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AGOSTO EPOCA 1 – AÑO 2 MOVIMIENTO DE IZQUIERDA REVOLUCIONARIA UN VERANO DE LUCHA MAGISTERIAL QUE AMENAZA EN CONVERTIRSE EN EL INVIERNO DEL MAGISTERIO Desde la firma del “PACTO POR MEXICO” quedó sellada la sumisión de los legisladores ante los intereses empresariales. Es por ello que no nos extraña que el día 22 de agosto la cámara de diputados aprobara la Ley General de Educación y la Ley del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación, ni tampoco nos extrañó queestas leyes fueran ratificadas por la Cámara de diputados eldí a 24 de agosto, sólo dejando pendiente la discusión y aprobación de la Ley General del Servicio Profesional Docente. Fieles sirvientes a sus verdaderos amos, los legisladores, con el cobijo de BANAMEX y de la SEDENA, en menos de 72 horas terminaron casi por completo su indigna labor, ya que la aprobación de las leyes secundarias reglamentarias de la reforma educativa representan fuertes golpes contra el derecho a la educación del pueblo, contra un modelo educativo democrático y nacional, y contra los derechos laborales de los trabajadores de la educación y su organización sindical. El carácter lesivo de las leyes secundarias de la reforma educativa El carácter lesivo de las leyes secundarias de la reforma educativa radica en: Primero, en el terreno de lo social, con la legalización de carácter autogestivo de las escuelas, que representa un primer pasó para la municipalización, el estado evade su responsabilidad de garantizar educación pública y gratuita para el pueblo de México. Segundo, en el terreno pedagógico, las leyes legalizan un modelo educativo empresarial basado en paradigmas y estándares de calidad, competitividad, eficacia y eficiencia. Esta visión esta contemplada en la Ley del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (LINEE), cuya esencia ratifica los estándares de calidad, los procesos de evaluación- medición educativa obligatorios, los exámenes estandarizados, los concursos de oposición y la evaluación docente, por medio de la coordinación del Sistema Nacional de Evaluación Educativa, esto esta contemplado en el articulo 3, 5, 6,7, 8 de la Ley del INEE. Tercero, en el ámbito laboral la Ley General de Servicio Profesional docente (aunque aún no está aprobada, mucho de sus esencia se encuentra en la Ley del INEE) saca de la protección del artículo 123 a los trabajadores de la educación, flexibilizando sus condiciones laborales, legalizando las contrataciones aprueba o “iniciales”, legalizando los concursos de oposición y eliminando su estabilidad laboral. Esto se encuentra particularmente en los artículos 19, 20, 48 de la LSPD. Cuarto, en el ámbito de lo político, las leyes intentan eliminar la identidad clasista y democrática del magisterio, eliminar su organización colectiva, fragmentando y pulverizando el sindicalismo democrático, esto aunque no está explicito es la esencia misma de la reforma educativa, pues con la EDICIÓN ESPECIAL

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Un verano de lucha magisterial que amenaza en convertirse en el invierno del magisterio.

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AGOSTOEPOCA 1 – AÑO 2

MOVIMIENTO DE IZQUIERDA REVOLUCIONARIA

UN VERANO DE LUCHA MAGISTERIAL QUE

AMENAZA EN CONVERTIRSE EN

EL INVIERNO DEL MAGISTERIO

Desde la firma del “PACTO POR MEXICO” quedó sellada la sumisión de los legisladores ante los intereses empresariales. Es por ello que no nos extraña que el día 22 de agosto la cámara de diputados aprobara la Ley General de Educación y la Ley del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación, ni tampoco nos extrañó qu eesta sleye s fueran ratificadas por la Cámara de diputados e ldí a 24 de agosto, sólo dejando pendiente la discusión y aprobación de la Ley General del Servicio Profesional Docente.

Fieles sirvientes a sus verdaderos amos, los

legisladores, con el cobijo de BANAMEX y de la SEDENA, en menos de 72 horas terminaron casi por completo su indigna labor, ya que la aprobación de las leyes secundarias reglamentarias de la reforma educativa representan fuertes golpes contra el derecho a la educación del pueblo, contra un modelo educativo democrático y nacional, y contra los derechos laborales de los trabajadores de la educación y su organización sindical.

El carácter lesivo de las leyes secundarias de la reforma educativa

El carácter lesivo de las leyes secundarias de la reforma educativa radica en:

Primero, en el terreno de lo social, con la legalización de carácter autogestivo de las escuelas, que representa un primer pasó para la municipalización, el estado evade su responsabilidad de garantizar

educación pública y gratuita para el pueblo de México.

Segundo, en el terreno pedagógico, las leyes legalizan un modelo educativo empresarial basado en paradigmas y estándares de calidad, competitividad, eficacia y eficiencia. Esta visión esta contemplada en la Ley del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (LINEE), cuya esencia ratifica los estándares de calidad, los procesos de evaluación-medición educativa obligatorios, los exámenes estandarizados, los concursos de oposición y la evaluación docente, por medio de la coordinación del Sistema Nacional de Evaluación Educativa, esto esta contemplado en el articulo 3, 5, 6,7, 8 de la Ley del INEE.

Tercero, en el ámbito laboral la Ley General de Servicio Profesional docente (aunque aún no estáaprobada, mucho de sus esencia se encuentra en la Ley del INEE) saca de la protección del artículo 123 a los trabajadores de la educación, flexibilizando sus condiciones laborales, legalizando las contrataciones aprueba o “iniciales”, legalizando los concursos de oposición y eliminando su estabilidad laboral. Esto se encuentra particularmente en los artículos 19, 20, 48 de la LSPD.

Cuarto, en el ámbito de lo político, las leyes intentan eliminar la identidad clasista y democrática del magisterio, eliminar su organización colectiva, fragmentando y pulverizando el sindicalismo democrático, esto aunque no está explicito es la esencia misma de la reforma educativa, pues con la

EDICIÓN ESPECIAL

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eliminación de los derechos colectivos se individualiza la relación laboral, se pone a competir a los aspirantes y docentes activos del servicio profesional docente y se gesta una nueva morfología del sindicalismo magisterial.

Aúnado a estos cuatro violentos puntos, la reforma elimina el papel social, pedagógico y político que juegan las escuelas normales, pues con la Ley de Servicio Profesional Docente, se contempla que los mecanismos de ingreso a dicho servicio, será por medio de concurso de oposición “públicos”, es decir, estarán dirigidos para las personas con formación o no, de docente o pedagógica;

aunado a esto, se legalizan

los contratos a prueba y contratos iniciales hasta por 3 años. Esto esta establecido en los artículos 19 y 20 de la LSPD.

La táctica del Estado burgués

El estado asestó estos golpes al magisterio por medio de la aplicación de una táctica que podríamos caracterizar como una “guerra de posiciones”, es decir, avanzo paso a paso con metas y objetivos muy claros, ganando trincheras “legales” y políticas, mediante la configuración de un marco legal que permita medidas punitivas contra el magisterio y la aplicación de un modelo educativo empresarial.

El estado ha logrado lo anterior por un doble mecanismo:

Generando un escenario social de odio y aislamiento por medio de una intensa y permanente campaña de denostación; Y

ha intentado dividir a las fuerzas magisteriales con “ofrecimientos” gremiales y soluciones parciales que no tocan la esencia de las leyes secundarias de la reforma educativa.

El objetivo del estado es dividir al magisterio, aislarlo, derrotarlo moralmente y finalmente; rendirlo políticamente.

La reacción del magisterio democrático

Tal como era de esperarse, ante la amenaza de la iniciativa, presentada el 14 de agosto de 2013 y con la aprobación en las primeras horas del 24 de agosto, de esta iniciativa casi en su totalidad, la movilización de las bases magisteriales fue amplia y contundente. La propuesta de l as leyes secundarias levantó contra el

gobierno el enojo de la mayoría de los trabajadores de la educación, por atentar en contra de la plaza de base, la estabilidad en el empleo, la antigüedad y en contra del derecho a la organización sindical.

Los contingentes de maestros de los diferentes estados, Chiapas, Oaxaca, Guerrero, Veracruz, Estado de México, entre otros estados de la República agrupados en la CNTE, entre ellos la sección XVIII de Michoacán, se movilizaron de manera contundente.

Es por ello razonable que, el presente ciclo escolar no arrancara regularmente en Oaxaca, MichoacáTabasco, etc. Además del paro indefinido, gracias a la participación de las bases magisteriales se instaló el plantón en el Zócalo capitalino, el cerco en San Lázaro y al Senado de la República, con el claro objetivo de frenar la aprobación de las leyes secundarias.

En el caso de Michoacán, la sección XVIII, las bases magisteriales protagonizaron un paro de labores los primeros días de clase, en la mayoría de las regiones se llevó a cabo, poco a poco mediante brigadeos y reuniones informativas, hasta lograr que la mayoría de las escuelas cerraran sus puertas como protesta ante las amenazas del Estado. Los miembros más combativos de la sección nutrieron el cerco a San Lázaro, el plantón en el Zócalo, y las manifestaciones realizadas.

La posición de la dirigencia

Sin embargo y pese a la respuesta tan contundente de las bases magisteriales, la dirigencia de las sección XVIII, erróneamente orientaron la acción hacia la contención de la lucha; a pesar de tener una participación nacional como no se tenía en los últimosaños y de contar con el espíritu de combate de la base, se caracterizaron por posiciones conciliadoras.

Por esta vez, los representantes no estuvieron a la altura del momento y de la necesidad de una lucha con mayor decisión. En el caso de Michoacán, erróneamente, se desmovilizó a los contingentes, subordinándose a las condiciones de la negociación en aras de un pseudo-dialogo con resultados vanos, argumentando que la integridad se pondría en riesgo

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se radicalizaban las acciones y si se transgredía el estado de derecho; como si en la base no hubiera claridad en cuanto a que sólo rompiendo la “legalidad” burguesa podemos defender nuestros derechos.

Estas posiciones conciliadoras, que renunciaron a fortalecer e intensificar las acciones de protesta, representa posiciones conservadoras que no permiten que la fuerza del magisterio se desarrolle y se convierta en un caudal que arrolle las injustas leyes; las posiciones conciliadoras sirvieron como cerco de contención de la indignación magisterial y olvidaron que el Estado no da tregua ¿o acaso el Estado detuvo su campaña de linchamiento mediático contra los maestros? ¿Entonces porque hemos de creer que el estado quiere conciliar?

Esto lo sabe bien la base, pues su instinto de lucha forjado ya en muchas batallas le ha enseñado que el estado no da tregua, por ello en la base magisterial no podemos comprender porque durante tres días nos dedicamos a estar sentados resguardando un edificio, mientras en otros lugares los representantes del imperialismo se refugiaban como ratas para seguir aprobando las leyes pulverizadoras de la educación pública.

Insistimos en este punto: el instinto de clase y la experiencia de lucha de los militantes del magisterio democrático no puede entender porque la dirección busco ante todo tener una actitud conciliadora con el Estado, aunque para ello provocáramos la desorganización en las bases, trayendo como consecuencia la desmovilización y la imagen de un sindicalismo blanco.

Mientras la cúpula empresarial y los medios de comunicación seguían desprestigiándonos sin contemplaciones, la base no entendíamos porque se permitía el sometimiento y disciplina que exigía el Estado cuando nuestro perfil de lucha, el de los sindicatos democráticos es de combatividad, por ello no se podía concebir que una posición tan conciliadora se expresara en el seno de nuestro movimiento.

Para nosotros es claro que una posición tan mediadora

inhibe los niveles de conciencia política de la clase trabajadora, minimiza los niveles de voluntad para la lucha de los trabajadores, fractura la lucha colectiva

contra el enemigo, y desdibuja la posibilidad de educarnos y reeducarnos política e ideológicamente en la práctica, como luchadores del movimiento democrático magisterial.

No es que este mal que nuestra dirigencia encábese las decisiones y las negociaciones en las jornadas de lucha contra el Estado, puesto que legítimamente nos representan bajo un proceso democrático de las bases, pero es fundamental que los militantes de un sindicato democrático puedan hacer política de forma autónoma, organizar, agitar, dirigir y educar en la batalla, sin necesitar de la aprobación de la dirigencia.

Los militantes de un sindicato democrático deben ser diestros en las tareas de organización y de dirección del movimiento, distinguir entre las reivindicaciones inmediatas, las tareas fundamentales y las necesidades permanentes del movimiento. Por ello es fundamental que en las negociaciones, decisiones y en los planes para el desarrollo de las acciones, la base participe activamente en estas tareas y que no sólo se limite a acatar las determinaciones de la estructura puesto que se tendería a consolidar un actitud contemplativa y paternalista de la base con un déficit democrático de la informaciones, reflexiones y acciones del movimiento, es decir, hoy más que nunca ocupamos educarnos en un espíritu de lucha, de creatividad política de la base, en pasos prácticos que permitan una mayor maduración de la base, proceso vital para la consolidación política e ideológica de nuestro movimiento.

¡Basta ya de conciliar, es la hora de luchar!

Ante este complicado escenario la pregunta es: ¿Cuál debe de ser la táctica de lucha del movimiento magisterial? Para la construcción de una respuesta acertada es importante definir que el objetivo de lalucha magisterial, y aquí decimos enfáticamente y no en forma “demagógica”, que debe ser revertir la reforma educativa, no sólo una o dos de sus leysecundarias o de sus filos más peligrosos, sino el conjunto de la reforma, pues en su conjunto representa un modelo educativo antipopular y anti-laboral.

Hay que entender que esto no se logra ni de un día para otro, ni mucho menos con tácticas de lucha aterciopeladas, sino con una lucha constante del

es

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magisterio en todos los terrenos, pedagógicos, laboral, educativos, político, etc., pero sobre todo con la contundencia que sólo se da con las masas en las calles, con la desobediencia de las instituciones y con el rompimiento del protocolo del “buen comportamiento” y del “buen manifestante”. Creer lo contrario, que el objetivo se logra mediante el diálogo con el Estado, es creer que la oveja puede platicar con el león, sin que el león la ataque.

Es importante reiterar que las posiciones combativas

enarboladas por las bases magisteriales indignadas, fueron las que obligaron a los diputados a parar la aprobación de la LSPD y abrir la mesa de negociación; y no fue esta mesa, en la que participó la dirigencia, la que paro la ley del servicio profesional docente.

Entonces, es necesario hacernos la pregunta: ¿Está cumpliendo el sindicato su función primordial de defender los derechos de los trabajadores y ser su representante o sólo está siendo un mediador entre el gobierno y los trabajadores?

Es por ello que es urgente: Primero, superar la desorganización y la falta de rumbo político del sindicato. Es necesario que exista, hoy más que nunca, una dirigencia firme, contundente, que represente las aspiraciones históricas de los trabajadores. Necesitamos fortalecer políticamente al sindicato y la única manera de lograr esto es mediante una profunda reorganización del mismo. La reorganización del sindicato debe ser en base a que los representantes de esta organización, sean los compañeros con más calidad moral, con mayor formación y claridad política.

Segundo, dar mayor margen a las iniciativas desde abajo o de lo contrario, es momento de ir de la dirección a

la base para recoger nuevamente las verdaderas aspiraciones que animan a los trabajadores a luchar.

Tercero, debemos de profundizar la unidad magisterial. Las reformas y leyes que intentara aprobar el Estado,

requieren como respuesta de un magisterio compacto, dispuesto a resistir, beligerante y digno no cabizbajo, ni derrotado.

Cuarto, fortalecer los lazos entre el pueblo y el magisterio, el magisterio debe de enarbolar el enojo de los miles de excluidos de la educación superior, los desempleados, los marginados, los explotados, los millones en la miseria extrema debemos d econjuntarlo, estamos llamados a desempeñar un papelnuclear en el que las consignas deben ser:

Quinto, el magisterio debe de imprimirle a sus posiciones un carácter más amplio y clasista, es fundamental pasar de las luchas por gremio a una lucha de clases. Es por ello que es fundamental reconocer al capitalismo como verdadero enemigo y opresor de la clase trabajadora, para que de esta manera se planteen como objetivo principal ir más allá de las reivindicaciones inmediatas y luchar por los derechos de todos los trabajadores del país y por un gobierno del pueblo. Reconocer al capitalismo como enemigo principal de la clase trabajadora es fundamental para que permanentemente avancemos más allá en las luchas inmediatas.

Los maestros conscientes no nos rendimos, ni claudicamos, al contrario, colaboramos en la construcción de un sindicalismo de clase capaz de luchar por otro México, el de todos los trabajadores.

¡POR LA UNIDAD DEL MAG ISTERIO!

¡POR LA DEFENSA DE LA EDUCACIÓN

PUBLICA, CIENTÍFICA Y POPULAR PARA

LOS HIJOS DE LOS TRA BAJADORES!

¡POR LA DEFENSA DE NUESTROS

DERECHOS LABORALES!

¡TODOS A LAS CA LLES A LUCHAR!

¡POR LA UNIDAD DE LA C LASE

TRABAJADORA!

¡ VENCEREMOS!