TIPOS DE ROCAS: • ROCAS ÍGNEAS • ROCAS SEDIMENTARIAS • ROCAS METAMÓRFICAS
Rocas Plutónicas
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1.1.1. ROCAS PLUTÓNICAS
GABRO.- Roca oscura donde es difícil distinguir los minerales que la componen, que se
produce en los volcanes de las dorsales oceánicas. Sólo son visibles algunos cristales.
GRANITO.- Roca de color gris, a veces rosa. Presenta granos de diferentes minerales:
cuarzo (gris claro), feldespato (blancos) y mica (negro brillante).
SIENITA.- Parecida la granito, es color rosa, sin cuarzo.
DIORITA.- Roca gris oscura, parecida al granito pero sin cuarzo.
1.2. ROCAS METAMÓRFICAS
La mayor parte de las rocas metamórficas son el resultado de la recristalización de otras
rocas de naturaleza ígnea, sedimentaria o metamórfica bajo la acción de cambio en la
presión, temperatura o en los fluidos intersticiales.
El límite inferior del metamorfismo está poco definido y coincidiría con el máximo
alcanzado durante la diagénesis (de 200 a 300 ºC) mientras que el límite superior coincide
con la fusión de las rocas o anatexia. Al producirse la fusión (total o parcial) se genera
un fluido geológico denominado magma, cuya cristalización conduce a la formación de
los distintos tipos de roca ígnea vistos con anterioridad.
Los distintos tipos de roca metamórfica son determinados por la roca precursora (o
protolito) y, de forma determinante, por las condiciones de presión y temperatura a las
que se desarrolla el proceso.
En general, los efectos principales que el metamorfismo ocasiona en las rocas son las
siguientes:
Crecimiento de nuevos minerales
Deformación y rotación de granos minerales preexistentes o neoformados
Recristalización de minerales para formar cristales mayores
Producción de rocas foliadas frágiles y muy resistentes o anisótropas con una baja
resistencia al corte.
2.2.1. Clasificación de las Rocas Metamórficas
Las condiciones metamórficas son determinantes a la hora de la generación de las
distintas rocas metamórficas si bien la litología implicada en el proceso es otro factor
digno de ser considerado. De esa manera, dos rocas de idéntica composición mineralógica
y química, al ser sometidas a condiciones metamórficas distintas pueden desembocar en
rocas metamórficas muy distintas. Por el contrario, dos rocas inicialmente muy distintas
pueden resultar en rocas metamórficas muy parecidas, bajo condiciones metamórficas
distintas. Estas dos ideas son la base de estudio de las denominadas facies metamórficas.
El metamorfismo suele dividirse en varios tipos, de acuerdo con el proceso dominante
que tiene lugar. De esta manera se habla de:
Metamorfismo dinamo-térmico. Cuando los procesos deformativos son importantes
y van acoplados a variaciones sustanciales de presión y de temperatura. El significado
es similar al que más tarde denominaremos metamorfismo regional. Este tipo de
metamorfismo no suele ir acompañado de una variación en la composición química
original de la roca.
Metamorfismo térmico. Cuando el proceso metamórfico dominante es la variación
de temperatura y las manifestaciones deformativas son poco importantes. Tiene un
significado análogo al que más tarde denominaremos metamorfismo de contacto. Este
tipo de metamorfismo suele ir acompañado de un cambio global en la composición
química de la roca.
Metamorfismo dinámico. Es un metamorfismo esencialmente debido a presiones
dirigidas y/o esfuerzos de cizalla. Se da en relación con fallas y cabalgamientos, en
donde tiene lugar una intensa deformación que produce cambios texturales y
estructurales importantes (milonitas, cataclasitas).
Pirometamorfismo. Es un tipo especial de termometamorfismo en el que los
gradientes térmicos pueden llegar a ser extremos, como es el caso de la combustión a
baja presión de formaciones carbonosas (y la consecuente formación de clinkers).
Ultrametamorfismo. Un tipo extremadamente excepcional de metamorfismo en el
que se asocian muy elevadas presiones y temperaturas. Suele corresponder a las
condiciones que se dan durante un impacto meteorítico y la consiguiente liberación
brusca de energía.
De esta forma, el metamorfismo isoquímico es aquél proceso metamórfico en el que
la composición de la roca metamorfizada permanece constante a lo largo de los procesos
metamórficos, con la excepción de la pérdida de volátiles (H2O y CO2, en especial). Por
el contrario en el metamorfismo aloquímico o metasomatismo la composición original
no se preserva y distintos componentes del protolito pueden ser eliminados y/o ser
incorporados nuevos componentes químicos. Los skarns es un ejemplo de dicho tipo de
proceso.
Así a grandes rasgos, las rocas metamórficas se dividen en dos grandes grupos, de acuerdo
con las condiciones P/T de formación:
Rocas metamórficas regionales. Son el resultado de procesos metamórficos
acoplados a otros deformativos y térmicos que tienen lugar durante la orogénesis o
formación de cordilleras. De esa forma las rocas reflejan importantes variaciones de
presión.
Rocas metamórficas de contacto. Resultado del desarrollo de importantes gradients
térmicos en los márgenes de las intrusiones ígneas.
1.2.2. ROCAS SEDIMENTARIAS LAMINARES.
PIZARRA.- Se separa bien en láminas finas, color variable, el más frecuente es negro,
superficie ligeramente brillante por la presencia de diminutos cristales de mica.
ESQUISTO.- Presenta láminas deformadas, abundancia de mica (brillo), puede tener
otros minerales, como granate, andalucita, cianita, estaurolita.
GNEIS.- Bandeado deformado e irregular, se aprecian cristales, medianos o grandes, de
feldespato.
2.2.3. ROCAS SEDIMENTARIAS CRISTALINAS.
MÁRMOL.- Colores variados, pudiendo presentar vetas de distintas tonalidades, al
echarle un ácido reacciona con un burbujeo de CO₂.
CUARCITA.- Colores variados, es frecuente el rosado o rojo, muy dura y resistente, no
reacciona con el ácido.
1.3. ROCAS SEDIMENTARIAS
Las rocas sedimentarias se originan por los procesos de meteorización, erosión,
transporte, sedimentación y diagénesis de rocas preexistentes o anteriormente formadas,
ya sean estas ígneas, metamórficas o igualmente sedimentarias.
La meteorización o alteración de una roca preexistente conlleva la desintegración
y descomposición fisico-química de las rocas que se hallan en contacto con los agentes
externos principales, es decir, la atmosfera y la hidrosfera. La meteorización puede ser
esencialmente física, o mecánica, y química. Los procesos físicos principales de la
meteorización física son la gelifracción, la descompresión, la expansión térmica y la
actividad biológica. En la meteorización química interviene como agente principal el
agua, por lo que los procesos más notables son la disolución, la oxidación, la hidrólisis,
la hidratación y el intercambio iónico.
La erosión es el proceso responsable de desplazar los materiales del suelo por la
acción del agua, el hielo y el viento. La erosión puede darse, por ejemplo, mediante un
flujo de aire o agua de tipo laminar o turbulento, así como en forma de láminas,
acanaladuras o abarrancamientos de agua. La velocidad de erosión depende de las
características del suelo, del tamaño de las partículas, del clima, de la pendiente y del tipo
de vegetación.
Mediante el transporte se realiza la redistribución de los materiales erosionados
hasta llegar al lugar de sedimentación. Los procesos principales implicados en el
transporte de materiales por la acción del aire y del agua son la tracción o arrastre, la
saltación, la suspensión, la flotación y la disolución.
La sedimentación es la acumulación de materiales meteorizados, erosionados y
transportados desde los lugares de mayor energía hasta aquellos, potencialmente más
bajos, en que la energía del medio de transporte (aire, agua o hielo) es menor. Si la
sedimentación se origina esencialmente por gravedad, se forman las rocas sedimentarias
detríticas, y si es por precipitación, se forman las rocas sedimentarias químicas.
La diagénesis es el conjunto de cambios fisico-químicos que experimenta un sedimento
tras su deposición, lo que en sentido amplio también se suele denominar litificación, o
conjunto de procesos que transforman los sedimentos en rocas. Se dice, sin embargo, que
en la diagénesis existen tres procesos claramente diferenciables:
1.3.1. CLASIFICACIÓN DE LAS ROCAS SEDIMENTARIAS
Los sedimentos se subdividen en dos categorías principales: detríticos y no detríticos.
Los sedimentos no detríticos pueden ser a su vez: químicos y orgánicos. Las
características de estas tres categorías principales de sedimentos son las siguientes:
• Sedimentos clásticos o detríticos. Comprenden partículas de varios tamaños que son
transportadas en suspensión por el viento, el agua o el hielo. La arena o el limo son
ejemplos de sedimentos clásticos.
• Sedimentos químicos o precipitados. Son aquellos generados como resultado de la
precipitación directa a partir de una solución acuosa. Las rocas evaporíticas, como las
formaciones de yeso, son ejemplo de precipitados químicos.
• Los sedimentos orgánicos o biogénicos son el resultado de la acumulación o
precipitación inducida por agentes biológicos.
Muchos organismos (p. Ej. foraminíferos marinos, algas, briozoos, etc.) provocan la
precipitación de calcita de forma que generan fangos carbonatados. También pueden
existir fangos de composición silícica de origen biogénico (p. Ej. las tierras de diatomea
o Trípoli por la acumulación de los exoesqueletos de dichas algas o los fangos de
radiolarios, que son un tipo de microorganismo acuático).
1.3.2. ROCAS SEDIMENTARIAS DETRÍTICAS
Se forman por acumulación de fragmentos erosionados por el agua, viento o hielo.
CONGLOMERADOS.- Constituidos por fragmentos muy grandes.
ARENISCAS.- Formados por fragmentos más pequeños.
ARCILLAS.- Fragmentos muy finos.
1.3.3. ROCAS DE PRECIPITACIÓN
Se forman cuando las sales disueltas en el agua precipitan formando cristales de pequeño
tamaño.
HALITA (sal común)
YESO.-
CALIZA
1.3.4. ROCAS DE ORIGEN ORGÁNICO
Se forman por acumulación de restos orgánicos, como corales, caparazones de los
moluscos.
LUMAQUELAS