PRAZA DO FERROPara dar inicio a nuestra aventura es de ley partir del punto de encuen-tro que constituye la praza do Ferro, coronada por una fuente barroca trada desde el monasterio de Santo Estevo de Ribas de Sil. Aqu est, por ejemplo, uno de los buques insignia de la zona, el bar Orellas 1

, templo del cerdo, tanto en la mesa como en la iconografa que decora sus paredes; son muchos los aos que lleva el Orellas sirviendo a sus clientes el pincho que le da nombre y fama: la orella de porco 1 , bien cocida y servida con pimentn y aceite, adems del rabo, el lacn o la cachucha prensada, tambin suculentos. Por supuesto, todo acom-paado de un buen vino Ribeiro servido an en tazas blancas. Al otro lado de la fuente y a la sombra de los viejos soportales, est la Taberna do Meigallo 2 donde, sentados en sus largas mesas, pode-mos disfrutar de unas excelentes y generosas raciones de cocina casera, entre las que podemos destacar la tortilla, el churrasco, el pulpo feira o los pimientos de Padrn.

Bajo los mismos soportales, est el Duque 3 , un local moderno del que podemos recomendar sus tostas (solomillo con brie, por ejem-plo), el pastel de cabracho o la brocheta maria, as como una buena variedad de ensaladas.

RA SAN MIGUELSi bajamos de la praza do Ferro por San Miguel, una calle bastante empinada, descubriremos en primer lugar el Pingallo 4 . Es ms un restaurante que un bar de tapas, pero en su barra podemos degustar especialidades como los cogomelos con jamn, el pulpo o los callos, y su carta de vinos est bien provista. Continuando el descenso Casa Toita 5 ofrece, entre otros pinchos, chocos con arroz, tostas variadas y tambin huevos rotos. No es ste precisamente un descenso a los infiernos, como podr com-

probar quien entre en el San Miguel 6 . Abierto desde 1951, es una refe-

rencia gastronmica internacional que distingue a nuestra ciudad, y por sus mesas han pasado personalidades de muchas partes del mundo, entre otros Graham Greene y Juan Domingo Pern. Dan justo valor a su cocina el revuelto de trigueros con gambas, la brocheta de rape con gambas y la milanesa con pimientos del piquillo. Al otro lado de la calle est la Casa de Mara Andrea 7 , un hermoso edificio del siglo XVI, antiguo pazo de los Armada, muy bien restaurado y decorado. El nombre deriva del hecho de que el propietario de la casa la cedi a una criada suya, la tal Mara Andrea, en compensacin por las desventuras sufridas a manos de los franceses. Aqu es de rigor catar su pincho Mara Andrea 2 , que consiste en solomillo con pantumaca, y destacan tambin el pulpo a la plancha o la carne richada.

EIROCIO DOS CABALEIROSEn el Eirocio dos Cabaleiros, una pequea plaza un poco apartada del barullo central de os vios dispone sus mesas el Mesn do Queixo 8

, otro histrico que ofrece desde hace muchos aos su cocina suculenta y tradicional: tienen merecida fama los callos 3 y el caldo de grelos servido en taza de barro, y en nada desmerecen el jarrete estofado y los huevos fritos con patatas. Junto al Queixo est el Lar da Sabela 9 , especializado en una cocina tradicional bien elaborada. La cachucha y las albndigas son los pin-chos ms reclamados, pero las truchas en escabeche, los cachelos con

chorizo y las carrilleras tambin dejan el paladar agradecido. De reciente incorporacin, y tam-bin con mesas en el exterior, se encuentra el Irixo Tapera 10 . Un pequeo local en el que el estmago tambin quedar contento. El paseo contina hasta el fin de la ca-lle y, justo antes de girar a la izquierda, podemos anotar, para cuando nos apetezca un caf, entre dos alternati-vas, clsicos de la ciudad y competidores en sofisticacin, son el Caf Real 11 y el Caf Latino 12 .

RA DA PAZDesde el Real y subiendo un poco a mano izquierda entraremos en la ra da Paz, donde se encuentra el Teatro Principal. Justo enfrente reina solitario el bar San Xes 13 , donde deberemos probar sus empanadillas y, sobre todo, su jamn asado con pimientos 4 , amn de otras de-licias como las almejas a la marinera o los callos.

RA LEPANTODe vuelta en la praza do Ferro entraremos en la

siguiente calle. Aqu casi cada puerta es un bar, tenga pinchos o no es dif-

cil decidir entre uno y otro, se puede decir que nos encon-tramos en el eje vertebral de

os vios; Comenzamos con el Corts 15 , sencillo y em-blemtico local donde disfru-

tar de un buen queso del pas, entre otros pinchos fros, o un ms

que buen lacn asado.

Pero, no todo es cocina gallega, valga como muestra de diversidad el Lizarrn 14 , taberna vasca, que como no podra ser de otra manera, tiene su hueco en la zona para ofrecernos una amplsima variedad de pinchos, entre los que podemos destacar el Indurin -lomo, chistorra y huevo de codorniz- y el rollito de salmn.

Justo al lado, el Boncomer 18 contina la tradicin del local al que re-emplaza, el Trangalln, un clsico de nuestros estmagos y de nuestro Carnaval, elaborando gustosas empanadillas de zorza, bonito, berbe-rechos o pollo, y montaditos de lomo, bacon y queso.

A tres pasos, est la Taberna o Enxebre 19 , que ofrece sabrosas bro-chetas de ciervo 6 o pescado, empanadillas de ciervo o de queso de Arza y tostas varias, entre las que podemos destacar la Cardenal. En el Rey del Jamn 20 , su pincho estrella es el completo 5 , que combina la croqueta, la tortilla y la panceta a la plancha y que podemos acompaar de una sangra. El Montecarlo 21 , un amplio local donde una clientela variada goza de sus cervezas, de sus vinos y de sus pinchos que son, ante todo, sus deliciosas tostas de salmn ahumado, gambas o jamn y tambin el lomo a la plancha...

El Pars 23 es famoso por sus croquetas, el pincho moruno y las patatas con ali-oli. Continuando por el mesmo lado de la calle encontraremos A Nosa Taberna 24 , una tasca con mesas al fondo en la que podemos disfrutar de su pincho moruno o del mario -con chipirn y gambas-, pero sobre todo de sus variadas, raciones en las que conviven en armo-na croquetas, chipirones, calamares, queso y jamn. En esta calle no debemos olvidar otros bares donde podemos encon-trar curiosos y sabrosos pinchos, el Montederramo 16 , Priorato 17 , O pote 22 y el 20 de Tapas 25 .

FACHADA NORTE DE LA CATEDRALEn este paseo por os vios tomamos ahora la calle que sube perfilan-do la fachada norte de la catedral. Antes de llegar a la ra dos Fornos, hemos de parar en la Casa del Pulpo 26 , otro de los templos dedicado, en este caso, al manjar del mar ms popular en el interior, el pulpo, por supuesto, hecho a la manera tradicional, feira.

RA DA UNINA continuacin en la hoja de ruta el Prez 27 , ya en la ra da Unin. Es otro de los bares histricos de os vios, situado en una de las encruci-jadas en la parte posterior de la catedral, presenta en su carta pinchos apetitosos como la tortilla campesina, los championes a la mexicana, pimientos del piquillo rellenos o la mariposa de pollo, de los que po-demos gozar en su pequea terraza.

La Taberna do Perico 28 , igualmente con mesas dispuestas al pie de la catedral, nos ofrece pinchos como la cazuela de setas con almejas, las patatas bravas con salsa de Cabrales o diversas carnes a la brasa acom-paadas de su salsa Perico.

Al lado de esta taberna est el Marela 29 , un pequeo y moderno local especializado en la confeccin de crepes, tanto dulces como saladas, y que ofrece tambin riqusimos helados, sin duda satisfar los caprichos de los ms golosos. Destacan la Roxa 14 , con setas y Gruyre, la Mora, con jamn cocido, y la Toura, confeccionada con carne picada.

RA DOS FORNOSEn A Baiuca 30 tenemos buenos vinos para acompaar pinchos sa-brosos y de buena factura como la zorza, los revueltos de algas y de

ortigas, los pimientos de Padrn y las zamburias. Enfrente mismo, el Alpendre 31 ofrece una cocina tradicional en la que so-

bresalen platos tan reconocidos como el pulpo, los chipirones, las xoubas y el lacn. Decorado

a modo de mesn, guarda en su bodega vinos para todos los paladares.

En la vinoteca Acio 34 merece

la pena entrar slo por ver su magnfico expositor de

pinchos, un autntico re-

rox

ns

polbo feira

tosta

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Hay, en la ciudad de Ourense, un lugar donde sus gentes confluyen de forma natural. No todos los das, no a todas horas, pero sera realmente difcil encontrar a alguien que no pasase, por lo menos una vez en la vida, por aqu. Es una especie de centro oficioso donde las gentes cesan por un instante en sus ritmos cotidianos, para reunirse con sus amistades y compartir con ellas el vino y el pan, para conversar de las cosas que hay entre el cielo y la tierra mientras alzan la copa, dan un bocado o entonan una cancin. La zona, que los nativos llamamos familiarmente "os vios", no es muy grande: apenas cuatro o cinco calles, unidas en su extremo norte por la praza do Ferro, que desembocan alrededor de nuestra catedral, inaugurando el casco viejo de la ciudad.

Con certeza, no son tentaciones lo que falta en el escaso itinerario que nos proponen las callejuelas que conforman "os vios" de Ourense. Y nada mejor para vencer las tentaciones, como dira Oscar Wilde, que rendirse a ellas. El visitante tambin deber tener en cuenta una cosa, y es que os vios estn muy cerca de muchos de los tesoros artsticos de nuestra ciudad: As Burgas, nuestras termas originarias, o la praza Maior, guardada por la sombra de sus soportales; la praza da Madalena, antiguo cementerio, o la praza do Trigo, sen olvidar el museo arqueolgico, o el pazo de Oca-Valladares, actual sede del Liceo, hermoso edificio renacentista del siglo XVI. Todo a unos pocos pasos que, una vez dados, pueden conducirnos de vuelta a "os vios" para parar un momento y recuperar energas sustituyendo la sed de cultura por otra ms mundana, que para todo hay momento y lugar.

galo para la vista; pinchos modernos, suculentos y muy bien presenta-dos entre los que destaca el Delicia 13 , elaborado con bacon y dtiles. Tiene vinos muy escogidos y la particularidad de que sirven pinchos especialmente confeccionados para celacos, todo un detalle. Sin olvidar que por el camino podremos parar en el Porta da Aira 32 , Catador 33 , O Candil 35 , o el Dos Puertas 38 nos detendremos en el Bimba 36 , una noble y veterana casa de comidas, que tambin sirve raciones o medias raciones a los clientes que las piden. Recetas caseras como los riones al jerez, las almejas a la marinera o la lengua estofada son algunas de las gratas muestras de su buen hacer. El Souto 37 es un local agradable, decorado en piedra y madera, en el que encontraremos pequeas delicias como la tosta de pimientos asados con anchoas, sus picantes Bombas 12 o mejillones con sofrito. Hay tambin una tortilla de verduras bastante apetitosa. El Fiadeiro 39 presta especial atencin a los productos del mar: angui-las, berberechos, xoubas, todo escogido con mucho cuidado. Tambin podemos probar sus patatas rellenas de zorza, pollo o salpicn de ma-risco, toda una experiencia. El Arco da vella 40 , justo enfrente, es conocido sobre todo por su tortilla, pero tambin por los chipirones o los championes; cocina casera, elaborada con el cario necesario. En ocasiones el bar est tan

abarrotado que es difcil entrar, pero el esfuerzo, y quizs la espera, merecen la pena. El Frade 41 y el Fervenza comparten el espacio para desplegar sus terrazas, pero proponiendo cada uno sus tapas. Del Frade son recomen-dables las patatas bravas o la tortilla campera, su Especial, y el salmn marinado 11 . El Fervenza 42 presenta sus puntillas, los polbios fritos, la cecina y las ancas de rana. El Atarazana 43 supone la renovacin, un local abierto muy recien-temente, de sobria decoracin y con altas mesas en las que podemos degustar exquisitos pinchos como el Rodolfio, el Atarazana 10 o la tosta de vieira y langostinos con cebolla confitada.

Visita obligada es el Bar do Samuel 44 , que lleva ya veinticinco aos sirviendo se carne ao caldeiro 9 , uno de nuestros platos de toda la vida que pocas veces cataremos tan bien hecho. Es, sin duda, el rey entre los otros pinchos del local. El Porta da Pa 45 , es un bonito restaurante con espacio para una ta-pera. Podemos recomendar sus revueltos de ortigas con gambas o de algas con gambas y erizos, y tambin las habas con almejas. Sin descui-dar un buen acompaamiento por uno de los vinos de alta calidad que encontramos en su vinoteca. El Relmpago 46 es quizs el local ms pequeo de os vios, pero aun as tiene cosas que ofrecer: ancas de rana, habas guisadas y los pe-caminosos roxns.

RA VIRIATOBajando ahora por la ra Viriato encontraremos el Fuentefra 52 , un pequeo local decorado a modo de un alpendre. Aqu es difcil destacar un pincho entre los dems, cada uno es una obra maestra. Son sucu-lentos los callos, el jamn asado, las empanadas de zamburias o de zorza con costilla, pero no podemos salir sin probar sus anchoas 8

, un triunfo de textura y sabor, y acompaarlas con uno de los muchos vinos que nos brinda. La Cantina do Pedro 53 , celebrada por sus chouricios ao vio y sus roxns 7 . Los que tengan problemas de colesterol es mejor que se abs-tengan de catar estos ltimos, pues son apenas restos tostados da grasa de cerdo. Pecaminosos, s, pero deliciosos. En esta calle podemos hacer parada en alguna de las tabernas que existen en casi cada portal como Cabana feliz 47 , O rincn 48 , Mosquito 49 , A Vereda 50 , y O Siaeiro 51 . Tras este paseo gastronmico por Ourense, y de vuelta al punto de par-tida en la praza do Ferro, el visitante podr retomar ya su camino. Con las fuerzas renovadas, eso s, y con el espritu enaltecido por el descubri-miento de los sones, aromas y sabores que forjan tambin el patrimonio y la historia de la ciudad.

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www.turismodeourense.com ourenseourense

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1Orella BAR ORELLA 2Mara Andrea CASA MARA ANDREA

3Callos MESN DO QUEIXO 4Xamon asado con pementos SAN XS

5Completo REY DEL JAMN

7Roxns CANTINA DO PEDRO

8Anchoas FUENTEFRA 9Carne ao caldeiro SAMUEL

11Salmn marinado FRADE

12Bomba SOUTO

13Delicia ACIO 14Filloa Roxa MARELA

10Atarazana ATARAZANA

6Brocheta de cervo TABERNA O ENXEBRE

RA SAN MIGUEL

RA DO PASEOLAMAS

CARVAJAL

RA SANTO DOMINGOPRAZA

DO FERRO

OFICINA DEINFORMACIN

E TURISMO

PRAZA

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