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p2 y�,'�- ,�•'s^ `1049,,,

{ zoid .S D:ú LA JARA Y DE ÁLli!ADEiT DE LA PATA

Criaderos de.nHerrerias de San. Carloé2 y de Sierra de La B .alfa

S e v i l l a

íw

!:a el cumplimiento de lamisi6n que dentro de la Secci6n deIllavestigaciones Dáneras9 de este Instituto)tenemos encomendadaJque consiste concretamente en que demos tu, limite�do ínformp sobrela ímportancia.de orden práctíco(no geol6Frico)de los criaderos fe-rrTieros de más fama de toda Sierre. Piorena,nos ha lle�-,ado el tur-no de iiacerlo para el caso de los enclavados en los vecinos térmi-nos municipales de Real de la Jara y Almad4n de la Plata,w.ibos dela provincia de Sevilla*.

Como introducci6n general y antes de extendernos en la expli-caci6n de las escasas posibilidades de aprovecharaíento i-ndastrialque hemos creido ver en los yacimientos citados(mii3r poco reconoci-dos y presentados hasta el dia)consideramos oportuno adelantar al-gana de las que han de ser nuestras conclusiones definitivas,dejan-do *en claro,de una vez y para siempreque.de i,�,-ual manera que nospas6 en Cazalla hasta en parte de EE.1 ledrodo, -amosn.o lle,�,>

explicarnos la raz6a por la que aL'ui se mantiene'el cr4dito de a-

nas núneralizaciones que. si tuvieron relativa importancia(nunca muygrande)erl las buenas épocas del mercado de los mízarales de hierro(en los que además',para estas minas sevillanas.eran corrientes u-nos precíos de coste comprendidos en tre 1,50 y 4,50 2tap,,*2n.)-ca-recen hoy-,en la mayoría de los casos y seguramente para síempre detoda perspectiva de atilizabí6.n econ6mica.pues a ello se opondrán,por ¡o menos dentro del nivel actual de las condiciones de vida.sucorta 6 problemática cubicací6nla defectuosa calidad de sus nenas(excepci6n hecha de las anormales y purificadas de los afloramien-tos),�i su mala,6 cara,situaci6n geográfica en relaci6n con oualquiestransporte, haóta, puerto.

Si la fama a que nos referiuros tiene una indudable explicaciMde origen lejano en un caso como el del Pedroso en él que,aunque,fuera sin éxito,se llegaron a mantener unas explotaciones proyecta-clas bajo la-base de surtir a una siderurgia montada al pie mismo delas mínas,queda tan totalmente injustificada para los criaderos queen Almadén de la I>lata y en í¡eáI de la jara hemos de consideray a-hora que el solo hecho de que todavia existan ráneros con la fésuficiente para sostenerlos como minas vivasloatribuimos(apartede a la poca monta del "canon de saperficiell y a ]-a esperanza so-bre posibles caiabios del porvenir del hierro)a la ínflumoia,que so-bre ellos ha venido ejerciendo la serie de referencias y de histo-

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rias quela mayoria de las veces infundadamenteexisten en cualqui-er regi6n minera sobre la bondad y posibilidades de sus minera)-¡-zaciones vistas,

itefiriéndonos al caso concreto de Real de la Jara y Almad4nde la Flala, tisi concedemos aán cierto valor lejano al' yacirniento de*Iíerrerias de San uarlos0 en él que, está dentro de lo posible elque se llegue a ampliar su escaso volamen antnal -sr al rne necesa-riaraente revalorizaria el desarrollo de cualquier medio de trwns-por

.te que lo una econonLteamente con los puertos de Sevilla 6 de

Huelva,ánicos posibles para élsomos oompletaraen.te pesimistas encuanto miramos al'porvenir de las rilasas de míneral desrerdJ.��adasen la Siewra de la Bordalla.a las que por núngán concepto reoono-cemos otro valor-que el paramente geol6gíco é indicador de su eo-la existencia» la ampliaci&nde la indudable posibilietad X"xrw*xde orden teorico que representa tal existenciahasta otra más práo.tica de auténtica importancia industrialynedible, por lo tanto has-ta unas dirnensiones proporcionádas,solo se.oonseguirá,en el casomejor,cualido el desarxollo de investigaoiones de ipiportanciahoypor hoy áve ejecuci6n nada reoomendable,atestiguen que el criaderodesdibujado y desperdigado que es ror ahora llega 6 formalizarse,concentrándose,en cualquiera de sus proloni-aciones posibles.

Como la justifícaoi6n de la desalentadora impresi6n a que a-cabamos de referirnos y que fué la que nos domin6'cuando reo0nocí-.41US lus trabajos � los afloramientos de IIII-lerrerias de San Carlos"y de Sierra de la Bordalla,ha de quedar razonada en la inmedíatadescripci6n de uno y otro criadero,dejamos ya de generalizar.,ano-tando solajaente que las condiciones c,,eol6gicas de oonjunto de am-bus yacimientos quedaron suficientemente.descrítas en el pr6logocon que,de forma amplia,dimos comienzo a esta serie de memorias 6informes parciales de las que el presente haoe el n,5mero cuatro,

�i - 'míneya elÁl no entrar en nuestra iaarc�,da -S nalidad exclusivamente

exuen.dernos ahora enydetalle sY'I)-arti calare s y locales de cada caso,

recomendamos.a quienes deseen ampliar en-en conocirináento sobTe es-

tas wineralizaciones.la lectura del informe que sobre ellas di6,en

1.936,nuestros compañero Eduardo Carvajal en sil completo estudio

"criaderos de Hierro de Sevilla9,Tomo VI de los que sobre dicha

Luateria lleva publicados el Institut',) Geologico en sus Memoríase

4

lio obstante nuestra decisi6n de no e7tendernos en considera-ciones ele tipo te6ríco.del citado trabajo aprovecharemos,por suinteres pero resumiéndolas sin di-scutirlas las concepciones ge-nétícas que en-61 constan como explicaci6n más probable de la for-maci6n de las dos clases de yacínientos coexistentes en Alinadénde la Illata y en iieal de la jaral A los inagnéticos de S3ierra dela Bordalla los reconoce ¿ Sr,Carvajal corGo dependientes de laistineralizaci6n de unas calizas cristalinas aue 61 coloca en el Ar-caico y no,como los.geologos que las tenían clasificadas con ante-riuad,en el !Siluxiano,y de un proceso Senético que bien pudiera'ser secundario 6 de relleno de las cavidades de la caliza con m-a-teríales i�érricos procedentes de criaderos primarios en franca re-laci6n con los nLutierosos asomos hípo,-énicos dé tipo básico de to-da Sierra I¡lorena (caso de "Cerro del Hierro" en San Vicolás del2uerto', 6 simpleLiexiterpriniario y nacido de un dep6sito de hidr6xi-dos p,osteriormente modificado por el cambio reversible de anós 0-,xidos a otros. Dentro de este áltimo Pípo de formaci6n in situlladmite-tambien.la posibilidad de que haya existido an.a accí6n me-tasomaltica ejercida.siemore sobre la inísma roca caltza,por una di-

ferrIfera de composici6n quIrrdca adecuada.

la cuanto a la edad geoldcrica.de.las pizarras que*dorninanen la estratigrafia de la zona en que. armaa los filones de "TTerre-rias de San Carlos1l nuestro compafilero,a falta de f(.Ssilesse apoyaen razones litol5Eicas para clasificarlas del Siluriano superior,ello ya de completo acuerdo con los especialistas que trabajaronen la corilecci6n del mapa geol6gico comprensivo de terrenos azoico2y paleozoicos de Sierra Ytiorena. 1,a estructura filoniaaa del yaci-miento la afirma como indiscutible.

Si considerainos ahora por cuenta propia que él cumplimien~to inás 6 i.,ienos justo-de cualquiera

1de las suposiciones que acaba-

mos de transcribir no ha de representar.aparte de la comprobací6nbientIfica de.este detalleniriUda carábio apreciable en las posibi

lidacies de foriaaci6n P de cubicaci6n de los criaderos considerador-(que indudableraente existen,con 'campos de accí6.n muy amplios,en

f,ormaciones del l�rímitivo 6 del llr'-imarío),Ias admitimos como per-

fectatente veros1miles para pasar sin más dilaci6n a tratar del

aspecto minero que hoy tenemos encomendada.

1049 G

ClíJA1)ERO DIj JA,,ej4 IAS DE 3-41T CAR103n

El area geográfica de las mineralízaciones de este yacimien-to está repartida entre los térIninOs mánicipales de Real de la Ja-ra Y-jde Alruadén de, la Plata,pueblos que vienen a distar. igualmen-te de la mina(unos 7 llbs.) y cuya carretera de conV unicaci6n pasaa unoa 500 ri. del centro de sus afloramientos.

Su separací6n con el puerto de Sevilla,para este caso el másPr6xi1,20,es la prohibitiva de unos 70 Fias, de carretera de sefrundoorden(dnioa vía de coinunicaci6n exístente)W ���;,Zlaopor lo quedestacamos,por el solo hecho de considerarla al,-,o nás víable.el quesu uni6n con el de San Juan de Aznalfarache podría salvarseIrrevioel recérrido de los 16 r'ms. existentes entre la mina y la estací6-nde Santa (ílalla,atílizando casi todo el trayecto del ferrocarrilü¡Inero de Cala,que a&l sin represE,,>ntar,.hoy en,dia dado su estadode conservaci6n.más que que una�posíbilidad muy pequela,pudiera re-sultar aprovechable en caso extremo.

las manifestaciones externas del criadero se localizan en, lascercanias de la confluencia de los arroyos de las Herrerias y de-Garganta Fria,y encajan en unas pizarras arcillosas de color cla-ro que alternande cuando en cuando.con bancos de una caliza cor-paota y azálada en los que es facil apreoiar que la orientaci6n es-tratigráfica de conjunto vá del NO al SE con claro buzamiento al NE,

Casi en concordancia con la referida sacési6n de capassilu-rianas todas ellas,los afloramientos del yacimiento se presentaa enforma de un potente dique � fil6n que,,constituido por una mezcla deoligistos y de hematites rojas,indica una anchura superficíal medíade unos 6 m,-,una corrida máxima(a la vista)de 500 orientadaral 0-35º-N.,un buzamiento pronunciado y una franca tehdencia a ensancharen profundidad.

Aunque al menos para este caso no exista ningdn contacto di-recto(por lo menos visible)entre las metalizaciones medio descritasy los abandautes asomos eruptivos de rocas básicas _* ácidas que taacorrientes son en toda la zona en que la provincia de Sevilla se a-

dentra en Sierra !,,iorena,hacerios constar que a ambos lados del ba-rranco de las Herrerias,,Ia roca verde(díabasa seguramente)que, tanta

influencia tiene en la.formaci.6n de los criaderos del Pedroso y de

Gazalka,se presenta y aflora igualmente en nuestar demarcaci6n deahoraya uana distancia relativa(unos lCO M.)del fil6n principal 6 á-

10 4

nico que estamos describiendo y del cual muy bien pudiera resultarén definitiva su aZente eruptivo transportador y hasta ori inario.

Como nota gráfica de lo que por ahora es este criadero de lasOherrerias* X §ImIMM a su vistaylos adjuntos croquis, &Tul �a H mu,«~

en los que a -nesar de estardibujados sin sujecí6n a ninguna escala.puede apreciarse la marcha'general y el tipo de la mineralizaci6n. Con mayor <5 menor propie-cLad estos dibujos pretenden indicar que en los altos de la cresta6 coronaci6n de la ladera Norte del barranco de Las Herrerias,y enpu_qto pr6ximo a la c.onfluencía de este arroyo con el más importan-te de Garjanta ¡Iría , existe- ¡una larga serie de afloramientos de unoligisto especular de magnIfica presencia,qae,en ciertos trozos desu corrída,se cambia en herriatites roja y hasta en ma�-,netita en con-tados casos.

Semejantes testigos de una evidente inclusi&n filoniana ca-si vertical en las pizarras silurianassubsisten durante un tra-veo-to no m.enor de 500 metros muestran unas netaliza,ciones de 3,6,8hasta 15 de anchura y una clara inflexi6n bacia el Sur del d1ti-

Dio tercio del fil6n,que por este rumbo toina su potencia máxima.

I-lor el extremo Oeste del actual criadero los afloramientosdesaparecen poco a poco desde el punto C del croquislo que hacepensar que la fráctura tect6nica que utíliz6 el fil6n en. su ascen-si6n eraptíva debe acuñar por este rmabo,pues de otro modo,Y CO.VIte�stigos minerales 6 sin elloasu traza debía marcarse en el terre-no.cosa que no pudimos apreciar a pesar del empeño que en ello pu-simos.

Símilarmente,por el lado SE. y despues de la ínflexi6n 6 deltracamiento que marca el rLinto E del dib!¡Jo el peque?io arroyo TJ> Vdel ¡Aismo puede ser -v-erosimili-,ente'el resultado de un accidentedesplazante que ¡la limitado 6 cortado bruscamente la primitiva co-rrida del yacimientodel que todas las indícaciones de existenciadesaparecen por completo en las dos,laderas del barranquillo éncuesti6n.

Creemos haber dado en' los dos párrafos anteriores una ideabastante clara de que la localízaci6n superficíal de las mineral¡-zaciones de las "Herrerias" está tan limpiamente limitada dentrodel sector en que se concentraron todas las labores dejta incoÉiple-ta 57 antigua exploraci6n(la más reciente ocurri6 en 1.932),que sus

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posibles ampliaciores de sentido lOnP,'ítt-,Ldinp.l no inabrá que bus-carlasYén las inmediatas prolongaciones de sus galas actuales.si-n6 contando con un suficiente marjen de dístancia intermedia pa'ra que.entre masa y inasa(la conocida y las buscadas),puedan tenerdesarrollo las fallas desplazantes cuya existencia apuantamos co-mo posible y que,en caso de ser confirriadas.resultarian ser lasdos barreras de una sola parte del criadero qu-e,aislad-amente,semanifiesta en la reg.i6n de las "lierreri-as".

A esta oírearistancia se debi6 seguramente el que los &ltimosprospectores de las concesiones iiiineras de Alinadén de la Plata yiteal de la,Jara,en su afán de reconocer su importancía práctica,se vierari limitados a calioatear-los 500 metros delos afloramien-tos más 6 menos visibles y a ejecutar,dentro de esta corrida y pre.cizamente en el punto T del croquis en plantaun transversal denivel ya pr6ximo al cauce áel barranco que eníboquillaron unos 60in. aguas abajo de la zona reconocida en los terrenos altos.

i, pesar de que de la citada labor no pudínos reconocerporestar hundida desde hace añosinás que su emplazamiento y los res-tos arrastrados por el agua de su terrero antie,,uo,de ella posee-mos datos fidediZ.,nos que aseguran atraves6 50 m. de un mineral Ma-

cízo en el que desZ.raciadawente(con solo 35 m. de d.esnível desde.la altura de los afloramientos de mineral puro)el contenido en a-zafre alcanz6 proporcio

.nes del 5 y del 6

Aparte ele esta mala nota sobre la tendencia piritosa de los

minerales noriaales(no superficiales)de Uas Herrerías de Sah Car-

los9,que en este sentido se igualan a los del Pedroso,tenemos ade-

más la dada de que los 50 iu. de mineralízaoi6n que atraves6 el so-

cay6a T puedan referirse a una potencia aparente y no a la real

valorable,pues dada la colocaci6n externa de esta galeria nos in-

clinamos a creer que esta debi6 cortar oblicuamente al fíl6n del

yacímiento,del queademt4,p,nodebJ.6 alcanzar la proyecci,�n ver-tíca�-

de la parte mas enrríqueoida da el afloramiento correspondiente.

Segán relerencias.el socay6n al entrar inás 6 menep pern'éndicular-

niente en la estratificaci6n.oort6 primeramente un. paquete de capas

pizarrosas,luego una zona de contacto entremezclado de estas dltí-

izas con calizas azales,para llegar sepuidamente al mineral franco

y salir de 61 sobre Lui esteril de otra pizarra clorItica que se to,

M6,en 1.932 y con justicia 6 sin ella,cono hastial y lTmite extre-

mo de la metalizaci6n,

-104éc'Hablan tambien las referencias que estamos trayendo- a es-

tas lin.eas de que en el frente en mineral del sobav6n T se inicia-ron dos galerías en direcci6n que fueron paradas,y con ellas �odoel trabajo,exi cuanto los capitalistas que las oosteábanPal confir-mar plenamente la tendencia del inineral a convertirse en piritayperdieron el interes que en el sunto habian p,,Iesto f tihdad�os en labuena elc.,c�e y puxeza de los afloramientos.,

aeLuiiendo ahora datos propios y agenos,pasamos a continua-a SA -rr,e t_Ci6n a_Yla ley de los 6xidos.medio culfarados del yaoimiento de _IIe-.;>rrerias de los queadn de los superficiales,Vamos a citar datoscontradictorios de un Yalor nada rfiár, que relativo. As¡ por ejemplo,de los que se extrajeron del transversal T solo ha llegado a nues-tras manos(aparte de las referencias vagas ya anotadas)el siguien-te é ilacompleto análisis que dice versar de LLna muestra media detodo su a-vance:

Fe.... *#*54#40 (en seco)

AU

i:�a cambio.si de los oligistos altos que nosotros desmuestra-raos durante nuestra visita al yaci¡Uento.el laboratorio del Insti-tuto ensay6 una inaestra de conjunto (f orinada de 25 trozos con untotal de 20 ��rs)que di6 los contenidos siguienetes:

%6P2-0

este mismo Laboratorio,y con ifánerales de la misma procedencia,di6ei 1.936 resultados hastante más bajos en Pe.,en los ensayos que

-Lectud para el trabajo del Sr.Carvajal, y que él co-por entonces elpia de esta forma:

M, nQ 2 P', n Q 3

Fe...........56,98 % ...... 57,20 % ....... 54,32 �f,

S¡02*—i******6P20 *#******7y41 seo.es*996>82

********070,39

-Si no I'uera por la certeza de que el descrédito que estos mi-üerales de O.Las Herrerias" sufieron durante sus ált¡r,.ias explora-ciones fué bebido al creciente contenido en- azufre que demostra-ron en la semiprofunda labor del socav6n T,y con el cual está deacuerdo el resultado del primer en.sayo que acabamos de transcri-bír*la

,sola admisi6n de las cifras oorrespondientes a los cuatro

síguientes(sobre todo las del segundo de ellos) representaria laindudable exisieucia de wi criaciero,que aunque seguramente insu-ficiente de cubicaci6n en cualquíer caso y con mala situaci6n P-eo-1.Iráfica tendria al menos la gran Yentaja de contener i;Lnos �xidosde. hierro de muy buena calidad ypor ello,de facíl colocaoi6n entados los mercados. Con mayor motivo,si a estas circunstencias so-lo variables en lo que respecta a la cubicaci6n(de posible aum-en-to),se une el punto más perjadicial de su verdadera condici6n deyacimiento filonieno y sulfuradoes natural el que,por ahora al me-nos,lo juzguemos como sencillamente inaprovechable.

Contando además con que,como en los criaderos may, piritososdel I>edroso,hemos reconocido en este de "las Hlerrerias1l la mísmaorientaci6n herciniana da su fil3n y una supuesta y similar M~conexí6n con diques eruptivos básicos de afloramiento pr6ximo,seafirma ada más nuestra ariterior impresi6n pesímista,ni mejor nipeor que."Ia expuesta en nuestro informe sobre los filones de "M-on-teagadou,"1a Lima" y, II.Juan Teniente" de El Pedroso. En la forma-ci6n de anos y otros debieron intervenir los inismos plegamientosherci.nianos y.u_na parecida génesis en que el agente aportador delhierro fué la roca eruptiva básica,que,en su esfaerzo para expan-sionarse lo hizo,por resultarle más facil el caminopor el contac-to entre las calizas y las pizarras de sus respectivas zonar, de ín-

fluencía.

Como indicaci6n suplementaria,referente a la mira de "las

Herrerias1l añadiremos como final que alP.,unas trazas de cobre(azuri-

tab y ina.laquitas)que se reconocen en la escombrera del socay6n 2

carecen,de todo valor.

GIdADERO JááGNMTIOJO DE' SIlü�Rá DE LA BORDAILA.

Bste �,aciiuiento se halla en las inmediatas proximidades de Al-madén de la Plata y todas sus concesiones quedan ampliamente com-prendidas dentro del término nunícipal de este pueblo sevillano. Sucolocaci6n.en relacidacán cualqui

'er transporteresulta casi. exac-

ta a la de su vecino de "Las Herrerias1l de que acabamos de tratar.

La Sierra de la Bordalla es una pequeña elevaci6n montalosaque corriendo durante 2 Yms. en direcci6n N-809-0 deede casi elmismo Almadénestá constituida esencialmente deluna coronaci6n decalizas wariaoreas asentadas sobre piaarras antil�uas enpujad-as y e--levadas a su vez por un substratun eruptivo que suponemos de FranvolLímen subterraneo a pesar de que sus manifestaciones externastTe-anse los croquis adjuntos)son francanente linitadas estrechas.

Sobre las edades Arcaica 6 Siluriana que fueron disgutidas pornuestro compahero Carvajal para el caso de estas formaciones,ya he-Tnos dado un*eferencia general al comienzo de esta memoria,perD co-iao no venos la necesidad de pronunciarnos claramente en favor deuna á otra de estas soluciones(lo que en el aspecto minero de lacuesti6n carecería de verdadera importancia),preferimos admitir laverosimilitud de ambas, £�aftadiendo ademái!� por cuenta propi.a que ta"-bien lo sería una tercera en que las calizas resultarian cambria-nas(como en el caso de San Nicolás del Vuerto)y las pízarmas de es-ta mísiAa edad & ya del Estrato-Cristalino.

Dentro de una cualquiera de las, anteriores dísposícíones es-tratigráficaslo que para nosotros resulta más probable en la for-inaci6n de las magnetitas de Sierra de la Bordalla es que la rocaeruptiva medio aflorante,que suponemos cono base de todo el conjun-to,al in,�,iectarse en las calizas sedimentarias de colooací6n alta,dieron origen,a las medianas metalizacíones oa5ros afloramientos jus.tificaron la ejecuoi6n de las investícaciones superficiales con quese intent& reconocer la continuida4 é importancia del yacínientoque medio se dibujaba en la ladera'ITorte de la sierza.

bi�n corte general de elste accidente orográfivorealizado porla extreLLidad ��. de la zona descubierta.lo representamos esquemati-caiaente en la forma indicada en el adjunto dibujo de conjunto. Se-g1n él la cuxabre de la Bordalla se alza unos 200 m. sobre el valle

Coe7-,E 457,E~.4i- vE -S1£.,em.4 ZA 90�ebAZZA

P~ ca/lw (*.?S~)

7rim~ 6

t(0, J

(cota 0)

-714to de

Trawyerial 9 am.)550

Ceopul5 O¿=- -SI'rUACION AE ZAS ¿ABOC£5 A-c ÍA 80,oeDALIA

0 A. 19. <1"#

por que en esta zona de la provinoia de Sevilla discurre la rive-de'Cala y que está fornado de un i,,iate-,rial de acarreo en el que yaes corriente la presencia de algunos bloques de mineral>desprendi-dos y arrastrados de las masas ubicadas en la ladera.

Ascendiendo ahora por esta y entre desprendimientos pizarro-sos de coloxaci6yt.:gris verdosalos bloques sueltos de magnetita yde hewatites van siendo cada vez más numeronos hasta que,precisa-inente en,lo que hoy es la 1:�nea LSite de la zona ecLItívada,el te-rreno pasa a calizo despues de salvar una estrecha y nada clara in-trusidn de roca iátnea,y 4~ las mineralizaciones comienzi�n a ma-silici�;tarse "in sita" entre una -Luasa caliza muy metasomatizada.

Continu.iado el ascenso comenzado y a rnedida que nos vamos ale-Jando del contacto seríalado,las calizas vuelven-¡claramente e. la es-terilidad y no se ven más mineralizaciones ni en la linea de cum-bres rá e1n toda la vertiente Sur de toda la síerra.donde las piza-rras aparecen de nuevo en el 61timo tercio de su peddiente en des-censo., 1 1 '1 aí MI,¡w suponé ello sin comprobací6n posible dada laespesa vegetaci6n de todos sus terrenos)ple-�-,t�,das y hasta falladascorao consecuencia de los empujes verticales que sobre ellas se ejer-cieroa durante la erupci6n�.,casi abortada que para nosotros se Y'erí-fíc6-e,ri el subsuelo de'la Bordalla,,trayendo consigo el hierro queposterioriaente,por i.iiedio 'de un proceso hidrotermal,fué fijado enlas calizas altas de la foriaaci6#. lMounas veces en forma de maF,-netita y otras en la de hematites,,segdn fué la intendidad y el me-dio en-que se desarroll6 la oxidací6n de los primitivos dep6sitos.

cuanto a la riqueza de los minerkles en su rflayória magné-ticos de este criaderolvolvemos como en el caso anterior de IllasHerrerias0 a encontrarnos ante datoeropuestos xeferentes a su con-uenido en Fe.,que no podemos por menos de pensar en posibles erro-res de laboratorio 6,tambien.en que los desrQuestres(inclasa el cor-to y superíicial que realizamos por mano propia)no fueron lo bas-tante concienzudos cono para fundar en ellos el crédito 6-el descréditó de las masas aisladas del yacimiento conocido. As¡ vemos quemíentras nosotros reunimos duxante nuestra visita una muestra dádiade 12 Egrs, de peso,que reconocemos haber ido formando con peque-

,netitas de buen aspecto¡íos arranques en frentes generalinente en mag

externo,y que acus6 el normal resultado síguiente:

Fe..... ........... *9,*#**59*26 b

10'

el Sr.Carvajal cita en su trabajo propio(aunque haciendo constarsu extrañeza por la sorprendente escasez en Fe. de sus mineralesmagnéticos)tres análisis de"1a siguiente conposici6n.:

PI.nº 1 TL".í,. A º 2 1,I.n2 3Pe ........... 4420 ......... 34980 ......... 41,52 5SiO2 ........ 15,04********913>2-0******oo*13951 ��ir

......... o$026

La comparaci6n cle nuestras cifras con las del Sr.Carvajal(i;uaas y otras dadas 1-)or el Laboratorio del-Instituto pero en alosa-'Lstiiitos)denotan una diferencia medía de 20 unidades en los conte.nidos en lle, de las muestras respectivas,lo que no puede explicar-se sin6 como consecuencia de un error operarotorío 6 dando comoprobable que los tres minerales que-eneay6 nue*tro com,"^:�ero hofue-ron iaa¿-.uetitas y si sim-ples hematites de rw1a clase de las queinduciableinente se presentan en los afloramientos de 1^ Bordalla yque debén predominar en la masa a partir de cierta-profundídad.

Aunque esta áltima posibiliáad parece desec,Ir-arse de la.Lectura del texto de nuestro compañero,en el que hace constar susorpresa por no haber pasado dell 41,50.% en Fe. en ninguna de sustres iüaAnetitas,e]�echo real es que la diferencia existe y que e-lla se hace todavia más patente si se comparan los análisis (-¡'.elSr.Garvajal con otro,de 1.922,realizado por los propios investiga-dores elel yacíraientoy que dice así:

10 e ........................ (en seco)........ OPO94

...... *:4.9.0135

ÁU y

Awique clarariente se vé que estas cí:Crar, estan mucho más con-

formes con las nuestras propias que con las del Sr.Carvajal,no de-

jamos por ello de admitir que deben reÍ erírse a un viineral elepi-

do enti.le los buenos del afloramiento Y que�,-or ellono puedel to-

laar5e cono expresi6n del tipo riedio de lo que el criadero llezar,

a ser a cierta profundidad.

1 0,4 q.

Sobre, la disposici6n relativa y escasa importencia individual.de las labores investigadoras que en una d otra época se llevaron

a efecto en las Pietalizaciones superfioiales de la Bordalladamos

tu-¡a idea gráfica en el adjunto croquis en:iplanKta. Dentro de éf

dístin,guirios las siguientes zonas independientes:

la - La situada aguas abajo del transversal NP 9* Sin trabajos

25 - El grupo de las tríne-ii-eras 2,3 y 8 -ir del pozo de 15 m.w V

3u Las.trincheras 4.5,6 y 7 a1biertas en la parte más meri-

dional del criadero.

44 La zona de "La Pardilla" situada unos 350 m. al El. d Oos¿rw,)os precedentes. En ella se destaca la trichera 1.

solo con la simple observaci6n de la situací6n desperdí,-ada

de los reseñados trabajos se puede deducir que ellos no pudieron

demostrar más que la discontinuidiad y la poce:a iriporta-ncia de unas

miegralizaciones fu&aces'é inoompletas,pues es indudable el que si

en cualquiera de los puntos en que se desar:�ol-laron- se hubiera en-

contrado cierta continuidad en la metalizaci6n,las labores del ca-

so se hábieran seguído hasta el lSmite y no estarían paradas en loE

frentes calizos y estériles a que,tarde 3 temprano,llel-aron todas

ellas.

!-Ista impresi6n desfavorable la confirmamos plenamente duran-

te el exasuen conj�into de las labores de toda la sierra,en la que

en níllí,�-da momento vimos la rienor seriedad en la ráneralizaci6n y

si la riera existencia de lana serie de 1-nan.chor-er, dispersos y de rri-V

casa represen-tací6n de un mineral unas venes -magnético de buena

clase y otras hematItico de calid.ad inferior. Al inenos ella pare-

ce deducirse de la presentaci6n actual de semejantes trabajos,em-

Poquillados siempre en los mismos aí.'lorapiie-ntor,,u-via.,-.- veces en plan

de pequeños desmontes y otros con tríncheras de escasa penetraci6n

en el terreno.

áunque hundido en el moiriento de nuestra visita a.este yací-

miento,el transversal .119 9(dnica labor de relativa importanoia de

toda !a sierra)dem��.)str6,segt5.r-i referenciás de crédito,que los aflo-

ramientos quedan colt,�,a¿íos a poca distancia de la superficieeVi-

denciando con ello una mineralizaci6n de níngán fondopoco exten-

sa y nada cOAtíRua-

Ijor otra Parte,en las labores abiertas en la ladera N. de la

Bordálla.indudablemente las mejor conservadas y las más demostra-

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tívas de cuantas víLqos,pudiinos convencernos de que los mineralesbuenos `del aflorwnie.rito., que comienzan con una potencia inedia de Li-rios 3 m,,van poco a poco enpobreciendo estrechando al quLedar sus-tituidos por la caliza esteril.

Dentro ya del detalle en que vamos entrando en los párrafosanteriores.hacemos notar que el hecho de que en los tres primo osde nuestros grupos existan aniplias zonas en que es corriente lapresencia de bloques sueltos de magnetita y de hematítestiene queser debido a que, todos los afloramientos corre spondi entes (y#( hasta"otros ya desaparecidos)estan hoy completamente desr�antelados y,con-secuentemente,muj mermados en lo que debi6 ser su- primitivo volu-men. De igaal modo explicamos que la permanencia de estos testip,-osaislados por debajo.de la linea 4,*_

de contacto.de las calizas con,.la pizarra,ya en plena zona de

terreno laborable.con la admi-

si6n hipotética deque la capa

caliza subsista aisladainente en

la zona (a b) del croquis que

íntercalaaos,y el quemás 6 me- Vocanos intensamente . ella está afeo- -50kL`M-

X

tada por la metalizaci6n.

Ju.,�,.gamos en definitiva que, el defectuoso criadero qne es-tamos considerando consist

'

e en un simple contacto(entre pizarras

y oalizas)iráneralizado con poca intensídad.6.en todo casouna ea-

pa caliza enrríquecida en hierro al ser atravesada y atacada por

el asomo eruptivo, que hemos representado en todo,s nuestros eroqu�.S.

Sinembargo,damos una marcada importancia desvalorizadora

al hecálo para nosotros patente de que una d otra mineralizaci6n for

mada a favor de una inclasí6n eruptiva,no es Eeneral en toda la

longitud de la sierra,sín6 más bien un fen6rtienb aislado y locáliza-

do en la zona en que se desarrollaron todas las investigaoiones re-

señadas.

£n cuanto a imaginar que la míneralízaci6n teoricamentg_po-

sible en este caso pueda encontrarse,con safíciente valor industri-

al,sin la ayuda de ninguna manifestací6n-externa que sirva de guia,

representaria la admisi6n de una híp6tesis tan audaz que,por nues-

tra partenos inclinamos a desebharla.

0 4

AL E 0`IBIJE1 VALOR I14UUSTRI D L S CRIA-IMOC,

DE AP3AS ZOINAS.

14 Valor actual de este tipo no le reconocemos absoluta-mente ninguno ni al yacímien'to de 11191rrerias de San- Carlos" nial desperdigado en la Sierra de la Bordalla, Dádas las-caracte-r1sticas de cus míneralizaciones conocidas,el reducido volumende las mismas y su colocaoi6n geográfica "de interior,l,tendríanque cambiar radicaLmente las condíciones que reZulan los -merca-dos actuales de los minerales de hierro,para que en ellos pudie-ran competir los 6xidos de los criaderos del caso.mucho más cuan-do la calidad generalmente buena(aunque contradictoria)que hastaahora se les ha reconooído debe estímarse como poco 6 nada seTu-ra por el solo hecho de pertenecer a unos minerales excesivamen-te superficiales,que lo más probable es que va,,,,ran empobreciendo6 ¡aparificándose(aumentando su contehído en azufre)en profundi,dad.

24 - Dentro de la raisma imDresí6.n pesimísta que acabrxios dedeclarar con caracter jeher-al.al- pensar aisladamente en -uno y enotro de los criaderos oonsiderados.hacemos el síguiente distingo:i�,,Iientras que al de la Bordalla lo calificamos como sinplemente me-recedor de que sea caducado hasta de su sola teorica categoriade "mina vivall.al de 01,as Herrerias1lle concedemos ad-n la remota-posibilidad de que,con el tiempo,con la confirmací6n plena de laclase mineral6gica de sus Uidos y con la imprescindible amplia-ci6n de su casi rid�cula cubicacidn conocida hasta'e1'dialleguea entrar en la categoria de mina explotable. Si ello ocurrieseen una d otra época,no será sin6 a costa de haber investi,--ado conamplitud y éxito franco la "inicíací6i.i de criadero" que por hoyviene a ser el conjunto de los afloramientos de I"uk-rrerias" y �eque.de Luia forma de otra pero nanca fundado en su posible valorindustrial.estos mínerales cuenten con un medio de transporte has-ta Sevilla.

Pladrid 9 de Abril de 1.949,

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