“La roya del café un dolor de cabeza” Por: Adriana Escobedo

Qué es más rico que una tasa de un buen café en la

mañana. En nuestro país es una tradición disfrutar

de un cafecito a cualquier hora del día. Pero no

sabemos todo lo que nuestros agricultores deben de

hacer para obtener un producto de alta calidad y

sobre todo las tácticas que realizan para controlar

enfermedades en los cafetos como lo es la roya.

La costumbre de consumir café en forma de

infusión la inició la tribu Mufti de Aden en África

en el siglo IX. La aceptación de esta bebida fue

extendida a Europa donde tuvo gran auge, e

inclusive se quiso prohibir, si no hubiera intercedido

el papa Clemente VIII. Ya para el siglo XVII había

llegado a Costa Rica y en 1843 ya se exportaba a

Europa, con ello se logró un gran desarrollo de la

economía costarricense. (CATIE, 2005)

El café (palabra del árabe “kahwah”) es un cultivo

que necesita sombra, por eso lo vemos bajo árboles

de laurel, eucalipto y poró, siempre en lugares altos

y fríos como Turrialba, la Zonas de los Santos,

Valle de Coto Brus y el Valle Central. Lo malo es

que hay que esperar 5 años para su cosecha, pero

después de ese tiempo las plantas producen de 15 a

20 años. (Infoagro, 2004)

Desde que llegó el café nuestros agricultores no

solo han tenido tiempos mozos si no que por causa

de plagas y enfermedades han debido correr para

combatirlos y cuidar de su entrada de dinero. Una

de las más importantes enfermedades ha sido la

famosa “roya”.

La roya del café causada por el hongo Hemileia

vastatrix, viene desde muy lejos, fue descubierta en

el noreste de África en 1861, ya para 1869 había

llegado a Ceilán, y así continuo su expansión hasta

que en 1970 llegó a Brasil, muy probablemente en

semillas infectadas traídas en barco o avión, de aquí

se propagó a Suramérica, Centroamérica y México.

En 1983 aparecen en Colombia y Costa

Rica.(Mirocoima, J, Vivas N, 1988).

Esta enfermedad ha causado estragos en todos los

países donde se ha presentado como lo es en

México donde afecta al 34 % de la superficie

cafetalera (Vinculando, 2005), también en

Nicaragua se estimó perdidas de un 18% de la

cosecha por un rebrote de la roya de

aproximadamente 840 mil sacos en el 2003

(CEPES, 2003). Las pérdidas por causa de la roya

pueden llegar hasta un 23% en el acumulado de 4

cosechas, (Cenicafe 2005) lo que representa una

gran pérdida de dinero por parte de los

productores.

La roya es una enfermedad

causada por un hongo el

cual deja sus huellas muy

visibles y se puede

reconocer de una forma

fácil, ya que en el envés de

la hoja aparecen unas

manchas amarillas-anaranjadas y otras negras,

que al tocarlas desprenden un tipo de polvo, este

polvo es la forma en que el hongo se propaga de

planta en planta, pudiendo contagiar a todo el

cafetal en poco tiempo.

Este hongo provoca que las hojas se caigan

prematuramente afectando a la fotosíntesis, y la

toma de nutrientes por parte de la planta; esto da

como resultado frutos pequeños y escasa

floración, por lo que reduce la cosecha y provoca

pérdidas que pueden alcanzar un 70%, aunque

típicamente va de 15 a 20% . (Ferreira S, 2001)

El agua de lluvia y el viento son las formas en que

mayormente se transmite esta enfermedad. Para

que el hongo infecte la planta necesita alta

humedad y exceso de agua en las hojas, pero es

muy susceptible cuando no hay la humedad

necesaria ya que el proceso infeccioso se puede

detener.

La lluvia se ha convertido en uno de los

principales enemigos para los productores ya que

transmite la roya ya sea por salpique o por

arrastre, pero el viento no se queda atrás este

puede llevar al hongo a otras plantaciones. Al

igual el uso de semillas infectadas, el traslado de

herramientas en diferentes fincas, animales y el

hombre son potenciales para la transmisión de esta

enfermedad. (Ferreira S, 2001)

También afecta el número de plantas en el terreno,

ya que si este es muy grande hace que las plantas

estén más cerca y con mayor posibilidad de

contagio. Pero el punto débil es la falta de agua por

lo que se puede usar este factor para ganar la lucha.

(Ferreira S, 2001)

Por la importancia que tiene esta enfermedad en el

bolsillo de los productores se han estado buscando

posibles soluciones o posibilidades para reducir el

número de brotes de roya.

En países como Colombia y Venezuela se han

desarrollado programas de mejoramiento genético

para ganarle la batalla a la roya, de este esfuerzo

han salido variedades como la Colombia, y Caturra,

las cuales son un aliciente para los productores.

(Cenicafe 2005)

Los avances en el control de esta enfermedad se

basan en el surgimiento de variedades resistentes

como lo es la variedad Castillo en Colombia, el cual

surge al combinar las características de resistencia

del híbrido Timor y de la variedad Caturra, el

primero posee una alta resistencia a la roya y a la de

cerezas del café, el segundo es un arbusto bajo, de

alta calidad del grano, tiene mayor producción,

amplia adaptación y excelente calidad de bebida.

(Cenicafe 2005)

Sin olvidar que el uso de químicos es muy común

para combatir a la roya, en este se hacen de tres a

cinco aplicaciones desde el comienzo de las lluvias,

cada 30 días. Se usa productos que tienen como

base oxicloruro de cobre 50%, También aplica al

suelo de productos cúpricos más orgánicos como

los ditiocarbomatos, alternados o en mezclas, e

igualmente fungicidas sistémicos. (Sagayo M,

2005).

Otra forma de evitar que en nuestros cafetales

llegue la roya, es evitando el contacto de machetes,

canastos y sacos que se haya usado en otras fincas,

para que no se traslade la enfermedad hasta

nuestros cafetos.

Se sigue en pié de lucha para encontrar la solución

a este costoso problema, existen entidades como

la Cenicafe en Colombia, el CATIE en Costa Rica

que realizan investigaciones para desarrollar la

variedad de café que resista el ataque de la roya y

otras enfermedades, pero conservando calidad y el

sabor que lo caracteriza.

Hasta entonces nuestros caficultores seguirán

luchando con las armas que tienen, haciendo

frente a la roya y nosotros continuaremos

tomando esa rica taza de café, pero esta vez

sabremos lo que hay detrás de ella.

Referencias bibliográficas

CATIE, 2005.Historia del café. (en línea) Consultado el 20 de noviembre

del 2005. Disponible en:

http://www.catie.ac.cr/bancoconocimiento/C/Coleccionesjardin

botanicohistoriadelcafe/Coleccionesjardinbotanicohistoriadelcaf

e.asp?CodSeccion=379&IntMenu=2&MagSigla=MENU_JB

Cenicafe, 2005.Colombia. Variedad Castillo: Compuesto de Coffea arabica

con resistencia a la roya del cafeto. (en línea) Consultado el 22

de noviembre del 2005. Disponible en:

http://www.fitomejoramientocolombia.org/documentos/Varieda

dcastillo.pdf

CEPES, 2003.Café. (en línea) Consultado el 20 de noviembre del 2005.

Disponible en:

http://www.cepes.org.pe/cendoc/cultivos/cafe/2003/20030800/2

0030800.htm

Ferreira S, 2001. (en línea) Consultado el 20 de noviembre del 2005.

Disponible en

http://www.extento.hawaii.edu/kbase/crop/Type/h_vasta.htm

Infoagro, 2004. Cultivo del café. Consultado el 20 de noviembre del 2005.

Disponible en

http://www.infoagro.com/herbaceos/industriales/cafe3.asp

Mirocoima, J, Vivas N, 1988. Venezuela. Sugerencias Para el Control de

la Roya del Cafeto (Hemileia vastatrix). (en línea) Consultado

el 20 de noviembre del 2005. Disponible en

http://www.ceniap.gov.ve/bdigital/fdivul/fd29/texto/sugerencias

.htm

Sagayo M, 2005.Control fitosanitario en el cultivo de café. (en línea)

Consultado el 20 de noviembre del 2005. Disponible en:

http://www.fonaiap.gov.ve/publica/divulga/fd61/cafe.html

Vinculando, 2005. MX. Algunos aspectos del cultivo de café. (en línea) Consultado el 20 de noviembre del 2005. Disponible en http://www.vinculando.org/documentos/cuetzalan/cafe.htm