Revista Ñande Identidad - Marzo de 2016
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BLANCO FÁCIL
Yo lo vi al negro...Los defensores de la secta del gatillo facil
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Número 5 - Marzo 2016CONTRIBUCIÓN A VOLUNTAD
40 anos del golpe
,
Gabriel Blanco se negó a robar para la policíaY apareció muerto en una comisaría en marzo del 2007.En este número te contamos su historia.
Gabriel Blanco se negó a robar para la policíaY apareció muerto en una comisaría en marzo del 2007.En este número te contamos su historia.
Consideraciones sobre el derecho a la informacion.
9l
Incluidos desde la exclusion: la historia de Gabriel Blanco
5 l
#JusticiaPorGabrielBlanco#YoSoyGabrielBlanco#JusticiaPorGabrielBlanco#YoSoyGabrielBlanco
La dictadura cívico- militar- religiosa en
nuestro país cometió los más aberrantes
crímenes de la historia argentina:
secuestraron, torturaron, violaron, mata-
ron e hicieron desaparecer a toda una
generación.
Nuestros compañeros soñaban y ponían
su cuerpo para tener un país mejor.
Entre ellos, había jóvenes que preten-
dían conseguir un Boleto Estudiantil para
que a sus padres no les saliera tan caro
mandarlos a la Escuela.Trabajadores,
delegados, que encabezaban la lucha en
defensa del salario y por mejores condi-
ciones de trabajo.
Profesionales de la Salud, que demanda-
ban atención sanitaria de calidad para
todos.
Abogados, que se solidarizaban y arries-
gaban presentando Habeas Corpus por
los desaparecidos.Escritores, periodis-
tas, que se manifestaban en los medios y,
A 4o ANOS A 4o ANOS A 4o ANOS
Nos encontramos con nuevo presidente, una nueva coyuntura, un “cambio” que desde entonces no dejó de destruir todo lo construido en nuestras luchas históricas.
En esta primera parte del 2016, todo comenzó a tomar el rumbo que menos deseamos. Los decretos, que fueron seña-lados por el nuevo gobierno de “necesidad y urgencia”, contribuyeron a profundizar el sistema represivo. Se arrasó con la Autori-dad de Servicios de Comunicación Audiovi-sual, se despidieron a miles de periodistas y trabajadores de los medios de comunica-ción. La resolución fue quitarles el empleo por el simple hecho de ser militantes. ¿Dón-de quedaron la “alegría” y la “libre expre-sión”, si a quienes �enen que dar cuenta de la pluralidad de voces lxs echaron a todxs, sin siquiera gozar de una mínima indemni-zación?
También ocurrió lo mismo en materia legis-la�va. Se creó un “protocolo an�piquetes” a la medida de la necesidad de represión y mano dura para la gobernabilidad del ajuste. Se restringe el derecho a la manifes-tación, sin más respuesta a los conflictos sociales que la criminalización de la pobre-za.
El “cambio” llegó al poder Judicial, que quedó sumergido en un mar de corrupción, injus�cias y desigualdad en favor de los sectores más privilegiados de nuestra sociedad.
En nuestro territorio, esto se evidencia claramente en el caso de Gabriel Blanco. Este joven matancero, padre y trabajador que fue hallado muerto en una comisaría de Isidro Casanova en 2007. El 16 de marzo comenzará el juicio en el que se deberá juzgar a cinco policías imputados por “tor-tura seguida de muerte”. En sintonía con el
Editorial
muchos, exponían la situación del país, tal
fue el caso de Rodolfo Walsh con su recono-
cida Carta a la Junta Militar, donde se atrevió
a publicar las atrocidades que estaban come-
tiendo los militares.Religiosos, como las
Monjas Francesas y el Sacerdote Angelelli,
que velaban por los más desprotegidos.
Cada desaparecido es un mundo. Son
30.000 sueños que hoy no están. Sí, están
sus Ideales, que nos acompañan y nos
dicen“sigan adelante, no se resignen, no
bajen los brazos”.
DEL GOLPEDEL GOLPEDEL GOLPE
El 24 de marzo de este año se cumplen 40 años del último golpe de Estado en Argentina.
Durante la misma época de dictadura, otros países latinoamericanos sufrieron la misma
opresión, teniendo en común, entre otras cosas, el denominado Plan Cóndor, diseñado por
expertos estadounidenses con el objetivo de dominación de Nuestro Pueblos.
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Por Beatriz Capdevila y Juan Carlos Lozza
No al trabajo infantil, no al trabajo esclavo.
Diciembre del 2015 fue el mes de la nueva desidia.
cambio polí�co, se sucedieron una serie de medidas que favorecieron a los imputados, otorgándoles la prisión domiciliaria y recha-zando las pericias que demuestranque Gabriel no pudo haberse suicidado, sino que lo suicidaron.
Este caso ilustra, como tantos, el lineamiento del nuevo gobierno contra el campo popular, declarando abiertamente buscar “terminar con el curro de los derechos humanos”. Luego de 30 años de acompañar a los sectores más vulnerables de nuestra sociedad, enfrentan-do los abusos de poder de parte de funciona-rios del Estado, podemos responder desde nuestra prác�ca concreta que nuestro “cu-rro” es la dignidad, la jus�cia social y la defen-sa de los derechos humanos a través de la autoges�ón y la autonomía.
Así es cómo intervienen los organismos como APDH-La Matanza, exigiendo jus�cia por los compañeros asesinados en 2002 por la poli-cía, Darío San�llán y Maximiliano Kosteki; por Luciano Arruga, pibe también asesinado por la policía y desaparecido por el Estado; por enfrentar las causas armadas, que tomaron como punto a Luz y a Diego acusándolos de un asesinato, o la causa contraRelmuÑanku, una mujer mapuche que fue acusada de “intento de homicidio” por haber defendido su casa, su territorio con una piedra en la zona de Vaca Muerta. Y así podríamos seguir mencionando casos.
Pero, lamentablemente, esta lucha incansa-ble no se muestra en los grandes medios. Por esto es que traemos nuevamente aÑande Iden�dad, nuestra herramienta de comunica-ción popular y autoges�ón que nos permite devolverle la voz a los silenciados que, una y otra vez en la historia, buscan hacer escuchar su grito: “Será jus�cia”.
Sin más que decirles, esta entrega es para ustedes.
Diciembre del 2015 fue el mes de la nueva desidia. Editorial
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Durante éstos últimos años, se llevaron a
cabo en diferentes lugares de Argentina
juicios a los militares, a los responsables
de los Centros de Detención Clandesti-
nos, a los torturadores, y, ahora que se
comenzaba a imputar a los ideólogos
civiles del golpe, aparece en boca de
algunos funcionarios del actual gobierno
el denominado "Curro de los Derechos
Humanos" y el "No fueron 30.000 los
desaparecidos", lo que sólo busca ame-
drentar a la militancia histórica de cada
organismo, autónomo o no, que reivindi-
ca la lucha de los desa-
parecidos en este
nuevo contexto.
Pero esto no nos hará
retroceder. Con la
lucha logramos la
democracia y continuaremos en la calle a
pesar de los protocolos actuales que
quieran imponernos, a pesar de quienes
hoy usan esta serie de decretos y emer-
gencias de seguridad para sus fines per-
sonales, y se nutren por sus intereses
egoístas, pretendiendo transformarla en
una dictadura moderna, porque en defi-
nitiva sólo persiguen a los sectores más
vulnerables que sufren la violencia insti-
tucional en todas las dimensiones posi-
bles.
En este 24 de marzo, desde APDH-La
Matanza, como organismo autogestivo
en lucha por la defensa de los Derechos
Humanos, continuamos exigiendo:
Yo lo vi al negro dar vueltas por el barrio.
Yo lo vi al villero andar por el barrio. Lo vi
reírse y cantar una cumbia bonita. Yo lo vi
aprendiendo a hacer un C.V. para tener
algo, que diga algo sobre él. Lo vi
regresar de buscar un trabajo, con ojos
de decepción y las manos vacías sin pan.
Lo vi iluminar la noche con sus dientes
claros. Yo lo vi cuidar a sus hermanos.
Gabriel estaba marcado por la policía, él
no era un santo. Era un ser humano y,
como tal, con derechos a los cuales
nunca había accedido. Todo se le había
transformado en una gran cuesta arriba.
Su edad, tan joven y tan viejo para vivir
e n u n c o n t e x t o d e p o b r e z a y
marginalidad. Porque eso era Gabriel, un
m a r g i n a l , a l g u i e n q u e q u e d a
desvinculado de la sociedad, alguien que
sobra para el mercado, un cuento
olvidado.
El negro se reía como un loco, una vez lo
habían invitado a una fiesta muy bacana,
y no tenía zapatos para ir. Se los prestó
un amigo.Le quedaron un poco chicos,
pero igual estaba contento. Y pasaba por
el barrio haciéndose el lindo. En eso,
metió la pata en el barro, en la zanja. La
manera de putear que tenía ese tipo… Y
los pibes en la esquina se cagaban de la
risa. Ahí no más llego una patrulla que se
Por Alexis Medina para Gabriel Blanco
lo quería llevar. Pero si no estaba haciendo
nada, se estaba yendo a una fiesta y metió
los pies en el barro podrido, encima se lo
quería llevar. Saltaron todos los pibes y los
vecinos hasta que lo dejaron. En una casa le
limpiaron los zapatos y el negro contento se
fue a la fiesta.
Pero en su turbulento andar cotidiano, una
pareja bonita y el fruto de un amor
desesperado. Todo lo que no le podían
arrebatar estaba ahí. Yo lo vi, empezaba a
conocer un poco la felicidad o algo parecido.
Sin embargo, no tardaron en aparecer
huellas de un pasado: uniformados como
buitres, esas aves de carroña, hambrientos
de sangre y carne. No dejaron de acechar los
cortos tiempos de felicidad.
Yo lo vi en un cajón, inerte, golpeado sin
vida, cuando empezaba a ser feliz y a
encontrar un sentido a vivir. No lo dejaron
recuperarse, porque los marginales no
tienen oportunidades. Es fuego o es muerte,
vivir no, de eso nada, si hasta la sonrisa le
borraron. Golpes y más golpes y el negro se
la bancaba, pero así no. Y lo último que se le
escucho decir en la comisaria maloliente de
San Carlos: “Quiero ver a mi mujer, a mi
hijo, no me peguen más, por favor…”.
…los marginales no tienen oportunidades……los marginales no tienen oportunidades…Yo lo vi, al negro…
Y MILITARES.
CÁRCEL COMÚN Y
EFECTIVA A LOSRESPONSABLES
CIVILES
POR LAVERDAD, POR JUSTICIA.
PRESENTES!
¡AHORA Y
POR LA MEMORIA,
SIEMPRE!
Y MILITARES.
CÁRCEL COMÚN Y
EFECTIVA A LOSRESPONSABLES
CIVILES
POR LAVERDAD, POR JUSTICIA.
DETENIDOS
PRESENTES!
¡AHORA Y
POR LA MEMORIA,
SIEMPRE!
COMPAÑEROS
DESAPARECIDOS ,
¡30 MIL
DETENIDOS COMPAÑEROS
DESAPARECIDOS ,
¡30 MIL
4Basta de criminalizar la pobreza, ningún pibe nace chorro.
Gabriel Blanco apareció ahorcado en la comisaria 2da de San Carlos, Isidro Casanova, La
Matanza, el 1 de marzo del 2007. Era un jueves de verano y el joven de 21 años acababa de
ser tío. Fue detenido sin motivo mientras volvía de comprar un regalo para su sobrino. A su
familia le aseguraron que se suicidó en el calabozo. Sin embargo, cinco policías están
imputados por tortura seguida de muerte a la espera del juicio, que comenzará el 16 de
marzoy contará con 10 días de audiencias y más de 50 testigos.
Incluidos desde la exclusión:
Por Paula Pimentel y José Managua
Gabriel Blanco
Viernes 2 de marzo. Isidro Casanova amanece y uno de sus pibes ya no la caminará más. A Gabriel lo habían detenido la tarde anterior en la puerta de la casa de su hermana, en el barrio Borgward, donde vivía desde niño. Eran las 4 de la tarde cuando policías bajaron del patrullero y comenzaron a golpearlo. Su sobrina de 15 años salió y les pidió que paren. Lo llevaron a la comisaría 2da de Casanova. Gabriel estaba alterado,lo habían golpeado y pedía a gritos que lo dejaran ver a su mujer y a su hijo. Sabía que sería la úl�ma vez, que lo iban a matar, se la habían jurado.
Acá deberíamos retroceder un poco en la historia. Gabriel había estado detenido 8 meses por robo en la comisaria 4ta de Los Pinos; padecien-do la misma historia que atraviesa a tantos jóvenes pobres cuyas opciones de vida son unas pocas. Robo, adiccio-nes, violencia naturalizada y los su�les métodos excluyentes del sistema que
El caso los necesita justamente de esa manera: jóvenes - pobres - adictos - me�dos en el delito. Incluidos desde la exclusión.Pero Gabriel dijo basta. Salió de su detención y buscó trabajo. Se empleó en un peladero de chanchos en San Justo. Conoció a Yolanda, su mujer, con quien en febrero de 2004 tuvieron a su único hijo. Tenía 19 años y sus expecta�vas de vida habían cambiado. El peladero de chan-chos cerró y Gabriel no dudó un segundo, buscó otro trabajo en una empresa de andamios. Pero volver de esa larga noche de barrio no es tan sencillo. Al menos no en cualquier barrio pobre de La Matanza. Durante todo ese �empo Gabriel fue hos�gado por la policía. Lo conocían, veían en él a un chorro más mano de obra barata.El joven le había contado a su papá que la policía quería que robe para ellos, pero él ya estaba en otra y eso no sale gra�s, sabía que debía cuidarse, como su papá le decía.Detenerlo en la calle y �rarle la vianda que llevaba al trabajo se volvía habitual. “Rescatarse” �ene su precio: la vianda, la plata, las zapa�llas, la vida.
La historia deLa historia de
Le habían dicho que lo harían desapa-recer. Por eso gritaba desesperado que lo dejen ver a Yolanda y a su hijo, porque sería la úl�ma vez. Desde afuera del calabozo su mujer también pedía verlo, les decía que ella y su hijo calmarían esos gritos. Le dijeron que no, que se vaya a su casa, ellos sabían cómo tranquilizarlo.
El salto en la historia es conocido y podemos contarlo de a miles.A las 12 de la noche lo llevan sin vida al Hospital Paroissien. A las 4 de la mañana la policía fue hasta la casa de la Familia Blanco para avisarles que el joven se había suicida-do colgándose con un cable del calabozo. Un cable de un calabozo de una comisaría de 40 años que debía soportar el peso de Gabriel, que medía 1,80 y pesaba 80 kilos. Bien. Durante el velorio su hermana le acarició el rostro descubriendo que le faltaban dientes ¿Qué quería ocultar la mortaja pegada al cuerpo? Lo que descubrieron al despegarla: golpes en todo el cuerpo y �erra en la espalda. Gabriel no había muerto por asfixia sino por golpes en el piso.
¿Pero cómo una familia pobre del conurbano va a contradecir una versión policial? Y sobre todo, ¿cómo
va a demostrarlo? Gabriel había conocido un �empo atrás a dos trabajadores sociales de la APDH La Matanza que acompañaban a jóvenes en sus procesos de recuperación. Así es como militantes de la Asamblea intervienen en el caso. Las contradicciones eran muchas y estaban a la vista. La primera autopsia determinó que el joven murió por asfixia. Pero algo no cerraba. Alguien que se ahorca no �ene porqué estar golpeado, tener �erra en la espalda, ni haber perdido dientes (sin profundizar en que tampoco se ahorcaría alguien que estuvo detenido largos meses por una horas en un calabo-zo). El abogado de la familia Blanco, Alejandro Bois pidió una segunda autopsia.
La causa reposó mucho �empo en algún cajón.En 2012 y luego de la reconstrucción del hecho realizado por policía cien�fica y Gendarmería, el juez de Garan�as Raúl Ricardo Alí dictaminó la prisión preven�va del subcomisario Rubén Darío Suárez; el suboficial Ariel Emiliano Gómez y del oficial Pablo Balbuena por torturas seguidas de muerte. Fueron detenidos el 23 de febrero de 2013.La apelación de la prisión preven�va fue deses�mada por la Sala I de la Cámara de Apelaciones del Departamento Judicial de La Matanza. También están procesados por encubrimiento el comisario inspector Claudio Horacio Javier Ilundayn y el capitán Daniel Omar Dos Santos.
Durante la reconstrucción, media hora tardó el Gendarme en pasar el cable de la misma forma en que supuestamente lo
65 Ninguna mujer nace para puta
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El 31 de octubre del año pasado, la Unidad Fiscal Nº 3 de Laferrere a cargo del Dr. Federico Russo, dio a conocer que el abogado Rubén Fernández (defensor de los tres policías detenidos por la causa de Gabriel Blanco) presentó una denun-cia contra la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos de La Matanza (APDH) y la Comisión Provincial por la Memoria. En ella se acusó a los organismos de una supuesta extorsión a dos detenidosde la comisaría del barrio San Carlos-que fueron tes�gos de la muerte de Gabriel Blanco-,con la finalidad de obtener declaraciones contra los miembros de la fuerza policial a cambio de “beneficios procesa-les”.Esos tes�gos, cuando se los citó en 2007 para dar tes�monio por la muerte de Gabriel, sostuvieron que no escucharon ni vieron nada porque estaban “dormidos”. Sin elementos que sostuvieran los cargos, la fiscalía dio lugar a una inves�gación contra Pablo Pimentel y otros miembros del organismo de La Matanza. A la par de la acusación,comenzaron u n a s e r i e d e i n� m i d a c i o n e s y difamaciones:intentaron incendiar e lespac io APDH, pers igu ieron acompañerxs hasta su domicilio y los apuntaron con armas sin decir ni robar nada, incluso a un compañero lo siguieron hasta la puerta de su casa
y él, ante un intento de resis�rse, lo golpearon en las piernas y le dieron un culatazo en la cabeza. Luego permane-ció internado en el hospital unos días. También persiguieron a una de las hijas de Pablo Pimentel amenazándola a punta de pistola, al igual que otrxs compañerxs.Acusaron a los militantes de APDH de “corruptos” con pasacalles y pintadas en la Rotonda de San Justo y fiscalías. Todo esto en unlapso de cuatro meses.Los compañerxs no se quedaron de brazos cruzados. Realizaron las debidas denuncias y se presentó un Habeas Corpus Preven�vo con todos estos hechos.Organizaron una movilización masiva, que contó con la presencia de todos los organismos de derechos humanos y dis�ntos par�dos polí�cos. La marcha se realizó el 18 de mayo del año pasado y generó muchas repercusiones en los medios alterna�vos y comunitarios.A raíz de esta denuncia masiva, se logróuna audiencia con el ex goberna-dor bonaerense Daniel Scioli, en la que se le remarcó la situación y se exigió respuesta inmediata. A los pocos días, el fiscal José Luis Claudio Longobardi archivó la causa. Sin embargo, advir�ó que, si durante el juicio oral y público por la muerte de Gabriel Blanco aparecían elementos nuevos, abriría el expediente.
Por Jesica Miceli
La causa armada contra APDH �ene dos claras intenciones: favorecer a los policías imputados y cr iminal izar la lucha social.Este método es caracterís�co de un gobierno que garan�zala impunidad de la violencia ins�tucional, desmantelando las áreas de inves�gación sobre lxs cómplices civiles y empresariales del genocidio de la dictadura y reuniéndose con organismos que sos�enen -y promueven- la “teoría de los dos demonios”,aumentando la represión a la protesta social.Ahora sólo queda esperar hasta el 16 de marzo, fecha que se es�ma como inicio del juicio. A pesar de que ya se especula a favor de quién será el fallo del Tribunal Oral en lo Criminal N°5, APDH-La Matanza insiste que se vencerá esta injus�cia desde lo polí�co, con la movilización popular, con la lucha permanente y la defensa de los derechos humanos.
LOS DEFENSORES DE LA SECTA DEL GATILLO FACILLOS DEFENSORES DE LA SECTA DEL GATILLO FACILpasó Gabriel. Media hora, con luz y estando “emocionalmente estable”. Y ese cable se cortó a los 50 kilos de peso. Gabriel pesaba de 80. Esa reconstruc-ción determina que la hipótesis del suicidio no cuadra.
El juicio oral y público por la muerte de Gabriel Blanco será el próximo 16 de marzo. Su familia espera un cas�go ejemplar para los responsables. Junto a ellos está la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos de La Matanza en cada paso para velar que se haga jus�cia.Como an�cipo, el Tribunal en lo Criminal nro. 5 (TOC 5) el 22 de diciem-bre tomó las siguientes decisiones:Anuló la prisión preven�va de los tres acusados, les otorgó la prisión domici-liaria y declaró nula la pericia de reconstrucción del hecho porque, asegura, los tes�gos –Balbuena, Suárez y Gómez- no contaron “con la debida representación” y “no fueron releva-dos del juramento de decir verdad, siendo que esos dichos fueron poste-riormente u�lizadas en su contra”.La pregunta ¿será jus�cia? nos ronda por estos días de incer�dumbre en una causa que lleva 8 años de letargo, de policías que se manifiestan inocentes y que tendrán la posibilidad de hacerlo ante la Jus�cia, y de un pibe que tuvo una posibilidad de salir, que la aprove-chó, hasta que la mano bruta y arbitra-ria decidió que no la tendría más. Gabriel no podrá defenderse en ningún juicio. Por ese gran mo�vo decimos todxs juntos
7 Yo soy Gabriel Blanco.
Movilización mul�tudinaria en San Justo. 18/5/15
13 años sin Gastón Tonchi Flores. Basta de Gatillo facil
8
Ya en 1789, la
Declaración de los
D e r e c h o s d e l
Hombre estable-
ció que la libre
comunicación de
pensamientos y
opiniones es “uno
de los derechos más preciosos del hom-
bre”. Sin embargo, en la actualidad, el
control y la censura de la información son
moneda corriente en todas las sociedades.
Sería ingenuo pensar que son situaciones
que se dan con exclusividad en dictaduras.
En estos tiempos, el descontento social
ante las injusticias no solo se contiene a
través de la fuerza represiva del Estado. El
vacío informativo para grandes sectores de
la población se dirige principalmente a
mantenernos ajenos e indiferentes a eso
que podríamos llamar “la verdad de lo que
ocurre”. Y contribuye también para que la
desigualdad continúe vigente.
10
Consideraciones sobre el derecho a la información Por Juan Clivio y Laura Fernández
“La verdad no solo se cuenta, hay que militarla”. Rodolfo Walsh
Consideraciones sobre el derecho a la información Consideraciones sobre el derecho a la información
Objetivos nada inocentes de la prensa
hegemónica
Cuando se dice que los medios instalan
una agenda determinada, se hace referen-
cia a que son ellos los que determinan de
qué se habla, cuál es la orientación que le
quieren dar al tema, qué opiniones se van a
mostrar y qué otras van a ser evitadas. Los
mensajes que recibimos muchas veces
destacan los aspectos más sensacionalis-
tas, desvían la atención hacia cuestiones
secundarias y deforman o inventan
hechos.
En nuestro país, y en toda América Latina,
la mayoría de los medios (diarios, radios,
prensa, telecomunicaciones) están en
pocas manos. Sus dominios son el poder
financiero y económico; sus anunciantes
aliados son las principales marcas del mer-
cado, cada vez más concentrado a nivel
global. Como espectadores debemos ser
conscientes de cuáles son sus intereses a la
hora de elaborar sus contenidos.
Sembrar entusiasmo y militar la verdad.
El derecho social a saber es uno de los
fundamentos de la opinión pública, la cual
conforma las bases para las decisiones
democráticas. Por lo tanto, debemos hacer
todo lo posible para conocer la realidad
por más medios y tratar de enterarnos de
todas las decisiones del Estado, pero tam-
bién de las del mercado y de todo centro
de poder nacional y transnacional que
influya en la vida de nuestra sociedad. Y,
por sobre todo, de las motivaciones que
tienen para tomar esas decisiones.
Para eso, el camino es seguir considerando
a la información como bien público, defen-
der su control social, la conservación y
difusión de los saberes populares, la parti-
cipación en los procesos de libre circula-
ción de ideas que hoy están en auge y al
alcance de todos gracias a Internet y a las
redes sociales. También conocer y fortale-
cer los medios comunitarios, las cooperati-
vas y asociaciones de modelo autogestivo.
Aunque el derecho a la información está
convenido como una responsabilidad del
Estado, también es el resultado de una
lucha que nos concierne a todos. Solo a
través de una verdadera pluralidad de
voces se podrá romper con la dependencia
cultural y tecnológica que impone el pen-
samiento único, con los cercos de silencio y
de protección mediática de los poderosos,
para así recrear y transformar la realidad
en algo menos desigual.
9Luciano Arruga: ni ausente ni perdido, detenido desaparecido.
A�40�años�gritamos�poesía….Al�fin,la�imaginación�al�poderhace�la�canción�de�las�pasionesy�la�pesadilla�se�silencia�encorvadadando�pasos�al�subsuelo,terreno�de�lo�que�nunca�volverá...
NUNCA�MÁS.