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destino_sALENTEJO

Ruta para desconectarSilenciosos paisajes de grandes llanuras y, entre ellas, pequeñas ciudades y pueblos que desvelan una rica historia de sabores, castillos y dólmenes

Caminar entre calles empedradas y estrechas sin nadie alrededor o

perderse entre interminables llanuras de campos verdes. La zona central del Alentejo portugués es una de las mejores formas de desconectar sin irse muy lejos de España. Portugal es un país lleno de luz, y repleto de los sabores y aromas de sus platos, elaborados con productos de máxima calidad. Y el Alentejo es una zona que concentra todo el potencial del país vecino. Évora, Monsaraz o Marvão destapan un país rico en historia. Su ruta megalítica, y la de los sabores o de vinos son algunas de las oportunidades que ofrece esta región vecina de Extremadura.Évora es la primera parada obligatoria, ciudad Patrimonio de la Humanidad en la que se pueden encontrar restos romanos,

alcornocales, el complejo ofrece una bella panorámica de la ciudad.

La tranquilidad de los pueblosPerderse en pueblos como los del Alentejo también puede ser una gran terapia para huir del estrés de la rutina, y Monsaraz es un claro ejemplo. Situado en lo alto del

iglesias del siglo XVI y hasta el mayor yacimiento megalítico de la Península Ibérica. La visita se puede comenzar por la Capela Dos Ossos, en la que los huesos y calaveras de 5.000 personas decoran este centro de meditación y oración franciscano del siglo XVI. El corazón de la ciudad ofrece una visión completamente distinta, ya que entre sus tranquilas calles emerge un templo romano de los siglos II y III, el mejor conservado de Portugal. La Plaça do Giraldo, con sus terrazas y tiendas, muestra parte de la vida apacible de Évora. Pero esta ciudad no se puede abandonar sin acercarse a las ruinas megalíticas del crómlech de Almendres, que contiene 95 monolitos originarios del Neolítico, de más de 6.000 años de antigüedad. Enmarcado en una dehesa de

Castillo de Marvão.

Templo romano de Évora.

Crómlech de Almendres.

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La gastronomía es siempre un aliciente a la hora de visitar un país y Portugal se ha preocupado por cuidar la calidad de sus alimentos y vinos. Entre las categorías de productos clasificados en el itinerario gastronómico denominado Rota dos Sabores, se encuentran los de denominación de origen, de identificación geográfica, de especialidad tradicional garantizada o los de protección integrada. Distintas clasifi caciones que componen una ruta muy bien delimitada con carteles en todos los pueblos que atraviesan las carreteras nacionales que recorren esta región central del Alentejo. El viaje hace un repaso por los productos más típicos que recoge un país con infl uencias mediterráneas de fenicios, griegos, romanos y árabes. El aceite de oliva, las aceitunas, el queso y frutas como las ciruelas (ameixas de Elvas) son algunos de los ingredientes básicos. Pero las carnes de vacuno, cordero y cerdo son también muy recomendables en todas sus variedades, al horno, a la brasa o con salsa de menta. El pescado cobra una especial importancia, en concreto, el bacalao dourada (con huevo y patatas). Pero las posibilidades no terminan ahí, ya que los quesos de Nisa, Serpa o Borba harán las delicias de los amantes de este manjar. De cabra, oveja o vaca, pueden ser un buen aperitivo para abrir el apetito antes de comenzar cualquier comida. Y para terminar, la canela, el huevo y el azúcar son ingredientes que no faltan en postres como la cericaia (pastel de huevo y canela) o los pasteis de nata de Belem. Postres de origen conventual que son imprescindibles para los visitantes, ya sea para degustar o para regalar.Además, esta iniciativa turística se completa con una ruta de los vinos, porque esta zona produce, sobre todo, apreciados tintos con cuerpo, aunque se cultivan numerosas variedades de uva. En la zona centro se sitúan bodegas como Joao Portugal Ramos, Quinta do Mouro, y Quinta do Carmo, las tres en Estremoz; y en Évora, Herdade dos Coelheiros.

‘Rota dos sabores’

sus cuestas permite alejarse del ruido y observar en soledad las vistas más bonitas del Alentejo central. La fortifi cación, situada en la parte más alta, ofrece la visión más histórica de un lugar que habla por sí mismo. Casas blancas, con ventanas estrechas y puertas de madera antigua, por las que parece no haber pasado el tiempo. Los lugareños son parte de un paisaje en el que pocos son los restos de vida urbana. Es precisamente en estos pueblos donde se puede encontrar la riqueza de las materias primas y la artesanía, como las alfombras de Arraiolos, los tapices de Portalegre y los platos y vasijas de cerámica de San Pedro de Corval.

Castillos y fortalezasCustodi nos, domine ut pupilam oculi (guárdanos, Señor, como a la pupila el ojo) reza el escudo que preside la ciudad de Elvas y sus murallas dan buena cuenta de ello. Esta ciudad, muy próxima a Badajoz, es un claro ejemplo del gran número de fortifi caciones y castillos de Portugal. En este caso, además de un castillo desde el que se observa la ciudad amurallada, cuenta con un acueducto del siglo XVII.Para volver a perderse en el tiempo y recuperar la esencia del descanso, la judería de Castelo de Vides es otra parada en el camino. Rincones para desaparecer, plazas pequeñas en medio de las calles empedradas que culminan en lo alto de la montaña con la fortifi cación de Santa Lucía. Y para terminar con buenas sensaciones, qué mejor que disfrutando de las vistas desde el castillo de Marvão. ■

Guía práctica

CÓMO IR. Clickair dispone de dos vuelos diarios a Lisboa desde Barcelona y Vueling opera desde Madrid, ambos con precios muy asequibles. TAP Air ofrece también vuelos directos desde las dos ciudades a Lisboa. Allí se puede alquilar un coche y, en cerca de una hora y veinte minutos, se puede llegar a Évora para comenzar la ruta.CUÁNDO IR. La primavera y los meses menos calurosos del verano son la época perfecta para disfrutar de los paisajes del Alentejo.DÓNDE DORMIR. Las pousadas son la opción de alta calidad, y dan la posibilidad de dormir en palacios o edifi cios emblemáticos. La Pousada de la Rainha Santa Isabel, en Estremoz, o la Pousada Dos Loios, en pleno centro histórico de Évora, son dos de las más bonitas.DÓNDE COMER. A Taverna, en Évora, o Tomba Lobos, en Portalegre, para degustar la rica cocina alentejana.

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monte, Monsaraz ofrece una panorámica en la que el verde de los campos se mezcla con el azul de Alqueva, el mayor lago artifi cial de Europa Occidental. En la actualidad, el lago es navegable y se pueden alquilar barcos en los que disfrutar de este embalse de más de 80 kilómetros.Volviendo a Monsaraz, la tranquilidad de

Lago de Alqueva. Ermita de San Gens, Serpa.

Marvão.