Revista profesional de los ingenieros agronomos 2016

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La Citricultura Valenciana dispuesta a afrontar los Nuevos Desafios.

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AGRÓNOMOS Nº 45 - 2016

Revista fundada en 1989 por el Colegio Oficial de Ingenieros

Agrónomos de Levante

ENTIDAD EDITORAFundación para la Promoción de la

Ingeniería Agronómica

COMITÉ CIENTIFICO - TÉCNICO

Ismael Escrivá PiquerasDr. Ingeniero Agrónomo

Escuela Técnica Superior de Ingeniería Agronómica y del Medio Natural

Universidad Politécnica de Valencia

Francisco Gozálvez BenaventeDr. Ingeniero Agrónomo

Isabel López CortésDra. Ingeniera Agrónomo

Escuela Técnica Superior de Ingeniería Agronómica y del Medio Natural

Universidad Politécnica de Valencia

José Luis Pérez-Salas SagrerasDr. Ingeniero Agrónomo

Escuela Técnica Superior de Ingeniería Agronómica y del Medio Natural

Universidad Politécnica de Valencia

Baldomero Segura García del RíoDr. Ingeniero Agrónomo

Escuela Técnica Superior de Ingeniería Agronómica y del Medio Natural

Universidad Politécnica de Valencia

Jaime Veyrat GarcíaIngeniero Agrónomo

De las opiniones y comentarios que se exponen son responsables los autores de los textos. Agrónomos no comparte necesariamente las opiniones vertidas en los

articulos editados.

COMITÉ DE REDACCIÓN

REDACCIÓN Y ADMINISTRACIÓNBotanico Cavanilles, 20 - 1ºTel. 963 890 216Fax 963 604 49846010 VALENCIAe-mail: [email protected]

DEPÓSITO LEGALV - 1800 - 1.989ISSN: 1139 - 2428

COORDINADOR EDITORIALJoaquín Sánchez MarcoIngeniero Agrónomo

FUNDACIÓN PARA LA PROMOCIÓN DE LA INGENIERÍA AGRONÓMICA

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OFICINAS TÉCNICAS

BARCELONA

Calle Enrique Granados 99-101, Entlo 1º A

08008 Barcelona

t. 93 410 46 78 f. 93 322 87 12

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VALENCIA

Avda. Peris y Valero 79, 1º B

46006 Valencia

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BLOQUE I. Panorámica general de la situación actual

BLOQUE III. Investigación y desarrollo

BLOQUE III. (cont.)

BLOQUE II. Comercialización citrícola

BLOQUE IV. Cítricos y sociedad

ARTÍCULOS TÉCNICOS

La citricultura valenciana en el siglo XXI. Diagnóstico, presente y futuroD. José Miguel FerrerConselleria de AgriculturaPag. 10 a 15

La citricultura en España: presente y futuroD. Vicente BordilsComité de Gestión de CítricosPag. 18 a 33

La investigación en la citricultura valenciana: logros alcanzados y retos de los próximos añosD. Luís NavarroDr. Ingeniero AgrónomoPag. 59 a 66

La investigación y las nuevas tecnologías aplicadas en la recolección y los tratamientos poscosechaD. Enrique Moltó, IVIAD. José Blasco, IVIAD. Lluís Palou, IVIAPag. 68 a 73

Aplicación de las técnicas de agricultura de precisión a la zona citrícola de la Comunitat ValencianaD. Eduardo PrimoDr. Ingeniero AgrónomoPag. 75 a 77

El asociacionismo agrario como instrumento para la comercialización de los cítricosD. Enrique BellésFed. Coop. Agroalimentarias C.V.Pag. 35 a 43

Inspección fitosanitaria a la importación de cítricosD. Francisco Javier PastorMinisterio de AgriculturaPag. 45 a 50

Comercio de los cítricos valencianos. Una visión desde el punto de vista de la distribución de nuestros productosD. Pedro ReigAsoc. Supermercados C.V.Pag. 52 a 56

Generadores de valor socialD. Cristóbal AguadoAsoc. Valenciana de AgricultoresPag. 79 a 81

El papel del agricultor en el mantenimiento del paisaje y la preservación del medio ambienteD. Ramón MampelLa Unió de Llauradors i RamadersPag. 84 a 87

Aportación de los cítricos a la sociedad, salud y aportación nutricionalD. Rafael CerveraUnión de Pequeños AgricultoresPag. 89 a 90

Cálculo del factor de localizacion en las valoraciones en suelo rural sometidas a procedimientos expropiatorios conforme a la ley del sueloD. José Luís PerezDña. Inmaculada MarquesD. Baldomero SeguraD. Joaquín Gaspar MoraDña. Carmen FemeniaD. José Manuel VelillaPag. 92 a 102

Resultados preliminares en los estudios de eficiencia energética dentro del proyecto i+d+i optireg: gestión eficiente de regadíosD. Diego NaranjoD. Sergio ColomDña. Sofía IglesiasPag. 104 a 115

SUMARIO

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C/ Marqués de Dos Aguas 3-5° pta C | 46002 Valencia | T. +34 963 218 299 | F. +34 963 217 377 www.AT4grupo.es

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Tras un largo periodo en el que, como consecuencia de la crisis que nos ha afectado y que nos ha obligado a priorizar las acciones que emprendíamos así como replantear este medio de comunicación con vosotros y la misma conti-nuidad de la fundación, queremos iniciar este año con un nuevo número de la revista Agrónomos.

En 2015 la Fundación para la Promoción de la Ingeniería Agronómica organizó dos jor-nadas sobre temas que pueden condicionar el futuro del sector citrícola. En ambos casos se re-flexionó sobre los retos que debe superar para mantener su posición dominante en el mercado, así como de los riesgos a los que se enfrente.

Aspectos relacionados con los derechos de los obtentores de variedades vegetales cítri-cas y sus sistemas de protección frente a terceros y plagas y enfermedades de posible incursión en nuestro territorio y amenazantes a nuestros cítri-cos con su correspondiente análisis de riesgos fueron tratados en estas jornadas con enorme éxito de audiencia, satisfaciendo la enorme de-manda informativa que sobre éstos tiene el sec-tor.

No queda duda de que para afrontar es-tos retos es importante el surgimiento de una concepción generalizada sobre la manera de re-solver estos desafíos, participativa e integradora, en la que todos los actores implicados arrimemos el hombro en pro de nuestro sector.

Hemos querido con este número que ese análisis, que esas reflexiones permanezcan al al-cance de todos los interesados en el sector y su futuro y no sólo de los que pudieron asistir a las mismas.

EDITORIAL

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DiagnósticoSíntomas Podemos asimilar a la citricultura valenciana a un paciente con síntomas de una enfermedad, que se manifiesta en la disminución de ingresos de la activi-dad agraria para muchos productores. Desde el punto de vista del tratamiento, el sector en su conjunto está actualmente en una encrucijada, y el camino que tome va a condicionar su futuro.

El modelo tradicional de explotación se ha ba-sado en una mayoría de pequeños agricultores, dedi-cados a la citricultura a tiempo parcial, con superficies muy atomizadas, altos costes de cultivo y diversifica-ción de variedades para minimizar el riesgo comercial. Para una gran parte de ellos, los cítricos ya no propor-cionan suficiente rentabilidad y ante las pérdidas eco-nómicas continuadas, o abandonan sus explotaciones directamente, o huyen del cultivo y se refugian en otros productos (caqui, frutas de verano, almendro, tropica-les, etc.).

Según la Encuesta sobre Estructura de Explo-taciones Agrícolas 2013 (INE), en la Comunidad Valen-

ciana existían en dicho año 68.466 explotaciones citrícolas con una su-perficie de 161.153 ha. Comparando las dos últimas encuestas de 2007 y 2013, el número de explotaciones citrícolas se ha reducido un 20,6%, es decir se ha perdido una de cada cinco. Mientras que la superficie media por explotación se ha incre-mentado un 16,8%, pasando de 2,01 ha a 2,35 ha.

¿Cómo se ha llegado a esta situa-ción? .¿Por qué muchos citricultores que obtenían rentas y precios dig-nos en épocas anteriores ahora no los consiguen, si su producto sigue siendo de una excelente calidad y tenemos una potente estructura co-mercial cooperativa y privada que coloca cada año en el mundo casi 3 millones de toneladas?

Como en todo proceso económico no hay una sola, sino la confluencia de muchas causas que en conjunto producen el efecto per-verso. En cualquier caso este no se ha presentado de improviso, sino que se ha manifestado a través de un proceso evolutivo cuyos sínto-mas se han agravado en los últimos 15-20 años.

1. Exceso de Oferta sobre los mercados europeos

Muchas veces se olvida, cuando se refieren los buenos pre-cios obtenidos antaño por los pro-ductores, que en aquellos años, la Comunidad Valenciana estaba prác-ticamente sola en el mercado euro-peo. Tenía el producto, la estructura comercial labrada poco a poco y con mucho esfuerzo, una renta de situación envidiable, y muy pocos competidores. Es precisamente el éxito económico de estos buenos niveles de precios el que atrae a otros países al sector: dentro de Es-paña, Andalucía aporta actualmente en el entorno de los 2 millones de

La Citricultura Valenciana en elSiglo XXI

Diagnóstico, presente y futuro

El sector citrícola de la Comunitat Valenciada atraviesa un cierto estancamiento que plantea retos a los productores, con el fin de reinventar la que ha sido y es una potente industria en España y a nivel internacional. Las posibilidades que se abren ante los productores plantean la ocasión de llevar a cabo reformas, para que la citricultura de la Comunidad Valenciana siga siendo motor económico de futuro.

PALABRAS CLAVE· Cítricos · Comercialización ·· Rentabilidad · Retos ·

José MiguelFerrerDr. Ingeniero AgrónomoServicio de Industrias Agroalimentarias

Conselleria de Agricultura, Medio Ambiente, Cambio Climatico y Desarrollo Rural

[email protected]

Foto de redacción

José Miguel Ferrer · La Citricultura valenciana en el siglo XXI. Diagnóstico, presente y futuro

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11Revista Profesional de los Ingenieros Agrónomos, Junio 2016 · Nº 45 · ISSN: 1139 - 2428 · Págs. 10 -15

toneladas; en la Cuenca Mediterránea,según datos del CLAM, destacan Egipto con 3,7 millo-nes de toneladas; Turquía 3,2; Marruecos 2,2 y entre Is-rael, Argelia y Túnez juntos sobrepasan los 1,3 millones de toneladas de producción. Una gran parte de ella tie-ne como destino Europa, en el caso de Turquía exporta el 47 % de su producción, Egipto el 32%, Marruecos el 26% e Israel el 33%. Por último, con un impacto menor, por el efecto de la contra-estación, pero Sudáfrica, y los países del Mercosur, también distorsionan finales y prin-cipios de campaña con un producto que está en el mer-cado y que presiona los precios a la baja.

2. Canales de Comercialización volcados a la gran distribución

No es un fenómeno específico de la citricultura, sino que ha ocurrido en la mayoría de sectores de la in-dustria agroalimentaria valenciana y además con graves consecuencias para ellos. Nos referimos la progresiva sustitución de los distribuidores tradicionales (mayoris-tas, importadores, tiendas...) por las grandes cadenas minoristas.

En términos generales, la gran distribución mi-norista es un buen cliente para los operadores citrícolas: garantiza altos volúmenes de ventas, relativamente pro-gramados y estables en el tiempo, y un nivel de seguri-dad en el cobro muy valorado. Esta es la parte positiva. La parte negativa, es que su sistema de compras se con-vierte para sus proveedores en una suerte de agujero negro del que es muy difícil salir, ya que tienen mucho poder de compra, y fuera el mercado solvente está muy disputado, pero con ellos los márgenes comerciales se ven continuamente presionados a la baja (cuando no es el veto ruso es la prima de riesgo, pero los comprado-res saben poner encima de la mesa alguna circunstan-cia que en su opinión debe obligar a bajar el precio de compra), y siempre cada vez más exigencias en cuanto a protocolos, normas y condiciones, promociones, ofer-tas, etc.

La progresiva disminución de los márgenes brutos de los operadores comerciales, cooperativos y privados, se ha trasladado en el caso de la citricultura valenciana al productor, que es el que sufre al final del proceso la continua presión sobre los márgenes de los proveedores que aplica la gran distribución. Probable-mente ello no es justo para el productor, pero en térmi-nos económicos es la consecuencia de su falta de poder de negociación en el canal comercial debido a su atomi-zación, la del productor, y también la de cooperativas y operadores comerciales privados .

Es una consecuencia de la globalización: la con-centración sectorial se ha producido a nivel mundial (telecomunicaciones, banca, materias primas, etc.) en la búsqueda de mayor tamaño y competitividad en costes, pero esta tendencia mundial, en el sector citrícola valen-ciano se produce más por la fuerza de las circunstancias que por convencimiento, también a ambos niveles de productor y comercializadores.

3. Falta de promoción y de diferenciación del producto

La capacidad comercial del sector citrícola a nivel europeo ha quedado acreditada por la continua expansión de sus exportaciones. Ello se ha conseguido

con una política comercial agresiva frente a los compe-tidores a los que se ha reducido a la mínima expresión. Incluso luchando en inferioridad de condiciones, con costes de cultivo y de proceso mucho más altos que los países de la Cuenca Mediterránea, Sudáfrica o Cono Sur, se ha conseguido el liderazgo comercial por cali-dad del producto, capacidad de servicio y adaptación a la demanda.

Pero en el camino, esa guerra ha tenido un coste en la medida en que la estrategia comercial del sector se ha enfocado al precio, frente a la de diferen-ciación del producto y la marca (con carácter general, porque siempre hay excepciones).

Los cítricos son vistos por el consumidor euro-peo como un alimento funcional. En este caso, como proveedores de Vitamina C, que le garantiza un invier-no a salvo de gripes y resfriados. Pero evidentemente, con el mismo abanico varietal, tanta vitamina C propor-ciona una clementina marroquí o una naranja egipcia como sus homónimas valencianas, y en este esquema el cítrico para la gran superficie se convierte en una commodity: si el producto valenciano es caro o no hay, se sustituye por el de un tercero, total proporciona el mismo servicio al consumidor.

La estrategia comercial del sector no ha sido capaz de explicar al consumidor europeo por qué me-recería la pena pagar un poco más por el producto valenciano frente al de sus competidores. Estrategias que por otra parte, y en otros sectores como por ejem-plo el del vino, regiones como Rioja, o antes Bordeaux,

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han sabido aplicar con éxito, y ade-más con beneficios para toda la ca-dena comercial: productor, comercio y distribuidor. El producto tiene que ser bueno, que ya lo es, y lo que se trata es de enviar un mensaje, claro, potente y único, y de comprometer-se a respetar determinadas normas para que actuaciones individuales no afecten al resultado conjunto. No debería resultar tan difícil, porque es muy parecido a lo que se está ha-ciendo en el Caqui de la Ribera del Xúquer con notable éxito.

4. Voluntad real de cambios en el productor

En una sociedad moderna los éxitos económicos se consiguen aunando los esfuerzos de la Admi-nistración y del propio sector. La primera puede aportar los medios personales, presupuestarios y la ca-pacidad de arbitraje, los segundos conocen sus necesidades y tienen que ser capaces de mandar un men-saje unitario, limando internamente las diferencias entre personalidades y subsectores, para conseguir estra-tegias win to win, en las que, dentro de un marco razonable, no de máxi-mos, se intenta explorar y pactar aquello en lo que todos ganan algo.

Quizás en este largo perio-do donde campaña tras campaña se iba constatando la pérdida de rentabilidad del cultivo, tanto des-de el sector citrícola, como desde la propia Administración, no ha habido una adecuada valoración de cómo los cambios que se producían en el entorno económico global estaban

condicionado la actividad citrícola en la Comunidad Valenciana, y la ne-cesidad de establecer un plan de acción de medidas correctoras para en-derezar ese rumbo, pero en cualquier caso, tampoco el productor agrario, más allá de las quejas, ha sido capaz de hacer autoexamen y ver qué cues-tiones estaba en su mano cambiar para mejorar, porque todo el entorno había cambiado, pero el sector citrícola ha seguido apostando por el mis-mo modelo exitoso de periodos anteriores.

Cabría plantearse si la inoperante Intercitrus, cerrada desde no-viembre de 2011, remozada en contenidos, estatutos y apoyada por todos los subsectores citrícolas tendría una nueva oportunidad de ordenar el sec-tor, constituir un foro de dialogo y sobre todo de adopción de medidas, pero para ello es necesario no incurrir en los errores del pasado y valorar la relación coste-beneficio de disponer de una Interprofesional. Ailimpo en el limón puede ser un buen ejemplo.

5. Déficits estructurales

Es evidente que las características del cultivo citrícola en la Comu-nidad Valenciana empujan su rentabilidad a la baja: la pequeña dimensión, la gran parcelación de las explotaciones, el número reducido de agriculto-res a tiempo total , el envejecimiento del productor y la falta de relevo ge-neracional, el coste de la mano de obra agraria, los incrementos de precios en los inputs de la actividad (material vegetal, abonos, fitosanitarios, com-bustibles y energía, agua etc,) disparan al alza los costes, mientras que los ingresos en origen permanecen estabilizados, o incluso a la baja. Hay que hacer constar también en este apartado los altos costes de recolección del cultivo, de los más altos de España, que aunque inicialmente se asumen por el comprador, se constituyen como un coste más que repercute sobre el precio del producto. También el alto precio de la tierra de cultivo dificul-ta la movilidad del factor e impide el crecimiento en tamaño.

Según un informe presentado en febrero de 2013 por la Coordina-dora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG), en la Comu-nitat Valenciana las cotizaciones en campo se situaban entre los 0,07 y los 0,11 euros/kg en naranja, mientras que las clementinas lo hacían entre 0,13 y los 0,19 euros/Kg, todo ello frente a unos costes de cultivo estimados entre 0,18 para naranja y 0,21, euros/kg respectivamente para clementina.La falta de rendimiento económico no solo dificulta la vida diaria de los productores, sino que además trae como consecuencia la descapitaliza-ción y la incapacidad para modernizar las explotaciones. Todo ello confor-ma un sector mayoritariamente envejecido, alicaído y sin ilusión, por falta de resultados económicos.

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Presente y futuroTratamiento Frente a este sombrío pano-rama, desde el punto de vista del pro-ductor las cifras macroeconómicas del sector son espectaculares, aunque la tendencia delata cierto estancamiento fruto de la madurez del sector.

El valor de la producción de cí-tricos en campo en 2013 fue de 1.168,7 millones de euros en la Comunitat Va-lenciana, lo que representa el 37,3% del valor de la producción agraria y el 46,8% del valor de la producción vege-tal. Durante 2013, las exportaciones de cítricos procedentes de la Comunitat Valenciana alcanzaron 2.901.675 tone-ladas y un valor de 2.164 millones de euros, que representa el 69% del total exportado desde España y el segundo sector de la Comunidad valenciana tras el automóvil y por delante de la cerámi-ca.

El número de plantones comer-cializados se sitúa sobre los 2,1 millones de plantas anuales como media del pe-riodo 2006/2007-2013/2014, cifra apre-ciable, aunque lejos de los 5,8 millones de la campaña 1997/1998, lo que indica que sigue habiendo demanda de pro-ductores que creen en la rentabilidad del cultivo.

Por tanto, la citricultura con-tinúa siendo un motor económico de primera magnitud para la Comunidad Valenciana, y dispone de la tecnología de producción y de la capacidad co-mercial para poder poner el producto en el mercado a precios competitivos, y en este sentido a medio plazo y largo, no hay dudas sobre su mantenimiento y consolidación. Incluso en esta campaña 2015/2016 en la que los precios están repuntado en campo y han mejorado sobre las anteriores, alguien podría te-ner la sensación de que las cosas pue-den ir mejor a futuro, pero lamentamos disentir, ya que los problemas estructu-rales persisten y parece evidente que el paciente necesita cambiar el enfoque y buscar remedios si no quiere seguir mostrando los mismos síntomas ante-riores. Sobre todo no podrá haber una citricultura valenciana, si no hay pro-ductores valencianos por falta de renta-bilidad del cultivo.

Se pueden prever algunas ten-dencias de futuro, que desde el punto de vista de la producción pasan básica-mente por la transformación de un mo-delo de explotación familiar a un mode-lo profesional .

La única forma de evolucio-nar a costes competitivos es incre-mentar el tamaño de las explotacio-nes. Este salto no lo van a poder dar muchos de sus actuales titulares, ni tampoco sus herederos, sin ningún apego a un negocio que si en ma-nos de sus mayores presenta pro-blemas de rentabilidad, en sus ma-nos adquiere tintes ruinosos.

La consecuencia directa de ello es que en el horizonte de los próximos 10-15 años, va a seguir produciéndose el descenso de la superficie de cultivo citrícola y el abandono de explotaciones, pro-bablemente a un ritmo acelerado sobre el actual, conforme la falta de relevo se agudice por el hecho biológico. La reducción del núme-ro total de explotaciones agrarias y de titulares de explotación, se verá compensada por un incremento del número de trabajadores asalariados en tareas agrarias.

Si se analiza la población agraria de la Comunitat Valenciana en el período 1998-2013, se observa una tendencia a la baja en los últi-mos años del número trabajadores agrarios activos y ocupados, desde un máximo de 100.000 en el año 2000 a los poco más de 70.000 del año 2013. . En cambio el número de asalariados sobre los ocupados en la agricultura se sitúa en el 66,9 %, con tendencia al alza, y con margen para llegar a la cifra media total de la economía valenciana, donde los asalariados suponen entre el 80- 82 % de los ocupados totales.

Ello no significa necesaria-mente que los descenso de la pro-ducción sigan el mismo ritmo, ya que la salida se produce en explota-ciones marginales, de baja produc-tividad, mientras que las explotacio-nes viables aumentan la suya, y todo ello vigorizado por la producción que sale de almacenes valencianos, pero tiene su origen en otros territo-rios españoles y que a efectos esta-dísticos cuenta como exportaciones desde la Comunidad Valenciana.

Actualmente la producción, que como media podemos situar al-rededor de los 3,5 millones de tone-ladas, puede oscilar por incidencias propias de las campañas entre 3 y 4 millones de toneladas, y en este horizonte de 10-15 años es previsi-ble que caiga por debajo de esta horquilla, pero será un proceso de ajuste gradual y con oscilaciones de

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Revista Profesional de los Ingenieros Agrónomos, Junio 2016 · Nº 45 · ISSN: 1139 - 2428 · Págs. 10 -15

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buenas y cortas campañas. Aunque como se ha indicado continua la venta de plantas de cítricos en el entorno de los 2 millones anuales de media, ello solo supone una tasa de reposición de un 2,5 % anual, aproximadamente.

En nuestra opinión, esta reducción de la oferta no se verá acompañada de una mejora de los rendimientos económicos para los que se queden en la citricultura con el mismo modelo productivo actual, ya que la presión de otras zonas productoras absorbe los descensos.

En definitiva, el sector tiene que prepararse para un horizonte de reformas si quiere salir de esta situación de falta de rentabilidad y de indefinición del modelo pro-ductivo, y esto necesita de un consenso entre Adminis-tración y representantes sectoriales sobre las medidas a aplicar, y ponerse a ello urgentemente, porque la sangría que suponen los abandonos y cambios a otros cultivos es continua, y urge revertir la situación. Pero ello solo pue-de conseguirse si el pequeño productor está dispuesto a modificar sus hábitos y costumbres, a entrar en otro tipo de modelos productivos, con tintes más asociativos, y a ceder parte de su libertad de actuación empresarial, cues-tión que está por ver si se materializa. De momento se queja, reclama mejores precios, e ingresos dignos, pero como si la cosa no fuera con él, como si el mundo tuviera que adaptarse a su idiosincrasia y no al revés.

Solo a título indicativo se relacionan a continua-ción aquellos retos que en nuestra opinión sería necesario afrontar, desde un punto de vista técnico, para poder salir de la situación actual de desamparo del productor. Para que se materialicen tiene que haber consenso sectorial y que el productor esté convencido de que a largo plazo esto va a servir, aunque a corto, parezca que le perjudica. Pero sobre todo, hay que hacer algo diferente si quere-mos salir de la dinámica actual. (Si buscas resultados dis-tintos no hagas siempre lo mismo .A.Einstein)

Reto 1. Aumento de la dimensión de las explotaciones para reducir costes de cultivo

Es necesario actuar en la parte de legislación que permita la movilidad de la tierra y aumentar la dimensión de la explotaciones, a través de facilitar compras, arren-damientos, fusiones de explotaciones, apoyar el cultivo en común, fomento de empresas de gestión de explota-ciones etc. Es un campo de actuación inmenso e inexplo-rado, pero que necesita reformas legislativas de calado que afecten a la propiedad privada, con limitaciones a aquellos que no quieran participar en procesos de con-centración de cultivos.

También puede ayudar, el limitar las ayudas de planes de mejora y/o primera instalación a solo aquellas superficies viables, no solo garantizar 1 UTA, sino ser mu-cho más ambiciosos. Si no hay fondos más que para el 30 % de los peticionarios, que son las explotaciones priorita-rias, pues habrá que plantearse qué tipo de explotaciones queremos promocionar: si pequeñas o más grandes.

Igualmente ocurre con las ayudas a la moderni-zación de regadíos. A lo mejor hay que empezar a pensar si deberían haber ayudas para modernizar regadíos por debajo de determinada superficie, ¿para qué modernizar el regadío en parcelas inviables económicamente por di-mensión?

Todos estos posibles nuevos esquemas cho-can con intereses privados, con la tendencia habitual del productor de hacer lo que considere más oportu-no (por no decirlo de otra forma) de ahí que se nece-site un consenso básico y sobre todo confianza y fe, en que realmente van a ser efectivas a medio plazo, aunque impliquen sacrificios a corto.

Reto 2. Dispersión y falta de coordinación de la oferta mayorista citrícola valenciana

Estimamos que el grueso de la oferta citrícola valenciana se canaliza a los mercados a través de unas 100-120 referencias comerciales, entre cooperativas y operadores comerciales privados, que compiten en-tre sí. El escenario perfecto para una distribución con-centrada que solo tiene que sentarse y esperar a ver quién es el primero de sus proveedores que baja el precio, porque el producto es perecedero.

La política comunitaria de apoyo a las organi-zaciones de productores ha organizado relativamen-te al productor de base, pero ha atomizado la oferta mayorista, al crear nuevos operadores comerciales. Sería necesario, aunque difícil, coordinar estrategias comerciales, e intentar unificar ofertas. También es imprescindible actuar a nivel comunitario para que la OCM, perdida la ayuda a la industrialización para zumo, establezca un sistema de regulación de merca-do más eficaz que el actual.

Hay sectores nacionales y europeos en los que voluntariamente se pacta, y la Administración lo oficializa, una reducción de la oferta a través de diversas medidas: cosecha en verde, reducción de rendimientos, retiradas del mercado etc. etc. Habi-tualmente se hace a través de interprofesionales.

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José Miguel Ferrer · La Citricultura valenciana en el siglo XXI. Diagnóstico, presente y futuro

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Puede ser una medida que afecte a calibres o varieda-des determinadas. Se trata de gestionar la oferta común y no dejar que cada operador actúe por su cuenta, por-que ello puede perjudicar al conjunto. Evidentemente esto choca con resistencias individuales, pero como de-cíamos antes hay que probar cosas nuevas, aun a riesgo de equivocarse.

No obstante, la propia dinámica lleva a que en este campo se va a producir en el horizonte de los 10-15 años citado una gran concentración de operadores, de forma que al final solo van a quedar de los actuales (pri-vados y cooperativos) muchos menos, y más grandes, con lo que este problema se va a paliar a medio plazo. No obstante si la reconversión de operadores privados y cooperativos se puede hacer de forma ordenada, a través de fusiones o agrupaciones, sería mejor que si la hace el propio mercado, y todo funcionará mejor si los que queden, además, son capaces de llegar a acuerdos para gestionar conjuntamente la oferta de la Comuni-dad Valenciana. Reto 3. Fidelizar al consumidor

Como se ha indicado anteriormente sería ne-cesario planificar una fuerte campaña de imagen de los cítricos valencianos (como se hizo hace años con los plá-tanos de Canarias) diferenciar y prestigiar el producto, aportar valor añadido con nuevas referencias, etc. Cam-paña mantenida en el tiempo y financiada, aparte de las ayudas comunitarias que puedan obtenerse, por el propio sector, si es que realmente está convencido de su utilidad.

La IGP de Cítricos de la Comunidad Valencia-na es una herramienta que existe, pero que no se ha potenciado desde el sector, que ha pensado que no le aportaba valor al producto, o que limitaba su margen de maniobra en la fruta con origen en otras regiones pro-ductivas.

Reto 4. Mantener la cantidad y la calidad del producto

Con el tiempo se ha alcanzado un gran nivel en el cultivo en cuanto a racionalización de consumos de agua, calidad del material vegetal, abanico varietal, ca-lendarios de comercialización, sanidad vegetal, seguri-dad alimentaria, producciones ecológicas e integradas etc. Esto ya se tiene, pero no se puede perder, y hay que mantener el nivel conseguido, que constituye un elemento de diferenciación positiva con nuestros com-petidores.

En este sentido, tenemos institutos de investi-gación que han realizado valiosas aportaciones para al-canzar estos niveles de mejora. No deberíamos caer en la tentación de destruir aquello de lo que disponemos y que ha ayudado a hacer nuestra citricultura fuerte y potente en todo el mundo. Reformar lo necesario, pero sobre la base de lo que se tiene, parece un planteamien-to sensato, porque en España no hay en citricultura nada que mejore lo que aquí se dispone.

Aunque muchos citricultores puedan pensar lo contrario, entendemos que la solución para el conjun-to de la citricultura y de los citricultores no está solo en encontrar la piedra filosofal de una nueva variedad que nos resolverá todos los problemas de falta de rentabi-

lidad del cultivo, así no necesitaremos cambiar nada más, y volveremos a las rentabilidades pasadas. Proba-blemente eso es engañar al productor o engañarse él mismo.

El secreto de las nuevas variedades rentables no está en su calidad, sino en su escasez, en el control de su difusión, lo que de entrada ya implica que no pueden ser para todos los productores. Pero aparte, ¿se podría mantener una campaña citrícola completa con, digamos, 50.000 o 100.000 toneladas de estas va-riedades, frente a las 3.000.000 exportados actuales?. El mercado del que actualmente disponemos está por-que se ha abierto a base de cantidad, de masa de pro-ducto, y porque se empieza en septiembre y se acaba en julio. Aparte, se puede mirar al espejo que suponen las frutas de verano: variedades protegidas que cam-bian cada dos años, pago de royalties nuevos cada 2-3 años, la mayoría de planta no certificada, sin seguri-dad sanitaria sobre lo que se compra, calendarios de comercialización cortos y de recolección todavía más cortos…., no parece que un modelo importado de las frutas pueda ser una solución para la crisis citrícola.

En cualquier caso, el objetivo de este artículo no va más allá de colaborar, a través de su revista, con el Colegio Oficial de Ingenieros Agrónomos de Levan-te (COIAL), abriendo un foro de debate técnico sobre el presente y futuro de nuestra citricultura desde pun-tos de vista muy dispares, a lo que esperamos haber contribuido desde la modestia y con la mejor voluntad de identificar problemas y posibles soluciones, sin con-siderar nada como verdad absoluta. Dada la magnitud económica que supone para la economía valenciana el sector citrícola, la tarea a emprender para mejorar la rentabilidad del cultivo, no puede ser fácil, debería ser costosa en tiempo y recursos, y sobre todo va a necesi-tar de grandes dosis de capacidad de convencimiento para cambiar hábitos y costumbres.

Si entre todos acertamos con la terapia, la citri-cultura de la Comunidad Valenciana, seguirá contando como motor económico de futuro, pero siempre en un camino de reformas continuas, de mejora de la com-petitividad, de adaptación al mercado y en definitiva, de lucha y sufrimiento para mantener el liderazgo pro-ductor y comercial en la Unión Europea. No hay nada que merezca la pena que resulte fácil, pero hay que intentarlo.

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Revista Profesional de los Ingenieros Agrónomos, Junio 2016 · Nº 45 · ISSN: 1139 - 2428 · Págs. 10 -15

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Los cítricos son los frutos de mayor volumen de producción mundial y siguen creciendo. Es fruta de invierno y reúne excelentes condiciones de comerciali-zación, transporte e industrialización.

De entre los cítricos la naranja es el fruto más producido en todo el mundo ya que es el más “sufri-do” tanto en producción como en comercialización y “viaja” bien por todo el mundo.

En la década de los setenta la media de la pro-ducción citrícola mundial se situaba en torno a los 47,1 millones de toneladas, elevándose a 58,9 millones de toneladas en la década de los ochenta. El gran creci-miento de la producción citrícola mundial se produjo en la década de los noventa con una producción media de 84,2 millones de toneladas, y en lo que llevamos del siglo XXI hemos crecido unos 35 millones de toneladas situándonos ya en la campaña 2010/2011 por encima los 120 millones de toneladas.

Más de dos terceras partes de la producción mundial de agrios se sitúa en el Hemisferio Norte,

siendo por tanto dominante respecto al Hemisferio Sur. También la mayor parte de la población y, por tanto, de los consumidores se sitúa en el Hemisferio Norte. El co-mercio de contraestación se realiza básicamente del Sur al Norte, donde está la capacidad de compra y consu-mo, de modo que, cuando Sudáfrica, Argentina y otros llegan al Hemisferio Norte en contraestación encuentra los mercados desabastecidos. Sudáfrica, al igual que España, es una citricultura orientada a la comercializa-ción en fresco y a la exportación.

España es el 4º-5º productor mundial de cítricos detrás de China (26,5-29,6 millones de t), Brasil (18,5-19 millones de t) y EE.UU. (9,4-11 millones de t). España se sitúa a un nivel de producción similar al de México (6,6-7,5 millones de t) e Irán (7,4 millones de t). Los países mediterráneos, considerados como una unidad citríco-la, producen en conjunto 22,3-24,2 millones de tonela-das. China produce el 22-24% de los cítricos producidos en todo el mundo, la Cuenca Mediterránea el 18-20%, Brasil el 16% y EE.UU. alrededor del 8%.

China, que produce fundamentalmente satsu-ma, hace unos años apenas tenía relevancia estadística. China ha experimentado un crecimiento bárbaro, ade-más de aflorar sus estadísticas. Brasil y la Cuenca Me-diterránea son dos modelos citrícolas diametralmente opuestos. El primero, destinado fundamentalmente a la industrialización, y el otro al comercio de exportación de fruta en fresco.

Brasil y EE.UU. han visto muy mermadas sus producciones en los últimos años debido a graves en-fermedades, fundamentalmente el Greening ó Huan-glongbing ó HLB, pero también el CBS ó Citrus Black Spot y el Cankro ó Citrus canker.

EE.UU.2 produce para la comercialización en fresco (California) y para industrialización en zumos (Flo-rida). En la campaña 2012/13 Florida producía más de dos tercios (133.600 cajas) de la producción de naranjas de EE.UU. (189.893 cajas), sin embargo en la presente campaña 2015/2016 la producción de naranja en Florida se estima casi en la mitad del volumen de la campaña 2012/2013 (69.000.000 cajas de 90 libras), aproximán-dose al volumen de naranja producido en California (52.500.000 cajas de 80 libras), que se ha mantenido prácticamente estable desde la campaña 2012/13, lo que muestra lo rápido que está disminuyendo la pro-ducción de naranja en el estado de Florida debido al Greening.

España, 4º-5º productor mundial de cítricos (6º productor mundial de naranja, 2º productor mundial

La Citricultura en España:Presente y Futuro

La producción mundial de cítricos se eleva a más de 120 millones de toneladas, habiéndose alcanzado la producción récord en la campaña 20011/12, con 121,4 millones de toneladas, seguida de la campaña 2013/14, con una producción de 121,3 millones de toneladas1. La producción de naranjas es la mayoritaria por productos, con un 57-59 % (67 a 71 millones de toneladas) de la producción mundial de cítricos, seguida del grupo mandarinas con un 24-26 % (27 a 31 millones de toneladas), limón y lima, un 11% (de 13 a 13,4 millones de toneladas), y finalmente el pomelo, con un 6% (7 a 8 millones de toneladas).

PALABRAS CLAVE· Cítricos · Producción · Mercados ·

VicenteBordilsPresidente del Comité de Gestión de Cítricos

[email protected]

1Fuente: FAO. CITRUS FRUIT FRESH AND PROCESSED ANNUAL STATISTICS 2015.2Fuente: USDA (United States Department of Agriculture) NASS (National Agriculture Statistics Service) CITRUS December 2015 Forecast.

Vicente Bordils · La Citricultura en España: Presente y Futuro

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Gráfico 1. Evolución de la producción mundial de cítricos

Gráfico 2. Producción mundial de cítricos por productos 2013/2014

47.133,2

58.891,7

84.209,1

95.563,689.778,7

99.123,594.527,5

101.675,897.446,6

102.605,7106.097,4

110.048,6113.310,2

114.724,0121.206,3

121.400,4

119.164,4121.273,2

0

20.000

40.000

60.000

80.000

100.000

120.000

140.000

Media1979/19801988/1989

ó 1980-1989

Media1989/19901998/1999

ó 1990-1999

Media1969/19701978/1979

ó 1970-1979

1999/20002000/2001

2001/20022002/2003

2003/20042004/2005

2005/20062006/2007

2007/20082008/2009

2009/2010

en 1.000 Tm

2010/20112011/2012

2012/2013

2013/2014

NARANJA57%

MANDARINA26%

LIMÓN11%

POMELOS6%

PRODUCCIÓN MUNDIAL DE CÍTRICOS 2013/14: 121,3 Millones de T

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de mandarina, 3º-4º productor mundial de limón), con un 5% de la producción mundial de cítricos, el 4-5% de la producción mundial de naranja, el 6-8% de la producción mundial de mandarina3.

España produce más de 7 millones de tonela-das de cítricos. Concretamente, la producción en la pa-sada campaña 2014/15 alcanzó la cifra de 7.032.000 t, la 3ª campaña de mayor producción, tras la campaña ré-cord 2011/12 (con un balance citrícola de 7.501.000 t) y la 2013/2014 (con 7.241.000 t de producción).

España produce 7-7,5 millones de T, lo que representa el 5% de la producción mundial de cítri-cos. El valor de la producción española de cítricos es de 4.000 millones de €.

La producción de naranjas de España representa casi el 50% del total de la producción española de agrios (entre 3,5-3,9 millones de toneladas). La producción es-pañola del grupo mandarinas (easy peelers) se eleva a 2,2-2,5 millones de toneladas, 1,1 millón de toneladas de limón y apenas unas 59.000-78.000 toneladas de pomelo4.

Uno de cada dos cítricos producidos en Es-paña es una naranja y uno de cada tres cítricos pro-ducidos en España es una mandarina.

A nivel mundial, la producción española de man-darinas únicamente es superada por la producción de mandarinas en China (17-17,9 millones de toneladas). También Marruecos (0,7-1,2 millones de t), Turquía y Egip-

to (0,9-1 millón de t), Brasil y Japón (estos dos últimos con unas 900.000 t cada uno de ellos) son importan-tes productores de mandarinas. Marruecos (funda-mentalmente Clementina Fina, aunque también Na-dorcott, Nour, Nova y Nules en menor proporción), Turquía (satsuma e híbridos) y Egipto producen para el fresco. Sin embargo, tanto China como Japón producen principalmente satsumas destinadas bási-camente al mercado local y a la industria.

La producción mundial de mandarinas es creciente (y ello pese a las dificultades de cultivo y comercialización, debido a su fragilidad), mientras que el crecimiento de la producción mundial de na-ranjas apenas crece, debido a la devastadora enfer-medad del “Greening” que afecta a Brasil y a Florida. Brasil (16,4-16,9 millones de toneladas) y EE.UU. (5 millones de t estimadas para la campaña 2015/2016, debido a los efectos del Greening en Florida -con tan solo 2,8 millones de toneladas estimadas para la campaña 2015/2016-5) son los principales producto-res de naranja (junto con China con 7-7,6 millones de toneladas), si bien las producciones de Brasil y Flori-da se destinan en la práctica totalidad a la industria de transformación en zumos.

España es el primer productor de cítricos de la Cuenca Mediterránea, y representa aproxima-damente el 32-34% de la misma. Aproximadamente el 31-32% de la producción de naranja de la Cuenca Mediterránea corresponde a España, elevándose su supremacía productora a un 35-40% del total medi-

China24%

29,6 Mill T

PaísesMediterráneos(CLAM) 20%24,2 Mill T

USA 8%

9,4 Mill T

México6%

7,5 Mill T

India6%

7,4 Mill T

Irán4%

4,6 Mill T

Pakistán2%

2 Mill T

Indonesia1%; 1,6 Mill T

Tailandia1%; 1,2 Mill T

OtrosHemisferio Norte

5% ; 6,3 Mill T

Brasil16%

19 Mill T

Sudáfrica2%

2,6 Mill T

Argentina1%; 1,7 Mill T

OtrosHemisferio Sur4%; 4,3 Mill T

24% China 20% CLAM 16% Brasil8% USA

HEMISFERIO NORTE (>1/3)

HEMISFERIO SUR (<1/3)

Gráfico 3. Producción mundial de cítricos por países 2013/2014

3Mandarinas o Grupo mandarinas, es decir, el conjunto de producciones de satsuma, clementinas, mandarina común e híbridos, lo que se conoce también como “grupo tangerinas”. Fuente: COMITÉ DE GESTIÓN DE CÍTRICOS (CGC).

Vicente Bordils · La Citricultura en España: Presente y Futuro

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terráneo en el grupo mandarinas y a un 34-36% en el caso del limón. Sin embargo, en pomelos el liderazgo en cuanto a la producción mediterránea lo detentan Is-rael (34-36%) y Turquía (34-36%), mientras que España tan sólo representa el 9,5-10,5%6.

España es el primer país exportador de cítricos en fresco del mundo con un 25-26% del comercio mundial de cítricos (frente a una produc-ción de cítricos del 5% del total mundial). Ese lide-razgo mundial de España se traduce, por productos, en un 24-27% del comercio mundial de naranjas (frente a una producción del 4-5% del total mundial de naranjas), un 31-37% de las exportaciones mundiales de manda-rinas (mientras que la producción es del 6-8% del total mundial) y un 24% del limón exportado mundialmente (produce el 8% de los limones producidos en todo el mundo).

Por lo tanto, 1 de cada 4 naranjas exporta-das en el mundo son españolas; 1 de cada 3 man-darinas exportadas en el mundo son españolas y 1 de cada 4 limones exportados en el mundo son españoles.

Queda pues reflejada la supremacía mundial de España en la exportación de cítricos en fresco. España, con un volumen exportado de 4,2 millones de to-neladas en la campaña 2013/2014, exporta tanto como el equivalente a la suma de las exportacio-nes de los tres países que le siguen en el ranking de exportadores de cítricos a nivel mundial: Sudá-

frica (1,7 millones de t), Turquía (1,3 millones de t) y Egipto (1,2 millones de t).

España exporta por valor de 3.100 millo-nes de €. El valor de la exportación del sector pri-vado es de 2.250 millones de €.

España, 4º-5º productor mundial de cí-tricos (6º productor mundial de naranja, 2º pro-ductor mundial de mandarina, 3º-4º productor mundial de limón), es el 1º exportador mundial de cítricos en fresco, 1º exportador mundial de naranjas, 1º exportador mundial de mandarinas (easy peelers), 1º exportador mundial de limones y 6º exportador mundial de pomelo.

El 75% de la fruta envasada en España se destina al mercado exterior.

España, 1º exportador mundial de naranjas, en la pasada campaña 2014/2015 exportó 1,8 millones de t. Le siguen en el ranking mundial de exportación de naranjas Egipto (1,1 millones de t), Sudáfrica (1,1 millo-nes de t), EE.UU. (0,5 millones de t), Grecia (0,36 millo-nes de t) y Turquía (0,34 millones de t).

España, 1º exportador mundial de mandari-nas, exportó 1,6 millones de t en la pasada campaña 2014/2015. Siguen a España como principales expor-tadores de mandarina a nivel mundial China (750.000-850.000 t), Marruecos (350.000-480.000 t), Turquía (400.000-470.000 t), Pakistán (350.000 t), Sudáfrica

Gráficos 4-9. Importancia de España en el marco de la producción y la exportación mundial de cítricos,

5Fuente: USDA (United States Department of Agriculture) NASS (National Agriculture Statistics Service) CITRUS December 2015 Forecast.6Fuente: CLAM.

ESPAÑA26%

RESTO DE

PAISES74%

Gráfico 7 EXPORTACIÓN MUNDIAL DE CÍTRICOS 2012/13: 15.181.100 Tm

ESPAÑA27%

RESTO DE

PAISES73%

Gráfico 8 EXPORTACIÓN MUNDIAL DE NARANJA 2012/13: 6.873.200 Tm

ESPAÑA35%

RESTO DE PAISES

65%

Gráfico 9 EXPORTACIÓN MUNDIAL DE MANDARINA 2012/13: 4.617.000 Tm

ESPAÑA6%

RESTO DE PAISES

94%

Gráfico 6 PRODUCCIÓN MUNDIAL DE MANDARINA 2012/13: 29.400.900 Tm

ESPAÑA4%

RESTO DE PAISES

96%

Gráfico 5 PRODUCCIÓN MUNDIAL DE NARANJA 2012/13: 67.194.700 Tm

ESPAÑA5%

RESTO DE PAISES

95%

Gráfico 4 PRODUCCIÓN MUNDIAL DE CÍTRICOS 2012/13: 119.164.400 Tm

España, 4-5º productor mundial de cítricos y 1er exportador mundial de cítricos en fresco; 1er exportador mundial de naranjas y mandarinas; 1er exportador mundial de limón y 6º de pomelo2012/13

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(100.000-150.000 t) y Perú (80.000-100.000 t).

España es el primero en la clasificación mundial de exportado-res de limón, con una exportación de 671.000 t en la campaña 2014/2015. Le siguen México (515.000 t), Turquía (409.000 t), Sudáfrica (198.000 t), Ar-gentina (160.000 t) y EE.UU. (120.000 t).

En la exportación mundial de pomelo ocupamos el 6º lugar con 64.000 t exportadas en la campaña 2014/2015, por detrás de Sudáfrica, Turquía, China, EE.UU. e Israel.

España ha doblado su pro-ducción de cítricos desde su ingre-so en la entonces CEE, pasando de una producción de 3.510.600 T en la campaña 1985/86 a más de 7 mi-llones de toneladas de cítricos pro-ducidos en la actualidad. Concreta-mente, la producción en la pasada campaña 2014/15 alcanzó la cifra de 7.031.600 T, la 3ª campaña de mayor producción, tras la campaña récord 2011/12 (con un balance citrícola de 7.501.300 t) y la 2013/2014 (con 7.240.800 T de producción).

El crecimiento ha sido continuo, aunque con los típicos dientes de sierra que produce el agotamiento del árbol tras una buena cosecha.

En ese mismo periodo de 30 años desde la adhesión de España a la CEE, también hemos duplicado la exportación pasando de 2 millones de T de cítricos exportados en la campaña 1985/86 a 4,2 millones de T en la última campaña 2014/2015.

Algo se habrá hecho bien para que se haya producido ese incre-mento, aunque por supuesto con periodos difíciles, como produce siem-pre el crecimiento.

La UE-28 produce 10,6-12,3 millones de T de cítricos en una super-ficie de 554.000 Has. España produce un 58-61% de los cítricos de la UE-28.

La producción de cítricos de España se distribuye por Comunida-des Autónomas del siguiente modo: Comunidad Valenciana, 56%; Andalu-cía, 28%; Región de Murcia, 13% y Cataluña (provincia de Tarragona), 3%

En el caso de la naranja, la Comunidad Valenciana produce el 54%; Andalucía, el 40%; la Región de Murcia, el 5% y Cataluña (provincia de Ta-rragona), el 2%.

Cuando se trata del grupo mandarinas, la aportación de la Comu-nidad Valenciana a la producción nacional es del 72%; Andalucía produce el 17%, Cataluña (provincia de Tarragona), el 6% y la Región de Murcia el 5%.

En limón la Región de Murcia produce el 58%, la Comunidad Va-lenciana el 30% y Andalucía el 12%.

3.510,63.867,0

4.543,04.246,0

4.862,94.876,3

4.704,1

5.290,1

4.601,4

5.128,44.679,3

4.474,8

5.885,5

4.999,7

5.770,05.511,9

5.750,75.935,2

6.280,66.181,3

5.226,0

6.815,4

5.374,8

6.614,1

5.347,6

6.627,0

7.501,3

6.800,77.240,8

7031,6

0,0

1.000,0

2.000,0

3.000,0

4.000,0

5.000,0

6.000,0

7.000,0

8.000,0Campaña 2011/12, Campaña Récord en Producción

en 1.000 Tm

7-8-9 Fuente: Comité de Gestión de Cítricos (CGC)

Gráfico 10. España: Evolución de la producción de cítricos en los últimos 30 años 7

Vicente Bordils · La Citricultura en España: Presente y Futuro

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Gráfico 11. España: Evolución de la exportación de cítricos en los últimos 30 años 8

Tabla 1. Balance de la cosecha de cítricos de España en la campaña 2014/2015 9

1.742.622

2.354.6262.579.761

3.177.3093.246.3573.300.711

3.562.980

3.224.868

3.610.4073.369.673

3.644.0003.760.200

3.861.700

3.760.500

4.151.300 T

0

500.000

1.000.000

1.500.000

2.000.000

2.500.000

3.000.000

3.500.000

4.000.000

4.500.000

1979

/8019

80/81

1981

/8219

82/83

1983

/8419

84/85

1985

/8619

86/87

1987

/8819

88/89

1989

/9019

90/91

1991

/9219

92/93

1993

/9419

94/95

1995

/9619

96/97

1997

/9819

98/99

1999

/0020

00/01

2001

/0220

02/03

2003

/0420

04/05

2005

/0620

06/07

2007

/0820

08/09

2009

/1020

10/11

2011

/1220

12/13

2013

/1420

14/15

En Tm

Campaña 2014/15, Campaña Récord de Exportación

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En cuanto al cultivo de los cí-tricos en España en 2015 ocupa una superficie10 de 299.518 Has., de las cua-les 148.777 Has. de naranjo (50% de la superficie), 110.177 Has. de mandarino (37% de la superficie), 38.105 Has. de li-monero (13% de la superficie), 1.555 Has. de pomelo, 239 Has. de naranjo amargo y 665 Has. de otros cítricos.

En 2010, hace cinco años, eran 314.575 Has las ocupadas por el cultivo de los cítricos en España. Por lo tanto, se han perdido 15.057 Has de cítricos en 5 años, a razón de 3.000 Has por año. La distribución de esa reducción de super-ficie: naranjo, una reducción de 8.846 Has (59% de la reducción total); manda-rino, disminución de 4.924 Has (33% de la pérdida de superficie); limonero, baja-da de 1.645 Has (11% de la pérdida to-tal de superficie); y, finalmente, pomelo, con un incremento de 46 Has.

En cuanto a la distribución de la superficie citrícola por Comunidades Autónomas, el 54% de la superficie citrí-cola se sitúa en la Comunidad Valencia-na (162.093 Has.), el 28% en Andalucía (82.772 Has.), el 14% en Murcia (41.078 Has.) y el 4% en Cataluña (11.157 Has.) y 1.050 Has. en Baleares.

En 2010, hace 5 años, eran 314.575 Has las ocupadas por el cultivo de los cítricos en España. Por lo tanto, se han perdido 15.057 Has de cítricos en 5 años, a razón de 3.000 Has por año. La Comunidad Valenciana ha registrado una pérdida de superficie de 16.268 Has, Murcia ha perdido 1.271 Has, Cataluña 732 Has y Baleares 213 Has. Únicamente Andalucía ha incrementado un aumento de 3.209 Has en estos 5 años.

La superficie que se pierde del cultivo de cítricos siempre es la super-ficie menos productiva, la de menores rendimientos, mayores costos y/o varie-dades más afectadas por la situación, y, tal y como señalan las cifras anteriores, es el minifundio de la Comunidad Valen-ciana el más afectado por el abandono del cultivo de cítricos, y en mayor pro-porción en naranja, probablemente en el marco de una reconversión hacia el caqui u otros cultivos.

En cuanto al cultivo de la naran-ja, ocupa 148.777 Has en el territorio es-pañol con la siguiente distribución: Co-munidad Valencia el 50% (73.775 Has), Andalucía el 41% (60.471 Has), Murcia el 7% (11.284 Has), Cataluña el 1% (1.700 Has), Baleares 521 Has y Otras Comuni-dades Autónomas 1.026 Has.

PRODUCTO SUP (ha)NARANJO 148.777MANDARINO 110.177LIMONERO 38.105POMELO 1.555NARANJO AMARGO 239OTROS CÍTRICOS 665TOTAL 299.518

NARANJO50%

MANDARINO37%

LIMONERO13%

POMELO0%

NARANJO AMARGO

0%

OTROS CÍTRICOS

0%

Fuente: Encuesta sobre Superficies y Rendimientos 2015, ESYRCE 2015. Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente

Tabla 2

Tabla 2. España: Superficie citrícola por productos.Gráfico 12. España: Superficie citrícola por productos

Tabla 3. España: Superficie citrícola por productos.Gráfico 13. España: Zonas de producción de cítricos

Tabla 4. España: Superficie citrícola por productosGráfico 14. España: Zonas de producción de naranjas

10 Fuente: Encuesta sobre Superficies y Rendimientos 2015, ESYRCE 2015. Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente.

CC.AA. SUP (ha)Comunidad Valenciana 162.093Andalucía 82.772Murcia 41.078Cataluña 11.157Baleares 1.050Otras CCAA 1.368TOTAL 299.518

Comunidad Valenciana

54%Andalucía

28%

Murcia14%

Cataluña4%

Baleares0%

OtrasCC.AA.

0%

Fuente: Encuesta sobre Superficies y Rendimientos 2015, ESYRCE 2015. Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente

Tabla 3

CC.AA. SUP (ha)Comunidad Valenciana 73.775Andalucía 60.471Murcia 11.284Cataluña 1.700Baleares 521Otras CCAA 1.026TOTAL 148.777

ComunidadValenciana

50%

Andalucía41%

Murcia7%

Cataluña1%

Baleares0%

Otras CCAA

1%

Fuente: Encuesta sobre Superficies y Rendimientos 2015, ESYRCE 2015. Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente

Tabla 4

Revista Profesional de los Ingenieros Agrónomos, Junio 2016 · Nº 45 · ISSN: 1139 - 2428 · Págs. 18 - 33

Page 26: Revista profesional de los ingenieros agronomos 2016

26

En cuanto al cultivo de la man-darina, ocupa 110.177 Has en el terri-torio español con la siguiente distri-bución: Comunidad Valencia el 70% (77.541 Has), Andalucía el 15% (16.537 Has), Murcia el 6 % (6.664 Has), Cataluña el 9% (9.310 Has) y Baleares 111 Has.

El cultivo del limonero en Es-paña se extiende en 38.105 Has, de las cuales el 59% en Murcia (22.608 Has), el 26% en la Comunidad Valenciana (9.678 Has), el 13% en Andalucía (5.087 Has), el 1% en Baleares (418 Has) y un 1% en otras Comunidades Autónomas (302 Has).

Véase en el Gráfico 17 la evolu-ción de la exportación de cítricos desde 1849.

El crecimiento en la exporta-ción de cítricos ha sido espectacular. Sólo circunstancias bélicas han desvir-tuado temporalmente una tendencia creciente, prácticamente constante. Los valles que se han producido en dicha progresión, retrasándola en ocasiones unos años, se han debido a periodos de guerras (1ª Guerra Mundial 1914-1919, Guerra Civil Española 1936-1939, 2ª Guerra Mundial 1939-1945), postgue-rras y heladas (helada del 56, helada del 85,...).

El éxito de España se debe a su liberal sistema comercial, ca-pacidad de explotación de su situa-ción geográfica y también extrema-damente importante su constante renovación del esquema varietal. Hoy el 93-95% de su exportación se realiza por camión, puerta a puerta, “just in time” incluso con varias des-cargas, y con una adaptación total a los empaquetados y presentacio-nes, códigos de barras, trazabilidad, protocolos de producción, etc.

Las 5 últimas campañas con-solidando volúmenes de exportación récord (4 campañas de récord y 1 cam-paña muy próxima al récord) hasta al-canzar los 4,2 millones de t en la pasada campaña 2014/2015 ponen de manifies-to plantaciones nuevas que se hicieron que están incrementando sus rendi-mientos campaña tras campaña.

Es muy difícil encontrar en todo el mundo otro sector de ex-portación de productos perecede-ros en fresco tan dinámico como el nuestro, buscando de manera con-tinua dar salida a las crecientes pro-ducciones.

Como se observa en la Tabla 7, de una producción de 7 millo-nes de T en la campaña 2014/2015 hemos exportado (exportación a Países Terceros no comunitarios + expediciones intracomunitarias) 4,2 millones de T (el 59% de nuestra producción), consumimos en el merca-do nacional 1,4 millones de T e industrializamos (en zumos y en gajos) 1,3 millones de T, además de estimar unas pérdidas y retiradas del or-den del 3,6%. Por lo tanto, se han comercializado en fresco 5,5 millones de t (el 79% de nuestra producción).

La campaña 2014/2015 ha sido la 3ª campaña de mayor pro-ducción, tras la campaña récord 2011/12 (con un balance citrícola de 7.501.000 t) y la 2013/2014 (con 7.241.000 T de producción). Además, la campaña 2014/2015 ha sido campaña récord de exportación en la historia de nuestra citricultura, con 4.151.300 T exportadas: se han so-brepasado por primera vez los 4 millones de T de exportación y se han incrementado en 400.000 T el volumen exportado en la campaña 2013/2014. Solo ese incremento de exportación en esas dos campañas consecutivas representa el total de exportación de Marruecos en una campaña de exportación. Ha sido la 2014/2015 además récord de ex-portación de naranjas y de limones, y 3ª campaña en importancia de exportación de “easy peelers”, muy próxima también al récord.

Tabla 5. España: Superficie citrícola por productosGráfico 15. España: Zonas de producción de mandarinas

Tabla 6. España: Superficie citrícola por productosGráfico 16. España: Zonas de producción de limón

CC.AA. SUP (ha)ComunidadValenciana 77.541Andalucía 16.537Murcia 6.664Cataluña 9.310Baleares 111Otras CCAA 14TOTAL 110.177

ComunidadValenciana

70%

Andalucía15%

Murcia6%

Cataluña9%

Baleares0%

Otras CCAA

0%

Fuente: Encuesta sobre Superficies y Rendimientos 2015, ESYRCE 2015. Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente

Tabla 5

CCA.AA. SUP (ha)ComunidadValenciana 9.678Andalucía 5.087Murcia 22.608Cataluña 12Baleares 418Otras CCAA 302TOTAL 38.105

Comunidad Valenciana

26%

Andalucía13%

Murcia59%

Cataluña0%

Baleares1%

Otras CCAA

1%

Fuente: Encuesta sobre Superficies y Rendimientos 2015, ESYRCE 2015. Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente

Tabla 6

Vicente Bordils · La Citricultura en España: Presente y Futuro

Page 27: Revista profesional de los ingenieros agronomos 2016

27

El balance de producción de 7 millones de T lo obtenemos siendo muy modestos en el capítulo de “Pér-didas y Retiradas” (tan solo el 3,6% frente a porcentajes habituales del 10% empleados por otros países en sus balances de producción). El resto de magnitudes son di-fícilmente cuestionables: cifras oficiales de exportación, volúmenes de transformación facilitados por las industrias transformadoras y datos de consumo derivados del Pánel de consumo alimentario del Ministerio de Agricultura, Ali-mentación y Medio Ambiente (Hogares y HORECA).

Del total de cítricos exportados (4,2 millones de t), se han exportado 1,6 millones de t del grupo manda-rinas y 1,8 millones de t del grupo naranjas. Por tercera campaña consecutiva exportamos de nuevo más naranja que “pequeños cítricos”, y ello después de 8 campañas en que se había invertido la tradición, superando los volú-menes de exportación del “grupo mandarinas” a las na-ranjas.

La campaña 2014/2015 ha sido récord de produc-ción y exportación de limón, con más de 1 millón de t producidas y 671.000 t de exportación.

De los 2,4 millones de t producidas de “easy peelers”, tenemos una producción de 1,6 millones de t de “clementinas”. De los 1,5-1,6 millones de t de producción de clementina en España, se exporta 1-1,1 millones de t de clementina por todo el mun-do, casi en su totalidad exportadas desde la Comu-nidad Valenciana, lo que constituye el auténtico dis-tintivo de la citricultura valenciana. Un patrimonio de más de 1 millón de t de exportación de clementinas, el producto preferido por el consumidor, que debe mantenerse a toda costa libre de semillas.

La satsuma reduce su producción (que ha pasa-do a ser de unas 200.000 t), quedando como principales clientes la industria de gajos (sostenedora del precio del

fresco y gravemente amenazada por la competencia china) y los mercados de Reino Unido y Escandinavia.

Los híbridos crecen en producción (situándo-se alrededor de medio millón de t) y en exportación (en torno a 350.000 t).

En cuanto a los 3,5-3,9 millones de t de pro-ducción de naranja, básicamente se trata de 1,3-1,5 millones de t de Navelina/Nável, 1,3-1,5 millones de t de Nável/Lane-Late y otras Návels tardías, 500.000-600.000 t de producción de Valencia Late y 300.000 t de Salustiana. Del 1,6-1,8 millones de t de expor-tación de naranja, se compone de 650.000-750.000 t exportadas de Navelina/Nável, 600.000-700.000 t de exportación de Nável/Lane-Late y otras Návels tar-días, 200.000 t de Valencia Late y 100.000 t de Salus-tiana. Exportamos 1,25-1,45 millones de t de naranjas de ombligo (grupo Nável), la naranja de mesa por excelencia, a lo que debe sumarse las aproximada-mente 800.000 t de naranjas del Grupo Nável comer-cializadas en España.

En Naranjas en general, y en Návels en particular, España es irremplazable como pro-veedor por sus volúmenes.

De los 12,6 millones de t de naranjas produ-cidas por la totalidad de la Cuenca Mediterránea en la campaña 2013/2014, España produjo el 32% (3,9 millones de t). Trasladando la comparación a volúme-nes exportados, de una exportación total de naranja de los países mediterráneos de 3,7 millones de t en la campaña 2013/2014, España exportó el 46% del total (1,6 millones de t). Es decir, en nuestro invierno, durante la campaña de exportación mediterrá-nea, 1 de cada 2 naranjas exportadas son espa-ñolas.

Gráfico 17. Exportación de cítricos de España desde 1849 hasta la campaña 2014/2015

4.151.300

0

500.000

1.000.000

1.500.000

2.000.000

2.500.000

3.000.000

3.500.000

4.000.000

4.500.000

1849

1890

1897

1900

1903

1906

1909

1912

1915

1918

1921

1924

1927

1930

1933

1936

/3719

39/40

1942

/4319

45/46

1949

/5019

52/53

1955

/5619

58/59

1961

/6219

64/65

1967

/6819

70/71

1973

/7419

76/77

1981

/8219

84/85

1987

/8819

90/91

1993

/9419

96/97

1999

/0020

02/03

2005

/0620

08/09

2011

/1220

14/15to

nelad

as

Campaña Récord de Exportación, Campaña 2014/2015 con 4.151.300 Tm exportadas

Adhesión a la entonces CEE

Revista Profesional de los Ingenieros Agrónomos, Junio 2016 · Nº 45 · ISSN: 1139 - 2428 · Págs. 18 - 33

Page 28: Revista profesional de los ingenieros agronomos 2016

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En “Naranja de mesa” (Grupo Nável) esa supremacía proveedora aún es más exagerada: de los 7 millones de t de Návels producidos por la totalidad de la Cuenca Mediterránea en la campaña 2013/2014, España produjo el 44% (3 millones de t). Y si hablamos de exportación, de la ex-portación total de Návels del Mediterráneo en la campaña 2013/2014 (2,4 millones de t), España exportó el 55% (1,3 millones de t).

Y todo ello pese a nuestros costes salariales hasta diez veces más elevados que los de nuestros competidores mediterráneos. Pero ellos no disponen ni de nuestra estructura comercial ni de nuestra renta de situa-ción geográfica, ni tampoco de nuestro esquema varietal.

España comercializa el 80% de las mandarinas mediterrá-neas y el 69% de las naranjas mediterráneas exportadas/expedi-das a la UE.

Del conjunto de fruta envasada, el 75% se destina al mercado exterior. Nuestra exportación citrícola está fuertemente concentrada en la UE, con 3.845.900 t exportadas a la UE de los 4.151.300 t exportados en la campaña 2014/2015.

España exporta a un total de 93-95 países diferentes, incluyendo los otros 27 Estados miembros de la UE. Un 90-93% de nuestras exporta-ciones van dirigidos a la UE (a nuestros socios comunitarios) y si añadimos las aproximadamente 100.000 t exportadas a Noruega y Suiza, nos encon-tramos con un 93-95% de nuestras exportaciones dirigidas a Europa Occi-dental (UE+Noruega+Suiza), nuestros países más próximos tanto cultural como geográficamente debido a la ventaja comparativa de nuestras ex-portaciones por camión frente a nuestros competidores mediterráneos, y ello pese a nuestros costes más elevados (una hora de salario en Valencia equivale al jornal de un día en nuestros países competidores). El 5-7% restante de nuestros volúmenes exportados está disperso en un total de 64-66 países, aunque únicamente unos pocos son significativos (Canadá con 40.980 t en la campaña 2014/2015, Estados Unidos con 37.385 t, Arge-lia con 21.200 t, Emiratos Árabes con 20.104 t, Brasil con 18.795 t, Arabia Saudí con 12.627 t y Bielorrusia con 11.284 t). Puntualmente alguno pueda tener una mayor importancia para una variedad y en un momento deter-minado (caso de las clementinas precoces para EE.UU., aunque cada vez exportamos menos a EE.UU. ).

España exporta tanto como la suma de lo que exportan los tres países siguientes en el ranking de exportación mundial de cítricos en fres-co (Sudáfrica, Turquía y Egipto).

La UE, Suiza y Noruega son mercados muy maduros. La mayoría de los mercados potenciales de todo el mundo son productores de cítri-cos, como Estados Unidos, China, Corea del Sur, India, Brasil, Argelia, Mé-xico, Australia, Japón y Sudáfrica. La apertura de nuevos mercados e in-

cluso el crecimiento en otros es muy difícil por las barreras fitosanitarias que vía protocolos de exportación encarecen y entorpecen, si no im-posibilitan, nuestras exportaciones, además de la dificultad del transpor-te por barco.

De momento parece que por ahora vamos a seguir creciendo aun-que no a la velocidad que lo hacía-mos con anterioridad y necesitamos abrir nuevos mercados y mejorar nuestras condiciones de exportación a otros en el marco de los protocolos establecidos a lo que debe añadirse la pérdida de nuestro elemento de competitividad en otros mercados por el transporte terrestre.

En la campaña 2013/2014 por fin asistimos a un cierto crecimiento de los volúmenes exportados a estos destinos (fundamentalmente Corea del Sur y China) debido a la helada en California y a la prohibición temporal de importación en China de cítricos originarios de EEUU.

La citricultura española ha sabido aprovechar como nadie su renta de situación geográfica, lo que unido a nuestra continua diversificación varietal y a nuestra ágil estructura comercial nos ha conducido a liderar el comercio mundial de los cítricos en fresco.

La elevada rentabilidad del cultivo y el comercio de cítricos du-rante años, sobre todo comparán-dolo con otros productos y sectores, atrajo la producción en zonas y regio-nes españolas con menos tradición citrícola y la entrada de capital de otros sectores. A ello debe añadir-se efectos exógenos que jugaron su papel en un determinado momen-to, como los derivados de la Política Agraria Comunitaria con el desaco-plamiento de las ayudas de otros cul-tivos menos rentables que los cítricos (el efecto de la triangulación).

En la década de los noventa hemos incrementado nuestra pro-ducción citrícola en un millón de to-neladas, pasando de una producción de 4,704 millones de toneladas en la campaña 1991/92 a 5,751 millones de toneladas en la campaña 2001/02. Salvando el diente de sierra descen-dente de la cosecha 2005/06 como consecuencia de los efectos de la he-lada de principios de 2005, se alcan-zaron 6,8 millones de toneladas ya en

11 En la campaña 1999/2000 alcanzamos nuestro volumen máximo de exportación de clementinas a EE.UU., 79.358 t; en la campaña 2000/2001 se exportaron 78.978 t de clementinas. Tras esas dos campañas récord se produjo el embargo el 30 de noviembre de 2001- El mercado americano se abrió de nuevo para las clementinas españolas el 6 de

octubre de 2002. Nunca se han alcanzado de nuevo esos tonelajes. En la campaña 2006/07, debido a la helada en California, se exportaron 76.717 t de clementinas. Llevamos 5 campañas consecutivas de descenso de tonelaje exportado de clementinas a EE.UU. En la pasada campaña 2014/15 se exportaron 32.520 t.

BALANCE (en miles de t)PérdidasConsumoRetiradasInterno

MANDARINAS 2.371,7 163,1 294,6 301,3 1.612,7NARANJAS 3.499,0 86,8 968,1 640,0 1.804,1MANDAR+NARANJAS5.870,7 249,9 1.262,7 941,3 3.416,8LIMONES 1.078,5 0,2 103,6 304,1 670,6POMELOS 77,9 0,0 5,0 9,0 63,9OTROS 4,5 0,0 4,5 0,0 0,0TOTAL GENERAL 7.031,6 250,1 1.375,8 1.254,4 4.151,3

Industria ExportacionesVARIEDADES Producción

Tabla 7. Balance/Destinos o usos de la producción de cítricos de España en la campaña 2014/2015

Vicente Bordils · La Citricultura en España: Presente y Futuro

Page 29: Revista profesional de los ingenieros agronomos 2016

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la 2006/07 y 7,5 millones de t en la campaña 2011/2012. Por lo tanto, he-mos tenido un ratio de crecimiento del millón de toneladas cada 5,5 años sino mayor.

El incremento de la producción de cítricos en España va a seguir produciéndose, pero mucho más ralentizado que hasta ahora, tal y como demuestran las cifras de ventas de plantones de cítricos en nuestro país.

Desde 1972 y hasta 2013/2014 (43 años) se han vendido en España 175,2 millones de plantones certificados -plantones y patrones; sumándo-le injertos, 175,8 millones-.

Si analizamos las ventas de de las últimas 23 campañas, durante el primer subperiodo de 5 campañas (de 1991/92 a 1995/96) se comercializa-ron una media de 4,2 millones de plantas por año.

En el periodo de 1996/97 a 2005/06 (10 años) las ventas de plan-tones fueron de 6,7 millones de plantas anuales. Tomando la tasa de re-posición del 3,5% sobre un vergel citrícola total de 120 millones de árbo-les, quedarían 4,2 millones de árboles para sustituciones y doblados, y 2,5 millones de plantones que incrementaron la superficie en 6.250 Has por año en ese período que, con un rendimiento medio de 30 toneladas por hectárea significa como mínimo 187.500 t anuales de crecimiento, es decir, millón de toneladas más cada 5,5 años, que es precisamente lo que ha estado sucediendo en el periodo 2001/02 (5,751 millones de toneladas) a 2011/2012 (7,5 millones de T).Fuente: agrupación de viveristas de agrios, S.A. (Avasa ®).

De 2006/07 a 2010/11 (5 campañas), se comercializaron una media de 3,3 millones de plantas por año.

En los tres últimos años de los que se disponen datos, desde 2011/12 a 2013/14, se han vendido una media de 3,9 millones de plantas por año. Estamos retomando las plantaciones al ritmo que plantábamos en 1991/92 a 1995/96.

Desde la campaña 1992/1993 hasta la 2003/04 se han vendido más plantones de mandarinos que de naranjos. Desde la 2004/05 y hasta la 2010/11 se invierten las cifras de venta, pasando a venderse más plantones de naranjo que de mandarino. Las ventas de plantas de naranjos y man-darinos se han igualado en las tres últimas campañas de que se disponen datos (de la 2011/12 a la 13/14).

Desde la campaña 1995/96 hasta la 2005/06 (11 campañas) se produjeron las grandes ventas de plantones, desde 5,3 hasta un máxi-mo de 7,8 millones de plantas. En la campaña 2004/05 y 2005/06 se ven-dieron 4,2 y 4,5 millones de plantas de naranjos respectivamente. En la campaña 2006/07 se produjo la gran caída en las cifras de venta de plan-tones, pasando a una media anual de 3,3 millones de plantas vendi-das en las siguientes cinco campa-ñas, para situarnos en la actualidad en una media anual de 3,9 millones de plantas vendidas en las 3 últimas campañas.

No se puede aumentar la producción indefinidamente y que el mercado lo siga absorbiendo y ade-más a precios rentables. Ni puede hablarse de crisis generalizada del sector. En todos los sectores econó-micos las soluciones a las crisis de precios se resuelven equilibrando oferta y demanda.

Tratándose de cultivos leño-sos los cítricos no alcanzan la plena producción hasta al menos siete años desde su plantación, lo que implica que cuando la señal de ex-ceso de producción se percibe vía precios, como está ocurriendo, el in-cremento del exceso de producción seguirá aún durante 6-7 años salvo arranque o injerto a otras variedades no excedentarias si las hubiese. El problema se agrava cuando por tipo de plantación, zona geográfica, cos-tos salariales u otros hay producto-

Tabla 8. Plantones y Patrones Certificados de Cítricos comercializados en España (en miles de plantas)

GrupoMedia 91/92-94/95

Media 95/96-98/99

99/00 00/01 01/02 02/03 03/04 04/05 05/06 06/07 07/08 08/09 09/10 10/11 11/12 12/13 13/14

NARANJS 1.339 2.359 2.448 1.775 1.919 2.667 2.855 4.171 4.468 2.462 2.407 2.040 1.808 1.685 1.584 1.637 1.423

MANDARIN 2.181 3.075 3.322 3.903 3.137 3.733 3.005 2.333 1.302 807 848 732 1.033 1.274 1.658 1.636 1.373

LIMONERO 148 490 620 661 399 354 326 209 181 138 166 195 272 335 319 492 617

POMELO 33 24 49 35 55 73 63 92 77 94 42 54 33 32 43 54 53

LIMA 6 7 2 2 1 4 3 6 7 4 8 9 9 12 19 24 30TOTAL

PLANTONES 3.707 5.955 6.441 6.376 5.511 6.831 6.252 6.811 6.036 3.505 3.472 3.030 3.154 3.338 3.623 3.843 3.496TOTAL PATRONES 116 751 119 228 60 107 138 59 38 23 32 14 53 52 277 389 215TOTAL

PLANTONESYPATRONES

3.823 6.706 6.560 6.604 5.571 6.938 6.390 6.870 6.074 3.527 3.503 3.044 3.207 3.391 3.900 4.232 3.710

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res o zonas de producción que pueden seguir plantando cuando otros ya están bajo el umbral de rentabilidad.

La citricultura española ade-más se caracteriza por un diferencial de costos entre Comunidades Autónomas. Por ejemplo, el convenio colectivo tan-

to de manipulado y confección como de recolección varía según re-giones citrícolas y también el tamaño de las explotaciones, así como los rendimientos. Todo ello determina que, cuando en algunas zonas se llega al límite de rentabilidad para algunas variedades, en otras se continúa plantando.

Podemos concluir que nos enfrentamos a una producción de cítricos que para algunas variedades importantes provoca un nivel de

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1971-2014 (43 años)175.179.977 árboles

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precios que es (en algunas de las últimas campañas) infe-rior al umbral de rentabilidad de un número importante de agricultores especialmente en las zonas de minifundio que además de ser mas intensiva en mano de obra es la que tiene los costes salariales más altos.

Al exceso de oferta de algunas variedades, debe añadírsele el agravante de períodos de comercialización cada vez más reducidos que antaño, debido a la vida co-mercial cada vez más corta de algunas variedades del grupo mandarinas que por motivos de cambio climático o nuevas prácticas de cultivo –riego y fertilización locali-zados, nuevos porta-injertos resistentes a la tristeza, tra-tamientos de engorde, menos dominio de la recolección por la falta de especialización de la mano de obra-, el solapamiento de variedades,… Un acortamiento del pe-ríodo de comercialización equivale, para un mismo tone-laje a un aumento de la oferta por unidad de tiempo, por ejemplo si una variedad de clementina que podía comer-cializarse durante tres meses, por la menor condición de la fruta, ve reducido este periodo a dos meses el efecto en el mercado es que la oferta en cada uno de los dos meses se ve incrementada en un 50% con el consiguiente efecto en los precios.

El sector se caracteriza por una gran capacidad de respuesta, tanto desde el punto de vista de adapta-ción de las producciones y diversificación varietal, como desde el punto de vista de dinamismo comercial.

Si está claro que la producción y por lo tanto la oferta seguirá a niveles elevados aunque más estables, solo queda para buscar un equilibrio una solución que es aumentar la demanda, y a este fin deben encaminarse las principales acciones que pretendan mejorar los resulta-dos económicos del sector.

Entre otras cosas será necesario:

1- Mejorar la estructura varietal Como curiosidad, obsér-vese que España en el mes de diciembre exporta más cí-tricos que Marruecos en toda la campaña de exportación.

Como puede apreciarse en la Tabla 9, la re-conversión varietal en Naranja ya está hecha en lo fundamental, habiéndose conseguido una estructura muy adecuada, ampliando enormemente el periodo de comercialización con diversas variedades tardías de Nável (Lane, Powell y Chislett) y las nuevas varie-dades de Valencia late sin semillas (Delta Seedless y Midknight), que han hecho posible 5 meses de oferta de más de 200.000 t de la mejor calidad (de diciem-bre a abril) y 2 meses (noviembre y mayo) de 160.000 t y 180.000 t exportadas respectivamente.

Desgraciadamente no podemos decir lo mis-mo en el grupo mandarinas donde es imprescindible introducir nuevas variedades, especialmente tardías, que nos permitan prolongar el periodo de comerciali-zación, descongestionar el periodo noviembre-enero (la primera parte de la campaña), aumentar las canti-dades anuales en oferta, reduciendo al mismo tiempo la presión semanal/mensual de la misma, y mejorar la calidad global del grupo mandarinas. No es comprar más cítricos al mes, sino tener durante más meses la posibilidad de comprar el mayor número de varieda-des, tanto de naranjas como de mandarinas. Aumen-tar un mes la duración de la campaña en clementinas es, a efectos de mejorar el precio, como reducir la oferta un 30%.

La clementina es el producto que mejor se adapta a la demanda moderna por su facilidad de consumo tanto por ser la mayoría fáciles de pelar, su versatilidad en las ocasiones y formas de consumo, así como su adaptación al público de todas las eda-des, especialmente a los niños.

Por ello, se necesitan variedades lo más próximas posible a las clementinas. Estas variedades serán mutaciones, triploides, variedades irradiadas u otras.

El problema es que las variedades tardías de mandarinas de las que existe una experiencia son va-riedades a las que los propietarios de sus derechos han fijado limites a la superficie plantada que ya se

CALENDARIO DE LAS EXPORTACIONES (en miles de t)Julio/Agos

MANDARINAS 228 315 369 277 186 124 67 36 10 3 1.613NARANJAS 55 163 219 243 258 288 254 180 84 60 1.804MAND+NARANJA 283 478 588 519 444 412 320 216 94 63 3.417LIMÓN 70 54 74 61 60 68 68 72 68 78 671POMELOS 6 6 7 9 8 10 10 6 2 1 64TOTAL GENERAL 358 538 669 589 511 489 398 294 164 142 4.151

Sept/Oct Nov. Dic. Enero TOTALJuniVARIEDADES Feb. Marz Abril Mayo

Tabla 9. Calendario de las Exportaciones de Cítricos de España 2014/2015

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han alcanzado y no pueden incrementarse, con alguna excepción.

Lo que es evidente es que con la nueva norma-tiva sobre protección de material vegetal se ha desenca-denado toda una ofensiva pública y privada para la ob-tención o adquisición de derechos de nuevas variedades para su explotación.

Al exceso de oferta de algunas variedades, debe añadírsele el agravante de períodos de comercialización cada vez más reducidos que antaño, debido a la vida comercial cada vez más corta de algunas variedades del grupo mandarinas que por motivos de cambio climá-tico o nuevas prácticas de cultivo –riego y fertilización localizados, nuevos porta-injertos resistentes a la triste-za, tratamientos de engorde, el solapamiento de varie-dades,…. Un acortamiento del período de comerciali-zación equivale, para un mismo tonelaje a un aumento de la oferta por unidad de tiempo, por ejemplo si una variedad de clementina que podía comercializarse du-rante tres meses, por la menor condición de la fruta, ve reducido este periodo a dos meses el efecto en el mer-cado es que la oferta en cada uno de los dos meses se ve incrementada en un 50% con el consiguiente efecto negativo en los precios.

La desaparición del pie amargo de nuestra ci-tricultura como consecuencia de la “tristeza” y la consi-guiente reconversión a los patrones tolerantes, mayori-tariamente el Carrizo, ha conducido a un acortamiento drástico del periodo de recolección y, por tanto, de co-mercialización ya que con los nuevos portainjertos se reduce la vida comercial de la fruta y la diferencia de fechas de recolección para una misma variedad en los diferentes microclimas, suelos y prácticas de cultivo. Antaño la campaña de comercialización de la Clemenu-les superaba los 90 días, prolongándose prácticamente hasta mitad de febrero. En la actualidad la campaña de comercialización de nuestra variedad “reina” se ha redu-cido en al menos 1,5 meses, de modo que después de Navidades las cantidades restantes son residuales.

Además, no podemos incurrir de nuevo en el error de basar toda nuestra citricultura en un único pa-trón como ya sucedió con el Naranjo Amargo y repetir la experiencia devastadora de alguna enfermedad o pro-blema a la que sea particularmente sensible ese patrón único.

Necesitamos urgentemente nuevos patrones, ya sean fruto de investigación propia o resultado de la búsqueda y conocimiento de los patrones empleados en otros países y su comportamiento agronómico. Por lo tanto con máxima urgencia se requiere: 1º la transfe-rencia al sector de toda la información relativa a patro-nes y, en su caso, ponerlo a disposición de los viveros; 2º Los profesionales del sector, con el apoyo de la Ad-ministración (técnico y económico), deberán buscar los portainjertos utilizados en todo el mundo; 3º Contar con la “voluntad” de los viveristas para la diversificación en la producción de patrones a disposición del sector.

Para ello es necesario dar prioridad en la asig-nación de recursos tanto públicos como privados a la obtención y selección de variedades, y cuando no sea posible a la importación pues con la nueva legislación

de protección de obtenciones vegetales no podemos permitirnos que otros competidores tengan mejores variedades si queremos no solo mantener sino mejorar nuestra participación en los mercados.

2- Incremento del consumo que deberá producirse en primer lugar en los nuevos países miembro de la UE. Este incremento se va produciendo a medida que va aumentando el poder adquisitivo de sus ciudadanos y debe alcanzar un consumo comparable a otros países de la UE que podemos cifrar en un potencial de incre-mento de 700.000-800.000 t.

- Otros países que ya no siguen un modelo de eco-nomía centralizada y que también mejoran el poder adquisitivo de su población como Rusia12, Ucrania,…. y que también tiene un fuerte potencial de incremento de consumo que se puede cifrar en unas 500.000 t.

- Nuevos mercados. Es necesario hacer un esfuerzo de apertura de nuevos mercados, como los de China, Ja-pón, Corea y otros, incluidos mercados del Hemisferio sur, u otros mercados no maduros de ultramar como EE.UU. o Canadá, aunque todos sabemos que estos mercados necesitan mucha constancia para abrirlos y no siempre se alcanza el éxito, en el mejor de los ca-sos estos son apuestas a largo plazo. Tanto para estos como para los países de la antigua URSS es necesario el apoyo de la Administración que debería asumir el sobre-costo generado por los protocolos de exporta-ción así como co-financiar los derivados del riesgo in-herente a economías poco desarrolladas en mercados lejanos.

Promover la apertura de nuevos mercados para las producciones españolas de cítricos:

• mediante la coparticipación financiera en la cobertu-ra de un seguro de riesgos.

• mediante la cofinanciación con las Administraciones nacionales y Autonómicas de los gastos de apertura de nuevos mercados que no sean gastos de comercia-lización propiamente dichos. Es el caso de todos los gastos vinculados al cumplimiento de los Protocolos de Exportación: presencia de inspectores en origen –viaje, alojamiento, manutención y desplazamientos-, auditorías y certificaciones ligadas a la inscripción de parcelas, mosqueros y tratamientos, “cold treatment”, presencia de intérpretes exigida en algunos casos,….

• mediante la cofinanciación junto a las Administracio-nes Nacionales y Autonómicas de acciones sectoriales como la organización de misiones inversas, la creación de consorcios de exportación,…

• mediante la cofinanciación de campañas de promo-ción en nuevos mercados (ej.: clementinas en EE.UU.).

3- Otra posibilidad sería la de incrementar los cítricos con calidad suficiente del grupo mandarinas en la 2ª campaña, con lo que el consumidor podría incremen-tar su ingesta anual de cítricos simplemente por tener-los a disposición más tiempo (como lo ocurrido con las variedades tardías de Nável (Lane, Powell y Chislett) y las nuevas variedades de Valencia late sin semillas (Del-ta Seedless y Midnight).

12 En estos momentos no pueden exportarse cítricos a Rusia. El 7 de agosto de 2014, el Gobierno ruso anunció una prohibición de las importaciones de determinados productos de la UE a Rusia, incluidas las frutas y hortalizas y, por lo tanto, los cítricos.

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4- Incrementar el potencial de venta de zumos directos de ca-lidad. Si queremos comercializar crecientes cantidades de cí-tricos es imprescindible poder valorizar la parte de fruta fresca que con una buena calidad interna no debe comercializarse por defectos de piel o calibre poco apropiado para el merca-do en fresco, además es la forma más ecológica de eliminar esa parte de la producción. La disminución de producción de Florida, junto a Brasil los principales productores de zumo de naranja, debido a la rápida extensión del Greening, produce un hueco en el suministro que debemos aprovechar.

5- Promocionar el consumo será por supuesto imprescindible para tratar de conseguir ese equilibrio entre la oferta y la de-manda y será necesario tanto en los mercados tradicionales para mantener el consumo y mejorar nuestra cuota de mer-cado, como lo será en los países con un consumo creciente, o nuevos mercados si queremos participar de ese incremento de consumo en competencia con otros muchos productos es-pecialmente lácteos, snacks y postres elaborados y conseguir además una importante cuota de mercado respecto a otros países productores en el suministro de cítricos.

6- No podemos olvidar el daño que puede causar a nuestra citricultura la introducción de algunos organismos foráneos que causan graves enfermedades tales como el Greening, la cancrosis, la mancha negra y otros, que suponen un enorme riesgo para nuestra citricultura, dada la gravedad de las en-fermedades que producen. Sería especialmente grave en Es-paña por nuestra vocación de exportación en fresco y por la dificultad de lucha en el minifundismo. Por todo ello, se hace necesaria la adopción de medidas que refuercen el control de las importaciones de cítricos de países terceros tanto en origen como en los puertos de entrada en toda la UE, la prevención fitosanitaria en todas las zonas de producción, con vistas a la detección precoz de los organismos nocivos y sus vectores y el establecimiento de las medidas pertinentes para evitar su asentamiento y expansión.

Hay peligros muy graves que amenazan al sector como son la pinyolà (presencia de semillas) y el riesgo fitosanitario para nuestro vergel citrícola si no se controlan rigurosamente en toda la UE las importaciones de cítricos y material vegetal de países terceros, especialmente el Greening.

La producción citrícola española se ha ido adaptando a los gustos del mercado desde hace décadas. La inquietud de nuestros agricultores, la sustitución de los árboles enfermos de tristeza por nuevos injertados sobre patrones resistentes que se está realizando desde los años sesenta en un recorrido de Sur a Norte de la Comunidad Valenciana, la situación geográfi-ca de la Comunidad Valenciana en el límite climatológico para la producción óptima de cítricos, con el contraste de inviernos y veranos son factores que han contribuido mucho a esta trans-formación y el desarrollo de las variedades del grupo mandari-nas.

Nuestra clementina se aprecia por el consumidor por su facilidad de pelado, excelente sabor, aroma y color, por la ausencia o baja presencia de semillas. La necesidad de ampliar la campaña ha motivado la incorporación de ciertas variedades de híbridos de mandarinas, que permiten extender la campaña unos meses más y defendernos de la competencia de otros países que también los van implantando.

Las clementinas son el motor de nuestro comercio ci-trícola y, desgraciadamente sufren una gran amenaza, la llama-da pinyolà. Los híbridos, pueden polinizar a las clementinas, dando frutos con semillas. La polinización cruzada causada por las abejas, está causando que aparezcan muchos frutos de

clementina con semillas, como ha sucedido esta campaña. Si el consumidor se ve defraudado el efecto de retraimiento de la demanda puede ser enorme e incluso desplazarse a otros orígenes y a otros productos.

Conclusiones

Se necesitan urgentemente políti-cas en favor de un significativo incremento del tamaño medio de la parcela: fiscalidad (transmisiones patrimoniales, disolución de proindivisos, agregaciones), financiación, etc.

No hay que olvidar, finalmente, las necesarias medidas de apoyo a la inversión en industrias agroalimentarias, incluidas las centrales hortofrutícolas, en el marco de los nuevos PDR (Programas de Desarrollo Ru-ral). La Industria Agroalimentaria es el mo-tor de la agricultura competitiva. El gobier-no autonómico, puede estar bien seguro que si ayuda presupuestariamente a nues-tra agricultura de exportación, el beneficio es seguro. Más de ciento cincuenta años de crecimiento y generación de riqueza avalan a nuestra hortofruticultura de exportación.

El IVIA debe recuperar su máximo potencial investigador y su prestigio. La in-vestigación debe ser orientada en sintonía con el sector y dedicarse a resolver proble-mas y aportar soluciones y mejoras (nue-vas variedades y patrones; genómica de los cítricos; investigación sobre Fisiopatías, Enfermedades y Plagas, mecanismos de prevención y alerta y lucha contra la intro-ducción de plagas y enfermedades -HLB, CBS, Citrus canker, Xylella fastidiosa, Thau-matotibia leucotreta,...-; análisis climático y relación con las fisiopatías; lucha biológica -introducción de enemigos naturales y fau-na útil en general; mejora del manipulado y condiciones de almacenamiento y transpor-te especialmente para mercados lejanos, de ultramar y con protocolos fitosanitarios de importación, irradiación; uso racional del goteo y la fertirrigación (problemática de los riegos comunitarios sin diferencia-ción en función de características varietales, suelos, edad y período de recolección.

Finalmente, deben aportarse solu-ciones para la pervivencia de las Organiza-ciones de Productores con externalización de servicios. Estas OPs aportan soluciones a la concentración de la oferta de los pro-ductores, pero están fuertemente condicio-nadas y cada vez se les limita más su conti-nuidad, conduciéndolas a una inseguridad jurídica insostenible.

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Introducción Los ciudadanos entendemos como un derecho la acción cotidiana de estirar el brazo, coger cualquier alimento de un lineal, y meterlo en la cesta de la com-pra. Estos productos, además, deberán de poseer unas determinadas garantías acerca de sus niveles de cali-dad, respetar una estricta normativa en el plano de la seguridad alimentaria y medioambiental, presentarse en cantidad y diversidad suficientes, además de estar dispuestos de modo que generen suficiente atractivo para su elección. Todos estos atributos, que son indis-pensables para que un determinado producto alimen-tario pueda ser comercializado, son el resultado de un estricto y complejo proceso, pero que serán considera-dos en unos pocos segundos por el consumidor en el acto de compra.

Así pues, lo que los ciudadanos interiorizan como un derecho, y que no es otro que disponer de alimentos en cantidad y calidad garantizada de modo suficiente, es el resultado de la puesta en valor de todo

un proceso, que empezando en el campo, acaba en la mesa del consumidor. Es un proceso en el que los cí-tricos juegan un papel singular, ya sea por el volumen económico que representan o por sus particularidades, y en el que el asociacionismo agrario, y en especial las cooperativas, ejercen un protagonismo de primer or-den.

El sector de los cítricos

La citricultura es uno de los principales activos de la economía valenciana. Con una superficie de culti-vo en la actualidad de algo más de 162.000 hectáreas, se producen, en condiciones normales, una cantidad próxima a los 4 millones de toneladas, 3,5 millones de toneladas si atendemos a la estadística oficial. Su valor en campo, según datos de la consellería competente en temas de Agricultura de la Generalitat Valenciana, al-canzó en el año 2013 los 1.169 millones de euros, el 47% del valor de la producción vegetal valenciana, valorada en 2.495 millones de euros.

El sector agroalimentario valenciano está entre los principales exportadores de nuestra Comunitat, tanto en valor de las ventas, como en el saldo neto generado, entendiendo este valor como la diferencia entre exporta-ciones e importaciones. Así, en el año 2014, según datos del Ministerio de Economía y Competitividad, la expor-tación de alimentos de la Comunitat Valenciana alcanzó el valor de 5.015 millones de euros, el 20% de todo lo exportado. Valor tan solo superado por el sector del au-tomóvil, que alcanzó la cifra de 5.163 millones de euros. Si comparamos la riqueza generada, el saldo neto de los alimentos fue de 2.333 millones de euros, mientras que el del automóvil fue de 1.959 millones de euros.

El Asociacionismo Agrariocomo instrumento para la

Comercialización de los cítricos

Para un productor en solitario es muy difícil afrontar los retos que exigen las normativas y la rentabilidad. Ante esto, el cooperativismo puede ofrecer una solución sólida, válida y duradera, para aumentar el poder de concentración; reducir los costes de transacción, minimizar los riesgos del mercado, apoyar la innovación productiva y la mejora de la calidad. Pero también son necesarios cambios en la estructura y en la estrategia de las cooperativas.

PALABRAS CLAVE· Cítricos · Asociacionismo · Cooperativas ·· Comercialización · Rentabilidad ·

EnriqueBellésIngeniero Agrónomo

Master en Economía Agroalimentaria y del Medio Ambiente

Federación Cooperativas Agroalimentarias Comunitat Valenciana

[email protected]

Foto de redacción

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Dentro de estas cifras tiene un peso específico muy significativo el valor propio de la citricultura. Así, para el mismo ejercicio de 2014, las empresas valencia-nas exportaron cítricos a 90 países de todo el mundo, in-cluyendo los de la Unión Europea, por un valor de 1.982 millones de euros, generando un saldo neto positivo de 1.937 millones de euros. El comercio exterior es pues, uno de los elementos característicos de este sector, ya que del orden del 55% de la producción real, como va-lor medio de las últimas campañas, tiene como destino otros países distintos del nuestro.

Según datos oficiales del Instituto Nacional de Estadística, el valor de la suma de la producción agra-ria, ganadera, silvícola y de la pesca, supone el 2% del PIB de la economía valenciana. El valor tan solo de la producción citrícola valenciana supondría el 1% del PIB valenciano. Como siempre los datos hay que interpretar-los, pues ese mínimo porcentaje es el catalizador nece-sario e imprescindible de toda una industria auxiliar, no contabilizada dentro del epígrafe de agricultura ni de la industria agroalimentaria, y que depende directamente de la actividad de un sector primario como es el agríco-la.

A modo de ejemplo, indicar que una campaña citrícola, en la Comunitat Valenciana, moviliza 120.000 envíos por camión. A nivel nacional utiliza 600 millones de cajas, elaboradas en 60 pequeñas empresas ubicadas en el ámbito rural, y que emplean a 3.000 personas, por no hablar de los viveros, que dan trabajo a 2.000 per-sonas. Por si fuera poco, y según el estudio “La huella de carbono en las plantaciones citrícolas”, elaborado en el Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias, las

plantaciones adultas de cítricos de la Comunitat son responsable de una fijación neta anual comprendida entre 800.000 y 900.000 Tm de CO2, el equivalente a las emisiones del transporte pesado que circula por todas las carreteras de la Comunitat Valenciana en un año.

Más allá de los valores económicos, el de los cítricos es uno de los sectores que mejor ha resistido los rigores de la crisis. Generamos empleo en el ámbito rural, sobre todo en zonas deprimidas, con dificultades económicas y con escasas alternativas, y de modo muy especial en segmentos sensibles caso de los jóvenes y las mujeres. No obstante todo ello, el sector citrícola valenciano padece toda una serie de debilidades que es necesario abordar, no ya para mantenerse en los ac-tuales niveles de notoriedad y seguir en vanguardia en la generación de riqueza, sino para su propia supervi-vencia.

Bien podríamos definir a la actividad citrícola como un gigante con pies de barro. Los grandes núme-ros y el espectacular comportamiento ante la crisis han sido posibles gracias al pobre nivel de las rentas obteni-das por los agricultores. Y no es que sea una reivindica-ción retórica y recurrente del campo, pues tan solo hay que visitar la página web del Ministerio de Agricultura español, en concreto a través del Ecrea (Estudio de cos-tes y rentas de las explotaciones agrarias). Allí se puede constar cómo el beneficio obtenido por los producto-res, calculado como la diferencia entre los ingresos y los costes, es negativo año tras año. El resumen es que la constante es, unos años más y otros menos, que el color recurrente es el rojo de las pérdidas. Y aquí ya no se tra-ta de opiniones interesadas del propio sector, estamos ante datos oficiales.

Sorprende constatar cómo el beneficio unita-rio en el periodo 2011-2013 es más negativo en An-dalucía que en Valencia. En el año 2011 un productor de naranjas andaluz perdió casi 500 euros más por hectárea que un valenciano, y casi 1.900 euros más por hectárea en el año 2013. Eso es lo que dice el estudio. En este caso, y al igual que las encuestas del CIS en periodo electoral, más que la exactitud de los datos, lo que importa es la tendencia y su interpretación. Y lo que es evidente es que se está rompiendo un mito. Las explotaciones de mayor dimensión, más características de Andalucía, no tiene por qué necesariamente que ser más rentables que las más pequeñas, característi-cas del minifundio.

Entonces, ¿cómo se puede permanecer en una actividad económica con pérdidas continuadas año tras año? La cuestión en principio es conceptual, pero que no sirve para ocultar lo que realmente acontece. Si definimos el concepto de “renta disponible” como la diferencia entre los ingresos y la suma de los costes directos, el uso de maquinaria, el valor de la mano de obra asalariada y los costes indirectos efectivamente pagados, el resultado sí que es positivo. En un análisis riguroso, más que recurrir al concepto económico de gasto, hay que recurrir al concepto de coste. Si con-ceptos como las amortizaciones, la renta de la tierra o la mano de obra familiar no se tienen en consideración, tendremos una renta neta disponible positiva. Por el contrario, si computamos estos conceptos, el beneficio de la actividad es negativo.

Foto de redacción

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Así pues, el hipotético beneficio es a cuenta de no amortizar y no capitalizar el campo, además de tra-bajar gratis, al no computar la mano de obra propia ni familiar. No cabe duda que es el problema de las rentas del campo el que hay que abordar con premura. Sin renta de los productores entran en un fatal círculo vicioso del cual es difícil de salir. Sin renta, no se puede invertir en las explotaciones, por tanto, no se innova y por ello se pierde competitividad, lo cual provoca baja remuneración de lo producido, lo que equivale a rentas bajas, iniciando nue-vamente el ciclo.

Este tema es de mayor trascendencia por cuan-to el sector citrícola obtiene sus rentas básicamente del mercado. La agricultura mediterránea está claramente discriminada en la PAC respecto de la economía conti-nental, y el sector de las frutas y hortalizas valenciano es de los menos subvencionados de España. Si observamos los Derechos de Pago único del año 2014, en la Comuni-tat Valenciana existían 91.532 beneficiarios, el 10,6% del total nacional, los cuales disfrutaban tan solo del 1,94% del número de derechos, equivalentes al 2,61% del im-porte económico total de los derechos en España. Si bien el valor medio del derecho en la Comunitat Valenciana es superior al valor medio nacional, cosas de las estadísticas, el valor medio de la percepción por los beneficiarios va-lencianos es de 1.275 euros, mientras que el valor medio en el total español es de 5.168 euros.

La principal causa del nivel de renta de los pro-ductores no cabe duda, es el desequilibrio existente en la cadena de valor, lo que propicia que el precio final no sea el resultado del incremento del valor añadido a los costes incurridos conforme se avanza en los distintos eslabones de la cadena. Más bien todo lo contrario, pues el precio al consumidor es fijado al final de la cadena por la gran distribución, consecuencia directa de su guerra de pre-cios. A partir de ahí se van descontando costes en sentido descendente de la cadena, percibiendo el agricultor las resultas de todo este proceso.

Esto es posible, en esencia, por los siguientes hechos:

• Estructura citrícola varietal que concentra la comerciali-zación en pocos meses.

o En el periodo noviembre – febrero se exporta el 60% del total. o Meses en los que España es el principal oferente en el mercado internacional, pero que no lo sabemos aprovechar.

• Alta concentración de la demanda y escasa concentra-ción de la oferta.

• Vendemos un comodity en un mercado global, con un producto indiferenciado.

• Los cítricos forma parte de los productos reclamo y de las ofertas a bajo precio.

• No hacemos campañas de publicidad. Nuestros compe-tidores si las hacen.

• Normativa española en materia de competencia inade-cuada para este sector.

• Competencia desleal con países terceros.

• Elementos coyunturales, caso del veto ruso.

Nuevo escenario, nuevos retos

La crisis ha servido para eliminar aquellas em-presas menos eficientes, y en este sector, como ha ocurrido en todas las demás actividades económicas, han desparecido empresas comercializadoras de cí-tricos, bien porque se han cerrado o bien porque se han fusionado o han sido absorbidas por otras. En el campo también han desaparecido, en menor medida, productores, que no agricultores. La superficie pro-ductiva citrícola ha disminuido en los últimos años, bien por abandono o bien porque se han plantado otros cultivos, caso del kaki o la granada, en busca de otras expectativas económicas.

Igualmente la crisis ha servido para recalcar el ámbito global del comercio, y en especial en la co-mercialización de los cítricos. Este escenario, que no es nuevo pues los cítricos tienen una vocación exterior ancestral, sí que está sirviendo para que el productor se tenga que repensar muchas cosas. Muchas son las exigencias normativas en el ámbito productivo, y no lo son menos a la hora de vender lo producido. Por todo ello hay que preguntarse si un productor, por si mismo, es capaz de afrontar en solitario todos estos retos, o por el contrario, debe de asociarse en busca de inercias y beneficios mutuos con otros pro-ductores. Y es aquí donde el cooperativismo, como elemento singular dentro del asociacionismo, puede ofrecer una solución sólida, válida y duradera.

Las posibilidades de puesta en valor comer-cial de la producción citrícola son distintas y diversas, existiendo, en esencia, tres posibilidades. En primer lugar están aquellos agricultores que confían su pro-

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ducción a intermediarios, ya sean corredores o de modo directo con empresas de comercialización. Un segundo grupo se corresponde con aquellas producciones que son comercializadas por la misma firma, y en las que la producción podemos decir que es una parte más de la empresa comercializadora. Finalmente un tercer grupo lo componen aquellos productores que comercializan a través de cooperativas o a través de entidades califica-das como Organizaciones de Productores.

Bien se puede decir que la producción que opta por la primera opción es cada vez menor. Las empresas comercializadoras, cada vez más, tienen producción pro-pia, y cada vez más productores optan por asociarse a través de Organizaciones de Productores. Los grandes números manejados por sector, sin referirse a ninguna estadística oficial, son que del orden del 40% correspon-de a producción afecta a cualquier forma organizada de la producción, y que la producción libre, que año tras año se ofrece a quien se la quiera o pueda comprar, es-tará en algo más del 30%. El resto estaría en manos, o vinculadas de una forma u otra, a las propias empresas de comercialización.

Han sido muchos los años en los que nos hemos fijado en el potencial porcentual de cada una de las for-mas de comercialización. Que si privado o que si asocia-do. Afortunadamente, al menos en lo que se refiere a los últimos niveles de la comercialización, hay que decir que este tema está superado por un buen número de empre-sas. Todas son firmas que están en el mercado, todas tra-tan de competir de forma leal y honesta, y además, cada vez más, se trabaja con el convencimiento que existen puntos y problemas comunes, que pueden ser analiza-dos y resueltos desde una óptica común y consensuada.

Es en el marco de las organizaciones interprofe-sionales agroalimentarias en el que debería de llevarse a cabo estas labores. Como es conocido, en el sector citrícola existen dos interprofesionales, Intercitrus para naranja y mandarina, y Ailimpo, para limón y pomelo. La lástima es que la primera está en estos momentos para-lizada y sin actividad, fruto de los desencuentros entre los distintos actores del sector. En el caso de Ailimpo, y pese a haber demostrado su eficacia, existe también desencuentros puntuales que bien pudieran repercutir en su funcionamiento futuro. Esperemos que tanto una como otra vuelvan a la senda de la cordura y el consen-so, extrayendo las posibilidades que ofrecen este tipo de foros.

Necesidad de asociarse

Si bien a nivel de los últimos eslabones de la comercialización las diferencias entre sector privado y asociado (como si una cooperativa no fuera una em-presa privada) son mínimas, no lo es así de igual ma-nera en los primeros eslabones de la cadena. Una mer-cantil privada, tiene como legítimo objetivo, vender al mejor precio posible mercancía que habrá obtenido al menor precio posible, deseando obtener la mayor ren-tabilidad económica para los propietarios y accionistas de la empresa comercializadora. Las Organizaciones de Productores, más allá de su forma societaria, tendrá además el objetivo final de obtener renta para sus so-cios. La cooperativa, además de vender al mejor precio y propiciar la mejor renta para sus asociados, debe de hacerlo posible desde la defensa de principios y valo-res que la sitúan como el máximo exponente del con-cepto de “Responsabilidad Social Corporativa”.

El nivel de globalización de la economía hace inviable que un agricultor, solo y a pecho descubier-to, se enfrente ante todos los retos que supone hoy producir y vender cítricos. El ilustre profesor por todos conocido, D. Eduardo Primo Yúfera, decía en sus colo-quios y en sus clases en la universidad, que cada uno debía dedicarse y especializarse en todo aquello que sabe hacer bien. Producir hoy cítricos necesita de un alto nivel de conocimiento, no ya de las prácticas cul-turales, sino de un amplio abanico normativo. Vender la producción es una actividad que ha evolucionado sobremanera en los últimos años y cuyos resortes se escapan en muchos casos al productor.

El papel de las Organizaciones de Productores se antoja cada vez más importante en el devenir del éxito de la actividad productiva de nuestros agriculto-res. No ya por la concentración de la oferta en el mer-cado, sino por el conocimiento de éste y las implica-ciones que de ello se pueden derivar en la innovación y en la inversión en las explotaciones. Bien me atrevo a decir, que todo agricultor debería estar afiliado a un sindicato agrario, y debería formar parte de una Orga-nización de Productores. De lo contrario, seguro que afrontarán sus retos con menos garantía de éxito.

El Cooperativismo como forma singular del asociacionismo

El cooperativismo es un movimiento que a nivel mundial agrupa, sumando todas las actividades económicas, a 1.000 millones de socios, con más de 100 millones de empleos que, según la ONU, ha ayu-dado a mejorar el nivel de vida de la mitad de la po-blación mundial. Las 300 empresas más grandes del movimiento cooperativo y mutual facturan más de 1.6 billones de dólares, lo que las convertiría, llegado el caso, en la novena potencia económica del mundo. Se estima que el 50% de la producción agrícola mundial se comercializa por medio de cooperativas.

En Europa existen 38.000 cooperativas en el sector agrario, con 5,5 millones de socios, que factu-ran 220.000 millones de euros y que emplean a 660.000

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personas. En España, los datos son los siguientes: 3.800 cooperativas 1.150.000 socios, más de 19.000 millones de factura-ción que dan empleo a casi 100.000 per-sonas. Por lo que respecta a la Comunitat Valenciana, el cooperativismo agrario está representado por más de 300 empresas, que agrupan a 330.000 socios, con una facturación 1.100 millones de euros y que dan empelo a 46.000 personas. De ellas, 94 cooperativas producen y comercializan frutas y hortalizas, agrupando a 45.000 so-cios aportacionistas, facturando más de 700 millones de euros y ocupando a 35.000 personas de modo directo.

El Real Decreto 1.972/2.008, y su posterior modificación a través del Real Decreto 970/2.014, son la base normativa que fija los requisitos necesarios para la ca-lificación de una entidad comercializadora como Organización de Productores. Hoy en día podrán calificarse cualquier forma jurídica o societaria a condición de reunir un número mínimo de socios, un determi-nado volumen de facturación, un periodo mínimo de pertenencia de los asociados y unos estatutos societarios con protagonis-mos de los socios en la adopción de acuer-dos bajo unas determinadas reglas de plu-ralidad en el control democrático.

Una cooperativa cumple de largo todos esos requisitos, de modo especial los relativos al control democrático, motivo por el cual supone el máximo exponente de las figuras asociativas. A través de los principios de la Alianza Cooperativa Inter-nacional y de las leyes de cooperativas, ya sean a la nacional o la autonómica, las cooperativas son el máximo exponente de la gestión empresarial transparente ante sus socios. El afán, por parte de las Admi-nistraciones, de presentar datos solemnes en relación con el número Organizaciones de Productores existentes en nuestro país, condujo a una relajación en la regulación de los requisitos y a su control. Pocos so-cios, poco volumen de ventas, mínima exi-gencia de permanencia y un bajo nivel en el control democrático fueron las claves de una normativa que posibilitó que se califi-caran como Organizaciones de Producto-res casos que nada tenía que ver, no ya con una cooperativa, si no con el fin último de una entidad asociativa.

Hoy en día en España hay califi-cadas, sumando las categorías de “Frutas y Hortalizas” y “Cítricos” más de 500 Or-ganizaciones de Productores. Más de la mitad, su forma societaria es la coopera-tiva, seguida por la de SAT, y dejando en no más de un 5% el número de Organiza-ciones de Productores que han elegido la forma societaria mercantil, ya sea la de So-ciedad Anónima o Sociedad Limitada. La política sobre calificación de Organizacio-nes de Productores adoptada en su día, ha

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tenido un efecto más negativo que otra cosa, pues además de no conseguir una concentración real de la oferta, y desa-creditar la figura por la ausencia de un control democrático real, se facilitó la aparición de “cazaprimas”. Para tener una visión objetiva de lo comentado, tan solo hay que leerse alguna de las sentencias de los Tribunales de Justicia de la Unión Europea a este respecto.

Por ello, conviene recordar qué es una cooperativa como elemento sin-gular dentro del asociacionismo. Lo primero que hay que decir que es una empresa, con todo lo que ello conlleva. Sin beneficios empresariales, ninguna sociedad, ni siquiera una empresa coo-perativa tiene razón de ser. Las coope-rativas son pues, empresas que prestan servicios a sus agricultores y a sus clien-tes. A sus agricultores tanto a la hora de producir ofreciendo asesoramiento téc-nico en la gestión de sus explotaciones e insumos a precios competitivos, como a la hora de comercializar. A sus clientes ofreciendo productos de calidad, todo ello con un suficiente nivel de rentabili-dad para clientes y productores.

La misión del cooperativismo, según la Confederación de Cooperati-vas Agroalimentarias de España, no es otra que impulsar un modelo empre-sarial, rentable, competitivo, profesio-nalizado, generador de valor y con una dimensión relevante, contribuyendo así a la sostenibilidad del sector agro-alimentario. Así pues, una cooperativa, repito que es una empresa presente en el mercado, pero con unos valores distintos en relación con sus socios, su modo de actuar, sus profesionales, sus clientes y su compromiso con la socie-dad.

Nos encontramos ante empre-sas comprometidas con su territorio, pues no se pueden deslocalizar, al ser sus socios su razón de ser, adoptando estrategias comerciales basadas en las características de la región. Las coope-rativas son importantes empleadores en el mundo rural, sobre todo en co-lectivos sensibles como son el caso de los jóvenes y las mujeres, en un claro ejemplo de conciliación familiar. Ade-más contribuyen a la obtención de los objetivos de las políticas públicas tales como el desarrollo del capital humano, mejora de la competitividad y sosteni-bilidad del medio ambiente. Son pues, agentes dinamizadores de la vida de nuestro pueblos.

El asociacionismoa examen

Además de formar parte de la economía social, en una coopera-tiva, y pese a lo que algunos toda-vía piensan, no vale todo ni toda la producción se liquida por igual. Hay que desterrar mitos antiguos rela-tivos a que en una cooperativa se mezcla todo, y todo, lo bueno y lo malo, se vende y liquida por igual. A esto hay que decir que las coope-rativas tienen instalados sofisticados sistemas de trazabilidad que identi-fican y califican las distintas partidas producidas por cada socio de modo individualizado, y que en atención a esos parámetros se liquida. El buen productor no será lastrado, en su percepción económica, por una re-cepción de fruta de distinta calidad de otros socios, al contrario será re-munerado en atención a la resulta-dos reales obtenidos en el mercado.

Aunque todavía hay quien se obstine en ello, es muy difícil comparar las liquidaciones obteni-das por los agricultores asociados y los precios pagados a los agricul-tores que no lo están. Ni existe una única liquidación por cada producto en las cooperativas, ni las ventas en campo de los agricultores individua-les siguen una sistemática homogé-nea. Las ventas en campo a veces son a huerto limpio, una pasada, a varias pasadas, de fruta de deter-minada condición o calibre, etc. Lo que sí está claro es que la coope-rativa se debe hacer cargo de dar una solución a la totalidad de la pro-ducción, distinta según sus caracte-rísticas. En la cooperativa no caben medias tintas, ni malos entendidos sobre lo pactado, ni pillerías de nin-guna clase.

Por tanto comparar es difí-cil, sobre todo teniendo en cuenta que más que el precio final como valor individual, lo importante es analizar la rentabilidad de la explo-tación dadas sus características, y el montante económico global que finalmente se ingresa en la cartilla del banco. A fin de cuentas se vive del dinero ingresado en la cuenta corriente, y no de valores relativos. Lo que sí está constatado es que en aquellos lugares en los que existe un cooperativismo fuerte y asenta-do, la agricultura adquiere un valor social y económico importante, y que las rentas de los productores, de todos, asociados y no asociados, Foto de redacción

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con carácter general para la zona, son superiores a las de otras donde el cooperativismo no está presente.

Ante lo expuesto, habrá que preguntarse los mo-tivos por los que el asociacionismo no tiene, según algu-nas opiniones, un grado superior de implantación. Las causas pueden ser múltiples, y no vale el achacarlo a un determinado caso concreto de fracaso, pues empresas y proyectos fallidos los encontramos cotidianamente en todo tipo de sectores económicos y tipología societaria. No obstante, y a modo de síntesis, las causas pueden ser las siguientes:

• En los últimos años se han calificado como Organización de Productores demasiadas figuras alejadas de los intere-ses reales de los productores.

• Existencia y exigencia de transparencia fiscal, laboral y medioambiental.

• Percepción de mayores controles por parte de la Admi-nistración.

• Desconocimiento del funcionamiento real de las empre-sas asociativas.

• Miedo, o imposibilidad, a tener que realizar aportacio-nes económicas.

• Hay quien entiende que puede obtener mejores precios por su cuenta.

El debate comparativo entre la oportunidad de decantarse por un modelo individual o asociativo por par-te de los productores, hay que decir que ha perdido vigen-cia y virulencia. Cada uno elige, si puede, la mejor opción que de satisfacción a sus expectativas. En este sentido, el Ministerio de Agricultura, en el marco de la elaboración

de la Estrategia Nacional del Sector Hortofrutícola, ha realizado una encuesta remitiendo un cuestiona-rio a Organizaciones de Productores, a productores asociados y productores no asociados.

Algunas de las conclusiones expuestas del citado estudio sobre las encuestas realizadas a productores asociados, son las siguientes:

• Entre los motivos por los cuales se han asociado, en el 90% de los casos lo es para poder comercializar su producción y en más del 80% lo es para conseguir un mejor precio.

• El 97% de los encuestados consideran que las Or-ganizaciones de Productores cumplen las expectati-vas por las que se asociaron.

• Las ventajas obtenidas por pertenecer a una Or-ganización de Productores son para este grupo de encuestados:

o En el 85% de las respuestas poder acceder a los Programas Operativos contemplados en la normati-va comunitaria.

o En el 83% recibir asesoramiento para mejorar la calidad de su producción. o En el 82% poder garantizar la venta de su producción. o En el 70% poder alcanzar mejores precios de venta de su producción.

Al mismo grupo de encuestados, al de los produc-tores asociados, se les pregunta igualmente por las desventajas de optar por el asociacionismo, siendo un 23% de los consultados quienes entienden que existe alguna desventaja al optar por esta opción. Los principales problemas expuestos son:

• El cumplimiento de la norma, (cuando es obligato-rio para todos).

o El 13% de los encuestados alude la normativa medioambiental. o El 11% de los encuestados alude a la normativa tributaria. o El 9% de los encuestados se refiere a la normativa laboral.

• El periodo mínimo de pertenencia es un problema para el 12%.

• La aceptación de determinados modos de produc-ción es un problema para el 10% de los encuestados.

• El retraso en el cobro es un problema para el 8% de los consultados.

• El resto de incidencias afectan, en cada caso, a me-nos del 5% de los encuestados.

Preguntado nuevamente el colectivo de productores asociados por su valoración del papel de la Organi-zación de Productores respecto de una serie de cues-tiones, la valoración es alta o muy alta para más del 80% de los consultados en: transparencia en la ges-tión; acceso a las ayudas comunitarias; calidad en el servicio al socio; confianza en los órganos gestores; eficacia en la comercialización.

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Por todo ello podemos concluir que el asocia-cionismo, y de modo especial, las cooperativas agroali-mentarias, ofrecen una solución integral y válida, dando respuesta adecuada, a las necesidades y expectativas de los productores. Todo ello además, encuadrado en unos parámetro de respeto, a la persona, al entorno y a valo-res sociales fundamentales. Así pues, la pertenencia a una cooperativa no es solo una decisión ideológica, sino fundamentalmente una decisión práctica.

El asociacionismo,en evolución constante

Las principales funciones de las entidades aso-ciativas agroalimentarias, y que difícilmente puede llevar a cabo por sí mismo un agricultor individual, se pueden resumir en: poder de concentración; reducir los costes de transacción; minimizar para el productor los riesgos del mercado; apoyar la innovación productiva y la mejo-ra de la calidad. Todo ello les exige en el presente más inmediato: una adecuación constante de la preparación de consejeros y directivos; mejora continua de los sis-temas de control de la calidad y asistencia técnica a los productores asociados; cambios en la estructura y en la estrategia de las cooperativas.

Es en este último punto donde se están centran-do los esfuerzos políticos de las distintas Administracio-nes, con ambiciosos programas formativos, abriendo las empresas asociativas, en especial las cooperativas, a nuevas vías de negocio más allá de la venta de las pro-ducciones de sus socios, y promoviendo procesos de integración y colaboración entre ellas. Conceptos como multifuncionalidad e integración deben facilitar el apro-vechamiento de las economías de escala y el incremento de la dimensión como elemento de mejora de la posi-ción en el mercado.

A este respecto, el punto álgido de la actual legislatura lo constituye, la publicación en el BOE del día 3 de agosto de 2013, de la Ley 13/2013 de fomento de la integración de cooperativas y de otras entidades asociativas de carácter agroalimentario. Su objetivo, tal y como se indica en el primer artículo de esta norma es “…fomentar la fusión o integración de las cooperati-vas agroalimentarias y de otras entidades de naturaleza asociativa mediante la constitución o la ampliación de entidades asociativas agroalimentarias de suficiente di-mensión económica, y cuya implantación y ámbito de actuación económica sean de carácter supraautonómi-co, instrumentando, en su caso, las medidas necesarias para obtener un tamaño adecuado...”.

No cabe duda que la Ley se ha promulgado con la mejor de las intenciones, y que se ha buscado contar con la mayor colaboración y consenso del sector aso-ciativo. Pero también es cierto que la el resultado final es un texto que será de difícil aplicación en el ámbito de las frutas y hortalizas. La norma se aleja de la reali-dad de funcionamiento de los posibles beneficiarios, en unos casos, de las posibilidades de cumplimiento de los requisitos en otros, y adolece de colaboración, en este caso concreto, entre la Administración central y las auto-nómicas.

Esta Ley, de carácter estructural, busca el ree-quilibrio de la cadena a través de la mejora de la con-centración de la oferta y la integración de las entidades asociativas. Para ello define la figura de EAA (Entidad Asociativa Agroalimentaria), como perceptora de una serie de beneficios, y a la cual se accede cumpliendo dos requisitos. Primeramente un mínimo de factura-ción, que es de 300 millones de euros en el caso de los cítricos y de 500 millones de euros en el caso que la entidad comercialice diversas frutas y hortalizas. En se-gundo lugar exclusividad en la aportación a la entidad calificada, de sus asociados.

Estos volúmenes de facturación suponen que solo puedan calificarse como EAA cooperativas de segundo grado, lo cual no es malo, pues los benefi-cios adquiridos por la calificación serían extensibles a sus cooperativas asociadas, y a los agricultores socios de éstas. Lo que hoy por hoy no es viable, poniendo los pies en el suelo, es exigir a todas las cooperativas locales socias de una cooperativa de segundo grado exclusividad en la comercialización. Será este el punto débil que impedirá el éxito de una norma que podría ser muy positiva.

En la resolución de los problemas del asocia-cionismo parece que se está optando, si no como úni-ca vía, como vía más importante por la fusión de enti-dades. No cabe duda que en algunos casos esta será la mejor vía, pero no la única. Cooperativas centenarias tiene asentadas profundas raíces en el entramado po-lítico, económico y social de la localidad, por lo que si bien vienen obligadas a evolucionar cooperando con otras cooperativas, no tiene necesariamente que desa-parecer tanto en cuanto sean capaces de prestar otros servicios y repercutir de modo positivo en la actividad diaria de su entorno.

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Introducción La inspección fitosanitaria consiste en un con-junto de medidas para evitar la entrada y el estableci-miento de nuevos organismos nocivos para vegetales y productos vegetales en un país que esté libre de ellos. Su objetivo es garantizar la seguridad fitosanitaria. Es necesaria para:

1. Impedir la introducción en la Comunidad Europea de organismos nocivos a los vegetales y productos ve-getales importados de terceros países.

2. Evitar la propagación de organismos nocivos de los vegetales y productos vegetales en el interior de la Co-munidad en el marco de un mercado libre sin fronteras.Las normas las establecen los Estados que se sienten amenazados por organismos foráneos nocivos a sus cultivos. Estas normas, lejos de ser arbitrarias, están re-guladas por organismos internacionales:

• Organización Mundial del Comercio (OMC).

• Organización para la Agricultura y la Alimentación (FAO).

• Organizaciones Regionales de Protección de Plantas (en nuestro caso OEPP/EPPO) .

Su objetivo es que las medidas de protección

sean legítimas y plenamente justifi-cadas y no sean una barrera al libre comercio.

Antecedentes

Con la entrada de España en la Unión Europea (UE) se produ-cen dos hechos relevantes:

• España se convierte en frontera exterior comunitaria.

• Se suprimen los controles en fron-tera para el comercio comunitario, lo que obliga a tener que reforzar las garantías en origen.

Como consecuencia de lo anterior, se hizo necesario acomo-dar la legislación en materia fitosa-nitaria al nuevo espacio comunitario sin fronteras, para lo cual, en 1993 se procedió a la transposición de la Di-rectiva 77/93/CEE del Consejo, pos-teriormente derogada por la Direc-tiva 2000/29/CE del Consejo relativa a las medidas de protección contra la introducción en la Unión Euro-pea de organismos nocivos para los vegetales y productos vegetales y contra su propagación en el interior de la misma. Esta directiva fue tras-puesta a la legislación española me-diante el Real Decreto 58/2005 de 21 de enero por el que se adoptan medidas de protección contra la in-troducción y difusión en el territorio nacional y de la Comunidad Euro-pea de organismos nocivos para los vegetales y productos vegetales, así como, para la exposición y tránsito hacia países terceros.

El procedimiento de ins-pección fitosanitaria de vegetales, productos vegetales y otros obje-tos, procedentes de terceros países, se encuentra definido en los artí-culos 10 a 14 del mencionado Real Decreto.

Inspección Fitosanitaria a la importación de cítricos

En este artículo se expone el procedimiento de inspección fitosanitaria de vegetales, productos vegetales y otros objetos procedentes de terceros países a la Unión Europea.

PALABRAS CLAVE· Inspección · UE · Libre Comercio

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Francisco JavierPastorIngeniero AgrónomoCoordinador Regional Zona 3 (P.I.F.) de Sanidad Vegetal

Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente

[email protected]

Revista Profesional de los Ingenieros Agrónomos, Junio 2016· Nº 45 · ISSN: 1139 - 2428 · Págs. 45 - 50

Francisco Javier Pastor · Inspección Fitosanitaria a la Importación de Cítricos

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Marco competencial

El artículo 149.1.10ª, 13ª, 16ª y 23ª de la Constitución Española reserva al Estado la competencia exclusiva en ma-teria de comercio exterior, de bases y coordinación de la pla-nificación general de la actividad económica, bases y coordi-nación general de la sanidad y sanidad exterior, y legislación básica sobre protección del medio ambiente.

En este contexto, las inspecciones de sanidad vegetal son competencia del Ministerio de Agricultura Alimentación y Medio Ambiente (Magrama) respectivamente. En este con-texto, corresponde al Servicio de Sanidad Vegetal de la Subdi-rección General de Acuerdos Sanitarios Control en Frontera la inspección de los vegetales objeto de la misma, con el fin de garantizar que cumplen lo dispuesto en el R.D. 58/2005.

La inspección fitosanitaria a la importación debe hacer-se en el primer punto de entrada, en los Puntos de Inspección Fronteriza (PIF) autorizados y excepcionalmente, se puede auto-rizar “Transito fitosanitario” con los países de la UE con los que se tenga acuerdo bilateral en vigor.

Procedimiento de inspección a la importación

El importador o su representante (gene-ralmente un agente de aduanas) deben verificar antes de su llegada si la mercancía está incluida en el código TARIC y verificar si tiene FITIN (si-glas que indican si una partida precisa de ins-pección fitosanitaria) y, en caso positivo, deben rellenar “la solicitud de inspección fitosanitaria para la introducción de mercancías” (Solicito) y remitirlo telemáticamente, o excepcionalmente en papel, a la oficina de Sanidad Vegetal.

El proceso de inspección consta de tres etapas

• Control documental.

• Control de identidad.

• Control físico.

Francisco Javier Pastor · Inspección Fitosanitaria a la Importación de Cítricos

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Prodasva, Consultoría y Gestión, S.L.P t ió d D tP t ió d D tProtección de DatosProtección de Datos

Cumplimiento Normativo(Cumplimiento Normativo(ComplianceCompliance))

Prevención del Blanqueo de CapitalesPrevención del Blanqueo de Capitalesq pq p

Clasificación EmpresarialClasificación Empresarial

Calidad y Medio Ambiente Calidad y Medio Ambiente www.prodasva.orgwww.prodasva.org

[email protected]@prodasva.org

D h Despacho:

C/ Lo Rat Penat, Nº1 Bajo

Teléfono: 96.108.8763 /673.796.519

46540 – El Puig ( Valencia )

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CONTROL DOCUMENTAL

Verifica si la documentación presentada es la adecuada. Una vez llega la solicitud, se comprueba si se ha rellenado correctamente y va acompañada de los documentos de acompañamiento necesarios. Son estos:

• Certificado fitosanitario de origen

• Conocimiento de embarque B/L

• Relación de contenido

• Justificante del pago de tasas En el Solicito se debe verificar que están todos los datos cumplimenta-dos.

En la resolución del control docu-mental se pueden dar dos situacio-nes:

A) No conformidad. En el caso de que el inspector no esté conforme con el control documental se debe-rá notificar al interesado para que, en el caso de que pueda, proceda a subsanar la anomalía o por el contra-rio, se procederá a notificar el rehúso de la mercancía.

B) Conformidad. Si la documenta-ción está correcta, se procede al control de identidad.

CONTROL DE IDENTIDAD

Su finalidad es comprobar que el medio de transporte, la mer-cancía y los envases coinciden con lo declarado. Se trata de verificar que: el envío o lote se ajusta a la solici-tud presentada en la “solicitud de Inspección”, sobre todo, en lo refe-rente a la naturaleza de la mercancía, marcas y cantidades declaradas.

CONTROL FITOSANITARIO OINSPECCIÓN FÍSICA

Consiste en determinar si el envío o lote, (incluido el envase, y cuando proceda, los vehículos de transporte o el material de envase de madera), están total o parcial-mente contaminados por deter-minados organismos nocivos y, en caso positivo, realizar la pertinente interceptación que se debe notificar a la Comisión Europea y al país de origen de la mercancía.

La inspección debe hacerse en el primer punto de entrada en la Comunidad Europea, en los Puntos

de Inspección Fronteriza (PIF) en instalaciones especiales construidas para inspeccionar o en áreas restringidas de los mismos.

La mercancía que se transporta en bodegas de barcos, tras la des-carga, se situará por lotes en explanadas o naves portuarias, donde se clasificará según las solicitudes de inspección presentadas (lotes de ins-pección). La mercancía se identificará con la información que proporciona el certificado fitosanitario (C.F.).

Los lotes deben ser homogéneos del mayor tamaño posible por su menor coste y su mayor eficiencia y la selección de las unidades de muestra ha de ser fácil. El tamaño del lote lo determina el importador cumpliendo las normas de homogeneidad exigidas y suele coincidir con la mercancía que ampara un certificado fitosanitario.

La fase más delicada de la Inspección Fitosanitaria radica en el adecuado muestreo de los lotes. Teniendo en cuenta la distribución de las plagas, las características de los envíos y las condiciones operacionales de que se dispone, de acuerdo con las normas de Unión Europea,

• Nivel de confianza: 95%

• Nivel de detección: 0,5%

• Eficacia: 90%

se ha elegido un sistema de muestreo por conglomerados (jerarquizado) Nº de paletas x cajas tomadas de cada paleta x frutos de cada caja, lo que da un total de 665 frutos a inspeccionar por lote de inspección.

Las paletas y las cajas de cada paleta se toman al azar y los frutos de cada caja elegida se miran todos.

El examen de la muestra se inicia con un control de medios y em-balajes comprobando que los envases llevan la Marca de Origen y los em-balajes de madera van marcados de acuerdo con la Norma NIMF-15.

Se continúa con una detallada inspección visual de los embalajes y de los frutos que contienen, sin mezclar embalajes, cuando lleven eti-queta de trazabilidad, teniendo en cuenta los organismos de cuarentena presentes en el país de origen.

Los organismos de cuarentena para frutos cítricos son los que fi-guran en el siguiente cuadro*:

ORGANISMOS NOCIVOS

• TEPHRYTIDAE(especies no europeas). – Anastrepha spp; Bactrocera

spp; Ceratitis spp; – Dacus spp y otras moscas de

la fruta• TRIPS

– Scirtothrips aurantii– ScirtothripS citri

• CERCAN.-Cercospora angolensis

• ELSIFA.- Elsinoe spp • GUINCI.- Guignardia

citricarpa • DEUTTR.- Phoma

tracheiphila • XANTCI .- Xanthomonas

campestris pv citri

* Cuadro Organismos Nocivos

A las plagas y enfermedades que aparecen en el cuadro anterior, hay que añadir, la Trioza eritreae y Diaphorina citri, vectores del HLB (gre-ening).

Si se intercepta un organismo nocivo que no está incluido en la re-lación de organismos de cuarentena anterior y no se conoce su presencia en España, se recurre a las medidas de salvaguarda. (Artículo 16.3 y 16.4 del R.D. 58/ 2005.) Y se paraliza la autorización de entrada en la U.E.

Francisco Javier Pastor · Inspección Fitosanitaria a la Importación de Cítricos

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Si surgen dudas en la determinación de un organismo, se remiten muestras a los laboratorios de referencia de Sanidad Vegetal relacionados en el siguiente cuadro**.

Si no se intercepta ninguno de los organismos enumerados anteriormente se autoriza la mercancía.

En caso de no conformidad se toma una de las medidas indicadas en el art 13.7 del RD 58/2005:

• 1.- Rehúso de la mercancía.

• 2.-Destino fuera de la Comunidad Europea. Nunca a un país productor de cítricos.

• 3.-Separación del material no conforme del resto del envío.

• 4.-Destrucción.

• 5.-Imposición de un periodo de cuarentena hasta que los resultados de las pruebas oficiales estén disponibles.

• Excepcionalmente y solo en circunstancias específicas, tratamiento apropiado.

Figura 1: Evolución de importaciones de cítricos en la U.E. Fuente FAO, 2012.

Figura 2: Evolución de las importaciones de cítricos en España. Fuente Ministerio de Agricultura.

Revista Profesional de los Ingenieros Agrónomos, Junio 2016· Nº 45 · ISSN: 1139 - 2428 · Págs. 45 - 50

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Existe la posibilidad de que los importadores desvíen sus mercancías hacia puertos del nor-te europeo (países no producto-res) como vía de introducción de cítricos, evitando así las inspeccio-nes españolas. Consecuentemen-te, se produce una disminución de importaciones por puertos espa-ñoles y un aumento de importa-ciones por otros puertos comuni-tarios (figura 2). Cabe señalar que, como consecuencia del mercado único, esta fruta puede acabar fi-nalmente en España.

Bibliografia

• F.A.O. (2012) Frutos cítricos fres-cos y elaborados. Estadísticas anuales. CCP: CI/ST/2012.

• Santaballa, E. (2005). La inspec-ción fitosanitaria.

• MAGRAMA.- Inspección de cí-tricos: importación y exportación. Curso: legislación, control e ins-pección fitosanitaria: armoniza-ción de procedimientos. (2012).

•La inspección fitosanitaria en España, inf. MAGRAMA (2013 - 2015).

• Europhyt.

Cuando se produce rehúso de la mercancía en la inspección física, se notifica al interesado de la misma manera que en la no conformidad del control documental. Lo mismo que al interesado, las causas de “no confor-midad” también se tienen que comunicar a la Comunidad Europea, a través del programa EUROPHYT.

El Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (Ma-grama) informará al servicio fitosanitario del tercer país de origen o al tercer país remitente y a la Comisión sobre todos los casos en que se hayan inter-ceptado vegetales y otros objetos procedentes del tercer país de que se tra-te por no cumplir los requisitos fitosanitarios, los motivos de la interceptación y la medida adoptada.

PROBLEMÁTICA DE LA INSPECCIÓN FITOSANITARIA EN IMPORTACIÓN DE CÍTRICOS

España venía importando más de 250.000 Tm anuales de cítricos de las cuales unas 200.000 Tm provenían del hemisferio Sur. La figura 1 muestra la evolución de importaciones de cítricos en la UE hasta 2012.

La Inspección rigurosa de los cítricos originarios del hemisferio Sur, trajo como consecuencia que en 2003 las importaciones de algunos países del cono sur fuesen prohibidas y posteriormente autorizadas con limitacio-nes, debido al elevado número de reúsos producidos por la presencia de organismos nocivos inexistentes en España.

** Cuadro Laboratorios de Referencia

Fuente: Ministerio de Agricultura.

LABORATORIOSDE REFERENCIA PARA DIAGNÓSTICOS

FITOSANITARIOS

ARTRÓPODOS (Universidad Politécnica

Madrid)BACTERIAS (IVIA)

HONGOS (Universidad Politécnica Valencia)

NEMATODOS (CSIC Madrid)

VIRUS Leñosas (IVIA)

VIRUS No leñosas (Universidad Politécnica Valencia)

Revista Profesional de los Ingenieros Agrónomos, Junio 2016· Nº 45 · ISSN: 1139 - 2428 · Págs. 45 - 50

Francisco Javier Pastor · Inspección Fitosanitaria a la Importación de Cítricos

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VALENCIA · ALICANTE · MURCIA · CASTELLÓN · MADRID · ZARAGOZA

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La formación de preciosde los cítricos

La formación del precio de los productos fres-cos, entre ellos los cítricos, es a día de hoy uno de los aspectos de mayor debate en el seno de los diferentes operadores de la cadena agroalimentaria. En este sen-tido, el observatorio de precios de los alimentos del Magrama fue creado para el análisis la formación de precios de los alimentos en las diferentes etapas de la cadena, con una metodología contrastada que con-trolaba la trazabilidad del producto desde su recogi-da hasta el punto de venta. Los informes por tipo de producto que se realizan periódicamente analizan los 4 grandes eslabones de la cadena agroalimentaria: Pro-ducción, comercialización en origen, comercialización en destino y venta en tienda.

Respecto a la formación de precios en el sec-tor cítrico, n su última actualización (MAGRAMA, 2013) pone de manifiesto que la formación de precios se re-parte proporcional y equilibradamente a lo largo de la cadena. Así pues, el incremento de precio en la etapa que va desde la producción en árbol hasta la entrada en central hortofrutícola es del 22%, en la plataforma

de distribución (comercialización en origen) es del 40%, el precio de salida de la plataforma encarece un 9% (co-mercialización en destino) y finalmente la venta en tien-da aumenta el precio una media del 31%, contando con entre 7 y 9 centimos/kg. de beneficio neto en el caso de la distribución tradicional y menos de 1 centimo/kg. en el caso de la distribución moderna.

De los datos recogidos para la campaña 2010-2011 (MAGRAMA, 2013), se observa por un lado que la configuración moderna asumió mayores costes que la tradicional, que llegaron a suponer en torno al 87% del precio final. Y por otro lado, debido a la influencia de los costes generados a lo largo de la cadena, se observa que la suma de los beneficios obtenidos en cada etapa (las cuales forman los 4 grandes eslabones que hemos mencionado anteriormente) supone un 8% sobre el PVP final (con IVA), concretamente un 15% en el limón, un 5% en la naranja y un 6% en la clementina).

En sus conclusiones, el estudio del MAGRAMA también apunta que en la etapa de producción el sector citrícola presenta una gran atomización, en gran parte de los casos con un tamaño reducido de los agentes participantes (explotaciones de tamaño inferior a 4 hec-táreas imposibles de mecanizar), lo cual incrementa el coste de producción por kg.

Comercio de los cítricos valencianos

Una visión desde el punto de vista de la distribución de nuestros productos

La nueva realidad social derivada de la crisis ha puesto de manifiesto que el conjunto de los operadores de la cadena alimentaria –agricultores, ganaderos y pescadores, industriales, distribuidores mayoristas y minoristas...- no solo desempeñan una actividad esencial para los ciudadanos, sino que su contribución su bienestar y su responsabilidad con la misma es, hoy por hoy, insustituible. En este artículo tratamos acerca de la eficiencia y sostenibilidad de la cadena alimentaria a largo plazo sin perder de vista las necesidades y preferencias de los consumidores.

PALABRAS CLAVE

PedroReigMáster en Dirección y MarketingDirector de ASUCOVA

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Pedro Reig Asucova · Comercio de los Cítricos Valencianos, una visión desde le punto de vista de la distribución de nuestros productos

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Asimismo, los requerimientos del consumidor, fundamentalmente traducidos en la valoración del pro-ducto por su aspecto visual y por su presentación, gene-ran la necesidad de grandes instalaciones de tratamiento de la fruta en origen, provocando un incremento global de los costes incurridos a lo largo de la cadena.

El estudio concluye que se puede hacer la consi-deración hipotética de que, si en ninguna de las etapas se hubiera obtenido rentabilidad o beneficio durante la campaña estudiada, sólo por los costes generados a lo largo de la cadena el precio al consumidor no habría ba-jado de 0,95 – 1,19 €/Kg (incluido IVA), para la cadena tradicional, y de 1,10– 1,41 €/Kg (incluido IVA), para la mo-derna.

La venta de cítricos desde elpunto de vista del consumidor

Los nuevos hábitos de los consumidores, los nue-vos tipos de hogar, las nuevas maneras de consumir y en definitiva, la nueva realidad social derivada de la crisis ha puesto de manifiesto que el conjunto de los operadores de la cadena –agricultores, ganaderos y pescadores, in-dustriales, distribuidores mayoristas y minoristas,..- no solo desempeñan una actividad esencial para los ciuda-danos, sino que su contribución su bienestar y su respon-sabilidad con la misma es, hoy por hoy, insustituible.

Según datos del panel de consumo del MAGRA-MA (2014) en cuanto a los factores de elección de esta-blecimientos para la compra de alimentación, los consu-midores demandan sobretodo buenos precios, hoy más que nunca (62,7% en 2013 frente al 33,3% en 2006), pero sin olvidarse de la calidad de los productos (51,9%) y la proximidad del establecimiento (50,9%), factores que han encajado perfectamente con el formato de supermerca-do actual.

En cuanto al consumo de fruta fresca, en 2014 el consumo en el hogar descendió con respecto al año 2013 (2,6%), además los hogares gastaron menos en la compra de esta categoría (-8,6%) debido princi-palmente a una bajada del precio medio de la fruta fresca de 6,2%. Pero sin embargo, en 2014 el consu-mo per cápita se situó en 102,48 kilos/persona/año, un 1,5% menos que el año anterior.

No obstante, la naranja es la fruta reina de los ho-gares españoles, con el 20% de consumo, aunque en 2014 se redujo en torno al 5%, pasando de 21,3 kg/persona/año a 20,4 Kg/persona/año. Curiosamente, la Comunidad Va-lenciana se encuentra a la cola del nivel de consumo según la comunidad autónoma, donde Castilla Leon, País Vasco, Cantabria y Navarra son los mayores consumidores.

También podemos observar una tendencia de consumo por tipo de hogar, ya que el consumo desciende sobretodo en hogares formados por adul-tos independientes (-13,6%), jóvenes independientes (-10,9%) y parejas con hijos pequeños (-10,5%), siendo el perfil de consumidor tipo aquel formado por 2 ó 3 personas en los que el decisor de compra supera los 50 años.

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Cuadro: Cadena de valor moderna de la naranja. Costes y precios acumulados comparativa campañas 08-09, 09-10 y 10-11. Fuente: Magrama (2013)

Revista Profesional de los Ingenieros Agrónomos, Junio 2016 · Nº 45 · ISSN: 1139 - 2428 · Págs. 52 - 56

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En otra dinámica se encuentran las mandarinas, en las que el con-sumo per cápita aumentó levemente un 0,8% entre 2013 y 2014 (6,5 kg.), reduciéndose el gasto per cápita un 0,6% (8 €) y el precio medio un 1,4% (1,23 €/kg.).

Estos datos ponen de relieve que es necesario saber escuchar y entender a los consumidores para poder adaptar productos y formatos co-merciales a las preferencias y necesidades de las nuevas configuraciones familiares y estilos de vida.

La sostenibilidad de la cadenaagroalimentaria: un objetivo compartido

España cuenta con una de las cadenas agroalimentarias más efi-cientes y competitivas del mundo, cuyo sector agroalimentario es el 2º sector económico español en importancia, con el 8,4% del PIB y más de 2,3 millones de trabajadores. Esto se justifica gracias a disponer de una agricultura, una industria y una distribución comercial que se sitúan a la cabeza de Europa en varios ámbitos (I. García y F. Medina, 2015). El sector agrícola es líder mundial en varias producciones, siendo primeros exporta-

dores de la U.E. en muchos tipos de producción -frutas y hortalizas-, la in-dustria alimentaria es también líder de la U.E. en exportaciones y primer sector industrial del país y finalmen-te y como veremos más adelante, contamos con uno de los sectores de distribución comercial de alimen-tos más competitivos del mundo.

A pesar de su gran competi-tividad, la cadena alimentaria tiene, por supuesto, un amplio campo de mejora. Y, sin duda, el principal reto al que se enfrenta es el de asegurar la sostenibilidad de los eslabones más débiles –los productores y las pymes-, que aportan una diversidad esencial no solo para la pervivencia de nuestra agricultura, nuestra gana-dería y nuestra actividad pesquera, sino para la capacidad de elección de los consumidores y, en último tér-

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Pedro Reig Asucova · Comercio de los Cítricos Valencianos, una visión desde le punto de vista de la distribución de nuestros productos

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mino, para que nuestro país esté en condiciones de asegurar el suministro alimentario a las generaciones futuras (I. García y F. Medina, 2015).

Desde el punto de vista de la distribución, el equilibrio de la cadena debe entenderse como un esfuerzo compartido por todos los eslabones para orientar la producción al mercado. El concepto de reequilibrio no tiene que ver –aunque a menudo se confunde- con la existencia de prácticas comerciales desleales, que deben combatirse por otros medios. En este sentido, las asociaciones sectoriales jugamos un importante papel en este proceso, como interlocu-tores válidos y palanca de apoyo que sirva para afron-tar los retos de forma coordinada.

En este escenario, la distribución comercial juega sin duda un importante papel, por ser el esla-bón más cercano al consumidor y el que mayor valor añadido bruto aporta al PIB de toda la cadena. En este sentido, contamos con una distribución comercial ca-pacitada y dispuesta a afrontar retos futuros. España cuenta con una gran diversidad y variedad de mode-los y formatos de tienda y gracias a ellas, los consumi-

dores disponemos diariamente de una amplia gama de productos seguros, sanos y de calidad a escasos metros de nuestras casas y a precios muy competitivos, 9 puntos por debajo de la media de la Unión Europea (Eurostat, 2015).

En este contexto, el crecimiento y liderazgo del supermercado, que ha sido el formato de tienda que más ha crecido en España durante los últimos años, ha supuesto un empuje decisivo en cuanto a la aportación de valor al consumidor, la generación de sinergias con el resto de formatos comerciales urbanos y la estabilidad de los precios.

En el caso concreto de los cítricos, la distribución ha liderado cambios con efectos positivos para toda la cadena como fue la implantación de modelo de autoser-vicio, tratando siempre de satisfacer las necesidades del consumidor, que pide productos fáciles de consumir y adaptados a sus preferencias, entre ellas está la de esco-ger naranjas y mandarinas sin semillas.

Pero si volvemos a analizar la cadena en su con-junto, aunque pueda parecer sorprendente a los no ini-

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ciados, es muy equilibrada de por sí. De esta forma, vemos que dentro del sistema agroalimentario, la generación del valor añadido bruto se distribu-ye entre las distintas fases de la siguiente forma:

Y en cuanto al nivel de concentración en la distribución, los datos ponen de manifiesto la diversidad de formatos con la que contamos en nuestro país, asegurando la capacidad de elección al consumidor. Según datos de Nielsen (2013), el porcentaje de ventas de los 3 principales distri-buidores (Mercadona, Carrefour y Eroski) supone el 47% de las ventas del sector distribución, lo que nos sitúa en el 13º puesto de la Unión Europea en cuanto a nivel de concentración de cuota de mercado en las 3 princi-pales cadenas. En nuestro sistema de distribución, las cadenas regionales han jugado un importante papel en aportar diversidad y formatos adapta-dos a cada territorio, y en muchos casos se encuentran liderando las pri-meras posiciones en cuota de mercado. Por otro lado, según el European System of Central Banks, España cuenta por término medio con la misma superficie comercial por cada 1.000 habitantes que la Unión Europea (459 m2/1.000 hab.) mientras que el número de tiendas es de 3,4 por cada 1.000 habitantes, frente a los 2,6 de la Unión Europea. Según datos del MA-GRAMA (2014), las tiendas especializadas lideran la cuota de mercado en alimentación fresca, con un 36,4% de cuota de mercado, frente al 31% de supermercados y autoservicios.

En total, los consumidores españoles disponemos de más de 355.000 establecimientos físicos (además de los canales on-line) donde comprar de forma habitual los alimentos que consumimos. Estos datos ponen de manifiesto que la distribución en España tiene unos niveles ba-jos de concentración y que contamos con una mayor diversidad de surtido en más número de tiendas que la media europea.

Conclusiones

La cadena agroalimentaria española es eficiente pero debe ser sostenible a largo plazo y por ello es necesario asegurar la sostenibilidad de los eslabones más débiles, pero sin perder de vista las necesidades y preferencias que exigen cada día los consumidores, quienes deben estar en el centro de las decisiones empresariales y son quienes deciden qué y donde comprar cada día.

Dado el escaso margen de beneficio neto que maneja la distribu-ción alimentaria (en torno al 2%) ha sido necesario recorrer un camino de excelencia operativa y de gestión, que necesita asegurar volúmenes cada vez mayores, calidades homogéneas, surtidos amplios con nuevos produc-tos que añadan valor y proveedores con tamaño y flexibilidad suficiente para asegurar el abastecimiento en términos de calidad y precio.

El nuevo enfoque de la dis-tribución alimentaria está pasando por la vocación de proveerse en proximidad, ser más eficientes si todos los eslabones de la cadena trabajan de forma coordinada y so-bretodo pasar de vender lo que pro-ducimos a producir lo que se consu-me.

La distribución alimentaria moderna necesita conformar una cadena de valor compartido, en la que se re-conciban productos y mercados, redefinan la productivi-dad de la cadena de valor y se cons-truyan clústeres de apoyo para el sector en torno a la empresa, unien-do así negocio y sociedad.

¿Cómo podemos trabajar este nuevo enfoque con el sector primario? En primer lugar, poniendo al consumidor siempre en el centro, pero también teniendo visión de ca-dena y trabajando conjuntamente en cuestiones como la I+D+i (va-riedades de cítricos, autosuficien-cia, etc.), coordinando campañas y producciones de temporada con calendarios de cosechas, controlan-do mermas, envases, certificaciones y armonizando normas de calidad, así como desarrollando espacios de productos locales y de cercanía.

Bibliografia

• Alimarket (2015). Dossier distribu-ción alimentaria. Revista Alimarket Nº 292. Marzo, 2015.

• Eurostat (2015). Precios de venta al público de alimentos y bebidas en la Unión Europea.

• MAGRAMA (2014). Panel de con-sumo alimentario.

• Estudio de la cadena de valor y formación de precios del sector cí-trico. Campaña 2010-2011 (MAGRA-MA, diciembre 2013).

• La visión de la distribución alimen-taria: una cadena agroalimentaria de valor compartido (I. García y F. Medina, 2015).

Cuadro: Reparto del VAB y empleos que aporta cada eslabón de la cadena agroalimentaria. Fuente: Asedas con datos de MAGRAMA, 2013

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Pedro Reig Asucova · Comercio de los Cítricos Valencianos, una visión desde le punto de vista de la distribución de nuestros productos

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La Fruta Protegida

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TECNIDEX diseña, patenta, registra y fabrica productos y tecnologías que alargan la vida de lasfrutas y hortalizas.

TECNIDEX hace posible el comercio internacionalde los frutos, protegiéndolos de sus enfermedades,evitando su deshidratación y el manchado de supiel sin alterar sus propiedades organolépticas,realzando su belleza natural y manteniendo su frescura.

TECNIDEX garantiza el uso racional de sus pro-ductos a través de sus tecnologías y consultoría,asesorando a sus clientes para que sus frutas ten-gan la mejor sanidad y calidad con la mayor segu-ridad alimentaria y medioambiental.

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Protegemos la salud de sus frutospara proteger la salud de los consumidores

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LA FRUTA PROTEGIDA A-4_Maquetación 1 6/27/16 4:00 PM Página 1

Page 59: Revista profesional de los ingenieros agronomos 2016

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LA FRUTA PROTEGIDA A-4_Maquetación 1 6/27/16 4:00 PM Página 1

Introducción

Los cítricos son el primer árbol frutal del mun-do, con una producción de más de 135 millones de to-neladas. Los principales países productores son China, Brasil, EE.UU., India, México y España, pero los cítri-cos se cultivan en la mayoría de los países de las zonas tropicales y subtropicales entre los paralelos de latitud 40º N y 40º S en más de 140 países. Las condiciones de cultivo son, en consecuencia, muy diversas y los ár-boles tienen que adaptarse a suelos alcalinos, salinos, ácidos, fértiles y pobres, a inundaciones y a la escasez y baja calidad del agua, a heladas y a temperaturas altas extremas.

Los cítricos también están afectados en las di-versas partes del mundo por numerosas plagas y en-fermedades producidas por nematodos, hongos, bac-terias, phytoplasmas, spiroplasmas, virus y viroides. Sin ninguna duda es el frutal al que le afectan un mayor número de enfermedades destructivas que causan da-ños millonarios. Algunas enfermedades están presen-tes en la mayoría de las zonas de producción, como las causadas por Phythophthora o el virus de la triste-za, que impiden la utilización de algunos patrones con

excelentes características agronómicas. Otras enferme-dades están restringidas a áreas geográficas concretas, aunque algunas se están extendiendo rápidamente a nuevas áreas. Como ejemplo se puede señalar el Huan-glongbing (HLB), enfermedad producida por una bac-teria que se dispersa de forma natural por insectos y que es la principal preocupación actual de la citricultura mundial por los daños multimillonarios que produce.El control de las numerosas plagas que afectan a los cítricos es esencial para evitar las mermas de la produc-ción, pero también es muy importante la disminución de residuos de pesticidas que pueden afectar a la salud de los consumidores y cuyos límites son cada vez más bajos en la mayoría de las legislaciones y para evitar da-ños en el medio ambiente.

La producción mundial de cítricos también se caracteriza por tener dos mercados claramente diferen-ciados: el consumo en fresco y la producción de zumo. Tanto las variedades como las condiciones de cultivo son claramente diferentes en función del destino final.

La Investigación en laCitricultura Valenciana

Logros alcanzados y retos de los próximos años

La inversión en investigación, desarrollo e innovación de muchos países citrícolas, y en especial en la Comunitat Valenciana, es débil. En consecuencia, la masa crítica de investigadores que se dedican a este cultivo es baja y el nivel de conocimientos básicos insuficiente para resolver muchos de los problemas existentes.

PALABRAS CLAVE· Cítricos · Plagas · Genética ·· I + D + i · Clima ·

LuísNavarroDr. Ingeniero Agrónomo

Premio de InvestigaciónRey Jaime I

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Luís Navarro · La Investigación en la Citricultura Valenciana: logros alcanzados y retos de los próximos años

Revista Profesional de los Ingenieros Agrónomos, Junio 2016 · Nº 45 · ISSN: 1139 - 2428 · Págs. 59 - 66

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Para el consumo en fresco es particularmente importante producir variedades adaptadas a las de-mandas específicas de los consumidores, que con fre-cuencia varían de forma importante entre los distintos países. Además, hay que cuidar especialmente el pe-ríodo postcosecha para que no se produzcan pérdidas de calidad durante el mismo.

Tanto el acondicionamiento de los frutos en los almacenes para su comercialización, como la ex-tracción de zumo, requieren maquinaria y procedi-mientos más eficientes y que conserven al máximo la calidad del producto final.

El cultivo de los cítricos debe realizarse de una forma integral teniendo en cuenta todos los factores que los afectan con la finalidad de obtener las máxi-mas producciones de fruta de calidad al menor costo posible.

Finalmente, el consumo de cítricos siempre se ha asociado a su efecto positivo en la salud humana por su elevado contenido en compuestos que previe-nen las infecciones, las enfermedades coronarias y el cáncer. Sin embargo, hay pocos estudios científicos que demuestren inequívocamente estas propiedades y que permitirían fomentar un incremento del consu-mo.

Toda esta enorme lista de problemas requiere incrementar de forma importante los esfuerzos de in-vestigación en diversas disciplinas como: a) la genéti-ca, la biotecnología y la genómica; b) la entomología, la virología, la bacteriología, la micología y la nemato-logía; c) la fisiología, el riego, la nutrición, la mecani-zación y otras técnicas de cultivo; d) la postcosecha y la industrialización; y e) los estudios relacionados con cítricos y salud.

Hay que tener muy claro que la resolución de todos estos problemas requiere la investigación básica de calidad para conocer sus causas, la aplicación de los conocimientos adquiridos en procesos de desarrollo y finalmente la innovación en el sector, que tiene que te-ner una preparación suficiente para adaptar las nuevas tecnologías, es decir lo que actualmente se considera el proceso de Investigación, Desarrollo e innovación (I+D+i). Hay que resaltar que la magnitud de muchos de los problemas a los que nos enfrentamos solo pue-den abordarse mediante la concentración de esfuerzos de consorcios y colaboraciones internacionales.

El problema a nivel global es que muchos de los países citrícolas están en vías de desarrollo y su sistema de investigación es muy débil. Además en al-gunos países citrícolas desarrollados la investigación sobre cítricos es escasa y no tiene la suficiente calidad. La consecuencia de esta situación es que la masa críti-ca de investigadores que se dedican a este cultivo es baja y el nivel de conocimientos básicos insuficiente para resolver muchos de los problemas existentes. En los últimos años tan solo Brasil y especialmente Chi-na han aumentado de forma significativa sus esfuerzos en investigación sobre cítricos, con un estancamiento e incluso disminución en otros países como EE.UU. y España.

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Luís Navarro · La Investigación en la Citricultura Valenciana: logros alcanzados y retos de los próximos años

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La Investigación en la citricultura Valenciana

Marco institucional

La investigación ha estado ligada a la citricultura valenciana desde finales del siglo XIX. Tuvo sus orígenes en la Escuela de Agricultura (1870-1878), localizada en el actual Jardín de los Viveros de Valencia, que se fue transformando con distintas reformas administrativas en la Estación Agro-nómica de Valencia (1878-1881), la Granja Escuela Práctica de Agricultura (1881-1887) y la Granja Escuela Experimental (1887-1892), que en 1892 se trasladó a Burjassot, donde en 1934 se crearon la Estación Naranjera y la Estación de Fitopatología.

El impulso más importante a la investigación citrícola se dio en el periodo 1973-1979 en el que se ejecutó un acuerdo entre el Ministerio de Agricultura y el Banco Mundial para el desarrollo de la investigación agraria en España. En este contexto se reestructuró el Instituto Nacional de Investi-gaciones Agrarias (Inia), formando los Centros Regionales de Investigación y Desarrollo Agrario (Crida), entre los que se fundó el Crida de Levante, don-de se integraron la Estación Naranjera y la Estación de Fitopatología, crean-do el Centro Nacional de Citricultura. Una parte esencial de este acuerdo, que es un modelo de Política Científica en nuestro país, fue la identificación de los problemas más importantes de nuestra citricultura y la formación de jóvenes científicos en estos temas en los mejores laboratorios existentes en el mundo en aquellos momentos. Paralelamente se construyó un excelente nuevo centro experimental en Moncada donde se trasladaron las instala-ciones existentes en Burjassot. El regreso de los investigadores formados en otros países y el inicio y consolidación de su actividad permitió crear un cen-tro de referencia internacional de investigación en citricultura. Los resultados obtenidos y su transferencia al sector han sido fundamentales en la moderni-zación de la citricultura española. En 1983 el Crida de Levante se transfirió a la Comunidad Valenciana y cambió el nombre al actual Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias (Ivia). Además del IVIA hay que indicar también la aportación científica de otras instituciones, particularmente la Universidad Politécnica de Valencia, el Instituto de Agroquímica y Tecnología de Alimen-tos (Iata-Csic) y más recientemente de la Universidad Jaume I.

Algunos logros de la investigación

En la gran mayoría de los casos los logros de investigación que dan lugar a la innovación no se producen en fechas concretas, sino que son consecuencia de una continua cadena de descubrimien-tos que contribuyen a entender los problemas, abordar distintos pro-cedimientos para solucionarlos, comprobar los resultados en la ma-yor escala posible para cada caso y finalmente diseñar estrategias que permitan innovar en el sector pro-ductivo. La citricultura valenciana se ha beneficiado enormemente de la investigación, que ha contribuido de forma permanente en los últimos años a solucionar la mayor parte de los problemas técnicos existentes en cada momento. Aunque los avances se han producido en todos los as-pectos que afectan a la citricultura, a continuación se destacan algunas áreas donde se han conseguido lo-gros de especial relevancia, que no sólo han producido avances impor-tantes en la generación de nuevos conocimientos, sino que han sido adoptados por el sector, que los uti-liza de forma rutinaria.

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Control de enfermedades producidas por virus y viroides

El virus de la tristeza de los cí-tricos provocó un cambio radical de la citricultura española ya que obligó a sustituir el patrón naranjo amargo, uti-lizado prácticamente en la totalidad de las plantaciones de naranjos y mandari-nos por patrones tolerantes. El proble-ma que surgió para la sustitución es que todas las variedades españolas estaban infectadas por otros virus y viroides que causaban daños importantes en citran-ge Troyer, que era el patrón tolerante que mejor se adaptaba a nuestras con-diciones de cultivo. Estudios detallados demostraron que al menos diecisiete virus y viroides trasmisibles por injerto estaban presentes en la citricultura es-pañola y la mayor parte de los árboles estaban infectados simultáneamente al menos por cuatro patógenos dife-rentes. Se estimó que además de la tristeza, el resto de patógenos reducía la producción entre un 15 y un 25% y causaban una disminución de la calidad del fruto. Las enfermedades causadas por estos patógenos eran la principal li-mitación de la citricultura española y su control era imprescindible para el desa-

rrollo e incluso el mantenimiento de la misma. La única solución al pro-blema era la paulatina sustitución de los árboles enfermos existentes por plantas sanas sobre patrones tolerantes a la tristeza.

Debido a que todas las variedades estaban infectadas por dis-tintos patógenos era necesario en primer lugar obtener plantas sanas a partir de plantas enfermas, para lo que no existían técnicas apropiadas. En 1975 se puso a punto la nueva técnica biotecnológica del microin-jerto de ápices caulinares in vitro, que supuso una gran novedad para la época a nivel mundial. Posteriormente también se puso a punto un nuevo sistema de cuarentena in vitro que permitía la importación sin riesgos fitosanitarios de variedades de otros países. Con la disponibili-dad de estas técnicas se pudo diseñar un programa integral de I+D+i, denominado Programa de Mejora Sanitaria de Variedades de Cítricos, que incluye el saneamiento de variedades españolas, la importación de variedades de otros países, la conservación de las plantas sanas y su distribución a los agricultores a través de los viveros de cítricos me-diante un sistema de certificación que garantiza el estado sanitario de las plantas producidas.

Todas las plantas sanas se mantienen en una colección de ger-moplasma protegido que contiene más de 600 genotipos, que inclu-yen todas las variedades españolas y las mejores variedades de otros países. Esta colección es la única fuente de material que utilizan todos los viveros para la propagación comercial de plantas certificadas.

Paralelamente con el desarrollo del programa se realizaron importantes investigaciones sobre los principales patógenos que han permitido su caracterización exhaustiva, incluyendo en muchos casos su secuenciación completa. Esto ha permitido desarrollar nuevos mé-todos biotecnológicos de diagnóstico rápidos y fiables, que se han ido incorporando al Programa para mejorar su seguridad y eficiencia.

Desde 1982 se han plantado algo más de 150 millones de plan-tones sanos, lo que supone prácticamente la totalidad de la citricultu-ra española que se ha renovado completamente en este período. En la actualidad las enfermedades que afectaban a nuestra citricultura al inicio del programa no causan ningún daño económico y muchas han desaparecido hasta el punto que prácticamente solo se conocen en árboles experimentales. Esto da una idea del enorme impacto econó-mico del programa para la citricultura.

El éxito de este programa integral de I+D+i, que continúa inin-terrumpidamente desde su inicio con mejoras tecnológicas progresi-vas, es debido en gran parte a la estrecha colaboración de numerosos investigadores del Ivia, de los organismos del Ministerio de Agricultura

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y de las CC.AA. responsables de la sanidad exterior y del control de la certificación de plantas de vivero, de las empresas que se dedican a la selección e im-portación de variedades y a los viveros autorizados de cítricos que realizan la propagación comercial de plantas certificadas. El Programa se ha convertido en un modelo que utilizan la mayoría de los países citrí-colas. Control de plagas

El control de plagas de nuestra citricultu-ra está condicionado porque los consumidores no aceptan frutos con daños cosméticos producidos por fitófagos. Las investigaciones en Entomología se han orientado desde hace tiempo a la utilización priorita-ria del Control Biológico con la aplicación de trata-mientos químicos en los casos imprescindibles de for-ma que alteren lo menos posible las poblaciones de enemigos naturales. Los sistemas de control estable-cidos se ven periódicamente alterados por la intro-ducción de nuevas plagas, la prohibición de produc-tos químicos y la disminución de los límites máximos de residuos permitidos. Ello obliga a una permanente actividad de investigación en este campo para per-feccionar los sistemas existentes. En la actualidad se ha dado un paso adicional hacia la gestión integrada de plagas (GIP) usando una combinación de métodos biológicos, químicos, biotecnológicos y culturales que permiten mantener los fitófagos por debajo del umbral de daño con la mínima aplicación de produc-tos fitosanitarios. Muchas de las plagas existentes se controlan muy bien con enemigos naturales nativos o importados, pero en algunas el control es aún in-suficiente y hay que recurrir a tratamientos que pro-ducen cambios mínimos en los equilibrios naturales. La superficie de cultivo en la que se aplica el GIP está aumentando rápidamente debido a los excelentes re-sultados obtenidos.

Prácticas de cultivo

El patrón naranjo amargo tiene una gran rus-ticidad, se adapta bien a distintos tipos de suelos e induce fruta de elevada calidad en la variedad injer-tada. Su obligada sustitución por patrones tolerantes a tristeza obligó a una adaptación de las técnicas de cultivo usadas hasta entonces. La investigación de varios grupos en Fisiología y Nutrición ha permitido optimizar la utilización de agua y fertilizantes, particu-larmente mediante el uso de la fertirrigación, para las

principales variedades. Además, se han conseguido co-nocimientos básicos sobre aspectos relacionados con la floración, el cuajado, la abscisión, el desarrollo y la maduración de los frutos, la alternancia de producción y las causas de algunas alteraciones fisiológicas. Esto ha permitido diseñar tratamientos muy efectivos, fun-damentalmente con reguladores de crecimiento, que se usan de forma rutinaria para mejorar el cuajado y la calidad de los frutos y disminuir la incidencia de fisiopa-tías. La citricultura española es pionera en este tipo de aplicaciones.

Mejora genética

La inmensa mayoría de las variedades de cí-tricos que se utilizan actualmente en el mundo se han obtenido por selección de mutaciones espontáneas y algunas por selección de híbridos naturales. Muy pocas variedades se han obtenido en programas de mejora genética dirigidos, debido a que los cítricos tienen una biología reproductiva compleja, una elevada heteroci-gosis, una la falta de diversidad genética de la mayoría de las especies y un largo periodo juvenil de los híbri-dos. Esta problemática también afecta a la obtención de nuevos patrones.

En los últimos años el IVIA ha realizado avances muy importantes en el conocimiento básico de estos problemas y en el desarrollo de herramientas que per-miten abordar con mucha mayor eficiencia programas de mejora basados en diversas tecnologías. A título de ejemplo se pueden citar los conocimientos detalla-dos del origen de las principales especies y de algu-nos aspectos de la biología reproductiva, que ayudan a diseñar estrategias más eficientes de hibridación, tec-nologías muy eficientes para la producción de híbridos triploides que producen frutos sin semillas, técnicas de transformación genética pioneras en el mundo (activi-dad actualmente paralizada), el desarrollo de un vector viral que permite averiguar con mucha mayor eficien-cia la función de genes específicos y reducir el periodo juvenil y el descubrimiento de marcadores moleculares para la selección temprana de híbridos (por ejemplo para resistencia a Alternaria). Hay que destacar tam-bién la activa participación de investigadores del IVIA en un consorcio internacional que ha permitido la se-cuenciación completa del genoma de los cítricos y la construcción de un mapa genético, herramientas que ya están permitiendo identificar genes de interés que serán muy importantes para la mejora. Una infraestruc-tura adicional para la mejora es el Banco de Germoplas-

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ma que contiene una importante variabilidad genética de los cítricos que es esencial pare la realización de estudios genéticos y realización de programas de mejora de patrones y variedades.

Estos conocimientos se es-tán empleando en amplios progra-mas de obtención y selección de variedades triploides y variedades irradiadas que ya están empezando a dar resultados de interés. Los avan-ces básicos conseguidos permiten afrontar con optimismo objetivos de mejora genética que eran impensa-bles hace pocos años.

Retos de investigación para la citri-cultura valenciana

El primer reto de la inves-tigación sobre cítricos en la Comu-nidad Valenciana es recuperar lo antes posible el nivel de actividad y excelencia que tenía hasta hace pocos años. La crisis económica ha afectado negativamente a toda la investigación española, pero ha sido especialmente grave para el Ivia, ya que ha acentuado drásticamente la paulatina disminución de personal desde que el organismo fue trans-ferido a la Comunidad Valenciana. En los últimos años se debería haber realizado un relevo generacional y de hecho se han producido muchas jubilaciones, pero la crisis y decisio-nes políticas han impedido ni siquie-ra plantear su relevo. El personal estable en sus distintas categorías (desde trabajadores de campo a in-vestigadores) dedicado a investiga-ción en el Ivia es menos de la mitad del que fue originariamente transfe-rido. Por tanto es muy urgente cu-brir las plazas vacantes con personal estable y altamente cualificado para garantizar la realización de los traba-jos de investigación necesarios para abordar y contribuir a solucionar los retos de la citricultura valenciana.También hay que resaltar que en ge-neral la implicación del sector priva-do en el proceso de I+D+i es en ge-neral escasa. En muchas ocasiones se limita a demandar simplemente la realización de investigaciones apli-cadas para resolver problemas pun-tuales de forma inmediata. Esto no puede realizarse si previamente no se dispone de los conocimientos bá-sicos necesarios. Por ello es necesa-rio realizar un plan de investigación en citricultura con todos los actores implicados que contemple las nece-sidades de actuación a corto, medio y largo plazo.

Actualmente hay una im-portante crisis para muchos citri-cultores como consecuencia de la baja rentabilidad de las plantacio-nes. Ello es debido a déficits estruc-turales como el pequeño tamaño de las plantaciones, que general-mente están poco tecnificadas, los elevados costos de producción y la excesiva atomización de la oferta dirigida cada vez más a grandes cadenas de distribución que tienen ventajas para fijar los precios de compra. También es cierto que es-tán aumentando las plantaciones con elevado grado de tecnificación y con capacidad para realizar sus propios desarrollos o concertarlos con centros públicos de investi-gación. En estas circunstancias la investigación puede contribuir a solucionar los diversos problemas enfocando adecuadamente su ac-tividad. A continuación se descri-ben algunas áreas de investigación que considero prioritarias, aunque obviamente no tienen un carácter exhaustivo. Además, no se discu-ten los aspectos de mecanización y postcosecha que son motivo de otro artículo en este volumen de la revista.

La obtención de nuevas variedades es muy importante ya que pueden permitir obtener valo-res añadidos considerables. Hasta ahora los objetivos de la selección y mejora se han dirigido funda-mentalmente a calidad y a la épo-ca de maduración. Actualmente se dispone de nuevas herramientas que además permiten abordar con mucha mayor eficiencia objetivos adicionales. Por ejemplo, siem-pre se considera que el consumo de cítricos está ligado a su efecto beneficioso para la salud por sus altos contenidos en vitamina C y compuestos antioxidantes que previenen distintas enfermedades. La obtención de variedades con contenidos más altos de este tipo de compuestos produciría un va-lor diferencial muy importante que podría contribuir al aumento de

precios. La obtención de varieda-des sin semillas de forma dirigida o la obtención de variedades resis-tentes a Alternaria es actualmente técnicamente factible con elevada eficiencia. Sin embargo, sería ne-cesario incluir objetivos adiciona-les como elevada producción para reducir costos de cultivo y mayor tolerancia a factores abióticos. Para ello es necesario abordar pre-viamente investigaciones básicas que permitan identificar los genes de interés implicado en estos pro-cesos, para lo cual se dispone de las herramientas genómicas nece-sarias.

La gama de patrones ac-tualmente utilizados en la citricul-tura española es claramente insu-ficiente. La obtención de nuevos patrones más productivos, con rápida entrada en producción, to-lerantes a estreses bióticos y abió-ticos y que induzcan la producción de fruta de elevada calidad tam-bién tiene una alta prioridad. La utilización de nuevas herramientas genéticas y genómicas puede ace-lerar el proceso de obtención.

Un problema relacionado con la obtención de nuevas varie-dades y patrones es la evaluación de los mismos. El tiempo necesa-rio para la evaluación es de varios años y los medios disponibles en los organismos de investigación permiten realizar evaluaciones puntuales a pequeña escala, pero no evaluaciones extensivas en dis-tintas condiciones. La implicación del sector privado en el proceso de evaluación de variedades y patrones, obtenidos por centros públicos, se considera totalmente imprescindible para disponer de la mayor información posible sobre su comportamiento en distintas zonas de cultivo.

Las prácticas de cultivo son bien conocidas para las varie-dades tradicionales, pero tienen que ser adaptadas a las nuevas

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variedades que pueden tener problemas específicos. Por ello es necesario mantener una intensa actividad de investigación en fisiología y nutrición que permita averi-guar la causa de problemas puntuales y su posible solu-ción. La corrección de la vecería que afecta a las varieda-des tardías tiene una especial relevancia.La investigación en entomología sigue siendo prioritaria con el objetivo de mejorar el control de los fitófagos que aún requieren tratamientos con productos fitosanitarios, ya que la tendencia de los consumidores y la legisla-ción va hacia el residuo cero. Esta tendencia obliga a un permanente perfeccionamiento del sistema de gestión integrada de plagas y a encontrar mecanismos que per-mitan su utilización en toda el área citrícola.

Además de los problemas actuales hay dos amenazas importantes para nuestra citricultura de con-secuencias inciertas, pero que requieren la realización de investigaciones para prevenir sus efectos.

La posible introducción de enfermedades y pla-gas graves de difícil control puede dar al traste con la sanidad actual de la citricultura. Hay enfermedades bac-terianas como la Cancrosis o fúngicas como la Mancha negra cuya introducción causaría enormes daños y obli-garía a realizar numerosos tratamientos con productos fitosanitarios para su control parcial, lo que aumentaría los costos de cultivo, aumentaría el nivel de residuos en los frutos, produciría mayores daños en el medio am-biente y dificultaría el sistema de gestión integrada de plagas. Sin embargo, la amenaza más grave es el HLB, producido por una bacteria restringida al floema y tras-mitida en campo por las psilas Diaphorina citri y Trioza erytreae. Esta enfermedad no tiene tratamiento y causa-ría daños catastróficos en nuestra citricultura. Además, no se conoce ninguna especie de cítricos resistente a la misma por lo que no es posible obtener variedades o patrones resistentes por hibridación. Los daños produci-dos son enormes y en muchas zonas simplemente acaba con la citricultura comercial. El hecho de que el vector Trioza erytreae esté presente en Galicia, en el norte de Portugal y en las Islas Canarias hace que la amenaza de la introducción de HLB sea elevada.

La prevención de la entrada de HLB es proba-blemente la mayor prioridad actual de la citricultura es-pañola. Requiere la colaboración de la investigación con organismos que realizan controles de vigilancia fitosani-taria con prospecciones continuas en campo para poder detectar los primeros árboles infectados y proceder a su erradicación inmediata. Para ello es necesario disponer de métodos de diagnóstico muy rápidos y fiables, pro-cedimientos precisos de inspección en campo y una ex-celente coordinación ente las CC.AA y la Administración Central. Este último aspecto es esencial y difícil de con-seguir por la dispersión de las competencias. El HLB solo se puede introducir por varetas infectadas, por lo que es esencial evitar importaciones clandestinas de varieda-des y establecer mecanismos sancionadores en caso de que se detecte alguna. Paralelamente es indispensable mantener el Programa de mejora sanitaria de variedades de cítricos, que permite importar sin riesgos variedades de otros países y mantener el sistema de certificación en viveros que evitaría la dispersión de la enfermedad con los plantones. En relación con la investigación para efectuar un control efectivo de HLB es difícil de realizar en España, excepto experimentos muy limitados en la-boratorios de alta seguridad biológica, que existen en el Ivia. En Florida y Brasil, zonas afectadas por HLB están

invirtiendo decenas de millones de euros anuales para intentar controlar la enfermedad con distintas estrate-gias, con una investigación básica muy potente. En el caso de España sería conveniente establecer relacio-nes de colaboración en investigación muy estrechas con estos países, que deberían contemplar estancias muy prolongadas de investigadores españoles en los mismos para disponer de información en tiempo real de los posibles avances que se produzcan.

Otra amenaza más difusa para la citricultura es el cambio climático. Tanto el calentamiento global como los fenómenos meteorológicos extremos (se-quías o lluvias prolongadas, temperaturas elevadas puntuales en algunos periodos, vientos fuertes y muy secos, etc.), pueden alterar considerablemente el com-portamiento de las variedades, disminuir la producción y calidad de fruto y alterar el equilibrio poblacional en-tre fitófagos y enemigos naturales. Ello obliga a realizar investigaciones multidisciplinares básicas que contem-plen estos escenarios, que deben incluir el estudio de genes que regulan la tolerancia a factores abióticos durante todo el desarrollo de la planta, y las modifica-ciones genéticas y fisiológicas que se puedan producir. Estos estudios pueden ayudar a prevenir o paliar los efectos negativos que seguro producirá el cambio cli-mático.

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Introducción

Dentro del proceso de producción citrícola la recolección es una fase de enorme importancia econó-mica debido a que supone aproximadamente el 50% de los costes totales de producción. Mecanizar la reco-lección es una de las alternativas que permite aumen-tar la productividad y un mayor margen de beneficios. Paralelamente, la investigación y la tecnología ponen a nuestra disposición nuevas herramientas que permiten una rigurosa, rápida y efectiva confección, inspección y control en poscosecha, así como sistemas para el con-trol de patógenos con menor impacto ambiental que permiten mejorar la competitividad de nuestros cítricos pues garantizan su calidad y mejoran su seguridad des-de el punto de vista alimentario.

La investigación y la tecnología forman parte de la solución al problema de la rentabilidad de nuestra producción, pero no resuelven solas un problema es-tructural, que debe ser abordado no solamente desde el punto de vista de la incorporación de innovación, sino también desde una óptica de organización social y productiva.

Las nuevas tecnologías aplicadasen la recolección

El uso que se vaya a hacer de la fruta recolec-tada condiciona fuertemente el sistema de recolección. La que se destina a industria tiene parcialmente resuel-to el problema de la recolección mecánica ya que admi-te la presencia de cierto tipo de daños exteriores. Por el contrario, la fruta destinada al consumo en fresco no debe presentar daños externos ni internos. La mayor parte de la producción valenciana de cítricos se destina al consumo en fresco, por lo que los frutos deben mani-pularse con cuidado para evitar daños que degraden y dificulten su comercialización.

Recolección y transporte de la fruta mediante plata-formas

Una forma de aumentar el rendimiento de la re-colección consiste en mecanizar la operación de trans-porte de la fruta en la parcela, reduciendo el recorrido que realiza el operario entre el área de recolección y la zona de carga mediante carretillas estibadoras o trac-tores con horquillas estibadoras. Un grado mayor de mecanización se puede conseguir con el uso de pla-taformas de recolección. Son máquinas, generalmente autopropulsadas, que sirven para transportar a los ope-rarios y facilitarles el acceso a todas las partes del árbol, de manera que éstos solo se dediquen a recoger los frutos. Las variantes más interesantes incluyen dispositi-vos que van cargando el producto en palots o en cajas y facilitan o realizan automáticamente la carga y descar-ga de estos envases sobre el terreno. Las plataformas también sirven para ayudar a los operarios durante la poda. Algunas de estas máquinas tienen un gran nivel tecnológico e incrementan considerablemente los ren-dimientos de recolección. Se utilizan ampliamente en la recolección de manzanas y peras. En Florida se han empleado en la recolección de cítricos obteniendo un aumento de la productividad entre un 30 y un 40%.

Uno de los retos que se plantea actualmente

La Investigación y las Nuevas Tecnologías

aplicadas en la recolección y los tratamientos poscosecha y su relevancia en el proceso de

comercialización de los cítricos

La investigación y la tecnología ponen a nuestra disposición nuevas herramientas que permiten una rigurosa, rápida y efectiva confección, inspección y control en poscosecha, así como sistemas para el control de patógenos con menor impacto ambiental.

PALABRAS CLAVE· Investigación · Tecnología ·· Tratamientos · Maquinaria ·

Enrique Moltó, José Blasco, Lluís Palou · La Investigación y las nuevas Tecnologías aplicadas en la Recolección y los Tratamientos Poscosecha

EnriqueMoltó

JoséBlasco

LluísPalou

Dr. Ingeniero AgrónomoDirector [email protected]

Dr. Ingeniero AgrónomoCentro de Ingeniería - I.V.I.A.

[email protected]

Dr. Ingeniero AgrónomoCentro de Tecnología Postcosecha - I.V.I.A.

[email protected]

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el desarrollo tecnológico, y a ello también se está dedicando el Ivia, es la posibilidad de realizar la inspección de la fruta en el propio campo, mientras se recolecta (Figura 1). Asimismo, diversos estudios demues-tran el interés de estimar el rendimiento del cultivo mientras se recolec-ta, empleando sistemas de visión por computador. Esto permite generar mapas de rendimiento que son la base de multitud de aplicaciones de la Agricultura de Precisión. En la actualidad, el IVIA trabaja en el desarrollo un sistema avanzado que singulariza la fruta y la inspecciona de forma individualizada, lo que permitirá conocer el tamaño, peso, color y detec-tar la presencia de defectos para cada fruta en el campo para procesarla convenientemente. Un sistema de geolocalización asociado permite re-cabar información útil para realizar mapas de calidad y de rendimiento que se pueden utilizar para tomar decisiones sobre el manejo del cultivo. Los retos más importantes a los que se enfrentan estas tecnologías se derivan del hecho de trabajar un entorno natural donde los cambios de iluminación, la suciedad, el movimiento de la máquina o la inestabilidad eléctrica para alimentar los equipos electrónicos.

Máquinas para el desprendimiento de los frutos mediante vibración o vareo Los primeros vibradores se desarrollaron en principio para reco-lección de aceitunas, frutas para industria o frutos secos. Existen muchos trabajos que describen su aplicación a la recolección de cítricos, espe-cialmente destinados a industria, ya que son máquinas que proporcionan sacudidas al tronco o a las ramas, provocando el desprendimiento de la fruta, por lo que esta puede golpearse.

Las máquinas que permiten una mayor mecanización constan de un vibrador y un sistema de recogida de fruta. Son adecuadas para plan-taciones con filas regulares y no tienen limitación en cuanto a altura del árbol. Necesitan un espacio libre en las faldas y que la primera rama se encuentre a cierta altura. Hay versiones que no tienen sistema de reco-

lección, por lo que la fruta debe ser retirada posteriormente por opera-rios o mediante máquinas barredoras. Estas máquinas se adaptan mejor a plantaciones menos preparadas o con filas irregulares. Uno de los problemas que presentan es el desprendimiento poco selectivo, que puede tener efec-tos negativos sobre la producción, so-bre todo en las variedades de naranja tardía, como es el caso de la variedad Valencia, ya que en el momento de la cosecha en los árboles se encuentran tanto frutos maduros como frutos jó-venes de la temporada siguiente.

Una alternativa a los vibrado-res son las máquinas vareadoras de ramas. Estas constan de un eje verti-cal, dotado de varas perpendiculares al mismo, que rotan debido a la fric-ción con los árboles. Pueden trabajar en grupos de dos, atacando cada ár-bol desde las dos caras que dan sobre las filas y recogiendo al mismo tiempo la fruta desprendida. Estas máquinas son adecuadas para plantaciones bien preparadas y con vegetación continua.

El desarrollo de maquinaria que desprende mecánicamente los frutos se debe acompañar por los avances en productos abscisores. Es-

Figura 1. Nuevo prototipo de recolector clasificador de fruta diseñado por el IVIA

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tudios realizados en el Ivia indican que algunos presen-tan buenos resultados (no producen caída de hojas ni manchas), pero otros pueden producir niveles excesi-vos de deshojado y fitotoxicidad, por lo que no se han implantado.

Pese a los distintos intentos para desarrollar robots recolectores en varios países, no existen todavía este tipo de máquinas en el mercado.

Las nuevas tecnologías aplicadas en la poscosecha de cítricos

En este apartado distinguimos dos tipos de nuevas tecnologías: por un lado, las relacionadas con los tratamientos para evitar las podredumbres y alargar la vida útil de la fruta y, por otro, las relacionadas con la inspección de la calidad de la fruta.

Tratamientos de poscosecha para alargar la vida útil de los cítricos

En las condiciones ambientales españolas, con clima de tipo mediterráneo y veranos poco lluviosos, la incidencia de podredumbres es cuantitativamente menor que en zonas productoras más húmedas como Florida o Brasil, donde la mayor parte de la producción se destina a la industria de zumos. Mientras que allí las enfermedades más importantes son las causadas por infecciones de precosecha que permanecen latentes o inactivas en el fruto hasta después de la recolección, en nuestras condiciones predominan las enfermedades producidas por patógenos de herida. La infección del fruto por estos hongos tiene lugar a través de heridas en la corteza, bien mientras los frutos permanecen ma-duros en el árbol, o bien durante la recolección y el posterior manejo de los mismos. La fuente de inóculo puede encontrarse en el campo, en la central citrícola o en cualquiera de los canales de distribución y venta de la fruta. Su control efectivo constituye el eje básico de cualquier estrategia de control de enfermedades de poscosecha de cítricos.

El control químico de las podredumbres se realiza principalmente a base de fungicidas sintéticos (imazalil, tiabendazol, ortofenilfenato, pirimetanil, mic-lobutanil). Los fungicidas sintéticos son relativamente económicos, fáciles de aplicar, persistentes y con ac-ción curativa y preventiva. Sin embargo, su uso conlleva el problema del desarrollo de resistencias y contamina-ción medioambiental, por lo que se han desarrollado numerosas estrategias de control alternativo no conta-minante.

Tratamientos físicos

Los tratamientos físicos tienen la ventaja de no dejar residuos en los frutos y tienen un impacto míni-mo en el medio ambiente. Entre ellos se encuentran, el calor (curado, agua caliente y vapor caliente) y la radia-ción ultravioleta.

El curado o tratamiento con aire caliente es un procedimiento por el cual la fruta llegada del campo se almacena a altas temperaturas y alta humedad ambien-tal durante períodos de tiempo variable. En los últimos

años se ha ensayado exhaustivamente en laboratorios de países como España, EEUU, Israel o Italia, sin embar-go, resulta poco efectivo cuando los frutos se almace-nan posteriormente en frío. No se generaliza su uso por el elevado coste que supone calentar grandes cantida-des de fruta durante varios días. Además, en casos de aplicación defectuosa pueden producirse efectos ad-versos en la calidad de la fruta tratada como pueden ser pérdidas de peso o fitotoxicidades debidas a un exceso de calor. Por contra, con mandarinas tempranas se ha estudiado la posibilidad de integrar su aplicación con la del proceso de desverdización.

Los tratamientos con agua caliente pueden conseguir los efectos beneficiosos del curado con una tecnología mucho más simple, práctica y barata. Sin embargo, tienen poca persistencia y hay un estrecho margen existente entre las temperaturas efectivas y las que causan daños irreversibles en la piel.

La luz ultravioleta es altamente energética y puede ser fácilmente absorbida por los organismos vi-vos. En principio se utilizó para intentar inactivar los co-nidios de P. digitatum y P. italicum, pero se observó que los pigmentos de ambos tipos de esporas las protegían de su acción. Sin embargo, la luz UV-C estimula una respuesta beneficiosa basada en una alteración de los niveles de compuestos antifúngicos preformados pre-sentes en la piel, como pueden ser algunas flavanonas y polimetoxiflavonas, o en la inducción de la biosíntesis de fitoalexinas.

Distintas compañías de todo el mundo intentan desarrollar tecnologías alternativas que ya se emplean para la esterilización de agua y otros líquidos, envases o instrumentos quirúrgicos. Estos equipos también po-drían utilizarse para garantizar la seguridad alimentaria, sin embargo, su integración práctica en las líneas de confección todavía no se ha conseguido.

Tratamientos químicos alternativos

Los productos químicos alternativos al uso de los fungicidas convencionales deben ser naturales o sintéticos, de toxicidad baja para mamíferos y el medio ambiente. Estos químicos incluyen sustancias naturales como aceites esenciales o extractos de plantas, el qui-tosano o algunos péptidos y proteínas. También inclu-yen a los inductores químicos naturales o sintéticos y a los compuestos clasificados como aditivos alimentarios o sustancias GRAS.

Sustancias naturales

Mientras que varios insecticidas se han desa-rrollado a partir de metabolitos secundarios de plantas, prácticamente no existen fungicidas comerciales con este origen, aunque a nivel experimental se ha consta-tado que un gran número de ellos presentan cierta acti-vidad antifúngica. Este es el caso de distintos extractos de plantas superiores, como los glucosinolatos, produ-cidos por especies de la familia de las crucíferas, o los extractos de Aloe vera o de especies de los géneros Allium y Capsicum.

Distintos componentes naturales del flavedo de los frutos cítricos, ya sean preformados o inducidos (fitoalexinas), también presentan actividad antifúngica. Entre los componentes preformados destacan algunos

Enrique Moltó, José Blasco, Lluís Palou · La Investigación y las nuevas Tecnologías aplicadas en la Recolección y los Tratamientos Poscosecha

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terpenos, cumarinas y furanocumarinas. La actividad de todos estos componentes naturales disminuye sen-siblemente a medida que el fruto envejece. Los aceites esenciales de un número im-portante de especies vegetales (por ejemplo, de los géneros Citrus, Thymus, Origanum, Salvia, Mentha, Rosmarinus, Abies, Pinus, Lavandula, Eucaliptus, etc.) también han sido evaluados por su capacidad fungi-tóxica. Ciertos compuestos aromáticos volátiles que se producen durante la maduración de algunos frutos también presentan actividad inhibidora contra patóge-nos de postcosecha. Fumigaciones con acetaldehído, hexanal o benzaldehído podrían resultar interesantes, especialmente para el control de infecciones latentes, que no pueden controlarse con fungicidas no sistémi-cos ni con agentes de biocontrol.

Sustancias GRAS

La sustancias catalogadas como GRAS y los aditivos ali-mentarios son compuestos permitidos sin restricciones por las distintas legislaciones para muchas y variadas aplicaciones en el campo agroalimentario. El principal interés para su uso en fruta fresca radica en que no conllevan problemas de residuos. En general, los adi-tivos alimentarios con actividad antimicrobiana directa forman el grupo de los conservantes o preservativos. Suelen ser ácidos y sales orgánicas o inorgánicas que pueden sintetizarse fácilmente y cuya acción contra los microorganismos es bastante específica. En el Ivia se han ensayado diversas soluciones acuosas para el con-trol in vivo de P. digitatum y los mejores resultados se han obtenido con el sorbato potásico y el benzoato sódico (Figuras 2 y 3).

Existen otros aditivos no incluidos en el grupo de los conservantes que también presentan cierta ca-pacidad directa o indirecta de inhibir el desarrollo de algunos microorganismos. Este es el caso de algunas sustancias clasificadas como agentes depresores de la actividad de agua y de algunos correctores de pH como los carbonatos y bicarbonatos. Los únicos tratamientos con aditivos que han llegado a implementarse a nivel co-mercial, en centrales citrícolas de California, son baños en soluciones acuosas calientes de carbonato o bicarbo-nato sódicos. No obstante, no ejercen acción preventiva y su eficacia y persistencia son limitadas.

Control biológico

El control biológico de las podredumbres está basado en el uso de antagonistas microbiales, cuyo modo de acción puede ser la competencia con el pa-tógeno por los nutrientes y el espacio, la secreción de antibióticos, o la inducción de mecanismos de defensa. El Ivia ha evaluado una gran cantidad de levaduras y bac-terias para su uso como agentes de control biológico en los tratamientos post-cosecha de cítricos y en todo el mundo se sigue en esta búsqueda. En general, los anta-gonistas microbianos se aplican en forma de suspensio-nes acuosas de células (para sus uso por pulverización, en los drencher, o por inmersión) o como ingredientes de diferentes tipos de recubrimientos.A pesar de todo el trabajo experimental realizado con agentes de control biológico, el uso comercial de estos productos sigue siendo limitado, en particular debido a la inconsistencia de los resultados cuando se utilizan como tratamientos independientes. Otras desventajas

Figura 2. Ensayos con sustancias GRAS

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son la especificidad excesiva, la falta de actividad curati-va, las dificultades para el desarrollo de formulaciones de productos estables, fiables y económicamente adecua-dos, la desinformación y la limitada aceptación posterior por parte de los consumidores, el mercado limitado para las empresas en desarrollo y, en algunos casos (por ejem-plo, la UE), por cuestiones reglamentarias que impiden el registro. Por lo tanto, existen muy pocos productos bioló-gicos registrados para su uso en cítricos.

Para mejorar la actividad de control biológico de los antagonistas se estudia la adición de nutrientes, el uso combinado de dos o más microorganismos, la manipula-ción genética de los antagonistas, y la combinación con otros métodos de control.

Es importante señalar el esfuerzo que se está realizando en investigar los mecanismos de inducción de la resistencia de la fruta a la enfermedad por los trata-mientos de control biológico de postcosecha, con el fin de conseguir nuevos métodos para el control de las po-dredumbres.

Conclusiones sobre tratamientos alternativos

Las numerosas investigaciones realizadas hasta la fecha indican que la efectividad, persistencia y espectro de acción de los tratamientos alternativos no contami-nantes, solos o combinados, son inferiores a los de los fungicidas químicos convencionales; por tanto y de forma general, no pueden implementarse solos como sustitutos a nivel comercial. En este contexto, un control adecuado de las podredumbres no puede reducirse a la aplicación en poscosecha de tratamientos antifúngicos, sino que el control debe enfocarse a una estrategia más amplia de manejo, que coadyuve actuaciones sobre todos los fac-tores para minimizar las pérdidas económicas. Bajo este esquema, el control integrado no contaminante de en-fermedades de poscosecha (CINCEP) constituye una es-trategia global de control sin la utilización de fungicidas químicos convencionales, y se basa en un conocimiento profundo de la epidemiología de los patógenos, de los factores que determinan la incidencia en precosecha, co-

secha y poscosecha, para incidir de forma holística y particular sobre cada uno de estos factores en el momento adecuado, con el objetivo de minimizar las pérdidas económicas causadas por las enfermeda-des. La posibilidad de usar una estrategia de CIN-CEP requiere dedicar esfuerzos a múltiples frentes de investigación, muchos de sus resultados podrían ser de aplicación en sistemas de producción ecológica y para la obtención de marcas o sellos de calidad ‘Re-siduo Cero’.

Tecnologías relacionadas con la inspección

En la actualidad se han implantado en el mercado diversos equipos de inspección automáti-ca basados en visión por computador. Las propieda-des que tradicionalmente se inspeccionan mediante el análisis de las imágenes son el color, el tamaño y, más recientemente, la presencia de daños en la piel (Figura 4). La inspección se realiza por medio de cali-bradores electrónicos que capturan las imágenes de la fruta a muy alta velocidad, las procesan y obtienen resultados en tiempo real con los que se clasifica la fruta en categorías comerciales.

El avance de la tecnología está permitiendo el desarrollo de equipos que son capaces, no solo de detectar la presencia de los daños sino de iden-tificar sus causas. Así, en el Ivia se han desarrollado sistemas capaces de realizar esta identificación com-binando cámaras sensibles a diferentes zonas del es-pectro electromagnético (Figura 5). De este modo, en las líneas de confección se pueden distinguir fru-tas que deben ser eliminadas para que no difundan enfermedades o podredumbres, de otras que pre-sentan daños pero que permiten que la fruta se pue-da aprovechar.

Una de las tendencias en la investigación de sistemas de inspección de la calidad poscosecha es el desarrollo de equipos específicamente diseñados para la detección precoz de infecciones, cuando los síntomas no son claramente visibles, con el fin de li-

Figuera 3. Resultados de experimentos con siustancias GRAS

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mitar su diseminación a otras frutas durante el almacenamiento o transporte. Por ejemplo, las podredumbres causadas por Peni-cillium se detectan a simple vista únicamente cuando han evolu-cionado y aparece el micelio en la superficie de la piel. La forma tradicional para su detección temprana consiste en inspeccionar la fruta mediante fluorescencia inducida por luz ultravioleta (UV) en cámaras oscuras, utilizando personal entrenado, siendo una ta-rea para la que se deben tomar las adecuadas medidas de protec-ción para las personas. Por ello, se están desarrollando máquinas capaces de detectar y separar las frutas con daños no visibles de podredumbre mediante tecnología UV, principalmente en Japón y España. Uno de los principales retos a los que se enfrenta esta tecnología es el diferente grado de fluorescencia que presenta la infección dependiendo de la variedad; otro es que la presencia de daños como los producidos por las heladas, también produ-cen fluorescencia y esto complica la tarea de identificación de la enfermedad por sistemas automáticos. Recientemente, el Ivia en colaboración con una empresa valenciana ha desarrollado una tecnología basada en esta técnica con la que se ha creado una máquina que ya está en el mercado y es capaz de detectar las podredumbres de forma automática.

Asimismo, se están consiguiendo resultados muy prome-tedores con sistemas basados en cámaras hiperespectrales, que permiten investigar longitudes de onda específicas en las que identificar podredumbres y otros daños peligrosos como, por ejemplo, la cancrosis (citrus canker) o la mancha negra (citrus black spot) sin confusión con otro tipo de daños.

La estimación en línea de la calidad interna de las frutas es otro de los retos a los que se enfrenta la industria. Los sistemas de imagen hiperespectral infrarroja permiten obtener información de la composición quí-mica de las frutas, gracias al conocimiento de los picos de absorción de determinados compuestos químicos. Sin embargo, las imá-genes se adquieren empleando sistemas de iluminación que apenas penetran en la piel de la fruta por lo que solo permiten una ins-pección superficial. Como alternativa, en todo el mundo se han realizado estudios para desarrollar equipos basados en espec-trometría de transmisión que permiten pre-decir algunas propiedades internas de las frutas (dulzor, acidez, contenido de agua, e incluso la presencia de daños internos).

En Japón y China comienzan a co-mercializarse máquinas capaces de estimar en línea la calidad interna (dulzor, acidez, bufado, etc.) mediante espectroscopia de transmisión. Se basan en la emisión de un potente haz de luz de espectro conocido ha-cia la fruta y en medir la cantidad de luz ab-sorbida y en qué longitudes de onda se ha absorbido. A partir de estos datos se puede estimar la presencia de algunos compues-tos. El Ivia está trabajando para obtener un sistema basado en esta tecnología, combi-nado con la inspección de la calidad externa mediante imagen visible e infrarroja que se adapte a nuestras variedades.

Figura 4. Análisis de imágenes para la detección de defectos

Figura 5. Imágenes multiespectrales de fruta

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La agricultura de precisión se originó en los Es-tados Unidos a mediados de la década de los 80, cuan-do unos investigadores de la Universidad de Minneso-ta, variaron las aportaciones de enmiendas calizas en distintas parcelas, obteniendo, mediante los oportunos muestreos, los primeros mapas de preconización para las aportaciones del fertilizante. La utilización de senso-res de rendimiento, junto con la del GPS, dio lugar a un sistema, que se ha ido desarrollando y perfeccionando, hasta alcanzar su actual difusión, que afecta a varios mi-llones de Has. Entre los países pioneros se encuentran los Estados Unidos, Canadá y Australia. En Sudamérica los países donde más se aplica son Argentina y Brasil, mientras que en Europa, los más involucrados son In-glaterra y Francia.

La Agricultura de Precisión (AP) se define como un conjunto integrado de tecnologías de aplicación en la producción agraria, que permiten medir y gestionar la variabilidad espacial dentro de un área de cultivo, con objeto de aumentar su eficiencia productiva y dis-minuir el impacto ambiental. En el fundamento de la AP aparece, como factor común de todas las actuacio-nes, el uso de las Tecnologías de la Información y Co-municación (TIC) para la racionalización de la toma de decisiones y su precisa ejecución.

Las tecnologías utilizadas en la AP deben aportar la informa-ción que permita la aplicación de insumos agrícolas, tales como agua, fertilizantes, plaguicidas, etc, en for-ma variable dentro de una zona de cultivo, de acuerdo con los requeri-mientos y/o potencial productivo de las diferentes parcelas o sub-parce-las predefinidas dentro de la misma.

La Comunidad Valencia-na cuenta actualmente con unas 170.000 ha cultivadas de cítricos, que producen más de 3.5 millones de Tm, de las cuales aproximada-mente el 48% corresponde a naran-jas, el 45% a mandarinas y el resto principalmente a limones. La estruc-tura productiva es marcadamente minifundista, ya que más del 60% de las explotaciones tienen una exten-sión inferior a 1 ha y menos del 5% son mayores de 20 ha. En ellas se cultivan intensivamente más de 50 variedades de cítricos, diseminadas de forma desordenada por la zona de cultivo.

Es obvio que esta situación no es propicia para practicar la AP en las explotaciones, debido princi-palmente a su pequeño tamaño. No obstante, las técnicas utilizadas en la AP, podrían aplicarse en el con-junto de la citricultura valenciana, no para gestionar directamente las explotaciones, lo cual sería utópico dado su gran número y la diversidad de sus propietarios, pero sí para poner a disposición del agricultor toda la información necesaria sobre las características agronómicas de la parcela, para que pueda conse-guir la máxima rentabilidad posible mediante el aumento de la produc-ción y la disminución de los costes. Además, y no menos importante, es facilitar una gestión del cultivo más respetuosa con el medio ambiente.

Concretamente, el estable-cimiento de un sistema de AP, aun-

Aplicación de las Técnicas de Agricultura de precisión

a la zona citrícola de la Comunitat Valenciana, como medio para el asesoramiento y ayuda en la toma de decisiones sobre el cultivo

Hoy en día la tecnología permite al productor medir, y por tanto manejar, la variabilidad natural y/ó inducida de los suelos y cultivos. La integración, en los sistemas productivos, de las herramientas pertinentes, y la habilidad en su manejo, les brinda una oportunidad en la agilización en la toma de decisiones, y como consecuencia una mejora de los márgenes, a través del valor de los rendimientos, la reducción en la cantidad de insumos, o de ambos.

PALABRAS CLAVE· Cítricos · Agricultura de Precisión ·· Eficiencia Productiva · Tecnología ·

Eduardo Primo · Aplicación de las Técnicas de Agricultura de precisión a la zona citrícola de la Comunitat Valenciana

EduardoPrimoDr. Ingeniero Agrónomo

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que solo sea a título de transmitir datos que puedan ser utilizados por el productor para la programación y toma de decisiones sobre el cultivo, conllevaría las siguientes ventajas:

• Optimización del uso de los recursos y medios de pro-ducción.

• Reducción del aporte de contaminantes medioam-bientales.

• Racionalización de la gestión de la explotación agrí-cola.

• Incremento de la producción y/o calidad de los frutos.

• Reducción de costes de producción.

• Confección de una base de datos de la parcela que constituya la memoria real de la misma.

Instrumentos que deben constituir el sistema de información para la práctica de la AP en la citricultura valenciana.

Dentro del objetivo principal que se persigue se utilizaran técnicas orientadas a la gestión de la variabi-lidad espacial de las propiedades de los suelos, de los factores micro-climáticos y del estado de los cultivos. La recogida de datos se efectuará por diversos procedi-mientos:

• Toma de muestras y análisis de las mismas.

• Mediciones efectuadas mediante sensores fijos o mó-viles.

• Obtención de imágenes mediante teledetección aérea o satelital.

La localización de los datos se efectuará mediante dos sistemas fundamentales para la AP.

• Sistema de posicionamiento global mediante satélite (Dgps).

• Sistema de Información geográfica (SIG), consistente en un programa de ordenador capaz de almacenar, ana-lizar y representar datos cartográficos .

Antes de su transmisión a los usuarios, la información se elaborará mediante:

• Confección de mapas.

• Aplicación de algoritmos matemáticos a los datos re-cogidos mediante sensores o aparatos de medida para que puedan ser aplicados directamente.

• Utilización de Sistemas Expertos, que trasladan a un programa informático los conocimientos de los espe-cialistas en diversas áreas, de forma que ayuden a los productores en la resolución de problemas específicos relacionados con el cultivo, simulando el comportamien-to de un experto.

• Modelos de Simulación de Cultivos, obtenidos a par-tir de la gran cantidad de datos obtenidos previamente en la los programas de AP. Dichos modelos permitirán diagnosticar la respuesta del cultivo ante un problema

particular y predecir la evolución de este, a partir de los datos que se introducen en el programa.

Procedimiento a aplicar en lacitricultura valenciana

1. El estudio de la variabilidad espacial se efectuara so-bre un Sistema de Información Geográfica (SIG) para la zona citrícola de la CV. Este SIG debe disponer de información sobre el cultivo de cada parcela, especi-ficando variedad, patrón, edad de los árboles, marco de plantación, sistema de riego. Sobre este, se elegi-rían un número determinado de parcelas (1 cada Km2, por ejemplo), que fueran representativas del área en que se encuentran. La creación de una base de datos de cada una de estas parcelas sería una herramienta fundamental para la interpretación de la variabilidad espacial (entre áreas de cultivo) o temporal (entre años). Con los datos ofrecidos por los análisis de sue-los de las parcelas seleccionadas se pueden conformar mapas representativos de los suelos de la CV para las siguientes variables:

• Distribución de las reservas de fósforo asimilable.

• Niveles de potasio asimilable.

• Riqueza en carbonato cálcico.

• Conductividad del suelo.

Estos mapas pueden servir de orientación sobre las necesidades de abonado en macro-elementos (P y K), susceptibilidad a la clorosis férrica y salinización.

2. En estas parcelas se puede controlar la producción todos los años para confeccionar mapas de rendimien-to, que además darían una información inestimable para el aforo de la cosecha global. Inicialmente, la pro-ducción de cada campo sería estimada visualmente por personal experto, pero posteriormente, una vez efectuada la recolección, podría confirmarse consul-tando al agricultor.

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Eduardo Primo · Aplicación de las Técnicas de Agricultura de precisión a la zona citrícola de la Comunitat Valenciana

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3. En los pozos de riego de la CV se determinará la concentración de nitratos en varias épocas del año, para establecer los niveles de contaminación de los acuíferos por este ión. Esta información es necesaria para determinar la dosis de abonado nitrogenado que debe aportarse a la parcela, para cuyo calculo, el NO3-N aportado por el agua de riego debe subs-traerse de las necesidades de N de la plantación.

4. Se debe mantener una red agro-meteorológica constituida por estaciones robotizadas estratégica-mente distribuidas por la zona citrícola de la CV, de forma que cubran todas las comarcas, representan-do los microclimas más significativos de las mismas. Estas estaciones van provistas de sensores y equipos de medida, y, desde ellas, los datos climatológicos se envían por radio en tiempo real, con intervalos de ½ h, a los ordenadores donde se procesan. Esta información permite establecer una base de datos donde se registran todos los parámetros climatoló-gicos (temperatura, humedad relativa, pluviometría, viento, liuminosidad, etc…), a lo largo del tiempo. La información que ofrecen dichas estaciones, es ines-timable para conocer con gran prontitud el alcance de algunos accidentes meteorológicos (como son las heladas) y poder actuar lo más rápidamente posible para paliar los efectos de los mismos. También, con la información recibida se puede calcular, con el ade-cuado programa informático, las necesidades diarias de riego.

5. Se debe mantener una red de detección de plagas y enfermedades de los cítricos, consistente en la ins-talación de diferentes tipos de trampas atrayentes de insectos distribuidas por la zona citrícola. Para ello, dicha zona se divide en cuadrículas (de unos 5 Km2) y en cada una de ellas se instala una batería de trampas específicas para los distintos tipos de plagas, que de-ben ser revisadas cada semana por personal experto. Los resultados de los conteos se procesan mediante los correspondientes programas informáticos, y se transmiten a los productores, junto con las recomen-daciones de tratamientos.

Los puntos seleccionados para la instalación de la red, pueden servir de base para efectuar las ob-servaciones, muestreos y test específicos incluidos en los planes de vigilancia cuyo objetivo es detectar precozmente la aparición de nuevas enfermedades (como podría ser el HLB), además de sus vectores, que pueden ser capturados mediante trampas espe-cíficas. En el caso de que se introduzca una nueva en-fermedad, cuya sintomatología pueda ser detectada desde el aire (p.e. por el cambio de color de los árbo-les), la tecnologías utilizadas en AP incluyen el análisis de imágenes captadas mediante satélites, aviones o drones equipados con los correspondientes equipos fotográficos. Esta información, en tiempo real, sería de gran utilidad para adoptar medidas preventivas para frenar la expansión de la enfermedad, desde el momento de su detección.

Medios con que se cuenta

Es evidente que la aplicación de las técnicas de la agricultura de precisión, en una zona de cultivo

extensa, con gran variabilidad espacial y una estructura de la propiedad minifundista, es una tarea muy compleja, aunque, como en este caso, se proponga únicamente in-formar y asesorar a los agricultores para facilitarles la toma de decisiones en sus explotaciones. No obstante, el plan-teamiento adquiere mayor realismo cuando se contem-plan los medios con los que cuenta la CV, como expongo a continuación, citando a los Ingenieros Agrónomos que participaron en su diseño, desarrollo o aplicación.

• Mapa de Riesgos de Daños Climáticos en las Zonas Citrícolas de la CV (S. Zaragoza).

• Mapa de Suelos de la CV (J.L. Rubio).

• SIG Citrícola de la CV ( E. Torrent).

• Aforo de la Cosecha de Cítricos de la CV (J.M. Ferrer).

• Programa de Actuación sobre las Zonas Vulnerables a la Contaminación por Nitratos designadas en la CV (V. Teje-do, J.L. Rubio, J. García de la Cuadra).

• Programa FERTICIT para el Cálculo de las Necesidades de Abonado (P. Ferrer, V. Cebolla, E. Primo, F. Legaz).

• Red Agro-meteorológica de la CV. (P. Ferrer, L. Bonet).

• Plan de Vigilancia Fitosanitaria Citrícola (F. García-Marí, A. Urbaneja, V. Dalmau, R. Coscollá, J.M. Llorens, F. Alfa-ro, M. López, M. Cambra, A. Vicent).

• Boletín de Avisos de Plagas difundido por Internet (R. Coscollá).

Dado que muchos de estos proyectos se pusie-ron en marcha hace más de 10 años, es normal que al-gunas actuaciones deban ser reactivadas, actualizadas o modificadas. No obstante, es indudable que constituyen un excelente soporte para las actuaciones anteriormente propuestas, que se encuentra disponible en la Conselle-ria de Agricultura, Agua y Medio Ambiente. Desde esta deberían coordinarse todos los recursos, contando con el Servicio de Plagas, el Laboratorio Agroalimentario, el Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias (Ivia), la Universidad Politécnica de Valencia (UPV) y el Colegio de Ingenieros Agrónomos de Levante. Este último podría aportar excelentes profesionales, altamente cualificados para el desarrollo de las actuaciones propuestas.

Un programa de este tipo constituiría una nueva forma de Extensión Agraria, que, al ser realizada median-te TIC, alcanzaría un altísimo nivel de difusión, imposible de alcanzar con la estructura actual.

Para finalizar, quiero citar al Ingeniero Agrónomo y Economista Lowenberg-DeBoer de la Universidad de Purdue, que ha afirmado que la AP es uno de los cambios tecnológicos más importantes en la agricultura desde la introducción del tractor a principios del siglo XX.

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Bien podría decirse que hablar del asociacio-nismo agrario y del papel que desempeña en la gene-ración de valor social equivale prácticamente a hablar de una misma cosa. Son conceptos que viajan a lo lar-go del tiempo y la historia indisolublemente unidos y no se pueden entender el uno sin el otro porque se complementan a la perfección. Como es obvio, no quiero decir con esto que el asociacionismo agrario sea un movimiento social perfecto no, ni mucho menos, lo que trato de decir es que, tanto desde sus orígenes como a partir de su posterior desarrollo, la agrupación de agricultores en entidades que defendiesen sus inte-reses de manera articulada ha perseguido siempre, con sus oportunos y necesarios matices, el mantenimiento de un modelo socioeconómico característico del ámbi-to territorial europeo y cuyo eje central no es otro que la explotación familiar agraria.

Se trata de un fenómeno genuino y muy represen-tativo sobre cuyas bases se ha escrito una parte nada des-deñable de la historia de Europa y que en términos de valor social ha ido segregando múltiples beneficios que todavía perduran. A fecha de hoy, y generalizando un poco acer-ca de una cuestión tan compleja, tales efectos altamente positivos podrían sintetizarse en una doble vertiente: por una parte la lucha de las asociaciones agrarias ha sido y sigue siendo crucial e indispensable en la pervivencia de ese modelo social fundamentado en la agricultura de corte familiar que es fuente de riqueza y estabilidad para los terri-torios que ocupa; mientras que, de otro lado, esa fórmula proporciona al conjunto de las sociedades en las que está asentada el suministro constante de productos de calidad, variados, seguros y a precios asequibles.

Es un modelo, el de la explotación agraria fa-miliar, que constituye un verdadero lujo para las socie-dades que lo disfrutan, por mucho que sus ciudadanos no siempre lo aprecien en sus justos términos, y lo es porque pone a su alcance dos conceptos, ahora tan de moda, como son la agricultura de proximidad y la sobe-ranía alimentaria. Ninguno de esos dos valores sociales sería posible sin esa agricultura familiar que ha sido uno de los principales factores diferenciadores del desarro-llo de Europa y, por supuesto, de España y de la Comu-nitat Valenciana.

Sin embargo, la supervivencia de esas prácti-cas sociales y económicas se ha visto y se sigue viendo zarandeada por los vaivenes y transformaciones que se suceden con el correr de los años. Para comprobarlo, bastaría con echar la vista atrás, hasta la revolución in-dustrial, por ejemplo, y recordar las migraciones masi-vas de campesinos hacia las ciudades que trajo consigo aquel cambio radical. Dicho de otro modo: que el man-tenimiento de un modelo que tiene mucho de ancestral pero que, al mismo tiempo y por paradójico que pueda resultar, entronca directamente con el nacimiento de la civilización y la economía moderna, no es tarea fácil y es

Generadores de valor social

AVA-Asaja es consciente de los cambios, cada vez más exigentes, en materia empresarial, medioambiental o de seguridad alimentaria que afectan las explotaciones agrarias de corte familiar. Pero, al mismo tiempo, se presenta necesario alcanzar la sostenibilidad económica en la agricultura, y sin este elemento no habrá tampoco sostenibilidad social y ambiental.

PALABRAS CLAVE· Asociacionismo · Agrícultura · · Explotación Familiar · Sostenibilidad ·· Rentabilidad ·

Cristóbal Aguado · Generadores de Valor Social

CristóbalAguadoPresidente de AVA - ASAJA

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precisamente en ese punto crítico, en la búsqueda de esa sos-tenibilidad entre los retos que plantea cualquier transformación histórica y la fidelidad a los principios esenciales de un estilo de vida enraizado profundamente en la tierra como valor supremo donde las organizaciones agrarias encuentran su plena razón de ser.

Un poco de historia

Convendría remontarse un poco en el tiempo para tra-tar de entenderlo con mayor perspectiva. Los inicios del llama-do sindicalismo agrario en España tienen su punto de partida en los albores del siglo XX con la aprobación de la Ley de Sindi-catos Agrícolas en 1906, durante el reinado de Alfonso XIII y de la mano del ministro liberal Rafael Gasset, tal como recuerda en un excelente trabajo sobre los movimientos sociales vinculados al campo el secretario general de ASAJA-León, José Antonio Turrado. Los objetivos fundacionales de ese tipo de organiza-ciones, cuyo nacimiento estuvo muy vinculado a la iglesia católi-ca, son muy claros y podrían resumirse en los siguientes puntos: promover el crédito agrario a través de estructuras similares a las de una cooperativa, potenciar la compra de medios de pro-ducción y comercialización, impulsar servicios para la vigilancia de las parcelas (guardería rural), propiciar la formación y educa-ción de los asociados, disponer de instrumentos para asegurar las cosechas y promover el desarrollo de infraestructuras de uso común, especialmente en el regadío. Se trataba, en suma, de organizarse y defender un ámbito, un territorio, un modelo so-cioeconómico compartido.

Desde entonces son muchas las vicisitudes por las que ha atravesado el movimiento agrarista en España, son variadas las distintas tendencias políticas que han ido dibujando la con-figuración de las diferentes organizaciones agrarias a lo largo de la historia de nuestro país y no es el objeto de esta aproxi-mación analizar al detalle y con criterios estrictamente histori-cistas todo lo sucedido, que es mucho, sino tratar de perfilar y establecer las líneas maestras en torno a las cuales gira, a día de hoy, el asociacionismo agrario y su aportación en términos de valor social.

Hasta no hace tanto tiempo –mediados del siglo pa-sado- España seguía siendo un país predominantemente rural y la agricultura tenía un protagonismo destacado tanto desde un punto de vista económico, como también en materia de usos y costumbres sociales. Pero desde entonces, y dicho sea sin ánimo de generalizar, el panorama ha cambiado de manera radical y dentro del actual contexto, hegemónicamente urba-no, el común de la ciudadanía suele percibir el universo agrario bien como la anticuada postal de un pasado remoto en blanco y negro, bien como una suerte de reserva costumbrista poblada de seres exóticos que habitan un escenario pintoresco donde abundan las lechugas, los árboles y ciertos animales y que es-conde como telón de fondo un aplacible hotelito rural.

Frentes abiertos

A menudo se tiene la sensación de que el campo se encuentra demasiado alejado de la ciudad. Sobran estereotipos y malen-tendidos. Es en este escenario donde el papel de las organiza-ciones agrarias resulta más necesario que nunca porque el en-torno agropecuario no es una reliquia del pasado ni un parque temático, sino una realidad muy viva y compleja pero que se en-cuentra asediada por múltiples dificultades. Las más acuciantes Foto de redacción

se concretan, sin duda, en el envejecimiento de la población agraria sin que el necesario re-levo generacional se esté produciendo, ni por asomo, al ritmo adecuado; en las insuficiencias estructurales y comerciales; en la competencia desleal en todos los frentes (sociales, laborales, fitosanitarios) que ejercen los terceros países; en la ausencia de respuestas contundentes por parte de las distintas administraciones a los problemas del sector y, sobre todo, en esa falta de rentabilidad que arrastran los produc-tos y que constituye la causa principal de todos nuestros males.

La causa principal de esta circunstan-cia tan adversa obedece a eso que se ha dado en llamar las asimetrías existentes dentro de la cadena alimentaria, un fenómeno que podría traducirse de forma mucho más clara como las posiciones de dominio que ocupan y aprove-chan de manera ventajista y descarada ciertos agentes que intervienen en el mercado.

Por tanto, las organizaciones agrarias, tal como apuntaba, no sólo tienen todavía mu-cho que decir, sino que son más imprescindi-bles que nunca, porque lo que está en juego es la subsistencia de un modelo amenazado. Si la agricultura desaparece tal como la conocie-ron nuestros abuelos, si termina por extinguir-

Cristóbal Aguado · Generadores de Valor Social

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se la figura del agricultor que es propietario de una explotación particular de la que puede obtener los recursos para vivir dignamente y la tierra se concentra en manos de unas pocas corporaciones, tal como ya ocurre en otros lugares del planeta, habremos perdi-do algo más que una serie de valores sociales, habre-mos perdido un modelo y un estilo de vida que nos ha hecho como somos y que, en el caso de la Comu-nitat Valenciana, forma parte de nuestra genética más íntima y de nuestra idiosincrasia como pueblo.

Las organizaciones agrarias formamos parte de esa realidad que defendemos de manera empeci-nada. Contamos con una tupida red de delegados en casi todas las poblaciones que actúan como el oído y la voz a través de los cuales se canalizan las necesi-dades cotidianas del sector, sus contrariedades y obs-táculos. También actuamos como elemento vertebra-dor del territorio y, más de una vez, hasta cumplimos funciones de arbitrio a la hora de buscar soluciones equilibradas cuando entran en liza los intereses de distintos sectores agrarios, como sucedió en la muy conocida disputa de la “pinyolà”.

Reinventar el futuro

Aquellos que tenemos el honor de servir al campo desde puestos de máxima responsabilidad en las entidades asociativas somos conscientes de los cam-bios que se han operado en los últimos tiempos, unos tiempos cada vez más exigentes en materia empre-sarial, medioambiental o de seguridad alimentaria y sabemos que el futuro de las explotaciones agrarias de corte familiar, tal como las conocemos, depende de que seamos capaces de adaptarnos y ofrecer res-puestas en consonancia.

En ese sentido, también las propias organi-zaciones agrarias hemos tenido que reinventarnos en no pocos aspectos. Así, y sin olvidar nunca la faceta reivindicativa, hemos ido incorporando cada vez más servicios de índole profesional para ponerlos a dis-posición de los agricultores con rapidez y eficacia. Cursos de formación y capacitación, trámites de las complejas ayudas comunitarias, asesoramiento fis-cal y laboral, proyectos, seguros, gestoría y todo un amplio abanico de opciones forman parte de nuestra oferta diaria cuyo objetivo no es otro que el de facili-tar la vida a los agricultores.

En el caso concreto de AVA-ASAJA, esa voluntad de ofrecer respuestas acordes al nivel de exigencia ac-tual nos ha llevado incluso a embarcarnos en el ambicioso proyecto de poner en marcha una finca de experimenta-ción agraria con el objeto de que sean los propias agri-cultores los máximos beneficiarios de todos los avances que allí se vayan obteniendo, porque son los agricultores los primeros interesados en apostar por la modernización y puedo asegurar, además, que ponen todo su empeño en conseguirlo.

Ahora bien, de nada servirán todos esos esfuer-zos si no somos conscientes, empezando por los suce-sivos gobiernos y partidos políticos, de que sin sosteni-bilidad económica en la agricultura no habrá tampoco sostenibilidad social y ambiental. Y no lo habrá porque resulta imposible que la haya. Somos empresarios y aspi-ramos legítimamente a vivir de nuestro trabajo, sin venta-jas, pero sí al menos con las mismas armas y condiciones de las que disponen nuestros competidores en el marco de una estructura de mercado equilibrada.

Sin ese cimiento previo, sin esa piedra angular llamada rentabilidad el resto del edificio se vendrá aba-jo. En la Comunitat Valenciana se han abandonado más de 160.000 hectáreas de tierras de cultivo, o lo que es lo mismo, el 20% del territorio agrario. Así que, no hagamos castillos en el aire ni nos llevemos a engaño.

Las organizaciones agrarias estamos llamadas a encauzar en gran medida esas transformaciones que de-manda el sector para poder ocupar el lugar que le corres-ponde desde la posición de dignidad y pleno reconoci-miento que precisa. Al contrario de lo que sucede con otras entidades de representatividad social igualmente legítimas, las organizaciones agrarias estamos incardina-das, tal como señalaba en su trabajo José Antonio Tu-rrado, “en un espacio propio, bien acotado y definido que tiene como eje la profesión agroganadera y el medio rural y que aspira a una interlocución global con los go-biernos para tratar cuestiones horizontales que en ningún caso abordarían otros entes asociativos”.

Aspiramos a salvaguardar algo más que unos meros intereses económicos, ya que lo que está en juego es un patrimonio social, económico, ambiental, paisajís-tico y territorial de un precio incalculable y que configura los valores de una sociedad, la nuestra.

Foto de Redacción

Revista Profesional de los Ingenieros Agrónomos, Junio 2016 · Nº 45 · ISSN: 1139 - 2428 · Págs. 79 - 81

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DONDE LA INNOVACIÓN Y LA EXPERIENCIA SE DAN LA MANO

En Sipcam Iberia nuestra misión siempre será el cuidado y protección de tus cultivos.

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DONDE LA INNOVACIÓN Y LA EXPERIENCIA SE DAN LA MANO

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El paisaje es un elemento importante de la calidad de vida de las poblaciones, tanto en el medio urbano como rural, en las zonas degradadas y de gran calidad, en los espacios de reconocida belleza excep-cional y en los más cotidianos. El paisaje contribuye a la formación de las culturas locales y es un componente fundamental del patrimonio natural y cultural de cada población; y al mismo tiempo un elemento clave del bienestar individual y social y su protección, gestión y ordenación implica derechos y responsabilidades para todos.

El año 2000 se firma en Florencia el Convenio Europeo del Paisaje que dice textualmente: “Los Es-tados miembros del Consejo de Europa están preo-cupados por llegar a un desarrollo sostenible basado en una relación equilibrada y armoniosa entre las ne-cesidades sociales, la economía y el medio ambiente; tomando nota que el paisaje ocupa un papel impor-tante de interés general en los campos cultural, eco-lógico, medioambiental y social, constituye un recurso favorable para la actividad económica y su protección, gestión y ordenación pueden contribuir a la creación de empleo”. En este convenio se analizan los textos jurídicos existentes a nivel internacional en materia de protección y gestión del patrimonio natural y cultural, de ordenación regional y espacial, de autonomía local y de cooperación transfronteriza.

Ya en 2004 España, junto con otros 28 países, firma este convenio. Posteriormente, el Gobierno cen-

tral traslada a las comunidades autónomas la potestad para generar su propia legislación. La Generalitat Va-lenciana ha mostrado interés en los últimos tiempos en este asunto y ha publicado varias normativas a este efecto: el 30 de junio del 2004 se redacta la Ley 4/2004, de 30 de junio, de la Generalitat, de Ordenación del Te-rritorio y Protección del Paisaje, después el Reglamento del Paisaje de la Comunidad Valenciana y, más tarde, la extinta Conselleria de Territorio creó la Dirección ge-neral de Paisajismo para incentivar a los municipios a proteger los paisajes.

En el artículo 3 de la Ley se expone que la or-denación del territorio es una función pública que co-rresponde a la Generalitat y a los municipios (…). Y en el artículo 22 se dice que “Las administraciones estable-cerán el marco de las ayudas públicas de fomento para estimular o modernizar la actividad agraria por medio de instrumentos económicos para su mantenimiento y mejora (…)”.

No debemos olvidar que los agricultores valen-cianos son una parte importante para el mantenimiento y la protección del paisaje y del medio ambiente en las zonas agrarias y el mundo rural del que posteriormente se beneficia el conjunto de los ciudadanos.

En este sentido, todas las políticas agrarias co-munitarias contemplan una atención del medio ambien-te por parte de los agricultores, que no se les pide a los productores de países terceros, para poder acceder a las ayudas públicas y que se estipulan en el Reglamento de la Condicionalidad. La agricultura produce dos bie-nes, uno el producto agrario propiamente dicho, y otro los servicios medioambientales. Por lo tanto, cuando se plantea la protección hay que diferenciar el apoyo a la producción de alimentos del apoyo a la producción de servicios ambientales.

Los costes de producción en la mayoría de zo-nas europeas y en concreto en la Comunitat Valencia-na son más elevados que en otras zonas. Los acuerdos preferenciales de la Unión Europea con terceros países, las rondas de negociación de la OMC, implican la re-ducción de la protección arancelaria, la bajada de las ayudas a la producción y la apertura del mercado comu-nitario a otros países. Con la implantación del libre co-mercio, la agricultura familiar -tal y como la conocemos actualmente- irá desapareciendo en gran parte de la Unión Europea y por ello requiere de apoyo para com-petir en igualdad de condiciones.

El Papel del Agricultoren el mantenimiento del paisaje y la

preservación del medio ambiente

Los cítricos no sólo juegan un papel destacado en la economía de la Comunitat Valenciana, sino también en la reducción de CO2, en la lucha contra el cambio climático y en el mantenimiento del paisaje. ¿Deben las administraciones pagar por el servicio ambiental que realizan los agricultores?

PALABRAS CLAVE· Paisaje · Patrimonio ·· Medio Ambiente · Ayudas Públicas ·

Ramón Mampel · El papel del Agricultor en el Mantenimiento del Paisaje y la Preservación del Medio Ambiente

RamónMampelSecretario Gral. La Unió de Llauradors

[email protected]

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En las últimas décadas hemos asistido a importantes cambios en los sistemas de producción, y por lo tanto en los impactos que estos generan sobre el medio ambiente. Actualmente, con las modernas tec-nologías es posible la realización de una agricultura racional con la que los impactos ambientales negativos pueden ser minimizados. En estas condiciones, las externalidades que genera la agricultura sobre el medio ambiente y el paisaje son múltiples. En definitiva, el impacto de la agri-cultura y ganadería, cuando se cumplen las normativas establecidas, es reducido e importante.

Los cítricos de la Comunitat Valenciana fijan unas 900.000 tone-ladas de CO2 al año, lo cual permite compensar el consumo de 300 mi-llones de litros de gasoil, es decir el doble de lo que produce el consu-mo industrial y urbano de nuestra comunidad autónoma. Y que conste que no es una opinión personal, sino la conclusión de un estudio del Ivia (Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias). Además de producir oxígeno, los cítricos convierten el CO2 en madera, frutas, hojas etc.Por tanto los cítricos no solo juegan un papel destacado en la economía de la Comunitat Valenciana, sino también en la reducción de CO2 y la lucha contra el cambio climático.

Analizado el papel del citricultor para el medio ambiente y el pai-saje llegamos a la pregunta clave, ¿quién debe de remunerar al agricul-tor? La respuesta a esta pregunta es clave. La conclusión a la que se llega es que tienen que ser las Administraciones Públicas, por ser ésta la única forma de aumentar la eficiencia del mercado. Actualmente hay un con-senso en torno a la incapacidad del mercado para asignar eficientemente los recursos ambientales y a considerar, por lo tanto, que la intervención gubernamental puede mejorar la eficiencia del sistema.

En las últimas décadas hemos asistido simultáneamente a impor-tantes cambios en los sistemas de producción agraria (y por lo tanto en los impactos que generan sobre el medio ambiente) así como a cambios en la demanda de bienes ambientales. Paralelamente la demanda de

bienes ambientales se ha producido debido a varios factores entre los que hay que resaltar el incremento de la renta, del tiempo libre y de las posibi-lidades de desplazamiento, el mayor conocimiento de los efectos potencia-les sobre el medio ambiente y sobre la salud, del uso de los inputs químicos y de algunas prácticas de cultivo. Todo esto ha incidido en la evolución de las preferencias del consumidor y ha fomentado una mayor valoración de estos bienes, no remunerados por el mercado, no sólo en cuanto a su “va-lor de uso” sino también a sus “valo-res de no uso”.

Por todo esto cada vez es mayor la distancia existente entre el valor social de la producción y su va-lor de mercado. Es decir, la sociedad demanda simultáneamente dos pro-ductos: alimentos y servicios ambien-tales. El primer producto entra en el ámbito de la política agraria y, es en ella donde tiene que definirse si es el mercado quien tiene que fijar su pre-cio, o si la sociedad (por razones de seguridad alimentaria u otras razones sectoriales) tiene que asegurarse un cierto volumen de producción.

Figura 1. Nuevo prototipo de recolector clasificador de fruta diseñado por el IVIA

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La demanda de bienes ambientales entra-ría dentro del ámbito de la política agroambiental y por lo tanto, no es aplicable a todo el sector. In-dudablemente, en ciertos tipos de agricultura, con su actuación, conservan un hábitat que permite el mantenimiento de un ecosistema determinado. Este producto presenta las características de los denomi-nados ‘bienes públicos’, es decir aquellos que son in-agotables (el consumo del bien por un individuo no reduce su disponibilidad para otras) y proporcionan un beneficio in-excluible (está disponible para todos independientemente de quienes paguen por él).

La empresa privada, en nuestro caso los agri-cultores, no considerará esta demanda puesto que no será remunerada por el mercado y por lo tanto éste no será capaz de realizar una asignación óptima de los factores. Por eso es imprescindible el pago de esos bienes ambientales por parte de las administra-ciones públicas, si se quiere obtener la producción demandada por la sociedad, y así poder mejorar la eficiencia del sistema económico.

Por eso, si la sociedad demanda la protección del paisaje y del medio ambiente tiene que remune-rar su producción. Este argumento consideramos que es “sólido” y justifica el pago a muchos productores, no como una ayuda o “graciosa concesión” sino por la realización de unos servicios ambientales deman-dados por la sociedad en general.

Esta visión implica que la agricultura tiene que tener como objetivo la producción de alimentos pero simultáneamente ha ser respetuosa con el eco-sistema, desde el punto de vista medioambiental, y por tanto debería ser remunerado por eso.

La realidad actual es que los agricultores son importantes agentes sociales que realizan las tareas de mantenimiento del paisaje agrario y el medio am-biente, aunque sin un reconocimiento explícito por todo este trabajo realizado.

La mayoría del paisaje se mantiene gracias a los agricultores que con sus buenas prácticas agra-rias, muchas de ellas de cumplimiento europeo, consiguen ofrecer a toda la población el paisaje que disfrutamos todos. Por este motivo hay que buscar fórmulas de compensación económica desde la Ge-neralitat, desde los municipios y diputaciones provin-ciales para aquellas parcelas que con sus prácticas de

cultivo correcto aportan un paisaje al término municipal, que forma parte de nuestra cultura local y del patrimonio.

Este paisaje es un elemento clave del bienestar individual y social de los municipios aportado por el tra-bajo de mucha gente del mundo agrario y que por una buena gestión de su campo aporta al resto de la socie-dad un bien difícilmente cuantificable.

El abandono de las parcelas agrícolas, además de degradar el paisaje y poder provocar incendios, su-pone un reservorio de plagas que afectan continuamente las superficies de cultivo vecinas.

Somos los agricultores una parte importante de la cadena agroalimentaria y de hecho con nuestro trabajo y esfuerzo hacemos que se ponga en funcionamiento el resto de la cadena. Sin embargo, somos los únicos que no tenemos un precio por nuestro producto o un convenio por el trabajo que realizamos. Todos cobran, todos tie-nen un convenio laboral (collidors, trabajadores de alma-cenes, administrativos y directivos de estos últimos; otros tienen garantizado el cobro de las comisiones, como los intermediarios). En definitiva, todos tienen unos ingresos garantizados menos los que comenzamos todo el meca-nismo: los agricultores. Por lo tanto, es importante que se tenga en cuenta a las personas, a los agricultores, a los profesionales que vivimos de este negocio en horas bajas para los productores. Es evidente entonces que se requieren políticas agrarias que tengan como objetivo a los citricultores.

Los precios actuales que recibimos los citriculto-res no son consecuencia de sumar a los costes de pro-ducción el resto de costes y márgenes comerciales o va-lores añadidos hasta poner la producción a disposición del consumidor, más bien se trata de todo el contrario, situación que tendría que ser la lógica y cómo ocurre en el resto de sectores. Pero aquí siempre se ha partido de un precio de venta en los mercados a partir del que se descuentan los beneficios de toda la cadena agroalimen-taria hasta que al productor le llegan unas cantidades re-siduales.

Otro aspecto a tener en cuenta es que en los últi-mos años se ha modificado de forma sustancial la cadena agroalimentaria con la fuerte entrada de la gran distribu-ción como canal de distribución de los cítricos. Se ha pa-sado de un mercado con una multitud de distribuidores mayoristas a un mercado significado por una producción excedentaria y una distribución comercial en manos de

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Ramón Mampel · El papel del Agricultor en el Mantenimiento del Paisaje y la Preservación del Medio Ambiente

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unas pocas grandes multinacionales que dominan claramente el mercado. Por el contrario, delante existe un sector comercializador de una cierta di-mensión con un gran número de empresas que se dedican a la comerciali-zación de los cítricos, sea de sus socios o de terceros, y en la parte baja de la pirámide existe un altísimo número de citricultores. En definitiva, el mer-cado citrícola se caracteriza por un claro desequilibrio. Esta concentración de la gran distribución provoca la desaparición del pequeño comercio y de mayoristas y, con esto el precio de referencia y el libre mercado, porque ahora son estas grandes empresas las que tienen la capacidad negocia-dora y de presión en los precios y en las calidades, además de imponer en muchas ocasiones cláusulas sin ningún sentido o abusivas de las cuales el productor no obtiene ningún valor añadido.

Mientras los productores perciben precios muy bajos, los consu-midores pagan mucho por esa producción, que en la mayoría de casos no incorpora valor añadido. Es decir, no se traslada al consumidor las varia-ciones de precios en origen. En caso de precios bajos en origen si bajaran para el consumidor se podría incentivar el consumo para poder volver a lle-gar a un equilibrio entre ambos precios. Pero, el abuso de la gran distribu-ción con precios estables y altos para el consumidor junto con la sumisión del sector comercializador a sus exigencias lo hace del todo imposible. No podemos olvidar que en la cadena agroalimentaria alguien gana bastante y no es el citricultor. Unos dicen que es la gran distribución, otros la logísti-ca y otros que son los intermediarios. A nosotros nos da exactamente igual quién está haciendo inflacionista a este sector, lo que sabemos es que no somos nosotros y lo que constatamos es lo que vemos en los lineales de comercialización.

Nosotros apostamos por la introducción de técnicas que redun-den en una producción más respetuosa con el medio ambiente. También en una gestión de los residuos que minimicen su impacto ambiental, en

una reducción del consumo de ener-gías no renovables, un buen uso de los recursos hídricos que son es-casos y un ahorro de los costes de producción. Nosotros lo tenemos claro, queremos producir alimen-tos de gran calidad, y lo hacemos, queremos producir alimentos sanos para nuestra sociedad, y lo hacemos. Pero llegará un momento que si no nos pagan precios justos y dignos, desgraciadamente para todos, no podremos ofrecer calidad, que es la base de la diferenciación con nues-tra competencia, porque en costes de producción no lo podemos hacer y los perjudicados no seremos los agricultores, también los consumi-dores.

Teniendo en cuenta todo lo anterior se deben poner las bases de toda una serie de medidas y actua-ciones encaminadas a conseguir po-líticas orientadas hacia las personas, hacia los agricultores, hacia los citri-cultores, para que el futuro sea más halagüeño.

Foto de redacción

Revista Profesional de los Ingenieros Agrónomos, Junio 2016 · Nº 45 · ISSN: 1139 - 2428 · Págs. 84 -87

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Aportación de los cítricos a lasociedad

En la actualidad y según datos del aforo 2015/2016 estamos hablando de unas producciones de naranjas y mandarinas de 5.4 millones de toneladas producidas en una superficie de 260.000 hectareas de arbolado, distribuido en unas 125.000 explotaciones. Más del 55% de la superficie cultivada de frutales en España corresponden a cítricos.

Con más de 450 almacenes de confección de fruta, se comercializan sobre 4.2 millones de toneladas. Teniendo en cuenta un destrío entorno 14-18% el resto de producto, entorno al 80% se destina al consumo en fresco, mercado exterior el mayor volumen, principal-mente a los países de la UE. También se exportan cítri-cos a 78 países, más el mercado interior, que cada año experimenta un ligero aumento.

La importancia social en empleabilidad, tam-bién es destacable, mano de obra necesaria para la producción, recolección y confección de la fruta es de 285.000 personas, de las que 105.000, trabajan en la ac-tividades de la explotaciones ,120.000 en la recolección de la fruta y 60.000 en los almacenes, en la confección y comercialización de la fruta.

El valor de la fruta producida y confeccionada anualmente, para el mercado en fresco se sitúa en 3000 millones de euros.

Es importante destacar los puestos indirec-tos, que genera la Citricultura. En transporte durante una campaña, se movilizan más de 150.000 tractores y 220.000 camiones/contenedores, en su mayoría entre recogida en campo y el destino de los mercados Eu-ropeos, muchos de los cuales trabajadores autónomos. Para el transporte y la distribución se utilizan más de 600 millones de cajas por campaña, muchas de ellas de madera, cartón y plástico, producidas por industrias locales dispersas, en pueblos rurales; existen, además , más de 70 empresas dedicadas a la producción de estos embalajes, dando trabajo a unas 3.200 personas. No podemos olvidarnos, que para propagar el cultivo y nuevos materiales vegetales, tenemos los viveros de cítricos, dando trabajo directo e indirecto a más de 400 personas.

En relación con 1.3 millones de toneladas de naranjas, clementinas y satsumas, que no se destinan al mercado en fresco, su destino actual es la industria

Aportación de los cítricosa la sociedad, salud y aportación

nutricional

Actualmente nadie cuestiona las propiedades nutricionales y los beneficios que los cítricos aportan a la salud humana. En este sentido el sector citrícola valenciano es un sector estratégico en cuanto a su importancia -en términos sociales- tanto por su aportación al bienestar y saludo como por los puestos de trabajo que genera.

PALABRAS CLAVE· Cítricos · Salud · Beneficios · Sociedad ·

Rafael Cervera · Aportación de los Cítricos a la Sociedad, Salud y Aportación Nutricional

RafaelCerveraSecretario General de U.P.A.-P.V.

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de zumos. En España hay unas 30 empresas de trasformadores de zumos de cítricos, que dan trabajo a más de 700 empleados. Asimismo, en torno a 50.000 toneladas de satsumas, se destinan a la industria de gajos en conserva. En total en España hay cuatro empresas, que dan trabajo directo a más de 2.400 empleados. De la producción de gajos en conserva, el 95% su destino es la exportación.

De las 200.000 a 400.000 toneladas restantes son empar-te perdidas por destríos o inclemencias climatológicas en campo.

Propiedades nutricionales de loscítricos y los beneficios para la salud

Las naranjas, mandarinas, limones, limas y pomelos des-tacan por su alto contenido en vitamina C, pero este no es el úni-co nutriente que poseen. Los cítricos también nos aportan folatos potasio, magnesio, calcio y pectinas. El ácido fólico, conocido por sus beneficios para las mujeres embarazadas, ayuda a reducir los niveles de homocisteína, una sustancia que constituye un factor de riesgo cardiovascular. Asimismo, nuestro organismo emplea el potasio presente en los cítricos en la generación y transmisión de impulsos nerviosos y en la actividad muscular. Por su parte, la pectina, que se obtiene de la cascara y de la pulpa de los cítricos, es rica en residuos galactósidos, positivos en el control de de-terminados tipos de cáncer. Sin embargo “el gran poder natural de los cítricos es su efecto antioxidante”, debido a su aporte de vitamina C, estas frutas nos ayudan a fortalecer nuestro sistema inmunológico y a prevenir una gran cantidad de enfermedades, como la pérdida de visión, las cataratas, la hipertensión y la sor-dera.

POMELO. Es una de las frutas con mayor cantidad de agua. Su zumo contiene sustancias flavonoides, concretamente hesperidi-na, que reducen el riesgo de infarto hasta un 19%, según inves-tigaciones recientes. Estas mismas sustancias también pueden disminuir la presión arterial y prevenir los problemas cardiovas-culares. Es además un alimento antiinflamatorio debido a su alto contenido en vitamina C Y vitamina E.

MANDARINA. Se trata de las clementinas y satsumas, es el fruto que más se consume en fresco, parecido a la naranja de menor tamaño, posee una acidez ligeramente inferior y una mayor pro-porción de azúcares simples. La pupa contiene vitamina C, vita-mina B, ácido cítrico, azucares reductora y caroteno. Su piel tiene aceite volátil y glucósido y sus semillas, aceites grasos proteínas y sustancias amargas. Tiene propiedades broncodilatadoras y an-tiinflamatorias favorables para el tratamiento de úlceras y para facilitar la digestión.

LIMA. El consumo de este cítrico optimiza nuestra función diges-tiva, ya que contiene flavonoides que estimulan los movimientos peristálticos e incrementan la secreción de jugos, bilis y ácidos. Por otro lado, según un estudio publicado porrevistas científicas las listas de olores favoritos para el común de los mortales están encabezadas por el aroma que emana de esta fruta.

NARANJA. Es un de las principales fuentes de vitamina C, una vitamina hidrosoluble que escasea en nuestro organismo. Según las últimas investigaciones, el consumo de su zumo reduce los niveles de colesterol “malo” (LDL) y previene la formación de pie-dras en el riñón, al tiempo que nos hace sentir de mejor humor y llenos de energía durante el día. Por algo esta fruta es la favorita de los españoles, que consumen una media de 20 kilos por per-sona y año. Foto de redacción

Revista Profesional de los Ingenieros Agrónomos, Junio 2016 · Nº 45 · ISSN: 1139 - 2428 · Págs. 89 - 90

LIMON. Posee un alto contenido en vitamina C y ácido cítrico, un buen conservante y anti-oxidante natural. Su olor y sabor, además de resultar atractivos, son altamente saludables. Un equipo de científicos japoneses demos-tró que su aroma modifica la actividad de los genes y la química sanguínea provocando una notable reducción de los niveles de es-trés. Por otro lado queda demostrado que los pacientes con alzheimer beben mas agua si tiene sabor a limón.

El sector citrícola es un sector es-tratégico, por su potencial, dentro de la agricultura española, muy dinámico en la adaptación a los mercados, olvidado por la administración y muy apreciado por las cuali-dades saludables de nuestros productos.

Rafael Cervera · Aportación de los Cítricos a la Sociedad, Salud y Aportación Nutricional

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Introducción

Aunque algunos autores han considerado que el precio de los bienes inmuebles depende exclusiva-mente de sus características intrínsecas, está general-mente aceptado que los factores ligados al entorno so-cioeconómico también deben considerarse relevantes; en particular debemos prestar atención al efecto de la distribución espacial de la actividad económica (Cerve-lló Royo), que condiciona el proceso de urbanización y desarrollo regional y, por lo tanto el valor del suelo.

Desde finales del siglo XIX han sido numerosos los estudios sobre los efectos económicos derivados del espacio, que se han centrado en el estudio de los problemas de localización de las actividades económi-cas y como afecta esta a los costes de transporte, de la ubicación de los mercados y a la distribución de los factores (Von Thünen (1826), Weber (1909), Christaller (1933), Lösch (1940), Alonso (1964) y Beckman (1958, 1986).

Siguiendo los desarrollos teóricos propuestos por estos autores, se incluyeron, en los estudios de va-loración del suelo, atributos o características como: la distancia de las parcelas a las carreteras o infraestruc-turas y a los núcleos urbanos (Hushak, y otros, 1979)

Cálculo del factor de localizaciónen las valoraciones en suelo rural sometidas a procedimientos expropiatorios conforme a la

ley del suelo

J. Luís Perez, Inmaculada Marques, Baldomero Segura, J. Gaspar Mora, Carmen Femenia, J. Manuel Velilla · Cálculo del factor de localización...

El Factor de Localización introducido por primera vez en la legislación española en las valoraciones en suelo rural requiere para su cálculo una importante información y realizar numerosos cálculos intermedios, sin embargo el uso de los Sistemas de Información Geográfica (SIG) permite manejar, analizar, modelar y representar en todas sus formas la información geográficamente referenciada, resultando ser una herramienta muy útil para el cálculo masivo de los coeficientes de localización. Nos planteamos en este trabajo determinar los Factores de Localización conforme a la Ley del Suelo, de cada una de las parcelas rústicas de la Comunidad Valenciana. Fijados los coeficientes anteriores, se insertarán en tablas los valores máximo, mínimo y promedio de los coeficientes U1, U2, U3 y FL así como sus correspondientes coeficientes de variación, que permitan determinar el Factor de Localización de cualquier parcela, de cualquier municipio de la Comunidad valenciana.

PALABRAS CLAVE· Valoración Rural · Factor de Localización ·· Sistemas Información Geográfica ·

Jose LuísPerez-Sala

GasparMora

InmaculadaMarqués

CarmenFemenia

BaldomeroSegura

José ManuelVelilla

Dr. Ingeniero AgrónomoUniversidad Politécnica de Valencia

[email protected]

Dr. Ingeniero en Geodesia y CartografíaUniversidad Politécnica de Valencia

[email protected]

Dra. Ingeniero AgrónomoUniversidad Politécnica de Valencia

[email protected]

Dra.Ingeniero en Geodesia y CartografíaUniversidad Politécnica de Valencia

[email protected]

Dr. Ingeniero AgrónomoUniversidad Politécnica de Valencia

[email protected]

Ingeniero en Geodesia y Cartografía

[email protected]

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(Chicoine, 1981), (Vitaliano, y otros, 1994) (Elad, y otros, 1994) (Colwell, y otros, 1997), densidad de población y variaciones de estas (Palmquist , y otros, 1989) (Elad, y otros, 1994) (Plantinga, y otros, 2002), y algunas otras.

En España, la legislación relativa a la valora-ción del suelo en los procedimientos de Expropiación Forzosa, ha introducido novedades respecto a la con-sideración de la localización del suelo rural, al contem-plar un factor de localización en las valoraciones. Así, el Real decreto legislativo 2/2008, de 20 de junio, por el que se aprueba el texto refundido de la ley del suelo, en el apartado VI de su Introducción, dice: “… en el suelo rural, se abandona el método de comparación porque muy pocas veces concurren los requisitos ne-cesarios para asegurar su objetividad y la eliminación de elementos especulativos, para lo que se adopta el método asimismo habitual de la capitalización de ren-tas pero sin olvidar que, sin considerar las expectativas urbanísticas, la localización influye en el valor de este suelo…” .

De este modo, se introduce el factor de Lo-calización, en su artículo 23 sobre valoración en suelo rural, que establece: “El valor del suelo rural así obte-nido podrá ser corregido al alza en función de factores objetivos de localización, como la accesibilidad a nú-cleos de población o a centros de actividad económica o la ubicación en entornos de singular valor ambiental o paisajístico, cuya aplicación y ponderación habrá de ser justificada en el correspondiente expediente de va-loración, todo ello en los términos que reglamentaria-mente se establezcan”.

En aplicación de lo establecido por la ley, su re-glamento (Real Decreto 1492/2011, de 24 de octubre, por el que se aprueba el Reglamento de valoraciones de la Ley del Suelo) determina que “… la valoración final del suelo, deberá tener en cuenta la localización espacial concreta del inmueble y aplicar, cuando co-rresponda, un factor global de corrección al valor de capitalización, según la siguiente fórmula:”

Vf = V * Fl

Este factor de localización toma en conside-ración aspectos como la existencia de núcleos urba-nos, y su tamaño, la existencia de centros logísticos, la presencia de espacios de gran valor ambiental y/o paisajístico, la existencia de posibles instrumentos de planificación pública que condicionan el uso del suelo, etc. Con ello pueden complicarse los cálculos del valor, por la necesidad de manejo de gran número de datos de distinta naturaleza (distancias, nº de habitantes o población, espacios protegidos de distinto carácter, …), que han de tratarse e interpretarse.

Los sistemas de identificación geográfica (SIG) permiten separar la información en diferentes capas temáticas y almacenarlas independientemente, permi-tiendo trabajar con ellas de manera rápida y sencilla, y facilitando la posibilidad de relacionar la información existente a través de la topología de los objetos, con el fin de generar otra nueva que no podríamos obte-ner de otra forma. Siendo una importante herramienta

para tratar las variables relevantes de localización del suelo y generar de forma relativamente sencilla, los va-lores del factor de localización que corrijan el valor del suelo calculado a partir de los retornos.

Es innegable, la importancia del Coeficiente de Localización que la Ley del Suelo y su Reglamento impo-ne en toda valoración sobre suelo rural, en los procedi-mientos expropiatorios, por dos motivos principalmen-te, el primero por su obligatoriedad, y en segundo lugar, por el incremento que supone su aplicación, en el valor del activo.

El objetivo del presente trabajo es determinar mediante técnicas de SIG, los Factores de Localización conforme a la Ley del Suelo, de cada una de las parce-las rústicas de la Comunidad Valenciana. Una vez calcu-lados los coeficientes U1, U2 y U3 de cada parcela, se calculará sus Factores de Localización. Fijados los coe-ficientes anteriores, se insertarán en tablas los valores máximo, mínimo y promedio de los coeficientes U1, U2, U3 y FL así como sus correspondientes coeficientes de variación, que permitan determinar el Factor de Locali-zación de cualquier parcela, de cualquier municipio de la Comunidad valenciana de una manera sencilla y rápi-da a través de dichas tablas.

Metodología

Conforme a la normativa vigente el Factor de Localización, se obtendrá del producto de los tres facto-res de corrección U1, U2 y U3.

U1: Por accesibilidad a núcleos de población.

U2: Por accesibilidad a centros de actividad económica.

U3: Por ubicación en entornos de singular valor ambien-tal o paisajístico.

Es decir:

Dónde:

P1 = El número de habitantes de los núcleos de pobla-ción situados a menos de 4 km de distancia medida a vuelo de pájaro, entendida como la distancia en línea recta medida sobre la proyección en un plano horizon-tal.

P2 = El número de habitantes de los núcleos de pobla-ción situados a más de 4 km y a menos de 40 km de distancia medida a vuelo de pájaro.

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Sin embargo, el “hasta un máximo del doble” del párrafo tercero de la letra a) del número 1 del artículo 23 ha sido declarado inconstitucional y nulo por Sentencia TC (Sala Pleno) de 11 septiembre 2014. Quedando, pues libre la cuantía de dicho coeficiente corrector, no así la metodología de cálculo que la propia ley determina.

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d = La distancia kilométrica desde el inmueble objeto de la valora-ción utilizando las vías de transporte existentes y considerando el trayecto más favorable. Esta distancia en ningún caso será superior a 60 km.

p = coeficiente de ponderación según la calidad ambiental o pai-sajística.

t = coeficiente de ponderación según el régimen de usos y activi-dades.

Para el cálculo de los Factores de Localización de todas las parcelas de un municipio, se ha desarrollado una aplicación SIG, que calcula a partir de algoritmos implantados en funciones PL/PGSQL, el Factor de Localización de cada una de las parcelas de suelo rural de toda la Comunidad Valenciana, utilizando la información de dife-rentes web´s públicas del Instituto Geográfico Nacional (núcleos de población, toponimia y tramos viales), de los Servicios Catastrales (parcelas catastrales), del Terrasit (planeamientos) y de la Red Natura 2000 (espacios naturales, LICs y ZEPAs), en formato shapefile para a posteriori importar a una base de datos local postgis.

El cálculo del primer coeficiente de corrección tiene en cuen-ta la población de los núcleos urbanos que se encuentran a una de-terminada distancia, de la parcela de suelo a valorar. P1 y P2 son los sumatorios de aquellos núcleos de población que cumplen con unas determinadas condiciones de distancia respecto a la parcela rústica a valorar. Mediante algoritmos se calculan los parámetros P1 y P2. A partir de una capa de cartografía catastral se calcula los respectivos parámetros P1 y P2 y a posteriori, con la formulación anterior, el pri-mer factor de corrección para cada una de sus parcelas rústicas.

Para el cálculo del coeficiente U1, se diseñan dos funciones, como cálculos intermedios (P1 y P2).

El segundo coeficiente de corrección U2, contempla la acce-sibilidad a centros de actividad económica: proximidad a centros de comunicaciones y de transporte, la localización cercana a puertos de mar, aeropuertos, estaciones de ferrocarril y áreas de intermodalidad, así como próximo a grandes complejos urbanizados de uso terciario, productivo o comercial relacionados con la actividad que desarrolla la explotación considerada en la valoración. El coeficiente U2, se deter-mina conforme a la Ley del Suelo, a partir de funciones, que calculan

la media de todas las distancias mínimas de los topónimos respecto a una parcela en concreto, repitiéndose el cálculo pero en este caso con las distancias a los tramos viales. Se sigue el mismo proceso que el utilizado para el coeficiente U1, cálculos in-termedios, pero adaptado a la tabla de to-pónimos y tramos viales. Incorporándose las distancias en sendas tablas, para continuar con el diseño de un algoritmo que calcula el coeficiente U2.

Para la determinación del coefi-ciente U3 y en base a la Ley del Suelo, se considera, para la determinación del sub-coeficiente “p” como entornos de singular valor ambiental o paisajístico aquellos terre-nos que por sus valores ambientales, cultu-rales, históricos, arqueológicos, científicos y paisajísticos, sean objeto de protección por la legislación aplicable y, en todo caso, los espacios incluidos en la Red Natura 2000, tomando valores entre 0 y 2. Para el subco-eficiente “t” se aplica únicamente cuando se acredita que, según los instrumentos de ordenación territorial y urbanística, en los terrenos se permite un régimen de usos y actividades diferente a los agropecuarios o forestales que incrementan el valor, en este caso el intervalo de valores es entre 0 y 7.

Para el cálculo del algoritmo del factor de corrección u3, se han utilizado las siguientes capas:

• Planeamiento y Ordenación del territorio.

• Espacios Naturales Protegidos (ENP).

• Lugares Importancia Comunitaria (LIC).

• Zonas de Especial Protección para las Aves (ZEPA).

Figura 1. Comprobación gráfica resultados tramos viales y topónimos. Fuente: TFC Velilla.

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Cuando la parcela de algún municipio intersecta con alguna de es-tas 4 capas se determina el valor de “p” para a posteriori realizar la formula-ción del coeficiente U3.

Se diseña una segunda tabla con aquellas parcelas que interceptan con la geometría de la capa Planeamiento para determinar “t”.

Con las tablas anteriores, y mediante el algoritmo correspondiente se calcula el tercer coeficiente U3.

Cálculos

En este estudio, a partir de la aplicación SIG, se han calculado todos los factores de localización para todas las parcelas de todos los municipios de la Comunidad Valenciana, lo que representa un total de 533 municipios,

2.299.140 parcelas rústicas y 164 espacios naturales y/o protegidos (ver tabla 01).

Presentando el municipio de Llombai (Valencia) el FL máximo de toda la Comunidad Valenciana, tomando un valor de 5,3245, muni-cipio situado a 29 km de la ciudad de Valencia, con una densidad de 50 hab./km2 y una superficie muni-cipal de 55,57 km2, con 8.121 par-celas rústicas, con un LIC (Cova de Les Meravelles de Llombai), siendo su FL mínimo y promedio de 2,8946 y 3,0422 respectivamente, con un coeficiente de variación del 7,34%.

El FL mínimo de toda la co-munidad corresponde al municipio de Aras de los Olmos (Valencia) con un valor de 1,6873, situado a 98 km de Valencia capital, con una densi-dad de 6 ha./km2, y una superficie municipal de 76,04 km2, con 8.611 parcelas rústicas, con ningún espa-cio protegido ni natural, presentan-do un FL máximo de 3.1843 y un FL promedio de 2,0109, con un CV de 21,20%, siendo éste último el ma-yor CV de toda la comunidad valen-ciana.

Se insertan en tablas adjun-tas (ver anejo) los valores máximo, mínimo, promedio y el coeficiente de variación, de los coeficientes U1, U2, U3 y FL de todos los muni-cipios de la Comunidad Valenciana. Permitiendo su aplicación directa, la estimación del factor de localiza-

Figura 2. Resultados de búsqueda de población para el cálculo parámetro P1. Fuente: TFC Velilla

Tabla 1. Valores FL y CV por provincias en la Comunidad Valenciana

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ción de cualquier parcela rústica perteneciente a cualquier municipio de la Comunidad Valenciana, sin más, que ajustar los valores anteriores del municipio. Siendo el FL de obligado uso, en el cálculo del valor de una parcela rústica some-tida a un procedimiento expropiatorio.

Sea un municipio cualquiera de la Comunidad Valenciana, por ejemplo, Benaguasil (Valencia), perteneciente a la comarca de El Camp de Turia, cuyos datos básicos son:

Buscando en la tabla de coeficientes de Factores de Localización de Valencia, el municipio de Benaguasil (Va-lencia), nos da los siguientes coeficientes:

De dicha tabla, podemos establecer que el FL prome-dio del municipio es de 2.9883, si en la parcela que que-remos determinar su FL, es una parcela representativa del municipio (ver tabla de “Datos básicos”), en cuanto a su accesibilidad a núcleos de población, accesibilidad a centros de actividad económica, y ubicación en entor-nos de singular valor ambiental o paisajístico, podemos tomar dicho valor sin ajuste alguno. Para estimar su re-presentatividad es muy útil la aplicación Terrasit de la Generalitat Valenciana y las fichas municipales de Caja España-Duero.

Ejemplo 1

Valorar la parcela de agrios de Benaguasil (Va-lencia) localizada en el polígono 12, parcela 8, de una superficie suelo 5.203 m2, sometida a un expediente ex-propiatorio.

Tomamos como valor base de la parcela, el va-lor de la Encuesta de Precios de la Tierra de 2014 del Mi-nisterio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, para agrios en Benaguasil, si bien, dicho valor se debe-ría calcular a través del método de rentas conforme a la ley del Suelo, pero por simplificar su cálculo, se parte de dicho valor. Obsérvese, que al utilizar el valor de la tierra a partir de la Encuesta de Precios de la Tierra, no se ha corregido la tasa de actualización, conforme a la Ley del suelo, que para el caso de “frutales cítricos” debería corregirse esta tasa por 0,61.

• Encuesta Precios de la Tierra – Benaguasil: Cítricos 36.100 €/ha

• Valor corregido: 36.100 €/ha / 0,61 = 59.180 €/ha

Hemos utilizado este modo de corrección, en aras de simplicidad de cálculo, pues al tratarse de un cultivo plurianual, las rentas serían variables y la corrección es algo más compleja de realizar. Pero hemos querido mantener las singularidades que la Ley del Suelo impo-ne en toda valoración expropiatoria.

• Valor de expropiación: 59.180 €/ha * 0,5203 ha * 2,9883 = 92.014,31 €

La tabla, también nos permite estimar el Factor de Localización para cualquier otra parcela, no tan re-presentativa, pues el CV de 8,78%, significa que los va-lores promedios oscilan entre [(2,9883 + 2,9883 * 8,78%), (2,9883-2,9883 * 8,78%)], es decir, (3,2507, 2,7259), ade-más también conocemos los valores máximos y míni-mos del FL, aunque en este caso son valores para dos parcelas dadas. Aunque también podemos calcular los valores promedios de los máximos y mínimos a través de la tabla.

En nuestro ejemplo 1, el intervalo de valores del FL sería, conforme a su CV el de:

• Valor máximo: 59.180 €/ha * 0,5203 ha * 3,2507 = 100.094,01 €

• Valor mínimo: 59.180 €/ha * 0,5203 ha * 2,7259 = 83.934,62 €

Por otro lado, también conocemos los valores de los coeficientes intermedios que determinan el FL, en nuestro ejemplo, vemos que los coeficientes U1 y U2 tienen poca variación dentro del municipio, no así el U3, lo que significa que debemos comprobar para nuestra parcela objeto de valoración, su entorno ambiental o paisajístico, si bien es cierto que un CV del 9,48 es un valor medio-bajo.

Según se puede observar en la figura 03, la parcela 8 del polígono 12, no se encuentra dentro del Parque Natural Turia, por lo que no se puede considerar afección alguna por dicho Parque.

El peso del coeficiente U1 respecto al FL es del 38,63%, el peso del U2 y U3 son 35,37 % y 26,00% res-pectivamente (Estimados a partir de los valores Prome-dios, si bien al ser promedios, son porcentajes no reales, si bien, no dejan de ser una buena aproximación). Estos pesos medios nos pueden ser útiles a la hora de ajustar el FL de nuestra parcela.

Por la proximidad de Benaguasil a Valencia capital y por la situación de la parcela ver figura 04 a CV-375, CV-35 y CV-50 y al casco urbano de Benaguasil,

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Tabla 2. Datos básicos municipales1 - Comarcales - Provinciales. Fuente: Caja España.

podríamos plantearnos incrementar los coeficientes U1 y U2. El coeficiente U3 lo corregimos por la falta de afec-ción, y recuérdese que conforme al Reglamento sobre la Ley del Suelo, el valor de U3 sin afección alguna, toma el valor de 1,1000.

Calculamos los valores promedios máximo y mínimo de los coeficientes U1 y U2, como hemos cal-culado anteriormente con el FL promedio, mediante el valor de sus CV. El coeficiente U3 lo corregimos por la falta de afección.

Es decir:

• Intervalo U1: (1,7160, 1,6700)

• Intervalo U2: (1,5612, 1,5392)

• Intervalo U3: (1,1000, 1,1000)

Intervalos que nos permiten corregir el FL para una parcela dada, no tan representativa del municipio de Benaguasil.

1 La lista de centros de actividad por ser numerosos no se detallan.

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Ejemplo 2

Valorar la parcela de olivos de Bicorp (Valencia) localizada en el polígono 17, parcela 12, de una superficie suelo 11.756 m2, sometida a un expediente expropiatorio.

Comencemos con la identificación de los datos básicos del municipio y comarca.La situación de la parcela 12 (figura 05) dentro del municipio, nos permite ver su no proximidad al caso urbano, la esca-sa facilidad de comunicación con las vías de comunicación de la comarca, y por último su ubicación en el entorno de singular valor paisajístico o ambiental de la zona.

De la tabla de coeficientes de Factores de Localización de Valencia, extraemos los coeficientes U1, U2, U3 y FL del municipio de Bicorp (Valencia), dándonos los siguientes valores:

Tomamos como valor base de la parcela, el de la Encuesta de Precios de la Tierra de 2014 del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, siendo el de arbolado de secano el más similar al de olivos. En este caso, la tasa de actualización debe corregirse por 0,43 (olivos).

• Encuesta Precios de la Tierra – Bicorp: Arbolado de secano 8.400 €/ha

• Valor corregido: 8.400 €/ha / 0,43 = 19.534,88 €/ha

Resultando, finalmente el valor según la Ley del Suelo, corregido por su Factor de Localización promedio del municipio, el de:

• Valor de expropiación: 19.534 €/ha * 1,1756 ha * 2,3376 = 53.681,04 €

Figura 3. Mapa Benaguasil (Valencia). Parcela 8 del polígono 12. Fuente: Terrasit.

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Figura 4. Identificación proximidad Parcela 8 del Polígono 12 de Benaguasil a carreteras y a casco urbano. Fuente: Terrasit.

Tabla 3. Datos básicos municipales Bicorp (Valencia)2 - Comarcales

2 La lista de centros de actividad por ser numerosos no se detallan.

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El intervalo de valores unitarios para cualquier otra parcela, oscilara entre:

• Intervalo de FL: [(2,3376 + 2,3376 * 2,27%), (2,3376-2,3376 * 2,27%)] [2,3907, 2,2845]

Para el caso de una parcela de olivos en Bicorp (Valencia):

• Valor máximo: 19.534,88 €/ha * 2,3907 = 46.702,04 €

• Valor mínimo: 19.534,88 €/ha * 2,2845 = 44.627,43 €

Obsérvese que todo el municipio de Bicorp está bajo la influencia de LICs y ZEPAs, de ahí el alto valor del coeficiente de U3 (1,3000) y su CV de valor 0,00%.

Calculamos los valores promedios máximo y míni-mo de los coeficientes U1 y U2, como hemos calculado en el ejemplo de Benaguasil.

Resultando los intervalos de:

• Intervalo U1: (1,1800, 1,1406)

• Intervalo U2: (1,5647, 1,5346)

Siendo el de U3 el de:

• Intervalo U3: (1,3000, 1,3000)Que nos permiten ajustar el FL de la parcela estudiada.

Conclusiones

Los servicios IDE, más concretamente SIG, son una herramienta perfecta para estimar los coefi-cientes de los Factores de Localización, que tanto la Ley del Suelo como su Reglamento, establecen para estimar el valor corregido de una parcela en suelo rural, conocido éste, a través de la aplicación del mé-todo de valoración de actualización de la renta de explotación.

El Factor de Localización, requiere para su determinación, el uso de numerosa información eco-nómica y social tanto en el ámbito municipal, como comarcal y provincial. Ya que requiere su estimación, calcular la accesibilidad de la parcela a los núcleos de población, a los centros de actividad económica y por último su ubicación en los entornos de singular valor ambiental o paisajística. De ahí la gran utilidad del SIG, al ser una herramienta de gestión de infor-mación espacial, que permite el uso de diferentes capas temáticas, así como la posibilidad de realizar operaciones y algoritmos de análisis de datos.

La disponibilidad de tablas con los valores de los Factores de Localización, así como, los valo-res de los coeficientes intermedios que conforman el Factor, para todos los municipios de la Comunidad Valenciana, representan una gran utilidad en la de-terminación del Factor de Localización para cualquier parcela de cualquier municipio de la Comunidad Va-lenciana. De aplicación directa del valor de la tabla, para aquellas parcelas representativas del municipio y de aplicación indirecta, mediante la oportuna co-rrección para aquellas otras no tan representativas.

Figura 5. Mapa Bicorp (Valencia). Parcela 12 del polígono 17. Fuente: Terrasit

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Lo que nos permite fijar de una manera sencilla el FL de cualquiera de las 2.299.140 parcelas rústicas existentes en la Comunidad Valenciana.

Otro uso de las tablas, sería aplicar el Coefi-ciente de Localización para cualquier valoración de fincas rústicas cuya finalidad no sea la expropiatoria, siempre que el método utilizado en la valoración sea el de actualización de rentas, puesto que, por una parte es de todos conocidos que la renta no contempla toda la información necesaria para alcanzar con su actuali-zación, el valor de mercado del activo, existiendo otra variables ajenas a la renta y que inciden directamente en el valor de mercado, y por otro lado, si la propia Ley del Suelo contempla el factor de Localización como un corrector del valor de la finca rural en valoraciones so-metidas a procedimientos expropiatorios, no hay razón alguna, el no incorporarlo a otras valoraciones distintas de ellas, puesto que, como nos dice la propia Ley de Expropiación cuando se refiere al “justo precio”, en el punto 1 del artículo 43 “… conforme con el valor real de los bienes y derechos objeto de la expropiación…”, luego si el procedimiento expropiatorio persigue el va-lor real de los bienes, cualquier otra valoración ajena a ella, persigue el mismo valor real, por tanto, a nues-tro entender es razonable incorporar dicho Factor de Localización a cualquier otra valoración rural. Posible-mente en las valoraciones, cuyo fin sea determinar la base imponible para determinar un impuesto y en otras del tipo catastral, la aplicación de dicho factor correc-tor no dé lugar.

Para futuros trabajos de investigación, como continuación de éste, se propone la creación de un Geoportal que permita calcular y consultar los resulta-dos finales del factor de corrección por localización en tiempo real a través de un servidor Web. Dicho geopor-tal, también podría utilizarse mediante la creación de una aplicación para dispositivos Android con la que cualquier usuario podría en tiempo real y en cualquier lugar calcular el Factor de Localización de cualquier parcela de la Comunidad Valenciana. Éste geoportal, también podría soportar un código QR como utilidad adicional.

Ampliar el ámbito del estudio a las 17 co-munidades españolas, es decir a 8.116 municipios y 39.960.599 parcelas.

Bibliografía

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LA EXPERIENCIA NOS HACE CRECER

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Resultados preliminaresen los estudios de eficiencia energética

dentro del proyecto i+d+i optireg:gestión eficiente de regadíos

Diego Naranjo, Sergio Colom, Sofía Iglesias · Resultados preliminares en los estudios de eficiencia energética dentro del proyecto i+d+i optireg: gestión eficiente de regadios

Introducción

El proyecto global trabaja en una serie de bloques programados e interrelacionados entre ellos, que son: implantación de energías reno-vables, mercados eléctricos y compra-venta de energía, eficiencia hídrica y eficiencia energética. El objetivo principal del proyecto es optimizar la eficiencia hídrica y energética de las zonas rega-bles de manera que se permita su viabilidad eco-nómica.

Concretamente el bloque de trabajo “Efi-ciencia Energética” tiene como objetivo obtener una visión global de la gestión de las CC.RR. como

consumidores de energía, detectando sus dis-funcionalidades para aplicar diversas estrategias prácticas orientadas a mejorar la eficiencia ener-gética haciendo uso de la tecnología disponible y de la realidad específica de cada Comunidad de Regantes (C.RR.). En este artículo, se muestran los resultados obtenidos, hasta la fecha, en las princi-pales líneas de trabajo que son las siguientes:

• Recopilación de medidas de eficiencia energéti-ca aplicadas a los diversos ámbitos de la infraes-tructura y organización en que se diversifica una C.RR.

• Caracterización de una muestra de CC.RR. mo-dernizadas de Castilla y León (CyL) con indicado-res.

• Evaluación de los rendimientos de la estación de bombeo (EB) mediante el estudio de las curvas globales altura-caudal (H-Q) y rendimiento-caudal (Rto-Q).

• Estudio de las frecuencias de caudales y función de densidad de probabilidad (FDP).

• Elaboración y calibración de modelos hidráuli-cos de EB y red de riego para análisis de las peti-ciones de riego identificando disfuncionalidades y proponiendo mejoras en la programación de las solicitudes. Pasarela de comunicación entre el pro-grama de gestión de riegos Progar y Telegestar.

La colaboración de las comu-nidades de regantes como punto fundamental en el de-sarrollo del proyecto

La efectividad de los estudios se está lo-grando gracias a la participación de varias CC.RR., a las que se les han realizado visitas para conocer su actual situación, organización del riego, nivel de automatización, estado de los equipos y su in-terés de colaboración como zonas piloto. Se ha firmado Carta de Colaboración con todas aque-llas que han querido ser zonas piloto del proyecto. En estas zonas seleccionadas, se están llevando a cabo estudios pormenorizados en base a sus da-tos, así como la modelización de la red y de la EB.

El proyecto de I+D+i “Gestión Eficiente de Regadíos (OPTIREG)” que está desarrollando el Grupo Tragsa, apuesta por dar soluciones ante las diversas realidades existentes en las Comunidades de Regantes (CC.RR.). Para ello analiza los actuales modelos de explotación de las infraestructuras de riego con el objetivo de llegar a su optimización.

PALABRAS CLAVE· Investigación · Tecnología ·· Tratamientos · Maquinaria ·

DiegoNaranjo

SergioColom

SofíaIglesias

Responsable técnico del proyecto OPTIREG. Tragsatec

[email protected]

Responsable técnico del proyecto OPTIREG. Tragsatec

[email protected]

Responsable de apoyo y supervisión del proyecto OPTIREG. Tragsa

[email protected]

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105Revista Profesional de los Ingenieros Agrónomos, Junio 2016 · Nº 45 · ISSN: 1139 - 2428 · Págs. 104 - 115

Convenios de colaboración con universidades

Para fortalecer el desarrollo del proyecto se ha firmado Conve-nio de Colaboración con la Universidad de Zaragoza, concretamente con el Grupo GESTAR como organismo de investigación especializado en el desarrollo de software de diseño y simulación de redes de riego. Se pretende estudiar la mejora de las herramientas informáticas utilizadas como apoyo en la gestión del riego, aportando a estas mayor grado de eficacia.

Medidas de eficiencia energética

Uno de los primeros trabajos que se llevó a cabo fue la recopila-ción de documentación técnica específica relacionada con los objetivos del equipo “Eficiencia Energética”. La documentación recopilada provie-ne de cursos, revistas especializadas, simposios, congresos, encuentros formativos, jornadas técnicas, tesis doctorales, IDAE, etc. Si bien mucha de esta documentación menciona, cataloga o incluso explaya medidas de eficiencia energética en CC.RR., es cierto que no se encontró un do-cumento que aglutinara todo el abanico de posibles medidas de eficien-cia energética que se encuentran dispersas en los distintos trabajos de investigación analizados.

Siendo conscientes de esta carencia, uno de los trabajos desa-rrollados ha sido recopilar en un documento único toda una batería de medidas y acciones orientadas al ahorro y eficiencia energética en el re-gadío (principalmente para reducir la factura eléctrica y el consumo de energía total en la campaña). El coleccionable de medidas de eficiencia tiene interés y practicidad a todos los usuarios y principales actores de la explotación de la instalación (gestores, regantes, guardas, operarios,

administrativos…) que tienen su par-te de responsabilidad en la eficiencia energética final del mismo. El trabajo recopilatorio de medidas se ha divi-dido en varios bloques interdepen-dientes entre sí, pero con suficiente estructura individual en cada uno de ellos: equipos de bombeo; regulación de la EB; equipamiento instalaciones colectivas; equipamiento en instala-ciones de parcela; consumo de agua; operaciones de gestión; contratación del suministro eléctrico; formación y concienciación; y toma de datos y mediciones. Es previsible que a final del año 2015 esté disponible la publi-cación.

Caracterización de co-munidades de regantes mediante indicadores

Otra línea de trabajo desarro-llada en OPTIREG consiste en analizar la relación agua y energía en varias zonas regables modernizadas con in-dicadores (benchmarking) que permi-tan evaluar su situación energética e hídrica (ratios de consumo y de cos-tes de agua y energía). Este estudio

Foto 1. EB en zona piloto. OPTIREG estudia los parámetros hidráulicos-energéticos de los equipos y su relación con la red de riego.

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se centra en CC.RR. de CyL, y permite obtener valores energéticos de referencia en el regadío de esa región y realizar comparativas con ellos.

Los indicadores empleados se basan en la pro-puesta del “International Program for Technology and Research on Irrigation and Drainage” (IPTRID) conside-rando también los sugeridos por diversos autores (Ro-dríguez; Córcoles; Tarjuelo et al.; Abadía et al., Soto et al.,) así como otros adicionales propuestos por el grupo de trabajo “Eficiencia Energética”. El trabajo completo analiza el valor de 58 indicadores si bien en esta co-municación se presenta aquellos que mejor describen y permiten caracterizar las zonas regables desde un pun-to de vista energético. Los estadísticos manejados para analizar la tendencia central y la dispersión de los valo-res son la media aritmética y el coeficiente de variación (CV), aunque este último no se muestra. Determinar la similitud entre CC.RR. mediante análisis multivariante Cluster será objeto de un trabajo específico que se pu-blicará próximamente.

En general, las CC.RR. de CyL analizadas tienen unas características comunes:

• Cultivos: predominan tanto cultivos herbáceos de invierno a los que se les aplica riegos en sus últimas fases de desarrollo, como los de verano, siendo éstos los que se siembran en mayor proporción (maíz princi-palmente, seguido de remolacha y patata). Destaca en menor medida alfalfas y pratenses, girasol y hortícolas. Los cultivos leñosos tienen una presencia escasa, pre-dominando la viña para vinificación, así como el cultivo del chopo y algún frutal. Apenas se dan situaciones de hacer dos cultivos en la campaña.

• Procedencia del agua: en todas las CC.RR. el agua proviene de captaciones superficiales, ya sean de to-mas directas de ríos o de grandes embalses de regula-ción en el que se transporta el agua hasta cabecera de la zona regable por medio de un sistema de grandes canales. No hay presencia de pozos ni de recursos hí-dricos subterráneos.

• Calendario de la campaña de riegos: si la climatolo-gía viene calurosa, los primeros riegos se suelen dar a mediados de marzo, pero por lo general no es hasta principios de abril cuando se empieza a regar. Finaliza la campaña entre septiembre y principios de octubre.

• Sistemas de riego: en gran parte de la superficie, el riego se realiza con cobertura aérea, y en menor medi-da con el resto de las variantes del sistema por asper-sión (cobertura enterrada, pivots, rangers y cañones). El

riego por goteo es presencial, excepto una C.RR. que tiene bastante proporción de este sistema por la im-plantación de la viña.

• Sistema colectivo de distribución: en general se tra-ta de CC.RR. que han tenido procesos de moderni-zación recientemente (2004 en adelante), en el que predomina la misma tipología de infraestructura que consiste en una red colectiva de tuberías a presión de topología ramificada que finaliza en un hidrante ge-neral compartido entre varios regantes (multiusuario), y a partir de éste se llega a la parcela mediante un conjunto de tomas individuales, existiendo variantes tanto de la composición del hidrante y de la toma (val-vulería) como en el sistema de distribución hasta la parcela. Ocasionalmente puede haber algún rebom-beo individual en las fincas.

• Estaciones de bombeo: todas las CC.RR. analiza-das poseen una o varias EB si hay más de un sector y se abastecen de energía eléctrica en línea de media tensión y con contratación de tarifa eléctrica de seis periodos (potencia mayor de 450 kW). Por la configu-ración topográfica de las zonas regables predomina mayoritariamente los sistemas de inyección directa a red con una regulación mixta (conjunto de bombas de velocidad variables y fijas) bombeando a una presión constante o escalonada según los casos; y en menor medida se dan sistemas de bombeo a balsa de re-gulación/acumulación para riego por gravedad desde ésta, a través de EB compuestas con equipos de ve-locidad fija.

Los diversos índices y parámetros utilizados en el estudio de caracterización, se describen a con-tinuación, indicando que se han realizado análisis desde el año 2010 hasta el 2014. Los indicadores se han dividido en varios grupos, de forma que para pre-sentarlos se muestra previamente una tabla en el que quedan definidos. Hay que considerar que en función de qué año se trate, la muestra de datos varía según la disponibilidad de información a la que se ha po-dido acceder, por lo que se indica el tamaño de la muestra en cada año y para cada grupo de indicado-res (la muestra se refiere a cada sector independiente de una C.RR que disponga de un sistema de bombeo, ya sea a balsa o de inyección directa a red, excepto en los indicadores agroclimáticos que representa a una C.RR. completa).

Indicadores agroclimáticos

Los indicadores descriptivos agroclimáticos tratan de puntualizar la climatología a la que ha esta-

Tabla 1. Definición de indicadores agroclimáticos

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do expuesta los cultivos a lo largo de los periodos de desarrollo. Para caracterizar cada campaña, se utiliza los datos resgistrados por la estación metereológica más cercana a la zona regable de estudio pertene-ciente a la red SIAR del MAGRAMA.

Los datos meteorológicos con los que se tra-baja son diarios con fechas entre el 1 de abril y el 30 de septiembre. En la Tabla 2 se muestra el valor de cada indicador.

de la campaña de riego varía cada año, siendo en la mayoría de los casos superior a los 800 mm. La pre-cipitación efectiva acumulada (Pe), que es la parte de agua de lluvia realmente aprovechable por la planta, es baja e irregular. Se puede considerar que las lluvias apenas aportarán agua al sistema suelo-planta duran-te toda la campaña de riegos, contribuyendo en total como un riego de un volumen entorno a los 400-500 m3/ha.

Aunque la velocidad media del viento (V) en pro-medio no es superior a los 2 m/s, se supera este valor algunos días por lo que habrá influido negativamente en la uniformidad de distribución del agua en los sistemas de riego por aspersión. Así, se puede considerar que el viento no es un factor limitante para el riego por asper-sión en CyL, si bien es preferible regar por la noche que es cuando el viento presenta menor velocidad. La eva-potranspiración de referencia acumulada (ETo) a lo largo

Indicadores descriptivos generales y de rendimiento

Estos indicadores tratan de describir la situación de la zona de estudio en grandes cifras, dando una idea de la superficie de la zona de estudio, volumen de agua manejado, etc. a partir de datos genéricos

La Tabla 4 presenta el rango de variación durante el periodo de estudio de los índices generales y de rendi-miento, obteniendo del análisis varias conclusiones.

Tabla 2. Valores de indicadores descriptivos agroclimáticos.

Tabla 3. Definición de indicadores descriptivos generales y rendimiento.

Tabla 4. Valores de indicadores descriptivos generales y rendimiento.

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En general la eficiencia de distribución (ED) de las redes se considera buena al estar por encima del 90%, pero aún así hay que hacer un esfuerzo para mitigar las fugas de difícil localización con el fin de solventarlas. En la ED también interviene el estado de los totalizadores y mecanismos de contaje en la medición del volumen bombeado y consumido tan-to en la estación de bombeo como en los hidrantes y tomas de parcela, por lo que convendría instaurar un procedimiento de verificación periódica del par-que de contadores. El suministro de agua por unidad de área regada (VsSr) presenta una tendencia alcista con un valor medio de 4.785 m3 ha-1 en 2014 debido principalmente a que la proporción de superficie re-gada de maíz es más intensa y el tamaño de la mues-tra es menor con respecto a los primeros años, ade-más de que la precipitación efectiva fue la más baja de la serie de años; si bien el valor de VsSr está por debajo del suministro bruto de 6.888 m3 ha-1 asig-nado para CyL precedente al proceso de moderni-zación (fuente: Plan Nacional de Regadíos Horizonte 2008).

Indicadores energéticos

La Tabla 5 define los índices energéticos más uti-lizados en trabajos de benchmarking, pero se presenta en las tablas 6.1, 6.2, y 6.3 los valores de los más represen-tativos.

Debido a que el tamaño de la muestra es di-ferente según qué índice se trate, se presenta a conti-nuación tres tablas que resume los valores de los índices energéticos.

Se observa que la potencia contratada por unidad de área regada (NcSr) ha ido disminuyendo en el tiempo debido a que se ha ido ajustando la potencia contratada, ya que al inicio de los primeros años de la modernización se solía contratar la potencia total instalada, además de que va entrando más superficie de riego en cada sector con los amueblamientos de parcela que los regantes aún no habían realizado.

Las dos siguientes tablas de indicadores energéti-cos tienen en cuenta que en el año 2013 y 2014 se ha con-siderado dos valores medios de cada índice debido a la di-

Tabla 5. Definición de indicadores energéticos.

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ferencia de los valores obtenidos para dos grupos de CC.RR. con modelos de gestión y tipología muy distintas (grupo 1 y 2), y además que el tamaño de la muestra en esos años es muy reducida, por lo que podría distorsionar el valor medio de cada índice si se promediara los valores de ambos grupos de CC.RR.

El grupo 1 son aquellas CC.RR. que gestionan las peticiones de riego sin discriminación horaria por periodo

el riego preferiblemente en el periodo tarifario P6, efectúan la regulación de la EB a presión variable según el caudal de-mandado, la topografía se ve favorecida por un relieve llano con pendiente favorable por lo que las presiones de bombeo son menores al grupo 1 (entre 45 y 65 mca), y los tamaños de las fincas son mayores debido a los procesos de concen-tración parcelaria a los que han sido sometidos.

Se observa que el valor de los índices energéticos difiere entre los dos grupos de CC.RR, destacando para el último año la energía activa total consumida por unidad de área regada (EaSr) (1.657 kWh ha-1 frente a 946 kWh ha-1), la energía activa total consumida por volumen de agua

(excepto en el que no se tiene contratada potencia, usual-mente P1), cuando por el calendario mensual muchas de ellas podrían ser asignadas a P6. Además presentan excesi-va parcelación de la tierra regada lo que se traduce en mu-chas tomas de parcela (alto número de peticiones) y tienen alturas de bombeo considerables por la topografía desfa-vorable de la zona regable (entre 59 y 82 mca), realizando mayoritariamente la regulación de los equipos de bombeo a presión de consigna fija. El grupo 2 de CC.RR. se gestiona

(EaVT) (0,286 kWh m-3 frente a 0,212 kWh m-3), y la efi-ciencia energética de bombeo (EEB) (68% frente a 76%) para el grupo 1 y 2 respectivamente. En todo caso el valor de EEB encuadra a ambos grupos de CC.RR. con la califi-cación A (eficiencia excelente) según la clasificación del IDAE.

En la tabla 6.3 se muestra el índice del reparto de energía activa por periodo tarifario (REaPi) de aquellas CC.RR. que cuentan con sistema de inyección directa a red considerando los años 2013 y 2014, como en las tablas 6.1 y 6.2, los grupos 1 y 2 en los que se ha estructurado las CC.RR. por su tipología y sistema de gestión.

Tabla 6.1. Valores de indicadores energéticos (1).

Tabla 6.2. Valores de indicadores energéticos (2) con dos grupos de CC.RR. en 2013- 2014. Grupo 1 (columna izq) y 2 (columna dcha).

Tabla 6.3. Valores del indicador REaPi con dos grupos de CC.RR. en 2013- 2014. Grupo 1 (columna izq) y 2 (columna dcha).

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Indicadores financieros

Los indicadores de tipo financieros principalmente miden el gasto total de la factura eléctrica y su repercusión en el uso de la energía y potencia. El estudio de cada campa-ña abarca las facturas desde enero hasta diciembre del año en curso. Se ha considerado que las superficies de barbe-chos y otras no regadas no computan a efectos del reparto del coste energético (energía o potencia) por hectárea.

bidas del precio de la energía (€/kWh), pero a partir del año 2013 el valor decrece pese al mayor consumo de energía debido al fuerte incremento del precio de la potencia que se aprobó en agosto de ese mismo año y a la bajada del precio regulado del término de energía.

El coste energético por área regada (CENSr) aumen-ta cada año como consecuencia del aumento del precio de la potencia contratada (€/kW), del aumento del consumo energético (kWh totales), del aumento de precio de la ener-gía (€/kWh) y del IVA (16% a 18% a 21%), obteniendo para el 2014 dos valores muy diferentes para los dos grupos de CC.RR. (221 €·ha-1 para el grupo 1 frente a 86 €·ha-1 para el grupo 2), como ocurre de forma paralela con CENVs (0,041 €·m-3 frente a 0,020 €·m-3).

Hay que considerar que tanto el coste energético del término de energía (Cea) y el coste energético del tér-mino de potencia (Cep) incluye la parte proporcional del impuesto eléctrico (IE) y del IVA correspondiente. El valor de los indicadores financieros más interesantes queda re-flejado en la Tabla 8.

El gasto energético por energía (GCea) aumenta entre 2010 y 2012 debido al incremento del consumo de energía activa Ea (kWh totales por campaña) y por las su-

Estudio de las curvas h-q y rto-q de la estación de bombeo

Se presenta los resultados obtenidos de los datos históricos almacenados en el Scada de control de la esta-ción de bombeo (EB en adelante) durante toda la campaña 2014 de 4 CC.RR. colaboradoras. Se trata de la curva pre-sión-caudal bombeado (H-Q) y de la curva rendimiento-caudal bombeado (Rto-Q) de la EB.

Los datos que refleja las gráficas H-Q (Figura I) son valores promedios horarios y se ha representado mediante una nube de puntos en color verde. La presión de bombeo hace referencia a la presión manométrica de la bomba en eje del rodete, puesto que no tiene ningún sentido, a efec-

Tabla 7. Definición de indicadores financieros.

Tabla 8. Valores de indicadores financieros con dos grupos de CC.RR. en 2013- 2014. Grupo 1 (columna izq) y 2 (columna dcha).

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tos de cálculos energéticos, trabajar directamente con los registros del transductor de presión del colector de impul-sión ya que, además de este valor, hay que considerar la diferencia de altura existente entre transductor y rodete de bomba, el nivel al que se encuentra la lámina libre de agua (caso de bombas verticales aspirando de cántara) o la pre-sión dinámica reinante en el colector de aspiración cuan-do están las bombas en carga. También hay que tener en cuenta que lo más habitual es que la unidad de medida en que queda registrada la presión leída en los transductores sea en bares, por lo que hay que realizar la transformación de bar a metros de columna de agua (mca).

Además, se ha representado en color rojo la curva de consigna de la red -CCR- (dato de proyecto o calculada con modelo hidráulico según qué caso), que por definición es la altura manométrica requerida en cabecera de la red en cada instante para disponer de presión suficiente a todos los hidrantes. Esta curva normalmente es creciente con el caudal demandado y puede ser modelada por medio de una curva exponencial (Hmin+KsQ2). Su trazo sirve de referencia para conocer el desvío entre la CCR y la curva motriz de la EB proporcionada por los grupos.

Foto2. La instrumentación (transductores de presión y caudalímetros) y el almacenamiento de datos es imprescindible para realizar las curvas de la EB.

Figura I. Curva H–Q vs Curva de consigna de la red en EB de 4 CC.RR. campaña 2014.

♦ Nube de puntos H-Q —— Curva resistente red

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De la nube de puntos H-Q de la Figura I se obser-va que las C.RR-1 y C.RR-2 bombean a punto fijo indepen-dientemente del caudal demandado, la C.RR-3 lo hace lige-ramente de forma creciente y la C.RR-4 bombea de forma escalonada según el tramo de caudal en el que se encuen-tre. Se visualiza que el bombeo en las C.RR-1 y C.RR-3 está siempre por encima de la curva resistente de la red (excepto los puntos aislados en los que se dieron condiciones fuera de uso normal) y también en la C.RR-2 hasta el caudal de 1.650 l/s, por lo que se está desaprovechando energía ya que se está bombeando para cualquier rango de caudal práctica-mente a la misma presión, y ésta es mayor a la necesaria a un caudal dado según la CCR.

Bien es cierto que este tipo de regulación a presión de consigna fija es la más tradicional y sencilla de imple-

En las curvas Rto-Q quedan claramente defini-das las zonas valle en las que se produce la entrada/salida de cada bomba y los picos en que los rendimien-tos son máximos, atenuándose la curva global de ren-dimiento conforme el caudal bombeado es mayor. En la curva de la C.RR-2 se aprecia que hay tres intervalos en las que se obtiene dos rendimientos para el mismo caudal bombeado (se han marcado con una elipse azul) debido a que las consignas de arranque y parada de las bombas según la evolución de la demanda no tienen una óptima secuencia de transición y solapamiento; y lo mismo ocurre en la C.RR-3 pero con un comporta-miento más acusado. Otra zona interesante de estudio es delimitar el rango de caudales reducidos en donde se producen bajos rendimientos, de cara a evitarlos con-centrando las peticiones de riego hasta un caudal mí-nimo compatible con un rendimiento óptimo (eventos que suele ocurrir a principio y final de campaña); como también establecer los tramos de caudal en donde se

mentar en el Scada (es la que con mayor frecuencia se encuentra en las CC.RR analizadas), y de corregir si la presión de consigna presenta alguna irregularidad, pero es un método de regulación con una eficiencia de bombeo mejorable, al poder adaptar la curva motriz mediante un escalonamiento (continuo o discreto) lo más cercano a la CCR. Ello se consigue reconfigurando las órdenes y pará-metros implementados en el Scada de control de la EB, una vez analizado y definidos los tramos de presión-caudal a cubrir por cada una de las bombas.

La Figura II representa la nube de puntos Rto-Q para cada C.RR estudiada, en los que cada punto es un valor promedio horario. Se ha dibujado en rojo una línea principal de tendencia para visualizar mejor la curva glo-bal Rto-Q de la EB.

dan los mejores rendimientos para intentar bombear el máximo tiempo posible a esos caudales.

Si se parametriza las curvas características H-Q y Rto-Q de cada bomba que compone la EB (en-sayo de fábrica o in situ con ayuda de un analizador de redes y un caudalímetro portátil, documentación del fabricante, catálogo de la bomba…) es posible comparar alternativas de regulación mediante análi-sis hidráulico y energético que mejore la curva global Rto-Q de la EB (reconfiguración de la secuencia acti-vación/parada de las bombas variadas y fijas, selec-ción de los puntos de transición de estado, etc.).

Figura II. Curva Rto – Q en EB de 4 CC.RR. campaña 2014.

♦ Nube de puntos Rto-Q —— Envolvente curva rendimiento Zonas de mal recubrimiento

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Figura III. Diagrama de barras representando las frecuencias relativas de ocurrencia de caudales de 4 CC.RR. Resumen de la campaña 2014

Estudio de frecuencia de caudales

Se ha realizado estudios de los caudales bombeados durante la campaña 2014 en varias CC.RR. con fines a conocer con qué frecuencia se dan los valores altos, medio y bajos. La repercusión de estudiar el número de horas de bombeo para cada caudal radica en que se puede identificar con qué asiduidad se están bombeando los caudales que peor y mejor rendimiento obtienen en la curva Rto-Q y proponer estrategias que los eviten o los concentren, así como obtener el cómputo de energía detallado (CED) de la campaña de riegos (kWh), estimando su coste (€) y la potencia consumida (kW) por la EB para optimizar o reformar las estra-tegias de regulación (bombeo escalonado vs presión consigna fija, entra-da/salida de bombas fijas y variables…) que consigan mejores CED para la función que representa las frecuencias de caudales que se han dado en la campaña, conocida como función de densidad de probabilidad (FDP).

Aunque no se muestran las frecuencias relativas de cada mes por falta de espacio, la tendencia general es que exista una elevada presen-cia de caudales pequeños y medios en los meses de inicio y final de campaña (marzo, abril, mayo y septiembre), y una mayor frecuencia de caudales medios y altos en los meses de junio, julio y agosto. Otra ob-

servación interesante es que en todas las CC.RR. analizadas nunca se ha lle-gado a bombear el caudal de diseño de la EB. En la Figura III se presenta la gráfica de frecuencias relativas de ocurrencia de caudales para el total de la campaña agrupadas en interva-los de caudal de 100 l/s para 4 CC.RR.

En las 4 CC.RR. se aprecia que el patrón de la frecuencia de cau-dales bombeados es distinto entre ellas, pero con unas características comunes como que las frecuencias relativas de caudales grandes es mu-cho menor al resto de las frecuencias y que los intervalos de frecuencias para pequeños y medianos caudales ocupan mucha parte del espectro de caudales bombeados, por lo que hay que conseguir con la regulación de la EB rendimientos óptimos en los gru-pos para estos rangos de caudal.

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Conclusiones

• El conocimiento del estado del arte ha permitido confeccionar en un único documento un recopilatorio completo de medidas de eficiencia energética cuya síntesis y redacción de las mismas se ha estructurado en varios bloques, y cuya publicación se espera llevar a cabo en los próxi-mos meses.

• El acceso y la explotación de los datos históricos almacenados en el Scada de control de la EB permite obtener las curvas globales H-Q y Rto-Q, así como las frecuencias de caudales de toda la campaña de riegos, obteniendo un diagnóstico somero pero concluyente del estado energé-tico de la C.RR.

• Se constata que existe una amplia variabilidad de tipologías y realida-des de CC.RR. (cultivos regados, procedimiento de realizar las peticio-nes, sistema con bombeo a balsa o inyección directa a red, topografía favorable o limitante, costumbres de los regantes, parcelación de la tie-rra, telecontrol o carencia del mismo, alta capacidad o escasez de instru-mentación y almacenamiento de datos para su posterior procesamiento, presencia o falta de Scadas actualizados y software para facilitar la ges-tión de los riegos, variantes en la regulación de la EB,…) por lo que es necesario realizar el diagnóstico energético y la gestión de cada una de ellas atendiendo a su idiosincrasia particular.

• El estudio de varias CC.RR. de CyL mediante técnicas de benchmarking ha permitido caracterizar una parte del regadío modernizado castella-noleonés obteniendo varios índices de referencia a lo largo del periodo 2010- 2014, verificando que existe diferencias significativas en alguno de ellos según la tipología de la C.RR. y el sistema de gestión que lleve a cabo.

• Existe margen de mejora en la eficiencia energética trabajando en va-rios aspectos: ajuste de la potencia contratada; cambios en la organiza-ción del riego; afine de la regulación de los bombeos mediante la para-metrización de la curva Rto-Q y la curva motriz H-Q vs CCR; seguimiento de índices de gestión y comparativa con campañas anteriores; análisis de las facturas eléctricas; bombeo a partir de caudales compatibles con un rendimiento óptimo concentrando las peticiones; estudio de las fre-cuencias de caudales; modelización y calibración del sistema mediante programa específico de simulación para evaluar las variables hidráulicas y energéticas de una programación de riegos concreta identificando dis-funciones (déficit de presión, consumos energéticos excesivos) y postu-lando mejoras (estudio de turnos fijos, reorganización de las peticiones de riego mediante algoritmo de optimización de tipo evolutivo…) siendo imprescindible en el modelo no separar la EB de la red de riego, anali-zando las sinergias que se producen entre ambas entidades.

• Desde el proyecto I+D+i OPTIREG que está llevando a cabo el grupo Tragsa se invita a las CC.RR. interesadas en mejorar su eficiencia energé-tica a que participen de forma activa mediante un convenio gratuito de colaboración.

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