Revista flash!

1
13 la entrevista flash! | primera edición | enero 2014 primera edición | enero 2014 | flash! 12 la entrevista Miguel Ángel Arritola P ara muchos, tomar una foto es simplemente hacer “click” al opri- mir el botón correspondiente, sin embargo, Ramón Cabrera ve mucho más allá de lo que aparece en la lente de una cámara fotográfica. “Para mí, tomar una foto es alinear la cabeza y las emociones, hacer foto es obser- var el mundo en lugar de verlo y encontrarle una nueva perspectiva, es encontrarle la luz ideal teniendo como resultado una imagen armónica y agradable a la vista, pero también es importante hacer click con los o las modelos, desde el momento en cómo vendo mi trabajo y durante el desarrollo de la sesión”, explica. Con esta filosofía laboral no resulta extraño que Cabrera sea uno de los nuevos valores de la fotografía en México. Acaba de participar en el concurso México en una imagen que le permitió darse a conocer a nivel nacional y gracias a este certamen ya está llamando la atención fuera del país. “Se inscribieron más de 9 mil personas y fue un reto muy grande. Me siento muy agradecido de que mil 529 personas me hayan regalado su voto, que me escriberan para decirme que les gustaba mi fotografía y compartían el enlace y ponían mensajes invitando a sus cuates para que me apoyaran. Eso en especial me hizo sen- tir muy feliz. “Más que saber hasta dónde podían llegar mis aptitudes me hizo feliz saber cuánta gente me quiere porque me lo he ganado a base de esfuerzo y siendo un joven de 25 años me siento exitoso al ganarme la confianza de tantas per- sonas que son quienes me hacen fuerte en un medio tan competido”. En el caso de Cabrera podemos decir que el suyo es un talento nato para desarrollarse en la fotografía. Para empezar, nunca imaginó siquiera que estudiaría Ciencias y Técnicas de la Comunicación, después de haber hecho dos intentos, sin éxito, de ingresar a la carrera de Medicina en Puebla y en San Luis Potosí. “Para no quedarme sin estudiar vi algu- nas opciones en las distintas universidades de La Piedad, Michoacán, lugar en donde nací y donde actualmente radico”, recuerda, “cuando entré a la licenciatura no sabía prác- ticamente nada de la maravillosa aventura que sería cursar mis estudios en esta área de la Comunicación”. Y así como el destino lo llevó a estudiar una carrera que no planeaba, también hizo que dirigiera sus pasos a una televisora local donde realizaba actividades de reportero, camarógrafo, editor y conductor de un pro- grama de revista que le permitió involucrarse en el medio artístico. Gracias a una beca para terminar sus estudios pudo cursar la maestría en Desa- rrollo Humano y Organizacional y al concluir ingresó a un diario de Guanajuato donde se desempeñó como reportero gráfico. A partir de ese momento desarrolló su pasión por la fotografía, a pesar de que cubría actividades que no eran de su total agrado. “Temía que sonara el teléfono y me dije- ran que tenía que ir a cubrir un accidente. Nunca me regañaron porque hiciera mal mi trabajo, pero sinceramente no me sentía feliz haciendo esa actividad así que sólo estuve un año”, recuerda Cabrera. Señala que el mismo día en que decidió salirse del periódico, regresó a La Piedad y en una reunión con el presidente municipal de ese entonces, lo invitó a trabajar por dos meses para hacer filmaciones para el informe de Gobierno que estaba por realizar. “Hice las grabaciones y parte de la edición y pocos días después del informe me mandó llamar para decirme que le había gustado mucho mi trabajo y me hizo la propuesta de quedarme a colaborar en su equipo en el área de Comunicación Social; de ahí a la fecha ya son más de tres años”. Ramón indica que siempre hubo en él un gusto especial por tomar fotos. “Cuando salía de paseo con mi familia o con amigos, primero tomaba con un celular ya que en ese entonces no tenía el dinero sufi- ciente para comprar una cámara, más o menos apropiada”, comenta, “después, un amigo me regalo una (cámara) de bolsillo que después de tanto uso ya hasta ´humo´ le salía cada vez que tomaba una foto. “Le tomaba fotos a mis amigas por simple gusto, que poco a poco esta pasión por plasmar imágenes creció tanto que ahora no pasa un día que no tome fotografías. Entre semana fotos gubernamentales de mi trabajo en el Ayuntamiento de La Piedad como fotógrafo oficial y los fines de semana fotografías de las sesiones que programo, ya sean de eventos sociales, individuales o hasta de artículos para un catálogo”. La doctrina laboral de Ramón es superar siempre lo que ya hizo. “Mi mayor competencia soy yo mismo y es un reto importante descubrir lo que puedo crear con tan solo darle un click a mi cámara”, explica. Aunque su carrera profesional es relati- vamente joven, dice que su mayor logro es haberse ganado la confianza de la gente, tanto en su persona como en su trabajo. “Nunca creí vivir de la fotografía, nunca estudié algo en especifico que tuviera que ver con las fotos, ni mucho menos he tomado cur- sos. Todo lo aprendí en el campo de batalla y me siento bendecido por hacer lo que amo”. Llega el momento Aunque participó en varios certámenes de foto- grafía, los malos resultados no desanimaron a Ramón, quien en marzo de 2012 participó en el concurso Premio FamiliaRizarte. “La temática era resaltar los lazos familiares y obtuve el primer lugar, situación que me pone a reflexionar y darme cuenta que cuando se es insistente, tarde o temprano habrá logros y nuevas oportunidades”, asegura. Los momentos importantes de las personas, los cuales con el paso del tiempo se vuelven memorables es lo que más le gusta fotografiar. Amar su labor, ser responsable y desarrollar un estilo que lo haga diferente de los demás son los elementos que Ramón destaca para ser un buen fotógrafo. “La esencia que cada quien le pone a su des- empeño es como el ingrediente que le da sabor a la comida y es lo que hace que las personas puedan decir ´me gusta este trabajo´ porque transmite emociones en sus fotos. Entre más puedas proyectar por medio de una foto, más éxito tendrás”, explica. Y como artista joven, dice, tiene un sueño por realizar. “Mi foto soñada es poder ver en algún espectacular algo de mi trabajo y pararme unos momentos frente él para agradecer a la vida en general por tantas y tantas bendiciones y por poner en mi camino a extraordinarios seres humanos que me han extendido su mano para seguir escalando poco a poco sin perder el piso, sin olvidar de donde vengo porque sólo así sabré hasta donde quiero llegar”. Todo lo aprendió en el campo de batalla Ganador del primer lugar en el concurso fotográfico Premio FamiliaRizarte, Ramón Cabrera quiere destacar en este medio, sin hacer a un lado sus raíces profundamente nacionalistas Ramón Cabrera pretendía estudiar Medicina, pero la vida lo llevó por otros caminos. La esencia que cada quien le pone a su desempeño es como el ingrediente que le da sabor a la comida y es lo que hace que las personas puedan decir ´me gusta este trabajo´ porque transmite emociones en sus fotos. Entre más puedas proyectar por medio de una foto, más éxito tendrás” Fotos: Cortesía Ramón Cabrera

description

 

Transcript of Revista flash!

Page 1: Revista flash!

13la entrevistaflash! | primera edición | enero 2014primera edición | enero 2014 | flash!12 la entrevista

Miguel Ángel Arritola

Para muchos, tomar una foto es simplemente hacer “click” al opri-mir el botón correspondiente, sin embargo, Ramón Cabrera ve mucho más allá de lo que aparece

en la lente de una cámara fotográfica.“Para mí, tomar una foto es alinear la

cabeza y las emociones, hacer foto es obser-var el mundo en lugar de verlo y encontrarle una nueva perspectiva, es encontrarle la luz ideal teniendo como resultado una imagen armónica y agradable a la vista, pero también es importante hacer click con los o las modelos, desde el momento en cómo vendo mi trabajo y durante el desarrollo de la sesión”, explica.

Con esta filosofía laboral no resulta extraño que Cabrera sea uno de los nuevos valores de la fotografía en México.

Acaba de participar en el concurso México en una imagen que le permitió darse a conocer a nivel nacional y gracias a este certamen ya está llamando la atención fuera del país.

“Se inscribieron más de 9 mil personas y fue un reto muy grande. Me siento muy agradecido de que mil 529 personas me hayan regalado su voto, que me escriberan para decirme que les gustaba mi fotografía y compartían el enlace y ponían mensajes invitando a sus cuates para que me apoyaran. Eso en especial me hizo sen-tir muy feliz.

“Más que saber hasta dónde podían llegar mis aptitudes me hizo feliz saber cuánta gente me quiere porque me lo he ganado a base de esfuerzo y siendo un joven de 25 años me siento exitoso al ganarme la confianza de tantas per-sonas que son quienes me hacen fuerte en un medio tan competido”.

En el caso de Cabrera podemos decir que el suyo es un talento nato para desarrollarse en la fotografía. Para empezar, nunca imaginó siquiera que estudiaría Ciencias y Técnicas de la Comunicación, después de haber hecho dos intentos, sin éxito, de ingresar a la carrera de Medicina en Puebla y en San Luis Potosí.

“Para no quedarme sin estudiar vi algu-nas opciones en las distintas universidades de La Piedad, Michoacán, lugar en donde nací y donde actualmente radico”, recuerda,

“cuando entré a la licenciatura no sabía prác-ticamente nada de la maravillosa aventura que sería cursar mis estudios en esta área de la Comunicación”.

Y así como el destino lo llevó a estudiar una carrera que no planeaba, también hizo que dirigiera sus pasos a una televisora local donde realizaba actividades de reportero, camarógrafo, editor y conductor de un pro-grama de revista que le permitió involucrarse en el medio artístico.

Gracias a una beca para terminar sus estudios pudo cursar la maestría en Desa-rrollo Humano y Organizacional y al concluir ingresó a un diario de Guanajuato donde se desempeñó como reportero gráfico. A partir de ese momento desarrolló su pasión por la fotografía, a pesar de que cubría actividades que no eran de su total agrado.

“Temía que sonara el teléfono y me dije-ran que tenía que ir a cubrir un accidente. Nunca me regañaron porque hiciera mal mi trabajo, pero sinceramente no me sentía feliz

haciendo esa actividad así que sólo estuve un año”, recuerda Cabrera.

Señala que el mismo día en que decidió salirse del periódico, regresó a La Piedad y en una reunión con el presidente municipal de ese entonces, lo invitó a trabajar por dos meses para hacer filmaciones para el informe de Gobierno que estaba por realizar.

“Hice las grabaciones y parte de la edición y pocos días después del informe me mandó llamar para decirme que le había gustado mucho mi trabajo y me hizo la propuesta de quedarme a colaborar en su equipo en el área de Comunicación Social; de ahí a la fecha ya son más de tres años”.

Ramón indica que siempre hubo en él un gusto especial por tomar fotos.

“Cuando salía de paseo con mi familia o con amigos, primero tomaba con un celular ya que en ese entonces no tenía el dinero sufi-ciente para comprar una cámara, más o menos apropiada”, comenta, “después, un amigo me regalo una (cámara) de bolsillo que después de tanto uso ya hasta ́ humo´ le salía cada vez que tomaba una foto.

“Le tomaba fotos a mis amigas por simple gusto, que poco a poco esta pasión por plasmar imágenes creció tanto que ahora no pasa un día que no tome fotografías. Entre semana fotos gubernamentales de mi trabajo en el Ayuntamiento de La Piedad como fotógrafo oficial y los fines de semana fotografías de las sesiones que programo, ya sean de eventos sociales, individuales o hasta de artículos para un catálogo”.

La doctrina laboral de Ramón es superar siempre lo que ya hizo.

“Mi mayor competencia soy yo mismo y es un reto importante descubrir lo que puedo crear con tan solo darle un click a mi cámara”, explica.

Aunque su carrera profesional es relati-vamente joven, dice que su mayor logro es

haberse ganado la confianza de la gente, tanto en su persona como en su trabajo.

“Nunca creí vivir de la fotografía, nunca estudié algo en especifico que tuviera que ver con las fotos, ni mucho menos he tomado cur-sos. Todo lo aprendí en el campo de batalla y me siento bendecido por hacer lo que amo”.

Llega el momentoAunque participó en varios certámenes de foto-grafía, los malos resultados no desanimaron a Ramón, quien en marzo de 2012 participó en el concurso Premio FamiliaRizarte.

“La temática era resaltar los lazos familiares y obtuve el primer lugar, situación que me pone a reflexionar y darme cuenta que cuando se es insistente, tarde o temprano habrá logros y nuevas oportunidades”, asegura.

Los momentos importantes de las personas, los cuales con el paso del tiempo se vuelven memorables es lo que más le gusta fotografiar.

Amar su labor, ser responsable y desarrollar un estilo que lo haga diferente de los demás son los elementos que Ramón destaca para ser un buen fotógrafo.

“La esencia que cada quien le pone a su des-empeño es como el ingrediente que le da sabor a la comida y es lo que hace que las personas puedan decir ´me gusta este trabajo´ porque transmite emociones en sus fotos. Entre más puedas proyectar por medio de una foto, más éxito tendrás”, explica.

Y como artista joven, dice, tiene un sueño por realizar.

“Mi foto soñada es poder ver en algún espectacular algo de mi trabajo y pararme unos momentos frente él para agradecer a la vida en general por tantas y tantas bendiciones y por poner en mi camino a extraordinarios seres humanos que me han extendido su mano para seguir escalando poco a poco sin perder el piso, sin olvidar de donde vengo porque sólo así sabré hasta donde quiero llegar”.

Todo lo aprendió en el campo de batalla

Ganador del primer lugar en el concurso fotográfico Premio FamiliaRizarte, Ramón Cabrera quiere destacar en este medio, sin hacer a un lado sus raíces profundamente nacionalistas

Ramón Cabrera pretendía estudiar Medicina, pero la vida lo llevó por otros caminos.

La esencia que cada

quien le pone a su desempeño es como el ingrediente que le da sabor a la comida y es lo que hace que las personas puedan decir ´me gusta este trabajo´ porque transmite emociones en sus fotos. Entre más puedas proyectar por medio de una foto, más éxito tendrás”

Foto

s: C

ort

esí

a R

am

ón

Ca

bre

ra