Ibíd.
30
Capítulo III
El Salmo 131
El Salmo 131, uno de los más pequeños del salterio, es objeto de análisis en el
presente capítulo. A través de su estudio se quiere descubrir en él los elementos
que le describen: el género literario al que pertenece, la situación que describe, la
psicología que transmite, su trasfondo exegético y la interpretación espiritual y
cristiana que de él se puede hacer.
El capítulo anterior, sobre el estudio del libro de los Salmos, terminó con la
exposición de los salmos de confianza según la clasificación de los géneros
literarios en el salterio hecha por Luis Alonso Schökel. Para la profundización del
salmo 131 se seguirá el análisis expuesto por dicho autor, visto el peso y el valor
que tiene el estudio de los salmos realizado por él.
1. Texto
El texto del salmo 131, de acuerdo a la traducción hecha por Luis Alonso Schökel,
es el siguiente:59
1 Señor, mi corazón no es ambicioso
ni mis ojos altaneros;
no persigo grandezas
ni maravillas que me superan.60
2 Juro que allano
Y aquieto mi deseo.61
Como a un niño en brazos de su madre,62
59 ALONSO SCHÖKEL, L. CARNITI, C. (1993). Salmos. Tomo II. Primera edición. España. Editorial Verbo Divino. Página 1525. Los números de la izquierda indican el número de versículo. 60
La palabra “superan” podría también ser sustituida por el sinónimo “exceden”. 61
La palabra “deseo” puede ser también entendida en el plural “mis deseos” o como sinónimo de “aspiraciones”.
31
como a un niño sostengo mi deseo.63
3 ¡Espere Israel en el Señor,
ahora y por siempre!
2. Género y situación
Según Luis Alonso Schökel, el salmo 131 es un salmo de confianza individual que
se abre a la comunidad.64 Volviendo al final del capítulo anterior, en lo referente a
las características de los salmos de confianza que él mismo señala, se puede ver
cómo el salmo 131 cumple con ser un salmo en el que el orante expresa un
estado de ánimo reposado, donde no enuncia peticiones específicas y la frase
“sólo en Dios descansa mi alma” encaja perfectamente.65 El siguiente esquema66
deja ver con mayor claridad las características que distinguen al salmo 131 como
un salmo de confianza:
Características de los salmos de
confianza67 Salmo 13168
El orante expresa un estado de
ánimo reposado.
Señor, mi corazón no es ambicioso,
ni mis ojos altaneros, no persigo
grandezas ni maravillas que me
superan. Juro que allano y aquieto
mi deseo. Como a un niño en
brazos de su madre, como a un niño
sostengo mi deseo.
62 La expresión puede ser sustituida por esta otra: “colgado de su madre”. 63 Una vez más la palabra “deseo” puede ser también entendida en el plural “mis deseos”. 64 A. SCHÖKEL, op. cit., tomo II, página 1526. 65 Cf. A. SCHÖKEL, op. cit., tomo I, página 102. 66
Elaboración personal a partir de A. SCHÖKEL, op. cit., tomo I, página 102. 67
Cf. A. SCHÖKEL, op. cit., tomo I, página 102. 68
Cf. A. SCHÖKEL, op. cit., tomo II, página 1525
32
Características de los salmos de
confianza67 Salmo 13168
El orante no enuncia peticiones
específicas
En ninguno de los versículos del
salmo se encuentra peticiones
dirigidas a Dios (Yahvé) en las que
el orante pida por algo en particular.
La expresión común de los salmos
de confianza se condensa en la
frase “sólo en Dios descansa mi
alma.”
Como a un niño en brazos de su
madre, como a un niño sostengo mi
deseo.
Espere Israel en el Señor ahora y
por siempre.
Viendo nuevamente lo dicho por Schökel sobre el salmo 131 se encuentra que no
sólo lo clasifica como un salmo de confianza, sino como un salmo de confianza
individual que se abre a la comunidad.69 Esto lo dice porque el salmo está
expresado en primera persona del singular: “mi corazón no es ambicioso, ni mis
ojos altaneros, [yo] no persigo grandezas ni maravillas que me superan. [Yo] Juro
que acallo… Pero al final el salmo se abre a toda la comunidad que es el pueblo
de Israel: Espere Israel en el Señor ahora y por siempre.
El salmo 131 está compuesto por sólo tres versículos, por ello es uno de los más
breves e intimistas del salterio.70 Sólo el salmo 133 le iguala en la misma cantidad
de versículos. Por ello es considerado una miniatura lírica71 dentro de la colección
de salmos.
69
A. SCHÖKEL, op. cit., tomo II, página 1526. 70
Ibíd. 71
Ibíd.
33
Según Schökel la confianza está expresada en el salmo 131 con una antítesis72 y
una comparación73 en las que ambas se condicionan e intensifican mutuamente.
Una antítesis porque, como sucede en el salmo 8, el contrario del soberbio es el
niño. Mientras el soberbio se basta a sí y se supera, se hace desmedido,
desmesurado; el niño conserva su condición en la relación aceptada con su
madre.74 Y una comparación porque el orante expresa que su actitud es similar a
la del niño en los brazos de su madre.
El salmo 131 también se abre a la totalidad de la vida, de todo lo que es y existe,
sin distinciones de tiempo y espacio. Presenta una situación en la que “la intimidad
ha abolido circunstancias externas y referencias, es decir que el orante se vuelve
hacia dentro y se concentra en un instante perdurable. Así logra ser
contemporáneo y paisano espiritual de cualquier hombre y ofrece su texto a la
apropiación.”75
Al ensancharse a Israel en el último versículo, el salmo 131 comienza su itinerario
de aplicación, y puede evocar experiencias políticas e históricas.76
3. Desdoblamiento psicológico y experiencia mística
Según lo expresado por M. Collin,77 los salmos son eco y resumen de la
humanidad; y por tanto, se puede descubrir en ellos al ser humano encontrado
consigo mismo en sus realidades más vitales de su ser: enfermedad, muerte,
gozo, solidaridad, angustia, libertad, etc. Además expresa, que cuando el salmista
habla, lo hace siempre como un hombre que conoce su cuerpo y que en cada
72 Describe en general una contra-afirmación (negación) a una proposición (tesis). En literatura es un recurso estilístico que consiste en contraponer dos sintagmas, frases o versos en cada uno de los cuales se expresan ideas de significación opuesta o contraria. 73 Consiste en identificar dos entidades por compartir una o varias características. 74 Cf. A. SCHÖKEL, op. cit., tomo II, página 1526. 75
Ibíd. 76
Cf. Ibíd. 77
Cf. COLLIN, op. cit., página 48.
34
PIES
OJOS
parte de éste vive su conciencia de unidad personal que se manifiesta en su
experiencia humana y al mismo tiempo la experiencia divina de trascendencia con
Dios.
En el caso del salmo 131, Schökel78 explica que el salmista propone una serie
personal: corazón – ojos – pies. Puede ser esquematizado de la siguiente forma:79
Como se aprecia en la FIGURA 1, la serie personal expresada por el orante del
salmo 131, arranca del interior, en el corazón, la sede de pensamientos, planes y
decisiones; sube a los ojos, órgano que se abre al mundo, lo capta y evalúa;
órgano también de expresión de afectos. Baja a los pies, implícitos en el caminar /
proceder: simbolizan una conducta cuya figura se va trazando, una acción con una
finalidad.80
A cada una de las partes del cuerpo humano corresponde un calificativo, así: “mi
corazón no es ambicioso, ni mis ojos altaneros, no persigo grandezas ni maravillas
78 Cf. A. SHÖEKEL, op. cit., tomo II, página 1526. 79
Elaboración personal a partir de A. SCHÖKEL, op. cit., página 1526 – 1527. Representa gráficamente la serie personal (corazón – ojos – pies) descrita por el versículo 1 del salmo 131. 80
A. SCHÖKEL, op. cit., tomo II, página 1526.
CORAZÓN a. Señor, mi corazón
no es ambicioso.
b. Ni mis ojos
altaneros.
c. No persigo
grandezas ni
maravillas que
me superan.
35
que me superan.” En lo presentado por Schökel la ambición se expresa en el
símbolo corriente de lo alto, completado por lo grande y extraordinario.81
El salmo presenta la oposición entre el ego y la nada82 o el abandono en Dios.
Opuesta a la ambición del versículo 1 aparece el aquietamiento del deseo y la
figura del niño del versículo 2. En lo expresado por el orante se descubre que el
opuesto a la ambición es allanar o aquietar el deseo. También se opone el niño
por su estatura pequeña.83
En el versículo 2 del salmo también se descubre que un tema fundamental es el
deseo del orante y como éste lo caracteriza de acuerdo a su propia experiencia:
“Juro que allano y aquieto mi deseo. Como a un niño en brazos de su madre,
como a un niño sostengo mi deseo.”
En el contexto del salmo, Schökel, cree que la palabra designa el deseo como
categoría dinámica amplia.84 Es decir, que el orante del salmo, cuando habla de su
deseo, está incluyendo allí otras muchas experiencias que se mueven en el
interior de la persona. Al mismo tiempo afirma que el deseo sirve para expresar el
desdoblamiento interior de la introspección: “yo” es sujeto y objeto: yo – mí.85 Al
respecto éste mismo explica que el orante mira hacia sí y comunica a otro, al
Señor, lo que descubre (sujeto); mira hacia dentro y controla al yo / mi objeto.86
Ante estos dos elementos del deseo y la introspección, Schökel señala que el yo
superior, el que pronuncia el salmo, es un observador omnisciente (lo siente todo),
que penetra en su corazón, es capaz de ver sus ojos, dirige sus pasos, calma un
agitación peligrosa.87
81 Ibíd., página 1527. 82 San Juan de la Cruz. Subida 1,13,11-13 83 Cf. A. SCHÖKEL, op. cit., tomo II, página 1527. 84 Ibíd. 85
Ibíd. 86
Ibíd. 87
Ibíd.
36
Otro elemento que vale la pena destacar en el salmo es el juramento. En el mismo
versículo 2 el orante expresa “Juro que allano mi deseo”; esto deja ver que el
orante del salmo se ha visto a sí mismo con tal claridad y honestidad, que puede
jurar ante Dios. No hay autoengaño ni represión ni sublimación; el orante no es
víctima del deseo enmascarado.88
En conclusión se puede apreciar cómo, a través de las palabras del salmo, se
descubre a una persona que psicológicamente se conoce, se acepta y
conscientemente se conduce hacia una actitud sobria y humilde, opuesta a la
ambición, el orgullo o la soberbia.
4. La comparación del niño
Este apartado refiere específicamente a la segunda parte del versículo número 2
del salmo 131 que dice así: “Como a un niño en brazos de su madre, como a un
niño sostengo mi deseo.”
Lo primero que hay que hacer es aclarar el significado que tiene dicha
comparación. Para Schökel “el niño en brazos de su madre no representa al
orante con su Dios, sino al deseo con el yo superior.”89 Es decir que la
comparación no simboliza la situación del que ora en su relación con Dios, sino
más bien, al deseo y la manera en que es sostenido por el propio orante. Por
tanto, la comparación no es teológica, sino psicológica.90 En realidad, como dice
Schökel, Dios queda fuera, recibiendo el juramento.91
88 Ibíd. 89
Ibíd. 90
Ibíd. 91
Ibíd.
37
De la aclaración hecha se sacan dos consecuencias. En primer lugar, que “el
deseo puede ser como un niño: necesitado y caprichoso, débil y exigente, inquieto
y sin juicio; puede ser insaciable, siempre pidiendo más y puede arrastrar y
precipitar al hombre.”92 Por tanto, y siguiendo con la imagen, le toca a la madre
acogerlo, con dominio blando, con decisión cariñosa, “con correas de amor”(Os
11, 3).93 En el caso del orante que expresa este salmo, él mismo asume el papel
de la madre a quien le toca dominar y serenar su deseo, sin anularlo, con juicio y
comprensión.94
En segundo lugar, que este salmo no se puede aducir sin más como el testimonio
de la “maternidad” de Dios.95 Para poder expresar la relación del ser humano con
Dios en los términos de la relación del hijo con su madre hará falta acudir a textos
bíblicos que utilizan imágenes similares, pues como Schökel lo expresa: “ la
relación filial / maternal del hombre con su Dios [en el salmo 131] es derivación
secundaria y legítima, que será útil ilustrar con paralelos bíblicos.”96
Para tomar la aplicación del salmo y proyectarla a la relación filial del orante con
su Dios hay que apoyarse en las referencias breves de los salmos 22, 11 y 71, 5;
y de la escena familiar descrita por el profeta Isaías en 66, 12-13. Se presenta en
el siguiente cuadro:97
92 Ibíd. 93 Ibíd., página 1528. 94 Ibíd. 95
Ibíd. 96
Ibíd. 97
Elaboración personal a partir de A. SCHÖKEL, op. cit., tomo II, página 1528.
38
RELACIÓN FILIAL / MATERNAL DEL HOMBRE CON SU DIOS
EN EL SALMO 131
- TEXTOS BÍBLICOS QUE APOYAN ESTA POSIBILIDAD -
SALMOS ISAÍAS
22, 11 71, 5 66, 12-13
“a ti fui entregado desde
mi nacimiento, desde el
seno de mi madre, tú eres
mi Dios.”
“Porque tú, Señor, eres
mi esperanza y mi
seguridad desde mi
juventud.”
“llevarán en brazos a sus
criaturas y sobre las
rodillas las acariciarán.
Como a un niño a quien
su madre consuela, así
los consolaré yo
(Yahvé).”
El cuadro deja ver que la relación del ser humano con su Dios, en términos del hijo
con su madre, puede ser sustentada para el caso del salmo 131 desde otros
textos, en los que se comprueba que fue una imagen utilizada por la teología judía
en otros salmos y en otros libros del antiguo Testamento.
5. Exégesis
El presente apartado se ocupa de la exégesis98 del salmo 131. Para ello se irá
poco a poco, versículo a versículo, extrayendo el significado de cada uno de los
versos del salmo.
Para la exégesis se dividirá al salmo 131 de la siguiente manera:
98
Exégesis es un concepto que involucra una interpretación crítica y completa de un texto, especialmente religioso, como el Antiguo y el Nuevo Testamento de la Biblia, el Talmud, el Midrásh, el Corán, etc. La palabra exégesis significa extraer el significado de un texto dado.
39
DIVISIÓN TEXTO
1a Señor, mi corazón no es ambicioso ni mis ojos altaneros;
1b no persigo grandezas ni maravillas que me superan.
2a Juro que allano y aquieto mi deseo.
2b Como a un niño en brazos de su madre, como a un niño sostengo mi deseo.
3 ¡Espere Israel en el Señor, ahora y por siempre!
El versículo 1a “Señor, mi corazón no es ambicioso ni mis ojos altaneros” empieza
por la invocación al Señor, por lo cual todo lo que sigue queda enfocado en el
ámbito de la oración, de la confesión ante un Dios que no se deja engañar.99
Schökel cometa que sería ridículo y contradictorio querer presumir ante Él de
humildad.100
Según él, ambición y altanería son equiparables a la soberbia, contra la cual
previenen con frecuencia los libros sapienciales.101 Se puede ver algunos
ejemplos en el libro de Proverbios:
99 Cf. A. SCHÖKEL, op. cit., tomo II, página 1528. 100 A. SCHÖKEL, op. cit., tomo II, página 1528. 101
Se llama libros sapienciales a un grupo de libros bíblicos del Antiguo Testamento, atribuidos tradicionalmente a grandes autores de la historia literaria de Israel que buscan enseñar la sabiduría. Los Libros Sapienciales son: Job, Salmos, Proverbios, Eclesiastés, Cantar de los Cantares, Sabiduría y Eclesiástico.
40
EJEMPLOS SOBRE LA SOBERBIA EN EL LIBRO DE PROVERBIOS
16,18-19 30,13 8,13
Delante de la ruina va la soberbia,
delante de la caída va la persecución.
Más vale ser humilde con los pobres
que repartir botín con los soberbios.
Gente de ojos
engreídos y
mirada altanera.
La soberbia y la
arrogancia y el
camino malo y la
boca torcida
aborrece Yahvé.
15,25 16,5 18,12 6,16-17
La casa de los
soberbios la
destruye Yahvé, y
mantiene en pie
los linderos de la
viuda.
Yahvé abomina al
de corazón altivo,
de cierto no
quedará impune.
El corazón
humano se engríe
antes de la ruina, y
delante de la gloria
va la humildad.
Seis cosas hay
que aborrece
Yahvé y siete son
abominaciones
para su alma:
ojos altaneros,
lengua mentirosa,
manos que
derraman sangre
inocente.
El libro del Eclesiástico (o Ben Sira) también dedica una instrucción a la soberbia:
“La soberbia es odiosa a Dios y a los hombres” (Eclo 10, 6-18). Pero el texto más
importante en la materia se lee en Isaías 2, 9-19, del cual se citan a continuación
los versículos 11 y 12 como muestra: “los ojos del orgulloso serán humillados, será
doblegada la arrogancia humana; sólo el Señor será ensalzado aquel día. Que es
el día del Señor de los ejércitos: contra todo lo orgulloso y arrogante, contra todo
lo empinado y engreído.”102
102
Cf. A. SCHÖKEL, op. cit., tomo II, página 1528.
41
El versículo 1b “no persigo grandezas ni maravillas que me superan”, puede ser
estudiado de la siguiente manera:103
Persigo: es un intensivo o frecuentativo favorito de los salmos y sapienciales;
de ordinario significa el modo de proceder.
Los términos grande y maravillas son frecuentes en el salterio, casi siempre
con Dios como sujeto. Esto se puede ver por ejemplo en los salmos 86 y 136,
en el profeta Jeremías y el libro de Job:
o Sal 86, 10: pues tú eres grande y obras maravillas, tú, Dios, y sólo tú.
o Sal 136, 7: hizo las grandes lumbreras porque es eterno su amor.
o Jer 45, 4: mira, lo que yo he construido yo lo destruyo, lo que yo he
plantado yo lo arranco, ¿y tú pides maravillas para ti? No las pidas.
o Job 42, 3: hablé de maravillas que me superan.
El versículo 2a “Juro que allano y aquieto mi deseo” se analiza en la siguiente
forma:104
Juro: es fórmula corriente de juramento positivo.
Allanar: puede leerse algunos capítulos del libro del profeta Isaías para su
mejor comprensión:
o Isaías 28, 24 – 25: ¿Acaso el labrador emplea todo su tiempo en arar,
partir los terrones y pasarle el rastrillo a su tierra? ¿No es cierto que
después de haberla allanado, siembra mostaza y esparce el comino y
luego tira el trigo y la cebada y la avena en los surcos?
o La misma imagen con otro verbo aparece en Isaías 40, 3 – 4: Una voz
clama: “Abran el camino a Yahvé en el desierto; en la estepa tracen una
senda para Dios; que todas las quebradas sean rellenadas y todos los
cerros y lomas sean rebajados; que se aplanen las cuestas y queden las
colinas como un llano.”
103
Cf. Ibíd. 104
Cf. Ibíd., página 1529.
42
El versículo 2b “Como a un niño en brazos de su madre, como a un niño sostengo
mi deseo” de acuerdo con el estudio de Schökel guarda cierta relación con
Proverbios 11, 17 que dice “El hombre bondadoso se hace bien a sí mismo, el
despiadado destroza su propia carne.” En español no se aprecia bien la relación,
pero según el autor hay dos palabras en hebreo que se usan en ambos textos; sin
embargo él mismo concluye que parece pura coincidencia y no aclara el salmo.105
El versículo 3 “¡Espere Israel en el Señor, ahora y por siempre!” finaliza el salmo
manifestando como la experiencia individual inicial se vuelve comunitaria. Schökel
dice que tal situación propone cuestiones graves al poner la experiencia del salmo
al lado de las promesas y bendiciones hechas por Dios a Israel.
El autor se plantea las siguientes interrogantes: ¿Debe Israel aspirar a un gran
imperio económico, político, militar? ¿En qué sentido debe vivir ahora Israel la
bendición de Deuteronomio 28, 13: “Que el Señor te ponga de cabeza y no de
cola; que vayas siempre a más, nunca a menos?” ¿O Deuteronomio 15,6: “Tú
prestarás a muchos pueblos y no pedirás prestado; dominarás a muchos pueblos
y no serás dominado”? Además, hay que cuestionar las magníficas promesas de
Dios a Israel hechas en Isaías 60, 6.12 – 16; 66, 12, etc. ¿Es la humildad virtud del
individuo y no de la comunidad? ¿Es compatible el orgullo nacional con la
confianza en el Señor?106
En conclusión, al hacer la exégesis del salmo 131 se descubre cómo éste expresa
una actitud de parte del orante tenida en alta estima por la experiencia religiosa
judía de la teología sapiencial: la humildad. La segunda parte del primer versículo
intensifica dicha actitud. El salmo también expresa el juramento de realizar una
acción interior muy similar a la que realiza el que cultiva la tierra cuando prepara la
siembra; y que en la mentalidad religiosa judía es comparable a la preparación de
la llegada del Señor. Es decir, que el orante de este salmo jura que está preparado
105
Ibíd. 106
Ibíd.
43
para encontrarse con Dios. Al final del salmo la experiencia individual del orante es
transferida a todo el pueblo de Israel.
6. Transposición espiritual y cristiana
En la trasposición cristiana Schökel acude a los evangelios como textos de
comparación, contrastación y relación. Al hacer esto hace ver que la predilección
por los niños es muy frecuente en los cuatro evangelios. Por otra parte, hace notar
que la doctrina de la humildad es muy común en el Nuevo Testamento, tanto que
se hace difícil escoger textos.107
Según Schökel,108 sobre los niños hay que notar que las palabras griegas pais y
paidon significan también criado, empleado; es decir, condición social más bien
que edad cronológica. El texto clásico se lee en Mateo 18, 3 – 5: “Les aseguro
que, si no se convierten y se hacen como los niños, no entrarán en el reino de
Dios. Quien se humilla como este niño, es el más grande en el reino de Dios. Y el
que acoja a uno de estos niños en atención a mí, a mí me acoge.”
Otro texto importante une el tema de la humildad con el de la filiación divina de
Jesús; es decir, coloca la enseñanza y espiritualidad del salmo en el contexto
trascendental de la revelación. Lo leemos en la versión de Lucas 10, 21 – 22: “En
aquella ocasión, con el júbilo del Espíritu Santo, dijo: Te doy gracias, Padre, Señor
del cielo y de la tierra, porque, habiendo escondido estas cosas a sabios y
entendidos, se las has revelado a los sencillos. Sí, Padre, porque así lo has tenido
a bien. Todo me la ha dado mi Padre, y nadie sabe quién es el Hijo sino el Padre,
ni quién es el Padre sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar.”
107
Ibíd. 108
Ibíd.
44
La enseñanza ha cuajado en un aforismo evangélico: “Quien se ensalza será
humillado; quien se humilla será ensalzado” (Mt 23, 12; Lc 14, 11; 18, 14).
Como hizo al final de la exégesis, ahora Schökel se pregunta: la enseñanza de
Jesús sobre la humildad, ¿es válida sólo para cada individuo y no para la Iglesia
como comunidad? Una Iglesia triunfalista, ¿imita a su Señor que se abajó hasta la
muerte y una muerte de cruz?109
A final del capítulo se puede concluir que el salmo 131 es un salmo de confianza
individual que se abre a la comunidad en el que el orante fundamentalmente
expresa su actitud de humildad y de confianza total en Dios, que espera de igual
forma, viva toda la comunidad creyente. Además se puede concluir que el orante
del salmo es una persona que psicológicamente se conoce y se conduce a sí
mismo hacia una actitud sobria y humilde. La exégesis ayuda a enfatizar el valor e
importancia de esta actitud.
109
Ibíd., página 1530.
45
Capítulo IV
“Agua de la Roca”
En este capítulo se presenta el documento sobre espiritualidad Marista “Agua de
la Roca”, su nombre, estructura, el motivo de su realización y publicación.
También se enumera y describen los rasgos de la espiritualidad marista, con el
objetivo de conocerlo y analizarlo para descubrir, identificar y precisar las
características de la espiritualidad marista que éste muestra.
1. Nombre y motivo del documento
El documento marista Agua de la Roca fue presentado a todo el mundo marista,
desde Roma, el 6 de junio de 2007, en coincidencia con la fiesta litúrgica que hace
memoria de San Marcelino Champagnat. Se presentó con la dedicatoria especial a
todos los hermanos maristas y a los miembros de la familia marista de todo el
mundo. Su título completo es Agua de la Roca: Espiritualidad marista que fluye de
la tradición de Marcelino Champagnat.110
En esencia, el documento presenta la espiritualidad marista no como algo
acabado sino dinámico y para este momento actual de la historia,111
fundamentado en la espiritualidad que brota de la tradición de san Marcelino
Champagnat y los primeros Hermanos Maristas. Es decir, que es una relectura de
los orígenes espirituales del Instituto Marista con la finalidad de actualizar su
sentido hoy y, de esta manera, ser ayuda para el desarrollo de una espiritualidad
apostólica y mariana112 en la vida y misión de aquéllos cuya espiritualidad está
inspirada en la tradición de Marcelino.
110 Cf. HERMANOS MARISTAS DE LA ENSEÑANZA. (2007) Agua de la Roca, espiritualidad marista que brota de la tradición de Marcelino Champagnat. Roma. Instituto de los Hermanos Maristas Casa General, página 8. 111
Ibíd., página 10. 112
Cf. Constituciones de los Hermanos Maristas, número 165.
46
El nombre “Agua de la Roca” lo recibe de dos imágenes-símbolos para la historia
del Instituto Marista. La primera: la roca. Recuerda el acontecimiento por el cual
Champagnat y los primeros Hermanos Maristas construyeron la que llegó a ser la
casa madre del Instituto: el Hermitage.113 Con sus propias manos levantaron una
casa apoyada sobre la roca que el mismo Padre Champagnat cortó. La segunda:
el agua. El agua del Gier, riachuelo que corre a través de la propiedad del
Hermitage, fue manantial de vida para la comunidad marista naciente.114
Por ello, este título, es un poderoso símbolo que evoca el origen de los Pequeños
Hermanos de María.115
El documento Agua de la Roca fue elaborado por un grupo de hermanos y laicos
maristas de diversos países, constituidos como Comisión Internacional de
Espiritualidad Marista. Dicha comisión se creó como respuesta a la petición del XX
Capítulo General de los Hermanos Maristas de elaborar una guía para ofrecer la
espiritualidad apostólica marista de Marcelino Champagnat a un sector más
amplio de personas.116
Fruto de los trabajos de la comisión, la reflexión sobre los factores esenciales de la
espiritualidad marista, las fuentes que la alimentan, la integración de los elementos
claves en la vida ordinaria de las personas, la reflexión orante, el diálogo
apasionado y la escucha respetuosa, surge este documento que trata de ofrecer
un compañero de camino espiritual para los miembros de la familia marista en
todo el mundo.117
113
El Hermitage es una propiedad adquirida por Champagnat para la construcción de un edificio que albergara al grupo de hermanos maristas que empezó a aumentar en número a partir del año 1824. Está ubicado en el valle del río Gier, Lyon, Francia. 114 Cf. HERMANOS MARISTAS DE LA ENSEÑANZA, op. cit., página 11. 115 Pequeños Hermanos de María y Hermanos Maristas de la Enseñanza (en latín Fratres Maristae a Scholis cuyas siglas son F.M.S.), son los dos nombres utilizados oficialmente para el Instituto religioso de los Hermanos Maristas. Cf. Constituciones de los Hermanos Maristas, número 1. 116
Cf. HERMANOS MARISTAS DE LA ENSEÑANZA, op. cit., página 10. 117
Cf. Ibid, página 19.
47
2. Estructura del documento
El documento Agua de la Roca está compuesto por cinco partes: en la primera
(Saciados en los ríos de agua viva), se presentan los elementos distintivos de la
espiritualidad marista que tienen su origen en la experiencia y espíritu de
Marcelino y su comunidad fundacional. Estos elementos serán desarrollados en el
apartado número tres de este capítulo.
En las partes siguientes, se explica la manera de vivir la espiritualidad marista
tomando la imagen de un itinerario o peregrinación para describir el desarrollo
espiritual: en la búsqueda de Dios y del significado de la vida (segunda parte:
Caminamos en la fe), en las relaciones (tercera parte: Como hermanos y
hermanas) y en el apostolado (cuarta parte: Anunciamos la Buena Noticia a los
pobres). En ellas se expresa el modo en que cada una de estas dimensiones clave
puede enriquecer y acrecentar la vida espiritual marista. La parte final (quinta
parte: Soñamos nuevos sueños), lleva a mirar hacia el futuro, bajo la inspiración
del cántico de María, el Magnificat.118
Al final del documento se presentan algunas preguntas para que puedan ser
reflexionadas por los miembros de la familia marista, tanto en forma personal
como en grupos, comunidades o círculos de reflexión. Así como también, ofrece
un glosario de términos de utilidad aclaratoria para aquéllos que se acercan a la
lectura del documento.
3. Características esenciales de la Espiritualidad Marista en Agua de la Roca
Los maristas experimentan que en su camino hacia Dios se sienten inspirados por
la visión y la vida de Marcelino y sus primeros discípulos. Se perciben también
118
Cf. HERMANOS MARISTAS DE LA ENSEÑANZA, op. cit., página 11.
48
como enviados a compartir con María la experiencia transformadora de sentirse
amados incondicionalmente por Jesús. De allí fluyen las seis características119
esenciales de su modo de ser cristianos que en “Agua de la Roca” han querido
precisar de la siguiente manera:
Presencia y amor de Dios.
Confianza en Dios.
Amor a Jesús y a su Evangelio.
Al estilo de María.
Espíritu de familia.
Espiritualidad de sencillez.
A continuación se describe cada una de estas características espirituales según el
modo de comprensión y vivencia de la familia marista que “Agua de la Roca”
expone.
3.1 Presencia y amor de Dios
San Marcelino Champagnat fue un hombre enamorado de Dios que descubrió que
Él estaba presente en su vida y aprendió a confiar en la Providencia.120 Cuando
Champagnat decidió iniciar el proyecto de los Hermanos Maristas se preocupó
mucho por transmitirles esta conciencia de la presencia de Dios y la confianza en
la Providencia.
Cuando murió Marcelino, la espiritualidad estaba desarrollada pero no se había
sistematizado. Al sistematizar la espiritualidad marista se afirma que una de sus
características distintivas es la experiencia de la presencia y el amor de Dios. Ésta
es definida como una “profunda experiencia de sentirnos amados por Dios
119
Ibíd., página 26. 120
La Providencia o Divina Providencia es un término teológico que en la tradición de la Iglesia católica indica la presencia e intervención de Dios en la vida de los seres humanos.
49
personalmente y la convicción de que Él está junto a nosotros en las experiencias
humanas de cada día.”121
Por tanto, la espiritualidad marista es teocéntrica, es decir, que está centrada en
Dios. En las situaciones humanas los maristas descubren que Dios es el único que
puede saciar la sed que surge en el corazón. De esta misma experiencia se
desprende la confianza en Dios que a continuación se explica.
3.2 Confianza en Dios
Marcelino Champagnat, como se ha dicho anteriormente, vivió enamorado de
Dios, junto con ello vivió muy consciente de sus limitaciones personales. Estas dos
vivencias de Marcelino explican su ilimitada confianza en Dios.
La confianza en Dios es también un elemento que los maristas asumen como
distintivo de su espiritualidad y lo explican como “el empeño en desarrollar la
relación con Dios de manera que se convierta en la fuente cotidiana de renovado
dinamismo espiritual y apostólico.”122 También quieren expresar una manera de
acoger los misterios de la vida con confianza, apertura y entrega.123
Agua de la Roca deja ver a través del elemento de la confianza en Dios, la pasión
marista por vivir una estrecha relación con Dios que sea el motor que impulse el
resto de la vida, las relaciones con los demás seres humanos y la naturaleza. De
igual manera la pasión por Dios está manifestada en el amor a Jesús, Hijo de
Dios, y su mensaje, buena noticia para toda la humanidad. A continuación se
detalla más este elemento.
121
Cf. HERMANOS MARISTAS DE LA ENSEÑANZA, op. cit., página 27. 122
Ibíd. 123
Ibíd.
50
3.3 Amor a Jesús y su Evangelio
San Marcelino Champagnat vivió la experiencia de sentirse intensamente amado
por Jesús, lo cual le llevó a buscar apasionadamente la construcción del Reino de
Dios dejándose guiar por el Espíritu del mismo Cristo. Esta relación profunda de
Marcelino con Jesús modeló la espiritualidad marista, por ello enseñó a los
primeros Hermanos que la finalidad del Instituto Marista y de la vocación de cada
Hermano era “dar a conocer a Jesucristo y hacerlo amar.”124
La espiritualidad marista es, por tanto, cristocéntrica, es decir que Jesucristo y su
mensaje están en el centro del estilo de vida marista. La centralidad de Jesús en
la vida y misión es una convicción creciente para los maristas de hoy que es
evidente en la frase: “Jesús es para nosotros el rostro humano de Dios.”125
Además, este amor por Jesús y su evangelio, se puede explicar a través de los
tres lugares preferidos en los que los maristas ven revelado a Dios en la vida de
Jesús de un modo privilegiado: en Belén, en la Cruz y en el Altar.126
“En Belén encontramos la inocencia, sencillez, dulzura e incluso debilidad de un
Dios que es capaz de conmover los corazones más duros…no hay espacio para el
temor ante un Dios que se ha hecho niño. Descubrimos a un Dios que ha plantado
su tienda en medio de nosotros, y al que llamamos hermano.”127
“Al pie de la cruz nos quedamos sobrecogidos ante un Dios que nos ama sin
reservas. Allí le encontramos compartiendo el sufrimiento físico y psicológico, la
traición, el abandono y la violencia de los hombres y transformando esas
124 Ibíd., página 28. 125
Ibíd. 126
Ibíd. 127
Ibíd., páginas 28-29.
51
experiencias. De esa manera entramos en el misterio del sufrimiento redentor y
aprendemos la humilde fidelidad en el amor. Cristo crucificado es el signo y la más
profunda expresión de un Dios que es amor.”128
“En el altar, en la Eucaristía, encontramos un lugar privilegiado para entrar en
comunión con el Cuerpo de Cristo, unirnos a todos los miembros que lo componen
y profundizar en nuestra relación con Jesús y su presencia en nuestras vidas. La
celebración de la Eucaristía y la oración ante el Santísimo Sacramento, fuente y
cima de la vida cristiana, nos lleva al centro de la vida espiritual del marista.”129
Marcelino Champagnat también tenía una honda conciencia del amor de Jesús
hacia los demás, por eso el amor a Jesús y su evangelio también significa acción
en favor de la construcción del Reino de Dios y, en consecuencia, encuentro con
los pobres.
Agua de la Roca expresa la opción por el Reino y por los pobres siguiendo las
imágenes de los tres lugares maristas privilegiados del encuentro con Jesús:
“Estos lugares preferidos, donde hallamos el amor de Jesús, son también
espacios de encuentro con los pobres. En el Pesebre nos sensibilizamos con las
situaciones de pobreza y fragilidad de los niños y jóvenes, especialmente los
menos favorecidos. En la Cruz, nos asociamos con aquellos que se ven afectados
por el fracaso y el sufrimiento, y con los que luchan por el pan, la justicia y la paz.
En el Altar, entramos en comunión con el amor de Jesús, que nos conduce a una
relación profunda con los pobres. Vamos hacia ellos y ellos se convierten en
verdaderos amigos y hermanos nuestros. Abrimos nuestras casas a los pobres y
compartimos con ellos nuestra presencia, tiempo y recursos.”130
El compromiso con la construcción del Reino de Dios lleva a afirmar que la
espiritualidad marista es una espiritualidad apostólica y misionera. Al mismo
128
Ibíd., página 29. 129
Ibíd. 130
Ibíd.
52
tiempo se descubre una espiritualidad encarnada, que es pasión por Jesús y a la
vez compasión y solidaridad con los pobres, en donde el mundo es visto con ojos
compasivos y en el que se intenta actuar como signo de la presencia amorosa y
compasiva de Dios con la personas, especialmente a través de la educación de la
niñez y de la juventud.
El amor a Jesús y su evangelio adquiere un matiz especial al reconocer que los
maristas desean hacerlo al estilo de María. En el siguiente apartado se hablará de
esta característica.
3.4 Al estilo de María
Marcelino Champagnat siempre se experimentó especialmente llamado por María.
Todo el tiempo vivió una afectiva y total confianza en Ella, por ello la veía como
“Buena Madre.” Entre sus escritos encontramos frases como: “Sin María no somos
nada y con María lo tenemos todo, porque María tiene siempre a su adorable Hijo
en sus brazos o en su corazón.”131
La íntima relación entre María y Marcelino ayudó a modelar la dimensión mariana
de la espiritualidad marista, la cual se ve fuertemente manifiesta en expresiones
que forman parte de ésta tradición espiritual como “Recurso Ordinario” y el lema
“Todo a Jesús por María, todo a María para Jesús.”132
Champagnat quería que los Hermanos siguieran a Jesús al estilo de María; así
que juntos desarrollaron el amor a María como medio seguro de centrar sus
corazones en Jesús.
131
Ibíd., página 30. 132
Ibíd.
53
Marcelino experimenta a María como modelo en la relación con Dios, con Jesús y
con los demás; y de igual forma la presenta a los Hermanos. Marcelino, como
María, ve a Dios en todas las cosas y cree todas las cosas vienen de Dios.
Experimenta la presencia de Dios tanto en la tranquilidad del Hermitage como en
las calles ruidosas de París. Para Él, como para María, cada lugar y circunstancia
es una oportunidad de encontrarse con Dios.133
Champagnat llegó a descubrir que en la misión marista se comparte la maternidad
espiritual de María y que, al mismo tiempo, María inspira la actitud de los
Hermanos con los jóvenes.134
La siguiente frase expresa muy bien la experiencia de compartir la maternidad
espiritual con María: “Compartimos la maternidad espiritual de María cuando
asumimos nuestra tarea de llevar la vida de Cristo al mundo de aquellos cuyos
vidas compartimos; y la nutrimos en la comunidad eclesial, cuya comunión
afianzamos, siendo fervientes en la oración y generosos en el servicio
desinteresado.”135
La manera en que María inspira su actitud con los jóvenes puede ser
perfectamente explicada por la siguiente frase: “María inspira nuestra actitud con
los jóvenes [puesto que] al contemplar su figura en las Escrituras quedamos
impregnados de su espíritu. Vamos con prontitud a la “región montañosa” de las
vidas de los jóvenes a llevarles la buena noticia de la justicia y la fidelidad
misericordiosa del Señor. Al relacionarnos con los jóvenes con un estilo mariano,
nos convertimos en el rostro de María para ellos.”136
Los maristas viven al estilo de María cuando viven el amor a Jesús y a su
Evangelio con las mismas actitudes y acciones con las que lo hizo María, es decir,
133 Ibíd., página 44. 134
Ibíd., Página 30-31. 135
Ibíd., página 31. 136
Ibíd.
54
cuando manifiestan en su vida la preocupación por traer la vida de Cristo al mundo
y cuando están presentes en la comunidad eclesial naciente, de manera especial
entre los niños y jóvenes pobres.
Pero la espiritualidad marista no es una experiencia individual, sino que es
comunitaria. El siguiente apartado desarrollará la característica de la espiritualidad
marista sobre el espíritu de familia.
3.5 Espíritu de familia
A san Marcelino Champagnat y a los primeros Hermanos les caracterizó un tipo de
relaciones marcadas fuertemente por el cariño, la cercanía y la ternura. Marcelino
quería que fuera característico de las comunidades de Hermanos el tener
relaciones como las de una familia, por esa razón uno de los principales mensajes
que les transmitió en su testamento espiritual fue el profundo deseo de que a los
Hermanos se les reconociera por el amor entre ellos.
El Espíritu de familia es explicado con la imagen de la familia de Nazaret de la
siguiente forma: “como nuestras primeras comunidades [maristas] nos sentimos
inspirados por el hogar de Nazaret para desarrollar las actitudes que hacen
realidad este espíritu de familia: amor y perdón, ayuda y apoyo, olvido de sí,
apertura a los demás, y alegría. Este estilo de relación se ha convertido en una
característica de nuestro modo de ser maristas.”137
Además se presenta que del espíritu de familia “surge una espiritualidad que es
intensamente relacional y afectiva. Esencialmente nuestra relación con los demás
consiste en ser hermano y hermana para cada uno.”138 “Dondequiera que los
seguidores de Champagnat estemos presentes, trabajando juntos en la misión,
137
Ibíd., página 32. 138
Ibíd.
55
este “espíritu de familia” expresa la forma marista de vida en común. Su manantial
es el amor que Jesús tiene para con todos sus hermanos y hermanas, para con
toda la humanidad. A través de este espíritu compartimos una experiencia de
pertenencia y unión en la misión.”139
La característica de Espíritu de familia se descubre que la espiritualidad marista es
una espiritualidad familiar y comunitaria en donde priman las relaciones fraternas y
horizontales animadas e inspiradas por el amor cristiano entre todos los que
conforman la familia marista, pero también de los miembros de la familia hacia
todos aquellos con los que entran en relación.
Como última característica, se presenta a continuación, la espiritualidad de la
sencillez.
3.6 Una espiritualidad de sencillez
San Marcelino Champagnat fue un hombre sencillo, entusiasta y práctico; actuaba
rápidamente para llevar sus ideas a la acción. Fue un hombre de aldea rural, así
como también lo fueron los primeros miembros del Instituto marista. De su manera
de proceder brotó una espiritualidad sencilla y encarnada que él mismo compartió
a sus Hermanos y estos, a su vez, transmitieron como herencia preciosa.
La espiritualidad de sencillez marista es definida como sinónimo de la humildad.
En Agua de la Roca se encuentra de la siguiente manera: “la humildad está en el
centro de la espiritualidad marista que nos viene de Marcelino y los primeros
hermanos. Esta virtud se manifiesta en una actitud de sencillez, especialmente en
el modo de relacionarnos con Dios y con los demás. Nos empeñamos en ser
personas íntegras, sinceras, abiertas y transparentes en nuestras relaciones.”140
139
Ibíd., página 33. 140
Ibíd.
56
También dice que “esta espiritualidad de sencillez, modela la vida entera de los
discípulos de Marcelino. Con humildad, tratamos de conocernos, con nuestras
fuerzas y debilidades, y aceptamos gustosamente la ayuda que necesitamos. Nos
sentimos en paz con nosotros mismos tal como Dios nos ha hecho. Acercándonos
a los otros, con transparencia y gratitud, los aceptamos tal como son y nos
sentimos dispuestos a escuchar la visión que tienen de nosotros. Gustosamente
ofrecemos perdón y damos el primer paso hacia la reconciliación.”141
Además de lo anterior se explica que “este mismo espíritu nos anima a adoptar un
estilo de vida sencillo: evitamos el consumismo, con su acumulación de los bienes
disponibles y el despilfarro de los recursos; nos sentimos responsables de la
creación, que es un precioso regalo de Dios a la humanidad. Esta actitud nos
impulsa a unirnos a otros en acciones necesarias para preservar la naturaleza,
para acrecentar la armonía entre la humanidad y la naturaleza, y para colaborar
con el Creador en la tarea de llevar la creación a su plenitud.”142
La sencillez marista también incluye el trabajo manual como una manera muy
concreta de vivir la pobreza y la corresponsabilidad con el Creador de cuidado de
la naturaleza. Esto se ve con claridad en la siguiente frase: “Nuestro deseo de
estar en comunión con la naturaleza se manifiesta de diversas maneras. En la
tradición marista concedemos gran valor al trabajo manual porque favorece el
contacto directo con la creación, los seres y las cosas; compromete en el cuidado
de la naturaleza, en su conservación y en su transformación; educa en la
paciencia y la precisión. Asimismo, afirma el valor de trabajar con nuestras manos
y nos acerca a los pueblos indígenas que viven con gran respeto la relación
cercana con su tierra.”143
141
Ibíd., página 34. 142
Ibíd., páginas 34-35. 143
Ibíd., página 35.
57
La Comisión Internacional de Espiritualidad comenta al respecto que “este amor
por el trabajo manual revela una actitud más amplia en el corazón del marista, que
abarca los valores de practicidad, frugalidad, servicio, laboriosidad y abnegación.
En suma, un estilo de vida sencillo. Este modo de vivir proviene de una tradición
marista que nos estimula a vivir del trabajo de nuestras manos. Por tanto la
comisión concluye que “la opción por la sencillez de vida nos da una mayor
capacidad para actuar entre los pobres.”144
Finalmente, con todo lo dicho anteriormente sobre la espiritualidad de la sencillez
se “garantiza que nuestro camino con Dios, como el de Marcelino, sea también un
camino de sencillez. Nos acercamos a Dios con transparencia, honestidad,
apertura y confianza. Conscientemente buscamos medios no complicados que nos
ayuden a realizar este itinerario.”145
Por tanto, al ser una espiritualidad de la sencillez, se deduce con mayor claridad
que es una espiritualidad encarnada (tal y como se mencionó al final de la
característica anterior), es decir, que es muy práctica y aterrizada, que se
encuentra y hace experiencia de Dios en la vida y sus múltiples manifestaciones:
la naturaleza y su diversidad, en las relaciones humanas y todo lo que se genera
con ellas, en el trabajo y sus relaciones, en el silencio y en el ruido, en las alegrías
y en las penas, en los logros y las angustias, en la vida y en la muerte.
Al mismo tiempo se concluye que la espiritualidad marista es una espiritualidad de
compasión por la humanidad, apostólica y misionera. Como se afirmó al inicio del
apartado 4.3, los maristas se sienten enviados [por Jesús] a compartir con María
la experiencia transformadora de sentirse amados incondicionalmente por
Jesús.146
144
Ibíd. 145
Ibíd., página 36. 146
Ibíd., página 26.
58
Concluyendo el capítulo se puede decir que “Agua de la Roca” es un documento
reciente y novedoso sobre espiritualidad marista. Reciente porque no hace mucho
que fue publicado; y novedoso, porque es un primer intento por presentar una guía
sobre el carisma marista que llegue a todo los miembros de este instituto que se
sienten herederos en vida y misión de lo iniciado por Marcelino Champagnat, tanto
hermanos como laicos. De esta manera logra presentar en seis características lo
distintivo de esta manera peculiar de vivir la espiritualidad cristiana: en la
presencia y el amor de Dios, con confianza en Dios, amando a Jesús y su
Evangelio, al estilo de María, con un espíritu de familia y de sencillez.
59
Capítulo V
Relación entre el salmo 131 y Agua de la Roca
El último capítulo de esta tesis es la relación entre lo expuesto por el capítulo 3, “El
salmo 131”; y el capítulo 4, “Agua de la Roca.” La finalidad es aportar elementos
iluminadores que enriquezcan la consciencia marista acerca de su propia
espiritualidad.
En este capítulo se presentarán cuatro apartados que representan los puntos
comunes entre ambas fuentes (salmo y Agua de la Roca), así: la actitud de
humildad y sencillez; la experiencia mística de unidad, el abajamiento y abandono;
la maternidad espiritual y comunidad de fe y la esperanza en la misión.
En el siguiente cuadro se aprecia, en forma comparada, la síntesis de los puntos
de relación entre el salmo y el documento Agua de la Roca. Aparecen en él, en la
primera columna, el salmo 131 divido en versículos; en la segunda columna, en
paralelo con la primera, las características de la espiritualidad marista, pero desde
una lectura intuitiva, es decir, haciendo explícito lo que se considera implícito en lo
dicho por Agua de la Roca; y en la tercera columna, la expresión síntesis de la
relación entre el salmo y las características espirituales maristas.
60
Salmo 131 Espiritualidad Marista en Agua de
la Roca
Expresión síntesis
de la relación
“Señor, mi corazón no
es ambicioso ni mis
ojos altaneros, no
persigo grandezas ni
maravillas que me
superan” (versículo 1).
Espiritualidad de la humildad y la
sencillez:
Experimentar a Dios en uno
mismo y en la creación: símbolo
de la violeta.
Actitud de humildad
y sencillez.
“Juro que allano y
aquieto mi deseo”
(versículo 2a).
Espiritualidad contemplativa:
Presencia y amor de Dios.
Amor a Jesús y su Evangelio.
Experiencia mística
de unidad,
abajamiento y
abandono.
“Como a un niño en
brazos de su madre,
como a un niño
sostengo mi deseo”
(versículo 2b).
Espiritualidad mariana:
María la Buena Madre.
María paradigma espiritual:
o Seguir a Jesús como María.
o Confiar en Dios como
María.
Maternidad
espiritual. Rostro
femenino de Dios.
“¡Espere Israel en el
Señor ahora y por
siempre” (versículo 3).
Espiritualidad apostólica:
Espíritu de familia.
Experiencia Montagne.
Comunidad de fe y
esperanza en la
misión.
1. Actitud de humildad y sencillez.
La actitud de humildad y sencillez es la primera condición de las expresiones que
sintetizan la relación entre el salmo 131 y el documento “Agua de la Roca.” La
comparación en esta parte es la siguiente:
61
Salmo 131 Espiritualidad Marista en Agua de la
Roca
“Señor, mi corazón no es ambicioso ni
mis ojos altaneros, no persigo
grandezas ni maravillas que me
superan” (versículo 1).
Espiritualidad de la humildad y la
sencillez:
Experimentar a Dios en uno mismo
y en la creación: símbolo de la
violeta.
En el versículo 1 del salmo 131 se expone la serie personal que el orante expresa
como secuencia corazón, ojos y pies.147 Lo significativo son los calificativos para
cada parte del cuerpo humano: no ambicioso, no altaneros y no grandezas ni
maravillas.
La ambición y la altanería son equiparables a la soberbia.148 La humildad y la
sencillez son antónimas de la soberbia.149 Por tanto, lo que el orante del salmo
está expresando es que su corazón y sus ojos son humildes y sencillos.
Las palabras grandezas y maravillas son palabras que en el lenguaje del Antiguo
Testamento son calificativos propios sólo de Dios, por tanto, si el ser humano las
usara para sí, sería calificado de soberbio. En cambio el orante humildemente
reconoce que él no es Dios.
La espiritualidad marista es semejante a lo que el orante del salmo 131 vive y
expresa en su relación con Dios, porque la humildad está en el centro de la
espiritualidad marista que fue heredada de Marcelino y de los primeros
Hermanos.150 Lo primero que Marcelino Champagnat descubrió para sí mismo en
su camino espiritual fue la humildad y así lo enseñó: "La humildad es el sello
147 Cf. A. SCHÖKEL, op. cit., tomo II, página 1526. 148 Ibíd. 149
Cf. Diccionario de sinónimos, antónimos y parónimos (1987). España. Editorial Ramón Sopena. Página 553. 150
Cf. HERMANOS MARISTAS DE LA ENSEÑANZA, op. cit., página 33.
62
característico de un auténtico Hermanito de María, ha de ser su virtud predilecta;
la caridad es humilde y no se jacta ni se engríe” (I Cor 13, 4).151
Marcelino Champagnat en su tiempo de seminarista después de hacer un serio
examen para conocerse más a fondo llegó a decir que su principal defecto era el
orgullo contra el cual debía luchar. Compuso una oración que rezaba con
frecuencia en la que expresaba pensamientos como los siguientes: “Señor,
confieso que no me conozco,…, Ayúdame a conocer mis defectos… concédeme,
te suplico, la humildad, destruye en mí el edificio del orgullo…”152
La humildad de vida de Marcelino Champagnat y de los primeros Hermanos
Maristas fue un rasgo que pasó a la tradición espiritual marista como un valioso
tesoro. “Marcelino daba mucha importancia a la humildad y quería que fuese uno
de los rasgos distintivos del estilo de vida de los Hermanos maristas. Era la
primera lección que enseñaba a los postulantes que llegaban. Y el primer libro que
ponía en sus manos era Le livre d’or, un tratado sobre la humildad… Andando el
tiempo, la virtud de la humildad vino a ser asociada con la sencillez, y finalmente el
ramillete se completó con la flor de la modestia.”153
“La sencillez, complementada con la humildad y la modestia, se expresan
tradicionalmente entre nosotros con el símbolo de las tres violetas.”154 Este
símbolo quiere decir que la vida del marista debe ser como la de la violeta, su
pequeñez hace que se pierda entre el verdor de las hojas, pero su fragancia es
exquisita, por eso aunque no se mire se siente su olor. Los maristas han llegado a
condensar esta experiencia en la frase hacer el bien sin ruido, que se traduce en
hacer visibles las buenas obras, pero sin protagonismos.
151 FURET, J. B. (1989). Vida de José Benito Marcelino Champagnat. España. Editorial Luis Vives. Páginas 556-557. 152 Ibíd., página 17. 153 SAMMON, S. (fms). (2009). En sus brazos o en su corazón: María nuestra Buena Madre, María nuestra fuente de renovación. Instituto de los Hermanos Maristas. Circular n°411. Página 14. 154
COMISIÓN INTERNACIONAL DE PASTORAL JUVENIL MARISTA (2011). Evangelizadores entre los jóvenes. Instituto de los Hermanos Maristas. Página 68.
63
La virtud de la humildad marista se manifiesta en una actitud de sencillez en la
relación con Dios y los demás y pide a los maristas ser personas íntegras,
sinceras, abiertas y transparentes en las relaciones interpersonales;155 acercarse
a Dios con transparencia, honestidad, apertura y confianza;156 esforzarse por
conocerse en sus fuerzas y en sus debilidades; aceptarse tal y como Dios los ha
hecho y también aceptar gustosamente la ayuda que se les ofrece.157
2. Experiencia mística de unidad, abajamiento y abandono.
La segunda de las expresiones que sintetizan la relación entre el salmo 131 y
Agua de la Roca es la experiencia mística de unidad, abajamiento y abandono.
Como se aprecia en el cuadro a continuación, esta experiencia queda en
evidencia al comparar parte del versículo segundo del salmo con los rasgos
espirituales maristas de la presencia de Dios y el amor a Jesús y su Evangelio.
Salmo 131 Espiritualidad Marista en Agua de
la Roca
“Juro que allano y aquieto mi deseo”
(versículo 2a).
Espiritualidad contemplativa:
Presencia y amor de Dios.
Amor a Jesús y su Evangelio.
El salmo 131 revela la experiencia mística del orante cuando su comunión con
Dios le lleva a proclamar un juramento ante Él. Se descubre, entonces, una
experiencia de conocimiento personal claro y honesto, sin autoengaños, con total
transparencia;158 a su vez es experiencia de abajamiento y de abandono en Dios.
155 Cf. HERMANOS MARISTAS DE LA ENSEÑANZA, op. cit., página 33. 156
Ibíd., página 36. 157
Ibíd., página 34. 158
Cf. A. SCHÖKEL, op. cit., tomo II, página 1527.
64
Esto se percibe en el verbo allanar que expresa la preparación del orante al
encuentro con Dios.159 La preparación perfecta para el encuentro con Dios viene
por la actitud de la humildad que aquieta el deseo.
Precisamente de la actitud de humildad brotan dos experiencias que hacen de la
espiritualidad marista una espiritualidad contemplativa: vivir la presencia y el amor
de Dios y el amor a Jesús y su Evangelio.
La forma de orar de Marcelino era la contemplación, en el sentido auténtico de la
palabra. La contemplación invita a los maristas a bajar la marcha y adoptar una
actitud de escucha, así como asumir el reto de dejar que Dios nos mire con
amor.160
Para Marcelino Champagnat la experiencia contemplativa se aprecia en que su
unión con Dios iba de la oración a la vida y de la vida a la oración. Una simple
jaculatoria, “Dios me ve siempre y en todas partes”, podía ser mediación para
ayudarle a ser consciente de la presencia de Dios en su vida diaria. Llegó a
expresar, hacia el final de su vida, que nada le impedía vivirse en Dios y se
encontraba tan envuelto por la presencia de Dios en la soledad y el silencio del
campo en el Hermitage como en el ruidoso París.161
Champagnat quiso que su comunidad naciente de hermanos maristas cultivaran
esta experiencia de fe en sus vidas, tanto en la oración como en la vida diaria. Así
los maristas son contemplativos, al igual que el orante del salmo 131, cuando
invocan a Dios cada día y en todo momento como su Señor e intentan vivir en su
presencia con infinita confianza, con la disponibilidad de quien cree que es Dios
quien realmente actúa, aún en la debilidad humana. Tanto oración como misión se
convierten así en ámbitos donde Dios está presente.
159
Cf. Ibíd, página 1529. 160
Cf. SAMMON, op. cit., páginas 51-52. 161
Cf. FURET, op. cit., página 325.
65
Marcelino Champagnat expresó su amor a Jesucristo de diversas maneras. Decía
que la finalidad del Instituto y de cada Hermano Marista era dar a conocer a
Jesucristo y hacerlo amar.162 También expresó especial devoción por los lugares
de Belén, la Cruz y el Altar. La contemplación de estos tres lugares predilectos le
llevaron a un encuentro con Jesús en el que Dios se le reveló pequeño, pobre,
humilde, obediente, sufriente, entregado, amoroso, compasivo y misericordioso.
Quiso hacer vida en sí estas actitudes y de igual manera las transmitió a los
Hermanos Maristas como herencia espiritual. La contemplación para Champagnat
fue experiencia especial cuando vivía la celebración de la Eucaristía y la oración
ante el Santísimo Sacramento y se mantenía en lo cotidiano de la vida.
Todos estos aspectos mencionados fueron parte de la vivencia concreta de la
espiritualidad contemplativa teocéntrica del Padre Champagnat y, que como bien
se sabe, fueron transmitidos a los primeros Hermanos Maristas y que aún en la
actualidad siguen siendo tenidos en gran valor por la espiritualidad marista.
3. Maternidad espiritual.
La maternidad espiritual es la tercera de las expresiones que sintetizan la relación
entre el salmo 131 y el documento “Agua de la Roca”. La comparación en este
apartado es la siguiente:
162
HERMANOS MARISTAS DE LA ENSEÑANZA (2011). Constituciones y estatutos. Texto de 1986 con las modificaciones introducidas por los capítulos Generales de 1993, 2001 y 2009. Artículo n° 2. Página 17.
66
Salmo 131 Espiritualidad Marista en Agua de
la Roca
“Como a un niño en brazos de su madre,
como a un niño sostengo mi deseo”
(versículo 2b).
Espiritualidad mariana:
María la Buena Madre.
María paradigma espiritual:
o Seguir a Jesús como
María.
o Confiar en Dios como
María.
Como se aprecia en el cuadro, la maternidad espiritual marista es fruto de la
comparación entre el salmo 131 y la espiritualidad marista en Agua de la Roca y
está inspirada por la figura de María por dos razones fundamentales: una, por la
estrecha relación espiritual cultivada entre María y los maristas desde tiempos de
Marcelino Champagnat; y dos, porque María es modelo de relación con Dios y con
los demás, de manera especial con los destinatarios de la misión marista (los
niños y los jóvenes). A continuación se desarrollan estas dos razones.
3.1 La Buena Madre.
En el salmo 131 la maternidad es un elemento importante. Si bien, no aduce a
Dios, sí a la postura que el orante asume como manera de allanar, aquietar y
sostener su deseo. La figura de la madre es la que ayuda a expresar la forma en
que los impulsos interiores del orante son acogidos de tal manera de estar ante
Dios con total humildad y confianza.163
163
Cf. A. SCHÖKEL, op. cit., tomo II, página 1527.
67
Si hiciésemos un ejercicio de imaginación, bien podríamos colocar a María como
la orante de este salmo. La Mariología164 presenta a María como perteneciente al
grupo de los anawin,165 lo cual quiere decir que era parte de ese pequeño grupo
judío de los humildes y fieles al Señor. En el Magníficat se encuentran frases de
confianza y humildad muy semejantes a la actitud expresada por el orante del
salmo 131: “Proclama mi alma la grandeza de Dios por que ha puesto sus ojos en
la humildad de su esclava.”166
En la espiritualidad marista María es muy importante porque es referente y modelo
de espiritualidad. Para Marcelino Champagnat María ocupó un lugar privilegiado
en su espiritualidad. Todo el tiempo vivió una afectiva y total confianza en Ella, por
ello la veía como “Buena Madre.” En su oración de tiempo del seminario expresó:
“Virgen Santísima, mi buena Madre, pide para mí, tu indigno siervo, pide al
Corazón adorable de Jesús, la gracia de conocerme, de luchar, vencerme y
destruir mi amor propio y mi orgullo. A tus pies me propongo combatirlo sin
descanso.”167 En los inicios de la fundación de los Hermanos dijo a un joven
postulante: “Ahí tienes a la augusta Virgen, es nuestra buena Madre. Será también
la tuya si te quedas en esta casa que le está consagrada y te ayudará a superar
las dificultades de la vida religiosa.”168
El Hermano Agustín Carazo169 menciona que Champagnat poseyó imágenes que
le eran de especial aprecio. Entre ellas se encontraba la que la tradición Marista
ha nombrado como la estatua de la Buena Madre.170 En esta imagen
contemplamos a Jesús niño, tranquilo y confiado en los brazos de su madre, quien
164 Cf. GARCÍA, J. (2001) Mariología. Segunda Edición. España. Biblioteca de Autores Cristianos. 165
Pequeño resto de Israel o pequeño grupo del pueblo judío caracterizado por su humildad, pobreza y por vivir fielmente según los principios de la ley con una confianza plena en las promesas de Yahvé. 166 Cf. Lc.1, 46-55. 167 FURET, op. cit., página 17. 168 Ibíd., página 146. 169 Cf. CARAZO, A., fms. (1999). Tras las huellas de Marcelino Champagnat. El contexto histórico, religioso y educativo del Fundador. Primera edición. Chile. Provincia Marista de Chile. Página 217. 170
La original es una estatua de yeso y policromada; mide unos 75 centímetros y representa a la Virgen María como Madre, con el niño Jesús dormido en los brazos, con el gesto de chuparse el dedo.
68
a su vez le sostiene y contempla con ternura. Carazo afirma que es una lograda
expresión plástica del Salmo 131.171
Cuando el orante expresa en el salmo que su actitud es como la del niño en los
brazos de su madre y que es en los brazos de la madre donde sostiene su deseo,
parece casi inevitable traer a la mente este ícono marista de la Buena Madre, en el
cual María sostiene a su hijo entre sus brazos y éste descansa en ella con
completa confianza.
Por tanto, en María se descubre, al mismo tiempo, el ejemplo de la actitud humilde
de quien serena su deseo y el gesto materno de sostener entre sus brazos al niño,
en quien se puede representar a cualquiera que acude a ella como madre.
3.2 María paradigma espiritual.
La espiritualidad mariana es paradigma espiritual marista que abarca todos los
aspectos de su espiritualidad. María es modelo de un modo particular de vivir la
vida en la relación con los demás y con Dios. Esto significa confiar en Dios como
María y amar y servir a la humanidad como María.
Entre los escritos de Champagnat se encuentran frases como: “Sin María no
somos nada y con María lo tenemos todo, porque María tiene siempre a su
adorable Hijo en sus brazos o en su corazón”,172 “Todo a Jesús por María, todo a
María para Jesús.”173
Marcelino consideró a María como Madre, camino y modelo que debía llevarlo a
Jesús, por ello, fruto de esta íntima relación, nombró al Instituto que fundó con el
nombre de María y modeló la espiritualidad mariana de los Hermanos Maristas.
Quería, además, que los Hermanos siguieran a Jesús al estilo de María.
171
Cf. CARAZO, op. cit., página 209. 172
Ibíd., página 30. 173
Cf. FURET, op. cit., página 342.
69
De la tradición espiritual surge que los maristas consideran que María es quien
inspira su actitud con los jóvenes porque de la contemplación de sus
actitudes aprenden a desarrollar su misión entre la niñez y la juventud. “La forma
de evangelizar los maristas a los jóvenes pretende ser semejante al estilo como
María educaba al joven Jesús.”174
Marcelino también descubrió que en la misión los Hermanos comparten la
maternidad espiritual de María porque viven la tarea de llevar a Jesús a todos los
seres humanos, particularmente a los niños y jóvenes pobres.
4. Comunidad de fe y esperanza.
La cuarta de las expresiones que sintetizan la relación entre el salmo 131 y Agua
de la Roca es la comunidad de fe y esperanza. La comparación entre salmo y
Agua de la Roca es la siguiente:
Salmo 131 Espiritualidad Marista en Agua de
la Roca
“¡Espere Israel en el Señor ahora y por
siempre” (versículo 3).
Espiritualidad apostólica:
Espíritu de familia.
Experiencia Montagne.
El último versículo del salmo 131 es la manifestación de que la experiencia
personal del orante se vuelve comunitaria.
174
COMISIÓN INTERNACIONAL DE PASTORAL JUVENIL MARISTA, op. cit., página 70.
70
La espiritualidad marista, por su parte, es particularmente comunitaria tanto hacia
dentro en las comunidades, como hacia fuera con los destinatarios de la misión.
Por ello se vuelve una espiritualidad comunitaria de fe y esperanza para todos.
Marcelino Champagnat deseó para los Hermanos que la característica por las que
se les distinguiera fuera la del amor entre ellos como el de una familia.175 Por eso
la tradición espiritual derivó en un estilo familiar de trato entre sus miembros.176
El espíritu de familia marista habla de un modo de relación particular entre quienes
comparten la espiritualidad surgida de la tradición de Marcelino Champagnat. Es
un modo de trato con los demás que se caracteriza por relaciones horizontales de
cercanía, marcadas por el calor y la ternura.
Al inicio de la congregación de los Hermanos Maristas, cuando Champagnat
todavía era vicario en la parroquia de la Valla, decidió irse a vivir con los
Hermanos por la necesidad de acompañarles, formarles y por el cariño que les
tenía; esto a pesar de las incomodidades que le supuso.177
Del ejemplo de Champagnat y de los primeros Hermanos los maristas viven
inspirados por las actitudes de amor, perdón, apoyo mutuo, olvido de sí, apertura y
alegría. Las palabras hermano y hermana son las que mejor expresan este estilo
familiar en el trato a los demás.178
Marcelino Champagnat cuando fue sacerdote coadjutor de la parroquia de La
Valla179 dedicó muchas de sus energías a la visita de enfermos. Una de sus visitas
coincidió con un joven moribundo que no sabía nada de Dios.180 El joven se
175 Cf. FURET, op. cit., página 243 y 443. 176 Cf. HERMANOS MARISTAS DE LA ENSEÑANZA, op. cit., página 32. 177 Cf. FURET, op. cit., página 76. 178 Cf. Ibíd., página 33. 179
Parroquia a la que Champagnat fue enviado recién ordenado sacerdote. Estaba ubicada en el departamento de Lyon, Francia. 180
Cf. FURET, op. cit., página 60.
71
llamaba Juan Bautista Montagne. Este hecho conmovió profundamente el corazón
de Champagnat y a partir de aquel momento no dudo del llamado que Dios le
hacía a fundar una congregación de hermanos dedicados a la educación cristiana
de los niños y jóvenes pobres.
Roberto Clark, fms181, sostiene la tesis que este episodio del joven Montagne,
como responsabilidad compartida, es lo que dio origen a los Pequeños Hermanos
de María, y que la memoria colectiva que tienen los maristas de esta experiencia
puede mantenerles unidos. Desde una perspectiva espiritual, el encuentro entre el
joven Montagne y Champagnat, “representa la confirmación de la intuición de
Marcelino, sin dudar ni poder dudar. Baste decir que la frase embebido en estos
pensamientos (tout pénétré de ces sentiments), que describe el estado emocional
de Marcelino después de su encuentro con Juan Bautista Montagne, no vuelve a
repetirse en Furet, su biógrafo. Por lo tanto, en la experiencia Montagne, los
maristas encuentran el origen y el fundamento de su vida y espiritualidad. Esta
experiencia fue comunicada de generación en generación y es lo que marca su
identidad.182
De la pasión apostólica de Marcelino surge este elemento del espíritu de familia
marista que se manifiesta como espiritualidad apostólica en la relación con los
niños y los jóvenes. La compasión por los otros nace del amor de Dios y de la
inspiración de las actitudes de María.183
En concordancia con el salmo 131 y desde la espiritualidad apostólica marista se
puede decir que los maristas llegan a convertirse en madre que acoge al niño en
sus brazos y que sostiene su deseo. La misión marista de dar a conocer a
Jesucristo y hacerlo amar184 entre la niñez y la juventud también se expresa en la
181 Cf. CLARK, R (2006). Te respondo con una historia. Identidad marista después de la Shoah. Costa Rica. 182 VALLEJO, M. (2009). Tesis: Propuesta de vida y espiritualidad marista en época de innovación y conocimiento. Guatemala. Páginas 42-43. 183
Cf. HERMANOS MARISTAS DE LA ENSEÑANZA, op. cit., página 72. 184
Cf. HERMANOS MARISTAS DE LA ENSEÑANZA, op. cit., página 28.
72
acción por la que sostienen, cuidan y protegen a los niños y jóvenes, a los pobres
y débiles.
Esta frase también puede revelar la manera en que los maristas guían a los niños
y jóvenes. Así como el deseo del niño es sostenido en los brazos de su madre, así
los maristas sostienen a la niñez y juventud que les es encomendada, y le ayudan
a acoger en sus vidas el misterio de Dios, la actitud humilde y confiada, frente a Él
y frente a los demás seres humanos y toda la vida en general.
Al finalizar este capítulo se puede comprobar que de la comparación entre el
salmo 131 y las características de la espiritualidad marista surgen varios puntos de
relación que enriquecen a la espiritualidad originada en san Marcelino
Champagnat.
En estos puntos de relación expuestos se aprecia una espiritualidad de la
humildad que reconoce a Dios en lo más auténtico de uno mismo; una
espiritualidad contemplativa que encuentra a Dios en todos y en todo, pero
especialmente en lo que refleja pequeñez, fragilidad, debilidad y pobreza; una
espiritualidad mariana y como consecuencia que es materna, es decir, que orienta,
guía y lleva a Jesús, y que cuida y sostiene como lo hace una madre; y finalmente,
una espiritualidad fraterna que se convierte en esperanza para toda la humanidad.
73
Conclusiones finales
Al inicio de este trabajo se planteó el propósito de llegar a identificar los puntos
de relación existentes entre el salmo 131 y la espiritualidad marista expuesta
por el documento Agua de la Roca, con la finalidad de enriquecer la
comprensión que actualmente se tiene de dicha espiritualidad. En ningún
momento esta tesis ha pretendido ser la última palabra ni agotar la investigación
sobre el tema, pero sí da pautas para quienes deseen seguir profundizando al
respecto.
Al finalizar el trabajo se presentan algunas conclusiones que son producto del
análisis realizado al salmo 131, a la espiritualidad marista presentada por el
documento Agua de la Roca y de la consecuente relación entre ambos, pero que
pueden ser enriquecidas con estudios posteriores.
A) El libro de los salmos es uno de los más valorados por la tradición espiritual de
la Iglesia católica y para el Instituto Marista. En el momento espiritual marista
actual a cobrado mayor relevancia la lectura orante de la Palabra de Dios
(lectio divina), de manera especial los Evangelios como textos centrales de la
revelación cristiana. El presente estudio devuelve cierto protagonismo a los
salmos, porque se cree que no es debido abandonarlos caprichosamente o por
moda, sino que es importante adaptarlos en su lenguaje y simbología a los
tiempos presente sin perder la esencia de su valor como instrumento que
ayuda a abrirse y encontrarse con el misterio de Dios en todo tiempo.
B) La humildad es una actitud existencial y espiritual muy valorada, de ello da
muestras el presente trabajo. El salmo 131 y la espiritualidad marista refieren a
ella y es llamativo descubrir cómo la humildad aparece altamente considerada
en el Antiguo Testamento por la sabiduría judía, en el Nuevo Testamento por
Jesucristo y el tiempo actual por la espiritualidad cristiana marista y tantas
otras muchas espiritualidades, tanto católicas como de otras confesiones. Ser
74
humilde equivale a abandonarse en Dios y en los demás; es igual a confiarse
en el misterio que trasciende la vida humana; es semejante a ser contemplativo
y al mismo tiempo, donación total para Dios y para los demás.
C) El trabajo también es un aporte para la espiritualidad marista contemporánea
porque ha buscado ofrecer una visión de la espiritualidad como experiencia
interior del ser humano al encontrarse con Dios, que da sentido a la vida y que
colma interiormente a quien la vive y, al mismo tiempo, da impulso para ser
testigo del amor y la bondad de Dios en el mundo. La espiritualidad marista
tradicionalmente ha sido presentada como una espiritualidad mariana y
apostólica, pero que por lo presentado en este trabajo es claro que la también
es contemplativa y mística porque vive la comunión en el misterio de Dios que
luego es raíz y fuente para la misión.
D) Sin lugar a dudas la espiritualidad marista tiene mucho que decir a todos los
cristianos y a todos los seres humanos que con sinceridad buscan a Dios y su
proyecto de amor. Ésta presenta una gran riqueza para la vida espiritual de la
Iglesia y el mundo de hoy. Transmite una sabiduría existencial y espiritual de
todos los tiempos: la humildad, que es la sabiduría de Dios y la mayor prueba
que se tiene de ello es Jesús en la cruz, que siendo Dios se abajo a la
condición humana hasta morir crucificado (cf. Fil 2, 6-8).
E) Es apreciable, a través de las líneas de este trabajo, que la espiritualidad
marista es una espiritualidad del servicio, donde no hay maestros, padres,
guías sino todos hermanos servidores (cf. Mt 23, 1-12); una espiritualidad de
lo secular y horizontal que resalta la sencillez en el ser y en el hacer. La
tradición espiritual de san Marcelino nació, ha crecido y se ha desarrollado
siempre entre seglares, por ello, el gran secreto de la espiritualidad marista es
precisamente el ser laica, de hermanos y hermanas que gozan sirviendo. Tal
como lo dijo el Hermano Álvaro Rodríguez, fsc, en las Palabras a los
Capitulares del 2 de junio 2000: “…ser Hermanos es nuestro secreto, nuestra
fuerza, nuestra mayor riqueza”. Esta realidad del carisma marista llama mucho
75
la atención, porque las relaciones no están sujetas a jerarquías, como suele
suceder en gran parte de la Iglesia. Ser hermanos y hermanas para todos,
desde la sencillez, como en una gran familia es una experiencia que se
convierte en buena noticia para toda la humanidad. Por lo tanto, la
espiritualidad marista ha tenido y sigue teniendo una gran repercusión en los
buscadores de Dios. Quizá sea ahora el momento donde va a recobrar mucho
más fuerza, precisamente por el rol y el protagonismo que está tomando el
laico.
F) Poner en relación el salmo 131 con la espiritualidad marista ha sido
consecuencia de una intuición nacida de la resonancia del salmo en la
experiencia espiritual del autor de esta tesis durante algunos años. Al final del
trabajo queda la certeza de la estrecha relación entre dicho salmo y la
espiritualidad marista presentada por el documento Agua de la Roca. El salmo
131 no es uno con el que se identifique la tradición espiritual marista, pero el
análisis y la relación hecha en este estudio permite decir que este salmo
expresa y matiza, a manera de síntesis, algunos de los elementos esenciales
de la espiritualidad marista que brota de la tradición espiritual de san
Marcelino Champagnat y de los primeros Hermanos Maristas y por ello sería
oportuno tenerlo en consideración. El aporte más novedoso presentado en
esta tesis es precisamente la adopción del salmo 131 en el seno de la
espiritualidad marista.
A estas conclusiones también deben tenerse en cuenta las presentadas al final de
cada capítulo de la investigación. Es claro que la espiritualidad marista es una
realidad dinámica imposible de reducir a unas expresiones o unas formas
específicas y que, por tanto, puede encontrar múltiples formas de expresión y de
realización en la vida de quienes acogen este estilo sencillo de seguimiento de
Jesús.
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