Rio verde 21 junio 97

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ITINERARIO POR LA SIERRA DE LAS NIEVES

FECHA : 21 DE JUNIO DE 1997

Como la ruta para nosotros era desconocida y Ronda nos parecìa que estaba muy lejos decidimos salir tempranito aquel dia para poder dormir la siesta en casita. La idea no era mala, pero..... .....¡al primer tapon, zurrapa !......... Cuando llegamos Paco y yo en bicicleta desde la estacion de Santa Justa al lugar de cita y a la hora fijada, aunque con cinco minutos de retraso, nos encontramos con “el Tovar” esperando con cara de plantao, pues llevaba alli desde las 6,45 de la mañana. O sea, que Antonio que era el encargado del transporte, aùn no habia llegado.

¿ Tomamos café ?....... ¿Donde ? .... Si nos vamos y viene Antonio..... Bueno, espereramos a que venga, no tardarà......

Las 7,20 de la mañana y Antonio no llegaba. Yo me fijè en la bicicleta de Paco Tovar....la ostia....llevaba dos botes de agua y una botella de 2 litros congelada de una bebida isotònica que habia preparado.....Pero sobre todo me llamò la atencion lo bien organizado que tenia el “transportin”....¡que maravilla !....con sus toallitas y todo.

Bueno...Antonio no viene...Este se ha quedado dormido.... .Vamos a su casa que vive aquí al lado.... que si, que no.....al final fuimos....Eran las 7,30 ....

Efectivamente........ se habia quedado cuajado....¿la culpa ?.... los hijos.... La cara de Antonio cuando saliò a la puerta era para verla. Blanca, mas bien incolora. Era una mezcla de apuro, mala leche y sorpresa. Y claro està, cuando uno se levanta asì, nunca se atina en lo primero que hay que hacer. Hasta que no pasa un ratito no empieza uno a ser normal. Lo primero que habia que hacer era colocar las bicicletas en la vaca del coche. Estaba todo pensado. Tres bicicletas arriba, que para eso Paco comprò dos tornillos, y la cuarta atrás en el portamaletas. Antonio tenia la suya bien colocadita en la vaca y muy presto se dispuso a colocar la segunda pero la tercera bicicleta no se acoplaba bien.

Joder, esto no queda bien... Espera, vamos a darle la vuelta........ La leche, tampoco se acopla.. Pero mira, lo que le estorba es el cuerno, le doy para arriba y verà como si....

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La ostia, tampoco....Es que hay que correr esta bicicleta para acà... Venga, afloja ahì.....joder, ahora estorba esta otra... Bueno pues tenemos que correr esta tambien..... ¡Antonio ! esta barra esta torcida... Claro si es mucha tela tres bicicletas en una vaca, Venga vamos a ponerla en el maletero tambian....Joder no entra,..... Espera metela asì.....tampoco, ¡coño con la bicicleta !.....a ver, quitale esto, y esto, y aquello echalo para allà......

Al final pudimos acoplarla y todo nos felicitamos por ello, pero claro eran las 8,30 de la mañana . Ya se intuia que la siesta seria dificil dormirla en casita. Y entre risas y bromas emprendimos la marcha. Como es preceptivo en nuestras salidas, el buen desayuno no ha de faltar por motivos energèticos. Asi que en el sitio y venta recomendada por Paco nos paramos para tomarnos nuestra café y nuestros molletes con jamon.

¡ Jefe cuatro cafes con leche con sus molletes de jamon correspondientes ! ¡ Ahora mismo !.......

Pasaron diez minutos y alli no venia ni el café ni los molletes y para mas inri un grupo que entrò despues que nosotros estaban ya mordiendo los molletes.... . -¡ Jefe ! ¿Que pasa con nuestros desayunos ?.. ¡ Un momentito, ahora mismo voy ! ¡ Venga, ya estoy aquí ! ¿Que van a tomar vds ?................................ El retraso siguiò acumulando minutos. Al que traiamos se le sumò mas de media hora. Asì que llegamos al inicio de nuestra ruta a las 10,45. La hora prevista era las 9 de la mañana. Dejamos el coche en una venta que està a diez Kms de Ronda llamada “El Rincon Taurino” por la carretera que va a San Pedro de Alcantara, y tras recorrer 1,5 Kms en suave ascenso cogimos el carril que va al pueblo de TOLOX y que atraviesa la Sierra de las Nieves. Llegamos al Cortijo de las Navas y nos detuvimos al ver el cartel “alojamiento.Turismo rural”. Entramos a preguntar y curiosear. El sitio es de privilegio. Esta situado al pie de la falda poblada de pinsapos y según nos contò la casera por la tarde bajan los gamos y venaos. Es un buen lugar para venir con la parienta un fin de semana. Estabamos a 1.000 mts de altitud. La temperatura era agradable y despues de agradecer a la casera sus atenciones empezamos a ascender El Puerto de los Quejigales aunque nosotros nos quedamos en el cruce que se desvia a la derecha y que està a unos 1.200 mts. El piso en este tramo no es malo y aunque el desnivel es pronunciado pudimos

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subirlo sin grandes dificultades, eso si, resoplando como un oso por el esfuerzo que supone una subida de este tipo. Cuando llegamos al cruce nos detuvimos para recuperarnos y para contemplar el paisaje. La vista es maravillosa. Desde lo alto todo se ve de manera diferente. Ahora contemplamos el Cortijo que hacia un momento nos mostraba la casera. Divisamos todo el valle o mejor dicho, “la nava” , que para eso Antonio habia buscado su significado en el Diccionario. Apreciamos la altura de las montañas que componen este macizo y la profundidad de sus valles. Hasta el viento parece que sopla diferente a estas alturas. A uno se le llenan los pulmones con estos aires. Y es que en las alturas las sensaciones son de libertad. Despues de hacer las pertinentes consultas cartogràficas con el mapa y de asegurarnos que aquel desvio era nuestro camino, continuamos la marcha. El carril transcurre unos 5 Kms sin grandes desniveles por la cornisa . Esto nos permite ir a modo de paseo disfrutando de las vistas y de algun que otro pinsapo desperdigado de su masa forestal y arrebujado con los quejigos , alcornoques y pinos. Hemos llegado a lo que llaman La Cuesta de los Pitones. Preguntamos a un pastor por el Nacimiento del Rio Verde que es a donde vamos y nos indica hasta donde tenemos que bajar : todos le entendimos perfectamente, habia que bajar hasta lo mas profundo del valle. ¿Y el regreso ? Cuando le dijimos que pensabamos regresar por el otro lado del valle nos mirò con cara de sorpresa como diciendo “estos tios estan locos” su ùnico comentario fue “hay muchos carriles”. Despues comprendimos el porque de su expresion y de su comentario. El descenso fue duro con cojones. El piso del carril empezò a estropearse, todo era de piedra y de cantos desprendidos de las laderas. Teniamos que ir con mucho cuidado con los dos frenos cogidos para que la bicicleta no se lanzara. Los dedos dolian de tanto apretar. Nos detuvimos para curiosear una cueva, no muy grande, de agua subterranea pero que estaba seca. Pero si se podian ver las estalatitas que forman los depòsitos de la cal cuando corren las aguas. Creo que le llaman “las cuevas del moro”. Al llegar a un cruce nos desviamos a la derecha para seguir bajando hasta el nacimiento del rio de “lopera” que diria Paco. Pasamos por una fuente de agua y allì nos paramos a comer algo. El caño lo era de agua fria y cristalina. Todos nos remojamos la cara, bebimos, llenamos los botes, sacamos los vìveres y a comer que mas de uno ya estaba sintiendo los sìntomas de la pàjara. Eran las 14 horas. Paco Avila nos confirma que la màquina de fotos no tenia carrete. Se lo dejò en el coche, igual que el bote de agua se lo habia dejado en el congelador. Menos mal que no se dejò la bicicleta. Bromeamos con todo esto y despues de tener claro que ya la siesta no la dormiriamos en casita reemprendimos la marcha. Antonio estaba mosca porque no veia ningun rio por alli. La verdad es que estaba todo mas seco que una mojama. Por otro lado el calor empezaba a notarse. Habiamos descendido a 600 mts desde los 1.200 que teniamos arriba y estabamos notando el cambio. Abajo las sensacuiones son distintas. La falta de perspectiva y de amplitud

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producen agobio. Desde abajo todo se ve tan alto que es como si uno se encontrara encerrado. Pero si la belleza de las alturas està en su panoràmica , la de los valles està en el agua que recoge bien en cascadas bien en surgencias que forman ricos manatiales de agua clara y cristalina. Y asì es el nacimiento del Rio Verde. Por fin lo encontramos. El lugar es bello. Nos detuvimos a disfrutar de el. Intentamos adentrarnos haste el mismo nacimiento pero desistimos. Antonio descubriò una higuera y nos hinchamos de comer brevas. Yo no pude resistir y me metì en el agua “sin mojarme la ropa” . Estaba fria a rabiar pero deliciosa. Me dì el chapuzòn y me salì dando tiritones. Gracias al agua nuestra energias se habian renovados y nuestro ànimo habia cambiado. Asì que nos sentiamos con fuerzas para iniciar el ascenso que intuiamos iba a ser duro. Ahora nos tocaba subir todo lo que habiamos bajado. El problema de la subida no era tanto el desnivel como el piso. La piedras hacian cada vez mas dificultosa la traccion . La bicicleta se quedaba clavada y si no andabas cauto perdias el equilibrio y aterrizabas como podias. Si no que se lo pregunten a Paco que tuvo un buen aterrizaje forzoso. Casi la mitad de la ascension la tuvimos que hacer a pie. Afortunadamente la naturaleza de vez en cuando nos regalaba una fuente de agua, esta vez en forma de cascadita, era el arroyo de FUENFRIA que baja de lo alto. Ibamos sudando como pollos. El cansancio empezaba a notarse y aquella estacion de agua nos pareciò un oasis en medio de aquella ladera que estaba totalmente deforestada por culpa de un incendio que arrasò toda la zona hace cinco años. Otra vez el agua renovò nuestras fuerzas, las justas para pegar el ùltimo tiròn hasta la cumbre que fue practicamente a pie. Cuando llegamos arriba, a 1.300 mts de altitud, y miramos para abajo comprendimos lo que el pastor nos quiso decir. Vaya subida y vaya laberinto de carriles. Pero bueno alli estabamos en todo lo alto otra vez. Nuestra sorpresa fue mayuscula cuando alguien dijo : ¡MIRA ! . Era el mar. Estabamos viendo Estepona, allì abajo, muy cerquita. Otra vez cambiaron las sensaciones. Sientes una especie de alivio cuando estas arriba. Pero ..... si eso es Estepona ...........¿Donde coño estamos ?. Nos preguntabamos. Empezaba a surgir en mi el sentimiento de “estar perdido”. Desde aquí empezamos a descender suavemente por la otra ladera. Otra vez los àrboles aparecieron. Esta parte no fue castigada por el incendio. Pero el sentimiento de “estar perdido” en mi seguia creciendo. Habia perdido todas las referencias y según mis planes teniamos que haber llegado a la carretera y esta no aparecia por ninguna parte. Eran ya la 17 horas y yo no tenia ni puta idea de adonde estabamos. El camino poco a poco se fue adentrando en la nava y el paisaje empezaba a sonarnos. Efectivamente desembocamos al camino que iniciamos para adentranos al Parque.

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Automaticamente la tranquilidad se reflejò en todos los rostros. Me di cuenta que no era yo solo el que tenia ese sentimiento, los demas tambien aunque ninguna soltaba prenda. El retorno hasta donde estaba el coche fue como el paseo de los ciclistas en el Tour de Francia por los jardines Eliseos de Paris. Una pasada. Cuando llegamos al coche eran las 18 horas. Estiramos los musculos, montamos las bicicletas en el coche y nos tomamos unas cervecitas. Pero lo que mal empieza mal acaba. De regreso para Sevilla, una de las gomas que sujetaba la rueda de la bicicleta se rompiò y la rueda se fue a tomar por culo. Tuvimos que parar y retroceder una par de kilometros para buscarla No apareciò. Por exclusion de las que estaban en el coche dedujimos que era la mia y para mas inrri la de atrás. Bueno no importa. Una rueda se compra y ya està. Asì que vamonos para Sevilla. A Paco lo dejamos a las 21’30 en su casa para que pudiera ir al Betis, a Paco Avila un poco mas tarde en el Palacio de Congreso por que su coche lo tenia allì, y a mi me tuvo que acercar Antonio a San Jose porque sin la rueda de atrás era muy dificil ir en bicicleta hasta mi casa. Asi terminò esta ruta de la Sierra de las Nieves. Sin duda una de las mas duras pero bellas como todas las que hemos hecho. Chapò al grupo y a su capacidad de sufrir y de gozar estos viajes que nos adentran en la grandeza de nuestros parajes naturales con una simple bicicleta.