SALIR DEL ATOLLADERO Por el Capitán de Navío Alain DENTS ... · defensa concebible sin una...

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CESEDEJ1 SALIR DEL ATOLLADERO Por el Capitán de Navío Alain DENTS (Traducido de la revista francesa DE FENSE NATIONALE”,Octubre 1975, por el Capitán de OM. del Aire Don Marino GONZALEZ PASCUALL Febrero 1976 BOLETINDEINFORMACIONNUM 98- 1

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  • CESEDEJ1

    SALIR DEL ATOLLADEROPor el Capitán de Navío Alain DENTS

    (Traducido de la revista francesa DEFENSE NATIONALE”,Octubre 1975,por el Capitán de OM. del Aire DonMarino GONZALEZ PASCUALL

    Febrero 1976 BOLETINDEINFORMACIONNUM 98- 1

  • SALIR DEL ATOLLADERO..

    El artículo que sigue a continuaci.6n se inspira engran parte, en un estúdio realizado hace algunos meses por ungrupo de trabajo del Institutó de Altos Estudios de Defensa Nacional (Sesin 27)

    Los autores ponen de manifiesto que atendiéndoncal nivel actual de recursos (2,9% del Producto Nacional Bruto)asignados a la defensa nos dirigimos hacia un sistema que consistía en pagar cada vez m&s caras unas fuerzas cada vez menos competitivas Estamos pues , ante un callejn sin salida, —Para salir de 1, disponemos de dos soluciones: el aumento derecursos o la disminucin de las fuerzas, tanto en efectivos como en materiales, Esta (iltima soluci6n volvería a páneren evidencia las opciones relativas a la forma de participaciEn de losfranceses en su defensa, Los autores subrayan los graves peligros inherentes a tal hiptesis, estudiando un caso límite, ca

    so que esperamos no se haga realidad nunca, Las medidas dereorganizaci6n del Ejército de Tierra, actüalmente en curso,—deben felizmente conjurar tal desventura, al menos para esteEj rcito .

    1,-LOSDATOSDELPROBLEMADELADEFEN

    Elmedioambiente .

    Francia no tiene enemigo declarado pero ante una coyuntura -mundial delicada,donde la fuerza se impone al derecho4ndehvidencia per

  • —2—

    siste y la pasi6n prevalece ,debe atender a su defensa buscando con perseverancia el necesario equilibrio entre sus ambiciones, su obligaciones y susrecursos,

    La defensa concierne a todos los franceses, ahora bien, no haydefensa concebible sin una defensa militar y no hay una defensa militar sinasentamiento popular,

    Las relaciones de fuerza están, a la hora actual, dominadas ——por la paridad nuclear entre las grandes potencias, el vacio político en unmundo bipolar, creado por la división de Europa, y por la situacir contrastada de los países del Tercer Mundo, verdadero mosaico de pauperismo yopulencia.

    En este universo inestable, estamos amenazados y somos vuinerabies por nuestra situacin geográfica y demográfica, nuestras deficien —cias económicas, nuestro comportamiento moral e intelectual de país desarrollado, invadido por el esceptismo y la indiferencia. Sin embargo, losriesgos existen: toda amenaza es el producto de una capacidad de agresi6npor una voluntad de agresi6n; incluso si la voluntad no aparece de forma ——evidente, las capacidades permanecen bajo el aspecto econ6mico, ideoRgi—co, demográfico o militar. Debemos esforzarnos en reconocerlos,afrontarlos y contenerlos, Necesitamos también aprender a renunciar a esta visi6n territorial de las cosas que nos empujan a la defensa solitaria de fronteras territoriales y no a la concertada, de límites más lejanos y menos —precisos de nuestra civilizacin,

    El Instrumentodedefensa,

    La política de defensa en Francia está fundada en la Ordenanzade 7 de Enero de 1959 y. en el Libro Blanco de 1972. Las características —principales de esta política son la permanencia, la universalidad y el carácter a la vez nacional e interaliado del sistema,

    Nuestro concepto estratágico tiende a preservar la paz y a controlar los momentos de crisis por las formas no militares de la defensa,con ayuda de las capacidades nucleares y convencionales del instrumentomilitar,

    Las Fuerzas Armadas agrupan a casi 600,000 militares, la mitad procedente del reclutamiento, y más de 100.000 civiles,Está’nartjciJa—

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    das en. fuerzas nucleares estrat€gicas a tres componentes • fuerzan de irtaniobr terrestres, marítimas y aéreas, fuerzas de seguridad, de

    exterior y de empleo general.

    El presupuesto para la defensa representa el 2,9% del Produto Nacional Bruto (esta previsto para 1976. un. incremento superior al 3%),y no,ha cesado de disminuir desde 1962. Los gastos de funcionamiento prevalecen sobre el de las inversiones y el costo de las remuneraciones y delas cargas sociales sobrepasan, con mucho, el del mantenimiento el entren.amiento, sancionando así la disponibilidad y el valor operativo de lasfuerzas: En otros trminos, con efectivos y presupuestos constantes, caminamos hacia un sistema que consiste en pagar ms caras unas fuerzascada vez menos competitivas.

    La revalorización de la condicibn militar esta a la orden deldía, aunque con algo de retraso para satisfacer un han.dicap tanto ms m&nifiesto cuanto que las reivindicaciones y la contestaci&n son pt&ctica co

    rriente y al parecer eficaces— en el conjunto del país.

    El servicio nacional esta tarnbin de actualidad., ms sin dudaen la medida que toca a las capas j6venes de la poblaci6n, que a la que co.diciona la disponibilidad operativa permanente de nuestro sistema de proteccin, No se puede modificar la forma y la duración y, por lo tanto, ifinalidad del servicio militar, sin poner en entredicho Hjp50 factol! los pri.cipios esenciales de nuestra política de defensa.

    La industria del armamento afecta a 300.000 personas aproxjmadamente, del sector privado y de los establecimientos del Estdo Tiene como primer objetivo atender a las necesidades de las Fuerzas Arm-’das francesas en materiales tcrticos, en condiciones de precios cernpat

    bles con los recursos disponibles. La exportación, precioso uxiliar denuestra balanza comercial de núestra salud econ5mica, depende funda=

    - mentalmente de la importancia y calidad de nuestro instrumento militar,Si queremos olvidarlo, en la euforia d.e nuestras ventas, nuestros ccinpradores, no lo olvidan, .

    LaadaptacjajJfli0

    Las fuerzas nucleares estratégicas habi€ndose beneficiadocontínuamente de la prioridad son. desde ahora muy significativas en el.

    juego sutil de la disuasi6n del dbii al fuerte

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    El efecto de la disuasjn es la resultante de la credibilidad f’ísica y deJa credibilidad sicoi6gica, La primera, fundada sobre la ciisponibilidad y la fiabiiida4 de nuestras fuerzas, el poder de penetraci6n y la capaci-dad de represalia, es innegable, La segunda, es tributaria de la determina—cian del Jefe de Estado, con la aprobacjn popular, ella misma vinculada ala calidad de la informaciEn de defensa dispensada al país, De todos modos,la esencia es la imagen que el adversario eventúal tenga de esta doble deterrn inacion.

    Todas las demás fuerzas, han sufrido las restricciones presupuestarias, salvo por lo general las fuerzas nucleares, Francia noha podi—do o no ha querido, procurarse los medios de desarrollar simultáneamenteun arsenal nuclear y fuerzas convencionales y, hablando más claramente,sjha podido realizar el primero, ha sido n dtrimento de las segundas.

    Las fuerzas de maniobra terrestres, buscando unir su fortuna alas del átomo, están relativamentebien adaptadas para tratar la amenazamás peligrosa, aunque sin duda la menos probable, de un conflicto generalizado en Centro Europa, comportando el empleo de armamento nuclear táctico, Ahora bien, estas fuerzas no tienen ni las estructuras, ni la flexibilidadni los apoyos convenientes para conducir en otra parte, otros tipos de operaciones, que dependen de estrategias operativas más diversificadas,

    Las fuerzas aeronavales, las (inicas que no disponen, de arma —mento nuclear táctico, son, en su conjunto frágiles y anticuadas, El posibleabandono del Plan Azul que debía asegurar su renovaci6n, nos lleva a inte—rrogarnos sobre la capacidad del país para mantener una marina de guerraen el momento en que se abre la más dura de las competiciones sobre losespacios marítimos,

    Las fuerzas de seguridad, limitadas a sus misiones estáticas,-y

    vinculadas al pesado ambiente nuclear, tienen necesidad de otras perspectivas, otras estructuras e incluso, otras denominaciones,

    En cuanto a la defensa aárea, si ha sabido realizar un trimonioeficaz radar_calculadorinterceptador, coherente con el dispositivo de laO,T,A,N. ;nec’esjta elevar el nivel de defensa por la generalizacj de losmisiles superficie—aire de corto alcance, de la artillería de pequetio calibrey de las conduc©Í©es de tiro descentralizadas

    Las fuerzas de accjn exterior, modestas en su establecimientopermanente en Ultramar, pero importante como fuerza interejárcjtos d6

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    intervencin, están constituidas por elementos de calidad; pero las grandesunidades del Primer Ejreito no están muy en condiciones de participar allade o en apoyo de estas fuerzas en operaciones de presencia de represa-—ha, de interposicin entre partes opuestas o de intervenci6n a viva fuerza,en el curso de fases agudas de crisis graves pero localizadas,

    Los sistemas de alianza

    Francia forma parte deJa Alianza Atlántica yest interesadaen las modalidades de una ¿ventuaiorganizaci6n de la defensa europea, astamisma tributaria- de -la naturaleza y del grado de evoluci6n de la entidad

    europea. -‘-

    Los acontecimientos más recientes del Sur—Este Asiático, l,atendeneiaal aislacionisrn9 de los ‘Estados Unidos, la mrior credibilidad desu compromisoj haeen.ni actual todavfa la necesidad de una defensa europ:ea concertada- . -.

    Más allá de los obstáculos tradicionales, reales ó supuestos,layu-xtaposicin de los elémentos existentes y en particular de fuerzas nuciea.res estratgiea-s francesas y brit&nicas,-constituye un primer paso importante hacia la definicin-de.una defensa çomán europea, apoyada en una estrategia de disuasin propia, un-concepto de empleo comin y una política,—de armamento armonizada, -

    II, - ELATOLLADEROYLAS” VIASDEEVOLUCIONPOSIBLES

    Los acontecimientos recientes, en el. seno mismo de los Ejárcjtos, la estructura del presupuesto de la Defensa para 1975, la puesta en duda de los objetivos del 4 Pián militar y la misma conveniencia, de esta pia—nificacin, nos obliga a pensar que desembocamos en un caiiejn sin saIida

    ¿ Por qu un callej6n sin salida. ,,,? Porque en teoría, una plítica de defensa, es la expresin de una voluntad comcn, definida por losdirigentes políticos, sostenida por el consensus popular, aplicada en cadadepa:rtamento ministerial y traducida en componentes militares por el votode leyes financieras adaptadas, , ,,.,.

    Hay callej6n si.n salida, si no existe homogeneidad entre misiones3 recursos, estructuras y fii&lidacio ,Eieparecc sei- el caso de ac.

  • tualidad y el problema9 en su actual definícibn, aparece insoduble, ha deplantearse en otros términos, radicalizado y debatido por asamble:s parlamentarias, con objeto de resolver estas incompatibilidades fundamentai

    Es necesario que la nacin sepa y diga9 en primer lugar, biendirectamente o por sus representantes, si quiere o n6 una defensa; en casoafirmativo9 si acepta participar por la contribuci6n y el reclutamiento osolamente por el primero, a este esfuerzo de defensa (esta contribucin noseria la misma en uno u otro caso); después, es neçesario definir las ambicíones y los recursos constantes a adaptar a estas ambiciones; en fin ,queaquellos cuya misi6n es la de conducir y alentar este instrumento d defenSa, tengan la convicción de que su acci6n corresponde bien a la voluntadgeneral de la naci6n.

    Lasviasdeevoluói6nposibfes’

    Existen tres soluciones: el ‘1statu quo”, el aumento de los re

    cursos y la dísminucibn de fuerzas, Unicamente las dos últimas, o su cornbinaci6n, ofrecen una posibilidad de salir del atolladero,

    El‘‘statuguo’1

    El “statu quo o si se quiere, el mantenimiento de las cosasen su estado actual, es elbloqueoasu valor actual de los tres par&metrosfundamentale•s:el nivel de nuestras ambiciones, el estado de nuestros re-O—cursos y el volumen de nuestras fuerzas0

    Precisemos que se trata en principio de mantener e incluso —

    mejorar, frente a los perfeccionamientos de la defensa, nuestra capacidadde disuasi6n nuclear en sus tres componentes, proseguir al amparo de este sistema disuasivo, una politica mundialista con fuerzas rns disponiblesy de mayor movilidad, de atenerse a un porcentaje del Producto NacionalBruto igual al 2,9% y en fin, de tener en filas o en los arsenales, ms de700,000 personas militares y civiles, comprometiéndose a mejorar lascondiciones de existencia de todos, personal reclutado comprendido, sobrela base de un servicio nacional como hasta ahora, ¿Es ésto posible0,,?¿ Es razonable., ? Es, incluso i0?

    El incremento de recursos

    Uno sMc de los parámetros varía: el porcentajedelPNBdedjcado a la defensa, pero éste rio impide modular los otros: evolución del se

  • vicio nacional y adaptación de las fuerzas a las nuevas orientaciones de unapolítica de defensa ms diversificada

    Admitido que el incremento de recursos permite continuar cmpetados, en tanto que potencia media, en la competición técnica nuclear, -de proceder a la renovacin. y moderninacin de las fuerzas aeroterrestresy aeronavales sin recurrir necesariamente a las normas actuales de distri

    bucibn proporcional de cr€ditos entre los tres Ejércitos, de mejorar lasrmuneraciones del personal profesional, o sea la calidad del reclutamientoy los coeficientes de reenganches podemos programar una mejor adapta——cian de nuestras fuerzas armadas a las situaciones de crisis previsibles para los futuros decenios y un recurso menos apremiante en volumen y entiempo para la forma militar del servicio nacionaL

    Pero, ¿ctial puede ser la amplitud de este incremento de recusos , ? ¿ A qu nivel podemos elevar la parte del P N B dedicado a la defensa,G?

    El4 Plan Militar, si alcanza sus objetivos, llevarla, ensu definicin actual, esta parte del NB al4,8% aproximadamente a finalesdel ejercicio (es decir, en 1980) sobre las bases de un aumento global dePNB. estimado en un 3%. Es poco ms o menos la cifra de 1963, hbindo sido constante eldcenso a partir de este Es igualmente lacifra que corresponde a las previsiones ms restrictivas de Gran BretaFia,que se mantenía todavía el ao pasado por los alrededores del 5%, seginlas normas de contabilidad francesas Es quiz&s también el justo precio apagar para asegurar la paz

    Ladisminuci6ndefuerzas.

    En las discusiones sobre la elaboraci6n del eventual 4 Plan militar para el periodo 1976—1980, una hiptesis de recursos mínimos, limitaba a 240.000 millones, las partidas presupuestarias de los tres Ejércitospara los cinco pr6ximos aFios, es decir, a una parte del P N B inferior esta vez, a finales de ejercicio, al 2,9% actual

    En esta hipótesis, se sobrepasa el grado de reajustes menores.Es necesario entonces proceder a una reforma profunda de la instituci6n militar, por tanto, por ejemplo, sobre los efectivos y por vía de consecuen-—

    cias sobre los materiales en servicio o encargados. Esto supone, en pri ——mer lugar, la supresi6n del servicio nacional universal, después de las pesadas consecuencias de una Ley de retiro de los cuadros de mando , y por

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    último, la reducción de la actividad industrial con las repercusiones sociales de la acumulación de estos tres fenómenos0

    De esta forma, llegamos a un Ejórcito profesional, con efectivos reducidos a la mitad, y del que una gran parte de los materiales ha depasar a la. reserva o ser retirado.s En este case corresponderla al Gobi-’no asignar a este nuevo Ejórcito misiones diferentes, menos ambicidsas yen menor número, y aceptar las consecuencias diplomáticas de esta decisión0 En contrapartida, es probable que el instrumento militar así consti—tuido, estaría en mejores condiciones para cumpi ir las nuevas misiones yen principio adaptadas al volumen de fuerzas y a los recursos limitados quela nación no hubiese querido rebasar para asegurar su defensa0

    Esta hipótesis de cróditos mínimos, constituye un caso limiteque deseamos poco probable y del que las, consecuencias son lo suficientemente importantes, como para que intentemos ahora examinarlas con msdetalle, aunqie sólo sea para demostrar la necesidad de atenernos a la segunda fórmula, la del aumento de recursos, por considerar como fictio el“statu quo”0

    IIJo ESTUDIODEUNCASOLIMITE

    Hemos considerado como un caso limite, la hipótesis según lacual los crditos presupuestarios para las Fuerzas Armadas en los cincoafos futuros, se fijasen en 240000 millones de francos “constantes”, esdeci:r, que representen, de 1976 a 1980 un poder adquisitivo igual a su valoractual, teniendo en cuenta las despreciaciones de moneda en el periodo considerado0 Esta es una presunción ilusoria, pero podemos admitirla.

    Los Estados Mayores de los tres Ejrcitos, estimaron, despde estudiada —y nosotros adoptaremos sus conclusiones—, que esta hipótesis mínima no era “programable”, que no era posible. con estos presupuestos establecer un programa que permitiera a la vez la renovación de losmateriales anticuados,la modernización y mantenimiento de los elementosen servicio, y el entrenar:ie-ito y entretenimiento de los efectivos en filas,en las condiciones económicas actuales, con la agravante suplementaria derevalorizar la condición militar y el aumento de los haberes del soldado0

    Partiendo de esta conclusión, podemos considerar varias sólu—

    ciones extremas, como pueden ser la supresión de los componentes no nucleares de las Fuerzas Armadas, modelo suizo, modelo yugoslavo, ejórci—

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    te profe.sionaI etc Examinaremos aquí una sola de estas bi.pte.sis la queconsiste en sacar las consecuencias de una reducción. masiva de efectivos,fundada en ia supresión del servicio obligatorio es decir la anu.laci6n. delos efectivos presupuestarios correspondientes actualmente a la incorporaci6n. anual de unos 3O000O jóvenes, aptos para el servicio ni,ilitar

    El volumen de estas Fuerzas Armadas, se reduciría a la mitad aproximadamente, teniendo en cuenta la disminucibn correlativa d e 1personal de oficiales profesionales, ella misma compensada por el aumento probable de voluntarios, en un mercado de empleo reducidos

    Digamos, para fijar las ideas, que el Ejrcito de Tierras, cofl

    tana entonces con unos efectivos del orden de 120 a 130.000 hombres, laGendarmería de 70.000 el Ejrcito del Aire 65000 y la Marin.a Nacional 50000.

    Cada Ejército -se vería en la necesidad de retirar sus materiales ms anticuados y de anular una parte de los pedidos concertados o porconcertar, a falta de medios en personal, necesarios para ponerlos en ejecucin.

    Fuerzasnuclearesestratgjas

    El componente aéreo de las fuerzas nucleares estratgicas desaparece, bien por la retirada pura y simple de los Mirage IV, o por laentrega a la fuerza aérea t&ctica,

    Se disuelve el Mando de las fuerzas a&reas estratgicas4 Laestructura de Mando de las FNS (Fuerzas Nucleares Estratégicas) a doscomponentes, depende del deseo del Jefe del Estado Mayor de tener uno odos Comandantes: el Almirante Jefe de la Fuerza ocenica estratgica y el..Jefe de los misiles estratgicos, o bien, una sola de estas dos autoridades

    Lo.s aviones nodriza KC 135 pasan al Mando de TransporteAreo Una parte de los mismos pueden enviarse a la reserva,

    El Mando del / de la 6 SNLE debe reconsiderarse, así comola modernizacibn de las cabezas nucleapes, aunque manteniendo en todo.slos casos el incremento del alcance de lOS misiles, en particular, parapermitir a nuestros submarinos operar partiendo de bases de patruilamieato lo ms prximas posibles del territorio nacionaL -

  • = 10

    El Departamento de Aplicaciones Militares del Comisariado deEnergía Atómica, el Centro de Experiencias del Pacifico y otros E.stabiecimientos reducirán sus actividades y la deflación de su personal será objetode medidas enérgicas aplicadas sin consideración,

    FUERZASDEMANIOBRA

    LasFuerzasTerrestres

    Las 15 Brigadas actuales (130.000 hombres aproximadamente)se reducen en m&s de un tercio, constituyen una decena de Divisiones ligeras, articuladas en dos o tres Cue:rpos de Ejército, dotadas de carros decombat AMX 30 y de materia1es..modernos AMX 10, así como de ca?íonesdel 155 GCT

    Las Agrupaciones. de aviación ligera, a base de SA 330 y SA341, se centralizaran al escalón de Cuerpo de Ejórcito. Los carros y vehlculos de la serie AMX 13 se ret-irarn progresivamente del servicio o pasar&n a la reserva.

    Lafuerzaaóreat&ctica

    La disminucin de efectivos (al principio 30.000 hombres paradescender a unos 20.000 aproximadame;nte) impone la retirada del serviciode los antiguos F, 100, de las series E. y R, de los Mirage III, la reduc—ción de la dotación en Jaguar , e incluso, eventualmente, la supresión de mjsiones de defensa aórea que pasan con un cierto nimero de aviones de interceptación al Mando aóreo de las fuerzas de defensa aórea.

    En esta situación, la capacidad de la Fuerza Aórea Tctica,para llevar a cabo sirnultneamente operaciones de bombardeo nuclear tctico y de apoyo a tierra, ya discutible con la antígua estructuración, se haceahora casi imposible, Por lo tanto es necesario renunciar a una u otra deestas dos misiones, modificando así profundamente bien lo conceptos deempleo del armamento nuclear t&ctico, o las condiciones de empeíjo de 1Primer Ejórcito.

    Lasfuerzasde alta_mar

    La retirada del servicio de los barcos m&s viejos, afecta a lavez & las fuerzas de alta mar, y por consecuencia a la fuerza de intervención, como tambión a las fuerzas de seguridad de los accesos marítimos,,

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    Se trata, en efecto, de pasar a la reserva a todos los escoltas rápidos, losescoltas de escuadra, empezando por los que no han sido modernizados,unaparte de los dragaminas y escoltas costeros; en fin, uno de los dos porta-—viones se tendren reserva especial armado, quedando garantizada la funcian portahelic6pteros por el tJuana de Arcott, en detrimento de la Escuela de Aplicación. De esta forma no se mantiene en el mar más que dos porta—eeronaves y los barcos nuevos tipo crucero, fragata, corbeta y aviso,

    La flota de submarinos se mantiene a su nivel actual, en parte,con objeto de constituir la indispensable reserva para la fuerza oceánica estratágica

    La aeronáutica naval conserva la aviación de reconocimientomar.timo y los aviones necesarios para constituir un grupo aáreo de portaviones, otro de portahelicópteros y los elementos ligeros para la flota desuperficie y las regiones,

    FUERZAS DE SEGURIDAD

    Ladefensa_gperativadelterritor

    Esta no puede ser conservada en su forma actual, ay que renunciar al pesado sistema destinado a garantizar la seguridad de los me--dios de respuesta nuclear, de los centros de decisión y de transmisión asociados y de los puntos sensibles llamados prioritarios.

    Este dispositivo de vigilancia debe aligerarse considerablemete, transfiriendo una parte de las cargas a la gendarmería, y otra a las unidades que deben contribuir a garantizar su auto—protección.

    Las dos brigadas alpinas y la 9 brigada se mantendrán a efeQtivos reducidos.

    Fuera de la 6 Región Militar y de las zonas de estacionamiento de estas brigadas y de la 11 División, hay que reconocer que el resto delterritorio nacional está prácticamente desprovisto de tropas pertenecien——tes al ej’ercito de Tierra.

    Lasfuerzasdedefensaaárea,

    La reducción de unos 3.000 hombres de los 10.000 destinados•a la defensa aárea, deben compensarse, en parte por una mejor distribuciii

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    de los efectivos del Ejército del i0 Ls difícil en efecto restringir a(nms las capacidades ya limitadas de este importante mando.

    Es necesario por lo menosg prever la retirada de los SMB2, yluego de los Mirage III C0 y finalmente la reducción del personal de las estaciones de radar0 Con ésto se reducir. sensiblemente la eficacia global dela defensa aérea, incluso si la FATAC liberada de toda misi6n area, letransfiere una parte de su potencial en material y personal

    Fuerzasdeacci6nexterior

    Las fuerzas de presencia en Ultramar se suprimen, o en todocaso se reducen a su m.s mínima expresin comprendidas las de los departamentos y territorios de Ultramar, donde su presencia con excepc.i,nde las fuerzas de gendarmería, no puéden tener otro car&cter que el desimb6ljco.

    La fuerza interejrcitos de interven.cibn, por el contrario semantendrá aproximadamente a su nivel.actual, extrayend.o personal de lafuerza de presencia en ‘Ultramar, con objeto de conservar la disponibilidadde las dos brigadas paraead1stas y la aerotransportada estacionada et elOeste0

    Las fuerzas de alta mar, se reducen en su volumen, pero podr&n garantizar la disponibilidad permnente de un portaviones (por rota-ci6n entre el Clemençeau. y el y, en ocasjons,2 la de un portaelic6pteros.)0.

    El componente aéreo de la fuerza d iid,ervnoi6n se activar& petición, recurriendo temporalmente a los medios dF la FATAC

    Las fuerzas de empleo t.ambn reduccioneanálogas a las del resto de las fuerzas: l Mando d Transporte aéreo tar procederá, en primer lugar, a la rtirada de s vieja flota de Nor.2501 Con ésto se vera sensiblemente afectada ja eapacjdad de transportedei COTAM, en particular en las operaejdnes aerotrsportadas a cortdtancia0

    Por lo que se refiere a las frn ciones diversas y a los me—

    dios territoriales dependientes de los tres Ejrcitós y que tienen por mi-

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    sitn asegurar en los Uprogramas mayores” en beneficio de las fuerzas es

    pecíficas, las tareas de interés general deben estar preparados p a r aafrontar una gran parte de las dracordana.s restricciones econ6micas im—-puestas por la deflacibn de efectivos.

    No se puede pensar, en una tal reestructuraci6n de nuestro sis• tema militar, que la Administracin Central, los organismos de dirección,

    de apoyo, de estudios, de investigaci6n y de experiencias, sigan viviendo yproliferando como lo venían haciendo hasta ahora, mientras las grandesunidades de combate en tierra, en el mar y en el aire, han de soportar reducciones de un 30 al 50%. de sus antiguas dotaciones,

    Estas medidas afectarán, bien entendido, no s6lo a centros deformación y a las escuelas, sino también. al personal de.los establecimientos id::itria1c civiles y militares, que trabajan para la defensá nacional,directamente remunerados con cargo a título III del presupuesto de lasfuerzas armadas y que comprenden, conviene recordarlo, 133,21.2 civiles,segtin la Ley de Finanzas para 1975. Este Utimo punto merece ser meditado, pues n.o se trata de un asuntq baladí,

    FranciayladefensadeEurp.

    Reducido en un 50% su volumen de fuerzas, sin los materialesms anticuados y privado de una parte de sus apoyos, el aparato de defen-sa de Francia, cambia de aspecto.

    Formado por profesionales, ganaría sin duda en coherencia,endisponibilidad y en combatividad, Dotado de équipos ms homogéneos. yrns modernos, aligerado de servicios embarazosos, liberado de elem.entos auxiliares innecesarios, el. instrumento militar sería m&s resistente!’.Seguros de una posicibn ms claramente definida en. la sociedad francesamejor preservadb.contra los riesgos de deteriraci&n moral o.de ataquesinternos, los voluntarios, presentes en. filas por lo menos durante t r e saítos, tendrían en el ejercici.o de su profesión un rendimiento incomparablemente mejor, reduciendo la importancia de los medios dedicados a lainstruccibn, incrementando la calidad del entretenimiento y valor in,dividuade las unidades,

    Pero hay que reconocer que las fuerzas armadas francesas,sin el calor y apoyo de la nación, tendrían el aspecto de un servicio p(.biico especializado, no escapando por ello, en la situ,acin actual, a les criti

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    cas y a las dudas, en particular, con ocasi6n de las discusiones presupuestarias anuales

    Hay que tener en cuenta también que en el exterior, la reduc——

    cin de nuestras fuerzas sería interpretado, en primer lugar, como unadisminucibn de nuestra potencia militar y por consecuencia de nuestra in-fluencia en el mundo, pues ambas cosas, se quiera o n6, van unidas. E nEuropa, en particular ya no tendríamos los medios para dirigir una .estra-tegia independiente por debajo del umbral nuclear y seria entonces necesario reconocer que nuestra plaza estt a los lados de. nuestros compafieros -europeos, dentro de un sistema militar unificado

    Pero la defensa- de Europa no se juega ms que en Europa y ladebilidad de nuestros medios de acci6n exterior, incluso mantenidos a1msalto nivel posible en estahip6tesis límite, nos impediría actuar sólos desdeque la crisis afectando a nuestros intereses mayores se elevasen por encima del nivel de intervencibn puntuál,

    Ms aCm, el debilitamiento de la ÍVlarina Nacional, en el mornento en que la lucha por el dominio de los mares se desarrolla con estrpito yaspereza, nos dejaría tributarios de las grandes naciones marítimas, en lamedida en que éstas juzgaran conveniente defender nuestros intereses,

    Por lo que tiene de excesivo, ¿Puede considerarse improbable

    este caso limite.,,?. No lo es, -

    Por debajo de un cierto nivel de recursos, hay que cambiar dedimensiones, es decir, cambiar el volumen global de las fuerzas y por corisecuencia los objetivos de la política general. La misma r.oci6nde defensa,se tornaría en efecto absurda, si fuese necesario tener que pagar 44.000 —millones anuales, para un sistema militar robusto, es verdad, pero continuamente discutido , parcialmente desprovisto de alma y para algunos de —sus elementos, de medios, Falta de recursos o, a recursos constantes , ya falta de una buena utilizacin, nos exponemos a graves desengaí’ios en toda clase de circunstancias y a temibles infortunios cuando se hace realidadla crisis,

    Nuestras Fuerzas Armadas son parcialmente ilusorias, no tienen la eficacia global que corresponde a las inversiones limitadas , p e r oimportantes, otorgadas por el país. -

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    Hemos querido desarrollar simult&neamente una capacidad dedisuasin nuclear, de fuerzas de maniobra o de intervencibn y los mediosde protecci6n directa del territorio nacional antes, durante y después dela agresi6n. Nos hemos impuesto el postulado del servicio nacional univeisal y obligatorió. En fin, nos hemos esforzado eñ reducir cada aíio la con—tribucin econ6mica que se pedía a la naci6n para asegurar estas formasde defensa. Era imposible su consecuci6n: y no lo hemos con seguido0

    Hemos alcanzado los objetivos prioritarios que nos habíamoslijado la constituci6n de fuerzas nucleares estratégicas de una calidad notable y de una potencia terrorífica, en él sentidoexacto de la palabra. Pero lo hemos pagado por la inadaptación progresiva de las fuerzas conven——cionales a las misiones que:l.e ori o qüe lé serán propias y por la continuadeterioráci6n de las óondiciones de existencia, morales y materiales, delpersonal militar.

    La generacibnde los materiales clsicos, concebidos, cons——truídos y pagados en ios aos5O, llegan al final de su carrera. La mayorparte de ellos no tienen la características requeridas para las formas modernas de combate.

    La generaci6n del personal que ingrese en el servicio en losaftos 60 y lbs que han pasado por la instituci6n rnilitr con motivo del servicio obligatorio no han conocido en su edad adulta ni la guerra ni los enfrentamientos que les sucedieron. Son totalmente ajenos a las costumbresy al estado de animo açtuales, No pueden tener p9r lo tanto las mismas aspiraciones que sus mayores.

    El realismo hay que tenerlo en cuenta.; el realismo es dedicarlos recursQs necesarios a las ambiciones; que nos eía1emos o bien restrgir las ambiciones a los (nucos recursos disponibles; el realismo es ladicusi6n clara, el elegir juntos y después ajustar la instituci6n militar a lavoluntad de la naci6n pará que estén asociados en esta eleccibn fundamentitodos ellos; y son la gran mayóría, los que desean preservar tanto a sus hjjos como a ellos, de las trágicas consecuencias de todas las formas deguerra.

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