Revista Vida Silvestre 125

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1octubre - diciembre | 2013

Nivel InicialSala de 3 y 4 años: “Aventuras en un desierto Florido”Sala de 5 años: “Aventura en el Fondo del mar”

Cada taller está adaptado según la edad de los alumnos y mantiene estrecha relación con los contenidos curriculares:

1er Ciclo

Animales y plantas, nuestros compañeros de viaje.

Cambio climático. Problemas y soluciones.Biodiversidad.

Medio Ambiente en la cuidad: agua, residuos y contaminación.Energía.

2do Ciclo

Secundario

Tiempo de duración de cada taller: 2 horas de clase.

Nivel Inicial

Aventuras en un desierto florido.Aventura en el fondo del mar.

Si querés conocer más, escribí a [email protected]

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Vida Silvestre ∙ 125 | Fundación Vida Silvestre Argentina

Consejo de administración Presidente Miguel Reynal Vicepresidente Héctor Laurence Tesorero Matías BreaSecretaria Eva Soldati Ex-Presidentes Juan Patricio O’Farrell, Teodosio Brea. Vocales Franklin Williams, Marina Harteneck, Susana Merlo, Claudio Bertonatti, Francisco von Wuthenau, Mauricio Rumboll, Alejandro de la Tour, José Fonrouge, Miguel Reynal (h), Alex Prior, Gabriel Grifa. Consejo científicoJosé Paruelo, Carolina Morales, Adrián Monjeau, Martín Hall, Claudio Daniele, Andrés Novaro, Enrique Bucher, Fernando Zuloaga, Pablo Tubaro, Roberto Bo, Víctor Ramos, Marcelo Cabido y Osvaldo Sala

Consejo asesor internacionalSarah Morrison, Julio Tresierra, Cees Boer y Katrina Brandon Equipo ejecutivo Director General Diego Moreno

Departamento de AdministraciónDirectora Mercedes Lardizábal Sandra Alliana, Guillermo Bellinotto, Carolina Dydzinsky, Carola Leber, Nicolás Pugliese

Departamento de Conservación y Desarrollo SustentableDirector: Mariano Jäger Claudia Amicone, Alejandro Arias, Esteban Bremer, Guillermo Cañete, Alejandra Carminati, Verónica Cirelli, Verónica García, Manuel Jaramillo, Rafael Lorenzo, Andrea Michelson, Mayra Milkovic, Fernando Miñarro, Marcelo Rivero, Daniela Rode, Karina Schiaffino, Ariel Tombo, Jonathan Villalba, Pablo Preliasco Departamento de Desarrollo InstitucionalDaniela Del Valle, Adriana Mandirola, Catalina Portela, Agustina Ramos Mejía, Carlos Tanides, Pablo Cortinez

Departamento de ComunicaciónDirectora María Inés Lanz Martín Font, Agustina Ruiz Huidobro, Emiliano Salvador, Leonel Roget

Departamento de Educación AmbientalCoordinador Juan Ojea Quintana Carlos Fernández Balboa, Soledad Moreno

Fundación Vida Silvestre Argentina Defensa 251 Piso 6º “K” c1065aad

Ciudad de Buenos Aires Tel: (011) 4331-4864/3631/2217

www.vidasilvestre.org.ar

EQUIPO

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EDITORIAL Octubre - diciembre 2013

Número 125

NUEVO PERÍODO, NUEVOS DESAFÍOS

En septiembre asumí un nuevo período como presidente de Vida Silvestre. Esta eta-pa, luego de más de 35 años de vida de nuestra querida institución, nos encuentra con una organización muy fortalecida, con mayor presencia en la sociedad y mante-niendo y expandiendo su visión de trabajo orientada a la solución de los problemas ambientales con diálogo, ciencia y compromiso.

Pero también nos encuentra en una etapa particular de la Argentina, que ha retoma-do el ritmo del crecimiento económico que, aunque con altibajos, nos enfrenta a si-tuaciones novedosas en un mundo globalizado y cambiante, con un avance signifi-cativo de las nuevas tecnologías y de la ciencia. En este marco es que Vida Silvestre debe reforzar sus esfuerzos para abordar temáticas novedosas y continuar trabajan-do para contribuir al desarrollo sustentable de nuestro país.

El desafío que nos impone la situación energética de la Argentina es uno de los prin-cipales temas de agenda en la actualidad. En los últimos años, Vida Silvestre ini-ció un trabajo que apunta a lograr una nueva mirada sobre la realidad energética de nuestro país. Habitualmente abordamos el problema desde el lado de la oferta: “¿Qué podemos hacer para producir más energía?” y pocas veces desde la perspec-tiva de: “¿Cómo podemos ser más eficientes en el consumo?”.

Esta nueva mirada nos brinda un horizonte muy grande de perspectivas, más acor-de con nuestra visión de reducir la huella ecológica. Para poner solo un ejemplo, la sola instrumentación del etiquetado de eficiencia energética en refrigeradores le permitió a la Argentina ahorrar el costo de generar la energía equivalente a la pro-ducida por Atucha I.

En este número de la revista presentamos esta mirada como anticipo de una inves-tigación que lideramos, y en la que participaron los principales referentes de uni-versidades, Secretaría de Energía de la Nación y otros organismos para lograr un análisis del potencial de ahorro de energía al 2030 con la implementación de algu-nas medidas simples, con un costo –económico y ambiental- significativamente menor al de la generación.

Los invitamos a recorrer estas páginas que, confío, llevarán al lector a descubrir una nueva mirada sobre las alternativas de la Argentina para lograr la sustentabi-lidad energética.

Miguel Reynal Presidente

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SUMARIO

Una nueva visión del sistema energético nacional La conclusión de la nuevos Escenarios Energéticos apunta a explotar al máximo el “Yacimiento Energético”, que constitu-ye el Uso Racional y Eficiente de Energía.

10

Nocturnas, predadoras y desconocidasQué son las planarias, dónde viven y qué comen. Parte del relevamiento se realizó en la Reserva de Vida Silvestre Urugua-í, en Misiones.

16

Según como se mireEl autor de esta nota sostiene que según la escala de análisis que elijamos podemos tomar decisiones que, analizadas a otra escala, resultarían erradas.

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Hay alguien en la nieblaEstudios de ADN confirman la presencia del oso de anteojos en Argentina. Leyen-das, ciencia y trabajo de campo para saber más sobre este esquivo mamífero.

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¡Comunicate con nosotros! Esperamos tus comentarios en [email protected]

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Vida Silvestre 125Editor

Miguel Reynal

Editora periodística Lorena López

Editor de Fotografía Darío Podestá

Colaboraron en este número:

Fernando Miñarro, Horacio Aguilar, Egon Ciklai, Eduardo Esparrach, Gastón

Zubarán, Pablo Preliasco, Carlos Tanides, Lisandro Negret, Francisco Brusa, Cristina Damborenea, Fernando del Moral, Carlos

Fernández Balboa, Claudio Bertonatti, Chantal Torlachi, Paula Cedrola, Pablo Cortínez, Leonel

Roget, Gustavo Aprile, Hernán Pastore y Alejandro Galup.

Diseño Leonel Baldoni

Diseño original Liebre de Marzo

Nuestra Tapa: Embotellamiento

Foto: Archivo Clarín

Foto contratapa: Darío Podestá

Cedieron el uso de imágenes

Alejandro Galup, Andrea Michelson, Carlos Persini, Carolina García, Claudio Bertonatti,

Danilo Guarda, Darío Podestá, Denis Alexander Torres, EduardoMilitello, Fernando del Moral, Fernando Miñarro, Gastón Zubarán, Global Warming Images / WWF-Canon, Hernán Povedano, Juan Ojea Quintana, Kevin Schafer / WWF-Canon, Lisandro Negrete, Los Vikingos

Excursiones de Naturaleza, Luís César Tejo, Manuco Mercante, Mariano Fernandez, Martin Harvey / WWF-Canon, Matías Romano, Ramón

Luís Alvarado, Sergio Seipke, WCS, WWF y www.fotonat.org.

Socios por naturaleza

Coca Cola de Argentina HSBC Argentina

Vitalicios: CAPEX SA - CAPSA

(Compañías Asociadas Petroleras S.A.) Fundación Amalia Lacroze de Fortabat

Organización Techint Laboratorios Roemmers SAICF.

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125Su nombre es Isla PingüinoPor ser un parque interjurisdiccional, se realiza un manejo conjunto entre la pro-vincia de Santa Cruz y la Administración de Parques Nacionales. Abarca varias is-las costeras donde nidifican 9 especies de aves marinas.

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Hidrocarburos y Fracking

Certificaciones, credibilidad y mercados

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Secciones6 Galería42 Aventureros45 Notioso49 Libro rojo51 Abrevadero 53 Salud + Naturaleza54 Fuera del pago55 Palabras mayores56 De museo

52 Jardín: Yatevó

del Escritorio al CampoChinches, chicharras y cotorritas

Vida Silvestre fue distinguida con el primer premio de la Asociación de Entidades Periodísticas Argenti-nas ADEPA) en las categorías “Bien Público”(1999) y “Ecología y Me-dio Ambiente” (2003). También re-cibió el Premio Santa Clara de Asís (2004) y Mención 2012 en el Premio UBA A los Contenidos Educativos y Culturales.

Dedicatoria: a Aldo Chiape y a Jorge Rodríguez Matta, por su contribución a la difusión de la naturaleza argentina a través del arte.

Vida Silvestre Reg. Prop. Int. 82181.Defensa

251 6º piso (c1065aac) - Ciudad Autónoma de Buenos Aires Tel. (011) 4343–3778 ó 4331–4864.

No se permite la reproducción total o parcial de notas firmadas y fo-tos sin autorización expresa de los autores. Los editores no se res-

ponsabilizan por el contenido de las notas firmadas. Impresión: Latingráfica.

El papel de esta revista proviene de fuentes

responsables.

Entrevista

Opinión

Papel procedente de fuentes responsables

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GALERÍA

Cardenal

Un cardenal amarillo del caldenal, en la provincia de La Pampa. La especie se encuentra severamente ame-nazada, sobre todo en la porción más meridional de su área de distribución, por lo que encontrar estas pobla-ciones silvestres y poder fotografiarlas fue todo un desafío y, al mismo tiempo, una gran satisfacción. Mediante el uso de un hide y luego de una larga espera, pudimos fotografiar varios ejemplares cuando se aproximaban a beber en una charca temporal en cercanías del paraje “El Durazno”.

MARIANO FERNÁNDEZ ( www.luznatural.com.ar / www.fotonat.org )

Cámara Canon 7D, Lente 300mm f4, trípode, hide. 1/1250, f/6.3, ISO 400

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7octubre - diciembre | 2013

Noches de silencio

Araucarias en una fría noche invernal en Caviahue, Neuquén.Varias horas de transitar con la nieve a la cintura y terminar empapado fue el coste de esta imagen. En un inten-to de transmitir la magia de estos bosques en las frías noches silenciosas de invierno. Para la escena aprove-chéla tenue luz de algunos reflectores del pueblo, que a pesar de la distancia era reflejada por la nieve.

HERNÁN POVEDANO (http://povedanofotos.com/ )

Eos 5 D mark III, 10 mm, 30 seg., 3200 iso, f 22

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8 Vida Silvestre ∙ 125 | Fundación Vida Silvestre Argentina

GALERÍA

Un grupo de Pingüinos Rey enfrentan las tormentosas aguas que rodean las Islas Malvinas.

MATÍAS ROMANO ( http://matiasromano.com/ )

Canon EOS 50D, 280 mm, f/8, ISO 200, 1/1250

Pingüinos Rey

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Esta fotografía fue lograda en septiembre en el Parque Nacional Tierra del Fuego. Junto con mi sobrinotuvimos la suerte de encontrarla con su presa, un ratón de campo que recientemente había atrapado. Lascondiciones del día, lugar y pose del ave no podían ser mejores: se mantuvo cauta y sin sentirse amenazada a una corta distancia todo el tiempo que le llevó tragarse el ratón. Fuimos muy afortunados en ver y registrar to-do este proceso, más aún tratándose de un ave muy difícil de ver por sus hábitos y costumbres.

RAMON LUIS ALVARADO ([email protected])

Nikon D7100, lente Sigma DG 120/400 ( APO –HSM), uso de Flash SB 700

Lechuza Btaráz Austral (Stryx rufipes )

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Nuestra sociedad necesita energía para que el ser humano se desarrolle y existen diversas formas de proveerla, con diferentes costos económicos y ambientales. Uno de estos caminos es el Uso Racional y Eficiente de la Energía (UREE) que Vida Silvestre explora por segunda vez con esta nueva versión de los escenarios energéticos al 2030, apuntando a políticas de eficiencia y profundizando los primeros estudios publicados en 2006. Además del sector eléctrico, en este nuevo escenario se agregan estudios realizados en la industria, en el transporte y en la relación hábitat/gas natural.

Por carlos tanides, responsable del Programa Ambiente y Energía*

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Nuestra sociedad necesita energía para que el ser hu-mano se desarrolle y existen diversas formas de pro-veerla, con diferentes costos económicos y ambienta-les. Uno de estos caminos es el Uso Racional y Eficiente de la Energía (UREE) que Vida Silvestre explora por se-gunda vez con esta nue-va versión de los escenarios energéticos al 2030, apuntando a políticas de eficiencia y profundizando los primeros estudios publicados en 2006. Además del sector eléctrico, en este nuevo esce-nario se agregan estudios realizados en la industria, en el transporte y en la relación hábitat/gas natural.

Ahorros por sectorEn el sector eléctrico la evaluación del potencial de ahorro calcula los resultados a obtener por las políticas ya implementadas y estima los mayores ahorros posi-bles con nuevas medidas a introducir.

Los ahorros que producirán las medidas de etiqueta-do y estándares actualmente vigentes alcanzan, para 2030, los 25TWh/año, mientras que, con las medidas

propuestas por Vida Silvestre, sumadas a las que ya se están aplicando, la Argentina podría generar un ahorro del 40% de lo con-sumido en 2012.

Dentro de las políticas sugeridas en este Nuevo Esce-nario se observa que la que tendría mayor impacto es la de etiquetado, estándares y variadores de velocidad en sistemas accionados por motores eléctricos industria-les. En segundo lugar, las relacionadas con políticas de iluminación eficiente, seguidas por acciones sobre he-laderas y acondicionadores de aire.

Por otro lado, la cogeneración industrial (producción de electricidad y calor a partir de gas natural) implica una posibilidad enorme de acción en el sistema energé-tico ya que es una medida de eficiencia y de producción de energía a la vez.

Durante 2012, la demanda total de energía eléctrica en la Argentina fue equivalente a 121.192 GWh. Si se suman las posibilidades previstas por los dos escenarios de efi-ciencia energética estu-diados y, si a ellos se les adicio-nan los resultados que pueden producirse con procesos de Cogeneración, el ahorro posible es de 101.209 GWh.

En las ciudades la luz da sensación de progreso y seguridad; sin embargo implica un enorme consumo.

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O sea que el ahorro equivaldría al 83% de la demanda to-tal de energía eléctrica en la Argentina en 2012.

En el hábitat y el gas natural, se proponen medidas en dos usos finales: para producir agua caliente y pa-ra reducir el consumo en calefacción. Dentro de las pri-meras, la más importante es el aprovechamiento de la energía solar y también sería un aporte mejorar la efi-ciencia de los calefones y erradicar los pilotos.

En términos de gas natural, si se tiene en cuenta el aho-rro producido por la cogeneración y se agregan medi-das que podrían tomarse en el sector residencial, al-canzaríamos a 2030 un ahorro de 22,6 MMm3/dia, equivalente al consumo de 8 millones de hogares pro-medio en la región de CABA y GBA.

En el caso de la calefacción, la mejora del diseño de los aparatos y la racionalización del consumo de gas natu-ral en la zona sur por debajo del río Colorado arrojarían ahorros en los meses de in-vierno del orden entre 15 y 30 MMm3/día.

Por último el transporte, que es el principal sector de

consumo de la Argentina, tiene enormes posibilidades de reducción de consumo aún inexploradas en el país. Las más importantes son el pasaje del transporte de ca-mión al de ferrocarril y del vehículo particular al trans-porte público. El ahorro de combustible en transporte (nafta y gasoil), si se aplicasen las medidas propues-tas en el trabajo publicado por Vida Silvestre, resultaría del orden de los 345.000 m3 de combustible a 2030. En términos económicos, podríamos estar hablando de un ahorro cercano a 240 millones de dólares.

Nuevo yacimiento Los resultados a que se arriban en estos escenarios de-muestran la importancia de profundizar en la obtención de este “yacimiento energético”, que es el Uso Racio-nal y Eficiente de la Energía. Pero esto requiere, indefec-tiblemente, de políticas integradas por un organismo coordinador que habrá que crear.

Este organismo deberá contar con capacidad operativa para articular políticas de estado que comprendan no sólo a las instituciones de gobierno (relacionadas con

La clave consiste en el uso eficiente e inteligente: lo justo y necesario.

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Economía, Energía, Industria, Transporte, Hábitat cons-truido, Ambiente y Desarrollo Sustentable, Educación) sino también a empresas de energía, productoras de bienes y servicios, organizaciones no gubernamentales y comunicadores sociales.

Desde ya, la implementación de las políticas de Eficien-cia Energética conlleva un costo necesario para iniciar, gestionar, estudiar, y monitorear las acciones que se llevarán a cabo. Una estimación de este costo de imple-mentación en los 4 ejes temáticos planteados, se en-cuentra en el orden de los 500.000.000 de U$S acumu-lados a 2030. Como se observa, esta cifra es inferior a los ahorros derivados de dichas políticas.

En síntesis, no sólo más vale prevenir que curar, sino también, en términos de sustentabilidad, más vale usar racionalmente la energía, cuando se pueda, que produ-cirla. Tenemos mucho por hacer en este sentido.*

centrales de ciclo combinado con un módulo de 800MW de potencia o;

veces la cantidad de plantas nucleares argentinas en la actualidad o;

centrales del tipo Yacyretá

Invertir en costos de capital una diferencia de MMU$S 31.000.

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De no seguir estas sugerencias para suplir la energía que no nos ahorramos en el área eléctrica deberemos construir, por lo menos, una cantidad equivalente a 5.000 MW en centrales eléctricas, lo cual equivale a:

La propuesta es volver al ferrocarril y pasar del vehículo privado al público.

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Científicos dedicados a estudiar las planarias terrestres nos cuentan qué son, dónde viven y qué comen. Parte del relevamiento se realizó en la Reserva de Vida Silvestre Urugua-í, en Misiones.

Por lisandro Negrete, Francisco brusa & cristina Damborenea*

Nocturnas, predadoras y desconocidas

Los gusanos aplanados llamados planarias terrestres viven en ambientes húmedos y sombríos, y su mayor actividad se produce de noche, cuando salen en busca de sus presas. Que vivan en la oscuridad se debe a que como no han desarrollado ningún mecanismo para re-tener agua evitan el contacto directo con la luz del sol porque les produce su desecación total. La mayor di-versidad de planarias se concentra en los bosques tro-picales y subtropicales de distintas regiones del mun-do y es común encontrarlas durante el día debajo de troncos caídos, de rocas o entre la hojarasca del suelo. A pesar de ser organismos que pasan inadvertidos pa-ra nosotros, constituyen un grupo muy importante de la fauna edáfica por ser predadores tope en los microhábi-

tats en los que viven. Se alimentan gracias a la capaci-dad de protruir su faringe (que es un tubo muscular) ha-cia el exterior, mientras envuelven en moco y paralizan a sus presas, entre las que se incluyen arácnidos, ciem-piés, isópodos, colémbolos, termitas, larvas de insec-tos, sanguijuelas terrestres, lombrices y caracoles.“Creo que las planarias están muy subestimadas pe-ro tienen mucha información para brindarnos sobre su biología y sobre los ambientes donde viven, ya que se ven muy afectados por cambios en el ambiente que otros animales o plantas pueden resistir, siendo por lo tanto muy buenos indicadores de cambios ambien-tales”, explica Francisco Brusa, biólogo y docente de la Universidad de La Plata.

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Poco conocidos Por ser organismos pequeños (entre 1 y 10 cm, excep-cionalmente superan los 20 cm), de coloración mu-chas veces críptica, y por sus hábitos de vida ocultos, en ocasiones pasan desapercibidos entre la fauna ed-áfica y a menudo son confundidos con babosas u otros animales. Todo ello, sumado a la laboriosa técnica pa-ra estudiar su anatomía interna (ver Recuadro 2), pro-bablemente ha colaborado para que este grupo de invertebrados aún sea desconocido en muchas regio-nes. “El conocimiento de las planarias en nuestro país es muy escaso, no solo en el número de especies, sino también en su biología y el papel que cumplen en los ecosistemas. Es por esto que estudiarlas nos permi-te descifrar aspectos evolutivos y ecológicos únicos y desconocidos”, resume la Dra. Damborenea.De las 850 especies conocidas en el mundo, sólo cator-ce han sido registradas en nuestro país y la mayor parte de ellas descriptas a fines de siglo XIX. Este número es muy bajo si tenemos en cuenta que en Brasil se han des-cripto unas 180 especies, en su mayoría distribuidas a lo largo de la ecorregión del Bosque Atlántico.

Los motivos del estudio Debido a este escaso conocimiento de los turbelarios terrestres en nuestra región, se planteó la necesidad de profundizar los estudios sobre su diversidad. Nos hemos centrado en la selva misionera como punto de partida para estudiarlas debido a que este ecosistema forma parte del Bosque Atlántico, que es considerado uno de los “hotspot” de biodiversidad a nivel mundial. Los relevamientos se llevaron a cabo en la Reserva de Vida Silvestre Urugua-í, de la Fundación Vida Silvestre Argentina, y en un predio del INTA denominado Cam-po Anexo Manuel Belgrano (CAMB) en la localidad de San Antonio. La Reserva está emplazada en pleno corazón de la selva paranaense, a orillas del arroyo Urugua-í. Sus 3.423 hectáreas forman parte del mayor remanen-te de bosque continuo de la región, un bloque de casi 350.000 hectáreas conformado por el Parque Nacio-nal Iguazú, los Parques Provinciales Urugua-í, Foers-ter y Puerto Península, y el Parque Nacional do Iguaçu en Brasil. Por sus características fisonómicas, la Re-serva corresponde a la formación de la selva de laure-les (Ocotea y Nectandra) y guatambú (Balfouroden-dron riedelianum). El CAMB (de 2.147 hectáreas) se encuentra a pocos kilómetros de la frontera con Bra-sil y si bien es una estación experimental que cuen-ta con árboles exóticos, es una de las pocas regiones

de la provincia donde permanecen poblaciones del pi-no Paraná Araucaria angustifolia. Esta conífera nativa caracteriza la selva montana en la porción noreste de Misiones, con la presencia de densos sotobosques de chachíes (helechos arborescentes).

Los resultados del trabajo Luego de dos años de muestreos se identificaron 22 especies de planarias terrestres, agrupadas en 8 gé-neros, 4 de los cuales serían desconocidos en Ar-gentina. Del total de las especies halladas, 15 serían desconocidas para la ciencia, mientras que de las 7 restantes, seis serían registradas por primera vez pa-ra Argentina, ampliando su rango de distribución en el Bosque Atlántico. En síntesis, el número de especies representadas en Argentina se elevaría a 35, una cifra nada despreciable si tenemos en cuenta que este es-tudio se desarrolló en dos áreas separadas por unos 40 km, representando una pequeña fracción de la sel-va misionera. Asimismo, a partir de la utilización de software específico para estimar el número de espe-cies de una región, creemos que en esta porción de la selva misionera hemos registrado alrededor del 70% del inventario total de las especies presentes allí. Por lo tanto, se espera una mayor diversidad de planarias terrestres de la que fue hallada en este estudio.“En seguida me sumé a la propuesta para investigar a las planarias pues para poder identificar a los platel-mintos se requiere la utilización de técnicas histológi-cas, que hallé muy interesante”, describe Lisandro Ne-grete con entusiasmo, “Y desde 2008 formo parte del grupo de trabajo sobre turbelarios de la Región Neo-tropical con énfasis en la diversidad de planarias ter-estres del bosque paranaense”.

Las planarias se alimentan de una gran variedad de invertebrados, tales como caracoles y ciertos arácnidos.

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Qué son las planarias terrestres

Son gusanos aplanados que forman parte de un gran grupo denominado Platyhelminthes, término griego que significa platys, planos y helminthes, gusanos. Los platelmintos son conocidos por las formas de vida parásita, tales como las duelas y tenias, algunas de las cuales revisten interés vete-rinario y médico sanitario. Sin embargo, muchas especies son de vida libre y se las agrupa dentro de los turbelarios. En este grupo, formado por unas 4.800 especies, se incluyen organismos tanto acuáticos –marinos y dulciacuícolas– co-mo terrestres. A estos últimos pertenecen los geoplánidos o planarias terrestres.

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Especie de la selva atlántica brasilera.

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Refugio para la investigación Ubicada en pleno corazón de la Selva Paranaense, la Reserva de Vida Silvestre Urugua-í es un espacio dedicado a la conservación de la riqueza natural y cultural, y a generar conocimientos para la conservación de esta región.

En 2003 construimos una estación biológica dentro de la reserva con el objetivo de habilitar un espacio para investigadores interesados en contribuir al desarrollo de estudios que sirvan como herramientas para mejo-rar el manejo y la conservación de los recursos natura-les de la región.

La estación está formada por 2 viviendas con capa-cidad para hasta 10 investigadores, y está equipada con cocina, comedor, luz eléctrica por generador y ba-ño con agua caliente. También cuenta con un salón de usos múltiples y una camioneta doble tracción, un cuatriciclo y una moto de apoyo.

Para conocer más sobre la Reserva de Vida Silvestre Urugua-í y la estación de campo:http://www.fvsa.org.ar/reservauruguai/

*Los autores pertenecen a la División Zoología Invertebrados del Museo de La Plata y al CONICET La riqueza de la selva misionera, también en planarias.

Planaria terrestre del género Geoplana hallada en bosques del norte de la provincia de Misiones.

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Del campo al laboratorio

Quizás el aspecto metodológico más sencillo es la téc-

nica de colecta, ya que las planarias terrestres son reti-

radas manualmente del lugar en el que se encuentran.

Durante la noche la búsqueda se realiza mediante la

observación directa del suelo, con la ayuda de linter-

nas. Una vez recolectadas, las planarias son llevadas

vivas al “laboratorio de campo” para la observación de

características morfológicas externas, tales como for-

ma del cuerpo, patrón de coloración y distribución de

los ojos. Luego se las fija de manera adecuada para la

posterior realización de cortes histológicos que permi-

tan su identificación; esto es fundamental dado que a

diferencia de otros invertebrados, los turbelarios pre-

sentan muy pocas características externas taxonómi-

camente confiables.

Arriba: Toma de fotografías de una planaria terrestre durante un muestreo nocturno. Algunas planarias sobrepasan los 20 cm de longitud mientras que otras no superan los 2 cm. La pigmentación asimismo es variable, habiendo formas de coloración oscura uniforme y otras con diversos patrones de bandas con una llamativa coloración.

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El autor de esta nota sostiene que, según la escala de análisis que elijamos podemos tomar decisiones que, analizadas a otra escala, resultarían

erradas. A continuación, algunos “ejercicios”.

SEGÚN COMO SE MIRE

Por Pablo Preliasco

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Ejercicio número 1 Mirada desde un satélite, la tierra se ve así: Un problema ambiental que detectamos a esa distancia (o mejor dicho escala) es el calentamiento global. Concluimos entonces que es nece-sario disminuir el uso de combustible fósil, que el fuego es malo (vemos puntos de fuego en zonas de desmonte) y que el CH4 (un potente gas de invernadero emitido durante la digestión de celulosa por los rumiantes) también es nocivo.

Con todo este conocimiento proponemos solu-ciones a este grave problema ambiental: -Reemplazar combustibles fósiles por energías renovables como la hidroeléctrica y los biocombustibles (por alguna razón, subestima-mos la energía capaz de producirse a partir del sol y el viento).-Fomentar la plantación masiva de arboles que inmovilicen carbono en la madera. -Alimentar rumiantes con granos para disminuir las emisiones de metano.

Para estas propuestas es fácil obtener el apoyo de las multinacionales de los alimentos balanceados, de empresas madereras, de energía hi-droeléctrica y grandes pules de siembra cuyas actividades encuentran una manera de obtener beneficios para sus negocios, a la vez de subir-se al tren de la producción responsable sin hacer cambios esenciales en su manera de trabajar.

Ejercicio número 2 Si ahora miramos el planeta desde más cerca, a unos 10.000 m, lo vemos así: Hemos cambiado la escala de análisis y ahora se hacen detectables nuevos pro-blemas ambientales que antes eran absorbidos por la escala. Por ejemplo, de-tectamos como un grave problema ambiental el cambio de uso de la tierra.

La manera en que percibimos este problema es el avance de la agricultura sobre zonas naturales, de las forestaciones sobre bosques y pastizales, la fragmenta-ción del hábitat y la pérdida de conectividad entre áreas naturales.

Con esta información surgen nuevas propuestas de so-luciones al calentamiento global: -Las forestaciones que antes alentábamos masivamente, ahora tienen que or-denarse evitando reemplazos masivos e interrupciones de la conectividad. -Los biocombustibles y alimentos balanceados que eran una solución, ahora están corriendo la frontera agrícola y se torna necesario ordenar los territo-rios para no perder ecorregiones completas. -La pérdida de bosques y selvas y sus conexiones empiezan a requerir restaura-ciones de bosques perdidos.

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Ejercicio número 3 Si nos acercamos aun más a la tierra podemos observarla desde arriba de un cerro: Ahora detectamos nuevos problemas, o los mismos con más detalle: La pérdida de biodiversidad, de ambientes y de hábitats, antes indetectables se tornan visibles. Las fo-restaciones que subsidiamos con nuestros impuestos es-tán reemplazando pastizales mientras se deforestan sel-vas y bosques para sembrar pasturas para ganadería. Se hace detectable la degradación de los suelos, la erosión, y el daño ambiental de las represas hidroeléctricas de las regiones subtropicales, a diferencia de las represas de regiones áridas que no parecen tan dañinas por estar en una región menos fragmentada. Se hace evidente que las energías alternativas como solar y eólica, dan una respuesta a la demanda de energía en forma más ami-gable, contando actualmente con una tecnología capaz de reemplazar a las represas hidroeléctricas y otras fuentes contaminantes. Se perciben las invasiones de especies arbóreas exóticas, la contaminación de acuí-feros, el descenso freático causado por forestaciones y el riego o el ascenso freático arrastrando sales en otras regiones por la deforestación. Las urbanizacio-nes concentran la mayoría de la población en grandes urbes, que crecen radialmente ocupando las tierras más aptas para la producción de alimentos.

Ahora proponemos estas soluciones: -Detener el avance irracional de la agricultura y de la ganadería. Podemos distinguir una ganadería compatible con la conservación basada en pastizales naturales y otra de gran impacto sobre zonas de desmonte. - Realizar agricultura conservacionista en donde hay degradación y erosión. Maximizar rendimientos en zonas agrícolas para evitar la necesidad de habilitar nuevas tierras para agricultura. -Cultivar árboles nativos, o por lo menos no invasores. -Aumentar los contenidos de materia orgánica a través de prácticas sustentables en todos los suelos agrícolas y ganaderos para in-movilizar carbono deteniendo a su vez la degradación. -Aumentar la proporción del uso de energía solar y eólica. -Ordenar la urbanización alentando la distribución de la población en ciudades más pequeñas por todo el territorio.

Algunas conclusionesTal vez lo primero a cuestionar es el modelo de vida altamente consumista. Las soluciones que buscan convivir con esta idiosincrasia pue-den ser de rápida adopción, pero no van al fondo del problema. Propiciar el uso de bicicletas, autos pequeños y transporte público, tendría un efecto más masivo y duradero que la de autos híbridos gigantescos que no cuestionan la tendencia atávica del hombre de demostrar su viri-lidad a través de la adquisición de símbolos de éxito. Lo mismo ocurre con la basura: Reciclar no puede ser mejor que reducir. Sin embargo no se habla de esto. Preferimos seguir usando descartables pensando que alguien los va a reciclar. Y el porcentaje de materiales efectivamente reciclados en muy pequeño y seguimos acumulando basura por comodidad.

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Ejercicio número 4 Volvamos a acercarnos a la tierra. Ahora de pie sobre el suelo.Se visualiza más claramente la pérdida de biodiversidad, la contaminación y acu-mulación de basura, la eutrofización de cuerpos de agua y la inequidad social manifiesta por ejemplo en los millones de casos de desnutrición, enfermedades de la pobreza, educación desigual y explosión demográfica. Las modas cam-biantes y los símbolos de poder como autos poderosos son alentados por un consumo desmedido e innecesario.

Proponemos otras soluciones a los problemas que no veíamos-Crear nuevas áreas naturales protegidas-Ordenamiento territorial prio-rizando corredores biológicos y zonas de amortiguación de áreas natura-les protegidas. -Ganadería a campo priorizando la que está sobre pastizales naturales y desalentando la basada en el desmonte (que además de provocar pérdi-das de biodiversidad, libera carbono a la atmósfera). -Maximización de la producción agrícola en zonas que ya tienen ese uso. -Desalentar la producción de biocombustibles que compiten con la produc-ción de alimentos. -Desalentar el feed lot o engorde de rumiantes a corral que fuerza a produ-cir granos forrajeros en lugar de alimentos y es menos eficiente que la producción de cerdos y pollos. -Desalentar la producción de envases descartables y alentar la fabricación de productos hechos para durar.

Pro y contraVeamos cuáles soluciones a alguna escala resultaron contraproducentes al cambiar de grado de resolución y nos llevaban a “desvestir un santo para vestir otro”:

Forestación. El reemplazo masivo de pastizales naturales con toda su biodiversidad y funciones como recarga de acuíferos es motorizado por una actividad basada en el cultivo de una sola especie, extinguiendo localmente a casi todo el elenco de fauna y flora. ¿Merece subsi-diarse esta actividad, como se hace en la Argentina desde hace décadas? ¿Por qué no subsidiar la permanencia de bosques nativos existen-tes y su uso sustentable?

Feed lot. El menor contenido de metano del gas eliminado por rumiantes alimentados a grano ¿justifica que se destine 10 veces más ali-mento para producir cada kilo de carne y forzando el cambio de uso de la tierra? En el otro extremo, vacunos alimentados a campo natural, conviven con casi toda la biodiversidad original y convierten pastos de ambientes no aptos para la agricultura, en proteína de alta calidad. Se paga un costo en emisiones de gases de efecto invernadero. ¿Pero esto justifica atacar a esta ganadería?

Biocombustibles en base a cultivos como maíz, caña u oleaginosas sobre suelos aptos para agricultura: Compiten con las personas por ali-mentos y presionan al ambiente generando más reemplazos de ecosistemas naturales

Fuego: El fuego que representaba pérdida de bosques y liberación de CO2, también representa pastizales bien manejados y ricos en biodi-versidad en algunas regiones.

Arbolado: Plantar un árbol puede ser muy deseable en ambientes urbanos y suburbanos, pero en caso de especies exóticas, es necesario evitar aquellas que son potencialmente invasoras.

Fuentes de energía renovables con grave impacto ambiental: las represas en zonas selváticas provocan gravísimos daños por fragmen-tación y pérdida de hábitats e interrupción de corredores biológicos. Su reemplazo por otras fuentes de menor impacto y menos masivas im-plica repensar la provisión de energía vigente. En el medio de éstas están las represas en nuestras zonas áridas, donde el impacto sobre la biodiversidad es menor por no estar tan modificado el territorio.

Sin pretender dejar cerrada la discusión, parece fácil concluir que las decisiones políticas en temas ambientales deben abordarse en for-ma interdisciplinaria para ser razonables en todas las escalas de análisis y desde diferentes puntos de vista. Las presiones de grupos de interés deben poder dejarse a un lado a la hora de planificar el futuro y priorizar el bien común, por eso es primordial tomar decisiones con toda la información disponible y bien jerarquizada.

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Estudios de ADN confirman la presencia del oso de anteojos en Argentina. Leyendas, ciencia y trabajo de campo para saber más sobre este esquivo mamífero.

Por Fernando del moral*

Hay alguien en la niebla

Es el único oso que habita Sudamérica y uno de los grandes carnívoros, junto al yaguareté. Sin embargo todavía hay muchas incógnitas sobre su distribución y biología porque el oso de anteojos es difícil de estudiar debido a sus bajas densidades poblacionales y área de vida extensa. Se sabe que tiene una marcada preferencia por ecosis-temas de altura que pueden ofertarle variados recursos alimentarios, refugio y disponibilidad de agua, como las selvas nubladas, los bosques montanos y los pastizales de niebla. Al mismo tiempo tiene cierta plasticidad pa-ra –infrecuentemente- incursionar en ambientes secos, con mayor temperatura y menor altitud, como el chaco serrano o el desierto de la costa del Pacífico en Perú.

Osos en ArgentinaEn 2004 encontré rastros de este mítico oso en la sel-va de Salta, cerca del límite provincial con Jujuy. El oso de anteojos siempre había sido una especie controver-sial para la mastofauna del país a pesar de que su inves-tigación tuvo verdaderos pioneros, como el explorador y montañista salteño José Fadel (1919-2011) que men-cionó su presencia en el Parque Nacional Baritú (Salta) y dirigió una gran expedición en su búsqueda a finales de la década del 70. También el célebre biólogo colom-biano Jorge Hernández Camacho (1935-2001) también reportó informalmente la presencia del mismo en las selvas de Yungas de Salta y Jujuy. Sin embargo, no fue hasta junio de 1993 durante una expedición dirigida por el Dr. Arturo Canedi -uno de los pioneros en el estu-

dio de carnívoros silvestres en el país- a la selva nubla-da de Jujuy cuando se registraron y levantaron en terre-no un encame de oso en una cueva, huellas y muestras biológicas -heces y pelos- de la especie que se conser-van en la Estación de Fauna Silvestre de la Universidad Nacional de Jujuy. En estos años también otras líneas de investigación generaron información contradictoria y altamente especulativa sobre la probable presencia ac-tual y luego sobre la extinción del oso andino 100 años atrás, sin evidencia que lo sustentara. En suma, esta in-formación terminó generando el progresivo desinterés de la mastozoología argentina por la especie.

Proyecto JucoEl hecho de que algunas investigaciones generales so-bre monitoreo de mamíferos no registraran al oso o me-jor dicho, la ausencia de evidencia de ciertas líneas de investigación no es evidencia de la ausencia de la es-pecie. Mucho menos, cuando el avistamiento de osos y sus indicios indirectos (huellas, arañazos, heces, entre otros) ha sido reportado por pobladores locales. En Argentina, “el juco, la juca, ucumar, ucumari, uco o

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uca” como se lo denomina en diversas sinonimias ru-nasimi (quechua) por los pueblos Kollas, Ocloyas, Avá-guaraní y Weenhayek, forma parte importante de la cosmovisión local. Es más, algunos pobladores criollos por asociación y transculturación denominan al oso co-mo “el panda criollo”. Después de encontrar los prime-ros indicios del oso de anteojos en 2004 se inicia el Pro-yecto Juco con el apoyo de la Fundación Andígena de Venezuela, que cuenta con más de 10 años de experien-cia en el estudio y conservación del oso andino.

Evidencia en terrenoEl equipo de trabajo de Proyecto Juco estableció tran-sectas de muestreos en las crestas de las serranías para buscar datos de primera mano sobre la presencia/ausen-cia del oso en estas áreas. Los senderos son frecuente-mente utilizados por los osos para trasladarse, pudiendo observarse gran cantidad de señales de alimentación, de escalada sobre árboles, encames o dormideros, heces y rasguños en troncos y ramas que muchas veces resultan de señales de comunicación entre individuos. Recientemente, en colaboración con las investigadoras

El oso andino o de anteojos (Tremarctos ornatus) Tiene amplia distribución a lo largo de los Andes Tropicales, en un rango altitudinal que va desde los 250 a los 4.250 metros y abarca 6 países: Venezuela, Colombia, Ecuador, Pe-rú, Bolivia y Argentina.

Es el segundo mamífero terrestre de Sudamérica (después del tapir) y está cubierto por un pelaje negro y largo que presenta a veces dos cromatismos, negro o pardo-ro-jizo, y generalmente manchas faciales discontinúas. La cabeza es redondeada con el hocico relativamente corto y tienen marcado dimorfismo sexual, por lo que el macho (100-140 kg) es de mayor masa corporal que la hembra (60-80 kg).

La longitud corporal es de 120-200 centímetros con una altura a la cruz de 80 cm en promedio. Se sabe que es una especie ma-yormente crepuscular-diurna y tiene una dieta omnívora hipocarnívora (necesita consumir proteína animal y su tracto diges-tivo está adaptado), aunque mayormente come bromelias, bambú, pecíolos de palmas, maíz, frutos de mirtáceas, corteza de árboles, roedores, aves, peces siluros, peces salmónidos, insectos y a veces grandes presas como venados, tapir y ganado do-méstico, pero sobretodo carroña.

Tiene una fuerza de mordedura canina superior a los 700 Newton (de una sola mordida puede romper un hueso grande) y carnasial ma-yor a los 1200, aunque menor a la de un carnívoro especializado como el yaguareté.El oso es un animal solitario, el apareamiento puede ocurrir en distintas épocas del año y la hembra pare entre 1-2 cachorros entre diciembre y febrero, después de una gestación de 5 a 8,5 meses. Los predadores de los cachorros aparte del hombre, in-cluyen al puma, el yaguareté y los osos machos adultos (que pueden cometer infanticidio para que la hembra entre en estro y puedan copular con ella).

La especie se encuentra listada como Vulnerable en la Lista Roja de la UICN y figura en el Apéndice I de CITES. La destrucción del hábitat y su fragmentación son causas principales de su retracción poblacional. También el oso puede ser perseguido por los agricultores y ganaderos locales por la destrucción de cultivos de papas, bananas y maíz y la predación de ganado doméstico.

Más info: www.proyectojuco.blogspot.com.ar

Mano de oso de aproximadamente 9 centímetros de ancho y de alto. Esa huella se encontró en un sendero usado por el oso, en selva mon-tana de Orán, Salta.

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Mariana Cosse y Natalia Mannise del Instituto de Inves-tigaciones Biológicas Clemente Estable de Montevideo, Uruguay, se ha confirmado la presencia del oso andino en Argentina por medio de la extracción de ADN a par-tir de muestras de heces y pelos, colectados en Salta y Jujuy. Ahora se están colocando cámaras-trampas ce-badas con cebos odoríferos (como atrayente) para mo-nitoreo en áreas estratégicas donde se ha relevado la presencia del oso. A estos fines, se está planificando para enero del 2014 una expedición intensiva en un área de ecotono entre selva nublada y bosque montano en la cuenca alta del río Bermejo. En esta área de extensos bosques primarios y maduros, Miguel Acosta (miembro de Proyecto Juco y oriundo de la región) avistó al oso en 2003 durante una excursión al monte en época estival. Cuatro años antes -en esta misma zona- un cazador de subsistencia tuvo un encuentro cercano e inesperado con el juco. El oso, aparentemente un macho adulto, se mostró territorial y persiguió al hombre, que fue defen-dido por sus perros. La selva y la niebla, que poco saben aún del ser huma-no, lo envuelven todo y albergan al oso para aprender más sobre él y luchar por su conservación. Ir tras los rastros del oso es también traspasar el umbral hacia otras formas de ver el mundo.* Investigador Asociado de la Fundación Andígena, Miembro del International Association for Bear Research and Management y Asesor de la Guía Multime-dia sobre Especies Amenazadas ARKive. Participó en diversos proyectos de monitoreo y conservación de grandes carnívoros en el noroeste argentino; en-tre otros en estudios de jaguares (Panthera onca), pumas (Puma concolor) y otros félidos silvestres de las selvas nubladas subtropicales y tropicales de las provincias de Jujuy y Salta.

La cultura siempre estáPor carlos Fernández balboa museólogo Fundación Vida Silvestre Argentina

-Fue el Ucu- dice la mujer sollozando, mientras el marido azorado , recién llegado del obraje donde ha trabajado los últimos seis meses, mira la panza de cuatro de embarazo. El “culpable” es el Ukumari u oso de anteojos. La leyenda del Ucumar se extiende por todo el Noroeste Argentino (Salta, Jujuy, Catamarca, Tu-cumán, parte de Formosa, Chaco y Santiago del Estero). Tiene fuertes tintes sexuales ya que se lo acusa de raptar mujeres y llevarlas a vivir con él, para tener hijos. Un relato recogido en Las Lomitas, Formosa, por Berta E. Vidal de Battini, dice que también puede ser hembra, y que en este caso rapta a los mozos para hacerse fecundar por ellos. También roba ni-ños. Si echamos una rápida mirada al mapa en-contramos no menos de 16 topónimos que lo re-ferencian directa o indirectamente: nombres de caminos, lagos, arroyos, parajes llevan el nom-bre del enigmático oso del norte. En su dicciona-rio de Regionalismos de Salta, José Vicente Solá cuenta que ukumari es el osezno y ukuku, el oso grande, ambos nombres son conocidos a lo largo de los valles del Noa. La leyenda se va perdiendo a medida que las nue-vas generaciones no la transmiten porque no la in-ternalizan. Por suerte, recientemente, León Gie-co la ha rescatado en un cd para niños en forma de un carnavalito “Coquena y el Ucumar” que permite revivir el mensaje de su existencia. La cultura siempre está: el Ucumar se encuentra omnipresente en la memoria colectiva, en la geo-grafía y en la leyenda de los habitantes rurales y criollos del Noroeste de nuestro país. Esta reali-dad, tan tangible, se contrapone con fuerza a la duda sobre su presencia física en la Argentina. Quizás todo sea un juego y el Ucu esté observán-donos oculto entre las selvas, intrigado por sa-ber cuál será nuestra reacción y compromiso al momento de sumarlo definitivamente al elenco de la fauna argentina.

Colocación de cebos odor¡feros y trampas de pelos para anaílisis moleculares.

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Se trata de un parque interjurisdiccional marino, lo cual implica que se realiza un manejo conjunto entre la provincia de Santa Cruz y la Administración de Parques

Nacionales. Abarca varias islas costeras donde nidifican 9 especies de aves marinas.

Por mSc. chantal torlachi y mSc. Paula cedrola*Crédito de fotos: los Vikingos Excursiones de Naturaleza

Su nombre es Isla Pingüino

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De origen volcánico y de difícil accesibilidad, el Par-que Interjurisdiccional Isla Pingüino protege un total de 157.526 hectáreas de superficie marina y unas 2.000 de superficie terrestre. Está ubicado en la ecorregión del Mar Argentino e incluye una serie de islas costeras en-tre las cuales la más importante es la que le da nombre.

Es el lugar ideal para la nidificación de más de nue-ve especies de aves marinas. El pingüino de Magalla-nes (Spheniscus magellanicus), presente con más de 24.000 parejas reproductivas, le otorga el nombre a la isla; sin embargo, la especie “bandera”, es el pingüino de penacho amarillo (Eudyptes chrysocome), contabi-lizando alrededor de 800 parejas y representando la colonia más septentrional de esta especie.

Desde el aire hasta el fondo del marTambién se destaca la presencia de cormoranes gri-ses (Phalacrocorax gaimardi) y roque-ros (Phalacrocorax magellanicus), una importante colonia de gavio-tas australes (Larus scoresbii), de gaviotines sudamericanos (Ster-na hirundinacea) y una colonia mixta de skúas antártica (Ster-corarius antarticus) y chile-na (Stercorarius chilensis).

En la margen este de la isla, sobre las playas de can-to rodado, es posible avistar elefantes marinos del sur (Mirounga leonina), intercalados entre machos de lo-bos marinos de un pelo (Otaria flavescens), cuya colo-nia reproductiva se ubica en un islote vecino.

La tonina overa (Cephalorynchus commersonii) y el delfín austral (Lagenorynchus australis), son los ce-táceos más frecuentemente avistados en el área. En la isla Chata, otro islote dentro del área protegida, se en-cuentra la colonia de cormoranes imperiales más im-portante de la provincia, entre restos de un viejo asen-tamiento guanero.

La superficie marina de este parque interjurisdiccional protege ambientes pelágicos y bentónicos de plata-forma, incluyendo frentes productivos y de marea, con una riqueza superior a 50 especies de peces reporta-dos para el área.

Pingüino Penacho Amarillo (Eudyptes chrysocome), una de las 9 especies que nidifican en el Parque Costero.

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Sup. Izq. Vista del antiguo Faro Isla Pingüino. Sup. Der. Cormorán Roquero (Phalacrocorax magellanicus). Inf. Izq. Ostrero Negro (Haematopus ater). Inf. Der. Petrel Gigante (Macronectes giganteus).

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Posibilidad de visita En la zona más elevada del la isla se encuentra emplazado el Faro Isla Pingüino, librado al servicio en mayo de 1903. La vivienda de los antiguos fareros, la torre semáforo y los restos de la caldera de la Real Compañía Marítima, factoría que procesaba la grasa producto de la zafra de lobos marinos, son los únicos testimonios de la presencia humana en la isla.

Desde 1994, la isla forma parte de la oferta de eco-turismo brindada por los prestadores de Puerto De-seado, 22 millas al sur de la ciudad. La comunidad de-seadense, puerta de entrada al Parque Isla Pingüino, celebra la creación de esta área protegida por vislum-brar el crecimiento de la actividad turística como una alternativa económica sostenible, en una ciudad neta-mente portuaria y pesquera.

Desde la creación del Parque Nacional Monte León en 2004, la Administración de Parques Nacionales incor-poró tres nuevas áreas marino-costeras protegidas, y con la reciente creación del Banco Namuncurá (Burd-

wood), la primer área marina protegida oceánica de la Argentina, se elevó la protección del Mar Argentino a más de un 4%. De esta manera, nuestro país está ca-minando hacia el cumplimiento de los compromisos internacionales establecidos en el Convenio de Diver-sidad Biológica y las metas de Aichi (Ver columna).

El parque amplía la cobertura de superficie marina protegida, afirmando además un nuevo modelo de gestión participativa de las áreas protegidas nacio-nales. La categoría de parque interjuridiccional, im-plica el co-manejo con la provincia, es decir el acordar las acciones de gestión, complementando y compar-tiendo los intereses, responsabilidades y beneficios del manejo de los recursos. Asimismo, se contempla el contar con un comité asesor, con la participación de distintos actores locales, propiciando el enfoque eco-sistémico dentro de este modelo de gobernanza de las áreas protegidas, de manera de garantizar una ges-tión más eficaz, eficiente y equitativa.*Licenciadas en Ciencias Biológicas, con maestría en Gestión de Áreas Pro-tegidas y Desarrollo Ecorregional. Pertenecientes a Áreas Protegidas del Consejo Agrario Provincial - Delegación Puerto Deseado, Santa Cruz.

Colonia reproductiva de Lobo Marino de un Pelo (Otaria flavescens). Pingüino de Magallanes (Spheniscus magellanicus) con su pichón.

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los antecedentes

• El Convenio de Diversidad Biológica (CDB) fue aproba-do en la Conferencia de Naciones Unidas de Medio Am-biente y Desarrollo, durante la Cumbre de la Tierra en Brasil, en 1992.

• Así se constituyó un avance fundamental hacia la con-servación de la biodiversidad, su uso sostenible y un reparto justo y equitativo de los beneficios obtenidos por el uso de los recursos genéticos.

• En 2012, durante la X Conferencia de las Partes realiza-da en Nagoya, Japón, se identificaron temas transver-sales como las Metas de Aichi para la Diversidad Bioló-gica y las Áreas Protegidas, que por su importancia es-tratégica permitirían la implementación del Convenio antes mencionado. Las Metas de Aichi, relacionadas con la biodiversidad marina y costera, proponen para el 2020 la conservación de sistemas de zonas prote-gidas ecológicamente representativas y bien conecta-das, a través de una ordenamiento eficaz y equitativo.

• Una forma de alcanzar estas metas es la creación o am-pliación de áreas protegidas marinas. En 2012, vein-te años después de la creación de la Reserva Provin-cial Isla Pingüino, se declaró por ley 26.818/12 el Par-que Interjurisdiccional Marino Isla Pingüino mediante la aprobación del tratado firmado en 2010 entre la Ad-ministración de Parques Nacionales y el gobierno de la Provincia de Santa Cruz.

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entrevista

Hidrocarburos y frackingEl geólogo Daniel Kokogian explica las diferencias entre recurso y reserva,

entre rocas “convencionales” y “no convencionales” y desentraña conceptos sobre explotación de hidrocarburos.

Bomba de petroleo II en Auca Mahuida.

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Lo primero que aclara el especialista es que si bien un recurso y una reserva son, ambos, un volumen de pe-tróleo y/o gas que está en el subsuelo, explotar una re-serva es económicamente rentable, mientras que un recurso no lo es. “Hoy el gas y el petróleo provenien-te de reservorios no convencionales es un recurso, no una reserva. Sin embargo, es esperable que en el futu-ro, por reducción de costos de extracción o por aumen-to de precios del producto, terminen transformándose en reservas.

Vida Silvestre: Más allá de la definición técnica de “compuesto orgánico formado por carbono e hidróge-no”, ¿qué es un hidrocarburo? Daniel Kokogian: Es un compuesto orgánico que pro-viene de la transformación de la materia orgánica con-tenida en las llamadas “rocas madres”. Estas rocas son arcillas (continentales o marinas) que preservan a la materia orgánica (plantas, restos de animales) de la oxidación que podrían sufrir. Estos sedimentos, con al-to contenido de materia orgánica, luego de millones de años, se transformarán en las mencionadas “rocas ma-dres” generadoras de gas y petróleo.

VS: ¿Qué se entiende por hidrocarburos convenciona-les y no convencionales?D.K: El petroleo y/o el gas no son ni convencionales ni no convencionales: esa definición se aplica a las ro-cas que los contienen. Se llama “no convencionales” a las mencionadas anteriormente: las rocas madres (también conocidas como shales) con características petrofísicas de porosidad y permeabilidad, medio-cres o malas.

VS: Entonces las “convencionales” son rocas con bue-na porosidad y permeabilidad…D.K.: Exacto. Son las que normalmente conforman las llamadas “rocas reservorios” que durante décadas pro-dujeron el petróleo y el gas utilizado. En los últimos años, gracias a la introducción de la perforación de po-zos horizontales y al desarrollo de las fracturas hidráuli-cas múltiples, se pudo extraer hidrocarburos de las “ro-cas madres” de donde no era posible hacerlo antes por falta de estas tecnologías y, también, porque resulta-ban económicamente inviables. Hoy, salvo en determi-nadas zonas de EE.UU y Canadá no se explotan econó-micamente en otros lugares.

VS: ¿Qué problemas ambientales puede acarrear?D.K.: Los pozos se entuban con una cañería guía ini-cial de 400 metros que aísla al pozo de cualquier acuí-fero que pudiera existir y nunca, que yo sepa, se ha de-

•Hay distintas variedades de petróleo: los hay tan “livianos” que parece bencina porque son transparentes, y en el otro extremo los hay tan “pesados” que parecen brea.

•La mayor parte del petróleo del mundo proviene de cuencas con sedimentos jurásicos y cretácicos (60 a 200 millones de años). Aunque también hay Terciarias (de unas decenas de millones de años) y también Paleozoicas (hasta 600 millo-nes de años).

•El petróleo y el gas nacen de la materia orgánica sometida a la acción del tiempo, la presión y la temperatura (por estar a miles de metros de profundidad, con la carga de otros sedi-mentos arriba de ella).

•Una roca madre está en lo que se llama una “ventana dege-neración de petróleo” cuando se ubica entre 2.500 y 4.000 metros de profundidad. Si está a una profundidad mayor, el petróleo, compuesto por cadenas de carbono de varios áto-mos de carbono, se vuelve inestable y esas cadenas de car-bono se “rompen” originando cadenas con menos átomos y más estables. El último estado es el CH4, que es el metano, o sea, el gas que se consume en los hogares.

•Este es el motivo por el que en ocasiones los pozos produ-cen petróleo casi exclusivamente, en otras petróleo y gas y en otras, solamente gas: depende de la profundidad a la que fue enterrada la roca madre.

tectado un accidente de estas características, es decir, que fluido de una fractura en profundidad haya conta-minado napas someras. Respecto de la generación de sismos por las fracturas, mi condición de geólogo me permite comentar que las fuerzas involucradas en la generación de un sismo son de una magnitud tal que transforman a este argumento en casi descabellado o fantasioso. Por ejemplo, los sismos en nuestra Cordi-llera están generados por el “choque” dela placa Suda-mericana con la Placa Pacífica, secciones de la corteza terrestre que cubren casi un cuarto del globo. ¿Alguien puede suponer que una fractura hidráulica que como máximo afecta las rocas ubicadas a decenas de metros delos pozos puede generar algún sismo, aunque sea de valores ínfimos?

VS: ¿Qué potencial tienen estos los recursos no con-vencionales para paliar la crisis energética en el corto y mediano plazo? D.K: Quizás ayuden a mitigar el déficit energético, y quizás se logre volver al autoabastecimiento, sin em-bargo ninguna de estas alternativas se darán en el cor-to plazo, seguramente no antes de 5 a 10 años. Para que el gas o el petróleo no convencional pueda ser ex-plotado masivamente se debe disponer de al menos

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cuatro factores: geología, marco regulatorio, logísti-ca, equipamiento, personal y finalmente mercado o precios adecuados para desarrollar esta explotación de altísimo costo. En nuestro caso, y a mi entender, hoy contamos solamente con el primero de los aspec-tos mencionados, la geología. Por otra parte todo in-dica que estamos más cercanos a condiciones de pro-ducción económicamente rentable para el petróleo.

VS: ¿Y en relación a las energías renovables?D.K: La explotación de los recursos no convencio-nales es y será muchísimo más costosa que la de las reservas convencionales. Por lo tanto, facilitará la competitividad de otras fuentes de energía, entre ellas las renovables.*

Guanacos e instalaciones petroleras en Auca Mahuida Neuquen.

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Daniel A. KokogianLicenciado en Geología de la UBA. Tiene más de 30

años de actividad profesional en la industria petro-

lera, donde ocupó cargos varios, desde geólogo de

campo hasta gerente general. Desarrolló activida-

des en YPF, OXY, Chauvco resources, Pionner Natu-

ral Resources y Petroandina resources. Actualmen-

te es asesor de compañías petroleras.

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Abastecimiento de energía Por Diego moreno Director general de Vida Silvestre

En Vida Silvestre somos conscientes de la difícil situación que enfrenta (y enfrentará) nuestro país en los próximos años en relación al abastecimiento de energía. Es en es-te marco que debemos analizar opciones como el aprove-chamiento de hidrocarburos de fuentes no convenciona-les (con la técnica del fracking), y apoyar nuestra opinión sobre lo que indica la ciencia.

En este sentido, las certezas con que contamos son:

1. Que la Argentina se encuentra en una situación delicada en cuanto a su abastecimiento de energía, debido al creci-miento de la demanda por sobre la oferta.

2. Que no existe un plan consensuado de cómo debería ser el desarrollo energético de nuestro país, ni una mirada acor-dada por los diferentes sectores de los caminos a seguir.

3. Que el aprovechamiento de hidrocarburos de fuentes no convencionales genera mayores impactos ambienta-les que el de fuentes convencionales, y significativamen-te mayores si los comparamos con otras opciones hoy viables en la Argentina como son la energía eólica o la bio-masa. En particular, los impactos más preocupantes son la demanda de uso del agua, y la afectación en superficie en cuanto a requerimientos de infraestructura, caminos y densidad de pozos perforados.

4. Que el aprovechamiento de yacimientos no convencio-nales no solucionará en el corto ni mediano plazo, el déficit energético de nuestro país. Y que sus costos son sumamen-te elevados en comparación con otras alternativas.

5. Que no se ha explorado lo suficiente la implementa-ción de políticas de eficiencia energética para diferentes sectores de consumo. En este sentido, Vida Silvestre ha analizado escenarios de reducción del consumo con la im-plementación de estas políticas, y los resultados son su-mamente auspiciosos en términos de reducción de la de-manda y ahorro de costos.

En función de estos puntos Vida Silvestre considera que la Argentina necesita de un debate amplio que incluya to-das las opciones que nuestro rico y diverso territorio nos ofrece. Vemos muy necesario definir un modelo energéti-co nacional, que considere fuertemente el uso racional y eficiente de la energía y las energías renovables como dos ejes a potenciar en el corto plazo, ambas opciones válidas y viables en la actualidad en nuestro país, y analizar el uso de recursos como los hidrocarburos no convencionales, con una mirada amplia sobre la composición de la matriz (hoy poco diversa y sumamente concentrada en el uso de combustibles fósiles).

Arriba: Camiones en pozo no convencional San Roque, Neuquen. Abajo: Quema de gas en campo petrolero de Prudhoe Bay, Alaska.

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OPINIÓN

Certificaciones, credibilidad y mercados

La Huella Ecológica muestra una tendencia persisten-te de consumo excesivo: ya en 2008 había excedido en más de un 50 por ciento la biocapacidad de nuestro pla-neta, es decir, el área de tierra disponible para producir recursos renovables y absorber emisiones de CO2.

Por otro lado, el futuro nos ofrece un escenario que, proyectado por WWF a 2050, muestra una población adicional de entre 2.000 y 3.000 millones, con el 70% del total viviendo en ciudades y con niveles de consu-mo crecientes.

Por Pablo Cortínez, coordinador de Ambiente y Negocios de Vida Silvestre

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Datos del pasado reciente y perspectivas futuras des-criben un panorama poco alentador. Sin embargo, el Informe Planeta Vivo, sin dejar de advertir sobre la du-ra realidad del estado de la naturaleza, también desta-ca que estamos a tiempo para revertir las tendencias actuales. Para ello es necesario situar al mundo natu-ral en el centro de las economías, los modelos empre-sariales y los estilos de vida.

Los modelos empresariales determinan en parte el qué y el cómo producir (la oferta de productos), en tan-to que los estilos de vida tienen injerencia en los pro-ductos (y servicios) que los consumidores adquieren (la demanda de productos). Ahora bien, para que exis-ta realmente ese mercado, oferta y demanda deben confluir. Esto se aplica a todo tipo de mercado, inclu-yendo el de productos sustentables.

Desde hace un tiempo diversas ONGs brindan infor-mación y realizan grandes esfuerzos para sensibilizar a los consumidores respecto de la importancia de con-sumir productos sustentables. Sin embargo, puede ocurrir que esos consumidores ya concientizados no encuentren la oferta de productos acorde. En ese ca-so, el mercado no existe.

Hay un grupo de commodities a partir de los cuales se elabora una serie de productos de consumo masi-vo, así que resulta fundamental determinar cuáles de esos commodities son prioritarios.

Este trabajo fue encarado por WWF a través de la Ini-ciativa para la Transformación de los Mercados (MTI por su sigla en inglés), que determinó los 15 soft com-modities críticos, entre los que se incluye el algodón, la caña de azúcar, las carnes, los lácteos, diversos ti-pos de peces y los biocombustibles.

cRitERiOS DE SUStENtAbiliDAD Existe una considerable variedad de “atributos” que pueden inducir al consumidor a adquirir productos su-puestamente sustentables, por eso resulta esencial que tengan una certificación reconocida tomando dis-tancia de una mera cuestión marketinera. Del lado de

las empresas esto implica favorecer cambios transfor-macionales, en contraposición a lo que se conoce co-mo greenwashing.

Con los años surgieron certificaciones que gozan de amplio reconocimiento, siendo la más conocida por el público la FSC relativa al manejo forestal y a su cadena de custodia. Luego nacieron otras certificaciones para diversos tipos de productos.

En otros países existen empresas y cadenas de super-mercados que cuentan con políticas orientadas a que, cada vez más, los consumidores tengan la posibilidad de adquirir productos amigables con el medio ambien-te. En Argentina, debido al tiempo de vigencia, su aco-tada divulgación, y las características productivas de nuestro país, las certificaciones de este tipo con ma-yor grado de conocimiento son –como ya se mencio-nó- FSC (Consejo de Manejo Forestal), RTRS (Asocia-ción Internacional de Soja Responsable) y, con menor inserción, la MSC (Pesca Sostenible Certificada).

Con el objetivo de conservar la biodiversidad, Vida Sil-vestre ha tenido y tiene activa participación en los pro-cesos que conducen a certificaciones, acompañando desde el inicio los capítulos locales de estos protocolos, ya sea integrando sus consejos o realizando aportes técnicos. En el caso de la carne vacuna, el proceso para lograr acuerdo internacional entre los diversos actores del sector está en marcha. A nivel local, con la participa-ción de Vida Silvestre, se ha logrado establecer un con-junto de buenas prácticas ganaderas que garantizan el cuidado de los pastizales autóctonos y a la vez han de-mostrado un incremento en la productividad.

Lejos de proponer dejar de producir, la propuesta es producir mejor desde el punto de vista de la conserva-ción. Vida Silvestre continúa trabajando con el objeti-vo de contribuir a que estas prácticas alcancen mayor escala, para generar impactos relevantes. Las certifi-caciones sustentables no constituyen un fin en sí mis-mas, sino que son una herramienta más para contri-buir a la conservación de la biodiversidad.

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Por Horacio Aguilar

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Florencio de Basaldúa (1853-1932) es un personaje casi olvidado de nuestra historia de aventureros relacionados con las ciencias naturales del siglo XIX y primeras dé-cadas del XX.

Desde su natal Bilbao llegó al Río de la Plata, vivió en Montevideo y luego se tras-ladó a nuestro país, donde contrajo matrimonio y tuvo cuatro hijas. Entusiasta por las ciencias naturales participó en diversas actividades relacionadas con los Mu-seos de Ciencias Naturales de Buenos Aires y La Plata, la Sociedad Científica Argen-tina y el Instituto Geográfico Argentino sin descuidar su identidad vasca dado que también publicaba notas en la revista “La Baskonia”. También fue miembro de la Ma-sonería Argentina.

Mientras fue gobernador de Chubut intercambió correspondencia con afamados cien-tíficos de la época, entre ellos Florencio Ameghino. Manifestó a las autoridades nacionales el interés por el arbolado de la ciudad de Rawson y solicitó el envío de plantines. Era un ardiente defensor de la ecología y los bienes renovables y en más de una oportunidad escribió a su amigo Eduardo L. Holmberg solicitándole informa-ción sobre el aprovechamiento del guanaco como recurso de alimento, pieles y fi-bras textiles.

Por ese entonces Basaldúa tomó como cierta la noticia de la existencia de un ani-mal prehistórico aún con vida en la Patagonia. Esta fue una teoría difundida por los

Izquierda: “He aquí en el fotograbado de un árbol de Ñarakatiá, a cuyo pié se encuentra el doctor Eduardo L. Holmber que, en su último viaje a Misiones, tuvo la gentileza de retratarse para complacernos”. F. de Basaldúa. Derecha:Fotoretrato

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hermanos Ameghino en revistas científicas de Gran Bretaña, Alemania y Estados Uni-dos y hasta bautizaron al animal con el nombre de Neomylodón.

Ante la posibilidad de semejante hallazgo llegaron al país expediciones de distin-tas partes del mundo. La más conocida fue la patrocinada por el diario Daily Ex-press de Londres, que organizó un viaje en el que se “rastrilló” una amplia zona de la Patagonia con peones y baqueanos, sin resultados. El mito del animal prehistóri-co continuó dando qué hablar un tiempo más ya que desde sus páginas el diario lon-dinense insistió con la idea de seguir buscando y Basaldúa, por su parte, estimuló el mito publicando en mayo de 1899 una nota en la revista Caras y Caretas que titu-ló “Monstruos Argentinos”.

Matriculado como agrimensor, realizó mensuras en varias ciudades de la provincia de Buenos Aires, Formosa y Chaco y recorrió palmo a palmo todo nuestro litoral en va-rias oportunidades. Fruto de esas travesías editó en 1901 el libro

Basaldúa junto al cónsul de Chile Carlos Freraut y un guardia. Foto tomada el 25 de mayo de 1911 en Caltuta delante de un árbol baobab. Gentileza Horacio Reggini

RecorriendolaMesopotamia

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octubre - diciembre | 2013

NOTIOSOEn octubre, lanzamos la campaña “Votá Salvaje, Votá por el Yaguareté”, con difusión principalmente a través de redes sociales, donde sumamos el apoyo de más de 3.700 personas. Uno de los fines de la campaña fue re-clamar la correcta implementación del Plan de Acción para la Conservación del Yaguareté en la provincia de Misiones, donde quedan menos de 60 tigres criollos en estado silvestre. El 6 de octubre un ómnibus atropelló un yaguareté en la Ruta Nacional 12, que atraviesa el Parque Nacional Iguazú. Aunque el animal sobrevivió al impacto, en un accidente de características similares ocurrido meses atrás, debimos lamentar la muerte de un yaguareté. A esa muerte se suma la de Guacurarí, un macho monito-reado con un collar GPS que fue víctima de cazadores furtivos en febrero del año pasado.El Plan de Acción para la Conservación del Yaguareté propone acciones concretas para ayudar a evitar estos hechos. Fue desarrollado por la subcomisión Selva Pa-ranaense, conformada por múltiples organizaciones, entre ellas Vida Silvestre, desde donde contribuimos con recursos y administración.

La Estancia Sierras Grandes (Tornquist, Buenos Ai-res) fue declarada por decreto provincial como Reser-va Natural Privada de Objetivo Definido Mixto Educati-vo y Botánico. Fernando Miñarro y Pablo Preliasco, del Programa Pastizales de Vida Silvestre, visitaron la re-serva y certificaron que el terreno era apto para la ga-nadería sustentable.La relevancia de Sierras Grandes es que sienta un im-portante precedente para la provincia al ser la primera Reserva Natural Privada en recibir una reducción im-positiva por aplicar métodos de ganadería sustenta-ble dentro de la zona. El área, que alberga recursos naturales y culturales, busca explotar el turismo ambientalmente respon-sable, funcionando como un complemento de otra área protegida cercana, el Parque Provincial Ernes-to Tornquist.

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REDUCCIÓN IMPOSITIVA

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Una alternativa económica que colabora en sostener los Refugios de Vida Silvestre es el turismo. Y si bien es una actividad en auge en nuestro país, poner en funcio-namiento un emprendimiento de este tipo no es tarea sencilla para un propietario. Una de las dificultades es contar con personal calificado para la atención a los vi-sitantes en zonas con escasas posibilidades de capaci-tación o aún donde el turismo es incipiente.A través de un convenio con la Fundación Vida Silves-tre Argentina, el Ministerio de Turismo de la Nación está realizando capacitaciones para el personal de los refu-gios y de sus comunidades vecinas. Desde 2007, se dic-taron más de 30 capacitaciones que beneficiaron a más de 200 personas en diferentes áreas.Además del apoyo a los propietarios, las capacitacio-nes generan saberes y especializaciones a través de cursos preparados especialmente para la realidad de la comunidad en la que están insertos. Durante el 2013, se realizó una capacitación en el refugio Aponapó en el marco del proyecto Kaáguy Porá: “Una comunidad inte-grada, Una reserva Sagrada” llevado a cabo por Funda-ción Huellas para un Futuro. También se dictó un curso de Sanidad Alimentaria en Yacutinga.

Además, el MINTUR viene asesorando al Refugio de Vi-da Silvestre La Aurora del Palmar para certificar la Nor-ma IRAM SECTUR de Servicios Turísticos en Áreas Pro-tegidas. Y como novedad, se habilitó la posibilidad de que los propietarios y su personal accedan a los cursos virtuales que dicta el Ministerio a través de una moder-na plataforma online. Esta modalidad a distancia resul-tó de gran utilidad, ya que permite administrar mejor el tiempo e interactuar con participantes vinculados al tu-rismo en todo el país.

Entre el 21 y 25 de octubre, participamos del III Con-greso Internacional de Áreas Marinas Protegidas (IM-PAC3) que tuvo lugar en Marsella, Francia, donde se presentaron los avances y tendencias actuales sobre conservación marina y las herramientas fundamenta-les para la creación y gestión de las áreas en el marco de paisajes más amplios. Desde Vida Silvestre organizamos un taller regional junto con WWF Internacional, donde presentamos los avances en el Mar Patagónico en el ámbito del Foro pa-ra la Conservación del Mar Patagónico y los resultados del Taller Internacional de Áreas Marinas Protegidas que desarrollamos en septiembre de este año. El evento se consolidó como un espacio para la arti-culación de los actores que trabajan en el ámbito de la protección del mar, con la participación de gestores de áreas protegidas, y funcionarios de organizaciones am-bientales nacionales e internacionales, como asociacio-nes civiles y agencias de cooperación internacional.

NUEVAS OPORTUNIDADES PARA LAS COMUNIDADES VECINAS A LOS REFUGIOS

ÁREAS MARINAS: NUESTRO TRABAJO EN MARSELLA

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El 21 de octubre, 30 docentes de escuelas públicas y pri-vadas de Buenos Aires participaron de una jornada de capacitación docente organizada por el Ministerio de Educación, Fundación Vida Silvestre Argentina y la Re-serva Ecológica Costanera Sur. La jornada comenzó con una charla sobre Interpreta-ción a cargo de Soledad Moreno, donde conocieron es-trategias de acción para llevar a cabo en la reserva, pla-zas, o aún en el patio de la escuela. Luego, se realizó una salida de campo, donde los docentes recorrieron el sendero “Plumerillos” para poner en práctica técnicas de reconocimiento e interpretación a través de distintas dinámicas y actividades. El objetivo del evento fue vivir una experiencia de acer-camiento a la naturaleza para introducir uno de los ejes más importantes de la Educación Ambiental: la inter-pretación natural.

El 31 de octubre Juan Carlos Chébez hubiera cumplido 51 años. Ese día, en Misiones, se llevaron a cabo dos ac-tos en su honor organizados por sus amigos y discípu-los, quienes rindieron un sentido homenaje a uno de los mayores referentes de la conservación en la Argentina. Juan Carlos formó parte de Vida Silvestre entre 1982 y 1989, donde ocupó varios cargos dentro de la dirección técnica, impulsando grupos de trabajo que formaron a muchos investigadores y naturalistas, que actualmente ocupan cargos muy importantes en organismos relacio-nados con la conservación. Por la mañana, en el Centro de Investigaciones de Eco-logía Subtropical (CIES), ubicado en el Parque Nacional Iguazú, se descubrió una placa en reconocimiento de su trabajo y se plantó un árbol en su honor. Por la tarde, en el refugio de fauna Güirá Oga, se inauguró un centro de interpretación audiovisual que lleva su nombre. El dise-ño del centro está basado en las láminas de fauna mi-sionera desarrolladas por Vida Silvestre en la época en la que él formaba parte de la institución.En sendos actos, sus colegas y amigos recordaron con gratitud su trayectoria y destacaron su liderazgo, sa-piencia, carisma y empuje, y también se interpretaron algunas canciones de su autoría.

EN MEMORIA DE JUAN CARLOS CHEBEZ

EDUCANDO A LOS EDUCADORES

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Del 11 al 22 de noviembre se celebró en Varsovia, Po-lonia, la Cumbre sobre el Cambio Climático de las Na-ciones Unidas. WWF participó del evento junto a otras organizaciones ambientalistas, pero ante la falta de compromiso y en solidaridad con las víctimas del tifón que arrasó Filipinas mientras se llevaba a cabo la cum-bre, decidieron retirarse en masa antes de que finaliza-ra.El evento contó con el patrocinio de corporaciones re-lacionadas a la industria de los combustibles fósiles, fuente de emisiones de gases de efecto invernadero y uno de los principales factores del cambio climático. Es-to ocasiona alteraciones en la atmósfera terrestre, in-crementando las catástrofes ambientales como hura-canes, inundaciones y tsunamis.En un comunicado oficial, WWF y otras organizaciones declararon que “la Conferencia de Varsovia puso los in-tereses de las industrias energéticas contaminantes por encima de los de los ciudadanos del mundo”. Así, se decidió enfocar los esfuerzos en la próxima Cumbre, que se realizará en Lima, Perú, en 2014: “Volveremos con la voz de la gente en Lima para que los gobiernos asuman de una vez por todas su responsabilidad para alcanzar un futuro sostenible y justo”.

La fotógrafa de naturaleza Silvina Enrietti presentó la exposición “Tesoros de la Argentina”, que se llevó a cabo en octubre en la Embajada Argentina en Ber-lín, Alemania. La exposición contó con el auspicio de Vida Silvestre y permitió a los ciudadanos europeos acercarse a cono-cer los paisajes y especies de la Argentina a través de las imágenes capturadas por el lente de Silvina, quien comentó: “Todo en Europa fue increíble y como siem-pre, cosechando el asombro de la gente que ve por pri-mera vez una cara de Argentina que no conocía”. El día de la apertura se proyectó un video con una pre-sentación del trabajo realizado en los Parques Naciona-les visitados por Silvina. La recepción fue cálida y ame-na, y el público se mostró interesado en las obras, en lo que reflejan y en conocer aún más detalles de lo ex-puesto en los epígrafes de cada fotografía.

POCAS SOLUCIONES FRENTE AL CAMBIO CLIMÁTICO

NATURALEZA ARGENTINA EN BERLÍN

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Clase

Aves

Orden Falconiformes

Familia Falconidae

Nombre científico Buteo albigula, Philippi, 1899. Algunos autores consideran a esta especie como sinónimo de Buteo brachyurus.

Categoría de amenaza “Amenazada”, a nivel nacional (Anexo I, Resolución 348/10 SAyDS). “Preocupación menor”, a nivel internacional.

Otros nombres comunes aguilucho garganta blanca, aguilucho menor, aguilucho andino, gavilán de garganta blanca (Argentina); ratonero, buteo o busardo gorgiblanco (en la literatura española); white-throated hawk (inglés).

Texto: Gustavo Aprile y Hernán Pastore

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Aguilucho chico

Descripción: muy parecido en forma y color a las restantes especies de agui-luchos o “buteos” cordilleranos, se dis-tingue por sus dimensiones más redu-cidas, por resultar más compacto y por algunas particularidades de su diseño cromático. Como en otras rapaces, las hembras resultan siempre mayores: miden alrededor de 46 centímetros en tanto los machos suelen no superar los 40; la envergadura alar puede lle-gar hasta los 125 centímetros. El peso de los adultos varía de los 1.000 a los 1.200 gramos en estado silvestre.

Es posible confundirlo con las fases más claras del aguilucho común (Bu-teo polyosoma), del aguilucho cola ro-jiza (Buteo ventralis) y del aguilucho de cola corta (Buteo brachyurus); con esta última especie, algunos autores suelen considerarla conespecífica.

La coloración, semejante en ambos se-xos, presenta contrastes entre el dor-so y el vientre. En tanto el primero pre-senta tonos parduzcos o castaños, el vientre se distingue por destacar su garganta blanca y su pecho y abdo-

men blanquecinos, opacados por un chaleco, pechera y parte del vientre goteado de rufo. Estos detalles sirven para distinguir a campo a esta especie con aquellas semejantes. Las plumas de los flancos y de las patas se presen-tan estriadas de castaño. La cola tam-bién presenta un barrado pardo, sutil. Los tarsos son amarillentos. Los juve-niles, hasta los dos años de vida, pre-sentan todo el vientre estriado de ne-gruzco, incluyendo su garganta. Distribución Geográfica: desde Vene-zuela hasta el sur de Argentina y Chile. La población austral hace uso estacio-nario de dos grandes franjas de terri-torio, ubicada al norte y al sur de Amé-rica del Sur. Esos ejemplares llegan al sur de Argentina y de Chile durante la primavera austral, donde permane-cen hasta fines del verano y en don-de se reproducen. Antes del comienzo del otoño inician su migración hacia el norte de Sudamérica, la que los lleva-rá a cruzar los cielos de Bolivia, de Pe-rú y de Ecuador, hasta alcanzar los pá-ramos, bosques montanos y aún zonas cordilleranas arbustivas de Colombia y

de Venezuela, donde pasarán el resto de la temporada fría.

Población: se calcula que el área de ex-tensión de presencia efectiva es mayor a los 20.000 km2 a lo largo de toda su área de distribución y que la población es mayor a los 10.000 individuos, que permanece estable y lejos de de los umbrales del criterio de tendencia de-creciente (mayor al 30% en diez años o en tres generaciones). Por estas ra-

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zones, la especie es considerada como de “Preocupación Menor” por la UICN.Dentro de nuestro país, su presen-cia se restringiría a la angosta franja que constituye el bosque andino pa-tagónico (ingresando en algunos sec-tores, incluso, de manera marginal), siendo su situación más delicada. Re-sulta escaso en la mayor parte de su área de distribución; aunque debido a sus hábitos de ocupar temporalmen-te áreas boscosas en penumbra, po-dría tratarse de una especie subob-servada.

Biología: se lo puede observar des-de el nivel del mar hasta los 3.500 ms-nm, aunque en nuestro país aparenta ser más frecuente entre los 600 (San-ta Cruz) y los 1.600 metros, ocupando preferentemente el dosel de los bos-ques de Nothofagus (de los cuales re-sultaría una especie indicadora de su buena salud) y de Araucaria.A partir de septiembre y octubre pue-den registrarse las parejas en corte-jo y postura. Cada pareja anida ale-jada de otras, a veces por varios kilómetros de distancia. Resultan ter-ritoriales y resguardan celosamente el territorio circundante al nido, inclu-so de la intrusión por parte de perso-nas (si bien pueden resultar toleran-tes y reproducirse en su presencia en áreas con presencia humana). Aquel constituye una plataforma de ramas secas de diferente grosor, de unos 40 cm de diámetro, que apoya sobre las ramas de lengas y coihues. El interior del nido, de unos 15 cm de profundi-dad, suele estar forrado de material verde más fresco. Éste es reutilizado durante varias temporadas.El período de incubación demanda unos 30 días. La tarea es realizada por ambos miembros de la pareja, siendo la hembra la que invierte mayor tiem-po y el macho el que provee el alimen-to durante la mayor parte de ese perí-odo. La postura es de dos a tres hue-vos blancos (miden alrededor de 50 x 40 mm) aunque sólo uno de los picho-nes suele prosperar. Éstos dejan el ni-do hacia la sexta semana de vida. Entre fines de marzo y mediados de abril e inician su migración hacia el norte.

Depredadores al acecho, desde una atalaya oculta en el interior del bosque dan caza a pequeños mamíferos (ro-edores y, probablemente, pequeños

marsupiales), aves (pequeños pája-ros, palomas y también perdices en el NOA), reptiles (lagartijas y culebras). También los invertebrados (insectos), constituirían una fuente sustancial de alimento. No poseen depredadores naturales. Sin embargo, otros aguilu-chos y águilas pueden resultar compe-tidoras, tanto por el alimento como por el territorio.

Problemas de conservación: la especie no es bien conocida, sin embargo, es-tudios recientes y el incremento de re-gistros en los últimos años sugieren que el aguilucho chico es más común de lo supuesto previamente. De allí que haya sido categorizado como “de preocupación menor” por BirdLife In-ternational y la UICN.De todas maneras, debe ser vigilada ya que ante el rápido proceso de trans-formación de los bosques patagóni-cos podría estar suponiendo una fu-tura amenaza para la supervivencia de la especie. En la zona de El Bolsón (Río Negro) se lo ha acusado de reali-zar ataques sobre aves de corral y ha sido perseguido por ello.

Medidas de conservación tomadas: se encuentra protegida en los Parques Nacionales: Lanín, Nahuel Huapi, La-go Puelo, Los Alerces, Perito Moreno y Los Glaciares.

Medidas de conservación propuestas: documentar las zonas donde se detec-ten nidos e informar a los técnicos de la APN y de la Universidad Nacional del Comahue (ver “Referentes en Argenti-na”). Implementar medidas de protecci-ón (por ejemplo, evitando la “intrusión” humana a menos de 50 m de distancia del sitio de emplazamiento) de aquellos nidos que se hallen fuera de las áreas naturales protegidas. Realizar su segui-miento anual y verificar que produzcan nidadas exitosas.

Referente: Dra. Ana Raquel Trejo: Dto. de Zoología. Universidad Nacional del Comahue, Quintral 1250, (8.400) San Carlos de Bariloche, Río Negro; Tel. 0294 442-8505; [email protected]ón Regional Patagonia, Admi-nistración de Parques Nacionales: Vi-cealmte. E. O’Connor 1.188, (8.400) San Carlos de Bariloche, Río Negro. Tel./Fax: (0294) 442-5436; [email protected]

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ABREVADEROcríticas y comentarios: matos garra

SI MUOVE REVISTA Revista de divulgación cien-tífica del Planetario de la Ciudad de Buenos Aires “Ga-lileo Galilei”. Contiene casi medio centenar de páginas con excelentes artículos, fo-tos e impresión. El número 6 (2013) resultó excepcional, con artículos no solo dedi-cados al mundo astronómi-co, sino también a la relación entre estos y la vida sobre la Tierra. No es usual que una revista especializada vincule temas de “universos” que pare-cen tan lejanos y esa contribución no es menor. Aplaudimos de pie a los realizadores de esta revista y que sigan enriqueciéndo-nos con sus miradas, complementarias a las actividades del Pla-netario porteño que tanto orgullo nos da.

Más información: [email protected]

LA FIRMA DE TODAS LAS COSAS (NOVELA). POR ELIZABETH GILBERT.

Es la misma autora del libro que también fue película Co-mer, rezar, amar que en este ca-so cuenta la historia de una jo-vencita que se apasiona por el mundo de las plantas y se dedi-ca a su estudio con tenacidad. Todo marcha con tranquilidad hasta que su mente, científi-ca y sistemática, encuentra el amor en un hombre que es todo lo contrario: un artista inclina-do a lo divino, lo espiritual y lo místico. Una novela con una bue-na base botánica (hasta con dibujos a lápiz como los que hacían los exploradores del siglo XIX, época en que se ambienta la his-toria) donde naturaleza y pasiones arremolinadas se entrelazan y hasta hacerse uno.

Más información: Editorial Suma de Letras. www.elizabethgilbert.com

PORTAL DE LA ASOCIACIÓN PARA LA INTERPRETACIÓN DEL PATRIMONIO (AIP) INTERNET

Este sitio, el de la principal organización que nuclea a los intér-pretes de habla hispana, presenta en sus distintas secciones definiciones sobre esta disciplina. La interpretación del patri-monio resulta clave para poner en valor, comunicar y conservar la naturaleza y la cultura. Numerosos artículos han demostra-do experiencias en esa dirección. Ellos están disponibles en los boletines de la AIP, que pueden descargarse gratuitamente. Un portal y una asociación para tener entre “Favoritos”.

Más información: www.interpretaciondelpatrimonio.com

DICCIONARIO DE NOMBRES VULGARES DE LAS AVES DE ARGENTINA (EDICIONES BIOLÓGI-CA ,SERIE NATURALEZA Y CONSERVACIÓN N° 1, 2011, SANTA FE, 100 PÁGS). POR MARTÍN R. DE LA PEÑA.

Gran forma de inaugurar esta se-rie dedicándola al rescate de 7.000 nombres populares para nuestras mil especies de aves. Una tarea que los lectores pueden también enca-rar en sus respectivas ciudades o provincias. De ese modo evitarán que el olvido deje en el camino nombres arraigados en la cultura popular y terminen imponiéndose otros, a veces, “inventados” o “librescos”. Una vez más, Martín de la Peña hace un aporte notorio, acompañando su tra-bajo anterior dedicado a los árboles argentinos y sus nombres.

Más información: [email protected]

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52 Vida Silvestre ∙ 125 | Fundación Vida Silvestre Argentina

Población: escaso o raro en la mayor Pa-to del torrente Distribución geográfi-ca parte de su área de distribución, no forma las congregaciones que caracte-rizan a otros anátidos. En Jujuy se obser-vó una densidad relativa variable de 3 a 4 parejas reproductivas junto a la pre-sencia de 2 o 3 juveniles cada 10 km line-ales de río. En Santa Cruz se registró una

Texto y Foto Gustavo Aprile

PARATUJARDÍNTexto y fotos: Alejandro Galup

Descripción: pato de pico aguzado y estrecho, con cuerpo fusiforme y lar-ga cola aguda. Esbelto, mide entre 43 y 46 centímetros, de los cuales 12 corres-ponden a la cola. Pesa entre 315 (hem-bras) y 440 (machos) gramos, siendo más pequeños los de la raza norteña.El pico es rojo -con un sutil reborde su-perior azulino- y las grandes patas (que utiliza para aferrarse a las rocas) mora-das oscuras.

Macho: posee la cabeza y el cuello blan-cos, con la corona y dos líneas en traza negras. La espalda es negra pero con un estriado blanco bien extendido. Los flancos también son negros. La raza del sur posee, además, una tercera línea que baja por el lagrimal (ausente en la raza del noroeste). De pecho negro, és-te continúa castaño (en época repro-ductiva) o pálido por el resto del vientre. El espejo alar es verde brillante, enmar-cado por dos líneas blancas, observa-ble especialmente durante el vuelo. Su nombre científico “armata” responde a los espolones ubicados en los hombros alares, utilizados para los despliegues o las defensas territoriales.

Hembra: corona y mejillas de color plo-mizo. Dorso negro con estrías cenicien-tas o blanquecinas. Todo lo ventral, la arganta y los flancos son castaños aca-nelado.

Juveniles: hasta el año y medio de vi-da atraviesan diferentes patrones en la distribución del color hasta definir el plumaje de adulto; presentan básica-mente tonos grisáceos y blanquecinos.

Los pichones tienen plumón blanco con pico y delineado negro en cabeza, post ocular, oído, cuello, espalda y alas.

Distribución geográfica: se distribuye de manera discontinua a lo largo de la Cordillera de los Andes, desde el noro-este de Venezuela hasta el sur de Argen-tina. En Argentina habitan dos subes-pecies: la raza del noroeste (M. a. ber-lepschi) en los ríos de montaña de Jujuy, Salta, Tucumán, Catamarca y La Rio-ja; la raza típica (M. a. armata), la más austral, se distribuye desde el oeste de San Juan y de Mendoza, siguiendo el eje de la cordillera, hasta la Isla Grande de Tierra del Fuego.

apoyen y enganchen con sus espinas entre el ramaje, se arquearán hacia los costados llegando los extremos de las cañas cerca del suelo.

Lo ideal es ubicarla en un parque am-plio y debajo de un árbol que no nos interese demasiado, ya que el propio follaje de las cañas tenderán a “tapar-lo”. Cuando se trasplantan matas de un cañaveral añoso es necesario el uso de una motosierra para cortar los duros rizomas, o un hacha bien filosa. Cuando se hace la división es necesa-rio cortar y retirar las cañas primero, si no será imposible extraer las matas, sobre todo por las heridas que pueden causar sus espinas.

Yatevó

Interacciones biológicas: Aunque no parece ser lo usual, en la Reserva Natural de Punta Lara se ha observa-do a la oruga de la mariposa Bandera Argentina alimentándose de las hojas del yatevó.

Cuando el cañaveral perece después de la floración, la infinita cantidad de semillas que produce después de su muerte, ocasiona un festín de abun-dancia entre la fauna que se ve be-neficiada.

Su cultivo: Una pequeña mata de 15 cm de diámetro que fue plantada en un jardín urbano de la localidad de Adro-gué en 16 años alcanzó un diámetro de mata de 2,50 metros y 13 de altura. Un desarrollo que se podría considerar lento, si se compara con la velocidad de crecimiento que alcanzan las espe-cies de bambúes asiáticos invasores que se cultivan en la región.

No es recomendable plantar yatevó en un jardín de pequeñas dimensio-nes debido a que con el tiempo anu-lará a los arbustos y otras plantas que se encuentren a su alrededor. Otra di-ficultad es que se comporta como un bambú apoyante, ya que si no crece debajo de un árbol donde sus cañas se

Descripción: Llamado por los gua-raníes yatevó y tacuara brava por los criollos, este bambú nativo crece sil-vestre desde el sur de Brasil, este de Paraguay y oeste de Uruguay hasta el noreste de la Argentina. En nues-tro país se lo encuentra en Misiones, Corrientes, Entre Ríos, en el delta del Paraná y en la selva de Punta Lara, en Buenos Aires.

En esta provincia crece en suelos are-noso limosos, en los albardones que “acompañan” a los arroyos, en luga-res húmedos, pero donde no se estan-ca el agua por mucho tiempo.

Posee rizomas cortos y gruesos, las cañas son huecas, de tamaño media-no y de 6 a 13 metros de altura, con la corteza rugosa y áspera. En los nudos crecen espinas rígidas y curvas, las hojas son lanceoladas y de 10 a 15 cm de longitud.

Florece aproximadamente cada 30 años, y lamentablemente cuando eso sucede el cañaveral perece. Sus in-florescencias consisten en unas es-piguillas multifloras de 2,5 a 3 cm de longitud, mientras que sus semillas oscilan entre 1 cm a 1,5 cm de largo.

A pesar de que las cañas son frágiles, tanto los guaraníes como los criollos las suelen utilizar para la construcci-ón de sus viviendas. En el caso de los primeros, también suelen achatarlas y colocarlas encimadas en el techo a mo-do de “chapas”. La ventaja de estas en comparación con otros bambúes con-siste en que al tener superficie rugosa y áspera, el barro se pega mejor y du-ra mucho más tiempo, en los casos en que la construcción se hace con adobe.

Asimismo, los originarios, construyen una trampa para cazar armadillos, construida íntegramente con cañas yatevó, que consiste en un cilindro de unos 2 metros de largo por 25 cm de ancho, que es colocado en la entrada de las cuevas y se lo rellena con capas intercaladas de hojas y tierra. Cuando el animal intenta salir, trepa por el tubo y queda atrapado.

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SALUD + NATURALEZA

¿Qué estamos comiendo?

Se considera que la soja es hoy transgé-nica en un 99 %, siendo Argentina su ter-cer productor mundial. Además de ella, pueden ser transgénicos los siguien-tes alimentos: maíz y su aceite, calaba-zas, papas, tomates, aceite de canola y todas las carnes, huevos y lácteos pro-venientes de animales alimentados en base a soja transgénica, los cuales son mayoría. Los transgénicos pueden pro-ducir alergia, ignorándose su hepatoto-xicidad a largo plazo u otras consecuen-cias, incluido el cáncer, dada su reciente introducción en el mercado.

Como descubrirlos Si bien los alimentos procesados lle-van una etiqueta con sus componen-tes nutritivos, no ocurre lo mismo en nuestro país con los transgénicos (sí en Europa, Australia, Japón y China). Indudablemente el producto de esta falta de información obedece a que mucha gente se opondría a su consu-mo. Debemos exigir a las autoridades pertinentes el etiquetado de los pro-ductos transgénicos, para no seguir jugando a la “ruleta rusa”.

El ingreso de nutrientes sanos a nues-tro organismo debe ser una premi-sa, mucho más en la época actual, en donde se han incorporado los alimen-tos procesados y transgénicos que pueden -en ciertas oportunidades- desembocar en enfermedades, a ve-ces severas.

Alimentos naturales Son aquellos que extraemos de la na-turaleza, y los consumimos tal como se encuentran: verduras, tubérculos, le-gumbres, frutas, granos y cereales sin refinar y todos los productos provenien-tes de animales de granjas ecológicas.

Alimentos procesados Son aquellos que han pasado por una serie de cambios para su conservaci-ón o utilización inmediata. Se dividen en dos grupos: Procesados propiamente dichos: Son los que sufren un tratamiento tecnoló-gico para su consumo y no son nocivos. Modelo de ellos son la leche, la manteca y las harinas.Hiperprocesados: Son los sometidos a agregados de materias primas o a radia-

ciones. Damos como ejemplo a los edul-corantes (tartrazina, aspartamo, cicla-mato, sacarina) en bebidas y caldos, conservantes (sulfitos, nitritos y nitra-tos) en embutidos, vinos y crustáceos y potencializadores del sabor (glutama-to monosódico) en salsas de soja, bebi-das, caldos y productos lácteos.

Tanto el aspartamo, como la sacarina han sido enjuiciados en algún momento y liberados por la Administración de Ali-mentos y Medicamentos de los Estados Unidos, no así el ciclamato prohibido en 1970, ni el glutamato monosódico (con-tenido en Coca-Cola Zero y Pepsi Light) que se comercializan en nuestro país de manera libre. Un consumo elevado y sostenido de estas sustancias, según lo mantenido por algunos investigadores, podría favorecer la carcinogénesis.

Alimentos transgénicosSe obtienen de un organismo al cual se le han incorporado genes de otro pa-ra conseguir determinada caracterís-tica deseada, como ser resistencia a las plagas o a los herbicidas, mayor ta-maño o mejor sabor.

Por el Dr. Eduardo Esparrach

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FUERA DEL PAGO Por : Egon ciklai

La cebra de montaña del Cabo resucita

La cebra de montaña del Cabo (Equus zebra zebra) es la más pequeña y la más austral de todas las cebras: la al-zada de un macho no supera el me-tro con veinte centímetros. Sus rayas son muy nítidas y oscuras pero en la grupa son más anchas y tiene una pe-queña papada. No se cruza con la ce-bra de Burchell de las llanuras y po-sibles híbridos no serian fértiles por la diferencia en sus cromosomas. Su enemigo principal es el león y tanto el leopardo como el guepardo pueden cazar los juveniles.

En 1950 un estudio dio como resulta-

do que solo quedaban en libertad al-rededor de 80 ejemplares, debido a la implacable persecución de los caza-dores. En este contexto la IUCN lanzó un plan de salvación proponiéndose la meta de 2.500 ejemplares. Esta meta fue superada en 2002 con 2.700 cebras que viven en áreas protegidas priva-das y estatales, como el Parque Nacio-nal Karoo y el Parque Nacional Cebra de Montaña, ambos de Sudáfrica.

Elemento esenciales para la conser-vación de esta cebra fueron el entu-siasmo y el interés de los propieta-rios de las áreas privadas y la pro-

hibición de cazarla y de vender sus pieles. Actualmente la población de las cebras de montaña del Cabo au-menta paulatinamente y su conser-vación está encaminada.

En Namibia y el sur de Angola vive una subespecie de la cebra de montaña, la Equus zebra hartmanni .Es un ani-mal algo más grande, sus rayas blan-cas son más anchas y su papada mas pronunciada. Afortunadamente no está en peligro de extinción ya que existen unos 25.000 ejemplares. Por el momento no se encuentra protegi-da en ningún parque nacional.

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PALABRASMAYORES

Muerte de un árbol Por Claudio Bertonatti

Juntando años en paciente espera logró sumar, al fin, un siglo entero.

Tenía el cuerpo enorme de un gigante y el aire paternal de un buen abuelo.

(No sé por qué creímos que esa espera la prolongaba para que lo viéramos...).

Por un azar llegamos a su lado, justo cuando lo estaban abatiendo.

-”¡Señor, Señor, clamamos angustiados: detén el brazo que destruye un sueño,

que eso es un árbol, un soñar permanente con el cielo, y un árbol como éste es imposible

reemplazar de nuevo; que no es obra de los hombres,

sino Tuya y del Tiempo...!”.

Declinaba la tarde; no fue escuchado el ruego.

Inexorable, el hacha mantenía su latido funesto,

y el árbol se quejaba a cada golpe, y la tarde gemía en cada eco,

y el sol en el ocaso cerró de prisa su ojo por no verlo. De pronto, oyóse un crujido agrio

como un desgarramiento, y el árbol, ya vencido

cedió como atraído por un vértigo, se volcó en un derrumbe estrepitoso, y dentro de nosotros cayó muerto...

Juan Burghi Nació en 1899 en el Rincón del Cerro, Mon-tevideo (Uruguay). Alguna vez se refirió a su lugar natal como ese sitio “de los varia-dos panoramas geográficos”, porque supo ver la biodiversidad como pocos hombres de letras.

En 1907 se radicó en la Argentina, tierra que hizo propia. Aquí cultivó amistades ilustres, como la de Leopoldo Lugones, con quien compartía la pasión por la tierra adentro, los paisajes naturales y los distintos rasgos de las culturas regionales. También fue aquí donde desarrolló su labor literaria, gran par-te de ella dedicada a los más jóvenes y ca-si toda con epicentro en la naturaleza. Algu-nos de los títulos lo reflejan: Zoología Lírica (1969), Motivos de Pájaros (1957), Pájaros nuestros (1940, ilustrada por Salvador Mag-no), Madre-Tierra (1921) y Luz en la Sierra (1936). Por su obra y sus méritos humanos, en 1970 fue distinguido con el Laurel de Pla-ta, por el Rótary Club de Buenos Aires.

Murió en 1985, pero lo seguimos recordan-do. Entre otras cosas, cuando ratificamos eso que dijo: “el campo es un medio en el que se superponen los grandes silencios y los más hermosos sonidos”.

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DEMUSEO

Se trata de una mariposa nocturna (familia Noctuidae) clasificada como Ascalapha odorata por el padre de la taxono-mía, Carl von Linné, en 1758. Tiene una distribución geográfica amplia en nuestro continente y es reconocida con distintos nombres: “taparaco” (quichua), “mariposa de la muerte”, “pirpinto de la yeta”, “bruja negra” (en Uruguay), “ura” (en Pa-raguay), “tara bruja” (en Venezuela), “mariposa negra” (Colombia); “x-mahan-nah” (en maya, que significa “¿me prestas tu casa?”) y “micpapalotl” o “tetzahupapalotl” (en náhuatl, derivadas de los vocablos miqui, “muerte”; tetzahuitl, “pre-sagio” y papalotl, “mariposa”). Para enfatizar su connotación negativa, hasta el nombre de su género (Ascalapha) deriva de Ascálafo, el demonio labrador de las huertas de Hades, el reino de los muertos de la mitología griega.

Distintas culturas tienen la creencia que estas mariposas traen “mala suerte” o que anuncian la muerte como sucede en el norte argentino y en otros países (como Bolivia, Perú y México). Hasta se interpretan las irregulares formas de los oce-los de las alas como la inicial del nombre de la persona que caerá en desgracia. En una de las versiones de la película La intrusa (basada en un cuento de Jorge Luis Borges) aparece esta mariposa anunciando la muerte de la protagonista.

En Perú (Puno), se asume que para romper el conjuro de la muerte se debe cegar al taparaco y cambiar el destino hacia donde uno se dirigía o bien encomendar a los chamanes que pronuncien palabras cabalísticas. En Paraguay hay perso-nas que creen que si su “polvo” cae sobre los ojos provocará ceguera.

En otras regiones del mundo donde habitan especies parecidas sucede algo similar. Incluso, en Hawai se cree que en-carna el espíritu de una persona recientemente fallecida que se presenta para despedirse de sus seres queridos. En las Bahamas se las llama “polillas del dinero”, aceptando que traerán riqueza sobre quien se pose. En Texas, Estados Unidos, existe otra creencia afín: si se posa sobre el dintel de una casa su dueño ganará la lotería.

Lo cierto es que se trata de un animal inofensivo, cuyos adultos se alimentan de frutos pasados de maduros, néctar de flores nocturnas y savia de árboles. Las orugas, en cambio, de sus hojas. Esta mariposa es víctima de supersticiones que deberían quedar en el terreno del pasado, del patrimonio espiritual histórico. Y lo aclaro: sería tan malo olvidar estas creencias como desterrar esta mariposa de nuestro suelo. No sea cosa que terminen formando parte de las co-lecciones muertas de nuestros museos vivos.

Claudio Bertonatti

El taparaco o la mariposa de la muerte

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