Revista Edición 67 Junio 1990

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General " LUIS ERNESTO ORDOÑEZ CAS'QLLO * 7 de Enero de 1914 ') + 19 de Mayo de 1990 r General RAFAEL NAVAS PARDO * 2 de Febrero de 1908 + 13 de Mayo de 1990 ORGANO DE LA ASOCIACION COLOMBIANA DE OFICIALES DE LAS FF.MM. EN RETIRO

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Editorial: Entre la dura realidad y la última esperanza

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General " LUIS ERNESTO ORDOÑEZ CAS'QLLO * 7 de Enero de 1914 ') + 19 de Mayo de 1990 r

General RAFAEL NAVAS PARDO

* 2 de Febrero de 1908 + 13 de Mayo de 1990

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ORGANO DE LA ASOCIACION COLOMBIANA DE OFICIALES DE LAS FF.MM. EN RETIRO

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ORGANO DE LA ASOCIACION COLOMBIANA DE OFICIALES DE LAS FF.MM. EN RETIRO

OFICINAS: Calle 70 No. 4-24 Teléfonos: 2488211 . 2556017

Apartado Aéreo No 17149

Resolución No. 001167, (Sept./73) Mingobierno Resolución No. 0286, (Feb./82)- Permiso No. 318 Adpostal

Director: BRIGADIER GENERAL (r)

JOSE JAIME RODRIGUEZ R.

Dtrector Editorial: JAIME A. CUBILLOS C.

JUNTA DIRECTIVA Presidente BG . 1 osé Jaime Rodríguez R.

Primer Vicepresidente MG . Alvaro Mejía Soto

Segundo Vicepresidente CA. Luis Carlos Jaramillo Peña

Secretario General CO. Evelio Ramírez Palacio

Revisor Fiscal CO. Guillermo Rodríguez Guzmán

VOCALES

BG. 1 osé 1 aime Rodríguez R. MY. Hemando Urueña R. CO. Hiram A. Villegas Mej1a BG. Jaime V al derrama Gil B G. Gabriel Pontón Laverde CA. Luis Carlos J aramillo Peña BG . Eduardo Pedraza N e ira MG . Alvaro Mejía Soto CO . Alfonso Barragán Amaya

CONSEJO DE REDACCION

GR. Alberto Ruíz Novoa GR . Alfonso Mejía Valenzuela MG. Jaime Durán Pombo BG. Juan B. Córdoba Alvarez BG . Gabriel Puyana García BG. Hernando Castro Ortega BG. José Jaime Rodríguez R. CTN. Julio César Reyes Canal TC. Alberto Lozano Cleves SRA. Gladys Behaine de Cendales

Las ideas y tesis expuestas por los auto­res de los artículos publicados son de la exclusiva responsabilidad de éstos y no reflejan necesariamente el criterio de la

Asociación

Impreso:

~~·2938955 NUESTRA CARATULA

HOMENAJE DE ACORE A LOS EXPRESIDENTES DE LA REPUBLICA GENERALES RAFAEL NA V AS PARDO Y LUIS ERNESTO ORDÜÑEZ CASTILLO, CON MOTIVO

DE SU RECIENTE FALLECIMIENTO

CONTENIDO

Pág.

Notas Editoriales Entre la dura realidad y la última esperanza Brigadier General (r) José J airne Rodríguez R ....... 3

Comunicado Consejo Consultivo de Acore .................. 8

Homenaje póstumo a los Generales Rafael Navas Pardo y Luis Ernesto Ord6ñez Castillo

Obispo Castrense Víctor Manuel López Forero ...... 9 General Manuel Alberto Murillo González ........ 11 Monseñor Ariel Gutiérrez Marulanda ............ 12 Brigadier General (r) Juan B. Córdoba A ......... 14 Brigadier General (r) José Jaime Rodríguez R ...... 14

Regimiento de Caballería "San Jorge" Dirección Revista Acore .................... 1 7

La creación del Regimiento de Caballería "San Jorge" Brigadier General (r) Gabriel Puyana García ....... 21

Homenaje al General Santander Dr. Alberto Lleras Camargo .................. 23 General Juli{m Trujillo ..................... 25 General Ezequiel Hurtado ................... 26

El relevo de la cúpula militar Brigadier General (r) Gabriel Puyana Garcfa ....... 27

Sin la organización militar la república no existiría Contralmirante (r) Luis Carlos J aramillo Peña ...... 29

En la muerte de Carlos Pizarro Capitán de Navío (r) Julio C. Reyes Canal ........ 31

37o. Aniversario del combate de "Old Baldy" General (r) Alberto Ruiz Novoa ............... 33 Capitán de Navío (r) Manuel Guillermo Torres Guzmtm 35

Si yo pudiera volver a vivir General Nelson Mejía Henao ................ 37

La milicia nacional Coronel (r) Silvio Vallejo Rosero .............. 41

La Campaña de Corea Señor Y ong Chol Ahn .•..•................ 45 General (r) Alberto Ruíz Novoa ............... 45

El entrenamiento del Batallón Colombia en Bogotá Teniente Gabriel Puyana García ............... 49

La Asociación Colombiana de Oficiales Veteranos de Corea Brigadier General (r) Raúl Martínez Espinosa ...... 55

No. 67 BOGOTAD.E. JUNIO 1990

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ENTRE LA DURA REALIDAD V LA ULTIMA ESPERANZA

NOTAS EDITORIALES

Sin que resulte necesario señalar de nuevo los distintos factores que han contribuído a crear y mantener esta difícil situación interna que sigue afectando los intereses nacionales, no podemos sustraernos a la angustia general que suscita el comprobar que este primer semestre que termina, lejos de ofrecer soluciones ha visto con sorpresa inocultable crecer los índices de criminalidad y de violen­cia que nos vienen presentando como el país de la inseguridad y del peligro.

Duele, en verdad, seguir evidenciando esa cadena interminable de episodios de barbarie contra las Fuerzas Militares, Policía Nacional, Campesinos, Diri­gentes Sindicales y Políticos, Jueces, Periodistas, y Ciudadanos inocentes, víc­timas sin razón de acciones terroristas y escaladas sangrientas de los violentos de toda condición, que sig¡¿en exhibiendo su crueldad contra una sociedad cansada de soportar tantas infamias.

El calvario contínuo acrecentó por ello, en el último trimestre, cruentos epi­sodios contra la Policía, especialmente en Antioquia, acentuados con los asesi­natos de CARLOS PIZARRO LEONGOMEZ y FEDERICO ESTRADA VE­LEZ. . . Celadas subversivas contra las tropas. . . Carros bombas en sitios comer­ciales de Bogotá - Cali - Medellín y Cartagena, en {echas que por su contenido es­piritual invitaban al orden y al amor filial haciendo con ello más espantables sus alcances. . . Asesinatos públicos, ante los propios familiares de las víctimas bus­cadas . .. Secuestros de soldados, policías y civiles . .. ]uzgamientos brutales con sevicia como el del párroco de Trujillo (Valle) R.P. TIBERIO DE ]ESUS FERNANDEZ. . . Asaltos repetidos a localidades apartadas . .. Combates repe­tidos en el Valle, Antioquia, Cesar, Córdoba, Putumayo, Sucre, Guaviare, Urabá, Chocó, la Costa Atlántica, Cauca, Huila, Casanare y Santander . .. Amenazas de guerra de los extraditables con anuncios de terrorismo en gran escala en parte controlados gracias a la colaboración ciudadana, como fue el caso del celaaor y la aseadora que salvaron a la Capital de tragedias incalculables en vidas y bienes materiales sóbre zonas residenciales y Colegios de párvulos . .. Planes contra la vi­da del propio Presidente y el Cardenal ALFONSO LOPEZ TR UJILLO, a{ortu-

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nadamente descubiertos. . . Atentados contra oleoductos contaminando áreas de cultivo , rfos y lagunas como la de Zapatosa . .. Robos de explosivos con fines proditorios. . . Fusilamientos de militares secuestrados y genocidios que aterran por su maJ:!litud como fue el último de Medellfn con 107 asesinados en un fin de semana, para sumar cerca de 4. 000 muertes violentas en lo que va corri­do del presente año.

Farándula siniestra adueñada del País, se complementó por desgracia con repetidos engaños sobre diálogos de la Paz, propuestos por los mismos que las siguen afectando con sus actos . .. Es así como de nuevo plantearon tal recurso ef ELN, el PRT y el Grupo QUI TIN LAME, en conjunto, para luego terciar hacia propuestas separadas que después burlaron los cabecillas subversivos con sus manidas tesis de transarce sólo con las transformaciones Políticas, Sociales y Económicas para seguir teniendo pretexto de fucha con la coordinadora subver­siva de Colombia.

Las conocidas consignas de acusar y calumniar a las Fuerzas Armadas, buscan­do vincularlas con los grupos paramilitares y sicarios, hicieron igualmente rar­te del programa revolucionario que buscaba interferir el debate é1ectoral de 27 de Mayo, tal como lo presentíamos desde meses anteriores.

Ante tanto desorden, ma~ificado en gran parte por aquellos que a través de la prensa o con sus mediaciones buscan seguir considerando como delitos politicos lo que el tiempo ha confirmado hasta la saciedad como actos crimi­nales, los nuevos estrategas de escritorio que ni siquiera prestaron el servicio militar para poder hablar con fundamento sobre asuntos de esta referencia, lanzaron su concepto equivocaao sobre aspectos de mando, J acciones de combate cuestionando, con paralelismos absurdos, la efectivida de los Orga­nismos Armados y Agencias de Se~ridad del Estado, por el prurito personal de seguir considerándose árbitros ae los problemas que competen exclusiva­mente al Gobierno.

Fórmulas al respecto presentadas por el Expresidente ALFONSO LOPEZ MICHELSEN y el Senador ALVARO GOi\tEZ HURTADO, fueron amplia­mente rebatidas por el Señor General ALVARO VALENCIA TOVAR y el Señor Teniente Coronel ELEAZA.R _ fURIEL CORREA a través del Diario "EL TIEMPO" por lo cual acogemos sus tesis para no alargar referencias sobre el mismo tema. Sólo agregamos, como nota propia, que antes de buscar a un Mariscal Montgomery para conducir operaciones de guerra en el desierto, Ingla-terra había hallado primero a Winston Churchill, el Estadista indispensable del momento, el cual Colombia, infortunadamente, no logró encontrar en años an­teriores para poder concretar ac¡uellos compromisos de Paz y de Seguridad, que todos hemos venido anhelando sm conseguirlo todavía.

Igual consideración hacemos en torno a las publicaciones de la Revista Se­mana, acerca de porqué no se coge a Pablo Escobar Gaviria y sus críticas acervas sobre Organización y Gastos Militares, porque a ellas dio también respuesta pú­blica el Señor Contralmirante LUIS CARLOS ]ARAMLLLO P. según nota que corre publicada en aparte especial de esta misma entrega.

Contra toda amenaza de :perturbación del orden, sin embargo, el "Plan De­mocracia" puesto en ejecucion por las Fuerzas Armadas comprometió de nuevo su decisión inquebrantable de no ahorrar esfuerzos para asegurar el normal de­sarrollo del proceso electoral, como en efecto sucedió, permitiendo la libre elec­ción del nuevo gobernante de los Colombianos, el cua1 recayó en el candidato CESAR CA VIRIA TR U]ILLO, joven y dinámico político de Pereira que desde

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sus inicios en la administración pública local y luego bajo encargos de nivel nacional fue colocándose en posiciones de vanguardia dentro de 1a dirigencia política, que le permitieron ser nombrado jefe ae la campaña del líder asesina­ao LUIS CARLOS CALAN SARMIENTO (q.e.p.d.), para asumir luego, a su nombre, la militancia de su gr_upo que lo llevó a calificarse como futuro Presi­dente y jefe Constitucional de las Fuerzas Armadas de fa República.

Tomando en cuenta esta consideración, dirigimos a nombre de las Reservas de las FF.AA. al Presidente electo, un mensaje de saludo y oferta de participa­ción en los próximos debates de la Asamblea Nacional Constituyente.

Su respuesta, que a continuación transcribimos, es muy diciente al respecto y abre importantes líneas de comunicación con el primer magistrado de la Na­ción las cuales buscaremos utilizar siguiendo nuestras normas y conductas conocidas:

"Bogotá, D. E. 7 de junio de 1990, Señor Bri~adier General ]OSE ] AIME RODRJGUEZ R. Presidente .iCORE Calle 70 No. '1--24 Bogotá. Estimado Señor Brigadier General: Quiero agradecer su amable mensaje del JO de Mayo, que Ud. me dirigió a nombre de la .:~sociación Colombiana de Oficiales de las FF .. Mi\4. en Retiro. - En estas difíciles horas para Colombia, el pueblo se 1Ia expresado clara­mente, en favor de lá realización ae un profundo cambio institucio11al, que contri­buya a aclimatar la Paz y a adecuar la Constitución Nacional a [os nuevos tiempos.- En ese sentido, estoy Segt!rO de que la Asociación que Ud .. preside sa­brá contribuír oportuna y acertadamente al debate que deuerá darse sobre el contenido de la Reforma que, con la participación Cle las fuerzas políticas l, sociales, debe emprender el País. Cordial saludo. CESAR GA VIRJA TR U]ILLO '.

La visión general que enmarca duras realidades en el orden interno, se vio súbi­tametlte sorprendida con las declaraciones inesperadas y desde todo punto de vista improcedentes del actual Embajador de Colombia en Venezuela, Sr., GUSTA­VO V ASCO, ante un auditorio que por su prestancia y significación hace más comprometedoras sus afinnaciones por su condición Diplomática, se convertirán sin duda alguna en antecedente negativo para las tesis Colombianas en vía apenas de arreglo para la delimitación de áreas marinas y submarinas sobre el Golfo de Coquibacoa, ahora denominado co11 clara intención y visión geopolítica como Goffo de Venezuela.

Afirmaciones ratificadas tercameHte por dicho funcionario, pese a los reparos del Ministro del ramo Colombiano, insistiendo en que dicho Go1fo es vital para el País hem1a1w y no para Colombia, produjeron el natural rechazo de quienes por medir su alcance han advertido las posibles interpretaciones dilatorias que ellas van a suscitar en las futuras conversaciones que al respecto adelattten Colombia y Venezuela. En este sentido nuestra Asociación se pronunció, por ello, oportu­namente ante el Señor Presidente de la República y el Ministro de Relaciones Exteriores, mediante comunicaciones que .fueron comentadas por la prensa de la Capital, lo cual nos exime de nuevas referencias.

Los Expresidentes MISAEL PAST'RANA BORRERO y BELISARIO BETAN­CUR CUARTAS, por su parte y días después como miembros de la Comisión Asesora de Relaciones Exteriores se pronunciaron en sentido semejante critican­do la actitud del Sr. VASCO por apreciar "que implica colocar el amistoso de­bate del Golfo en términos de refereucia diferentes a aquellos e11 que Ita sido situa­do por los Gobiernos anteriores: los de LLERAS CA.MARGO, VALENCIA,

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LLERAS RES TREPO, PASTRASA, LOPEZ, TURBA Y y BE T ANCUR" agregan­do que "es ésta una mala herencia para un Gobierno pronto a iniciarse".

Con estas notas y nuestras reflexiones en torno a las expectativas que la actual. situación plantea hacia el futuro, nos conforta sólo la última esperanza de cambio hacia un nuevo orden de perspectiva revo1ucionaria pacífica y legal. Cerramos por lo mismo estos breves comentarios con la renovada confianza de un futuro mejor para Colombia q:le, ojalá, no se vea frustrada porp4e dé serlo ya no quedarán al­ternativas CJ!4e permitan pensar en una nueva posibilidad de arreglo que detenga la presentiaa insurrección generalizada que vienen patrocinandO los conociáos enemigos del sistema.

DOS ILUSTRES JEFES MILITARES DESAPARECIDOS

Con inocultable dolor de compañeros vimos partir hacia la eternidad a los Se­ñores Generales, Expresidentes de la Repúbfica: RAFAEL NA VAS PARDO (q.e.p.d.) el pasado 13 de Mayo y LUIS ERJ\¡ESTO ORDOÑEZ CASTILLO (q.e.p.d.) el 19 del mismo mes, lo cual nos priva para siempre de su concurso acer­tcido y de su consejo oportuno y sereno, cada t•e.: que precisemos de un apoyo basado en la experiencia y en el recto criterio que ellos siempre supieron prodi­garnos sin reserva.

Militares de honda convicción profesional y de claras virtudes en su ponde­rado y celoso ejercicio de conductores de ltombres, desde los años mismos de su juventud, su noble causa de Soldados al servicio exclush•o de la Patria fu.e para ellos mandato ineludible en toda circunstancia, aportando para ello su devo­ción total y su dedicación infatigable.

Patriotas íntegros, en el cabal sentido gue demanda esta sagrada condición, su vida estuvo siempre enmarcada dentro efe los límites inflexibles de la exigencia del deber a toda costa, que les impuso estar dispuestos siempre a cualquier sacri­ficio o encargo en función t4nica de los intereses Colombianos.

Advertimos, por ello, en su limpia trayectoria militar los logros reservados a los mejores oficiales de cada época, lo cual les permitió avanzar por propios méritos y servicios destacados a la Institución y al País, en la escala jerárquica, desde Sub­tenientes hasta Generales de la República, para corroborar sus excelencias personales y su desempeño acertado e11 campos diversos que exigieron su concurso ora como lefes Militares dentro de las filas de las Fuerzas Militares, ora en los te­rrenos de a Administración Pública, cumtdo se hizo necesario formar parte de la junta Militar de Gobierno, durante los mios 1957-58, que lta"'bría de devolverle al País sus cauces democráticos.

En hora de verdadera pena compartida sinceramente con la Institución que ellos honraron y con sus seres queridos, más cerca hoy que nunca de nosotros por la dimensión del afecto que suscita el dolor y la esperanza del reencuen tro prome­tido más allá de esta vida terrena, expresamos profundamente conmovidos nuestra sincera condolencia al Ejército y a sus familiares.

Queriendo homar su prístina memoria y exaltar su vida ejemplar, ante las nue­vas y futuras generaciones militares, recogemos con atribulado respeto, en nota recordatoria que corre publicada en esta misma edición, las palabras ¡?rommciadas en su honor etl la Capilla de la Escuela Militar de Cade tes y en el cementerio donde fueron inhumados sus restos mortales a su regreso a la tierra.

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QJA,ede, por último, la constancia de nuestra súplica y plegaria al Dios de nuestra fe cristiana, por su descanso y bienaventuranza ererna.

SORPRESIVOS RELEVOS MIUT ARES

Cerrada ya la edición correspondiente a este número de ltz Revista, con su im­portante separata que recoge el Proyecto de Reforma Constitucional preparado por algunos Señores Geneáúes en Retiro, la inesperada información televisada del 18 de los corrientes y el desplier,te periodístico de los días siguientes acerca del "Remezón en la Cúpula Mifitar ', nos obliga a registrar este episodio que in­discutiblemente afecta a una Institución que es columna vertebral de la J>atria.

Sin r(![Jonernos aún del todo por la forma como el Señor Presidente de la Repú­blica, rubricó su mandato de estilo tmpenetrable y desconcertante al tomar de­cisiones con muestras de cesarismo innecesario, contra aquellos que velaron por su proria seguridad y p_or la vigencia de los poderes del Estado, nuestro silencio serta tacita aceptación ae tan desatinado procedimiento.

El comentario lo hacemos al verificar la forma como de nuevo se Ita tratado, en fin de semana y con puente Emiliam, a quienes durante su mandato han lle­gado a las más altas dignidades militares por sus merecimientos y servicios a la Institución y a la Patria. Primero lo fue durante el Ministerio del Se1ior General RAFAEL SAMUDIO MOLINA, por su declaración dolida ante los féretros de Militares vilmente ultimados en cobardes celadas bandoleras . .. Algú1-1 tiempo des­pués durante el ejercicio del Señor General MANUEL JAIME GUERRERO PAZ, por diferencias con subordinados del Despacho Presidencial . .. Y ahora, en nuevo "Viernes de Dolores Militar" y por desconocidas razones que está1-1 generando peligrosas especulaciones los Señores Generales NELSON ME]IA HENAO, Co­mandante General de las Fuerzas Militares¡ ]ESUS ARMA.\IDO ARIAS CABRA­LES, Comandante del Ejército y .4LFO.\SO AMA YA MALDO.YADO, Coman­dante de la Fuerza Aérea, cuando aún se esperaba mucho de sus capacidades y devoción probada por la custodia de la heredad recibida y la seguridad misma del Estado.

]OSE JAIME RODRIGUEZ R. Brigadier ~ral 1

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COMUNICADO

El Consejo Consultivo de la Asociación Colombiana de Oficiales en Retiro de las Fuerzas Militares "ACORE", integrado por el Cuerpo de Generales y Almi­rantes que durante su ejercicio activo desempeñaron los cargos de Presidente de la República, Ministros del Despacho, Comandantes Generales y Coman­dantes del Ejército, Armada y Fuerza Aérea y Expresidentes de la Asociación, reunido por convocatoria especial para tratar el tema del relevo intempestivo y pase a la Reserva de los Señores Generales: NELSON MEJIA HENAO, Co­mandante General de las Fuerzas Militares, JESUS ARMANDO ARIAS CA­ERALES, Comandante del Ejército y ALFONSO AMA Y A MALDONADO, Co­mandante de la F AC, vistos los antecedentes relacionados con esta actitud gu­

bernamental que por su forma de producirse lesiona gravemente la moral de las Instituciones Castrenses y conmueve la propia Opinión Pública por la tras­cendencia de su proyección e interpretaciones que suscita, expresa su desa­cuerdo total, al evidenciar cómo el Gobierno Nacional ha calificado los servi­cios de estos eminentes Jefes Militares.

Rechaza, por lo mismo, esta clase de actitudes desconsideradas que, por silen­ciosas y sorpresivas, repercuten peligrosamente contra la estabilidad de la Na­ción al fomentar el debilitamiento de la Institución que constituye el principal sostén del Estado y sugerir ante la Opinión Pública una posible fisura inexis­tente entre el Gobierno y sus Fuerzas Militares.

Expresa, por último, su solidaridad permanente con las Instituciones Milita­res, legítimas e insustituíbles, ante esta nueva prueba que las enaltece, por la forma serena y patriótica como sus personeros han recibido este nuevo e insó­lito golpe por parte del Jefe Constitucional de las FF.AA, dando con ello mues­tra de su renovada lealtad por el bien de Colombia.

Bogotá, Junio de 1990 General HERNANDO MORA ANGUEYRA

Presidente del Consejo

V/Almirante AUGUSTO PORTO HERRERA Primer Vicepresidente

MG. ALBERTO PAUWELS RODRIGUEZ Segundo Vicepresidente

BG. JOSE JAIME RODRIGUEZ RODRIGUEZ Presiden te "Acere"

BG. EDUARDO PEDRAZA NEIRA Secretario del Consejo

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HOMENAJE POSTUMO

GENERAL RAFAEL NAVAS PARDO

GENERAL LUIS ERNES TO ORDOÑEZ CAS TILLO

La inesperada y triste cita con la muerte tocó cumplirla a los Señores Generales Expresidentes de la República RAFAEL N A Y AS PARDO y LUIS ERNESTO ORDO~U CASTILLO el 13 y el 19 de Mayo, respectivamente, en la ciudad de Bo­gotá.

Inesperada la del Señor General RAFAEL NA­y AS PARDO (q.e.p.d.), deja en nuestro ánimo la dolorosa evidencia de lo incierto de la vida por el súbito giro de su destino que confunde ciertamen­te por ser ignorado, pese a comprender que la muerte es nuestro sino terrenal.

Triste, por presentida, la del Señor General LUIS ERNESTO ORDOÑEZ CASTILLO (q.e.p.d.), con­trista lo más hondo de nuestros sentimientos al confirmar que todo humano empeño por enfren­tar la muerte resulta vano ante el mandato inexo­rable del Supremo Hacedor.

Sin poder expresar cabalmente la pena que esta infausta noticia ha causado en el seno de nuestra Asociación, queda la constancia de nuestra admi­ración y afecto hacia quienes fueron jefes integé-

HOMILIA DEL OBISPO CASTRENSE

YICIOR MANUEL LOPEZ FORERO

rrimos, superiores ejemplares y consejeros de to­das las horas y la fe que nos permite una cristiana conformidad por haber estado siempre a su la­do ... haber acompañado a los suyos en su pena ... haber podido asistir a la última sagrada eucaristía oficiada en honor de su memoria en la Escuela Militar de Cadetes y haber sufrido el dolor de su partida sin retomo, al entregar sus restos morta­les a la tierra para cumplir aquella imposición que nos señala el fugaz tránsito de nuestra condición terrena como polvo que somos cuando llega la hora del compromiso ineludible.

En este sentido nuestra expresión de póstumo homenaje se cierra con las homilías del Señor Obis­po Castrense YICfOR MANUEL LOPEZ FORE· RO, del Señor Vicario General del Obispado Castrense de Colombia Monseñor ARIEL GUTIE­RREZ MARULANDA, en sus exequias; las pala­bras pronunciadas en el cementerio por los Sefiores Generales MANUEL ALBERTO MURILLO GON­ZALEZ y JUAN B. CORDOBA ALVAREZ y la respetuosa nota de duelo de "ACORE" publicada en nuestro Boletín informativo del mes de Mayo próximo pasado, que a continuación transcribimos:

del Estado Colombiano.

EN LAS EXEQUIAS AL SEÑOR GENERAL RAFAEL NAVAS PARDO

En su paso por la Institución Cas trense, a la cual consagró lo mejor de su vida y de sus sobresa­lien tes cuahdades intelectuales y morales, dejó siempre muy marca­do el imborrable sello de su en­trañable amor a la Patria, a la fami­lia y al Dios en quien creyó y a quien adoró en espíritu y en ver­dad. Siempre se enorgulleció de ser un católico ferviente y dio claras

Con fe y esperanza, y ani- na a los restos mortales del Señor ruados por un cristiano espíritu General Rafael JSavas Pardo, des­de solidaridad, nos hemos congre- tacado y apreciado Militar de nues­gado hoy en esta Capilla del Alma tra Nación, que compartió con Mater de nuestro Ejército Na- otros distinguidos miembros de las cional, para dar sepultura cristía- Fuerzas Armadas la dirección

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pruebas de su fe comprometida con obras sociales.

Sobresalió entre los suyos y en­tre sus compañeros de profesión por su rectitud y su caballerosidad, que lo hicieron merecedor del aprecio y del cariño de cuantos con él se relacionaron y compartieron momentos inolvidables de su vida. En testimonio de ello se le rinde hoy este sentido y devoto homenaje de despedida como hombre recto y bueno, fiel y leal, que vivió y actuó con dignidad y decoro, guiado por la ley de Dios.

Sintió como propios los graves y preocupantes problemas de nues­tra Patria y frente a ellos actuó con honestidad, responsabilidad y valen­tía. Por lo cual, en la Nación, espe­cialmente dentro de las Fuerzas Armadas, se le miró con respeto, admiración y gratitud.

Su distinguida familia, sus compañeros y amigos saben muy bien lo que él significó para sus vidas, para la Institución Castren­se y para la Patria entera. ¡Honor al insigne y destacado militar, al noble y ejemplar ciudadano, al fiel esposo y padre solícito, a quien Dios en sus insondables designios llamó hoy a dar el paso hacia la eternidad! ¡Que el Señor en quien creyó y esperó, y a quien amó "cumpliendo sus mandamientos", lo tenga en su Reino de paz y de bienaventuranza!

Jesús no quiso eludir la realidad de la muerte, para indicarnos, a quienes creemos en El, que la muer­te no es un acabarse todo o un sim­ple lanzarse al vacío, sino el paso a una vida nueva, el paso de esta vida mortal a la eterna; el encuen­tro definitivo con Dios, nuestro Padre, de cuyas manos bondado­sas hemos salido "creados a su imagen y semejanza", y hacia quien nos dirigimos para gozar por siem­pre de su Reino, si hemos cumplido su voluntad, si hemos guardado sus mandamientos ... Si hemos pasado como Cristo por el mundo hacien­do el bien y si todo lo hemos hecho bien. . . Es la participación en la

gloria del Señor resucitado, que con su muerte venció nuestra muerte y nos abrió las puertas de la biena­venturanza eterna ...

Por todo esto es por lo que la Sagrada Liturgia, en palabras del Apóstol San Pablo, nos dice: "Ninguno de nosotros vive para sí mismo y ninguno muere para sí mismo. Si vivimos, vivimos para el Señor; y, si morimos, para el Señor morimos; en la vida y en la muerte somos del Señor" (Rm 14, 7).

Las almas de los justos están en las manos de Dios y gozan de El eternamente en el cielo, pues el Apóstol nos garantiza que, "si hemos muerto con Cristo, viviremos con El y reinaremos con El" (Rm 6, 8). . . Con plena confianza colocamos en las manos del Señor, justo y misericordioso juez, a este hermano nuestro, seguros de que esa ··,.·icia nueva", que El tiene pre­parada p:rra todos sus buenos servi­dores, le será concedida después del paso por la muerte ... Esta nueva vi­da es la que inauguró Cristo con su muerte y su resurrección y que El iluminó tan claramente con la comparación del "grano de trigo" que cae en tierra y muere, para dar origen a una nueva realidad, que escapa a nuestra experiencia sensible. pero que se inscribe en la profundidad y la certeza de nuestra fe: de la muerte nace la vida. una vida eterna, que nos pro­porciona siempre felicidad y bie­naventuranza. que nos reviste de immortalidad gloriosa y así nos ha­ce "a imagen y semejanza" del Hi­jo de Dios. el Señor Jesucristo, quien no cesa de repetirnos: "Yo soy la Resurrección y la Vida, el que cree en mí aunque haya muerto vivirá; y el que vive y cree en mí no morirá para siempre".

Hoy nuestra oración fraterna por el Señor General Navas Par­do, plegaria afectuosa y solidaria de esta familia castrense. se centra en esta aspiración: que viva y que reine perpetuamente con Jesús ... que reciba de El el premio de sus buenas obras como cristia-

no y como militar consagrado siempre al cumplimiento de su deber .. . que descanse en paz, aho­ra y siempre, porque creyó en J e­sús y lo supo amar en sus her­manos los hombres.

En definitiva, uno muere como ha vivido. Si hacemos de nuestra existencia una continua expresión de amor a Dios y a los hombres, si no vivimos para nosotros mismos si­no para aquel que por nosotros mu­rió y resucitó, entonces nuestra muerte, como la de Cristo, será ins­trumento de vida y de victoria ... y nos haremos así merecedores de ese definitivo y amoroso llamado: "Ve­nid, benditos de mi Padre a poseer , el Reino preparado para vosotros desde el comienzo de los siglos" . . . Si no tenemos aquí habita­ción permanente y, si nuestro des­tino definitivo y eterno está con Cristo en el cielo, como claramen­te nos lo garantiza el Apóstol San Pablo, vivamos de tal manera que, pasar por la muerte, sea alcanzar la plenitud de la felicidad que tanto anhelamos: "Dichosos los difun­tos que mueren en el Señor, por­que sus obras los acompañan".

Que esta Eucaristía sea al mismo tiempo recuerdo eficaz de la muer­te y resurrección de Cristo, plega­ria piadosa por el eterno descanso de nuestro hermano en la fe, el Señor General Rafael Navas Pardo; bálsamo, consuelo y fortaleza para su familia, y signo de nuestra vo­luntad de vivir y morir por el ejemplo y la fuerza de Jesús, en quien creemos.

Que la Virgen María, Madre de bondad y de gracia, "vida, dulzura y esperanza nuestra", conduzca con su mano protectora a este hijo de Dios y hermano nuestro difunto. por quien ofrecemos este Santo Sa­crificio de la Misa, hasta el Reino de la luz, de la paz y de la biena­venturanza eternas, y a nosotros todavía peregrinos en este mundo, nos asista con su amor maternal "ahora y en la hora de nuestra muerte". Amén.

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PALABRAS DEL GENERAL MANUEL ALBERTO MURILLO GONZALEZ

EN EL SEPELIO DEL GENERAL RAFAEL NAVAS PARDO

Ha culminado el periplo terrenal de un gran colombiano, valeroso soldado, patriota ejemplar, paradigma del ideal del servicio, amigo incomparable, esposo y padre ideal. Quienes tuvimos el pri­vilegio de conocerle tan de cerca, de admirar sus excepcionales cali­dades humanas, sus sobresalientes ejecutorias como oficial de Inge­nieros, su brillante desempeño en las comisiones que debió cumplir en la administración pública y su filantrópico trajín durante el re­tiro, acudimos a esta cita suprema sensiblemente acongojados, persua­didos de que su partida lleva con­sigo un jirón de nuestras vivencias, de aquellas que constituyen guía, motiváción y solaz para la existen­cia.

Acudimos para cumplir fielmen­te su reiterada voluntad de que el retorno de sus cenizas a la madre tierra, estuviese enmarcado por un ceremonial estrictamente militar, para significar hasta en la hora pos­trera, que su condición de soldado de la República, fue siempre y para siempre, expresión primige­nia de su vocación, de sus anhelos y de sus afectos.

El señor General RAFAEL NA­V AS PARDO, ilustre expresiden­te de Colombia, con la verticalidad de su carácter, la sencillez de su gesto y la claridad de su verbo, fue invariablemente explícito al refe­rirse a sus actuaciones públicas, como consecuencia del servicio, particularmente a su gestión como miembro de la Honorable Junta Militar de Gobierno, que rigió los destinos del país entre el 1 O de ma­yo de 1957 y el 7 de agosto de 1958, en circunstancias políticas ampliamente conocidas.

Plasmó dicho concepto, tan personal y trascendente para él, en un aparte de su elocuente improvisa­ción el 8 de agosto de 1957, ante los oficiales y suboficiales de todas

las Fuerzas en la guarnición de Cali, dijo entonces: "Las Fuerzas Armadas sólo tienen una orienta­ción: servir a la Patria, permanecer unidas y como árbitros en las lu­chas de partidos, engrandecer nues­tras Instituciones, manteniendo en alto la bandera de Colombia, ... que es la bandera de las Fuerzas Armadas ... " .

En la Junta Militar y en conjun­ción con los demás miembros de ella, fue notorio su altruista empe­ño de establecer una transición que retornase la normalidad cons­titucional a la vida política del país y se entregó con tenacidad y en­tusiasmo al proyecto, formación e instauración del Frente Nacional.

No desfalleció haciendo énfasis en los vehementes llamados al en­tendimiento entre los partidos y en la aseveración de que ese go­bierno, no tenía anhelo distinto al de salvar a la patria, para lo cual hacía un fervoroso llamamiento a las Fuerzas Armadas para que continuasen unidas, constituyen­do un ejemplo de desinterés, ab­negación, lealtad, disciplina y ga­rantía de estabilidad para la Re­pública.

Requirió también a los colom­bianos amantes de la paz, para que montasen guardia al pie de sus Fuerzas Armadas, con el propósi­to de librar la batalla contra las fuerzas de la anarquía y de la discordia.

Se entregó con ardor y generosi­dad sin límites a su Arma, la de los Ingenieros Militares; fue pala­dín, gestor y mecenas; en ella plasmó para la posteridad el más notable ejemplo de don de mando y la acertada visión para hacer de los Ingenieros Militares de Colom­bia, una herramienta para el de­sarrollo del país, íntimamente liga­da al destino del Ejército y de las Instituciones Castrenses.

Dirigió todo el proceso encami­nado a la construcción del Centro de Ingenieros Militares en Bogotá, del Batallón de Ingenieros Coronel Agustín Codazzi en Palmira, del hoy Grupo de Caballería Meca­nizado No. 13 General Rincón Qui­ñones en Bogotá, del Club Mili­tar de Oficiales también en la capi­tal, y de los Cuarteles de la guarni­ción militar de Tolemaida, actual­mente sede de la Décima Brigada del Ejército.

Desempeñó con ilustración y efi­cacia la comandancia vitalicia del Grupo de Reservas de Ingenieros "Francisco José de Caldas", y se dedicó con toda devoción a reunir las tradiciones, las expectativas y las ejecutorias de los hombres de la Divisa Púrpura, para contribuir al mantenimiento de la moral y el espíritu militar del Ejército, apoyándolo incondicionalmente desde la situación de reserva y ve­lando a cada instante por la vi­gencia de los postulados que se reúnen alrededor del lema "V en­cer o Morir".

Con su acostumbrado dinamismo se entregó por entero a la forma­ción del Cuerpo de la Reserva, hoy, elemento vital de las Fuerzas Mi­litares.

No podía abandonarnos sin ver plasmada una de sus últimas inquie­tudes: La Casa de los Ingenieros; fue su gestor y fundador y su con­vocatoria a los oficiales del Arma en actividad y retiro, fue respondi­da con la diligencia que él sabía despertar entre sus subalternos.

Hasta en la última reunión, hace escasos días, aprendimos de sus labios en qué consisten la mística y el fervor que deben acompañar al hombre de armas, para partici­par efectivamente en la más su­blime de las empresas, la de la Patria.

Quiso entrañablemente a sus hi­jos RAFAEL, MARIA ISABEL, ALFREDO y a sus nietos ; en su rostro y ademanes se hacía evidente la profunda satisfacción que expe-

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rimentaba al referirse a ellos; como prolongación de este sentimiento, fue especialmente afectuoso hacia sus sobrinos y dedicado como el que más, a todos sus amigos.

Depositamos sus despojos con el profundo dolor que nos causa su desaparición, pero con la esperan­za propia de los creyentes, conven-

cidos de que su ejemplo y su me­moria permanecerán resguardadas en el corazón de los Ingenieros Mi­litares, de sus deudos y amigos, en donde se mantendrá viva la llama que encendió con el calor de su afecto.

General RAFAEL NA V AS PARDO Firmes mi General

HOMILIA DE MONSE~OR ARIELGUTIERREZ MARULANDA L'i LAS EXEQUIAS

AL SE:Ñ"OR GENERAL LUIS ERNESTO ORDOÑEZ CASTILLO La familia militar, como toda

comunidad que une a sus inte­grantes con vínculos profun­dos y estables, se reúne para celebrar ciertas fechas o aconteci­mientos patrios, militares o reli­giosos y allí se renueva el amor y la entrega a la Patria, se agigan­ta el heroísmo y la lealtad, se es­trechan aún más los vínculos de la amistad, el honor aparece co­mo la gran precea, los principios se reviven y alrededor de sus jefes y comandantes la Institución se agrupa con voluntad de triunfo.

Hoy nos reunimos para cele­brar un acontecimiento importan­te para la familia militar: la muer­te del Señor General LUIS ERNEs­TO ORDOÑEZ CASTILLO y qué bien que se haya escogido, para ve­lar sus restos mortales y para cele­brar esta Eucaristía, nuestra Escue­la Militar de Cadetes "General José María Córdoba", pues aquí se for­mó, aquí está entre los suyos y se le vela con respeto y orgullo, aquí estamos completos. Y alrededor de este altar se congrega la familia militar, honrada con la presencia del Señor Presidente de la Repúbli­ca, de Señores Expresidentes, Minis­tros del Despacho y de altas y dis­tinguidas personalidades de nuestro país, para celebrar el Santo Sacri­ficio de la Misa por el eterno des­canso de su alma.

Y si bien es cierto, sentimos la tristeza por la muerte del jefe y

del amigo, no es menos cierto que este acto de fe en Dios, en la Patria v en nuestra Institución Ar­mada. ·tonifica y engrandece el al­ma, hace presente ante nosotros las virtudes del jefe, nos permite recordar el ayer que nos da fuerza para afrontar el presente y visuali­zar el futuro; pero sobre todo esta celebración nos une con nuestro Dios. pues nos anima la fe del cristiano. que nos hace levantar nuestros ojos para mirar al cielo y dejar allí. en las manos de nuestro Padre Dios. el alma de nuestro Ge­neral, a quien despedimos de este mundo.

El fue uno de nuestros jefes y alcanzó los más altos honores y dignidades que la Patria otorga a los mejores hijos, pues él la sirvió con altura. entrega, decisión, pul­critud y amor. Atento estuvo siem­pre a respetar y hacer respetar la heredad. pues como él bien decía: "el militar no sólo está para cum­plir y respetar las leyes, sino tam­bién para hacerlas respetar y cum­plir."

El Señor General Ordóñez nació en un hogar en el cual los princi­pios de Patria y la fe en Dios y en su Iglesia eran alimento diario. Prin­cipios y fe que se fortalecieron en la Escuela Militar de Cadetes. El nos dejó, la imagen del hijo bueno, del esposo amantísimo y tierno, del padre inigualable, del amigo jovial y fiel de todas las horas, de la pcr-

sona más humana, sencilla y carita­tiva, pues donde estaba la necesi­dad llegaba su mano. Nos deja el recuerdo del cristiano convencido de su fe y practicante de las doc­trinas y leyes del Señor, del mili­tar pundonoroso y ejemplar, del estadista de mirada clara y volun­tad firme.

Nunca eludió responsabilida­des y la verdad, la justicia, la pul­critud y la firmeza fueron virtudes que en él sobresalieron. Siempre supo de qué autoridad lo revestía la Patria, y córr.o responder ante ella. Fue un gran consejero, quien a él se acercaba encontraba la luz para ver con mayor claridad y la fuerza para obrar con rectitud.

El afio pasado, cuando prepa­raba una conferencia sobre los pi· lares fundamentales en la forma­ción de un oficial, fui a consultar­lo y a mostrarle unos apuntes so­bre el tema. Su espíritu se enarde­cía hablando de principios y de las aptitudes que era necesario asumir.

Perm ítanme que ahora y como homenaje a la memoria del Señor General Ordófiez que encarnó al militar insigne, recuerde los cuatro pilares que acordamos serían base para levantar la personalidad moral de un militar.

l. El militar debe ser un hombre cumplidor de la ley, de toda ley, iniciando por la Suprema Ley de Dios, fuente de todas las leyes y normas, pues ninguna debe ir con­tra ella.

En la ley, en la norma y en los re­glaJJi en tos, debe beber el militar, para luego tomar la aptitud y las decisiones que crea debe asurr-ir. Para el militar la ley es salvadora, con ella él sale bien, conduce acer­tadamente a los subalternos y protege al pueblo.

2. El militar debe ser respetuo­so de la virtud de la justicia. Es más, él debe encarnar lo justo y de él se espera que haga justicia, que respete la justicia y luche porque ella se cumpla.

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La virtud de la justicia "que es voluntad constante y per­petua de dar a cada uno lo que le corresponde", es la que lleva al militar a ser buen hijo, buen espo­so, buen padre, excelente coman­dan te, superior y amigo.

Esta permanente aptitud de jus­ticia en el militar lo lleva a prote­ger al más desvalido, a mirar en el soldado y en el subalterno perso­nas que debe conducir y prote­ger; y a respetar en todo ser huma­no esos derechos que tiene la perso­na los cuales provienen principal­mente de su dignidad de hijos de Dios.

3. El militar debe amar y decir la verdad, que no es otra cosa que la realidad, y por ello. es la virtud que "permite una conformidad entre el entendimiento y la cosa conocida".

La verdad distingue al militar, de él se espera que llame las cosas por su nombre. El militar siempre debe hacerse digno de que se le crea lo que dice; de ahí que la men­tira deshonre tanto al militar y sea una gran ofensa el que ante su palabra, se dude o se le dé más credibilidad a un farsante.

Para el militar que lucha por la paz y defiende la libertad, esta vir­tud se hace indispensable pues J e­sús dijo: "la verdad os hará libres" y S.S. Juan Pablo 11 llamó a la verdad "la fuerza de la paz".

4. El militar debe mostrar en su vida una pulcritud a toda prue­ba.

Sus actos, sus dineros y bienes los debe mostrar sin temores pues ellos no deben tener manchas, ni menos ser objeto de vergüenza, pues lo que se critica no es la po­!)Csión de unos bienes sino su pro­cedencia.

Qué razón tenfa San Pablo, cuando decía: "I\adie que se dedica a la miüci:l se enreda en los nego­cios de la \ida, si quiere complacer al que lo ha alistado" (2 Tim 2, 4).

El ídolo del dinero debe estar le­jos del militar, pues si a él se acerca y más si ante él se arrodilla, se co­rrompe y destruye.

Que bien están estos cuatro pila­res descritos por el apóstol San Pa­blo en la Carta a los Efesios, cuando instruyéndolos sobre el combate es­piritual decía: "Revestíos de las ar­mas de Dios para poder resistir a las acechanzas del diablo. Porque nues­tra lucha no es contra la carne y la sangre, sino contra los Principados, contra las Potestades, contra los Dominadores de este mundo tene­broso, contra los espíritus del mal que están en las alturas, por eso, tomad las armas de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y después de haber vencido todo, manteneros lurnes".

"¡En pie!, pues; ceñida vuestra cintura con la verdad y revestidos de la justicia como coraza, calzados los pies con el celo por el evange­lio de la paz, embrazando siempre el escudo de la fe, para que podáis apagar con él todos los encendidos dardos del maligno. Tomad, tam­bién, el yelmo de la salvación y la espada del espíritu, que es la pala­bra de Dios" (Ef. 6, 1 ~ 17).

Hoy despedimos, a un Señor General, que supo levantar su per­sonalidad de militar sobre estos cua­tro pilares:

- El cumplimiento de la ley - El respeto a la justicia - El amor a la verdad - Y la pulcritud en todos sus actos

Usted, Señor General Luis Ernes­to Ordóñez Castillo me recomendó enseñar y predicar estos principios: así lo he hecho ahora, así se enseña en las clases de ética y moral en nuestras Escuelas Militares; por tan­to se han cumplido sus deseos, des­canse en paz, y que desde el cielo Usted cuide y proteja a todos los miembros de las Fuerzas Arma­das, que hoy más que nunca se em­peñan en una lucha contra las fuer­zas del mal, lucha que debemos sostener con convicción de triun-

fo para bien de nuestro país y orgullo de futuras generaciones.

Indudablemente la muerte del Señor General Ordóñez Castillo deja un gran vacío entre nosotros y de manera especial en su hogar, es por ello que quienes estamos aquí reunidos presentamos al Doc­tor Ernesto Ordóñez y a su Señora Ruth Campell, al Doctor Gustavo Ordóñez y a su Señora Cecilia Or­dóñez de Ordóñez y sus nietos, así como al Señor Brigadier General Ramón Ordóñez Castillo y a la fa­milia Ordóñez Castillo, nuestro sen­timiento de pesar. El hogar se priva de la presencia física del jefe, del amigo de todas las horas, pero al mismo tiempo gana un abo­gado y protector en el cielo porque "la vida de los que en tí creemos, Señor, no termina, se transforma; y. al deshacerse nuestra morada terrenal, adquirimos una mansión eterna en el cielo".

Por ello: "No lloréis como los que no tienen esperanza porque si os entristece la inexorable nece­sidad de morir, os debe consolar la promesa de la futura inmortalidad" (Liturgia de difuntos, prefacio 1).

Que esta Eucaristía al mismo tiempo que un acto de adoración a Dios, nuestro dueño y Señor, sea una acción de gracias por todos los beneficios que Dios le concedió al Señor General Luis Ernesto Ordóñez durante su vida acá en la tierra, y una súplica para que Jo tenga en el cielo. Y que todos nosotros, fortalecidos en esta Eucaristía con la Palabra y con el Cuerpo de Jesús, con tinucmos nuestro camino, con los ojos puestos en Dios, y buscando recorrer el trecho que nos falte antes de llegar a su presencia tra­tando de hacerle el bien a quien encontremos en el camino y sin hacerle mal a nadie.

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PALABRAS DEL GENERAL ( r) JUAN B. CORDOBA A. ANTE LA TUMBA DEL GENERAL LUIS ERNESTO ORDOÑEZ CASTILLO

Indecible pérdida sufre Colombia con la muerte del Sefl.or General Luis Ernesto Ordóñez Castillo, quien dejó de existir el 1 9 de Ma­yo, tras una brevt! cns1s de salud, no obstante su magnífico estado general y lucidez mental que siempre Jo acompafiaron.

Era el menor de los cinco ilustres militares que formaron la Junta Mi­litar de Gobierno, de la cual quien habla fue el Secretario General y en cuyo desempefío dejaron estos distinguidos Generales y Almirante imponderables realizaciones, siendo la principal el restablecimiento tran­quilo, rápido y firme de la democra­cia colombiana. En ello, el General Ordófíez tuvo ingerencia especial, dada la brillantez de su intelecto, con que Dios lo dotó.

Sobre sus capacidades y persona­lidad militar, muy bien formadas, en las disciplinas del ''arma-cien­cia", o sea, de la Artillería, resal­taba su criterio claro y recto sobre las necesidades y problemas de la Patria, que con sus compafíeros de Junta supieron at~nder de ma-

nera insomne y eficaz, en forma que su Gobierno fue ejemplar, con amplias repercusiones fuera y dentro del país.

Su sentido del buen humor, fino e inteligente, su simpatía personal y don de gentes, lo colocaban en primer plano en las reuniones so­ciales fuera de protocolo.

A la iniciación de su carrera, siendo Subteniente, formó su hogar con Cecilia Pérez Afíez que lo antecedió en su postrer viaje- . De ese matrimonio hubo dos hijos: Er­nesto y Cecilia, quienes siguieron el ejemplo del admirable hogar de sus padres, formando el propio con iguales características de bondad y amor, heredada5 de sus progenito­res y comentadas en un nítido y firme espíritu cristiano, que siempre fue fortificado por piado­sos actos de creyentes convenci­dos.

Sus compañeros de Arma y es­pecialmente quien escribe esta nota, sus consocios del Instituto Sanmartiniano, de la Sociedad Bo-

DUELO SINCERO EN LA F AMIUA ACORE BG. (r) JOSE JAIME RODRIGUEZ R.

La ingrata y dolorosa noticia del fallecimiento de los señores Gene­rales: RAFAEL NA V AS PARDO y LUIS ERNESTO ORDOí'l'EZ CAS­TILLO, al inicio y final de la aciaga semana corrida entre el 13 y 19 del presente mes de Mayo, llena de luto y de justificada pena a nues­tra Asociación, de la cual fueron ellos prestantes mtembros y exi­mios consultores, en todos lo::. mo­mentos que requirieron de sus luces y consejo para orientar de­bidamente su destino.

Sin lograr explicamos y menos comprender el porqué de este sú­bito golpe que nos priva para siem­pre de quienes por sus condicio­nes personales y profesionales segui­rán siendo paradigma de servido-

res de la Patria y jefes inolvida­bles de la Institución Militar, en cuyo Ejército corrieron los mejores años de su vida, evocamos conmovi­dos su memoria para rendirles un postrer homemye de respeto y para registrar doloridos su partida que nos será cada día que pase más sen ti da por la dimensión infinita de su ausencia.

Frente a esta dura realidad que resulta forzoso aceptar ante lo ine­ludible de la imposición a que la vida paradójicamente nos enfrenta, desde el instante mismo en que aJ nacer comienza la cuenta regresiva del curso transitorio en este mundo del que somos apenas fugaces pere­grinos, no podemos dejar de evocar con tristeza nuestros últimos mo-

livariana y del Grupo Simbólico de Artillería Santa Bárbara, sufrimos el tremendo impacto de la desapari­ción física de un gra.11de hombre, de un noble amigo, de un brillante militar, de un lucido diplomático y de un prestigioso expresidente de Colombia.

Acompañamos, con la más pro­funda solidaridad a Cecilia y Er­nesto, a sus consortes y a sus hijos, así como a su hermano el Sefíor General Ramón Ordóñez Castillo, a su señora e hijos, con quienes, como cristianos convencidos, medi­tamos sobre el tránsito de Ernesto a la gloria, como el mejor lenitivo al dolor que nos embarga.

Depositamos junto a su tumba, la fervorosa oración que por él ele­vamos al cielo y el inextinguible recuerdo de quien nos ha tomado la delantera en la inexorable fila que los presentes estamos formando hacia la eternidad.

Entregamos a la tierra su vencido cuerpo físico que a ella tenía que llegar, pero nos consuela que su es­píritu selecto y triunfante está ya en la gloria que le depara paternal­mente el Sumo Creador. Así sea.

mentos a su lado, que ahora se acrecientan por el imperativo cate­górico del sentimiento que pugna por ganarle a la razón los requisitos de su preeminencia en nuestra men­te.

Quedan de ellos presentes aque­lla cita de una noche de Abril pró­ximo pasado cuando el Señor Ge­neral ORDOÑEZ CASTILLO, en su calidad de Presidente del Instituto Bernardo O'Higgins de Colombia, despidiera en Bogotá al Señor Embajador de Chile al concluír su misión diplomática en nuestra Pa­tria, en que primó de nuevo el sello de su personalidad carismática y serena , adornada por la bondad y sencillez que en todo momento lo caracterizaron y por la mesura que dejara siempre en claro sus me­recimientos que exaltamos ahora como ejemplo digno de imitarse ...

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También esa postrer llamada tele­fónica del Señor General NAVAS PARDO, el Viernes anterior a su deceso, para confirmamos una cita personal el Lunes siguiente, la cual no pudo concretar porque la muer­te le exigió atender primero la que le tenía reservada desde el inicio mismo de su existencia, vuelve a susci­tar nuestro recuerdo agradecido ha­cia el Superior Jerárquico que supo ganar nuestros afectos por las cla­ras ejecutorias de su vida y por la forma de prodigarnos con largueza esa noble amistad con que fuimos honrados y premiados en sus años postreros.

serenos de su edad madura que mar- sepultura en que habrán de des­earon el honor de sus prístinos soles cansar por siempre.

Sin pretender hacer recuento de su trayectoria militar no podemos dejar de compendiarla desde los años mozos de su juventud, en que lucieron su primera estrella de Oficial con orgullo bien fundado y para servir con devoción sus especialidades de Ingenieros y Arti­llería, respectivamente, hasta los

de General de la República.

Su último encargo de servicio a Colombia como miembros de la Junta Militar de Gobierno, entre los años 1957 (Mayo 1 0) y 1958 (Agosto 7) en que entregaron su mandato al Señor Presidente AL­BERTO LLERAS CAMARGO, ha­bla muy claro de su diligencia y de su celo por restaurar la vida de­mocrática de la Nación en el breve plazo que ellos mismos se fijaron y que hubieran podido dila­tar, como muchos les pidieron, sin que las ansias de poder lograran modificar su promesa de soldados al culto exclusivo de la Patria y sus Instituciones.

Atónitos ante lo inesperado de su viaje hacia la eternidad cumpli­mos, por ello, el penoso deber de acompañar sus restos mortales en la eucaristía final y hacia la

~- ~ CAJA DE RETIRO ~f9= DE LAS

Los últimos honores militares! . . . el Himno al Compañero!. .. las Salvas de Fusilería y de Ca­ñón! ... El Toque de Silencio y las Palabras de Adiós de sus Com­pañeros de Armas al bajar al se­pulcro, permitió que la tierra los recibiera en su seno para cum­plir aquel mandato bíblico a que estamos destinados quienes lle­gamos a este mundo en condición de simples peregrinos.

En esta dura prueba "ACORE" enaltece la memoria y presenta una respetuosa manifestación de condo­lencia y cercanía espiritual a los hijos y familiares todos, de los ilus­tres Generales fallecidos. . . Paz en su tumba y gloria eterna cerca al Dios de los Ejércitos, que ellos hon­raron siempre como cristianos con­vencidos y fervorosos practicantes.

;f ~ \ FUERZAS MILITARES ¿-~;;,-j-- oP!fi

---~ SE~OR BENEFICIARIO:

La C<Ua de Retiro está estudiando la po­sibilidad de establecer el servicio de pago a domicilio, en la ciudad de Bogotá, para ayu­dar a los beneficiarios que por razones de salud o edad, tengan dificultad para acer­carse a las ventanillas de la Caja.

Para el efecto, atentamente le solici­to informar al teléfono 286-6077, duran­te el presente mes, sobre si requiere este servicio. indicando su nombre completo.

Con toda atención,

número de la cédula, grado del beneficiario o del titular de la asignación y la dirección donde espera recibir la mesada.

Este servicio, de ser viable, se comen­zará a prestar con la nómina de julio, es decir en la primera semana de agosto, y se requiere que lo soliciten los beneficiarios que evidentemente estén impedidos por li­mitaciones físicas.

Mayor General (r) JOSE. ARBELAEZ CABALLERO Direc tor General

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VIGESIMO QUINTO ANIVERSARIO

REGIMIENTO DE CABALLERIA

''SAN '-'ORGE''

UN HITO HISTORICO La Asociación Colombiana de

Oficiales en Retiro por medio de su órgano oficial la Revista "ACORE" ha querido asociarse a la Conmemo­ración de las "BODAS DE PLATA" de esta Unidad Simbólica que inte­gra anímicamente a los Oficiales en retiro del Arma de Caballería con sus compañeros en Servicio Activo, expresando a sus Coman­dantes, entrante y saliente, seño­res Coronel JULIO FERNANDO BERNAL PETRELLI y Brigadier General JESUS JAMASAIT YU­SEF ARIAS y por su conducto a todos los miembros de esa entidad como a sus esposas y familiares los sentimientos de su más efusiva congratulación con motivo de este aniversario que constituye de por sí un hito en la vida del Regimien­to de significativa trascendencia histórica.

Dirección Revista ACORE

dos Jinetes" de un AYER, orgu­lloso de sus realizaciones, con los de un PRESENTE, pletórico de es­peranzas, consciente de sus com­promisos para con el Ejército y para con la Historia de la Patria.

Consecuente con las considera­ciones y principios que hace veinti­cinco afios motivaron la creación de este Regimiento, al entrar a ha­cer parte de sus "filas" y el per­manecer bajo "sus banderas" ha contribuido a mantener vivas las

caras tradiciones y a disfrutar la alegría del reencuentro entre los amigos y compañeros de toda una vida, permitiendo entre un marco nostálgico de gratas remembran­zas afianzar el recuerdo de sus días de jinetes que comprendieron el orgullo de sentirse los auténticos legatarios de quienes en el estruen­do de sus cargas a golpe de sables y de lanzas hicieron la Libertad Americana.

Como homenaje a sus com­pafieros de la gloriosa Caballe­ría Colombiana la Revista ACO­RE, ilustrará la carátula del No. 68 correspondiente al próximo mes de septiembre con la efigie de SAN JORGE, figura real o símbolo ape­nas legendario, pero que de todas maneras resume las virtudes y tra­diciones de quienes viven el orgu­llo de haber sido y continuar sien­do en el recuerdo soldados del AR­MA.

Cinco lustros signados por bri­llantes realizaciones merecen la admiración y el reconocimiento a la efectiva labor que ese Cuerpo ha sabido cumplir como núcleo de aglutinamiento entre las generacio­nes precedentes y las que en el mo­mento actual cumplen sus responsa­bilidades en el servicio de la Institu­ción Armada. Su valiosa gestión ha facilitado el fortalecimiento de los nexos de amistad y de compafieris­mo de los cuadros del Arma al rea­firmar los lazos espirituales que deberán unir siempre a los "Solda-

HOMENAJE AL CABALLO DE LOS JINETES DE AYER Y DE SIEMPRE

Bogotá, Escuela de Caballería. Abril 23/90

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CONMEMORACION DEL ANIVERSARIO

Con el decidido apoyo y amplia colaboración del senor Teniente Co­ronel DAVID GUZMAN GUZMAN. actual Comandante de la Escuela de Caballería y de sus Oficiales de planta, correspondió al Señor Coro­nel JULIO FERNANDO BERNAL PETRELLI, Comandante saliente del Regimiento, secundado por el entusiasmo de su Ejecutivo el Señor Mayor ALVARO GUTIE­RREZ y demás miembros de la Pla­na Mayor programar y llevar a efec­to las actividades previstas para esta celebración de las que deben desta­carse las sigui en tes.

- Comida Bailable en el Salón DORADO del Club Militar de Ofi­ciales, realizada en la noche del viernes 20 de Abril con la asisten­cia de la mayor parte de los Oficia­les del Regimiento en unión de sus distinguidas esposas y miem­bros de sus familias.

- Ceremonia Militar. el lunes 23 en el Campo de Paradas de la Escue­la de Caballería presidida por el Señor Brigadier General RAMON NIEBLES USCATEGUI, Coman­dante de la Décima Tercera Briga­da, acto en el cual se hiw la entre­ga del mando de la Unidad Simbóli­ca del Señor Coronel BERNAL, al Brigadier General JESUS YUSEF quien fuera elegido para sucederle en dicho cargo en la última Asam­blea de la corporación. Así mis­mo el Señor Brigadier General JO­SE JAIME RODRIGUEZ, Presi­dente de ACORE. impuso en los pliegues del Estandarte de la Uni­dad. la Medalla GE~FRAL RA­FAEL REYES. como reconoci­miento de las brillantes ejecutorias durante sus veinticinco años de vida institucional.

Homenaje de los Oficiales del Regimiento "AL CABALLO", y

- Almuer7.0 de Compañeros.

HOMENAJE AL CABALLO

I:.n sencilla como austera ceremo­nia, bajo los acordes del Himno de

la Caballería Colombiana que en cumplimiento del Artículo 56 de los Estatutos originales de La Unidad fuera escogido como el Himno oficial del Regimiento, se descubrió una placa de bronce colocada sobre el pedestal del Monumento del CABALLO que desde el 23 de Abril de 1953 por feliz iniciativa y loable empeño del entonces Comandante de la Unidad Señor Teniente Coronel CESAR FERRO DUQUE, se yergue en los predios de la Unidad como un testimonio de gratitud y de recuerdo a este fiel amigo del soldado de Caballería en tomo al cual se afianzan las tradiciones y símbolos del Arma montada.

Una escolta de Oficiales en uni­forme de parada al mando del Señor Mayor JORGE GARZON con la re­presentación del "Llanero semides­nudo montado a pelo", hizo la evo­cación de lo que fueron aquellos soldados de la gesta emancipadora que venciendo a los tercios españo­les en las batallas de la Indepen­dencia, asombraron por su coraje a los Ejércitos Europeos.

El Señor Coronel ALFONSO PINZON FORERO, Abanderado del Regimiento como Oficial más antiguo del Arma hizo la develación de la placa y el Señor Coronel BER­NAL PETRELLI, en forma emocio­nada pronunció las palabras alusivas al acto, que fueron seguidas por una diana de trompetas como evo­cación emocionada de las gloriosas cargas. Dijo el Coronel Berna!·

"Por iniciativa del Señor General GABRIEL PUY ANA GARCIA So­cio Fundador del Regimiento y por ordenanza de la Asamblea General, hoy 23 de Abril de 1990 en la con­memoración del 25 Aniversario de nuestra Unidad de Caballería hace­mos al unísono un homenaje al Caballo.

"Me corresponde como Coman­dante del Regimiento, Presidente de la Asociación este privilegio y este honor, este grato compromi­so que lo asumo en nombre de to­dos nuestros compañeros con el

más sentido cariño y profunda emo­ción así como con la humildad y la franqueza de un Soldado de Caballería.

"El Caballo, así escuetamente, el nombre animal de quien se han referido escritores de todas las pléyades y poetas de todas las la­titudes, compañero del hombre de tiempos ha, llevado en sus ter­sos lomos reyes, guerreros genero­sos y sencillos mendigos, además de audaces amazonas, da­mas de alcurnia y doncellas de es­belta figura, ha sido y es protago­nista de nuestra historia, forma par­te de nuestras páginas doradas, de nuestras gestas emancipadoras de nuestra anhelada independencia.

"Aquellos que hemos tenido el deleite, el placer de cabalgar, ya en las lides de la guerra, ya en el deporte, ya en el simple andare­guiar del descanso, llevamos en lo más hondo de nuestro ser el re­cuerdo de los momentos más gra­tos, más sensibles y más apasiona­dos de la vida.

"No puedo dejar pasar este día de nuestro Patrono San Jorge sin señalar y exaltar emotivamente en particular nuestros más caros sím­bolos patrios: nuestra Bandera y su Escudo, nuestro Himno Nacional y nuestros Héroes que personifi­can nuestros valores humanos y morales tan vilipendiados en estos tiempos. A ellos loor y gloria. •

"En este homenaje a tí intrépido corcel, compañero de andanzas, también honro la imagen de nues­tros soldados. tus verdaderos ami­gos, los de ayer y los de hoy, los de siempre, aquellos que son elogiados cuando son requeridos y son deni­grados cuando no son necesitados. aquellos cuya sangre es vertida tristemente ante la insensibilidad y la indiferencia de una sociedad lamentablemente decadente y en crisis moral..

"No pretendo ser atrevido al

l)arangonar en nuestro homenaje as citas universales que de tí se

hacen en toda clase de escritos,

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CONMEMORACION DEL ANIVERSARIO

Con el decidido apoyo y amplia colaboración del señor Teniente Co­ronel DAVID GUZMAN GUZMAN. actual Comandante de la Escuela de Caballería y de sus Oficiales de planta, correspondió al Señor Coro­nel JULIO FERNANDO BERNAL PETRELLI. Comandante saliente del Regimiento, secundado por el entusiasmo de su Ejecutivo el Señor Mayor AL V ARO GUTIE­RREZ y demás miembros de la Pla­na Mayor programar y llevar a efec­to las actividades previstas para esta celebración de las que deben desta­carse las siguientes.

Comida Bailable en el Salón DORADO del Club Militar de Ofi­ciales. realizada en la noche del viernes 20 de Abril con la asisten­cia de la mayor parte de los Oficia­les del Regimiento en unión de sus distinguidas esposas y miem­bros de sus familias.

- Ceremonia Militar. el lunes 23 en el Campo de Paradas de la Escue­la de Caballería presidida por el Señor Brigadier General R \MON NIEBLES USCATEGUL Coman­dante de la Décima Tercera Briga­da, acto en el cual se hizo la entre­ga del mando de la Unidad Simbóli­ca del Señor Coronel BERNAL, al Brigadier General JESUS YUSEF quien fuera elegido para sucederle en dicho cargo en la última Asam­blea de la corporación. Así mis­mo el Señor Brigadier General JO­SE JAIME RODRIGULZ. Presi­dente de ACORE, impuso en los pliegues del Estandarte de la Uni­dad. la Medalla GEt\r RAL RA­fAEL REYES. como reconoci­miento de las brillantes ejecutorias durante sus veinticinco años de vida institucional.

- Homenaje de los Oficiales del Regimiento "AL CABALLO", y

- Almuerzo de Compañeros.

HOMENAJE AL CABALLO

En sencilla como austera ceremo­nia, bajo los acordes del Himno de

la Caballería Colombiana que en cumplimiento del Artículo 56 de los Estatutos originales de La Unidad fuera escogido como el Himno oficial del Regimiento. se descubrió una placa de bronce colocada sobre el pedestal del Monumento del CABALLO que desde el 23 de Abril de 1953 por feliz iniciativa y loable empeño del entonces Comandante de la Unidad Señor Teniente Coronel CESAR FERRO DUQUE, se yergue en los predios de la Unidad como un testimonio de gratitud y de recuerdo a este fiel amigo del soldado de Caballería en torno al cual se afianzan las tradiciones y símbolos del Arma montada.

Una escolta de Oficiales en uni­forme de parada al mando del Señor Mayor JORGE GARZON con la re­presentación del "Llanero semides­nudo montado a pelo", hizo la evo­cación de lo que fueron aquellos soldados de la gesta emancipadora que venciendo a los tercios españo­les en las batallas de la Indepen­dencia, asombraron por su coraje a los Ejércitos Europeos.

El Señor Coronel ALFONSO PINZON FORERO, Abanderado del Regimiento como Oficial más antiguo del Arma hizo la develación de la placa y el Señor Coronel BER­NAL PETRELLI, en forma emocio­nada pronunció las palabras alusivas al acto, que fueron seguidas por una diana de trompetas como evo­cación emocionada de las gloriosas cargas. Dijo el Coronel Berna!:

"Por iniciativa del Señor General GABRIEL PUYANA GARCIA So­cio Fundador del Regimiento y por ordenanza de la Asamblea General, hoy 23 de Abril de 1 990 en la con­memoración del 25 Aniversario de nuestra Unidad de Caballería hace­mos al unísono un homenaje al Caballo.

"Me corresponde como Coman­dante del Regimiento, Presidente de la Asociación este privilegio y este honor, este grato compromi­so que lo asumo en nombre de to­dos nuestros compañeros con el

más sentido cariño y profunda emo­ción así como con la humildad y la franqueza de un Soldado de Caballería.

"El Caballo, así escuetamente, el nombre animal de quien se han referido escritores de todas las pléyades y poetas de todas las la­titudes, compañero del hombre de tiempos ha, llevado en sus ter­sos lomos reyes, guerreros genero­sos y sencillos mendigos, además de audaces amazonas, da­mas de alcurnia y doncellas de es­belta figura, ha sido y es protago­nista de nuestra historia, forma par­te de nuestras páginas doradas, de nuestras gestas emancipadoras de nuestra anhelada independencia.

"Aquellos que hemos tenido el deleite, el placer de cabalgar, ya en las lides de la guerra, ya en el deporte, ya en el simple andare­guiar del descanso, llevamos en lo más hondo de nuestro ser el re­cuerdo de los momentos más gra­tos, más sensibles y más apasiona­dos de la vtda.

"I\o puedo dejar pasar este día de nuestro Patrono San Jorge sin señalar y exaltar emotivamente en particular nuestros más caros sím­bolos patrios: nuestra Bandera y su Escudo, nuestro Himno Nacional y nuestros Héroes que personifi­can nuestros valores humanos y morales tan vilipendiados en estos tiempos. A ellos loor y gloria. ~

"En este homenaje a tí intrépido corcel, compañero de andanzas, también honro la imagen de nues­tros soldados, tus verdaderos ami­gos, los de ayer y los de hoy, los de siempre, aquellos que son elogiados cuando son requeridos y son deni­grados cuando no son necesitados. aquellos cuya sangre es vertida tristemente ante la insensibilidad y la indiferencia de una sociedad lamentablemente decadente y en crisis moral..

"No pretendo ser atrevido al parangonar en nuestro homenaje las citas universales que de tí se hacen en toda clase de escritos.

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crónicas y alegorías, pero tengo que destacar sin lugar a dudas,la clara alusión que hizo un Santo Padre de la Iglesia al manifestar con todo juicio que los animales también tienen alma. Qué cercana a la realidad está tan significativa aseveración. Es que, tú encarnas las más altas virtudes, la nobleza, el carácter indómito en el huracán de la manada y la sumisión fiel y leal en la mano de tu amo.

"No soy quien para echar al vien­to elogios sobre tí de quien todo se ha dicho pero quién de nosotros no se regodea de tenerte a su lado, de acariciarte, de manosearte, de consentirte, si sólo transmites sosie­go, si sólo das paz y cariño.

"Siempre has estado integrado a la historia universal, has sobresahdo mitológicamente al lado de los dioses y por doquier has dejado huella imperecedera. En llanuras, valles, montes y laderas se siente tu severo piafar y se atisba tu hermo­so andar.

"RAFAEL BERNAL JIMENEZ EN SU POEMA 'WS CABALLOS DE RONDON', declama con dono­sura: Eran potros aquellos de las pampas, corceles de hirsutas crines largas y rudo galopar; para luchar traían sus pechos por broqueles y toda la locura del nervio en el ijar. Hubieran bien llevado los blancos alquiceles de los jinetes moros o la bnda de Antar, si no hubieran nacido para tascar laureles mojados por la sangre del arduo batallar.

"Para concluir, al descubrir esta placa en tu honor, en donde reza la hermosa frase de EL CORAN alusiva a tí " ... un puñado de vien­to en las manos de Dios ... ", oiga­mos las notas no de un silencio de dolor y de tristeza sino de una Diana alegre, impetuosa que inter­preta tu hidalguía, tu ternura y tu fogosidad".

El Abanderado del Regimiento "San Jorge" Coronel Al­fonso Pinzón Forero, recibe del Sr. Brigadier General Jesós Jamasait Yusef el estandarte de la Unidad, en la ceremonia de relevo del mando.

DISCURSO EN LA INAUGURA­CION DEL MONUMENTO "AL CABALLO''

Por considerarlo oportuno en esta conmemoración, se reproduce el texto del discurso que fuera pro­nunciado el 23 de Abril de 1953 por el Señor Capitán GABRIEL PUYANA GARCIA, Oficial de planta de la Unidad, al hacer la inauguración del "Monumento al caballo'', que viera la luz pública,

en el Periódico EL TIEMPO, por cuanto esta sentida pieza oratoria refleja el afecto de los soldados del arma montada, por ese "noble animal" que a través de la historia ha acompañado al hombre en la Guerra y en la Paz haciéndose par­tícipe de sus sueños, de sus reali­dades, de sus glorias y de sus sacri­ficios.

Se expresó así en aquella oca­sión el Capitán Puyana:

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AL CABALLO

"Ante la efigie del noble com­pañero del hombre, inmovilizada en el bronce por la mano del artista, nos congregamos hoy para tribu­tarle el debido homenaje no sólo como jinetes y soldados de Caballe­ría, sino como hombres, porque es la humanidad entera quien habrá de guardar siempre un vivo senti­miento de gratitud y de cariño al animal que encamando la nobleza, inspirando la hidalguía y sunboli­zando el anhelo de la gloria, ha recorrido como el hombre el arduo camino de los siglos, compartiendo sus angustias, viviendo sus grande­zas, sufriendo sus dolores y reali­zando sus sueños.

"Desde aquellos días en que el ser humano comprendió que para poder sobrevivir a más de la lucha contra el medio y los animales hos­tiles, debía enfrentarse a sus pro­pios semejantes halló en el caballo la nobleza y lealtad que no en­contraba en todos los humanos y así, después de dominarle empezó a comprenderle y amarle, haciéndo­le dócil a su voluntad y atento a sus deseos. Fue tan estrecho el vínculo entre el humano y el bru­to, que la imaginación pagana pron­to le lleva al campo de los dioses y vemos entre nubes polvorientas surgir la f¡gura del centauro que atronando la tierra con sus cascos, simboliza la estrecha comunión entre jinete y corcel hechos un solo ser que vive con el mismo cora­zón. . . el pegaso, surca los espa­cios etéreos, como si quisiera en un ímpetu alado, lograr el in­fmito que parece diluirse en el azul impreciso de los cielos abier­tos y los corceles de Fevo veloces en su carrera luminosa llenan el esplendor de la mañana converti­dos en lampos que alegran el des­pertar de las primeras horas y mi­to y realidad cantan su historia ...

''La humanidad sigue su mar­cha incesante por el tiempo.llega la absurda tragedia de las luchas humanas, esa necesidad en el fondo incomprensible de tener que

matarse entre hombres; las ambi­ciones y los odios, abren torrentes de sangre, nace la guerra y con gri­tos de angustia viene el imperio de la desolación y de la muerte; en­tonces es cuando en el tono de su viril relincho se inspiran los pri­meros clarines que anuncian la pri­mera victoria.

"De su galope y del revuelo de sus crines, nacen más tarde los pri­meros timbales que evocan con su resonancia el golpear de los cascos en la tierra y los primeros pendones que revueltos al viento serán la en­carnación de caras tradiciones y de nobles ideales. Y sigue con el hom­bre, siempre con el hombre, alga­lope por las horas, al trote por los años, al paso por los siglos.

"Sobre sus lomos el héroe Macedonio ve hincarse la altivez del Asia Milenaria, el persa galopa sobre las arenas desérticas cifrando la razón de sus dominios, en su des­treza de jinetes, Aníbal y sus nú­midas aterran las cohortes de la metrópoli enemiga, el romano con­solida el imperio que logra el ho­rizonte por fronteras, el mongol cruza estepas solitarias y cae como azote de maldición y ruina. El tiem­po sigue, llega la edad de las galanterías: los caballeros de la cruz parten hacia confines ignorados para lograr la liberación de los lugares santos, y en los torneos heróicos al chocar de los cas­cos y las lanzas, ruedan yelmos, ji­netes y caballos, tiñéndose de púr­pura la arena mientras la dama de los sueños dibuja su plegaria silen­ciosa, en el tesoro de sus labios, que el caballero herido ansiaba po­seer a precio de una vida o a costa de la propia. . . Y el Cid Rolando Dugluesquin y tantos otros le lle­van por la historia y la leyenda.

"Un día un nuevo mundo se descubre, entonces, en compa­ñía de aquellos que en pos de la aventura se lanzan al mar desco­nocido, viene a poblar las tierras nuevas; ante el ambiente extra­ño brillan sus ojos y su oreja se aquieta, pero poco a poco lo va captando el medio, y se hace criollo, con sangre propia como si la hubiera tomado de la tierra,

de la sabia de los árboles, de la altivez de nuestra sierra, de la quie­tud de la llanura inmensa, del alegre murmullo de los ríos, de toda la voluptuosidad de nuestro trópico que lo forma y lo cambia a su manera. . . Y así cuando la patria que nace a la vida clama sus derechos, llevando los lanceros de la libertad, cruza los páramos, transmonta cordilleras, Jalona la llanura y mezclando su sangre a la del hombre escribe con ella la epopeya grandiosa de nuestra gesta heróica.

"Pero no es tan solo el caballo la evocación de los héroes de la guerra con quienes ha compartido su tributo de sangre a la historia del mundo, no es sólo el corcel del corso que cruzando los Alpes -ve caer a su paso testas corona­das y el orgullo de Europa ni el palomo de Bolívar que piafa orgulloso bajo los arcos triunfa­les como si comprendiera que lleva sobre sí al lujo de la gloria y al ge­nio de los Andes: es también el animal sumiso, ignorado y noble que acompaña al labrie­go desde que se abre el día, dejando caer sobre el surco el sudor de su esfuerzo, es el que le conduce por los cammos tortuosos y fatigan­tes o le lleva la carga que conver­tida en alimento, se habrá de trans­formar en amor y abrigo

"Hoy, cuando en el mundo ac­tual los progresos de la mecánica moderna llenan la ciudad con el rui­do de los motores y los gritos de los roces metálicos, el caballo es relevado de la mayor parte de to­das sus faenas. Más no por eso ha­brá de perderse en el recuerdo de los hombres gratos, quienes no olvidarán y sabrán comprender, al igual que nosotros, la frase aquella de "Sólo es completo el hombre cuando a caballo va". Y así, como en el bronce se perfila su imagen desafiando las horas y los vientos, también en nuestra imaginación se empinará orgulloso con sus hijares palpitantes y sus orejas en recelo y en medio del estruendo de los ruidos modernos sentiremos que vi­bra su relincho en el silencio de nuestro propio corazón."

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LA CREACION DEL REGIMIENTO

DE CABALLERIA ''SAN JORGE''

Brigadier General (r) GABRIEL PUY ANA GARCIA

Fue a mediados de 1959, cuando al terminar el Curso avanzado de "ARMAS BLINDADAS" en la Es­cuela de Fort Knox del Ejército Americano, el Señor Coronel AL­BERTO SIL V A Oficial del Ejército Chileno nos comentó en forma ca­sual sobre la existencia de las "Uni­dades Simbólicas" en el Ejército de su Patria y también en la Armada de Chile donde "EL CALEUCHE", el Navío Simbólico de esa Institu­ción Naval, venía cumpliendo desde hacía muchos años, la efectiva labor de mantener los nexos de compañe­rismo y de amistad entre las distin­tas generaciones de oficiales facili­tando así la integración espiritual' de los cuadros de la reserva con los de las Unidades en actividad. De allí nos surgió la primera inquietud de llegar a crear en nuestro Ejército algunas organizaciones similares.

En 1961 cuando adelantábamos el Curso de Estado Mayor expusi­mos al entonces Comandante de la Escuela de Caballería Señor Tenien­te Coronel EDUARDO MUÑOZ RI­V AS esta idea que acogió con bene­plácito, pero su relevo de la Unidad, no nos permitió contar con su apo­yo.

Cuando en enero de 1 964 asumi­mos el Comando de la Escuela del Arma registramos con satisfacción el hecho de que los compañeros de Artillería inspirados también en el Ejército Chileno, por iniciativa de nuestro compañero de promoción

el Señor Teniente Coronel HORA­CIO VALLEJO ARDILA, se habían adelantado ya exitosamente, en dar este paso, correspondiéndoles a ellos el mérito de ser los primeros que pudieron llevar a efecto esta loable iniciativa con la creación de su Gru­po "SANTA BARBARA". Tal co­mo ocurrió en el Arma de Artillería, también en la nuestra la idea partió no de los Oficiales en retiro sino de quienes por aquel entonces ejercía­mos nuestra responsabilidad de co­mando en las filas del servicio acti­vo.

Tradicionalmente y durante mu­chos lustros, los Oficiales de Caba­llería venían celebrando el día de SAN JORGE, como el DIA DEL ARMA, hasta que siendo Inspector General de las Fuerzas Militares el eximio General JOSE MARIA SIL­V A PLAZAS, se institucionalizó la fecha del combate del Pantano de Vargas - 25 de Julio- como la efe­mérides oficial del Arma montada, pues resultaba inconcebible que la Caballería Colombiana tuviera que apelar a advocación de un SANTO extraño para conmemorar su DIA, cuando sus brillantes hechos de ar­mas durante la gesta emancipadora, habían jalonado no sólo la historia de la Patria sino de toda la América, por cuanto fue "a caballo" como se conquistó la libertad del hemisferio. Y más cuando la acción del P ANTA­NO DE VARGAS representó la pri­mera fase decisiva de lo que habría de ser el triunfo de BOYACA, con

todas sus repercusiones estratégicas y políticas que marcaron el hito fun­damental de la emancipación Lati­noamericana. Así en forma acertada se corrigió esa conmemoración tra­dicional que sólo tenía un funda­mento afectivo ajeno a la realidad histórica y se dispuso que el "Día" de la Caballería, fuera el 25 DE JU­LIO en remembranza de aquella jor­nada donde nació la patria.

Pero naturalmente para muchos quedaba la nostalgia de lo que había significado el 23 DE ABRIL y fue así como, contando con la aquies­cencia del entonces Ministro de De­fensa Señor General GABRIEL REBEIZ de tan grata recordación por su brilante trayectoria de solda­do íntegro, nos resolvimos a impul­sar la idea de crear dicha unidad en esa fecha para mantenerla así como un patrimonio de los Oficiales en retiro del Arma montada.

Con la colaboración del entonces Mayor Ejecutivo MIGUEL VEGA URIBE y del Capitán Ayudante HERNANDO GARCIA ISAZA, nos comprometimos a realizar esta aspi­ración. A través de la Caja de Retiro de las Fuerzas Militares obtuvimos las direcciones de todos los Oficia­les retirados de Caballería y por me­dio de una invitación especial rati­ficada telefónicamente, la noche del 20 de abril en el amplio salón del Comando de la Unidad que funcio­naba en las actuales instalaciones del Comando de la DECIMO TER­CERA BRIGADA, logramos reunir un numeroso como selecto grupo de Jefes y Compañeros retirados.

Con la debida anticipación elabo­ramos los Estatutos de la Unidad, con sus Tablas de organización, la Disposición No. O 1 que creaba el Regimiento, el Reglamento de la Medalla-Premio San Jorge (que así se llamaba, por cuanto no se preten-

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dió crear una condecoración, sino un estímulo que pudiera ser otorga­do por nuestra baja jerarquía) y el Proyecto del Acta de su fundación que deseábamos someter a la consi­deración de los Compañeros retira­dos.

Entre los muchos Oficiales que aquella noche acudieron a la cita, se destacaba la presencia de tres ilus­tres jefes: los Señores Generales LEOPOLDO PIEDRAHITA, MI­GUEL ANGEL HOYOS y GA­BRIEL PARIS GORDILLO.

Después de explicar el propósito de la reunión y de proponer que los Oficiales en retiro se constituyeran en Asamblea General, no fue fácil definir quien habría de presidirla, por la gentileza demostrada por aquellos tres jefes que pretendían declinar ese honor. Se insinuó que fuera el Señor General PIEDRAHI­TA por razón de ser el más antiguo, pero en un gesto de elegancia solici­tó al Señor Mayor General PARIS, que por su condición de Ex-presi­dente de la República, presidiera él esa reunión.

Aceptada la Presidencia de la Asamblea por el Señor General PA­RIS nos correspondió exponer la ra­zón de su convocatoria y para ello dimos lecturd a los documentos que habíamos preparado. El Señor Ge­neral PARIS con singular deferencia propuso entonces que sin siquiera discutir los proyectos se aprobaran por unanimidad para corresponder así a quienes habíamos sido los ges­tores de esta míciativa. Se aceptó su propuesta y se procedió de inmedia­to a la elección del Primer Coman­dante de la Unidad, honor que reca­yó en el mismo General PARIS al ser designado por aclamación.

Con motivo del día de SAN JOR­GE, la Escuela, programó y llevó a efecto diversos actos los días vier­nes 23 y domingo 25 de Abril, a fin de darle el mayor realce posible a la creación de esa Unidad Sí m bélica.

En la noche del23, como era cos­tumbre, se realizó la Prueba Ecues­tre para OFICIALES G_ENERALES

Y SUPERIORES, en la que partici­paron distinguidos Jefes de otras Armas, entre ellos el Señor Mayor General JAIME FAJARDO PIN­ZON, Brigadier General ALFONSO MEJIA VALENZUELA y el Coro­nel ALVARO VALENCIA TOV AR. En la competencia resultó vencedor el Señor Mayor DARlO SOSA, mon­tando la yegua "TORCAZA".

Después del concurso se realizó la "Ceremonia de Licenciamiento" del Caballo JORGITO 11, al que se confirió la MEDALLA-PREMIO SAN JORGE, en la categoría del MERITO DEPORTIVO. Como Co­mandante de la Unidad y antiguo Jinete de ese extraordinario ejemplar que en los Juegos Olímpicos de Ca­li, nos permitiera haber logrado la Medalla de Oro, al conquistar el Pri­mer Puesto de las Competencias Ecuestres Nacionales pronunciamos las palabras de despedida con una de las más intensas emociones que hemos podido sentir en toda la vi­da.

Con la presentación de la Sección de ALTA ESCUELA a cargo del Se­ñor Mayor Ejecutivo de la Unidad y Maestro de Equitación ~fiGUEL VEGA. terminaron los actos de aquella noche memorable.

El domingo 25, en el Campo de Paradas de la Escuela en ceremonia presidida por el Sefior GENERAL GABRIEL REBFIZ PIZARRO, Mi­nistro de Defensa se formalizó la creación del Regimiento de Caballe­ría SAN JORGE y se reconoció an­te las tropas .. su primer Comandan­te.

El acto revistió especial solemni­dad. Después de los honores de ri­gor, se rindió un sentido homenaje a la memoria de los Comandantes fallecidos de la Unidad, al mismo tiempo que se recordaban los nom­bres de los Caballos que montaron cuando ejercieron sus funciones de mando.

A medida que se nombraba uno a uno, los distinguidos jefes fueron sa­liendo al frente de la formación,con­duciendo a la mano los caballares

que representaban a aquellos que cabalgaron los citados comandantes. Un toque de silencio a cargo del trompeta de órdenes, con el repique final de los timbales rubricó la evo­cación emocionada de aquellos jine­tes y sus caballos que quedaron para siempre galopando en el recuerdo, sobre el verdor de esos prados abier­tos que impregnan de esperanza los predios de nuestra Escuela de Caba-llería.

Una vez se dio lectura a la dispo­sición No. O l, por medio de la cual se creaba el Regimiento, el Sefior General REBEIZ como Oficial más antiguo del Arma en servicio activo, entregó al Señor General LEOPOL-00 PIEDRAHITA en su condición de "Abanderado", el Estandarte de Guerra del Regimiento, materializa­do en la antigua bandera del REGI­MIENTO TOLIMA, primera Unidad de Caballería del Ejército Regular creada en desarrollo de la Reforma Militar de 1907, por decreto No. 445 del 13 de Mayo de 191 O. Esta significativa reliquia fue donada ge­nerosamente por la Señora viuda del General de Caballería ADELMO RUIZ, que la había conservado du­rante muchos años entre los valores afectivos de su extinto esposo. En sus pliegos deshilados por los años se resumía todo un acerbo de las tradiciones de la Caballería de la Pa­tria.

El Señor General PARIS, escolta­do por los Oficiales de su Plana Ma­yor asumió ante el Señor Ministro de la Defensa el Mando de la Uni­dad. Para cerrar el acto nos corres­pondió pronunciar las palabras alu­sivas a éste, en las cuales pretendi­mos rclievar el significado de esa fe­cha y la trascendencia que para la historia del arma habría de tener la creación de su Unidad Simbólica.

Los periódicos de la capital y otros medios de comunicación resal­taron este suceso y EL ESPECTA­DOR, publicó la fotografía del Se­ñor General PIEDRAHITA, portan­do la Bandera, como la figura de "EL DIA".

¡Así nac.1ó el Regimiento de Ca­ballería SAl'. JORGE!

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EN EL SESQUICENTENARIO DE SU MUERTE

GENERAL FRANCISCO

DE

PAULA SANTANDER

El pasado 6 de mayo cumplió 150 años de muerto el General Francisco de Paula Santander, a los 48 años de edad y luego de so­portar una penosa enfermedad.

Con tal motivo ACORE rinde homenaje al hombre de las leyes y ¡>ara el efecto publica el artículo "El mismo nombre sobre la mis­ma piedra", escrito por el expresidente recientemente fallecido Dr. Alberto Ueras Camargo, al cumplirse el centenario de la muerte de Santander en 1940.

Así mismo transcribimos el artículo " Las estatuas de Santander", que incluye el Decreto de Honores del Ejecutivo del 6 de Mayo de 1850, la Ordenanza de la Cámara Provincial de Bogotá No. 142 de 1851 y los discursos pronunciados en la inauguración de la estatua del msi¡ne granadino en la Plaza de San Francisco en Bogotá, el6 de Mayo de 1878, por los Generales Julián Trujillo y Ezequiel Hurtado.

EL MISMO NOMBRE SOBRE i.A MISMA PIEDRA

La tumba que se abrió hace cien años para recibir el cuerpo exhausto del organizador de la victoria, fue cubierta con una gran piedra en la cual sólo se labró el nombre "San­tander", y las fechas del nacimiento y la muerte. Animo de reposo era esa disposición del héroe. De reposo y de soberbio desdén por los enemi-gos que circuyeron su v1da de odios y que ni aún en su agonía callaron la cortante voz de su maledicencia. ¿Qué más, ni qué menos podría de­cirse sobre esa piedra? Santander se­guiría siendo a traves del tiempo lo que habra sido hasta entonces. Hombre insustituible en la historia,

Dr. Alberto lleras Camargo

como había sido insustituible en la administración y decisivo en la gue­rra.

Habría despertado odios, pero odios inmortales. De generación en generación, hasta llegar a la oscura ralea de los difamadores del cente­nario, del duro jefe cuya fría pasión se trasluce en los ojos grises y en el gesto hermético de la boca, seguiría disputando, muerto, pulgada a pul­gada, su campo en la historia, como lo había sostenido en la vida.

"Vuestra excelencia -escribía el Libertador a Santander en 1820-, estaba llamado por su nacimiento, valor, virtudes y talento, a ser el pri-

mer jefe ue la nación granadina, pe­ro Vuestra Excelencia ha preferido ser el primer súbdito de Colombia ' Bolfvar tuvo el genio de la síntesis. En breves palabras trazó el destino y la biografía de ~antander. Esta fue la tragedia gloriosa del prócer. Le tocó vivir, padecer, luchar, crear, a la sombra de la gloria del Liberta­dor. Y ella fue absorbente, terrible, abrumadora, infinita. Bolívar, que había entregado todo a la causa de la Independencia, no ex1gía para sí smo la pureza de su gloria. Habla de ella como de un fenómeno físico, palpabte, embargable y es ferozmen­te celoso de que llegue intacta a la posteridad.

FIDELIDAD A BOLIVAR

Santander no entra jamás en pug­na con la ambición única que se re­serva el Genio de la guerra para sí, y por el contrario, la sirve con gene­rosa abnegación. Cuida de la reputa­ción y fama del Libertador mucho más de lo que habría de cwdar pos­ttnormente la suya cuando comien­ce a ser despedazada y ultrajada.

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Comprend~ , desde antes de Paya. que ha aparecido en 5U existencia un fenómeno de la naturaleza que es un prh1legioexcepcional contem­plar con admiración, seguir con obe­diencia. respetar, acatar, amar. Y ama, acata. respeta, obedece y ad­míra al Libertador como ninguno otro de sus soldados. Es posible que a \eces se dé cuenta, porque el mis­mo Libertador se lo repite a diario, que sin la presencia simultánea del Libertador, y la suya, en la historia de América su nombre no tendría pares y su gloria se destacarfa en toda su pureza a través de los siglos.

Pero no hay un solo interlocutor, corresponsal o testigo de su tiempo que pueda decir que alguna vez San­tander concibió un pensamiento que no fuera subalterno de la Lgura de Bolívar o de su gloria. Lanzado contra el Libertador por los tenien­tes del formidable capitán de la li­bertad, que condujeron al Padre de la Patria hacia el autoritarismo de la Constitución ooliviana, Santander, en medio de sus fogosos y excesivos amigos, obligado a oponerse a Bolí­var en la Convención de Ucaña, o destituido, o perseguido, sigue Sien­do fiel a la historia labrada en común con tlolivar, y en la cual no se le oculta que será siempre el segunoo, pero del más grande de los jefes. Fi­gura subalterna. dicen de él sus de­tractores. Santander habría acepta­do ese título con orgullo. Los que no quisieron ser subalternos del LI­bertador ante la posteridad y preten­dieron emularlo, aparecen en la his-

toria sm los firmes pertiles del vice­presidente. Sobre las cabezas de Páez y de Córdoba hay ese signo fatal, que fue el que injusta y arbitraria­mente los peores enemigos y los pe­ligrosos amigos de Santander quisie­ron marcar sobre su nombre.

GUARDIA DE ESPALDAS

Algo, que debe ser inicial, origi­nal, seila el carácter colombiano y lo define para el futuro, desde la In­dependencia. Cualesquiera que fue­ran los móviles de Santander, y fue­ron los más rectos, ese algo es la im­presión vigorosa de su personalidad sobre el formidable caos que había desatado con su impulso creador el Padre de las victorias. Autoritario, fno, t:tl vez cruel, el general ~an tan­der defiende la obra admimstrativa y política que había merecido los más sinceros y abrumadores elogios del Libertador, de todo y de todos, comenzando por el Libertador mis­mo.

Las actas de Guayaquil son el co­mienzo de 1:1 diferencia lustórica. Los más apasionados y gloriosos te­nientes det Libertador las conde­nan. y qmenes aceptan el juicio de Posada Gutiérrez contra Santander debieran oír la voz clamorosa del Ilustre memorista, que se desgarra clamando contra esa inictatlva fu­nesta, a la cual le atribuye todos los males posteriores de Colombia. San­tander habría aceptado una reforma constitucional, SI no tan autontaria como la pedía Bolívar, sí autori-

tana y conservadora, como la quería su temperamento ordenado, que el hábito de la organización había in­clinado hacia el rigm.

Pero la idolatría de los soldados de Bolívar por su jefe iba más lejos, y quería conducirlo contra Santan­der, entre una ominosa guardia de espadas. Santander tuvo entonces el valor heróico de resistir, respetuo­samente. y se escudó en la legitimi­dad. La legitimidad se volvió una bandera en sus manos. La legitimi; dad sufrió martirio, persecución, conspiró, se hizo rebelde, pero triun­fó, al fin, y dejó su sello sobre Co­lombia. Esa bandera en otras manos habría sido un incidente sin impor­tancia, una revuelta fracasada. En las suyas tomó un valor que el tiem­po no ha logrado destruir, justa­mente porque se levantó, con dolor, pero con resolución, contra la más grande figura de Colombia.

Un siglo después de su muerte, la memoria de Santander paga esa ac­ción tremenda. Han sido perdona­dos todos los próceres contemporá­neos, menos él. Pero Colombia tie­ne ante el mundo una fisonomía, una actitud, una tradición distinta de la de todas las otras naciones que nacieron en 181 O, y los colombia­nos decimos, por intuición o por convencimiento, que la causa origi­nal es el mismo nombre grabado so­bre la ancha piedra ante la cual se descubre la nación. Santander.

LAS ESTATUAS DE SANTANDER LA ESTATUA EN BOGO fA

DECRETO (6 de mayo de 1850)

De honores a la memoria del esclarecido General

Francisco de Paula Santander

EL SENADO Y CAMARA DE REPRESENTANTES DE LA

NUEVA GRANADA, reunidos en Congreso,

CONSIDERANDO:

Que es un deber de la Legislatura dar pruebas de la gratitud nacional a aquellos servidores de la patria que le hayan prestado servicios im­portantes,

DECRETAN :

ARTICULO lo.- El ciudadano General de División Francisco de Paula Santander, por sus importan­tes y extraordinarios servicios a la

causa de la Independencia america­na, y a las leyes, mereció bien de la patria y se hizo digno del reconoci­miento nacional.

ARTICULO 2o.- Se levantará en la plaza de San Francisco de Bogotá, una estatua de bronce al General Santander, en cuyo pedestal se pon­drá la siguiente inscripción:

"A SANTANDER EL HOMBRE DE LAS LEYES LA NUEVA

GRANADA (Decreto Legislativo).

24ACORE ------------~-----------------------------------------------

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ARTICULO 3o.- El retrato del General Santander será colocado en los salones de las sesiones del Cuer­po Legislativo y del Despacho del Poder Ejecutivo.

Oado en Hogotá, a 3 de mayo t1e ll:S50.

El Presidente del Senado, Juan N. Azuero. - El Presidente de la Cá­mara de Representantes, J. M. Oban­do. - El Secretano del Senado, Pas­tor Ospina. · El Representante Se­cretario, Antonio M. Pradilla.

Bogotá, 6 de marzo de 185U.

Ejecútese y publíquese.

El Presidente de la República.

(L. S.) JOSE HILARlO LOPEZ

El Secretario de Relaciones Exte­riores,

Victoriano de D. Paredes

ORDLfi<ANZA l'io. 142 (8 de octubre de 1851)

La Cámara provincial de Bogotá, honrando la memoria de las excelsas y patrióticas virtudes del General ciudadano Francisco de Paula San­tander, y presentando con el recuer­do de tan ilustre granadino a los ha­bitantes de la Provmcia, el más bri­llante ejemplo de respeto a la Cons­titución y Leyes de la República, y de abnegación en favor de la Inde­pendencia y libertad de la patria; en ejercicio de las atribuciones que le confieren los artículos 2o. y 3o. de la Ley de 3 de junio de 1848,

ORDENA:

ARTICULO lo. - La plaza deno­minada de San Francisco, y situada al norte de esta ciudad, en la cual existe la casa que habitó y en que murió el General Francisco de Paula Santander, se denominará en lo su­cesivo Plaza de Santander.

ARTICULO 2o.- En el centro de uno de los lados que encierra la

Plaza de Santander se colocará una losa de mánnol que llevará inscrita esta Ordenanza.

Dada en Bogotá, a 8 de octubre de 1851.

El Presidente de la Cámara, Car­los Martín. - El Diputado-Secreta­rio, Justo Briceño.

Gobernación de la Provincia - Bo­gotá, 8 de octubre de 1851

Ejecútese. Patrocinio Cuéllar. - Januario

Salgar, Secretario.

INAUGURACION

(Del Diario Oficial)

"Ayer 6 del presente (mayo de 1878), 38o. aniversario del falleci­miento del General Santander, y día señalado por el decreto ejecutivo número 120 para la inauguración oficial de la estatua mandada erigir a su memoria por el Congreso, tuvo lugar este acto solemne.

De acuerdo con lo dispuesto en el mismo decreto, y con el progra­ma del orden en que debería verifi­carse la función, se trasladó de los salones del Capitolio a la plaza San­tander el concurso oficial que iba a ~olemnizar con su asistencia la erec­ción del monumento referido.

A las doce y media del día, en presencia de las corporaciones y fun­cionarios del Estado y del distrito, de la Universidad Nacional, Colegio del Rosario, Oficina General de Cuentas, Procurador General de la Nación, Corte Suprema Federal, miembros de las Cámaras legislati­vas, Cuerpo diplomático y consular, Secretarios del Despacho Ejecutivo nacional y de una numerosa concu­rrencia de ciudadanos, el Presidente de la Unión, GENERAL JULIA~ TRUJILLO, ocupó la tribuna colo­cada frente a la estatua y pronun­ció el siguiente discurso:

Señores: Las virtudes públicas del General

.:>antander, objeto digno del orgullo

nacional, nos ponen en torno de es­te monumento, consagrado por la gratitud de sus conciudadanos para perpetuar su memoria. Los hechos de ese· varón ilustre adornan las pá­ginas de nuestra hjstoria desde los primeros años de la gloriosa época de nuestra Independencia. Los valles de Cúcuta, los llanos de Casanare, Apure y Caracas están dando testi­monio de cuánto debe nuestra con­dición de ciudadanos libres al acen­drado patriotismo y a los sacrificios de ese prócer, tan merecedor de nuestra veneración.

A la temprana edad de dieciocho años, desde 181 O, se le ve abrazar con una fe incontrastable la causa de nuestra emancipación, y en las primeras luchas de las facciones re­publicanas se decide por la federa­ción, que ha venido a ser, después de varios ensayos, la forma bajo la cual nos prometemos asegurar las li­bertades públicas y dar certero de­sarrollo a los elementos de prosperi­dad que poseemos.

Oespués de enaltecer sus timbres de soldado de la patria en los me­morables campos de batalla de La Grita, Fuerte de Brión, Calabozo, La Puerta, Ortiz y muchos, sus es­fuerzos previsores influyen eficaz­mente en el ánimo del Libertador para acometer la empresa de redi­mir a Cundinamarca del yugo espa­ñol, y Paya, Vargas, Boyacá vienen a ser nuevos monumentos de la glo­ria militar del ilustre General.

El Congreso de Angostura le con­fiere el mando civil del territorio li­bertado, y el de Cúcuta le honra con la Vicepresidencia de Colombia. Empieza entonces esa brillante ca­rrera de la magistratura que lo eleva a la condición de uno de nuestros más eminentes hombres de Estado. Su trabajo perseverante en la orga­nización del ejército auxiliar del Pe­rú contribuye a la independencia de esa república y de Bolivia. Su celo por la observancia de las institucio­nes, que son la salvaguardia del ciu­dadano, le hace acreedor al título de "El hombre de las leyes", con que le honran el Congreso y el Li­bertador de Colombia. Tuvo la glo-

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ría de intervenir en los primeros tra­tados de amistad y comercio con las grandes potencias que reconocieron nuestra nacionalidad; contribuyó a la expedición de las primeras leyes que consagraron la independencia municipal, y que han venido más tarde a facilitarnos la adopción del sistema federal, le es particularmen­te honroso haber cooperado a fun­dar las instituciones republicanas, a plantear de una manera fecunda la instrucción pública y a inspirar a los pueblos el sentimiento de respeto a la autoridad.

A los esfuerzos del General San­tander débese bastante el espíritu civil que ha consolidado la Repúbli­ca, asegurando el goce de las más amplias garantías individuales.

La memoria de tan preclaro ma­gistrado es digna, por tanto, de la veneración y gratitud nacional, que hoy consagran este monumento pa­ra dar perpetuo testimonio de nues­tro culto a las grandes virtudes pú­blicas.

Que los ejemplos de adhesión a las instituciones y de profundo res­peto a la ley que registramos en las brillantes páginas de la historia del General Santander, sean una fuente fecunda de enseñanzas para la pos­teridad, y que en los anales de la magistratura ejercida por ese ilustre personaje, nos penetremos de cuán­to significa para la prosperidad na­cional el severo cumplimiento de los deberes que la sociedad y la ley escrita imponen a los encargados de administrar los intereses de la co­munidad. Este será el más relevante tributo de admiración que podre­mos rendir a la gran memoria del hombre esclarecido que hoy venera­mos.

Considero, señores, como una for­tuna de altísima honra para mí, el hallarme encargado en estos mo­mentos de la Presidencia de la Re­pública, que me pone en situación de declarar inaugurada la estatua que el Congreso nacional ha dedica­do al egregio General Santander, y la cual al través de los tiempos ha de mantener vivos en el corazón de

nuestros conciudadanos los extraor­dinarios merecimientos del eminen­te patricio a quien representa.

Compatriotas: repetid conmigo las palabras que expresan la idea pri­mordial de la vida pública del Gene­ral Santander: "Respeto a la ley". Mientras esta estatua permanezca de pie sobre su pedestal, para admi­ración y ejemplo de los colombia­nos, ella clamará siempre a ésta y a las futuras generaciones: "¡Respeto a la ley!".

"Inaugurada así oficialmente la estatua, quedó descubierta de la bandera tricolor que la envolvía, y fue saludada por las bandas de mú­sica de la guarnición y por las salvas de la artillería, en los términos pre­venidos para los honores de esta cla­se".

Ocupó también la tribuna el se­ñor GENERAL EZEQUIEL HUR­TADO, Secretario de Guerra y Marina, quien se expresó así;

Señores: En las repúblicas democráticas

como la nuestra, los grandes y los héroes se levantan de sus tumbas al ser evocados, para venir a presenciar su propia apoteosis. Ese es el privi­legio de los genios, de los espíritus elevados.

Santander está con nosotros, aunque invisible, y la prueba de ello la veo en vuestros semblantes: to­dos estáis animados por su espíritu inmortal en estos momentos; en to­dos los oídos está tronando actual­mente el cañón que prendió su me­cha en Casanare para repercutir en Boyacá; en todos los corazones pa­triotas está ardiendo el fuego que iluminó al hombre providencial la senda que lo condujera, como dig­no compañero del inmortal Bolí­var, a verificar la resurrección de un mundo; y frescos están aún los lau­reles que adornaron aquella frente erguida y noble sobre la cual puso Dios el sello de la omnipotencia, y Bolívar este letrero imperecedero: "Hombre de las Leyes".

Al erigir a ese hombre que tanto sufrió, que tanto luchó y que tan dignas glorias alcanzó, el monumen­to que hoy levanta a su memoria un pueblo agradecido, regocijémonos de poder exclamar, como republica­nos libres, lo que hubieran exclama­do los colonos de 181 0:

"En nombre de la libertad nos lanzamos a la lucha, con la esperan­za de que la posteridad nos hará jus­ticia".

Si no les hemos hecho espléndida justicia a los titanes de aquella épo­ca, que nos procuraron un porvenir independiente, quédenos, al menos, la grata satisfacción de que entre el humo asfixiante de nuestras guerras civiles; entre el estruendo de nues­tros cañones fratricidas, hemos olvi­dado siquiera por un momento nues­tros enconos para venir a saludar re­verentemente las sombras benditas de los fundadores de la patria. ~· pe­dirles perdón por nuestros extravíos. y a entonar un himno de alabanza a su memoria. Pero aún debemos ha­cer algo más: ofrecerles que su ejem­plo divinamente trazado, cuando impávidos desafiaron la funa de los cuadros españoles, será imitado por nosotros y nuestros descendientes como legítimos herederos de su sa­crificio; y que su memoria y $U

ejemplo serán tan durables entre nosotros como el bronce en que se funden sus estatuas, como el már­mol en que se graban sus nombres.

SEÑOR SOCIO DEACORE

Promueva la defensa

de nuestros

intereses atrayendo

nuevos socios

a la Institución

26ACORE -------------------------------------------------------------

Page 27: Revista Edición 67 Junio 1990

EL RELEVO DE LA CUPULA MILITAR

Brigadier General (r) GABRIEL PUY ANA GARCIA

El Espectador- tiércoles 21 de Junio de 1990

La noticia nos sorprendio ... no vamos a negarlo. Interrumpió el to­rrente de información del Campeo­nato Mundial de Fútbol. que ha lo­grado acallar hasta el estruendo de las bombas del terrorismo y los gritos de dolor de las víctimas de ese paías que se consume en un desangre ignominioso.

A la mañana siguiente algunos periodistas de la radio consultaron nuestra opinión y uno de ellos, nos llegó a preguntar si este rele­vo podía obedecer a que el doc­tor Gaviria y el doctor Barco obrando en mutuo acuerdo, ha­bían resuelto acoger las sugeren­cias del ex-presidente López, quien desde hace varias semanas viene cla-

J mando porque encontremos un "Montgomery", para enfrentarlo a un "Rommel" y ganar esta "gue­rra", confundiendo así un conflic­to bélico regular con una situa­ción de crimen desbordado que exige ante todo un acertado manejo político, policial y de acción judi­cial.

Pero primero hagamos algunas consideraciones sobre el relevo de la cúpula militar. Según El Tiem­po, un general del Ejército comentó que el relevo se hizo por acuerdo previo, entre los presidentes y "pa­ra suavizar el remezón ... " ¿ Quie­re entonces esto decir - nos pregun­tamos- que con ese aparente y quizás loable propósito de hacer

menos duro un cambio que era apenas lógico, conveniente e indis­pensable y que en el término de mes y medio debería producirse, se optó por sacar de un "empujón inesperado" a dignos personeros máximos de la institución militar'! Quienes se van, así como quienes llegan a las altas responsabilidades d("l mando nos merecen nuestra más alta consideración y respeto. No motivan por tanto estas lí­neas, ninguna prevención ni simpa­tía de orden personal; para los primeros expresamos nuestro re­conocimiento por su desvelada labor frente a sus altas respon­sabilidades. como para quienes llegan a éstas, nuestros votos por el éxito en el ejercicio de sus funciones. pero no podemos de­jar de presentar nuestra protesta, no por el relevo, sino por la for­ma, así como por la inoportuni­dad de su ocurrencia.

Que tanto el pres1dente en ejer­cicio como el presidente electo son autónomos para hacer estas de­signaciones, nadie va a cuestionar­lo, que la renovación de los man­dos es imprescindible para mante­ner el dinamismo del escalafón mi­litar ¿quién puede ponerlo en duda? ... Y es más,que para el car­go de ministro de Defensa bien se puede designar a cualquier ciudada­no o a un militar activo sin que se deba observar su antigüedad ... Es por eso que no podemos compren-

der ni menos aceptar que este re­levo se hubiera precipitado, cuando en el término de cincuenta días hubiese sido lógico y normal. .. eso demuestra la forma despectiva, des­comedida -y por qué no decir "grosera"- como los dirigentes civi­les, engreídos en una arrogancia que en los momentos actuales resulta aún más absurda, tratan de mane­jar la institución militar, cuando para hacer sus campañas políticas en ésta "la democracia más antigua de América" de la que tanto nos vanagloriamos. tienen que estar protegidos dentro de sus chalecos antibalas y rodeados de docenas de miembros de la Fuerza Pública, que con el riesgo de sus vidas hacen posible que este sistema pueda ser mantenido ... Por ello resulta injus­to e inconsecuente que así se pro­ceda con quienes son los más altos personeros de la organización mili­tar sobre la cual la democracia afirma su supervivencia. Sabemos que esto causa traumatismos afec­tivos en nuestra Institución; que a los subalternos como a sus mis­mos compañeros de jerarquía, que mañana pueden resultar víc­timas del mismo tratamiento, no les agrada que así se proceda y por eso queremos hacer este rechazo que todos ellos no pueden expresar.

Confiamos que el presidente Ga­viria con quien fuimos solidarios desde el momento mismo en que recibió las banderas del líder sacri­ficado y en quien hemos cifrado perspectivas de esperanza, pueda mediante su brillantez mtelectual reconocer los verdaderos proble­mas del país, pues esta "guerra" que es el resultado de su desbara­juste estructural, no se soluciona a tiros ni menos cambiando los je­fes castrenses en busca de un triunfo militar ... Lo que padece­mos no es sino el reflejo del derrum­be de la Justicia y del imperio de la impunidad, como consecuencia

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Page 28: Revista Edición 67 Junio 1990

de la falta de un liderazgo políti­co apropiado que le permita al país la búsqueda de soluciones viables. Por eso rechazamos enfáticamente que el país deba encontrar su "Montgomery", para enfrentar y vencer al "Rommel" adversario, por­que esta errada apreciación consti­tuye un verdadero irrespeto a la me­moria de este ilustre estratega ale­mán, quien no puede ser equiparado con un "Tiro Fijo", ni con un jefe paramilitar, ni menos con un capo del narcoterrorismo ... Si el proble­ma fuera de simple relevo de perso­nas, más apropiado sería empeñar­nos en la ardua tarea de conseguir un "Churchill", que supiera condu­cir el Estado, porque está amplia­mente demostrado que los generales se pueden cambiar fácilmente "sin previo aviso" y por decretos que se conocen al mismo tiempo por la opinión pública que por los que resultan afectados ... Lo grave es que ni con los presidentes, ni con los altos dignatarios de los cuer-

pos colegiados (que normalmen­te se reeligen), se puede proce­der en forma similar ya que en bien de la democracia tenemos que es­perar a que cumplan sus períodos constitucionales que con la excep­ción de los mandatos de Guillermo Valencia y los dos Lleras, los otros han resultado demasiado largos como infortunados para la Repú­blica en sus últimos seis lustros.

Si con adelantar el relevo del mando militar se pretendió (en se­guimiento de las tesis del expre­sidente López), "mejorar la conduc­ción militar" y por consiguiente la situación del país, ¿no hubiera sido más apropiado proceder de inme­diato, como en el caso de Ar­gentina, a efectuar el relevo presi­dencial?. . . Y no tanto como el presidente Barco que sea lo que fuere, hay que reconocerle logros positivos en su difícil gestión, sino para "acortarle" al país la nefanda injerencia de algunos de los miembros de su "Sanedrín".

Posiblemente por la premura de su gira, el doctor Gaviria no dispu­so del tiempo necesario para re­flexionar sobre lo inoportuno de este "remezón". Confiamos que este primer error en el manejo de la institución militar no vuelva a repetirse, porque nos duele que se trate así al estamento castrense en las personas de sus altos represen­tantes.

Ahora lo que importa es que los señores generales rele•;ados. no se dejen tentar con los '·premios de consolación" que ya se van reba­jando de las embajadas a los consu­lados. . . sin duda es bueno llegar a disfrutar de los haberes en dólares en el exterior, pero la dignidad exi­ge saber rechazarlos a tiempo. ¡De ello supieron dar ejemplo una frá­gil ministra de Justicia y quien sin lugar a duda fuera el ministro "estrella" del régimen y que precisamente por ello salió airoso en un gesto de carácter que todo el país supo admirar!

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Page 29: Revista Edición 67 Junio 1990

SIN LA ORGANIZACION MILITA R LA REPUB LICA NO EXISTIRIA

Contralmirante (r) LUIS CARLOS JARAMILLO PEÑA

Para responder algunas publicaciones que injustamente cuestionan a las Fuerzas Armadas por la falta de resultados en la lucha contra el narcotráfico, el Segundo Vicepresidente de Acore, Sr. Contralmirante (r) Lms Carlos Jararnillo Peña, dirigió al Director de la Revista "Semana'· la carta que trans­cribimos a continuación.

Hogotá, mayo 16 de 1990

Señor Director REVI STA SEMANA Cm dad

POR QUE NO COGEN A ESCo­BAR?

Con mucha agilidad e imagina­Ción periodística en su edición No. 419, Mayo 15-22/90, basándo­~e en declaraciones de ilustres hom­.bres públicos, en concepto de ex­pertos no identificados y en recuer­dos prop1os que pretende otorgar­nos a todos los Colombianos, no tienen ustedes inconveniente en responsabilizar directamente a las Fuerzas Armadas por la falta de resultados en la Guerra contra el narcotráfico, al no haber logrado la captura de Pablo Escobar Ga­vma, argumentando para ello fallas protuberantes en la organi­zación militar, tanto en su estruc­tura como en su funcionamiento.

Publicaciones como la anterior que en nada ayudan en la verdade­ra solución de la situación proble­mática por la que atravesamos, de-

jan ver muy a las claras una vez más, la terrible desintormac1ón en que vivimos.

La mcertidumbre siempre ha si­do uno de los factores que más duro golpean a una sociedad en gue­rra. Antiguamente cuando los con­flictos se dirimían exclusivamente entre los ejércitos que podían esco­ger la fecha, hora y el lugar para la batalla, la población civil sufría al no conocer el resultado de la con­henda ni la suerte de sus seres que­ridos alistados. Más tarde la guerra fue llevada a la retaguardia, las ciu­dades fueron bombardeadas y la población Civil golpeada. La in­certidumbre se hacía más patética, ahora llegaba también directamente al combatiente que no sólo sopor­taba los rigores de la guerra sino que desconocía la suerte de sus seres queridos. Ultimamente la incertidumbre hace cllmax en su crueldad con la guerra irregular y en especml con el terrorismo ya que no se sabe quién es verdade­ramente el enemigo, factor que lleva en un loco frenesí a culparse mutuamente unos contra otros, es­tamento contra estamento e indi-

viduo contra individuo, como res­ponsable de la situación. Es que es una guerra en que casi nadie quie­re sentirse partícipe de ella, cuando la verdad es que todos lo son, bas­ta decir que sin saber cómo ni dón­de, ni por qué, ahora los muertos pueden ser usted o yo, el vecino o la vecina, el niño o el viejo, el periodista o el sacerdote, el con­cejal o el magistrado, el rico o el pobre. La muerte ya dejó de ser patrimonio exclusivo de milita­res y de guerrilleros.

La concepción de Defensa Na­cional es integral y no es respon­sabilidad exclusiva de los milita­res ni puede circunscribirse a un solo tipo de conflicto. Afirmar que nuestras Fuerzas Militares sólo se han diseñado y desarrolla­do pensando en un enemigo exter­no es un exabrupto. Basta mirar la organización y el dispositivo, no de ahora, sino de los últimos cincuenta años, para darse cuenta de que no es así. Basta repasar la apreciación de situación que durante todo ese tiempo las Fuerzas Armadas oficial­mente le han hecho a los Gobier­nos de turno, señalando los peli­gros hacia donde nos dirig¡mos, lo cual desafortunadamente para el País ha salido absolutamente cierto, para ver cómo los militares han entendido el conflicto inter­no, tanto en sus causas como en sus repercusiones. Pero la verdad, es que la guerra es solo una pro­longación de la Política y en Co­lombia los militares no han condu­cido la política, ésta conducción, la han reservado para sí y con mucho recelo los civiles. Los mili­tares han respetado esta posición porque creen más en los principios de la Constitución que muchos de aquellos, situación paradójica, pero es que Colombia es un País único.

Cuestionan ustedes cómo se pudo haber construído la Base Na-

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val de Bahía Málaga; culminación de un gran esfuerzo de la Armada Nacional, no de ahora, sino de mu­chísimas décadas, tratando de ins­talarse en el Pacífico, ciertamente no por conveniencias personales, pues se debe partir del principio que para los marinos personalmen­te es mucho más agradable residir con sus familias en Cartagena o Ba­rranquilla a tener que ausentarse en patrullajes y dejar a sus seres queridos en un área de colomza­ción. Es que las Fuerzas Arma­das tienen conciencia de la ne­cesidad estratégica del Pacítico y por eso están allí. Como también están en Leticia, en Leguízamo, en los Islotes y Cayos del Arclupié­Jago de San Andrés, en Malpelo, en la Guajrra, en los Llanos Orientales y en todos aquellos puntos aparta­dos de la Geografía Nacional en donde en base a sacriticios perso­nales del estamento militar, el País ha logrado colonizar y sentar sobe­ranía. Marantúa no correspondía a planes militares, fue el deseo de un Gobernante basado en el mismo principiO de colonización mili­tar que resolvió desarrollar allí una Base Aérea.

Por qué reparar Submarinos?

Porque si no se hace se pierden y reemplazarlos sí que de verdad sería costoso.

No se necesitan los Submarinos?

Posiblemente para un plantea­miento simplista de evitar una bomba en algún Centro Comercial del País o para dar de baja un gue­rrillero en la mitad de la selva, es claro que el Submarino no se nece­sita. Pero quiias si no hubiéramos tenido Submarinos ni Corbetas Mi­sileras en un alto grado de prepa­ración para el combate, el inciden­te del Golfo de Coquivacoa hu­biera tenido un desenlace diferen­te y no dudamos que no faltarían publicaciones acusadoras sobre la falta de previsión de los militares. Si los K-fir hubieran estado disponi­bles quizás el incidente no hubiera existido. Enhorabuena que hoy día el clima con Venezuela ha me-

jorado substancialmente pero no era así hace un par de años. Nicaragua ha olvidado sus pre­tensiones?

La Defensa no se improvisa, ni aún teniendo los medws eco­nómicos suficientes para adqui­rir materiales. Colombia tiene un mar patrimonial de 928.660 ki­lómetros cuadrados, 589.160 en el Atlántico y 339.500 en el Pacífico y la Armada tiene la responsabilidad de velar por su soberanía, para ello requiere con­tar con naves apropiadas y el Sub­marino es una de ellas.

Los ríos ;;on muy importantes, ciertamente que lo son, pues por ser vías naturales de comunicación y en algunas zonas la única, el controlar­los facilita el dominio de las áreas adyacentes. La Armada desde mu­chos años atrás viene trabajando en el desarrollo de equipos fluviales y si aún carece de algunos medios no es porque no haya querido te­nerlos. No hay duda que con el Go­bierno actual esta sitUación ha me­jorado.

Ciertamente no fue afortunado de su parte correlacionar gastos de

Defensa de los últimos años con las necesidades de una guerra que de­claró el Gobierno sólo hace unos pocos meses.

Sería absurdo el sostener que no se han cometido errrores. Claro que sí. La infalibilidad sólo se le otorga al Papa y sólo en asuntos de Dog­ma. Los militare:. pueden haber co­metido muchos errores que incluso han pagado con sus propias vidas, pero se debe tener en cuenta que llevan muchos años afrontando una guerra desigual ya que con leyes de paz, vigilados con celo sin par por funcionarios y periodistas que en al­gunas ocasiones no se sabe a qué bando pertenecen. han tenido que afrontar enemigos discímiles que nt~;: obedecen ni respetan regla alguna.

Para terminar, bien quisiera decir­les que gracias a esta arcaica Organi­zación Militar y a esos Generales que ponen en la mira de la opinión pública, ustedes pueden ejercer el noble trabajo de periodistas, porque sin ella y sin ellos esta .f{epública no existiría. Esto no lo pueden olvidar ni la Revista Semana ni ningún Co­lombiano. Llenémonos de valor ci­vil para afrontar la situación en for­ma real y no nos dejemos dominar por la incertidumbre.

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Page 31: Revista Edición 67 Junio 1990

EN LA MUERTE DE

CARLOS PIZARRO Capitán de Navío (r) JULIO C. REYES CANAL

Semanas antes de que el narco-. _l,ipartidismo de una Comisión de la

Honorable Cámara de Representan­tes sepultara el Proyecto de Refor­ma Constitucional para plegarse a los dictados de quienes se oponen al Tratado de Extradición con los Estados Unidos en América, y cuan­do parecía que el Plebiscito se abría camino por entre la tortuosa male­za parlamentaria, escribí el artículo que a continuación se transcribe, y que de antemano esperaba fuera muy controvertido, principalmente entre los viejos compafieros de ar­mas.

El vil y monstruoso asesinato de Carlos Pizarro, que como los de Luis Carlos Galán y Bernardo Ja­ramillo, tres aspirantes a la Presi­dencia de Colombia, deben ser ca-egórica y sinceramente repudia­

dos por quienes aprendimos a com­batir con honor, lo pone otra vez en actualidad. "El Espectador" no lo publicó entonces, o mejor diga­mos para no molestar la vanidad, que se perdió en los correos. Pero creo que todavía puede ser de in­terés al menos para los lectores de la Revista "ACORE", muchos de quienes quizás ignoren cuál fue el ancestro de Carlos Pizarro que constituye una incomprensible paradoja con lo que fue su vida.

CARTAS DESDE PROVIDENCIA INDULTOS Y CURULES

No es fácil el desiderátum a que parece tendremos que enfrentar-

nos los ciudadanos de conciencia tranquila si se nos pide opinar con el voto sobre los indultos y las curules en los cuerpos colegiados políticos para los guerrilleros, mu­chos de los cuales no son otra cosa que despiadados asesinos o malhechores comunes o terro­ristas siniestros.

Porque ha habido crímenes co­metidos por ellos que claman cas­tigo al cielo y que sólo Dios podría perdonar, como los martirios de Jo­sé Raquel Mercado y Gloria Lara, o el asesinato de Rafael Pardo Buel­vas, o la dantesca matanza de Ta­cueyó, o la masacre del Palacio de Justicia, o ... ¡Dios mío! ¿Cuán­tas inás habría que agregar para te­ner un catálogo completo de sus depredaciones?

Las convicciones morales y ju­rídicas de innumerables ciudadanos, su pensar lógigo, y su interpreta­ción de esas calamidades nacionales conduce directamente a un NO vertical para el perdón y el olvido de esos crímenes. Colombia no ha perdido del todo su severa integri­dad de antaño. Pero. .. Aquí afloran muchos peros. La cuestión de la justicia o la injusticia del indulto y de la conveniencia o inconveniencia de los favoritismos políticos para los subversivos es mucho más amplia y compleja que la de un pronunciamiento ético aislado. Hay que agregar al análisis el aspecto pragmático y varias otras consideraciones. ¿Qué convendrá

más al presente y al futuro de nuestro país? ¿Teorías o prácticas? ¿Deseos o realidad? ¿Fantasías o posibilidades? ¿Un SI o un NO para el perdón de delitos de diversos matices, difíciles de clasificar con precisión?

No es poca cosa la que ha logra­do el Gobierno al restarles de un tajo más de un millar de enemigos bien armados, entrenados y moti­vados, a las Fuerzas Armadas y permitirles el retorno a la vida nor­mal. Es tener un problema menos. Es un precedente feliz que puede tener repercusiones favorables den­tro del resto de la subversión. No se deberían mirar con ligereza estos factores cruciales.

Y, ¿acaso sería catastrófico que Carlos Pizarro Leongómez y algu­nos de sus conmilitones llegaran a ser Senadores, Representantes o Concejales? El es hoy el jefe visi­ble del M-19. Es Leongómez por­que su abuelo materno fue el Te­niente Coronel Eduardo Leongó­mez, grah caballero de la Caba­llería; es Pizarro porque su padre fue uno de los primeros Contral­mirantes de nuestra nueva Armada, vera imagen de la modestia y para­digma de la mesura, la bondad y la honradez insobornable; y a lo mejor es Carlos porque su tío abue­lo materno fue el Mayor Carlos Ma­tamoros Canal, gentilhombre de cepa santandereana y uno de los mejores jinetes militares que ha te­nido Colombia. Además lleva sangre común con la del General Rafael Reyes Pizarro, austero oficial, hombre de recio carácter, co­mandante ejemplar. Gentes todas sin ninguna penumbra, dignas de profundo respeto.

Pero Pi2 arro nació en rebeldía visceral contra las creencias y los principios de ese ancestro

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magnífico, contra nuestra sociedad, contra nuestras instituciones, con­tra nuestra organización económi­ca capitalista, contra todo y contra todos. Ni lo ridículo logró frenar los desbordados impulsos de su psiquis. Cuentan que una vez se pre­sentó con sus hermanos a clase en la Universidad Javeriana con jipa, ruana, pantalones de samacá a media asta y alpargatas porque dizque ese era el vestuario de nuestros campesinos. Sobrevivió a una larga y cruenta guerra gracias a su buena estrella, a la condescen­dencia y la magnanimidad del Pre­sidente Betancur, a su conocimien­to del terreno y a la forma ladina como organizaba sus tomas de po­blaciones, sus emboscadas y sus re­tiradas al monte para que el últi­mo muerto posible fuera él, según dice por ahí un libro de guerri­llas. Ahora, por lo que se lee y se oye aspira a ser Presiden te, auncuando tal vez se transe por una Senaturía o por un escaño en la Cámara lo que sería más práctico.

Sale de la guerrilla y entra a la política La de los barones electo­rales cínicos y los caciques sin de­cero. La de las traiciones al pue­blo, la irresponsabilidad y el des­pilfarro escandaloso. Ojalá no lo corrompan esos políticos con sus malas mañas, sus alianzas, sus tru­cos, sus viajes interminables y muy costosos por cuenta del era­rio, y los malos manejos de los dineros públicos. Y o, benévolo lector, prefiero francamente ver a los guerrilleros del M-19 en el Congreso que a los honorables de la lista estupenda de indesea­bles que nos regaló el Tío Sam o al buen número de Padres de la Pa­tria que llegan allá como a cual­quier feria a laborar sólo para su propio beneficio.

Duele confesar que hoy por hoy uno tenga que creer más en el idealismo, el altruísmo, la honra­dez y la buena intención del M-19 que en las de medio Congreso. Por todo esto habrá que votar con un claro y fuerte NO A TODO en un

Entidad

posible referéndum global, que sería un ultraje de la clase políti­ca al ciudadano, y cerrar los ojos, ponerse una mano sobre el cora­zón y votar con un SI re-pen­sado en un referéndum fracciona­do al punto del indulto. Sería un voto exclusivo por Colombia, que es lo que más nos debe interesar.

Cuanto quisiera poder decir al Contralmirante Juan A. Pizarro García en esta coyuntura: ¡Buen tiempo y buena mar, amigo y compañero! Pero como ello no es ya posible habrá que mandarle de­cir a su hijo al votar por su indulto: ¡Buena suerte! Piense usted ahora en la Colombia real. Y no olvide que para ella valen más las leyes, el trabajo, la palabra y la pluma libres que todos sus ''fierrus" y sus yerros.

de apoyo

logístico en función

del progreso nacional

vivienda y supermercados Explotación agropecuaria en el Surcolombiano. Astilleros para

el fomento industnal del país. Cartagena, Puerto Leguízamo. Leticia.

32ACORE ---------------------------------------------------------------

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37o. ANIVERSARIO DEL COMBATE

DE ''OLD BALDV'' El pasado 24 de Agosto de 1989 se fundó "ASOVECOR"

destinada a agrupar a los oficiales de las Fuerzas Militares que tomaron parte en la Campaña de Corea. La Asamblea General nombró 1~ siguiente Junta Directiva: Presidente, Brigadier General Raúl .Martínez Espinosa; Vicepresidente, Vicealmi­rante Benjamín Alzate Reyes (q.e.p.d.); Vocales: Brigadier General José Jaime Rodríguez, Capitán de Fragata Guillermo F1órez Acuña, Mayor Manuel Guillenno Vega O.; Secretario Tesorero, Teniente Coronel Jorge Méndez Galvis; Revisor Fis­cal, Coronel Guillermo Rodríguez G. y Asesor Jurídico, Dr. Gustavo Duque.

El 23 de Marzo próximo pasado y con motivo de cumplirse el 37 aniversario del combate de "Old Baldy" o .. Viejo Cal­vo", la Asociación organizó un programa conmemorativo en la Escuela de Infantería que consistió en los siguientes actos:

1.- Misa en memoria de los miembros del Batallón Colom­bia muertos en acción y de todos los veteranos de la Campaña de Corea ya fallecidos. Esta misa fue oficiada por el sacerdote José Rojas, quien fue capellán del Batallón Colombia en di­cha campaña.

2.- Ofrenda floral. Monumento al Soldado de Infantería.

3.- Discurso del General (r) Alberto Ruiz Novoa, Ex-co­mandante del Batallón Colombia.

4.- Discurso del Capitán de Navío (r) Manuel Guillermo Xorres Guzmán, veterano de la campaña.

A continuación se publican los discursos pronunciados en dicha ocasión, de acuerdo con el pro~rama.

PALABRAS DEL GENERAL (r) ALBERTO RUIZ NOVOA

Tengo el privilegio de llevar la palabra en cumplimiento a la hon­rosa comisión recibida del Sefior General Presidente de la Asocia­ción Co Iom biana de Oficiales V e­teranos de Corea, y de su Junta Directiva, promotores de este seve­ro acto destinado a conmemorar el 3 7 o. Aniversario del comba te que libró el Batallón "Colombia" en el área del cerro "OLD BALDY" o "VIEJO CALVO", situado en Mak-Tong, al Norte del Paralelo 38o., el día 23 de marzo de 1953.

Deseo, en primer término, agra­decer en nombre de la Asociación y de mis compañeros 'veteranos de esa campafia, la honrosa presencia del Señor Embajador de la Repú­blica de Corea y de su Agregado Militar, de los Señores Generales y Oficiales pertenecientes a los Altos Mandos y de todos los com­pañeros del servicio activo que nos acompañan.

Me parece importante recordar que la presencia de Colombia en la

Guerra de Corea, representada por el Batallón Colombia y por unida­des de la Armada Nacional se de­bió al estricto cumplimiento que nuestro Gobierno quiso dar al lla­mamiento de integrar un Ejér­cito de las Naciones Unidas para defender a Corea del Sur, agredida e invadida sorpresivarnente por Corea del Norte el 25 de Junio de 1950, siendo nuestro país el único que, en Latinoamérica, hizo honor a este compromiso, al lado de 20 Naciones de otros Continentes.

El 23 de marzo de 1953 marcó un hito importante en la glorio­sa actuación del Batallón, cumpli­da desde su desembarco en Pusan el 16 de Junio de 1951, hasta la firma del Armi~ticio, el 29 de Ju­lio de 1953. Durante este mismo lapso, las fragatas "Almirante Pa­dilla", "Capitán Tono" y "Almi­rante Brion", formaron parte de la Fuerza Naval de las Naciones Uni­das, en desarrollo de tareas de com­bate.

El combate de "OLD BALDY" tiene un significado especial por la envergadura de las fuerzas em­pleadas por el enemigo, por la re­sistencia heróica de nuestros sol­dados durante los largos días que sufrieron los ataques de la arti­llería enemiga y por el número de bajas recibidas por la Unidad durante todo el mes de marzo y es­pecialmente en la noche del día 23, de este mismo mes.

Las acciones se iniciaron desde el 1 O de marzo, cuando en cumpli­miento de órdenes superiores, el Ba­tallón, situado en los alrededores de Tongon-Gal, Corea del Norte, recibió la misión de efectuar un re­conocimiento en fuerza contra el Cerro 180, ocupado por el ene­migo, con el empleo de una com­pañía apoyada por artillería y mor­teros. Este ataque que se denomi­nó "OPERACION BARBULA" fue altamente costoso para nuestra Unidad, con el resultado de 11 muertos, 44 heridos y 1 O desapa­recidos.

Después de esta acción, el Ba­tallón ocupó las posiciones deno-

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minadas "WEST WIEW" y "OLU BALDY", que con una posición denominada "PORK CHOP", de­fendida por un Batallón Norte­americano, constituían puntos claves en el Conjunto de la Línea Principal de Combate. Línea ésta, que por razones de la situa­ción que se vivía estaba constituí­da por un atrincheramiento conti­nuado de tropas, con muy poca profundidad, influí do este disposi­tivo por el concepto de evitar la infiltración de patrullas enemigas; el Alto Mando de las Naciones Unidas tampoco esperaba una ofensiva enemiga en atención a que desde hacía casi un año se ade­lantaban las conversaciones de Paz, razón que influía también en la poca disponibilidad de reservas tácticas.

Según apreciaciones posteriores, el ataque enemigo, que se produjo en casi todo el frente, tuvo como objetivo recuperar áreas de terre­no que estaban en poder de las Na­ciones Unidas al Norte del Parale­lo 38o., ante la inminencia de la firma del Armisticio, que especi­ficaba que las tropas permanecerían en las posiciones que ocupaban en el momento de dicha firma. Hubo sectores del frente donde el enemigo alcanzó a penetrar hasta 1 O kilómetros. Las Naciones Unidas no hicieron esfuerzo alguno para recuperar estas áreas.

A partir del día 1 O el enemigo intensificó su fuego de artillería y morteros sobre las posiciones ocupadas por el Batallón, espe­cialmente sobre "OLD BALDY", con el consiguiente número de muertos y heridos, además de la destrucción de las Casamatas. Este fuego era respondido por nues­tros morteros y artillería y s~ efectuaron numerosos vuelos de reconocimiento para detectar las baterías enemigas. El ataque arre­ció los días 21 y 22. El día 23 ya las trincheras y casamatas estaban muy averiadas. A las once de la mañana de ese día, solamente sobre el sector del Puesto de Mando de la Cp. B habían caído 200 granadas de Mortero 82 en un lapso de 30 minutos.

A las 8 y 23 minutos de la no­che, con fuerzas varias veces supe­riores a las nuestras, fue atacada por infantería China la posición defendida por la Cp. A y seguida­mente vino el ataque sobre "OLD BALDY" ocupado por la Cp. B y parte de la Cp. C de nuestro Bata­llón. Antes había sido atacada la posición de "PORK CHOP" de­fendida por un Batallón Norteame­ricano, perteneciente a nuestro mismo Regimiento, el 31 o. de In­fantería de la Séptima División.

El combate se prolongó durante toda la noche dejando como testi­monio de su encarnizamiento los 32 muertos y los 69 desapareci­dos que quedaron sepultados para siempre en "OLD BALDY". Los heridos pasaron de un cente­nar.

A todos estos Héroes que rin­dieron su vida con el nombre de Colombia en sus labios, como a todos los caídos a lo largo de toda la Guerra de Corea queremos hoy rendir nuestro homenaje. El número total de muertos en la cam­paña fue de 131 entre oficiales, sub­oficiales y soldados. Hubo 448 heridos y 69 desaparecidos, entre ellos un oficial.

También queremos recordar a los integrantes del Batallón y de las Fragatas "PADILLA", "TONO" y "BRION", que desde su regreso a la Patria han pasado a la eternidad, con una mención especial para nuestro inolvidable General JAIME POLANIA PUYO, Primer Coman­dante del Batallón.

Sea esta ocasión propicia para que como Comandante del Bata­llón en esas difíciles circunstancias y en unión de los oficiales que com­batieron en el Batallón Colombia, dejemos expresa constancia del va­lor, la resignación, el espíritu de lucha y la calidad militar de nues­tros soldados, fiel reflejo de nues­tro pueblo, que en todo momento estuvieron orgullosos de estar re­presentando a Colombia sin des­merecinüento alguno aliado de sol­dados de los más importantes Ejér­citos del mundo.

Después de casi cuarenta años tenemos la sensación de que en Colombia existe la convicción de que este ~acrificio fue una impor­tante contribución a la Paz mun­dial en ese momento y quienef. he­mos vivido para recordar esa inter­vención, nos sentimos orgullosos de haber contribuído a ella.

La valiente y decidida resolu­ción de las Naciones Unidas le dio a esa Entidad su más alto momen­to de prestigio y sirvió para frenar el avance del Comunismo Interna­cional, que en esa época mostraba una actitud amenazante, muy dis­tinta de la conciliadora política que hoy ha distensionado las rela­ciones entre las potencias y fortale­cido las esperanzas de una Paz durat.... dera.

El desarrollo político, social y económico de Corea del Sur, una vez liberada de la amenaza que se cernía sobre la Nación y obteni­do gracias a la Inteligencia y tra­bajo de sus líderes y su pueblo en general, es la muestra inoh­jetable de que la defensa de Co­rea fue útil a su causa y a la de la democracia universal.

Esta Escuela donde funcionó el Centro de Entrenamiento del Batallón Colombia, integrado por oficiales de todas las armas del Ejército es el sitio propicio para conmemorar este aniversario.

Es de desear que la contempla­ción de este pasado glorioso y 1~_ tarea conjunta que cumplimos quienes tuvimos el honor de representar a Colombia en la Guerra de Corea, estimule nuestra solidari­dad y compafierismo y nos incite a materializar y mantener vivo este recuerdo, hito inolvidable en nuestras vidas, por medio de un acercamiento periódico y cordial que nuestra Asociación, en buena hora creada con este objeto, bus­cará estimular.

Ante el monumento al soldado de infantería, los invito a renovar nuestra fe en Colombia y en su por­venir.

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DISCURSO DEL CAPITAN DE NAVIO (r) MANUEL GUILLERMO TORRES GUZMAN

Señores:

He recibido el honroso en-cargo de dirigirme a u~tedes, en nombre de los Oficiales de la Armada i':acional que hicieron par­te de las dotaciones de las Unidades de guerra que participaron en el conflicto de Korea, con motivo de celebrarse hoy, un aniversa­rio más de la batalla de Old Bal­dy.

Y no podría ser más honrosa es­ta tarea, puesto que fue precisamen­te en mi condición de Oficial menos ntiguo del primer buque nuestro

que llegó al escenario de \!Sa guerra, que me correspondió recibir de ma­nos del entonces Capitán de Infan­tería Alvaro Valencia Tovar, el pa­bellón de guerra que fuera obse­quiado por el Comando del Ba­tallón Colombia a la Fragata ARC Almirante Padilla. Esto tuvo lu­gar, el 27 de Octubre de 1951 en el puerto de Yokosuka, duran­te un descanso de las operacio­nes de guerra, y cuando ya 17 hombres del Batallón habían en­tregado su vida sirviendo a la Pa­tria.

Aquella ceremonia, en la cual nos encontramos por primera vez en el Oriente Ejército y Ar­mada, señaló el comienzo de una erie de encuentros que se suce­

dieron siempre que las opera­ciones bélicas del batallón y de nuestros buques lo permitieron. Y fue así, como a la manera de un devoto ritual, con el corazón rebo­sante de emoción y respeto año tras año mientras duró la contienda . ' acudteron nuestros marinos al Ce-menterio de Pusán en peregrinación patriótica, para rendir homenaje fraterno a quienes poco a poco iban nutriendo con cruces blancas el espacio asignado a Colombia en el Campo Santo Tanggok.

Pero también, sobreponiéndonos al dolor de la muerte, tuvieron lugar los encuentros alegres y bulliciosos propios de los combatientes al ce-

lebrar sus triunfos. Entonces, se re­cordaba la Patria, lejana pero en­grandecida a su gloria aquilatada con los sufrimientos y anhelos com­partidos, con las fatigas prolongadas y los riesgos, todos ellos tachona­dos de amor encendido por esa Co­lombia digna, admirable y respetada, que ahora y para siempre queremos recuperar.

Esa Colombia que no se puede ~esignar. Esa Colombia que hervía ~n la sangre en ocasiones inol­vidables, como el 7 de Agosto de 1 951, cuando en el puerto de Yokosuka, más de setenta unidades de guerra rindieron homenaje a nuestra Patria enarbolando el pabellón tricolor. Eran otros tiempos en que nuestra Colombia, sin una sola mancha en :m historia, se mostraba altiva y orgullosa como ese trapo glorioso encumbrado en los mástiles amigos, y ya ennoble­cido con la sangre de sus soldados que seguían cayendo en el frente de guerra.

Tiempos pretéritos, que ahora con la nostalgia de los años recor­damos como románticos y galan­tes, en que se luchó con denuedo y nobleza, con desprendimiento y con el alma engrandecida por el patriotismo.

Ese romanticismo señorial, hizo brotar de la pluma inspirada de nuestro marino poeta, el Almi­rante Osear Herrera Rebolledo, por ese entonces Teniente de Navío en la más gloriosa de nuestras na­ves de guerra, aquellos versos de soberbia factura, escritos cuando apenas se había silenciado la arti­llería después de haber cumplido una misión arrasadora sobre la lo­calidad enemiga de Y omchón Dong, que terminan así: Yo te canto Yomchón Dong Si tuviera mil espadas, a tus pies las dejaría Y una lluvia de laureles te brindara En un épico clamor de algarabía Que en la vida de tus glorias se mezclara Invencible, formidable, Admirable Yomchón Dong.

Era apenas una muestra de la amargura quijotesca y del alma in­mensamente noble de su autor.

Esos mismos sentimientos, abi­garrados de altivez marinera y de inconformidad con el destino, inspi­raron al Almirante Rubén Piedra­hita Arango muchos años después, sumido en la tribulación causada por la destrucción absurda de la Fragata Padilla, una bella página que comenzó así:

""1\.o estaríamos llorando ahora, no hubiéramos llorado nunca, si su quilla en las oscuras aguas de Ko­rea, partida en dos por un torpe­do, o agujereado su casco por las poderosas baterías de costa del ejército chino, se hubiera ido a pi­que encima del paralelo 22. Se hubiera ido por ojo, según reza el argot marinero, proa de frente co­mo siempre anduvo por el agua de ~iete mares, sin abatir el mástil cuya enhiesta postura remedado ha­bría el Capitán, y sus hombres en el postrer instante, con la Patria retozando en Jos labios, habrían bajado con ella, sin pestañear, orgullosos y fieros para acom­pañarla en su última morada".

Son, Señores Oficiales y com­pañeros, jirones de historia naval que se mezclan como lo hicieron en Korea, con la gloria del Ejército, encamada en el he­roísmo del Batallón Colombia que hoy recordamos con emo­ción profunda, y con la esperan­za indoblegable de recobrar el de­coro y la dignidad de esta Patria vulnerada por tantos vejámenes.

Dws permita, y en ello debemos empeñar lo que nos reste de vida, que sepamos rescatar para nues­tros hijos la majestuosidad de la Nación, y que El nos conceda la inteligencia y resolución necesarias para escoger líderes con garra su­ficiente, que sepan conducir este país por derroteros de honor y dignidad, como los que en buena hora recorrieron los héroes de nues­tro glorioso Batallón Colombia en los campos de batalla de Kor~a.

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minadas "WEST WIEW" y "OLU BALDY'', que con una posición denominada "PORK CHOP", de­fendida por un Batallón Norte­americano, constituían puntos claves en el Conjunto de la Línea Principal de Combate. Linea ésta, que por razones de la situa­ción que se vivía estaba constituí­da por un atrincheramiento conti­nuado de tropas, con muy poca profundidad, influido este disposi­tivo por el concepto de evitar la infiltración de patrullas enemigas; el Alto Mando de las Naciones Unidas tampoco esperaba una ofensiva enemiga en atención a que desde hacía casi un año se ade­lantaban las conversaciones de Paz, razón que influía también en la poca disponibilidad de reservas tácticas.

Según apreciaciones posteriores, el ataque enemigo, que se produjo en casi todo el frente, tuvo como objetivo recuperar áreas de terre­no que estaban en poder de las Na­ciones Unidas al Norte del Parale­lo 38o., ante la inminencia de la firma del Armisticio, que especi­ficaba que las tropas permanecerían en las posiciones que ocupaban en el momento de dicha firma. Hubo sectores del frente donde el enemigo alcanzó a penetrar hasta 1 O kilómetros. Las Naciones Unidas no hicieron esfuerzo alguno para recuperar estas áreas.

A partir del día 1 U el enemigo intensificó su fuego de artillería y morteros sobre las posiciones ocupadas por el Batallón, espe­cialmente sobre "OLD BALDY", con el consiguiente número de muertos y heridos, además de la destrucción de las Casamatas. Este fuego era respondido por nues­tros morteros y artillería y s~ efectuaron numerosos vuelos de reconocimiento para detectar las baterías enemigas. El ataque arre­ció los días 21 y 22. El día 23 ya las trincheras y casamatas estaban muy averiadas. A las once de la mañana de ese día, solamente sobre el sector del Puesto de Mando de la Cp. B habían caído 200 granadas de Mortero 82 en un lapso de 30 minutos.

A las 8 y 23 minutos de la no­che, con fuerzas varias veces supe­riores a las nuestras, fue atacada por infantería China la posición defendida por la Cp. A y seguida­mente vino el ataque sobre "OLD BALDY" ocupado por la Cp. B y parte de la Cp. C de nuestro Bata­llón. Antes había sido atacada la posición de "PORK CHOP" de­fendida por un Batallón Norteame­ricano, perteneciente a nuestro mismo Regimiento, el 31 o. de In­fantería de la Séptima División.

El combate se prolongó durante toda la noche dejando como testi­monio de su encarnizamiento los 32 muertos y los 69 desapareci­dos que quedaron sepultados para siempre en "OLD BALDY". Los heridos pasaron de un cente­nar.

A todos estos Héroes que rin­dieron su vida con el nombre de Colombia en sus labios, como a todos los caídos a lo largo de toda la Guerra de Corea queremos hoy rendir nuestro homenaje. El número total de muertos en la cam­paña fue de 131 entre oficiales, sub­oficiales y soldados. Hubo 448 heridos y 69 desaparecidos, entre ellos un oficial.

También queremos recordar a los integrantes del Batallón y de las Fragatas "PADILLA", "TONO" y "BRION", que desde su regreso a la Patria han pasado a la eternidad, con una mención especial para nuestro inolvidable General JAIME POLANIA PUYO, Primer Coman­dante del Batallón.

Sea esta ocasión propicia para que como Comandante del Bata­llón en esas difíciles circunstancias y en unión de los oficiales que com­batieron en el Batallón Colombia, dejemos expresa constancia del va­lor, la resignación, el espíritu de lucha y la calidad militar de nues­tros soldados, fiel reflejo de nues­tro pueblo, que en todo momento estuvieron orgullosos de estar re­presentando a Colombia sin des­merecimiento alguno al lado de sol­dados de los más importantes Ejér­citos deJ mundo

Después de casi cuarenta años tenemos la sensación de que en Colombia existe la convicción de que este ~acrificio fue una impor­tante contribución a la Paz mun­dial en ese momento y quienes he­mos vivido para recordar esa inter­vención, nos sentimos orgullosos de haber contribuido a ella.

La valiente y decidida resolu­ción de las Naciones Unidas le dio a esa Entidad su más alto momen­to de prestigio y sirvió para frenar el avance del Comunismo Interna­cional, que en esa época mostraba una actitud amenazante, muy dis­tinta de la conciliadora política que hoy ha distensionado las rela­ciones entre las potencias y fortale­cido las esperanzas de una Paz dura!..... dera.

El desarrollo político, social y económico de Corea del Sur, una vez liberada de la amenaza que se cernía sobre la Nación y obteni­do gracias a la Inteligencia y tra­bajo de sus líderes y su pueblo en general, es la muestra inob­jetable de que la defensa de Co­rea fue útil a su causa y a la de la democracia universal.

Esta Escuela donde funcionó el Centro de Entrenamiento del Batallón Colombia, integrado por oficiales de todas las armas del Ejército es el sitio propicio para conmemorar este aniversario.

Es de desear que la contempla­ción de este pasado glorioso y H._ tarea conjunta que cumplimos quienes tuvimos el honor de representar a Colombia en la Guerra de Corea, estimule nuestra solidari­dad y compañerismo y nos incite a materializar y mantener vivo este recuerdo, hito inolvidable en nuestras vidas, por medio de un acercamiento periódico y cordial que nuestra Asociación, en buena hora creada con este objeto, bus­cará estimular.

Ante el monumento al soldado de infantería, los invito a renovar nuestra fe en Colombia y en su por­venir.

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SI YO PUDIERA

VOL VER A VIVIR parte de las cosas que son hoy una realidad, creo sinceramente, que ustedes tienen el derecho de cono­cerlas. Que sea este un informe fa­miliar. Todos sabemos que el éxito de cualquier ejército, tanto en tiem­po de paz como de guerra, radica en la instrucción y el en trenamien­to, que son para el militar, el funda­mento vital de su profesión, es de­cir, algo decisivo. Por esa razón, la instrucción y el entrenamien­to requieren un tratamiento cui­dadoso. En primer término, hay que darle una cimentación, una filosofía, que en nuestro caso se concreta en tres asuntos:

General NELSON MEJIA HENAO

SALUDO DEL SEÑOR GENERAL COMANDANTE GENERAL DE LAS FUERZAS MILITARES, CON

MOTIVO DE CELEBRARSE LA REUNION DE LOS INFANTES. EN EL CLUB CASAMATA

Al llegar otra vez a hablarles en este Club, rodeados de tantos sím­bolos que forman parte de nuestra vida, en este ámbito militar - po­derosamente evocador-, sé que es­toy en una reunión fraterna, en la cual no hay rostros extrafíos, en donde me dirijo a viejos y vene­rados maestros, a subalternos y a compañeros, hermanados todos por la consigna de nuestra arma: "Paso de Vencedores".

Por todo ésto, quiero que mi voz antes que ser elocuente, sea la voz de un amigo que, en tono me­._or, quiere contarles lo que se es­íá haciendo en este ejército que tan­to queremos y por el cual hemos entregado lo mejor de nuestras vi­das. Por lo tanto, vamos a reme­morar, a narrar y, sobre todo, a señalar el porvenir amable que se debe construir para Colombia.

Empiezo recordando el verso ini­cial de un poema valiosísimo de Jorge Luis Borges - el conocido escritor cuyo nombre muchos oí­mos por vez primera de nuestros hijos- y que dice así:

"SI YO PUDIERA VOLVER A VIVIR"

De igual manera, yo les confesa-

ría a ustedes, en la intimidad en que nos encontramos, que si yo pudiera volver a vivir, haría exac­tamente lo que he hecho como militar. En efecto: lo que apren­dí hace más de 35 afíos en la Es­cuela Militar, y posteriormente en las Escuelas de Infantería y Supe­rior de Guerra, de mis profesores, constituye la base de mis polí­ticas de Comando.

Si yo pudiera volver a vivir, bus­caría los mismos compañeros que me siguen dando la confianza ne­cesaria e imperturbable, para se­guir sirviendo mejor a la Institu­ción Militar y a esta Nación que es nuestra.

Si yo pudiera volver a vivir, bus­caría los mismos subalternos con quienes compartí experiencias y atesoré enseñanzas. Si yo pudiera volver a vivir, formaría el mismo hogar para seguir brindándole a

Primero: El respeto a ia digni­dad humana, pilar de la civilización cristiana, lo cual ya aparece en mi primera política de comando y que dice: "El respeto a la dignidad hu­mana es mi mandato primordial. Que no se tolere el delito ni la ofen­sa. Que en el rostro de cada uno de nuestros hombres, brille la nobleza de sus actos, sin ceder un ápice en la energía y la justicia de nuestras acciones. Que el País vea en nosotros una fuerza tranquila que los protege.

Segundo: Esa dignidad humana, es el fundamento de auténtico bie­nestar de los subalternos. Al res­pecto, en las mismas políticas de comando digo: Otra gran respon­sabilidad de los comandantes de unidades de todos los escalones es "El bienestar de los hombres que comanda".

ustedes, mi afecto agradecido. A la Tercero: Consecuencia de lo an­sombra de estas consideraciones co- terior, es la necesidad de instruir loquiales, les quiero narrar - sin y entrenar adecuadamente al aspavientos ni alardes antipáticos- personal del Ejército. Asr aparece lo que el Ejército está haciendo en otro documento oficial, del año para superar los momentos de · pasado, en donde digo: El Ejército crisis que aquejan a Colombia. Ha- a partir del 16 de Enero de 1989, cer, en el cual ustedes tienen mucha desarrollará actividades tendien­participación, ya que fueron los tes a reentrenar todas las unida­forjadores, los que idearon gran des tácticas, antes del 1 O de No-

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viembre, para elevar la capacidad de combate del Ejército y combatir con eficiencia a los grupos sub-. " verstvos .

Como se ve, hay una doctrina de fondo que orienta todos los es­fuerzos que se han hecho. De ma­nera que, como lo escucharán en­seguida, nada ha sido improvisado, ni está aislado del conjunto. Esta concepción unitaria, es la gran he­rencia de mis instructores. A ellos mi homenaje.

El cumplimiento de las órde­nes anteriores, ha producido dos tipos de resultados que se integran armoniosamente, a saber: unos que tienen que ver con la mística y la voluntad de victoria -que es lo fundamental- y otros relativos al equipo y al armamento. En el fondo, son una actualización de lo que les informé el año pasado.

RESULTADOS RELATIVOS A LA MISTICA Y LA VOLUNTAD DE VICTORIA:

lo. Se ha incrementado - con más intensidad y en razón a la gra­vedad del momento- el trabajo en equipo de las tres Fuerzas Milita­res, empezando por el reentrena­miento de cada una, con miras a una integración educativa radical. Por ello, el reentrenamiento que se inició en el Ejército, actual­mente está extendido a la Ar­mada y la Fuerza Aérea, de acuer­do a órdenes vigentes. Esto ha dado lugar al desarrollo de opera­ciones exitosas conjuntas, que han potenciado la capacidad de com­bate de nuestras tropas, hacién­dolas más flexibles y eficaces. Mues­tra de ello, es la operación realiza­da por el Ejército y la Fuerza Aé­rea en la región de La Julia en los Llanos Orientales, que dio como re­sultado la baja de veintidós subver­sivos. De gran importancia fue tam­bién la operación cumplida en el Departamento de Córdoba, en Puer­to Libertador, en donde se causa­ron veinticinco bajas al enemigo. Por otra parte, el Ejército y la Ar­mada Nacional, vienen controlando y protegiendo la navegación en los

principales ríos del país. Así se ha logrado una vez más, que las Fuerzas actúen estrechamente uni­das. Para fortalecer más la místi­ca y la integración de ellas, se lle­varon a cabo dos demostraciones de asalto aéreo - operaciones con­juntas- a un objetivo importante guerrillero o del narcotráfico. Y, co­mo demostración más concreta y actual de todos estos esfuerzos, en los que ha sido definitiva la parti­cipación de los cuadros y soldados del Ejército y la Fuerza Aérea, estamos viendo diariamente los resultados producidos por la Brigada Móvil, en sus contundentes golpes a los principales grupos subversivos, gue están actuando en el Departamento de Córdoba. Estas acciones se ex tenderán luego, a otras regiones del país, que también necesitan de la eficacia que hemos alcanzado.

2o. Los cursos de ascenso de Ofi­ciales y Suboficiales del Ejército, están asistiendo a prácticas de tiro y patrullaje en campo abierto, con miras a combatir la subversión y la delincuencia organizada que amena­zan la salud de la República.

3o. Se determinó que el presen­te sea el año del Suboficial. No se trata de algo caprichoso, al contra­rio, obedece a un motivo básico, a saber: Darle su justa importancia. Con fundamento en ésto, en la guar­nición de Tolemaida, en 1989 se hizo el primero de los cursos de "Suboficiales Instructores", con el propósito de capacitarlos para instruir y comandar los pelotones de las compañías de soldados reclutas. A estos Suboficiales en definitiva, les enseñamos a enseñar. De esa manera, nuestras tropas desde el primer momento reciben la influencia profesional, ya no ex­clusiva de los Oficiales. También la reciben de los Suboficiales. El em­pleo de éstos, lo habíamos olvida­do un poco.

RESULTADOS RELATIVOS A LA TECNICA Y AL EQUIPO

para asignar los recursos que es­tamos empleando en la guerra que vivimos. Este factor económico es - junto con otros como la mística-, indispensable para cumplirle al país, en los momentos aciagos que vive. En dicha tarea han contribuído paí­ses amigos como los Estados Uni­dos, la Gran Bretaña y Argentina.

2o. Gracias a tal aporte, hemos podido adquirir un material mo­derno para el Ejército, la Arma­da y la Fuerza Aérea.

3o. Los recursos de las Fuer­zas Militares son limitados. Por ello, cabe el riesgo de aceptar de entidades privadas, ayudas eco­nómicas, que - con la mejor buen\_ fe- nos podrían comprometer con las mismas, desviándonos del enfo­que nacional que nos corresponde. Para impedirlo, se han impartido políticas de comando apropiadas. Hasta aquí, esta breve enumera­ción.

Hay que tener en cuenta que es­tamos en una confrontación arma­da, en donde el enemigo es volá­til y huidizo, y en donde se pre­sentan - inevitablemente- situacio­nes negativas que no podemos ig­norar y que nos duelen; pero que también, nos sirven para reflexio­nar sobre las mismas y enriquecer nuestras experiencias. Por encima de ésto, nuestras acciones están contribuyendo de manera decís\_,. va, al desarrollo del país.

Señores Mayores Generales, Er­nesto López Ramírez y Rafael Pa­dilla Yergara y Señor Brigadier General José Gregario Torres Ramí­rez: Ustedes también al retirarse no han abandonado el Ejército. Todos, simplemente están situados dentro de él, más allá del diario trajín del Oficial en actividad. En aonde las virtudes y la mística mi­litar, siguen fulgurando con espe­cial brillo. El de ustedes, es tam­bién nuestro destino, hasta morir en medio del aprecio de los compañe­ros de armas.

1 o. El Gobierno Nacional ha he- Señores Mayores Generales Her-cho un esfuerzo patriótico grande, nán José Guzmán Rodríguez, Fla-

38ACORE====================================================~

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vio J iménez Sánchez y José Rober­to lbáñez Sánchez: Conquistar un sol más dentro del Generalato ejem­plar que han venido labrando, es algo que los enaltece ante la Pa­tria y sus hogares. Las responsa­bilidades ahora son más grandes, como grande es la confianza que todos, superiores, compañeros, su­balternos y amigos, tenemos en us­tedes.

sido impuesto sobre sus hombros, es un acto de reconocimiento de la nación, y un estímulo poderoso para proseguir.

la historia nacional, por eso, también son Patriotas. Para todas y hoy en especial para María Merce­des, Inesita y Ofelia, nuestro abra­zo agradecido.

Señor Brigadier General Sigi­fredo Delgado Caldas: Creemos en Usted, sabemos que el sol que ha

No puedo poner término a este diálogo de amigo y compañero, sin rendir homenaje a las distinguidas esposas de los Oficiales Infantes que pasaron al retiro, y los que siguen en actividad; ellas, siempre han permanecido, a pesar de las distan­cias y las actuaciones más difíciles, bien cerca de nuestro corazón. Ca­lladamente entretejen en sus almas,

De esta manera, concluyo ante mis compañeros de arma, este par­te de guerra -con sus victorias y dificultades- y puedo asegurarles que el Ejército Nacional seguirá estando a la altura de la difícil prueba a que está sometido, como parte fundamental del sistema democrático.

AL REGIMIENTO ''SAN -JORGE'' EN EL 25o.

ANIVERSARIO DE SU CREACION

1

Hajo un brillo de lanzas y sables Reverdece un ayer de esperanzas y en el eco triunfal del galope, Se reviven heróicas hazañas.

11

La ficción y la historia se encuentran En el Santo de espada y adarga Que libera la Virgen cautiva Del Dragón que la tiene en sus garras.

III

Tradiciones de cotas y yelmos y de damas en torre almerada Que dictaron las pautas severas Del Honor, el coraje y la fama.

IV

Transplantadas al suelo de América En los criollos centauros de lanza jalonaron montañas y llanos Tras del triunfo de cruentas batallas.

V

¡Libertad! ¡Libertad!, fue su grito, De la voz que vibró en sus gargantas Y la Patria forjada con sangre, ¡Fue Bandera, clamor y esperanza!

VI

REGIMIENTO "SAN j ORGE": Tus hombres, Siguen siempre portando sus lanzas y el tronar de los tanques de guerra Repercute en el Fondo del alma.

VII

Los jinetes de ayer en sus sueños Tras la Gloria y el triunfo cabalgan y entre crines al viento revueltas Estremecen la tierra sus cargas.

VIII

Escuadrones que pasan piafando En un bosque de erguidas moharras, El haber militado en sus filas ¡Es orgullo y honor que no pasa!.

Brigadier Gral. ( r) GABRIEL PUYANA GARCIA

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Page 40: Revista Edición 67 Junio 1990

LA M ILICIA NACIONAL Coronel (r) SIL VIO VALLEJO ROSERO

No se requiere un análisis profundo para determinar la urgencia que tiene el país de im­plantar el Servicio a la Milicia Nacional pues sal­tan a primera vista muchos hechos concretos que justifican su organización, como un requerimiento prioritario y fundamental de la Seguridad Nacional.

- Colombia se halla enfrentada a un conflicto de baja pero gravísima intensidad que está dejando 1.500 muertos mensuales. Esto quiere decir 18.000 víctimas como producto de cada afio de violencia en todas sus formas. Si esta situación no puede ser considerada como una verdadera guerra, entonces cuántos muertos más pueden hacer falta para que pueda ser considerada como tal?

. - El Ejército Nacional y la Policía son insufi­_y~ntes en número y capacidad para cubrir con su presencia todos los rincones de nuestro vastísimo país. Un Ejército de 500.000 soldados y un número similar de policías, tal vez podrían ejercer una efec­tiva presencia nacional.

- Como norma general, en países donde se disfru­ta de un relativo grado de normalidad se ha estable­cido que la fuerza militar debe ser el 1 ojo de la población y que los efectivos policiales deben ser de un Agente por cada 100 habitantes. Esto, para el caso colombiano, quiere decir que las FF.MM de­berían tener en filas 300.000 hombres y otros tantos la Policía Nacional, para estar en capacidad de mantener el orden público en una situación nor­mal de inseguridad o desorden tolerable y contro­lable.

- Con base en las cifras anteriores y partiendo del hecho de que el país está en guerra, los efecti-

TITUW XVI- De la Fuerza Pública

Artículo 167. La Ley podrá establecer una Milicia Nacional y

Organizará el Cuerpo de Policía Nacional

vos de la Fuerza Pública deberían ser de un mi­llón de hmrbres. La fuerza total actualmente dispo­nible no supera la cifra de los 200.000, lo cual signi­fica que las FF.MM y la Policía Nacional están afrontando esta guerra con el 20 o/o de lo requerido para el normal cumplimiento de su misión constitu­cional.

- Los campos están completamente desprotegi­dos y por este motivo los antisociales, llámense delincuentes comunes, autodcfensas, "paramilita­res", bandoleros o guerrilleros, asesinan libre e im­púnemente a los campesinos que luchan diariamente para nuestro sustento

- El Presupuesto Nacional es insuficiente para do­tar y mantener a una Fuerza Pública del tamaño sefialado anteriormente, pues nuestra legislación está disefiada para una situación de Paz.

- La defensa propia es legítima pues está cobi­jada por el Derecho Natural y el Positivo. Es un de­recho que no se puede negar, ni menos conculcar.

- La Defensa Civil es una parte de esa defensa propia contra amenazas naturales. El Cuerpo de Bomberos es un producto del esfuerzo comunitario de defensa contra desastres y calamidades. Enton­ces, si existen organizaciones de defensa individual y colectiva creadas por la propia comunidad, cómo es posible que las personas no se puedan organizar para defender el único bienirreemplazable que es la vida?

- Por último, la Constitución Nacional en su Artículo No. 167 claramente establece y potesta

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Page 41: Revista Edición 67 Junio 1990

al Ejecutivo para crear y organizar LAS MILICIAS NACIONALES.

En resumen, de los hechos concretos anteriores quedan en claro los siguientes puntos:

- El País vive un grave conflicto interno.

- La Fuerza Pública no es suficiente para con-trolar y menos para eliminar esta guerra de carác­ter interno.

- La población se halla indefensa.

- El Presupuesto para disponer de una fuerza acorde con la cantidad de población y con la grave amenaza no es suficiente.

- La política del estado se basa en el Desarrollo y la Seguridad. El Desarrollo puede concentrar el 80 o/ o del PNB y el resto la Seguridad. Qué Desarro­llo puede lograrse sin seguridad? El sentido común indica que estos términos deben mejorarse consis­tentemente con respecto a la Seguridad.

- La población ha demostrado voluntad de­auto-defenderse.

-La Constitución contempla la organización civil de las Milicias Nacionales.

- Qué falta entonces? Tomar la decisión de orga­nizarlas.

La organización del Servicio de la Milicia Nacio­nal no es tan dificil como se puede pensar desde un principio. Claro está que existen problemas por solu­cionar, pero esto es propio de cualquier nueva orga­nización. Vamos entonces a señalar los fundamentos en que debe descansar este nuevo servicio de seguri­dad verdaderamente nacional:

- El País está políticamente organizado en 1.009 Municipios, no todos, a Dios gracias,con severos pro­blemas de Orden Público. Pero vámonos por el peor de los casos y tomemos como base de planeamiento a 1.000 Municipios. Cada Municipio tiene en prome­dio 4 Corregimientos y cada Corregimiento 5 Ve­redas. Efectuando la operación aritmética tenemos:

1.000x4x5 _ 20.000. Este es el número hipotético de Comités Locales de Seguridad que se podría or­ganizar. Cada Comité Local podría contar en prome­dio con 50 ciudadanos, lo cual arroja un total de Un Millón de personas a quienes sería necesario for­mar, entrenar y dotar para atender las necesidades de seguridad de sus veredas o áreas de vivienda y trabajo, prioritariamente rural.

- De los 20.000 Comités Locales de Seguridad, tal vez un 50 o/o deberá dedicar su esfuerzo a funciones de seguridad, pero los que no afronten en sus veredas problemas de esta clase podrán dedi­carse a funciones de desarrollo social comunita­rio, junto a las Juntas de Acción Comunal. Los Comités de Seguridad se convertirían así en un polo de atracción y de unión ciudadana.

- Los Comandos de t3rigada, por intermedio de los Comandos de Batallón, serían los encarga­dos de efectuar el planeamiento y ejecución del proyecto. La selección del personal estará a cargo de los propios Comités Locales de Seguridad con el Visto Bueno de la autoridad militar.

- El principio que debe gobernar la creación de los Comités de Seguridad es el de que se trata de organismos de carácter civil, con la función so­cial de velar por la seguridad y desarrollo de s vereda. Toda su actividad debe estar guiada por un Estatuto simple, concreto y preciso.

Los medios con que debe dotarse a los Comités de Seguridad tienen que ver con:

-Comunicaciones para alerta y reunión.

- Fondos comunales para necesidades menores.

- Armas de tipo defensivo únicamente.

Con respecto a las armas se debe tener en cuenta que en este momento existen en manos de la ciudadanía más de 1.000.000 de armas con sal­voconducto. De este número, por lo menos un 40 o/o está en manos de los futuros miembros de los Comités. Pero por otra parte puede existir otro 1.000.000 de armas sin amparo de la autoridad, que sería necesario legalizar [_ quienes voluntariamente ingresen a los Comité El saldo faltantc sería provisto por el Gobierno.

- El radio de operación de los Comités de Se­guridad será estrictamene local y el control en toda circunstancia de tiempo o lugar estará bajo la auto­ridad militar o policiva. Operaciones que requieran el concurso de dos o más Comités de Seguridad se harán bajo dirección de la autoridad jurisdiccional.

Habiendo esbozado brevemente las bases de esta nueva organización, pasamos a relacionar los problemas ciertos o supuestos que grupos de esta naturaleza pueden suscitar. Muchas personas, con toda razón, podrían argumentar en su contra lo siguiente:

- Que estos grupos pueden degenerar en .. pa­ramilitares" en el sentido de grupos de justicia pri­vada sin fundamento legal, o que con el tiempo caerían bajo el control de latifundistas, gamo-

42ACORE---------------------------------------------------------------

Page 42: Revista Edición 67 Junio 1990

nales y caciques.

- Que armando al pueblo se puede estar llevando al País a una guerra civil.

- Que las FF.MM. no podrían controlar esta grande y dispersa organización.

- Que Colombia nunca ha tenido organiza­ciones de esta clase.

- Que las armas van a perderse o que irán a parar a manos de la guerrilla.

- Que algunos miembros de los Comités Loca­les de Seguridad van a convertirse en delincuentes armados.

. . - Que la población no está preparada para _,.e nuevo tipo de organización.

- Que la seguridad del País es función de sus FF.AA.

Obedece a la más sana lógica que este tipo de argumentos se hagan, máxime cuando la nación ha presenciado tanta violencia y tantas masacres cometidas por grupos dt! justicia privada en las áreas urbana y rural.

Es~e espectro de violencia ha producido por ge­neración espontánea la aparición de organizacio­nes de autodcfensa, integradas por personas cansa­das de sufrir las amenazas, las exacciones y la muerte de manos de la guerrilla, la delincuencia or­ganizada y últimamente de los grupos de sicarios.

El reglamento de Contraguerrillas del Ejército contemplaba, como los reglamentos de cualquier l?iército del mundo, la creación y empleo de orga­__,...aciones civiles en apoyo de las operaciones mi­litares y cívicas. Este tipo de organización existió hasta hace poco en los Departamentos del Huila y Meta donde se lograron muy buenos resultados, hasta que presiones de orden político e intereses del Secretariado de las F ARC obligaron al Ejecuti­vo a ordenar su desactivación. Esta se produjo sin contratiempos, pues los campesinos reintegraron las armas y volvieron a quedar en estado de indefensión. Los guerrilJcros volvieron, tomaron venganzas y nue­vamente se asentaron en las zonas de donde habían sido obligados a salir por estas organizaciones co­munitarias.

Se puede argüir que armando al pueblo el país puede correr el riesgo de verse abocado a una gue­rra civil . Frente a esto se debe tener en cuenta que en la actualidad existe 1 millón de annas con salvo­conducto y otro millón sin legalizar. No serán su­ficientes dos millones de armas para que se inicie una guerra civil, cuando, además de este gran núme-

ro de armas, no existe ninguna clase de orgaruzación para controlar su empleo? Si esta gran masa armada se organiza, se pone bajo unos estatutos y se contro­lan sus actividades, no se estará en realidad evitando un enfrentamiento a nivel nacional?

Se ~ice también que algunas armas se van a perder y que rrán a parar a manos de la guerrilla. Esto pue­de ser cierto, pero qué peso pueden tener 1 00 o 200 armas de tipo defensivo, frente a unas 10.000 armas ofensivas que posee la guerrilla?

.P~ede ser que la población no esté preparada para asimilar este tipo de organización, pero por algo hay que empezar. Sin embargo debe tenerse en cuenta que de acuerdo con la Constitución todos ~os colombianos estamos en la obligación de empu­nar las armas cuando la situación lo exige. Y la guerra actual, creemos, es una de tales situaciones. Además, es conveniente y necesario abrir el cami­no para que todas las personas de bien puedan cola­borar con la nación en su defensa, frente a una ame­naza que está tocando muy de cerca a todos los hogares.

Por último, se afrrma que la Seguridad del País es una función de las Fuerzas Armadas. Precisamen­te, las FF.AA son la vanguardia del movimiento de­fensivo, pero cuando por razones de presupuesto o decisión política no pueden contar con los efecti­vos y me~ios necesarios para cumplir con su sagrado compromiso, deben buscar otras alternativas condu­centes al Objetivo Nacional Permanente de garanti­zar el orden y la paz nacionales. Entre las muchas alternativas que pueden sustentarse, la de organizar las MIUClAS NACIONALES es la más viable económ_ica y factible po~que está dando a todos lo~ colombianos la oportumdad de defender sus vidas honra y bienes, como una efectiva fuerza en la cuai se pueden apoyar las Instituciones que tienen la función constitucional primaria.

. No dejemos que a nuestros campesinos los ase­smen co_mo mansos cor~eros, organicémoslos, y si al­gunos tienen que monr en su defensa, que mueran peleando! Esta es una responsabilidad del Gobierno las ff.AA, las Autoridades y de todos los colombia: nos. Los campesinos son la parte más entrañable de Colombia.

PROTEJA SU FAMILIA CON SU FONDO DE AYUDA MUTUA

DEACORE

HAGASE SOCIO HOY MISMO

=::=:==:::=::=:=:=:=:=:=:=:==::=:=:=:=:==:=::=:==::=:=:=:=::ACORE43

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CUADRAGESIMO ANIVERSARIO

LA CAMPAÑA DE

COREA Senor YONG CHOLAHN

General (r) ALBERTO RUIZ NOVOA

Con ocasión del cuadragésimo aniversario de la invasión a Co­. ' rea del Sur por tropas norcoreanas el 25 de Junio de 1950, se ·11' cumplió en Bogotá ante el monumento donado por el Gobierno

Coreano a Colombia un severo acto militar para conmemorar el nuevo aniversario. Durante esta ceremonia pronunciaron discur­sos el Sr. Embajador de Corea en Colombia Y ong Cbol Ahn y el Se­flor General Alberto Ruiz Novoa, excomandante del Batallón Co­lombia en la Campaña de Corea, los cuales se transcriben en las siguientes líneas.

DISCURSO DE S.E. YONG CHOL AHN, EMBAJADOR DE COREA EN COLOMBIA.

Hoy estamos aquí reunidos para conmemorar el Cuadragésimo Ani­versario de la participación del Batallón Colombia en la Guerra .-1~ Corea junto con otros quince .,wíses, según decisión del Conse­jo de Seguridad de las Naciones Unidas, siendo éste el primer inten­to en sus esfuerzos por implementar el principio de seguridad colectiva, con el fm de garantizar la paz y la libertad en el mundo.

Permítanme expresar en esta me­morable ocasión mis más sinceros agradecimientos por su amable asistencia a este acto, -como tam­bién mi complacencia por la estre­cha amistad entre nuestros dos paí­ses, porque aunque geográficamente nos encontramos muy distantes, siempre estaremos unidos por la forma conjunta de seguir luchan­do para defender la paz, la libertad

y la democracia, como lo hicieron hace cuarenta anos ustedes, mis queridos amigos, quienes se consti­tuyeron en testigos fieles de aquel conflicto, enviando al Batallón Colombia como integrante de la Fuerza, y allí hombro a hombro, colombianos y coreanos confun­didos en un sólo ideal en su lucha por la libertad, escribieron con sangre una de las más gloriosas páginas de la historia.

Mi especial reconocimiento a las Fuerzas Armadas de Colom­bia, a los Veteranos aquí reuni­dos e igualmente a los caídos en la Guerra de Corea, quienes con su cuota de sacrificio contribu­yeron a que nuestras nuevas ge­neraciones puedan vivir libres lu­chando por un futuro mejor.

Sea éste el momento propicio para que en nombre de la tradi­ción que nos une, hagamos votos porque las relaciones de amistad existentes perduren y continue­mos siendo compaf\eros de lucha

por la defensa de la paz. Deseo extender un saludo a todos y a cada uno de los valientes solda­dos colombianos que participa­ron en la Guerra de Corea y elevo mis oraciones por aquellos que cayeron en el campo de batalla.

MUCHAS GRACIAS!

DISCURSO DEL SEROR GENERAL

ALBERTO RUIZ NOVOA

Nos encontramos aquí para con­memorar uno de los hechos que marcan la historia de este Siglo Veinte y en el cual tuvo destaca­da participación Colombia y las Fuerzas Militares: La Guerra de Corea.

En efecto, el 25 de Junio de 1950 en las horas de la mañana, el Cuartel General Mac Arthur en Tokio, recibía un mensaje que de­cía: "Fuerzas Nortecoreanas invadieron la República de Corea por varios puntos en la mafiana de hoy. . . La accion comenzó a las cuatro de la mafiana cuando Ongjin fue bombardeada por artillería. Al­rededor de las 6:00 de la mafiana la Infantería Nortecoreana cruzó el Paralelo 38o. en Ongjin, Kaeson y Chunchon.

Puede apreciarse por la naturale­za de los ataques y la forma como ha sido lanzada, que constituye una ofensiva total contra la República de Corea . Como todos sabemos, la Nación Coreana fue dividida artifi­cialmente por el Paralelo 38o. co-

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Page 44: Revista Edición 67 Junio 1990

mo consecuencia de las negociacio­nes entre las potencias occidentales y la Unión Soviética. En el Norte se estableció un régimen comunista que, como producto a la indecisión política mostrada por los Estados Unidos en relación con Asia Orien­tal y especialmente con Corea del Sur, que se manifestó en el retiro de las Fuerzas Norteamericanas or­denado en Junio de 1949, resol­vió invadir la República de Corea con el fin de unificar la Península bajo el régimen comunista. Esta Política contaba con el apoyo de la Unión Soviética y de la China Popular.

La Guerra de Corea fue, en conse­cuencia, un producto de "las deci­siones de debilidad", como llamó el General Mark W. Clark la acep­tación de la división de Alema­nia y Corea en zonas de influen­cia occidentales y soviéticas.

Los Estados Unidos reforzaron con sus escas~s efectivos a las Fuer­zas Militares de Corea del Sur y trasladaron tropas desde Japón, que impidieron la total ocupa­ción de la Península por las Tropas Nortecoreanas. consolidando la defensa en lo que se llamó el perí­metro de Pusán Al mismo tiempo pidieron al Sccrc tario General de las 1'\'aciones Unidas convocar el Consejo de Seguridad, lo cual se efectuó el mismo 25 de Junio. Este Consejo aprobó una Resolu­ción que declaraba el ataque rea­lizado como un quebrantamien­to de la Paz. pedía la suspensión de las hostilidades y el retiro de las tropas nortecoreanas al "lorte del paralelo 38o. La Resolución recomendó a los miembros de las Naciones Unidas prestar a la Re­pública de Corea la asistencia que fuera necesaria para rechazar el ata­que armado y restablecer la paz y la seguridad internacional en la región .

El día 28 de Junio el Secretario General envió a todos los Países miembros de las Naciones Unidas la Resolución del día anterior y les pi­thó informar sobre la ayuda que ca­da uno podría prestar a la Repú­blica de Corea. Quince Países, en-

tre ellos Colombia, como única ~a­ción Latinoamericana respon­dieron que enviarían tropas. Cinco Países enviaron unidades médicas.

Contribuyeron con tropas com­batientes los Estados Unidos, Aus­tralia, Bélgica, Colombia, Etiopía, Francia, Grecia, Luxemburgo, Paí­ses Bajos, Nueva Zelandia, Filipi­nas, Thailandia, Turquía, Sud­Africa y Gran Bretaña.

Con Unidades Médicas: Dina­marca, India, 1 talla, Noruega y Suecia. Colombia mantuvo perma­nentemente un Batallón de Infante­ría y una Fragata.

II

La decisión de defender a Corea contra la agresión comunista fue crucial para detener la expansión del imperialismo Soviético durante el período que se llamó "La Guerra Fría", es decir, la competencia entre las dos superpotencias que emergieron como resultado de la Segunda Guerra Mundial.

Contemplando, desde esta cum­bre de cuarenta años de sucesos ex­traordinarios e impredecibles, cuan­do parece que al final del siglo se apacigua esa Guerra Fría y se aleja el peligro de una confronta­ción atómica suicida, no es exage­rado afirmar que la actitud firme de las democracias en la defensa de Corea del Sur, fue sólido basa­mento de una política de disuación que impidió la propagación del es­talinismo a nivel mundial. Colom­bia puede estar orgullosa de haber contribuido activamente en la de­fensa de Corea y consecuentemente a la Paz que hoy reina entre las naciones. Por otra parte, la evo­lución del establecimiento socialis­ta hacia regímenes de más libertad en lo Político, lo Social y lo Eco­nómico, ha demostrado el acierto de la decisión tomada por las Na­ciones Unidas al enfrentar y defen­der la naciente democracia de la República de Corea.

Fuimos testigos del valor, la de­cisión y los sacrificios que el bravo

pueblo de Corea del Sur y sus Fuerzas Armadas hicieron para de­fender su libertad.

Vimos nacer sus modernas Insti­tuciones Militares y admiramos su valor en el combate. Posterior­mente hemos contemplado con ad­miración el renacimiento y conso­lidación de la Nación Coreana en todos sus aspectos. Sus Fuerzas Armadas pueden catalogarse entre las más poderosas del mundo. Su economía es un milagro, producto del esfuerzo, el trabajo y la sabi­duría del pueblo y sus líderes. En el campo internacional han obte­nido el respeto y la satisfacción del Imperio Japonés, de los la­bios del propio Emperador Akihit~ La entr('vista entre el Presidente de Rusia, Gorbachov y el primer mandatario de Corea, Roh Tae Woo, marca una nueva era en la posición Internacional de la Repú­blica de Corea. Tenemos que de­cir que sentimos una enorme satisfacción. como veteranos de la Campaña de Corea, que Colombia haya contribuído como Nación a los resultados que hoy adnuramos y que nosotros hubiéramos tomado parte en ese esfuerzo que pu"de ca­lificarse como un momento decisi­vo de la historia de este. Siglo.

46ACORE=====================================================

Page 45: Revista Edición 67 Junio 1990

III

La Campaña tuvo una duración casi exacta de tres años. El armis­ticio que puso fin a las hostilida­des se firmó el 27 de Julio de 1953. El desempeño del Batallón "Colom­bia" y de las Fragatas "Almirante Padilla", "Almirante Brión" y "Ca­pitán Tono", fue ejemplar durante las operaciones.

El Batallón "Colombia" desem­barcó el 16 de junio de 1951, a mando del Teniente Coronel JAI­ME POLANIA PUYO en el Puerto de Pusán y tomó parte en la ofensi­va de primavera que al mando del r."'neral RIDGW A Y obligó a retro­.Ader a las tropas enemigas hasta sobrepasar el Paralelo 38o. Esta ofensiva fue suspendida cuando el 23 de Junio de 1952, fue aceptada la propuesta del Embajador MA­LIK, representante de la Unión Soviética en las Naciones Unidas, de una tregua en la Guerra. La lu­cha continuó con ataques esporá­dicos por parte de ambos bandos, especialmente con objetivos limi­tados y misiones de hostigamiento,

que causaron abundantes bajas. Esta modalidad persistió hasta la firma del armisticio.

IV

Con la decisión de las Naciones Unidas de defender la República de Corea se comprobó la importan­cia y fortaleza de la Organización. Colombia puede enaltecerse de haber tomado parte en ese hecho histórico. Los Militares Colombia­nos que materializamos la decisión del Gobierno Nacional, integrado el glorioso Batallón Colombia y la tripulación de las Fragatas "Padi­lla", "Tono" y "Brion", podemos decir, sin falsa modestia, que fui­mos dignos soldados y marinos, pa­triotas que dejamos puesto muy en alto el prestigio de nuestras Fuerzas Militares, en una contien­da bélica que costó un alto núme­ro de muertos y heridos colo m bia­nos. En representación de los ya desaparecidos creo que los que aún sobrevivimos estamos en la obligación de exaltar estos hechos y asegurar su permanencia en la his-

toria de Colombia, no como un epi­sodio sin trascendencia, sino como un ~emplo de que Colombia como Nación tiene voluntad políti­ca para intervenir bélicamente en defensa de la soberanía y los dere­chos de los Países amigos y, en con­secuencia, con mayor razón debe tenerla para defender su propia so­beranía e integridad territoriales.

Quienes estuvimos en esta Cam­paña legamos a las generaciones que nos han sucedido hasta el presente y a las venideras en las Ins­tituciones Militares, la gloria ganada, los sacrificios sufridos en nombre de la Patria en una tierra lejana, las condecoraciones ob­tenidas, el recuerdo y honor de los Oficiales, Suboficiales y Soldados caídos en combate, para que perpetúen la memoria de esta Campaña, que es un pedazo de his­toria patria escrita por las Fuerzas Militares en la Península de Co­rea, subrayada con valor, patriotis­mo y sangre, que pertenece para siempre a las Fuerzas Militares y a la Nación entera.

FONDO ROTATORIO FUERZA AEREA COLOMBIANA =APOYO LOGISTICO A LA FAC

= CREDITOS DE VIVERES Y MERCANCtAS =PRESTAMOS PERSONALES = PRESTAMOS PARA ADQUIRIR VEHICULOS

NUEVOS Y USADOS PARA EL PERSONAL MILITAR Y CIVIL EN SERVICIO ACTIVO Y RETIRADO

= PRESTAMOS PARA ADOUJRtR ELECTRO­DOMESTICOS

=ALQUILER DE VUELOS CHARTER = ADMINISTRACION Y MANTENIMIENTO VI·

VIENDA FISCAL.

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Page 46: Revista Edición 67 Junio 1990

REMEMBRANZAS DE LA GUERRA

E IMAOENES DE COREA

EL ENTRENAMIENTO D E L BAT ALLON

COLOMBIA E N BOGOTA INEDITO

Teniente GABRIEL PUY ANA GAROA

"Salida inesperada - Dificultades iniciales en la organización, el ~alojamiento y la instrucción de las tropas- ¿Voluntarios de "VER­

DAD"? - El entrenamiento - La bendición paternal - Dos ceremo­nias trascendentales- Certeza del regreso".

No me sorprendió, cuando antes de ayer en la mañana mi jefe directo el Señor Mayor LUIS ETILIO LEYV A, con su familiaridad acostumbrada se me acercó poniendo su mano en mi hombro y en voz baja como para que nadie lo es­cuchara, me dijo:

- Coleguita, te cuento que te vas pa­sado mañana. Te hemos designado como Oficial de enlace para que viajes adelante. Preséntate inmediatamente al Mayor AL­FONSO TERAN, Jefe de Transportes riel Ejército a quien deberás acompa-

r. Por la tarde te doy tus instruccio­'trés.

Con suficiente anterioridad habíamos sido informados de que el Batallón debe­ría estar listo para salir hacia Buenaven­tura cualquier día a la hora "X", a partir del 13 de Mayo, pero por razones de se­guridad nadie conocía la fecha exacta. Corrían insistentes rumores sobre la po­sibilidad de que se cometieran sabotajes, sino para impedir, por lo menos para pro­testar por el envío de las Tropas a Co­rea, pues esta decisión gubernamental, no la comparte la mayor parte de la opi-. nión pública debido al actual estado de cosas y a la fuerte oposición que afronta el Gobierno.

Sólo dos crónicas intrascendentes he es­crito para El Tiempo en estos días rela­cionadas con el entrenamiento del Batallón, limitadas a la información sim­ple de lo que se puede decir. Sin embargo he hecho algunas anotaciones que quie-

ro ordenarlas. Sé de antemano, que no podré publicar lo que tengo en mente escribir y que seguramente pasará mucho tiempo para que estas líneas puedan ver la luz publica. Fue materialmente imposi­ble siquiera intentar llevar un Diario. Ya estoy listo para viajar. Me queda esta no­che y la de mañana. "Mi Plan de Despe­didas" en el cual pensaba aprovechar los sentimientos afectivos que inspiraban mi situación de "soldado que marcha a la guerra" tuve que cancelarlo. Dispongo de esta noche y la de mañana. El próxi­mo miércoles viajaré por autoferro a to­mar contacto con los Comandos de Guar­nición de !BAGUE primera escala del Batallón, ARMENIA, BUGA y CALI. Tratemos pues de registrar lo que fue la organización, el entrenamiento del Ba­tallón y su alistamiento para marchar a la Guerra. .•

* * * En los depósitos de material de

guerra del Cantón Norte próximos a la Escuela de Infantería y también en uno de los alojamientos de la Escuela de Ca­ballería fueron hacinados los catres para alojar los soldados. El rancho tuvo que improvisarse bajo una carpa para irnos acondicionando a la vida de campaña. Los Oficiales fuimos distribuídos en forma apretujada en los Casinos de los cuarteles del Cantón.

Las tres primeras semanas resulta­ron verdaderamente desconcertantes y deprimentes. No se pudo disponer del

menaje completo y los soldados tuvieron que comer prestándose los platos, pues ni siquiera se contaba con los cubiertos completos, lo que obligaba a tener que hacerlo ccn las manos. Cuando en una inspección formal, se relievó esta lamen­table situación ante los jefes que la inte­graban, uno sencillamente comentó: - Mejor, siquiera se acostumbran. •• o acaso no van para la Guerra? .••

Pero lo más grave, no han sido las in­comodidades sino la disciplina de la Unidad y las dificultades para hacer un entrenamiento adecuado.

Al iniciar el servicio, en la forma­ción matinal, resultaba alarmante el nú­mero de soldados evadidos. Algunos regresaban días después en lamentable estado de embriaguez o eran captura­dos por la Policía en las cantinas de mala muerte y en los lugares de prostitu­ción ... otros desertaban y no vol­vían a aparecer.

El Teniente Coronel Polanía, todas las mañanas pronunciaba su discur­so altisonante, lleno de remembranzas históricas, comparando nuestra participa­ción con la División Colombiana a mando de Córdova en la Campaña Libertadora. N os ha paseado una y otra vez por los campos de batalla de Pichincha, de Junín y de Ayacucho y nos ha llevado hasta el Cundurcunca, para convencernos de que nos sonríe y nos espera la gloria!

Al fin una mañana, ante el crecido número de soldados evadidos tuvo una actitud importante que resultó funda­mental para la integración definitiva de la Unidad:

Ante la formación de las tropas, en forma enérgica expresó:

- ¡No puedo entender esta inconcien­cia de los soldados! El Batallón está in­tegrado por soldados voluntarios y no parece que así fuera.

Y luego ordenó con voz fuerte:

- ¡Formar adelante en una fila, los Suboficiales o soldados que no quieran ir a Corea!. • .

Pasaron unos segundos. • . empezaron a salir algunos hombres; después otros y nos causó una verdadera sorpresa y desa­liento ver que por lo menos en una terce­ra parte soldados y también Suboficiales salían de las filas, sin acertar donde colo­carse, porque no alcanzaba el espacio dis­ponible para hacerlo.

Qué había pasado? Cierto que algunos habían sido seleccionados entre personal de VOLUNTARIOS, pero muchos otros habían sido señalados como tales y no faltó el caso de comandantes irresponsa­bles que para constituir el contingente

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que debía ser destinado al Batallón es· cogieron precisamente a aquellos que por su mala conducta o antecedentes les pareció conveniente librar a su Uni· dad.

Como los soldados provenían de dife­rentes cuerpos de tropa del País no exis­tía ningún espíritu de cuerpo que debía· mos empezar a formar.

Fue un acierto aceptar que los no vo­luntarios salieran del Batallón. Las Com· pañías se reestructuraron con los que rati­ficaron su determinación de viajar. Las Unidades más afectadas resultaron ser las Compañías A y B.

Las otras tres unidades, Compañía C, D y de Comando, quedaron con los soldados que desde un principio demos­traron su voluntad de ir a Corea.

Algunos reemplazos se recibieron de las Unidades, pero se abrió la oportuni· dad para que ingresaran al Batallón en forma individual algunos reservistas in· cluso individuos procedentes del DÁS y de la Policía Nacional Sin embargo los efectivos previstos ya en las proxirnida· des del viaje no han podido completarse, pues han continuado las deserciones in· cluso, entre los ratificados como "vo­luntarios".

Pero no solamente esta situación se presentó con el personal de Tropa. Entre los Oficiales, por uno u otro moti· vo, se han hecho trasladar del Batallón, tres Capitanes y cinco Tenientes. De to­dos ellos sólo el Teniente PIO LELIO ORTEGON, fue trasladado nó porque lo quisiera, sino por haber hecho algunas declaraciones exageradas en tono franco e irrespetuoso del Comandante; los demás lo hicieron porque simplemente cambia· ron su intención de voluntarios. No vale la pena nombiarlos porque sus compañe­ros los conocen y la propia Institución habrá de juzgarlos. . • especialmente he lamentado que un compañero de mi curso lo haya hecho, existiendo el ante­cedente de que su padre distinguido Ofi· cial del Ejército que alcanzó la más alta jerarquía cumplió con honor una mi· ~ión de Guerra en nuestras fronteras, pero el no supo corresponder a ese imperativo moral de su sangre.

Y cómo puede explicarse esta "de· serció~·~ de algunos miembros del cuerpo de Oficiales? ¿Fueron o no voluntarios cuando se les destinó al Batallón? ... Tienen respetables razones familiares? E.s preferible no hacer conjeturas, pero lo Cierto es que fueron nombrados, estu­vieron en la Unidad y luego se retirarou. Dos circunstancias pueden dar explicación a esta actitud: las alarmantes noticias que continúan llegando del frente de Guerra de Corea; La lucha ha sido cruen· ta y las bajas muy numerosas. . • pero también los rumores sobre la selección de los cuadros, han podido dar base para

ello. Al respecto vale la pena relatar una anécdota:

Habían pasado algunas semanas de en· trenamiento cuando r~cibí una llamada telefónica del Sargento VERA de Caba· llería quien por haber sido mi reempla· zante de Pelotón en la Guajira, me guar· daba especial aprecio. Estaba seriamen­te afectado porque yo hacía parte del Batallón. Se mostró remiso a darme la información por teléfono, pero al fin lo hizo:

- Mi Teniente, no me meta en vai­nas. • • pero ojalá no se vaya para Co­rea. Y o estoy en la secciór, de personal del Ejército y estuve trabaJando por or· den de mi Coronel PALACIOS, junto con el Sargento Matiz en la selección de Sub­oficiales; hemos escogido a todos aque· llos que creemos que son liberales o por lo menos que su familia es de este par· tido. Eso de Corea va a ser muy duro ... es mejor que Ud., bu~que la forma de no ir.

- Pero cómo pueden identiíicarlos, si en el Ejército no se habla de política y nadie sabe qué simpatías partidistas puedan tenerse? ... le pregunté un tanto extrañado, pero llegándome al recuerdo de las prevenciones que en el mismo sentido le había escuchado a mi padre.

- Pues muy sencillo, los hemos selec­cionado por su pueblo de origen, por eso van muchos de Sogamoso y de otros pueblos y estamos seguros de no haber· nos equivocado. . . Sin que en ningún momento hubiera pens¡jdo en echar pie atrás, me irritó saber de tan exacta fuente cómo se había procedido. Por esos días después cuando asistíamos a una reunión :>residida por el Señor Ministro de Gue· rra, Doctor ROBERTO URDA;-.;ETA AR· BELAEZ, durante la cual en forma por lo demás fría y poco convincente, el alto dignatario nos expuso las razones por las cuales Colombia enviaría tropas a esta lu· cha, al abrir la oportunidad de las pre­guntas, me levanté de prirrero y un poco incómodo por cuanto mientras hablaba, mis dos compañeros que estaban sentados a mis lados SANDOVAL y ATUESTA, me tiraban de la blusa o me hacían pre­siones para que midiera lo que estaba diciendo, le hice el!ta pregunta que tuvo más de comentario:

- Señor Ministro, le dije en voz clara y reposada, procurando que se oyera en todo el salón: Cuando hice mi solicitud como voluntario de la cual no he pensa­do retractarme en ningún momento, por cuanto estoy satisfecho de que me haya sido aceptada, no me hice mayores ilu· siones de que fuera acogida; pensé que seguramente entre las muchas solicitu· des que habrían de rec-ibirse se procedería a escoger a quienes hubieran tenido me­jores oportunidades de haberse capacita· do profesionalmente a través de cursos

en los Estados Unidos; sin embargo, con dos o tres excepciones entre los que aquí estamos presentes, veo que no ha sido así. .• entonces entré en la duda y me gustaría saber qué se tuvo en cuenta para esta selección?

El Ministro no se inmutó en lo más mínimo; hizo una seña para oír otras inquietudes expuestas por otros Oficia· les más y sin referirse a mi pregunta ter­minó expresándonos su felicitación por llevar la representación de la Patria en esta lucha donde se debería combatir por "la Democracia y por la Libertad" • . • entonces recordé otra vez las pala· bras de mi padre sobre lo contradicto­rio de nuestra participación, pero se me reafirmó el convencimiento de mi propia apreciación; iría a Corea a luchar en defensa de un pueblo agredido por lo cual, la causa era justa y era la opor· tunidad de realizar mi carrera militar y de sustraerme a una lucha fratricida ~ _ me había dejado tremendas decepcioi\'!:. en mi reciente experiencia en los Llanos Orientales.

Un grupo de Instructores orteameri· canos procedente de la zona del Canal de Panam~, integrado en su mayor parte por suboficiales portoniqueños nos estuvo asesorando en nuestra preparación. Al Mayor PICO, Comandante de este gru· po, le causó scrpresa desde el primei momento evidenciar ciertas costumbres r:.estras. Los Oficiales usábamos unifor· me distinto al de los soldados incluso pa­ra ir al terreno pues llevábamos unifor· me de paño verde, con botas altas de montar a caballo. El Oficial americano sugirió la conveniencia de que todos vistiéramos el mismo uniforme "fati· ga" y de que el entrenamiento fuera exac· tamente igual en cuanto a la preparación física para los Oficiales como para los soldados desde el comandante hasta el último hombre. Al día siguiente mi Coro­nel Polanía, se apareció a la formaciónt iniciación del servicio, con el más ext'hr­ño de los atuendos. uniforme de fatiga, gorro de pai'\o verde y la capa gris plorr o de parada, de cortt' prusiano .. .

El día que se inició la familiarización con los Fusiles sin retroceso de 57 y de 75 mm, en el polígono de la Escuela de Caballería, no se alcanzaron a hacer más de cinco disparos. Un Suboficial llegó corriendo a transmitirnos la orden del comandante de la Unidad: Se debía sus­pender el tiro de inmediato, pues el estré· pito de las explosiones hizo reventar un gran número de vidrios en los alo· iamientos.

De ahí surgieron las dificultades sub­siguientes. Se ha carecido de los trans· portes necesarios para hactr estas prácti· cas en otros lugares. La instrucción se ha intensificado esencialmente en la prepa· ración física, pero en todos nosotros cxis· te la convicción de que no estamos debi·

SOACORE -----------------------------------------------------------

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damente preparados para afrontar el compromiso que nos espera. Una fuerte discrepancia de mi Capitán Valencia con el Coronel Polanía, lo llevó a mani­festarle su decisión de retirarse del Ejér­cito; Valencia estuvo insistiendo en la ne­cesidad de hacer un ejercicio táctico del Batallón, pero el Comandante de la Uni­dad, no accedió a ello por cuanto se deci­dió más bien por preparar la parada pa­ra la despedida de la Unidad. En realidad se ha dado la prioridad a Jos aspectos su­perficiales y nó a la capacitación de fon­do que es indispensable. Esto ha traído una fuerte prevención en contra delCo­ronel Polanía a quienes algunos se atre­ven a sindicar de chiflado. Se ha obse­sionado con el sentido histórico de su misión y se siente un nuevo Córdova aJis.. tándose para viajar en una nueva campaña emancipadora. El Capitán Durán Pombo con mucho carácter, en una reunión afrontó este problema y de ahí surgió el

:o del Teniente Ortegón, quien abier­tiMtente manifestó que el problema del Batallón, era el de su Comandante, ter­minando en forma desobligante con una frase insolente: ¡Yo con este viejo loco, no voy a la Guerra! - También el Sub­teniente Lema y mi persona expusi­mos nuestros puntos de vista; otros fue­ron más prudentes. Yo afirmé mi convic­ción al expresar:

- El problema está en que el Ejército y por tanto el BATALLON, carece de la conveniente capacitación profesional, porque desde hace ya varios años se ha convertido en una simple Policía medio­cre con el único fin de sostener al Gobierno" ...

Lema y yo fuimos citados a la oficina del Comando. Ortegón fue retirado de la Unidad y muy seguramente se le diligen­ciará la baja. El Coronel Polanía, si bien es cierto que me reprimió duramente, por lo que había expresado, le agradó que me · liera sostenido en mi apreciación.

Además habra tenido para conmigo una especial deferencia. Al expresarle las pre­venciones de mi padre, accedió a mi pe­tición de dirigir una carta a mi progenitor, en la cual lo informaba y lo felicitaba porque se me había designado como "Abanderado del Batallón". F.sto resultó definitivo para que pudiera contar con su aceptación de ir a la Guerra ... Polanía en su mensaje, en sus términos acostum­brados hacía la evocación de Girardot y la resaltaba la trascendental importan­cia de Jo que habría de significar para mi orgullo de soldado, el portar el Es­tandarte de la Patria. Y efectivamente cuando n•is padres me visitaron hace una semana rr·e valí de ello para con­tar con su aquiescencia. Hasta último momento mi padre me insistió para que pasara mi solicitud de baja ofreciéndome que me enviaría a estudiar fuera del país, así tuviera que hacer un gran esfuerzo, por cuanto su rechazo a mi determina-

Entrenamiento igual en cuanto a preparación física para oficiales y soldados desde el comandante hasta el

tlltimo hombre

ción estribaba no en el hecho de que pu­diera morir, sino que se me escogiera por ser hijo suyo y por razones políticas, es decir por mis ancestros liberales; natu­ralmente que no le comenté la informa­ción recibida del Sargento Vera.

Fuimos con mi madre a la Iglesia de la Concepción que él acostumbraba vi­sitar cuando venía a la ciudad, por ser este el templo que frecuentara en sus días

de estudiante y esa misma tarde me jugué la última carta en busca de su autorización definitiva o de su rechazo:

"Debes recordar, -le dije- la carta que me escribiste cuando estaba en lpia­Jes al comentarte que me iban a conde­corar. . . pues bien voy a Corea en busca de esa "cicatriz", para "poder lucir la joya sobre el pecho", como tú lo di­ces. . . pero además, tú no puedes negar-

--------------------------------------------------------------ACORES!

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me el honor de llevar la bandera de la Pa­tria y quiero que comprendas esas razo­nes, además de que no me encuentro mo­tivado para seguir participando en esta lu­cha interna, donde estamos obligados a matarnos entre nosotros mismos ... ".

Se estremeció, se le aguaron los ojos, trazó en el aire la señal de la cruz y me dijo con voz emocionada: ¡Dios te ben­diga, vete y vuelve! . . . y así se arregló el problema familiar, ayudado por la gran fe de mi madre en su fervor cristiano y en la idea -sustentada en mi engaño­de que nuestro Batallón, sólo iba a par­ticipar en misiones de fuerza de ocu­pación, pero no de combate ...

••• Ya proxunos a dejar a Bogotá rum­

bo a Corea, el Batallón no ha podido complementar sus efectivos previstos, pues se ha mantenido la norrr a de que de­ben ser voluntarios quienes llenen los cu­pos. Se siguen presentando evasiones y también deserciones. Las noticias de la Guerra siguen siendo alarmantes y se nos mira como corderos destinados a un sacri­ficio injustificado. Hace dos semanas me correspondió atender un caso dolo­roso. A la oficina del Comando llegó un matrimonio campesino. El padre traía en una bolsa un uniforme militar y unas botas. Era ya medio día y me encontraba solo. Me entregó la bolsa y un papel arru­gado: era una carta escrita por su hijo:

"No le echen la culpa de mi muerte a nadie, pero es que esto de Corea, va a ser muy jodido y no sé si voy a ser capaz de aguantarlo".

El hijo había ido con perrr.iso a des­pedirse. Tres días estuvo con ellos y la víspera del viaje, arregló su uniforme, se salió de la casa, se metió el cañón de la escopeta en la boca y se mató. Tuvo miedo de poder tener miedo. Este gesto desconcertante y para muchos verdade­ramente inexplicable y propio de un de­mente, no dejaba de entrañar un senti­miento que es preciso relievar: fue su te­mor de llegar a ser cobarde, lo que lo impulsó a disponer de su propia vida; se perdió así su "madera" de heroe ...

••• Dos ceremonias trascendentales queda­

rán en el recuerdo de los hombres del Ba­tallón Colombia si es que el destino nos dá la satisfacción del regreso: La En­trega de Armas a la Unidad, cumplida a principios de marzo, en el campo de ba­talla de Boyacá y la entrega del Estan­darte de Guerra realizada el pasado 12 de Mayo en la Plaza de Bolívar de esta ciudad, en parada cumplida en homenaje de las Tropas de la Guarnición para despe­dir a la Unidad que marcha a la Guerra.

El acto de entrega de las Armas, por acertada in1ciativa de nuestro Comandan-

te, se llevó a efecto en ese s1tio cuyo solo nombre motiva nuestro más profundo res­peto. A pesar de todas las críticas que le hacemos a nuestro Jefe y a la poca simpa­tía que despierta en la mayor parte de sus oficiales por sus excentricidades, como es un estudioso de la historia (Pertenece a la Academia Colombiana de Historia y ha escrito varias obras) no se le puede negar que ha sabido infundir en el ánimo de sus hombres, la emoción y trascen­dencia histórica que tiene el significado de ir a luchar por la libertad y por la democracia en esa península lejana del Asia Milenaria.

El Batallón se desplazó al Campo de Boyacá por vía férrea. Un inmenso nú­mero de gentes de la región dieron realce al acto. Autoridades civiles, militares y religiosas se hicieron presentes. La alocución estuvo a cargo de nuestro ca­pellán e inolvidable profesor de la Es­cuela Militar Monseñor PEDRO PA­BLO GALINDO quien en frases emo­cionadas y con su reconocida elocuencia exaltó la contribución de Colombia en esta lucha.

Del recorte de prensa, copio estos fragmentos:

" ... En estos momentos escribimos una nueva página de nuestra historia"

"Las armas que un dia aquí rompie­ron las cadenas de la esclavitud, son las mismas que acaban de ser bendecidas y entregadas a vuestros brazos que tienen que responder de esa herencia tan grande como sublime; son las mismas que escoltaron el carro de la libertad, desde las playas del Caribe hasta las cumbres de Bolivia; las mismas que aquí convirtieron el escudo soberbio de la España Grande y quebran­taron el cetro de la tiranía para que sur­giera entre nosotros la Libertad en que nacimos, que defendemos con toda nues­tra sangre y por la cual estarr.os dispues­tos a entregar la vida ... "

Y después de hacer un homenaje a la mujer colombiana quien hacía la entre­ga de las armas, no podían faltar sus palabras respecto a la defensa de la Democracia hecha en estos términos:

"Y al lado de la Libertad y de la Pa­tria, se halla la democracia, esa que hoy recibe el embate de los que no cono­cen ni el hogar, ni la religión ni el sen­timiento patriótico. La democracia que da el valor personal al individuo. La de­rr.ocracia ungida con la sangre de Cristo, el que murió en la cruz como dice nues­tro himno. La democracia que nos hace rechazar el totalitarismo que quiere convertirnos en inconcientes ruedas de una máquina estatal".

"La democracia que nos coloca aquí a cada uno en su puesto de combate y

nos hace sentir el valor personal que com­bate, que triunfa y que progresa. Ideales invictos que se ponen a la custodia de vuestras armas. Vais a tierra extraña, pero vais a defender lo nuestro, nuestros hoga­res, nuestra religión, todo lo que nos es querido; porque si viene una guerra como la que se está temiendo, no se extenderá a un solo jirón de tierra sino que cubrirá el Universo. Nuestra avanza­da sois vosotros, vuestros pechos son la muralla donde se estrellaron los enemi­gos de Colotr.bia y de los ideales que ella defiende".

Si al escuchar al capellán me sobreco­gió la emoción, ahora al copiar apartes de su discurso, me inunda un sentimien­to un tanto complejo. Vivo la certidum­bre de que la causa es justa y me enorgu­llezco de ir a luchar por la Libertad. Su referencia flnalla comparto: es posible de que en verdad lleguemos a hacer "la av¡o­zada en una nueva Guerra mundial" l... te el ímpetu del comunismo que con el ataque a Corea, no oculta sus afanes de dominación ur.iversal; pero infortunada­mente le vivido en los UatJos hace sólo unos meses, me hacen solidario con las apreciacic•nes de mi padre. No deja de ser irónico, ir a luchar por una democra­cia tan lejos de nuestras frot.tcras, cuando aquí, vemos que se van desvaneciendo esos ideales. . . Recuerdo cómo, en mi condición de Comandante del puesto de Arauca, tuve que obligar a la ñterza, en las pasadas elecciones, a que los jurados de votación ocuparan su sitio en las me-­sas, para elegir al actual presidente , can­didato único del Gobierno y cómo en esa misma ciudad ocasionalmente le ayudé al Comisario a descürar un mensaje en clave en el cual el Ministro de Gobier­no le impartía instrucciones para politi­zar a nuestra Escuela Militar. Todo esto me ha repugnado, pero también ha con­tribuido a mi decisión de vúijar a Corea. Lo esencial para mi será tener la oportP­nidad de vivir intensamente la realidl de mi carrera. Lo demás por ahoft ante mi propia impotencia pasa a ser secundario ...

Y la otra ceremonia, fue la entre­ga de la Bandera de Guerra. Nunca he vivido una emoción más grande, ni sen­tido un orgullo más intenso. La maña­na era fría y una lluvia tenue parecía reflejar la tristeza de la despedida. To­das las Tropas de la guarnición ocupa­ban la Plaza y multitudes de gentes se agolpaban para despedir la Uni­dad. Cuando llegó el momento, me des­prendí de la fila seguido por los dos Suboficiales escoltas y de las manos del Presidente de la República estreché en las mías, el asta del emblema sagrado mientras escuché su voz trémula: "Te­niente, a su honor de soldado confío la Bandera de la Patria". Sentí como si esa misma patria se entregara en m1s manos.

52ACORE--------------------~~~~----------------------------~-----

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Ese instante me hizo olvidar de todas las prevenciones que pudiera tener en su contra por la influencia de los comen­tarios de mi padre. Al fin y al cabo era el Jefe del Estado ... recordé mis expe­riencias sufridas y como para consolar­me, pensé para mí mismo. . . "tal vez, él no conoce todas las atrocidades que en nombre de su gobierno han venido cometiendo las Fuerzas de Policía, en los Llanos donde fui testigo de las mismas y en otras muchas regiones martirizadas de la patria.

El desfile se hizo de la Plaza de Bolívar hasta la Plaza de San Diego. Aferraba el asta para contrarrestar la fuerza del viento que pretendía arrebatármela y sen­tía que la Bandera ondeaba esplendorosa y que sus pliegues golpeaban mi cora· zón al tiempo que, con mis talones mar­caba el paso sobre el pavimento. La gen­t ~ se emocionó al paso de las Tropas y . rrumpió en vivas al Batallón e~ lombia. Sin embargo no faltaron frases discordantes manifestando su rechazo a nuestra participación. Jamás he podi­do vivir tan intensamente mi orgullo de soldado y creo que muy difícilmente la vida me depare una oportunidad seme­jante.

Del discurso del Presidente se me grabaron sus últimas palabras: "Vos~ tros váis a vencer porque el conflicto en que la humanidad está envuelta, no tiene solución distinta a la Victoria. En nombre de la nación, que os declara sus hijos predilectos, entrego a vuestro honor de Colombianos, la Bandera de la República".

Estoy rendido. Mi mala rr-ecanogra­fía me implica un gran esfuerzo para poder escribir. Sólo dispongo de tres horas de sueño. A las cinco debo diri­girme a la estación, para tomar el auto­ferro a !bagué en compañía de mi Ma-

. Terán. En esa ciudad habremos de lrat:er las coordinaciones para la marcha del Batallón y para los servicios de ali­mentación durante la ruta. Dejaré estas notas donde las Téllez, la familia amiga que ha llenado el vacío de mi hogar. Con­sidero imprudente dejar que mi padre y los míos las conozcan por ahora. Ado­•más sé que pasarán muchos, pero muchos años, para que un día pueda publicarlas. Las crónicas para "El Tiempo" que me he comprometido a escribir las iniciaré cuando ya me encuentre navegando rum­bo a Corea!

Lo inesperado de mi salida, no me per­mitió cumplir mis despedidas y segura­mente fue mejor así. El recuerdo de los míos me estremece. La devoción de mi madre y la fruición con que ora, me da la certeza del regreso. Dios no desaten­derá sus plegarias ni sus súplicas. A di­ferencia de mi Capitán Durán quien me comentó que pensaba ir a una notaría para suscribir un documento por el cual

en caso de su muerte le pagaran a su her­mana las posibles prestaciones que pudie­ra recibir, yo hice algo insólito. Me fui al almacén de Oficiales y solicité que me tomaran las medidas para hacerme unas botas de montar que espero estrenar a mi regreso. Sé que volveré, ... lo que dudo es que me alcancen a tener las botas listas pues nunca he podido lograrlo. Parad~ jicamente vivo una sensación inexplica­ble: Una intensa nostalgia y una gran alegría. . . lo primero por la ausencia de los míos, mi padre, mi madre, mis

hermanos. GLORIA, hace pocos días entró al convento y esto ha sido una dura prueba para la familia, pero sus oraciones se sumarán a las de mi ma­dre. . . también siento tristeza por las mujeres que he querido -que todavía quiero- y que seguramente, sentirán m1 ausencia. Se reafirma no sólo mi fe, sino la de Dios y la bendición de los míos.

Bogotá, amanecer del Martes 15 de Mayo de 1951, Escuela de Caballería, 01:30 Horas.

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Page 51: Revista Edición 67 Junio 1990

LA ASOCIACION COLOMBIANA DE

OFICIALES VETERANOS DE

COREA ''ASOVECOR'' Brigadier General (r) RAUL MARTINEZ ESPINOSA

F'lNDACION 1 -La Asociación Colombiana de

Oficiales Veteranos de Corea, fue fundada el 24 de Agosto de 1989, por un grupo de Oficiales del Ejér­cito y la Armada, Veteranos de la Campaña de Corea, convocados para tal efecto por el Señor Briga­dier General (r) José J. Rodríguez R. Presidente de ACORE. Los ex­combatientes, constituídos en Asamblea General, aprobaron los Estatutos de la Asociación y eli­gieron una Junta Directiva provi­sional que quedó constituída por los siguientes dignatarios: Presi­dente BG (r) Raúl Martínez E., Vi­cepresidente VA (r) Berijamín Al­zate R., Vocales BG (r) José J. Rodríguez R., MY (r) Manuel G. ''-~a O. y CF (r) Guillermo Fió­l-. A., Secretario-Tesorero TC (r) Jorge Méndez G. y Revisor Fiscal CO (r) Guillermo Rodríguez G.

OBJETO SOCIAL

teranos de Corea (The Korean Veterans Association) y demás aso­ciaciones de Veteranos de Guerra internacional, para asignación de becas, realización de seminarios, fa­cilidades para fonnación técnica e intercambio de jóvenes hijos de ex­combatientes. Promover el mante­nimiento de las mejores relaciones entre Colombia y la República de Corea, divulgando por medio de ac­tividades apropiadas la importancia que para nuestro país tienen, des­de todo punto de vista, las nacio­nes del Lejano Oriente y la cuenca del Pacífico. Orientar a la opinión pública para que se comprenda la posición que en el país ocupan los Veteranos de Guerra, con miras a mejorar sus condiciones de vida. Prestar su colaboración a las Fuer­zas Militares en el cumplimiento de la misión constitucional que les está asignada . Prestar colabora­ción activa en el engrandecimien­to nacional, contribuyendo al desa­rrollo económico y social de la Na­ción, a la salvaguardia de la sobera­nía Nacional y de sus instituciO­nes democráticas y al mantenimien­to de la paz y la armonía entre los colombianos.

ACTIVIDADES

La Junta Directiva diseñó un Plan de Acción que incluyó: ob­tención de la personería jurídica; comunicación de esta novedad a los mandos institucionales milita­res, a la Federación Internacional de Asociaciones de Veteranos de Corea (The International Federa­tion of Korean Veterans Associa­tions), a las asociaciones de vetera­nos de países que intervinieron en la campaña de Corea, a la Aso­ciación de Veteranos de Corea (The Korean Veterans Association) y a aquellas entidades de interés para los fines de la Asociación; elaboración de un calendario con­memorativo de las operaciones y actividades más sobresalientes cum­plidas por el Batallón Colombia y las Unidades de la Armada.

REAUZACIONES

Se cumplieron los requisitos para obtener la personería jurídica. Se conmemoró la acción de Old Baldy. Se realizaron reuniones sociales en búsqueda de la integración de los asociados y sus familias. Se creó la Secciona! de Cartagena. Se preparó un programa especial para la conmemoración del Cua­dragésimo Aniversario de la Gue­rra de Corea, con miras, no sólo a recordar el inicio de este con­flicto que como parte de la guerra fría desatada entre las grandes potencias mundiales, alteró en al­guna medida la paz del mundo, si­no también la vinculación de nues-

De conformidad con el esp íri­tu que infonna a la Asociación, se concibieron entre otros los siguientes objetivos: Promover el conocimiento de los orígenes y cau­sas de la guerra de Corea y las ra­zones de la participación de la Re­pública de Colombia, así como la forma como se cumplió la inter­vención de nuestras Fuerzas Mili­tares en dicha guerra. Establecer intercambio cultural, tecnológico, comercial, de programas, normas y sistemas con la Asociación de Ve-

SEROR SOCIO DE ACORE INGRESE HOY MISMO AL

FONDO DE AYUDA MUfUA

Page 52: Revista Edición 67 Junio 1990

tras Fuerzas Militares en tal con­tienda, hecho que en la actuali­dad ha quedado relegado al olvi­do, en amplios sectores castren­ses y de la opinión pública en ge­neral.

CONCLUSIONES

La creación de esta Asocia­ción, fuera del carácter puramen­te romántico que se puede percibir en el espíritu que la anima, tiene el propósito fundamental de no dejar pasar desapercibidas, de una parte, la participación de las Fuerzas Mi­litares de Colombia en esta guerra regular en la cual estuvieron directa­mente comprometidas las potencias occidentales que derrotaron a las fuerzas armadas del Eje Berlín-Ro­ma-Tokio y de otra parte. la inter­vención de las potencias que desde

detrás de la cortina de hierro aupa­ron el conflicto y dieron su bene· plácito y apoyo a la agresión orde­nada por el General norcoreano K.im ll Sun. soportandolo con tro­pas de China Popular y de la Re­pública de Mongolia.

Es igualmente propósito de la Asociación, mantener vivo el es­píritu de cuerpo y la mística de quienes nos vinculamos acti­vamente al mencionado conflic­to, sirviendo a la vez de vehículo para recordarle a las generaciones futuras de oficiales y a nuestros compatriotas que nuestra parti­cipación en la Campaña de Corea, fuera de representar, el cumpli­miento por parte de Colombia de los compromisos internacionales adquiridos en el seno de las Na­ciones Unidas, significó la moder-

nizac10n del Ejército y la Armada en aspectos de organización, instrucción, operaciones regulares, apoyo de combate, apoyo logís­tico, administración de personal, sanidad en campaña, matenirniento de armas y equipo en general, co­municaciOnes, recreación y descan­so de los combatientes, etc. Así­mismo que en esta oportunidad co­braron vida ante la faz del mundo las virtudes que acompañan al sol­dado colombiano, su arrojo, su va­lentía rayana en el heroísmo, su espíritu de sacrificio y abnegación. Espíritu éste que en la difícil si­tuación por la cual atraviesa el país, se ha revivido en los cuadros de mando de las Fuerzas Armadas \""') lombianas y en el accionar de ~ ciales, Suboficiales, Soldados, Agen­tes y Civiles al servicio de la Ins­titución Armada.

í CAJA DE RETIRO

DE LAS FUERZAS MILITARES

NUEVOS PROCEDIMIENTOS PARA PAGO DE GASTOS DE INHUMACION

Se informa a los beneficiarios de la Caja de Retiro de las Fuerzas Militares que según lo determina la Circular No. 11365 MDN-129/89 del Señor Mi­nistro de Defensa !\acional. se fija el siguiente trámite sobre pago de gastos de inhurr:ación a que se tiene derecho por el fallecimiento del Oficial o Sub­oficial en goce de asignación de retiro:

l. Aviso escrito a la Caja de Retiro sobre el falle­cimiento del Oficial o Suboficial indicando lo si­guiente (este aviso tarrbién sirve para iniciar los trámites de sustitución pensional):

a. Nombre y grado del fallecido b. Fecha del deceso c. Lugar a donde la Tesorería General de la Ca­

ja debe situar el pago d. Dirección. teléfono y nombre de la viuda o

beneficiario sobreviviente.

2. Posteriormente, la persona que haya sufragado los gastos de inhumación rerritirá a esta Entidad los siguientes documentos:

a. Comprobante de los gastos realizados b. Dos copias autenticadas del registro de defun­

ción. Una para el pago de servicios funerarios y otra para la sustitución pensiona!.

c. Cuenta de cobro formulada por la persona que haya sufragado los gastos de inhumación, te­niendo en cuenta registrar claramente su nom­bre y el número de la cédula de ciudadanía. para efectos de pago.

3. Los gastos de inhumación que se reconocen no pueden exceder de cinco veces el valor del sala­rio mínimo legal mensual que rija en la fecha del fallecimiento del Oficial o Suboficial en goce de asignación de retiro.