Saberes Para La Acción en Educación de Adultos

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    29MAYO

    AGOSTO2011

    EDUCACIN PARA LA ECONOMA SOLIDARIA

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    SABERES PARA LA ACCIN EN EDUCACIN DE ADULTOSEducacin para la economa solidaria | Editora invitada: Mara Arcelia Gonzles Butrn

    La versin digital se puede consultar en: http://decisio.crefal.edu.mx

    2 Carta de la Direccin General

    3 Economa social para la vida Desafos a la educacin Mara Arcelia Gonzles Butrn | Mxico

    10 La oportunidad del desarrollo: educacinemprendedora y de calidad

    Alfredo Pezo Paredes | Per

    15 Educacin popular y cultura del trabajoPedagoga-s de la calle y pedagoga-s de la produccin

    asociada Lia Tiriba | Brasil

    23 El papel de la economa social y solidaria en laestrategia de inclusin social

    Jos Luis Coraggio |Argentina

    32 Campaa Consume lo que tu regin producePromocin de mercados campesinos

    Ral Luna Rodrguez | Per

    38 Aprendizajes para la economa social y solidaria Claudia lvarez |Argentina

    44 El bachillerato del CESDER Una oportunidad para una economa solidaria Gabriela Gmez Zepeda | Espaa

    50 Diplomado en Economa Social y Solidaria Balance de una experiencia innovadora Josefina Mara Cendejas | Mxico

    56 Concepciones y prcticas sobre pedagoga y educacincooperativa y solidaria

    Organizaciones del sector de la economa solidaria en Medelln,Colombia

    Olga Luca Arboleda lvarez, Luz Dolly Lopera Garca | Colombia

    62 Abstracts

    65 Testimonios

    71 Acerca de los autores

    73 Reseas bibliogrficas

    76 Ahora qu?

    Jaime Adn(Figueras, Espaa, 1976)

    Chaouen, Marruecos, 2005, acuarela sobre papel, 22 x 30 cm. Jaime Adn. Todos los derechos reservados. Reproduccin autorizada por el autor.

    De origen espaol, nacionalizado mexicano, es un joven artista autodi-dacta que se ha forjado durante muchos aos dedicados al viaje, espe-

    cialmente por Latinoamrica. La vida nmada le ha permitido observary convivir con grupos de personas generalmente marginados: los pobres,los pequeos campesinos, artesanos... Jaime Adn aboga por el uso de

    materiales clsicos y sencillos como son los lpices y el papel, los pince-les, la pintura y el lienzo... as como por la disciplina de pintar al aire libre,

    en directo, con el modelo ante sus ojos, con brevedad, pero con fuerzaa la vez.

    El cuadro que reproducimos en la portada es un buen ejemplo de su

    trabajo. Ilustra una campesina marroqu vendiendo t de menta enuna calle del mercado del pueblo llamado Chef-Chaouen, ubicado en laregin de las montaas del Rif, en Marruecos.

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    Directora General del CREFAL

    Editor fundador -

    Editora general

    Editora invitada

    Diseo

    Diseo de portada y formacin

    Diseo de la versin digital

    Fotografa , .., , ,

    ,

    Consejo editorialRosana Martinelli

    O E ASylvia Schmelkes

    U I, MAna Deltoro

    C I, MNlida Cspedes

    C E A A L

    Jorge OsorioC

    Ivn Barreto GellesA P C

    Oficinas editoriales. ,. .. ,

    T.: () , ,

    : http://[email protected]

    Ventas

    ()

    [email protected]

    Precio por ejemplar: $ 60.00, US $ 5.00

    www.crefal.edu.mx

    Decisio. Saberes para la A ccin en Educacin de Ad ultos, nmero 29,mayo-agosto 2011. Publicacin cuatrimestral del Centro de Coo-peracin Regional para la Educacin de Adultos en Amrica Latinay el Cari be, CREFAL , Lz aro Crd enas 525, Quin ta Ern dira , col .Revolucin, Ptzcuaro, Michoacn, Mxico, CP 61609. Reserva dederechos al uso exclusivo No. 04-2009-083113580900-102. ISSN 1665-7446. Licitud de ttulo No. 12153; licitud de contenido No. 8806, ambosotorgados por la Comisin Calificadora de Publicaciones y RevistasIlustradas de la Secretara de Gobernacin. Tiraje: 1000 ejemplares.

    Las opiniones expresadas por los autores no n ecesa-riamente reflejan la postura del editor.

    Impreso en Mxico

    MAYO-AGOSTO 2011 NMERO 29

    Carta de laDireccin General

    El Centro de Cooperacin Regional para la Educacin de Adultos

    en Amrica Latina y el Caribe (CREFAL), atento a las necesidades

    ms apremiantes de las sociedades latinoamericanas, dedica este

    nmero de la revistaDecisioal tema de la educacin para la econo-

    ma solidaria. Se trata de un tema de especial importancia debido

    a que hoy ms que nunca es necesario que la educacin responda

    a las necesidades reales de las comunidades de nuestra regin. La

    crisis econmica y financiera mundial de los ltimos aos, que se

    ha manifestado, principalmente, en el aumento del desempleo y el

    recrudecimiento de los problemas de inseguridad en nuestras socie-

    dades, ha evidenciado las grandes brechas existentes entre la educa-

    cin ofrecida por los sistemas educativos formales y las necesidades

    locales y productivas. El principal reto educativo de hoy da consis-

    te precisamente en establecer procesos de enseanza-aprendizajems significativos, que estimulen la permanencia de nios, jvenes

    y adultos en el sistema educativo, y que adems promuevan la eleva-

    cin de la calidad y nivel de logro educativos.

    Aqu abordamos la educacin para la economa solidar ia desde

    la perspectiva de diversos autores que nos dan un amplio panorama

    de las importantes implicaciones de este tema. As, se ubica el tema

    desde el terreno de la relacin entre la educacin popular y no for-

    mal y la integracin de cooperativas locales, haciendo referencia a

    diferentes experiencias de formacin de liderazgos y de formacin

    para el trabajo, como en el caso del Per, Colombia, Argentina yMxico. En este nmero tambin se realiza una reflexin detenida

    acerca de las implicaciones de la economa cooperativa y solidaria

    en trminos de las posibilidades de lograr una mayor inclusin so-

    cial, y brindar una alternativa a las formas econmicas basadas en

    las leyes del mercado, mismas que tienden a generar profundos pro-

    blemas de desigualdad y desercin escolar.

    Con esta publicacin contribuimos al anlisis de la relacin entre

    el desarrollo de procesos de enseanza-aprendizaje ms integrales y

    pertinentes para nios jvenes y adultos, y el fortalecimiento de eco-

    nomas locales que beneficien a las comunidades latinoamericanas.As, el CREFAL, como organismo internacional, mantiene vigente su

    compromiso con los pases de la regin de promover modelos edu-

    cativos que contribuyan a un desarrollo econmico ms cercano a

    las necesidades locales, sustentados en propuestas forjadas a partir

    de las experiencias, y que promuevan procesos de enseanza-apren-

    dizaje cada vez ms cercanos a las comunidades y sus pobladores,

    orientados hacia una educacin ms incluyente.

    M C G

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    Economa social para la vidaDesafos a la educacin

    Mara Arcelia Gonzles Butrn

    Facultad de Economa Vasco de Quiroga, Universidad Michoacana de San Nicols de Hidalgo | Morelia, [email protected]

    Fotografa: Marianela Nuez.

    Presentacin

    Las economas alternativas, entre ellas la economa

    social, solidaria, la economa para la vida, la econo-

    ma ecolgica y la economa feminista, tienen en co-

    mn una visin de un mundo post-capitalista en la

    que la reproduccin de la vida constituye el objetivocentral de la economa y la solidaridad humana, el

    elemento de articulacin. Por esto consideramos im-

    prescindible avanzar no slo en un dilogo entre es-

    tas otras economas que produzca enriquecimiento,

    articulaciones conceptuales y fortalecimiento de

    prcticas que den razn de este sentido y horizonte

    socioeconmico y poltico, sino tambin, enfrentar

    los desafos educativos que de estas concepciones y

    prcticas se derivan.

    Otra Economa y Otra Educacin son

    posibles

    La Economa Social (ES) que existe no slo como

    propuesta, sino materializada en un sinnmero de

    experiencias en Amrica Latina y en el mundo, se

    inscribe en la conviccin de que otra economa esposible, como bien se expresa, defiende y fortalece

    ao con ao en el Foro Social Mundial. Otra econo-

    maalternativa al modelo capitalista, una propuesta

    de cambio estructural profundo que pone en el cen-

    tro de toda organizacin econmica la vida de las

    personas y del planeta.

    La ES se nutre principalmente de diversas expe-

    riencias econmicas solidarias desarrolladas des-

    de los sectores populares y grupos sociales ante el

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    Fotografa: Gaelx (ww w.flickr.com/photos/gaelx). Acampada del Sol, Madrid.

    crecimiento de la pobreza, la exclusin y el continuo

    deterioro de las condiciones de vida para las mayo-

    ras, especialmente en las ltimas tres dcadas; a es-

    tos esfuerzos se han venido sumando espacios aca-

    dmicos y no acadmicos formales que acompaan

    con reflexin terica y debate poltico la diversidad

    de procesos en marcha.

    De esta diversidad, y por las caractersticas de

    este texto, slo destacaremos brevemente cinco

    vertientes latinoamericanas de aportes a lo que es-tamos llamando economa social para la vida, a) la

    economa popular de solidaridad sistematizada

    por Luis Razeto; b) la economa social centrada en

    el trabajo, contribucin de Jos Luis Coraggio; c)

    la economa para la vida, aporte muy significativo

    de Franz Hinkelammert y Henry Mora; d) la eco-

    noma feminista, desde una perspectiva trabajada

    por Natalia Quiroga y la autora de estas lneas; y e) la

    economa ecolgica, desde las reflexiones de David

    Barkin. En la seccin de lecturas sugeridas de este

    artculo se presentan algunas de las obras de estos

    autores que recomendamos consultar; algunas de

    ellas de acceso libre por Internet.

    Si bien habra matices y aportes particulares quedestacar en cada caso, elegimos compatir algunas

    reflexiones en torno a principios de racionalidad

    econmica y de poltica que aportan estas vertientes

    y que desde nuestro punto de vista confluyen en una

    misma intencin.

    Economa popular de solidaridad

    Plantea que no toda la economa popular es economa

    solidaria, ni toda la economa solidaria es parte de laeconoma popular, pues hay expresiones solidarias en

    otros niveles sociales y en organizaciones y activida-

    des econmicas no populares, como por ejemplo, las

    formas cooperativas autogestionadas, entre otras.

    Esta economa incluye: a) microempresas y pequeos

    talleres y negocios; b) organizaciones econmicas po-

    pulares; c) iniciativas individuales no establecidas e

    informales; d) soluciones asistenciales e insercin en

    sistemas de beneficencia pblica o privada.

    Un aspecto importante a destacar desde la eco-noma popular de solidaridades el aporte que hace

    y puede hacer para superar la pobreza, porque desa-

    rrolla la capacidad de los/as propios/as pobres para

    satisfacer sus necesidades. Un valor muy rescatable

    es justamente ste, pues se considera que la cons-

    truccin de un mejor maana, de un mejor futuro, se

    basa no slo en la satisfaccin de necesidades inme-

    diatas o en la adquisicin de bienes materiales, sino

    en el desarrollo y acumulacin de poder, entendido

    como el desarrollo de capacidades y habilidades pro-pias, y de recursos para el relacionamiento, la comu-

    nicacin y el ejercicio de la participacin de manera

    activa en la construccin y destino de la persona y de

    su entorno. La educacin juega un papel fundamen-

    tal en el desarrollo de capacidades, habilidades y cri-

    terios para el discernimiento en torno a la atencin

    a las necesidades humanas f undamentales, mismas

    que estn lejos de una visin mercantilizada de los

    satisfactores y bienes necesarios para la vida.

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    ECONOMASOCIALPARALAVIDA

    Se denomina economa de solidaridad a un

    modo especial de hacer economa de producir, de

    distribuir los recursos y los bienes, de consumir y de

    desarrollarse que presenta un conjunto de carac-

    tersticas que se consideran alternativas respecto delos modos econmicos capitalista y estatista predo-

    minantes. Se trata de un modo de hacer economa

    que implica comportamientos sociales y personales

    nuevos, tanto en el plano de la organizacin de la

    produccin y de las empresas, como de los sistemas

    de asignacin de recursos y distribucin de los bie-

    nes y servicios producidos, y en los procedimientos y

    mecanismos del consumo y la acumulacin.

    En la economa convencional de mercado nor-

    malmente se habla de dos factores econmicos b-sicos: capital y trabajo; pero en la economa popular

    de solidaridad hay un factor que Luis Razeto ha lla-

    mado factor C: cooperacin, comunidad, compa-

    erismo, coordinacin, cuya accin conjunta, incor-

    porada a la economa de solidaridad, tiene efectos

    muy importantes en sus resultados concretos.

    En laproduccin, el factor C se manifiesta en la

    cooperacin en el trabajo que acrecienta la eficiencia

    de la fuerza laboral; en el uso compartido de conoci-

    mientos e informaciones que da lugar a un impor-tante elemento de creatividad social; en la adopcin

    colectiva de las decisiones; en una mejor integracin

    funcional de los distintos componentes sociales de

    la empresa u otra forma de organizacin econmica

    que reduce la conflictividad y los costos que de sta

    derivan; en la satisfaccin de necesidades de convi-

    vencia y participacin, que implica que la operacin

    de la unidad productiva proporciona a sus integran-

    tes una serie de beneficios adicionales no contabili-

    zados monetariamente pero reales y efectivos; en eldesarrollo personal de los sujetos involucrados en las

    empresas, derivado de la comunicacin e intercam-

    bio entre personalidades distintas, etctera.

    Consideramos que la educacin de hoy debe su-

    marse a la formacin de sujetos que asuman y desa-

    rrollen este factor C, lo que implica, ciertamente,

    un proceso de re-educacin en la solidaridad. Las

    experiencias muestran que esto lleva a que la for-

    macin de un grupo, asociacin o comunidad, que

    opera cooperativa y cordialmente, proporciona un

    conjunto de beneficios a cada integrante y un me-

    jor rendimiento y eficiencia a la unidad econmica

    como un todo, debido a una serie de economas de

    escala, economas de asociacin y externalidades,implicadas en la accin comunal y comunitaria.

    Economa social centrada en el trabajo

    Una economa social centrada en el trabajoy no en

    el capital, se entiende como un sistema de relaciones

    de produccin, distribucin y consumo orientado

    por la satisfaccin de las necesidades de todos legiti-

    madas democrticamente en cada situacin histri-

    ca. No admite el principio de escasez como una con-dicin natural, sino como una construccin poltica,

    y propone una redistribucin fuerte de la riqueza y

    los medios de produccin y no slo de los ingresos.

    Est centrada en la integracin de todos los

    trabajadores y trabajadoras al conocimiento y la

    creacin colectiva, privilegiando formas asociadas,

    cooperativas y solidarias, y una relacin armnica

    con los ecosistemas. Los intercambios se realizan en

    mercados solidarios, regulados, de modo de lograr

    precios justos y no explotacin. La administracindel sector pblico y la normatividad son dirigidas

    por criterios definidos por la comunidad, de mane-

    ra directa o a travs de representantes legtimos que

    mandan obedeciendo segn los deseos y acuerdos

    de esa comunidad. Sus valores, que tienen que ver

    con la educacin, estn arraigados en las mejores

    tradiciones de nuestros pueblos y en una tica uni-

    versal de lo humano; sus criterios de eficiencia no

    estn basados en la ganancia y la acumulacin sin

    lmite, sino en la reproduccin ampliada de la vida.Sus formas de propiedad y apropiacin son mlti-

    ples y la responsabilidad social en el uso de recursos

    est regida por normas morales y penalizaciones so-

    ciales consensadas.

    Pasar de la reproduccin del capitala la reproduc-

    cin de la vida (en el marco de una perspectiva al-

    ternativa: de la economa popular a la economa del

    trabajo), segn Coraggio, es una propuesta que par-

    te de cuestionar la categora central de acumulacin

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    de capitalpara interpretar los fenmenos econmi-

    cos locales y para pensar las vas de desarrollo a ma-

    yores escalas. Terica y prcticamente, es necesario

    que surja otro sentido alternativo para la sociedad

    humana, con una fuerza comparable y capaz deencarnarse de manera masiva en imaginarios y es-

    tructuras econmicas. Para ello debe tener no slo

    plausibilidad y conectarse con los deseos de la ciuda-

    dana, sino incorporarse en las prcticas fundamen-

    tales con un alto grado de automatismo como

    ocurre con la acumulacin de capital y ser dialc-

    tico, de modo que el avance en su realizacin lleve a

    nuevas tensiones que induzcan nuevos desarrollos.

    Esa categora puede ser la de reproduccin ampliada

    de la vida humana.Poner en el centro la reproduccin ampliada de la

    vida humana no supone negar la acumulacin sino

    subordinarla a la reproduccin de la vida, estable-

    ciendo otro tipo de unidad entre la produccin (como

    medio) y la reproduccin (como sentido). Desde un

    punto de vista terico, esto implica modelos (no eco-

    nomicistas) que consideren otra relacin jerrquica

    entre los equilibrios necesarios para la vida. Aunque

    debe atenderse a los equilibrios macroeconmicos,

    no se los pone por encima de los equilibrios psicoso-ciales que requiere la vida humana, de los equilibrios

    sociales que faciliten la convivencia en paz de la hu-

    manidad, ni de los equilibrios naturales, el respeto

    de todos los cuales hara sustentable el desarrollo de

    la vida social en este planeta. Supone asimismo asu-

    mir como contradiccin dinmica la contraposicin

    entre la lgica de la reproduccin del capital y la l-

    gica de reproduccin de la vida humana. Finalmente

    implica ver en el conjunto de trabajadoras y traba-

    jadores que pueden existir dentro o fuera de rela-ciones capitalistas inmediatas, la base social del

    sujeto histrico de ese desarrollo sustentable.

    Economa para la vida

    Una economa para la vidasupone una recuperacin

    radical del sujeto y de la subjetividad que cuestione,

    en el plano del pensamiento, el objetivismo de la tra-

    dicin positivista tan enraizado en nuestra sociedad

    moderna. Al reducir a la persona humana a indi-

    viduo propietario y calculador de sus utilidades, el

    mercado totalizado suprime el otro polo de esta per-

    sona humana, que es el sujeto. En cuanto sujeto, el

    ser humano enfrenta un entorno de competitividadcompulsiva y vive interpelando al dominador y po-

    sesivo, que no puede vivir si el otro no vive tambin.

    La vida no se puede afirmar si no es afirmndose

    a la vez ante la muerte. Y cuando se habla de vida

    se refiere a la vida real de los seres humanos reales;

    por tanto una economa para la vidase ocupa de las

    condiciones que hacen posible esta vida a partir del

    hecho de que el ser humano es un ser natural, cor-

    poral, necesitado. Se ocupa, entonces, de las condi-

    ciones materiales (biofsicas y socio-institucionales)que hacen posible y sostenible la vida a partir de la

    satisfaccin de las necesidades, el goce de todos y to-

    das, y por tanto, el acceso a valores de usoque hacen

    posible esta satisfaccin y este goce.

    Desde este punto de vista, la economa debe to-

    mar en cuenta el carcter multidimensional de la

    vida humana y analizarla en funcin de las condi-

    ciones de posibilidad de esta vida humana a partir

    de la reproduccin y el desarrollo de las dos fuentes

    originales de toda riqueza: el ser humanoen cuantosujeto y la naturaleza externa. La corporalidad es,

    por tanto, un concepto clave de una economa para

    la vida, pero no se trata solamente de una corporali-

    dad individual, sino de la corporalidad del sujeto en

    comunidad. La comunidad tiene siempre una base y

    una dimensin corporal. Se trata del nexo corporal

    entre los seres humanos, y de stos con la naturaleza.

    Economa feminista

    Esta propuesta est vinculada, en sus inicios, con

    las luchas especficas de los movimientos de muje-

    res y feministas, que cuestionaban el androcentris-

    mo de las sociedades occidentales y que dieron lu-

    gar, en 1975, a que la Organizacin de las Naciones

    Unidas iniciara en Mxico, no slo el primer Ao

    Internacional de la Mujer sino tambin la primera

    Dcada de la Mujer (1975-1985), lo cual contribuy a

    impulsar el reconocimiento del papel distintivo de la

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    ECONOMASOCIALPARALAVIDA

    Fotografa: Erik Sanchez.

    mujer en la sociedad y la necesidad de que la ciencia

    econmica fuera interpelada a partir de las visiones

    tericas y las prcticas de las mujeres, as como delas relaciones de gnero.

    Vale precisar que, en las ciencias sociales se en-

    tiende la categora gnero como la simbolizacin o

    construccin socio-cultural que alude a la relacin

    entre los sexos; el problema central de las mujeres en

    la sociedad no es un problema de biologa, sino del

    lugar socialque, como gnero, ocupan; es decir, con

    la categora gnero nos referimos bsicamente a las

    relaciones socialesentre los sexos.

    En el horizonte de una economa que tenga comosentido la reproduccin ampliada de todas y todos

    se hace indispensable romper con la base material-

    cultural del capitalismo, es decir, con el patriarcado.

    En la relacin entre capitalismo y patriarcado, tanto

    hombres como mujeres son vctimas de un sistema

    que elabora representaciones culturales acerca de

    lo femenino y lo masculino para asegurar la conti-

    nuidad de una sociedad jerrquica y desigual en lo

    simblico y en lo material.

    En la literatura sobre el gnero hay acuerdo enque el patriarcado es un sistema ms antiguo que

    la propia sociedad occidental y que asume formas

    especficas en el capitalismo. La divisin social del

    trabajo entre hombres y mujeres tuvo un carcter

    fundante de las sociedades humanas y es incluso

    anterior a la propiedad privada. Originalmente esta

    divisin se bas en las caractersticas biolgicas de

    los hombres y las mujeres, pero conforme la orga-

    nizacin social fue complejizndose y la propiedad

    privada se fue convirtiendo en el eje de la economa,

    esa divisin originaria del trabajo se fue convirtien-

    do en desigualdad, discriminacin y exclusin. En

    esta desigualdad se ha basado la asignacin de los

    recursos, que en la economa capitalista se ha tradu-cido en una especializacin del trabajo entre lo p-

    blico (lo productivo) para los hombres y lo privado

    (reproductivo) para las mujeres.

    Esa visin que establece una separacin tajante

    entre la esfera pblica (donde se acta movido por

    la bsqueda del mximo placer individual sin tener

    ningn otro elemento en cuenta), y la privada (don-

    de la mujer debe garantizar el desarrollo familiar ar-

    mnico y libre de conflicto) ha impedido entender el

    verdadero funcionamiento de la economa; en ella loproductivo y lo reproductivo se encuentran cotidiana-

    mente integrados y estas polaridades no se verifican,

    dado que el conflicto, la explotacin, la cooperacin y

    la solidaridad, entre muchos otros comportamientos,

    estn presentes en los dos mbitos.

    Las economistas feministas han puesto de ma-

    nifiesto que en la relacin con el capitalismo las mu-

    jeres se encargan del cuidado de la vida humana y

    con este trabajo garantizan que la produccin de

    mercancas se haga posible. El que las mujeres haganeste trabajo sin remuneracin favorece que el sala-

    rio que pagan los capitalistas evada los costos de la

    reproduccin de la fuerza de trabajo; es as que una

    parte de la actividad realizada en el hogar sera no

    el momento final del disfrute del consumo, sino una

    condicin de existencia del sistema econmico.

    Se trata entonces de reconocer que existen tiem-

    pos de reproduccin y de regeneracinque han sido

    invisibilizados por el tiempo-dinero porque se desa-

    rrollan en un contexto distinto del mercantil y, portanto, no pueden ser evaluados mediante criterios

    de mercado.

    Una educacin integral tiene que considerar la

    complejidad de la vida diaria, los distintos tiempos

    que la configuran, las relaciones entre unos y otros,

    y las tensiones que se generan, para intentar gestio-

    narla en su globalidad, teniendo como objetivo fun-

    damental la vida humana.

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    La oportunidad del desarrollo: educacinemprendedora y de calidad

    Alfredo Pezo Paredes

    Facultad de Ingeniera Econmica y Ciencias Sociales

    de la Universidad Nacional de Ingeniera del Per | Lima, [email protected]

    Fotografa: Marianela Nez.

    Introduccin

    La experiencia que ahora compartimos busc

    abordar el desarrollo de una cultura innovadora

    y emprendedora de personas adultas y jvenes de

    los departamentos y/o provincias del interior del

    Per, con el propsito de demostrar que poseen las

    competencias, capacidades y talentos suficientes

    y necesarios para enrumbarse por un proceso dedesarrollo de personas humanas, en su calidad de

    ciudadanos productores y actores sociales creativos,

    innovadores y emprendedores, capaces de construir

    su propio destino y el de la sociedad del futuro que

    todos aoramos.

    La iniciativa se desarroll entre los aos 1991 y

    1996. La idea surgi como producto de la constata-

    cin del vaco de liderazgo que encontramos en el

    vasto movimiento de regionalizacin desarrollado

    en la dcada de los ochenta en el Per. Llegamos a

    la conclusin de que nuestro pas necesitaba un nue-

    vo perfil de lder que uniera lo tcnico, lo poltico y el

    desarrollo; es decir, lderes en gestin del desarrollo

    descentralizado y regional. La iniciativa se propu-

    so formar una nueva clase dirigencial con actitud

    proactiva y visin prospectiva. Coherente con ello,

    la experiencia se desarroll en 16departamentos delPer (Piura, Lambayeque, La Libertad, Cajamarca.

    Amazonas, Loreto, Ancash, Ica, Ayacucho, Junin,

    Arequipa, Puno, Tacna, Cusco, Callao y Lima).

    Participaron jvenes de partidos polticos, de ins-

    tituciones educativas y culturales, de ONG y diri-

    gentes de gremios empresariales y organizaciones

    productivas. Los docentes fueron profesionales de

    distintas y variadas disciplinas, no necesariamente

    pedagogos.

  • 7/21/2019 Saberes Para La Accin en Educacin de Adultos

    12/77

    1LAOPORTUNIDADDELDESARROLLO: EDUCACINEMPRENDEDORAYDECALIDAD

    Nuestra apuesta ha sido y es por el desarrollo de

    una educacin que concentre sus miras en la bs-

    queda y desarrollo del talento humano de las per-

    sonas; es decir, pensamos que la educacin debera

    concentrar sus grandes objetivos estratgicos enpotenciar las competencias y capacidades creativas,

    innovadoras y emprendedoras de las personas. Para

    esto, desde el punto de vista pedaggico, deber sa-

    ber combinar los aportes del conductismo, el cons-

    tructivismo y la visin y concepcin de la prospecti-

    va o construccin social de futuro.

    Para desarrollar esta propuesta tuvimos que tra-

    bajar desde un contexto o espacio educativo no ofi-

    cial o no reglado; es decir, en una educacin desde

    fuera del sistema oficial de la educacin para validarlos aportes y factores crticos de xito de una nueva

    educacin, que posteriormente llevaramos como

    propuesta al sistema educativo oficial.

    Actividades

    Las ideas, principios y motivaciones sealadas fue-

    ron las que intentamos aplicar en experiencias edu-

    cativas y formativas en la prctica; en seguida enlis-

    tamos las actividades desarrolladas:

    a) La primera actividad estuvo concentrada en

    formular la idea-proyecto o idea-programa de

    la experiencia educativa y/o formativa a desa-

    rrollar. El punto de partida para esto fue defi-

    nir la filosofa que la sustentara: combinar lo

    mejor del conductismo, el constructivismo y el

    empoderamiento (empowerment). Con base en

    ello, creamos una metodologa o pedagoga de

    aprendizaje-enseanza a la que denominamosmultigramacin; se trata de una pedagoga de

    construccin democrtica de conceptos y pro-

    cesos creativos, emprendedores e innovadores

    de cambio, capaces de generar desarrollo en los

    territorios, instituciones y personas.

    b) Una segunda actividad estuvo relacionada

    con la bsqueda y logro de aliados estratgicos

    que hicieran viable el proyecto. La experiencia,

    desarrollada en un perodo de cinco aos, fue po-

    sible gracias al apoyo de la Fundacin Alemana

    Friedrich Ebert (con sede en Lima-Per). El pro-

    grama se denomin Interquorum regional:

    Gestores del desarrollo. Interquorum, porque

    se trataba de compartir, generar y lograr con-

    sensos; regional, porque se trataba de una es-

    trategia de ruptura con el centralismo, es decir,

    desde fuera hacia adentro, desde la periferia al

    centro, desde la regin hacia el centro; gestindel desarrollo, porque se trataba de impulsar y

    desarrollar recursos, potencialidades y capacida-

    des de las personas para lograr generar riqueza,

    que posibilitara la calidad de vida y el desarrollo

    humano.

    c) La tercera actividad desplegada, una vez con-

    cretada la alianza con la Fundacin F. Ebert,

    consisti en disear y formular la estrategia de

    Fotografa: Erik Snchez.

  • 7/21/2019 Saberes Para La Accin en Educacin de Adultos

    13/77

    12 MAYO- AGOSTO2011

    implementacin del proyecto o programa edu-

    cativo, considerando el conjunto de pautas de

    accin, actores sociales e instrumentos tcnicos

    operativos que permitieran la efectiva y eficaz

    realizacin del proyecto. En este sentido conside-ramos los siguientes aspectos:

    El trabajo educativo y formativo se basara

    en talleres altamente prcticos y participati-

    vos, con base en una organizacin de equipos

    multidisciplinarios y polifacticos que simu-

    laban instituciones, utilizando recursos pro-

    pios, para crear productos que aportaran al

    crecimiento y desarrollo de las economas de

    nuestros pueblos.

    Los participantes seran convocados y ele-gidos para un fin o meta estratgica concre-

    ta, con base en lo cual tenan que formular y

    construir o fabricar un proyecto o producto

    innovador y competitivo.

    El docente o profesor jugara un rol de ins-

    tructor-facilitador-animador de las dinmi-

    cas que aplicaran los asistentes para lograr el

    proyecto o producto; pero, al mismo tiempo,

    tambin jugara el rol de lder, al transferir vi-

    siones de futuro y factores crticos de xito deexperiencias exitosas que deberan conocer y

    asimilar los participantes; para ello, el docente

    debera en todo momento plantear preguntas

    o interrogantes estratgicas que incentivaran

    el espritu analtico y crtico de los asistentes.

    Un aspecto transversal a toda esta pedago-

    ga consiste en desarrollar capital social; para

    ello, el instructor-facilitador-animador debe-

    ra motivar y dar seguimiento al desarrollo

    de factores y valores como la asociatividad, lacolaboracin, la solidaridad y la autoestima,

    entre otros, no slo en cada equipo, sino tam-

    bin con el conjunto de asistentes. Se buscaba

    construir colectividad, construir sociedad

    civil.

    Siendo conscientes de que la gestin del de-

    sarrollo abarca muchos temas o tpicos deci-

    dimos priorizar uno de ellos, el de la gestin

    empresarial y productiva, ya que tiene una

    incidencia directa en la economa y la produc-

    cin. El mdulo o taller de gestin empresa-

    rial consista, bsicamente, en generar y em-

    prender una idea negocio innovador durante

    toda la duracin del taller, aplicando las msavanzadas teoras de la administracin, ge-

    rencia, competitividad e innovacin. Los ta-

    lleres tenan una duracin de 32horas y eran

    planificados para tres a cuatro das.

    d) La cuarta actividad consisti en la implementa-

    cin, desarrollo y monitoreo del mdulo o taller

    de gestin empresarial, desplegando las siguien-

    tes acciones:

    Una vez convocados y elegidos, cada partici-pante reciba un instructivo de indicaciones

    y pautas de todo el proceso educativo, que

    comprenda los pasos del proceso a seguir

    hasta lograr el proyecto o producto, para lue-

    go establecer si aportaba o no al logro de los fi-

    nes y metas estratgicas. Por tanto, el instruc-

    tivo o gua metodolgica buscaba potenciar y

    desarrollar las competencias, capacidades y

    talentos de los asistentes.

    El proceso educativo-formativo durante el ta-ller consisti en lo siguiente:

    - Se elega un recurso natural o materia pri-

    ma tpica de la regin; en uno de los casos

    fueron los llamados palitos de chupetes o

    helados. La primera pregunta estratgica

    era la siguiente: de qu recurso natural

    provienen los palitos? Esto nos llevaba a re-

    conocer o identificar los recursos naturales

    o ventajas comparativas de la zona y el nivel

    de valor agregado que se haba desarrollado.- Luego se pasaba a una segunda pregunta

    estratgica: qu tipo de productos pode-

    mos fabricar a partir de dichos palitos, que

    son demandados y necesarios para las per-

    sonas y que podran tener ms aceptacin

    y prioridad? Esto pasaba por identificar los

    mltiples usos y aplicaciones que podra-

    mos dar y lograr con la materia prima. Es

    decir, se trataba de identificar los niveles de

  • 7/21/2019 Saberes Para La Accin en Educacin de Adultos

    14/77

    1LAOPORTUNIDADDELDESARROLLO: EDUCACINEMPRENDEDORAYDECALIDAD

    valor agregado a lograr a partir de nuestrasmaterias primas; el principio a tomar con-

    ciencia era el siguiente: todo recurso o ma-

    terial prima es una fuente de valor, todo

    tiene valor.

    - La tercera pregunta estratgica consista en

    detectar las expectativas y necesidades de

    calidad que tienen las personas respecto del

    producto a elaborar, cuidando los impactos

    en la calidad de vida y en los ingresos de las

    personas. De lo que se trataba en este casoera que los asistentes tomaran conciencia

    de que el punto de partida y llegada de la

    economa y la produccin son las personas,

    por lo tanto, lo primero que hay que hacer,

    antes de fabricar, es escucharlas.

    - Resuelto lo anterior, se pasaba a la pregunta

    estratgica que buscaba definir los mejores

    medios o instrumentos y procesos necesa-

    rios para fabricar el producto, respondiendo

    a las expectativas y necesidades de las per-

    sonas. Se trataba de lograr que los asistentes

    tuvieran y comprendieran la importancia

    de una visin de proceso y de la relacin

    insumos-producto.- Luego de ello se pasaba a la pregunta estra-

    tgica relacionada con el diseo del prototi-

    po de producto a fabricar, siendo conscien-

    tes de la cultura de calidad y de la aplicacin

    de la filosofa del justo a tiempo que rige

    para una eficiente gestin o produccin con

    alta productividad. Para ello era necesario

    que los asistentes reconocieran la impor-

    tancia de contar con indicadores y estnda-

    res de calidad y productividad.- Realizado el diseo del producto, se pasaba

    a la fase de organizacin de la empresa para

    proceder a la accin o fabricacin misma del

    producto. Se trataba aqu de que se tomara

    conciencia de lo que implica la vida y labor

    de los trabajadores, sus requerimientos y

    necesidades de un empleo digno y decente,

    para lograr el producto ideal que respondie-

    ra a las expectativas y necesidades plantea-

    das por las personas.- La sptima fase de la metodologa estaba

    relacionada con las preguntas estratgicas

    que tenan que ver con la comercializacin,

    marketing, venta y adquisicin del producto;

    y, sobre todo, con la evaluacin ex-postuna

    vez usados los productos.

    - Finalmente, se hizo una evaluacin de re-

    sultados e impactos en funcin de los gran-

    des fines estratgicos establecidos, sobre

    todo respecto de los temas de generacinde riqueza, logros de calidad de vida y desa-

    rrollo humano.

    Resultados

    Los principales resultados o logros alcanzados con

    esta experiencia educativa-formativa fueron los

    siguientes:

    Fotografa: Erik Snchez.

  • 7/21/2019 Saberes Para La Accin en Educacin de Adultos

    15/77

    14 MAYO- AGOSTO2011

    a) La formacin de alrededor de 2mil 500personas

    como gestoras del desarrollo emprendedor y pro-

    ductivo con una visin creativa, innovadora y

    emprendedora.

    b) La institucionalizacin del Interquorum Regio-nal como espacio de educacin y formacin

    de gestores del desarrollo, principalmente de

    aqullos asentados en las regiones, localidades

    y comunidades alejadas de la capital del pas. De

    hecho la Fundacin Friedrich Ebert la asumi

    como una de sus lneas de trabajo estratgicas

    en el Per.

    c) Haber aportado para que algunos de los gestores

    formados accedieran a puestos de la gestin p-

    blica gubernamental en diferentes niveles (nacio-nal, regional y local), como autoridades elegidas

    y/o profesionales.

    Recomendaciones para la accin

    1. Los formuladores de programas, currculos,

    planes de estudios, enfoques metodolgicos y/opedaggicos, podran recoger la propuesta de la

    multigramacin, como un enfoque superador e

    integrador del conductismo, constructivismo y la

    prospectiva.

    2. El sistema educativo de cada pas que ya ha asu-

    mido el enfoque por competencias como base

    del proceso enseanza-aprendizaje, debera in-

    corporar en este enfoque el tema del desarrollo

    de capacidades y talentos creativos, innovadoresy emprendedores, si es que buscan que la educa-

    cin tenga un aporte concreto y estratgico para

    el desarrollo de los pases y de nuestros pueblos.

    3. Es importante y necesario que se replantee el

    perfil del docente del sistema educativo vigente,

    y se adopte un nuevo perfil que vaya ms por la

    lnea del lder-animador, facilitador-instructor.

    Lecturas sugeridas

    A M (2008), Desarrollo del talento humano,

    Buenos Aires, Editorial Granica.

    G, E R. (2002),Herramientas para pen-

    sar, Lima, Per, Fundacin Friedrich Ebert (se-

    gunda edicin).

    P P, A (2005), Manuales de gestores

    de la innovacin y desarrollo productivo, Bogot,

    Convenio Andrs Bello.

    La vida es peligrosa,no por los hombres quehacen el mal, sino porlos que se sientan a ver

    lo que pasaAlbert Einstein , fsico alemn, nacionalizado

    suizo y despus norteamericano, 1879-1955.

  • 7/21/2019 Saberes Para La Accin en Educacin de Adultos

    16/77

    1

    Educacin popular y cultura del trabajoPedagoga-s de la calle y pedagoga-s

    de la produccin asociada*

    Lia Tiriba

    Programa de Posgrado en Educacin, Universidade Federal Fluminense Niteri | Rio de Janeiro, [email protected]

    El trabajo se entiende como un importante elemen-

    to constitutivo de la existencia humana por muy

    diversas teoras pedaggicas. Dado que los proce-

    sos educativos van ms all de la escuela, pensa-

    mos que adems de comprender la pedagoga de

    la fbrica capitalista hace falta desvelar otras peda-

    gogas: la pedagoga de la calle y la pedagoga dela produccin asociada. En este artculo presenta-

    mos algunos retratos y aportes terico-prcticos

    que resultan de nuestras investigaciones acerca

    del mundo del trabajo en el que se desempea una

    inmensa mayora de la poblacin latinoamerica-

    na que no ha conseguido acceder a la escuela, o a

    una escuela de calidad. Considerando los procesos

    productivos como instancias de educacin de tra-

    bajadores, tejemos algunas consideraciones sobre

    los horizontes poltico-pedaggicos de los procesos

    educativos impartidos (desde fuera) por los tcni-

    cos hacia los emprendimientos econmicos asocia-

    tivos. Reivindicamos la articulacin entre economa

    popular, educacin popular y educacin de perso-

    nas adultas, sin olvidar que en los pases del tercer

    mundo, tambin los jvenes, nios y viejos estnbuscndose la vida, lidiando con la perversa lgica

    excluyente del mercado capitalista.

    Trabajadores ambulantes y trabajadores

    caminantes: retratos de la ciudad

    He aqu algunos retratos de las grandes ciudades

    latinoamericanas. Son retratos de los actores de la

    economa popular: nios, jvenes, adultos y mayores

    Fotografa: Erik Snchez.

  • 7/21/2019 Saberes Para La Accin en Educacin de Adultos

    17/77

    16 MAYO- AGOSTO2011

    que caminan por la calle de la esperanza: son los re-

    cogedores de botes vacos de cerveza en la playa, los

    vendedores de croquetas de yuca en las aceras, los

    boias-frias** que se volvern vendedores de hierbas

    medicinales, prostitutas/os, camellos, lavadores yguardadores de coches... En el mercado de trabajo

    callejero estn de moda el hombre-estatua y los ni-

    os-malabaristas que, en los semforos, asustando

    a los conductores, cercan los coches para demostrar

    que merecieron la pena las enseanzas de la escuela

    de la vida (incluso de aquellos pocos aos vividos en

    los pupitres de la EGB).

    Los retratos de la gran ciudad tambin nos en-

    sean los trabajadores que perdieron o nunca ad-

    quirieron el estatus de pertenecer al "cuadro de em-pleados de tal empresa. En Brasil, los trabajadores

    urbanos tienen slo cuatro aos de escolaridad en

    promedio, sin embargo, los trabajadores asociados

    presentan la ms variada gama de calificaciones:

    metalrgicos, psiclogos, enfermeros o recogedores

    de botes vacos. Son los que, va el asociativismo, or-

    ganizan sus propios emprendimientos econmicos.

    Las estrategias populares de supervivencia son

    tan antiguas como el hambre. Hoy por hoy se han

    vuelto todava ms visibles, principalmente en lospases donde los trabajadores no disfrutan de la so-

    ciedad del pleno empleo.

    A partir del presupuesto de que muchos traba-

    jadores y trabajadoras no slo nunca han pasado

    por los pupitres escolares, sino que adems han sido

    expulsados o nunca han conseguido ingresar en el

    llamado mundo de la economa formal o mundo

    del mercado del trabajo formal, desarrollaremos al-

    gunos supuestos terico-prcticos:

    a) Los conceptos de economa formal y economa

    informal no son suficientes para explicar la com-

    plejidad de las relaciones sociales frente a los pro-

    cesos de globalizacin de la economa (no slo

    de bienes materiales, sino tambin simblicos).

    Hace falta el concepto de economa popular, que

    nos ayuda a comprender las transformaciones en

    el mundo del trabajo.

    b) El trabajo por cuenta propia (individual o colecti-

    vo) es una alternativa a la crisis del trabajo asala-

    riado; es tambin un mecanismo para favorecer

    la restructuracin productiva y la flexibilizacin

    de la relacin entre capital y trabajo.c) Aunque se produzca en el interior mismo de la

    sociedad capitalista, la economa popular pue-

    de contener los grmenes de una nueva cultura

    del trabajo, elemento constituyente de un nuevo

    modo de produccin de la existencia humana (al

    revs de lo que sucede en el modo de produccin

    capitalista).

    Lo tcnico y lo poltico en la educacinpopular y en la economa popular

    Desde la perspectiva de la emancipacin de los sec-

    tores populares, han sido pocos los estudios que han

    intentado, de forma profunda, articular la educacin

    popular con la problemtica de la relacin trabajo/

    educacin. El desafo que se nos presenta es cmo

    articular los dos campos de conocimiento y de ac-

    cin a travs de un proceso prxico (es decir, de

    teora-prctica) que redimensione la cuestin de la

    racionalidad econmica a la vez que la racionalidadeducativa.

    Para los trabajadores que no tuvieron acceso a

    una educacin bsica de calidad, y que histrica-

    mente han estado relegados a las tareas de ejecucin,

    el tema de la viabilidad econmica de sus empren-

    dimientos les preocupa sobremanera, y constituye,

    hoy por hoy, un importante contenido programtico

    en los cursillos de capacitacin.

    Uno de los problemas de los trabajadores aso-

    ciados es, sin duda, su escasa familiaridad con lasprcticas de administracin y gestin, y la manera

    como han abordado las cuestiones econmicas y

    financieras. Pero no slo los trabajadores asociados,

    sino tambin nosotros (los intelectuales, los tcni-

    cos, los educadores), seguimos enfrentando la difi-

    cultad y a la vez el desafo de relacionar la teora

    con la prctica, de articular lo tcnico a lo poltico,

    de manera que podamos reflexionar acerca de una

  • 7/21/2019 Saberes Para La Accin en Educacin de Adultos

    18/77

    1EDUCACINPOPULARYCULTURADELTRABAJO

    nueva cultura del trabajo que no se quede en las nu-

    bes, sino que pueda materializarse, paulatinamente,

    en lo cotidiano de los grupos.

    Ahora bien, es a lo largo del proceso de trabajo, y

    de otras instancias de produccin de su existencia,

    que los trabajadores elaboran sus preguntas, buscan

    las respuestas y vuelven a reelaborar las preguntas,

    confrontando cotidianamente las condiciones ob-jetivas y subjetivas del mundo v ivido con el mundo

    soado. En este sentido, no podemos hablar de la

    importancia de un estudio, sino de la necesidad de

    aprender a hacer muchos estudios de viabilidad, en

    que las preguntas y respuestas se presentenperma-

    nentementea los trabajadores, en un proceso en que

    la praxis productiva se constituya como principio

    educativo.

    Tambin es necesario considerar que las pre-

    guntas que los trabajadores asociados se hacen as mismos no pueden ser concebidas como si sus

    respuestas se situaran en el campo tcnico propia-

    mente dicho, pues el contenido y la forma como se

    pregunta nunca es neutra, por ms que uno as lo

    pretenda, sino que presupone un determinado tipo

    y grado de compromiso del sujeto con el objeto en

    cuestin. Es decir, no se trata simplemente de decidir

    sobre esto o aquello, sino de descubrir lo que toda-

    va est oculto en lo cotidiano, buscando soluciones

    tcnico-polticas que provisoriamente puedan dar

    respuestas a lo que es difcil y contradictorio. En

    otras palabras, el esfuerzo para tornar viable un em-

    prendimiento presupone un estudio sobre la posibi-

    lidad de que, tcnicamente, los trabajadores puedan

    tornar viable su proyecto poltico. La bsqueda de

    una praxis que contemple la unidad entre los objeti-

    vos econmicos y los objetivos sociales es, justamen-te, la llave de la educacin de los trabajadores, la cual

    es comprendida como proceso permanente y como

    resultado provisional de accin/reflexin/accin.

    Si se pretende combinar la eficiencia con un

    proceso democrtico, participativo, transparente y

    solidario, hay que preguntarse qu democracia que-

    remos y qu entendemos por solidaridad. Si bien la

    definicin acerca de qu es lo que los trabajadores

    van a producir, por ejemplo, va a depender de un

    estudio de mercado, las preguntas centrales se-ran: quines sern beneficiados con el producto?,

    cules son las necesidades reales de la comunidad

    local?, en qu medida es posible atender las necesi-

    dades de la comunidad?, de qu maneras?

    Las respuestas a las preguntas a quines les va-

    mos a vender?, y merece la pena producir?, adems

    de tener como referencia qu es lo que los trabajado-

    res entienden por necesidades humanas, presupone

    la comprensin de los conceptos de valor de uso y

    Fotografa: Erik Snchez.

  • 7/21/2019 Saberes Para La Accin en Educacin de Adultos

    19/77

    18 MAYO- AGOSTO2011

    valor de cambio y de las razones por las cuales en el

    capitalismo el segundo se sobrepone al primero, pro-

    vocando el despilfarro y la degradacin del planeta.

    A diferencia de los procesos de autoayuda im-

    partidos por los gobiernos, empresarios y por otros

    que se dicen a s mismos aliados de los excluidos del

    mercado formal de trabajo, el objetivo de la educa-cin popular no puede ser el de contribuir para ali-

    viar la pobreza, y tampoco ajustar las competen-

    cias bsicas de los trabajadores para que consigan

    competir en el mercado, sin considerar sus necesi-

    dades reales e inmediatas. La educacin popular, al

    contrario de la educacin bancaria (definida por

    Paulo Freire como aquella en la que el educador lle-

    na la cabeza del alumno con contenidos que ste

    debe memorizar), tiene como uno de sus objetivos

    cuestionar la actual lgica excluyente del mercado y,a la vez, crear alternativas para ella. As que, vincu-

    lando stas y otras preguntas descubrimos, a travs

    de un proceso de accin-reflexin-accin, qu es el

    mercado y advertimos tambin que existen otros

    mercados que se basan en relaciones de coopera-

    cin, reciprocidad, etctera.

    Desde la perspectiva de la constitucin de un

    mercado solidario es preciso preguntar: quines

    son los consumidores que los trabajadores van a

    privilegiar?, los del centro comercial o los de la co-

    munidad?, es posible insertarse en la esfera del mer-

    cado de intercambio y al mismo tiempo en la esfera

    del mercado solidario?, con qu criterios? Adems,

    cules son las implicaciones polticas de los dife-

    rentes tipos de relacin productor-consumidor en

    el proceso de circulacin de mercancas? Contestara estas preguntas presupone no slo un aprendizaje

    tcnico, sino tambin la definicin y redefinicin de

    un proyecto poltico respecto de la posibilidad de, en

    el interior mismo de una sociedad de mercado, es-

    tablecer relaciones sociales y econmicas de nuevo

    tipo.

    Es indiscutible que los trabajadores asociados

    precisan dominar las operaciones bsicas para ha-

    cer las cuentas, evaluar cul es la actual situacin

    econmica y proyectar las metas de produccin ycomercializacin que garanticen la remuneracin

    de sus integrantes y el mantenimiento de la propia

    unidad econmica. Pero, adems, necesitan forma-

    cin poltica para definir los tipos de inversin que

    sern necesarios para ello: las inversiones proven-

    drn de instituciones de beneficencia?, sern con-

    sideradas como aportacin de capital o como apor-

    tacin de fuerza de trabajo? Si para los tericos de

    la economa popular parece obvio que la eleccin

    Fotografa: Ariel da Silva.

  • 7/21/2019 Saberes Para La Accin en Educacin de Adultos

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    1EDUCACINPOPULARYCULTURADELTRABAJO

    de un determinado tipo de inversin interfiere, y a

    la vez condiciona, las relaciones entre los actores

    econmicos, no necesariamente est claro para los

    trabajadores cules son las condiciones objetivas

    que materializan las contradicciones entre capitaly trabajo. En la prctica, tampoco est claro cmo

    el trabajo puede volverse el factor de produccin

    que da sentido y determina los dems factores de la

    produccin.

    Para obtener una produccin planeada los traba-

    jadores necesitan elegir las mquinas y equipamien-

    tos, lo que, a su vez, presupone conocimientos m-

    nimos sobre los medios de produccin, el desarrollo

    tecnolgico y los significados de la relacin ser huma-

    no/instrumentos de trabajo. En este proceso educa-tivo tampoco es posible olvidar los presupuestos de

    la divisin social y tcnica del trabajo y la cuestin de

    la socializacin de los conocimientos: los dispositivos

    tecnolgicos, as como la forma como se organiza la

    produccin y se distribuye el trabajo es lo que va a

    permitir, o no, la socializacin del saber in locus.

    Otro aspecto a considerar en un proceso educa-

    tivo que redimensione la racionalidad econmica

    es: cmo pensar en una gestin cooperativa que

    garantice, horizontalmente, el ejercicio de hablar,escuchar, dudar, criticar, sugerir y decidir? Cmo

    puede favorecer el estilo de participacin que todos

    y todas, y no slo algunos, se asuman como dueos

    del proceso de produccin? Para que el colectivo de

    trabajadores pueda, de hecho, dirigir y controlar a

    aquellos que transitoriamente los representan, cu-

    les seran los contenidos tcnicos y polticos de una

    educacin productiva y permanente, que se desa-

    rrolle en el interior mismo de las organizaciones de

    econmica popular?En lo cotidiano de la produccin, es posible ir ms

    all del trabajo polivalente, promoviendo un proceso

    en que todos y no solamente algunos sean ca-

    paces de comprender los principios fundamentales

    de la gestin, teniendo acceso a los conocimientos

    necesarios que les permitan tambin cuestionar,

    opinar, proponer cambios... en fin, decidir sobre cul

    es el tipo de gestin administrativa, financiera y jur-

    dica que mejor coincide con los intereses colectivos?

    Educacin de personas adultas: por una

    pedagoga de la produccin asociada

    Para reflexionar sobre las bases de las pedagogas

    de los emprendimientos econmicos populares es

    necesario considerar tres presupuestos: en primer

    lugar, en la bsqueda incesante para ganarse el pan

    de cada da, el trabajo se torna no slo un principio

    educativo, sino tambin un fin educativo. Los tra-

    bajadores han aprendido en la escuela de la vidaque no es suficiente reivindicar frente al Estado sus

    derechos mnimos de ciudadana; el abandono del

    Estado respecto a las necesidades bsicas de ali-

    mentacin, vivienda, educacin, etc., han repercuti-

    do en la construccin de una ciudadana activa que

    va ms all de la protesta y de la reivindicacin.

    El segundo presupuesto es que los hombres y

    mujeres transforman la realidad mediante la praxis.

    Incluso sin tener acceso a la escolarizacin bsica,

    Fotografa: Ariel da Silva.

  • 7/21/2019 Saberes Para La Accin en Educacin de Adultos

    21/77

    20 MAYO- AGOSTO2011

    la estructura de la divisin del trabajo incluyendo

    ah los procesos de discusin, participacin y deci-

    sin es lo que permite ampliar en mayor o menor

    grado los saberes sobre el mundo del trabajo y la vida

    en sociedad, as como en la pedagoga de la fbricacapitalista, en la medida en que los integrantes de

    estas unidades econmicas aprehenden los conoci-

    mientos especficos para producir los bienes mate-

    riales para su supervivencia, aprehenden tambin

    los valores y los comportamientos que son necesa-

    rios para el establecimiento de determinadas rela-

    ciones de produccin.

    El tercer presupuesto es que, como nos indica

    Razeto (1993), ninguna economa se hace solidaria

    porque las personas sean buenas o generosas, sinocuando el trabajo y la comunidad se vuelven los fac-

    tores que determinan a todos los dems factores de

    la produccin. La solidaridad solamente se puede

    convertir en un valor real en la medida en que se in-

    corpore en la propia organizacin del trabajo. As, el

    objetivo de la educacin no es que los trabajadores

    asociados asimilen, de forma abstracta, los presu-

    puestos filosficos y polticos de una nueva cultura

    del trabajo o de una economa que se pretenda soli-

    daria; no basta con idealizar una nueva cultura deltrabajo o una economa popular basada en el traba-

    jo participativo y solidario. Ms que nunca, es preci-

    so aprender a hacerla, a materializarla en el da a da

    de la produccin.

    Los procesos pedaggicos tambin se consti-

    tuyen como un elemento de la cultura del trabajo,

    mediando las condiciones objetivas y subjetivas del

    proceso productivo. Tratndose de una empresa ca-

    pitalista o de una organizacin econmica popular,

    la dinmica de la produccin es fuente de saberes,adquiridos y producidos en el proceso de trabajo.

    Pero la dura y cruda realidad es que los trabajadores

    no tienen la propiedad de las tecnologas de punta

    que les permitan aumentar su tiempo libre, y tam-

    poco los fundamentos terico-metodolgicos que

    les permitan articular teora y prctica, de modo

    que encuentren una forma ms racional, y al mismo

    tiempo ms humanizada, para colocar los medios

    de produccin a su servicio.

    Recomendaciones para la accin

    1. El saber producido en las relaciones sociales

    que los hombres y las mujeres establecen en suproceso de trabajo es la fuente inspiradora de la

    relacin trabajo-educacin; sin embargo, la posi-

    bilidad de transformar la accin en accin-trans-

    formadora slo podr tomar cuerpo en la medida

    en que los trabajadores tengan asegurado, por lo

    menos, el derecho a la educacin bsica. As que,

    como parte integrante de un proyecto que con-

    tribuya a volver orgnica la economa popular,

    nos corresponde formular propuestas de proyec-

    tos educativos que, articulados con la escuela yrecuperando los presupuestos de la educacin

    popular, sean capaces de contemplar a los traba-

    jadores que no tuvieron acceso o no consiguieron

    permanecer en los pupitres escolares, y que fren-

    te a la crisis del empleo han intentado organizar

    sus propios emprendimientos.

    Nos referimos a una perspectiva de califica-

    cin profesional que va ms all de adecuar a los

    jvenes y adultos a las necesidades del mercado

    (mercado excluyente). Y que, sin dejar de consi-derar las relaciones econmicas de intercambio

    (que hoy son hegemnicas en la sociedad capita-

    lista), abra caminos para desvelar otros merca-

    dos, otras relaciones sociales cuya racionalidad

    no est basada en la reproduccin ampliada del

    capital, sino en la reproduccin ampliada de la

    vida (Coraggio, 1995).

    2. Creemos que, frente al problema del desempleo

    y el aumento de la pobreza, los programas de for-

    macin profesional no deben dejar de considerarla vocacin econmica de la regin, aunque ser

    preciso cuestionar en qu medida esta vocacin

    (que en ltima instancia est determinada por la

    actual lgica del mercado), ha ocultado, y a la

    vez sofocado, otras vocaciones, en especial aque-

    llas de los sectores populares. En otras palabras,

    ello implicara un proceso de calificacin profe-

    sional: a) ntimamente articulado con la red p-

    blica de educacin, que contribuya a una amplia

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    2EDUCACINPOPULARYCULTURADELTRABAJO

    formacin de los trabajadores; b) que la conceja-

    la municipal de empleo, trabajo e ingresos tenga

    a los movimientos populares como eje orienta-

    dor de su accin; c) que fortalezca, en el interior

    del mercado global, el mercado especfico de losemprendimientos populares asociativos (coo-

    perativas, asociaciones, grupos de produccin,

    etc.); y d) que contribuya a la creacin de redes de

    produccin, comercializacin y conocimientos

    de los pequeos emprendedores que intentan

    sobrevivir dentro de la perversidad de la actual

    lgica del mercado.

    3. Vislumbramos propuestas de accin que, al arti-

    cular trabajo y educacin, puedan seguir los mis-

    mos caminos por los cuales muchos trabajadoreshan intentado organizar sus emprendimientos

    asociativos: articularse con la comunidad local

    y con los movimientos populares. En otras pala-

    bras, percibimos un proceso educativo que tiene

    como punto de partida la accin-reflexin-accin

    y la sistematizacin de las actividades cotidianas

    del trabajo y de la vida, teniendo como punto de

    llegada la bsqueda de nuevos valores y prcti-

    cas que permitan transformar las relaciones de

    convivencia en la comunidad donde el empren-dimiento econmico se localiza.

    4. Para los educadores que al mismo tiempo asu-

    men la postura de investigadores, el desafo es ir

    ms all de la pedagoga de la fbrica, populari-

    zando el saber acadmico, sistematizando el sa-

    ber popular y construyendo con los trabajadores

    una pedagoga de la produccin asociada que

    contribuya a la constitucin de una sociedad de

    los productores libres asociados. Obviamente,

    no se trata de sustituir el saber popular por unsaber superior, y tampoco de transferir a los em-

    prendimientos populares la responsabilidad de

    socializar y sistematizar el conocimiento, dado

    que stas son responsabilidades que competen

    a la escuela. Al contrario, se trata de repensar la

    escuela y de ampliar los espacios educativos que

    promuevan nuevos saberes y nuevas prcticas

    sociales. Para ello, uno de los puntos de partida

    es comprender las iniciativas populares como

    instancias educativas, aprendiendo con los tra-

    bajadores las formas como ellos estn intentan-

    do gestionar sus emprendimientos, teniendo en

    cuenta sus expectativas de vida y de sociedad.

    5. No se trata de que la economa popular se con-crete en un simple contenido programtico,

    sino que constituya ms bien uno de los ejes de

    la educacin popular, y para ello es importante

    considerar que la articulacin trabajo-educacin

    no se agota en los espacios formales de produc-

    cin y socializacin de conocimientos, ni en una

    escuela donde el maestro prescribe el saber

    acumulado y los alumnos, desde los pupitres, lo

    asimilan (o no). Igualmente, por ms que el pro-

    ceso educativo al contrario de la concepcinbancaria favorezca el encuentro y la con-

    frontacin entre los diferentes saberes, tampoco

    es suficiente un espacio formal de aprendizaje.

    Adems, sera una ingenuidad imaginar que los

    maestros y tcnicos tienen una larga experien-

    cia sobre los dilemas y desafos de la economa

    popular, y que por lo tanto estaran aptos para

    asesorar a los trabajadores respecto de los rum-

    bos tcnicos y polticos de sus proyectos de vida

    y de trabajo. Pensamos que el proceso in locusdeconstitucin de nuevas relaciones sociales y eco-

    nmicas es una instancia educativa no slo para

    los trabajadores asociados, sino tambin para los

    educadores, lo que nos lleva a reafirmar que la ar-

    ticulacin entre trabajo y educacin se extiende,

    necesariamente, a los procesos educativos que se

    configuran en lo cotidiano de la produccin.

    6. Si la educacin de adultos debe ser esencialmen-

    te presencial, en la prctica esto se ha traducido

    en que los trabajadores asistan a la escuela parasistematizar sus conocimientos, y buscar all

    nuevos saberes que contribuyan a dar sentido a

    su trabajo y a la vida en sociedad. Sin embargo, lo

    nuevo tambin estara en la presencia de los edu-

    cadores en las organizaciones econmicas popu-

    lares (no exactamente como trabajadores asocia-

    dos, sino como trabajadores intelectuales) para

    que colectivamente, y a pie de obra, descubran

    una nueva manera de hacer y concebir el mundo

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    22 MAYO- AGOSTO2011

    Notas

    * Este texto es una adaptacin del artculo Educacin popu-lar y cultura del trabajo: pedagoga-s de la calle y peda goga-s

    de la produccin asociada, Dilogos Educa cin y Formacin

    de Personas Adultas, Barcelona, pp. 13-19, 2002.

    **Bia-friaes la forma popular de hacer referencia a la comida(bia) que ingieren los jornaleros en su lugar de trabajo, sin

    poderla calentar.

    de la produccin, buscando las soluciones tcni-

    cas y polticas para la viabilidad de una economa

    que pueda materializarse en los intersticios de

    la sociedad capitalista. La teora se produce en

    consonancia con la prctica; una nueva prcticaproduce un nuevo conocimiento, en un proceso

    en que el propio educador debe ser educado. El

    problema radica en cmo articular las diferentes

    redes de produccin de conocimientos y de nue-

    vas prcticas sociales: escuela, universidad, ONG,

    asociacin de vecinos, emprendimientos popula-

    res; cmo construir orgnicamente esta relacin;

    hacia qu cultura del trabajo y hacia qu proyec-

    to de sociedad.

    Lecturas sugeridas

    C, J (1997), La accin educativa como

    proyecto cultural y social, en J. Cabello (coord.),

    Didctica y educacin de personas adultas,

    Alg ibe, Mlaga, pp. 17-33.

    http://www.terras.edu.ar/jornadas/17/biblio/17SANCHEZ-

    SANCHEZ-Jose-Maria-cap-2-Los-alumnos-El%20mundo-social.pdf

    C, J L (1995), Desarrollo humano, eco-

    noma popular y educacin, Buenos Aires, Rei

    Argentina/Instituto de Estudios y Accin Social/

    Aique Grupo Editor.

    F, P (1975), Pedagogia do oprimido, Rio de

    Janeiro, Paz e Terra.

    http://www.ensayistas.org/critica/liberacion/varios/

    freire.pdf

    R, L (1991), Empresas de trabajadores y eco-

    noma de mercado, Santiago de Chile, Programa

    de Economa del Trabajo-PET.

    http://www.luisrazeto.net/content/2-esencia-objetivo-

    econ%C3%B3mico-y-caracter%C3%ADsticas-de-la-em-

    presa-cooperativa

    R, L (1993), Los caminos de la economa de

    solidaridad, Santiago de Chile, Vivarium.

    http://www.luisrazeto.net/content/los-caminos-de-la-economia-de-solidaridad

    Lo que aprendemos ahacer lo aprendemos

    hacindoloAristteles, filsofo griego, 384-322 a.C.

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    2

    El papel de la economa social y solidariaen la estrategia de inclusin social

    Jos Luis Coraggio

    Universidad Nacional de General Sarmiento | Buenos Aires, Argentinawww.coraggioeconomia.org | [email protected]

    Fotografa: Gaelx (www.flickr.com/photos/gaelx). Acampada del Sol, Madrid.

    Introduccin

    Hablar de desarrollo es hablar de transformacin

    econmica, social y poltica profunda. Ello requiere

    tiempo, medido en dcadas, aos y meses. Pero el

    problema no es slo de tiempo, sino de continuidad

    de la voluntad poltica y de la validez de los esque-

    mas mentales que orientan los procesos de cambio.

    A treinta aos de neoliberalismo en Amrica

    Latina, las consecuencias de la mercantilizacin ylas polticas sociales compensatorias se expresan,

    entre otras, en el crecimiento de la pobreza y la des-

    igualdad, as como la prdida de calidad de vida de

    la inmensa mayora de la poblacin.

    En este artculo nos planteamos la pregunta de

    cmo proyectar a futuro una sociedad que satisfaga

    con dignidad todas las necesidades humanas de la po-

    blacin en su conjunto, respetando las diversidades.*

    Utopa y poltica

    Las utopas sociales juegan un papel fundante de

    las ciencias sociales: es necesario concebir lo mejor

    como idea lgicamente articulada, una realidad im-

    posible, para descubrir lo mejor realmente posible, la

    idea sometida al criterio de factibilidad.

    Las utopas orientan las decisiones sobre la bue-

    na sociedad y en particular las prcticas polticas

    cuyo sentido es la transformacin progresiva de lassociedades existentes, sin perder de vista que las

    utopas no se pueden realizar. Las utopas efectiva-

    mente tienden a generar tanto escepticismo como

    ilusiones; sin embargo, las propuestas de accin para

    un mundo mejor no pueden basarse en ilusiones, no

    slo porque seran instrumentalmente ineficaces,

    sino tambin por razones ticas.

    Si bien las visiones de un sistema social mejor nos

    sirven para valorar la realidad actual, requerimos

  • 7/21/2019 Saberes Para La Accin en Educacin de Adultos

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    24 MAYO- AGOSTO2011

    de la ciencia para aterrizar en la identificacin de

    problemas concretos y, por tanto, complejos, diag-

    nosticando rigurosamente sus causas y tendencias

    y experimentando vas de accin eficaces para resol-

    verlos tensionando la realidad en la direccin de lomejor; es as como la ciencia contribuye a la poltica.

    Muchas morales (conceptos de buena vida en

    sociedad y reglas de comportamiento acordes con

    ella) son posibles y no son decidibles objetivamen-

    te, pero hay al menos un punto seguro que escapa

    al relativismo sin fin; se trata de un principio tico

    basado en juicios de hecho: sin la reproduccin de

    la vida no es posible gozar de ninguna libertad, y la

    vida de toda persona es vida en sociedad(no hay yo

    sin otros). Es desde esta racionalidad fundante quese debe reconstruir el sistema econmico y repensar

    la relacin entre economa y sociedad.**

    Poltica social y poltica econmica

    Con el neoliberalismo la economa se ha venido au-

    tonomizando de controles polticos y sociales que

    velen por la cohesin social, y es usual pensar que la

    economa se autorregula con la ayuda de expertos

    navegantes que velan por la estabilidad de la mone-da y el irrestricto derecho de propiedad privada. En

    la utopa liberal, la sociedad debera ser una sociedad

    de mercado, donde cada persona se ubica segn los

    resultados que haya logrado obtener para competir

    en el mercado. Pero ante la exclusin masiva y la pr-

    dida de expectativas positivas que han producido 30

    aos de ese sistema, el imperativo de gobernabilidad

    exige un trabajo de legitimacin de un sistema cer-

    cano ya al l mite de lo insoportable.

    Dado su proyecto estratgico de maximizar la li-bertad del capital a costa de los trabajadores, la pol-

    tica social neoliberal se ha definido a partir de la pre-

    tensin de anular la cultura de derechos humanos

    universales y de centrarse directamente en caren-

    cias extremas de sectores de la poblacin considera-

    dos riesgosos para la gobernabilidad. Esas carencias

    han sido definidas principalmente en trminos de

    acceso (lo que lgicamente parece un paso previo

    para la calidad) a condiciones de vida (alimentos,

    refugio, salud, educacin, ingreso de un dlar diario)

    definidas como mnimas (bsicas?) por tcnicos del

    sistema interestatal y adoptadas por los gobiernos.

    Se pas as del Estado garante de derechos univer-

    sales reforzados por mandatos de discriminacinpositiva para algunos grupos especficos que se

    concretaron en sucesivas declaraciones de derechos

    sociales a la adopcin de un mandato de asisten-

    cia para la sobrevivencia fsica a los ms vulnerables

    mediante la focalizacin.

    Hoy podemos constatar intentos expresos de

    amplificar la absorcin de la sociedad por la eco-

    noma. Esto se hace evidente cuando la persona se

    vuelve capital humano, y se advierte que si no se

    invierte algo en salud y educacin los excluidos notendrn posibilidad siquiera de competir por los

    puestos que necesite el capital global.

    Como resultado de la reingeniera conservadora

    del Estado, del mercado y sus relaciones con la socie-

    dad, se han generado situaciones de injusticia e inefi-

    ciencia social que trascienden la idea de emergencia

    coyuntural: concentracin de la riqueza, destruc-

    cin de las fuerzas productivas logradas mediante

    la industrializacin, mercantilizacin del sistema

    poltico, desequilibrio de ecosistemas, prdida deldesarrollo de capacidades de generaciones de nias

    y nios desnutridos, individualismo, etc., que l levar

    varias dcadas de accin consistente revertir.

    Una definicin sustantivista de la economa

    Entendemos por economael sistema de institucio-

    nes, valores y prcticas que se da una sociedad, para

    que sus miembros y la sociedad toda se ubiquen en

    la divisin social del trabajo global, organizando laproduccin, distribucin, circulacin y consumo

    de bienes y servicios a fin de realizar el metabolis-

    mo socio-natural (intercambio de energa entre los

    hombres en sociedad y el resto de la naturaleza) de

    modo de satisfacer de la mejor manera posible (re-

    produccin ampliada de la vida en cada momento

    histrico) las necesidades y deseos legtimos de to-

    dos los miembros de esa sociedad (incluyendo las

    generaciones futuras).

  • 7/21/2019 Saberes Para La Accin en Educacin de Adultos

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    2ELPAPELDELAECONOMASOCIALYSOLIDARIAENLAESTRATEGIADEINCLUSINSOCIAL

    Fotografa: Jessica Warren/JessiQua. "Perdone las molestias. Estamos tratando de cambiar al mundo". Movimiento Occupy Wall Street.

    Un aspecto crucial de ese sistema de institucio-

    nes es cmo pauta las formas de definir, movilizar,

    distribuir/apropiar y organizar los recursos y capa-

    cidades humanas como medios para lograr el fin de

    la economa.

    La sociedad institucionaliza lo econmico de

    acuerdo a cinco principios (siguiendo a Polanyi,

    quien slo consider los cuatro primeros): adminis-

    tracin de la unidad domstica, reciprocidad, redis-tribucin, intercambio y plan. A continuacin suge-

    rimos lineamientos con los que la economa social

    y solidaria contribuira a la reinstitucionalizacin de

    la economa construyendo, a la vez, un sector org-

    nico de economa social y solidaria capaz de dispu-

    tar recursos y orientaciones pblicas con la econo-

    ma del capital.

    Administracin de la economa domstica (oikos).

    Propender a la mayor autarqua de subsistencia po-

    sible de las economas domsticas, definidas comola articulacin de familias en comunidades o coope-

    rativas, donde cada unidad domstica o comunidad

    procura atender sus necesidades con sus propios re-

    cursos, particularmente su trabajo. En lo que hace a

    alimentacin, esto implica recuperar la produccin

    con biodiversidad y evitar caer en la especializacin

    extrema para el mercado. Esto se facilita en las unida-

    des rurales, pero puede aplicarse incluso a unidades

    domsticas urbanas, como muestran los programas

    de huertos familiares o comunitarios que producen

    frutas, verduras, hortalizas y ganadera menor (para

    el autoconsumo de sus trabajadores o asociados a

    comedores escolares y hospitalarios, abasteciendo

    redes de intercambio dentro de asociaciones barria-

    les, etc.). En lo que hace a la vivienda y el hbitat, im-

    plica transferir recursos de materiales, financieros y

    tcnicos, que permitan mejorar sustancialmente las

    condiciones de habitabilidad de los sectores popu-lares rurales y urbanos a travs de la autoconstruc-

    cin preferentemente comunitaria, con base en los

    materiales que provee el propio medio local. Este

    principio no se aplica solamente a niveles microso-

    ciales o locales, sino que es vlido para aspectos de

    la economa nacional. Los balances energticos, la

    soberana alimentaria, la minimizacin de la deuda

    externa (arreglarnos con los nuestro, como parece

    comenzar a plantear el Banco del Sur), son ejemplos

    de opciones de orden nacional o incluso regional.Reciprocidad. Propiciar relaciones de reciproci-

    dad, basadas en la simetra de las donaciones y ayu-

    das mutuas. En esas relaciones, de fuerte presencia

    en el mundo popular, se da y recibe y se atiende al

    otro como a uno mismo sin que haya reglas de in-

    tercambio como las de mercado, combinando el

    acceso a seguridad y a bienes necesarios o deseados

    con el tejido de lazos sociales que permiten la con-

    vivencia entre las comunidades, la seguridad ante

  • 7/21/2019 Saberes Para La Accin en Educacin de Adultos

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    26 MAYO- AGOSTO2011

    emergencias personales, etc. El regalo o el servicio

    voluntario al otro vincula y obliga, de lo cual la minga

    es testimonio vivo en el mundo andino. La donacin

    debe evitar la unilateralidad (las transferencias de

    recursos para cumplimentar derechos ciudadanos ocomunitarios no son donaciones sino efectivizacin

    de derechos) para no realimentar el clientelismo

    poltico.

    Redistribucin . Profundizar la redistribucin

    progresiva, donde el Estado juega el papel de cen-

    tralizador y recaudador de recursos financieros de

    los que ms tienen para redistribuirlos de mane-

    ra que las comunidades se reproduzcan mejor. Se

    combinar la distribucin a individuos (como el

    reconocimiento pleno del trabajo de reproduccinque hacen las mujeres en los hogares) con la consti-

    tucin de fondos de desarrollo a fondo perdido y

    revolventes a nivel de comunidades o asociacio-

    nes, permitiendo que stas se fortalezcan al poder

    decidir de manera autnoma el mejor uso de esos

    recursos. Otra va ser la inversin pblica de bie-

    nes pblicos (educacin, salud, transporte, ener-

    ga, agua, servicios sanitarios, acceso de la tierra

    a quien trabaja con ella, justicia, seguridad social,

    etc.) acordada y dirigida al fortalecimiento de las

    capacidades y el acceso a recursos.

    Intercambio. Regulacin del intercambio en los

    mercados, con intervencin tanto del Estado como

    de la sociedad, para evitar los abusos de monopolios,intermediarios e importaciones que son competiti-

    vos en la medida en que sobreexplotan a las y los tra-

    bajadores o expolian los recursos naturales en otros

    pases, y evitando tambin la competencia ruinosa

    entre la pequea produccin, organizando y vincu-

    lando directamente la produccin con la demanda

    local, regional e incluso internacional en una rela-

    cin virtuosa de responsabilidad por el otro, donde

    los precios de intercambio entre oferentes y deman-

    dantes se fija no por el juego mecnico de la oferta yla demanda en un campo competitivo en que cada

    uno busca obtener ventaja, sino siguiendo criterios

    de precios justos, vinculados principalmente al tra-

    bajo directo e indirecto que abarque la produccin y

    circulacin de bienes y servicios. Las imperfecciones

    del mercado por la desigual distribucin del poder y

    los recursos hacen necesario regular los mercados

    y favorecer la consolidacin de poder de compra

    o venta colectiva de parte de la economa popular.

    Fotografa: archivo EMAS, A.C.

  • 7/21/2019 Saberes Para La Accin en Educacin de Adultos

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    La vigilancia sobre las actividades agiotistas debe-

    r unir la presencia de la sociedad organizada con el

    poder legtimo del Estado. La reingeniera del siste-

    ma financiero, canalizando el ahorro popular hacia

    la economa social, es otra prioridad. Especial aten-cin tiene aqu la organizacin de formas comuni-

    tarias de autogestin de necesidades bsicas de los

    ciudadanos (cooperativas locales de servicios pbli-

    cos, grupos de compra conjunta, redes de trueque y

    moneda social, etc.).

    Plan. Planificacin participativa y normatividad,

    basada en el reconocimiento de las organizaciones

    y redes de la economa social y solidaria, su organi-

    cidad y representacin en el espacio de definicin

    de polticas pblicas, y la coordinacin conscientede las acciones econmicas de los mltiples agen-

    tes independientes para aunar fuerzas y recursos,

    organizando la divisin social del trabajo dentro de

    las microrregiones y entre ellas, produciendo bienes

    colectivos, evitando la competencia destructiva, an-

    ticipando, regulando o evitando efectos socialmente

    no deseables del juego de mercado.

    La construccin de una economa social y

    solidaria en contraposicin con la poltica

    social neoliberal

    Si, de manera consecuente con lo dicho ms arriba,

    se nos pidiera definir una utopa para la economa

    social y solidaria podramos adelantar como rasgo

    fundamental que es una economa donde la com-

    binacin de principios de institucionalizacin est

    subordinada a la lgica de reproduccin de la vida

    de todos, donde las diversas motivaciones humanascoexisten y se integran en diversas culturas (no se

    aspira a la homogeneizacin global), donde el afn

    de lucro es una entre otras motivaciones pero cla-

    ramente limitada por la racionalidad reproductiva

    intergeneracional, donde una parte creciente de los

    trabajadores se organizan y autogestionan sin el

    dominio de patrones, en trabajos de calidad, den-

    tro de una multiplicidad de formas de produccin

    y reproduccin. Por contraposicin a la economa

    del capital, sta sera una economa de la vida y el

    trabajo.

    La coherencia indica que sta u otras propuestas

    son slo eso, propuestas para el debate, y que una

    utopa tendr efectos organizadores del pensamien-to y la accin cuando logre hegemona en un sistema

    democrtico, siendo posible que coexistan varias

    que comparten algunos principios, valores y objeti-

    vos estratgicos. Los rasgos indicados no incluyen ni

    la abolicin del mercado ni del dinero, aunque pro-

    pugnan su regulacin y la derrota de la propuesta

    neoliberal del mercado total, para la cual todas las

    actividades humanas deben organizarse como un

    mercado y todos los productos ser producidos como

    mercancas.Otras diferencias bsicas con el pensamiento

    nico son: el concepto de riqueza no se limita a la ri-

    queza mercantil y al valor de cambio, sino que inclu-

    ye todos los bienes y servicios tiles para satisfacer

    directa o indirectamente necesidades y deseos

    legtimos de los miembros de la sociedad; la calidad

    de vida no se vincula exclusivamente al momento de

    consumo, sino que incluye las formas de realizacin

    de las capacidades humanas y su desarrollo (condi-

    ciones de trabajo), los modos de consumo y los siste-mas culturales de socializacin y de estructuracin

    de la personalidad.

    Desde esta perspectiva, la usual combinacin de

    una tasa de crecimiento del PIB(medida de la rique-

    za mercantil que excluye una parte fundamental

    de la economa real) con polticas sociales asisten-

    cialistas, compensatorias y focalizadas (que confir-

    man la dualidad social y el carcter estigmatizante

    de las intervenciones pblicas) han demostrado ya

    su ineficacia social: esa economa no cumple con elsentido primordial de resolver con dignidad las ne-

    cesidades y deseos legtimos de todos los ciudada-

    nos, ni resguarda el sustrato natural que requiere la

    conservacin de la vida intergeneracionalmente.

    En cuanto a los enfoques redistribucionistas,

    que antes que focalizar en sectores indigentes para

    que superen algunas carencias elementales propo-

    nen asegurar una distribucin ms igualitaria de

    los ingresos generados por la economa (como las

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    propuestas de salario ciudadano), siguen sin salir de

    la esfera del valor de cambio, pues no reconocen la

    riqueza material producida fuera de esa esfera.

    Por otro lado, la economa social y solidaria in-

    cluye mecanismos redistributivos no slo desde laperspectiva de la solucin de problemas individua-

    les, sino como reaseguro de la reproduccin de una

    sociedad ms igualitaria, cohesionada por la solida-

    ridad y la justificacin de las diferencias resultantes,

    y considera el conjunto de las relaciones sociales de

    produccin, circulacin y consumo.

    La economa social y solidaria es, entonces, un

    modo de hacer economa, organizando de manera

    asociada y cooperativa la produccin, distribucin,

    circulacin y consumo de bienes y servicios no conbase en el motivo de lucro privado, sino de la reso-

    lucin de las necesidades, buscando condiciones de

    vida de alta calidad para todos los que en ella par-

    ticipan, sus familiares y comunidades, en colabora-

    cin con otras comunidades para resolver las nece-

    sidades materiales a la vez que estableciendo lazos

    sociales fraternales y solidarios, asumiendo con res-

    ponsabilidad el manejo de los recursos naturales y

    el respeto a las generaciones futuras, consolidando

    vnculos sociales armnicos y duraderos entre co-

    munidades, sin explotacin del trabajo ajeno.

    La promocin socioeconmica as encarada

    atiende tanto a las necesidades materiales como

    a los valores y relaciones sociales, y su coherenciatica exige que los programas concretos sean acor-

    dados conjuntamente entre las instancias pblicas

    y las diversas organizaciones de la sociedad en cada

    nivel de decisin relevante, con especial atencin al

    nivel local. Siendo necesario que el Estado proponga

    lneas de accin y asignacin de recursos, su diseo

    y aplicacin contar con las capacidades, recursos e

    iniciativas populares y atender a las prioridades y

    formas de accin conjunta acordadas democrtica-

    mente por los actores de base expresando sus valo-res culturales. Diversas formas de presupuestacin,

    programacin y gestacin participativa sern dise-

    adas, sin modelo previo, con los actores, asumien-

    do pblicamente compromisos de lado y lado que

    podrn ser monitoreados por la poblacin.

    Mientras en la poltica neoliberal se hablaba sin

    lograrlo de la inclusin en el sistema excluyente de

    mercado, en esta concepcin se trata de la inclusin

    en una sociedad multicultural, pero igualitaria, a

    Fotografa: Marianela Nez.

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    travs del reconocimiento y articulacin de sistemas

    de produccin alternativos, con la mira puesta en los

    derechos sociales y polticos, individuales y colecti-

    vos, que debern desarrollarse simultneamente.

    No hay contradiccin entre individ