Revista Misioneros - Nº189-2018 - OMP · una ocasión única: la celebración del centenario de la...

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SNº 189 NOVIEMBRE AÑO 2018

T E R C E R M I L E N I O

La democracia está en juego en

Nicaragua. Las movilizaciones contra

el presidente Ortega y la dura repre-

sión por parte del Gobierno han

desatado una vorágine de violencia.

16

en este número...

y además...

EDITA OBRAS MISIONALES PONTIFICIASC/ Fray Juan Gil, 5 28002 - Madrid Tfno: 91 590 27 80 Fax: 91 563 98 33 E-Mail: [email protected]://www.omp.eshttp://www.domund.org

Nº 189. NOVIEMBRE, 2018

AGUSTINOS RECOLETOSPaseo de La Habana, 167. 28036 Madrid.Tel. 91 345 34 60

COMPAÑÍA DE JESÚSAvda. de la Moncloa, 6. 28003 Madrid. Tel. 91 534 48 10

COMPAÑÍA MISIONERA DEL SAGRADO CORAZÓNEstocolmo, 9. 28022 Madrid. Tel. 91 313 56 40

FRANCISCANAS MISIONERAS DE MARÍACardenal Marcelo Spínola, 38. 28016 Madrid.Tel. 91 302 61 99

MISIONERAS DE NUESTRA SEÑORA DE ÁFRICA

(HERMANAS BLANCAS)Asensio Cabanillas, 39. 28003 Madrid. Tel. 91 553 82 60

MISIONEROS CLARETIANOSClara del Rey, 6. 28002 Madrid. Tels. 91 415 23 61 y 91 415 21 99

INSTITUTO ESPAÑOL DE MISIONES EXTRANJERASFerrer del Río, 17. 28028 Madrid. Tel. 91 726 84 27

MERCEDARIAS MISIONERAS DE BÉRRIZFereluz, 2. 1ª A 28039 Madrid. Tel. 91 571 63 03

MISIONERAS CRUZADAS DE LA IGLESIAMadre Nazaria, 7. 28044 Madrid. Tel. 91 462 88 40 y 91 462 46 11

MISIONERAS DE CRISTO JESÚSPeñuelas, 18. 5º A. 28005 Madrid. Tel. 91 517 41 78

MISIONERAS DOMINICAS DEL ROSARIOGeneral Kirkpatrick, 44. 28027 Madrid. Tel. 91 367 36 71

MISIONEROS ESPIRITANOSSanta Engracia, 149. 1º B. 28003 Madrid. Tel. 91 554 21 57 Olivos, 12. 28003 Madrid. Tel. 91 553 36 16

MISIONEROS DE MARIANNHILL Arturo Soria, 249. 28033 Madrid. Tel. 91 359 07 40

MISIONEROS DEL VERBO DIVINO Corazón de María, 19. 5º B. 28002 Madrid. Tel. 91 415 43 55

MISIONEROS OBLATOS DE MARÍA INMACULADA Diego de León, 36. 28006 Madrid. Tel. 91 411 12 12 Pozuelo de Alarcón, Madrid. Tel. 91 352 34 16

PADRES BLANCOSLiebre, 25. 28043 Madrid. Tel. 91 574 04 00

SOCIEDAD DE MISIONES AFRICANAS Asura, 34. 28043 Madrid. Tel. 91 300 00 41

coeditores


IGLESIA A FONDO

PRIMER PLANO

A finales del pasado mes de septiembre

China y el Vaticano anunciaban un históri-

co acuerdo con el que se busca poner fin

a casi siete décadas de conflicto a propó-

sito del nombramiento de obispos.

INFORME

Durante un mes, más de 300 personas,

entre padres sinodales, expertos en pasto-

ral y jóvenes se han reunido para refle-

xionar sobre el lugar de la generación

millennial dentro de la Iglesia.

7 TRIBUNA Desde la acción y la contemplación

12 EL OBSERVADORPAKISTÁN - CUBANIGERIA - RUSIA / UCRANIA

22 ASÍ VA EL MUNDOCAMERÚN - IRAKCOLOMBIA

36 ENTREVISTAP. Didier Sawadogo, asistente general de la Sociedadde los misioneros de África

42 ANIMACIÓN MISIONERA

45 AYUDAMOS A...Santo Tomé y Príncipe. 68.000 euros en ayudas para sobrevivir

48 CULTURAUn viaje de cinepor otras realidades

53 EL CUARTO MUNDO

56 MISIÓN VIVACarmen Aranda, misionera laica comboniana

26

30

En medio de unas socie-

dades secularizadas,

cada vez más ajenas e

impermeables a lo tras-

cendente, ¿qué papel desempe-

ñan las religiones en nuestros

días? En un contexto caracteriza-

do por modos de vida más indivi-

dualizados, competitivos y consu-

mistas, ¿qué es de las confesio-

nes religiosas? Ante un mundo

en el que se afirma y se consoli-

da un paradigma de desarrollo

de tipo tecnocrático, con su lógi-

ca de dominio y control de la rea-

lidad a favor de intereses econó-

micos y de beneficio, ¿qué puede

decir el mensaje religioso? Frente

al auge de la cultura del rechazo

al otro, cuando no de alimento

del odio y la violencia, ¿qué pue-

den hacer las religiones?...

Estamos ante toda una batería

de preguntas cruciales para la hu-

manidad y para su futuro, en las

que, curiosamente, planteándonos

con algo de escepticismo el papel

que pueden desempeñar las reli-

giones en su respuesta, descubri-

mos su importancia, así como la

labor fundamental que pueden

desempeñar en estos tiempos en

los que algunos las quieren y pre-

tender ver languidecer. El papa

Francisco lo ha puesto de mani-

fiesto al plantearse estas cuestio-

nes clave para las comunidades

de fieles de distintas confesiones

en el mensaje que ha dirigido al

Foro Interreligioso G20, que se

ha celebrado recientemente en

tierras argentinas.

Habría que comenzar princi-

palmente por proponer un cambio

de perspectiva; por ofrecer –seña-

la el Santo Padre– esa “«mirada»

nueva sobre el ser humano, que

viene de la fe en Dios”, en la que,

lejos de ver a la persona con un

afán manipulador y dominante,

sintamos al otro como hermano,

hijo de un mismo Padre, ya que

“todos los seres del universo esta-

mos unidos por lazos invisibles y

conformamos una especie de fa-

milia universal, una sublime co-

munión que nos mueve a un res-

peto sagrado, cariñoso y humil-

de”. Desde este punto de vista

que obliga a mirar al prójimo a

los ojos, al interior de su corazón,

cualquier intento de buscar un

auténtico desarrollo económico,

social o tecnológico –sostiene

Francisco– tendría que tener en

cuenta, necesariamente, la digni-

dad del ser humano, para que

nunca lo viéramos “como un nú-

mero más de una fría estadística”.

Otra de las aportaciones que

las religiones han de hacer al

mundo de hoy es, sin duda, la de

ser esos instrumentos de diálogo

que nos lleven por los senderos de

la paz, que nos permitan ser capa-

ces de “hallar, entre todos, las me-

jores soluciones a los problemas

que nos afectan a todos”. Un diá-

logo que, como ha dicho el papa

Francisco, “no significa renunciar a

la propia identidad, sino estar dis-

puestos a salir al encuentro del

otro, a comprender sus razones, a

ser capaces de tejer relaciones hu-

manas respetuosas, con el conven-

cimiento claro y firme de que es-

cuchar al que piensa de modo di-

ferente es, ante todo, una ocasión

de enriquecimiento mutuo y de

crecimiento en la fraternidad”.

Las situaciones difíciles que

afectan a la humanidad de nues-

tro mundo, especialmente a los

más necesitados y vulnerables,

son un reto para las religiones de

nuestros días; un reto ante el

que los hombres de fe no pueden

quedar indiferentes y al que se

enfrentan de manera ejemplar

nuestros misioneros y misione-

ras. Se crea o no, las religiones

siguen teniendo un papel que

desempeñar.

E D I T O R I A L

EDITA Obras Misionales Pontificias SUBDIRECTOR NACIONAL OMP José MaríaCalderón DIRECTOR Alfonso Blas DISEÑO Antonio Aunés COLABORADORES

Rosa Lanoix, Rafael Santos, Francisco José Pérez Valero, Dora Rivas, José Beltrán,José Carlos Rodríguez, José Ignacio Rivarés, Israel Íñiguez, Modeste Munimi,

José Ramón Carvallada, María Jesús Sahagún, Carmina Sofía Fernández, Juana Gómez, Juan Lázaro Sánchez, VicenteMarqués Ruiz ARCHIVO FOTOGRÁFICO Antonio Aunés, Rafael SantosFOTOGRAFÍAS Efe, 123RF SUSCRIPCIONES Roberto Murga DEPÓSITO LEGAL M-48558-1999 ISSN 1695-1034 IMPRESIÓN Gráficas Dehon. PP. Reparadores. C/ La Morera, 23-25. Torrejón de Ardoz, Madrid. Tfno: 91 675 15 36


Las religiones han de ser hoy en día esosinstrumentos sólidos de diálogo

que nos lleven por los senderos de la paz.

El papel de las religiones hoy

Inés Vicente López

El tesoro de las semillas del Evangelio lo

llevo en la vasija de barro de mi fragilidad

personal. Esas semillas caerán, germinarán,

darán fruto...; y no con muchas palabras o

acciones, sino desde la presencia, la acogi-

da, el acompañamiento, el amor... El resto,

a Dios pertenece. Y ¡cuánta vida surge a

veces sin que una la vea, aun en medio de

situaciones de violencia y muerte!

Dominica de la Anunciata, misionera en Brasil

Francisco Javier Martínez

El trato con las personas que sufren, con los más pobres,

puedo decir que tiene una densidad especial. Los pobres

son un lugar teologal, de experiencia de Dios.

Misionero javeriano en Brasil

Miguel Ángel BarberoProfesor, colaborador de OMP

Luis Jiménez FernándezDelegado Diocesano de Misiones de Málaga

La Iglesia tiene una gran esperanza en que

los jóvenes, al igual que los misioneros, se-

an capaces de poner su granito de arena en

cambiar este mundo y hacerlo más humano,

más justo, más fraterno, más solidario.

Mi experiencia temporal de mi-

sión en Perú fue una vivencia

que me urge a la humildad,

al agradecimiento y a la con-

versión. Me traje la conciencia

de que mi propia persona es

tierra de misión; muchas co-

sas que aprender de los humil-

des, y mu-

chas cosas

que trabajar

desde aquí

también.

frasesyflashes

Papa FranciscoRecemos para que no falten a las nuevas generaciones el anuncio

de la fe y la llamada a colaborar en la misión de la Iglesia. Pienso

en tantos cristianos, hombres y mujeres, laicos, consagrados, sa-

cerdotes, obispos, que han gastado su vida y aún la gastan lejos

de la patria, anunciando el Evangelio. A ellos nuestro amor, nues-

tra gratitud y nuestra oración.

NÚM. 189, NOVIEMBRE DE 2018 misioneros 7

Por D. Anastasio Gil. Director Nacional de OMP

T R I B U N A

DESDE LA ACCIÓN Y LA CONTEMPLACIÓN

Desde sus orígenes, laresponsabilidad misione-ra está en la entraña dela vida consagrada. Pu-

diera parecer superfluo reiteraresta convicción del prefecto de laCongregación para la Evangeliza-ción de los Pueblos a los superio-res generales de la vida consagra-da y de los institutos de vidaapostólica, pero no es así. Sirvancomo justificación estas primeraspalabras del cardenal Filoni: “ElMes Misionero Extraordinario(MME) representa para nosotrosuna ocasión única: la celebracióndel centenario de la carta apos-tólica Maximum illud, del papaBenedicto XV, nos ayuda a volvera encender el ardor y la pasiónpor la misión de Jesús”.

En esta ocasión no hace refe-rencia a las vocaciones de vidacontemplativa, pero vale la penatraer a la consideración del lectoraquellas palabras que tanto ecohan suscitado en la vida consa-grada: “En este tiempo de prepa-ración, propongo que cada unade vuestras Iglesias participe enun ejercicio de oración y reflexiónen el que se vean involucradaslas comunidades contemplativasmonásticas y claustrales. En me-dio del mundo, estos hermanos yhermanas nuestros, gracias a laradicalidad bautismal de su voca-

ción contemplativa, son una señaleficaz de la pertenencia filial decada hombre a Dios. En la vidadiaria ordinaria de sus monaste-rios y comunidades, viven laesencia cristiana que representael corazón de la misión, el centrode todo anuncio y de todo testi-monio evangélico. Debemos hacerreferencia a estas personas paraque todo, la humanidad y el mun-do, puedan ser transfigurados porla misión de Cristo y de su Igle-sia, para la gloria de Dios Padre.Estoy seguro de que cada Iglesiaparticular encontrará las formas ylos tiempos apropiados para im-plicar a los monjes y religiosos declausura en esta iniciativa delMes Misionero Extraordinario deoctubre de 2019”.

Volviendo de nuevo a la carta,se pueden contemplar tres pala-bras con las que el papa Francis-

co desea que se viva esta celebra-ción: oración, reflexión y acción,que llevan por un plano inclinadoascendente a descubrir el funda-mento bautismal-eucarístico de lavocación religiosa y misionera.Aquí es donde se descubren lasrazones de la vocación misionera,que en un principio son unos pri-meros barruntos de simpatía e in-terés por el “dónde vives”, paratransformarse en el permanecercon Jesús para toda la vida.

A los religiosos y religiosas, decualquier institución eclesial, elcardenal Filoni les pide dos com-promisos concretos e irrenuncia-bles, basándose en actitudes deescucha, discernimiento y recipro-cidad: narrar la propia experienciamisionera con una robusta baseteológica y espiritual; y colaborarcon las actividades promovidaspor los organismos locales para lacelebración del MME y por lasIglesias locales. Para esto mismoapunta pistas concretas. “ComoCongregación para la Evangeliza-ción de los Pueblos y en las ObrasMisionales Pontificias, propone-mos que algunos miembros selec-cionados de vuestras comunida-des puedan articular estos proce-sos de escucha, discernimiento es-piritual y reciprocidad junto anuestras realidades de formaciónmisionera: el Secretariado Interna-cional de la Pontificia Unión Mi-sionera (PUM) y el Centro Interna-cional de Animación Misionera(CIAM). Una propuesta concreta esel encuentro y la reflexión de losmiembros de un mismo instituto,o bien de varios distintos, en elCIAM. El fruto de este compromi-so de fe y de discernimiento sobrela missio ad gentes puede ayudar-nos a todos a dar más calidadevangélica a la misión, a partir delo que el Espíritu nos dona paravivir como cristianos, como fami-lias, de consagrados y consagra-das, como institutos misioneros,como ministros ordenados en laúnica Iglesia de Cristo”.

El pasado 7 de septiembre fallecía Anastasio Gil, director nacional de OMP.Antes de su muerte había dejado escritos dos artículos preparatorios del MesMisionero Extraordinario que publicaremos en su sección habitual de la revista.

El pasado 22 de septiembre,

China y el Vaticano anunciaban

un histórico acuerdo –aunque

calificado de "provisional"– que

intentaba poner fin a casi siete

décadas de conflicto por el

nombramiento de obispos, una

de las cuestiones que desenca-

denó la ruptura de relaciones

entre Pekín y la Santa Sede en

1951. El acuerdo fue firmado

en Pekín por el viceministro

de Asuntos Exteriores chino,

Wang Chao, y el subsecretario

de la Santa Sede para las Rela-

ciones Internacionales, el mal-

tés Antoine Camilleri. Este he-

cho no ha dejado indiferente a

nadie: ha desencadenado elo-

gios y esperanzas, y también

reproches y desconsuelos, es-

tos últimos especialmente en-

tre la llamada Iglesia "clandes-

tina" de China, aquella que

permaneció fiel a Roma en los

momentos más complicados.

16 misioneros NÚM. 189, NOVIEMBRE DE 2018

I G L E S I A A F O N D O

El acuerdo se anunció a con-tratiempo, siguiendo lasprácticas favoritas de dis-tracción y desinformación

del cada vez más opaco régimenchino. Ese sábado el país asiáticose encontraba supuestamente envacaciones de tres días por la fes-tividad tradicional del Medio Oto-ño, por lo que no se esperabangrandes noticias. En el otro ladodel mundo, el papa Francisco es-taba iniciando una gira de cuatrodías por los países bálticos, con-cretamente, en Lituania. Tanto losperiodistas acreditados en China,como los encargados de cubrir losasuntos vaticanos, estaban inmer-

sos en otros asuntos, lo que au-mentó los niveles de sorpresa.

El texto completo del acuerdono ha sido publicado –se presupo-ne que la Santa Sede no saca a laluz el contenido completo de susnegociaciones con países comunis-tas–, aunque sí se desveló que me-diante el mismo Roma levanta laexcomunión a ocho obispos chinosnombrados por Pekín sin aproba-ción vaticana: José Guo Jincai (pre-lado de Chengde), José Huang

Bingzhang (Shantou), Pablo Lei

Shiyin (Jiading), José Liu Xinhong

(Wuhu), José Ma Yinglin (Kun-ming), José Yue Fusheng (Harbin),Vicente Zhan Silu (Mindong-Fu-

ning) y Antonio Tu Shihua (Han-yang). Al último de ellos esto se leconcedió de forma póstuma, ya quefalleció el 4 de enero de 2017, ex-presando antes de morir su deseode reconciliarse con la Santa Sede.

Estas rehabilitaciones de obis-pos antes excomulgados podríansuponer que, en dos diócesis don-de había duplicidad de prelados(uno reconocido por Roma y otrodesignado por Pekín), la de Min-dong-Funing y la de Shantou, losobispos fieles a la Santa Sede ce-dan su puesto a los oficiales. Acambio de esta concesión, se espe-ra que el Gobierno chino reconoz-ca oficialmente y deje de perseguira 20 obispos “clandestinos”, aun-que esto no ha sido confirmado.

Además, el documento firmadoentre Roma y Pekín estipula lacreación de una nueva diócesis enChina por primera vez en 70 años:la de Chengde, ciudad del nortedel país de gran importancia his-tórica (era la residencia veraniegade los emperadores), en la que vi-ven unos 3,7 millones de perso-nas, de las que unas 25.000 profe-san la religión católica. La diócesissirve además para que uno de losobispos readmitidos, el antes cita-do Guo Jincai, tenga oficialmentesu prelatura en la catedral delBuen Pastor de Chengde.

Uno de los primeros resultadosprácticos de este acuerdo se ha po-dido ver en el mismo mes de oc-tubre, cuando dos obispos chinoshan participado, por primera vez,en un Sínodo convocado en Roma.En esta asamblea de prelados, queha tenido lugar del 3 al 24 de oc-tubre, sobre la fe entre los jóvenesde todo el planeta, han participa-do el obispo de Yanan, Juan Bau-

tista Yang Xiaoting, y el “reconci-liado” Guo Jincai, de la menciona-da nueva diócesis de Chengde(ambos fueron saludados perso-


nalmente por el Papa a su llega-da a Roma). Guo es el secretario

de la Conferencia de Obispos Chi-nos, una organización aún no re-conocida por la Santa Sede, lo quemuestra las dificultades que toda-vía presenta el acercamiento entreRoma y Pekín, y lo “delicado” delactual proceso de negociación, se-gún reconocía la propia agenciavaticana Fides. San Juan Pablo II

también convocó a obispos chinosal Sínodo de 1998, y su sucesor, elpapa Benedicto XVI, al organizadoen 2005, pero en aquellas ocasio-nes no hubo representantes de lanación más poblada del planeta.

Para los partidarios del acuer-do, este tiene un especial signifi-cado histórico: si el papa Juan Pa-blo II ayudó a derribar el telón deacero, aseguran, el papa Franciscopodría estar sentando las primerasbases para acabar con el “telón debambú” que ha divido durante 70años a la comunidad católica chi-na (formada por entre 10 y 12 mi-llones de fieles) entre miembros dela llamada “Iglesia patriótica”,obediente al Partido Comunista de

China y que no reconocía su subor-dinación a Roma, y quienes sí semantenían fieles al Papa y la San-ta Sede, agrupados en la llamada“Iglesia clandestina”. Algunos yaprofetizan que al acuerdo le segui-rán otros acontecimientos históri-cos, como el restablecimiento delazos oficiales entre China y el Va-ticano, lo que implicaría la ruptu-ra de los que mantiene la Santa Se-de con Taiwán, o una largamenteanhelada visita de un Papa al te-rritorio chino, un hecho que jamásse ha producido (quien más cercaestuvo fue san Pablo VI, que viajóa Hong Kong en 1970, cuando eseterritorio, que actualmente se en-cuentra bajo soberanía china, eratodavía una colonia británica).

Mensaje a los católicos chinos

Para reforzar la importanciadel acuerdo y esa idea de reconci-liación entre comunidades antañodivididas, cuatro días después desu firma, el 26 de septiembre, elpapa Francisco enviaba un exten-so mensaje a los católicos chinos,

comparable al que su antecesor,Benedicto XVI, lanzó 11 años an-tes con el similar deseo de ponerfin a la existencia de dos comuni-dades de la Iglesia católica en Chi-na. En el más reciente mensaje,Francisco reconocía que algunoscatólicos chinos pueden habersesentido abandonados por la SantaSede, y que la confusión inclusopodría acrecentarse con el acuer-do firmado en Pekín.

“Cada día os tengo presentes enmi oración, además de compartircon vosotros los sentimientos queestán en mi corazón”, decía el Su-mo Pontífice a los católicos chinosen los primeros párrafos de su mi-siva, en la que aseguraba que elacuerdo era “fruto de un largo ycomplejo dialogo institucional en-tre la Santa Sede y las autoridadeschinas, iniciado ya por san Juan Pa-blo II y seguido por el papa Bene-dicto XVI”, que en los últimostiempos ha tomado la forma de dosreuniones anuales entre represen-tantes de Roma y del Gobierno chi-no. Los fines del acuerdo, proseguíael papa Francisco, son sostener y


promover el anuncio del Evangelio,así como alcanzar y mantener unaplena y visible unidad de la comu-nidad católica en China.

En la misiva, Francisco no re-huía hablar de “presiones externas”en China a la comunidad católica,que la han obligado a vivir en laclandestinidad, y una historia re-ciente “marcada por profundas ten-siones, heridas y divisiones”, sim-bolizadas por el desacuerdo en elnombramiento de obispos.

La reconciliación de los obisposoficiales sin mandato pontificio,señaló el Papa en su mensaje, sehace a cambio de que estos mani-fiesten la restablecida unidad conla Sede Apostólica, y de que los ca-tólicos chinos –sacerdotes y fieles–trabajen por unir a la comunidad,iniciando “un camino que ayude asanar las heridas del pasado y res-tablecer la plena comunión de loscatólicos chinos”.

La carta del papa Francisco con-tiene líneas que manifiestan unaconcesión a la retórica del Gobier-no comunista, ya que en ella tam-bién se pide que los católicos chi-

nos “amen totalmente a su patria”y contribuyan al “desarrollo armo-nioso de la sociedad”, expresionessiempre muy presentes en la orato-ria estatal china. También hay pa-labras para los jóvenes católicoschinos, así como para toda la Igle-sia universal, a la que se le pideapoyo a la comunidad de fieles delgigante asiático para que nuncamás se sienta sola o abandonada.

El portavoz del Vaticano, Greg

Burke, destacó con respecto alacuerdo que su carácter no eraeminentemente político, sino másbien pastoral, ya que “permitirá alos fieles tener obispos en comu-nión con Roma, pero, al mismotiempo, reconocidos por la autori-dad china”. En sus palabras, soloes el comienzo de un proceso queva a continuar.

No es casual que China y el Va-ticano hayan comenzado su acer-camiento con el nombramiento deobispos, ya que fue ese el principalescollo que precipitó la ruptura derelaciones diplomáticas hace 67años, cuando el papa Pío XII exco-mulgó a dos obispos nombrados

por la recién nacida Iglesia chinafiel al Partido Comunista, y Pekínrespondió a ello expulsando alnuncio papal, Antonio Riberi, quetrasladó por ello la nunciatura aTaiwán, donde también se encon-traba el Gobierno exiliado de la Re-pública de China desde 1949. Conel acuerdo del 22 de septiembre, sepresupone que son las autoridadeschinas las que intervienen en la de-signación de los obispos del país yque el Papa tiene cierto derecho deveto. Esto ha sido considerado poralgunos una excesiva concesión deRoma al régimen chino, aunqueexpertos en diplomacia vaticanahan señalado que se tuvieron quellevar a cabo concesiones similaresen la segunda mitad del siglo XX,cuando se firmaron concordatosincluso con países de gran tradi-ción católica como Colombia, Es-paña (entonces era el dictadorFrancisco Franco quien tenía cier-ta capacidad de intervención en elnombramiento de obispos españo-les) o hasta Argentina, la patria delactual Papa. Él mismo recordó enel vuelo de vuelta de su gira porlos países bálticos que en Latinoa-mérica, durante 350 años, los re-yes de España y Portugal eran losque presentaban a los obispos.

Más que un acuerdo religioso

Desde China, el acuerdo no seve excesivamente desde un puntode vista religioso, y su principal ra-zón de ser probablemente descan-sa en el esfuerzo diplomático quePekín ha desplegado en los últi-mos dos años para arrebatar alia-dos a la “rebelde” isla de Taiwán.Desde que en 2016 llegara al po-der la presidenta taiwanesa Tsai

Ing-wen, de talante independen-tista y que ha despertado las irasdel régimen comunista al no re-conocer el principio de “una so-


IGLESIA A FONDO

la China”, Pekín ha conseguidoque cinco países, entre ellos tres

de habla hispana (República Domi-nicana, Panamá, El Salvador, Bur-kina Faso y Santo Tomé y Príncipe)rompieran lazos con Taipéi parainiciarlos con el Gobierno chino.

Ante ello, el Gobierno de Tai-wán acogió el acuerdo con unamezcla de inquietud, por aumen-tar el acercamiento entre Pekín yRoma, y de alivio, por comprobarque por ahora solo reconcilia aambos en el tema del nombra-miento de obispos, sin romper demomento los lazos oficiales entreTaipéi y el único aliado diplomáti-co europeo que le queda. “El Go-bierno de la República de China es-pera que este acuerdo mejore la li-

bertad religiosa en China y permi-ta a la Iglesia católica china con-vertirse en una parte integral de laIglesia universal”, se afirmaba enun comunicado del Ministerio deRelaciones Exteriores taiwanés alconocerse la noticia.

Para los críticos con el acuerdo,este intenta pasar página sin ha-cer justicia a décadas de represiónpor parte del régimen comunistachino a la comunidad católica y ala de otras religiones en ese país;una represión que, lejos de redu-

cirse, se ha visto incrementadacon la llegada al poder en 2013 delpresidente Xi Jinping, de talantemás nacionalista y conservadorque sus antecesores.

Una muestra de malas vibra-ciones en torno al acuerdo podríadarla la propia reacción de las au-toridades chinas a este. Tras cono-cerse la firma, un comunicado dela Iglesia patriótica fiel a Pekín,conciso, frío y sin salirse de la re-tórica comunista, destacaba, sobretodo, que esa comunidad “seguirá

el camino de adaptación a la so-ciedad socialista”, mantendrá un“profundo amor a su patria” y con-tinuará “bajo el liderazgo del Par-tido Comunista de China”, sin con-cesiones en el texto a la fe o a lareconciliación, pero sí a la “inde-pendencia” de las autoridades reli-giosas chinas, contradiciendo elaparente apaciguamiento entreChina y la Santa Sede.

Las críticas Liderando las críticas al acuer-

do, como en años anteriores aldiscreto acercamiento China-Vati-cano, se encuentra el obispo emé-rito de Hong Kong, Joseph Zen,quien, a sus 86 años, sigue siendoel enfant terrible de la curia asiáti-ca: “La Iglesia no cambia porquelegitimes a todos los obispos...; sitodos ellos, o la mayoría, son es-clavos del régimen comunista, nohay ninguna mejora”, lamentabaZen en una reciente entrevista pa-ra la televisión Al Jazeera.


IGLESIA A FONDO

El acuerdo, “para los críticos sig-nifica la entrega total de la Iglesiachina en manos del Estado, que,como ya sucedió, hará lo que quie-ra, un instrumento del Partido”, quecontribuirá al “silencio sobre los su-frimientos que los católicos oficia-les y no oficiales padecen desde ha-ce 70 años”, escribía por su parte elpadre Bernardo Cervellera, redac-tor jefe de la agencia vaticana Asia

News, censurada en China.Ese medio ha sido uno de los

que ha seguido con mayor profun-didad la preocupante ola de repre-sión que los cristianos en China,tanto católicos como protestantes,han sufrido, como parte de unacampaña del Partido Comunistacontra las influencias exteriores,en la que aún está causando mayortemor la persecución a la religiónmusulmana, con la reinstauraciónde campos de reeducación paracientos de miles de uigures en laregión noroccidental china de Xin-jiang. En el caso de los cristianos,

uno de los primeros focos recientesde tensión tuvo lugar en 2014, enla provincia oriental de Zhejiang–una de las más ricas del país ydonde se encuentran algunas de lasprincipales comunidades católicasy protestantes–, en la que se pro-

dujo una campaña oficial de des-trucción de iglesias y retirada decruces que, según Asia News, se haextendido a otras zonas del país.Nuevas ordenanzas de las autori-dades comunistas prohíben el ac-ceso de menores de edad a ense-ñanzas de catequesis, se han ins-talado videocámaras en muchasiglesias para una mayor vigilanciade las autoridades a los fieles, ynuevas leyes dictadas desde Pekínobligan a colocar la bandera na-cional en un lugar destacado delos templos en todas las religiones,incluida la católica. Además, algu-nos religiosos siguen en prisión oen arresto domiciliario, como elobispo de Shanghái, Tadeo Ma Da-

qin, nombrado por Roma y priva-do de libertad desde 2012.

Por todas estas razones, algu-nos religiosos y fieles citados porAsia News en las últimas semanas–muchos de ellos, desde el anoni-mato, por temor a represalias delas autoridades– manifestaban tris-

teza por las concesiones de Romaa Pekín, expresaban su preocupa-ción por “el poco conocimientoque muestra el Vaticano de lo querepresenta el Partido Comunista deChina” y sugerían a la Santa Sedeque, tras el acuerdo, exigiera la li-

beración de los religiosos deteni-dos. Un sacerdote bajo el alias de“Shanren Shenfu” escribió un ar-tículo en Internet –rápidamenteborrado por la censura china– enel que aseguraba que en el acuer-do “faltaba la voz de los católicoschinos”, ya que, por parte china,quienes habían negociado eran au-toridades comunistas, oficialmenteateas y sin relación alguna con lacomunidad de fieles de este país.

Ante estas críticas, medios ofi-ciales chinos, como el diario en in-glés Global Times –de perfil nacio-nalista y ligado al Partido Comu-nista, al formar parte del podero-so grupo mediático de Diario del

Pueblo–, calificaban a los no parti-darios del acuerdo como “una mi-noría ruidosa”, deseosa de “crearproblemas”. Más conciliador, elpropio papa Francisco, en el vuelode vuelta de su gira báltica, seña-laba que “siempre en un acuerdohay sufrimiento”.

ANTONIO BROTO



P R I M E R P L A N O

El diálogo nacional, sus-

pendido; las marchas de

protesta, prohibidas; la

misión de la ONU que do-

cumentaba las violaciones de los

derechos humanos, expulsada; los

jóvenes opositores, huidos y en la

clandestinidad; miles de personas,

refugiadas en la vecina Costa Rica;

y cada vez más presos políticos.

Este es el descorazonador panora-

ma que reina hoy en Nicaragua.

Seis meses han pasado ya des-

de que el 18 de abril un proyecto

de reforma de la Seguridad Social

(finalmente retirado) desencadenó

una oleada de protestas sin prece-

dentes contra el Gobierno sandi-

nista. El pueblo, hastiado, se lan-

zó a la calle a secundar las mar-

chas convocadas por los estudian-

tes, fruto del descontento social

reinante. El amago de revuelta pi-

lló al presidente Daniel Ortega

con el pie cambia-

do, de modo que,

en vista del cariz

que tomaban los

acontecimientos,

este pidió a la

Iglesia que ejer-

ciese como me-

diadora y garan-

te de un “diálogo

nacional” que, supuestamente,

convocaba para solucionar la crisis

por la vía de la negociación. Pron-

to pudo comprobarse, empero, que

no había auténtica voluntad de

llegar a acuerdos. Se trataba solo

de ganar tiempo. Así que las de-

mandas opositoras en esa mesa

fueron rechazadas con la misma

facilidad con la que luego eran re-

primidas a sangre y fuego las pro-

testas en la calle.

En un primer tiempo, fueron

las “turbas sandinistas” (los sim-

patizantes del régimen) las encar-

gadas de plantar cara a los mani-

festantes. Pero no estaban arma-

das, y pronto se tuvieron que unir

a ellas elementos parapoliciales

–policías y soldados sin uniforme–

pertrechados con armamento mili-

tar: desde fusiles de asalto AK (650

balas por minuto), hasta rifles de

francotirador M24 Remington e,

incluso, un lanzagranadas antitan-

ques portátil. Ello, lógicamente, se

tradujo en una violencia desmedi-

El 29 de septiembre, Daniel Ortega, presidente de Nicaragua, y su esposa,Rosario Murillo, vicepresidenta, declararon ilegales todas las marchas y mani-festaciones de protesta que, en adelante, se hagan en su contra sin autoriza-ción. Unas semanas después, la oposición, reorganizada en laUnidad Nacional Azul y Blanca, desafiaba esta arbitraria y anti-constitucional decisión con la convocatoria de una nueva mar-cha, que fue nuevamente reprimida. La violencia, según el últi-mo informe de Amnistía Internacional, había dejado hasta elpasado 18 de septiembre 322 muertos y más de 2.000 heridos.Pese a ello, la llama para restaurar la democracia sigue viva.


da, injustificada e indiscriminada,

a consecuencia de la cual en estos

seis meses han sido asesinadas al

menos 322 personas que solo pe-

dían libertad y verdadera demo-

cracia para su país. El número de

heridos supera los 2.000. Y, asi-

mismo, al menos 23.000 nicara-

güenses han tenido que huir y so-

licitar asilo en la vecina Costa Ri-

ca. Se trata, sobre todo, de jóvenes

estudiantes que se han visto en la

necesidad de poner pies en polvo-

rosa para salvar la vida.

Y es que, cuando se ha sabido

nuevamente fuerte, cuando ha re-

tomado el control de la calle, el ré-

gimen ha pasado inmediatamente

al contraataque. Su primer objeti-

vo ha sido la Iglesia, a la que

siempre ha considerado como “el

oxígeno” de la rebelión. Los mis-

mos obispos que habían accedido

a mediar por petición del presi-

dente son ahora tildados de “gol-

pistas” y “terroristas”. Jóvenes de-

tenidos y posteriormente libera-

dos han confesado que en su cau-

tiverio fueron conminados a impli-

car a la Iglesia en los disturbios. La

policía quería que denunciaran

que habían sido sacerdotes los que

les habían proporcionado armas, y

que estas eran guardadas en las

iglesias e instalaciones parroquia-

les, algo completamente falso.

“Muchos templos –mintió Ortega

el 19 de julio– fueron ocupados co-

mo cuarteles para guardar arma-

mento, para guardar bombas, y

para de ahí salir a atacar y a ase-

sinar”. El orteguismo también ha

emprendido una campaña mediáti-

ca contra el combativo obispo au-

xiliar de Managua, Silvio Báez, a

quien quiere expulsar del país por

“golpista”. El prelado ya fue agre-

dido hace unos meses por partida-

rios del presidente, cuando acudió

en compañía del arzobispo Leo-poldo Brenes y del nuncio en el

país a la localidad de Diriamba, pa-

ra tratar de calmar los ánimos en

una de las protestas y evitar males

mayores. En otro incidente regis-

trado esos mismos días, fue tiro-

teado el coche en el que viajaba el

obispo de Estelí, sin que este re-

sultara herido, afortunadamente.

“Curas golpistas”, “Curas asesi-

nos”, “No a la impunidad de los te-

rroristas”, pintaron los sandinistas

el 5 de septiembre en los muros de

la catedral de Managua.

Violación de la Constitución

Ortega dijo también en sep-

tiembre que había suspendido el

diálogo porque era “un show”, un

“teatro televisado que no iba a

ningún lado”. Lejos de volver a

la mesa negociadora, como se le

insistía, el presidente ha declara-

do ilegal cualquier manifesta-

ción sin permiso que en adelante

se haga en su contra. Lo hizo el 29

de septiembre, vulnerando los ar-

tículos 53 y 54 de la vigente Cons-

titución, que reconocen el derecho

de reunión pacífica, concentración

y manifestación sin necesidad de

solicitar autorización alguna. Tras

esta decisión, la maltrecha oposi-

ción ha anunciado la creación de la

Unidad Nacional Azul y Blanco, un

organismo que quiere congregar a

cuantos colectivos y asociaciones

estén dispuestos a trabajar por

“restaurar la democracia en el

país”. Su creación ha sido valorada

muy positivamente por la Confe-

rencia Episcopal.

Desafiando la prohibición de

salir a la calle, la oposición volvió

a manifestarse el domingo 14 de

octubre, el día en que en Roma era

canonizado el arzobispo salvado-

reño Óscar Romero, cuya figura

está siendo utilizada por la Iglesia

nicaragüense para reivindicar la

resistencia y la lucha del pueblo.

La represión de esa marcha, que

exigía la puesta en libertad de los

más de 400 detenidos hasta esa fe-

cha, se saldó con otros 20 arrestos.

Los convocados fueron atacados

por la policía con bombas de rui-

do (aturdidoras). Como las protes-

tas en la calle son cada vez más di-

fíciles, se han trasladado a los

templos. En la catedral de Mana-

gua, al final de la misa dominical


del 21 de octubre, muchos jóvenes

allí presentes sacaron fotos de los

presos políticos y se pusieron a

gritar, uno a uno, sus nombres, al

tiempo que repetían: “Eran estu-

diantes, no delincuentes”. En la

eucaristía que el cardenal Brenes

celebró allí mismo horas después,

afirmó: “El poder es para servir, y

no para aplastar a otros. Si no te-

nemos a la persona adecuada en el

poder, corremos el riesgo de abuso

y arrogancia”.

Sembrando el terror

Tres días antes de este hecho,

Amnistía Internacional (AI) hizo

público un nuevo informe sobre

las violaciones de los derechos hu-

manos en Nicaragua. Si el primero,

titulado Disparar a matar: estrate-

gias de represión de la protesta, ha-

bía denunciado la violencia de las

primeras cuatro semanas de crisis,

el de ahora –Sembrando el terror–

documenta los atropellos perpe-

trados hasta el pasado 18 de sep-

tiembre en la llamada “Operación

Limpieza”, el operativo con el que

el régimen acabó con los tranques

(barricadas) levantados por los

opositores en las principales ciu-

dades del país para defenderse de

las fuerzas policiales. Las conclu-

siones del nuevo informe son cla-

ras: las violaciones de los derechos

humanos documentadas hasta esa

fecha habían sido cometidas “no

solo con conocimiento de las más

altas autoridades del Estado, entre

ellas el presidente y la vicepresi-

denta de la República, sino tam-

bién (en muchas ocasiones) bajo

su orden y control”.

AI denuncia también la crimi-

nalización que el Gobierno ha he-

cho de los manifestantes (los califi-

ca de “terroristas” y “golpistas”)

para justificar sus acciones de vio-

lencia. Entre las violaciones docu-

mentadas hay desde ejecuciones

extrajudiciales (seis casos), tortu-

ras para arrancar confesiones (al

menos una docena), detenciones

arbitrarias (400), fabricación de

pruebas y hasta una agresión se-

xual a una mujer. Uno de los casos

más llamativos es el de Faber Ló-pez, un policía antimotines cuya

muerte fue atribuida a los “terro-

ristas”, que lo mataron –dijo el Go-

bierno– a tiros. Su familia, sin em-

bargo, informó de que el cadáver

no tenía ningún orificio de bala –y

sí evidentes signos de tortura– y

de que la víspera de morir el agen-

te les había dicho que iba a pedir

la renuncia, y que en caso de no

comunicarse con ellos al día si-

guiente sería porque su misma cor-

poración lo había matado. El poli-

cía López no volvió a llamar. De

modo que cabe suponer que fue

presuntamente torturado y asesi-

nado por sus propios compañeros.

“Tras el análisis de escenarios y

casos documentados –señala el in-

forme–, Amnistía Internacional

concluye que desde junio de 2018

el Gobierno mantuvo e intensificó

una estrategia represiva delibera-

damente letal e indiscriminada, no

solo con la intención de desarticu-

lar por completo las protestas, si-

no también para castigar a aque-

llas personas que participaron en

las mismas”. La institución recuer-

da también que el 30 de agosto,

justo al día siguiente de hacer pú-

blico su trabajo, fue expulsada del

país la misión de la ONU que in-

vestigaba las violaciones de los de-

rechos humanos. Su informe tam-

bién atribuía al Gobierno ejecucio-

nes extrajudiciales, desapariciones

forzadas, detenciones arbitrarias,

torturas y violaciones de las ga-

rantías del proceso judicial.

JOSÉ IGNACIO RIVARÉS


P R I M E R P L A N O

Durante un mes, más de 300 personas, entre padres sinodales, expertos enpastoral y jóvenes, se han reunido para reconfigurar el lugar de la genera-ción millennial en la Iglesia. Un tiempo de compartir experiencias y ahondar,como señala el Documento Final, en la urgencia de capacitar a los jóvenespara que asuman un lugar preferente en la evangelización. Alejada la tenta-ción inicial de una mirada "eurocéntrica" de la realidad, el foro vaticano hahecho suyas las preocupaciones de los territorios de misión, con el fenómenomigratorio como principal desafío al que dar respuesta.

I N F O R M E

a pelota está en el tejadodel Papa. Una vez más. A es-tas alturas del pontificado,ya está acostumbrado a ello.

En sus manos, los 167 puntos queconforman el Documento Final dela XV Asamblea General del Sínodode los Obispos, sobre los jóvenes, lafe y el discernimiento vocacional.

Dos años después de que lanzara laconvocatoria, el bumerán que pusoen manos de los millennials paraque hicieran “lío”, vuelve a Francis-

co, que tiene ahora el cometido deproponer una nueva hoja de ruta.

Los padres sinodales han cum-plido su tarea de proporcionarlemedio centenar de páginas en las

L30 misioneros NÚM. 189, NOVIEMBRE DE 2018

que se realiza un diagnóstico de lajuventud en el planeta y cómo laIglesia se sitúa ante ella, con unamirada positiva de las nuevas ge-neraciones y una autocrítica inima-ginable en otros tiempos. A partirde ahí se lanzan sugerencias nadabaladíes, que van más allá de loque a priori estaría circunscrito a lapastoral con jóvenes, en cuantoque se apunta a una “reforma deenvergadura histórica” contra losabusos a menores, al “deber de jus-ticia” sobre la participación de lasmujeres o a la necesidad de unamayor acogida a los homosexuales.

Pero, más allá de los titularesde hondo calado eclesial y, a la par,proyección mediática..., ¿y la mi-sión ad gentes? ¿Ha tenido huecoen la agenda sinodal? Lo cierto esque, como tal, no se recoge ningu-na referencia expresa, si bien elDocumento se deja empapar de lainvitación del papa Francisco aque toda la Iglesia se adentre enuna profunda conversión espiri-tual, pastoral y misionera. Precisa-

mente, en el penúltimo punto delDocumento Final del Sínodo, seinsta a los jóvenes a ser misione-ros, embajadores de Jesús entresus coetáneos, dejando abierto có-mo materializar este cometido: “Esevidente que el apostolado de losjóvenes hacia otros jóvenes nopuede improvisarse, sino que debeser el resultado de un proceso deformación serio y adecuado: ¿có-mo acompañar este proceso? ¿Có-mo ofrecer mejores herramientas alos jóvenes para que sean testigosauténticos del Evangelio?”.

A renglón seguido, se hace unasugerencia al respecto que, sin du-da, supone un acicate para que laanimación misionera dé riendasuelta a su creatividad y se impli-que en el empeño papal por no de-jar escapar a los llamados millen-

nials: “El Sínodo propone la mejorade las experiencias misioneras dejóvenes mediante el establecimien-to de centros de capacitación parala evangelización de jóvenes y pa-rejas jóvenes a través de una ex-

periencia integral que finalizarácon una misión. Ya existen iniciati-vas de este tipo en varios territo-rios, pero se solicita a cada Confe-rencia Episcopal que estudie su fac-tibilidad en su contexto”.

Diversidad de culturasEste encargo misionero con el

que concluye el trabajo de los pa-dres sinodales, auditores y jóvenesreunidos en el Vaticano no es sinoel resultado de unas semanas deescucha, diálogo y debate que hanroto la tentación de tener una mi-rada uniforme de la realidad ecle-sial, para, en vez de eso, abrazar ladiversidad de culturas en las quese hace presente el mensaje delEvangelio.

Aunque este enunciado parezcauna obviedad, no lo es tanto, comodejó patente el cardenal arzobispode Durban, Wilfrid Fox Napier,que durante los primeros días delencuentro se quejó abiertamentede un Instrumentum laboris excesi-vamente “eurocéntrico”. Su voz

permitió recordar en el aula sino-dal que, “mientras muchos jóvenesen Occidente abandonan a Jesús, oal menos a su Iglesia, en África hayun fenómeno muy diferente, es de-cir, los jóvenes buscan a Jesús ybuscan respuestas a sus problemasen la Iglesia”. Así, comentó que “elcrecimiento del cristianismo entrelos jóvenes africanos tiene leccio-nes importantes que ofrecer a lasnaciones más desarrolladas”.

Sin embargo, el temor del carde-nal Napier se diluyó a medida queavanzó el intercambio de ideas.Prueba de ello es que el Documen-to Final aterriza en contextos con-cretos: “En algunas regiones los jó-venes no tienen la oportunidad deexpresar públicamente su fe o noven reconocida su libertad religio-sa; en otras partes sentimos el pe-so de las elecciones pasadas, in-cluso las políticas, que han soca-vado la credibilidad eclesial. No esposible hablar de la religiosidad delos jóvenes sin tener en cuentatodas estas diferencias”.


Quienes han vivido el Sínododesde dentro confiesan que han

sido precisamente los testimoniosllegados de los tradicionalmentellamados “territorios de misión”,los que más ha conmocionado alos asistentes, para traer la perife-ria al corazón de la Iglesia y queimpregnara todo el debate sinodal.Entre las 400 aportaciones de cua-tro minutos que se dejaron escu-char en la gran asamblea, se aco-gió con lágrimas a los participan-tes procedentes de India, Irak o Si-ria, que relataron las situacionesde persecución, hostigamiento, su-frimiento y pobreza que padecen.

“Muchos de nosotros no sabe-mos qué hacer con nuestras vidas,

qué camino elegir. Espero que nosayuden a comprenderlo a través dela fe”, imploraba Daniel Bashir, jo-ven médico paquistaní que ejercióde portavoz de una minoría cris-tiana “que es discriminada por sufe a la hora de buscar trabajo. Al-gunos puestos son solo para mu-sulmanes, mientras que los másdegradantes están reservados para

los demás, lo que genera situacio-nes frustrantes y dolorosas”. Desdeesta perspectiva, expuso ante lospadres sinodales cómo sus compa-ñeros no se alejan de la fe por laglobalización, sino por algo tansencillo como “no poder ir a misalos sábados y los domingos, por-que su empleo no les da margen al-guno”. Daniel conmovió a los par-

ticipantes, pero la experiencia si-nodal también le ha transformadohasta tal punto que, al despedirsede Roma, anunciaba su decisión deingresar en el seminario diocesano.

Los problemas sobre la mesaEsta universalidad también se

ha manifestado al abordar proble-mas de los jóvenes como el acom-


pañamiento vocacional, el desem-pleo, la violencia y la persecución,la explotación sexual, el bullying, elnarcotráfico, el terrorismo, el cui-dado de la casa común, la bancaética, el universo digital, las rela-ciones de pareja, la afectividad y se-xualidad... Pero, si hay una cuestióneminentemente misionera que hasuscitado interés y que ha tenido

su eco más que significativo en es-te Sínodo, ha sido el calvario de losjóvenes migrantes y refugiados.“Los fenómenos migratorios repre-sentan un fenómeno estructural entodo el mundo y no una emergen-cia transitoria”, recoge el texto fi-nal, que evoca, sin citar, lo mismola caravana de la miseria nacida enHonduras, que el éxodo sirio, el exi-lio venezolano o a la travesía delÁfrica subsahariana hacia Europa.

Así, los padres sinodales instanen el texto conclusivo a que la Igle-sia haga realidad las líneas de ac-ción marcadas por el Papa en estamateria –“acoger, proteger, promo-ver e integrar”, entendidos como“verbos sinodales”–, teniendo en

cuenta que “muchos de los mi-grantes son jóvenes”. Además deponer en valor que “los recursos dela Iglesia católica son un elementovital en la lucha contra el tráfico deseres humanos”, se invita a refor-zar “el derecho a permanecer en supaís para las personas que no quie-ren migrar, pero que se ven obliga-das a hacerlo, y apoyar a las comu-

nidades cristianas que la migraciónamenaza con dejar vacías”.

Para el cardenal Napier, “Áfricaestá perdiendo a algunos de los jó-venes con más talento, porque pre-fieren emigrar, debido a la explota-ción de los recursos naturales y delmedio ambiente”. En esta misma lí-nea, el arzobispo coadjutor de Kins-hasa, Fridolin Ambongo Besungu,instó a la Iglesia a comprometerseaún más para construir un nuevocontexto sociopolítico. “Ya no venningún futuro para ellos”, lamentóel prelado, quien constató cómo es-te desánimo hace que haya jóvenes“que se ven tentados a buscar enotra parte una vida mejor, siendo suprimer desafío la supervivencia.

Desafortunadamente, algunos recu-rren a métodos y caminos lamenta-bles, enfrentándose a los peligrosdel desierto y del mar para llegar aEuropa y convertirse en víctimas dela trata de seres humanos”.

Por su parte, el obispo de Man-ga, Gabriel Sayaogo, llevó hastaRoma su preocupación por laproliferación en Burkina Faso de


SÍNODO DE LOS JÓVENES INFORME

grupos religiosos que están arro-gándose la educación de los jó-venes. “Cuando los jóvenes no

tienen un apoyo fuerte y serio,tienden a escuchar a estos vende-dores de felicidad, lo que suponeun peligro”, alertó el prelado. Deahí que uno de los puntos del Do-cumento Final del Sínodo haga unllamamiento a todas las entidadeseducativas –formales y no forma-les– de Iglesia a “tratar de dar ca-bida a todos los jóvenes, indepen-dientemente de sus opciones reli-giosas, antecedentes culturales ycircunstancias personales, familia-res o sociales. De esta manera, laIglesia hace una contribución fun-damental a la educación integralde los jóvenes en diferentes partesdel mundo”.

Un grito todavía más dolorosofue el expuesto por el cardenalDieudonné Nzapalainga, arzobispode Bangui (Rep. Centroafricana), an-te el alarmante escenario en el que

se mueve en su día a día: “La ju-ventud centroafricana está enfer-ma”, diagnosticó el purpurado, enun país donde la mitad de la pobla-ción tiene menos de 18 años. “De-bemos alentar a los jóvenes. Si nolo hacemos, enterraremos sus ta-lentos”, denunció en el foro vatica-no el arzobispo, que añadió: “Cuan-do viajamos al interior del país, ve-mos que muchos están atrapadospor las drogas, por lo que debemosalzar la voz para rescatarles”.

En otra latitud diferente, desdePuerto Rico, monseñor Rubén Gon-

zález Medina comparte la mismavisión: “Los jóvenes se encuentranen un estado de vulnerabilidad,tanto por las migraciones comopor las drogas. Debemos educar-les, educarles en conciencia y res-ponsabilidad. Y, cuando me refieroal aprendizaje, no solo me circuns-cribo al catecismo, sino a la nece-sidad de promover un liderazgoque nazca del servicio. Es un as-

pecto clave en la misión”. Para elobispo de la diócesis de Ponce, es-to exige abordar otras cuestionesfundamentales, como la familia, lasalud, la economía o la pobreza.

Ayuda mutuaEl padre Robert Stark, coordi-

nador de la sección de Migrantes yRefugiados del Vaticano, invitó alos participantes en el Sínodo apromover la acogida desde sus lu-gares de origen, en cuanto que,“en cada fase de su viaje, los jóve-nes migrantes pasan por diferen-tes diócesis, pero de principio a finpueden encontrarse con la mismaIglesia amorosa y solidaria”. Reco-gió el guante el arzobispo de Tú-nez, Ilario Antoniazzi, que señalacómo las comunidades católicas deLibia, Túnez, Argelia y Marruecoshan redescubierto el potencial delos jóvenes subsaharianos que re-calan en su tierra: “Han dado vita-lidad y alegría a nuestras Iglesias,


y nos hemos ayudado mutuamen-te a madurar para convertirnos enuna Iglesia del encuentro, la bien-venida y la escucha”.

Este hecho ha supuesto, ade-más, una lección de vida para loscristianos de estos países medite-rráneos. “Nuestros jóvenes descu-bren de esta manera que las dis-tintas religiones ya no son un obs-táculo insuperable, sino que seconvierten en un camino diferenteal único Dios al que todos adora-mos”, apunta Antoniazzi.

Así lo retomaría después el Do-cumento Final, al subrayar el pa-pel fundamental de los jóvenes ala hora de dibujar un nuevo mapadel “pluralismo cultural y religio-so”, en el cual se han convertidoen “pioneros de una nueva formade diálogo interreligioso e inter-cultural, que contribuye a liberar anuestras sociedades de la exclu-sión, el extremismo, el fundamen-talismo y también de la manipula-

ción de la religión con fines secta-rios o populistas”.

Todas estas propuestas dejanentrever, por un lado, la necesidadque tiene la Iglesia de contar conlos jóvenes, una Iglesia de la quese sienten parte como sujetos ac-tivos. Así lo hizo saber el Papa ensu última intervención al respecto,durante el rezo del ángelus del 28de octubre, con el que cerró estamaratón vaticana. “Es importanteque se extienda una forma de sery trabajar juntos, jóvenes y viejos,en la escucha y el discernimiento,para alcanzar elecciones pastora-les que respondan a la realidad”,comentó Francisco, convencido deque los frutos del Sínodo ya sonuna realidad: “Los frutos de estetrabajo ya están fermentando, aligual que el jugo de uva en los ba-rriles después de la cosecha. El Sí-nodo fue una buena cosecha, ypromete buen vino”.

JOSÉ BELTRÁN


a Iglesia en su conjuntodebe realizar un cambiode perspectiva decisivo,

inmediato y radical!". Con estacontundencia concluye el Docu-mento Final del Sínodo de losJóvenes, poniendo el broche aun encierro mensual al que sehan sometido más de 300 per-sonas entre padres sinodales,expertos y 35 jóvenes de loscinco continentes. Los jóvenesse han dejado escuchar y se lesha dejado alzar la voz.

Para el cardenal José LuisLacunza, obispo de David, Pa-namá, este Sínodo "marca un

punto de no retorno para se-guir caminando juntos, unidoscon los jóvenes, no de maneradivergente, para hacer de laIglesia un espacio para todos,para que ningún joven se sientaexcluido. Todos los jóvenes ca-ben en la Iglesia". "Son muchoslos hombres y mujeres que sehan alejado de la Iglesia porquehemos tenido actitudes distan-tes y distintas, en que no he-mos sido capaces de entender yponernos a la escucha. Ya he-mos despegado y no hay ma-nera de volverse para atrás",apunta Lacunza.

L¡“Todos caben en la Iglesia

Está, casi, casi, en medio delmundo. Sin embargo, bienpocos la conocen. Y, menos

aún, la visitan. Y eso que ya tieneenarbolada la sugerente banderadel turismo más atractivo: paisa-jes, playas y parajes increíbles. Sí,en el Golfo de Guinea, 300 kiló-metros mar adentro. A la alturade Libreville, la capital de Gabón.Casi en el centro del mapamundi:donde se cruzan el meridiano ce-ro, de Greenwich, y la línea delEcuador. A 9.900 kilómetros delPolo Norte, y a otros tantos delPolo Sur: 10.100. Allí está SantoTomé y Príncipe.

La República Democrática deSanto Tomé y Príncipe, que ya lle-va 43 años independizada de Por-tugal, es el más pequeño país detodo el continente africano: dosislas principales –las que dannombre a la nación, separadaspor 145 kilómetros de mar– y unpuñado de islotes suman, en to-tal, 962 km², superficie equivalen-te a menos de la mitad de la pro-vincia de Guipúzcoa, que es lamenor de todas las españolas.

Se llama Santo Tomé porque,en 1470, los marinos lusos trope-zaron con ella el 21 de diciembre,fiesta del apóstol Tomás. Pocodespués, el primero de enero de1471, descubrieron otra más pe-queña, la actual Annobón, perte-neciente a Guinea Ecuatorial, laantigua colonia española. Y, porúltimo, una tercera a la que lla-

maron San Antonio,porque arribaron a ellael 17 de enero, fiestadel monje eremita y pa-trón de los animales. Más adelan-te, el rey Juan II la rebautizó: qui-tó a san Antonio para llamarlaPríncipe, en homenaje a su hijo.

La raya del Ecuador atraviesael islote de las Tórtolas, al sur deSanto Tomé. Y en esas islas ecua-toriales vive una población queronda las 200.000 personas, lamayor parte de ellas (el 96%), enSanto Tomé, que es la mayor. Pre-

cisando más, según las últimasestadísticas, Santo Tomé y Prínci-pe tiene tantos habitantes comolos que viven en toda la provinciade Cuenca. En total, cerca de194.000. El 60% de ellos –unos120.000– son católicos, repartidosen 14 parroquias.

Santo Tomé, que estaba desha-bitada, fue repoblada, primero,con judíos sefardíes exiliados de

AY U D A M O S A . . .


Santo Tomé y Príncipe

68.000 euros

en ayudas para sobrevivir

España. Más adelante, los por-tugueses convirtieron la isla en

centro para el cultivo de azúcar,cacao, café, y base para su boyan-te comercio de esclavos. Surgió,así, una nueva lengua, mezcla deidiomas bantúes y portugués. Yal cabo, esa lengua se criollizó.Terminó siendo el idioma de mu-chos matrimonios mixtos y desus hijos lusoafricanos. Es el “fo-rro” que hablan en Santo Tomé.La palabra “forro” procede delárabe y portugués. Significa “es-clavo libre”. El 93% del léxico deeste idioma son préstamos delportugués y el 7% palabras deorigen africano.

Plenitud de desafíosEsta antigua colonia portugue-

sa, verde explosión de feraz cloro-fila, debido al carácter único desu medio ambiente, hoy es unaverdadera joya ecológica: su cli-ma, su geomorfología, sus suelos,su hidrología, su flora y su faunason admirables. Pero... no es “oroverde” todo lo que reluce: másdel 60% de la población del paíssigue siendo pobre. Eso lo sabemuy bien Manuel António Men-

des dos Santos.Monseñor Mendes, 58 años,

religioso claretiano y obispo dio-cesano desde el 1 de diciembre de2006, recibió su consagraciónepiscopal en el santuario de Fáti-

ma. Luego, el papa Benedicto XVI

le eligió para suceder a Abílio Ro-

das de Sousa Ribas, anterior obis-po católico de Santo Tomé y Prín-cipe. La diócesis forma parte de laConferencia Episcopal de Angola.

Monseñor Mendes, cordimaria-no portugués –los claretianos es-tán en el país desde 1927–, es un“veterano” de África. Su diócesisno es muy extensa. “Pero –confie-sa– está llena de desafíos. Y nosolo pastorales. También y sobretodo, sociales y de integración”.Entre sus muchos objetivos prio-ritarios figuran el apoyo a los po-bres y necesitados, a los huérfa-nos y ancianos, a las familias des-integradas y a todas las víctimasde las coyunturas político-econó-micas que asolan África.

Precisamente por eso, el obispode Santo Tomé y Príncipe ha reci-bido agradecido, exultante y feliz,la última ayuda que las Obras Mi-sionales Pontificias, a través de laDirección Nacional de España, handestinado a su diócesis. En total,un monto de 68.000 �. Cerca de lamitad –28.150 �–, en concepto desubsidio ordinario, es decir, parahacer frente a los gastos básicos yhabituales de esa Iglesia local.

Ayuda bien aprovechadaEl obispo del “centro del mun-

do” ha escrito a las OMP de Espa-ña en señal de agradecimiento.Tras lamentar el adiós de donAnastasio Gil, nuestro director, re-cientemente fallecido, monseñorMendes cuenta que, además depequeño, Santo Tomé y Príncipe“es un país extremadamente po-bre, donde la mayoría vive de losservicios públicos, la pesca o laagricultura de subsistencia. Y elnivel de vida resulta muy caro,porque la mayoría de los produc-tos son importados”. Y ManuelAntónio Mendes concluye que,

“sin el apoyo de las OMP y otrasinstituciones de beneficencia, laIglesia de Santo Tomé y Príncipeno podría sobrevivir: no tenemosningún ingreso propio y los gastosson muchos”. Para que nos haga-mos una idea, añade que “el sala-rio medio de un professor ascien-de a 88 � mensuales. Y el sueldode un trabajador de la construc-ción o de la limpieza domésticaronda los 60 � por mes”.

En su misiva, monseñor Men-des también da oportuna cuentade lo que se ha hecho con lasayudas recibidas desde España:“El subsidio ordinario –explica–es fundamental para poder hacerfrente a los gastos diarios: apoyoa párrocos y parroquias, manteni-miento de la casa episcopal y delos seminarios, viajes del obispo yotros empleados diocesanos, pues-ta a punto de vehículos, apoyo alos misioneros...”. “Con el subsidiopara catequistas (5.700 � ) pode-mos hacer frente a los gastos deformación, a la compra de mate-riales, impresión de catecismos,pago de ayudas para combustibley alimentación”.

En su relación, cuenta el obis-po que han podido destinar otros11.400 � de la ayuda recibida des-de España a poner a salvo la ca-pilla de la playa de la Cruz, alnorte de la ciudad de Santo To-mé. La comunidad de playa Gam-boa, que abarca la playa de laCruz, celebra su fe en una capillalevantada a orillas del mar y de-dicada a san Pedro. Pero la ero-

sión de los últimos años amena-zaba con hacerla desaparecer. Asílas cosas, han buscado otro lugardonde, gracias al dinero recibido,ya han podido comenzar a echarlos cimientos de la futura nuevacapilla, que dará servicio a todoslos creyentes de playa Gamboa yde las comunidades vecinas.

Relata, en fin, monseñor Men-des, que otros 6.137 � (7.000 dó-lares) han servido para restaurarla residencia parroquial y la sa-cristía en la isla de Príncipe. Lanecesidad era grande y, cuandocreían disponer del dinero deotra institución donante para re-mediarla, resultó que este teníacomo destino la atención a otraurgencia. Estando así las cosas,esta ayuda fue muy bien recibi-da, dentro de su limitación, e in-cluso se vio felizmente comple-mentada: “Tuvimos que limitar-nos a hacer una puesta a puntogeneral del tejado y algunas re-paraciones más. También pinta-mos la iglesia porque, venturosa-mente, contamos con el apoyo deotro benefactor inesperado”.

Don Manuel exalta la acciónde las misioneras y misioneros enel archipiélago. “Ellos son pilaresfundamentales en la lucha contrala pobreza y las necesidades”. Laescasez crónica de gran parte dela población es algo menor gra-cias a las obras asistenciales de laIglesia. Sin tales obras, la acciónsocial se vería enormemente afec-tada en todo el país.

TOMÁS TAMARREDO

A Y U D A M O S A . . .


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Coincidimos conCarmen Aranda

en Madrid, conmotivo del Domund, yaprovechamos paracharlar un rato con estamisionera laica combo-niana. Ya de arranque,

esta joven murciana, se-gunda de cuatro herma-nos, nos advierte de queel sentimiento cristianoy misionero “nunca esde repente; todo y todostenemos nuestro cami-no. La misión es una

consecuencia maravillo-sa de seguir a Jesucris-to, y eso es lo que mepasó a mí”.

Lo que siempre hamovido a Carmen a bus-car respuestas “ha sidoel pensamiento de porqué yo he nacido aquí yellos allí. Esta es unacosa que me ha acom-pañado en todo momen-to y que me ha hechoreflexionar y buscar res-puestas”. Por otro lado,se trata de una persona“fascinada” por la figurade Jesucristo. “Lo esdesde el punto de vistahistórico, pero quizá loes todavía más desde elpunto de vista de la fe.Su manera auténtica devivir la vida, de respon-der ante las injusticiascon esa grandiosidad, eslo que me convenció pa-ra seguir este camino”,nos cuenta.

Y en esa tarea debúsqueda, nuestra mi-sionera admite haber“probado muchas cosas,acercándome a muchísi-mos grupos”. Finalmen-te conoció a las misio-neras combonianas. Suprimera experiencia fueen Etiopía, donde estu-vo tres meses. “Me fui

sola, y allí fue donde tu-ve el encuentro conDios en la figura de mu-cha gente que estabadando su vida por losdemás. Para mí fue algocompletamente inexpli-cable. Necesitaba ver,tocar y sentir lo que pa-saba para entender mu-cho mejor este mundo.Y resultó ser una expe-riencia maravillosa”, re-lata con cierta nostalgia.

Este sentimientocristiano y misionero leviene a Carmen de fami-lia. “Mis padres siemprenos han transmitido laidea de Dios de una ma-nera muy natural. He-mos crecido en una fa-milia religiosa y con esatransmisión de valoresque da el cristianismo”.Pero su camino ha sidodiferente al de un misio-nero tradicional. Eso nosignifica que “nuestravocación no sea como lasuya, es igual, para todala vida. Yo quería res-ponder ante Dios con lamisma generosidad queÉl lo ha hecho conmigoal darme absolutamentetodo. Considero que es-ta vocación es lo máxi-mo con lo que puedodarle respuesta. Mi vin-


M I S I Ó N V I V A

Carmen Aranda, misionera laica comboniana

“No hay aventura más espectacularque la de decirle a Dios que sí”

culación ya es para todala vida. He regresado deÁfrica, pero estoy dis-puesta a volver. De he-cho, ahora mismo aquísigo mi compromisocon los laicos combonia-nos, teniendo muy pre-sente a la gente de allíy continuando con la la-bor misionera”.

Le preguntamos aCarmen por la capacidadde enganche que tienela misión, que quienprueba, repite. “Resultaciertamente inexplicabledar marcha atrás unavez que entras en la mi-sión. Para mí era muyfácil decir «creo en Dios,pero estoy en mi casa,con mi seguridad y mitrabajo». Pero me sentíacapaz de decir «sí», deseguir los destinos queDios me había marcadoy dejar atrás los privile-gios de nuestro mundopara dar el salto. He dereconocer que al princi-pio tuve algo de miedo,pero, cuando sabes queestás en manos de Dios,

ese miedo desaparece”.Y ahora que la juventudestá en plena búsquedade emociones fuertes,nuestra protagonista lotiene claro: “Les puedoasegurar que no hayaventura más espectacu-lar que la de decirle aDios que sí”.

La vida en ÁfricaTras la breve pero in-

tensa experiencia enEtiopía, Carmen pusorumbo a Uganda, unproyecto de tres años.“A mi entorno sabía queno le iba a asustar. Lesdaba miedo pensar enlas enfermedades o peli-gros a los que me podíaenfrentar, pero nadamás. Por otro lado, lagente que no me cono-cía tanto pensaba queestaba loca y me decían«qué vas a hacer allí, yluego cuando vuelvasqué va a pasar con eltrabajo»... Son los típi-cos temores a perderesas seguridades mate-riales a los que estamos

acostumbrados aquí, pe-ro lo tenía muy claro”,nos dice con rotundi-dad. “Si para otras cosases verdad que puedo sermás cobarde, desde lue-go no para esto. Siem-pre me he sentido pro-tagonista de mi vida. Nohe vivido dejando pasarlos días, y ese es el granregalo que me ha hechoDios. Tuve claro desdeel principio que noso-tros necesitamos a Dios,pero que Él también nosnecesita a nosotros. Yasí lo he querido vivir”.

Nuestra misionera yaconocía África de su eta-pa en Etiopía, “y esa vi-da me gustaba”, recono-ce. Por ello “no teníamiedo a nada. Soy unapersona que me adaptobien a las nuevas situa-ciones. Para mí, el granimpacto al llegar fuecomprobar que en Espa-ña dejaba un sobrinoque era el rey de la ca-sa, todo lleno de aten-ciones, y, en el orfanatoen Uganda, los niños

me preguntaban al se-gundo día si me acorda-ba de sus nombres. Esecontraste supuso un im-pacto muy grande. Yosabía que me podía vol-ver a mi casa ante unadificultad, pero ellos no.Y eso es algo que aúnme sigue atormentandoa día de hoy. Yo he ele-gido, ellos no lo puedenhacer”, relata todavíacon cierta angustia.

Respecto a su expe-riencia en ese orfanato,Carmen recuerda: “Cam-bié Etiopía, donde cola-boraba en tareas de bi-blioteca, centro de sa-lud..., para trabajar conniños abandonados ycon muchas dificultades.Aun así, la labor conellos fue fácil. Su formade actuar es muy naturaly eso hace que todo seamás sencillo”. Pero nosolo la situación de losniños impactó a nuestramisionera. “Las madresque estaban a su cuida-do no eran sus madresbiológicas. Ellas tienen


a sus hijos fuera, inclu-so con malaria, mien-

tras trabajan en el orfa-nato. Me parecía simple-mente heroico”.

Su día a día consistíaen gestionar el orfanatoy compartir las tareasdiarias con estas ma-dres. “A mí me tocó elgranero y el almacén. Allado del centro habíaunas tierras que trabaja-ban los niños mayorespara poderse pagar losestudios. Lo que recogía-mos era lo que comía-mos. Cultivábamos maízy arroz; lo recogíamos,lo secábamos y lo alma-cenábamos. Además, meencargué de poner enmarcha un taller de ma-nualidades. La idea eracrear un espacio paraque los niños, tanto ma-yores como pequeños,

tuvieran un ambientedistendido”.

Para Carmen, “Ugan-da es la perla de Áfri-ca”. Y algo que le siguerondando en su cabezaes el porqué de tantainjusticia. “Se dice quepara que una mitad delmundo viva muy bien,otra tiene que vivir mal,y esto va a ser muy di-fícil cambiarlo. El temaes cómo afrontamos es-to desde el punto devista cristiano. Cadauno humanamente tie-ne que cuestionarse aqué está llamado y ayu-dar en la medida de loposible. No todos tene-mos que ir a África, pe-ro sí ser más responsa-bles con los recursosque tenemos y no con-siderar que el mundo esnuestro. Lo ideal es que

seamos más sensiblescomo sociedad”.

VolveremosCarmen lleva ya un

año en España tras po-ner punto y final a lamisión en Uganda. Nosreconoce que “volví bas-tante tocada”. ¿Con quése queda de toda estaintensa experiencia? “Sinduda, con el sentimientode solidaridad y de com-partir con los demás,ayudar a que toda estagente viva un poco másfeliz. Eso es algo indes-criptible. Bueno, y tam-bién con que he adopta-do dos niños a los quequiero transmitir esossentimientos y, sobre to-do, el amor a su tierra,a la que algún día volve-remos, aunque esto yaestá en manos de Dios”.

Y nos deja un mensajepara que todos reflexio-nemos. “No seamos unmuro, que fluya la co-municación y el cambioque hay en nosotros. Nodebemos pensar que nosomos capaces de hacergrandes cosas. Paremosa escuchar nuestro cora-zón y allí donde pense-mos que podemos ayu-dar, hagámoslo, y no so-lo con dinero”.

Una experiencia mi-sionera, la de CarmenAranda, tremendamenteintensa, ejemplar y quecualquiera puede llevara cabo. Quizá, comoella misma dice, la cla-ve está en dejar atrásnuestros miedos y pen-sar en todo aquello quepodemos aportarle a losdemás.

ISRAEL ÍÑIGUEZ


M I S I Ó N V I VA

Revista Misioneros - Nº189-2018 - OMP · una ocasión única: la celebración del centenario de la...

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