Revista Planet

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COSMOPLANET LA IMAGEN EL RÍO QUE ESCAPÓ DEL PARAÍSO Naturaleza De Blanco y Negro

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  • COSMOPLANET

    LAIMAGEN

    EL RO QUE ESCAP DEL PARASO

    Naturaleza DeBlanco y Negro

  • Mark Home Maroochydore, Australia

    A horne, que ha vivido en diversos lugaresTropicales, siempre le han gustado las flores deFrangipani (plumeria rubra). Mientras paseaba

    Por la playa de su ciudad natal, vio uno deAquellos arboles rebosantes de flores y esperoA que el sol desapareciera detrs de las nubes

    Para logar una luz ms suave y hacer la foto.

    Naturaleza en blanco y negro pedimos a nuestros lectores que emularan a Ansel Adams con imgenes de naturaleza en estado puro. Como dice Peter Essick, fotgrafo de NationalGeographic, .

    Himadri Kr. Bhuyan Guwahiti, India

    En una ocasin, Bhuyan vi un bho volar haciauna cavidad de un rbol cerca de su universidad.Durante varios das regres ah, situndose cadavez un poco ms cerca del ave para no asustarla.

    Por fin un da, antes de que se pusiera el sol, larapaz mir directamente a la cmara.

  • En el centro de Colombia, un ri llamado Cao Criatales exhibe sus mejores galas cromticas gracias a su singular planta acutica que pinta de color fucsia sus aguas transparente.

    El ri que escap del Paraso

  • ojo, amarillo, negro, azul. Cao Cristales exhibe una autentica paleta de colores a su serpenteante paso por un paraje excepcional, el Parque Nacional Natural Sierra de la Macarena. Este territorio, ubicado en el departamento del Meta, en el centro de Colombia, recobra la calma despus de largos aos.R

    De conflicto armados que lo han mantenido inaccesible al pblico hasta su reapertura, hace apenas cuatros aos. Todo empez a mediados del siglo pasado, cuando miles de campesinos se asentaron aqu tras ser expulsados violentamente de su tierra natal y se desato un pulso por la tierra que acabo degenerando en una lucha entre fuerzas gubernamentales, grupos paramilitares y narcotraficantes que se prolongara durante dcadas. Pero el parque ha abierto sus puertas de nuevo, y lo ha hecho con la intensin de convertirse en unos de los destinos ecotursticos ms importantes de Colombia

    Y es que esta tierra, por la que discurre cao cristales, es nica, tanto por su biodiversidad y el alto nmero de endemismo que alberga como por ser uno de los lugares con ms solera geolgica del planeta. A caballo entre el piedemonte andino y la selva amaznica, esta serrana situada a 150 kilmetros al sur de Bogot se origin hace 1.200 millones de aos. Forma parte del escudo guayans, una inmensa formacin rocosa que se extiende por Colombia, Venezuela, Brasil, Guyana Surinam, Guayana Francesa, calificada como una de las zonas ms antiguas de la Tierra.

    Hace algunos aos que o hablar de Cao Cristales por primera vez, pero entonces La Ma carena era un territorio peligroso y conflictivo al que no era recomendable viajar explica el fotgrafo Olivier Grunewald, autor de las imgenes de este reportaje. Luego la situacin mejor, social y econmicamente, y decid que haba llegado el momento de visitar este lugar primigenio y peculiar. Grunewald vol hasta Bogot y desde all viaj unas cinco horas en coche hasta Villavicencio, donde un pequeo aeroplano lo traslad a La Macarena. Una vez all, realiz un tramo en barca, otro en todoterreno y, finalmente, anduvo unas horas hasta alcanzar su destino.

    Es un paisaje increble, parece irreal, nunca antes haba visto nada parecido reconoce el fotgrafo. Los colores forman una combinacin de tonos rojos, verdes y amarillos que destacan sobremanera bajo el intenso azul del cielo, y el agua discurre sobre arena dorada y curiosas formaciones rocosas esculpidas por la erosin. No es de extraar que haya sido descrito como uno de los lugares ms bonitos del mundo.

    Cierto. Cao Cristales suele aparecer en esos listados que enumeran los rincones que hay que ver antes de morir. Aunque es un ro de corto recorrido apenas un centenar de kilmetros, est lleno de saltos, pozas y cascadas que aumentan el impacto visual que ya de por s causan las tonalidades de este lugar, un lugar que poco a poco parece ir recuperando la paz perdida.

    En la localidad de La Macarena llamaba la atencin observar las calles, llenas de militares y policas. Pero tanto ellos como los lugareos se nos acercaron para charlar, contentos al ver extranjeros en sus tierras. Hoy el ambiente es tranquilo. Sin duda la gente est deseosa de dejar atrs esos aos tan difciles, cuenta Grunewald. El Gobierno tambin trabaja para lograrlo, y por eso promociona Cao Cristales y el Parque Na cional Natural Sierra de La Macarena, creado en 1971, como una de las principales rutas ecotursticas del pas.

    Segn palabras del Ministerio de Medio Ambiente de Colombia, el ro es un smbolo medioambiental de la nacin, un lugar donde confluyen la Orinoquia, la Amazonia y el Bosque Andino, y una de las reas de inters ecolgico ms antiguas de Amrica del Sur.

    Quiz por eso habite aqu una de las aves vi vientes ms primitivas, el hoatzn, a la que le gusta anidar en rboles prximos a los cursos de agua. Pero el parque tambin es morada de osos hormigueros, jaguares, pumas y venados, varias especies de primates, multitud de reptiles y anfibios y miles de invertebrados. Curiosamente, lo que no veremos en las claras aguas de Cao Cristales son peces. No los hay, porque en estas aguas exentas de sedimentos no encontraran alimento.Una peculiaridad ms de este recndito territorio que se consolida hoy como un destino turstico al alza. Un lugar que inicia una nueva etapa y que aspira, sobre todo, a implantar un rotundo cambio en el uso de la tierra: algunas de las pistas forestales que las FARC construyeron para transportar coca se utilizan hoy para que los turistas accedan a un ro que, para muchos, parece huido del mismsimo Paraso.

    Macarenia clavigera es la responsable de las tonalidades rojizas en Cao Cristales.

    Macarenia clavigera es una fanergama de la familia de las podostemceas, propias de ambientes tropicales y subtropicales. Adaptada a suelos duro, resiste con su movimiento ondulante embates del agua.

    El espectculo empieza en julio, cuando las precipitaciones torrenciales propias de la estacin lluviosa aminoran y el nivel del agua desciende. Es entonces cuando se gestan las condiciones ideales para que una de las especies vegetales que habitan bajo sus aguas, una fanergama acutica y endmica llamada Macarenia claravigera, florezca y se torne extremadamente vistosa, con multitud de hojas de un tono entre rojo y fucsia que ondean bajo el agua como la caballera de una ninfa. La floracin alcanza su mximo esplendor entre septiembre y noviembre. La especie exhibe ese color tan intenso gracias a los carotenoides, unos pigmentos tpicos de los rganos fotosintticos que protegen las plantas de la oxidacin y los rayos UVA y que se activan a medida que la radiacin solar incide sobre la planta de forma ms directa, debido a la merma del cauce. Luego, en noviembre, cuando las aguas se secan, la planta entra en su fase reproductiva. Lo que hace a este ao (denomina local que hace referencia a los ros de corto recorrido) distinto y singular es que durante unos tres meses al ao ofrece una autntica explosin cromtica.

  • Bownie MixBring Along a Brownie, la copia del anuncio ledo, y en 1900, el ao de su introduccin, 150.000 personas lo hicieron. En 1907 ms de un milln haba sido vendido. Llamado el Brownie de personajes en una serie de libros para nios del siglo 19, la cmara fcil de usar era una idea original de George Eastman, fundador de la Eastman kodak Company. Que originalmente se vendi por un dlar y puso la fotografa al alcance de todos, incluyendo Ansel Adams, cuya primera cmara, una Brownie, fue presentado a l por sus padres en viaje familiar a Yosemite. Hasta su fallecimiento en 1970 fue la cmara de los recuerdos, que se utiliza para tomar fotos de boda, graduaciones de estudios secundarios, mascotas, bebes, fiestas de cumpleaos Halloween truco o trato, y un sin nmeros de momentos Kodak. Antes de que el Brownie, la fotografa era una elite. El Brownie cambio todo eso. Kodak no sola estaba vendiendo una cmara, estaba vendiendo una manera saludable de la vida, dice Todd George Eastman curador Gustavson. Para llevar a cabo el Brownie era conferir a cualquier evento de la condicin de ocasin especial a travs de su visor aprendimos como y que remenber. Cathy Newman.

  • Hoy la fotografa es una vorgine planetaria de instantneas. Cada minuto se cuelgan en la red millones de fotos. Por ello, todo el mundo es susceptible de ser fotografiado en cualquier mo mento, y todo el mundo lo sabe. La razn de que sus trabajos destaquen del resto no es solo por las decisiones personales (usar una lente determinada para una iluminacin concreta y para un momento dado) que se traducen en un estilo propio, sino porque sus mejores imgenes nos recuerdan que una fotografa puede hacer muchsimo ms que simplemente documentar, congelar un momento y guardarlo para la historia: consigue transportarnos a mundos nunca vistos. Al sustraer del espacio y el tiempo una preciosa partcula del mundo y presentarla en absoluta inmovilidad, una fotografa magistral puede revolucionar nuestro mundo, hacerlo vi sible en sus muchas facetas, hasta el punto de que a partir de ese momento nunca lo veamos igual. Al fin y al cabo, y tambin en palabras de Kierkegaard, la verdad es una trampa: el nico modo de llegar a ella es dejarse atrapar.Y es que cualquiera dira que les encanta. La seduccin de la cmara los hizo salir de sus respectivos entornos (una pequea ciudad de In diana o de Azerbaijn, una sala de aislamiento de enfermos de polio, el ejrcito sudafricano), y con el tiempo su obra ha terminado reflejando pasiones bien diferenciadas: el conflicto humano y las culturas que desaparecen, los grandes felinos y los insectos minsculos, el desierto y el mar. Qu tienen en comn los fotgrafos de National Geographic? La pasin por lo desconocido, la valenta de reconocerse ignorantes y la sabidura de admitir que, en palabras de uno de ellos, la fotografa no se toma: se te da.

    la fragilidad de su hbitat: decenas de cras ahogadas debido a la fusin del hielo, una consecuencia directa del cambio climtico. Ser testigo de los horrores de la

    guerra en la regin aurfera de la Repblica Democrtica del Congo es tambin vislumbrar un atisbo de esperanza: si muestras a los comerciantes de oro sui

    zos lo que han conseguido con su especulacin, quiz dejen de comprar el mineral precioso.

    Huelga decir que todo fotgrafo profesional espera tomar La Fotografa con maysculas, esa

    conjugacin perfecta de ocasin y talento que se da una vez en la vida

    y que eleva la imagen directa mente al panten fotogrfico,

    donde, entre otras, figuran la instantnea de Iwo Jima

    tomada por Joe Rosenthal, la de Bob Jackson que capta el momento

    en que Jack Ruby abate a Lee Harvey Oswald, y los retratos a todo color

    del planeta Tierra que debemos a los astronautas

    del Apolo 8. Pero la misin de los fotgrafos de la Geo

    graphic no es plasmar los grandes acontecimientos de la historia.

    La imagen ms emblemtica de todas cuantas han llenado estas pginas no es de ningn

    personaje ni hecho histrico, sino de Sharbat Gula, una nia afgana que rondara los 12 aos cuando en 1984 el fotgrafo Steve McCurry se top

    con ella en un campo de refugiados de Pa kistn. Lo que sus intensos ojos verdes hicieron saber al mundo desde la portada del nmero de junio de

    1985 jams podra haberlo comuni cado un millar de diplomticos y trabajadores humanitarios. La

    penetrante mirada de la nia afgana se grab a fuego en nuestro subconsciente colectivo e hizo

    que el desentendido mundo occidental frenase en seco. Era la trampa de la verdad.

    El poder de la imagen Fotografa experimentalLos trazos del movimiento humano en cuatro instantneas

    Los lagos de Ontario son todo un espectculo, pero ornamentados con los rastros luminosos de los movimientos realizados con las palas a bordo de un kayac o de una canoa parecen psicodlicas obras de arteel canadiense Stephen Orlando, ingeniero experto en aerodinmica y especialista en medir y analizar los flujos de los fluidos, es un apasionado de la fotografa. Recientemente midi y analiz las estelas de los movimientos generados por kayakistas, canostas y nadadores, entre otros. Instal luces led en las palas, y un grupo de pacientes amigos remaron al anochecer, una y otra vez, hasta conseguir su propsito: detener el movimiento, visualizar la accin mediante la fotografa de larga exposicin y revelar los patrones invisibles del movimiento en estas modalidades acuaticodeportivas. He querido capturar el movimiento a travs del tiempo y el espacio en una sola imagen, afirma Orlando. Pues lo has conseguido!

  • Qu come el mundo? Tras 20 aos ejerciendo de fotoperiodista por el mundo, un da sent que el estilo de vida del consumidor en Estados Unidos era muy superficial. Eran los aos noventa. Acababa de regresar de Somalia y Kuwait, y estaba trabajando en mi oficina cuando o por la radio a un locutor que hablaba de la enorme repercusin meditica del ltimo libro de Madonna, Sex. Cuando termin, escuch el famoso estribillo de la cancin Material Girl: Soy una chica material en un mundo material, y me cuestion cmo era posible que la vida sexual de una estrella del pop fuese ms importante que el hambre en el mundo o las minas antipersonas. Pens que, para contrarrestar esta obsesin por la fama, sera instructivo mostrar cmo vive la gente normal y qu es lo que ms valora. Se me ocurri fotografiar a familias medias con todas sus posesiones fuera de sus hogares. As naci el libro Material World: Un retrato de la familia global, ycon l supe que haba iniciado un camino de largo recorrido. Me decid a producir libros que mostrasen las vidas y los hogares de familias tpicas de todo el mundo mediante retratos ntimos, detallados y personales. Por eso emprend el proyecto Planeta hambriento: Lo que come el mundo.Mi esposa y coautora del libro, Faith D Aluisio, y yo pasamos varios aos fotografiando a 30 familias en 24 pases diferentes, junto con los alimentos que necesitan para abastecerse durante una semana. Hacer todos esos retratos nos permiti reflexionar sobre diversas cuestiones. Constatamos que a menudo las familias ms pobres consumen alimentos ms sanos y nutritivos que las ms ricas, cuya dieta se compone bsicamente de un sinfn de alimentos procesados y de muy pocos productos frescos. Las desigualdades son chocantes. Unos comen demasiado, otros demasiado poco. Unos comen alimentos saludables, otros se atiborran de comida basura. Unos cultivan lo que comen, otros compran solo alimentos envasados. Como especie, estamos perdiendo el contacto con el alimento real? Creo que el planeta tiene la capacidad de alimentarnos a todos, pero desde luego no al ritmo que hemos instaurado en Occidente. Tenemos que recuperarel respeto por la comida, por el alimento real, y por la tierra y las personas que lo producen.

    Familia elikESTAMBUL, TURQUAMF (miembros de la familia): padre, madre, abuela materna y 3 hijosFC (forma de coccin): cocina de gasPA (preservacin de los alimentos):nevera con congeladorGS (gasto semanal en comida): 104,86

    Peter Menzel es un fotoperiodista reconocido internacionalmente por sus trabajos centrados en temas cientficos y medioambientales. Desde hace aos se dedica a hacer retratos que plasman la relacin que el ser humano establece con su entorno. Ms informacin en www.menzelphoto.com

    EL FOTGRAFO

    Cmo alimentara 9.000 millones

  • Edificios que transformaron la arquitectura Juli Capella

    Palacio Stoclet 1905-1911, en Bruselas, de Josef Hoff-

    Vista general del terrado de La Pedrera, en Barcelona.

    Una exposicin en la Pedrera analiza los cambios que provocaron ste y otros seis edificios en la arquitectura y el diseo

    La exposicin Las otras Pedreras. Arquitec-tura y diseo en el mundo a principios del siglo XX, organizada por la Fundaci Cata-lunyaCaixa, en la sala de exposiciones tem-porales de La Pedrera, en Barcelona, se inaugur el pasado 13 de noviembre y se po-dr visitar hasta el 24 de febrero de 2013.

    La Pedrera -su sobrenombre alude a su aspec-to externo, parecido a una cantera abierta- es uno de los edificios ms relevantes de Anto-ni Gaud (1852-1926). La Casa Mil -como se denomina oficialmente- es la cuarta y ltima de las obras que el arquitecto realiz en el Pa-seo de Gracia, en aquel momento la avenida ms importante de la ciudad, que comunicaba la Barcelona antigua, tras la demolicin de las murallas, y el ensanche diseado por Cerd. Las obras comenzaron en 1906, por encargo de Pere Mil y Roser Segimon, y finalizaron el 31 de octubre de 1912, hace 100 aos. Esta muestra abre el ciclo de actividades que se celebran en el centenario de la obra de Gaud.

    La exposicin, comisariada por Juli Capella, arquitecto y terico del diseo, presenta seis obras capitales de la arquitectura de principios del siglo XX, de seis arquitectos que tenan, como Gaud, una visin integral de esta disci-plina: Victor Horta (su casa y taller, en Bruse-las), Hector Guimard (Htel Mezzara, en Pars).

    Todos estos edificios marcan un punto de inflexin en la trayectoria profesional de sus creado-res y sientan las bases de la arquitectura moderna. La muestra rene ms de un centenar de objetos (planos, dibujos, maquetas, fotografas, mobiliario y piezas de artes decorativas) relacio-nados con este perodo de cambios trascendentales en el mbito de la arquitectura y el diseo.

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    Emociones caninas Sabemos que los perros agitan el rabo para expresar emociones. Ahora los investigado-res empiezan a interpretar algunos de esos movimientos. Tras observarlos a cmara lenta, descubrieron que el movimiento lateral, que suele interpretarse como una manifestacin de alegra, tiende ms hacia un lado que hacia el otro. Un estudio reciente ha constatado que mover la cola hacia la derecha indica que el can est contento (como cuando ve al dueo o a otro perro), mientras que hacerlo hacia la izquierda delata nerviosismo, a menudo ante una amenaza. Segn Giorgio Vallortigara, neurocientfico de la Universidad de Trento, los movimientos se deben a la asimetra cognitiva, esto es, que cada hemisferio cerebral controla el lado contrario del cuerpo. Algunos perros pueden reconocer el estado de nimo de sus congneres gracias a esos sutiles vaivenes de la cola. Daniel Stone

    Perros Tips

  • Ruta de Kioto a Tokio Japn

    El viaje en seis etapas1 Kioto. Con 1.600 templos, 400 santuarios, un palacio imperial y el castillo de Nijojo, es un icono del Japn antiguo.2 Nara. Destaca por sus templos y su extenso parque.3 Takayama. Un pueblo tradicional al norte de Kioto.4 Kanazawa. Sus jardines Kenrokuen son una maravilla.

    Paisajes poticos y milenarios impregnan este viaje por los iconos japoneses

    Dicen los japoneses que para entrar con sosiego en la edad madura hace falta empaparse del otoo de Kioto, deleitarse con sus jardines y dejar que el alma se inunde de la furia del rojo y el amarillo, templada en la profundidad de los verdes perennes. Empezar as el viaje por Japn llena el nimo de buenos augurios.

    El encanto de la antigua capital imperial (7941868) reside en sus miles de templos y jardines, de los que ms de 200 estn abiertos al pblico. Remansos de paz en los que apenas se percibe el flujo de turistas, la mayora japoneses, que se refugian en la contemplacin de un paisaje delimitado por el tiempo, ya que la perfeccin de un jardn se encuentra en la distincin de las cuatro estaciones. Hmedos o secos, amplios o pequeos; unos destacan por el rastrilleo de su grava blanca o negra; otros, por sus macizos de flores o por.

    la msica de sus cascadas de piedra y de sus bambs mecidos por el viento. Muchos estn dotados de un saln de t en el que es posible disfrutar de un ritual que puede durar hasta cuatro horas y requiere una maestra de aos.

    Uno de los placeres de Kioto es cenar en una de las verandas sobre el ro Kamogawa. A las exquisiteces culinarias se suma con frecuencia la suerte de ver a maikos (aprendices de geisha) ataviadas con sus quimonos de seda, tocados y polvos de arroz. Tambin es posible charlar con el propietario de alguna de las villas abiertas al pblico del Camino de los Filsofos, un paseo que discurre junto a un canal bordeado de cerezos y templos esplndidos como el Pabelln Plateado. Por esta gigantesca alfombra verde deambulan miles de ciervos, considerados mensajeros de los dioses. Conocida por los japoneses como Heijokyo o Ciudadela de la Paz, en Nara floreci el budismo zen, importado de China, adonde lleg procedente de India.

    El Monte FujiLas hojas rojas del arce enmarcan la silueta cnica del volcn sagrado,El Kawaguchiko es el ms accesible de los cinco lagos que se esparcen alrededor de su base.

    KiotoEl pabelln Bentendo, unido a tierra por un puente, es el ms fotognico del recinto budista de Daigo-ji. Una senda conduce hasta la pagoda ms antigua de Japn, del ao 951.

  • Secretos del cerebroVan Wedeen se acaricia la barba entrecana y se inclina hacia el monitor del ordenador, mientras desplaza el puntero por una cascada de archivos. Estamos en una bi blioteca sin ventanas, rodeados de cajas llenas de cartas antiguas, viejos ejemplares de boletines cientficos y un anticuado proyector de diapositivas que nadie se ha decidido a tirar.

    Me llevar un momento localizar su cerebro, dice.

    Wedeen tiene almacenados en un disco duro cientos de cerebros imgenes en 3D, exquisita mente detalladas, de cerebros de monos, ratas y humanos, entre ellos el mo, y me ha ofrecido un recorrido guiado por el interior de mi cabeza.

    Iremos a todos los lugares ms tursticos, me promete con una sonrisa.

    Es mi segunda visita al Centro de Imgenes Biomdicas Martinos, situado en el puerto de Boston. La primera vez, hace unas semanas, me ofrec al equipo de Wedeen como cobaya para una investigacin neurocientfica. En la sala del escner, me recost sobre una camilla dura, con la parte posterior de la cabeza apoyada sobre una caja de plstico abierta. Un radilogo me puso sobre la cara un casco blanco tambin de plstico, con dos orificios a travs de los cuales pude seguir sus movimientos. Me ajust bien el casco para que las 96 antenas diminutas que contena estuvieran cerca de mi cerebro y pudieran captar las ondas de radio que estaba a punto de emitir. Mientras la camilla se deslizaba hacia las fauces cilndricas del escner, pens en El hombre de la mscara de hierro.

    Los imanes a mi alrededor empezaron a zumbar y a emitir pitidos. Durante una hora permanec inmvil y con los ojos cerrados, tratando de pensar en cosas que me ayudaran a mantener la calma. No fue fcil. Para lograr la mayor resolucin posible, Wedeen y su equipo haban diseado el aparato con muy poco espacio interior, apenas suficiente para albergar a una persona de mi tamao. Para no sumirme en el pnico, mantuve la respiracin regular e intent transportarme mentalmente a lugares que guardaba en la memoria. Por ejemplo, me acord de una vez que haba llevado a mi hija de nueve aos a la escuela sorteando montones de nieve despus de una tormenta.

    Mientras estaba ah tumbado, reflexion sobre el hecho de que todos esos pensamientos y emociones eran el producto del trozo de carne de casi un kilo y medio que estaba siendo objeto del estudio: mis miedos, transmitidos por impulsos elctricos que convergan en un pedazo de tejido en forma de almendra llamado amgdala, y la reaccin para aquietarlos, activada y dirigida desde regiones de la corteza frontal. Y el recuerdo del paseo con mi hija, coordinado por una estructura llamada hipocampo, un montn de neuronas en forma de caballito de mar, que haba reactivado una vasta red de conexiones a travs de mi cerebro, tendida por primera vez cuando camin entre la nieve y almacen aquel momento en la memoria. Me estaba sometiendo a ese estudio como parte del reportaje que estaba realizando por todo Estados Unidos para documentar una de las grandes revoluciones cientficas de nuestro tiempo: los asombrosos avances en la comprensin del funcionamiento del cerebro humano. Algunos neurocientficos estudian la delicada y sofisticada estructura de las clulas nerviosas, o neuronas. Otros se ocupan de cartografiar la bioqumica del cerebro, para determinar de qu manera nuestros miles de millones de neuronas producen y emplean miles de protenas diferentes. Y otros, como Wedeen, crean representaciones increblemente detalladas del cableado cerebral, esa red de unos 160.000 kilmetros de fibras nerviosas que constituyen la sustancia blanca y que conecta los diversos componentes del cerebro, dando origen a todo lo que pensamos, sentimos y percibimos. El Gobierno de Estados Unidos respalda esta investigacin a travs de la iniciativa BRAIN (siglas en ingls de investigacin del cerebro mediante neurotecnologas innovadoras y avanzadas).

    La primavera pasada, el presidente Obama anunci que este proyecto a gran escala tiene como objetivo acelerar la confeccin de mapas del sistema de circuitos neuronales, ofreciendo as a los cientficos los instrumentos que necesitan para componer una imagen dinmica del cerebro en accin. En Europa existe un esfuerzo similar financiado por la Comisin Europea llamado Proyecto Cerebro Humano (HBP), en el que participan 15 pases, entre ellos Espaa.

    Las nuevas tecnologas arrojan luz sobre el gran misterio por resolver de la biologa: el verdadero funcionamiento del cerebro.

    La ciencia del cerebro La ciencia del cerebro

    Las nuevas tecnologas arrojan luz sobre el gran misterio por resolver de la biologa: el verdadero funcionamiento del cerebro.

    Los cientficos estn averiguando tantas cosas ltimamente acerca del cerebro que a veces se nos olvida que durante buena parte de la historia no supimos cmo funcionaba, ni tan si quiera qu era. En la Antigedad, los mdicos crean que el cerebro estaba compuesto de flema. Aristteles lo consideraba una especie de refrigerador, capaz de contrarrestar el calor del corazn. Desde entonces hasta el Renacimiento los anatomistas declaraban con gran conviccin que nuestras percepciones, emociones, razonamientos y acciones eran el resultado de espritus animales, vapores misteriosos e intangibles que se arremolinaban en las cavidades de nuestras cabezas y viajaban por nuestro cuerpo.

    Foto: Robert Clark, preparacin de un cerebro humano a cargo del Instituto Allen para la Ciencia del Cerebro.

  • En lugares como Oqaatsut (Rodebay para los primeros daneses que la poblaron) o Qeqertarsuaq, se aprende que las maravillas de Groenlandia no se limitan a los inacabables paisajes, sino que tambin incluyen infinidad de pequeos detalles. Solo hay que prestar un poco de atencin para descubrir el vuelo del fulmar, un ave marina parecida a la gaviota que los nativos denominan qaqulluk, o la frgil supervivencia de la niviarsiaq, una flor rtica convertida en smbolo nacional. Y es que aunque cueste creerlo, Groenlandia, la green land del intrpido Erik el Rojo es, en efecto, mucho ms verde de lo que cabra esperar.

    Cuando arrib a la isla desterrado de Islandia, el vikingo pelirrojo ms famoso de todos los mares y pocas qued sorprendido ante la fertilidad de los valles. Inspirado por aquel verdor insospechado y tambin como ardid para atraer a nuevos colonos, Erik volvi a Islandia y cont maravillas sobre la nueva tierra del oeste. Sus palabras y su poder de persuasin surtieron tal efecto que, poco tiempo despus, regresaba a Groenlandia acompaado por quinientos hombres y mujeres dispuestos a empezar una nueva vida. Aquella comunidad vikinga permanecera en la isla 500 aos, hasta que la dureza climtica y la no siempre amable convivencia con los inuit los expulsara para siempre.

    Aldeas de pescadores inuit, tundra, osos polares, focas, ballenas... Falta mencionar al protagonista absoluto de los parajes rticos, un invitado estrella que, como en los buenos conciertos, hemos dejado para el final: el hielo. Y es que su importancia en la isla es muy notable. El inlandsis cubre ni ms ni menos que 1,8 millones de kilmetros cuadrados de la superficie groenlandesa. En esta vasta capa de hielo perpetuo se forman numerosos glaciares que, debido a la fuerza de la gravedad, son empujados hacia la costa. Cuando alcanzan el mar, el hielo se desprende formando los icebergs que flotan alrededor de Groenlandia y que suponen uno de sus mayores atractivos naturales. Uno de ellos, por cierto, hundi el Titanic en 1912.

    En el extremo norte de la baha de Disko, Eqip Sermia es uno de los glaciares a los que es ms fcil acercarse. Ya sea en botes preparados para la navegacin en aguas polares o desde la isla cercana, se puede asistir en directo a los constantes desprendimientos de bloques de hielo que llevan all miles de aos.

    Si alguna vez imaginamos los primeros das de la Tierra, probablemente evocaremos, sin saberlo, los paisajes de Groenlandia. De hecho, cuando el avin aterriza en la antigua base militar estadounidense de Kangerlussuaq el mayor aeropuerto del pas, te invade la certeza de que, esta vez s, ests donde terminan todos los mapas.Con 300 das al ao de cielos despejados, Kangerlussuaq tiene un fascinante aspecto postmilitar de simtricas viviendas de hormign. Estos antiguos barracones para soldados, pintados de vivos colores una vez pasada la Guerra Fra, contrastan con la calidez de la iglesia de madera que se erige en el centro de la ciudad. El templo fue obra de los colonos daneses que llegaron a la isla en 1714 y la evangelizaron tras un largo proceso de casi 200 aos. El poderoso arraigo de la cultura inuit, la dureza del clima y la enormidad del territorio no se lo pusieron fcil a los daneses, pero su tenacidad les llev a ejercer una soberana sobre Groenlandia que se ha mantenido hasta hoy.

    Los paisajes que rodean Kangerlussuaq son un buen preludio a la inmensidad paisajstica

    Groenlandia, la gran isla del rtico

    En la poblacin de Ilulissat, algo ms al norte, tendremos otra visin mgica ante el Icefjord, el nico lugar en Groenlandia declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Aqu se encuentra el Sermeq Kujalleq, uno de los glaciares ms activos y rpidos del mundo, con una velocidad de crecimiento de 40 metros diarios. Los cientficos estudian esta masa de hielo desde hace ms de 250 aos y han llegado a comprender el comportamiento del inlandsis y su relacin con el cambio climtico.El oso polar, el otro icono rtico, se ha convertido precisamente en el smbolo del calentamiento del planeta. El Ursus maritimus de los cientficos, el nanuk de los inuits, el espritu de las tierras rticas no se deja ver con facilidad, pero de vez en cuando aparece flotando sobre un hielo a la deriva como un vivkingo en busca de una tierra nueva.

    de la baha de Disko: el gigantesco glaciar de Sermersuaq, prados cubiertos de flores o de nieve segn las fechas, y vastas llanuras que son el hogar del buey almizclero, un hervboro contemporneo del mamut.

    Un poco ms al norte se ubica Sisimiut, la segunda ciudad de Groenlandia despus de Nuuk, la capital. En ella viven 6.000 personas y ms de 2.000 perros rticos, un animal cuya existencia es esencial para tirar de los trineos durante los meses invernales. Sisimiut es un buen lugar para conocer algo mejor a los habitantes de Groenlandia, los inuit. Sus costumbres y modo de vida no est tan lejos de los saqqaq, los moradores de la isla hace ms de 4.000 aos. La mayora, especialmente los que viven en las ciudades, han abrazado el estilo de vida del siglo XXI, pero muchos siguen siendo cazadores seminmadas y an utilizan enseres que llegaron con sus antepasados desde la isla de Baffin: los leister (arpones de pesca), los kayaks y los cuchillos labrados en cuerno de reno, entre otros.

    No hay que irse muy lejos para ver cazadores inuit en accin, ya que en muchas poblaciones de la baha de Disko Itilleq, Ukkusissat y Oqaatsut la pesca y la caza de focas constituyen una parte fundamental de la economa local. Aunque desde las campaas conservacionistas de los aos 1980, los inuit no pueden vender pieles a Estados Unidos ni a Europa, mantienen ciertas cuotas de caza de especies protegidas por motivos alimenticios y de tradicin histrica.

    Baha de Disko: Los fragmentos gigantes de hielo que se desprenden del glaciar Kangerlua navegan a la deriva por la

    Fauna boreal: el oso polar, la ballena y la foca son los animales ms representativos de Groenlandia. Las salidas para avistarlos duran toda una jornada.

  • El rey de los retratosJR ha pasado tres semanas de esta primavera en lo que pareca una camioneta de venta de comida, aparcado en Times Square. Pero en vez de comida, el artista francs reparta fotografas de gran tamao. Los retratados, una variopinta mezcla de neoyorquinos, podan llevarse su fotografa a casa o bien pegarla en la calle con las herramientas preferidas de JR: una brocha y un cubo con engrudo. Durante los ltimos 13 aos,

    JR, quien no quiere revelar su nombre completo, ha ido cubriendo con sus retratos superficies exteriores de todo el mundo, muchas veces en lugares donde podan detenerlo o deportarlo y donde sus fotos pueden tener un significado poltico. En Kibera, un suburbio de Nairobi, fotografi rostros de mujeres y luego cort los retratos por la mitad. Las mitades superiores las encol a unos trenes, y las inferiores, a unas lminas corrugadas situadas en la ladera de la montaa que baja desde las vas. Cuando pasaba el tren, los retratos se alineaban durante un segundo y esas mujeres, marginadas de la sociedad, recuperaban momentneamente su identidad.