Roy L. Honeycutt - Jeremias

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Estudio Bíblico Be Enero JEREMIAS: TESTIGO AUDAZ Roy L. Honeycutt Jr. Versión en español: Lidia Padilla, traductora Tito Fafasuli , editor CONVENTION PRESS, Nashviiie, Tennessee

Transcript of Roy L. Honeycutt - Jeremias

  • Estudio Bblico Be Enero

    JEREMIAS: TESTIGO AUDAZ

    Roy L. Honeycutt Jr.

    Versin en espaol:

    Lidia Padilla, traductora

    Tito Fafasuli , editor

    CONVENTION PRESS, Nashviiie, Tennessee

  • Contenido lJna Palabra para Comenzar . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3

    1 . Las Posibilidades de Restauracin (1-6) . . . . . . . . . . . . 5 2 . Escogiendo el Camino de la Vida (7-10) . . . . . . . . . . . 21 3 . Ejerciendo Nuestra Libertad (1 1- 13) . . . . . . . . . . . . . . . 33 4 . Cuando Todo lo Dems Fracasa (14-17) . . . . . . . . . . . 45 5 . Comenzando Otra Vez (18-20) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 59 6 . La Cercana de Dios (21-26) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 72 7 . Cuando Dios Hace Planes (27-3 1) . . . . . . . . . . . . . . . . 83 8 . Viviendo en Esperanza (32-35) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 95 9 . La Palabra Que Permanece (36-39) . . . . . . . . . . . . . . . 105

    10 . Qu Ser del Futuro? (40-52) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 117 . . . . . . . . . . . . . . . . Curso de Estudio para las Iglesias 125

    Cmo Pedir Reconocimiento . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 128

    O Copyright 1981 Convention Press Todos los derechos reservados

    Este es un libro de texto de Estudio Bblico del Curso de Estudio de la Iglesia . Grupo al que va dirigido: Adultos y jvenes La declaracin de 1963 titulada: "Fe y Mensaje Bautistas" es la gua doctrinal de su contenido . Nmero de Clasificacin Decimal Dewey: 224.2 Encabezamiento Temtico: A.T. Jeremas

  • UNAPALABRAPARA COMENZAR:

    A menudo Jeremas ha sido considerado un profeta de juicio o un profeta llorn. Anque haya cierta razn, estas cualidades de su ministerio han sido agrandadas innecesariamente. Mirndolo desde varios puntos de vista, Jeremas fue un profeta de restauracin y de esperanza. El hizo un llamado al pueblo de Israel a renovar el pacto que haban descuidado por mucho tiempo. Viviendo bajo constante presin, l fue un testigo audaz que anunci la palabra de Dios a su pueblo.

    Con estas palabras introductorias, el Dr. Roy L. Honeycutt Jr., prepara el terreno para una apasionante aventura de estudio bblico del libro de Jeremas, quien sufri por su pueblo al declarar el juicio inevitable que caena sobre ellos a causa de su infidelidad. El tambin se llen de asombro al ver a Israel alejarse de los caminos de Dios. Al mismo tiempo, seal las posibilidades de restauracin y esperanza que exis- tan debido al amor y la gracia de Dios. he s to bajo intensa oposicin por razn de su mensaje de juicio y su consejo de rendirse a los babilonios, Jeremas se mantuvo firme como fiel testigo.

    Este libro de texto puede usarse en estudio personal o en grupos. En ambos casos, las Actividades de Aprendizaje Personal al final de cada captulo sirven de ayuda para repasar el material estudiado.

    A los hermanos que pueden usar el ingls; el Teaching Resource Kit for Jeremiah: Witness Under Pressure tiene recursos adicionales para los que van a ensear el libro o que quieren saborearlo mejor.

    En las pginas finales de este libro hay una seccin titulada: Curso de Estudio para las Iglesias. En esa seccin se presenta el plan de estudio personal o en grupos con crdito a travs de las agencias de- nominacionales. Tambin hay un formulario que deber llenarse para solicitar crdito por el estudio de este libro. Siga las instrucciones de esa solicitud y recibir crdito.

    El texto bblico usado en este estudio es el de Reina Valera, Revisin de 1960. Si ocasionalmente se usa otra versin, se har la indicacin correspondiente.

  • Las Posibilidades de Restauracin

    Jeremas 1-6

    Si te volvieres, oh Israel, dice Jehov, vulvete a m (Jeremas 4 : l ) . El mundo de Jeremas estuvo ligado al reino de Jud a travs de los

    reyes Josas (640-609), Joacaz (609), Joacim (609-598), Joaqun (548), y Sedequas (598-587). El vivi en la poca del resurgimiento del im- peno babilnico que comenz con la cada de Nnive en el 612 a. de J. C. Diirante los ltimos aos de su ministerio, Jerusaln fue derrotada dos veces por los babilonios en los aos 597 y 586. La segunda derrota acab con el reino y dio comienzo a la poca del exilio. Por lo tanto, Jud tuvo que interpretar de nuevo sus formas de vida poltica, sus prcticas religiosas, su fe personal y su teologa corporativa.

    Habiendo vivido durante la poca ms significativa de avivamiento religioso en la historia del Antiguo Testamento, Jeremas comparti ampliamente esa experiencia que surgi durante el reinado de Josas. (Vase 2 Reyes 22:l a 23:30.) La reforma de Josas ret a Jud a renovar el pacto del Sina.

    Es muy dificil juzgar el impacto del movimiento de la reforma sobre la fe de Jud. Jeremas es a la vez un producto y un propulsor de esa reforma.

    A menudo Jeremas ha sido considerado un profeta llorn. Pero, por varias razones importantes, Jeremas fue un profeta de restauracin y de esperanza. El llam al pueblo de Jud a renovar el pacto que haban

  • quebrantado por mucho tiempo. Bajo constante presin, l fue un tes- tigo audaz que anunci la palabra de Dios al pueblo. En su libro, la amenaza del juicio se deja de lado y en su lugar aparecen las quejas y el asombro por la apostasa increble del pueblo. Aunque el tema del juicio ocupa su lugar, el tema predominante es el sufrimiento del pueblo y el anhelo de Dios por el arrepentimiento de Jud.

    La restauracin y la esperanza son los dos polos sobre los cuales se estructura este libro.

    Jeremas es tambin el heredero del nfasis deuteronmico en la palabra de Dios. (Vase Deuteronomio 4:9-24.)

    El trmino "palabra" aparece repetidamente en Jeremas. No sola- mente el libro comienza con los trminos: "las palabras de Jeremas" y ''la palabra de Jehov" (1 : 1,2). Tambin a travs del libro la expresin ' 'la palabra' ' introduce las secciones principales.

    La primera de las colecciones principales de las palabras de Jeremas se encuentra en los captulos 1 al 6 (probablemente asociada con el reinado de Josas). (Vase 3:6.) Esas palabras declaran la posibilidad de la restauracin. Se concentran en el llamamiento del profeta a ser el mensajero de la palabra de Jehov (1: 1- 19) y el llamado del profeta a la restauracin (Jer. 2-6).

    La Palabra del Seor: Clave para la Restauracin (1: 1-19)

    Hay una diferencia importante entre "palabras " y ' 'palabra". Ha- blamos de la revelacin de Dios como "la palabra" del Seor. La Biblia es la "palabra" escrita de Dios. Cristo es la "palabra" viviente de Dios.

    Por lo tanto, la "palabra' ' es ms que solamente ' 'palabras ' ' , ya sean palabras habladas o escritas. La "palabra" es la dinmica de Dios, la presencia creativa de Dios en su poder redentor.

    La "palabra" juega un papel importante en el llamamiento de Jeremas, "Vino, pues palabra de Jehov a m . . . he puesto mis palabras en tu boca" (1:4,9). La "palabra" es siempre un evento o una ocurrencia (algo que ocurre, que pasa). Cada vez que viene la palabra de Dios ocurre una experiencia en la historia. La presencia dinmica de la palabra de Dios se comparte a travs de la experiencia humana.

    Los profetas nunca se sintieron impulsados a proclamar su propia sabiduna en lugar de la palabra de Dios. Al igual que los apstoles, eUos saban que eran heraldos de un mensaje de Dios que escapaba a su control dirigido a una situacin ms all de su alcance en comprender o

  • resolver. La palabra del Seor contina siendo la clave para revitalizar congregaciones al igual que a los creyentes.

    La Palabra y el Mundo (1:l-4) El linaje de Jeremas puede trazarse desde su padre Hilcas (v. 1)

    hasta los sacerdotes que fueron desterrados a Anatot por oponerse a la designacin de Salomn como sucesor de David (1 Reyes 2:26,27). El trajo la herencia religiosa de los sacerdotes al oficio proftico. Ellos haban sido removidos de su oficio sacerdotal pero continuaban fun- cionando cerca de Jerusaln. Jeremas tena un conocimiento de primera mano de la rica herencia religiosa y teolgica de Jud. Esta herencia haba sido mejorada cuando los sacerdotes fueron forzados a evaluar de nuevo sus funciones a la luz de las nuevas circunstancias.

    De este modo, al criticar las prcticas religiosas de Jud, Jeremas lo hizo con toda lealtad y sin estar atado al templo.

    En el encuentro de la palabra con el mundo, las palabras de Jeremas llegaron a ser el contexto para el "acontecer" de la palabra de Dios. Alguien ha dicho una vez que si una persona no puede vivir en un vaco, mucho menos puede profetizar en l. Si la palabra ha de ''acontecer' ' en la vida del profeta, la revelacin bblica requiere el contexto de los acontecimientos histricos que estaban vinculados con Jeremas.

    La Palabra y el Profeta (1:s-10) La vida de Jeremas es un ejemplo de una vida que se vive con un

    sentido de destino sostenido por la providencia de Dios. En todos los llamamientos elevados de la vida, debe haber momentos de descubri- miento propio. Estos descubrimientos deben crear la conciencia de una misin especial.

    La demanda a responder al llamamiento se registra al comienzo del libro de Jeremas, "Antes que te formase en el vientre te conoc" (v. 5). Jeremas fue elegido, consagrado y enviado a ser un profeta a las naciones. El descubri en la voluntad de Dios un propsito que tras- ciende los lmites de una existencia solitaria.

    En el v. 5 est sealado el lugar que ocupa el Seor en la vida del profeta. All se nos presenta a Jeremas como una persona escogida y preparada por Dios.

    El poder negativo de la indecisin aparece en la vacilacin de Jeremas a responder afirmativamente al llamamiento de Dios (v. 6). Su vacilacin nos recuerda a otros personajes como Geden, Moiss e Isaas: "jAh! jah, Seor Jehov! He aqu, no s hablar, porque soy nio" (v. 6).

  • El trmino nio en hebreo puede indicar un infante hasta una persona de treinta aos. En la renuencia de Jeremas a responder al llamamiento divino podemos darnos cuenta de que la indecisin puede destruir un liderazgo efectivo, la vitalidad de una autntica experiencia religiosa y la sensibilidad de espritu de una persona, y por un momento, los propsitos de Dios.

    El Seor presion a Jeremas a tomar una decisin (VV. 7-10). Analizando los relatos del Antiguo Testamento que hablan del llamamiento de Dios encontramos que hay cuatro elementos comunes: la palabra divina que ordena, la indecisin de la persona a obedecer, la afirmacin divina y el asumir la responsabilidad.

    El Destino Decisivo de la Persona (1:l-19) Cul es el destino decisivo de una persona que responde

    positivamente al llamamiento del Seor? Hay dos cosas que lo carac- terizan: (1) Un aspecto que tiene que ver con el papel del individuo. (2) Otro que se concentra en la seguridad que recibe esa persona. Primero, el destino de la persona est envuelto en su papel de intrprete de los acontecimientos contemporneos a la luz de la voluntad de Dios. En las visiones de la vara de almendro y de la olla que herva (VV. 1 1, 12, 13- 16), Jeremas fue llamado a interpretar la relacin entre el propsito divino y los eventos histricos. Al ver el almendro en flor y conociendo la semejanza de la palabra hebrea shaqued (almendro) y soqued (apre- suro), Jeremas llega a la conclusin que Dios apresura su palabra para ponerla por obra. Las personas que responden positivamente a la presencia divina nunca son abandonadas a sus propios recursos para encontrar el propsito de la vida.

    En la segunda visin, una olla hirviendo est a punto de derramarse. Esto indica que las naciones del norte estaban listas a dominar al pueblo de Dios (VV. 13- 16). La tarea de Jeremas fue interpretar la inminente desintegracin de la nacin a la luz de la relacin del Seor con su pueblo. En una poca en que la gente quera escuchar un mensaje de paz, Jeremas declaraba la ruina. Tanto el rey como el pueblo queran un profeta que les hablara de la seguridad de Jerusaln, pero l les habl de su cada. Los lderes religiosos queran a alguien que apoyara la religin establecida, pero Jeremas los declar en bancarrota espiritual y moral. Cuando los lderes polticos y militares queran un profeta que defen- diera el status quo y que levantara el espritu del pueblo, Jeremas les aconsej rendirse al enemigo.

    La leccin de esto es bien clara: En todas las pocas, hay momentos

  • en que los profetas de Dios tienen que declarar malas noticias. Ellos deben interpretar las cosas tal cual son.

    Segundo, el destino de una persona puede ser afirmado por la seguridad que Jeremas experiment (VV. 17- 19). Cuando respondemos al mandato divino hay una profunda seguridad: "Tu, pues, cie tus lomos, levntate, y hblales todo cuanto te mande" (v. 17). Las per- sonas que estn enfrentando oposicin, pueden tener la seguridad que Dios cuida de ellos. El har a su profeta fiel "como ciudad fortificada, como columna de hierro, y como muro de bronce contra toda esta tierra" (v. 18). Desde el principio, Dios le advirti a Jeremas lo dificil de la t-ea. Pero al mismo tiempo, le asegur que su proteccin estafa siempre con l (v. 18). Dios vuelve a asegurarle que vendr la victoria completa, no importa cun grande pueda ser la oposicin (v. 19).

    El Cuidado de Dios: La Motivacin para la Restauracin (2:l a 3:5)

    Jeremas rompi con ciertas formas de expresin que fueron clsicas en la profeca. Anteriormente se usaban el argumentar y el amenazar, pero Jeremas los puso de lado. Las quejas fueron frecuentes, pero l las us como un fin en s mismas en lugar de usarlas como una anticipacin de un mensaje de juicio. El mensaje del profeta se concentr en lo insensato de la apostasa de Jud. Los sentimientos predominantes eran de queja, sufrimiento, desaliento y un anhelo por la presencia de Dios.

    Durante la primer parte de su ministerio, Jeremas crey que el Seor no haba abandonado a Jerusaln y que su tarea era amonestarle. (Vase 6:8.) Por lo tanto, us la exhortacin con ms frecuencia en aquella poca que en cualquier otro tiempo. Jerusaln deba quitar la maldad de su corazn y entonces sera salva (3:6-10).

    Las preguntas que constituyen el contexto de los captulos 2: 1 a 3:5 se destacan por puntos claramente definidos: "Vino a m palabra de Jehov" (2: 1) y "Me dijo Jehov" (3:6). Dentro de esa seccin apare- cen veinticuatro preguntas que usan siete formas del interrogativo en hebreo.

    Jeremas 2:l a 3:5 contiene evidencias que sealan al amor y a la misericordia de Dios como el poder motivador para la restauracin. Esta surge del amor compasivo y no del legalismo. Aunque el Seor se queja de la apostasa de Jud y estaba listo para rechazar a su pueblo, esta seccin ensea el amor y la misericordia de Dios. Las preguntas revelan ms que el enojo, el asombro del Seor por la apostasa del pueblo.

    La restauracin tiene su origen en la compasin.

  • Los Testigos de la Historia: El Contraste Entre las Lealtades (2: 1-3)

    Jeremas hace un contraste entre la apostasa de Jud y su fidelidad anterior. Desgraciadamente, esa fidelidad era cosa del pasado, pero el Seor les recordaba dos actitudes fundamentales: la fidelidad y el amor (v. 2). Las dos estn relacionadas con el amor. La primera,$delidad (chesed) se refiere al amor fiel. Es la cualidad en el amor que promueve devocin. La segunda palabra, amor (ahabah) ha sido interpretado como el amor que elige. Es la clase de amor que movi al Seor a iniciar el pacto. En aquellos das, los israelitas siguieron al Seor "en el desierto, en la tierra no sembrada" (v. 2).

    El pueblo perteneca a Dios, era santo "primicias de sus nuevos frutos" (v. 3). Cuando se cosechaban los primeros frutos, nadie poda comerlos sin violar la santidad de Dios y as caer bajo su ira. Jeremas hace un claro contraste entre la fidelidad del pueblo en los primeros tiempos y la infidelidad posterior al decir: "Como caballos bien alimen- tados, cada uno relinchaba tras la mujer de su prjimo" (53). Las Preguntas de la Historia: las Acciones Contrarias (2:4-37)

    Una extraa serie de preguntas muestra el asombro que Dios tiene y la fmstracin que expresa Jeremas. Son preguntas que demandan respues- tas. Especialmente aquellas preguntas que tratan con motivaciones, ac- titudes y cosas semejantes.

    El uso de preguntas retricas por parte del profeta tiene la intencin de alcanzar aquellos fines. En contraste a su fidelidad al Seor y a la fidelidad del Seor hacia ellos (2:l-3), la experiencia de los israelitas est iiena de ejemplos de deslealtad. Todo el pasaje que va de 2:4 a 3:5 denuncia al pueblo de Dios por quebrantar sus relaciones con el Seor. Jerema acus a Jud de ser infiel y de abandonar insensatamente al Dios del pacto.

    Contraste entre la$delidad y la apostasa ( V V . 5, 6, 8). A travs de esta seccin de estudio (VV. 4-8), Jeremas us tres preguntas para sealar el contraste entre fidelidad y alejamiento.

    La primera pregunta fue: ''Qu maldad hallaron en m vuestros padres?" (v. 5). Jeremas describe a Dios en trminos humanos cuando habla de la perplejidad de Dios. En qu fall Dios con sus hijos para hacer que sus hijos siguieran la vanidad? (v. 5). Hoy da, muchos padres angustiados se preguntan, qu habr hecho para que mi hijo se com- porte as? La pregunta del Seor es el clamor de un corazn quebrantado que busca respuesta donde no la hay.

  • Adems de eso, el pueblo haba recibido la misericordia de Dios sin reconocer su presencia. "Y no dijeron: Dnde est Jehov, que nos hizo subir de la tierra de Egipto . . ." (v. 6). Ellos no estaban preocupados si Dios estaba presente o no. Ni aun los lderes los estaban, "Los sacerdotes no dijeron: Dnde est Jehov y los que tenan la ley no me conocieron, y los pastores se rebelaron contra m, y los profetas profetizaron en nombre de Baal . . . " (v. 8).

    Describiendo la apostasa (2:9-37). A travs del uso de preguntas, Jeremas denuncia a Jud mencionando seis pruebas de infidelidad. Su denuncia est expresada claramente: "Por tanto, contender an con vosotros, dijo Jehov, y con los hijos de vuestros hijos pleitear" (v. 9). El litigio de Dios (rib, "contender" usado en la corte judicial) tiene seis lneas de evidencia. Cada una de ellas comienza con la palabra "por- que". Despus de cada una de ellas se hace una afirmacin acerca de la apostasa de Jud seguida por una pregunta.

    1. Lo absurdo de la apostasa (VV. 10-12) es afirmado con la declara- cin de que desde las costas de Quitim hasta Cedar no se haban visto u odo cosas como las de Jud. "Acaso alguna nacin ha cambiado sus dioses, aunque ellos no son dioses?" (v. 1 1). Tal accin en aquellos das hubiera sido absurda. Aun ms absurdo fue el hecho que Jud cambi la gloria por algo que no vala la pena. Esta es una clara referen- cia a su infidelidad.

    2. La apostasa era la consecuencia de lo que el pueblo haba escogido (VV. 13-19). Esa declaracin seala un doble pecado, "porque dos males ha hecho mi pueblo: me dejaron a m . . . y cavaron para s cisternas, cisternas rotas que no retienen agua" (v. 13). Luego siguen las preguntas: "Es Israel siervo? es esclavo? Por qu ha venido a ser presa?" (v. 14). Que ste era el caso est implicado en la pregunta retrica: "No te acarre esto el haber dejado a Jehov tu Dios . . .?"(v. 17).

    Tales preguntas (VV. 14-17) son un estudio de causa y efecto. La condicin presente (el efecto), fue la consecuencia de su decisin (la causa). La descripcin ltima de apostasa que da Jeremas es la de volverse atrs (meshuboth, que quiere decir volverse). Esta clase de infidelidad preocupaba siempre a los profetas del Antiguo Testamento.

    3. La apostasa fue irracional (VV. 20,21). Jeremas afirm claramente la rebelin de Jud: "Porque desde muy atrs rompiste tu yugo y tus ataduras, y dijiste: no servir" (v. 20). La pregunta aisl la naturaleza irracional de la rebelin usando la analoga de la "vid es- cogida". El Seor plant a Jud como una "vid escogida, simiente verdadera . . . " (v. 21). La referencia es a un tipo de uva roja de gran calidad. Si esto era verdad, Cmo fue que se degener y lleg a ser una

  • vid extraa? (v. 21). Cuando tenemos en cuenta el buen comienzo de Jud, el cual fue hecho posible por el amor y la misericordia de Jehov, la apostasa se ve como algo totalmente irracional.

    4. La apostasa era una degradacin incurable (VV. 22-25). La marca indeleble del pecado est reflejada en la afirmacin de Jeremas, "Aun- que te laves con leja, y amontones jabn sobre ti, la mancha de tu pecado permanecer an delante de m, dijo Jehov el Seor" (v. 22). La gente no puede hacer nada para borrar 1a.marca de la infidelidad. La pregunta que viene despus de la afirmacin tiene el propsito de re- chazar las protestas de inocencia al mostrar evidencias de la degrada- cin. "Cmo puedes decir: No soy inmunda, nunca anduve detrs de los baales?" (v. 23). Hoy en da, Jeremas podra ser considerado ofensivo al comparar a Jud a una dromedaria confundida. "Mira tu proceder en el valle" (v. 23). Esta ilustracin viene del contexto de la sexualidad. La referencia es a una camella confundida en el desierto. Las hembras de los camellos no pueden anticipar el tiempo del celo como lo hacen otros animales.

    Continuando con la figura de la sexualidad, Jeremas compara a Jud a un "asna monts acostumbrada al desierto, que en su ardor olfatea el viento" (v. 24). La ltima pregunta sugiere que nadie tena que esfor- zarse por conquistarla, siendo que ella est ansiosa de complacer a sus amantes (v. 24).

    5. La hipocresa de la apostasa era vergonzosa (VV. 26-28). Los versculos 26 y 27 describen la apostasa: "se avergenza el ladrn cuando es descubierto" (v. 26). As ser avergonzado el pueblo de Jud por adorar un rbol o una piedra (v. 27).

    Aunque el pueblo le dio las espaldas a Dios, al venir los problemas, dicen: "Lvantate y lbranos" (v. 27).

    La pregunta claramente seala la futilidad de adorar a los dioses falsos: "Y dnde estn tus dioses que hiciste para t? Levntense ellos, a ver si te podrn librar en el tiempo de tu afliccin" (v. 28). Es una hipocresa no apelar en tiempos de afliccin a los dioses a los cuales se apel en tiempos de bonanza. Volverse al Seor en tiempos de dificul- tad muestra la hipocresa de la apostasa.

    6. La apostasa es frustrante (VV. 29-37). Jeremas observa la can- tidad de dioses que haba en Jud: "Porque segn el nmero de tus ciudades, oh Jud, fueron tus dioses" (v. 28). Cada ciudad adoraba a la deidad local. El concepto de una deidad local eliminaba el concepto del Dios universal. Despus de esta declaracin, surgen seis preguntas. Estas seis preguntas indican la frustracin de Jeremas, quien elabor una nueva forma de literatura proftica. Esta literatura se aparta del

  • mtodo de orculo y enfatiza la fmstracin y perplejidad del Seor ante la apostasa.

    La Acusacin de la Historia: Contrastes en la Consagracin (3: 1-5) Jeremas us el divorcio como una analoga de la apostasa (3:l).

    Tambin us la prostitucin como una ilustracin de la infidelidad y la hipocresa (3:2,3). Hay muy pocos pasajes que condenen ms fuertemente la falta de leal- tad de Jud o que usen un vocabulario ms explcito.

    1. Hay una apelacin a la ley deuteronmica que permita el casamiento despus del divorcio (Dt. 24:4). Jeremas se burla del es- fuerzo hipcrita de Jud de volverse a Dios. Jud es presentado como una esposa que abandon al Seor yndose tras sus amantes. Si las costumbres y la ley prohiban a una mujer regresar con su anterior esposo, cunto menos el Seor recibira de nuevo a aquellos que le haban avergonzado pblicamente. 2. La apostasa de Jud era una grosera prostitucin. Si acaso Jud

    pretenda volver al Seor deba alzar sus ojos a las alturas y ver en qu lugares se haba prostituido (v. 2). Tal apostasa anul la capacidad de sentir vergenza por el pecado.

    3. Frases superficiales de lamento no podan sustituir el verdadero arrepentimiento. Haba un contraste marcado entre las oraciones del pueblo y su conducta. Le llamaban a Dios, "Padre mo, guiador de mi juventud" (v. 4). Sin embargo, esa relacin era slo de palabras y no de hechos. La insinceridad de sus palabras se resume en el siguiente texto, "He aqu que has hablado y has hecho cuantas maldades pudiste" (v. 5).

    Resumiendo, el Seor tena el deseo de restaurar a su pueblo (2: 1- 3:5). La historia dio testimonio de la infidelidad de Jud y de la fidelidad de Dios (2: 1-3). En toda generacin, la restauracin genuina tiene su origen en Dios. La historia testifica de la necesidad de restauracin por medio del arrepentimiento.

    Las Alternativas del Seor: La Posibilidad de Restauracin (3:6 a 6:30)

    Dado que la historia testifica del fracaso de la respuesta humana al amor divino, habr posibilidad de restauracin? Podrn volverse al Seor aquellas personas que respondieron a su amor de la manera que

  • seala Jeremas (2:l a 3:5). Ms todava, perdonar el Seor a per- sonas culpables de tal apostasa e infidelidad? Jeremas abord tal pro- blema presentando dos alternativas: El Seor est listo para recibir de nuevo a su pueblo (3:6 a 4:4), pero tambin est listo a rechazarlo si no se arrepiente (4:5 a 6:30).

    El Seor Est Listo A Recibir a Su Pueblo (3:6 a 4:4) Al llamar a las gentes al arrepentimiento (3:6-25) y al describir el

    arrepentimiento (4: 1-4), Jeremas afirma que el Seor est listo a recibir a su pueblo.

    El llamado proftico al arrepentimiento est basado en eventos his- tricos ( V V . 6-25). Esto fue as especialmente cuando Israel fue usado como ejemplo para Jud (VV. 6-10), y en las promesas que fueron hechas a ambas naciones (VV. 11-25).

    En primer lugar, Jud debi haber aprendido la leccin de la historia, porque haba observado lo que pas en Israel como consecuencia de la infidelidad (VV. 6-10). Viendo la manera en que Israel se haba alejado de Dios, Jud debi haberse vuelto al Seor (VV. 7-9). "Con todo eso, su hermana la rebelde Jud no se volvi a m de todo corazn, sino fingidamente, dice Jehov" (v. 10). La palabra "volver" introduce el concepto de arrepentimiento por medio del uso de la palabra hebrea shuh que significa "volver" o "arrepentirse. "

    En segundo lugar, dos promesas de seguridad fueron dadas a Israel y a Jud. La promesa de ser aceptados y la promesa de ser restaurados a la familia de Dios. El llamamiento del Seor al arrepentimiento fue claro: "V y clama estas palabras hacia el norte, y d: Vulvete, oh rebelde Israel, dijo Jehov; no har caer mi ira sobre ti porque misericordioso soy yo, dice Jehov" (v. 12). La seguridad de que Dios no dejara caer "su ira" sobre Jud inclua condiciones especficas como el arrepen- timiento. La condicin que Israel reconociera su delito era fundamental (v. 13).

    Israel se sinti aliviada cuando se le asegur que el Seor iba a recoger a los desterrados y traerlos de nuevo a Sion (v. 14). La frase "porque yo soy vuestro esposo (seor)" es una referencia a Baal (v. 14). El texto hebreo usa ba' al como verbo: porque estoy seoreando (bar al) sobre ti. No es el dios cananeo sino el Seor quien est bar al (seoreando) sobre Israel.

    A esta posibilidad de volver y ser confortados en Jehov que aparece en forma potica, se aade una seccin en prosa que describe la

  • reunificacin de Jud e Israel. Esta seccin tambin describe cmo ser la vida despus de la restauracin en Jerusaln (VV. 15- 18).

    Como resultado del arrepentimiento, Dios promete renovar los votos familiares (VV. 19-25). Los propsitos de Dios eran como las ilusiones que tiene un padre con respecto al hijo que se ha extraviado (VV. 19, 20). La intimidad de esta esperanza est sealada en la reflexin que hace Dios con respecto a las acciones de sus hijos. Esa esperanza que Dios abrigaba hacia sus hijos fue intil: "Pero como la esposa infiel abandona a su compaero, as prevaricasteis contra m, oh casa de Israel, dice Jehov" (v. 20).

    Jeremas sigue delineando las promesas de Dios en trminos del arrepentimiento. Ese arrepentimiento traer la restauracin a la familia de Dios (VV. 21-25). El describe a la familia restaurada en un acto compuesto de tres escenas. Los hijos arrepentidos oyeron el "llanto de los ruegos . . . porque han torcido su camino . . . se han olvidado" (v. 21). Tal arrepentimiento es necesario para ser restaurado a la familia de Dios. Se asegura que encontrar a un padre amante que ruega a sus hijos: "Convertos, hijos rebeldes, y sanar vuestras rebeliones" (v. 22a).

    El acto termina con la ltima escena en donde aquellos hijos que de veras han buscado al Seor y aceptado su salvacin, son restaurados a la familia de Dios. "He aqu nosotros venimos a ti, porque t eres Jehov nuestro Dios" (v. 22b). A medida que contina la confesin, los hijos del Seor reconocen que desde su juventud el pecado les ha devorado (v. 24). Muy pocas veces en la Biblia se ve un modelo como este de la restauracin de la familia.

    El llamado proftico aclara la naturaleza del arrepentimiento (4: l -4) . El arrepentimiento verdadero es algo muy personal: "Si te volvieres, oh Israel, dice Jehov, vulvete a m" (v. 1). Debido a que el pecado siempre es cometido en contra de Dios, el arrepentimiento tam- bin debe ser dirigido a l. Ese arrepentimiento debe ser genuino para que se produzca la restauracin. El arrepentimiento tiene dos caracters- ticas, una negativa y la otra positiva. Lo negativo est en la orden de Dios, "Y si quitares de delante de m tus abominaciones, y no an- duvieres de ac para all" (v. 1). Lo positivo en el arrepentimiento real es la afirmacin de que Dios est dinmicamente presente en la vida de cada persona. ''Y jurares: Vive Jehov, en verdad" (v. 2). Esta afirma- cin deba ir acompaada de tres cualidades que se establecieron en el pacto: la verdad, la justicia y la rectitud. Despus de mencionarles las caractersticas del verdadero arrepentimiento, Jeremas exhorta al pue- blo a que lleve a cabo el arrepentimiento tan necesario para la restaura-

  • cin: "Arad campo para vosotros, y no sembris entre espinos. Circun- cidaos a Jehov y quitad el prepucio de vuestro corazn" (VV. 4,5). Era suniamente importante que el individuo abriera su corazn a Dios dn- dole as entrada.

    En resumen, la primera alternativa que present el Seor era clara: La restauracin era posible por medio del arrepentimiento. El Seor estaba dispuesto a perdonar a su pueblo.

    El Seor Est Listo a Rechazar a Su Pueblo (4:s-6:30) El hecho de que el Seor estaba dispuesto a perdonar a su pueblo no

    quiere decir que no haba la posibilidad de que lo rechazara si con- tinuaban pecando voluntariamente. Jud haba tenido varias alter- nativas. Dios esperaba que el pueblo hiciera uso de su libertad para escoger el buen camino.

    Jeremas present el resultado que vendra si elegan el mal camino: el caos sobre la nacin (4:5-31). El tambin les describi con detalles lo que ocumra entonces (51-30) y el fin que vendra sobre el pueblo (4:5-3 1).

    La amenaza del caos (4:5-31). Estos orculos forman parte de los poemas de guerra que Jeremas escribi (4:5-6:30). En ellos se habla de la amenaza de guerra por parte de los babilonios (4:23). Por medio de seis orculos, Jeremas describi el caos que resultara por haberse alejado de Dios.

    1. Jeremas propuso la huda como el primer recurso frente a la invasin y el caos, "porque yo hago venir mal del norte . . . el len sube de la espesura" (VV. 6,7). "Tocad trompeta en la tierra . . . Reunos y entrmonos en las ciudades fortificadas" (v. 5). Huir era la reaccin natural a la invasin, pero el problema era que no haba lugar adonde escapar.

    2. En tiempos de caos, los lderes estn dominados por el temor (v. 9).

    3. Las fuerzas del caos (los babilonios) golpearn sobre Jerusaln. Sena una fuerza terrible. Se la compara a los vientos que limpiaban el trigo (v. 11). Frente a esta circunstancia, Jeremas urge al pueblo al arrepentimiento (v. 14).

    4. Las nubes de destruccin envuelven a Jerusaln y hacen que el profeta se entristrezca por el sufrimiento del pueblo. "Mis entraas, mis entraas! Me duelen las fibras de mi corazn" (v. 19). Jeremas escribe con profundo dolor acerca de su pueblo diciendo, ''Hasta cundo he de ver bandera, he de or sonido de trompeta?" (v. 21). Se

  • dice que un profeta no ha pagado el precio de su ministerio si no ha llevado consigo los sufrimientos del pueblo.

    5. El desorden y el caos siempre vienen cuando la gente se aparta de la gracia de Dios (VV. 23-29). La referencia a las palabras "asolada y vaca" (v. 23), indica que Jeremas vio la posibilidad de que la tierra volviera al estado de estar "desordenada y vaca" (Gn. 1:2). En el relato del diluvio, el caos y la destruccin vinieron sobre la tierra (Gn. 7: 1 1-24).

    6. Todos los adornos y atavos son vanos (VV. 30,31). Cuando el enemigo atac, el pueblo huy. Algunos se treparon a los peascos, otros buscaron esconderse en los bosques (v. 29). En el momento del ataque, Jerusaln muestra actitudes ridculas. Se atava con oro y con adornos queriendo sobornar a sus enemigos (v. 30). Jerusaln todava dependa en su vanidad. En contraste, hay en el v. 3 1 el cuadro de una mujer clamando con angustia y con dolores de parto.

    Las alternativas al caos (5:l-30). Aunque todo estaba en desorden, Jeremas an crea que la fe del pueblo poda salvarlos (51-9). Dios siempre responde a la fe del individuo; por el contrario, nuestra in- credulidad impide que se cumplan los propsitos de Dios (510-19).

    1. El poder de la fe para librar haba surgido de la idea que Jemsain, al igual que Sodoma, poda ser salvada por la integridad de unos pocos. En el esfuerzo de encontrar a lo menos una persona recta (VV. 1-6) se demuestra la gravedad de la crisis. El Seor mand a Jeremas: "Reco- rred las calles de Jerusaln . . . buscad en sus plazas a ver si hallis hombre, si hay alguno que haga justicia, que busque verdad; y yo la perdonar" (v. 1). Los esfuerzos de Jeremas fueron intiles. Jeremas nunca crey que hubiera tal hombre recto en Jerusaln. Tampoco crey que haba suficiente fibra moral y espiritual para salvar a la nacin de la destruccin. Al mismo tiempo, siempre crey que con personas de integridad se poda salvar a la nacin. Esta conviccin de Jeremas es un mensaje a la sociedad contempornea.

    2. A pesar de que no haba ningn varn recto para salvar al pueblo, Jeremas siempre crey que el fracaso no significaba que Dios hubiera fracasado (VV. 10- 19). Es cierto que mucha gente no crea en la presen- cia de Dios. Pero el ministerio del profeta afirmaba el cumplimiento de los propsitos de Dios (v. 14, 15-17). Aunque exista mucho engao e incredulidad, el fin de la nacin no era definitivo: "No obstante, en aquellos das, dice Jehov, no os destruir del todo" (v. 18).

    3. El delito de la nacin era responsable del caos que haba venido (VV. 20-3 1). La frialdad espiritual que haba causado el desastre se ve en las palabras de Jeremas: "Od ahora esto, pueblo necio y sin corazn,

  • que tiene ojos y no ve, que tiene odos y no oye" (v. 21). La accin creativa de Dios estableci "arena por trmino al mar" (v. 22), pero Jud no haba respondido como el mar. "Se apartaron y se fueron" (v. 23). Sus iniquidades y pecados les haban privado de recibir las ben- diciones de Dios (v. 25); los profetas haban dicho mentira y los sacer- dotes haban hecho como el pueblo quera (VV. 26-29). Jeremas lleg a la triste conclusin de que no haba manera de escapar al castigo de Dios. La pregunta de Jeremas resuena a travs de las edades, ''Qu, pues, haris cuando llegue el fin?" (v. 3 1). El estaba convencido de que el fin haba llegado. Tambin la paciencia de Dios se haba acabado para este pueblo que no quera entrar en razones. Qu cosas caracterizaron la cada de la nacin?

    1. Jeremas describe grficamente el asalto a la ciudad (6: 1-8). Com- para a Jerusaln a "la fuente (que) nunca cesa de manar sus aguas, as eiia nunca cesa de manar su maldad" (v. 7).

    2. Jeremas vio el fin como el tiempo de "rebuscar la vid". Esto implicaba que habfa limpieza de toda la ciudad, "vuelve tu mano como vendimiador entre los sarmientos " (v. 9b).

    3. Cuando el fin lleg, la gente rehus seguir las sendas antiguas. "Paraos en los caminos, y mirad, y preguntad por las sendas antiguas, cul sea el buen camino, y andad por l, y hallaris descanso para vuestra alma. Mas dijeron: No andaremos" (v. 16). Ni tampoco quisieron or el sonido de la trompeta, "dijeron ellos: no es- cucharemos " (v. 17).

    4. La destruccin vendra por medio de eventos histricos (VV. 22- 26). Un enemigo del norte que no se identifica vendra a hacer batalla contra Jerusaln (VV. 22, 23).

    5. Cuando llegara el fin, el examinador habra terminado su trabajo (VV. 27-30). Hay una indicacin que Jeremas era el examinador del pueblo. El v. 27 dice: "Te he puesto en mi pueblo por torre''. El pueblo de Dios haba experimentado el fuego de la adversidad. "Se quem el fuelie, por el fuego se ha consumido el plomo, en vano fundi el fundidox, pues la escoria no se ha arrancado" (v. 29). El fracaso del proceso de refinamiento tiene un efecto obvio: "Plata desechada los llamarn, porque Jehov los desech" (v. 30).

    El libro de Jeremas principia con un anlisis extenso de las posibilidades para la restauracin (1: 1 a 6:30). La palabra de Dios es la clave para la restauracin (1:l-19). En cualquier esfuerzo por alcanzar la restauracin, las alternativas del Seor son dos: El est listo para recibir a su pueblo (3:6-4:4), as como est listo para rechazarlos (4:5- 6: 30).

  • Lecciones para Aplicar a la Vida

    A pesar de las circunstancias tan desesperantes, Jeremas tena la conviccin de que la vida puede ser transformada por medio de la presencia de Dios. Esta conviccin movi a Jeremas a vivir una vida victoriosa. Cuando una persona vive en medio de la adversidad, las posibilidades de la restauracin pueden convertirse en una fuente de esperanza. De acuerdo a lo que sabemos de Jeremas, l nunca escap de las crisis. El sigui siendo un testigo audaz de Dios en medio de ellas. Pero en el proceso fue transformado. Esta clase de transformacin de la vida en medio de las crisis es la clave para una vida victoriosa.

    Las posibilidades en la relacin divino-humana descansan en el poder de la palabra que reclama el derecho de ser obedecida. La palabra actuando en el mundo engendra el poder para alcanzar nuevas y mejores relaciones. La esperanza de Jeremas era de que el pueblo de Dios creyera siempre en el poder transformador de la palabra. La prioridad de la palabra de Dios es bsica en la restauracin de las relaciones personales con Dios y con el prjimo.

    La necesidad de la restauracin se justijka por la maldad de los tiempos. La historia confirma el hecho de que la posibilidad de la restauracin es el foco de la esperanza. As como los efectos traumticos de la apostasa llegaron a ser la base para el llamamiento a la restauracin, as tambin la desintegracin moral de nuestra sociedad llega a ser el llamamiento a la restauracin moral y espiritual.

    Las alternativas de la vida que Jeremas aifirm tan fuerte y tan sencillamente continan poniendo la responsabilidad donde pertenece. Las personas creadas a la imagen de Dios tienen la capacidad de respon- der a las opciones y son responsables de las decisiones que toman.

    Esto era verdad en los das de Jeremas y sigue siendo verdad en nuestros das. El Seor est dispuesto a recibir a su pueblo, as como est listo a rechazarlo. Cuando la gente de las generaciones futuras escriba la historia de la nuestra, no habr malos entendimientos: ellos dirn que nosotros fuimos responsables de la situacin que pasamos. Nosotros tenemos la capacidad de cambiar las circunstancias porque Dios est dispuesto a recibimos o a rechazarnos dependiendo de nuestra respuesta.

  • Actividades de Aprendizaje Personal 1. Jeremas es considerado primeramente un (Elija la res-

    puesta correcta de la lista que sigue.) (1) Profeta llorn

    - (2) Profeta de juicio - (3) Profeta de renovacin y esperanza

    2. Para Jeremas la palabra de Dios era la presencia dinmica de Dios compartida en la experiencia humana. - Cierto - Falso

    3. De la lista que sigue, elija los reyes de Jud en cuyo reinado l profetiz. - (1) Acab - (5) Joaqun

    (2) Josas (6) Joacim (3) Joacaz (7) Ezequas

    - (4) Uzas - (8) Sedequas 4. La restauracin para Jud dependa en . (Elija la

    respuesta correcta.) (1) Ofrecer sacrificios (3) Arrepentimiento (2) Obedecer la ley (4) Prepararse militarmente

    Respuestas: l . (3); 2. Cierto; 3. (2), (S), (6), (8); 4. (3).

  • Escogiendo el Camino de Vida

    Jeremas 7-10

    Pas la siega, termin el verano y nosotros no hemos sido salvos (Jeremas 8:20).

    Las decisiones y sus consecuencias claramente reflejan la libertad que tiene todo individuo para trazar el curso de su vida. Dios cre a todas las personas con la libertad y capacidad de elegir, lo cual encierra ciertos riesgos. Como muchos padres saben por experiencia, la libertad que tienen los hijos puede terminar en victoria o en fracaso.

    As tambin es con Dios nuestro Padre Celestial quien com un riesgo al damos libertad de eleccin sabiendo que podra ser mal usada.

    La,gente no puede evitar el riesgo que acompaa el tomar decisiones. No se puede evitar el riesgo ms grande de todos: escoger el camino de nuestra vida. Todos tenemos que adoptar un estilo de vida, una filosofia que nos gobierne. La preocupacin de Jeremas por la restauracin de Jud inclua el hecho de que ella deba tomar decisiones. Al considerar esas decisiones, Jeremas seal tres etapas en su desarrollo: los riesgos de las decisiones insensatas (7: 1 a 8:3, vase 26: 1-24); las consecuen- cias de las decisiones insensatas (8:4 a 9:22); y escogiendo sabiamente el camino de la vida (9:23 a 10:25).

    Los Riesgos de las Decisiones-Insensatas (7: 1 a 8: 3)

    La autoridad de Jeremas en dar consejos se basaba en la realidad de Dios en su vida: "Palabra de Jehov que vino a Jeremas" (v. 1). Los

  • captulos 7 al 10 constituyen una unidad. Esto se ve por el uso de la palabra divina en 7: 1 y 11: 1, en ningn otro lugar ms que en esta seccin.

    Escogiendo un Lugar en Vez de Una Persona (7:l-20) El sermn de Jeremas predicado en las puertas del templo (26:2)

    acusa al pueblo de haber confiado exageradamente en el templo mien- tras descuidaban la revelacin de Dios y sus demandas (v. 4; vase 261-9). Nadie podra decir que tal confianza fue hecha de- liberadamente. Conscientemente, Jud nunca hubiera substituido la per- sona que deba ser adorada por el lugar de adoracin. Las palabras engaosas de un pueblo engaador no son aceptables delante de Dios (7:l-4). Toda adoracin se basa en alguna teologa o sistema intelectual, en alguna forma de expresar el gozo de la salvacin y en un sistema de tica que refuerce la conducta. Si el templo iba a continuar como el lugar de adoracin para Jud, el llamamiento de Jeremas a vivir una vida recta deba ser odo. "Mejorad vuestros caminos y vuestras obras, y os har morar en este lugar" (v. 3). La gente que confia en palabras de mentira y no tiene una relacin personal con Dios se engaa a s misma. Estas acciones superficiales de los adoradores del templo llevaron al profeta a advertir, "No fiis en palabras de mentira, diciendo: Templo de Jehov, templo de Jehov, templo de Jehov es este" (v. 4).

    Sabiendo que Jehov haba librado a Jerusaln de manos de los asirios un siglo atrs (1s. 7: 1-17), el pueblo de Jud pensaba que segua con- tando con la proteccin divina. Su manera de razonar era clara. Si Dios estaba en el templo y si el templo estaba situado en Jerusaln, entonces esta ciudad estaba protegida por la presencia de Dios. Desafor- tunadamente, esa era una falsa premisa. No es el lugar de adoracin lo que nos salva, sino la relacin correcta con Dios.

    Las demandas de Dios estn en agudo contraste con las palabras engaosas (7:5-7). Si acaso el templo no poda ofrecerles la seguridad que buscaban, quin se la brindara? Primero, el pueblo tena que arrepentirse de sus pecados (VV. 5-7). Segundo, cuando el pueblo se arrepintiera, el cambio deba conducir a practicar la justicia con el prjimo (v. 5). Esta nueva relacin con Dios deba llevarles a in- teresarse por tres grupos que simbolizaban la gente desprovista de ayuda en Jud: "y no oprimieres al extranjero, al hurfano y a la viuda" (V. 6) . El extranjero era la persona que viva permanentemente en Jud, pero que no tena derechos legales. Por lo tanto, estaba sujeto a ser maltratado como pasaba con los hurfanos y las viudas.

    Adems de eso, no deba derramarse sangre inocente. "Este lugar",

  • o sea el templo deba ser testigo de su devocin a Dios y no a "los dioses ajenos" (v. 6). Solamente cuando ellos cumplieran esas con- diciones, Dios morara en esa tierra que le dio a sus padres para siempre (v. 7).

    La conducta degenerada iba compaada por una experiencia re- ligiosa superjicial (7.3-11). Hay dos preguntas relacionadas con la de- pendencia que el pueblo tena en el templo. La primera presentaba un contraste entre la conducta inmoral y la profesin falsa de consagracin: "Hurtando, matando, adulterando, jurando en falso, incensando a Baal, y andando tras dioses extraos que no conocisteis" (v. 9). Despus de mencionar los diez mandamientos, Jeremas les pregunta, "jvendris y os pondris delante de m en esta casa sobre la cual es invocado mi nombre?" (v. 9). La segunda, con irona inquiere acerca de lo que lleg a convertirse el templo: "Es cueva de ladrones delante de vuestros ojos esta casa sobre la cual es invocado mi nombre?" (v. 11). El Seor mismo ratifica la acusacin diciendo, "He aqu que yo tambin lo veo, " (v. 11). La destruccin de las personas engaadoras (7:12-20).

    Debido a sus actitudes perversas el Seor les indica que vean lo que aconteci con Silo como resultado de la maldad de Israel (v. 12). Debido a que Dios llam y nadie respondi (v. 13), l hara con ellos lo mismo que hizo con Silo (VV. 14, 15). Que tal destino sera inevitable se muestra por el mandato de Dios a Jeremas a no orar por ese pueblo (v. 16).

    Jud no haba mostrado ningn deseo de ser restaurado. Eso se ve claramente en la pregunta, "No ves lo que stos hacen en las ciudades de Jud y en las calles de Jerusaln?" (v. 17). Entonces Jeremas describe cmo la gente se ocup activamente en el culto a la diosa babilonia Astart ''la reina del cielo" (v. 18). Tal cosa no provoc tanto la ira de Dios como la confusin en el pueblo (v. 19). Aparte del fuego de la calamidad que iba a limpiar la maldad del pueblo, no haba ninguna esperanza.

    Escogiendo una Forma de Adoracin en Lugar de una Presencia (7:21-34).

    Lo que fue cierto del templo lo fue tambin del sacrificio: la gente no puede hacer un sacrificio que sea superior a la misma presencia de Dios. Pero as y todo, por su obsesin con los detalles de la adoracin, Jud perdi contacto con la presencia de Dios. Tristemente, los medios se convirtieron en fines. La gente comenz a creer que los sacrificios eran fines y no medios para adorar a Dios.

  • Multiplicando las formas de adoracin (7:21). Dios amonesta en cuanto a las formas ridculas de adoracin que haban oscurecido su presencia: "Aadid vuestros holocaustos sobre vuestros sacrificios y comed la carne" (v. 21). Los holocaustos y los sacrificios eran ofrendas levticas, y el comer la carne era una fase de la comida de comunin que daba significado a los sacrificios regulares. Por lo tanto, no haba bsicamente nada malo en lo que hacan. A fin de descubrir la falta de Jud tenemos que ver los motivos o las actitudes, o sea, la multiplica- cin de los sacficios ms all de lo que se requera. Probablemente la gente multiplicaba los sacrificios en la creencia que un nmero mayor agradara a Dios. Pero al hacerlo as dejaban de lado la presencia de Dios.

    La motivacin para la adoracin (7:22-26). Los VV. 22 al 26 pre- suponen que la motivacin y el espritu en la adoracin determinan su valor. Probablemente Jeremas no est interesado en saber cuando comenzaron esos sacrificios (v. 22). Lo que a l le interesa es establecer principios de adoracin. Ser pueblo de-Dios no est sujeto a lo que hagamos, sino que depende en su gracia inmerecida (vase Dt. 7:7). Ni la ley ni el sacrificio son necesarios para responder incondicionalmente a Dios, "Escuchad mi voz, y ser a vosotros por Dios, y vosotros me seris por pueblo" (7:23).

    Los israelitas no vieron ninguna forma humana en el monte Sina, sino que oyeron una voz. A travs de los siglos el criterio para tener relacin con Dios es la fidelidad a su palabra. Israel multiplic sus formas de adoracin perdiendo as la presencia divina: "pero no me oyeron ni inclinaron su odo . . . e hicieron peor que sus padres" (v. 23).

    Abusando del sacrificio (7:27 a 8:3). Dios determin que el sacrificio fuera un autntico acto de adoracin. El sacrificio deba ser como una escalera que sube y baja de la presencia de Dios. Deba levantar el espritu del pueblo y tambin dar seguridad de la presencia de Dios en sus vidas. Pero el pueblo haba usado mal el sacrificio de tal manera que se convirti en algo sin valor, como una barrera para acercarse a Dios. Por qu fue as? (1) La gente no quera or la palabra de Dios a travs del profeta. La actitud de Jud de superioridad propia llev a los abusos del sacrificio y contribuy a que rechazaran la palabra de Dios (VV. 27,28). (2) Jud corrompi los sacrificios con influencias paganas construyendo los lugares altos en el valle de Hinom en donde sacrificaron aun a sus

    hijos (VV. 29-34). Tal abuso trajo el juicio. Dios hizo cesar el gozo, la alegra y el jbilo de la esposa y el esposo (v. 34). (3) Cuando

  • Jud abus del sacrificio y la adoracin que simbolizaba la relacin nacional con Dios, el juicio que vino trajo una completa maldicin de la tierra (8:l-13). Jud siempre haba cuidado de sus muertos. Dios amenaza que sacarn "los huesos de sus prncipes, y los huesos de sus sacerdotes . . . y los esparcirn al sol y a la luna . . . sern como estircol sobre la faz de la tierra" (VV. 1,2).

    Las Consecuencias de las Decisiones Insensatas (8:4 a 9:22) La seriedad de las decisiones est relacionada con la gravedad de sus

    consecuencias. En la poca de Jeremas, si las consecuencias no hubiesen sido tan graves, las decisiones no hubieran sido tan serias para esa generacin. El profeta analiz los efectos de las decisiones errneas. Luego seal su impacto en toda la comunidad.

    Consecuencias de las Decisiones (8:4-17) Cules son las consecuencias de una decisin insensata, especial-

    mente cuando afecta la relacin personal con Dios? Jeremas presenta un cuadro de la vida que toma una decisin insensata. Al hacerlo, Jeremas describe el impacto de no tener la presencia real de Dios en la vida personal.

    Abandonar al Seor es irracional (8:4-7). Las gentes suelen razonar mejor frente las experiencias comunes de la vida que en sus relaciones personales con Dios. Jeremas ilustra la naturaleza irracional de alejarse de Dios: "El que cae, no se levanta? El que se desva, no vuelve al camino?" (v. 4). La respuesta a estas preguntas es s. Jeremas pregunta una vez ms, ''Por qu es este pueblo de Jerusaln rebelde con rebelda perpetua?" (v. 5). Si acaso el pueblo aplicaba un poco de lgica a la relacin entre ellos y Dios, se volveran a Jehov. Pero no fue as. "No hay hombre que se arrepienta de su mal . . . cada cual se volvi a su propia carrera como caballo que arremete con mpetu a la batalla" (v. 6). Pareca que las aves migratorias tenan mejor juicio y mejor capacidad para darse cuenta de las estaciones del ao que las personas que se han alejado de Dios.

    Rechazar la palabra de Dios es contrario a la lgica (8.3-13). Jeremas refleja la tensin existente entre tres grupos en Juda el sabio, el sacerdote y el profeta. Acus al. sabio de haber rechazado la palabra de Dios (v. 9). Anteriormente haba hecho burla de aquellos que decan: "La ley de Jehov est con nosotros" (v. 8). Los profetas tambin fueron castigados. "Por tanto, dar a otros sus mujeres . . . desde el profeta hasta el sacerdote todos hacen engao" (v. 10). Por medio de

  • Jeremas, Dios dijo, "y curaron la herida de la hija de mi pueblo con liviandad diciendo: Paz, paz; y no hay paz" (v. 1 1). Aunque dicen ser sabios, sus acciones han creado una comunidad religiosa de vergonzosa esterilidad. Los profetas no se "han avergonzado en lo ms mnimo, ni supieron avergonzarse" (v. 12). No nos sorprende que aquella comu- nidad era religiosamente estril. "Los cortar del todo, dice Jehov. No quedarn uvas en la vid, ni higos en la higuera . . . y lo que les he dado pasar de ellos' ' (v. 13). La tragedia de esa generacin era que no poda producir nuevos frutos y lo poco que tena no poda mantenerlo.

    El alejamiento de Dios trae destruccin personal (8:14-17). Jud haba llegado al punto de vivir sin esperanza. Esto se refleja en el iamado, ''Reunios, y entremos en las ciudades fortificadas, y perez- camos all" (v. 14). Ellos crean que Dios los haba condenado a la destruccin y aunque esperaban recibir paz, sta no vino (v. 15).

    El ejrcito de Babilonia se oa desde Dan al norte y el enemigo era visto como si hubiera venido a devorar "la tierra y su abundancia . . . a los moradores" (v. 16). Jud cosech las consecuencias de sus de- cisiones insensatas y su destruccin fue una forma de suicidio nacional.

    Las consecuencias para las personas que tomaron las decisiones. Viajando en avin hacia Chicago, me toc la oportunidad de hablar con un joven quien me describi su posicin religiosa de la siguiente mane- ra: "Yo no hago mal a nadie ni me hago dao a m mismo". Des- graciadamente esto no es as de simple. Lo que nosotros hacemos siempre tiene un efecto en otras personas. En cuanto a las decisiones de Jud esto fue trgicamente cierto.

    El pesar intimo de una persona que ama (8:18-22). Jeremas sufra al or por todas partes el clamor de su pueblo (v. 9). Aun dudaba de la presencia de Dios en Jerusaln. El clamor del pueblo era desafiante porque ellos suponan que la presencia de Dios estaba con ellos, es- pecialmente en el templo. Jeremas sufra porque el tiempo pasaba y nadie les poda ayudar, "pas la siega, termin el verano y nosotros no hemos sido salvos" (v. 20). La herida de Jud se convirti en la herida de Jeremas. "Quebrantado estoy por el quebrantamiento de la hija de mi pueblo . . . espanto me ha arrebatado" (v. 21). Jeremas encarn la idea de que un siervo de Dios que no derrama lgrimas por su pueblo no tiene derecho a predicarle. Su dolor fue ms profundo al saber que ese castigo poda haber sido evitado.

    La respuesta a la pregunta, "No hay blsamo en Galaad? No hay all mdico?" (v. 22), es positiva. La falta de medicina o mdico no era el problema. El problema era la falta de voluntad de buscar alivio.

  • El impulso a huir de la situacin (9:l-3). Primero, Jeremas pidi que alguien le llenara la cabeza con agua para poder llorar da y noche por los pecados de su pueblo. Este pedido le vali el apodo de "profeta llorn". Segundo, el us la misma construccin gramatical al pedir que alguien le diera un lugar en el desierto para escapar de las malas de- cisiones de Jud. Aunque el pueblo tuvo numerosas oportunidades, ellos no conocieron a Dios (v. 3).

    Ser posible que llegue un momento en que la gente honesta deba abandonar a la gente mala para que sufra por s misma las consecuencias de sus decisiones malas?

    Las Consecuencias de las Decisiones Para la Comunidad (9:4-22) Cuando las decisiones son insensatas y las personas sufren las con-

    secuencias, qu pasa con la comunidad? Jeremas presenta a la comu- nidad desde tres puntos de vista: La falta de confianza (VV. 5, 6), la hipocresa que iba a invadir la comunidad (VV. 7-9), y el derrumbe final de una comunidad moralmente corrompida (VV. 10-22).

    La falta de conjanza (9:4-6). Uno de los efectos del pecado es la destruccin de la confianza mutua. Desde el principio de la creacin la desconfianza se manifest en las relaciones divino-humanas, "Conque Dios os ha dicho?" (Gn. 3:l). La advertencia del v. 4 surge de la falta de confianza, "Gurdese cada uno de su compaero". Jeremas est hablando de Jacob cuando dice "porque todo hermano engaa con falacia" as como Jacob haba engaado a Esa (v. 4). La gente que hablaba mentira, que engaaba a otros y que cometa iniquidades (v. 5) pronto vino a aceptar la ruptura de las relaciones humanas como algo normal.

    El pueblo no se arrepinti, "Por muy engaadores no quisieron cono- cerme" (v. 6).

    El engao de unos a otros (9:7-9). Debido al carcter de la comu- nidad, el Seor slo poda probarlos y refinarlos (v. 7). Las guerras y el exilio refinaran el metal fino. Jeremas menciona la hipocresa. Un individuo deseaba paz a su prjimo y a la vez planeaba hacerle dao (v. 8). Si Dios se callaba al ver eso, comprometera su integridad. "No los he de castigar por estas cosas?, dice Jehov. De tal nacin, $0 se vengar mi alma?" (v. 9).

    Destruyndose a ellos mismos (9:lO-22). La falta de fibra moral que viene por la falta de una relacin ntima con Dios, destruy al pueblo. Eso result ser una forma de suicidio nacional (vase 8: 14-17). Jeremas seal la calamidad de la cada (VV. 10, 11); identific la razn por la cual eran destruidos (VV. 12-16) y llam a las plaideras profesionales

  • para venir y lamentar por aquel pueblo que haba muerto (VV. 17-22). Su descripcin de la calamidad nacional confirma su pronstico anterior (4:23-26).

    Se da la razn por tal destruccin: ''Por qu causa la tierra ha perecido? " (v. 12). El Seor respondi, "Porque dejaron mi ley, la cual di delante de ellos, y no obedecieron a mi voz, ni caminaron conforme a ella; antes se fueron tras la imaginacin de su corazn, en pos de los baales" (VV. 13, 14). Consecuentemente, el fin haba llegado para la nacin. Las palabras "ajenjo" y "agua de hiel" estn en contraste con el man y el agua del desierto (v. 15).

    Convencido de que el fin haba llegado, Jeremas llam a las plaideras profesionales; despus invit a las familias de los que haban muerto para llorar por sus difuntos (VV. 20-22). Solamente las mujeres y sus hijas fueron llamadas para lamentar ya que los varones haban muerto (v. 21). Jeremas seala la gravedad de tal calamidad: "Los cuerpos de los hombres muertos caern como estircol sobre la faz del campo y como manojo tras el segador, que no hay quien lo recoja" (v. 22).

    Cuando la gente pone su confianza en otras cosas en vez de ponerla en Dios, debe sufrir las consecuencias de su decisin insensata.

    Escogiendo Sabiamente el Camino de la Vida (9:23 a 10:25)

    Despus de los orculos de juicio a la nacin y de sus decisiones insensatas, sigue un orculo de sabidura verdadera (VV. 23-28). Ese orden es apropiado. Luego se presentan en contraste las opciones de la vida (10: 1-6) y los que oan al profeta o lean sus escritos son animados a tomar decisiones sabias (VV. 17-25).

    El Conocimiento de Dios es la Gloria del Hombre (9:23-25) Jeremas us el verbo hebreo halel que se traduce alabanza o cele-

    bracin. De ese verbo se deriva la palabra Aleluya (halel Yahweh, alabar el nombre de Yahweh, Jehov, Dios). As que, a Jeremas le interesaba la gloria en el sentido de alabanza o celebracin. Cul es la fuente de la celebracin en la vida de una persona? Tres clases de logros humanos aparecen buscando alabanza, celebracin o gloria: la sabidura, el poder y las riquezas (v. 23). Pero el individuo no escoge correctamente si estas tres cosas mencionadas son los pilares sobre los cuales celebra la vida.

    Las personas que escogen correctamente estn siguiendo el consejo

  • de Jeremas: "Mas albese en esto el que se hubiere de alabar: en entenderme y conocerme; que yo soy Jehov, que hago misericordia, juicio y justicia en la tierra" (v. 24). El Seor sigue siendo la razn por la cual se celebra la vida. Al conocer y entender a Dios, l pone motivo en la vida pudiendo as vivir en celebracin y alabanza (halel). Al mismo tiempo, conocer a Dios implica que el individuo entiende las palabras del pacto: bondad, justicia y rectitud. Haciendo un Contraste de las Opciones de la Vida (10:l-16)

    Bsico al esfuerzo de restauracin emprendido bajo el reinado de Josas estaba el reto dado a Jud a pararse otra vez ante el monte Sina y or la palabra de Dios. Tal experiencia encierra decisiones obvias que aparecen en todo el libro de Deuteronomio. En ningn otro lugar se ve esto ms claramente que en el contraste entre el bien y el mal, la vida y la muerte (Dt. 30: 15). Tales decisiones deben ser tomadas en todas las pocas. En tal contexto, Jeremas reta a Jud a escoger a los dolos o al Dios viviente.

    Idolos sin vida (10:l-5). Jeremas busc la manera de ridiculizar a la persona que adoraba dolos. Calificando las costumbres de otros como falsas, l describe el proceso de cortar el leo del bosque para hacer un dolo (v. 3). Describi a los dolos como ' 'palmera y no hablan" (v. 5). Los dolos no pueden transmitir la palabra revelada de Dios. No pueden actuar por s mismos, no pueden andar y tienen que ser afirmados "con martillo para que no se muevan" (VV. 4, 5). Tal inactividad est en contraste marcado con el Dios vivo. Dios como poderoso guerrero irrumpe en la historia para enfrentarse con aquellos que estn en contra de su pueblo. Jeremas concluye su ataque contra los dolos dando un consejo a Jud; "no tengis temor de ellos" (v. 5). En la sociedad moderna, pensaramos que la idolatna es un pecado que no se practica demasiado. Sin embargo, el mandamiento bblico prohibe tambin la confianza en las formas estticas de la revelacin y las considera opues- tas a la dinmica de la palabra de Dios (Dt. 4:9-18) Hay mucho ms gente de lo que pensamos que viola el segundo mandamiento.

    El Dios viviente (10:6-16). Despus de burlarse de los dolos, Jeremas seala cuidadosamente la incomparable naturaleza de Dios: "No hay semejante a t, oh Jehov" (v. 6). Hay tres aspectos de la naturaleza de Dios que se mencionan. (1) El Seor es incomparable, porque es el Dios viviente (VV. 6-9). (2) El Seor es Rey:iQuin no te temer, oh Rey de las naciones?" (v. 7). (3) Es Creador, la creacin testifica de la incomparable grandeza de Dios: "El que hizo la tierra con su poder" (v. 12; vase VV. 11-16).

  • El Dios viviente, el Rey de las naciones y el Creador del universo no puede ser comparado con nada ni con nadie.

    Eligiendo con Sabidura (10: 17-25) Si la gente va a escoger sabiamente a fin de decidir el camino de su

    vida, debe dar cuidadosa atencin a dos factores. Abandonar al Seor trae ruina (10:17-22). La mina que trajo la cada

    de la nacin y con ello el fin de la esperanza para la mayora del pueblo est presentada en dos escenas. Aquellos que iban hacia el exilio, con sus mercaderas, seran arrojados de la tierra (VV. 17,18). Jemsaln es comparada con una madre cuya tienda o familia sera destruida quedn- dose sola sin que nadie le ayudara (v. 20). "Porque los pastores se infatuaron" (v. 21). El rumor y ms tarde la realidad aparecen: el enemigo que viene del norte est listo para asolar la tierra de Jud (v. 22).

    Un ruego pidiendo verdadero conocimiento (1 0:23-25). Para hacer decisiones correctas y efectivas en cualquier rea de nuestras vidas, debemos tener la informacin correcta a fin de decidir con conocimiento de causa. Jeremas busc conocimiento (v. 23) y tambin pidi ser corregido por el Seor (v. 24). Le pide a Dios que acte en la historia con justicia a fin de enfrentar a las fuerzas injustas (v. 25).

    Jeremas tiene una percepcin clara de la naturaleza humana, por lo cual reconoce "que el hombre no es seor de su camino" (v. 23). El texto hebreo es grfico y tiene un profundo significado en cada palabra. "Conozco, oh Jehov, que el hombre" (se usa Adam, que significa hombre o humanidad, v. 23). Jeremas reconoci que el verdadero conocimiento de uno mismo viene de Dios, quien hace posible que la persona se conozca a s misma. Jeremas tambin entendi que "ni del hombre que camina es el ordenar sus pasos" (v. 23).

    Jeremas busc la correccin del Seor (v. 24). Si la gente no conoce el camino y no puede guiar sus pasos, necesita la correccin de Dios. La frase "con juicio" (v. 24) puede ser traducida con justicia. Jeremas est viviendo la plenitud de la justicia de Dios. El quiere evitar la ira del Seor: "Castgame, oh Jehov, mas con juicio; no con tu furor para que no me aniquiles" (v. 24). El castigo con amor y la justicia sin rodeos es la promesa que hace Dios a los que viven en sus caminos.

    Jeremas confiaba en que el Seor iba a actuar en la historia en contra de aquellas naciones que haban devorado a Jacob. Tal oracin fue hecha en favor del reino del norte, ya que Jacob muchas veces significa Israel. Jeremas enfrentaba el futuro con la plegaria que Dios iba a obrar con justicia en la historia.

  • Lecciones para Aplicar a la Vida

    La familiaridad con las cosas sagradas, juntamente con un nfasis en las cosas exteriores de la religin puede estorbar el conocimiento de las demandas de Dios. Al igual que en la poca de Jeremas, la gente sigue cometiendo estos mismos errores en su vida religiosa. Hay la tendencia a exaltar ciertos lugares o sistemas religiosos. Jeremas reconoca la importancia del templo y de las formas de adoracin que ellos practica- ban. Pero l insista en la necesidad de unir las prcticas de adoracin con una vida recta. Las formas de adoracin son vlidas cuando produ- cen un cambio en la vida de la gente que las practica.

    Las consecuencias de conJiar en las formas de adoracin en lugar de conjiar en Dios se hacen visibles en una sociedad carente de principios morales. La sociedad est siempre buscando renovarse personal y colec- tivamente. Muchas veces, el asunto de las formas de adoracin no se considera importante. El problema bsico de cada generacin no es si puede vivir sin adorar a Dios, sino si puede vivir sin Dios.

    En una sociedad obsesionada con la tecnologa y fascinada con las cosas materiales, es un deleite or a Jeremas celebrando la vida en el conocimiento de Dios. Para la persona que est buscando la gloria o la celebracin en la vida, la palabra proftica es bien clara. Para el sabio que se gloria en la sabidufia, o para el rico que se gloria en las riquezas, o para el fuerte que se glofia en su poder, la palabra es idntica: "Mas albese en esto el que se hubiere de alabar: en entenderme y cono- cerme" (24).

  • Actividades de Aprendizaje Personal 1. Jeremas acus a su pueblo de haber reemplazado la confianza en

    Dios con otras cosas. (Escoja de la lista que sigue las dos cosas que ellos usaron.)

    (1) La ley (3) Un modo de adoracin - (2) El templo - (4) El pacto

    2. Jeremas vio que el sacrificio aceptable dependa en (Elija la respuesta correcta de la lista que sigue.) - (1) El sacrificio perfecto

    (2) El nmero de sacrificios - (3) La motivacin y el espritu - (4) La frecuencia de los sacrificios

    3. La respuesta de Jeremas al juicio inminente de Jud fue (Elija la respuesta de la lista que sigue.)

    (1) Jbilo - (3) Lamento - (2) Indiferencia - (4) Enojo

    4. El problema de Jud era que no haba blsamo ni mdico. - Verdadero - Falso (Marque una.)

    5. Por medio de Jeremas, Dios invit a su pueblo a gloriarse en (Elija la respuesta correcta de la lista que sigue.) - (1) La sabidura - (3) Las riquezas

    (2) La religin (4) Conocer a Dios Respuestas: l . (2 ) , (3); 2. (3); 3. (3); 4. Falso; 5. (4).

  • Ejerciendo Nuestra Libertad Jeremas 11-13

    Mudar el etope su piel, y el leopardo sus manchas? (Jeremas 13:23).

    La libertad es un don que debe ser ejercitado a travs de la capacidad de hacer decisiones. Tengo la conviccin de que las decisiones no se hacen una vez y para siempre; son experiencias contnuas. Los riesgos de la libertad son genuinos. El riesgo ms grande no es hacer una decisin incorrecta,sino negarse a ejercer la libertad.

    El llamamiento de Jeremas a la restauracin demandaba una res- puesta de la nacin y del individuo. Aunque l trat realistamente con la esclavitud del hombre, su preocupacin mayor era el ejercicio de su libertad. Para toda ejercer la libertad es a la vez una opor- tunidad y una responsabilidad.

    Jeremas llama a Jud a ejercer su libertad. Los captulos 11- 13 tratan del llamamiento de Dios a la fidelidad al pacto (1 1:l-17), conspirando contra el mensajero de Dios (1 1:18-12:17), rehusando obedecer la palabra del Seor (13: 1-14), y testificando al orgullo y la naturaleza humana (13: 15-27).

    El Llamamiento de Dios a la Fidelidad al Pacto (11:l-lq

    La reforma de Josas estaba basada en el descubrimiento de la ley durante la restauracin del templo (2 Reyes 22:8-10). Por lo general, esta reforma est asociada con el libro de Deuteronomio y la poca de

  • Josas. De una manera simblica, Jud fue llamada a estar ante el Sina y a or, como el antiguo Israel lo hizo, las demandas del pacto. Jeremas apoy la reafirmacin del pacto (1 1: 1- 13). Buscando la manera de tener efecto en la restauracin de Jud, Jeremas reta al pueblo a responder en libertad al llamado a la fidelidad del pacto. Por medio de la predicacin en Jud (v. 6), la gente fue forzada a ejercer la libertad de eleccin al or el llamado de Dios a vivir bajo los trminos del pacto. Las Contingencias de la Fe (11:l-5)

    La obediencia a las demandas del pacto era uno de los requisitos primordiales para el cumplimiento de la promesa de Dios a los patriar- cas. Esto est reflejado en el uso de una clusula condicional por Jeremas: "Para que confirme el juramento que hice a vuestros padres" (v. 5). Jeremas se refera al pacto hecho en el monte Sina. El guardar el pacto era una condicin para que Israel entrara en la tierra de Canan. El doble propsito de Jeremas en reafirmar el pacto del xodo y a la vez animar al pueblo a la renovacin de sus vidas estaba asociado con la renovacin del pacto bajo el rey Josas.

    Jeremas seal cuatro razones para seguir guardando el pacto: Pri- mero: crea que iba a dar forma a la comunidad de Dios. El pacto era la razn principal de la existencia de Jud como pueblo de Dios. Jeremas identific el reto a la fidelidad del pacto con la "palabra que vino de Jehov" (v. 1). Segundo, Jeremas reflexion sobre las maldiciones de Deuteronomio, especialmente la lista de maldiciones que fueron dadas en el monte Ebal. Doce maldiciones aclaran las caractersticas esen- ciales de la vida del pacto (Dt. 27: 15-26).

    Tercero, Jeremas urje al pueblo a guardar el pacto debido a la naturaleza condicional de la relacin con Dios. Esto, por supuesto, no implicaba que al iniciar una relacin con Dios dependia en guardar la ley y las demandas del pacto. El pacto estaba por encima de la ley en el Antiguo Testamento y encerraba estipulaciones para la conducta. La condicin del cumplimiento de los propsitos de Dios para su pueblo dependa de la respuesta de ellos. Cuarto, el profeta anim al pueblo a guardar el pacto "para que confirme el juramento que hice a vuestros padres, que les dara la tierra que fluye leche y miel" (v. 5). Aunque los smbolos que se usaban para describir las bendiciones variaban de una generacin a otra, y de una cultura a otra, la realidad era siempre la misma. Las personas que vivan en relacin con Dios tenan una bendi- cin inherente. Los beneficios de esas relaciones venan aadidos pero lo fundamental de la vida del pacto era la relacin personal con Dios y el gozo de saber quin es l.

  • Las Consecuencias de la Infidelidad (11:6-8) Jeremas cumpli su misin en las calles de Jerusaln y en las

    ciudades de Jud. El advirti al pueblo en cuanto a lo que Dios deman- daba de ellos: la obediencia al pacto (v. 6). El mismo Dios que les haba dado la tierra, les poda echar de ella si le eran infieles. Aparte del deber de advertir a la gente, el propsito de Jeremas fue tambin poner su mensaje en el contexto de las proclamaciones hechas anteriormente. Sus amenazas no vienen de repente: "Porque solemnemente protest a nues- tros padres el da que les hice subir de la tierra de Egipto" (v. 7). El destino del reino del norte deba de servir de leccin a Jud. Las cosas que le sucedieron haban ocumdo ms de cien aos atrs en el reino del norte.

    La Maldicin de Quebrantar el Pacto (11:9-13) Si nos parece que "maldicin" es una palabra muy fuerte para de-

    nunciar el quebrantamiento del pacto, acordmonos que esta era la palabra que vino de parte de Dios: "Maldito el varn que no obedeciere las palabras de este pacto" (v. 3). Los de Jud, as como sus an- tepasados, se descarriaron del Seor y conspiraron para violar el pacto por la idolatra. Tal quebrantamiento constitua una rebelin (v. 9a), una negacin a or la palabra de Dios (v. loa) y una entrega a otros dioses (v. 10b). Esta infidelidad haca inevitable e ineludible la maldicin.

    Las Consecuencias de Quebrantar el Pacto (11:14-17) Cuando se quebranta la relacin del pacto, se produce la separacin

    de Dios y el ser humano; entonces se queda sin recursos para enfrentar las crisis de la vida. El consejo: "no ores por este pueblo" (v. 14), parece ser una contradiccin en la Biblia (14: 11; 15: 1-9), pero si la gente, a pesar de tener tanta bendicin quebranta el pacto con su Dios qu derecho tiene de clamar a l en tiempo de crisis? La ocasin de la oracin es el factor que da lugar a la pregunta. Los que oran deben vivir vidas limpias para que sus oraciones sean escuchadas. La conducta de Jud haba causado el juicio de Dios, y la oracin no poda evitar la condenacin.

    Llega el momento en que cada persona cosecha los frutos de su rebelin. Jeremas sostena que la oracin no puede obligar a nadie a buscar una relacin correcta con Dios. Cada uno tiene que hacerlo personalmente. El creyente seguir orando por otros y por s mismo, y dejar que Dios decida si sus oraciones son correctas o no. La palabra de Dios que vino a Jeremas sigue enfatizando que hay situaciones que escapan al alcance de la oracin intercesora.

  • No solamente la oracin fue prohibida sino tambin la participacin en los cultos: "Qu derecho tiene mi amada en mi casa?" (v. 15). Ms adelante, la declaracin de condenacin hacia semejantes personas est simbolizado grficamente (VV. 16, 17). Aunque Israel haba sido un "olivo verde, hermoso . . . el Seor hizo encender fuego sobre l" (v. 16).

    Conspirando Contra el Mensajero de Dios (11: 18-12:17)

    Declaraciones como la de Jeremas, generalmente tienen que pagar su precio. Aquellos que proclaman con fidelidad la palabra de Dios deben estar preparados para enfrentarse con un destino como el de un profeta.

    El sermn pronunciado en el templo perturb a muchos (7:l-8:3; 26:7-24). Y aquellos que le oyeron hablar de la fidelidad al pacto reac- cionaron ms fuertemente y lo manifestaron en la conspiracin contra el profeta (11:18-23), la cual debe ser examinada en el contexto de las quejas contra el Seor (12: 14- 17), la consolacin del profeta (125- 13), y la conclusin de la conspiracin (12: 14- 17).

    Conspiracin Contra Jeremas (11: 18-23) La confianza que tena Jeremas en el pueblo se mostr en el hecho de

    que l no saba nada de lo que se estaba tramando contra l: "Y Jehov me lo hizo saber, y lo conoc;" (v. 18.) "Y yo era como cordero inocente que llevan a degollar, pues no entenda que maquinaban desig- nios contra m" (v. 19). Algunos pueden pensar que Jeremas era in- genuo e ignoraba el lado prctico del conflicto humano. Pero, mejor que un cnico que no confia en nadie es la persona que confia aunque corra el riesgo de ser engaado.

    Cmo reaccionara una persona a semejante conspiracin como la que enfrent Jeremas? Ni el tiempo ni la circunstancia han mejorado la calidad de su respuesta a la oposicin. El entreg su causa al Seor (VV. 20-23). La gente puede encomendar una queja o pleito (rib) al Seor. Hacen esto en la confianza de que Dios juzga con justicia (v. 20), revela la verdadera naturaleza del corazn del individuo (v. 20), restaura al profeta adoptando su causa (v. 21) y castiga a aquellos que comenten sacrilegio contra la causa de Dios (VV. 22, 23).

    Queja Contra el Seor (12:l-4) La prosperidad de los impos era un problema continuo para la fe de

    Israel, especialmente cuando se examinaba en el contexto de la justicia

  • de Dios. (Vase Sal. 37 y 73, Hab. 1: 1- 17.) La humanidad de Jeremas resalt al responder acusando a Dios. ''Por qu es prosperado el camino de los impos . . . ?" (v. 1). El profeta actu correctamente al llevar su queja al Seor. Su problema surgi de la idea del Antiguo Testamento que no presenta causas secundarias y supone que Dios es responsable de todo, "Los plantaste" (v. 2). En contraste con los im- pos, la integridad de Jeremas intensific su problema (v. 3) y le gui a orar a Dios para que l ejecutara su juicio contra aquellos que tenan a Dios en sus labios pero no en sus corazones (v. 2).

    Consolacin Para un Profeta Desanimado (12:5-13) Alguien ha dicho que el Seor buscaba animar a Jeremas dicindole

    que lo peor estaba por venir. El texto ofrece esperanza en la conviccin de que las pruebas eran solamente el principio de otras tribulaciones (VV. 5, 6). Si Jeremas no poda sobrellevar sus cargas actuales, cmo podfa sobrevivir cuando fuesen intensificadas? "Si corriste con los de a pie, y te cansaron cmo contenders con los caballos?" (v. 5). La intensidad de las pruebas de Jeremas fue subrayada grficamente por la actitud de sus familiares: "Porque aun tus hermanos y la casa de tu padre, aun ellos se levantaron contra ti, aun ellos dieron grito en pos de ti" (v. 6).

    Aunque la respuesta del Seor pudo haber sido ms perturbadora que consoladora, Jeremas amaba genuinamente a su pueblo y el Seor confort a Jeremas dicindole que l (Dios) haba abandonado a los conspiradores (VV. 7- 13) y esta era la carga del pedido de Jeremas (VV. 3,4) y la consecuencia inevitable de abandonar el pacto. El juicio vino, as como siempre pasa, a su tiempo. Aquellos que haban abandonado al Seor descubrieron que a su vez ellos fueron abandonados por l: "He dejado mi casa, desampar mi heredad" (v. 7). Lo que Jeremas dijo de que Dios lleg a aborrecer a su pueblo (v. 8) se refiere a que lleg a preferir a otro. En tal contexto, cabe la reflexin de que la prosperidad del impo es engaosa porque en ese proceso pierde la presencia de Dios. La herencia del Seor ha venido a ser "ave de rapia de muchos colores" (v. 9). Por cuanto haban provocado la ardiente ira de Dios, los impos "se avergonzarn de sus frutos" (v. 13).

    Conclusin de la Conspiracin (12:14-17) El estilo literario y el fundamento teolgico de los VV. 14-17 lo hace

    diferente a los VV. 1- 13. Los VV. 4- 17 reflejan el mensaje de arrepen- timiento y renovacin deuteronmica (Dt. 4:27-31). Jeremas se dirige no slo a Jud (v. 14) sino a aquellos a quienes llam "malos vecinos,

  • que tocan la heredad que hice poseer a mi pueblo "Israel" (v. 14). Quizs uno puede inclinarse a querer identificar a los "vecinos malos" con Israel, el reino del norte, pero referencias posteriores sugieren una perspectiva ms universal (VV. 16, 17). Aunque parece que el ar- gumento no est bien claro, Jeremas parece haberse dirigido a otros alrededor de Jud los cuales haban sido llevados al exilio y tendran la experiencia de sentir la manifestacin de su gracia. Para todas la naciones, inclusive Jud, la ltima palabra del Seor era de compasin y renovacin para aquellos que respondan positivamente. En todos los tiempos, las ltimas palabras de gracia y amor son para aquellos que acuden a Dios.

    Rehusando Obedecer la Palabra del Seor (13: 1-14)

    As como lo expresa el cap. 36, las palabras de Jeremas fueron dictadas a Baruc, aproximadamente veinte aos despus del comienzo de su ministerio proftico. No existe indicacin alguna en ese captulo en cuanto al orden en el cual los mensajes profticos fueron repro- ducidos. En base al contenido, el libro sugiere que los mensajes pro- ftico~ fueron dados en una estructura temtica en vez de un orden cronolgico. Por esta razn, el arreglo del libro es muy significativo. Como en el caso de 13: 1-14, por qu estos versculos estn puestos despus del captulo doce? Obviamente, el mensaje del captulo trece est adecuado a las quejas de Jeremas y a la respuesta de Dios del captulo anterior. Evidentemente, el smbolo del cinto de lino (13: 1-14) se usaba para enfatizar el poder ahuyentador del orgullo (VV. 1- 11) y la prdida de la compasin que tal orgullo manifestaba (VV. 12-14).

    El Poder Separador del Orgullo (13:l-11) Jeremas recalca que el orgullo tiene el poder de corromper a la

    persona y alejarla de Dios (VV. 1-11). Las palabras: "As me dijo Jehov" (v. 1) y "Vino a m segunda vez palabra de Jehov, diciendo" (V. 3) debe ser colocada en el contexto de la frase: "Palabra que vino de Jehov a Jeremas" (1 1: 1). Esta ltima frase no aparece ms hasta el captulo 14: 1. Los profetas no solamente transmitan el mensaje de Dios en palabras sino tambin lo hacan por medio de actos simblicos. De modo que, la accin de Jeremas de comprar el cinto de lino tena el propsito de transmitir la verdad divina por medio del simbolismo pro-

  • ftico a fin de que el pueblo pudiera entender. Ha sido tema de discusin si realmente Jeremas llev el cinto a Eufrates. Se han dado varias interpretaciones: 1) Que el profeta hizo un viaje, o quizs dos (VV. 3-7). 2) Que la experiencia fue una visin, comn en esos das, por medio de las cuales se reciba la revelacin divina. 3) Que Jeremas habl acerca del viaje slo en forma literaria, pero que en realidad no hizo dos viajes a Eufrates. Sea que hizo o no el viaje, el mensaje bsico es el mismo. El cinto de lino (v. 2) "se haba podrido; para ninguna cosa era bueno" (v. 7).

    La interpretacin de la accin simblica fue dada por medio de "la palabra del Seor" (v. 8). Hay dos elementos bsicos en el significado: el primero est relacionado a la podredumbre de Jud: "As har podrir la soberbia de Jud que no quiere or mis palabras . . . " (VV. 9, 10). La soberbia era la causa principal. El orgullo nunca deja or las palabras del Seor para seguir sus mandatos; el orgullo tambin los llevaba en pos de dioses ajenos (v. 10).

    Desde el principio, el orgullo ha sido la base del pecado de la humanidad. Cualquiera sea su naturaleza: intelectual, moral, tec- nolgica o religiosa, el orgullo rompe las relaciones con Dios.

    El segundo elemento que simbolizaba es la ntima relacin que una vez Jud tena con el Seor: "Porque como el cinto se junta a los lomos del hombre, as hice juntar a m toda la casa de Israel y toda la casa de Jud" (v. 11). Aun las relaciones ms ntimas pueden ser rotas por el orgullo.

    El Orgullo y la Prdida de la Compasin (13:12-14) El cinto de lino indica que el orgullo aleja al pueblo de Dios y le hace

    perder la compasin. Aqu (25: 15-29), Jeremas usa la embriaguez para simbolizar la falta de razonamiento, la prdida del sentido comn, y la confusin.

    El clmax de la proclamacin de Jeremas fue: "No perdonar ni tendr piedad ni misericordia, para no destruirlos" (v. 14). Jeremas no quena decir que no haba piedad ni misericordia en la relacin del Seor con su pueblo. Mas bien quera ensear que aun con sus hijos, Dios el Padre llegaba a un punto cuando el sentir lstima por ellos no serva para ayudarles en sus necesidades.

    La responsabilidad paterna no puede evitar las consecuencias de la desobediencia de sus hijos. Muchas veces, ellos deben sufrir el impacto de la desobediencia. Esto sucedi con Jud e Israel. Al eliminar la piedad y misericordia, quizs el pueblo podra crecer y madurar para responder apropiadamente a su Seor.

  • Testificando al Orgullo y la Naturaleza Humana (13: 15-27)

    El enfoque comn del orgullo une la seccin de los versculos en prosa (1-14) con la de los versculos en verso (15-27). (Compare con VV. 8, 15.) Hay un contraste fundamental en los VV. 15-27: por un lado el juicio (15- 17) y por el otro, la libertad (VV. 18-27). Como miembros de la comunidad del pacto hasta qu punto eran genuinamente libres? No tenan esclavizada la voluntad lo cual les impeda responder a Dios? "Mudar el etope su piel, y el leopardo sus manchas?" (v. 23). Si el individuo no es autnticamente libre, entonces debemos dudar de su capacidad para tomar decisiones. El individuo debe ser libre para decir S o No.

    El Orgullo y las Alternativas del Juicio (13:lS-17) Agobiado por el mensaje de juicio, el profeta apela una vez ms al

    pueblo a fin de que cambie su manera de actuar como ebrios (VV. 12- 14). Todava exista una alternativa a la desintegracin de la nacin: una relacin autntica de restauracin con el Seor. El arrepentimiento era suficiente, pero si iba a ser efectivo, tenan que pasar tres cosas: 1) Or a Dios, "escuchad y od" (v. 15a). 2) Olvidar el orgullo, "no os envanezcis" (v. 15b). 3) "Dad gloria a Jehov" (v. 16). El fun- damento para restaurar las relaciones autnticas con Dios sera un ver- dadero arrepentimiento sin prdida de tiempo inmediatamente!

    La palabra ' 'antes " caracteriza la exhortacin de Jeremas. ' 'Dad gloria a Jehov", dijo Jeremas "antes que haga venir tinieblas" (V. 16). La senda en la que Jud estaba caminando era muy peligrosa. Era mucho ms que bordear un abismo en la montaa, y aunque se viaje de da el peligro siempre es grande. Jeremas implor: tomad al Seor como gua y protector, antes que se vaya la luz y vengan las tinieblas. El profeta anim a Jud a actuar antes que los pies tropiecen en montes de oscuridad y antes de buscar la luz y hallar que Dios la haba tomado en tinieblas (v. 16).

    Debera el hombre rehusar la opcin de renovacin y subsecuente restauracin? Entonces qu pasar? Od con el odo lo que est pasando hoy: "Mas si no oyereis esto, en secreto llorar mi alma a causa de vuestra soberbia" (v. 17). El corazn de Jeremas estaba hecho pedazos. El no poda sino llorar por su pueblo. Las personas que han perdido a un ser querido sienten dolor y tristeza. Y as eran los sen- timientos del Seor frente a la prdida de Israel: "Cmo podr aban-

  • donarte, oh Efran? Mi corazn se conmueve dentro de m, se inflama toda mi compasin" (Oseas 113). Casi todos los que son pastores, maestros, consejeros, amigos y padres han tenido la triste experiencia de que ya ningn consejo da resultado. Parece que el orgullo les impul- sara a la rebelin contra las personas que ms les aman. En esos momen- tos se aplican las palabras: "en secreto llorar mi alma a causa de vuestra soberbia" (v. 17). Viene el tiempo cuando todo est dicho y slo queda el sentimiento de una inmensa tristeza.

    Alejamiento y Esclavitud de la Voluntad (13:lS-27) Aunque haba varias opciones para Jud, Jeremas estaba convencido

    de que no poda haber restauracin alguna bajo esas circunstancias. Cuando el pueblo descubriera que la presencia de Dios no estaba con ellos se alarmaran. Entonces s podran reconocer la presencia que ellos haban rehusado. Jeremas enfrenta a cada lector con el fracaso de las opciones que no incluyeran la voluntad de responder (VV. 18, 19) y tambin el hecho de la esclavitud de la voluntad de Jud junto con sus consecuencias (VV. 20-27).

    La Futileza de las alternativas sin la voluntad de responder (1 3: 18, 19). Despus que Jeremas dio una alternativa a la ruina, el pens que el pueblo no respondena. Sin la voluntad de responder positivamente, ofrecer opciones sena intil. Solamente Jud poda responder, pero la voluntad de la gente estaba paralizada. Por esa razn, el profeta llam al rey y a la reina a humillarse (v. 18). Todas las ciudades del sur fueron "cerradas" (v. 19), y todo Jud haba sido llevado en cautiverio (v. 19b).

    Separacin y esclavitud de la voluntad ( 1 3:20-2 7) . Debido a que Jud haba rechazado las posibilidades que Dios le haba presentado y no tena el propsito de responder a su llamado, Jeremas pregunt: ''Dnde est el rebao que te fue dado?" (v. 20). La nacin sena atacada y sufrira dolores "como de mujer que est de parto" y aquellos a quienes el pueblo haba considerado amigos seran cabezas sobre ellos (v. 2 1). La pregunta que hace el profeta fue directa: "Por qu me ha sobrevenido esto?" (v. 22). Y la respuesta es: "por la enormidad de tu maldad fueron descubiertas tus faldas" (v. 22). Este es un cuadro de la situacin por la cual pasaba Jud y especialmente Jerusaln cuando fueron capturados por los enemigos.

    Jeremas dio por sentado que siendo que el pueblo se haba acostum- brado a hacer lo malo, nada se poda hacer por cambiarlos. Solamente el desastre nacional y el sufrimiento del cautiverio poda darle a Jud un

  • nuevo entendimiento que le ayudara a responder afirmativamente al llamado del Seor. Muy a menudo los profetas daban por sentado que habra tal cambio de actitud en el pueblo.

    Debemos recordar que aunque el Seor da a las personas y a las naciones la oportunidad de escoger lo bueno o lo malo (Ro. 1:24-27), l siempre est con los brazos abiertos esperando que elijan lo bueno. Las amonestaciones del profeta llamando al arrepentimiento seguan suponiendo que el pueblo era libre para escoger su destino. Sin em- bargo, ciertos pasajes como el v. 23, reflejan pesimismo. Tambin sealan las observaciones del profeta hechas en un momento crucial de la historia de la nacin. No son observaciones finales en cuanto a la naturaleza de la libertad humana.

    Muchas veces cuando la gente se enfrenta al momento de la decisin, prefiere seguir en el pecado. Sin embargo, el pecado no es algo inevita- ble que se impone a la persona.