Revista Inkarri N° 1

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  • 7/23/2019 Revista Inkarri N 1

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    - - : 1 - ~ -

    H \B I~(J.N S OB RE M ARIATEGUI :--~ .

    Al.BERTQ

    E-LO RES GAL IND O WILFREDO

    KAPSOU'

    P AR LO M AC 1'; lA

    _,...:,lt:~~ift;./ '. . -' '-~.'. . .

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    2/41

    3,

    10

    4

    38

    44

    6

    6

    6

    74

    .V

    NOTAS VARIAS

    ,76

    .IMPRES ioN: ,Ca i t u J8 : E d it o ri a l tsbor:

    tntenores: Editora l lmpulso .' .

    F O TO M E C AN IC A : C a r tu la : In t e ig r f ica

    d e8 ervi io s; I nte ri or es : I TALP ERU .

    ',C O M P O S IG I O N : C e n tr o d e P u bl ic a ci on e s

    . Edcat ivas 'TAREA o

    .~ .. i.:..

    . AGRADECIMIENTOS . '

    La Asociacin Culturallnkarr agradece

    los arteulistas

    y

    entrevistados quienes BU

    torizarongratitame~te la. publicaclbn .

    Asimislllo ' agradecemos ' a nuestros

    an un-

    ' . cantes

    y

    cplboradores sin cuya contri bu-

    ;it~/akora .~ i?n~s, s us cr ip c io n es e ,

    i n t o r m s ci~' esta 'evis,ta' ro :podra venderse- por

    :-clon. ' , . , , - > ? '. ' - , , '. . . . ., ; .

    debajo de l c;ostoiespecialmete.'reconoco.

    1 ,> :S~:Car/qs.:Yl P fRe~ista.ln~a,f

    j, ,.- ... ..m o s ij'ayda :~niimpr~sini f~:tomec6nlo

    .,;q o, ,:e ? ,} . ;en trarde~ ima .

    A o .

    Pos~aI283 1 ; Y'

    composicinI.BM.:> '

    ~v : .: .

    ..~~.~:~ ~.i~t

    . . . ~ e

    . ; .. .~

    , .

    ;

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    , lw Ir.M t:l n Cu ltural lnkarr tie ne p or o bje tiv os la in ve stig ac i n y d ifu si n c ut-

    l /ll/n ,,/lOS q uo la re vis ta r es po n de a l as e x pe c ta ti va s d e l e st ud ia n ta d o

    Ioq rendo

    '1 / 1 I1 11 11 11 .1 '/tIst Jll ta rem osof receremos sie m pr e a rtcu l os COI lposic i on e s d iv e rs as , d e s-

    11

    iu lu

    I1

    I

    u u i s m o y el in til e utoen cle rro , pues San M arcos dese a c on oc er c u nto

    I\,' /1 1/ 1 /$Y

    1 //

    mun do . Lla ma mo s a los sa n m ar q ui no s a p ro p orcio nem os sus in ves - _

    ,1 //1/1' Y /.' /

    I

    i c t o n e s p ar a publica r la s sin o tr a lim ita ci n q ue su c alid ad y la pert inen-

    ti,/ 1 /1 1 / 1 1 . U on 01 va lio so auspicio del Ce n tro Fe de ra do d e L etras p on em os a d isp o-

    I/1 ilu 1I,1f 1

    S

    este pr im er n m ero incluyen do colab ora cio ne s d e d este ce do s in te le c-

    1 ( 1 / / II/ II/I /rln r les ,po lfti cas y un iv er sitarios . Es e l apoyo de los com pa e ros estu -

    ,(1 /, tln I/Il~ /0 que n os ha incent ivado a publicar IN

    K A RRI ;

    ser tam bin su respal -

    / 1 1 f I n tn p o o con tin uar y me jo rar .

    EL D IR E C T O R

    ::.

    Inkarri: Desearamos pedirleuna

    respuesta-definicin sobre Marite-

    _ .zui: Qu significado trajo para Us-

    ,ted y su generacin el acercamiento

    'y el conocimiento de la obra de

    ,.'Maritegui considerando, que su

    generacin' no tuvo .acceso fcil

    a la

    obra del Amauta, como s la han te-

    nido otras, posteriores por ejemplo:

    la nuestra?

    Macera: Para nosotros, Maritegui nos

    ofreci una visin de sntesis que fue re-

    cibida incluso por aquellos que no eran

    marxistas

    y

    que luego tampoco lo fueron.

    Maritegui signific, antes que nada, una

    alternativa metodolqica a un estilo muy

    frecuente durante los aos' 50 Y 60 en el

    Per, estilo de trabajo, dentro de las Cien-

    cias Sociales,excesivamente monogrfico.

    Historia

    ySociedad

    ;

    .

    . ~.

    . aiiieo-ni es rin'tema'Oblig~do y necesao-oara todo el que intente es-

    ,i '~, ' -~

    b : : - .

    . .1 . t .

    udialel Per Contemporneo, Su calidad de impostergable vulvese mu- _

    tho mayor Cuando secomprueba

    la

    vigencia de

    sw s

    planteamientos en

    la s

    circunstancias actuales. En esta oportunidad, tres distinguidos historiado-

    ,.resperuanos reflexionan sobre la obra del Amauta y su relacin e

    influen.

    ;;,':da

    conla realidad presente. , ,

    . . . ..

    Influ:encay

    .de .'riteg'

    ENTREVISTA A PABLO MACERA

    Pero, tambin hay que considerar a un

    segmento donde la inclinacin tuvo un

    . compromiso poltico, para el cual, sin

    duda, Maritegui fue algo ms: una moti-

    vacin para una definicin y quehacer

    poltic;o.

    Inkarri: Ud. eS un hombre ligado

    a la Universidad, es ms, se ha mani-

    festado que es un producto de ella,

    Por lo tanto, la universidad y en es-

    te caso San Marcos, le es historia

    conocida. Se habla, creemos que

    con razn, de una crisis universita-

    ria; de una universidad que se pre-

    senta inadecuada

    al

    proyecto social,

    si es que existe alguno, de las clases

    dominantes.

    Maritegui escribi unas palabras

    3

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    / f C man.~enenuna vigencia sorpren-

    I

    mte, dIJO:Impotente para prepa-

    rnr una clase dirigente apta y

    sana.,

    la .nseanza ha tenido en el

    Per ...

    vicio fundamental de su incon-

    grumcia con las necesidades de la

    evolucin de la economa nacional...

    vale decir, el mismo vicio que en-

    contramos

    en casi todo el proceso

    poltico

    de la repblica. Como

    uuivcrsitarios al igual que usted nos

    i l l t

    .resa saber si es posible creer, a

    111 sar de lo dicho por Maritegui,

    qll

    la Universidad puede servir a la '

    od 'dad en nuestra patria, es decir, -.-

    .1 l a r l

    amplias mayoras que configu-

    1.\11

    dicha sociedad.

    M cera: Bueno, antes que nada lo ms

    1 I I V S que no existe un proyecto nacio-

    .nal ni por el l ado qe la derecha, ni tampo-

    co por el de la izquierda. La ausencia de

    ese proyecto nacional, hace imposible que

    todo el aparato educativo, incluyendo el

    sector superior de ese aparato, se adecen

    a proyectos que no existen.

    La Universidad, sin embargo, sigue

    cumpliendo una funcin crtica, pero, es-

    ta funcin crtica en el caso propio de

    San Marcos, resulta lastimada por la dis-

    minucin de nuestros niveles de prepara-

    cin acadmica. Con lo cual quiero decir,

    que la funcin crtica de la Universidad,

    funcin crtica de San lVlarcos,

    res ltarfa

    mucho mayores,' incluso aceleraran el

    desarrollo de las fuerzas ideolgicas de iz-

    quierda, en el 'caso que los niveles genera' -,

    les de rendimiento nuest ro, tanto de proo-'

    fesores como de estudiantes fueran' supe:

    riores, '

    In rden, un mtodo de trabajo, una rigurosidad y disciplina personal, son medu-

    1m a para entender la formacin terica-cientfica de Maritegui.

    AtLE

    ;twW

    H A AA

    Yo creo que, adems, en el caso de

    San Marcos, ha habido la intencin de

    arrinconarla en la inoperancia.

    Producir

    lo ,

    que llamaramos un proceso de transfe-

    rencia, mediante el cual, .otras universida-

    des de signo particular, como la Universi-

    dad La Catlica y la Univers idad Del Pa-

    cco, asuman el liderazgo cientffico den-

    tro del pas, par ticu larmente en las Cien-

    cias Sociales, que son las ms vinculadas a

    ,las cr ticas del sistema. Lo peor resul ta ,

    que de esta situacin, tanto lasituacin ge-

    neral sobre la ausencia de proyectosnacio-

    nales tanto de derecha como de izquierda,

    - como la disminucin de niveles acadmi-

    cos de San Marcos, no existe una concien-

    , cla suficiente. Algunos profesores piensan

    '/ que basta con exigir la recuperacin de

    los n iveles acadmicos,sin por o tra parte

    ;' p recisar enforma muy concreta cmo po-

    - dra realizarse. Por o tro lado , no fal tan es-

    .tudiantes, claro que 'cada vez menos, que

    , llegan a pensar que cualquier exigencia de

    mayor rendimiento acadmico esuna rna-

    nipulacin de las autoridades o de los pro-

    fesores contra los sectores populares de la

    Universidad, Cuando result a todo lo con-

    trario, ya que una exigencia acadmica,

    r de otra clase desde luego, esdecir dada en

    las condiciones negociadas entre estudian-

    tes y profesores , es el ni co medio por el

    cual los segmentos populares incorpora-

    dos por los estudiantes de San. Marcos

    pueden llegar a tener ms vigencia dentro

    del acontecer poltico nacional.

    r

    Inkarri: Cmo explicarse la apa-

    ricin

    de Maritegui en una socie-

    'dad con las caractersticas de la pe-

    ruana de los aos 20

    y

    30?

    Macera: Bueno creo que hay 2 respues-

    tas. Una respuesta general, que no cubre

    slo el caso del Per, y otras muy concre-

    ta sobre l ac lase de sociedad que era la pe-

    ruana en los aos 20 y 30.

    ,

    - , En cuanto a lo primero, las relaciones

    de -lo estrictamente econmico-social de

    Lequfa, comparable a lo que ha exp rl

    mentado el Per durante el ltimo doce-

    nio. En ese sentido creo que lascondlcl .

    nes estn dadas en el Per para que ap .

    rezca en algn momento un nuevo libr ,

    una nueva obra de sntesis de estos ltl-

    mos 12 aos. Pero , por lt imo, tembln

    existe un tercer factor que no ha sido

    convenientemente bieri explorado, ves lo

    que l lamaramos el elemento estrictamen-

    te personal de lo que Maritegui era. Us-

    ted puede dar todas las condiciones antes

    dichas V, sin embargo, en un momento so-1

    lamente es Maritegui en el cual coinciden

    crucialmente todos estos factores que lIe-\

    gan a procesar. Con esto en realidad nos

    un lado, y , del o tro, las experiencias ideo-\

    lgicas, son mucho ms complicadas que

    .la de una causa lineal, mecnica. Puede

    ocurrir que el sector ideolgico se ade-

    lante al desarrollo del sector econmico.

    Bastara considerar que el marxismo es

    pensado en el contexto de una sociedad

    como Alemania, que era menos desarro-

    llada capitalistamente que Inglaterra. Marx

    no fue ingls y asimismo, hombres como

    Lenin, Trotski, etc., no pertenecan al

    pas ms capitalista desarrollado de Euro-

    pa. Lo que me parece es que puede ocu-

    rr ir que ah donde el capitalismo nohava

    adquirido su pleno desarrollo, se produz-

    can conflictos econmico-sociales que ha-

    gan mucho ms evidente lo que el capita-

    lismo significa, de lo que puede pasar en

    el inocente capitalismo desarrollado.

    Con esto quiero decir, que el proceso

    del capitalismo puede resultar ms visible

    para un alemn de mediados del siglo XIX

    como fue Marx, para un ruso de princi-

    pios del siglo XX como fue Lenin, o para

    un peruano de los aos 20 como fue Ma-

    ritegui.

    La segunda explicacin complementa,

    rla, no alternativa, sera de que la socie-

    dad peruana de los 20 y 30 fue sacudida

    por cambios reformistas, que los aplic

    5

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    rl ,V ~

    1

    ~ ~~~~~

    I

    aproximamos a planos ms, interesantes

    i ] , de 1 Ciencia Social contempornea, que

    es

    la de explicarse este tipo de fenmeno:

    f

    la produccin cultural en trminos que

    integren,

    de

    un lado, los acontecimientos

    ;, econmico-sociales

    Y

    de otro

    lado

    el tra-

    bajo individual, pe rsona l que a veces est

    mucho ms all de la simple explicacin.

    Inkarri: Podra hablamos de1as

    condiciones en que Maritegui viaja

    a

    Europa adems de las influencias

    que este periplo tuvo en l?

    Macera: Bueno, yo creo que hay que

    tomar al toro por las astas. Maritegui via-

    ja a Europa al aceptar una beca del go-

    bierno de Legua. Pero, a m me parece

    que Legua en esos momentos no siqnifi-'

    caba ni con mucho, un gobierno derechis-

    ta y conservador, sino la alternativa al ci-

    vilismo tan poderoso que ll egaba por esos

    , momentos, sobre

    Lequfa.

    Por otra parte, al margen de esta califi-

    cacin de lo que legua era o no era, Ma-

    riafequl, el de los 7 ensayos .. . , no pue-

    de ser juzgado

    por

    lo que hiciera o no

    hi-

    cien el Maritegui que todava no tena

    ninguna formacin ni' informacin pol-

    tica suficientes. La edad de piedra que to-

    dos tienen, con la diferencia que algunos

    se quedan en ella y otros

    salen,

    Ahora, yo no s bien que influencia

    real tuvo Europa en Maritegui, porque

    no soy un estudioso del pensamiento de

    Maritegui. Lo que me parece es que hay

    que distinguir muy claramente las influen-

    cias sobre Maritegui, del hecho de la de-

    cisin final de escribir los pensamientos

    concretos sobre la realidad peruana, que

    no resultan de un prstamo de esos pen-

    samientos europeos. Pienso que la influen-

    cia europea fue un estmulo, un motivo

    de reflexin, una oportunidad para tomar

    conciencia; pero los mritos principales

    de Maritegui estn al margen de esta in-

    fluencia.

    6

    . ,

    -'~~-'~-~ ::=:'--....o:-'.......:._ ,- -

    . ,

    .. .

    ..... :~ .> :.,

    ., . .~-.':~

    .,

    . .

    Pablo Macera: lVlaritegui nos ofreci

    una vis in

    de sntesis, una alternativa

    , metodolgica.

    'L ' ,

    1

    t

    t

    Inkarri:

    l.o

    que es innegable

    e s ,

    que en Europa, tom algunos linea-

    mientos conceptuales, fundamenta-

    les en su formacin intelectual, as

    tambin entabl algunas

    relaicones

    importantes como fue su .relacin

    con Gramsci por poner un ejemplo?

    Macera: Yo lo que temo mucho es que

    en realidad Maritegui no pudo tener en

    , Italia toda la informacin que l hubiese

    deseado, y que menos an pudo mante-

    nerla despus de su regreso al Per; por-

    que sospecho que las dificultades que ha-

    ban entonces e ran iguales

    o

    quizs mayo-

    res a las que tenemos hoy en da. Desde

    luego, estamos muy aislados y distantes

    de los centros de produccin marxistas.

    Inkarri: Usted cree tal vez, que

    esas pocas posibilidades de fuentes

    expliquen que el marxismo de Ma-

    ritegui sea tan Nacional, tan aut-

    nomo, peculiar?

    Macera: Es posible, en todo caso el re-

    sultado fue positivo. Hubiera sido de me-

    .' nor utilidad para el desarrollo, no sola-

    mente del marxismo en el Per, sino para

    el desarrollo cultural del pas, el que Ma-

    ritegui hubiese terminado en un simple

    divulgador del pensamiento marxista

    eu -

    ropeo', publicando notas crticas o

    erudi- .

    ta s, solamente cientficas , sobre los prin-

    cipales pensadores marxis tas europeos.

    Inkarri: En la obra de Marite-.

    gui es notoria su dedicacin, suapli-

    cacin en eltratamiento

    y

    estudio de

    'la historia universal, viendo a sta co-

    ,1110 un todo del cual la historia pe-

    ,ruana es parte indesligable

    o

    como

    l mismo lo sealaba en el primer

    editorial de Amauta: Todo

    lo

    hu-

    mano es

    nuestro ,

    A qu condicio-

    namientos cree que se deba la prdi-

    .da de esta visin integral por parte

    de quienes se' dicen diR({pulo

    ~\iaritegui, y entinda: pOI' I 011

    global o integral no s6 10 (1 u 1

    l

    In

    poltico sino las id as sol n { u

    j

    e ,

    Filosofa, Ciencias O iall' tW la,

    duda se han desarrollado

    ( I - JlIII e l.

    su muerte? '

    Mi impresin es que todo

    u otro perciben los condl

    1

    n

    11 1 1 1 1 1 1

    mutuos ( la rea lidad del Per 011 I 1 11

    dad mundial); pero que no todo ( 1 1\ 1 1

    condiciones de formalizar

    sta r t

    111.11111 y

    ut il izarla

    operativamente en su

    1 I h

    d

    intelectuales concretos o en su 0111 1e]

  • 7/23/2019 Revista Inkarri N 1

    6/41

    sectores de -derecha peruana, de. disputar-

    le el terreno ideolgico; tanto al APRA

    como a los soc ial istas, hizo que para las'

    generaciones post-guerra, incluyendo la

    ma,

    y actualmente a ustedes,resultara

    ms fcil el pensar los problemas, que pa-

    ra los de aos anteriores a 1945. Y en

    cuanto a hoy da, yo pienso que a nivel

    poltico, para no hablar de loacad~mico,

    todos los que tienen un compromiso de

    izquierda, piensan internacionalmente. Y

    universalmente sus problemas, creo, in-

    cluso que puede haber el defecto opues-

    to, q~e muchas de las dec s iones ~~e.se

    toman a' nivel interno, estan condlclona-

    das por lasdecisioines que a nivel externo

    toman los :segmentos con los cuales .se

    vinculan los rsspectivos sectores de la

    IZ-

    quierda peruana.

    Inkarri: Maritf.gui en los. 7 en-

    sayos ... en el anlisis de la h~~~

  • 7/23/2019 Revista Inkarri N 1

    7/41

    aritegui frente

    Europa

    uando se .piensa en la experiencia

    europea de Maritegui dos imge-

    nes acuden a la memoria: ese tes-

    t hnonlo

    personal segn el cual Maritegui

    h hd hecho su mejor aprendizaje en Eu -

    le P y, de una ver ti ente opuesta , la acusa -

    oln

    de

    suropefsta'

    esgrimida por Haya

    d, I

    Torre contra el autor de los

    1

    Ensa-

    YOI.

    El

    a o 1928,

    cuando una jo~en gene-

    r i cln

    de intelectuales peruanos intentaba

    I\

    omprensin del Per

    corno

    nacin,

    co-:

    locor a un Intelectual al remolque de las

    orrl

    ntes europeas no era un reproche

    I Tl rolnal como lo saba b-ien Haya y des,

    el luego 'el propio Maritegui, preocupa-

    do r i te radamente por mostr ar la falsedad

    el sa

    acusacin. No se puede negar el ea -

    Ict e r decisivo que los aos pasados en Eu-

    ropa

    (1919-1923)

    t uvie ron en labiografa

    ti Maritegui, pero lo que interesa discu-

    ti r es qu tipo de exp eriencia fue lasuya,

    n qu difiri de otros viajeros (como

    rancisco Garcia Caldern), cules fueron

    los aspectos irreductibles de su vida euro -

    pea.

    En la generacin anteriora Mar i tegui,

    en la generacin del novecientos, l a t radi -

    cin europea era la nica tradicin posi-

    ble para cua lquier intel ec tual que se quie-

    ra 9acer digno de ese nombre. Belande y

    Riva Agero nunca habran 'podido repro-

    charse, su

    suropersrno .

    Francismo Gar-

    da Caldern consideraba que la salvacin

    10

    ALBERTO FLORES GALINDO

    del Per quedaba supeditada a su asimila-

    cin de la cultura latina. Estas apreciacio-

    nes encuent ran correspondencia en

    auto-.

    res que no slo, se formaron con-la lectura

    tanto de los clsicos como de las modero

    nas corrientes cultura les europeas' (por

    ejemplo la Sociologa). sino que en mu-

    chos casos h icieron su aprendizaje en la

    propia Europa. Francisco Garca Calde-

    rn, al igual que sus hermanos, parte muy

    joven del Per para establecerse en Pars

    e iniciar

    un

    exitoso proceso de

    ncorpora-:

    c i n en la cultura europea. A la postre, '

    an cuando escriba sobre el Per, lo har

    no slo desde Europa sino tambin en

    funcin del pblico europeo. Fue pensan-

    do en lectores franceses -y slo en segun-

    do lugar en la lite intelectual peruana-

    que Garca Caldern publica la Le Prou

    Contemporain, escrito originalmente en

    francs, lengua que poda utilizar tan

    igual como el espaol, el ingls o el ale-

    mn;' ,

    Si tomamos como referencia a

    Francis-

    co Garcfa

    Caldern,

    podemos constatar

    que la actitud de.Maritequi ante Europa

    difiri completamente de la lntelectuali-,

    dad oligrquica: la cuest in fundamental

    radica en la manera de encarar l aexperien-

    cia europea. Mientras que para Garcra .

    Caldern era el inicio de una aven tu ra in-

    telectual y por lo tanto asuma frente a lo

    europeo la cond~cin subordinada del dls -

    l'

    ~,

    f. '

    r

    Alberto Flores Galindo: Para enten-

    der.'a actividad de Maritegui ante Eu-

    , ropa es. preciso reparar que su ,forma-

    cin no estuvo supeditada slo a la lec-

    tura de los libros. ' ,

    cpulo, par a Maritegui se trataba de inte-

    rrogar a Eu ropa, desde una trayectoria

    ln- .

    telectuaf

    iniciada aos antes en el Per y

    'en

    funcin por lo tanto' de ciertaspreocu-

    paciones

    peruanas.

    Garca

    Caldern ern-

    , pe z

    a escribir en Europa; antes de tomar

    el barco, Jos Carlos Maritegui, era ya

    un intelectual reconocido' en 'el Per, de

    allf

    que Maritegui observe y estudie

    a los europeos en unesti lo que podrfare-

    cordar a la perspectiva de un ,Q3:nlogo

    occidental frente a un 'pa s a trasado, con

    la diferencia que hace falta invertir la si-

    tuacin porque en este caso el etnlogo

    provena del subdesarrollo y del atraso.

    La atraccin de Occidente entre los

    intelectuales latinomericanos es un he-

    cho recurrente. Pero, entre'todos los que

    - han pasado por

    Parfs

    o Roma, slo unos,

    pocos han' escrito sobre Europa. Fue el

    caso de Maritegui y su estudio, por ejem-

    -plo,

    del. fenmeno fascista. Esta actitud

    cr a un cier to dist anciamiento entre el

    observador y la cultura occidental. A 'su

    'vez este 'distanciamiento hay que com-

    prenderlo al interior de una actitud arnb-

    valente en relacin..a Europa que se

    re su-

    me en una

    admiracin

    por esa part del

    continente que parece emerger

    a

    la

    revo-

    'lucn (en las.fbrlcas italianas o alema-

    nas, en los conse jos obreros, en el II1 Con-

    greso' de la I nternacional Comunista) y un

    'rechazo a ese otro lado de la civilizacin

    occidental patentizado en las trincheras

    de la Primera Guerra Mundial, en la mise-

    ria del capitalismo y en otros hechos que

    parecen confirmar laprediccin de Oswald

    Spengler sobr e La Decadencia de Occiden-

    te. Este l ibro acab teniendo una influen- '

    ci a

    decisiva tanto en, Maritegui como en

    otros intelectuales de su generacin: sin-

    tieron que es taban viviendo los estertores

    del mundo occidental y que por lo' tanto

    se anunciaba la emergencia de otras

    cul-

    turas,

    En el mundo andino poda estar su-

    cediendo lo mismo que en Turqufa o en

    China: una vieja civilizacin derrotada y

    oprimida comenzaba a sublevarse contr

    occidente. Est razonamiento es posible

    porque Maritegui desde Italia no slo

    observa a Europa, sino que emplea, uti-

    lizaa Europa como un observatorio del

    mundo de su poca y -ha sido subrayado

    por Robrt Paris-,se in teresa iualmp.nto

    por e l Asia.

    Pero para entender la

    actitud

    de

    M ar t -

    tegui ante Europa es preciso reparar que

    ,,';'su formacin no est supeditada slo a la

    lectura de los libros, En otras palabras:

    tanto como los libros cuentan las expe-

    riencias, la observacin de la v ida cotidia-

    na, para la que ha sido adiestrado desde

    su formacin periodstica en el Per. La

    Europa de Maritegui no es slo la lectura

    de Marx- y Lenin, el conocimiento de

    Freund, Spenqle r, Sore l, Proust o Barbu-

    JL ~ ~~ ~ =_ _ ===~==_=====~=_========~~~

    11

  • 7/23/2019 Revista Inkarri N 1

    8/41

    I ,

    I

    I

    I

    1 1

    l

    nente en el que' esos autores' se formaron'

    y su rgieron, aos du rante los, cua les l a lu-

    cha de clases abri posibilidades muy am-

    plias a la creatividad en el marxismo.

    La heterodoxia d Maritegui podr so r-

    p rendera Codov illa en 1929, incomodar

    a algunos de su s lector es en 1980, pero

    en 19196 en 1923 era la norma.

    L.

    sse es tambin la aproximacin al nacien-

    te Partido Comunista .de- Ital ia, la lectura

    del Ordine Nuovo, su p resencia en el Con-

    gr eso de Livorno, su inters por los ce nse -

    jos obreros . ..

    1919-1923 son aos, en la his tori a del

    soc ia li smo, carac te ri zados por l a eclos in

    de . diversas perspectivas, al interior del

    marxismo: la norma no est dada por la

    rigidez de Bujarin o de Stalin sino po r una

    heterodoxia que se inspira en la

    revol-

    cin sovitica y en las tesis de abril de Le-

    nin, de donde partir n caminos tan d iver-

    sos como los recorridos por Luckcs,

    Gramsci, Panecoeck, Korsh ... As( como

    hay un clima meteorolgico, ex isten tam-

    o i n climas culturales y sin caer en el ,de-

    term in ismo geogrf ico , no se puede p res-'

    cindir de la posible influencia de un

    m

    biente cultural: salvo algunos posibles'

    fragmentos' periodrsticos de Gramsci,'

    MaritegUi no pudo leer a ninguno de los

    autores mencionados y t al vez ni siquie ra:

    conoci sus nombres, 'pero la Europa que

    recorri Maritegui fue el mismo contl-:

    Entonces, para concluir,

    e n

    qu medi-

    da Mar i tegui realiz su mejor aprendizaje

    en Europa? Tal vez el verbo aprender

    no sea el ms conveniente, porque no se

    trat en estricto sentido de adquirir un

    conocimiento; lo adecuado sera susti tuir-

    lo por el verbo observar , porque el

    va-

    .je

    de Maritegui realiz el proyecto de :

    examinar detenldarnen te la experiencia

    europea en la perspectiva de un intelec-

    tual latinoamericano que se sabra desde e l

    inicio d if er en te a lo s europeos, que no de-

    seaba asimilar se a ello s y que en esa medi-

    da ubicaba a Europa slo como una esta-

    cin, un momento necesario pero, como

    ocurre siempre con las est aciones, pasaje-

    ro.

    t

    r

    . :

    .

    ~

    .

    IJos Carios MaritegiJi y amig~s. Fototomada en ~talia

    12

    ,

    Mariteguiyla 1 1 1

    Internacional

    ENTREVISTA A WILFREDO KAPSOLI

    -

    'Inkarri: Para empezar esta entre-

    vista, quisiramos hacerIe una pre-

    'gunta dirigida sobre todo al profe-

    -sional: cul es el significado de la

    obra de Maritegui en la formacin

    de todo historiador peruano?

    Kapsoli: Bueno, yo creo que la socie~

    dad peruana muy pocas veces ha estado

    tan fielments reflejada, tanto en su pasa-

    do como en su presente, en su estructura

    econmica , social y polrtlca como en el

    trabajo capital de los 7 ensayos ... ,

    Trabajo que objetiva la posibil idad crea-

    'dora del uso de material ismo histrico y

    dialctico, -del marxismo-leninismo. En

    una palabra el uso de la c iencia para la ex-

    plicaci'n de la materia peruana. Por otro

    , lado, es una leccin de Maritegui el ha-

    ber p recisado la importancia y la utilid ad

    social y polt ica del conocimiento histri-

    'co. El pensaba el pasado para razonar y

    combatir, l os problemas de su presente,

    para concurrir a la lucha de clases refleja-

    da

    e n

    la esfera ideolqlca. En suma el

    marxismo, mtodo puesto en accin en

    las 7 ensayos ... , ms el uso de la His-

    torja para encausar y fortalecer la con-

    ciencia' nacional y popular, son razones

    sufiientes

    y

    esenciales 'para que todo

    aquel que, desde cualquier discipl ina cien-

    tfica, quiera conocer el Per , parta y ter-

    , mine con Maritegui.

    ,

    Inkarri: A qu atribuye Usted,

    que en el Per de Maritegtii, pas

    esencialmente semi-feudal y emi-

    nentemente conservador, haya sur-

    gido elprimer terico marxista-leni-

    nista y, a su vez,

    el

    crtico literario

    ms integral de Amrica Latina?

    Kapsoli: Creo que lo de Maritegui es

    un caso, en general, de una persona ex-

    cepcional, similar dirfa yo, al de un genio.

    Fue, como' nosotros sabemos, un hombre

    de extraccin popular, que no tuvo for-

    .mac in acadmica (se declar hasta ant-

    .untversttertol. Fue bsicamente, autod-

    . dacta

    y

    lleg a convertirse en el intelec-

    tual, el terico, el pensador ms impor-

    tante de Amrica Latina en relacin con

    el-desarrolto del marxismo.

    'Creo que dos-razones podrfan explicar

    esta .concrecin de Maritegui: en primer

    lugar, es su profunda sensibilidad social

    que desde muy joven, lo llevar a desem-

    pear se como obrero en el perid ico La

    Pr ensa, a .acercarse a las masas en sus lu-

    chas; en la lucha, de los obreros por la

    conquista de las. 8 horas de trabajo; en la

    lucha del pueblo peruano por el Pro-Aba-

    'ratarniento de las subsistencias y por la

    Reforma Univers it ar ia . E lobservar de cer-

    ca estos problemas le van confiriendo

    instiritivamente, una bsqueda , una expl i-

    13

  • 7/23/2019 Revista Inkarri N 1

    9/41

    En resumen, la teora revolucionaria

    que recoga Mar l te gul desde nuestra rea-

    lidad pi'ivilegia - i problema nacional, el

    problema campesino, el problema de la

    lucha antimperialista y por el socialismo.

    , Adase a esto, todo el descontento, la

    protesta al orden y la explotacin interna

    e imperial ist a de nues tra.sociedad, que es-

    .taba plasmada en la t radicin oral, en el fol-

    klore, en la poesa, en la literatura, en el

    arte, en busca de la identidad nacional y

    cultural. El percibir esto hace que .Mari- '

    tegui se perfile como un gran cr tico lite-

    rario.

    Inkarri: Podra explicamos c b- ,

    mo se'manifestaron las relaciones

    y

    tambin las discrepancias entre

    J

    os

    Carlos 'Maritegui

    y

    la

    tn

    Interna-

    cional?

    Wilfredo Kapsoli: la teorfairevolu-

    cionaria que recoga Maritegui desde

    nuestra realidad privilegia el problema,

    de la lucha antimperialista y el socia-

    lismo.

    . Kapsoli: Y o no entiendo que exi sta

    , una visin distinta de Maritegui con los,

    de 'la

    Internacional. En trminos muy

    generales l estaba de acuerdo con la In-

    ternacional. Por ejemplo : enfatizar la lu-

    cha contra el imperialismo, en buscar la

    liberacin de los pafses coloniales y semi-

    coloniales; en alcanzar la alianza entre

    obreros de los pases oprimidos con los,

    obreros' de los pases opresores, en fin; en

    impulsar con mayor nfasis la defensa del'

    comunismo sovitico frente al cerco bur-

    gus imperialista.

    ,

    ..

    cacin cientfica de los'Tlismos.Es por es-

    to, que Maritegui antes de, partir a Euro-

    pa va a sealar que, nauseado de poltica

    criolla, orient resueltamente hacia el so-

    cialismo, realizndose en Europa su me-

    .jor 'aprendizaje

    v

    su def in ic in de

    jnarxls-

    ta convicto y confeso. Una segunda razn

    serfa, su constancia, su entrega a la causa

    popular. . ,

    De esta manera, Maritegui era unco-

    munista cabal; participaba de los llnea-

    mientos bsicos de la 111 Internacional.

    Por esto, adhiri la C,G.T.P. ala Confede-

    rac in Sindical Latinoamericana (Base de

    la Internacional Sindical Ro ja) y al Parti-

    ,do Socialista a la 111Internacional.

    aritegui vivi prcticamente para la

    poltica, para la revolucin y la transtor

    macin de la sociedad peruana. Un orden,

    un mtodo de, trabajo, una rigurosidad y

    disciplina personal, son medulares para

    entender su formacin terica, cientfica

    y polttica.

    . 14

    A su, vez, recibi el reconocimiento de

    la Internacional, cuando despus del Se-

    gundo Congreso Antimperialista de Franc-

    fort, fue nombrado miembro del Bur de

    las Ligas Antimperialistas del mu~do .

    Una de las herencias de Maritegui de mayor trascendencia polrtic8 p

    obrera peruana fue la creacin de la CGTP_

    Las discrepancias estaban un tanto en

    el es~ilopoltico, en las tcticas para si,

    ,' t~aclones muy especficas, como las

    tc -

    , ncas para el caso ,de la Revolucin Perua-

    _ na o las tcticas y estilos democrticos al

    in terior del Partido que Maritegui inten-

    t imprimir, y que en el otro lado al

    contrario, se busc desde un principio: un

    verticalismo, una ,especie, diqamos de

    cuestionarnlento del centralismo d~mo:

    crtico. '

    Las .9iscrepancias de Maritegui .con la

    111 Internacional aparecen por los aos

    28

    y se pr esentaron con toda nit idez en 1929

    en el Primer Congreso Sindical Latinoame-

    ricano realizado en Montevideo y en el

    Primer Congreso de los Parttdcs Comunis-

    tas de Amrica Latina. La tesis de Mar i - '

    tegui sobre El, Problema Indgena fue

    cuestionada. Se

    sealaba

    que en los pases

    de Amrica Latina la

    poblacin

    indgena

    deba impulsar su nacionalidad su auto-

    determinacin. El ejemplo de Husla en re-

    lacin a las minor as nacionales era el

    ca-:

    mino que deb an seguir. Sin embargo, en

    , Rusia misma, antes de la muert de Le-

    nin, se haba su scitado todo a una polmi-

    ea. en torno

    a

    las nacionalidades opriml-

    ,das. Len in sealaba que los, pueblos de-

    ban luchar por' su autodeterminacin

    , por

    . J

    gobierno democrtico con una po-

    ltica de lnea de masas y acorde con el

    Internacionalismo Proletario. Stalin se es-

    c;udaba en esta tesis, imponiendo el 'poder

    , No plante, pues, en ningn

    momt 111 11

    un marxismo o comunismo noel

    1111

    1li

  • 7/23/2019 Revista Inkarri N 1

    10/41

    16

    &

    Hanram~'

    Mov_

    , ' , 'ti,.-

    Perspectivas Economicas

    y ':Polift~icas

    del

    80

    al

    8;5

    EDMUNDO MURRUGARRA FLORIAN

    El cambio de gobier:no ocurrido el lltim028 de Julio plantea 'unapers-:

    pectiva diferente en la conduccin del estado as como una nuevacorrela-

    cin de fuerzas polticas. ' '

    Las ~odalidades que este nuevo rgimen pueda optar en el ,futuro, en',

    materia poltica y econmica son el tema' de los artl~ulos que Edmundo

    Murrugarra

    y

    Julio Lpez Masprepararon para esta r~V1sta. ' '

    cion en 'las cmaras. Como raras veces,

    tendrn el control del Gobierno sin casi

    posibilidad de obstruccin y con la legali -

    dad ganada ampliamente en las nforas.

    Qu razones hay, entonces, para que ser-

    vicios de intel igencia, alqanos enterados

    ncleos patronalese idelogos inteligen-

    tes de la burguesa se muestren muy cau-

    telosos en sus pronsticos?

    E

    n los medios burgueses rea,CciOna-

    rios que van de la Dictadura Mili-

    .tar a los par tidos Accin Popular,

    APRA, PPC, pasando por los gremios pa-

    tronales, se respira un ambiente de muy

    cauto opt imismo,a pesar de que lav icto-

    ria electoral de Belande y laderrota elec-

    toral de la izquierda deberan

    llenrlos

    de

    Jolgorio. Y esto tiene que ver, precisamen-

    te, con e l tema acercadl que IQscc. es-

    tudiantes de' Letras de San Mareos piden

    mi opinin y se lasdoy. '

    Les llenan deoptlrnlsmo: La abultada

    vo tacin alcanzada por Belande que le

    ha permitido sali r electo presidente sin

    necesidad de conchabos parlamentarios;

    la mayora alcanzada en laCmarade Di-

    putados y lamayora en lade Senadores

    con el apoyo del PPC. y finalmente, les

    llena de optimismo' la baja votacin de la

    Izquierda y su ms baja an representa-

    I

    UNA REACTIVACION ECONOMICA

    QUE SE MUERDE LA COLA

    La Dictadur aliada a los monopolios

    'nacionales. y extranjeros rebaj brutal-'

    mente el salar io, el empleo, el gas to esta-

    tal y con todo eso sumi en genocidas

    condiciones de vidaa la abrumadora rna-

    vorta del pueblo peruano, redujo el mero

    cado interno poniendo al borde de ta.quie-

    bra o sumiendo en la quiebra a sectores

    de la misma

    .burquesa

    que no podan

    r

    l'

    [

    Laselecciones han legitimado la hegemona..deuna fraccin de la gran burguesa.

    - adaptarse al modelo de reactivacin eco--

    nmica. Este modelo signfica sacrificar el

    ' consumo de la poblacin trabajadora a l

    mites exigidos por la necesidad de vender

    ms en' el mercado mundial, en momentos

    de intensa guerra comercial y}l.tas barre-

    ras proteccionistas. Los, ~xit~s 'consegui-

    dos durante los dos ltimos aos de api-

    cacin del modelo han reanimado no el

    '. conjunto de la economa, sino el sector

    exportador, pero han permitido alivios

    importantes a la penosa situacin de las

    obligaciones con labanca mundial y al,de-

    sequilibrio presupuesta]. Sin embargo, es-

    tos remedlos, tambinhan trado huevos

    males al 'enfermo, alimentando la infla-

    cin por un lado y por ot ro una febri l ac-

    .tividad especulativa con las gigantescas ga-

    nancias de los ncleosexportadores que

    han monopolizado an ms el control de

    capitales con la compra de empresas y

    bancos. ' -

    dinero que presiona la

    nflacln

    hacia arri-

    ba, golpea nuevamente a determinados

    .sectores burgueses, adems de seguir man-

    teniendo a las masas en el desempleo y el

    .hambre. Las penurias naturales como la

    ~equa han venido a compliar las cosas.

    (Cmo salir de este enredo cuando el

    mercado que compra 'las exportaciones

    peruanas sufre los vaivenes de la recesin

    como en la actualidad Estados Unidos;

    que arrastran a toda la economra mun-

    .dial? Cmo cumplir, dada 'esta base eco-

    nmica, con las promesas de un mjln de

    empleos, de aumento de la produccin

    alimenticia, sin acudir

    -a

    un enrgico au-

    mento del gasto estatal que contradice

    justamente, el, modelo exportador y la~

    directivas del FMI? y cmo seguir im-

    pulsando el modelo exportador sin cons-

    treir el consumo interno

    y

    ms precisa-

    mente el salario, el empleo y la sobre-ex-

    plotacin del agro y de millones decam-

    pesinos para poder seguir ofreciendo pro-

    ductos que tienen precisamente la ventaja

    comparativa de bajo costo de 3 mano de

    17

    Este hecho, sumado a la liberalizacin

    d e importaciones para sacar del pas el

  • 7/23/2019 Revista Inkarri N 1

    11/41

    La dictadura aliada a los monopolios nacionales y extranjeros rebaj brutalmente el

    salario, el empleo y sumi en genocidas condiciones de vida al pueblo peruano. (3)

    obra y una baja o nula tributacin?

    embargo los' mrgenes de la demanda del

    mercado mundial recesivo , limitan un cre-

    cimiento firme salvo si se manti ene la bru-

    tal poHtica antiobrera y antipopular que - .-

    mantenga

    a-rava a

    la clase obrera y al--

    pueblo para man tener p recio s favorables

    a ese crecimiento, almsmo tiempo'que

    se mantenga frenadas las exiqencias del

    otro sector de la burguesa que no se ha

    adecuado a la exportacin y tiene en el

    mercado interno su principal campo de

    realizacin de ganancias .

    y

    son esto s he-

    chos, ju stamente, los que constituyen es-

    col los para laconsol idac in de la hegemo-

    na ganada por este sector de la bu rguesa ..

    UNA HEGEMONIA QUE TIENE QUE

    . SER CONSOLIDADA

    Las e lecc iones han legitimado la hege-

    mona de una fraccin de la gran burgue-

    .sa que en un principio no fue la seleccio-

    nada para heredar a la Dictadura. El sec-

    tor monopol ist a indus tr ial nacional y ex-

    tranjero opuesto a las reformas de Velas-

    co encuentruna expresin en el partido

    Accin Popula r. En e l planopolftico. este

    secto r debe arreg lar cuentas con el sector

    estatista de las FF .AA. Yde partidos con-

    cordan tes con esa polrtlca, como el parti-

    do Aprista.

    EL PUEBLO NO FIRMO UN CHEQUE

    EN BLANCO A BELAUNDE

    En cuanto a poltica econorruca hay

    amplio terreno de entendimiento. Sin

    Algunas ap reciaciones subjetivas han

    18 -

    .. . .

    - _ . ~ .

    Nuestr a clase obr er a viene de encabe-

    z~r las g~andes huelgas. nacionales; y si

    bien, debido a la direccin revisionista y

    lo s err ores de .los marxistas-Ieninis tas no

    enfr en t v ictor iosamen te a la Dictadura

    sin embargo no ha sufrido derrotas de ca~

    rcter h istrico que la incap citen para

    continuar el combate nacional, centraliza-

    do. El rnovlmiento sindical claramente

    est en manos de la izquierda la refor-

    mista-y revisi?nista en mayora~ pero po-

    derosos contingen tes estn dirigido s por

    la izquierda marxista-leninista. 'Este mov-

    miento, apenas a los

    15

    d as del triunfo

    .de Belande, fue capaz de desplegar sus

    .fuerzas en Lima frente a una primera ac-

    - c i n de Belande, la devolucin de los' una' oleada huelqurstica que do) . 1 pl

    ti

    dia rios a sus ant iguos dueos, en una con- al recin instalado gobierno.

    f~o~tac in pol t ica y gremiaL

    y

    este .Iiid;;~; .':':Lpeligro ms grave que qul I 1 1 I nn

    vlmlen~o no s~ ~ a. puesto a esperar un mes jofar's.n embargo, es que los p Ildo pn

    y medio par a in iciar en Pucallpa una huel- Iticos de la izquierda aprend n I I tf ti

    ga g~neral indefinida por sus reivindica- nes de su derrota y sean caoaco di 1 1 1 1 1 1

    ciones, as como los trabajadores del Se- la direccin polltica de esas m

    ti

    11

    guro por las suyas. S prepara, pues, el bajadores, porque la sindical

    (11

    t i

    I1

    movimiento popular a.-cobr ar el cheque El recorte fraudulento de I r pl lit,

    que ha girado a Belande . . cin parlamentaria tiene t am b i n 1 1 1

    nalidad, privar de ese apoyo p r I t, ,1 1

    jo de organizacin y movilizocln pollt I 1

    de los trabajadores bajo un pro

    J '

    nnn Il

    mocrtico y revolucionario HUI

    I

    VII

    que quite esa base social a B I (,,,

    11

    Y I

    sistema. Es ah nuestra tarea.

    .. ---- ----- -~ -- --- - --- -0;---

    j afirmado que la abultada votacin de Be- .

    lande significa un cheque en blanco a es-

    . te partido reaccionario, o sea un apoyo __

    -incondicional, al margndel programa

    que aplique.

    Me

    parece que se equivocan

    de medio a medio. Belande, a diferencia

    de 1963, cuando en medio 'd el aug eco -

    nmico, busc un tmido apoya del mo-

    v imiento popular par a enfren tar a sus po-

    .derosos contrincantes en el campo reac-

    cionario, corno

    er a

    la

    at ianza

    APRA-UNO

    ahora tiene que aplicar una poltica eco~

    nmica que mantenga e l modelo no tiene

    al frente contrincantes poderosos en el

    campo reaccionario,

    y

    el movimien to po-

    pular no es un movimiento como el de la

    dcada del

    60.

    y

    razn reaccionaria, le ha asistido,

    por eso, a la Dictadura al prorrogar por

    tres meses el decreto que prohibe a los

    sindicatos, presentar. otra reclamacin que

    -no sea el' aumen toselerlel, temero sa de

    De la poltica belaundista n pOli 'CI

    esperar el bien de las m ayor ll l 11

    e .ln

    . nales, al contrar io t ratar d ni Jn. , I

    rentabilidad del capital.

    I 1

  • 7/23/2019 Revista Inkarri N 1

    12/41

    'E : I Proyecto OIloa

    l'

    , El presenteartcuio, fue escrio

    por Julo'Lpez

    M.

    c~ando ~,oexl~-

    tia

    an ninguna mamfestacl,o~ Ofl-,

    cial, por parte d~l nuevo. regImen,

    sobre la economla pe~ana; por lo

    tanto no considera.la ltima exposi-

    cin del ministro' de economa, lue-

    go de la c~al s~puede tener .u~avi-

    sin ms precisa de, sus ObJetIVOS.

    Nos'animamos a publicado porque

    muestra io acertado de las observa-

    ciories de Lpez sobre el tratamien-

    to de nuestra economa por parte

    del Ministro Ulloa.

    NOTAS SOBRE EL MODELO

    ECONOMICODE ULLOA

    Julio

    Lpez

    Mas

    Lo que sigue a continuaci .~s que

    una prediccin de la futura pollt~ca eco:

    nmica casi 'imposible, de realizar, es un

    comentario inicial; sobre los principales

    objetivos d poltica econmica ~e. AP Y

    de' Ulloa en particular; los ofrecimientos

    pre -e lectorales en lo, que al milln de em-

    pleos ofrElcidos yla .sltuacln actual de la

    economa. Esto s distin to s elementos nos

    permiten trazar 'un bosquejo, de la eco ' o-

    mfa las clases sociales y la lucha

    polttica:

    esta' es la sltuacin concreta an te la cual el

    prximo qobierno tendr q~e actu~r y

    'responder a las distintas presiones e nte-

    reses, soc ia les marcando su carc te r .pro-

    'imperial is ta Ygran burgus., '

    El Plan Ulloa nos ubica en un proyecto

    econmico que se ajusta als necesida-

    des' de dominacin del Imperialismo

    Norteamericano.

    , iB L

    '1. Ordenando las piezas del mode-

    lo: los planes econmicos de

    Ulloa. -

    el aprovis ionamiento interno. ( debe evl-

    tarse que el certex resulte una razn par

    la 'desatencin del mercado local o para I

    perturbaCin de la estructura de precio

    del mercado interno de bienes y servi-

    cios ). Se toca as el problema de la dls

    torsin de la produccin, los precios y el

    . abastecimiento que vienen ocurriendo b

    jo el fomento de. la exportacin indus-

    trial, ya que este' sector result no slo

    abastecedor de dlvls ass lno que leposibili-

    t obtener mrgenes mayores de ganan-

    clas, aumentando la monopolizacin y el

    control de las grandes empresas sobre la

    economa nacional.

    Estas ideas no llevan a la anu lacin del

    certexni a la propuesta de control sobre

    los monopolios. Se trata para Ulloa de ra-

    cionalizar el certex, limitarlo par a que no

    signif ique un peso para el f is co , pero man -

    ten indolo en una poi (t lca de fomento ge-

    neral de las exportacionestradicionale~ Y

    no-tradicionals .

    En cuanto a las z onas francas, se habla

    de potenciar mucho las zonas fronteri-

    zas, dentro de un esquema de geopoltica,

    a largo plazo. E igualmente en los flujos

    comerciales intensificar las, relaciones co-

    merciales con el grupo andino, Brasil y

    Argentina.

    Es claro que' la id ea de convertir al pas

    -enuna plataforma de exportacin de pro-

    , ductos industriales se limita y se pone re-

    'paros . anvuna apertura indiscriminada.

    ( Me parece peligroso abrir indiscrimina-

    damente la importacin, por muchas que

    sean las justificaciones, porque estos cam-

    bios de pol(tica, como se ha visto en Ar-

    gentina y en otras partes, deben hacerse

    g radualmen te, sino se qu ier e desarticular

    completamente la escasa in fraestructura

    industrial ) .

    En suma, comc

    vpolftica

    industrial

    cont inuar con las expor tacjpnes industria-

    les =pero restring iendo el certex- y una

    .... aper tura moderada de las impor tac iones,

    21

    , El diagnstico de la realidad socio-eco-

    nmica,(1) em piez a con el sealamiento

    de los prob lemas, a su ju icio' son los ms

    importantes de la econom(a' peruana ac -

    ,tual: la 'falta de empleo, la inflacin y la

    postracin de la agricultura. .

    Sin embargo, en la exposicin va apa-

    reciendo un pano rama distinto en cuanto

    a la dinmica productiva, la priorizacin

    de los sectores econmicos a promocio-,

    nar.

    Reparos sobre el apoyo indiscrimi.

    nado a las exportaciones industria-

    les, '

    Sobre el problema indus tr ia l s e esboza

    un planteamiento discrepante del actual,'

    que apoya indiscrimiOldamente a las ex -

    portaciones no-tradicionales mediante el

    subsidio al capital vfa certex:' ,

    Dice Ulloaque mediante el certex se

    puede estar in tr oduciendo una estructura

    'industrial artificial pues el, Certex est

    concedido no en funcin del valor agrega-

    , do sino del valor bruto de exportacin,

    Plantea revisar el Certex en funcin de

    . lograr la utilizacin de' insurnos locales Y

    -~demano de obra, rnaxlmizando e l conte -

    nido nacional del bien o servicio exporta-

    do : '

    'Este cuestionamiento a'lude a los efec-

    tos de la po i tica industrial de los ltimos

    aos, en Circunstancias en que la exporta-

    cin' de p roductos manu factu rados fue un

    escape frente a la restriccin del merca-

    do intern, el cual fue comprimido bru-

    talmen te por la r ecesin y la r estriccin

    de crditos y capacidad adquisitiv a de las

    mayoras nacionales.

    Se insiste en. la necesidad de mantener

    s

  • 7/23/2019 Revista Inkarri N 1

    13/41

    '.que permita cierta com~etenci~ con .Ia

    produccin similar de la. md~stna nacl~-

    nal. Por otro lado, se deja abierta la POSI- ,

    bilidad d~ establecer ~onas.fran~as en ,las

    f~onteras tal como existe en v an os p ar se s

    como Colombia Y tambin la posibil idad

    de establecer industrias maquiladoras

    tal como existe en Mx ico. N? setra~a pa-

    ra Ulloa de subordinarse a la I~du~nah~a-

    cin susti tutiva Y al prcteccromsmo m-

    dustrial. Para l hay que adaptarse progre-

    sivamente a los imperativos del mercado

    mundial.

    Grandes

    esperanzas

    en la exporta-o

    ',cin minera.

    , Refi~indose.a los secto res de expor ta- ~,.

    cin tradicional, especialmente la mnerfa '

    se dice que hay qua.lncentlvarlos, aunque

    . no hay mayores precisiones. Se dice que

    , hay que revisar la polrtlca petrolera, ac-

    tualmente en vigencia, aludiendo a los

    'problemas de la crisis internaciona~ ~ la

    recesin que amenazan propagarse

    rpida-

    mente, y por eso, habr

    a

    que procurar la

    autosuficiencia energti'ca y un adecuado

    abastecimiento de allmentos.

    En cuanto a la rninerfa, se propone .m i- .

    tig ar las cargas tributarias q~e la aqoblan.

    ( En el caso de las exportaciones mme~as,

    me parece mucho ms conveniente el un-

    puesto a la sobreutilidad que el i~puestO-

    ciego. Este es in justo, por~ue castqa a

    ~? -

    das las empresas productivas por Igual ).

    Con .este proceder se apoyara las lnver-

    siones y las r elrwerslones favo recie~~o a

    la mediana minera, que se ha banflciado

    enormemente con el boom inte rnacional

    ide la plata, oro, cobre, y de paso, se con-

    templara ,la modificacin de la .actual

    Ley de Minera para atraer la venida de

    capitales ex terno s y poniendo como mira

    .convert ir las empresas estatales en empr~-

    sas mixtas en los casos.de Hierro Per, MI'

    'nero Per y Minero Perl Comercial. ,

    Nosotros pensamos que la promocin

    de la minera de exportacin es de i~por-

    t ancia ~st ra tgica para UJloa y e l gobie rno

    22

    .1

    'La actividad artesanal, se supone, se-

    ra uno de los .sectores que posiblllta-

    ra el plan del milln de empleos.

    r

    belaundista; pues saben que este sector

    permite una generacin de divisas d~ gr~n

    / magnitud y con el exceden~e creado, y,

    , 'retenido por el estado es posible una 1m-

    o

    portante capacidad de maniobra del futu-

    ro rgimen.

    Desmantelando las ensoaciones del

    capitalismo de estado.

    Se perciben' ciertas 'modificaciones al

    enfocar como campo especffico de inver-

    sin del sector pblico: las zonas desa-

    tendidas las neces idades bsicas y los ser- '

    vicios p(.blicos. Creo que la inversin

    pblica debe estar dirigida, fundamental-

    mente, a lo que es la labor constitucional :

    del Estado y a los proyectos' generadores

    de empleo, corn pueden ser la vivienda'

    soclal, los proyectos agrcolas, .Ia. sa udy

    la educacin. Todos estos. sectores t ienen

    un efecto multiplicador enorme.

    , La determinacin de estas prioridades

    supone una actitud realista f rente a lgasto '

    . pb lico restringiendo el rubro de gastos

    de capital y aumentando l rubrode servi-

    cios' de gastoS corrientes. Esta posicin es

    coh~rente con el est m ulo a l a inici at iva y

    capitales privados.

    Apoyo a la desccntraliz

    .d(,

    u

    pital privado.

    III

    La redef in ic in del rol econmico del

    .' 'estado, disminuyendo su participacin en

    los proyectsde inversin, s e completa

    con dos aspectos: la p riVatizacin .de algu-

    nasmpr eSas pblicas y una actitud p ru-

    dente f rente a l endeudamiento externo

    del sector pbli~o.

    RespeCto a la privatizacin, dice Ulloa,

    que en lo s casos que las empresas puedan

    ser' asumidas apropiadamente por el sec-

    . tor privado, s in afectar la estabilidad labo-

    ral de los trabajadores ..

    Como criterio de calificacin se decla-

    ra partidario de la. participacin estatal

    .cuando est [ ustif icada por criterios de

    ..poltica econmica o de seguridad nacio -

    nal . En suma, ningn cr iterio claro , dan - '

    do pasea la negociaci nvEs o s, hace n-

    fasis en buscarde'pr eferencia soluciones

    mixtas. Si nos atenemos al Plan Econmi-

    co de AP tenemos que el estado se reser-

    vara las siguientes empresas: Pet ro-Par,

    Centromfn, Banca Asociada, Cofide, Ena- .

    fer, Esal, Sider Per y' Sima. Buscando

    formas mixtas, principalmente para Min-

    peco, Telfonos, Electro

    Per,

    Aero-Per, .

    Paramonga, Enci, Entel.Hierro Per, In-

    duPer , Minero Per, Minero Per Comer-

    cial yPesca Per.

    En lo que concierne al endeudamiento

    . externo, dice se debe proceder en funcin

    del compor tamiento del sector .extemo y

    de la capacidad de pago real del pas,

    y

    sugiriendo el abandono de loscrditos de

    ,__proveedores o crditos bancarios para dar-

    paso a los crditos prorriocionales a me~

    ..diano

    y'

    largo plazo.

    La verdad es que el peso de la deuda

    externa actualmente contrada por el es-

    tado (cerca de 9,000 millones de dlares)

    compromete seriamente .la marcha de la

    ....economa. Por eso Ulloa como represen-

    _tante del gran 'capital internacional plan-

    tea cambiar (o mejor dicho detener) esta

  • 7/23/2019 Revista Inkarri N 1

    14/41

    las obras del docenio militar facilitan os planes de Ulloa ..

    el desarrollo regional pensamos ~ien? que

    ver con las necesidades del capl~1 Im~e-

    'rialista de ampliar sus esfe-ras de InVe~slOn.,

    en la selva, en la minera, ~n e l petrol?o,

    en ciertos rubros allmentarlos. Y tambin

    tiene finalidades polticas al desarticular

    los movimientos populares Y tratar de ~-,

    tablecer Y fortalecer la dominacin gran

    burguesa en el, campo Y las c iudades del

    interior.

    prudencia 'en la am pllac ln del endeuda-

    miento externo,

    Y

    por otro lado, en ~na

    reorganizacin de la

    poltica

    mo.netana y

    del rol de las instituciones del Sistema I-.

    nanciero.

    Respec to~a la t asa de lnters'dice que

    t iene que ser lo suf ic ientemente rea li st a:

    como par a posibilitar el aumen to del aho-

    rro interno con. lo que aprueba la actual

    dis tr ibuc in del ingreso donde las grandes

    empresas son las nicas que rea lmente t ie -

    nen capacidad de ahorro en este pas. f \

    , contlnuacln aclara que esta tasa de inte-

    rs .t iene quese r s imul tneamente , lo suf i-

    cien temen te flexible como para ayudar a

    los desa rrol los sec tori ales o de zonas

    mediflnte el uso de tasas difer enciales po r

    ejemplo.

    lo que s podemos estar seguros es

    que Ulloa seguir manteniendo la devalua-

    ci6n Interna y externa, devaluando pro-

    gresivamente nuestra moneda y, haciendo '

    que los precios sigan su espiral neecne-

    r ia . Es c la ro que la inf lac in. cuando pue-

    de ser controlada es un m.ecanismo mpor-

    t ante de f inanciamiento adicional al capi-

    t al especialmente a l reduc ir los salarios y

    remuneraciones fijas: Sin embargo, cuan-

    do la in flacin afecta incontroladarmmte

    a todos los sectores econmicos es un fac-

    tor de desorganizaci6n y de crisis de la

    misma acumulacin capitalista, especial-

    mente porque motiva la formacin de un

    capital especulativo y motiva tambin la

    respues ta agres iva de los trabajadores con- .

    tra los capitalistas y su estado. De Ulloa y

    de la poltica econmica belaundlsta, por

    ms poses' demaggicas no podemos

    es pe-

    rar el bienestar econmico de las mavo-

    rfas nacionales,

    .su

    poi

    Itica

    buscar, al

    contrarlo, mejorar la r en tabilid ad del ea-

    pital.

    II.Los ofrecimientos electorales: el

    milln de empleos de AP.

    . Durante la campaa electoral todos los

    'par tidos reaccionarios h icieron mencin a

    los problemas de alimentaci6n

  • 7/23/2019 Revista Inkarri N 1

    15/41

    que he

    'm'os resead.o ms

    1:.05 de Ulloa

    arriba.

    , , Para dar algun.os e lement.os de j~ici~

    sobre la pltica de empl~o que p.o~rI~ ,

    'imp lemen tar AP en su qoberno (e~ aan

    za con el PPC) nos parece neces~n.o ~~e-

    viamente echar una mirada a la sltu aclon,

    actual de la ec.onoma,. las diversas ten-

    dencias en' marcha.

    IlI. De los .ofrecimient.os ~ l~ reli-

    I

    dadr la P.oltica ec.on.omlca de

    corto plazo.

    , par a las mun icipalidad~s, crendose em-,

    pleos e n cualquier actividad con ~flO de

    dar ingrese y. .. dignidad los tratlaJatil.or~s.

    Copian~o hasta esta receta d~ la pol (tlca,

    ecenmica de Pinechet en Chi le . .

    Accin popular insisti en prestar es-

    pecial impertancia al problema de la des~-

    cupaci6n, por ese pr.opuso e~pla~ del

    t:

    116nrleemple.os, poniendo enf~sls e~ la

    ducc

    in agrcol a base de tncenttvos,

    pr.o ' . . t

    Y

    la actividad artesanal, e l mantenlmlen. e '

    la expansin vial, el uso ?e la capacidad

    industrial instalada (Discurso FBT, 29-

    , 12-80) ; \ .' di

    b. es tos empleos seran mas lyos .me ian-

    te la aplicacin de tecnolog

    las

    IOterm,e-

    dias; , ' . I em

    c. la responsab ilid ad reca.er la en a

    N -

    presa privada (grande, me?la~ pe~uena y

    en un pr.ograma de

    obras

    publicas), '

    d. este milln' de empleos se lograra,

    en el plazo. de dos aos.

    'Como apre6iam.os existe ceincidencias

    entre les planes de AP y el,APRA siende,

    la discrepancia ms fuerte con, el PPC,

    pues para ste partido el problema no es

    crear empleos sine lograr el er:nple~ ade-

    cuado a ias necesidades del capital, slend?

    necesario, al centrario, aumentar la canti-

    dad de desocupados Y eliminar todo gasto

    pblice innecesario.

    Mien tr as que par a AP Y el APRAel rol,

    .de l estado Y del gasto pblico tienen rna-

    y.or incidencia, aunque claro, ambos en

    una ptica de corte p a.ze ~in plantear

    'rea lmente ninguna m.odlflcacln de la es-

    . tructura oroducttve Y de clases. .En les

    planteamient.os de est.os-d.os. partl~os es

    elerto

    que encentram.os .1.05.IOgredlen~es

    de una receta intervenclonlsta-expansle-

    nlsta

    -v a

    el gaste

    pb l i co ,

    y que una vez

    terminada lac.ontienda elect.o ral, ha dado

    paso' a poslclones ms m.oderadas,t~1 co-

    mo lo hemos ap reciado en declaracl~nes

    pblicas de lderes p.opu~istas , el ml;m?

    Belande Y les planteamlent9s econorru-

    Una primera observacin .sa~tante es Ia

    discrepancia entre les ofreCimientos ,?re-

    elect.ora les, hech.os durante la ca~p.ana y

    les I ineamientosde pol t ica ec.onom~caes-

    b.ozades por UII.oa. Una vez c.onsegUld.osu

    b letlvo P con el 45.3.0/0 del vote par~- .

    ~e J haber e l int ento de desinf lar los ofrecl-

    mi~nt.os de emple.o

    Y

    bienestar populares.

    , '

    Empezand.o por el problema del em -

    pele tenemes que la creacin de 50~,OOO

    puestos en un ao significada, una tove;;:

    sin de unes US $ 2,500 mlll'pnes (~.,

    $

    5000 por puesto de trabajo), es decir,

    al c~mbi.o unes 1~O,OOOmillo~es de soles.

    El sector industrial exportador tiene

    su

    expresin en las ideas neo-llber I d I

    I

    nac io nal es

    de 1,500 millones de dlares

    se tendr un supervit comercial de cerc~

    , de 1,000 millones de dlares. Este ha sido

    logrado gracias a la bonanza de les pro-

    ductos de exportaclones y las buenas coti-

    .zac lon e s de ell os y principalmente plata.

    cobre, oro.

    , Pero esta

    bonanza

    del sector extern.o

    se combina con la mantencin de

    l a

    de-

    presin del mercado interne. Los ndices

    de prod uc c in de la industria y' de la acti-

    vidad aq rop ecuar la destinadas al co nsumo

    interne no presentan alzas importantes, si

    .bien es cierto que se ha l.ograd.o impedir

    un deterioro mayor. Paralelamente, las

    p.ol:lticas de remuneraciones siguen gel

    peando a les trabajadores y ms

    mpor-

    tante es el hecho que las presiones infla-

    cionarias siguen alimentando la espiral de

    ,.105precios de primera necesidad.

    En stas, circunstancias, no es leghim.o

    , rhablar de la eliminain y/e superacin

    de la crisis econmica. La bonanza de las'

    exportaciones o los equilibrios fiscales no

    son ndicadores

    suflclont

    8

    p

    r

    I ud

    I I

    lificar el momento econmlco (,tll I I CI

    me expansiv.o o de asc enso:

    Es posible cumplir con esta ~e~a? '

    Hasta este moment.o (principios de julio]

    . solamente contamos c.on Iineamient.os y ,

    no metas Y objetiv.os precises por pa~e.

    .del futuro gobie rne. Qui~,s ~ea ~ecesar,lo

    esperar declsiones. concretas al u,-stalarse

    el qoblarno el prximo da 28.

    En qu c.onsiste la recuperacin

    actual de la,economa?

    La situacin actual de la econom (a

    presenta una notable recuperacin de las

    cuentas exte rnas . As] se calcula ,que. para

    este ao el pas contar con raservas nter-

    ? 6

  • 7/23/2019 Revista Inkarri N 1

    16/41

    '3. Mayor campo de accin

    l

    l a banca y fi -

    nan9iera s priva das, sin desmontar el

    sector estatizado o asociado, ofertando

    la participacin en los grandes proyec-

    tos privados o mixtos ( con e l estado ).

    4 '. Impulso al a.sro a limentaro, gue repo-

    . sara fundamentalmente en el, aprove-

    chamiento de la ceja de sel va y la con-

    , tinuacin d irrigaciones. '

    5. Mantencin de la actual estructura in-

    dustrial,introducindole ciertos mr-

    genes de competenci a y efic acia.

    6. Mantener la capacidad de consumo,

    protegiendo selectivamente los ingr e-

    sos de la inflacin (segn la capacidad

    - de presin de los sectores sociales) y

    qe ne rando- puestos de trabajo en las

    reas de servicios, infraestructura, y

    m fnlm amen te en los sectores producti-

    vos.

    Este modelo pensamos tiene posib ili-

    dades

    de

    lograr apoyo del g rueso de lac la-

    se dominante

    pues

    permite, campos am-

    pliados de inversin , 'sequridades para la

    intervencin rentable del capital privado

    nacional -o irnperiallsta y sobre todo, una

    concepcin que trata de abordar realis-

    tamente segn los criterios capitalistas

    modernos la lucha de clases. De ah f, su

    preocupacin sobre la autosuficiencia

    energ tica , v is to los problemas de la crisis' .

    de la econornra capitalista; o las zonas

    francas en la frontera como criterio de

    asentamiento geopoHtico, o por ltimo el

    problema del ingreso y empleo del puebl o

    para mantener Cierto nivel de consumo

    interno._

  • 7/23/2019 Revista Inkarri N 1

    17/41

    tera a~rcola y 'de enerqa hidroelctica.

    . En lo ~ue se refiere a la Ceja de Selva l as

    inversiones estatales enejecuci6n son pa -'

    era promover la

    pa lma

    aceitera, alguna in-

    fraestructura y el inicio de proyectos ga-

    naderos de carne y leche, y de reforesta-

    , cin de especies maderables ..

    La inversin privada todavfa en pro-

    yeccin parece que se orientar a la ex-

    plotacin de la palma aceitera (hasta el

    momento cinco.

    compsras,

    en su mayo-

    rfa

    ,transnacionales estn interesadas:

    Copsa, Industrias Pacocha S.A., Calixto

    Romero, Per

    Pacffico

    y Cen tral Amer i-

    can Services) y en los complejos ganade-

    ros la Central American Services tiene en

    Madre de Diosun proyecto que

    contarfa

    con ms de 350,000 cabezas sobre una re-

    serva de

    300,000

    has. vrqsnes. Sera

    una

    empresa mixta con el estado con una in-

    vers in prev is ta de 100 millones de dla- .

    res. Tambin se dar a, paso a la coloniza-

    cin para la explotacin

    errocera.

    La

    re-

    ciente creacin del Banco de Desarrollo

    Amaznico por part e del gobierno forma

    parte del imPJJlso a la SellVa.

    Las contradicciones del modelo de

    Ulloa.

    Sin embargo este modelo 'tiene tres es-

    collos importantes, que la lucha poltica

    inmediata ir reactivando en distinto gra-

    do. .

    Uno, las esplraclcnes hegem6nicas del

    sector lndustrlal-exportador, incubadas

    bajo la generosidad del actual equipo eco-

    n6mico (certexl. Este

    sector

    gran burgus,

    bastante reducido en nmero y con cier-

    tos roces con EH grues() de Ia burquesfa in-

    dustrial, se nutre de lals i~eas neo-liberales

    del PPC. Siendo claro que las posibil ida-

    des que tiene esta fraccin para convertir-

    se e n dominante son limitadas si es que se

    tr at a de convertir a nuestra.economfa en

    una plataforma de exportacin de pro-

    ductos . industriales, p rincipalmen te. S in'

    embarqq, los nf, ;issobre la disciplina la

    boral, la reducc ,d los salarios y la

    per -

    manente devaluac.: de nuestra moneda

    pueden llevar a que trate de encabezar la

    lucha de la gran burguesfa contra las ma-

    sas, contando con organismos gremiales,

    ciertos tericos orgnicos y medios de

    comunicacin social que le facilitar(an la

    tarea.

    Dos, los ofrecimientos demag6gicos-

    populistas de Belande, varios de sus mi-

    nistros y muchos de sus. seguidores (inge-

    nuos la mayora), que suean con ver rea-

    lidad los ofrecimientos reivindcativos de

    t ipo pol t ico (amnist a , reposic in, demo-

    cracia) con los .de orden econmico para

    lograr ciertos niveles de bienestar del 'pue-

    blo (aumento sustancial de sueldos y sala-

    rios, estabilidad laboral, el milln de em-

    pleos; alimentos y vivienda baratos). Para'

    .estos sectores del populismo se tratada de,

    organizar su propia

    base

    de apoyo, social;

    en el campo popular

    y

    conseguir el con-

    senso (e inversiones) del sector gran bur-

    gus empresarial. '

    Tres, las justas reivindicaciones de las

    masas del carnpov la ciudad, que votaron

    por el populismo (mejor dicho por Be-

    lande) pensando en que ste era el mal

    , menor frente al peligro aprista, y cuentan

    -en diversa medida- con la direccin de

    la izquierda revolucionaria, marxista leni-

    nista. Este es un amplio campo' de lo que

    podramos denominar como la oposicin

    revolucionaria, patritica y popular,

    y

    que ac tualmente pretende ser dirigida tan-

    to por el apra con una versin social-de'

    m6crata como por el revisioni smo c rio ll o

    del PC(U). De triunfar estas dos alternati- .

    va s tendramos un desarme ideol6gico or-

    gni co y polr ticodelcampo popular.' .

    Frente a esta compleja situacin Ulloa,

    Belande y el propio imperi'alismo tienen

    que tomar la delantera, si es que quieren

    salir adelante con su propia estrategia eco-

    nmlca y p

  • 7/23/2019 Revista Inkarri N 1

    18/41

    :I [

    f . . '- ' ~ - -

    1 1 las relaciones eapltallstas, un activo sector

    I

    \

    (

    minero-energtico exportador, y consoll-

    dando un ncleo de monopolios indus-

    1 : I triales y financieros, ha sido realizado por

    1

    1

    I el decenio militar). - .

    I

    I Inmediatamente el gobierno

    balaundis-

    ta tiene en su favor cier to margen de ma-

    niobra. En el corto plazo y con bastantes

    restricciones puede generar cierto empuje

    a la

    ecoriom(a

    con l aporte estatal. Nose

    tratara de crear un milln de empleos

    con una inversin de ms de 5,000 millo-

    nes

    de dlares. En el Plan mnimo de

    Emergencia de AP, contempla la

    mple-

    mentacin de tres programas como priori-

    dad nmero 'uno:

    Empleo para obras municipales,subsi-

    diado por el gobierno central;

    Subsidio del gobierno central para un

    programa mnimo

    de.aslstencla'altrnen-

    taria y desalud en los sectores ms po-.

    bres; .

    Empleo

    para

    obras elementales de in-

    fraestructura rural, en las zonas dese-

    qufa, subsdiado por el gobierno cen-

    tral.

    Este impulso inicial se complementa

    con la poltica de sueldos y remuneracio-

    nes que mantendr indexado el salado

    mnimo vi tal lo ms prximo posible del

    ritmo de la inflacin , y que en poltica

    de subsidios, contempla lamantencin de

    los subsidlos a la poblacin ms pobre,

    con' precios agrcolas de refugio: medici-

    -na s y

    transporte.~Pero\ con laatingencia

    de que estos subsidios deben ser selecti-

    vos, graduales y con

    cronoqrarna

    fijo para

    su reduccin y eliminacin . \

    No estamos ante la

    lnmlnencla

    de una

    pol(ticaexpansionista-interlencionista con

    el apoyo del estado, y que, al noconside-

    ~ar las variables econmicas y. poi ticas

    del capital. en el pas- nos llevarfa a una

    grave crisis en elcorto plazo. Son medidas

    de emergencia, completadas con el apoyo

    .

    (

    La

    oferta de l milln de empleos no es

    ms que una declaracin demaggica.

    financiero externo y la inversin privada,

    deben preparar las condiciones para la ex-

    pansin de la acumulacin ..

    E I

    xito en la

    estructuracin de la oposicin revolucio-

    naria , de masas es lo nico que podr ba-

    rrer las ilusiones gran

    burguesas-parlernen-

    tarias de Belande-Ulloa.

    (1) Para esta primera parte toma como

    referencia

    la

    entrevista ole

    M. Ullea

    a

    la Revista Per Econmico, junio de

    1980, y ei Plan Econmico de P .P ,

    presentado en el l ibro editado por la

    U. del Paccc, Per 1980: Eleccio-

    nes y Planes de Gobierno, abril de

    1980.

    PERU

    CRONOLOGL\ POLITICA 1968-1978

    te~in~donOloga.Polti~_a es un ordenamiento sistemti~o de los h~chos que han de

    . p _ o la configuracin polftIcade la realidad peruana entre los aos 1968

    y

    1978

    eru Cro l - P lT . .

    en coleccin~o

    ogra . 01 ica

    viene en

    7

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    Av. Salaverry 1945 - Lima 14 -- Telfono

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    ~-:

  • 7/23/2019 Revista Inkarri N 1

    19/41

    .-----

    -~.-

    'Testimonios

    \.,..

    IB8sadre

    I \

    Hi .

    d

    1 ' \ : \

    :510,r18 o'r

    Y ' ,

    1 11 1 1 \ \ ' , , ' , '

    1

    1

    . Maes t:ro

    vimos tormentas que reproducen ras c ri si s,

    de en tonces, que el historiado r rompi un

    largo silencio Y retorn algunos aspectos

    de su act itud primigenia. As se ofreci a

    med iar en la huelga del SUTEP (lo'que no

    acept e l Minis tro de,Educacin) ..

    El 10 de abril ltimo, por encargo del

    Cntro Federado de Let ras, tuvimos opor-

    runldad de conversar, por ms de tres ho-

    ras, con el Dr. Basadre. El motivo era in-

    vitarlo a Un homenaje que pensbamos

    rea lizar le . La noti ci a de e llo, l e fue l levada

    por e l Dr. Pablo Macera, quien genti lmen-

    te sirvi de informante de nuestra inten-

    cin.

    L

    a vida y ob ra de Jorge Basadre son

    indicativas de la evolucin social

    del pafs en lo que va del siglo. Par'

    tclpe de la lucha estudiantil Ydemocrti-,

    ea 'e l os aos veinte; preso por un art cu-

    lo antimperialista publicado en Amauta ,

    Basadre rec ibi, como toda la intelectuali-

    'dad de su poca, el influjo poderoso de

    Jos Carlos MariiJtegui. Empero a la muer-

    te 'del Amauta, la direccin errnea del

    comunismo peruano Yel consiguiente a is-

    lamiento en el que cay; signific tam-

    bin, el alejamiento de Basadr e de su pr i-

    mera orientacin.

    Ha sido en los, lt imos aos, cuando vi-

    4

    , El ejemplo, mayor de Basadre es el de

    habernos

    acercado a' la his toria verda-

    dera del Per.

    En este primer nm r

    publicamos la carta qu n

    pndose de no poder asl Ir

    naje, como testimonio d I

  • 7/23/2019 Revista Inkarri N 1

    20/41

    ------~_------

    LIMA, ,14 DE ABRIL DE 1980

    /

    SEOR

    SECRETARIO DEL CENTRO FEDERADO DE'LETRAS'

    , UNIVERSIDAD NACIONAL MAYOR DE SAN MARCOS,

    Cumplo con 'expresarle mi honda gratitud por el contenido de su Of. 018-

    CFL/SC fechado en el presente mes. Son ustedes cordiales y generosos'conmigo y

    , esto no lo puedo olvidar.

    En cuanto a la reunin all ( mencionada he hecho la consulta respectiva a mi

    mdico. Me dice que no es conveniente para mi salud intervenir en ninguna aetua-

    , cin, cremonia o cualquier otro evento similar. Esta semana debo inteniarme, una

    vez ms, en 'la Clnica' San Borja para ef ectuar otro de los peridicos tratamientos,

    que estov recibiendo sin saber cuando terrfinarn. ~ ,

    ~ . Acerca d e ' la p~sibilidad .de que' envfe algn mensaje grabado, es deber m (o

    f expresar queno estoy dentro de las cond iciones anfrnicas o siccilg icas para que ese

    mensaje tenga la minuciosidad , la hondura que' ser (a) en l necesarios por la situa-

    cin especial ma en relacin con San Marcos.' .

    'Nada de lo ~nterior disminuye o recorta el agradecimiento que en m ( genera

    la espontnea actitud de ustedes.

    Les saluda co rdialmente, .

    ~~'

    '

  • 7/23/2019 Revista Inkarri N 1

    21/41

    1 . . .

    I~

    B iasad : re

    Y Ia

    Historigrafa

    Peruana

    ~ALTAZARCARAVEDO MOLINARI

    , ,;

    '\'- ' . .

    a muerte de Jrge Basadre ha sig-

    . ' L .

    nlcado la' desaparicin del ms.

    importante innovador de la histo-'

    rioqraf a vpe ruana del Per Republicano.

    El conjunto de temas que trat y estudi,

    el perodo histrico que abarc en sus' in-

    . vestigaciones, lo ubican en nivel distinto

    al de otros historiadores

    l

    intelectuales

    que, anteriormente a l, haban abordado

    la problemt ica histrica.

    Tal vez, estapueda ser una ocasin , pa-

    r a ofr ecer algunas breves reflexiones acer-

    ca de los avances que nuevas generac iones

    de estudio so s de las Ciencias Sociales han

    logrado en comparacin al h.istoriador de-

    saparecido. . .

    Basad~e inten t ofr ecer una visin ge-

    neral,' una aproximacin, en cier to sen ti-'

    do integra l, de nuest ra histor ia repblica-

    'na. Rompi con la visin historiogrMica

    \ t radiciona l, centrada a lrededor de c ie rtos

    ~hechos exc lusivamente mil ita res o polrti-

    Icos, o de determinados personajes, para

    : int enta r una expll cacin, o par a sugerir

    pistas que pudieran lIevarnos a ella. En

    ,otras palabras, 'e l h is toriador tacneo nos'

    ofreci una sntesis histrica del Per.,

    , una vrsion coherente. y'ordenada de te-

    : mas; etapas, coyunturas. Sus escritos han

    '. dejado vados, algunos de e llos muy nota-

    bles, especialmente en lo que se refiere a

    los aspectos estructurales de la economa

    republicana. El problema de la estructura

    de la p ropiedad de tier ras, minas, tal leres,

    manufacturas, terrenos urbanos, etc.; han

    sido unas de las preocupaciones que han

    motivado a his toriadores de fines de la .d-

    ,cada de 1960 y comienzos del 70. Asimis-

    . mo, los circuitos de comercio', las rutas

    y

    los mercados . La angus ti a.por descubrir la

    .base .material de las clases .social es (en

    proceso de formacin o desaparicin)

    orien t una par te importan te de las inves-'

    tigaciones desarro lladas desde hace. una

    dcada. A excepcin de Pablo Macera, los

    nuevos historiadores tienen un acento

    economicista; privi legian un aspecto muv '.

    particular del proceso de formacin de la

    realidad y descuidan otros., En contrapo-

    sicin.a Basadre, y a pesar de su proclama

    marxista, desrrollan una visin menos to-

    tal e in tegradora. S in embargo, el trata-.

    miento exhaustivo de la temtica queen-

    .frentan, ofrece un sinnmero de ventajas

    . para posterioresfrabajos 'de s n tesi s, ya

    que el ms cuidadoso' examen de lo co-

    mercial y productivo, aporta bases ms

    sl~das para el apoyo de nuevas o viejas

    tesIs. '

    Rescatar el pensamiento de Basadre

    en tanto preocupacin de totalidad e;

    'una tarea de las nuevas corrientes; de' los

    nuevos estudiosos que pretenden hacer

    His tori a. Y, en ese sentido, a pesar de dis-

    crepancias tericas e interpreta tiv as, cons-

    t ituye una suerte de obligacin hacer ln-

    vest igac iones que sobrepasen los aspec tos

    meramente econmicos (relaciones de

    propiedad, r elaciones de produccin , co-

    mercializacin , etc) para abo rdar lo ideo -

    lgico, lo poi

    rtco,

    lo rel igioso, lo cultural.

    Pero el de saparecido historiador no s-

    lo nos ofreci un intento de totalidad en

    lo 'temtico, sino en lo temporal. Su s es-

    critos llegan hasta 1933; es decir hasta

    una etapa en la que l particip, corno e's-

    . pectador y, en ocasiones, como actor.

    Precisamente ello le permiti no slo

    comprender el pasado peruano sino pro-

    poner, de modo general, una salida, un

    der roter o al problema nacional. la Histo-

    ria no era un refugio acadmico; no lo de-

    ba ser. La Historia representaba una gran

    fuente de saber a la que haba que inte-

    rrogar de la manera ins

    severa

    para reco -

    ger respuestas u rgen tes y p recisa s al pro -

    blema del Per de hoy .

    En cierta f orma, lo s nuevos h istoriado-

    . res han permanecido presos del tiempo

    que trabaj Basad re. 1933 es una fecha

    d.i trci lmente sobrepasada E n las investiga-

    cienes, en los estudios

    y

    ensayos. La preo-

    cupacin por la historia ha adquirido un

    sentido profesional, de ofi cio, acadmico

    y

    ha ido perdiendo la actitud que Jorge

    Basadre le impuso: una nueva forma de

    preocupacin poltica.

    Es necesar io recogr a Basadre para su-:

    perarlo, en el s entido que Newton lo en-

    tenda: es un gigante sobre cuyas espaldas

    nos encaramos para poder ver ms lejos .

    .d l l i. .

    Baltazar

    Caravedo: Rascatar I l' n .'

    miento de.Basadre,. en tanto pr o

    11 '

    pacin de totalidad, es una tnr

    lA

    dt

    h ll

    nuevos estudiosos de la hlstorl .

  • 7/23/2019 Revista Inkarri N 1

    22/41

    \-

    '

    - ,

    OS LLAMO A

    LLAMAMIENTI/j~Y ,PROMESA

    < i t~ , . .

    - : . ~ ? : ' 'EN EL MUNDO QUE CONSTRUIMOS'

    , Pelear por todos y pelear

    para que el ind ividuo sea un hombre,

    para que los seores sean hombres,

    para que todo :el m undo sea u n hombre, y

    psre,

    que hasta los animales sean hombres.

    Se amafntodos los hombres

    tunos

    mismos zapatos irn bien al que asciende

    sin viasa su cuerpo ' '

    , Yal que baja hasta la forma de su almal

    Entrelazndose hablarn los mudos, los tullidos andarn

    ern ya de regreso

    10

    ciegos

    V palpitando escucharn los sordosl

    Sabrn los ignorantes, ignorarn los sabios

    Sern dados los besos que no pudisteis darl

    Solo la muerte morir La hormiga traer pedacitos de pan

    al elefante encadenado '

    su brutal delicadeza; volvern

    los nios abortados a nacer perfectos, espaciales

    y trabajarn todos los hombres

    Engendrarn todos los hombres

    Comprendern todos los hombres.

    PqRQUE

    ; .............. ' ................. ... '... Otros matan

    al nio, a su j uguete que se-para,

    a,la madre rosenda esplendorose, ,

    al viejo Adan quehebtebs en voz alta con su caballo

    ,y al perro que dorma en la escalera.

    Matan al libro , t iran a sus verboss auxil iares

    a su indefensa pgina primera -;

    matan el caso exacto de la estatua,

    al sab io a

    $U

    bastn, e su colega, ',-;

    al barbero de al lado- me cort posiblemente

    ,pero buen hombre y, luego infortunado;

    al mendigo que ayer cantaba enfrente

    a la enfermera que hoy pas llorando

    al sacerdote a cuestas con la altura tenz de sL srodillas.

    '\

    CESR VALLEJO.

    editora

    I

    AV .: L A M ARINA 3274 U

    ,-

    TEFS:S13195 - 512401'-

    41

  • 7/23/2019 Revista Inkarri N 1

    23/41

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  • 7/23/2019 Revista Inkarri N 1

    24/41

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    I

    La tradicin de lucha de San Marcos viveen las mejores pginasde nues- .

    tra historia patria. Encontrar esa identidad y reconocimiento histricos es

    ,1

    propsito de INKARRI. La FUSM no pertenece a ningn grupo o lite;

    vive en el accionar de miles de estudiantes; pero para seguir avanzando de-

    b mos afirmar lo positivo de nuestro pasado y potencindolo en el presen-

    t , encontrar un futuro que diga que SanMarcos estuvo siempre en la van-

    gt ardia porque larazn estuvo de su parte. Estahistoria sucinta de la FUSM

    y

    el listado de sus presidentes es dada en la lnea de ir sentando elementos '

    que permitan encontramos, reconocemos, integramos solidariamente en el

    .sfuerzo cotidiano para cumplir el compromiso con nuestro tiempo y nues-

    tra sociedad. A la vez, pretende motivar y sugerir otras versiones ms com-

    pl tas de una historia gloriosa que reclama, hace tiempo, ser estudiada con

    mayor detenimiento. Ella fue preparada por el estudiante sanmarquino

    Vctor Montero.

    A

    l, contrario de lo que se podrfa

    suponer, la FUSM no se consti-

    tuy en la dcada del 20 sino re-

    cin en 1947. Antes, el movimiento estu-

    diantil sanmarquino estuvo dirigido direc-

    ~omente por la FEP. Es al calor de las lu-

    chas populares, durante el gobierno de

    Bustamante, que se forja la FUSM.

    .. ... .

    a (Seoane, Carnero Hoke y otros tam-

    bin resultan implicados). Se producen

    . choques callejeros entre el AP'RA

    y

    elPar-

    tido Socialista de Luciano Castillo. La UR,

    'el PSR, la ,UN y el PSC se integran a la

    Alianza Nacional de Pedro Beltrn

    y

    por

    su parte Eudcicio Raviries (director de;

    Vanguardia ) le brinda apoyo. Ravines

    dir que el APRA busca imponer lepro- ;

    serios polticos y que si antes cornbatfa

    I

    contra Luis A. Flores ahora tengo el ho-

    nor de estar unidos.

    En el ao 1947 se vive grandes enfren-

    tamientos sociales. El APRA es acusado

    d tener

    part ici pa ci n Em

    diversos actos

    terroristas. Su Secretario de Orqa nl za c l n

    d Chiclavo DelgadoOlivera es acusado Ser tambin en 1947, cuando apare-

    do asesinar a Hctor Fernndez, dirigente cen las Revistas Avanzada dirigida por

    d la Alianz Nacional, y Hctor Prettel Enrique Chiang y Universidad, revista de

    S acusado de asesinato de Francisco Gra-

    e; ..

    Ia juventud peruana dirigida por Csar

    4

    La casona escenario de la protesta estudiantil

    Arauco, ambas revistas resaltaban y toma-

    ban como tema principal: La Reforma

    , Universitaria. San Marcos ya en ese enton-

    ces haca Asambleas Generales donde par-

    ticipaban de 300 a '900 estudiantes. Los

    profesores en su mayora conservadores,

    adoptaban el papel de catedrticos con

    mucha formalidad.

    Existfa un tercio estudiantil Y la elec-

    cin de delegados estudiantiles estaba re-

    gida por el Estatuto Universitario 105555,

    que conceba a la Universidad como aso-

    ciacin de maestros, alumnos y graduan-

    dos . El mecanismo de la eleccin de de-

    leqades era indirecto. Habfan 3 delegados

    por Letras, 6 por Medicina y Ciencias y 3

    por Economa. Cada uno de los alumnos

    '. 'de los grupos de Letras y

    Medc in a-Clen-:

    cias votaba por dos delegados y salan ele-

    gidos los 6 d