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Revista de la Asociación de Antiguos Alumnos Colegio-Seminario San Agustín. Salamanca Núm. 10 • Diciembre 2004 Y el séptimo día descansó. Tiempo de despedida. Plaza Mayor de Salamanca. Homenaje a dos tresjunqueños. La lunares (cuento). Mi (2.º) pueblo: Velada (Tole- do). El Antes. Nacimiento de Tolé Blide. Y el séptimo día descansó. Tiempo de despedida. Plaza Mayor de Salamanca. Homenaje a dos tresjunqueños. La lunares (cuento). Mi (2.º) pueblo: Velada (Tole- do). El Antes. Nacimiento de Tolé Blide.

Transcript of Revista de la Asociación de Antiguos Alumnos Colegio ... · Colegio-Seminario San Agustín....

Revista de la Asociación de Antiguos AlumnosColegio-Seminario San Agustín. Salamanca

Núm. 10 • Diciembre 2004

• Y el séptimo día descansó.• Tiempo de despedida.• Plaza Mayor de Salamanca.• Homenaje a dos

tresjunqueños.

• La lunares (cuento).• Mi (2.º) pueblo: Velada (Tole-

do).• El Antes.• Nacimiento de Tolé Blide.

• Y el séptimo día descansó.• Tiempo de despedida.• Plaza Mayor de Salamanca.• Homenaje a dos

tresjunqueños.

• La lunares (cuento).• Mi (2.º) pueblo: Velada (Tole-

do).• El Antes.• Nacimiento de Tolé Blide.

CCaammiilloo IInnffoorrmmaa

COMO hace untiempo que nollega esta cróni-

ca, que pretende reseñar lascosas más significativas de loque sucede aquí en el Colegio

San Agustín... vamos a cortarpor lo sano y empezar desde losfinales del curso pasado.

Del final del curso, lo más sig-nificativo no cabe duda que fue elestupendo resultado de los exáme-nes de selectividad de los chicos-asde 2.º de Bachillerato. 100% apro-bados en esta temida prueba, y connotas muy aceptables. Felicidadespues para ellos, sus profesores y sututor, el P. Juan José Sánchez. Porcierto, estos alumnos-as son losque ahora entrarían a formar parte,si así lo desean, de la Asociación deAntiguos Alumnos.

Terminado el curso con unaestupenda excursión de todo el pro-fesorado, que fue a visitar las Eda-des del Hombre, en Ávila; comen-zaron las actividades de verano,caracterizadas por una cierta dis-

persión y variedad: Unos días deretiro y convivencia para algunosreligiosos en Santander; campa-mentos Tagaste y Casiciaco, enGalapagar y Los Molinos, respecti-vamente, además del organizadopor el grupo Scout La Flecha; cursode español para alumnos-as quevienen de nuestros colegios de Bra-sil; dos meses intensos de curso deverano en las instalaciones delColegio; viajes, encuentros, vaca-ciones, etc.

El 28 de agosto, día de nuestropadre, termina la diáspora y toda lacomunidad se reúne de nuevo. Díade reencuentro también con fami-liares, amigos y comunidad educa-tiva en la misa y refrigerio del día.Reuniones, programaciones ypuesta a punto serán lo ordinario apartir de esta fecha. Este nuevocurso escolar lo iniciamos en elmarco de algunas celebracionesque no podemos pasar por alto. Merefiero al Jubileo Agustiniano alrecordar los 1.650 años del naci-miento de San Agustín y otra efe-mérides más particular y cercana:la celebración de los 50 años de laprimera piedra de este Colegio quenació como “convento de SanAgustín”, en recuerdo del antiguoconvento que la Orden tuvo en laciudad de Salamanca. La fecharecordada es el 13 de noviembre de1954.

La inauguración del curso aca-démico 2004-5 tuvo lugar el día 20de septiembre, con la misa y unaconferencia inaugural que corrió acargo del P. Miguel Ángel Orcasi-tas, quien nos habló del P. TomásCámara, ilustre agustino que fueobispo de Salamanca y del cualestamos celebrando también elcentenario de su muerte.

Y en este primer trimestre des-tacar las tradicionales fiestas deSanta Cecilia, con la Semana de laMúsica y el Festival de la Canciónel día 28. Este año hemos celebra-do la 37.ª edición, y bien podemos

decir que sigue acaparando la aten-ción y el entusiasmo de toda lacomunidad educativa. Es un díatambién para el encuentro demuchos antiguos alumnos que, añotras año, se dan cita aquí en tanseñalada fecha. Es bueno que losantiguos alumnos sepan que el pre-mio especial de vestuario y coreo-grafía que se concede (100 euros)es gentileza de la Asociación deAntiguos Alumnos, y este año hasido para el curso de 1.º de Bachi-llerato. Y ya estamos esperando laNavidad entre fiestas y belenes delos más pequeños y con la esperan-za de que la lotería de la asociaciónnos haga alguna gracia.

¿Qué más puedo contaros?...Deciros que la Comunidad sigueestando formada por los mismosreligiosos, más el P. José G. Alar-cón, que ha venido de Málaga. Quetenemos conserje nuevo y se tratade D. Santos Celador, miembro dela Asociación y padre de un religio-so agustino. Que el concurso denarrativa convocado para los alum-nos va por buen camino... ah...,recordaros que la PLAZA MA-YOR de Salamanca va a cumplirlos 250 años de su fundación y esun motivo más a tener en cuentapara nuestra jornada anual.

Bueno, ya sabéis donde esta-mos y que siempre vuestras visitasnos agradan. Feliz Navidad paratodos.

JESÚS TORRES

DON CAMILO

Ganadoras del Premio Especial de Vestuario y Coreografía de la Asociación. Curso 1.º Bachillerato

Primera panorámica del Colegio San Agustín

Primera piedra del Colegio San Agustín de Salamanca

MADAURA recibe alborozada tres comunicacionespersonales, con sentido de despedida cariñosa, del ColegioSan Agustín y de su Comunidad Educativa.

Gracias a los firmantes.Finalizados los exámenes finales, la despedida de los

alumnos de Bachillerato constituye un acto académicolleno de significación personal y colegial.

Edén se dirigió a todos y leyó, en nombre de sus com-pañeros, el siguiente texto de despedida.

Afortunadamente, dos alumnas, de manera espontá-nea, expresan este mismo sentimiento de despedida y así lo reproduce MADAURA.

TIEMPO DE DESPEDIDAS*

Buenas tardes a todos:En primer lugar, y en nombre de

todo el curso, quiero agradecerles atodos ustedes, profesores, padres yamigos, su presencia en este acto, quees un gesto más a añadir como muestradel apoyo que hemos recibido durantenuestra estancia en este Centro.

Hoy finalizamos una etapa crucialen nuestra joven vida. Concluimosnuestra infancia entre los muros de esteColegio y nos adentramos en esaimportante fase de la adolescencia.

E1 Colegio San Agustín ha sidotestigo de nuestro progreso formativo alo largo de los años y ahora alcanzamosuna meta soñada años atrás.

A partir de este momento, comen-zamos una nueva etapa: entramos a for-mar parte del mundo social dentro de launiversidad, dando paso a la nostalgiade estos años divinos, comenzando poresta tarde emocionante y alegre.

Los más veteranos podríais citarinnumerables anécdotas de estos mara-villosos años y que, seguramente, algu-nos de vosotros ya habéis empezado arecordar, dándoos cuenta de lo rápidoque pasa el tiempo. Los que no losomos tanto, estamos muy contentos dehaber compartido estos últimos cursosen el seno de la gran familia de esteColegio y poder haber Regado hastaaquí junto a vosotros.

Pero, si antes hablé de nostalgia,creo que hoy no es el momento, maña-na será otro día y, por ello, no quieroser yo quien comience a recordar nues-tras peripecias. Hoy es un día muyespecial, un día para estar agradecidos.

Por eso, quiero destacar la labor detodos los profesores, empezando pornuestro tutor y director, Juanjo, a quienhay que agradecerle su preocupaciónpor nosotros, transmitiéndonos muchosy buenos consejos, gracias a su sobradaexperiencia y preparación y, especial-mente, el optimismo que nos ha inten-tado transmitir estas últimas semanasen las que nos hemos encontrado tanagobiados.

Podríamos ir dando gracias uno poruno a todos los profesores que nos handado clase, no sólo este año, sino tam-bién cursos pasados. De todos ellosdestacamos que hayan puesto todo lomejor de sus conocimientos, con tesón,a favor nuestro y que hayan intentadotambién poner lo mejor de sus personaspara nuestra mejor formación y creci-miento, no sólo académico.

Gracias, profesores, por vuestraentrega desinteresada, por vuestracomprensión y por vuestra amistad,sabedores de que no termina hoy, sinoque continúa progresivamente convuestros consejos y experiencia.

No quiero hacer diferencias en estadespedida pero, junto a los profesoresy, dentro del Colegio, hemos convividotambién con un grupo de personas,mayores que nosotros. Me refiero a lacomunidad de los Padres Agustinos,quienes han sido los verdaderos forja-dores de lo que hoy muchos de noso-tros somos, y tengo que reconocer queles debemos demasiadas cosas, imposi-bles de pagar.

Gracias, Comunidad, que convuestra sencillez, unión y alegría ha-béis sido, indirectamente, un modelo

de fraternidad para este curso que hoyse despide diciendo un ¡hasta luego!

A continuación, no nos gustaría ter-minar sin recordar a nuestros padres,algunos de ellos hoy aquí presentes,agradeciéndoles la educación que noshan ido transmitiendo desde nuestramás tierna infancia.

A vosotros, nuestros primeros for-madores, os damos también un fuerteabrazo, como muestra de agradeci-miento por todos los esfuerzos quehacéis para conseguir lo mejor paranosotros, ante una vida que es muydifícil y cara de mantener con ese idealo frase que tantas veces nos repetís:“ser alguien en la vida”.

Aquí nos tenéis, todavía somosjóvenes para el mundo y quizá estemosun poco indefensos ante los prejuiciossociales y, por eso, os pedimos desdeaquí vuestra colaboración, vuestro apo-yo, ese que hasta ahora no nos ha faltadoy seguro que no nos faltará. Gracias porser nuestros padres, algo que tampocosabremos nunca dejar de agradeceros.

Por último, y para terminar con losagradecimientos, nos gustaría resaltarla labor de las personas del servicio demantenimiento del Colegio, que estánsiempre en un segundo plano pero, sinlos cuales, no sería posible el buen fun-cionamiento de las tareas escolares.

Y por fin termino. Es un momentode felicidad y, desde aquí, se respira elaire de juventud y alegría que esta tardeinvade el salón, ya noto vuestro apoyoy buenos deseos.

Muchas gracias y mi enhorabuenapara todos.

EDÉN MARTÍN MARTÍ

ACTO ACADÉMICO DE DESPEDIDA DE 2.° DE BACHILLERATO

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* Artículo extraído de la Revista Madaura editada por el Colegio San Agustín de Salamanca.

YO no sé si en este caso esel séptimo o el correspon-diente al resultado de

setenta veces siete. Lo que sí escierto es que, en el tema que nosconcierne, he descansado. Y espe-ro que otras personas, que aparen-temente estaban intranquilas conla deuda que la Asociación mante-nía con GESCOR de comidasatrasadas, descansen igualmente,dado que la misma ha sido pagadaen su totalidad por la Asociación.

Aquel ofrecimiento que huboen su día por un asociado, queacababa de llegar a la Asociación,se quedó en eso. En ofrecimiento.Allá él con sus intenciones.

Este séptimo día es importantepara mí, para la Asociación y losasociados. Gracias a vosotros, alos que estáis integrados plena-mente, estamos consiguiendoaquello por lo que he luchado des-de la creación de la misma. Teneruna Asociación con valores, nouna Asociación parásita (comohay muchos de los asociados delos que hay en la relación existen-te hoy día, espero que hayan reci-bido todos los nuevos estatutos ysepan a qué atenerse). Ahoraadmiro a aquellos que han tenidoel valor de decir me voy. Y os voya contar un detalle.

Un día me llamó por teléfonouno que estaba como asociado,recibiendo todo lo que solemosmandar: Revista, comunicacio-nes, etc., y me dijo que quería dar-se de baja porque se sentía mal, yaque no pagaba cuotas y sentíacomo que estaba estafando a laAsociación, o mejor dicho, a losasociados, que estaban mante-niendo con sus aportaciones elque él recibiese lo que se estabaenviando. Gracias, querido ami-go, por tu valor.

Los valores están empezandoa florecer. Espero y deseo quepronto no solamente florezcan,sino que brillen y eso, queridosamigos, hemos de conseguirloentre todos, no entre unos pocos.

La Provincia Agustiniana nosnecesita. Y ¿ dónde nos necesita?En CHITRÉ. Os informo: El P.Francisco Iturbe nos ruega vea-mos la posibilidad de ayudarle enun proyecto que esta desarrollan-do para Chitré, ya que le mandan auna Parroquia de la comarca, don-de parece ser que no hay más quemiseria. La gente vive en chozasque les entra el agua por todos loscostados y desearía hacerles untipo de vivienda que al menos lescubra de las lluvias, ya que otracosa no puede hacer. Por parte dela Dirección estamos estudiandoacciones a realizar para este temae incluso abriendo una cuentacorriente independiente de la yaexistente, para que cada uno puedarealizar aquellas aportaciones quecrea convenientes. Os tendremosinformados de todo ello.

Necesitamos renovarnos y, portanto, necesitamos nuevas ideas,tanto para nuestra Revista, que,por cierto, ésta llevará el n.º 10,por lo que nos felicitamos porhaber llegado por lo menos hastaeste número, como para atraernuevos Asociados, que buena fal-ta hacen.

Ya hemos puesto en marcha elprimer concurso literario “PLA-ZA MAYOR” y que empieza conla modalidad de cuento corto,como ya habéis sido informadosampliamente. También ha queda-do constituido el jurado, quehabrá de elegir los trabajos mere-cedores de los premios y que esta-rá formado por:

• P. Juan José Sánchez: Directordel Colegio.

• José Antonio Mayo: Profesorde Literatura del Colegio.

• Sinforiano Cuadrado: Presi-dente de la Asociación.

• Facundo Simón Hierro: Vocalde la Asociación.

• Isidro Moreno: Catedrático deCiencias de la Información dela Universidad Complutense deMadrid.Estamos en época de FELICI-

TACIONES; por tanto, en nombrede todos los que componemos elequipo de dirección, os deseamos atodos los Asociados y a todas lasfamilias que nos rodean, tengamosunas muy FELICES NAVIDA-DES Y UN MAGNÍFICO AÑO2005. Más que palabras, son dese-os de todo corazón. Que la Paz, laFelicidad, el Amor y la Amistadreine en nuestras vidas y habitenen nuestros corazones.

Vuestro amigoSINFORIANO CUADRADO

PLAZA MAYORNúm.: 10

Edita:Asociación de Antiguos Alumnos del Colegio-Seminario San Agustín de Salamanca.Avda. San Agustín, 11337005 SALAMANCATel.: 923 22 07 00

Página web:http://groups.msn.com/plazamayorweb

Dep. Legal:M. 47.652-1999

Grafinat, S.A. Argos, 8

Coordinación:Benito González GonzálezSinforiano Cuadrado GonzálezFrancisco Cornejo SánchezJuan José Jorge LópezRaul García SansegundoFacundo Simón HierroJosé Manuel Álvarez Álvarez

Y EL SÉPTIMO DÍADESCANSÓ

EEddiittoorriiaall

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MARAVILLOSO mo-delo de plaza monu-mental porticada con

unidad de estilo y grandeza deconcepción; para mí, la másbella de las plazas españolas.

Su estilo es barroco, delsiglo XVIII, con la característicadecoración española de placasrecortadas. Los pórticos sehallan formados por arcos demedio punto, sobre fuertespilares. Sobre ellos se levantanlas mansiones de tres pisos consevero balconaje de hierro. Losvanos llevan guarnición barro-ca de orejeras. Pilastras pocoresaltadas suben hasta el teja-do. Las enjutas de los arcos seencuentran decoradas conmedallones, en uno de los cua-les se halla nuestro ilustreagustino Fray Luis de León.

Esta magnífica plaza fueproyectada por Alberto Chu-

rriguera, quien comenzó laobra en 1729, aunque no fuehasta 1755 cuando AndrésGarcía de Quiñónez diera porterminada su obra al Ayunta-miento. Cerrando todas susfachadas se concluye la obrade la Plaza Mayor de Sala-manca, la cual, 180 años mástarde, en 1935, fue declaradaMonumento Nacional, “porser la Plaza Mayor más deco-rada, proporcionada y armóni-ca de todas las de su época”.

Es también el monumentomás querido y vivido por lossalmantinos. Es el lugar decitas y encuentros donde con-

fluyen todos los caminos y delque todos parten.

Escenario de actividadespúblicas de todo tipo, comer-ciales, corridas de toros, merca-dos, ajusticiamientos y paseos.Es, como ha escrito el profesorAlfonso R.G.: “El corazón vivoy palpitante de la ciudad, ágoraciudadana, foro comercial yanfiteatro festivo en una pieza”.La todavía reciente manifesta-ción popular contra los atenta-dos del 11-M es un ejemplo detodo lo dicho, en un lleno “has-ta la bandera” de una plaza quese quedó pequeña para acogerel grito de miles de salmantinosa favor de la paz.

Por todo ello, bien mereceque se conmemoren los 250años de vida de este espacioque ha sido testigo de los másimportantes hechos culturales,políticos, civiles, festivos yreligiosos acontecidos enSalamanca. La ciudad ya estápreparada, y desde esta revistaque lleva un nombre tan suge-rente como PLAZAMAYOR, invito a todos a lle-garse hasta ella y celebrarla enel 2005 como PLAZAMAYOR DE EUROPA.

SANTOS CELADOR

PLAZAMAYOR DE SALAMANCA

Montaje de la Plaza Mayor y El Quijote

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EL 25 de septiembre tuvolugar en Tresjuncos(Cuenca), en la Cámara

Agraria, convertida en “AulaMagna”, la presentación del nue-vo libro “Guiños de luceros”, denuestro amigo y asociado Evila-sio Moya. En este mismo acto sehomenajeó al padre ModestoGarcía Grimaldos, agustino, conmotivo de su doctorado enSagrada Teología por la Univer-sidad Pontificia de Salamanca.Dos tresjunqueños orgullo de supueblo.

El acto lo patrocina el Ayun-tamiento, por lo que preside elmismo el alcalde D. DomicianoMoya Vara, con la presencia delTeniente de alcalde, D. ÁngelMoral, y el concejal de Cultura,D. Domingo Porras Moya. Ade-más, acompañaron a estos dostresjunqueños numerosos paisa-nos, compañeros del CuerpoNacional de Policía de Evilasio ylos amigos y asociados: PacoÁrias, Francisco Fernández Curiely señora, y Francisco Cornejo.

Unas palabras del alcalde, dan-do la bienvenida y agradeciendola presencia a todos, dan comien-zo a la velada literaria. El modera-dor, concejal de Cultura, presentaa los intervinientes: D. ÁngelAbad, coronel, P. Modesto Garcíay Evilasio Moya. Por motivos deespacio me veo obligado a extrac-tar las intervenciones de los tresponentes.

Interviene, en primer lugar,D. Ángel Abad, tresjunqueño deadopción. Agradece el honor quele hace al honrarle encomendán-dole esta presentación. Hace una

exposición de losdiversos libros quecomponen la obraliteraria de Evilasio.Para Ángel, Guiñosde luceros constituye“un nuevo eslabón enla cadena iniciadacon Andaraje y queencaja en las caracte-rísticas que confor-man el particularestilo del autor y quecomportan unas se-ñas de identidadentre los que podría-mos citar: extensiónreducida, lenguajepoético y esteticista,dominio del idioma,atrevimiento, rayanoen la temeridad, enel empleo de adjetivos y adver-vios, fluidez y ligereza en laexpresión, grandes dosis de sen-sibilidad, de sinceridad y deintensidad, fuerte componenteautobiográfica o testimonial,según el caso. Como en toda suobra anterior, impregnada de unasensibilidad exquisita, por undominio del idioma extraordina-rio, por un valor que requieredesnudar la propia intimidadante los demás para exponer anteellos, con total sinceridad, losrecovecos más ocultos de sí mis-mo, que da testimonio de unaevolución interior que quedadefinida claramente en esta suúltima obra, Guiños de luceros”.Aquí Evilasio Moya recuerdacon afecto y nostalgia a un amigomuerto hace 14 meses. Estehombre, Jesús Luis GaldeanoOchoa, sacerdote agustino du-rante más de cuarenta años y has-

ta el final entregado a los demás,amigo fiel, y, más que amigo,hermano en el espíritu...” lo quele recuerda a Ángel otra elegía,la de Miguel Hernández, dedica-da, como en este caso, a un ami-go muy querido, Ramón Sijé.Por último, Ángel, dice: “Guiñosde luceros es el reconocimiento,desde una profunda humildad, delas cualidades del hermanomuerto, y resalta entre ellas suentrega a los demás, a la vez quela proclamación de una serie devalores: la fe en Dios, la esperan-za en otra vida, la exaltación dela amistad, el testimonio de lalealtad al ausente, y tantos otros,prácticamente ausentes en nues-tro mundo actual, donde al hom-bre se le aturde y estupidiza conEl gran hermano, Crónicas Mar-cianas o cualquiera de los milprogramas del corazón, propo-niéndole como modelos a seguir

HOMENAJE A DOS TRESJUNQUEÑOS

Los homenajeados, Modesto García Grimaldos y Evilasio Moya, reciben la placa de recuerdo

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aire, cipreses arañando el cielo yserafines conduciendo el alma”.

Y como de la abundancia delcorazón habla la boca, “ex abun-dantia cordis os loquitur”, termi-na su intervención Evilasio conel recuerdo “a nuestros padres ymayores, abuelos y bisabuelos,que descansan el sueño de la paz,dondequiera que estén, enterra-dos en nuestra amada tierra tres-junqueña, porque siento y piensoque más allá del tiempo y delespacio no fenecemos definitiva-mente, y que no sea el olvido laflor que crezca al lado de lastumbas”. Agradece, nuevamente,la compañía de todos, y pide unfuerte aplauso para el home-najeado, P. Modesto García.

Al terminar esta velada litera-ria, el alcalde entregó una placade recuerdo, conmemorativa delacto, a los dos tresjunqueños. Yse pasa a degustar en el patio dela Cámara Agraria una zurra.

Gracias Evilasio por tu Gui-ños de luceros y “ad maiora”.

FRANCISCO CORNEJO

Resalta la admirable presen-tación visual de los tres cuadrosde la dibujante Rosa Gelpí, “enlos que desentraña y plasma elsentido de las palabras de Evila-sio, pinceladas esenciales encada memento: en el primero, elvuelo libre y alegre de las golon-drinas; en el segundo, la tensióninfinita del ciprés; en el tercero lainocencia recobrada del paraiso,representada por los serafines”.

Termina su intervención invi-tándonos a saborear la delicade-za literaria que en este libro nosofrece Evilasio.

Seguidamente interviene elautor, Evilasio Moya, agradece lacompañía de todos, y nos pregun-ta: “¿Quién de vosotros no ha sen-tido la necesidad de redactar unacarta al amigo lejano, a la noviaausente, al amor distante, a lospadres o hermanos, a la hija o alhijo, o si quieres a los familiarespróximos, por citar algunos?Necesidad que me conduce alescribir estos Guiños de luceros”.

Para el autor, es libro oracio-nal, carta poético-narrativa escritacon la pluma desde el alma,expresando vivamente aquelloque siente el corazón. Diálogocon el personaje del libro, frayJesús Luis Galdeano, amigo ycompañero de adolescencia yjuventud en la trilogía geográficade Leganés, Salamanca y ElEscorial-Real Monasterio. Cartaque le remite “desde mi casa de lamadre tierra, en el entorno de miamado pirineo catalán oriental,hasta el lugar celeste en dondemora el amigo fallecido, a quienla muerte le esperaba apostadacobardemente en las esquinassilenciosas del tiempo, vislum-brándose golondrinas labrando el

esa pléyade de despojos a los queengloban boja la denominaciónde famosos. Y, consecuencia detodo ello, una sociedad hedonis-ta, que persigue tan sólo dinero yplacer”.

El P. Modesto intervienecomo presentador, en esta su ter-cera vez que asiste a la puesta delargo de los libros de EvilasioMoya, papel que asume con gus-to por tratarse de una personamuy estimada para él, y porquela presentación tiene lugar en“nuestro querido pueblo”. Y pun-tualiza: “En Tresjuncos estánnuestras raices más profundas,aunque hayamos sido trasplanta-dos a otras tierras. Aquí nacimosy nos criamos, en el seno de unacomunidad secular, con su cultu-ra, costumbres y tradiciones,entre las que ocupa un lugar des-tacado la fe religiosa. En estebendito pueblo han vivido nues-tros padres y antepasados, que,con su trabajo digno han sosteni-do su hogar, y, con su generosi-dad desprendida, han procuradola promoción económica, socialy cultural de sus hijos. Creo quees un deber nuestro preservar ellegado que de ellos hemos reci-bido y que constituye las señasde identidad de lo tresjunqueño”.

Guiños de luceros lo presentacomo “una extensa carta póstumadedicada a la memoria del finadoFr. Jesús Luis Galdeano, padreagustino, dividida en tres memen-tos: 1.º Golondrinas labrando elaire; 2.º Cipreses arañando el cie-lo; 3.º Serafines conduciendo elalma. En ella Evilasio entabla unsentido y emocionado diálogocon Fr. Jesús Luis, amigo dejuventud, recuperado en la madu-rez y perdido inesperadamente ensu plenitud”.

Evilasio firmando ejemplares

–¡Venga, corre, que ya está ahítú padre!

Cuando subía corriendo la cues-ta, tuve la sensación de que algo mefaltaba y, sin embargo, no paré has-ta verme montado en la Catalana.

–Padre, ¿y la Lunares?–En las Labores. Las Labores

era un olivar que mi padre habíasembrado el año que se casó y queyo conocía porque en Navidades,cuando cerraban la escuela, íbamoscon mi madre a coger la aceituna.Mi madre no quería que faltásemosa la escuela, decía que bastantehabían pasado ellos para que noso-tros fuéramos iguales.

–¿Y por qué no te la has traído?–Porque como tengo que ir

mañana otra vez, la he dejado en lacasilla para no tener que cerrarla,que ya sabes que la puerta seengancha mucho.

–¡Ah!Mi padre desunció las mulas y

nos fuimos a la cocina, a la lumbre,que hacía un frío que pelaba. Mihermano ya estaba allí, había vueltode la escuela y estaba estudiando;siempre estudiaba en una mesa queestaba en un rincón, enfrente de laalacena. Mi padre se sentó en el otrorincón, al lado de mi madre, queestaba haciendo unas sopas para lacena y empezó a atizar la lumbre.La Lunares siempre se ponía debajode mi silla cuando estábamos senta-dos alrededor de la lumbre, hastaque mi padre la mandaba a la cuadracon las mulas, antes de irnos a acos-tar. A mi madre no le gustaba que laLunares estuviera sola en la cocinaporque podía lamer los cacharros ypegarnos algo.

–¿Y la Lunares?, me preguntómi hermano.

–Se la ha dejado padre en lasLabores.

–¡Ya!

ESA tarde había llovido bas-tante y el reguero de micalle aún llevaba agua, las

canales hacía rato que habían para-do de correr. La plaza estaba vacía,las madres no querían que nos que-dáramos jugando después de laescuela los días de lluvia, porquenos constipábamos y luego estába-mos todo el invierno constipados.La tía Orencia ya había quitado lospucheros con los que recogía elagua de lluvia. Decía que el aguacaída del cielo era una bendición y,además, una vez cocida y colada,era la mejor para los garbanzos. Eltío Petronilo también había cerradoya la puerta de la calle.

Yo estaba en la cocina, a la lum-bre, con mi abuela Rosa esperandoa que mi padre viniera para salircorriendo hasta la esquina de lacalle, donde se bajaba de la “ Cata-lana” y me subía a mí y a la Luna-res, a la que yo abrazaba para queno se cayera. La Catalana era unamula torda a la que mi padre queríamucho, porque decía que era muynoble y nunca se espantaba. LaLunares era mi perrita, blanca, conlunares negros y que tenía un olfatoespecial para las perdices y a quienmás quería de la casa era a mí,decía mi abuela. Yo nunca com-prendí por qué mi abuela sabíaexactamente cuándo venía mi padrepor la plaza, pero el caso es que amí no me dejaba salir hasta que medecía, “venga, corre, que ya está ahítu padre”; entonces salía corriendoy llegaba justo cuando él estaba enla esquina, de forma que yo siempreestaba tranquilo.

Aquella tarde estuve muy in-quieto, pensaba que por la lluvia alo mejor mi abuela no me dejabasalir o no me avisaba a tiempo yesperaba hasta que mi padre estu-viera en casa, con lo cual, mi paseoa lomos de la Catalana se reducía alcorto espacio que iba desde el por-tal hasta los corrales.

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LA LUNARES (Cuento)Mi padre

le regañó yle dijoque nose metieradonde no le llamaban, que lo quetenía que hacer era estudiar, que noestudiaba nada. Mi abuela decía quemi hermano era muy listo y quepodía ser maestro si quería. Mimadre le decía que le dejara, que élfuera lo que quisiera, que lo que teníaque hacer era estudiar.

Yo dormía en la misma habita-ción que mi hermano, a la que seentraba por la de mis padres, perosolo, en una cama que mi madre mehabía puesto, porque un día nohacía mucho, mi madre le habíadicho a mi padre que mi hermanoya era muy grande para acostarseconmigo, así que, me puso unacama que estaba en la troje y que lahabían traído mis tíos de Madridporque ya no les servía. Esa noche,cuándo ya estábamos acostados, mihermano me dijo:

–¿Sabes dónde está la Lunares?–En las Labores, ya te lo he

dicho.–Sí ¡ya!, en las Labores… ¡no te

enteras!, no ves que era muy vieja ymadre siempre dice que no quiereque nos pegue algo.

–¡Mentira! Madre, ¿a que esmentira?

–¡Cállate y duérmete ya, mu-chacho!

Entendí que no la volvería a very empecé a llorar recordando el díaque mi padre la trajo a casa y dijoque era para mí.

Mi abuela, que había venido aver qué pasaba, me cogió y me llevóa su cama con ella, cuando pasabapor la habitación de mis padres, mimadre me dijo que no llorara, quepadre me iba a traer otra, pero jamássería como la Lunares, mi Lunares.

JUAN DEL PUERTOOctubre 2004

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los vecinos de Velada,he llegado a descubrirmuchas páginas de suhistoria, algunas verda-deramente interesantesy que en su época tuvie-ron un protagonismomuy directo en la histo-ria de España.

Para empezar, diréque el nombre primerofue Atalayuelas (mirar,atalayar, vigilar…) y,posteriormente, Velada(vigilar, atisbar, espiar,centinela, vigía), y es que seencuentra situado a la vera deunos de esos grandes caminosmedievales que se denominanCañadas Reales por las que dis-curría el ganado desde Extrema-dura a los pastos de verano delSistema Central y en otoño aaprovechar la hierba extremeña.

En el escudo situado en eldintel de la entrada a la sacristíade la iglesia parroquial y en lafachada del Ayuntamiento seobservan las armas de los Mar-queses de Velada (este Marque-sado fue creado el 30 de octubrede 1557 por Felipe II) y en elcentro una columna coronada

LOS que leáis estas cortaslíneas y busquéis la firmano me relacionaréis con el

pueblo de Velada, ya que real-mente mi pueblo es Los Naval-morales, pero circunstanciaslaborales me hicieron llegar aVelada hace ya veinticuatro años,casi la mitad de mi vida.

Velada es el pueblo de otrosantiguos alumnos, tales comoMariano Rayón Gómez y su her-mano Jaime, Blas Gómez Rodrí-guez, Pedro Garrido Basilio,Félix Rayo Bernabé, Ángel LuisRodríguez Sánchez y FaustinoGómez Esteban.

Los recuerdos relacionadoscon este pueblo que guardo deaquellos años en los que nostraían de vacaciones desde Sala-manca hasta Talavera de la Rei-na, eran los de pasar el Puerto delPico, en Ávila, con esa carreteraestrecha, llena de curvas, quehacía que algunas veces el auto-bús quedara con toda la parte tra-sera al aire, y después de unoskilómetros encontrarnos una rec-ta larga, larga y decir todos acoro, ¡¡Ya llegamos a Talavera!!

Para los que nos mareábamosera un alivio pensar que las cur-vas ya quedaban atrás y se termi-naba un viaje de cinco o seishoras.

Pasados los años, descubríque esa recta discurría en mediode una finca propiedad de losvecinos de Velada y donde secrían las afamadas sandías quetanto renombre por estas tierrasdan a este pueblo.

Hoy, después de veinticuatroaños de convivencia diaria con

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por un sol y una luna símbolo dela jurisdicción que tiene comoVilla y su vigilancia de día y denoche.

Dando un gran salto en la his-toria nos encontramos en el sigloXVIII y con la familia real comoprotagonista. El 25 de julio de1727, nace, en el Palacio delBuen Retiro, en Madrid, el infan-te D. Luis Antonio Jaime de Bor-bón y Farnesio, hijo del ReyFelipe V y hermano que fue dedos reyes, Fernando VI y CarlosIII, y tío de otro rey, Carlos IV; alos nueve años fue Arzobispo deToledo y Sevilla y nombrado car-denal; sin embargo, con 27 años,presenta su renuncia a todos loscargos religiosos.

Más adelante, en carta de 1 deoctubre de 1775, le diría a su her-mano Carlos III: “Ahora os voy aconfesar que el único motivo quetuve para renunciar a mis Arzo-bispados fue la convicción ínti-ma de no estar llamado al estadoeclesiástico y manifestar, por elcontrario, inclinación poco com-patible con los deberes que aquélprescribe.”

MI (2.º) PUEBLO: Velada (Toledo)

Plaza de la Constitución

El afán del infante D. Luis eracontraer matrimonio; sin embar-go, sus reiteradas cartas a CarlosIII no encuentran respuesta porparte de éste.

¿Por qué esta extraña conduc-ta del Rey? Sencillamente la LeySálica de 1713, promulgada porFelipe V. En ella se legislaba quelos herederos de la Coronadebían ser nacidos en España.Los hijos de Carlos III erannapolitanos y el sucesor legítimoera el infante D. Luis y sus des-cendientes, si se casaba. De ahíla actitud cerrada e interesada delRey, siempre dando largas almatrimonio de su hermano.

Por fin, el 27 de junio de1776, a los 49 años, contrae ma-trimonio con D.ª María Teresa deVallabriga, que tenía 17 años, sibien aceptando una humillantepragmática que le privaban detítulos, honores y prerrogativasque le dan las leyes del reino,“…y que los hijos habidos eneste matrimonio no podrán suce-der de ninguna manera en las dig-nidades, honores, sustituciones obienes emanados de la Coronaque deberían pasar a los suceso-

res inmediatos, sin que los des-cendientes de estos matrimoniosdesiguales puedan llevar el ape-llido, ni usar armas de la Casacuya sucesión les está prohibida”.

Carlos III había ordenado eldestierro de su hermano y, enconsecuencia, pasa su luna demiel en Velada, en el palacio quetenían sus amigos los condes deAltamira (www.palaciodevela-da.org).

El infante pasaba sus díasentre Arenas de San Pedro (Ávi-la), donde construía un palacio, yVelada, donde nacieron dos desus hijas: María Teresa, el 26 denoviembre de1780, y María Lui-sa, el 6 de junio de 1783.

En el archivo parroquial deVelada están inscritas las parti-das de bautismo y confirmaciónde las hijas del infante, ambas sinel apellido Borbón para cumplirel mandato de Carlos III; poste-riormente, en agosto de 1800,por orden del Rey Carlos IV sepone el apellido Borbón antesdel de Vallabriga.

Esta decisión de la Casa Realse produce para posibilitar que elfavorito de la Reina María Luisa,Manuel Godoy, pueda emparen-tar con la familia real mediante elmatrimonio con María Teresa deBorbón y Vallabriga.

Estando embarazada de suúnica hija, Carlota Luisa, fuemagistralmente retratada por

Goya, cuadro conocido univer-salmente como “Retrato de lacondesa de Chinchón”.

En estos años el infante D.Luis, su esposa y sus hijos vivie-ron a caballo entre Velada y Are-nas de San Pedro, y D. Luis pasa-ba sus horas dedicado a lalectura, a las bellas artes, a suscolecciones, a la caza, y rodeadode artistas, como el violinistaLandini, el compositor LuigiBocherini, el pintor FrancescoSasso y su gran amigo Franciscode Goya, no se descarta quealguno de estos artistas pasaraalguna temporada en Velada.

En fin, que pocos pueblos deEspaña pueden presumir dehaber acogido entre sus muros aun miembro de la familia real yademás haber sido testigo delnacimiento de dos infantas;como recuerdo de estos naci-mientos aún se conserva en laiglesia parroquial y se sigue utili-zando una concha de plata paralos bautismos regalo de D. Luis.

Una de las joyas que se con-servan en la iglesia parroquial esel órgano. Lo vemos ahora“mudo” en lo alto del coro, allílleva desde que en el año 1769fuera construido por D. Pedro deAñeza, maestro organero deToledo, según puede comprobar-se en la inscripción del “secreto”del órgano. Esta denominaciónde “secreto” me lo enseñó nues-tro compañero José Sierra.

El mueble de estilo barroco,en avanzado estado de deterioro,ha soportado goteras, nidos depájaros, ratones y otros insectosque han afectado a su consisten-cia; además de los daños causa-dos por el abandono de tantosaños, ha sufrido otros daños debi-do a restauraciones más o menosdesafortunadas en años pasados,como, por ejemplo, cuando quita-

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cén de grano. Adquirido por elAyuntamiento de Velada se reali-zó su restauración y fue inaugu-rado en su nuevo aspecto en elaño 1995, convirtiéndose ensalón de actos culturales y salade exposiciones.

El 3 de noviembre de 2003 seinauguró en este edificio el“Museo de pintura y esculturaManuel Aznar”, en él se ofrece alos visitantes una completa mues-tra de la obra del artista natural deArenas de San Pedro que danombre a este espacio artístico.El museo, abierto de lunes adomingo, de once a una los díaslaborables, y de once a dos losdías festivos, guarda en su inte-rior piezas singulares, entre las

que destacan esculturas de alumi-nio y cemento, óleos de gran per-sonalidad y originales acuarelas.

En fin, Velada, con una cre-ciente población joven (el 64,38%de sus 2.557 habitantes es menorde 50 años), pueblo con largahistoria y presente halagüeñogracias al desarrollo de indus-trias ganaderas y de servicios, asícomo una gran actividad textilcon numerosos talleres de con-fección, afronta el futuro conesperanza, aunando el pasadohistórico con el presente activo ycultural de sus habitantes.

ENRIQUE PECES ARRIEROOctubre 2004

ron el teclado original y pusieronen su lugar un teclado de “armo-nium” y pintaron los tubos de lafachada con pintura de aluminio.

A pesar de la mala apariencia,el mueble guarda en su interior550 tubos, muchos de ellos abo-llados y todos sucios, faltan 40que han desaparecido; estáncompuestos de una aleación deestaño y plomo, 70 y 30% res-pectivamente, lo que hacía quesu sonoridad fuera radiante, ale-gre, festiva. Y está esperandoalguna inyección económicapara su restauración.

El convento franciscano deVelada, fundado en el año 1572por D.ª Juana de Toledo, madredel 2.º Marqués de Velada, cons-truido entre 1578 y 1607, es unbello edificio de la arquitecturade Francisco de Mora; en 1810fue desvalijado por las tropasfrancesas y, posteriormente, conla desamortización de Mendizá-bal, entró en una etapa de ruina,pasando a ser establo de gana-dos, secadero de tabaco y alma-

Órgano de la iglesia parroquial de Velada (Toledo)

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Todos los eventos impor-tantes en la vida de loshumanos se recuerdan nosólo por lo que fueron, sinotambién por su ANTES y porsu DESPUÉS.

Aquí quiero hablar de aquelANTES, lo que precedió la entradaen aquel que fue mi Colegiodurante varios años: “ColegioSeminario de P.P. Agustinos,Nuestra Señora del Buen Consejode Leganés”.

Vi la luz de este mundo en unpueblo llamado Mesas de Ibor,enclavado en la comarca de losIbores de la provincia de Cáceres.A pocos kilómetros fluye, a travésde un agreste paisaje, el río Ibor,que nace en la sierra de Guadalupey da nombre a toda la comarca quese compone de media docena depueblos. Mi infancia fue humilde,como la de otros niños de todaEspaña nacidos en la miserable ytriste época de la posguerra, al ter-minar la fratricida contienda civilespañola. Guardé animales y ayudécomo cualquier otro niño de la épo-ca en los menesteres del campo.

Pero lo que no puedo recons-truir ahora es el por qué yo alter-naba todas estas actividades bucó-licas con clases particulares queme daba el dinámico y jovencísi-mo párroco D. Francisco TimónTimón, recién llegado al pueblo.Tal vez porque yo había sidomonaguillo del anciano y venera-ble D. Felipe y yo fui a la llegadade D. Francisco su primer mona-guillo. Pero si esto fue así, lodebo, sin duda, a mis padres, que,aún dentro de su pobreza, habíanpuesto en su primer vástago(siguieron con Victoriano cincomás) unos puntos de mira másaltos y no escatimaron en el sacri-ficio que esto suponía. Sobre este

punto ya escribió magistralmentemi hermano Victoriano, tres añosy medio más joven que yo, yalumno en Leganés dos cursosdetrás de mí, en nuestra revista“Plaza Mayor”, núm. 7 de abril de2003. Con D. Francisco inicié, porejemplo, mis primeras leccionesde latín y francés. Muchas de ellaslas aprendía en el campo y recuer-do aún las estrofas de Jorge Man-rique: “Nuestras vidas son losríos...” aprendidas a la sombra deuna encina.

“In illo tempore” (que me per-donen los latinistas, pero esta his-toria tiene atisbos de parábolaevangélica y además el mediosiglo transcurrido no es paramenos) un respetable señor llama-do Teodomiro, vecino del pueblode al lado, se “malganaba” su viday el sustento de su familia ven-diendo por todos aquellos puebloslatas vacías de conservas. Adqui-ría estas latas en Madrid y paraello tenía que hacer un recorridopor bares y restaurantes, pregun-tando por estas latas vacías sinimportar formas ni dimensiones,un producto que inevitablementeestaba destinado a los basurerosde la capital de España.

Lo que este hombre, ya enton-ces, hacía, era la puesta en prácti-ca de un perfecto reciclado. Laañadidura de un asa, a base de unalambre gordo, confería a las latasuna segunda vida muy útil en lasrugosas y trabajadoras manos delabriegos y ganaderos. Estos usua-rios en los pueblos “regateaban”el precio de las latas y las pagabanunas veces con dinero y otras,cuando la peseta escaseaba, con sucontenido en grano recién “lim-pio” (aventado) en la era. Lasmujeres se disputaban por conse-guir las más bonitas y hoy piensoque la entonces inexistente televi-

sión en color quedaba en partepaliada por las latas de Teodomi-ro. No sólo eran muy vistosas eilustradas a todo color, sino queademás enseñaban Geografía.Gracias a ellas yo sabía de la exis-tencia de las grandes fábricas con-serveras del Norte y de las ciuda-des donde estaban ubicada:Bermeo, Vigo, Santoña, etc.

Pero vayamos aquí también,como en la era, al grano de estahistoria. Mi padre, desde su tallerde zapatería, oyó a Teodomiroanunciando a voz en grito la “altatecnología” de sus productos quede cerca no sólo mostraban su ori-gen, sino que también, sin granesfuerzo nasal, lo que habían con-tenido. La era de los plásticos notardaría en llegar pero eso el buenTeodomiro no lo podía saber.

“Teodomiro, sube un momentoque quiero hablar contigo”, le dijomi padre asomándose a la ventana.Teodomiro subió al taller y mipadre le preguntó como el que sabecon total certeza lo que quiere:“¿Cuándo vuelves a Madrid?” Teo-domiro, un poco mosqueado, seextrañó y tímidamente preguntó asu vez: “¿Por qué lo quieressaber?” Entonces, mi padre dijo:“Es que te podrías llevar a mi Teo-doro que tiene que pasar un exa-men para estudiar con los frailes”.“Lo haré encantado, otras veces mehe llevado a alguien para ayudarmecon tanta lata, pero esta vez me lle-vo a tu mocete que, tal como es,¡vaya si me ayudará!” Mi padre leinsistió mucho, y sobre todo mimadre, que acudió a la conversa-ción sobre la importancia de ense-ñarme dónde estaba Leganés y elColegio de los Agustinos que seveía desde la estación. Mi padreañadió: “Teodomiro, cuídale, queno le pase nada a mi niño”.

Yo era a la sazón ya un mozal-bete con 15 años y había asistidomudo a todo este coloquio conTeodomiro. Miré hacia mi madre

EL ANTES

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y para tranquilizarla dije: “Madre,yo ya se andar y hacer viajes solo,voy a Navalmoral a hacer com-pras para la zapatería, además yoya he visto el tren en la estación deNavalmoral”. Mi padre esbozóuna sonrisa, me dio un beso y pasóuna mano por mi pelo que estabacortado al más riguroso “cepillo”,producto reciente de la peluqueríade mi abuelo paterno.

Llegó por fin el día en el que,acompañado de Teodomiro, cogíel tren en Navalmoral direcciónMadrid por primera vez en mivida. Poco antes de llegar a Lega-nés, Teodomiro me llevó a una delas ventanillas del lado derecho deltren, diciéndome: “Teodoro, mira,allí están los frailes a donde maña-na quieres ir”. Pude ver en la leja-nía por primera vez a aquel que ibaa ser mi colegio durante tres años.Allí, en la línea del horizonte, conla perspectiva que ofrece la venta-nilla de un tren, como anclado enel mismo cielo azul de una cálidamañana de agosto, se presentabamajestuosamente, a mis ávidosojos de chico avispado de pueblo,un edificio largo y plano de cuyocentro sobresalía una pequeñatorre. Todavía sigo pensando quecientos de los fantásticos castillosde Walt Disney, todos juntos, notienen parangón con aquel mi pri-mer impacto visual de mi Colegiosituado en lo alto de una colina.

Llegamos a Madrid y rápida-mente empezamos el recorridohabitual por bares y restaurantes.Íbamos pertrechados con sacos.Teodomiro había confeccionadoun saco grande con la tela devarios pequeños. Pronto pude vera Teodomiro en su elemento. Consu “ojo de buen latero” daba unalección magistral de destreza,manejando a diestra y siniestralatas que parecían tener vida pro-pia cuando, siguiendo el “modusvivendi” de lo que habían conteni-

do, las más grandes setragaban a las pequeñas.Al final, como por artede magia, todas entra-ban en los sacos.

Con esta carga, almejor estilo de “PapaNoel”, bajamos lasescaleras del Metro queno tardó en llegar. Veníabastante lleno y espera-mos a subir los últimos. Aquí sur-gió un problema inesperado.Entramos difícilmente y la puertase cerró aprisionando al sacogrande del que una buena parte sehabía quedado fuera. Teodomirotiraba desesperadamente de susaco. Así las cosas, el Metro arran-có. Adivinando la catástrofe quese nos echaba encima yo pudecerrar los ojos, pero no los oídos.Estos empezaron a captar algo asícomo un concierto de latas emu-lando a las “caceroladas” de lostiempos modernos. Todo esto ocu-rría en la primera puerta del pri-mer vagón por lo que, gracias aDios, el Metro no había alcanzan-do velocidad. No quiero pensar enlas dimensiones de la catástrofe sihubiésemos subido en la cola deltren.

De pronto se apercibió un fuer-te frenazo, y poco después elMetro retrocedió hasta volver alandén. Fuimos el inesquivableblanco de toda clase de imprope-rios por parte de nuestros convia-jeros. El pobre Teodomiro estabasudando de miedo. El propio con-ductor fue el primer uniformadoque nos increpó. Después bajamosal andén y acudieron más “gorrasde plato”, entre ellos, la policía.Teodomiro respondía a las pre-guntas que le hacían con la noble-za y bondad que caracterizaban alas humildes gentes de mi tierra.Al final le dijeron que le dejabanirse porque no querían dejar unhijo que llevaba con él solo en ple-

no Madrid. Entonces yo miré almás mayor de los policias y dijecon tono decidido: “Si se lo llevanyo voy con él”. El policía quisoserme simpático y dijo con airebonachón: “Venga, iros y no vol-váis a hacer otra burrada semejan-te. Además tenéis que salir fueradel Metro”. Dimos las gracias yrecogimos las latas abolladas en elsaco grande que había quedadotan maltrecho como otrora DonQuijote con sus molinos de viento.

Ya nos encontrábamos en lacalle. Estábamos cerca de Atochay yo pregunté a Teodomiro cuantotiempo íbamos a llevar los sacos acuestas. Hasta la estación de lasDelicias, dijo, cosa de un cuartode hora. A mí se me hizo más lar-go. Estábamos entrando en estaestación de ferrocarril, de dondesalían en aquel entonces los trenespara Cáceres y Lisboa, cuando,hete aquí que otros uniformados,tal vez sorprendidos de ver “PapásNoël” en agosto y sin barba, nosinterpelaron de nuevo haciéndo-nos varias preguntas que en parteya conocíamos de media horaantes. Cuando le preguntaron sunombre vi a Teodomiro por prime-ra vez fuera de control. Era unsimple reflejo de autodefensa queculminó así: “Pero me cago en lamar, ¿ya se “le ja olvidao”?(expresión hecha en dialectoextremeño). Ya se lo he dichoantes. Yo soy Teodomiro, sí, Teo-domiro, el de las latas”. Tambiénestos, ante tanta nobleza, tuvieron

que hacer la vista gorda y Teodo-miro pudo subir al tren con sustres sacos. Yo me despedí de élcon lágrimas en los ojos. Gracias aél yo había salido al gran mundopor primera vez en mis 15 años devida. Nunca lo olvidaré.

Fue un día intenso de expe-riencias durante el cual tuve queverme nada menos que dos veceslas caras con la policía. Pero sobretodo hay que decir que no todoslos días se ve al Metro recular yademás yo era uno de los dos pro-tagonistas causantes. Realmentefue algo fantástico para un chavalde 15 años que no había salidonunca de su pueblo. El tren arran-có y de golpe yo me quedé solo.Pero todo estaba planificado. A200 metros de la estación de lasDelicias vivían, en la calle Busta-mante, unos amigos de mispadres. La señora Delfina ya meestaba esperando porque aquellamisma noche quería llevarme alcine. Yo no había visto nunca unasala de cine, aunque sí algunapelícula de las que proyectabaD. Francisco, el cura del pueblo,con unos medios muy primitivos ycon cortes frecuentes, alternándo-se los de ruptura de película conlos causados por corte de corrien-te. La película se titulaba “El librode la selva”. Esta me hizo pensarque todo es relativo y que mi pue-blo no estaba tan mal como yopensaba. Tal vez Albert Einsteinse inspirase en algo así para desa-rrollar su famosa “Teoría de laRelatividad”.

Al día siguiente, tempranito,volví a la estación para coger eltren que me llevaría a Leganés.Durante la noche, más que en “Ellibro de la selva” pensé en los frai-les. ¿Qué me esperaría horas des-pues? Repasé mentalmente elCatecismo del P. Ripalda y dentrode mis parcas posibilidades meformulé cuestiones de índole exis-

tencial y metafísica. Con los frai-les nunca se sabe por dónde te vana salir.

Empecé a subir la cuesta don-de estaba la huerta con el pozonegro que, paradójicamente, teníaun brocal pintado de pulcrísimoblanco. Era la última recta antesde llegar a la meta fijada: “Cole-gio Seminario de los PP. Agusti-nos de Leganés”. ¿Qué me pre-guntarán? Me decía yo. Seguroque querrán que les diga algosobre temas de Dios y su amplioentorno. Yo sentía cómo en losúltimos metros mis piernas fla-queaban.

Era el mes de agosto, mes devacaciones, y el edificio estabaenvuelto en un silencio que mecausaba inquietud. Un hermanolego, después de hacerme algunaspreguntas, me dijo que entrase yque esperase un momento. Dosfrailes, cuyos nombres ignoro,acudieron y me llevaron a una delas clases. Yo fui contestando lomejor posible todas las preguntasde índole general. Extrañamente,durante toda la entrevista, no salióni Dios ni el catecismo a relucir.Pero sí me preguntaron qué era untriángulo escaleno. También qui-sieron que les pintase y describie-se todos los triángulos que yoconocía. Irremediablemente yo yaveía echárseme encima el teore-ma de Pitágoras. No fue así. Unode los frailes escribió en la pizarralos números: 11, 13, 14. De estastres opciones, ¿cual de ellas es laraíz cuadrada de 169?, preguntó.Yo tiré por la calle del medio yacerté. Cuando yo más bien espe-raba alguna pregunta transcen-dental uno de ellos me desconcer-tó diciendo que escribiese elnombre de mi provincia. EscribíCáceres sin olvidar el acento. Acontinuación, pienso que fue unatrampa, tuve que escribir la pala-bra cárcel. Tampoco aquí olvidé

el acento. Se miraron entre sí yacto seguido me preguntaron sisabía algo de latín. Con D. Fran-cisco, en el pueblo, yo habíaaprendido no sólo el “Confiteor”de memoria como monaguillo,sino que con la Gramática Latinade “Goñi y Echevarría” yo habíaaprendido a declinar la cincodeclinaciones latinas, tal vez tam-bién debajo de una encina o allado de un arroyo cantarín. Se lascanté de carretilla y parece queles gustó porque me dijeron queera la hora de comer y el examenhabía terminado. Me llevaron alrefectorio donde el mismo herma-no lego de antes me puso en lamesa un plato de judías verdescon un huevo frito. Además metrajo un bocadillo para el viaje deregreso a mi pueblo. Entre bocadoy bocado yo estuve reflexionandopor qué durante el examen no sur-gió ninguna de las esperadascuestiones fundamentales tocantea la religión.

Ya en el tren de regreso mevino la solución como algo quecae por su propio peso: Segura-mente mis “examinantes” dieronpor supuesto que al “examinando”sus padres le habían bautizado enla Religión Católica, Apostólica yRomana. Al cabo de media horaaparecieron nuevamente mis dosfrailes. Se acercaron y uno deellos me dio una cariñosa palma-dita y, pasando una mano por el“cepillo” de mi cabeza, me dijoque podía venir en septiembrepara empezar en el segundo cursode Humanidades. Me dieron tam-bién la lista del “ajuar” que teníaque traer.

Aquí empezaba el trabajo demi madre que, la pobrecita mía,iba a tener que prescindir de “suniño” durante los nueve mesessiguientes.

TEODORO MARTÍN MANGLANO

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RRiinnccóónn ddeell PPooeettaa

A mi América

Figuras decoradas y conjunto montado por un grupo de mujeres de Villanueva de Perales

Y llegó la NavidadEscuchad...Silencio...Escuchad...¿No oís dulces canciones.Voces de coros celestes.Trompetas de Querubines.Himnos que embriagan de paz?Escuchad...Escuchad...La noche se torna música.La luna es toda fulgor.Mirad cómo el firmamentoSe convierte en fuego ardienteY, sin embargo, es el frío El que llena el ambiente,El que habita en nuestro hogar.Escuchad...Mirad. Una estrella corre rauda.Se ha parado.Escuchad...Se oye una voz que los vientosTransportan con ansiedad.Escuchad...“Pastores que estáis dormidos,Despertad.Hoy en Belén ha nacido,El Rey que la humanidadLlevará en sus corazonesY Los llenará de Paz.Ha nacido entre pajasY tiritando de frío Entre una mula y un buey

Espera vuestra amistad.Corred.Cantad.Llevarle en vuestros morralesUn pedacito de pan.Cantad pastores, cantad,Hoy es noche de alegríaEl Mesías prometidoHijo de José y MaríaOs espera.Entonad con alegría

Cantos de felicidad.Corred pastores. Corred.Cantad pastores. Cantad”

Sinforiano Cuadrado

Tengo una novia morenacuerpo de selva y volcán.Lleva en su frente una estrella,en su pecho brilla el sol.

Perlas son las Antillasplayas de besos del mar.Le cortejan quenas, flautas,rondadores y zampoñas.

Las marimbas, guitarras,dulzainas y tamboresla levantan hasta el éxtasis,los cóndores le hacen guardia.

Con collares de oro indiosu cintura es tropical.Vestida de vivos coloresa ella le gusta bailar.

Baila cuecas, sanjuanitos,pasillos, joropos, merengues,baila tangos, cumbias, salsa,huapangos, valses, samba,jazz, bluesy huaynos desde la Paz.

Una vuelta, dos, tres vueltas,tiene gracia su danzar.Desde Alaska al Cabo de Hornostoda Ellamovimiento de carnaval.

En esta fiesta encendidade tu pueblo enamoradoEres la Reina del Pan.

Luis Ayala Hermosa

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TToolléé--PPaannaammáá

Nacimiento de Tolé Blitde*

de la Cruz y Edgar Contreras, traba-jan codo con codo junto a un equipode otras diez personas, seis delegadosde la Palabra coordinadores de ungrupo mayor: los delegados; tres pro-fesores se encargan de la Residenciade Estudiantes San Agustín, y uningeniero agrónomo encargado de lospromotores agropecuarios.

Entre todos queremos poner en tusmanos esta revista informativa. Quepretende dar a conocer nuestrasluchas, nuestras ilusiones, nuestrostemores y, sobre todo, pretende ser uncanto de agradecimiento a todos losque hacen posible nuestra labor enTolé, a esas personas que colaborandesde el silencio y la oración, que apo-yan nuestros proyectos, que se ilusio-nan con nuestras sueños, que ven cre-

cer a los jóvenes de nuestra Residen-cia, o aportando su granito de arena alos diversos proyectos de promociónhumana y social que desde el CentroMisional se llevan a feliz término.

Somos conscientes que sin uste-des nuestra estancia aquí no tendría elsentidos de promoción humana queejercemos. Muchas gracias a todos yesperamos que con la fuerza de Dios,en quien ponemos nuestra esperanza,sigamos juntos adelante.

QUERIDOS amigos de Tolé,en sus manos está el primernúmero de la revista Tolé

Blitde, que nace de la antigua revistade la Residencia de Estudiantes deSan Agustín, llamada Resa Blitde,pero ahora con un nuevo formato ycon más amplias expectativas.

Nace con la idea de llegar amuchos de los hogares que colaboranestrechamente con nosotros, amuchos amigos tanto de Panamácomo de otros países con la sana ideade dar a conocer las distintas activida-des que desarrollamos desde el Cen-tro Misional de Tolé en la Repúblicade Panamá.

Cuatro sacerdotes agustinos: JoséLaín, Luis Francisco Andrés, Carlos

Después de muchos años deexperiencias acumuladas, hemosoptado por implementar técnicas ymétodos menos costosos, a la vezque sostenibles por los propios cam-pesinos en sus áreas de trabajo;éstos son:

• La conservación del suelo: Lastierras de cultivo de nuestros agri-cultores tienen grandes pendien-tes, por lo que trazamos líneasparalelas en contra de la pendien-te del terreno y luego sembramosuna planta llamada “Vetiver veti-varia” como una barrera viva,ayudada por la siembra de estacasverdes y estacas de “Gliricidia

sepium” (bala), árbol fijador denitrógeno al suelo.

• Abonos orgánicos: usamos paraellos recursos del área talescomo estiércoles, ceniza, hojassecas de gramíneas, hojas verdesde leguminosas y desechos devegetales en general.

• El cultivo de lombrices califor-nianas: nos brindan un abono deexcelente calidad en nutrientespara las plantas, y microorganis-mos benéficos en el suelo.

• La ricipiscicultura: con el cultivode arroz y peces en un mismoespacio de terreno obtenemos

ANTE la creciente necesidadde mejorar los sistemas tra-dicionales de producción de

muy bajos rendimientos, nace esteprograma, el cual comienza capaci-tando a agricultores voluntarios contemas agrícolas, pecuarios y avíco-las, con módulos por zonas. Nuestroobjetivo: que todos tuvieran, almenos, algo para comer fruto de sutrabajo. Así el curso comienza desdeun principio a ser teórico práctico,es decir, la teoría en el CentroMisional y la práctica en la granja,que ha ido creciendo y cambiandocon los años.

Programa Agropecuario Tolé *

* Artículos tomados de la revista Tolé Blitde editada por El Centro Misional José Obrero.

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TToolléé--PPaannaammáá

maderables. Las variedades defrutales y maderables desarrolla-das son todas autóctonas.

• Cultivo el barbecho mejorado, esdecir, en un área de terreno sesiembra de leguminosas almenos por un año y luego se usael terreno para cultivar mixtos ytemporales.

• Plaguicidas naturales usandoplantas con efectos nocivos aplagas y enfermedades; de estamanera se controla el daño en loscultivos.

Actualmente hay un grupo demás de 30 promotores agropecua-rios a los cuales se les apoya desdeel Centro Misional con los cursosteórico prácticos durante tres días almes y se les apoya igualmente conpréstamos de semillas y animales.Los promotores son de los distritosde Tolé y Müna (área indígena ycampesina).

tres cosechas de arroz al año conun rendimiento diez veces mayorque usando los métodos tradicio-nales y, a la vez, obtenemos unacosecha y media de peces.

• Cabras estabuladas: cada animalocupa un espacio de dos metroscuadrados. Las cabras son ali-mentadas con forraje de legumi-nosas y de hoja ancha. Nos bene-ficiamos de la carne, de la leche,que es nutritiva y con efectosmedicinales, y del estiércol quees usado para abono y alimentode las lombrices californianas.

• Cultivo del café: usamos parce-las demostrativas en la granja yparcelas de producción en losterrenos de los participantes. Elmanejo es orgánico (la fertiliza-ción, control de plagas y enfer-medades). Este producto formaparte del ingreso en las familiaspor la venta del grano limpio.

• Viveros: principalmente de plan-tones de frutales injertados y

Vista parcial de la granja. Con el estanque de peces y arroz

Pescado: A la vista los frutos del proyecto

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TToolléé--PPaannaammáá

WW..WW..WW@@PLAZAMAYORWEB

En nuestro último número os anunciamos la creación de la página web de la asociación de antiguos alumnos a la quese puede llegar a través de la siguiente dirección: groups.msn.com/plazamayorweb.Queremos informaros del modo de acceso y del contenido de la misma.1º. El acceso a la página principal es libre para todo el que escriba la dirección groups.msn.com/plazamayorweb.2º. Para entrar en la mayoría de los contenidos es necesario haberse dado de alta como miembro de la página. Se

consigue pinchando en el apartado «únete ahora», que figura a la izquierda. Se abre una nueva página que ossolicita un alias para identificaros ante los demás miembros, una dirección de correo electrónico, y la forma enque deseáis recibir los mensajes enviados.

3º. Os pedimos que, una vez que os hayáis dado de alta, remitáis un mensaje a los administradores para que puedanconfigurar un listado de todos los miembros y evitar que puedan acceder personas no deseadas.

4º. Actualmente disponemos de varios apartados a los que podrán ir añadiéndose otros próximamente:Mensajes: donde puedes dirigirte a todos los miembros del grupo.Imágenes: espacio para dejar tus fotos de recuerdos o actuales.Chat: para charlar en directo con cualquier otro participante.Documentos: para que expongas una opinión con mayor amplitud o escribas un artículo o ensayo.Vínculos del grupo: enlaces con páginas web personales o profesionales de otros asociados.Retazos de tu vida: para que nos cuentes qué ha sido de ti.

Os animamos a que os unáis a esta nueva forma de comunicación y participéis activamente.

EL JAMÓN DEL ABUELO

Especialidades en Ibéricosy Pescados Frescos

Víctor Andrés Belaunde, 3628016 Madrid

Tel.: 91 458 01 63Tel/Fax: 91 344 00 60

Cadena Gregorio

La FuencislaCtra. Extremadura, Km 23,200 junto al Parque Coimbra

(antiguo Restaurante Las Tinajas)Teléfs.: 91 647 22 89 - 91 647 23 02 (Móstoles)

Gran Terraza y -Parquing

Gregorio IReyes Católicos, 16Teléfs.: 91 613 22 75 - 91 618 05 40Móstoles (Madrid)

Gregorio IIHéroes del Alcázar, 34Teléfs.: 91 817 43 72 - 91 817 47 00Camarena (Toledo)

Gregorio IIIBordadores, 5 - (Madrid)Teléfs.: 91 542 59 56 - 91 548 38 14

TOIM, S. L.C/ Jarama, Parc. 138 - A

Polígono Industrial45007 Toledo