Año LIX. Madrid 16 de Junio de 1Ó27.

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Año LIX. Madrid 16 de Junio de 1927. Num. 12.

k F A R M A C I A E S P A Ñ O L A R E V I S T A FARMACÉUTICA Q U I N C E N A L

SUMARIO: Secc ión científ ica: Los gases raros, la Radioactividad y la Física del Qlobo.—Forn ación y dosificación del isosul-f jcianato de altlo en la hanna de mostaza.—Variedades.—.Secaon prOjCsional: Crónica profesional.—¿Ignorancia o fres­cura? Congreso Farmacéutico Ibero-Americano de Sevilla.—Un veidadero i\mo.— Vida corporativa: La Asamblea de Federaciones Sanitarias celebrada en Cuenca.—Caja de Socorros.—Bibl iografía: Gran Enciclopedia de Química Industrial. Revista de las Españas.—Nueva Farmacopea Rumana.—SMC/ZOSy Noticias.—Anuncios.

S E C C I O N C I E N T I F I C A No desdeñes el estudio por difícil ni por in­útil. Cuanto más abstruso, mayor placer en­contrarás en dominarle; del más inútil, sur­ge un copioso manantial de ideas fecundas

LOS GASES RAROS, LA. R\ DIO ACTIVIDAD Y LA FÍSICA DKL G¡.OBO.—Por M. Charles Moureu. Resumen de var ias conferencias.—{Journ. de P h a r m et de Ch im, pág. 500; año 1926).— Treinta años han pasado desde el sensacio­nal descubrimiento del argón, en el aire atmosférico,por lord Rayleigh y sir Wil l iam Ramsay, y este gran acontecimiento cientí­fico se nos ofrece todavía, bajo el punto de vista de la filosofía natural, con todo su relieve.

La entrada en escena de un elemento rebelde a toda combinación, era, en efecto, una novedad absoluta, que afirmaba el ca­rácter misterioso y caprichoso de la mate­ria, y que abría a los físicos y a los quími­cos un campo de investigaciones imprevisto sobre el problema de la afinidad. Si se

.piensa, por otra parte, que millares de químicos, antes que los dos sabios ingleses, habían analizado nuéstra atmósfera sin que hubiesen advertido este singular elemento, podía pensarse que el estudio sistemático y profundo de otros medios naturales pu­diera alumbrar otros hechos del mismo orden todavía insupuestos. Así aparecen muchas veces en la Naturaleza los proble­mas análogos o conexos presentados a la actividad de los investigadores.

A continuación del argón, el helio, que •se sabía desde el eclipse del 18 de agosto de 1868, que existía en el Sol, fué obtenido por Ramsay de un mineral uranífero, la cleveita.

Pronto su presencia era reconocida por

Kayser en el aire, así como en varias es­trellas. Y es también del aire de donde Ramsay y Travers obtienen los otros tres congéneres: el kryptón, el neón y el xenón.

Las investigaciones de Moureu y Biquard, y, sobre todo, las continuadas desde IQO/ por Moureu y Lepape, evidencian que los cinco gases se presentan, tanto en la atmós­fera interior, como en la exterior de la Tierra, pero siempre en débil proporción ( i ) , de donde por oposición a los gases corrien­tes, les vino el nombre de gases raros.

Más de doscientas mezclas gaseosas naturales (sobre todo gases'termales, gri-sous, etc.) han sido examinados (2).

GASES RAROS DK LOS MANANTIALES TERMA­LES.- I . Algunos gases espontáneos de manan­tiales (gases que se desprenden espontánea­mente al surgir el agua) habían sido ya sumariamente estudiados (Rayleigh y Ram­say, Bouchard y Desgrez, Moureu, Nasini, Moissan, etc.) en los años inmediatos al des­cubrimiento de los gases raros, cuando, en 1903, Ramsay y Soddy anunciaron que el radio y su emanación engendraban el helio.

Algún tiempo después, Debierne com­prueba que el actinio produce igualmente

(1) E l a i re í tmos fér i co contiene en volumen: 93 diezmilé-simas de argón, 18 mi l lonés imas de neón, S de helio, 1 de kryptón y I d iezmi l lonés ima de xenón.

(2) U.i carácter común a todas estas mezclas de gases sub­terráneos es la ausencia completa o casi completa de ox ígeno , en tanto que el aire atmosférico le contiene en una proporción notable (1 quinto).

186 LA FARMACIA ESPAÑOLA

helio, y después, sucesivamente, fué obser­vada la formación del helio a partir del thorio y del uranio por Soddy, y a expen­sas del polonio por Boltwod.

Estos hechos se conciben fácilmente a la luz de los trabajos efectuados principal­mente por sir Ernesto Rutherford sobre los rayos a de los cuerpos radioactivos, según los cuales estos rayos a, todos de la misma naturaleza, están constituidos por átomos de helio con cargas eléctricas positivas (par tículas a), animados de grandes velocidades (de veinte mil kilómetros por segundo).

Por otro lado, delicadas y numerosas investigaciones continuadas hasta nuestros días, entre ellas las de Elster y Geitel, de Boltwood, de Eve, de Bumstead y Wheeler, de Strutt, de Blanc, de Joly, de Piutti, etcé­tera, como más notables, indican la presen­cia universal de vestigios de substancias radioactivas en la atmósfera, en el Sol, en los minerales y en las rocas. En lo que concierne a los manantiales, después de los trabajos de sir J. J. Thomson (1902) y de Curie y Laborde (1904), son ya millares los que han sido estudiados bajo este punto de vista, y todos han sido encontrados más o menos radioactivos.

La producción de helio por los cuerpos radioactivos concuerda con la presencia constante de este elemento en todos los minerales radioactivos, así como en la atmósfera terrestre, en la que se encuentran vestigios de emanaciones de radio y de torio. Generalizando, el helio deberá encon­trarse en todas partes, en la Naturaleza, al lado de los cuerpos radioactivos.

La experiencia ha comprobado comple­tamente estas presunciones. Y el estudio profundo de la composición de los gases termales con este motivo,, ha enriquecido a la Ciencia con nuevos datos, que permi­ten formular importantes y curiosas con­clusiones. 1 2, Sin hablar de los gases corrientes

(nitrógeno, anhídrido carbónico, etc.) y de las emanaciones radioactivas, todos los ma­nantiales contienen otros gases: helio, neón, argón, kryptón y xenón, de los que des­prenden al día cantidades notablss, y, según los manantiales, muy diferentes.

Un hecho muy notable salta desde luego: las cantidades de helio, frecuentemente pequeñas, son a veces enormes (10,3 por 100 en Santenay, Costa de Oro). No se

comprueba, además, ninguna proporciona­lidad entre la radioactividad de los manan­tiales y la cantidad de helio. Estas observa­ciones entrañan por sí solas, casi fatalmente —un razonamiento simple, fundado en la velocidad de producción del helio nos lo probaría fácilmente—la conclusión de que sólo una pequeña parte del helio de los manantiales proviene de la destrucción re­ciente de los radioelementos existentes en los terrenos atravesados. La casi totalidad, sin duda alguna, es de helio f ó s i l , y de una edad media, evidentemente menor que la de los minerales que le han cedido al ma­nantial (¿millones de siglos?), pero del mismo orden.

3. De sus numerosas determinaciones ( i ) , Moureu y Lepape, además de la presencia constante del nitrógeno y de los cinco gases raros, han deducido la ley general siguiente: «cons ide rados dos a dos, el n i t rógeno y los cinco gases raros, excepto el helio, presentan relaciones cuanti tat ivas mutuas p r ó x i m a ­mente constantes,y sus relaciones son ap rox i ­madamente las mismas que en el a i re atmos­f é r i c o ».

Así, si se aisla el nitrógeno bruto, es decir, el residuo gaseoso no absorvido por los reactivos habituales del análisis de los gases, presenta la misma composición cuali­tativa y cuantitativa (salvo las cantidades de helio) que el ni trógeno bruto del aire.

De esta ley se deducen necesariamente: I.0, las propiedades de los cinco elementos, nitrógeno, argón, neón, kriptón y xenón, que son, por un lado, químicamente inertes (en las reacciones geoquímicas el nitrógeno se comporta como un gas práct icamente inerte), y, por otro, gaseosos entre límites distantes de temperatura y presión; 2.0, la hipótesis, muy verosímil, de que los ele­mentos constitutivos de la nebulosa preso-lar estaban en ella distribuidos uniforme­mente, y, por consiguiente, que la unifor­midad de composición inicial de la mezcla de ni trógeno y gases raros, que ha que­dado por todas partes, ha debido conser­varse a través de todos los cataclismos de la evolución astronómica y geológica de la tierra.

En cuanto a la excepción a la ley de constancia de relaciones que presenta el

(1) Para detalles y datos numéricos , ver: «C/z. Moureu. Conferencia sobre «¿os gases raros de los gases naturales*.— Chem, Soc. 1923,

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helio, se explica simplemente por el hecho de que este gas es uho de los residuos esta­bles de la desintegración de los radioele-menlos, y que esios, aunque existan en todas parles, están debigualmente reparti­dos ,en la corteza terrestre (yacimientos radioactivos).

Desde otro punto de vista, no parece que los gases de los mañanéales ricos en helio estén distribuidos al azar. Moureu y Lepape han demostrado, en efecto, que en Francia están geográficamente concentrados a los lados de una línea que pasa por Moulins y Dijón (Evaux, 1,8 por IOO; Neris, I ; De-cise, 1,1; Bourbon-Lancy, 2,1; Maizieres, 5)8; Santenay, 10,3; Niederbronn, 1,7). No pue­de atribuirse esto al azar, y debe suponerse que a la concentración del helio corres­ponda una concentración paralela en radio­elementos en las profundidades subterrá­neas de las mismas regiones.

GRISOUS, GASES DE LAS MINAS DE PETRÓLEO, DE LAS DE POTASA; GASES VOLCÁNICOS, ETCÉ­TERA.—Si la hipótesis de Moureu y Lepape es cierta, debe esperarse encontrar, para los diversos gases subterráneos, resultados análogos a los obtenidos en el estudio de los gases de los manantiales. Y , efectiva­mente, los autores lo han comprobado: gri­sous, gases de las minas de petróleo, de las minas de potasa, gases volcánicos, etc., con­tienen todos el nitrógeno y .los cinco gases raros, y sus proporciones están de acuerdo con la ley de constancia de las proporcio­nes. Y, asimismo, en lo que concierne a las cantidades de helio y de radioelementos, las obbervaciones son similares a las hechas en los gases termales.

CoXSIDERACtONES SOBRE EL NITRÓGENO BRU­TO (NITRÓGENO Y GASE^ RA OS) BE LOS GA E V NATURALES. — I . La estrecha analogía de compoHción que existe emre el ni trógeno bruto de los grisous u otras mezclas natu­rales, ricas en gases combustibles y el de los. gases termales, es un hecho notable, sobre el que debemos insistir. En todas partes el ni trógeno bruto tiene la misma composición cualitativa: ni t rógeno, helio, neón, argón, kryptón y xenón. En todas partes la proporción de nitrógeno es gran­demente predominante, y en todas paites también los dos gases raros más abundan­tes, son el .argón y el helio, ante los cuales

el kryptón y el xenón, y más aún el neón, son despreciables. Y en todas partes tam­bién encontiamos la constancia en las pro­porciones mutuas de estos gases, excepto del hdio.

No puede explicarse una tal semejanza fuera de un origen común de todos estos nitrógenos brutos.

Consideremos, para fijar las ideas, el nitrógeno bruto de los grisous y el de los gases termales. Si estos dos nitrógenos tuvieran diferente origen, aún podría conce­birse la semejanza de su composición cuali­tativa; pero ¿cómo se explicaría la constan­cia en las proporciones de las mezclas? Es preciso, por consiguiente, admitir un origen común de estos nitrógenos brutos.

Una consecuencia de esta manera de ver es que el ni trógeno de los grisous no puede provenir de la hulla. Si no fuera así, en efec­to, como los nitrógenos brutos deben tener todos el mismo origen, la hulla sería el ma­nantial de todos los ni trógenos brutos, y habría que suponer que el existente en los manantiales termales había pasado a estos de las hullas. Esto es inadmisible, por cuan­to los terrenos hullíferos constituyen una mínima fracción de la corteza terrestre, y hay manantiales termales en todas las co­marcas. E l nitrógeno de los grisous no pro­cede, por consiguiente, de la hulla, sino del nitrógeno mineral.

Por el mismo razonamiento, se probaría que el nitrógeno de los gases de las minas de petróleo tiene el mismo origen.

{ C o n t i n u a r á )

FORMACIÓN Y DO .iFiCACirW DFL ISO-ÜLP '(;IA-NATO DK ALILO K N l,A H BIMA. UE MO>T>ZA.— ?or M . M . As t ruc y Monsseron. — (Deí J o t i r n . de P k a r m . et de C h im . , 8,a serie. Tomo V , núm. 7, pág. 313.)—La produc--ción de la esencia en la harina de mostaza negra (Brassica v i g r a K ) , tiene una expli­cación clásica: el fermento soluble mirosina y el glucósido mironato de potasio, conte­nidos en células distintas, reaccionan en presencia del agua, con formación de iso-sulfocianato de aiilo.

Ofrecemos en la presente nota algunas observaciones sobre la temperatura a que debe someterse la mostaza para que el des­prendimiento de la esencia sea el más favo­rable. La cuestión es importante bajo le

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doble punto de vista analítico y terapéuti­co; porque si es natural que queramos ob­tener en una valoración la máxima produc­ción de alilsenevol para obtener el resultado más aproximado a la verdad, es indispen­sable también determinar lo más exacta­mente posible las condiciones más favora­bles de formación de la esencia en la apli­cación terapéutica de la mostaza.

Pues bien; maceratos de ha r ina de mos­taza realizados a temperaturas diferentes, nos han dado t a m b i é n resultados muy dife­rentes en alilsenevol. Observación sorpren­dente, sin duda, pero que expresa, sin embargo, bien, lo que pasa en la realidad.

Indiquemos de pasada, que la valoración del alilsenevol, ha sido practicada conforme a las manipulaciones clásicas del procedi­miento del Codex: recepción del producto destilado en el amoníaco y transformación en tiosinamina; tratamiento de ésta por una solución de nitrato argéntico en exce­so; separación del sulfuro de plata formado, por filtración; determinación de la solución de plata no combinada, por un líquido va­lorado de sulfocianato de amonio, en pre­sencia de alumbre de hierro amoniacal, y cálculo del isosulfocianato de alilo conte­nido en la muestra ensayada y referencia a IOO gramos de mostaza.

Para efectuar las maceraciones de harina de mostaza a temperaturas diferentes, he­mos tomado todas las precauciones nece­sarias á fin de que el baño-maría y el polvo suspendido estén a un grado fijo y bien determinado, en cada operación. La valo­ración de la esencia producida en estas con­diciones, ha sido efectuada tan perfecta­mente como ha sido posible, evitando, por una parte, toda pérdida en las manipulacio­nes de extracción, y por otra, toda modifi­cación de la temperatura susceptible de hacer variar el desprendimiento de la esen­cia durante las operaciones.

Nada más fácil que efectuar las macera­ciones de la mostaza a la temperatura de­seada; pero la extracción de la esencia sin elevar la temperatura, exige cuidados muy especiales. Para este efecto, nos han dado buen resultado los tres procedimientos si­guientes: destilación de la esencia a presión reducida; desplazamiento por una corriente de aire, y extracción por el éter.

Cada uno de estos tres procedimientos — de los que consideramos innecesario dar

detalles operatorios — nos han permitido obtener toda la esencia desprendida a una temperatura dada. Recibida en el amoníaco, evitando toda pérdida, fué valorada por el procedimiento oficinal ya indicado. A su vez, el residuo de la operación—en el cual quedaba el resto de esencia no desprendi­da—fué destilado al baño-maría h i f viente y tratado, también como preceptúa el Codex.

Este desprendimiento complementario de esencia es muy importante: representa bastante exactamente la proporción que no se formó ni desprendió en la primera ope­ración. De tal manera que las dos operacio­nes reunidas dan muy bien la cantidad total de sulfocianato de alilo contenida realmente en el polvo de mostaza. Con todo, debemos hacer una observación en lo que concierne a la aplicación del procedimiento de ex­tracción por el éter: el residuo del trata­miento, destilado como preceptúa el Codex, no suministra más esencia, en tanto que los otros dos procedimientos (destilación a pre­sión reducida y desplazamiento por una corriente de aire) dan los resultados que acabamos de señalar. Parece, pues, que el fermento soluble ha sido disuelto y arras­trado por el éter o simplemente paralizado hasta el punto de no poder .producir el menor efecto hidrolizante, a menos que sea el glucósido el arrastrado por la disolución.

He aquí las medias de las cifras obteni­das con una harina de mostaza que daba, valorada según el Codex, 0,84 por TOO de alilsenevol;

Tpmneratnra de Alilsenevol des- Alilsenevolobte-lemperatura ae prendido por 100 niao P< r destila-

macerac'ón de mo taza ción del residuo

20c

70' 7 5c

0,30 grms. 0 , 5 8 » 0,65 » 0,75 » 0,00 »

0,50 grms. 0,24 » 0,15 » 0,07 » 0,00 »

Este cuadro demuestra: I.0 Que la valoración oficinal de la

esencia de la mostaza da la totalidad que ella contenga, porque su desprendimiento es completo y su arrastramiento perfecto a la temperatura de ía ebullición.

2.° Que las maceraciones de harina de mostaza efectuadas a temperahiras poco ele­vadas no producen toda la esem ia , la que solamente se desprende en la v a l o r a c i ó n ofi­cinal , cuando la temperatura se eleva poco

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LA FARMACIA ESPAÑOLA 189

a poco para llegar a la destilación del líqui­do acuoso.

3'° Que» contrariamente a lo que hasta hoy ha venido admit iéndose^ es necesario ma­cerar i d mostaza a una temperatura p r ó x i m a a yo0 p a r a que su acción t e r apéu t i c a llegue a l m á x i m o ; es decir, para que el alilsenevol se desprenda en proporción satisfactoria; lo que, sin duda, procede de la acción pre-servatriz de los productos mucilaginosos y de otros géneros que acompañan al fer­mento y al glucósido e impiden una reac­ción rápida.

4.0 Que el éter tiene una acción inhibi-triz muy clara en la producción de la esen­cia de mostaza.

* * * Terminaremos manifestando que esta

simple nota, resultado de numerosas expe­riencias, no constituye más que una indica­ción de datos, y será desarrollada en una tesis doctoral.

Es una observación bastante inesperada e interesante bajo el doble punto de vista:

De que estas observaciones contrarían cuanto hasta aquí se ha escrito en todos los libros, de que las preparaciones a base de mostaza deben hacerse a la temperatura ordinaria o apenas tibia: hemos probado que estas son las peores condiciones de desprendimiento del alilsenevol.

De que de ellas se desprende que, si al­gunas mostazas utilizadas para cataplasmas sinapizadas no producen revulsión suficiente, puede ser debido a que hayan sido prepa­radas y aplicadas a una temperatura baja, más* bien que a débil contenido en esencia, dado que la valoración oficinal del alilsene­vol las presenta conformes a las exigencias del Codex.

Va r i e d a d e s M NTHOL S'NT^T'cn.—(F. Fieury y Hans

Seel. M . m. W. i g 2 6 , núm. 48, por P h a r m . Z t g . IQ-'7, pág. 146).—Los autores han examinado diferentes mentóles sintéticos: uno inactivo, P. F. 35 36o; un isomentol inactivo P. F. 52-53°; un neomontol inactivo P. F. Si'S^0» Y un neoisomentol inactivo, P. F. 12-I40. Como punto de comparación se han procurado diferentes mentóles del comercio. Entre los productos sintéticos.

sólo el primero tiene el mismo olor y el mismo sabor que el natural.

Los productos naturales se han compor­tado de muy diferente manera en el ensayo fisiológico sobre los animales. La dosis mortal para las ratas ha sido de I a 2,5 gra­mos por kg. de animal, y de 0,8 a I para los gatos. Para el primero de los mentóles sintéticos antes citados, la dosis mortal para los gatos ha sido de 1,5 a 1,6 gramos por kg. de animal, tanto por vía gástrica como por vía interperitoneal. Las acciones sobre el músculo cardíaco y sobre la materia colorante de la sangre son muy débiles.

Según los autores, puede sustituirse sin inconveniente bajo el punto de vista farma­cológico, el mentol natural por el sintético que se funde a 3 5 - 3 6 ° .

TRANSARCtAN.-^/Í?^ Z t g . , 1927, pág. 137). Este nuevo remedio contra la gonorrea es un tiosulfato sódico-argéntico, que tiene por fórmula Ag2 Na4 S6 09 + 2 H2 O.

Es un polvo blancuzco, de sab^r muy dulce, muy fácilmente soluble en agua, dando una solución incolora. Esta solución no precipita por la albúmina ni por el cloruro sódico. Contiene 32 por 100 de plata. -

La solución acuosa de transargan preci­pita en negro por el sulihidrato sódico (sul­furo argéntico) y decolora la solución de yodo, con formación de precipitado ama­rillo (yoduro argéntico).

Debe conservarse con precaución.

BÍLSAMO DEL PERÚ.—(Berichte von Schim-mel u . C.0, 1926, por P h a r m . Z t g . , IQ27, pág. 95). — Basándose en el ensayo del Bál­samo del Perú por el hidrato de d o r a l , se condenan muchos productos puros. Según este ensayo, I gramo de bálsamo del Perú debe dar una mezcla perfectamente diáfana con una solución de 3 gramos de hidrato de doral en 2 de agua. Un enturbiamiento revela la adulteración con substancias gr&-sas. Sh immel hace notar que, para obtener resultados concluyentes, deben respetarse rigurosamente estas proporciones, y utilizar un hidrato de doral perfectamente seco (conservado a la cal viva). El bálsamo del Perú debe, asimismo, ser bien transparente y , si no lo es, debe filtrarse previamente;

SchimmelWama también la atención sobre una particularidad interesante del bálsamo

190 LA FARMACIA ESPAÑOLA

del Perú, que es todavía poco conocida: la manera de comportarse con la vaselina. Probablemente, por el contenido de ésleres peruresinotánicos, no forma con la vaselina mezclas homogéneas en todas las propor­ciones; se separan frecuentemente produc­tos resinosos. Como la cantidad de estos esteres resinosos varía un poco, según los diferentes bálsamos, esta separación se pro­duce más o menos rápidamente y más o menos claramente con unos que con otros: ordinariamente se produce con mez­clas de I de bálsamo por l o de vaselina, que es la del ungüento de plata compuesto (nitrato argéntico, 1 decigramo; bálsamo del Perú, I gramo; vaselina amarilla, l o ) . Schim-mel ha comprobado este hecho con toda una serie de bálsamos del Perú verdaderos. Y ha comprobado, por el contrario, que todos los artificiales dan mezclas homogé­neas, aunque se aumente notablemente la proporción del bálsamo.

De donde resulta que no debe conside­rarse como prueba de pureza el hecho de dar una mezcla homogénea con la vaselina.

K . Ebert hizo ya la misma observación en 1918, y propuso sustituir en el ungüento precitado la vaselina por la lanolina. Se obtienen así excelentes resultados, aun l imi­tando la sustitución a sólo una parte del excipiente. En este caso, se tritura primero el bálsamo con Iq lanolina y se añade des­pués la vaselina. Si.se quiere emplear ésta sola, deberá reducirse a la mitad la canti­dad de bálsamo.

INCOMPATIBILIDADES DEL AGUA OXIGENADA. { P k a r m . Berichte, 1927, por Apot . Z t g . , 19-7) P%- 54j-—Yoduros solubles.—El pe­róxido de hidrógeno pone el 3rodo en libertad.

Hipoclori tos e hipobramitos.—Los hipo-cloritos (incluso el líquido D a H n , el agua de jfavelle y el licor de L a b a r r a q u é ) des­componen el peróxido de hidrógeno, trans­formándose en cloruros y desprendiendo oxígeno.

Idéntica transformación sufren los hipo-broraitos.

A g u a de cal,—Descompone las solucio­nes de peróxido de hidrógeno neutras o débilmente ácidas, con desprendimiento de oxígeno. Si la acidez es suficiente para saturar la cal, no ocurre, como es natural, esta descomposición.

L a s substancias alcalinas, que descom­ponen, generalmente, el peróxido de hidró­geno en agua y oxígeno.

Los c a r b o ñ a t o s alcalinos, ope actúan de la misma manera.

L a s substancias o r g á n i c a s , que descom­ponen lentamente el peróxido de hidrógeno en agua y oxígeno que fijan.

Los polvos en general.—Toda substancia orgánica o inorgánica en polvo fino, pro­duce una descomposición catalítica del per­óxido de hidrógeno en agua y oxígeno.

Los sulfuras y la so luc ión de h i d r ó g e n o sulfurado, que descomponen el peróxido de hidrógeno, transformándose poco a poco, respectivamente, en sulfates y en ácido sulfúrico.

E l b ó r a x , que adquiere por disociación reacción alcalina y actúa entonces como las substancias alcalinas en general.

Los permanganatas, que descomponen rápidamente el peróxido de hidrógeno en solución ácida, dejando en libertad un áto­mo de oxígeno del peróxido y otro del per-manganato.

Los hiposulfitos, que descomponen lenta­mente el peróxido de hidrógeno transfor­mándose en sulfates.

L a s sales ferrosas , que se apoderan del oxígeno del peróxido para transformarse en férricas.

E l ác ido crómico, que se transforma en ácido percrómico.

E l yoda, que provoca una descomposi­ción lenta formando ácido hipoyódico.

L a s temperaturas elevadas, que también le descomponen. En ningún caso deberá calentarse el peróxido de hidrógeno por cima de los 60o. Siempre que haya de di­solverse alguna substancia en el agua oxi­genada, deberá hacerse la solución en frío.

E L THEOMINAL.—Según Müller, el theomi-nal es una combinación de theobromina y luminal. Cada tableta contiene 0,3 gramos de theobromina y 0,03 de luminal.

Según las experiencias de! autor, el theo­minal produce buenos resultados en la an­gina de pecho, parálisis de las extremida­des y otros í-índromes de los vasos. El efec­to del medicamento se manifiesta desde el principio dé la administración, pero sola­mente en ía primera semana. En la mayoría de los casos tratados, la presión arterial bajó. La dosis es de tres tabletas por día.

LA FARMACIA ESPAÑOLA 191

S E C C I O N P R O F E S I O N A L En el estudio concienzudo de los problemas pro­fesionales encontrarás la visión clara de tu justo lugar socialy de lafunción quetecompete. Así po­drás ejercer tu ministerio honrada y dignamente

Crónica profesional O^GANizxciÓN ARBITRISTA.—La casualidad

ha traído a nuestras manos un ejemplar del folleto que contiene los « Discursos leídos p o r los señores don M a n u e l Por t i l lo Jochman y don Antonio M u ñ o z Torrado, p r e s b í t e r o , con motivo de la p ú b l i c a y solemne recepción del

p r i m e r o en la Real Academia de Buenas Le­tras de S e v i l l a » , y el irresistible estímulo que sentimos ante cualquiera papel escrito, nos ha incitado a leerle.

Y hemos encontrado en el primero tan arbitrarias propuestas y tan gratuitas afir­maciones, que queremos dedicar a ellas un breve comentario, aun convencidos del re­ducidísimo sector a que alcanza la influen­cia de estas vetustas Corporaciones, restos fosilizados de otros tiempos en que cum­plieron un fin social, que en los actuales queda reducido al de satisfacer pueriles vanidades, y convencidos también de la intranscendencia de estos discursos acadé­micos, que nadie lee.

E l Sr. Portillo Jochman es catedrático de Ciencias del Instituto de Sevilla. Lo procla­ma su propuesta de reforma de las Univer­sidades tan descaradamente, que lo hubié­ramos conocido, a pesar de la modesta ocultación de sus títulos en la cubierta, y aunque el presbítero Sr. Muñoz Torrado no hubiera suplido la omisión con los exalta­dos elogios que son de rigor en estos casos.

Y como Licenciado o Doctor en Cien­cias, participa^, del error, tan general entre estos señores , de que su título, que en rea­lidad no capacita más que para la enseñanza de las generalidades cieniíficas a los alum­nos de instituto, capacita para el des­empeño de todos los cargos facultativos y técnicos que tengan .su fundamento en es­tudios científicos. Y participa igualmente de la'vanidad de clase que jes hace sentirse en un plano superior al de los que en lugar de los estudios científicos puros, sin aplica­ción práctica, hacemos los mismos o quizá

más extensos con aplicación deliberada al ejercicio de una profesión.

Y desde estos tendenciosos puntos de vista, el Sr. Portillo organiza las Universi­dades con dos solas Facultades, Ciencias y Letras, en la que estudiarían cuantos hu­bieran de dedicarse a las varias profesiones, quienes completarían sus estudios en las Escuelas facultativas o en las Técnico cien­tíficas en que divide todas las profesiones.

Y para razonar su proyecto y ensañán­dose con la Farmacia, en ese tono magistral de quien tiene costumbre de dirigirse a in­teligencias aún no desarrolladas y obliga­das a aceptar como artículo de fe los ma­yores absurdos si salen de boca del maes­tro, hace, entre otras afirmaciones no me­nos criticables, las dos siguientes, inexacta la una y errónea la otra.

«La Facultad de Farmacia, como tal Fa­cultad, debe desaparecer, porque lo que ella tiene de científico, pertenece a las Cien­cias físico-químicas» (págs. 12 y 13).

«Tal Facultad (la de Farmacia) no existe en ninguna Universidad de Europa.» (Nota de la pág. 13).

La primera afirmación es inexacta, por­que en «lo que tiene de científico la Facul­tad de Farmacia», hay muchas materias a las que en las Facultades de Ciencias no se da importancia ni hay para qué dársela, y porque en ninguna profesión como en las de Medicina y Farmacia, se necesita crear desde el principio el espíritu profesional que en ellas tiene tanta importancia como los conocimientos científicos.

Por el contrario, nosotros creemos que, si algunas Facultades deben desaparecer, son las de Ciencias y Filosofía y Letras, cuyos dos únicos fines somla creación de investigadores de la Ciencia pura, que no han creado seguramente en mayor propor­ción que las Facultades de fines profesio­nales (véase en qué facultades fueron o son doctores las más eminentes personalidades científicas) y la creación de maestros, para lo que tampoco adquieren aptitud especial, puesto que no estudian pedagogía. Y en

192 LA FARMACIA ESPAÑOLA

cuanto a la afirmación de que ;<la Facultad de Farmacia no existe en ninguna Universi­dad de Europa», ¿por qué no se ha tomado el Sr. Portillo el elemental trabajo de aso­marse siquiera a los Pirineos, antes de ha­cer una afirmación tan contraria a la verdad?

Hubiera podido ver que en Francia existía la Facultad dé Farmacia en varias Universidades, y que en 1920 se unificó el régimen de estudios, elevando a Facultades las Escuelas Superiores que aún quedaban. Y si hubiera extendido más su vista, hubie­ra podido darse cuenta de que en toda Europa, como en el resto del mundo civili­zado, siguen las corrientes una marcha in­versa a la que el Sr. Portillo supone, dán­dose en todas partes una mayor importan­cia cada día a esa Facultad que tal desdén le inspira y que tiene a su cargo una fun­ción social sencillamente augusta, cada día más difícil, cada día más necesaria y cada día más digna de estimación.

ESTEMOS ALERTA.—El hecho que comen­tamos en las líneas anteriores, ¿es un caso esporádico o una manifestación externa de un criterio y de un propósito de carácter general?

Sabemos que ante el Consejo de Instruc­ción pública se ha presentado descarada­mente la propuesta de supresión de la Fa­cultad de Farmacia, y que la cuestión, que había de discutirse en la última reunión ce­lebrada, quedó diferida hasta la próxima.

Preparémonos a resistir la acometida.

. T- P. FRANCO

FIJEMOS POSICIONES.—Fingiendo el tono despectivo de un Júpiter de guardarropía, ese pobre hombre que con sus insidiosas e improcedentes manifestaciones provocó la explicación que publicamos en el número IO de nuestra Revista, dice en la suya que no quiere nada con nosotros. ¿Por qué en­tonces, nos provocó con sus maliciosas acusaciones?

No nos sorprende su tono despectivo. Es natural que quien formó su espíritu tras el mostrador de una casa de préstamos, se sienta colocado en la cumbre de la aruíto-cracia espiritual.

Para aparentar que se sacude lo que pueda herirle de nuestras manifestaciones,

hace un bello alarde de su reconocida ori­ginalidad literaria, dedicándonos la frase, mugrienta, de puro resobada: ano ofende el que quiere sino el que p u e d e » .

Es lógico que no hayamos ofendido, aun­que el tono de la réplica parece revelar lo contrario, porque no quisimos ofender; ni lo queremos nunca; ni jamás nuestra pluma ni nuestra palabra tuvieron para nadie fra­ses desagradables, sino en cuanto nuestra dignidad las creyó precisas para repeler injurias y agresiones.

Porque en la puerta de nuestra casa no campea la placa del «Sagrado Corazón de Jesús»; pero el nuestro está lleno del espí­ritu de Cristo, y sin farisaicas manifestacio­nes externas, nuestros actos responden siem­pre al sentimiento cristiano de amor a los hombres y de perdón y piedad para sus extravíos, errores y maldades.

A g r i a d o apóstol , nos llama D. Macario en su breve réplica.

Pero, ¿quién será el agriado? ¿El que, im­pulsado por un sano y generoso optimismo, dedica sus energías a construir obras posi­tivamente beneficiosas, o el que, incapaz de construir, se encierra en su cueva de ogro para asomar la jeta de vez en cuando con un prurito insano de destruir lo que otros construyeron? ¿El que consagra complacido su pluma a exaltar amorosamente cuantos prestigios y valores aparecen en el horizon­te farmacéutico y a alentar todas las ma­nifestaciones de solidaridad profesional, o el que utiliza por tintero la vesícula biliar y vive en perpétuo gruñido contra todo y contra todos?

Para terminar, de una vez para siempre: No sentimos odios; pero la conducta de ese pobre hombre con nosotros nos prueba que podemos provocarlos. Pues bien; todos los hombres de todos los tiempos estuvieron y están conformes en que sólo hay una ma­nera digna de liquidar esos innobles y anti­cristianos sentimientos,' y a ella, a pesar nuestro y como mal menor, se no& en­contrará siempre dispuestos, si se nos re­quiere.

A lo que no estamos dispuestos es a con­sentir que esas paciones sigan dictando campañas que se dicen inspiradas en el bien de la clase; a consentir que, quien re­huye la lucha personal, noble y franca, que es la única que estaría justificada, se ponga al acecho dé nuestros actos para asantarnos

LA FARMACU ESPAÑOT A 1P3

cobarde y arteramente cori sus insidias y sus calumnias.

Cuando se tiene la desgra.cia de sentir odios, se les da gusto gallardamente, y si falta gallardía, se les ahoga en el fondo de la putrefacta viscera capaz de engendrarlos.

Abí ha de procederse, D . Macario.

GUSTAVO LÓPEZ Y GARCÍA

Congreso Farmacéutico Ibero-Ameri­cano de Sevilla

El día 15 del actual mes de mayo, se reunió en Madrid la Comisión organizadora de este Congreso Farmacéut ico bajo la presidencia del eminente químico D. José Casares Gil y con asistencia de los ilustres farmacéuticos Bustamante, Soler, Rodríguez y Rhodes.

Kn esa primera reunión se aprobó el plan que llevaba trazado para el Congreso; quedó también aprobado el Reglamento por el cual ha de regirse, y las comunica­ciones oficiales que se dirigirán a los países americanos haciendo la conveniente invi­tación.

Uno de los primeros acuerdos fué el que la Comisión en pleno hiciera la invitación oficial a los Colegios Farmacéuticos de Ma­drid y Barcelona, y este primer acuerdo quedará cumplido en el próximo otoño, a cuyas poblaciones nos trasladaremos para dar conocimiento de todos nuestros planes e invitar a todos los elementos farmacéu­ticos a la concurrencia al Congreso con sus trabajos, cuyas aportaciones serán de gran valor, demostrando, de una manera eviden­te y clara, la capacidad cultural de la clase farmacéutica española.

El Congreso tendrá un carácter eminen­temente científico; los preclaros maestros de nuestra profesión darán conferencias culturales, juntamente con los farmacéuticos americanos y portugueses.

El Congreso se dividirá en Secciones, que se publicarán oportunamente, estando ya nombrados los secretarios de todas ellas, para que los farmai éülicos puedan tomar antecedentes y dirig'use a los compañeros para todo cuanto precisen.

E^tá ya terminado todo el plan, que aún tardará algo en hacerse público, porque queremos que el Congreso tenga una ver­dadera organización y seriedad.

No tendrá el Congreso más conclusiones que las ciemífu as. puesio que éste es el fin que nos propusimos desde el primer mo­mento de su iniciación, y tendíá otras cuan­tas novedades que seguramente serán del agrado de todos los compañeros .

Y o me dispongo a emprender una cam­paña por cuantas poblaciones pueda para dar conferencias sobte el Congreso, marcar las normas que han de seguirse y hacer las invitaciones personalmente a los'Colegios de Farmacéuticos, entregando los títulos de socios de honor a los presidentes de las Corporaciones, pues ellos han r e ser los que nos ayuden al desenvolvimiento de esta obra y con su concurso desinteresado llegaremos seguramente a obtener un resul­tado práctico, que es lo que tratamos de de­mostrar, y que conseguiremos seguramente.

Es preciso que la clase farmacéutica ^ española se dé perfecta cuenta de la impor­tancia de este Congreso y de la preeminen­cia que hemos tenido los farmacéuticos al ser nosotros designados en segundo lugar para los Congresos que se han de celebrar en Sevilla con motivo de la Exposición, que han de ser muchos, y para corresponder debidamente, debemos todos realizar un trabajo perseverante y decisivo, entrenando a la clase por medio de conferencias cultu­rales que deben de dar todos los Colegios y que son de un resultado verdaderamente práctico, pues con ello se da la sensación, no sólo de la cultura, sino del valor cientí­fico que hace elevar nuestro prestigio y colocarnos en condiciones para, el día de mañana, obtener los beneficios a que somos acreedores.

Me he convencido de que la clase farma­céutica española está, como yo predije hace mucho tiempo, en condiciones verda­deramente excepcionales para responder a todo cuanto se la demande y en la medida de mis fuerzas haré cuantos trabajos sean precisos para que esta corriente no se pier­da, sino que se encauce hacia un porvenir grandioso, dentro de nuestro progreso.

Con verdadera fe hace falta trabajar, no desmayando nunca y teniendo l i seguridad de vencer y de colocarnos por nuestra cul­tura en el sitio de preferencia que merece la abnegada y - noble clase farmacéutica española.

GREGORIO ESCOLAR Sevilla, 30 mayo 1927.

194 LA FARMAfÍA ESPAÑOLA

¿Ignorancia o frescura? Literalmente, respetando su prosodia, su

sintaxis y su ortografía, publicamos la si­guiente carta, que hemos recibido, y que no sabemos si atribuir a ignorancia supina o a frescura lindante con el cero absoluto.

«Sr. D. Gustavo López García». «Madrid»

«Muy señor mió:» «Espero de su amabilidad me mande

el numero de dia primero de este mes de la Far­macia Española y el de el próximo dia 16 para su pago le mando una peseta en sello de correo de 0,25. V espero me diga que tengo qüe mandarle para ser suscriptor de referido periódico desde el Io de Julio hasta el 31 de Diciembre. También deseo me diga sí tiene noticia de un Rejente Far­macéutico que yo necesito para Farmacia que boy a poner siendo persona de confianza no tendrá que preocuparse mas que de cobrar puesto que yo soy practicante de Farmacia desde la edad de 12 años. Tanbien espero me diga Vd. sí tiene alguna revista donde consten los medicamentos que hay que tener para hacer'la pertura de refe­rida Farmacia. Estando dispuesto a mandarle su importe de referida revista o consulta.»

«En espera de su contestación de Vd. affm0. s. s.»

Claro es que nuestro primer cuidado ha sido trasladar noticia del propósito que en ella se apunta a los compañeros que pudie­ran ser víctimas de la ingenuidad o la des­aprensión de ese practicante-droguero.

Y , en consecuencia, esperamos que el atropello no pase del intento.

Un ve rdade ro t imo Permítase a mi confesada incompetencia,

que yo llame TIMO a lo que algún jurista calificaría tal vez de modo más técnico, y permítaseme también que descubra algo de su misterio.

Como aquellos centenares de candidos valencianos, que fueron llevados a cruzar el Atlántico en pasages de tercera, para ir a cultivar vírgenes y ricas regiones del Plata, que como inmensa tierra de promi­sión, o bello y sustancioso paraíso terrenal, generosamente les abría el magnánimo y melíñuo corazón de aquel... gran Noy del

Arroz y Tartana, hay otros cuantos millarés de cándidos de todas las regiones, víctimaé de un parecido TIMO.

Unos cuantos millares de jóvenes, embar­cados para una travesía penosa, cara y difí­cil, de unos once años de duración, de la que, como aquéllos, no podrán regresar; que toman pasage en los Institutos de se* gunda enseñanza, y, adentrándose en el mar tenebroso de las cuatro Facultades de Far­macia, desembarcan o toman tierra en los infinitos rincones pueblerinos del solar espa­ñol, y, aunque provistos de sus pasaportes en regía, de su título con todos los dere­chos, no pueden, sin pedir nuevamente a los padres otro puñado de billetes (porque el primero se gastó en el viaje), adquirir su parcela correspondiente en la colonia' sani­taria, donde se han de esforzar en producir abundantes y sazonados frutos, que el país necesita, para que les sean pagados con honores y riquezas.

¡Estamos frescos!... ¿Pero es que no hay paridad exacta entre

uno y otro caso? ¿Es que nos cumple al presente, ni menos

nos cumplirá mañana, nuestro respectivo Blasco Ibáñez lo prometido?

Veamos si tengo razón o estoy comple­tamente equivocado.

Cuando yo elegí carrera, ya sabía que existían el correo, el telégrafo y el teléfono, aunque no sospechaba la radio, y que, por aquellas tres vías, podrían circular a todas partes con rapidez y con mi permiso y mi provecho o sin ellos, los frutos de mi acti­vidad, de mi estudio y de mi trabajo, si yo me consagraba a especular en el campo de las ideas, haciendo discursos, o escribiendo dramas, novelas, etc., etc.; pero, dispuesto a vivir en esfera más reducida y a no enten­dérmelas más que con los vecinos del pueblo por mí elegido, para vivir de él y para él, tuve que excluir una porción de carreras y escoger entre ser cura, registra­dor de la propiedad, notario, médico o far-macéutico, porque todas éstas, sabía que tenían esa característica por mí deseada, de no extender sus respectivos servicios, sino sólo a un partido, y recíprocamente, que los vecinos de él, estando por mí bien ser­vidos a la puerta de su casa, no irían a bus­car lejos quien les cantara una misa o les inscribiera el título de una finca adquirida o les hiciera el testamento o les tomara el

LA FARMACIA ESPAÑOLA 195

pulso o les preparase unas pildoras. Sabía que, para asegurar los servicios del farma­céutico en cada pueblo, los Ayuntamientos les pagaban una cantidad por residencia, lo que me confirmó en "mi creencia de que el Estado formaba o preparaba curas, médicos, boticarios, etc., para colocar a cada uno en un núcleo.de población, donde hubieran de cumplir todos sus deberes, sin extenderlos a todo el país, y de donde hubieran de tomar todos sus derechos, sin que se los restaran los colegas de partidos bien dis­tantes. • . .

¿Cómo podía yo adivinar, ni temer, caso de elegir la carrera eclesiástica, que algún día pudiera oir mi feligresía ante el altavoz una misa solemnísima radiada en Roma por el Padre Santo o en cualquier catedral por el Sr. Obispo? ¿Cómo, si elijo medicina, iba yo a esperar, que por teléfono se hiciese la exploración, diagnóstico y tratamiento de los enfermos de mi pueblo desde Bruselas?

Pues vean ustedes si no es cierto que hay millares de estaciones emisoras de onda corta y larga, que radian al mundo entero esas quince o veinte mil recetas preparadas y engalanadas, que se imponen en todas partes, y que bajo el nombre de específicos llegan constantemente a los enfermos, sin necesidad de competencia, ni más interven­ción del farmacéutico que los entrega, que la de haberlos recibido en el correo de ayer por paquete postal y entregarlos hoy con un sobreprecio. Dichosos los que eligieron cualquiera de las otras cuatro carreras, por­que aún, por ahora, no les ha dado a los Obispos, ni dignidades de las demás, por radiar sus respectivos servicios a todas par­tes; sólo el incauto farmacéutico se encuen­tra con que el específico suple o suplanta a todas horas aquéllo que al licenciarse pensó y tuvo por seguro que prepararía él en cada caso y para cada uno de los vecinos de su pueblo.

Ya no tiene fundamento alguno la cifra que aún se nos paga por residencia; ya estaría más bien pagar unas cuotas POR

DIFUSIÓN, según el mayor o menor al­cance de las ondas medicamentosas especi-fiqueras que cada laboratorio o rebotica emite en todas direcciones. Así procederían con más lógica los gobiernos.

Pero para que al término de nuestro viaje escolar no nos halláramos tan sorprendidos como se hallaron los obreros agrícolas valencianos de Blasco Ibáñez, debieron fundirnos profesionalmente en otros mol­des; bajo otro tipo; no bajo el tipo de far­macéutico para un partido, provisto de cuanto le sea necesario para elaborar los medicamentos que en él se consuman, sino bajo el tipo de RADIO-FARMACÉUT ICOS o FARMACÉUTICOS-RADIADORES, con sólo cuatro drogas de- su agrado en canti­dades colosales para que llegue a todas partes la resultante de su combinación; y en ese caso los dispuestos a vivir sólo de su pueblo y para su pueblo, hubiéramos optado por ser curas o simplemente sacris­tanes, y tan contentos.

No es ciertamente de los preparadores de específicos de quienes hoy me quejo; ya mil veces he dicho de ellos cuanto tenía que decir; ni menos del gobierno actual, cuyas orientaciones renovadoras consti­tuyen aún mi única esperanza; quéjeme con más razón de anteriores ministerios, en que hubo consejeros médicos y farmacéuticos, conocedores de este engaño, que asistieron impasibles a la consumación del desastre, y aún con más motivo me quejo del sector perjudicado de la clase, que todavía no alza su voz pidiendo justicia en estos tiempos en que sería más fácil obtenerla.

Ya demostraré otro día, que además de ese cuarenta o cincuenta por ciento que al campo farmacéutico ha restado el especí­fico, tenemos en puerta otra resta obligada de mucha consideración, que dejará redu­cido a una maceta lo que era un extenso campo de cultivo de la Farmacia.

EMILIO GALLEGO RUIZ

Almadén de la Plata, 3 mayo 1927.

196 LA FARMACIA ESPAÑOLA

V I D A C O R P O R A T I V A La actual organización social se fundamenta, no sobre la célula del individuo, sino sobre la agrupación celular del gremio. Hay que vivir

la vida corporativa o sucumbir

LA. ASAMBLEA OK FEDERACIONES SANITARIAS CELEBRADA EN CUEN'CA.—Re cihimos una ex­tensa información de este impoitante acto, de nuestro querido compañero el subdele­gado de Farmacia de San Clemente, don Octavio Quílez, que nos hizo el honor de llevar en él nuestra representación, pero los apremios de espacio nos obligan a conden­sarla en un resumen sumario.

Presidió la sesión de apertura el gober­nador civil de Cuenca, y en ella se desig­naron las diversas Secciones, que trabajaron intensamente en los días siguientes, presidi­da la de Farmacia por el Sr. López Algarra.

En la tarde del I Q hizo acto de presencia en ésta el presidente del Colegio de Teruel, que habló del proyectado monumento a Pardo Sastrón, consiguiendo para éste una importante aportación de cuotas.

La Sección de Farmacia se ocupó tam­bién de la triste situación del farmacéutico que lo fué de El Provencio, D. Leovigildo Ortiz de Villajes, que, merced a las gestio­nes de nuestro buen amigo el Sr. Quílez —que, particularmente, también le ha soco­rr ido—, ha recibido varios socorros de la Unión Farmacéutica Nacional y del Colegio de Madrid, haciendo el Sr. Escolar el ofre­cimiento de un socorro mensual de veinti­cinco pesetas, que el Colegio de Cuenca agradeció, pero rechazó, comprometiéndose por su parte a subvenir a las necesidades del Sr. Ortiz de Villajes.

Durante los cuatro días de Asamblea se han celebrado banquetes y otros festejos con que los Colegios de Cuenca obsequia­ron a los asambleístas, y hermosas excur­siones a los pintorescos alrededores de Cuenca. ¡Paisajes incomparables de las hoces del Júcar y del Huéc;ir!

Las conclusiones acordadas por la Sec­ción de Farmacia, han sido las siguientes;

Primera. Mejora de los farmac éuticos titulares en cuanto a sus dotaciones de resistencia y al abono, según la tarifa de beneficencia, de los servicios de medica­mentos y reconocimiento y su participación en la función higiénico-sanitaria.

Segunda. Elevación de la categoría de la Sección técnica de servicios farmacéu­ticos del Ministerio de la Gobernación a Inspección general, y creación de las.Sub-inspecciones provinciales.

Tercera. Reforma, de la enseñanza far­macéutica en el sentido de aumentar los conocimientos tecnológicos.

Cuarta. Exclusividad pá ra lo s farmacéu­ticos de cuanto se refiere a la elaboración, comprobación y dispensación de medica­mentos de todas especies, incluso los llama­dos específicos.

Quinta. Socialización de las farmacias, al menos, de las rurales, y limitación de farmacias en las poblaciones de más de 20.000 habitantes.

Sexta. Debe ser obligatorio que las Diputaciones consignen en sus presupues­tos cantidades para que los farmacéuticos perfeccionen y amplíen sus conocimientos en los Institutos Provinciales de Higiene.

Como preparación para la Asamblea, fué reorganizado el Colegio de Farmacéut icos de Cuenca, que venía arrastrando vida muy lánguida, nombrándose nueva Junta, bajo la presidencia de nuestro entusiasta compa­ñero y querido amigo Sr. Benílez Poveda, de cuyo celo y actividad esperamos una rápida incorporación a los Colegios de van­guardia.

. CAJA DE. SOCORROS.— Nuevo gerente.— Como se esperaba de sus méii tos y de la

celosa y eficaz labor de propaganda por él realizada durante el tiempo que ha desem­peñado interinamente el cargo, ha sido nombrado gerente en ptopiedí-d de la Caja

-de Socorros, nuestto muy querido amigo y cultísimo compañero D . Román Herrero de la Orden.

La íntima y cariñosa amistad que al nue­vo gerente de la Caja nos une, no ha de ser óbice para que elogiemos el acierto del Consejo de Administración de la Caja de este nombramiento, porque este elogio no le dicta nuestro amistoso cariño a l í e r r e ro , sino nuestro íntimo conocimiento de su

^ E L I X I R E S T O M A C A L D E S A I Z D E C A R L O S

T Ó N I C O D I G E S T I V O Y A N T I G A S T R Á L G I C O Los señores médicos que nos han comunicado los resultados obtenidos con su u^o, han visto desaparecer aesde los primeros días el dolor, acedías, vómitos, inapetencias, dia­rreas,, etc., aliviando cms'dersb'emente la dilatación del estómago y mi. reo del mar, y curándose la úlcera del estómago, las hiperclorhidrias, dispepsias, gastritis, gastral­gias, neurastenia gástrica y enteritis crónicas, teniendo algunas de estas enfermedades

la antigüedad de treinta tfios La composición y dosis constan en los prospectos

Cinco pesetas botella.—Serrano, 30, Farmacia, y en las principales del mundo £ < HMIMWIIIMIIT« i i i i i i i iMWBPMll ' l i1 • • • • • i IIIIW ni i a j g i w n IWII • M w n i i w i i i i i i i i i H h n i i H IIIIIIIIUIIIIIH IIUMM ! • • H M ^ M i i j k i u i . S l

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I Laboratorio Farmacéutico d e Esterilización

D . C g s . F U N D A D O E N 1878 |

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IMPORTANTISIMO.—Orcula en el comercio, y con profusión, un aceite de almendras dulces en Litas cua ir; Hguiare-;, marca B. C . o s i n marca, y otras redondas lit grafía las, imitando las nuestras, que no tiene nrda del de almendras. Afirma lo que decim ¡s, qu." en todos ios centros donde sa expende aceite de aimen iras dulces se cotiza a menos precio que la cantidad de almeiidras que se necesita pt.a su obtención. Bastará para convenirse de nuestra aserción, tomar cuatro partes de aceite, siete de áciao nítrico y una do agua, en un tubo de enrayo o frjsquit J de cristal, y agiiai la mezcla; no pierde el color si es puro; toman color rojo más o menos intenso casi todos ios aceites que se acostumbra a emplear para la sof sticación.

^ Venta al por mavor y menor: Farmacia del Dr. Fiza, Plazas del Pino, 6, y Beato Oriol, 1 - BARCELONA.

LA FARMACIA ESPAÑOLA 197

valer, de su cultura, de sus nobilísimos sen­timientos, de su honradez y de su celo y entusiasmo por la institución que ha pasado a regir.

Vaya nuestra entusiasta y efusiva enhora­buena a la Caja y al nuevo gerente.

E l noble espíritu del venerable Baran-guán, seguramente sonreirá satisfecho, vien­do, desde otro mundo mejor, ocupado su lugar'por tan digno sucesor suyo. ^

RASGO PLAUSIBLE.—Al recibir el "socorro que, como viuda de un socio de la Caja, correspondía percibir a la señora viuda de Saiz de Carlos, ha tenido el generoso rasgo de entregar mil quinientas pesetas como donativo para la institución.

Que sirva de ejemplo a los que, no por necesidadj sino por sentimiento de compa­

ñerismo, ingresaron en la Caja, como el 'difunto D. Ramón Saiz de Carlos.

NUEVA JUNTA.—El Colegio de Farmacéu­ticos de Asturias celebró sesión el 3 de los corrientes para renovar su Junta de gobier­no, y, defiriendo a los deseos de descanso de la meritísima que venía rigiéndole y que tiene en su haber la perfecta organización de la Asamblea de la U . F . N. de 1925, eligió la siguiente, dignísima sucesora de la que cesa:

Presidente, D.Joaquín Escalera, de Gijón; Vicepresidente, D. Angel Sanchís Blasco, de Oviedo; Tesorero, D. Emilio Castañón, de Oviedo; Contador, D . Fernando Suárez, de Castrillón^Vcré'terzí?,D.Mariano de la Vega, de Oviedo; Vocales: D. Mauricio Fraile, de Turón, y D. Evelio Carabot, de Pola de Siero.

B I B L I O G R A F I A

En nada poaras emplear tu caudal que te rinda mayores placer y provecho que en los libros bien elegidos. He aquí los que

te convienen

GRAN ENCICLOPEDIA DE QUÍMICA INDUS­TRIAL.—Acaba de aparecer el tomo V I I I de esta monumental obra, que contiene los si­guientes capítulos:

Papel, por los Dres. Possaner von Ehren-tal y Stohmann.

F o t o g r a f í a , por el profesor E. Valenta y los Dres. Schrott y H . W . Vogel.

Galvanoplastia, por los Dres. H . Meidin-ger y J. Stohmann.

Grasas y ceras, por los Dres. Stohmann y W . Fahrion.

J a b ó n y b u j í a s , por los Dres. Henriques, Kart y Fahrion.

Medicamentos o rgán i cos , por los profeso­res G. Frerichs y E. Mannhein.

Sueros medicinales, por el Dr. A . Marxer. Constituye un grueso volumen en 4.0 ma­

yor, de I .004 páginas, con 482 grabados y un minucioso índice alfabético para facilitar su consulta. Puede adquirirse al precio de 73-75 pesetas en rústica, y 82,75 encuader­nado, al contado o a plazos, o por fascícu­los a siete pet-etas.

Puede adquirirse igualmente a plazos toda la obra, pagando mensualmente diez

Servimos a nuestros lectores cuantos li­bros nos pidan, aparezcan o no en esta sec­ción y sean nacionales o extranjeros, con­tra envío de su importe y gastos de correo

pesetas, si se toman de uno a tres tomos; 15, sise toman hasta cinco, y 20, si se ad­quieren los ocho publicados.

F. Seix, Editor.—San Agustín, I a 7.— (Gracia) Barcelona.

REVISTA DE LAS ESPAÑAS—El número 7 y 8 contiene el siguiente sumario:

Schopenhauer y la M ú s i c a Moderna, por Ramón Pérez de A v a l a . — E l p r i m e r testa-mentó de Colón, por Ricardo Beltrán y Róz-pide. — A¿z cu l tu ra universal is ta y su moda­l i d a d hispano-americana, por Antonio Es­pina.— tspana , los Estados Unidos y A m é -t i c a , por Rafael Al tami ra .—El espejismo de las Indias , por José María Salaverría.—Los españoles en la e m i g r a c i ó n , por Luis Santu-l lano.—El M a d ' i d p r e h i s t ó r i c o , por J. Pérez de Barradas.—La herencia e spaño la en Nor ­t e amér i ca , por Wil l iam R. Shepherd.—El

f u t u r o problema ibero-americano. Los cuatro peligros, por Benomar.

Revistas e informaciones literarias, socia­les, económicas, culturales, etc., españolas e ibero-americanás.

Oficinas: Recoletos, 10.—Madrid.

19S FARMACIA ESPAÑOLA

NUEVA FARMACOPEA RUMANA (del Bolle-t ino Chimico F a r m a c é u t i c o ) . -̂JUa última far-' macopea rumana databa de 1893. ^e com­prende qu-; era ya necesaria una nueva edi­ción, no sólo porque la vigente no respon­día al progreso científico en treinta y tres años, sino porqué también profesionalmente era necesario uniñcar las provincias redi­midas, en las cuales regían las farmacopeas de las naciones de que habían formado parle (Austria-Hungría, Rusia, Bulgaria).

La nueva farmacopea, que acaba de pu­blicarse, ha sido redactada bajo la dirección de la Asociación General de Farmacéuticos de Rumania y personalmente por el profe­sor doctor Vintilescu, hombre de gran com­petencia y de extraordinaria actividad, encargado hace años del control y de la preparación de los medicamentos destina­dos a los hospitales y delegado en la «Con­ferencia Internacional de Bruselas para la unificación de la fórmula de los medica­mentos heroicos».

La Asociación ha redactado el índice, además de la rumana, en las lenguas ale­mana, francesa, húngara y rusa; el profesor Ventiliscu ha redactado el texto; una Comi­sión Ministerial le ha completado; el Con­sejo Superior de Sanidad ha aprobado los trabajos y la revisión de la Comisión Minis­terial, y el Ministerio de Sanidad y Protec­ción Social ha adoptado oficialmente e^ta cuarta edición de la Farmacopea Rumana.

Las normas que han servido para la re­ducción, se detallan en -la siguiente forma, en el pi ólogo de la obra

El capítu o primero—bajo el título de Pr inc ip ios generales—es una ' breve intro­ducción y comprende • explicaciones del texto, de las abieviaturas y de los términos técnicos.

El texto se divide en dos partes: la pri­mera, más extensa, comprende la descrip­ción de los medicamentos; a segunda, más breve, comprende diversos documentos físi-coquímicos y farmacéuticos, tablas, etc.: Reactivos para el ensayo de los medica­mentos; instrumentos y aparatos; procedi­mientos generales de análisis; peso de las gotas; sustancias venenosas; dosis máximas; antídotos, etc.

Los medicamentos se describen por or­den alfabético, con el nombre principal en latín, seguido de los seudónimos y de las denominaciones en rumano, francés, ale­

mán, húngaro, y ruso. Las descripciones de los medicamentos

simples empiezan con una breve definición que recuerda su naturaleza y origen.

Las de los productos químicos, con la fórmula química seguida del peso molecu­lar, sigue la definición; los caracteres gene­rales (aspecto, color, olor, sabor, propieda­des e speciales); las propiedades físicas (punto de fusión, de ebullición, actividad, óptica, etc.); las reacciones químicas de identidad; las ccndiciones que deben satisfacer; las reacciones de comprobación; los procedi­mientos de valoración; las incompatibilida­des y los procedimientos de conservación.

Las descripciones de los materiales vege­tales empiezan con la definición y el nom­bre botánico; continúan con la descripción de los caracteres esenciales de identidad; con los principales caracteres micrográficos del polvo; reacciones químicas y valoración de los principios activos.

Las descripciones de los medicamentos compuestos o galénicos comprende los nombres de los componentes, los procedi­mientos de preparación y los caracteres principales.

En capítulos especiales se describen las diversas formas farmacéuticas, como Coci­mientos, Emplastos, Extractos, Infusiones, Pildoras, Jarabes, Tinturas, Ungüentos , etc.

En los productos heroicos o cuyo uso ofrece algún peligro, se consigna la adver­tencia: Consérvese con p r e c a u c i ó n , y para las venenosas, la palabra Veneno, y dtben ser guaroadas en armario cerrado.

Para los medicamentos que circulan en el comercio con nombre patentado, se ha establecido como nombre principal el cien­tífico, y como sinónimo, el patentado.

Se han adoptado en esta farmacopea las decisiones de la Conferencia Internacional para la unificación de la fórmula de los medicamemos ht-roicos (bruselas. Septiem­bre de 1925) y se indican con la palabra: Convenio In ternacional .

Los ^medicamentos opoterápicos y los procedimientos de valoración biológica, no se consignan en esta farmacopea, y serán objeto de un suplemento especial, confor­me a la decisión de la Comisión Ministei ial.

Para el fácil manejo de t sta farmacopea, lleva dos índices alfabéticos de materias: uno con los nombres y sinónimos latinos, y otro con los nombres rumanos.—-A. G..

LA FARMACIA ESPAÑOLA 199

S U E L T O S Y N O T I C I A S LA COMISARÍA SANITARIA.—En su última

reunión, presidida por el Sr. Bécares, se sometió a estudio de la Comisión perma­nente la necesidad de reglamentar el número mínimo de familias que deba visitar cada médico de Sociedades de asistencia pública y de prohibir que se hagan nombramientos de nuevos profesores mientras los que ac­tualmente presten servicio no tengan com­pleto el cupo de abonados que autoriza la Comisaría.

A propuesta del Sr. Martínez Gil, se acordó atenerse exclusivamente a lo legis­lado y que se realice una inspección para evitar que actúen médicos con dotaciones inferiores a las que determina el reglamento.

El Dr. Muñoz del Portillo presentó un informe sobre el funcionamiento de la So­ciedad Mutual Matritense, siendo aprobado por unanimidad.

Los Sres. Martínez Gil y Alvarez Sierra dieron cuenta del estado en que llevan el informe que se les encargó sobre la adap­tación del reglamento general de la Comi­saría Sanitaria a las entidades de seguros de Accidentes del trabajo.

MUY AGRADECIDOS.—Copiamos del Bole t ín del Colegio de F a r m a c é u t i c o s de C ó r d o b a :

«Se encargó de la dirección de la importante revista «La Farmacia Española» el distinguido far­macéutico don Gustavo López y García, cuya me-ritísima labor en la secretaría de la U. F. N . es de todos bien conocida y apreciada.

Con la sinceridad que siempre fué mi norma, he de declarar que al hacer al Director de «La Far­macia Española^ una consulta, cuya resolución requería bastantes molestias, tuve la satisfacción de comprobar la honradez con que procede la mencionada revista al ofrecerse a los compañeros que tengan necesidad de consultarles cualquier asunto. El que encomendé al celo del Sr. López García fué resuelto con toda diligencia e interés, y esto me permite asegurar a los compañeros de la provincia, la necesidad que tenemos los que vivi­mos lejos de Madrid de contar con la valiosa cola­boración de un periódico, que como «La Farma­cia Española^ pone su actividad a la disposición de los profesionales.

Y recordando a los caníbales antes menciona­dos, haré la observación de que mis palabras no encierran más que el deseo de que los compañeros

conozcan a la prensa profesional que además de cumplir el fin social que dentro de su esfera de actividad le corresponde, nos puede ser de utilidad por su apoyo incondicional y sincero.

José Bayona.»

Como ningún mérito constituye cumplir lo que se ofrece, copiamos las líneas que preceden para significar nuestro agradeci­miento a nuestro querido compañero, señor Bayona, por las amables frases que nos dedica y que, repetimos, no creemos mere­cer. Nos hemos ofrecido a nuestros suscrip-tores para cuantas gestiones profesionales hayan de realizar en Madrid, y lo chocante sería que no cumpliéramos, o cumpliéramos sin interés, esta promesa.

ENFERMO.—Para buscar el restableci­miento de la quebrantada salud, ha tenido necesidad de marchar a pasar una tempo­rada en el campo, nuestro querido amigo y compañero , D. Pascual Castillón, distinguido farmacéutico de Sevilla.

De todas veras celebraremos consiga un pronto y completo restablecimiento de su salud.

NUEVOS CONSEJEROS DS SANIDAD.-—Por Real decreto de 7 de los corrientes y como consecuencia del de reorganización del Real Consejo de Sanidad, de 12 de abril último, han sido nombrados los individuos que han de constituir este alto Cuerpo, entre los cuales figuran los siguientes farmacéuticos: D. Félix Gómez Díaz, jefe farmacéutico mi­litar; D . José Casares Gil, catedrático de análisis química de la Facultad de Farmacia de Madrid; D. Obdulio Fernández y Rodrí­guez, académico farmacéutico de la Real Academia de Ciencias; D . César Chicote del Riego, director del Laboratorio Munici­pal de Madrid, y D. José Rodríguez y Gon­zález, presidente del Colegio de Farmacéu­ticos de Madrid. En total, cinco.

PARA LA CIUDAD UNIVERSITARIA.—El Real Colegio de Farmacéuticos de Madrid nos envía la primera lista de donativos para la suscripción por él abierta para contribuir a la construcción de la Ciudad Universitaria.

Lo reducido del espacio de que dispone-

200 LA FARMACIA ESPAÑOLA

mos en relación con la abundancia de origi­nal, no nos permite atender el ruego de publicarla^ y nos limitamos a hacer saber a nuestros lectores que esta primera lista arroja una suma de 416 pesetas, y que la suscripción continúa abierta en el domicilio del Real Colegio, Santa Clara, 4.

DISTINCIÓN HONROSA.—La Academia ita­liana ¿tó' l icei ha otorgado el premio inter­nacional de Camuzaro, por sus trabajos sobre los pesos atómicos, a nuestro distin­guido compañero y amigo, Dr. D. Enrique Moles, que recientemente ha obtenido en reñidas oposiciones la Cátedra de Química Inorgánica de la Facultad de Ciencias de la Universidad Central.

Sea enhorabuena.

MONOPOLIO DE LOS TÓXICOS.—Se dice que en breve aparecerá una disposición del Ministerio de la Gobernación estableciendo el monopolio por el Estado del suministro de tóxicos, exclusivamente a los farmacéuti­cos y con la mayor suma de garantías para evitar su venta ilícita,

LA VIRUELA EN LOS PAÍSES CULTOS,—En Inglaterra, desde 1921 a 1926, según datos oficiales del ministro de Higiene, la viruela ha seguido una marcha creciente de 1921 a IQ25. En 1921 se declararon 340 casos con 5 defunciones, y 5.500 en el primer semes­tre de; 19^6, de los cuales sólo hubo 4 de­funciones, demostrando a la vez su be­nignidad.

De los Estados Unidos dice lo siguiente la revista yankee y . A m . Med. Assoc : «Los informes recibidos por la Asociación Ame­ricana del Adelanto Médico indican que, en 1925, se denunciaron más casos de viruela enjos Estados Unidos que en ningún otro país, salvo la India. E l total fué de 43.193, lo cual es menos que el año anterior, en que hubo 56.351. Entre 10.636 casos, 9.660 no habían sido vacunados y 751 se habían vacunado de siete a cincuenta años antes.»

- Pues, ¿no habíamos quedado en que la viruela era una vergüenza, sólo posible en los países incultos, como España y Ma­rruecos?

CENTRO FARMACÉUTICO NACIONAL

Concurso de premios

Los trabajos presentados hasta el día IO del actual, en que terminó el plazo de prórroga concedido y anunciado oportuna­mente, han sido tres con los lemas; si­guientes:

I.0 «La ignorancia de las Leyes no excusa su cumplimiento».

2.° «La ignorancia de las Leyes no excusa su cumplimiento», (Ar t . 2.° del Código Civil).

3,0 «Sólo el arma del derecho es eficaz y humana én la lucha social».

El jurado designado para la calificación de las memorias lo constituirán:

Presidente, D. Rafael Folch Andreu. Vocales, D. Román Herrero de la Orden.

» D. Luis Pérez de Albéniz. » D. Antígono Puerto. » D. Higinio Estébanez.

Secretario, D. Apolonio López Ciudad.

LA REHABILITACIÓN DEL VINO.—Van siendo ya varios los médicos que, reaccionando contra la exageración antialcohólica de los últimos tiempos, van proclamando las exce­lencias del vino bueno.

El Dr. Andrea Ferrandini, en un estudio acerca de la posibilidad de retardar la vejez, dice que el vino, por los éteres aromáticos que le prestan su bouquet, es un excelente bactericida contra el bacilo del cólera, el tífico y el colibacilo.

^Volveremos a preservarnos del cólera con el coñac del 85?

CENTENARIO DE BOLTA,—En el año co­rriente, en que Francia celebrará con gran solemnidad el centenario del genial químico Benthellot; celebrará Italia el del descubri­dor de la electricidad, Volta, nacido en Como en 1745 y muerto en 1827. ,

L a ley seca en F i n l a n d i a — ^ 0 x ^ 0 resul­tado de la prohibición de ventas de vinos y licores, los farmacéuticos de Finlandia, des­pacharon en 1925, / t f r p r e s c r i p c i ó n médica , 943.OOO litros de alcohol puro; 116.OOO de coñac y whisky, y 67.500 de diversos vinos de 135 marcas diferentes,

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