REVISTA DE LA RFEF AÑO XIV NÚMERO 116 ENERO 2009...

España nunca está solaTerceros en la Copa Confederaciones y récords: 15 triunfos consecutivos y 35 partidos invictos

REVISTA DE LA RFEF ✦ AÑO XIV ✦ NÚMERO 116 ✦ ENERO 2009 ✦ 2,50 e

REVISTA DE LA RFEFAÑO XIV - Nº 121

JUNIO 2009 - 2,50 €

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Director de Comunicación: Antonio Bustillo.

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Redacción: Paloma Antoranz, Raúl del Prado, Susana Barquero y José Manuel Ordás.

Fotografía: Jorge Fernández, Carmelo Rubio y Federación de Las Palmas y Región de Murcia.

Colaboraciones: J.J. Talavante, J.J. Morón, José Luis Salas (ilustraciones), Alfonso Ledesma (pasatiempos) y Gavin Powell (traducciones).

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Nota: Los artículos firmados no reflejan necesariamente el punto de vista oficialde la Real Federación Española de Fútbol.

Año XIV - Nº 121 junio 2009

El 29 de junio de 2008, en Viena, España ganó su segundo título europeo de naciones. Lo obtuvo con una brillantez indiscutida que mereció el elogio de todo el mundo del fútbol. Fue un equipo magnífico de princi-

pio a fin y lo fue en el fondo y en las formas, marcando un estilo que causó la admiración general. En la capital austríaca el fútbol español alcanzó uno de sus momentos cumbre.

Un año casi justo después de aquello, el 28 del pasado mes, la selección cerró su primera presencia en una Copa Confederaciones, un club de élite

al que únicamente tienen acceso los campeones continentales, el campeón del mundo vigente y el país organizador, con la tercera plaza, al derrotar, por segunda vez, al anfitrión, Sudáfrica, al que ya había batido, como a Nueva Ze-landa e Irak, en la primera ronda. El partido fue difícil, se puso cuesta arriba mediada la segunda parte y se ganó a base de talento, coraje, ganas y esfuerzo. A base de carácter, en fin. De otro modo no habría sido posible.

La victoria ante el organizador de la Copa Confederaciones, que consagraba a España como tercero del Torneo, puede parecer flaco premio para la ìrojaî,

que nos ha acostumbrado a lo mejor desde hace más de dos años y medio, y puede que lo sea. La inesperada derrota frente a EE UU, que privaba al equipo de disputar la final, quebró una racha impresionante de victorias y de partidos invictos, 15 y 35, respectivamente, pero ni puede ni debe considerarse como un fracaso. Ésa noche, en Mangaung/Bloemfontein, pasaron muchas cosas y ninguna de ellas benefició a la selección. Sin ánimo de justificar lo que parecía sorprendente, lo cierto es que el equipo sufrió un castigo que no se mereció.

Cuando suceden cosas de ese calibre es difícil recuperarse. En primer lugar, porque son imprevistas, no responden a la lógica del fútbol, aunque sí al

cada vez más palpable acercamiento entre unos y otros, y suelen causar efec-tos demoledores. Es complicado recobrarse de golpes como el de una derrota semejante y todavía es más complicado cuando con ello se trunca una racha histórica y, de paso, te privan de la ansiadísima final. Si añadimos que el cierre hay que echarlo, como fue el caso, ante el anfitrión, que llegaba de ponérselo muy cuesta arriba a Brasil, finalmente el campeón, entonces la dimensión de los obstáculos adquiere otro cariz aún más grave.

España cerró su presencia en la Copa Confederaciones, ìobligadaî a ganar, a demostrar su condición de campeón de Europa y su liderazgo en el ran-

king FIFA. Pero el partido contra Sudáfrica tenía mucha más miga de lo que podía parecer. Cuando a los 73í un reserva que acababa de ingresar en el cam-po aprovechó una jugada de ataque para abrir el marcador, España tuvo que sumar al buen juego que realizaba el equipo desde el comienzo de la segunda mitad unas grandes dosis de coraje. Quedaba poco más que un suspiro para la recta final, el público sudafricano se volcaba con su equipo y su selección estaba crecida. Ocurre siempre.

Pero la ìrojaî no cejó en ninguna de sus empeños, no se dio por vencida jamás y de esa gran virtud, que lo es, brotó una reacción espléndida, con

Güiza, autor de dos goles en poco más de un minuto, a la cabeza. Aunque Su-dáfrica volvió a empatar en el segundo postrero, ya era muy complicado frenar al equipo nacional. Xabi Alonso ejecutó al anfitrión con una diana que no sólo hacia justicia a lo ocurrido sobre el campo, sino que premiaba el derroche de corazón de titulares y suplentes cuando todo parecía definitivamente perdi-do.

Con virtudes asís ganó España la Eurocopa 2008. Un año más tarde, y como diría Julio Iglesias, la vida sigue igual. Con una derrota hiriente ante EE UU,

es verdad, pero igual. Por suerte para nosotros, podemos seguir confiando en la ìrojaî.

Un año después de Viena

editorial

Revista de la RFEF4

sumariosumarionº 121 - junio 2009

10 Una España de récordsLa selección absoluta alcanzó en la Copa de Confederaciones dos récords que demuestran su talento y su brillantez: 15 partidos consecutivos ganados y 35 encuentros invicta, datos irrefutables que hablan del espléndida equipo nacional.

11 Sudáfrica, preparadaEl país africano demostró su capacidad para organizar el Mundial 2010. Puso un gran empeño y un enorme esfuerzo.

34 Los sudafricanos, con EspañaEn Sudáfrica, la selección nacional se encontró con un aliado cálido: los aficionados locales, que le mostraron un gran cariño.

48 Radio RFEFLa radio de la RFEF, que se emite a través de Internet, estuvo en primera línea de la Copa Confederaciones. Cubrió todos los escenarios.

62 Goleada en BakúLa “roja” se impuso por un contundente 0-6 en Bakú, choque previo a la Copa Confederaciones. No tuvo rival en Azerbaiyán.

70 Historias CentenariasDespués del Mundial de Brasil (1950), España no pudo conseguir el pase a los de Suiza (1954) y Suecia (1958). Una etapa negra de la nacional.

74 Exposición itinerante de la RFEFUna Muestra con lo que han sido los últimos 100 años de la RFEF se inauguró en el Centro Comercial Plenilunio. Un espléndido escaparate.

80 Los “sub 21”, eliminadosPerdieron un partido, pero bastó. La derrota ante Inglaterra cercenó las ilusiones del equipo en el Europeo.

83 Subcampeonas de EuropaLa “sub 17” femenina logró un resonante éxito al proclamarse subcampeona de Europa, después de batir a las poderosas noruegas en semifinales.

90 Medina Cantalejo deja el arbitrajeEl fútbol andaluz rindió un emotivo homenaje a uno de sus mejores colegiados de siempre que tuvo en el fútbol una de sus pasiones.

96 Fútbol playaLa selección española volvió a ofrecer pruebas de su potencial, imponiéndose en el clasificatorio para el Mundial de Dubai.

12 Terceros en la Copa Confederaciones Una derrota ante EE UU impidió que España llegara a la final de la Copa Confederaciones. Obtuvo la tercera plaza, tras derrotar a Sudáfrica por segunda vez.

cartadelpresidente


Una gran Copa Confederaciones,un gran paísLa Copa de Confederaciones acaba de concluir. España ha conseguido en ella un buen resultado, el tercer puesto. Era la primera vez que participábamos en ella como campeones de Europa. La selección tenía la representación del fútbol europeo.

La Copa Confederaciones nos ha puesto en contacto con un gran país, el doble en ex-tensión que España y, aproximadamente, la misma población, donde el próximo año se disputará la Copa del Mundo 2010. Esperamos estar en ella y nos encontramos en magní-fica situación para conseguirlo, pero aún nos quedan cuatro partidos por jugar. La distan-cia que mantenemos sobre nuestros perseguidores nos permite ser optimistas, pero hay que conseguir los puntos que faltan para lograr la clasificación. Y no será tan fácil como piensan algunos. Créanme.

Sudáfrica acaba de cerrar una notable Copa Confederaciones. Sabíamos de sus enormes esfuerzos para que se celebrara en las condiciones exigibles y tenemos que felicitar a sus autoridades políticas y deportivas por su tarea. El país se ha volcado con el acontecimien-to; los estadios han demostrado estar preparados para lo que se avecina y el resto de in-fraestructuras se han movido a la altura de lo que se esperaba. Sudáfrica cuenta, además, con un valor añadido de enorme importancia para este tipo de acontecimientos en los que el contacto y el calor humano resultan fundamentales: el afecto de sus gentes, que, sin duda, se hará más palpable en la Copa del Mundo del ya tan cercano 2010.

Organizar un Torneo de las características de una Copa Confederaciones es una prueba de alto riesgo en la que hay que tener todos los cabos atados. Aunque la hayan jugado sólo ocho participantes eso no significa que no haya sido preciso responder a una or-ganización exigente para garantizar el éxito del Torneo y responder a sus necesidades. Todos los grandes acontecimientos deportivos, y la Copa del Mundo es uno de ellos, evi-dentemente, requieren de una logística perfectamente preparada. A pesar de que en la Copa Confederaciones no ha habido apenas seguidores de otros países que no fueran los propios sudafricanos, los hechos nos han demostrado que Sudáfrica tiene fundamentos para garantizar que todos los que acudan al Mundial 2010 se encontraran con una gran nación, que recibirá con los brazos abiertos, como lo han hecho en la Copa Confederacio-nes, a cuantos acudan a presenciar el mayor espectáculo deportivo del mundo.

Desde finales de 2006, España es una fuente que no produce sino alegría tras alegría. El día 20 de junio, contra Sudáfrica, llegó a los 15 partidos consecutivos ganados y a los 35 invicta; después, perdimos con EE UU, en semifinales, una derrota dolorosa. Aquello, que marcó en su momento dos récords, demuestra el enorme valor del equipo. No se están más de dos años y medio sin perder si no se posee un grupo de futbolistas espléndidos a los que adornen, además, otros factores. El trabajo y la humildad son tan esenciales como la calidad técnica o el poder físico. Sólo conjugando todo eso España ha conseguido un lugar en lo más alto.

Dentro de unos meses, de unos pocos meses, sabremos si España ha conseguido el billete que le conducirá, de nuevo, a Sudáfrica. Es un objetivo que nos trazamos inme-diatamente después de ganar la Eurocopa 2008 y del que nos hallamos muy cerca. Sin pecar de optimistas, hemos de admitir que nos encontramos en magnífica posición para conseguirlo. Sería una enorme alegría volver a Sudáfrica, donde hemos recibido pruebas incontables de cariño y admiración. La primera Copa Confederaciones que he-mos disputado ha sido, pues, enormemente beneficiosa en todos los aspectos y lo ha sido, también, descubriéndonos un gran país para el que solo tenemos palabras de agradecimiento.

sumario

letterfrom thePresident

A great Confederations Cup. A great countryThe Confederations Cup has just ended and Spain achieved a good result. It was the first time we were participating as European champions. The national team has been a super ambassador for European football.

The Confederations Cup brought us into contact with a great country, twice the size of Spain with approximately the same population, in which the 2010 World Cup will be played next year. We hope to be there and we seem to be well on the way, though we still have four matches to play. The distance between us and our rivals allows us to be opti-mistic, but we have to win the points that are still up for grabs if we are to qualify. And it will not be as easy as some people think. Believe me.

South Africa has just brought the curtain down on a good Confederations Cup. We were aware of their enormous efforts to ensure that the tournament came up to the standards demanded and we can only congratulate the public authorities and sports institutions for their excellent work. The country was one hundred percent behind the event; the sta-diums have proved that they are ready for what lies ahead; and the rest of the country’s infrastructures have functioned smoothly. South Africa also enjoys an added value of great importance for this type of event where human contact and warmth are essential, i.e. the affection of its people which will undoubtedly be even more evident in the 2010 World Cup which is just around the corner.

Organising a tournament of the characteristics of a Confederations Cup is a high risk affair it which it is essential that there are no loose ends. Although only eight teams were participating it was still necessary to ensure every last organisational detail was in place in order to guarantee the success of the tournament. All large-scale sports events, and this includes the World Cup, obviously require perfect logistics. In spite of the fact that there were hardly any supporters in the Confederations Cup except for the South Africans themselves, the experience of the last few weeks has demonstrated that South Africa is more than capable of ensuring that everybody who flocks to the 2010 World Cup from other countries will discover a great nation which will welcome them with open arms to the greatest sporting spectacle in the world.

Spain did not miss the opportunity presented by the Confederations Cup. Since the end of 2006, the “red fury” has been a source of joy after joy. The match on 20th June against South Africa meant Spain had won 15 matches running and gone 35 undefeated; we then lost to the USA in the semi-finals. A painful defeat. That record clearly demonstrates the enormous value of the team. It is not possible to go for more than two and a half years without losing if you do not have a group of splendid players enhanced by other factors. Work and humility are as essential as technical quality and physical strength. Only by combining all of these elements has Spain achieved its place among the very best.

In just a few months’ time, we will know if Spain has obtained the ticket that will take it once more to South Africa. It is an objective which we set ourselves immediately after winning the 2008 European Cup and which we are close to achieving. Without wishing to appear too optimistic, we think we are magnificently placed to do so. It would give us great pleasure to return to South Africa, where we have received innumerable demons-trations of affection and admiration. The first Confederations Cup which we have played in has proved enormously beneficial in all aspects and it has also enabled us to discover a great country for which we have only words of gratitude.

6 Revista de la RFEF

Revista de la RFEF8

la foto

Una sonrisa que lo dice todoSonrisas como la de ésta niña sudafricana, en uno de los partidos disputados por España en

la Copa Confederaciones 2009, lo demuestran todo: su limpia alegría, exhibiendo dos fotos de Villa; el cariño hacia lo español y la felicidad que el fútbol llevó al país. Y no fue una excepción, sino la norma generalizada con un equipo, el campeón de Europa, al que todo un país recibió con los brazos abiertos.


la foto

Revista de la RFEF10

la tribuna deLuis Arnáiz

ay derrotas que duelen más que otras y hay suficientes motivos que lo explican. Cuando una de éstas llega después de un caminar de dos años y medio largo sin conocerla y

frente a un rival al que se tiene, o tenemos, aún, por menor, ésa derrota hace más daño todavía. Es lo que ocurrió frente a Estados Unidos, el 24 de junio, en la Copa Confedera-ciones. Nadie esperaba ni presumía que pudiera suceder. Nadie, salvo, supongo, algún seguidor USA, habría apos-tado cuatro cuartos por EE UU y menos que la historia acabaría como acabó: 0-2. Aún tenemos que frotarnos los ojos para admitir lo que a las 22.20 de aquella noche dio por finalizado un árbitro uruguayo en Mangaung/Bloe-mfontein (Sudáfrica).

La historia del fútbol español está salpicada de amargas derrotas, de las que escuecen, de las que duelen, de las que se narran durante años. Ocurrió en el Mundial del 34, ante Italia; en el del 54, dos veces, frente a Turquía; en el

del 58, contra Suiza y Escocia; en el Mundial del 62, ante Checoslovaquia; en el del 78, contra Austria; en el del 82, ante Irlanda del Norte; en el del 94, frente a Italia… Tragos que dejan sabor a hiel como ésos los ha padecido España con rivales de mayor o menor fuste. Y se ha recuperado. De las adversidades surgieron otros grandes momentos.

La derrota ante Estados Unidos impidió que España alcanzara la final de la primera Copa Confederaciones en la que participaba y la condenó a la lucha por el tercer puesto. Ni mucho menos era lo previsto. Ni lo que se había ganado el equipo. Fue un traspié amén de inesperado, grave, es cierto, pero que en modo alguno empaña la trayectoria de un equipo que cuatro días antes había materializado una proeza: alcanzar los 35 partidos invicto de Brasil y superar los 14 triunfos consecutivos de Francia, gestas que los agazapados suelen olvidar de inmediato para saltar a la yugular. Somos flacos de memoria, sí, sin duda y, más, cuando hay intereses ocultos. O a la luz del día.

Cuando la memoria flaqueaH

La derrota de España ante EE UU ha sido más dolorosa por romper una trayectoria intachable que por inesperada, que también lo fue. Hace un año ya nos costó un mundo ganarles en Santander, camino de la triunfal Eurocopa 2008.


la tribuna

Un excelente escenario para otra Copa del Mundo

l próximo mes de junio, Sudáfrica recibirá a los participantes en la Copa del Mundo 2010. Llevan años trabajando en ello. Medio país se encuentra en obras. Avanzan las de

los estadios que no están concluidas, se trabaja en las comunicaciones por tierra (un tren de alta velocidad y un metro, en Johannesburgo), mejoran las comunicacio-

nes por Internet y se construyen hoteles. Los organizadores de la Copa saben que no sólo se les va a exigir muchísimo, sino que los ojos del mundo futbolístico, y del que no lo es, están puestos en ellos y en su pueblo. Y no son miradas cómodas las que se dirigen hacia Sudáfrica.

Pero, ¿qué significa eso? ¿Acaso que la orga-nización de un fenómeno como éste debe responder tan sólo a unos condicionantes y criterios que únicamente se dan en Europa o en América del Norte y del Sur? ¿Podemos ser tan restrictivos como para exigir que sólo desde ciertas perspectivas, mayorita-riamente europeas, puede organizarse una

Copa del Mundo de fútbol? ¿No habrá que asumir en aras de muchos factores que también puede hacerse desde las diferencias? ¿No es y ha sido el Continente africano un semillero de grandes jugadores y no será, o es que alguien lo duda, un semillero mayor en lo sucesivo? El fútbol es fútbol, pero es algo más que comodidades, espléndidos hoteles, que los hay en Sudáfrica, magníficos restauran-

tes, que también los hay, e intachables comunica-ciones; es, también, soli-daridad, reconocimiento, gratitud, calor, esfuerzo y capacidad de mejora. Y esto lo asegura con cre-ces Sudáfrica más allá de otras limitaciones que están ahí, así que empe-cemos a prepararnos para volver a un enorme país que se ha volcado en la Copa Confederaciones y, especialmente, con España, cuyos colores han paseado, sentido y lucido miles de aficionados con sumo orgullo. Hay infini-dad de valedores de Sudá-frica y, entre ellos, natu-ralmente, Ángel Villar y Vicente del Bosque.

E

Vista del Free State Stadium de Mangaung/Bloemfontein.


copa confederaciones



ay equipos que hacen de algunas de sus virtudes un sello especial. Siempre ha habido de esos equi-pos. Unos lucen por sus virtudes

técnicas; otros por su condición física; algunos por sus habilidades y unos pocos, los privilegia-dos, porque reúnen algunos de esos factores. No es fácil y por eso son recordados. No hay tantos, además.

España ganó la Eurocopa con un fútbol que había ido madurando, tras los sobresaltos a que da lugar todo aprendizaje. Al poco de iniciar la carrera, la selección sufrió dos contratiempos en Belfast y Estocolmo que causaron la natural desazón. Hubo incluso quienes para aliviarla o aliviarse solicitaron la cabeza de Luis Aragonés. Algunos incluso a gritos.

Meses más tarde, España maravillaba en la Eurocopa con un juego de pase reiterado pase y en cuyos principios era ley tener el balón

para que, de ese modo, no pudiera disponer de su manejo el contrario. La selección dio unas cuantas lecciones magistrales de eso, pero, quizás, no le habría bastado para ganar el título si no hubiese añadido otras: una gran homogeneidad en todos los aspectos y coraje para administrar sus ventajas y su superiori-dad. A veces eso también es muy necesario.

En el partido de consolación de la Copa Confederaciones, la “roja” tuvo que apelar a esos instintos para recobrarse de un primer tiempo nada brillante, para ver como su supe-rioridad no se traducía en goles, para remontar el que le hicieron en el 73 y para, nuevamente, irse arriba cuando, inopinadamente, marcó Sudáfrica en el minuto 93 el 2-2 que llevaba a la prórroga. Estas recuperaciones nunca han sido fáciles. Y mucho menos si uno tiene que darles curso ante el equipo de casa, es decir, Sudáfrica.

Diga üiza,diga ol

3-2 España ganó la tercera plaza por decisión y coraje cuando todo iba camino de perderse, en un duelo apasionante con Sudáfrica.

H



El encuentro que echaba el telón a la Copa Confederaciones tenía trampa. España había derrotado (2-0) al anfitrión en la primera ronda y se apuntaba a que eso podría volver a pro-ducirse. No el resultado, sino una cierta como-didad en el desarrollo del juego. Sin embargo, se habían producido ciertos cambios anímicos a considerar: España llegaba batida por EE UU de modo sorprendente y Sudáfrica de plantar cara como un jabato ante Brasil, a la que asustó. Jugar en casa era un añadido a estimar.

España no se encontró en la primera mitad. No encontró los espacios en el campo, no enhebró jugadas, no tuvo el balón en su poder

como suele tenerlo y tras un comienzo prome-tedor, con dos acciones de Villa que rondaron el gol, no pudo impedir que Sudáfrica igualara el pulso y llegara a imponerse en terrenos donde la “roja” marca distancias, los del medio campo. Los sudafricanos pusieron incluso a trabajar seriamente a Casillas, algo que, en rea-lidad, no había sucedido durante todo la Copa. Ni la noche de la derrota frente a USA.

A menudo, los 15 minutos de descanso dan para muchas cosas. Son tiempo para reor-denar los planes si hay que hacerlo. España saltó al campo con los mismos jugadores, pero pronto se vio que algo había cambiado.

Cazorla se fue más hacia terrenos de dentro, apareció más Riera, creció Xabi Alonso… En definitiva, el medio campo. Villa pudo volver a marcar a los 47’ y al poco el colegiado anuló un gol a Busquets. Parecía que el partido estaba encarrilado, pero no fue así. A los 73’, Sudáfrica ligó una larga jugada que ya había mostrado en otros momentos y en otros par-tidos, pero, en esta oportunidad no falló ante la boca del gol.

El partido había tomado mal cariz. Los vien-tos soplaban a favor de los “Bafana, Bafana”. No quedaba mucho tiempo para remediarlo, pero España había retomado las rutas de otras tardes espléndidas. No era la misma que se fue a la caseta. El equipo tenía no sólo fe en que lo conseguiría, sino un ansia loca de conseguirlo. Todos sus esfuerzos, sin embargo, habían fracasado hasta que un tipo especializado en este tipo de asuntos, jere-

España, 3 (Güiza, dos, y Xabi Alonso) - Sudáfrica, 2 (Mphela)

España: Casillas; Arbeloa, Albiol, Piqué, Capdevila; Xabi Alonso; Cazorla, Busquets (Llorente, 80 min.), Riera; Torres (Silva, 57 min.) y Villa (Güiza, 57 min.).Sudáfrica: Khune; Gaxa, Booth, Mokoena, Masilela; Pienaar (Mphela, 64 min.), Dikgacoi, Sibaya, Modise (Van Heerden, 69 min.); Parker y Tshabalala (Mhlongo, 84 min.).Goles: 0-1, (73 min.): Larga jugada del ataque sudafricano, que concluye con un centro que remacha el recién salido Mphela. 1-1, (88 min.): Güiza amortigua un balón con el pecho y marca por bajo. 2-1, (89 min.): Güiza recibe un balón de Cazorla en la esquina derecha del área, levanta la cabeza y lo coloca lejos del alcance de Khune. El cuero golpea en el palo derecho y entra. Un golazo. 2-2, (93 min.): Tremendo disparo de Mphela en el saque de una falta. 3-2, (106 min.): Lanzamiento directo de falta de Xabi Alonso, lejos del alcance de Khune.Árbitro: El australiano Matthew Breeze. Amonestó a Busquets (38 min.), a Pienaar (47 min.) y a Albiol (83 min.) y a Masilela (107 min.). Anuló un gol a Busquets por fuera de juego a los 48’ y no señaló penalti en una acción de Sibaya a los 104’, que desvió con la mano derecha un balón cabeceado por Silva.Campo: Royal Bafokeng de Rustenburg. 35.000 mil espectadores, en una tarde soleada, de temperatura agradable y con ligero viento. Joseph S Blatter, presidente de la FIFA, saludó a todos los jugadores antes de iniciarse el encuentro. Al finalizar el choque entregó a los jugadores españoles las medallas como terceros clasificados.

Güiza dio la vuelta a un

marcador que parecía

decidido con dos goles en

un minuto (88 y 89). Xabi

Alonso selló el triunfo con

otro en el 106.


copa

La alegría del triunfoLa tercera plaza parece definitivamente asegurada. Los jugadores españoles hacen piña en torno a Xabi Alonso, autor del tercer gol de España en el primer minuto de la segunda parte de la prórroga ante Sudáfrica. Los rostros de los jugadores demuestran la alegría de una diana, que acabaría proporcionando a España el tercer lugar; abajo, Xabi Alonso, elegido el mejor jugador del partido, interviene para cortar un ataque de la más que peligrosa selección sudafricana; a la izquierda, el remate del donostiarra que certificó el triunfo de la “roja”.



zano por más señas, de nombre Dani Güiza, decidió cortar por lo sano. A los 88’ el andaluz protegió un balón con el pecho y remató de zurda y raso para empatar. Apenas uno más tarde, desde el otro ángulo, en el borde del área, Güiza vio al portero sudafricano cerca de su palo izquierdo, así que le envió el balón en una parábola que le llevó a golpear en el derecho y a besar mansamente las mallas. Una diana que debía valer por el partido y por la tercera plaza en juego.

Aquello, que parecía definitivamente resuelto, volvió a cambiar para sorpresa general. A los 93’, en el último de la prolongación del encuentro, el colegiado señaló una falta perpendicular al

marco de Casillas, que antes había tenido que demostrar reiteradamente su talla ante un rival muy crecido, y a más de dos docenas de metros de su área. Protestaron levemente los españoles la infracción, se colocó la barrera y, de pronto, Mphela, que había hecho el primer gol, soltó un tremendo disparo que se coló de forma inapelable en el marco de Iker. Un gol imparable que conducía a la prórroga.

Pero para entonces ya era poco menos que imposible frenar a la “roja”, definitiva-mente dispuesta a hacerse con el “bronce” del Torneo. A ratos el partido fue un toma y daca frenético, pero el mando era claro, la voluntad de los españoles incuestiona-bles y su superioridad en todos los terre-nos, determinante. A los 106’, Xabi Alonso

botó una falta desde el lateral izquierdo y su remate despistó al portero, que ni se movió. Era la diana del 3-2 ante la que ya nada pudo hacer Sudáfrica, el telón a una participación más que notable de España (cuatro partidos ganados, uno perdido, 11 goles a favor, 4 en contra), cerrada brindando algo de lo mejor que tiene una formidable selección: su espíritu para rehacerse cuando las cosas pintan. Frente a EE UU no pudo ser, pero ésa noche poco salió como estaba en el guión; contra Sudáfrica, sí, aunque fuera al final, cuando los que no con-taban con la raza de la selección daban por perdido el duelo por el tercer puesto.

Ésos no conocen a España.



La lucha por la tercera plaza concluyó con el triunfo de España. Éstas fotos recogen algunos de los momentos de la final de consolación: a la izquierda, el grupo español posa para la posteridad; abajo, el equipo inicial del partido; a la derecha, Vicente del Bosque, Ángel Villar y Fernando Hierro, durante la ceremonia final; Fernando Llorente, disputando un balón al siempre aclamado por los seguidores locales Booth; un grupo de niños españoles, con una bandera de España; un instante previo al comienzo de la prórroga y Santi Cazorla, luchando bravamente con un jugador sudafricano.



Brasil se coronó por tercera vezLa “canarinha”

sufrió enormemente para derrotar

a EE UU, que llegó a

adelantarse con dos goles.



La selección brasileña de fútbol se coronó por tercera vez, las dos anteriores en 1995 y 2007, campeón de la Copa Confederacio-nes de fútbol. Para ello tuvo que vencer la fortísima respuesta de EE UU, que llegó a ponerse con un peligroso 0-2 en el marcador. Un gol de Luis Fabiano en el primer minuto de la segunda mitad acercó a los brasileños, que reaccionaron formidablemente y ganaron con una diana de su central Lucio a seis minutos del final del choque. Antes, el propio Luis Fabiano había conseguido las tablas amenazantes para los estadounidenses.

Estados Unidos, que se había desprendido de España en una de las dos semifinales, plantó cara de forma soberbia a la selección brasileña, a la que sorprendió con una diana de Dempsey a los 10’ de juego y con otra de Donovan a los 27’. El estupor que eso causó en las filas del equipo de Dunga no encontró solución hasta que nada más reiniciarse la segunda mitad, Luis Fabiano acortó distancias. El propio ariete establecería la igualada en el marcador a los 74 minutos de partido.

Brasil no sólo se coronó, sino que fue el único equipo que acabó invicto el Torneo. Fue, además, el máximo realizador con un total de 14 tantos en cinco choques, lo que supone una marca de casi tres por partido. Su fútbol de ataque resultó demoledor, aunque tanto los norteamericanos como Egipto (4-3, en el primer partido) y Sudáfrica, en la semifinal que perdieron cuando el partido expiraba (1-0), se lo pusieron muy difícil al número 1 de la Copa Confederaciones.

1ª Fase. Grupo A España, 5 - Nueva Zelanda, 0 Sudáfrica, 0 - Irak, 0 España, 1 - Irak, 0 Sudáfrica, 2 - Nueva Zelanda, 0 España, 2 - Sudáfrica, 0 Irak, 0 - Nueva Zelanda, 0

1ª Fase. Grupo B Brasil, 4 - Egipto, 3 Italia, 3 - EE UU, 1 Egipto, 1 - Italia, 0 Brasil, 3 - EE UU, 0 Italia, 0 - Brasil, 3 EE UU, 3 - Egipto, 0

Semifinales España, 0 - EE UU, 2 Brasil, 1 - Sudáfrica, 0Tercer y cuarto puesto España, 3 - Sudáfrica, 2Final Brasil, 3 - EE UU, 2

Resultados



DesolaciónDos dianas de Altidore y Dempsey quebraron una racha formidable en una

noche amarga para el campeón de Europa y dieron el triunfo (0-2) a EE.UU.

os “milagros”, entre comillas, suelen ser fenómenos que no se repiten con demasiada frecuen-cia, de los que se habla mucho,

pero que si se repiten a los tres días, entonces hay que entenderlos como menos “milagro” y más como otras cosas. Estados Unidos hizo uno de ésos tan regularmente frecuentes en fútbol la noche en la que goleó a Egipto y se

aprovechó de la debacle italiana ante Brasil. Fue un “milagro” considerable porque dejaba fuera del Torneo al campeón del mundo y a Egipto, que había batido a la “azzurra”.

A los 27 minutos del primer tiempo del par-tido que le enfrentaba a España, Jozy Altidore agarró un balón por el centro de la defensa española, un poco vencido a la izquierda, prote-gió el cuero con el cuerpo, se zafó de la vigorosa

L



La selección española lo intentó todo, pero no pudo superar la gran defensa de los norteamericanos.

entrada de Puyol y remató con la zurda. Casillas puso la mano derecha y tocó el balón, pero no lo suficiente. El cuero golpeó en el poste y entró. Era una contrariedad, aunque daba la impre-sión de que no iba a pasar de eso. O sea, por entonces nadie pensaba que pudiera ser algo más de lo que ya era: un susto.

Lo cierto es que Estados Unidos había estado cerca del gol hasta entonces en más que ocasio-nes que la selección española, tras un comienzo vacilante que los chicos de EE UU explotaron con sus armas: velocidad en carrera, toque rápido y contragolpe. En realidad, los diez primeros

minutos fueron mucho más amenazantes de lo que todos esperábamos. Sorprendidos por la agilidad de los norteamericanos, a los cam-peones de Europa les costó encontrar el sitio que buscaban y que siempre ha sido el deter-minante de su superioridad, es decir, dominar el partido con el balón para jugarlo, moverlo a discreción y abrir por las bandas. Dos líneas de cuatro, la segunda, la defensiva, inexpugnable por alto y la amenaza de la rapidez USA al con-tragolpe frenaban el fútbol de la “roja”.

Estados Unidos se aplicó a conciencia en lo que sabe hacer, que es un fútbol basado en los



simplismos. Simplismo no significa que ése fút-bol sea vano o ligero. Tocan, corren, se apoyan y llegan. Tienen una notable habilidad en eso de medio campo hacia el área rival y cuentan con la anticipación como factor añadido cuando el adversario ralentiza el juego o se siente en apuros. La diana de Altidore rompió los esque-mas de España. Era el primer gol que enca-jaba en la Copa, lo sufría ante un rival menor, que ya bastante había hecho con estar donde estaba, veía en peligro su récord de victorias y no acaba de encontrar a su gente en los grandes tonos conocidos. Le costaba a Xavi enlazar con

Villa y a Torres; le costaba a Alonso enlazar con aquél y con Fábregas, el más agudo, y en banda izquierda las penetraciones que finalizaban en centros altos estaban condenadas a encontrar la cabeza de los contundentes centrales de Estados Unidos. Por banda derecha ocurría lo mismo. El partido, pues, se fue al descanso con las nubes amenazantes de un enemigo crecido, con ven-taja y al que España había conseguido apurar a ratos más por genio que por haber encontrado caminos por los que batir a Howard.

La segunda parte cambió de cariz, como era previsible, y dio la iniciativa al que era

España, 0 - Estados Unidos, 2 (Altidore y Dempsey)

España: Casillas, Ramos, Puyol, Piqué, Capdevila; Alonso; Fábregas (Cazorla, 70 min.), Xavi, Riera (Mata, 76 min.); Torres y Villa.EE UU: Howard; Spector, Onyewu, Bocanegra, DeMerit; Dempsey (Bornstein, 88 min.), Clark, Bradley, Donovan; Davies (Feilhaber, 71 min.) y Altidore (Casey 83 min.).Goles: 0-1, 27 min.: Jugada por la izquierda del ataque norteamericano, que finaliza Altidore, salvando la entrada de Puyol, con un zurdazo. Casillas toca el balón, pero no lo suficiente como para evitar que entre, tras golpear en su poste derecho. 0-2, 72 min.: Donovan penetra por la derecha, despeja en corto Piqué, el balón queda a pies de Ramos, pero Dempsey se anticipa, mete el pie y marca.Árbitro: El colegiado uruguayo Jorge Larrionda. Amonestó a Donovan (5 min.), Altidore (27 min.), por despojarse de la camiseta después de abrir el marcador, Capdevila (35 min.) y Piqué (88 min.). Expulsó, por roja directa, a Bradley a los 85 min.Estadio: Free State Stadiumg de Mangaung/Bloemfontein. Veinte mil espectadores y entre ellos, como siempre, grupos de entusiastas seguidores de la “roja” en los que se contaban, también como siempre, no pocos sudafricanos. Antes de comenzar el encuentro, los capitanes de ambas selecciones, Iker Casillas y Carlos Bocanegra, leyeron sendos manifiestos contra la violencia, la intolerancia y el racismo. Las dos selecciones posaron juntas, posteriormente, con el lema “Dí no al racismo”. Noche fría, pero no tanto como se anunciaba.

Frente a un adversario que no

cedió un centímetro en su muro de contención, la

selección española no renunció nunca,

apelando a todos sus jugadores (Puyol, Piqué, Riera y Del

Bosque, en las fotos) para intentar ganar.



superior. La tuvo España, que apretó y apretó lo indeci-ble, pero sin dar con la velocidad justa para superar la que se tenía por rudimentaria, aunque eficaz, defensa de los norteamericanos, que cuando les llegaron las duras demostrar una enorme solidez respaldada por un exce-lente Howard. España tuvo el balón, el campo, ante lo que los estadounidenses no dieron la sensación de sentirse muy preocupados, pero no la gran precisión a que nos tiene acostumbrados, de modo que EE UU se afanó hasta la extenuación en lo de cruzarse, anticiparse y demás virtudes que se les suponen a los grandes zagueros. Hay que reconocer que en eso estuvieron impecables. Lo que parecía un “milagro” que no podría sostenerse no sólo fue tomando cuerpo, sino que adquirió matiz de inevitable a los 73 minutos cuando Donovan inició una jugada por la derecha que acabó aprovechando con cierta fortuna Dempsey para hacer el increíble 0-2.

USA ganó el partido y lo ganó por su firmeza atrás, que también cuenta, por sus méritos destructivos y sus habilida-des en dos acciones afortunadas, por su firme voluntad y por-que no cedió ni un milímetro defensivamente por arriba y ni un centímetro por abajo. A veces lo hizo al patadón; a veces como pudo; a menudo muy apretada, pero lo suficiente como para anular al campeón, que bregó, luchó y puso en juego una enorme voluntad, aunque no acertara siempre. Ya sabemos que no se puede ganar siempre.

Y eso es lo que ocurrió.

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No podía ser en otro lugar. O no podía haber otro mejor. En 1994, Sudáfrica abolió el lacee-rante apartheid con el que una minoría de los blancos (seis millones) sometían a los negros (cuarenta millones), una lacra de la que ya

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sólo quedan vestigios personales y museos que recuerdan la gran vergüenza. Para evitar que en lo sucesivo se repitan sucesos semejantes, tarea en la que FIFA ha puesto siempre gran empeño, los jugadores de las cuatro selecciones semifinalistas, España, EE UU, Brasil y Sudáfrica, leyeron antes de comenzar los encuentros de “semis” unos manifiestos contrarios al racismo, por la integración de todos y en el que no haya diferencias por el color de la piel.

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La noche de los

récords


El 20 de junio, la selección alcanzó dos hitos: superó los 14 partidos consecutivos ganados

por la selección de Francia e igualó los 35 encuentros invicta de otra de Brasil. Batió sin

sufrir demasiado 2-0 a Sudáfrica y se metió en semifinales. Éste es el primer gol, el zurdazo de

Villa que empezaba a asegurar una victoria difícil y trabajada ante el anfitrión de la Copa.



ay días que pasan a la historia. Pasan no por su trascendencia, que, a veces, suele coincidir, sino porque en ellos se alcanzan

récords que parecían inalcanzables, ésos que nunca han estado a mano, de los que siempre han disfrutado otros, por desgracia. Ése día fue el 20 de junio, con noche cerrada, en el estadio Free State Stadium de Mangaung/Bloemfon-tein, donde la selección española llegó a la cumbre: batió (2-0) a Sudáfrica, concluyó la primera fase de la Copa Confederaciones en cabeza de su grupo, se clasificó para semifina-les, mejoró el récord de victorias consecutivas que tenía una selección de Francia, elevándolo a 15, e igualó el de una selección brasileña, invicta durante 35 encuentros consecutivos. Número que demuestran cosas. Datos que avalan condiciones. Cifras para la historia.

Camino de tres años sin hincar la rodilla. Todo un acontecimiento.

Ése sábado, España debía afrontar el más difícil de los partidos de la ronda inicial de la Copa Confederaciones. Ya había goleado (5-0) a Nueva Zelanda y batido (1-0) con más apu-ros en el marcador que en el campo a Irak. Lo que le quedaba por dirimir era su autoridad en el grupo, frente al anfitrión, Sudáfrica, que podría necesitar un punto para clasificarse si, a la misma hora, Irak se deshacía de Nueva Zelanda. El partido había despertado un gran interés y una enorme expectación alrededor de la selección local. Por distintos motivos, los sudafricanos se veían ante la necesidad de tratar de evitar como fuera que España ganara y si lo conseguía uno de los dos récords que estaban al alcance de su mano se evaporaría.

Un clamor recorrió el Free State Stadium de Mangaung/Bloemfontein de principio a fin del partido, como siempre cuando juegan los sudafricanos, pero el griterío de miles de seguidores de los “Bafana, Bafana” fue insuficiente para anular la superioridad de la “roja”.

H



El estadio de Mangaung/Bloemnfontein no llegó a llenarse, pero no le faltó mucho. Cuando un estadio en Sudáfrica se llena se tienen aseguradas muchas cosas y tres, sin duda: el colorido, el ritmo y un ruido infernal. Durante 90 minutos, miles de trompetas dise-ñadas especialmente para la Copa Confede-raciones atronaron el espacio; durante hora y media, miles de aficionados sudafricanos al fútbol, entre los que había unas decenas de españoles, intentaron la gloria de vencer al campeón de Europa, empujando a su selec-

ción. Fue un hermoso ejemplo de solidaridad con un equipo entregado, voluntarioso, duro, a ratos, con una fe enorme, pero sin peligro atacante que añadiera a sus méritos otras virtudes necesarias para vencer. Más cuando enfrente estaba España.

La “roja” ganó el partido, sobreponiéndose a todas las dificultades: una larguísima tempo-rada, tres partidos desde el día 9 (Azerbaiyán, Nueva Zelanda e Irak), un comprensible des-gaste, las dificultades que el sólo hecho de ser favorito causan, la rapidez del adversario y la

Llorente y Villa cantan los dos goles de España al anfitrión.

Los sudafricanos calentaron en su partido contra España como una perfecta compañía de ballet.



presión que genera saberse entre los mejores, o el mejor, y la necesidad de defender ese papel. España tuvo que emplearse a fondo en la primera mitad, en la que no logró marcar, y a una Sudáfrica valerosa en la segunda, con el añadido de hacerlo, tras haberle detenido el excelente guardameta sudafricano Khone un penalti a Villa. Tardó lo justó el “Guaje” en rec-tificarlo, abriendo el marcador, tras parar un balón cruzado por Riera con el pecho, dejarlo caer y empalmarlo con la izquierda. Una vein-tena de minutos más tarde Llorente liquidó las pocas esperanzas que les quedaban a los sudafricanos, enmendando un remate fallido

de Fábregas. Justo triunfo, justo resultado, cabeza de grupo, dos récords.

El partido de la noche de los récords brindó imágenes que prueban claramente que talante se respira en ese impresionante grupo diri-gido por Vicente del Bosque, que no conocía hasta ese instante sino la cara feliz de la vic-toria desde agosto de 2008. Esas imágenes se corresponden con la desolación compar-tida cuando se yerran ocasiones magníficas (el penalty) e, inmediatamente, estallidos de júbilo en torno al mismo jugador cuando éste, capaz de enormes esfuerzos continuados durante todo el Torneo, encamina a los suyos

Pablo Hernández trata de salvar a un contrario.

Fernando Torres, siempre en la boca del gol.



España, 2 (Villa y Fernando Llorente) - Sudáfrica, 0

España: Reina; Puyol, Piqué, Albiol, Arbeloa; Busquets; Fábregas, Xavi, Riera (Cazorla, 80 min.); Torres (Fernando Llorente, 60 min.) y Villa (Pablo, 60 min.).Sudáfrica: Khune; Gaxa, Booth, Mokoena, Masilela; Pienaar, Mhlongo, Dikgacoi, Sibaya (Mashego, 82 min.), Modise; Parker (Tshabalala, 91 min.).Goles: 1-0, (51 min.): Centro cruzado de Riera, que Villa para con el pecho y empalma con la izquierda. 2-0, (72 min.): Xavi bota junto al córner una falta a Puyol, no acierta en el empalme Fábregas, pero sí Fernando Llorente.Árbitro: El colegiado chileno Pablo Pozzo. Amonestó a Sibaya (3 min.), Albiol (25 min.), Modise (52 min.) y Piqué (54 min.).Estadio: Free State Stadion de Mangaung/Bloemfontein. Casi lleno. Los aficionados, entre los que se encontraban algunos reducidos grupos de seguidores de España, brindaron un impresionante espectáculo de sonido y color. Al partido asistieron el presidente de la República de Sudáfrica, Jacob Zuma; el presidente de la FIFA, Joseph Blatter y el presidente de la RFEF, Ángel Mª Villar.

hacia la victoria, logrando el primer gol de la noche. Eso ocurrió con Villa: erró la máxima pena y fueron a consolarle; hizo el primer gol y todos corrieron a elevarle, casi, en volandas. Y sobre Villa sobrevolaba lo que sobrevolaba durante toda la Copa Confederaciones; su futuro.

El triunfo sobre Sudáfrica no constituyó una tragedia para sus seguidores. Nada más con-cluir el encuentro se les comunicó que Irak no había podido derrotar a Nueva Zelanda, lo que clasificaba a “Bafana, Bafana” para semifinales. En uno de los fondos, un ataúd con los colores de España, que un aficionado había prepa-

rado, siguiendo el ritual para estos efectos de otros en cualquier lugar del mundo, empezó a agitarse como se había agitado durante los 93 minutos de partido. Mientras, en las gra-das, miles de sudafricanos bailaban a ritmo incesante, celebrando su calificación, que no su triunfo ante España. No habían ganado a la “roja”, de la que aún están muy lejos, pero habían conseguido clasificarse. Siguen lejos de los mejores, de España, por ejemplo, que lo es, pero para ellos era suficiente. Entre sus retos no estaba el de ser primeros de grupo, ni el de conseguir récords que exhibir. Ésas cosas que-dan para otros. Para España, claro que sí.

Alegría colectiva, tras uno de los goles de España. Arbeloa, disputando un balón a dos jugadores sudafricanos.



Color español en Sudáfrica



La selección disputó la Copa Confederaciones bajo el calor de una afición, que se volcó con el equipo nacional, al que dispensó en todos sus partidos, menos, naturalmente, en los dos contra Sudáfrica, un trato preferencial, cariñoso, de respeto y profunda admiración. Los nombres de sus jugadores fueron coreados como si fueran los de casa, en una prueba de afecto nunca vista.



N o se había llegado a los 20 minu-tos de la segunda mitad cuando en el Free State Stadium se pro-dujo un suceso extraordinario.

Aparentemente, no había nada que justificara lo que allí estaba pasando, una de esas cosas que encajaba más con el espíritu que con la visión de lo que ocurre. En ese momento, más de veinte mil espectadores empezaron a cantar y bailar, frenéticamente muchos, acom-pasadamente el resto, sobre las gradas del Free State Stadion de Mangaung/Bloemfon-

Un cabezazo de Villa llevó a España a la victoria (1-0) contra Irak, partido que acabó con una explosión de alegría de los

aficionados locales, inconcebible en otro lugar.

tein. Sus voces se elevaron a los cielos como un torrente de alegría inexplicable e incontenible, como si, de pronto, todos y cada uno de ellos se sintieran inmensamente felices. El sonido y el corazón de un país brotaron de las gradas de cemento y acompañaron, envolviéndolo en una orgía conmovedora, el resto del partido que quedaba entre España e Irak. Sólo alguna acción aislada de los jugadores de la “roja” y algún contragolpe irakí mitigó momentánea-mente las voces que salían de las gargantas de esos miles de aficionados cantando, de miles

Un espectáculo embriagador



de cuerpos moviéndose rítmicamente en algo que, por si mismo, y por ligero que pueda parecer, ya justifica que una Copa Mundial se celebre en Sudáfrica. Se lo merecen los suyos. Sin duda alguna.

Por las razones que sea, y que no siempre son tan sencillas de explicar, España ha entrado en el corazón de los sudafricanos. Puede que se deba a la distancia de lo desconocido, al éxito de la Eurocopa, a la presencia en su equipo de media docena de jugadores que actúan en clubes ingleses o a lo que sea, pero es una evi-dencia palpable. Encontrarse con seguidores de la “roja” en cualquier estadio del mundo, lo que antes ocurría muy raras veces, es una constante. Pero encontrarse con ciudadanos sudafricanos con banderas, camisetas y gorros de España o con sus rostros con dos tiras rojas y una más ancha gualda, en el centro, no sólo debe considerarse excepcional, sino aleccio-

nador. Ése es uno de los grandes resultados que ha producido el éxito en la Eurocopa. Sin duda.

Los espectadores que acudieron al Free State Stadium de Mangaung/Bloemfontein lo hicieron con la esperanza de que ganara España. En tal sentido, sus ilusiones encontra-ron respuesta en el magnífico tanto de Villa que le dio el triunfo a la “roja”. Pero acudie-ron, también, entusiasmados con la posibi-lidad de que su preferido, esto es, Fernando Torres, encadenara otra noche sublime a la de Nueva Zelanda. Cada vez que el “Niño” cogía el balón un “¡uuuy!” se extendía por el estadio y el mismo zumbido acompañaba sus remates lejanos, su arranque de jugadas… El partido no dio para el lucimiento de Torres ni para el de sus compañeros para decepción de los aficio-nados. Irak empleó cuantas armas conoce para frenar a los españoles y lo hizo desde un plan-



teamiento táctico absolutamente restrictivo: cinco defensas, cuatro medios, un atacante. No tuvo reparo Milutinovic en aceptar que sus contrarios tuvieran el balón, algo que para España es vital y mortífero para su adversario, pero cuando intentaron moverlo, de medio campo hacia el portero Kassid, se encontraron siempre con escollo tras escollo: nada menos que diez jugadores disciplinados empleados en la misión colectiva de entorpecer el juego rápido y las penetraciones veloces de España. Hay que decir que lo consiguieron.

El partido fue un monólogo apenas per-turbado por ciertos ataques irakíes que no causaron daño alguno. Las fuerzas del equipo de Milutinovic son de otra índole. Lo habían demostrado ante Sudáfrica (0-0) y lo probaron frente a España. Es verdad que el campeón de Europa tuvo muchas más ocasiones de gol que el de Asia, pero claras, claras, no más de tres o cuatro. Irak no abrió caminos por los que pasar. Habría sido demasiado tras renun-ciar masivamente a luchar por el control del juego y a echarle un pulso a la “roja”. Pero eso lo hicieron muy bien y acabaron el duelo con un resultado digno que pocos esperaban y que se ganaron desde la solidez de un sistema defensivo muy entero y la entrega generosa de los que, por delante, sostuvieron la línea. Los irakíes se batieron el cobre de principio a fin,

convencidos de que su pellejo dependía de lo que aguantara su Numancia particular. Fueron 53 minutos. Hasta que llegó el cabezazo de Villa para hacer justifica a una tarde de fútbol disputado y no generoso.

Mucho antes de que el choque concluyera los miles de aficionados sudafricanos pre-sentes en el estadio habían iniciado un ritual sobrecogedor. Se pusieron en pie y miles de gargantas empezaron a cantar a coro, mientras sus cuerpos se movían acompasada-mente. No había nada más que ver sus rostros para entender que lo que decían tenía que ser alegre. Las palmas batieron y atronaron en el estadio y las sonrisas de inmensa felicidad se extendieron de fondo a fondo, de lateral a lateral en una orgía de música y baile que erizaba la piel. Fue una explosión inconcebi-ble e imposible en otro lugar, un huracán que justifica por sí sólo que a Sudáfrica se le haya concedido la Copa del Mundo 2010. Habrá problemas de alojamiento, no sé; habrá pro-blemas de comunicación, no sé, pero no habrá problema alguno con su gente, que es vital en un acontecimiento de la envergadura de un Mundial, capaz de proporcionarnos a todos en Maungang/Bloemfontein un espec-táculo desgarrador a la vez que contagioso de alegría. De una alegría que ya resulta muy difícil ver por el mundo.


España, 1 (Villa) - Irak, 0

España: Casillas; Ramos, Marchena, Piqué, Capdevila; Xabi Alonso; Cazorla (Silva, 65 min.), Xavi (Busquets, 82 min.), Mata; Torres y Villa (Güiza, 74 min.).Irak: Kassid; Kareem, Majeed, Abbas, Shakker; Rehema; Akran, Mohammed (Jasim, 69 min.), Saeed (Kareem, 60 min.); Zahra (Mahmoud, 80 min.) y Khalid.Goles: 1-0, (53 min.): Centro pasado de Capdevila, que pica Villa de cabeza.Árbitro: El colegiado australiano Mattheew Breeze. Amonestó a Xabi Alonso a los 37 minutos y a Marchena a los 52.Estadio. Free State (Mangaung/Bloemfontein). Segundo partido de la Copa Confederaciones. Veinticinco mil espectadores, unas decenas de ellos españoles e irakíes.

Sergio Ramos frena un ataque de Irak.

Silva inicia un ataque de España. Los defensas iraquíes, sin contemplaciones, ahora, con Mata.



Bloemfontein,con la “roja”

En zona de clara influencia holandesa, los habitantes de Mangaung/Bloemfontein también se alinearon con el campeón de Europa.

spaña se desplazó el lunes 15 de junio a Mangaung, nuevo nombre de la ciudad que aca-bará sustituyendo al de Bloe-

mfontein, para disputar su segundo partido de la Copa Confederaciones contra Irak. Man-gaung/Bloemfontein es una zona de notable influencia “afrikáner” (andar descalzo por un centro comercial es una de sus demostracio-nes), esto es, descendiente de los primeros agricultores holandeses que llegaron a Sudá-frica. Tiene, por tanto, una mayor incidencia de raza blanca, pero eso no significa que el fútbol figure entre sus tradiciones deportivas. Sus preferencias van hacia otros dos deportes: el cricket y el rugby. Las televisiones de los hote-les dan horas y horas interminables de jugadas y partidos de ambos deportes. Como el fútbol en España.

El fútbol es en Sudáfrica un deporte de negros, que practican más los negros y que atrae más su atención. Quizá como respuesta a las preferencias de los blancos. En el equipo nacional sudafricano que se enfrentó a Irak en el primer partido únicamente había un jugador blanco, su lateral izquierdo. Su nom-bre fue silbado cuando lo anunciaron por los altavoces y en cada una de las jugadas en las que intervino.

La selección española encontró en Man-gaung/Bloemfontein el mismo afecto que en Rustenburg, aunque era un cariño más urbano, menos espontáneo, más lejano, pero igual de indudable. Azafatas del centro de prensa pin-taron sus rostros de rojo y gualda y algunos aficionados exhibieron incluso banderas de España en sus vehículos. Frente a uno de los centros comerciales de la ciudad una docena de jóvenes vendían banderas de los dos paí-ses, pero las que despertaban realmente inte-rés eran las rojigualdas.

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o ha rivales débiles, se dice. Es una frase lógica acorde con la prudencia que se ha insta-lado en el fútbol, tras una larga

deriva que tiene, al menos, un cuarto de siglo de vida. El fútbol se ha dimensionado tanto, ha adquirido tal volumen de practicantes, llega a tantos y tantos espectadores que eso ha pro-ducido un comprensible efecto de crecimiento masivo. Donde hace dos docenas de años ni había equipos ni aficionados que acudieran a los campos a ver como se practicaba el fút-bol hoy se asoman masas manifiestamente añadidas a él o dispuestas a hacerlo. Aquellas forman parte ya del gran espectáculo; éstas se hallan en camino de hacerlo. El fútbol invade las calles de África, de Oriente Medio, de zonas de Estados Unidos, ha desembarcado en las lejanas islas del Pacífico y es deporte rey en Japón. Todo eso ha producido un fenómeno equilibrante que no se puede negar.

Pero los novicios suelen ser novicios y por eso se paga un precio. Todos lo han padecido.

El espectáculo de los gestos

Nueva Zelanda tiene un fútbol que no anda muy lejos de sus orígenes, con conceptos muy aproximados al del fútbol inglés, juego de trazo largo, físico, sencillo y directo. Eso le permitió ganar la Copa de Oceanía 2007 y cla-sificarse para la Copa Confederaciones 2009, pero era Oceanía. Esto se lo ganó a pulso, pero para obtener un resultado satisfactorio en la Copa Confederaciones necesitaba muchos otros complementos. Y, desde luego, para incomodar a España, en su debut, mucho más. Por razones que están ahí, que resultan espec-tacularmente estimulantes, pero no tan fáciles de entender, a España le da lo mismo el adver-sario al que se enfrente, el objetivo a cumplir a corto o medio plazo, no atiende a cualquier advertencia sobre riesgos inútiles, hace oídos sordos a recomendaciones de cautela y se enfrenta a cada enemigo como si fuera el más fuerte, como si en ello le fuera la misma vida. Es lo que se llama el ansia por ganar.

Frente a Nueva Zelanda todas las previsio-nes del partido se cumplieron. España estuvo

Las caras de los jugadores de España celebrando sus goles frente a Nueva Zelanda son el exacto reflejo de lo que es el equipo: un grupo homogéneo en el que todas las alegrías y penas se comparten.

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muy lejos de los “all whites”, dominó el duelo de principio a fin, si bien con el 0-4 rebajó algo la presión, y lo resolvió en un cuarto de hora, dejando bien claro que a partir de ese momento nada podría discutírsele. El guión del duelo se ajustó, por tanto, a lo previsible como no podía ser menos, porque si bien hay sorpresas y grandes sorpresas, nada sobre el campo hizo temer que pudiera surgir el 14 de junio en Rustenburg, en el alejado noroeste de la Sudáfrica profunda. La “roja” pasó por encima de Nueva Zelanda como un rodillo y no podía entenderse como llamativo, ni siquiera como chocante. Cinco días antes, el 9 de junio, había hecho lo mismo ante Azerbaiyán, en Bakú. Y mucho antes, muchas veces, sobre contrarios de lo más variopinto, fuertes, muy fuertes, menos fuertes, semejantes o más flojos. La vora-cidad de esa selección constituye uno de sus mayores activos y de sus grandes fenó-menos. Con equipos tibios, con jugadores tibios, con técnicos tibios o con dirigentes tibios no se llega a ningún sitio. Hacen falta

otras muchas cosas para triunfar, es cierto, pero, ¡ay!, sin eso…

La goleada sobre Nueva Zelanda no causó, por tanto, sorpresa alguna. Fue producién-dose, al principio, de forma contundente, como cuando un boxeador coloca tres direc-tos mortales seguidos en 16 minutos, y, a continuación, con dos acciones aisladas, pero suficientes para demostrar que la “roja” seguía ahí. A nadie le llamó la atención siquiera, porque por entonces no se sabía, que en un Torneo oficial de FIFA alguien hubiera hecho tres dianas en el poco tiempo en el que las consiguió Fernando Torres, cada una de ellas diferente a la otra. El 0-5 formaba parte del paisaje que podía darse, así que se tomó como lo que era. En el banquillo, por cierto, Del Bosque ni pestañeaba. Cruzó algunas palabras con dos de sus ayudantes, Grande y Miñano, y poco más. Un periodista inglés, extrañado, se lo recordó el martes 16, en Bloemfontein, tierra de “aafrikaners”, esto es, descendientes de los primeros holandeses que llegaron a Sudáfrica. Eso si llamó la atención.

El gran éxito de la

selección no consiste sólo

en ganar, sino en la

intensidad que pone

para lograrlo frente a

cualquier adversario y

ante cualquier situación.



Fernando Torres logró el “hat trick” más rápido en la historia de la selección absoluta, en partido de competición oficial. Arriba aparece marcando de derecha un magnífico gol a Nueva Zelanda; abajo, cabeceando un centro impecable. Las señas de un goleador.



Las cosas que no causan efecto suelen ser poco duraderas. Ganar 0-5 en un debut en la Copa de Confederaciones fue un notable resultado, pero habida cuenta determinadas circunstancias, pareció mucho más impor-tante otro detalle que desvelaba el espíritu del equipo que lo había hecho posible: la alegría individual y de grupo con la que los campeo-nes de Europa festejaron todos y cada uno de los goles de España. Esos son detalles que resultan difíciles de olvidar, porque, de alguna manera, no se ajustan a los patrones previsi-bles. Nueva Zelanda era un enemigo modesto antes del partido, ojo, modesto, pero no ven-

cido de antemano, y lo fue durante el choque, probablemente porque España liquidó sus posibilidades de ofrecer más resistencia en un santiamén. Así que lo que se celebraba extraor-dinariamente no era sino algo que podía haber pasado y que estaba ocurriendo. ¿Entonces? ¿Por qué esa alegría incontenible de Torres en cada una de sus dianas? ¿Por qué el rostro radiante de Capdevila y Cesc, abrazándose, tras el cuarto? ¿Por qué el de Villa y el “Niño”, en el segundo y el de todos en el que abrió el marcador? ¿Cómo se entiende que Villa vibrara en el último como si le hubiera ido la vida en ello? Fue tan bonito y tan extraordinario

Villa, en lo suyo, el remate mortífero.


Nueva Zelanda, 0 - España, 5 (Torres, tres, Fábregas y Villa)

Nueva Zelanda: Moss; Mulligan, Vicelich, Boyens, Lochhead; Brockie (Christie, 26 min.), Brown, Elliot, Bertos; Killen (Bright, 85 min.) y Schmeltz (James, 75 min.).España: Casillas; Ramos (Arbeloa, 53 min.), Albiol, Puyol, Capdevila; Xabi Alonso; Fábregas, Xavi (Cazorla, 53 min.), Riera; Torres (Silva, 70 min.) y Villa.Goles: 0-1, (6 min.): Ataque español que inicia Villa, prosigue Fábregas y finaliza Torres, quien tras girarse marca con un suave toque con efecto al ángulo izquierdo de Moss. Un gran gol. 0-2, (14 min.): Riera penetra por la izquierda, cede a Villa, que se deshace de su marcador y centra para que Torres empalme suavemente lejos del alcance del portero neozelandés. 0-3, (16 min.): Largo y preciso centro de Riera que cabecea impecablemente Torres. 0-4, (24 min.): Riera enlaza con Capdevila, penetra éste y cede a Fábregas, que marca con la izquierda. 0-5, (47 min.): Excelente acción individual de Torres por banda izquierda, que finaliza con centro y error clamoroso de Brockie que aprovecha Villa.Árbitro: Coffi Codjia (Benin).Incidencias: Royal Bafokeng (Rustenburg). Ocho mil espectadores, entre los que se encontraban unas cuantas decenas de seguidores españoles, que hicieron ostentación de ello. El público local aplaudió la alineación de la “roja” y, en especial, el nombre de Fernando Torres.


que merece reflexionar, porque puede que tenga más importancia de lo que parece.

Entre el primero de los goles de España a Nueva Zelanda y el último transcurrie-ron muchos minutos de juego. Desde el 24 todo estaba decidido. En realidad lo estaba desde mucho antes. Y, sin embargo, nada había cambiado en la actitud de los jugadores ni en el modo de expresar la felicidad que iban produ-ciendo los tantos en el fondo del marco de Moss, guardameta neozelandés. Es normal que a medida que uno añade goles a su cuenta y a la de su equipo las explosiones de júbilo vayan perdiendo potencia. En el caso de España eso no ocurre. Naturalmente, a Torres y a todos nosotros nos produjo un impacto inol-vidable la diana que derrotó a Alemania en la final del 29 de junio en Viena, nada que ver con muchas otras, desde luego, pero del primero ante Nueva Zelanda el “Niño” salió corriendo con los brazos abiertos lo mismo que cuando batió a Lehmann. Y las situaciones eran radical y efectivamente diferentes: una final de la Eurocopa y un partido sencillo frente a un rival voluntarioso. Fernando, sin embargo, y sus compañeros des-nudaron sus almas con unos rostros radiantes, fruto de una alegría difícil de contener. No es un milagro, no, lo que ocurrió ante la sencilla Nueva Zelanda, sino la demostración del espíritu de un grupo que lo hace todo y lo da todo por ganar y al que no le importa quien se encuentre enfrente.

Los aficionados locales se lo pasaron en grande con España.

La pasión sudafricana por Fernando Torres es un hecho consumado. Se siente en todas partes. Las razones hay que buscarlas, fundamentalmente, en la influencia que la Pre-mier League tiene entre los aficionados al fútbol del país. Ésa pasión se vuelca claramente hacia el Liverpool y lo que supone, de modo que es frecuente ver a en los estadios a aficionados con la camiseta de los “reds”. Cuesta mucho más verlos con las del Chelsea, Manchester United o Arsenal. Así que, en consecuencia, Torres es uno de los ídolos futbolísticos locales.

La noche del debut de España en Rustenburg, los fans de Torres hicieron una clara demostración de ello. Desde el “nunca caminarás sólo” hasta el “te queremos Torres”, pasando por otro tipo de pancartas, el “Niño” acaparó las mayores atenciones y las mayores pruebas de cariño en el estadio. Que sea rubio es otro de sus focos de atracción.

Curiosamente, los entusiastas de Torres eran de etnias dife-rentes: los había paquistaníes, ingleses, sudafricanos y hasta chinos y japoneses, en una prueba no ya de que el fútbol es un fenómeno global, sino de que también lo son sus jugadores. El “Niño” pasó y triunfó rotundamente en Sudáfrica.

“We love Torres”



uando se habla de instantanei-dad, ése objeto de deseo tan perseguido en periodismo, la radio es el primer vehículo infor-

mativo. No hay nada más veloz que la palabra viajando cuando la imagen no es posible y de ello da prueba la historia del periodismo. En la Copa Confederaciones, Radio RFEF a través de la página web de la Real Federación Española de Fútbol se constituyó en elemento fundamental para saber que sucedía en torno a la “roja”. Radio RFEF, al habla en Sudáfrica, constituyó, así, un punto de referencia para los que viajaron y para los que se quedaron en

Radio RFEF, al habla en Sudáfrica

Boletines en directo, entrevistas y mesas redondas acompañaron la estancia del equipo nacional en la Copa Confederaciones y el éxito de nuestra emisora.

España. Mientras duró la competición, Radio RFEF entrevistó a los intérpretes de la Copa Confederaciones y añadió a su jugosa oferta boletines, entrevistas personalizadas y mesas redondas, que constituyeron el eje central de la actividad de la Radio. Por ella pasaron el presidente de la RFEF Ángel María Villar; el seleccionador nacional Vicente del Bosque y no pocos jugadores de la selección. Nuestra Radio se convirtió en un foco que centró la atención de numerosos aficionados.

Unas veces desde Rustenburg, donde se disputó el primer partido ante Nueva Zelanda; otras desde Manguang/Bloemnfontein, donde

CEnrique de Nicolás, Vicente del Bosque, Luis Arnáiz y Paloma Antoranz.



La “roja” nos contó sus esperanzas, vivencias e ilusiones en un Torneo que el campeón de Europa afrontó con la enorme seriedad que lo exigía y del que salió conociendo, ya, muchas de las circunstancias que se darán en la Copa del Mundo 2010.

se jugaron el segundo y tercero de la primera fase y la semifinal ante EE UU y, finalmente, desde Johannesburgo, Radio RFEF estuvo siempre en vanguardia de lo que había que decir y de cuando tenía que decirse. Tuvieron especial relevancia y eco las manifestaciones del presidente de la RFEF y, posteriormente, las de Fernando Torres y Vicente del Bosque, que alcanzaron una notable resonancia.

El éxito de Radio RFEF fue, también, el de los que realizaron el trabajo: Susana Barquero, Paloma Antoranz, Enrique de Nicolás y Alfredo Gutiérrez. Sin ellos, por supuesto, no habría sido posible saber qué pensaban los nuestros

ante lo que se les venía encima, qué espe-raban de los partidos que asomaban, cómo se encontraban físicamente, qué ocurría en la concentración, cuáles eran sus sensacio-nes antes e inmediatamente después de los encuentros jugados… Por eso tenemos que celebrar, y celebramos, nuestra presencia en Sudáfrica. Éstas líneas sólo reflejan ésa satis-facción por el trabajo bien hecho, que es el que llega, el que despierta interés, el que se reproduce, el que es fiel, el certero, el pun-tual…Radio, en fin, ¿para qué vamos a decir otra cosa? Nada más.

Y gracias por escucharnos.

Fernando Torres, con Paloma Antoranz y Luis Arnáiz.

Pablo Hernández, Susana Barquero y Luis Arnáiz

Joan Capdevila, en Radio RFEF.

Ángel M. Villar.



Rustenburg,la ciudad que se volcó con España

Periodistas españoles, junto a un policia y dos guías inolvidables: Carmen e Ingrid, en el mercadillo de Rustenburg.



Rustenburg,la ciudad que se volcó con España

ustenburg no pude entenderse como una ciudad al uso. No existen plazas, ni calles, ni un solo edificio de más de dos

plantas. No hay aceras, por tanto. Lo que si hay son infinidad de viviendas de distinta índole, desde las más aceptables hasta infravivien-das, repartidas a lo largo y ancho del campo y muy pegadas a las carreteras. Los sudafri-canos caminan siempre por ellas y el campo está cercado. En realidad, todo en Sudáfrica está alambrado o vallado, producto, quizá del apartheid…o de su abolición en 1994.

El visitante se queda inexorablemente sor-prendido ante ello. No hay transporte público (una de las fórmulas para sostener el appar-theid era que la gente no pudiera moverse ni desplazarse). Ni apenas semáforos. Ni puentes sobre las carreteras. Ni pasos subterráneos. Todo es una larguísima sucesión de casitas de campo de madera, piedra u hojalata por delante de las cuales transita la gente.

En Rustenburg, como en Johannesburg, donde hay 200.000 de ellos, el transporte colectivo es privado. Suelen ser monovolú-menes con capacidad para una docena de personas en los que entran dos docenas. Los vehículos se detienen o no en la carretera para recoger viajeros siguiendo los gestos que

En el gigantesco mercado local, “taxi ranking”, se advierte a los blancos sobre sus peligros, pero nosotros no lo vimos por ningún lado. Eso sí, nos encontramos con que todo puede ser original o falsificado, con tomates a 0,45 euros la docena, con barberos y peluqueras realizando extensiones... Un mundo vibrante en plena calle.

R hacen los transeúntes con la mano. Un dedo levantado significa un destino; la palma hacia abajo, otro; el puño, uno más… Ése lenguaje

gestual es más habitual en zonas rurales como la de Rustenburg, en la que se concentró para el primer partido de la Copa Confederaciones.

La actividad comercial en Rustenburg se concentra en dos zonas diferentes y diferen-


ciadas: los centros comerciales, a los que van los blancos y el taxi-ranking, una especie de estación gigantesca de monovolúmenes que es, también, el epicentro de una enorme activi-dad alimentaria, textil, de calzado, de comunicaciones, de lo que se busque, en fin, que crece a su alredor. Lo que allí se vende puede ser lo mejor, y perfectamente original, o casi perfec-tamente falsificado. Y todo entre una marea negra, término nada peyora-tivo en Sudáfrica, naturalmente.

Las autoridades no recomiendan en ningún caso una visita en solitario al “taxi ranking” y, desde luego, menos al anochecer. En ese gigantesco zoco se venden una docena de buenos tomates por 5 rands (moneda local), lo que significa unos 45 céntimos de euro, pero también unas zapatillas de tenis de “marca” por 9 y por 80 o 90 si no son imitadas. El mercado es como un corazón gigante que expone todo a la venta del público: venta de raíces para curar los males del cuerpo y del alma; direcciones para abortar (lega-lizado en Sudáfrica), sacos de naran-jas, fruta fresca, móviles… y en el que uno se reencuentra con modos de venta superados por el tiempo como el narrador de las virtudes de unas mantas, un barbero en plena calle o una peluquera haciendo extensiones, justo al lado. El bullicio es enorme e incesante y las posibilidades de comprar, inmensas. Eso sí, el día de la visita de los medios de comunica-ción al mercado, la gran noticia fue tenerles allí.

Hubo quien se compró dos pares de playeras y hubo quien adquirió unos leotardos por tres euros para no pasar frío la noche del España-Nueva Zelanda. Y no hubo, hay que decirlo, y a pesar de las advertencias, que incluso sugirió la policía, ni un solo amago de incidente o de problema. Y todos nos fotografíamos con suda-fricanas gruesas y bailonas, con peti-metres estirados, con algún “bacala” y con vendedores y paseantes, felices con la visita de España a Rustenburg y más, aún, con poder demostrar el afecto de una ciudad que hasta en sus puntos más calientes se sintió durante cuatro días una más de la “roja”.




A

La “roja” no se encontrócon los grandes de la sabana

las diez de la mañana, los visi-tantes expertos en safaris sue-len estar de vuelta en sus bun-galows. Es de ley que para ver

a los grandes animales de la sabana hay que madrugar: empezar su persecución visual al amanecer, en torno a las seis de la mañana, y concluirla cuando el sol empieza a ascender, a las diez, y reanudarla por la tarde alrededor de las seis cuando inician su caza nocturna. La selección española, por razones deportivas evidentes, no podía hacer ni lo uno ni lo otro. Su visita técnica al parque de 55.000 hectáreas

El equipo nacional visitó el Parque de Pilanesberg,pero su esperanza de ver grupos de leones,elefantes, rinocerontes e hipopótamos,manadas de cebras y antílopes se vio defraudada.

comenzó pasadas las 9.30, cuando los grandes de la sabana ya están al abrigo de miradas indiscretas. Así que el safari produjo el extraño efecto que causa no haber encontrado lo que se persigue. Aunque alguien, desde uno de los camiones, dijo haber visto lo que parecían un rinoceronte y un león. Y, al fondo, quizás, un elefante.

A las diez, pues, de una mañana gris y de baja temperatura, el equipo se acomodó en dos camiones y los medios de comunicación, en otros tantos. El parque tiene unas rutas perfectamente delimitadas para el tránsito de



Para conseguir ver a los animales salvajes se recomiendan safaris de tres o cuatro días y España sólo estuvo tres horas, siguiendo un circuito perfectamente estudiado, cauto y turístico.

vehículos. Están marcados los destinos y los kilómetros y por ellos se dividen los camiones-jeeps. Los conductores advierten antes de empezar la ruta sobre los peligros invisibles, pues de los otros no hace falta. “Uno se confía, se baja unos segundos y puede encontrarse con lo que no se espera”. Al parecer hay núme-ros sobre eso.

Los jugadores siguieron una ruta inicialmente opuesta a la de los medios de comunicación. En los camiones-jeeps caben 25 personas, pero los hay más pequeños. Aunque pueda creerse que ruedan despacio, no siempre es así. Los conductores se conocen en el Parque como la palma de la mano. Saben donde pas-tan los antílopes, que deben estar siempre por los mismos sitios porque nos encontramos con muchos, y por allí llevan a los turistas; saben en que laderas se encuentran las cebras; saben que en la pequeña charca a un kilómetro escaso de la entrada hay dos hipopótamos y nos permiten verlos desde lejos. Los conducto-res son, claro, expertos: aprietan el acelerador, frenan, sacan los prismáticos y nos enseñan



deposiciones: “De elefante”, dice el nuestro. Detiene el camión-jeep, se baja y coge dos enormes. Servirán, una vez endurecidas, para hacer figuras.

El frío aprieta porque no hay cristales protec-tores. Aunque los jugadores han sido adverti-dos sobre la inclemencia del tiempo, al cabo de un rato han de tirar de unas mantas de limpieza sospechosa para abrigarse. Ya han visto los antílopes, las cebras, las jirafas, los hipopótamos, algunos pájaros de alas azules y unos jabalíes de colmillos retorcidos. Todos pastan como si no temiesen más peligro que

el podrán causarles los grandes de la sabana, que deben dormitar no se sabe donde. Es la grandeza de la libertad. Ninguno de ellos tiene miedo de que de los extraños vehículos reple-tos de personas pueda surgir algún riesgo para ellos.

El Parque de Pilanesberg es uno de los tres más grandes de Sudáfrica, pero para sacarle partido a la visita hay que mantener unos códigos. El mínimo de tiempo preciso se fija entre tres y cuatro días, de modo que era difícil que un grupo ruidoso de españoles pudiera encontrarse con más de lo que se encontró.



Eso sí, cuando un conductor descubría alguna pieza avisaba inmediatamente a los otros para que condujeran hacia allí a los visitantes. Luis Uranga, delegado de la selección, confesó haber visto un rinoceronte, no sé, no sé, pero el aviso a nuestro conductor debió llegar dema-siado tarde. Ni rastro del animal.

Las ilusiones puestas, por tanto, en un avis-tamiento generalizado del gran felino, el león, y del gran paquidermo, el elefante, no produ-jeron los resultados previstos. La visita, por breve, no podía dar de sí mucho más de lo que dio, aunque eso no mitigó el descorazonador

regreso de quienes pensaban que allí, a cuatro pasos, esperándoles para posar con la cámara a dos metros, iban a encontrarse con los reyes de la selva. Vana ilusión de turista africano de estreno.

Fuera, en la calle, a las puertas del recinto, nativos de la zonas vendían a precio de milla de oro souvenirs locales: reproducciones de los animales que mandan en el Parque (elefan-tes, leones, rinocerontes, hipopótamos y jira-fas”) y demás artesanía al uso, todo hecho, eso sí, en casa. No en China. O, al menos, con esa esperanza y ocho más caras salimos de allí.



E s una de las tradiciones en la RFEF y suele ser una muy apre-ciada cuando las estancias son largas. Dicha tradición consiste

en reencontrarse con lo suyo cuando uno se encuentra lejos de casa y ha de buscar refugio en otras comidas. La norma cuenta que cuando los españoles se adentran en ésos mundos son nostálgicos de su cocina, se resisten a probar otras y si lo hacen, que lo hacen, vuelven con más entusiasmo a la suya. En definitiva, que lo que nos gusta son los fritos, el aceite de oliva, los pescados frescos, si puede ser, las carnes sin demasiadas salsas y las frutas, excelen-tes. De repostería ni les hablo.

Para volver a tener lo dejado atrás durante lo que parece demasiado tiempo, la RFEF ofrece en cada competición de largo alcance una cena, a la que adidas suele sumarse con algunos recuerdos de la competición, un excelente gesto que cuida con tacto y generosidad. Las cenas suelen tener un gran éxito y, naturalmente, los más celebrados son los maestros culinarios que las preparan. Ni que decir tiene que Javier Arbizu, durante muchos años cocinero de la RFEF y de dis-tintas selecciones, es un artista en esto del fogón y no le va a la zaga Patxi Belandia.

El 22 de junio, Arbizu llegó al hotel donde se alojaban los medios de comunicación

Gracias a las habilidades de Javier Arbizu y

Patxi Belandia, la prensa española

pudo, al fin, reencontrarse

con nuestra cocina. Y fue un

placer hacerlo.

dotado de los elementos que más podían ale-grar la vista y, además, algo tan preciado como el estómago de los medios de comunicación desplazados a la Copa Confederaciones. “Javi” preparó unos suculentos platos de jamón de primer nivel que volaron, literalmente, de las mesas, otros tantos de lomo, una carne gui-sada con el arte que le caracteriza y puede que dos docenas, o más, que no quiso confesarlo de tortillas españolas. Tortillas españolas de patata rumbosa, sin acompañamientos extra-ños, de las que te ponen una sonrisa de oreja a oreja, bañada en aceite, con sabor a la tierra (la nuestra). De postre, productos nacionales, encabezados por un arroz con leche de los que quitan el hipo y que debió estrenarse en tierras de Mangaung/Bloemfontein. No se sabe que entre las habilidades culinarias de los sudafri-canos se halle semejante manjar. Ni que decir tiene que no quedó resto de casi nada.

La idea de la RFEF de hacer algo más fácil la estancia en Sudáfrica, como antes en Austria/Suiza 2008; Alemania 2006; Portugal 2004, Corea/Japón 2002 y Bélgica/Holanda 2000 tuvo la respuesta entusiasta que se merecía. Y, naturalmente, Javier Arbizu se llevó la larga ovación que su esfuerzo y magia culinaria se merecían. Ésa noche nos la salvaste, “Javi”. ¡Cuánto te queremos!”

La noche del jamóny de la tortilla española

Los empleados de la RFEF, con los representantes de adidas en la Copa Confederaciones.


fundación senna

G

Marcos Senna, de todo corazónSu Fundación se

extiende hasta Sudáfrica y crea

una escuela deportivo-social

para niños desfavorecidos

en Gansbaai: el Proyecto

Diabanisa (“Entre todos”).

afas para leer. Larga vista en fútbol.Y en la vida. Es un fut-bolista, pero, además de com-portarse como tal a espléndida

altura, es un tipo con un corazón que no le cabe en el pecho. En noviembre de 2008, con ocasión del encuentro entre España y Chile, disputado en Villarreal, Marcos Senna dio a conocer la creación de la Fundación que lleva su nombre. La Fundación nació para promover la atención de personas en riesgo de exclusión; la integra-ción de los grupos más desfavorecidos, a través de la cultura y el deporte; el fomento de la tole-rancia y el respeto por los derechos humanos; la defensa del medio ambiente y el desarrollo sostenible; la promoción de acciones para la ayuda de personas con necesidades sanitarias. Todo un cúmulo de actividades para socorrer a los que menos tienen.

Siete meses después de aquello, Marcos Senna dio un paso más en la ayuda a los más

desfavorec idos. Y lo hizo a miles de kilómetros de España. Un hom-bre ejemplar, éste, cuando lo fácil, y lo más frecuente, es mirar hacia otro lado; lo cómodo, no involucrarse. No lo hace así él. Ni lo entiende. Marcos viajó a Sudáfrica para presentar un pro-yecto de creación de una escuela para niños des-favorecidos en la ciudad de Gans-

baai. Antes, visitó Soweto y de Soweto salió con su gran corazón en un puño. “No se me puede quitar de la cabeza lo que he visto. Yo que nací y me crié en un barrio muy pobre, pero en el que tenía agua y fórmulas para crecer, he visto lo que es la pobreza suma, en realidad. De donde yo vengo es un lujo al lado de esto”.

Hay cosas que no hace falta explicar con más detalles. Son cosas que se notan en la voz, trémula; en el gesto, doliente; en la mirada, herida. Senna había llegado a Johannesburgo el día 27, la víspera de la final de la Copa Confederaciones, que esperaba que dispu-tara España. No pudo ser. Eso no impidió, sin embargo, que el acto del proyecto en Gans-baai siguiera adelante. El proyecto, denomi-nado, Diabanisa, palabra que en lengua Xhosa significa “Entre todos”, se ha programado como una combinación de ayuda social a través del enorme estímulo del fútbol. Gansbaai tiene


una población de 25.000 personas, dividida en tres barrios ocupados por negros (ocho mil, en el de Masakhane Township), blancos (catorce mil, en el de Gansbaai Town) y mulatos (tres mil, en el de Bloom Park). La zona de Gansbaai tiene un alto índice de sida, mortalidad infantil y criminalidad. Cualquier ayuda que se ofrezca, por pequeña que sea, que se ofrezca adquiere sumo valor.

El proyecto Diabanisa tiene como objetivo servir de herramienta para derribar los muros que separan a los niños de esos barrios y para alejarles de la violencia, el crimen y las drogas. Es decir tiene un factor deportivo creando futbolistas, “ojalá salga algún crack de aquí, confesó Marcos Senna, y les apor-tará educación, relaciones, convivencia. En la conferencia de prensa en la que lo presentó, y a la que asistió el presidente de la RFEF Ángel Villar, Senna señaló que “me ha emo-cionado lo que he visto”. “Yo puedo sentir la

pobreza, pero no conozco nada comparable a esto que he vivido aquí. La Fundación no podrá resolver grandes problemas, pero cada granito de arena sirve. Sudáfrica es un país fantástico, aunque me voy muy triste. Lo que he vivido en este país va a motivarme más en lo sucesivo. En Soweto viven tres millones de personas. El 90% de ellas son pobres y sin posibilidad de salir de la miseria. Yo, que he sido un privilegiado por jugar al fútbol, lo que quiero es devolver una parte de lo que mi profesión me ha dado”. Senna, que charló brevemente con el presidente de la RFEF al concluir el acto, resaltó, finalmente, el carác-ter “no sólo deportivo, sino profundamente humanitario de esta obra, de la que saldrán beneficiados, y ésa es nuestra esperanza, al menos cinco mil niños desfavorecidos en los próximos tres años”.

No es fácil encontrar gente como Senna. No; no lo es.


selección

E l fútbol ha recorrido un largo camino desde hace más de 100 años. Ha mejorado en muchos de sus aspectos esenciales y ha

conseguido que las fuerzas se equilibren, lo que ha redundado en beneficio del deporte y del espectáculo, sin duda. Ya casi no que-dan adversarios a los que poder golear con facilidad, ni rivales que no planten cara, ni enemigos que no vendan cara su derrota. Las distancias abismales que antes separaban a los poderosos de los que no lo eran han quedado notoriamente reducidas. Es un gran mérito de los modestos y prueba de sus constantes

deseos de superación. Ya no gana nadie, o casi nadie, sin bajarse del autobús. Los chollos sobre los campos de juego se han evaporado. No existen o son sucesos excepcionales. Los que no tienen talento, los que no sufren o los que no sepan combinar esos dos aspectos están condenados a quedarse en el camino. Aunque, a veces, ciertos sucesos se producen y entonces lo que ocurre es que uno de los gana su partido con absoluta facilidad. Como, por ejemplo, España en Bakú, capital de Azer-baiyán.

Que España sumara a orillas del conta-minado Mar Caspio una muesca más a su

Marcando diferencias

Villa cerró su magnífica primera mitad en Bakú con tres tantos en apenas ocho minutos (34, 38 y 42); Riera, Güiza y Torres sellaron la goleada.

Azerbaiyán, 0 - España, 6


selección


selección

impresionante racha de victorias no puede sorprender a nadie. Era lo que se esperaba, lo que estaba anunciado y lo que dictaba la lógica. Azerbaiyán no tiene entre sus talen-tos deportivos (taekwondo, halterofilia…) un lugar especial que dedicar al fútbol, pero eso no significa que no trabaje por ello y que no lo persiga con ahínco. Tiene un campeón de Europa y del mundo, Berti Vogts, como seleccionador nacional y ciertos toques de la escuela soviética a la que perteneció: un buen físico, coraje, deportividad… Naturalmente, con eso no basta para ganar a España en estos tiempos felices que corren para el equipo nacional ni para plantear un ejercicio de com-petencia equilibrado. Son detalles a tener en cuenta que permiten, entre otras cosas, que hacerle seis goles en propio campo resulte harto difícil. Frente a la España actual resulta, sin embargo, poco probable y poco menos que imposible si al campeón de Europa se le ponen de cara ciertas condiciones. Y en Bakú se pusieron en nombre de un jugador, letal ante el marco: David Villa.

El partido tuvo un antes y un después. El antes fue hasta que llegó el primer gol del “Guaje”; el después, naturalmente, a continua-ción. Durante la primera media hora inicial, Azerbaiyán puso en liza todo lo que llevaba dentro, jugó con cierto orden defensivo, entre-gándose en cada salto, en cada cruce y en cada anticipación, y con toda la velocidad que le permitían sus piernas; cuando Villa remachó el centro pasado de Arbeloa, que no apro-vechó antes Fernando Torres, su seguridad empezó a resquebrajarse. No había parecido hasta entonces que pudiera ocurrir, pero pasó. En un santiamén, Villa hizo el segundo y el tercero por penalti a Cesc. La muralla que un experto defensivo como su seleccionador ale-

mán había intentado para detener a España había sido derribada en sólo tres acciones. El partido estaba resuelto.

La segunda mitad no dejó lugar a dudas sobre las intenciones de los españoles. Tam-poco sobre la resistencia que podían opo-ner los azerbayanos. Se equivocaron quienes pensaron que iba a afrontar la segunda mitad como un tema menor y se equivocaron los que creyeron que, con el partido resuelto, no bus-carían más goles. Es cierto que lo hicieron sin una intensidad sobrecogedora, pero, también, que en cuanto hubo más ocasiones, y las hubo, no estaban dispuestos a desaprovecharlas. Riera, Güiza, con la ayuda de un defensa, y Torres elevaron el 0-6 final al marcador. Pudo haber más goles incluso.

La “roja” se ajustó perfectamente al guión de lo que exigía el partido antes de viajar a la Copa Confederaciones y al guión exigible al campeón de Europa, esto es, un equipo capaz de demostrar su solvencia. No debe-ría haber dudas en cuanto a su capacidad para ello, que se prolonga desde noviembre de 2006. Un equipo que permanece invicto durante tanto tiempo, que ha disputado 32 encuentros consecutivos y que en ninguno de ellos ha doblado la rodilla tiene que ser, por fuerza, mucho equipo. Ésas cosas no se consiguen si no es desde el rendimiento altísimo ante los compromisos de bajo cali-bre, medio calibre y, por supuesto, del más alto calibre. Porque además de tener todo lo que posee la “roja”, hay que contar con la ambición de ganar que tiene el equipo y que se alimenta y regenera en cada partido pues cada uno de ellos suma en el rosario que en Bakú le llevó hasta alcanzar los dichos 32 en casi 32 meses de partidos, se dice pronto.

Remate de Riera que supuso uno de los goles de España en Bakú y celebración.


selección

Azerbaiyán, 0 - España, 6 (Villa, tres, uno de penalti, Riera, Güiza y Torres)

Azerbaiyán: Valiyev; Malikov, Yunisoglu, Shukhorov, Abasov (Levin, 79 min.); Subasic (Bakhshiyev, 46 min.), Sadigov, Huseinov, Maharammov (Nadirov, 46 min.); Akhtyamov y Zivnalov (Leandro Gomes, 71 min.).España: Casillas (Reina, 46 min.); Arbeloa (Ramos, 46 min.), Albiol (Puyol, 71 min.), Marchena, Capdevila (Arbeloa); Alonso; Cazorla (Güiza, 67 min.), Fábregas (Xavi, 46 min.), Riera; Torres y Villa (Busquets, 46 min.).Goles: 0-1, (34 min.): Centro desde la línea de fondo que no empalma Torres, pero sí Villa. 0-2, (38 min.): Jugada individual de Villa que él mismo rubrica con un izquierdazo que deja inmóvil a Valiyev. 0-3, (42 min.): Penalti a Fábregas que transforma Villa. 0-4, (66 min.): Pase profundo a Riera que aprovecha éste. 0-5, (68 min.): Colada de Sergio Ramos que empalma Güiza; el balón golpea en un defensa y entra. 0-6, (82 min.): Torres recoge un balón y lo eleva sobre Valiyev. Ovación del público.Árbitro: Igor Ischenko (Ucrania).Incidencias: Estadio de la República. Tres cuartos de entrada, unos 25.000 espectadores y, entre éstos, los miembros de la selección española de taekwondo, que participaron posteriormente en el Campeonato del Mundo que se celebraró en Bakú.

Antes de iniciarse la Copa Confederaciones, España venció comodamente en Bakú, partido al que corresponden las fotos. En ellas se ve la alegría de los españoles, tras uno de sus seis tantos; la lesión que sufrió Fábregas y una jugada de Cazorla, después de su larga lesión.


selección

La seguridad, asegurada

En 1978, un bote salido de una zona que ocupaba la milicija yugoslava golpeó en la cabeza de Juan Gómez, “Juanito” en el estadio del Estrella Roja de Belgrado. Aquél incidente, que no impidió que España se clasificara para el Mundial de Argentina celebrado el mismo año, forma parte de los dramas de la historia de la selección espa-ñola. La lluvia de objetos que acompañó al jugador, transportado en una camilla al vestuario, fue liquidada con la intervención de la policía local, que cargó contra la sol-dadesca.

En Bakú, ni pasó nada semejante ni podría haber pasado. Entre cuatro y cinco millares de “polis” y soldados, situados estratégi-camente en cada uno de los sectores del estadio y alrededor del campo, velaron por la seguridad del encuentro, que fue extre-madamente deportivo en el campo y extre-madamente deportivo en las gradas, donde una veintena de españoles (entre ellos los miembros del equipo de taekwondo) asis-tieron al partido y al triunfo de España. La “roja” nunca está sola.

Miles de miembros de la milicia vigilaron el Azerbaiyán-España.


selección

En una nación joven y de escaso rango futbolístico, un monumento a uno de sus hombres de fútbol no deja de ser un suceso sumamente chocante. Lo es más si la figura es un árbitro. Uno dedicado a Bakhra-mov, linier en la final del Campeonato del Mundo de 1966, disputada entre Inglaterra y la República Federal de Alemania, está situado dentro del recinto del Estadio de la República de Bakú. Bakhramov fue el linier que validó el gol inglés que suponía el 3-2 en la final de Wembley y del que ya no se recuperaron los germanos, que acabaron perdiendo el duelo por 4-2. Durante mucho tiempo hubo serias dudas sobre si el balón había traspasado o no la línea de gol, lo que sólo después se despejó: no lo había hecho, pero Bakhramov vio lo contrario. Su decisión pudo cambiar el signo de aquel duelo en lo más alto del fútbol mundial, aunque no la admiración, el respeto y el cariño de los suyos. En Bakú se le ha levantado un monumento; en Alemania no quieren ni oír hablar de él.

Monumento aBakhramov


historias centenarias

LUiS ARNáiz

ntre 1950 y 1960 se produjo un hecho insólito en la historia del fútbol español, que nada tenía que ver con los precedentes que

parecían sentados. El éxito de la cuarta plaza del Mundial de Brasil no tuvo continuidad. La selección sufrió dos descalabros de gran consideración: no se clasificó para el Mun-dial de 1954 (Suiza) y tampoco lo consi-guió para el de 1958 (Suecia). Ambos campeonatos figu-ran entre los mejores de los celebrados, el uno por la inolvida-ble selección de Hungría, que perdió la final ante la República Federal Alemana, y el otro por el inolvidable Brasil en el que debutó Pelé. España fue testigo lejana de ambos aconteci-mientos. Y no sin pena, naturalmente.

Siete meses después de cerrar con derrota ante Suecia el Mundial de Brasil, España reanudó su actividad con una clara victoria (6-3) ante Suiza. El partido sirvió para que Zarra volviera a demostrar sus condiciones de ariete goleador: el ariete del Atlético de Bilbaó marcó el primer gol de España, el segundo, el cuarto y el quinto. Otro bilbaíno, Gaínza hizo el quinto y César cerró la tanda con el sexto.

La victoria no se continuó en los siguientes encuentros, dos empates ante Bélgica (3-3) y Suecia (0-0) a la que siguió otra goleada (6-0) a Irlanda. El equipo seguía teniendo el armazón de Brasil, pero ya habían llegado nuevos juga-dores: Martín, Biosca y Seguer (F.C. Barcelona), Miguel Muñoz (Real Madrid) y Coque (Real Valladolid), pero, además, entre los convoca-

dos estaban los her-manos Lesmes, Fran-cisco y Rafael, Lasala, Pasieguito, Pahiño, Arza y Manchón.

España no sufrió su primera derrota post Brasil hasta el 7 de

diciembre de 1952, esto es, dos años y medio más tarde, aunque antes de caer ante Argentina (0-1) había empatado en un amistoso sin goles contra Turquía. Esa tarde, en el viejo estadio de Chamartín, un gol de Infante a los 59 minutos derrotó a la selección nacional. La selección ya había dado el salto hacia otro equipo. Pedro Escartín, ex árbitro de gran prestigio y perio-dista, estaba al frente del equipo nacional, que formó con Ramallets; Navarro, Biosca, Seguer; Ramoní, Puchades; Basora, Fuertes, Escudero, Marcet y Gaínza. La delantera de la albiceleste argentina también era temible. En ella se ali-nearon algunos de sus mejores delanteros

El éxito de Brasil no fue el preludio de nada bueno para España.Al contrario. Por dos veces (1954 y 1958) la selección perdió

el tren de los Mundiales.

El profundo vacío de los

años cincuenta

EKubala debutó con la

nacional el 5 de julio de 1953, ante Argentina, en Buenos Aires. Un gol de Grillo a los 86’ decidió el

encuentro.



España derrota (6-3) a Suiza. De pie, Mencía, Antúnez, Puchades, Silva, Eizaguirre y Nando; agachados, Basora, Muñoz, Zarra, Molowny y Gaínza.

Goleada (6-0) a Irlanda.De pie, Ramallets, Martín, Biosca, Seguer, Muñoz y Puchades; agachados, Basora, Coque, César, Panizo y Gainza.

Argentina se impuso (0-1), en Madrid.De pie, Ramallets, Navarro, Biosa, Seguer, Ramoní y Eizaguirre; agachados, Basora, Fuertes, Escudero, Marcet, Gaínza y Puchades.



de siempre: Boyé, Méndez, Infante, Labruna (Grillo, 46’) y Loustau. Guillermo Stábile dirigía a aquél formidable quinteto.

Las cosas no empeoraron en los siguientes encuentros. España y la República Federal de Alemania igualaron (2-2) en Chamartín el 28 de diciembre de 1952. El partido tenía algo de anticipo de lo que sería el Mundial de Suiza, que iba a celebrarse dos años escasos después. Nada menos que siete de los jugadores germa-nos acabarían alzando el título en la final de Berna: el guardameta Turek, el defensa Posipal, el volante Eckel y los delanteros Rahn, Morlock, Ottmar Walter y Fritz Walter. España ganó (3-1) tres meses más tarde a Bélgica, pero volvió a caer ante Argentina “in extremis”. Un gol de Grillo resolvió el duelo, en el que debutaron el medio Manolín (Atlé-tico de Bilbao), Kubala y Moreno, ambos del F.C. Barcelona. Siete días más tarde el equipo nacional venció (1-2) en Santiago de Chile, con dos dianas de Venancio y Kubala. La marcha de la selección hacía ser optimistas y no varió esa opinión las tablas (2-2) ante Suecia el 8 de noviembre de 1953. El balance general desde la cuarta plaza del Mundial 1950 era notable. No había que temer por el futuro o eso parecía. Pero las cosas se torcieron.

El 6 de enero de 1954, España inició su carrera hacia el Mundial que se iba a disputar pocos meses después. El camino hacia Suiza, donde se celebraría no parecía complicado: una eli-minatoria a doble partido, frente a Turquía. Las cosas quedaron muy claras en el primer duelo, el día de Reyes, en Madrid. A los 12’ minutos de partido, Venancio batió a Sukru, guardameta turco. A los 31, sin embargo, Recep empató. Aunque la resistencia de Turquía se prolongó hasta los 47’, momento en el que marcó Gaínza, la defensa turca se desplomó inmediatamente. Miguel hizo el 3-1 a los 48 y Alsúa II el 4-1 a los 65. Las cosas habían quedado muy claras, pero había que visitar Estambul y la diferencia de goles no tenía ningún valor. Era necesario empatar, en el peor de los casos.

España sufrió un descalabro en Estambul y lo sufrió con un magnífico equipo, que no pudo reponerse a la diana de Burhan a los 15’ de juego. La derrota obligó a un tercer partido de desem-pate en terreno neutral. Se esperaba que esta vez, en tierra de nadie, la selección materializara la diferencia de juego que realmente había entre ambas selecciones. No ocurrió así. Luis Iribarren, seleccionador nacional, hizo debutar al bilbaíno

Arteche, que abrió el marcador a los 18 minutos, pero Turquía no cedió lo más mínimo. Burhan batió a Carmelo a los 32’ y Suat les puso en ven-taja a los 65’. Por fortuna, Escudero estableció el definitivo empate a los 79. El 2-2 inamovible obligó a lo que nadie deseaba: un injusto sorteo para resolver la igualdad existente.Y en él, a España volvió a faltarle la fortuna que le había faltado en el segundo partido y en el desempate en la Ciudad Eterna. Un “bambino”, que se haría tristemente famoso para nosotros y que se con-virtió en ídolo de los turcos, sacó la papeleta que clasificaba a Turquía.

La eliminación tuvo un efecto demoledor: España sólo ganó uno de sus siguientes seis partidos: perdió (1-2) en el Santiago Berna-

béu con Francia el 17 de marzo de 1955; con Inglaterra (4-1) el 30 de noviembre de 1955 y con Portugal (3-1) el 3 de junio de 1956; igualó dos veces con Inglaterra (1-1), en Madrid e Irlanda, en Dublón y sólo pudo imponerse (0-3) a Suiza,

en Ginebra. Fue una etapa dura, que empezó a corregirse el mismo día del debut de Alfredo Di Stéfano con la “roja”. El 30 de enero de 1957, España alineó uno de sus mejores ataques de la historia, Miguel, Kubala, Di Stéfano, Suárez y Gento, respaldados atrás por Maguregui y Garay, en la línea de volantes, y por Ramallets, Orúe, Campanal y Valero, en la defensa. El 5-1 que cerró el marcador ante Holanda no tenía nada que ver con debilidad alguna en el rival que hubiera facilitado la goleada. Es verdad que Di Stéfano debutó y marcó tres goles, sumados al primero de Garay y con el de Kubala, entre el segundo y el tercero de la “Saeta Rubia”, pero también que los holandeses contaban con una gran selección liderada por Faas Wilkes, cabeza de filas de otros compañeros de gran altura: Klaessens, Bosselaar, Van derl Linden, Moulijn…

El siguiente partido, clasificatorio para el Mundial de Suecia (1958), lo jugó España prác-ticamente con el mismo equipo (solamente entraron como nuevos Herrera y Canito por Campanal II y Valero) se jugó dos meses des-pués y ante Suiza, que nunca había causado serios problemas a España. Tampoco parecía que pudiera ocurrir ante los miles de aficiona-dos que se dieron cita en el Santiago Bernabéu. Era uno de esos choques que se tenían como un trámite inevitable a cubrir, además de los dos ante Escocia. Pero las cosas no rodaron como se esperaba. A los 6’ de partido Hugi II batió a Ramallets y aunque Suárez (29’) y Miguel (48’)

El 30 de enero de 1957, Di Stéfano vistió por

primera vez la camiseta nacional contra

Holanda, en Madrid. España se impuso por 5-1 y la “Saeta Rubia”

marcó tres goles.



Un “bambino” selló la eliminación de España para el de Suiza, después de tres encuentros con Turquía; un empate ante Suiza, en Madrid, y una derrota, en Glasgow, contra Escocia costaron el billete para el de Suecia.

Tablas (2-2) con la República Federal Alemana.De pie, Navarro, Biosca, Seguer, Puchades y Eizaguirre; agachados, Basora, Joseíto, César, Molowny y Gaínza.

El triunfo (4-1) que hacía presagiar la clasificación para el Mundial de 1954.De pie, Lesmes, Campanal, Segarra, Bosch, Puchades y Carmelo; agachados, Miguel, Alsúa, Venancio, Pasieguito y Gaínza.



consiguieron igualar y adelantar a España, a los 67’ el propio Hugi II logró el segundo delos helvéticos. El incidente se tomó como un pro-blema menor y a resolver en la salida a Glasgow. Antes España goleó (0-5) a Bélgica en Bruselas, con dos tantos de Di Stéfano, otros dos de Luis Suárez y uno de Mateos, que debutaba. El 8 de mayo de 1957, sin embargo, en el mítico Hamp-den Park, tres dianas de Mudie y otra de Hewie causaron una monumental sorpresa. España contestó con las de Kubala (29’) y Suárez (50’), pero el traspié sufrido por aquel formidable equipo (Ramallets; Olivella, Campanal II, Garay; Vergés, Zárraga; Miguel, Kubala, Di Stéfano, Suárez y Gento) tendría un efecto demoledor. Aunque España batió contundentemente (4-1) a los escoceses en el choque de vuelta, con dos goles de Basora y otros dos de Mateos y Kubala, y por el mismo resultado a los suizos, en Lau-sana, con un par de tantos de Kubala y Di Sté-fano, el punto perdido en Madrid y los dos de Glasgow condenaron a la eliminación. Un fuera de combate que en nin-gún caso había mere-cido la nacional dirigida por Manuel Meana.

Los años que transcu-rrieron hasta el Mundial de Chile (1962) fueron magníficos. La tragedia que supuso la elimina-ción para el Mundial de Suecia, en el que emergió Brasil no pudo ser compensada, pero la “roja” disfrutó de una imponente generación de jugadores: unos que finalizaban su carrera; otros que llegaban. La sola relación de ellos es corta e indudablemente injusta, pero durante esos años los aficionados españoles al fútbol y a la selección pudieron disfrutar con el talento de los Di Stéfano, Kubala, Suárez, Gento, Mateos, Collar, Santisteban, Santamaría, Garay, Zárraga, Miguel.

España encaró el final de la década de los años cincuenta con el objetivo puesto en la I Eurocopa de Naciones. La selección jugó en la fase de clasificación una eliminatoria directa de cuartos de final frente a Polonia. El primero de esos encuentros, celebrado el 28 de junio de 1959, en Chorzow, figura entre los mejores de un equipo nacional. Siete jugadores del F.C. Barcelona, Ramallets, Olivella, Garay, Gracia, Segarra, Gensana, Tejada y Suárez, formaron en el “once” español, a los que se sumaron Garay, que pronto sería jugador azulgrana, Mateos, Di Stéfano y Gento, tres del Real Madrid. España realizó una auténtica exhibición, tras encajar

a los 34’ un gol de Pol. La reacción fue impo-nente: España levantó el marcador en los últi-mos minutos del primer período, con un gol de Suárez (41’) y otro de Di Stéfano (43’) y con dos manos al inicio de la segunda, de nuevo de Suárez (51’) y Di Stéfano (55’) lo liquidó. En el partido de vuelta, disputado en el Santiago Bernabéu, España volvió a imponerse (3-1). Esta vez fueron Di Stéfano (29’), Gensana (69’) y Gento (86’) los que sellaron la victoria.

Pero España no aprovechó ni la oportunidad ni el espléndido equipo de que disponía para seguir adelante y disputar la primera Eurocopa, que se jugó en Francia, en 1960. El hecho de que fuera a disputarla la Unión de Repúblicas Socia-listas Soviéticas (URSS), que acabó ganando el Torneo, con la que España no mantenía rela-ciones políticas y a la que debía enfrentarse en cuartos de final, se convirtió en un problema insuperable: el Gobierno español no autoizó a

disputar esa eliminato-ria. Antes y después de dicha Eurocopa, España brindó resultados mag-níficos que acredita-ban la valía de aquella soberbia selección. Goleó (6-3) a Austria, en Mestalla, perdió por la mínima (4-3) en el Par-que de los Príncipes de París frente a la Francia que había asombrado

en el Mundial de Suecia un año antes y man-tuvo una racha magnífica durante todo 1960, año en el que derrotó claramente (3-1) a Italia, sin problemas (3-0) a la Inglaterra de Sprin-gett, Armfield, Wilson, Flowers, Haynes, Baker, Greaves y Bobby Charlton, en otro encuentro histórico disputado en el Santiago Bernabéu, y en el que España formó con Ramallets; Pachín, Garay, Gracia; Vergés, Gensana; Pereda, Eulogio Martínez, Di Stéfano, Peiró y Gento. Debutaron en ese encuentro Pachín y Pereda, al que un minuto antes del descanso sustituyó otro debu-tante, Luis del Sol.

El año 1960 añadiría dos rotundas victorias ante Chile, ambas en Santiago, una sobre Perú, en Lima, y tres derrotas consecutivas, contra Argentina, Inglaterra y Austria. Una victoria (2-0) ante Francia, sirvió a España para empe-zar a preparar su camino hacia el Mundial de 1962, en el que había depositadas enor-mes esperanzas. Esperanzas que, lamentable-mente, se frustrarían, aunque no pudieran impedir la consideración de aquella selección que consiguió la clasificación como una de las mejores de la historia del fútbol nacional.

En 1959, la selección tenía un soberbio

equipo, que practicaba un fútbol asombroso. Dos exhibiciones ante Polonia debían haberle llevado a disputar los cuartos de final de la Eurocopa 1960, frente

a la URSS, pero el Gobierno no lo permitió.



Nueva victoria (0-3) ante Suiza.De izquierda a derecha, Kubala, Arteche, Busto, Collar, Doménech, Arieta, Guillamón, Mauri, Garay, Carmelo y Campanal.

España arrolló (5-1) a Holanda.De pie, Ramallets, Orúe, Campanal, Valero, Maguregui y Garay; agachados, Miguel, Kubala, Di Stéfano, Suárez y Gento.

Un gran equipo que no llegó, pero no por razones deportivas, a la primera Eurocopa (1960).De pie, Ramallets, Olivella, Garay, Gracia, Segarra y Gensana; agachados, Tejada, Kubala, Di Stéfano, Suárez y Gento.


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iejos balones con los que juga-ron nuestros abuelos y, des-pués, otros más ligeros con los que lo hicimos nosotros; botas

con tacos y hasta casi el tobillo, que, cuando pisaban campos embarrados, de los que ya no hay, por fortuna, pesaban kilo y medio y era un martirio soportar; camisetas de cuello de pico, con cordones, gruesas en invierno y gruesas en verano; jerseys de cuello alto con los que los porteros se protegían de los fríos y de la inactividad cuando la había; colecciones de cromos que pugnábamos por completar, hoy me falta Quincoces, muy

repetido, por cierto, en la mía; mañana, Grosso…

Una exposición itinerante de la RFEF se puso en marcha a comienzos del pasado mes de junio y lo hizo con toda brillantez en el Centro Comercial Plenilunio. Supervisada por Pablo Ornaque, que levanta piedra a piedra el Museo de la RFEF, la Muestra refleja en la medida de lo posible parte de lo que ha ido ocurriendo desde 1909 hasta hoy, un Centenario con trazas de inolvidable y en el que no faltan piezas esencia-les que imprimen carácter: desde documentos de Amberes, donde la nacional disputó su pri-mer partido en 1920 hasta una reproducción

Exposición itinerante de la RFEF

La muestra que recorrerá España recoge una parte de lo que ha sido y supuesto el fútbol de nuestro país desde 1909 hasta hoy, es decir

durante 100 años.

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de la Eurocopa 2008, pasando por las camisetas azules de los que la ganaron en 1964.

Pasear y visitar la Exposición es pasear y recordar por entre las huellas de un fútbol que nos ha cautivado a casi todos y que ha producido algunas de las más alegres explo-siones colectivas de los últimos 100 años. Era inevitable y, por tanto refulgen en las vitrinas, algunas de las camisetas ultramoder-nas que fabrica Adidas y que el 29 de junio pasado vistieron los héroes de Viena. Pero hay muchas otras cosas, algunas ya mencionadas; otras, banderines, futbolines, fotografías…que requieren ser observadas con atención y más

cariño porque son parte vital de nuestro fút-bol de siempre, del que ha sido y del que es, recogiendo el esfuerzo de cientos de miles de personas a lo largo del tiempo. Los que lo hagan, y serán, sin duda, multitud encontrarán en ellas las raíces y fundamento de lo que actualmente es una etapa gloriosa, pero en la que, naturalmente, también hubo momentos de amargura. Lógico.

El acto inaugural de la Exposición congregó en el Centro Comercial Plenilunio a numero-sos aficionados y no aficionados al fútbol. La cinta que lo inauguraba la cortaron Ramón Calderón, presidente de la Comisión del Cen-

Gaspar Rosety, Jorge Carretero, Jorge Pérez, Fernando Hierro y Pablo Ornaque.

Villa, Beatriz Martín, Ramón Calderón y Vicente del Bosque cortan la cinta que inaugura la exposición itinerante de la RFEF.


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tenario; Enrique Cerezo y Jorge Valdano, en representación del Atlético de Madrid y del Real Madrid, respectivamente, y Vicente del Bosque, seleccionador nacional. Acudieron, también, Jorge Pérez, secretario general de la RFEF; Esther Gascón, directora de gabinete de la RFEF; Jorge Carretero, portavoz de la Junta Directiva; Vicente Temprado, presidente de la Territorial de Madrid; Vicente Muñoz, pre-sidente de la Territorial de Valencia; José Luis Díez, presidente de la Territorial de Navarra; Victoriano Sánchez Arminio, presidente del

Comité Técnico de Árbitros, y Beatriz Mar-tín, directora del Centro Comercial Plenilu-nio. Unos días después se celebró una Mesa Redonda cara al público y con notable pre-sencia de aficionados, moderada por Gaspar Rosety, y a la que acudieron Jorge Pérez, Jorge Carretero y Fernando Hierro.

La Muestra recorrerá España para poner al alcance de todos un pedazo de la historia de la RFEF y del fútbol desde una vidriera incom-parable. Está abierta a todos. Como no podía ser menos.


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D urante los días 21 y 22 de junio, la FIFA organizó en Johannes-burgo, coincidiendo con la celebración de la Copa Con-

federaciones, una reunión de observadores de los países candidatos a la organización de la Copa del Mundo 2018/2022, a la que asis-tieron además de la candidatura de España y Portugal, representantes de las de Bélgica y Holanda, Japón, Australia, Qatar y Estados Unidos.

La candidatura de España y Portugal estuvo representada por Miguel Galán, Joao Simoes de Morais y Antonio Bustillo, a los que se unió durante algunas de las sesiones, Ángel María Villar, presidente de la Real Federación Espa-ñola de Fútbol.

Jeróme Valcke, secretario general de la FIFA y Danny Jordann, director ejecutivo del Comité Local de Sudáfrica fueron los encargados de dar la bienvenida a los asistentes a este Pro-grama de Observadores cuyos objetivos fun-damentales son definir un nivel apropiado de servicios para ser aplicado correctamente, utilización de la logística para ser compren-

dida de manera clara por los observadores y asegurar una planificación anticipada y una utilización correcta de los recursos.

En las reuniones se trataron temas relacio-nados con las comunicaciones, la prensa, la televisión, el marketing, la hospitalidad, las entradas, el transporte, los estadios, etc., espe-cificando en todo momento las diferencias y las sinergias entre la Copa Confederaciones y la Copa del Mundo. Todos y estos temas fue-ron coordinados por Jürgen Müller, del depar-tamento de competiciones de FIFA.

El Programa incluyó una detallada visita al Loftus Versfeld Stadium de Pretoria, horas antes de que se jugara el definitivo Brasil-Italia y en el que se habían disputado el USA-Italia y el USA-Brasil. Este estadio fue construido en 1923 y renovado para el Mundial. Tiene una capacidad para 49.000 espectadores y habi-tualmente se utiliza para partidos de rugby y fútbol.

Durante la visita guiada, los observadores conocieron detalladamente todas las depen-dencias del estadio, desde los vestuarios hasta el palco, pasando por las distintas salas vips,

La candidatura de España y Portugal al M-2018/2022, presente en el programa de observadores de la FIFA

Antonio Bustillo y Miguel Galán, representantes de la candidatura por parte española y João Simoes de Morais, por la portuguesa.

mundial 2018/2022



los lugares de entrevistas para las televisiones con derechos, las zonas mixtas, etc.. A conti-nuación, presenciaron el partido entre italia-nos y brasileños.

La segunda jornada consistió básicamente en una visita al Soccer City, la joya de la corona de los estadios que esta construyendo, Sudá-frica, en Johannesburgo, con vistas al Mundial del 2010 y que ha sido diseñado por un grupo de arquitectos dirigidos por el holandés, Bon Van Bebber y que será el escenario de la cere-monia inaugural y el partido de la final del citado campeonato del mundo.

El estadio tendrá una capacidad de 84.000 espectadores, tiene forma de calabaza, con ornamentos propios de la cultura africana, y es de similares características al Munich Arena. Construido cerca de Soweto, en un área recuperada para la ciudad, se pretende que se convierta en el estadio nacional y que forme parte de un plan estratégico de cara al turismo, conjuntamente con el Museo del aparheid y la casa de Nelson Mandela.

A los observadores se les insistió en la impor-tancia del uso de las instalaciones una vez

celebrado la competición y de que están sean construidas con todas las garantías medio-ambientales. En los aledaños del estadio se encuentran las instalaciones de la Federación Sudafricana de Fútbol.

Por último, el grupo de observadores se reunió de nuevo con Jürgen Müller quien res-pondió a las preguntas que se le formularon, con el fin de aclarar determinadas dudas de esta primera fase candidatura, citándoles a todos a una nueva reunión que tendrá lugar en Zurich, el próximo 8 de julio.

La candidatura ibérica se puso en marcha la segunda semana de enero de este año, tras la firma de un protocolo entre el pre-sidente de la Real Federación Española de Fútbol, Ángel María Villar y el presidente de la Federación Portuguesa de Fútbol, Gilberto Madail, que formalizaba la candidatura con-junta de España y Portugal con vistas a alber-gar la fase final de la Copa Mundial de la FIFA 2018/2022.

Ambos presidentes creen que “juntos somos más fuertes y podemos dar muchas cosas al mundo, no solo a nivel futbolístico”.

mundial 2018/2022



sub 21

N o pudo ser. El equipo español fue de menos a más en un cam-peonato del que se sabía de su

dificultad a priori, sobre todo teniendo rivales de la talla de Alemania e Inglaterra a las prime-ras de cambio. Contra los alemanes, España se encontró un oponente muy bien armado, que incluso pudo llevarse la victoria. A Inglaterra se le plantó cara, pero esta vez las acciones puntuales decidieron el partido a favor de los británicos. Y ante Finlandia siguió subiendo el nivel de España, se venció y se pudo golear de no mediar la gran actuación del guardameta, pero el triunfo no sirvió para conseguir el pase a semifinales. A Inglaterra le bastaba el empate para quedar primera de grupo y fue el resul-tado que se produjo en su enfrentamiento con Alemania.

La puesta en marcha del equipo español en este Europeo mostró a unos jugadores con muchas ganas y enfrente a unos alemanes fieles a su estilo, formando un conjunto de potencia, orden y sin fisuras. El partido ter-minó empate a cero y, aunque fue España el primer equipo que pudo marcar, Alemania sacó lo mejor de si, hasta el punto de que el guardameta español Sergio Asenjo tuvo que realizar una actuación sobresaliente. Esa pri-mera ocasión, en el minuto 31, que hubiera desequilibrado el encuentro a favor de España, se produjo cuando el balón le quedó al central Chico en el área frente al portero, producto de un saque de esquina, que terminó en un nuevo córner gracias a la rápida intervención de Höwedes. El lanzamiento lo realizó Granero y Torrejón estrelló la pelota en el larguero con su cabezazo.

Empató con Alemania, perdió con Inglaterra y venció a Finlandia, lo que resultó insuficiente para hacerse con una plaza en las semifinales del

Campeonato de Europa Sub-21. El equipo dirigido por Juan Ramón López Caro quedó tercero de su grupo, por detrás de ingleses y alemanes.

España se quedó en el camino

RAúL DEL pRADo FoToS: kAwAMoRi/UEFA

Granero.


sub 21

Después, fue Alemania el conjunto que creó más acciones de peligro, sobre todo en la segunda parte, aunque también en la primera Özil ya dio un aviso obligando a Sergio Asenjo a un rechace con la mano junto al poste y Marko Marin daba una muestra de su calidad y rapidez, finalizada con un tiro ajustado fuera. La pareja en la punta de ataque germana se destapó tras el descanso. Dejagah chutó alto, en una posición franca a la portería, tras una combinación con Özil. Y en el minuto 61 otra vez los dos, pero ahora con los papeles cam-biados, fueron los que fabricaron otra ocasión y esta vez más clara. El tiro de Özil lo sacó casi milagrosamente con el pie Sergio Asenjo.

Alemania hacía gala de su despliegue físico, mientras que España trataba de tocar y lograr el mando del encuentro, pero sin apenas hacer mella en una defensa comandada por el central Boateng, impecable todo el partido. Ya dentro del tramo final, cuando cualquier acción podía resultar definitiva, Özil tuvo un mano a mano

con Sergio Asenjo, en el que el guardameta español volvió a salir victorioso.

El segundo encuentro, frente a Inglate-rra, estuvo marcado por las imprecisiones, que fueron determinantes para la derrota de España. Y eso que fueron los ingleses los pri-meros en mostrar sus nervios. El meta Hart tuvo que darse una buena carrera hacia atrás y sacar la pelota casi en la línea de gol, tras una comprometida cesión. Cuando España empe-zaba a tomar el mando del encuentro, al que le jugaron una mala pasada los nervios fue a Javi García. Perdió el balón ante Milner y acabó cometiendo penalti sobre él. El propio Milner lo lanzó, raso y hacia el lado derecho, donde apareció la mano salvadora de Sergio Asenjo

para detener la pelota.Con el empate a cero se llegó a la segunda

mitad, que comenzó con el equipo español dispuesto a hacerse con la victoria. El primero que puso su aportación personal fue Javi Mar-tínez, que se llevó el balón con la cabeza por la parte derecha del ataque, evitó una salida un tanto desesperada del portero y casi desde la línea de fondo buscó el gol, que no se produjo por la intervención de un defensa.

Inglaterra reaccionó y aumentó su ritmo y su intensidad en el juego. Fruto de ello fueron sus dos goles en poco espacio de tiempo. El primero, tras una pérdida de balón de Mario Suárez, fue obra de Campbell, con un zurdazo raso y ajustado, y en el segundo Walcott apro-

Jurado.

José Ramón López Caro, seleccionador español.


España, 0 - Alemania, 0

España: Sergio Asenjo; Sergio Sánchez, Chico, Torrejón, Monreal; Raúl García, Javi Martínez; Sisi (Capel, 69 min.), Granero (Pedro León, 86 min.), Jurado; y Bojan (Xisco, 81 min.).Alemania: Neuer; Beck, Boateng, Höwedes, Boenisch (Schmelzer, 37 min.); Castro (Ebert, 85 min.), Aogo, Khedira, Marin (Ben-Hatira, 69 min.); Dejagah y Özil.Árbitro: Tony Chapron (Francia).Tarjetas: Torrejón, Raúl García, Dejagah, Beck y Khedira.Estadio: Estadio Gamla Ullevi (Goteborg). 15.827 espectadores.

España, 0 - Inglaterra, 1

España: Sergio Asenjo; Azpilicueta, Javi García, Torrejón, Monreal; Javi Martínez (Xisco, 68 min.), Mario Suárez (Pedro León, 80 min.), Raúl García, Jurado; Adrián López y Bojan (Capel, 56 min.).Inglaterra: Hart; Cranie, Richards, Onuoha, Gibbs; Muamba; Milner (Gardner, 83 min.), Cattermole, Noble, Johnson (Walcott, 61 min.); y Agbonlahor (Campbell, 38 min.).Goles: 0-1, min. 66: Campbell. 0-2, min. 72: Milner.Árbitros: Bjorn Kuipers (Holanda).Tarjetas: Richards y Milner.Estadio: Estadio Gamla Ullevi (Goteborg). 16.123 espectadores.

Finlandia, 0 - España, 2

Finlandia: Lehtovaara; Jalasto, Turunen, Portin, Raitala; Sparv (Vasara, 37 min.), Mehmet Hetemaj; Hämäläinen, Perparim Hetemaj, Hakola (Kärkkäinen, 75 min.); y Pukki (Sadik, 46 min.).España: Sergio Asenjo; Azpilicueta, Torrejón, Marcano, Monreal; Raúl García, Mario Suárez; Pedro León (Jonathan Pereira, 67 min.), Granero (Capel, 83 min.), Jurado (Sisi, 20 min.); y Xisco.Goles: 0-1, min. 28: Torrejón. 0-2, min. 54: Pedro León.Árbitro: Bjorn Kuipers (Holanda).Tarjetas: Mehmet Hetemaj, Perparim Hetemaj y Raúl García.Estadio: Estadio Gamla Ullevi (Goteborg). 8.093 espectadores. Los jugadores españoles lucieron una cinta negra por el fallecimiento de la abuela de Granero.

vechó su velocidad ante un desajuste defen-sivo y cedió de manera perfecta al corazón del área para que rematara Milner.

En el tercer partido, España se encontró con una Finlandia rocosa, ordenada y contun-dente; demasiado contundente, porque ya en el minuto 20 Jurado tuvo que abandonar

el terreno de juego tras sufrir una entrada de Mehmet Hete-maj, prueba de la dureza con que estaba dispuesta a emplearse Finlandia, pese a jugarse sólo el honor. El equipo español estaba encomendado a hacer cuanto más goles mejor y esperar una victoria inglesa. Las ocasiones lle-gaban a balón parado y un lanza-miento con el pie desde la banda de Granero lo recogió Torrejón para marcar con la derecha, gol que llegó a la vez que el empate a uno de Inglaterra ante Alemania, y que hacía renacer las esperan-zas españolas.

El segundo periodo fue de ataque constante por parte de España. Pedro León, con un magistral lanzamiento directo a la escuadra, anotó el segundo gol. Y pudieron llegar muchos más, pero el guardameta Lehtovaara lo impidió. De todos modos, un tercer tanto sólo hubiera hecho falta en el caso de que Inglate-rra hubiera ganado a Alemania y esto no sucedió. Eso sí, España se despidió del Europeo con la cabeza bien alta.

Bojan.

Muy jóvenes seguidores de España.


sub 17 femenina

Magníficas subcampeonasEspaña cayó en la final ante Alemania pero no empañó su excelente papel en el Europeo.

España, 0 - Alemania, 7 (Final)

España: Sandra; Laura; Yazmina (Ana, min. 40); Ana Buceta Leire Fernández (Nieves Motoso, min. 51); Esther González; Amanda Sanpedro; Amaia Lambarri; Gema Gili; Leticia Mendez; Naiara (Andrea, min. 41).

Alemania: Sarholz; Maier; Elsig; Vetterlein (wensing,min. 68) ; Simon; Gotte; Rolser (Harttmansegger; min. 72) Mester; Malinowski; Petzelberger (Ebehardt, nin. 68); Doppler.

Goles: 0-1, (Mester (min. 3); 0-2, Malinowski (min. 17); 0-3, Malinowski (min. 42); 0-4, Malinowski (min. 45); 0-5, Malinowsky (min. 50); 0-6, Elsig (min. 67); 0-7, Malinowsky (min.80).

Arbitros: Katalin Kulsar (Hun); Assa Olsson (Sue), y Selim Demirel (Tur), amonestaron a Yasmina; nieves Motoso y Ana Martinez por España.

Incidencias: Final del Campeonato de Europa sub-17 Femenino, disputada el 25 de junio en el estadio Colovray de Nyón (suiza). Presenció el encuentro el embajador de España en Suiza, Fernando Riquelme.

España, 2 - Noruega, 0 (Semifinal)

España: Sandra Paños; Laura Gutierrez; Yazmina; Ana Buceta; Esther Gonzalez (Manuela Lareo min. 76); Amanda Sampedro (Andrea Carid, min. 70); Amaia Lambarri; Gema Gili; Leticia Mendez; Anabel Martinez (Leire Fernández, min. 36); Naiara Beristain.

Noruega; bormes; Sonstevold; Thorirsdotir; Snekvik (Tengesdal, min.75); Knudsen; Hegerberg; Dekkerhus; Vassbo; Mork (Skaug, min 52); Utland; Haavi.

Goles: 1-0, Amanda (min. 10); 2-0, Esther González (min. 45).

Arbitros: Esther Azzopardi (Malta); Sian Massey (Inglaterra) y Anne Cheron (Bélgica).

Incidencias: encuentro de semifinales del Campeonato de Europa sub-17, disputado el 22 de junio en el estadio Colovray de Nyón.


fútbol femenino

o es una exageración señalar que el fútbol femenino fue hasta hace no tanto una especie de cuestión menor dentro de los

ámbitos de un deporte gigantesco a casi todos sus niveles. La historia y la tradición demues-tran que durante mucho tiempo su práctica fue una especie de anécdota a nivel deportivo y la de una anécdota, a veces incluso molesta, a nivel social. Devorada la especialidad por la red devastadora del fútbol masculino aficio-nado y, sobre todo, profesional, las chicas que jugaban eran tenidas como una excepcionali-dad que no despertaba apenas interés y a la que los medios se negaban a prestar atención. En este capítulo seguimos igual a pesar del crecimiento global del fútbol femenino. Las razones son tan conocidas como rancias: para

ocupar espacios (prensa, radio, televisión) hay que generar espectáculo.

El deporte femenino se vende poco, nada y mal, y no hay demasiados casos que demues-tren lo contrario. El fútbol femenino español ha roto esas barreras restrictivas e injustas en con-tadas ocasiones: algunos partidos del Athletic en San Mamés, la conquista de la Eurocopa 2004 por la “sub 19” que dirigía Ignacio Quereda… Esos repuntes no han calado, sin embargo, en lo fundamental: su expansión pública a los niveles deseados. En la de licencias estamos en las 18.000, muy lejos no ya de las superpotencias (EE UU, China, Alemania), sino de países con mucha menos población que España: Noruega, Suecia, Dinamarca, Islandia…

¿Qué tiene el fútbol femenino para que no se haya disparado a pesar de los esfuerzos per-

No es una quimera

El fútbol femenino

español trata de

dar el salto que le sitúe

entre los mejores a

nivel no sólo de grandes éxitos, sino de atracción pública y de

fichas de jugadoras. Se buscan

un millón de aficionados

que lo respalden

N


fútbol femenino

21ª del ranking FIFALa selección absoluta femenina de España ocupa el 21º lugar

en el ranking FIFA, lo que a todas luces prueba que no está entre las que dominan en la especialidad. Las razones esgrimidas por el seleccionador tienen que ver, naturalmente, con muchos motivos y con el del número de licencias, que aún no ha alcanzado los 20 millares.

sonales, de clubes y de instituciones mayores? Mejor dicho: ¿qué le falta para que pase de ser un deporte de unas pocas a un suceso mayori-tario? Sus practicantes están dotadas de habi-lidades técnicas indudables, conocen lo que es el fútbol, en sus partidos hay más goles de promedio (cuatro) que en el masculino y garantizan espectáculo. No se trata, ni nadie lo pretende, de aproximarse al masculino, pero sí de que ocupe un espacio que legitiman sus ambiciones y que defienden ardorosamente algunos ahora y otros antes que éstos. Se trata, en fin, de sea algo más que una especialidad que está ahí y que a nadie perturba ni emo-ciona demasiado. Y hay gentes empeñadas en conseguirlo. Románticos o no, debemos agradecérselo.

ambicioso proyecto que, en definitiva, lo que persigue es dinamizar el fútbol femenino, con-seguir que despierte atracción y que sea, en resumen, mucho más de lo que es. Ése ha sido el empeño de todos desde que Teodoro Nieto se pusiera al frente de una selección femenina y antes incluso de que ésta hubiera tomado cuerpo, porque fútbol femenino ha habido en este país antes de su expansión mundial, aun-que no pasara de ser una especie de apéndice simpático de un brazo muchísimo más largo.

Desenmarañar las razones por las que su crecimiento no ha sido ni ha estado a la altura de los esfuerzos de sus defensores (los clubes españoles grandes no se han involucrado o lo han hecho siempre con muchas reservas y eso ha menoscabado la posibilidad de pro-

En España hay

18.000 mujeres

que practican

el fútbol, una

cifra que queda

muy lejos de

los grandes

mundiales y

de pequeños

países con

mucha menos

población.

El fútbol femenino es desde hace años una de las apuestas de FIFA, que advirtió pronto unas vetas sumamente atractivas: millones de mujeres que podían incorporarse a él, bien como espectadoras, bien como jugadoras. En algunos países los resultados han sido espec-taculares. La final de los último Juegos Olímpi-cos entre China y EE UU fue la oferta televisada más vista de la Olimpiada. Si bien habría que precisar que el núcleo mayoritario de los que la siguieron fueron espectadores chinos y esta-dounidenses (dos de los países más poblados del mundo y con mayor número de fichas, es decir, dos en los que el fútbol femenino des-pierta mayor expectación) también es verdad que la final despertó gran interés en otros. Aunque soñar con cifras millonarias parece, sencillamente, eso, el Comité de Fútbol Feme-nino de la RFEF se ha trazado entre sus planes el de “acercar a un millón de aficionados al fútbol femenino español”. “No es una quimera”, asegura Ignacio Quereda, responsable de las selecciones nacionales y el único hombre que ha sido capaz de ganar un título europeo una tarde inolvidable, ante el coloso alemán.

Ignacio Quereda forma parte esencial, junto a Vicente Temprado, José Luis Girón y Jacinto Alonso, miembros todos del Comité, de un

vocar rivalidad, que es, no lo olvidemos, lo que genera pasión, no curiosidad, y esto lo que lleva a la difusión) hay otras que cons-tituyen un misterio o, cuando menos, abren la posibilidad del debate. ¿Por qué la mujer se ha incorporado de lleno al fútbol de alto nivel como aficionada y no lo ha hecho igual como practicante o como espectadora del femenino? ¿Por qué se sigue pensando que es una especialidad de perfil bajo y desprovista de interés cuando en otras naciones despierta una enorme atracción? ¿Somos tan diferentes a los demás? Combatir y superar esas tenden-cias es una de las misiones principales del proyecto que expusieron en la “Ciudad del Fútbol” de Las Rozas José Luis Girón, vicepresi-dente del Comité y vicepresidente de la pode-rosa Federación Andaluza de Fútbol; Jacinto Alonso, presidente de la Territorial de La Rioja e Ignacio Quereda, seleccionador nacional. “Todos juntos podemos”, podía ser el lema de la campaña.

La actual Superliga de fútbol femenino está formada por 16 clubes que el proyecto de nueva Liga Nacional para la temporada 2009/10 quiere ampliar hasta 24. Todos ellos se distribuirían en dos o tres grupos, lo que aún está por perfilarse, sin descensos, pero sí


fútbol femenino

24 equipos en la Liga NacionalEl plan encaminado a reactivar el fútbol femenino español

pasa por la creación de la denominada Liga Nacional, que sustituiría a la actual Superliga y en la que formarían un total de 24 clubes, los 18 de ésta, Rayo Vallecano, Levante, Athletic Club, RCD Espanyol, Prainsa Zaragoza, F.C. Barcelona, Atlé-tico de Madrid, Torrejón, Sporting de Huelva, Real Sociedad, Lagunak, L’Estartit, Málaga, Colegio Alemán, Extremadura y Pozuelo, y los ocho que se incorporarían al proyecto: Sevilla, Real Valladolid, “Nastic”, Real Murcia, Las Palmas, Eibar, Real Jaén y Cacereño.

con ascensos y con la obligación de que todos ellos cuenten con una categoría “sub 12” en fútbol 8 para fomentar el fútbol femenino desde la base. Un año más tarde, esto es, en la temporada 2010/11 los participantes en la Liga Nacional serán los mismos, pero ahora con la obligación de crear una categoría “sub 16”. Por fin, en 2011/12, y ahora con 16 clubes en un único grupo, ya con ascensos y des-censos, se ampliaría la creación de categorías hasta la “sub 19”. En suma, se habría cubierto no sólo la necesidad de una especie de divi-sión de élite, sino que se garantizaría el apoyo desde los escalones más bajos. Se mire como se mire, una idea suculenta.

La creación de una nueva Liga con 24 equipos y categorías “sub 12”, “sub 16” y “sub 19” en éstos es la base de un proyecto sumamente atractivo.

La parquedad de objetivos no entra en los planes de Ignacio Quereda. Sin duda por eso piensa alcanzar “50.000 fichas en el próximo trienio”. Eso supondría casi multiplicar por tres las existentes, lo que no parece nada sencillo. Ése es, precisamente, el “quid” del proyecto pues a esa cifra se llegaría a través de las crea-ciones de nuevas categorías en los clubes y con el número, a la posibilidad de competir con los mejores a todos los niveles y no sólo en el “sub 19”, que es donde España ha alcanzado un título y un subcampeonato de Europa.

Gloria, que, no obstante, todavía nos parece poco. Todos queremos más. Y eso es, por cierto, legítimo. Muy legítimo.


fútbol femenino

A José Luis Girón, vicepresidente del Comité de Fútbol Femenino y de la Territorial de Andalucía, no deben asustarle los retos. Si le asustaran habría optado, sin duda, por moverse en otros terrenos más cómodos. Pero no; no. Él está inmerso, como otros, en el desarrollo del fútbol femenino y, ade-más, cree en ello. Advierte, sin embargo, que “lo que nosotros queremos es andar. Poco a poco, pero andar”.

Girón tiene claro que todo lo hecho hasta ahora tiene mucho de heroico, y lo tiene, efectivamente, porque en esta larga travesía no ha habido demasiados aventurados, pero, también, que el modelo debe ser retocado. “El modelo ha dado sus frutos, dice, hasta que los ha dado. Ha llegado el momento de que salgan brotes verdes”. Para eso, advierte, “será preciso que todos vayamos de la mano”.

El vicepresidente de la Andaluza recuerda que “el Betis creció cuando las mujeres se plantaron en él”, pero recuerda con datos incontestables la escasa incidencia del fútbol femenino en deter-minadas escalas de edad y en las que el número de niñas con ficha federativa (como en el caso de Andalucía) apenas llega al 1%. Eso no es bueno, evidentemente, pero como matiza el propio Girón “nos da un gran margen de crecimiento”. “Lo que existe hay que mejorarlo, porque los números prueban que no hemos llegado hasta donde queríamos”. “Queremos mejorar cualitativamente y cuantitativamente”, puntualiza.

El Comité demandará de las instituciones las ayudas que estima oportunas. “Vamos a pedir el mismo tipo de las que disfrutan otras federaciones”. “Si no empezamos, no sabremos hasta donde podemos llegar. Si el fútbol femenino crece eso será bueno para el fútbol y para el país. Estamos empezando un nuevo reto”, concluye José Luis Girón.

“Vamos a pedir el mismo tipo de subvenciones a las que tienen acceso otras federaciones”, señala el vicepresidente del Comité de Fútbol Femenino.

José Luis Girón:

“Lo que queremos es andar.Poco a poco, pero andar”

Jacinto Alonso, presidente de la Territorial de La Rioja; José Luis Girón, vicepresidente del Comité del Fútbol Femenino y de la Federación Andaluza, e Ignacio Quereda, seleccionador nacional.


fútbol femenino

odos tenemos un día especial-mente grande. De los que no se olvidan. De los que siempre están en primera línea en el recuerdo. Cuando se habla de

fútbol, esos días están necesariamente encade-nados a los triunfos. Ignacio Quereda levantó una tarde agosteña de 2004 la Eurocopa “sub 19” femenina y ése fue su gran día. Con razón, evidentemente.

El paso del tiempo no ha sido capaz de conducirnos a la reedición de semejante acon-tecimiento. No podemos decir que el fútbol femenino ha ido hacia atrás, pero sí debemos admitir que ante la velocidad de crucero del español se han impuesto otras velocidades. “Estamos viendo que equipos que antes no nos ganaban, como es el caso de Inglaterra, ahora sí lo consiguen”, reconoce el selecciona-dor absoluto, profundamente dolido por ello. Como es natural.

Quereda estima con toda su convicción que esos pasos sólo pueden corregirse a través de la implicación de los más grandes clubes, de la competencia que lleva a la expectación y

Un equipo por comunidad, ahora; uno por provincia,

más adelante

La ilusión de Ignacio

Quereda no sabe

de obstáculos,

“aunque, ahora,

selecciones que no

nos ganaban ya nos

han adelantado”.

del desarrollo del fútbol femenino desde los escalones inferiores. Para que nos entenda-mos: crecimiento en lo más alto y en lo más bajo, para que allí garantice el tirón público y mediático, y aquí fortalezca las bases de la pirámide.

Al seleccionador y máximo responsable técnico del fútbol femenino de equipos nacionales ha empezado a preocuparle el número de extranjeras no seleccionables que han surgido, lo que afecta, claro, a los equipos nacionales. Enamorado de un fútbol que él mismo califica como “muy atractivo”, menos propenso a las sanciones, “porque cuando ellas protestan lo hacen de otra manera”, “con gestos técnicos mejores, incluso, que los de los hombres”, Ignacio Quereda no pierde la fe en el futuro, que ahora alimenta este proyecto, que no a todos ha satisfecho en las formas, pero que, en definitiva, nace por el bien general y para responder a la demanda de mejora de un fútbol que está ahí, que tiene su papel, que ocupa su espacio y que, sencillamente, se lo merece, ¡caramba!

T


árbitros

El elogio del árbitro de fútbol

José Domingo Gómez García, reflexiona en un magnífico libro sobre las vivencias de un sector del fútbol, al que no se reconocen sus enormes méritos. Todo lo contrario.

José Domingo Gómez García le apasiona el mundo del arbi-traje. Le apasionan muchas otras cosas, en realidad. Per-

sonaje de enorme actividad en el del fútbol, ha sido presidente del Comité de Jurisdic-ción de la Federación Tinerfeña, formó parte del Comité Canario de Disciplina Deportiva, llevó a cabo la transformación del C.D. Tene-rife en sociedad anónima deportiva y fue su letrado asesor durante ocho años. Abogado de profesión, es miembro de la Federación Tinerfeña de Fútbol desde hace más de 30 años, en la que desempeña el puesto de pre-sidente de su Comité de Competición.

Como le gusta enormemente el fútbol y como sabe como el que más del arbitraje, José Domingo Gómez García acaba de regalarnos un libro, “Elogio del árbitro de fútbol”, en el que narra con extensos conocimientos, delicado

gusto, ironía y, sobre todo, un profundo afecto hacia dicho sector del fútbol, lo que son y lo que se entiende, con frecuencia equivocada-mente, de ellos. José Domingo nos habla con pausa y gusto, y relaciona a los árbitros con no pocos campos, que están o que se intuyen: la subversión del complejo de Edipo y el complejo de Electra; los pilares del trabajo arbitral; con sus bases personales, técnicas, tácticas y físicas; con las normas de arbitraje, naturalmente; con la perfección a la que es imposible llegar; con que son actores y no artistas; con la violencia y las categorías inferiores, en las que la violencia es arma de frecuente y de peligroso uso; con el futuro, que siempre está ahí...

Un libro pues para leer con cuidado y cariño, que engancha, delicioso y reflexivo en torno a unos hombres sin los que, senci-llamente, el fútbol no existiría.

Así de fácil. Así de duro.

A


árbitros

L uis Medina Cantalejo nació en Sevilla el 1 de marzo de 1964, en el seno de una familia que res-piraba arbitraje por los cuatro

costados, su padre Luis Medina Díaz había sido árbitro al igual que lo fuera su abuelo. Luis, como muchos de sus compañeros comenzó como jugador, pero en el año 1983 decidió

Multitudinario y emotivo homenaje a Luis Medina Cantalejo

ingresar en la organización arbitral. Tras un dilatado recorrido por todas las categorías regionales y nacionales ascendió a Primera División en la temporada 1997-1998, debu-tando en un Real Sociedad-Oviedo.

El 1 de enero de 2002 obtiene la categoría de árbitro internacional y debuta dirigiendo un Bélgica-Grecia. Entre clubs ha pitado los más

El pasado 5 de junio tuvo lugar, en Sevilla, un homenaje al árbitro Luis Medina Cantalejo, que se retiraba tras haber cumplido 45 años de edad y haber arbitrado más de 200 partidos en Primera División, entre Liga y Copa del Rey y más de 80 partidos internacionales, el último de

ellos la final de la Copa de la UEFA de la presente temporada.


árbitros

“Han sido 26 años maravillosos”importantes enfrentamientos, 30 de ellos de la Champions League y a nivel de selecciones ha dirigido la final del campeonato de Europa de selecciones sub-21, en 2003, que enfrentó a Serbia e Italia, así como otros muchos encuen-tros clasificatorios para eurocopas y mundiales.

Pero sin duda, su mayor logro y orgullo es haber representado a España en el Mundial de Alemania 2006, dirigiendo cuatro parti-dos como árbitro principal y siendo el cuarto árbitro de la final de dicho campeonato que enfrentó a Italia y Francia. De esta manera, Luis Medina se convertió en el árbitro español que más participaciones ha tenido en un Mundial.

Toda esta brillante trayectoria deportiva, que es mucho más extensa, merecía un home-naje como el que le dispensó el fútbol español en su totalidad y el internacional representado por sendos mensajes de gratitud y felicitación de Blatter, presidente de la FIFA y de Platini, presidente de la UEFA, así como de numerosos colegas de otros países. A destacar por encima de todos, la felicitación enviada por la Casa Real.

El presidente de la Real Federación Española de Fútbol, Ángel María Villar, que estuvo pre-sente en el acto, glosó la excelente y extensa carrera deportiva de Luis Medina, agradecién-dole lo mucho que había hecho por el fútbol español en general y por el arbitraje en parti-cular, señalando que “los árbitros españoles y tu Luis entre ellos, estáis entre los más respeta-dos y considerados del mundo, crédito que os habéis labrado a pulso, sin que nadie os haya regalado nada. Gracias a ti, Luis y a los compa-ñeros que hoy te acompañan, vuestra imagen es la que es: intachable”.

Ángel María Villar terminó su intervención reiterándole su felicitación y deseándole lo mejor para el futuro, “una nueva etapa ale-jada de los terrenos de juego, pero espero y deseo que ligada al arbitraje, porque un árbi-tro nunca se jubila”. A continuación, le entregó un recuerdo de tan significativa fecha. Estuvie-ron presentes Manuel Jiménez Barrios, secre-tario General para el Deporte de la Junta de Andalucía, Alfonso Rodríguez-Gómez de Celis, representando al Excmo. Ayuntamiento de Sevilla y Beatriz Sánchez García, de la Excma. Diputación de Sevilla.

Luis Medina estuvo acompañado por su esposa, Elisa y sus hijas María y Natalia, ya que el pequeño Luis se quedó en casa, si bien todos los asistentes pudieron comprobar sus

dotes arbitrales en un emotivo video en el que se resumía la vida deportiva de Luis. Especial-mente emocionante resultó una carta que le escribió su madre, también presente en el acto y que fue leída por una de sus hijas.

En el acto estuvieron presentes también el presidente de la Federación Andaluza de Fútbol, Eduardo Herrera; el presidente del Comité Téc-nico de Árbitros, Victoriano Sánchez Arminio, así como la mayoría de los compañeros de Primera División y algunos de Segunda, representantes de prácticamente todos los clubs de Primera División, entrenadores, ex jugadores y un sin fin de amigos que abarrotaron el espléndido marco del Casino de la Exposición de Sevilla.

En su despedida, Luis Medina Cantalejo tuvo palabras de agradecimiento para numerosas personas, pero en especial para su padre, su familia, Vicente Acebedo y sus compañeros. Pero, sin duda, la frase que mejor resumen su sentir es la de “han sido 26 años maravillosos”.

Luis Medina, que considera que el mejor árbitro ha sido López Nieto, el más elegante Díaz Vega, el mejor jugador Johan Cruyff, el jugador más correcto Raúl, el mejor presidente del fútbol español Ángel María Villar, ha sido juez en los mejores escenarios del mundo y como dijo el periodista José Antonio Sánchez Araujo, “el maestro Araujo”, “ahora será espejo para todos los que quieran intentarlo”.


rfef

ejorar la eficiencia de los proce-sos federativos; agilizar los trá-mites; disponer de una venta-nilla única y on line como única

plataforma de servicios… La complejidad del fútbol actual y las enormes dimensiones admi-nistrativas de las organizaciones está haciendo cambiar el curso de los acontecimientos. Los avances tecnológicos son inherentes a estas nuevas fronteras pues sin ellos nada de aque-llo sería posible. La Real Federación Española de Fútbol (RFEF) se ha sumado a los procesos científicos puestos al servicio de la organiza-ción y mejora del fútbol. El “Proyecto Fénix” es su obra maestra.

El “Proyecto Fénix” no sólo supone un avance de enorme trascendencia en el plano ges-tor administrativo, sino, también, en el de la ramificación de su tarea, de tal modo que ésta alcance a sus federaciones territoriales y a los distintos departamentos que conforman su estructura. El “Proyecto Fénix”desarrolla una plataforma de servicios que integra todos los procesos de gestión federativa comunes a la RFEF y a las diferentes federaciones autonómi-cas españolas. Esta plataforma se convierte así en la ventanilla única para realizar cualquier

trámite relacionado con el fútbol, particulari-zado en tres objetivos tácticos: normalización de todos los procesos de gestión federativa en todas las entidades administrativas; agilización de los canales de comunicación entre ellas, centralizando toda la información relacionada con la gestión en una única base de datos, y agilización de las operaciones de gestión que deportistas y clubes lleven a cabo en sus Terri-toriales, facilitando el acceso a la plataforma de servicios vía remota. Es decir, trámites más directos, más cortos, más rápidos y más bara-tos. La fórmula soñada, perseguida, ansiada…y hallada.

La conveniencia de este “Proyecto Fénix” y sus consecuencias resultan evidentes. A través de él se mejorará la eficacia de los procesos federativos de la RFEF, desde la normaliza-ción de procesos y la centralización de datos, pudiendo disponer de información fiable en línea. Pero no sólo eso. No todo queda ahí. La tramitación de solicitudes vía Internet per-mitirá a clubes y jugadores federados realizar cualquier gestión en cualquier momento sin necesidad de tener que acudir a ninguna ventanilla. La validación de los trámites fede-rativos de manera on-line abrirá paso a la

Ave,“Proyecto Fénix”A través de él, la RFEF ha hallado la fórmula para la gestión del fútbol

de forma más directa, más rápida y más barata.

M


rfef

posibilidad de recibir respuesta inmediata del resultado de las operaciones, así como a evitar el riesgo de posibles fraudes en la gestión. Ésta centralización permitirá disponer de un punto único de acceso desde el que realizar cualquier operación federativa. Ello supone, además, una reducción del gasto. La seguridad de las operaciones está acreditada por mecanismos seguros y precisos.

El “Proyecto Fénix” dará cobertura a toda la operativa diaria relacionada con la gestión de aquellas entidades relacionadas con el mundo del fútbol. Una de ellas es la de Licen-cias. A través del “Proyecto Fénix” se mejorará el flujo de procesos entre la Real Federación Española de Fútbol, las Federaciones Territo-riales y sus delegaciones, la Liga Nacional de Fútbol Profesional y la Liga Nacional de Fútbol Sala optimizándolo, evitando ineficiencias y unificando los criterios a nivel estatal. El largo brazo del “Proyecto” alcanza a encuadrar la administración de todas las competiciones estatales dentro de un margo general en el que operarán, pero, además, servirá como fuente de datos para el registro de sanciones del deportista y a sus distintos Comités para facilitar y mejorar su actividad jurisdiccional;

activará el conocimiento de las actividades de las selecciones nacionales, alimentando la base documental de la gestión federativa; dará cobertura a todos los partidos de ámbito estatal que se juegan en España (26.000 cada semana), alimentando la historia de nuestro fútbol; mantendrá un seguimiento sobre los titulados por las federaciones y sobre su for-mación, y será absolutamente escrupuloso con la identificación de sus afiliados. En este sentido, en la solicitud de inscripción figuran un código de barras que identifica el tipo de licencia; el número de identificación del afiliado, que, previamente, indicó cuando rea-lizó la solicitud de afiliación, y el club donde desea realizarla.

El “Fénix” será pues el núcleo que aglutine todo lo que le llegue desde Licencias, Sancio-nes, Actas Arbitrales, Convocatorias de selec-ciones, Comité Técnico de Árbitros, Mutua-lidad, Entrenadores, Escuelas y Titulaciones, Competiciones, Publicaciones y página web… Un mundo gigantesco al que dar cobertura para saber así lo que ocurre en cada instante y facilitar y acelerar el rigor de las actividades relacionadas con la administración del fútbol español.

La idea rubrica una fórmula que agiliza toda su administración y la centraliza en una única “ventanilla” de forma instantánea.


ernando Hierro manifestó su satis-facción personal por la puesta en marcha del Campus, destacando la calidad de los profesores, y de la

formación que se va a impartir en el mismo.Eduardo Valcárcel, señaló que el Campus era

la continuación del trabajo que el equipo de entrenadores responsables ha venido reali-zando en la Escuela de Fútbol de la RFEF, a lo largo del año, y del que destacó cuatro puntos fundamentales: ”Las instalaciones que posi-blemente sean las mejores de España; la cua-lificación de los entrenadores, en tercer lugar, el interés que la fundación RFEF ha dedicado a la formación en inglés, y en cuarto lugar al método aplicado, que tan buenos resultados ha dado en la Escuela de fútbol a lo largo del año”.

El Campus es una iniciativa de la Fundación RFEF que, dirigida a los niños y niñas de entre 6 y 14 años se desarrollará en las instalaciones de la Ciudad del Fútbol, entre el 1 y el 10 de julio, de

Fernando Hierro presentóel I Campus Deportivo RFEF

10 a 19:30 horas, con la posibilidad de realizar la actividad de forma interna. Durante estos días los participantes disfrutarán de un amplio pro-grama de actividad deportiva, donde además de en los entrenamientos y partidos, participarán en diversos talleres, y recibirán visitas de conocidos jugadores y entrenadores. Licenciados en Educa-ción Física, y entrenadores nacionales, serán los encargados de elaborar propuestas atractivas, donde se aplicarán los conceptos tecnico-tácti-cos aplicados a cada edad.

Un completo programa en el que también se prestará destacada importancia al estudio y perfeccionamiento del inglés.

Sus responsables, dirigidos por Fernando Hierro, se han preocupado de que este sea un Campus de gran calidad, en el que ade-más de los conceptos propiamente deportivos se transmitan los valores más positivos del deporte, y en este caso los valores más positi-vos del fútbol como deporte de equipo.

FJosé Luis Díez, Fernando Hierro y Eduardo Valcárcel.

rfef


Villar inaugura el VII Congreso para entrenadores en Cartagena

Más de 400 asistentes se dieron cita en la sexta edición del

Congreso Internacional de Fútbol de Cartagena que fue inaugurado por Ángel María Villar, presidente de la RFEF, junto a la

alcaldesa de Cartagena, Pilar Barreiro y Félix Faura, rector de la Universidad Politécnica de Cartagena, donde se desarrollaron las jornadas. La primera mesa redonda llevaba el lema “El fútbol desde el punto de vista del dirigente deportivo” cuyos ponentes fueron José Luís Astiazarán, presidente de la Liga Nacional de Fútbol Profesional, Jose Moya, director general del Elche, Jose Miguel Monje, presidente de la FFRM, Onofre Contreras Jordan, catedrático de la Universidad de Castilla la Mancha, con la moderación de Jose Angel de la Casa. Seguida-mente se expuso la visión de “El fútbol desde el punto de vista de los medios de comunica-ción”, con la presencia de Tomás Guasch, sub-director de As. En cuanto a la parcela técnica, la mesa redonda de entrenadores la formaron Abel Resinos, (At. Madrid), José Miguel Campos (Real Murcia) y José Ignacio Martínez (Ex Alba-cete, Salamanca y F.C. Cartagena), que estuvo moderada por Vicente Miera, vicepresidente del Comité de Entrenadores de la RFEF. Aspectos relacionados con el arbitraje también tuvieron su espacio con opiniones de Antonio Rubinos

Pérez, árbitro internacional, Javier Lozano, presidente del Comité Murciano de Árbitros y Alonso Gómez, ex-arbitro de Primera División y Concejal de Deportes de Cartagena.

p.J. zAFRA

territoriales


fútbol playa

n total de 26 penaltis hicieron falta para que España consi-guiera imponerse en la fase de clasificación europea para el Mundial de fútbol playa que se

disputará en Dubai. El partido concluyó en el tiempo reglamentado y en la prórroga con empate a cuatro goles. Amarelle inició la tanda de lanzamientos, marcando, pero, de forma sorprendente, durante 24 penaltis más nadie falló hasta que Shaykov erró el que le habría dado la igualada a 13. Naturalmente, determi-nados jugadores repitieron lanzamientos.

El suceso insólito de tener que llegar a tal can-tidad de penaltis para resolver quien ganaba la

España,la mejor

La selección ganó la fase de clasificación

europea para el Mundial, disputada en

la playa del Gurugú de Castellón, tras

un empate a cuatro tantos con Rusia e

imponerse... ¡13-12! en los lanzamientos

de penaltis.

fase de clasificación disputada en la playa de Gurugú de Castellón elevó de forma impresio-nante el interés por una especialidad que cada día que pasa gana adeptos. Más de 3.500 aficio-nados vibraron en las gradas no ya con la victo-ria de los españoles que dirige Joaquín Alonso, sino con la remontada de la selección española, que se encontró con un rival fortísimo. Rusia se puso con dos goles de ventaja en el marcador en tres ocasiones (0-2, 1-3 y 2-4), pero la pri-mera la acortó Antonio y en la segunda vez el que llevó hasta el 2-3 fue Amarelle. Los rusos volvieron a ganar distancias con la cuarta diana, resultado al que se acercó Cristian Torres (3-4) para que, finalmente, Nico Alvarado elevara el

U


cuarto tanto al marcador entre el delirio de los seguidores españoles presentes en el recinto.

La tanda de penaltis dio lugar a que marcaran sucesivamente Amarelle, Leonor, Nico, Gorchins-kiyi, Antonio, Shaykov, Juanma, Shishin, Kuman, Strutynskyi, Jorge, Shkarin, Cristian Torres, Bukhlitskiy (portero), Javi Torres, Shakhmelyan, Dona, Eremeev, Roberto (portero), Gordonov, Amarelle, Leonor, Nico, Gorchinskiyi y Antonio. Shaykov erró y dio el triunfo a España. El equipo nacional estuvo formado de salida por Roberto, Antonio, Juanma, Nico y Amarelle, pero tam-bién jugaron Cristian Torres, Kuman, Jorge y Javi Torres. España, que batió (4-2) en semifinales a Suiza concluyó, la primera fase del Torneo, en el

que quedó encuadrada en el mismo grupo que Rumanía, la República Checa y Letonia con tres victorias, 23 goles a favor y nueve en contra. La fase de clasificación la disputaron un total de 26 países europeos. Portugal, Rusia, Italia, Francia, Suiza y Polonia resultaron ganadores en cada uno de los suyos. Tras España y Rusia, se clasifica-ron Suiza, Portugal, Italia y Francia.

El indudable auge que sigue tomando el fútbol playa encontró eco en Castellón, donde las excelencias de Amarelle y sus compañe-ros entusiasmaron a los espectadores que no conocían los atractivos de la especialidad, en la que se combinan la técnica exquisita, la habilidad y la potencia sobre la arena.


fútbol sala


spaña derrotó a Guatemala en el primero de los amistosos cele-brado el 14 de junio en la loca-lidad de Tomelloso, y se mos-tró muy superior a los actuales

campeones de la CONCACAF. Ambas seleccio-nes tenían previsto disputar dos días después un segundo encuentro en Alcazar de San

Juán pero, un tremendo aguacero, inundo la localidad, afectando también al pabellón “Díaz Miguel”, donde se iba a disputar el encuentro, y ante el riesgo eléctrico, los responsables decidieron suspender el mismo.

Dos partidos programados como prepara-ción para el Campeonato de Europa, que se celebrará en Hungría en enero de 2010, en los que el seleccionador nacional, hizo debutar a tres nuevos jugadores; Carlos Muñiz (Gestesa Guadalajara); Hugo Bernárdez (Pinto) y César Muñoz (Lobelle).

El partido estuvo marcado por la gran dife-rencia de nivel entre ambas selecciones. Gua-temala, conocedora del nivel del rival, no salió sin embargo a la defensiva, y busco desde el inicio la portería española, jugando en los primeros minutos con el portero muy ade-lantado, lo que propicio que, tras un robo de balón Javi Rodríguez inaugurará el marcador. El control pasó a ser total para España, las oca-siones se sucedían, hasta que en el minuto 12, uno de los debutantes, Hugo, marcó su primer gol con la selección, el segundo para España, resultado con el que finalizó el primer periodo.

Al poco de iniciarse el segundo periodo Mata-moros marcó el tercer gol para los nuestros, que jugaban a placer en campo contrario, porque Guatemala no acertaba a superar el centro del campo. La presión del equipo espa-ñol provocaba continuas pérdidas de balón en la defensa de los visitantes. Fruto de sendos robos de balón llegaron los dos goles siguien-tes; el cuatro a cero marcado por Dani Salgado, el cinco a cero, por Carlos Muñoz, a pase del anterior. Y al borde del final del encuen-tro Hugo primero, y después Lin establecían el siete a cero definitivo. Guatemala fue un rival que en ningún momento generó peligro para España, en un partido que prácticamente transcurrió sin faltas, un encuentro de guante blanco para los nuestros.

España, 7 - Guatemala, 0

España: Cristian; Carlos Muñoz; J. Rodriguez; Andreu; Lin (cinco inicial) Eseverri; Cesar; Charly; Matamoros; Dani Salgado; Rafa;: Hugo.Guatemala: Carlos Mérida, Rafa, Chiri, Humberto Escobar, Aristondo (cinco inicial) Luis Castro, Marlon Alexander, Janick, Dani Tejada, Oliver.Goles: 1-0, Javi Rodríguez (min. 8). 2-0, Hugo (min. 12). 3-0, Matamoros (min. 22). 4-0, D. Salgado (min. 29). 5-0, Carlos Muñoz (min. 30). 6-0, Hugo (min. 39). 7-0, Lin (min. 39).Arbitros: Roberto Gracia y Fernando Gutiérrez (Madrid).

Homenaje a Andreu Linares

En los prolegómenos del encuentro Andreu Linares “Andreu”, recibió el home-naje a su trayectoria con el equipo nacio-nal, recibiendo una camiseta en la que se reflejaban sus 117 internacionalidades, y posteriormente una placa, de la mano de alcalde de la localidad, Carlos Cotillas, Roberto Parra, director de Deportes de la Comunidad de Castilla-La Mancha y de Antonio Escribano, presidente del Comité Nacional de Fútbol Sala.

España pasó por encima (7-0) de Guatemala

E


copa de la reina juvenil

Las cosas raramente acaban como empiezan. Hay largos espacios entre el comienzo y el fin. Es ley de vida…y suele ser ley de fútbol. Un gol de Mariela a los 3’ de la final de la Copa de Su Majestad la Reina condujo al éxtasis a las

jugadores del Transportes Alcaine. Se jugaba el título frente al siempre temible RCD Espanyol y cuando el balón apenas había rodado ya se encontraba con ventaja en el marcador. No siempre eso es lo mejor.

Las blanquiazules tienen bien ganada fama de equipo competitivo, de calidad, de los que no ceden a la adversidad; Transportes Alcaine fue a por el choque de salida y de salida se topó con el magnífico 0-1. Pero su alegría duró poco y allí estaba Mesi, primero, y Adriana, después, para igualar

y superar, más tarde, la resistencia de su rival. Mesi hizo el empate; luego, Adriana el 2-1 y el 3-1 con el que los equipos se retiraron a la caseta. Dos más de la implacable atacante españolista ampliaron un partido poco menos que resuelto en la primera mitad.

El RCD Espanyol ganó bien como se deduce de un resul-tado inequívoco; el Transportes Alcaine fue un dignísimo adversario. La final tuvo juego, goles y emoción hasta que éstas resistieron. Mereció la pena contemplarla.

RCD Espanyol: Cristina; Rocío, Bergara, Torrejón, Chole;Mesi, Miriam, Vero, Sara; Corredera y Adriana.

Transportes Alcaine: Velilla; laura, Vicky, Almudena, Sonia; Mayte, Ana, Nieto, Julia; Mariela y Fernandes.

La importancia de llamarse Adriana

El RCD Espanyol gana la Copa de la Reina, imponiéndose (5-1) al

Transportes Alcaine con cuatro goles de la delantera.


copa sm el rey juvenil

ada menos que 100 minutos necesitó el Sevi-lla para imponerse definitivamente en el mar-cador al Athletic Club en la final de la Copa del Rey de juveniles que se disputó ene. Estadio Enrique López Cuenca de Nerja (Málaga). El

equipo bilbaíno se puso por delante en el marcador en dos ocasiones, pero ambas fueron neutralizadas por los hispa-lenses, la última de ellas en el 95 de partido. A los 100, en la prórroga, Rodrigo Ríos que había igualado para los sevilla-nos logró el tanto del triunfo final.

El partido, como se desprende del vaivén del marcador, fue sumamente intenso, jugado a cara de perro por ambos equipos y de muy alto nivel. Los “leones” se adelantaron a los 28’ con una diana de Vidal, que contrarrestó Luis Romero tres más tarde. La alegría de los andaluces duró muy poco. Uno más después (32’) Jon Etxaniz logró el 2-1 para los vascos, que acabaron el encuentro en clara inferioridad numérica en el campo.

El duelo transcurrió marcado por un clima de gran igual-dad. En los instantes postreros del tiempo reglamentado,

al que se habían añadido cinco minutos, Rodrigo Ríos alcanzó a hacer el empate a uno. El propio Ríos resolvió la contienda con el 3-2, en el minuto 100, es decir, ya en la prórroga.

Resultado: Athletic Club , 2 - Sevilla, 3

Athletic Club: Fernández; García, Eraña, Vidal, Aurtenetxe; Morán, Uribarren (Peña, 65’), Etxaniz (Presa, 83’), Miñes (Bil-bao, 88’); Ramalho y Medina.

Sevilla: Jiménez; Morales, Sánchez, Luna, Hernández; Fernández, González, Guerra (Francis, 68’), Ríos; Romero y Pérez.

Goles: 1-0.- Vidal, 28’; 1-1.- Romero, 31’; 2-1.- Etxaniz, 32’; 2-2; Ríos, 95’; 2-3.- Ríos, 100’.

Árbitro: El colegiado Carlos López. Expulsó a Saborit (105’), Iván (120’) por doble amarilla y Morán. Amo-nestó a González, Morales, Ríos, Sánchez, Eraña, Peña y Bilbao.

Sexto título para el Sevilla

NUna diana de Rodrigo Ríos a los 95 minutos llevó a la prórroga, en la que él mismo certificó en el 100 la victoria (2-3) frente al Athletic Club.


urante la primera semana de junio, y organizado por el Comité Olímpico Español, el Comité de entrenadores de la Real Federación Española de Fútbol y la Universidad de Castilla la Mancha, se celebró en la sede del Comité Olímpico Español, el I Congreso Internacional sobre Prevención y Readaptación Físico-Deportiva de Lesiones en el Fútbol.

En el acto inaugural estuvieron presentes Alejandro Blanco, presidente del Comité Olímpico Español; Vicente Tem-prado, presidente de la Federación Madrileña de Fútbol; Ernesto Martínez Ataz, rector de la Universidad de Castilla-La Mancha; Susana Mendizabal, decana de la Facultad de Ciencias del Deporte de la Universidad de Castilla-La Mancha; Ramón Cobo, presi-dente del Comité de Entrenadores de la RFEF, y Rafael Martín Acero, presidente de la Confederación de Decanos del INEF.

Durante estos días especialistas de Estados Unidos, Francia, Holanda, Suecia, Italia o España, desarrollaron un programa científico, centrado fundamentalmente en la lesión, y el rendimiento deportivo, prevención, epidemiología, readaptación físico deportiva y últimas tendencias en el trabajo de fuerza muscular en el ámbito del fútbol.

El estudio de los diferentes factores que influyen en las lesiones deportivas en el fútbol, por su negativa repercusión económica en el rendimiento de los equipos, se ha convertido en un fenómeno de interés académico y social, y en este sentido se incidió en todas las ponencias, en la importancia de su prevención y readaptación físico-deportiva.

I Congreso Internacional sobre Prevención y Readaptación de

lesiones en el Fútbol

D

rfef


territoriales

ás de dos centenares de jugado-res de fútbol base de la isla de Fuerteventura se dieron cita en la mañana del sábado (20 de junio

de 2009) en el acto de entrega de trofeos a los campeones y subcampeones de las competi-ciones organizadas durante la temporada 2007-2008 por la Federación Interinsular de Fútbol de Las Palmas a través de la delegación insular que preside Juan Nicolás Cabrera Saavedra.

En un deseo de la Federación Interinsular de convertir la entrega de trofeos en una fiesta del fútbol base, el acto se desarrolló en las instalaciones del Zoo Park de La Lajita, en el municipio de Pájara (sur de Fuerteventura), lugar en el que los jóvenes futbolistas tuvie-ron la oportunidad de realizar un amplio y exhaustivo recorrido por las magníficas insta-laciones zoológicas, además de disfrutar del espectáculo protagonizado por varias parejas de leones marinos de la Patagonia. Al finalizar el acto, a los asistentes se les ofreció un picnic además de recibir un regalo donado por La Caja de Canarias consistente en un diccionario enciclopédico y un compact disc interactivo.

La entrega de trofeos de las competiciones de la pasada temporada contó con la presencia de

La entrega de trofeos de la temporada 2007-2008 se realizó en el Zoo Park de La Lajita (Pájara).

Más de dos centenares de jugadores de fútbol base acudieron a la cita anual de la delegación insular.

Antonio Suárez, presidente de la Federación Inte-rinsular de Fútbol de Las Palmas, quien estuvo acompañado de Eustaquio Santana Gil, delegado insular de la Administración del Estado; Rafael Perdomo, alcalde del ayuntamiento de Pájara, así como un representante del Cabildo Insular de Fuerteventura, cuya consejera de Deportes disculpó su asistencia tras haber contraído otros compromisos con anterioridad. También en el acto estuvieron presentes distintos miembros de la Junta Directiva de la Federación Interinsular de Fútbol de Las Palmas y del equipo de trabajo de Juan Nicolás Cabrera en la delegación insular.

En el turno de alocuciones, que fueron segui-das con gran interés por los asistentes pese a su juventud, se resaltó el valor educativo del fútbol, además de hacerse especial hincapié en la práctica del juego limpio.

A la conclusión del acto, y mientras se espe-raba al inicio del show de los leones mari-nos, fueron sorteados distintos lotes de mate-rial deportivo (entre los que destacaba una equipación completa) entre los 37 clubes de Fuerteventura que había sido donado por la industria textil canaria 7ic, uno de los patroci-nadores oficiales de la Federación Interinsular de Fútbol de Las Palmas.

El fútbol de Fuerteventura se fue de fiestaM

pACo MEDiNA


copa de las regiones

Oltenia, 1 - Castilla y León, 2

Oltenia: Alexandra Popescu (Petrescu, 84 min.); Marian Miulescu; Costinel Mateita; Nicolae Iovan, Eusebiu Riosanu; Gabriel Petrovici (Burada, 70 min.); Adrian Sirbu; Alin Vacaru, Ionut Mitroi (Preda, 77 min.); Ionut Stoica; Costinel Radut.Castilla y León: Álex; Márquez, Marcos Conejero, Anel, Durantez; Serrano, Ramírez, Mariano (Ferrero, 87 min.), Alonso (Mato, 65 min.); Andrés (Lobera, 90 min.) y Puente.Goles: 0-1, 18 min.: Ramírez. 1-1, 25 min.: Sirbu. 1-2, 80 min.: Anel.Árbitro: Radek Prihoda (República Checa). Asistentes: Serkan Ok (Turquía), Egin Doda (Albania). 4º Árbitro: Gediminas Mazeika (Lituania). Amonestaron a Riosanu, Sirbu por Rumanía y Ramírez, Anel por Castilla y León.

l primer tiempo estuvo marcado por un ritmo de juego rápido, y vertical por parte de ambas selec-

ciones. Las primeras internadas fueron para Castilla y León, con una banda izquierda muy ofensiva, a lo que los rumanos oponían una fuerte presión en todo el terreno de juego.

A partir de un balón dividido en el centro del campo, Alonso y Ramírez fabricaron el primer gol para Castilla y León, a los 18 minutos del inicio del encuentro. Tras el tanto Castilla y León tuvo sus mejores minutos controlando bien el juego atrás, y defendiendo bien.

Empató Rumanía por medio de Adrian Sirbu, tras una falta, y un cabezazo perfecto

en el área pequeña en el minuto 25. En el rei-nicio ambos conjuntos buscaron claramente la portería contraria, con un juego muy tra-bado por parte de ambos conjuntos, siendo finalmente Castilla y León, la que marcaría de nuevo, de falta, con un centro de Mato y un acertadísimo remate de Anel. Que estableció el 1-2.

Castilla y León logra así su primer título europeo representando a España. La Fede-ración de Castilla y León de Fútbol, tras dos años de trabajo con este grupo de futbolistas, lleva el fútbol amateur de la Comunidad a conseguir el título UEFA para selecciones no profesionales.

Primer título europeopara Castilla

y León

E


Entrega de diplomas del Curso de porteros y de Gestión del céspedEl pasado mes de junio se celebró en la

“Ciudad del Fútbol” la entrega de diplomas correspondiente a dos de los muchos cursos que se celebran en la RFEF: el Curso Especial en Entrenamiento de Porteros, Especialidad Fútbol y del III Curso de Experto Universitario en Gestió del Césped Deportivo Natural y Artificial. También el de entrega de diplomas

del IV Máster Universitario en Gestión de Organizaciones Deportivas. Todos ellos con-taron con la presencia de numerosos alum-nos y certificaron que la RFEF apuesta por la docencia en todos los escenarios del fútbol. Una prueba más de que cada día podemos mejorar un deporte que despierta el interés de millones de personas.


agentes

a Asociación Española de Agentes de Futbolistas (AEAF) celebró el pasado jueves 25 de junio de 2009 una reunión para todos los agentes licenciados de la RFEF. La cita tuvo lugar a las 16 horas en el Salón de Actos “Luis Aragonés” de la Real Federación Española de Fútbol, a la que asistieron gran cantidad de agentes con el ánimo de informarse y de colaborar en las gestiones que se están llevando a cabo desde la nueva Junta Directiva de la AEAF, presidida por Don Pedro Bravo Jiménez.

Entre los asuntos tratados destacaron las gestiones que se han emprendido por parte de la AEAF en beneficio de todos los agentes de futbolistas: reuniones mantenidas con la Real Federación Española de Fútbol, la Liga Nacional de Fútbol Profesional, el Consejo Superior de Deportes, e incluso con el Congreso de los Diputados, con el fin de obtener la reglamentación, el reconoci-miento y la integración en los estamentos deportivos del colectivo de agentes .

Todo ello, con el objetivo de conseguir que la AEAF integre a todos los agentes, quienes serán permanentemente informados de todo lo que pueda afectar a su actividad profesional y que contarán con un servicio de asesoría proporcionado por la Asociación, en virtud de un acuerdo de colaboración existente con la RFEF.

Del mismo modo, la AEAF pretende facilitar ayuda en la creación de uniones profesionales entre agentes, realizar cursos de formación/reciclaje profesional para quienes así lo soliciten, crear una comisión deontológica (interna) para la resolución de conflictos, elaborar un archivo donde los clubes puedan consultar quién es el agente de cada jugador, crear una comisión de intrusismo en colaboración con la RFEF, para que no se puedan presentar a examen y se establezcan sanciones a los clubes que utilicen sus servicios, participar en la redac-ción de la nueva Ley del Deporte en la que los agentes aparezcan como colectivo reconocido por los estamentos deportivos españoles, formar parte de la Asociación Europea de Agentes de Futbolistas para consensuar e intentar resolver las diferencias existentes con FIFA, así como elaborar campañas de imagen en las que se muestre la realidad de la figura del agente, actualmente un elemento indispensa-ble en el deporte profesional, y cualesquiera otras cuestiones que puedan afectar al colectivo en su día a día.

Finalmente, en el capítulo de ruegos y preguntas se abordaron diversos asuntos de interés, como la polémica reexaminación cada cinco años que establece el artículo 17 del Reglamento FIFA sobre Agentes de Jugadores, y especialmente, la necesidad de que los agentes se unan para conseguir objetivos comunes y necesarios a todos, desvirtuando la teoría de que no constituyen un colectivo suficientemente representativo como para reivindicar la regularización de su situación profesional, cuando motivan, sin embargo, que España sea el país que cuenta con el mayor número de agentes licenciados en el listado de FIFA.

Asamblea General de Agentes de Futbolistas convocada por la AEAF

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REVISTA DE LA RFEF AÑO XIV NÚMERO 116 ENERO 2009...

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