Revista nuestra america baja

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e c i r o P ISSN 2215-7905 NÚMERO 14 / JULIO-SEPTIEMBRE DE 2014 Es hora de conocer un poco más de la realidad Ÿ Neo-institucionalismo: profundización del modelo neoliberal Ÿ Zonas de reserva campesina Entrevista a Andrés Gil Ÿ Canal de Panamá: víctima histórica de los “lobos de Wall StreetŸ VI Congreso CUT por paz, soberanía, democracia y Derechos laborales Páginas de

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Revista Páginas de Nuestra América

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ISSN 2215-7905NÚMERO 14 / JULIO-SEPTIEMBRE DE 2014

Es hora de conocerun poco más de la realidad

Ÿ Neo-institucionalismo: profundización del modelo neoliberal

Ÿ Zonas de reserva campesina

Entrevista a Andrés Gil

Ÿ Canal de Panamá: víctima histórica de los “lobos de Wall Street”

Ÿ VI Congreso CUT por paz, soberanía, democracia y Derechos laborales

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FUNDACIÓN PARA EL

INTERCAMBIO

CULTURAL Y LA

INTEGRACIÓN DE

LOS PUEBLOS DE

NUESTRA AMÉRICA

ISSN 2215-7905

Bogotá - ColombiaNo. 14 - JULIO - SEPTIEMBRE 2014

PresidenteFundación La Gran ColombiaJorge Eliécer Mejía Romero

DirectorJorge Eliécer Mejía Romero

EditorJhon Jairo Montiel

Consejo de InvestigadoresOmaira Eslava - Jhon Jairo MontielRaúl Bermúdez - Isabel Martínez N.

Patricia Tafur PerdomoFuente Fotográfica

Heider BeltránFelipe Antonio Jaramillo

Ingrid Johana Tinjacá RincónOmar Díaz Barreto

SailentArt

Sección Es-CulturaJohana Tinjacá Rincón

Diseño y diagramaciónLuz Mery Avendaño

ImpresiónEditorial Gente Nueva S.A.S.

PortadaIlustraciones del maestro Calarcá

Colaboraron en este númeroFidel Castro Ruz

Milton Angulo RicardoOlmedo Beluche

Luisa Fernanda Montes OcampoJohana Tinjacá Rincón

Carlos Rodríguez AlmaguerNorma Castillo

Central Unitaria de Trabajadores - CUTOrlando Solórzano

Corresponsales en Nuestra AméricaPedro Miguel García - Venezuela

Juan Carlos Tanus - VenezuelaPedro Páez Pérez - Ecuador

Irma Carrillo - MéxicoDania Betzy Batista Guevara - Panamá

Versión digitalwww.fundaintegracionnuestramerica.co

Correos electró[email protected]

Tels: 311 217 61977/310 666 9689314 248 9964/317 370 8287

Las opiniones presentadas en losartículos son responsabilidad exclusiva de

sus autores

Programas de ediciónScribus© GIMP©

La cumbre de la OTAN, celebrada en Septiembre del presente año en la ciu-

dad de Newport (Reino Unido), dentro de sus conclusiones im-portantes, hizo especial referen-cia a la necesidad de evitar el de-sarrollo de Rusia y China; como países de economías emergen-tes que vienen rivalizando con los Estados Unidos y la Unión Europea en los últimos años: ra-zón por la cual estos y el Reino Unido, vienen convirtiendo a los ejércitos de los países integran-tes de la Alianza militar del Nor-te en sus vasallos.

El fortalecimiento cada día más de los países integrantes por el BRICS, preocupa particular-mente a las potencias imperia-listas agrupadas en la OTAN y en la Unión Europea, que vienen creando conflictos en los Estados limítrofes con Rusia, India y Chi-na ( Ucrania, Irak, Siria, Palesti-na, Libia, Sudán, etc.), haciéndo-las objeto de graves agresiones. Para esto, los países de la OTAN vienen implementando los ade-lantos tecnológicos más desarro-llados en el campo de la aviación y de las armas bélicas, con la uti-lización de aviones no tripulados (drones) con los que bombardean los centros de producción y de desarrollo industrial de los paí-ses que han invadido, con el pre-texto de defender los intereses de estos últimos; pero que no son otros que los de apropiarse de las reservas de los hidrocarburos y

EDITORIAL

principales recursos naturales para asegurar su futuro abaste-cimiento.

Por otra parte, los Estados Unidos busca frenar los avances de los procesos de cambios po-líticos, económicos y culturales en nuestramérica a través de la financiación a los grupos de opo-sitores en Venezuela, Ecuador, Bolivia, Brasil, Argentina y Cen-troamérica; haciendo un mayor uso de la gran prensa y medios de comunicación para desesti-mar y tergiversar los avances y transformaciones que en mate-ria social, educativa, de salud y recreación que ocurren especial-mente en América Latina. Pero lo que más preocupa a los gober-nantes del imperio norteamerica-no son los procesos de unidad e integración (UNASUR, ALBA, MERCOSUR, CELAC, etc) que se están desarrollando en nues-tramérica, con un mayor inter-cambio comercial y tecnológico con Rusia, China, India e Irán.

Esto demuestra que se està presentando un proceso de tran-sición de los centros hegemóni-cos tanto a nivel global como en Nuestra América; y que se evi-dencia en la creación de conflic-tos en Venezuela, Ucrania, Siria y Sudán, mostrando claramen-te la transición hacia un mundo post-estadounidense, que se ace-lera dejando una estela de crisis económicas, sociales y humani-tarias. Es también claro que una transición hegemónica no puede

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producirse sin crisis y guerras; pero que también ofrece la opor-tunidad para que los pueblos que han estado sometidos a las políti-cas neoliberales tomen el ejemplo de los pueblos de Latinoamérica que han empezado a asumir sus políticas con mayor autonomía respecto a los gobiernos de los países imperiales; fortaleciendo además los organismos de inte-gración e intercambios con po-líticas comerciales y relaciones más justas y equilibradas: sobre todo con las economías emergen-tes de Rusia, China, India, Irán y el mismo Brasil.

A nivel mundial, hoy se perci-ben dos problemas fundamenta-les que la sociedad debe enfren-tar: uno, es la constante amenaza de una guerra nuclear capaz de destruir la existencia de los seres vivos, debido al aumento e inven-ción de nuevas armas nucleares; y el segundo, son los desastres ambientales que los seres huma-nos vienen causando por la cons-tante contaminación, deforesta-ción y arrasamiento de la cuencas hidrográficas. Los cambios cli-máticos, inundaciones y sequias extremas, el deshielo de los polos y los nevados, son el producto de las acciones sin control para la explotación de la naturaleza, que los hombres y las políticas de estados vienen implementado a favor de las grandes empresas y en detrimento de la vida y el me-dio ambiente para la mayoría de la población.

Los pocos gobiernos en Amé-rica Latina que continúan obe-deciendo a las políticas del Fon-

do Monetario Internacional y al Banco Mundial, como a las deci-siones de los Estados Unidos para continuar profundizando las po-líticas neoliberales, hacen uso del concepto “neo-institucionalismo” para esconder la pretendida re-forma del Estado( Constituciones y normas); buscando favorecer los intereses del capital transna-cional, especulativo y depredador, ahondando aún más en la pobreza de los trabajadores para terminar de privatizar los pocos servicios que aún están bajo la dirección del Estado. Hemos visto por al-gunas noticias de las principales cadenas radiales y de tv, los im-pactos ocasionados por la minería a cielo abierto y la explotación irracional de las aguas subterrá-neas, dejando a varias regiones sin el preciado líquido y en la completa sequía de los acueduc-tos municipales como ha ocurrido en la Guajira, Casanare, Huila y Tolima, por mencionar algunos.

Los diálogos y proceso de ne-gociación que se vienen dando entre el Gobierno Nacional y la Insurgencia Guerrillera de las FARC, en la Habana Cuba, mues-tran lo importante que ha sido la consigna de solución política al conflicto social y armado que ha vivido nuestra sociedad por más de cincuenta años en las úl-timas décadas. Pese a estar dia-logando y negociando en medio del conflicto, hay que destacar los avances y continuar denuncian-do las posiciones retrógradas y provocadoras de los sectores de ultraderecha encabezados por el Ex presidente y actual senador

Álvaro Uribe Vélez, que no esca-timan esfuerzos para oponerse y sabotear el rumbo que ha toma-do este proceso de negociación, y que requiere de un respaldo ma-sivo del pueblo colombiano que cada vez más sigue sufriendo las consecuencias de este conflicto. Es necesario fortalecer el movi-miento de apoyo a la negociación del conflicto armado y la cons-trucción de un nuevo país, con el protagonismo de los campesinos, obreros, estudiantes, profesores, amas de casa y trabajadores en general, que hemos vivido siem-pre aislados de las decisiones po-líticas del Estado colombiano, y donde la Central Unitaria de los Trabajadores – CUT y demás or-ganizaciones sociales se pongan a la cabeza de este gran movi-miento por la Paz con Justicia So-cial. Esa es la tarea fundamental en esta etapa de lucha del pueblo colombiano, o de lo contrario, los enemigos de la paz encontraran un camino abonado para conti-nuar con el negocio de la guerra y someternos a los designios del gran Imperio del Norte.

En Bogotá el gobierno del Alcalde Petro, continúa defen-diendo las políticas presentadas en su programa de campaña y enfrentando las problemáticas cotidianas que se encuentran por resolver: entre ellas la infinidad de situaciones de inseguridad, los colegios en concesión, la crisis de la salud, la falta de vivienda, empleo y el problema del trans-porte masivo, que se debate entre el interés público y los intereses privados.

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Neo-institucionalismo: profundización del Modelo Neoliberal 8

Canal de Panamá: víctima histórica de los “lobos de Wall Street” 14

José Martí ante la expansión norteamericana 28

PATRIA GRANDE

ES-CULTURA

Entrevista a Andrés Gil 23

Estado Nacional y Sociedad civil en Colombia durante la República Liberal del 30 al 46 19

Políticas de Estado reflejos de discurso. Contexto Colombia conflicto social y armado 37

VI Congreso CUT por paz, soberanía, Democracia y Derechos laboralesSanta Marta 26 de septiembre de 2014 40

Capitalismo y despojo 46Bolívar: el hombre de las dificultades 47

COLOMBIA - “CAÑOCRISTALES”

RESEÑAS

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He rogado a los editores de Granma me exoneren en esta ocasión del honor de publicar lo que voy a escribir en la primera página del órgano oficial de nuestro Partido, pues pienso expresar puntos de vista personales sobre temas que, por

conocidas razones de salud y de tiempo, no he podido plantear en los órganos colectivos de dirección del Partido y del Estado, como los Congresos del Partido, o las reuniones pertinentes de la Asamblea Nacional del Poder Popular.

Fidel Castro RuzExpresidente de CubaEstadista y político cubano

Es hora de conocerun poco más la realidad

En nuestra época los problemas son cada vez más complejos y las noticias se propagan a la velocidad de la luz, como mu-chos conocen. Nada ocurre hoy en nuestro mundo, que no nos enseñe algo a los que deseamos y somos capaces todavía de com-prender nuevas realidades.

El ser humano es una extraña mezcla de instintos ciegos por un lado y de concien-cias por el otro.

Somos animales políticos, como no sin razón afirmó Aristóteles, que quizás influ-yó más que ningún otro filósofo de la anti-güedad en el pensamiento de la humanidad a través de casi 200 tratados, según se afir-ma, de los cuales se conservaron solo 31. Su maestro fue Platón, quien legó para la posteridad su famosa utopía sobre el Esta-do Ideal, que en Siracusa, donde trató de aplicarlo, casi le cuesta la vida. Su Teoría

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Política quedó como apelativo para calificar las ideas como ma-las o buenas. Los reaccionarios la utilizaron para calificar tanto a Marx, como a Lenin, de teóricos, sin tomar para nada en cuen-ta que sus utopías inspiraron a Rusia y a China, los dos países llamados a encabezar un mundo nuevo que permitiría la supervi-vencia humana si el imperialis-mo no desata antes una criminal y exterminadora guerra.

La Unión Soviética, el Cam-po Socialista, la República Po-pular China y Corea del Norte, nos ayudaron a resistir con su-ministros esenciales y armas, el bloqueo económico implacable de Estados Unidos, el imperio más poderoso que jamás exis-tió. A pesar de su inmenso po-der, no pudo aplastar al peque-ño país que a pocas millas de sus costas ha resistido durante más de medio siglo las amenazas, los ataques piratas, secuestros de barcos pesqueros y hundi-mientos de buques mercantes, destrucción en pleno vuelo del avión de Cubana de Aviación en Barbados, incendio de escue-las y otras fechorías similares. Cuando intentó invadir nuestro país con fuerzas mercenarias a la vanguardia, transportadas en buques de guerra de Esta-dos Unidos como primer esca-lón, fue derrotado en menos de 72 horas. Más tarde las bandas contrarrevolucionarias, organi-za das y equipadas por ellos, co-metieron hechos vandálicos que dieron lugar a la pérdida de la vida o la integridad física de mi-llares de compatriotas.

En el estado de la Florida se ubicó la más grande base de actividades contra otro país que existía en aquel momento. Con el curso del tiempo el bloqueo económico se extendió a los paí-ses de la OTAN y otros muchos aliados de América Latina, que fueron durante los primeros años cómplices de la criminal política del imperio, que hizo trizas los sueños de Bolívar,

nuestra Patria que sería total-mente despojado, cuando el des-tino manifiesto cumplimentara su tarea de anexar nuestra isla al territorio de Estados Unidos de Norteamérica.

En la recién concluida reu-nión de Fortaleza se aprobó una importante Declaración entre los países que integran el grupo BRICS.

Los BRICS proponen una mayor coordinación macroeco-nómica entre las principales economías, en particular en el G-20, como un factor funda-mental para el fortalecimiento de las perspectivas de una re-cuperación efectiva y sostenible en todo el mundo.

Anunciaron la firma del Acuerdo constitutivo del Nuevo Banco de Desarrollo, con el fin de movilizar recursos para pro-yectos de infraestructura y de desarrollo sostenible de los paí-ses BRICS y otras economías emergentes y en desarrollo.

El Banco tendrá un capital inicial autorizado de 100 mil millones de dólares. El capital inicial suscrito será de 50 mil millones de dólares, a partes iguales entre los miembros fun-dadores. El primer presidente de la Junta de Gobernadores será de Rusia. El primer presi-dente del Consejo de Adminis-tración será de Brasil. El primer Presidente del Banco será de la India. La sede del Banco será en Shanghai.

Anunciaron también la firma de un Tratado para el estableci-miento de un Fondo Común de Reservas de Divisas para situa-

Los BRICS proponen una mayor coordinación

macroeconómica entre las principales

economías, en particular en el G-20, como un

factor fundamental para el fortalecimiento de

las perspectivas de una recuperación efectiva y sostenible en todo el

mundo.

Martí y cientos de grandes pa-triotas de irreductible conducta revolucionaria en América Lati-na.

A nuestro pequeño país, no solo se le negaba su derecho a ser una nación independiente como a cualquier otro de los numerosos Estados de América Latina y el Caribe, explotados y saqueados por ellos, sino el derecho a la independencia de

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ciones de contingencia, con un tamaño inicial de 100 mil millo-nes de dólares.

Reafirma el apoyo a un sis-tema multilateral de comercio abierto, transparente, inclusivo y no discriminatorio; así como a la conclusión exitosa de la Ron-da de Doha de la Organización Mundial del Comercio (OMC).

Reconocen el importante pa-pel que las empresas estatales desempeñan en la economía; así como el de las pequeñas y me-dianas empresas como creado-res de empleo y riqueza.

Reafirman la necesidad de una reforma integral de las Na-ciones Unidas, incluido su Con-sejo de Seguridad, con el fin de hacerlo más representativo, efi-caz y eficiente, de manera que pueda responder adecuadamen-te a los desafíos globales.

Reiteraron su condena del terrorismo en todas sus formas y manifestaciones, dondequie-ra que ocurra; y expresaron preocupación por la continua amenaza del terrorismo y el extremismo en Siria, a la vez que llamaron a todas las partes sirias a que se comprometan a

poner fin a los actos terroristas perpetrados por Al-Qaeda, sus afiliados y otras organizaciones terroristas.

Condenaron enérgicamen-te el uso de armas químicas en cualquier circunstancia; y die-ron la bienvenida a la decisión de la República Árabe Siria de adherirse a la Convención sobre Armas Químicas.

Reafirmaron el compromiso de contribuir a una justa y du-radera solución global del con-flicto árabe-israelí sobre la base del marco legal internacional universalmente reconocido, in-cluyendo las resoluciones per-tinentes de las Naciones Uni-das, los Principios de Madrid y la Iniciativa de Paz Árabe; y expresaron apoyo a la convoca-toria, en la fecha más temprana posible, de la Conferencia sobre el establecimiento de una zona de Oriente Medio libre de ar-mas nucleares y otras armas de destrucción masiva.

Reafirmaron la voluntad de que la exploración y utilización del espacio ultraterrestre debe-rán ser para fines pacíficos.

Reiteraron que no hay alter-nativa a una solución negocia-da a la cuestión nuclear iraní, y reafirmaron apoyo a su solución a través de medios políticos y diplomáticos.

Expresaron preocupación por la situación en Irak y apoyaron al gobierno iraquí en sus esfuer-zos por superar la crisis, defen-der la soberanía nacional y la integridad territorial.

Expresaron preocupación por la situación en Ucrania e hicieron un llamamiento para un diálogo amplio, la disminución del con-flicto y la moderación de todos los actores involucrados, con el fin de encontrar una solución política pacífica.

Reiteraron la firme conde-na al terrorismo en todas sus formas y manifestaciones. Se-ñalaron que las Naciones Uni-das tienen un papel central en la coordinación de la acción internacional contra el terro-rismo, que debe llevarse a cabo de conformidad con el derecho internacional, incluida la Carta de las Naciones Unidas, y con respeto a los derechos humanos y las libertades fundamentales.

Reconocieron que el cambio climático es uno de los mayores desafíos que enfrenta la huma-nidad, e hicieron un llamamien-to a todos los países a construir sobre las decisiones adoptadas en la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cam-bio Climático (CMNUCC), con miras a llegar a una conclusión exitosa para el año 2015, de las negociaciones en el desarrollo de un protocolo, otro instru-

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mento legal o un resultado acor-dado con fuerza legal bajo la Convención es aplicable a todas las Partes, de conformidad con los principios y disposiciones de la CMNUCC, en particular el principio de las responsabilida-des comunes pero diferenciadas y sus respectivas capacidades.

Expresaron la importancia estratégica de la educación para el desarrollo sostenible y el cre-cimiento económico inclusivo; así como destacaron el vínculo entre la cultura y el desarrollo sostenible.

La próxima Cumbre de los BRICS será en Rusia, en julio del 2015.

Pareciera que se trata de un acuerdo más de entre los mu-chos que aparecen constante-mente en los despachos cable-gráficos de las principales agen-cias occidentales de prensa. Sin embargo, el significado es claro y rotundo: La América Latina es el área geográfica del mundo donde Estados Unidos ha im-puesto el sistema más desigual del planeta al disfrute de sus riquezas internas, el suminis-tro de materias primas baratas, comprador de sus mercancías y el depositante privilegiado de su oro y sus fondos que escapan de sus respectivos países y son invertidos por las compañías norteamericanas en el país o en cualquier lugar del mundo.

Nadie encontró nunca una respuesta capaz de satisfacer las exigencias del mercado real que hoy conocemos, pero tampoco podría dudarse de que la huma-

nidad marcha hacia una etapa más justa de lo que hasta nues-tros tiempos ha sido la sociedad humana.

Repugnan los abusos come-tidos a lo largo de la historia. Hoy lo que se valora es lo que sucederá en nuestro planeta globalizado en un futuro próxi-mo. Cómo podrían escapar los seres humanos de la ignorancia, la carencia de recursos elemen-tales para alimento, salud, edu-cación, vivienda, empleo deco-roso, seguridad y remuneración justa. Lo que es más importan-te, si será esto o no posible, en este minúsculo rincón del Uni-verso. Si meditar sobre esto sir-ve de algo, será para garantizar en realidad la supremacía del ser humano.

Por mi parte, no albergo la menor duda de que cuando el Presidente Xi Jinping culmine las actividades para cumplimen-tar su gira en este hemisferio, al igual que el Presidente de la Fe-deración Rusa, Vladímir Putin, ambos países estarán culminan-do una de las proezas más gran-des de la historia humana.

En la Declaración de los BRICS, aprobada el 15 de julio de 2014 en Fortaleza, se aboga por una mayor participación de otros países, especialmente los que luchan por su desarrollo con miras a fomentar la coope-ración y la solidaridad con los pueblos y de modo particular con los de América del Sur, se señala en un significativo párra-fo que los BRICS reconocen en particular la importancia de la

Unión de Naciones Surameri-canas (UNASUR) en la promo-ción de la paz y la democracia en la región y en el logro del desarrollo sostenible y la erra-dicación de la pobreza.

He sido ya bastante extenso a pesar de que la amplitud e im-portancia del tema demandaban el análisis de importantes cues-tiones que requerían alguna ré-plica.

Pensaba que en los días sub-siguientes habría un poco más de análisis serio sobre la im-portancia de la Cumbre de los BRICS. Bastaría sumar los ha-bitantes de Brasil, Rusia, In-dia, China y Sudáfrica para comprender que suman en este momento la mitad de la pobla-ción mundial. En pocas décadas el Producto Interno Bruto de China superará al de Estados Unidos; ya muchos Estados so-licitan yuanes y no dólares, no solo Brasil sino varios de los más importantes de América Latina, cuyos productos como la soya y el maíz compiten con los de norteamérica. El aporte que Rusia y China pueden hacer en la ciencia, la tecnología y el desarrollo económico de Sura-mérica y el Caribe es decisivo.

Los grandes acontecimien-tos de la historia no se forjan en un día. Enormes pruebas y de-safíos de creciente complejidad se vislumbran en el horizonte. Entre China y Venezuela se fir-maron 38 acuerdos de coope-ración. Es hora de conocer un poco más las realidades.

(Tomado del diario Granma)

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DE El nuevo paquete de reformas institucionales y económicas que son constitutivos

del denominado enfoque neoinstitucional que se han venido implementando en al-gunos países de América Latina en la última década y media por exigencias de los

organismos multilaterales e inspirado por los tecnócratas de los países más desarrollados, representa la profundización del modelo neoliberal por ser el hilo continuador de los pro-gramas de estabilización y ajuste estructural que se impusieron en la región desde la déca-da de los ochenta. Se proponen fundamentalmente, por una parte, reformas que reduzcan los obstáculos a la acumulación de capital de mediano y largo plazo y reforzar el dogma del libre mercado como el mecanismo más eficaz para el buen funcionamiento “armóni-co” de la economía, y así, eufemísticamente, intensificar la expoliación y el despojo de las riquezas naturales y materiales de la región, y por la otra, implementar sus instituciones para reproducir su molde de la lógica racional determinista y economicista en el marco de la norteamericanización u occidentalización de nuestra cultura y de nuestros valores. Justificadas en este nuevo discurso sobre el desarrollo económico que sitúa esencialmente a las anacrónicas instituciones como “responsables” del atraso y del poco progreso de las naciones periféricas latinoamericanas.

Milton Angulo RicardoProfesor de la Facultad de Economía dela Fundación Autónoma de Colombia. Magister en Economía y Especialista enel Pensamiento Filosófico de América Latina.

Neo-institucionalismo:Profundización del Modelo Neoliberal

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El Neo-institucionalismo afir-ma que la sociedad es un sistema que está conformado por un con-junto de elementos instituciona-les, los cuales interactúan entre sí. Douglas North, (1990) uno de los más reconocidos de esta escuela define las instituciones como: “las reglas del juego en una sociedad, más formalmente son las limitaciones ideadas por el hombre que dan forma a la interacción humana. Por consi-guiente, estructuran incentivos en el intercambio humano, sea político, social o eco-nómico”. Se asume que estas instituciones son construcciones históricas que, a lo largo de su evolución; tanto de su origen, como de su desarrollo y cambio, los indivi-duos y la sociedad erigen expre-samente. Las instituciones en un país asumen características peculiares, de acuerdo con los rasgos estructurales dominan-tes de una determinada econo-mía y sociedad, y por supuesto es importante la influencia de los valores, tradiciones cultura-les y religiosas y, en general, de las convenciones existentes.

Para que un conjunto de re-glas se conviertan en insti-tución es necesario que sus co-nocimientos y su cumplimiento sean compartidos y aceptados por la sociedad de manera vo-luntaria o coercitivamente obli-gado por el Estado. De acuerdo con la formalización en la ley, las instituciones se caracterizan por ser formales e informales. Las instituciones formales son las reglas escritas en las leyes y reglamentos, comprenden la

como los derechos de propiedad modelan la vida económica, de-bido a que ejercen un poder que les permite moldear los resulta-dos del mercado contraviniendo con esto el ideal de los merca-dos libres.

En otras palabras, la segu-ridad del derecho de propiedad es la piedra angular de una eco-nomía eficiente de mercado. El intercambio de la propiedad en el mercado requiere títulos for-males que se puedan conseguir y transferir con relativa facili-dad. La ausencia de una clara definición de derechos de pro-piedad tiene un impacto despro-porcionadamente negativo so-bre los negocios. En particular, por ejemplo, porque no se puede usar la propiedad como garan-tía para obtener créditos de ins-tituciones financieras formales. También, porque los trámites para inscribir la propiedad son costosos y consumen mucho tiempo.

Los cargos excesivos para el registro y la hipotecación de bie-nes raíces, atribuido en ciertos casos al oligopolio de notarios públicos, incrementa los costos. Además, afecta al mercado labo-ral porque al inhibir el desarro-llo de un mercado hipotecario, afecta el mercado de vivienda generando menos empleo, y por consiguiente se afecta una de las fuentes de ingreso más impor-tante del sector financiero.

Según los neo-instituciona-listas no reconocer que los cos-tos de transacción valen y están por encima de cero, se convierte en una de las causas principales

constitución política del Esta-do, códigos, las regulaciones, derechos de propiedad, normas y otras parecidas, y su aplica-ción y cumplimiento son de carácter obligatorio compelido por los organismos estatales, y por consiguiente, pertenecen al ámbito del dominio público. Las informales por su parte, son las reglas no escritas, que se van acumulando a lo largo del tiempo, y quedan registradas y expresadas en una cultura o un grupo humano determinado.

Pero, ¿cuál es en esencia el propósito que conlleva esta pro-puesta y cuáles son sus implica-ciones?

En primer lugar, autores como Oliver Williamson, Dou-glas North y Ronald Coase, principales representantes del neo-institucionalismo coinciden en su crítica a la teoría neoclá-sica al rechazar el principio de cero costos de transacción de-rivada de los supuestos de per-fecta información y de compe-tencia perfecta en los mercados. Este postulado neoclásico se convirtió en la fuente princi-pal del viejo institucionalismo que pregona el papel de actores egoístas, racionales económi-camente cuyo fin es maximizar sus objetivos, y en la base teó-rica del neoliberalismo que so-porta-do en esos fundamentos aplicó en la década del ochen-ta programas de estabilización y de ajuste estructural en casi todos los países de América Latina y en el resto del mundo subdesarrollado. Argumentan, estos autores, que instituciones

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que explican en la década de los ochenta el resultado negativo de la economía y la rigidez en la aplicación de las conocidas reformas de políticas apertu-ristas denominadas de primera generación por el consenso de Washington e impuestas indis-tintamente a países con diversas realidades por parte del FMI y del Banco Mundial, afectando de acuerdo a las expectativas previstas el buen desempeño eco-nómico reflejado principal-mente en el bajo crecimiento del PIB y de la renta nacional. Infieren, entonces, según ellos, que esos supuestos no operan simplemente en la mayoría de los casos o de los países, y que esos errores son los que hay que subsanar para encausar esas economías por el sendero de la prosperidad. Se trata entonces de atemperar ese impacto ne-gativo del modelo neoliberal y mejorar en algo su configura-ción.

Para ello, se esfuerzan en de-mostrar que las fuerzas libres del mercado funcionan mejor interactuando con las formas institucionales de una sociedad determinada. Es decir, como apunta Haggard (1998), no se busca modificar las bases del neoliberalismo que se encuen-tran en la teoría neoclásica, sino más bien ampliarla, mejorarla y depurarla, al considerar las instituciones como entidades que se pueden y deben estudiar, para asistir al buen funciona-miento del libre mercado.

Este tipo de elucidaciones técnicas y secundarias preten-

tos de transacción y de informa-ción determinados como aque-llos costos de transferencias y protección de los derechos de propiedad, consideran que estos costos afectan los incentivos de los agentes empresariales y por tanto su comportamiento, se proponen entonces, reformar las instituciones y para eso el Estado sería el instrumento al servicio de los costos de tran-sacción para reducirlos y ase-gurar el derecho de propiedad a través de la normativa.

Contar con un marco insti-tucional adecuado es de especial relevancia, pues entre mejores sean las normas, leyes, reglas

formales e informarles, así como las organizaciones relacionadas con las actividades humanas, menor será el costo de transac-ción y se podrán obtener mejo-res resultados en las actividades económicas. El cumplimiento de estos contratos mostraría que el capitalismo es adecuado si se tienen las reglas adecua-das, es decir, las instituciones adecuadas. Por eso es que sur-ge la necesidad de fortalecer las instituciones a través del cam-bio, reformas o eliminaciones, entre ellas, la del Estado. Para que funcionen correctamente los mercados necesitan marcos reguladores e institucionales que solo el Estado puede pro-veer (Olson, 2000).

Con ese mismo sesgo Pedro Pablo KuczynsKi y John Wi-lliamson promotor de la pri-mera generación del consenso de Washington lanzaron en el 2003 el texto “Después del Consenso de Washington”. Re-lanzando las políticas del creci-miento y las reformas en Amé-rica Latina, en el que realizan una evaluación del decálogo y, asimismo, se presentan las re-formas de segunda generación. En este nuevo recetario eco-nó-mico incluyen reformas que ha-cen hincapié en la importancia de las instituciones, más flexibi-lización en el mercado laboral, más liberalización en el mer-cado de capitales y en el sector financiero, en el comercio inter-nacional bajo la batuta de la Or-ganización Mundial del comer-cio (OMC), entre otras. Estos auto-res afirman que la nueva

El Neo-institucionalismo afir ma que la sociedad es un sistema que está

conformado por un conjunto de elementos

institucionales, los cuales interactúan entre sí.

den ocultar las verdaderas cau-sas que explican el fracaso ro-tundo del modelo neoliberal en términos económicos y sociales. En segundo lugar, para refren-dar y reforzar la ideología del libre mercado por considerarlo el único que hace posible el cre-cimiento económico estable y eficaz, los neo-institucionalistas al suponer la existencia de cos-

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agenda del Consenso de Wash-ington nace del diagnóstico acerca de lo que no resultó bien en la década de 1990; aseguran que: “las reformas de segunda generación necesitan atacar dos importantes áreas económicas. La primera involucra la moder-nización de la infraestructura institucional de una economía de libre mercado [...] La otra necesidad importante para la reforma institucional está en el sector financiero. Lo que se ne-cesita en este campo [...] es una serie de cambios aparentemente menores tales como mejorar la transparencia y modernizar la contabilidad”.

No es difícil deducir que el neo-institucionalismo no es sino la profundización del neolibera-lismo con otro pretendido nom-bre que busca la reforma del Es-tado para propiciar los intereses fundamentalmente del capital transnacional, especulativo y depredador. Crear las condicio-nes favorables para desarrollar esta segunda fase neoliberal que intensifica el despojo territorial y la inversión extranjera direc-ta en la explotación de recursos naturales, agro-industriales, biodiversidad y turismo. Al priori-zar los intereses privados transnacionales sobre lo público nacional, se sigue deterioran-do las bases de los principales sectores de la economía como la industria nacional, privatizan-do y reprimarizando la econo-mía nacional y exportando al mercado internacional recursos escasos y agotados, naturales y energéticos. Además, de manera

complementaria, su estrategia también contribuye significati-vamente a recomponer la caída de las tasas de ganancias del ca-pital transnacional en el marco de la crisis sistémica que viene afrontando el capitalismo mun-dial desde hace décadas.

Estas tesis, según los apolo-gistas de este enfoque cobran especial relevancia en los paí-ses de América Latina porque según ellos adolece de institu-ciones adecuadas para el buen funcionamiento del mercado y de la economía capitalista. Por eso, recomiendan que la cla-ve consista en copiar las de los países desarrollados. En algu-nos países de la región de corte neoliberal como Colombia ya se viene haciendo algunas refor-mas institucionales como la de-nominada “nueva apertura de-mocrática”, en el mercado labo-ral los salarios se incrementan

por debajo de la productividad laboral para disminuir costos de producción, así mismo se refie-re al gasto público, enunciando que este podría ser suficiente siempre y cuando se adminis-tre bien. La ley del mercado de tierras en el marco de las políti-cas agrarias actuales propuesta por el Banco Mundial, en que el programa bandera de titula-ción busca aclarar los derechos de propiedad. Su principal meta es otorgar títulos de propiedad a familias campesinas que viene haciendo uso de la tierra y que no tienen documentación for-mal que los acredite como pro-pietarios legales.

El registro de dichos títu-los tiene como propósito fun-damental; por una parte, hacer que el Estado obtenga la mayor información para obligar tribu-tar y cargar con impuestos a es-tos pequeños campesinos, dado

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que en el país la mayoría de los pequeños propietarios carecen de títulos de propiedad, caso que no ocurre con los grandes latifundistas, que por lo general a través de muchos mecanismos evaden pagar impuestos. Y por la otra, aplicar el libre juego de la oferta y la demanda a dichas tierras, es decir, los campesinos en el corto o mediano plazo ter-minan vendiendo sus tierras y empleándose como asalariados en las empresas agroindustria-les de acuerdo con el proyecto del Banco Mundial.

Otras reformas establecidas como la ley anti trámites y las que están en espera como la re-forma a la justicia, a la educación, al sector financiero, y las que es-tán en curso como la de la salud y la de los diálogos de paz con la insurrección armada convenidos no por los muertos y otros daños humanos que ocasiona el conflic-to armado sino por las trabas al mercado y el incremento de los costos de transacción y de infor-mación que se generan. De esta manera, Colombia consagrada como país socio incondicional líder aplica rigurosamente el nuevo mandato del neo-insti-tucionalismo la nueva cara del neoliberalismo.

El fracaso del modelo desa-rrollista en la década del seten-ta, y del modelo neoliberal en la actualidad, son la muestra de esa visión determinista y orto-doxa del desarrollo, al conside-rar como positivos procesos y transacciones de mercado, sin importar si estos son improduc-tivos o destructivos. Según Ser-

gio De Zubiría (2013), esos pro-cesos desbastadores indujeron que se analizara críticamente en las ciencias sociales en Latinoa-mérica los conceptos de mito y crisis del desarrollo. El princi-pal mito suponía que sociedades que alcanzaran niveles altos de industrialización reducirían sus desigualdades, sus inequidades, sus exclusiones y mayor demo-cracia y desarrollo social, ar-gumento de Walter Rostow en las etapas del crecimiento eco-nómico. Así también, se han es-tablecido en estas otras teorías economicistas que correlacio-nan positivamente crecimiento económico y desarrollo social. Entre mayor son las tasas de crecimiento económico (PIB) mayor es el desarrollo.

Frente a esas imposiciones neo-institucionales América La-ti- na tiene que pensar históri-camente y captar las cosas en

su raíz. Pensar históricamente, no admite las vías únicas ni los caminos estrechos, sino múl-tiples senderos. Repensar vías y concepciones alternativas de desarrollo que potencialicen las características específicas de la región. Por eso la diversidad es elemento constitutivo en la construcción del desarrollo para la libertad, la emancipación y la unidad de nuestros pueblos. Porque como decía el ilustre lati-noamericano Andrés Bello, “La-tinoamérica tiene un camino que es su propio camino”.

Es un absurdo histórico se-guir implementando modelos euro céntrico y norte ameri-canizado porque hace tiem-po entraron en crisis y están decididamente dañados, como por ejemplos, el paradigma del progreso, que concebía el pro-ceso histórico como una línea en permanente ascenso, la rea-lidad niega esa aseveración. El “orgullo de la modernidad” por hacer del hombre amo y señor de la naturaleza, y su subse-cuente explotación como ma-teria prima para el crecimiento económico a cualquier costo ha producido efectos irreversibles como el deterioro del medio ambiente, la extensiva disminu-ción de recursos fundamentales para el bienestar humano, como agua fresca, bosques, recursos genéticos, vida silvestre, suelos, agotamiento de recursos ener-géticos.

Una economía que funcio-na en gran parte en burbujas especulativas, que promociona el consumismo como presun-

El neo-institucionalismo no es sino la

profundización del neoliberalismo con otro pretendido nombre que busca la

reforma del Estado para propiciar los intereses fundamentalmente del capital transnacional,

especulativo y depredador.

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ta ruta hacia la felicidad, que destruye culturas tradicionales y su consecuente pérdida de cosmovisiones, lenguaje y valo-res distintos a los de ellos. Por esas razones básicamente, no se puede aceptar imposiciones que provengan de espacios supues-tamente “superiores” porque detrás de ello se reprime la di-versidad, la diferencia, y arras-tra la trampa para encubrir la explotación, la dominación y la desigualdad.

Desde los inicios de este si-glo en América Latina y en gran parte del mundo, se constata el renacimiento del pensamiento crítico con una marcada pers-pectiva cultural, ética y política. Desde diversos enfoques se bus-ca superar el eurocentrismo y la occidentalización en el estudio de la sociedad y de su transfor-mación.

Desde su perspectiva cog-noscitiva en la que se centra sus investigaciones y debates sobre la realidad histórica social per-mite establecer las bases para un enfoque del conocimiento so-cial que no se sitúa en el ámbito de la modernidad euro céntrica, sino que busca y desarrolla una racionalidad propia y autentica que interpreta la realidad lati-noamericana.

Este tipo de racionalidad histórica que se desarrolla en oposición a la cultura domi-nante y que desemboca en una racionalidad alternativa, cuyo núcleo básico gira en torno a la identificación de la especificidad de la sociedad latinoamericana

como la articulación de elemen-tos históricos estructuralmente heterogéneos y que, por lo tan-to, no están tratados de manera sistemática ni orgánica, sino de forma sistémica y conflictiva.

Una racionalidad, según Anibal Quijano (2001), preocu-pada, más por los fines que por los medios, y más cercana a la liberación que al poder. Una racionalidad que permite la re-cuperación de la memoria his-tórica y de la identidad para abrazar la esperanza, porque en ella se recobra tradiciones que expanden la libertad, la solida-ridad y el respeto por los eco-sistemas. Muchas de nuestras culturas originarias profesaron un culto a la tierra como su ma-dre y establecieron relaciones integrales y de respeto con to-dos los componentes del mundo natural.

Es una racionalidad que re-chaza la intervención y el domi-nio de la cultura dominante, que expresa autonomía nacional, y tiene a la integración como al-ternativa para brillar con luz propia su presente y su futuro histórico. No es necesario va-lores e instituciones impuestas allende de nuestros mares para edificar el desarrollo y la sobe-ranía de nuestra América.

Referencias1. North, Douglass C. Instituciones, cambio

institucional y desempeño económico. FCE. Méjico, 1990.

2. Haggard, S. “La reforma del Estado en América Latina”. Reforma y Democracia. Buenos Aires, 1998.

3. Pedro Pablo Kuczinsky, John Williamson, (Editores). Después del Consenso de Wash-ington. Relanzando el crecimiento y las re-formas en América Latina. Lima, 2003.

4. Olson, M, Pobreza y Prosperidad, Nueva York: Libro básico, 2000.

5. De Zubiria Sergio, Universidad, Cultura y Emancipación en América Latina, Edit, Iz-quierda Viva, Bogotá, 2013.

6. Quijano Anibal, Colonialidad del poder, Globalización y Democracia. Ediciones Lima, Perú, 2001.

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E Una sensación de “Deja Vu” se tiene al observar la evolución del conflicto surgi-do entre el consorcio Grupo Unidos Por el Canal (GUPC), encabezado por la española Sacyr, en su demanda por cobrar un excedente de 1.600 millones de

dólares por encima de lo pactado bajo la amenaza, cumplida en un 70%, de paralizar las obras del tercer juego de esclusas y la ampliación de la vía. Esa voracidad de los lobos financieros internacionales, como atinadamente les llama la película de Martín Scorsese, protagonizada por Leonardo DiCaprio, es tan vieja como el “Canal Francés”, que empezó a construirse aquí en el siglo XIX.

Canal de Panamá:víctima histórica

de los “lobos de Wall Street”

Olmedo BelucheSociólogo, político.Profesor catedrático de sociología dela Universidad de Panamá.

De entonces datan las maniobras fi-nancieras por esquilmar al canal, dirigidas desde París, Nueva York o Washington; de entonces datan las actuaciones claramen-te displicentes, irresponsables, desatinadas y hasta veniales de las autoridades locales

(colombo-panameñas) que fallan en la de-fensa del interés nacional.

Una historia de estafas, robos y violen-cias sobre el istmo de Panamá podría re-montarse hasta inicios del siglo XVI, con la conquista española y la decapitación del

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propio Vasco Núñez de Balboa, “descubridor del Mar del Sur”. Para no alargarnos más de lo adecuado centrémonos en el canal, cuya construcción se pac-tó mediante el contrato Salgar Wyse con una empresa france-sa en 1878, cuyas obras inicia-ron en 1880 y se paralizaron en 1888. Generalmente se culpa de la paralización de la obra a las miles de muertes causadas por el mosquito transmisor de la fiebre amarilla y la malaria. Como ahora, también se comen-tan problemas de diseño, por-que Fernando de Lessepes se empecinó con un canal a nivel, pese a que se le había advertido que debía ser de esclusas. Pero una tercera razón, tan podero-sa como las anteriores, es que un grupo de ejecutivos de la Compañía Universal del Canal de Panamá se birlaron fondos millonarios a través de diversas maniobras financieras y empre-sas proveedoras. El hijo de Les-seps, entre otros, fue condenado por ello.

Podemos encontrar una por-menorizada descripción de las estafas que han girado en torno al Canal de Panamá, recurrien-do al genial libro del panameño Oscar Terán, publicado en 1934, titulado Del Tratado Herrán – Hay al Tratado Hay- Bunau Varilla, con un muy esclarece-dor subtítulo que reza: “Histo-ria crítica del atraco yanqui mal llama-do en Colombia “la pér-dida de Panamá” y en Panamá “nuestra independencia de Co-lombia”. Libro que ha sido man-tenido como tabú en este país

que, sin embargo, debiera ser la referencia obligada de quien quiera conocer la verdadera his-toria de Panamá y su canal.

El rejuego con las acciones de la Compañía del Ferrocarril de Panamá

El primer “atraco” contra el país, Colombia de la que forma-ba parte Panamá, se hizo en la génesis misma del contrato con la Cía. Universal del Canal. Re-cordemos que, antes del canal, desde 1855, existía un moderno ferrocarril que era el que hacía el transporte de carga y perso-nas de un mar a otro. Ese ferro-carril era administrado por una empresa de capital norteame-ricano la Panama Railroad Co. (la Compañía del Ferrocarril de Panamá, dicho en buen paname-ño). El artículo 6, del contrato con esta empresa le otorgaba el monopolio sobre la zona tran-sístmica por cualquier medio que fuera, incluyendo un canal. Una adenda o nuevo contrato con fecha de 5 de julio de 1867, en su artículo 2, acápite 2, seña-laba que, en caso de un acuer-do con alguna empresa para construir el canal, ésta última debería indemnizar a la Pana-ma Railroad Co. (PRRC) por la pérdida del referido monopolio, pagándole una suma cuyo 50% sería para el Estado colombia-no.

Con el objetivo de no pagar ni un centavo de compensación a Colombia, los altos ejecutivos yanquis de la Compañía del Fe-rrocarril, junto a los altos eje-

cutivos franceses de la Cía. Uni-versal del Canal, decidieron que, en vez de pagar la compensación establecida, la empresa francesa comprara 68.887 acciones (“por el triple de su valor” 20 millo-nes de dólares de la época) de las 70.000 que constituían el capital accionario de la empre-sa ferrocarrilera. De este modo, no se pagó nada a Colombia, la Cía. Universal pasó a ser copro-pietaria de la PRRC, pero ésta “no dejó de seguir siendo de hecho y de derecho norteameri-cana, como tampoco su equipo, su asiento o domicilio y todo su personal directivo”.

La quiebra fraudulenta de la Compañía Universal del Canal de Panamá.

El segundo “atraco” fue con-tra los miles de pequeños accio-nistas franceses que invirtieron sus pequeñas fortunas en accio-nes de la Cía. Universal. Lejos de la ilusión que les habían ven-dido, por la que sus francos se transformaban en millones gra-cias a la prosperidad comercial que pasaría por el canal, de gol-pe se enteraron que la Cía. Uni-versal se declaraba en quiebra en diciembre de 1888.

“Había gastado, y en par-te malversado, un capital de más de $254.000.000 sin que lo construido hasta entonces ofre ciese otro aspecto que el de tierras a medio removidas y es-cavadas por algún cataclismo”, nos dice Oscar Terán.

Terán especifica cómo se gastó el dinero (254 milllones):

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2.188.00 en la compra de la con-cesión al sindicato Wyse y pa-gos a Colombia; 20.046.117por las acciones del ferrocarril; 88.616.000 pagados a proveedo-res y contratistas; 3.906.000 en materiales y edificios; y 140 mi-llones malversados sin prove-cho para la Compañía Universal (Págs. 21 y 22). Algunos de esos suplidores o contratistas sobre facturaron abusivamente hasta hacer enormes fortunas.

Uno de ellos fue Philippe Bu-nau Varilla quien junto a su her-mano Maurice crearon la “Com-pañía de Culebra” especializada en dinamitar y excavar el Corte Culebra. La sobrefacturación y las triquiñuelas financieras convirtieron a Bunau Varilla de simple empleado de la Cía. Uni-versal en un potentado y uno de los accionistas principales en la Compañía Nueva del Canal (que la sustituyó), jugando un papel clave en la secesión de Panamá y la firma del Tratado el 18 de Noviembre de 1903.

La transfiguración tramposa de la Compañía Universal en la Compañía Nueva del Canal

El tercer atraco lo es con-tra Colombia, de nuevo. Como el contrato original con la Cía. Universal del Canal vencía en 1893, año en que supuestamen-te debía estar funcionando, los financistas franceses lograron del gobierno colombiano una prórroga (la primera de un año y la segunda de 10 años, que vencía en 1904) a cambio de que

se constituyera una nueva com-pañía que tendría como objeti-vo juntar capital suficiente para terminar la obra.

Asía nació la Compañía Nue-va del Canal de Panamá (Com-pagnie Nouvelle) que sustituyó a la “Universal”, en 1894. Pero la estafa contra Colombia con-sistió en que sus directivos nun-ca tuvieron por objetivo termi-nar la obra, ni lograron juntar capital suficiente, lo que violaba claramente el contrato. Su obje-

sa y que se les permitió presen-tarse como “aportadores” en la segunda para seguir lucrando); 10 millones de francos en ma-nos de un grupo de bancos en-cabezados por el Credit Lyon-nais; 10 millones en manos del Sr. Eiffel; 8 millones de los ex administradores de la prime-ra compañía; 12.6 millones en manos de Maurice y Philippe Bunau Varilla y sus socios; 3.4 millones de seis mil pequeños accionistas poseedores de entre 1 y 5 acciones (que fueron los únicos que en realidad pusieron dinero); y 5 millones en accio-nes para el estado colombiano.

Sentencia Terán: “Únicos, los pequeños suscriptores ver-tieron íntegramente el valor de las acciones que tomaron, mon-tante a algo más de tres millo-nes de francos”, todo lo demás fueron “cuentas insolutas, reci-bos y otros papeles...”. El capi-tal real que juntó la Compañía Nueva no excedió los 13 mi-llones de dólares (65 millones de francos). Con lo cual los fi-nancistas franceses violaban a sabiendas el artículo primero, acápites 1 y 2 del Contrato Pró-rroga de 1890, que los obligaba a terminar la obra y juntar capi-tal suficiente para ello.

Entre lo poco de valor que poseía la Cía Universal y que no se traspaso a la “Nouvelle”, pues fue objeto de otra tramo-ya, estaban las 68 mil acciones de la Cía del Ferrocarril de Pa-namá. Estas acciones fueron depositadas en calidad de ga-rantía en Comptoir National d’Escompte de Paris, del acuer-

Una historia de estafas, robos y violencias sobre el istmo de Panamá podría remontarse hasta inicios

del siglo XVI, con la conquista española

tivo desde el inicio fue vender al gobierno de Estados Unidos los “derechos” de construcción, lo que también violaba el contrato.

Dice Terán que la Cía. Nue-va se constituyó con 650.000 acciones de a 100 francos cada una, pero la aplastante mayoría de las acciones si giraron contra facturas de cobro y papeles es-peculativos y sin capital real, re-partidos de la siguiente forma: 40.620.700 francos en manos de los “accionistas del panóptico o carcelarios” (especuladores que tenían demanda por sobrefactu-ración contra la primera empre-

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do entre la “nueva” y la “vieja” de que sólo pasarían a la “nue-va” si se concluía el canal, de lo contrario la “nueva” pagaría a la “vieja” 4 millones de dólares (20 millones de francos) por las acciones.

“Pero había que echarle tie-rra en los ojos a la Nación co-lombiana para que no viera la verdad, o para que la disimulara bonachonamente; y así la Com-pañía Nueva del Canal de Pana-má, de ahí en adelante, se limi-tó a conservar mal que bien el material existente en el Istmo, aparejó un campamento de unos 3.500 trabajadores en el Corte Culebra y construyó el Muelle de la Boca”, dice Terán.

Cómo se fusionaron los intereses de los lobos franceses con los lobos de Wall Street.

La verdad que se escondía, para la cual realmente fue consti-tuida la “Nouvelle”, fue el contra-to con el influyente abogado neo-yorkino William N. Cromwell para que convenciera a las auto-ridades de ese país a comprar la obra y los derechos, sacándole un juguito más al negocio.

En 1893, el agente de la Cía. Universal en Estados Unidos, Sr. Boyard, sugirió al abogado Cromwell hacerse con 1.113 ac-ciones que habían quedado del lado norteamericano. Hecho lo cual, de un solo golpe, Cromwell se convirtió en accionista decisi-vo de la Compañía del Ferroca-rril, miembro de su Directorio, en su abogado y gerente, y en

socio de los especuladores fran-ceses de la Cía Nueva.

Oscar Terán considera a Wi-lliam Cromwell como el cerebro maligno detrás de todo el juego de los especuladores de la Cía. Nueva del Canal, pues un año antes de su constitución ya era parte de la trama. Trama que buscaba, estafar a Colombia y los derechos sobre sus acciones y trama que pretendía estafar a los tenedores de bonos de la Cía. Universal, quienes habían pagado 20 millones de dólares por las acciones del ferrocarril, y que ahora sólo recibirían, cuan-do más 4 ó 5 millones por ellas (incluyendo la parte de las 1.113 acciones del mismo Cromwell).

De esta forma, los intereses de los especuladores franceses agazapados a la sombra de la Compañía Nueva del Canal de Panamá, y los intereses nor-teamericanos que pelechaban al amparo de la Compañía del Fe-rrocarril, habían quedado amal-gamados; una misma suerte de ahí en adelante los conduciría o al éxito financiero o a la ruina pecuniaria”, sentencia Terán. Quedaron casados los intereses

de los Cromwell y E. A. Drake y los otros directivos de la PRRC, junto con los Bunau Varilla, los Eiffel, los Oberdoerffer y demás accionistas carcelarios, añade. Relación que se perfecciona en enero de 1896, cuando la Cía Nueva contrata formalmente a Cromwell como su abogado en Nueva York (Págs. 29-30).

No nos extendernos dema-siado en la historia que ha sido tratada en miles de páginas (y una bibliografía elemental que referimos al final) de cómo Cromwell, los lobos del Wall Street, el garrote de Roosevelt y los especuladores franceses tramaron la separación de Pa-namá, la imposición de un tra-tado a perpetuidad (Hay-Bunau Varilla) que violaba el derecho internacional, para sacar de ello su parte de los 40 millones de dólares que pagó el gobierno norteamericano a la Cía. Nueva, además de los 4 millones por las acciones del ferrocarril.

Las confesiones del lobo

Para finalizar basta con citar en extenso al propio William

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N. Cromwell quien describió en detalle sus funciones y ex-plica cómo trabajan los “lobos de Wall Street”, o, mejor dicho, como funciona el sistema ca-pitalista internacional incluso hoy (a confesión de parte, relevo de pruebas):

“Bien está, dice, explicar aquí también que en más de treinta años de activa y dilatada carrera profesional, la firma “Sullivan y Cromwell” se había creado ínti-mas relaciones, susceptibles de ser aprovechadas ventajosamen-te, con hombres colocados en posiciones de poder e influencia en todos los círculos y en todas partes de Estados Unidos; (...) que habían llegado a conocer y a poder sobornar por la influencia de un número considerable de hombres públicos figurantes en la política, en los círculos finan-cieros y en la prensa.

Y todos estos prestigios y relaciones fueron de utilidad grande y a veces decisiva y un e-norme auxiliar en el descar-go de sus deberes profesionales para con el asunto de Panamá... Ni sería posible ni quizás conve-niente detallar y enumerar los modos y maneras innumerables con que fueron aprovechados en dicho asunto nuestra posición influyente y nuestro poder... No quiere esto decir que la remu-neración por nuestros servicios deba basarse en esta considera-ción únicamente, pero fue ella en parte la que añadió peso y potencia a nuestras actividades profesionales, la que contribuyó substancialmente al resultado obtenido y la que nos permitió,

durante los críticos trances que atravesó este gran negociado, apartar lo que en varias ocasio-nes pareció el golpe de gracia de la empresa de Panamá, y cam-biar en victorias decisivas los casos más desesperados” (citado por Terán Págs. 31 y 32).

Cromwell llegaría a ser cón-sul general en Nueva York de la recién creada República de Panamá, bajo el protectorado de Estados Unidos, en 1903, nombrado por un gobierno con-formado sustancialmente por quienes habían sido sus emplea-dos en el Istmo en la Compañía del Ferrocarril, que además le nombraron agente fiscal para que administrara la inversiones inmobiliarias en Norteamérica de 6 de los 10 millones que le correspondían a Panamá según el Tratado Hay-Bunau Varilla. Millones que reclamaban suce-sivos gobiernos panameños 50 años después.

Cuidado con los lobos del siglo XXI

Los lobos no se han extin-guido, al menos éstos a los que nos referimos. En el cuento de la sobrefacturación del Grupo Unidos Por el Canal (GUPC) los lobos proceden de Madrid y Roma principalmente, pero encuentran sus cómplices en el Istmo igual que sucediera en las coyunturas referidas. De-bemos estar vigilantes porque, cualquiera que sea el desenla-ce, sea que continúe GUPC o la obra sea asumida por la Auto-ridad del Canal de Panamá, ya hay pérdidas financieras para el país, que se pagarán con una re-ducción a futuro de los ingresos del canal al fisco nacional.

Por esa razón es necesario exigir tanto una comisión in-vestigadora independiente que determine lo que en realidad su-cedió, y si hay responsabilidades legales de algunos, así como un control genuinamente nacional y popular sobre las actuaciones de la Junta Directiva de la ACP.

Referencias1. Beluche, Olmedo. La verdadera historia de

la separación de 1903. Segunda Edición. Imprenta ARTICSA. Panamá, 2004.

2. Díaz Espino, Ovidio. How Wall Street crea-ted a nation. J.P. Morgan, Teddy Roosevelt, and the Panama Canal. Four Walls Eight Windows. New York, 2001.

3. Lemaitre, Eduardo. Panamá y su separa-ción de Colombia. Biblioteca Banco Popu-lar. Bogotá, 1971.

4. Terán, Oscar. Del Tratado Herrán-Hay al Tratado Hay-Bunau Varilla. Historia crí-tica del atraco yanqui, mal llamado en Co-lombia la pérdida de Panamá y en Panamá nuestra independencia de Colombia. Valen-cia Editores. Bogotá, 1976.

Es necesario exigir tanto una comisión

investigadora independiente que

determine lo que en realidad sucedió, y si hay responsabilidades legales de algunos, así como un control genuinamente

nacional y popular sobre las actuaciones de la

Junta Directiva de la ACP.

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Podríamos hablar de la “disimultaneidad de lo simultáneo” (Ernst Bloch) para com-prender y explicar nuestras deficiencias… ¿O de “retroprogresismo” (Gutiérrez Gi-rardot), como resultado final de esta historia que no parece haberse resuelto nunca en la formulación y la concreción de un auténtico, orgánico, proyecto nacional, con base en el cual se hubiesen desarrollado genuinos procesos democráticos, la participación, la ampliación de los derechos, la mayoría de edad efectiva como responsabilidad del constituyente primario en el ejercicio pleno de la ciudadanía?1

La relevancia política que puede tener el estudio del Estado Nacional y la Sociedad Civil en Colombia durante los años 30, más allá de un mero interés histórico, radica en el proyecto de Modernidad que surge y se trunca en este período. Proceso que

consistió no sólo en el desarrollo capitalista que se presenta de manera más nítida, sino también en la transformación de la Sociedad Señorial, y sus relaciones representativas.

1 Jaramillo Vélez, R. (1994). Colom bia: La Modernidad Postergada, Bogotá: Editorial Temis S.A.

Estado Nacional y Sociedad civilen Colombia durante la

República Liberal del 30 al 46

Luisa Fernanda Montes OcampoAbogada y doctora en conflicto político y procesosde pacificación de la Universidad Complutensede Madrid.

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El problema estriba en que este proceso truncado, en pa-labras de Rubén Jaramillo, se nombra como la Modernidad Postergada2, ha tenido una inci-dencia decisiva en la conforma-ción del Estado en Colombia, en cómo se dirigen los proce-sos de acumulación y violencia por parte de las élites ligadas al gran latifundio y la econo-mía agro-exportadora, en cómo ese predominio de los poderes locales obstruye el desarrollo de un proyecto nacional “con capacidad para promover la configuración de una comuni-dad política, la cual requiere una subordinación relativa de los intereses y decisiones pri-vadas a los intereses y decisio-nes públicas”3. Así, los grados de modernización que aparecen en la sociedad colombiana, pero claramente desarticulados de un proyecto de Modernidad4, evidencian la profunda crisis en que ésta se encuentra, re-presentada no solamente en la manifiesta desarticulación so-cial que arroja elevados índices de violencia sino también en los procesos de cambio económico estructural que, agenciados por el poder hegemónico, han con-sistido en la disputa territorial en la que predomina el despojo y eliminación de la población,

2 Ibidem. 3 Corredor Martínez, C. (2001). La

Modernización Inconclusa. En G. Misas Arango, Desarrollo Económico y Social en Colombia. Siglo XX (15-37), Bogotá: Editorial UNIBIBLOS.

4 Ibidem,

que se concibe como obstáculo, para el avance de esa economía afianzada en los intereses agro-exportadores y extractivos.5

5 “la clausura y reclusión de las co-lonias respecto del mundo exte-rior, en cuanto las relaciones no se limitasen a España o a las mismas colonias entre sí”; en las trabas al comercio, en el aislamiento, en el monopolio en todos los campos de la actividad económica, en el co-mercio exterior y en la industria, la agricultura y las actividades ex-tractivas, en el “abandono total de las más seguras fuentes de riqueza en beneficio de la minería” que per-petuaba y acrecentaba el sistema esclavista, y con ello detenía el en-sanche de la agricultura y la indus-tria “y limitando la riqueza a los metales preciosos suprimía en mu-chas partes la necesidad de buenas vías de comunicación, concentraba las fortunas en pocas manos y faci-litaba su salida de las colonias, sin retorno de valores equivalentes y fecundantes”. Jaramillo Vélez, R. (1994). Colombia: La Modernidad Postergada, Bogotá: Editorial Te-mis S.A.

Este pasaje, tomado del libro de Rubén Jaramillo anteriormente ci-tado, nos ilustra acerca de esa he-rencia ideológica colonial, que aún pervive en las concepciones de la elite Colombiana dominante, y que fundamenta su ejercicio de poder en la conservación de los intereses locales, en los que no se concibe la necesidad de un proyecto económi-co integrador, base y fundamento de los procesos nacionales. Esta concepción perdura hasta nues-tros días, y se puede observar en la forma como opera el proyecto paramilitar articulado a la lógica de las necesidades de los mercados metropolitanos en la que se privile-gia la economía extractiva, y a tra-vés de la violencia se reconfigura el mapa territorial.

Este último aspecto posee una singular importancia no sólo para entender “…el hecho de la violencia como estructura de permanencia consustancial en el modelo de estructuración político-jurídica”6, sino para com prender cómo desde esa vinculación temprana a los inte-reses metropolitanos desde los ámbitos patrimoniales locales, no se posibilitó el desenvolvi-miento de un proceso nacional integrador, al obstruirse la vía del desarrollo de un mercado interior, y al predominar las concepciones y valores señoria-les propios del modelo hacenda-tario.

La identificación de lo mo-derno como opuesto al orden tradicional de las sociedades precapitalistas se establece pre -ci sa mente a partir de estos pro-cesos mismos de transformación de la Sociedad Moderna, con-sistentes en el desgarramiento de las relaciones agrarias, la conformación de un poder cen-tral racional y la emergencia del ciudadano en su dimensión ética. Es en este sentido que trazamos la equivalencia con la Sociedad Civil en sus térmi-nos clásicos, es decir, de acuer-do con la designación Hegelia-na que implica “una formación social específica desde el punto de vista histórico. Aunque esta

6 Palacios Romeo, F.J. (2000) Vio len-cia, Derechos Humanos y Demo-cracia en Colombia: La precaria o imposible justificación del estado constitucional, El Vuelo de Ícaro, 2-3, 2001-2002, 249-313.

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“sociedad civil” no se refería en exclusiva a instituciones pura-mente económicas (por ejemplo se complementaba con la adap-tación moderna que Hegel hace de los principios colectivos me-dievales), la “economía moder-na” era su condición esencial”7.

Nos parece, por tanto, errado utilizar el término de Sociedad Civil, como alusión al espacio social en el que se desenvuelve las libertades plurales de los diversos “actores sociales”, y su lucha por el reconocimiento en estos espacios y en las ins-tancias institucionales. La utili-zación de este concepto por al-gunos de los actuales discursos posmodernos que niegan inclu-so la existencia de clases socia-les en su interior, “bloquea el sentido distintivo de “sociedad civil” como una forma social específica del capitalismo”8, que en este caso es lo que nos inte-resa resaltar.

De esto se deriva que el aná-lisis consista en las implicacio-nes que trajo consigo la acumu-lación originaria de capital que no se efectuó de modo radical, en cuanto que trajo consigo más bien la sujeción de los produc-tores directos a formas patri-moniales adaptadas a las nece-sidades de la economía de ex-portación, y la conformación de clases sociales, ya que el grado de profundidad con que se haya desarrollado esta acumulación

7 Meiksins Wood, E. (2000). Demo-cracia contra Capitalismo. México: Siglo Veintiuno editores.

8 Ibidem.

originaria marca el grado de expansión del mercado interior y nos indica la relación social a partir de la cual estas clases sociales se establecen. En rela-ción con estos presupuestos, se pretende identificar el conflic-to político que aparece entre esas fuerzas sociales que a ni-vel histórico han representado la necesidad del cambio social, y los sectores que representan los intereses edificados en el or-den señorial neo-colonial, que obstaculizan el desarrollo hacia una Sociedad Moderna, es decir, hacia la Sociedad Civil.

rona española por la elite criolla no significó rupturas estructu-rales con la sociedad colonial de entonces.

La Ilustración, más que construcciones nominales de principios constitucionales for-males, representa el arribo no solo del individuo desgarrado que abandona sus sujeciones pa-trimoniales tradicionales, sino también la emergencia del ciu-dadano, como producto de ese nuevo orden social que contiene otros fundamentos y valores.

El énfasis puesto en la razón ilustrada no significa en modo alguno la apelación a un mode-lo de desarrollo importado; por el contrario lo que se señala en ello es la necesidad de un pro-ceso propio de transformación social impostergable, que impli-ca precisamente romper con ese modelo simulativo de democra-cia aparente, que se superpuso sobre los viejos moldes de la sociedad colonial en todas sus expresiones.

La importancia del análisis de lo que se denominó “el pe-ríodo de la República Liberal”, a la luz de los fundamentos del pensamiento iluminista y de sus desarrollos no solo políti-cos sino sociales, no implica en proyección histórica, descono-cer la actual lógica del capital transnacional, ni quedarnos en un discurso pretérito de los clá-sicos del siglo XVIII.

Esta expresión de la eco-nomía capitalista de nuestros días no puede hacernos olvidar que en la sociedad colombia-

“…el hecho de la violencia como estructura

de permanencia consustancial en el

modelo de estructuración político-jurídica”

El despliegue de la libertad y el poder como temas esenciales del mundo moderno, y su rea-lización efectiva en una reali-dad social concreta, nos lleva a plantearnos que el problema de la democracia política no puede ser entendido a la luz de lo que fue la asimilación de los discur-sos ilustrados por parte de las elites dominantes que llevaron a término el proceso indepen-dentista.

La etapa neo-conservadora que precedió el relevo de la co-

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na aún subsisten estructuras neo-coloniales, como lo son el gran latifundio, la sujeción ab-soluta a las necesidades de los mercados metropolitanos, a tra-vés de la vocación exportadora de materias primas, y el fuerte poder de los gamonales locales que sirven precisamente al des-pojo transnacional, a través de la guerra como práctica históri-ca predominante para afianzar intereses económico-políticos. Vemos cómo, es precisamente hoy cuando la conjugación or-den señorial–nuevo orden mun-dial se presenta de manera más articulada para ahondar en los procesos regresivos de fragmen-tación social, violencia y obs-trucción económica nacional.

La planeación estratégica de la violencia de Estado9, que

9 “1993-2005 Durante este perío-do fueron asesinadas y/o desapa-recieron en el país 3,9 millones de personas; 6,3 veces más de lo que las cifras oficiales registran de homicidios. Para el año 2005, las proyecciones demográficas (DNP y DANE) estimaban el número de habitantes de Colombia en 46 millones de habitantes; el último Censo Nacional de Población con-ta bilizó tan sólo 42,1 millones de personas… a este fenómeno se une el despojo y destierro de cerca de 3,8 millones de personas. Las principales victimas son pobla-ción pobre y rural. En 1985 la población rural representaba el 35% del total nacional, en 1993 el 31,3% y en 2005 tan sólo 25%. La concentración de la tierra va de la mano de este violento proceso: en 1984 las fincas con más de 500 ha. Correspondían al 0.5% de los propietarios y controlaban el 32.7% de la superficie agraria productiva;

consolida el proyecto económi-co terrateniente, financiero y multinacional actual, opera bajo los mismos criterios que los po-deres hegemónicos de los años 30, si bien el predominio del capital financiero internacional, le imprime otras características operativas, lo que nos interesa resaltar es la tendencia creciente a la concentración de la tierra a través del despojo y la reconfi-guración territorial, la ausencia de un claro proceso industrial, y la endémica violencia contra la población rural, que sigue sien-do aniquilada o desterrada, sin un panorama urbano productivo que acoja a esta mano de obra li-berada, y mucho menos un pro-yecto de ciudad vinculante.

ahora, las fincas con más de 500 ha. Corresponden al 0.4% de los propietarios y controlan el 61.2% de la superficie”. Sarmiento Anzola, L., Caicedo, D. (2007). Guerra, estrategia de acumulación capitalista en Colombia, Revista CEPA, 4, 17-30.

Por ello, pese a que parezca anacrónico que en tiempos de globalización se reclame la ur-gencia de lo Nacional, la necesi-dad de lo propio en sus perspec-tivas de desarrollo se constituye en una de las temáticas funda-mentales para abordar no sólo el fenómeno de la violencia, sino también las encrucijadas que se presentan en torno a “las múl-tiples carencias que padecen importantes sectores de la so-ciedad colombiana no sólo con relación a unas mínimas con-diciones materiales de sobrevi-vencia, sino también en cuanto a integración social y política” que “han hecho que la proble-mática del desarrollo mantenga su vigencia”10

10 Corredor Martínez, C. (2001). La Modernización Inconclusa. En G. Misas Arango, Desarrollo Económico y Social en Colombia. Siglo XX (15-37), Bogotá: Editorial UNIBIBLOS

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La siguiente es la entrevista efectuada por la cientista social Johana Tinjacá a Andrés Gil, dirigente campesino del Magdalena medio, defensor de las Zonas de reserva campesinas, de derechos humanos y de la reforma agraria: es una entre-

vista antes del encuentro último de reservas campesinas efectuado en meses anteriores en el Catatumbo.

Entrevista a Andrés Gil

Johana TinjacáCientista social

Páginas de Nuestra América (PNA) Cuéntanos quién es Andrés Gil:

Andrés Gil. Yo soy dirigente campe-sino de la asociación campesina del Valle del Rio Cimitarra (ACVC), desde su fun-dación en 1996, tengo 38 años, llevo desde los 20 años en todo lo que tiene que ver con las luchas campesinas y en especial con la construcción de la ACVC. Toda mi expe-riencia y formación ha estado al lado de las luchas campesinas y por la tierra, he parti-

cipado en varias movilizaciones regionales y nacionales en donde el campesinado ha reivindicado sus derechos. He sido edifi-cador de la Asociación Nacional de Zonas de Reservas Campesinas (ANZORC), soy vocero nacional de Marcha Patriótica, y actualmente impulso la Mesa de Interlocu-ción Agraria (MIA).

PNA. ¿Cómo llegas al proceso de las luchas campesinas?

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A.G. Por mi familia, mi papá fue dirigente y presidente de la Unión Patriótica en Barranca-bermeja y fue asesinado en 1991 en esa misma ciudad por ser di-rigente y líder de izquierda, mi familia está completamente liga-da al campo colombiano y en es-pecial con el Magdalena medio y el valle del rio Cimitarra, ten-go familiares que fueron de los primeros colonos que poblaron esta zona, mi abuelo paterno fue sindicalista de los hilares de San José del Suaita (San-tander), una de las primeras fábricas del algodón del país. Es decir hay en la familia una historia que por la ex-periencia y la vivencia me ha conquistado el corazón. Además del compromiso po-lítico con la región del río cimitarra, porque las pro-blemáticas de la región ha-cen que nos organicemos y movilicemos por la reivindi-cación de nuestros derechos, en especial el que tiene que ver con el acceso a la tierra.

Cuándo iba camino a la uni-versidad, hice contacto con los campesinos que estaban orga-nizando una movilización en 1996, en defensa del Valle de río Cimitarra. De ahí en adelante he estado al frente de todos es-tos procesos y en especial con la ACVC.

PNA. ¿Cuéntanos cuál es la historia de la ACVC?

A.G. La ACVC nace en un momento del movimiento cam-pesino del magdalena medio, que primero recoge parte de la experiencia de las luchas de ese

campesinado que llegó despla-zado de Puerto Boyacá, Puerto Berrío, entre finales de la década del 70 y principios de la década del 80 de toda esa violencia, pero en especial de la primera expe-riencia piloto paramilitar que se dio en el país. Paramilitar como conocemos el concepto hoy en día, es decir, fuerzas financiadas por latifundistas y apoyadas por el ejército.

Hago esta aclaración porque también han existido los pájaros que funcionaban, a mi modo de ver, como una especie de hordas, pero también cumplían una la-bor de intimidar a la población para defender los intereses de los terratenientes, lo que se con-sidera como una primera expe-riencia paramilitar.

Los campesinos desplazados de allí, vinieron a colonizar selva virgen en el valle del río Cimita-rra, la cooperativa, una forma de resistencia y supervivencia fue la de la organización, justamen-te para repartir la tierra, esta-blecer límites a la caza, la pesca, para poder organizar el tema de

las vías de acceso, escuelas, así mismo para la comercialización más justa para los campesinos se crearon cooperativas. Un poder organizativo auto gestionado, que fundamentalmente buscaba establecerse dignamente en me-dio de la zona boscosa de difícil acceso, y resguardarse de la per-secución paramilitar, que siem-pre ha sido muy feroz, teniendo límites con Puerto Berrío, Yon-

dó Antioquia y Remedios, esta es una parte de la géne-sis de la ACVC. La otra parte tiene que ver con la zona del Magdalena medio en donde hubo, en épocas del auge de la Unión Patriótica (UP), una organización campesina que se llamó “organización campesina del Magdalena medio”, a la cual le asesina-ron a todos sus dirigentes, entre los cuales se encon-traba Nicanor Forero. Sin embargo, allí también quedó

una experiencia de movilizacio-nes organizadas hacia Cartage-na, hacia Medellín, a Barranca. Estas dos experiencias fueron las que marcaron el acumulado, a la hora de la conformación de la ACVC.

Particularmente el contexto del surgimiento de la asociación, se enmarcó en una serie de jor-nadas de protestas en el país en 1996, donde salieron los campe-sinos cocaleros del sur del país, los cafeteros, el sur del bolívar y el Cimitarra salieron a protes-tar, a manifestarse. Los cual es importante, primero por la in-cidencia y organización de los campesinos y segundo porque

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desde 1989 el país no presencia-ba una movilización y en especial de esa magnitud, pero además la organización campesina estaba completamente invisibilizada. Por la necesidad que sentían los campesinos de pronunciarse en contra de las llamadas “CON-VIVIR”, de reclamar por planes de desarrollo para las zonas que el Estado había abandonado, de recibir garantías para una vida digna, los campesinos decidie-ron movilizarse y organizarse en 1996. De todo este proceso se logra pactar acuerdos con el go-bierno Samper. Después de todo esto entramos (en el valle del río Cimitarra) en una junta comuni-taria de 68 juntas comunales, en donde se define crear a Asocia-ción del Valle de Rio Cimitarra, así surge la asociación.

PNA. Con toda la contextua-lización que nos ofreces, acerca de la asociación, ¿podríamos considerar a la ACVC como una organización fundamental para el desarrollo del país desde una perspectiva política e histórica?

A.G. Yo creo que el país hoy, se está dando cuenta de la im-portancia del campesinado co-lombiano, pues ha sido todo un proceso de organización y poli-tización, que ha transversaliza-do la historia del país, en la cual los campesinos son protagonis-tas. En esa lógica la ACVC ha sido una de las tantas organiza-ciones que hoy con ese acumu-lado está llamando la atención al país, evidenciando un campe-sinado que no solo está preocu-pado por el desmantelamiento de la economía campesina, que

no solo está preocupado por el acceso a la tierra de manera individual, sino que por el con-trario está enseñando al país a construir propuestas de mane-ra comunitaria, rompiendo con la lógica individualista que rige hoy en el mundo capitalista. Se establecen otras formas de ha-cer política, basada en el trabajo constante y colectivo, en donde la comunidad en su conjunto tiene que ver con las nociones y perspectivas de su territorio, de transformación, de construcción de lo público. En últimas lo que quiero señalar con esto, es que están surgiendo nuevos para-digmas de qu es el hacer política y el ser político. Por eso mismo puedo afirmar que sí, EL MOVI-MIENTO CAMPESINO JUEGA UN PAPEL IMPORTANTE HOY EN LA TRANSFORMACIÓN SOCIAL Y POLÍTICA DEL PAÍS, se revela como un sujeto impor-tante y fundamental para las transformaciones necesarias en la sociedad y en pro del proceso de paz.

PNA. Entendiendo que es el campesinado, quien ha impulsa-

do el desarrollo del país y que irónicamente es a quienes se les ha negado constantemente el acceso a la tierra. ¿Qué son y por qué son importantes las Zo-nas de Reserva Campesina?

A.G. Eso es importante por-que yo considero que las zonas de reserva campesina, recogen varios elementos, primero la experiencia de la propuesta mis-ma, que incluye experiencias del movimiento campesino y la gran confluencia de académicos comprometidos con el campesi-nado y con la construcción de la propuesta, que buscaba la inter-sección entre dichas experien-cias, lo que pasaba en el mundo y la capacidad intelectual, para convertir todo esto en una pro-puesta política, así mismo darle una salida formal a los colonos.

Podría decirse que las Zonas de reserva son el acumulado de resistencia del campesinado ante la violencia, ante el des-pojo de tierras, ante la presión latifundista, de manera organi-zada. Con una visión colectiva del territorio, con perspectiva al desarrollo territorial, lo cual se vuelve fundamental a la hora de sintetizar la propuesta como legislación política.

PNA. ¿Cómo ha asumido el Estado la propuesta de las Zonas de reserva campesina?

A.G. Considero, que el Esta-do inicialmente lo primero que pensó fue en cómo para la ex-pansión de la frontera agrícola, es un problema que se necesita resolver, es un problema central en todo este asunto. Segundo creo que el Estado vio la pro-

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puesta de las zonas de reserva, como una oportunidad para ha-cer un ejercicio de gobernabi-lidad en zonas que había aban-donado y en las cuales no hacía presencia.

Esta es la visión desde el Es-tado un poco social demócrata o por lo menos esa fue la imagen que quiso mostrar el gobierno de Samper, que fue con el que se hace todo este proceso de las reservas como vía jurídica. Sin embargo es necesario ano-tar que el tema que tiene que ver con el agro y los territorios, siempre ha sido un asunto que divide a la clase dirigente, pues hay varias posturas, por eso a pesar de que la propuesta tuvo inicialmente el apoyo de un sector, otro más conservador y derecha, por ejemplo el que re-presenta Uribe, Santos y algún sector de los militares, que es el sector latifundista más acérrimo, se negó rotundamente, porque afirmaban que podría darse un nuevo panorama similar a lo que se conoció como las “repúblicas independientes” y servirían de resguardo para la insurgencia.

Evidentemente esto no es más que la estigmatización y las excusas que tuvieron, porque realmente lo que ellos ven es el peligro de la organización cam-pesina, el peligro de que la eco-nomía campesina se fortalezca y establezca una fuerza tal que el latifundio se vuelva inoperante, como realmente está compro-bado en el mundo, así sea una sociedad capitalista, pues hoy la crisis en el mundo ha dado cuenta que para superar el ham-

bre hay que encaminarnos a la soberanía a l i m e n t a r i a y el empode-ramiento de los territo-rios. Entonces como se puede ver la opinión de la clase go-bernante esta-ba y sigue aún dividida en el tema que recoge la propuesta de las zonas de re-serva.

P.N.A. ¿Qué contexto en-marca la reunión y surgimien-to de la Asociación Nacional de Zonas de Reservas campesinas (ANZORC)?

A.G. bueno, en términos le-gales las Zonas de reserva tie-nen dos momentos, uno el mar-co del establecimiento de la ley 160 en el gobierno Samper y el otro, el impulso que le da el Ban-co Mundial. Dos hechos que se dan a finales de años 90, y que establecieron las cinco primeras ZRC del país, ubicadas funda-mentalmente al sur. Estas zonas dieron ejemplo en la capacidad de organización, de difusión, de construcción e impulso de po-líticas de desarrollo rural, de-mostraron la optimización de recursos y por consecuencia ga-nancias. Podríamos afirmar que es un modelo de gobierno co-munitario, lo que deja como ex-periencias estas primeras zonas.

Pero, el gobierno abandona el proceso, al ver el impulso y los excelentes resultados que deja-ban las experiencias, además se

empezó a agudizar el modelo neoliberal de explotación de la tierra y se priorizó el latifundio, por lo que las zonas de reserva se convertían en un obstáculo para los negocios que se empe-zaban a desarrollar por lo lar-go y ancho del país. Seguido a esto viene un periodo de desfi-nanciación y olvido del proyec-to, sin embargo entra al debate una sexta reserva que es la del Magdalena Medio en el valle del río Cimitarra, que entre muchas otras razones, se originó como mecanismo para resguardar al campesinado del flagelo del pa-ramilitarismo y desplazamiento en la zona.

Irónicamente esta zona fue reconocida por el gobierno Uri-be, sin embargo cuando se die-ron cuenta que garantizar en esta zona del país un reserva, senadores vinculados al parami-litarismo se opusieron y crean una figura extraña congelando los mecanismos jurídicos de la ZRC del Valle del río Cimitarra y así comienza de nuevo el deba-te que abandera la ACVC, de la necesidad de retomar la reivin-dicación de las zonas de reserva campesina y la reforma agraria.

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En este marco se hace un en-cuentro de Asociación Nacional de Zonas de Reserva Campesina (ANZORC) al cual llegaron más de 400 campesinos represen-tantes de diferentes organiza-ciones, lo que de nuevo llamó la atención del gobierno que pidió asistir. Sin embargo el impulso de ampliar las zonas de reserva ha generado mucha resistencia, porque de nuevo empiezan las estigmatizaciones y hacer sojuz-gamientos de que son resguar-dos para los “guerrilleros”.

P.N.A. Andrés, ahí precisa-mente hay un tema grueso, y es que tú afirmas que todo este impulso de las zonas de reser-va es un resurgimiento del mo-vimiento campesino, pero un gran movimiento campesino re-conocido en Colombia fue todo lo que tienen que ver con el pro-ceso organizativo de la ANUC que tuvo todo su desarrollo e incidencia en la frontera agrí-cola y demás movilizaciones, luego viene esa escisión ANUC línea Armenia y línea Sincelejo. Hoy cuál sería la innovación de ese campesinado organizado y de esas luchas de la ANUC de los principios de los 80.

A.G. En primer lugar el go-bierno apoyó mucho este proce-so de la ANUC, lo que consideró que fue una desventaja, porque el gobierno veló por mantener garantías para ellos mismos. Cuando la ANUC y sus zonas independientes dependieron mucho de los que estado dijera, tal es así que cuando se convir-tieron en peligrosas para el esta-blecimiento, se resquebrajaron

y gran parte del proceso se di-solvió. Además en ese momen-to existía la figura de los lotes baldíos y la configuración por la lucha por la tierra es totalmente diferente a la de hoy en día, su-mado a esto nuestro movimien-to campesino no depende de los GRANDES CUADROS, más bien hemos apelado al cambio generacional y a la formación política constante de todos los miembros de la comunidad.

P.N.A. Andrés, para finali-zar nos gustaría como reflexio-nan ustedes un asunto que hoy es clave, porque el gobierno lo puede aprovechar en contra, y es la profunda necesidad de for-talecer el dialogo con los indí-genas y que ellos no vean a los campesinos y las zonas de reser-va como sus enemigos, porque entre otras cosas, las zonas de reserva tienen un cimiento jurí-dico muy parecido a los cabildos. ¿Qué se debería plantear hoy a los indígenas para que compren-dan que no hay una ruptura o una mirada contra sus territo-rios ancestrales, sino que por el contrario es un fortalecimiento y solidaridad para con los pro-cesos organizativos y empode-ramiento territorial?

A.G. Yo pienso que hay dos cosas, una en especial que hay que resaltar y, es que hay una gran cantidad de territorios ocupados por los campesinos, en donde se convive con indígenas, incluso en el Chocó hay expe-riencia de convivencia afro, indí-gena y campesino que son muy positivas, pues han avanzado en el trabajo conjunto, colectivo y

solidario, es más podría afirmar-se que en algunas zonas traba-jan como una sola comunidad. Lo que evidentemente es muy positivo.

Nosotros nos hemos enfo-cado un poco más en las zonas donde existe una gran polariza-ción, parece que nos toca obser-var más las experiencias de de-sarrollo fraterno y así plantear una ruta que nos permita un dialogo respetuoso, pero sobre-todo entendiendo que existen diferencias políticas y de acu-mulados sociales de trabajo co-munitario, inclusive de hechos o antecedentes polarizantes que han existido entre el movimien-to campesino y el movimiento indígena. Es necesario entrar en un dialogo para que primero la tensión sea anulada, segundo para hayan propósitos comu-nes y tercero para que la con-vivencia y el proyecto de cada sector no sea convierta en una contradicción para ninguno. La figura inter-étnica es un primer paso para el establecimiento de un dialogo continuo que tiene como uno de sus principios ac-ciones unitarias y conjuntas que beneficien el proyecto del movi-miento agrario, que en últimas es el que recoge a todos los sec-tores. Hay que necesariamente avanzar en eso, por eso desde la cumbre agraria hemos fortaleci-do pasos y esfuerzos conjuntos. El movimiento agrario debe empezar hablar un solo idioma y fortalecerse cada día más y el primer paso es aunar los esfuer-zos que durante mucho tiempo han estado dispersos.

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La obra de José Martí ante las apetencias expansionistas del entonces naciente impe-rialismo norteamericano es vastísima y ocupa múltiples aristas. Mucho se ha habla-do de tres de los momentos cumbres, pudiéramos decir, de esta oposición martiana

a la rapacidad del Norte: a saber: la Conferencia Internacional Americana, más conocida como el Congreso de Washington, celebrada entre diciembre de 1889 y enero de 1890; y la Conferencia Monetaria Internacional, que tuvo lugar en 1891. El tercer momento a que hacemos referencia es la carta que dirigió el Apóstol a su amigo mexicano Manuel Mercado, considerada su Testamento Político, el 18 de mayo de 1895, un día antes de su caída en combate en los campos de Dos Ríos.

José Martíante la expansión norteamericana

CONFERENCIAImpartida en la Asociación Cubana de las Naciones Unidas, La Haba-na, 2003. Aparece publicado en la compilación de ensayos Corrientes paralelas, Ediciones Luminaria, Sancti Spíritus, 2008, pp. 67-88.

Sin embargo, cuando nos adentramos en el universo martiano, nos llama pode-rosamente la atención ver cómo desde los más diversos frentes y utilizando tanto los medios directos, como el periodismo en la

época de las Conferencias señaladas, has-ta los más sutiles, como La Edad de Oro, Martí desarrolla una intensa y extensa campaña antiimperialista –no antinor-teamericana– y en la que podemos definir

Carlos Rodríguez AlmaguerLicenciado en estudios socioculturales

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al menos tres vertientes princi-pales:1. El afán porque en los países

de lo que él llamó Nuestra América se conocieran, jun-to a las virtudes que debía-mos aprovechar de los Es-tados Unidos, los horrores morales y las ambiciones voraces que persistían en aquella sociedad y de los que debíamos cuidarnos; las os-curidades que reinaban de-trás de las lujosas vitrinas donde, ya entonces, se nos pretendía vender un modelo de vida.

2. La necesidad de que en los Estados Unidos se cono-cieran, no sólo las rique-zas naturales, sino –y sobre todo– la historia heroica, las virtudes, los sentimientos, la capacidad de los que habita-mos al sur del Río Grande. Veía Martí en esto un factor de primer orden para frenar las ansias expansionistas ga-nando el respeto del vecino ambicioso al que el descono-cimiento de nuestras reali-dades, dolores y esperanzas lo llevaba a experimentar menosprecio en lugar de la admiración, y lo hacía creer-nos presa fácil.

3. El esfuerzo titánico, conti-nuo y constante por elevar el nivel cultural de los habi-tantes de nuestros pueblos, a través de una instrucción adecuada a las características de estos países y tomando lo mejor de la cultura univer-sal. La preocupación porque

el hijo de Hispanoamérica se sintiera orgulloso de su ori-gen y no se subestimara con relación al anglosajón ni al europeo; y la utilidad de dar a conocer unas a otras las naciones de Nuestra Améri-ca, porque los que van a pe-lear juntos deben darse pri-sa en conocerse, y sólo este conocimiento haría posible la unidad Latinoamericana, baluarte mayor contra el ex-pansionismo imperialista.

Resultan significativas sus tempranas premoniciones res-pecto al destino de aquella gran nación. Así, en el Cuaderno de Apuntes número 1, escrito du-rante su primer destierro y cuando apenas tenía 18 años, encontramos este profundo examen sobre las diferencias culturales entre la América His-pana y la América Anglosajona:

“Los norteamericanos pospo-nen a la utilidad el sentimiento. –Nosotros posponemos al sen-timiento la utilidad.Y si hay esta diferencia de orga-nización, de vida, de ser, si ellos vendían mientras nosotros llo-rábamos, si nosotros reempla-zamos su cabeza fría y calcula-dora por nuestra cabeza imagi-nativa, y su corazón de algodón y de buques por un corazón tan especial, tan sensible, tan nuevo que sólo puede llamarse cora-zón cubano, ¿cómo queréis que nosotros nos legislemos por las mismas leyes con que ellos se legislan?Imitemos. ¡No! –Copiemos. ¡No!– Es bueno, nos dicen. Es americano, decimos. –Creemos porque tenemos necesidad de

creer. Nuestra vida no se ase-meja a la suya, ni debiera en muchos puntos asemejarse. La sensibilidad entre nosotros es muy vehemente. La inteligen-cia es menos positiva, las cos-tumbres son más puras, ¿cómo con leyes iguales vamos a regir dos pueblos diferentes?Las leyes americanas han dado al Norte alto grado de prospe-ridad, y lo han elevado también al más alto grado de corrup-ción. Lo han metalificado para hacerlo próspero. ¡Maldita sea la prosperidad a tanta costa!1

De lo hondo de la historia universal saca Martí sus ense-ñanzas, y como sabe que hay leyes que se cumplen de forma inexorable siempre que las con-diciones sean semejantes, seña-la más adelante en otro de estos apuntes:

“Nunca fue Roma más ilustra-da que cuando la mató su vile-za. –Nunca estaba Francia más civilizada que cuando entregó cobardemente su libertad. –No se me oculta que va acercándo-se más a Dios la civilización americana. –Pero yo preveo que morirá sin llegar a él, por-que comienza a debilitarse en su principio. –No es Mesalina, como Roma. No es sierva de sus vicios como Francia; –pero tiene algo de romana, y esto la conducirá a morir aún como francesa.”2 Estas proféticas palabras

nos llevan a pensar que desde los días de alumno del Colegio San Pablo y las tertulias en casa de su maestro Rafael María de

1 XXI: 15-16.2 Ibídem, p. 42.

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Mendive, donde participaban numerosos revolucionarios para analizar la situación del país y del mundo, el joven Martí mos-tró interés por el desarrollo de la poderosa nación del norte y por su historia. Recordemos que en esta época, junto a otros con-discípulos y a su maestro, llevó al brazo, durante una semana y a pesar del gobierno colonial de España, la banda negra que sig-nificaba el luto por el asesinato del presidente mártir, el leñador de los ojos piadosos, Abraham Lincoln.

Una etapa fundamental den-tro del proceso de maduración del pensamiento político, revo-lucionario y antimperialista de José Martí fue durante su es-tancia en México. El conocer la realidad mexicana de cerca, a través de los círculos inte-lectuales donde lo introdujo su amigo Manuel Mercado, muy vinculado al gobierno del Pre-sidente Sebastián Lerdo de Te-jada, contribuyó a que el cubano comprobara en la práctica la vo-racidad de la nación del Norte.

Los conflictos que constan-temente se sucedían en la fron-tera entre México y los Estados Unidos, azuzados en su mayoría por los periódicos norteame-ricanos al servicio de grandes intereses económicos, fueron analizados por Martí, quien a través de sus boletines alertaba del peligro latente y proponía los modos de contrarrestarlo:

La prensa americana se ocupa incesantemente de los aconte-cimientos de la frontera: unos periódicos excitan a sus com-

patriotas contra México: otros, los más escasos, acusan al go-bierno de proteger los sucesos de las tierras fronterizas para crear reclamaciones graves con motivo de ellos.Los que halagan las pasiones pueden más que los que las contienen: el número de los pe-riódicos que excita es mucho mayor que el de los que ven con calma la cuestión.No se contentan los diarios americanos con comentar hos-tilmente los hechos, abultados como en la prensa del país ve-cino es costumbre y especula-ción: ya piden represalias, ya hay quien haya propuesto la in-vasión y anexión del territorio. (Martí, J, 2002. P.79)

que era sometido el pueblo es-tadounidense, Martí señala en este mismo escrito:

“la suspicacia es un enemigo te-rrible, porque no se ve la mano con que ataca: en los Estados Unidos, el pueblo es el dueño, por eso se excita y se conmue-ve al pueblo: se halagan sus pa-siones, para aprovecharse de la situación política que crean sus pasiones excitadas.”3

(...)“¿Se puede pensar sin dolor que un país que nos tiende la mano desde sus puertos, y nos dice que quiere estrechar sus relaciones con nosotros, con la otra mano azuce la guerra en nuestras fronteras, y diaria-mente inserte en sus periódicos noticias sordas y repetidas que han de alzar a su pueblo contra el pueblo amigo? ¿No es locura imaginar que un pueblo demó-crata piense en conquistar y en invadir?”4

(...)“Debe evitarse lo que luego no se podría reprimir: obre la di-plomacia contra la diplomacia: así no se encienden rencores: así no se alimentan deseos ex-traños: así se salva de un peli-gro probable a la nación.”5

En otro de sus Boletines, por esta misma época de liti-gios fronterizos entre la patria de Juárez y la tierra de Walker, Martí profundiza aún más en sus razones en cuanto al peli-gro real que representaban las ambiciones de los gobernantes del Norte:

3 Ibídem, p. 80.4 Ibídem, p. 81.5 Ídem.

Los derechos se toman, no se piden; se arrancan, no

se mendigan.

Es sorprendente cómo Martí es capaz de desentrañar las su-tiles maniobras de los políticos para lograr sus fines, cuestión esta que no era sólo válida para su tiempo, sino que está muy vigente en la actual política norteamericana, recordemos el discurso del presidente George W. Bush a raíz de los atentados terroristas del 11 de septiembre del 2001, donde se invocaba, en nombre del patriotismo, la guerra contra Afganistán. Evi-denciando la manipulación a la

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“Vienen acumulándose suce-sos, vienen dándose opiniones, vienen presentándose dictáme-nes en la misma Cámara de Representantes de los Estados Unidos, que están creando en la vecina república una atmós-fera que nos es perjudicial, por cuanto quiere llevarse a la opinión pública, norma allí del gobierno, el convencimiento de que es justo, necesario y útil la invasión de una parte del terri-torio mexicano.”6

Y véanse estas conclusiones:“(…) La cuestión de México, como la cuestión de Cuba, de-pende en gran parte en los Es-tados Unidos de la imponente voluntad de un número no pe-queño ni despreciable de afor-tunados agiotistas, que son los dueños naturales de un país en que todo se sacrifica al logro de una riqueza material.”7

6 Ibídem, p. 93.7 Ídem.

Hay un pasaje más dentro de estos escritos de Martí, que nos demuestra la utilidad que los días mexicanos aportaron a la evolución política de su pensa-miento. Es el siguiente:

“(…) La prensa americana pretende hacernos daño: con-viértase al inglés la prensa de México, y vayamos a decir la verdad en su mismo país, para que la opinión vacile y estudie, y no sin detenido examen, se pronuncie en contra nuestra.Esto urge: hay en los Estados Unidos Mexicanos sobrado pa-triotas, sobrados inteligentes para hacer esta obra precisa, con toda la prontitud, y el vigor y la actividad que para impedir un mal ya adelantado son ahora de todo punto necesarias.El mal principia a hacerse: se comienza a creer allí que una invasión a México es justa; se explota el sentimiento de honor patrio, y se aprovecha la exqui-sita sensibilidad mercantil del

pueblo americano: se lleva ya a la Cámara este mal pensa-miento, y se lleva engañándola, precisamente en el raciocinio capital en que descansa el dic-tamen cuya aprobación se pre-tende. Es fuerza acudir al reme-dio, con la misma energía, con la misma rapidez, con el mismo ardor con que se hace en la re-pública vecina la propaganda contraria.”8

Años después, al destapar-se el conflicto del Cayo con los emigrados cubanos, Martí comentaría en una carta la ne-cesidad de dirigirse inmediata-mente allá, a decirles a los pa-tronos gringos, en su inglés, las razones que pudieran frenar tal villanía.

No cabe duda de que es en México donde Martí comienza a formarse una visión más ob-jetiva de la realidad latinoame-ricana. Allí madura, podríamos decir, su sentimiento latinoame-ricanista. Al marcharse de aquel país hermano, luego del derro-camiento de Lerdo de Tejada y el triunfo del General Porfirio Díaz, el joven cubano dejará para la historia, en breves apun-tes, el desgarramiento interior que le produce su partida y el conocimiento de los peligros que amenazan a esta parte de América:

“¡Oh México querido! ¡Oh Mé-xico adorado, ve los peligros que te cercan! ¡Oye el clamor de un hijo tuyo que no nació de ti! Por el Norte un vecino avieso se cuaja: por el Sur Tú te orde-narás; tú entenderás; tú te guia-rás; yo habré muerto, oh Mé-

8 Ibídem, p. 95.

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xico, por defenderte y amarte, pero si tus manos flaqueasen, y no fueras digno de tu deber continental, yo lloraría, debajo de la tierra, con lágrimas que serían luego vetas de hierro para lanzas, –como un hijo cla-vado a su ataúd que ve que un gusano le come a la madre las entrañas.”9 De México parte Martí hacia

Guatemala, donde desarrolla una intensa labor propagandís-tica en función de dar a conocer en ella lo que de bueno y útil se producía en el mundo, prin-cipalmente en las demás repú-blicas de América, y al mismo tiempo resaltar –él, que venía precedido por la fama de orador y literato– las virtudes de esta tierra que debían ser motivo de orgullo para sus hijos. Con este objetivo prepara el proyecto de una Revista Guatemalteca que nunca verá la luz por su pronta salida de aquel país causada por las discrepancias con los proce-deres del Presidente Justo Rufi-no Barrios.

No obstante, en su libro Guatemala, Martí expone ideas que demuestran las intenciones vindicadoras de que hemos ha-blado:

“Estudiaré a la falda de la emi-nencia histórica del Carmen, en medio de las ruinas de la An-tigua, a la ribera de la laguna Amatitlán, las causas de nues-tro estado mísero, los medios de renacer y de asombrar. De-rribaré el cacaxte de los indios, el huacal ominoso, y pondré

9 XIX: 22.

en sus manos el arado, y en su seno dormido la conciencia.”10

Muestra su intención de ha-cer conocer en México “cuánto es bella y notable, y fraternal y próspera, la tierra guatemalte-ca, donde el trabajo es hábito, naturaleza la virtud, tradición el cariño, azul el cielo, fértil la tierra, hermosa la mujer, y bue-no el hombre.”11

Y al propio tiempo revela una carencia extraordinaria y un vi-cio aparentemente inocuo, pero que al cabo resulta muy nocivo para el desarrollo de cualquier pueblo.

“Allá, en horas perdidas, buscan los curiosos, periódicos de Sur y Centroamérica, por saber quién manda y quién dejó de mandar, y no se sabe en la una Repúbli-ca lo que hay de fértil, de apro-vechable y de grandioso en la otra.”12

La causa de este desconoci-miento –obstáculo mayor para la realización del gran sueño de Bolívar– la sitúa en la génesis misma del sistema colonial de España. En tal sentido abunda con reflexiones precisas:

“Pero ¿qué haremos, indiferen-tes, hostiles, desunidos? ¿Qué haremos para dar todos más color a las alas dormidas del in-secto? ¡Por primera vez me pa-rece buena una cadena para atar dentro de un cerco mismo a to-dos los pueblos de mi América!Pizarro conquistó al Perú cuan-do Atahualpa guerreaba con Huáscar; Cortés venció a Cau-htémoc porque Xicontencatl

10 VII: 117.11 Ídem.12 Ídem.

lo ayudó en la empresa; entró Alvarado en Guatemala porque los quichés rodeaban a los zu-tujiles. Puesto que la desunión fue nuestra muerte ¿qué vul-gar entendimiento, ni corazón mezquino ha menester que se le diga que de la unión depen-de nuestra vida? Idea que todos repiten, para la que no se bus-can soluciones prácticas.”13

Una de las barreras más sóli-das que Martí trata de oponer-le al peligro de la civilización anglosajona está en la gran campaña cultural que pretende lanzar sobre los pueblos hispa-noamericanos. Ésta se percibe en sus diversos proyectos edito-riales, la mayoría truncos, como esta Revista Guatemalteca o distintos periódicos que nunca llegaron a materializarse; otros como La Revista Venezolana y La Edad de Oro, fue inevitable suspenderlos ante determina-dos condicionamientos de tipo éticos con los que Martí no co-mulgaba. De todos estos pro-yectos, sólo el periódico Patria se mantuvo el tiempo necesario para ver morir a su creador y dedicarle un postrer homenaje.

Todos coincidimos en que el período más fecundo en la labor anti expansionista mar-tiana se enmarca en los 15 años que vivió en las entrañas del monstruo, desde el 3 de enero de 1880 –con una breve estan-cia de 6 meses en Venezuela en 1881– hasta enero de 1895, que sale de Nueva York para venir a ocupar su lugar en la Guerra

13 Ibídem, p. 118.

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Necesaria que había organizado y que estallaría el 24 de febrero de ese propio año y de la cual no regresaría.

En los escritos norteame-ricanos del Apóstol, encontra-mos un hecho evidente: nunca niega Martí las virtudes de la gran república del Norte, al contrario, es el primero en re-conocerlas, obsérvese si no sus Impresiones de Américas, escri-tas bajo el seudónimo de un es-pañol muy fresco (o un español recién llegado); sin embargo, el desarrollo alcanzado por este país no llega a deslumbrarlo al punto de no reconocer sus ma-les, los que yacían muy hondo, en el subsuelo –como decía él.

Las Escenas de Nueva York, su correspondencia con diver-sos diarios hispanoamericanos como La Nación, de Buenos Ai-res, o La Opinión Nacional, de Caracas, o los discursos patrió-ticos que pronunció en su cam-paña de preparación del Parti-do Revolucionario Cubano y la Guerra Necesaria, revelan un estudio minucioso de las esen-cias de aquel país, de las fuerzas que en él se movían y los facto-res que lo componían. En esos estudios se confirman atisbos como este:

Los pueblos inmorales tienen todavía una salvación: el arte. El arte es la forma de lo divino, la revelación de lo extraordina-rio; la venganza que el hombre tomó al cielo por haberlo hecho hombre, arrebatándole los soni-dos de su arpa, desentrañando con luz de oro el seno de colo-res de sus nubes. El ritmo de

la poesía, el eco de la música, el éxtasis beatífico que produce en el ánimo la contemplación de un cuadro bello, la suave melan-colía que se adueña del espíritu después de esos contactos so-brehumanos, son vestimientos místicos, y apacibles augurios de un tiempo que será todo cla-ridad. ¡Ay, que esta luz de siglos le ha sido negada al pueblo de la América del Norte! El tama-ño es la única grandeza de esta tierra. ¡Qué mucho, si nunca mayor nube de ambiciones cayó sobre mayor extensión de tierra virgen! Se acabarán las fuentes, se secarán los ríos, se cerrarán los mercados, ¿qué quedará des-pués al mundo de esta colosal grandeza pasajera?14 El 30 de enero de 1891 en

El Partido Liberal, de México, verá la luz su ensayo mayor: Nuestra América. En él Martí hace un análisis de las causas y factores que intervienen en el atraso en que se encuentran nuestros pueblos. Revela los elementos que los frenan, los que los hacen vulnerables y los que los amenazan:

“Cree el aldeano vanidoso que el mundo entero es su aldea, y con tal que él quede de alcalde,

14 XIX: 17.

o le mortifiquen al rival que le quitó la novia, o le crezcan en la alcancía los ahorros ya da por bueno el orden universal, sin saber de los gigantes que llevan siete leguas en las botas, y le pueden poner la bota encima, ni de la pelea de los cometas en el cielo, que van por el aire dormi-dos engullendo mundos. Lo que quede de aldea en América ha de despertar.”15 Y de manera especial apun-

ta otro de los temas políticos en los que ha venido haciendo én-fasis desde años atrás:

(…) El gobierno ha de nacer del país. El espíritu del gobier-no ha de ser el del país. La for-ma del gobierno ha de avenir-se a la constitución propia del país. El gobierno no es más que el equilibrio de los elementos naturales del país.Por eso el libro importado ha sido vencido en América por el hombre natural. Los hombres naturales han vencido a los le-trados artificiales. El mestizo autóctono ha vencido al criollo exótico. No hay batalla entre la civilización y la barbarie, sino entre la falsa erudición y la naturaleza.”16 Sin remilgos ya, Martí deja

sentado cuál es el peligro mayor de los pueblos americanos:

“De todos sus peligros se va salvando América. Sobre algu-nas repúblicas, está durmiendo el pulpo. Otras, por la ley del equilibrio, se echan a pie a la mar, a recobrar, con prisa loca y sublime, los siglos perdidos. Otras, olvidando que Juárez paseaba en un coche de mulas,

15 VI: 15.16 Ibídem, p. 17.

“Los que no tienen el honor de sacrificarse

por la patria, al menos deberían tener el valor de

callar ante los que si lo hacen”

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ponen coche de viento, y de co-chero a una bomba de jabón: el lujo venenoso, enemigo de la libertad, pudre al hombre liviano, y abre la puerta al ex-tranjero. Otras acendran, con el espíritu épico de la indepen-dencia amenazada, el carácter viril. Otras crían, en la guerra rapaz contra el vecino, la sol-dadesca que puede devorarlas. Pero otro peligro corre, acaso, nuestra América, que no le vie-ne de sí, sino de la diferencia de orígenes, métodos e intereses entre los dos factores continen-tales, y es la hora próxima en que se le acerque, demandando relaciones íntimas, un pueblo emprendedor y pujante que la desconoce y la desdeña. Y como los pueblos viriles, que se han hecho de sí propios, con la esco-peta y la ley, aman, y sólo aman, a los pueblos viriles;--como la hora del desenfreno y la ambi-ción, de que acaso se libre, por el predominio de lo más puro de su sangre, la América del Nor-te, o en que pudieran lanzarla sus masas vengativas y sórdi-das, la tradición de conquista y el interés de un caudillo há-bil, no está tan cercana aún a los ojos del más espantadizo, que no dé tiempo a la prueba de altivez, continua y discreta, con que se la pudiera encarar y desviarla;--como su decoro de república pone a la América del Norte, ante los pueblos atentos del Universo, un freno que no le ha de quitar la provocación pueril o la arrogancia osten-tosa, o la discordia parricida de nuestra América, –el deber urgente de nuestra América es enseñarse como es, una en alma e intento, vencedora veloz de un pasado sofocante, manchada

sólo con la sangre de abono que arranca a las manos la pelea con las ruinas, –y la de las venas que nos dejaron picadas nues-tros dueños. El desdén del veci-no formidable que no la conoce es el peligro mayor de nuestra América; y urge, porque el día de la visita está próximo, que el vecino la conozca, la conozca pronto, para que no la desdeñe. Por ignorancia llegaría, tal vez, a poner en ella la codicia. Por el respeto, luego que la conociese, sacaría de ella las manos.”17

Dentro del hondo análisis que realiza, Martí continua-mente resalta los valores de nuestros pueblos. En dos mo-mentos, dentro del mismo ensa-yo, escribe casi textualmente lo mismo,--¿podría acusársele de descuido, a él que dominaba la lengua como un clásico? ¡No! La intensión evidente es resaltar la valía de nuestras tierras:

“¿Ni en qué patria puede tener un hombre más orgullo que en nuestras repúblicas dolorosas

17 Ibídem, p. 21.

de América, levantadas entre las masas mudas de indios, al ruido de la pelea del libro con el cirial, sobre los brazos san-grientos de un centenar de apóstoles?”18

Más adelante escribiría:“(…) La universidad europea ha de ceder a la universidad americana. La historia de Amé-rica, de los incas a acá, ha de enseñarse al dedillo, aunque no se enseñe la de los arcontes de Grecia. Nuestra Grecia es preferible a la Grecia que no es nuestra. Nos es más necesaria. Los políticos nacionales han de reemplazar a los políticos exóticos. Injértese en nuestras repúblicas el mundo; pero el tronco ha de ser el de nuestras repúblicas. Y calle el pedante vencido; que no hay patria en que pueda tener el hombre más orgullo que en nuestras doloro-sas repúblicas americanas.”19

El 21 de marzo de 1889, al producirse la publicación por The Evening Post de Nueva York

18 Ibídem, p.16.19 Ibídem, p.18.

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del artículo Una opinión protec-cionista sobre la anexión de Cuba, reproduciendo las mismas ofen-sas que las aparecidas bajo el tí-tulo de ¿Queremos a Cuba? en el diario The Manufacturer, de Filadelfia el 16 del propio mes, Martí riposta de forma contun-dente dando a conocer las vir-tudes del pueblo cubano, ante el ataque directo e irrespetuoso que hace el articulista:

...porque nuestros mestizos y nuestros jóvenes de ciudad son generalmente de cuerpo deli-cado, locuaces y corteses, ocul-tando bajo el guante que pule el verso, la mano que derriba al enemigo, ¿se nos ha de llamar como The Manufacturer nos llama, un pueblo “afeminado”? Esos jóvenes de ciudad y mes-tizos de poco cuerpo supieron levantarse un día contra un gobierno cruel, pagar su pasa-je al sitio de la guerra con el producto de su reloj y de sus dijes, vivir de su trabajo mien-tras retenía sus buques el país de los libres en el interés de los enemigos de la libertad, obede-cer como soldados, dormir en el fango, comer raíces, pelear diez años sin paga, vencer al ene-migo con una rama de árbol, morir –estos hombres de diez y ocho años, estos herederos de casas poderosas, estos joven-zuelos de color de aceituna– de una muerte de la que nadie debe hablar sino con la cabeza des-cubierta; murieron esos otros hombres nuestros que saben, de un golpe de machete, hacer vo-lar una cabeza o de una vuelta de la mano, arrodillar a un toro. Estos cubanos “afeminados” tu-vieron una vez valor bastante

para llevar al brazo una sema-na, cara a cara de un gobierno despótico, el luto de Lincoln.20

Y para concluir su respuesta escribe:

Y es la verdad triste que nues-tros esfuerzos se habrían, en toda probabilidad, renovado con éxito, a no haber sido, en al-gunos de nosotros, por la espe-ranza poco viril de los anexio-nistas, de obtener la libertad sin pagarla a su precio, y por el temor justo de otros, de que nuestros muertos, nuestras me-morias sagradas, nuestras rui-nas empapadas en sangre, no vinieran a ser más que el abono del suelo para el crecimiento de una planta extranjera, o la oca-sión de una burla para The Ma-nufacturer de Filadelfia.21

En Patria, Martí crea una sección que se llama Apuntes sobre los Estados Unidos, en ella quería dar a conocer la verdad sobre ese país y la necesidad de que nuestros pueblos tuvie-ran en cuenta estos elementos, y revelar las dos verdades útiles

20 I: 238.21 Ibídem, p. 241.

a nuestra América: –el carácter crudo, desigual y decadente de los Estados Unidos, –y la existencia en ellos continua, de todas las vio-lencias, discordias, inmoralidades y desórdenes de que se culpa a los pueblos hispanoamericanos.22

En esta sección escribe:Lo malo se ha de aborrecer, aunque sea nuestro;--y aun cuando no lo sea. Lo bueno no se ha de desamar sólo porque no sea nuestro.23

También el antillanismo mar tiano está signado por la necesidad de frenar el empuje que ejercen los Estados Unidos sobre los pueblos libres de la América Hispana, oponiéndoles unas Antillas libres e integra-das a la gran patria común.

Al cumplirse el Tercer Año del Partido Revolucionario Cu-bano, Martí hace explícita esta intención:

En el fiel de América están las Antillas, que serían, si esclavas, mero pontón de la guerra de una república imperial contra el mundo celoso y superior que se prepara ya a negarle el poder, –mero fortín de la Roma ame-ricana; –y si libres– y dignas de serlo por el orden de la libertad equitativa y trabajadora –serían en el continente la garantía del equilibrio, la de la independen-cia para la América española aún amenazada y la del honor para la gran república del Nor-te, que en el desarrollo de su territorio –por desdicha, feu-dal ya, y repartido en secciones

22 José Martí, La verdad sobre los Es-tados Unidos, Editora Política, La Habana, 1978. p. 8.

23 Ibídem, p. 5-6.

“La madre del decoro, la savia de la libertad. el mantenimiento de la

República y el remedio de sus males es, sobre todo lo demás, la propagación de

la cultura”

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hostiles—hallará más segura grandeza que en la innoble con-quista de sus vecinos menores, y en la pelea inhumana que con la posesión de ellas abriría con-tra las potencias del orbe por el predominio del mundo.24

Y en carta a Federico Henrí-quez y Carvajal, expresa:

Para mí, ya es hora. Pero aún puedo servir a este único co-razón de nuestras repúblicas. Las Antillas libres salvarán la independencia de nuestra Amé-rica, y el honor ya dudoso y las-timado de la América inglesa, y acaso acelerarán y fijarán el equilibrio del mundo.25

El 18 de mayo de 1895, un día antes de caer en combate en los campos de Cuba Libre, Mar-tí expresa la estrategia mayor de su lucha en carta al amigo mexicano Manuel Mercado:

Mi hermano queridísimo: Ya puedo escribir, ya puedo decir-le con qué ternura y agradeci-miento y respeto lo quiero, y a esa casa que es mía y mi orgu-llo y obligación; ya estoy todos los días en peligro de dar mi vida por mi país y por mi de-ber –puesto que lo entiendo y tengo ánimos con qué realizar-lo– de impedir a tiempo con la independencia de Cuba que se extiendan por las Antillas los Estados Unidos y caigan, con esa fuerza más, sobre nuestras tierras de América. Cuanto hice hasta hoy, y haré, es para eso. En silencio ha tenido que ser y como indirectamente, porque hay cosas que para lograrlas han de andar ocultas, y de pro-

24 III: 142.25 IV: 111.

clamarse en lo que son levan-tarían dificultades demasiado recias para alcanzar sobre ellas el fin. Las mismas obligaciones menores y públicas de los pue-blos –como ese de Vd. y mío, –más vitalmente interesados en impedir que en Cuba se abra, por la anexión de los imperia-listas de allá y los españoles, el camino, que se ha de cegar, y con nuestra sangre estamos cegando, de la anexión de los pueblos de nuestra América, al Norte revuelto y brutal que los desprecia, –les habían impedido la adhesión ostensible y ayuda patente a este sacrificio, que se hace en bien inmediato de ellos. Viví en el monstruo, y le conoz-co las entrañas: –y mi honda es la de David.26

26 IV: 167-168.

Todo lo dicho es sólo un acercamiento al tema que se ha tratado, pero el mensaje queda claro para las nuevas genera-ciones hispanoamericanas: “Las manos que han surgido de una tierra virgen no han debido ser hechas para aplaudir las postrimerías de una tie-rra cansada y moribunda.”27

José Martí, Obras Escogidas en tres to-mos, Editorial de Ciencias Sociales, La Ha-bana 2002. tomo 1, página 79.

27 VI: 200.

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ES”Si somos capaces de influenciar la mentalidad de la gente,

sus conocimientos o sus opiniones, podemos controlar indirectamente (algunas de) sus acciones influídas

sobre todo por los textos y por el habla, descubrimos que el discurso puede controlar, al menos indirectamente, las acciones de la gente.

(Van Dijk)

En las capas profundas del discurso, encontramos las escorrentías que lo alimentan, los manantiales de los “Discursos de poder” - “Prácticas sociales de dominación”, en los cuales cada individuo social embebe hasta la saciedad. De esta manera, a la rea-

lidad compleja que habitamos, le corresponde según Jäger (2003), “un repertorio de imá-genes” (P, 65) desde el cual se interpreta, simboliza, denomina la realidad. Una realidad orquestada por sistemas de mani pulación y control para la sociedad de un país que vive de orientaciones y políticas norte americanas. Para Van Dijk (2003) este repertorio, confluye en representaciones sociales, que son “«particularizadas» en los modelos mentales” (P, 168). Y que constituyen la base desde la cual emergen los modelos contextuales1.

1 Según Van Dijk (2003) con los modelos contextuales, prefiguramos el mundo, hacemos imágenes de él, interpretamos su dinámica, y tomamos acción sobre esta.

Políticas de Estado reflejos de discursoContexto Colombia conflicto social y armado

Norma CastilloLic. Lingüística y Literatura

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De este modo, es bastante fuerte el peso que las concep-ciones de tradición y corte militarista han posicionado en torno al entendimiento y toma de acciones sobre el conflicto social y armado…

En esta misma línea encon-tramos escorrentías de discur-sos, en torno al conflicto social y armado que vive la sociedad colombiana, unos predominan-tes más que otros, unos facili-tados más que otros; que van añadiendo al modelo contextual particular de cada individuo segmentos de conocimiento so-bre este fenómeno. A la luz de esta condición hemos observa-do cómo, en el universo social, circulan concepciones, teorías, conceptos, categorías, hipóte-sis, discusiones amplias, sobre lo que es el conflicto político; hemos asistido a la consolida-

ción de discursos, sobre este fenómeno, desde los cuales cada sujeto social constituye sus esquemas mentales, y con ello sus modelos contextuales. Para el caso colombiano en el cual evidentemente la opinión pública ha es-tado a merced de quienes ostentan el poder pueden llamarse Santistas, o ca-rrancistas, etc.

Los discursos de Po-der de corte militarista, que manipulan e ideo-logizan desde los me-dios de comunicación masiva.

De este modo, es bas-tante fuerte el peso que las con-cepciones de tradición y corte militarista (Molano; Cepeda, ) han posicionado en torno al en-tendimiento y toma de acciones sobre el conflicto social y arma-do, es como dice Ramírez (2003) “una cultura de la guerra”, una suma de conocimientos que, se-gún Molano (2003), combina estrategias de dominación por parte de potencias extraterrito-riales2; así como concepciones que atribuyen al empleo de la fuerza y el control sus princi-pales máximas: “la estrategia de tierra arrasada según Molano o la concepción de enemigo inter-no.

Describir o al menos darle peso académico a una estrategia

2 Dice Molano: Nuestro conflicto armado nunca ha estado desvincu-lado del contexto internacional.

de desprestigio y propaganda negra que circunda en los ám-bitos de Poder y que pretende instaurar imaginarios de con-trol y seguridad es, una tarea de corresponsabilidad que te-nemos como maestros, develar las intenciones de corte mili-tarista, que manipulan e ideo-logizan desde medios masivos de comunicación y mostrar la realidad del conflicto es el inicio y fin. Discursos que se sitúan en la orilla militarista de solución al fenómeno de Violencia Polí-tica3. Como los emitidos en la sección ON LINE de la Revista Semana, por parte del colum-nista Alfredo Rangel.

En consecuencia se estable-cen de manera práctica los con-textos desde los cuales se mo-viliza su discurso y que retroa-limenta y difunde su ideología.

Contexto en Alfredo Rangel

El contexto en los discur-sos que produce Alfredo Ran-gel, vierte sus aguas en dos contextos históricos y políticos de tensión. Por un lado, el con-texto Seguridad Democrática (cuadro 1). Contexto histórico, en el que bajo la dirección de sectores afines a Uribe Vélez (AUV) se institucionalizó en el país, la posición dominante de

3 En la delimitación temporal, se tomó como referencia un segmento discursivo de este columnista, que va entre el 1 de Enero y el 30 de Junio de 2013, para un total de 12 columnas de opinión publicadas en este medio de comunicación.

Caricatura de Antonio Caballero.

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De esta manera, dos contex-tos diametralmente opuestos entran a posicionar los discur-sos de Rangel, el contexto Se-guridad Democrática que con-solidó elementos ideológicos de significación societal (prácticas sociales) en torno al enemigo “despiadado” que debe ser “de-rrotado”, utilizando la concep-ción militar de fuerza absoluta y que obedece al plan de propa-ganda negra orquestado por la ultraderecha para desprestigiar el actual proceso de paz y en el cual predominan las valoracio-nes de “debilidad”, “entrega”, “retroceso”, “engaño”, “flaque-za”, “perfidia” (Rangel, colum-nas 2013) el compromiso de la academia es develar por medio de argumentos (ACD) las des-viaciones maniqueas que tiene este gobierno es otra forma de resistencia.

Cuadro 1. Contextos Seguridad Democrática, en los discursos de Alfredo Rangel

Contexto 1SeguridadDemocrática

Característica del contexto

• Derrotamilitarysometimiento.• Diálogosentendidosentérminosde“condiciones

de la entrega”.• Postura de no conceder ni política, ni militar-

mente al enemigo.• Proyectopolíticodecortemilitarista (usode la

fuerza y control del territorio).

Cuadro 2. Contextos Proceso de Paz, en los discursos de Alfredo Rangel

Contexto 2 Procesode Paz

Característica del contexto

• Entendido como sometimiento y entrega a lasFARC.

• Descalificapolíticaymilitarmenteasuenemigo.como interlocutor de validez.

• RecrealosDiálogosdePazcomounprocesoto-talmente carente de respaldo y de credibilidad.

• LecturadelosDiálogoscomoestrategiapolítica-militar de las FARC para extender el terrorismo.

fuerza y control que configura la identidad militarista. Bajo esta orientación se construyeron imaginarios de una fuerza mili-tar victoriosa, de una guerrilla vencida y de una instituciona-lidad inquebrantable, así como de un “postconflicto” y un “fin del fin” que fueron ampliamente proclamados y avivados y que en la actualidad se conoce como las declaraciones del hacker Andres Sepulveda quien devela como su principal arma la pro-paganda negra emprendida en contra de los diálogos de paz en la Habana a manera de vendetta como traición entre pillos.

El contexto en los discursos que produce Alfredo Rangel, vierte sus aguas en dos contex-

Caricatura de Antonio Caballero.

tos históricos y políticos de ten-sión

Los elementos de significa-ción derivados de este contex-to, son los que enriquecen y dan asiento a las tesis sobre las cuales Rangel se opone de ma-nera radical a un diálogo con la insurgencia razón esclarecida dadas las circunstancias el pa-sado mayo en las elecciones de senado.

De otro lado, el contexto Proceso de Paz (cuadro 2). Es en el que la actividad discur-siva del columnista despliega toda su crítica, sus valoraciones y calificativos, es la antítesis a la solución política y dialogada al conflicto, antítesis de lo que Molano llama “escalonamiento de la guerra” (2006).

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ES” La crisis capitalista, la más profunda desde la Gran Depresión de 1929 y de la cual

aún no se sale, viene siendo descargada sobre naciones, pueblos y trabajadores. La ofensiva, que es impulsada desde las grandes potencias encabezadas por Estados

Unidos y la Unión Europea, ha ahondado la desigualdad y ha desatado diversas confla-graciones, especialmente en Medio Oriente y Asia, donde repican tambores de guerra.

VI Congreso CUT por paz, soberanía,Democracia y Derechos laboralesSanta Marta 26 de septiembre de 2014

Resolución PolíticaVI Congreso de la CUT

La reciente decisión de lanzar una nue-va intervención directa en Siria e Iraq, utilizando las sofisticadas técnicas de su fuerza aérea con bombardeos desde dro-nes, pone de presente la verdadera condi-ción del espurio Nobel de Paz Barack Oba-ma, que recurre a la fuerza de su poderío militar para invadir sin sujetarse a norma alguna, ahora con el pretexto del Estado Islámico (EI). Sin embargo, los resultados de sus más recientes invasiones en Afga-nistán, Iraq y Libia nos muestran que el otrora todopoderoso imperio gringo está en declive y no cuenta con la suficiencia y mandato que le precedieron en idénticas actividades filibusteros en el pasado. Es-

tados Unidos sufre hoy las crisis propias de las naciones imperialistas, razón que lo hace mucho más agresivo, al extremo de convertirse en el principal peligro con-tra la soberanía del resto de naciones del mundo.

Los Estados Unidos metieron mano en los asuntos propios del pueblo ucrania-no, fraguaron actividades subversivas y financiaron grupos antigubernamentales contra el legítimo presidente Yanukóvich sindicándolo de mantener estrechos lazos políticos y económicos con Rusia y opo-nerse al tratado de libre comercio con la Unión Europea. Ucrania es hoy objeto de un pulso estadounidense que se ha concre

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tado en la ampliación del radio de acción de la OTAN hasta co-locarlo en la frontera rusa. Gas, petróleo y despensa agrícola, junto con puntos estratégicos claves en el aspecto militar, son los asuntos que rondan éste es-cenario que puede generar si-tuaciones de mayor complejidad en el futuro inmediato.

En el genocidio ocurrido en Palestina con la muerte de más de 2.000 personas, la mayoría civiles indefensos y muchos de ellos niños, hay un responsable directo, que es Israel, pero un mentor innegable, Estados Uni-dos. La ocupación debe cesar. Los palestinos tienen derecho a un territorio donde establecer su nación y a su autodetermi-nación como pueblo. Los demó-cratas del mundo entero deben ser solidario con su causa. La CUT cumplió y cumplirá con este deber ético y moral.

Los BRICS (Brasil, Rusia, In-dia, China y Suráfrica) son paí-ses que procuran socavar el do-minio económico y militar nor-teamericano. Estas potencias emergentes se han asociado con el fin de crear organismos eco-nómicos con fondos para even-tuales préstamos, definen reali-zar intercambios comerciales en sus propias monedas buscando desechar el dólar como coyunda extorsiva, estrechan sus lazos comerciales y coordinan accio-nes en organismos multilate-rales y, aunque sus avances son aún incipientes, no dejan de ser inquietantes para Estados Uni-dos. Los trabajadores debemos

ver con agrado toda reivindica-ción de los derechos a la sobera-nía de cualquiera de las naciones del mundo. Somos los primeros en aupar las medidas que los países adopten en contra de la dominación imperialista.

En esta línea de conducta, respaldamos a los gobiernos democráticos de América La-tina que se han distanciado del gobierno imperialista de Esta-dos Unidos desde distintas óp-ticas, niveles y procedimientos. Rechazamos las agresiones e in-tromisiones de toda índole que se lanzan desde Washington contra Venezuela, Cuba, Boli-via, Argentina y demás países, no solo los intentos de desesta-bilización política y económica, metiendo narices en los asuntos internos de estos países, sino también la extorsión económica con los llamados fondos buitres.

En medio de esta tormen-tosa situación, América Latina

ha logrado construir gobier-nos alternativos, democráticos y progresistas, fortalecidos por importantes procesos de movi-lización popular que, a partir de la derrota del ALCA, han dado respuesta a las políticas neolibe-rales e imperialistas con políti-cas que han fortalecido el papel del Estado y recuperado dere-chos y libertades usurpadas en periodos anteriores.

Desafortunadamente, en Co-lombia no se ha podido cons-truir un gobierno del estilo de la mayor parte de las naciones suramericanas.

Con la reelección del Go-bierno de Santos se prevé la continuidad en la aplicación de las medidas económicas y socia-les neoliberales, iniciadas desde 1990 con la apertura económica y seguidas con los depredadores tratados de libre comercio, TLC, especialmente los firmados con EU, la UE y la Alianza del Pa-

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cífico, que han profundizado la pérdida de soberanía económica y la entrega de nuestros recur-sos, mercados, sectores produc-tivos nacionales y mano de obra abaratada a los intereses de las grandes trasnacionales y al pa-rasitario capital financiero.

El propósito de la paz por la vía del diálogo y de una solu-ción política negociada al con-flicto armado que hoy intentan concretar el gobierno nacional y la guerrilla de las FARC-EP en La Habana y que se espera sea extendida a un similar pro-ceso con el ELN y el EPL, es muy importante para los traba-jadores y el pueblo. Por ello la CUT ratifica su respaldo a di-cho proceso y espera que sea re-frendado respetando el interés de la nación.

Como un tema que vincula a la nación entera, la CUT acoge el clamorpara que se concrete cuanto antes un cese al fuego y se otorguen garantías a todo el pueblo para que sea protago-nista en la construcción de una

Colombia con plenas libertades, soberanía, derechos e igualdad.

Es necesario que las corrien-tes alternativas, democráticas y progresistas se constituyan en una opción de gobierno distinta a las militaristas y a las que en-trañan el modelo neoliberal y la barbarie.

Nuestra realidad económica, social y laboral, caracterizada por la quiebra del sector pro-ductivo nacional y el predomi-nio de las multinacionales, el mayor desempleo y desigualdad en América Latina, una infor-malidad laboral del 70%, la au-sencia de una política de trabajo decente, la salud privatizada y el fin de las pensiones, los em-pleos precarios y los bajos in-gresos, acompañado todo de una violencia antisindical que no para y una impunidad del 98% que sirve de amparo a las fuerzas de ultraderecha y con una afiliación sindical de menos del 4%, es un cuadro que corres-ponde al mayor desafío que ha enfrentado en toda su historia

el movimiento obrero y que a la CUT, en particular, la obliga a recuperar el protagonismo so-cial y político, junto con el resto de fuerzas democráticas.

El discurso de posesión del presidente Juan Manuel Santos para su segundo periodo se cen-tró en tres temas: la paz, la equi-dad y Colombia la más educada. Nada distinto a lo manifestado en campaña y a lo transitado en su primer cuatrienio.

En el tema de la paz, la CUT ha sostenido que el gobierno debe hacer todos los esfuerzos por concretar un acuerdo que dé fin al conflicto armado. Sólo nos basta ratificar nuestros de-seos por que así sea y cuanto antes mejor; convencidos de que en esa nueva situación, los trabajadores y la población po-dremos adelantar con más vigor las movilizaciones que en medio de la resistencia civil permitan mejorar las condiciones de vida digna, como también las garan-tías laborales y los derechos de-mocráticos.

Los anuncios de un país con mayor equidad contrastan con lo realizado en los primeros cuatro años de su gobierno. La alta informalidad laboral y el panorama desolador de la terce-rización fustigaron a los asala-riados de todos los renglones de la producción con la consabida inestabilidad, precarización la-boral, desempleo y pérdida de importantes garantías y dere-chos. El Estado sigue siendo el empleador con mayor cantidad de trabajadores sin vinculación directa, pues en la mayor parte

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de las instituciones guberna-mentales campean la precariza-ción y la informalidad. Saluda-mos y respaldamos las crecien-tes luchas y movilizaciones de distintos sectores de trabajado-res estatales y privados contra semejante ignominia.

De igual manera, frentes de trabajo minero-energéticos como el petróleo y el carbón; las plantaciones de palma, banano, caña y flores; las grandes plata-formas de centros comerciales; las transportadoras y los puer-tos y, en general las actividades del sector privado, son atendi-dos por millones de trabajado-res a los cuales se les niega la estabilidad laboral, condición necesaria para poder construir sindicatos y tener derecho a una negociación colectiva que rei-vindique unos salarios dignos y reconquiste vitales prestaciones económicas. Para que no haya duda de lo anterior, Colombia

ha sido objeto de debates, san-ciones y requerimientos año tras año en las conferencias de la OIT. Y este año, el de la reelec-ción de Santos, nuestro país fue incluido en la deshonrosa lista de los 25 países que más violan los derechos laborales, en este caso, el Convenio 81 de la OIT.

El presidente Santos com-pleta 25 años de estar aplicando el neoliberalismo desde los di-ferentes gobiernos en que cuyo gabinete ha participado y no hará más que profundizar la po-lítica económica que acuñó en su anterior mandato. Más tratados de libre comercio como el de la Alianza Pacífico y nuevamente el tratado con Corea, que rema-tará la ya precaria existen cia de la producción nacional, tanto industrial como agropecuaria, resentida por los más de 14 TLC ya firmados, los cuales llevan implícita la garantía a las multinacionales de empleo

barato y precario para el incremento de sus ganancias.

Por cuatro años más, el país sufrirá la aplicación de políticas retardatarias en contra del in-terés nacional, seguirá adelante en el otorgamiento de condi-ciones favorables a la inversión extranjera en la gran minería, el sector financiero, las gran-des obras de infraestructura y los servicios. La agricultura, la ganadería y demás renglones de la producción, como también la educación y la salud serán las víctimas, con la consecuente as-fixia de los productores e inver-sionistas nacionales. El equipo ministerial es un reflejo de lo que se nos viene en contra. Per-sonajes como Néstor Humberto Martínez, el más emblemático representante de las multina-cionales y el capital financiero, fue nombrado como supermi-nistro, lo que pone al desnudo el talante del gobierno de Santos.

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Con la reelección del Gobierno de Santos se prevé la continuidad

en la aplicación de las medidas económicas

y sociales neoliberales, iniciadas desde 1990 con la apertura económica

y seguidas con los depredadores tratados de

libre comercio.

El anuncio de la reforma tri-butaria para exprimir aún más a los sectores medios de la po-blación desató el repudio gene-ralizado de la opinión nacional, obligando al gobierno a retro-ceder de manera momentánea en su malévolo propósito. No más impuestos a la población, debe ser el grito de batalla. Si hace falta dinero para financiar el presupuesto, los 12,5 billones deben recaer sobre el gran ca-pital financiero y las multina-cionales, principales actores del saqueo de las riquezas naturales y el trabajo de los colombianos.

Las reformas a la salud y la educación están centradas en afianzar las inequidades que en ambos sectores han deterioran-do la calidad convirtiéndolos en negocio de los sectores pri-vados. Denunciamos la declara-toria de ilegalidad de la huelga de ANTHOC por parte del Mi-nisterio del Trabajo. Llamamos a continuar la lucha por un sis-tema de salud sin la intermedia-ción de las EPS y una educación pública, gratuita y de calidad fi-nanciada y ofrecida directamen-te por el Estado.

Para completar el cuadro del engaño, Santos lanza la frase “una Colombia educada”, que no dejará de ser parte de la carnada que oculta el anzuelo de la privatización y la entre-ga de la educación a las “alian-zas público-privadas” como los neoliberales denominan ahora la privatización, tal como lo se-ñala el informe del estudio de la Fundación Compartir, que San-

tos adoptó como su programa. Así lo comprueba el anuncio de las becas con el señuelo de favo-recer a los más pobres para que accedan a la educación superior ofrecida por entidades privadas, mientras se mantiene la preca-riedad en la contratación labo-ral de los docentes universita-rios.

El asunto para el presiden-te Santos no es la financiación de la educación pública de una manera adecuada, que garanti-ce la permanencia de la totali-dad de los que ingresen al sis-tema educativo ofrecido por el Estado, equipando a colegios y universidades con materiales y equipos avanzados para una educación del más alto rigor científico y una formación de los docentes para todos los nive-les de la educación, acorde con los últimos aportes del conoci-miento científico, la tecnología,

las artes y el pensamiento. No, el asunto para este gobierno se reduce a un poco más de presu-puesto para que los empresarios de la educación entren en el fes-tín de los contrato, y terminen imponiendo las condiciones del mercado, arrasando de paso con las justas aspiraciones del ma-gisterio colombiano de tener un régimen laboral con garantías y derechos, negados hoy por el Decreto 1278.

Por lo anterior, este Con-greso ratifica la agenda laboral presentada en el primer man-dato del gobierno y reiterada al actual periodo presidencial, a saber:• Libertades democráticas

(de re cho de asociación, ne-gociación y huelga) y cese de la violencia contra los líderes y las organizaciones sindicales.

• Restablecimiento pleno de derechos y condiciones de trabajo digno.

• Reparación colectiva al mo-vimiento sindical y cons-trucción de la Mesa de Alto Nivel para la Reparación.

• Pronta y oportuna atención a los conflictos laborales y sindicales.

• Una política salarial pro-gresiva para el salario mí-nimo y los trabajadores del Estado.

• Inspección laboral oportuna y eficaz.

• Impulso de una propuesta de Estatuto del Trabajo.

Manifestamos nuestro apo-yo y solidaridad con los pliegos

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presentados por las organiza-ciones populares que conforman la cumbre campesina, indígena, étnica y popular y las Dignida-des Agrarias.

La CUT mantendrá su po-sición de rescatar el derecho de negociación y huelga, que hoy empresarios y gobierno preten-den liquidar en la OIT.

Para la consolidación de esta agenda laboral, la CUT, con el resto del movimiento obrero, con el Comando Nacional Unita-rio y con todas las organizacio-nes sociales y políticas, promo-verá la más amplia movilización, que nos permita incidir frente al gobierno y los empresarios en nuestras exigencias y que logren transformaciones democráticas y soberanas en el país.

La CUT fortalecerá sus rela-ciones con las diferentes orga-

nizaciones internacionales de los trabajadores, enarbolando las banderas del internaciona-lismo en la Jornada Mundial por el Trabajo Decente del 7 de octubre. Igualmente, el 10 de diciembre, Día Internacional de los Derechos Humanos, partici-pará en la jornada nacional por la paz, entre otras iniciativas.

En este contexto general, la CUT seguirá trabajando en la construcción de la unidad de acción con los trabajadores y el movimiento popular colom-biano, demandando soluciones a la problemática laboral, sin-dical y social. Recurrirá asimis-mo a las herramientas político-sindicales para lograr el resta-blecimiento de los derechos y libertades.

Denunciamos los monta-jes judiciales contra dirigen-

tes sindicales como el caso del compañero Huber Ballesteros, miembro del Comité Ejecutivo de la CUT. Como él, hoy más de cien sindicalistas están encar-celados. Para ellos exigimos la libertad inmediata. Denuncia-mos también las declaratorias de ilegalidad de las huelgas, los despidos, las estigmatizaciones y los atentados contra el dere-cho a la vida que se suceden en todo el país.

La CUT expresa su dispo-sición para que en Colombia se concrete un acuerdo de paz que nos permita el desarrollo de la lucha política civilizada y en un ambiente de debate democráti-co. El VI Congreso ratifica en esta declaración su lema cen-tral: POR PAZ, SOBERANÍA, DEMOCRACIA Y DERE-CHOS LABORALES

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Esta obra del maestro Re-nán Vega Cantor, editada

por impresol ediciones, Cor-poración Aury Sará Marrugo y Prensa alternativa Periferia, está compuesta por siete capítu-los, en los cuales se evidencian las diferentes formas históricas de la expropiación y el despo-jo ocasionado por el capitalis-mo contra los trabajadores. Ese modo de producción vigente que actúa, en su connatural lógica, de manera brutal, con prácticas y formas de violencia con las cuales se ha constituido la acumulación de riqueza.

La historia del despojo capi-talista es larga y atraviesa por diferentes fases, las cuales son presentadas, en forma muy di-dáctica, por el autor del presen-te libro, destacando los diversos factores que han conducido a estas manifestaciones del fenó-meno expropiador, ubicando en primer lugar:

El problema de la expropia-ción de la tierra y la naturale-za, el despojo efectuado a los campesinos; los cercamientos y la resistencia de las comunida-des agrarias a estos atropellos; la constante persecución a los

trabajadores y, la diversidad de resistencias a los primeros em-bates producidos por la ofensiva capitalista.

También se hace notoria la exposición sobre el despojo de indígenas y los pueblos origi-narios de África, traídos a estas tierras en calidad de esclavos; las diferentes manifestaciones de la expropiación del trabajo, como expresión de la aliena-ción y la recurrente extorsión, siguiendo con los argumentos de Marx, sobre el despojo de los saberes a los artesanos, obreros, y demás sectores sociales de las clases subalternas.

Continúa el maestro Renán, siguiendo su propia línea de investigación, con la cuestión del maquinismo y la expropia-ción de saberes, los fundamen-tos del fordismo, el taylorismo y el toyotismo, los cuales se han constituido en verdaderos dis-positivos de control, explota-ción, extrañamiento del trabajo, e incluso plantea las tesis sobre la proletarización docente, de los médicos y hasta de los abo-gados, es decir las otroras pro-fesiones liberales.

Termina en forma formi-dable su disertación sobre las diferentes formas de expro-piación, ideadas por el sistema capitalista; pero sin soslayar la histórica defensa del Ludismo, como aporte al proceso de lucha y resistencia de la clase obrera, planteando un debate necesario al interior de la misma izquier-da que tiene una concepción bastante distorsionada sobre los denominados destructores de máquinas o Luditas.

Argumenta también el autor, una profunda crítica a la ideolo-gía o filosofía del progreso que es el sustento político e ideo-lógico del capitalismo actual, y que ha conducido a la humani-dad a una situación de verdade-ra crisis civilizatoria.

Este libro es desglose del ca-pitalismo y un homenaje a la re-sistencia, por parte de las clases sociales explotadas y desposeí-das; a la constancia, a la tena-cidad de muchos seres humanos en medio de las grandes dificul-tades, y por el urgente cambio histórico que exige la desapa-rición plena de este sistema de oprobio.

Capitalismo y despojoPerspectiva histórica sobre la expropiación

universal de bienes y saberes

RESEÑAS

Orlando Solórzano

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Para el comandante Hugo Chávez, la formación cultu-

ral era parte fundamental de la revolución bolivariana, el pro-yecto Villa del Cine se convirtió en un bastión para fortalecer la memoria histórica y enriquecer a los venezolanos cultural y po-líticamente.

Bolívar el hombre de las difi-cultades, es un film que aporta a dichos fines. Con una excelen-te fotografía, nos muestra los hermosos y tenebrosos paisajes por los que le libertador pasó en Jamaica y Haití mientras trans-curría su destierro y luego el camino de vuelta a Venezuela, buscando la emancipación de nuestro continente.

La película cuenta, en el lu-minoso mar Caribe, cuando Bo-lívar no quiere jugar en la playa con Josefina, Pepita Machado (Samantha Dagnino) porque su mayor preocupación es descar-gar las armas y organizar su ejército, ella le espeta: “Un día serás de bronce y tus píes, ex-trañarán el calor de la arena”, con ello visionaba, la tarea li-bertadora que a él le aguarda-ba, no solo del yugo Español y colonial, de Nuestra América sino que era su espíritu, el que dirigiría las gestas emancipa-

doras de los pueblos y sectores oprimidos a través de la historia de nuestros pueblos.

El filme cinematográfi-co busca mostrar la cara de Bolívar(Roque Valero) huma-no, enamoradizo, abandonado a su suerte, con serios problemas de empobrecimiento, produc-to de su rebeldía, amenazado de muerte y condenado al exi-lio caribeño en Jamaica y Haití entre Mayo de 1815 y mayo de 1816.

Tras la caída de la segunda república a causa de la revuelta de José Tomás Boves en 1815. Poco después de haber sido nombrado Libertador, Simón Bolívar abandonó el país, sin nada material, arribó a Jamai-

ca. Es ahí precisamente donde redacta la famosa carta de Ja-maica, en la cual describe los principios de su causa y su pen-samiento liberador.

No siendo suficiente con los líos a los que los colonizadores le habían sometido, su liderazgo fue puesto en duda por algunos criollos que lo seguían, pues lo juzgaron de traidor y de haber-los abandonado en la revuelta por la recuperación de Cartage-na, que había sido retomada por los españoles, en cabeza del ge-neral Pablo Morillo.

Sin embargo en medio del caos y la desolación que acom-pañó al Libertador, este logró transformarse y fortalecerse, pues ya no solo era el militar

Bolívar: el hombre de las dificultades

Ingrid Johana Tinjacá Rincón

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que orientaba las gestas en con-tra del régimen español, sino que ahora se sumaba a su ser la sensibilidad de estadista, lo que le permitió convertirse en un hombre integral, en el “Li-bertador de la Américas”, de los criollos, de los indígenas y de los negros.

Pues Bolívar comprendió que la libertad era completa si todos, incluyendo, los esclavos logra-ban ser libres. Premisa que fue orientada por el presidente de la primera república verdade-ramente independiente, Haití. Cuando Bolívar fue a pedir ayu-da y financiación al presidente Alexandre Petión, éste supeditó su apoyo a la liberación de los esclavos venezolanos, dado que la esclavitud no había sido abo-lida por la constitución de 1811.

A su regreso victorioso a Venezuela, en la expedición de los Cayos, el 2 de Junio de 1816 decretó en Carúpano y Ocuma-re, “La libertad absoluta de los esclavos que han gemido bajo el yugo español en los tres siglos pasados” (Bolívar, 1816).

Empero la decisión fue con-troversial, generó negativas no

solo entre quienes no apoyaban al Libertador, también se sintie-ron molestos los criollos que lo apoyaban, no concebían por nin-gún medio una vida sin esclavos, pues la libertad que forjaban, si bien proscribía del yugo colo-nial, no creía en la equidad y la emancipación de quienes se con-sideraron, durante siglos, seres inferiores.

Lo hermoso de esta pelí-cula es que da a conocer a un Bolí-var hecho hombre, dispuesto a rendirse. Es capaz de cambiar-se él mismo y el destino de un continente. Con su regreso a su patria natal, después de ese gran cambio, rectifica sus errores y

demuestra que no es un héroe invicto, que el aprendizaje es constante y que en el sueño de la Patria Grande es necesario la unión y la lealtad de todos, in-cluyendo a los esclavos.

Es por eso que la revista Pá-ginas de Nuestra América reco-mienda la producción efectuada entre Venezuela, Cuba y Espa-ña, pues para la comprensión de la historia, es fundamental ver los hechos y las personas desde todas las perspectivas posibles, así aportamos a la educación sin sesgos y en perspectiva de la formación de seres críticos y auto críticos.