Foto de Portada:José Díaz Pérez, Presidente

de PONY Beisbol Zona Western.

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Bernardo Ocon, Santiago Prada, Enrique Altamiranda, Jhonny Pantoja,

Rafael Caraballo, Javier Ortega, Diego Arellano, Orlando Baena, Daniel

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Polo, Roque Martínez, Hellen García, Miguel Rivas, Amaury Osorio, Manuel Díaz, Fernando Castro, Sixto Batista,

Jairo Ramos

EditorialUnidad de Deportes

Comfenalco Cartagena

DiseñoLMSD

ColaboracionesSe aceptan artículos en español

e inglés

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Cartagena de Indias-Colombia2012

DEPORTES COMFENALCO

ARTÍCULO

F B C

OMBL IAO NC A N DO EI C B

A E

R ISE BD OE LF

A propósito de Korea

Siempre que hablamos de Béisbol en Colombia, hacemos referencia a cada uno de los

peloteros que con gran esfuerzo y dedicación han alcanzado el máximo honor deportivo,

SER GRANDES LIGAS. Día a día en cada uno de nuestros equipos en Comfenalco

Cartagena, se va fomentando ese anhelo, cada niño y cada joven de la escuela ESDECO

y del Club Deportivo se están preparando para obtener esa gran oportunidad.

En días pasados tuvimos la oportunidad de compartir con José Díaz Pérez, un ex

beisbolista que llegó hasta el nivel triple A en el beisbol organizado y que desde hace diez

años es representante de la organización Diamondbacks de Arizona para Latinoamérica,

y quien nos compartió sus experiencias sobre la preparación integral que deben poseer

los muchachos para ser vinculados (firmados) en la MLB (Major League Baseball).

Unidad de Deportes: ¿Cómo ha sido su experiencia como scouts de una

organización de la MLB?

José Diaz Perez: Un scouts es la persona encargada de identificar de acuerdo a las

necesidades de la organización a los deportistas que contengan e integren las

herramientas técnicas, físicas y psicológicas. A lo largo de todos los años como

representante de Arizona, me he convertido en poseedor de oportunidades para los

clubes, las familias y los deportistas.

UD: ¿A que se refiere cuando habla de actitud?

JDP: Como scouts es necesario que los deportistas que se evalúan y que técnica y

físicamente tienen varias de las herramientas, también manifiesten extrínsecamente su

deseo a través de una actitud de respeto y compromiso con el deporte; en muchas

ocasiones es mas eficaz saber sobre el origen del muchacho, su familia, como se

comporta en el club o escuela a la que pertenece y/o como actúa al momento de ser

observado por un scouts, antes que la valoración técnica. Es importante para la

organización saber como va a valorarse la oferta y/o inversión hecha al muchacho.

UD: ¿Cuál es el modelo ideal para que un deportista logre ser tenido en cuenta por

alguna de las 30 organizaciones de las grandes ligas?

JDP: El modelo es muy sencillo y se puede evidenciar en la siguiente ecuación: HERRAMIENTAS+DESEO DEL BEISBOLISTA DESEO DE LA FAMILIA

Esto quiere decir, pretender desarrollar varias de las 5 herramientas técnicas y físicas,

pero a eso hay que agregarle el deseo (compromiso, respeto, lealtad, sentido de

pertenencia con la organización) del beisbolista, todo sobre la base de un buen

acompañamiento de familia, sin coacciones ni obstaculizaciones inapropiadas.

UD: Siguiendo con la misma línea ¿Qué consejos se pueden dar para lograr ese

deseo?

JDP: Sobre la base de un buen sistema familiar, será entonces indispensable desarrollar

dentro de los planes de entrenamientos actividades similares a los try out que les permita

tanto a los deportistas como a los entrenadores lograr una preparación adecuada que a la

postre los adapte a los try out verdaderos.

UD: ¿Quiere decir que hay que prepararse mentalmente para un try out?

JDP: En republica dominicana por ejemplo, las escuelas hacen evaluaciones constantes,

simulando máximamente lo que ocurriría si fuesen evaluados por alguna organización; a

los muchachos se les exige, se les evalúan cada una de las herramientas y se evalúa la

actitud de enfrentamiento hacia esas situaciones. Esto es prepararlos mentalmente para

lo que se viene a futuro. Nosotros lo llamamos educación deportiva.

Esta pregunta, como “aprendizaje” nos trae grandes recuerdos, pues marcó el camino para poner a reflexionar a un grupo de entrenadores de América Latina; que cumpliendo los exigentes requisitos, fuimos admitidos en el Centro Internacional de Capacitación Deportiva de América, como aspirantes al grado de Entrenadores Internacionales. Con ocasión de ese curso, vivimos muchas de las más grandes experiencias de nuestra vida deportiva, pero especialmente una; en la Cátedra de Pedagogía del Entrenador que orientaba la Doctora en Ciencias Pedagógicas de la antigua Alemania Oriental Marianne Fielder, quien audazmente en el examen de evaluación lanzó la siguiente y única pregunta: ¿Qué es ser un buen entrenador?. Esta pregunta nos dejó a todos totalmente sorprendidos; ya que después de pasar toda la noche preparándonos conscientemente para alcanzar un buen puntaje, esperábamos una evaluación de otras características. Pero desde el mismo momento en que la Doctora Fielder lanzó la pregunta, todos coincidimos que no sería fácil dar la respuesta, puesto que el interrogante tenía claramente un sentido más pedagógico y filosófico, que técnico; y más aún si teníamos en cuenta que la cátedra otorgaba el más alto porcentaje del total de aprobación del curso. Todos tratamos de relajarnos para empezar a encontrar la respuesta más adecuada, sin embargo transcurridos 30 minutos ninguno de los 25 aspirantes había dado con la respuesta o al menos arriesgarse a plasmar una.

Consciente de que su intención con la pregunta estaba dando los resultados esperados, la Doctora Fielder nos invita a que formemos grupos de 5 a fin de facilitar nuestro trabajo. Habiendo marcado el reloj los 60 minutos exactos, que era la duración del examen, sucede algo inesperado; la profesora nuevamente se dirige al grupo y nos expresa: “El examen ha concluido, tuvieron el tiempo suficiente para encontrar la respuesta y como ninguno ha respondido a la pregunta, ahí se las dejo para siempre” y terminó diciendo, “muchas felicitaciones, son los nuevos Entrenadores Internacionales de América Latina, todos han sido calificados con un alto puntaje por que demostraron que están aprendiendo a pensar, y esa será la herramienta más importante que tendrán en su futura vida como Entrenadores”. ¿Pero saben, por qué logramos aprobar el examen sin escribir una sola palabra?, por que durante todo el tiempo que estuvimos buscando la respuesta en grupo, entendimos que estábamos siendo formados por los más grandes maestros del deporte, que estábamos adquiriendo los más avanzados conceptos técnicos, filosóficos y pedagógicos, y que por ello, de por sí, no nos podríamos considerar a nosotros mismos buenos entrenadores. Ya en uso de buen retiro, después de cumplir cabalmente con nuestra responsabilidad al frente del Voleibol de Bolívar, volvimos los pasos sobre la pregunta de la Doctora Marianne Fielder: ¿He sido un buen entrenador? Si conforme todas enseñanzas que recibí de los grandes maestros del deporte mundial, si conforme todas las experiencias vividas a lo largo de tantos años en labor de la enseñanza aprendizaje del Voleibol…

1. Me convertí en pedagogo para educar integralmente verdaderos campeones; 2. Como maestro me preocupe antes que el deportista, por la persona; 3. Si fui un ejemplo de vida para mis alumnos; 4. Si fui capaz de conformar verdaderos colectivos basados en la unión, la amistad y la

solidaridad; 5. Si supe encontrar una verdadera filosofía de trabajo; 6. Si supe planificar cada clase, cada entrenamiento para saber que iba a enseñar, cómo lo

iba a enseñar y a quien lo iba a enseñar; 7. Si fui capaz de ser humilde entre los que menos sabían y grande entre los que más; 8. Si siempre viví preocupado por prepararme profesionalmente, buscando incansablemente

el camino de la sabiduría para convertirme en maestro; 9. Si fui capaz de encontrar los métodos pedagógicos y los medios didácticos más eficaces

para lograr un buen proceso de enseñanza y entrenamiento; 10. Si fui capaz de conducir a mis alumnos a través de las dificultades hasta alcanzar grandes

resultados deportivos; 11. Si fui capaz de triplicar los esfuerzos luego de la derrota en la cancha, pero jamás vencido

en el entrenamiento; 12. Si supe analizar críticamente el por qué de la derrota para no volver a perder, y por qué la

victoria para volver a ganar…. entonces amigos míos he sido “un buen entrenador”.

Luego de analizar exhaustivamente cada una de estas consideraciones, puedo, después de tantos años, contestar la pregunta más importante que se me hizo a lo largo de tantos años de labor como Entrenador. En el año 1985 fui incluido en el cuadro de honor conformado por los mejores entrenadores colombianos y en el año 2006, fui honrado con el hecho que el nuevo Coliseo de Voleibol construido con ocasión de los Juegos Centroamericanos y del Caribe, llevase mi nombre. Pero créanme que lo que verdaderamente los debe satisfacer no son los títulos ni los reconocimientos, sino que al final del camino sus alumnos puedan decir con orgullo ese es mi “maestro” y un buen entrenador. A las nuevas generaciones de entrenadores, quiero dejarles como enseñanza este principio filosófico: “Hay entrenadores que forman grandes campeones, pero también hay campeones que forman grandes entrenadores”; ¿en qué lugar quiero situarme yo?. La respuesta está en la mente de cada uno, ya que la experiencia nos ha demostrado, que así como vive y piensa el entrenador, así será la respuesta que fácilmente lo puede llevar a convertirse en un buen o mal entrenador. (*) Entrenador FIVB Nivel III con énfasis en Biomecánica

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Toda una vida al servicio del Beisbol