Revista de Educación Social

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ENERO - ABRIL 2005 REVISTA DE eDUCACIÓN EDUCACIÓN SOCIAL RE 336 MINISTERIO DE EDUCACIÓN Y CIENCIA

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  • ENERO - ABRIL 2005

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    2005

    REVISTA DE eeDUCACIN

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    336

    EDUCACINSOCIAL

    RE336

    SUMARIOEDUCACIN SOCIAL

    PRESENTACIN: GLORIA PREZ SERRANO.GLORIA PREZ SERRANO: Derechos Humanos y EducacinSocial. M LUISA SARRATE CAPDEVILA y M VICTORIA PREZ DE GUZMN PUYA: Educacin de las per-sonas adultas. Situacin actual y propuestas de futuro. FERNANDO LPEZ NOGUERO: LaEducacin Social Especializada con personas en situacin de conflicto social. JOSANTONIO CARIDE GMEZ: La Animacin Sociocultural y Desarrollo Comunitario como educa-cin social. JOS LUIS GARCA LLAMAS: Educacin Intercultural. Anlisis y propuestas. JOSORTEGA ESTEBAN: Pedagoga Social y Pedagoga Escolar: la educacin social en la escuela.JUAN SEZ CARRERAS: La profesionalizacin de los educadores sociales: construccin de unmodelo terico para su estudio.

    PAULA CARLINO: Representaciones sobre la escritura y formas de ensearla en universidadesde Amrica del Norte. LEONCIO VEGA GIL: Los sistemas educativos europeos y la formacinde profesores. Los casos de Francia, Reino Unido, Espaa y Finlandia. JORDI PLANELLA:Pedagoga y hermenutica del cuerpo simblico. ENRIQUE ARCE CORDERO: Subjetividad,objetividad y organizacin escolar. ANA AYUSTE GONZLEZ y JAUME TRILLA BERNET: Pedagogasde la modernidad y discursos postmodernos sobre la educacin.

    JAVIER GIL FLORES: Aplicacin del mtodo Bootstrap al contraste de hiptesis en la investiga-cin educativa. M ISABEL JOCILES RUBIO: Familia profesional de Servicios Socioculturales ya la Comunidad: es la FP reglada una alternativa a la Universidad o un camino alterna-tivo hacia ella? IGNASI BRUNET ICART, NGEL BELZUNEGUI ERASO y INMA PASTOR GOSLBEZ:Problemtica en torno a la integracin de los immigrantes en Educacin Primaria: des-igualdades sociales o culturales? ISABEL CANTN MAYO: Evaluacin de los planes de mejo-ra en centros pblicos de Castilla y Len. ROSARIO ARROYO GONZLEZ y FRANCISCO SALVADORMATA: El proceso de planificacin en la composicin escrita de alumnos de EducacinPrimaria. M NGELES DE LA CABA COLLADO y RAFAEL LPEZ ATXURRA: Actividades de participa-cin y desarrollo de competencias de ciudadana en los libros de texto de EducacinPrimaria de la Comunidad Autnoma vasca (Conocimiento del medio). TERESA LARAMORENO y ANTONIO FERNNDEZ CANO: Estudio de valores insertos en los idearios docentes decentros privados mediante un anlisis multivariado. TOMS J. CAMPOY ARANDA y ANTONIOPANTOJA VALLEJO: Hacia una expresin de diferentes culturas en el aula: percepciones sobrela educacin multicultural.

    MARCELO BARRIAL: Debate virtual y desarrollo profesional. Una metodologa para el anlisisdel discurso docente. LLUS PRAT VIAS y IGNACIO BLZQUEZ GARCA: Los estudios de ingenierade telecomunicacin en la ETSI de Telecomunicacin de Barcelona (UPC). Anlisis del ren-dimiento acadmico. RAFAEL MERINO: De la LOGSE a la LOCE. Discursos y estrategias dealumnos y profesores ante la reforma educativa. EDILBERTO CEPEDA CUERVO: Factores aso-ciados al logro cognitivo en Matemticas.

    MARGARITA CABAAS CORIHUELA: ndice bibliogrfico de la Revista de Educacin de los nme-ros 333-335 y nmero extraordinario de 2004.

    ISSN 0034-8082

    MINISTERIODE EDUCACINY CIENCIA

    MINISTERIODE EDUCACINY CIENCIA

  • CONSEJO DE REDACCIN

    DIRECTORACarmen Maestro Martn

    SECRETARIACarmen Labrador Herraiz

    EQUIPO DE REDACCINMargarita Cabaas Corihuela

    CONSEJO EDITORIALSantiago Arellano HernndezGerardo Muoz Snchez-BruneteJos Luis Garca GarridoGloria Prez SerranoJos Luis Rodrguez Diguez

    CONSEJO ASESORGonzalo Anaya SantosJess Beltrn LleraAntonio Bolvar BotaCsar Coll SalvadorAgustn Dosil MaceiraFlix Etxeberra BalerdiM ngeles Galino CarrilloJulin Martn MartnezMario de Miguel DazJuan Manuel Moreno OlmedillaJos Luis Negro FernndezRamn Prez Juste M. Dolores de Prada Vicente Manuel de Puelles BentezJuan Carlos TedescoMercedes Vico Monteoliva

    CONSEJO DE DIRECCIN

    PRESIDENTEAlejandro Tiana Ferrer

    Secretario General de Educacin

    VICEPRESIDENTEJavier Daz Malledo

    Secretario General Tcnico

    VOCALESJos Luis Prez Iriarte

    Director General de Educacin,Formacin Profesional e Innovacin

    Educativa

    Mara Antonia Ozcariz RubioDirector General de Cooperacin

    Territorial y Alta Inspeccin

    Carmen Prez CristbalSubdirectora General

    de Informacin y Publicaciones

    Carmen Maestro MartnDirectora del Instituto Nacional de

    Evaluacin y Calidad del Sistema Educativo

    Jos Prez IruelaDirector del Centro de Investigacin

    y Documentacin Educativa

    Antonio Moreno GonzlezDirector del Instituto Superiorde Formacin del Profesorado

    Revista cuatrimestralPublicaciones de la Secretara General de Educacin

    Instituto Nacional de Evaluacin y Calidad del Sistema Educativo (INECSE)San Fernando del Jarama, 14 - 28002 Madrid Tel. (+34) 91 745 92 00 Fax (+34) 91 745 92 49

    e-mail: [email protected]

    MINISTERIO DE EDUCACIN Y CIENCIAEdita: SECRETARA GENERAL TCNICA. Subdireccin General de Informacin y Publicaciones

    NIPO: 651-05-011-6 ISSN: 0034-8082 Depsito Legal: M. 57 / 1958

    Imprime: OMAGRAF, S.L. Pol. Rucimar, Madroo, 5 - Humanes de Madrid - Madrid

    La revista no comparte necesariamente las opiniones y juicios expuestos en los trabajos firmados

    Nmero 336 enero-abril 2005

    Suscripciones en la Subdireccin General de Informacin y Publicaciones del Ministerio de Educacin y CienciaJuan del Rosal, 14 - Ciudad Universitaria - 28040 MADRID (Espaa) - Telfono: +34 91.453.9800 ext. 73026

    Fax: +34 91.453.9884 - e-mail: [email protected]

    NORMAS GENERALESPARA LA PRESENTACIN DE TRABAJOS

    1. Los autores remitirn los originales a la redaccin de la revista (con direccin de con-tacto) para su seleccin de acuerdo con los criterios formales y de contenido de la misma.

    2. Todos los trabajos debern ser originales o inditos. La extensin de los mismos nosobrepasar las 25 pginas. La presentacin deber remitirse en formato informtico (disquete)en cualquier procesador de texto (Word o WordPerfect, etc.) a travs del correo electrnico a ladireccin: [email protected].

    3. Se deber acompaar de un breve resumen del artculo de 8 a 10 lneas. Opcionalmentepodr adjuntarse el resumen tambin en versin inglesa.

    4. Al final del trabajo se incluir la lista de referencias bibliogrficas, por orden alfabtico,que deber adoptar la forma siguiente:

    a) Libros: Apellido/s e inicial/es del nombre del autor/es separados por coma y en versali-ta, dos puntos, ttulo del libro en cursiva, punto, lugar de edicin, coma, editorial, comay ao de edicin. Si hay dos autores o ms, estos irn separados entre s por punto ycoma. Ejemplo:

    GMEZ LORENZO, M y otros: El sistema educativo en la universidad espaola: un anli-sis histrico. Madrid, Centro de Publicaciones del Ministerio de Educacin y Ciencia,1995.

    b) Revistas: Apellidos/s e inicial/es del nombre del autor/es separados por coma y en ver-salita, dos puntos, ttulo del artculo entre comillas, coma, en, seguido del nombre de larevista en cursiva, coma, nmero de la revista, ao de publicacin entre parntesis,coma, y pginas que comprende el trabajo dentro de la revista. Si hay dos autores o ms,estos irn separados entre s por punto y coma. Ejemplo:

    GARCA ROMERO, A.; FERNANDEZ ALADO, C.: El sistema educativo en la nueva reforma, enRevista de Educacin, 309 (1996), pp. 498-789.

    5. Las notas se numerarn consecutivamente y su texto se recoger al final de cada pgina.

    6. Las citas textuales debern separarse por una lnea en blanco anterior y posterior, san-gradas a derecha e izquierda, seguidas del apellido/s del autor de dicho texto, ao de publicaciny pgina/s de las que se ha extrado dicho texto, todo ello entre parntesis.

    7. Los esquemas, dibujos, grficos, fotografas, etc. se presentarn en blanco y negro.

    8. Los originales recibidos sern evaluados annimamente por expertos externos. Estosinformarn acerca de la publicacin de los artculos. A su vez podrn emitir sugerencias perti-nentes a los trabajos publicables.

    9. El Consejo de Redaccin se reserva la facultad de introducir las modificaciones que con-sidere oportunas en la aplicacin de las normas publicadas. Los originales enviados no serndevueltos.

  • EDUCACIN SOCIAL

  • s u m a r i oMONOGRFICO

    GLORIA PREZ SERRANO: Presentacin ..................................................

    GLORIA PREZ SERRANO: Derechos Humanos y Educacin Social .......

    M LUISA SARRATE CAPDEVILA Y M VICTORIA PREZ DE GUZMNPUYA: Educacin de las personas adultas. Situacin actual y propuestasde futuro ...................................................................................................

    FERNANDO LPEZ NOGUERO: La Educacin Social Especializada conpersonas en situacin de conflicto social .................................................

    JOS ANTONIO CARIDE GMEZ: La Animacin Sociocultural y el De-sarrollo Comunitario como educacin social ..........................................

    JOS LUIS GARCA LLAMAS: Educacin Intercultural. Anlisis y propues-tas ..............................................................................................................

    JOS ORTEGA ESTEBAN: Pedagoga Social y Pedagoga Escolar: la edu-cacin social en la escuela ........................................................................

    JUAN SEZ CARRERAS: La profesionalizacin de los educadores sociales:construccin de un modelo terico para su estudio ...............................

    ESTUDIOS

    PAULA CARLINO: Representaciones sobre la escritura y formas de ense-arla en universidades de Amrica del Norte ..........................................

    LEONCIO VEGA GIL: Los sistemas educativos europeos y la formacinde profesores. Los casos de Francia, Reino Unido, Espaa y Finlandia ..

    JORDI PLANELLA: Pedagoga y hermenutica del cuerpo simblico........

    ENRIQUE ARCE CORDERO: Subjetividad, objetividad y organizacinescolar .......................................................................................................

    ANA AYUSTE GONZLEZ Y JAUME TRILLA BERNET: Pedagogas de lamodernidad y discursos postmodernos sobre la educacin ...................

    INVESTIGACIONES Y EXPERIENCIAS

    JAVIER GIL FLORES: Aplicacin del mtodo Bootstrap al contraste dehiptesis en la investigacin educativa .....................................................

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  • M ISABEL JOCILES RUBIO: Familia profesional de Servicios Sociocul-turales y a la Comunidad: es la FP reglada una alternativa a laUniversidad o un camino alternativo hacia ella? ......................................

    IGNASI BRUNET ICART, NGEL BELZUNEGUI ERASO E INMA PASTORGOSLBEZ: Problemtica en torno a la integracin de los immigrantesen Educacin Primaria: desigualdades sociales o culturales? .................

    ISABEL CANTN MAYO: Evaluacin de los planes de mejora en centrospblicos de Castilla y Len .......................................................................

    ROSARIO ARROYO GONZLEZ Y FRANCISCO SALVADOR MATA: El pro-ceso de planificacin en la composicin escrita de alumnos de Edu-cacin Primaria ..........................................................................................

    M NGELES DE LA CABA COLLADO Y RAFAEL LPEZ ATXURRA:Actividades de participacin y desarrollo de competencias de ciudadanaen los libros de texto de Educacin Primaria de la ComunidadAutnoma Vasca (Conocimiento del medio) ............................................

    TERESA LARA MORENO Y ANTONIO FERNNDEZ CANO: Estudio devalores insertos en los idearios docentes de centros privados medianteun anlisis multivariado ............................................................................

    TOMS J. CAMPOY ARANDA Y ANTONIO PANTOJA VALLEJO: Hacia unaexpresin de diferentes culturas en el aula: percepciones sobre la edu-cacin multicultural ..................................................................................

    INFORMES Y DOCUMENTOS

    MARCELO BAIRRAL: Debate virtual y desarrollo profesional. Una meto-dologa para el anlisis del discurso docente ...........................................

    LLUS PRAT VIAS E IGNACIO BLZQUEZ GARCA: Los estudios deingeniera de telecomunicacin en la ETSI de Telecomunicacin deBarcelona (UPC). Anlisis del rendimiento acadmico ............................

    RAFAEL MERINO: De la LOGSE a la LOCE. Discursos y estrategias dealumnos y profesores ante la reforma educativa ......................................

    EDILBERTO CEPEDA CUERVO: Factores asociados al logro cognitivo enMatemticas ...............................................................................................

    BIBLIOGRAFA

    MARGARITA CABAAS CORIHUELA: ndice bibliogrfico de la Revista deEducacin de los nmeros 333-335 y nmero extraordinario de 2004

    RECENSIONES .........................................................................................

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  • GLORIA PREZ SERRANOPresentacin

    GLORIA PREZ SERRANODerechos Humanos y Educacin Social

    M LUISA SARRATE CAPDEVILA Y M VICTORIA PREZ DE GUZMN PUYAEducacin de las personas adultas. Situacin actual y propuestas de futuro

    FERNANDO LPEZ NOGUEROLa Educacin Social Especializada con personas

    en situacin de conflicto social

    JOS ANTONIO CARIDE GMEZLa Animacin Sociocultural y Desarrollo Comunitario

    como educacin social

    JOS LUIS GARCA LLAMASEducacin Intercultural. Anlisis y propuestas

    JOS ORTEGA ESTEBANPedagoga Social y Pedagoga Escolar: la educacin social en la escuela

    JUAN SEZ CARRERASLa profesionalizacin de los educadores sociales:

    construccin de un modelo terico para su estudio

    m o n o g r f i c o

  • PRESENTACIN

    GLORIA PREZ SERRANO (*)

    En la actualidad, la Educacin Social est alcanzando una vigencia extraordinaria,impensable hace pocos aos. Las razones que explican esta eclosin sin precedentesson muy variadas. Una de ellas, fundamental desde nuestro punto de vista, es el con-junto de transformaciones radicales y trascendentales que ha sufrido, en los ltimosaos, el contexto social en que vivimos. Dichas transformaciones ataen a lo econmi-co, a la relacin y la organizacin social y a lo axiolgico.

    Econmico: En la actualidad, en el mbito de la economa y la produccin, seest produciendo un extraordinario desarrollo, amparado por la revolucin tec-nolgica de las ltimas dcadas, que ha trado consigo reconversiones en el tra-bajo y un desempleo creciente, y por la existencia de un marco socioeconmicoque refuerza la marginacin y la exclusin: el neoliberalismo.

    En estos aos, ha surgido una serie de fenmenos significativos, como la apari-cin de un cuarto mundo las bolsas de excluidos y marginados existentes enel llamado primer mundo, el agotamiento de los recursos materiales existen-tes, el impacto que la sociedad contempornea ocasiona en el medio ambiente,los fenmenos migratorios provocados por los desequilibrios entre elcentro/norte (rico y poderoso) y la periferia/sur (empobrecida) y el desarraigoy la prdida de identidad que estos conllevan, etc.

    Relacin y organizacin social: En lo que respecta a este bloque, hay que sea-lar sobre todo la quiebra de las redes tradicionales de comunicacin y relacinel efecto cocoon (crislida) que est viviendo la sociedad actual: nunca las con-centraciones de poblacin han sido mayores que ahora y, sin embargo, nunca seha experimentado tanta soledad, la intoxicacin meditica que nos invade, elmodelo poltico vigente en la actualidad, que es representativo y potencia la faltade participacin a todos los niveles, etc.

    Axiolgico: Son propios de la sociedad actual valores como el consumismo, lasoledad, la violencia como valor (y como forma de expresin), el individualismo,la paulatina desaparicin de referentes tradicionales (familia, etc.), la prdida del

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    (*) Universidad Nacional de Educacin a Distancia (UNED).

    Revista de Educacin, nm. 336 (2005), pp. 7-18.Fecha de entrada: 15-10-2004 Fecha de aceptacin: 05-01-2005

  • sentido colectivo y de la accin grupal, la indiferencia y/o ansiedad ante los cam-bios sociales que se van produciendo, etc. Aunque, igualmente, se puede sea-lar la aparicin de nuevos valores, desconocidos hasta la fecha en la sociedadoccidental, como la solidaridad, el voluntariado o el ecologismo.

    En resumen, podra decirse que el ciudadano de hoy tiene, en general, grandesposibilidades de acceder a la informacin, pero su formacin humana es escasa y supropensin al pragmatismo manifiesta. Le interesa casi todo, pero de forma superfi-cial; es incapaz de elaborar una sntesis de lo que percibe, lo que le convierte en unsujeto trivial, ligero, frvolo, que lo acepta todo, pero carece de criterios slidos deconducta.

    Es evidente que la gran cantidad de cambios acaecidos en un plazo tan corto detiempo ha logrado que, en la actualidad, el ser humano no sepa a qu atenerse. Lasociedad que nos ha tocado vivir no cree en casi nada, y sus opiniones cambian rpi-damente. Vivimos en la cultura de la inmediatez, todo se experimenta en el momen-to y los planes a largo plazo resultan de poco inters. De igual forma, se va desertan-do de valores que antes eran trascendentales y constituan el eje del desarrollo delindividuo, que, en consecuencia, se ha vuelto cada vez ms influenciable y, por lotanto, presenta un grado de vulnerabilidad muy acusado.

    En pocas no muy remotas, se dispona de un abundante y bien provisto bagajede respuestas que permitan hacer frente a casi todas las cuestiones sobre el sentidode la vida, los principios de conducta, los valores, etc. que podan plantearse. Ensuma, se dispona de cdigos y escalas slidamente anclados. Por el contrario, en laactualidad, no existe un modelo nico de comportamiento. Todos estos sentimientosy los distintos papeles que pueden desempearse dentro de la sociedad, etc. debenocupar su nuevo lugar en un nuevo contexto. La Educacin Social puede ayudarnos arealizar de manera armnica a este ajuste social.

    Como se indicaba anteriormente, en estos ltimos aos, el cambio del contextosocial ha contribuido significativamente a la aparicin de la Pedagoga Social/Educacin Social, pero no es la nica razn de sta. En efecto, existen tambin otrascausas no menos importantes a la hora de explicar este fenmeno, como:

    La creacin del estado de bienestar y el impulso de las democracias. El incremento de los sectores de poblacin marginal. La conciencia de la responsabilidad social frente a estos nuevos problemas, etc.

    Sin embargo, an queda la que, a nuestro juicio, es la principal razn que aclarala eclosin de la Educacin Social en estos aos: la crisis de los sistemas escolares.Hace casi treinta aos, Coombs advirti que la multitud de cambios introducidos porla sociedad industrial moderna no haba sido integrada en la escuela, y esto habadado lugar a una crisis mundial en educacin. Ms tarde, en 1985, el mismo pen-sador sealaba una caracterstica de nuestra sociedad absolutamente indita hasta lafecha: la prdida de confianza en la educacin y en las instituciones escolares.

    La educacin ha experimentado rupturas, y la principal es que la escuela ha per-dido su prestigio y el monopolio de la educacin, tanto en su dimensin temporal,

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  • como espacial. La aparicin del concepto de educacin a lo largo de la vida ha hechoque la educacin se extienda ms all del tiempo propio de la vida escolar (la infan-cia y la adolescencia), adems, en lo espacial, su mbito excede claramente los lmitesfsicos del aula.

    Desde esta ptica, la educacin adquiere nuevas caractersticas, dimensiones, fun-ciones, etc. Segn Sanvisens (1995), la educacin:

    Deviene en una actividad o funcin permanente. Se define como un sistema abierto. Se abre a sectores marginales y problemticos hasta ahora muy lejanos a la

    accin educativa. Se reformula como una actividad social.

    Como hemos sealado anteriormente, una de las caractersticas fundamentales dela realidad pedaggica de estos ltimos aos es la extraordinaria eclosin de laPedagoga Social/Educacin Social, y de mltiples actividades surgidas a su amparo.

    La Pedagoga Social es segn Quintana (2001) La Ciencia de la educacinsocial a individuos y grupos, y de la atencin a los problemas que pueden ser trata-dos desde instancias educativas.

    La Educacin Social presenta una gran cantidad de visiones, enfoques y perspec-tivas. Algunos de las ms importantes son (Petrus, 1997):

    La Educacin Social como adaptacin. La Educacin Social como socializacin. La Educacin Social como adquisicin de competencias sociales. La Educacin Social como didctica de lo social La Educacin Social como accin profesional cualificada. La Educacin Social como respuesta a la inadaptacin social. La Educacin Social como formacin poltica del ciudadano. La Educacin Social como prevencin y control social. Educacin Social como Trabajo Social de carcter educativo. Educacin Social como paidocenosis. Educacin Social como educacin extraescolar.

    A pesar de esta gran cantidad de formas de entender la Educacin Social, las teo-ras ms generalizadas consideran que la Educacin Social:

    Debe buscar siempre el cambio social. Socializa y permite la adaptacin social. Trabaja fundamentalmente acerca de problemas humano-sociales. Tiene lugar, habitualmente, en contextos no formales. Tiene un campo de accin importante en la marginacin, pero su radio de

    accin no se limita a ese mbito. Exige estar en permanente contacto con la realidad. Requiere una intervencin cualificada.

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  • Puede y debe ser aplicada en contextos escolares. Trata de hacer protagonista de su cambio a los propios destinatarios.

    Acciones de intervencin social de toda ndole, pero con estas caractersticas, tie-nen lugar da tras da en nuestro entorno ms cercano, y constituyen una realidadcada vez ms palpable. Paradjicamente, en una sociedad cada vez ms tecnificada,donde han sido posibles innovaciones muy importantes para la mejora de la calidadde vida de la comunidad, esto ha dado lugar, simultneamente, a consecuencias socia-les no deseables que estn suponiendo una autntica rmora para el desarrollo social.

    La creciente deshumanizacin de las sociedades y sus lacras la marginacin, lapobreza, la violencia y la exclusin hacen prioritaria la toma de medidas socioeduca-tivo preventivas que puedan contribuir a mejorar la situacin mediante la formacinde las personas. Por ello, la Educacin Social, en sus diferentes corrientes y concep-ciones, se puede considerar actualmente como algo necesario.

    El desarrollo del tan trado y llevado estado del bienestar, unido a las circuns-tancias propias de la compleja sociedad en la que nos encontramos, hace pensar quela necesidad y la influencia de la Educacin Social en el desarrollo de un sistema edu-cativo no formal y en los procesos de cambio social que actualmente se proponensern cada vez mayores.

    La educacin no formal constituye hoy da un elemento de integracin y des-arrollo social que, en muchas ocasiones, resulta ms operativo que las actuacionesque se realizan segn los cnones establecidos en una institucin como la escuela. Anuestro juicio, este sistema educativo tiene actualmente ms futuro que el institucio-nal, reglado o academicista.

    Muchos hechos avalan la presente afirmacin, como el descenso generalizado dela natalidad con el consiguiente envejecimiento de la poblacin y la aparicin de con-ceptos como la educacin permanente y de adultos o las nuevas necesidades educa-tivas que surgen en campos que, anteriormente, no se contemplaban, como la educa-cin especializada en la marginacin, el medioambiente, la tercera edad, los mediosde comunicacin social o la propia animacin sociocultural.

    QU SON LA PEDAGOGA SOCIAL Y LA EDUCACIN SOCIAL?

    Aunque, en ocasiones, se utilizan indistintamente los trminos Pedagoga Social yEducacin Social, conviene indicar que la Pedagoga Social es una ciencia, y que laEducacin Social constituye su mbito de intervencin.

    La Pedagoga Social implica tanto el conocimiento, como la accin, y tambin latcnica o tecnologa necesaria para la Educacin Social de los seres humanos en situa-ciones normalizadas y conflictivas. As, se han ido configurando a lo largo de su ancorta historia, por una parte, la pedagoga de la socializacin que aborda la integra-cin de lo epistemolgico, lo tecnolgico y lo normalizado y, por otra, la pedagogade la inadaptacin y de lo especial o especializada. Esta doble vertiente constituye unaconstante en la evolucin y desarrollo de la Pedagoga Social, una ciencia pedaggicaque se ha ido desarrollando a la vez que creaba un corpus de conocimiento propio, yque se ocupa, en fin, del estudio de la dimensin social de la educacin.

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  • Desde nuestra perspectiva, la Pedagoga Social se entiende como la ciencia de laEducacin Social, que estudia las cuestiones inherentes tanto a la socializacin de losindividuos, como a la inadaptacin de los mismos, y est orientada a la mejora de lacalidad de vida desde una perspectiva especial y fundamentalmente prctica.

    Por otro lado, la Educacin Social hace referencia a un concepto amplio y abarca-dor que engloba la educacin cvica y poltica. Constituye un aspecto importante dela formacin integral tanto individual, como social de la persona.

    As, mientras que, para Ortega y Gasset, lo social era, sustancialmente, la conviven-cia conformada por el repertorio de usos intelectuales, morales, polticos, tcnicos, dejuego y de placer en orden a un fin comn; Kriekemans, por su parte, defina comoEducacin Social aquella que se propone:

    Formar el sentido social. La tarea de la Educacin Social consiste en despertar el senti-do de las relaciones entre los hombres, en asignarles un lugar en el orden de los valo-res y en promover la realizacin de unas relaciones sociales lo ms perfectas posible(Kriekemans, 1968, p. 129).

    En suma, la tarea fundamental de la Educacin Social es la insercin del individuoen su medio. Procura desarrollar el sentido cvico que nos proporciona una concien-cia adecuada de los vnculos que nos unen a la comunidad y de la conducta que talesvnculos nos imponen.

    Por lo que respecta a los objetivos de la Educacin Social, sta se propone alcan-zar una serie de metas muy ambiciosas, que podran sintetizarse en una: llevar al indi-viduo a obrar correctamente en el campo de lo social, con el fin de que ste se inte-gre en la sociedad del mejor modo posible, y sea capaz de mejorarla y transformarla.

    La finalidad de la misma es, en resumen, contribuir a lograr la armona, la integra-cin, el equilibrio y la formacin de la persona en todos los mbitos para as colabo-rar a su desarrollo. Desde una perspectiva global, se puede indicar que la EducacinSocial tiene como finalidad:

    Lograr la madurez social. Promover las relaciones humanas. Preparar al individuo para vivir en sociedad.

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  • GRFICO IFinalidad de la Educacin Social

    ESTATUS UNIVERSITARIO DE LA EDUCACIN SOCIAL

    La formacin en el mbito de la Educacin Social ha estado presente en la universidaddesde hace dcadas, no obstante, hasta hace poco no ha sido reconocida como unatitulacin universitaria especfica.

    La Diplomatura en Educacin Social es una nueva titulacin universitaria de primerciclo creada por el influjo de la reforma universitaria de 19831. Segn el Real Decreto1420/1991, que regula esta titulacin aprobando sus directrices generales propias delos planes de estudio:

    Las enseanzas conducentes a la obtencin del ttulo oficial de Diplomado enEducacin Social debern orientarse a la formacin de un educador en los campos de:la educacin no formal, la educacin de adultos (incluidos los de la tercera edad), lainsercin social de personas desadaptadas y minusvlidos, as como en la accin socio-educativa (R.D. 1420/1991, BOE de 10 de octubre, prembulo).

    A partir de esa fecha, las distintas universidades han ido elaborando sus planes deestudio y, en estos momentos, la Diplomatura en Educacin Social se imparte en todaslas comunidades autnomas. Sus objetivos son:

    Desarrollar los recursos personales del ciudadano, sea cual fuere su situacinsocial.

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    FINALIDAD DELA EDUCACIN

    SOCIAL

    LOGRARLA MADUREZ SOCIAL

    PROMOVER LASRELACIONES HUMANAS

    PREPARAR AL INDIVIDUOPARA VIVIR

    EN SOCIEDAD

    (1) El artculo 28 de la Ley Orgnica 11/1983, de 25 de agosto, de Reforma Universitaria(LRU), dispone que, el Gobierno, a propuesta del Consejo de Universidades, en este nivel, esta-blecer los ttulos de carcter oficial y validez en todo el territorio nacional, as como las direc-trices generales de los planes de estudio que deban cursarse para su obtencin y homologacin.

  • Potenciar y estimular el desarrollo y el uso de los recursos comunitarios. Facilitar el acceso de los ciudadanos a estos recursos. Fomentar la relacin personal entre los miembros de un grupo social. Impulsar el crecimiento personal y comunitario del grupo social. Insertar al ciudadano en su sociedad inmediata. Favorecer la adquisicin de pautas de convivencia social. Ser un agente o factor de cambio social. Adoptar estrategias de intervencin a fin de afrontar los problemas de desequili-

    brio social. Desarrollar un sentido crtico frente a las diferentes situaciones sociales.

    Las actividades para la que habilita esta formacin son muy variadas: animacinsociocultural, trabajo en la administracin pblica en reas de juventud, cultura, edu-cacin y bienestar social, direccin de centros de menores, animacin de actividadesextraescolares, programas de prevencin de la marginacin, turismo juvenil, turismosocial y cultural, programas de formacin ocupacional, educacin de adultos, etc.

    Ahora bien, sea cual fuere el enfoque desde el cual contemplemos la actividad deleducador social, parece evidente que sta viene determinada, principalmente, por elmbito social de su trabajo y el carcter educativo de su intervencin.

    Aunque el campo de trabajo del educador social est condicionado por la propiahistoria de la disciplina y nadie cuestione que su mbito de intervencin es sin queello suponga renunciar al tratamiento individual la realidad sociocomunitaria, lo espe-cfico de su perfil profesional es el carcter pedaggico de la intervencin, determina-do por la perspectiva crtica y transformadora que se adopta.

    A continuacin, se mencionan diferentes focos de actuacin en los que puede desarrollar su labor el educador social: un individuo concreto, un grupo determinado,una realidad familiar, el espacio de lo escolar, un barrio o una comunidad, una estruc-tura jurdica o de servicios sociales, un espacio laboral o profesional, en funcin de locultural, un sector de intervencin especializada, etc.

    Las expectativas parecen favorables al desarrollo de la profesin de educadorsocial, puesto que sta ha surgido en respuesta a demandas sociales concretas, a nece-sidades que no estaban suficientemente cubiertas por otros agentes.

    La Diplomatura en Educacin Social se vertebra en torno a tres ejes fundamenta-les: la educacin de personas adultas y mayores, la educacin especializada y, por lti-mo, la animacin sociocultural y el desarrollo comunitario. Por ello, estos tres mbitosfundamentales sern objeto de una especial atencin en este nmero monogrficodedicado a la Educacin Social, en el que se insertan tambin un artculo destinado alestudio de la educacin intercultural y las minoras tnicas, y otro referente a las apli-caciones de la Educacin Social en el mbito escolar, sin descuidar la profesionaliza-cin de los educadores sociales. Estos artculos van precedidos por una reflexin acer-ca de los Derechos Humanos realizada desde la perspectiva de la Educacin Socialcomo marco normativo y propiciador del desarrollo de los valores sociales. Las diferen-tes aportaciones han sido elaboradas por expertos en los distintos mbitos de laEducacin Social de los que se ocupa este nmero.

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  • GRFICO IIEjes en torno a los que se vertebra la Diplomatura de Educacin Social

    El primer artculo escrito por la Dra. Prez Serrano hace referencia a losDerechos Humanos y a los valores a ellos asociados. Tambin defiende la dignidad dela persona y el concepto de alteridad como fundamento de los mismos.

    Esta idea es fundamental, ya que se ha llegado decir que los derechos humanosson derechos del otro. Sin embargo, va desdibujando paulatinamente, si bien deberaconstituir uno de los cimientos del desarrollo de los Derechos Humanos, puesto queha permitido situar a la persona en el centro mismo de tales derechos y esto es algoque no deberamos olvidar.

    En este artculo, se relata la conquista de los Derechos Humanos a travs de variasgeneraciones, que trabajaron, sucesivamente, en pro de la consecucin de la libertad,la igualdad y la solidaridad. La primera reivindicaba el derecho al propio disfrute de losDerechos Humanos, y la segunda reconoca dichos derechos a los grupos sociales yeconmicos, pero ha sido la tercera la que ha contribuido de forma decisiva a crearconciencia de la necesidad de ampliar, a escala planetaria, el reconocimiento de la sutitularidad para hacer posible su realizacin total y solidaria.

    De igual forma, se apuntan los peligros que acechan a los Derechos Humanos enlas sociedades democrticas, ya que estos son muy sutiles y difciles de identificar. En

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    ANIMACINSOCIOCULTURALY DESARROLLOCOMUNITARIO

    EDUCACIN DEPERSONAS ADULTAS Y

    MAYORES

    EDUCACINPERSONALIZADA

    DIPLOMATURAEN EDUCACIN

    SOCIAL

  • estas sociedades, las violaciones de los Derechos Humanos se producen de forma silen-ciosa, forman parte del acontecer diario y tienden a pasar desapercibidas.

    Finalmente, el artculo pone de relieve el modo en que los Derechos Humanos sehan constituido, en los ltimos aos, en uno de los referentes ms significativos de lassociedades occidentales, sin que por ello se haya prestado la atencin requerida a laperspectiva educativa de los mismos. En este sentido, se aporta una serie de directricesgenerales que hay que tener en cuenta a la hora de proporcionar una mejor educacinen lo referente a los Derechos Humanos, para as propiciar una educacin democrti-ca y solidaria para una nueva sociedad.

    Por otra parte, la educacin de personas adultas, su situacin actual y las propues-tas relacionadas con su futuro son las cuestiones que la Dra. Sarrate y la Dra. Prez deGuzmn abordan en su artculo, en el que presentan un nuevo modelo de educacinde adultos, formulado a partir del concepto de educacin permanente, y que difieredel modelo tradicional. El hecho de concebir al ser humano como un ser en continuohacerse, determina que la educacin se entienda como algo que se extiende a lo largode toda la vida.

    La educacin de adultos de presenta como un campo dinmico y activo que juegaun papel relevante en la sociedad actual como instrumento que favorece la conciencia-cin, el cambio y la socializacin. Hay que destacar la labor de un organismo interna-cional como la UNESCO que ha llevado a cabo diversas acciones que han contribuido aimpulsarla y desarrollarla.

    Desde la Unin Europea, se defiende una propuesta cuyo fin es que las personasadultas continen formndose, que pretende, por una parte, facilitar el acceso detodos a la educacin y, por otra, mejorar la calidad y la eficacia de los sistemas y abrir-los al mundo exterior. En Espaa, se va superando el modelo compensatorio existentegracias al reconocimiento del principio de adaptacin de los currculos y a la utiliza-cin de una metodologa diferencial.

    Las autoras enumeran algunos de los retos a los que la sociedad actual debe hacerfrente entre los que cabe destacar la necesidad de potenciar la educacin en valorescomo eje del desarrollo humano en todas sus dimensiones y finalizan el artculo conuna serie de propuestas que pretenden favorecer actuaciones orientadas a este fin.

    En el siguiente artculo, el Dr. Lpez Noguero se centra en uno de los tres mbitosfundamentales de la Educacin Social, la Educacin Social Especializada. Esta podradefinirse brevemente como la actuacin educativa con personas que se encuentran enuna situacin definida por la dificultad y el conflicto social.

    Desde que surgi, en la primera mitad del siglo XX, la educacin de colectivos, gru-pos e individuos con problemas de integracin social es, sin duda alguna, el mbito dela Educacin Social que cuenta con ms tradicin.

    La Educacin Social Especializada que posee un marcado perfil aggico y reedu-cador plantea alternativas educativas en situaciones de problemticas sociales espec-ficas: delincuencia, drogadiccin, abandono, riesgo social, maltrato, internamiento,discapacidad, etc. Su principal objetivo es conseguir que las personas con las que seacta sujetos que se encuentran en una situacin personal socialmente problemticadeseen y puedan convivir con los dems y, de esta forma, desarrollen y desplieguen supropia identidad. As, la Educacin Social Especializada radica en la dinamizacin delas condiciones de la vida social y, especialmente, en la faceta educativa del trabajo

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  • social, puesto que se centra en personas con problemas de carencia y exclusin, y,especialmente, en aquellas que se encuentran en situaciones que se caracterizan por ladificultad y el conflicto social.

    La actuacin con estas personas presta especial atencin a los menores y los jve-nes, ya que, adems, la mayora de las iniciativas socioeducativas trabajan con este sec-tor de la poblacin (centros de menores, educacin de calle, actuaciones concretas connios desamparados, maltratados, drogadictos, etc.).

    La animacin sociocultural y el desarrollo comunitario son los temas que trata elDr. Caride Gmez en su artculo, que hace referencia al modo en que la cultura puedeservir para transformar las condiciones que impiden y/o limitan la vida de las personasen su medio social, al objeto de mejorar de este modo significativamente sus condicio-nes de bienestar.

    Estas cuestiones han cobrado tal relevancia dentro de la Educacin Social que seha llegado a identificar la animacin sociocultural con la Educacin Social y viceversa.En ambos casos, el individuo debe ser protagonista de su proceso de formacin y des-arrollo, tanto desde un punto de vista personal, como en lo que atae a la comunidada la que pertenece.

    La ideas fundamentales por las que se rigen las actuaciones en el mbito del des-arrollo comunitario y la animacin sociocultural coinciden con los principios, compro-misos y recomendaciones aprobadas en el Foro Universal de las Culturas-Barcelona2004, y que han sido recogidos en la Agenda 21 de la Cultura, en tanto que documen-to orientador de las polticas culturales en el que se pretenden sentar las bases de sucontribucin al desarrollo humano, y se invocan la libertad y la diversidad cultural delos individuos y de las comunidades como condiciones esenciales de la democracia ydel bienestar social de los ciudadanos.

    Consideramos que las polticas culturales que es preciso repensar en sus concep-ciones y finalidades debern habilitar propuestas y actuaciones en las que laAnimacin Sociocultural adquiera una mayor relevancia estratgica, y tendrn quetomar en consideracin cuestiones como la necesidad de: adecuar o contextuar las ini-ciativas socioculturales teniendo en cuenta las necesidades y demandas de la pobla-cin; fundamentar la toma de decisiones y la asuncin de responsabilidades pblicas;optimizar los recursos existentes; integrar las contribuciones del conocimiento cient-fico y de la investigacin social en sus formulaciones; compensar el poder expansivodel mercado y de las industrias culturales con prcticas de naturaleza asociativa y comu-nitaria, etc.

    Por su parte, en su artculo, el Dr. Garca Llamas se centra en el anlisis de la edu-cacin intercultural y sus propuestas. En las sociedades actuales, este tema emerge y,sin duda debido a la complejidad que le caracteriza, puede abordarse desde diferentespticas.

    Para que la convivencia entre culturas sea factible, debe existir una serie de reglascomunes aceptadas y compartidas por todos, y que garanticen el estricto cumplimien-to de los derechos fundamentales reconocidos en los organismos nacionales e interna-cionales.

    El artculo estudia la educacin intercultural y sus implicaciones en la educacinformal es decir, en el currculum, la formacin del profesorado, la metodologa, la tc-

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  • nicas, las propuestas, etc. Es preciso reconocer la importancia del papel que la educa-cin ha de desempear en la aceptacin de una nueva sociedad pluricultural, sobretodo a la hora de ofrecer respuestas adecuadas a las necesidades sociales. Por ello, edu-car en la diversidad implica aceptar que la pluralidad resultante de las diferencias quetienen su origen en las caractersticas personales o de grupo no puede ser una fuentede enfrentamientos, sino que, por el contrario, ha de enriquecer la cultura. As pues,debe buscarse la manera de conjugar de manera adecuada la educacin en el respetoa la dignidad humana, evitar toda forma de discriminacin (en razn de sexo, cultura,etnia, religin, etc.) y fomentar, adems, que se sea tolerante en las relaciones con losdems miembros del grupo social y se acte en consecuencia.

    Nos encontramos ante el momento ms apropiado para fomentar de manera espe-cfica el cambio en la formacin intercultural que se imparte en los centros de forma-cin de los profesores, ya que estos se han de ocupar de afrontar en las aulas las nue-vas situaciones. Para conseguir este objetivo, el autor sugiere prestar especial atencina la formacin del profesorado, con el fin de sensibilizarle ante las nuevas realidadessociales, puesto que la aparicin simultnea de diversas minoras tnicas requiere de lapersona destreza y flexibilidad a la hora de enfrentarse a estas situaciones y superarlas.

    El hecho de que, en los centros escolares, haya alumnos que proceden de culturasdiferentes no debe plantearse como un problema, sino como una buena oportunidadpara educar a los sujetos en valores democrticos como la tolerancia, el dilogo, la soli-daridad, la resolucin de conflictos, el sentimiento de pertenencia al grupo, etc.

    En el monogrfico, tambin se recoge la aportacin del Dr. Ortega Esteban, queversa sobre la vinculacin entre la Pedagoga Social y la Pedagoga Escolar. En este tra-bajo, se refiere sucintamente el concepto de Educacin/Pedagoga Social y se repasanlas diversas corrientes de la Educacin Social en Europa y en Espaa, tanto desde elpunto de vista terico, como profesional la germnica o centroeuropea, la anglosajo-na y la francfona, as como la espaola, que evoluciona hacia posiciones de sntesis.

    La autora entiende que la Educacin Social debe actuar como promotora y dinami-zadora de una sociedad que eduque y de una educacin que integre, a la vez que,mediante la educacin, ayuda a evitar y reparar las dificultades o los conflictos sociales.

    Aunque tradicionalmente ha existido una separacin entre la Educacin Social y laEscolar, la interrelacin entre las mismas es cada da ms evidente. La primera est lla-mada a colaborar con la Pedagoga Escolar y establecer de ese modo una sinergia posi-tiva y enriquecedora para ambas realidades educativas, no tan separadas en lo sustan-cial.

    Desde este planteamiento, la Educacin Social debe: canalizar la confluencia deenergas de la escuela, la familia y otros microsistemas comunitarios; mediar entre lafamilia y la sociedad; actuar en situaciones disfuncionales y de conflicto, etc.

    Finalmente, el artculo elaborado por el Dr. Sez Carreras gira en torno a la profe-sionalizacin de los educadores sociales. Dicha profesionalizacin es deseada por losinvestigadores de diversas disciplinas que se ocupan, desde sus respectivos campos deconocimiento, de proporcionar una razn de ser a cada una de ellas.

    Tal es el caso de la Pedagoga Social y la Educacin Social, que se encuentran enpleno proceso de profesionalizacin. Desde esta perspectiva, el autor presenta unmodelo que puede ser til para la comprensin de los procesos de profesionalizacinen los que se hallan inmersos los educadores sociales.

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  • La profesionalizacin de la Educacin Social no tendra lugar si los educadoressociales no fueran convocados por quienes demandan su intervencin, aunque estereconocimiento pblico no tenga todava la fuerza suficiente o no se pueda compararcon el alcanzado por otras profesiones.

    El modelo terico ofrece numerosas posibilidades, entre ellas: reconducir la forma-cin de los futuros profesionales, explorar sus prcticas profesionales y educativas conel fin de identificar sus perfiles e identidades, lo que hacen y cmo lo hacen, para irconstruyendo un campo de conocimiento, etc.

    Conviene sealar que, en definitiva, aunque la Educacin Social se encuentra en unpunto lgido, an queda mucho camino por recorrer. Se ha producido un avanceespectacular en la diversificacin de las actuaciones y una importante mejora en la for-macin de los educadores sociales, aunque la insercin profesional de los mismos nose ha incrementado al ritmo que se esperaba.

    En este sentido, se plantean algunas cuestiones relacionadas con el futuro y esnecesario abordarlas. Tal es el caso de la formacin permanente de los profesionalesen activo y, por ello, es necesario: impulsar la formacin en los mismos centros de tra-bajo; promover encuentros entre equipos pues la reflexin colectiva es util para la for-macin; engarzar teora y prctica; atender a la formacin personal y a las necesida-des personales de los educadores, mediante el diseo de itinerarios formativos; incluirtemas especficos y de actualidad que respondan a necesidades actuales, y no nica-mente cuestiones generales; dedicar peridicamente cierto tiempo a la formacin per-manente, etc.

    BIBLIOGRAFA

    KRIEKEMANS, A.: Pedagoga general. Barcelona, Herder, 1969.PETRUS, A. (coord.): Pedagoga Social. Barcelona, Ariel, 1997.QUINTANA CABANAS, J. M.: Pedagoga Social. Madrid, Dykinson, 2001.SANVISENS, A.: Leducaci i el pedagog a partir dara, en BORDS y otros: Les sortides

    professionals del llicenciat en pedagogia. Barcelona, Publicacions de la Universitatde Barcelona, 15, 1995.

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  • Al final de la II Guerra Mundial, con el res-taar de las armas todava en los odos,un grupo de personas clarividentes com-prendi la necesidad aportar nuevos ideales a la humanidad. Frente al gritoque recoga el anhelo de que no hubiera

    ms guerras, la ambicin de crear una cul-tura diferente: la cultura de la paz.

    Deseaban un mundo nuevo, unmundo mejor y, para lograrlo, adoptaronun papel preventivo, generador de nue-vos ideales, ilusiones y valores que se

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    RESUMEN. Los Derechos Humanos se han constituido, en los ltimos aos, en unode los referentes ms significativos de las sociedades occidentales. Sin embargo, ala perspectiva educativa de los mismos, no se le ha prestado la atencin requerida.

    En este trabajo, se aborda la cuestin de los Derechos Humanos y la dignidadde la persona como fundamento de los mismos, as como las diferentes genera-ciones que se han ido produciendo en la conquista de nuevos derechos y los valo-res asociados a stos. De igual forma se apuntan los peligros que acechan a losDerechos Humanos en las sociedades democrticas; peligros muy sutiles y difci-les de identificar.

    Finaliza aportando directrices generales a tener en cuenta para una mejoreducacin de los Derechos Humanos, con el fin de propiciar una educacindemocrtica y solidaria para una nueva sociedad.

    ABSTRACT. In recent years the issue of Human Rights has become one of the mostsignificant concerns of Western society. However, from an educational perspecti-ve this issue has not received adequate attention.

    This paper looks at the issue of Human Rights and individual dignity as a basisfor the former, as well as the different generations produced through the conti-nual achievement of new rights and the values associated with those rights. By thesame token, the threats to Human Rights in democratic societies are also noted;very subtle threats which are difficult to identify.

    The paper concludes by providing general guidelines for a better educationin Human Rights, aiming to make a collective and democratic education possibleand paving the way for a new society.

    DERECHOS HUMANOS Y EDUCACIN SOCIAL

    GLORIA PREZ SERRANO(*)

    (*) Universidad Nacional de Educacin a Distancia (UNED).

    Revista de Educacin, nm. 336 (2005), pp. 19-39.Fecha de entrada: 15-10-2004 Fecha de aceptacin: 05-01-2005

  • plasmaron en la Declaracin Universal delos Derechos Humanos. Consideraronque la clave para lograr este mundo dife-rente era lograr un cambio de la mente yde los corazones que diera lugar al naci-miento una nueva conciencia tica, y estoslo sera posible mediante la educacin.

    El paso de una cultura blica a unacultura de la paz exige un cambio radicalen los hbitos de comportamiento, y laeducacin es la clave de esta transforma-cin pacfica, el pilar capaz de garantizarel desarrollo cultural y material de lasociedad y asegurar la gobernabilidaddemocrtica.

    De este modo, la educacin debe serun derecho al que todos deben teneracceso, especialmente a los ms jvenes,a los que han de facilitrseles los mediosnecesarios para formarse y reflexionar.Hoy en da, existe una desigualdad evi-dente entre los que no disponen de loimprescindible y los que se muestranindiferentes porque lo tienen casi todosin haber soado casi nada, y lo que no seha soado no se aprecia.

    Es propio de los jvenes abrir nuevoshorizontes y arriesgarse, y, en este senti-do, es necesario hacerles notar las dificul-tades que entraa la construccin de unasociedad ms justa y solidaria, que semueva como deca Havel entre la habi-lidad para realizar lo posible y la ilusinpara llevar acabo lo imposible.

    El futuro, debemos iluminarlo congrandes ideales, inspiradores de vida:libertad, justicia y solidaridad tica ymoral. Los valores y los principios nodeben situarse a ras del suelo, sino en loalto. La luna se refleja tanto en el mar,como en el ro y en el lago porque se sitaen lo alto. Aunque, actualmente, la socie-dad se mueve por directrices econmicasy de mercado, stas no pueden ser nues-tro referente normativo; antes bien, sedebe luchar para que los ideales y losvalores ocupen este lugar.

    Los informes internacionales coinci-den en sealar la importancia del papelque la educacin est llamada a desempe-ar como factor de promocin, desarrolloe igualdad entre los pueblos, pues hoynadie duda de que la educacin es el pilarfundamental para construir la paz y lalibertad de las personas, y de que sin ellano habr desarrollo posible. Este desarro-llo tiene que ser endgeno, no se da, segana cada da, es algo que, como la liber-tad, ha de ser conquistado.

    La educacin es uno de los conceptosms amplios y, tambin, uno de los quetiene ms posibilidades de propiciar unaconvivencia armnica. En este sentido, laevaluacin del Libro Blanco de lasComunidades Europeas sita la educa-cin y la formacin en el centro de unproyecto de sociedad. Para dar cuerpo aesta perspectiva, la Comisin ha queridosensibilizar a la poblacin sobre la necesi-dad de construir la sociedad del conoci-miento para que Europa sea ms compe-titiva y ms consciente de s misma y desus valores intrnsecos.

    La mejor manera de preparar el futu-ro es disear una educacin de calidad,capaz de ofrecer a las nuevas generacio-nes un mensaje espiritual atrayente. Puescmo no pensar que la educacin es labase de la democracia y del porvenir delos pueblos?

    Este artculo se centra en losDerechos Humanos, y en la dignidad dela persona como fundamento de los mis-mos, y presta tambin atencin a las dife-rentes generaciones de la conquista delos nuevos derechos y de los valores aso-ciados a ellos.

    Se tiende a pensar que en las socieda-des democrticas no debera existir nin-gn tipo de peligro para los derechoshumanos y, sin embargo, en ellas, los peli-gros son ms sutiles, por lo que, muchasveces, pasan desapercibidos, dado que

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  • este tipo de sociedades no vigilan su cum-plimiento. Es importante no adormecersey, sobre todo, desarrollar una cultura dela prevencin, ya que sta, pese a serintangible e invisible, resulta, con diferen-cia, la ms efectiva y duradera, puesto quepermite evitar el sufrimiento, el dolor y elenfrentamiento.

    Sin embargo, la sociedad an no estpreparada para valorar la cultura de la pazy la prevencin, falta la costumbre. Si ungeneral gana una guerra, es condecorado,si la evita, nadie se acordar de l. Comoseala el aforismo ojos que no ven, cora-zn que no siente.

    En este artculo, se analizan tambinlas grandes tendencias que se puedenapreciar en la sociedad actual, as comosu carcter global y su incidencia en laeducacin.

    FUNDAMENTODE LOS DERECHOS HUMANOS

    El precisar qu se entiende por derechoshumanos no es una tarea fcil. No obstan-te, aunque los diccionarios no suelen pro-porcionarnos una definicin a la quepodamos adherirnos, se puede afirmarque son algo especfico del ser humano.Son inherentes a la naturaleza humana ysin ellos no es posible vivir como sereshumanos (Naciones Unidas, 2002). Esdecir, son los derechos que tiene una per-sona por el hecho de serlo.

    Los derechos humanos son derechos,en cuanto tienen que ver con la justi-cia (dar lo justo, lo propio, ni ms nimenos) (Lpez Calera, 2000, p. 171).Un derecho humano es, pues, algoque el hombre determina a partir deaspectos y dimensiones de la realidadhumana que valora especialmente yque considera propio del hombre yslo de l, y por lo que se siente com-prometido; sea a respetarlo, sea a ayu-

    dar a su realizacin los derechoshumanos son un veredicto del hom-bre sobre el hombre, un veredictotransido de valoracin positiva sobres mismo (Cobo, 1993, p. 144).

    Se consideran derechos aquellos bie-nes que constituyen una verdadera pro-piedad del ser humano y le correspondenen cuanto tal. De este modo, se vincula elderecho-necesidad con la obligacin derespetar la carencia y de reconocer, endefinitiva, que algo se le debe a alguiencomo propio, es decir, le pertenece. Setrata, en definitiva, del reconocimientotanto de los derechos que se tienen,como de la obligacin de respetarlos yvelar por su cumplimiento.

    Los derechos humanos y las liberta-des fundamentales nos permiten desarro-llar nuestras cualidades, nuestra inteli-gencia, nuestro talento y nuestra concien-cia, y satisfacer nuestras variadas necesi-dades, entre ellas, las espirituales. Sebasan en la creciente exigencia de lahumanidad de que la dignidad y el valorinherentes a cada ser humano sean respe-tados y protegidos.

    LA DIGNIDAD DE LA PERSONACOMO FUNDAMENTODE LOS DERECHOS HUMANOS

    El concepto de dignidad de la persona esel fundamento de todos los derechos, yas se pone de relieve en el Prembulo dela Declaracin Universal de los DerechosHumanos: Considerando que la libertad,la justicia y la paz en el mundo tienen porbase el reconocimiento de la dignidadintrnseca y de los derechos iguales einalienables de todos los miembros de lafamilia humana. Sin embargo, este con-cepto es muy amplio y resulta poco ope-rativo. Por ello, histricamente, se ha idodotando de contenido mediante el reco-nocimiento de derechos humanos con-

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  • cretos que, como las piezas de un puzz-le, van conformando el verdadero perfilde esa dignidad.

    La conquista de los Derechos Huma-nos ha supuesto un largo proceso quetiene ya una historia bicentenaria, a lolargo del cual se ha ido trazando un cami-no que nos ha llevado, progresivamente,desde el reconocimiento de los llamadosderechos naturales, hasta la universaliza-cin de estos en los derechos fundamen-tales, proclamados por nuestras socieda-des como derechos civiles, sociales, eco-nmicos y polticos.

    El fundamento de los derechoshumanos es la dignidad de la personahumana. Por ello, toda persona es sujetotanto de los derechos, como de los debe-res que stos comportan. El nexo entrederechos y deberes tiende a regular lasrelaciones entre los hombres y los pue-blos. Hoy en da, el respeto a losDerechos Humanos se ha convertido enel principio de moralidad universal, dadoque se toma como criterio que juzga laconducta tanto individual, como social.Los Derechos Humanos constituyen, portanto, un referente tico, y no slo seaspira a lograr su mximo desarrollo, sinoque se consideran principios internacio-nales de comportamiento.

    La inclusin del concepto de dignidadde la persona en la Carta de las NacionesUnidas de 1948 trajo consigo la interna-cionalizacin de los Derechos Humanos,lo que supuso todo un logro en el mbitodel derecho internacional. La obligacinde respetarlos constituye un deber inelu-dible de los Estados, que deben respon-der de su observancia ante la comunidadinternacional.

    No obstante, la proteccin de la digni-dad humana es un ideal anterior a la apa-ricin del concepto jurdico de derechoshumanos. Sus orgenes se pierden en lahistoria, si bien, cindonos a la edad

    moderna, podemos mencionar algunosmomentos significativos.

    Los primeros intentos de dotar elorden social y poltico de un contenidotico se pueden remontar al siglo XVIII,con la aparicin de teoras como el con-trato social de John Locke, la separacinde poderes de Montesquieu y la sobera-na popular de Rousseau que son, todasellas, fuentes del constitucionalismo.Rousseau sostena que la soberana resi-da en la nacin y no en el rey, que losindividuos que habitaban en un territoriono eran sbditos, sino ciudadanos, suje-tos de derechos y deberes.

    La idea del contrato social y de la exis-tencia de una esfera de vida social de lacual el gobernante estaba excluido inspi-r la Declaracin de IndependenciaAmericana de 1776 y la DeclaracinFrancesa de los Derechos de Hombre ydel Ciudadano de 1789. Con ambas,queda consagrado, en el mbito del dere-cho nacional, el concepto de que losderechos individuales son una parte de lavida de los individuos en la que el gobier-no tiene que abstenerse de intervenir.

    Las primeras declaraciones que pre-tendieron la universalidad del reconoci-miento de los derechos humanos datandel siglo XVII. An no se ha logrado estehito histrico que puede considerarsedecisivo, dado que implica una conquistaprogresiva y permanente. En cualquiercaso, los derechos humanos no adquie-ren dimensin internacional hasta des-pus de la II Guerra Mundial.

    La Declaracin de los Derechos delHombre y del Ciudadano de la AsambleaConstituyente de la Revolucin Francesaes un hecho decisivo en la historia, ya quesupuso el inicio del proceso por el quelos derechos humanos adquirieron rangoconstitucional y pasaron del mbito de lasexigencias filosficas a la mxima jerar-qua jurdica.

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  • La historia se escribe, se va escribien-do, con pequeos logros y conquistas.Actualmente, se constata una brechaentre el marco que disean los derechoshumanos y la plasmacin jurdica de losmismos, y la cruda realidad en la queviven muchas personas a las que no se lesreconocen sus derechos.

    As, se producen por doquier abusosde poder que engendran sumisin, ham-bre y guerras, a la vez que, en muchoslugares, masas ingentes se ven condena-das por la intolerancia, la injusticia y lamuerte. Vivimos en un mundo desigualdonde el poder y la riqueza se acumulanen los pases desarrollados y, ms concre-tamente, en algunos sectores de los mis-mos. El hecho de que estas desigualdadesse vayan incrementando interroga a todala humanidad pues, en tanto no haya unamejor distribucin de la riqueza, no sepodr hablar de paz.

    Esta situacin debe movernos a tratarde lograr nuevas conquistas, pues la his-toria de los derechos humanos es la histo-ria de una evolucin que se ha ido produ-ciendo con cada uno de los logros alcan-zados. Este hiato entre la situacin ideal yuna realidad alicorta nos invita seguirbuscando. La conquista de todos los dere-chos ha supuesto un gran esfuerzo ylucha constante, y esta tarea, siempreinacabada, est orientada a lograr el ma-yor bienestar para el mayor nmero deseres humanos.

    La Declaracin Universal de losDerechos Humanos, proclamada por laOrganizacin de las Naciones Unidas(ONU) en 1948, consta de un Prembulo y30 artculos con 50 clusulas. Esta decla-racin representa un primer catlogo degarantas de la persona a escala prctica-mente universal, si bien tambin ha sidocriticada por considerar que ha sido ela-borada por y para la cultura occidental.No obstante, a pesar de las reticencias

    que se manifestaron en su momento, con-sigui un apoyo casi unnime.

    El punto de vista comn de la huma-nidad se logra a partir de lo que pudira-mos llamar el nivel natural, que permitedialogar, coincidir y subrayar lo comn agentes de las condiciones ms variadas.Jacques Maritain que intervino en laredaccin de la Declaracin de losDerechos Humanos de las NacionesUnidas deca que, curiosamente, en laredaccin de esos derechos se pusieronde acuerdo representantes de distintasreligiones e, incluso, agnsticos, pueseran connaturales a la condicin humana.No es que los gobiernos los crearan o losdecretaran, sencillamente los reconocie-ron, y, en consecuencia, se les instaba atenerlos en cuenta en sus propias legisla-ciones. Lo importante era reconocer que,con independencia de la ideologa, seestaba de acuerdo en esos derechos.

    Esa moral natural arranca de nuestracomn condicin, de las necesidadeshumanas y de los bienes en los que hallansu cumplimiento. Esas prescripciones tie-nen carcter moral porque salvaguardanla dignidad humana.

    La internacionalizacin de los dere-chos humanos, lejos de ser una evolucinnatural, supone una autntica ruptura.Deberamos estar bastante sorprendidospor el hecho de que los estados hayanaceptado comprometerse a ello y asom-brados de lo que se ha logrado hastaahora, pues los estados soberanos son losque han negociado y adoptado los textos,los que han ido tejiendo un entramado deobligaciones cada vez ms denso.

    Al comprometerse en la defensa delos derechos humanos, los estados hanadmitido que las relaciones entre lospoderes pblicos y la proteccin estnreguladas por normas internacionales.Ello significa que, a pesar de que existanalgunas voces discordantes, la invocacin

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  • de los derechos humanos no puede con-siderarse una injerencia en los asuntosinternos de un estado. Ante nuestrosojos, se est produciendo, lenta pero pro-gresivamente, una transformacin de lasestructuras y el propio concepto de lasrelaciones internacionales.

    Este progreso no impide que se aten-te de forma inadmisible contra la digni-dad de muchos hombres y mujeres. Simiramos a nuestro alrededor, somos testi-gos de cmo a menudo, los derechoshumanos son violados. Pero estos, lejosde caer en el olvido, tienen una presenciaextraordinaria. Constituyen una aspira-cin irreprimible, y eso les ha conducidoa ocupar un lugar privilegiado entre laspreocupaciones de los estados. No esposible ignorar los derechos humanos, yaque estos se imponen como exigenciatica universal.

    Otro momento fundamental en la his-toria de la humanidad fue la creacin dela UNESCO. Despus de las dos guerrasmundiales, un grupo de polticos tomconciencia de la necesidad de promoverla paz con el fin de evitar las desastrosasconsecuencias de las guerras. Esto condu-jo a la creacin de la UNESCO, organiza-cin cuyo principal objetivo es promoverla cultura de la paz. En una reunin que

    tuvo lugar en Londres en Noviembre de1945, los representantes de los estadosfirmaron el Acta Constitutiva, en la que sedeclara que: si las guerras nacen en lasmentes de los hombres, es en las mentesde los hombres donde deben erigirse losbaluartes de la paz.

    Se estim que una paz fundada sloen acuerdos polticos y econmicos nopoda ser duradera, y que la paz debatener su origen en la solidaridad y el finde la incomprensin mutua, la descon-fianza y el recelo, que son las causas delas guerras. El propsito general de laUNESCO es fundamentalmente tico, yaque se orienta a la defensa de los De-rechos Humanos, la paz y la cooperacininternacional.

    La Declaracin de los DerechosHumanos proclama, por primera vez en lahistoria, que los derechos individuales yla relacin entre los gobiernos y los gru-pos de individuos son una legitimacinreferida a la humanidad. Esta proclama-cin est basada en el concepto de la exis-tencia de derechos universales que debie-ran ser reconocidos y defendidos por lacomunidad mundial. Los derechos y liber-tades garantizados por los DerechosHumanos se subdividen en cuatro gru-pos, segn estn orientados a:

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    GRFICO IClasificacin de los Derechos Humanos

    DERECHOS HUMANOS

    Proteger la vida y laintegridad fsica de

    las personas

    Eliminar todotipo de

    discriminaciones

    Garantizar el ejercicio delos derechos y libertades

    individuales

    Asegurar unascondiciones

    mnimas de vida

  • Proteger la vida y la integridad fsi-ca de las personas.

    Garantizar el ejercicio de los dere-chos y libertades individuales.

    Eliminar todo tipo de discrimina-ciones.

    Asegurar unas condiciones mni-mas de vida.

    Desde la proclamacin de los Dere-chos Humanos, hemos visto aparecernuevas necesidades, y nuevas amenazas yrestricciones de las libertades que debenser tenidas en cuenta. Los derechoshumanos, en su pretensin de alcanzarun horizonte de nuevas conquistas, hande hacer frente a nuevos desafos.

    Conviene subrayar que los derechosde la ciudadana han sido siempre, a lolargo de la historia, una conquista, elresultado de una lucha constante contrala jerarqua en su tradicional forma feu-dal, y contra la injusticia social y la des-igualdad, que, muchas veces, tena su ori-gen en las propias instituciones estatales.Los derechos se han ido consiguiendopoco a poco, se ha luchado por ellos y,una vez logrados, han de ser protegidos.En la raz de estos procesos, se halla eldelicado equilibrio entre las fuerzas pol-ticas y sociales.

    GENERACIONES EN LA CONQUISTADE LOS DERECHOS HUMANOS

    La mutacin histrica de los DerechosHumanos ha dado lugar en funcin deun enfoque peridico basado en la pro-gresiva cobertura de los mismos al esta-blecimiento de lo que se ha denominadogeneraciones.

    PRIMERA GENERACIN

    La primera generacin de DerechosHumanos tiene su fundamento en la

    libertad y est constituida por aquellosque nacen con una impronta individua-lista, como libertades individuales y ladefensa de stas ante los poderes pbli-cos.

    Los derechos polticos y civiles hacenreferencia a la civis. En este sentido,podran hacer mencin a los derechos delciudadano. No obstante, desde el puntode vista etimolgico, es muy difcil preci-sar el sentido de los derechos civiles,dada la polisemia del trmino.

    Las sucesivas declaraciones han refle-jado fluctuaciones en la forma de conce-bir tanto el ser humano, como la socie-dad, y se pasado de un enfoque funda-mentalmente individualista a otro decarcter ms social. El primer enfoquerefleja mejor la mentalidad liberal de exal-tacin del individuo y se traduce en lasllamadas libertades individuales o dere-chos civiles.

    Desde esta perspectiva, el enfoqueindividualista implica el reconocimientode un mbito de actuacin personal quedebe ser respetado por todos y, en espe-cial, por los poderes pblicos, a los cualesse les encomienda garantizar la inviolabi-lidad de ese espacio propio de cada per-sona. Los derechos bsicos del ciudadanoson: el derecho a la vida, a la intimidad, ya la integridad fsica y psquica. Sonimportantes tambin derechos como lalibertad de creencia, de expresin, dereunin y de asociacin; y los referentes ala dimensin moral de la persona, sus creencias morales y la manifestacin delas mismas.

    Estos derechos se caracterizan por-que:

    Imponen un deber de abstencin alos estados. Por ejemplo, respetarla libertad de expresin, es decir,no impedirla.

    El titular de estos derechos es todoser humano en general y, en el caso

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  • de los derechos polticos, todo ciu-dadano.

    Pueden ser reclamados en todomomento y lugar.

    SEGUNDA GENERACIN

    La segunda generacin de DerechosHumanos tiene su fundamento en laigualdad y en ella se incluyen los Dere-chos Econmicos, Sociales y Culturales.

    La observacin de los derechos civilesno fue suficiente para garantizar una con-vivencia pacfica y en la que imperase lajusticia, si bien su consecucin supuso unpaso importante en la conquista de otrosderechos. Las reivindicaciones a lo largodel siglo XIX y la primera parte del XXtanto del movimiento obrero, como deotros colectivos discriminados consiguie-ron que el estado tomara una posturams proclive al restablecimiento de laigualdad. ste fue el origen de los dere-chos de la segunda generacin: los dere-chos econmicos, sociales y culturales.

    Tras un largo proceso a lo largo delcual se sucedieron las reivindicaciones, elestado liberal de derecho se fue transfor-mando en estado social de derecho.Ahora corresponde a los poderes pbli-cos el facilitar el acceso efectivo de todoslos ciudadanos a los bienes econmicos,sociales y culturales. De este modo, losindividuos esperan de la sociedad la aten-cin y las ayudas que precisen para ejer-cer esos derechos, y, al mismo tiempo, lasociedad est obligada moralmente a bus-car los cauces y recursos necesarios paraque los ciudadanos puedan hacerlo.

    Esto implica que los ciudadanos tie-nen tambin determinados deberes conla sociedad a la que pertenecen, y quedeben cumplirlos con el fin de que losrecursos dedicados a la atencin de susmiembros se extiendan al mayor nmeroposible de estos. Al aceptar los derechos

    de la segunda generacin, el estado seobliga a proveer los medios materialespara la realizacin de los servicios pbli-cos.

    Los derechos de segunda generacin:

    Imponen a los estados un deberpositivo, puesto que tienen la obli-gacin de proporcionar los recur-sos para la satisfaccin de talesnecesidades.

    Son derechos de carcter colectivoms que individual, es decir, sutitular es el individuo en comuni-dad.

    No pueden ser reclamados inme-diata y directamente, sino que seencuentran condicionados a lasposibilidades de cada pas.

    Dentro de este grupo, se pueden enu-merar:

    El derecho al trabajo. El derecho a percibir un salario

    decoroso como medio para subve-nir a las necesidades individuales yfamiliares.

    El derecho a la realizacin humanaen el trabajo.

    El derecho a que las condicionesde salud y de calidad de vida en eltrabajo sean adecuadas.

    El derecho a la seguridad social yeconmica.

    El derecho a la educacin y a lacapacitacin profesional.

    El derecho a las vacaciones, almedio ambiente y al ocio.

    Insistimos en que el papel del estadono es proporcionar a cada uno la realiza-cin plena de estos derechos, sino crearun marco de condiciones que permita atodos el acceso efectivo a ellos. Esta dife-rencia no carece de trascendencia: supo-

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  • ne el paso de una sociedad de menoresde edad, en la que un estado paternalis-ta lo hace todo, a una sociedad personali-zada y que humaniza a sus miembros.

    Los derechos sociales no sustituyen alos civiles, sino que los complementan.Unos y otros se corresponden con sendosaspectos de la dignidad de la persona,con lo que se armonizan la dimensinindividual (libertad y autonoma) y ladimensin social (integracin en la socie-dad y mutua interaccin en ella).

    Por su parte, los derechos culturalesse orientan a la consecucin de nuevoslogros, dado que constituyen la categoramenos desarrollada de los DerechosHumanos. La Conferencia Mundial Edu-cacin para Todos, celebrada bajo el aus-picio de la UNESCO en Jomtiem (1990) ydedicada a las necesidades bsicas delaprendizaje para todos seal como obje-tivo esencial del desarrollo de la educa-cin la transmisin y el enriquecimientode los valores culturales y morales comu-nes, en los que el individuo y la sociedadhan de asentar su identidad y su dignidad.

    La Comisin Mundial de la Cultura ydel Desarrollo (UNESCO, 1997) ha publica-do la obra Nuestra diversidad creativa,en la que se pone de relieve la incidenciade la cultura en el desarrollo de los pue-blos, a la vez que se destaca que no podrhaber esperanza de paz para la humani-dad en tanto se niegue su especificidadcultural, dado que esto equivale a negarsu dignidad.

    El reconocimiento de que todos losciudadanos son sujetos de derechossociales implica para Cobo (1993, p. 100)dos avances en la comprensin de losmismos. Uno, que lo que fundamenta enprimer trmino estos derechos no es eltrabajo, sino la ciudadana, el formarparte de una sociedad. Y el segundo, queel fundamento ltimo de estos derechoses la misma realidad humana que postulaesas ayudas para poder realizarse adecua-

    damente; o lo que es lo mismo, el avancede reconocer que esos derechos son ymerecen el tratamiento de derechoshumanos.

    Segn Magendzo (2001, p. 149), losderechos econmicos, sociales y cultura-les que forman esta segunda generacinson:

    Toda persona tiene derecho a laseguridad social y a obtener la satis-faccin de los derechos econmi-cos, sociales y culturales.

    Toda persona tiene derecho al tra-bajo en condiciones equitativas ysatisfactorias.

    Toda persona tiene derecho a for-mar sindicatos para la defensa desus intereses.

    Toda persona tiene derecho a unnivel de vida adecuado que le ase-gure, as como a su familia, lasalud, la alimentacin, el vestido, lavivienda, la asistencia mdica y losservicios sociales necesarios.

    Toda persona tiene derecho a lasalud fsica y mental.

    La maternidad y la infancia tienenderechos a cuidados y asistenciaespeciales.

    Toda persona tiene derecho a laeducacin en sus diversas modali-dades.

    La educacin primaria ser gratuita. Los padres tienen derecho a esco-

    ger el tipo de educacin que habrde darse a sus hijos.

    TERCERA GENERACIN

    La tercera generacin de DerechosHumanos tiene su fundamento en la soli-daridad. A estos derechos se les denomi-na Derechos de los Pueblos o Derechosde Solidaridad, si bien se hallan todavapoco definidos.

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  • La estrategia reivindicativa de losderechos de la tercera generacin se pola-riza actualmente en torno a temas comoel derecho a la paz, a la calidad de vida(que incluye el derecho al medio ambien-te) y a la libertad informtica, que cons-tituye una respuesta a lo que se ha dadoen llamar la contaminacin de las liberta-des.

    Estos derechos hacen referencia a trestipos de bienes que podemos englobaren:

    Derecho a la paz: Derechos civiles ypolticos.

    Derecho al desarrollo: Derechoseconmicos, sociales y culturales.

    Derecho al medio ambiente:Derechos de los pueblos.

    Como caractersticas de estos dere-chos podemos destacar:

    Los Derechos de los Pueblos pue-den ser reclamados ante el propioEstado por grupos pertenecientesal mismo, pero su titular puede sertambin otro estado.

    Requieren para su cumplimientode prestaciones positivas por partetanto del Estado, como de laComunidad Internacional.

    Estos derechos se involucran en elconcepto de paz en su sentido msamplio. Por ello, con frecuencia, seasocian los derechos de la tercerageneracin y el derecho a la paz.

    En los ltimos aos, la paz ha adquiri-do un protagonismo fundamental entrelas necesidades insatisfechas de los pue-blos, pues la paz como ya indic la UNESCO (1996, p. 1) debe basarse en lasolidaridad intelectual y moral de lahumanidad. Hoy, los derechos debenplantearse desde la perspectiva de la paz,el desarme y el desarrollo de una solidari-

    dad humana que permita vivir dignamen-te a todos los pueblos.

    Derechos humanos y paz se presen-tan estrechamente vinculados. El derechoa la paz es un derecho sntesis de otros,es una condicin previa al ejercicio detodos los derechos. Sin paz, los demsderechos resultan vanos y se vacan decontenido. Todo ello, a pesar de que elreferido derecho a la paz es, en la polticainternacional, una idea relativamentereciente.

    Como seala Mayor Zaragoza, el dere-cho a la paz es un derecho fundamentalque la comunidad internacional deberareconocer tal y como ya ha hecho con elderecho al desarrollo. Sin paz, todos losderechos son letra muerta.

    Por otro lado, las condiciones delmedio ambiente estn cobrando unaimportancia creciente en la existenciahumana y su influencia en la vida de lasgeneraciones actuales y futuras justificasu inclusin en el estatuto de los dere-chos fundamentales de la calidad de vida.El derecho a la paz, el derecho a la calidadde vida y el derecho al desarrollo estnntimamente ligados y son, adems, com-plementarios.

    Los derechos de la tercera generacintienen una nueva fundamentacin. Los dela primera generacin buscaban la liber-tad, los de la segunda la igualdad y los dela tercera tienen como principal valor dereferencia la solidaridad.

    Los derechos de la tercera generacino derechos de los pueblos son, segnMagendzo (1993, p. 150):

    Derecho a la autodeterminacin. Derecho a la independencia econ-

    mica y poltica. Derecho a la identidad nacional y

    cultural. Derecho a la paz. Derecho a la coexistencia pacfica,

    el entendimiento y la confianza.

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  • Derecho a la cooperacin interna-cional y regional.

    Derecho al desarrollo. Derecho a la justicia social interna-

    cional. Derecho al uso de los avances de las

    ciencias y las tecnologas. Derecho a la solucin de los proble-

    mas alimenticios, demogrficos,educativos y ecolgicos.

    Derecho al medio ambiente. Derecho al patrimonio comn de la

    humanidad. Derecho a un medio de calidad, que

    permita una vida digna.

    A estos derechos podramos aadirotros que estn surgiendo con fuerza enla sociedad actual, entre los que se pue-den mencionar los vinculados con losnuevos modos de comunicacin a travsde la red, la proteccin de la intimidad depersonajes pblicos, los derechos de losexcluidos, etc.

    En cualquier caso, los nuevos dere-chos humanos se caracterizan por su inci-dencia universal en la vida de las personasy exigen una comunidad de esfuerzos yresponsabilidades a escala planetaria.

    Slo mediante un espritu solidariode sinergia, es decir, de cooperacin ysacrificio voluntario y altruista, serposible satisfacer plenamente lasnecesidades y aspiraciones globales

    comunes, relativas a la paz y a la cali-dad de vida (Prez Luo, 2004, p. 3).

    La primera generacin de derechosreivindicaba el derecho al propio disfrutede los derechos humanos y la segundareconoca derechos a los grupos socialesy econmicos, pero ha sido la tercerageneracin la que ha contribuido, deforma decisiva, a crear conciencia de lanecesidad de ampliar, a escala planetaria,el reconocimiento de su titularidad paraas lograr su realizacin total y solidaria.El mismo Prez Luo manifiesta que hoy:

    El individuo y las colectividades resul-tan insuficientes para responder aunas agresiones que, por afectar atoda la humanidad, slo pueden sercontrarrestadas a travs de derechos,cuya titularidad corresponde solidariay universalmente a todos los hombres(2004, p. 10).

    El carcter solidario est indefectible-mente ligado a los derechos de la tercerageneracin, y ha de ser tambin el impul-so que nos mueva a actuar para que losderechos individuales y colectivos se rea-licen en todo el planeta. Estamos, pues,ante una globalizacin de los derechos delos individuos y de los pueblos que cons-tituye una garanta para la supervivenciade toda cultura y civilizacin humana.

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    LAS TRESGENERACIONES

    DE LOSDERECHOSHUMANOS

    GRFICO IIGeneraciones de los Derechos Humanos

    LIBERTAD

    SOLIDARIDAD

    IGUALDAD

  • PELIGROSPARA LOS DERECHOS HUMANOSEN LAS SOCIEDADES DEMOCRTICAS

    Algunos pensarn que hablar de demo-cracia y derechos humanos es una tauto-loga. A menudo, se tiende a pensar que sien una democracia los derechos humanosestuvieran en peligro, la razn no seraotra que la desnaturalizacin, la perver-sin de esa democracia. En una verdade-ra democracia, los derechos humanos nopueden estar expuestos a ningn riesgo.Sin embargo, el peligro no slo viene delas dictaduras, sino que, en las apaciblessociedades democrticas, pueden existirpeligros ms sutiles.

    Es difcil darse cuenta de todas las vio-laciones que se comenten contra los dere-chos humanos en nuestras democracias.La mayora de las veces se producen deforma silenciosa y pasan desapercibidas.Estas violaciones suelen afectar a los queviven al margen de nuestras ciudades o,simplemente, a los que son diferentes.Esta situacin se manifiestan en fenme-nos como el racismo, la xenofobia, etc.Por ello, como ciudadanos, debemosestar especialmente atentos a la vulnera-cin de estos derechos.

    En una democracia, la cuestin de losderechos humanos no se plantea necesa-riamente en trminos de lucha o resisten-cia al poder pblico, tal y como ocurre enuna dictadura, sino en trminos de vigi-lancia y de prevencin. Corremos el ries-go de que el ambiente democrticoadormezca nuestras facultades y los dere-chos humanos se conviertan en algo ins-pido. Tenemos que ser conscientes deque los derechos humanos son frgiles y,precisamente por ello, necesitan contarcon el apoyo de todos. Es la nica formade lograr que se respete la dignidad delos seres humanos en todos los lugaresdel planeta.

    Llegado a este punto, hay que sealarque si, hace dcadas, los derechos huma-nos eran importantes, ahora son el col-chn de seguridad que nos sostiene. Losderechos humanos vienen a cubrir elvaco que ha quedado tras el hundimien-to de las ideologas que nos permitan jus-tificar y comprender nuestras sociedades,sus contradicciones y su futuro.

    Tras el desencanto de estos aos, nonos queda casi nada. Los sistemas religio-sos y morales que en otras pocas servanpara ordenar y estructurar la sociedadhan quedado circunscritos, en la actuali-dad, a la esfera privada, ya que se ha pro-ducido una privatizacin de la religin. Elespacio pblico se ha convertido en algocompletamente neutral.

    En este sentido, se ha producidocomo seala Medina (2000, p. 33) unrelevo generacional de las ideologas anivel poltico y sociolgico en lo queatae a la configuracin de las socieda-des. Ya que las religiones y las cosmovisio-nes no son compartidas por todos, paraderivar de ellas los criterios o las normasmorales, se recurre a un elemento comn(la razn moral) que asume la tarea defundamentar unas normas morales comu-nes a todos, capaces de servir de marcoorientador para el establecimiento de lanorma positiva y educativa de los diferen-tes estados. Como seala Camps:

    El culto de nuestro tiempo es el de losDerechos Humanos. Producto de lasecularizacin de la cultura, ocupanel lugar que en tiempos tuvo la reli-gin; el lugar de los mandamientos ydeberes morales inspirados en larevelacin divina, etc. La educacinha ido sustituyendo la formacin reli-giosa por una formacin tica cuyohorizonte lo constituyen los dere-chos fundamentales (Camps, 2003, p.134).

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  • No hay tica sin memoria, sin visinglobal. No se debe olvidar que nuestralibertad ha costado muchas vidas. El futu-ro que anhelamos no ser posible si noslimitamos a aferrarnos a aquello de lo queestamos seguro, hemos de buscarlo en lacreacin de ideales que permitan cons-truir una sociedad mejor y en la defensa aultranza de los mismos.

    QU PODEMOS HACER?

    En el fondo de la Declaracin de losDerechos Humanos subyace la idea de ladignidad de la persona humana, que deri-va de la nocin fundamental de alteridad,germen del pensamiento occidental delos derechos humanos.

    Esta idea es fundamental hasta talpunto que se ha llegado decir que losderechos humanos son derechos delotro. Sin embargo, este concepto quedebera ser el foco de un desarrollo msamplio de los derechos humanos se vadesdibujando paulatinamente. La aporta-cin ms importante de los DerechosHumanos es haber situado a la personaen el centro mismo de tales derechos, yesto es algo no debemos perder de vista.

    Podemos preguntarnos: Son losDerechos Humanos derechos del otro?Quin cree esto hoy en da? No se tratams bien de nuestros derechos? Pen-semos en los extranjeros, los pobres, losdisminuidos, etc. Un hecho significativo,que nos invita a realizar esta reflexin esque, en la sociedad actual, hablamos msde derechos que de libertades.

    La humanidad se encuentra an enun perodo de aprendizaje. Por ello, laeducacin juega un papel esencial en latarea siempre inacabada que es la forma-cin de la persona. Los derechos huma-nos son tan slo el lenguaje que humani-za a las personas, y lo que queda porhacer compete, sobre todo, a la educa-cin. Las violaciones de los derechos

    humanos no son slo violaciones de laley, pues la ley no es el nico medio deasegurar el respeto de estos derechos, yordena, ante todo, lo que no hay quehacer y no lo que habra que hacer.

    Adems, los derechos humanos noson algo innato, sino adquirido. Se apren-den, pero no pueden ser impuestos pordecreto. El respeto a la dignidad de lapersona no puede garantizarse slomediante prescripciones normativas.

    No podemos conformarnos con res-petar los derechos humanos, es decir,no-violarlos, no basta con adoptar unaactitud negativa, pasiva. Los derechos exi-gen que se lleven a cabo acciones y pro-meven iniciativas en su defensa y quefomenten su desarrollo, y esto va ms allde los mandatos legales.

    Se puede pasar del plano de la tica alderecho, pero el derecho no basta por sslo, necesita de la tica. La educacin yla formacin en derechos humanos sonesenciales. El objetivo es llegar a crearuna verdadera cultura de los DerechosHumanos, porque, aunque la ley puedeobligarme a respetar al otro, no puedeobligarme a aceptarlo en el sentido msamplio del trmino.

    Se puede aludir a los avances que sehan producido en lo que se refiere adeterminadas cuestiones, como los dere-chos de la mujer, de los nios, de losexcluidos, los inmigrantes, etc., o el dere-cho al desarrollo y el fortalecimiento delderecho a la educacin. En las ltimasdcadas, estos derechos se han ido perfi-lando y han visto la luz con la elaboracinde varios protocolos al ConvenioEuropeo de los derechos humanos:

    El convenio para la prevencin dela tortura.

    La carta social europea. Los proyectos sobre minoras,

    sobre el racismo y la intolerancia, ysobre la igualdad entre hombres ymujeres.

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  • De igual forma, la Constitucin Euro-pea ha impulsado significativamente estosderechos en el seno de la Unin Europea.

    En esta lnea, tambin cabe destacarlo acontecido en la Cumbre Iberoameri-cana celebrada en Venezuela (Noviembre,1997), y en la que se formul una decla-racin expresa de condena a todas las for-mas de discriminacin y/o multidiscrimi-nacin por gnero y orientacin sexual,raza, etnia, religin, grupo social o cultu-ral, nacionalidad y opinin poltica. Enesta declaracin, se invita a los estados allevar a la prctica lo acordado en los tra-tados internacionales ya ratificados.

    La impunidad entendida como unaausencia de verdad y justicia frente a lasgraves violaciones de los derechos huma-nos penetra en nuestra sociedad y lacorroe. Es necesario crear una cultura enlo referente a los Derechos Humanos, esdecir, formar las mentes y los corazones.

    Todos sabemos que el 50% de lapoblacin mundial se ve privado de losderechos fundamentales que proclama-mos. Se est produciendo un gran desfaseentre el plano normativo y la realidad dia-ria. No podemos ignorar la importanciadel hiato existente entre los progresoslogrados en los planos normativos e inter-nacionales y las realidades nacionales, quedemuestra que, ms all de los regmenesjurdicos, es necesario preocuparse sobretodo por las sociedades, que deben serverdaderamente democrticas.

    UNA NUEVA EDUCACINPARA UNOS TIEMPO NUEVOS

    Los informes internacionales de los lti-mos aos coinciden a la hora de hacerreferencia a una cuestin que consideranclave de cara a un futuro que se nos pre-senta incierto, y ponen en ella sus espe-ranzas. Dichos informes destacan el papelque la educacin est llamada a desempe-

    ar como factor de promocin, desarrolloe igualdad entre los pueblos. Hoy da,nadie duda de que la educacin es el pilarfundamental sobre el que hay que cons-truir la paz y la libertad de las personas.Sin ella, no habr desarrollo posible.

    Coincidimos con Mayor Zaragozacuando afirma que educar no consistesolamente en inculcar saber, ya que paraeducar hay que despertar el enormepotencial de creacin que cada uno denosotros encierra y proporcionar las con-diciones ptimas para que se desarrolle yhaga su mejor contribucin a la vida ensociedad.

    En lo que se refiere a los derechoshumanos, consideramos que un derechoclave es el derecho a la educacin, ya quehace posibles otros derechos. Gracias a laeducacin, el sujeto tiende a desarrollartodas sus posibilidades. Sin embargo, nodebemos quedarnos ah, la sociedad tam-bin tiene la obligacin de transformaresas posibilidades en relaciones efectivasy tiles.

    La educacin es uno de los conceptosms amplios y con ms posibilidades depropiciar y genera