Revista HOY la Universidad - Número 3 - Junio 2010

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DE CARA AL FUTURO POBREZA Y POLÍTICAS PÚBLICAS Tres abordajes, tres dimensiones BICENTENARIO Resguardos y herramientas para pensar históricamente Junio

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Revista HOY la Universidad es una publicación cuatrimestral de la Universidad Nacional de Córdoba que pretende impulsar, difundir y poner el trabajo universitario al servicio de la comunidad, haciendo hincapié en el carácter público del conocimiento que en ella se genera. En esta edición, reflexiones y aportes en torno a la ciudad; pobreza y políticas públicas; y herramientas para pensar históricamente el Bicentenario.

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DE CARAAL FUTURO

POBREZA YPOLÍTICAS PÚBLICASTres abordajes, tres dimensiones

BICENTENARIOResguardos y herramientaspara pensar históricamente

Juni

o

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JULIA ROMANOProfesora y Licenciada en Grabado de la UNC. Su producción se basa principalmente en la cons-trucción de imágenes digitales a partir de fotografías y en la utilización de nuevos medios para suimpresión y presentación. Ha realizado y participado en múltiples exposiciones individuales y co-lectivas en distintas ciudades del país. Su obra forma parte de colecciones privadas y de las colec-ciones del Museo Caraffa (Córdoba) y del Museo de Arte Contemporáneo (Rosario)[email protected] | www.juliaromano.com.ar

NICOLÁS A. BORDONES ARENAInicia sus estudios en la Escuela de Artes del Departamento de Plástica, Facultad de Filosofia yHumanidades, UNC, en 2006 . Desde entonces participa en exposiciones colectivas. Realizó acti-vidades académicas en la Cátedra de Dibujo I y actualmente realiza actividades de producción enCePIA (Escuela de Artes, FFyH, UNC).

MANUEL PASCUALFotógrafo, docente y artista. Egresado de la Escuela de Artes Aplicadas Lino E. Spilimbergo. Estu-dió Comunicación Social en la Escuela de Ciencias de la Información, Fac. de Derecho y CienciasSociales, UNC. Coordinó el proyecto Azul de Tocar. Formó parte del Proyecto Sisizononón. Codiri-gió Encajared, contenedor de fotografía cordobesa contemporánea. Integrante del Estudio Circular.Desde el 2004 lleva adelante el proyecto “Observatorio Urbano” sobre la identidad de la Ciudad deCórdoba. www.manuel-pascual.blogspot.com

RAMIRO VÁZQUEZLicenciado en Pintura de la Escuela de Artes, Facultad de Filosofía y Humanidades, UNC.Cursó estudios en la escuela provincial Dr. José Figueroa Alcorta. Realiza exposiciones individualesy colectivas desde 1996. Primer Premio en el concurso de pintura de la “Cámara Argentina de laConstrucción” año 2000. [email protected]

LUCIANO BURBALicenciado en Escultura, Escuela de Artes, Facultad de Filosofía y Humanidades, UNC. Realizó es-tudios terciarios en la Escuela Provincial de Artes Visuales Prof. Juan Mantovani. Desde 2001 rea-liza exposiciones individuales y colectivas en Argentina y México. Participante en las primerasresidencias para artistas realizada en la Ciudad de las Artes (Córdoba). Ayudante alumno en distin-tas cátedras de la carrera de Artes Plásticas. Actualmente integra Casa13 (Casa de artistas)[email protected]

ARTISTAS QUE PARTICIPAN EN ESTA EDICIÓN

TapaRamiro VázquezS/T. DetalleÓleo sobre MDF.45 cm x 30 cm. 2009.

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PENSAR LACIUDAD

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CRISIS DEURBANIDAD

Mgter. Arq. Carolina PeraltaArq.Miriam Liborio

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UNA MARCADE ÉPOCA

Arq. Silvia Grifone9

RENOVACIÓNURBANA EN LA

CIUDAD CONSTRUIDAArq.Mariano FaraciArq. Celina CaporossiArq. Federico Litvin

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CONSTRUIR YPRODUCIR CIUDAD

Arq. AlejandroCohenArq. CarlosGómezArq. JuanGiunta

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INFRAESTRUCTURA 19

COLECTIVOIMAGINADO

Mgter. Juan José Pompilio Sartori 20

PENSAR LA CIUDADMÁS ALLÁ DESUS LÍMITESArq. Guillermo Irós

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UN APORTE A LASPOLÍTICAS PÚBLICAS

Arq. Andrea ComettoArq.NormaVaudagna

Mgter. Ing. CarlosMaría Lucca

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PLANIFICACIÓNDEL RIESGO

Mgter. Arq.MónicaMartínezArq. GracielaMaffrand

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HÁBITAT 31

ACTORES,POSICIONAMIENTO

E INTERESESMgter. ElsaMarcela Rodríguez

Mgter. Alberto TabordaMgter.Mónica Eula

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NO MATAR.SOBRE LARESPONSABILIDAD

LTIMOST TULOS63

TRAS LA HUELLADE LOS 9OPsic. Silvia Plaza

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LAS REDESDE LA POBREZAMagter. Alicia Gutiérrez

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DE LA NECESIDADAL DERECHOArq. Aurelio Ferrero

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PARA SER PARTE HAYQUE SENTIRSE PARTEMgter. Silvana Fernández

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IRREGULARIDADEN LA TENENCIADE LA PROPIEDADArq. Gustavo Rebord

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LEJANA TIERRA MÍAArq.Ma. VirginiaMonayar45

POBREZA YPOLÍTICAS SOCIALES49

IMPACTO SOBRE ELNÚCLEO DURODE LA POBREZAFilósofoAlberto Parisí

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BICENTENARIO57

Revista de la UniversidadNacional de Córdoba

Autoridadesde la UNC

Rectora:Dra. Carolina Scotto

Vicerrectora:Dra. Hebe S. Goldenhersch

Secretario General:Mgter. Jhon Boretto

STAFF

Dirección Editorial:María José Quiroga,Prosecretaria de Comuni-cación Institucional, UNC.

Producción y edición:Leandro GroshausGino MaffiniAriel Orazzi

Edición fotográfica:Ariel Orazzi

Diseño Gráfico:Agustín MassanetInfografía:Nicolás Pisano

Colaboraron en estenúmero:Andrés FernándezCorrección:Mariana Pirra

Revista cuatrimestral edi-tada por la Prosecretaríade Comunicación Institu-cional de la UniversidadNacional de Córdoba.ISSN: 1667-6289Propietario: UniversidadNacional de Córdoba. Av.Haya de la Torre s/n, Pabe-llón Argentina, Ciudad Uni-versitaria, X5000GYA,Córdoba.Redacción: Av. Haya de laTorre s/n, Pabellón Argen-tina, Ciudad Universitaria,C.P. 5000, Córdoba.Tel: 0351 - 4334069/[email protected]

Impreso enArcángel Maggio S.A.

AMPLIAREL HORIZONTEDE LO POSIBLEDra.MónicaGordillo

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La conmemoración de nuestro Bicentenario es, sin dudas, una ocasión especialmentepropicia, es decir, a la vez estimulante y oportuna, para intentar una reflexión colectivasobre los complejos procesos que en sus orientaciones disímiles, y a veces incluso con-

tradictorias, produjeron la configuración actual de nuestra nación.No es un tema que poda-mosmirar con la distancia desinteresada de un objeto de estudio opcional, sino al contrario,de una reflexión enteramente afectada por nuestro interés y nuestros objetivos comunes, ac-tuales y futuros, y que por lo tanto nos involucra de manera directa. Por esa misma razón nodebiéramos dejar que se diluya en la evocación de nuestros más elementales sentimientosidentitarios, de nuestros mitos fundacionales predilectos, o en la añoranza de algunas gestasque la construcción de las sucesivas y siempre provisorias historias oficiales fueron convir-tiendo en los hitos, los héroes y las hazañas de un pasado glorioso que además ya no está y re-sulta difícil emular. Estos son, entre otros, algunos de losmateriales de los quedeberá ocuparseesa reflexión y no su hilo conductor. Se trata, por el contrario, de una reflexión que debe estarbasada en el intento de abarcar e integrar generosamente hechos, procesos y perspectivas, car-gados de significados dispares e inestables, que seguramente nos dejaránmás intranquilos queconformes, ymuchos de los cuales, además, están aún esperando ser investigados conmayorprofundidad, otros, yamejor conocidos, esperan hace tiempo sermejor comprendidos o in-corporados a nuestra comprensión conmayor rigurosidad y desprejuicio.Se trata, por esomismo, de una reflexión que debiera ser capaz de discurrir sin los anacronis-mos y las autocomplacencias que suelen afectar una materia como ésta, y que por el contra-rio pueda reconstruir las raíces profundas, los cauces abiertos y la trama compleja de unahistoria imposible de ser relatada en un registro uniforme, y tampocopuede ser abarcadame-diante algún eje vertebrador cualquiera que pudiera seguirse desde 1810 hasta hoy. Hemossido en granmedida educados en esa cultura histórica, la que asume que es posible organizarestos 200 años en una u otra simplificada clave de lectura, generalmente conveniente a nues-tra modesta perspectiva pre-reflexiva actual. Esa misma cultura histórica ha estado ademásempequeñecida por una visión incompleta de la historia, en la que sólo cierta trama de la re-alidad es responsable de imprimir su significado al conjunto, omás específicamente aún, sólocierto tipo de fenómenos –característicamente los hechos políticos producidos por los gru-pos de poder al frente de los sucesivosmodelos gubernamentales en vigencia– escriben la his-toria completa. Ni la historiografía ni nuestra más enriquecida visión de ciudadanos avalanhoy aquella educación histórica, la que impregnó la enseñanza escolar, la opinión públicaconstruida desde los poderes políticos, los medios de comunicación, las instituciones y cor-poraciones tradicionales, pero todavía es necesario señalar su sobrevivencia poderosa en las re-presentaciones colectivas, en los imaginarios culturales, y en los valores más profundos ydifíciles de reconfigurar o poner en discusión.Debemos por esomismo intentar una reflexión que pueda producir los efectosmás disparesy contradictorios, tanto aquellos que nos fortalecen en una identidad poderosa y viva, comoaquellos que nos debilitan, pero que pueden almismo tiempo desafiar nuestra conciencia delas tareas inconclusas y nuestra responsabilidad colectiva y por eso heredada e indelegable porlas tragedias y los conflictos evitables, por las dicotomías opcionales pero crónicas, por losdeseos y las desesperanzas recurrentes y frustrados. Entre losmás interesantes efectos de unareflexión así caracterizada, positiva y negativamente, hay que contar también el de compren-der que nuestramirada sobre estos 200 años, nuestra reflexión colectiva sobre el bicentenario,supone un esfuerzo delmismo tipoque el esfuerzo colectivo actual, el que estamos haciendo,mal y bien por construir y reconstruir nuestro proyecto colectivo comonación en el presentey hacia el futuro: una tarea estructuralmente inconclusa, necesariamente abierta, en la quesectores e intereses, proyectos y perspectivas ideológicas, libran innúmeras pequeñas y gran-

DEUDAS, TAREAS Y REFLEXIONESALREDEDOR DEL BICENTENARIO

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des batallas,materiales y simbólicas, en diversos escenarios, y conherramientas y recursos tam-bién diferentes.Nuestra reflexión tiene entonces que estar orientada por nuestra necesidad de comprendermejor las raíces y magnitud de nuestras deudas internas, los intereses, valores y proyectos enconflicto, pero también comprometida con el esfuerzo y los desafíos de nuestra realidad ac-tual y alimentada por el estímulo de construir mejores perspectivas de futuro. Nuestra refle-xión sobre el Bicentenario es una tarea que, en consecuencia, no podemos dejar confinada aquienes desean orientarla exclusivamente a desarrollar su propia perspectiva actual de nues-tros problemas más próximos, porque de ese modo producirán algo menos que una refle-xión, alentandouna visión y una tarea insuficientemente colectiva o radicalmente sectorizada.Nuestra visión sobre estos 200 años tampocopuedequedar estrechada por quienes acostum-branmirar al pasado conuna lente con la que no estarían nunca dispuestos amirar el presente,introduciendo comparaciones y evaluaciones que aportan todo menos una adecuada com-prensión de las incontables transformaciones que nos han permitido configurar un territorio,edificar un estado, excluir y marginar poblaciones originarias, incorporar nuevas comunida-des culturales, construir estructuras y mecanismos para la construcción, la distribución y laconcentración de la riqueza, crear y difundir deberes y derechos colectivos, sociales y políti-cos, producir ciudadanías y valores, generar, perpetuar y resolver conflictos, mantener ciertasrelaciones características con otras naciones, las europeas de las que aprendimos primero adepender, las latinoamericanas con las que hemos sufrido tragedias y sueños comunes y conlas que estamos aprendiendo a cooperar.Nuestra propia Universidad, es una entre las pocas instituciones cuya existencia y evoluciónprecede a los procesos de construcciónde la independencia, participóde ella de complejasma-neras, evolucionó con ella, con sus mismas contradicciones, avatares y conflictos, y expresahoy, en sumedida y a su manera, algunos de los mejores logros de este bicentenario, la cons-trucción y fortalecimiento del derecho a la educación superior, el conocimiento científico yel desarrollo tecnológico, logros que hay que dimensionar claramente en la perspectiva delpoder democratizador de la educación y en el poder de soberanía que proviene del conoci-miento. Pero expresa también la supervivencia de tradiciones contradictorias con esos logros,que tensionan nuestra presencia en el horizonte de progreso e independencia de nuestro país,y de su sociedad, hacia la conservación de algunos privilegios sectoriales, políticos y cultura-les, o incluso, increíblemente, a algunos privilegios derivados de nuestro papel local en la es-tructura de poder colonial, que la difícil historia de la independencia que comenzó en 1810alteró definitivamente. Estas tradiciones tienen también su expresión en otras instituciones ypoderes de la sociedad civil, bajo diversos ropajes todos los cuales parecen realimentar un re-lato histórico más propio del centenario que del bicentenario. Nuestra reflexión, la que noshemos propuesto hacer desde la Universidad y con la comunidad, sobre nuestro Bicentena-rio, no puede desconocer esas tensiones, pero al identificarlasmejor, tiene que empezar a su-perarlas.Nopuede tampocodesconocer la constante expansióndederechos de cada vezmásciudadanos iguales ante la ley, la integración de amplios territorios y el desarrollo y fortaleci-miento de los derechos de las diversas poblaciones que lo integran, así como la variada confi-guración cultural que ha hecho tanto o más por esa misma integración y esos derechos quelos esfuerzos deliberados o conscientes construidos desde los ámbitos de poder.

Dra. Carolina ScottoRectora de la Universidad Nacional de Córdoba

Hernán Capelletti.Fragmentos del afiche ganador del concurso

“El Bicentenario y la Universidad”UNC

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PENSAR LA CIUDAD

Más allá de los diversos análisis existentes y delosmatices que pueden señalarse, es una con-vicción generalizada entre los cordobeses

que la ciudad capital de la provincia desmejoró su estadoen los últimos lustros y eso impactó en la calidad de viday en las expectativas de sus habitantes. Los cambios seprodujeron además demanera acelerada, en elmarco deunEstado que obró por omisión y se desligó de su papelregulador, de sectores empresarios que avanzaron convertiginosa dinámica imponiendo sus criterios en el desa-rrollo urbano y de un repliegue de las organizacionesciudadanas –o un ninguneo estatal hacia ellas– quepodrían haber incorporado otras demandas sociales enla agenda pública e institucional.Repensar la ciudad se volvió entonces un imperativoimpostergable. Pero ello implica elaborar un diagnósticoy posibles soluciones de una manera “no neutral”, priori-zando problemas, actores y estrategias. Para contribuir aello, Hoy la Universidad reunió algunos aportes dedocentes e investigadores de la UNC alrededor de tresgrandes temáticas.En primer término, analizando algunas de lasmás impor-

tantes transformaciones urbanas que se dieron en los últi-mos años y su impacto en el crecimiento de la ciudad yen las diversas zonas que la componen. A partir de allí,además, se proponen estrategias de intervención.En segundo lugar, se reflexiona sobre la situación de losservicios y la infraestructura en Córdoba, planteandopropuestas para complementar o revertir el estado decosas en temas como el transporte urbano, la redmetro-politana de caminos o la problemática del riesgoambiental.Por último, se debate alrededor de las problemáticas delacceso al suelo en la ciudad y las políticas públicas enmateria de vivienda, dos temas particulares pero enbuenamedida entrelazados, que requieren de diagnósti-cos y estrategias conjuntas.A través de este dossier se intenta entonces realizar desdela UNC un aporte para transformar la ciudad capital. Yello mediante insumos para la reflexión y la acción, quepermitan debatir con algunas miradas imperantes en elsentido común de la sociedad, pero también en buenaparte de los actores con capacidad de intervención sobreel desarrollo urbano.

Manuel PascualEn la puerta del universoDetalle. Fotografía digitalizada. Copia tipo C,cinta, MDF, 160 cm x 200 cm x 6 cm.Tirada: 1 de 3 + prueba de artista.2003/2004.

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En los últimos años, el ÁreaMetro-politana de la ciudad Córdoba(AMC)ha experimentadouna rá-

pida transformación, producto de la ex-pansión de urbanizaciones de gestiónprivada y de otras actividades que explo-tan intensivamente recursos naturales, cul-turales y paisajísticos. El territoriocomprendido por elAMCconcentra unalto consumo de suelo, donde se desarro-lla una fuerte competencia entre los dis-tintos usos productivos del mismo, conmarcados problemas ambientales y conpolíticas de urbanización débiles, que dancuenta de un sistema de regulación pro-vincial y/omunicipal fragmentado y par-cial.La urbanización privada generó el creci-miento del parque residencial del AMC,a partir del diseño y comercialización deemprendimientos bajo la modalidad deurbanizaciones de perímetro cerrado co-nocidas como countries con equipamien-tos diversos (club-houses, canchas de tenis,campos de golf, centros de servicios), ur-banizaciones de chacras conpredios rura-les con la posibilidad de realizaractividades agrícolas, o condominios su-burbanos con amenities, entre otras.Comocontracara de este proceso nos encontra-

mos con las urbanizaciones producidasdesde el Estado que continúan acen-tuando la tendencia a la fragmentación,generandobarrios-ciudades para la pobla-ción carenciada, segregados de lamanchaurbana.Pero ¿qué sucede con el crecimiento de-mográficodel área?Durante la década del70 la ciudaddeCórdobaobservó una tasamedia anual de crecimiento de 3,1%, enlos años 80 fue de 2,1% y entre 1991-2001descendió a 0,98%. A pesar de esta decli-nación demográfica, el crecimiento se re-gistra hacia la periferia. La ciudad expulsapoblación en un proceso centrífugo decontraurbanización, que no resuelve sinoque agrava algunos problemas estructura-les de arrastre como la dotación de vi-vienda, empleo y servicios, que ponen enevidencia la necesidadde formular nuevosinstrumentos deordenacióndel territorioy políticas públicas para su implementa-ción, que asuman el compromiso con lasfuturas generaciones y que garantice el de-sarrollo sustentable de la región.

EL BOOM INMOBILIARIO

Durante el período 2000-2010, el AMCfue el escenario del boom inmobiliario. Las

acciones confiscatorias del Estado sobrelos ahorros de los particulares, de 2001,trajo aparejado la pérdida de credibilidaden los sistemas de ahorro tradicionales, loque originó un importante y crecienteflujo de capitales e inversiones hacia la in-dustria de la construcción. Acrecentadopor la inversión en bienes raíces de los ex-cedentes comerciales del sector agro-ex-portador, se presenta como la opciónmássegura para preservar el valor del capital,debido a que las inversiones comienzan atener altos niveles de rentabilidad. Ade-más, otras cuestiones coyunturales coad-yuvaron en este fenómeno entre las que sedestacan: a) la terminación y renovaciónde la red de accesos a Córdoba (RAC) yun crecimiento sostenido del parque au-tomotor, b) los deseos de sectoresmediosymedios altos de vivir en contacto con lanaturaleza o con su remedopaisajístico, c)la crisis del barrio tradicional y de la socie-dad abierta desencadenada por los recla-mos de mayor seguridad, d) el avance enlas telecomunicaciones y la consiguienteposibilidad del trabajo a distancia o en elhogar, y e) la difusión cultural delmodelode suburbanización y de acceder a unaidentidad social diferenciada a partirde este tipo de urbanizaciones privadas.

CRISIS DEURBANIDAD

[Ciudad, ambiente ymercado inmobiliario]

Mgter. Arq. Carolina Peralta / Arq. Miriam Liborio*

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Los fraccionamientos cerrados y los con-dominios verticales y horizontales de lujoson el producto inmobiliariomás exitosode los últimos tiempos; se promociona laseguridad, la exclusividad social, la exalta-ción de la calidad ambiental y la genera-ción de plusvalía. Esto indica que elmodelo se nutre más desde la oferta quedesde la demanda.Al no existir otras alter-nativas, los clientes asimilan el discurso yse consolida la imagen de segregación re-sidencial.Del estudio y análisis de esos em-prendimientos de gestión privadaencontramos que los municipios mani-fiestandebilidadpolítica y técnica para en-frentar la complejidad emergente de esteproceso urbanizador. Por un lado, sostie-nen argumentos para estimular el asenta-miento ante la necesidad de atraerinversiones –para mejorar la recaudacióna través del cobrode tasas por los serviciosprestados–, y por el otro, mantienen lapromesa de la generación de puestos detrabajo para los contextos empobrecidosde cada municipio. Sin embargo en lapráctica, la prestaciónde servicios se tornainsostenible y gravosa para el municipiopor la baja ocupaciónde los complejos re-sidenciales y porque la promoción demano de obra es precaria e informal.

Quienes resultan ser los verdaderos bene-ficiarios de esta situación son losDesarro-lladores Urbanos. Estos gruposempresariales que gestionan, diseñan, pro-mueven y comercializan estos emprendi-mientos inmobiliarios, hacen crecer laciudad a partir de lógicas determinadaspor el mercado, pero generan dependen-cia de los municipios para que la pobla-ción acceda a servicios e infraestructura.Para los emprendedores, el proceso seasienta en la búsqueda de una rentabilidadextraordinaria del suelo a partir de sutransformación de rural a urbano. Unahectárea de tierra rural en el AMCoscilaentre 12mil y 20mil dólares; la sola auto-rización para una urbanización eleva estevalor entre 5 y 10 veces, con lo cual se recu-pera rápidamente la inversión inicial sinnecesidad de haber comercializado la to-talidad de las unidades. El impacto en elmercado de suelos afecta a la ciudad en-tera, produciendo un incremento impor-tante en los valores de la tierra lo queincide especialmente a la población conmenores recursos que encuentra grandesdificultades de acceso a predios para elasentamiento de vivienda, en relación azonas urbanizadas conbuena dotacióndeservicios.

Otra particularidad a considerar es laconstrucción de emprendimientos resi-denciales bajo la modalidad de viviendascolectivas. En el año 2001 se contabiliza-ron 2.914 unidades de este tipo, y en 2008,11.149. Este crecimiento de aproximada-mente un 400% se produce alejado de lasdemandas reales de vivienda por parte dela población de sectoresmedios y bajos, yse trata de una tipología producida paracaptar flujos de capitales provenientes delos sectores más favorecidos de la econo-mía nacional e internacional.

CONSECUENCIASY REPERCUSIONES

Córdoba se ha convertido en un buenejemplo de lo que ocurre en el proceso deuna ciudadneoliberal, en la que lamayoríade sus componentes urbanos están suje-tos a la comercialización y pueden ser ob-jeto denegocio y especulación sin atenderal impacto ambiental producido. Lamovi-lidad residencial, los nuevos patrones deconsumo de suelo y el incremento en eluso del automóvil generan un nuevo te-jido urbano y reorganizan otras redes derelaciones funcionales. El desafío que seplantea es superar las limitaciones de un

HOYlaUniversidad

-Junio20

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PENSA

RLACIUDAD

Manuel PascualAbasto

Fotografía. Impresión Lambda.90 cm x 275 cm.

2007.

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Estado débil –política y técnicamente–quedebe encontrar su propia sustentabili-dad económica y asegurar una redistribu-ción más equitativa de la riqueza. Lospoderes públicos deben controlar y orien-tar los cambios para evitar el desarrollo ur-bano selectivo promovido por capitalprivado, tanto en la producción de vi-vienda como en las propuestas de crea-ción de equipamientos comerciales yculturales. Al tiempo que se produce lainsularización de tales piezas urbanas, laciudad incrementa su déficit en infraes-tructura, las obras que se realizan buscanprivilegiar las nuevas urbanizaciones a finde garantizar su funcionamiento o valori-zarlos aún más, mientras que los bolso-nes de pobreza carecen de obras einversiones. Esto acrecienta la brecha ur-banadeuna ciudadpolarizada entre el seg-mento ABC1 (público objetivo de losemprendimientos privados) y los barrios-ciudades de la vivienda promovida por elEstado.Almismo tiempo aparece unparquehabi-tacional ociosoquenoes concurrente conla demanda real de viviendade los sectoresmedios y medios bajos de la sociedad. Seestima que el déficit habitacional deCór-doba no es satisfecho ni por las propues-tas empresariales ni por la del Estado. Estafalta de congruencia entre la demanda realy la oferta habitacional hace que exista unmercado sobreofertado al queno accedenlos sectores medios, incrementando aúnmás las brechas sociales.Este fenómeno debe ser analizado tam-bién en su impacto ambiental.A la ocupa-ción ineficiente del suelo a partir de ladispersión territorial, se le agregan las se-cuelas emergentes de la pérdida de sueloproductivo. Los emprendimientos sevalen del recurso natural como principalargumento de venta, sin embargo estaapropiación del paisaje como fuente derenta por parte de los desarrolladores pre-senta serios problemas en relación con laimpostación demodelos foráneos, inade-cuados a los ecosistemas que afecta. Conesto nos referimos: a las alteraciones delrégimen hídrico, al escaso control y miti-gación del impacto ambiental, a la trans-formación de la morfología del suelo, a la

privación de acceso público a bordes deríos o lagunas que evidencian la falta degestión integrada de las cuencas.

DESAFÍOSHACIA ADELANTE

ElAMCseencuentra anteungrandesafíopara encarar su futuro, lo que demanda es-cenarios alternativospara su regulación.Lagestión de la ciudad deCórdoba requierede un liderazgo político para ejecutar losmúltiples proyectos emergentes de unserio ejercicio democrático y reflexivoentre los diversos actores (ciudadanos, em-prendedores, urbanistas, políticos, etc.), loque necesita de un esfuerzo mancomu-nado del que resulten acuerdos entre elMercado, el Estado y los profesionales ac-tuantes para garantizar la sustentabilidadurbano-territorial en un contexto de equi-dad. Toda vez que la política urbana actualincrementa lasdistancias sociales y refuerzamodelos que favorecen el repliegue de losespacios públicos promoviendo solucio-nes enmanosprivadas. Entendemosqueelvigor del sector inmobiliario puede consi-derarse una fortaleza siempre y cuandoexistancompromisos con ladimensiónpú-blica de la ciudad.Seplantean aquí algunas opciones y/opo-sibilidades para revertir o frenar este des-equilibrio. El Estado puede regular elmercadomediante la capturadeplusvalías,grabar las rentas extraordinarias de los des-arrolladores yde esamanera revertir las de-ficiencias enotros sectores de la economíaurbana; también puede hacerlo medianteun banco de tierras que rescate con eltiempo la revalorizacióndel suelo, en las in-fraestructuras invertidas.La producción masiva de vivienda debeacercarse a la demanda real, armonizar conelmedio ambiente y vertebrarse con el te-rritorio mediante la construcción de in-fraestructuras y equipamientos, y asíproducir ciudad y ciudadanía. Para ello esnecesario redimensionar el papel del Es-tadoen laordenacióndel espaciourbanoyterritorial, para evitar que la ciudad crezcainercialmente sin quemedien políticas re-distributivas.No se trata de descalificar ni de inhibir el

desarrollo urbano, ya que ello distorsiona-ría artificialmente el valorde los inmuebles,sino que intentamos reflexionar sobre al-gunasde sus consecuenciasmenos visibles.La enorme brecha en cuanto a oportuni-dades de acceso a la vivienda y su conse-cuente polarización residencial implicavolver a intentar posicionar el problemadela vivienda en las agendasde laUniversidadPública estudiando integral e interdiscipli-nariamenteel problemadelhabitar, y desdeel Estado comenzar un proceso históricode inclusión, promoviendouna redistribu-ciónmás justa de la riqueza. La espacializa-ción en el territorio de estos procesosimplica apostar a la integración y a la urba-nización de las áreas degradadas, la inver-sión en equipamientos de educación ysalud pública, y de las políticas activas degeneración de empleo

El presente artículo resume algunas refle-xiones producidas en el marco de investi-gaciones llevadas adelante, desde 2007,por el equipo de trabajo dirigido por laMgter. Arq. Carolina Peralta y co-dirigidopor la Arq.Miriam Liborio.Equipo de investigadores, Arqs.: AdrianaMayorga, Isabel Gasparetti, AugustoBravo, Pablo Senmartin y Yanina Chian-tore. Instituto de Investigación de la Vi-vienda yHábitat. FAUD,UNC.Subsidios SeCyT (Secretaría deCiencia yTécnica)-UNC yMinCyT (Ministerio deCiencia y Tecnología).

[*] Investigadoras y docentes de laFacultad de Arquitectura, Urbanismo y

Diseño de la UNC.

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Los tejidos residenciales, la vivienday su entorno, han constituido his-tóricamente la mayor parte de los

territorios urbanos, asumiendoun rol pro-tagónico en la definición de la forma delas ciudades. La estratificación del espacioresidencial, como expresión y contrapar-tida de la estratificaciónde la sociedad, noes un fenómeno nuevo en nuestras ciuda-des, como tampoco lo es la división socialdel espacio, verificable en la totalidad delas metrópolis latinoamericanas.

Sin embargo, en las últimas décadas se hanproducido cambios sustanciales en losprocesos de ocupación del territorio,entre los que se destaca la aparicióndeunanueva modalidad residencial: las urbani-zaciones cerradas.Basta recorrer algunos kilómetros, desdeel centro hacia la periferia, para compro-bar las transformaciones operadas en losescenarios residenciales de nuestras ciuda-des. No se trata de la expansión explosivade los años 50, durante la época de radica-

ción industrial, que en la ciudad de Cór-doba se verificó acabadamente con la ins-talaciónde las automotrices. Tampocodellento crecimiento vegetativopropiode losperíodos demenordesarrollo económico.Es ésta una nueva forma de crecimientode la ciudad, cualitativamente diferente,que implica el pasaje irreversible de un te-jido urbano sociocultural heterogéneo auna nueva configuración espacial definidapor la proliferación de emprendimientosresidenciales del tipo ghetto, quepromueve

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PENSA

RLACIUDAD

Ramiro Vázquez. S/T. Técnica mixta sobre tela. 30 cm x 30 cm. 2009.

Arq. Silvia Grifone*

[Transformaciones generadas por los barrios cerrados]

UNA MARCADE ÉPOCA

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la ruptura del sistema urbano a partir delsurgimiento de artefactos autistas, total-mente escindidos del tejido que los con-tiene.Con la instalación del modelo neoliberalen el país se verifica, a partir de los años 70,un incremento sustancial de la participa-cióndel capital privado en la construccióndel espacio urbano, que junto a su necesa-ria contrapartida -el retroceso del Estadoen su función reguladora-, dan origen alsurgimiento de grandes desarrollos de di-verso tipo.Entre estos desarrollos ocupan un lugardestacado las urbanizaciones cerradas que,a pesar de constituir un fenómenourbanorelativamente reciente, se instalan rápida-mente en las principales ciudades argenti-nas –y en el imaginario social– comounode los más importantes paradigmas resi-denciales contemporáneos.Se trata de asentamientos destinados casiexclusivamente a usos residenciales, que sedefinen por la privacidad de sus espaciosy servicios, por sus particulares códigos defuncionamiento, plasmados en reglamen-tos internos y prácticas sociales, y por lasmanifestaciones materiales de su aisla-miento, expresadas por cercos y murallasque los separan de la ciudad que los con-tiene.Presentan una configuración urbana quereconoce su origen en las diferentes ver-siones del suburbio anglosajón y de ciu-dad-jardín europeos, con lotes de grandessuperficies, alta proporción de espaciosverdes, a veces instalaciones recreativas, de-portivas y sociales de uso común, serviciosde infraestructura y gastos de manteni-miento y funcionamiento compartidosmediante el pago de expensas.Estas particulares características de las ur-banizaciones residenciales cerradas pro-mueven la fragmentación del tejidourbano, interrumpiéndolo no sólo en elsentido físico-espacial, sino también en sucontinuidad social y vivencial. Los nuevosescenarios residenciales que estos empren-dimientos plantean ponen en crisis la con-cepción clásica de la unidad funcional deltejido urbano, lamanzana, extendiendo lamancha urbanizada en lenguas de muybaja densidad conpredominio de vacíos y

creandouna nueva ciudad, donde las con-tinuidades van siendo sustituidas pormu-rallas internas.

FORMAS DEL CRECIMIENTO

EnCórdoba se producen, a partir de la dé-cada del 70, transformaciones socioeco-nómicas que se expresan en mutacionesen la configuración de la ciudad y en laevolución histórica de su estructura ur-bana, registrándose importantes alteracio-nes en los patrones de ocupaciónterritorial y de localización de actividadesresidenciales y de equipamientos.Adiferencia de loocurrido endécadas an-teriores, el crecimiento de la ciudad no seproduce por extensióndel territorio urba-nizado en situación de continuidad con latrama existente, sino principalmente porla anexión fragmentaria de tierras ruralesque se destinan fundamentalmente a dostipos de usos residenciales: las urbaniza-ciones cerradas, dirigidas a los sectores deingresosmás altos, y los planes de viviendasocial –nuevas ciudades sociales o nuevosbarrios– destinados a los sectores de me-nores ingresos.La periferia de la ciudad se va constru-yendo, por un lado, a partir de la localiza-ción de grandes emprendimientosresidenciales de alta gama que demandanun enorme consumo de suelo urbano yplantean la incorporación de nuevas for-mas urbanas, y por el otro, con la radica-ción de sectores cada vezmás numerososdepoblación, que frente a la imposibilidadcreciente de acceder al suelo o a la vi-vienda en áreas consolidadas, se ven expul-sados hacia los bordes urbanos.Con sus modalidades específicas de ocu-pación territorial, ambas situaciones im-plican la sustitución de la expansióngradual de la cuadrícula tradicional pordesarrollos de fragmentos urbanos que seexpandenhacia la periferia sinmás planifi-cación ni control que los que imponen lasleyes del mercado inmobiliario.En estrecha interacción con el surgi-miento de estos asentamientos, produc-tos urbanos de carácter global como lasautopistas y los grandes emprendimientosdestinados al comercioo al esparcimiento,

hacen su aparición en el escenario urbanocreandonuevas centralidades y tensiones.De estemodo, se va conformandounmo-delo de ciudad basado fundamental-mente en habitar en ghettos residenciales,trabajar en centros de negocios, consu-mir en centros comerciales, divertirseen centros de esparcimiento, dondecada parte constituye un fragmento ytodos ellos se relacionan entre sí a travésde autopistas diseñadas en funcióndel au-tomóvil particular.

BARRIOS CERRADOS

La primera urbanización cerrada desti-nada a vivienda permanente apareció en laciudad de Córdoba en 1985. Esto da ungiro importante a la concepción de estetipo de urbanizaciones, que en sus iniciosse plantearon como de segunda residen-cia y de ahí enmás, se desarrollarán casi ex-clusivamente como sedes de viviendapermanente. A partir de entonces co-mienza el éxodode los habitantesmás pu-dientes de los antiguos y tradicionalesbarrios de la ciudadhacia estos novedososemprendimientos residenciales, que ofre-cenuna atractiva formade vida que, segúnlos anuncios de las campañas publicitarias,les garantizará familia, felicidad y sosiego.Los desarrolladores inmobiliarios contri-buyen con sudiscurso a exaltar la situaciónde inseguridad de la población, otorgán-dole un lugar central en el imaginario so-cial y promoviendo al mismo tiempo losvalores de la exclusividad, el confort y lavida en contacto con la naturaleza. A par-tir de ello se va construyendo una nociónprivada del espacio público donde las tra-mas sonmás abiertas y flexibles, el paisajemás estético y agradable, y en donde la es-tructura y fisonomía se ven transformadasen función de las lógicas del consumo.Enunperíodode 15 años surgen y se con-solidan, en un vertiginosoprocesode ane-xión de suelo urbano,más de un centenarde urbanizaciones cerradas en la ciudad ysu áreametropolitana.Lo que en un principio fuera comerciali-zado como una forma de vida exclusiva,reservada a unos pocos, comienza rápida-mente a difundirse como un exitoso ne-

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gocio inmobiliario que se diversifica enuna amplia gamade alternativas habitacio-nales destinadas a sectores de ingresosme-dios, generando nuevas tipologías deurbanizaciones cerradas para diversos gus-tos y presupuestos.En los últimos años se produce asimismoun fenómenode exportación delmodelocerrado, que se proyecta hacia otras for-mas de crecimiento y densificación enáreas centrales y pericentrales de la ciudad,dando origen a condominios, casonas ydemás emprendimientos cerrados en al-tura.

HIPÓTESIS SOBRE LASTRANSFORMACIONES

a) Las urbanizaciones cerradas contribu-yen significativamente a los procesos deexpansión periférica a baja densidad: unindicador que expresa el importante im-pacto cuantitativo de las urbanizacionescerradas es la cantidad de suelo urbanoanexado por estos emprendimientos enrelación con la superficie total urbanizada.En este sentido, puede observarse que deltotal de suelo urbano anexado entre losaños 1984 y 2007 (5.516 hectáreas), 43%

(aproximadamente 2.400 hectáreas) fue-ron urbanizadas bajo la formade empren-dimientos cerrados.b) Las urbanizaciones cerradas planteanescenarios de segregación socio-territorial,extensión de no-lugares, fragmentación ydiscontinuidades urbanas. Las mismas selocalizan principalmente en los sectoresnoroeste y sur de la ciudad. En los secto-res este y norte se verifica, en cambio, lamayor concentración de conjuntos de vi-vienda destinados a población conmeno-res recursos. Esta tendencia delocalización acentúa y profundiza la divi-sión entre los grupos sociales y sus espa-cios territoriales, definiendo las llamadasáreas brillantes y áreas opacas: sectorescompletos y homogéneos de la ciudaddestinados a los ricos, diferenciados deotras áreas destinadas a los pobres.c) Las urbanizaciones cerradas constitu-yen un fenómeno que trasciende los lími-tes jurisdiccionales de la ciudad,involucrando la escala metropolitana,afectando las relaciones entre ciudad y te-rritorio, y alterandopaisajes naturales, pro-ductivos y culturales que son patrimoniode la sociedad.A partir de la construcción de la Red de

Accesos a Córdoba (RAC), que mejorónotoriamente la conectividad con las lo-calidades del área de las Sierras Chicas, ydebido a la disponibilidad de grandes ex-tensiones de tierra a bajo costo, se locali-zan gran cantidad de desarrollosinmobiliarios en el primer anillometropo-litano de Córdoba, principalmente a lolargo de los corredores que vinculan elárea central con las poblaciones serranas,extendiendo los límites de la ciudad sobrelos principales ejes viarios hacia el noroesteen una interminable sucesión conurbanade barrios amurallados.

REFLEXIONES FINALES

Las urbanizaciones cerradas proponenuna formadeorganizacióndel hábitat queconstituye uno de los emergentesmás ca-racterísticos de las tendencias socioeco-nómicas de la época. Por un lado,muestran la retracción institucional delEstado y el correlativo avance de los sec-tores privados en la gestión del espacio yde los servicios públicos. Por el otro, a par-tir de la configuración física que propo-nen, donde el elemento protagónico es elcerramiento físico excluyente, expresanunparadigma de la fragmentación social.Sin normas generales que regulen el mer-cado del suelo, sin capacidad estatal –téc-nica y política– para garantizar laorientación y la planificación del creci-mientode la ciudad, el capital inmobiliariogana cada vez más espacio en la ciudad ylos gobiernos, en sus diferentes estamen-tos, terminan planificando por omisión.Al mismo tiempo, la carencia de una pla-nificación de ámbito suficiente que invo-lucre la escala territorial, abarcando losmunicipios del área metropolitana, plan-tea problemas de gobernabilidad que im-piden avanzar en la regulación de losprocesos del crecimiento metropolitano,unode cuyos principales factores es la pro-liferación indiscriminadade estos empren-dimientos

Fuente: Dirección de Urbanismo, Municipalidad de Córdoba.

[*] Investigadora y docente de laFacultad de Arquitectura, Urbanismo y

Diseño de la UNC.

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Las ciudades crecen y esa es su con-dicióndesdeque elmundoes prin-cipalmente urbano; crecen, cam-

bian y se modifican a la par que crece lapoblación y lamanerade asentarse la socie-dad en el territorio. Asociación de proce-sos que encuentran su origen en el entra-mado sociocultural de una época, irándefiniendo distintas lógicas de urbaniza-

ción, estableciendo cambios y permanen-cias. Las transformaciones visibles, si bienacompañan el cambio de las estructurassociales, tienen tiempos diferenciados; dehecho–si nomedian catástrofes importan-tes– los cambios en la estructura física y es-pacial de una ciudad se producen lamayo-ría de las veces de manera puntual yprogresiva.

En esta silenciosa pero persistente reno-vación se pueden establecer momentos,saltos en la configuracióndeuna ciudad encorrelato con profundos cambios socia-les y de paradigma, que determinan el va-lor que se le otorga a la ciudad construida,consolidada. Entre el impacto de los cam-bios denominadosglobales junto a la per-sistencia de la ciudad moderna, y la cre-

Arq. Mariano Faraci / Arq. Celina Caporossi / Arq. Federico Litvin*

[Pautas de intervención en los barrios pericentrales]

RENOVACIÓNURBANA EN LA CIUDAD

CONSTRUIDA

Viernes 28 de Julio de 2006.

Martes 23 de Enero de 2007.

Martes 25 de Julio de 2006.

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ciente necesidad de direccionar los pro-cesos de crecimiento cada vezmásmulti-direccionales y complejos, el concepto derenovación urbanaha adquirido desdela teoría y la práctica urbana nuevos signi-ficados, que aúnen susdistintas acepcionesencuentra a la ciudad construida comoprotagonista del desarrollo.Unadireccióndisciplinar que indaga sobre la manera dealentar los procesos endógenos, unmovi-miento al interior de la ciudad, privile-giando un tipo de crecimiento intensivoen tanto retorno hacia la ciudad existente.

CAMBIOS EN LAS LÓGICASDE CRECIMIENTO

Si se revisan las transformaciones territoria-les en la ciudaddeCórdobaproducidas enlas últimas décadas podríamos verificarque, con una posición estratégica en elcontexto regional en tanto ciudad inter-media, a la par que complejiza su creci-miento involucrando su entorno metro-politano, va definiendo un panoramano-lineal en la manera que este creci-

miento adopta en acuerdo con los nue-vos procesos de época.A la lógica de crecimiento que alentaba laexpansión urbana del siglo XX, conju-gando el crecimiento periférico extensivocon la densificación del área central y unalenta consolidación de los barrios tradi-cionales, se le superpone otra a comienzodel nuevo siglo, producto de un crecienteprotagonismo en los procesos de creci-miento del capital privado concentrado,queno sólodisloca el espacio urbano con-solidado sino que genera nuevas tensio-nes traccionandohaciamodelos territoria-les más difusos.Inversiones puntuales y de escala enmate-ria de vivienda y equipamiento fuerte-mente impulsados por el mercado inmo-biliario, aprovecharán las ventajas deaglomeración tanto sea en la periferia ur-bana o en elmás tradicional de los barrioscéntricos.Nuevos núcleos de actividades–countries, barrios cerrados, hipermerca-dos, etc.–, no sólo definirán nuevas mo-dalidades de residir y consumir en la ciu-dad, sino que producirán movimientos

poblacionales internos dentrode la estruc-tura de la misma y fuera de ella. Así, la ex-pansión de la ciudad actual es productode relaciones de complementariedad cadavez más intensas con los centros vecinos,alentadas por las vías rápidas de conexión,que además promueven un crecimientoperiférico en fragmentos.A la par, las áreasintermedias más consolidadas son esce-nario de una lenta pero creciente sustitu-ción de su tejido a través de la incorpora-ción de nuevas tipologías edilicias enaltura, demanera puntual peroprogresiva,de la mano de la inversión inmobiliaria1.En contrapartida, amplios sectores –ba-rriadas completas de las áreas intermediasy periféricas indistintamente– sufren undeterioro acelerado amedida que los pro-blemas de infraestructura y servicios cre-cen sin un rol claro del Estado dirigiendoestos procesos. Desarticulación de las in-versiones con respecto a la demanda quedelatan una falta de políticas en materiade vivienda; ausencia de un soporte de in-fraestructura y de servicios en acuerdoconlos nuevos usos urbanos; ausencia de polí-

Manuel Pascual. Terrazas. Fotografía. Impresión Lambda. 22 x 200 cm.

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ticas estatales que equilibren déficits enmateria de espacio público, movilidad ysuelo urbano; serias asimetrías y procesoscrecientes de segregación socio-espacial,son apenas algunos de los emergentes deestos procesos no planificados.Aún a costa de simplificación, podríamosafirmar que en todas las ciudades latinoa-mericanas dos ciudades conviven y pul-san a dosmodelos cada vezmás antagóni-cos: una, la ciudad pública, plural ydemocrática, y la otra, la ciudad privada,fragmentada y expulsiva. En este sentido,cualquier intervenciónen torno a la ciudadconstruida–bajo esta hipótesis– es unope-rativo que supera lo meramente funcio-nal u ordenador y establece compromisosde otro orden con respecto a la maneraque se produce el espaciourbano.Algunasde estas ciudades, tras el modelo Barce-lona, han empezado desde hace algunasdécadas a probar transformaciones dirigi-das a partir de fuertes apuestas en nuevosprogramas y actividades colectivas vincu-lados connuevos esquemas demovilidad,valorizandoy reposicionando amplios sec-tores de la ciudadconstruida, comoson loscasos deCuritiba yPortoAlegre enBrasil,y Bogotá,Quito yMedellín enColombia.

BARRIOS PERICENTRALES

La ciudad de Córdoba, en este sentido,aun cuando presenta una importante tra-dición en articular desde lo público plani-ficación conobras públicas (basta repasarel período democrático de los años 80) yel desarrollo a lo largo de su historia dedistintos modelos físicos de crecimiento,carece actualmente de planes integrales ypolíticas operativas que adecuenel espaciourbano a las nuevas dinámicas de creci-miento, pero que fundamentalmente lopotencie a partir de su identificación e in-tervención.Volver a la ciudad construida en una mi-rada integral, refiere a promover un creci-miento intensivo recuperando áreas exis-tentes, tanto desde el punto de vista socialcomo físico. En la ciudad deCórdoba en-cuentran su expresión los barrios tradicio-nales, en particular los que conforman elprimer anillopericentral, tambiéndenomi-

nados Barrios Pueblos: Alberdi, AltaCórdoba,Güemes, SanVicente yGeneralPaz. Todos ellos con un origen compar-tido, surgidos en la primera expansión dela ciudaddel sigloXIX,mantienenuna delas reservas de tejido históricomás homo-géneo, continuo ymejor conservadode laciudad, que preserva gran parte de los ras-gos de identidad.Ventajas de localización, por su proximi-dad al centro urbano, aglomeración e in-fraestructura, así como un soporte nor-mativo que admite densidad en altura,constituyen los principales factores quehan atraído al mercado inmobiliario. Sinembargo, esta renovación no planificadaademás demodificar demanera definitivael perfil barrial, ha incrementado las asi-metrías en el crecimiento.Al interior de losbarrios conviven importantes áreas en es-tadode abandono y/o sub-utilización conpérdida de población residente, con otrasque presentan una acelerada renovaciónpor sustitución tipológica y densificación,muchas veces dedudosa calidad construc-tiva y ambiental. Estas alteraciones tam-bién afectan a las centralidades tradiciona-les, equipamientos, plazas y espaciospúblicos, que presentan signos importan-tes de deterioro allí donde el barrio ve al-terado el espacio urbano –como en Al-berdi y San Vicente– o redefinen su rolincorporando nuevas funciones de escalaconpérdidade identidadbarrial –comoenGüemes yGeneral Paz–.Porhistoria y densidad, estos barrios expre-san las transformaciones socioeconómi-cas y los cambios productivos de la ciu-dad en su conjunto, tanto en suarquitectura visible –fábricas abandona-das, infraestructuras obsoletas, etc.– comoen sus usos –crecimientodel comercio y laresidencia colectiva– y modos de expre-sióndel entramado social –centros vecina-les y resistencia–. La tensión permanenteentre un Estado cada vez más ajeno, unmercado que crece en hegemonía y unasociedad civil que en general permaneceexpectante –aunque en particular se ex-presa, como en la reciente manifestaciónen torno a la chimenea de la ex-cerveceríao la defensa del patrimonio que ejercenlos vecinos de San Vicente–, será el con-

texto en el que se producen los cambios.Toda actuación tendiente a producir lastransformaciones que consideramos ne-cesarias deberá tener en cuenta como to-talidad la articulación entre espacio pú-blico, tejido urbano y equipamientossociales. Espacio público, que es precisorecuperar en tanto estructurante de lo pri-vado en las cuatro condiciones que lo de-finen, como señala Fernando Carrión: losimbólico, lo simbiótico, de intercambio yde civismo.TejidoUrbano, en tanto articu-lador de lo público y lo privado, el lugar delamixtura deusos quepermite reconstruirel tejido social y urbano tradicionalmenteheterogéneo. Equipamientos sociales,como componente fundamental de laconfiguración y revitalización urbana entanto canales que facilitan la participaciónciudadana y el desarrollo individual y co-lectivo del habitante, condensadores so-ciales y, a la vez, soporte de servicios, igua-ladores y nodos de referencia.Revisar el rol de estas áreas desde la confi-guraciónde la estructura urbana es pensaren lamanera de establecer, con respecto ala ciudad tradicional, nuevas relacionesque en simultáneo permitan determinarpautas para la renovación edilicia, a la parde preservar y valorizar el patrimonio ur-bano construido. Sonmuchos los interro-gantes que se abren a la hora de estudiar yensayar de quémanera se debe intervenir.Se destacan entre los principales: ¿cómorenovar en tejidos cualificados y de fuertecomponente identitario?; ¿cuáles son lasvariables de nuevo tipo que deben guiar yconducir una renovaciónurbana?; ¿cómose definen los operativos urbanos arqui-tectónicos en estas áreas consolidadas?;¿de quémanera se articula la intervenciónfísica-identitaria conprogramas socioeco-nómicos de planificación?; ¿qué densida-des son factibles y deseables?

PAUTAS PARALA INTERVENCIÓN

Enel ámbitode laUNCyen la enseñanzade laArquitectura2, estos interrogantes es-tructuran las reflexiones sobre problemá-ticas reales en entornos de fuerte compro-miso urbano. Algunas conclusiones e

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hipótesis de trabajo que se transcriben acontinuación sonparte de ese cuerpo teó-rico-prácticoqueno sóloguían los ensayos,sinoque también van aportando a la orga-nizacióndeunconjuntodepropuestas sis-tematizadas sobre la manera de interveniren la ciudad construida.Es partede la hipótesis inicial la afirmaciónque una política de renovación urbana ysectorial en operativos integrales contri-buye a regular los modos de funciona-mientodelmercado, estableciendouncon-trol sobre el crecimiento y ordenamientode la ciudad. Políticas que, dadas sobre labasede la recuperacióndelpatrimonioedi-ficado, permiten atemperar los procesosde extensión, entendiendo por patrimo-nio edificado al conjunto del acervoedificado durante el transcurso del pro-ceso de formación de la ciudad.A su vez, estos operativos de orden físico-espacial deben articular acciones de trans-formación del espacio físico construidocon programas de integración social entanto afecta a colectivos sociales, favore-ciendo la heterogeneidad social y la fija-cióndepoblación.Privilegiando lodomés-tico sobre lomonumental, es la articulacióne incorporacióndenueva vivienda, equipa-miento social y espacio público, el pro-grama urbano capaz de constituirse en elmotor de una recuperación en escalas ba-rriales. Estas intervenciones, que de por sípresuponenuna redensificación ymixturade usos, alteran el espacio existente, por lotanto deben contemplar losmodos de ga-rantizar la continuidad espacio temporal,de manera de asegurar los rasgos identita-rios barriales y contribuir a crear un am-biente urbanomás apto para el desarrollosocial.Enestos contextos, las posibilidadesdecre-acióndenuevos espacios centrales, habita-bilidad urbana y renovación de áreas de-primidasparecenestar supeditadas, al decirde JordiBorja, a articularplan, proyectoy si-tuaciónurbanaen “nuevos espaciosdecon-certación yparticipaciónciudadana”. El de-safío es indagar sobre la articulación entrelos procesos de crecimiento y los instru-mentos de planificación capaces de direc-cionar y traccionar acciones integrales ypro-activas de los tejidos tradicionales.

Ahora bien, esta renovación -necesaria-mente conducida por el Estado- es pre-ciso que se despliegue sobre lineamientosglobales de gestiónurbanística orientadosa una planificación que derive en un desa-rrollomás compacto de la ciudad, a la parde otorgar nuevos roles y calidad urbana alas áreas más consolidadas. Será el Pro-yectoUrbano-arquitectónico, en tanto ins-trumento para intervenir de manera di-recta sobre el espacio urbano, el que seconstituya en una herramienta de gestióny de transformación dirigida en el espaciointra-municipal.Indagar en la renovación urbana comomodo de intervenir en la ciudad cons-truida supone, entonces, articular bajo unplan integral aquellos aspectos que por es-pecificidadpermitan establecer nuevas ló-gicas para las áreas mencionadas y, porende, para el conjunto de la ciudad, sinte-tizados en los siguientes conceptos-tópi-cos:El espacio urbano, que en tanto espa-cio construido presenta un conjunto deelementos físico-espaciales que lo configu-ran y están afectados a renovación, y conrespecto a los cuales hay que reconocersus características tipológicas, urbanas ysociales.El espacio social, determinado por lascaracterísticas poblacionales y las formassociales de ocupación y uso del espaciourbano. El derecho a la ciudad y el de-recho al barrio como las nuevas refe-rencias de construcción ciudadana, elde-recho como habitante de la ciudad adesarrollarse enunambienteurbanodignoy, por ende, todas las cuestiones que articu-lan población, espacio urbano e identidad.Los aspectos normativos, que suponenlaGestión del Espacio Urbano en losprocesos de renovación urbana en escalasmicro, los nuevos instrumentos–participa-ción ciudadana, recuperodeplusvalía– y laredefiniciónde la normativa urbana –plande sector, plan particular y/o plan de ba-rrios–, a partir de la consideración de laespecificidad ydel proyectourbano comoinstrumento.Losaspectos ambientales, es decir cues-tiones que involucran a la adopciónde cri-terios de Sustentabilidad y Habitabi-

lidad urbana, que redefinen el conceptode hábitat y que obligan a considerar lasnuevas intervenciones de transformaciónde la ciudad bajo estos aspectos.“En lamedida que los problemas de la ciu-dad se singularizan, las políticas urbanísti-cas sectoriales se convierten enunos agen-tes privilegiados para reconducir unproceso de transformación que la ciudadreclama”, dice JoanBusquets, y ese es tal vezelmayor desafío que se plantea a la hora dereconocer el rico entramado que nosofrece la ciudad construida, en el delicadoequilibrio entre especificidad ymirada in-tegral, entre el cambio necesario y la per-manencia de valores urbanos

1 El área central y las áreas intermedias registranuna pérdida de población residente, con 8%menos de 1990 a 2001, según los censos de esosaños. Sin embargo, nohay datos sobre el impactode los procesos de renovación y densificación sis-tematizados comenzados en 2003, que hacenpr-ever un aumento paulatino de población, te-niendo en cuenta el incremento exponencial delos pedidos de edificación almunicipio, desde lafecha a la actualidad, en la totalidad de los barriospericentrales.2 Trabajos académicos de investigación desarrol-lados en la Facultad deArquitectura,Urbanismoy Diseño de la Universidad Nacional de Cór-doba por el equipo de Investigación de las cáte-dras de Arquitectura, IA, IID y IVB; subsidiadoporSeCyT, períodosbianuales 2008-2009 y2010-2011 y, en esemarco, por los resultados del Sem-inario - Taller de Investigación Proyectual, concarácter de curso de Posgrado, que se realizó enCórdoba en octubre de 2009.

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RLACIUDAD[*] Investigadores y docentes de la

Facultad de Arquitectura, Urbanismo yDiseño de la UNC.

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1. Cómo construir la ciudad yla ciudadanía como dos carasde una misma moneda“La ciudad es vivencia personal y accióncolectiva a la vez. Sus plazas y calles y susedificios emblemáticos son el lugar dondela historia se hace”. ( Jordi Borja, 2007)Primero hay que contestar una sencillapregunta de respuesta compleja: ¿Cómose producen las ciudades? La producciónde la ciudad es el resultado de la articula-ciónde tres lógicas o sentidos: la de la acu-mulación del capital, la del poder políticoy la de la reproducción de la vida humana.Esto nos lleva inmediatamente a recono-cer la naturalezamultiactoral que implicaesta definición y que supone identificarrespectivamente el accionar delMercado,del Estado y de la Sociedad Civil. Decómo esté planteado demanera concretael “contrato social” que plantea esta rela-ción, podremos deducir los “pesos relati-vos” de estos factores en la construccióndela ciudad y de la propia ciudadanía.Esto nos requiere unamirada objetiva, re-alista y comprometida con la naturalezapública, social y colectiva de la ciudadcomo construcción cultural permanentetantodememoria comodenuevos imagi-narios del habitar contemporáneo. ¿Cómoqueremos vivir? ¿Cómo podemos vivir?¿Qué vendría a ser una ciudad democrá-tica con inclusión y equidad social? ¿Quépueden aportar las disciplinas que se ocu-pan de “lo urbano” para el mejoramientode la ciudad? ¿Remiten sólo adiagnósticosmás omenos acertados o podemos esbo-zar propuestas concretas demejoramiento

de la ciudad desde una racionalidad queentienda su naturaleza compleja y sus de-mandas simples?Córdoba tiene que adecuar su perfilproductivo a las dinámicas y posibilida-des económicas no sólo locales sino re-gionales, nacionales y globales con las cua-les interactúa. Su logística productiva y deservicios está en permanente demanda.Córdoba tiene quemodernizar sus in-fraestructuras territoriales demovilidad,provisión de agua, efluentes, calidad am-biental del asentamiento y servicios bási-cos. La capacidad de su soporte territorialy sus redes de servicios estánmuy por de-trás de las demandas actuales. Córdobatiene que garantizar alojar a la pobla-ción creciente en un entorno habitablecon buena calidad para la vida comunita-ria, conuna articulaciónde espacios públi-cos, equipamientos y accesibilidad a lasdistintas centralidades y movilidades quegaranticen una ciudad diversa y heterogé-nea pero lo más integrada posible. ¿Unautopía? Por allí anda la agenda urbana.

2. ¿Cómo organizar el creci-miento de la ciudad? Segre-gación vs. Integración urbana“Córdoba es un fenómeno complejo quese debate entre antiguas contradicciones:impulsada hacia el cambio y anclada en latradición, creciendo desmesuradamentey luchandopormantener su escala, llenadevitalidad y ahogada en su situacióndepro-vincianismo, vive a saltos, desigualmente,difícilmente”. (MarinaWaisman, 1970)¿Cómo se da el crecimiento de nuestra

ciudad? a) Sigue la tendencia al creci-mientode la poblaciónurbana; b) se da uncrecimiento por adición con segregaciónsocio-espacial tantopor expansión endes-medro del área rural como por densifica-ciones selectivas; y c) persiste la incapaci-dad estructural de producción universalde infraestructuras territoriales que ya ex-ceden a la propia ciudad, y de viviendassociales que quedaron acotadas a la ex-tremapobreza con las erradicacionesde vi-llas. El no acceso al crédito hipotecario esuna de las claves de una ciudad cada vezmás inequitativa.Mezcla social, accesibilidad a centralidadesymovilidades son tres ingredientes claves,que a nuestro juicio pueden contribuir aorganizar una ciudad democrática.Cómogarantizar lamezcla social que ya seda en varios sectores de la ciudad es untema central para el futuro de la ciudad.Hay que profundizar un poco más en loque significa la “guetificación” de la ciu-dad en enclaves de riqueza y pobreza.Nuestra ciudad tuvo y tiene otras posibili-dades. Podemos tenerdiversos lugares y ni-veles socioeconómicos. De hecho ciertasegregación en los modos de vida es in-evitable en la ciudad contemporánea. Peropor eso mismo debemos garantizar la ac-cesibilidad y calidad de los espacios de in-tegración, que son los espacios públicos.No hay estrategias de crecimientosin estrategia de espacios públicos.Ytampoco sin políticas de vivienda socialcomo parte de políticas urbanas.El tema es que las nuevas centralidades nosean sólo una política del sector privado

Arq. Alejandro Cohen*/ Arq. Carlos Gómez** / Arq. Juan Giunta**

[Pensar la planificación]

CONSTRUIRY PRODUCIR

CIUDAD

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que consoliden la segregación sino quesean parte de las políticas públicas de dis-tribución de los equipamientos de presti-gio, de los sistemas de transporte multi-modal y de los necesarios espaciospúblicos para fomentar reales áreas denueva centralidad no segregativas. ConlosCPCnoalcanzópara esta idea y con loscentros de compras en la periferia tam-poco.Aunquepor allí andan las posibilida-des de nuevas densificaciones residencia-les que utilicen las preexistencias de áreasvacantes estratégicas para un modelorealista de densificación urbana. El des-tino de esas áreas vacantes u obsoletas esuna de las fuentes de viabilidad de esta po-lítica urbana. En esas nuevas centralidadestienequedarse lamáximamixtura deusos,la mezcla social y el ingrediente públicopara el reequilibrio urbano.La densificación de la ciudad es un obje-tivo central para elmejoramiento de la ca-lidad de vida urbana, tal como está enun-ciado en los Lineamientos del PlanDirector. Significa un mayor aprovecha-mientodel suelo urbanizadoo aurbanizar,

como alternativa válida ante la extensión,y es un paso indispensable para afrontarproblemas tales como la sustentabilidaddel transportemasivo, la extensiónde la in-fraestructura, el accesode la población a losequipamientos y espacios públicos, y a lacorrecta relación vivienda-trabajo.Necesi-tamos a partir de unplan consensuado,los programas de actuación por áreas, sec-tores y barrios que hagan converger los es-fuerzos no sólo entre actores públicos yprivados sino que hagan coherente y con-currente la accióndel propioEstado. Esta-mos lejos de eso, pero hay que intentarlo.Yhay valiosas experiencias parciales al res-pecto.Tenemos tradiciones de acción urbana in-teresantes aunque incompletas, desde lapolítica de consolidación del Centro y suactual expansión aNuevaCórdoba, el Par-que Sarmiento yCiudadUniversitaria. LacreacióndeParquesUrbanos comoelGe-neral Paz y el de lasNaciones, la recupera-ción del Río y la continuación de La Ca-ñada. Y el mantenimiento en el dominiopúblico de lugares como el BuenPastor o

el Palacio Ferreyra. Políticas parciales y talvez inconclusas enmuchos sentidos. Peropor allí hay quepersistir con las cárceles, lasparrillas ferroviarias y otros dominios pú-blicos indispensables para una reestructu-ración urbana. Son losnodos para rear-ticular una Córdoba policéntrica eintegradora. Es unpatrimonioquehayquecuidar sin por ello negar posibles y parcia-les concertaciones con el sector privado.Pero sin vender las “joyas de la abuela”.

3. El lugar del Estado en ladefinición de reglas y condi-ciones para el desarrollo pri-vado. (Estrategias: densifica-ción, apropiación deplusvalor, banco de tierras,etc.)“Si tú no sabes lo que quieres, la iniciativaprivada va a trabajar contra la ciudad; si sa-bes lo que quieres, va a trabajar a favor”.(Arq. Jaime Lerner, ex Alcalde de Curi-tiba)¿Cuál es la agenda que impone esta reali-dad?El debate sobre el papel del Estado, o

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Julia Romano. Arreglos interiores-enredadera. Vinilo autoadhesivo s/ pared. Córdoba, 2005.

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sea la recuperación del Estado y de la po-lítica como herramientas de transforma-ción. El papel de los instrumentos de ges-tión urbanística (el plan, las normas, losproyectos). La cohesión social, la políticaurbana y elmercado del suelo. Se trata delderecho a la ciudad y el acceso de los sec-tores populares al suelo. Recuperar la ciu-dad construida:hacer ciudad en la ciu-dad. Tener proyectos o no tener políticaen el territorio. El desafío es si elmunicipiotiene proyectos con qué liderar, inducir,orientar el desarrollo urbano. Sin pro-yectos no hay ciudad. ¿Cuál es la ré-mora a superar? Esencialmente la imposi-ción, por la vía de los hechos de una lógicasectorial, ni integral ni sinérgica, que diocomo resultado acciones aisladas y bási-camente proyectos inconclusos. Así esnuestra ciudad. Y se grafica en el increíbleretraso en nuestro sistema de transportepúblico, vapuleado desde los años 60.

4. El rol de la universidad enla planificación urbana. Elcaso del Plan Director“La universidad es el lugar de la autocrí-tica permanente de la propia experiencia”.(Lina Bo Bardi. Arquitecta brasilera)El PlanDirector es una iniciativa que con-tribuimos amontar desde la ausencia deunhorizontedemedianoplazopara la gestiónurbanamunicipal. Tuvo que ver con el in-tento de continuidad de una experienciallevada adelante con el primer Plan Estra-tégico (PEC) y con su correlato del

PECba demaneramás reciente.Con unaideamás general de recuperar una “culturadel plan”, que fueperdiendoespacio real enla gestiónde la ciudad.Desde la FAUDre-conocimosuna tradiciónuniversitaria quees válido recuperar y en la que hay que rei-vindicar la labor de extensión y transferen-cia, de investigación aplicada y consultoríaquepueden realizar las universidadespúbli-cas.Nuestro esfuerzo estuvoorientado a reco-nocer las diversas variables necesarias paraformular una base de discusión racionalsobre los escenarios posibles para la ciudadque supone un Plan Director, y tratamosde incorporar la noción de proyectos delplan, o si se quiere, junto con una dimen-sión estructural, estratégica, desplegar lanoción y la agenda del plan de proyectoscomo posibilitantes concretos del PlanDirector. La noción de planificación pro-puesta es básicamente inductiva.Nuestro enfoque fue el aprovechamientoal máximo de las oportunidades queofrece la ciudad actual y a partir de elloapoyarse en ese capital existente e históri-camente construido. Por ello más que unprograma estático de actividades localiza-das endiferentes espacios urbanos, la estra-tegia remite a unavisión dinámica de lacomplejidad urbana que permita en-contrar un cierto número de escenariospara la acción, susceptible de ser modifi-cado ante circunstancias no previstas queobligan a revisar las acciones formuladas.Los objetivos: una ciudad diversa, articu-lada y a la vez cohesionada; policéntrica yequilibrada. Los instrumentos: revalorizarel planeamiento estratégicopara construirconsensos generales; el plandirectoroplanurbano como directrices generales; y losplanes parciales y programas de actuacióny los proyectos urbanos.Unplan así enten-dido es un conjunto de estrategias expre-sadas en un documento accesible, es unacuerdo político y es un marco de con-senso construido con las organizacionesde la sociedad civil. Y trasciende al go-bierno de turno.

5. Algunas conclusiones denuestra experienciaLa necesidad de construir los consensospolíticos sociales económicos; sin ello nohay viabilidad.La importancia de tener proyectos y pla-nes; sin ello la gestión es sólo contingencia .La convicción de persistir en los instru-mentos y los procedimientos participati-vos, lleva tiempo.Lo imperioso de reconstruir las capacida-des políticas, técnicas y de gestión del Es-tadoMunicipal y la articulación coopera-tiva y permanente con la UniversidadPública. Sin un nuevo contrato social en-tre el Estado, elMercado y la SociedadCi-vil, el plan quedará en el papel. Y ante lascrisis, mejor planificar

[*]Investigador y docente de la Facultadde Arquitectura, Urbanismo y Diseñode la UNC. Director del TIPU (Ta-

ller de Investigación en ProyectosUrbanos), de la FAUD, UNC.

[**] Investigadores y docentes de laFacultad de Arquitectura, Urbanismo y

Diseño de la UNC.

La convocatoria al TIPU y por extensión a laFAUD fuemotorizada principalmente porel ex Secretario de Economía y PlanificaciónEstratégica de laMunicipalidad deCórdobaLic. GuillermoMarianacci (2003-2007), enel estudio de Estrategias para el Área Centralde la ciudad, y sectores específicos como lasparrillas de los FFCCMitre y Belgrano y elÁrea denominada Portal del Abasto.Coordinadores del Equipo de la FAUD,UNCpara el PlanDirector de la ciudad deCórdoba: Profesores Arquitectos AlejandroCohen, JuanGiunta y CarlosGómez. Inte-grantes: Arq. Inés Saal, Celina Caporossi yFernandoDíaz. Participaron asesorandodesde distintos institutos y unidades acadé-micas de la UNC: Ing. JoséNasser por laFCEFyNat; Dra. Cecilia Estrabou, Dr. Fran-ciscoQuintana Salvat yGeol. Osvaldo Bar-beito; Lic. Claudio Tecco;Dra. Arq. CeciliaMarengo yArq. Andrea Tumosa; Ing. LuisBressán, Carlos Lucca e ÍtaloGherra (Cole-gio de Ingenieros); Arq. Gabriel Díaz Reyna,Carlos Funes, CristianNanzer yDr. Arq.HoracioGnemmi; Agrim.Mario Piumetto,director deCatastro de laMunicipalidad deCórdoba.

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INFRAESTRUCTURA

Ramiro Vázquez.S/T. DetalleÓleo sobre MDF.45 cm x 30 cm. 2009.

Ramiro VázquezEntrando al bosque. DetalleÓleo sobre madera.4o cm x 50 cm. 2009.

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Lamayoría de las grandes ciudades yáreas metropolitanas del mundohan asistido en los últimosdecenios

a un incremento en los niveles de uso delautomóvil y de la congestión vehicularurbana. Al mismo tiempo, las ciudadesque se precian de ser serias han imple-mentadoprocesosdeplanificación integra-les de los servicios de transporte parame-jorar lamovilidad de sus habitantes, ya seapara asistir a sus lugares de trabajo o estu-dio, realizar trámites, compras o viajar pormotivos de recreación.Partiendode la base de la realizacióndeuncorrectodiagnósticode las necesidades demovilidadde los habitantes de la ciudad (através de encuestas de origen y destino deviajes, por ejemplo), algunas de lasmedidasimplementadasparamorigerar el usode losvehículos particulares y fomentar el usodelosmediosmasivos de transporte urbanopor ómnibus han sido:Medidas de restricción al usode la vía pú-blica por parte de los vehículos particula-res, implementando carriles exclusivospara los sistemas de transporte públicomasivo por colectivo.Implementación de sistemas de autobu-ses rápidos (comoen los casos deCuritibayFlorianópolis enBrasil, odeBogotáenCo-lombia, ode la ciudaddePosadas enArgen-tina), quehan integrado áreasmetropolita-nasmediante la operación de servicios in-tegradosurbano-metropolitanos, donde lospasajeros paganunúnicoboleto y realizantrasbordos paramovilizarse.Implementación del denominado “pea-

je urbano” aplicado en ciudades comoLondres, en lacual secobrauna tasaporcon-gestión para los vehículos particulares quecirculan en el área central.Medidasparamejorar las velocidadespro-medio de circulación de los sistemas detransporteporcolectivo asegurando losho-rarios de operación en todo su recorrido,así como los carriles para buses guiados deciudades como Leeds (Inglaterra) o Adelaida (Australia), entre otras tantas.

SITUACIÓN ACTUAL

La ciudaddeCórdobanoha escapado a latendencia mundial sobre el aumento deltránsitoy la congestiónvehicular, con lacon-secuencia evidente de incrementos en losaccidentesde tránsito.Basta conanalizar losboletos vendidos hace más de 20 años encomparación con la actualidad para reco-nocer la disminución en el uso de los siste-mas de transporte públicomasivo y el au-mento del uso de los vehículos particula-res. El transportepúblicourbanopor colec-tivo en la ciudaddeCórdoba vendióun to-tal de 23millones de boletos en elmes enabril de 1986 (su pico histórico desde1982), conunpromediomensual de20mi-llones de boletos vendidos durante 1986,mientras que en la actualidad vende apro-ximadamente17millonesdeboletos almes.Apesardel aumentopoblacional del ordendel 32% experimentado desde 1986 hasta2010, el uso de los sistemas de transportepúblico por colectivo ha disminuido.Adicionalmente, enbase a informaciónde

laúltimaencuestadeorigenydestinodevia-jes en la ciudad deCórdoba del año 2000,puede afirmarseque la redde transporteur-banodepasajeros por colectivono respon-de acabadamente a las necesidades de via-je de los habitantes de la ciudad, cada vezmás grande y descentralizada.Cabe señalar que cualquier medida depolítica quepretendamejorar lamovilidadurbana a partir de una adecuada planifica-cióndel transporte urbanodebebasarse enel correctodiagnósticode situación, a par-tir de la estimaciónde lademandade los ser-vicios (omedios) de transporteurbanodis-ponibles oproyectados, de un correctodi-seño de la red de transporte público basa-doen laminimizaciónde los tiemposdevia-je y tiempos de espera de los usuarios y enla puntualidad de estos servicios. Así, me-jorando los niveles de las variables quedan origen a la demanda de diferentesmedios de transporte en la urbe podrá fo-mentarse el uso del transporte públicomasivo, política seguida por lamayoría delas ciudades quebuscanmejorar las condi-cionesdemovilidadurbanade sus habitan-tes.

DEMANDAS Y PROPUESTAS

Laestimación y el pronósticode la deman-dade losdistintosmediosde transporte, exis-tentes o proyectados, ante diferentes esce-narios de política resultan imprescindi-bles para delinearmedidas de política quemejoren lamovilidad urbana. En elmarcode un proyecto de investigación de la Se-

Mgter. Juan José Pompilio Sartori*

[Planificación del transporte urbano]

COLECTIVOIMAGINADO

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cretaría de Ciencia y Tecnología de laUNC,durante los dos últimos años se handesarrollado encuestas de preferencias de-claradas quepermiten estimar la demandade los distintosmedios de transporte antediferentes niveles de variables de elecciónconsideradaspor losusuarios.En las encues-tas diseñadas se les presenta a los encuesta-dos diferentes escenarios de elección entremedios alternativosde transporte (automó-vil particular, motocicleta, taxi/remis, co-lectivo común, colectivodiferencial, otrosmedios) para realizar viajes al trabajooporestudio.Cadamedio de transporte consi-derado se caracteriza por: tiempode viaje,tiempo de espera y costo de viaje, cuadrascaminadas hasta la parada (para colectivocomúnydiferencial) y costodel estaciona-miento (para medios de transporte parti-cular: automóvil ymotocicleta).Losencues-tados deben decidir qué alternativa detransporte usarían en cada situación o es-cenario planteado.El diseño de los escenarios de elección sebasa en la teoría del diseño de experimen-

tos, permitiendoobtener estimaciones delademandademanera certera yminimizan-do los errores de estimación.La estimaciónde la demanda se realiza uti-lizandomodelos de elección discreta (lo-git multinomial, por ejemplo). Encuestasde este tipo han sido ampliamente utiliza-das en las ciudades de países desarrolladosen los últimosdiez años y handemostradounamuy buena calidad de pronósticos.En el proyecto de investigación realizadose estimó la demanda de los distintosme-dios de transporte para realizar viajes al tra-bajo a partir de una encuesta pilotodepre-ferencias declaradas realizada por inter-net aegresadosuniversitarios.Dichaencues-tapilotoha servidopara analizar las respues-tas y su gradodecomprensiónporpartedelos encuestados, conel findepoder aplicar-la a unamuestra representativa de la pobla-ción de la ciudad de Córdoba durante2010.Los principales hallazgos de la encuesta pi-loto realizada a este segmentode la pobla-ciónde altos niveles de capacitación y pre-

sumiblemente altosnivelesde ingreso, se re-sumen a continuación:Existe una clara predisposición al usodelautomóvil particular por parte de quieneslo poseen, en especial para realizar viajes demás de 10 km. entre el hogar y el lugar detrabajo. Amedida que aumenta la distan-cia de viaje, aumenta la proporción deusuarios dispuestos a utilizar su automóvil.Adicionalmente, el aumento de los cos-tos (de viaje y estacionamiento) y tiemposde viaje en automóvil, hacen que este seg-mentode usuarios esté dispuesto a utilizarun serviciodecolectivodiferencial. Sin em-bargo, dadoquenoexiste unadensa reddeserviciosdiferenciales, no todos loshabitan-tes que estarían dispuestos a utilizarlo pue-denhacerlo en las condiciones actuales dediseñode la redde transporte.Esteesun im-portante resultadoqueno sehabía podidoverificar enCórdoba en estudios anterio-res yque sólopuedeobtenerse conestudiosdepreferencias declaradas comoel realiza-do,permitiendopronosticar lademandapo-tencial de diferentesmodos de transporte

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PENSA

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Nicolás A. Bordones Arena. R11. Acuarela sobre papel. 35 cm x 50 cm. 2008.

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públicoquepueden inclusonoestar dispo-nibles en la actualidad (por ejemplo, trenesurbanos, subterráneo, etc.). El notable cre-cimiento de la demanda de servicios detransporte diferencial de los últimosmesestambiénestaría dandoun indiciode tal pre-disposición. Sin embargo, debe quedarclaro que la planificación de la red de ser-vicios de transporte públicodebe conside-rar a todo el sistema de transporte urbanoy sus interrelaciones a la hora de proponero implementar nuevas líneas o establecermedidasdepolíticapara fomentar el usodelas líneasde transporte existentes.Nose tra-ta simplemente de “comprar colectivos” yponerlos a funcionar en recorridos detransporte diferencial “tentativos” para,mediante prueba y error, tratar de llegar aestablecer recorridos que sirvan a la gente.Eneste caminode la “improvisación” se ha-brá despilfarrado el dinero (público, enmuchos casos) de la compra de unidadesy delmantenimientode servicios públicosdeficitarios y deficientes.Comoresultadodel análisis anterior, sedes-prendequeunamedidadepolítica posible

en el corto plazo sería el rediseñode la redde servicios de transporte público por co-lectivo y de los recorridos de las líneas di-ferenciales, unido a la implementación detiempos de viaje, tiempos de espera y cos-tosde viajeque atraigan a estapoblaciónac-tualmente usuaria de automóvil particularpara realizar viajes al trabajo en transportepúblico. Este rediseño debe incluir a todoel sistema de transportemediante un aná-lisis integralquepermitapronosticar losefec-tos que se generarán en el uso de todos losmedios de transporte urbano y concebir laestabilidadeconómicadel sistemade trans-portepúblicopor colectivos, y de taxis y re-mis.Laplanificacióndel transportedel áreame-tropolitana deCórdoba es una tarea pen-diente y absolutamentenecesaria. En lugarde proponer megaproyectos irrealizablesen el corto plazo como el de un subterrá-neo, podría diseñarse e implementarse,por ejemplo, un sistema integradode trans-porte por buses rápidos con estaciones detransferencia depasajeros en las afueras delcentro de la ciudad capital. Un sistemacomoel propuestomejoraría algunos indi-cadores de eficiencia económica de laoperaciónde los serviciosde transportepú-blico(enparticular, elevando las tasasdeocu-pacióndedicho transporte), que a la par de

la eliminacióno reducciónde superposicio-nes de recorridos entre líneas de trans-porte de colectivometropolitanas interur-banas y urbanas, disminuiría los tiemposdeviaje en transporte por colectivo y la con-gestióndel tránsito, y atraería a los actualesusuarios de automóvil, unido a unamayorcerteza y confiabilidad de la operación delos colectivos. Ésta es sólounaprimera ideaquedeberá evaluarse integralmente, quene-cesitará del acuerdopolítico entremunici-pios y gobiernoprovincial, y cuyodiseño yevaluación llevaría al menos un par deaños. Para dar un ejemplo, el diseñodel sis-tema integrado del áreametropolitana dePosadas (Misiones) demandóentre cuatroy cinco años.La realizacióndeunnuevoestudiode lamo-vilidad urbana a partir de encuestas de ori-gen ydestinode viajes, resulta unprerrequi-sito fundamental para el diseño de políti-cas que permitanmejorar lamovilidad delos vecinos del áreametropolitana deCór-doba. Complementariamente, los estu-dios depreferencias declaradas comoel re-alizado permitirán estimar la demanda delos distintos sistemas de transporte plani-ficados ante cambios en las condicionesdeservicio generadas a partir de las políticasde tránsito y transporte a implementar.Asimismo, seránecesarioun rediseñode lascondiciones regulatorias del sector queinvolucran la regulaciónde losoferentes decada tipode servicio público, la calidaddelosmismos y el establecimiento de tarifasymecanismos de ajuste tarifario.Es un derecho y obligación de toda la co-munidadcordobesa yde la comunidaduni-versitaria en especial, demandar a las auto-ridades políticas una planificación seriadel sistemade transporteurbano-metropo-litanopara el corto,mediano y largoplazo,basadaenel instrumentalqueotorga la cien-cia, ese mismo instrumental de diseñoqueha permitidomejorar lamovilidadur-bana en otras ciudades del mundo

[*] Investigador del Instituto deEconomía y Finanzas. Docente de la

Facultad de CienciasEconómicas de la UNC.

Luciano BurbaS/T

Modelos para armaren alto impacto.

Medidas variables.2007.

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No es necesario buscar en un pa-sadomuy lejanopara encontrar-nos con una Córdoba aislada,

rodeada de campo y sin contacto directocon otros núcleos urbanos. La condiciónde ciudad mediterránea y punto de en-cuentro de caminos, signó desde siemprela conformación de su estructura física.Hacia todos los rumbos se fue consoli-dando una red vial que hasta el presentemantiene una fuerte impronta radial.Pero aquella ciudad aislada, hoy sólo estápresente en los recuerdos y en los regis-

tros históricos. Los caminos que comoex-tremidades de una araña se extendían enun territorio despoblado, fueron los hilosconductores del procesodedesarrollome-tropolitano.Aquí es necesario resaltar un dato impor-tante del comportamiento demográficoque ayuda a comprender la evolución re-cientede la conurbaciónmetropolitana. Elcenso del año 1980 indicó que la ciudadcapital se arrimaba almillón de habitantesy tambiénque aúnmantenía uncierto lide-razgo en cuanto a la tasa de crecimiento en

el concierto provincial. El cuerpo de la“araña” había crecidomás que las patas.En décadas anteriores el desbalance fuemásmarcado, los procesosmigratorios ha-cia Córdoba habían producido un creci-miento explosivo.Desde entonces las co-sas comienzan a cambiar drásticamente. Elcenso de 2008 (para el período 2001-2008)muestra un aumentoporcentual deldepartamento Colón diez veces mayorqueCapital (20% y2%ennúmeros redon-dos) y lo más llamativo es que aun en tér-minos absolutos también se sitúa adelante

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PENSA

RLACIUDAD

Arq. Guillermo Irós*

[Regiónmetropolitana]

PENSAR LA CIUDADMÁS ALLÁ DE SUS LÍMITES

Ramiro Vázquez. Química del color. Detalle. Técnica mixta sobre tela. 150 cm x 140 cm. 2010.

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el departamento Colón con un aumentode 33.963 habitantes en relación a 24.954deCapital, a pesar de lasmarcadas diferen-cias en lamagnitudde los totales (205.030y 1.309.536 habitantes respectivamente,según el mismo censo).

CONDICIONES ACTUALES YALGUNAS CONSECUENCIAS

La situación actual se expresa en un con-juntodepueblos y ciudades quehan estre-chado sus vínculos espaciales, llegando enmuchos casos a conformar un continuourbano que supera las distintas jurisdic-ciones territoriales de los municipios. Enotros casos esta continuidad no está abso-lutamente consolidada pero, la simple ob-servaciónde los procesos indicaundestinosimilar.A esto se suma otra particularidad quequizá sea lomásnegativo, tanto en lo cuan-titativo comoen lo cualitativo. Se trata dela extensión desproporcionada de la urba-nización en relación a la población que

aloja. Se produceun consumo innecesariode suelo por la baja densidad y el patróndecrecimiento sigue un efecto de derrame.Sucesivas ampliaciones de loteos se ex-tienden en un continuo que no se integraa las ciudades consolidadas y elimina pro-gresivamente los usos rurales. Se trata deun modelo no sustentable que agrava yprofundiza falencias.En este contexto, el accionar de losmuni-cipios se ve dificultado; resulta evidentequemuchos problemas no pueden resol-verse en el ámbito de cadamunicipalidado comuna porque el origen de ellos tam-poco se circunscribe a dichos límites espa-ciales. En general, servicios, infraestructu-ras o cuestiones ambientales requierenunavisión más amplia que abarca la escala re-gional del territorio. Transportes, residuosurbanos, energía, vialidad, cuencas hídricasy usos del suelo forman parte de una listade temas más extensa que deben ser con-siderados en la escala mencionada.Los trabajos de investigación apoyadospor la Secretaría deCiencia yTécnica de la

UNCque nuestro equipo viene desarro-llando desde hace varios años, se orienta-ron a la regiónmetropolitana deCórdoba.Advertimos en distintas oportunidadesque los procesosmencionados en el puntoanterior se desarrollaban sin un modeloque los guíe hacia resultados deseables, sinun marco normativo unificado y sin unorganismodeplanificaciónmetropolitanaque coordine acciones con las municipa-lidades y las distintas áreas del estado pro-vincial.Ladinámicadelmercado inmobiliario conlas relaciones de oferta y demanda fue im-pulsando el desarrollo en algunos casoscon resultados aceptables y en muchosotros acumulandoproblemas emergentesde la imprevisión y la falta de planes coor-dinados.

HACIA UN MODELO DEDESARROLLO SOSTENIBLE

Todoplan debeorientarse según sus obje-tivos y elmodelo de desarrollo constituyeuna respuesta a losmismos, es una prefigu-ración de una realidad deseable. El otroaspectoque contiene se refiere a losmeca-nismos que requiere su implementación.Enotros términos, se establece undestinoque requiere un rumbo y una ruta posiblede transitar.De esta forma hay una orientación para latoma de decisiones en cuanto a políticaspúblicas e iniciativas del sector privado enunmarco demayor seguridad y previsibi-lidad.Aquella transformación operada desde laciudad aislada a un sistema de ciudadesque interactúan fuertemente, constituyeuna realidadque indica el puntodepartida.Puedehablarse de unaCiudadRegional ounaCiudad deCiudades como lo han ex-presado otros autores. Esta forma de lec-tura del fenómeno metropolitano con-lleva la intención de interpretarlointegralmente, reconociendo a los compo-nentes, sus particularidades y las relacio-nes que los vinculan. Nos encontramosante una red conunamultiplicidad de no-dos y sus vinculaciones.Se trata entonces de alcanzar undesarrolloequilibradodel conjunto, favoreciendo las

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condiciones particulares de los distintospueblos y ciudades que lo integran y quepueden complementarse entre sí a partirde sus perfiles más competitivos.El desborde sin rumbo de loteos, eseefecto de desparramo o sprawl a que hici-mos referencia, puede reorientarse haciaunamayor compactaciónde las áreas urba-nizadas y las que prioritariamente con-viene que lleguen a serlo, con una mejoroferta y variedad en los sectores comer-ciales, de servicios y producción. El resul-tado se expresa en un conjunto de ciuda-des compactas y polifuncionales que secomplementan y conforman una tramaabierta, permeable, que intercala los espa-cios rurales y las reservas naturales comocomponente insustituible del conjunto. Elmodelo no debe impedir el crecimiento,debe orientarlo hacia un resultadoque nodeteriore ni degrade las condiciones am-bientales; por el contrario, como en todocrecimiento condesarrollo, se deben favo-recer.Desde esa imagen de ciudad regional po-linodal, integrada e insertada armónica-mente en elmedionatural y productivo, sepuede avanzar hacia los principales instru-mentos para un ordenamiento territorialque responda a estas premisas.

LOS INSTRUMENTOSOPERATIVOS

Ante la vastedad de temas y problemasque debían abordarse para delinear (aúnsólo en sus trazos gruesos) un plan para eldesarrollo sostenible de la regiónmetropo-litana de Córdoba, se pensó en la necesi-daddedefinir inicialmenteunEsquemadeOrdenamientoTerritorial para reorientarel proceso de crecimiento espontáneo encurso. Siguiendo este criterio, se prioriza-ron los componentes principales del orde-namiento territorial, esto es el sistema vialy los usos del suelo.Sobre el primer aspecto se trabajó en eldiagnóstico que indica la fuerte estructu-ración radial de la red existente y las conse-cuencias queproduce, pudiendo indicarseen apretada síntesis: la consolidación deuna fuerte dependencia con la ciudad ca-pital; un sistemade transporte públicoque

acompañe inevitablemente el trazado via-rio desde los pueblos y ciudades de la re-gión hacia la ciudad deCórdoba; la nece-sidad de llegar por lo menos a la Avenidade Circunvalación para viajar entre dosdestinos alejados y el freno que esto im-plica para un proceso de integración ycomplementación del entornometropo-litano. Las consecuencias resultan eviden-tes y son sufridas cotidianamenteporquie-nes transitan las rutas de ingreso-egresode Córdoba con embotellamientos detránsito, pérdidas de horas de trabajo odescanso, polución, alto consumo ener-gético y accidentes de tránsito, entre otras.Deficiencias en el transporte públicome-tropolitano e imprevisión en el resguardode espacios para calles de servicio agravanlas consecuencias señaladas.Una extensa tarea con intendentes, equi-pos técnicos y Vialidad provincial con-cluye en una propuesta que acompaña laidea de red polinodal, favoreciendo unaconectividad anular prácticamente inexis-tente, anticipándose además a la liberaciónde espacios para colectoras en toda nuevaurbanización. Se destacan como compo-nentes principales del Plan Vial Director,un anillo de circunvalación que llamamosmetropolitano que vincula a las ciudadesconmayor proximidad aCórdoba y el ani-llo regional relacionando a lasmás alejadas.Siguiendo una metodología similar deconsensos y acuerdos, se elabora el PlanMetropolitano de Usos del Suelo, orien-tado según las premisas anteriormente ex-presadas. Su extensa categorizacióndefinela condiciónde cada sector y permitió uni-ficar criterios con las municipalidades ycomunas. Este Plan se menciona comoprimera etapa porque abarca los radiosmunicipales del anillometropolitano, en-contrándose en desarrollo la segundaetapa.La superposición del Plan Vial DirectorMetropolitano y el Plan Metropolitanode Usos del Suelo define el Esquema deOrdenamientoTerritorial.Apartir de estose abren un conjunto de temas para seguiravanzando comoel transportemetropoli-tano que nos ocupa actualmente

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LA CREACIÓNDEL IPLAM

Afines del año 2007 se publicó el libroCiudad y región. Orientaciones para unDesarrollo Ambiental Sostenible, endonde abordábamos la problemáticametropolitana. Allí planteábamos lanecesidad de crear un organismo en lajurisdicciónprovincial que, conunper-fil técnico, abordara la planificación re-gional, denominada habitualmentecomoelGranCórdoba, que establezcarelaciones funcionales con la multipli-cidad de municipios y comunas y condistintas áreas de la provincia comoVialidad, Recursos Hídricos, Am-biente, Transporte yCatastro. Esto per-mitiría resolver un déficit a todas lucesevidente y que estos planes, orientadosalmediano y largo plazo, podían alcan-zar en virtud del consenso, el rango depolíticas de estado.Luego, el gobierno electo nos convocópara dar forma al IPLAM que co-mienza su tarea en 2008.Los lineamientos que definieron elconvenio para el plan deordenamientoterritorial fueron elaborados por elIPLAM y posteriormente aprobadopor la LeyProvincialNº 9.595/2008, aligual que el PlanVialDirector a que hi-cimos referencia y que fuera sancio-nado por la legislatura como Ley Nº9.687/2009. El proyecto de ley queaprueba el PlanMetropolitanodeUsosdel Suelo se encuentra actualmente aconsideración legislativa con estadoparlamentario.

Equipo de Investigación:Arq. Guillermo Irós, Arq. Graciela

Llinás, Arq. EnriqueMoiso,Arq.MarcosOstchegayArq. César Alonso.

[*] Investigador y docente de laFacultad de Arquitectura, Urbanismo

y Diseño de la UNC.

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Promover el derecho a la vivienda,reducir la contaminación en zo-nas urbanas, promover la igualdad

de oportunidades para una vida sana y se-gura, fomentar el compromiso cívico, sonalgunos de los objetivos del milenio quedanmarco al trabajo demonitoreo que elObservatorio Urbano Córdoba (OUC)lleva adelante en la ciudad desde el año2007.ElOUCdesarrolló durante ese año la pri-mera recopilaciónde información sobre laciudad de Córdoba, en el marco del pro-yecto denominado “La Universidad porla Ciudad”, financiado mediante el otor-gamiento de un subsidio del ProgramadeVoluntariadoUniversitario quepromueveelMinisterio deEducación,Ciencia yTec-nología de laNación.Los fondos asignados posibilitaron poner

en marcha el primer trabajo de releva-miento del Observatorio Urbano Cór-doba en el que participaron, en calidad devoluntarios, estudiantes de la Carrera deGeografía de laUNC, quienes, bajo la di-rección de un grupo de investigadores dedistintas disciplinas, llevaron a cabo las ac-tividadesdebúsqueda y recopilaciónde in-formación para la construcción de dife-rentes indicadores urbanos para la ciudaddeCórdoba.El OUC, como nodo Córdoba de la redGlobal deObservatoriosUrbanos deNa-cionesUnidas, adoptó lametodología pro-puesta por el organismoanivel global, paramedir las tendencias y el comportamientode la ciudad sobre la base de 40 indicado-res urbanos referidos a cinco temáticas:Vivienda,Desarrollo Social yErradicaciónde la Pobreza, Gestión Ambiental, Desa-

rrollo Económico yGobernabilidad.Viviendas durables, nivel de hacinamiento,mortalidaddeniñosmenores a cinco años,producto geográfico urbano, nivel de des-centralización del gobierno local, creci-miento de la población urbana, son partedel conjuntode indicadores con los que elOUC monitorea la ciudad de Córdoba.Este conjunto de indicadores desarrolla-dos no sólo es una recopilación de datos yestadísticas sino que también abre distin-tas ventanas de la realidad local y puede fo-mentar el proceso consultivo para identi-ficar necesidades y oportunidades.

RELEVAMIENTO DE DATOS

El trabajo es un importante insumo parareconocer problemas relevantes y orientarlas acciones para resolverlos, ya quemues-

Arq. Andrea Cometto* / Arq. Norma Vaudagna** /Mgter. Ing. Carlos María Lucca***

[ObservatorioUrbanoCórdoba]

UN APORTE ALAS POLÍTICAS

PÚBLICAS

Manuel Pascual. Bañistas. Fotografía. Impresión fotográfica.19 cm x 45 cm. 2007.

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tra una fotografía panorámica de la ciu-daddeCórdoba enunmomentodetermi-nado, desplegada en un abanico ampliode cuestiones centrales que podránmoti-var políticas públicas locales.El relevamientodedatos ha sido efectuadoen diferentes organismos públicos, en elmarco de convenios específicos con laMunicipalidaddeCórdoba y laDireccióndeEstadísticas yCensos de la Provincia, yha tenido la valiosa colaboracióndedistin-tas áreas gubernamentales, como tambiénel aporte de organismos privados y em-presas proveedoras de servicios públicos,además de lasONGque aportaron infor-mación específica en las diferentes temáti-cas.El OUC tiene expectativas de sosteneren el tiempo un trabajo de actualizacióncontinua de los referidos indicadores, losque conperiodicidad bianual, permitan elmonitoreode la ciudad y su evolución. Enla actualidad, se está trabajando en el pro-cesamiento de los datos correspondien-tes al año 2009, para su posterior publica-ción.Dada la complejidad de los fenómenosurbanos y la variedadde abordajes que de-manda su análisis, desde elOUCse buscaarticular las capacidades deun amplio con-juntode investigadores yprofesionales per-tenecientes a diferentes disciplinas, unida-des académicas y organizaciones que handecidido trabajar coordinadamente enposde los fines propuestos.Es importante tener en cuenta que los ob-servatorios urbanos buscan satisfacer lanecesidad que tienen los actores localesde contar con información cuantitativa ycualitativa accesible y relevante, que per-mita tener una perspectiva urbana ampliay lograr unmejor conocimiento de nues-tras ciudades enmúltiples aspectos.

INFORMACIÓNPARA LA ACCIÓN

Unode los principales problemas a los quese enfrentan quienes son responsables dela formulacióndepolíticas urbanas, es la di-ficultaddeobtener información fiable quepermita tomar decisiones informadas. Laslimitaciones para contar con este tipo de

información hace aún más difícil la ges-tión urbana frente a procesos de creci-mientourbano/metropolitanoacelerados.En nuestro contexto, es frecuente que losformuladores de política tengan una bajapropensión al uso de información para latomadedecisiones, apelando a criterios decarácter más subjetivos e intuitivos. En lamedida que los responsables de las políti-cas urbanas tendientes a abordar y resolverlas demandas sociales tengan una mejorcomprensión de la naturaleza y dinámicade los problemas, las políticas públicas ten-dránmayor eficacia y comenzarán a visua-lizarse resultados positivos.El desarrollo de sistemas de indicadoresha sido una de las principales respuestasque se han llevado a cabo en numerosospaíses, con el objetivo demejorar las capa-cidades de monitoreo y evaluación tantode las condiciones urbanas como de laspolíticas públicas, aportando a la elabora-ción de análisis objetivos como base parael desarrollo de estrategias que abordenlos problemas de la ciudad.LaOrganizacióndeNacionesUnidas, conel fin de ayudar a los estadosmiembros enel cumplimiento de losObjetivos deDe-sarrollo del Milenio, ha establecido unaserie demetas cuantitativas para cada unode los objetivos orientados a avanzar en lareducción de la pobreza, lograr mejorassignificativas en la salud, la equidad de gé-nero y la educaciónde los gruposhumanosmás desfavorecidos y vulnerables; e im-pulsa el trabajo de losObservatorios paraefectuar el seguimiento de la situación delas ciudades en elmarcode los indicadoresde la AgendaHábitat.Dicha Agenda, que orienta el trabajo delObservatorioUrbanoCórdoba, proponeindicadores clave, indicadores cualitativose indicadores extensivos quemiden el ren-dimiento y las tendencias en diferentesáreas temáticas, ofreciendo en conjuntouna base comparativa de la condición delas ciudades en el mundo. El trabajo delOUC no sólo tiene utilidad a nivel localsino también responde a marcos y pará-metros internacionales que permiten laubicación relativa deCórdoba a nivel glo-bal.Apostamos aque elObservatorioUrbano

Córdobade laUNCpueda convertirse enuna herramienta que provea a los actorespolíticos y sociales de informaciónobjetivapara mejorar el proceso de toma de deci-siones y podamos ver su correlato en polí-ticas urbanas superadoras

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Fundadores delObservatorio UrbanoCórdobaInstitutode Investigación yFormaciónen Administración Pública (IIFAP).Departamento de Geografía de la Fa-cultad de Filosofía y Humanidades dela UNC.Instituto de Investigación de la Vi-vienda y elHábitat e Instituto delAm-biente Humano de la Facultad de Ar-quitectura, Urbanismo y Diseño de laUNC.Integrantes académicosCentro de Vinculación de EstudiosTerritoriales de la Facultad deCien-cias Exactas, Físicas yNaturales.Instituto de Estadísticas yDemografíade la Facultad de Ciencias Económi-cas.Centro de InvestigacionesAcústicas yLuminotécnicas (CIAL) de la Facul-tad de Arquitectura, Urbanismo yDi-seño.

El OUC es un espacio abierto a la in-corporación de nuevos miembros,tanto académicos como institucionespúblicas y privadas no académicas, quequieran sumarse en el logrode los obje-tivos propuestos.Las consultas pueden efectuarse en elLaboratorioCentral delObservatorioUrbanoCórdoba - 1°PisodelPabellónAgustín Tosco. Tel: 4334061 int. 231.CiudadUniversitaria.

[*] Coordinadora del OUC.[**] Presidente del Directorio del OUC.

[***] Investigador y docente. Miembrodel Directorio del OUC en representa-ción del IIFAP (Instituto de Investiga-

ción y Formación enAdministración Pública).

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Mgter. Arq. Mónica Martínez / Arq. Graciela Maffrand*

PLANIFICACIÓNDEL RIESGO

[Problemática urbano ambiental del entorno del Río Suquía]

Manuel PascualSuquíaFotografía. 57 cm x 36 cm.2008.

El presente estudio complementael proceso de planificación urbanacon cuestiones vitales a resolver

como el riesgo urbano, abordando aspec-tos relacionados con las condiciones deamenaza y las condiciones de vulnerabili-dad de una sociedad en un territorio.Respecto de las condiciones de amenaza,

este estudio profundiza las amenazas so-cio-naturales, comoconsecuencia del im-pacto negativo que la urbanización pro-duce en el territorio: inundacionesfluviales, anegamiento en interfluvios, con-taminación del soporte natural (suelo,agua, aire, deterioro de la cubierta vege-tal) como efecto de técnicas inadecuadas

aplicadas a la producción rural e industrial,así como al tratamiento de desechos sóli-dos y aguas residuales domiciliarias e in-dustriales.Respectode las condiciones de vulnerabi-lidad, los sectores socioeconómicos po-brese indigentes,quehabitanbarriospobresyasentamientosmarginales, son losquepre-

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sentanmayorgradodeexposiciónal riesgo.La localización de sectores urbanos en si-tuación de amenaza, conjuntamente conla localización de la población vulnera-ble, determina elmapade riesgomedianteel cual es posible identificar las localiza-cionesmás afectadas, y en consecuencia lasque requieren de procesos de planifica-ción prioritarios, siendo indispensables enlosmismos la intervención del Estado.

REALIDADES DIFERENTES

ElRíoSuquía en su recorridopor la plantaurbana de la ciudad de Córdoba definetres tramos o sectores mediatos con ca-racterísticas urbanas y ambientales biendiferenciadas.A grandes rasgos, el tramo oeste se carac-teriza por sus potencialidades paisajísticasy ambientales con grandes superficies deverde, tales como el Parque General SanMartín, la Reserva Ecológica Provincial, yotros como la Quebrada del Infiernillo,con diferentes grados de exposición a lapresión del mercado inmobiliario y alavance de la urbanización.El tramo central se caracteriza por su po-sición estratégica para el desarrollo depro-yectos, orientados a la renovación, conunaincipiente tendencia a la densificación dela ocupaciónde su entorno inmediato. Es-tos proyectos debieran complementarsecon importantes obras de infraestructura,además de estar condicionados por crite-rios de ocupaciónque prioricen las super-ficies verdes, el control de la ocupacióndel suelo, la accesibilidad pública, entreotros.Por último, el tramo este que se extiendedesde los PuentesDorrego yMaldonadohasta el final del ejidomunicipal, se carac-teriza por la presencia de usos conflicti-vos funcional y socio-ambiental.

EL SECTOR MÁSCOMPROMETIDO

Comparativamente, se demostró que eltramoeste del entornourbanodelRíoSu-quía es el que presenta mayores amena-zas, respecto al tramooeste y al tramocen-tral estudiados, como consecuencia de:

La existencia de un entorno fluvial conposibilidad de inundación de sus terrazasmás bajas, como consecuencia de lluviasextraordinarias, afectandoparcialmente elborde costerode losBarrios SanVicente yMüller, entre otros.La existencia de más de una decena debasurales a cielo abierto, principalmenteen el tramo entre el PuenteMonteagudoy la Avenida deCircunvalación.En el sector se localizan la totalidadde lascanteras dentrodel ejidourbano yun con-junto de lagunas ocasionadas por el aflo-ramiento de agua de los pozos de extrac-ción de áridos. Las mismas se desarrollanantes y después de laAvenidadeCircunva-lación, acompañando el recorrido del ríohasta el final del ejido urbano.La presencia de numerosas quintas deproducción frutihortícola, que empleanpara riego agua de dudosa calidad, dada lacolindancia con la Planta de Tratamientode Líquidos Cloacales.La existencia de laPlanta deTratamientode Líquidos Cloacales EDAR, y la situa-ción de colapso reiterada de la capacidadde tratamientodedichaPlanta, con la con-secuente contaminación del agua y su im-pacto en la ocupaciónde su entorno aguasabajo.La presencia de usos industriales del tipomolestos y nocivos colindante al curso deagua en zonas que carecen de servicios deinfraestructura básica como la red cloacal.Asimismo, las condiciones de vulnerabili-dad física y social del tramo se expresanporpresentar unentorno socioeconómicoho-mogéneo de barrios pobres (BarriosMü-ller,Maldonado,Yapeyú, entre otros) condéficit de infraestructura, equipamientos yservicios, sumado a la existencia de nume-rosos asentamientos depoblación en villasde emergencia: Alto deVilla Inés - ElCa-llejón;LaRibera -Campode laRibera - LaRinconada; Villa Los Josefinos; Villa ElTinglado; Villa del Parque.

ORDENAMIENTO ACTUAL

Toda ciudad exigeunprocesodeplanifica-ción. Pese a que desde hace años diversasgestiones presentaron planes tendientes aelaborar una nueva normativa urbana que

permita garantizar el desarrollo de la ciu-dad del futuro, esto no se ha logrado de-bido a la falta de planificación integral es-tratégica. No se ha trabajado concontinuidad con todos los actores socialesque conforman la ciudad y fundamental-mente no se han considerado todos losaspectos y temas involucrados, principal-mente los relacionados al riesgo.Noexisten en elmarcodel ordenamientourbano de la ciudad una clasificación dezonas enbase a su condiciónde riesgo am-biental (alto,medianoybajo)quepermitanestablecer sectores y demandas priorita-rias de proyectos, así como la revisión delmarco normativo actual teniendo encuenta estos aspectos.Desde el puntode vista proyectual, los sec-tores más desprotegidos son losmás pos-tergados a la hora de planificar. La falta deplanes y proyectos de infraestructura, lafalta de políticas integrales de vivienda so-cial así como de políticas de remediaciónde territorios degradados ambientalmente,inciden en la situación de riesgo que estesector presenta.A su vez, la ocupación de fragmentos es-cindidos de la mancha urbana principal(por ejemplo, Barrio Ciudad Mi Espe-ranza,Chacra de laMerced) contribuye aconsolidar la urbanización en entornosambientalmente condicionados.

HACIA UNANUEVA CONCEPCIÓN

Unnuevomodelo de configuración físicay socio-ambiental integral bajo el enfoquede la planificacióndel riesgo, implica reco-nocer sectores en diferentes situaciones yadecuar los instrumentos normativos yproyectuales para la mitigación y preven-ción de situaciones ambientalmente con-flictivas.Para el sector de estudio, este nuevo mo-delo debiera aportar unmarcopara la ade-cuaciónnormativa, en base a las condicio-nes del soporte natural, proponiendo unaregulación acorde a las zonas de terrazasbajas, intermedias y altas, definiendo ocu-paciones diferenciadas –factores de ocu-pación del suelo, densidad poblacional–,entre otros.

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Uso de suelo residencial. Calidad socio-ambiental media.

Uso de suelo rural dominante. Producción fruti-hortícola. Huertas.Uso de suelo residencial. Calidad socio-ambiental baja.

RUTA N 19

Reserva de Verde(futuro Parque del Este)

Campo de la Ribera

ANÁLISIS DEL RIESGO AMBIENTAL DEL ENTORNO URBANO DEL TRAMO ESTE DEL RÍO SUQUÍAEDAR, planta detratamiento de líquidos cloacales

BajoYapeyú

BAJADA DE PIEDRACAMINO A CHACRA DE LA MERCED

Zonas inundables variablessegún crecientes ordinarias,severas y extremas (Cartade peligrosidad. UNC.Quintana Salvat, BarbeitoDel Valle Menso).

Cementerio San vicente

Uso industrial dominante.Villas trasladadas.

Áreas de canteras. Extracción de áridos.Planes de vivienda del Gobierno provincial.

Villas existentes. Basurales a cielo abierto.

AV. CIRCUNVALACIÓN

Final

dele

jidom

unici

pal

Barranca Yaco

Villa del ParqueBarrio Maldonado

Los Tinglados

RÍO SUQUÍA

[*] Investigadoras y docentes de laFacultad de Arquitectura, Urbanismo y

Diseño de la UNC.De los equipos de investigación SeCyT y

MinCyT participan ademáslas Arqs.: Paola Lucero Antonietti,Claudia Romo y Susana Guzzetti.

Asimismo, debiera ordenarse el creci-miento con un criterio de eficiencia en eluso de los recursos construidos, consoli-dando y extendiendo la urbanización enforma continua así como evitando frag-mentaciones del tejido físico y social.

Dada la problemática urbano ambientaldel sector, debieran establecerse planesparciales y proyectos prioritarios talescomo:Plan de erradicaciónde basurales acielo abierto, Plande remediaciónde terri-torios afectados a la explotaciónde áridos,

Plan de forestación e incorporaciónde es-pacio público, y otros ya en ejecucióncomo la Ampliación yMejoramiento delaPlanta deTratamientodeLíquidosClo-acales. Si bien muchos de estos planes yproyectos son responsabilidad del Estado,éstedebeobligar al sectorprivado–cuandofuese responsable– a la recuperación delos territorios en riesgo, estableciendo losmecanismos legales a tal fin.En síntesis, el enfoque de la planificacióndel riesgo complementa la planificaciónurbana, orientándola a mitigar el riesgoambiental en los territorios urbanos y ha-ciéndolos sustentables

Este trabajo se está desarrollando en elmarco de investigaciones subsidiadas porel Ministerio de Ciencia y Tecnología -MinCyT- (Directora Arq. Graciela Ma-ffrand) y Secretaría deCiencia yTecnolo-gía -SeCyT- (Directora Mgter. Arq.Mónica Martínez). Se están estudiandolos diferentes sectores urbanos en situa-ción de riesgo en la ciudad de Córdoba,entre ellos el sector SE y el sector definidopor el entorno del Río Suquía en su tra-yecto urbano. Como resultado de estosestudios, se han propuesto criterios nor-mativos y proyectuales para la prevenciónymitigación del riesgo urbano ambiental,hacia la revisiónde los procesos de urbani-zación actuales, entre los que se cuenta:Considerar la ordenación del territorioen base a prioridades según sectores ur-bano ambiental de alto, medio y bajoriesgo.Ordenar los usos residenciales, indus-triales nocivos y rurales mediante el desa-

rrollo de fajas de resguardo o zonas de ex-clusiónocupadas con verdede granporte,y acompañando su diseño en base al im-pacto que las actividades producen en suentorno.Prohibir la extensión de la urbanizaciónpor fragmentos sin continuidad de las ur-banizaciones existentes.Consolidar la urbanización de las zonasya ocupadas mediante el mejoramientode la accesibilidad, red vial, infraestructura,servicios y equipamiento.Incorporar nuevas áreas verdes de usorecreativo a diferentes escalas que actúen,en los casos posibles, como aliviadores delsistema de drenaje urbano.Localizar los usos industriales del tiponocivos y/o peligrosos en complejos oparques industriales cerrados con la in-fraestructura adecuada.Promover el desarrollodeproyectos pro-ductivos –rurales e industriales– enbase alempleo de ecotecnologías

CRITERIOS NORMATIVOS Y DE PROYECCIÓN

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HÁBITAT

Julia RomanoArreglos interioresVinilo autoadhesivo sobre azulejo.Detalle. 2005.

Julia RomanoArreglos interioresVinilo autoadhesivo sobre azulejo.Detalle. 2005.

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Los desempeños de la política de vi-vienda en Córdoba Capital du-rante 1999-2007 resultaron inade-

cuados técnica y políticamente porpresentar serias deficiencias en la conside-ración del contexto, en la orientación ha-cia los problemas y en el reconocimientode los sujetos.Según datos obtenidos delCensoNacio-nal de Población, Hogares y Viviendas, el34,8%de los hogares cordobeses registrabadéficit habitacional en el año 1991. En elaño 2001, unamediciónmás precisa de laproblemática a través de la misma fuente,posibilitó identificar deficiencias habita-cionales en el 42%de los hogares.Avancesen lametodología de diagnóstico eviden-ciaron el crecimiento en magnitud de laproblemática; no obstante, la direcciona-lidadde la acciónpública enmateria de vi-vienda no se modificó en sus tendencias,repitiéndose errores crónicos de abordaje.Comparando las respuestas habitacionalesproducidas en el período 1999-2007 res-pectodel período1991-1999, semantuvoen términos globales la producción total:alrededor de 15 mil unidades para cadaperíodo incluyendo la intervenciónde losdiferentes ámbitos institucionales de ges-tión -Provincial,Municipal yMultiactoral-, sin alcanzar a abordar ni siquiera el 10%delas situaciones deficitarias identificadas.Además, se profundizó el carácter restrin-gidoviviendista de las políticas, disminu-yendo de modo notorio las acciones de

mejoramiento: del total de soluciones ha-bitacionales producidas, las obras de re-facciones, ampliaciones o de terminacióndisminuyeron del 14 al 7% en el últimoperíodo, mientras que en la composicióndel déficit habitacional, por cadadoshoga-res que requieren una vivienda nueva o lasustitución de la actual, existen ocho querequieren ampliaciones o mejoras cons-tructivas no estructurales.Las políticas de viviendamuestranno sóloinsuficiente capacidad responsiva, con im-posibilidad de frenar el crecimiento de lassituaciones de precariedad habitacional,sinoque atiendencon sus líneas programá-ticas a problemas queno son relevantes, si-tuación agravada con el uso discrecional eineficiente de los recursos públicos. La ca-lidad técnica de las respuestas habitaciona-les en términos generales fue buena du-rante el últimoperíodo analizado, aunquelimitadas en sus perspectivas de integrali-dad e integración urbana.

LÓGICAS DE ACCIÓN

Desde una perspectiva relacional de análi-sis de las políticas públicas, posición teó-rico-metodológica adoptada en las inves-tigaciones que realiza este equipo, resultacentral transparentar las interacciones quese producen entre los actores colectivos ylas reservas de influencia que se ponen enjuego en el campo específico, para com-prender el desempeño de las políticas.

En el caso de la ciudad de Córdoba, laspolíticas de viviendadel períodoestudiadofueronprincipalmente de carácter provin-cial; por ello, en los procesos de forma-ción, el PoderEjecutivoProvincial y el or-ganismo de vivienda especializado(IPV-DPV) desempeñaron un papel he-gemónico, limitando la interacción polí-tica con otros actores, salvo las inciden-cias de los actores centrales corporativos.En el período1999-2007 tuvo ademáspar-ticular centralidad el BID, mientras quese desdibujó casi por completo el espaciode gestión multiactoral. Los ámbitos denegociación entre elGobiernoProvincialy las Organizaciones Sociales fueron efí-meros, con resultados acotados a proyec-tos específicos de corto alcance. Lejos y ol-vidada quedó la Mesa de Concertaciónde Políticas Sociales del período 1992-1995 como espacio en el que tuvieron re-levancia la UOBDS representando a lasorganizaciones comunitarias y las ONGlocales dehábitat; experiencia a partir de lacual, los desempeños de la política de vi-vienda alcanzaron unamayor adecuacióna la diversidad de problemas habitaciona-les y unamejor integración social y urbanade las familias y sus organizaciones, auncuando se precisaron altos costos persona-les y externalidades negativas en los saldosexigidos por la acción colectiva.Esta particular y limitada configuracióndel espacio legitimado para la construc-ción de consensos acerca de los proble-

ACTORES,POSICIONAMIENTOSE INTERESESMgter. Elsa Marcela Rodríguez / Mgter. Alberto Taborda / Mgter. Mónica Eula*

[Concepción y diseño de políticas de vivienda]

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mas habitacionales en la ciudad y las es-trategiasmás adecuadasde resolución, pro-fundizó la desconexión entre agenda pú-blica y societal. Los intereses y demandasde la ciudadanía no lograron interpene-trar los espacios dedefiniciones y priorida-des estatales, siendo esto determinantepara producir la ineficiencia y desadecua-ción expuesta de las respuestas habitacio-nales gestionadas.

CENTRALIDAD, VISIBILIDADY PROPAGANDA

Las representaciones y prácticas del go-bierno provincial, como en todas las ges-tiones analizadas, se fundaron en unama-triz Estado-céntrica que condicionó lalógica de las políticas para incorporar yprocesar los cambios del contexto, y reco-nocer los factores facilitadores y obstacu-lizadores presentes en los escenarios de ac-tuación en que se desempeñaron. Elorganismo especializado intervinienteIPV-DPV tuvo serias limitaciones en lascapacidades analíticas y estratégicas para

comprender la gravedad del diagnósticohabitacional surgido con los datosCensa-les de 1991 y 2001. Contrariamente, seafianzó una definición sectorial de la polí-tica pública que resultó totalmente inco-rrecta para el abordaje de las problemáticasde sociedadesmás complejas.La gestión provincial iniciada en 1999 ins-taló además, de modo prevalente en laagenda pública, la opción por perfilar unplan de gobierno que contribuyera a con-solidar la imagende “hacedor” delGober-nador, lo que favorecería su proyecciónnacional. En el caso de las políticas de vi-vienda, esto se materializó en la promo-ciónde la obra pública, inicialmente a tra-vés delPlan de las 100 escuelas y, luego,elPlan de las 12.000 viviendas.Ambaslíneas programáticas se implementaron apartir del endeudamiento con el BID; deallí que este actor tendrá alta centralidad enel período, desvinculando aún más a losámbitos de gobierno respecto de las de-mandas y prioridades de la sociedad civil.El plan de las 12.000 viviendas MiCasa Mi Vida se adaptó en su trayecto-

ria de configuración al ciclo requeridoporel organismo de financiamiento interna-cional. Se utilizó como justificación y cri-terio de delimitación en la gestión ante elBID, la emergencia hídrica depoblacionesvulnerables. A partir de allí se fundó unapolítica de vivienda de escala masiva queactuó demodo unidireccional con el rea-lojamiento compulsivodepoblaciones deescasos recursos, localizadas en lugares es-tratégicos de la ciudad independiente delriesgo ambiental. Esta política, en defini-tiva, constituyó un aporte central a los ob-jetivos e intereses de la gestión provincial,desatendiendo la orientación y tendenciade la problemática habitacional. El restodelas operatorias, Atención a laDemandaLi-bre y de las Entidades Sin Fines de Lucro,fueron residuales en el período, mante-niendo las características de las gestionesanteriores.Las concepciones acerca de los proble-mas, los sujetos/poblaciones y el tipo desolución “erradicaciones”, reflejaron laspreferencias e ideas propias de los agentesinvolucrados; tuvieron que ver con las co-

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Luciano BurbaS/T

Modelos para armaren alto impacto.

Medidas variables.2008.

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[*] Investigadores y docentes de laEscuela de Trabajo Social,

Facultad de Derecho yCiencias Sociales de la UNC.

rrientes teórico-políticas propias del fun-cionalismo y de la visión de los “pobrescomomarginales”. “Nuestro trabajo no essólodar una casa, es urbanizar cierta gente,que no está acostumbrada a estar urbani-zada” (Rodríguez yTaborda, 2009, p.186).El centro del debate para la validación dela cuestión estuvo ocupado por la capta-ción y el uso de fondos públicos y créditosinternacionales.El núcleo duro de las decisiones políticasrecayó enungrupo reducidodel gobiernoprovincial: un “triángulo de hierro” comoespacio de subgobierno constituidopor elGobernador, la SecretaríaGeneral, elMi-nistro de Obras Públicas y el Especialistaen Financiamiento Internacional. Unaconcepción del Estado reducida al PoderEjecutivo y de bajo nivel de democratiza-ción de los asuntos públicos impidió la in-corporación de otras concepciones, prio-ridades omodos de abordaje.

OTROS ACTORES YSU LUGAR EN ESCENA

ElColegio deArquitectos, será otro actorimportante en el período: algunos profe-sionales directivos de la entidad llegan aasumir cargos de funcionarios públicos enla administraciónmunicipal y provincial, ya partir del año2000 se realizaránmúltiplesacciones conjuntas con el Ejecutivo Pro-vincial como estrategia laboral para losprofesionales colegiados. Su aporte a laconcepción del problema será desde unavisión sistémicade la ciudad, consolidandola nociónde las políticas de vivienda comoreactivación económica y oportunidaddeejercicio profesional.Las políticas de vivienda se concibieron,desde el reducido grupo de actores hege-mónicos, como “ejecución de obra pú-blica, captación de fondos y posibilidadde incidir en quienes serían los agentes ymecanismos de elección para participaren los concursos de proyectos y ejecuciónde inversiones”. Además, la actuación delGobierno como un agente económicomás provocó su no injerencia en el mer-cado de la tierra urbana, renunciando aluso de mecanismos legales disponiblespara regular y controlar el comporta-

mientode las ofertas y los precios del suelo.Esto generó localizaciones de vivienda in-adecuadas, con su consecuente débil inte-gración urbana de las poblaciones reloca-lizadas.LasOrganizaciones Sociales (OSC), porsu parte,mostraron a lo largo de la décadaun comportamiento oscilante, por mo-mentos mejor posicionadas en términospolítico-estratégicos y en los últimos añosconun actuar dispar, segmentado ydeme-nor impacto, lo cual favoreció su exclu-sión del escenario de las negociaciones.Las interacciones con el gobierno habíangeneradounadinámica conflictiva, dondepredominó la colocación de los “otros”como opositores. A estas disposicionesde resistencia se le sumó que el actor go-bierno, con la intención de dispersión opersuasión frente a los disensos, desplegótácticas de cooptaciónmediante la contra-tación de representantes de las OSC yONG para las estructuras burocráticasdelEstado, repercutiendoestas acciones enel debilitamiento de la propia organiza-ción de confluencia que era la UOBDS.Ajeno al aprendizaje y alejado de la revi-sión de prácticas aleccionadoras como laexperiencia de laMCPS, el gobiernopro-vincial persistió en el desconocimiento delos “otros”, clausurando así la interpelacióndiscursiva sobre sus concepciones, los diag-nósticos y las prácticas de intervención.En consecuencia, continuaron predomi-nando los intereses o preocupaciones delpoder político, particularmente la necesi-dadde consolidar la legitimidadde funcio-narios, gestiones y acciones degobierno/partido en momentos electo-rales, similares a todas las administracio-nes analizadas.

CAMINOS PARA SUPERARLA INADECUACIÓN DE LASPOLÍTICAS DE VIVIENDA

Resulta necesario y urgente postular seria-mente el pasaje hacia una perspectiva so-cio-céntrica en la construcción de la polí-tica pública; esto es, hacia una forma degobierno con un estilo de gestión aso-ciada, que recupere los aprendizajes de losámbitosmultiactorales, partiendo de:

El reconocimiento, la aceptación y la in-tegración de la complejidad comoun ele-mento intrínseco a todoproceso político.Una nueva disposición de los poderespúblicos en los procesos de gobierno, laadopción de nuevos roles y la utilizaciónde nuevosmecanismos y regulaciones.El fortalecimiento autónomode los inte-reses ciudadanos colectivos para recons-truir pasos andados en la disputa públicapor unas respuestas habitacionales ade-cuadas, integrales e integradoras, en tér-minos urbanos y sociales

BibliografíaAguilar Villanueva, L. (1996). La implementa-cióndePolíticasPúblicas.México:MiguelÁngelPorrua.ÁlvarezDíaz,A. (1992).Análisis de la política pú-blica.Caracas, Venezuela:Mimeo.CLAD,Cen-tro Latinoamericano de Administración para elDesarrollo.Oszlak,O. (1996). Estado ySociedad ¿Nuevas re-glas del juego? En: Reforma y Democracia. Ca-racas, Venezuela: CLAD.Rodríguez,E.M. yTaborda,A. (2009).Análisis dePolíticas Públicas. Formación, estilos de gestióny desempeño: Políticas de Vivienda. Córdoba1991-2007. (Colaboradora: Eula, Mónica L.).Córdoba, Argentina: Editorial Brujas.Rodríguez, E.M. yTaborda,A. (1999). Subordi-nación o juego de actores. Los proyectos habita-cionales como capitales en disputa. Instituto deVivienda, FacultaddeArquitectura yUrbanismo,Chile.Wacquant, L. (2007). LosCondenados de laCiu-dad.Gueto, periferias y Estado. Argentina: SigloVeintiuno Editores.

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La vivencia en los barrios suele serconocida por la propia experienciaopor las crónicas periodísticas. Los

investigadores frecuentamos muchos ba-rrios y pocas veces se vislumbra lo que lo-gramos “observar”.Nuestra intención aquíes dar cuenta de nuestra mirada sobre unfenómeno que estudiamos, el de la segre-gación residencial socioeconómica.Entendemos por segregación social la au-sencia de interacción entre los grupos so-ciales fundada en diversosmotivos comola raza, la religión, las condiciones socioe-conómicas, o las culturales, etc. Cuandoademás se reconoce una desigualdad en ladistribución en la localización de estosgrupos en el espacio físico, podemosdecirque estamos abordando la dimensión ge-

ográfica de la segregación. En nuestrocaso abordamos la segregación residencialsocioeconómica1, o sea, la separación re-sidencial de grupospoblacionales según si-tuaciones socioeconómicas y la incidenciade las políticas públicas en estos procesos.El tema ha sido abordado desde dos pers-pectivas y escalas de análisis, una de ellas apartir del estudio de datos censales sobrelos porcentajes de familias con necesida-des básicas insatisfechas y el promedio deaños de escolaridad de los jefes de hogar,todos estos datos referidos a una unidadterritorial tomada de los censos, que es elradio censal. A partir de identificar cadaradio censal obtuvimos mapas que nosmuestran cómo se caracteriza desde estos

datos la población residente enCórdoba.Este análisis nos permitió advertir las áreasdonde residían familias en mayor condi-ciónde vulnerabilidad y para ello conside-ramos aquellas zonas dondemás del 20%de las familias tuvieran alguna necesidadbásica insatisfecha y que coincidente-mente el promedio de escolaridad de losjefes de hogar fuera inferior a 7 años (pri-maria incompleta considerando el anti-guo plan de estudios de primaria).La segunda perspectiva de análisis refirió alas vivencias de los vecinos en las zonasidentificadas conun importante gradodesegregación. En esta instancia nos intere-saba conocer cómo se vive en un espaciosegregado, cuál es la presencia del Estadoy de las políticas públicas, cómo es la rela-

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Mgter. Silvana Fernández*

[Segregación residencial socioeconómica]

PARA SER PARTEHAY QUE SENTIRSE PARTE

Julia Romano. La belleza de los otros-Silvia y Fer. Collage digital. 2006.

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ción entre los barrios, qué piensan los ve-cinos de sus propios barrios y de los otrosbarrios, cómo resuelven sus necesidades yactividades cotidianas de trabajo, provi-sión, educación, recreación, etc.El trabajo lo realizamos en tres zonas deCórdoba: hacia el norte en la zonadel IPVArgüello y los barrios próximos comoCe-rrito yAutódromo; hacia el oeste enVillaLa Tela, Residencial San Roque y SanRoque; y hacia el sur en Villa Libertador,Comercial, Arpeboch, etc.La primera aproximación a cada zona, alos diferentes barrios, nos permitió adver-tir la heterogeneidad existente que desdelos datos censales evaluados se muestracomomuyhomogénea. Esta homogenei-dad presente en los mapas de determina-das áreas no revela la diversidad desituaciones, pareceres, intereses, gruposexistentes en los barrios.Cada zona que sehabía dibujado como homogénea pre-sentómarcadas diferenciaciones en su in-terior.El caso interesante para reseñar fue elcomprendido por los barrios de la zonanorte, dos de los cuales se caracterizan porser autoconstruidos por sus habitantes y,por otro lado, un conjunto de viviendassociales que se corresponden condiferen-tes planes del ex-IPV (InstitutoProvincialde la Vivienda) conocido como IPV Ar-güello. Diversidad de operatorias lo hanconformado comprendiendo familias alas que se les adjudicaron las viviendas apartir de haber calificado entre varios as-pirantes inscriptos en un registro y que“pagan” una cuota mensual por su vi-vienda, hasta aquellos relocalizados de vi-llas de emergencia.En este caso nos encontramos con unapresencia importante de intervenciones

estatales en materia de viviendas confor-mada por una trama de múltiples opera-torias ejecutadas, generando gruposhabitacionales continuos que en primerainstancia impacta por la mayor densidadpoblacional con respecto a los barrios delentorno. Ello también acusa un impacto anivel de sus habitantes. Con respecto a laconstitución de las identidades barriales,encontramos que Autódromo y Cerritomuestran y explicitan claras diferenciascon el “IPV”, a lo que se suma la impor-tante diferenciación entre sectores en elconjunto de las viviendas sociales delmismo IPV.La relación intrabarrio en éste es compleja.La primera diferenciación advertida esentre los vecinos de los primeros planesque deben pagar su vivienda en plazos lar-gos y cuotas bajas y aquellos a los que “lesdieron” las casas por erradicaciones de vi-llas de emergencia. Los habitantes de lasprimeras viviendas siguen llamando a lostrasladados “los de la villa”, lo que evidenciaque el estigma y su condición de villerosno está superada.La otra diferencia evidente en los tres ba-rrios estudiados, especialmente en el IPV,es la quehacen los entrevistados entre “misvecinos” y el resto. Los que se identificancomovecinos son aquellos que se auxilianen caso de necesidad, se controlan lascasas cuandoestándesocupadas, y vecinosde “…conversar, contarnos las cosas quepasan en el barrio”, donde se reconocencomo parte de un estilo de vida común.Los otros son los que viven demododife-rente.Unode los aspectos paradojales encontra-dos en los relatos refiere a las expresionessobre el barrio. En general prima la res-puesta espontánea: “hay gente buena acá”,“es gente trabajadora”; y la principal satis-facción de vivir allí está dada por el hechode la casa propia. A su vez, los vecinosma-nifiestan que “todos se quieren ir de acá”.

“NO QUEDA OTRA,AISLARSE YACOSTUMBRARSE”

La percepción generalizada que existesobre el “querer irse” la adjudican los entre-

vistados a dos grandes cuestiones: la difícilconvivencia entre grupos con diferentesformas de vivir (como actitudes ante elpagode los servicios, las costumbres fami-liares, el modo violento de resolver con-flictos, etc.) y la inseguridad y lasagresiones que se derivan de ello.Todos los entrevistadosmanifestaronquees inseguro el lugar donde viven. El hechode haber sufrido alguna agresión como elrobodomiciliario o las peleas callejeras delas que son víctimas sus hijos, son los mo-mentos críticos que los lleva a evaluar laposibilidad demudarse. Ello ha requeridode estrategias y recursos para suplir las sen-saciones y vivencias que los expulsan delbarrio. Las estrategias tienen que ver conenrejar y hacer altas tapias, con llevar ytraer a los chicos hasta la escuela o a la pa-rada del ómnibus, no salir después de de-terminada hora; en definitiva, serelacionan con el aislamiento. Para soste-ner esas estrategiasmuchos apelan a deter-minados recursos que les brindanseguridad, como el auto o el teléfono, yaquepermiten la vinculación conotras per-sonas o lugares para superar el aislamientocon el entorno inmediato.Como sostieneun vecino de Cerrito: “Para mí el auto esindispensable. Si me sacan el auto, ahí sicierro todo, me voy a lo de mi vieja y meamontono allá, no me importa. Pero yosin auto nome quedo acá”.Ahora bien, ¿qué sucede en las calles?,¿cómo se vive? Las placitas, las esquinasson lugares ocupados por las barras de losdiferentes sectores del IPV y existe grandisputa entre ellos. “Yo vivo en lo que ledicen los 40. Los 40 contra los de la 17 esuna guerra total.Nohay enfrentamientosentre los vecinos, pero sí entre los chicos.En las esquinas es de terror”, explica una ve-cina y madre de un alumno del IPEMdeBarrio IPV.Las referencias a los 40 y la 17 aluden a lasvillas dedondeproceden los vecinos insta-lados en cada sector: “Los 40 guasos” y “17de octubre”. Alumnos del IPEM del Ba-rrio IPV cuentan la relación con los jóve-nes de los otros barrios: “¡Nos cagamos atiros siempre, todo mal!”; “Se agarran atiros todos los días, está la cana siempre…La 17 con los de Los 40...”; “Nosotros no.

Julia Romano. La belleza de los otros-clínicas.Collage digital. 2006.

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PENSA

RLACIUDAD

[*] Investigadora y docente del Dpto.de Geografía de la Facultad de

Filosofía y Humanidades de la UNC.Integrante del Instituto de

Investigación y Formación enAdministración Pública (IIFAP).

Son los que se juntan en la esquina”; “Lasesquinas tienen nombres también, ésta sellama Los pisa cocos”.Estas situaciones terminan de explicar lasestrategias de aislamiento comopor ejem-plo la de proteger a los hijos y nopermitir-les que salgan a la calle, ni que tenganamigos de la zona, que vayan a escuelasque no están situadas en el barrio, llevarlosy traerlos a todos lados, etc.Al aislamiento comoestrategia se suma elaislamiento provocado desde afuera -como la resistencia de taxis, remises, am-bulancias, cuadrillas que reparan serviciosde luz y teléfono- a ingresar a la zona o ha-cerlo bajo custodia policial o custodias re-alizadas por los propios vecinos paracontar con los servicios.El acostumbrarse a vivir en esas condicio-nes es el mecanismo necesario para acep-tar resignadamente la imposibilidad deelegir “otros lugares” para vivir, imposibili-dades generadas en las condiciones eco-nómicas y las escasas oportunidadesimpuestas por el mercado de tierras parala clasemedia ymedia baja.

EL ROL DEL ESTADO

Nuestro eje de reflexión gira en torno alrol de las políticas públicas en la atenua-ción oprofundización de estos procesos,entendiendo por política pública tantolas acciones como las omisiones o el re-tiro del Estado en cuestiones de interéspúblico.La característica de la segregación es el ais-lamiento y ello no es una dimensión quese tenga en cuenta cuando se formulan eimplementan políticas y, menos aún,cuando se evalúan los impactos generadospor las mismas, en la ciudad deCórdoba.Se pueden proponer acciones específicasque procuren atenuar el fenómeno, peroel déficit de políticas básicas que se ad-vierte indica que la primera preocupaciónestará en la implementación de accioneseficaces en materias como seguridad,transporte, mantenimiento de espaciospúblicos, transitabilidad de las calles, aten-ción primaria de la salud, educación. Si elcumplimiento de los roles tradicionalesque ha asumido el Estado se efectuaran

eficazmente se estaría garantizando unumbral mínimo de calidad de vida.Esto no implica desconocer los roles quese impone que asuma el Estado local, conacciones específicas que promuevan la ge-neración de empleo, la promoción cultu-ral, la articulación entre diferentes sectoresde la sociedad, la cohesión social.Con respecto a este temados son las cues-tiones a analizar.Una sobre el principio deequidad de las políticas que garanticeequiparar los desequilibrios sociales exis-tentes.La otra refiere a las políticas de urbaniza-ción, las cuales debengarantizar que semi-nimicen los casos de aislamiento degrupos sociales, tema evidente en los tras-lados masivos de población hacia barriosubicados en las periferias que operan en elaislamiento de los pobres del resto de laciudad, tornándose en lugares inaccesiblesy donde los vecinos deben satisfacer susnecesidades de modo precario en su ba-rrio segregado o trascender los límites desu barrio pero sufriendo un alto grado deestigmatización, lo que genera poca flui-dez en las interacciones con otros grupossociales.Otra responsabilidad del Estado refiere a“desatender” el fenómeno del aislamientointencional como el caso de los countries,generado por políticas de urbanizaciónque no dimensionan la cuestión de la se-gregación, configurando una trama ur-bana fragmentada, con alto grado deaislamiento y con importante cantidad delugares con accesibilidad restringida.Por lo tanto las políticas no deben des-atender ni favorecer indirectamente las es-trategias de aislamiento de la poblaciónpara superar las sensaciones de inseguri-dad y desagrado de la zona en la que habi-tan y sí deben garantizar la habitabilidad,la urbanidad, entendida ésta no sólo en tér-minos de infraestructura sino de relacio-nes sociales, ya que ambas cuestiones noestándisociadas. El espacio públicodegra-dado genera estigmatizaciones, deteriorode la autoestima colectiva y provoca el re-tiro hacia el ámbito privadode las familiasen sus hogares.Dijimos que la segregación residencialalude al distanciamiento y la separación fí-

sica y social de grupos de la población deuna determinada comunidad y al aisla-miento social de las personas que allí ha-bitan. Si concebimos a la pobreza desde laconcepción de Amartya Senn, procu-rando trascender las concepciones dico-tómicas de tener/no tener, para definir lapobreza como un proceso de acumula-ción de ventajas o desventajas de los habi-tantes a partir de sus vivencias cotidianas,para la reproducción o superación de suscondiciones de vida, comprenderemosque el espacio segregado imposibilitainteracciones heterogéneas, estigmatiza asus habitantes y es productor de acumula-ción de desventajas para sus oportunida-des de vida. El espacio también esconstitutivo en el proceso de reproduc-ción de la pobreza.Experiencias políticas como la urbaniza-ciónde las favelas enRíode Janeiro se fun-damentan en la necesaria articulaciónfísico-espacial quedebe garantizarse en losbarrios con la trama urbana de toda la ciu-dad para posibilitar la articulación social.Y estas cuestiones no se abordandesde lasconcepciones tradicionales de las políti-cas o conunEstadodebilitado en su capa-cidad regulatoria ante los imperativos delmercado

1- El trabajo que encaramos como equipo de in-vestigación cuenta comoantecedente un estudiorealizado en la Facultad deCiencias EconómicasporCeciliaDíaz yNormaCaro, quienes conclu-yeron, a partir de la aplicación de medidas esta-dísticas que comparan datos censales entre 1980y 2001, que la ciudad está efectivamente segre-gada en términos socioeconómicos.

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Para analizar cómoafecta a los secto-resmáspobresdel país el problemade la vivienda, entendido bajo el

conceptomás ampliodehábitat, es necesa-rio primero comprender el concepto depolítica pública, expresado como “el con-juntode tomasdeposición, tácitas o explí-citas, dediferentes agencias e instancias delaparato estatal que expresan una determi-nada modalidad de intervención del Es-tado, en relaciónconunacuestiónquedes-pierta la atención, interés o movilizaciónde actores de la sociedad civil”1.

Las políticas habitacionales, comomateria-lidades del Estado, forman parte de unadeterminada sociedad, de una organiza-ción que responde a las relaciones de po-der obrantes al momento de identificar ypriorizar estas cuestiones.Los resultados dependen, entonces, nosólode los factores y recursos económicosdisponibles, sino de la fuerza acumuladapor un determinado sector para hacer va-ler sus intereses y necesidades, que marcadiferencias en las soluciones planteadas,las prioridades y los modos de operar. En

definitiva, la explicación de los procesoshabitacionales nopuedenencontrarse sóloen el mismo sector de la vivienda, sino enla estructura social con sus respectivas re-lacionesdepoder condicionando la propiaacción del Estado.La primera equivocación proviene de ha-blar de la vivienda por separado de gente,como un simple objeto de obra pública,sumada a puentes, diques o edificios insti-tucionales.No se trata de proveer simple-mente casas; se trata deproveer solucionesa familias y personas. Por ello, hay que re-

DE LA NECESIDADAL DERECHO

Arq. Aurelio Ferrero*

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Modelos para armaren alto impacto.

Medidas variables.2010.

[La vivienda y los sectores populares]

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ferirse a un conceptomás integradode vi-vienda que incluya todas sus funciones2.Veamos algo de historia. Desde su crea-ción en 1977 (Ley 21581), el FONAVI(FondoNacional de laVivienda) ha desti-nado unamedia de 800millones de pesosanuales a la vivienda social en Argentina.Una apetecible cifra para cualquier plande gobierno y para el sector empresarial.Sin embargo, cuantitativamente no se hapodido revertir el déficit de 3.083.197 vi-viendas, según los valores de 2008; es decir,un30,6%del total dehogares enArgentina(déficit que incluye hogares irrecupera-bles, hogaresmejorables y hogares conha-cinamiento).Mirando las cifras locales, enCórdobaCapital, las viviendas deficitariasalcanzan a 75.971, un 21,14% del total dehogares según datos del censo 20013.De estos datos, es importante puntualizarque en el caso de Córdoba, el 39,60% deesas viviendas deficitarias está conformadopor viviendas recuperables con mejoras,lo que no supone nuevas unidades.Sin que el déficit se hayamovido en las úl-timasdécadas, no se ignora la diversidaddesoluciones alternativas llevadas a cabo enlas complejas realidades de cada región.Pero utilizan una porción muy pequeñade los recursos, muy lejos de “tocar” el vo-lumen mayor de los fondos recaudadospor la ley FONAVI y que se dirigen a lasempresas. A pesar de que en 1995 la Ley2464 permitía a las provincias afectar losfondos a una cantidad de líneas distintas alas tradicionales, y que luego en el año2002 la Ley 25570 otorgó libre disponibi-lidad para el uso de fondos, no hubo cam-bios sustanciales en la política habitacionalde las provincias, tal es el casodeCórdoba.Probablemente, la descentralización noevitó la tendencia a mantener interesescorporativos aun en el ámbito local.A esto, debe sumarse la paradoja de quemuchos de estos recursos han terminadosubsidiando las clases medias, quienes ac-cedieronmayormente a las viviendas. Sindesconocer que estos sectores necesitandonde vivir, o lo hayan necesitado en sumomento,mejoras relevadas posteriores ala posesión de las viviendas indicaron quesu capacidad de inversión superó al cabo

depocos años el valormismode la propie-dad. Porotra parte, lamayoría de los planeshabitacionales masivos de los años 60, 70y 80 tuvieronun recuperohistóricoque entotal no alcanzó el 10%, transformándoseen subsidios ocultos del Estado, en detri-mento de quienes realmente los necesita-ban.La falta de títulos transferidos en numero-sos planeshabitacionales es unadeudapen-diente y no ayuda a que el compromisodepago se cumpla aun cuando estaría al al-cance de buena parte de los beneficiarios.En otras ocasiones, el desacierto de algu-nos planes se debió a que las viviendas fue-ron usadas como receptores compulsivosde población pobre, conmuy poca o nin-guna tarea integradora del proceso, resul-tando en las reconocidas consecuenciasde haberlas transformado en sitios insalu-bres y peligrosos.Estomantiene en crisis permanente elmo-delo argentinode viviendade interés socialcomoun tema en torno al cual se expidenpolíticos, empresarios, académicos, organi-zaciones sociales, presentando ideas, re-presentando a sectores e intereses y dispu-tando propuestas en un escenario demúltiples y renovadas tensiones. Se explicala persistencia del modelo por los resulta-dos: programas y proyectos que atiendenla oferta empresarial y no la demandaorga-nizada acorde a las diversas situaciones dela población.Argentina, a diferencia de otros países po-bres, nopuede alegar que la falta de fondosle impidió atender exitosamente el tema.Al contrario, lleva más de 40 años desti-nando una cifra envidiable para cualquierpaís de la región sin reportar una historiaexitosa en términos de resolver o atenuarsustancialmente el problema de los másnecesitados.

RECONOCIENDODERECHOS

En la medida que las respuestas no hansido realistas, los pobres urbanos (tanto losllamados históricos como los nuevos po-bres) se asientandonde y comopueden, deforma ilegal y precaria, en terrenos enriesgo o en condiciones de hacinamiento.

Estas formas alternativas no sonpara ellosmás que un caminopara acceder a la tierray la vivienda en contextos dondeno es po-sible hacerlo de otra forma. Los mecanis-mos de absorción en lo habitacional quehistóricamente habían permitido aloja-mientos precarios menos visibles en lasciudades han colapsado. Así, las ciudadesargentinas comienzan a parecerse a otrasde la región por la magnitud que alcan-zan.En este contexto, desde el Primer ForoSocialMundial en la ciudaddePortoAle-gre, en 2001, un conjuntodemovimientospopulares, organizaciones no guberna-mentales, asociaciones profesionales, fo-ros y redes nacionales e internacionales dela sociedad civil comprometidas con las lu-chas sociales por ciudades justas, demo-cráticas, humanas y sustentables, vienenconstruyendo una Carta mundial delderecho a la ciudad4. Ésta impulsa loscompromisos y lasmedidas quedeben serasumidos por la sociedad civil, los gobier-nos locales y nacionales y los organismosinternacionales para que todas las personasvivan con dignidad en las ciudades delmundo.A nivel local también es importante refe-renciar y hacer conocer la posición delMovimiento por la ReformaUrbanaen Argentina5, una coalición confor-mada por múltiples actores y numerosasinstituciones que están intentando incidiren las decisiones políticas endefensa de lossectores desprotegidos. Aboga por “pro-mover una implicación efectiva de los po-bladores en la configuraciónde su hábitat,con políticas que apoyen el desarrollo desus organizaciones mediante la planifica-ción, gestión y administración directa delos recursos públicos en programas quecomprendan el conjunto de los compo-nentes del hábitat (suelo,materiales,manode obra, herramientas, asistencia técnica,derechos y seguros, capacitación) así comounconjuntodeprogramas complementa-rios que fortalezcan su desarrollo, estimu-len su rol protagónico en procesos localesy barriales y utilicen el subsidio con sentidopromocional de las capacidades autoges-tionarias colectivas”.RECONOCIENDO

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ALTERNATIVAS

¿Qué se puede hacer frente a esto?Primero que nada es necesario reconocercomo formas actuales de democracia a lasacciones que, por la concertación o por lalucha, hacen a los procesos sociales partí-cipes de la historia reciente.En segundo lugar -y a esto se referirá espe-cialmente esta propuesta-, consolidar laoferta de productos en atención de las ne-cesidadesmás prioritarias.Tomamos como paradigma de acción elfortalecimientode losmodoshistóricos enque la gente ha venido enfrentando el pro-blema; se plantea el concepto “en la nece-sidad está el recurso” comouncaminoquenopor sencillo es de frecuente aceptación.En los asentamientos de la periferia máspobre de nuestras ciudades, hay una se-cuencia inicialmuy ilustrativa del procesoseguido por los pobladores cuando em-prenden una solución, que tiene tres ins-tancias al menos:la llegada a un lugar,la afectación gradual de recursos,un esfuerzo para construir progresiva-mente.Esta secuencia configura un patrón co-múnquepuedeorientar una tríada propo-sitiva de camposde actuación en términosde una política pública, a saber:Fortalecer el acceso al suelo o reconoci-miento de derechos adquiridos.Generar subsidios dirigidos y/omicrofi-nanciación.Brindar apoyo técnico a los esfuerzospersonales.¿Es viable una política pública de respaldoy potenciación a estosmecanismos histó-ricos de los asentamientos y barrios de laciudad? Sí, de hecho existen formidablesantecedentes en América Latina que res-paldan este camino.¿Es posible integrar los pobladores, enformacolectiva o individual, a los procesosde acceso a unmejor hábitat? Importantesexperiencias demuestran que la integra-ción social afronta, potencia y genera con-diciones para un contexto sustentable. Porsi quedandudas de su capacidad,más de lamitad de las viviendas deAmérica Latinahan sido afrontadas por sus propios po-

bladores.Una discusión permanente acerca del ca-rácter y naturaleza de los temas referidosestá en distinguir si son los procesos so-ciales o los productos los que deben serconsiderados en las políticas públicas.Unapuja entre el hoy y elmañana, entre el tododeseable y la parte posible, entre la oportu-nidad o la pérdida, entre el conquistar oconceder, hacen dinámica y compleja laopción para los distintos actores. Pareceoportuno referir en este sentido un textode la reconocida especialista chilena JoanMacDonald6:“A la hora de resolver la precariedad o lafalta de viviendas las oportunidades exis-tentes determinan la conveniencia dearrancar desde el productoo el proceso.Aveces las iniciativas focalizan de maneramuy concreta en la obtencióndeuna casa,un lote o un servicio, pero para lograrlo serequiere organización, acumulaciónde re-cursos o capacitación, procesos que ante-ceden a la demanda específica y perduran

más allá del logro de ésta.A su vez cuandose integranmovimientos para luchar con-tra undesalojo inminente opara lograr untecho, se esperaobtenermejoras al cabodeeste proceso. Esta práctica de combinarproductos y procesos es un aporte signifi-cativo de los pobres urbanos a las políticashabitacionales.Ya sea que se arranquede lalucha por `productos´ concretos o de lapromoción de procesos más amplios, loimportante es que enel primer caso seapo-sible fortalecer actitudes y hechos proacti-vos queperduren en el tiempo, y en el otrocaso, que los procesos logren solucionarefectivamente los problemas que le die-ron origen”.¿Cuáles pueden ser estos productos y pro-

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Medidas variables.2008.

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cesos a potenciar?Comenzando por el primero, se recuerdaque el Estado abandonó hace tiempo surol deproveedorde tierra, sea en formaco-lectiva o en forma individual. Limitó suoferta diciendo “ofreceremosuna viviendacompleta, en lote urbanizado”, para lo cualhay que hacer cola -si califica el aspirante-o no hay otra cosa. Una falacia a optar en-tre “no cumple las condiciones para el ac-ceso” o si no “nada”. Con el agravante deque aunpara los que cumplan condiciones,la producción está lejos de ser suficiente.Los pobladores con sabiduría dicen “conun lotecito yome arreglo, lo importante estener un lugar donde caermemuerto”. Estavaloración es la expresiónmás acabada delderecho a un lugar para la vida que todociudadano tiene por tal condición.Ante esta situación se propone que el Es-tado asuma su rol de loteador social noespeculativo que financie tierra con servi-cios accesibles a toda la poblaciónmás po-bre, evitandoque la ciudadque es de todosquede dibujada sólo por los desarrollis-tas urbanos para los más pudientes7.La regularización dominial, o el reconoci-miento de derechos en la posesión, soncaminos simultáneos, válidos para el granporcentaje de viviendas contabilizadas enlos censos que no agregan necesidad denuevos terrenos.En segundo lugar, el microcrédito, comofragmentación de la financiación de pe-queñas refacciones o construcciones nue-vas, ha demostrado ser un camino fértilpara lasmejoras habitacionales.No sólo enmateriales, sino en pequeños tramos de fi-nanciación de mano de obra, supliendoasí la necesidad de trabajo en pequeñoscontratistas o empresas comunitarias.Hayen la actualidad prácticas modestas en locuantitativo, pero que pueden ser referen-tes en el marco de la llamada economíasocial a la que suscriben8, comoel caso delPrograma de mejoras habitacionales quedistintasONGllevan a cabo enCórdobacon fondos del Estado,AVE (AsociacióndeVivienda Económica), entre otras9.La asistencia técnica integral a los proyec-tos y a las construcciones auto-promovidasson uno de los mayores problemas pre-

sentados, debido a la ausencia de aportesoportunos quehabrían evitadoproblemaso dificultades posteriores (sismo-resisten-cia, condiciones de ventilación e ilumina-ción, desagües, facilidades para regulari-zación dominial, entre tantos).De allí que la Asistencia Técnica es el ter-cer apoyonecesario, y puede resolverse dedistintas maneras; hay buenos ejemplosquehan avanzadodesdedistintos ámbitostales comoONG, gremios, iglesias, cole-gios profesionales, entre otros.Por otra parte, el perfil del ejercicio de losprofesionales requiere un enfoquedistintoquepara lograrlo, debe comenzar pormo-dificarse la formación profesional en lascarreras de arquitectura, ingeniería y otrascarreras afines, alejadasmuchas veces de losproyectos sociales. (Las escuelas de Tra-bajo Social lo tienen incorporado).En numerosas universidades de Argen-tina -y en particular, laUniversidadNacio-nal de Córdoba- se está trabajando en losniveles de grado y posgrado procurandorevertir esta situación a través de cátedrasoptativas o seminarios que se desarrollanen torno amodelos de gestiónmultidisci-plinarios en el hábitat social10.Desde la Universidad, como instituciónque se debe a toda una sociedad que le dasentido y existencia, nos cabe una respon-sabilidad ineludible frente a los grandesproblemas sociales que es la de proponery desarrollar prácticas que acerquen alter-nativas de superación viables y compro-metidas

1Oszlak yO´Donell, 1982.2 La vivienda urbanamoderna es un conjunto es-tructuradodebienes, servicios y situaciones agre-gables, desagregables, intercambiables y articula-bles en el tiempo y el espacio, cuya función essatisfacer las necesidades y expectativas de refugio,soporte, identificación e inserción social de lavida doméstica, cumpliendo con condiciones es-pecíficas y propias de las pautas culturales,económicas y funcionales de la sociedad urbanamoderna, en general, y del habitante concreto,integrado a esa sociedad, en particular. Pelli, Víc-tor (2007).Habitar, participar, pertenecer. BuenosAires: Nobuko.3 Peralta,Carolina (2006).Demandahabitacionaly políticas públicas en Córdoba. Ponencia en:

Primer Seminario Iberoamericano de Ciencia yTecnología para el Hábitat Popular, Córdoba,Argentina.4 http://www.choike.org/nuevo/informes/2130.html5 http://www.canoa.org.ar/ReformaUrbana.htm6Ciudad, pobreza, tugurio.Artículode JoanMac-Donald, Chile, 2008.7 Laperiferia de las ciudades está siendoentregadaa los inversores que las cercan con countriesobar-rios cerrados inaccesibles que destinan una su-perficie de terreno por persona socialmente in-justa y económicamente depredadora, por nohablar de los desequilibrios urbanos que generany la calidad de vida que comienza a ponerse enduda para sus mismos habitantes. (Nota del au8“La economía social y solidaria está basada en val-ores humanos y principios de solidaridad, quepropugnan el reconocimiento de la otra personacomo fundamento de la acción humana y eje dela renovación de la política, la economía y la so-ciedad (…) incluye al conjuntode actividades yor-ganizaciones de carácter comunitario, asociativo,cooperativo, mutualista y demás formas colecti-vas creadas para responder a las necesidades deempleo y de bienestar de los pueblos, así como amovimientos ciudadanos orientados a democ-ratizar y transformar la economía”. Citado porJosé Luis Coraggio del Documento Lima+10,evento convocadopor laRed Intercontinental dePromoción de la Economía Social y Solidaria(RIPESS) Región Latinoamérica, y organizadopor el Grupo Red de Economía Solidaria delPerú (GRESP) - Secretariado Técnico deRIPESS Región Latinoamérica, 2007.9 http://www.ave.org.ar/gestion.html10 http://www.redulacav.net/http://catedrapvp.googlepages.com

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PENSA

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[*] Investigador y docentede la Facultad de Arquitectura,

Urbanismo y Diseño de la UNC.Vicedirector de CEVE (Centro

Experimental de la ViviendaEconómica), AVE-CONICET.

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América Latina, y Argentina enparticular, tienepreponderanciadepoblación urbana: las ciudades

concentranmásdel 90%del total de los ha-bitantes del país.Debemos tener en cuenta que cadaunadelas personas que habita la ciudad de una uotramanera lohaceenalgún lado: edificios,barrios, villas, la calle, etc.El acceso a tierra urbana es la puerta de en-trada a ocupar un lugar en la ciudad. Es unproblema quemiles de familias deben en-frentar, poniendo en práctica distintas es-trategiasque las llevenaencontrar, enelmer-cado formal o informal, solución a su pro-blema de hábitat urbano.Considerando a la ciudad como produc-tode las relaciones sociales y reflejode la so-ciedad, con el crecimiento de la desigual-dad social nos encontramos que la irregu-

laridad/informalidad es ya parte del paisa-je urbanoconstituyéndose enuna formadeaccesopor fueradel sistema, quebrindaunasolución a las familias.La condición de tenencia es una de las va-riables que se considera cuando sehabla dela situaciónhabitacional2, en conjunto conla disponibilidad de espacio de privaci-dadporpersona, la calidad constructiva delas viviendas y la provisión de serviciosesenciales.Paracadaunodeellosexistenme-diciones oficiales.El creciente aumentode la irregularidad so-bre el total de las construcciones de la ciu-dadha llevado a los distintos niveles de go-bierno a trabajarmediante la implementa-cióndeprogramas conel objetivode regu-larizar la tenencia de la tierra y, de estama-nera, incorporar lasparcelas a la ciudadyase-gurar a las familias el derecho propietario.

FORMAS DE ACCESO

SegúnNoraClichevsky (1989), la tierra esunamercancía especial, dadoqueno sepro-duce, en sentido estricto, comoel resto delas mercancías: es un bien que existe en lanaturaleza. Loque se producen son subdi-visiones de lamisma y servicios que la de-finen como urbana.La valorizaciónde la tierra seproduce apar-tir de condiciones intrínsecas (tamaño, re-sistencia, topografía) y externas como ac-cesibilidad, servicios, etc., donde la accióndel Estado se constituye en otorgador derenta, valorizando a través de normas o in-tervenciones directas el suelo.El economista brasilero Pedro Abramo(2003) determina tres formas de acceso ala ciudad segúnel agenteproductor yel tipode producto en juego.

IRREGULARIDAD EN LATENENCIA DE LA PROPIEDAD*

Arq. Gustavo Rebord**

[Acceso al suelo]

Agustín Massanet. Convivientes. Acrílico sobre tela.140 cm x 100 cm. 2003.

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Estas tres lógicas tienen sus característicaspropias de producción, circulación y con-sumo, conformando distintos tipos demercados.Unaltoporcentaje de la población adquie-re un lote de terreno en elmercado tras lamediación de un pago, es decir que su lu-gar de residencia esta directamente relacio-nadocon lacapacidaddepago.Esel encuen-tro entre los quedesean consumir tierra ur-bana y los que disponen de la misma paraofrecer a los eventuales consumidores. Aesta formade acceso se la denomina lógi-ca de mercado.Cuando son los distintos niveles de gobier-no a través de la implementación de polí-ticas públicas dehábitat los que asignanunlote ouna vivienda en la ciudad se la deno-mina lógica de estado. Enestecaso, la asig-nación depende de variables sociales queubican a la familia para determinarla comobeneficiaria y de la posición del Estadocomoproductordebienes sociales.Deestamanera, es el Estado el que garantiza el ac-ceso como derecho.La nula disponibilidad de recursosmone-tarios quepermitan a las familias acceder almercado, sumadoaundéficit de capital ins-titucional que le acerque una respuestaestatal, producen estrategias individuales ocolectivas para acceder a la ciudad.Estas es-trategias se ligan con la necesidad y con la

participación en acciones colectivas, y se ladenomina lógica de la necesidad.Cada una de estas lógicas ofrece produc-tos (lotes, ocupaciones) que pueden o noser legales o irregulares, dependiendode lalocalización de los servicios públicos o lasdistintas formas de tenencia de la tierra.

TIPIFICACIÓN

Teniendoencuenta la formadeproducción,los servicios, localización y tipodeproduc-to, podemosencontrarochocategoríaspre-liminares de loteos irregulares. Incluso,existen algunos que poseen características

demás de uno, denominadasmixtos. Lascategorías que se presentan fueron elabo-radas en conjunto por el personal del áreade regularizaciónurbanade laDireccióndeHábitat de laMunicipalidad deCórdoba.

1.- Villas:urbanizacionesautoproduci-das caracterizadas por la irregularidad enla tramaurbana así comoen la situacióndo-minial, generalmente conprovisión de in-fraestructura informal o clandestina. Las vi-viendas son autoconstruidas conmate-riales precarios odedesechocomohábitatprovisorio, evolucionandocon lautilizacióndemateriales durables a vivienda definiti-va.Cuentanconalta densidad poblacio-nal.2.- Asentamientos:urbanizaciones au-toproducidasen formaplanificada y or-ganizada por los mismos ocupantesen tierra urbana vacante, para alojar fami-lias con intención de radicarse definitiva-mente. La infraestructura al inicio es clan-destina, autogestionada, que con la inter-vención estatal se regulariza. La trama ur-bana posee continuidad con el entorno.3.-Urbanizaciones de producción es-tatal: planes originados en distintas ope-ratorias de los tres niveles del Estado, diri-gidas a sectores de bajos ymedianos ingre-sos. Soluciones llave enmano en sumayo-ría con infraestructura básica completa.

4.-Urbanizaciones producidas por or-ganizaciones comunitarias: origina-das porOrganizaciones SocialesComuni-tarias, en gran parte provenientes de villasy/o asentamientos, para autoconsumoconpropiedad colectiva de la tierra.Viviendasautoproducidas conordenamientoespa-cial regular. Infraestructura básica necesa-ria incompleta.5.- Urbanizaciones producidas porentidades intermedias: generadas pororganizaciones (cooperativas,mutuales, sin-dicatos, etc.) comooferta de vivienda ter-minadadestinada a sectoresde ingresosme-dios ymedios bajos. Infraestructura básica

enmuchos casos incompleta.6.- Loteos ilegales: loteosproducidosporactores privados con incumplimientode lanorma municipal, generalmente con fi-nes fraudulentos. Su principal caracterís-tica es la accesibilidad económica parasectores de ingresos medios y medios ba-jos.Las viviendas sonautoproducidas porlos adquirientes conmateriales durables ydefinitivos.7.- Loteos iniciados por entidades in-termedias y completados por el Esta-do: originados por organizaciones co-munitarias que luego, en formaconsensua-da, sonconcluidospor elEstadoProvincialen términos de vivienda, infraestructura ygestión de aprobación del loteo.8.- Mixtos: se trata de aquellos casos endonde la clara presencia de característicasde dos o más categorías complejiza suubicacióndentrode las categorías anterio-res.

CUANTIFICACIÓN

Pordiversosmotivos resultamuydifícil es-tablecer cuantificaciones sobre la escala deeste fenómeno. Segúnestimaciones, pode-mos llegar a alguna cifra provisoria para laciudaddeCórdobadonde estaríamos pordebajo del 20%de las viviendas existentes.Hablando de población, estemercado al-canzaría amás de 100mil habitantes urba-nos, en unporcentaje de población del 10al 15%.Entre lasdificultadespara sudetecciónyparapoder saber de qué hablamos, nos encon-tramos con diversas razones entre las quepodemosmencionarque sonpartede laciu-daddesdehacemásde60años, y enmuchoscasos, están totalmente integrados a la ciu-dad formal por lo que no se pueden iden-tificar fácilmente (en los catastros, las par-celas ocupadas figuran sin subdivisión ycomo no construidas).Otro factor nos habla de que su apariciónes relativamente tolerada por los distintosniveles de gobierno, porquede algunama-nera brinda un lugar dondehabitar a las fa-milias, aliviando alEstadode la carga sobrelas respuestashabitacionales. Suproducciónse da con continuidad, alimentada poruna redde información, boca a bocao concartillas de difusión barrial donde se plan-

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LegalesLoteosLoteos con o sin plan de vivien-daLoteos cooperativos

Lógica del mercadoLógica del estadoLógica de la necesidad

IrregularesLoteos fraudulentosLoteos con o sin plan de viviendaVillas y asentamientosLoteos cooperativos

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tea las condiciones de accesibilidad. En rei-teradas oportunidades los loteadores pira-tas se sirvende referentes barriales recono-cidos para generar confianza en el em-prendimientooenocasiones los contratanpara la venta o el cobro de cuotas.

ESTRATEGIAS DEREGULARIZACIÓN

Frente a esta realidad, surge desde el Esta-do lanecesidaddebrindar respuestas al pro-blema, siendounade ellas la regularizacióndeestos asentamientos integrándolos al res-tode laciudad.Pero sedeberá tenerencuen-ta, tal como dice el profesor CalderonCockburn (1998), “la regularización y losprogramas demejoramiento sonpolíticaslimitadas, en tanto actúan sobre los efectosde la urbanizacióndependiente y no sobresus causas”.La regularización es tomada comouna es-trategiade tipocurativaque si no sedesarro-lla en conjunto conotras de tipopreventi-vo se termina en un círculo vicioso dondese alientan los loteos irregulares porque, deunauotramanera, elEstadoterminaactuan-do.Es necesario reflexionar en torno a la irre-gularidad y su significadoporque es una ca-tegoría con validez en cada contexto don-de sedesarrolla.ComodiceAzuela (1998),“lo que en un país está prohibido en otropuedeestar autorizado” y “loqueenunmo-

mento está permitido, con sólomodificaruna regla de derecho al día siguiente pue-de quedar prohibido”.Regularizar significa desarrollar un proce-so social quehilvana un conjuntode accio-nes administrativas, jurídicas, económicasy sociales de coordinación entre estado ysociedad civil, donde se busca consensuarparámetros dentro de los cuales las distin-tas prácticas sociales de producción desuelo pueden legitimarse.Por eso sedebeentender a la regularizacióncomo un término amplio que está porencimade lo dominial, abarcando lasmúl-tiples dimensiones del problema.

CONSIDERACIONESFINALES

La temáticade la regularizaciónurbanapre-sentadiversidaddecasos y alta complejidadpara su resolución. Para avanzar en cuantoa lometodológico y las formas de resolu-ciónespreciso atenderlosporpaquetespro-blemáticos (loteos estatales, deorganizacio-nes y fraudulentos) en particular.Es necesario generar procesos de gestiónactivos articulados conacciones enconjun-to con los interesados yotros enque lages-tión es delegadaen lasorganizaciones, sir-viendo como aprendizaje e incrementan-do su capital social. No puede llevarseadelante ningún proceso social que notenga comoprotagonistas y principa-

les interesados a los vecinos.La regularización es unprocesodemedia-no o largo plazo, y necesita de continui-dad del proceso de gestión; enmuchasocasiones encontramos en la discontinui-dad institucional la base de la irregularidad.Lacomplejidad requierede laarticulacióny coordinaciónhacia el interiorde los go-biernos, porque el problema no se resuel-ve en un área.A su vez, en la resolución in-tervienenotros niveles de gobierno lo quehacenecesario establecer canalesdegestióny negociación intergubernamentales.Es difícil llevar adelante estos procesos sindecisión políticaque avalen la acción, yaqueen repetidasocasiones escuchamosqueno se puede atender tal o cual casoporquees irregular yprecisamente sees irregularpor-que no se lo atiende.Si biengranparte del proceso tieneque vercon estrategias de gestión, se hace necesa-ria la inversión de recursospúblicosdedistinto tipopara garantizar la integralidadde la acción

* Para el presente artículo se considerará doscondiciones de tenencia de la propiedad, laslegales y las irregulares, sin detenernos a plantearlas diferencias entre informal, irregular, ilegal queno se corresponde con el objetivo del presenteartículo. También vale aclarar que nos referimosa su aspecto dominial sin tener en cuenta la legit-imidad social. En la primera se incluye a propietar-iosde la viviendayel terreno, inquilinos yocupantesen relacióndedependencia. La segunda categoríaabarca a losocupantes porpréstamo,ocupantesdehecho, ocupantes sólo de las viviendas.

1 Existen distintas interpretaciones con respectoa lo que se considera déficit habitacional. Sepuede limitar a lamiradade los organismosdeEs-tado (INDEC, Sub Secretaría de Vivienda de laNación) o tener en cuenta la evoluciónde las dis-tintas demandas sociales y del tipo de desarrollosocial que se desea para el país. Puede haber unavisión estática u otra dinámica.

BibliografíaAbramo,Pedro (2003). LaCiudadde la Informa-lidad, el desafío de las ciudades latinoamericanas.Azuela,Antonio (1998). El panoramade ideas so-bre el derecho de propiedad.CalderonCockburn (1998). La regularizacióndela tierra urbana en Perú.Clichevsky,Nora (1989).Ciudad y tierra urbana.

Loteos municipalesLoteos de cooperativasde bajos recursosLoteos fraudulentos

[**] Investigador y docente de laFacultad de Arquitectura, Urbanismo

y Diseño de la UNC.

MAPA DE LA IRREGULARIDAD

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Adriana vivía enunbarrio formaldela ciudad de Córdoba junto a suesposo, sus cuatrohijos y otros fa-

miliares. Era el año1997, su esposo y ella te-níanempleos formales, recursosque lesper-mitían pensar en comprar almenos un te-rreno para construir de a poco una vivien-da y salir de la situacióndehacinamientoenla que se encontraban.NuestroHogar IIIse publicitaba en un diario local de circu-

laciónmasiva, aunprecioaccesible yencuo-tas.Aunque en suprimera visita parecía to-davíamuy vacío de viviendas y servicios, elvendedor les prometía un crecimiento rá-pidodel loteo.Enel año2001,Alberto y sufamilia llegaban aNuestroHogar III, cuan-do ya residían en el lugarmás de 300 fami-lias.Tambiénproveníandeunbarrio formalconuna situacióndehacinamiento similar.A través de un conocido, se enteraron

que allí había lotes para ocupar. Como es-trategia de rápida ocupación, él, su esposay 2 hijos se asentaron con una carpa y unauto, mientras construían una pieza demateriales sólidos.Con la estrategia de Adriana, de Alberto,o tantas otras que fueron surgiendo en elprocesodecrecimiento,NuestroHogar IIIse agrandóyen la actualidadhabitanel asen-tamientomás de 1.600 familias de escasos

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LEJANA TIERRA MÍAArq. Ma. Virginia Monayar*

[Loteos fraudulentos]

Ramiro Vázquez. S/T. Detalle. Acrílico sobre tela. 200 cm x 160 cm. 2008.

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recursos económicos, que con la residen-cia enel lugarcomienzanaenfrentarse apro-blemasurbanos, ambientales yhastamuchasveces legales con sus propios vecinos, quedificultan el desarrollo cotidianode sus ac-tividades: escasezde servicios e infraestruc-tura básica (agua, luz, alumbrado público,equipamientos), contaminación ambien-tal producto de la colindancia conflictivadeusos rural yurbano, líneasde alta tensión,contaminaciónde suelo y colindancia conzona de cortaderode ladrillos, entre otros.NuestroHogar III –comootros en la ciu-dad–es un loteo fraudulento, conformadoa través de la venta ilegal de suelo y refierea unmodelo global de urbanización regi-dopor lógicasmercantiles quedeja sin po-sibilidades reales a los sectoresdemenos in-gresosde acceder al suelo y a la vivienda, loscuales generan otros procesos de produc-ción social del hábitat.Estos loteos se localizan engeneral en la pe-riferia, en tierra que no está prevista para eluso residencial, de escasa calidad me-dioambiental o de escaso valor en elmer-cado de suelo. Por su misma situación declandestinidad es poca la informaciónquese tiene sobre ellos y los organismos advier-tende su existencia por las presiones de loshabitantes, queenmuchasocasionesadquie-renel lote ydesconocen lasdificultadesquedeberán enfrentar para conseguir los docu-mentos depropiedad individual y las obrasde urbanización.Las características de venta fraudulentainiciadaporun actordelmercado informalde suelo (loteador clandestino) le confie-ren una imagen semejante a los loteos for-

males: amanzanamiento regular, inclusopuede contar con espacios previsto paraequipamientos, espacios verdes o algúntipode servicioprecario, pero sinprovisiónreal y efectiva de servicios urbanos ni equi-pamientos y con grandes dificultades tan-to para su dotación comopara su regulari-zación.El crecimientourbanode las ciudades y sunecesaria demanda de suelo y servicios, lalimitada capacidaddel sector público pararegular el mercado de suelo, la expansiónde las ciudades y el funcionamiento de losmercados de suelo, entre otras, son causa-les del crecimientodeoperatorias informa-les, irregulares e ilegales para la provisióndesuelo urbano y constituyen, enmuchos ca-sos, la única opciónpara las familias impo-sibilitadas de acceder al suelo por la vía for-mal.Por lo general se considera que el fenóme-node la informalidad urbana es resultantede la pobreza, es decir, la ampliación de labrecha entre el ingresomediode los hoga-res y el precio del suelo en elmercado for-mal, que resulta inaccesible para la pobla-ción pobre. Sin embargo, algunas investi-gaciones plantean que a ello hay que agre-garle el problema del precio del suelo y suregulación. El suelo y la vivienda son en laactualidad bienes producto del mercado,cuyo funcionamiento determina en granmedida la oferta y las posibilidades de ac-ceso de cada sector social a ellos. La impo-sibilidad de acceder a esos bienes y sus ser-vicios asociados, considerados indispensa-bles en las sociedades urbanas, constituyeuncomponente esencial de la pobreza.Así,

los gruposdemenores ingresosquequedanfuera de las lógicas de acumulación de ca-pital, deben recurrir a otras estrategias paraacceder al suelo y a la vivienda.

IRREGULARIDAD EINFORMALIDAD

Enmuchas ciudades latinoamericanas la ad-quisiciónde suelo urbano a través delmer-cado informal es unapráctica comúnde lasfamilias demenores ingresos. En la ciudadde Córdoba los loteos ilegales, aunquesignifican elmenor porcentaje en las situa-ciones de irregularidadque registra laMu-nicipalidad deCórdoba, afectan amás de3.500 familias y constituyen un fenómenocreciente (se registraban8 loteos ilegales en2005 y 15 en 2009).La crisis económica instaurada en el país en2001 impulsó a numerosas familias a ocu-par tierra y vivienda en forma irregular. Para2009, según datos del Servicio Habita-cional y de Acción Social (SEHAS), casi64mil personas se encontraban distribui-das en 118 asentamientos y villas de laciudad deCórdoba. Estos datos demues-tran una disminución respecto a estudiosdel SEHASdel año2001, debidomayori-tariamente a la política de relocalizacióndevillas ejecutada por el gobierno de la Pro-vincia.Es dedestacar que los censos depoblaciónno particularizan las situaciones de infor-malidad, lo cual significa una limitación im-portante al querer analizar los alcances deeste fenómeno.

AA- Nuestro Hogar III, 2001. Fotografía aérea. Fuente: Empresa Aguas Cordobesas.BB- Nuestro Hogar III, 2004. Fotografía satelital. Fuente: Dirección de Catastro, Municipalidad de Córdoba.CC- Nuestro Hogar III, 2009. Imagen satelital. Fuente: Google Earth.

A B C

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R LACIUDAD[*] Investigadora de la

Facultad de Arquitectura, Urbanismo y Diseño de la UNC.

EL COSTO DE LA INFORMALIDADSi bien la informalidad aparenta ser menoscostosa para las familias, en la práctica ellono es así. Las familias que habitan en los asen-tamientos deben convivir con serviciosescasos y costos de vida cotidiana más ele-vados (en alimentos, construcción o trans-porte) que en las áreas formales. Tambiénlos gobiernos de las ciudades y la poblaciónurbana en general deben asumir mayorescostos de dotación de servicios e infraestruc-tura urbana en terrenos no previstos niplanificados para tal fin. Otro costo que asumen los pobladores delos asentamientos es la inseguridad jurídi-ca. Para casos como el de Nuestro HogarIII, la situación de tenencia de tierra es pre-caria. Sin embargo, existen diferencias en-tre los pobladores. Por un lado, están quie-nes compran originalmente al loteadorfraudulento y quienes ocupan de hecho. Elmercado inmobiliario informal que surgea partir de esta situación adquiere diversasformas: a) familias que se asientan de hechosin ningún pago efectivo, b) las que com-pran a terceros obteniendo un boleto decompra venta “original” (por cesión del bo-leto de quienes originariamente habíancomprado al loteador), c) otros que com-pran a terceros sin documentación compro-bable, d) quienes obtienen un boleto decompra venta de testaferros de la coopera-tiva, entre otros.Las familias asumen la estrategia de adqui-sición del lote según sus posibilidades. Al-gunas disponen de un ingreso mensualrelativamente estable que les permite la com-pra de un terreno en cuotas, aunque tal vezno les sea posible cumplimentar otros re-quisitos solicitados en el mercado formal.Debido a que la entrega del terreno se haceefectiva generalmente con el pago de la pri-mera cuota, las familias pueden disponer rá-pidamente del mismo para comenzar laconstrucción. Ésta generalmente es preca-ria en su origen, de modo de poder aban-donar la situación anterior (alquiler, hacina-miento, etc.) y tomar posesión del lote, locual les otorga cierta seguridad. Sin embar-go, se torna con rapidez en construccionessólidas, tanto por las capacidades y carac-terísticas de la población habitante como

por sus expectativas de permanencia en elterreno.La dinámica de crecimiento que experimen-tan estos asentamientos es de mucha mo-vilidad y demandan una atención rápida ycertera de los pasos a seguir para colaboraren su efectiva resolución.

POLÍTICA ACTUAL ANTELOTEOS FRAUDULENTOS

Para la atención y abordaje frente a casos deloteos fraudulentos, los organismos de pla-nificación y gestión no cuentan con instru-mentos legales acabados que les permitanabordar los procesos de regularización y, engeneral, responden a las presiones socialesde la población habitante y según los crite-rios personales de las autoridades de turno.Las variaciones de gestiones administrati-vas tanto provinciales como municipalesconstituyen importantes inconvenientes enun proceso regulatorio, debido funda-mentalmente a la falta de una política ha-bitacional integral y a “largo plazo”.Estas situaciones de irregularidad urbanaconforman un escenario complejo en tér-minos de planificación urbana. El Munici-pio es desbordado en sus funciones degestión, planificación y promoción, y en lu-gar de planificar la dotación de infraestruc-tura y servicios de manera eficiente debeatender las demandas de los movimientossociales. A través de estas acciones curati-vas “legitiman” las irregularidades en laproducción del espacio, favorecen la con-tinuidad del negocio de los loteadoresfraudulentos y posibilitan la extensión dela ciudad en los casos periféricos. En casos como el de Nuestro Hogar III serequirió una modificación de patrón nor-mativo del terreno afectado, lo que demues-tra la falta de evaluación de impacto de laspolíticas. La localización aislada de la man-cha urbana consolidada y en áreas deficita-rias en cuanto a su nivel de urbanización, sig-nifican altos costos para el Municipio res-pecto a dotación de servicios e infraestruc-tura, como así también la obtención de es-pacios residenciales aislados y en muchoscasos colindantes con usos rurales e indus-triales, lo cual afecta a la calidad de vida delas familias y perjudica también las activi-

dades productivas originales del área.

PERSPECTIVAS FUTURAS

La regularización de los asentamientos in-formales ha sido la política llevada a caboen los países latinoamericanos en general yen Córdoba en particular, sin que ello hayadevenido en mitigar las prácticas informa-les. Sin embargo, aunque el título de pro-piedad otorga a las familias seguridad de te-nencia (y consecuentemente, beneficios ensu calidad de vida), si no es acompañado deun Estado regulador (del mercado) y pro-motor de los derechos individuales y socia-les, esa regularización puede conformar uncírculo de generación/regularización de lainformalidad.La regularización de los asentamientos in-formales no es tal vez una solución en sí mis-ma para la problemática del acceso al sue-lo urbano y a la vivienda por parte de sec-tores pobres, pero sí es necesaria en cuan-to a garantizar condiciones de vida que po-sibiliten la reproducción social de los po-bladores. Mientras no se generen y pongan en prác-tica mecanismos y políticas preventivas delas situaciones de informalidad, las mismasse reproducirán, siendo necesario medidastendientes a la promoción de acceso al sue-lo urbano por parte de los sectores de ba-jos ingresos.Otro factor que incide en los procesos re-gulatorios del mercado de suelo es la fuer-za que observa la concepción de la propie-dad privada en nuestro país. En este senti-do, se requiere modificaciones normativasy legislativas que consideren y reconozcanla legitimidad de utilización de instru-mentos de recuperación y movilización deplusvalías, como así también de la fun-ción social de la propiedad

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POBREZA YPOLÍTICAS SOCIALES

En el último tiempo, sobre todo a partir del lanza-miento ypuesta envigenciade laAsignaciónUni-versalporHijo (AUH), seha revitalizadoeldebate

sobre elmodoenqueelEstadodebeafrontar el problemade la pobreza en Argentina, así como el tipo de políticassociales apropiadas para lograr tal fin. En este contextoHoy la Universidad convocó a Silvia Plaza, psicóloga yTitular de la cátedra de Estrategias de Intervención Co-munitaria; a la historiadora Alicia Gutiérrez y al filósofoAlbertoParisí paradialogar sobre la pobreza enCórdoba.

Sin la pretensión de cerrar un debate de semejante en-vergadura, pero con la intención de socializar algunasideas, conocimientos y trabajos que permitan unamayorcomprensión de los procesos sociales,Hoy la Universi-dad intenta dar cuenta de las consecuencias de la po-breza en la subjetividad de las personas, sus condicionesde producción, las estrategias de supervivencia de am-plios sectores sociales y el rol del Estado en la planifica-ción de políticas públicas y las consecuencias sociales dela implementación de la AUH, entre otros temas.

Nicolás A. Bordones ArenaDe la serie Sin TiempoTinta sobre papel sulfito.18 cm x 23 cm c/u. 2010.

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¿Cuáles son esascaracterísticas yparticularidades que lapobreza hoy presenta?

Unamarca fuerte es lo que se produce enla década del 90 en nuestro país que, vin-culado a los contextos deproducción, estámuy ligada a los procesos de transforma-ción del Estado, a una modificación en lacomposición social y en la definición, di-seño e implementaciónde las políticas pú-blicas. Entonces, la década del 90 deja unafuertemarca en la transformación del Es-tado, con efectos estructurales, porquemarca el pasaje del Estado de bienestar alllamado Estado demalestar o post social,en donde se produce cierta distorsión dellazo social por la distorsión de la relacióncapital, trabajo y mercado que afecta lavida social e institucional. En este sentido,esta transformación del Estado se ve conclaridad en almenos tres cosas: en el fuerteproceso de privatización que implica uneje, el de la desocupación, que deviene en-tonces el trabajo en cuestión social y que apartir de ahí elmismopierde la centralidadcomo organizador de la vida social. Otratan discutida es la flexibilización laboral,que se instituyó como ley y que implica laprecarización laboral; esto acompañadocon la transformación de las políticas uni-versales a las políticas focalizadas com-prende una experiencia inédita en el casoargentino de una granmasa de desocupa-ción, y esta situación de desocupación, desubocupación o de sobreocupación, im-plica marcas importantes en las vidas co-

tidianas de los grupos y personas con unafuerte impronta en relación a una precari-zación de lasmismas, una alteración en lasrutinas cotidianas y en las institucionali-zadas. Esto produce la instalación de laamenaza de otro tipo a la conocida en ladictadura, que es la amenaza de la pérdidadel trabajo, del status adquirido y de lastrayectorias logradas hasta esemomento.Esta amenaza producemiedo.

¿Cómo se maneja esemiedo? ¿Qué estrategiasse despliegan?

Con el repliegue del Estado en tanto re-gulador y el repliegue de las políticas pú-blicas universales, anclanpolíticas públicasfocalizadas y mediatizadas por distintosactores. Se profundizan las relacionesclientelares, las que posibilitan que hayaunmercado de criterios que se adjudica alas personas para acceder a esas políticaspúblicas focalizadas, y esos criterios detodauna ingeniería burocrática estatal estáacompañada por los aparatos estatales opartidarios en donde aparece la figura delpuntero político o territorial que permiteymediatiza la posibilidad de acceder a losplanes o figuras sociales que buscan re-mediar esta situación de emergencia, queefectivamente es muy grave. Se ponen encontacto y realizan transacciones. Esto seinstituye como una relación de intercam-bio, en este caso no tanto como favores in-formales recíprocos que se da en una co-munidad, sino que ya implica unintercambiomercantil, dondehay unnivel

de accesibilidad a determinadas ofertasque el Estado realiza a cambio de algunoscomportamientos, acciones, gestos queinvolucran a determinados grupos en lacadenade redes clientelares que ahí se pro-ducen. Esto hace que la política y los polí-ticos empiecen a tener un sentido para laspoblaciones, que es un sentido de descali-ficación. Eso implica una nueva configu-ración de la política ya que aparece uncampo político que está signado por lopragmáticoutilitario que se da tanto en lasrelaciones como en las prácticas. En estasúltimas también aparece lo pragmáticoutilitario en relación a como las organiza-ciones deciden cómo y con quién inter-cambiar para poder dar cuenta de su utili-dad y sentido para la comunidad en la queestá inserta.

¿Cuál es el momento dequiebre de las políticaspúblicas?, porque cualquierasea la política públicasiempre tendrá un rasgoutilitario, siempre es lógicoque las personas busquenalgo. ¿En qué momento esemodo de pensar la política sevuelve hegemónico?

Sí, todos buscamos algo, somos sujetos dela necesidad. El tema es el qué, el cómoy elcon quiénes, y cómo esa búsqueda se sig-nifica. El que sea útil socialmente nohabi-lita necesariamente a un uso utilitario-ob-jetal de sujetos y procesos.Loque pasa es que la instalaciónde las po-

TRAS LA HUELLADE LOS 9O

[Subjetividad y pobreza]

En la siguiente entrevista Silvia Plaza, psicóloga y Titular de la cátedra de Estrategias de IntervenciónComunitaria de la Fa-cultaddePsicología, comparte sumirada sobre el impactode las reformas neoliberales en la subjetividadde las personas quese encuentran en situación de pobreza.

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líticas públicas focalizadas tiene este com-ponente, porque si las políticas públicasson universales lo que estaríamos discu-tiendoesmejorar la calidadde los serviciosy optimizar la accesibilidad, que sería lademocratización, por ejemplo, algo quefue tan peleado en las décadas del 60 y 70como la accesibilidad y la democratiza-ción, al menos en salud.Si hay un derecho que uno lo ejerce por-que es underechouniversal y lo ejercepor-que es un sujeto dederechos y el Estado esel garante del ejercicio de ese derecho y espara todos y para cualquiera, ¿cuál es elproblema? Al focalizarse se pone en unazona de riesgo esa situación, por eso es lainvitación a volver a políticas universales decalidad. Incluso hay una corriente que tra-baja las políticas públicas desde la pers-pectiva de los derechoshumanos.Algunosinvestigadores te dicen: “Qué logro quese estén pensando las políticas públicasdesde la perspectiva de los derechos hu-manos”.Nosotros decimos: “Qué evidente es elretroceso que ahora hasta las políticas pú-blicas hay que pensarlas desde la perspec-tiva de los derechos humanos”. Ahí tam-bién se juega el tema de la asignación y ladistribuciónde lo que se tiene, que es todauna discusión en relación a las políticas deEstado, a la política en general, con afecta-ciones en las vidas de las personas. Hoy¿qué se está dando?, ¿qué queremos no-sotros?, ¿qué es necesario pensar para en-frentar el problemade la desigualdad?, paratransformar la impronta de desigualdadque esta realidad tiene, asignando a aque-

llas poblaciones que están desprotegidas ycon los derechos básicos más profunda-mente violados.

¿Qué características tienepara Usted una políticapública universal?

Lapolítica universal es educación para to-dos y cualquiera, salud para todos y cual-quiera. CCuuaallqquuiieerraa en el sentido de cual-quiera accede al ejercicio del derecho, quemuchas veces se confunde con la idea deservicio, y el Estado debe ser el garante deese derecho, y a veces los indicadores del“buen gobierno” es en relación al Estadoque más cuida a su población y lo que máscuida es el acceso directo –sin generarfronteras ficcionales de quien sí y quienno– al ejercicio del derecho. Existen gru-pos enteros que están realmente amena-zados en su salud, en su reproducción. Yno sólo que están amenazados sino quelo están viviendo en soledad.Este proceso de desolación se hace signode época, este dolor mediado por la injus-ticia y desigualdad social produce sufri-miento, y sufrimiento psíquico. Este ma-lestar sobrante que no se pueda patear afuturo restringe su alcance. Hay dificul-tad para construir futuro. El futuro se cons-truye hoy, para nosotros, para cualquiera,forma parte de la subjetividad pensar en latemporalidad. Y esa posibilidad de cons-truir futuro es lo que está alterado. Comohay una dificultad en la posibilidad de pro-yectar futuro, también la hay en la posibi-lidad de vivir, hacer y desear cambios y

transformaciones. Todo es hoy, entoncesse produce un mayor sufrimiento, porqueel aguante, el soporte en el cuerpo social eshoy. Además porque hubo, desde la dé-cada del 90, la idea de que la responsabili-dad de lo que a cada persona o grupo le su-cedía era estrictamente individual. Estasituación de profundas y reiteradas accio-nes de despojamiento y de posibilidad deejercer derechos, amenaza lo vital-bioló-gico, la calidad de lo relacional, el pensa-miento, de movimiento, las seguridadesbásicas; lo que se suma a un sentimiento deimpotencia y desolación.La Pobreza es también un poco de todoesto. Pobreza, exclusión, vulnerabilidad,etc., son maneras de nombrar aquello queresulta de un proceso de producción de lamisma, inherente y necesario del sistemacapitalista. La pobreza como excedentepoblacional, llamado también ejército dereserva o masa marginal, ha existido siem-pre, pero no siempre con las característicasque la modernidad presenta. La pobrezano es necesaria, no es inevitable, no es con-tingente. La pobreza tiene cuerpo, rostro,historia.Y las “comunidades pobres” atravesadaspor los signos de cada época y de ésta tam-bién, marcan a través de sus experienciasque las posibilidades de cambio no son ensoledad, los cambios siempre son conotros

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Silvia Plaza

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Resulta interesante poderponer en cuestión ciertasconsideraciones que hoyexisten en el sentido comúnen relación a la pobreza.Muchas veces pareciera quese analiza a los pobres comopersonas carentes de poderde decisión o capacidad deacción. Según su trabajo,¿qué estrategias ponen enjuego estos sectores?

Si yo tuviese que responder qué estrate-gias ponen en marcha los pobres –aquellagente que, en una sociedad como la nues-tra, está estadísticamente definida comopobre porque a partir de sus ingresos nologra cubrir las necesidades mínimas de sufamilia– diría que son muchísimas. Entreese conjunto de estrategias para resolvercuestiones que tienen que ver con la ob-tención de ingresos, una de ellas histórica-mente ha sido el trabajo. Ha sido –pero yano es– el trabajo formal, protegido, cui-dado. La mayor parte de la gente pobre

hoy trabaja en el sector informal, pero porsupuesto hay otros modos de obtener in-gresos. También, cuando uno habla de es-trategias de reproducción social, habla deaquellas prácticas que están ligadas al cui-dado de la salud, por ejemplo, a la educa-ción de los hijos, al uso de determinadoespacio físico, etc. Para decirlo de maneraresumida, sería todo lo que los pobreshacen para vivir, que en algún sentidoabarca cosas semejantes a las que nosotroshacemos para vivir: trabajamos, cuidamosnuestra salud, enviamos nuestros hijos a laescuela, etc. En ese marco, muchas de esas estrategiasen la pobreza se resuelven armando redes.Esto no lo inventé yo, por supuesto. Hayun trabajo clave de una antropóloga me-xicana que se llama Larissa Lomnitz, queen 1975 escribió un libro que se llama¿Cómo sobreviven los marginados? e hizo es-tudios en una importante barriada de Mé-xico. Allí ella parte de esta hipótesis yrealmente ve eso en la realidad. Sobre labase de la inseguridad crónica –econó-mica fundamentalmente– de la pobreza,

se arman redes de intercambio recíprocode bienes y de servicios que les ayudan alas familias pobres a salir adelante. Par-tiendo de este descubrimiento de Lom-nitz, todos los que estudiamos la pobreza–sobre todo la pobreza urbana– siemprepartimos de la hipótesis de que los pobresconstruyen redes de intercambio para re-solver parte de sus necesidades. Ahora, nosólo están estas redes de intercambio queuno podría decir “entre iguales”, entre ve-cinos similares que van salvando su exis-tencia cotidiana. También hay redes queenlazan a gente que ocupa posiciones di-ferentes en la sociedad, porque disponende recursos distintos, en cantidad y en es-pecie.

¿Qué es lo que sustenta aestas redes?

Unos y otros se necesitan, a partir de lasposiciones que ocupan en la sociedad. Pordecirlo brutalmente: las ONG (en sen-tido genérico) para sobrevivir necesitanpobres, entonces buscan a pobres; preci-

Alicia Gutiérrez

[Estrategias de subsistencia en sectores de bajos recursos]

LAS REDES DE LA POBREZA Doctora en Sociología y Licenciada en Historia de la Universidad Nacional de Córdoba, Alicia Gutiérrez también es unareferencia ineludible, por sus estudios sobre pobreza urbana y prácticas sociales, a la hora de hablar sobre pobreza en Cór-doba y sus estrategias sociales de supervivencia.

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san pobres de determinadas característi-cas, necesitan beneficiarios que estén dis-puestos a engancharse en una estrategiacolectiva y a organizarse, o “autoorgani-zarse” (muchos de ellos dicen que los po-bres tienen que autoorganizarse). Pero lospobres también obtienen allí recursos,programas, capacitación. Es decir, noso-tros no pretendemos hacer un estudio cí-nico de la cuestión, sino poder mostrarcómo detrás de un intercambio real y po-sitivo hay sin embargo algo que es necesa-rio también tener en cuenta para noreforzar los mecanismos de dominación através de esas actitudes.En mi tesis de doctorado analicé particu-larmente las redes que establecieron unconjunto de familias pobres con un grupode militantes montoneros que tenía unaimportante actividad en la zona, y tambiéncon dos ONG cordobesas de muchoprestigio en el país, con quienes habían es-tablecido relaciones.

Pareciera que, en el sentidocomún, se cree que lossectores pobres no tienenninguna estrategia almomento de vincularse conotros…

Desde la perspectiva teórica que trabaja-mos por ahí hace falta explicar un poquitoel tema de la estrategia. No significa nece-sariamente algo planificado y armadodesde el punto de vista estrictamente ra-cional, sino que ellos como nosotros–por-que ese marco teórico nos involucratambién a nosotros– generamos prácticas,generamos valoraciones, generamos per-cepciones acerca de las cosas y de las per-sonas, que tienen que ver con lascondiciones en las que vivimos y, sobretodo, con la historia de esas condiciones.Y por supuesto, esta manera de analizarpreserva un margen de autonomía indivi-dual. E intentando ser más precisa con larespuesta te diría: no hay por qué suponerque uno a los pobres los va a anular com-pletamente en su autonomía a partir deciertas estrategias. Un poco mi intenciónen mi libro fue mostrar cómo detrás deuna aparente homogeneidad hay sin em-

bargo distintos conjuntos de estrategiaspara vivir. En ese marco de homogeneidadde la pobreza a veces se supone tambiénque entre los pobres no hay, por ejemplo,relaciones de poder, y sí las hay. Hay con-flictos, hay relaciones de poder. Uno po-dría preguntarse: ¿conflictos por quérazón, si no tienen nada? Y sí tienen, y mu-chas veces esos recursos, que son el capi-tal social –esto que te permite relacionartecon otros que no son pobres–, son apues-tas, son objeto de lucha.Siempre recuerdo una frase de María:“Nosotros nos comemos los choripanesde los peronistas y las empanadas de los ra-dicales, a los dos les decimos que losvamos a votar a ellos, total, después quiénsabe. Yo soy peronista, pero peronista dePerón, no de los que hay ahora. Ademásnosotros siempre igual, pobres, comosiempre”. ¿Ésta es la visión de todos los po-bres? No. Pero es la de alguien que habíaliderado un conjunto de estrategias co-lectivas en el barrio que estudié, que habíaparticipado activamente en la ocupaciónde las tierras, en las distintas estrategias quellevó adelante la ONG y que en ese mo-mento, cuando me decía todo esto, teníacasi 70 años y estaba un poco desilusio-nada.

Podría decirse que existendistintos tipos deintervenciones –desde ONG apunteros políticos– y laparticularidad de esasintermediaciones está dadapor el lugar que se le otorgaal otro en ese trabajo.Pareciera que no haydemasiada diferencia entreesos dos actores, en tantoese trabajo no déherramientas que permitancierta autonomización.Entonces no necesariamentela diferenciación está dadapor los modos particulares detrabajo –más verticales, máshorizontales–, sino con elproceso de una sociedad deinvolucrarse para resolver suspropios problemas.

Sí y no, porque el modo de trabajo defineeso. Partamos de la base de que las posi-ciones sociales de uno y de otro son asi-métricas. La gente que trabaja en unaONG, los punteros políticos, nosotrosque hablamos e investigamos sobre los po-bres, ocupamos una posición social do-minante con relación a ellos, entonces yade entrada la relación es asimétrica. Ahorabien, uno puede establecer una buena co-municación entre relaciones asimétricasy, en ese sentido, los modos de trabajo sonlo que te pueden habilitar a vos a recono-cer a ese otro como sujeto de derecho, queestá defendiendo lo que es propio, ydonde vos podés generar –digo, la genteque trabaja en las ONG–– discusionesentre ellos, intercambios, capacitación; opodés venir y decirles: “Muchachos, tengo15 planes, ¿qué me dan a cambio?”. Ahí losmodos son diferentes, y por ser diferentesestás considerando de manera diferente aese otro con quien te estás relacionando.Y las consecuencias, por lo tanto, puedenser muy distintas.

¿Hay un modo de ver a laONG desde una ópticadistinta a la del puntero?

Sí, por supuesto, me animo a ser taxativa,tiene que ver con la historia que tiene esagente de “relación con”, la experiencia pre-via. Y no hay que olvidar que cuando ha-blamos de “ONG” estamos poniendo enla misma bolsa distintas organizacionesque tienen fuentes de financiamiento di-ferente, que están conformadas por pro-fesionales de formaciones distintas. Yademás no hay que dejar de lado el con-texto histórico en el que actúan: no sonsólo estas instituciones y estos actores ais-lados, sino que están insertos en un deter-minado sistema de relaciones sociales,económicas y políticas

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¿Cómo se inscribe la AUH enel debate sobre políticasfocalizadas o universales paracombatir la pobreza y la indigencia?

La AUH implica un momento más enun proceso de traspaso que se registra deimplementación de políticas focalizadashacia otras con tendencia universalista.. Yesto ocurrió sobre todo cuando elgobierno nacional decidió jugar másfuerte por los sectores más postergados,porque una política como la AUHimpacta notablemente en los sectoresmás vulnerables, disminuye la pobreza y,en las provincias del norte del país, atacamucho a la indigencia. Otras medidasimportantes en ese sentido fueron lainclusión de 2 millones de personas en elbeneficio jubilatorio y la tendencia acerrar la brecha digital a través del pro-grama Conectar.Igualdad, que prevé ladistribución de 3 millones de netbooksen las escuelas secundarias del país.Entonces, hay un círculo virtuoso porpartida doble: por un lado porque la teo-ría crítica señala que las políticasfocalizadas duran poco, atacan los efectosy no las causas y que hay que tender ahacer políticas universalistas; pero ade-más porque estas medidas se tomaroncuando se intentó trabajar específica-mente con los sectores más deprimidosde la sociedad argentina.La AUH es una iniciativa muy impor-tante y hay que tratar de entenderla y noboicotearla; una cosa mucho más de base,como fue la propuesta del Frente Nacio-

nal contra la Pobreza (FreNaPo), en 2001,que reunió más de tres millones de firmas,no prosperó porque faltaba poder políticopara implementarla. Puede decirse que eramás razonable esa propuesta porque veníade abajo –como pasó con el tema de laLey de Servicios de ComunicaciónAudiovisual recientemente–, pero hizofalta que en el poder político hubiera unavoluntad fuerte para que esas cosas se ins-talaran en la sociedad. Si uno la miracríticamente, hay que reconocer lo valiosode esta conquista del pueblo argentino yademás señalar las cosas que faltan; esdecir, no patear el piso de conquistas sinorespetarlo y tratar de levantarlo.Este plan fue estudiado recientementepor un estudio del CEIL-CONICET,que lo comparó con otros programassimilares de América Latina. Y la AUH esel más profundo, medido por lo querepresenta en el PBI (0,58% en el casonuestro). El de Brasil –el programa BolsaFamilia– se le acercaría: si bien abarca amás familias –por la envergadura del país–representa 0,39% de su PBI. Además, es lainiciativa más importante también si setoma en cuenta el promedio de la asigna-ción por familia, que es de 94 dólares enArgentina y de 43 dólares en Brasil.

Habló de no patear el piso deconquistas sino de levantarlo.En ese sentido, ¿qué cambioso ajustes son necesarios en laAUH?

Obviamente que esto necesita ajustes. Porejemplo, un ajuste automático como tie-

nen las jubilaciones mínimas. En el mismosentido, es preciso emprender una luchamuy fuerte contra la inflación, porque nohay condiciones macroeconómicas paraque se generen subas de precios.Por otro lado, se incluyó a los hijos de lasempleadas domésticas, lo cual fue unacorrección importante. También se hapensado en incorporar a los monotribu-tistas de las categorías más bajas y ahí hayque controlar que sean personas que real-mente lo necesiten, porque buena partede la gente que se anota en el monotri-buto tiende a ponerse en las categoríasmás bajas. Además hay empleados golon-drinas blanqueados temporalmente quereciben beneficios por un tiempo y esosería hoy incompatible con la recepciónde la AUH. Se está estudiando si esaincompatibilidad le resta universalidad,porque se trata de beneficios temporarios,mientras lo que se pretende con la AUHes que exista mientras haya pobres e indi-gentes que la necesiten. También habríaque analizar el caso de las escuelas religio-sas que son subvencionadas por el Estado,pero que atienden a chicos pobres ycobran cuotas muy bajas.

A partir de considerarla unapolítica de tendencia univer-salista en la lucha contra lapobreza, ¿qué implica la AUHen términos de ciudadanía?

Implica un paso de una ciudadanía pasivaa otra más activa. Entre los derechos quenos vuelven ciudadanos –pensando queno solamente somos ciudadanos por

[Asignación universal, ciudadanía y políticas públicas]

IMPACTO SOBRE EL NÚCLEODURO DE LA POBREZALa medida del Gobierno nacional revitalizó el debate alrededor de las políticas públicas –focalizadas o con tendenciauniversalista– para combatir la pobreza y la indigencia, y en la construcción de ciudadanía que cada una implica. Al-berto Parisí, docente de grado y posgrado en la Escuela de Trabajo Social de la UNC, opinó sobre ello y sobre los ajus-tes que aún precisa la asignación.

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tener un DNI, aunque aún hoy hay 400mil chicos que no pueden acceder a laAUH porque los padres no les sacaron losdocumentos, están los que correspondena la ciudadanía social, nuevas generacionesde derechos que se relacionan con lainclusión y la participación. Por lo pronto,con la inclusión en beneficios fundamen-tales que hacen a la calidad de vida, comola capacidad de consumo que cada socie-dad establece como piso y que lecorresponde a cada uno por ser ciuda-dano, por una cuestión de justicia, no decaridad. En el caso de la AUH esto vaacompañado por otros derechos, puestoque 20% del aporte se pone en una cuotaaparte y se reintegra contra certificaciónde que los chicos van a la escuela públicay están al día con los controles de salud.Por eso ha tenido mucho impacto en lassalitas de 4 o 5 años y en la secundaria,donde la matrícula subió hasta 25%. Esosson indicadores de inclusión, que es unade las condiciones de la ciudadanía activa. Falta aún más participación, que se con-cretará cuando estos mismos grupostrabajen en redes promoviendo la inclu-sión. Por ejemplo, además de que losinspectores de ANSES fiscalicen desdearriba –que no niego que eso deba ocu-rrir–, sería importante que la fiscalizaciónse haga desde abajo. Ese es el camino máslargo, pero es el que crea ciudadanía: elEstado incluye porque es un acto de justi-cia, pero la inclusión no es para quedarseparado, sino para que cada ciudadanopueda ser alguien más que participa en lagestión de qué hacemos para mejorar lacalidad de vida.

¿Por qué a pesar delcrecimiento económico de losúltimos años no se ha podidotocar el núcleo duro de lapobreza y la indigencia en elpaís?

Sobre eso señalaría dos cuestiones: entre2002 y 2003 la pobreza estaba arriba del50% y se ha reducido, aunque los númerosexactos puedan discutirse por las diferen-cias en las estadísticas oficiales y privadas.Pero también hay que decir que la estrate-gia del gobierno de Néstor Kirchner y laprimera parte del gobierno de CristinaFernández fue la de propiciar políticassociales que favorecieron a los sectoresmedios y a la recuperación de puestos detrabajo y del crédito; pero hubo intelec-tuales y periodistas –como HoracioVertbitsky, siguiendo estudios de EduardoBasualdo, de Flacso– que comenzaron aalertar que había un núcleo duro depobreza e indigencia que no disminuía yal cual no le llegaban medidas oficialescomo los planes para comprar artículosdel hogar, autos, los créditos hipotecarios,etc., cosas que hoy no están en las preocu-paciones inmediatas y urgentes de lasfamilias pobres e indigentes. Ahora bien,con los dos millones de jubilados y laAUH se ha comenzado un giro haciapolíticas sociales con tendencia más uni-versalista.

Ese traspaso de políticasfocalizadas a otras con ten-dencia universalista queUsted señala, ¿estuvo vincu-

lado a cierta reconstrucciónde los instrumentos delEstado para poder operativi-zar esa universalidad?

Estoy de acuerdo con eso, en el sentido deque el Estado puede tener mucha logística,pero si el poder del Estado no reside en elEstado, sino en las corporaciones –comosucedió en la década del 90–, una medidacomo la AUH no se haría de todosmodos. En ese sentido, uno podrá cues-tionar el decisionismo de NéstorKirchner, pero hay que reconocerle larecuperación del poder del Estado. En segundo término entonces, si se da esarecuperación del poder del Estado, ahírecién tiene sentido contar con las condi-ciones logísticas; en ese sentido, AFIP yANSES han funcionado bien, eso esreconocido ampliamente. Entonces, por-que hubo voluntad política y huboinstrumentos se pudo hacer esto, que ade-más de ser un giro de gestión, supone unaopción ideológica. Llegar a ese núcleoduro de pobreza es enfrentarse al efectomás grave que ha tenido la puja distribu-tiva estas últimas décadas. Ese núcleorepresenta una de las caras perversas de lapérdida de participación de los asalariadosen la renta nacional, que pasó del 50% enla década del 50 a 22% en la del 90. Esorecién ahora se está modificando. Habrágente que dirá que eso es oportunista,pero las políticas no se pueden juzgar porlas intenciones, sino por sus efectos obje-tivos

Alberto Parisí

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Hernán CapellettiImagen ganadora del concurso de afiche

“El Bicentenario y la Universidad”

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[ Resguardos y herramientas para pensar históricamente el Bicentenario]

AMPLIAR EL HORIZONTE DE

LO POSIBLEDra. Mónica Gordillo*

Fotografía: Andrés Fernández

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Sin dudas, el año se inició con innu-merables actividades tendientes arecordar, celebrar, conmemorar,

analizar, de manera fragmentaria o conuna mirada de larga duración, los 200 añostranscurridos desde la constitución delprimer gobierno elegido por el “pueblo” deBuenos Aires, el 25 de mayo de 1810.¿Cómo contribuir, entonces, a pensar el bi-centenario desde el campo del conoci-miento histórico y, más específicamente,desde el espacio institucional de dos cáte-dras que toman como objeto de estudio elsiglo XX en Argentina: las de Historia Ar-gentina Contemporánea (Escuela deCiencias de la Información, FDCS) y deHistoria Argentina II (Escuela de Historia,FFyH) de la UNC? En primer lugar consideramos que, comohistoriadores y docentes de historia, tení-amos la responsabilidad de aportar conconocimiento fundado a los debates y eva-luaciones que en torno al bicentenario ten-drán lugar. De allí que la primera respuestaa la pregunta inicial fue la de dejar de ladolos análisis centrados en abordajes o ba-lances de los dos siglos y tomar, en cambio,contenidos que son estudiados y trabajadosen nuestras cátedras, centrándonos –enesta oportunidad– en el contexto que ro-deaba al primer centenario para, desde allí,proyectar la mirada sobre el siglo XX. Esdecir, considerar la primera década del si-glo como un momento de condensación,de visibilidad de los resultados de algunasde las opciones tomadas durante el sigloprevio, así como de instalación de nuevasagendas, de definiciones ideológicas y deestrategias políticas que marcarían la cen-turia siguiente. Si el siglo XIX fue el de laconstrucción de un nuevo orden político,económico y social, sobre bases y pará-metros similares a los que habían utilizadolos países del Viejo Mundo –naturalizandoy reproduciendo en la conformación y enel interior de los Estados nacionales ame-ricanos formas de colonialismo y de ex-clusión sufridas con anterioridad por esosmismos países–, el siglo XX debía ser elque corrigiera los “males” derivados de esaconstrucción. En un contexto de crecimiento, de verti-ginosa expansión económica y poblacio-

nal en nuestro país y dentro de un clima in-telectual que seguía confiando en el pro-greso indefinido, en torno al centenariose mostraban sin embargo ciertos nuba-rrones y cuestiones que debían resolverse.Para la mayoría se trataba, simplemente,de correctivos o ajustes propios de la mo-dernización social y económica acelera-das que Argentina estaba viviendo y quehabían permitido superar un pasado os-curo y colonial, colocándola a la altura delos principales países del mundo. Unos po-cos, en cambio, veían problemas estructu-rales cuya resolución implicaba cuestio-nar la totalidad del orden construido.Desde esa particular experiencia histórica,el centenario miró el pasado con la inten-ción de proyectar soluciones a futuro ydotar al régimen existente de la legitimidadpolítica y social que habían comenzado aser cuestionadas. Decidimos, entonces, que ese fuera el ejea desarrollar en un seminario de grado: losproblemas y cuestionamientos socialesque adquirieron visibilidad en la primeradécada del siglo XX y las respuestas y agen-das que, desde distintos sectores sociales,se ensayaron en torno al centenario; bus-cando no sólo comprender el desenlace alo largo del siglo de las decisiones que allíse adoptaron sino, también, los cambios ycontinuidades producidos a comienzosdel siglo XXI para ayudarnos a pensar la si-tuación en torno al bicentenario. Es decir,poder reconocer al mismo tiempo las mar-cas ideológicas y de época que fueronguiando las distintas soluciones y, a su vez,tomarlas como huellas históricas que per-mitan desnaturalizar la mirada sobre el pa-sado.

PROBLEMAS Y AGENDASDEL CENTENARIO

Ahora bien, ¿cuáles eran algunos de losproblemas y agendas de comienzos del si-glo XX? Teniendo en cuenta el eje y en-foque del seminario, sin pretender serexhaustivos, podemos decir que uno delos principales desafíos de parte de los sec-tores dirigentes era el de dotar de legiti-midad social y política al régimen exis-tente. Esto implicaba –desde la mirada

predominante– reducir a la unidad a los di-ferentes “otros”, normalizar, homogenei-zar, incorporar/subordinar las distintas ex-presiones culturales traídas por lainmigración masiva, las posiciones políti-cas cuestionadoras y radicalizadas y resol-ver los aspectos y condiciones miserabi-listas de la expansión capitalista que estabateniendo lugar en el país, para que no seconvirtieran en potenciales nichos dis-ruptivos para el sistema; es decir, “huma-nizar” el capitalismo como se había co-menzado a ensayar en los países centrales. Se hacía necesario también legitimar un sa-ber científico y una cultura moderna quecompletara la modernización social y po-lítica que, desde fines del siglo XIX, se ha-bía expandido por todo el territorio na-cional, conquistando incluso el “desierto”argentino, metáfora construida para indi-car la existencia de un vacío que no era tal,pero que sirvió para imponer un modelocivilizatorio a los pueblos originarios quelo habitaban. O sea, se construyó y deli-mitó el alcance de los problemas sociales ypolíticos que podían ser integrados como“cuestión social”, agendas que –a partir deentonces– serían objeto de atención y deresolución en distintos momentos y condiferentes ritmos a lo largo del siglo.Pero el centenario se hizo cargo tambiénde instalar con fuerza, como cuestión pú-blica, la necesidad de efectivizar y garanti-zar la democracia representativa, tal comoestaba prescripta en la Constitución de1853, proceso que culminó con la sanciónde la conocida como Ley Sáenz Peña, queinstauró el sufragio obligatorio y secretopara los ciudadanos varones, y el sistema delista incompleta para las elecciones de di-putados nacionales, haciendo posible larepresentación de la primera minoría. Lademocracia y la ampliación de la ciudada-nía parecían comenzar a caminar sobre ba-ses sólidas y garantizadas legalmente. La observación del desenlace de las cues-tiones planteadas muestran que las res-puestas ensayadas fueron, en general, si-milares a las adoptadas por los paísescentrales, sobre la base de garantizar el de-sarrollo de modelos de acumulación ca-pitalista –más allá de las modalidades es-pecíficas que el capitalismo adquirió en

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los diferentes países– y de conjugar liber-tad con democracia, igualdad con bienes-tar e inclusión, pero sujetos sin embargo alos vaivenes y adaptaciones que esos mo-delos imponían. Fue así que a lo largo delsiglo XX se fue construyendo –con enor-mes altibajos y retrocesos– una sociedadcada vez más organizada e inclusiva paraquienes eran considerados los agentes pro-motores del crecimiento, donde se reco-nocieron derechos sociales, en contrapo-sición a la imprevisión y miserabilismo decomienzos de siglo, y se tendió a aplacar elconflicto social en el ámbito del trabajo alinstitucionalizarse mecanismos de resolu-ción. Pero el siglo XX encontró tambiénenormes problemas para afianzar la de-mocracia representativa acentuándose, encambio, la polarización y el antagonismopolítico. Siguiendo esos desarrollos, las cri-sis de los modelos de acumulación for-dista serían también en el país la de la de-mocracia y del Estado de bienestar,poniéndose fin a la idea de una ciudadaníalaboral asociada a un empleo fijo y sindi-calizado, tal como había sido construidadurante todo el siglo. Al acercarse a su fi-nalización, la brecha entre una condiciónobrera con derechos y enormes contin-gentes de trabajadores vulnerables pare-

cía mucho más profunda, tal vez porque seestimaban cada vez más problemas paraser integrados por las nuevas reglas del ca-pital. De este modo, una mirada en pers-pectiva permitiría también reconocer lascuestiones que siguen vigentes y pendien-tes de consideración a comienzos del sigloXXI, y que debieran ser hoy analizadasdesde la particular experiencia históricade comienzo de un nuevo siglo.

ENRIQUECER EL DEBATE

Otra respuesta a la pregunta inicial, y quesustentó la metodología a adoptar en elseminario, fue la de aportar a construir unconocimiento a la vez fundado y signifi-cativo para los alumnos y que permitierahacer extensivas las reflexiones a un pú-blico más amplio, enriqueciendo de estemodo el debate sobre la temática. Fue asíque, en respuesta a la invitación formuladapor la Comisión Organizadora del Bicen-tenario en la UNC, decidimos trabajar enconjunto entre las dos cátedras mencio-nadas haciendo que los alumnos de dos fa-cultades distintas compartieran un mismoespacio áulico, presencial y virtual. Asi-mismo, nos pareció interesante poner en la“vidriera” de un público más amplio que elde los alumnos que cursarían el semina-rio, las discusiones, reflexiones, materialtrabajado y fuentes abordadas en el mismo,a través de la utilización del espacio vir-tual del Foro de Debate de las cátedras deHistoria Argentina, incluido en la página

de la Comisión del Bicentenario, colo-cando preguntas y temas para que otrosmiembros de la comunidad universitaria yextra universitaria pudieran participar consus opiniones, sugerencias, consultas e in-quietudes. Invitamos también a la cátedrade Historia Argentina II del Departa-mento de Historia de la Facultad de Filo-sofía y Letras de la Universidad Nacionalde Tucumán, con el objetivo de organizarun espacio de discusión e intercambio deperspectivas sobre la problemática entreestudiantes y docentes de distintas cátedrasde historia argentina de las universidadesnacionales, para acercarnos a cuestioneslocales que hicieran posible conocer demanera más integral las agendas socialesplanteadas en torno al Centenario y poderluego compararlas con la situación actual.El Seminario se propuso así profundizar enel conocimiento previo con el que ya cuen-tan los alumnos por haber cursado algunade las materias desde las que se organiza,pero generando nuevo conocimiento apartir de sus intereses, luego de un primerreconocimiento colectivo de algunos delos que aparecen como problemas rele-vantes a comienzos del siglo XX y del XXI,que serán objeto de ensayos de investiga-ción durante el cuatrimestre, culminandoel mismo con una jornada de difusión ydiscusión de los resultados alcanzados porlos alumnos.

APORTES PARA PENSAR ELBICENTENARIO

¿Cuáles son entonces las herramientas oresguardos generales que desde el conoci-miento histórico querríamos aportar parapensar el bicentenario, tanto para nuestrosalumnos como para el público en generalque participe del Foro? En primer lugar lla-mar la atención sobre la necesidad de in-corporar la perspectiva histórica para el

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análisis de los problemas, que implica unalerta contra los anacronismos y compa-raciones fáciles al estilo de los que sostie-nen que la historia sistemáticamente se re-pite y que ven intenciones permanentes,por lo general presentes en dicotomías debuenos y malos a lo largo de los siglos ounen distintos personajes y aconteci-mientos a los que se les adjudican accionesy expectativas difíciles de ser concebidas enépocas lejanas. Llamar la atención tam-bién sobre la recurrencia a explicar acríti-camente los procesos vividos como resul-tados irreversibles de causales externas o deconspiraciones ajenas que impiden com-prender la complejidad de los mismos.Pero significa, además, reconocer la espe-cificidad de los problemas en relación asus contextos de producción, a sus deter-minaciones de tiempo y lugar sin caer endeterminismos, sino considerando los pro-cesos históricos como resultado de con-dicionantes estructurales, decisiones es-tratégicas y contingencias relativas, detensiones entre los que buscan normali-

zar lo heterogéneo y diverso, de acuerdocon modelos culturales e ideológicos quese naturalizan como los únicos posibles, ylos que resisten y confrontan con mayor omenor éxito esos intentos hegemónicos. Pensar históricamente significa entonces re-conocer esas naturalizaciones como re-sultado de luchas e interacciones sociales,lo que permite también concebir otrasopciones y resultados como posibles; com-prender la trayectoria seguida implica, jus-tamente, reconocer las distintas potencia-lidades en juego y poder ofrecer una ex-plicación verosímil del desarrollo sucedi-do. Se trata de comprender el presentecomo resultado de decisiones tomadas, den-tro de un repertorio más o menos acotadode posibilidades, y no como resultado irre-versible de una corriente que todo lo arra-sa. Porque si bien la historia avanza con con-tinuidades, también lo hace a partir dedisrupciones y rupturas, de reacomoda-mientos y contingencias relativas. Pensar históricamente significa asimismoentender que cada tiempo mira su pasado

en función de su experiencia previa pero,también, en relación a las expectativas defuturo de quienes lo someten a su consi-deración, de allí que pueden encontrarsetantos pasados como preguntas se for-mulen. Por eso las preguntas que instala elpresente no son cuestiones menores y con-tribuir a la tarea de interrogar el pasadobuscando respuestas que se sustenten enun análisis cuidadoso, polifacético y nocomplaciente adquiere una importanciaextrema. Aportar a mirar el pasado con-virtiéndolo en objeto de estudio y nocomo mera consagración o estigmatiza-ción es otro de los desafíos que nos plan-teamos al socializar este Seminario, es de-cir, el de ayudar a ampliar el horizonte delas preguntas y de las respuestas posibles

[* ]Investigadora y docente de la Facultad de Filosofía y Humanidades;

y de la Esc. de Ciencias de la Información de la UNC.

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La Universidad Nacional de Córdoba elaboró una nutridaagenda de actividades para conmemorar el Bicentenario a lolargo de 2010. Para ello conformó una Comisión Organiza-dora de los actos, coordinada por Liliana Aguiar e integrada porAna Karl de Vega, Humberto Alagia, Valeria Plaza, BrendaAustin y Fernanda García.Durante los primeros meses del año ya se realizó el Congreso“El Bicentenario desde una mirada interdisciplinaria. Legados,conflictos y desafíos”, se llevó a cabo una muestra de produc-ciones de bandas de jóvenes músicos, y se dispuso la creaciónde una galería virtual de fotos titulada “200 años, una imagen”.Se lanzó un foro virtual sobre el Bicentenario y los desafíos delpaís y la universidad, y se realizó un concurso de afiches para se-leccionar una imagen que vinculara a la UNC con la conme-moración.En junio, se llevó a cabo el Congreso “Voces y Letras de Amé-rica Latina y del Caribe” en la Facultad de Lenguas. En agosto, se realizarán las I Jornadas Conjuntas del Área deHistoria del CIFFyH y la Escuela de Historia; y en septiembre,un Congreso en la Escuela de Ciencias de la Información ti-

tulado “200 años: Medios, Comunicación y Cultura”.El 5 de julio, se realizará la presentación de una colección in-tegrada por casi 200mapas antiguos, documentos y grabadosdonada a la UNC por C. y H. Juri. Y para lo que resta del añoestá prevista la publicación, por parte de la editorial de la UNC,de la obra de Joaquín V. González Estudio sobre la Revolución, yde un volumen conmemorativo con documentos de la épocaen facsímil, provenientes de la Imprenta de Niños Expósitos yActas Capitulares de la ciudad de Córdoba correspondientesal período 1810/1816.Además se están realizando mesas debates en establecimien-tos penitenciarios y espacios comunitarios, para promover laparticipación de otros actores en la reflexión sobre el Bicen-tenario. Para ello se articulará con los sectores universitarios quetrabajan en contextos de encierro y con organizaciones socia-les.

Para más información sobre las actividades conmemorativas,consultar en www.unc.edu.ar/bicentenario

AACCTTIIVVIIDDAADDEESS CCOONNMMEEMMOORRAATTIIVVAASS EENN LLAA UUNNCC

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Christian FerrerClaudia HilbVictoria BasualdoHoracio TarcusRoque FarránJens Andermann, Philip Derbyshirey John KraniauskasOscar del BarcoElías PaltiLuis ThonisPedro KarczmarczykGustavo Robles(Compilador Luis García)

2010, 308 p.ISBN: 978-950-33-0766-3

En octubre y noviembre de 2004 fue pu-blicada en la revista cordobesa La Intem-perieuna entrevista a Héctor Jouvé sobre lamilitancia guerrillera de los años 60 en laArgentina. En diciembre del mismo año sepublicó, en la misma revista, una carta deOscar del Barco surgida a partir de la lec-tura de esa entrevista. El debate suscitadoa partir de esa carta se diseminó de ma-nera tan intensa como inesperada a travésde una amplia diversidad de ámbitos y pu-blicaciones, reflejado en el primer volu-men que reunía una muy variada serie deintervenciones. Ya han pasado cinco años desde que sepublicara inicialmente la entrevista a Jouvéy la carta de del Barco. Sin embargo, la dis-cusión no ha dejado de suscitar nuevas in-

tervenciones que justifican, hoy, un nuevovolumen que las documente. Se testimo-nia, así, la persistencia del debate sobre losaños 60 y 70 como una de las estacionesfundamentales de nuestro presente polí-tico-cultural, y se da cuenta de la centrali-dad del debate en torno a la carta de delBarco en esa constelación de discusiones. Siendo éste un segundo volumen sobre latemática, se abre a un registro temporalmás dilatado, recogiendo textos que sur-gen en un espacio de discusión ya más dis-tanciado, que en muchos casos se apoyasobre las intervenciones anteriores. Se tratade textos menos urgidos por el primer im-pacto de la carta de del Barco, que trazanun gesto más detenido y reflexivo.

NO MATAR. SOBRE LA RESPONSABILIDADSegunda compilación de intervenciones

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ÚLTIMOS TÍTULOS

MIGRACIÓN Y POLÍTICA: EL ESTADO INTERROGADO.PROCESOS ACTUALESEN ARGENTINA Y SUDAMÉRICAEEdduuaarrddoo EE.. DDoommeenneecchh ((CCoommpp..))2009, 360 p.ISBN: 978-950-33-0763-2 La mayor parte de los análisis sobre las mi-graciones y las políticas migratorias tien-den a tomar la existencia de los Estados-nación como algo dado y natural, sinprestar demasiada atención a la necesidadestatal de clasificar y diferenciar a las po-blaciones. A su vez, si bien las migracionesson un fenómeno universal, la manera enque son pensadas y construidas presentaimportantes variaciones, según los con-textos históricos y geográficos. Los artí-culos reunidos en este libro muestran quelas prácticas vinculadas con el Estado tie-nen un peso primordial en la institución dela inmigración como objeto de gobiernoy que es importante analizar el trabajo decreación del Estado y de los ingenieros so-ciales porque es a través de ellos que los in-migrantes pasan a existir jurídica y social-mente como tales. Este libro asume el desafío de considerarlas formas estatales de pensar y de hacer nocomo un dato de la realidad, sino como unterritorio de exploración, en tanto resul-tado contingente del entramado de unamultiplicidad de procesos sociales, políti-cos y económicos, pasados y presentes, de-teniéndose en los procedimientos por loscuales la presencia (in)migrante es proble-

matizada de una manera particular en unmomento histórico concreto.

LAS SERPIENTES DE ARGENTINA CENTRALMMaarriioo CCaabbrreerraaSegunda edición, corregida y aumentada2010, 130 p. y 20 páginas de fotos en colorISBN: 978-950-33-0775-5Este libro pretende acercar a los lectores almundo de las serpientes desde una pers-pectiva informativa y educativa, ayudán-dolos a conocer e identificar las especies,sus características y hábitos de vida, con laesperanza de que en futuros encuentroscon un ofidio pueda advertir si la especieen cuestión es realmente peligrosa o no, yactuar en consecuencia. Si este objetivo seconsigue, la principal razón de ser de estetrabajo estará lograda: una predisposiciónrealista de las personas hacia las serpientes,menos matanza indiscriminada y menosposibilidades de sufrir mordeduras ofídi-cas por desconocimiento o imprudencia.

DOCUMENTOS 1610•1816.CATÁLOGO DEL ARCHIVOHISTÓRICO DE LA UNCBBrraannkkaa TTaannooddii

(co-edición con Encuentro Grupo Editor)2010, 264 p.ISBN: 978-987-1432-46-2El Archivo General e Histórico de laUNC posee una gran riqueza documen-tal que se extiende desde la época del Co-legio Máximo hasta la actualidad y una desus series más valiosas es la de Documentos,que lleganhasta 1948. En esta publicaciónse presentan los cinco primeros librosdesde 1609 hasta la Independencia en1816. Son tomos encuadernados que, se-gún los especialistas en preservación, pro-bablemente fueron hechos en el primercuarto del siglo XX. Las hojas son de di-ferentes tamaños, muchas en blanco fue-ron agregadas durante la restauración.

BIOLOGÍA Y ECOLOGÍA DEPEQUEÑOS ROEDORES ENLA REGIÓN PAMPEANA DEARGENTINA. ENFOQUES YPERSPECTIVASJJaaiimmee JJ.. PPoolloopp yy MMaarrííaa BBuusscchh ((eeddiittoorreess))2009, 332 p.ISBN: 978-950-33-0765-6 Biología y ecología de pequeños roedores de la re-gión pampeana de Argentina, resume y ofreceun panorama del conocimiento existentede los pequeños roedores en un área geo-gráfica particular de Argentina. Propor-ciona al lector visiones y opiniones en dis-tintos campos, como la taxonomía,biogeografía, genética poblacional, ener-gética, crecimiento, movimientos, uso yselección de hábitats, alimentación, de-predadores, parasitología, ecología de po-blaciones y aspectos sanitarios relaciona-dos a aquellos animales. Dirigido aalumnos y profesionales de diferentes

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áreas, el libro es así un compilado de in-formación y de visiones disciplinares re-cogido por los autores a través de muchosaños de investigaciones, que en muchoscasos se ha volcado en distintas publica-ciones, o que se encuentra dispersa en di-ferentes sitios, muchos de no fácil acceso,pretendiendo que el fruto de su trabajo yel de colegas tenga un alcance más am-plio. La obra, además, intenta exponer y ex-plorar vacíos en el conocimiento, refi-riendo preguntas e hipótesis de lasdisciplinas, tratando de fomentar y trazarrumbos para el estudio futuro.

CUESTIONES MENTALES.DEBATES FILOSÓFICOSCONTEMPORÁNEOSAAAA.. VVVV.. ((CCoommpp.. LLiizzaa SSkkiiddeellsskkyy,, DDiiaannaa II.. PPéérreezz yyCCaarroolliinnaa SSccoottttoo))2009, 500 p.ISBN: 978-950-33-0764-9Esta compilación recoge algunos de losdebates más significativos de las últimasdécadas en el vasto campo interdiscipli-nar de la filosofía de la mente y de la filo-sofía de la ciencia cognitiva. Mientras queel estudio reflexivo de la mente tiene unatradición que se remonta a los orígenesmismos de la filosofía, su estudio científicocomienza en el siglo XIX. Con el surgi-miento de la ciencia cognitiva, a media-dos del siglo XX, aparece el terreno ade-cuado para agrupar diversas disciplinasencargadas del estudio de la mente comola inteligencia artificial, la psicología, la lin-güística, las neurociencias y la filosofía dela mente. Esta interacción entre disciplinasdio como resultado un enriquecimiento

de las discusiones filosóficas gracias a laevidencia empírica cada vez más ampliaque no puede ser ignorada en las reflexio-nes acerca de lo mental. Los trabajos in-cluidos en Cuestiones Mentales. Debates filo-sóficos contemporáneos reflejan estaconcepción naturalista que considera queel estudio filosófico de la mente debe in-tegrar reflexiones tanto a priori como lasque surgen a partir de la evidencia empí-rica.

CONTRA LA MEDIOCRIDAD.INDIVIDUO, MULTITUD YESTADO EN CUATRO ENSAYISTAS ARGENTINOSJJoorrggee BBrraaccaammoonnttee2009, 360 p.ISBN: 978-950-33-0757-1Una idea central de este trabajo es que losafianzamientos, crisis y cambios de para-digmas científicos entre los siglos XIX yXX, inciden en cómo sectores letradosformalizan las articulaciones entre tres ti-pos de cultura: la literaria –con epicentroen el ensayo–, la política y la científica. Laotra idea clave es que dichas formaliza-ciones manifiestan la constitución de nue-vas discursividades en el marco de una di-námica modernizadora que hamodificado sustancialmente la vida socio-política y que exige la constitución teó-rica y práctica de nuevas posiciones de su-jeto por parte de los intelectuales. Éstos,debido a las funciones sociales tradicio-nales que los investían, asumen en la co-yuntura aquellas reformulaciones comodecisivas.Entre estas dos hipótesis, y el corpus dia-

crónico de ensayos y ensayos-narracionesde los escritores que aquí se consideran, da-tados entre 1875-1922, aparece como sus-tancial interrogar conceptualmente losusos e implicaciones de Individuo, Multi-tud y Estado.

MÍSTICA Y RELIGIÓNVViicceennttee FFaattoonnee ((ccoo--eeddiicciióónn ccoonn LLaass CCuuaa--rreennttaa LLiibbrrooss))2009, 184 p.ISBN: 978-987-1501-17-5¿Filósofo “existencialista”? ¿místico? ¿es-tudioso de las religiones orientales? A Fa-tone no se lo puede encasillar en ningunade estas actividades. Sería mejor hablar deun pensamiento errático, de una curiosi-dad, de una aventura... En los textos quereunimos en este volumen Fatone, des-pués de plantear el problema de la mística,hace un recorrido analítico del pensa-miento de Eckhart, Leibniz, Nietzsche yBergson (particularmente analiza Las dosfuentes de la moral y de la religión). Fatonepasa revista a las concepciones de Kant (lavoluntad), de Schleiermacher (la depen-dencia absoluta, el sentimiento), de He-gel (el pensamiento, la certeza), de Dur-kheim (el hecho social), y la crítica pues−dice− todas ellas consideran a Dios unobjeto. Todas las demostraciones de la exis-tencia de Dios, incluida la prueba llamadaontológica de San Anselmo (Dios esaquello de lo cual no puede pensarse nadasuperior; o es más de lo que se puede pen-sar), pueden “llegar a convencernos”, perolo que no consiguen es persuadirnos, esdecir “mover nuestro ánimo y transformarnuestra existencia”.

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