La Bicindad:el taller que atiende hasta después de la pega

Pablo Arriagada:Con el FMB5 queremos transformar Santiago

Felicia Morales: por Quemasucabeza

La primera bici de María Paz Grandjean

Publicación Mensual :: www.revista pedalea.com Año 2 :: Nº 15 :: Agosto2015

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Editorial

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Revista digital sobre ciclismo urbano, de edición mensual.

Fomentamos el uso de la bicicleta como medio de transporte l impio, saludable y moderno.

Abordamos temas relacionados al mundo de la bicicleta con un enfoque periodístico,

como también tendencias y cultura.

Directora: Myriam Salazar

Textos: Milenka Arcos

Michelle RaposoMauricio CampbellCocodrilo CiclistaQuemasucabeza Myriam Salazar

Colaboración especial: Arturo Torres en Editorial.Fotografías: Víctor Rojas

Myriam SalazarQuemasucabeza

Portafolio: Arte al Paso

Diseño y Diagramación: Sumo Studio

Ventas: Jacqueline Jollán

jacqueline.revistapedalea@gmail.com+ 56 9 93224242

Contacto: contacto@revistapedalea.com

+ 56 9 57143245

@revistapedalea

revista pedalea

Revista Pedalea es una publicación independiente, editada por La Máquina Editores. Revista Pedalea no se responsabiliza por las opiniones de sus colaboradores. Todos los derechos reservados. Las imágenes publicadas en este sitio no pueden ser reproducidas por ningún medio sin autorización. Vi

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EDITORIAL

El proceso civilizatorio, surgido hace apenas algunos pares de miles de años, puso en jaque los modos de vida de las pequeñas tribus de 150 personas. Ahora debemos poder vivir en armonía 5.000 perso-nas, 300.000 personas, 7 millones de personas que convivimos en el mismo espacio, ¿cómo nos ponemos de acuerdo?

Aunque en las imágenes las reconocemos por sus edificios, las ciu-dades somos, sobretodo personas, e infraestructuras que hemos construido durante generaciones para poder vivir. El espacio público es un tipo de infraestructura abierta, de libre acceso para todos los tipos de personas. El intercambio de información que surge de este encuentro resulta virtuoso en la generación de conocimiento nuevo, tal como lo ha demostrado Richard Florida.

Una ciudad que propicia este intercambio crea ciudadanos que comprenden que son parte de una comunidad; esta retroalimenta-

La Ciudad de los Ciudadanos

Victor Rojas

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ción entre ciudad y ciudadanos permite perfeccionar los modos de convivencia, el contrato social.

El Foro Mundial de la Bicicleta, es un encuentro social de propuestas e intercambio de experiencias para el uso de la bicicleta de mo-vilidad urbana. Nació en Porto Alegre el año 2012, producto de la organización social generada un años antes, a partir de un atrope-llo masivo en una cicletada por parte de un automovilista. Desde entonces, el Foro se ha constituido en un modelo de organización ciudadana, pero lo que marca su diferencia, es que este modelo de micro-democracia ha tenido una vocación de intercambio planetario desde el inicio, interconectando la realidad urbana local con otros territorios también glocales –como propone Manuel Castells- al alero de las tecnologías de información y comunicaciones.

El Foro, en cuanto ejercicio de democracia directa, es también una escuela de organización, donde no sólo se comparten prácticas que han demostrado ser efectivas en la mejora de la convivencia urbana entre modos y tipos de personas, sino un lugar de conversación y re-troalimentación donde se proponen nuevas lógicas, nuevos modos, nuevas estructuras e infraestructuras, donde vamos aprendiendo de una escucha sistematizada, generando poco a poco nuevas cos-tumbres que nos mejoran.

La ciudad tiene esa condición de hacernos compartir experiencias comunes –ese edificio, con esa gárgola roja, ¿¡la conoces?!- expe-riencias directas que no son cuestionables. En la crisis actual de la democracia, donde la barbarie avanza a través de empresas (y dic-taduras) que son más grandes que los Estados democráticos, cuyos capitales intangibles se esconden en paraísos fiscales y que poseen sistemas productivos que deconfiguran el ecosistema en que vivi-mos, sin que los ciudadanos podamos incidir sobre ello; entonces estas verdades comunes, verificadas con la experiencia directa se constituyen en la base de la confianza, primero en nosotros mismos, segundo, en los que compartimos esas experiencias.

La experiencia urbana común ha permitido organizar demandas comunes, el Derecho al patrimonio, el Derecho a la movilidad, el Derecho a las oportunidades que brinda la ciudad, recuperando la democracia directa de la antigua Ciudad-Estado griega, pero esta vez interconectada glocalmente con otros ciudadanos, desde cu-yas experiencias directas podemos aprender y emprender acciones conjuntas, esta vez a la escala que nuestro planeta demanda.

¡Bienvenidos al World Bike Forum Chile 2016!

Arturo TorresCoordinador General World Bike Forum Chile

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ACTUALIDAD

Por Milenka Arcos Gherardelli

Eran un día viernes por la tarde, como cualquier otro en Porto Alegre, Brasil. Los ciclistas urbanos, poco a poco se iban congregando para dar comienzo al rito que los reúne y los moviliza, la Masa Crítica.

A las siete pm los 150 pedaleros entre hombres, mujeres, niños y adultos mayores, arrancaban desde el punto de encuentro para re-correr la ciudad y a través de su acción pacífica y ecológica, generar conciencia, aportando un mensaje de reflexión en la población. Ja-más se les pasaría por la cabeza a los asistentes, lo que sucedería minutos después…

Se oían las campanas, los timbres y las voces animadas, invitando a los curiosos observadores a sumarse a este movimiento, pero ese carnaval se vió empañado por el bramido del motor de un automóvil. Ricardo Neis avanzaba a toda velocidad y sin clemencia por la calle, arrasando con lo que hubiese delante, dejando gravemente heridos a once ciclistas y sus bicicletas totalmente destruidas. Todavía nadie se explica cómo no hubo muertos.

Se presentaron cargos contra el conductor por cuasi homicidio, pero aún 4 años más tarde, no hay fallo de la justicia que lo declare cul-pable por aquel hecho.

Ese terrible día, 25 de febrero del 2011, marcaría un antes y un des-pués para los ciclistas de ese país y del mundo.

Foro Mundial de la Bicicleta se instala en Chile

El 5° Foro Mundial de la Bicicleta se levanta gracias a los ciudadanos, como un evento de raíces lati-noamericanas para el mundo.

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Directorio FMB5: Felipe Araos, Gonzalo García, Pablo Arriagada, Arturo Torres, Maryon Urbina, Daniela Suau, Ricardo Jerez y Gonzalo García del Valle.

Así fue, como al año siguiente los organizadores de la Masa Crítica en esa ciudad, decidieron recordar el trágico hecho, realizando un encuentro que apoyaría con más fuerza la causa y las demandas de los ciclistas. Un Foro, que con raíces latinoamericanas, daría vida a un evento internacional y trascendental, el FORO MUNDIAL DE LA BICICLETA (FMB).

Lívia Araújo, reconocida biciactivista brasileña y organizadora del primer encuentro nos cuenta que, “Cuando empezamos a organizar el Foro, no sabíamos que sería “mundial”. Marcelo Sgarbossa, que hoy es concejal de a Porto Alegre, tuvo la idea de invitar a Chris Carlsson para hablar en la ciudad. Él aceptó y a partir de ese mo-mento nos entusiasmamos y muy rápidamente nos unimos a Sgar-bossa para invitar otras personas, a otros ciclistas que ya hablaban del tema de movilidad, para compartir sus conocimientos. Así, con ponencias y talleres, nació un muy pequeño Foro Mundial de la Bi-cicleta”.

En relación al objetivo inicial, Araújo comenta que “La idea del foro era la de trascender el carácter trágico del incidente ocurrido y apro-vechar la instancia para discutir y debatir la cuestión de la bicicleta en las ciudades, la violencia urbana, difundir conocimientos y amis-tad, con una ‘agenda positiva’ para trasformar aquel horrible hecho”. Este encuentro que se fundamenta sobre cuatro pilares y ejes de acción: gratuito, horizontal, autogestionado y realizado por ciudada-nos, se llevó a cabo los tres primeros años en Brasil (dos veces en Porto Alegre y una en Curitiba), luego salió de ese país, para llegar a Medellín, Colombia, donde fue el último Foro.

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Charlotte Fagan, voluntaria y coordinadora del programa del 4to FMB en Medellín, declara que, “Lo más importante del FMB es que une a diversos sectores del ciclismo en un mismo lugar. Lo que ves en el FMB, no existe en otras conferencias ciclistas alrededor del mundo. Se hace participe al sector público y al privado, a los ciu-dadanos y académicos, colectivos y ONGs, artistas, etc. Gente in-teresada en el tema, que se reúne en la misma mesa a conversar y a encontrar soluciones en relación al bienestar de la ciudad y sus ciudadanos.”

EL FMB EN CHILE: “Energía humana Poder ciudadano”Al último FMB en Medellín, Colombia, llegaron 6500 personas, pro-venientes de 39 países, los que por 4 días mantuvieron a una ciu-dad completamente atenta a este acontecer. Asistencia que además contó con representación chilena.

Alrededor de 20 chilenos, quienes desde un comienzo tuvieron la misión y el objetivo claro, coronar a Chile como la próxima sede, se presentaron en la ciudad de la eterna primavera, para dar y partici-par en charlas y talleres.

“Vimos en Medellín la posibilidad de ir a compartir todo lo que hemos hecho y logrado avanzar colectivamente. De cierta manera existía en nosotros las ganas de contarle al mundo sobre nuestras acciones, que poco a poco nos han ido legitimando como un actor relevante a la hora de definir nuestra ciudad”, confiesa Pablo Arriagada, miem-bro de Bicipaseos Patrimoniales y del Colectivo de Ciclistas Urba-nos: Muévete Santiago y actual integrante de la Directiva del FMB5 en Santiago de Chile.

Agrega Arriagada, “Si bien como Muévete Santiago llevamos un proyecto que además era apoyado por importantes autoridades de nuestra ciudad, también fue necesario superar ciertas diferencias

Mathias Koch

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y aunar en un sólo proyecto una postulación que afortunadamente terminó siendo muy potente no solo en términos formales, sino que también en términos de esa energía y emoción que todo desafío necesita para salir adelante. A través de una plataforma que con el nombre “Energía Humana Poder Ciudadano”, logró sintetizar con buenos argumentos el por qué queremos trasformar nuestra ciudad y el por qué estamos convencidos de apostar por nuevas estrategias para lograrlo.

La jornada para seleccionar la sede se llevo a cabo el último día del Foro, donde en una asamblea de alrededor de 200 ciclistas, se decidió democráticamente y a través de voto secreto, entre 5 postu-lantes: Ciudad de México, Quito – Ecuador, Sao Paulo – Brasil, Mos-cú –Rusia, Buenos Aires – Argentina y Santiago de Chile, la sede del quinto Foro Mundial de la Bicicleta.

Cada postulante a sede tenía la misión de presentar frente a toda la Asamblea que reunía 254 personas, en un tiempo máximo de cinco minutos, el por qué de su postulación. Hubo 3 rondas de votación que tenían la misión de ir filtrando, para llegar a las dos últimas ma-yorías, a los mejores postulantes: Ciudad de México versus Santiago de Chile. Finalmente por un margen de 20 votos y un ambiente muy emocionante, Chile se coronó como la siguiente versión del FMB, con una propuesta clara y contundente.

Pablo Arriagada, quien además fue el vocero de la plataforma frente a la asamblea, declara: “Como habitantes de nuestra ciudad nos toca vivir las contradicciones que presenta su modelo de desarrollo urbano, sabemos de un imaginario que se ha instalado en el mundo de una ciudad exitosa y globalizada desde el punto de vista de las grandes inversiones y la macroeconomía, sin embargo en la realidad y en el cotidiano se trata de una ciudad que se ha ido configurando con fuertes fronteras y desigualdades sociales a la hora de acceder a sus beneficios. En ese contexto, la Movilidad Urbana es un marca-dor muy claro de esas injusticias y el escenario donde la bicicleta en los últimos años ha crecido con fuerza como alternativa individual y que a la vez se ha empoderado como exigencia ciudadana.” Agre-ga, “Nuestra propuesta es individual, natural, cultural y colectiva a la vez, la que plateamos a través de la idea-fuerza que nos convoca. Somos Energía Humana cada vez que decidimos individualmente movernos con la fuerza de nuestro cuerpo por la ciudad, pero ade-más somos Poder Ciudadano cuando dialogamos, nos organizamos y finalmente somos capaces de proponer otra ciudad más allá del uso de la bicicleta.”

En la actualidad, el Foro en Chile trabaja en conjunto por unas 200 personas naturales y 40 organizaciones, que a través de una Asam-blea Ciudadana, liderada por un Directorio elegido democrática-mente, se desarrollan 8 comisiones que tienen la misión de sacar adelante los aspectos prácticos, financieros, teóricos y políticos que requiere un evento de esta magnitud.

Pablo Arriagada, director comisión grupos temáticos FMB5.

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EL APORTE DEL FMB A LA CIUDAD SEDEEs extraño pensar que personas comunes y corrientes quieran ad-quirir tal responsabilidad, la de realizar un evento de escala mundial y que cada año crece más, de manera totalmente voluntaria.

¿Por qué?Simplemente por el compromiso que existe desde la ciudadanía de querer tener un mejor lugar donde vivir y co-habitar, pero por sobre todo, la importancia –para ellos, nosotros- de decidir en cómo se mejorará.

“El FMB llega como una presión política a nivel municipal, regional y nacional, “impulsando” al sector público para pensar y realizar co-sas vinculadas al tema de la movilidad.”, agrega Charlotte Fagan y suma: “Además, fortalece al grupo que organiza el foro por las posi-bilidades de que buenas cosas se puedan lograr, empoderándolos a seguir organizado y movilizando en pos de la sociedad”.

La organizadora del Foro en Brasil, Lívia Araújo, en relación a la im-portancia de la actividad dice: “El valor del Foro Mundial de la Bi-cicleta es que es ciudadano y por lo tanto, las personas a quien se destinan las políticas de movilidad pueden hacer este intercambio y también hacer sus propias políticas. Es por eso que la estrella del foro no son solamente los gestores e innovadores como Peñalosa o Sadik Khan, sino que son principalmente los talleres y los numerosos proyectos que grupos como Bicicultura, Bike Anjo, y tantos otros ha-cen para crear la demanda que sensibiliza a los gestores políticos.”

“Frente a una pregunta así uno podría decir que nos interesa poten-ciar la bicicleta en Santiago, traer a grandes speakers o consolidar a nivel global la propuesta fuertemente latinoamericana y ciudadana de este encuentro, sin embargo lo que verdaderamente nos convo-ca, aunque suene un tanto utópico, tiene que ver con querer trans-formar Santiago.”, declara enfáticamente Arriagada.

La plataforma “Energía Humana, Poder Ciudadano” prepara el cami-no para la realización del FMB5, el que se desarrollará desde el 31 de marzo al 05 de abril de 2016.

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PEDALEAR E V I S T A

@revistapedalea

revista pedalea

s í g u e n o s e n

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MI PRIMERA CLETA La actriz es parte del elenco de “La Respuesta” de Franco Tole-do en el Teatro del Puente, obra inspirada en el terremoto del año 1960 en Valdivia, aunque el foco está en el encuentro entre la gente que hace el noticiario y la gente que vive la catástrofe y un indicio de cómo se transfor-mó esa información hasta el día de hoy, donde ves al periodista llegando al lugar de la catástro-fe, usando botas, metido en el barro tratando de vivir la trage-dia.Pedaleo a escondidasCrecí en Ñuñoa en la Villa Los Presidentes en plena dictadura, sentí el miedo y la aprensión pa-rental súper fuerte, entonces el tema de la bicicleta era una pe-lea constante porque solamente a mi hermano que era mayor lo dejaban salir a pedalear y yo tenía que salir a escondidas, él me ayudaba.Después nos cambiamos a una casa en un barrio más tranquilo, menos violento en el sentido evidencial, miedos más ocultos quizás. Ahí me regalaron mi primera bicicleta, una CIC. De esas bicicletas había solo rojas y azules, nos regalaron a mi her-mano y a mí, tenía 6 años y mi hermano 10, era la navidad del 82. No había bicicleta roja, eso me achacó mucho y tuve que quedarme con una azul de niño y eso me entristeció, después era la que más me gustaba, la metía en las pistas de bicicross y toda la onda.¿Quién te enseñó a pedalear tu CIC azul?Fue difícil porque no me de-jaban salir, siempre con mi hermano, finalmente fue más paleteada de mi hermano poder

María Paz Grandjean

aprendió a pedalear junto a su hermano y su nana

por Myriam Salazar

Victor Rojas

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andar en bici. Me enseñó una nana porque mis papás trabajaban todo el día para poder mantenernos y pagar los colegios en que estábamos, me ayudaron en la medida en que podían pero llega-ban muy cansados. Esa nana me enseñó, dejaba el pedal listo, como si fueras a caminar-hasta el día de hoy lo uso- con ese primer impulso aprendí. En el patio de mi casa, luego salí a la vereda y luego más y más allá.Vivíamos en una villa y sentía que todo era peligroso, que no se podían hablar cosas, se sentía harto la violencia, en todos los sen-tidos, también violencia de género. Con el tema de la bicicleta era más presente, mi mamá no quería que saliera sola.La dictadura estuvo muy presente en su infancia, “ la primera mar-cha contra Pinochet la vi fuera de mi casa con mi bici en la mano, un grupo de gente que se envalentonó y salió a manifestarse. Ha-bían matado a alguien”, recuerda la actriz.Por lo mismo era difícil tener vida de barrio, aunque mi hermano era más sociable. En la Villa Frei había una pista de bici cross don-de iban los niños y llegaba más gente. Mi mamá siempre tuvo la voluntad de que usara vestido hasta súper grande, no me dejó usar negro hasta grande, entonces era chistoso porque había un grupo de niñitas que íbamos con bicicletitas y nos metíamos a la pista. En esa misma pista vi como mi hermano se quedó con la mitad de su bicicleta en la mano. También en el Parque Juan XXIII, muy ñuñuino, se armaban grupos de niños que se tiraban en bicicleta, mi hermano era muy valiente y yo por seguirlo a él que porrazo o me di!!!Familia creativa La madre de María Paz es enfermera y su papá ingeniero, desta-ca: “e l nivel de creatividad de mi mamá, nos cosía los uniformes, nos hacía hasta las camisas para el colegio. Hoy es aficionada a la pintura y la fotografía, toda la familia de mi mamá es medio músi-co. Hasta el día de hoy cuando la familia se junta, cantamos, todos tocamos algún instrumento. María Paz además de teatro estudio canto y guitarra clásica, siem-pre he estado estudiando algo de música, de hecho el teatro fue algo accidental para mí, había quedado en la Chile y en la Católica en canto, pero siempre había deseado ser actriz, en ese tiempo pensaba que los actores eran personas con mucha personalidad y yo era muy tímida. Siempre entendí lo de la actuación y el espec-táculo, por el nivel de juego que tuve desde chica, organizando y armando shows en el barrio.Lágrimas, celos y dudas “Lágrimas, Celos y Dudas” es otro proyecto donde María Paz se luce junto a Manuela Oyarzún y Marcela Salinas, ya que cantan en vivo y personifican a tres divas ochenteras, “en este montaje revi-samos la forma de entender las cosas a partir de canciones cebolla de letras machista con las que crecimos. Con mis compañeras nos chocó de la misma manera, a partir de esa idea levantamos este montaje, que incluye en algunas ocasiones una banda. Luego de un exitoso paso por el Centro Cultural GAM volverán a presentarse a fin de este año.

“siento a algunos ciclistas igual de agresivos y apurados que los automovilistas”

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Dejé la bicicleta asegurada a un farol, con una cadena, como lo hago con frecuencia cuando llego al edificio donde viven mis hijos. El edificio no cuenta con cicletero, vigilancia ni cámaras, pero el farol se encuentra entre unos setos que hacen que la bicicleta sea muy difícil de distinguir desde la reja de la calle.

Uno de los problemas recurrentes que enfrentamos los ciclistas día a día es donde dejar la bicicleta. En algunos edificios y locales hay cicleteros, y ahora algunas municipalidades empiezan a colocar cicleteros públicos, pero el resto del tiempo nos vemos forzados a “hackear la ciudad” -como leí recientemente- y asegurar la bici a cualquier reja, banco, poste o basurero disponible.

Esa mañana empezó a llover así que, cuando llegué no metí la bicicleta al departamento porque estaba mojada. La última vez que la vi fue cuando regresé de comprar. Luego al salir a las 22:00 horas...ya no estaba, no había rastros de ella o el candado, simple-mente se había esfumado.

Este es el relato básico de lo que pasó el día que me robaron la bicicleta. ¿Cómo describir la sensación? Por un lado asombro, un segundo de duda: ¿moví la bicicleta? y luego la certeza implaca-

Me robaron la platerala experiencia de un pedalero que perdió su bicicleta

por Udo

Victor Rojas

VIVENCIAL

por Cocodrilo Ciclista

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ble de que en ese lapso de dos horas desde la última vez que la vi, una sombra se había deslizado y aprovechándose de la oscuridad y la lluvia se había llevado mi burrito de batalla.

Apenas dediqué un brevísimo “conchesumadre!” a él o los ladrones.

Inútil dirigir mi ira a un enemigo invisible y desconocido. Solo podía pensar en como iba a hacer para desplazarme en lo inmediato, como recuperar la movilidad e independencia, que acababa de perder de golpe. Y es que desde que llegué a Santiago empecé a usar la bici-cleta como medio de transporte y desde hace 3 años el 90% de mis desplazamientos en San-tiago son en bicicleta, y el resto en transporte público sea por cuestiones de distancia, rapi-dez, bicicleta en panne o por andar con mis hijos.

El poder andar en bicicleta por la ciudad fue uno de los aspec-tos más positivos de mudarme de Caracas a Santiago. El vivir en una ciudad relativamente plana con calles rectas y una creciente infraestructura ciclista me permitió asumir de frente la fe ciclista. Porque no se trata de que empecé a usar la bicicleta como hobby o para distraerme los fines de semana, sino que desde el principio asumí la bicicleta como una herramienta transformadora de mi vida. De empezar a usarla para llevar a mi hijo pequeño a su colegio, pasé a usarla para ir y volver del trabajo, y finalmente para todos los desplazamientos posibles, pasó a ser uno de mis ejes de acción. De ser tan solo un ve-

hículo, pasó a ser un apéndice, objeto de uso cotidiano como los zapatos o la ropa.

Mientras más la usaba, más útil se volvía, más sentido le en-contraba y finalmente el clima o las distancias no fueron excusa para no ocuparla siempre. Aho-ra la bicicleta es mi transporte, mi gimnasio, mi terapia, mi yoga y mi filosofía de vida.

El vivir en una ciudad

relativamente plana con

calles rectas y una creciente infraestructura

ciclista me permitió

asumir de frente la fe

ciclista.La bicicleta me permitió em-pezar a conocer realmente la ciudad. Cada vez que tengo que ir a un lugar al que no he ido antes, reviso el mapa y veo las posibles rutas de llegada a ese sitio y los puntos de refe-rencia. Al final, no solo termino conociendo este nuevo destino sino todos los puntos inter-medios, cosa que no sucede cuando vas en metro o en micro e incluso en auto.

Pero más que la ciudad, me permitió conocer a sus habi-tantes, y sobre todo a esos que siendo tan variados y distintos

tenemos en común el vehículo que escogimos y que marca nuestra forma de pensar y de vivir.

Y es que el ciclista, sin ser una masa uniforme, comparte en mayor o menor medida ciertos rasgos. Quiero creer que en general (salvo los ocasionales loquillos adolescentes) se sabe vulnerable y eso le da cierta humildad, cierta sensibilidad hacia los otros, un espíritu de compañerismo. El andar sor-teando masas de metal, caucho y vidrio que te pueden aplastar en cualquier instante te hace estar consciente de tu vulne-rabilidad, y otra faceta de esa vulnerabilidad es que tu bicicle-ta desaparezca.

El robo me hizo recordar el trá-gico destino de Antonio Ricci en la película de Vittorio De Sica “El Ladrón de Bicicletas”. Afortuna-damente como ahora formo par-te de esta especie de cofradía en dos ruedas, de hermandad tácita, al día siguiente de haber perdido mi cleta tenía al menos cuatro o cinco ofertas de bici-cletas en préstamo, así como infinidad de manifestaciones de apoyo por mi perdida y una variada serie de tips y consejos sobre donde y como conseguir un remplazo conveniente y eco-nómico en el corto plazo.

Ahora nuevamente con mi mo-vilidad e independencia restau-radas, me dedicaré a buscar mi nueva montura, quizá aprove-che para finalmente armarme una flaca a mi gusto, conseguiré por supuesto un buen candado, y esté lloviendo o no procura-ré no dejarla en la calle tanto tiempo.

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PORTAFOLIO

TeresitaUgarte

Productora y realizadora audiovisual es Licenciada en Artes y Huma-nidades de la Pontificia Universidad Católica de Chile, con concen-tración en Narración y doble minor en Estética del Cine y Dirección Audiovisual. El año 2014 realiza un curso de edición de documental en Massa-chusetts, Estados Unidos, y participa de los laboratorios de corto-metrajes Kinomada escala Quebec, Off- Courts en Trouville, Kinoc-tambule en Saint Etienne y Kino Kabaret en Bordeaux. Actualmente trabaja como asistente de producción, producción ejecutiva y guio-nista de los directores Luis Cifuentes y Claudio Marcone, además de ser parte del equipo fundador y productora de Chacal: Laboratorio Audiovisual. En su filmografía cuenta con cinco cortometrajes grabados entre Canadá, Francia y Chile. “La Discotheque” su última realización fue estrenada en el Festival de Cine de Cannes, así como “El Dragón” cortometraje documental se estrenará en el Festival Internacional de Guanajuato. Sus otros dos cortometrajes “Lo mío y lo tuyo” y “Primera y última carta” se estrenarán en el Festival Internacional de Cine de Lima. Su proyecto de largometraje y opera prima “La pulsión de la irreverencia” se encuentra en etapa de desarrollo.

¿Cuál es tu proceso creativo?Para mi el proceso creativo es eso, vivir un proceso y todo lo que aquello conlleva. Entenderme para entender luego la obra. Entender que es lo que yo quiero decir, que es lo que yo siento, que es lo que necesito materializar, mostrar, comunicar. Que hay de universal en ello, que se conecte con todo aquél que lo vea. Es un proceso de mucho reflexionar y ver los distintos puntos de vista de un sentimiento. Así comienzo, a partir de una emoción, de algo que me pasa y que en conjunto con el proceso creativo voy entendiendo. Un color, un olor, un lugar, palabras, parto de algo muy abstracto para llegar a algo concreto como el cortometraje en sí.

¿Cómo ves el mundo que te rodea?Como un espiral de procesos, aprendizajes y etapas. Como un juego que hay que ir superando niveles. A veces da miedo cambiar de nivel. O te gusta demasiado el nivel en que ya estás. Pero ya te lo sabes de memoria. O pierdes la vida y debes volver a empezar todo de nuevo. Y siempre hay un monstruo final. Y el juego se acaba, y ya te lo diste vuelta. Pero valió mucho la pena jugarlo. Jugar, aunque a veces se sufra y a veces se ría mucho. Para conocer más sobre el trabajo de Teresita Ugarte visita:

www.chacalab.cl

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EL TALLER

Además del armado de bicicletas y las reparaciones de averías, Isaías Guzmán crea un espa-cio para bajar las revoluciones, tomarse un café y volver a la vida de barrio.

Un estilo de vida similar a la que tenía en su natal San Fernando fue lo que encontró Isaías Guz-mán en el barrio Brasil cuando llegó a estudiar hace más de 15 años. “Me enamoré de este ba-rrio, porque tiene un sistema muy amigable para alguien de provin-cia, porque aún tiene mucho de vida de pueblo a pesar de estar en la capital y eso lo hace muy atractivo”, cuenta Isaías.

Fue esta impronta lo que lo llevó a crear hace 4 años -después de varios emprendimientos en la misma zona- el taller La Bicindad, haciendo el juego de palabras entre bicicleta y vecindad, “que son los elementos que nos iden-tifican, la bicicleta propiamente tal y el sentimiento de arraigo y pertenencia al barrio Brasil y el antiguo barrio Yungay”, agrega Isaías.

La Bicindadel taller que atiende incluso

después de la pega

por Michelle RaposoFotografías: Victor Rojas

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Pero más que un simple taller, La Bicindad es también un espacio donde uno puede tomarse un café de grano (un guiño al pasado gastronómico de su dueño), vitrinear accesorios en la tienda donde venden productos de factoría nacional de creadores como Luppe, Enhebra Estampa y Art Vie e incluso hablar de escalada, otra de las pasiones de Isaías. El espacio cuenta incluso con un mini muro para escalar.

Con las manos en la grasaComo la mayoría de los que se dedican a este rubro, Isaías aprendió todo lo que sabe de mecánica jugando desde chico en el taller de bicicletas de sus vecinos “los hermanos Roberto y José Cid, que eran muy conocidos en la ciudad y la región, donde se hacía todo como en la vieja escuela, con reparaciones, pintura, restauraciones y todo lo que antiguamente un taller propiamente tal realizaba, hoy eso está mucho más segmentado”, relata Guzmán.

A pesar de estar siempre ligado a las bicis participando en activida-des e intervenciones para posicionar a las bicicletas como una he-rramienta efectiva y eficiente para la ciudad, su conocimiento técnico quedó guardado hasta que empezó hacerle “arreglitos” a los amigos en el pasillo de su casa, actividad que fue creciendo hasta el punto en que decidió instalarse con el taller, atendiendo más que nada a los conocidos en una primera etapa y luego con un público más masivo.

“Siempre nos mantuvimos en esta dinámica que no es algo ostentoso desde el punto de vista de la publicidad, porque funcionamos ma-yormente por las redes sociales. Tenemos nuestro Twitter, Instagram y Facebook y esas son nuestras herramientas y a través de ellas nos contactamos con nuestra clientela. Eso es lo que nos permite mante-nernos vigentes”, cuenta Guzmán.

Además de las reparaciones, el fuerte del taller es el ciclismo urbano por lo que también hacen bicicletas a pedido. Junto a Isaías también trabajan Manuel Barahona y Andrés Fukuda, los que se dedican a armar las bicis de piñón fijo o piñon libre (aunque si el cliente lo quiere

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también pueden optar a una con cambios). “La gente elige entre un panton de colores y ciertas características que definimos según lo que quiere la persona y la orientación nuestra y hacemos una ficha técni-ca”. En total una bicicleta demora entre 8 y 10 días hábiles en estar lista y tienen un precio desde los 110 mil pesos.

Horarios apto para oficinistasOtra de las características que hace a La Bicindad un lugar especial es su horario de 14 a 21 horas de lunes a viernes todo el año. “Eso nos permite atender a la gente que tiene salir con su bici a la pega porque es su medio de transporte y no alcanza a llegar a un taller que cierra más temprano”, cuenta Isaías.

Además de la asistencia que prestan en persona en el taller, “por Facebook también la gente nos pregunta cosas técnicas y damos ese servicio por la buena onda, para que la gente tenga un taller que sea mucho más que el lugar al que uno lleva la bicicleta. A veces nos pasa que hay gente que tiene ideas muy esotéricas de las bicis y nos dan las gracias porque pensaban hacer otro tipo de arreglo más caro y eso nos permite generar una relación más de confianza”, agrega Isaías.

“Hubo un despertar en el cual la gente se ha dado cuenta que la bicicleta puede ser un vehículo real y concreto para desplazarse y no es enemiga del transporte público ni de otros medios de transporte porque somos aliados. Que las autoridades recién estén pensando en hacer un plan maestro, si es que, con respecto al uso de la bicicleta para Santiago es otro tema. Pero la bicicleta siempre ha estado ahí”, concluye Isaías.

La BicindadMaturana 579,

Santiago Facebook: La Bicindad

Barrio BrasilTwitter: @Labicindad

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EMPRENDENCLETA

Precios convenientes para equipar la bicicleta y disfrutar por ejemplo, de un fresco pop-ping té o un café de grano.

En este lugar siempre hay bue-na música advierte Mauricio Santelices, vive en Pudahuel y por su antiguo trabajo atravesa-ba Santiago pedaleando hasta Providencia. Desde pequeño fue aficionado a los deportes, prac-ticó fútbol y fue seleccionado de basquetbol en su colegio, en la actualidad divide su tiempo entre correr y pedalear.

Ha corrido varias maratones y como ciclista no se queda solo en el pedaleo, ha participado en varias acciones relacionadas a la bicicleta. “ estuve en Movimiento Furiosos Ciclistas apoyando en las diferentes actividades que realizan, asistí a las asambleas, funcionaba como guía en algu-nas cicletadas del primer mar-tes, desayunos cleteros, en una oportunidad fuimos a un colegio a enseñar a los niños a andar en bicicleta”.

“Luego de esas actividades siem-pre íbamos a tomar algo y com-partir un rato, pero siempre me topaba con el mismo problema, ¿Dónde dejar la cleta segura? la dejaba amarrada y tenía que sacar todos los accesorios para que no me los robaran mientras volvía”, recuerda Mauricio.

un espacio que acoge y reconforta a los ciclistas

Ro d a C o f f e e

por Myriam Salazar

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Cansado de esta situación se le ocurrió crear un espacio donde los ci-clistas pudieran compartir tranquilos sin el miedo a perder la bicicleta. Así nació Rodda Coffee como una manera de aportar a la comunidad ciclista, otorgando un lugar seguro de reunión.

Junto a un amigo y socio instalaron el café en pleno centro de Santia-go, hace apenas dos meses y ya comienza a captar clientes a través de un constante trabajo en redes sociales, como también con los vecinos del barrio universitario.

En Roda Coffee además de disfrutar de un buen café de grano y energéticas naturales es posible encontrar una gran variedad de accesorios para el ciclista y su bicicleta, además de prestar ayuda al pedalero en aprietos ya que cuenta con herramientas y conocimientos de mecánica básica para quien lo necesite.

Roda CoffeeDoctor Moore #1891,

Santiago centroFacebook: Roda Coffee

Twitter: @RodaCoffeStgo

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URBANO

Camila Chambeaux/ Antropóloga

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Tomás Palominos/ Estudiante

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MUSICA

La ingeniero en sonido e in-térprete de violoncello y piano oriunda de Concepción, Felicia Morales comenzó su carrera en segundo plano y alejada del protagonismo, como colabo-radora de artistas como Gepe, Javiera Mena, Fakuta, Alex & Daniel, Caravana y Nueva Orleans, todos nombres funda-mentales de la actual escena del pop chileno. Con ellos, Mo-rales aportó su toque clásico en discos y conciertos en vivo tan-to en Chile como en el extranje-ro, y fue adquiriendo notoriedad a medida que su participación se hizo más importante y con-stante.

FELICIA MORALES

por Quemasucabeza @quemasucabeza

Alvaro Puente

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En el año 2013, Felicia Morales decidió embarcarse en su proyec-to solista. Su debut “Felicia EP”(Salón Felicia/Quemasucabeza, 2013) de inmediato acaparó diversas miradas del circuito nacional, impresionado por la belleza y lo interesante de la propuesta instru-mental de los cuatro tracks que componen este trabajo, que toma distancia del pop que bien conoce Morales, y que abraza el género docto, bajo el cual la compositora se crió. Este registro contó con la producción de Pablo Muñoz y Milton Mahan (la dupla mejor cono-cida como De Janeiros), y fue presentando ante un repleto Teatro Diana en diciembre de aquel año.

En septiembre de 2014 llegó el turno de “Agosto”. Editado al alero del sello Quemasucabeza, el primer disco largaduración de Felicia fue lanzado en formato digital, y también cuenta con la producción de De Janeiros. En “Agosto”, Felicia reúne varios elementos impor-tantes para ella, como los gatos y el mismo título de su álbum, que alude al mes de su cumpleaños. “Agosto” continúa la línea instru-mental y docta de “Felicia EP”, añadiendo sonidos electrónicos, experimentales y a veces oscuros, que no obstante no cambian la delicadeza del producto final, que tiene piezas que coquetean con el vals y la tonada. Este álbum de Felicia Morales estuvo disponi-ble de forma digital y gratuita durante 24 horas logrando un buen número de descargas y una alta repercusión internacional, par-ticularmente en México, país que recibirá su propuesta en vivo a comienzos de agosto en una única función en el Cine Tonalá.

Escucha “Agosto” en Deezer , Spotify y Youtube

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LIBROS

“Un beso interminable –eso es todo lo que siempre quisimos sentir al pagar dinero para oír tocar a alguien– “.

La autobiografía de Kim Gordon, bajista y cantante de Sonic Youth, empieza con la palabra “fin”. Una muestra de la crisis total de su vida que la llevó a escribir este libro y de la que sus fans nos enter-amos a través de un comunicado oficial semanas antes del show en el Club Hípico como parte del festival Maquinaria de 2011: ella y Thurston Moore, su marido y uno de los guitarristas de la banda, se separaban después de 27 años de matrimonio y eso implicaba el fin del grupo.

Ese concierto fue especial: ella lució un vestido rojo y corto y les daba a las cuerdas de su bajo con la mirada en el horizonte, sin fijarse en sus compañeros; él hacía el payaso como siempre en su duelo de guitarras con Lee Ranaldo. Todos sabíamos que era un show por cumplir el contrato, que no había futuro. Y a nadie le importó la nube de polvo que se levantó a causa del viento de nov-iembre y envolvió a los músicos y su público.

La sensación que da Kim a lo largo de todo su libro es similar a esa escena de rock y desolación: la persona en la que más confiaba en el mundo la decepcionó y el dolor fue para siempre.

A ratos el relato busca ser “Éramos unos niños” de Patti Smith: reconstruye la escena cultural de Nueva York desde finales de la década del 70 con historias llenas de nombres de artistas plásticos, poetas, cineastas, actores. Pero finalmente “La chica del grupo” tiene mucho más de historia de amor con pésimo final y toda la amargura posterior a la traición.

Porque Kim Gordon es una chica rabiosa y cualquiera que haya escuchado los discos de Sonic Youth lo sabe (recomiendo “Dirty” para descubrir esa furia en toda su magnitud). Y con este libro que-da claro que esa ira no se expresa solo en la música. Es la mujer con la que no te gustaría enfrentarte si está enojada.

Eso es lo que le dio todo el poder a sus canciones: “La mejor música surge cuando uno es intuitivo, cuando pierde la consciencia de su cuerpo y, de algún modo, pierde también la cabeza”. Ella lo perdió todo y creó parte de la mejor música de fines del siglo XX.

Por Mauricio Campbell

La chica del grupoKim Gordon

Editorial Contra337 páginas

$ 22.000