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Revista de la GEPAL Secretario Ejecutivo Gert Rosenthal Secretario Ejecutivo Adjunto Carlos Massad Director de la Revista Aníbal Pinto Secretario Técnico Eugenio Lahera NACIONES UNIDAS COMISION ECONOMICA PARA AMERICA LATINA Y EL CARIBE SANTIAGO DE CHILE, DICIEMBRE DE 1992

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Revista de laGEPAL

Secretario EjecutivoGert Rosenthal

Secretario Ejecutivo AdjuntoCarlos Massad

Director de la RevistaAníbal Pinto

Secretario TécnicoEugenio Lahera

NACIONES UNIDASCOMISION ECONOMICA PARA AMERICA LATINA Y EL CARIBE

SANTIAGO DE CHILE, DICIEMBRE DE 1992

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Revista de la

CEPAL

Santiago de Chile Diciembre de 1992 Número 48

SUMARIO

En busca de otra modalidad de desarrollo. Pedro Sáinz y Alfredo Calcagno. 7

El nuevo orden industrial internacional. Michael Mortimore. 41

La inversión europea en América Latina: un panorama. Juan Alberto Fuentes. 65

Una evaluación del comercio intraindustrial en la región. Renato Baumann. 87

Políticas industriales en Centroamérica. Larry Willmore. 101

Participación y medio ambiente. Tonci Tomic. 113

Una opción de financiamiento para la provisión de agua y servicios sanitarios.Terence Lee y Andrei Jouravlev. 123

¿Pensar lo social sin planificación ni revolución? Martín Hopenhayn, 137

Crecimiento y distribución del ingreso en países de mediano desarrollo.Eduardo Sarmiento. 149

Política monetaria con apertura de la cuenta de capitales. Roberto Zahler. 165

Orientaciones para los colaboradores de la Revista de la CEPAL. 175

Publicaciones recientes de la CEPAL. 177

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REVISTA DE LA CEPAL N° 48

El nuevo ordenindustrialinternacional

Michael Mortimore*

Pocos dudan hoy de que el presente orden internado-nal, especialmente en el plano industrial, difiere demanera notable del que existía a comienzos de estesiglo, e incluso en la era de posguerra. Dicho orden sedistingue principalmente por la extraordinaria intensi-dad que ha adquirido la competencia internacional;porque sólo concierne primordialmente a unos pocosmillares de empresas transnacionales de índole globaldedicadas a una media docena de industrias tecnológi-camente avanzadas y a otra media docena que se hallaen proceso activo de reestructuración; porque su inte-rés se centra en tres, mercados (los Estados Unidos, laComunidad Económica Europea y el Japón), que enconjunto conforman lo que se ha denominado la tríada,y porque las relaciones de poder que se establecenentre los países y las empresas transnacionales experi-mentan un proceso de cambio con tinuo y cada vez

más rápido.Los cambios más importantes se manifiestan en

las tendencias hacia la globalización y especializaciónpatentes en el comercio internacional, y en las tenden-cias hacia la globalización y el regionalismo que carac-terizan el estado de la inversión extranjera directa. Elproceso de reordenamiento que se ha dado al interiorde la tríada ha colocado en primer plano a las empresastransnacionales del Japón, a expensas principalmentede sus contrapartes de los Estados Unidos.

* Oficial de Asuntos sobre Empresas Transnacionales dela Unidad Conjunta CEPAL,/DDES sobre Empresas Transna-cionales.

Introducción

El siglo XX ha sido testigo de algunos de lostrastornos más espectaculares y traumáticos en lahistoria mundial; sin embargo, en sus postrime-rías se observa ya un amplio consenso respectode los rasgos principales de la economía políticacontemporánea. En el plano económico, "el mer-cado" se considera el instrumento adecuado paramediar entre intereses rivales. En el plano políti-co, la democracia representativa se estima el me-dio apropiado para optar entre las distintasorientaciones políticas. En el plano social, aun-que las cosas son algo menos claras, el esfuerzopropio desplaza a los planes oficiales en materiade bienestar social. Y como telón de fondo comúndel creciente consenso, la competencia, en gene-ral, se hace más intensa y se canaliza a través demecanismos destinados a disminuir los desenlacesviolentos.

Este nuevo consenso ha sido en parte el re-sultado de las nuevas relaciones de poder quehabían empezado a configurarse. En lo que tocaa las relaciones internacionales, los conflictos en-tre Oriente y Occidente y entre Norte y Sur sehan extinguido con la implosión del bloque so-viético y la aparente disolución del bloque meri-dional; los temas principales se vinculan ahoracon la nueva tríada de poder —es decir, los Esta-dos Unidos, la Comunidad Económica Europea yel Japón—, que concentra dos tercios del produc-to interno bruto mundial, cuatro quintos de losflujos de inversión extranjera directa hacia el ex-terior y más de dos tercios del comercio mundial(CET, 1991b, pp. 12 y 19). A nivel nacional, lasnuevas relaciones de poder afectan a los sectoresprivado y público y dan la clara sensación de quela actividad comercial ha incrementado su cuotade poder y que la influencia del sector públicoha disminuido. La índole de las relaciones en treel mundo de los negocios y el Estado es primor-dial, de diversas maneras, para la dinámica decada integrante de la tríada (Ostry, 1990a).

La parte medular de este nuevo consenso seha transmitido al resto del mundo a través de loque se ha denominado "consenso de Washing-ton" o la "ortodoxia del Banco y el Fondo", refi-riéndose a la influencia progresiva del BancoMundial y el Fondo Monetario Internacional.' Los

' The Economist, 199 lb. En una publicación oficial de losEstados Unidos se habla de un "enfoque del desarrollo favo-rable al mercado", al referirse al Banco Mundial (BusinessAmerica, 1991, p. 11).

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aspectos principales de esa ortodoxia se relacio-nan con una política macroeconómica no infla-cionaria basada en déficit presupuestarios mode-rados y en una política monetaria prudente, unamayor apertura al comercio y a la inversión ex-tranjera, y una mayor confianza en las fuerzas demercado como asignadoras de recursos, especial-men te en los sectores industrial y agrícola.

Cabe destacar que hacia finales del siglo XX loscambios que tienen lugar giran en torno a l as em-presas transnacionales. El proceso de transnaciona-lización (CET, 1989) se hace evidente en el papelcada vez mayor de las empresas transnacionales"globales" (Ostry, 1990a) en la mayoría de los as

-pectos de la economía política internacional con-temporánea. En 1985, no más de 600 empresastransnacionales, cada una de ellas con ventas supe-riores a 1 000 millones de dólares en 1985, genera-ron la quinta parte del valor agregado total (exclui-do el bloque socialista) de los sectores industrial yagrícola; sus principales actividades comerciales(medidas por las ventas) se centraban en el petró-leo (24.6%), la maquinaria y los equipos (24.5%),los productos químicos (13.5%) y los vehículos mo-torizados (12.6%). Más concretamente, en el año1986 diez de estas empresas transnacionales contro-laban 66.2% del mercado mundial de los semicon-ductores, otras nueve representaban 89% del mer-cado mundial de las telecomunicaciones y otras diezparticipaban en una proporción no especificada,pero mayoritaria, en el mercado mundial de com-putadores (CET, 1989, caps. II y 111).

Las empresas transnacionales dominan cadavez más el comercio internacional y las corrien-tes de inversión, y una parte creciente de estasúltimas se ha convertido básicamente en opera-ciones internas de sistemas globales en expansión.Efectivamente, el decenio de 1980 se caracterizópor una interdependencia económica creciente yuna globalización cada vez mayor de los mercados,por la rápida aceleración de las corrientes de co-mercio e inversión, por el descubrimiento y ladifusión de nuevas tecnologías, por el crecimien-to explosivo de los mercados de capital y la inte-gración de los mercados financieros, y por la rea-lización de las operaciones comerciales a nivelmundial. Los protagonistas de este proceso deglobalización son evidentemente las firmas trans-nacionales, a través de sus redes de vinculacionesempresariales y de inversiones, que les permitenoperar a escala mundial (Smeets, 1991, p. 57).

Los elevados gastos necesarios para mantener auna empresa transnacional a la vanguardia de latecnología, al mismo tiempo que provocan ma-yor rivalidad entre ellas, paradójicamente fomen-tan una especie de alianza estratégica que se hadenominado `tecnoglobalismo', es decir, unanueva forma de concatenación internacional entrelas empresas transnacionales que se ocupan de lainvestigación y el desarrollo y de cuestiones tec-nológicas (Ostry, 1991, p. 3).

El denominador común de todos estos cam-bios ha sido la intensificación de la competenciay una mayor preocupación por las reglas del juego.Esta nueva forma de competencia no ha afectadopor igual a todos los países, industrias o empre-sas. Para expresarlo en forma un tanto simplifica-da, unas cuantas empresas innovadoras del Japónque operan en la industria automovilística, y enlas de semiconductores y computadores, produc-tos electrónicos de consumo, equipos de oficina,máquinas herramientas y otras, han provocadoconmoción entre sus contrapartes de los EstadosUnidos y Europa al haber sobrepasado sus posi-ciones en el mercado mundial o penetrado agre-sivamente en sus mercados internos. En cambio,las transnacionales europeas han sido menos re-nuentes a tratar de sofocar la competencia enmateria de importaciones mediante la abiertaaplicación de restricciones comerciales. Las em-presas transnacionales domiciliadas en los EstadosUnidos han tenido mayores dificultades para re-accionar. Fueron remecidas en sus cómodas posi-ciones oligopólicas de posguerra sin poder recu-rrir al mismo tipo de ayuda oficial que sus simila-res de Europa. Una vez que las empresas transna-cionales amenazadas comprendieron que su si-tuación no se corregiría mediante la asistenciapermanente del Estado, o destinando recursosde capital a nuevos avances eventuales en el cam-po científico o tecnológico, comenzaron a en-frentar la tarea de mejorar su capacidad de com-petir en el plano internacional. En este sentido,la nueva era de la competencia internacional tie-ne por base original unos pocos millares de gran-des empresas transnacionales innovadoras lanza-das a una competencia frontal en una docena deindustrias de alta tecnología o de comercio inten-sivo y que prestan servicio a tres grandes merca-dos: los Estados Unidos, Europa y el Japón. Estosentó las bases de lo que se ha denominado la`reestructuración industrial', que es de primor-

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EL NUEVO ORDEN INDUSTRIAL INTERNACIONAL / M. Mortimore 43

dial importancia para el nuevo orden industrialinternacional.

Tal como lo ha mostrado Kaplinsky (1989),el concepto de reestructuración industrial tieneal menos cuatro interpretaciones diferentes. Segúnla escuela regulacionista francesa, la reestructura-ción industrial es el medio por el cual se alcanzauna trayectoria sostenible de acumulación, basa-da en un régimen de acumulación (que equilibrael consumo, el ahorro y la inversión) y un modode regulación (las formas institucionales y las mo-dalidades sociales de comportamiento que garan-tizan el régimen de acumulación) (Aglietta, 1979,y Liepitz, 1987). Los estructuralistas neoschum-peterianos la consideran en función de ciclos deondas largas con una duración de 50 años deavances tecnológicos fundamentales (o decisivos)que sostienen el crecimiento. A los ciclos anterio-res de crecimiento industrial, que tuvieron comobase los textiles, el acero, el ferrocarril y el motorde combustión interna, agregan ahora el ciclovigente basado en la microelectrónica (Freeman,Clark y Soete, 1982). Otra interpretación consi-dera la transición actual en función del agota-miento del paradigma de producción en serie—es decir, la producción de bienes estandarizadoscon el empleo de maquinaria específica y unarígida división del trabajo— y su reemplazo por

un nuevo paradigma de especialización flexible,basado en la producción de lotes menores deproductos distintos fabricados con maquinariaflexible de uso general, y nuevas formas de orga-nización del trabajo (Piore y Sabel, 1984). Unatercera interpretación ve la situación actual comouna transición de la fabricación mecánica (machi-nofacture) a la fabricación sistémica (systemofacture),es decir, como una nueva práctica de organizaciónen que la integración de las unidades productivasa través de la tecnología de la automatización, lasnuevas relaciones interempresariales y l as prácticaslaborales integrales sustituyen las orientacionesindividualistas (Hoffman y Kaplinsky, 1988). Cadauna de estas interpretaciones capta algunos delos fundamentos del nuevo orden industrial in-ternacional que adquiere configuración hacia fi-nales del siglo XX.

En las secciones siguientes se examinará eltema de la mayor competitividad internacionalen sus aspectos de globalización, especializacióny regionalismo, y se pondrá de relieve el papelpreponderante que desempeñan las empresastransnacionales en la reestructuración industrial,en especial respecto de las dos áreas en las que elincremento de la competencia internacional seha hecho más evidente, a saber, el comercio y lainversión extranjera directa.

ITendencias hacia una mayor competencia internacional:

globalización, especialización y regionalismo

A fin de comprender mejor lo que significa lamayor competitividad internacional, se examina-rá ante todo la índole misma de la evolución delcapitalismo y la empresa industrial moderna(Chandler Jr., 1990). El nacimiento del sistemacapitalista de producción coincidió con la revolu-ción industrial en Europa, particularmente en In-glaterra. Como resultado, el capitalismo personalo la gestión personal de la empresa familiar enGran Bretaña se convirtió en la síntesis de la

primera fase del desarrollo capitalista basado pri-mordialmente en las actividades relacionadas conla fabricación de cerveza y productos textiles, conla imprenta y las casas editoriales, la construc-ción naval, y las industrias de productos quími-cos y maquinaria liviana.

En la segunda mitad del siglo XIX surgió unanueva forma de capitalismo, principalmente enlos Estados Unidos y en el resto de Europa: elcapitalismo empresarial, basado en la contrata-

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ción de gerentes profesionales, que realizaban in-versiones de largo plazo y ponían en prácticanuevos métodos de organización a fin de lograruna mayor participación en el mercado. Como loexplica Chandler, el modelo adoptó dos formasprimordiales: el capitalismo empresarial competi-tivo, que se manifestó sobre todo en los EstadosUnidos, y el capitalismo empresarial cooperativoen Alemania. En los Estados Unidos el capitalis-mo empresarial se calificó de competitivo porquedespués de una intrincada lucha entre el gobier-no y algunas de las empresas predominantes —enla que se recurrió a la desarticulación de grandesimperios industriales—, la competencia descara-da, principalmente entre entidades industrialesindependientes, fue la norma para la expansiónde las actividades industriales que llevaron a esaeconomía a adquirir categoría mundial. La venta-ja competitiva del capitalismo estadounidense es-tribó esencialmente en la innovación y en un pro-ceso productivo que aprovechaba las economíasde escala mediante fuertes inversiones de capitalen líneas de producción en serie de bienes estan-darizados, junto con inversiones complementa-rias en comercialización, y la elaboración de es-trategias de expansión global. El símbolo de suéxito en el siglo XX fue la producción en seriedel automóvil, así como la preocupación de losdemás por el `desafío americano' (Servan-Schrei-ber, 1967). El capitalismo empresarial dio origen,a la postre, a la empresa transnacional.

En general, el sistema de capitalismo empre-sarial que floreció en Alemania era similar al delos Estados Unidos; sin embargo, había entre am-bos tres diferencias muy importantes (ChandlerJr., 1990, pp. 393 a 592). Primero, la variantealemana hacía mayor hincapié en los bienes in-termedios y de capital (con exclusión de los bie-nes de consumo), especialmente en las industriasde productos químicos y maquinaria pesada. Se-gundo, y en conexión con la primera diferencia,la ventaja competitiva de Alemania se relaciona-ba casi por igual con las economías de alcance ylas economías de escala. Tercero —y con muchola diferencia más importante— el capitalismo ale-mán se cimentaba en un enfoque cooperativo delas relaciones interempresariales (con proveedo-res y competidores) e intraempresariales (con lamano de obra). Lo esencial de este enfoque co-operativo era la concentración del capital o lasoperaciones coordinadas de los grupos (se dice

que el gigantesco Deutschebank controla por sí solola tercera parte de la industria manufacturera ale-mana). Tales características eran particularmenteapropiadas a la situación europea y ayudaron aAlemania a convertirse en la economía industrialmás poderosa de Europa y a enfrentar el desafíode los Estados Unidos en el propio país y en elextranjero. Sin embargo, el capitalismo empresa-rial cooperativo adquirió su expresión más cabalcon posterioridad en el Japón durante el sigloXX.

La versión japonesa del capitalismo empresa-rial cooperativo ha estado arrollando a los com-petidores internacionales en muchas industriasestratégicas durante los últimos diez años, aproxi-madamente. Su `sistema', además de conocer afondo la producción en serie de grandes cantida-des de bienes en variedades limitadas, ha logradolo que se consideraba imposible, al combinar lí-neas de producción más flexibles, variedadesmúltiples y pequeños lotes, con menores costos ymejor calidad (Ozawa, 1991). El éxito industrialdel Japón parece descansar en una multitud defactores, de los que se puede destacar dos. Pri-meramente, los japoneses han manifestado uncompromiso estratégico de largo plazo con lainnovación y con el mejoramiento del sector in-dustrial, algo que el profesor Michael Porter, dela Harvard Business School, considera el funda-mento de la ventaja competitiva (Porter, 1990a).En segundo lugar, se ha llevado la cooperación anuevas dimensiones. En lo que toca a las relacio-nes laborales, eso se traduce en salarios que, has-ta cierto punto, no reflejan la tarea productivaque realiza el obrero sino la que es capaz deejecutar. Pero más importante aún es que en lasrelaciones con otras empresas se traduce en laconstitución de keiretsu, o alianzas estratégicas engrupos económicos, de manera que la mayoríade las compañías competitivas en el plano inter-nacional se organizan en sólo unas seis grandesagrupaciones (cuadro 1), las que funcionan conasistencia considerable del Estado para elegir asu siguiente presa. 2 En vez de producir cartelesinactivos, según la tesis empresarial del libre mer-cado, genera ganadores globales (Ferguson, 1988).

2 Cabe mencionar que no todas las empresas japonesasmás competitivas en el plano internacional se vinculan a estosseis grupos. Entre las excepciones notables, por ejemplo, figu-ran Honda, Matsushita y Sony.

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Cuadro IJAPON: COMPONENTES PRINCIPALES DE LOS SEIS MAYORES GRUPOS ECONOMICOSa

(Sólo compañías representadas en las reuniones mensuales del Consejo respectivo)

A INDUSTRIA Mitsubishi Mitsui Sumitomo Fuyo DKB Sanwa

Automóviles Mitsubishi Toyota Motor °(6) Nissan Motor (20) Isuzu Motor (127) Daihatsu Motor (262)Motors (69)

Computadores, equipos Mitsubishi Toshiba (29) NEC (40) Oki Electric Fujitsu (63) Iwatsu Electricelectrónicos y Electric (49) Industry Fuji Electric (259) Sharp (134)eléctricos Yokogawa Electric Yaskawa Electric Nitto Denko

Hitachi° (12) Mfg. Kyocera (434)Nippon Columbia Hitachi ° (12)Hitachi a

Metales Mitsubishi Steel Japan Steel Sumitomo Metal NICK (130) Kawasaki Steel (152) Kobe Steel b(143)Mfg (250) Works Industries (98) Kobel Steel b (143) Nakayama Steel

Mitsubishi Mitsui Muning & Sumitomo Metal Japan Metals & WorksMaterials Smelting (457) Mining (327) Chemicals (340) Hitachi Metals

Mitsubishi Cable Sumitomo Electric Nippon Light Metal Nisshin Steel (409)Industries Industries (190) Furukawa Hitachi Cable

Sumitomo Light Furukawa ElectricMetal Industries (256)

Equipos industriales Mitsubishi Heavy Mitsui Sumitomo Heavy Kubota (237) Niigata NTNIndustries (70) Engineering & Industries (432) Nippon Seiko (485) Engineering Hitachi Zosen

Mitsubishi Shipbuilding Iseki Shin MeiwaKakoki Ebara Industry

Kawsaki HeavyIndustries

IshiwawajimaHarima HeavyIndustries (241)

Caucho y vidrio Asahi Glass (151) Nippon Sheet Yokohama Rubber Toyo Tire &Glass (449) Rubber

Productos químicos Mitsubishi Kase (161) Mitsui Toatsu Sumitomo Showa Denko (314) Kyowa Hakko Kogyo Ube Industries (317)Mitsubishi Chemicals (386) Chemicals (182) Nippon Oil & Fats Denka Kagaku Kogyo Tokuyoma SodaPetrochemical Mitsui Sumitomo Kureha Chemical Nippon Zeon Hitachi Chemical(412) Petrochemical Bakelite Industry Asahi Denim Kogyo Sekisui Chemical (276)

Mitsubishi Gas Industries Sankyo (438) Kansai PaintChemical Shiseido (410) Tanaba Seiyaku

Mitsubishi Lion FujisawaPlastics Pharmaceuticals

IndustriesMitsubishi Kase

Polytec

Fibras y textiles Mitsubishi Rayon Toray Industries (231) NisshimboIndustries

Toho Rayon

Asahi ChemicalIndustry (158)

UnitikaTeìjin (336)

(Conduye en pág. 46)

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Cuadro I (conclusión)^

Mitsubishi Mitsui Sumimoto Fuyo DEB Sanwa

Pulpa y papel Mitsubishi Paper Mills Oji Paper (306) Sanyo-Kokusaku Pulp (405) Honshu Paper (442)

Cámaras y productos ópticos Nikkon Cannon (104) Asahi Optical Hoya

Cemento Onada Cement Sumitomo Cement Nihon Cement Chichibu Cement Osaka Cement(446)

Petróleo y carbón Mitsubishi Oil Tonen (246) Showa Shell Sekiyu Cosmo Oil (155)(325) (139)

Alimentos y bebidas Kiron Brewery Nippon Flour Nishin Flour itoham Foods (421)(239) Mills Milling Suntory

Sapporo BreweriesNichirei (399)

B. SERVICIOS

Servicios financieros Mitsubishi Bank Mitsui Taiyo Sumitomo Bank Fuji Bank Dai-Ichi Kangyo Sanwa BankMitsubishi Trust Kobe Bank Sumitomo Trust & Yasuda Trust & Bank Toyo Trust &

& Banking Mitsui Trust & Banking Banking Asahi Mutual Life BankingMeiji Mutual Banking Sumitomo Life Yasuda Mutual Life Taisei Fire & Nippon Life

Life Mitsui Mutual Sumitomo Marine Yasuda Fire & Marine OrixTokio Marine & Life & Fire Marine Fjtoku Mutual Life

Fire Taisho Marine & Nissan Fire &Fire Marine

Kankaku SecuritiesOrient

Actividad comercial ycomercio al detalle

Mitsubishi MitsuiMitsuboshi

Sumitomo Marubeni C. ltohNissho lwai °

Nisho Iwai °Nichitnen

Kanematsu IwataniKawasho InternationalSeibu Department Takashimaya

Stores

Construcción MitsubishiConstruction

MitsuiConstruction

SumitomoConstruction

Taisei Shimizu Toyo ConstructionObayashi t̂A

Sanki Sekisui HouseEngineering Zenitaka

Bienes rakes Mitsubishi Mitsui Real Sumitomo Realty Tokyo Taternono Tokyo Dome t'+1

Estate Estate & DevelopmentDevelopment

Cl

Minería y silvicultura Mitsui Mining Sumitomo

Hokkaido ForestryColliery & Sumitomo CoalSteamship Mining

IPNavegación y Nippon Yusen Mitsui OSK Lines Sumitomo Shows Une Kawasaki Kisen Naivix Linetransporte Mitsubishi Mitsui Warehouse Warehouse Keihin Electric Shibusawa Hankyu

Warehouse & Express Railway Warehouse Nippon ExpressTransportation Tobu Railway Nippon Express

Fuente: Fortune, Nueva York, The Time Inc,. Magazine Company, 15 de julio de 1991.Los mineros entre paréntesis que aparecen al lado de algunas empresas representan el lugar que éstas ocuparon, según sus ventas, entre las 500 compañías industriales más grandes del

mundo en 1991-" Compañias afiliarlas a más de un grupo.

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EL NUEVO ORDEN INDUSTRIAL INTERNACIONAL / M. Mortimore

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Otro tanto sugiere el creciente número de publica-ciones del tipo de "Why Japan Keeps On Winning"(Fortune, 1991b, pp. 76 a 85) y "The Battle ForEurope: Japan muscles in on the West and ashakeout begins" (Business Week, 1991, pp. 44 a 52).

Aunque se ha sostenido que el origen de lacompetitividad internacional radica en la modali-dad capitalista de producción, que se manifiestaen variantes específicas nacionales, el argumentopuede también sintetizarse en algunas considera-ciones relativas al `modelo del mercado' (Ostry,1991, pp. 4 y 5). Ostry distingue entre la economíapluralista de mercado de los Estados Unidos, poruna parte, y las economías sociales de mercadode la Europa continental y la economía empresa-rial de mercado del Japón, por otra, y pone derelieve diferencias en torno al papel del Estado,las deficiencias del mercado, los horizontes tem-porales, los contactos entre el Estado y la activi-dad empresarial, etc. La verdad es que el modeloempresarial japonés ha penetrado despiadada-mente la economía pluralista de mercado de losEstados Unidos y comienza, al parecer, a hacerotro tanto con la economía social de mercado deEuropa continental.

La teoría del desarrollo competitivo por eta-pas de Porter, perfeccionada por Ozawa (Porter,1990b; Ozawa, 1992) es muy pertinente en estecaso. Porter define el desarrollo competitivo delas economías nacionales en función de cuatroetapas consecutivas, en cada una de las cuales lacompetitividad está: i) liderada por los factores;ii) liderada por la inversión, iii) liderada por lainnovación y iv) liderada por la riqueza, respecti-vamente. Según este autor, las tres primer as eta-pas implican el perfeccionamiento sucesivo delas ventajas competitivas de un país y se asociannormalmente con el aumento progresivo de laprosperidad económica, mientras que la cuartaetapa se caracteriza generalmente por la inercia yfinalmente la decadencia.

Las actividades basadas en la utilización delos recursos naturales o en la industrializaciónque hace uso intensivo de la mano de obra sonfundamentales para lograr ventajas competitivasen la primera etapa, mientras que la etapa lidera-da por las inversiones se basa en la manufacturade bienes intermedios y de capital (industria pe-sada, fabricación de productos químicos) e infra-estructura (vivienda, transporte, comunicacionesy construcción de obras públicas). La etapa lide-

rada por la innovación se apoya en los buenosresultados de la investigación y el desarrollo pro-venientes de la utilización abundante de capitalhumano cada vez más calificado. Al parecer,mientras la mayor parte de los países en desarro-llo se encuentran en la etapa liderada por la utili-zación de los factores y, menos visiblemente, enaquélla liderada por las inversiones, la mayoríade los llamados países desarrollados se hallan enlas fases más avanzadas de la etapa liderada porlas inversiones, o en las primeras fases de la etapaliderada por las innovaciones. Se puede especularque los Estados Unidos han ingresado en la etapaliderada por la riqueza, y caracterizada por lainercia y a la postre por la decadencia.

Ozawa ha dado vida a este esquema al hacerver a través de la experiencia japonesa las estre-chas relaciones recíprocas que existen entre elmejoramiento estructural y las ventajas compara-tivas dinámicas, por un lado, y la inversión ex-tranjera directa por otro. Muestra así cómo unadeterminada etapa de desarrollo competitivo seasocia a una modalidad específica de competitivi-dad en materia de exportaciones: en la primeraetapa las ventajas comerciales derivan de la utili-zación de los factores en productos básicos obienes que hacen uso intensivo de mano deobra; en la etapa impulsada por las inversioneslas ventajas surgen de la producción en gran escalade bienes que hacen uso intensivo de capital, yen la etapa impulsada por la innovación las ven-tajas provienen de la investigación y el desarrollo,y se expresan en la exportación de productosmás complejos desde el punto de vista tecnológi-co. En este sentido, el crecimiento y la transfor-mación económicos van a parejas con las modali-dades cambiantes de las ventajas comparativas di-námicas. Cabe mencionar en este caso que loscambios no son sencillamente producto de trans-formaciones instantâneas, sino que más bien de-rivan de transiciones progresivas caracterizadaspor el auge y la decadencia simultáneos de deter-minadas actividades económicas, y pueden con-cebirse como un desplazamiento del centro degravedad de la economía en general.

Ozawa ha señalado también que la naturale-za y la dirección (hacia adentro o hacia afuera)de la inversión extranjera directa se modificangradualmente a la par con la transformación es-tructural de la economía. La etapa liderada porla utilización de los factores se traduce en la

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afluencia de inversión extranjera directa caracte-rizada por la búsqueda de recursos o mano deobra. En la segunda etapa (Ia liderada por lasinversiones) la inversión extranjera directa seconcentra principalmente en las industrias debienes intermedios y de capital, mientras que a lavez parte de la inversión extranjera directa setraslada a industrias intensivas en mano de obraen países de bajos salarios, y a actividades deextracción de recursos en el extranjero para paísesdeficitarios en recursos naturales. Análogamente,la transición hacia la etapa liderada por lainnovación produce simultáneamente afluencia deinversión extranjera directa a las industrias quehacen uso intensivo de tecnología, y la salida deinversión extranjera directa hacia industrias de

bienes intermedios en otros países. Con base eneste esquema, y utilizando el ejemplo de la explo-siva transformación de la economía japonesa enel siglo XX, Ozawa relaciona la evolución del co-mercio y de la inversión extranjera directa con lateoría del desarrollo competitivo por etapas dePorter. También puede pensarse que proporcionael marco para algunas de las modificaciones princi-pales que se han producido en materia de corrien-tes comerciales y de inversión a nivel mundial.

Los gráficos 1 a 3 muestran hasta cierto pun-to la magnitud de los cambios que han tenidolugar en la penetración de las importaciones, eldesempeño de las exportaciones y el saldo co-mercial externo de ocho importantes industriasmanufactureras de los Estados Unidos, en su ma-

Gráfico 1ESTADOS UNIDOS: IMPORTACIONES DE LOS PRODUCTOS INDICADOS, 1972 Y 1986

(Como porcentaje del mercado estadounidense de cada producto)

80 —

1972

60 12 1986

40

20

o Automóviles Productos Aeronaves

químicos comercialesProductos

electrónicosde consumo

Máquinasherra-

mientas

Semicon- Acero Textilesductores,

computadoresy equipos de

oficina

Fuente: Sobre la base de informaciones suministradas por el Departamento de Comercio de los Estados Unidos, Administraciónde Comercio Internacional, Oficina de Información y Análisis Comercial, complementadas por datos presentados en supublicación. U.S. Industrial Outook, Washington, D.C., U.S. Government Printing Office, 1988; e informaciones de labase de datos COMTAP de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE). Citado en Dertouzos yotros, 1989.

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Automóviles Productos Aeronaves Productosquímicos comerciales electrónicos

de consumo

Máquinas Computadores Acero

herra- y equipos de

mientas oficina

Textiles

EL NUEVO ORDEN INDUSTRIAL INTERNACIONAL / M. Morlimore 49

yoría consideradas "industrias estratégicas"(OCDE, 1991), entre 1970 y 1986. El mensaje esclaro: las importaciones de los Estados Unidoshan registrado un considerable incremento, lasexportaciones estadounidenses a los países de laOrganización de Cooperación y Desarrollo Eco-nómicos (OCDE) han disminuido notablementey la balanza comercial estadounidense se ha dete-riorado de manera importante. Bastará un vista-zo a las cifras de Fortune sobre las ventas y utili-dades de las 500 mayores compañías industrialesde los Estados Unidos en 1991 para comprobarque 30 de las 60 empresas más grandes tuvieronmenores ventas que en 1990, y 31 experimentaronuna disminución de sus utilidades en comparacióncon este mismo año. Las mayores de las 500 com-

pañías en industrias importantes como las de ve-hículos motorizados y repuestos (7 500 millonesde dólares), computadores y equipos de oficina(2 800 millones) y equipos industriales y agríco-las (661 millones) acusaron graves pérdidas en suconjunto (Fortune, 1992a).

Aun si se considera que los años de la pos-guerra fueron anormales (The Economist, 1991c),no hay manera de ocultar que los Estados Unidoshan sufrido humillaciones. La preocupación deeste país por promover los productos nacionales(Made in USA) se justifica ampliamente (Dertouzosy otros, 1989; Fortune, 1990). La industria estado-unidense, incluso la de alta tecnología, ha perdi-do terreno en los mercados mundiales y se en-frenta a una mayor competencia en el mercado

Gráfico 2ESTADOS UNIDOS: EXPORTACIONES DE LOS PRODUCTOS INDICADOS, 1970 Y 1986

(Como porcentaje del mercado total de la OCDE para cada producto)

80—

60

40

20

0

Fuente: Sobre la base de informaciones suministradas por el Departamento de Comercio de los Estados Unidos, Administraciónde Comercio Internacional, Oficina de Información y Análisis Comercial, complementadas por datos presentados en supublicación. U.S. 1ndustrial Outook, Washington, D.C., U.S. Government Printing Office, 1988; e informaciones delabase de datos COMTAP de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE). Citado en Dertouzos yotros, 1989.

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Aeronaves comerciales 20_ Productos electrónicos de consumo

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Semiconductores, computadores yequipos de oficinaMáquinas herramientas

1 1 • t

72 75 80 85 87

Textiles

n r r n n n i ^ ^ f ^ ^ ^ ^

75

80 85 87

50 REVISTA DE LA CEPAL N 2 48 / Diciembre de 1992

Gráfico 3

ESTADOS UNIDOS: BALANZA COMERCIAL EN LOS PRODUCTOS INDICADOS(Miles de millones de dólares corrientes)

20-

^ u LW

-20-

-40-

Automóviles

LUUUUUtill20-

10-

nn nn nn1-10-

0

Productos químicos

-60

-20 72 75 80 85 87 72 75 80 85 87

-20 20 172 75 80 85 87 72 75 80 85 B7

-2 -10

20

10

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72 751 1 1 1 I

80 85 87

Acero20

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2

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1 301 1 , 180 85 87

Fuente:Informaciones suministradas por el Departamento de Comercio de los Estados Unidos,Administración de Comercio Internacional, Oficina de Información y Análisis Comercial. Citadoen Dertouzos y otros, 1989.

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EL NUEVO ORDEN INDUSTRIAL INTERNACIONAL / M, Mortimore 51

interno. Además, una proporción cada vez ma-yor de la producción interna de los Estados Uni-dos es de propiedad extranjera (Estados Unidos,Departamento de Comercio, 1991). La causa deesta situación recae primordialmente en las em-presas transnacionales del Japón, que en 1991registraron un superávit en su comercio con losEstados Unidos de 22 300 millones de dólares enequipos computacionales y de telecomunicacio-nes, 20 500 millones en automóviles y camiones,y 9 000 millones en equipos industriales: es de-cir, en las tres industrias más importantes por sualta tecnología o su gravitación comercial. El in-cremento de la inversión extranjera en la produc-ción de los Estados Unidos se debió más a las

empresas transnacionales europeas que a las delJapón, aunque unas y otras se mostraron muyactivas. No obstante, fue el Japón el que causómayor incomodidad a los Estados Unidos, lo quellevó a graves desavenencias entre ellos (Fortune,1991a, pp. 38 a 48),

Conviene situar la fisura entre los EstadosUnidos y el Japón en el contexto más amplio delos cambios en el comercio internacional y en sugemela olvidada, la inversión extranjera directa(Julius, 1991). Nos ocuparemos en primer lugarde las tendencias a la globalización y especializa-ción del comercio internacional, y luego de l as

tendencias a la globalización y al regionalismo enla esfera de la inversión extranjera directa.

IITendencias dei comercio internacional:

globalización y especialización

Los cambios principales del sistema de intercam-bio internacional en los últimos decenios han sidosu notable expansión; Ia irrupción de nuevos ex-portadores (Japón y los países asiáticos de recien-te industrialización); la apertura de los EstadosUnidos, y en mucho menor medida de la Comu-nidad Económica Europea, a mayores corrientesde importación, y el incremento de las tensioneso conflictos del sistema asociados con est as modi-ficaciones.

Se ha elaborado un interesante sistema declasificación para analizar sucintamente los cam-bios globales en materia de especialización co-mercial por países (Pavitt, 1984 y 1988; Guerrie-ri, 1991). Este análisis, junto con confirmar cuá-les fueron los principales ganadores (los paísesasiáticos de industrialización reciente, Japón) yperdedores (la Comunidad Económica Europea,los Estados Unidos) en el comercio mundial enel período 1970-1989, ofrece elementos de juicioacerca de la especialización comercial que tienelugar en la CEE, el Japón y los Estados Unidos.

En general, en eI Japón y los Estados Unidosse produjo una importante especialización co-mercial en el período indicado (cuadro 2), pero

no así en la CEE. De los países principales, elJapón fue el que acusó los mejores resultados eneI comercio internacional en los dos últimos de-cenios. Ese éxito se puso de manifiesto especial-mente en dos sectores (cuadro 3): i) duplicó suparticipación en el mercado en las actividadesindustriales con base predominantemente cientí-fica (productos químicos muy puros, componen-tes electrónicos y telecomunicaciones), es decir,en actividades innovadoras que gastan mucho eninvestigación y desarrollo, que tienen ampliosefectos indirectos en todo el sistema económicoy que proporcionan insumos intermedios y decapital a muchos otros sectores, y ii) mostró unavance considerable en la participación de l as in-dustrias proveedoras especializadas de bienes deinversión basados en la ingeniería mecánica e ins-trumental (specialized supplies industries), es decir,en actividades caracterizadas por una gran diver-sificación de la oferta de insumos destinadosprincipalmente a los sectores que producen engran escala, y en los que predominan los provee-dores, con importantes economías de alcance. Laespecialización comercial del Japón fue particu-larmente vigorosa en los sectores electrónicos que

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52 REVISTA DE LA CEPAL № 48 / Diciembre de 1992

privilegian la investigación y el desarrollo (sistemasde procesamiento de datos, componentes electró-nicos y telecomunicaciones), y la industria japonesaempezó a retirarse de los sectores tradicionales'

La contrapartida de la mayor participación

del Japón en el comercio mundial de manufactu-ras fue el retroceso de la participación de losEstados Unidos. Precisamente en las áreas de ma-yor penetración de las empresas transnacionalesjaponesas -la electrónica y las industrias provee-

Cuadro 2JAPON, ESTADOS UNIDOS Y CEE: DISTRIBUCION SECTORIAL DE SUS EXPORTACIONES DE MANUFACTURAS

COMO PORCENTAJE DE LAS EXPORTACIONES TOTALES DE LA OCDE, 1970-1973 Y 1986-1989

Japón Estados Unidos Comunidad Económica Europea'

Sectores 1970-1973 1986-1989 1970-1973 1986-1989 1970-1973 1986-1989

Con base predominan-temente cientifica 11.3 27.3 19.0 30.5 11.0 16.6

Proveedores especializados 10.4 15.3 15.9 10.5 15.2 12.9

De producción en gran escala 53.8 46.4 23.4 21.4 31.2 30.7

Con uso intensivo derecursos 2.0 2.0 5.5 5.6 6.8 6.4

Tradicionales 17,6 6.8 7.8 7.3 18.6 17.0

Industrias alimentarias 1.7 0.5 4.7 4.6 7.7 7.8

Alimentos y materiasprimas agrícolas 1.0 0,3 16.0 9.7 4.6 3.9

Demás sectores 2.2 1,4 7.7 10.4 4.9 4.7

Total 100.0 10 0. 0 100.0 100.0 100.0 100.0

Fuente: P. Guerrieri, Technological and trade competition: a comparative analysis of the United States, Japan and the European Community,Universidad de Roma, mimeo, julio de 1991.' Nueve miembros,

doras especializadas- se produjeron los resulta-dos más adversos para ese país, Mientras las em-presas estadounidenses tuvieron éxito en fomentarla especialización en los sectores con base cientí-fica, salvo la electrónica, se enfrentaron a dificul-tades crecientes para transformar la capacidadde alto nivel en el campo de la ciencia y la inves-tigación en actividades y productos novedosos con

Este párrafo y el siguiente se basan en gran medida enGuerrieri, 1991.

valor comercial significativo en los otros sectoresmanufactureros (cuadro 2). 4 Asimismo, se de-

Es preciso reiterar que estos cambios son todos relati-vos. Pocos dudan de que los Estados Unidos, en conjunto, hanperdido competitividad; sin embargo, incluso el organismo deplanificación económica del Japón ha reconocido que los Esta-dos Unidos llevan ventaja en muchas industrias líderes de altatecnología. Según un estudio de 110 tecnologías de vanguar-dia realizado en 1991, las firmas de los Estados Unidos van ala cabeza en 43, las del Japón en 33 y las de Europa y otrospaíses en las 34 restantes (The Economist, 1992c, p. 69).

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Cuadro 3JAPON, ESTADOS UNIDOS Y CEE: PARTICIPACION DE SUS EXPORTACIONES EN LAS EXPORTACIONES MUNDIALES DE MANUFACTURAS, POR

SECTORES, 1970-1973 Y 1986-1989(Porcentajes)

Sectores

Japón Estados Unidos Comunidad Económica Europea

1970-1973 1986-1989 Variación 1970-1973 1986-1989 Variación 1970-1973 1986-1989 Variación

^Con base predominantementecientífica 8.5 16.4 7.9 27.1 20.1 -7.0 46.4 37.8 -8.6 ^

C^(Ind. Electrónica intensiva ^en investigación y \desarrollo) b (9.4) (21.5) (12.1) (28.5) (19.5) (-9.0) (45.0) (29.0) (-16.0) ^

^Proveedores ^.especializados 7.0 15.7 8.7 20.3 12.7 -7.6 57.2 49.9 -7.3 0̂^De producción engran escala 15.4 16.7 1.3 12.8 9.6 -3.1 51.7 47.4 -4.3

Tradicionales 8.2 3.9 -4.3 6.9 5.4 -1.5 50.4 42.5 -7.9

Total 9.0 11.6 2.6 13.5 11.3 -2.2 48.6 44.0 -4.7

Fuente P. Guerrieri, Technological and trade competition: a comparative analysis of the United States, Japan and the European Community, Universidad de Roma, mimeo, julio de 1991.12 países miembros.Este subsector incluye equipos de procesamiento de datos, componentes electrónicos y equipos de telecomunicaciones.

2

V,

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Estructura de las exportacionesPorcentaje de las importaciones Clasificación de las exportacionesde la OCDE

Sit. devulnerabilidad b

Recursosnaturales

Pais exportador

Sit. de Sit, deoportunidades retiradasperdidas c

Energía Manufacturas

Basadas No basadas enen recursos en recursosnaturales naturales

1979 1988 Variación Situación

porcentual óptima a

Cuadro 4ORGANIZACION DE COOPERACION Y DESARROLLO ECONOMICOS (ALGUNOS PAISES):

PRINCIPALES CAMBIOS EN SUS MERCADOS DE EXPORTACION, 1979 Y 1988

^

8.15 76 80 4 11 5 4 960.52 93 75 12 10 3 5 2 23 714.91 10 43 15 27 15 9 9 29 525.01 15 35 13 46 6 4 2 13 810.33 14 29 26 27 17 22 7 19 52

12.54 18 29 8 55 7 2 1 15 816.41 8 23 11 54 12 9 1 21 68

A0.31 -3 31 25 10 34 45 2 34 184.49 -1 24 14 41 19 14 11 27 495.24 20 17 51 12 7 11 16 661.06 -8 18 57 6 18 38 19 27 14

10.07 -2 11 8 66 15 12 3 13 71 AF. Fajnzylber, "Inserción internacional e innovación institucional", Revista de la CEPAL, N° 44, agosto de 1991, cuadro 2, pp. 154-135.favorable de los productos y alta eficiencia de los países.desfavorable de los productos y alta eficiencia relativa de los países.favorable de los productos y baja eficiencia relativa de los países.desfavorable de los productos y baja eficiencia relativa de los países.

Fuente: A base dePosicionamiento

6 PosicionamientoPosicionamiento

d Posicionamiento

L Ganadores

JapónPortugalCanadáItalia

GreciaAlemaniaFrancia

4.630.274.484.350.29

(Rep. Fed de) 10.66

5.93

II. Perdedores

Nueva ZelandiaPaíses BajosReino UnidoAustraliaEstados Unidos

0.324.545.251.15

10.23

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EL NUEVO ORDEN INDUSTRIAL INTERNACIONAL / M. Moreimore 55

rrumbó la participación relativa de los EstadosUnidos en los sectores dinámicos (cuadro 3). Es-tos sectores experimentaron una suerte de 'des-especialización' en proveedores especializados yen sectores de producción en gran escala (indus-trias de automóviles, productos electrónicos deconsumo y productos de consumo duraderos, asícomo del caucho y del acero), caracterizados estosúltimos por la presencia de industrias oligopólicascon alta densidad de capital, amplias economíasde escala, gran complejidad técnica y administra-tiva e importantes actividades de diseño técnicodentro de la empresa. Por lo demás, las empresasestadounidenses no tuvieron mucho êxito en sa-lirse de los sectores tradicionales.

Otra manera de determinar los ganadores yperdedores en materia de comercio exterior alre-dedor de los años ochenta, es la utilizada porMandeng (1991). Teniendo en cuenta que el cre-cimiento económico se ha caracterizado por unaintensificación del comercio; que los elementosdinámicos giran alrededor de grandes empresasque producen bienes manufacturados tecnológi-camente complejos para mercados globales im-perfectos desde el punto de vista de la competen-cia, y que algunos nuevos protagonistas (Japón ylos países recién industrializados de Asia) mejo-ran rápidamente su desempeño comercial (Os-try, 1990b), es sensato prestar atención a los cam-bios que acusan las importaciones globales de laOCDE.

Fajnzylber, basándose en la obra de Mandeng,no sólo define los `ganadores' que incrementa-ron su participación en el mercado entre 1979 y1988, sino que también analiza el comportamien-to de los principales productos en juego paradistinguir entre productos que incrementan suparticipación en el mercado mundial y aquellosque no lo hacen (Fajnzylber, 1991). En otras pala-bras, los países `ganadores' pueden aumentar suparticipación en el mercado con productos 'diná-micos' (situación óptima propia de l as `estrellasnacientes') o con productos 'de menor dinamis-mo' (situación de vulnerabilidad, propia de las`estrellas en decadencia'). A la inversa, los países`perdedores' pueden ver disminuida su participa-ción en el mercado con productos `dinámicos'(situación definida como de `oportunidades per-didas') o con productos `de menor dinamismo'(situación llamada de 'retirada'). Naturalmente,en casi todos los países la combinación de pro-

ductos contiene ejemplos de los diversos tipos desituación. Sin embargo, el panorama general esrevelador y el indicador es útil (cuadro 4).

Entre los principales países de la OCDE elJapón es el que ha logrado los mayores avancesen el mercado. Más importante aún, el 80% desus productos de exportación se halla en `situa-ción óptima' y casi todos son manufacturas queno se basan en recursos naturales. Salvo escasasexcepciones (los Países Bajos y el Reino Unido),los miembros de la Comunidad Económica Euro-pea incrementaron levemente su participación enel mercado; sin embargo, a excepción de Portugal,los `ganadores' perdieron oportunidades en sudesempeño exportador, aun cuando exportaronprincipalmente manufacturas que no se basan enrecursos naturales. Mal les fue a Australia y Nue-va Zelandia, cuyos recursos naturales, o manufac-turas basadas en ellos, experimentaron situacionesde `vulnerabilidad' o 'retirada'. Los Estados Uni-dos disminuyeron su participación en el merca-do: en relación con los europeos, menos de susproductos se hallaron en situación óptima y másen situación de `oportunidades perdidas'; la pro-porción de productos de exportación que se ha-llaban en situación de retirada frente a la embes-tida de los productos japoneses era semejante.

El cambio espectacular observado en el co-mercio exterior de los países de la OCDE provo-có un natural descontento en los perdedores. Loseuropeos tuvieron una reacción positiva, la deacelerar la integración en virtud de la iniciativaEuropa 1992, y una negativa, la de aplicar dere-chos antidumping a la avalancha de productosterminados que llegaron hasta sus puertas, com-plementando esta medida con la imposición derestricciones cuantitativas fijas a las importacio-nes en algunos sectores, como la industria auto-motriz. También hubo nuevas iniciativas en lapolítica de fusiones y absorciones (Julius, 1991,p. 12). Algunos de los efectos principales fueron,en primer lugar, el de promover las instalacioneslocales de ensamblaje mediante la inversión ex-tranjera directa y, en segundo lugar, el de elevargradualmente el contenido local en esas instala-ciones.5 En general, mediante el empleo de pro-cedimientos burocráticos y restricciones comer-

5 Sobre este punto y el párrafo siguiente, véanse Ostry(19906, pp. 18 a 52) y Smeets (1991, pp. 66 a 69).

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REVISTA DE LA CEPAL № 48 / Diciembre de 199256

ciases, los miembros de la Comunidad Económi-ca Europea se volvieron menos vulnerables y tu-vieron más tiempo para adaptarse.

La economía estadounidense fue más fácilde penetrar; sin embargo, la reacción de losEstados Unidos fue más combativa, ya que recu-rrió crecientemente a la aplicación de tácticasunilaterales duras, mencionadas en la Ley Gene-ral de Comercio y Competitividad del 23 deagosto de 1988. Esta ley autoriza al gobiernode los Estados Unidos a determinar de maneraunilateral lo que define como prácticas deslea-les en materia de comercio y a ejercer, porconsiguiente, fuertes presiones sobre sus asocia-dos comerciales. Aunque oficialmente se hadicho que la Iniciativa sobre ImpedimentosEstructurales no tiene relación con la LeyGeneral de Comercio y Competitividad, lo ciertoes que poco después de que el Japón fuera identi-ficado bajo la Sección 301 de dicha Ley, se diocomienzo a conversaciones entre los Estados Uni-dos y el Japón para superar aspectos conflictivosde sus relaciones comerciales. Así, esas tácticasunilaterales han llevado a negociaciones bilateralespara obtener beneficios recíprocos, lo que socavael proceso multilateral, y también han causado laaparición de cierto proteccionismo para resguar-dar productos específicos en el mercado estado-unidense. La Ley General de Comercio y Compe-titividad reafirmó asimismo el papel activo quedebe desempeñar el sector privado en las nego-ciaciones comerciales multilaterales y la funciónde determinadas leyes correctivas que se aplicana petición de las empresas perjudicadas.

El ajuste de la industria de productos elec-trónicos de consumo, que tuvo lugar antes de laentrada en vigencia de la Ley General de Co-mercio y Competitividad de 1988, demostró que

la gama de instrumentos de gestión comercialde los Estados Unidos, entre los que se incluíanacuerdos bilaterales de comercialización y cuotasde exportación para evitar perturbaciones en elmercado de productos específicos, no fue sufi-ciente en ese entonces para salvar la industria(Jenkins, Sawchuk y Webster, 1989). Dicha Leygeneral incorporó la nueva visión que empezabaa tomar cuerpo en las empresas transnacionalesde los Estados Unidos enfrentadas a la compe-tencia en materia de importaciones: es decir,una política comercial `estratégica' que no exigíasolamente protección, sino la erección de barre-ras comerciales `contingentes' para proteger elmercado nacional en caso de que los mercadosextranjeros estuvieran protegidos (Milner y Yo-ffie, 1989). Significó un nuevo tipo de medidasde retaguardia de las empresas transnacionalesestadounidenses frente a las desavenencias entrelos Estados Unidos y el Japón y las exigencias dereestructuración industrial. Así, los Estados Uni-dos dejaron de ser el campeón más entusiastadel libre comercio y pusieron prestamente enpráctica transacciones comerciales regionales,acuerdos bilaterales, gravámenes antidumping ycompensatorios y medidas con arreglo a la Sec-ción 301 (The Economist, 1992e, p. 72). Sin em-bargo, se ha hecho evidente que para convertir-se en empresas competitivas o seguir siéndolo,las transnacionales estadounidenses y europeasdeberán recurrir a una reestructuración indus-trial deliberada que eleve su competitividad in-ternacional, y no a restricciones comerciales ensus respectivos países o un comercio más admi-nistrado en las industrias de vehículos y repues-tos, semiconductores y máquinas-herramienta, oen otras industrias estratégicas (Fortune, 1992b,pp. 96 y 97; Thurow, 1992).

IIITendencias en la inversión extranjera directa:

globalización y regionalismo

Es evidente que en materia de inversión extranje-ra directa también ha habido otros cambios im-portantes. La integración global mediante co-rrientes comerciales se vio reforzada considera-

blemente en el decenio de 1980 con flujos deinversión extranjera directa. Estos flujos eran másdinámicos que las corrientes del comercio inter-nacional y se transformaron en un nuevo motor

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EL NUEVO ORDEN INDUSTRIAL INTERNACIONAL / M. Mortimore 57

del crecimiento. Como se dijo, las restriccionescomerciales a las importaciones llevaron a menu-do a que el 'agresor' efectuase inversiones ex-tranjeras directas. Cabe tener presente que elproceso de transnacionalización ha producidotendencias simultáneas a la globalización y al re-gionalismo. Y asimismo, que más de la mitad delos movimientos comerciales de los Estados Uni-dos y el Japón se relacionan con la inversión ex-tranjera directa, es decir, son operaciones dentrode las propias empresas transnacionales.6 Estastendencias pueden concebirse como estrategiasglobales de las empresas transnacionales, por unaparte, y como sistemas regionales de abasteci-miento o ventas, por otra. También se han origi-nado tensiones o conflictos sistémicos debido acambios en las corrientes globales de inversiónextranjera directa.

Si se pasa revista a lo sucedido en el deceniode 1980 en relación con la inversión extranjeradirecta, resaltan los acontecimientos siguientes(CET, 1991a, p. 2):- El monto de la inversión extranjera directa en

el mundo se triplicó y pasó de 500 000 millonesde dólares en 1980 a 1 billón 500 000 millones.

— La Comunidad Económica Europea se con-virtió en la fuente más importante de lascorrientes de inversión extranjera directa:39 000 millones de dólares por año duranteel período 1985-1989.

— Los Estados Unidos se transformaron en elpaís que recibió más inversión extranjera:329 000 millones de dólares en 1988.

— El Japón sextuplicó su inversión extranjera,que llegó a los 111 000 millones de dólares.

- Cerca de 80% de las corrientes mundiales deinversión extranjera se concentró en los Esta-dos Unidos, la CEE y el Japón.Estas características de la inversión extranje-

ra dieron origen al concepto de la tríada, que seutilizó inicialmente para derrotar la concentra-ción (67%) del comercio mundial en los EstadosUnidos, la CEE y el Japón (Ohmae, 1985) y queen la actualidad se considera aún más aplicable a

6 Dennis Encarnation sostiene que las empresas japone-sas dominan el comercio bilateral en ambas direcciones entrelos Estados Unidos y el Japón. El elevado nivel del comerciodentro de las empresas transnacionales del Japón y el nivelrelativamente bajo de la inversión extranjera directa de losEstados Unidos en el Japón constituyen las causas principalesdel persistente superávit comercial en favor del Japón (Encar-nation, 1992).

la concentración (80%) del monto de la inversiónextranjera directa hecha por esos países en eImundo.

Según el Centro de las Naciones Unidas so-bre las Empresas Transnacionales (CET, 1991b),existe dentro de la tríada un movimiento hacia laparidad. A comienzos del decenio de 1980 ha-bría sido difícil catalogar a los Estados Unidos, laCEE y el Japón como miembros de una tríadaque dominaba los montos y flujos de la inversiónextranjera directa a nivel mundial; el papel delJapón era entonces relativamente menor y la CEEse hallaba demasiado fragmentada y constituíamás una colección de 12 países que una economíaregional integrada. En ese entonces, los EstadosUnidos eran por sí solos el país de origen y re-cepción más importante de la inversión extranje-ra directa en la economía mundial. Sólo a finalesde los años ochenta la existencia de una tríadase hizo evidente, al menos según los datos sobreflujos de inversión. En la b ase de esta nacienteestructura tripolar se hallaban el rápido creci-miento de las corrientes de inversión en el exte-rior del Japón y la integración de la CEE, a talpunto que esta última puede hoy considerarsecon propiedad como un solo miembro de la tría-da. Aunque en 1990 los Estados Unidos y la CEEeran los miembros más importantes de ella, decontinuar las tendencias actuales la CEE puede ala postre sobrepasar a los Estados Unidos comoprincipal región de origen y recepción; y en elpróximo decenio, el Japón podría dejar atrás alos Estados Unidos como país de origen, ytambién en cuanto a los montos de la inversión.

Desde el punto de vista estratégico, la inver-sión extranjera directa dentro de la misma tríadaapunta a la creciente importancia que las empre-sas transnacionales atribuyen a este bloque. Estaestrategia, conocida como `globalización', signifi-ca que las empresas transnacionales considerancada vez más sus actividades extranjeras dentrode la tríada tan importantes como sus operacio-nes en sus países de origen. La estrategia recien-te de las transnacionales japonesas de convertirseen 'miembros regionales' en cada segmento de latríada está motivada por razones de eficiencia(especialización por países y economías de escalaregionales) y por consideraciones de política (ba-rreras arancelarias y no arancelarias extrarregio-nales). Si esta estrategia —que puede resumirsecomo una obsesión por los mercados y no porlas utilidades-7 da buenos resultados, cabe pre-

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58 REVISTA DE LA CEPAL № 48 / Diciembre de 1992

guntarse si las transnacionales de la CEE y losEstados Unidos, para asegurar su supervivenciaen cuanto a competitividad, tendrán asimismoque adoptar estrategias diferentes frente a cadaintegrante de la tríada. El incentivo para proce-der de esa manera será mayor si se fortalecen losbloques regionales en Europa, América del Nor-te y Asia, de modo que lograr la calidad de`miembro' sea una importante ventaja competiti-va para obtener acceso a esos mercados.

En este escenario, el bajo nivel de inversiónen el Japón destaca como un desequilibrio sor-prendente, y puede finalmente traducirse en ma-yores presiones sobre ese país para que abra sueconomía a la afluencia de más inversiones ex-tranjeras procedentes de los otros dos integran-tes de la tríada. Asimismo, es probable que laCEE, y en especial los Estados Unidos, respon-dan a esta amenaza competitiva potencial a susempresas transnacionales con presiones vincula-das al comercio internacional y la inversión ex-tranjera directa, en un intento por lograr una`cancha nivelada' en sus relaciones bilaterales conel Japón en esa esfera (CET, 1991a, pp. 43 y 44).

Las tendencias regionales que han acompa-ñado a la tendencia global se refieren a dos as-pectos diferentes. En primer lugar, a la perspecti-va, en el contexto de la concepción globalizadorade `un solo mundo', de que sus principales inte-grantes son tres —los Estados Unidos, Europa yel Japón— y que ellos ameritan consideracionesregionales, y en segundo lugar, a la índole de losdiversos sistemas de suministro y comercializa-ción que han surgido alrededor de cada integran-te de la tríada.

La tendencia regional, en el primer sentido,tiene una triple importancia. Ante todo, las trans-nacionales globalizadoras deben concebir y po-ner en práctica estrategias específicas para cada

Según The Economist (1992d), el sistema japonés de fija-ción de precios contradice la práctica de los países occidenta-les. Lo normal en Occidente es especificar un producto, yluego sumar el costo de sus componentes, incluidos los gastosgenerales y las utilidades, para determinar el precio de venta.La mayoría de las empresas japonesas comienza por elegir laparticipación que desea alcanzar en el mercado; luego se esti-ma el precio que les permitirá lograr esa participación; acontinuación se procede en orden inverso a bajar el costo detodo Io que comprende el producto hasta que se llega alprecio. Ello tiende no sólo a bajar los costos sino también(debido a que obliga a todos a replantear su segmento departicipación en el producto) a acelerar igualmente el procesode innovación.

uno de los mercados principales de la tríada enmateria de diseño de productos, comercialización,distribución, sistemas de abastecimiento, finan-ciamiento, comercio e inversión extranjera. Apartede abordar aspectos del mercado relacionadoscon las diferentes preferencias de los consumido-res y con las distintas reglamentaciones de la tría-da sobre temas básicamente de carácter técnico,como la seguridad de los productos, las empresastransnacionales no residentes que están reciénllegadas o en expansión deben hacer frente apotenciales conflictos con las normas de los paí-ses receptores en cuanto a financiamiento, co-mercio e inversión extranjera. 8 Como observaronAgosin y Tussie, diferencias que pueden haberpasado inadvertidas en las prácticas instituciona-les, así como pequeñas variaciones en la competi-tividad relativa, pueden tener repercusiones im-portantes en las corrientes internacionales de co-mercio e inversión. En esta época de ventajascomparativas creadas por el hombre, la compe-tencia en términos de ubicación entre países oentre regiones ha surgido como una forma derivalidad nueva y cada vez más contenciosa (Ago-sin y Tussie, 1992, p. 11).

Consúltese, por ejemplo, CET/UNCTAD, 1991. Véaseuna manera novedosa de tratar las medidas comerciales rela-cionadas con las inversiones en CET, 1992, parte III, capítuloXI.

Según una publicación de la OCDE, en algunos casosse ha producido una convergencia notable entre los interesesde las empresas multinacionales y los intereses de los gobiernosnacionales. La convergencia se refleja en el hecho de que lalucha por obtener una participación en el mercado, en especialen los sectores de vanguardia, trasciende actualmente la com-petencia entre las empresas para incluir la rivalidad entre losdistintos entornos socioeconómicos nacionales en los queoperan las empresas, entornos que determinan en gran medi-da la competitividad de la economía y que las políticas guber-namentales configuran en un grado importante. (Véase OCDE,1991, p. 8).

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lo ha hecho el Japón a través del Ministerio deIndustria y Comercio Internacional), hasta pro-gramas más sencillos de investigación y desarrollocon ayuda del Estado en áreas específicas, comoel Programa estratégico europeo de investigaciónen tecnología de la información (ESPRIT) o la ini-ciativa de los Estados Unidos en el campo de latecnología de los semiconductores (SEMATECH).De modo que, a nivel industrial, las vinculacionesentre la actividad empresarial y el gobierno cons-tituyen un elemento importante en las relacionesentre los países de la tríada.

En tercer lugar, los integrantes de la tríadason quienes poseen mayor autoridad para deter-minar las reglas del juego del sistema multilate-ral, ya sea que lo hagan a través del AcuerdoGeneral sobre Aranceles Aduaneros y Comercio(GATT), la OCDE, el Banco de Pagos Internacio-nales (BPI) o el sistema de las Naciones Unidas.De manera creciente, las políticas nacionales oregionales relativas al tipo de cambio, las tasas deinterés, la protección de las importaciones, lacompetencia, el financiamiento externo, etc., hantendido a converger en cierto grado y han sidoobjeto de conversaciones periódicas del Grupo

de los Siete (Estados Unidos, Canadá, Alemania,Francia, el Reino Unido, Italia y Japón). Si losmiembros de la tríada modificasen abruptamentesus políticas en estas áreas, se podría desorgani-zar considerablemente la actual situación ma-croeconómica internacional: testimonio de elloes la declinación del dólar en relación con elmarco alemán y el yen desde 1985.

La tendencia regional dentro de la tríada ponede relieve la importancia y el carácter diferentede la relación recíproca entre las empresas trans-nacionales y los gobiernos a niveles distintos: laempresa, la industria y el país o bloque de países.Ello ayuda a determinar las áreas de posibles con-flictos sistémicos dentro de la tríada. Una fuenteimportante de controversia podría ser la distintasensibilidad de los Estados Unidos y el Japón enmateria de inversión extranjera directa. Por ejem-plo, el sistema japonés de los keiretsu básicamenteimpide a las transnacionales externas operar conéxito en los mercados del Japón, en tanto que l astransnacionales niponas parecen devorar ávida-mente a los competidores estadounidenses en losEstados Unidos mediante absorciones o fusiones(Julius, 1991, p. 13).

IvConsideraciones finales

Conviene ahora pasar al análisis somero de lanueva índole de la competitividad internacional.Una buena manera de comenzar es dependermenos de las teorías clásicas sobre ventajas com-parativas basadas en la dotación de factores, yanalizar más la nueva situación desde el punto devista de las ventajas competitivas de las empresas,haciendo hincapié en la importancia de la investi-gación y desarrollo, la innovación y la tecnología(Agosin y Tussie, 1992; Teece (ed.), 1987).10

10 Véase The Economist, 1992a, pp. 17 a 20.

La nueva situación se hace patente con mayorclaridad en dos áreas bien distintas. En primer lugar,en las industrias de vanguardia que usan tecnologíaultramoderna -como las de la microelectrónica, labiotecnologia, los nuevos materiales, la robótica ylas máquinas herramientas, los computadores y lossistemas de programación, las telecomunicaciones—la ventaja competitiva se crea en gran parte me-diante cuantiosas inversiones en investigación y de-sarrollo y la concertación de alianzas estratégicasentre las transnacionales que utilizan tecnologíaavanzada. La empresa Siemens es un buen ejemplode este caso (gráfico 4).

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REVISTA DE LA CEPAL № 48 / Diciembre de 1992

Gráfico 4SIEMENS A.G. Y SUS PRINCIPALES ACUERDOS COOPERATIVOS

INTERNACIONALES EN EL PERIODO 1984.1987

TELECOMUNICACIONES SEMICONDUCTORES

60

• Ericsson (Suecia)• Toshiba (Japón)• Philips (Países Bajos)• Intel (Estados Unidos)• Corning Glass (Estados Unidos)• GTE (Estados Unidos)• Xerox (Estados Unidos)• Cit-Alcatel (Francia)• KTM (Remo Unido)

• West Digital (Estados Unidos)• Philips (Países Bajos)• Fuji (Japón)• General Electric (Estados Unidos)• Toshiba (Japón)• Thompson (Francia)• General EIectric (Reino Unido)• Philips/Plessey (Reino Unido)

ROBOTICA

• Fujitsu (Japón)

NUEVOS MATERIALES

• Corning Glass(Estados Unidos)

COMPUTADORES Y SISTEMAS DE PROGRAMACION

• Microsoft (Estados Unidos)• Fujitsu (Japón)• World Logic System (Estados Unidos)• Philips/Bull (Reino Unido)

Fuente: Centro de las Naciones Unidas sobre Empresas Transnacionales (CET), con base en los informes anualesde las empresas y otro tipo de documentación disponible públicamente. Incluye empresas mixtas en laesfera de la investigación y el desarrollo, y en la producción, concesión de licencias y subcontratación.(Citado en CET, 1989)

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En segundo lugar, para las industrias madu-ras que producen en serie y en gran escala y queactualmente se hallan en proceso de reestructu-ración —la fabricación de automóviles, artículoselectrónicos de consumo, textiles, hierro y acero,etc.—, la ventaja competitiva es en gran parte ad-quirida mediante una combinación de progresotecnológico e innovación organizativa. En unapublicación del CET sobre este tema, se sostieneque el nuevo sistema industrial basado en la prác-tica óptima tiene tres características generales.La primera es la utilización de tecnologías deautomatización flexibles e integradas en todos losaspectos de las actividades empresariales. La se-gunda es la incorporación de nuevas formas degestión y de organización productiva dentro delas empresas, para satisfacer las normas de cali-dad y flexibilidad que impone el mercado. Latercera es el nuevo conjunto de relaciones entrelas empresas y sus proveedores, las que se asien-tan en la cooperación y la confianza y reflejanuna ruptura brusca con las relaciones inamisto-sas del pasado. A medida que el esbozo generaly los principios del nuevo sistema adquieran ma-yor claridad, es probable que ejerzan una graninfluencia en la competencia internacional y eldesarrollo económico en los decenios venideros(CET, 1990, pp. 2 y 9).

Esta nueva competitividad se manifiesta asi-mismo en el carácter cada vez más móvil de laproducción internacional de las empresas trans-nacionales `globales'11 y el papel creciente de lainversión extranjera directa (Cantwell y Dunning,1991). En un informe del Grupo de los Treintase señala que la inversión extranjera directa tieneactualmente el mismo potencial para aumentarel crecimiento y la eficiencia que tuvo el comer-cio internacional en los decenios de 1950 y 1960(Julius, 1991, p. 22). El incremento de la búsque-da fuera de la empresa de elementos o serviciosespecializados (òutsourcing) por parte de las em-presas transnacionales refleja asimismo la moder-nización o especialización global en que se hanempeñado aquellas que compiten en el plano in-ternacional (The Economist, 1988, pp. 81 y 82, y1991a, pp. 57 y 58).

" Véase, por ejemplo, Fortune, 1991c, o Business Week,

1990.

En cuanto a la ventaja competitiva de los paí-ses, Porter señala que es necesario centrar laatención en industrias competitivas y segmentosindustriales específicos; que la única medición quetiene sentido es la productividad y que, a fin decuentas, la competitividad de un país depende dela capacidad de innovación y perfeccionamientode su industria (Porter, 1990a, pp. 73 y 84-85).Por su parte, Ergas señala tres conjuntos princi-pales de factores que ayudan a explicar el dife-rente ritmo de innovación de los países: i) aque-llos que afectan los insumos de la innovación,como la calidad de la base científica de un país,la presencia de instituciones de investigación y,sobre todo, el nivel educativo; ii) los que influyenen la demanda, como una clientela receptiva yrefinada que exige innovaciones constantes, y iii)una estructura industrial que ofrece oportunidadesde competencia intensa y a la vez tiene mecanismospara que las empresas compartan el financiamientoy la difusión de la investigación científica (The Eco-nomist, 1992b, p. 21). Fajnzylber señaló que sieteimportantes indicadores de competitividad inter-nacional, relacionados principalmente con las ex-portaciones de manufacturas, el crecimiento dela productividad y los gastos en investigación ydesarrollo, demostraron que una comparaciónentre el Japón, Alemania y los Estados Unidos,situaba al Japón en el primer lugar, Alemania enel segundo y los Estados Unidos en el tercero(Fajnzylber, 1988, pp. 11 y 12). Esto parece refle-jar adecuadamente la mayoría de las opinionessobre el tema, e indica igualmente la fuente prin-cipal de fricción del sistema.

En síntesis, según las informaciones estadísti-cas y de otro tipo disponibles en relación con elcomercio exterior y la inversión extranjera, lastendencias perceptibles en materia de globaliza-ción, especialización y regionalismo apuntan a laconformación de un nuevo contexto internacio-nal para la competencia. La perspectiva de unmundo tripolar ha contribuido a fomentar la con-vergencia en relación con algunos principios fun-damentales de las relaciones internacionales; sinembargo, paralelamente se ha observado otra ten-dencia a mayores tensiones o fricciones sistémi-cas, debido a que por primera vez la competen-cia internacional se caracteriza cada vez más poruna lucha frontal de las empresas por las mismas

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industrias en los mismos mercados principales, yno por la búsqueda de espacios reservados o nichosen el mercado. Básicamente, unas mil empresastransnacionales predominantes se disputan unamedia docena de industrias de alta tecnología yotra media docena que está en reestructuraciónactiva, y tienen en la mira los mercados de losEstados Unidos, Europa y el Japón. La situaciónde estos tres protagonistas no es la misma. Losejemplos de capitalismo empresarial cooperativode Japón y Alemania parecen llevar la delanteraen la competencia internacional con el capitalismoempresarial competitivo de los Estados Unidos, loque está obligando a la industria estadounidense areaccionar, es decir, a reestructurarse a fin de con-servar su competitividad. Esta situación difierecualitativamente de la reestructuración industrial

que tuvo lugar en Europa occidental en los añoscincuenta y que aparentemente se realizará en Eu-ropa oriental en el decenio de 1990. La situaciónes compleja y se ha traducido en fricciones sistémi-cas entre los países preponderantes.

Tal es el esbozo del nuevo orden industrialinternacional. En el marco de un amplio consensosobre las características principales de la economíapolítica contemporánea, el aumento de la com-petencia entre las empresas transnacionales pre-dominantes genera fricciones y conflictos entrelos gobiernos de los principales países industriales.No está del todo claro si estos gobiernos tienenla capacidad, la voluntad o la previsión necesariaspara ocuparse activamente de la situación, o si Iasolución se dejará en manos del mercado y elmundo empresarial.

(Traducido del inglés)

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