Ronald Inglehart_modernizacion y Posmodernizacion

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Este País 38 mayo 1994 1 Modernización y posmodernización LA TRANSFORMACIÓN DE LA RELACIÓN ENTRE DESARROLLO ECONÓMICO Y CAMBIO CULTURAL Y POLÍTICO* El presente artículo ofrece una versión revisada de la teoría de la modernización en que se establece que el desarrollo económico, el cambio cultural y la transformación política están articulados dentro de patrones coherentes y, hasta cierto punto, incluso predecibles. Sin embargo, la modernización no es un proceso lineal. La orientación del desarrollo ha variado durante el último cuarto de siglo, y el cambio ha sido tan marcado que, en lugar de seguir utilizando el término "modernización", se podría hablar de "posmodernización". Para comprobar estas hipótesis se analizó la Encuesta Mundial de Valores de 1990-1991, levantada en 40 países diferentes, que representan casi 70 por ciento de la población mundial y que abarcan toda la gama de cambios económicos y políticos. Se detectaron patrones culturales consistentes relacionados con el desarrollo económico. El síndrome de modernización con el que estamos familiarizados tiende a presentar consecuencias previsibles, tales como una mayor movilización de las masas y un cambio en los valores de tradicionales a burocráticos, lo que podría conducir al establecimiento* de regímenes democráticos o autoritarios. De igual manera, el surgimiento de una sociedad industrial desarrollada da lugar a un cambio en los valores de escasez por los de la posmodernidad, en cuyo contexto son cada vez más probables diversos atributos que abarcan desde la igualdad de derechos para las mujeres hasta instituciones políticas democráticas. Introducción l estudio de la modernización fue uno de los componentes con mayor peso en las ciencias sociales de finales de los años cincuenta y principios de los sesenta. Severamente criticado, durante los últimos 15 años el concepto de moderni- zación cayó en total descrédito; pero como Pye (1990) argu- mentó de manera convincente, puede que ya sea tiempo de retomar su análisis. El presente artículo se dedica a ello y propone un punto de vista nuevo sobre la manera como funciona la modernización. El planteamiento central de la teoría de l amodernización es que el desarrollo económico conduce a procesos espetíficos de cambio sociopolítico potencialmente universales: aunque las sociedades preindustriales sean totalmente diferentes, se puede hablar con justa razón de un modelo de sociedad "moderna" o "industrial" (o incluso "posindustrial") al que se apegan todos los grupos sociales una vez que emprenden el camino de la industrialización. El desarrollo económico va ligado a un conjunto de transformaciones tales como la urbanización, la industrialización, la educación masiva, la especialización para el empleo, la burocratización y el desarrollo de las comunicaciones, que tienden a producir cambios sociales y políticos determinados. Una de las razones del gran interés que despertó la teoría de la modernización fue el poder de predicción que se le atribuía: Profesor de la Universidad Michigan _Este documento se presentó durante la conferencia sobre Cambio en los Valores Políticos y Sociales, que se celebró para conmemorar el 700 aniver- sario de la Universidad Complutense de Madrid, del 27 de septiembre al 1 de octubre de 1993. El autor agradece a los participantes de la Encuesta Mundial de Valores de 1990-1991, cuyos esfuerzos hicieron posible el presente análisis. Copyright 1993, Ronald Inglehart se suponía que, una vez sobre el camino de la industrialización, lo más probable era que ocurrieran ciertos cambios culturales y políticos que iban desde menores tasas de natalidad hasta una mayor penetración gubernamental, un aumento en la partici- pación política de las masas, e incluso la democratización. Posteriormente, ciertos críticos ridiculizaron esta teoría por implicar que el desarrollo económico producía, fácil y automá- ticamente, democracias liberales, y desecharon tal punto de vista por considerar que denotaba un etnocentrismo ingenuo. De hecho, la mayoría de los teóricos de la modernización manejaron pronósticos más acertados; pero si se deja de lado la hipótesis infundada de que la modernización es fácil y automática, aun este planteamiento no parecería definitiva- mente descabellado hoy día. La teoría de la modernización se ha estado desarrollando por más de un siglo y un gran número de teóricos sociales han argumentado que ciertos cambios tecnológicos y económicos son el resultado de patrones coherentes y previsibles de transformación cultural y política. Sin embargo, continúa el debate sobre las relaciones causales: ¿el cambio económico da lugar a transformaciones culturales y políticas, o sucede precisamente lo contrario? Marx hizo hincapié en el determinismo económico y afirmó que el nivel tecnológico de una sociedad da forma a su sistema económico, el cual, a su vez, determina las características culturales y políticas de la sociedad: si se tomara en cuenta el nivel tecnológico que representa un molino de viento, la sociedad que le correspondería dependería de la agricultura de subsistencia y estaría integrada por una masa de campesinos empobrecidos dominados por la aristocracia terrateniente; por su parte, la máquina de vapor corresponde a una sociedad industrial donde la burguesía se convierte en la élite dominante que explota y reprime al proletariado urbano.

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    Modernizacin y posmodernizacinLA TRANSFORMACIN DE LA RELACIN ENTRE DESARROLLO ECONMICO YCAMBIO CULTURAL Y POLTICO*

    El presente artculo ofrece una versin revisada de la teora de la modernizacin en que se establece queel desarrollo econmico, el cambio cultural y la transformacin poltica estn articulados dentro de patronescoherentes y, hasta cierto punto, incluso predecibles. Sin embargo, la modernizacin no es un proceso lineal.La orientacin del desarrollo ha variado durante el ltimo cuarto de siglo, y el cambio ha sido tan marcadoque, en lugar de seguir utilizando el trmino "modernizacin", se podra hablar de "posmodernizacin".Para comprobar estas hiptesis se analiz la Encuesta Mundial de Valores de 1990-1991, levantada en 40pases diferentes, que representan casi 70 por ciento de la poblacin mundial y que abarcan toda la gamade cambios econmicos y polticos. Se detectaron patrones culturales consistentes relacionados con eldesarrollo econmico. El sndrome de modernizacin con el que estamos familiarizados tiende a presentarconsecuencias previsibles, tales como una mayor movilizacin de las masas y un cambio en los valores detradicionales a burocrticos, lo que podra conducir al establecimiento* de regmenes democrticos oautoritarios. De igual manera, el surgimiento de una sociedad industrial desarrollada da lugar a un cambioen los valores de escasez por los de la posmodernidad, en cuyo contexto son cada vez ms probables diversosatributos que abarcan desde la igualdad de derechos para las mujeres hasta instituciones polticasdemocrticas.

    Introduccin

    l estudio de la modernizacin fue uno de los componentescon mayor peso en las ciencias sociales de finales de losaos cincuenta y principios de los sesenta. Severamente

    criticado, durante los ltimos 15 aos el concepto de moderni-zacin cay en total descrdito; pero como Pye (1990) argu-ment de manera convincente, puede que ya sea tiempo deretomar su anlisis. El presente artculo se dedica a ello ypropone un punto de vista nuevo sobre la manera comofunciona la modernizacin.

    El planteamiento central de la teora de l amodernizacin esque el desarrollo econmico conduce a procesos espetficos decambio sociopoltico potencialmente universales: aunque lassociedades preindustriales sean totalmente diferentes, se puedehablar con justa razn de un modelo de sociedad "moderna" o"industrial" (o incluso "posindustrial") al que se apegan todos losgrupos sociales una vez que emprenden el camino de laindustrializacin. El desarrollo econmico va ligado a unconjunto de transformaciones tales como la urbanizacin, laindustrializacin, la educacin masiva, la especializacin para elempleo, la burocratizacin y el desarrollo de las comunicaciones,que tienden a producir cambios sociales y polticosdeterminados.

    Una de las razones del gran inters que despert la teora dela modernizacin fue el poder de prediccin que se le atribua:

    Profesor de la Universidad Michigan_Este documento se present durante la conferencia sobre Cambio en losValores Polticos y Sociales, que se celebr para conmemorar el 700 aniver-sario de la Universidad Complutense de Madrid, del 27 de septiembre al 1 deoctubre de 1993.El autor agradece a los participantes de la Encuesta Mundial de Valores de1990-1991, cuyos esfuerzos hicieron posible el presente anlisis. Copyright1993, Ronald Inglehart

    se supona que, una vez sobre el camino de la industrializacin,lo ms probable era que ocurrieran ciertos cambios culturalesy polticos que iban desde menores tasas de natalidad hasta unamayor penetracin gubernamental, un aumento en la partici-pacin poltica de las masas, e incluso la democratizacin.Posteriormente, ciertos crticos ridiculizaron esta teora porimplicar que el desarrollo econmico produca, fcil y autom-ticamente, democracias liberales, y desecharon tal punto devista por considerar que denotaba un etnocentrismo ingenuo.De hecho, la mayora de los tericos de la modernizacinmanejaron pronsticos ms acertados; pero si se deja de ladola hiptesis infundada de que la modernizacin es fcil yautomtica, aun este planteamiento no parecera definitiva-mente descabellado hoy da.

    La teora de la modernizacin se ha estado desarrollandopor ms de un siglo y un gran nmero de tericos sociales hanargumentado que ciertos cambios tecnolgicos y econmicosson el resultado de patrones coherentes y previsibles detransformacin cultural y poltica. Sin embargo, contina eldebate sobre las relaciones causales: el cambio econmico dalugar a transformaciones culturales y polticas, o sucedeprecisamente lo contrario?

    Marx hizo hincapi en el determinismo econmico y afirmque el nivel tecnolgico de una sociedad da forma a su sistemaeconmico, el cual, a su vez, determina las caractersticasculturales y polticas de la sociedad: si se tomara en cuenta elnivel tecnolgico que representa un molino de viento, lasociedad que le correspondera dependera de la agricultura desubsistencia y estara integrada por una masa de campesinosempobrecidos dominados por la aristocracia terrateniente; porsu parte, la mquina de vapor corresponde a una sociedadindustrial donde la burguesa se convierte en la lite dominanteque explota y reprime al proletariado urbano.

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    Weber, en cambio, subray el impacto autnomo de lacultura: no se trata slo de un epifenmeno del sistemaeconmico, sino de un factor causal por s mismo. Por lotanto, el surgimiento de la tica protestante facilit laaparicin del capitalismo, que contribuy tanto a la revo-lucin industrial como a la democrtica. Este punto devista sostena que los sistemas de creencias influyen sobrela vida econmica y poltica, al mismo tiempo que recibenla influencia de stas.

    Algunos de los seguidores de Marx cambiaron el acentode un determinismo econmico puro (que sugiere que lautopa revolucionaria surge de manera espontnea) a unnfasis cada vez mayor sobre el impacto de la ideologa yla cultura. As, Ixnin afirm que, por s solos, los trabaja-dores jams desarrollaran un grado suficiente de concien-cia de clase que llevara al trinfo de la revolucin: el papelde la vanguardia de revolucionarios profesionales conconciencia ideolgica era crucial.

    Mao dio todava ms importancia a la influencia de laideologa revolucionaria. Apartndose de la doctrina mar-xista ortodoxa, sostuvo que China no necesitaba esperarque los procesos de urbanizacin e industrializacin trans-formaran a la sociedad; si un cuadro ideolgicamentecomprometido lograba instigar suficiente entusiasmo en-tre el pueblo chino, la revolucin comunista triunfaraincluso dentro de una sociedad agraria. La fe de Mao en queel poder del fervor ideolgico vencera por encima de losobstculos materiales pareci justificar la victoria comu-nista china de 1949 sobre fuerzas inmensamente superio-res en cuanto a recursos financieros y humanos. Por otraparte, el hecho de que el simple entusiasmo de las masastiene ciertos lmites se demostr en 1959 con el aparatosofracaso del Gran Salto Adelante; aparentemente, para queuna sociedad compleja se desarrolle se necesitan expertoscon conocimientos especializados, adems de masas conla ideologa adecuada. Si se trata de construir un sistemade drenaje o una fundicin de acero, hay mtodos quefuncionan y otros que no, sin importar cul sea la perspec-tiva ideolgica.

    Adems de conceder un papel importante a los factoresculturales, los tericos recientes de la modernizacincomo Bell (1973) otorgaron gran peso a la estructura de laeconoma -en particular a la de la fuerza de trabajo. ParaBell, uno de los hitos principales de la "sociedadpostindustrial" en ciernes se alcanza cuando la mayor partede la fuerza de trabajo se encuentra empleada en el sectorterciario de la economa, produciendo no materias primasni productos manufacturados, sino servicios. Esta transfor-macin de la fuerza de trabajo gener una expansin sinprecedente de la educacin formal, impulsada por lanecesidad de mano de obra cada vez ms capacitada yespecializada. Otros autores, como Lerner e Inkeles, hanhecho hincapi en la importancia que tiene la educacinformal en s para la conformacin de una cosmovisin"moderna".

    La modernizacin conduce a la democracia? A finalesde los cincuenta, la reformas de Kruschef permitieronvislumbrar la esperanza de que el bloque comunistapudiera estar a un paso de la democratizacin; la aparicinde una

    multitud de naciones independientes durante los sesenta refor-z esta esperanza. Pero el optimismo se derrumb cuando lalite comunista separ a Kruschef del poder en 1964 y el mundosovitico se estabiliz dentro de lo que pareca ser un rgimenautoritario permanente bajo el mando de Breshnef, al tiempoque este tipo de regmenes empez a dominar en la mayora delas naciones nuevas. Rostow (1961) afirmaba que, por supropia naturaleza, el desarrollo econmico conduca a lademocratizacin; pero ya para los aos setenta la mayora delos tericos de la modernizacin se mostraban escpticos anteesta idea. Los regmenes autoritarios parecan ser un rasgocaracterstico del mundo -incluso (o tal vez particularmente)en aquellos estados comunistas que haban alcanzado uncrecimiento econmico impresionante. Se comprob as que laindustrializacin era capaz de producir tanto regmenes demo-crticos como dictaduras.

    El presente artculo ofrece una versin revisada de la teorade la modernizacin. En l se afirma que el desarrollo econ-mico y el cambio cultural y poltico estn articulados dentro depatrones coherentes y, hasta cierto punto, previsibles.Creemos que estas articulaciones son el reflejo de relacionescausales; pero las interpretaciones que se basan en eldeterminismo econmico, cultural o poltico resultan todassobresimplistas: las relaciones causales tienden a serrecprocas.

    De igual manera, se propone una interpretacin modificadade la tesis de Weber (1904-1905) sobre el papel que desempela tica protestante en el desarrollo econmico. Se piensa queWeber estuvo en lo cierto al considerar que el surgimiento delprotestantismo fue un suceso crucial para la modernizacin deEuropa; pero su verdadero impacto no se debi slo alprotestantismo, sino al hecho de que arras con una serie denormas religiosas comunes en la mayora de las sociedadespreindustriales, y que inhiben el desarrollo econmico.

    Asimismo, la modernizacin no es un proceso lineal. Secree que durante el ltimo cuarto de siglo ha tenido lugar unatransformacin en la orientacin del desarrollo, y que estecambio es tan marcado que, en lugar de seguir utilizando eltrmino "modernizacin", podra hablarse de "posmo-dernizacin". Existen razones suficientemente poderosas paraevitar la palabra "posmoderno", y uno se ve tentado a utilizarun trmino ms neutral, como "transmoderno". "Posmodernis-mo" se ha empleado con un sinnmero de significados, algunosde ellos relacionados con un relativismo cultural a tal puntoextremo que equivaldra al determinismo cultural: la culturamodela por completo la experiencia humana, sin las limitacio-nes que impone la realidad externa. No obstante, el trminoofrece ciertas consideraciones de importancia que sugierenque el proceso conocido como modernizacin ya no se encuen-tra al filo de la navaja, y que el cambio social est tomando unacamino bsicamente diferente. Asimismo, la literatura sobreposmodernismo sugiere ciertas caractersticas de esta nuevaorientacin: se aleja del nfasis en la eficiencia econmica, laautoridad burocrtica y la racionalidad cientfica con quetradicionalmente se ha asociado a la modernizacin, dirigin-dose hacia una sociedad ms humana y con mayor espacio parala autonoma individual.

    El problema es que al trmino "posmoderno" se le hanadjudicado tantos significados que est en peligro de indicartodo y nada. En arquitectura, el trmino tiene un significado

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    claro y se refiere a un estilo que se aparta totalmente del simplefuncionalismo de la arquitectura "moderna", que se habavuelto estril y estticamente repulsiva. La primera construc-cin estilo caja de cristal fue una visita obligada; pero para lacentsima edificacin la novedad se haba desvanecido. Unode los problemas del estilo minimalista era que todas estascajas, construidas de acuerdo a los principios ms eficientes dela tecnologa de su tiempo, se vean prcticamente iguales. Laarquitectura posmodernista reintrodujo la escala humana, contoques de ornamentacin y referencias que sugeran la arqui-tectura de pocas pasadas, pero incorporando tecnologa msnovedosa. Dentro de la misma lnea de pensamiento, se sugiereque la sociedad posmodernista se est apartando delfuncionalismo regulado que domin a la sociedad industrialdurante tiempos de escasez -ahora concediendo mayorimportancia a las cuestiones estticas y humansticas eincorporando elementos del pasado a un nuevo contexto.

    Se rechaza el determi-nismo cultural extremoque en ocasiones va ligadoa l c o n c e p t o d eposmodernismo. Losautores posmodernistasestn en lo correcto alpensar que cada quienpercibe la realidad a travsde cierto tipo de filtrocultural. Asimismo, secree que los factoresculturales se convierten enun componente msi m p o r t a n t e d e l aexperiencia conforme setransita de sociedades deescasez, donde la necesidad econmica limita en gran medidael comportamiento personal, a un mundo donde la eleccinhumana domina cada vez ms el entorno. (Esta es una de lasrazones por las que la perspectiva posmodernista ha ganadocredibilidad.)

    Sin embargo, se rechaza tambin la idea de que la estructuracultural sea el nico factor que modela la experiencia humana.Existe tambin una realidad objetiva, y cuando se disparacontra alguien, este alguien muere sin importar que haya credoo no en las balas. Y a pesar de que los arquitectos tengan uncampo considerable de accin para poner en prctica laeleccin y la imaginacin, si dejan de lado ciertos principiosobjetivos, su obra puede venirse abajo. Tal vez por esta raznla arquitectura ha mantenido un respeto saludable por larealidad. De igual manera, entre los fsicos y los astrnomos lossesgos culturales desempean un papel insignificante. Hay unconsenso universal en torno a que estudian una realidad queexiste independientemente de sus hiptesis, y las teoraseventualmente prevalecen o decaen, dependiendo de qu tanacertadamente modelan y predicen la realidad -incluso siviolan creencias legendarias. Las bellas artes se encuentran enel extremo opuesto. La preferencias estticas son, en granmedida, cuestin de predisposicin cultural (lo que ha condu-cido a ciertos crticos literarios posmodernos a decir que estotambin se aplica a los dems casos). Por su parte, los fenme-nos sociales se ubican entre estos dos extremos. El comporta-

    miento humano se ve grandemente influenciado por la culturadentro de la cual se ha sido educado. Sin embargo, los factoresobjetivos tambin establecen lmites, y un ejemplo reciente deello es la cada y abandono de las economas centralizadas,desde Checoslovaquia hasta China: para manejar una econo-ma algunos mtodos funcionan y otros no.

    Sin embargo, el trmino "posmodernismo" resulta poten-cialmente til: implica que el cambio social ha ido ms all delfuncionalismo racional que fue crucial para la modernizacin,y est tomando ahora una direccin fundamentalmente dife-rente. El presente artculo no se dedica a discutir los diversosautores que han sido calificados como posmodernos; no serefiere a ellos. Trata ms bien sobre un conjunto de cambiosempricos entre grandes sectores de diferentes pblicos yanaliza ciertas especificidades relacionadas con la orientacindel cambio.

    Entre ellas se incluye el hecho de que, aunque la moderni-zacin no necesariamente serelaciona con la democratiza-cin, la posmodernizacin con-duce inherentemente alsurgimiento de institucionespolticas democrticas.

    Evidencia del cambio atravs del tiempo obtenida demuestras representativas: laEncuesta Mundial de Valoresque se llev a cabo en 40pases1

    El presente artculo abordarun tema que raya en la hereja:se analizarn las hiptesis

    sobre los cambios que se han registrado a travs del tiempo,a la luz de evidencia obtenida por medio de muestrasrepresentativas. En el pasado se critic (con toda razn) esteprocedimiento; el hecho es que, por s mismas, las muestrasrepresentativas no constituyen un indicador confiable delcambio. Si se espera llegar a conclusiones firmes sobre elcambio social, nada puede sustituir a las series de tiempo.De conformidad con esta idea, se dedic un gran esfuerzo ala recoleccin y anlisis de informacin de series de tiemposobre la transformacin sociocultural.

    No obstante, existe la certeza de que un nuevo conjunto dedatos provenientes de muestras representativas -la EncuestaMundial de Valores que se llev a cabo en 40 pases en 1990-1991- vendra a ser un complemento valioso de la evidenciaobtenida a travs de las series de tiempo y podra proporcionaruna visin ms amplia sobre los patrones de cambio cultural.Se cree que esto es cierto porque la informacin disponible deencuestas sobre el tema se limita, en gran parte, a las ltimasdos o tres dcadas y se refiere, en su mayora, a sociedadesindustrializadas. La Encuesta Mundial de Valores de 1990-1991 ofrece el rango de variacin ms completo de que sedispone hasta la fecha. Su informacin se refiere a 40 pases detodo el mundo, que representan casi el 70 por ciento de lapoblacin mundial, con una cobertura extensa que abarcadesde aquellas sociedades donde el ingreso per cpitaes de slo

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    300 dlares al ao, hasta sociedades cuyo ingreso sobrepasa los2000 dlares anuales, y desde democracias antiguas con econo-mas de mercado hasta estados exsocialistas y autoritarios.

    Si se contara con informacin sobre el periodo que va desdeprincipios del siglo XIX hasta la actualidad, sera posibleanalizar la interaccin entre el cambio de valores culturales yla modernizacin econmica y poltica. Esto hara posibledeterminar qu fue primero, si el cambio cultural o el econ-mico y el poltico. Sin embargo, no existe tal informacin y elanlisis de muestras representativas constituye el mejor susti-tuto. Las novelas y los diarios aportan informacin valiosasobre la cosmovisin que prevaleca en otras pocas; pero noproporcionan la evidencia sistemtica y cuantitativa que ofre-cen las encuestas de opinin pblica. En vista de la escasez deinformacin sobre los ltimos 200 aos, la comparacin entrelas orientaciones de los individuos de sociedades ricas y pobresconstituye una manera de reconstruir lo que pudieron habersido las orientaciones de las masas de lo que ahora sondemocracias ricas cuando eran todava pobres ypredemocrticas.

    En otro sentido, las comparaciones entre muestras represen-tativas ofrecen algunas claves sobre el posible cambio deopinin del pblico en los pases ms pobres si sus sociedadesse vuelven industrializadas y adquieren seguridad econmica.No se considera que estas transformaciones sean deterministas:los cambios econmicos y tecnolgicos interactan con varia-bles polticas, culturales y de otros tipos. La herencia culturalde una sociedad determinada podra facilitar o retardar lamodernizacin; por su parte, los dirigentes con decisin pue-den reprimir o acelerar el cambio social casi indefinidamente.Sin embargo, se piensa que es posible identificar un sndromeespecfico de cambios culturales que es cada vez ms probableque ocurran conforme contina aumentando la urbanizacin,la industrializacin, la educacin superior, etctera.

    Modernizacin y posmodernizacin desde la perspectivade las muestras representativas

    Los conceptos de modernizacin y posmodernizacin se basanen dos premisas claves:

    1) que los diversos elementos culturales tienden a unirsedentro patrones coherentes. Por ejemplo, aquellas sociedadesque conceden una importancia relativamente especial a lareligin se inclinan por las familias grandes (o por el respetohacia las autoridades, el orgullo nacional u otras actitudes quelas distinguen)? Si cada cultura siguiera un camino aislado,estos elementos no estaran correlacionados, y no sera posibleestablecer patrones de coaccin consistentes;

    2) los patrones culturales coherentes existen, y estn vincu-lados con el desarrollo econmico y tecnolgico. Por ejemplo,en la historia de la sociedad occidental, la industrializacin sevio acompaada de la secularizacin; pero algunos observado-res sealan el hecho de que parte del mundo islmico se havuelto rico (aunque no industrializado) sin muestras claras desecularizacin, como evidencia de que no necesariamentedebe haber una conexin entre el desarrollo econmico y lasecularizacin.

    El desarrollo econmico se relaciona con patrones cultu-rales coherentes distintos a los que se dan en sociedades menos

    desarrolladas? Si as fuera (sin importar qu ocasiona qu), lasencuestas entre pases deberan revelar configuraciones claras,con cierto tipo de sndrome de orientacin para las sociedadeseconmicamente desarrolladas, y otro diferente para las demenor desarrollo. Si estos patrones estn presentes, la eviden-cia respalda la teora de la modernizacin y, lo que es msimportante, esto implica que el cambio sociopoltico puedepredecirse.

    El presente artculo examinar si existen patrones culturalescoherentes, y si tienen relacin con los niveles de desarrolloeconmico. Para este propsito, se analizar una base de datossin precedente: la Encuesta Mundial de Valores de 1990-1991,que estim los principales valores y creencias entre muestrasnacionales representativas de 40 sociedades. Esta encuesta sedise para comprobar la hiptesis de que el desarrollo econ-mico genera ciertos cambios en los sistemas de valores ycreencias populares -que a su vez producen unaretroalimentacin que conduce a cambios en los sistemaseconmicos y polticos de estas sociedades. Esto no significaque necesariamente tengan que cambiar todos los elementosde la cultura, generando una cultura global uniforme. No hayrazn para esperar que los chinos dejen de comer con palillosen un futuro cercano. Sin embargo, existen ciertos cambiosculturales y polticos que parecen estar lgicamente relaciona-dos con la dinmica de un sndrome central de modernizacinque se extiende a la urbanizacin, la industrializacin, eldesarrollo econmico, la especializacin para el empleo y ladiseminacin del alfabetismo.

    El cambio no es lineal en ningn sistema sujeto aretroalimentacin. Desde el punto de vista analtico esto espoco afortunado porque si el proceso de cambio econmico-cultural-poltico se desplazara sin dificultad en una direccincontinua, una muestra representativa de las sociedades mun-diales proporcionara evidencia acerca de una simple progresinde desarrollo en los cambios culturales, pasando de las socie-dades menos desarrolladas a aquellas con mayor grado dedesarrollo. Las comparaciones entre pases resultaran anlo-gas a un corte transversal de la superficie terrestre, que a vecesrevela capas geolgicas cuidadosamente ordenadas, en dondeel estrato ms antiguo de roca est en el extremo inferior y losms recientes se superponen a los ms antiguos. Pero larealidad no es as de simple: el cambio social produce unaretroalimentacin que eventualmente revierte la direccin delcambio. De esta manera, sera probable encontrar patronesparecidos a los que producen los solevantamientos tectnicos,donde las capas geolgicas identificables se entremezclan yyuxtaponen con otros estratos. El resultado no es el caos, perotampoco es un simple ordenamiento de capas de las msantiguas a las ms recientes.

    Se sugiere que se encontraran dos grandes olas de cambio(junto con un sinnmero de transformaciones menos importan-tes) reflejadas en la muestra representativa de culturas de laEncuesta Mundial de Valores; nos referiremos a ellas comocambio moderno y posmoderno, respectivamente.

    La literatura sobre modernizacin se centra en el primero deestos dos movimientos. Sostiene (se piensa que correctamente)que el gran sndrome de cambios tiene que ver con el desarrolloeconmico moderno. Las transformaciones incluyen la urba-nizacin, la industrializacin, la especializacin para el em-

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    pleo, la educacin formal masiva, el desarrollo de mediosmasivos de comunicacin, la secularizacin, el surgimiento dela clase empresarial y de sus motivaciones, la burocratizacin,la produccin en masa y el nacimiento del estado moderno.Aunque existen diferencias de opinin sobre cul es el "verda-dero" motor de este sndrome, existe un amplio consenso encuanto a que los cambios incluyen componentes tecnolgicos,econmicos, culturales y polticos. En nuestra opinin, estoscambios se apoyan mutuamente, de la misma manera quesucede en el cuerpo humano con los sistemas seo, muscular,circulatorio, respiratorio y gastrointestinal. No tiene casointentar determinar cul de ellos es el ms importante y culesson slo epifenmenos (aunque cuando el factor en cuestin esla falta de alimentos o de oxgeno, ste se vuelve crucial).

    Cultura y coercin: dos aspectos de la autoridad poltica

    La cultura desempea un papel crucial en casi cualquiersistema de autoridad poltica. Por cultura nos referimos a losvalores, las creencias, las capacidades y la gregariedad de losmiembros de una sociedad determinada. Pero la cultura es msque una agrupacin aleatoria de estas orientaciones; constituyeuna estrategia de sobrevivencia para la sociedad. En cualquiersociedad que haya subsistido por largo tiempo, lo ms probablees que el sistema cultural ejerza una relacin de apoyo mutuocon los sistemas econmico y poltico. Por ejemplo, el sistemade creencias tiende a justificar el orden social, incluyendo elderecho a gobernar de ciertas lites, y al hacerlo cumple unafuncin vital.

    El gobierno es el sistema de toma de decisiones de unasociedad, y los miembros de esa sociedad acatan sus decisionesya sea debido a (1) coercin externa, o (2) porque haninternalizado una serie de normas que justifican el cumpli-miento. Existen diferencias muy importantes en cuanto algrado en que dependen de la coercin o de la legitimidadapoyadas en la cultura; pero todas las formas de gobiernodependen de cierta combinacin de ambas. Por lo tanto, alterreno de lo poltico se le identifica con el uso legtimo de laviolencia.

    Figura 1

    CULTURA < ----------------------> COERCIN

    El continuo entre controles internos y coercin externa

    Cualquier sistema sociopoltico que prevalezca largo tiem-po debe complementarse con y apoyarse en un orden moralsubyacente. Un jefe guerrillero o un dictador militar puedenpermanecer en el poder por cierto tiempo valindose de larepresin abierta; pero esto equivale a una carrera inestable ypeligrosa. Resulta costoso tener a un soldado o a un polica encada esquina para que haga cumplir los edictos del gobierno apunta de bayoneta; es caro mantener tal aparato represivo ycomprar su lealtad, que no se internaliza culturalmente sinoque se mantiene a travs de estmulos externos o de la coercin.En ltima instancia, las reservas financieras de una sociedad

    podran desviarse para mantener la lealtad del aparato represor.Por otra parte, la falta de lealtades basadas en la culturasignifica que el dictador depende de cierto tipo de guardiapretoriana para mantenerse en el poder, lo que lo vuelvecrnicamente vulnerable a ser depuesto a travs de un golpe deestado desde dentro de la lite gobernante. El nmero uno enel poder vive bajo el temor eterno al nmero dos.

    Cualquier lite que aspire a mntener el poder por untiempo prolongado intentar legitimarse -ya seaadaptndose a las normas culturales establecidas o tratandode reestructurarlas de manera que justifiquen su derecho agobernar. La adaptacin resulta ms fcil y menos coercitivaque reestructurar la cultura, aunque cuando una liteverdaderamente revolucionaria se apodera del mando puedesentir que es necesario reestructurar el sistema cultural paraque ste se adapte a la nueva ideologa. Esta es una empresade grandes dimensiones, y slo un estado totalitario podratener la capacidad coercitiva para intentar llevarla a cabo. Enel mundo real, todos los regmenes se apoyan en la coercinen cierta medida, pero es bastante ms barato y seguroconfiar en valores y normas internalizados que depender dela fuerza bruta para ganarse la obediencia de la poblacin. Deesta manera, mientras que los regmenes totalitarios recinestablecidos se localizan cerca del extremo de la "coercin"que se muestra en la figura 1, las democracias legtimasindiscutible se encuentran cercanas al extremo de la"cultura".

    Cualquier sistema poltico que prevalezca largo tiempoprobablemente se apoye en un orden moral adecuado, que daforma al sistema poltico (y econmico), al tiempo que esmoldeado por ste. En la sociedad preindustrial el orden moralgeneralmente asuma la forma de una religin -aunque ste noes necesariamente el caso: el sistema confucionista que sedesarroll en China hace ms de dos mil aos era un ordenmoral laico que no invocaba a ningn ser sobrenatural parajustificar el apego a sus reglas.

    Este orden moral moldea todos los aspectos de la vida y noslo la poltica. Integra la sociedad proclamando preceptos encontra de la violencia interna (una de las variaciones de "Nomatars" constituye uno de los principios bsicos que serequieren para evitar que una sociedad se desintegre a smisma); inculca normas para proteger la propiedad privada(tales como "No hurtars"), por un lado -pero equilibrndolascon reglas sobre la caridad y el compartir que atenan la luchapor la sobrevivencia, e invoca castigos que tratan de restringirla sexualidad y la reproduccin al mbito de las familiasestablecidas que nutran y socialicen a la descendencia ("Nodesears la mujer de tu prjimo" en la versin judeo-cristiana).

    Estas normas cumplen una funcin crucial en las sociedadestradicionales. Con objeto de volverlas lo suficientementeslidas para asegurar su acatamiento aun frente a grandestentaciones por desobedecer, se les inculca como valoresabsolutos, generalmente como reglas que reflejan la voluntaddivina. Esto puede funcionar en las sociedades agrarias relati-vamente estticas, pero los valores absolutos son, por natura-leza, rgidos y difciles de adaptarse a un ambiente en donde elproceso de cambio es rpido. En consecuencia, el rompercuando menos ciertos componentes de los sistemas de valorestradicionales ha resultado vital para la modernizacin. Esta esuna de las razones por las que la reforma protestante fue tan

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    portancia al crecimiento econmico. Al mismo tiempo, surgien la Europa catlica una visin empresarial y (lo que es mssorprendente) tambin en el lejano Oriente, regiones que en laactualidad muestran mayores tasas de crecimiento econmicoque la Europa protestante. El concepto de la tica protestanteestara pasado de moda si se tomara como algo que slo puedeexistir en los pases protestantes. Sin embargo, el concepto msgeneral de Weber de que la cultura influye sobre el desarrolloeconmico representa una reflexin importante.

    La modernizacin: el cambio de la autoridad religiosa ala autoridad del estado

    La modernizacin implic algo ms que apartarse de lastradiciones culturales (generalmente basadas en normas reli-giosas) que ponan de relieve la condicin de clase y elcompartir, y concedan un valor positivo al xito y a laacumulacin. Para Weber, la clave de la modernizacin fue elcambio de una cosmovisin orientada a la religin a unaperspectiva orientada hacia el estado. Los componentes prin-cipales de la modernizacin fueron:

    1. La secularizacin: Weber concedi especial importanciaa las races cognoscitivas de la secularizacin: el surgimientode una cosmovisin cientfica que sustituyera los elementosprerracionales mstico-sagrados de la fe religiosa, y

    2. La burocratizacin: el surgimiento de organizaciones"racionales" basadas en reglas concebidas para avanzar demanera eficiente hacia metas explcitas, donde el reclutamien-to se efectuaba segn normas de xito impersonales y orienta-das hacia metas definidas.

    Figura 2. El cambio de la modernizacin a la posmodernizacin: un nfasiscambiante en los aspectos claves de la vida.

    Un elemento clave que abri el camino hacia la moderniza-cin fue la erosin de los sistemas de creencias que apoyabanla autoridad tradicional adjudicada, asociados a las economasde suma cero, y su reemplazo por sistemas que favorecan elxito, que eran racionales y cientficos, y que apoyaban laautoridad de los estados grandes, centralistas y burocrticosencaminados a facilitar el crecimiento econmico. En granmedida, la modernizacin cultural equivali a un cambio de laautoridad tradicional (generalmente religiosa) por una autori-dad burocrtica racional.

    Al mismo tiempo, tuvo lugar una transferencia hacia elestado del prestigio y las funciones socioeconmicas quedesempeaban las principales instituciones de la sociedadtradicional -la familia y la iglesia. Asimismo, se registr unatransformacin en cuanto a la actividad econmica de laempresa descentralizada pequea por la produccin reguladapor el estado o propiedad de ste. En trminos generales, setrat de una transferencia del prestigio y el poder de la sociedadal estado.. Durante la fase de modernizacin de la historia resultevidente (tanto para los marxistas como para quienes no loeran) que la evolucin social se diriga hacia una subordinacincada vez mayor del individuo frente aun estado de dimensionesmonstruosas y con poderes sobrehumanos. As, el estado seconvirti en una entidad omnisciente, omnipotente y benvolaque tom el lugar de Dios en un mundo laico. Durante casi todoel siglo XIX y el XX, la tendencia dominante -la ola del futurocomo se le llam a veces- fue un cambio de la autoridad societalpor la autoridad estatal, que se manifest en un crecimientoinexorable de la funcin econmica, poltica y social queejerca el gobierno. Incluso aquellos pensadores no marxistascomo Schumpeter (1947) consideraron de mala gana que eltriunfo del socialismo era inevitable. Hasta hace muy poco,

    figuras de primera lnea como CharlesLindblom (1977) ponderaban si elsocialismo triunfara sobre elcapitalismo, o si el capitalismo y el socia-lismo continuaran coexistiendo. Ni si-quiera se pensaba en que el socialismopodra ceder el paso al capitalismo.

    El cambio posmodernista

    El estado-monstruo socialista probable-mente fue la culminacin lgica del pro-ceso de modernizacin; pero no resultser la ola del futuro. En su lugar, laexpansin del estado burocrtico even-tualmente fue tocando una serie de lmitesnaturales, y el cambio empez a tomar unanueva direccin. La figura 2 ilustra lo quesucedi. Desde la revolucin industrialhasta bien entrada la segunda mitad delsiglo XX, la sociedad industrial sigui elcamino de la modernizacin. Esto trans-form a los sistemas polticos y culturalesde regmenes tradicionales legitimadospor sistemas de creencias religiosas enestados burocrticos racionales legitima-

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    dos por la consigna de elevar al mximo el bienestar de lapoblacin a travs del conocimiento cientfico. Se trat de unatransferencia de la autoridad que tenan la familia y lasinstituciones religiosas a las instituciones polticas.

    En los ltimos 25 aos tuvo lugar una transformacinimportante en la orientacin del cambio. Sus orgenes seencuentran en los milagros econmicos que tuvieron lugar,primero, en Europa occidental y en Norteamrica, y despus,cada vez con mayor frecuencia, en el oriente asitico y (demanera incipiente) en el sudeste asitico. En combinacin conla red de proteccin que ofrece el estado benefactor moderno,este cambio produjo niveles sin precedente de seguridadeconmica. Ello dio lugar a una retroalimentacin cultural queest ejerciendo un impacto importante en los sistemas econ-micos y polticos de las sociedades industriales avanzadas. Setrata de una transferencia de la autoridad basada tanto en lareligin como en el estado, al individuo, con un nfasis cadavez mayor en cuestiones personales tales como las amistadesy el descanso. El cambio posmodernista difiere del proceso demodernizacin en cinco aspectos primordiales:

    1. El paso de valores de escasez a valores posmodernos ode seguridad

    La causa fundamental del cambio posmodemista ha sido elagotamiento gradual de los sistemas de valores que surgieronbajo condiciones de escasez, y la diseminacin de valores deseguridad entre un segmento cada vez ms amplio de lapoblacin de estas sociedades. Esto, a su vez, se desprende delos niveles altos de bienestar subjetivo que caracterizan a laspoblaciones de las sociedades industriales, en comparacincon los de sociedades ms antiguas. En las sociedades indus-triales desarrolladas, la mayora de las personas dan porsentada la sobrevivencia; pero precisamente porque la consi-deran un hecho, no se dan cuenta de qu tan profundamenteafecta su cosmovisin.

    Tanto las sociedades tradicionales como las modernasestuvieron marcadas por la escasez, aunque la sociedad indus-trial desarroll la creencia de que la escasez poda remediarsecon los logros personal y el crecimiento econmico. La escasezha prevalecido a lo largo de toda la historia; esto se debe alprincipio ecolgico de que la poblacin aumenta para darcuenta de los alimentos disponibles y a continuacin detiene sucrecimiento como consecuencia del hambre, las enfermedadesy la guerra. El resultado ha sido una escasez crnica, donde laamenaza del hambre moldea la conciencia y las estrategias devida de la mayora de las personas.

    El hambre ya no es un problema real para la poblacin delas sociedades altamente tecnificadas: la produccin aumentams rpido que la tasa de poblacin. Estas sociedades hanalcanzado niveles de esperanza de vida y de bienestar subjetivosin precedente. Una de las consecuencias de esto se ha explo-rado exhaustivamente: el surgimiento de los valoresposmaterialistas en la sociedad industrial avanzada. Pero stees slo uno de los componentes de un cambio cultural bastantems amplio. Inglehart (1990) propuso la hiptesis de quetambin est cambiando una amplia gama de orientacionesrelacionadas entre s. Como se ver ms adelante, existeevidencia para apoyar esta interpretacin: la aparicin y

    diseminacin del cambio posmaterialista es slo la punta deliceberg -uno de los componentes de un sndrome ms extensode cambios culturales a los que se ha dado el nombre deposmodernizacin.

    Dentro de este nuevo sistema, los valores que desempea-ron un papel clave en el surgimiento de la sociedad industrial-el xito, crecimiento y racionalidad econmicos- han perdidoimportancia. A nivel de las sociedades se registra un cambioradical en cuanto a las prioridades de la industrializacintemprana -cada vez es ms acentuada la tendencia a destacarque el crecimiento econmico debe subordinarse a la preocu-pacin por su impacto sobre el medio ambiente. A nivelindividual, obtener un mximo de ganancias econmicas estdejando de ser la primera prioridad: la realizacin personal yel deseo de un trabajo creativo se estn volviendo ms impor-tantes para un segmento creciente de la poblacin. La motiva-cin para desarrollar un trabajo tambin est cambiando deelevar al mximo el ingreso como primera prioridad, a conce-der mayor importancia a la calidad de la experiencia laboral.Existe incluso la voluntad de aceptar criterios de adscripcinen lugar de parmetros de xito para el reclutamiento, siemprey cuando as lo justifiquen las metas sociales.

    Durante la poca de la modernizacin hubo consenso entoda la sociedad industrial en cuanto a que el crecimientoeconmico no slo era algo favorable, sino que era virtualmen-te el objetivo primordial: aunque los marxistas y los capitalistasno lograban ponerse de acuerdo sobre cmo deban distribuirselos frutos del trabajo, haba un consenso implcito acerca de queel crecimiento econmico era algo bueno. Este consenso eraimplcito porque pareca casi evidente por s mismo. Elcrecimiento econmico, junto con los descubrimientos cient-ficos, representaban el progreso: algo bueno por definicin.

    Durante la guerra fra se dio tambin un sentimientocompartido en cuanto a cul era la mejor sociedad, la orientalo la occidental; esto lo determinaba cul de ellas lograba mayordesarrollo econmico. Durante las primeras tres dcadas deguerra fra el bloque oriental pareci llevar la delantera, segnla norma que verdaderamente contaba: tasas elevadas decrecimiento. En 1972, Los lmites del crecimiento pusieron enduda este consenso, al afirmar que el crecimiento econmicono era deseable, y que deba frenarse antes que fuera demasiadotarde. Poco despus, en Lo pequeo es hermoso, Schumacher(1973) cuestion otro principio clave de la era de la moderni-zacin: la tendencia a pensar que lo ms grande equivala a lomejor, concepto que gozaba de amplia aceptacin, especial-mente entre el bloque socialista donde la grandeza y lacentralizacin casi se elevaron al rango de virtudes morales.Estos dos crticos reflejaron en sus obras el surgimiento de losvalores de seguridad, componente central del posmodernismo.Sin embargo, existen tambin otros componentes; entre ellos:

    2. Una menor eficiencia y aceptacin de la autoridadburocrtica

    La autoridad jerrquica, la centralizacin y la grandeza hancado bajo sospecha. Esto se debe a dos razones: (a) hanalcanzado un punto en que su eficiencia se vuelve menor, y (b)han tocado el punto en que resultan menos aceptables. Todacultura estable est ligada a un sistema congruente de

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    autoridad. Sin embargo, el cambio posmodernista implicaapartarse tanto de la autoridad tradicional como de la estatal yrefleja una disminucin de la importancia que se concede a laautoridad en general -sin importar si est legitimada por unformulismo societal o estatal. Esto est dando lugar a la prdidade la confianza en las instituciones jerrquicas en general entodas las sociedades industriales avanzadas. De 1981 a 1990 seregistr una disminucin generalizada de la confianza en lasinstituciones jerrquicas establecidas dentro de las 20 socieda-des que se analizaron en ambas fechas. No fue coincidencia quelos dirigentes polticos del mundo industrializado estuvieranexperimentando los niveles de apoyo ms bajos jams registra-dos. Esto no se debi a que fueran menos competentes que susprecedesores: fue ms bien el reflejo de una disminucinsistemtica en el apoyo que dan las masas a las institucionespolticas establecidas, y de un cambio de atencin hacia laspreferencias individuales.

    3. El rechazo del modelo occidentaly el colapso de la alternativasocialista

    En sus inicios, el posmodernismo secentro en el desprecio por los aspectosdeshumanizadores de una modernidadburocrtica e impersonal tal como semanifestaba en occidente, su lugar deorigen. Algunos de los posmodernistasms destacados incluso se autocalifica-ban de marxistas. Pero eventualmentefue inevitable que el descontento seconvirtiera en un rechazo de losgrandes gobiernos jerrquicos,burocrticos y centralizados inclusodentro del mundo socialista, dondemostraban su forma ms extrema. Estocontribuy a un cambio importante einesperado en la orientacin de la oladel futuro: la cada del socialismo. Elsocialismo fall porque (1) dej defuncionar en una sociedad industrial avanzada -a pesar dehaberlo hecho razonablemente bien durante la poca de lamodernizacin, y (2) porque ya no resultaba aceptable (que fueuna de las razones por las que dej de funcionar).Ladisminucin de la eficiencia y la aceptacin de la autoridadmasiva, centralizada y burocrtica fue una de las razones dela cada del socialismo; la otra es que el posmodernismoconlleva una tendencia hacia la democratizacin que tieneque ver con:

    4. Una mayor importancia de la libertad individual y laexperiencia emocional, y un rechazo de toda forma deautoridad

    Dado que los valores posmaterialistas conceden cada vezmayor importancia a la expresin personal y a la participacinpoltica como factores valiosos por s mismos, la faseposmodernista del desarrollo conduce inherentemente a lademocratizacin. No hay nada fcil o automtico en estatendencia. Las lites autoritarias con poder de decisin podran

    reprimirla casi indefinidamente, aunque a un costo cada vezmayor sobre el nimo y la voluntad de cooperar de susintegrantes. De igual manera, la estructura institucional y laherencia cultural de una sociedad determinada pueden facilitaro retardar esta tendencia, al igual que las presiones externas yotros factores macropolticos. Sin embargo, conforme tienelugar el desarrollo econmico, la contribucin de las masas alproceso poltico tiende a volverse cada vez ms extensa yeficaz. El desarrollo econmico lleva a la poblacin a ponercada vez mayor nfasis en los valores participativos.

    5. Disminucin del prestigio de la ciencia, la tecnologa yla racionalidad

    Uno de los componentes centrales de la modernizacin fue unamayor fe en la capacidad del anlisis cientfico y racional pararesolver casi cualquier problema. Y una de las maneras ms

    tajantes en que el cambio posmodernistase aparta del proceso de modernizacindescansa en el hecho de que laposmodernizacin tiene que ver con unadisminucin de la fe en la racionalidad yuna prdida de la confianza en que laciencia y la tecnologa pueden ayudar aresolver los problemas de la humanidad.Este cambio en la cosmovisin ha sidoaun ms marcado precisamente en aque-llas sociedades econmica y tecnolgica-mente ms avanzadas, donde la creenciaen que la ciencia contribuye al progreso seha visto gravemente erosionada.

    Elementos de continuidad entre lamodernizacin y la posmodernizacin

    En cierta forma, la posmodernizacin si-gue las tendencias que lanz la moderni-zacin; en particular, continandesarrollndose los procesos desecularizacin y de individualizacin. El

    incremento de la complejidad de la sociedad industrial avan-zada ha dado como resultado una mayor especializacin de lasfunciones en todos los campos de la existencia. No obstante, losprocesos de secularizacin e individualizacin han tomado unnuevo cariz.

    La secularizacin. Weber atribuy la decadencia de lascreencias religiosas, en gran medida al surgimiento de unacosmovisin cientfica, que gradualmente vino a reemplazarlos elementos sagrados/msticos prerracionales de la fe religio-sa. Si bien la cosmovisin cientfica ha perdido su esplendor,la secularizacin contina -aunque por un nuevo motivo: elsurgimiento de valores de seguridad entre las sociedadeseconmicamente ms avanzadas hace que los individuostengan menor necesidad psicolgica de la seguridad quetradicionalmente brindaban los sistemas de creencias absolu-tos. Tales sistemas pretenden ofrecer la certeza y la garanta dela salvacin, si bien no en este mundo, cuando menos en el msall. Sin embargo, aunque el posmodernismo conlleva unadisminucin continua de las creencias religiosas tradicionales,

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    est ligado a una preocupa-cin creciente por el signifi-cado y el fin de la existencia.La individualizacin. Eldeterioro de los controlessociales de tipo religioso diolugar a cierta medida de au-tonoma individual; pero stase vio absorbida en gran partepor el aumento de las obli-gaciones hacia el estado. Laseparacin posmodernista dela autoridad tanto religiosacomo del estado contina coneste cambio ya legendariohacia la individualizacin,pero de manera ms rpida.Cada vez ms, los derechos yprivilegios del individuo ad-quieren mayor prioridad so-bre cualquier tipo deobligacin.

    Las dimensiones de lamodernizacin y laposmodernizacin:informacin empricasobre 40 sociedades

    Hasta aqu hemos delineadolos patrones del cambiointercultural que esperamosencontrar y susrazones.Examinemos ahora latransformacin cultural reala escala global, tal como serefleja en la informacinproven ien te de l a sencuestas. La figura 3 nosmuestra los resultados delanlisis factorial de loscomponentes principales dela informacin de las encuestas nacionales representantivasde las 40 sociedades que se incluyeron en la EncuestaMundial de Valores de 1990-1991. Las respuestas a cada unade las variables utilizadas se redujeron a un promedio paracada pas; considerando a la sociedad como unidad deanlisis, se examina la variacin intercultural que arroja laevaluacin de una gama amplia de temas importantes.

    La figura 3 resume una cantidad inmensa de informacin.Se basa en las respuestas que dieron 56,292 personas entrevis-tadas de 40 sociedades a un sinnmero de preguntas. Seutilizaron frases cortas (tales como "aborto est bien") paratransmitir la esencia de cada uno de los rubros que aparecen enla figura 3. Las preguntas completas, antecedidas por las frasescortas correspondientes, aparecen en el apndice del presenteartculo. Las 47 variables que se utilizaron reflejan un nmerotodava mayor de preguntas, ya que algunas de ellas se basanen respuestas a bateras completas. "Equilibrio afectivo", por

    ejemplo, resume cada una de las respuestas a las 10 preguntasque incluye la Escala de Equilibrio Afectivo de Bradburn. Deigual manera, "valores posmaterialistas" resume las respues-tas a una serie de preguntas a travs de las cuales cadaentrevistado evalu una serie de 12 metas sociales bsicas.

    Asimismo, las variables se eligieron de manera que refleja-ran un nmero todava mayor de rubros relacionados quesiguen un patrn similar. "Dios es importante", por ejemplo,representa un conjunto de ms de 30 rubros que se utilizaronpara determinar la medida en que la religin es o no una parteimportante de la vida del entrevistado. De igual manera,"satisfaccin con la vida" "equilibrio afectivo" e "insatifecho"reflejan un conjunto ms extenso de rubros que analizan elbienestar subjetivo. Para evitar redundancias y para limitar lafigura 3 a un nmero legible de rubros, slo se han incluido losindicadores ms sensibles de estos conjuntos. La figura 3muestra el patrn subyacente de respuestas a ms de 100

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    preguntas sobre diversos aspectos de la vida en 40 sociedades,y presenta un panorama general de los patrones culturalesbsicos.

    Nuestro primer hallazgo importante es que existen fuerteslimitaciones entre sistemas culturales. Este patrn es todomenos aleatorio. Las primeras dos dimensiones que surgen delanlisis factorial del componente principal que se muestra enla figura 3 representan 51 % de la variacin intercultural entrelas 47 variables que se tomaron en consideracin. Las dimen-siones adicionales dan cuenta de grados de varianza relativa-mente pequeos, y resultan robustas ya que muestran pococambio si se dejan fuera ciertos rubros, incluso con una cargaimportante. Las escalas en los mrgenes de la figura 3 indicanla carga que tiene cada uno de los rubros en relacin a las dosdimensiones.

    La respuesta a la pregunta "Las sociedades que dan unaimportancia relativamente grande a la religin tienden tam-bin a favorecer las familias numerosas?" es un "sf' rotundo,como lo sugiere la proximidad de "religin es importante" y"desea muchos hijos", que aparece en la parte inferior de lafigura 3: la correlacin entre estos dos rubros es r=.51 (signi-ficativa en relacin a .001). Asimismo, las sociedades que secaracterizan por dar importancia a la religin tienden tambina conceder una importancia relativamente grande al trabajo,como sugiere la proximidad entre "trabajo es importante" y"religin es importante" (r=.62, significativa en relacin a.0000). Estas mismas sociedades tienden tambin a acentuar la"obediencia" como virtud importante que debe ensearse a loshijos (r=.58), a considerar a la familia como relativamenteimportante (r=.56) y a expresar un fuerte sentido de "orgullonacional" (la correlacin con "religin es importante" es de.74, significativa en relacin a .0000). Como podra esperarse,aquellas sociedades donde la poblacin considera que la"religin es importante", son tambin aquellas en donde secree que "Dios es importante" y que se describen a s mismascomo pueblos religiosos en lugar de como agnsticos o ateos("R. es religioso"): proporciones de casi de 1:1 (r=.95 y r=.87,respectivamente). Las dos ltimas relaciones son obvias; elresto, aunque intuitivamente plausibles, no lo son. Todos estosrubros tienen cargas elevadas con relacin al segundo compo-nente principal, llamado "autoridad tradicional", contra"autoridad estatal".

    Como lo demuestran los resultados anteriores, existenniveles altos de restriccin entre diversos atributos culturales.Por ejemplo, si sabemos que una sociedad califica alto encuanto a orgullo nacional, es posible predecir con precisin supostura ante las prcticas de educacin de los hijos, la religio-sidad y un gran nmero de atributos importantes. Pero el patrnva an ms alia. Las sociedades que acentan la importanciade la religin tienden a conceder poca importancia a lapoltica, como sugieren las ubicaciones relativamentedistantes de "religin es importante" y "poltica esimportante" en la dimensin vertical: la correlacin entreambas es de -.39. Estas sociedades muestran una tendenciaan mayor a dar poca importancia al "ahorro" y a la"decisin", como virtudes que es importante ensear a loshijos (r=-.57 y -.59, respectivamente), y -no es sorprendente-tienden a rechazar el aborto (la correlacin con "abortoest bien" es de -.71).

    Hasta aqu se han discutido rubros con carga elevada

    respecto al segundo componente principal, llamado "autori-dad tradicional" contra "autoridad estatal". Esta dimensinparece reflejar el proceso de modernizacin, donde la autori-dad se aparta de sus bases tradicionales (generalmente religio-sas) y da un mayor nfasis a la autoridad burocrtica impersonal.Se trata de una dimensin importante que representa 21% dela varianza entre las 47 variables. Sin embargo, se ve disminui-da por el primer componente principal, que representa 30% dela varianza total. Esta dimensin analiza los "valores deescasez" contra los "valores de seguridad". Un rubro clavedentro de esta dimensin es el de "valores posmaterialistas"(que se ubica en el extremo derecho del eje horizontal de lafigura 3), que representa un elemento crucial dentro de unaconfiguracin cultural bastante ms amplia.

    Las sociedades con un nmero relativamente elevadode posmaterialistas tienden a caracterizarse por un sentidorelativamente fuerte de bienestar subjetivo. Sus poblacionestienden a expresar niveles elevados de satisfaccin con la vidaen general (los "valores posmaterialistas" tienen una corre-lacin de .68 con "satisfaccin con la vida"). Asimismo,tienden a reportar niveles altos de emocin positiva (diciendoque durante los ltimos das se sintieron interesados en algo, obien orgullosos o complacidos por haber logrado algo), enlugar de emocin negativa (reportando que estaban tan inquie-tos que no podan quedarse sentados largo tiempo, que sesentan solos, o que estaban molestos porque alguien los habacriticado), lo que genera puntuaciones altas dentro de la escalade "equilibro afectivo" de Bradburn. Por otra parte, laspoblaciones de aquellas sociedades con niveles altos deposmaterialismo a menudo se califican a s mismas como "conbuena salud" (r=.58) y es poco probable que se describan a smismas como "insatisfechas"; su correlacin con "valoresposmaterialistas" es de -.71).

    El vnculo entre posmaterialismo y bienestar subjetivo es unsndrome cultural y no una ideologa. Refleja el hecho de quelos miembros de sociedades con niveles elevados de desarrolloeconmico no slo tienen niveles altos de satisfaccin objetivade las necesidades, por estar realtivamente bren alimentados ytener esperanzas de vida relativamente altas, etc. -tambinexperimentan un nivel relativamente alto de seguridad y bienestarsubjetivos, lo que da como resultado un cambio intergeneracionalhacia los valores posmaterialistas. Se trata de un sndrome culturalcoherente que, en gran parte, ha pasado desapercibido; pero quepuede demostrarse empricamente si se cuenta con la informacinsobre un nmero suficiente de pases.

    A nivel individual, sin embargo, los posmaterialistas noreportan niveles relativamente altos de bienestar subjetivo. Nose trata de una paradoja: los posmaterialistas han experimen-tado niveles relativamente altos de seguridad econmica a lolargo de sus aos de formacin, y buscan prioridadesposmaterialistas precisamente porque las ganancias econmi-cas adicionales no producen un bienestar subjetivo: dan porsentada la seguridad econmica y siguen concediendo impor-tancia a otras metas (no materialistas). Asimismo, establecennormas relativamente altas respecto a otros aspectos de laexistencia, a tal grado que en ocasiones manifiestan nivelesms bajos de satisfaccin general con la vida que sus contra-partes materialistas en las mismas condiciones.

    Lo anterior conduce a otro hallazgo que, a primera vista,

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    parecera paradjico. Por lo general, dentro de una sociedaddeterminada, los ricos muestran niveles ms altos de bienestareconmico que los pobres, como sera lgico esperar. Sinembargo, los posmaterialistas son una excepcin: son msricos (tienen mejor educacin, trabajos ms prestigiosos, etc.)que la mayora de las personas -pero no califican ms alto encuanto a bienestar subjetivo que otros individuos. Esto resultasignificativo, ya que refleja el hecho de que, conforme ciertospases se transforman en sociedades industriales avanzadas,llegan a un punto de disminucin de la utilidad marginal en queel maximizar las ganancias econmicas (para los individuos)o el desarrollo econmico (para la sociedad) ya no da comoresultado niveles ms altos de bienestar subjetivo. Desde estepunto de vista resulta perfectamente racional que dejen deconsiderar que el desarrollo econmico es la primera prioridad,y que por ello den mayor nfasis a cuestiones que tienen quever con la calidad de la vida.

    Este sndrome cultural antes descrito es penetrante y cons-tituye el meollo de la posmodernizacin. Las sociedades conproporciones altas de materialistas no se inclinan por acentuarel "trabajo duro" como una de las virtudes ms importantesque hay que ensearle a los hijos (r=-.67); por el contrario,hacen hincapi en la "tolerancia" y en la "imaginacin". Deigual manera, sus poblaciones no consideran que dar mayorimportancia al "dinero" sea un cambio deseable.

    La polarizacin entre valores de escasez y de seguridadabarca tambin los valores familiares. Las poblaciones desociedades con proporciones elevadas de posmaterialistastienden a rechazar la premisa de que "una mujer debe tenerhijos" para sentirse realizada, y no estn de acuerdo con que"los hijos necesitan a ambos padres" y un hogar donde hayaun padre y una madre, para crecer felices. Se da mayorimportancia a la realizacin de las mujeres, junto con uncambio del nfasis en ser madre por el de tener una carrera.

    El "respeto a los padres" y el "respeto a la autoridad"muestran cargas importantes respecto a las dos dimensionesque aparecen en la figura 3. Esto indica que tanto el proceso demodernizacin como el de posmodernizacin tienen que vercon un prdida de respeto por la autoridad. El rubro "el bien yel mal estn claramente definidos" tiene tambin una rela-cin inversa con el cambio de la autoridad tradicional por laautoridad estatal, as como con el cambio de valores de escaseza valores de seguridad. La mayor aceptacin del relativismomoral parece ir aparejada tanto a la modernizacin como a laposmodernizacin.

    Reflejan las dos dimensiones anteriores los procesos demodernizacin y de posmodernizacin respectivamente? Larelacin es adecuada en la mayora de los casos, pero muestraciertas anomalas. Las calificaciones de los mbitos generalesde la vida se ajustan bien a la configuracin que se describe enla figura 2: conforme ascendemos por la dimensin vertical seobserva un cambio en la importancia que se da a la familia ya la religin (como lo indican los rubros "Familia es impor-tante" y "Religin es importante", por un mayor nfasis enlos asuntos relacionados con el estado ("Poltica es importan-te"). De igual manera, conforme nos desplazamos de izquierdaa derecha en la dimensin horizontal, disminuye el nfasis quese da tanto a la autoridad tradicional como a la estatal yaumenta la importancia de los intereses individuales: los

    rubros "Descanso es importante" y "Amistades son impor-tantes" muestran cargas de .66 y .72 respectivamente.

    El nfasis en la ciencia y la tecnologa fue uno de loselementos ms importantes de la modernidad. Las sociedadescon proporciones elevadas de posmaterialistas (en el extremoposmoderno del continuum), se inclinan por tener poca con-fianza en que los progresos cientficos ayudan al progreso dela humanidad en lugar de daarlo ("Confianza en la ciencia"tiene una correlacin negativa respecto a "Valoresposmaterialistas" que resulta significativa en relacin a .001).De manera semejante, tienden a dudar que un mayor nfasis enla "Tecnologa" sea algo beneficioso. Por el contrario, estassociedades muetran niveles altos de apoyo hacia el movimien-to "Ecologista". El hecho de que las sociedades moldeadas porvalores de seguridad tiendan a rechazar la ciencia y la tecno-loga refleja un alejamiento importante de los valores bsicosque impulsaron la modernizacin. Esta es otra de las razonespor las que creemos que esta dimensin refleja un cambio cuyaorientacin es posmodernista.

    Las sociedades influenciadas por valores de seguridadtienden a ser marcadamente ms tolerantes que aqullascaracterizadas por valores de escasez. Como se dijo antes, estassociedades dan importancia a la "tolerancia" como virtudimportante que ensear a los hijos. De igual manera, laspoblaciones de estas sociedades son menos propensas al"rechazo a grupos externos" bajo el argumento de que no lesagradara tener como vecinos a extranjeros, a personas conSIDA o a homosexuales; tambin es ms probable que piensenque la homosexualidad se justifica, cuando menos en algunoscasos ("homosexualidad est bien"). Ambas correlacionescon "valores posmaterialistas" resultan significativas conrelaciona .001.

    El hecho de que los valores de seguridad conduzcan a latolerancia se opone a que la inseguridad conduzca a la xeno-fobia. Mientras ms estrecho sea el margen de sobrevivenciade alguien, ms grandes son las posibilidades de temer que losextranjeros representen una amenaza. Esto resulta an mscierto si los extranjeros hablan un idioma desconocido o tienenvalores diferentes y, por lo tanto, parecen incomprensibles eimprecedibles. En una sociedad agraria o cazadora y recolectoraen que la disponibilidad de tierra es apenas suficiente paraalimentar alapoblacin existente, el advenimiento de un grupoextranjero plantea una amenaza directa a la sobrevivencia:bajo tales circunstancias, la xenofobia es casi un hecho. Por elcontrario, en una sociedad tecnolgicamente avanzada, conuna economa en expansin, los extranjeros son tolerados ohasta se les da la bienvenida (cuando menos por parte de losempresarios), pero en tiempos de crisis econmica o polticaincluso las sociedades industriales avanzadas tienden a laxenofobia, como lo demostr el surgimiento del fascismodurante la Gran Depresin, y como siguen indicndolo lossucesos recientes de Europa occidental y de Estados Unidos.Sin embargo, la gravedad de la xenofobia tiende a ser propor-cional al grado de inseguridad; por lo tanto, el conflicto tnicoes ms grave en Europa oriental, donde los sistemas econmi-cos y polticos se han colapsado en su totalidad, que en Europaoccidental: el nmero de muertes debidas a conflictos racialeses mayor, en diversos grados de magnitud. Ninguna cultura esinmune a la xenofofia, pero este fenmeno tiende a ser ms

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    intenso en pocas y lugaresdonde la inseguridad esmayor. A nivel individual,los posmaterialistas -quecrecieron bajo condicionesde seguridad econmica yfsica- tienden a mostrarserelativamente toleranteshacia las personas de dife-rentes etnias o con diferentespreferencias sexuales; deigual manera, apoyan, hastacierto punto, el "movi-miento feminista". Elincremento en los valores deseguridad parece conducir auna mayor tolerancia de ladiversidad, componente esen-cial de la democracia

    Un ambiente dondereinan la seguridad y elb ienes tar subje t ivoparece ser propicio noslo a la tolerancia, sinoa todo un conjunto decarac te r s t i cas queaparentemente conducena la democracia. Porejemplo los valores des e g u r i d a d e s t nrelacionados con nivelesaltos de confianzainterpersonal (como s emuestra en la carga de.66 del rubro "confianzaen el prjimo" de estadimensin). Asimismo,un pblico participativoc o n s t i t u y e u ncomponente esencial dela democracia -y una delas caractersticas quedefinen a los valores posmaterialistas es el hecho deque stos conceden gran importancia a la autoexpresin ya la participacin en la toma de decisiones en todos los niveles,incluyendo el poltico. El posmaterialismo constituye uno delos indicadores ms sensibles de los valores posmodernos.Tienen que ver estos valores con una democracia estable?Como veremos ms adelante, la respuesta es s.

    Adems de la importancia que se concede a la ciencia y ala tecnologa, otra caracterstica clave de la modernizacin fuesu tendencia a burocratizar todos los aspectos de la vida, lo quedio lugar a una mayor burocracia a travs de un crecimientoinexorable en los poderes del gobierno. Pero los valores deseguridad estn relacionados con una disminucin del apoyoa los grandes gobiernos: el apoyo a la "propiedad estatal" delas empresas y la industria tiene que ver con valores de escasezy no de seguridad; lo mismo puede decirse sobre la idea que elestado (y no los individuos) debe responsabilizarse de quetodos tengan sus necesidades satisfechas ("estado responsa-

    ble"), y del apoyo a la "administracin estado/empleado" enlugar de la administracin del propietario. El apoyo a losgrandes gobiernos fue un componente central de la moderni-zacin; no parece conjugarse bien con los valores de seguridad,y sta es otra de las razones por las que interpretamos que estadimensin refleja un cambio fundamental en su orientacin.En la mayora de los casos, las dos dimensiones queaparecen en la figura 3 se ajustan bien a los atributos que seradado esperar si reflejaran el cambio de valores tradicionales amodernos y de modernos a posmodernos, respectivamente. Sinembargo, en cierto sentido este patrn parecera incorrecto: elfortalecimiento de los grandes gobiernos fue un aspecto centralde la modernizacin. Durante un buen nmero de dcadas sepens, con razn, que el estado socialista totalitario era la oladel futuro: representaba el resultado lgico de la tendencia a laburocratizacin y la autoridad del estado. Si as fuera, podraesperarse encontrar mayor nfasis en la "propiedad estatal"

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    y en la "responsabilidad estatal" ubicadas cerca del extremosuperior de la dimensin vertical. En cambio, ocupan unaposicin ms o menos neutral en esta dimensin, con fuertescargas (negativas) respecto a la dimensin escasez-seguridad.Por qu? Con objeto de entender la respuesta es necesarioanalizarla el papel que juegan las culturas de pases especficosdentro de este patrn.

    Qu lugar ocupan las sociedades en estas dimensiones?

    La figura 4 muestra la ubicacin de cada sociedad dentro de lasdos dimensiones que se han analizado. Con este fin se crearonvariables simuladas para cada una de las 40 sociedades y seincluyeron dentro de las dos dimensiones a que dieron lugar lascosmovisiones de las poblaciones respectivas. Debido a queestas variables simuladas presentan fuertes sesgos (cada cualcon un caso codificado como "1" y 39 como "0"), las correla-ciones con las dimensiones culturales resultan modestas; perosi se hicieran agrupaciones ms extensas (como por ejemplo elconjunto de pases nrdicos o el Tercer Mundo), las correlacio-nes con el espacio ideolgico se volveran ms fuertes.

    Grupos determinados de naciones ocupan lugares coheren-tes en ambas dimensiones. Existe cierta evidencia dediseminacin cultural: los pases geogrficamente contiguostienden a tener culturas similares. Por ejemplo, Noruega,Islandia, Dinamarca, Finlandia y Suecia -los cinco pasesnrdicos- forman un grupo compacto en el cuadrante superiorderecho de la figura 4: todos ellos tienen culturas similares yuna calificacin moderadamente alta en cuanto a valoresrelacionados con la autoridad burocrtica, y muy alta respectoa los valores de seguridad. Pero el hecho de que estos cincopases sean estados prsperos podra ser ms importante que sucercana geogrfica (que no debe sobreestimarse: Islandia selocaliza a 1,200 millas de Finlandia). Asimismo, los PasesBajos, que no son un estado nrdico pero s prspero, se ubicanexactamente a la mitad del grupo nrdico; a pesar de la cercanageogrfica y de compartir un mismo idioma con la mitad deBlgica, estn culturalmente ms prximos a las nacionesnrdicas. Histricamente, los Pases Bajos fueron modeladospor el protestantismo; incluso los catlicos holandeses de hoyda son abiertamente calvinistas. Y aunque la influencia queejercen las iglesias se desvanece dentro de la sociedad europeaoccidental actual, las tradiciones religiosas han contribuido aconfigurar culturas nacionales slidas que perduran hasta la fecha.Tal vez esto explique porqu, culturalmente, los Pases Bajos sesitan en algn punto intermedio entre Noruega y Suecia.

    Blgica, Francia, Italia, Espaa y Portugal constituyen otroconjunto dentro del espacio cultural de la figura 4. Dado queen todos estos pases se hablan lenguas romances, esta agrupa-cin bien podra denominarse "Europa Latina" -aunque Aus-tria, pas germnico se encuentra dentro del grupo; por otraparte, ms de la mitad de los belgas hablan una lenguagermnica. Algo que todos estos pases s tienen en comn esque la gran mayora de sus ciudadanos profesan la religincatlica romana. Adems, esta agrupacin se ubica cerca delgrupo latinoamericano (y abrumadoramente catlico) queincluye a Mxico, Argentina, Chile y Brasil. De esta manera,los pases predominantemente catlicos integran un grupobastante consistente. Este conjunto incluso podra ampliarse

    para abarcar a otros tres pases predominantemente catlicos:Polonia, Hungra y Lituania. Sin embargo, estos pases quedanfuera de la agrupacin, lo que podra estar reflejando ladivergencia en sus historias a partir de 1945: estn mayormenteinvadidos por valores de escasez que el resto de los pasescatlicos. La prosperidad creciente que han experimentado lospases catlicos de Europa occidental durante las ltimasdcadas no los ha tocado en la misma medida. Dentro de ladimensin de la modernizacin, sin embargo, sus valoresresultan casi tan tradicionales como los de otros pases catli-cos (y al contrario que los pases exsocialistas, tienen losvalores ms tradicionales). Como lo demuestra Basfez (1993),las diferencias entre catlicos y protestantes no slo reflejanque aquellos pases histricamente protestantes tienden a serms ricos que los catlicos: si se toma en cuenta su PIB percpita, se detectan entre ellos diferencias de valor significati-vas en relacin a .001.

    Sin embargo, no cabe duda que las orientaciones tradicio-nales hacia la autoridad estn estrechamente relacionadas conel nivel de desarrollo econmico de una sociedad. Casi lamayora de los pases con menor desarrollo econmico seubican en el cuadrante inferior izquierdo de la figura 4, y tienenculturas que dan gran importancia a la autoridad tradicional ya los valores de escasez. Resulta interesante, sin embargo, queun grupo de pases de habla inglesa (que incluye a GranBretaa, Canad, Estados Unidos, Irlanda e Irlanda del Norte)se localice en el cuadrante inferior derecho: estos pases tienenvalores de seguridad relativamente altos, pero son bastante msreligiosos- tradicionales en sus tendencias que el resto de lospases con el mismo nivel econmico. Esto resulta particular-mente cierto respecto a Irlanda e Irlanda del Norte, que tieneninclinaciones religiosas casi tan fuertes como India, Sudfricao Brasil -y slo Nigeria es todava ms tradicional.

    Casi todas las sociedades socialistas o exsocialistas selocalizan en el cuadrante superior derecho: estas sociedades secaracterizan por (1) tener valores de escasez y (2) dar impor-tancia a la autoridad estatal ms que a la tradicional. Poloniaconstituye una excepcin sorprendente, ya que se distingue deotras sociedades socialistas por tener valores tradicionales-religiosos fuertemente arraigados. China, por el contrario,queda fuera del grupo en direccin opuesta: se trata de lasociedad menos religiosa y ms orientada hacia el estado sobrela que se tiene informacin. Las ubicaciones de estas dossociedades probablemente reflejen las herencias culturales quelas distinguen. Por una parte, la adhesin a la iglesia catlicaha constituido un baluarte para la independencia polaca frentea Rusia desde 1792; esta institucin sigui desempeando unpapel vital en esta lucha durante los aos ochenta del presentesiglo. Por otro lado, China se distingue por haber mantenido unsistema cultural predominantemente laico a lo largo de dos milaos; la autoridad burocrtica se desarroll dentro del sistemaconfucionista mucho antes de llegar a Occidente. En estesentido, China y las sociedades del oriente asitico que hanrecibido influencia del confucionismo han compartido porlargo tiempo un componente principal de la cultura moderna.Hasta hace poco, no concedan importancia ni a la ciencia y latecnologa, ni a los logros en materia econmica que son susotros componentes principales; sin embargo, su herencia laicay burocrtica puede haber facilitado el desarrollo econmico

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    acelerado una vez adquiridos estos valores. La importancia quetradicionalmente ha concedido China a las cuestionesdel estado se ha visto acentuada por cuatro dcadas desocialismo. Japn, otra sociedad que ha recibido in-fluencia del confucionismo,as como las dos Alemanias,tambin se caracterizan porconceder especial importancia a la autoridad burocrtica.

    Aparte de Polonia,todas las sociedadessocialistas y exsocialistasse inclinan fuertementepo r l a au to r idadburocrtica. Esto, dehecho, no resulta sorpren-dente; sus pueblos hanexperimentado de cuatroa ocho dcadas deregmenes socialistas endonde la religin ha sidoreprimidasistemticamente y dondees natural considerar quela poltica es importanteporque la vida econmicay cultural, as como laso p o r t u n i d a d e s d esobrevivir, dependen delestado. Los estadossocialistas constituyeronlas sociedades msburocratizadas,c e n t r a l i z a d a s ysecularizadas de lahistoria, y tuvieron laciencia y la tecnologa entan alta estima que sus lites legitimaban su poder pro-clamando que gobernaban no a travs de un procesopoco cientfico y falible como la mayora, sino de acuerdo alos principios del socialismo cientfico. Segn estas normas,los estados socialistas representaron la culminacin de lamodernizacin -y el hecho de que, en la figura 4 se ubiquencerca del extremo de la modernizacin dentro de lasdimensiones de autoridad tradicional y autoridad estatalparecera lo ms normal. Sin embargo, la figura 3 muestrauna anomala sorprendente: sera de esperar quecomponentes ideolgicos clave del estado socialista talescomo la "propiedad del estado" y su tendencia a sostenerque es "responsabilidad del estado" solventar lasnecesidades de la poblacin deberan agruparse tambin cercadel extremo de la modernizacin y tener todo el apoyo de lassociedades socialistas. Pero no es as; en cambio, se ubican enel cuadrante inferior izquierdo donde se encuentran las socie-dades del Tercer Mundo. Por qu?

    Se sospecha que si estas encuestas hubieran sido levantadas

    una o dos dcadas antes, el apoyo a la propiedad y la respon-sabilidad del estado hubieran sido relativamente ms fuertes enla sociedades exsocialistas. La mayora ha experimentadotasas de crecimiento econmico relativamente elevadas de1945 a 1975 o 1980. Hasta esas fechas parecan estar funcio-nando bien: haban hecho un buen trabajo al solventar lasnecesidades bsicas de casi toda la poblacin, y pudieronocultar o reprimir la crtica a sus fallas en otros aspectos de lavida. El apoyo a una economa y a una sociedad manejadas porel estado en los pases socialistas probablemente haya sido msfuerte en el pasado que en la actualidad. En un mundo mssimple y ordenado, la "propiedad del estado" y la "responsa-bilidad del estado" hubieran podido ubicarse cerca del extre-mo de la modernizacin, de conformidad con nuestrasexpectativas tericas.

    Sin embargo, la realidad es compleja. Alrededor de 1990-1991, cuando se llevaron a cabo estas encuestas, los sistemas

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    econmicos y polticos socialistas ya se haban derrumbado, yel apoyo de las masas hacia las economas manejadas por elestado ya se haba agotado dentro de estas sociedades. Hoy da,los estados socialistas slo prevalecen en Vietnam y en Cuba,y paradjicamente, el apoyo de la masas hacia el socialismo seha convertido en un fenmeno del Tercer Mundo.

    Hasta qu punto result correcta la teora de lamodernizacin?

    (1) La existencia de patrones culturales limitadosSe ha visto que s existen limitaciones entre los patronesculturales. Imaginemos dos modelos extremos que van de unmundo donde no existen limitantes culturales a otro donde elcontrol es absoluto. En el primer modelo cada sociedad siguesu propio camino: el hecho de poseer un rasgo cultural deningn modo determina la presencia de otros atributos. Loscomponentes culturales se relacionan de manera aleatoria. Enel modelo opuesto reina el determinismo absoluto: slo existenunos cuantos patrones culturales y cuando est presente uncomponente principal tambin lo estn todos los dems ele-mentos.

    Como sera de esperarse, la evidencia emprica no se ajustaa ninguno de los dos modelos extremos, pero se acerca ms alcaso delimitado que al aleatorio. Existe una gran cantidad delimitacin cultural: al analizar las variables que aqu se discu-ten se observa que la mitad de las variaciones interculturalespueden describirse utilizando slo dos dimensiones. Cierta-mente, el panorama no es de determinismo absoluto: estas dosdimensiones no explican el total de la variacin entre los 47indicadores culturales. Sin embargo, s representan 51 % de lavarianza, que es bastante ms del escaso 4% al que equivaldransi se tratara de un modelo aleatorio.(2) Los patrones culturales consistentes se relacionan con elnivel de desarrollo econmico de la sociedad

    El hecho de que s existan patrones culturales limitantes nodemuestra, por s mismo, que la teora de la modernizacin seacorrecta: es posible encontrar patrones culturales consistentesy exclusivos dentro de ciertas regiones (como Europa occiden-tal) o asociados a ciertas tradiciones religiosas (como elprotestantismo o el budismo), sin relacin alguna con elcambio econmico y tecnolgico. La teora de la moderniza-cin implica que el desarrollo econmico est fuertementevinculado con ciertos patrones culturales, ya sea porque eldesarrollo econmico produce cambios culturales especficos,o porque ciertos patrones culturales producen desarrollo eco-nmico (o ambos).

    De esta manera, la teora de la modernizacin no sloimplica que existen patrones culturales coherentes, sino questos tienen que ver con el nivel de desarrollo econmico deuna sociedad. Como lo demuestra la figura 5, evidentementes es el caso.

    Se ha sugerido que la dimensin vertical de las figuras 3 y4 reflejan el proceso de modernizacin, mientras que ladimensin horizontal refleja la posmodernizacin. As, laevidencia de la figura 5 indica que el desarrollo econmicolleva tanto a la modernizacin como a la posmodernizacin.Por ejemplo, el porcentaje de poblacin de una sociedaddeterminada que tiene educacin secundaria o superior mues-

    tra una correlacin de .47 con el extremo de la autoridadburocrtica de la dimensin de modernizacin -y una correla-cin de .63 con el extremo de los valores de seguridad de ladimensin de posmodernizacin. Estos hallazgos apoyan laafirmacin de Lerner (1961), Inkeles y Smith (1974) y otros,en torno a que el aumento en los niveles de educacin hacontribuido a cambios culturales de importancia.

    Otro indicador clave del desarrollo es el porcentaje de lafuerza de trabajo empleada en el sector servicios de la econo-ma. Bell considera que la sociedad alcanza su etapaposindustrial cuando la mayora de la fuerza de trabajo seocupa dentro de este sector. Este indicador no tiene correlacincon la dimensin vertical de la modernizacin (que se carac-teriza por el desarrollo del sector secundario); sin embargo,muestra una correlacin de .57 respecto a la dimensin hori-zontal de la posmodernizacin. Las sociedades posmodernasy posindustriales se traslapan en buena medida. Pero el concep-to de Bell sobre la sociedad posindustrial hace hincapi en loscambios estructurales que sufre la fuerza de trabajo. El trmino"sociedad posmodernista" subraya los cambios culturales quetienen que ver con la seguridad econmica y que creo son unaspecto todava ms importante de la nueva direccin que estsiguiendo la sociedad.

    De conformidad con este argumento, el nivel de prosperi-dad de una sociedad est todava ms relacionado con ladiferenciacin cultural que la estructura de su fuerza de trabajo.La prosperidad, como lo indica el PIB per cpita de unasociedad, muestra una correlacin de .33 respecto a la dimen-sin de la modernizacin, y de .82 respecto a la dimensin dela posmodernizacin. La importancia que dio Bell al impactodel cambio en la estructura de la fuerza de trabajo (y de lanaturaleza cambiante de la experiencia de trabajo) parece estarcorrectamente ubicada. Se trata de un factor principal quecontribuye al cambio cultural; pero el impacto de la seguridadeconmica parece ser incluso mayor segn se puede ver en lafigura 5.

    Bell y otros autores parecen haber subestimado los efectosde crecer en un entorno donde la satisfaccin de las necesidadesbsicas se considera un hecho, en lugar de desarrollarse en unasociedad donde hay escasez. Asismismo, la marcada relacinentre el PIB per cpita de una sociedad y los valores posmodernosapoya la interpretacin de que stos son, de hecho, de seguri-dad: casi siempre corresponden a sociedades relativamenteprsperas.

    En general, la evidencia de la figura 5 sugiere que sicontinan aumentando los niveles educativos y la fuerza detrabajo sigue desplazndose de la agricultura y la produccinhacia los sectores de servicios y educacin -y si continaincrementndose el ingreso per cpita- seremos testigos de unamodernizacin gradual de las sociedades preindustriales, ascomo de un giro hacia la sociedad posmoderna entre lassociedades industriales avanzadas.

    Est ocurriendo un cambio cultural?

    El hecho de que los valores po.smodernos estn estrechamentevinculados con el desarrollo econmico no indica necesaria-mente que conforme ocurra el desarrollo econmico, estosvalores vayan a diseminarse ms ampliamente. La relacin

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    puede ser espuria, o puededeberse a una mera coinci-dencia (aunque la probabi-lidad estadstica de esto esextremadamente baja). Laevidencia de muestras repre-sentativas como las que sehan examinado en el presenteartculo podra apuntar haciapatrones interesantes que pue-den o no reflejar relacionescausales. Slo con informa-cin de series de tiempo alargo plazo podra compro-barse si en efecto se estndando los cambios previstos,lo cual ayudara a descifrarlas relaciones causales. No secuenta con informacin ex-tensa sobre series de tiemporespecto a la mayora de lasvariables que aqu se anali-zan -y casi toda la evidencialleva a la conclusin de queentre la sociedades industrialesavanzadas se est dando uncambio hacia la culturaposmodema

    La informacin msabundante sobre series detiempo (hasta ahora) serefiere a los valoresmateria-listas/posmaterialistas.Este es slo uno de loscomponentes de unaconfiguracin ms ampliad e v a l o r e s d eescasez/seguridad, peroresulta un indicador clavede esta dimensin. Porrazones de espacio no esposible demostrar aqu este punto; pero la evidenciaque se ha presentado en otros trabajos (Inglehart yAbramson, 1993) indica que los valores posmaterialistas hanaumentado durante las ltimas dos dcadas, y que lo hanhecho casi exactamente a la tasa que se predijo en el modelo dereemplazo poblacional intergeneracional: cercana al 1 puntode diferencia del ndice porcentual anual. Esta evidenciaproviene de dos fuentes principales de informacin:

    1. De 1970 a la fecha, las encuestas del Eurobarmetro(Euro-Barometer surveys) han estimado los valores materialis-tas/posmaterialistas a intervalos frecuentes (por lo general dosveces al ao) en todas los pases miembros de la ComunidadEuropea. Estas mediciones frecuentes permiten distinguirentre las fluctuaciones a corto plazo que se relacionan con lascondiciones econmicas actuales, y el cambio a largo plazoque tiene que ver con el reemplazo intergeneracional de lapoblacin. El anlisis de estos datos de 1970 a 1992 (Ingleharty Abramson, 1993) muestra que al tomar en cuenta las

    fluctuaciones a corto plazo que producen los cambios en lastasa de desempleo y de inflacin, se observ un aumentosignificativo en la proporcin de posmaterialistas en los ochopases sobre los que haba informacin disponible desde 1970(desde 1973 en el caso de Dinamarca e Irlanda).

    2. Se dispone de informacin sobre un rango ms ampliode pases, aunque con series de tiempo menos extensas,sobre 20 pases incluidos en las Encuestas Mundiales deValores de 1981 y 1990. Los resultados demuestran que laproporcin de posmaterialistas aumento en 18 de estos 20pases.

    Si los valores posmaterialistas se mueven en la direccinque se predijo, esto sugiere que todo el conjunto de valoresposmodernistas estrechamente correlacionados podran estardesplazndose en la misma direccin -en particular porque, enteora, comparten las mismas causas: desde transicin decondiciones de escasez (a tal grado que la muerte por inanicin

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    es una realidad para la mayora de la gente), hasta condicionesde relativa seguridad (en cuanto a sobrevivencia), que es unode los elementos ms importantes de la sociedad posmoderna.Sin embargo, s parece estar ocurriendo un cambio en favor delos valores de seguridad. La evidencias provienen de lasEncuestas Mundiales de Valores que se llevaron a cabo en 1981y 1990. Con slo dos puntos en el tiempo que analizar, estbasede datos no permite distinguir entre efectos peridicos ytendencias a largo plazo; sin embargo, se cuenta con informa-cin respecto a un gran nmero de valores de 20 pasesencuestados. La evidencia sugiere que todo el conjunto devalores de seguridad est sufriendo un cambio intergeneracional,similar al que se produjo en cuanto a valores materialistas yposmaterialistas. Al comprobar las hiptesis de que todos losvalores que tienen correlaciones razonablemente fuertes con elposmaterialismo son parte de un cambio intergeneracional quese relaciona con el reemplazo de la poblacin, Inglehart,Nevitte y Basez (en prensa) identificaron 68variables que (1) tenancorrelaciones de cuandomenos .10 con elposmaterialismo, y (2) seincluyeron tanto en laEncuesta Mundial deValores de 1981 comoen la de 1990. Las ex-pectativas de estosautores eran que, sinimportar cules valorestenan una correlacinp o s i t i v a c o n e lposmaterialismo, stosse haran ms comunes alo largo del tiempo si losdems factores se mantenan invariables. Esta es sloparte de la historia, por supuesto. Las condicionessocioeconmicas actuales deberan tener tambin unimpacto, a travs del cual las condiciones de seguridad yprosperidad condujeran a valores de seguridad, mientras queel deterioro econmico, la guerra o los conflictos internosllevaran a valores de escasez. Una comparacin entre lasrespuestas de 1981 a estas 68 variables en 20 pases y lasrespuestas a las mismas preguntas en los mismos pases en1990 revel que en 69 por ciento de los casos estos valoreshaban cambiado en la direccin prevista. Hubo dos pasesen que la mayora de las variables cambiaron en direccinopuesta; stos fueron Argentina y Sudfrica, y en amboscasos cerca de 75 de los rubros cambiaron en direccin opuestaa lo previsto por el modelo de cambio intergeneracional,haciendo que el promedio general descendieraconsiderablemente. La desviacin que muestran estos pasesse ajusta a la interpretacin de que el cambio tiene que vercon condiciones de seguridad. Tanto Argentina comoSudfrica son pases que experimentaron un deterioro econ-mico severo e inestabilidad poltica durante el periodo 1981-1990: son pases en donde las poderosas influencias de cortoplazo tendieron restar importancia a los efectos del cambiointergeneracional de valores. Otro pas analizado tanto en 1981como en 1990 (Hungra) experimient un transicin pacficaaunque dramtica del comunismo a la democracia poco antesde la encuesta de 1990; en este caso, slo la mitad de los rubros

    cambi en la direccin prevista. En 16 de los 17 casos restantes,entre 70 y 90 por ciento de los rubros se desplazaron en ladireccin prevista.

    Tal vez todo el conjunto de valores de seguridad tenga unatendencia a largo plazo a desplazarse en una direccin previ-sible. Sin embargo, como se ha sealado, esto no suceder enel caso del bienestar subjetivo; se trata de una condicin y node un valor, y no tiene correlacin con el posmaterialismo anivel individual. Los niveles altos de bienestar subjetivo son unelemento clave dentro del sndrome cultural llamado posmo-dernismo. Cuando una sociedad alcanza niveles altos deseguridad y bienestar subjetivo, se inclina hacia los valoresposmaterialistas; pero el bienestar subjetivo ya no aumenta.Como lo sugiere la figura 6, la transicin de una sociedad conescasez a una de seguridad produce un aumento dramtico delbienestar subjetivo: la correlacin general es de .71. Sinembargo (apenas al nivel econmico de Espaa o de Irlanda en1990), parecera haber un umbral en el crecimiento eco-

    nmico ya