Revista de Antropología y Sociología...

282
Revista de Antropología y Sociología VIRAJES Revista de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales Universidad de Caldas Manizales, Colombia antropol.sociol. Manizales Colombia Vol. 19 No. 1 282 p. enero - junio 2017 ISSN 0123-4471 (Impreso) ISSN 2462-9782 (En línea)

Transcript of Revista de Antropología y Sociología...

Page 1: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

Revista de Antropología y Sociología

VIRAJESRevista de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales

Universidad de CaldasManizales, Colombia

antropol.sociol. Manizales Colombia Vol. 19 No. 1 282 p. enero - junio 2017 ISSN 0123-4471 (Impreso)ISSN 2462-9782 (En línea)

Page 2: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

ISSN 0123-4471 (Impreso)ISSN 2462-9782 (En línea)

-Fundada 1997-Periodicidad: SemestralTiraje: 150 ejemplaresenero - junio de 2017Vol. 19 No. 1, 282 p.

Editado por: Vicerrectoría de Investigaciones y Postgrados

Universidad de CaldasFacultad de Ciencias Jurídicas y Sociales

Manizales - Colombia

Universidad de CaldasRector

Felipe César Londoño LópezVicerrector Académico

Orlando Londoño Betancourt Vicerrectora Administrativa

Patricia Elena Cardenas Atehortua Vicerrectora de Investigaciones y Postgrados

Luisa Fernanda Giraldo ZuluagaVicerrector de Proyección

Andrés Felipe Betancourth López Decano Facultad de

Ciencias Jurídicas y SocialesGabriel Gallego Montes

Indexada por:PUBLINDEX Categoría B

LATINDEXFuente Académica Premier

Index Copernicus

La revista de Antropología y Sociología: VIRAJES, es una publicación de carácter científico adscrita a la facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la Universidad de Caldas; esta dirigida a investigadores, profesionales y estudiantes de pre y postgrado, interesados en el análisis de temas sociales. Se propone como un espacio de socialización de artículos originales producto de proyectos de investigación, artículos de reflexión, de revisión y reportes de caso, sobre las problemáticas mencionadas.

Imagen Carátula

Autor: Ricardo MorenoTécnica: Fotovidrigrabado

Título: Vallenato

DirectorCésar Moreno Baptista

Doctor en Antropología,Universidad de Caldas. Colombia

Comité EditorialErnesto Licona

(Doctor en Antropología, México)Virginia Vecchioli. Ph.D.

Universidad Nacional de San Martín. ArgentinaJèrôme Monnet

(Doctor en Geografía, Francia)

Comité InternacionalMaría Geralda de Almeida.

(Doctora en Geografía, Brasil)Mónica Lacarrieu.

(Doctora en Antropología, Argentina)Jesús García Ruíz. Ph.D.

École des hautes études en sciences sociales. Francia

Comité TécnicoJuan David Giraldo Márquez

Coordinador comité técnicoRaúl Andrés Jaramillo Echavarría

Corrector de estiloSilvia L. Spaggiari

TraductoraJuan David López González

DiagramadorCarlos Eduardo Tavera Pinzón

Soporte tecnológico

CanjeSolicitamos Canje. We request exchange.

Nous solicitions échangeUniversidad de Caldas

Facultad de Ciencias Jurídicas y SocialesDepartamento de Antropología y Sociología

Carrera 23 No. 58-65Tel: (57)(6)8781500 ext. 11222

Fax: 8781500 ext. 11622

E-mail:[email protected]

[email protected], Colombia

http://virajes.ucaldas.edu.co

La responsabilidad de lo expresado en cada artículo es exclusiva del autor y no expresa ni comprometela posición de la revista. El contenido de esta publicación puede reproducirse citando la fuente.

Page 3: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

EDITORIAL

La evolución cultural y el pensamiento poblacionalOrlando Jaramillo GómezArtículo de Reflexión

Fantasmagorías y disposiciones en el ordenamiento territorial. Discursividades rizomáticas de la ciudad de ManizalesLuis Felipe Castrillón, Ricardo Castaño ZapataArtículo de Reflexión

El fundamento teológico político de la justicia premial en Thomas HobbesMaría Soledad Gómez GuzmánArtículo de Reflexión

Los brincos que da la vida: la trayectoria armada de Roberto González Prieto 1948 – 1963José Abelardo Díaz JaramilloArtículo de Reflexión

Etnografiar al estado: el modelo de ‘igualdad’ para los pueblos minoritariosGladys Giraldo MontoyaArtículo de Reflexión

Representaciones territoriales y heterotopías en Zarzal (Valle del Cauca-Colombia)Zayra Urdinola HincapiéArtículo de Investigación

De víctimas a sobrevivientes: implicaciones para la construcción de paces en ColombiaVizney Leonardo BustamanteArtículo de Reflexión

Las grandes presas en el río yaqui (Sonora, México) y sus efectos Socio-ambientalesDora Elvia Enríquez Licón, Gustavo Lorenzana DuránArtículo de Reflexión

La tierra, cambios en su uso y la relación con la transformación sociocultural: impactos directos a las comunidades campesinas a través de la implementación de actividades minerasAngie Betancur Vargas, Margarita María Pérez OsornoArtículo de Reflexión

Entre la teología del reino y la teología de la prosperidad: aproximación al discurso político-religioso de las iglesias pentecostales en CaldasCesar Moreno Baptista, Manuel Ignacio Moreno OspinaArtículo de Investigación

Antropología del barroco (iiª parte): Las implicaciones de los decretos de Trento: “un rey, una ley, una fe”Jesús García RuízArtículo de Reflexión

AUTORES VIRAJES Vol. 19 No.1

NORMAS EDITORIALES

5

11

33

63

81

107

125

147

165

189

209

229

265

267

antropol.sociol. Manizales Colombia Vol. 19 No. 1 282 p. enero - junio 2017 ISSN 0123-4471 (Impreso)ISSN 2462-9782 (En línea)

CONTENIDOCONTENIDO

Page 4: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

CONTENTSCONTENTS

antropol.sociol. Manizales Colombia Vol. 19 No. 1 282 p. January - June 2017 ISSN 0123-4471 (Impreso)ISSN 2462-9782 (En línea)

EDITORIAL

Cultural evolution and population thoughtOrlando Jaramillo GómezArtículo de Reflexión

Phantasmagoria and provisions in land use planning. Rizomatic discursivity of the city of ManizalesLuis Felipe Castrillón, Ricardo Castaño ZapataArtículo de Reflexión

Theological-political foundations of premial justice in Thomas HobbesMaría Soledad Gómez GuzmánArtículo de Reflexión

The twists and turns of life: the armed path of Roberto Gonzalez Prieto 1948 – 1963José Abelardo Díaz JaramilloArtículo de Reflexión

Ethnographing the state: the ‘equality’ model for minority peoplesGladys Giraldo MontoyaArtículo de Reflexión

Territorial representations and heterotopias in Zarzal, Valle del Cauca, ColombiaZayra Urdinola HincapiéArtículo de Investigación

From victims to survivors: implications for the construction of peace in ColombiaVizney Leonardo BustamanteArtículo de Reflexión

The largest dams in the yaqui river (Sonora, Mexico) and their socio-environmental effectsDora Elvia Enríquez Licón, Gustavo Lorenzana DuránArtículo de Reflexión

The land changes in its use and the relationship with the sociocultural transformation: direct impact on rural communities through the implementation of mining activitiesAngie Betancur Vargas, Margarita María Pérez OsornoArtículo de Reflexión

Between the theology of the kingdom and the theology of prosperity: an approach to the political-religious speech of the pentecostal churches in CaldasCesar Moreno Baptista, Manuel Ignacio Moreno OspinaArtículo de Investigación

Anthropology of the baroque (part ii): the implications of the decrees of Trent: “a king, a law, a faith”Jesús García RuízArtículo de Reflexión

AUTHORS - VIRAJES Vol.19 No.1

AUTHOR GUIDELINES

5

11

33

63

81

107

125

147

165

189

209

229

265

273

Page 5: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

Las revistas colombianas de antropología y ciencias sociales en tiempos de mediciones. A propósito de la convocatoria 768 de Publindex (Colciencias):

retos y desafíos de la comunidad académica

En una nota editorial publicada no hace mucho tiempo, la anterior editora de Antípoda, profesora Mónica Espinosa (2015), describía la labor editorial en la revista como el resultado de una tensión entre dos polos. El primero, de la pluralidad, marcado por la creciente diversidad interna de la disciplina; y el segundo, de la medición, caracterizado por lo que definió como el “clima actual en el que se desarrollan las actividades de investigación y publicación en las ciencias sociales”, en el que se naturalizan ciertas mediciones como una forma de tomar el pulso a la calidad de la publicación científica. Así por un lado, el editor se enfrenta con un campo de conocimientos cada vez más complejo y diverso, mientras que por el otro debe prestar atención a los mecanismos, en su mayoría ajenos, que prometen determinar la calidad de su publicación. Se trata pues de publicar en “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar con mayor vigor sobre la medición como proceso y como mecanismo transformador de la realidad que pretende medir. Basta dar un vistazo somero a la literatura existente sobre la consolidación de estándares y calificaciones para entender que lo que está en juego no es solamente la medición de la calidad de nuestras publicaciones, sino las prácticas editoriales en todos sus niveles. Como bien lo expone la profesora Espinosa, todos estamos por exceso o por defecto “atrapados en una situación que debería ameritar reflexiones más profundas”, además de acciones concertadas entre universidades, áreas de conocimiento y editores. Desde esa nota editorial algo más ha cambiado en el panorama nacional de la publicación académica. Si bien a partir del 2002 las revistas científicas han sido evaluadas y clasificadas por el Servicio Nacional de Indexación de Publicaciones Especializadas Seriadas de Ciencia, Tecnología e Innovación (Publindex), la convocatoria 768 de 20161 de Colciencias modificó los criterios de indexación y

1 La convocatoria 768 de Colciencias presenta como su objetivo: evaluar la calidad de las revistas científicas nacionales mediante criterios relacionados con la gestión editorial, visibilidad e impacto de las publicaciones, con el propósito de incrementar la calidad de la producción científica nacional y la

EDITORIALEDITORIAL

CÓMO CITAR ESTE ARTÍCULO:Autor. (2017). Editorial. Revista de Sociología y Antropología: VIRAJES, 19 (1), DOI: 10.17151/rasv.2017.19.1.1

ISSN 0123-4471 (Impreso) ISSN 2462-9782 (En línea) DOI: 10.17151/rasv.2017.19.1.1

VIRAJES antropol.sociol. Vol. 19 No. 1, enero - junio 2016, págs. 5-10

Page 6: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

6 Revista de Antropología y Sociología

homologación de revistas en el marco de la política nacional para mejorar el impacto de las publicaciones científicas nacionales. Este proceso de evaluación propone un nuevo sistema de clasificación en el que se normaliza —con ciertas correcciones, técnicamente muy discutibles— la medición internacional basada en la citación y afincada en dos grandes indexadores: Thompson Reuters y Elsevier/Scopus2. A pesar de las múltiples voces críticas que solicitaron revisiones de la política y la convocatoria, Colciencias no cambió su propuesta en términos importantes. El problema, más allá de una larga discusión técnica sobre la medición en sí misma, es que Colciencias “confunde el objetivo de la política con su indicador”, en palabras de Yuri Jack Gómez. Esto es, imagina que solo con establecer como criterio de clasificación los estándares internacionales las revistas colombianas alcanzarán las metas que el estándar les solicita. De esta manera, más que la medición lo que está en juego es el modo en la que esta se utiliza para intervenir el campo de las prácticas y las publicaciones científicas en el país. Las revistas académicas colombianas han sido las primeras en sentir el resultado de estas transformaciones profundas, que en la mayoría de los casos supondrán la pérdida de las categorías o la expulsión del Publindex. Sin embargo, los efectos de este cambio en la política van mucho más allá y prometen afectar al conjunto de las prácticas académicas nacionales, como los resultados de la medición de grupos, los mecanismos para la condonación de deuda de estudios de posgrado y el escalafonamiento docente, entre otros. En un mundo en el que se ha vuelto cada vez más tangible el dicho “publica o perece”, la existencia, calidad, permanencia y vitalidad de las publicaciones científicas debería ser un motivo de preocupación para todos los científicos colombianos.

En este contexto de incertidumbres, las revistas de antropología del país iniciamos una serie de acercamientos con el fin de reflexionar en conjunto sobre el panorama editorial en el que vivimos y buscar mecanismos de colaboración y fortalecimiento. Colciencias y Publindex fueron un detonante para reunirnos y tomarle el pulso al contexto heterogéneo de preocupaciones que compartimos como editores. Una primera conclusión importante es que los factores problemáticos que enfrentamos exceden con creces la coyuntura actual alrededor de Publindex, por lo que esperamos que este espacio se convierta en un escenario en el que podamos compartir, mejorar y ampliar nuestras buenas prácticas editoriales. Se trata de ofrecer a la academia nacional e internacional revistas de alta calidad que permitan

inserción de esta producción a nivel internacional. Como resultado de esta nueva política, centrada en la medición internacional del impacto de las revistas para determinar sus categorías, se estima que más de 200 revistas científicas nacionales bajarán sus categorías y un número no despreciable de publicaciones colegas directamente quedarán expulsadas del Publindex. Para conocer los términos de la convocatoria 768, véase: http://www.colciencias.gov.co/convocatorias/investigacion/convocatoria-para-indexacion-revistas-cientificas-colombianas2 Thomson Reuters y Elsevier/Scopus son las bases privadas de datos más comúnmente empleadas en la academia para conocer y medir los factores de impacto bibliográfico. La primera es una firma multinacional de medios e información y la segunda es una empresa global de análisis de información. Sobre el multimillonario negocio de las publicaciones seriadas científicas, véase el reciente artículo en The Guardian, “Is the staggeringly profitable business of scientific publishing bad for science?”, junio 27/17 (https://www.theguardian.com/science/2017/jun/27/profitable-business-scientific-publishing-bad-for-science)

Page 7: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

7VIRAJES

a los autores y lectores entablar el tipo de diálogos que enriquezcan y complejicen nuestras disciplinas y nos permitan desarrollar acciones articuladas con otros sectores sociales. A continuación, enumeraremos algunos de los factores problemáticos que constituyen nuestras preocupaciones cotidianas como editores, organizadas en tres bloques.

I. Colciencias-Publindex y la mediciónLos editores de las revistas científicas colombianas hemos insistido en el

clima de incertidumbre actual alrededor de Publindex. Por una parte, debido a los cambios permanentes en la gestión misma del aplicativo, Publindex impone a los equipos editoriales cargas significativas de trabajo, que se duplican cuando el aplicativo falla, y al mismo tiempo no es del todo claro qué beneficio representa para las publicaciones estar en este sistema de indexación. Por otra parte, nos preocupan los efectos no necesariamente planeados que la actual medición puede acarrear, pues en algunos casos lo que está en juego es la existencia misma de nuestras publicaciones, toda vez que a causa de la pérdida de las categorías, existen dudas sobre la continuidad de la financiación de muchas revistas. Los editores concordamos en las bondades de la medición de calidad para las publicaciones científicas, en la medida en que es una herramienta de evaluación del propio trabajo. Sin embargo, es preciso señalar que la medición de calidad no equivale a la medición citacional3. En este sentido, mantenemos importantes diferencias técnicas respecto a cómo se efectúa la reciente asignación de categorías a las revistas basada en los índices citacionales internacionales JCR (Journal Citation Report), SJR (Scimago Journal Rank) e índice H (para las categorías inferiores). Al respecto, consideramos que dado que los indicadores de impacto son por definición fluctuantes y no necesariamente mantienen vinculación con la calidad y necesidad de las investigaciones que se producen y publican en el país, no pueden ser el eje determinante en la asignación de las categorías que establece Publindex. En este sentido, cuestionamos la idoneidad de la nueva política de indexación nacional, en la medida en que no considera acciones efectivas de fomento a la calidad, restringiéndose a la homologación de las mediciones y calificaciones internacionales de las revistas. Por ello, en repetidas ocasiones hemos solicitado a Colciencias la ampliación del reconocimiento a otros índices y parámetros, con miras a incluirlos en los criterios de evaluación. Un ejemplo de esto son los resultados y propuestas surgidas de los encuentros colombianos y latinoamericanos de revistas en ciencias sociales y humanidades realizados en 2015 y 2016 4.

3 La producción y divulgación de conocimiento tanto en las ciencias sociales como en otras áreas, no se reduce a la generación de citas, sino que también tiene una función y proyección social. Muchos de nuestros lectores se desempeñan por fuera del ámbito académico y emplean las revistas como referencia aunque no generen citación. 4 Véase: http://www.icesi.edu.co/unicesi/2015/05/29/primer-encuentro-colombiano-de-revistas-de-ciencias-sociales-y-humanidades/; http://www.icesi.edu.co/unicesi/2015/11/09/primer-encuentro-latinoamericano-y-del-caribe-de-revistas-de-ciencias-sociales/; y http://www.icesi.edu.co/unicesi/2016/09/02/i-foro-regional-sobre-revistas-cientificas-politicas-visibilidad-y-acceso-abierto/

7VIRAJES

Page 8: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

8 Revista de Antropología y Sociología

Las publicaciones hacen parte del contexto académico nacional, y las relaciones entre ambos son amplias y diversas. Como editores podemos entrever las consecuencias más allá de las publicaciones en este escenario. Por ello vale la pena preguntarse si los cambios en Publindex están articulados con transformaciones más generales en la financiación y el control a los académicos colombianos.

Por otra parte, las políticas del Publindex están basadas exclusivamente en la medición del impacto de las publicaciones colombianas; solicitan información excesiva y por fuera de los objetivos y del quehacer de una revista científica y buscan el logro de resultados en los que las calificaciones parecen tener mayor relevancia que lo académico. Publindex demanda de las revistas el ajuste a estándares internacionales, con elaboración de metadatos exportables para los índices y bases bibliográficas, pero utiliza en su sistema un formulario de adquisición de datos manual, con menús incompletos, sin ninguna posibilidad de exportación de metadatos, con dificultades importantes en el almacenamiento y sin un sistema de consultas o reportes bibliográficos. Lo anterior nos permite concluir que el Publindex no es un índice para el investigador, ni una base de consulta con estándares internacionales, y no aparece como una opción cuando se busca una revista, autor o artículo en buscadores genéricos. Sistemas eficientes y autoactualizables, como ORCID, son a su vez, compatibles con bases de datos como SciELO y Redalyc, permitiendo que se generen informes sobre la producción de autores, instituciones y revistas. Por lo anterior, cabe preguntarse acerca de la utilidad de Publindex y porqué Colciencias no abandona su actual e ineficaz sistema e implementa un modelo eficiente, e incluso, con mayor alcance regional e ‘internacional’.

En este orden de ideas, son absolutamente relevantes la formación de editores académicos y la implementación de estrategias para promover la selección y revisión por pares. Estas acciones y otras iniciativas deberían ser promovidas directamente por Colciencias. Sin embargo, aunque han sido vagamente mencionadas por la institución, están lejos de contar con un cronograma y coordinación en su agenda.

Actualmente son pocas las revistas que cuentan con protocolos XML en Colombia, necesarios para posicionar la información de los artículos en los buscadores científicos y entrar en bases de datos de amplio espectro. De la misma manera, continuamos siendo poco competitivos con respecto a revistas de otras geografías, debido en parte a que los tiempos editoriales siguen siendo más lentos, con acceso restringido a contenidos y evaluadores internacionales. Las políticas de acceso abierto, que han mostrado ampliamente sus bondades, todavía llevan a un número importante de revistas latinoamericanas y nacionales a competir en condiciones desiguales en relación con aquellas ampliamente posicionadas (usualmente publicadas en lengua inglesa), que cuentan con recursos económicos y cobran por el uso de contenidos a sus usuarios.

De otra parte, los índices bibliométricos como medida para evaluar la calidad y el impacto de la ciencia y de los investigadores, continúan subestimando trabajos que pueden tener un alto impacto a largo plazo. En este sentido, debemos adoptar prácticas que además de considerar las calificaciones cuantitativas, afinen

Page 9: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

9VIRAJES

la inclusión de indicadores cualitativos que permitan a los equipos editoriales identificar calidad e innovación.

II. Apoyo institucional La labor del editor en el país es poco reconocida. Muy pocas publicaciones

tienen un editor de tiempo completo, y muchas instituciones no cuentan con los recursos más básicos para llevar a cabo buenas prácticas editoriales.

En este contexto, en la figura del editor se multiplican las tareas, muchas de ellas, más allá de la labor editorial propiamente dicha. Son muy pocas las revistas que funcionan con equipos editoriales, y en varias el relevo continuo de personal es común, lo cual incide en la calidad de la publicación. El apoyo entre revistas es muy escaso y existe una idea de la competencia en el gremio que impide prácticas de comunicación efectiva entre editores. Por ello es indispensable mejorar el diálogo entre revistas colegas e imaginar modos de colaboración para el fortalecimiento mutuo.

III. Apoyo gremialEn nuestra función como órganos de divulgación del conocimiento y

la investigación, las revistas debemos redoblar nuestros esfuerzos con miras a generar espacios de debate y lectura que excedan la publicación de artículos. La vitalidad de nuestra academia se puede medir por nuestras revistas, pero no sólo en la calidad de los artículos originales, sino también en la importancia relativa de secciones como reseñas, cartas al editor y comunicaciones cortas. Sin embargo, la coyuntura de la convocatoria 768 pone de manifiesto lo que los editores identificamos como una ausencia de apoyo por parte del gremio antropológico nacional. En general, los editores encontramos más apoyo en autores y evaluadores extranjeros que en los colegas nacionales. Las revistas necesitan de los académicos y de la academia para subsistir. A largo plazo es importante modificar la manera en la que los antropólogos colombianos nos leemos y nos comunicamos a través de nuestras publicaciones. Con este comunicado, las revistas expresamos nuestra profunda preocupación por el actual modelo de indexación implementado por Publindex mediante la convocatoria 768, y hacemos un llamado a los colegas antropólogos y de las ciencias sociales a sumarse al esfuerzo conjunto de fortalecer nuestro quehacer académico y pedagógico, y profundizar nuestra responsabilidad social y política frente al avance de las políticas actuales de ciencia y tecnología, que en vez de fomentar y fortalecer la labor científica del país, lesionan los proyectos editoriales y académicos.

Firman:Antípoda (Universidad de los Andes)Revista Colombiana de Antropología (Instituto Colombiano de Antropología e Historia)Tabula Rasa (Universidad Colegio Mayor de Cundinamarca)Universitas Humanística (Pontificia Universidad Javeriana)

Page 10: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

10 Revista de Antropología y Sociología

Fronteras de la Historia (Instituto Colombiano de Antropología e Historia)Maguaré (Universidad Nacional de Colombia)Jangwa Pana (Universidad del Magdalena)Boletín de Antropología (Universidad de Antioquia)Virajes (Universidad de Caldas)Mundo Amazónico (Instituto Amazónico de Investigaciones IMANI, Universidad Nacional de Colombia; Programa de Pós-Graduação em Antropologia Social, Universidade Federal do Amazonas)Nómadas (Universidad Central)Revista de Estudios Sociales (Universidad de los Andes)Revista CS (Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad ICESI)Revista Ciencias y Humanidades (Centro de Estudios en Ciencias y Humanidades, Medellín)Misión Jurídica (Universidad Colegio Mayor de Cundinamarca)

Page 11: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

* Articulo de reflexión. El autor ha estudiado esta campo a lo largo de los años de docencia universitaria** Maestro en Antropología Social de la Universidad Autónoma de México y Ph D en Antropología Social y Cultural de la Universidad de Sevilla. Catedrático de la Universidad de Caldas. Investigador del grupo de investigación de Territorialidades de la Universidad de Caldas. Email: [email protected]. ORCID: 0000-0002-8059-1714

VIRAJES antropol.sociol. Vol. 19 No. 1, enero - junio 2017, págs. 11-32

VIRAJESLA EVOLUCIÓN CULTURAL Y EL PENSAMIENTO POBLACIONAL*

ORLANDO JARAMILLO GÓMEZ**

Recibido: 1 de Diciembre de 2016Aprobado: 15 de Febrero de 2017

Artículo de Reflexión

CÓMO CITAR ESTE ARTÍCULO:Jaramillo, O. (2017). La evolución cultural y el pensamiento poblacional. Revista de Sociología y Antropología: VIRAJES, 19 (1), 11-32. DOI: 10.17151/rasv.2017.19.1.2

ISSN 0123-4471 (Impreso) ISSN 2462-9782 (En línea) DOI: 10.17151/rasv.2017.19.1.2

Page 12: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

Orlando Jaramillo Gómez

12 antropol.sociol. Vol. 19 No. 1, enero - junio 2017, págs.11-32

ResumenSe debate el modo como aún se aborda en el ámbito académico el

cambio y la evolución socioculturales y se cuestiona el valor de las tipologías sociales desde la perspectiva de la revolución darwiniana. Se plantea que los puntos de vista tradicionales del historicismo y el esencialismo de autores clásicos del evolucionismo social como Spencer, Morgan, Marx o Engels son incompatibles con las nuevas corrientes darwinistas que plantean la posibilidad de explicar la evolución social y cultural teniendo en cuenta el principio de la selección natural. Se ofrece una síntesis del debate crítico a una postura ampliamente divulgada en Colombia pero difícilmente sostenible a la luz de los conocimientos actuales

Palabras clave: cambio y evolución cultural, darwinismo, esencialismo, lamarckismo, tipologías.

CULTURAL EVOLUTION AND POPULATION THOUGHT

AbstractThe way in which socio-cultural change and evolution are still dealt

with in the academic field is discussed, and the value of social typologies from the perspective of Darwinian revolution is questioned. It is argued that the traditional views of historicism and essentialism of classical authors of social evolutionism such as Spencer, Morgan, Marx or Engels are incompatible with the new Darwinian schools of thought that pose the possibility of explaining social and cultural evolution considering the principle of natural selection. A synthesis of the critical debate to a position widely disseminated in Colombia but hardly sustainable in the light of current knowledge is offered.

Key words: change and cultural evolution, Darwinism, essentialism, Lamarckism, typologies.

Page 13: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

La evolución cultural y el pensamiento poblacional

13VIRAJES

La transmisión cultural es análoga a la transmisión genética en cuanto, a pesar de ser básicamente conservadora, puede dar origen a una forma de evolución (Dawkins, R. 1985:281)

Introducción

Tradicionalmente se han agrupado los grandes cambios tecnológicos y culturales como pertenecientes a “bloques históricos” que simplemente permiten periodizar los tiempos

pasados en una cadena de “periodos étnicos” (Morgan 1971:78s) o en una secuencia de modos de producción (Marx y Engels). Esta posición ha tenido efectos negativos en la investigación social pues permite dar explicaciones apriorísticas al estudiar las diversas sociedades pasadas o presentes y lleva a juicios de valor que favorecen visiones clasistas, excluyentes o dominadoras de la condición social del “otro”. Se sostiene que la comodidad de la visión lamarckiana o spenceriana de considerar los cambios culturales como resultado del impulso de la misma historia (historicismo) no permite encontrar explicaciones que atiendan a sus verdaderos orígenes como posibles resultados de hechos anónimos y de actuaciones individuales, dada su caracterización esencialista de las tipologías sociales.

El siglo XXI, considerado el siglo de la biología, ha creado un ambiente intelectual que pretende realizar el viejo anhelo de acercar las ciencias sociales a las biológicas y ningún campo es más propicio para este acercamiento que el tema de la evolución, que desde sus comienzos ha interesado a la Antropología en general y a la cultural en particular. Diversos autores han propuesto teorías de la condición humana a partir de nuestra innegable pertenencia al “reino” animal y han creado nuevos modelos para su conceptualización que dan fin a la tesis de la “excepción humana”, de una parte, y aceptan, por otra, las posibilidades de extender las tesis sociológicas al comportamiento de algunas especies animales que también poseen, para sorpresa y escándalo de muchos, tanto “vida social” como “cultural”. (Schaeffer 2009)

Es importante señalar que el análisis darwinista en las ciencias sociales ha sido tema de muchos estudios como Darwinism and Evolutionary Economics de John Laurent and John Nightingale 2001 (eds) Edward Elgar Publishing, Inc. Massachusetts en el que hay que resaltar el artículo de Wilkins (más adelante reseñado) y el de Hodgson, Geofrey titulado Social Evolution Lamarckian vs Darwinian? O el de Missing the Revolution Darwinism for Social Scientists Edited by Jerome H. Barkow 2006 Oxford University Press, o la oposición a la misma de Peter Saunders en Bricks without straw: darwinism in the social sciences, Department of Mathematics, King’s College,

Page 14: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

Orlando Jaramillo Gómez

14 antropol.sociol. Vol. 19 No. 1, enero - junio 2017, págs.11-32

London Published. 2003 p.279s, para citar solo algunos. Con motivo de los 200 años del nacimiento de Darwin y los 150 de la

publicación de El Origen de las especies se produjo una buena cantidad de material bibliográfico entre el cual aparecen algunas publicaciones en torno a la relación entre el darwinismo y las Ciencias Sociales. Tanto en España como en Colombia se han realizado algunas investigaciones al respecto como, por ejemplo, Evolucionismo: Darwin y enfoques actuales (2009), editado por Wenceslao J. González, Darwin en el aula: conjetura sobre la posibilidad de una educación seleccionista (2010) de D. Salas & C. Olaya, El Legado radical de Charles Darwin a las ciencias sociales por Gabriel de la Luz Rodríguez, los artículos del número 32 del volumen XVII de 2009 de la revista Ludus Vitalis dedicada a Darwin en su aniversario entre los que vale destacar, por referirse a las ciencias sociales, los de Antonio Gomila, Juan Ramón Álvarez, Bruno Estañol y Laureano, Luis y Miguel Ángel Castro. Se destaca también el libro de la Universidad Nacional de Colombia editado por Alejandro Rosas en 2007 Filosofía, darwinismo y evolución. De Olga Restrepo Forero y Diego Becerra Ardua ‘LECTIO, DISPUTATIO, DICTATIO’ En el nombre de la ciencia: una polémica evolucionista en Colombia. De Adrian Medina Evolución, sociedad y cultura; Charles Darwin (1809-1882): su legado para la Psicología por Germán Gutiérrez, Universidad Nacional de Colombia; de Olga Restrepo Forero (2007) “Evolución, darwinismo y religión: Debates, estereotipos y fronteras móviles” en: Mauricio Adarve [et al.]; (eds.) Creer y poder hoy. Bogotá: Universidad Nacional de Colombia, Facultad de Ciencias Humanas. Entre los autores de estas publicaciones es notoria la escasez de antropólogos colombianos que parecen ignorar al darwinismo. 1. Del esencialismo o tipologismo al pensamiento poblacional

En primer lugar debemos ubicar en su lugar el llamado esencialismo. La filosofía griega fue quien formuló primero el pensamiento esencialista1 y su principal ejemplo es el mito de la caverna de Platón según el cual lo que vemos de los fenómenos del mundo corresponde a las sombras que los objetos reales proyectan sobre la pared iluminada por una hoguera; nunca podemos ver las esencias reales. Aunque la filosofía esencialista se atribuya fundamentalmente a Platón, él no fue tan dogmático como algunos de sus adeptos posteriores, como por ejemplo los tomistas.

El esencialismo dominó el pensamiento occidental durante dos mil años y las disciplinas que lo utilizaron, contando a las ciencias sociales

1 Para el caso de las ciencias sociales el esencialismo es pensar que existe una clase de la cual usted es un ejemplar. La “humanidad”, la “burguesía” o la “negritud” serían conjuntos con existencias reales, de las cuales cada uno puede ser un ejemplar.

Page 15: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

La evolución cultural y el pensamiento poblacional

15VIRAJES

entre las más dependientes, se fueron estancando en un estado de vacía verborrea y estéril escolasticismo de modo que si las diversas ciencias han podido lograr algún progreso, eso ha dependido del grado en que han podido apartarse del método esencialista (Popper 1997:181-184).

Según Mayr, la gran revolución contra el esencialismo provino de Charles Darwin pues “de las […] ideologías que fueron desafiadas por las teorías de Darwin ninguna estaba más profundamente arraigada que la del esencialismo” (1992:53). En efecto, hasta la época de Darwin todos los filósofos eran esencialistas pues, ya fueran realistas o idealistas, materialistas o nominalistas, todos veían las especies de organismos con los ojos de un esencialista. Consideraban las especies (incluido el homo sapiens) como “clases naturales”, definidas por características constantes y nítidamente separadas unas de otras por espacios vacíos, sin conexión, entre las cuales hay barreras infranqueables. Según el esencialismo la variedad de la naturaleza puede ordenarse en un numero de clases limitado, definibles cada una por su esencia, por lo mismo el pensamiento esencialista es tipológico, sostiene que el tipo (eidos platónico o esencia) es lo real y la variación un mera ilusión. Las especies biológicas serían clases naturales definidas por características constantes.

Frente al esencialismo Darwin vio la singularidad de cada individuo en todas las especies de animales y plantas con reproducción sexual entre las que está incluida la especie humana. La importancia del individuo como procreador se convirtió en la clave de la teoría darwiniana de la selección natural. El esencialismo fue sustituido por el pensamiento poblacional que destaca al individuo como único e irrepetible y el papel crucial de la individualidad en la evolución. Así la variación que había sido irrelevante y accidental para los esencialistas, se convirtió en uno de los fenómenos cruciales de la naturaleza. El pensamiento evolucionista poblacional afirma que el tipo promedio (la tipología) es una abstracción mientras que la variedad es real y en ella se gestan los cambios. Por este motivo cada individuo es fundador potencial de una nueva variedad y cada variedad la fuente potencial de una nueva especie. El antiesencialismo biológico surge del hecho de que las especies no son tipos sino linajes que evolucionan.

Cuando el esencialismo es evolucionista propone como explicación el saltacionismo, es decir, la aparición repentina de nuevas especies por medio de saltos lo que permite seguir creyendo en tipos constantes. “La evolución saltacional puede llamarse con más propiedad “transmutación”, porque la producción de nuevas especies o tipos es discontinua, debido a la creación repentina de una nueva esencia” (Mayr op cit: 56 )

La principal dificultad para el logro de Darwin se debió, en parte, al esencialismo implícito en nuestro lenguaje que utiliza sustantivos singulares

Page 16: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

Orlando Jaramillo Gómez

16 antropol.sociol. Vol. 19 No. 1, enero - junio 2017, págs.11-32

para designar fenómenos muy variables. El pensamiento esencialista ha tenido mucho éxito y de hecho es necesario en matemáticas, física y lógica pues no nos referimos al mundo real sino a los conceptos que nos hacemos del mismo. El interés por las taxonomías en las ciencias sociales facilita la presencia del esencialismo en ellas. Durkheim, por ejemplo, en las Reglas del método sociológico, habla de “especies sociales”, pero los individuos que forman parte de sus especies no son seres humanos particulares sino sociedades enteras. Lo mismo pasa con el concepto de historia como proceso –en el cual estaríamos inmersos- y con el llamado “espíritu de la época” que nos trascendería como a marionetas. Si esto fuera así, el ser de la humanidad coincidiría estrictamente con su “devenir” en un momento dado.

Sin embargo, los individuos que constituyen la humanidad son organismos biológicos, la causa que origina la humanidad es también biológica y los hechos sociales, culturales e históricos en general no son meros epifenómenos sino aspectos de esa identidad biológica. La “cultura” no trasciende la biología humana sino que es uno de sus rasgos mayores.

Una característica importante del esencialismo fue el desarrollo de tipologías o tipos ideales. En la formulación metodológica de Economía y Sociedad, Weber (1969 Tomo I : 7, 9, 11, 17).dice que

el método científico consiste en la construcción de tipos […] construido[s] científicamente [por el método tipológico] para la elaboración del tipo ideal de un fenómeno frecuente. Semejantes construcciones típico-ideales se dan, por ejemplo, en los conceptos y leyes de la teoría económica pura […] Tan sólo aquellas regularidades estadísticas que corresponden al sentido mentado “comprensible” de una acción constituyen tipos de acción susceptibles de comprensión; es decir, son: ‘leyes sociológicas’ […] La sociología debe formar, por su parte, tipos puros (ideales) de esas estructuras [se refiere a la feudal o a la burocrática o a la carismática] […] Ahora bien, la casuística sociológica solo puede construirse a partir de estos tipos puros (ideales).

Y más adelante, al abordar el concepto de comunidad, hace referencia a “la distinción establecida por F. Tönnies en su obra fundamental: Gemeinschaft und Gesellschaft” (1887) (“Comunidad y Sociedad”)” (1969:33). Al respecto Jaime Eduardo Jaramillo en “Tipologías polares Sociedad tradicional y campesinado” (1987) señala la amplia influencia que este ha ejercido en la sociología del siglo XX y dice que “constituye uno de los textos que inauguran ese movimiento de excepcional creatividad que se ha denominado como la “sociología clásica” … (sobre la cual sigue girando en lo fundamental la sociología), Tönnies adquiere la justa dimensión de un precursor” (1987:68). Por lo mismo señala Jaramillo (1987:69) que al

Page 17: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

La evolución cultural y el pensamiento poblacional

17VIRAJES

determinar Tönnies “la relación misma y también la unión, se concibe, bien como vida real y orgánica y entonces es la esencia de la comunidad” (ibídem) por lo que asegura que Tönnies es “el primero que de una manera sistemática y rigurosa trabaja para la Sociología, con base en construcciones típico-ideales” además

“ha sido el directo antecedente de otras tipologías binarias que han ocupado posteriormente a la Sociología, como son, entre otras, las parejas conceptuales: ‘Sociedad rural’ y ‘Sociedad urbana’ en Pitirim Sorokin, ‘Sociedad Tradicional’ y ‘Sociedad Moderna’ en Talcott Parsons, ‘Sociedad sagrada’ y ‘Sociedad secular’ en Howard Becker, ‘Sociedad folk’ y ‘Sociedad urbana’ en Robert Redfield”

2. Las tipologías y su análisis teleológico

Una de las características de las secuencias evolutivas de las tipologías es su análisis teleológico. En Morgan es evidente : la definición de los periodos étnicos por Morgan (1971) de salvajismo, barbarie y civilización que por más de un siglo fue aceptada, propone que son producto de

Que el hombre empieza su vida al pie de la escala labrando su ascenso [… en] una sucesión tan natural como imprescindible de progreso ..las instituciones se han desarrollado sobre el fundamento de unos principios primarios del pensamiento […] Las modernas instituciones surgen en el periodo de barbarie, cuyo germen se hereda del anterior periodo […] las instituciones principales de la humanidad se han desarrollado sobre la base de unos pocos gérmenes primarios del pensamiento y que el curso y manera de su desarrollo estaban predeterminados (ídem: 77-78, 89).

Y ese hombre del “salvajismo” será entonces comparable a los animales llamados “salvajes” y los “bárbaros” responderán a la denominación romana como “incultos”. Morgan acepta dos líneas de evolución: la que se da a través de los inventos y descubrimientos y otra a través de las instituciones. Refiriéndose a estas considera que, por ejemplo, “la idea de propiedad se formó lentamente en el pensamiento humano, permaneciendo latente durante periodos inmensos de tiempo (ídem: 79)” y lo mismo ocurrió con las demás instituciones como gobierno, familia o religión que se desarrollaron como resultado de que “con la producción de inventos y descubrimientos y con el desarrollo de instituciones, la mente humana necesariamente creció y se extendió; y debemos reconocer un gradual aumento de la masa encefálica misma (idem:105)”.

Page 18: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

Orlando Jaramillo Gómez

18 antropol.sociol. Vol. 19 No. 1, enero - junio 2017, págs.11-32

Encontramos en Morgan un principio de disimilitud muy similar a la idea de Lamarck de la evolución biológica pues considera que “la evolución es un fenómeno estrictamente vertical. Para él, la evolución era un movimiento desde lo menos perfecto a lo más perfecto, desde el más primitivo infusorio hasta los mamíferos y el hombre (Mayr: 30)” en una escala de la naturaleza o Cadena del Ser de la que todos los organismos forman parte en escala lineal de perfección siempre creciente a la que se añade la transformación gradual según la cual la evolución consiste en un paso gradual de una cosa desde una condición a otra, debido a una tendencia a perfeccionarse o a ajustarse al ambiente. Esta posición implica la aceptación de la teleología tan frecuente en el pensamiento evolutivo, tanto cultural como biológico.

La tesis de la teleología, que afirma que hay un fin en los procesos de la naturaleza o de la historia cultural, resultado de una tendencia inherente hacia un objetivo o propósito preestablecido hacia la máxima perfección, está detrás de las propuestas evolucionistas de Morgan. También Marx y Engels (Godelier 1972:17s.) comulgan con estas ideas cuando establecen una secuencia necesaria en los diversos modos de producción desde el comunismo primitivo al capitalismo, al socialismo y de nuevo al comunismo resultado del necesario desarrollo de las fuerzas productivas y de las contradicciones que generan las relaciones de producción, lo que ocasiona los cambios revolucionarios que se reflejan en los modos de producción. Estos modos de producción vienen a constituir las leyes de la historia por la que necesariamente ha pasado y por las que se encamina. Marx fue un admirador de Darwin por su carácter materialista, pues había borrado la intervención divina en el mundo y la misma creación. Sin embargo estuvo lejos de sus explicaciones. En efecto no podía en primer lugar aceptar los conceptos maltusianos. Para Marx no contaba ni el individuo ni la totalidad, sino en primerísima línea la clase como tal, es decir que el pensamiento de Marx se concentró de modo unilateral y casi exclusivo en el carácter de las poblaciones parciales (la burguesía, la clase obrera) y apenas tuvo en cuenta a la población total. “Además no podía permitirse que el cuadro optimista del futuro que pintaba Marx quedara oscurecido o perdiera su eficacia por los rasgos pesimistas de la tesis malthusiana” (Erben 1982:132).

Los defensores del evolucionismo social o cultural han sido casi todos lamarckianos al atribuir carácter necesario a la secuencia de periodización histórica. También suelen ser ambientalistas extremos pues mientras el ambiente en el darwinismo selecciona, en el lamarckismo instruye. El marxismo se colocó por motivos ideológicos al lado del lamarckismo. De hecho, la posibilidad de crear un nuevo hombre mediante la modificación de su medio ambiente (principalmente el medio ambiente social) solo

Page 19: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

La evolución cultural y el pensamiento poblacional

19VIRAJES

puede justificarse teóricamente mediante una doctrina basada en el medio ambiente (Erben idem: 98)

3. Evolución y teleología

Si aceptamos además la posición de Herbert Spencer (Harris 1978:107s) quien revivió el concepto de evolución de una manera distinta vinculada con la idea de desarrollo progresivo hacia un futuro iluminado, Comte y Spencer trataron de establecer leyes naturales por medio de las cuales se pudiera ordenar a la civilización humana para el progreso, pero Spencer, sin embargo, logró organizar una concepción de desarrollo de la sociedad (lo superorgánico)2 en una gran síntesis que abarcaba también la progresión temporal de todas las formas orgánicas e inorgánicas. Spencer “era un adepto fiel y de toda la vida a la denominada doctrina lamarckiana, la cual establece que las cualidades que adquiere un individuo durante su existencia serán transmitidas en forma automática a sus descendientes mediante herencia física directa” (Ingold 1991: 267). Para Spencer el proceso es único y es cósmico, tiene varias etapas –inorgánica, orgánica y superorgánica- pero se integran en una sola realidad.

La teleología implica un proceso constantemente progresivo, mientras que Darwin admite la posibilidad del retroceso. En Spencer la irreversibilidad no es más que una propiedad de la totalidad evolutiva, implícita en las leyes del desarrollo mientras en Darwin proviene de una propiedad de las partes, es decir, de la individualidad o singularidad. El dilema es mayor si se lleva a fenómenos cualitativos, en especial a la evolución moral, en la que la buena conducta se distingue de la mala por ser menos o más evolucionada. La teleología en el funcionamiento de la naturaleza viene a ser un corolario de la moralidad en su esquema de desarrollo progresivo.

Morgan expresa esta idea al afirmar “que todas las religiones primitivas son grotescas y hasta cierto punto ininteligibles” (1971:79) de modo que el ascenso del salvajismo a la civilización se opone a la tesis de la degeneración y, por el contrario, ha superado aquella condición. Más adelante refiriéndose a la familia consanguínea señala cómo, en las Islas Sandwich

2 “Fue Spencer quien acuño el término “superorgánico para referirse a los elementos que constituyen la esencia de la sociología [...] lo superorgánico ha sido un terreno por el que han pasado las filosofías antropológicas y sociológicas más variadas, algunas de las cuales se contraponen de manera abierta al proyecto spenceriano […] el prefijo ‘super’ no denota la trascendencia de lo orgánico mediante un dominio emergente de la realidad, sino una extensión de la organización más allá de los límites del individuo” (Ingold idem:264-265)

Page 20: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

Orlando Jaramillo Gómez

20 antropol.sociol. Vol. 19 No. 1, enero - junio 2017, págs.11-32

…cuando fueron implantadas las misiones americanas en estas islas (1820) se descubrió una condición social que horrorizó a los misioneros. Las relaciones sexuales y sus costumbres matrimoniales los dejaron atónitos [...] Les pareció que habían descubierto el nivel más bajo de la degradación humana, por no decir de la depravación [...] El sentido moral y las sensibilidades refinadas productos de los siglos, se enfrentaron con el sentido débil y las sensibilidades groseras del salvaje de todos los períodos pasados (idem:420)

Darwin suprime la teleología de la historia natural: cada organismo está dotado con un propósito o proyecto sin que debamos suponer que existió este proyecto como una idea, ni que se configuró el organismo expresamente para ejecutar ese proyecto.

4. Darwin y la antropología cultural

Al referirse a la enseñanza darwiniana Boas (1974) escribió:

Tan solo a partir del desarrollo de la teoría de la evolución se puso en claro que el objeto de estudio es el individuo, no las abstracciones del individuo en observación. Tenemos que estudiar cada espécimen etnológico individualmente en su historia y en su medio… En la etnología, todo es individualidad. (Citado por Ingold 1991:56)

Según Ingold (ídem: 56) para Tylor y Kroeber, la contraparte de una especie orgánica sería un ejemplar particular del rasgo: un arco, una flecha, un cráneo aplastado, etc. como cuando Tylor identifica la especie con la práctica o el hábito y cada arco y cada flecha se construyen en función de un modelo que incluye ciertos elementos preconcebidos e invariables que se pueden considerar representativos de su clase. En conclusión, comparar rasgos con especies biológicas nos lleva a adoptar un concepto esencialista de las especies criticada por Darwin. Boas reconoció este error (Ingold ídem: 57), al argumentar que considerar a cada “espécimen etnológico” como una manifestación de algún tipo esencial resulta análogo a las especies o géneros linneanos. Esas divisiones clasificatorias no son más que abstracciones: la realidad a la que nos enfrentamos se compone de objetos individuales. La individualidad llevó a que su escuela teórica se denominara particularismo histórico, frente a las demás teorías que proponían la elaboración de tipologías como el evolucionismo cultural o el funcionalismo estructural. Para Boas la singularidad del objeto se deriva de la individualidad del ser humano que lo produce como portador de una cultura en particular (Ingold ídem:57), del mismo modo que la singularidad biológica del individuo

Page 21: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

La evolución cultural y el pensamiento poblacional

21VIRAJES

radica en el hecho de cada uno es portador de una combinación distinta de instrucciones genéticas.

Así como el individuo es portador de una combinación distinta de instrucciones genéticas, del mismo modo el “portador de cultura” individual podría considerarse como una composición única de instrucciones culturales derivadas de un repertorio común.

La variabilidad ya sea genética o cultural entre los individuos de una población depende de la multiplicidad de formas en que se pueden combinar o construir […] instrucciones elementales en modelos completos e integrados. Esta variabilidad es una condición para la diversificación de especies o culturas, es decir, para las “ramificaciones” del árbol darwiniano (Ingold ídem:57).

Cuando Tylor desarrolla el concepto de cultura nunca lo hace en plural, siempre lo hace en singular y con mayúscula y al referirse a alguna cultura en particular la ubica en una etapa o la califica según el grado, es decir, su peldaño en la escala de la civilización por lo que es imposible la diversificación siguiendo el modelo darwiniano y, todo lo contrario, optamos por la “inmovilidad” y la “pureza” cultural pues cualquier cambio implica una nueva especie etnológica.

En el manejo de la etnicidad también está presente el esencialismo cuando se cree que las propiedades las posee la clase o la etnia en sí misma mientras el individuo es simplemente un ejemplar de esa clase que comparte esas propiedades y no que las etnias las tienen porque los individuos las poseen. Hoy se discute si la cultura “negra” corresponde a una tradición africana y en este caso a cual o cuales de tantas, hasta el punto de pretender señalar algunas de ellas como las antecesoras directas de los afrocolombianos con una tendencia a resolver el problema de una manera esencialista (Wade 1997).

5. Evolución cultural y pensamiento poblacional

Nos proponemos interrelacionar el origen de las innovaciones que caracterizan el cambio cultural con la explicación que se deriva del pensamiento poblacional iniciado por Darwin en su teoría de la evolución. Esto quiere decir que encontramos una relación entre innovación, difusión como elementos del cambio cultural y el pensamiento poblacional.

Se habla por ejemplo de edad de piedra, paleolítico o neolítico o edad de los metales como hace la arqueología, o peor aún de salvajismo, barbarie o civilización como hace la etnología trasnochada y eurocéntrica. En efecto

Page 22: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

Orlando Jaramillo Gómez

22 antropol.sociol. Vol. 19 No. 1, enero - junio 2017, págs.11-32

se acostumbra dar por sentadas las innovaciones a partir de modificaciones que se consideran revolucionarias en su momento y de las que se derivan cambios profundos.

Diamond (2007:97-222) relata como la invención de la agricultura o de la ganadería respondió en buena parte a factores de azar ocurridos en ambientes propicios a recolectores y cazadores que combinaron sus actividades con la observación y manejo de plantas o animales lo que solo se dio en contados lugares del planeta (Cercano Oriente, China, Mesoamérica). No conocemos los personajes anónimos (no existía la escritura) que contribuyeron a este proceso pero en él con seguridad jugó papel importante la aceptación de la innovación que fue difundiéndose por las múltiples culturas en diversos ámbitos y épocas.

Si aceptamos el papel de la cultura según Malinowski (1970:49s), como la manera de responder a las necesidades, puede explicarse el desarrollo de invenciones como armas, herramientas y mecanismos de transporte como barcos, que permitieron la conquista de otros pueblos, gracias al ingenio de algunos que no satisfechos con la respuesta que su cultura ha ofrecido a sus necesidades buscan nuevas respuestas junto con la oportunidad de ganar fama o dinero (Diamond 2007:278). Pero no todas las sociedades quisieron hacer modificaciones a su modo de vida y prefirieron seguir siendo como sus antepasados. Levi-Strauss (1972:339; 1973:40s) llama a las primeras calientes y a las segundas frías, siendo estas las que prefieren continuar las tradiciones, lo que no significa que sus integrantes sean por naturaleza diferentes a los demás miembros de la especie.

Podríamos hacer un recuento de la mayor parte de las invenciones, su función y trascendencia, desde la rueda hasta la bomba atómica para señalar su significado destacando que no todas las invenciones son aceptadas de manera inmediata ni necesariamente utilizadas para lo que originalmente se crearon. Diamond (2007:279), por ejemplo, relata el caso del gramófono de Thomas Edison (1877) quien tardó veinte años en aceptar que el mayor uso de su invención era para grabar música.

Enigmas como el del llamado disco de Faístos del año 1700 a. C., hecho con sellos de arcilla precursores de la imprenta de tipos móviles que solo volvería a aparecer 2500 años después en China y 3100 años después en la Edad, media son claro ejemplo de la singularidad de estos procesos y de la imposibilidad de hacer generalizaciones al respecto (Diamond ídem:276).

La observación y el método de ensayo y error nos permiten conjeturar cómo surgen los inventos en los pueblos “primitivos” de hoy. Los neoguineanos, por ejemplo, recogen en el bosque cosas que no les son familiares, las manipulan y en ocasiones las hallan lo bastante útiles como para llevárselas a casa. Pero no es cierto que haya continentes en los que

Page 23: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

La evolución cultural y el pensamiento poblacional

23VIRAJES

las sociedades hayan sido de tendencia innovadora y otros donde hayan sido conservadores. En cualquier continente en determinada época hay sociedades innovadoras y otras conservadoras. Además la receptividad a las innovaciones varía con el tiempo dentro de la misma región. La capacidad de innovación es impredecible y existen muchos factores independientes que afectan tanto su aparición como su aceptación. Se hace la innovación o se adopta y la sociedad que no la posee se encuentra en desventaja.

Schaeffer (2009:223-236) señala cómo las transmisiones y difusiones culturales son necesarias para que una invención no desaparezca con el creador y su aprendiz y pueda sobrevivir para convertirse en un rasgo cultural que produzca cambios estructurales. Clasifica su transmisión interna en vertical, oblicua y horizontal según la relación genealógica entre el transmisor y el receptor (familia, subgrupo social o sociedad global) y, aparte de la adquisición y la transmisión, destaca como tercer proceso constitutivo de la relación cultural la difusión, resultado de las migraciones y encuentro con otras culturas debidas al desplazamiento geográfico (difusión démica) de individuos o comunidades y a las transferencias resultantes debidas a los intercambios, pacíficos o violentos, que ocurren entre sociedades.

La importancia de la difusión y de la localización geográfica que la hace posible queda ilustrada por casos de sociedades que abandonaron importantes tecnología, casos que de otra forma no serían comprensibles Toda sociedad atraviesa por modas o caprichos por los que valoran cosas sin utilidad económica alguna o se abandonan temporalmente cosas útiles. Por ejemplo los fusiles llevados al Japón en 1543 por portugueses llegaron a ser mejores en el 1600 pero se despreciaron debido a la importancia cultural del arte guerrero de los samurái hasta ser suprimida su producción, pero ante la presencia en 1853 de la flota estadounidense erizada de cañones advirtió la necesidad de reanudar la producción (Diamond idem: 296)

La difusión potencia la innovación dado que la tecnología engendra más tecnología, y aumenta la importancia del invento original. Es un proceso autocatalítico que se acelera con el tiempo. A partir de la revolución industrial el auge de la tecnología nos impresiona hoy, pero el auge medieval también fue impresionante en comparación con la edad de bronce que a su vez eclipsó al paleolítico superior

Las variaciones en la época de aparición de la producción alimentaria, las barreras a la difusión y la densidad de población humana llevaron directamente a las diferencias intercontinentales observadas en la evolución tecnológica. Eurasia fue la mayor porción que encerró más sociedades y los dos centros de invención agrícola, Creciente fértil y China, con más posibilidades a la difusión de la tecnología, por tener un eje este-oeste, con

Page 24: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

Orlando Jaramillo Gómez

24 antropol.sociol. Vol. 19 No. 1, enero - junio 2017, págs.11-32

las mismas latitudes, allí empezó la aceleración tecnológica con el resultado de una mayor acumulación de tecnologías locales como lo explica Diamond (ídem: 205s).

He querido subrayar la importancia del inventor para asociarlo con la idea del pensamiento poblacional3 pues son los individuos los que producen los nuevos rasgos culturales que introducen los cambios para generar nuevas culturas en un proceso de selección natural. Hoy es fundamental que cualquier país tenga recursos para la investigación y la innovación. Así la revista Fortune, por ejemplo, reseña la actividad innovadora de Peter Diamandis quien sin importar el vértigo de las decisiones arriesgadas y con el permanente desafío a los limites, ha logrado una docena de innovaciones de alcance global en áreas como la energía, el medio ambiente, la educación, la salud y la exploración espacial en compañías como Zero Gravity, Space Adventures, Rocket Racing League o Planetary Resources; con Human Longevity se propone convertir la edad de los 100 años en los nuevos 60.

Para este médico e ingeniero aeroespacial “el crecimiento exponencial de la tecnología, la pasión de los innovadores, el capital de los tecnofilántropos y unos tres mil millones de nuevas mentes conectados a internet forman una combinación que invita a pensar en un futuro de abundancia” (Oliva:2015).

6. Selección natural y pensamiento poblacional

La explicación darwiniana de la evolución biológica es resultado de la selección natural pero esta no fue posible si no aceptamos el pensamiento poblacional según el cual se subraya la unicidad de cada individuo en las poblaciones de las especies con reproducción sexual y por tanto la variabilidad real de las poblaciones, opuesto totalmente al pensamiento tipológico. Esta individualidad permite la aceptación de la variabilidad genética, lo que va facilitando la especiación o diversificación o diferenciación de las especies en un aislamiento reproductivo en un proceso adaptativo.

También la vida social y cultural no solo hay que ordenarla tipológicamente sino que además se requiere la individualización de cada cultura y más aún la proyección de cada individuo en ella que va generando los cambios o aceptando los que otros hagan, tal como lo muestra el listado que encuentra Diamond (ídem)4, en el cual cada invención es resultado de

3 La importancia del individuo como procreador se convirtió en la clave de la teoría de Darwin de la se-lección natural. El resultado fue la sustitución del esencialismo por el pensamiento poblacional que su-braya la unicidad del individuo y el papel crucial de la individualidad en la evolución (ver mas arriba)4 En 1794 por Eli Whitney desmotadora de algodón para acabar con su laboriosa limpieza manual se basó en las que habían estado limpiando el algodón de fibra larga durante miles de años en Carolina del

Page 25: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

La evolución cultural y el pensamiento poblacional

25VIRAJES

individuos que bien modifican los instrumentos conocidos adaptándolos a lograr un mayor rendimiento.

Finalmente nos proponemos explicar si existe evolución cultural y es homologable a un proceso de selección natural. Para Schaeffer (2007: 236-261) es evidente que los éxitos del hombre se consideran como una consecuencia directa de la cultura humana por lo que se requiere una explicación en términos de ventaja selectiva y por tanto de selección natural, no obstante considera que a esta pregunta solo pueden ofrecerse respuestas especulativas, por lo que no se trata de una sola cuestión sino de varias que no tienen las mismas implicaciones para la causalidad cultural. Así, por ejemplo, para biólogos, sociobiólogos o desde el cognitivismo evolucionista, surge la hipótesis según la cual la cultura humana fue seleccionada genéticamente y sus manifestaciones más salientes deben ser explicadas en términos de evolución adaptativa. Hipótesis que ha sido muy criticada desde las ciencias sociales, la filosofía y la misma biología.

Si aceptamos la crítica a la tesis de la excepción humana, partimos que la cultura humana es adaptativa y nos preguntamos si es resultado de un proceso selectivo pues debemos con Schaeffer responder tres preguntas:

La primera atañe a la genealogía de la cultura humana, o para ser más precisos, de la transmisión cultural: la fijación genética de los rasgos responsables de la transmisión cultural ¿es resultado de la selección natural? La segunda concierne a su función: ¿proporciona una ganancia adaptativa? La tercera concierne a la evolución cultural: ¿acaso esta evolución es el escenario de procesos selectivos? (ídem: 237)

La primera pregunta parte del hecho de que al ser la especie humana producto de la evolución el origen de la cultura y su transmisión pueden ser

sur. En 1769 por James Watt la máquina de vapor para resolver el problema del bombeo de agua en las minas de carbón británicas, se basó en la de Newxomen inventada 57 años antes y que aquel reparaba y de la que ya existían cien más. Y la de Newcomen siguió a la del Thomas Savery de1698, que siguió la del francés Denis Papin de 1680 pero que no fue construida y se basó en las ideas del científico holandés Christiaan Huygens y otros. En 1866 Nikolaus Otto construyó el primer motor de combustión interna pero de poco uso por su tamaño y peso; en 1885 Gottfried Daimler lo mejoró y lo instaló en una bicicleta creando la primera motocicleta, en 1896 construyó el primer vehículo de 4 ruedas. En 1905 eran caros, se prefería el tiro animal o el ferrocarril, se populariza después de la primera guerra mundial con la necesidad de los camiones para los ejércitos Lo que demuestra que su aceptación es lenta, además los primeros modelos son deficientes.La lámpara incandescente de Edison (1879) es la mejora de otras patentadas entre 1841 y 1878. El aero-plano con motor de los hermanos Wright fue precedido por los planeadores pilotados motor de Otto Lilienthal o de Samuel Langley. El telégrafo de Samuel Morse tuvo sus precursores en Joseph Henry, William Cooke y Charles Wheatstone. Cámaras fotográficas, maquinas de escribir, aparatos de televi-sión, son producto del ingenio individual llamada la “Teoría heroica de la invención” (Diamond ídem: 278-280)

Page 26: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

Orlando Jaramillo Gómez

26 antropol.sociol. Vol. 19 No. 1, enero - junio 2017, págs.11-32

resultado de la selección natural. Schaeffer considera que es un debate entre la psicología evolucionista y sus críticos desde las ciencias cognitivas o de la misma biología. Debaten lo que concierne a las relaciones entre estructura neuronal y estructura cognitiva favoreciendo una u otra posición. Hoy es difícil escoger entre las dos, pero hay que entender que la cultura es ante todo una forma de transmisión social y que no depende solo de las estructuras neurológicas, pues la humanidad es una especie social. Además la génesis de los hechos culturales es muy compleja y no permite una explicación monocausal, y al ser una de las formas de interacción entre una población y el ecosistema en que vive, el análisis no puede ser determinista sino debe darse en términos interaccionales, como se advierte en el ejemplo del paso de los cazadores-cosechadores a los cultivadores-criadores. Sobre el tema Schaeffer (ídem: 242s.) analiza dos posiciones: la naturalista y la culturalista. En la primera se tiene en cuenta la ecosfera: disponibilidad de plantas, animales y la densidad demográfica en su interrelación. La segunda da como decisivo factores de orden cultural como los de identidad social, representaciones cosmológicas, sin embargo es una explicación más bien especulativa pues no existe acceso a las creencias del neolítico.

No se puede pensar en encontrar una respuesta universal, válida para todas las situaciones sino respuestas diversas según los casos; una respuesta única nos lleva a la dicotomía entre naturaleza y cultura como esferas ónticas diferentes: lo ambiental frente a lo representacional5. Buscar cuál de los dos determina la evolución humana es caer en una posición determinista. Bennett6 (en Schaffer: 246) muestra que no hay dos series evolutivas independientes sino una coevolucion interactiva de la cultura y su entorno, que por razones analíticas es necesario distinguir entre los dos tipos de factores.

La segunda pregunta (Schaeffer ídem: 248-251) no se interesa por el papel de la selección natural en la génesis de la cultura sino que considera su historia de éxito como resultado de su valor adaptativo, considera la evolución de la humanidad como una historia de éxito y que hace que la cultura se constituya en una ganancia adaptativa. Sin embargo hace falta preguntarse por qué la humanidad desarrolló una cultura acumulativa y sus parientes

5 Schaeffer trae el ejemplo de porque en condiciones ambientales similares hay resultados culturales diferentes, mientras que “por qué en entornos comparables en términos de posibilidades de domestica-ción algunas comunidades ‘dieron el salto’ y otras no [ …] o por qué algunas poblaciones de cazadores-cosechadores que estaban en contacto con poblaciones que dieron el salto y vivían en condiciones más o menos semejantes no las imitaron mientras que otras si lo hicieron. Estas situaciones parecen hablar en favor de la tesis culturalista: si condiciones ambientales semejantes desembocaron en elecciones opues-tas, la explicación en términos de coerciones representacionales (creencias, mitos, etc.) parece la más coherente” (ídem:243).6 Considerado por Schaeffer como uno de los grandes clásicos de la ecología cultural con su obra Nor-thern Plainsmen: Adaptative Strategy and Agrarian Life (1976)

Page 27: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

La evolución cultural y el pensamiento poblacional

27VIRAJES

primates no lo hicieron. La cultura existe en otras especies pero no en forma acumulativa, y si se establece un paralelo con la escala temporal de los procesos de la evolución biológica, éste es infinitamente mayor que aquella que utilizamos al interrogarnos sobre los efectos adaptativos de la cultura humana.

Se requiere que se dirija la atención al modo de transmisión que constituye el núcleo de su especificidad. El aprendizaje individual es casi universal pero el aprendizaje social es relativamente raro pues está limitado solo a algunas especies. El aprendizaje social da lugar a una dinámica acumulativa y la evolución de la cultura es posible con la condición de que la especie en cuestión pueda recurrir a la imitación como proceso cognitivo. Pero solo el porvenir podrá decirnos si la cultura humana habrá sido una ganancia adaptativa exponencial o el disparador de una dinámica autodestructiva por la producción de armas atómicas o la destrucción ambiental.

La tercera cuestión se pregunta si la cultura (y la evolución cultural) como un segundo sistema de transmisión de información intergeneracional, diferente a la transmisión genética, es la escena de un proceso de selección que obedezca a la misma lógica que la selección natural. Para Schaeffer (ídem: 252s.) se han dado varias respuestas:

1ª. La primera, se presenta desde dos posiciones, la geocéntrica, defendida por algunos biólogos y por la etología clásica plantea que, por defecto, la cultura está sometida al genoma siendo este una constante y aquella una variable dependiente. La evolución cultural solo sería un epifenómeno. A ella se opone la posición crítica a la teología y a la noción de progreso, aunque otros, entre ellos, sobre todo representantes de la antropología del siglo XIX como E. Tylor o L. Morgan entre otros, o posteriormente Radcliffe-Brown y Talcott Parsons, por ejemplo, la defendían.

Parsons pensaba más precisamente que existen ‘universales evolutivos’ y que algunas innovaciones culturales constituyen un ‘progreso’ evolutivo. Precisamente la idea de un linaje evolutivo único y la identidad entre “evolución” y “progreso” son las que fueron puestas entre dicho, de manera justificada por la antropología cultural más reciente. No obstante, es necesario ver bien que la noción de “evolución” y la noción de “selección” no implican en sí mismas la idea de progreso o de finalidad.7 (Schaeffer ídem: 253)

7 “Podría concebirse una utilización de la noción de “evolución cultural” que se limitaría a estudiar las innovacio-nes culturales como respuestas locales y contextuales adaptadas a transformaciones de las condiciones de vida de un grupo humano determinado sin ninguna idea de una evolución general de la humanidad ni de una selección entre sociedades. Al mismo tiempo se evitaría la trampa que consiste en permutar el comparativismo (que es una herramienta cognitiva fructífera) por una jerarquización de las sociedades a lo largo de una escala única (la de la sociedad más “avanzada”) (Schaeffer 2009: 253)

Page 28: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

Orlando Jaramillo Gómez

28 antropol.sociol. Vol. 19 No. 1, enero - junio 2017, págs.11-32

2ª. Las dos siguientes posiciones son seleccionistas y aprueban que la evolución cultural tenga la misma lógica que la evolución biológica. Una “primera respuesta seleccionista plantea una homología de los vehículos de la selección genética y de la selección cultural: en ambos casos, la clasificación selectiva operarìa en el nivel de los individuos o de los fenotipos” (Schaeffer 2007: 253). Un ejemplo es la teoría de los memes de Dawkins8, estos como los genes son rasgos discretos, transmitidos por replicación. También la teoría del modelo de la herencia dual de Boyd y Richerson9 citados por Schaeffer, según la cual la transmisión cultural obedece a la misma lógica que la fijación genética de un rasgo orgánico, es decir, ocurre por diseminación de una innovación local sometida a un proceso selectivo y para que un rasgo pueda ser fijado es necesario que tenga una ventaja selectiva.

Una segunda opción, no a nivel de los individuos sino de los grupos humanos, es la tesis de Wilson y Sober (citados por Schaeffer ídem:254) quienes primero desactivan la tesis de que la selección de grupo no es operatoria y critican los modelos individualistas que deducen los motivos sociales y culturales del interés egoísta. Para estos autores “la existencia en el mundo animal de fuerzas estructurantes centradas en el grupo e irreductibles al cálculo egoísta aboga en favor de la existencia de mecanismos del mismo tipo en la humanidad” (Schaeffer ídem: 255) v.gr. el altruismo. Además para que una selección de grupo pueda darse es necesario tratarlos desde el punto de vista funcional como individuos.

Según Wilson y Sober (citado por Schaeffer ídem: 255) la eficacia biológica10 es una propiedad de rasgos y no de organismos por lo que los rasgos diferentes y hasta opuestos pueden ser seleccionados en distintos niveles. El altruismo, sería contraseleccionado a nivel individual y seleccionado en nivel del grupo lo que permite explicar las motivaciones egoístas individuales y el surgimiento de la “moral” como regulador con base altruista que no necesita ser derivado de la intención moral individual. Por eso aunque en un grupo predominen los individuos no altruistas sobre los altruistas en las relaciones intergrupales prevalecerán los grupos altruistas.

Las dos teorías seleccionistas a partir del individuo o del grupo, comparten la idea base: la evolución cultural es el resultado de un proceso selectivo homólogo a la selección natural, es decir, que selecciona las formas más adaptadas. En oposición se sostiene que a medida que una especie maximiza la transmisión

8 Dawkins, Richard. 1985. El gen egoísta. Salvat, Barcelona. El cual lo define con ejemplos como “tona-das o sones, ideas, consignas, modas en cuanto a vestimenta, formas de fabricar vasijas o de construir arcos” (p.286) que tienen fecundidad y longevidad y fidelidad a la copia por lo que tienen una analogía a los genes 9 Boy Robert y Peter Richerson. 1989. “The Role of Evolver Predispositions in Cultural Evolution” en Ethology and Sociobology No. 10 pp.195-21910 También denominada fitness o aptitud: es la capacidad relativa de un organismo para sobrevivir y transmitir sus genes al pool genético de la siguiente generación (Mayr 1992:177)

Page 29: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

La evolución cultural y el pensamiento poblacional

29VIRAJES

cultural, se emancipa de las coerciones de la transmisión genética y sobre todo de sus presiones selectivas, por lo que la cultura anularía de alguna manera la selección natural como sostiene Tort (Schaeffer idem: 257). Por lo que este autor hace de la cultura la antítesis de la naturaleza y opone lo que él llama antropología darwiniana a la antropología evolucionista (sociobiológica) afirmando que en términos simplificados la selección natural selecciona la civilización que se opone a la selección natural. Sin embargo concluye el autor no hay ninguna razón para pensar que la humanidad deje de estar sometida a la selección natural. Los humanos podrán intervenir sobre su perfil genético, no obstante su destino de seres humanos seguirá estando en una dependencia unilateral en relación con este, puesto que el éxito o el fracaso de sus intervenciones sobre el genoma serán los que decidirán el porvenir de la especie.

En resumen, para Schaeffer (ídem:260):

la idea de una homología entre selección natural y ‘selección’ cultural, entre evolución genética y ‘evolución’ cultural sigue siendo por el momento, pese a los modelos matemáticos en ocasiones muy complejos, altamente especulativa por lo que parece mucho más pertinente dirigir la atención a las interacciones entre la evolución genética y cultural. En cambio lo que es innegable es que existen interacciones entre la evolución genética y la cultura … El hecho de que la evolución genética actúe sobre la evolución cultural, según lo que precede, es inevitable

porque la transmisión cultural depende radicalmente del éxito de la transmisión genética.

En efecto, la cultura también actúa sobre la evolución genética mediante la prohibición del incesto, las reglas de endogamia o exogamia, los matrimonios arreglados, la segregación “racial” que canalizan la reproducción biológica según imperativos culturales influyen en el pool genético.

En todo caso se deben abandonar las perspectivas monocausales por la causalidad múltiple, el determinismo unilateral a favor de un análisis en términos de factores que interactúan y el reduccionismo a favor del reconocimiento de una realidad que implica múltiples niveles lo que permitirá que se empiecen a hacer las preguntas correctas.

Conclusión

Los temas aquí tratados nos conducen a aceptar que la revolución epistemológica darwiniana es válida para el análisis de la evolución cultural.

Page 30: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

Orlando Jaramillo Gómez

30 antropol.sociol. Vol. 19 No. 1, enero - junio 2017, págs.11-32

Los paradigmas señalados como la crítica al esencialismo, la necesidad de partir del pensamiento poblacional para explicar el cambio y la evolución cultural y de admitir la validez de los principios de la selección natural para el ámbito de la cultura son de gran actualidad. La crítica al lamarckismo y su influencia en las tesis de la evolución cultural la he desarrollado más ampliamente en otra publicación.11

En Colombia estos temas aún no se han debatido suficientemente, más aún, todo lo contrario existe publicaciones que defienden la posición morganiana decimonónica. Es el caso de Luis Guillermo Vasco quien publicó en 1994 un texto titulado Lewis Henry Morgan: Confesiones de amor y odio, que entre otras cosas se considera el mismo como el único texto de teoría antropológica escrito en Colombia, del cual dice según sus mismas palabras:

En este texto… realizado durante dos décadas de cátedra universitaria, es uno de los pocos estudios exhaustivos que se han hecho sobre Lewis Henry Morgan, la fortaleza de su investigación de campo y la importancia de su aporte teórico a la antropología moderna, en especial para el debate entre la teoría y la práctica, el papel de las ideas y del individuo en la historia, las relaciones entre historia, desarrollo, multietnicidad y regionalismo y la concepción del Salvajismo, la Barbarie y la Civilización como estructuras ideales para el análisis y no como fases ineludibles de evolución unilineal. Además, analiza y confronta con amplitud los argumentos que se han esgrimido en pro y en contra durante más de un siglo. Así, rompe con los estereotipos que se hacen sobre Morgan y contribuye significativamente al avance en el conocimiento, para concluir que sigue siendo un autor contemporáneo para los antropólogos actuales, y no solamente relevante para la historia de las ideas del siglo XIX o solamente para el marxismo a lo largo del siglo XX, y que la mayor parte de los juicios que se han lanzado sobre la validez o no de su pensamiento carecen de un apoyo sólido en su obra y más bien constituyen “confesiones de amor y odio” (http://www.luguiva.net/libros/detalle.aspx?id=6) (consultado el 20 de abril de 2017)

Su supuesta vigencia demuestra que los marxologos colombianos en las ciencias sociales todavía no han cuestionado aun el carácter lamarckiano de sus propuestas y mucho menos al contemplado la necesidad de las consecuencias de la revolución darwiniana en las ciencias sociales en general y en la antropología en particular. La fractura que se da entre una visión biológica o culturalista (supra orgánica como llamaría Kroeber) ha impedido integrar ambos enfoques en un solo conjunto que permita la

11 Jaramillo Gómez, Orlando. 2013. Evolución y desarrollo sostenible. En Asuntos No. 25 pp187-206. Universidad de Manizales

Page 31: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

La evolución cultural y el pensamiento poblacional

31VIRAJES

explicación integral de la conducta humana desde ambas perspectivas. Missing the Revolution; Darwinism for Social Scientists, recopilado por Barkow Jerome (2006) reúne un conjunto de artículos de antropólogos y psicólogos que dan fe de la situación. Peor aún en la Universidad de Stanford (Fernández de Rota 2012:70) se llegó a la necesidad de crear dos departamentos de antropología que respondan a las dos tendencias arriba mencionadas, la cultural y la sociobiológica.

Referencias Bibliográficas

Barkow, J. H. (Ed.) (2006). Missing the Revolution; Darwinism for Social Scientists by de la Oxford University Press

Bury, J. (1971). La idea de progreso. Madrid. Alianza editorial. Darwin, Ch. (1993). Autobiografía. Alianza Cien, Madrid. Darwin, Ch. (2009). El origen del hombre. Panamericana, Bogotá. Diamond, J. (2007). Colapso. Bogotá, Debolsillo. Diamond, J. (2007). Armas, Gérmenes y Acero. Bogotá. Debolsillo. Erben, H. (1982) ¿Se extinguirá la raza humana?; la evolución de las especies y el futuro del

hombre. Barcelona.Planeta.Fernandez De Rota Y Monter, J.A. (2012). Una etnografía de los antropólogos en EEUU;

consecuencia de los debates posmodernos. Madrid. Akal.Godelier, M. (1972). Sobre el modo de producción asiático. Barcelona. Ediciones Martinez

Roca. Grasa, R. (1990). El evolucionismo: de Darwin a la sociobiología. Madrid. Cincel.Harris, M. (1968). El desarrollo de la teoría antropológica. Madrid. Siglo XXI. Ingold, T. (1986). Evolución y vida social. Mexido.Grijalbo.Jaramillo, J E. (1987). Tipologías polares; Sociedad Tradicional y campesinado. Madrid.

Universidad Nacional.Jaramillo Gómez, O. (2013). Evolución y desarrollo sostenible. En Asuntos económicos y

administrativos. Revista de la Facultad de Economía, No. 25, 2° Semestre. Universidad de Manizales, pp.187-206

Kuper, A. (1996). El primate elegido. Barcelona. Critica.Levi-Strauss, C. (1972). El pensamiento salvaje. Mexico. Fondo de Cultura Económica.Levi-Strauss, C. (1973). Le Champ de l´anthropologie en Antropologie Structurale deux.

Paris. Plon.Lovejoy, A. O. (1983) La gran cadena del ser; Historia de una idea. Barcelona. Icaria. Malinowski, B. (1970). Una teoría científica de la cultura. Buenos Aires. Editorial

Sudamericana.Marx, K. y Engels, F. s./f. Obras escogidas. Moscú. Progreso.Oliva, L. (2015).Peter Diamandis: el emprendedor para quien el cielo no tiene límite en El

Tiempo, Bogotá, 12 de Octubre página 9Macia, l. (2005). La Selección racional del conocimiento. Manizales. Universidad de Caldas.Mayr, E. (1992). Una larga controversia: Darwin y el darwinismo. Barcelona. Critica. Miller, D. (Ed.). (1997). Popper escritos selectos. México. Fondo de cultura económica.Mocek, R. (1999) Socialismo revolucionario y darwinismo social. Madrid. Akal. Morgan, L. (1971) La sociedad primitiva. Madrid. Ayuso.Ridley M. (2005). Qué nos hace humanos. Bogotá. Taurus.

Page 32: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

Orlando Jaramillo Gómez

32 antropol.sociol. Vol. 19 No. 1, enero - junio 2017, págs.11-32

Sagan, C. (1993). Los dragones del Edén. Barcelona. RBA editores. Schaeffer, J-M. (2007). El fin de la excepción humana. Buenos Aires. Fondo de Cultura

Económica.Vasco, L. (1994). Lewis Henry Morgan: Confesiones de amor y odio. Bogotá. Editorial

Universidad Nacional Colección Latinoamericana.Weber, M. (1969). Economía y Sociedad. México. Fondo de Cultura Económica. Wilkins, J. (2001) The Appearance of Lamarckism in the Evolution of Culture en Laurent,

J. / Nightingale J. (eds.) Darwinism and Evolutionary Economics, Cheltenham: Elgar. pp. 160-183

Page 33: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

* El presente es un Artículo de Reflexión realizado desde las dinámicas discursivas y académicas gestadas en los cursos de Historia y Memoria, Construcción de la Ciudadanía en América Latina del Departamento de Historia y Geografía de la Universidad de Caldas durante el II semestre de 2015. Estas reflexiones provienen de investigaciones antecedentes como Hemofagogía del Color: Los Herederos Vergonzantes del Sectarismo Político. ( Revista Latino Americana de Estudios Educativos. Número 5 volumen I y II respectivamente). ** Lic. En ciencias Sociales, Mg en educación profesor Universidad de Caldas. [email protected] ORCID: 0000-0002-2530-6116 *** Historiador, Ph.D. en historia Profesor Universidad de Caldas. [email protected]

ORCID: 0000-0002-5317-5133

VIRAJESFANTASMAGORÍAS Y DISPOSICIONES EN EL ORDENAMIENTO TERRITORIAL.

DISCURSIVIDADES RIZOMÁTICAS DE LA CIUDAD DE MANIZALES*

LUIS FELIPE CASTRILLÓN**RICARDO CASTAÑO ZAPATA***

Recibido: 10 de diciembre de 2016Aprobado: 21 de enero de 2017

Artículo de Reflexión

CÓMO CITAR ESTE ARTÍCULO:Castrillón, L.F & Castaño, R. (2017). Fantasmagorías y disposiciones en el ordenamiento territorial. Discursividades rizomáticas de la ciudad de Manizales. Revista de Sociología y Antropología: VIRAJES, 19 (1). 33-62. DOI: 10.17151/rasv.2017.19.1.3

VIRAJES antropol.sociol. Vol. 19 No. 1, enero - junio 2017, págs. 33-62ISSN 0123-4471 (Impreso) ISSN 2462-9782 (En línea) DOI: 10.17151/rasv.2017.19.1.3

Page 34: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

Luis Felipe Castrillón, Ricardo Castaño Zapata

34 antropol.sociol. Vol. 19 No. 1, enero - junio 2017, págs. 33-62

ResumenEl trabajo identifica las Fantasmagorías dadas desde los emplazamientos

monumentales como pautas de direccionamiento representacional del colectivo de la ciudad de Manizales desde los campos de la ciudadanía y la memoria (Centeno, 2014) al realizar una validación empírica que devela los direccionamientos de la representación social desde la monumentalidad. Para ello se realiza una construcción teorica a modo de ruta epistémica de la investigación empleando el análisis documental. Se concluye una reproducción de poder al considerar que la Ciudad es planificada desde órganos gubernamentales dirigidos y direccionados por las élites que no tienen en cuenta la representación social que dinamiza la urbe. Lo anterior se ve direccionado por emplazamientos fantasmagóricos que gobiernan las representaciones y explican la totalidad de la sociedad local, son fractales que se reproducen en su historia desde múltiples discursividades rizomáticas expresadas en el topos.

Palabras clave: ciudad, representaciones, dinámicas, sociedad, historia, urbana, estructuras, fantasmagoría, dominio, poder.

PHANTASMAGORIA AND PROVISIONS IN LAND USE PLANNING. RIZOMATIC DISCURSIVITY OF

THE CITY OF MANIZALES

AbstractThis research identifies the phantasmagoria given from the monumental

locations as representational direction guidelines of the collective of the city of Manizales from memory and citizenship fields (Centeno, 2014) by doing an empirical validation that shows the direction of social representation from monumental character. An epistemic theoretical construction through documentary analysis was conducted to achieve this goal. A reproduction of power is concluded considering that the city is planned by governmental bodies managed and directed by the elites which do not take into consideration the social representation that invigorates the progress of the city. The above is directed by phantasmagorical sites governing the representations and explaining the entirety of the local society, being fractals that are reproduced in their own history from multiple rhizomatic discursivity expressed in polyphonies expressed in the topos.

Key words: city, representations, dynamics, society, history, urban, structures, phantasmagoria, dominance, power.

Page 35: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

Fantasmagorías y disposiciones en el ordenamiento territorial. Discursividades rizomáticas...

35VIRAJES

Introducción

(…) Y en mi locura he hallado libertad y seguridad; la libertad de la soledad y la seguridad de no ser comprendido, pues quienes nos comprenden esclavizan una parte

de nuestro ser.Pero no dejéis que me enorgullezca demasiado de mi seguridad; ni siquiera el ladrón

encarcelado está a salvo de otro ladrón. (Gibrán Khalil Gibrán, 1918, El loco.)

Todo tiene una moraleja, solo falta saber encontrarla(Lewis Carroll, 2000)

La ciudad es texto, es libro con estructura que se soporta en fantasmagorías. En efecto, la ciudad como estructura y como discurso invita a asumirla desde diferentes tópicos que den

cuenta de sus dinámicas, sean estas históricas, geográficas, políticas, económicas, perceptuales y representacionales; entre otras que se evidencian en posturas tanto epistemológicas como en los aportes teóricos multidisciplinarios que nos llevan a asumir que dentro de la estructura urbana existen unos soportes y documentos, en sí fantasmagorías (Ej. Monumentos, Calles o Avenidas, estructuras arquitectónicas, etc.,) que comunican y transmiten discursos de poder y que son consecutivas en la estructura de la ciudad y se hacen expresas mediante un fractal (Ej. Cementerio San Esteban). Así, asumimos que la planificación urbana de la ciudad niega gestaciones de la representación social para perpetuar un statu quo.

Ahora bien, tales dinámicas demuestran un impacto dentro de la memoria colectiva tanto como una disposición de emplazamientos dentro de lógicas Centro-Periferia. Pero, eso solo es localizable dentro de un tiempo específico, es decir, entre 1930 y 1990, ya que, posteriormente, el crecimiento poblacional marca la ocupación de otros territorios con mayores ofertas (Ej. paisajísticas, de accesibilidad, de seguridad, etc.,) según la capacidad adquisitiva, fenómeno que ha sido llamado por los sociólogos como Neo-rurales y por los geógrafos como Conurbación.

El procedimiento partió de un contexto histórico-político Latinoamericano y colombiano, enfatizado en los temas que nos brindó la pregunta sobre el problema de la ciudadanía y los Estados-nación desde abordajes de la Sociología Política y la Historia. Después de comprender los temas y ubicados en el periodo de los siglos XIX y XX en Colombia, se optó como estrategia metodológica el levantamiento de los íconos monumentales de la ciudad de Manizales desde las categorías de Miguel Ángel Centeno

Page 36: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

Luis Felipe Castrillón, Ricardo Castaño Zapata

36 antropol.sociol. Vol. 19 No. 1, enero - junio 2017, págs. 33-62

(2014). Este instrumento se asoció con la Investigación Acción mediante el trabajo de campo por parte de los estudiantes de los cursos de Historia, Memoria y Construcción de la Ciudadanía en América Latina orientados en la Universidad de Caldas durante el II semestre de 2015, que luego fue sistematizado en formato digital. Igualmente, la elaboración del documento se estableció desde una hermenéutica como forma de interpretar los múltiples discursos que se gestan en la ciudad; también conocida desde Ricoeur (1995) como “Hermenéutica de la distancia” puesto que trata de develar el problema de lo opaco desde el discurso como acontecimiento que transcurre en el tiempo-espacio y del cual la ciudad es libro que se construye y se re-lee; es decir, se reinterpreta:

Se puede decir que el tema del nuevo libro es excéntrico con respecto al precedente, pero con recuperación de temas ya aparecidos, ya rozados, o anticipados a través de temas precedentes. Lo que había sido un fragmento se convierte en el nuevo envoltorio, la totalidad. (Ricoeur, 1995: 125-127).

1. El rizoma: la conectividad en la ciudad

Se asume el rizoma como lo entienden Deleuze y Guattari (2010) para entender la multiplicidad como “ser sustantivo de lo real”1. Es necesario pensar la multiplicidad desde un sistema rizomático sin reducirla a una dicotomía (ciudad-campo) o a una “unidad pivote de explicación”2 (urbanización), [Ilustración 1]. Estos modos de exposición de lo real se presentan a partir de un modelo de pensamiento de tipo radicular. Observemos por ejemplo los modelos de la lingüística, el estructuralismo o la geografía humana. En este artículo, la exposición es rizomática porque no hay ni una dicotomía ni un principio ordenador de lo real, se procede por cortos circuitos, saltos e intermitencias. La ciudad es como libro fragmentado, pero una totalidad de la realidad estudiada que deja abiertos otros caminos. Por tanto, la linealidad de exposición no es sustancial, es solo pretendida ya que en el rizoma un punto conecta con otro punto, una línea se configura desde otra línea como la grama o la madriguera de conejos donde se gestan dinámicas múltiples donde cada una de las cuales

1 Denota el sentido de la diferencia entre lo real y l teórico, ya que lo real excede como multiplicidad los encuadramientos de lo teórico.2 Es un fundamento o principio del cual la teoría se desprende en su desarrollo y al que siempre retorna, piénsese en el concepto de Edipo en Freud, en su texto Psicosis y Neurosis (1924) desde el cual la estruc-tura del inconsciente se ve reducida a la figura de Edipo.

Page 37: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

Fantasmagorías y disposiciones en el ordenamiento territorial. Discursividades rizomáticas...

37VIRAJES

da cuenta de su singularidad, es el gran opus dentro de estructuras (para nuestro caso sociales, históricas, urbanas, etc.). Los principios que se gestan en este marco epistemológico son:

Ilustración 1. Esquema de la discursividades rizomáticas: Dinámicas múltiplesFuente: elaboración propia

· Principios de conexión y heterogeneidad: Cualquier punto del rizoma se conecta con muchos otros; por tanto, se necesitan diferentes órdenes discursivos para asimilar el prisma de lo real. La imagen produce realidad, pero determinada por la sustancia de lo real, su multiplicidad.

Page 38: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

Luis Felipe Castrillón, Ricardo Castaño Zapata

38 antropol.sociol. Vol. 19 No. 1, enero - junio 2017, págs. 33-62

· Principio de multiplicidad: La multiplicidad es rizomática y denuncia las unidades arborescentes, esboza determinaciones, mediaciones, tramas conductoras de las dinámicas del tejido social donde reposan diferentes dimensiones de la realidad; es decir, la multiplicidad ya no es atributiva (modo más manoseado y caduco del pensamiento occidental). La multiplicidad es sustantiva, es lo real, el conjunto de relaciones heterogéneas como el encuentro de la abeja y la orquídea donde la abeja deviene aparato sexual de la orquídea y la orquídea deviene receptáculo de alimento de la abeja; heterogéneos que se encuentran en todas partes, códigos que se encuentran como la hoja contiene ya la caída en su forma; agua que cae como gota de lluvia.

· Principio de ruptura asignificante: Los regímenes de las estructuras de la ciencias rompen con el rizoma; pero, este último, inicia nuevas conexiones como si fuera hierba; parece producirse subterráneamente tal como ocurre con las pandillas y las tribus underground; por tanto, la realidad no puede ser reducida a un conjunto de marcos teóricos estrechamente delineados, estos regímenes semióticos (antropología, sociología, lingüística etc.,) rompen con la continuidad de la multiplicidad dado que limitan su naturaleza y la universalizan generando así una falsa imagen de lo real, imagen copia donde el conjunto teórico limita el conjunto empírico. Lo asignifcativo es aquello que por rizoma se produce en la multiplicidad y escapa a estos regímenes semióticos, es lo que aún no ha adquirido significado por no encuadrar en los regímenes semióticos o que su significado se ve apoderado por una dicotomía o unidad pivotante que no le es propia; pensemos en los límites de investigación de las disciplinas. Lo asignificante funciona por cortes de circuito, por saltos, por entradas y salidas no determinantes.

· Principio de cartografía y de calcomanía: Un rizoma no responde a modelos estructurales o generativos porque es ajeno a ejes genéticos o estructuras profundas de reproducción o calcos de la realidad; es decir, no se hace rizoma con una dicotomía o unidad pivotante de explicación, tampoco es ésta una estructura profunda que determina una dinámica externa porque eso lo retornaría a la dicotomía apariencia-ser. Estos modos de pensar meramente generativos son calcos, copias de lo real donde el calco se superpone a la multiplicidad por una lógica deductiva o inductiva, es superposición que falsifica lo real. El calco, entonces, llena de coordenadas o puntos la multiplicidad desapareciéndola y llevando la realidad a una compresión de la dialéctica entre lo uno y lo múltiple, allí las disciplinas crean sus objetos de estudio independientes entre sí. La

Page 39: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

Fantasmagorías y disposiciones en el ordenamiento territorial. Discursividades rizomáticas...

39VIRAJES

multiplicidad continua se ve fragmentada en campos del conocimiento que pierden sus conexiones entre sí llegando a la paradoja del huevo de Alicia que al romperse no puede ser rearmado. El rizoma es mapa y no calco, como experimentación abierta a modificaciones con plasticidad en diferentes sentidos (económicos, urbanos, artísticos, sintagmáticos) con múltiples entradas que permiten múltiples lecturas de la realidad; por tanto, se ve habitado por múltiples lenguajes y no se aspira a fragmentar la realidad para reconstruirla; en este tipo de aparataje teórico se pretende producir la realidad para así no fragmentarla.

2. Existen otras lógicas3

La historia antigua es extraída en parte de documentos y en parte de monumentos. La

última generación ha proporcionado tantos ejemplos de la refutación de la arqueología de las conclusiones de los críticos de documentos, que surge la pregunta de si todo el procedimiento lógico de esta última clase de estudiosos no ha sido radicalmente

erróneo. Además de mostrar que ese es el caso, que la teoría lógica en la que se basan los críticos es tan mala como la lógica puede serlo (…)

(Pierce, 2012).

Sobre la base metodológica propuesta por García Canclini (1995) conocida como “observación cultural” nos ubicamos en la dinámica del mercado y la moda que culturalmente se han difundido por los medios masivos de comunicación, marcando diferencias conductistas que han sido apreciables en Manizales y popularizadas entre los individuos, marcando una caracterización de “Sub-cultos” (Toffler, 1985) o de “Territorios Tribales” (Morris,2009)4.

Es así como la compresión del territorio nos indica la necesidad de asumir el concepto de “conflicto social” que visto desde la teoría sociológica de Talcott Parsons (1968) integra la competencia con el libre cambio y las negociaciones que se resuelven en el equilibrio de fuerzas. Este es un juego de poder basado en la dirección de lo económico y político puesto que existen dentro de él unas dinámicas que regularizan el movimiento económico

3 Aclaramos que el inicio de construcción del abordaje teórico data de hace 9 años y el mismo fue ex-puesto por medio de la red a través del blog www.hipourbanofelipe.blogspot.com que pertenece al docente Luis Felipe Castrillón y que hoy se completa como propuesta teórica.4 En su obra El Hombre Al Desnudo, Desmond Morris (2009) acuña el concepto de “comportamiento territorial”, concepto que se implanta a la ciudad de acuerdo con las necesidades propias de cada ser que llevan al individuo a conformar conglomerados sociales que se enmarcan dentro de un territorio. Podemos entender entonces que estos conceptos resuenan entre sí como en una caja musical donde el material sonoro es la ciudad misma.

Page 40: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

Luis Felipe Castrillón, Ricardo Castaño Zapata

40 antropol.sociol. Vol. 19 No. 1, enero - junio 2017, págs. 33-62

dentro del territorio como la superintendencia de pesos y medidas; con estas regulaciones podrán gestarse conflictos de índole legal bajo la ordenación de precios al consumidor, por otro lado, se pueden gestar conflictos de índole ilegal (entendiendo que lo ilegal soporta dentro de sí unas reglas claras y unos juegos que marcan la legalidad del juego de la ilegalidad) con respecto a lo anterior, Parsons (1951) afirma que, “La generalización y cuantificación del poder en los sistemas sociales se presenta en dos modos o direcciones principales independientes, pero distintos, que pueden ser llamados respectivamente el económico y el político (…)” (p. 82).

Lo anterior, nos permite diferenciar dentro del territorio un conflicto abierto que es institucionalizado y un conflicto cerrado donde lo institucional es inexistente o débil. Esto, nos permite asimilar la Micro sociología definida por Rosental (1968) con la composición de lo Macro estructural y lo Micro estructural; cuya conjugación muestra el criterio de Tensión Social que puede ser positivo o negativo dentro del territorio. La tensión social se debe en parte a las representaciones de los diferentes sub cultos (tribales) o generacionales que impactan en la dinámica del territorio que se pone en disputa y generan marcos de referencia en la identidad. Se infiere entonces que el conflicto, como una búsqueda del equilibrio entre el poder económico y el político; como dinámica macro estructural, en este caso la ciudad, genera dinámicas latentes en los individuos que hacen parte de la misma desde sentimientos de apatía o simpatía dando el criterio de una tensión social adaptativa o de oposición ante las disposiciones que se gestan en la macro estructura por incidencias político-económicas.

Esto se evidencia por la diferenciación estructural y funcional de la ciudad donde existen criterios figurativos (visual y económicamente hablando) de zonas altamente frecuentadas y zonas moderadas. Es entonces, la identificación dentro de la representación social y económica la que da la clave de tal diferenciación, referencia que se establece en un distrito comercial de negocios (CBD5) el cual es intrínseco a las relaciones económicas, actuando como polo de desarrollo dentro de una localidad pues dicha referenciación es un punto nodal con fuerza centrípeta que concentra gran energía económica y social; a su vez, genera un movimiento centrifugo de desplazamiento de dicha energía hacia puntos de identificación conformados por la representación. Lo anterior son los nodos que dinamizan ciudad, concepto que es aplicado a la ciudad de Manizales porque como sugieren Trujillo y Vásquez (2001. p. sf) es “un lugar estratégico para el transporte urbano y comercial; caracterizado por la gran actividad humana

5 Véase Comercial Bussines Distrital, recuperado de: http://geography.about.com/od/urbaneconomicgeography/a/cbd.htm

Page 41: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

Fantasmagorías y disposiciones en el ordenamiento territorial. Discursividades rizomáticas...

41VIRAJES

y los diversos usos del suelo urbano. Esta actividad encierra gran valor simbólico que representa la personalidad de los manizaleños”.

Aspectos que han sido alimentados por intervenciones políticas que han hecho posible el incremento tanto de movilidad como de esteticidad de lo urbano. En Manizales, se reflejó tal caso por la conocida Ley 361 de febrero de 1997 en la que se establecen mecanismos de integración social de las personas con limitación (conocida en Colombia como la Ley Clopatofsky por el apellido del senador que la propuso), también la ley orgánica del Plan de Desarrollo (Ley 152 de 1994) que en su capítulo I sustenta criterios de sustentabilidad ambiental como prioridad del gasto público y social, el proceso de planeación, la viabilidad, entre otros, que impactaron en la carrera 23 de Manizales por lo cual se circunscriben en la lógica política de ordenamiento territorial de los años 90 en la cual el Presidente de la República Cesar Gaviria Trujillo mencionó en la instalación de la Comisión de Ordenamiento Territorial (COT) conformada por el Gobierno Nacional y cuyas responsabilidades se resumen en:

Es mucho lo que está en juego. La integración nacional y la diversidad local y regional, la fortaleza del Estado y la profundización de la democracia, el desarrollo económico y la distribución de sus costos y beneficios, la eficacia de la administración y la autonomía comunitaria. Y en esta tarea, estoy seguro, no se repetirá la experiencia de construir de arriba hacia abajo, desde la distancia fría de estas montañas capitalinas. Con la autonomía se han abierto los espacios para la creatividad y la experimentación; se han levantado las barreras a que la realidad fluya por los cauces trazados por las necesidades y expectativas de cada lugar. Y además, están ahí los instrumentos para firmar la identidad local, pero también para evitar el aislamiento y los desequilibrios. Es una empresa fascinante esta de encontrarle a cada pedazo de nuestra nación un espacio suficiente para que con su vitalidad contribuya a enriquecer un patrimonio común (Fals Borda, 2010. p.277).

Palabras que muestran la importancia de tales leyes para el desarrollo de lo local; pero un desarrollo que tenga en cuenta las dinámicas políticas y económicas en función de las dinámicas sociales que ponen en movimiento a las dos anteriores, dado que es esta última la que nutre de sentidos la ciudad, sentidos que postulan la toma de decisiones políticas y económicas en estamentos burocráticos como el Consejo de Manizales. Pero, contrario a lo que se piense, los estamentos burocráticos no se adentran en las representaciones sociales debido a que la toma de sus decisiones proviene del sentido de beneficio particular sobre el uso del suelo; es decir, prima el valor de cambio sobre el valor de uso y la ciudad se ve ordenada por una política económica que pretende determinar las relaciones sociales de

Page 42: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

Luis Felipe Castrillón, Ricardo Castaño Zapata

42 antropol.sociol. Vol. 19 No. 1, enero - junio 2017, págs. 33-62

identificación referencial de los individuos y colectivos: “Cuando se rompe el equilibrio entre la división espacial, reconocida legal o formalmente, y la satisfacción de necesidades colectivas, surgen problemas sociales de alcance territorial, como los de “gobernabilidad” que venimos experimentando desde comienzos de siglo” (Fals Borda, 2010, p. 285).

Dichas relaciones son de especial mención y acción dentro de los procesos de transformación de la ciudad, pues como se analizará posteriormente no se han tenido en cuenta las representaciones sociales; es decir, según puede observarse, los cambios son en primera medida impuestos desde el orden político-económico sin que primero exista un acercamiento a los análisis representacionales6.

3. Discursividades rizomáticas de Manizales

3.1. Rizoma representacional de la ciudadLas representaciones sociales se pueden entender como una unidad

funcional estructurada; vista desde Moscovici (1979), Perera (1999), Páez (1987), Ibáñez (1988) se entiende que están integradas por opiniones, actitudes, creencias, imágenes, valores, informaciones y conocimientos que articulan un complejo de significados subjetivos que las instituyen de manera compleja, es estructura estructurada dado que su conformación viene de la toma de decisión de la élite, y es estructurante en un colectivo desde los hábitos puestos en el campo de poder; es decir, allí esta la funcionalidad desde los esquemas figuritavos históricos, sociológicos e ideologico, de memoria colectiva y sus normas, de permanencia y resistencia, y por ultimo, de consenso e influencia, (Abric. 1989), de cada grupo y su actitud (Jodelet.1986),ante las realidades de interés. Giraldo. (2015) denomina lo anterior como los tópicos o lugares comunes que se construyen desde los esquemas mentales que se niegan a ser falseados

Tal abordaje teórico conceptual está asociado con García Canclini (1995: 60) cuando hace referencia a la comprensión de las representaciones dadas dentro de la cultura desde nuevos acercamientos metodológicos para adentrarse en el plano de las estructuras sub culturales; para ello cita a Marcus y Fischer (1986) que esbozan, refiriéndose a los nuevos métodos que, “con el desarrollo hermenéutico de la antropología y del etnopsicoanálisis se han sofisticado los procedimientos interpretativos para captar las distintas capas de significación que se esconden bajo la apariencia de los actos y

6 Tales acercamientos a la teoría de las Representaciones sociales fueron elaborados por el Magíster en Educación Luis Felipe Castrillón Universidad de Caldas y la Magíster en Gerencia del Talento Aleyda Duque Cardona, egresada de la Universidad de Manizales y actual funcionaria de la Universidad de Caldas; en el estudio sobre Representaciones Sociales de la Jubilación en la Universidad de Caldas.

Page 43: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

Fantasmagorías y disposiciones en el ordenamiento territorial. Discursividades rizomáticas...

43VIRAJES

los discursos”. Esas distintas significaciones son representaciones de un espacio construido socio-históricamente, siendo los modos de apropiarse de un territorio por parte de los individuos, los cuales constantemente lo están resignificando al ritmo que se resignifica lo político, lo cultural, lo social y lo económico dentro del marco de la globalidad. Según García Canclini (1995) esto:

(…) lo hacemos en la proliferación de discursos de los múltiples grupos que habitan en la urbe o la recorren. De ahí el interés de trabajar con los textos que describen pero también imaginan la urbe: los relatos de informantes, las crónicas periodísticas y literarias, las fotos, lo que dicen la radio, la televisión y la música que narran nuestros pasos urbanos (p. 74).

En conclusión, podríamos decir que las representaciones son unidades pivotantes de continuidad que ejercen dinámicas dicotómicas en un campo de poder, puesto que el colectivo al construir desde el espacio sentidos que generan territorio por medio de organizaciones sociales, muestran en el mismo las continuidades de la tradición y dicotomías sub culturales.

3.2. Rizoma discursivo de ciudad y ordenamiento territorialDentro de las dinámicas de la ciudad surgen múltiples sentidos; son

polifonías que marcan pautas de lectura y mapeo no aplicados a los calcos que las disposiciones de la planificación pretenden limitar o modelizar; dinámicas que rompen esquemas figurativos desde nuevas rizomancias que resuenan en la estructura urbana ejerciendo movimiento sobre el calco que se ve a la par obligado a re-significarse. De esta manera, desde los análisis de López de la Roche (1993) al referirse a la relación entre los procesos de urbanización y los procesos culturales, se evidencia que:

(…) la urbanización y los procesos culturales a ella asociados (formas de vida y de sociabilidad urbana, acceso a circuitos informativos y comunicativos, a la cultura de las masas, a la publicidad y a múltiples expectativas de consumo, etc.), contribuyen poderosamente a la modificación de costumbres, de los valores y de los imaginarios colectivos de los colombianos (…) (p. 128).

La relaciones entre urbanización y procesos culturales pueden ser explicitadas en las lógicas de la estructura urbana y su origen, puesto que abordan los movimientos de poblamiento, emplazamiento y reformas del mismo mediante aspectos de nuevas posturas de ciudad como la ciudad

Page 44: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

Luis Felipe Castrillón, Ricardo Castaño Zapata

44 antropol.sociol. Vol. 19 No. 1, enero - junio 2017, págs. 33-62

moderna; la cual se configura desde las gestaciones de representaciones sociales como producto de migraciones y relaciones culturales, económicas y políticas en épocas específicas de la historia local, regional y nacional en relación con lo global. Castells (1974. p.105) después de abordar el origen de la sociología urbana, logra definir la cultura urbana como un aporte que desde las élites se construye y que es mediado por los medios de comunicación, razón por la cual para entender las dinámicas del conglomerado humano debe remitirse a lo socio-histórico de la ciudad que se esté analizando para evidenciar esta institucionalización desde parámetros tecnocráticos, puesto que es la élite la que aplica modelos apropiados de occidente en lógicas urbanas de consumo y moda:

Es lo que sirve de base a toda una serie de discursos que hacen las veces del análisis de la evolución social en el pensamiento de las élites dirigentes occidentales y que por ello son ampliamente vehiculadas por los mass media y forman parte del ambiente ideológico cotidiano (Castells, 1974. p.105).

La ciudad es producto de las relaciones rizomáticas con el mundo, un mundo que se teje en tramas de significación desde las relaciones socioculturales y que a su vez se materializan en forma de emplazamiento dentro de la estructura urbana; en palabras de Castells (2010), cuando se remite al texto del economista belga Jean Remy (1996. p.297) quien afirma:

(…) la ciudad no es un medio de desorganización social, como a menudo se afirma, sino, bien al contrario, el medio de acultivación a la –vida moderna- , es decir, al proceso de cambio rápido que caracteriza a la sociedad industrial. Lo característico del medio urbano es justamente esta capacidad de suscitar innovaciones, integrándolas, al mismo tiempo, en la organización social gracias a su receptividad con respecto a los aspectos innovadores del crecimiento (p. 38).

Desde lo anterior se aborda la ciudad como un topos de relaciones intersubjetivas e institucionales que desde una lógica de vida moderna postula la dinámica de multiprocesos en relación con la sociedad industrial que interviene desde ámbitos de innovación según las relaciones globales y locales, y por consiguiente, dinamiza a su vez el ethos urbano- social. Aspecto tecnocrático de la visión de lo urbano que es rebatida por el mismo autor cuando muestra una estructura analítica que aúna el proceso de urbanización, el proceso de industrialización dependiente en la oposición campo/ciudad que se esboza desde esas representaciones de lado y lado; es decir, desde la ciudad se observa la ruralidad como un atraso en ámbitos

Page 45: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

Fantasmagorías y disposiciones en el ordenamiento territorial. Discursividades rizomáticas...

45VIRAJES

de infraestructura, educación, tecnología, etc., y desde la ruralidad se observa lo urbano como sinónimo de progreso y que determina un proceso de desestructuración de la familia en primer término, dado desde aspectos del dominio de las élites que implantan esquemas de estructuración social dentro de lo urbano. De esta manera. Castells (2010. pp.60-61) plantea que “El análisis de la urbanización en las formaciones sociales dependientes debe partir de la interrelación de cuatro procesos fundamentales”:

1. La historia política de la formación social a la que pertenece la ciudad (o el sistema urbano), en particular el grado de autonomía de la capa burocrático - política con relación a los intereses externos.

2. El tipo de sociedad agraria en la cual se produce el proceso de urbanización. Concretamente las configuraciones particulares serán diferentes según la estructura agraria sea feudal o tribal, según su descomposición sea más o menos intensa, a través de mayor o menor posibilidad de confluencia de intereses entre grupos sociales dominantes urbanos o rurales.

3. El tipo de relación de dependencia entre la formación social dominante y dominada, y en particular, la articulación concreta de los tres tipos de dominación colonial, comercial e industrial.

4. El impacto autónomo de la industrialización en el interior de la sociedad industrial dependiente (…) no es ya posible llegar a generalidades y es necesario, incluso para enunciar simplemente perspectivas, abordar el análisis de situaciones concretas.

La historia política de la formación social a la que pertenece Manizales, se caracteriza por inscribirse a las ideas del liberalismo económico puesto que el Departamento de Caldas es un apéndice nacido del proceso de colonización decimonónico proveniente de procesos de expansión de los Estados soberanos que se conjuga con la aprobación de la Constitución de 1863, la Constitución de Rio Negro y la instauración de los Estados Unidos de Colombia. Su gran diferencia radica, para el caso de la naciente ciudad de Manizales, en que es fundada por personas originariamente conservadoras desde el punto de vista político, situación que aún se conserva y que no caracteriza su independencia política de los mandos partidistas de los siglos XIX, XX y del presente. Es un tipo de sociedad agraria como producto de la lógica de la colonización dirigida y planificada en dinámicas de Neo- localización; gestada desde Antioquia y que generó nuevos emplazamientos o poblados y de cuyo origen datan las continuidades de apellidos familiares y los diferentes cruces con oleadas de familias extranjeras; pero, cuya característica fundamental sigue siendo

Page 46: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

Luis Felipe Castrillón, Ricardo Castaño Zapata

46 antropol.sociol. Vol. 19 No. 1, enero - junio 2017, págs. 33-62

el modo feudal de tenencia de la tierra, es decir, el municipio o localidad sigue dividido como antaño en grandes predios y pequeñas parcelas (minifundios). El tipo de relación de dependencia entre la formación social dominante y dominada es determinada por un paternalismo dado por líneas familiares que permitieron el acaparamiento de la tierra de la que se gesta la relación de tipo colonial con matices de orden feudal.

El impacto autónomo de la industrialización en el interior de la sociedad industrial dependiente, se caracterizó con la iniciativa de agricultores hacendatarios o comerciantes que generaron los primeros pasos en la industria local. De esta manera, Posada y Tobón fundan POSTOBÓN; la industria de Don Luis Eduardo Walker será lo que se conoce actualmente como LUKER, la Industria Cafetera y desde 1870 Pantaleón Gonzáles funda la primera destilería en la ciudad de Pereira, esta luego tendrá difusión en Manizales, en el municipio de Manzanares y demás. Las anteriores industrias se formalizan con el nacimiento del Ron en 1928 y por ordenanza de la Asamblea Departamental Número 13 de 1943 corregida con el Número 6 de 1944, mediante la que se crea la Industria Licorera de Caldas en 1943; surgen también las industrias de Cementos Caldas en 1950, Tejidos Única, Derivados del Azufre, entre otras.

Aunado a lo anterior Castells (2010), incluye en un análisis posterior sobre “problemas de la investigación en sociología urbana”, la siguiente matriz de relaciones comprensivas:

Sin embargo, en la medida en que el propio proceso de industrialización de la sociedad dependiente reflejara dicha dependencia, habría que considerar la matriz de relaciones comprensivas de:-la dinámica urbana dependiente de la formación social exterior-la dinámica urbana ligada, directa o indirectamente, al proceso interno de industrialización.-las influencias externas en la urbanización a través de la dependencia del propio proceso de industrialización (p. 104).

Desde lo anterior, podremos estimar dentro de las categorías expuestas por Castells, el tipo de dominación imperialista-industrial de carácter dependiente para el caso latinoamericano y colombiano, pero, este último conserva desde sus lógicas histórico- políticas un alto grado de visión extranjerizante y paternalista con respecto a sus ciudadanos. Esto, ha generado una serie de conductas dentro de las prácticas políticas que ha permitido la perpetuación de un statu quo de tradición familiar en aspectos políticos, administrativos, económicos y militares, donde dichas tradiciones familiares se han valido por estrategias múltiples de asociación

Page 47: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

Fantasmagorías y disposiciones en el ordenamiento territorial. Discursividades rizomáticas...

47VIRAJES

para mantener su poder como son el padrinazgo, el compadrazgo, entre otras que validan a su vez la permanencia de ese statu quo. Aunque es de vital importancia tratar aquí la relación de dependencia que este poder interno refleja en ámbitos exteriores, es decir, es una clase dominada exteriormente y dominante internamente.

No es tan complejo como parece establecer dichas relaciones en su origen con los tipos de dominación por los cuales Colombia se ha visto supeditada. Primero, por la dominación colonial de explotación intensiva; luego, la dominación imperialista-comercial; por último, la antes mencionada (Cfr. Supra). En Colombia, estos procesos se reconocen por medio de modelos económicos relacionados con la industrialización y la sustitución de importaciones, procesos en los cuales intervino una grupo social, La Élite, definida como un grupo social que ostenta el poder estatal y que según Castrillón y Castaño (2014), (2012) al remitirse a Guillen Martínez (2006. pp.396-481) dicen que en Colombia, la élite proviene de las dinámicas de independencia con los criollos y su pensamiento de poder desde el prestigio social que daba lo suntuario y las posiciones de estatus otorgadas a su vez por el rol profesional desde el siglo XIX. Posteriormente, lógicas económicas y comerciales globales generan en latinoamérica el “Progreso” basado en un cambio de dinámicas gubernamentales en relación con una dependencia norteamericana, tanto en lo industrial como en lo ideológico.

Esa historia es la que demuestra cómo en la sociedad de carácter local (Manizales), existe una correspondencia entre los fenómenos de fragmentación de la ruralidad y la rizomática campo-ciudad que gesta diversas relaciones, puesto que existe sentido de integración desde las prácticas de producción y consumo (campo-ciudad) y desde las prácticas políticas (ciudad-campo) por ejemplo, estas relaciones en palabras de Castaño Zapata y López Trujillo (2008. p.18) son un fenómeno que establece el origen y desarrollo de diferentes movimientos sociales:

Las urbes van creciendo en detrimento de la vida rural; la concentración de las personas origina movimientos políticos e intereses por gobernar sobre territorios urbano-rurales, organizados en Estados o bajo economías de aglomeración jerárquica urbano-regional. La lucha por el territorio ha generado movimientos políticos, económicos, sociales y culturales; la forma en que se han agrupado las regiones ha estado condicionada por estos movimientos (p. 18).

Diremos entonces que tales movimientos surgen en la ciudad desde oposiciones ante la institucionalidad, de dinámicas comerciales y tendencias políticas en auge o por crisis económica, igualmente por condiciones

Page 48: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

Luis Felipe Castrillón, Ricardo Castaño Zapata

48 antropol.sociol. Vol. 19 No. 1, enero - junio 2017, págs. 33-62

socioeconómicas de los conglomerados, etc. Ante lo cual se entiende que ese dinamismo de la ciudad ejerce dentro de sus habitantes unos procesos de interacción y estructuración de la misma que genera unas características que le son propias al conglomerado social que va aportando desde sus representaciones unas dinámicas o tensiones que median entre lo público y privado, llegando incluso a generar cambios dentro de políticas públicas y gubernamentales, entendiendo por demás la trama de construcciones sociales referentes a la ciudad que muestran implícitamente los significados y significantes que el mismo conglomerado construye y direcciona, pero que es necesario develar en el proceso de comprensión de ciudad. Siguiendo a Castells (2010) se considera que:

La planificación urbana es, en general, y en los límites estructurales de una sociedad dada, la intervención del sistema político sobre el sistema económico que tiene por objeto la superación de las situaciones sin salida que en este último se producen. Esta intervención puede concentrarse, esencialmente, sobre dos problemas: la producción de la fuerza de trabajo o la reproducción de los medios de producción. (…) la especificación de esta intervención sobre un cuerpo social concreto puede traslucirse analíticamente en una modificación: 1) del estado de relaciones en el interior del sistema urbano, 2) del sistema propio de los actores (soportes) implicados por la intervención y 3) de las relaciones entre estos dos sistemas (pp. 68-69).

Ahora bien, asociado al ámbito de la gestión en planificación urbana está el proceso que Romero (2001. pp. 322-349) menciona en su texto Latinoamérica: las ciudades y las ideas en el capítulo 7, “las ciudades masificadas”, referente a una sociedad escindida y las metrópolis y rancheríos, cuando se observa que una ciudad tiene destinada una partida presupuestal de la nación para invertir en procesos de desarrollo interno, partidas que están reguladas desde la dependencia de la cantidad de densidad poblacional proyectada. Pero tal proyección no estipula movimientos de incertidumbre que son generados por dinámicas intrarregionales de la nación dadas por el desplazamiento forzado, las migraciones pendulares y demás. El problema de fondo se encuentra en que las ciudades receptoras de los nuevos llegados que exigen la inclusión a una ciudad que no puede brindarles en el momento sus exigencias de servicios, empleo, salud, etc. Por lo cual, ellos se establecen en las periferias de la ciudad, en los llamados cinturones de miseria que son el foco de múltiples choques.

Aunado a lo anterior, está la inclusión en la vida económica que por un lado marca detrimento de salarios por una sobre oferta laboral (benéfica para el empleador y perjudicial para el empleado), así como también el

Page 49: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

Fantasmagorías y disposiciones en el ordenamiento territorial. Discursividades rizomáticas...

49VIRAJES

origen del subempleo. Es el proceso de precarización laboral, fenómeno que por una parte explica una hiper urbanización concentrada en ciudades capitales, industriales e intermedias y que necesita de una asertiva proyección y gestión de los agentes encargados de la planificación urbana; aquí se demuestra la gran necesidad que tiene el Estado y sus organismos de “Reorientar las migraciones rurales” desde parámetros de presencia del mismo Estado, no solo en cuestiones de seguridad sino en ámbitos del bienestar social, el ordenamiento territorial, las reformas agrarias y la restitución de tierras del campesino que sufrió la “acumulación primitiva” como lo diría Marx.

3.3. El rizoma de la totalidad y el fractalSi observamos dichos fenómenos dentro de una teoría de los fractales,

concluiríamos que los mismos dentro de lo regional son el reflejo de lo acontecido a nivel micro regional y local; como tal, conservan dinámicas símiles cuando de lo urbano y la ciudad se trata, pues se define fractal como objeto geométrico cuya estructura básica se repite en diferentes escalas aunque hay que aclarar que en el presente artículo estaríamos asumiendo el fractal como objeto social, siendo este mismo un objeto dinámico y cambiante que conserva ciertas estructuras que evidencian tanto su base como sus cambios y relaciones heterogéneas de producción. La teoría de fractales dentro de lo social es entendida como una conexión rizomática que va del campo de la matemática al de las ciencias sociales, en la que el fractal es una representación de la totalidad (ciudad) en una parte (cementerio) es decir, la parte es mayor o igual a la totalidad (producción urbana). De esta manera lo asumen Briggs y Peat (2000):

Los fractales constituyen un sistema descriptivo y una nueva metodología para una investigación que acaba de empezar. También puede ser una nueva imagen de la totalidad. En las próximas décadas los fractales sin duda revelarán más acerca del caos oculto dentro de la regularidad y acerca de los modos en que la estabilidad y el orden pueden nacer de la turbulencia y el azar subyacentes. Y revelarán más acerca de los movimientos de la totalidad. (p. 222).

Centeno (2014) desde la “teoría belicista del Estado”, se hace la pregunta: ¿cuál es la constante iconográfica latinoamericana de los monumentos? Ante ello establece una categorización entre “temas míticos” (Ej. militar, político, ciencia-arte) y “período mítico” (Ej. Pre-independencia, Independencia, Nacional, Moderno) en diferentes países y ciudades como

Page 50: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

Luis Felipe Castrillón, Ricardo Castaño Zapata

50 antropol.sociol. Vol. 19 No. 1, enero - junio 2017, págs. 33-62

México, Brasil, Perú, Bogotá, etc., ante los cuales encuentra, comparando a México con Bogotá que en la primera ciudad desde sus calles existe un porcentaje de 29.5% que son militares, 26.3% son políticas, 52.5% son de ciencia y arte, 15.6% son de la Pre-Independencia, 9.9% son de la independencia, 50.9% son nacionales, 22.8% son Modernas; por otro lado, Bogotá presenta una distribución así: 35% Militar, 26.8% Político, 33.8% ciencia y arte, 17.2% Pre- independencia, 46.1% Independencia, 26.6% Nacional, 7% Moderno. Existe pues un predominio para el caso mexicano de Mito Militar e independentista seguido de ciencia y arte; por otro lado, Bogotá conserva un predominio igual pero con poca incidencia de lo moderno, concluyendo con lo anterior que la mentalidad de Bogotá está aunada a las tradiciones de carácter colonial mientras que la mentalidad mexicana tiene una tendencia más hacia la hibridación cultural e ideológica.

De esta manera, se podrían tomar las categorías expuestas por Centeno para un análisis en la ciudad de Manizales en la comuna Palogrande: los monumentos y las avenidas7 más importantes de la ciudad como discursividades rizomáticas de la totalidad, donde uno de los aspectos que sobresalen en su historia es el clericalismo adoptado desde la tradición conservadora que se materializó durante los siglos XIX y hasta mediados del siglo XX con el fenómeno político y social de la colonización antioqueña a través del cual se empezaron a recrear ciertas identidades que abogaron en pro del fortalecimiento de los aspectos civilizadores tales como la educación. Todo este imaginario que empezó a gestarse llevaba como convicción contrarrestar las influencias liberales provenientes del Cauca, ante las cuales Manizales como capital del Gran Caldas debería llevar las riendas. Sin embargo, para el caso de la comuna Palogrande que se constituye como una de las comunas con mayor actividad económica y donde reside, en gran mayoría, la élite manizalita, es tentador apreciar después de este pequeño rastreo que los nombres asignados a las instituciones educativas de ésta comuna -de las cuáles son tres privadas como el colegio Eugenia Ravasco creado por orden religiosa en 1957- responden y expresan una apología religiosa conexa al tradicionalismo. A excepción del INEM Baldomero Sanín Cano y las instalaciones de la Universidad de Caldas en su sede central que representan una fantasmagoría de tipo más humanista; sin embargo, para ambos casos estos nombres constituyen las representaciones de una memoria que quiere posesionarse como una continuidad en pro de un ideal

7 El levantamiento de la información, tanto de la matriz como de su visualización cartográfica fue un tra-bajo de campo que los estudiantes de los cursos de Historia y Memoria, y Construcción de la ciudadanía en América Latina dirigidos por el Docente Luis Felipe Castrillón, realizaron durante el II semestre de 2015 en el Departamento de Historia y Geografía con sus programas Licenciatura en Ciencias Sociales e Historia en la Universidad de Caldas. A todos ellos nuestro más sincero agradecimiento por su interés y empeño.

Page 51: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

Fantasmagorías y disposiciones en el ordenamiento territorial. Discursividades rizomáticas...

51VIRAJES

o imaginario. Igualmente, podemos evidenciar varias avenidas que llevan el nombre de algún personaje de la historia social, política o cultural de la ciudad e incluso del país y el continente; es decir, que asumieron un importante papel como político ya fuese alcalde, gobernador etc.

Después de un rastreo por las representaciones escultóricas (66,6%) podemos afirmar que la ciudad presenta una exaltación de carácter científico pues son las que se encuentran en mayor número. Se debe advertir la concentración de monumentos en tres sectores de la ciudad: Chipre, Centro -en especial las zonas de la Plaza de Bolívar y del Parque de Caldas- y por último, el Cable y la zona universitaria, en los cuales se encuentra la representación de las élites. Para el período Republicano las evidencias son pocas puesto que es el número más bajo de representaciones con un 11,1%. Para el período de la Independencia notamos más la representación de figuras nacionales con un 11,11 % en monumentos y 9,09 en avenidas, muy poco regionales en monumentos 2,7% y 9,09% en avenidas. Se evidencia que las representaciones están más enfocadas en ejes temáticos que en períodos históricos (Ej. avenidas: militar 18.1%, político 54.5%, ciencia y arte 27,2%, estructuras arquitectónicas: ciencia y arte 100%, Monumentos: Militar 2,7%, político 30,5%, ciencia y arte 66,6%). Ahora bien, no podríamos decir que la representación total es intelectual dado que la red eclesiástica aborda la totalidad como dispositivo de control y contención ante la oposición.

Ilustración 2. Mapa: red de poder eclesiástico en Manizales, Caldas (2015)Fuente: Elaboración propia

Page 52: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

Luis Felipe Castrillón, Ricardo Castaño Zapata

52 antropol.sociol. Vol. 19 No. 1, enero - junio 2017, págs. 33-62

Ilustración 3. Mapa: red de monumentos en Manizales, Caldas (2015)Fuente: Elaboración propia

TABLA 1. Matriz de Manizales desde las categorías de Miguel Ángel Centeno. (Avenidas, Instituciones Educativas, Centros Culturales y Monumentos)

VALORES PORCENTUALES

TÓPICO TEMA MÍTICO PERÍODO MÍTICO

Militar Político Ciencia y arte

PreIndependencia Independencia Nacional Regional Local República

Avenidas 18,1 54,5 27,2 9,09 9,09 27,2 9,09 45,4 0

Estructuras arquitectónicas 0 0 100 0 0 0 0 57,1 14,2

Monumentos 2,7 30,5 66,6 2,7 11,11 2,7 2,7 61,1 11,1

3.3.1. Reproducciones de la fantasmagoría: Cementerio San Esteban (CSE)La propuesta anterior nos abre la mirada sobre los emplazamientos

urbanos; bajo tal dinámica de análisis estructural podríamos analizar Manizales vista como totalidad y podríamos asumir como fractal su necrópolis: el Cementerio San Esteban (CSE), que es en este sentido un documento soporte o más bien, un monumento soporte para el entendimiento de la estructura urbana. Cabe aclarar que desde esta posición de ver la necrópolis como monumento/documento/soporte, también debe analizarse

Page 53: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

Fantasmagorías y disposiciones en el ordenamiento territorial. Discursividades rizomáticas...

53VIRAJES

el papel que cumple el mismo en los impactos y efectos de transmisibilidad y comunicabilidad transportada en un espacio/tiempo diferente, a saber, el presente. Es decir, la perpetuación de un statu quo por vías de la representación política y económica construida desde los emplazamientos arquitectónicos y monumentales; tal estructura arquitectónica, histórica y psicológica juega con las dinámicas de la memoria colectiva desde vigencias emplazatorias. Tal postulado, toma una dinámica de demostración que puede ser explicada por la geografía, la antropología, la sociología y la historia, así lo exponen Pantoja y Arias (2010) en su artículo Reviviendo el pasado con legados inertes: Las fuentes fúnebres como pauta para la interpretación y enseñanza de la historia al decir que:

Al igual que los demás cementerios, el San Esteban ejemplifica claramente al Manizaleño, el Manizaleño poderoso y rico del siglo XX, en su interior es claro el poder económico alcanzado, evidente en el uso de materiales como el mármol, importado de Carrara, Italia, usados en la elaboración de mausoleos y materiales como el ferro concreto implementado en la construcción del resto del cementerio en éste reposan los cuerpos inertes de hombres emblemáticos para la ciudad que estudiados a fondo darán una nueva visión del acontecer histórico de la ciudad no a partir de sus construcciones, sino de sus personajes. (2010. p. 14)

El CSE demuestra por su distribución unas lógicas que se acoplan a la dinámica de distribución misma de la población dentro de una topografía dada, como lo demuestra Chardon (2008) en su estudio Reasentamiento y hábitat en zonas urbanas, una reflexión en Manizales, donde expone criterios de emplazamiento en lo topográfico desde categorías como el hábitat y la habitabilidad que se conjugan en una serie de formas de construcción al utilizar diferentes materiales además del uso del suelo para garantizar unos mínimos de vida (productos de pan coger) y generar una lógica minimalista en las formas de vida en la ladera. Lo que se aúna a lo anterior, es una estructura de dominación desde los parámetros político-económicos y religiosos emplazados de una manera casi ordenada usando un plano Damero en asociación a la pendiente para el caso del CSE. Allí se visualiza una jerarquización de mayor a menor por la pendiente; inicia en primera instancia con los estratos socioeconómicos más altos que están relacionados con las estructuras y dispositivos del dominio político, militar y eclesiástico. Con lo anterior, se sigue un conjunto de estratos socioeconómicos medios y por último los estratos socioeconómicos bajos seguidos de los Sin Nombre o N.N (fosa común).

Page 54: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

Luis Felipe Castrillón, Ricardo Castaño Zapata

54 antropol.sociol. Vol. 19 No. 1, enero - junio 2017, págs. 33-62

Ilustración 4. Estratigrafia social de Manizales Fuente: http://209.238.134.188:8080/sites/default/files/styles/620x/public/fotosgaleria/2013/Ene/239262-

383356.jpg http://www.angelfire.com/planet/arepa-caldense/manizales-palermo.jpg

Ilustración 5. Barrio, El Nevado (2007)Fuente: Chardon. (2008). Reasentamiento y hábitat en zonas urbanas, una reflexión en Manizales.

Desde esta perspectiva, es fácil extrapolar esta dinámica a la dinámica de la totalidad, a saber, Manizales desde visuales de perfil topográfico demuestra la teoría del fractal en la distribución de la población manizalita.

Page 55: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

Fantasmagorías y disposiciones en el ordenamiento territorial. Discursividades rizomáticas...

55VIRAJES

Ilustración 6. Distribución socio-económica en la geomorfología de la ciudad de Manizales

Fuente: Elaboración propia

Ilustración 7. Visualización espejo (CSE). Una dinámica morfológica de la estructuras de sociedad local

Fuente: Elaboración propia

Page 56: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

Luis Felipe Castrillón, Ricardo Castaño Zapata

56 antropol.sociol. Vol. 19 No. 1, enero - junio 2017, págs. 33-62

Ilustración 8. Visualización espejo (CSE). Una dinámica morfológica con

asociación de estratos socioeconómicos. Estructuras de sociedad local Fuente: Elaboración propia

Podríamos preguntarnos si el CSE es una especie de Fantasmagoría que implica una identidad desde el recordar o por lo contrario una implicación de abuso de la memoria colectiva tendiente a perpetuar un orden dado en aspectos sociales, económicos o políticos. Tal fantasmagoría, es un reflejo del pasado en el presente, reflejo de un poder económico, político o militar que gesta en presente dicho mensaje de las élites desde unas líneas familiares específicas ante un conglomerado específico: los ciudadanos de Manizales y como tal, esboza una reproductibilidad mecánica en la toma de decisiones del mismo ante líneas políticas que las élites han perfilado, es un fractal de una representación sobre otra.

La Fantasmagoría, dice Verón (2007. p. 23)

“(…) proviene de la palabra Phantasma que en griego significa espectro, una indecisión entre lo real y lo ficticio, entre aquello que no es real pero tampoco ficticio… (sic). Tanto es así, que hablar de sociedad del espectáculo, sociedad del simulacro, cultura de la imagen no es otra cosa que urdir y anudar los sinuosos hilos donde muertos y fantasmas conviven con los vivos”.

Page 57: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

Fantasmagorías y disposiciones en el ordenamiento territorial. Discursividades rizomáticas...

57VIRAJES

Es decir, que dicha coexistencia espacio/temporal entre vivos y muertos impulsa una comunicabilidad desde manifestaciones sociales, políticas y en este caso de los insepultos a través de la necrópolis. Tales fantasmagorías son una especie de sátiros que gobiernan la conciencia colectiva puesto que ellos son la representación de poder, representación proyectiva que solo es posible lograr por medio de los vínculos sociales que se tejen para lograrlo; por ejemplo, mediante el padrinazgo, paternalismo, compadrazgo y en última instancia a través del empoderamiento político de base.

El problema de fondo nos conduce a explicarnos cómo dicha comunicabilidad es abordada por el observador en tanto puede ser guiado por un emisor o cuando el mismo observador construye el mensaje; ante la condición de la guianza (en sentido de llevar a ver) del observador mediante un emisor no es difícil decir que tal mensaje puede contener estructuras de manipulación ante el contexto y su historia. Desde la segunda condición, se podría gestar una o varias acepciones ya que por un lado el receptor que para el caso es el observador, puede construir tal interpretación asignando un mensaje, pero, dicha construcción es mediada por procesos de pensamiento que fueron gestados desde la institucionalidad o corpus social (aculturamiento), sea para la emancipación, sea para la subyugación. En otras palabras, el observador no es ajeno a un proceso que lo ha historizado y que posicionó su forma de ver la imagen fantasmagórica de la necrópolis.

Es desde lo anterior que interviene tanto el recuerdo dado desde la comunicabilidad transmitida como también el olvido desde el mensaje dado por parte del emisor que estipula un abuso de memoria. Si decimos que el recuerdo dado desde la comunicabilidad transmitida tiene relación con la construcción de las representaciones colectivas que en sí son memoria, entonces tendríamos que comenzar por decir que en ellas se presenta un abuso de memoria por parte de aparatos políticos y económicos cuyo génesis se localiza en prácticas de agorismo o grupos asociativos desde agremiaciones como producto de lógicas occidentales, y que para el caso nuestro, se evidencian en los partidos políticos que proyectan tanto ciudad como sociedad desde dinámicas de transformación como son los planes de ordenamiento territorial y las normas jurídicas que propenden por alivianar las presiones que desde lo social se gestan.

Ahora bien, si se toma el olvido desde transmisión en el ejercicio de comunicabilidad, diríamos que igualmente debe ser un aspecto de vital cuidado en el sentido que puede ser propendido desde lo institucional como política de Estado; pero aquí se expondría un Estado de tipo totalitario, nacionalista o dictatorial. El caso que más se menciona dentro de los textos de la historia presente y la memoria.

Page 58: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

Luis Felipe Castrillón, Ricardo Castaño Zapata

58 antropol.sociol. Vol. 19 No. 1, enero - junio 2017, págs. 33-62

Elevando el fractal/rizoma/monumento/documento/soporte/fantasmagoría (CSE) a un plano de la totalidad (Manizales) y según la matriz de emplazamientos monumentales desde las categorías expuestas por Centeno (Cfr. Supra), concluiríamos que: los abordajes realizados de emplazamientos fantasmagóricos de la ciudad como estatuas, calles, escuelas, en sí monumentos, arrojan como discurso las siguientes lógicas:

· Ante la realidad calco, los emplazamientos monumentales tanto de estatuas como de calles, elevan una comunicabilidad del poder político Conservador en el centro del plano de la totalidad; mientras que el poder Liberal se emplaza en periferias. Estas disposiciones emplazatorias se regulan mediante contenciones como el modelo de ciudad español europeo que referencia la ubicación de una plaza central y dos plazas menores como lo es el caso de la Plaza de Bolívar y las plazas Olaya Herrera y Ernesto Gutiérrez. Aunado a estas, se encuentra la institucionalidad policiaca cerca de las plazas (Comando de la Policía Nacional).

· Existen monumentos de reproducibilidad y aculturamiento emplazados desde la institucionalidad escolar que se adscriben a temas políticos-militares-religiosos y en menor medida en artes y ciencia. Estos, desde su disposición en el topos de la totalidad dan igualmente la disposición centro-periferia, estipulando como dispositivo de control de la memoria colectiva la institucionalidad eclesiástica que se emplaza por diáspora en la totalidad, formando red de poder, es una telaraña o paraguas que abarca por equidistancia constante la sumisión. Acaso, ¿tal discursividad de los emplazamientos fantasmagóricos no son aquello que Le Goff (1999) pronunció acerca de la expulsión del hombre del paraíso? efectivamente es la sacralización de lo urbano, es decir, de lo sacro representado en la centrificación del poder -que para este caso es la Plaza Principal- a lo profano que se representa en lo periférico por fuera de las plazas menores; en sí todo un purgatorio que desde su penar estructura el sustento de lo sacro. En otras palabras o discursividades rizomaticas, es el marginalismo que sustenta el capitalismo en la totalidad de la sociedad local. Verón (2007) nos recuerda por ejemplo que:

Foucault nos habló de la ciudad como un panóptico donde los poderes abstractos nos vigilan. Bauman donde los simples ciudadanos, conectados al mundo por monitores, cables, móviles, redes quienes asisten a la contemplación extasiada de las acciones de los poderosos. Pero tanto el uno como el otro, al ciudadano del común le resulta difícil actuar e intervenir. (p. 83)

Page 59: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

Fantasmagorías y disposiciones en el ordenamiento territorial. Discursividades rizomáticas...

59VIRAJES

Conclusión

La fantasmagoría en presente es una imagen que trascendió la frontera espacio-temporal del pasado y cuya imagen observada está editada de comunicabilidad manipulada para mostrar un cambio que es inexistente en la representación de los manizalitas. ¿Se requerirá entonces una especie de auditoría a dicha imagen, a dicha fantasmagoría? ¿Se requerirá una observación crítica? y en este sentido, ¿Se requerirá una pedagogización sobre la imagen/fantasmagoría/espectro/soporte/documento? También, en respuesta concreta ¡Sí¡ se hace necesario realizar la auditoria desde lo crítico, una pedagogización de la imagen de las estructuras sociales, de las estructuras políticas y económicas ante los encuadramientos fantasmagóricos. Al respecto, Todorov (1977. p.8) en su epígrafe del libro Las Teorías del símbolo, se remite a Novalis para decir que el acto de ver y construir historia requiere de múltiples miradas, técnicas e instrumentos; donde se ha terminado la hegemonía del documento y se asumen otras fuentes que dan validez a una investigación, entre ellas tenemos por ejemplo la fotografía, la literatura, entre otras: “Pensándolo bien, creo que un historiador debe ser también y por fuerza un poeta, ya que sólo los poetas entienden de ese arte que consiste en vincular hábilmente los hechos”.

Desde tal análisis se podría encontrar el lector con la paradoja de la fantasmagoría como postulación de las continuidades de las estructuras de la memoria colectiva como puede llegar a interpretarse desde el caso de Manizales; por otro lado, también podría postularse la negación de la fantasmagoría desde el sentido de David Rieff (2012. p.46) que lo afirma al remitirse al historiador británico David Cannadine en su texto A donde van a morir las estatuas donde expone la reconfiguración de la memoria en Nueva Deli al caer el imperio británico; así mismo, tal hecho es figurado por Cartier- Bresson durante la Independencia de 1949 en la Casa de Gobierno de Yakarta, sintetizando con ello que “tarde o temprano, repentina o gradualmente, todas nuestras sociedades seguirán ese curso”. Tal paradoja nos lleva a afirmar que ante el caso de la estructura de la sociedad local manizalita, el criterio de fantasmagoría de los emplazamientos no pierde validez desde las interpretaciones de Rieff. en el corto tiempo –vale aclarar- en especial, cuando tales fantasmagorías, por parte del colectivo y su memoria, provienen de las estructuras de la religiosidad cristiana que se perpetúan en jerarquías dadas desde la parroquia.

Por otro lado, los emplazamientos fantasmagóricos son una especie -para utilizar la metáfora- de imán que hace un llamado a esos pilares de la memoria colectiva; es decir, aunque las reconfiguraciones de la memoria colectiva hayan sido dadas por múltiples procesos (políticos, sociales,

Page 60: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

Luis Felipe Castrillón, Ricardo Castaño Zapata

60 antropol.sociol. Vol. 19 No. 1, enero - junio 2017, págs. 33-62

económicos, etc.) estos, a la hora de enfrentarse a tales llamamientos fantasmagóricos carecen de fuerza estable que impida las direccionalidades que los pilares de la memoria colectiva primigenia contiene, a saber, nos referimos a ese mito fundacional de Manizales. “La nación siempre elige el mito -codificado en el recuerdo- por encima de la historia” Rieff. (2012. p.32).

Ahora bien, se espera que tales aseveraciones de la fantasmagoría no se interpreten desde el sentido de un acudir a una generación o mirada del pasado restando importancia a los problemas presentes como lo estipula Todorov (2000. p.53), “A falta de emprender una acción real contra el fascismo actual, sea real o fantasmagórico, el ataque se dirige resueltamente contra el fascismo de ayer”. Por lo contrario, nuestras fantasmagorías no son otras en presente, son las mismas construidas en pasado que logran traspasar la esfera temporal con la misma comunicabilidad de vigencias de poder; otro asunto es que el paso del tiempo haya marcado una carencia de su importancia ante los observadores de la urbe que la ven como banal cuando en realidad está allí marcando inmanencias ante la toma de decisiones políticas o la apología a los grupos de poder. Por último, se hace necesaria la comprensión de la sociedad local desde un proceso de sociohistórico que nos permita desvelar esas fantasmagorías del poder para posibilitar la construcción de otras que se generen desde las bases o retrotraigan esos fantasmas negros que no han sufrido procesos de blanqueamiento, de desterritorializacion u ocultamiento.

Referencias bibliograficas

Abric, J.C. (1989) “L’ étude experimentale des Representations Sociales, En: D.Jodelet (Ed) Representations sociales. Paris, Francie: PUF

Almario, O. (2007). Caldas: Una región nueva, moderna y nacional. Medellín: Centro de Publicaciones Universidad Nacional de Colombia.

Bárcena, F. (2009). La vida de la política Acción y (bio) política en Hannah Arendt. España: Universidad Complutense de Madrid.

Briggs, J. y Peat, F.D. (2005). Espejo y reflejo: del caos al orden: guía ilustrada de la teoría del caos y la ciencia de la totalidad. Barcelona: Editorial Gedisa.

Cárdenas, S. (2012). Barriendo con la Escoba del Sistema. Una charla con Mario Mendoza. Minerva Revista del Círculo de Bellas Artes IV Época, 21, Año 2013, pp. 81-84. Recuperado de: http://www.revistaminerva.com/articulo.php?id=570

Carroll, L. (2000). Alicia en el País de las Maravillas. Recuperado de: http://leerlibrosonline.net/alicia-en-el-pais-de-las-maravillas-lewis-carroll/

Castaño, R. y López, M (2008). Tejiendo el puente. Manizales, Colombia: Centro Editorial Universidad de Caldas.

Page 61: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

Fantasmagorías y disposiciones en el ordenamiento territorial. Discursividades rizomáticas...

61VIRAJES

Castells, M. (1974). La cuestión Urbana. El mito de la cultura Urbana. Bogotá, Colombia: Siglo XXI Editores.

______________. (2010). Problemas de investigación en sociología urbana. México D.F: Siglo XXI Editores.

Castrillón, F. y Castaño, R. (2014). ¿Qué ha aprendido Colombia desde la independencia a la actualidad en lo referente a lo político?. Summa Iuris, 2(1), pp. 111-139. Recuperado de: http://www.funlam.edu.co/revistas/index.php/summaiuris/article/view/1220/1112

______________. (2012). Diálogos para la investigación y formación de investigadores sobre la historia de la violencia en Colombia. España: Editorial Académica Española.

Castrillón, F., Castaño, R. y Gartner, G. (2009). Hemofagogia del Color: los herederos vergonzantes del sectarismo político. Parte II. Recuperado de: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=134116861008

Centeno, M. (2014). Sangre y Deuda. Ciudades, Estado y construcción de nación en América Latina. Bogotá, Colombia: Universidad Nacional de Colombia. Instituto de Estudios Urbanos (IEU).

Chardon, A. (2008). Reasentamiento y hábitat en zonas urbanas, una reflexión en Manizales”. Recuperado de: http://www.javeriana.edu.co/viviendayurbanismo/pdfs/CVU_V1_N2-01.pdf consultado 07 enero 2009.

Deleuze, G. y Guattari, F. (2010). Mil mesetas. Capitalismo y esquizofrenia. Valencia, España: Pre-textos.

Fals. Borda. O, (2010). Antología Orlando Fals Borda. El ordenamiento territorial: itinerario de una idea. Bogotá, Colombia: Universidad Nacional de Colombia.

_________________. (1996). Siete peligros por el territorio nacional: necesidad y urgencia de la ley territorial en Colombia. Revista de las Fuerzas Armadas, 78, (2). Bogotá.

Fazio. Vengoa, H. (2010). La historia del tiempo presente: historiografía, problemas y métodos. Bogotá. Colombia: Ediciones Uniandes, Universidad de los Andes.

Freud, S. (1924). Neurosis y psicosis. Obras completas, 19, 150-159.García. Canclini, N. (1995). Consumidores y Ciudadanos. Conflictos multiculturales de la

globalización. México: Editorial Grijalbo.Giraldo. R, J. (2015). Las ideas en la guerra.Bogotá. Debate. Gribán, K. (1918). El Loco. Recuperado de: https://docs.google.com/document/d/1CwSMcU

Md4Gp9DDPRT0OZyHIdIkbaXfbCgu6hDjk09Kk/mobilebasic?pli=1 Hipo Urbano. Cambios estructurales en la carrera 23 de la Ciudad de Manizales, recuperado

de: http://www.hipourbanofelipe.blogspot.com.co/search?updated-max=2009-07-30T15:56:00-07:00&max-results=7

Ibáñez, T. (1988) “Representaciones sociales: Teoría y métodos” En: Ideologías de la vida cotidiana”. Barcelona, España. Editorial Sendai.

Jodelet, D. (1986) “La representación social: Fenómenos, conceptos y teoría”. En: S. Moscovici: “Psicología Social II”.(pp. 469-494). Barcelona, España. Ediciones Paidós

Klein, N. (2007). La Doctrina del Shock. El auge del capitalismo del desastre. Madrid: (Paidós) Espasa Libros S. L. U.

Le Goff, J. (1999). La civilización del occidente medieval. Buenos Aires, Argentina: Ediciones Paidós.

López, Fabio. (1993). Modernidad y sociedad política en Colombia. Tradiciones de cultura política en el siglo XX. Santa Fe de Bogotá, Colombia: Ediciones Foro Nacional por Colombia. Instituto de Estudios Políticos y Relaciones internacionales de la Universidad Nacional.

Marcus, G. y Fischer, M. (1986). Anthropology as cultural critique. taking account of world historical political economy: Knowable communities in larger systems. Chicago: The University of Chicago.

Page 62: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

Luis Felipe Castrillón, Ricardo Castaño Zapata

62 antropol.sociol. Vol. 19 No. 1, enero - junio 2017, págs. 33-62

Morales, O. (s.f). Teoría y aplicación de las historias locales y regionales. Biblioteca Banco de la Republica. Recuperado de: http://www.banrepcultural.org/blaavirtual/sociologia/histlocal/indice.htm

Morris, D. (2009).El hombre al desnudo: una guía de campo del comportamiento humano. Barcelona: Ed. Planeta.

Moscovici, S. (1979) “El Psicoanálisis, su imagen y su público”. Buenos Aires, Argentina. Edit. Huemul.

Paéz, D. (1987) (Comp).”Pensamiento, individuo y sociedad: Cognición y representación social”. Madrid, España. Edit. Fundamentos.

Pantoja y Arias. (2010). Reviviendo el pasado con legados inertes: Las fuentes fúnebres como pauta para la interpretación y enseñanza de la historia. En: XI encuentro Iberoamericano de valoración y gestión de cementerios patrimoniales. 20, 21, 22 y 23 de octubre de 2010. Paysandú. Paraguay. Recuperado de: http://www.rotafolio.net/wp-content/uploads/2010/10/Programaci%C3%B3n-general-XI-Encuentro-Iberoamericano11.odt

Parsons, T. (1951). El sistema social. Recuperado de: http://bibliotheka.org/?/ver/59149 Peirce, C. S. (2012). Obra filosófica reunida. Tomo II (1893-1913). Fondo de Cultura EconómicaPerera, M (2002) La Teoría de las Representaciones Sociales en las Ciencias Sociales

Cubanas. Trayectoria y actualidad. Ponencia presentada a la Sexta Conferencia sobre Representaciones sociales, Stirling, Escocia

Remy, J. (1996). La ville, phénomène économique. Bruselas. Editions Vie Ouvrières.Ricoeur, P. (1995). La critique et la conviction. Entretien avec Frangois Azouvi et Marc de Launay.

Paris: Calmann-Lévy. ____________. (2001). Del texto a la acción. México: Fondo de Cultura Económica. Rieff, D. (2012). Contra la memoria. Colombia: Editorial Debate. Romero, J. (2001). Latinoamérica: las ciudades y las ideas. Buenos Aires: Editorial siglo XXI. Rosental, L (1968) micro-sociología. Diccionario de filosofía. Moscú: Polizddat.Toffler, A. (1985). La Tercera Ola. Volumen II. Barcelona: Editorial Orbis. ___________. (1971). El Shock del Futuro. Barcelona: Plaza & Janes. Todorov, T. (1977). Teorías del Símbolo. Caracas: Monte Ávila Editores. S.A. _________. (2000). Los Abusos de la Memoria. Buenos Aires: Paidós.Trujillo, M. y Vásquez, L. (2001). “variables que han incidido en la transformación morfológica

del barrio Versalles Manizales”. (Tesis pregrado) Universidad Nacional de Colombia.Valencia, A. (2000). Colonización, fundaciones y conflictos agrarios. Manizales, Colombia: Artes

gráficas Tizan. Walsh, R. (1977). Carta Abierta de un Escritor a la Junta Militar. En: Serie Recursos para el Aula

1. Propuestas para trabajar en el aula /seleccionado y comentado por Edgardo Vannucchi 1a ed. - Buenos Aires: Ministerio de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos de la Nación, 2010. Recuperado de: http://conti.derhuman.jus.gov.ar/_pdf/serie_1_walsh.pdf consultado marzo 2015.

Page 63: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

* El presente texto se circunscribe como artículo de reflexión, presentado en el I Foro nacional de estudiantes de derecho y ciencias políticas: Alteridad y reconocimiento, celebrado en el mes de septiembre de 2014 en la Universidad Pontificia Bolivariana, Medellín.

ORCID: 0000-0002-3669-9541

VIRAJESEL FUNDAMENTO TEOLÓGICO POLÍTICO DE LA JUSTICIA PREMIAL EN THOMAS

HOBBES*

MARÍA SOLEDAD GÓMEZ GUZMÁN**

Recibido: 11 de Diciembre de 2016

Aprobado: 15 de Febrero de 2017

Artículo de Reflexión

CÓMO CITAR ESTE ARTÍCULO:Gómez, M.S. (2017). El fundamento teológico político de la justicia premial en Thomas Hobbes. Revista de Sociología y Antropología: VIRAJES, 19 (1), 63-80. DOI: 10.17151/rasv.2017.19.1.4

VIRAJES antropol.sociol. Vol. 19 No. 1, enero - junio 2017, págs. 63-80ISSN 0123-4471 (Impreso) ISSN 2462-9782 (En línea) DOI: 10.17151/rasv.2017.19.1.4

Page 64: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

María Soledad Gómez Guzmán

64 antropol.sociol. Vol. 19 No. 1, enero - junio 2017, págs. 63-80

ResumenObjetivo. Analizar el fundaamento teológico político de la justicia

premial desde la teoría del Estado moderno de Thomas Hobbes, remitiéndose al sistema penal colombiano, para ejemplificar la vigencia de dicha teoría. Metodología. Se desarrollará el carácter político del discurso teológico, exponiendo la secularización de algunos conceptos. Se abordarán las potestades de la soberanía instituidas por la transferencia que cada individuo realiza al soberano, pudiendo castigar y perdonar la trasgresión a las leyes civiles. Se tratará el paradigma de la justicia premial, enfatizando su fundamento teológico político. Resultado. Se encuentra que la justicia premial propende por la conservación del orden jurídico institucional, encabezado por una autoridad superior que legitima cualquier actuación para dicha conservación. Conclusión. Así, la reconstrucción teológico política de la justicia premial sirve para entender un marco jurídico en el que soberano disponga de sus potestades, como la de perdonar las trasgresiones de quienes amenazan la existencia del Estado.

Palabras clave: Justicia premial, Estado moderno, teología política, secularización, soberanía.

THEOLOGICAL-POLITICAL FOUNDATIONS OF PREMIAL JUSTICE IN THOMAS HOBBES

AbstractObjective: This article aims to analyze the political-theological foundations

of premial justice from Thomas Hobbes, referring to the Colombian penal system, to exemplify the validity of the already stated theory. Methodology: The political nature of the theological discourse will be developed, exposing the secularization of some concepts. The powers of sovereignty instituted by the transference of powers that each individual transfers to the sovereign who can punish or forgive criminal offences, will be addressed. The paradigm of premial justice will be addressed with emphasis in its theological-political foundation. Results: It is found that premial justice tends to the conservation of the institutional legal order, headed by a superior authority that legitimates any action for such conservation. Conclusion: The theological-political reconstruction of premial justice serves to understand any legal frame in which the Sovereign has its powers as to forgive the transgressions of those who threaten the existence of the State.

Key words: Premial justice, modern state, political theological, secularization, sovereignty.

Page 65: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

El fundamento teológico político de la justicia premial en Thomas Hobbes

65VIRAJES

A modo de introducción

Abordar una reflexión en torno a la teología política de Thomas Hobbes, como fundamento de la concepción del Estado moderno, hace necesario el estudio antropológico que este

suscita para la comprensión global de su teoría de Estado y de por qué esta es la única posible atendiendo a la naturaleza del hombre. Así, despejar esa totalidad-hombre -, circunscrita fatalmente al estado de naturaleza en un comienzo, hace ineludible la aparición de una autoridad superior, magnánima e irremplazable en la esfera de la asociación entre los hombres, que, por ese estado de naturaleza o guerra en el que se encuentran en principio inmersos, aunada a la naturaleza que le es propia por su condición, resultan enemigos unos de otros, conllevando a la intercepción de otro que representa su voluntad en aras de evitar la renovación de la guerra.

Por otra parte, legitimar un discurso como el teológico para enmarcar allí la construcción de un Estado y toda una teoría política que lo explique, no aparece de manera fortuita. Fruto del contexto político de su época, Hobbes a través de su construcción teórica, legitima otra fuente de autoridad diferente a la divina, y, por lo tanto, con fines distintos en cuanto a la determinación de la voluntad de los hombres. Era claro que, legitimar y obedecer a una fuente de autoridad distinta de la emanada de Dios omnipotente, deslegitimaba todo precepto devenido de cualquier otra. En consecuencia, la secularización de los conceptos propios de la teología hizo posible la construcción de un Estado cuyos atributos de poder pareciesen provenir de la misma fuente de la autoridad, permeando la esfera de las relaciones humanas y su vida en la tierra por el temor y el deber de obediencia a un Estado cuyo papel era igual al Dios, con el fin de conservar su existencia, siempre y cuando atendieran las ordenes de aquel a quien se había otorgado poder.

Sin embargo, la única manera en que el Estado reconociera y reconozca el papel de sus súbditos como obedientes de sus preceptos, es a través de la entrega de premios y recompensas, como formas de mantener la paz perpetua e identificar quién está en contra o a favor de las leyes del Estado. Es allí donde se edifica la fuerza y la perpetuidad de un orden civil en el cual, por temor al castigo y al despliegue de la fuerza incalculable del soberano, se cumplan las leyes y se cercena cualquier manifestación de rebeldía.

En suma, para vislumbrar de mejor manera los anteriores planteamientos, se toma como ejemplo la figura de la justicia premial, ‘garantía’ con la que cuentan los ciudadanos en el marco de un proceso penal en el ordenamiento jurídico colombiano, figura que sin duda alguna y luego de algunas consideraciones pertinentes, encuentra su fundamente en

Page 66: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

María Soledad Gómez Guzmán

66 antropol.sociol. Vol. 19 No. 1, enero - junio 2017, págs. 63-80

el marco de la teoría del Estado moderno, y por tanto en las construcciones teóricas de la teología política de Thomas Hobbes.

1. Presupuestos antropológicos en la teología política de Thomas Hobbes

“No hagáis a los demás lo que no quisieras que te hicieran a ti” o “todo lo que querríais hicieran los demás por vosotros, hacedlo vosotros por ellos” (Hobbes, 1979, p. 252). Iniciar con esta máxima, hace que la aproximación frente a la concepción del hombre en Hobbes, cuya condición natural es la guerra de todos contra todos y de la cual se desprenden sus fundamentos acerca del Estado moderno, se vislumbre de manera global, pues con esta ley permite examinar las demás leyes naturales, las cuales conciernen a la doctrina de la concepción hobbesiana del Estado civil. Pero, como ha de suponerse, para que se instituyeran dichas leyes, antecedió una necesidad en aras de establecer la paz (orden), como un mandato prescrito en la primera ley de la naturaleza. Dicha necesidad de concordia entre los hombres se instituye en virtud del estado de guerra o de naturaleza que precede la constitución del Estado.

Pero, ¿Por qué el hombre se encuentra inmerso primero en un estado de guerra? Según Hobbes, la naturaleza ha hecho a los hombres tan iguales en sus facultades mentales y corporales, como en sus deseos respecto a las mismas cosas y, por supuesto, en los medios para obtenerlos. Cada hombre en el estado de naturaleza posee, por las mismas razones lógicas, la esperanza de alcanzar sus fines a través de los medios que la naturaleza les provee. De manera que, si dos o más hombres pretenden lo mismo y no pueden ambos gozar de la misma cosa, se convierten en rivales o enemigos y, por consiguiente, se lanza a la guerra y la destrucción en aras de la conservación frente a la inseguridad mutua. Los hombres se disponen a la guerra por el orgullo, esto es, por el deseo de ser reconocidos: “Cada uno se encuentra en la búsqueda de una más alta valoración” (Hobbes, 1979, p. 227). De aquí se desprenden pues las tres causas principales del estado de guerra: competición, inseguridad y gloria, las cuales constituyen la violencia y la guerra constante entre los hombres. En Hobbes, sin embargo, la guerra no implica necesariamente el combate directo y el derramamiento de sangre, sino la sensación de inseguridad: “la guerra es un espacio de tiempo donde la voluntad de disputa es suficientemente conocida por todos, la cual habría de existir siempre que no hubiese un poder común que obligara el respeto” (Hobbes, 1979, p. 227).

En Hobbes, los deseos y las pasiones que gobiernan al hombre —que no es otra cosa que una parte de esa totalidad llamada hombre, compuesta

Page 67: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

El fundamento teológico político de la justicia premial en Thomas Hobbes

67VIRAJES

por el aspecto carnal, síquico o animal y espiritual, según la tricotomía antropológica a la que aludió San Agustín1— no son en sí mismos pecado y tampoco las acciones procedentes de éstas, puesto que en el estado de naturaleza no existe ley ni autoridad civil. Cada uno está gobernado por su instinto de conservación y voluntad de poder. En efecto, hasta que los hombres conocen una ley, emitida por una autoridad representativa del orden, que les prohíbe ciertas acciones, se configura el delito (Hobbes, 1979, p. 227). Asimismo, en el estado de guerra no hay injusticias —puesto que en virtud de la conservación sólo la fuerza y el fraude se hacen presentes como las dos virtudes cardinales— ya que éstas sólo se hacen presentes en aquel lugar donde haya un poder común: Porque donde no hay poder común, no hay ley y donde no hay ley, no hay injusticias, es decir, donde no existe sociedad civil (Hobbes, 1979, p. 227).

Bajo este panorama desolador, sin embargo, el hombre encuentra la posibilidad de salir de la inseguridad y la desconfianza que le genera el otro, esto es, el prójimo, en parte por sus pasiones, en parte por su razón. En la primera se encuentran el temor de la muerte y el deseo de cosas necesarias para una vida confortable, y en la segunda, ésta sugiere artificios para lograr la paz, a lo que se le atribuye el nombre de leyes de la naturaleza. Es preciso aclarar que estas posibilidades y, sobre todo, aquella que proviene de la razón humana, generan como resultado la creación de la sociedad civil que se rige bajo una autoridad común.

Las leyes de naturaleza como mandatos de la razón son distintas al derecho natural, esto es, al derecho de todo hombre sobre todo, en tanto no existe impedimento alguno para disponer de la vida y las posesiones de los demás. De esta manera, y tal como se había mencionado, surge la ley fundamental de la naturaleza, la cual consiste en que el hombre debe esforzarse por la paz: “Buscar la paz y seguirla” (Hobbes, 1979, p. 229). Esto significa, sin embargo, que la guerra es la condición sine qua non de la paz, porque el soberano necesita la confrontación bien sea para crear su poder, bien sea para conservar el poder sobre la comunidad política. De la primera ley de la naturaleza, se sigue la renuncia que el hombre hace de su derecho a todo con miras a constituir el orden civil para la organización de las leyes y las armas. En otras palabras, renunciar al derecho de naturaleza, o derecho primero, implica que cada hombre se despoje de la libertad que posee para resistirse a otro hombre que en adelante monopoliza la fuerza.

El derecho de resistencia queda, entonces, proscrito en el estado civil. En este orden de ideas, y en lo concerniente a la renuncia de esta libertad natural, cabe igualmente la posibilidad de la transferencia común del

1 San Agustín, 2007, p. 970

Page 68: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

María Soledad Gómez Guzmán

68 antropol.sociol. Vol. 19 No. 1, enero - junio 2017, págs. 63-80

poder a una persona determinada o a una asamblea de hombres, sin opción alguna de impedir que dicha persona representativa se beneficie de dicha transferencia de modo absoluto, porque deshacer voluntariamente dicho pacto por parte de los asociados es igual a injusticia. Esta renuncia recíproca atiende, pues, al mandato de la segunda ley de naturaleza:

Que un hombre está dispuesto tanto como él a renunciar a su derecho a toda cosa en pro de la paz y defensa propia que considere necesaria y se contente con tanta libertad contra otros hombres como consentiría a otros hombres contra él mismo. (Hobbes, 1979, p. 229)

Esa transferencia voluntaria por parte de todos respecto a un individuo determinado, es lo que los hombres llaman pacto2. Así se llega a la tercera ley de la naturaleza, en la cual los hombres deben cumplir los pactos que han celebrado para no retornar a la condición de guerra e incurrir en injusticias dentro del orden civil. Los hombres con el pacto aceptan la creación de la sociedad y la justicia, ligados a un poder coercitivo que obliga igualitariamente a todos los asociados a cumplirlo pactado por el miedo al castigo que siempre será mayor respecto del beneficio de la ruptura del pacto.

Con todo, no existe tal poder antes de que erija una república civil. Igualmente, Hobbes alude a otras leyes de la naturaleza, como la gratitud para la conciliación de un hombre con otro; la deferencia, como el esfuerzo por acomodarse al resto de los hombres y de no querer hacerlo o abstenerse por la orden de sus pasiones, debe ser expulsado de la sociedad, por hallarse culpable de la guerra por venir y entorpecer la primera ley. También la ley del perdón para otorgar así mismo la paz; la de la venganza de los hombres por el respeto del bien por venir, entre otras, cuya violación no hacen más que poner en peligro el orden civil bajo un poder de organización común. Podría decirse, igualmente, que el quebrantamiento de las leyes de la naturaleza por parte de los individuos obedece al imperio de las pasiones y a la voluntad de guerra y batalla que antecedió a las disposiciones civiles.

En suma, el precepto que da lugar a discernir, por decirlo de alguna forma, la transición del estado de guerra, inminente e inherente al hombre frente a la ausencia de leyes, a una sociedad civil producto del pacto hecho con una persona determinada con miras a la emanación de los mandatos sociales, no es otro que la máxima de “No hagas a los demás lo que no

2 La transferencia mutua de un deseo es lo que los hombres llaman contrato. También puede uno de los contratantes entregar por su parte la cosa contratada, y dejar que el otro cumpla con la suya en algún tiempo posterior determinado, confiando mientras tanto en él, y entonces el contrato por su parte se llama pacto o convenio (Hobbes, 1979, p. 231).

Page 69: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

El fundamento teológico político de la justicia premial en Thomas Hobbes

69VIRAJES

quisieras que te hicieran a ti”, siendo criterio indispensable para no retornar a la lucha de todos contra todos y respetar el orden consolidado, a fin de que no se deleiten mutuamente con la torpeza del placer ilícito (Hobbes, 1979, p. 252).

2. Fundamentos de la teología política de Thomas Hobbes

Abordar la teología política de Thomas Hobbes, en aras de comprender su planteamiento acerca de los orígenes del Estado moderno, pone de relieve la necesidad de explicar qué se entiende por tal concepto, con miras a encontrar los fundamentos del mismo, el cual transita obligatoriamente por el carácter político del discurso teológico de su época y del suyo propio, haciendo notar el proceso de secularización de las concepciones religiosas y de algunas nociones, tales como: Estado y autoridad. Hobbes utiliza la analogía entre Dios como creador del orden universal y el Estado como un dios mortal y creador de las condiciones pacíficas. “Non est potestas super terram quae comparetur ei” - “No hay poder en la tierra que se compare con el suyo” (Hobbes, 1979, p. 394). Comenzar con esta frase implica un intento por reunir y dilucidar el poder y la magnitud que atribuye el autor inglés a su concepción del Estado-Leviatán.

El Leviatán alude a algo más que una mera ficción teórica, ya que es el producto de un contexto histórico en Inglaterra a mediados del siglo XVII. Esta nación se encontraba sumergida en una convulsa confrontación religiosa y social, la cual estaba representada en una guerra civil contundente, donde los opositores se dividían en monárquicos y parlamentarios. Dicha guerra vive tres periodos distintos, en los cuales se destaca la decapitación del monarca Carlos I Estuardo en 1649, dando paso a la primera y única república inglesa de la historia encabezada por Oliver Cromwell, quien dirigió la república hasta 1661. Luego, con el triunfo del parlamento sobre el monarca, se estableció en Inglaterra una moral puritana que buscaba el afianzamiento del capitalismo, el cual constituía una forma de progreso social apoyado por la burguesía. Durante la dictadura de Cromwell, empero, la intransigencia frente a los católicos ingleses fue considerable al punto de llegar casi a su disolución completa: se instauró también un sistema basado en el orden público, apoyado por las constantes victorias sobre Holanda y España y la firma de la paz con Francia. Al morir Cromwell en 1658 y sin dejar sucesor alguno, la monarquía Estuardo se restaura en el trono dos años más tarde, que sería destronada en 1668 por la Casa Orange, el despotismo y el catolicismo constante. Durante este periodo, Hobbes mantuvo una posición intermedia, puesto que defendía la figura del Rey, pero sostenía que su poder no era de origen divino. A partir de estos hechos sumados a sus

Page 70: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

María Soledad Gómez Guzmán

70 antropol.sociol. Vol. 19 No. 1, enero - junio 2017, págs. 63-80

antecedentes filosóficos, Hobbes elaboró el Leviatán en el cual recoge toda su teoría acerca del contrato social, que señala el nivel y el funcionamiento de la sociedad en virtud de un pacto entre las partes afectadas, es decir, entre gobernantes –Rey, tradicionalmente- y los gobernados.

A partir de la idea que Hobbes tiene sobre el hombre y las atribuciones que por naturaleza le son propias —dominio de las pasiones —, el autor dilucida la necesidad de un pacto entre los mismos hombres, esto es, de un compromiso entre los individuos para renunciar al estado de guerra, el cual suscita la sensación de inseguridad continúa. Según Dalmacio Negro, al surgir la sociedad civil, a través de lo que puede traducirse también en términos de contrato, aparece el fundamento teológico político de la constitución de lo público, que, desde la modernidad, se instala como una promesa de conveniencia mutua que trasciende los intereses particulares (Negro, 1996, p. 16). Sin embargo, Hobbes señala que el poder político o común pertenece originariamente al pueblo, no como cuerpo, sino como conjunto de individuos, de fieles. Esta afirmación encuentra su fundamento en la Edad Media, a partir de Santo Tomás, quien distinguía entre la Iglesia como agrupación de creyentes y lo político como unión de hombres. En la modernidad, el Estado es, sin embargo, la consolidación de ambas calidades a partir de un solo pacto, únicamente ciudadanos y no fieles3.

De ahí que la idea hobbesiana de pacto que funda el Estado, hace que todo el pensamiento político moderno se circunscriba a la esfera de las nociones teológicas secularizadas, reduciendo la razón eclesiástica a la razón de Estado. De esta manera, se secularizan los conceptos teológicos, pasando a ser conceptos políticos. Conservar la teoría del contrato social, la que justifica toda la construcción del Estado a la luz de la teoría de Hobbes, pone de presente la teología como instrumento de persuasión indispensable para la existencia y supervivencia del orden político bajo el contexto moderno, ya que en el estado de naturaleza el miedo a Dios daba respaldo a los contratos. Por consiguiente, Hobbes pone al soberano como un Dios todo poderoso, el cual debe tener un poder absoluto para que los hombres en el Estado y respecto al soberano padezcan un terror semejante al que le deben a Dios omnipotente. El dios mortal debe ser obedecido incondicionalmente por los súbditos, ya que de dicha sujeción depende la seguridad del orden y de la vida de los asociados.

3 Todo esto lleva pues a afirmar que el contrato moderno es una noción teológica política donde se instaura lo público y no lo jurídico privado como en el Medioevo, el cual era sellado con un juramento, prenda de la buena fe de las partes, teniendo a Dios como testigo del mismo. En el contexto de la mo-dernidad el juramento ante Dios, no añade nada a la obligación política de cumplir la promesa-pacto entre los mismos hombres, puesto que si es legal, obliga de igual manera ante los ojos del Creador con o sin el juramento, pero, por el contrario, si es ilegal no produce efecto alguno ni obliga en absoluto, así este se encuentre precedido por dicho juramento (Negro, 1996, p. 244).

Page 71: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

El fundamento teológico político de la justicia premial en Thomas Hobbes

71VIRAJES

En efecto, el autor inglés recalca la importancia de la paz y la seguridad dentro del orden político, bajo la certeza de que el mayor peligro para la república subyace en el hecho de que los súbditos deban obedecer a leyes emanadas de diferentes maestros. Con esto, Hobbes asevera la necesidad de un poder absoluto, es decir, de un poder del cual emanan los castigos frente a los cuales no quepa la más mínima duda de obediencia. Por eso, al parecer, para la subsistencia del Estado Moderno a través de la secularización de conceptos teológicos o, lo que es lo mismo, la desteologización de los mismos, emergen nociones transversales a toda su teoría, por ejemplo, la noción de Estado-Leviatán (Dios). Hobbes se sirvió de la teología para instaurar una voluntad arbitraria que decide libremente sobre las leyes, esto es, como un Dios mortal que provee la seguridad y la paz en el estado civil, evitando el retorno al estado de guerra tal como lo exige el soberano.

En Hobbes aparecen, además, dos nociones importantes: reino de Dios y salvación, ambos desentrañados y aplicados al orden político por la interpretación que el autor inglés hace de las escrituras sagradas, definidas por él como un artificio humano susceptible de exégesis (Negretto, 2002, p.119). Frente a la definición de lo que se concibe como Reino de Dios encontramos varios elementos en Hobbes: El primero, alude a su definición como un reino terrestre- equivalente a la ciudad de Dios en San Agustín, que existió en el pasado y que no será restaurado sino hasta el regreso de Cristo, en el cual no hay salvación ni inmortalidad, sino hasta el fin de la historia. Por ello, afirma el filósofo inglés, que dicha interpretación corresponde al poder supremo del Estado, ya que en las Escrituras no evidencia que el alma humana sea eterna y que los premios y los castigos sea literales, quedándole al hombre como contexto de salvación su presente terrenal. Lo segundo que se manifiesta es la relación que tienen los castigos y las recompensas frente a la salvación que se puede otorgar dentro del orden civil fruto de un pacto, puesto que de estos depende la redención por parte del soberano fruto del temor que suscita la desobediencia, en tanto el lenguaje del miedo trae consigo la imagen de omnipotencia que debe tener aquel que gobierna, imagen cuasi-divina, cuyo único camino de evitar tanto poder es la obediencia de las leyes civiles. Justamente, la sumisión frente al soberano es producto de la esperanza de salvación en la tierra, la cual enlaza con la salvación eterna, en tanto se cumplan las leyes civiles.

Una vez instituido el poder político sobre el religioso debido al temor a un castigo atroz, se afirma una soberanía absoluta e incuestionable que incluye todo ámbito religioso convirtiendo la razón privada en pública, es decir, que el juicio sobre el bien y el mal corresponde únicamente a la ley civil. El tratamiento de la religión a partir de un carácter político evita

Page 72: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

María Soledad Gómez Guzmán

72 antropol.sociol. Vol. 19 No. 1, enero - junio 2017, págs. 63-80

retroceder a un contexto de guerra, en tanto si de cada autoridad surgiera una ley propia conllevaría a la aniquilación del Estado, residiendo en la fundación del Estado Moderno una respuesta a la necesidad de una única fuente de autoridad. Por ende, la teología política moderna es la mediadora en la tensión lógica entre las dos ciudades agustinianas: la ciudad de Dios equivalente a un estado de paz y la civitas diaboli semejante a un estado de guerra, ya que a partir de la trasfiguración de la imagen de reino de Dios en la tierra, en la de un estado de paz integrador de lo político y religioso, garantiza con su orden y seguridad la salvación de este mundo4.

Hobbes no niega, sin embargo, la vida eterna como tal, sino que la pone al margen de la historia presente. En efecto, el autor inglés manifiesta un desconocimiento de la verdad religiosa y de lo dicho por Dios, lo que le permite afirmar la única verdad que está a disposición de la voluntad del soberano, donde para conocer a Dios se requiere de la autoridad política a partir de la sustracción de sacralidades religiosas. El escepticismo que radica en el autor frente a un orden natural introduce la sustitución de éste por otro artificial aquende, supeditado al poder humano. En suma, la idea misma de soberanía-reconocimiento que el pueblo hace a algunos hombres del derecho de mandar y de decidir sobre la vida y la muerte, a través de un pacto- es el eje del poder del Estado Leviatán, en el que debe existir una sumisión absoluta por el desconocimiento a lo mandado por Dios, siendo la afirmación anterior el núcleo de la secularización moderna.

Por medio de las interpretaciones bíblicas, Hobbes ataca la superstición de los hombres, desplazando a Dios de la historia, poniendo la salvación eterna en términos temporales para justificar la obediencia que se le debe al soberano, quien es el único responsable de afirmar lo dicho por las escrituras. Aquí se hace visible el mensaje hobbesiano para justificar cualquier actuación de poder en pro de la vida, la seguridad y la salvación. De ahí el mismo nombre Leviatán, cuyo origen es teológico en principio y, a partir de Hobbes, un concepto secularizado, puesto que este monstruo bíblico tiene un poder comparable con el de Dios, no existiendo poder en la tierra comparable con el suyo (Job 41; 33-34). Así existe un Dios ausente y un soberano presente para garantizar la seguridad y la paz de los ciudadanos.

4 “La naturaleza (cuyo orgullo y otras pasiones se han forzado a someterse al gobierno), junto con el gran poder de su gobernante, a quien compararé con el Leviatán […] Nada hay, dice, sobre la tierra compa-rable con él. Está hecho para no sentir miedo. Ve toda cosa por debajo de él y es rey de todos los hijos del orgullo” (Hobbes, 1979, p. 394).

Page 73: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

El fundamento teológico político de la justicia premial en Thomas Hobbes

73VIRAJES

3. De las penas y las recompensas: potestades de la soberanía

Fruto del terror de los súbditos, el cual deviene de la transgresión a la ley civil, hace que los castigos y las recompensas por el incumplimiento o no del mandato soberano, se conviertan en los nervios y tendones por los cuales se mueven los miembros dentro de una república. Como ya se había mencionado, la utilización de ciertos conceptos teológicos tales como salvación y redención, entre otros, ponen de presente la necesidad de los súbditos por buscar el perdón y la misericordia de aquel que tiene un poder comparable con el de Dios, esto es, el Leviatán, quien tiene la facultad delegada por el Ser supremo de castigar y apartar a cualquiera de una vida eterna, para la cual se necesita de la salvación en la vida temporal, aquella que solo se logra mediante la sumisión y la obediencia al dios mortal.

“La pena o castigo dentro del Estado moderno, puede definirse como un mal infligido por la autoridad pública a quien ha hecho u omitido lo que la misma autoridad concibió como una trasgresión a la ley” (Hobbes, 1979, p. 386). Esto significa que el terror que proviene de la pena por el mal venidero, hace que los hombres obedezcan lo establecido, es decir, lo instituido por el poder y la fortaleza que se le otorga a un hombre o asamblea de ellos, los cuales poseen todas las voluntades reunidas bajo su autoridad. Entonces, la conformación de ese Estado, traducido como la multitud de hombres que pactan cada uno con cada uno que a cierto hombre le será otorgado por mayoría el derecho a representar a la persona de todos y, aunque existan quienes estén en contra, aun así, deben autorizar todas las acciones y juicios que ese hombre haga como si fueran los suyos propios, entre ellos, las penas establecidas y ejecutadas bajo su poder (Altini, 2005, p. 92).

Sin embargo, del producto de ese pacto, no puede concluirse que los asociados le entregaron a la autoridad el derecho a poner violentamente las manos sobre su persona, ni tampoco deriva de la concesión, la posibilidad de no resistir a la violencia (Hobbes, 1979, p. 386). Al nacer pues una república, todo hombre abandona el derecho de defender a otro hombre, pero no el de defenderse a sí mismo; igualmente se obliga a asistir a quien tiene la soberanía en el hecho de castigar a otro, pero no a sí mismo. En este orden de ideas, el derecho exclusivo del soberano a castigar no se funda sobre ninguna donación de los súbditos, tanto así, que antes de consolidarse dicho poder común, los individuos tenían derecho a todo y a hacer lo que considerasen necesario para la preservación de su propia vida respecto, por ejemplo a matar, herir, someter, etc., encontrando aquí el fundamento del derecho a penar: al no concedérselo directamente al soberano, al renunciar al suyo, lo fortalecieron para que usase el propio poder como considerara

Page 74: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

María Soledad Gómez Guzmán

74 antropol.sociol. Vol. 19 No. 1, enero - junio 2017, págs. 63-80

conveniente para la preservación de todos. En otras palabras, en pro de la república y su consolidación absoluta, al desistir del derecho que cada uno tenía frente a otro y frente a todo, se robustecen las potestades del soberano con miras a no retornar a la sensación de guerra continúa. Así, cada uno es autor del actuar del soberano, siendo este un representante5 ilimitado, cuyos actos de autoridad deben entenderse bajo la idea de sumisión o acatamiento de todas las voluntades a la del soberano, esto es, a todas las acciones representativas. Dichas acciones son pues, potestativas de un representante que legitiman los asociados y, adicionalmente, obligan a los sujetos que sin ello no existen y que solo aquello es capaz de personificarlos, es decir, la voluntad del soberano es autonomizada6 en forma personalista como artificio, dotado de razón y voluntad, en el cual confluye la unión de todos en una sola y la misma persona7. Por lo tanto, al Leviatán, ese dios mortal al que se le debe la paz y la defensa, se le atribuye la esencia del Estado: una persona única constituida por una gran multitud mediante los pactos recíprocos de todos sus miembros, con el fin de que esa misma persona pueda emplear la fuerza y los medios de todos como los juzgue convenientes para asegurar el objetivo que justifica toda la construcción del Estado moderno, es decir, la paz y la defensa común, poniendo freno a todos los orgullosos a través del poder y el miedo.

Siguiendo así con la potestad de imponer penas para castigar la trasgresión a la ley emanada del soberano, es importante establecer que los castigos no pueden ser de cualquier forma y, en ese sentido, deben contar con características impetradas por él mismo. En primer lugar, las venganzas privadas de los hombres particulares, no pueden ser consideradas como tal, ya que estas no proceden de la autoridad pública, quien ostenta el monopolio del poder. Tampoco ningún hombre puede ser despreciado públicamente, ya que no puede atribuirse un nuevo mal en comparación con las acciones ya realizadas. En segundo lugar, para que un mal sea considerado como pena, debe ser antes juzgado como trasgresión de la ley por parte de quien ostente el poder. Esto resulta claro a la luz de los planteamientos de la teología política de Hobbes ya que la trasgresión, es decir la ofensa, no se reputa contra los individuos de la comunidad, sino contra el Estado y, por supuesto, contra quien detenta el poder de las leyes. Asimismo, toda pena establecida debe tener como fin el hecho de que los hombres obedezcan la

5 La representación pone de presente aquello que está ausente o da forma a aquello que por naturaleza es informe. 6 Con este término me referiré a que la unión de las voluntades que producen el pacto, hace que las acciones emanadas sean autónomas, es decir, no dependientes de la voluntad de los mismos súbditos. 7 Persona es aquella cuyas palabras o acciones son consideradas como suyas propias o como represen-tación de palabras o acciones de otros hombres, o de alguna cosa a la cual son atribuidas ya sea como verdad o ficción

Page 75: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

El fundamento teológico político de la justicia premial en Thomas Hobbes

75VIRAJES

ley y, asimismo, que no se obtengan ningún producto de la desobediencia, es decir, que la pena, a pesar que sea mínima, siempre debe generar temor. En igual sentido, para que la pena constituya un verdadero castigo, debe estar completamente determinada, al igual que el hecho cometido debe estar prohibido anteriormente por la ley, puesto que antes de esta no puede haber violación de la ley civil (Hobbes, 1979, p. 387).

Igualmente, el mal cometido sobre la persona que representa la república no es pena, sino un acto de hostilidad, ya que la pena debe ser ejecutada solo por la autoridad pública, y esta solo recae sobre el representante del Estado. Pero, el daño o mal que recae sobre los enemigos de la república no cabe bajo el nombre de pena, puesto que, si nunca estuvieron sometidos a la ley o dispuestos a cumplirla, no pueden transgredirla y los daños sobre su persona serían considerados como actos de hostilidad. Sin embargo, en guerra declarada, cualquier mal es legítimo o lo que es lo mismo, el daño causado a los súbditos rebelados se hace por derecho de guerra y no a modo de pena (Hobbes, 1979, p. 388). Si un súbdito pues, niega el poder emanado de la potestad del representante de hecho o palabra de manera intencional aunque hubiese pena establecida para la traición, puede legítimamente hacérsele sufrir lo que el soberano quiera, ya que negando el sometimiento, niega el castigo y debe sufrir como rival y a voluntad del representante, es decir que para perpetuar el poder del soberano de manera absoluta y así conservar la república, le es permitida y justificada cualquier acción, ya que es su función asegurar la seguridad y la paz, pudiendo ser el uso de la guerra y la violencia medios necesarios para ello.

En principio, si el castigo es la consecuencia que se sigue de la trasgresión a la ley civil, la pena impuesta al inocente se opone a la ley natural: antes que nada, se opone a aquella que prohíbe a los hombres perseguir en sus venganzas algo diferente del bien futuro, ya que algo opuesto a ese fin no puede significar un bien para la república. También sería opuesto a la gratitud que los súbditos esperan del soberano luego de otorgarle su poder, ya que dicha concesión se hace para que sean protegidos a cambio de obediencia y castigarlos sería devolver mal por bien. Pese a lo anterior, esto no significa en modo alguno que la ruptura de la ley de la naturaleza implique cualquier mal a un inocente que no sea súbdito, si esto significa beneficio para la república y tampoco acarrea la violación de un pacto anterior, ya que aquellos que no sean súbditos son o bien enemigos de la república o personas que han dejado de obedecer por algún acto procedente. En ese sentido, es legítimo por el derecho original de naturaleza hacer guerra contra los disidentes que el soberano considere capaces de causar perjuicio, es decir, los rebeldes, aquellos que han negado deliberadamente la autoridad pública, renunciando al sometimiento, deben

Page 76: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

María Soledad Gómez Guzmán

76 antropol.sociol. Vol. 19 No. 1, enero - junio 2017, págs. 63-80

sufrir también como enemigos, porque la rebelión no es sino la guerra renovada.

Si bien en la república existen castigos por la transgresión a la ley civil, también se establecen las recompensas, que provienen de un regalo o contrato, y que en este último caso se denominan salario, los cuales son beneficios por un servicio realizado. Empero, aquellas que provienen de la primera fuente, son procedentes de la gracia de quien los otorga, es decir, del soberano, para estimular o permitir a los hombres hacerles algún servicio (Hobbes, 1979, p. 393), obligados por el honor al agradecimiento y a un propósito de restitución, el cual puede ser servir siempre al público y obedecer siempre a la autoridad. No obstante, en el caso de que uno u otro beneficio sea concedido a un súbdito por miedo a un poder o habilidad que posee este último para causar daño a la república, no son exactamente recompensas, ya que no existe contrato para que del mismo se derive por ejemplo un salario, porque cada individuo está obligado de antemano a servir al Estado; y tampoco se derivaría de la gracia por ser extraídos por miedo, el cual se supone no debería afectar el poder soberano. Entonces, serían más bien sacrificios que el representante hace para calmar la inconformidad de aquel a quien considera más poderoso que él mismo (Hobbes, 1979, p. 393).

Por tanto, si el fin último del Estado-Leviatán es ser absoluto en su poder, no existiendo otra potencia que le contradiga, los castigos y las recompensas se tornan como base fundamental para lograr el cumplimiento y el respeto por las leyes civiles, las cuales legitiman el poder del soberano, ya que están hechas a su imagen y semejanza, en aras de conservar el Estado, la paz y la seguridad, utilizando cualquier medio que considere necesario para no retornar a la condición de guerra, así sea esta última un derecho que el representante pueda conservar para garantizar los fines de la república. Con todo, si en el soberano confluye cuanta potencia se pueda vislumbrar en la tierra, este es el único con la potestad de hacer que los hombres se sometan a su dominio a través del terror que se infunde por el castigo, también, al mismo tiempo, el único capaz de tener misericordia con aquellos que han trasgredido la ley, pero no han dejado de ser súbditos, y de premiar a los que han obedecido sin reparar en su autoridad.

4. La justicia premial en el sistema jurídico penal colombiano

Producto de las potestades propias del soberano dentro de la república, resulta claro que los castigos y las recompensas son las articulaciones del Estado, ya que por medio de estas se logra o bien intimidar a los ciudadanos para que estos cumplan los mandatos de autoridad, o bien someter al

Page 77: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

El fundamento teológico político de la justicia premial en Thomas Hobbes

77VIRAJES

agradecimiento y, a su vez, a un propósito de restitución frente a quien les otorgó el premio, puesto que el acto de compasión a su persona es equivalente a la misericordia divina que no puede sino retribuirse con la obediencia frente a sus preceptos absolutos. De ahí que castigar o premiar en el Estado-Leviatán es la única forma de doblegar a las masas para evitar la rebelión y perpetuar el poder.

Dentro del sistema jurídico penal colombiano, pueden vislumbrarse claramente figuras cuyo fundamento no es otro que el de mantener el Estado; es decir, el sistema cuenta con instituciones que no son más que instrumentos de intimidación para que los asociados no se rebelen contra el representante soberano, quien por el poder que le asiste fruto de la concesión de los ciudadanos, tiene la autoridad para establecer las leyes que deben ser obedecidas.

En el ámbito del proceso penal, específicamente, existe una figura que puede resultar de gran utilidad, para que la justicia sea mucho más eficaz y rápida, ya que su aplicación aumenta las cifras de condena o de individuos que por el temor que el castigo les genera se arrepienten y confiesan su trasgresión a la ley. Así, la búsqueda del perdón y por supuesto de un castigo menor, hace que los rebeldes estén de nuevo bajo la protección de la autoridad suprema. Entonces, para lograr una mayor aproximación a la figura procesal a la que se refiere el presente texto, es importante abordar su definición y orígenes, para luego establecer el fundamento teológico político, lográndose demostrar que no es otro diferente al que justificó toda la construcción de la teoría del Estado moderno de Hobbes.

La justicia premial como parte de la estructura del nuevo modelo procesal – ley 906 de 2004-, es una forma de justicia, que se basa en la idea de hacer uso de premios y castigos con diversos fines, en los que se encuentran los de estimular la confesión, delación y terminación anticipada del proceso. Esta forma de hacer justicia por parte del Estado, considera que es posible que a través de sus respectivas manifestaciones se llegue a un negocio que permita “ahorrarse el juicio” y elaborar un acuerdo que defina la responsabilidad penal (Manco López, 2012, p. 191). Uno de los instrumentos de los que se vale esta manifestación de justicia es la política de recompensas, la cual constituye una parte fundamental de la política criminal para combatir el delito, pudiendo, entre otras cosas, definir de manera previa al juicio la responsabilidad del imputado, renunciando a tal garantía para obtener rebajas de la pena que le corresponde por la colaboración o confesión de la culpabilidad.

Esta forma de hacer justicia en el procedimiento penal colombiano es tomada del sistema penal anglosajón, donde la figura de justicia premial -plea bargaining-, permite hacer una negociación entre la fiscalía y el

Page 78: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

María Soledad Gómez Guzmán

78 antropol.sociol. Vol. 19 No. 1, enero - junio 2017, págs. 63-80

imputado para obtener una confesión de culpabilidad a cambio de ciertas ventajas. En dicha institución existen ciertos elementos que la configuran: en primer lugar se encuentra la confesión de culpabilidad –guilty plea-, por medio de la cual el reo se declara conforme a los cargos que se le imputan y que además, toma tres formas básicas: una confesión voluntaria en el evento en que la culpabilidad sea notoria; otra estructuralmente inducida, cuando la ley prevé una pena más grave para quien insiste en el juicio, es decir, frente aquellos que niegan la verdad aducida por el Estado; y, por último, una negociada, en la que el acusado o su intermediario disponen con el ente acusador del delito o la pena. Así pues, la justicia premial propende por anular el juicio y deja al ciudadano a merced del fiscal y su poder (Manco López, 2012).

Así pues, bajo la misma lógica se desarrolla la justicia penal premial en Colombia, la cual consiste en una institución cuya esencia radica en la negociación de la pena y en la aceptación de culpabilidad del procesado ahorrándose, por ejemplo, la etapa del juicio, en aras de obtener una justicia más pronta y eficaz, que sacrifica una serie de garantías propias del sistema con tendencia acusatoria. Sin embargo, la justificación que se encuentra inmersa detrás de este tipo de justicia es la falta de legitimidad que estaba permeando el sistema, ya que la capacidad del Estado se veía menguada frente a una serie de situaciones que se desarrollaban socialmente, y para las cuales la comunidad exigía solución. Así, la justicia premial se tornó como un “mal necesario”, donde el Estado renuncia a la obtención de la verdad material y al deber judicial del esclarecimiento de los hechos, por la eficiencia del sistema, existiendo una tajante desigualdad del acusado con respecto al poder del acusador público, es decir, en virtud de la fuerza de coacción estatal, sometiéndose el procesado por las rebajas –premios- o por la amenaza punitiva -castigos- independientemente de la inocencia o culpabilidad que le asiste, dejando atrás la esencia del procedimiento bajo una modalidad acusatoria: la contradicción y ser un sistema de partes.

Además, pueden percibirse objetivos distintos a los que públicamente caracterizan esta forma de hacer justicia. Existe pues, una ‘atenuación’ del poder punitivo en razón de la disminución de las penas imponibles, que no es otra cosa que el sometimiento a un poder mucho mayor al del procesado, por ser aquel capaz de premiar a cambio de sumisión a su autoridad. Por otro lado, el fin que puede entreverse de este tipo de justicia es el de asegurar un castigo sin juicio, con un propósito represivo o punitivo, ya que la negociación se hace fácil en tanto la pena pueda intimidar al ‘delincuente’. Entonces,

Page 79: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

El fundamento teológico político de la justicia premial en Thomas Hobbes

79VIRAJES

Las funciones no declaradas del sistema de premios y/o recompensas, pueden circunscribirse a la generación de un derecho penal expansionista, al servicio de causas foráneas que emplea de manera falaz un régimen de atenuación punitiva prometido para quien renuncia a la garantía del juicio, institucionalizando el engaño. (Castaño, 2013, p. 174)

Al mismo tiempo, la justicia premial se encarga de castigar doblemente al reo: por el delito y por su instancia en el juicio, o sea, oponerse al soberano significa una amenaza y un enfrentamiento a su poder magnánimo.

Del mismo modo el Estado, aparentemente, cede en su poder de soberanía, conservando igualmente su potestad para castigar o perdonar, actuando de acuerdo con sus intereses, por ejemplo, el de perpetuar su poder. A renglón seguido, la justicia penal premial obedece a una racionalidad económica instrumental que constriñe al reo, anula libertades, compra acusaciones y absoluciones, en otras palabras, una verdadera arma de autoritarismo penal, ya que la supuesta igualdad de la que gozan las partes que acuerdan la pena es una ficción que cubre las imposiciones de la parte más fuerte en la negociación, es decir, del Estado (Manco López, 2012, p. 210). Al procesado pues, se le presiona, instiga y constriñe mediante diferentes beneficios que advierten la conveniencia de acogerse a ellos, en comparación con el temor que genera el castigo si ha de inclinarse por la opción del juicio, para renunciar de manera voluntaria a los derechos y garantías que le asisten. Por eso, este tipo de justicia es un instrumento de eficiencia en el castigo, que pone a la persona en un estado de vulnerabilidad y miedo frente al sistema penal que, en vez de restringir el poder punitivo, lo amplifica.

A modo de conclusión

En consecuencia, la justicia premial se torna como un instrumento a través del cual el poder del soberano puede instituirse de manera absoluta, siendo este el único con la potestad de disponer del castigo que deviene de la pena, ya que al otorgar recompensas con el fin de que se sometan a su poder, igualmente constituye terror frente al mal venidero, es decir, de una manera u otra logra la intimidación de los coasociados para que obedezcan las leyes civiles en pro de asegurar la paz y permear de seguridad a aquellos que viven bajo un sometimiento fundado en el terror. También, la negociación del castigo del reo, no es otra cosa que una manifestación de la omnipotencia del Estado y una evidente constatación de que el mal que genera el incumplimiento de las ordenes, no son más que atentados directos

Page 80: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

María Soledad Gómez Guzmán

80 antropol.sociol. Vol. 19 No. 1, enero - junio 2017, págs. 63-80

contra su autoridad, puesto que el soberano es la verdadera víctima en la rebelión de los súbditos contra sus preceptos, y no aquel sobre quien recae directamente las consecuencias que genera el delito. Así, la única forma de salvación frente al poder del soberano, es el cumplimiento de lo prescrito por él, ya que fruto de sus potestades está en la capacidad de castigar y perdonar a los individuos para imponer su supremacía frente a cualquier fuente de la que puedan emanar otros designios. En suma, la desigualdad y el eficientismo que subyace bajo la figura de la justicia premial son correlativos al absolutismo propio de la teoría del Estado moderno esbozada por Hobbes, ya que no juega un sistema de partes, sino la imposición y el temor de alguien superior de quien emana la ley civil, sin respeto alguno de las garantías, con el objetivo único de legitimar cualquier actuación, ya sea la de perdonar o castigar como un dios mortal para salvarse de un mal desolador.

Referencias bibliográficas

Altini, C. (2005). La fábrica de la soberanía. Maquiavelo, Hobbes, Spinoza y otros modernos (Trad. C, Longhini & S, Sánchez). Argentina: El Cuenco de Plata.

Castaño Vallejo, R. (2013). El sistema penal acusatorio en Colombia y el modelo de derecho penal premial. Análisis de las sentencias 36.502 de 2011 y 38.285 de 2012 de la Corte Suprema de Justicia y la sentencia C-645 de 2012 de la Corte Constitucional. Revista Nuevo Foro Penal, 9 (80), 165-185. Recuperado de http://publicaciones.eafit.edu.co/index.php/nuevo-foro-penal/article/view/2257/2187 (2016)

Garzón Vallejo, I. (2009). El triunfo del dios mortal. Una lectura hobbesiana de la secularización. Revista Enfoques: Ciencia Política y Administración Pública, VII (10) 67-90 Recuperado de http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=96012388005 (2014)

Hobbes, T. (2005). Elementos de derecho natural y político. (D. Negro Pavón, trad.). Madrid, España: Península.

Hobbes, T. (1979). Leviatán. Ed. C. Moya & A. Escohotado. Madrid: Editorial Nacional.Manco López, Y. (2012). La verdad y la justicia premial en el proceso penal colombiano.

Estudios de Derecho, Vol LXIX N°153, junio 2012, 190-214. Negretto, G. (2002). La política como teología secularizada. Una interpretación del Leviatán

de Hobbes. Revista Internacional de Filosofía Política, (20), 113-126. Recuperado de http://dialnet.uniroja.es/servlet/articulo?codigo=619412

Negro Pavón, D. (1996). La teología política de Thomas Hobbes. Anales del Seminario de Historia de la Filosofía, 1, 229-261 Recuperado de http://dialnet.uniroja.es/servlet/articulo?codigo=2143819

San Agustín. (2007). Obras completas. (Trad. Santos Santa Marta del Río y Miguel Fuertes Lanero). Madrid: Biblioteca de Autores Cristianos.

Schmitt, C. (1991a). El concepto de lo político (R. Agapito, trad.). Madrid, España: Alianza.Schmitt, C. (2009). Teología política (F. Javier Conde y J. Navarro Pérez, trad.). Madrid,

España: Trotta.

Page 81: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

* Artículo de reflexión que presenta resultados parciales de una investigación sobre la violencia política en Colombia, entre 1950 y 1970.** Magíster en Historia, con estudios de Doctorado en Historia de la Universidad Nacional de Colombia. Profesor de dedicación exclusiva de la Corporación Universitaria del Meta y miembro del Grupo de Investigación Centro de Investigaciones Socio jurídicas Jorge Eliécer Gaitán. [email protected]

ORCID: 0000-0002-8454-4296

VIRAJESLOS BRINCOS QUE DA LA VIDA: LA TRAYECTORIA ARMADA DE ROBERTO

GONZÁLEZ PRIETO 1948 – 1963*

JOSÉ ABELARDO DÍAZ JARAMILLO**

Recibido: 12 de diciembre de 2016

Aprobado: 19 de enero de 2017

Artículo de Reflexión

CÓMO CITAR ESTE ARTÍCULO:Díaz, J.A. (2017). Los brincos que da la vida: la trayectoria armada de Roberto González Prieto 1948 – 1963. Revista de Sociología y Antropología: VIRAJES, 19 (1), 81-105. DOI: 10.17151/rasv.2017.19.1.5

VIRAJES antropol.sociol. Vol. 19 No. 1, enero - junio 2017, págs. 81-105ISSN 0123-4471 (Impreso) ISSN 2462-9782 (En línea) DOI: 10.17151/rasv.2017.19.1.5

Page 82: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

José Abelardo Díaz Jaramillo

82 antropol.sociol. Vol. 19 No. 1, enero - junio 2017, págs. 81-105

ResumenEl artículo hace un acercamiento a la vida de Roberto González Prieto entre

1948 y 1963. El objetivo es identificar los factores personales y sociales que motivaron su paso de la autodefensa campesina, en el contexto de la violencia bipartidista, a la lucha revolucionaria en tiempos del Frente Nacional. Para tal fin, se analizan diversos documentos, especialmente noticias de prensa, que hicieron referencia a González Prieto en esos años. Los resultados a los que se arriba establecen que la estigmatización de que fue objeto González Prieto, por su vinculación a la autodefensa campesina durante el periodo de La Violencia, incidió en la inclinación que éste tomó por el proselitismo armado radical durante los primeros momentos del Frente Nacional. La interpretación del caso González Prieto puede ser útil para pensar las implicaciones de la violencia simbólica como gestora de intolerancia, y, en últimas, de nuevas formas de violencias en la sociedad.

Palabras clave: Roberto González Prieto, violencia, guerrilla, MOEC 7 de Enero.

THE TWISTS AND TURNS OF LIFE: THE ARMED PATH OF ROBERTO GONZALEZ

PRIETO 1948 – 1963

AbstractThe article approaches Roberto González Prieto’s life between 1948 and

1963. The objective is to identify the personal and social factors that motivated his transition from the peasant armed self-defense in the context of the bipartisan violence, to the revolutionary fight in the “Frente Nacional” times. To this end, various documents, especially press news which referred to González Prieto, were analyzed. The results found establish that the stigmatization suffered by Gonzalez Prieto, due to his connection with the peasant armed self-defense during the period of “La Violencia,” affected his inclination for radical armed proselytism during the beginning of the “Frente Nacional” times. The interpretation of the González Prieto case can be useful to think about the implications of symbolic violence as a manager of intolerance and, ultimately, of new forms of violence in society.

Key words: Roberto González Prieto, violence, guerrilla, MOEC January 7.

Page 83: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

Los brincos que da la vida: la trayectoria armada de Roberto González Prieto 1948 – 1963

83VIRAJES

Presentación

El periodo de La Violencia constituye un capítulo amargo de la historia nacional. No en vano, la referida confrontación civil arrojó como saldo una alta cifra de muertos (niños, mujeres y

hombres), cuyos cuerpos quedaron esparcidos en los campos y aldeas del país, como resultado de los odios estimulados desde los púlpitos católicos y por la dirigencia de las dos agrupaciones partidistas, que mientras azuzaba la confrontación, vivía radicada en las ciudades o en el cómodo “autoexilio”. Obligados por las dinámicas de una guerra que nunca fue declarada de manera oficial, muchos campesinos, especialmente de filiación liberal, se vieron obligados a crear mecanismos de defensa, a fin de poder sortear los ataques de que eran víctimas por parte de grupos armados, como los célebres “pájaros”, la policía “chulavita”, los “aplanchadores”, los “penca ancha”, entre otros.

En ese escenario de violencia el país conoció las atrocidades que, en nombre de ideologías en muchos casos poco comprendidas, fueron ejecutadas por grupos armados en diversos lugares de la geografía nacional. No obstante, pese a la descomposición política en jefes y miembros de estas bandas 1, también se registró un hecho de interés que fue analizado hace ya varias décadas por Gonzalo Sánchez y Donny Meertens (1983): la mutación política de algunos integrantes de esos grupos armados, que pasaron de actuar por sentimientos asociados a sus simpatías partidistas, a reivindicar proyectos revolucionarios, ligados a contenidos nacionalistas y socialistas, producto de lecturas que hicieron –en algunos casos por interpuestas personas- de acontecimientos políticos de carácter internacional, como el proceso revolucionario chino y cubano.

Podría referirse, a modo de ejemplo, los casos de Pedro Antonio Marín (uno de los fundadores de las FARC), de Julio Guerra (quien hizo parte del Ejército Popular de Liberación), de José Ayala, Pedro Gordillo y Heliodoro Ochoa (quienes hicieron parte del Ejército de Liberación Nacional) y de Rosendo Colmenares, Eduardo Franco Isaza y Roberto González Prieto (miembros del Movimiento Obrero Estudiantil Campesino 7 de Enero)2. Como se sabe, cada uno de ellos actuó en o lideró autodefensas campesinas en una primera etapa de la violencia bipartidista, y luego, con el desarrollo y desenlace de la confrontación civil, terminó asumiendo posturas radicales, que en algunos casos los condujo a rechazar las amnistías y promesas de paz promovidas por el Estado.

1 Lo cual recuerda la tesis de Eric Hobsbawm, quien señaló que muchos de los bandoleros dejan “de ser los defensores del pobre para convertirse en meros delincuentes o quedar a sueldo de los partidos políticos de los terratenientes y de los comerciantes” (Hobsbawm, 1983, p. 50). 2 Una bibliografía básica sobre la vida de estos individuos aparece al final del texto.

Los brincos que da la vida: la trayectoria armada de Roberto González Prieto 1948 – 1963

Page 84: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

José Abelardo Díaz Jaramillo

84 antropol.sociol. Vol. 19 No. 1, enero - junio 2017, págs. 81-105

Tal fue la situación de Roberto González Prieto, de quien nos ocuparemos en este artículo, cuyo caso recrea la suerte de muchos campesinos del país entre finales de los años cuarenta y comienzos de los sesenta del siglo anterior. Al indagar por la vida de González Prieto entre 1948 y 1963, es inevitable revisar el papel del Estado, los partidos políticos y la prensa, en la construcción y extensión de un clima de intolerancia hacia grupos sociales que padecieron con intensidad la confrontación. Ese comportamiento se tradujo en la justificación y aplicación de formas de violencia física y simbólica hacia esos grupos. Tener presente esas consecuencias quizá pueda ser útil para pensar el momento que se vive en Colombia.

1. En la autodefensa liberal

Jorge Roberto González Prieto nació el 11 de marzo de 1922, en la vereda Coralito del municipio de Líbano (Tolima). De su familia se sabe poco. Sus padres fueron Joaquín Gonzalez3 y doña Benilda Prieto, ambos de origen campesino y simpatizantes del liberalismo, en una época en que la adscripción partidista era, en muchos casos, igual o más importante que la vida misma. Los primeros años de su vida Roberto González Prieto los pasó en el campo, junto a su familia, ayudando en las labores diarias. Años más tarde, González Prieto fue reclutado (sin contar con los 18 años cumplidos), siguiendo con una vieja costumbre que, sin ser oficial, estipulaba que los jóvenes del campo debían nutrir los contingentes del Ejercito Nacional.

Como soldado, González Prieto recibió adiestramiento en el Batallón Ayacucho de Manizales y, tiempo después, en el Batallón Guardia Presidencial (Sánchez y Meertens, 1983). Su permanencia en la institución castrense le permitió acceder a una libreta militar de primera clase (N°202501), expedida en el Distrito Militar N°32 de la Zona 3. Así, y sin saberlo, como también sucedió con otros individuos que se convertirían en jefes de grupos armados durante La Violencia (por ejemplo, Jacinto Cruz Usma, alias Sangrenegra), González Prieto recibió del Ejercito una formación en los asuntos de la milicia que será decisiva en su posterior desempeño como guerrillero.

Luego de concluida la experiencia en el cuartel, González regresó a la casa de su familia en Líbano, donde intentó forjar un lugar propio. No obstante, esa pretensión se vio interrumpida al cabo de un tiempo, por un

3 Se afirma que el padre de González Prieto fue comunista y organizador de guerrillas en el Líbano en los años 20. No obstante, tal información no tiene apoyo documental que lo demuestre. Ver: http://www.periodismosinfronteras.com/victimas-del-comunismo-memoria-historica-5.html

Page 85: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

Los brincos que da la vida: la trayectoria armada de Roberto González Prieto 1948 – 1963

85VIRAJES

acontecimiento ocurrido a cientos de kilómetros de donde se encontraba: el asesinato en Bogotá del caudillo liberal Jorge Eliécer Gaitán, hecho que, bien es sabido, desató con mayor intensidad la violencia partidista que se registraba en distintas zonas rurales del país, desde años atrás. Sorprendido por el acontecimiento, en poco tiempo González Prieto resultó envuelto en la espiral de violencia que aquel agudizó. El primer acto de violencia que González Prieto presenció fue la destrucción de la casa de sus padres, al igual que de los sembrados, por agentes de la policía afín al conservatismo. Era solo el principio. Enseguida se desató la persecución de los liberales de la zona, lo que provocó la huida de muchas familias. Otros tomaron la decisión de reaccionar para salvaguardarse: González Prieto y sus cuatro hermanos se armaron junto a otros campesinos de veredas vecinas, pudiendo así salvar sus vidas.

Esa primera experiencia de autodefensa, sin embargo, se fue extendiendo en el tiempo, y multiplicando territorialmente. A finales de 1949, González Prieto tomó la decisión de vincularse a un grupo de hombres dirigido por Agustín Bonilla Bocanegra -conocido con el sobrenombre de El Diablo- buscando contrarrestar, con más hombres y mejores recursos, las arremetidas del conservatismo sobre las bases liberales en el norte del Tolima. Pronto, al mostrar virtudes para los asuntos de la milicia, González Prieto se convirtió en el segundo comandante del grupo que se movía por los municipios de Venadillo, Líbano, Lérida, Alvarado y Armero.

El respeto del que ya era merecedor entre los suyos, se acrecentó con el sobrenombre que sus compañeros de armas le colocaron, y que daba razón de su destreza física y olfato guerrillero: Pedro Brincos. Mote que, por cierto, Roberto González no parecía reivindicar4 (un comportamiento que lo distinguió de otros jefes de grupos armados durante aquella época, que acudieron a sobrenombres llamativos para construir o acrecentar su imagen, como ocurrió con Desquite, Sangrenegra, Capitán Centella, Capitán Venganza, Chispas, entre otros)5, pero que sí fue resaltado por el Ejército y la prensa oficial de forma reiterada, cuando se referían a él, para asociarlo con actividades delictivas.

En 1952, en momentos en que era intensa la violencia política en distintas zonas del país, González Prieto decidió conformar un grupo armado propio, al que denominó La Línea. Buscó así deslindarse de su antiguo compañero, autor de prácticas que, a criterio de González, se

4 En alguna oportunidad, un periodista le preguntó a Roberto González Prieto de dónde venía el mote de Pedro Brincos, a lo cual respondió: “Dizque porque brinco por cualquier parte, o ‘chillo’ por cualquier cosa (sic)” (La Republica, 16 de junio de 1959, p. 3). 5 González Prieto manifestó haber trabajado en varias fincas ubicadas en el municipio de Calarcá (La República, 16 de junio de 1959, p. 3).

Page 86: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

José Abelardo Díaz Jaramillo

86 antropol.sociol. Vol. 19 No. 1, enero - junio 2017, págs. 81-105

inscribían en el campo de la delincuencia. El comportamiento de González Prieto aquí ya advertía de una singularidad política que será recurrente en este periodo: lograr mantener como línea de acción la resistencia campesina ante la agresión del Estado y del conservatismo en el poder, y alejarse del bandolerismo en sus distintas expresiones. Esto explicaría por qué pronto se vio al nuevo agrupamiento de González Prieto gozar de la aceptación de los pobladores del Líbano, incluso de los hacendados más ricos e influyentes, de quienes recibió ayuda económica y material, al considerar el poder armado de González Prieto como un mecanismo de protección (Ramírez, 2004: 235).

Pocos meses después ocurrió un hecho político que incidió en la dinámica de la violencia en distintas regiones del país: el golpe militar de Gustavo Rojas Pinilla en 1954, y su interés manifiesto de convertir en política de Estado la desmovilización de los grupos campesinos armados que actuaban en el territorio nacional. El nuevo momento político obligó a González Prieto a adoptar “otra línea ideológica” y trazar “nuevas estrategias de lucha” (Ramírez, 2004, p. 236), pero sin renunciar a las armas, como lo pregonaba el gobierno de facto.

2. En el Quindío

Para mediados de 1957, y luego de que un paro patronal diera la última estocada al mandato del general Gustavo Rojas Pinilla, González Prieto se trasladó a Quinchía, lugar donde tenía contacto con líderes locales afines al liberalismo6. Lo hacía motivado por el deseo de iniciar un nuevo capítulo en su vida, alejado de las circunstancias que lo habían ligado a la violencia bipartidista reciente. La situación política inédita que se abrió paso con la salida del general Rojas Pinilla, y que estaba marcada por un discurso oficial proclive a la búsqueda de la paz y la tranquilidad en el país, fortaleció la decisión que tomó González Prieto de abandonar definitivamente las armas y comenzar una nueva vida junto a lo quedaba de su familia. Esta aspiración pareció redoblarse con la elección del presidente Alberto Lleras Camargo en 1958, quien continuó promoviendo un discurso sobre la paz y la necesidad de impulsar la amnistía y la rehabilitación como mecanismos para alcanzar la tranquilidad en el país.

5 Roberto González Prieto prefirió emplear otros nombres, “de acuerdo con las circunstancias”, como lo manifestó en alguna oportunidad: “Julio Calle”, “Julio Ceballos”, “Julio Hincapié”, o “Capitán don Julio”, fueron los más conocidos, con lo cual marcó una diferencia con los jefes armados que empleaban sobrenombres llamativos, como fue común en aquel periodo. Sobre el tema de los alias, sus significados y funciones en la historia de Colombia, puede consultarse la investigación de Orlando Villanueva Martínez, Guerrilleros y bandidos. Los alias y los apodos de la violencia en Colombia, Bogotá, Universidad Distrital Francisco José de Caldas, 2007.

Page 87: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

Los brincos que da la vida: la trayectoria armada de Roberto González Prieto 1948 – 1963

87VIRAJES

Es evidente que González Prieto vislumbró en la actitud del gobierno de Lleras Camargo una posibilidad de comenzar una nueva vida. Eso explica que él se dedicara a promover en 1957 el plebiscito a favor del Frente Nacional, y que se le viera organizando reuniones con campesinos en zonas rurales de Quinchía para hacer proselitismo a favor del nuevo pacto que se abría paso; y que, al año siguiente, hiciera política, abiertamente, con el Frente Liberal del Pueblo en el departamento de Caldas. Que la presencia y actuación de González fuera aceptada, también se puede explicar por el interés que tenían los gamonales y terratenientes de usufructuar su papel como mediador en un escenario bastante complejo, en donde aún había expresiones armadas ligadas al enfrentamiento bipartidista, y con conflictos sociales por el acceso a la tierra. Una persona como González Prieto, reconocida por su reciente protagonismo armado y convertido ahora en un promotor de paz, podría incidir en la construcción de un ambiente de tranquilidad que favoreciera a políticos locales y a propietarios de fincas. Él mismo así lo manifestó en una entrevista a un periódico conservador, cuando precisó que su labor en Quinchía había sido promover el respaldo al plebiscito, para lo cual realizó visitas a veredas “en comisión de paz”: “Me pidieron en Quinchía que fuera a pacificar esa zona y en calidad de ‘pacificador’ llegué allí” (La República, 16 de junio de 1959, p. 3).

En el cumplimiento de esas labores González Prieto debió lidiar con líderes locales como Libardo Mora Toro7, que mostraban su inconformidad con el rumbo político que tomaba el país, y también con antiguos compañeros de armas como Medardo Trejo Ladino, alias Venganza8 y con Sargento García, quienes, al contrario de González Prieto, estaban decididos a continuar con las acciones armada. Del “Sargento García” dijo González Prieto: “Yo a lo último me enemisté con él… Yo quería la paz” (La República, 16 de junio de 1959, p. 3). Y agrega:

Posteriormente cité al alcalde de Quinchía, Gilberto Calvo y a varios sacerdotes a La Cumbre, en donde charlamos ampliamente sobre la situación existente en Quinchía. Ellos, precisamente, me autorizaron para que invitara a las gentes al trabajo honrado y para que votaran el plebiscito. Varias reuniones llevé a cabo y les hablé sobre el particular a los campesinos. (La República, 16 de junio de 1959, p. 3)

7 Afirma González Prieto que cierta vez el “doctor Libardo Mora”, quien se opuso al plebiscito por considerarlo un pacto de las oligarquías, le dijo acerca de quinientos campesinos que asistían a una reunión en Quinchía, que debían defenderse de las agresiones de que eran objeto. Ver La República (Bogotá, 16 de junio de 1959, p. 3). Libardo Mora Toro se convertirá, posteriormente, en líder del Ejército Popular de Liberación (EPL).8 Alias Venganza se había acogido a ciertos compromisos con una Comisión de Paz del gobierno, los cuales incumplió, prosiguiendo con su accionar delictivo. Fue abatido por tropas del ejército en junio de 1961. Una interpretación de su vida en Acevedo Tarazona (2004).

Page 88: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

José Abelardo Díaz Jaramillo

88 antropol.sociol. Vol. 19 No. 1, enero - junio 2017, págs. 81-105

Pese a las actuaciones a favor de la paz, que daban cuenta de un nuevo González Prieto, su suerte parecía no estar del todo en sus manos. En efecto, al revisar la imagen que de él construyó la prensa oficial (particularmente El Siglo y La Republica), se observa un marcado interés por desconocer los nuevos comportamientos de González Prieto, y por presentarlo como un individuo proclive a la violencia, en permanente deseo de ejecutar actos de sangre, y careciendo de cualquier concepción política. Por ejemplo, las labores ya comentadas de González Prieto a favor del plebiscito en lugares de Quindío, fueron mostradas por los diarios conservadores de una forma totalmente distinta. En realidad, sostenía dicha prensa, el verdadero interés de González Prieto había sido “organizar grupos de bandoleros y asumir el mando directo de estos”, y los actos que impulsó como promotor de paz, escondían en realidad el propósito de invitar “a la revuelta” para “expulsar a los campesinos que no eran de confianza o adictos a sus ideas, con el único fin de apoderarse de sus tierras y ganados” (La República, 21 de abril de 1959, p. 3).

3. La rehabilitación en el Frente Nacional

“- ¿Qué opina de la amnistía? Muy buena… por lo menos se evita que lo sigan fregando a uno.”

Declaración de Roberto González Prieto en La Republica, junio 16 de 1959, p. 3.

Como ya se dijo, el gobierno de Alberto Lleras Camargo promovió dos figuras jurídicas para dar por terminada la violencia en el país9. La primera figura fue la amnistía, que consistía en la suspensión de la pena o del proceso judicial a aquellos individuos que hubieran cometido delitos políticos y se acogieran a ella. La segunda figura fue la rehabilitación, pensada como herramienta para la promoción de las zonas afectadas por la violencia, a través de la construcción de obras sociales (Afanador, 1993, pp. 57 y 58)10.

9 El 27 de mayo de 1958 se constituyó la Comisión Nacional Investigadora de las Causas de la Violencia, la cual tuvo un importante papel en la interpretación de la confrontación política que había vivido el país recientemente. Como resultado de las investigaciones realizadas por la comisión, se crearon organismos como el Comité Ministerial de Orden Público, los Tribunales de Conciliación y la Oficina Nacional de Rehabilitación, con los cuales superar “los estragos de la barbarie” (Guzmán, Fals Borda y Umaña, 1963, p. 112). 10 De la Comisión Especial de Rehabilitación, encargada de atender a las víctimas de la violencia, hacían parte los ministerios de gobierno, justicia, guerra, salud, educación, obras públicas y de agricultura. Según el Decreto 1718 de septiembre de 1958, que le dio origen, la comisión tenía como “tarea la preparación y ejecución del plan de rehabilitación de las zonas afectadas por la violencia” (Sánchez, 1985).

Page 89: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

Los brincos que da la vida: la trayectoria armada de Roberto González Prieto 1948 – 1963

89VIRAJES

A la primera figura se acogió González Prieto11, quien además inició los trámites para acceder a un préstamo de rehabilitación al que por ley podía acudir, según lo estipulado por el Estado respecto de aquellas personas que demostraran haber sido damnificadas de la violencia. Al invocar el derecho a un apoyo económico, se observa a González Prieto reclamando un sentido de justicia, el cual era ignorado o menospreciado por instituciones como la prensa, que de manera constante denigraba de él. Que González Prieto se asumía como una víctima de la violencia política, lo muestra la siguiente declaración que dio a un diario de Ibagué:

Las pérdidas que he tenido durante los diez años de violencia son: cincuenta y siete mil pesos ($57.000) en casas incendiadas, semovientes y cosechas; tres hermanos asesinados, más los niños y señora de uno de ellos, niños entre doce meses y diez años, que fueron masacrados y quemados con casa y todo, fuera de los diez años que llevo deambulando sin poderme estabilizar a trabajar (sic) tranquilo debido a la continua persecución tan injusta. (Tribuna, 24 de junio de 1959)

Por estas razones González Prieto reivindicó su condición de damnificado de la violencia, y su derecho a acceder a un préstamo económico del Estado:

En la finca de mis padres perdimos cincuenta y siete mil pesos. Era una buena finca de El Líbano y la destruyeron. Cuando cambiaron las cosas, nos consideramos damnificados y presentamos ante la oficina de rehabilitación los certificados correspondientes para obtener un préstamo, a fin de iniciar un negocio que nos diera para vivir. (Cromos, 20 de julio de 1959, p. 42)

Al considerar que la amnistía era una herramienta fundamental para la convivencia social, González Prieto acudió a un argumento de hondo significado político: “El primero que debe perdonar es el gobierno” (Cromos, 20 de julio de 1959, p. 42), queriendo indicar que el Estado tenía una cuota de responsabilidad en el origen de la violencia y, por lo tanto, le correspondía dar testimonios de reconciliación efectiva. Sin embargo, y contrario a lo que demandaba, vinieron para González Prieto momentos difíciles. El 26 de marzo de 1958 fue detenido por el Servicio de Inteligencia Colombiano (SIC) acusado de cometer diversos delitos, iniciándose un nuevo capítulo

11 También lo hicieron Leopoldo García, General Peligro, Jesús María Oviedo General Mariachi, Hermógenes Vargas, General Vencedor y Germán Duzzan (sic), General Santander, entre otros (El Tiempo, 8 de julio de 1959, p. 7).

Page 90: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

José Abelardo Díaz Jaramillo

90 antropol.sociol. Vol. 19 No. 1, enero - junio 2017, págs. 81-105

en su vida que tendrá como rasgo principal la detención permanente. Lo anterior vino acompañado –o tal vez lo explique- de la estigmatización permanente de que fue objeto por la prensa oficial, que de paso convirtió la figura de la amnistía y la rehabilitación en objeto de batalla, y el caso de González Prieto en un hecho bochornoso que no debía ser tolerado. En esos términos, González Prieto fue presentado ante la sociedad como el “más temible delincuente” y el “tristemente célebre bandolero que organizó las cuadrillas de antisociales del Occidente de Caldas” (La República, 21 de abril de 1959, p. 3).

Meses después, en junio de 1958, González Prieto fue de nuevo capturado en Manizales por unidades del SIC, a pesar de que se había amnistiado, es decir, se había acogido voluntariamente a una política promovida por el Estado (Cromos, 20 de julio de 1959, p. 42). Buscado “desde mucho tiempo atrás” su detención, según informó la prensa, “mereció los más cálidos elogios” del Gobernador de Caldas, coronel Gerardo Ayerbe Chaux y del Jefe de la Seccional del SIC, teniente Carlos Guzmán Benítez (La República, 26 de junio de 1959, p. 10). Sin embargo, en marzo de 1959 fue puesto en libertad provisional por un juez, al no poder comprobar su responsabilidad en los hechos que le endilgaban. Una vez libre, y sin renunciar a la idea de tener una vida tranquila, González Prieto acudió de nuevo a la figura de la rehabilitación, y decidió tramitar un préstamo al que manifestaba tener derecho por su condición de damnificado de la violencia (Tribuna, 24 de junio de 1959). Parecía que las cosas esta vez lo favorecerían. La Oficina de Rehabilitación le otorgó diez mil pesos en efectivo, como anticipo de un monto de veinte mil que le fueron aprobados. Con esos recursos, González Prieto compró una finca cerca de Villavicencio, con el propósito de negociar con la venta de ganado. Por si fuera poco, el propio Ministro de Justicia, German Zea Hernández, previo dialogo con González Prieto, le manifestó que tramitaría para él una certificación de buena conducta.

90 antropol.sociol. Vol. 19 No. 1, enero - junio 2017, págs. 81-105

Page 91: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

Los brincos que da la vida: la trayectoria armada de Roberto González Prieto 1948 – 1963

91VIRAJES

Figura 1. La gran prensa mostró a González Prieto como un “peligroso bandido”. Fuente: El Siglo (2 de agosto de 1959).

Sin embargo, en junio de 1959 González Prieto fue nuevamente detenido por agentes secretos en Pereira, “sindicado de numerosos delitos bárbaros en Quinchía y demás poblaciones del occidente de Caldas” (El Tiempo, 13 de junio de 1959, p. 3). Según se informó, un juez de instrucción criminal de Ibagué lo requería por “tener parte en recientes hechos de violencia en el Tolima” y por haber participado en el asalto al ex gobernador del Tolima, Francisco González, ocurrido ocho años atrás (La República, 21 de abril de 1959, p. 3)12. Una vez detenido, González Prieto fue trasladado de las instalaciones del SIC de Manizales a la Penitenciaria de Ibagué: “La misma noche en que lo recluyeron le robaron la ruana”, le manifestó a un periodista, (Cromos, 20 de julio de 1959, p. 42), tal vez queriendo resaltar que hasta de las cosas más simples González Prieto era despojado.

Obviamente, las acusaciones de que era objeto fueron desestimadas por González Prieto: “En realidad, yo hace tiempo que no vivo en este departamento (se refiere al Tolima, N.A.), aunque sí he estado de paso” (Cromos, 20 de julio de 1959, p. 42). Y a un periodista le dijo que entre marzo

12 En otro lugar se informaba que González Prieto había sido detenido por participar en la ejecución de diez “indefensos campesinos de distintas filiaciones políticas” y el asalto a varias haciendas en el Tolima (Relator, 26 de abril de 1959, p. 1). Como se deduce, González Prieto tenía múltiples acusaciones por actos de violencia, cometidos en distintos lugares y en momentos diferentes.

Los brincos que da la vida: la trayectoria armada de Roberto González Prieto 1948 – 1963

Page 92: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

José Abelardo Díaz Jaramillo

92 antropol.sociol. Vol. 19 No. 1, enero - junio 2017, págs. 81-105

y junio (cuando quedó en libertad para luego ser de nuevo detenido, N.A.), estuvo en Bogotá tramitando un préstamo de rehabilitación (La República, 26 de junio de 1959, 10), y había viajado a Villavicencio para comprar una finca. Al insistir en las actividades a las que se había dedicado en los últimos meses, González Prieto pidió que se consultara al interventor nacional de rehabilitación, Julio José Fajardo, quien podría dar fe de la presencia de aquel “por estos días en Bogotá”:

Con él me entreviste varias veces, y le dije que me ayudara pues lo había perdido todo. También conferencié con el doctor Jiménez, abogado de rehabilitación sobre el mismo problema.

La debilidad de las pruebas contra González Prieto obligaron al juez superior de Manizales a determinar que no había mérito para mantenerlo detenido (La República, 26 de junio de 1959, p. 10). Si bien Roberto González Prieto hizo parte de las autodefensas campesinas liberales y estableció contactos con agrupaciones que realizaron actos de clara estirpe delincuencial, resultaba difícil establecer su participación y responsabilidad en los hechos de sangre que le endilgaban. Había en él, en efecto un comportamiento que con el tiempo se reafirmará, cuando González Prieto intente cambiar la mentalidad de algunos de sus antiguos compañeros, imprimiendo a sus actos objetivos diferentes.

4. El escándalo por el préstamo

“Los periódicos dicen lo que no es… pura basura”. Declaraciones de González Prieto a La República (16 de junio de 1959, 3).

La detención de González Prieto en junio de 1959 sirvió de motivo para que la prensa conservadora desatara un escándalo de grandes proporciones, a raíz de las políticas desplegadas por el gobierno para superar la violencia. El periódico El Colombiano, de Medellín, denunció el caso como “el símbolo macabro de una mentalidad de tolerancia” con el crimen, en tanto que, La Patria de Manizales manifestó que los dineros de la Oficina de Rehabilitación –la entidad creada con el fin de resolver las situaciones de emergencia a víctimas de la violencia y facilitar el tránsito a la vida pacífica de los ex-guerrilleros – no era más que un ‘Fondo de el Crimen’ (sic)”. El semanario Estampa se sumó a las acusaciones, refiriéndose a la rehabilitación en términos similares:

92 antropol.sociol. Vol. 19 No. 1, enero - junio 2017, págs. 81-105

Page 93: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

Los brincos que da la vida: la trayectoria armada de Roberto González Prieto 1948 – 1963

93VIRAJES

Desde hace un mes comenzaron a circular rumores de que algunos beneficiados con la rehabilitación eran bandoleros. Se dijo que dichos bandoleros (llamados ‘ex guerrilleros’ por la prensa de su partido) acogidos a la amnistía, habían recibido dineros de la rehabilitación, sin retirarse de su antigua vida delictiva. Los dos casos más comentados: ‘Chispas’ y ‘Pedro Brincos’, de quienes se han suministrado datos sobre sus ‘actividades profesionales’ así: A ‘Chispas’ se le considera el responsable de los asaltos de ‘Las Palmitas’ y ‘San Antonio’ (primer asalto, 23; segundo, 14 muertos conservadores); al segundo, con hojas de servicio por el estilo, se le estima como igualmente peligroso. La Patria de Manizales publicó un reportaje de ‘Brincos’ en el que afirmaba, franca, y sobre todo, frescamente, que le habían prestado diez mil pesos en la rehabilitación y que le debían diez mil más. (Estampa, 27 de junio de 1959, p. 5)

La República, que se opuso con firmeza a la amnistía y la rehabilitación promovida por el gobierno de Alberto Lleras Camargo, cuestionó con vehemencia el préstamo que fue otorgado a González Prieto. En un editorial titulado “Pedro Brincos y la ‘Rehabilitación’”, el diario conservador anotó:

La sociedad colombiana se ha enterado con horror y con indignación del tratamiento privilegiado, de la amnistía, los préstamos, los premios y las gabelas que les han venido otorgando las autoridades a los bandoleros más conspicuos que haya producido el país, desde el famoso Pedro Brincos hasta el Mico. Primero fue el decreto sobre amnistía y suspensión de los juicios que con tanto énfasis defendió el entusiasta Ministro de Justicia para derogarlo veinticuatro horas después. Más tarde la extraña práctica de la rehabilitación de los malhechores por medio de préstamos y donaciones que no han merecido siquiera los hombres de bien, y que es en nuestro concepto el más abundante estímulo que ha recibido la delincuencia en Colombia en todos los tiempos. En la sombría industria se han gastado, sin contar, los dineros del fisco, mientras gimen en la miseria y el desamparo las inocentes victimas del crimen. (La República, 23 de junio de 1959, p. 4)

El diario El Siglo no se quedó atrás en la campaña de denuncias, y pidió al Procurador General investigar al gobierno por el préstamo otorgado a González Prieto (El Siglo, 1 de agosto de 1959)13. La acusación de la prensa conservadora obligó al gobierno a pronunciarse sobre el tema. El director de la Comisión Ministerial de Rehabilitación, José Gómez Pinzón,

13 Según informes oficiales, hasta mediados de junio de 1959 se habían realizado diez mil trece préstamos con un promedio de tres mil cuatrocientos pesos por beneficiado (El Tiempo, 18 de junio de 1959, p. 2).

Page 94: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

José Abelardo Díaz Jaramillo

94 antropol.sociol. Vol. 19 No. 1, enero - junio 2017, págs. 81-105

debió salir a dar explicaciones por las declaraciones de González Prieto a La Patria, en las que reconoció haber recibido un dinero:

Las palabras de ‘Pedro Brincos’, tal como aparecen en el reportaje original de ‘La Patria’, según las cuales ‘ya por intermedio de Rehabilitación me dieron $20.000 de los cuales he recibido $10.000, o sea que todavía me deben otros $10.000 que espero recibir muy pronto’, demuestran una equivocación que no estoy en capacidad de atribuir ni al entrevistado, ni al redactor, pues de ellas se desprende que al primero se le hubieran obsequiado $10.000, lo cual es completamente inexacto. Si el señor ‘Pedro Brincos’ recibió de cualquier entidad bancaria alguna suma, inferior a la que aparentemente solicitó –según el mismo reportaje- la obtuvo a título de préstamo y, en todo caso, en momentos en que se hallaba disfrutando de su libertad y no era reclamado por lo justicia ordinaria. (El Tiempo, 18 de junio de 1959, p. 2)

Como era apenas lógico, la prensa liberal salió en defensa de la política de rehabilitación del presidente Alberto Lleras Camargo. En editorial, El Tiempo fustigó a los críticos que no reconocían las bondades de la rehabilitación, como aquella de lograr que “millares de Pedros y Juanes”, retornaran a los campos para “trabajar en paz”:

Más de diez mil colombianos han sido ayudados por esta organización, que se formó a plena luz del día, con aplauso y respaldo de todo mundo, como que se encaminaba a la propia raíz del mal. La crítica sistemática no mira a los diez mil beneficiados sino a la mínima proporción de casos infortunados, previsibles en su número estadístico y perfectamente inevitables en que se ha perdido dinero o a caído en manos no santas.¿Quién puede garantizar, en semejante número de casos y en las circunstancias bien conocidas, que no se comete un error? Salta a la vista la injusticia, por no decir la mala fe, de quienes se arrellanan cómodamente en sus butacas a insistir sobre Pedro Brincos cuando millares de Pedros y Juanes han regresado a sus trabajos, con dineros de la rehabilitación a trabajar en paz. (…) No hay castigo, pena de muerte, islas de reclusión que puedan hacer lo que producen los sistemas positivos, la ayuda mutua, el crédito, los frentes de trabajo. (El Tiempo, 18 de junio de 1959, p. 4)

José Abelardo Díaz Jaramillo

94 antropol.sociol. Vol. 19 No. 1, enero - junio 2017, págs. 81-105

Page 95: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

Los brincos que da la vida: la trayectoria armada de Roberto González Prieto 1948 – 1963

95VIRAJES

Para González Prieto era claro que la prensa distorsionaba los hechos que giraban en torno a su reciente pasado, respondiendo a propósitos mezquinos. Por ejemplo, al referirse a las actividades promovidas por él en Quinchía a favor del plebiscito, y su interés por la búsqueda de la paz, González Prieto señaló que la prensa se había dedicado a decir cosas distintas a lo que en verdad había sucedido. “Los periódicos dicen lo que no es… pura basura”, sentenció en una entrevista. En el caso de las acusaciones de La Republica por el asunto del préstamo económico, González Prieto replicó:

El periódico La República al tener conocimiento de esto se ha venido con las suyas tratando de quitarme el derecho, pero yo quiero que la opinión pública se dé cuenta de que sí tengo derecho a la Rehabilitación por parte del Estado como colombiano que soy. Las pérdidas que he tenido durante los años de la violencia son: cincuenta y siete mil ($57.000)”. (La República, 26 de junio de 1959, 10)

5. Vinculación al MOEC 7 de Enero

“No sé qué es lo que quieren que haga.” Declaración de González Prieto a raíz de su detención

(El Tiempo, 28 de abril de 1961, p. 7).

En 1959 fue fundado en Bogotá el Movimiento Obrero Estudiantil Campesino 7 de Enero, el cual pregonó la lucha armada como recurso estratégico para la “toma del poder”, como recién había sucedido en Cuba14. Desde un comienzo, el MOEC 7 de Enero desplegó esfuerzos para lograr acercar a antiguos combatientes del periodo de La Violencia, con el propósito de articularlos a los planes insurreccionales que pretendía adelantar. Esa intención quedó expresada en la Resolución Política que se aprobó en el primer congreso realizado en julio de 1960:

El primer congreso del MOEC expresa su más viva simpatía por el movimiento guerrillero de cualquier tendencia y espera agrupar a todos los hombres armados del campo bajo su comando revolucionario nacional, libre de bandolerismo y de los agentes de la reacción conservadora. De la re estructuración y nuevo contenido de la guerrilla campesina depende en altísima proporción el éxito de la defensa popular y el avance victorioso de una auténtica revolución

14 Con el surgimiento del MOEC 7 de Enero, el mapa de la izquierda en Colombia se modifica al surgir nuevas agrupaciones: el Frente Unido de Acción Revolucionaria (FUAR), Acción Revolucionaria Colombiana (ARCO), Fuerzas Armadas de Liberación (FAL), Frente Unido del Pueblo (FUP), Movimiento Obrero Independiente y Revolucionario (MOIR), Ejército de Liberación Nacional (ELN), Ejército Popular de Liberación (EPL), etc.

Page 96: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

José Abelardo Díaz Jaramillo

96 antropol.sociol. Vol. 19 No. 1, enero - junio 2017, págs. 81-105

agraria que ponga fin a la angustiosa situación de las masas campesinas y al cerco inmisericorde de que son víctimas regiones enteras de los departamentos del Tolima, Huila, Cundinamarca, Valle, Caldas, Antioquia, Llanos Orientales y río Magdalena”. (Resolución Política del Movimiento Obrero Estudiantil Campesino, 1960)

El llamado del MOEC 7 de Enero, del que tuvo conocimiento González Prieto, lo motivó a vincularse a la organización –al igual que lo hicieron Eduardo Franco Isaza y Rosendo Colmenares, excombatientes de las guerrillas del Llano-. En el MOEC 7 de Enero González Prieto fue recibido con respeto y admiración, al saberse de su trayectoria en la resistencia campesina posterior a la muerte de Gaitán. Si para sectores del bipartidismo González Prieto era expresión de muerte y violencia, para sectores radicalizados de la izquierda éste representaba la resistencia popular ante las agresiones de las elites dominantes. Varios militantes del nuevo movimiento político, procedentes del Tolima, conocían la trayectoria armada de González Prieto y sabían del distanciamiento que éste estableció en su momento con las prácticas bandoleras que promovieron los jefes de las cuadrillas15.

Sin duda, González Prieto debió tomar la decisión de acudir a las armas, otra vez, motivado por la frustración de no haber podido recomenzar su vida sin ser perseguido ni señalado. Las reiteradas detenciones y la estigmatización a las que se vio sometido, tuvieron un gran peso en esa decisión. Si bien había expresado en múltiples oportunidades su condición de damnificado de la violencia, y dio muestras de su disposición para promover la paz, González Prieto elaboró una lectura de su situación, en la que circulaba un argumento central que destacaba que el Estado y la sociedad en general, no le habían correspondido a él. De tal modo, el agravio moral del que era portador desde los tiempos de la violencia bipartidista, en lugar de desaparecer, permaneció latente e incluso se agudizó por las nuevas situaciones que debió afrontar. La decisión de volver a las armas, desde luego, debió ser difícil de tomar: otra vez la violencia aparecía en su camino. Pero, a diferencia de lo ocurrido años atrás, en esta ocasión las armas no serían un recurso empleado para proteger su vida, sino un instrumento para atacar un poder al que consideraba injusto. Se había configurado en él un sentimiento de injusticia que abrió las puertas para una insubordinación, tal y como lo analiza Barrington Moore (1989) en su estudio clásico sobre las bases sociales de la rebelión.

15 Es muy probable que el contacto de González Prieto con miembros del MOEC 7 de Enero, e incluso su vinculación a ese movimiento, se haya dado en la segunda mitad de 1959, cuando aquel se encontra-ba recluido en la Penitenciaria de Ibagué. En la cárcel González Prieto compartió celda con uno de los fundadores del movimiento, Robinson Jiménez, detenido desde hacía varios meses, quien le informó de los propósitos políticos y militares del movimiento, y debió animarlo a hacer parte del mismo.

Page 97: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

Figura 2. En el centro (con boina y pipa) Robinson Jiménez, miembro del MOEC 7 de Enero y compañero de celda de González Prieto en la Penitenciaría de Ibagué.

Fuente: Cromos, 1959, p. 41.

Luego de obtener su libertad, y ya vinculado al MOEC 7 de Enero, González Prieto participó en varios plenos y fue elegido para integrar la dirección nacional del movimiento, asumiendo responsabilidades de alto valor estratégico. En particular, se le asignó la misión de establecer contactos con antiguos guerrilleros para lograr su incorporación al movimiento, y promover procesos organizativos en ciertas regiones, con el fin de constituir frentes guerrilleros.

A finales de 1961, el MOEC 7 de Enero intentó crear una zona de operaciones guerrilleras en la región de Urabá. Era la segunda vez que el movimiento pretendía implantar una fuerza armada, para lo cual escogió a González Prieto como uno de los responsables. Tan sólo unos meses atrás Antonio Larrota González (tal vez el dirigente más destacado de esa organización) había sido asesinado en montañas de Tacueyó, en el departamento del Cauca, cuando realizaba labores tendientes al mismo fin.

Es altamente probable que en el momento de ser detenido por agentes del DAS en Medellín en abril de 1961, González Prieto se encontrara realizando labores ligadas a la preparación de la misión en Urabá, que al final resultó en otro fracaso, luego de que el grupo rebelde fuera delatado y perseguido por tropas del ejército. La mayor parte del destacamento fue neutralizado en el primer y único enfrentamiento que entabló con las tropas, logrando sólo salir con vida González Prieto junto a otro miembro de la organización (Díaz Jaramillo, 2012).

Los brincos que da la vida: la trayectoria armada de Roberto González Prieto 1948 – 1963

97VIRAJES

Page 98: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

José Abelardo Díaz Jaramillo

98 antropol.sociol. Vol. 19 No. 1, enero - junio 2017, págs. 81-105

El tropiezo no significó para González Prieto, ni para el MOEC 7 de Enero, un replanteamiento del proceder armado. De hecho, González Prieto buscó posteriormente, atendiendo la antigua directriz de la organización, establecer contactos con antiguos compañeros del periodo de la violencia bipartidista, para incorporarlos a la organización. Lo intentó con José William Aranguren, Desquite y con Jacinto Cruz Usma, Sangrenegra, con quienes había convivido por los lados del Líbano años atrás (Ramírez, 2004, p. 239), y aún continuaban operando y al mando de hombres. A Desquite le envió una carta firmada el 28 de enero de 1962 desde Bogotá, en la cual le hacia la invitación para que se uniera a la organización de izquierda. En la misiva González Prieto acudió a argumentos políticos, que difícilmente podían estar en las mentes de individuos como Desquite:

Desde tiempo atrás –escribe González Prieto- yo vengo luchando aisladamente sin obtener ningún resultado efectivo. Son muchas las regiones del país donde estuve organizando (sic) que pueden ser testigos. Ahora, no sólo por experiencia personal sino por todos los luchadores de Colombia, como el mundo entero, me he convencido de que será estéril la lucha hasta tanto no sea puramente de carácter nacional en donde se agrupen bajo una dirección colectiva, todos los movimientos políticos de izquierda, grupos armados y todo cuanto esté luchando y quiera luchar, por la liberación de nuestro pueblo colombiano (…). (Moncada, 1963, p. 215)

Y agregaba:

En forma despectiva tú hablas de jefes, hay unos movimientos revolucionarios que quieren organizar la revolución con especialidad el MOEC, que está más adentrado y directamente se encuentra organizando la lucha armada con algunos resultados sobre el particular… en (sic) este movimiento puede contar usted que no hay jefes: hay dirección colectiva, y como tenemos la perfecta convicción de que la revolución no la puede hacer sino el pueblo en su conjunto, por tal razón es que recurrimos al contacto con los hombres que hasta ahora se han destacado por su lucha para con todos éstos formar la dirección colectiva de unidad revolucionaria. Esta es una condición, una necesidad de la revolución para que pueda llegar a su feliz término. El deseo del movimiento es que tú participes, o cualquiera del de esa (sic) en unas charlas que pronto se van a realizar en esta ciudad. (Moncada, 1963, p. 215)

98 antropol.sociol. Vol. 19 No. 1, enero - junio 2017, págs. 81-105

Page 99: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

Los brincos que da la vida: la trayectoria armada de Roberto González Prieto 1948 – 1963

99VIRAJES

Figura 3. Roberto González Prieto recluido en la Penitenciaria de Ibagué. Fuente: Cromos, 20 de julio de 1959, p. 40.

Para persuadir a Desquite, González Prieto le hizo saber que el MOEC

7 de Enero lo tenía en una estima especial, y que de unirse a la organización, ocuparía una responsabilidad dentro de la misma:

Te puedo decir que el movimiento te tiene en cuenta y con mucha estima, se ha dado cuenta que tus esfuerzos no son vanos, la lucha incansable que tú has llevado durante tanto tiempo, pese a las condiciones de aislamiento en que tú has venido luchando frente al concierto internacional; yo que soy el que conozco, de los de aquí, un poco más de sus actividades, he tratado de presionar para que no se deje sóla (sic) esa región y para que tu hagas parte de un organismo nacional. Yo he insistido que en los organismos u organismo nacional que se encargue de la dirección militar, deben estar hombres que tengan algunos conocimientos prácticos sobre el particular: claro que como tú dices, los hombres que integren la dirección deben estar en la montaña, es decir, al lado de los hombres de armas esto ya está decidido. Por esto es que te digo que me gusta que tú estés en las charlas que se van a realizar próximamente, pues de ahí saldrá lo concreto a escala nacional (…)”. (Moncada, 1963, p. 215)

Los brincos que da la vida: la trayectoria armada de Roberto González Prieto 1948 – 1963

99VIRAJES

Page 100: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

José Abelardo Díaz Jaramillo

100 antropol.sociol. Vol. 19 No. 1, enero - junio 2017, págs. 81-105

Tiempo después, el 23 de octubre de 1962, Desquite se entrevistó con González Prieto, a quien no solo le manifestó su desinterés por la propuesta que éste le había hecho, sino además le advirtió que debía abandonar la región. Igual suerte tuvo con Sangrenegra, a quien no le vinieron bien las condiciones que establecía González Prieto, como las relacionadas con el buen trato a los campesinos “a través de prácticas aparentemente tan intrascendentes como el pago de la comida en los sitios que solían frecuentar en sus desplazamientos”, o con la adopción de medidas en el funcionamiento y estructura organizativa “que se reflejaran en una nueva postura ideológica frente a la lucha en que estaban empeñados” (Sánchez, 1983, p. 128)16.

El final“Los campesinos son los llamados a iniciar la lucha armada.”

De una circular atribuida a Roberto González Prieto” (El Tiempo, 17 de septiembre de 1963, p. 3).

Luego del fracaso militar en Urabá y de la infructuosa labor de acercamiento de jefes armados de la violencia anterior, González Prieto decidió regresar al norte del Tolima, con el propósito de impulsar un nuevo centro de operaciones guerrilleras. El lugar escogido era ampliamente conocido por él, lo cual se convertía en un factor favorable para sus propósitos. Para la nueva empresa armada contó con el acompañamiento de Ricardo Otero, un barranquillero que había renunciado a sus estudios universitarios en Bogotá, y que contaba con una breve militancia de izquierda, primero en el Movimiento Socialista Colombiano, y luego en el Frente Unido de Acción Revolucionaria (FUAR).

Las actividades de González Prieto en la zona se centraron en la “adoctrinación (sic), unificación y coordinación de las guerrillas, apoyo al trabajador rural e incitación a la insurrección armada” (Guzmán, 1964, p. 334). Que fuera así resalta la importancia que otorgaba González Prieto a la concientización política de las bases en las que pretendía encontrar apoyo. Un manifiesto que circuló en la región, elaborado por el propio González Prieto, da cuenta de ese interés y de la dimensión política que articulaba su actuación:

16 Otros bandoleros intentaron, por su propia cuenta, acercarse al MOEC 7 de Enero, como ocurrió con Arcadio Ruiz Restrepo, alias Cenizas, en 1962 (Delgado, 2011, p. 140).

100 antropol.sociol. Vol. 19 No. 1, enero - junio 2017, págs. 81-105

Page 101: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

Los brincos que da la vida: la trayectoria armada de Roberto González Prieto 1948 – 1963

101VIRAJES

Nuestra guerrilla agrupa en un solo frente de lucha a todas las organizaciones como ligas campesinas, sindicatos de obreros y empleados, etc., para que luchen por liberar a nuestro pueblo colombiano: campesinos, obreros, estudiantes y profesionales sin tener en cuenta su color político, sexo o religión. Entendemos que los trabajadores solo podrán tomar el poder político liquidando la gran muralla contra la cual siempre se han estrellado las fuerzas armadas de represión. Este objetivo se logrará constituyendo el ejército nacional de liberación cuya forma más simple son las guerrillas revolucionarias las cuales operarán en estrecha colaboración de los trabajadores de las ciudades. Los campesinos son los llamados a iniciar la insurrección armada.Toda esta grave situación, tendrá que cambiar cuando los trabajadores conquisten sus derechos por medio de las armas. Ya tenemos un ejemplo en la América Latina. (El Tiempo, 17 de septiembre de 1963, p. 3)

Sorprende del escrito la presencia de razonamientos que dan cuenta de un nivel de politización, claramente inclinado hacia la izquierda radical. La reivindicación de la lucha armada, en clave de un proceso de liberación nacional, y la formulación estratégica de un frente de lucha multiclasista, demuestran la existencia de una concepción política totalmente diferente a la que reivindicaba González Prieto en épocas pasadas, adquirida en su paso por las distintas estancias de la organización de la que hacía parte. En un boletín que editaron González Prieto y Otero, denominado Cordillera Central, del cual se publicaron varios números, expresaron su visión de la política nacional, acudiendo a expresiones como explotación, y en la cual los “enemigos del pueblo” aparecían identificados, como las compañías norteamericanas y los ricos. En el análisis elaborado por González Prieto se observa una lectura estructural de la sociedad y del poder:

De nuevo comenzamos a observar en nuestros campos y ciudades las frecuentes incursiones de los politiqueros de todos los pelajes prometiéndole a los campesinos y a todo el pueblo ‘el cielo y la tierra’ para llevarlo como cabras al ‘abrevadero’ a las elecciones con el fin de legalizar en el Totalitario Parlamento la explotación, el hambre, la penetración de ejércitos mercenarios dirigidos por misiones norteamericanas, y el saqueo de nuestros recursos naturales como el petróleo, el platino, etc., por parte de compañías norteamericanas. Los campesinos y todo nuestro pueblo debe (sic) entender que las vías pacíficas para lograr la toma del poder político no dejan de ser meras ilusiones. Los ricos están sólidamente unidos en el Frente Nacional al cual están vinculados por el privilegio los llamados disidentes

Page 102: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

José Abelardo Díaz Jaramillo

102 antropol.sociol. Vol. 19 No. 1, enero - junio 2017, págs. 81-105

de ‘Izquierda’; además, los hacendados de todos los partidos se encuentran organizados en grandes Asociaciones: de agricultores, cafeteros, arroceros, cañeros, etc., y de igual manera los grandes industriales y comerciantes. Mientras las minorías ricas acumulan y malgastan la riqueza, los campesinos sienten cómo su jornal sólo les alcanza para tomarse con su familia ‘el agua dulce’ ya que el salario percibido por el jornalero y el arrendatario sólo les alcanza para adquirir el atado de panela; a la vez, los medianos y pequeños finqueros van aceleradamente hacia la ruina”. (Guzmán Campos, 1964, p. 334)

Figura 4. Propaganda que ofrece recompensa a quien informe el paradero de Pedro Brincos.

Fuente: Prado Delgado, 2010, p. 165.

Por los planteamientos consignados en este tipo de manifiestos, y por la trayectoria de líder armado de que era portador, González Prieto se convirtió en una prioridad militar para el gobierno. En el propio Congreso de la República se suscitaron debates en torno a él y su “extrema peligrosidad”; de él incluso se dijo que había recibido entrenamiento militar en Cuba y se le había visto uniformado en el norte del Tolima, pretendiendo unificar a los “bandoleros, para ponerlos al servicio de la revolución comunista de signo internacional” (Pabón, 1963, p. 55).

Page 103: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

Los brincos que da la vida: la trayectoria armada de Roberto González Prieto 1948 – 1963

103VIRAJES

Estas representaciones de González Prieto tuvieron como efecto que el Estado dedicase calculados movimientos para neutralizarlo, a tal punto que por él se ofrecieron recompensas económicas y se desplegó, bajo el mando del coronel José Joaquín Matallana, una unidad militar especial –el célebre Batallón Colombia- con el propósito de eliminarlo, hecho que ocurrió en septiembre de 1963, cerca de la población de Lérida.

Conclusión

La vida de Roberto González Prieto después del 9 abril de 1948 estuvo signada por injusticias que se enmarcaron en un contexto de múltiples violencias, sobresaliendo especialmente la que promovieron instituciones afines al establecimiento (prensa, partidos, funcionarios). Estos sectores nunca renunciaron a tratar a González Prieto como un antisocial y bandolero, en una evidente estrategia para justificar su eliminación física y desconocer cualquier motivo de orden político en su actuación. De hecho, el proceder de González Prieto y su papel como actor armado en una confrontación a la que se vio abocado a participar y de la que fue, en parte, víctima, fue definida –simple y llanamente- como carrera delictiva. Desde la propia perspectiva de González Prieto, había desde luego una interpretación diferente de su comportamiento en aquel periodo:

Yo no fui propiamente guerrillero con las armas en la mano. Eso sí, organicé masas de campesinos para que se defendieran de los ataques de la policía y de las guerrillas conservadoras. Y esas masas lucharon por sus vidas y sus pequeños bienes. (Cromos, 20 de julio de 1959, p. 42)

Como se demostró, el tratamiento dado a González Prieto por la prensa oficial, incidió de forma notable en su decisión de inclinarse a la radicalización política. Al respecto, se advirtió que la decisión de vincularse al MOEC 7 de Enero debió ser una respuesta a la persecución de que fue objeto, a pesar de haber manifestado en múltiples oportunidades su deseo de iniciar una nueva vida y acogerse a la amnistía ofrecida por el Estado. Las reiteradas detenciones por parte de los organismos de seguridad, y los señalamientos de la prensa oficial, efectivamente, impidieron que González Prieto pudiera retomar su vida de campesino.

103VIRAJES

Page 104: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

José Abelardo Díaz Jaramillo

104 antropol.sociol. Vol. 19 No. 1, enero - junio 2017, págs. 81-105

Teniendo presente las tesis de Hobsbawm sobre las formas del bandidismo, el caso de González Prieto ilustra el paso de un bandolerismo social a un estado en el que las formas de protesta se transformaron en cruzadas revolucionarias, configuradas a partir de la idea de igualdad. González Prieto, en efecto, se adaptó “a las nuevas formas de la lucha por la causa de los campesinos”, lo que impidió que terminara convertido en un simple delincuente o quedara “a sueldo de los partidos políticos de los terratenientes y de los comerciantes” (Hobsbawm, 1983, pp. 44, 50). Que haya sucedido así, se debió, sin duda, a la presencia de un sentimiento de injusticia en él, que se gestó en distintos niveles y momentos, como se puso de manifiesto en el artículo. Ese sentimiento de injusticia dio origen a una forma de rebelión en González Prieto, que tuvo su máxima expresión en la invitación que éste le hiciera a los “campesinos, obreros, estudiantes y profesionales”, a crear un “ejército nacional de liberación”, para hacer una revolución similar a la que había ocurrido en Cuba. De ese modo se abrió un nuevo capítulo en la vida de Roberto González Prieto, que resultará ser el definitivo.

Referencias bibliográficas

Acevedo Tarazona, Á. (2004). El símbolo de un Robin Hood vengador en el occidente colombiano, Estudios Humanísticos, 3.

Afanador, M.Á. (1993). Amnistías e indultos: la historia reciente 1948 - 1992. Bogotá: ESAP. Alape, A. (1994). Tirofijo: los sueños y las montañas 1964 – 1984. Bogotá: Planeta.Alape, A. (1994). Las vidas de Pedro Antonio Marín, Manuel Marulanda Vélez. Bogotá: Planeta.Delgado Madroñero, J. (2011). El bandolerismo en el Valle del Cauca: 1946-1966. Cali:

Gobernación del Valle del Cauca y Secretaría de Cultura.Díaz Jaramillo, J.A. (2012). Si me asesinan vengadme. El gaitanismo en el imaginario de

la nueva izquierda colombiana: el caso del MOEC y de Enero, Anuario Colombiano de Historia Social y Política, 42(2).

Hobsbawm, E. (1983). Rebeldes primitivos. Barcelona: Editorial Ariel. Guzmán Campos, G. (1964). La violencia en Colombia, Tomo II. Bogotá: Tercer Mundo. Guzmán Campos, G., Fals Borda, O. y Umaña Luna, E. (1963). La violencia en Colombia.

Estudio de un proceso social. Tomo I. Bogotá: Tercer Mundo. Franco Isaza, E. (1973). Las Guerrillas del Llano: Medellín: Ediciones Hombre Nuevo. Moec 7 De Enero (1960). Resolución Política del MOEC 7 de Enero. S.e. Moncada, A. (1963). Un aspecto de la violencia. Bogotá: Promotora Colombiana de Ediciones

y Revistas. Moore, B. (1989). La injusticia: bases sociales de la obediencia y la rebelión. México D.F: Universidad

Nacional Autónoma de México, Pabón Núñez, L. (1963). Tres intervenciones del doctor Lucio Pabón Núñez. Bogotá Imprenta

Nacional. Prado Delgado, V.E. (2010). Bandoleros: imágenes y crónicas. Ibagué: León Gráficas. Ramírez Bacca, R. (2004). Formación y transformación de la cultura laboral cafetera en el siglo XX.

Medellín: La Carreta Editores.

104 antropol.sociol. Vol. 19 No. 1, enero - junio 2017, págs. 81-105

Page 105: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

Los brincos que da la vida: la trayectoria armada de Roberto González Prieto 1948 – 1963

105VIRAJES

Sánchez, G. y Meertens, D. (1983). Bandoleros, gamonales y campesinos. El caso de la violencia en Colombia. Bogotá: El Áncora Editores.

Sánchez, G. (1985). Ensayos de historia social y política del siglo XX. Bogotá: El Áncora Editores. Villanueva Martínez, O. (2007). Guerrilleros y bandidos. Los alias de los apodos de la violencia en

Colombia. Bogotá: Universidad Distrital Francisco José de Caldas. Zuluaga, J. (1993). La metamorfosis de un guerrillero: de liberal a maoísta. Análisis Político,

18. Bogotá: Universidad Nacional de Colombia.

Colombia. Corte Suprema de Justicia. Sala de Casación Penal. Amnistía e indulto; Septiembre 23 de 1958. Magistrado ponente: Dr. Antonio Vicente Arenas. Gaceta judicial (Bogotá). Vol. 89, no. 2202 (Sep. 1958). p. 205-208.

Colombia. Corte Suprema de Justicia. Sala de Casación Penal. El beneficio de la amnistía; Noviembre 16 de 1960. Magistrado ponente: Dr. Angel Martín Vásquez A. Gaceta judicial (Bogotá). -- Vol. 94, no. 2233-2234 (Nov./Dic. 1960). -- p. 210-214.

Colombia. Corte Suprema de Justicia. Sala de Casación Penal. Indulto y amnistía. Todo asesinato es atroz aunque pueda en casos particulares, escapar a esta calificación; Diciembre 18 de 1958. Magistrado ponente: Dr. Luis Eduardo Mejía Jiménez. Gaceta judicial (Bogotá). Vol. 89, no. 2203-2205 (Oct./Dic. 1958). p. 625-626.

Colombia. Corte Suprema de Justicia. Sala de Casación Penal. El beneficio de amnistía; Noviembre 16 de 1960; Corte Suprema de Justicia. Sala de Casación Penal; magistrado ponente: Dr. Ángel Martín Vásquez. Gaceta judicial (Bogotá). Vol. 94, no. 2233-2234 (Nov./Dic. 1960). p. 210-214

Colombia. Corte Suprema de Justicia. Sala de Casación Penal. Homicidio y otros delitos: solicitud de amnistía; Noviembre 22 de 1960 / Corte Suprema de Justicia. Sala de Casación Penal; magistrado ponente: Dr. Primitivo Vergara Crespo. Gaceta judicial (Bogotá). -- Vol. 94, no. 2233-2234 (Nov./Dic. 1960). -- p. 222-224.

Gaitán Mahecha, Bernardo, Régimen jurídico sobre amnistía e indulto en Colombia, Revista jurídica (Bogotá). -- No. 28 (Sep. 1960). -- p. 41-44.

Sánchez Gómez, Gonzalo, Raíces históricas de la amnistía en Colombia, en Centro de Investigaciones socio-jurídicas facultad de derecho (Bucaramanga). -- Vol. 2, no. 13 (Dic. 1984). p. 33-66

Los brincos que da la vida: la trayectoria armada de Roberto González Prieto 1948 – 1963

Page 106: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar
Page 107: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

* Este artículo de reflexión hace parte de los desarrollos de mi proyecto de investigación “Cuerpos Geográficos - Sur: el Estar de los Jóvenes Indígenas en los paisajes de Abyayala”, en el marco del Doctorado en “Ciencias Sociales, Niñez y Juventud” del Cinde en alianza con la Universidad de Manizales.** Docente asociada a la linea de Socializacion Politica y Construccion de Subjetividades del Programa de Maestria en Educacion y Desarrollo Humano de la Fundación Cinde - Universidad de Manizales, Manizales – Caldas – Colombia. Docente investigadora de la Coorporacion Universitaria del Meta.

ORCID: 0000-0002-5920-5049

VIRAJESETNOGRAFIAR AL ESTADO:EL MODELO DE ‘IGUALDAD’ PARA LOS

PUEBLOS MINORITARIOS*

GLADYS GIRALDO MONTOYA**

Recibido: 21 de diciembre de 2016 Aprobado: Aprobado: 11 de febrero de 2017

Artículo de Reflexión

CÓMO CITAR ESTE ARTÍCULO:Giraldo, G. (2017). Etnografiar al Estado: el modelo de ‘igualdad’ para los pueblos minoritarios. Revista de Sociología y Antropología: VIRAJES, 19 (1), 107-123. DOI: 10.17151/rasv.2017.19.1.6

VIRAJES antropol.sociol. Vol. 19 No. 1, enero - junio 2017, págs. 107-123ISSN 0123-4471 (Impreso) ISSN 2462-9782 (En línea) DOI: 10.17151/rasv.2017.19.1.6

Page 108: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

Gladys Giraldo Montoya

108 antropol.sociol. Vol. 19 No. 1, enero - junio 2017, págs. 107-123

ResumenEl objetivo del presente artículo es mostrar la reducción del

mundo indígena en la Constitución Política de 1991 en Colombia, como una genealogía de la política de invisibilización del mundo originario. Metodología. Se emplea un análisis hermenéutico constitucional del principio de igualdad, como reformulación moderna de la máxima aristotélica: “tratar igual a los iguales y desigual a los desiguales”. Resultados. Las políticas multiculturales han sido facilitadores exitosas de la expansión del dominio del Estado. Conclusión. Se plantearán algunos puntos de controversia frente a las diversas disputas territoriales y la forma como puede ser distribuida la tierra a través de un reordenamiento en el uso del suelo; se esbozará un marco de acción en políticas públicas que puedan ser construidas y concertadas desde los procesos sociales y sus demandas; y un replanteamiento del acceso a los derechos, cuando la demanda y uso de unos no estén por encima de los de los otros.

Palabras clave: principio de igualdad, multiculturalidad estatalizada, etnicidad y cultura, tierras y grupos étnicos.

ETHNOGRAPHING THE STATE:THE ‘EQUALITY’ MODEL FOR MINORITY PEOPLES

AbstractThe objective of this article is to show the reduction of the indigenous world in the Political Constitution of 1991 in Colombia, as a genealogy of the policy of making the original world invisible. Methodology. A constitutional hermeneutic analysis of the principle of equality, as a modern reformulation of the Aristotelian maxim: “ The worst form of inequality is to try to make unequal things equal”, is used. Results. Multicultural policies have been successful facilitators of the expansion of state dominance. Conclusion. Some points of controversy will be raised against the various territorial disputes and how the land can be distributed through a reordering of land use. A framework of action in public policies that can be constructed and agreed upon from the social processes and their demands will be outlined, and a reconsideration of access to rights, when the demand and use of some are not above those of others will be considered.

Key words: Principle of equality, multiculturalism, ethnicity and culture, land and ethnic groups.

Page 109: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

Etnografiar al estado: el modelo de ‘igualdad’ para los pueblos minoritarios

109VIRAJES

Tesis

Quiero mostrar cómo con la conquista constitucional de 1991, al Estado colombiano modificar su paradigma jurídico y político, estableciendo ciertos principios medulares de la

organización estatal, en dicho marco de acción constitucional también se establecieron principios y derechos fundamentales con miras a la atención de los pueblos vulnerables o minoritarios. Fue así como desde la formulación aristotélica del “derecho a la igualdad” que dispone que sea necesario establecer tratamientos iguales a los iguales y desiguales a los desiguales, dicho razonamiento fue acogido por el artículo 13 constitucional al reconocer que el principio a la igualdad puede ser descompuesto en dos principios parciales; por una parte, “si no hay ninguna razón suficiente para la permisión de un tratamiento desigual, entonces será ordenado un tratamiento igual” y por otra parte “si hay una razón suficiente para ordenar un tratamiento desigual, entonces está ordenado un tratamiento desigual” (Gaviria Díaz, 1996). Es decir que el núcleo del derecho a la igualdad queda expresado en términos de razón suficiente que justifique un tratamiento desigual1.

En otras palabras, la asimilación de etnicidad y cultura en el texto de nuestra Constitución ha permitido un reconocimiento sustantivado en rasgos y prácticas de una supuesta diferencia visible que niega que la diferencia étnico racial de indígenas, campesinos y afrodescendientes, anide en relaciones históricas de subordinación, en las que confluyen de manera

1 Es necesario para Aristóteles desprenderse del estado de naturaleza para alcanzar el nivel virtuoso de estado civil, para poder deshacerse de las necesidades primitivas y poder llevar a cabo una vida plena de acuerdo con los deseos de cada uno dentro de la polis. La virtud y los valores esenciales conforma-dos por Aristóteles determinarán las leyes de la polis. Aristóteles comprende al hombre como un ser desigual y libre al mismo tiempo en su estado natural, se deshace de aquello que justifica a duras penas como inferior y se centra en la normal desigualdad que debe existir entre la diferencia entre los virtuo-sos y los no virtuosos de entre los iguales de la polis. Sin embargo, entre los iguales de la polis, tanto los virtuosos como los que no, tienen el mismo derecho de participar en la polis, ya que Aristóteles al fin y al cabo, solo define como debería ser gobernada la polis, ya que a su juicio considera que los virtuosos y más capaces son los más aptos para gobernar. Pero el punto más interesante se encuentra en la nece-sidad de generar igualdad en la polis [entre los iguales, los ciudadanos]. Aristóteles lo demuestra de forma paralela en dos teorías políticas: una, sería sobre la necesidad de la igualdad en la participación, la igualdad para acatar las leyes y las normas de la polis, la igualdad para la disposición del disfrute de los placeres, la igualdad en la posibilidad de acceder a los cargos públicos, la igualdad en el sentido estricto de la palabra. La libertad queda completamente limitada, parcelada como un panel de abejas, estamos ante una libertad igual, todo ciudadano (entendámoslo como quien sólo considera ciudadano Aristóteles) tiene derecho a la misma libertad y ésta acaba cuando empieza la del otro, puesto que Aris-tóteles formula la justicia como virtud en el trato justo, ya sea en el intercambio de bienes y servicios, en las propiedades… la equidad se vuelve la norma. La segunda sería sobre la necesidad de extender a la clase media. La considera como la más apta, la más estable para la polis. Aquí encontramos otra justifi-cación sobre la necesidad de generar igualdad en la polis, la interacción de la libertad y la igualdad en Aristóteles parte de la idea de una libertad limitada por la misma igualdad de la polis.

Page 110: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

Gladys Giraldo Montoya

110 antropol.sociol. Vol. 19 No. 1, enero - junio 2017, págs. 107-123

compleja la desigualdad social y diferencia cultural, territorializadas conforme a arreglos del poder del estado.

Factores como la concentración de la tierra; el inapropiado uso del suelo; los conflictos de manejo y uso de las tierras; y las afectaciones del conflicto armado interno, han reducido y deteriorado el hábitat de las comunidades indígenas, afrodescendientes y campesinas, motivando, en algunos casos, su abandono y hacinamiento en pequeñas áreas territoriales.

Dicha tensión, entre el reforzamiento de subjetividades étnicas y un sistema diferencial de derechos, desbordó con el tiempo la dimensión institucional bajo la que fueron diseñadas. Esta situación se ha vuelto potencialmente conflictiva en tanto enfrenta una diversidad de concepciones, trayectorias y principios de organización del territorio y de percepciones en torno a “lo público”.

En esta orden de ideas inferimos que, si “la igualdad es la base de la justicia”, debemos revisar con cuidado dicho concepto, porque en el fondo lo que se aplica no es la fuerza de la ley sino la ley de la fuerza, para avasallar unos intereses –los de los excluidos- que incomodan los intereses de las clases privilegiadas. La ley no se aplica por parejo a todos los colombianos porque hay fueros externos de hecho o de derecho que lo impiden.

Introducción

En todo lo que hace referencia al reconocimiento de la diversidad étnica y cultural, (artículos 1, 7, 8, 10, 13, 63, 68, 70, 72, 93, 96, 171, 176, 246, 286, 287, 321, 329, 330, 356, y el transitorio 55, 56 entre otros), no fue el producto de las buenas intenciones de la clase política colombiana sino de todo un proceso de lucha por parte de los grupos que constituyen una minoría étnica, no solo por conseguir el respeto y el reconocimiento de derechos sino por la simple resistencia al sometimiento cultural en el que se les ha tenido durante 500 años de historia. Tampoco significa, como muchos afirman, que:

La Asamblea Nacional Constituyente y la adopción que ésta hace de un nuevo texto Constitucional se sucede casi como un fenómeno espontáneo, como una explosión natural de la sociedad colombiana en la búsqueda apremiante de una alternativa de convivencia ciudadana que asegure y aclimate la paz... (Sánchez, 1993)

La Constituyente, que condujo a la Constitución de 1991, ocurrió en un momento en el cual el país se encontraba sumido en una grave crisis de gobernabilidad y en un conflicto social y político, cuando se pensaba

Page 111: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

Etnografiar al estado: el modelo de ‘igualdad’ para los pueblos minoritarios

111VIRAJES

que romper con los esquemas de exclusión y arbitrariedad impuestos por la Carta de 1886 sería la puerta de entrada hacía una nueva nación y la posibilidad de volver a empezar bajo unas nuevas condiciones2. Se dio así cabida a los líderes de los diferentes grupos culturales, políticos y económicos y fue el momento para que aquellos que habían luchado tanto tiempo por ser escuchados realmente lo fueran.

Uno de los aportes más importante de la Asamblea Nacional Constituyente es propiamente el resultado del texto constitucional frente al tema de los derechos humanos como derechos diferenciados, o derechos de las minorías como los llama Will Kymlicka (2007). Es sin duda alguna, una constitución que amplió significativamente el campo para el ejercicio democrático y para la precisión del reconocimiento de un Estado multicultural. Temas como la caracterización del estado social de derecho, la democracia participativa, los derechos humanos y sus mecanismos de defensa y protección, así como la inclusión y el reconocimiento de las minorías étnicas y culturales, evidencian en parte su contenido democrático.

El carácter del Estado multicultural plasmado en la Constitución de 1991, implica en primer lugar, el principio del reconocimiento y de la protección a la diversidad étnica y cultural de la nación colombiana (art. 7), en segundo lugar, el reconocimiento de la igualdad y la dignidad de todas las culturas que conviven en el país (art. 70), y por último, está el principio de la autonomía normativa y judicial consagrada en el artículo 246 de la constitución en los siguientes términos: “Las autoridades de los pueblos indígenas podrán ejercer funciones jurisdiccionales dentro de su ámbito territorial, de conformidad con sus propias normas y procedimientos, siempre que no sean contrarios a la constitución y leyes de la república”. Lo anterior implica entonces, que la aplicación de políticas de integración a determinados grupos que han sido excluidos o marginados de la estructura social y política del país y a diferencia de las políticas de asimilación exige una voluntad de reconocimiento mayor en materia de Derechos Humanos, por parte del Estado y la sociedad mestiza mayoritaria.

La Constitución de 1991, en todo lo que hace referencia al reconocimiento de la diversidad étnica y cultural, desarrolla también el concepto de principios de los derechos humanos colectivos. Las minorías étnicas y sus integrantes tienen derechos colectivos que buscan garantizar

2 Dice el Magistrado Carlos Gaviria Díaz en su libro Sentencias: herejías constitucionales: “resulta evidente que mientras que las constituciones de los países desarrollados (económica y políticamente) cumplen una función primordialmente protectora de un estatus que se juzga satisfactorio, la de los países en vías de desarrollo tienden a estimular la superación de un estado de cosas deplorable (Gaviria, XIV). En este texto, Gaviria muestra que la ética también está detrás de la jurisprudencia, la informa, y es la verdadera arma de la crítica política.

Page 112: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

Gladys Giraldo Montoya

112 antropol.sociol. Vol. 19 No. 1, enero - junio 2017, págs. 107-123

su existencia como cultura diferente a la del resto de los ciudadanos. Este paso de reconocer la titularidad colectiva, ya no meramente individual de derechos humanos se registra como un logro decisivo dentro de la historia de la resistencia de los pueblos indígenas y afrodescendientes de América Latina.

En el marco de la constituyente3 en relación con las luchas por la reivindicación de los derechos para las minorías étnicas “...los indígenas se lanzan a la palestra de participar con la diversidad en la cabeza...” Es importante resaltar que estos líderes no solo llegaron a la asamblea con el fin de lograr su objetivo fundamental, a saber, el reconocimiento de su diferencia y el respeto por sus costumbres, su cosmovisión del mundo y por los territorios históricamente suyos, sino que marcaron con esto la pauta para el respeto y el reconocimiento de la sociedad colombiana en general.

Planteamiento

Tal como lo planteamos en la tesis, el punto de partida del “derecho a la igualdad” en la Constitución política del 91, es la fórmula clásica de inspiración aristotélica, según la cual “hay que tratar igual a lo igual y desigual a lo desigual”4. Con base en lo anterior, es cierto que constituye un deber del Estado colombiano establecer medidas desiguales con el fin de reestablecer una condición de igualdad material que el devenir histórico del conflicto armado en Colombia ha perturbado, de modo que se reconozcan los derechos ínsitos de los pueblos indígenas, ateniendo a su condición de especial vulnerabilidad y que por lo tanto requiere la reacción de las instituciones públicas, con miras a ofrecer mecanismos de protección y restablecimiento de su derecho colectivo de propiedad.

En efecto, esta fórmula requiere un desarrollo posterior que permita aclarar sus términos. Esto se debe a que, como la ha afirmado Bobbio (1995), el concepto de igualdad es relativo, por lo menos en tres aspectos:

a) Los sujetos entre los cuales se requiere repartir los bienes o gravámenes.

b) Los bienes o gravámenes a repartir. c) El criterio para repartirlos.

3 El papel de la asamblea constituyente ha sido muchas veces referenciada. Pero, se destacan dos traba-jos: el de Dugas, La Constitución de 1991: ¿un pacto político viable?, y el análisis del texto constitucional del 1991 en el libro Cartas de batalla. Una crítica del constitucionalismo colombiano de Valencia Villa.4 Aristóteles. Política III 9 (1280ª): “por ejemplo, parece que la justicia consiste en igualdad, y así es, pero no para todos, sino para los iguales; y la desigualdad parece se justa y los es en efecto, pero no para todos, sino para los desiguales”.

Page 113: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

Etnografiar al estado: el modelo de ‘igualdad’ para los pueblos minoritarios

113VIRAJES

En otras palabras, hablar de igualdad o desigualdad, siguiendo alguna variante de la fórmula clásica (como la contenida en el artículo 13 de la Constitución política), tiene sentido en la medida en que se respondan las siguientes tres preguntas: ¿igualdad entre quienes?, ¿igualdad en qué?, ¿igualdad con base en qué criterio? Los sujetos pueden ser todos, muchos o pocos; los bienes a repartir pueden ser derechos de prevalencia (campesina) y preexistencia (indígena), restitución de tierras, etc.; los criterios pueden ser la necesidad, el mérito, la clase, la raza, etc.

Por otra parte, el principio de igualdad puede ser descompuesto en dos principios parciales, que no son más que la clarificación analítica de la fórmula clásica enunciada y que facilitan su aplicación.

a) Si no hay razón suficiente para la permisión de un tratamiento desigual, entonces está ordenado un tratamiento igual.

b) Si hay una razón suficiente para ordenar un tratamiento desigual, entonces está ordenado un tratamiento desigual.

En otras palabras, quien establece o pretende establecer un trato discriminatorio, debe justificarlo, pues la carga de la prueba pesa sobre quien pretende el establecimiento de un trato diferenciado. Se advierte, por lo tanto, que el principio general de igualdad deja un amplio margen de acción al legislador en dos cosas: de la estructura de las normas del trato igual y desigual y del concepto de arbitrariedad, pues ¿cuándo una razón es suficiente para permitir un trato igual o desigual? y ¿cuál es el margen de acción que le corresponde al legislador en virtud de un principio fundamental?

Un jurista experto nos respondería en relación con la igualdad jurídica e igualdad de hecho, “es posible distinguir tres tipos de derechos que resultan del principio general de igualdad: los derechos de igualdad definitivos abstractos, los derechos de igualdad definitivos concretos y los derechos de igualdad prima facie abstractos” (Alexy, 2012, p. 379); pasaremos aquí a ocuparnos de otras categorías que también hacen parte de nuestro planteamiento.

Las categorías de la identificación: la cuestión de la definición de los sujetos de los derechos étnicos y de las políticas diferenciales del Estado pasa efectivamente por la apropiación de marcos conceptuales sobre la diferencia. Así, términos como indio, indígena, gente negra, afrocolombiano o afrodescendiente, comunidad, colectivo o grupo étnico, raza o pueblo, que generalmente se utilizan para aproximarse a los descendientes de los pueblos indígenas originarios y de los afros, son construcciones históricas detrás de las que reposan marcos epistemológicos y posicionamientos políticos e ideológicos sobre la diferencia que pocas veces son tenidos en cuenta.

Page 114: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

Gladys Giraldo Montoya

114 antropol.sociol. Vol. 19 No. 1, enero - junio 2017, págs. 107-123

En la medida en que la Constitución de 1991 reconoció la diversidad cultural en Colombia, en consecuencia, introdujo un esquema diferencial de derechos que busca garantizar la integridad cultural de los pueblos indígenas y afrodescendientes, la mayoría de los cuales habitan en el campo colombiano y conviven con población campesina y mestiza. Cabe anotar que estas comunidades rurales se han caracterizado por una exclusión histórica respecto a otros grupos sociales del ámbito nacional; y en este sentido, no han tenido las mismas oportunidades de empleo y acceso a los servicios públicos, la protección de la salud, la cultura, y la administración de justicia, como consecuencia de situaciones que los desvincularon del control de sus territorios y los sometieron a condiciones de pobreza.

(…) las políticas multiculturales han sido facilitadores exitosos de la expansión del dominio del Estado porque han dado lugar a una multiculturalidad estatalizada en las dos vías: como política del Estado que promueve la diferenciación como forma de integración y como grupos diferenciados que reclaman espacios en la aplicación y ejecución de esas políticas diferenciales. (Chávez, 2012, p. 15)

El derecho territorial por preexistencia en los pueblos indígenas: uno de los sustentos políticos que fundamentan las aspiraciones territoriales de los pueblos indígenas en Colombia está enraizado en lo que ellos llaman el “derecho de prexistencia”, que se sustenta en el hecho de que lo que han vivido los pueblos indígenas desde la conquista corresponde a una invasión, un genocidio, y un desplazamiento y despojo de sus territorios ancestrales. Así pues, al ser los descendientes directos de los antiguos pobladores de estas tierras, las comunidades indígenas actuales tienen un derecho primordial, ya que son comunidades preexistentes5.

5 La historia de resistencia del pueblo Nasa frente a todas estas formas de sometimiento que se inicia en el año 1535, cuando la Cacica Gaitana logra acuerdos con los demás pueblos para confrontar al invasor de una manera material y espiritual. Esto mostró que no sería fácil someter a este pueblo henchido de razón por la propiedad territorial, que se levanta para exigir respeto, justicia y verdad, principios bási-cos que rigen las relaciones entre los pueblos. En 1700, los caciques Juan Tama de la Estrella y Manuel de Quilo y Ciclos, emprenden otra época de lucha y resistencia, utilizando el diálogo y las alianzas como estrategia de lucha. De esta forma, logran que el Rey de España Felipe II, otorgue en 1771 títulos coloniales en los que declara la existencia de los primeros resguardos, reconocidos luego en la legis-lación colombiana por el propio Libertador Simón Bolívar. Ya en la era republicana y después de que nuestros pueblos aportaron buena parte de los ejércitos patriotas, se desconocieron los títulos colonia-les, declarando los resguardos como tierras baldías, dando origen a la recolonización de sus territorios, apropiados ahora por descendientes de españoles que sin considerar su presencia encerraron grandes extensiones de tierra y apoyados por leyes nacionales los convirtieron en terrajeros (impuesto que se le pagaba al hacendado en trabajo y que obligaba a toda la familia indígena). Así, los despojaron de las mejores tierras en la parte plana y constituyeron sus grandes haciendas.

Page 115: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

Etnografiar al estado: el modelo de ‘igualdad’ para los pueblos minoritarios

115VIRAJES

La historia de Quintín Lame (1883-1967) es el fiel reflejo de la lucha indígena en Colombia por el reconocimiento del derecho territorial por preexistencia, gracias a sus movilizaciones se consolidaron con el tiempo alianzas especialmente con la Asociación de Usuarios Campesinos, ANUC, y todo ello posibilitó el surgimiento del CRIC en 1971, en el municipio o resguardo de Toribío, con una plataforma de lucha tan clara, que aún en nuestros días encuentra absoluta validez (Castrillón Arboleda, 1971).

El territorio también es su línea estratégica: en este punto el debate combina un componente político-cultural -que sustenta su derecho a la tierra al ser los dueños primigenios de estos territorios despojados tras siglos de dominio español y republicano-, con un componente jurídico, que implica la exigencia de un reconocimiento a los títulos colectivos estipulados por las autoridades coloniales españolas y las republicanas en los siglos anteriores, en las cuales se les reconoce a los pueblos indígenas una territorialidad que con los años han perdido.

La relevancia de la interculturalidad aparece asociada a un modelo multicultural que entregó valor a lo étnico, pero de algún modo, seccionó la población rural desde la diferenciación; este hecho, atado a la ausencia de un ejercicio de ordenamiento territorial interétnico e intercultural que integre las distintas visiones frente al territorio, ha motivado y agudizado numerosos conflictos por la tierra y por la igualdad de derechos entre los actores rurales que conviven en la nación. Este tipo de problemáticas no siguen un patrón causal; al contrario, se derivan de la inexistencia de canales institucionales para tramitar acuerdos en medio de la diversidad de concepciones, trayectorias y principios de organización del territorio, y de percepciones en torno a lo público.

Estas situaciones de conflicto que enfrentan a estos grupos de manera latente o potencial, lejos de ser homogéneas, presentan particularidades en relación con las visiones del desarrollo y el territorio adelantados por los procesos organizativos de indígenas, afrodescendientes y campesinos: “las políticas multiculturales actualizan visiones geográficas, políticas y sociales excluyentes, herederas del ordenamiento colonial y republicano basado en oposiciones binarias – indio/campesino, rural/urbano, centro/periferia, cultura/naturaleza – funcionales para articular el poder que se replica en buena parte de la sociedad colombiana” (Chávez, 2012, p. 17).

El debate entre prevalencia (campesina) y preexistencia (indígena), a pesar de ser abordado en múltiples escenarios, sigue abierto, ya que ambos se han convertido en uno de los argumentos fundamentales para que tanto campesinos como indígenas insistan en el derecho a la tierra y sustentan la legitimidad de sus aspiraciones territoriales. El punto aún inexplorado

Page 116: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

Gladys Giraldo Montoya

116 antropol.sociol. Vol. 19 No. 1, enero - junio 2017, págs. 107-123

con suficiente profundidad, es lograr un reconocimiento mutuo de ambos derechos, en el cual el derecho a la territorialidad ancestral y preexistente, se articule y armonice con el derecho de las comunidades campesinas y colonas a la prevalencia en el territorio luego de años e incluso generaciones enteras de habitarlo, defenderlo y apropiarlo. Este debate solo podrá ser superado al calor de la construcción de propuestas de convivencia, gobernabilidad y producción intercultural, interétnica y comunitaria desde la diversidad.

Ombligados con la tierra: porque la tierra es el lugar donde vivieron sus ancestros, donde cultivaron y trabajaron, donde aprendieron y enseñaron a comunicarse con los espíritus que habitan sus lugares sagrados, es el lugar donde aprenden los saberes integrales que soportan su cultura. La tierra como madre y fuente que nutre su cultura, es el eje de la vida social, política y espiritual de los pueblos indígenas. Desde su cosmovisión, supone el deber de cuidarla, defenderla y protegerla. Es la madre; es el espacio de vida que asegura la pervivencia como pueblos y que permite un verdadero compromiso social, político, cultural y espiritual. Es obligación escuchar su voz, entender sus mensajes, obedecerla, ritualizarla, conocerla, trabajarla y establecer diálogo con ella6.

Esto genera un gran contraste con el actual Plan Nacional de Desarrollo “prosperidad para todos” en Colombia, pues el análisis de las situaciones conflictivas en este ámbito, ha permitido identificar la necesidad de revisar el tema minero, los proyectos hidroeléctricos, forestales y el establecimiento de la agroindustria de caña de azúcar, como tensores territoriales en el momento de la caracterización del conflicto generado por la contraposición de las visiones de desarrollo. En el caso de la minería, el plan de desarrollo minero ha propuesto como tema central la competitividad y el interés por atraer capital extranjero. Para tal fin, se han impulsado cambios en la normatividad y la política, que han logrado trasferir el impulso del desarrollo minero al sector privado. La política minera ha estado orientada en la última década a la apertura de la inversión; incrementando la inversión extranjera directa de USD$1.783 a 3.094 millones entre el 2006 y el 2009, convirtiendo a este reglón como el segundo en las exportaciones del país, con los principales reglones en carbón, ferroníquel y oro.

6 Podríamos decir que las minorías étnicas en el constitucionalismo de los últimos veinte años en Améri-ca Latina, y en particular en la Constitución de Colombia de 1991 se representan como sujetos colectivos de derechos. Una de las características fundantes de este nuevo sujeto de derecho es el carácter colectivo de la comunidad indígena, que es la base para el reconocimiento de la plurietnicidad y la pluricultura-lidad, en el entendido de que es por su mismo carácter colectivo que posee diferentes formas de vida social. De aquí se deriva, por ejemplo, la necesidad de reconocer la propiedad colectiva sobre el territo-rio que habitan (Sánchez, 1998, p. 81).

Page 117: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

Etnografiar al estado: el modelo de ‘igualdad’ para los pueblos minoritarios

117VIRAJES

En nuestro análisis significa que a pesar de las difíciles circunstancias del conflicto armado que vivimos en el país, nuestros pueblos indígenas siguen conservando su legado ancestral, generando procesos para la pervivencia y trascendencia de sus culturas desde los aspectos sociales, políticos, económicos y ambientales. En este sentido, aunque se han proferido internacional7 y nacionalmente8 muchas normas que buscan mejorar las condiciones de vida de esta población y salvaguardar su existencia, el desconocimiento sobre sus dinámicas culturales y su cosmovisión, y factores asociados con: la discriminación, exclusión, minimización, despojo y reducción a determinados espacios geográficos que se ejercen desde las diferentes estructuras del Estado y también estructuras sociales, se han traducido en serios riesgos para su desaparición física y cultural. Las cifras oficiales sobre desplazamiento en Colombia nos sitúan como el segundo país con el mayor número de desplazados en el mundo, únicamente superados por Sudán, que sin duda alguna es un drama que afecta a la población en su conjunto; sin embargo “en el caso de la población indígena, cuyos sistemas económicos, sociales y culturales se fundamentan completamente en su relación con la tierra, el desplazamiento forzado representa una grave amenaza. Este destruye modos de vida ancestrales, estructuras sociales, lenguas e identidades” (ACNUR, 2009)9.

7 El convenio 169 de la OIT ha reconocido personalidad jurídica a los pueblos indígenas de modo que se presentan como participantes del derecho internacional, es decir, se les reconoce como sujetos de especial protección, con derechos concretos y obligaciones correlativas en el diseño legislativo, la activi-dad judicial y la ejecución administrativa en relación a tales pueblos. El convenio puede ser consultado en el siguiente enlace: http://www.ilo.org/wcmsp5/groups/public/---ed_norm/---normes/documents/publication/wcms_100910.pdf8 En ese sentido, la ley 21 de 1991, una de las primeras aprobadas con posterioridad a la Constitución de 1991, adopta el convenio precitado, estableciendo su exigibilidad interna, como norma de rango consti-tucional, al haber sido reconocida como parte del bloque de constitucionalidad, en virtud del artículo 53 constitucional. La Corte Constitucional, en sentencia C-175 de 2009, con ponencia del magistrado Luis Ernesto Vargas Silva, dispuso que: “La jurisprudencia constitucional ha destacado cómo las estipula-ciones del Convenio 169 de la OIT, establecen dos modalidades de obligaciones a cargo de los Estados signatarios, las cuales se muestran útiles para delimitar sus responsabilidades en cuanto a la protección de los derechos de las comunidades indígenas y tribales”. El primer grupo de obligaciones, referido a las medidas que deben impulsar para obtener los fines propios del convenio en los distintos aspectos que son objeto del mismo, que se orienta a promover las condiciones que permitan el desarrollo de los pue-blos indígenas y tribales de un modo que respete la diversidad étnica y cultural, asegure los espacios de autonomía requeridos para ello y se desenvuelva en un marco de igualdad, y que específicamente se refiere a su relación con las tierras o territorios; a las condiciones de trabajo; a aspectos relacionados con la formación profesional, la artesanía y las industrias rurales; a salud y seguridad social; a educación y medios de comunicación y a contactos y cooperación a través de las fronteras, y el segundo que alude a la manera como deben adoptarse y ponerse en ejecución esas medidas y que tienen como elemento central la participación y el respeto por la diversidad y la autonomía. En la misma providencia dispuso que dicho convenio hacia parte del bloque de constitucionalidad, es decir, reconoció la jerarquía cons-titucional del mismo. 9 El ACNUR (Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados) se estableció el 14 de diciembre de 1950 por la Asamblea General de las Naciones Unidas. La agencia tiene el mandato de

Page 118: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

Gladys Giraldo Montoya

118 antropol.sociol. Vol. 19 No. 1, enero - junio 2017, págs. 107-123

Colombia cuenta con 1.141.748 km² de territorio continental y los restantes 988.000 km² a su extensión marítima; el territorio es caracterizado por la diversidad de producción agropecuaria, minera, natural. Según la III Encuesta Nacional de Verificación de los derechos de la población desplazada, realizada por la Comisión de Seguimiento a la Política Pública sobre Desplazamiento Forzado de la Contraloría General de la República, el total de hectáreas despojadas o forzadas a dejar por causa del conflicto armado interno entre 1980 y julio de 2014 asciende a 6,6 millones de hectáreas, sin contar los territorios colectivos, cifra es equivalente al 12,9% de la superficie agropecuaria del país, despojo masivo o abandono forzado de tierras que ha afectado a 434.099 grupos familiares (Cerca de 6,6 millones de hectáreas de tierras agrícolas han sido despojadas o abandonadas, 2010) . Según la encuesta dada a conocer en el seminario serie Houston 2012 “La tenencia y el uso de la tierra en Colombia” apoyado por la Embajada de Estados Unidos, USAID y Acción Social de la Presidencia de la República. Antioquia y Chocó son de las regiones más afectadas por el despojo de tierras con 1,9 millones de hectáreas. En Caquetá, Cauca, Nariño, Putumayo y Buenaventura se abandonaron por diversas razones 1,5 millones de hectáreas; en el Meta, Arauca y Casanare, el despojo afectó un millón de hectáreas y en otras regiones el despojo afectó a por lo menos 2,2 millones de hectáreas, estas cifras son solo un sub-registro teniendo en cuenta que muchos casos no son denunciados.

El conflicto armado y prolongado ha sido considerado como una de las principales causas del desplazamiento forzado y del despojo, la violencia ha obligado a miles de personas a abandonar sus hogares en toda la región. El 63% del total de los desplazados internos en el mundo provienen de cinco países: Siria, Colombia, Nigeria, República Democrática del Congo (RDC) y Sudán, según la agencia de la ONU para refugiados, en el caso particular de Colombia la cifra aumenta cada año. El país enfrenta varios desafíos para brindar soluciones efectivas y duraderas a esta grave violación de derechos, frente a la cual el Estado busca brindar respuesta a través de la ley de víctimas y restitución de tierras (L 1448 de 2011), cuya aplicación e implementación avanza con dificultades y grandes retos.

dirigir y coordinar la acción internacional para proteger y resolver los problemas de las personas refu-giadas y apátridas en todo el mundo. Su objetivo principal es salvaguardar los derechos y el bienestar de las personas refugiadas y apátridas. ACNUR trabaja para garantizar que todas las personas puedan ejercer su derecho a buscar asilo y a encontrar protección en otro Estado, además identifica soluciones duraderas para los refugiados tales como la repatriación voluntaria en condiciones dignas y seguras, la integración local o el reasentamiento a un tercer país. En apoyo a las actividades de la agencia en favor de los refugiados, el Comité Ejecutivo de ACNUR y la Asamblea General de las Naciones Unidas han autorizado una ampliación del mandato de ACNUR hacia otros grupos de personas, que incluyen a los refugiados que han retornado a sus hogares y a las personas desplazadas dentro de su propio país.

Page 119: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

Etnografiar al estado: el modelo de ‘igualdad’ para los pueblos minoritarios

119VIRAJES

Entre las dificultades que presenta el proceso de restitución de tierras se destacan: La falta de seguridad y garantías para las y los reclamantes en todo el país, la presencia de multinacionales explotadoras de recursos hídricos, mineros y bio-energéticos que logran apropiarse del territorio, atentan contra el medio ambiente con su permanencia y actividades de excavación, explotación y contaminación en el país. La situación de restitución de derechos para las víctimas de despojo en Colombia pasa por un momento de transición donde se busca reparar a las víctimas del conflicto armado sin tener la certeza de finalizarlo, además el Estado debe identificar y enfrentar los nuevos modelos de despojo que se continúan presentando por el conflicto armado y la corrupción como el caso del expresidente de la Corte Constitucional Jorge Pretelt, actualmente investigado por hechos graves de despojo y desplazamiento forzado.

La Unidad Nacional de Atención y Reparación debe atender una población víctima de aproximadamente 5,7 millones de personas y para ello cuenta tan solo con 9.001 servidores, lo que plantea que cada funcionario debe atender 555 casos, lo cual no garantiza agilidad en el procedimiento legal para que las víctimas del conflicto armado retornen de manera pronta y con todos sus derechos restituidos a sus territorios (Contraloría General de la República 2012). En este contexto nacional, la situación de especial vulnerabilidad de las comunidades indígenas es notoria y cada año produce mayores índices de violación a sus derechos como pueblo, pues de la totalidad de los civiles desplazados en razón del conflicto, 70.000 pertenecen a grupos indígenas; de acuerdo con cifras oficiales, entre 2004 y 2008, tal y como lo registra el ACNUR (Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados) en el documento previamente citado, 48.318 miembros de comunidades indígenas fueron desplazadas, constituyendo así el 70% de la población indígena registrada como desplazada en los 50 años de conflicto en Colombia.

En la medida en que las necesidades de todo ser humano son expresadas de forma muy diversa, influyendo desde luego, la historia individual y colectiva, la cultura, los parámetros sociales, las formas de vida, las condiciones económicas y las relaciones con el entorno; para los pueblos indígenas las relaciones se tejen a través de las practicas espirituales que acompañan no solo su actuar en la vida cotidiana sino en la forma como se relación con su territorio, al habitarlo, cultivarlo, cuidarlo y defenderlo10.

10 El 2014 en Colombia fue el año en el que al pueblo wayúu llegaron los mundos de la muerte, porque regiones como La Guajira que es tierra de nadie en nuestro país, el arijuna ha llegado al territorio wayúu, pero ahora no conquista territorios ni destruye herencias milenarias; el arijuna (el enemigo del pueblo wayúu) destruye a la distancia, desata hambrunas y sus violencias se inscriben entre cuerpos desnutri-

Page 120: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

Gladys Giraldo Montoya

120 antropol.sociol. Vol. 19 No. 1, enero - junio 2017, págs. 107-123

Caminar la palabra: las comunidades indígenas han caminado la palabra con la que han hecho acuerdos que se han incumplido. Los diferentes grupos étnicos, espíritus y deidades exigen otras acciones, su descendencia aguarda la realización de acciones que honren la palabra y los compromisos incumplidos. Por ello, siguen ahí en esta cita con la historia para abrazar a su Madre Tierra (Cuatin, 2015), para defenderla, sobran razones:

1) Porque son parte de la tierra, a ella le pertenecen y deben su existencia, y antes que colombianos, son originarios de estos territorios y esa es su razón de ser y existir. 2) Porque son los cuidadores y protectores de las lagunas, páramos, ríos bosques, biodiversidad y demás recursos necesarios para la vida de los pueblos, en esta generación y para el futuro.3) Porque viven y guardan la memoria de los 20 hermanos masacrados el 16 de diciembre de 1991, en la finca El Nilo, los más de 100 del Naya y los 13 en Gualanday, Corinto11. 4) Porque los gobiernos han incumplido reiteradamente los acuerdos firmados con los pueblos indígenas, campesinos y demás pobres de Colombia.

dos. El arijuna mata lentamente. En los caseríos se muere de hambre. Los vientos aún soplan, pero los ríos se han secado para siempre. En estas geografías peninsulares escasea el agua y la sed de los niños esculpidos por las dunas guajiras anuncia un nuevo etnocidio. En el mundo wayúu se robaron el río y el arijuna ahora viste de transnacional. El río Ranchería es propiedad del Cerrejón. En La Guajira la vida se torna imposible y la situación llega a extremos intolerables. Como suele suceder en una sociedad acostumbrada a la muerte, se trata de una realidad invisible. Las organizaciones de Derechos Humanos hablan de una crisis humanitaria, los intelectuales la nombran con temor, el gobierno acusa al calenta-miento global, y nosotros consternados, sentimos indignación; y sin embargo, se trata de una nueva de-rrota de todos como humanidad. Los wayúu no son los protagonistas de la historia del desarrollo, sobre ellos no descansa la esperanza del progreso. Las poblaciones declaradas como viables, las que deben vi-vir, las que son prioridad de la política de Estado, no habitan en resguardos. En esta crónica de muertes anunciadas, a los wayúu les tocó ser nadies. Los niños wayúu siguen muriendo ante la indiferencia y la indolencia de los gobernantes de turno. Autoridades tradicionales wayúu, sostienen que al menos han muerto de inanición 14 mil niños, una cantidad que en cualquier país medio civilizado, hubiese ocasio-nado movilizaciones, pero estamos en Colombia y aquí, nadie hace, ni dice nada. Hoy el departamento carece de obras significativas, teniendo en cuenta los recursos naturales que posee; ocupa los primeros lugares en pobreza; con una educación deplorable; hospitales quebrados; una represa del río Ranchería a medias, con inmensas cantidades de agua represada, agua que requieren las comunidades y que solo por un capricho del presidente no se termina; las multinacionales también hacen parte del problema, no piensan en la gente y menos en las comunidades indígenas, solo les proporcionan migajas, que aprove-chan para mitigar la falta de legítimas políticas de responsabilidad social y de paso, publicarlas en las páginas sociales posando como altruistas consumados, pero soluciones serias, ninguna.11 En este contexto nacional, la situación de especial vulnerabilidad de las comunidades indígenas es no-toria y cada año produce mayores índices de violación a sus derechos como pueblo, pues de la totalidad de los civiles desplazados en razón del conflicto, 70.000 pertenecen a grupos indígenas; de acuerdo con cifras oficiales, entre 2004 y 2008, tal y como lo registra ACNUR en el documento citado, 48.318 miem-bros de comunidades indígenas fueron desplazadas, constituyendo así el 70% de la población indígena registrada como desplazada en los 50 años de conflicto en Colombia.

Page 121: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

Etnografiar al estado: el modelo de ‘igualdad’ para los pueblos minoritarios

121VIRAJES

5) Porque en Colombia nunca ha existido una reforma agraria para indígenas y campesinos, por el contrario, el desconocimiento de las leyes aprobadas con tal propósito, ha configurado una verdadera contrarreforma agraria y ha exacerbado el despojo y la concentración violenta de su tenencia.(…)8) Porque necesitan tierras aptas para garantizar su existencia y crear mercados solidarios que conduzcan a la soberanía alimentaria y a la superación de la violencia que soportan sus pueblos. 9) Porque su vida e historia y su gente, reclaman el concurso en la recuperación de lo que es propio y de lo que se les ha despojado.

Conclusiones

Este panorama, deja abiertos varios interrogantes respecto a las formas en las que la tierra en disputa en Colombia pueda ser redistribuida, es decir, un reordenamiento territorial por el uso del suelo; a las políticas públicas que puedan ser construidas y concertadas desde los procesos sociales y sus demandas; y un replanteamiento del acceso a los derechos, cuando la demanda y uso de unos no estén por encima o vulneren los de los otros12.

En la mediación y la solución de estos conflictos, el Estado tiene un rol fundamental pues debe garantizar los derechos de los diferentes sectores y promover la convivencia pacífica en los territorios. Para cumplir con este rol, las instituciones necesitan contar con información cualificada sobre la distribución y formas de tenencia de la tierra; la caracterización socio-política de los territorios, sus poblaciones y los conflictos interétnicos existentes; igualmente, necesitan adelantar procesos de concertación sobre el ordenamiento territorial y los modelos de desarrollo, para lo cual es fundamental contar con personal cualificado en el marco jurídico de

12 Antonio García, reconocido experto continental en reforma agraria en su texto Sociología de la reforma agraria en América Latina (ediciones Cruz del Sur), plantea que el núcleo del problema de la reforma agraria en América latina ha consistido en creer que la cuestión del cambio estructural podía enfren-tarse como si se tratase de una simple multiplicación de propietarios -«dar la tierra a quien la trabaja»-, presuponiendo que los problemas de las nuevas formas de tenencia pueden desarticularse del funcio-namiento del sistema de relaciones internacionales de intercambio o del sistema capitalista de mercado, tal como existe en un país atrasado y dependiente. Pero no modificó los elementos que definen toda la estructura latifundista-minifundista: el monopolio selectivo sobre la tierra, la dominación social de las minorías étnicas, el control absoluto de los recursos nacionales de tecnología y financiamiento, la su-bocupación o dilapidación de la tierra y el agua, el creciente desempleo de la fuerza de trabajo rural. El porcentaje de familias sin tierras o con aguda escasez de ellas fluctúa en América latina entre el 65 y el 80%. Alrededor de ocho décimas partes de las familias rurales viven ancladas en formas marginales de la llamada «economía de subsistencia». La modernización agrícola de América Latina revela los rasgos típicos de la «cultura de la dependencia».

Page 122: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

Gladys Giraldo Montoya

122 antropol.sociol. Vol. 19 No. 1, enero - junio 2017, págs. 107-123

protección de la diversidad cultural en Colombia, con habilidades para el relacionamiento intercultural y resolución de conflictos.

Es necesario insistir en como en el escenario actual de una edificación permanente en Colombia del proceso de diálogos de paz con un movimiento armado como las FARC, que en términos de un posconflicto, la paz también dependerá de la construcción de un proyecto de nación que nos incluya a todos. En este marco de ideas es necesario mostrar cómo esta conexión entre el territorio y los recursos naturales necesarios para la supervivencia física y cultural de los pueblos indígenas, es exactamente lo que se precisa proteger conforme al artículo 21 de la Convención Americana de Derechos Humanos (CADH) a fin de garantizar a los miembros de los pueblos indígenas y tribales el uso y goce de su propiedad como un escenario necesario en el marco de la llamada justicia transicional.

Tensiones y paradojas

Identificamos algunas tensiones y paradojas no como contrapuntos teóricos, son tensiones que se evidencian en la práctica de nuestra cultura democrática y que se concretan, entre otras, en las políticas públicas en juventud, asuntos que pueden verse relacionados en el siguiente paneo de preguntas:

- ¿Qué hay en la agenda pública para las áreas rurales y grupos minoritarios?

- ¿Cómo se define lo público, así como la participación o los problemas que busca atender la agenda pública de las áreas rurales y grupos minoritarios?

- ¿Cuáles son las perspectivas de futuro, las áreas, las posiciones y los diálogos que instituyen las políticas públicas de áreas rurales y grupos minoritarios en el marco de un eventual o, al parecer muy próximo posconflicto en Colombia?

- ¿Cuáles son los enfoques de dicha política, asistencialista, funcionalista o está en un enfoque de derechos?

- ¿Qué es lo que los jóvenes de las áreas rurales y grupos minoritarios necesitan?

- ¿Cuál es la relación entre dichas políticas públicas y el desarrollo local de las regiones, localidades y territorios?

Page 123: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

Etnografiar al estado: el modelo de ‘igualdad’ para los pueblos minoritarios

123VIRAJES

Referencias bibliográficas

ACNUR. (2009). “Perder nuestra tierra es perdernos a nosotros”. Los indígenas y el desplazamiento forzoso en Colombia. Recuperado de: http://www.acnur.org/t3/fileadmin/Documentos/RefugiadosAmericas/Colombia/Los_indigenas_y_el_desplazamiento_forzoso_en_Colombia.pdf?view=1.

Alexy R. (2012). Teoría de los derechos fundamentales. En La estructura de los derechos de igualdad como derechos subjetivos. Madrid: Centro de estudios políticos y constitucionales, segunda edición.

Aristóteles. (1986). Política. Clásicos de Grecia y Roma: Alianza Editorial.Aristóteles. (2001). Ética a Nicómaco. Clásicos de Grecia y Roma: Alianza Editorial.Asamblea Nacional Constituyente. (1991). Constitución Política de Colombia. Bogotá. Bobbio, N. (1995). Derecha e izquierda. Razones y significados de una distinción política. Madrid:

Editorial Taurus.Castrillón Arboleda, D. (1971). El indio Quintín Lame. En: Chávez, M. (Comp) La

Multiculturalidad Estatalizada. Instituto Colombiano de Antropología e Historia. Bogotá: Tercer Mundo.

Cerca de 6,6 millones de hectáreas de tierras agrícolas han sido despojadas o abandonadas. (2010). El Espectador. Recuperado de http://www.elespectador.com/noticias/economia/cerca-de-66-millones-de-hectareas-de-tierras-agricolas-articulo-238798

Chávez, M. (Comp.). (2012). La Multiculturalidad Estatalizada. Colección Antropología en la Modernidad. Bogotá: Instituto Colombiano de Antropología e Historia.

Contraloría General de la República. (2012). Primer Informe de seguimiento y monitoreo de los órganos de control a la Ley 1448 de 2011 de Víctimas y Restitución de Tierras. (Resumen ejecutivo). Recuperado de http://viva.org.co/attachments/article/195/Informe_victimas_tierras_%20Final.pdf

Corte Constitucional Colombiana. Sentencia C-22 de 1996. M.P. Carlos Gaviria Díaz.Corte Constitucional Colombiana. Sentencia T-406 de 1992. M.P. Ciro Angarita Barón. Cuatin, M. Informe del XIII evento de tulpas, taitas y kasrak. Minga político-cultural Cabildo

Indígena Universidad del Valle, Marisol Cuatin, 7 de octubre del 2015. Duarte, C. (Coord.). (2013). Análisis de la posesión territorial y situaciones de tensión interétnica e

intercultural en el departamento del Cauca. Cali: Pontificia Universidad Javeriana. Dugas, J. (1993). La Constitución de 1991: ¿un pacto político viable? Bogotá: Universidad de los

Andes.Gaviria Díaz, C. (2002) Sentencias: herejías constitucionales. Colombia: FCE. Kymlicka, W. (1996). Ciudadanía multicultural. Barcelona: Paidós.Kymlicka, W. (2003). Política vernácula: nacionalismo, multiculturalismo y ciudadanía. Barcelona:

Paidós Estado y Sociedad.Kymlicka, W. (2007). Multicultural Odysseys. Oxford: Oxford University Press. Organización de los Estados Americanos. (1969). Convención Americana sobre Derechos

Humanos (Pacto de San José). Recuperado de https://www.oas.org/dil/esp/tratados_B-32_Convencion_Americana_sobre_Derechos_Humanos.pdf

Sánchez Botero, E. (1998). Justicia y pueblos indígenas de Colombia. La tutela como medio para la construcción de entendimiento intercultural. Santafé De Bogotá: Universidad Nacional, Unijus, Unibiblos.

Sánchez, E., Roldán, R. y Sánchez, M.F. (1993). Derechos e identidad: los pueblos indígenas y negros en la Constitución de Colombia de 1991. Santa Fe de Bogotá.

Valencia Villa, H. (1997). Cartas de batalla. Una crítica del constitucionalismo colombiano. Bogotá: CEREC.

Page 124: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar
Page 125: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

* Producto del proceso de la tesis doctoral “Representaciones territoriales de la identidad de lugar a partir de procesos socioeconómicos en el valle interandino del río Cauca (Colombia)”, directora: Dra. Beatriz Nates Cruz, Doctorado en Estudios Territoriales, Universidad de Caldas (Colombia)** Magíster en Desarrollo Regional y Planificación de Territorios, coordinadora de Administración de Empresas Universidad del Valle sede Cartago y Candidata a Doctora. [email protected], [email protected], dirección postal: 762021- 762021056.

ORCID: 0000-0003-3731-4559

VIRAJESREPRESENTACIONES TERRITORIALES Y HETEROTOPÍAS EN ZARZAL

(VALLE DEL CAUCA-COLOMBIA)*

ZAYRA URDINOLA HINCAPIÉ**

Recibido: 24 de diciembre de 2016Aprobado: 12 de febrero de 2017

Artículo de investigación

CÓMO CITAR ESTE ARTÍCULO:Urdinola, Z. (2017). Representaciones territoriales y heterotopías en Zarzal (Valle del Cauca-Colombia). Revista de Sociología y Antropología: VIRAJES, 19 (1), 125-146. DOI: 10.17151/rasv.2017.19.1.7

VIRAJES antropol.sociol. Vol. 19 No. 1, enero - junio 2017, págs. 125-146ISSN 0123-4471 (Impreso) ISSN 2462-9782 (En línea) DOI: 10.17151/rasv.2017.19.1.7

Page 126: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

Zayra Urdinola Hincapié

126 antropol.sociol. Vol. 19 No. 1, enero - junio 2017, págs. 125-146

Resumen: El objetivo de la investigación fue caracterizar las heterotopías en el

municipio de Zarzal ubicado en el norte del Valle del Cauca (Colombia) a partir de las representaciones territoriales sobre las prácticas productivas y la territorialización del poder de los actores empresariales, con el fin de identificar los impactos en la evolución económica y la morfología del territorio. El método empleado fue inductivo con enfoque cualitativo de tipo descriptivo en la primera fase y en la segunda explicativo. Se realizó análisis del discurso en nueve entrevistas aplicadas a los actores sociales, etnografía -años 2011 a 2014- analizando prácticas en 20 actores empresariales y apoyados en fuentes documentales para el análisis diacrónico -período 1990 a 2010-, construyendo cartografía y sintaxis espacial. El resultado fue la caracterización de las heterotopías cuyas morfologías en el espacio social generan vínculos en la región. En conclusión, se evidencian tensiones socio-espaciales en la representación de la relación territorio-apropiación de los actores empresariales y sociales en los intercambios de bienes/servicios inmersos en una lógica transaccional local de demanda funcional-global de procesos productivos industriales tecnificados sobre otros carentes de especialización.

Palabras clave: territorio, heterotopía, representaciones, actores empresariales, prácticas.

TERRITORIAL REPRESENTATIONS AND HETEROTOPIAS IN ZARZAL, VALLE DEL CAUCA,

COLOMBIA

Abstract: The main objective of the research was to characterize the heterotopias in the

municipality of Zarzal, located in the northern area of Valle del Cauca (Colombia) starting with territorial representations on the productive practices and the territorialization of the power of business actors, with the purpose of identifying the impact on economic development and morphology of the territory. The method used was inductive with qualitative approach of descriptive type in the first phase and explicative type in the second phase. A discourse analysis was conducted in nine interviews applied to social actors, ethnography –from 2011 to 2014- analyzing practices of twenty business actors and supported by documentary sources for diachronic analysis –from 1990 to 2010-, building cartography and spatial syntax. The result was the characterization of heterotopias whose morphologies in the social space generate links in the region. In conclusion, socio-spatial tensions are evidenced in the relationship territory-ownership of the social and business actors in the exchange of goods/services immersed in a local transactional logic of functional-global demand for more technical industrial production processes over other processes in need of specialization.

Key Words: territory, heterotopias, representations, corporate actors, practices.

Page 127: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

Representaciones territoriales y heterotopías en Zarzal (Valle del Cauca - Colombia)

127VIRAJES

I. Introducción

En el estudio nos ocupamos por objetivar la representación territorial del vínculo que une a los actores con el lugar1 leído desde el proceso de significación social que corresponde a lo

que (North, 1991, pp. 15, 17 y 34) llama estructura de poder y como ello hace que se destaque Zarzal en el contexto regional y nacional, caracterizando los procesos socioeconómicos en la década 1990 a 2010 a través del análisis relacional espacio-tiempo, allí encontramos que las prácticas industriales tecnificadas2 generaron cambios en la morfología del lugar y recurrimos a la heterotopía para catalogar este fenómeno territorial (Figura 1) como un lugar que se ha insertado en otro, produciendo una nueva concepción de la realidad. Dicho concepto es trabajado por autores como Foucault (2008), Hetherington (1997), Sánchez (2008), Saldanha (2008), West-Pavlov (2009), Topinka (2010) y García (2014). En el caso que nos ocupa, las heterotopías que predominan en este territorio son el monocultivo de la caña de azúcar y las relaciones fácticas de su encadenamiento productivo como despensa hortofrutícola que otorga nuevos órdenes a las dinámicas socio-políticas y las prácticas económicas en el Norte del Valle del Cauca.

Introducimos otros elementos para comprender el modelo territorial que muestra la estrecha relación sistémica entre procesos económicos, históricos y socio-culturales según (Raffestin, 1980, p. 52) tales como “[…] El territorio es concebido como espacio político por excelencia y esto determina en gran medida -la morfología […] y la lógica de la estructura-”, además la tesis que concebimos fue que toda territorialización es política y que en tanto política es un acto de poder y da cuenta de cómo se ha configurado el lugar; con Giménez (2000, p. 21) conceptuamos que todo territorio3 tiene su morfología y que los actores empresariales durante el

1 El lugar corresponde al municipio de Zarzal, unidad espacial en su naturaleza de carácter urbano que hace parte del corredor vial de la Doble calzada Buga-Tuluá-La Victoria y la Concesión Vial del Café, ruta nacional 29. Su fundación data de principios del siglo XIX, durante la época de la colonia fue un cruce de caminos entre las diversas campañas militares e independentistas, pero antes de ello fue el asentamiento de comunidades indígenas gorrona, daimará y pijaos en las riberas del río La Paila; en 1972, figura en el ámbito nacional por la huelga de los trabajadores del Ingenio Riopaila y las implica-ciones laborales, económicas y culturales, Sánchez (2008, pp. 34-57).2 Tales como: transformación del jugo de la caña en azúcar, alcohol carburante, mieles, fabricación de dulces, la comercialización de frutas y otros productos en la industria de alimentos, ganadería, entre otros.3 Giménez (2000, p. 21) “territorios interiores considerados en diferentes escalas (v. gr. Lo local, lo re-gional, lo nacional, etcétera) siguen en plena vigencia, con sus lógicas diferenciadas y específicas, bajo el manto de la globalización, aunque debe reconocerse que se encuentran sobredeterminados por ésta y, consecuentemente, han sido profundamente transformados en la modernidad. Hay […] lecciones que, pese a todo, debemos aprender de los teóricos neoliberales de la globalización. Los territorios se transforman y evolucionan incesantemente en razón [a la] mundialización geopolítica y geoeconómica.

Page 128: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

Zayra Urdinola Hincapié

128 antropol.sociol. Vol. 19 No. 1, enero - junio 2017, págs. 125-146

siglo XX han realizado cambios que responden a intereses de expansión de las lógicas comerciales. Aunque Halbwachs (2004, p. 5) considera que “el pensamiento social es básicamente una memoria y que todo su contenido está hecho de recuerdos colectivos, pero sólo permanecen presentes en la sociedad esos recuerdos que la sociedad trabajando sobre sus marcos actuales puede reconstruir”, ello nos sirvió para evidenciar los cambios a partir de las implicaciones de los discursos que dan materialidad a las representaciones de las formas nombradas del territorio.

En el trabajo de campo objetivamos recursos que mutan de ser naturales a lo producido (Raffestin, 1975, p. 195), además de la influencia de las relaciones establecidas con el espacio social que genera flujos, mercantilización y asimetrías, porque en la caracterización de los 20 actores empresariales, evidenciamos que territorializan y a través de su legado industrial transforman el territorio en una heterotopía. En la etnografía realizada, presentamos los vínculos de una sociedad, (Bourdieu, 1995) las relaciones y las conexiones entre identidad con los procesos socioeconómicos; según Elias (1987), para entender los efectos económicos y sus propósitos es indispensable analizar las conexiones que se establecen en un contexto global y no un sólo factor. Sin embargo, tal como lo plantea Sassen (2007), es necesario dar nombre a ciertas condiciones nuevas que se hacen visibles gracias a las alteraciones en las configuraciones del territorio.

Recurrimos en primera instancia al análisis de los discursos para comprender las representaciones territoriales de nueve actores sociales, entendiendo de paso, sus esquemas de acción en los procesos de transformación, los nexos, la integración y la articulación que ha generado emplazamientos de distinto orden socio-económico, en un segundo momento a las evidencias empíricas encontradas en la etnografía (Urdinola, 2011 y 2014) y las implicaciones de las prácticas que influyen en las representaciones de la identidad. Nos apoyamos en (Bourdieu, 2002, p. 22) para definir “las representaciones […que] significan elaborar […] clases teóricas lo más homogéneas posibles desde las perspectiva de […] las prácticas y de todas las propiedades que resultan de ellos”, además conceptualizamos el lugar partiendo del sentido territorial de los practicantes en un orden individual y colectivo, centramos el análisis diacrónico en la relación espacio-temporal y en las disposiciones de cambio de los actores producto de su rol como sujetos políticos actuantes y en la dimensión económica para la caracterización de un territorio (Di Méo, 1998, p. 27), considerando que las prácticas de los actores empresariales y sus

[Los] territorios siguen siendo actores económicos y políticos […] y siguen funcionando como espacios estratégicos, como soportes privilegiados de la actividad simbólica y como lugares de inscripción de las ‘excepciones culturales’, pese a la presión homologante de la globalización”.

Page 129: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

Representaciones territoriales y heterotopías en Zarzal (Valle del Cauca - Colombia)

129VIRAJES

relaciones están dadas por los recursos en función de la optimización de los beneficios esperados, los intercambios y la necesidad de expansión, influenciando las representaciones.

El período de estudio fue de 1990 a 2010, allí se contrastaron datos de la realidad empírica con el corpus teórico de Raffestin (1980), Elias (1987), Bourdieu y Wacquant (1995), Hetherington (1997), Foucault (2008), Giménez (2000), Bourdieu (2001 y 2003), Di Méo y Buléon (2005) y Sassen (2007). Evidenciamos en el trabajo de campo las representaciones territoriales de los actores sociales sobre las tensiones de cómo un espacio social es practicado-vivido y cómo las prácticas económicas durante el siglo XX superponen otros lugares en la morfología territorial del municipio de Zarzal; objetivamos dimensiones socio-políticas y los efectos de las heterotopías en un modelo territorial complejo y las manifestaciones territoriales de los actores empresariales que son reconocidos por su liderazgo económico en la construcción de equipamientos, redes y alianzas.

II. Diagnóstico

Para caracterizar el municipio de Zarzal, recurrimos a fuentes documentales en las décadas 1990 a 2010, al trabajo etnográfico en los años 2011 a 2014. Una vez sistematizadas, determinamos las representaciones territoriales centrándonos en la disposición y las prácticas económicas, la influencia en la transformación de la morfología lugareña en la reconfiguración y los emplazamientos de toda índole: movimientos económicos, sociales y culturales, como la agricolización4, la cañarización y la pecuarización que con el transcurrir del tiempo contribuyó de manera particular al paisaje productivo. Sin embargo, después de realizar el recorrido presencial por Zarzal, se halló que las representaciones territoriales de los actores sociales indican que empresas como el ingenio azucarero, haciendas frutícolas, hatos lecheros, trapiches paneleros y fábricas de dulces han influido con su acciones en cambios de la morfología, insertando otras dinámicas; observamos grandes extensiones de tierras cultivadas con caña de azúcar y frutales así como diversos acondicionamientos en las redes de transporte y según las fuentes primarias consultadas hubo intermediación en la construcción de barrios en el área urbana y rural, edificando equipamientos dentro de sus complejos industriales, constituyendo heterotopías en este lugar.

4 Es decir, la diversidad de cultivos establecidos y prácticas productivas, que fueron inventariadas en el contexto local, producto del análisis de fuentes primarias y secundarias.

Page 130: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

Zayra Urdinola Hincapié

130 antropol.sociol. Vol. 19 No. 1, enero - junio 2017, págs. 125-146

En el análisis de la territorialización5, evidenciamos la relación directa de los actores empresariales con el lugar, un ejemplo son los ejes viales y los paisajes productivos. Lo anterior se obtuvo desde la concepción de la visión de lo regional y los vínculos comerciales para comprender las representaciones territoriales; a partir de la clasificación de información recolectada encontramos cómo un escenario es reconocido y delimitado a través del establecimiento de relaciones que centralizan lugares claves en la localidad y asumimos una postura teórica en los estudios territoriales y la escuela neoinstitucionalista de la economía en torno a la relación del objeto de estudio y el fenómeno abordado que permitió, en esta perspectiva disciplinar, develar el modelo funcional regional que es establecido en los vínculos del lugar con las prácticas transgeneracionales de los actores empresariales que influenciaron la estructura del territorio.

En las entrevistas aplicadas a los actores sociales evidenciamos cómo éstos representan los procesos socioeconómicos, los vínculos adquiridos en el lugar, los cambios poblacionales, las prácticas de los actores empresariales en el municipio y como ello contribuyó al giro económico, político y cultural durante el siglo XX, comprendiendo ello en los niveles multiescalares y la percepción de las relaciones políticas locales y nacionales al abarcar inteligibilidades que muestran la representación del lugar a partir de los procesos socioeconómicos. En la sistematización de los datos recopilados en campo identificamos las dinámicas funcionales-regionales, el liderazgo local, los vínculos y prácticas económicas de los actores empresariales, evidenciando su impacto en el lugar en donde “tienen la vocería en las relaciones que controlan un territorio”. (A. H.: No. 3: 117, junio 2013).

III. MetodologíaLa construcción teórica del objeto de estudio permitió reconocer

el espacio social, su sentido y apropiación (Halbwachs, 1938) develando las territorialidades, la representación de lo cotidiano y sus conexiones con el lugar (Lefebvre, 2006). Visibilizamos la experiencia colectiva en la estructura del poder dominante y su influencia en el acondicionamiento de los equipamientos.

5 Fenómeno que refleja la influencia simbólica del poder de los actores sociales para fijar límites y ge-nerar actos de posesión y posición referente a las acciones en el lugar; estos hechos infunden jerarquía territorial en el comportamiento, delimitando y ejerciendo acciones visibles que marcan; en esta inves-tigación se lee a partir de equipamientos realizados con participación influyente, reconocida por los po-bladores como un símbolo de poder, instituyendo con sus nombres íconos emblemáticos o geosímbolos en el lugar. Algunos autores como Contreras (2002, p. 41) y Tapia (2009, p. 142) han realizado estudios que resaltan la importancia de estos geosímbolos para comprender las dinámicas rurales, los impactos y la simbología en función de la realidad empírica.

Page 131: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

Representaciones territoriales y heterotopías en Zarzal (Valle del Cauca - Colombia)

131VIRAJES

Para comprender las lógicas de región contextualizamos a Tuluá y Cartago, municipios ubicados en el norte y el centro del Valle, los cuales presentan relaciones funcionales con Zarzal que centran los servicios financieros y los abastecimientos de insumos para los sectores de alimentos, textiles y construcción, recorriendo los lugares emblemáticos por medio de la objetivación no participante, allí sistematizamos las prácticas que influyeron en los cambios del lugar.

En Zarzal escogimos al grupo Caicedo González por ser referente de liderazgo e impacto económico, educativo y social de sus empresas el Ingenio Riopaila-Castilla, la Fábrica de Dulces Colombina, la institución educativa Hernando Caicedo y la Fundación Caicedo González. Según lo indagado en las entrevistas (Urdinola, 2013 y 2014) genera significación de identidad como “Zarzal, la tierra que endulza a Colombia”, y en las últimas décadas dichas empresas accedieron a sistemas de equipamientos sofisticados (Figura 1).

Figura 1. Mural La Paila, representación territorial. Registro fotográfico en exteriores, Institución Educativa Antonio Nariño.

Fuente: Urdinola (2014).

El análisis de las entrevistas y la etnografía determinó el valor de uso, las lógicas de la construcción de los equipamientos con las consecuencias en la apropiación identitaria y cultural de otros grupos migrantes, debido a la cantidad de mano de obra atraída por las oportunidades laborales para desempeñar los oficios de campo y de fábrica y por la herencia de un

Page 132: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

Zayra Urdinola Hincapié

132 antropol.sociol. Vol. 19 No. 1, enero - junio 2017, págs. 125-146

modelo de hacienda feudal predominante en el siglo XIX en las actividades productivas de la caña que hoy conocemos como agroindustria, que aún atrae a pobladores oriundos de departamentos como Nariño, Chocó, Cauca y otros lugares del país.

En las fuentes secundarias encontramos la funcionalidad de los nexos local-regional de las dinámicas comerciales del centro-norte del Valle, la lógica de intercambio entre productores y consumidores que dinamizaron los nexos de la economía local con la agricultura intensiva, los sectores comercial y de alimentos procesados que en los últimos veinte años ha sufrido cambios vía globalización económica, reduciendo el área cultivada en lo que respecta a la diversidad de oferta alimentaria (hortalizas, verduras y algunos frutales) que antes de los años 90 fuera potencia agrícola en área cultivable de productos como cebolla junca, algodón, girasol y trigo, los cuales desaparecieron en el período de estudio (Figuras 2 y 3).

Lo anterior, sumado a la disminución de producción de frijol-plana, sorgo y soya, pasaron de manera notable la sumatoria de los tres ciudades más importantes del centro y norte del Valle del Cauca, en su orden: Tuluá, Zarzal y Cartago de 172.171 toneladas en 1990 a 12.612 en 2009 y para los trece municipios que constituyen el centro y norte del Valle del Cauca6 se observaron cifras en descenso que al compararlas departamentalmente en el mismo período de análisis se encontró que de 305.046 pasa a 20.352 toneladas de acuerdo con anuarios estadísticos de los años 1990 y 2009, es decir, que el porcentaje de representatividad cambia de 56,44% a 61,96% para dichos municipios (Figura 3).

Con el cultivo permanente del café ocurre un hecho particular, al ser uno de los de mayor extensión mantiene su área en casi todos los municipios, desapareciendo en sólo uno de ellos; así mismo se nota que ocurre un descenso en el departamento de 110.347 en 19907 a 63.816 toneladas en 2009 permaneciendo el 57,83% de la producción en este último año. Paralelo a la situación evidenciada otros cultivos emergentes como la pitahaya, tanto a nivel departamental y municipal, presenta producciones bajas, observándose en los años 1990 y 2009 por debajo de mil toneladas/año (Figuras 2 y 4).

6 Alcalá, Andalucía, Ansermanuevo, Argelia, Bolívar, Bugalagrande, Caicedonia, Cartago, El Águila, El Cairo, El Dovio, La Unión, La Victoria, Obando, Roldanillo, Sevilla, Toro, Tuluá y Zarzal.7 La cantidad aportada en el 1990 de los trece municipios a dicha producción es de 77.266 toneladas, lo que corresponde al 70% departamental, el cual en 2009 sigue en aumento dicho porcentaje con un 73,2%, aunque el nivel de producción presenta una baja de 46.732 toneladas.

Page 133: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

Representaciones territoriales y heterotopías en Zarzal (Valle del Cauca - Colombia)

133VIRAJES

1990 2009 1990 2009 1990 2009 1990 2009VALLE 10239864 23141404 454028 369568 301582 162328 7969

T O T A L MU N IC IP IO S 2064738 6004074 229803 169440 209844 116218 329

Alcalá 6344 14268 1071Andalucía 145854 306499 934 33579 2158 560Ansermanuevo 93082 286264 21814 5031 12879 4966Argelia 1610 3366 6647 16080Bolívar 9938 57395 92372 22176 1239 4238 30Bugalagrande 518009 1023650 3695 22248 7300 2320Caicedonia 11795 5428 1350 45641 16359CARTAGO 308771 875 4032 9221 1206El Águila 1015 5400 17964 6333 12El Cairo 19025 1771 2689 31366El Dovio 2192 14783 3274 400 12La Unión 121040 2380 760 1769 173La Victoria 43268 128155 8418 8282 3825 1680Obando 5212 357605 2442 1940 6344 2700Roldanillo 192784 646 2232 797 456 23Sevilla 7040 11520 45680 12249Toro 125583 2004 3120 2830 12TULUÁ 597319 959829 2740 4032 16622 3728 240Ulloa 6209 4185Versalles 38828 19044 2160 3220ZARZAL 652056 2124704 16345 1550 38 98no se observa

PRODUCCIÓN CULTIVOS PERMANENTESMUNICIPIOS Caña de azúcar (1) C aña pan elera ( 1) Plátano C ebol la ju n c a

Figura 2. Cultivos permanentes en toneladas, centro y norte - Valle del Cauca.Fuente: Anuarios estadísticos Valle del Cauca, años 1990 y 2009.

1990 2009 1990 2009 1990 2009 1990 2009 1990 2009 1990 2009 1990 2009 1990 2009 1990 2009 1990 2009 1990 2009 1990 2009 1990 2009 1990 2009 1990 2009

VALLE 37706 248 37399 47853 355 505 1630 757 2126 2444 2654 30056 133382 6919 9368 24403 5516 159010 10302 144406 9293 184 372 37420 35860 326 29554 11998

TOTAL MUNICIPIOS 15843 2413 2697 173 172 730 16 1405 1063 2654 16463 113020 2972 5141 18570 5265 79314 4006 92127 8590 35 207 15763 17207 320 18748 6696

Alcalá 1 36 10 317 272 81 360 2380 2992 4202Andalucía 760 1435 2 14 21 2084 910 85 735 70 3497 5876 80Ansermanuevo 154 2176 5 30 201 1318 745 40 510 801 2281 162 129 22Argelia 48 112 7 24 246 154 290 37Bolívar 1046 4 46 9 9 89 84 21 621 2695 177 282 1622 250 2507 106 26 1190 924 145 600Bugalagrande 1061 700 14 42 20 78 3 2688 6950 101 804 7845 7007 8 2940 1863 196Caicedonia 53 39 80 1864 10380 317 936 3643 9986 750 7 3140 476 3980 240CARTAGO 583 150 46 149 54 1139 12334 150 27 317 6361 1926 594 413El Águila 9 26 17 100 8 146 1030 129El Cairo 2 84 239 169 184 163 21El Dovio 44 66 35 69 9 20 151 36 150 2 406 420La Unión 759 76 7 287 7250 302 9786 294 6875 253 62 831 63La Victoria 1575 4 103 12 595 4260 6 2831 1425 7540 195 526 96 1804 20Obando 1568 98 304 21 80 884 39675 82 60 5401 1166 12157 4914 150 500 278Roldanillo 3833 521 22 5 78 3 16 29 1898 17314 140 55 22970 178 14462 206 116 777 336 181 53Sevilla 174 133 18 125 272 181 4980 122 12 2585 5115 120 2795Toro 660 5 39 34 6 536 2017 3225 280 4107 98 3 1240 157 360TULUÁ 1943 128 56 37 66 4 13 46 62 1352 7980 193 630 13200 5265 9785 7957 6 1682 1680 200 2742 225Ulloa 12 5 29 176 105 120 60 2379 800Versalles 14 18 5 138 42 76 64 170 588 272 125ZARZAL 1901 41 1052 474 100 7388 413 5011 142 50

no se observa

Papa SorgoMUNICIPIOS

Algodón Arroz Arverja F rí jol P lan a F ri jol L adera Girasol Maíz Plana M aí z L adera Tabaco Tomate Trigo YucaSoya

Figura 3. Comportamiento producción cultivos, norte y centro- Valle del Cauca.Fuente: Anuarios estadísticos Valle del Cauca, años 1990 y 2009.

Page 134: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

Zayra Urdinola Hincapié

134 antropol.sociol. Vol. 19 No. 1, enero - junio 2017, págs. 125-146

1990 2009 1990 2009 1990 2009 1990 2009 1990 2009 1990 2009 1990 2009 1990 2009 1990 2009 1990 2009 1990 2009 1990 2009VALLE 2390 17607 7000 11682 381 1293 48983 20556 312 16002 61598 75559 521 5960 5178 74739 931 829 36972 113920 14428 35411 2609 7054

TOTAL MUNICIPIOS 1209 13897 4380 5578 239 247 46014 16861 126 15489 50642 56283 55 5022 4490 68720 490 372 29920 94174 9822 29177 1013 1722Alcalá 149 157 1200 28 693 786 28 2111 2218 11Andalucía 15 134 83 400 900 473 3200 24 15 9360 1140 2938 42Ansermanuevo 95 241 100 90 402 1750 465 51 96 10 41 12Argelia 1030 157 1850 6460 24 58 20Bolívar 960 3000 31 210 199 580 336 1240 600 42 325 1377 153 140 620 196 189 217Bugalagrande 36 108 144 360 270 112 6083 5310 550 88 60 112 861 12880 56Caicedonia 1364 2010 1314 485 4926 3495 180 18 88 11200 30540 380CARTAGO 21 48 1000 71 589 175 72 216 646El Águila 55 9 940 79 45 145 100 53El Cairo 191 79 127 5667 150 33 159El Dovio 75 31 84 36 10 330 320 7 58 96La Unión 20 5880 224 20 14120 5292 126 3440 175 242 83 174 8720 12 290 3264 23980La Victoria 650 4000 900 816 840 20 12 7620 1220 300 180 10 77Obando 12 39 60 25 700 2943 4400 520 1050 20Roldanillo 13 960 40 367 12438 6686 2445 56 625 150 64 23273 70 57 940 341 3864 374 310 613Sevilla 30 1531 165 20279 23715 1150 110 7175 23814Toro 3 1020 32 60 6600 2968 117 161 35 2880 13 3500 39 425 1700 2100 4484TULUÁ 30 120 300 176 18 42 1750 1210 5064 1599 162 50 9620 314 1680 200 140 180 612Ulloa 73 440 28 713 1450 6 2800 5915Versalles 75 60 101 724 18 53ZARZAL 15 2025 16 9 80 1000 580 6300 900 30 5250 5 89 9400 18 15

MUNICIPIOSPitaya Vid ZapalloGuayaba CítricosAguacate Mango Maracuyá Melón Banano (1) Gu an ában a Papaya

Figura 4. Producción cultivos frutales, norte y centro- Valle del Cauca.Fuente: Anuarios estadísticos Valle del Cauca, años 1990 y 2009.

En el caso de los cultivos permanentes de las cañas de azúcar y de panela8, observamos en las décadas de 1990 a 2009 un hecho particular en la producción vs. área cosechada, en el departamento en la primera se presenta un aumento al pasar en el 90 de 10.239.864 a 23.141.404 toneladas en 2009 y en la segunda un descenso en 1990 de 454.028 a 369.568 toneladas en el 2009. Sin embargo, en el caso de la caña de azúcar se fortaleció en cuatro municipios que para la década de 1990 no se evidenciaba (Figura 2). Una de las causas que influenció las dinámicas de rendimiento entre la producción y la comercialización obedece a la implementación de tecnología que posibilitó mayores transacciones comerciales y especialización del terreno (Gobernación Valle del Cauca, 2006, p. 40).

En la caracterización territorial empleamos un análisis diacrónico que destaca 3 hitos representativos de Zarzal a manera de atestiguar y contrastar los cambios evidenciados en dicho lugar:

1. En la infraestructura vial se evaluó la cronología de la Construcción de la Concesión Buga-Tuluá-La Paila, inaugurada los primeros tramos de la doble calzada en 1996 y que incrementó los flujos del transporte en la zona; en 2008 se firmó continuidad hasta La Victoria para adherirse con la Autopista del Café -Manizales-Armenia- o Ruta Nacional 29 (Figura 5).

8 La cantidad aportada en el caso de la caña de azúcar en 1990 de los trece municipios a dicha produc-ción es de 2.064.738 toneladas, para 2009 aumenta esta cifra a 6.004.074 toneladas y en la caña panelera el comportamiento es distinto; disminuye de 229.803 toneladas en 1990, a 169.440 en 2009, respectiva-mente.

Page 135: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

Representaciones territoriales y heterotopías en Zarzal (Valle del Cauca - Colombia)

135VIRAJES

Figura 5. Mapa centro-norte, Valle del Cauca.Fuente: Urdinola (2014).

Page 136: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

Zayra Urdinola Hincapié

136 antropol.sociol. Vol. 19 No. 1, enero - junio 2017, págs. 125-146

2. En las actividades productivas se construye un mapa de la región centro-norte (Figura 5), que evidencia nexos entre las prácticas económicas y las relaciones comerciales (Urdinola, 2011-2014), las lógicas productivas y cómo los geosímbolos9 ubicados estratégicamente en el territorio constituyen prácticas de poder de los actores empresariales; al igual que sucede con los nombres otorgados a éstos, se esclareció la funcionalidad de los sistemas de infraestructura vial, los cuales fueron dispuestos de acuerdo con las necesidades comerciales.

Tabla 1. Equipamientos municipio Zarzal.

CENTRALES DESAPARECIDOSEmpresas 1. Ingenio Riopaila (caña) 2. Colombina S.A. (dulces) 3. Hacienda el Medio, El Garcero (ganadería)Escuela Colombia, Colegio Antonio NariñoHacienda el GuavitoLa iglesiaEstación gasolina, dispensario, bomberos, escuela, gimnasio, hotel, teatro y banco en Riopaila

Cultivo y centros de acopio:Café Maíz Algodón Estación del ferrocarrilCostaleríaMatadero

Fuente: Urdinola (2014), a partir de instrumentos entrevista de trabajo de campo No. 1: 27, 28, 33, 68, 69, 103, 140, 142, 148, 223, 275, 276, 216, 229, 253 y 301 junio 2013 y etnografía territorial años 2011-2014.

3. Uno de los efectos espaciales caracterizados en la tabla 1 es la transformación de las actividades productivas que han impactado los lugares en el norte del departamento, tal es el caso de la expansión de la frontera productiva de los cultivos permanentes, que cada vez requiere mayor concentración de tierras para la caña de azúcar y frutales, las actividades ganaderas, los centros de procesamiento y las fábricas, constituyéndose éstos últimos en epicentros de transformación de materias primas e insumos; al igual los hatos lecheros y avícolas que han desplazado otros productos alimenticios y de paso la fauna y flora de dichas áreas. Además, clasificamos las alianzas y prácticas productivas dominantes, la territorialización del poder y las representaciones sobre diversos órdenes que influencian el lugar.

9 Son imagos, “simbología del poder” que imponen la circularidad del reconocimiento de los intercam-bios económicos y sociales que instituyen los actores, sujetos que ocupan una posición en el territorio, en este caso hay apropiación de estos por el lugar desde las prácticas empresariales.

Page 137: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

Representaciones territoriales y heterotopías en Zarzal (Valle del Cauca - Colombia)

137VIRAJES

Otros aspectos del análisis espacial que aportan elementos complejos a considerar en el control territorial fue el fenómeno del narcotráfico, las identidades transitivas y su influencia en las relaciones económicas de facto (Sánchez, 2008), los cuales asociamos con el concepto de heterotopías porque en el contexto rural, en especial en el norte del Valle y según lo aportado por los actores y fuentes secundarias, esto propició condiciones favorables a estas otras prácticas productivas ilícitas, lo que ocasionó cambios drásticos en las morfologías territoriales tales como deforestación de grandes extensiones de bosque nativos para cultivar coca o instaurar laboratorios para su procesamiento, entre otros.

El cuestionario semiestructurado se utilizó para reunir la información primaria con variables definidas en el análisis de los discursos y las representaciones, nos centramos en los cambios físicos que para este caso permitió evidenciar las morfologías en el lugar, el papel de las heterotopías y los efectos generados en el territorio. Las actividades realizadas para visibilizar los fenómenos insertos en la zona de estudio, fueron:

· Clasificación de los discursos de líderes cívicos, comunitarios y políticos cesantes, entendidos para el estudio como los actores sociales, para comprender las prácticas de reconfiguración territorial de los actores empresariales.

· Análisis de los discursos en el reconocimiento de los procesos de territorialización y sus evidencias socio-espaciales de los cambios del territorio, por medio de elaboración de cartografía, ubicando geosímbolos locales, y se caracterizó el modelo territorial en la región centro y norte del Valle del Cauca.

IV. Resultados

Las relaciones políticas están mediadas por la territorialidad e influencian la identidad y los procesos socioeconómicos dados en el espacio social, lo cual interviene en la morfología del territorio. En este sentido, Di Meo (1998, pp. 6 y 38) dice que la territorialidad simboliza una importante socialización y visibiliza un espacio determinado por las prácticas cotidianas, las bases simbólicas de lugares que forman territorio identitario, manifestándose en la movilización social por medio de la reconstrucción del recorrido simbólico de los actores que dejan sus marcas en el lugar. Como habíamos señalado, las heterotopías evidencian relaciones practicadas de poder, por tanto, las territorializaciones reflejadas en los equipamientos con sus geosímbolos construyen otros territorios insertos en ese mismo territorio.

Page 138: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

Zayra Urdinola Hincapié

138 antropol.sociol. Vol. 19 No. 1, enero - junio 2017, págs. 125-146

A partir de la representación territorial realizada, proporcionamos información de los actores empresariales sobre los efectos configuracionales en la estructura del lugar. Para Hetherington (1997, p. 22): “las prácticas espaciales se asocian con la producción de distintos espacios y relaciones sociales con la producción capitalista y la reproducción. La representación del espacio cómo producto de las ideologías hegemónicas asociadas con el espacio producido”; y evidenciamos las heterotopías (Foucault, 2008, pp. 39-62) y ratificado por West-Pavlov (2009) como un efecto de las organizaciones que han condicionado y generado otros órdenes en la vida cotidiana. En Zarzal, según datos de la Cámara de Comercio de Tuluá (2010, pp. 9 y 14), están asentadas 1.483 empresas y las que más aportan empleo son del sector de la industria manufacturera con el 52,4% y 3.836 empleos en 2009, destacándose el Ingenio Riopaila-Castilla y la fábrica de dulces Colombina, entre otras.

Utilizamos la sintaxis espacial10 (Reynoso, 2010) para develar el “sentido práctico” (Bourdieu, 2001), al sintetizar los patrones de los arraigos territoriales, a partir de un modelado territorial que representa, a través de un mapa axial11 los imagos, las heterotopías y los lugares practicados que marcan las relaciones, los usos y las prácticas (Figura 6).

Figura 6. Modelo relacional, mapa axial- centro norte, Valle del Cauca.Fuente: Urdinola (2015), elaborado a partir de software AJAX LIGHT versión 1.02 july 2005,

disponible: http://www.casa.ucl.ac.uk/software/ajax.asp

10 Para diseñar el modelo comprensivo tipo explicativo con énfasis en las relaciones territoriales y las morfologías, localizando en el territorio los nexos funcionales entre nodos en los municipios del Centro y Norte del Valle del Cauca.11 El gráfico axial tiene 248 arcos y 59 nodos. Esto da una proporción de 4,2 arcos a los nodos, muestra los vínculos entre los puntos medios de cada línea axial, ilustra un indicador de la densidad de líneas en la medida en que tiene sentido espacial.

Page 139: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

Representaciones territoriales y heterotopías en Zarzal (Valle del Cauca - Colombia)

139VIRAJES

Aportamos otros determinantes ubicados desde el análisis del discurso para la interpretación de los imagos e infografías12 en el territorio y con ello resignificar el lugar. En este apartado los actores reconocieron en la entrevista su valor de uso y los cambios sufridos en el municipio que insertan marcas presentando un fenómeno espacial; a continuación, relacionamos los hallazgos clasificados en tres categorías: las heterotopías, los desequilibrios económicos derivados y las representaciones territoriales frente a la dinámica migratoria producto de la oferta de empleo:

· Heterotopías: - “Contribución del Ingenio Riopaila a la consolidación del corregimiento: campamentos para los corteros de caña (La Luisa, Alizal)… que hoy son campo de caña”. “Construyó tres barrios […], luego en […] Zarzal, Roldanillo, Tuluá y un modelo educativo para mejorar calidad de vida de trabajador y familia: -primaria, bachillerato y -alianza con SENA- Universidad: […]”. (Z. H.: No. 2: 9, 21, 22, 26 y 31, junio 2013)-[…] venta de productos […] para los hijos de los trabajadores del Ingenio Riopaila en la Cooperativa, “…tengo vestido, tengo techo” “[…] ya después la estructura urbana del corregimiento se complementó con la ayuda a las familias de los trabajadores para que se asentaran […], luego se crearon los barrios Santa Cecilia, Hernando y Belisario Caicedo, “los últimos por intervención de Riopaila”. (A. H.: No. 3: 178 y 180, junio 2013 y Z. H.: No. 2: 22, junio 2013). -Rol protagónico: “…La Paila [corregimiento de Zarzal] sin la familia Caicedo: sería casas de palmito…, dos o tres matas de plátano…, El vinito…, Las verduritas”… “el líder no es sólo para conseguir obras, sino cambios culturales”. (A. H.: No. 3: 72, 104 y 109, junio 2013)

· Representaciones territoriales de nativos residentes frente a la migración de grupos poblacionales atraídos por la oferta de empleo: -Sobre la etnia negra que migró a La Paila: “[…] llegó atraída por ensanche azucarero en la década de los 60”. “[…] ha evolucionado en otra generación y hoy hay un nuevo tipo […]: un híbrido: el negro de aquí es distinto: es fiestero, su color de piel, en la forma de hablar al costeño, gozón […]”. (A. H.: No. 3: 43, 48, 49, 52, 54, 61, 62 y 65, junio 2013)-Contratación de mano de obra: “desde los 50, se atrae nuevas culturas para mano de obra en las empresas de Ingenio Riopaila y Colombina

12 Entendida como la representación del territorio y la imagen que evoca su espacialización, es la forma de etnografiar la realidad, el reordenamiento, las instituciones que condicionan la morfología de los espacios desde las dimensiones (Raffestin, 1980, p. 129).

Page 140: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

Zayra Urdinola Hincapié

140 antropol.sociol. Vol. 19 No. 1, enero - junio 2017, págs. 125-146

S.A.: Nariño, Cauca, Chocó, Tolima, otros municipios (Buenaventura, Tuluá, Bugalagrande, Roldanillo, Zarzal, Sevilla y La Marina)”, “…los que han venido, ya todo está hecho” (D. L.: No. 1: 84, 85, 86 y 245, junio 2013). “Riopaila contrató aviones de Tumaco, motonaves de las costas de: Nariño, Cauca, Valle, Chocó, para la huerta de trabajo: en la caña”. (A. H.: No. 3: 43 y 44, junio 2013).

· Desequilibrios socioeconómicos, como efecto de las heterotopías:-Modificación en la conectividad vial: “Cambios en el trazado de la carretera Panamericana y aquí cambió... era doble calzada y se construyó par vial”. (A. H.: No. 3: 21, junio 2013)-Prácticas de control de la funcionalidad del modelo urbano-rural: “A las empresas no les conviene que el corregimiento progrese y [se] convierta en municipio: porque los impuestos se le incrementan”. (D. L.: No. 1: 325 y 326, junio 2013)-Pérdida de identidad: “La Paila se conocía como punto de encuentro (puerto terrestre), era el Ombligo de Colombia, hoy día, ya no” (…) “La Paila, [no es el] Juanchito del Norte del Valle”. (A. H.: 3: 22, 27, 29, 30 y 68, junio 2013)

Sin embargo, pese a las heterotopías reconocidas y los procesos socioeconómicos develados en el análisis del discurso (Bourdieu, 2001), a partir de la ejecución de las ocho entrevistas a profundidad y una biográfica no estructurada (Urdinola, 2013), recopilamos los testimonios agrupados en la figura 6, que dieron cuenta de la percepción, acción, apropiación y reconocimiento de la realidad y el sentido territorial de la identidad, precisamos las propiedades objetivadas en el territorio y las actividades económicas y subjetivas como el sentimiento de pertenencia (Bourdieu, 2001).

Contrastamos los datos que integraron los procesos de investigación de acuerdo con Dietz (2014), Van Dijk (1996) y con la objetivación participante (Urdinola, etnografía territorial en trabajo de campo, 2011-2014), evidenciando la influencia de los intereses de actores empresariales dominantes en la estructura del lugar y analizando cómo es el proceso de construcción de la representación simbólica de la lógica empresarial en la estructura del modelo ocupacional.

En el análisis del discurso y la interpretación de la historia de La Paila, principal corregimiento de Zarzal, constatamos la heterotopía en dicho escenario y evidenciamos cambios en la estructura urbana que han sido producto de la intervención de los actores empresariales, generando espacios específicos acondicionados a las necesidades de expansión; aunque hay

Page 141: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

Representaciones territoriales y heterotopías en Zarzal (Valle del Cauca - Colombia)

141VIRAJES

excepciones de acuerdo con la etnografía realizada, que evidencia lugares que se salen del orden impuesto, en este caso, el parque principal de la localidad, aunque cuenta con el busto de Hernando Caicedo, es concebido desde el sentir de los pobladores como un espacio social dedicado los fines de semana para el goce, “la rumba” y el disfrute, para tomar “los tragos de aguardiente” y escaparse de lo laboral.

Las heterotopías encontradas prueban la existencia de escenarios y equipamientos que territorializan el poder de los actores empresariales ejemplo de ello son: la unidad deportiva; los barrios Santa Cecilia, Belisario y Hernando Caicedo; adecuaciones al parque principal y a la iglesia; construcción de acequia del río La Paila y bocatoma para el tratamiento del agua que se utiliza en fábrica; edificación del centro comercial que alojó en sus instalaciones a la cooperativa de trabajadores; el colegio Hernando Caicedo; el Hogar infantil Santa Cecilia para niños menores de 5 años; el Instituto de Desarrollo para La Paila –IDLA- y la Escuela de Formación Obrera -EFO-. Dicho poblado a principios del siglo XIX fue reubicado hacia un sitio más cercano de las vías nacionales -carretera central- con la noción de sus líderes que este cambio les traería facilidades de toda índole.

Según Martínez (2010), los poderes de los actores generan diferentes manifestaciones que para el caso que nos ocupa son heterotópicas y a su vez penetran el sentido en las relaciones sociales establecidas; sólo traemos a colación algunos hechos que han contribuido significativamente a facilitar la construcción de una nueva concepción, elaborada a partir de las alianzas empresariales y aportes en el surgimiento de instituciones como el Hospital Municipal San Rafael, la Universidad del Valle sede Zarzal, la base militar Tesorito, entre otros. Además, cada año celebran festividades culturales que evocan y resignifican la evolución y la importancia empresarial en el corregimiento de La Paila.

Un efecto de las prácticas productivas es el monocultivo de la caña de azúcar que predomina en el área cultivable del centro hasta el norte del departamento, allí no hay diversidad de cultivos de pan coger como en otrora; autores como González (1959) y Ramos (1990) detallan la cronología de los hechos empresariales en el municipio. Relacionamos los datos anteriores con las entrevistas realizadas a profundidad (Urdinola, 2013), ubicamos la evolución económica de La Paila y el papel primordial de estos actores empresariales, lo contrastamos con los hallazgos del diario de campo y se ubicaron a los gestores de memoria (García, 2008 y 2014), para evidenciar las representaciones de nativos de La Paila, que en sus discursos evocan su historia de vida, precisando en el relato cómo el lugar se reconfiguró a lo que es hoy: “un sitio más urbanizado, lleno de gentes que no son de allí sino de […] Nariño, Cauca y Chocó, esto como

Page 142: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

Zayra Urdinola Hincapié

142 antropol.sociol. Vol. 19 No. 1, enero - junio 2017, págs. 125-146

producto del empleo generado por las empresas, se apropiaron del lugar y se amañaron, hoy día hay muchos desconocidos, otros que se han ido y que nunca más volvieron”; evidenciamos algunos cambios en las disposiciones del territorio: “qué sería de Zarzal sin La Paila… sólo un cruce de caminos y que gracias a La Paila el municipio recibe los impuestos por rentas”.

Presentamos aportes que condensan en la figura 8 el análisis relacional espacio-tiempo del norte del Valle en los años 1990 a 2010, a partir de varios esquemas de clasificación de la pertenencia sistémica de las relaciones teóricas de diversos elementos en el modelo territorial objetivado.

Tabla 2. Relación urbano-funcional, centro-norte Valle del Cauca.

Municipios Lógicas de producción

Flujos poblacionales Flujos de capital

Dinámicas de organización del trabajo

TULUÁComercialización ExportaciónImportación

Migraciones internasEmpleos Informalidad

Inversiones Infraestructura vialEquipamientos

R e l a c i ó n u n i d a d e s productivas, poder político y sindicatos

ZARZAL

CARTAGO

Fuente: Urdinola (2013). Adaptado según libro base Raffestin (1980).

- En cuanto al modelo territorial, fue confrontado con los presupuestos teóricos, presentamos algunos elementos caracterizados en las notas de campo y en la etnografía territorial (Urdinola, 2011-2014):Imagos destacados en el norte del Valle: “Roldanillo, tierra del alma”, representación territorial predominante hacia la cultura, el principal atractivo cultural es el museo Rayo y el museo vial en la ruta Zarzal-Roldanillo; encuentros internacionales de parapente y de mujeres poetas. En Zarzal, de acuerdo con la señalética turística ubicada en la entrada al municipio como “la tierra que endulza a Colombia” por sus empresas en este sector económico. En La Unión se encuentra todo lo relacionado con la vitivinicultura y otros frutales en el Parque Temático de La Uva. En Cartago, en la última década se ha posicionado este destino como la ruta comercial del bordado de corte artesanal y con capacidad de exportación que incluye a Ansermanuevo; otro aspecto destacado es la extracción manual y mecanizada de arena en el río La Vieja, una práctica económica que en los últimos tiempos ha mutado hacia otros campos para incentivar el fomento del turismo de aventura que incluye los paseos en canoa por dicho río.

Page 143: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

Representaciones territoriales y heterotopías en Zarzal (Valle del Cauca - Colombia)

143VIRAJES

- Funcionalidades que demarcan la disposición económica, el dominio y el control territorial: la cañarización proporciona la mayor fuente de empleo de la zona centro-norte del Valle que incluye las unidades empresariales como: Ingenio Riopaila-Castilla (Zarzal), Ingenio San Carlos (Tuluá), Ingenio Risaralda (vía Balboa-La Virginia en Risaralda) con sembradío de caña en la zona rural de Cartago y la especialización de la Fábrica de Dulces Colombina S.A. (Zarzal).

- Presencia de heterotopías que muestran las lógicas de las prácticas económicas cuyas morfologías influencian los espacios sociales. Existen equipamientos céntricos que obedecen a la estructura del poder empresarial dominante: barrios, colegio, jardín infantil, entre otros.

- Actividades agropecuarias poco diversificadas y cultivos tecnificados de producción a escala que tienen mayor demanda por la compra de los productos e insumos nacionales e internacionales: caña de azúcar, café, plátano y frutales, al igual que la ganadería.

- Geosímbolos ubicados en zonas céntricas que reflejan la identidad y que marcan el territorio: escultura del ave Coclí, especie nativa endémica de Zarzal en vía de extinción. El Parque del Chontaduro en La Paila, busto de Hernando Caicedo en el parque principal de La Paila, mural ubicado en la institución educativa Antonio Nariño, que exhibe los principales referentes simbólicos en materia laboral: el ingenio, el obrero en este caso el cortero de caña, la pacora, los cañaduzales.

- Corredores viales y ferroviarios que obedecen a la lógica de conectividad global para la comercialización priorizado en necesidades de conexión, bajo las apuestas comerciales y productivas de las naciones.

V. Conclusiones

El territorio no es estático sino que es un espacio social complejo que refleja tensiones y conflictos presentamos las heterotopías y de paso materializamos la abstracción teórica del concepto en Zarzal, demostramos cómo éstas impactan los espacios sociales, producen y reproducen el sistema de lugares y reconfiguran identidades y de acuerdo con Bourdieu (2001), encontramos elementos para identificar el cómo se manifiesta un territorio y las jerarquías territorializadas que ejercen poder local al condicionar los ritmos cotidianos, visibilizando a dicho municipio en la concepción de que “las prácticas territoriales, marcan el lugar” por medio de la territorialización del poder (Urdinola, 2011-2014).

En la perspectiva relacional en la acción del sujeto, la afiliación, la identidad, las relaciones de fuerza, la inserción del discurso desempeña

Page 144: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

Zayra Urdinola Hincapié

144 antropol.sociol. Vol. 19 No. 1, enero - junio 2017, págs. 125-146

papeles estratégicos en la construcción y el cambio asumido por la sociedad ante los paradigmas derivados de los procesos culturales contemporáneos, la resignificación simbólica da lugar a nuevos reconocimientos pero también desde la corriente de los estudios territoriales podemos inscribir tendencias del análisis hacia la caracterización de categorías en la territorialidad y la territorialización, enriqueciendo el debate teórico-metodológico que implica desafíos conceptuales complejos que incluye otras miradas disciplinares y sobre todo la reflexividad, el análisis de la estructura y las relaciones de facto (Bourdieu, 2003).

Consideramos que las heterotopías constituyen un dispositivo de exclusión/fijación socio espacial, permitiendo la yuxtaposición de lugares en un espacio determinado para la interpretación de los diferentes órdenes espaciales: al lugar, el poder, el saber de los sujetos que emplazan con sus prácticas, ello remitió datos que se trabajaron en la construcción de las relaciones territorio/apropiación.

La concentración urbana del centro-norte del Valle del Cauca no depende de la densidad poblacional, aspectos como ser un corredor estratégico en lo económico, por la relación comercial jerarquizada en los Tuluá, Zarzal y Cartago, en comparación con los otros municipios de la altiplanicie se constituyen en ejes o epicentros que facilitan el intercambio y la conexión de redes funcionales urbano-rurales y morfologías representadas en imagos que como Lynch (1998), concebía incide en la configuración de focos de atracción y tensión; cambios físicos, tales como mayor extensión del área cultivable de la caña de azúcar e institucionalmente existen garantías y condiciones de mercado, con altos niveles de producción tecnificada que ha duplicado las transacciones comerciales y ocasionado un nuevo reordenamiento del territorio. Pero también desequilibrios territoriales que visibilizan las marcas de poder en el lugar de estudio, es decir que las actividades productivas de los actores empresariales influencian fácticamente el lugar y la globalización económica, posibilitando tendencias de libre comercio que constriñen el comportamiento de la economía local.

Referencias bibliográficas

Bourdieu, P. y Wacquant, L. (1995). Respuestas por una antropología reflexiva. México: Grijalbo. Bourdieu, P. (2001). Qué significa hablar. Madrid: Ediciones Akal S.A. Bourdieu, P. (2001/2003). El oficio de científico. Ciencia de la ciencia y reflexividad. Curso del

Collège de France 2000-2001, Trad. de Joaquin, J. 2001. Barcelona: Anagrama. Cámara de Comercio de Tuluá. (2010). Comportamiento empresarial a diciembre de 2010,

Observatorio socioeconómico. Recuperado de http://www.camaratulua.org/images/comportamiento_empresarial/COMPORTAMIENTO_EMPRESARIAL_2010_12.pdf.[Marzo 13 de 2014].

Page 145: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

Representaciones territoriales y heterotopías en Zarzal (Valle del Cauca - Colombia)

145VIRAJES

Consejo Departamental de Estadística de la Gobernación del Valle-CODE-. (1990). Anuario estadístico del Valle del Cauca 1990-1991. Recuperado de ftp://ftp.colombiestad.gov.co/books/LD_70129_1990_1991_EJ_2.PDF. [junio 21 de 2013].

Contreras, C. (2002). Espacio y sociedad. Estructuración espacial de un antiguo enclave minero. México: El Colegio de la Frontera Norte, Plaza y Valdés Editores

Dietz, G. (2014). La etnografía como artesanía. Desacatos, 46. Recuperado de http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1405-92742014000300019&lng=es&tlng=es. [agosto30 de 2014].

Di Méo, G. (1998). Géographie sociale et territoires. Paris: Nathan.Di Méo, G & Buléon, P. (2005). L´espace social: lecture géographique des sociétés. Paris: Armand

Colin.Elias, N. (1987). La sociedad de los individuos, ensayos. Barcelona: Península.Foucault, M. (2008). Topologías (dos conferencias radiofónicas). Revista Fractal, 13 (48).

Recuperado de http://www.fractal.com.mx/RevistaFractal48MichelFoucault.html#.[Abril 13 de 2013].

García, M. (2008). Memoria, territorio y otros simulacros. En: Nates-Cruz, B. (comp.) Con-juntos: miradas eurolatinoamericanas al estudio transversal del territorio. Lima: Instituto Francés de Estudios Andinos.

García, M. (2014). Los territorios de los otros: memoria y heterotopía. Cuicuilco, 21. Recuperado de http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=35135452015> ISSN 1405-7778.

Giménez, G. (2000). Territorio, cultura e identidades. La región socio-cultural. En: Rosales, R. (coord.) Globalización y regiones en México. México: Editorial Miguel Ángel de Porrúa-Universidad Nacional Autónoma de México.

Gobernación del Valle del Cauca y Secretaría de Planeación. (2011). Anuario estadístico del Valle del Cauca 2008-2009. Subsecretaría de Asuntos económicos. Santiago de Cali, Recuperado de http://www.valledelcauca.gov.co/planeacion/publicaciones.php?id=19299. [enero 28 de 2013].

González, L. (1959). Zarzal, Charlas monográficas 1909-1959. Cali: Academia de Historia del Valle del Cauca.

Halbwachs, M. (1938). Individual Psychology and Collective Psychology. American Sociological Review, 5(3).

Halbwachs, M. (2004). Los marcos sociales de la memoria. España: Anthropos.Hetherington, K. (1997). The Badlands of Modernity. Heterotopia and Social Ordering. New York:

Routledge.Lefebvre, H. (1986). La production de l’espace. Paris: Anthropos.Lynch, K. (1998). La imagen de la ciudad. Barcelona: Gustavo Gili.Martínez, J. (2010). Historia de los espacios, historia de los poderes: hacia una genealogía de la

noción de espacio público. Tabula Rasa, 13. Recuperado de http://www.revistatabularasa.org/numero-13/indice.pdf. [enero 28 de 2012].

North, D. (1990). Instituciones, cambio institucional y desempeño económico. México: F.C.E. Raffestin, C. (1975). Réflexions sur l’analyse de l’espace en géographie humaine: Colloque sur les

fondements théoriques de la recherche en géographie. Torino: G, Giapichelli.Raffestin, C. (1980). Pour une géographie du pouvoir. Paris: Litec.Ramos, Ó. (1990). A la conquista del azúcar. Cali: Talleres gráficos de Impresora Feriva Ltda.Reynoso, C. (2010). Análisis y diseño de la ciudad compleja. Buenos Aires: Sb.Saldanha, A. (2008). Heterotopia and structuralism. Environment and Planning, 40.Sánchez, G. (2008). Trujillo. Una tragedia que no cesa. Primer informe de memoria histórica de

la Comisión Nacional de Reparación y Reconciliación, Bogotá: Planeta.Sánchez, Ricardo. (2008). Las iras del azúcar: la huelga de 1976 en el Ingenio Riopaila.

Historia crítica, 35.

Page 146: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

Zayra Urdinola Hincapié

146 antropol.sociol. Vol. 19 No. 1, enero - junio 2017, págs. 125-146

Sassen, S. (2007). Una sociología de la globalización. Buenos Aires: Katz editores.Tapia, A. (2009). Algunos geosímbolos de Baja California. Identidad y memoria colectiva de

la ruralidad. Culturales, 5(10).Topinka, R. (2010). Foucault, Borges, Heterotopia: Producing Knowledge in Other Spaces,

Foucault Studies, 9.Urdinola, Z. (2013). Trabajo de campo, entrevistas, junio 2 [versión disponible en filmación:

duración 4 horas]. Urdinola, Z. (2014). Trabajo de campo, entrevistas, junio 29 [versión disponible en filmación:

duración 2 horas]. Van Dijk, T. (1996). Estructuras y funciones del discurso: Una introducción interdisciplinaria a la

lingüística del texto y a los estudios del discurso. Décima edición. México: Siglo Veintiuno Editores.

West-Pavlov, R. (2009). Space in Theory, Kristeva, Foucault, Deleuze. Amsterdam, New York: Rodopi.

Page 147: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

* Artículo de reflexión. El presente artículo se deriva del proyecto de investigación realizado por el autor en el Doctorado en Educación de la Universidad de Caldas, titulado “Docentes – sobrevivientes -un currículum para la formación política y la consolidación de culturas de paz- y se articula a la línea “Prácticas y Formación Docente” del grupo de investigación “Educación y Formación de Educadores” de la Universidad Católica de Manizales.** ORCID: 0000-0003-2981-7789

VIRAJESDE VÍCTIMAS A SOBREVIVIENTES:IMPLICACIONES PARA LA CONSTRUCCIÓN

DE PACES EN COLOMBIA

VIZNEY LEONARDO BUSTAMANTE**

Recibido: 10 de diciembre de 2016 Aprobado: 21 de febrero de 2017

Artículo de Reflexión

CÓMO CITAR ESTE ARTÍCULO:Bustamante, V (2017). De víctimas a sobrevivientes: implicaciones para la construcción de paces en Colombia. Revista de Sociología y Antropología: VIRAJES, 19 (1), 147-163. DOI: 10.17151/rasv.2017.19.1.8

VIRAJES antropol.sociol. Vol. 19 No. 1, enero - junio 2017, págs. 147-163ISSN 0123-4471 (Impreso) ISSN 2462-9782 (En línea) DOI: 10.17151/rasv.2017.19.1.8

Page 148: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

Vizney Leonardo Bustamante

148 antropol.sociol. Vol. 19 No. 1, enero - junio 2017, págs. 147-163

ResumenObjetivo. Estructurar una reflexión teórica que sustente la importancia

de que las ‘víctimas’ del conflicto interno armado transiten hacia la condición de ‘sobrevivientes’, como un paso importante para la construcción de paces en Colombia. Metodología. Para ello se analizan algunas implicaciones semánticas, jurídicas y psicológicas que trae consigo la utilización de la expresión ‘víctimas’ que se emplea –sobre todo en el ámbito jurídico- para referirse a quienes han padecido violaciones a sus derechos fundamentales y que ocurrieron dentro del conflicto interno armado colombiano. Resultados. Se sugiere como alternativa la utilización de la expresión ‘sobrevivientes’, que desde la psicología y la victimología se concibe como un término que motiva la búsqueda de nuevas formas de superar el daño causado por el hecho victimizante que las ‘víctimas’ han padecido. Conclusión. Se identificó que la condición de ‘sobrevivientes’ genera nuevos escenarios y ofrece mayores oportunidades para la consolidación de paces en Colombia.

Palabras clave: víctimas, sobrevivientes, daño, hecho victimizante, paces.

FROM VICTIMS TO SURVIVORS:IMPLICATIONS FOR THE CONSTRUCTION OF

PEACE IN COLOMBIA

AbstractObjective: This paper aims to structure a theoretical reflection of the

importance for “victims” of the internal armed conflict to move to the condition of “survivors” as an important step in the construction of peace in Colombia. Methodology: In order to do so, some semantic, legal and psychological implications of the use of the term “victims” -used especially in the legal field – were analyzed to refer to those who have suffered violations of their fundamental rights within the Colombian internal armed conflict. Results: The use of the term “survivors”, is suggested as an alternative which, from psychology and victimology, is conceived as a term that motivates the search for new ways to overcome the damage caused by the victimizing fact that “victims” have suffered. Conclusion: It was identified that the condition of “survivors” generates new scenarios and provides greater opportunities for peace in Colombia.

Key words: victims, survivors, damage, victimization facts, peace.

Page 149: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

De víctimas a sobrevivientes: implicaciones para la construcción de paces en Colombia

149VIRAJES

Introducción

El análisis de las condiciones que permiten proponer el tránsito de la condición de ‘víctimas’ a la de ‘sobrevivientes’, como un paso importante en el proceso de construcción de paces en

Colombia, va más allá de un giro semántico caprichoso o sin sentido. Esta propuesta se sustenta a partir de las condiciones que configuran el ser del ‘sobreviviente’ y que lo convierten en un sujeto que participa activamente en los procesos que propenden por su reparación integral.

Se considera que el tránsito de ‘víctimas’ a ‘sobrevivientes’ permite explorar nuevos caminos para interpretar el conflicto interno armado que ha vivido Colombia por más de 50 años, al tiempo que ofrece posibilidades para dinamizar la atención, asistencia y reparación de las ‘víctimas’ de violaciones al DIH derivadas de dicho conflicto, motivo por el que dicho tránsito se configura como un tema que merece una reflexión desde el punto de vista académico.

Se concibe la construcción de paces como un proceso dinámico que convoca diferentes propuestas que propician la consolidación de acciones de paz en Colombia; la construcción de paces se ubica en los nuevos horizontes investigativos para la paz y está ligada a la noción de paz imperfecta propuesta por el sociólogo noruego Johan Galtung (2003), teniendo en cuenta que con este concepto se definen “aquellos espacios e instancias en las que se pueden detectar acciones que crean paz, a pesar de que estén en contextos en los que existen los conflictos y la violencia” (Muñoz y Molina, 2009, p. 2).

Se asume que en ninguna sociedad humana es posible hablar de una paz perfecta o absoluta, en el sentido de concebir la paz como la ausencia definitiva de conflictos; se parte del presupuesto de que el conflicto es inherente a la ontología humana y que es un elemento constitutivo de su existencia, por consiguiente, de toda sociedad conformada por seres humanos. Por este motivo se considera que para el caso colombiano es más pertinente hablar de construcción de paces que de construcción de paz, teniendo en cuenta que “la regulación pacífica, compleja e imperfecta de los conflictos humanos ofrece un marco novedoso para la comprensión y actuación ante la vida y la sociedad como parte de la construcción de distintas expresiones de paz” (López, 2014, p. 117).

Por las razones antes expuestas, se plantea que las ‘víctimas’ que transitan y asumen con responsabilidad su rol de ‘sobrevivientes’ están llamadas a participar en la estructuración de nuevas expresiones de construcción de paz, a partir de la capacidad de ejercer un papel protagónico en la reconstrucción de sus proyectos de vida y de su participación activa en las iniciativas que propenden por su reparación integral.

Page 150: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

Vizney Leonardo Bustamante

150 antropol.sociol. Vol. 19 No. 1, enero - junio 2017, págs. 147-163

1. La víctima desde el punto de vista jurídico

Al hacer un acercamiento teórico al concepto ‘víctima’, pronto se descubre que dar una definición, aunque sea aproximada, de todo lo que éste implica es un trabajo que entraña un alto grado de dificultad, debido a las múltiples causas y a las diversas consecuencias que trae consigo la utilización de dicha expresión.

Desde el punto de vista jurídico, se encuentra que en el artículo 3° de la ley 1448 de 2011 se ofrece una definición de víctima, en la que se delimita y especifican las características necesarias para que a una persona se le reconozca tal condición por parte del Estado.

Se consideran víctimas, (…), aquellas personas que individual o colectivamente hayan sufrido un daño por hechos ocurridos a partir del 1º de enero de 1985, como consecuencia de infracciones al Derecho Internacional Humanitario o de violaciones graves y manifiestas a las normas internacionales de Derechos Humanos, ocurridas con ocasión del conflicto armado interno. (…) De la misma forma, se consideran víctimas las personas que hayan sufrido un daño al intervenir para asistir a la víctima en peligro o para prevenir la victimización.La condición de víctima se adquiere con independencia de que se individualice, aprehenda, procese o condene al autor de la conducta punible y de la relación familiar que pueda existir entre el autor y la víctima. (#)

La anterior definición entraña algunas dificultades, en tanto que restringe el reconocimiento jurídico de víctimas, a un grupo específico de personas que cumplen con las condiciones descritas en este artículo, pero deja por fuera una cantidad importante de personas que también han sido víctimas (directas o indirectas) del conflicto interno armado.

Esta situación llevó a que las expresiones subrayadas, se hayan incluido en una demanda de inconstitucionalidad realizada por el ciudadano Jesús Antonio Espitia Marín ante la Corte Constitucional, exponiendo que tal delimitación conllevaba a la violación del artículo 13 de la Constitución Política de 1991 que contempla el derecho a la igualdad y a recibir la misma protección por parte del Estado.

Los magistrados de la Corte Constitucional, después de atender a los conceptos emitidos por el Procurador General, por los representantes del gobierno nacional y por otros ciudadanos, resuelven la demanda en favor de las expresiones demandadas y lo hacen señalando el concepto de ‘daño’ que se encuentra en el primer inciso del artículo 3°, como la clave fundamental para determinar el reconocimiento jurídico de las víctimas.

Page 151: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

De víctimas a sobrevivientes: implicaciones para la construcción de paces en Colombia

151VIRAJES

En este sentido, los magistrados de la Corte Constitucional en la Relatoría C-052-12 de 2012 sostienen que:

Se reconoce como víctimas a todas las personas que hubieren sufrido un daño, como consecuencia de los hechos que el mismo precepto determina a continuación. Así, pese a que existen también otros criterios relevantes, el concepto de daño es el más significativo de todos, pues es de la acreditación de su ocurrencia que depende que las personas interesadas logren ser reconocidas como víctimas y accedan a los importantes beneficios establecidos en esta normativa. Ahora bien, es importante destacar que el concepto de daño es amplio y comprehensivo, pues abarca todos los distintos fenómenos usualmente aceptados como fuente generadora de responsabilidad, entre ellos el daño emergente, el lucro cesante, el daño moral en sus diversas formas, el daño en la vida de relación, el desamparo derivado de la dependencia económica que hubiere existido frente a la persona principalmente afectada, así como todas las demás modalidades de daño, reconocidas tanto por las leyes como por la jurisprudencia, ahora o en el futuro. (#)

De esta manera, la Corte Constitucional establece algunos parámetros que dan luces para la comprensión jurídica de la ‘víctima’ y permite identificar el ‘daño’ como un concepto significativo en este proceso, ya que las víctimas deben acreditarlo para ser reconocidas como tal, y por ende, acceder a los beneficios que el ordenamiento jurídico les ofrece.1

De las consideraciones anteriores surge la necesidad de hacer un breve análisis del concepto ‘daño’ a partir de las reflexiones planteadas por algunos teóricos del derecho.

El daño, desde el punto de vista jurídico puede ser definido como “El menoscabo de las facultades jurídicas que tiene una persona para disfrutar un bien patrimonial” (Tamayo, 2007, p. 326) o como la “aminoración patrimonial sufrida por la víctima” (Henao, 2003, p. 84); en este sentido, las dos definiciones relacionan el concepto de daño con la afectación patrimonial que le impide a la víctima el pleno goce o disfrute de aquellos bienes que fueron objeto de menoscabo o aminoración.

Por otra parte, Henao (2003) señala que el daño puede ser causado por omisión o por negligencia y que en cualquiera de los dos casos la víctima debe ser objeto de una acción de reparación directa; es decir, una acción o un conjunto de acciones realizadas por quien(es) causaron el daño y que

1 Aunque el daño como presupuesto fundamental de la responsabilidad civil, es un tema de suma im-portancia dentro de la doctrina jurídica del derecho civil, en este escrito no se profundizará en él, debido a que no se considera esencial en para los propósitos de este escrito.

Page 152: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

Vizney Leonardo Bustamante

152 antropol.sociol. Vol. 19 No. 1, enero - junio 2017, págs. 147-163

conlleven a la plena reparación de la aminoración patrimonial sufrida por la víctima.

Desde el punto de vista jurídico se considera que el daño se puede expresar de dos maneras: “el daño subjetivo” y el “daño objetivo”. El daño subjetivo es aquel que se realiza directamente a las personas y que las afecta psicológica, biológica, moral, existencial y familiarmente; el deterioro de la salud física y mental, el daño al proyecto de vida y el daño a la vida de relación, que son las consecuencias más relevantes del daño subjetivo. El daño objetivo es el que se causa a los bienes materiales y que deriva en el daño emergente, el lucro cesante y el desamparo derivado de la dependencia económica. El daño emergente es aquel que aparece en un momento inesperado y que afecta la estabilidad económica de la persona que es víctima del daño; el lucro cesante hace referencia a aquellos ingresos que la víctima deja de percibir como consecuencia del daño emergente y el desamparo derivado de la dependencia económica, es aquel se deriva de los dos anteriores y que afecta a las personas que dependen económicamente de la persona que es víctima directa del daño emergente y del lucro cesante.

Desde otro punto de vista, el daño es concebido como “el menoscabo que sufre una persona en sus bienes vitales naturales, en su propiedad o en su patrimonio, a consecuencia de un acontecimiento o evento determinado” (Rodríguez, 2007, p. 15). En este sentido, el concepto de daño constituye uno de los presupuestos de la responsabilidad jurídica y se convierte en el eje de la responsabilidad civil2.

Analizando el caso del conflicto interno armado en Colombia a la luz de las consideraciones anteriores se puede afirmar que, el evento que conlleva al menoscabo que sufren las ‘víctimas’ en los aspectos que constituyen el daño objetivo, son las violaciones a los derechos humanos ocurridas dentro de la confrontación entre los distintos actores armados que han hecho parte del conflicto interno y que, en la mayoría de los casos, no solo trae consigo la pérdida de las propiedades y de los bienes materiales y naturales (daño objetivo), sino la pérdida del “mundo de vida”, que son aquellas relaciones simbólicas y afectivas que las ‘víctimas’ habían construido a través de los años (daño subjetivo).

Si bien es cierto que durante muchos años el Estado colombiano mantuvo un discurso orientado a la negación de la existencia del conflicto interno armado, a partir del año 2004 se genera un cambio en esta manera de abordar el conflicto, con la sentencia T-025 de la Corte Constitucional, que declara el estado de cosas inconstitucional sobre el desplazamiento

2 Tierras de las que las víctimas fueron expropiadas o desplazadas por parte de los distintos actores armados que han intervenido en el conflicto interno colombiano.

Page 153: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

De víctimas a sobrevivientes: implicaciones para la construcción de paces en Colombia

153VIRAJES

forzado en Colombia. En este sentido, se puede afirmar que “la ley 1448 de 2011, conocida como la ley de víctimas y restitución de tierras, es un paso importante que ha dado el Estado colombiano en el reconocimiento de las víctimas del conflicto interno armado” (Bustamante, 2014, p. 3), en tanto que se ha convertido en un instrumento para reparar o resarcir –aunque sea en parte- los daños que se derivan de dicho conflicto.

Pese a la importancia social de la “Ley de víctimas y restitución de tierras”, y a lo simbólica que resulta, es importante tener en cuenta que:

No todo daño se traduce en menoscabo de valores económicos. El Derecho reconoce que hay daños cuyo contenido no es dinero, ni una cosa comercialmente reducible a dinero, sino el dolor, el miedo, el sufrimiento emocional, la afrenta, la aflicción física o moral y, en general, una sensación dolorosa experimentada por la persona atribuyendo a la palabra dolor su más extenso significado. En tales casos, nos colocamos en los umbrales de lo que, tradicionalmente, se ha llamado daño moral que, si bien se traduce en un resarcimiento pecuniario, no afecta valores económicos. (Rodríguez, 2007. p 16)

Se debe tener presente que con la restitución de tierras que contempla la ley 1448 de 2011, sólo se logra una reparación parcial, ya que consiste en una reparación del “daño objetivo”; es decir, del daño causado como consecuencia directa de la pérdida de los bienes materiales, pero no hay una reparación del “daño subjetivo” o “daño a las personas”, representado en el daño moral, el daño psicosomático y el daño al proyecto de vida de las ‘víctimas’, pues no existe reparación económica alguna que logre la superación inmediata de este tipo de daños. Sin embargo, se debe reconocer que dentro de la ley 1448 de 2011 se contempla un acompañamiento psicológico a las ‘víctimas’ como parte de la llamada “reparación integral”, pero esta medida implica un apoyo en la implementación de la ley y no configura una reparación del daño subjetivo en sentido estricto.

En el siguiente esquema se pueden evidenciar las diferentes manifestaciones del daño, que desde el punto de vista jurídico se han venido considerando.

Page 154: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

Vizney Leonardo Bustamante

154 antropol.sociol. Vol. 19 No. 1, enero - junio 2017, págs. 147-163

Ilustración 1. Noción de daño desde la perspectiva jurídica. Creación propia.

Es así como la perspectiva jurídica del daño permite evidenciar que las políticas adoptadas por el Estado colombiano para la reparación de las víctimas, parten de la existencia y acreditación de un daño, ocurrido con posterioridad a 1985 y que, además, sea consecuencia directa del conflicto interno armado. También se evidencia que el Estado centra sus esfuerzos en la reparación daño objetivo –mediante la restitución de tierras-, pero no existen medidas de fondo que conlleven a la reparación del daño subjetivo que han padecido las víctimas, como consecuencia de las violaciones al DIH.

2. Las víctimas del conflicto interno armado desde el enfoque de la victimología

Como se ha enunciado, este escrito pretende justificar la necesidad de restringir la expresión víctimas sólo a aquellos contextos jurídicos en los que resulta inevitable hacer uso de ella; en los demás casos, se propone la utilización preferente de la expresión ‘sobrevivientes’ para referirse a las personas que han sido afectadas por las violaciones al DIH ocurridas dentro

Page 155: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

De víctimas a sobrevivientes: implicaciones para la construcción de paces en Colombia

155VIRAJES

del conflicto interno armado, ya que según algunos estudios realizados desde la victimología, la situación de víctima trae consigo una serie de dificultades psicológicas y sociales que les impide la búsqueda de nuevas posibilidades de desarrollo, mientras que la situación de ‘sobrevivientes’, les ofrece la posibilidad de ser sujetos de la reconstrucción de sus proyectos de vida –aspecto que escapa a la reparación económica propuesta por el Estado en las normas antes referenciadas-.

La victimología es una “ciencia multidisciplinar que se ocupa del conocimiento relativo a los procesos de victimación y desvictimación” (Jarque, 2008, p. 05); por este motivo, los conceptos que ofrece esta ciencia merecen una atención especial dentro de esta reflexión, ya que el conflicto interno armado colombiano y las violaciones derivadas de este son fenómenos complejos y multicausales, que ameritan un análisis multidisciplinar en el que la victimología ofrece luces para el conocimiento y comprensión de las realidades que viven los sobrevivientes de los episodios de violencia que se han presentado en Colombia como consecuencia del conflicto interno armado.

Desde la victimología, se entiende por víctima:

Toda persona que haya sufrido personalmente, de modo directo o indirecto, las consecuencias de un hecho delictivo, haya sido declarada formalmente o no como tal la existencia del mismo por parte de un órgano jurisdiccional. En un sentido más extenso también son consideradas víctimas las personas que hayan sufrido los efectos de la guerra, enfrentamiento armado, catástrofe natural o accidente. (Jarque, 2008, p.3)

Esta definición resulta más amplia que la definición jurídica, en tanto que la victimología considera como víctima a toda aquella persona que haya sufrido una alteración en su existencia, y tiene en cuenta que puede haber diferentes causas que conllevan a la victimización de una persona o de una población, entre las que el conflicto armado y todas sus expresiones constituye sólo una de ellas.

2.1 De víctimas a sobrevivientes: la reconstrucción de sus proyectos de vida

En la búsqueda por resolver el propósito que se planteó inicialmente, resulta imperante analizar la manera como se da el tránsito de víctimas a sobrevivientes y las diferencias semánticas que existen entre las dos expresiones. En este sentido, la profesora Olga Lucía López (2005) ofrece

Page 156: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

Vizney Leonardo Bustamante

156 antropol.sociol. Vol. 19 No. 1, enero - junio 2017, págs. 147-163

una aproximación importante al advertir que “la situación de sobrevivientes les da diferentes posibilidades, como la de ser sujetos de la reconstrucción de sus proyectos de vida” (p. 21).

Por este motivo se puede afirmar que el sobreviviente del conflicto interno armado, deja de ser aquella víctima que actúa como sujeto pasivo, que siempre está en la espera de la reparación económica ofrecida por el Estado para la reparación del daño objetivo y se convierte en un sujeto que participa activamente en la reconstrucción de su proyecto de vida, contribuyendo así a la reparación del daño subjetivo.

Para comprender mejor la manera como una víctima hace su tránsito para convertirse en sobreviviente desde la perspectiva de la victimología, se hace necesario profundizar en el quehacer de esta ciencia. Robert (1979), enumera las cuestiones que la victimología ha de abordar:

1) El estudio del papel desempeñado por las víctimas en el desencadenamiento del hecho criminal. 2) La problemática de la asistencia jurídica, moral y terapéutica de las víctimas. 3) La indagación de los temores profundamente sentidos en determinados grupos sociales a la victimación. 4) El examen de la criminalidad real, a través de los informes facilitados por las víctimas de delitos no perseguidos. 5) Subrayar la importancia de la víctima dentro de los mecanismos de reacción de la justicia punitiva y de determinación de las penas. 6) Ocuparse del examen y propiciar la elaboración de las disposiciones legales que permitan a las víctimas obtener una indemnización por los daños derivados del hecho delictivo. (#)

Dos cuestiones importantes que según Robert han ser abordadas por la victimología y que tienen estrecha relación con el tema que nos ocupa son, por una parte, la problemática de la asistencia jurídica, moral y terapéutica de las víctimas, y por otra, la elaboración de disposiciones legales que propendan por una indemnización de las víctimas por los daños derivados del hecho delictivo, es decir, una reparación integral de las víctimas, que entre otros, es uno de los objetivos que inspiró la formulación de ley 1448 de 2011, pero que como hemos visto, termina privilegiando la reparación del daño objetivo, por encima del subjetivo, motivo por el que queda en cuestión el ideal de una reparación integral.

Para la victimología, la reparación integral de las víctimas implica el deber de acudir a todos los recursos jurídicos, sociales y económicos que sean necesarios para restituir a las víctimas del conflicto interno armado,

Page 157: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

De víctimas a sobrevivientes: implicaciones para la construcción de paces en Colombia

157VIRAJES

no solo sus tierras, sino sus derechos plenos como ciudadanos e incluso la calidad de vida que tenían antes de ocurrir el hecho victimizante, en atención a que el Estado colombiano tiene la responsabilidad constitucional de promover y adoptar medidas tendientes a proteger a los ciudadanos que se encuentren en circunstancias de debilidad, tal como se afirma en los incisos segundo y tercero del artículo trece de la Carta Política de 1991:

ARTÍCULO 13. INCISOS 2 Y 3: El Estado promoverá las condiciones para que la igualdad sea real y efectiva y adoptará medidas en favor de grupos discriminados o marginados.El Estado protegerá especialmente a aquellas personas que por su condición económica, física o mental, se encuentren en circunstancia de debilidad manifiesta y sancionará los abusos o maltratos que contra ellas se cometan. (#)

Por otra parte, desde el enfoque de la victimología, se encuentra que la llamada reparación integral requiere de la participación activa y directa de las víctimas, no sólo en la ejecución de los programas que buscan su reparación, sino en la reconstrucción de sus proyectos de vida. En este sentido, se puede afirmar que cuando la víctima comprende que su participación y su voluntad son primordiales para alcanzar una reparación integral efectiva, deja de ser víctima y se convierte en sobreviviente.

Continuando con este análisis y con el fin de ampliar la comprensión del problema planteado, es perentorio dar un vistazo al concepto de ‘victimación’ ya que, de la superación satisfactoria de este estado dependerá que la víctima pase a convertirse en sobreviviente a partir de su intervención activa en los procesos promovidos por el Estado y que propenden por su reparación integral -desvictimación-.

La victimación es el proceso por el que una persona sufre las consecuencias de un hecho traumático. Tiene una doble dimensión: factores que intervienen en la precipitación del hecho (vinculado al concepto: Víctima de riesgo) y el modo de vivir la experiencia de victimación (vinculado al concepto: Víctima vulnerable). (Jarque, 2008, p. 07)

Page 158: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

Vizney Leonardo Bustamante

158 antropol.sociol. Vol. 19 No. 1, enero - junio 2017, págs. 147-163

Ilustración 2. Aspectos relacionados con la vulnerabilidad psicopatológica. Fuente: Manual de Victimología de Baca, E., Echeburúa, E. y Tamarit, J.M. (2006). Capítulo 4.

A partir de la definición anterior y del análisis ofrecido en el esquema de vulnerabilidad psicopatológica, se hace evidente que toda violación al DIH en un contexto de conflicto armado se convierte en un proceso de victimación, que se presenta unido a todas las consecuencias que el hecho traumático trae consigo: vulnerabilidad biológica y psicológica de la víctima, despojo de bienes patrimoniales, cese de las actividades económicas, daños físicos y daños psicológicos a causa de estrategias de afrontamiento inadecuadas, discriminación social unida a un insuficiente apoyo familiar, falta de adaptación a una nueva forma de vida, entre muchos otros factores que contribuyen a aumentar el daño psicológico de las víctimas.

A todo lo anterior se suma que, durante la victimación, las personas que se ven afectadas por el hecho traumático son consideradas como víctimas por encontrarse en una condición de vulnerabilidad tras haber padecido una o varias violaciones al DIH.

La desvictimación por su parte, es considerada como el “proceso de reparación o de reconstrucción” (López, 1997, p. 172), que implica la participación activa del sistema de justicia penal, de las fuerzas militares, de los servicios sociales, de los profesionales médicos o psicólogos y de las mismas víctimas.

La víctima se convierte en ‘sobreviviente’ cuando comprende y acepta su realidad, y cuando participa en los procesos de reparación y reconstrucción de su mundo de vida (reparación integral), con el objetivo de reivindicar su dignidad humana y de dar su mejor aporte para superar

Page 159: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

De víctimas a sobrevivientes: implicaciones para la construcción de paces en Colombia

159VIRAJES

los daños psicológicos causados durante la victimación; cuando se empodera de la reconstrucción de su proyecto de vida y hace uso de las herramientas jurídicas y legales que le permiten resarcir (aunque sea en parte) el daño causado durante el hecho traumático, la víctima se convierte en sobreviviente.

En este punto es necesario considerar que desde la perspectiva de la justicia restauradora:

Se tiene en cuenta la plena humanidad de la víctima y del ofensor, como potenciales agentes de reconstrucción comunitaria, y se enfatiza en la cohesión social a través de un abordaje pacificador o restaurador que incida sobre la misma raíz del conflicto. (López, 1997, p. 172)

Teniendo en cuenta la potencialidad que tienen las víctimas del conflicto interno armado, de ser agentes de reparación integral y de ser los protagonistas de la reconstrucción de sus proyectos de vida, es que se sugiere utilizar de manera preferente la expresión sobrevivientes, con el fin de resaltar en ellos su deseo de superar los hechos traumáticos que vivieron, y su fuerza de voluntad para insertarse de manera efectiva en la sociedad, siendo ciudadanos productivos en la medida de sus capacidades y aprovechando los recursos que el Estado y la sociedad les ofrece para tales fines.

2.2 El caso del Comité Interinstitucional de Formación Política para la Paz

Para comprender las consideraciones teóricas anteriores, se hace necesario analizar un caso específico en el que se puede evidenciar el tránsito de víctimas a sobrevivientes en un grupo de docentes que laboran en diferentes instituciones educativas de la ciudad de Manizales.

El Comité Interistitucional de Formación Política para la Paz es una iniciativa adelantada por el autor de este artículo y promovida desde la Universidad Católica de Manizales; el comité intregra a 12 docentes de educación básica y media de instituciones educativas de Manizales, que mediante un trabajo de campo realizado previamente fueron identificados como víctimas del conflicto interno armado.

Para la identificación de estos docentes se aplicaron algunas herramientas de la investigación cualitativa, como cartografías sociales y entrevistas semiestructuradas que vinculadas al enfoque biográfico-narrativo, permitiron identificar a los docentes que fueron víctimas del conflicto interno armado; posteriormete se les invitó a hacer parte del comité con el fin de recopilar experiencias de vida y de construcción de paz

Page 160: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

Vizney Leonardo Bustamante

160 antropol.sociol. Vol. 19 No. 1, enero - junio 2017, págs. 147-163

en instituciones educativas que se encontraban en escenarios de conflicto armado.

La comprensión de la subjetividad de los individuos -docentes- que integraron el comité es un rasgo distintivo del proceso y se ha convertido en una oportunidad para resaltar las individualidades, sin perder de vista la comprensión del proceso en que cada uno de ellos ha abandonado su condición de víctima y mediante la creación, desarrollo y ejecución de estrategias de construcción de paz en escenarios escolares han transitado hacia la condición de sobrevivientes del conflicto interno armado y se han convertido en constructores de paz en escenarios escolares.

A partir de este proceso ha emergido la figura del docente-sobreviviente, que cobra importancia en la medida en que se toma conciencia de que el docente es un sujeto político, o en palabras de Giroux (1990), un intelectual tranformador, que impulsa los procesos educativos que se adelantan en el país y que por la razón de ser de su labor, tiene una relación directa con los demás actores de las comunidades educativas a las que pertenecen, motivo por el que los docentes se convierten en un eje fundamental para lograr las transformaciones políticas que requiere el país y que deben forjarse desde la escuela.

Desde lo que se ha llamado Comité Interistitucional de Formación Política para la Paz, se han elaborado diversas estrategias de construcción de paz en escenarios escolares. Estas estrategias son de diversa naturaleza, algunas recurren al deporte como medio de humanización y del cultivo de valores para la paz, otras se ha apropiado del reciclaje de sentimientos y emociones negativas, a la negociación y solucion dialogada de conflictos, la recuperación de la memoria y la tradición oral, otras han acudido al aprendizaje de fórmulas matemáticas mediante el juego, la lúdica y la generación de espacios que propician ambientes de paz en la escuela.

El rasgo común de estas estrategias es que han sido propuestas por docentes víctimas del conflicto interno armado y que fueron desarrolladas en escenarios escolares ubicados en zonas de conflicto armado. Otro elemento común es que gracias a estas estrategias de construcción de paz, los docentes que las han creado y desarrollado se han reconocido como víctimas del conflicto armado, han tomado conciencia de dicho estado, pero se han movilizado -individualmente- hacia la búsqueda de la reconstrucción de sus proyectos de vida, han retomado su labor como docentes, han apostado por la potenciación de actitudes resilientes y se han convertido en sobrevivientes del conflicto armado y en constructores de paz en escenarios escolares.

De esta manera, el caso del Comité Interinstitucional de Formación Política para la Paz, no sólo es un caso que permite evidenciar el tránsito de

Page 161: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

De víctimas a sobrevivientes: implicaciones para la construcción de paces en Colombia

161VIRAJES

víctimas a sobrevivientes que ha hecho un grupo de docentes de educación básica y media, sino que permite ilustrar los postulados teóricos y epistémológicos de la propuesta de paz imperfecta que en tanto concepción para el estudio de las paces, permite “reconocer la paz como una realidad dinámica, procesual e inacabada” (Muñoz, 2001, p. #).

A este enfoque se le conoce como paz imperfecta porque a pesar de los esfuerzos por gestionar pacíficamente las controversias, convive con los conflictos e incluso con algunas formas de violencia, tal como ha ocurrido en el caso anteriormente descrito, en el que los docentes-sobrevivientes han planteado y desarrollado sus estrategias de construcción de paz en escenarios de violencias derivadas del conflicto interno armado.

Consideraciones finales

Por los motivos expuestos, se afirma que para que sea posible la estructuración de procesos de construcción de paces en Colombia, se requiere como condición necesaria que las víctimas de violaciones al DIH ocurridas en el marco del conflicto interno armado, transiten hacia la condición de sobrevivientes.

La construcción de paces es un proceso que requiere del protagonismo de los sobrevivientes del conflicto interno armado en la reconstrucción de sus proyectos de vida; requiere de sujetos que sean capaces de reconocer los hechos victimizantes que padecieron y de solicitar la asistencia, atención y reparación por parte de las instituciones del Estado, en virtud de la responsabilidad constitucional que éste tiene de proteger con especial atención a aquellas personas que se encuentran en condiciones de debilidad manifiesta.

Sin embargo, las víctimas no pueden ser sujetos que se limitan a solicitar y recibir la protección ofrecida por el Estado, sino que deben generar actitudes de responsabilidad y compromiso, manifestadas en una participación activa en los procesos que el Estado dispone para su reparación y para la reconstrucción de sus proyectos de vida.

Cuando la víctima asume con responsabilidad su capacidad de agencia y se involucra de manera directa en los procesos de reparación ofrecidos por el Estado, -procesos que como se analizó dentro del escrito, se centran sobre todo en la reparación económica del daño objetivo (como ocurre con la restitución de tierras)-, se abre la posibilidad a que también sean reparados los daños psicológicos que subyacen al hecho victimizante y que de esta manera se sienten las bases de la llamada “reparación integral”.

Page 162: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

Vizney Leonardo Bustamante

162 antropol.sociol. Vol. 19 No. 1, enero - junio 2017, págs. 147-163

Es claro que no existe ninguna reparación económica propuesta por el Estado que pueda reparar los daños psicológicos causados en las víctimas, entre otras cosas, porque esta reparación exige la participación activa y directa de los sujetos que padecieron las consecuencias del hecho victimizante. Por este motivo se afirma que es necesario que las víctimas transiten hacia la condición de sobrevivientes y el giro en el lenguaje será un aporte importante en este proceso, pues se parte del presupuesto de que el lenguaje es creador de realidades y por tal motivo, un cambio en la manera de denominar a quienes han padecido violaciones a sus derechos fundamentales ocurridas dentro del conflicto interno armado colombiano, constituirá un avance en la estructuración de propuestas de construcción de paces en Colombia.

Referencias bibliográficas

Baca, E., Echeburúa, E. y Tamarit, J.M. (2006). Manual de victimología. Capítulo IV. Valencia.Bustamante, V. y López, M. (2014). Configuración de la Ley 1448 de 2011 como Política

Pública para la reparación integral de los sobrevivientes del desplazamiento forzado en Colombia. Máximo Gris Revista Electrónica. Recuperado de URL: http://maximogris.net/revista/?p=5483

Bustamante, V.L. (2015). Lineamientos de política pública a partir de la doble incidencia entre la Ley 1448 de 2011 y los sobrevivientes del desplazamiento forzado. Revista Eleuthera, 12, 162-177. DOI: 10.17151/eleu.2015.12.9.

Galtung, J. (2003). Paz por medios pacíficos. Paz y conflicto, desarrollo y civilización. Bilbao: Gernika Gogoratus.

Giroux, H. (1990). Los profesores como intelectuales: hacia una pedagogía crítica del aprendizaje. Ed Paidós. Barcelona.

Gómez, F. (2013). Constitución política de Colombia 1991 –Básica-. Vigésima sexta edición. Bogotá D.C: Editorial Leyer.

Henao, J.C. (2003). El daño. 1ª ed. Bogotá: Universidad Externado de Colombia. Jarque, L. (2008). Curso Victimología – Parte de psicología. Universidad de Alicante. López, G. (1997). Victimologie. Paris: Edit. Dalloz.López, M.H. (2007). La política pública en desplazamiento forzado en Caldas, Riosucio y Samaná.

Interpretaciones, enfoques y participación. Manizales: Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales, Universidad de Caldas.

López, O.L. (2005.) Un nuevo enfoque para abordar el desplazamiento forzado en Colombia. Revista del Departamento de Trabajo Social, 7. Bogotá: Facultad de Ciencias Humanas, Universidad Nacional de Colombia.

Muñoz, F.A. (2001). «La paz imperfecta ante un universo en conflicto». La paz imperfecta. Granada: Universidad de Granada.

Muñoz, F. y Molina, B. (2009). Pax Orbis. Complejidad y conflictividad de la paz. Universidad de Granada.

República de Colombia, Congreso Nacional de la República. (1997). Ley 387 del 18 de julio de 1997. Reglamentada parcialmente por los Decretos nacionales 951, 2562 y 2569 de 2001. Bogotá.

República de Colombia, Corte Constitucional. (2004). Sentencia T-025.

Page 163: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

De víctimas a sobrevivientes: implicaciones para la construcción de paces en Colombia

163VIRAJES

República de Colombia, Congreso Nacional de la República. (2011). Ley 1448 del 10 de junio de 2011. Bogotá.

República de Colombia, Corte Constitucional. (2012). Relatoría C-052-12.Robert Ch.N. (1979). La victimologie, victime des postulats criminologiques et sociologuiques. Rodríguez, A.L. (2007). Acción sin daño y reflexiones prácticas sobre la paz. Bogotá: Universidad

Nacional de Colombia. Tamayo, J. (2007). Tratado de responsabilidad civil. Tomo II. Bogotá: Editorial Legis.

Page 164: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar
Page 165: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

** ORCID: 0000-0003-2658-7770*** ORCID: 0000-0003-3980-1908

VIRAJESLAS GRANDES PRESAS EN EL RÍO YAQUI (SONORA, MÉXICO) Y SUS EFECTOS

SOCIO-AMBIENTALES

DORA ELVIA ENRÍQUEZ LICÓN* GUSTAVO LORENZANA DURÁN**

Recibido: 10 de diciembre de 2016 Aprobado: 21 de enero de 2017

Artículo de Investigación

CÓMO CITAR ESTE ARTÍCULO:Enriquez, D. & Durán, G. (2017). Las grandes presas en el río Yaqui (Sonora, México) y sus efectos socio-ambientales. Revista de Sociología y Antropología: VIRAJES, 19 (1), 165-188. DOI: 10.17151/rasv.2017.19.1.9

VIRAJES antropol.sociol. Vol. 19 No. 1, enero - junio 2017, págs. 165-188ISSN 0123-4471 (Impreso) ISSN 2462-9782 (En línea) DOI: 10.17151/rasv.2017.19.1.9

Page 166: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

Dora Elvia Enríquez Licón, Gustavo Lorenzana Durán

166 antropol.sociol. Vol. 19 No. 1, enero - junio 2017, págs. 165-188

ResumenObjetivo. Analizar los factores presentes en el proceso de construcción

de grandes presas sobre el río Yaqui entre 1934 y 1964. Metodología. Se revisó la historiografía más relevante sobre los usos y apropiación de tierra y agua en la región, analizándose varios cuerpos documentales de archivo y hemerografía en torno a la construcción de las presas, las posturas de los grupos sociales, las políticas públicas y el impacto al medio ambiente. Resultados. El presente trabajo expone el papel del Estado mexicano como constructor de las grandes presas de almacenamiento e impulsor de la agricultura bajo riego, generando con ello la creación de diversos paisajes y la contaminación por agroquímicos, entre otros efectos. Conclusión. En el valle del Yaqui, las modalidades en el uso y apropiación de los recursos tierra y agua, cuyo requisito fue la construcción de grandes presas, precipitaron intensas alteraciones en la naturaleza.

Palabras clave: Yaqui, La Angostura, El Novillo, Oviáchic, política agraria, impacto ambiental.

THE LARGEST DAMS IN THE YAQUI RIVER (SONORA, MEXICO) AND THEIR SOCIO-

ENVIRONMENTAL EFFECTS

AbstractObjective: To analyze the factors involved in the process of building

large dams on the Yaqui River between 1934 and 1964. Methodology: The most relevant historiography on the use and appropriation of land and water in the region was reviewed, analyzing documentary archival bodies and several newspapers and periodicals concerning the construction of the dams, the positions of social groups, public policies and environmental impact. Results: This paper presents the role of the Mexican State as a builder of large storage dams and promoter of irrigated agriculture, thereby generating the creation of diverse landscapes and contamination by agrochemicals, among other effects. Conclusion. The modalities in the use and appropriation of land and water resources, which required the construction of large dams, precipitated intense changes in the environment of the Yaqui Valley.

Key words: Yaqui, La Angostura, El Novillo, Oviachic, agricultural policy, environmental impact.

Page 167: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

Las grandes presas en el Río Yaqui (Sonora, México) y sus efectos socio-ambientales

167VIRAJES

Introducción

La cuenca del Yaqui en el noroeste mexicano tiene una extensión aproximada de 72.000 km2y comprende casi el 30% del territorio sonorense (mapa 1). Es una de las más

extensas de México y también la más represada. La vasta infraestructura hidráulica construida en esta área durante la primera mitad del siglo XX tuvo como propósito impulsar el desarrollo agrícola del valle del Yaqui, cuya superficie irrigada comprende actualmente 232.944 ha. Para la década de 1960, el del Yaqui era uno de los más grandes distritos de riego norteños y fue considerado “el granero de México” (Cerutti, 2015, p. 105). Su arribo a tan privilegiada situación fue posible debido a las cuantiosas inversiones federales y a la ejecución de enérgicas acciones para vencer de manera definitiva la resistencia de los indios yaquis, que reclamaban la propiedad del territorio irrigado por el río más caudaloso de Sonora.

Mapa 1. Cuenca del río Yaqui.

Fuente: Grupo de Ciencias de la Tierra y Sustentabilidad del Instituto Tecnológico de Sonora.http://hidrologia-ambiental.com/investigacion/proyectos/

Page 168: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

Dora Elvia Enríquez Licón, Gustavo Lorenzana Durán

168 antropol.sociol. Vol. 19 No. 1, enero - junio 2017, págs. 165-188

En el presente artículo analizamos el escenario histórico en que tuvo lugar el proceso antes mencionado; ponemos particular atención en describir el dilatado trecho temporal en que el fértil valle del Yaqui estuvo en manos de sus pobladores originarios. Enfatizamos también el rasgo predominante en la política agraria de Porfirio Díaz, a la que dieron continuidad los presidentes que gobernaron el país a partir de la Revolución de 1910, expresada mediante la construcción de tres grandes presas en el río Yaqui, obras que hicieron posible la expansión de la frontera agrícola y la emergencia compulsiva de una de las zonas más ricas del estado de Sonora (mapa 2).

Mapa 2. Estado de Sonora, México.

Fuente: cenapred.gob.mx

La agricultura de riego tiene la necesidad de acceder a las aguas de las corrientes superficiales aprovechables del entorno. Para ello, los dirigentes políticos y económicos se abocaron a construir obras hidráulicas, entre ellas, las presas. Éstas son “estructuras artificiales construidas sobre los ríos, cuyo objetivo es el de controlar el nivel del agua, regular su flujo o derivar sus caudales” (Sánchez y Eling, 2007, p. 107). Dos de las tres presas levantadas sobre el río Yaqui son para almacenamiento, la tercera se construyó fundamentalmente para la generación de energía eléctrica. En su construcción se utilizaron los materiales en boga en la época como el

México

Sonora

Page 169: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

Las grandes presas en el Río Yaqui (Sonora, México) y sus efectos socio-ambientales

169VIRAJES

acero y el concreto reforzado. Las tres tienen una cortina de arco con sus vertedores.

En el presente artículo tenemos además gran interés en enunciar las secuelas socioambientales que acompañaron al anterior proceso, tomando en consideración los postulados de la historia ambiental1, abocada a estudiar las condiciones de deterioro en el medio ambiente como resultado de los distintos modos en que la humanidad ha orientado su intervención en los ecosistemas para apropiarse de sus recursos, mediante formas definidas e implementadas social e históricamente. Desde la perspectiva de los estudios ambientales cambia la concepción sobre la naturaleza; no se le ve más como aquel ámbito estable en el que el hombre debía extender su imperio, doblegándola –según postuló Francis Bacon– y se le encara de manera distinta, como una realidad compleja y vulnerable “en constante conformación y reconstrucción a lo largo del tiempo” (Castro, 2013, p. 118).

Worster (2008) distingue tres niveles en que opera la historia ambiental; el primero tiene que ver con la “comprensión de la propia naturaleza, tal como ha estado organizada y ha funcionado en tiempos pasados” (p. 42); un segundo nivel se asocia al campo socioeconómico y su relación con el medio ambiente; finalmente está la dimensión cultural, definida por las concepciones sobre la naturaleza, la ética, leyes, mitos y otras estructuras de significados. Advertimos que nuestra exposición está lejos de abarcar la vasta complejidad de la historia ambiental, si aceptamos que ésta es una “historia de muchas voces, de la diversidad de intereses y perspectivas” de la sociedad con la naturaleza (Escobar, 2013, p. 33). Nuestra contribución es modesta, aspira a hacer visibles algunos elementos de cambio asociados a la construcción de grandes presas en una región mayoritariamente desértica, cambios que demandan investigaciones más profundas.

El valle del Yaqui y su río

Históricamente, el río Yaqui ha tenido una gran significación. A su vera florecieron diversas sociedades prehispanas al amparo de fértiles vegas y planicies aledañas inundadas cada año por los desbordamientos que dejaban las lluvias veraniegas, así como en el somontano alto y bajo, donde se desarrolló una notable infraestructura de riego. La agricultura se practicó en esta región tres mil años antes de que los conquistadores españoles hicieran su aparición (Quijada, 2004; Montané, 2004). En las

1 También llamada ecología política, ecología cultural, ecología histórica (Escobar, 2013, p. 14; Martínez Alier, 2014).

Page 170: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

Dora Elvia Enríquez Licón, Gustavo Lorenzana Durán

170 antropol.sociol. Vol. 19 No. 1, enero - junio 2017, págs. 165-188

diversas crónicas de exploradores, conquistadores, soldados y religiosos españoles quedó asentada desde el siglo XVI la imponente presencia del río. Hacia 1535 Alvar Núñez Cabeza de Vaca y sus acompañantes debieron esperar dos semanas para cruzar el Yaqui debido a “las muchas aguas que traía” (Montané, 2004, p. 99). Un par de años antes había llegado al río Diego de Guzmán, quien intentó tomar posesión de la tierra recién descubierta pero el jefe de los guerreros yaquis, según narran las crónicas, con la punta de su arco trazó una prolongada línea en la tierra, amenazando de muerte a los extranjeros si la cruzaban (Dabdoub, 1995, p. 21).

Posteriores intentos de someter a los indígenas del noroeste fracasaron, retardando la implantación del dominio español. Ante el nulo éxito de las armas, la corona española optó por una estrategia distinta, la conquista espiritual a cargo de misioneros jesuitas, quienes arribaron al Yaqui en 1615. Después de vencer militarmente al capitán de los soldados españoles, los yoeme2 aceptaron ser congregados en pueblos de misión bajo condición de que a su tierra no entrarían soldados. Los primeros misioneros conocieron bien el temple aguerrido de los yaquis; Andrés Pérez de Ribas se refiere a ellos como la nación más “populosa, belicosa y arrogante…” (Pérez, 1992, p. 283). Según su apreciación, el río “de hiaquis”, por su abundante caudal, era como el Guadalquivir de Andalucía; naciendo en las altas serranías, corría:

por llanadas, y entre algunas lomas, por espacio de treinta leguas, hasta desembarcarse en el braço de Californias. En las doze ultimas, a la mar, esta poblada la famosa Nacion de Hiaquis, que goza de muchos valles, alamedas, y tierras de sementeras, las quales cuando el rio trae sus avenidas y crecientes, que son ordinarias casi cada año, las dexa regadas, y humedecidas para poderse sembrar de verano, sin [que] tengã necesidad de lluvias para sazonarse y gozarse sus abundãtes frutos. De suerte, que antes que entren las aguas, [que] suelen començar a principio de Julio, ya hã alçado sus semillas los indios, y esta es su principal cosecha; no obstãte que por tiempo de aguas suelen algunos volver a sembrar […]. (Pérez, 1992, p. 284)

La alta productividad de las misiones yaquis permitió apoyar la evangelización en la Baja California y la fama de la fertilidad de sus suelos los hizo desde temprano muy codiciados; la presión se incrementó al ser expulsados los jesuitas en 1767 pero el reparto de tierras decretada en junio de 1769 por el visitador José de Gálvez fue de imposible cumplimiento en el Yaqui, aunque abrió el resquicio por donde se colaron las expectativas de

2 Término con que se nombran a sí mismos los yaquis.

Page 171: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

Las grandes presas en el Río Yaqui (Sonora, México) y sus efectos socio-ambientales

171VIRAJES

colonos no indígenas exigiendo su derecho a poseer tan fértiles territorios. La laxitud que siguió a la expulsión de los padres ignacianos permitió a los yaquis apuntalar su autonomía y reforzar los elementos de su organización social; afianzaron también su sentido de pertenencia sobre la tierra y el río, hasta hacerlo factor indeleble de su identidad cultural (Padilla Ramos, 2016).

Cuando en el México independiente cambiaron las circunstancias políticas, incrementó la coacción hacia los indígenas y sus tierras; el siglo XIX atestiguó innumerables rebeliones yaquis, que continuaron las primeras décadas de la siguiente centuria. La gran significación que el término progreso tuvo para las élites políticas nacionales y regionales durante este lapso, matizó su hacer y etiquetó como enemigos a quienes no comulgaran con sus postulados, como fue el caso de los yaquis. Para doblegarlos de una manera definitiva fue precisa una estrategia combinada: guerra de exterminio y deportación. Al quedar vacíos los pueblos yaquis durante los primeros años del siglo XX, el gobierno federal protegió a los colonos que habían adquirido terrenos fraccionados por empresas privadas (Padilla, 2015a).

Carlos Conant y posteriormente la Compañía Constructora Richardson fueron, entre 1890 y 1924, los artífices del moderno Valle del Yaqui; disfrutando del apoyo gubernamental fraccionaron el amplio territorio, construyeron canales, vendieron terrenos y proyectaron grandes presas para dominar las broncas y caudalosas aguas del río Yaqui. Sin duda avanzaron en su propósito, pero la Revolución de 1910 cambió de nuevo las circunstancias; los yaquis (de Yucatán y del Valle) vislumbraron la oportunidad de recuperar sus tierras y se sumaron a la revolución al lado de Álvaro Obregón; al ver incumplidas sus promesas, una vez más tomaron las armas y una vez más fueron combatidos militarmente.

El desenlace del secular conflicto por tierras y aguas en el Valle del Yaqui ocurrió durante el gobierno de Lázaro Cárdenas, que en 1937 restituyó a los indígenas 485 mil 235 ha, garantizando su derecho a utilizar las aguas del todavía indómito río, pues dispondrían del 50% de las aguas que almacenara la presa La Angostura, entonces en construcción (Lerma, 2014, pp. 255-56). Para entonces, sin embargo, estaba bien definida la política agraria de los gobiernos emanados de la revolución; la modernización agrícola ocupó un sitio privilegiado y perentorio.

Page 172: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

Dora Elvia Enríquez Licón, Gustavo Lorenzana Durán

172 antropol.sociol. Vol. 19 No. 1, enero - junio 2017, págs. 165-188

Políticas públicas

Se ha considerado que, en lo tocante al proyecto de modernización de la agricultura mexicana, no hubo grandes rupturas entre la última etapa del porfiriato y los gobiernos revolucionarios; en este lapso se orientó la política agraria al fortalecimiento de la agricultura de exportación. Es claro que los presidentes sonorenses Álvaro Obregón (1920-1924) y Plutarco Elías Calles (1924-1928) buscaron, más que repartir la tierra, fortalecer la pequeña propiedad; su “gran proyecto” consistió en mejorar las condiciones técnicas de la producción impulsando obras de irrigación, disponibilidad de crédito, organización de los productores, mejoramiento de semillas y adecuada comercialización (García Ugarte, 1995).

Al inicio de su gobierno, el presidente Obregón consideró que el acceso al agua por parte de los agricultores mexicanos era prioritario. En atención a tal primacía fue creada en marzo de 1921 la Dirección de Irrigación, cuyo objetivo fue construir obras de riego en diversos estados de la república mexicana. Así el Estado mexicano, además de ser el actor económico principal, pasaba a ser constructor de infraestructura hidráulica (Los Presidentes, 1966). La mencionada dirección desarrolló estudios en zonas susceptibles de ser irrigadas, tomó a su cargo varias obras y realizó análisis geológicos para el aprovechamiento de aguas subterráneas, perforando más de 20 pozos con éxito. Así mismo, elaboró la reglamentación para administrar el recurso hídrico, asunto toral pues la nueva normatividad iba a permitir en “lo sucesivo aprovechar racional y efectivamente las aguas de los ríos, lagos y, en general, las nacionales, mejor de lo que acontece en la actualidad y más equitativamente” (Ibíd., pp. 510 y 565).

De igual manera, Plutarco Elías Calles consideró que para solucionar el problema agrícola era preciso ampliar los sistemas de irrigación, pero además, incrementar la disponibilidad del crédito (García Ugarte, 1995). Durante su presidencia se creó la Dirección de Tierras, Colonización, Aguas e Irrigación, que sustituyó a la Dirección de Irrigación (Los presidentes, 1966, p. 686). Un paso significativo fue el nacimiento de la Comisión Nacional de Irrigación (CNI); el artículo 3 de la Ley sobre irrigación con aguas federales del 4 de enero de 1926 da cuenta de las tareas a su cargo, primordialmente proponer y construir obras de irrigación3. Asimismo, se aprobó el 10 de febrero del mismo año la Ley de Crédito Agrícola y en abril fue emitida la Ley de Colonización, mediante la cual se reglamentó el fraccionamiento de la propiedad privada con excepción de aquella que demostrara “una adecuada explotación agrícola” mediante modernas tecnologías (García Ugarte, 1995).

3 Diario Oficial de la Federación, 9 de enero de 1926, t. XXXIV, número 7, 99.

Page 173: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

Las grandes presas en el Río Yaqui (Sonora, México) y sus efectos socio-ambientales

173VIRAJES

El presidente Calles mostró su convencimiento de que la construcción de grandes presas sería uno de los pilares del crecimiento económico del país. Iniciaba así la modernización de la agricultura (Aboites, 1998) y se perfilaba la concentración de las tierras bajo riego en manos del Estado mexicano, tendencia que persistió durante el Maximato (1928-1935). En el gobierno de Emilio Portes Gil, la CNI recibió una buena inyección de fondos públicos con la encomienda de realizar diversos proyectos; destacó el gran interés de construir una presa de almacenamiento en la parte alta de la cuenca del río Yaqui (Los presidentes, 1966, p. 913).

El 6 de agosto de 1929 se aprobó la Ley de Aguas de Propiedad Nacional, así como su respectivo reglamento, emitido el 31 de enero de 1930. Un par de meses después, el nuevo presidente Pascual Ortiz Rubio dictó el decreto sobre adquisición de tierras en los sistemas de riego. Por su parte, el general Abelardo L. Rodríguez, en su carácter de presidente sustituto, encomendó a la Secretaría de Agricultura y Fomento una revisión de la Ley de Aguas para facilitar la acción del Estado en materia de energía hidráulica, considerada una de las bases en que se apoyaría “la estructura económica del futuro” (Ibíd., pp. 1066, 1193-4). Además de ratificar la preeminencia del Estado mexicano en materia de tierras y aguas, el presidente Rodríguez colocó el acento en el uso industrial del agua como fuente para generar energía eléctrica. El jefe del Ejecutivo federal expidió una nueva Ley de Aguas de Propiedad Nacional el 30 de agosto de 1934.

Al tomar protesta como presidente en noviembre de 1934, Lázaro Cárdenas afirmó que sus antecesores habían repartido tierras estériles, con nulos beneficios sociales y productivos; expresó que el trinomio de los recursos tierra, agua y grandes presas de almacenamiento constituía la ruta para mejorar las condiciones de vida de las “clases rurales” de México. Para concretar los estudios y los proyectos hidráulicos en marcha se ampliaron los fondos destinados a obras de irrigación; hacia 1936, los proyectos hidráulicos insignias de la CNI eran tres grandes presas: la del río Nazas en Durango, la del Yaqui en Sonora y la del río San Juan en Nuevo León (Ibíd., p. 54).

Los subsecuentes mandatarios, Manuel Ávila Camacho y Miguel Alemán Valdés, siguieron en la línea de considerar la agricultura como la más importante fuente de riqueza del país; el último de los mencionados subrayó que el bienestar de la Nación requería aumentar la producción agrícola y para lograrlo, era esencial acelerar la construcción de obras de riego, que atenuarían el impacto de las temporadas de sequía. Impulsó además una política de colonización mediante la cual “se abrirán nuevas tierras al cultivo en donde todos los mexicanos que lo deseen podrán contribuir con su esfuerzo, estimulado por el Estado, para aumentar la

Page 174: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

Dora Elvia Enríquez Licón, Gustavo Lorenzana Durán

174 antropol.sociol. Vol. 19 No. 1, enero - junio 2017, págs. 165-188

producción fincando sobre la tierra misma la grandeza de la República” (Ibíd., pp. 355-6). A partir del 1 de diciembre de 1946 las tareas anteriores quedaron bajo la responsabilidad de la Secretaría de Recursos Hidráulicos (SRH), que sustituyó a la CNI.

El presidente Adolfo Ruiz Cortines, por su parte, se comprometió a continuar las obras en curso para enfrentar la sequía que en ese tiempo se padecía y que según los reportes técnicos, se iba a prolongar. En su informe de 1954 expuso:

Cada día es más evidente nuestra urgente necesidad de obras hidráulicas. Los Gobiernos de la Revolución, desde 1926, dedican atención creciente a las obras de esta índole y venciendo innumerables obstáculos y proporcionando las mayores sumas del presupuesto, se ha logrado [incrementar] el promedio anual de hectáreas beneficiadas. (Ibíd., p. 558)

En 1957 se realizaron los estudios de los proyectos eléctricos de los ríos Yaqui (El Novillo) y Santiago, para satisfacer la demanda de energía del sector industrial y la población urbana en aumento. La utilización de la fuerza motriz del agua para generar energía eléctrica constituyó, también, uno de los pilares de la política hídrica del presidente Adolfo López Mateos, que colocó en primer plano a la CFE, institución responsable de ejecutar el Plan Nacional de Electrificación.

Las grandes presas en Sonora

El valle del Yaqui se vislumbró desde el siglo XIX como idóneo para albergar los ambiciosos proyectos federales de desarrollo agrícola, compartidos por los gobiernos estatales y agricultores. Habilitar amplias extensiones de tierra demandó grandes inversiones para controlar y administrar el recurso básico: el agua. Uno de los principales retos enfrentados fue el de contrarrestar las constantes e impredecibles crecientes del río Yaqui; sus copiosas avenidas provocaron numerosas inundaciones en el pasado. Iniciando el mes de enero de 1740, en plena insurrección, los yaquis presenciaron “la inundación más grande de la que jamás habían tenido noticia” según testimonio de un misionero jesuita, quien afirmó:

[…] con dificultad, se contará (de antes ni después) lo que, en esta ocasión, se vio: … llegar a juntarse las aguas de este río de Hyaqui con las del río Mayo, distantes entre sí quarenta leguas. De modo que todo este espacio de uno a otro río estuvo, por dos semanas y más,

Page 175: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

Las grandes presas en el Río Yaqui (Sonora, México) y sus efectos socio-ambientales

175VIRAJES

hecho un mar, continuado éste en otras muchas leguas, por las bandas contrarias de ambos ríos”. (Padilla Ramos, 2016, p. 7)

Una nueva inundación ocurrida el 16 de agosto de 1770 ocasionó “muchas muertes y desastres y acabó con casi todos los pueblos del río… desde el pueblo de Potam [su corriente] abandonó su curso para formar una nueva boca.” Setenta años después, en 1840, el río varió nuevamente su curso, abriendo nuevo cauce entre los pueblos de Potam y Rahum, dejó “en seco su curso antiguo con gran asombro de aquellos pueblos…” (Dabdoub, 1995, p. 107). En 1868 ocurrió otra gran catástrofe provocada por las avenidas del Yaqui, fue “la creciente grande” que también afectó el río Mayo. De ahí que domar tan impetuoso caudal fuera prioritario, así como contar con la infraestructura pertinente para aprovechar cabalmente el agua.

En 1890, el empresario Carlos Conant proyectó excavar “grandes depósitos para almacenar el agua de las épocas de mayor escurrimiento y aprovecharlas en las de escasez”; su empresa quebró en 1904, pues justamente una inundación destrozó las obras de canalización existentes y la maquinaria (Dabdoub, 1995, p 314; Okada, 2000, p. 92). Posteriormente, la Compañía Constructora Richardson, con mayor capacidad financiera y proyectos más ambiciosos, calculó que el agua transportada anualmente por el río era suficiente para regar 260.000 ha, “siempre que esta cantidad de agua la llevara el río continuamente, pero no es así, pues no lleva ninguna durante los meses de mayo y junio, y muy poca en febrero, marzo y abril.” El problema se aliviaría construyendo una serie de presas a lo largo del río, mediante las cuales se lograría el “regadío perenne” en el valle del Yaqui. La “gigantesca presa” proyectada inicialmente generaría asimismo electricidad para satisfacer la demanda energética de las empresas mineras del norte de Sonora (Dabdoub, 1995, pp. 314-5) 4.

1. Tales planes fueron interrumpidos por la Revolución; en 1923 una gran inundación destruyó las obras en proceso de la Richardson5, además de equipo y material de construcción. En enero de 1926 fue expedida la Ley sobre Irrigación de Aguas Federales en concordancia con el artículo 27 constitucional. Bajo el argumento de que la Richardson no había cumplido su compromiso de construir una presa de almacenamiento, el gobierno federal dio por terminado el contrato en noviembre de 1927; la empresa pasó a ser administrada

4 El magno proyecto de la Richardson no tenía precedente en América: “la zona de irrigación sería dos veces mayor que la del Imperial Valley de California, y la gran presa, mayor que la Roosevelt de Salt River, Arizona, y la Elephant Butte, Nuevo México, sobre el río Bravo” (Okada, 2000, pp. 106-107).5 Otra gran inundación, con grandes afectaciones en toda la región, había tenido lugar en 1914. (Okada, 2000, p. 136).

Page 176: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

Dora Elvia Enríquez Licón, Gustavo Lorenzana Durán

176 antropol.sociol. Vol. 19 No. 1, enero - junio 2017, págs. 165-188

por el Banco Nacional de Crédito Agrícola, mientras la CNI asumía el control sobre los futuros trabajos de irrigación en la zona, que en gran medida dieron continuidad a los estudios realizados por la compañía (Okada, 2000).

Apoyada por dos despachos de ingenieros norteamericanos y el Bureau of Reclamation en Estados Unidos, con una amplia experiencia por haber participado en la construcción de la presa Hoover en Nevada (Evans, 2006, pp. 57-8), la CNI comenzó los estudios para la edificación de una presa para el control de las avenidas en octubre de 1935, bajo la premisa de que dicha obra hidráulica estaría llamada a “convertirse en un emporio de riqueza y prosperidad para el estado de Sonora”6 pues permitiría habilitar 245 mil hectáreas a la agricultura intensiva en la margen izquierda del río Yaqui y 55 mil en la margen derecha. El sitio que resultó más conveniente fue el conocido como La Angostura, cercano al pueblo de Óputo (hoy Villa Hidalgo), cuyos pobladores se dedicaban a la agricultura aprovechando tierras ubicadas a ambos lados del Yaqui. El 31 de octubre de 1935 se convocó públicamente a compañías constructoras para realizar la obra7, pero la alta inversión demandada desalentó los empresarios privados; la obra fue emprendida por la CNI iniciando los trabajos en enero de 1936.

El embate inicial sobre el medio fue la apertura del camino del lugar llamado Tajo a La Angostura, abriéndose más de 50 k en la parte este de la Sierra Madre Occidental a 1200 msnm, que demandó el levantamiento de tres puentes, concluyendo los trabajos en julio de 1937. Fue inherente a tales obras la destrucción de la flora originaria y el desplazamiento o eliminación de especies animales. El campamento se instaló en unas lomas ubicadas a 255 metros de la margen derecha del río Bavispe, utilizándose para ello la madera de la zona aledaña, así como para realizar las actividades inherentes a la gran obra hidráulica, realizadas entre enero de 1937 y febrero de 1941.

El avance de los trabajos se dio a conocer en las páginas del diario hermosillense El Imparcial, que publicó el 1 de septiembre de 1940: “El más grande y sensacional paso del progreso de Sonora es incuestionablemente la construcción de la monumental presa Angostura… con la cual se irrigarán unas trescientas mil hectáreas de las mejores tierras de este estado”. Varios meses después, los funcionarios de la CNI afirmaron que obras de tal envergadura eran una muestra de la “intensa lucha contra los elementos opuestos por la naturaleza” 8. La Angostura comenzó a captar agua el 21 de julio de 1941, aunque el llenado de su embalse llevó varios años.

6 Archivo Histórico del Agua (en adelante AHA), Fondo: Consultivo Técnico, caja 342, expediente 2891.7 AHA, Fondo: Consultivo Técnico, caja 852, expediente 8014.8 El Imparcial, 13 de noviembre de 1940.

Page 177: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

Las grandes presas en el Río Yaqui (Sonora, México) y sus efectos socio-ambientales

177VIRAJES

Tenía apenas dos años operando cuando los técnicos de la CNI realizaron estudios aguas abajo con el propósito de localizar el sitio adecuado para construir una nueva presa reguladora. ¿Por qué una segunda gran obra hidráulica sobre el río Yaqui? El motivo fue la gran distancia entre La Angostura y las tierras bajo riego en el valle del Yaqui, estimada en 360 km9. El lugar elegido fue el estrecho formado por las colinas conocidas como Oviáchic y La Cantera, cercano al pueblo de Buenavista. En mayo de 1943, la CNI ratificó el sitio como el más propicio para la construcción de la presa reguladora, pues dicho lugar contaba con los recursos pétreos demandados por una obra de tal magnitud. Además, en la margen izquierda del río Yaqui el terreno cumplía con las condiciones apropiadas para la apertura de un canal principal. La nueva presa El Oviáchic reduciría el tiempo en que el recurso hídrico estaría disponible, pues la llegada del agua embalsada en La Angostura tardaba entre 5 y 7 días para llegar a la bocatoma del canal principal10; con la nueva presa, la distancia se redujo a sólo 12 kilómetros11. La colocación de la primera piedra que dio el banderazo a la construcción de la presa ocurrió el 16 de noviembre de 1946.

El 9 de enero del año siguiente la SRH –de reciente creación– publicó la convocatoria para construir la presa. La empresa ganadora fue Urbanizaciones, S. A.; el inicio de la construcción se programó para el 12 de julio de 1947 y su conclusión para el 12 de enero de 195212. El área del vaso abarcaba 15 mil hectáreas; la capacidad de almacenamiento se estimó en tres mil millones de metros cúbicos13. El costo proyectado (233 millones 500 mil pesos) sería financiado por el gobierno federal; la SRH manifestó que sería “una de las más importantes en la República mexicana tanto por las características de la obra como por la zona que beneficiará con el riego14.” La inversión estaba plenamente justificada por los trabajos a realizar pero también porque, al quedar habilitada, “las regiones del Yaqui y Mayo quedarán unidas formando así la unidad agrícola más grande de América”. La presa El Oviáchic fue inaugurada por el presidente Miguel Alemán Valdés el 15 de octubre de 1952.

Sin duda la construcción de las dos grandes presas sobre el río Yaqui, así como otras obras de infraestructura hidráulica impulsadas en la época y financiadas con recursos federales15, hicieron posible la “época de oro” de

9 AHA, Fondo: Consultivo Técnico, caja 342, expediente 2891. 10 El canal principal y las bocatomas fueron construidos por la Sonora, Sinaloa Irrigation Company de Carlos Conant Maldonado.11 El Imparcial, 16 de septiembre de 194612 AHA, Fondo: Consultivo Técnico, caja 342, expediente 2891.13 El Imparcial, 16 de septiembre de 1947.14 El Imparcial, 16 de septiembre de 1947.15 Entre 1936 y 1955 se construyeron las presas de almacenamiento La Angostura en el río Bavispe: 1942,

Page 178: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

Dora Elvia Enríquez Licón, Gustavo Lorenzana Durán

178 antropol.sociol. Vol. 19 No. 1, enero - junio 2017, págs. 165-188

la agricultura comercial en Sonora. No obstante, hacia la década de 1960 el modelo agroexportador llegó a su límite, entonces gobierno y empresarios promovieron un nuevo modelo de desarrollo basado en la industria, lo que hizo aflorar la necesidad de incrementar la disposición de energía eléctrica y tarifas más accesibles16. La CFE inició operaciones en Sonora hacia 1950, la generación dependía de plantas termoeléctricas ubicadas en Guaymas, Ciudad Obregón y Hermosillo, estimándose la producción en 57.000 kW. Para incrementar tal cifra se aprovecharon dos presas ya en operación para instalar plantas hidroeléctricas: El Oviáchic en el río Yaqui17 y El Mocúzari en el río Mayo18.

No obstante, esa energía era insuficiente para los planes de crecimiento industrial; fue preciso buscar nuevas alternativas. En 1956 se evaluó la posibilidad de establecer en el río Yaqui una tercera presa entre las dos anteriores, para generar energía eléctrica19. El proyecto fue aprobado por el presidente Adolfo Ruiz Cortines; en marzo de 1958 la prensa local dio a conocer que iniciaba la ejecución de la primera fase de la obra, informándose que su capacidad sería de 4.478 millones de metros cúbicos, se instalarían dos unidades de 45.000 kW cada una para ser unidas al sistema interconectado de las termoeléctricas de Guaymas y Ciudad Obregón, así como a las hidroeléctricas del Oviachic, Mocúzari y la del Fuerte, en construcción para esa fecha20.

El proyecto tuvo continuidad con el presidente Adolfo López Mateos quien, como candidato, hizo alusión a la gran demanda de energía eléctrica ocasionada por el desarrollo agrícola, ofreciendo que impulsaría de inmediato la ampliación de la termoeléctrica de Guaymas y la ejecución de El Novillo21. Tales acciones armonizaban con su Plan Nacional de Electrificación, en cuyo avance fue fundamental el concurso de la CFE. Así, entre 1958 y 1964 se ejecutó en la parte media del emblemático río Yaqui la construcción de la presa y planta hidroeléctrica El Novillo por la CFE, que hizo posible la integración de un sistema regional conectado al sistema eléctrico nacional. El Sistema Sonora-Sinaloa –como se le conoció–

Oviáchic en el Yaqui: 1952, Mocúzari en el Mayo: 1951, Abelardo L. Rodríguez en Hermosillo: 1948 y Cuauhtémoc sobre el río Altar: 1950. Así mismo, se abrieron 1300 pozos que, en conjunto, permitieron irrigar 335 mil has. por gravedad y 170 mil por bombeo en los valles del Mayo, Yaqui, Hermosillo y la región de Altar (Cárdenas, 2008, p. 184).16 El Imparcial, 26 de noviembre de 1958.17 El Imparcial, 7 de abril de 1958.18 Declaración del Sr. José G. Gutiérrez, presidente de Canacintra en Sonora. El Imparcial, 7 de abril de 1958. Ver también Cárdenas (2008, 184).19 Memorándum núm. 11.0548, 28 de junio de 1956. Archivo Histórico del Agua (AHA) Fondo Docu-mental Aguas Nacionales. Caja 3890. Expediente 62776. Legajo 1. 20 El Imparcial, 12 de marzo de 1958.21 Discurso pronunciado por Adolfo López Mateos. La Opinión, 21 de abril de 1958.

Page 179: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

Las grandes presas en el Río Yaqui (Sonora, México) y sus efectos socio-ambientales

179VIRAJES

fue considerado uno de los más importantes de la República. Sus líneas de transmisión se extendieron desde Hermosillo hasta Culiacán, con una longitud aproximada de 650 km22.

Además de la apertura de caminos y establecimiento de los campamentos23, al despuntar agosto de 1962 iniciaron “los primeros colados en el desplante de la cortina, así como en la obra de toma y el vertedor24.” Para enero del siguiente año estaban ya concluidos los caminos y muy avanzada la ejecución de la cortina, el vertedor, las obras de toma y la casa de máquinas25. Para junio de 1964 se habían instalado las “poderosas turbinas japonesas26”. En octubre la hidroeléctrica se sometió a prueba y resultó exitosa, el 12 de noviembre de 1964 “la gigantesca hidroeléctrica” fue inaugurada por el presidente Adolfo López Mateos27; se trataba de la presa más alta de su tipo en América Latina y la primera que se construyó en el país de tipo arco-cúpula28.

El inicio de operaciones de El Novillo permitió acrecentar la generación de energía eléctrica; la disponibilidad en 1950 era de 57 kW, en 1964 pasó a 266 KV29, flujo que se destinó al servicio privado, agrícola e industrial en las áreas más dinámicas del Estado (Hermosillo, Cd. Obregón, Guaymas, Navojoa) y permitió incrementar la superficie agrícola irrigada mediante la perforación de pozos.

22 Oficio 331.8431 del 9 de marzo de 1961. Archivo Histórico del Agua (AHA). Fondo Documental de Aguas Nacionales. Caja 737. Expediente 8673. Legajo 01.23 Oficio 331.8431 del 9 de marzo de 1961. AHA. Fondo Documental de Aguas Nacionales. Caja 737. Expediente 8673. Legajo 01.24 Informe sobre la visita efectuada a las obras de la Presa del Novillo, fechado en Hermosillo el 3 de agosto de 1962 por el Gerente General de la zona Sur, Ing. Juan Muñoz Ramírez. AHA. Caja 737. Expe-diente 8673. Legajo 01.25 El Imparcial, 15 de enero de 1963.26 El Imparcial, 4 de junio de 1964.27 El Imparcial, 12 de noviembre de 1964 28 El Imparcial, 12 de noviembre de 196429 Cárdenas, 2008, pp. 184-5; El Imparcial, 12 de noviembre de 1964.

Page 180: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

Dora Elvia Enríquez Licón, Gustavo Lorenzana Durán

180 antropol.sociol. Vol. 19 No. 1, enero - junio 2017, págs. 165-188

Tabla 1. Información técnica de grandes presas. Río Yaqui.

PRESA ConstrucciónAltura cortina

mts.

Áreasubcuenca

km2

Área deEmbalseHectá-

reas

NAME hm3

NAMO hm3

Volumen muerto

hm3

Lázaro Cárdenas (Angostura)

1937-1941 91.75 19,292 3,800 1,116.5 703.4 0.0

Álvaro Obregón (Oviáchic)

1947-1952 90 11,792 20,500 4,409.4 3,023.1 55.0

Plutarco Elías Calles(Novillo)

1958- 1964 133.80 40,368 10,241 3,512.0 2,833.1 602.6

71,452 34,541

Fuente: Comisión Nacional del Agua.

NAMO: Nivel de aguas máximas ordinarias. Coincide con el punto más alto del vertedor.NAME: Nivel de aguas máximas extraordinarias, es el nivel más alto que debe alcanzar el agua en el vaso bajo cualquier condición.VOLUMEN MUERTO: es el que queda abajo del nivel de aguas mínimas de operación (NAMINO) y es un volumen del que no se puede disponer.

El Novillo cerró el ciclo de construcción de grandes presas en el río Yaqui30 que, en conjunto y en un lapso relativamente corto –tres décadas– modificaron significativamente no sólo el entorno económico, sino también las condiciones históricas de desarrollo social y, ante todo, transformaron los ecosistemas en la cuenca del Yaqui. Antes de la construcción de las presas, las crecientes del río bañaban dos veces por año su llanura deltaica, que inicia en Cócorit; en el delta los yaquis aprovechaban pesca y caza, sus tierras eran fértiles y productivas; la última creciente ocurrió en 1949, cuando el río aún ‘espumeaba’ (Padilla, 2015). Actualmente los escurrimientos del río finalizan en la presa El Oviáchic.

Impactos socio-ambientales

La construcción de las grandes presas en el río Yaqui se inscribe en un proceso más amplio, ocurrido mundialmente e iniciado en el periodo de entreguerras, aunque tomó gran fuerza en los años de 1950 y 1960 (Barakat &

30 CONAGUA registra 52 grandes presas en el país; El Oviáchic está en el sitio 10 en orden de importan-cia, El Novillo en el 11 y La Angostura en el lugar 30. (Estadísticas, 2008).

Page 181: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

Las grandes presas en el Río Yaqui (Sonora, México) y sus efectos socio-ambientales

181VIRAJES

Arrojo, 2001). Según el Programa de Desarrollo de las Naciones Unidas31, el 60% de los cauces fluviales han sido “gravemente afectados”. El impacto se extiende a cada uno de los ecosistemas asociados a los ríos (cauces, riberas, deltas, estuarios, humedales y acuíferos). Es muy reciente la preocupación por el deterioro ambiental generado por las grandes presas, algunos de cuyos efectos son ya irreversibles. Los impactos negativos que la construcción de una gran presa trae consigo son de gran calado; le acompañan afectaciones en flora y fauna asociadas a la cuenca, desplazamiento forzado de gente, sedimentación, pérdida de fertilidad en las tierras cultivables, calidad del agua e incremento en la sismicidad. El levantamiento de grandes presas en el río Yaqui ha ocasionado transformaciones de alto costo social y ambiental que, como en otras partes del país y el mundo, no fueron visualizados al planificar y ejecutar las obras de construcción (Flores, 2001).

Por lo que se refiere a desplazamientos forzados, el impacto fue diferente para cada una de las presas. La Angostura fue construida en la sierra alta al este de Sonora, área fronteriza poco poblada; el sitio cercano más importante es Nacozari, centro minero productor de cobre. A la vera del río Bavispe (afluente del Yaqui y alimentador de La Angostura) se ubican numerosos pueblos (como Huachinera, Bacerac y Bavispe) presumiblemente poco afectados; aguas abajo del reservorio los efectos fueron severos y duraderos en los pueblos de Óputo, Huásabas y Granados. El embalse inundó el Valle de Teras y su centro poblacional Casa de Teras, ejido comunal en manos de 59 familias. De acuerdo con Evans (2006, pp. 64-65), la CNI en 1940 quemó las casas de los ejidatarios, pagó a los residentes 46.200 pesos y les ofreció trasladarse al valle del Yaqui, sitio en el que la misma comisión había adquirido tres mil hectáreas para que refundaran el ejido. Además, numerosos ejidatarios y pequeños agricultores de Óputo, Granados y Huásabas enfrentaron las consecuencias por el cambio de dirección de la corriente del río, inclusive la interrupción del flujo de agua mientras se llenaba el embalse; por primera vez veían el río seco y debieron suspender las actividades agrícolas.

Por otra parte, el embalse de la presa El Oviáchic inundó el antiguo pueblo de Buenavista, fundado como misión jesuita en 1619 aunque, al ubicarse en la frontera étnica entre yaquis y pimas bajos, cambió su condición a resguardo militar; en 1765 fue establecido allí el presidio San Carlos de Buenavista, para 1820 tenía el rango de villa y, con Cumuripa, era

31 Informe World Resources 2000-2001: People and Ecosystems: The Fraying Web of Life, publicado por el Programa de Desarrollo de las Naciones Unidas (UNDP), el Programa de Medio Ambiente de las Naciones Unidas (PMANU, UNEP), el Banco Mundial y el Instituto de los Recursos del Mundo (WRI), citado por Barakat y Arrojo (2001). Disponible en http://www.wri.org/sites/default/files/pdf/world_re-sources_2000-2001_people_and_ecosystems.pdf

Page 182: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

Dora Elvia Enríquez Licón, Gustavo Lorenzana Durán

182 antropol.sociol. Vol. 19 No. 1, enero - junio 2017, págs. 165-188

de los poblados no indígenas más importantes de la zona. Su importancia decreció a principios del siglo XX, al impulsarse las obras de colonización de la Compañía Constructora Richardson y poblarse el sitio que llegaría a ser Ciudad Obregón. Para cuando se construyó la presa El Oviáchic, los pobladores de San Carlos de Buenavista se trasladaron a un nuevo sitio a pocos kilómetros de la presa32.

El desplazamiento de gente más importante fue provocado por la construcción de El Novillo; tres antiguos pueblos (fundados por jesuitas entre 1622 y 1629) se ‘ahogaron’ bajo el embalse. Al igual que con la construcción de las dos grandes presas anteriores sobre el río Yaqui, tampoco a los habitantes de Batuc, Tepupa, Suaqui y San Pedro de la Cueva se les pidió opinión sobre la ejecución de tan magna obra; no obstante, preocupados por su incierto destino, los vecinos (alrededor de 6.000) levantaron su voz para que sus propuestas fueran escuchadas; solicitaron en primer término al presidente de la república la reubicación de la presa, el 2 enero de 1959 (Enríquez, 1989, p. 242) al no conseguirlo, constituyeron comités pro-defensa en cada uno de los pueblos, y demandaron en agosto de 1959 al gobernador del estado, que se previeran las estrategias para darles apoyo y pudieran enfrentar “un radical cambio de vida” 33.

Los sitios que eligieron para ser reubicados eran aquellos que podían garantizar la continuidad de su forma de vida “como pueblo”: valles de Guaymas, Yaqui, Mayo o en el río Sonora (Enríquez et al., 2015). Al advertir que sus propuestas eran consideradas ‘irrealizables’ por la CFE, plantearon al gobernador de Sonora el 9 de abril de 1962:

[…] los habitantes de los pueblos […] están pasando por una etapa crucial de su existencia; están viviendo momentos de angustia e incertidumbre [solicitan tome] muy en cuenta [a] estas gentes que serán sacrificadas en aras del progreso […] al tener que abandonar obligadas por las circunstancias, sus viejos lares, tradiciones y costumbres para ser trasladados a un medio extraño, quizá hostil al principio, sacrificio que muchos en su ignorancia no encuentran justificado, pero consideran que al tener involuntariamente que abandonar su terruño les asiste mucho derecho para aspirar a un mejoramiento de vida en justa retribución […]34

32 “Algo de historia” 4 de abril de 2005. http://oviachic.blogia.com/2005/040403-algo-de-historia.php33 El Imparcial, 22 de agosto de 1959.34 Oficio del 9 de abril de 1962 enviado por el Comité Directivo de los pueblos al gobernador Luis Enci-nas. AGES Expediente citado.

Page 183: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

Las grandes presas en el Río Yaqui (Sonora, México) y sus efectos socio-ambientales

183VIRAJES

En septiembre de 1962 el gobierno del estado de Sonora propuso a los vecinos un plan:35 podrían elegir entre recibir dotación de tierras en el distrito de riego del río Mayo o ser indemnizados por sus propiedades; adicionalmente, se facilitaría a los interesados su alistamiento en el Programa de Braceros, cuyo centro de contratación estaba en Empalme, además de gestionar con el gobierno federal que la presa se poblara con “la especie más apropiada de peces, para beneficio de los moradores de la región.” El plan mostró su eficacia para organizar el desalojo de los pueblos, pero muchos de los supuestos beneficios que tendrían los expulsados no llegaron a concretarse. Para los transterrados vendrían años muy difíciles; los más reacios a abandonar su terruño fundaron pueblos nuevos a poca distancia de los antiguos, otros emigraron a las ciudades costeras, principalmente Hermosillo; grupos numerosos salieron con rumbo a Estados Unidos en calidad de braceros; los menos numerosos aceptaron establecerse en la región del Mayo. El deceso oficial de los pueblos lo dictó la ley número 87, publicada el 24 de junio de 1964.

Además de violentar las condiciones de vida de importantes asentamientos humanos, el represamiento del río Yaqui ha tenido notable incidencia en el proceso de renovación de agua dulce, en el que las presas constituyen uno de los principales factores. La disponibilidad de agua dulce depende de la “integridad ecológica de los ecosistemas dulceacuícolas” que son, paradójicamente, los más perjudicados por la acción humana, por lo que contribuyen a la escasez del agua (Martínez, Búrquez y Calmus, 2012, p. 291). Otro cambio medioambiental ocasionado por el llenado de embalses es la inundación de bosques y matorrales, así como el desplazamiento de la fauna local; en el caso de las tres presas sonorenses el área inundada asciende a 28,265 ha. Búrquez y Martínez-Yrízar (1997) registran que en los deltas de los ríos Yaqui y Mayo desaparecieron más de un millón de hectáreas de mezquite y bosques ribereños de sauce y zarzales cuando entraron en operación las grandes las presas. Un vecino de Buenavista narró cómo, para construir la presa el Oviáchic, la constructora:

[…] hirió los montes. En cuatro meses unas cinco mil personas nos quitaron la pequeña historia del pueblo, del río y de nuestros brazos. El espantadero de animales hacia otras madrigueras apenas si lo vimos, las alamedas fueron aserradas y los mezquitales hechos carbón. (Murrieta S.A, pp. 200-201)

35 “Plan de solución al problema de la inundación de los pueblos de Suaqui, Tepupa y Batuc por las aguas de la presa del Novillo” 26 de septiembre de 1962. Archivo General del Estado de Sonora (AGES) Expediente 412.6”58”/3.

Page 184: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

Dora Elvia Enríquez Licón, Gustavo Lorenzana Durán

184 antropol.sociol. Vol. 19 No. 1, enero - junio 2017, págs. 165-188

La inundación de bosques y el gradual proceso de degradación del suelo en las cuencas de los ríos, han dado como resultado “la disminución de la capacidad de recarga, tanto de las aguas superficiales como de las subterráneas” a la vez que se ha incrementado la erosión de la tierra aun en zonas protegidas, como la Reserva Forestal y Refugio de la Flora y Fauna Ajos-Bavispe, lugar en que nace el río Sonora (Análisis, 2005).

El cambio más significativo derivado de la construcción de una presa es la conversión del régimen hidrológico e hidráulico que, en su condición natural, se caracteriza “por una velocidad significante, el mezclado y turbulencia el agua, sedimentos suspendidos y arrastrados y una alta tasa de aireación” mientras en el embalse se convierte en un régimen lacustre, con las características opuestas; aguas abajo de la presa ocurre un cambio en el flujo de la corriente, que lleva aparejados cambios morfológicos, físicos y químicos con alto impacto en los ecosistemas conectados al río (Flores, 2001, p. 145; Cotler, 2010, p. 126).

Un problema con efectos múltiples y severos lo constituye, sin duda, la retención de sedimentos en las presas, cuyas secuelas son la pérdida de capacidad de almacenamiento, degradación del lecho del río y decrecimiento en los niveles de agua; alteraciones en los sistemas ecológicos locales y aguas abajo del embalse-pues el bajo contenido de sedimentos reduce la productividad agrícola en las tierras- y alteraciones en las playas, que dejan de alimentarse de las arenas trasladadas por los ríos (Flores, 2010).

En su perspectiva optimista, los funcionarios gubernamentales y empresarios agrícolas que promovieron el triple represamiento en el río Yaqui, previeron que además de la ampliación de la frontera agrícola, se elevaría la productividad de las tierras hasta entonces naturalmente fértiles. Desafortunadamente no fue así; aun antes de que entrara en operación la presa El Novillo, el valle del Yaqui mostraba ya niveles alarmantes de alcalinidad e incremento en la salinidad, condiciones que llevaron a la necesidad de recurrir a fertilizantes químicos, plaguicidas y herbicidas, que han contaminado aun el agua potable, ocasionando graves problemas de salud, sobre todo en los niños yaquis (leucemia, cáncer).

Según señala la Comisión Estatal del Agua, los más relevantes problemas de contaminación en Sonora se localizan en los cauces de los ríos y en zonas de riego con aguas superficiales, cuyos drenes, además, “son receptores de descargas de centros de población, industrias, actividades pecuarias y las aguas de retorno agrícola”36. En el valle del Yaqui están contaminadas las aguas de riego como resultado de las prácticas agrícolas

36 El distrito de riego del valle del Yaqui cuenta con 18 drenes principales, 234 secundarios y 1007 tercia-rios; todos descargan al mar “un volumen promedio anual de 521 millones de m3 de aguas residuales sin tratamiento previo.” (Arreola, 1995, p. 34).

Page 185: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

Las grandes presas en el Río Yaqui (Sonora, México) y sus efectos socio-ambientales

185VIRAJES

y el uso de agroquímicos; los excedentes contaminados son descargados en el mar, sumándose a los acumulados en los centros de camaronicultura y ostricultura (Luna, 2007; Análisis, 2005)37.

En su descripción sobre las regiones hidrológicas prioritarias, la CONABIO registra un importante proceso de desertificación en la región río Yaqui – cañada de Basaseachic. A la contaminación por el uso de agroquímicos, añade los desechos mineros en la parte alta de la cuenca y los graves efectos del sobrepastoreo, la alteración del patrón hidrológico, la alteración de la calidad del agua en la planicie costera, la intrusión salina, la erosión de la cuenca, el azolvamiento de las costas y la erosión en la costa debido a las presas.

En 1964, al inaugurarse la presa El Novillo, se vaticinó que mediante el recurso de “modernas técnicas [sería] factible que en el futuro el mar [perdiera] totalmente las aportaciones del río Yaqui” 38. Esto, lamentablemente ocurrió tres décadas después; si bien el caudal disminuyó desde 1952 debido a la entrada en operaciones de La Angostura, fue hacia 1992 que el río dejó de fluir por territorio yaqui, justo cuando se construyó el acueducto Guaymas-Empalme39, que también ha exacerbado la afectación y contaminación en el delta del Yaqui, donde debía desembocar en el golfo de California.

Para concluir

Hemos procurado describir los diversos factores interactuantes en el escenario histórico en que tuvo lugar el triple represamiento del río Yaqui, así como la alteración ecológica que le ha acompañado. Las amplias expectativas subsumidas en el proyecto hidráulico impulsado por los gobiernos federal y estatal –apoyado por los empresarios agrícolas– en la primera mitad del siglo XX, se lograron en parte: la frontera agrícola se expandió, la agricultura se modernizó y el aprovechamiento del recurso hídrico generó, sin duda, grandes riquezas, aunque se repartieron de manera desigual; no obstante, el costo de tan espectaculares logros ha sido alto en lo que se refiere al impacto socioambiental.

37 Uno de los sitios afectados en la costa es el manglar Estero Los Lobos (ubicado en Las Guásimas), con una superficie de 5,737 has., relevante para el ciclo biológico de especies marinas y por su función como corredor biológico para algunas especies de aves. Su deterioro tiene impacto, entre otras cosas, en los volúmenes de pesca, dado que en el Golfo de California, éstos se relacionan con el buen estado de los manglares (Acosta-Velázquez & Vázquez-Lule, 2009). 38 El Imparcial, 12 de noviembre de 1964. En la parte baja de la cuenca del río Yaqui, “sólo existe el anti-guo cauce del río, con presencia escasa de agua, en época de lluvias, y algo de flujo base que se alcanza a observar en el tramo entre la presa derivadora Chiculi y el poblado de Chumampaco (unos seis kilóme-tros). De ahí hasta el litoral costero se tienen unos 15 km de cauce seco.” (Luna, 2007, p. 124).39 Su objetivo es abastecer de agua potable al puerto de Guaymas y la zona turística de San Carlos; el acueducto tiene una longitud de 120 km.

Page 186: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

Dora Elvia Enríquez Licón, Gustavo Lorenzana Durán

186 antropol.sociol. Vol. 19 No. 1, enero - junio 2017, págs. 165-188

Si bien el control y administración del caudal del río Yaqui permitió el incremento en el número de hectáreas irrigadas en el valle, así como un alza notable en la productividad, los sistemas de canalización y riego han tenido alta incidencia en la pérdida de fertilidad de la tierra, así como en el abatimiento de acuíferos y la intrusión salina. La interrupción del caudal, por otro lado, dejó sediento el territorio de los yaquis que, teniendo legalmente derecho al agua, carecen de ella o, cuando pueden disponer del recurso, está contaminado por agroquímicos. De igual manera se han afectado manglares y humedales en la costa, con secuelas en la flora y la fauna marina costera, así como en la biodiversidad a lo largo del menguado cauce del río.

Es de esperarse que tales impactos se magnifiquen pues existen nuevas presiones sobre las aguas de la cuenca del río Yaqui. La más reciente es el tendido del acueducto Independencia40, un canal entubado de 120 km que traslada el recurso hídrico desde la presa El Novillo a la ciudad de Hermosillo, promovido por sectores empresariales del ramo inmobiliario, de la construcción, comercial e industrial de la capital del estado, con la oposición de los empresarios agrícolas del valle del Yaqui, sectores productivos del municipio de Cajeme e indígenas yaquis. Este conflicto por el agua expresa una nueva tendencia: redistribución del agua en beneficio de las ciudades y afectación a las áreas agrícolas, rurales e indígenas; se incrementa asimismo el impacto negativo en el medio ambiente (Moreno, 2015).

El Acueducto Independencia es expresión de un severo problema en Sonora, la escasez de agua. Los opositores a dicha obra argumentan que no es viable enviar agua del río Yaqui a Hermosillo “pues aún no está resuelto el abastecimiento de agua en el valle del Yaqui”41. Para remediar tal situación, han buscado recuperar un viejo proyecto, el Plan Hidráulico del Noroeste (PLHINO), mediante el cual se aprovecharían “los grandes volúmenes de agua que se tiran al mar entre Mazatlán y Nayarit”, mismos que se transportarían al norte de Sinaloa y sur de Sonora con el propósito de extender la frontera agrícola y dar solución a la escasez de agua en las grandes ciudades de Nayarit, Sinaloa y Sonora42.

Estamos, pues, ante nuevos embates hacia el entorno medioambiental y nuevos retos para la acción social.

40 Ver Informe de los impactos provocados por la implementación del acueducto Independencia a cargo del Gobierno del Estado de Sonora. (2013) México. UNAM-FCPYS. https://observacionconsultayaqui.files.wordpress.com/2013/12/informe-yaquis.pdf41 “Rechaza acueducto comité Pro PLHINO”. En Infocajeme. 15 de enero de 2010. http://www.infocaje-me.com/general/2010/01/acueducto-no-plhino-si/42 “Dan fracciones parlamentarias del Congreso apoyo al PLHINO”. Dossier Político. 1º de noviembre de 2007. http://www.dossierpolitico.com/vernoticiasanteriores.php?artid=27885&relacion=dossierpolitico

Page 187: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

Las grandes presas en el Río Yaqui (Sonora, México) y sus efectos socio-ambientales

187VIRAJES

Fuentes

ArchivosArchivo Histórico del Agua (AHA)Archivo General del Estado de Sonora (AGES)HemerografíaDiario Oficial de la FederaciónPeriódico El Imparcial. Hermosillo Sonora.Periódico El Pueblo. Hermosillo Sonora.

Referencias bibliográficas

Aboites Aguilar, L. (1998). El agua de la nación. Una historia política de México (1888-1946) México: CIESAS.

Acosta-Velázquez, J. y Vázquez-Lule A.D. (2009). Caracterización del sitio de manglar Estero Los Lobos. Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (CONABIO).

Autor. Análisis sobre el uso y manejo de los recursos hidráulicos en el estado fronterizo de Sonora. (2005). Gobierno del Estado. Comisión Estatal del Agua.

Arreola Lizárraga, J.A. (1995). Diagnosis ecológica de Bahía de Lobos, Sonora, México (Tesis Maestría). IPN-CICIMAR. La Paz B.C.S.

Barakat, M. y Arrojo Agudo, P. (2001). Impacto ambiental de las grandes presas en cursos bajos, deltas y plataformas litorales: el caso de Aswán. II Congreso Ibérico sobre Planificación y Gestión de Aguas. Zaragoza. Recuperado de

http://ocw.atica.um.es/ciencias/ecologia/lectura-obligatoria-1/arrojo-atwi.pdfBúrquez, A. and Martínez-Yrízar, A. (1997). Conservation and landscape transformation in

Sonora, México. Journal of the Southwest, 39(3/4), Dry Borders: Binational Sonoran Desert Reserves Autumn - Winter, pp. 371-398.

Cárdenas García, N. (2008). Agricultura comercial, industria y estructura ocupacional en Sonora (1900-1960). Región y Sociedad XX(41). pp. 175-197.

Castro, H. (2013). La cuestión ambiental en geografía histórica e historia ambiental: tradición, renovación y diálogos. Revista de Geografía Norte Grande, 54: 109-128.

Cerutti, M. (2015). La agriculturización del desierto. Estado, riego y agricultura en el norte de México (1925-1970). Apuntes, XLII(77). pp. 91-127. Centro de Investigación de la Universidad del Pacífico.

Cotler, H. y González, D.I. (2010). Sedimentación potencial de presas. En: H. Cotler Ávalos (Coord.), Las Cuencas Hidrográficas de México, (pp. 124-127). Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Instituto Nacional de Ecología Fundación Gonzalo Río Arronte,

Dabdoub, C. (1995). El Valle del Yaqui. Hermosillo, Gobierno del Estado de Sonora: Editor José Rómulo Félix Gastélum.

Enríquez Licón, D.E. (1989). Batuc, Tepupa y Suaqui: de la tauna a la hidroeléctrica En: Memoria del XIII Simposio de Historia y Antropología de Sonora. Hermosillo: Universidad de Sonora.

Enríquez Licón, D.E., Romero Gil, J.M., Lorenzana Durán G. y Cruz Loustanau, Tesia. (2015). La hidroeléctrica Plutarco Elías Calles (El Novillo, Sonora) y el Plan Nacional de Electrificacion. En: III Simposio Internacional Historia de la electrificación. Ciudad de México.

Escobar Ohmstede, A. (Com.). (2013). La ecología política, la ecología cultural y la historia ambiental a través de Relaciones. Estudios de Historia y Sociedad. México. El Colegio de Michoacán. Fideicomiso Felipe Teixidor.

Page 188: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

Dora Elvia Enríquez Licón, Gustavo Lorenzana Durán

188 antropol.sociol. Vol. 19 No. 1, enero - junio 2017, págs. 165-188

Evans, S. (2006). La angustia de La Angostura: consecuencias socioambientales por la construcción de presas en Sonora. Signos Históricos, 16, 46-78.

Flores Cervantes, J.H. (2001). Impactos ambientales de presas y bordos (Tesis). Facultad de Ingeniería. UNAM.

García Ugarte, M. (1995). La propuesta agraria de Venustiano Carranza y los sonorenses (1919-1929). En: Estudios. Filosofía-historia-letras. ITAM. Verano. Recuperado de http://biblioteca.itam.mx/estudios/estudio/letras41/texto3/sec_1.html

Lerma Rodríguez, E. (2014). Notas para el análisis de la resistencia yaqui en contra del Acueducto Independencia. Sociológica, año 29 (82), 255-271.

Los Presidentes de México ante la Nación 1821-1966. (1966). México: Imprenta de la Cámara de Diputados, tomos III y IV.

Luna Escalante, G. (2007). Derechos, usos y gestión del agua en el territorio Yaqui (Tesina). Especialidad en Gestión Integrada de Cuencas Hidrológicas. El Colegio de Sonora. Hermosillo.

Martínez Alier, J. (2014). Entre la Economía Ecológica y la Ecología Política. Noviembre. www.sinpermiso.info

Martínez Yrizar, A., Búrquez, A. y Calmus, T. (2012). Disyuntivas: impactos ambientales asociados a la construcción de presas. Región y Sociedad, Núm. Esp. 3.

Montané Martí, J.C. (2004). Agua y agricultura en la Sonora colonial. En: El agua y la agricultura en la historia de Sonora. Hermosillo. Sociedad Sonorense de Historia, Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo.

Moreno Vázquez, J.L. (2015). Despojo de agua en la cuenca del río Yaqui. Hermosillo: El Colegio de Sonora.

Murrieta, M. (s.f.). Por el milagro de aferrarse. Tierra y vecindad en el valle del Yaqui. Hermosillo, El Colegio de Sonora-Instituto Tecnológico de Sonora-Instituto Sonorense de Cultura.

Okada, A. (2000). El impacto de la Revolución Mexicana la Compañía Constructora Richardson en el Valle del Yaqui (1905-1928). Historia Mexicana, L (1).

Padilla Ramos, R. (2016). El río en la vida de los yaquis. Diario de Campo. INAH Sonora.Padilla Calderón, E. (2015a). El valle de los yaquis y la colonización ‘oficial’ en un contexto

de guerra, 1880-1900. En: J.M. Medina B. y E. Padilla (Coord). Violencia interétnica en la frontera norte novohispana y mexicana. Siglos XVII-XIX. Hermosillo: El Colegio de Sonora, El Colegio de Michoacán.

Padilla Calderón, E. (2015b) Naturaleza y cambio social. Un acercamiento a través de la exploración de las crecientes del Yaqui. En: XL Simposio de Historia y Antropología, Historia Ambiental. Universidad de Sonora.

Pérez de Ribas, A. (1992). Historia de los triumphos de nuestra santa fee entre gentes las mas barbaras, y fieras del nuevo Orbe. Año 1945. México. Editorial Siglo XXI. (Estudio introductorio, notas y apéndice de Ignacio Guzmán Betancourt).

Quijada, C.A. (2004). La importancia del agua en la historia prehispánica de Sonora. En: El agua y la agricultura en la historia de Sonora. Hermosillo. Sociedad Sonorense de Historia, Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo.

Regiones hidrológicas prioritarias, CONABIO. 2008. http://www.conabio.gob.mx/conocimiento/regionalizacion/doctos/rhp_016.html

Sánchez Rodríguez, M. y Eling, H.H. (coords). 2007. Cartografía hidráulica de Guanajuato. México: El Colegio de Michoacán-Consejo de Ciencia y Tecnología Guanajuato.

Worster, D. (2008). Transformaciones de la Tierra. Montevideo. Coscoroba Ediciones, Biblioteca Latinoamericana de Ecología Política. Selección, traducción y presentación de Guillermo Castro H.

Page 189: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

* Este artículo corresponde a un artículo de reflexión.** Administradora en salud: énfasis en gestión sanitaria y ambiental, Colombia. Correo electrónico: [email protected]. Egresada Facultad Nacional de Salud Pública - Universidad de Antioquia.

ORCID: 0000-0002-7662-5408*** Administradora en salud: énfasis en gestión sanitaria y ambiental/especialista en Salud Ocupacional/Magíster en Epidemiología (Universidad de Antioquia). Candidata a doctor en Desarrollo Sostenible (Universidad de Manizales), Colombia. Correo electrónico: [email protected]. Afiliación institucional: docente Facultad Nacional de Salud Pública - Universidad de Antioquia.

ORCID: 0000-0002-7178-9702

VIRAJESLA TIERRA, CAMBIOS EN SU USO Y LA RELACIÓN CON LA TRANSFORMACIÓN SOCIOCULTURAL: IMPACTOS DIRECTOS A LAS COMUNIDADES CAMPESINAS A TRAVÉS DE LA IMPLEMENTACIÓN DE

ACTIVIDADES MINERAS*

ANGIE BETANCUR VARGAS** MARGARITA MARÍA PÉREZ OSORNO***

Recibido: 19 de diciembre de 2016 Aprobado: 11 de febrero de 2017

Artículo de Reflexión

CÓMO CITAR ESTE ARTÍCULO:Betancur, A. y Pérez, M. (2017). La tierra, cambios en su uso y la relación con la transformación sociocultural: impactos directos a las comunidades campesinas a través de la implementación de actividades mineras. Revista de Sociología y Antropología: VIRAJES, 19 (1), 189-208. DOI: 10.17151/rasv.2017.19.1.10

VIRAJES antropol.sociol. Vol. 19 No. 1, enero - junio 2017, págs. 189-208ISSN 0123-4471 (Impreso) ISSN 2462-9782 (En línea) DOI: 10.17151/rasv.2017.19.1.10

Page 190: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

Angie Betancur Vargas, Margarita María Pérez Osorno

190 antropol.sociol. Vol. 19 No. 1, enero - junio 2017, págs. 189-208

ResumenColombia ha reemplazado su modelo económico basado en la agricultura,

por la implementación del desarrollo de la minería, situación, que ha generado una serie de transformaciones en cuanto a la relación del país con la tierra. Objetivo. Identificar como la tierra y el cambio en el uso de esta se relaciona con la transformación en la vida cotidiana del campesinado colombiano a raíz de la implementación de la actividad minera en sus territorios. Metodología. se realizó una revisión documental con énfasis reflexivo. Resultados. Se evidencia un detrimento en la dinámica social del campesinado colombiano a raíz de la incursión de la extracción minera en sus territorios. Conclusión. Ambos sectores requieren como base laboral la tierra, el uso de esta y demás recursos naturales, contexto que ha puesto en jaque el tejido social de este tipo de colectividades y ha impactado fuertemente sus estilos de vida, economía y estabilidad económica.

Palabras clave: Colombia, uso de tierras, minería, comunidades campesinas.

THE LAND CHANGES IN ITS USE AND THE RELATIONSHIP WITH THE SOCIOCULTURAL

TRANSFORMATION: DIRECT IMPACT ON RURAL COMMUNITIES THROUGH THE IMPLEMENTATION

OF MINING ACTIVITIES

AbstractColombia has replaced its economic model based on agriculture for the

implementation of mining development, a situation that has generated a series of changes in terms of the relationship of the country with the land. Objective: To identify how the land and the change in its use relates to the transformation in the daily life of the Colombian peasantry due to the implementation of the mining activity in their territories. Methodology: A literature review was performed with reflective emphasis. Results: A detriment in the social dynamics of the Colombian peasantry following the incursion of mining in their territories is evident. Conclusion: Both sectors require the land as the labor base, its use and the use of other natural resources in a context that has jeopardized the social fabric of such communities and has strongly impacted their lifestyles, their economic and their economic stability.

Key words: Colombia, land use, mining, farming communities.

Page 191: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

La tierra, cambios en su uso y la relación con la transformación sociocultural...

191VIRAJES

1. Introducción

La disputa por las tierras, a través de los tiempos, ha caracterizado uno de los pilares de crecimiento y progreso de las civilizaciones, lo cual, ha permitido la creación de territorios, entendiéndose

estos como la conjugación de relaciones sociales asociadas con áreas geográficas, estilos de vida, modos de producción, política, economía y cultura, factores que son considerados procesos colectivos del desarrollo poblacional y que directamente dependen de los recursos naturales, siendo estos últimos, los que permiten su conformación como pieza clave para el establecimiento y puesta en marcha de una colectividad. Es pues, el modo de relación de un territorio con la tierra, lo que genera su transformación e identidad.

En las últimas décadas, el gobierno de Colombia, en su afán de visibilizar la nación internacionalmente, y de suprimir la imagen que se tenía del país como promotor de narcotráfico y violencia, ha movilizado toda su industria para desarrollar la llamada “locomotora de crecimiento”, la cual brinda como principal producto de exportación internación los diversos minerales preciosos con que cuenta el territorio nacional, permitiendo así, la expropiación de los recursos naturales por parte de industrias trasnacionales de una manera legal; esta nueva ola de ‘desarrollo’ económico e industrial, ha dejado consigo fuertes disputas por territorios, conflictos sociales y daño ambiental irreparable en la mayoría de departamentos del país.

Colombia, aún hoy es considerada “El Dorado”, y el potencial minero de nuestro país es un atractivo internacional para invertir en nuestras tierras. Los gobiernos nacionales de turno no han desaprovechado esta riqueza y entendiendo que se trata de una de las potencialidades económicas del país han generado planes estratégicos como el proyecto Colombia minería 2019, donde se trazan las rutas a seguir en un plan a mediano y largo plazo que pretende ser parte en los Planes de Ordenamiento Territorial y Desarrollo Nacional hasta la próxima década, y en el cual la minería sería una prioridad de producción de materias primas y además generaría la entrada de tecnologías promoviendo el desarrollo nacional. (Quiroga, 2012, p. 16)

Según Rodríguez (2014), para el año 2012 la nación contó con 248 permisos para explotación en más de 337.000 hectáreas (ha), más 510 peticiones en 1.127.000 ha, lo cual representaría la mitad del territorio nacional para ser producto de minería a gran escala, no contándose con los territorios en donde subsiste la minería ilegal.

Lo anterior evidencia el apoyo que ha brindado el Estado a la

Page 192: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

Angie Betancur Vargas, Margarita María Pérez Osorno

192 antropol.sociol. Vol. 19 No. 1, enero - junio 2017, págs. 189-208

industria minera, y como “no se puede servir a dos señores a la vez”, es un breve panorama del abandono por parte del gobierno con que cuentan comunidades enteras como campesinos, afrodescendientes e indígenas, los cuales, han tenido que ‘salir’ de sus tierras o sumarse (casi que forzados) a este modo de producción, para así seguir subsistiendo, tratando de coexistir con esta industria.

Este artículo pretende identificar como la tierra y el cambio en el uso de esta se relaciona con la transformación en la vida cotidiana del campesinado colombiano a raíz de la implementación de la actividad minera en sus territorios, representando estos elementos unos de los impactos directos de la puesta en marcha de este sector industrial.

2. Método

Con el fin de identificar cómo la tierra y el cambio en el uso de esta se relaciona con la transformación en la vida cotidiana del campesinado colombiano a raíz de la implementación de la actividad minera en sus territorios, representando estos elementos unos de los impactos directos de la puesta en marcha de este sector industrial, se realizó una revisión documental con énfasis reflexivo, en la cual se empleó el método cualitativo; tomando como referencia, la consulta de boletines informativos, libros, artículos de investigación y documentos electrónicos, los cuales fueron respectivamente sistematizados y analizados.

2.1 Estrategias metodológicas

Esta investigación se ejecutó por medio del desarrollo de dos etapas: la primera denominada “consulta de la información”, en la cual se llevaron a cabo, los procesos de investigación y elección de la documentación, y la segunda llamada “análisis de la información”, que permitió hacer la validez y la comparación de la información obtenida.

2.2 Procedimiento

Los documentos investigados se consultaron en diversas bases de datos, para posteriormente, agrupar la información suministrada en tres categorías clave de objeto de estudio: afectación a la población campesina, debido a la transformación del uso de sus tierras como base de extracción minera, percepciones de ‘campesinos’ que han luchado por la defensa del derecho a sus tierras e implicaciones directas de la minería en las comunidades campesinas.

Page 193: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

La tierra, cambios en su uso y la relación con la transformación sociocultural...

193VIRAJES

Finalmente, la información obtenida se sistematizó y analizó, y a continuación se presentan los principales resultados.

3. Resultados

La población rural o como comúnmente se denomina en la jerga popular, los campesinos, representan un importante motor del desarrollo del país, puesto que gracias a la labor que estas comunidades ejecutan, los demás habitantes de la nación, tienen la posibilidad de alimentarse y subsistir; representando pues, una de las esferas económicas más importantes para sostenimiento interno de Colombia.

Actualmente la población rural es el 53% de la población del planeta y la agricultura continúa siendo la actividad económica que mayor empleo genera. En el Tercer Mundo, con la excepción de América Latina, los habitantes del campo superan numéricamente la población de las ciudades. (sic). (Naciones Unidas. Word Urbanizations Prospects como se citó en Florero, 2003, p. 2)

Según Florero (2003), en Colombia, las personas que residen en las zonas campesinas, representan el 31% del total de la población nacional, y si se suma a este, las comunidades que viven en pequeñas cabeceras municipales, donde el número de habitantes es menor de 10.000, el área rural sería de 38%; a pesar del alto grado de migración de los campos a las ciudades, esta población representó un incremento en el siglo XX.

Pese a que las cifras anteriores, se extrajeron de una investigación realizada en 2003, en la actualidad, este panorama no ha cambiado, al contrario, se evidencia un leve aumento de la población campesina nacional, la revista Semana en una edición especial realizada en 2012, titulada “Así es la Colombia rural”, señala que el 94% del territorio nacional es considerado área agraria, y de este, solo un 32% de la nación reside allí, porcentaje poblacional que se ha convertido en blanco de constantes disputas por sus territorios, bien sea por grupos armados ilegales o incluso por el mismo gobierno: “Durante más de cuatro décadas el campo ha sido escenario de violencia, pobreza y reformas fallidas o inconclusas(…) Hay múltiples conflictos relacionados con el uso y la tenencia de la tierra, y una deuda social enorme” (Semana, 2012).

Lo anterior da a conocer uno de los muchos impactos de la vida cotidiana del campesinado colombiano tras la puesta en marcha de un modelo económico basado en la minería: la disputa territorial, la cual se centra no solo en el accionar armado ilegal, sino también en el interés del gobierno

Page 194: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

Angie Betancur Vargas, Margarita María Pérez Osorno

194 antropol.sociol. Vol. 19 No. 1, enero - junio 2017, págs. 189-208

nacional por expandir su poderío y soberanía por medio de la licitación de títulos mineros y concesiones de permisos de exploración, contexto que a la par, genera una oleada de violencia, hostigamientos y desplazamiento civil de la población. Según la agencia de noticias Universidad Nacional (2011), en el Seminario Internacional Minería, Territorio y Conflicto en América Latina, que se llevó a cabo dentro de las instalaciones de esta institución, poblaciones campesinas que a su vez son afrodescendientes, denunciaron como su territorio (La Toma, en el municipio Suárez, Cauca), se ha convertido en víctima del conflicto, despojo de tierras, vulneración a su modo de producción e identidad cultural debido a la incursión de proyectos mineros propiciados por el Estado en sus tierras.

Esto demuestra otra de las realidades que padecen los campesinos colombianos tras la ejecución de proyectos de explotación minera en sus dominios: pérdida de su capacidad productiva (ya que la tierra perteneciente a estos es licitada a multinacionales, o la poca que les corresponde se ve perjudicada por los estragos ambientales generados por este tipo de labor) y detrimento a su identidad cultural, (tras los mínimos recursos recibidos de su actividad, muchos se ven obligados a buscar otros medios de subsistencia, incluso aquellos que van en contra de las ideas conservacionistas al medio ambiente que propician su ocupación).

Lo anterior se relaciona a otro tipo de implicación social y económica devengada al fenómeno extractivo del país en este tipo de poblaciones: el nivel de desigualdad y la concentración de la tierra:

La concentración de la tierra y la desigualdad han crecido en la última década en el campo. El índice Gini rural, que mide la desigualdad, pasó de 0,74 a 0,88. (…) La mayor concentración de la propiedad está en las zonas ganaderas y en las que se explotan recursos naturales. (Semana, 2012)

Pero, ¿por qué se disputan tanto estas tierras si según el índice de Gini sus pobladores encabezan la lista de nacionales con mayor tasa de desigualdad y pobreza?, como bien se dijo, “sus pobladores” son los ‘pobres’, mas no la tierra en la que ellos viven, el mismo comunicado de Semana (2012), informa que 5,8 millones de hectáreas han sido concedidas dentro de los 9.000 títulos mineros vigentes y hay 20.000 nuevas peticiones; hectáreas que según el mismo artículo de prensa, representan más de la proporción de lo que hay sembrado nacionalmente en comida.

Lo anterior es preocupante porque deja en evidencia que al Estado le es más beneficioso expropiar a naturales de sus tierras, limitar la posibilidad de siembra para los alimentos de los demás habitantes de la nación y

Page 195: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

La tierra, cambios en su uso y la relación con la transformación sociocultural...

195VIRAJES

contaminar los recursos naturales, que frenar el incremento de expedición de títulos mineros. Contexto que permite mostrar otra de las problemáticas generadas al campesinado por la incursión de proyectos extractivos: la pérdida de tierras, las cuales no sólo son empleadas para comercializar sus productos, sino también para subsistir, convirtiéndose estas en la base de su propio tejido y dinamismo sociocultural.

Todo este escenario que ha sido estudiado hasta el momento, ha generado la movilización de las comunidades campesinas, con el fin de defender sus territorios y sus derechos como colombianos; a continuación, se relatarán ciertos casos en donde se evidencian algunos impactos causados por el desarrollo de la actividad minera en sus tierras y comunidades.

Afectación a la población campesina debido a la transformación del uso de sus tierras como base de extracción minera

Cuando se habla de minería es estrictamente necesario hablar de territorio, en el momento que un proyecto minero se otorga en determinada área geográfica, este tiene repercusiones para toda la región con la cual va a interactuar, máxime, cuando el sustento y la base productiva de esta depende de los suelos, agua y demás recursos naturales, elementos que obligatoriamente o se deben compartir o se deben propiciar en gran medida a este tipo de proyectos, situación que genera una serie de transformaciones sociales y ambientales, obligando a las comunidades a optar por implementar otras formas de organización; siendo esta otra de la implicaciones sociales derivadas de la incursión de proyectos mineros en las tierras campesinas: estas colectividades, no solo ven amenazadas sus tierras al momento de llegada del sector extractivo, también sienten una gran intimidación en cuanto al detrimento de su cultura, su modo de vida, su relación con el entorno natural, sus medios de producción, sus procesos económicos e incluso sociales.

Así pues, lo anterior indica la importancia de entender el término ‘territorio’ como un todo, como la suma de un conjunto de diferentes formas de organización de una comunidad, como la interacción de esta con el medio ambiente, con su cultura, con sus medios de producción, con sus propiedades, con sus políticas, con sus relaciones sociales, etc.:

La delimitación de un territorio, más que el trazado sobre un espacio, implica la señalización de fronteras frente a otros. Se trata de poner límites a la acción de otros y en la práctica histórica, de regir el comportamiento, la posibilidad y la forma de la vida de otros, sus semánticas y su comprensión de la existencia (sic). (Lozano, 2009, citado en Quiroga, 2012, p. 83)

Page 196: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

Angie Betancur Vargas, Margarita María Pérez Osorno

196 antropol.sociol. Vol. 19 No. 1, enero - junio 2017, págs. 189-208

En Colombia, un impacto común que se vivencia en las comunidades afectadas por el desarrollo de la minería, es la violencia y la constante conflagración entre proyectos mineros, gobierno y sociedad civil, debido a la generación de concentración de tierras de parte de las multinacionales, lo que ha implicado la pérdida de la capacidad productiva, detrimento de tejido sociocultural y desfase en la economía propia de estas colectividades, ya que su único medio de subsistencia es arrebatado de sus dominios y privatizado por esta industria, situación que a su vez complica las relaciones sociales y culturales debido a que este hace parte de la base de su dinamismo sociocultural. A continuación, se trae a colación un estudio que da a conocer las implicaciones producidas por esta actividad en parte del territorio antioqueño.

Como lo estudia Quiroga (2012), la subregión del Nordeste de Antioquia es una de las zonas con mayor producción de oro del país, aportándole pues el 27% del total de su obtención nacional, situación que ha sido motivo de fuertes disputas entre los actores sociales que se desenvuelven allí: por un lado, se encuentra el sector de la industria minería, el cual, solo busca explotar a gran escala los recursos de la zona, generando detrimento ambiental debido al uso de químicos, tala masiva de bosques y explotación sin límites de los recursos naturales propios del lugar. Por otro lado, están los mineros artesanales y campesinos, quienes combinan varias actividades económicas de subsistencia como la minería artesanal, ganadería y agricultura. A este factor se le suma el conflicto social y armado que ha azotado la zona desde hace años.

Al ser este espacio geográfico (municipios de Remedios y Segovia específicamente) de interés minero nacional e internacional y encontrarse en el centro de los planes nacionales de desarrollo como una zona de interés industrial. Las comunidades campesinas, el Estado y la presencia multinacional, entran en conflicto permanente generando formas territoriales de organización de acuerdo a los intereses particulares. Para la comunidad campesina este conflicto socio-territorial pasa por una reivindicación del derecho al territorio de forma integral, pues es allí donde se reproduce la vida y la cultura, promoviendo la construcción alternativa de escenarios de resistencia. De otro lado, encontramos un contexto de acumulación y concentración de la propiedad en manos de las grandes empresas mineras; de exclusión y olvido de las comunidades por parte del Estado, el cual a partir de la concesión de títulos mineros ha privilegiado a estas grandes multinacionales en contraposición con los pequeños mineros y mineros artesanales y solamente a través de políticas asistencialistas ha beneficiado a la población minero campesina de la región (sic). (Quiroga, 2012, p. 15)

Page 197: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

La tierra, cambios en su uso y la relación con la transformación sociocultural...

197VIRAJES

La expedición frenética de títulos se ha vuelto un panorama habitual a lo largo del territorio nacional, dando más importancia a las iniciativas de las empresas de este sector, por encima del bien común de la nación; si no se poseen estructuras gubernamentales que privilegien el medio ambiente y la sociedad civil, sobre las diversas actividades económicas que se llevan a cabo dentro de la dinámica financiera del país, ¿qué ocurrirá cuando ya no se puedan explotar más recursos?, ¿cómo se estructurará la nación sin medios naturales, tierras aptas para la agricultura, y ríos completamente contaminados?, ¿es rentable la extracción minera para el futuro de la biodiversidad del país?

En Colombia, la solicitud de títulos mineros, prácticamente se ha convertido en una futura licencia de explotación, claro está, si se es poseedor de una empresa rentable y reconocida en el sector, ya que estas no se otorgan a cualquier persona, tienen que demostrar su posibilidad de explotar masivamente los recursos, situación que ha puesto en jaque al sector agrícola del país, puesto que las tierras empleadas para este propósito, han sido reemplazadas por vastas zonas de explotación minera, lo que deriva, no solo en un problema civil para el entorno rural, porque no sólo se les están negando sus únicos medios de subsistencia económica sino también sus bases sociales y culturales, privando a la vez a la nación, de gozar de una adecuada seguridad alimentaria.

En 2012, El Espectador publicó en una de sus noticias, la preocupación que presentaba el Ministro de Agricultura de la época, Juan Camilo Restrepo Salazar, tras la constante aprobación de títulos mineros en el país, lo cual, impedía la titulación, a los campesinos, de 24,71 millones de hectáreas de tierras baldías, el equivalente al 79,6 por ciento del territorio rural colombiano, el ministro señaló que según la Ley 160 de 1994, en su artículo 67, “no serán adjudicables los terrenos baldíos situados dentro de un radio de cinco kilómetros alrededor de las zonas donde se adelantan explotaciones de recursos naturales no renovables”. Restrepo, en ese mismo comunicado, alertó sobre los potenciales conflictos que se presentarán en el sector rural colombiano, ya que cerca del 53,5% de la agricultura y ganadería de la nación, se verá afectada tras el desarrollo de actividades mineras, indicando:

(…) habría 5 millones 363 mil campesinos en riesgo de conflicto con la minería. De seguir así, la crisis social en el sector rural va a ser inmanejable (…) Colombia debe saber explotar sus recursos mineros. No a costa del medio ambiente y de la agricultura porque de lo contrario se pondría en riesgo la seguridad alimentaria del país. (El Espectador 2012).

Page 198: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

Angie Betancur Vargas, Margarita María Pérez Osorno

198 antropol.sociol. Vol. 19 No. 1, enero - junio 2017, págs. 189-208

Como se puede apreciar, el desarrollo sostenible de la nación está completamente sobrevalorado, lo mismo ocurre con la población rural, la cual solo debe sentarse a ver como es expropiada de sus tierras, identidad cultural y base social, ya que el mismo Estado es quien permite tal vulneración de sus derechos; en el siguiente caso, se puede apreciar el apoyo del gobierno a la industria minera por encima de los derechos de las comunidades campesinas adyacentes a los páramos naturales, promulgación que se hizo a través del Plan Nacional de Desarrollo del nuevo gobierno, a cargo del presidente Juan Manuel Santos.

Lozano (2015) concluyó, tras el estudio del nuevo Plan Nacional de Desarrollo, que la prohibición de la realización de actividades económicas en los páramos colombianos, solo protege a la industria minera para que siga ejerciendo su labor en estas zonas, denominadas “áreas protegida o de reserva”: el gobierno, al hacer la delimitación de dichas áreas, tuvo como resultado dos mapas, el primero (elaborado por el Instituto Alexander von Humboldt), cuenta con la delimitación de los ecosistemas existentes en dichos páramos, y el segundo (hecho por el Ministerio del Medio Ambiente, con colaboración de los Ministerios de Minas y Energía y Agricultura), el cual, se basa por la delimitación de criterios económicos, técnicos, sociales y ambientales, y deja en evidencia las zonas donde se tiene interés de ser explotadas. De la misma manera, en el nuevo Plan Nacional de Desarrollo, se da un respiro a las empresas mineras que llevan explotando durante años los recursos de los páramos, asegurando que pueden seguir ejerciendo dicha labor, hasta 2050 o hasta la fecha en que se consuman las reservas de oro, cuando, por obvias razones, no tendrán ningún atractivo, adquirir una nueva prórroga.

Percepciones de ‘campesinos’ que han luchado por la defensa del derecho a sus tierras

Tras varias décadas de ‘exterminio’ de recursos naturales, expropiación de tierras, detrimento al territorio nacional, usurpación de bienes, etc., en los últimos años se ha podido apreciar una creciente ola de manifestación de diferentes grupos sociales, los cuales, de una u otra manera, han pretendido alzar la voz y no callar frente a la destrucción de sus comunidades y modos de vida. Según Rodríguez (2014), en 2014 se llevó a cabo la marcha de varios grupos de mineros artesanales, campesinos y grupos ambientalistas del país, que tenía como objetivo, luchar para detener las actividades de la industria minera a nivel nacional, dicha manifestación tuvo como nombre “La gran minería envenena, eres tú quien la frena”; dentro de los reclamantes, habían representantes de la población minera artesanal, quienes denunciaban estar inconformes con la manera de explotación de este sector industrial, puesto

Page 199: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

La tierra, cambios en su uso y la relación con la transformación sociocultural...

199VIRAJES

que este no tiene en cuenta métodos de extracción segura que permita la regeneración ecosistémica y mitigación de impactos ambientales en el territorio donde ejecutan dicha labor:

Como minero tradicional, Fabio señala que en un momento determinado el impacto en un área de extracción de oro se detiene con la intención de permitir que el ecosistema pueda regenerarse, mientras que, según él, “las empresas no se preocupan por minimizar daños ambientales. (Rodríguez, 2014, p. 2).

Otros de los asistentes a dicho encuentro ponen en evidencia sus preocupaciones, por las transformaciones sociales que han vivido en sus territorios tras la llegada de la minería a gran escala, puesto que se ha propagado el conflicto, bien sea entre los propios habitantes, ya que hay quienes desean la entrada de proyectos mineros y quienes no (situación que deteriora las relaciones sociales del territorio), y entre las empresas mineras y campesinas, debido a la alteración social en dicho entorno, puesto que se propaga la violencia, se deteriora la cultura, se modifican los estilos de vida y se descompone la calidad ambiental del lugar: “Según Albeiro Antonio Alvarado, agricultor y líder en fortalecimiento organizativo, el conflicto más alarmante era entre vecinos, por estar a favor o en contra de la Mazamorras, empresa que ofreció inicialmente vacantes en las minas con salarios engañosos” (Rodríguez, 2014, p. 3).

Asesinatos, agresiones físicas, alteraciones en los ecosistemas, daños en viviendas, aumento de consumo de alcohol y tensión en la población, fueron razones suficientes para rechazar su presencia (…) La disputa pudo saldarse, pero antes hubo trabajadores muertos en circunstancias confusas para Albeiro y los demás campesinos; lo mismo que vastas zonas verdes quemadas por el agua mal oliente que habría brotado de una perforación de 1000 metros de profundidad, cercana a una vivienda que su dueño tuvo que vender a la firma. (Rodríguez, 2014, p. 3).

Lo anterior plasma el contexto que se desarrolla tras la implantación de proyectos mineros en los territorios, puesto que cuando se ponen en juego temas relacionados con lo ambiental y propiedad privada, se comienzan a presentar fuertes disputas entre los perjudicados y quienes buscan un beneficio. Gruenberger, citado por Coronado (2002), afirma:

Page 200: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

Angie Betancur Vargas, Margarita María Pérez Osorno

200 antropol.sociol. Vol. 19 No. 1, enero - junio 2017, págs. 189-208

Los conflictos socioambientales reflejan una asimetría respecto del acceso a los recursos que confrontan dos tipos de actores: los que pretenden apoderarse o hacer uso de los recursos naturales para lograr beneficios individuales o empresariales, sin importarles la situación de las poblaciones locales y, estas últimas, que defienden sus recursos porque son la base de su subsistencia. (Gruenberger, 1999). Escenarios en los que no se ha presentado ninguna neutralidad del Estado. (Gruenberger, citado por Coronado, 2002, p. 1)

El desarrollo local de un territorio está delimitado, según su forma de aprovechamiento de los recursos naturales propios, cuando llega un tercero a implementar otra manera de aprovechar estos recursos, y si la comunidad no demuestra interés por esta nueva estructura de ‘desarrollo’, comienzan a surgir una serie de conflictos sociales en relación al medio ambiente, máxime, cuando son actividades casi que impuestas por el gobierno para que se implementen en estas zonas:

Frente al interés mercantilista de dinamizar la economía con un determinado grado de especialización en la explotación hegemónica de los recursos naturales en detrimento de la calidad ambiental y otras formas de aprovechamiento de los recursos, posición sustentada y sostenida por las políticas estatales de las últimas décadas, surge la posición de las comunidades, cuyos intereses han sido subordinados por los modelos de desarrollo, de conservar y promover una distribución equitativa de los beneficios del uso de los recursos naturales. En consecuencia, los conflictos socioambientales surgen de la incompatibilidad de intereses sobre el uso de los recursos y sus impactos. (Coronado, 2002, p. 1)

Según Madrid, Guzmán, Medrano, Mamani y Núñez (2002), los problemas socioambientales de un territorio a causa de la ejecución de la actividad minera, como mecanismo de desarrollo económico predominante, se dan, debido a la amenaza que sienten las comunidades afectadas no solo por el impacto al entorno natural de estas, sino también, por el riesgo de perder las prácticas productivas propias de la población.

El elemento cultural de las comunidades campesinas está profundamente marcado por su interacción con la naturaleza. Esta interacción se da a través de las actividades para la reproducción de su vida, respondiendo a lógicas contrapuestas a las del sistema capitalista. Es una lógica que conceptualiza a la naturaleza como parte integrante de su vida, cada elemento de la naturaleza forma parte de la vida comunal por medio de significaciones. (Madrid, Guzmán, Medrano, Mamani y Núñez, 2002, p. 24).

Page 201: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

La tierra, cambios en su uso y la relación con la transformación sociocultural...

201VIRAJES

Lo anterior deja claro el por qué, de estas comunidades, para defender sus tierras y territorios: si la minería deteriora los recursos naturales de sus entornos, estos se quedan también sin medios de subsistencia.

Implicaciones directas de la minería en las comunidades campesinasRobles (2001), en su documento Minería y comunidades campesinas,

determina seis efectos directos a las comunidades rurales producto del desarrollo de la minería en sus territorios, los cuales posibilitan visibilizar el panorama que viven estos asentamientos, y los efectos de esta actividad en cada uno de sus aspectos en la vida social, tema que, a su vez, se ha evidenciado en los casos mencionados a lo largo del documento objeto de estudio, y que se sintetizan de la siguiente manera:

- Pérdida de tierras comunales: esta es una de los principales impactos negativos que genera la extracción minera para este tipo de comunidades, puesto que, debido a los títulos mineros otorgados, las colectividades campesinas se ven forzadas a firmar derechos de tenencia de tierras a dichas industrias, lo que convierte a estas empresas como dueñas únicas de la tierra, perdiendo pues, los campesinos el derecho a cualquier tipo de uso de estas.

- Pérdida de aguas de riego: la industria minera requiere gran cantidad de agua para poder realizar la explotación de los minerales, lo cual genera la disminución de los caudales de los afluentes del sector, esto genera que el flujo normal de aguas que los campesinos emplean para irrigar sus cultivos, no sea el apto y suficiente.

- Contaminación de las aguas: este impacto se genera por varios motivos: afluentes residuales del proceso minero que desembocan en las fuentes hídricas, derrame de combustibles a estas y vertimiento de sustancias toxicas como mercurio y cianuro (elementos empleados ampliamente por la industria extractiva).

- Contaminación del espacio: la explotación minera irradia al aire y al espacio general, vapores tóxicos, los cuales generan alteraciones a todo ser vivo próximo al lugar, lo que no solo ocasiona daños en la salud de los residentes aledaños a proyectos mineros, sino también afectación a plantas y animales del territorio.

- Problemas sociales: los proyectos mineros constituyen nuevos asentamientos humanos, los cuales poseen costumbres y estilos de vida diferentes a los lugareños, que pueden generar un choque cultural entre los campesinos y foráneos; unos de estos impactos son: expendio de drogas, abuso de alcohol, conflictos sociales entre los mineros y los lugareños, delincuencia, prostitución, etc.

Page 202: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

Angie Betancur Vargas, Margarita María Pérez Osorno

202 antropol.sociol. Vol. 19 No. 1, enero - junio 2017, págs. 189-208

- Alteraciones culturales: como se mencionó en el párrafo anterior, las personas que llegan al territorio para trabajar en proyectos mineros, traen consigo diferentes costumbres en cuanto a modo de pensar, vestir, comer, actuar, etc., lo que genera pérdida de las identidades locales, ya que la población, especialmente joven, suele imitar este tipo de comportamientos.

Recomendaciones para mitigar los impactos a las comunidades campesinas

En la entrevista realizada por El Espectador al doctor Juan Camilo Restrepo en (2012), este dio unas pautas a modo de recomendaciones, con el fin de brindar una solución a las comunidades rurales, víctimas del proceso capitalista, que permite la actividad minera como principal motor de desarrollo del país. A continuación, se citan textualmente dichas sugerencias, ya que se consideran significativas para abordar de una manera más dinámica el tema objeto de estudio:

- Para empezar, necesitamos conocer cuáles son las áreas de reserva minera. La actividad no puede seguir respondiendo a las iniciativas de quienes solicitan los títulos.

- Debe incluir principios que protejan a los colombianos que habitan el campo mediante zonas rurales de exclusión. Las buenas prácticas deben evitar la contaminación del país o la destrucción de sus suelos. No usar veneno, garantizar la reconformación morfológica y no dragar los ríos deben ser algunos puntos de partida. Incluir zonas de exclusión que garanticen la persistencia de la biodiversidad y de los recursos y servicios ambientales. En eso debemos trabajar conjuntamente con el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible (MADS) para lograr una buena selección de los parques naturales faltantes y unir esfuerzos para garantizar el buen manejo del sistema de áreas protegidas. Proteger sólo los páramos y los humedales deja desprotegidos 70,1% de los tipos de ecosistemas existentes en Colombia (El Espectador, 2012).

Discusión

Colombia cuenta con un historial de intentos por convertir la explotación minera en una de sus principales actividades de desarrollo económico nacional, en cada etapa histórica que ha vivido el país, la presencia de las actividades agrarias ha marcado fuertemente el contexto económico nacional, hoy en día la actividad rural como uno de los principales métodos

Page 203: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

La tierra, cambios en su uso y la relación con la transformación sociocultural...

203VIRAJES

de expansión financiera de la nación, ha pasado a un segundo plano, dando más predominancia al desarrollo de proyectos mineros.

Piñeiro D, al referirse a la oleada de proyectos similares al minero colombiano en América Latina, diferencia tres etapas que pueden ser de utilidad para rastrear la configuración territorial actual en Colombia. La primera de ellas comprende desde la mitad del siglo XIX hasta 1930, caracterizada por ser una época colonial y un sistema de hacienda, donde la acción colectiva ha sido catalogada con pre política y la concentración territorial dejo cientos de campesinos excluidos de un sistema de garantías. Posteriormente, la etapa de sustitución de importaciones, entre las décadas de los 40 y 50, en donde a partir del agro y la extracción minera, se pretendió regular y controlar la distribución geográfica territorial con varios intentos fallidos. Y finalmente, la etapa que vivimos que comprende desde finales del siglo XX hasta la actualidad, en la cual su enfoque central es la ruptura de institucionalidad nacional y la reacomodación del agro y la industria extractiva al orden mundial. En esta etapa de restauración resurgen y se trasforman las formas de acción colectiva, trasformando a su vez las formas de percibir simbólica y materialmente el territorio construido. (Piñeiro D, citado por Quiroga, 2012, 16)

Lo anterior indica el ‘moldeamiento’ estructural que el Estado colombiano ha permitido para entrar en competencia con el mercado internacional, obviando la carencia de sostenibilidad de este modo de producción capitalista y olvidando que siendo este, un país en vía de desarrollo, carece de los elementos necesarios para disputar un campo dentro de las mejores industrias mundiales, y máxime si se pretende “luchar” por uno de estos puestos exportando materia prima como lo son los minerales, puesto que si bien, estos otorgan un significante ingreso a la industria que lo extrae, se debe tener presente que de las industrias extractoras presentes en el país, muy pocas pertenecen netamente a Colombia, la mayoría son de origen extranjero, contexto que es inquietante, puesto que se está dejando de lado la producción agrícola, la cual no representa estragos significativos al medio ambiente comparándolo con la extracción minera para darle paso a una industria que lo único que genera son enormes áreas desiertas y sin posibilidad alguna de sobreponerse al impacto de su transformación. El panorama que debe analizar el gobierno es simple: las zonas donde mayor se llevan a cabo procesos de extracción minera en el país, tienen los márgenes de pobreza nacional más significativos. ¿En dónde están tales ingresos provenientes de la industria minera?, ¿en qué bolsillos está ‘todo’ el dinero que genera este sector? ¡Porque en el de las comunidades

Page 204: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

Angie Betancur Vargas, Margarita María Pérez Osorno

204 antropol.sociol. Vol. 19 No. 1, enero - junio 2017, págs. 189-208

no está! Solo hay un sinfín de impactos ambientales y deterioro social. Uno de los documentos estudiados, plantea el panorama general de cómo viven los países ‘propulsores’ de actividad minera como principal medio de desarrollo y subsistencia:

(…) Sin embargo, las comunidades locales y los pueblos tribales de los países ricos en recursos son los más afectados por los efectos perjudiciales ambientales, culturales, sociales y de salud de las actividades de exploración y explotación minera. Urgidos por las políticas macroeconómicas impulsadas por las instituciones comerciales y crediticias internacionales, muchos países empobrecidos se aferran a la minería como actividad “básica” para generar las tan necesarias divisas extranjeras. Hay casos en que como mínimo el 40% de las exportaciones depende de un solo producto mineral, como el caso del cobre en Zambia, los diamantes en Botswana, la República Centroafricana, Gambia, Liberia y Sierra Leona, el aluminio en Guinea y Surinam, el mineral de hierro en Mauritania. Si bien estos datos son relativamente antiguos (de 1994), ilustran una tendencia que todavía se mantiene. Doce de los veinticinco estados más dependientes de minerales del mundo (la mayoría de ellos concentrados en el África subsahariana) fueron clasificados por el Banco Mundial como “países pobres altamente endeudados”, la categoría de países más complicada. (Forest Peoples Programme, 2003, p. 5)

Es ingenuo pensar que Colombia será una de las locomotoras mineras internacionales, analizando los costos-beneficios que genera la minería, se cuentan con más egresos que ingresos:

La gran minería únicamente va a poder ser hecha por multinacionales extranjeras: esas compañías se llevan el 96% y teóricamente Colombia se queda con el 4%; sin embargo, ni siquiera es el 4% porque los impuestos que los colombianos pagan son usados para la exenciones tributarias: es decir, los colombianos en su totalidad financian a estas grandes empresas extranjeras para que se lleven el 99% de nuestros recursos. (Expresa un ecologista colombiano, Director corporativo de la multinacional minera canadiense Medoro en Colombia, citado por Julliet, 2011).

¿Dónde queda la “prosperidad democrática” que hace alarde de poseer el gobierno colombiano, si se prefiere conceder las tierras de la nación a empresas extranjeras para expropiar los recursos nacionales, en vez de propiciar el uso de la tierra para los campesinos, que con su labor, posibilitan el alimento de todo un país? Si más de la mitad de tierra apta

Page 205: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

La tierra, cambios en su uso y la relación con la transformación sociocultural...

205VIRAJES

para cultivo está concedida bajo el titulo minero a otras multinacionales, ¿con qué pretende el gobierno alimentar la nación?, ¿dónde están las garantías y derechos de las comunidades campesinas?

Según expresa la investigadora Guadalupe Rodríguez:

El Ministerio de Minas colombiano considera que la minería es practicable en todo el país, y se han concesionado 43 mil kilómetros cuadrados en 10.000 títulos mineros, 4.000 de los cuales ya están en explotación. El Código Minero vigente, modificado en 2009, no es precisamente respetuoso ni con lo territorial (los proyectos mineros pueden ser declarados de utilidad pública no pudiendo, por ejemplo, un alcalde oponerse a la explotación minera), ni con lo étnico (hay siete resguardos indígenas titulados en su totalidad a la minería), ni con lo ambiental (Colombia es el país más contaminado con mercurio del mundo). Según la Asociación Colombiana de Mineros - ASOMINEROS, en 2008 la producción de oro fue de 34.300 kilogramos. (1) (Rodríguez G, ASOMINEROS, citado por Julliet, 2011)

No se respeta la propiedad de tierra, la legislación vigente, los derechos ambientales y los derechos humanos, este es el panorama que deja claro el párrafo anterior, Colombia posee una amplia gama de leyes y normatividad que favorecen a los territorios, pero a la hora de la verdad, vale más el bolsillo de unos pocos que los intereses de muchos.

No sirve mucho que el Gobierno anuncie que será más contundente en erradicar la minería ilegal y que reparará a familias de víctimas en tragedias como la de Santander de Quilichao, si después va a concesionar esas minas a multinacionales como la AngloGold. (Guido, líder social y defensor de derechos humanos del CIMA, citado por Rodríguez, 2014, p. 3)

Es vergonzoso que este tipo de situaciones ocurran en un Estado Social de Derecho, muchas comunidades salen de un ‘problema’ de explotación ilegal de sus recursos, por medio de denuncias ante el gobierno y después se llevan la enorme sorpresa que por todo lo que lucharon, llegará una industria, que generará mayores impactos debido a que su poder técnico y económico es mayor al de la minería ilegal.

“En Ríosucio y Supía la AngloGold Ashanti ha intentado adelantar actividades de explotación bajo diferentes nombres, reclamando áreas ya concedidas igual que la contratista La Esperanza” (Rodríguez, 2014, p. 1). El anterior es otro de los casos que viven las comunidades campesinas,

Page 206: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

Angie Betancur Vargas, Margarita María Pérez Osorno

206 antropol.sociol. Vol. 19 No. 1, enero - junio 2017, págs. 189-208

indígenas y afrodescendientes del país, cuando logran ganar una batalla contra estas fuertes industrias mineras, estas últimas, llegan de nuevo, pero bajo otro nombre. ¿Cuáles son las garantías que ofrece el gobierno a estas comunidades? Porque son claras las garantías que este ofrece a la industria minera.El problema radica en que las comunidades campesinas se deben enfrentar a dos agentes que desean expropiarlos de sus tierras: por un lado se encuentra el gobierno, el cual necesita ‘desalojarlos’ para así poder proceder con el expendio de títulos a las grandes multinacionales y empresas mineras, y por el otro, las mismas compañías mineras, quienes viéndolos como ‘obstáculos’, hacen lo imposible para poderlos apartar de su territorio, convirtiéndose en una batalla constante por el acceso y control de los recursos. Pero, ¿quiénes defienden los derechos de las comunidades campesinas si el gobierno está a favor de las multinacionales?

Si bien algunas organizaciones estatales velan por los derechos de los territorios envueltos en problemáticas con industrias mineras, el Estado debe velar por garantizar que se lleven a cabo los procesos de una manera justa sin privilegiar las necesidades de explotación de otros:

Considerando la diversidad de formas comunales y de situaciones que atraviesan las comunidades en los contextos de negociación con empresas mineras en el país, el Estado debiera garantizar que estas cuenten con las herramientas necesarias para poder actuar en esta negociación. Por ejemplo, fomentando la titulación del territorio comunal – no solo la titulación individual- dentro de las comunidades y garantizando que el Acuerdo Previo se dé cuando efectivamente se trate de disponibilidad de tierras y según las formas establecidas (…) Queda en evidencia la necesidad de que las comunidades cuenten con mayor información sobre criterios y valoración de la tierra en contextos mineros. También es importante que el Estado promueva, como política, el fortalecimiento de la institución comunal; por ejemplo, para que cuenten con instrumentos de gobierno y gestión actualizados y saneados. Y en particular, en contextos extractivos, hace falta que el Estado establezca pautas o criterios mínimos de regulación para garantizar que los procesos de negociación entre empresas y comunidades – que se dan en el ámbito privado- se lleven a cabo de manera adecuada: respetando la institucionalidad comunal, los derechos de los comuneros, y en condiciones de mayor acceso a la información. (Burneo y Chaparro, 2010, p. 21)

Una de las entrevistas realizadas en la investigación hecha por Perdomo (2014), señala que si un campesino solicita la obtención de un título para servidumbre de agua, este debe realizar varios procedimientos administrativos para su obtención, proceso que lleva hasta dos años en

Page 207: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

La tierra, cambios en su uso y la relación con la transformación sociocultural...

207VIRAJES

concederse, en cambio, si una empresa minera lo solicita, obtiene este mismo permiso en máximo 15 días tiene los resultados.

La labor agraria ha pasado a ser un segundo plano en la economía nacional, siendo desplazada por la actividad minera, lo cual ha propiciado no solo un impacto social a las comunidades campesinas, sino también en el contexto nacional, puesto que son estos los que permiten la obtención de alimentos; condición, que puede significar una vulnerabilidad de la nación en cuanto a seguridad alimentaria si se ve desde un plano mayor, y debe ser objeto de estudio para así mitigar estragos y evaluar impactos a tiempo para así implementar acciones correctivas.

Conclusiones

Cuando se habla de territorio y máxime cuando se habla de territorio campesino, necesariamente se debe discutir sobre la tierra y el uso de esta, ya que es a partir de allí donde estas colectividades centran sus bases sociales, culturales y económicas, contexto que se antepone con la dinámica industrial del sector minero, puesto que la finalidad de su labor, genera una privatización de los recursos disponibles en el lugar donde se acentúa, escenario que si se da lugar en comunidades que dependen estrictamente de los suelos, recursos, y uso de estos origina un impacto enorme (como bien se pudo evidenciar a lo largo del documento), el cual se relaciona directamente a la relación de estas colectividades con la tierra y el cambio en el uso de esta, porque es la base de su dinamismo social y cultural, como se pudo apreciar, a tener una pérdida en la disponibilidad de las tierras, se comenzaron a evidenciar disputas territoriales, a elevar los índices de violencia, pobreza (porque se cohíbe su único medio de producción) lo que a su vez se relaciona con el quebrantamiento de la capacidad productiva y medios de subsistencia, el aumento de los niveles de desigualdad, e inestabilidad de los modos de vida, la suma de todos estos factores, generan pérdida de identidad cultural, ya que su base de dinamismo social está limitada y por ende se debilita el tejido social de estas comunidades.

Page 208: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

Angie Betancur Vargas, Margarita María Pérez Osorno

208 antropol.sociol. Vol. 19 No. 1, enero - junio 2017, págs. 189-208

Referencias bibliográficas

Agencia de Noticias Universidad Nacional. (2011). Líderes campesinos denuncian desplazamiento por minería. (23 de julio de 2016). Recuperado de http://agenciadenoticias.unal.edu.co/detalle/article/lideres-campesinos-denuncian-desplazamiento-por-mineria.html

Burneo, M. y Chaparro, A. (2010). Poder, comunidades campesinas e industria minera: el gobierno comunal y el acceso a los recursos en el caso de Michiquillay. ANTHROPOLOGICA, XXVIII (28), 85-100.

Coronado F. (2002). Artículo sobre el libro: Minería y comunidades campesinas de los Andes. ¿Coexistencia o conflicto? Tinkazos, 10(22), 1-4.

El Espectador. (2012). Habría 5 millones de campesinos en riesgo de conflicto con la minería (9 de abril de 2016). Recuperado de http://www.elespectador.com/noticias/economia/habria-5-millones-de-campesinos-riesgo-de-conflicto-min-articulo-351250

Florero J. (2003). Economía campesina y sistema alimentario en Colombia: aportes para la discusión sobre seguridad alimentaria. Recuperado de http://www.javeriana.edu.co/ear/d_des_rur/documents/campesinadoysistemaalimentarioencolombia.pdf

Forest Peoples Programme (2003). La Minería y su grave impacto sobre los Bosques y los Pueblos. (Abril, 11, 2016). Eco portal net. Recuperado de http://www.ecoportal.net/Temas-Especiales/Mineria/La_Mineria_y_su_grave_impacto_sobre_los_Bosques_y_los_Pueblos

Julliet (2011). El Gobierno beneficia a las multinacionales mineras en detrimento del medio ambiente y las comunidades. Projet Accompagnement Solidaritè Colombie. Recuperado de http://www.pasc.ca/fr/node/3475

Lozano, R. (2015). Páramos para multinacionales sí, para campesinos no. Agencia El Colombiano. Recuperado de http://www.elcolombiano.com/opinion/columnistas/paramos-para-multinacionales-si-para-campesinos-no-DN1935858

Madrid E., Guzmán N., Medrano D., Mamani E. y Núñez R. (2002). Minería y comunidades campesinas en los Andes. ¿Coexistencia o conflicto?. Investigaciones Regionales, 2. La Paz: FUNDACION PIEB.

Perdomo, J. (2014). Minería en el suroeste antioqueño: ¿y qué pasa con los campesinos?. En: Foro del Suroeste Diálogo de Saberes y Oportunidad de región. Antioquia, 23 y 24 de octubre.

Quiroga, A. (2012). Construcción del territorio minero campesino en el nordeste de Antioquia, Colombia, movimientos socio territoriales y derechos humanos en contra del modelo económico multinacional 1970-2010 (tesis pregrado). Bogotá, Colombia: Universidad Nacional de Colombia.

Robles, R. (2001). Minería y comunidades campesinas (Ponencia). En: III Congreso Nacional de Investigaciones Antropológicas del Perú. Congreso llevado a cabo en Arequipa, Perú, Universidad Nacional Mayor de San Marcos, agosto 2001.

Rodríguez, D. (2014). La resistencia de ambientalistas y campesinos contra la gran minería. (7 de abril de 2016). Las 2 orillas. Recuperado de http://www.las2orillas.co/la-resistencia-de-ambientalistas-y-campesinos-contra-la-gran-mineria/

Semana (2012). Así es la Colombia rural. (12 de abril de 2016). Semana.com. Recuperado de http://www.semana.com/especiales/pilares-tierra/asi-es-la-colombia-rural.html

Page 209: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

* Este artículo hace parte de los resultados del macro-proyecto sobre “Identidad y desarrollo en La Dorada-Caldas” adelantado por profesores-investigadores asociados a la Maestría en Ciencias Sociales de la Universidad de Caldas; el cual ha sido apoyado por la Vicerrectoría de Investigaciones y Posgrados de la misma universidad.** Doctor en Antropología. Profesor de la Universidad de Caldas. [email protected].

ORCID: 0000-0002-6283-7952*** Sociólogo. Magíster en Culturas y Droga. Master in Sciences Humaines Education. Docente Universidad de Caldas. [email protected]. ORCID: 0000-0002-1068-0957

VIRAJESENTRE LA TEOLOGÍA DEL REINO Y LA TEOLOGÍA DE LA PROSPERIDAD:

APROXIMACIÓN AL DISCURSO POLÍTICO-RELIGIOSO DE LAS IGLESIAS

PENTECOSTALES EN CALDAS*

CESAR MORENO BAPTISTA**MANUEL IGNACIO MORENO OSPINA***

Recibido: 10 de Diciembre de 2016Aprobado: 15 de Febrero de 2017

Artículo de Investigación

CÓMO CITAR ESTE ARTÍCULO:Moreno, C. y Moreno M.I. (2017). Entre la teología del reino y la teología de la prosperidad: aproximación al discurso político-religioso de las iglesias pentecostales en Caldas. Revista de Sociología y Antropología: VIRAJES, 19 (1), 209-227. DOI: 10.17151/rasv.2017.19.1.11

VIRAJES antropol.sociol. Vol. 19 No. 1, enero - junio 2017, págs. 209-227ISSN 0123-4471 (Impreso) ISSN 2462-9782 (En línea) DOI: 10.17151/rasv.2017.19.1.11

Page 210: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

Cesar Moreno Baptista, Manuel Ignacio Moreno Ospina

210 antropol.sociol. Vol. 19 No. 1, enero - junio 2017, págs. 209-227

ResumenEn este artículo se analiza la relación entre el discurso de las creencias

religiosas de algunas iglesias pentecostales y neo-pentecostales, y su participación en la política local en el departamento de Caldas. Para ello se entrevistaron pastores de diferentes iglesias evangélicas sobre la experiencia de participación en la campaña política con motivo de las elecciones de gobernadores, alcaldes y concejos municipales a finales del año 2015. Los datos recogidos en los discursos permiten aseverar la correlación teleológica que los pastores establecen entre el campo religioso y el campo político; lo que garantiza una relación simbiótica entre el discurso y la práctica organizativa de las comunidades religiosas en función de los dos campos. Se concluye que la emergencia de las nuevas comunidades religiosas que se extienden a nivel nacional y regional, se están constituyendo en fuerzas visibles que pueden logran a futuro una incidencia importante en la política local.

Palabras clave: participación en política, creencias religiosas, pentecostalismos, neo-pentecostalismo.

BETWEEN THE THEOLOGY OF THE KINGDOM AND THE THEOLOGY OF PROSPERITY: AN APPROACH TO THE POLITICAL-RELIGIOUS SPEECH OF THE

PENTECOSTAL CHURCHES IN CALDAS

AbstractThis article analyzes the relationship between the discourse of the

religious beliefs of some Pentecostal and neo-Pentecostal churches and their participation in local politics in the department of Caldas. To that end, pastors from different evangelical churches were interviewed about the experience of participating in the political campaign for the elections of governors, mayors and municipal councils at the end of the year 2015. The data collected through the speeches allow affirming the teleological correlation that the pastors establish between the religious field and the political field which guarantees a symbiotic relationship between the discourse and the organizational practice of religious communities depending upon the two fields. It is concluded that the emergence of new religious communities that extend at the national and regional level are becoming visible forces that can achieve a major impact on local politics in the future.

Key words: participation in politics, religious beliefs, Pentecostalism, neo-Pentecostalism.

Page 211: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

Entre la teología del reino y la teología de la prosperidad...

211VIRAJES

Introducción

La emergencia de nuevas comunidades religiosas en Colombia y América Latina, particularmente el crecimiento de comunidades denominadas evangélicas1, pentecostales2 o neo-

pentecostales, ha cobrado interés en el análisis investigativo de las ciencias sociales en las últimas décadas. En los trabajos realizados por la línea de investigaciones sobre Diversidad y Cambio Religioso desde el año 2008 en el departamento de Caldas3, se resalta el gran número de nuevas iglesias cristianas no católicas en todos los municipios del departamento (Moreno & Moreno, 2009; Moreno, 2012). Según estas investigaciones se calcula que en la ciudad de Manizales habría más de 100 congregaciones; mientras que para el resto de Caldas4 se estima un promedio de 200 congregaciones (o templos), agrupadas en alrededor de 36 denominaciones.

En la misma línea de investigación en 2013 (Castellanos et al.), realizan una investigación de tipo estadístico sobre el partido Movimiento Independiente de Renovación Absoluta (MIRA) en el cual se resalta la idea que su fuerza electoral se soporta en la Iglesia de Dios Ministerial de Jesucristo Internacional (IMJI).

Además del crecimiento exponencial de los nuevos movimientos, es de interés en el análisis social la participación de estas nuevas organizaciones en la actividad política local y nacional. Las nuevas fuerzas políticas han venido luchando por ampliar los espacios de participación en el poder desde hace al menos cincuenta años.

La anterior iniciativa se hace explícita en la Asamblea Nacional Constituyente de 1991, en la que las nuevas iglesias participan con dos representantes y se constituyen en pieza clave para la redacción del artículo 19, mediante el cual se garantiza la libertad de cultos en Colombia. Debido a la gran diversidad y complejidad de estas nuevas comunidades religiosas en sus formas organizativas y adaptaciones culturales, se han vuelto objeto de interés para el análisis de disciplinas como la antropología, la sociología y la historia. Diferentes publicaciones, entre las que se cuentan:

1 Utilizado en este caso de manera genérica para referir a las iglesias de origen protestante norteamericano.2 El pentecostalismo, deriva del Pentecostés, término que en la tradición cristiana se refiere al descenso del Espíritu Santo sobre los discípulos de Jesús, que se conmemora en el quinto domingo después de la Pascua. El término Pentecostal designa a aquellos movimientos que enfatizan en los dones del Espíritu Santo, que se suponen asociados a la expresión de sentimientos religiosos mediante acciones de entusiasmo desinhibido: “…fueron todos llenados del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en diversas lenguas. Las palabras que el Espíritu Santo ponía en sus lenguas…” (Hechos, Cáp. 2, ver-4).3 La línea de investigación sobre Diversidad y Cambio Religioso está adscrita al Grupo de Investigacio-nes Comunicación Cultura y Sociedad de la Universidad de Caldas.4 El departamento de Caldas en su división político-administrativa cuenta con 27 municipios, incluida Manizales.

Page 212: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

Cesar Moreno Baptista, Manuel Ignacio Moreno Ospina

212 antropol.sociol. Vol. 19 No. 1, enero - junio 2017, págs. 209-227

Globalizacion y diversidad religiosa en Colombia5, El pentecostalismo en Colombia6, además de multiplicidad de artículos y tesis de grado y posgrado que le apuntan a indagar sobre el nuevo hecho religioso en Colombia dan cuenta de ello.

El objetivo de este artículo es analizar las argumentaciones del discurso que dan forma y validez al desplazamiento de la actividad religiosa a la acción política en las iglesias evangélicas en Caldas. En otras palabras, se trata de examinar comparativamente los principios teológicos de las corrientes religiosas pentecostales y neo-pentecostales, con el fin de comprender algunos rasgos doctrinales sobre los que estos movimientos justifican su acción política. Con este objetivo el artículo se ha estructurado en cuatro partes: la primera que busca hacer explícita la diferencia entre pentecostales y neo-pentecostales en relación con los principios de la Teología del Reino y la Teología de la Prosperidad. El segundo apartado muestra de manera general una contextualización de la emergencia de partidos de origen evangélico en las últimas décadas en Colombia. En la tercera parte, se presentan los resultados de las elecciones electorales de 2011 y 2015 en Caldas y se resaltan las principales fuerzas político-religiosas que han obtenido curules en los concejos municipales y la asamblea departamental. Finalmente, se hace un esbozo de algunos discursos de los pastores sobre los principios bíblicos que soportarían las lógicas explicativas del tránsito del campo religioso al campo político de las iglesias.

Los datos empíricos se basaron en entrevistas a diferentes líderes de iglesias evangélicas y municipios de Caldas. Igualmente se tuvieron en cuenta los datos estadísticos publicados por el DANE.

Evangélicos, pentecostales y neo-pentecostales

A finales del siglo pasado desde la década de los sesenta, se comienza a observar en las grandes ciudades colombianas la presencia de nuevas iglesias cristianas. En ese momento el desarrollo urbano y la violencia de mitad de siglo XX hicieron que se presentara una fuerte migración del campo a la ciudad7. La afluencia creciente de campesinos recién llegados a la ciudad que buscaban refugio espiritual en el mundo urbano, hizo muy

5 Compilado por Ana María Bidegain y Juan Diego Demera, 2005.6 Compilado por Clemencia Tejeiros, 2010.7 Entre 1951 y 1964 Colombia pasó de tener 4.468.434 habitantes en el área urbana a 9.093.094; y de tener en el área rural una población de 7.099.735 habitantes a 8.391.423, pasando de ser un país mayoritaria-mente rural a mayoritariamente urbano.Además del desarrollo industrial de las ciudades que atrajo población del campo, el fenómeno de la‘violencia’ fue determinante para la migración del campo a la ciudad.

Page 213: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

Entre la teología del reino y la teología de la prosperidad...

213VIRAJES

pronto que los nuevos centros de culto evangélico fueran más visibles. Son estos migrantes que al entrar en un proceso de adaptación a las exigencias del mundo urbano reciben las ofertas espirituales de grupos de pentecostales en formación. Como señala Jeiman López (2010), citando a Willems, el pentecostalismo se instala en este nuevo “cambio cultural”, pues es en este nuevo contexto social, en un proceso de adaptación de búsqueda de nuevos sentidos, que:

el pentecostalismo logra otorgar una nueva identidad que ofrece cierta seguridad emocional y hasta material, al mismo tiempo que reproduce cierta religiosidad popular caracterizada por la creencia en milagros, el reconocimiento del carisma en el líder religioso y la aceptación de experiencias místicas. (p. 99)

Con relación a los orígenes del movimiento pentecostal en el mundo, comúnmente se hace referencia al “despertar religioso de la calle Azusa” en la ciudad de Los Ángeles (California) en 1906. Según Petersen (1998), el movimiento se desarrolla como una forma de protesta frente al aburguesamiento de la iglesia metodista en EE.UU.

Para diferentes autores el pentecostalismo es una manifestación de la religiosidad popular en el caso latinoamericano, derivado del catolicismo, con el que comparte formas tradicionales, como imaginarios asociados a la creencia en el milagro, los demonios y las intervenciones espirituales (Beltrán, 2010).

En esta misma perspectiva, López (2010), citando a Lalive d’Epinay, señala que:

El pentecostalismo, asociado a las clases populares, ofrece un refugio (vía de escape), -frente a las lógicas excluyentes del mundo moderno- que le permite vivir la nueva realidad social… su mensaje apocalíptico exige un abandono del mundo y una experiencia del Reino de Dios. Dicho abandono que implicaría un distanciamiento de las realidades sociales (miseria y pobreza) y políticas (corrupción). (p. 99).

En la perspectiva de autores como Jean Pierre Bastian o Mauricio Beltrán, el pentecostalismo representa no solo un escape, sino un movimiento de adaptación a las nuevas lógicas de mercado atendiendo a expectativas de clases medias que se identifican con el estilo de vida norteamericano. Además, es un movimiento que “incentiva la prosperidad económica entre sus fieles y predica un sistema social funcional al sistema de vida capitalista y las lógicas del mercado globalizado” (Beltrán, 2010, p. 76). Es decir, que siguiendo las “lógicas de mercado religioso” según Bastian (1997), el

Page 214: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

Cesar Moreno Baptista, Manuel Ignacio Moreno Ospina

214 antropol.sociol. Vol. 19 No. 1, enero - junio 2017, págs. 209-227

pentecostalismo no solamente es una opción religiosa frente al catolicismo y protestantismo tradicional, sino que se presenta como nuevas propuestas de organización social que influyen en las estructuras políticas y sociales del país (López, 2010).

En este mismo sentido, a diferencia de la pasividad política o huelga social de los pentecostales, las nuevas grandes congregaciones de megaiglesias neo-pentecostales tendrían la iniciativa de una participación política activa e incentivan a los fieles al proselitismo, aun reproduciendo las formas de hacer política de los partidos tradicionales (Beltrán, 2010).

Para otros autores como Jesús García, el desarrollo de diversas formas de los protestantismos norteamericanos en América Latina, aunque tuvo lugar por hondas sucesivas desde finales del siglo XIX, es en el marco de la celebración del primer congreso de Acción cristiana en 1916 en la zona del Canal de Panamá (luego de terminada su construcción), que se marca el inicio de una estrategia global de las instituciones religiosas norteamericanas con relación a América Latina y en esta misma perspectiva con la iglesia católica. La “necesidad de instaurar el verdadero cristianismo” (García, 2004).

En términos teológicos, García señala que la diferencia entre pentecostales y neo-pentecostales consiste en que mientras los primeros consideran que es necesario aislar el mundo gobernado por Satán, a la espera, de la segunda venida de Cristo para la instauración definitiva del Reino de Dios. Para los neo-pentecostales, el Reino de Dios ya ha llegado y el cristiano debe trabajar en todo aquello que sea necesario para acoger al Salvador. Es necesario entonces, transformar la sociedad incluyendo leyes transformadoras, que sean el reflejo de la doctrina bíblica. Y uno de los medios para lograrlo es ocupar espacios de poder. La participación política y el ejercicio del poder, son de esta manera justificados, ante los ojos de la mayoría de los fieles (García, 2004).

En esta misma perspectiva (García & Michel, 2014a), la producción religiosa evangélica, se comprende dentro de una lógica de mercado global, cuyo objetivo tiende a la fabricación de individuos funcionales a dicho sistema. La religión estaría jugando un papel importante en la recomposición de ideologías en un contexto específico de la historia, al fabricar individuos funcionales al sistema de mercado imperante; así, “más que un individuo autónomo, la individualidad contemporánea tiene por finalidad producir individuos que adhieran a formas comunitarias, renovadas en correlación con las exigencias del mercado mundial” (p. 47). De otra forma señalan:

Con los neo-pentecostales, Dios ha llegado a confiar la salvación al mercado, erigiéndolo en árbitro supremo. Es ahí donde está en juego

Page 215: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

Entre la teología del reino y la teología de la prosperidad...

215VIRAJES

la relación con la teología de la prosperidad: que los bienes materiales del creyente constituyan una prueba de la benevolencia de Dios para con ellos y una validación de la lealtad que el creyente manifiesta para con dicho Dios. (p. 56)

De lo anterior se concluye, que el neo-pentecostalismo constituye una forma globalizada y globalizadora, objeto privilegiado para la antropología política de la mundialización en América Latina; es decir, las formas de fabricación de individuos por las nuevas instituciones evangélicas de un lado; y de otro lado, el planteamiento de una nueva relación entre lo político y lo religioso extremadamente fluido. El nuevo converso se presenta como siendo un actor que fluye entre lo religioso, lo económico y lo político. En esta lógica, la conversión constituye una promesa de “renacimiento espiritual”, incluyendo la dimensión social y económica el mensaje pentecostal anuncia una vida mejor. “El neo-pentecostalismo se inserta en esta promesa, a la que dará forma por medio de la Teología del Reino y de la Teología de la Prosperidad” (García & Michel, 2014a, p. 63). En esta misma perspectiva teológica, mientras que:

(…) el pentecostalismo postula retirarse del mundo, lo que lo lleva a no interesarse por las realidades sociales exteriores, mostrándose reticente en relación con el compromiso político; el neo-pentecostalismo, postula un proyecto en el que enuncia claramente la necesidad de transformar el mundo: es necesario que las Constituciones y las leyes sean el reflejo fiel de las prescripciones bíblicas. (García & Michel citando a Hoge, Johnson, & Luidens, 2014a, p. 63)

Contexto general de la participación política de las iglesias evangélicas en Colombia

La presencia de nuevos actores religiosos (particularmente cristianos no católicos) a escala local regional y nacional desde los años sesenta, ha trasformado no solo el paisaje religioso, sino que está transformando las formas de vinculación de los individuos, las familias y las comunidades. Las nuevas formas de religiosidad modifican las formas del paisaje comunitario en torno a los templos y prácticas católicas, ‘destradicionalizando’ y ‘reterritorializando’ el lugar de lo sagrado (Moreno B., 2012).

Este fenómeno creciente del evangelismo en Colombia en los años ochenta, se constituyó en potencial electoral significativo, que como se señaló más arriba, les permitió a los evangélicos elegir dos representantes a la Asamblea Nacional Constituyente de 1991, la cual ampliaría el marco

Page 216: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

Cesar Moreno Baptista, Manuel Ignacio Moreno Ospina

216 antropol.sociol. Vol. 19 No. 1, enero - junio 2017, págs. 209-227

legal sobre la pluralidad, la tolerancia religiosa, igualmente estimularía la expansión de tendencias diferentes al catolicismo (Tejeiros, 2010), y facilitaría la visibilidad de las nuevas congregaciones religiosas que desde décadas atrás venían conformándose especialmente en los centros urbanos. Actualmente, más de 5000 iglesias cristianas diferentes del catolicismo cuentan con personería jurídica en Colombia (Forero : 2013).

El proceso de participación en la Asamblea Nacional Constituyente, sería un espacio político propicio para que los neo-pentecostales tomaran la iniciativa frente al pentecostalismo tradicional que otorgaba “una connotación negativa a la política electoral, considerando la política corrupta y pecaminosa”; concepción que paulatinamente“ se ha transformado para hacer de la participación electoral un mecanismo por medio del cual el movimiento pentecostal logre ampliar su influencia en la sociedad” (Cuervo, 2010). En la actualidad ambas posturas coexisten.

En la década de los ochenta el Consejo Evangélico de Colombia (CEDECOL), en el que se suman un número importante de las denominaciones derivadas del protestantismo, canalizó la discusión sobre la responsabilidad social de la participación de los evangélicos en la Constituyente a través del Movimiento Político Unión Cristiana (UC) (Ibíd.). Paralelamente, la iglesia Misión Carismática Internacional (MCI), fundada por los esposos César Castellanos y Claudia Rodríguez, tomarían la iniciativa de crear en 1989 el Partido Nacional Cristiano (PNC), quienes en concordancia con el interés expansionista del movimiento neo-pentecostal, impulsa una transformación social. (Ibíd., p. 231)

Posterior a la constitución de 1991 surgieron nuevos partidos dentro de las iglesias evangélicas como la Iglesia Pentecostal Unida de Colombia en el año1993 que crea el movimiento Alianza Moral por Colombia (AMOR); la hoy senadora y ex-fiscal de la Nación Vivian Morales fundó en 1994 el Movimiento Político Frente de Esperanza (FE) (Ibíd.). Otros movimientos políticos que han emergido de las nuevas comunidades religiosas se han mantenido como independientes a fin de captar el voto de opinión como fue el caso del Compromiso Cívico Cristiano con la Comunidad (C4) de Jimmy Chamorro, que entre 1992 y 2006 logró mantenerse como senador de la república durante tres periodos. Por su parte, el Movimiento Independiente para la Renovación Absoluta (MIRA), derivado de la Iglesia de Dios Ministerial de Jesucristo Internacional (IDMJI) apareció en sus primeros comicios electorales en 2000 y se ha mantenido activo hasta la fecha.

Page 217: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

Entre la teología del reino y la teología de la prosperidad...

217VIRAJES

Con la reforma política de 2003 con la cual se modificó el régimen de los partidos políticos y el sistema electoral, favoreciendo los macro-partidos, muchos de los partidos que habían emergido de los nuevos movimientos religiosos perdieron su personería jurídica. Así es que, empiezan a surgir las alianzas con los partidos políticos mayoritarios; por ejemplo, el PNC de Claudia y César Castellanos en el 2005 se integró al Partido Cambio Radical (Ibíd.). Jimmy Chamorro volvió a la arena electoral en lista del partido de la U para la campaña 2014-2018 en la que logró 61.005 votos, según la Registraduría y obtuvo una curul en el Senado.

El partido MIRA que hasta el momento había tenido una base pequeña, con la reforma política, se propone abrir sedes en todo el territorio nacional hasta hacerse presente prácticamente en todos los departamentos del país. En el 2010 el MIRA contaba nacionalmente con: 22 concejales, un alcalde, dos senadores, un representante a la cámara, tres diputados y 129 ediles8.

Crecimiento de los evangélicos en el departamento de Caldas

El emplazamiento local, nacional e internacional realizado por estos movimientos religiosos les ha permitido desarrollar una red de templos9 sobre los cuales se ha ido configurando la base social de la actividad política. La presencia de las iglesias evangélicas en Caldas inicia a mediados del siglo XX. A finales de los años cincuenta hace presencia en la región del Magdalena Centro10 la Alianza Misionera de Colombia, y paralelamente en Manizales la Iglesia Pentecostal Unida de Colombia (IPUC) empezó a funcionar a principios de la década de los 60.

Desde los años cincuenta que se inicia la aparición de iglesias evangélicas en el departamento, su crecimiento ha sido progresivo hasta la actualidad, particularmente en la capital, Manizales. Ya en la década del setenta en Manizales se contaban alrededor de 15 iglesias (no católicas) y al final de la década del ochenta se contabilizan 21 iglesias, y en la década del noventa 38 iglesias. En la primera década del siglo XXI se contabilizaron

8 En: “rendición de cuentas 2009-2010” del Movimiento Político MIRA. Bogotá 2010.9 La Misión Carismática Internacional cuenta con 160 sedes en el mundo y 25000 miembros en Bogotá, transmiten su mensaje doctrinal a través de la cadena TV ENLACE que llega a 140 países, un canal online de G12 Tv, en: http://mci12.com/#nuestraiglesia/ . La Iglesia de Dios Ministerial de Jesucristo Internacional hace presencia en cerca de 50 países y en los 32 departamentos de Colombia, que suman alrededor de 500 templos En: http://idmji.org/direcciones/10 Territorio en el departamento de Oriente de Caldas. Su principal ciudad es La Dorada. Además, lo conforman los municipios de Norcasia, Samaná, Marquetalia, Manzanares, Pensilvania y Victoria.

Page 218: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

Cesar Moreno Baptista, Manuel Ignacio Moreno Ospina

218 antropol.sociol. Vol. 19 No. 1, enero - junio 2017, págs. 209-227

60 iglesias, y en la actualidad se estima un aproximado de más de 100 iglesias o congregaciones en Manizales (Moreno & Moreno, 2009). En el resto de municipios del departamento, durante las décadas de los sesenta, setenta y ochenta se evidencia un crecimiento lento, pero en los siguientes 20 años (entre 1990 y 2010) se dispara la creación de nuevos templos con un estimativo de 200 congregaciones, excluyendo Manizales del resto de Caldas (incluidos los municipios de Villamaría y La Dorada) (Moreno, 2012).

Es importante señalar que si bien el crecimiento de templos es acelerado en las últimas décadas en Caldas, el crecimiento de la membrecía no sucede al mismo ritmo que en otras ciudades del país. A partir de algunos datos proporcionados por la encuesta realizada por Beltrán en el 2011 en Medellín, Bogotá, Barranquilla, Cali y Bucaramanga, se puede concluir que: Medellín tendría el 9,5% de evangélicos del total de su población, Bogotá 14,5 %, Barranquilla 23,4%, Cali 21,5%, Bucaramanga 24,3%. Ahora bien, según los datos que hemos calculado para Manizales (Moreno & Moreno, 2009), es de entre 3%. Es decir, que comparativamente podemos obtener la siguiente tabla.

Tabla 1. Comparativo porcentual del crecimiento de las iglesias evangélicas en principales ciudades del país en relación con Manizales.

Fuente: Elaboración propia.

Page 219: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

Entre la teología del reino y la teología de la prosperidad...

219VIRAJES

Como se desprende de la gráfica, Medellín, Barranquilla y Bucaramanga tienen un porcentaje superior al 20% de su población, Las sigue Bogotá con una membresía del 15%, mientras que Medellín con el 9,5% es la que de las tres más grandes ciudades del país cuenta con un 9,5%. Manizales cuenta con el porcentaje más bajo con 3%, lo que podría explicarse por su fuerte arraigo a la tradición católica.

Situados en ese 3% de nuevos creyentes en Caldas podríamos decir que el desplazamiento del campo religioso al campo político encontramos dos ejemplos significativos representados en el partido MIRA derivado de la IDMJI. El segundo ejemplo lo encontramos en la Asociación de Ministros Cristianos de Caldas.

En el caso del MIRA, como ya se hace presencia en gran parte del trabajo de expansión nacional de la red del movimiento en los primeros 10 años de creación. Es decir, que para el 2010 el MIRA al igual que la IDMJI se ha establecido prácticamente en todos los municipios de Caldas. Donde había un templo de IDMJI se encontraba una sede del MIRA.

Por otro lado, ASMICC, que se constituye en una red de iglesias interdenominacionales desde los años noventa que tiene un interés de cooperación doctrinal, pero con aspiraciones políticas.

Las dos organizaciones operan con diferentes lógicas: la primera ha sido una organización que ha mantenido su autonomía como partido político y se ha desarrollado con base a los elementos característicos de la iglesia neo-pentecostal.

La segunda se encuentra en proceso de conformación, cuya mayor parte de las iglesias que tienen se basan en una teología de corte pentecostal.

El Movimiento Independiente de Renovación Absoluta (MIRA)

En el terreno político se destaca los resultados del MIRA de la IDMJI, que en el transcurso de su creación del 2000 al 2015 en el departamento de Caldas han logrado 11 curules: 10 en el concejo municipal. Como se observa (en la tabla 2), el MIRA, en las elecciones de concejo municipal, alcanzó en las elecciones de 2011 una curul en tres municipios (Chinchiná, Manizales y Villamaría), en total una votación de 11.165 votos en los tres municipios.

En las elecciones de 2015 el MIRA alcanzó una curul (cuatro más que en las anteriores elecciones) en siete municipios de Caldas: Aguadas, Anserma, Chinchiná, La Dorada, Manizales, Risaralda, Villamaría (sumada una votación de 13.202 votos). Comparativamente con las elecciones del 2011 se mantuvo la curul de Chinchiná, Manizales, Villamaría, y se obtuvieron cuatro nuevas curules en Aguadas, Anserma, La Dorada y Risaralda.

Page 220: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

Cesar Moreno Baptista, Manuel Ignacio Moreno Ospina

220 antropol.sociol. Vol. 19 No. 1, enero - junio 2017, págs. 209-227

Tabla 2. Curules obtenidas por el partido MIRA en elecciones regionales para concejo municipal y asamblea departamental en Caldas, 2011 y 2015.

Concejo MunicipalElecciones 2011 Elecciones 2015

Municipio curules votos % votación curules votos %

votaciónAguadas 1 609 6,11Anserma 1 1005 6,61Chinchiná 1 1519 7,72 1 1170 5,24La Dorada 1 1415 4,86Manizales 1 8449 6,39 1 7177 4,4Risaralda 1 378 6,87Villamaría 1 1197 6,22 1 1448 6,68 Total 3 11165 7 13202

Fuente: Registradora Nacional del Estado 2011 y 2015 (resultados electorales).

En cuanto a las elecciones para asamblea departamental, el MIRA ha logrado obtener una curul en las elecciones de 2011 con 18.579 votos, pero en las elecciones de 2015 perdió la curul con 16.950 votos.

Asamblea DepartamentalElecciones 2011 Elecciones 2015

curul votos % curul votos %1 18.579 5.56 0 16.950 4.51

La Asociación de Ministros Cristianos de Caldas (ASMICC)

Otro de los proyectos políticos de las iglesias evangélicas en Caldas, gira en torno a la Asociación de Ministros Cristianos de Caldas (ASMICC), que se formaliza a principios de los años noventa. En la actualidad, ASMICC reúne aproximadamente 60 iglesias donde confluyen diferentes denominaciones. Uno de los elementos característicos de las iglesias de esta asociación es que profesan la “sana doctrina”, es decir, que se consideran “cristianos trinitarios”. La primera condición para hacer parte

Page 221: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

Entre la teología del reino y la teología de la prosperidad...

221VIRAJES

de la asociación es declararse teológicamente trinitarios, es decir, que alaban y creen en la trinidad católica (Padre, el Hijo y el Espíritu Santo11). Aunque la asociación está abierta a la participación de todas las iglesias del departamento, se ha desarrollado una mayor integración entre las iglesias de Manizales.

Dentro de la asociación diferentes iglesias adelantan acciones de cooperación, como la circulación de pastores por diferentes congregaciones realizando trabajo de predicación, y también en la realización de eventos masivos de alabanza en estadios y escenarios públicos.

ASMICC había tenido un interés de participación política desde sus inicios sin ningún éxito. Fue hasta las elecciones del 2015 que lograron unificar una candidatura en torno a una lideresa de la Misión Carismática Internacional y elegirla como concejal de Manizales con 1904 votos. La elección de esta candidata se hizo en coalición con el Partido de la U12. De acuerdo con los testimonios de diferentes pastores, se habían hecho varios intentos de elegir un concejal en coalición con otros partidos, pero la división interna no había permitido tener éxito.

Los nuevos actores religiosos transitan a la escena política jalonados por argumentos que se fundamentan en su filiación religiosa y la defensa de determinados valores e intereses que se interpretan en función social. Estos principios doctrinales se constituyen en determinado momento en dispositivo de articulación inter-denominacional entre iglesias o de coalición con partidos políticos13. Por ejemplo, para uno de los líderes de la MCI en La Dorada, la iglesia debe ser un generador de cambios, una fuerza que logre su proyecto de vida fuera de las cuatro paredes de la iglesia y se proyecte a la comunidad:

Nosotros no nos consideramos como una iglesia de seguidores sino de sucesores. Es decir que la Misión Carismática también tiene una visión de lo social muy amplia, incursionamos en la política del país. Actualmente tenemos tres congresistas en la bancada Centro Democrático defendiendo el orden natural de Dios. (Pastor MCI).

11 Por ejemplo, en ASMIC consideran que Ias ideas religiosas de la IDMJI no son aceptadas, particular-mente en la creencia del dogma de la profecía.12 Las alianzas con otros partidos como el caso de la MCI –cuyo principal aliado ha sido el Centro De-mocrático- se establecen a través del movimiento CRC que son las iniciales de la líder política Claudia Rodríguez de Castellanos, considerada “el motor político de la iglesia”, es exsenadora de la República, exconcejal de Bogotá y exembajadora en Brasil en el gobierno de Álvaro Uribe Vélez.13 Como se ha señalado, el principal argumento que los articula es la defensa de la familia, en oposición a la legalización del aborto, el matrimonio igualitario, la adopción igualitaria y la legalización de las drogas.

Page 222: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

Cesar Moreno Baptista, Manuel Ignacio Moreno Ospina

222 antropol.sociol. Vol. 19 No. 1, enero - junio 2017, págs. 209-227

Aquí es claro que para las iglesias neo-pentecostales como la MCI, ésta debe ser un generador de cambios sociales mediante acción política. Para las iglesias pentecostales (como en su mayoría componen ASMIC), aunque se alejan de una teología de la prosperidad han comenzado -en sus términos- un ‘despertar’ y ‘desengañarse’ de su creencia de la inmoralidad por la acción política14.

La creencia religiosa como resorte del campo político

A diferencia de las primeras versiones pentecostales, las nuevas están orientadas hacia “este mundo”, no enfatizan la salvación para “la otra vida”, ni el advenimiento inminente de Jesucristo. Además, no condenan la política, sino por el contrario justifican la participación de los creyentes en ella, como parte de su misión de establecer el reino de Dios en la tierra. En este sentido: las nuevas versiones pentecostales afirman que tanto la “ prosperidad económica” como el “ poder político” son aspiraciones legítimas de los “los hijos de Dios”. Esta nueva actitud se puede expresar en el tránsito de “la huelga social” a la “teología de la prosperidad” (Beltrán, 2006, p. 34).

Ya Bourdieu (1971) afirma como en cualquiera de los campos en este caso “religioso”, se construye alrededor del interés la expectativa de un mensaje sistemático capaz de dar un sentido unitario a la vida, en torno a la conducta cotidiana. Las creencias de los actores se configuran en un habitus religioso particular, es decir una disposición durable, generalizadora y transportable de la acción.

Las creencias religiosas tienen un rol importante en la creación y sustento de esquemas de percepción, es decir en la relación entre estructuras de poder y estructuras mentales. Resulta inevitable el nexo entre el campo religioso y el campo político. Pues explica Bourdieu (1971), función ideológica entendida como “la práctica y política de hacer absoluto lo relativo y de la legitimación de lo arbitrario” (p. 310), contribuye a la “imposición (disimulada) de principios de estructuración de percepción y de pensamiento del mundo y, en particular, del mundo social” (p. 300). Así pues, la dialéctica entre la teología del reino y la teología de la prosperidad implica la relación entre el campo religioso y el campo político.

14 La posición que han asumido comúnmente las iglesias pentecostales se expresa en palabras de un pastor de la Misión Panamericana: “en el caso particular de nosotros como Denominación Panamericana, le enseñamos a la gente de alguna manera como descubrir un buen perfil, mas no imponemos ideologías, ni nombres, ni tenemos brazos políticos, ni acuerdos políticos. Algunas denominaciones lo hacen, nosotros no”.

Page 223: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

Entre la teología del reino y la teología de la prosperidad...

223VIRAJES

Una de las características importantes para las iglesias neo-pentecostales es mantener firme la creencia de la presencia del Reino de Dios en la tierra y que dicha presencia significa bienestar para la membrecía de la iglesia tanto en el mundo espiritual como en el material, como lo señala el pastor Hernando Zapata:

En Suramérica por el año 2010 se empezó a hablar del Reino de los Cielos más que del Evangelio de Salvación. Porque el Evangelio de Salvación era venga bautícese, comience a cantar en la iglesia, ¡ que crezca la iglesia! (…) El Reino de los Cielos empezó a descubrir que Dios es tan perfecto que él puede incrustarse, o puede incursionar en lo político, en lo deportivo, en lo social, en lo económico. Por ejemplo, actualmente yo hago un trabajo de marketing de político, con algunos pastores y algunos cristianos. (Líder, Iglesia Centro de Fe y Esperanza)

Con relación a la participación en política, el pastor Antonio Ordóñez de la MCI comenta:

Para entender la relación religión política, hay que ir a la Biblia y vamos a encontrar palabras como proverbios 29-2 que dice: cuando gobierne el justo el pueblo es alegre, cuando gobierne el impío el pueblo gime (…) Una de las consignas del M-19 era la paz nace de la justicia. Justamente es un pasaje bíblico. (…) Romanos 13 nos habla de las autoridades, del gobierno. El tributo al Estado. El cristianismo es poder político capaz de hacer grandes transformaciones en una nación. Mucho tiempo se malinterpretó ‘mi reino no es de este mundo’, como si fuera una acción de alejarnos de las necesidades humanas. Al contrario, debemos tener el corazón con Dios bien conectado en la esfera espiritual de lo invisible, pero los pies en la tierra bien conectados a una comunidad que necesita conocer de Dios, en esencia la política es un arma evangelista de la iglesia, una cosa es politizar la iglesia, otra cosa es cristianizar la política. Necesitamos gente que gobierne, entonces la iglesia lo que tiene que promover es aquellas personas sobresalientes que tengan vocación y motivarlos a que entren en la esfera del Estado y muchos que están en el Estado que se conviertan a la fe cristiana. (Pastor, MCI)

Se puede evidenciar en este testimonio, como la teodicea presente en las doctrinas de los neo-pentecostales, el creyente asume sus responsabilidades frente a Dios y las cumple a cabalidad, incluyendo las de militante, que hacen parte de una dimensión, entre otras, en su vida. La teodicea aporta una ‘solución’ al problema o la necesidad de que el líder religioso incursione en campo de lo político. Se justifica por que será allí donde se concretarán

Page 224: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

Cesar Moreno Baptista, Manuel Ignacio Moreno Ospina

224 antropol.sociol. Vol. 19 No. 1, enero - junio 2017, págs. 209-227

los bienes de salvación en la tierra. La teodicea implica una creencia en el ‘otro’ mundo, creencia en la retribución y esta se logrará a través del orden político como medio para la transformación ética racional del mundo.

De acuerdo con Max Weber (1967) podemos decir que el ascetismo intramundano del afiliado a las iglesias neo-pentecostales, le convence de ser una herramienta de Dios en el mundo, las recomendaciones de los líderes políticos de cómo proceder se convierten en un deber moral para el creyente, quien asume la transformación del mundo según sus ideales ascéticos, bajo unos parámetros definidos; porque si Jesús vendrá nuevamente al mundo, entonces se lo debe recibir bien, en condiciones adecuadas, la aprehensión de un comportamiento éticamente político, consecuente y adecuado con la formación de una ciudadanía activa y enmarcada en los requerimientos que la ley establece.

Ahora bien, esto tiene una conexión con lo teleológico. En función de la búsqueda de las bendiciones “prometidas por Dios”, los militantes/creyentes terminan adoptando ciertas formas de comportamiento, que por una afinidad electiva, devienen en un proceder acorde con el ejercicio partidista y ciudadano que se esperaría en cualquier partido político. Si en función de agradar a Dios y aportar lo justo para construir su reino, las personas no roban, militan de manera voluntaria, no se dejan corromper, tratan de ser transparentes y usan los instrumentos legales, lo que están haciendo es fortalecer el ejercicio ciudadano, pero bajo un principio religioso.

Tanto pentecostales como neo-pentecostales afirman tener un sueño de sociedad y una función de lo religioso, que justifica su participación o no en política. En el caso de la IMJI, se explica a través de la creencia en los ‘dones’, “considerado como un regalo de Dios a su Iglesia y su adquisición depende del grado de compromiso de los fieles, del tiempo de permanencia en la iglesia y de haber sido bautizado en el Espíritu Santo o bautizado en agua” (Reyes, 2010, p.191).

A su vez, las dinámicas de los miembros de la IMJI son regidas por los mensajes que se comunican a través de la ‘profecía’15, en este sentido el profeta predestinado por Dios para cumplir con la misión de propagar su reino por el mundo es María Luisa Piraquive (2002., p.193), así lo afirma la pastora:

Como les había referido, el Espíritu Santo se anticipó con revelaciones acerca de la Iglesia y su participación en el gobierno (…) Inesperadamente Dios propició las cosas, movió los corazones e

15 La profecía parte de la idea que Dios lo sabe todo, pasado, presente y futuro, así Dios le revela, a algu-nas personas, fragmentos de aquello que considera (Reyes, 2010, p. 193).

Page 225: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

Entre la teología del reino y la teología de la prosperidad...

225VIRAJES

incitó la creación del Movimiento Político MIRA. Por mi mente jamás pasó que nos fuéramos a ver envueltos en semejante labor, realmente no había ninguna necesidad de hacerlo, mas el Plan de Dios así lo dictaminó. Entendí que la enseñanza de Isaías 60:3 cuando afirma respecto de la Iglesia que los pueblos andarán a tu luz y los reyes al resplandor de tu nacimiento, se vivifica con MIRA (no después de la muerte o cuando Cristo venga en las nubes). (Ibíd, p. 150).

El partido procede esencialmente con el objetivo de salvar almas para Dios y dar espacio a aquellos que estén dispuestos a compartir los ideales de la Iglesia. En este caso la elegida es la portadora del mensaje a la feligresía.

Las iglesias que han adoptado la teología o evangelio de prosperidad han adaptado tecnologías modernas a los espacios de culto, han utilizado la radio y la televisión, para transmisión en vivo de las jornadas pastorales a nivel nacional e internacional. La misma teología les señala la importancia de hacer sacrificios a favor de la Iglesia mediante el diezmo como una forma de agradar al Señor. Un indicador muy importante de la prosperidad lo constituye la membrecía, lo que se asocia al número de iglesias distribuidas a lo largo y ancho del territorio y en ese mismo sentido toda la actividad política constituye un sacrificio de los miembros de la iglesia por la prosperidad y el éxito de ésta (Reyes, 2010).

Conclusiones

La emergencia del gran número de templos y denominaciones religiosas evangélicas en las últimas décadas confirma la pluralización del campo religioso a nivel nacional, regional y local. A pesar de que su crecimiento en el Caldas, no se muestra al mismo ritmo de otras regiones y ciudades, la incidencia de estas nuevas iglesias es factor de reconfiguración de nuevos sentidos de identidad comunitarios y modos de creer en la sociedad (Hervieu-Leger, 2005). Paralelamente desde el reconocimiento de la diversidad religiosa en el país con la constitución de 1991 se han formalizado nuevos partidos políticos de origen religioso, cuya base electoral y organizativa lo constituyen los fieles de las iglesias evangélicas.

Si bien es cierto que existe un sustrato común de dichas creencias entre las dos corrientes religiosas más importantes: pentecostales y neo-pentecostales, mientras los primeros piensan que es necesario distanciarse de satanás en términos de una “guerra espiritual”, y esperan la segunda venida de Cristo para instaurar el Reino de Dios; para los neo-pentecostales, el Reino de Dios ya llegó y todo cristiano debe trabajar para que todo esté adecuado para recibir al Salvador. Según estos, es entonces necesario

Page 226: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

Cesar Moreno Baptista, Manuel Ignacio Moreno Ospina

226 antropol.sociol. Vol. 19 No. 1, enero - junio 2017, págs. 209-227

transformar la sociedad y las leyes para que la realidad refleje los textos bíblicos. Los diferentes principios doctrinales y su actitud frente a la sociedad han permitido diferenciar a los pentecostales y los neo-pentecostales como movimientos que tienen variedad de predisposiciones frente a la acción política.

Los neo-pentecostales por su gran interés en promover la participación cívica y política de sus fieles y sus líderes pastorales en la sociedad, la promoción del liderazgo de la mujer en las iglesias, el uso sofístico de los medios masivos y la tecnología de mercado, y la promoción de la teología de la prosperidad acompañada por una orientación de prosperidad económica, han logrado producir un mensaje atractivo particularmente en los sectores de clase media y generar nuevos seguidores así como réditos electorales.

De acuerdo con los datos electorales de las elecciones de 2011 y 1015 se puede concluir que en Caldas, los resultados más significativos los ha obtenido el partido MIRA de tendencia neo-pentecostal que ha logrado tener permanencia representativa durante ocho años (dos periodos consecutivos) en tres municipios, incluido Manizales, y ampliaron en los últimos cuatro años su representación en cuatro municipios más. Es decir, actualmente cuentan con representatividad política, aunque en minoría, en una cuarta parte de los municipios de Caldas.

De otra parte, las “iglesias trinitarias”, asociadas en ASMICC dentro de la que se identifica iglesias con posturas de tendencia legalista16 y moderada17, cuyos contrastes reflejan una mayoría de denominaciones con tendencia pentecostal y una minoría neo-pentecostal, como la Misión Carismática Internacional. El hecho de que en 2015 la candidata de ASMICC en coalición con el Partido de la U, tenga su origen su iglesia de congregación en la Misión Carismática Internacional da cuenta de la capacidad de los neo-pentecostales para ir ganando espacio político en la sociedad.

Referencias bibliográficas

Bastian, J. (1997). La mutación religiosa de América Latina. México: FCE.Beltrán, W.M. (2010). La expansión del pentecostalismo en Colombia. Una revisión del

estado del arte. En: Tejeiros, C. (compiladora). El pentecostalismo en Colombia. Prácticas religiosas, liderazgo y participación política. Bogotá: Universidad Nacional de Colombia.

16 Se podrían señalar como una tendencia más ortodoxa, con prescripciones rígidas.17 Con una disposición más liberal y abierta, o menos restrictiva.

Page 227: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

Entre la teología del reino y la teología de la prosperidad...

227VIRAJES

Beltrán, W.M. (2011). Descripción cuantitativa de la pluralización religiosa en Colombia. Universitas Humanistica, (73). No.73. Pp. 173-200.

Beltrán, W.M. (2006). Pentecostales y neo-pentecostales: lógicas del mercado y consumo cultural. Cuadernos de trabajo del GESRSC, (4). Bogotá: Universidad Nacional de Colombia.

Beltrán, W.M. (2000). Socio-génesis de la participación pentecostal en el campo político electoral colombiano. Paz-ando, (16). Pp. 1-11.

Bidegain, A.M. & Demera, J. D. (compiladores). (2005). Globalización y diversidad religiosa en Colombia. Bogotá: Universidad Nacional de Colombia.

Bourdieu, P. (1971). Génesis y estructura del campo religioso. México: Fondo Cultura Económica. Castellanos, J.M.; Tapasco, O.; Gallego, C.A.; Osorio, D.; Urrea, S.; Orozco, L.; Espeleta, J.

et al. (2013). El movimiento independiente de Renovación Absoluta y la producción de incentivos religiosos para la acción política en Manizales (Colombia). Manizales. Revista de Antropología y Sociología, Virajes, 15 (1).

Cuervo, I. (2010). Trayectorias y agendas de mujeres pentecostales en la política. Los casos del movimiento Unión Cristiana y del Partido Nacional Cristiano. Colombia (1991-2005). En: Tejeiros, C. (compiladora). El pentecostalismo en Colombia. Prácticas religiosas, liderazgo y participación política. Bogotá: Universidad Nacional de Colombia.

Forero, Andrea. Entre 15 y 20 nuevas iglesias son registradas cada semana en Colombia. El Tiempo. (6 de octubre de 2013).

Colombia elecciones regionales 2015 (2015). Recuperado de http://elecciones.registraduria.gov.co:81/esc_elec_2015/99CO/DCO09ZZZZZZZZZZZZZZZ_L1.htm

Colombia elecciones regionales (2011). Recuperado dehttp://www.colombia.com/especiales/elecciones_2011/resultados/Concejo.aspx?D=9

García–Ruiz, J. & Michel, P. (2014b). Neo-pentecostalismo y globalización. Recuperado de: https://hal.archives-ouvertes.fr/hal-01025311/document

García, J. (2012). Sociología del crecimiento y la decadencia de las instituciones religiosas en la globalización. En: Revista de antropología y sociología: Virajes, 14 (2), 157-170.

Garcia-Ruiz, J. (2004). Le néopentecôtisme au Guatemala: entre privatisation, marché et réseaux. Critique Internationale, 22, 81-94.

Hervieu-Leger, D. (2005). La religión, hilo de memoria. Barcelona: Heder.López, J. (2010). Interpretaciones y perspectivas de estudio del pentecostalismo en América

Latina. En: Tejeiros, C. (compiladora). El pentecostalismo en Colombia. Prácticas religiosas, liderazgo y participación política. Bogotá: Universidad Nacional de Colombia.

Moreno, C. (2012). Cambios socioreligiosos y estrategias de emplazamiento de las iglesias pentecostales en Caldas. Revista de antropología y sociología: Virajes, 14 (2), 173-212.

Moreno, C. & Moreno, M. (2009). Prospección etnográfica del cambio religioso en la ciudad de Manizales. Revista de Antropología y Sociología: Virajes, 11, 177-203.

Piraquive, M.L. (2002). Vivencias. Colombia: Iglesia de Dios Ministerial de Jesucristo Internacional.

Reyes, G.M. (2010). El don de la profecía en la Iglesia de Dios Ministerial de Jesucristo Internacional. En: El pentecostalismo en Colombia. Prácticas religiosas, liderazgo y participación política. Bogotá: Universidad Nacional de Colombia.

Tejeiros, C. (2010). Pentecostalismo en el marco del cambio social y religioso en América Latina y Colombia. En: El pentecostalismo en Colombia. Prácticas religiosas, liderazgo y participación política. Bogotá: Universidad Nacional de Colombia.

Weber, M. (1967). La ética protestante y el espíritu del capitalismo. México: Fondo de Cultura Económica.

Page 228: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar
Page 229: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

* Este artículo fue publicado en: El Cadejo 11, 2004: 6-16. El artículo anterior: “Por una antropología del barroco: identidades e instituciones en América Latina” se encuentra en Virajes 14(2), 2012. El mismo artículo fue publicado en: El Cadejo 12, 2004: 5-21.** Director de Investigaciones emérito, EHESS- CNRS-ENS.

VIRAJESANTROPOLOGÍA DEL BARROCO (IIª PARTE):LAS IMPLICACIONES DE LOS DECRETOS DE

TRENTO: “UN REY, UNA LEY, UNA FE”*

JESÚS GARCÍA RUÍZ**

Recibido: 24 de diciembre de 2016Aprobado: 12 de febrero de 2017

Artículo de Reflexión

CÓMO CITAR ESTE ARTÍCULO:García, J. (2017). Antropología del barroco (IIª parte):las implicaciones de los decretos de Trento: “un rey, una ley, una fe”. Revista de Sociología y Antropología: VIRAJES, 19 (1), 229-264. DOI: 10.17151/rasv.2017.19.1.12

VIRAJES antropol.sociol. Vol. 19 No. 1, enero - junio 2017, págs. 229-264ISSN 0123-4471 (Impreso) ISSN 2462-9782 (En línea) DOI: 10.17151/rasv.2017.19.1.12

Page 230: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

Jesús García Ruíz

230 antropol.sociol. Vol. 19 No. 1, enero - junio 2017, págs. 229-264

ResumenEl barroco, sistema cultural que fue considerado durante mucho

tiempo como un arte decadente. Componente constitutivo de la realidad histórica latinoamericana, es una variante integrante de la idiosincrasia y de la identidad, conocerlo y comprenderlo es, sin duda, un pasaje obligado para mejor conocernos. El barroco en materia religiosa es fundamentalmente un instrumento para la propagación y la articulación de la fe y para –al mismo tiempo- construir y normar una nueva fe. En el nivel civil, la situación es más compleja: está por una parte el sector oficial de las ‘instituciones’: rol del rey o de sus representantes, de los ‘notables’ representantes de dicho poder real, los organismos públicos (capitanía general, audiencia, municipalidades, etc.). Para estas instituciones, el barroco desempeña una doble función: en la representación y la afirmación de la potencia pública. Finalmente, en privado, el barroco es pensado desde una cierta sacralidad y jerarquía.

Palabras clave: El barroco, sistema cultural, civilización barroca, universo cristiano.

ANTHROPOLOGY OF THE BAROQUE (PART II):THE IMPLICATIONS OF THE DECREES OF TRENT:

“A KING, A LAW, A FAITH”

AbstractThe Baroque, cultural system that was considered for a long time as a decadent art and which is constituent component of Latin American historical reality, is an integral variant of idiosyncrasy and identity. Knowing and understanding it is, doubtlessly, an obligatory passage to get to know us better. The Baroque, when it comes to religion, is fundamentally an instrument for the propagation and articulation of faith and, at the same time, to build and regulate a new faith. At the civil level, the situation is more complex: on the one hand, one finds the official sector of the ‘institutions’: the role of the king or his representatives, the role of the ‘notables’ representing the aforementioned royal power, the public bodies (general captaincy, audience, municipalities, etc.). For these institutions, the baroque plays a double role: in the representation and in the affirmation of the public power. On the other hand, at the private level the baroque is thought from a certain sacredness and hierarchy.

Key words: The Baroque, cultural system, Baroque civilization, Christian universe.

Page 231: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

Antropología del barroco (IIª parte) Las implicaciones de los decretos de trento...

231VIRAJES

De Roma al sur de Alemania, de España a América Latina y a Filipinas, de Portugal a Brasil y al extremo oriente, el barroco es, sin duda, el primer fenómeno cultural y artístico

mundial de su época. Encarnación, al mismo tiempo, del poder temporal y espiritual de la iglesia católica de la Contrarreforma, y del absolutismo político europeo, fue capaz de desplegarse y adaptarse a las condiciones geográficas, históricas y políticas significativamente diferentes (Gisbert, 2003). Primero fue ‘romano’ como consecuencia de Trento, pues fue estimulado por mecenas: papas, cardenales, nobleza romana y su apogeo se sitúa entre 1630 y 1670; seguidamente se difunde por toda Italia al incluir las regiones sometidas a la autoridad española, como Nápoles y Sicilia; desde finales del siglo XVI y principios del XVII, pero sobre todo a partir de 1650 –finalizada la guerra de treinta años- se expande en Baviera, en Australia y en Bohemia. Bajo el impulso de las misiones de los jesuitas y capuchinos, sobre todo; se difunde igualmente a toda la Europa católica rápidamente, pero también dominicos y franciscanos se implantan en las tierras de los imperios coloniales de España y Portugal: la América española, Filipinas, Macao y en este sentido, el barroco fue la primera forma de arte que haya conocido una expansión universal.

El barroco fue considerado durante mucho tiempo como un arte decadente y en contraposición con el renacimiento (García-Ruiz, 2012). Sin embargo, la historia da vueltas y hoy aparece como la marca y el sub-basamento de un sistema civilizatorio que contribuyó a la ampliación del horizonte de la percepción y de la conceptualización de lo real. Componente constitutivo de nuestra realidad histórica guatemalteca, integrante de nuestra idiosincrasia y de nuestra identidad, conocerlo y comprenderlo es, sin duda, un pasaje obligado para mejor conocernos. O dicho en otras palabras, conocerlo es mejor conocernos.

El barroco es un arte de pasiones y de éxtasis, al tiempo que de acercamiento a los límites de toda la realidad humana: el nacimiento y la muerte, como lo señala con gran pertinencia Calderón de la Barca en El gran teatro del mundo. Y en este sentido, es un arte total que pone en escena fuerzas y formas patéticas con cuerpos agitados por las fuerzas sobrenaturales que pueden ser ‘leídas’ por los gestos, el movimiento y el claroscuro. Se trata de un arte poderoso y dinámico, evocador e individualizador de los rostros, de las actitudes, de los sentimientos destinados a responder a todos los estados del alma del espectador. Estilo agudo, sinuoso, -al que está asociado el grafismo gótico-, el barroco responde con un naturalismo más denso. Inaugura la tradición de los cuadros vivientes que, como el teatro sacro, acerca las creencias al hombre del pueblo (Fagiolo, 2003). Las figuras –esculpidas o pintadas- al tiempo que las formas arquitecturales, están

Page 232: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

Jesús García Ruíz

232 antropol.sociol. Vol. 19 No. 1, enero - junio 2017, págs. 229-264

atravesadas por lo carnal y la ‘gracia’, siempre en tensión entre la materia y el espíritu, entre la ascensión y la caída. Pero, al mismo tiempo, es un arte político: construye una imagen del poder, lo exalta y lo glorifica, al tiempo que le enfrenta con su último destino irreversible: la muerte.

Bajo el título II Gran Teatro del Mondo. L’Anima e il Volto del Settecento, el Palazzo Reale de Milan organizó, del 13 de noviembre del 2003 al 12 de abril de 2004, una exposición excepcional sobre el barroco. Excepcional, por tres razones y por la concepción de conjunto basada en una clara visión del sistema civilizatorio.

- En primer lugar, porque la exposición presenta el barroco como sistema cultural y no únicamente como un ‘estilo’ artístico; en efecto, presenta un periodo civilizatorio llamado ‘barroco’, en el interior del cual tres estilos se sucedieron: el manierismo, el estilo barroco propiamente dicho y el rococó; tres estilos que, a su manera, cumplieron funciones equivalentes al servicio del sistema ideológico-cultural;

- La exposición organiza un recorrido desde el interior de la sociedad, acercándose a su ‘fisionomía’, a su ‘psicología’ y a sus valores, a su “sistema de representación del mundo”, lo que permite un acercamiento desde el interior, desde el pensamiento que la sociedad producía sobre ella misma, desde la causalidad y la finalidad que el hombre barroco se asignaba y asignaba a la sociedad y al poder;

- El tercer elemento, tal vez el más interesante, es que es una exposición en la que lo religioso no está presente sino por referencia alusiva: se presentan lienzos con pinturas de la vida cotidiana de las diversas actividades y de las distintas clases sociales: desde la pareja de campesinos de Giacomo Ceruti o la escena del trabajo de campo de Giuseppe Zais hasta el pasaje urbano de Bernardo Bellotto o el mercado del Verziere de Alessandro Magnasco; de las escenas de vida galante de Jean-Antoine Watteau o de Francesco Zuccarelli y el cuadro de J.H. Fragonard intitulado “Carta de amor”; desde “El concierto” de Pietro Longhi hasta el retrato de Sir Harbord de Thomas Gainsborough o el del cardenal Luis María de Borbón, arzobispo de Toledo, de Francisco Goya.

Como lo evidencia con fuerza la exposición, el barroco no es solamente una estética. Es un conjunto coherente de ideas, es un sistema organizacional y creador de instituciones que asume e incorpora todas las formas: no solamente artísticas, repetimos, sino ideológicas, políticas, sociales, prácticas de la vida social e individual, como lo señala con insistencia Flavio Caroli1 en el Catálogo de la exposición y como lo ha analizado José

1 Perché la fisionomía. Perché la psicología, Perché el Settecento. Perché in “Il Gran teatro del Mondo. L`Anima e il volto del Settecento, Milán, Skira editore, 2003.

Page 233: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

Antropología del barroco (IIª parte) Las implicaciones de los decretos de trento...

233VIRAJES

Antonio Maravall2. Se trata de un tomar en cuenta globalmente la actividad humana y sus producciones. Y en ese sentido, se trata de un esfuerzo por reconstruir una antropología que las interrogaciones post-renacentistas y manieristas no tienen la capacidad de aportar. En esta nueva fase de la historicidad humana, el principio de armonía –que prevaleció a lo largo del renacimiento- no tiene capacidad como para reconstruir la imagen de los objetos y las relaciones del hombre con el mundo. Los nuevos descubrimientos generaron rupturas y ‘tempestades’, y la visión del mundo fue transformada en profundidad. Descubrimientos y conquistas, guerras y riquezas nuevas, emergencia de una nueva concepción del poder, van a contribuir a desarrollar activamente una visión voluntarista del mundo: se reconstruye el mundo como objeto de voluntad. Se trata de reconstruir un universo en ruinas, tanto material como intelectualmente, y en ese contexto, el barroco propone un proyecto: gobernar al mundo y gobernarse a sí mismo; establecer y consolidar una visión estable y normativa que regule a los hombres y a la sociedad; consolidar nuevas formas de autoridad tanto política como religiosa.

En esta empresa, fueron –sin duda- los jesuitas los que conjugaron con el mayor entusiasmo y eficacia los dos principios conceptuales de la civilización barroca: persuadir y, al mismo tiempo, asegurar la participación de la sociedad en la construcción de un universo cristiano. La persuasión se ejercía haciendo un llamado, a la vez, a la argumentación y a los sentimientos, de tal manera que el desarrollo de las artes se impuso como una preocupación esencial en la obra de la evangelización. Se trataba de la utilización del arte como un medio de persuasión y de participación en la transformación del mensaje evangélico.

La iglesia había comprendido esa necesidad desde hacía tiempo: desde el siglo XV los llamados “esquemas iconográficos” habían aparecido en los muros de los conventos y de las iglesias. Estos esquemas estaban cargados de una significación pedagógica que exaltaba, bajo una forma apologética, el recorrido de las vidas y obras de los santos de las órdenes mendicantes y que comunicaban los primeros elementos del catecismo. Esta tradición de las “santas imágenes” remonta, en occidente, al siglo XII, como lo analiza Ringbom en su estudio sobre las imágenes de la devoción (1995). Pero son los jesuitas quienes recogen y se apropian la herencia de esta tradición, como lo señala Rodríguez (1974), asociándola a elementos tomados de la vida cotidiana e impuestos por el poder.

2 El Estado Moderno y la mentalidad social. Siglos XV a XVII, Madrid, Revista de Occidente, 1972; José An-tonio Maravall, La cultura barroca: una estructura histórica, Barcelona, Ariel, 1975.

Page 234: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

Jesús García Ruíz

234 antropol.sociol. Vol. 19 No. 1, enero - junio 2017, págs. 229-264

En la vida urbana, el aspecto festivo y ritual ganó importancia, y la participación de sectores populares (indígenas y otras castas, incluidos los mestizos y criollos) fue cada vez más significativa. La arquitectura de los jesuitas desempeñaba un rol esencial ya que ofrecía esta representación teatral de la existencia. Las fachadas de las iglesias jesuíticas son, frecuentemente, el límite preciso de los espacios urbanos, tanto en los planos de las ciudades antiguas como lo vemos sobre la plaza de La Habana.

Si bien es cierto que las diversas sociedades responden condicionadas por el contexto socio-económico en que se encuentran, no es menos cierto que el proceso en ‘general’ de las ideas va más allá y articula –a la vez que es articulado- por lógicas societales. En ciertos casos -como en Polonia- el inicio de la decadencia de la nobleza como clase dirigente deja un espacio abierto a la iglesia católica (Michel, 1988), y es esta la que se convierte en el vehículo de la ideología y de la visión del mundo barroco; en España, es lo religioso lo que se convierte en ideología reguladora de los grupos sociales comunitarios, siendo lo ‘eclesiástico’ quien asume la reglamentación y regulación de la sociedad. Pero, al mismo tiempo, el Estado –bajo la forma de la realeza- asume la regulación y el reforzamiento de las estructuras administrativo-burocráticas que, en muchos casos, están orientadas por visiones totalitarias. En efecto, el “príncipe monárquico”, de derecho divino, legitimaba su poder a partir de una visión teológica de la ley, la cual era pensada como portadora de sacralidad: la regulación se construía por la relación con una ley revelada dictada de manera imperativa. “Un rey, una ley, una fe”, (que corresponde a una concepción de la unidad política, administrativa y religiosa) es una primera forma de construcción identitaria, de una idea de nación que se transformará a través del tiempo hasta convertirse en la forma de estado-nación a partir del siglo XVIII. La monarquía absoluta es, por lo tanto, el régimen político mayoritario, que tiene que ver con el pensamiento monoteísta, su unicidad y la centralización del cosmos.

Y en este sentido, el rey es el primer componente del régimen monárquico absoluto; la ley, el segundo, -y en este sentido, la monarquía se diferencia de la tiranía-; el tercero es la religión, una religión que es pensada como única, ya que la verdad no podía ser sino como única y unívoca, es decir, hegemónica, también.

Sin embargo, “el hombre de finales del siglo XVI sucumbe a un exceso de cultura”, afirma Dubois y prosigue

(…) La época abunda en ‘casos’ pintorescos: la originalidad equivale a la gloria, y las aberraciones del comportamiento definen las personalidades. Se siente que existe algo podrido en esta atmosfera

Page 235: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

Antropología del barroco (IIª parte) Las implicaciones de los decretos de trento...

235VIRAJES

de fin de siglo, en el que el espectro de la muerte se entremezcla con los bailes de la corte, donde el sentimiento amoroso oscila, de manera ambigua entre el erotismo y el misticismo. (1995, p. 145)

Pero el hecho mercante de la época es “el estado de guerra”, la guerra permanente. Se trata de guerras en las que el fundamento mismo de la sociedad está en juego. Y lo primero que está en juego es, sin duda, la unidad: el mundo

cristiano había vivido durante siglos en el interior de la idea de unidad, y había sido esa ‘unidad’ la que había presidido todas las empresas y todos los estados: monoteísmo, iglesia única y universal, monarquía, había sido –históricamente- la triada de referencia y el fundamento de articulación de las sociedades. Se trataba en realidad de los dos motores que forjaron la conciencia proto-europea: el sueño de imperio y la noción de cristiandad. Y es durante la edad barroca que perderá su significado, aunque permanecerán como un referente, como un modelo imaginario inspirador de utopías, reactivador de nostalgias o cobertura hipócrita de sueños hegemónicos. El fantasma del monarca universal sigue existiendo, no obstante, como arquetipo cultural. En efecto, los soberanos se encuentran con la necesidad de moderar su periodo y las llaves de San Pedro ya no abren todas las puertas. El sueño de imperio abandona el territorio europeo e intenta su desarrollo en ‘ultramar’: después de España, son Italia, Portugal, Inglaterra, Holanda, Francia, Países Bajos, Austria, Alemania, etc., que se lanzan en su construcción, transfiriendo, de esta manera, la concurrencia entre las naciones. Ante la imposibilidad de continuar existiendo como ‘cristiandad’, el cristianismo, bajo una forma diversificada, se instala y con ello desaparece el sentimiento de pertenencia que los pueblos de Europa podían tener al estar integrados en una misma comunidad religiosa.

En efecto, el movimiento de Reforma iniciado por Lutero y sus seguidores, pone todo este imaginario religioso unitario en tela de juicio: transforma la causalidad, desarticula los territorios y los espacios nacionales, crea fronteras internas de pertenencia, y obliga al posicionamiento de intereses y de referentes. Un dualismo religioso se instala en la historia, la monarquía centralizadora pierde parte de su legitimidad, el poder se divide entre las manos de múltiples fracciones. Y es aquí donde encontramos otro marcador profundo de la civilización barroca: la multiplicidad es su territorio, la dispersión y la multiplicación de señales de la imbricación en su tiempo.

Estas guerras, en su gran mayoría, son civiles y en ellas, la clandestinidad y el secreto son centrales: es el tiempo de las conspiraciones, de las intrigas subterráneas –al estilo italiano- y son la ilustración operativa

Page 236: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

Jesús García Ruíz

236 antropol.sociol. Vol. 19 No. 1, enero - junio 2017, págs. 229-264

y concreta de esta tensión entre el ser y el parecer, efecto de desdoblamiento que marca también el arte de su tiempo. Guerras clandestinas, guerras crueles. Las pasiones, cubiertas y justificadas por la opción religiosa, se exacerban y, paradójicamente, dan la impresión de que se dispersan de la moral. La muerte y el horror son cotidianos. Las represalias forman parte, y se organizan, a partir de la visión teatral como lo evidencian las descripciones macabras de testigos, el nuevo género literario y los grabados. El sadismo es concomitante con la victoria. Y estas guerras, alimentan un estado de tensión, de inseguridad y de inestabilidad permanente.

Esta es la época que da origen a ese arte y a esa literatura que pueden ser considerados como las últimas manifestaciones del manierismo del siglo XVI o como las primeras de la edad barroca. Y era la iglesia católica a quien le correspondía intentar una reunificación institucional e ideología, de la que la Compañía de Jesús fue la punta de lanza desde mediados del siglo XVI, junto con los capuchinos y los oratorianos. Este proceso de reforma lleva a la iglesia a restaurar una cierta unidad dogmática y litúrgica, lo que conllevó la voluntad de dar nuevamente una unidad interna a ciertos Estados fortificando su carácter unitario y centralizador, pero fracasó en la mayor parte de los casos de reconquista interna. Reforzó el rol de los Estados que eran ya católicos, sin crear entre ellos una comunidad política.

En la Europa barroca surgen otros principios de unificación: un principio de reconocimiento identitario, la nación, el cual será conocido al final de la época, pero que entra en la historia en forma metonímica antes; un principio de unificación con vocación universalista, la noción de derecho y de razón; y finalmente el principio de ‘completud’ cuyo objetivo es el de llenar los vacíos creados por los límites de la conciencia de pertenencia nacional y de estructuración intelectual: hace referencia a la subjetividad y a los “derechos del corazón”, del imaginario y del derecho a la fantasía.

Como lo señala Tapié(2005), en su obra clásica Baroque et classicisme, “el trabajo del investigador tiene por misión plantear problemas y buscar las explicaciones: no hace ni la apología ni el alegato” (p.53). Teniendo en cuenta el rol central que la civilización barroca desempeñó en América Latina en general y en Guatemala en particular, nuestra intención en esta serie de artículos es precisamente esa: plantear un cierto número de interrogantes a los decretos del Concilio de Trento que rigieron la iglesia católica durante cerca de 500 años –hasta el Concilio Vaticano II- y aportar variables que pueden cumplir una función explicativa.

Page 237: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

Antropología del barroco (IIª parte) Las implicaciones de los decretos de trento...

237VIRAJES

Contextos de una épocaEl gran siglo histórico de España comienza con el casamiento de

Fernando de Aragón y de Isabel de Castilla, en 1468, que une dos reinos que habían sido rivales durante largo tiempo. Su gobierno fue una época voluntarista y de “actividad nacional”. Desde Santiago de Compostela (Galicia) a La Alhambra (Córdoba) encontramos indefectiblemente los emblemas con los que los reyes católicos marcaron los monumentos y sus realizaciones; el yugo y el haz de flechas, símbolos de los dos reinos y de los dos esposos, y el escudo de armas, con los emblemas de sus reinos respectivos (un castillo y un león), sustentado por un águila nimbada, el águila de San Juan evangelista, a quien Isabel la Católica profesaba una devoción particular.

Finales del siglo XV y la primera mitad del siglo XVI estuvieron marcados por los grandes descubrimientos y, en consecuencia, por una ruptura con la visión y la experiencia del mundo de la edad media. En efecto, se ha dicho que la edad media (Le Goff, 1985) estaba organizada por el signo de la eternidad, una eternidad pensada como la realidad estática o como la cíclica. El renacimiento introduce el tiempo como dimensión fundamental del conocimiento, pero una concepción de tiempo pensada, a su vez, como lineal y estable y se caracteriza por una sed de conocimientos, una alegría de vivir y una búsqueda del pasado. En el barroco, el tiempo se convierte en tumultuoso, es decir, sometido a sus propios caprichos. La nostalgia de eternidad se convertirá en realidad trágica e insoportable, lo que lleva, en numerosos casos, a un “retirarse del mundo”. Este sentido agudo del movimiento incide igualmente sobre la concepción del espacio, que es percibido también como inestable y sometido a procesos de cambio. A la definición tradicional del ser por lo estable, el triunfo de la inestabilidad lleva –y obliga- a pensar que el universo no es sino un juego de formas inconsistentes (Maravall, 2000). Esta distinción entre el ser y el parecer, al que la filosofía platónica había dado consistencia, es el fundamento de los dispositivos y de las opciones existenciales y estéticas del barroco y que podría ser formulado a partir de dos preguntas esenciales: ¿qué son las cosas?, y ¿qué somos nosotros?

El barroco opta –y cultiva- por la ilusión y la metamorfosis, de las que no están ausentes ni las máscaras ni las mentiras: el trompe-l’oeil adquiere rango de procedimiento artístico, la metamorfosis se expresa como ilusión en acto: en el teatro los travestis son legión y la lógica de la ‘semejanza’ se expresa a través del desdoblamiento y de la ambigüedad. Pero, al mismo tiempo, el hombre barroco cultiva un sentimiento exacerbado por el ‘parecer’ que ciertos autores interpretan como mecanismo de compensación de la angustia; es orgulloso, desarrolla una afirmación de sí, al tiempo que es

Page 238: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

Jesús García Ruíz

238 antropol.sociol. Vol. 19 No. 1, enero - junio 2017, págs. 229-264

obstinado y desmedido. Se siente atraído por las decoraciones lujuriantes, multiplicadas, y la exterioridad es, también, una “manifestación de sí”. Es por eso que las fachadas –que son el lugar por excelencia de la apariencia- son particularmente importantes y se desarrollan masivamente, en relación con el cuerpo del edificio. Las vestimentas, los adornos y las joyas se convierten en conjuntos complejos, refinados al tiempo que sobrecargados. La vestimenta es pensada como “otro yo”, como apariencia que el hombre y la mujer cultivan y cuidan. Esta misma lógica de la apariencia la encontramos en el gusto por las fiestas suntuosas3, en el fasto, en la voluntad de deslumbrar y que, probablemente es un medio de camuflaje del aislamiento en el que el ser se encuentra frente a la inquietud que le genera la muerte. Dicho con otras palabras, la desmesura es un componente psicológico de la sociedad y el periodo. Y, en este sentido, se ha dicho que la cultura barroca se sitúa en las antípodas de la ‘sabiduría’ ya que esta última es un cierto equilibrio existencial que reposa sobre la conciencia de lo relativo. El barroco, contrariamente, se sitúa permanentemente en una búsqueda, en una conquista de lo absoluto: para la mentalidad barroca todo tiene que ser grande, incluso sus debilidades. Pensamiento de los extremos: entre desmesura y melancolía. El héroe barroco resume, en sí mismo, todas las aventuras del alma, excepto la moderación. Y en este sentido, la hipérbole es la figura por excelencia del barroco: en la pasión o en la acción, lo épico es su paradigma; epopeya permanente entre la realidad e imaginación hiperbólica.

Y es en este nivel –en el de la desmesura- que se sitúan sus grandes virtudes: el ascetismo y el misticismo. Se trata de una cierta concepción del ‘despojo’ al tiempo que de una cierta concepción de lo absoluto. Y en este sentido, se puede afirmar que la sensibilidad barroca entrelaza, por una parte, una inquietud fundamental y, por otra, una voluntad compensatoria de sublimación.

La muerteCalderón de la Barca, en su obra clarividente –que como lo han

señalado numerosos especialistas encarna las lógicas internas y profundas de la ideología barroca- El gran teatro del mundo-, coloca la muerte en el centro del dispositivo de la visión del mundo: de ser pensada como “reposo en las sombras”, pasa a ser quien gobierna al mundo, desencarnada, presente por todas partes y persiguiendo indefectiblemente a la juventud y a la belleza.

Es esta idea que expresa con un realismo incomparable Hans Baldung Grien en su pintura de 1517 intitulada La joven y la muerte, que se encuentra

3 Ver H. Cox, 1959.

Page 239: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

Antropología del barroco (IIª parte) Las implicaciones de los decretos de trento...

239VIRAJES

en el Kunstmuseum de Basel (Suiza) y en la que un esqueleto con pie de macho cabrío, que son símbolos tradicionales de la muerte, tiene abrazada por detrás a una joven semidesnuda con la que intercambia un beso. Pero es El triunfo de la muerte de Pieter Bruegel el viejo datada de 1562 (que se encuentra en el Museo del Prado, Madrid) que encarna esta filosofía de la existencia con fuerza y excepcionalidad estética. Numerosos atributos de la muerte están representados: la guadaña está representada bajo la forma de un esqueleto que ríe y se burla de la fragilidad humana; representa también diferentes tipos de muerte: la muerte violenta, las ejecuciones públicas, la muerte accidental, la muerte del que se ahoga; recurre al simbolismo inglés y alemán que representa a la muerte montada en un caballo; el reloj de arena representa el paso del tiempo y de las estaciones, al tiempo que la fugacidad de la existencia; en la danza macabra están presentes (emperador, cardenal y campesino); el tablero de ajedrez caído en el suelo hace referencia a los juegos de azar y es un motivo recurrente de referencia del destino humano en las representaciones alegóricas; un ejército de esqueletos avanza en aleras compactas para confrontar a los vivos; en la parte del ángulo inferir derecho, una pareja de enamorados tocan instrumentos musicales y dan la impresión de no tener conciencia del destino que les amenaza.

En España fue también central –el tema de la muerte y las vanidades- en la pintura, siguiendo las conceptualizaciones de Calderón de la Barca. La sangre y el rigor mortis, el esqueleto y el rictus se manifiestan como las constantes del gran Juan de Mesa, una de cuyas representaciones más sorprendentes es la cabeza cortada de san Juan Bautista, esculpida en 1625 y que se encuentra en la catedral de Sevilla. Pero el concepto de muerte de este periodo no es lúgubre: en la concepción cristiana se trata del inicio de la verdadera vida. Se trata de una visión vitalista –irónica y dialéctica, al mismo tiempo- expresada con gran eficacia por Quevedo en su descripción literaria de la muerte en Visiones. Es en esta visión que se enraízan las pinturas de Juan de Valdés Leal, quien, al igual que Bartolomé Esteban Murillo recibió encargos para la iglesia del hospital de la caridad de Sevilla –fundado por el rico comerciante Miguel de Mañara, quien en 1662 se incorporó a la cofradía de caridad- y pintó dos alegorías.

En el siglo XVII, Sevilla era –después de Madrid- el principal foco artístico de España. La implementación de los decretos de Trento –donde España había desempeñado un rol de primera importancia- y de la Contrarreforma, conllevó a una verdadera explosión en Sevilla, donde fueron fundados numerosos establecimientos religiosos a lo largo del siglo XVII, gracias a las riquezas provenientes de América. A los 37 existentes se sumaron 15 nuevos. Se trataba de un gran mercado para la actividad intensa de los artistas. A eso es necesario añadir el cargamento de pintura

Page 240: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

Jesús García Ruíz

240 antropol.sociol. Vol. 19 No. 1, enero - junio 2017, págs. 229-264

religiosa, de escultura, de los ornamentos rituales, etc. que partía para el nuevo mundo. Llamada la “nueva Roma”, Sevilla atrajo artistas de renombre: Francisco Pacheco, Juan de Reolas, Francisco Herrera - trío central de la escuela sevillana-, y a más jóvenes pintores como Diego Velásquez, Francisco Zurbarán, Alfonso Cano, Francisco Herrera el joven, Bartolomé Esteban Murillo y Juan de Valdés Leal (1622-1690). Este último, formado posiblemente en el taller de Antonio de Castillo, en Córdoba, se instaló en Sevilla en 1656 donde permaneció hasta su muerte, excepto durante una corta instancia en Madrid en 1664.

Miguel de Mañara, habiendo sido toda su vida “parrandero y disoluto”, después de la muerte de su esposa, decidió dedicar el resto de su vida a la “redención de su alma”. Algunos consideraron que fue la vida del ‘donante’ la referencia que dio origen a la leyenda de don Juan Tenorio, que inspiró al mercedario y gran escritor español Tirso de Molina (1625), a Molière (1665) y a muchos otros. Pidió ser enterrado en la entrada de la capilla, mostrando de esta manera que se juzgaba indigno de entrar a la casa de Dios y que, por humildad, los fieles más desheredados le pisarían al entrar al templo. Para la decoración interior don Miguel de Mañara recurrió a dos grandes artistas: Juan de Valdés Leal y Esteban Murillo, para que se hiciesen los intérpretes de su deseo apasionado de redención, a través de la expresión de tres conceptos apocalípticos: el de la muerte, el del hambre, el de la sed (referencia barroca –implícita- a las ‘vanidades’). A Murillo le confió el exaltar la caridad que saciar la sed y el hambre. A Juan de Valdés Leal4 le confió el tema de la muerte con toda su brutalidad y el de la vanidad, expresiones de la caducidad del ser humano. La genialidad de Miguel de Mañara residió en esta doble opción para interpretar la doble temática: por una parte, Murillo, pintor de la “dulzura evangélica”, de fineza simple, era el intérprete ideal para llevar a cabo (entre 1670 y 1674) en dos cuadros principales (aunque eran 11 en total) la apología de la caridad con el milagro de la multiplicación de los panes y de los peces y el milagro de Moisés haciendo surgir las aguas de una fuente para saciar la sed del pueblo. La opción de que Juan de Valdés Leal (Valdivieso, 2002) tratase el tema de la muerte y de las vanidades, fue también excepcional: por su visión pesimista del mundo, el artista sevillano era el más apto para transcribir la muerte con todos sus horrores, en acuerdo con el ascetismo exacerbado del caballero arrepentido.

4 Juan de Valdés Leal era uno de los pintores sevillanos –como F. Pacheco- muy cercanos a la compañía de Jesús. Para decorar el claustro su establecimiento religioso de Sevilla, encomendaron al artista 12 cuadros (de los cuales se conservan 8) en torno a la vida de San Ignacio de Loyola, E. Valdivieso, Juan de Valdés Leal, España, Sevilla, 1988; P. Rodríguez G. de Ceballos, “sobre los cuadros de la vida de San Ignacio de Loyola pintados por Valdés Leal del museo de Bellas Artes de Sevilla”, in Archivo Español de Arte, IXL, 1969.

Page 241: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

Antropología del barroco (IIª parte) Las implicaciones de los decretos de trento...

241VIRAJES

Juan de Valdés Leal organizó sus pinturas en torno al tema de los “fines últimos” entre 1670 y 1672: el uno intitulado In Ictu Oculi (frente a la muerte) y el otro Finis Gloriae Mundi (el fin de la gloria del mundo). Se trata de ‘vanidades’ que recuerdan el carácter fugitivo de todo lo terrestre (Male, 1985, p. 187). Los dos cuadros tienen las mismas dimensiones: 220 por 216 cm; con la parte superior redondeada.

El primero, In Ictu Oculi, presenta a la muerte como destructora de todo aquello que una vida humana puede amontonar: el saber, los cargos y las dignidades, los bienes materiales. La muerte, simbolizada por un esqueleto, apaga la llama de la vida y fija el tiempo. El poder y la ciencia, incluso, le son inútiles al hombre frente a ella. El segundo cuadro, Finis Gloriae Mundi, muestra una cripta en la que se encuentran varios cuerpos de difuntos. En el primer plano, se reconoce el de un obispo y el de un caballero de la orden de Calatrava. En la parte central superior, la mano de Cristo sostiene una balanza cuyas bandejas contienen, en la de la izquierda, los símbolos de los siete pecados capitales y en el de la derecha, las virtudes cristianas del amor al prójimo, de la oración y de la penitencia. Los dos bloques de atributos recuerdan al espectador que todos los hombres son iguales ante la muerte y que únicamente sus buenas y malas acciones serán tomadas en cuenta en el momento del juicio final.

Estas dos obras, sorprendentes y portadoras de una fuerza indiscutible, inspiraron a la gran escritora francesa Marguerite Yourcenar –la segunda que hemos presentado- una reflexión sin equívoco: (…) no existe arte más despojado de metafísica que este arte tan empapado de intensiones religiosas: no es la muerte que nos es presentada en ese cuadro de Valdés Leal –del que Murillo decía que apestaba-, es un cadáver, y ese cadáver es un retrato.

En ese sentido, se trata de dos cuadros que encarnan con fuerza lo mejor del realismo español. Estas obras expresan con claridad la preocupación barroca por unir los contrarios en oposiciones inesperadas: muerte/placer, muerte/amor, etc. en este sentido, la muerte se convierte en un espectáculo: el hombre barroco –como en el tema manierista por excelencia de san Antonio y las tentaciones- se piensa atormentado y sometido al suplicio de un mundo fantasmagórico de formas cambiantes y crueles.

Vanitas vanitatumAsociada a la concepción de la muerte –y como prolongación de la

visión de la misma- está la noción de ‘vanidad’ –particularmente presente en la obra de Calderón de la Barca-, que en el siglo XVII se desarrolla como un tema pictórico independiente y autónomo: expresa el sentimiento de precariedad que se manifiesta y extiende en la cultura europea, se refiere

Page 242: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

Jesús García Ruíz

242 antropol.sociol. Vol. 19 No. 1, enero - junio 2017, págs. 229-264

a la fragilidad de la existencia, a la inexorable progresión del tiempo y a la inconsistencia de los placeres terrestres. Significativo en este “sujeto pictórico” es el cuadro de Hans Holbein el joven, intitulado Los embajadores franceses Georges de Selve y Jean de Denteville, de 1533 y que se encuentran en la National Gallery de Londres. Presenta a los dos embajadores ricamente vestidos y teniendo en las manos un catalejo, que es el emblema de la prospección. Entre los dos, un mueble con numerosos objetos: la cabeza de muerto en un primer plano, disimulada por la técnica deformante de la metamorfosis, que es una alegoría refinada de la vanidad de las ambiciones y de los conocimientos terrenales.

Este mismo tema es retomado en 1640-1645 por el pintor español Antonio de Pereda y cuyo cuadro, Vanitas vanitatum, se encuentra en el Kunsthistorisches Museum de Viena. El cuadro es una ‘vanidad’ con fondo político y a través del cual se nos presenta la pérdida de la hegemonía de España en la Europa del siglo XVII. El centro está ocupado por la representación de un ángel ‘femenino’ que tiene un globo terráqueo en el que se muestra la extensión del imperio desde Europa oriental hasta América. En su mano tiene un camafeo que es un retrato del emperador Carlos V. El mueble en que está apoyado el globo terráqueo está recubierto de un paño rojo y sobre el mismo están representados objetos preciosos, que eran símbolos de la nobleza de España en la época de Carlos V. Delante del ángel, una mesa de madera tosca usada y estropeada, se encuentran una serie de elementos que representan el tema de la vanidad: una vela apagada en una candelero, un reloj de arena, piezas de la coraza de guerra, hacen alusión a la decadencia del imperio español y a las guerras sucesivas que fueron necesarias para conquistarlo y mantenerlo. Finalmente, en la parte delantera de la mesa se encuentra en primer plano una cabeza de muerto y, grabado en la madera, la inscripción Nihil omne: “eres nada”.

Tiempo de rupturasAl mismo tiempo, en 1517 en un año de rupturas, de confrontación,

de puesta en tela de juicio de instituciones, de ideología, de las formas de existencia social: un monje alemán, Martín Lutero, pone en tela de juicio todo el edificio religioso que había prevalecido, con un absolutismo inquebrantable, en occidente, durante siglos. Colocando sus tesis en el exterior de la puerta de la iglesia de Wittenberg, Lutero ataca el sistema de colecta de dinero para la construcción de la iglesia de San Pedro de Roma, ataca la institución de las indulgencias asociada a la colecta, pero al mismo tiempo –y esto es más trascendente- el principio de sí mismo y la noción de redención de las faltas a través de la ‘compra’ de las indulgencias, ataca la autoridad del Papa, el lujo y las condiciones de vida de los grandes prelados, etc.

Page 243: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

Antropología del barroco (IIª parte) Las implicaciones de los decretos de trento...

243VIRAJES

Es necesario entender que, en esta época, la iglesia católica impregna completamente el desarrollo de la vida cotidiana, sin contrapesos, como un a priori, sin tener que rendir cuentas a nadie. Está íntimamente ligada al poder terrestre y su presencia es incontestable e incontestada en todas las manifestaciones de la vida pública y personal. Los intereses que están en juego son excesivamente importantes como para que el conflicto sea reducido simplemente al terreno religioso. Rápidamente la confrontación se convierte en política con características salvajes (ataque, destrucción y vandalismo en ciudades y pueblos…), lo que exacerba el fanatismo de uno y otro lado.

Y en este sentido, el barroco es el producto de una crisis, al tiempo que una respuesta a la misma. El espíritu de los hombres y mujeres de los siglos XVI y XVII no incluye la noción de bienestar individual: es una idea que tomará forma a través de los filósofos y escritores del siglo XVIII. Para los hombres y mujeres de la época barroca, las angustias, la tranquilidad y el reposo solo pueden ser encontrados en la “bienaventuranza divina”. Y en ese sentido, se produce una transformación en las representaciones y en la visión del mundo que había prevalecido en el renacimiento: se pasó del juicio a partir de una razón personal a la observancia estricta del principio de autoridad en general y de autoridad religiosa en particular (que es uno de los aspectos centrales de la civilización barroca), que era en realidad un refugio frente a la obsesión de la muerte presente indefectible e irremediablemente, lo que generó un sentimiento social e individual de angustia, que es el fundamento de la sensibilidad barroca. El fiel, producto de la visión del mundo barroco, vive su vida como si tuviera que morir hoy, como si el futuro estuviese hipotecado, como si vivir un día más fuese un don más que un derecho. El tiempo, en consecuencia, era más un pasado que un futuro; la vida era más lo que se había vivido que lo que quedaba por vivir.

Como lo han señalado investigadores contemporáneos5, el espíritu, el imaginario y el arte barroco son una reacción emocional a las catástrofes: para escapar a la desgracia que el tiempo vehicula y de la que es testigo, a la muerte que el tiempo ‘transporta’, el hombre barroco aspira a lo maravilloso, a lo espiritual; el espíritu razonable del renacimiento le es sustituido el temperamento apasionado. Pero existe, no obstante, una racionalidad propia e interna al barroco que está caracterizada por ser un universo de contrastes.

El barroco en materia religiosa es, fundamentalmente, un instrumento para la propagación y la articulación de la fe y para –al mismo

5 M. Battistini, 2002; S.Sarduy, 1975; A-L. Angoulvent, 1994; G. Parker, 2000.

Page 244: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

Jesús García Ruíz

244 antropol.sociol. Vol. 19 No. 1, enero - junio 2017, págs. 229-264

tiempo- construir y normar una nueva fe. En el nivel civil, la situación es más compleja: esta por una parte el sector oficial de las ‘instituciones’: rol del rey o de sus representantes, de los ‘notables’ representantes de dicho poder real, los organismos públicos (capitanía general, audiencia, municipalidades, etc.). Para estas instituciones, el barroco desempeña una doble función: a nivel de la representación y de la afirmación de la potencia pública. Finalmente, en privado, el barroco es pensado como un medio de mejoramiento del confort al tiempo que es un medio de manifestación de una cierta sacralidad y jerarquía.

‘Barrocos’, más que barrocoUna primera observación, es que es necesario hablar de ‘barrocos’

más que de barroco y que la temporalidad del mismo no es igual según que se trate de Italia, de Alemania, de España o de América Latina.

Como lo hemos señalado, el punto de partida del barroco religioso fue, incontestablemente, la Contrarreforma la cual tiene su punto culminante en el Concilio de Trento (1545-1563), aunque no comienza con él, pero sus consecuencias prácticas se harán sentir durante largo tiempo en la iglesia y en la sociedad, en realidad, hasta el Vaticano II. En efecto, Trento permite a la iglesia católica encontrarse consigo misma: codifica la fe, codifica los sacramentos, codifica la celebración de la misa, codifica las lógicas de mediación y retoma confianza en sí misma. Estas ‘codificaciones’ son, en realidad, todo un arsenal de reformas que van a dar origen a nuevas formas institucionales y jerárquicas, lo que implicará una clericalización acelerada y profunda de la iglesia.

Consecuencia de estas ‘codificaciones’, es la emergencia de un arte religioso, tanto en el “edificio-espacio-hábitat-iglesia”, es decir, de la arquitectura, de la escultura, de la pintura, de la decoración, de los elementos de culto, etc. se trataba, ante todo, -y frente a la nueva teología protestante-, de reafirmar los principios esenciales de la teología católica y de convencer a los grupos sociales de que siguiesen “la verdadera fe”. Los protestantes ponían en tela de juicio y rechazaban el principio de poder ser redimidos por las ‘obras’, la autoridad pontifical, el valor de los sacramentos y valorizaban –inversamente– el rol de la gracia divina que le era acordado a cada ser humano, la relación directa y sin intermediarios con Dios (de ahí el rechazo de la confesión), de las escrituras como única fuente posible de la práctica religiosa…Por su parte, la iglesia católica reformada en Trento, va a construir una estrategia que podríamos sintetizarla como sigue:- La exaltación de los sacramentos, sobre todo el de la eucaristía en la misa, durante la cual se repite el sacrificio de Cristo para redimir al hombre

Page 245: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

Antropología del barroco (IIª parte) Las implicaciones de los decretos de trento...

245VIRAJES

del pecado original y de los pecados personales;- Señalar claramente “la regla”, hacerla respetar en las prácticas religiosas: de ahí la importancia acordada a la confesión, para cuyo ejercicio son escritos un sinnúmero de manuales; y al púlpito, desde donde es transmitida y afirmada la norma, las lógicas de su observancia y de transgresión y, en consecuencia, la administración de las conciencias; confesión y predicación, dos lógicas centrales del control social: la primera es una interferencia en la intimidad del hombre, una apropiación de la cuestión de sus derivas y transgresiones, sabiendo que la transgresión es un componente central no solo de lo social, sino del principio mismo de toda realidad, a tal punto que es un componente inseparable de lo real; la segunda es la incorporación del grupo social a la categoría de testigo del deber ser y, en consecuencia, del juez del otro a través del control social cercano y territorializado: se toma al otro como testigo, al tiempo que se construye, mediante su entorno, una “obligación de retorno”, es decir, de pasaje por el arrepentimiento para ser objeto de perdón de nuevo reconocimiento.- Exaltación del rol de las ‘obras’ por medio del culto de los santos, como lo señala el Concilio de Trento de manera precisa: “por las historias de los misterios de nuestra redención que son expresados por pinturas u otras cosas semejantes, el pueblo es enseñado y confirmado a recitar y rememorar continuamente los artículos de la fe”.- Incidir en la población a través de un espacio religioso escenificado y en el que acumula la riqueza, que es símbolo de la grandeza de lo divino y de lo excelso de su culto: de ahí el resplandor a través de los dorados, de lo espléndido de los objetos de culto, al tiempo que una insistencia en la “devoción social”.

Este último elemento nos interesa particularmente, ya que es un componente central del proceso de evangelización y, al mismo tiempo, de la interacción entre ideología y sociedad, devoción y cotidianidad, prácticas y universalización de los referentes y de las referencias, compromiso y pertinencia. En efecto, quien entra en una iglesia barroca tiene que ser impactado inmediatamente por la grandeza y la belleza artística: un arte concreto cuyo rol era particularmente importante en el caso de las iglesias rurales, pues servía –al mismo tiempo-de materialización de la creencia, de contenido pedagógico y de construcción de la adhesión. Fue en estas iglesias –sobre todo- que se desarrolló una devoción que se expresaba, a través de la presencia de esculturas, cuadros, decoraciones, etc. y que ha sido designada –sin razón– como “cultura popular”. En efecto, durante el periodo civilizatorio barroco no existió una “religión popular” contrapuesta a una “religión de elite” o elitista. Se trataba de la existencia de formas de evolución que tenían que ver con un fondo de tradiciones y creencias

Page 246: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

Jesús García Ruíz

246 antropol.sociol. Vol. 19 No. 1, enero - junio 2017, págs. 229-264

rurales en el mundo históricamente católico o que fueron creadas a través de los procesos de organización de la evangelización y que se convirtieron –con el tiempo- en fondo de referentes, de significados y de componentes del imaginario. Esas formas de evolución permanecieron muy vivas durante los siglos XVII y XVIII, lo que significa que, en Europa, la líneas de ruptura –o de contacto- entre fe y superstición, es particularmente difícil de diferenciar entre la apoca barroca, como fue –y lo que es- en América Latina: tener puesto un medallón o una “imagen santa” era particularmente recomendado, mientras que –por ejemplo- colocar sobre la espalda la llave de una iglesia consagrada a San Pedro para protegerse contra la rabia, era prohibido y considerado como supersticiones… y esto lo encontramos igualmente en América Latina, aunque inserto en otras tradiciones, pero con efectos cercanos, por no decir semejantes.

Al igual que en Europa, en América Latina se planteó la implementación de las prescripciones del Concilio de Trento que había prohibido explícitamente la utilización de la lengua ‘vulgar’ (el español), en la liturgia. Esto generó una ‘para-liturgia’ en la lengua ‘vulgar’ de explicación afectiva, oral, que se llevaba a cabo en el púlpito y que, en Guatemala, se expresaba en numerosos lugares a través del uso de las lenguas autóctonas. Esta liturgia oral, afectiva y explicativa era un recurso del corazón mismo de los dispositivos del barroco. Asimilando, en numerosos casos, las tradiciones locales, incorporándolas, al mismo tiempo tamizadas por la pedagogía barroca que recurría a lo expresivo, a lo llamativo, a lo chocante incluso, con el fin de hacer penetrar mejor en la población, la fe católica exaltada en Trento. Y en este sentido, prácticas y representaciones, procesiones y cofradías, etc., fueron componentes centrales de la construcción de un sistema de representaciones y de un imaginario social.

Las implicaciones de los decretos de Trento en la fe barrocaEste ‘trabajo’ de reconstrucción intelectual, de normatividad pastoral

sacramental y de afirmación teológica, se expresa en la arquitectura, en la escultura, en la pintura, en las artes decorativas y en el conjunto de las profesiones artísticas a través de una serie de registros que podían ser sintetizados como sigue:

-Recurso a la monumentalidad: los preceptos de Trento se contraponen a la sobriedad del individualismo protestante; frente al poderío divino que aplasta al individuo –pero que es, al mismo tiempo, esclarecido por el–, la visión de la contra-reforma afirma y valoriza el esfuerzo humano, aquí en la tierra, como medio para elevarse hacia lo divino, lo que conlleva a la realización de santuarios capaces de aportar repuestas a este proceso. Podemos afirmar que Trento propone una exteriorización constantemente

Page 247: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

Antropología del barroco (IIª parte) Las implicaciones de los decretos de trento...

247VIRAJES

‘exteriorizada’ de un Dios que los protestantes piensan como interior y ‘escondido’, como personal e individualizado. La Contrarreforma reafirma la capacidad de la representación figurada en evidenciar los misterios de la verdad revelada por medio del poder subjetivo de la ilusión. Y en ese sentido, el barroco es teatralización de lo sagrado para subyugar y anonadar por lo monumental de las obras.

- Recurso de los sentidos: si el protestantismo –y sobre todo el jansenismo- es la reacción purista y puritana, y la Contrarreforma se presenta como la hipérbole católica; transforma los hábitos, actúa sobre los sentidos, estimulando la afectividad y la imaginación, son los objetivos y las metas estratégicas de las nuevas políticas implementadas a partir de los decretos del Trento (Male, 1951). Lo ‘espectacular’, lo sorprendente, lo excepcional, se convierte en cotidiano: milagros, visiones, éxtasis, transformación de los sentidos, ambigüedad de la sensibilidad y del misticismo, etc.; todo ello será convertido en ‘motivos’ en la decoración de los edificios religiosos, de los espacios sociales, del arte de lo efímero –que es una vertiente central del barroco– a través de las procesiones organizadas por las cofradías y la teatralización de lo sagrado.

- Recursos a la riqueza como exhibición del poderío de lo celeste y de lo terrenal: oro, plata, piedras preciosas, perlas, materiales nobles, etc., no son únicamente utilizados “como materia decorativa” sino que son componentes centrales de estupefacción y de simbolización de lo barroco a través del ritual (Vanuxem, 1974). En efecto, la contrarreforma católica es nuevamente aquí la antítesis de la reforma protestante que avanza una ética de la sobriedad, una lógica de producción y organización que valoriza el trabajo y el enriquecimiento como expresión de la elección divina. Roma impone un arte que valora el lujo exteriorizado y ostentoso: objetos en oro y plata, relicarios con piedras preciosas, tapices, pinturas, esculturas, etc., pero al mismo tiempo, estas lógicas son estrategias de incautación de las riquezas: se trata de una modalidad de extracción de objetos del circuito comercial, ya que los objetos de culto y para el culto son pensados como “lugares propios” y no como objetos de intercambio. Y es aquí donde se consolida lo que posteriormente será analizado por Weber. Por un lado, la reforma constituye una ideología que operacionaliza la implementación de un sistema económico cuyo fundamento es el trabajo individual, el intercambio y la rentabilización de tipo capitalista; por otro, la institucionalización instrumental de un sistema destinado a la apropiación de excedentes, a la apropiación del producto del trabajo del trabajador para llevar a cabo operaciones de prestigio cuya finalidad es la valoración política y psicológica de la aristocracia y de los clérigos, dos clases sociales que son exteriores a los procesos de producción directa. Particularmente

Page 248: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

Jesús García Ruíz

248 antropol.sociol. Vol. 19 No. 1, enero - junio 2017, págs. 229-264

significativa, en este sentido, es la justificación ideológico-teológica elaborada por Giovanni Paolo Oliva que fue general de la Compañía de Jesús de 1661 a 1681. Amigo personal de Bernini y particularmente sensible al arte, es durante su generalato que la Iglesia del Gesù de Roma, emblemática de la orden, se ‘barroquiza’ confiando al pintor Baciccia (quien consagró, prácticamente, 20 años de su vida a tal obra). Pintor de talento e intérprete vigoroso que introduce en imágenes un tema central de la compañía: la oración que se transformaba en impulso arrebatado hacia el atletismo (Fagiolo, 1980). Lo mismo ocurre con la iglesia de San Ignacio, que había sido construida para su canonización, y es al gran artista Pozzo, miembro de la compañía, a quienes le son confiados frescos. Giovani Paolo Oliva afirma que la austeridad de la simplicidad es esencial en los edificios en los que viven los jesuitas: “hablo de nuestras residencias, destinadas a nosotros mismos y a Cristo”. Pero esta simplicidad y pobreza no convienen a las iglesias, casa de dios: “en consecuencia, Ignacio nuestro padre, y nosotros mismos, sus hijos, intentamos responder a la grandeza del todo poderoso eterno desplegando lo más posible de grandeza y de gloria”. Y prosigue: “intentamos estar a la altura del todopoderoso eterno”6.

- Recurso a la superposición decorativa: la reforma desarrolló una crítica de las prácticas y una puesta en tela de juicio de los principios que la sustentaban; la contrarreforma implementa una contra-ofensiva a partir de la reforma y de la apariencia que se concretiza en una arquitectura que es, -al mismo tiempo escultura y arte total- a través del recurso a figuras expresivas específicas: la línea retorcida y espiral inciden en el espíritu en sus representaciones y en el imaginario con confusiones de perífrasis o alegoría, sugiriendo más que demostrando, induciendo más que articulando denominación directa; esta misma es la función asignada a la línea quebrada, que es como anacolutos y equivalentes del llamado “estilo abrupto”. Y, en este mismo sentido, las fachadas desarrollan un estilo pomposo –al igual que los retablos- del exordio de las cúpulas oratorias ostentosas de una nueva retórica. En la arquitectura religiosa, la fachada desempeña un rol esencial: es la anticipación del retablo (y frecuentemente es construida a través del mismo registro decorativo) y del altar que, en el fondo del espacio sagrado, le hace eco retomando sus disposiciones formales. Su decoración es, sobre todo, la celebración simbólica del acceso de los fieles a la iglesia. El descubrimiento del espacio interior que se despliega para el asombro de la mirada, una vez franqueada la fachada, es una experiencia que tiene que ver esencialmente con el orden visual.

6 In F. Haskell, “Il roulo dei mecenati: mutamenti nel barocco”, in R. Wittokewer, I. B.Jaffe, Architecttura e arte dei Gesúiti, Electa, Milan, 1992: 51.

Page 249: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

Antropología del barroco (IIª parte) Las implicaciones de los decretos de trento...

249VIRAJES

- Recurso a lo insólito y a lo singular: el manierismo había manifestado una tendencia marcada por la diferencia y la variación y, en este sentido, el barroco lo retoma proyectándolo en la exaltación de una especie de cultura de la personalidad que se concretiza en la exaltación de héroes, de santos y de personalidades fuertes- que, tal vez, es lo mismo-. Y en este sentido, es a través de la arquitectura religiosa que se glorifica la advocación a la que está dedicada, y la arquitectura civil se convierte en alabanza y en gloria del destinatario. La materialización realista mediante una iconografía normanda es, sin duda uno de los recursos de individualización y singularización; en este sentido, son una estrategia retórica de la construcción de lo singular.

Estas variables, sintéticamente presentadas, podemos observarlas conjugadas al infinito: en los países protestantes el barroco se manifiesta como un estilo de expresión de elocuencia severa; en los países católicos es la apoteosis del rol universal que reivindica Roma –la Roma universal– y que se manifiesta a través de una visión agresiva y triunfante de las obras del hombre y de su relación con lo sagrado, la cual se expande –reapropiada– en los países católicos y sobre todo –por lo que nos interesa– a la América española y portuguesa, donde se encuentran como fundamento de la acción misionera –que es pensada como acción civilizatoria– de la construcción de sociedad y de la identidad social política del nuevo mundo ‘redimido’.

Estas variables inciden e incitan a la totalidad de las formas y expresiones artísticas: desde la arquitectura a la pintura y escultura, desde la literatura a la música, pasando por las diferentes formas de producción artístico-artesanales y decorativas.

1. La arquitecturaSi bien es cierto que el Concilio de Trento no abordó puntualmente

problemas específicos –ningún decreto conciliar prescribe directivas precisas sobre la construcción de iglesias– numerosas referencias prescriben el uso del espacio interior en los procesos litúrgicos y su decoración.

El programa político–religioso del Concilio de Trento conlleva a la búsqueda de nuevos medios materiales y técnicos para estimular, formalizar y enraizar la fe tanto en los territorios católicos como en los reconquistados al protestantismo, como en los nuevos territorios descubiertos. Las consecuencias de este programa se hicieron sentir por todas partes y, evidentemente, en la materialidad del espacio por excelencia de la fe, que eran las iglesias. La iglesia barroca, en consecuencia, se diferencia de la románica y de lo gótica, aunque está más cercana a la del renacimiento, que la habían precedido.

Al ser la arquitectura –el espacio interior construido– el marco de interacción por excelencia del ritual, y en el que se inscriben la decoración,

Page 250: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

Jesús García Ruíz

250 antropol.sociol. Vol. 19 No. 1, enero - junio 2017, págs. 229-264

la escultura, los frescos, los cuadros, el mobiliario, la reorganización del espacio interior es un eje central de las políticas de la contra-reforma. En efecto, los planos, las fachadas, los espacios y la dimensión estética son programados en función de una concepción de la acción ritual litúrgica.

El laboratorio de MilánUna de las primeras manifestaciones es la nueva codificación

planificada desde Milán: Alejandro Farnese, que será canonizado con el nombre de San Carlos Borromeo7 (1538-1584), obispo y cardenal de Milán. Hombre excepcional, nacido en una familia de la aristocracia lombarda (Italia), hace sus estudios en Milán y en Pavía y, a la edad de 22 años es nombrado cardenal de la diócesis de Milán y secretario de Estado por su tío, Juan Ángel de Médici que había ascendido al trono de San Pedro bajo el nombre de Pío IV. Esta función de secretario de estado el permitió desempeñar un rol central en el reinicio y en las conclusiones del concilio de Trento.

En 1564 fue ordenado sacerdote y consagrado como Obispo de Milán y el Papa le autoriza a instalarse en dicha ciudad, dejando sus funciones de secretario de Estado. Dos años más tarde, es decir, en 1566, inicia un importante proceso de reforma: asume una vida austera8 y se consagra a la formación de seminarios que van a servir de ejemplo, apoyándose en las nuevas órdenes religiosas como los jesuitas y los Barnabitas, congregación que él mismo funda. Fiel a los decretos de Trento, organiza la diócesis y efectúa numerosas visitas pastorales sistemáticas a lo largo y ancho de los valles alpinos. Durante la peste de 1576 desarrolla una actividad intensa ocupándose de los apestados, lo que fue inmortalizado, en 1616, en un cuadro de Tintoretto intitulado San Carlos Borromeo aporta la comunión a los apestados que se encuentra en Domodossola, en la iglesia de San Gervasio y Potasio y en el que está representado con los atributos de obispo.

Alejandro Farnese era un hombre del Renacimiento que concebía el espacio arquitectónico como en el siglo XVI: ordenado, organizado, alrededor de un punto central, enteramente a la disposición de los hombres, pero al mismo tiempo, expresión de grandeza y de dignidad del principio que debía ser celebrado a través de la obra. Para “su iglesia”, que debería inmortalizar el renombre y el prestigio de su familia, el cardenal imaginaba masas majestuosas, espacios abiertos e imponentes y perspectivas espectaculares. Y, en este sentido, jugó un papel de primera importancia en la construcción de la iglesia del Gesù de Roma, central de los Jesuitas, y de

7 Que es el patrono de la Universidad de San Carlos de Guatemala y con cuyo nombre fue creada.8 Lo que fue inmortalizado en la pintura de Daniele Crespi en el cuadro pintado en 1627 e intitulado “el ayuno de San Carlos Borromeo y que se encuentra en la iglesia Santa Maria della Passione en Milán.

Page 251: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

Antropología del barroco (IIª parte) Las implicaciones de los decretos de trento...

251VIRAJES

la iglesia de San Ignacio en Milán. La comunicación fue estrecha entre San Francisco de Borja, general de los jesuitas cuando la orden decidió construir la iglesia de Gesù en Roma. El padre Pirri9, relata el encuentro entre el cardenal Alejandro Farnese, en su residencia de verano en Caprarola, y los enviados del general de la orden, su secretario personal, el padre Juan de Polanco y Giovanni Tristano, arquitecto oficial de la orden. El viaje se llevó a cabo el 26 de agosto de 1568 y en la entrevista no participó Jacopo Vignola, arquitecto del cardenal que, en la práctica, había sido impuesto a los jesuitas para la formación de arquitectos y directores de construcción. Como resultado de esta reunión, Alejandro Farnese redactó dos cartas que envió inmediatamente: una al general de los jesuitas, Francisco Borgia y la otra a su arquitecto Vignola, donde le informan de las decisiones tomadas en lo referente a la tipología arquitectónica en relación con la futura construcción de la iglesia jesuita.

En la primera, que entrega el mismo día al padre Polanco para que se la entregue a Borgia, le comunica las decisiones concernientes a la ubicación de la nueva iglesia: que esté orientada este–oeste, que la fachada dé sobre la vía, que el ábside este en dirección del palacio Venecia, que tuviese en la parte de la fachada una gran plaza al igual que una calle ancha y accesible, de tal manera que pudiese ser apreciada la perspectiva y la globalidad del edificio.

La segunda carta estaba dirigida a su arquitecto Vignola y es particularmente interesante ya que evidencia ejes centrales de las concepciones del “laboratorio de Milán”, y presenta un interés para la compresión de la arquitectura jesuítica del siglo XVI y para la arquitectura barroca en general. Después de indicarle que recibió a Polanco, enviado por el general de los jesuitas y que él no estaba presente, le presenta algunos elementos que considera importantes:

sabe que la suma total que pienso gastar por la iglesia es de 25.000 ducados y por ese monto, y no más, quiero un plano bien proporcionado en longitud, en anchura y en altura según los principios de la buena arquitectura; no quiero tres naves, sino una únicamente, con capillas en uno y en otro lado. En lo que se refiere a la localización del edificio, quiero que la fachada dé sobre calle, y la casa de Casarini. Quiero también una cobertura en bóveda –únicamente–, aunque el general plantee dificultades a causa de la predicación, pues piensa que con esa forma de techo corre el riesgo de que la voz resuene y que no sea tan inteligible como lo sería con un techo plano. Eso no me parece muy

9 Giovanni Tristano e i primordi della architettura Gesúitica, Roma, Institutum Historicum Societatis Iesu, 1955: 248-256.

Page 252: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

Jesús García Ruíz

252 antropol.sociol. Vol. 19 No. 1, enero - junio 2017, págs. 229-264

convincente cuando vemos otras iglesias, más grandes, las cuales son apropiadas a la voz del predicador que el público escucha bien.

En un documento intitulado Instrucciones, publicado en 1577, –elaborado para su diócesis de Milán, pero que tuvo un gran impacto en todo la cristiandad– se codifica el uso de toda una serie de reglas. En primer lugar, y para que los fieles puedan ver claramente lo que se lleva a cabo en el altar, prescribe que la luz debe penetrar abundantemente en la iglesia, lo que llevó a los arquitectos a planificar grandes ventanas con vidrios blancos situados en la parte alta del edificio. Y eso fue evidentemente, una ruptura clara con el pasado: La iglesia romana valoraba recogimiento, la oscuridad, por lo que las ventanas eran extremadamente estrechas y la luz escasa. El gótico, por su parte, transformó el rol de las ventanas, lo que ha llevado a los especialistas a decir que la iglesia gótica contiene tiene más vidrio que piedra (como en el caso de la catedral de León), pero se trataba de rituales, es decir, vidrio pintado, por lo que la luz en la iglesia gótica es masiva, pero multicolor. La luz en el barroco es natural, proviene de las ventanas que están situadas en las partes superiores del edificio, de la manera que no fuera directa lo que implica el dorado de los retablos y de los mismos santos recibía la luz indirecta, con lo que los respaldones y destellos del oro eran mucho más suaves y multiformes. Este tipo de luz permite claroscuro, que es una variable central de la arquitectura barroca, sobre todo el retablo que tiene el volumen.

Prescribe, igualmente, la creación del púlpito de tal manera que los feligreses pudieran entender las prédicas hechas en la lengua ‘vulgar’. Situado sobre el lado izquierdo cuando el fiel mira al altar, está cubierto con un ‘abate-voz’ para contribuir a mejorar la acústica. El púlpito se convierte en el espacio decorativo particularmente importante: relacionado con el conocimiento, la enseñanza y, con la tradición teológica, está decorado frecuentemente con los cuatro evangelistas, con doctores de la iglesia como San Ambrosio, San Agustín, San Gregorio, San Gerónimo, etc. El púlpito sirve en primer lugar, y fundamentalmente, como lugar de la predicación del sacerdote. En estas prédicas de la época barroca, el sacerdote se esfuerza por atraer a los fieles a la práctica de la fe por el temor: es necesario que el devoto –por miedo al infierno– rechace el pecado. Cuando uno analiza los materiales y cursos dirigidos a los sacerdotes como los modelos para las prédicas, se da cuenta de las descripciones “casi etnográficas” y terroríficas del infierno. La predicación se dirige a la masa inculta, a la que es necesario incorporar al conocimiento del contenido de la fe cristiana. Por lo que se refiere a la predicación para las élites, la prédica se concentra en provocar una meditación sobre el peligro de morir en estado de pecado. En los dos

Page 253: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

Antropología del barroco (IIª parte) Las implicaciones de los decretos de trento...

253VIRAJES

casos, no obstante, se insiste sobre la necesidad de vivir cada día como si fuese el último que le toca vivir a uno, como si hoy fuese el día de su muerte: de ahí la idea de que la fe barroca exige “mortificación, ayuno, abstinencia y gemidos”.

Pero el púlpito tiene también una función ‘civil’: es desde el púlpito que se transmiten las informaciones de interés general (desde las batallas ganadas, hasta los edictos reales, pasado por informaciones sobre matrimonios reales, etc.) y noticias más locales (como casamientos, nacimientos, decesos, visitas del obispo, colecta de diezmos, etc.). A esto es necesario añadir la práctica del ‘monitorio’, proceso en el cual el sacerdote manda a los fieles revelar lo que saben sobre tal o cual acontecimiento (robo, muerte, etc.).

La colaboración de los jesuitas con el cardenal Alejandro Farnese fue estrecha: hizo venir a Milán a treinta jesuitas para que se encargasen del seminario y de la formalización operativa de los decretos de Trento en el contexto de la Contrarreforma. Participaron también en la elaboración de instrucciones. En realidad, fue un encuentro entre dos mundos culturales (jesuitas –Borgia, por una parte, Farnese10- Vignola, por otra), en el que, cada uno con sus aportes específicos e irremplazables, dio origen al nacimiento de un tipo de iglesia –que algunos historiadores llamaron “la iglesia jesuita”, o “arquitectura jesuita”- y cuya disfunción será, rápidamente, universal.

Tomando como base dicho modelo tipológico, con variantes evidentes en su “traducción” concreta, será construido más tarde –y más allá de la Europa católica– un tipo de iglesia parroquial, capaz de acoger las nuevas prácticas rituales, devocionales y las masas de los fieles. Con este ‘modelo’ arquitectónico, el mundo cultural de la Reforma católica absorbe larga tradición del Renacimiento: quien aporta aquello que es considerado como más útil con el fin de recrear estructuras apropiadas al orden social, particularmente religioso, querido por el Concilio de Trento, pero que había que concretizar. Se trató de una maduración lenta y no fácil, pero que logró ampliamente sus objetivos, en el terreno de la arquitectura religiosa como resultado de intercambio y de diálogo de dos mundos culturales diferentes pero comunicantes, como eran el laboratorio del obispo de Milán y el proyecto jesuítico.

El laboratorio jesuíticoLa gran innovación arquitectónica –y que iba a tener una

trascendencia temporal duradera– de esta doble confluencia, se concretiza en la iglesia de Gesù y en las soluciones organizadoras del espacio, es decir,

10 San Carlos Borromeo, obispo de Milán.

Page 254: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

Jesús García Ruíz

254 antropol.sociol. Vol. 19 No. 1, enero - junio 2017, págs. 229-264

la concepción de un espacio enteramente disponible, funcional y simple, avocado únicamente hacia la práctica litúrgica.

Pellegrino Tibaldi fue uno de los arquitectos a quien San Carlos Borromeo11 (Farnese) confió numerosos trabajos en la Diócesis de Milán y fue a él a quien los jesuitas confiaron la elaboración del proyecto de la Iglesia de San Fedele, cuya construcción comenzó un año más tarde de la del Gesù de Roma. En San Fedele, la organización del espacio sagrado desarrolla, de manera autónoma, varias ideas tomadas en parte del Gesù : gran sala abierta enteramente sobre el coro, pero contrariamente a la arquitectura del laboratorio de Milán, se desarrolla una separación entre las dos partes del edificio por una especie de arco de triunfo de medio punto que delimita –reduciendo el espacio– la superficie del coro, el cual es organizado como cruz griega y coronado por una cúpula. Amplia e iluminada por grandes ventanas, la nave central está bordeada por las capillas laterales no muy profundas.

Por su parte, la Compañía de Jesús toma particularmente en serio la cuestión de la arquitectura como espacio litúrgico y estético, a tal punto que la congregación general de 1558, convocada después de la muerte de San Ignacio de Loyola para elegir a Diego Laínez como superior de la orden, establece una regla intitulada De ratione aedificiorum que va a convertirse “il nostro modo di construiré” y en la que se establecen una serie de principios específicos argumentados con una causalidad precisa. Fue Giovanni Tristano –quien al fin de su vida entró en la orden como hermano coautor– el arquitecto emblemático a quien la compañía confía el control y la supervisión de todas las primeras construcciones y, como lo señala el padre Pietro Pirri (1955), el gran biógrafo de Tristano fue la cabeza pensante de las obras que la orden construía o debía construir y fue el responsable del nuevo tipo de edificios religiosos o profanos, que era necesario construir respondiendo a las nuevas exigencias litúrgicas, pedagógicas o pastorales. Y en este sentido, es un personaje clave de las primeras décadas de la historia de la arquitectura jesuítica. El cargo de consiliarius aedificorum fue creado por la primera congregación General de 1558 y fue Tristano quien asumió esta función hasta la muerte.

Este control centralista se reforzó a partir de la tercera congregación General, que se llevó a cabo en Nápoles, la cual avanzó: “pedimos (…) que la forma de los colegios y casas que serán construidas sea prescrita por el General” (Perri, 1955, p. 268). Inmediatamente le fue confiada al Padre Giuseppe Valeriano12 la función de concebir y elaborar planos tipo para

11 C. Robertson (1992).12 Fue también el padre Pietro Pirri quien ha consagrado un estudio monumental a la obra de este arquitecto jesuita: Giuseppe Valeriano, S.I.architetto e pittore, 1542-1596, Roma, IHSI, 1970

Page 255: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

Antropología del barroco (IIª parte) Las implicaciones de los decretos de trento...

255VIRAJES

ponerlos a disposición de los responsables de las provincias. El modelo creado es una alternativa al propuesto por Vignola, del “laboratorio de Milán” y que se concretiza, entre otros, en dos monumentos jesuíticos en Italia: Gesù de Nápoles (1582- 1596) y el Gesù de Génova (1582-1595), que fueron construidos pocos años después del templo farnesiano. Valeriano propone un plan en cruz de griega, pero con varias naves (la del medio es, sin embargo, claramente más ancha y más luminosa), reelaborando, en consecuencia, ideas tradicionales:

en una interacción tipológica entre el plan centrado y el de Vignola, muy importante, pues encontramos ya las grandes aperturas espaciales que serán desarrolladas posteriormente en el siglo XVI, por arquitectos –la mayoría de ellos Barnabitas, es decir de la orden creada por San Carlos Borromeo– como Binago, Mazenta Rosati y otros. (Benedetti, 1984, p. 84)

Nuevamente, bajo el generalato del padre E. Memercurian (1573-1580), las provincias españolas solicitaron que fuesen concebidos en masa los edificios de la orden, pero se mantuvo, no obstante, una cierta diversidad, lo que permitió a la arquitectura jesuítica una especificidad estilística en los diferentes contextos nacionales. Esto permitió la emergencia de soluciones arquitecturales diferenciadas, aunque articuladas siempre por un denominador común impreso por la regla del “modo nostro”: la racionalidad y la funcionalidad.

Fue durante el generalato de del Oliva (1661-1681), que se exigió que fuesen enviados a Roma, no solamente los planos, sino también los diseños de las fachadas y sus elevaciones, los proyectos de decoración y otras medidas; la justificación de tal decisión es argumentada como sigue: “con el fin de los artistas y artesanos locales no tengan ninguna posibilidad de añadir nada que le pueda chocar a nuestra pobreza” (Pirri, 1955, p. 49).

Evidentemente, las grandes realizaciones se suceden posteriormente y Roma se convierte en el polo arquitectónico de la cristiandad. Nuestra intención era presentar ciertas consecuencias inmediatas de los decretos de Trento sobre la concepción del espacio ritual y pastoral, es por eso que en este artículo nos hemos circunscrito en las experiencias de Milán y de los jesuitas.

2. Las disposiciones de Trento y la decoración interiorLa incidencia de los decretos de Trento sobre la decoración interior

fue, igualmente, central e, incluso, más preciso: en el decreto XXI sobre “De la invocación, veneración de las reliquias de santos y de santas imágenes”,

Page 256: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

Jesús García Ruíz

256 antropol.sociol. Vol. 19 No. 1, enero - junio 2017, págs. 229-264

se insiste sobre dos lógicas centrales, que tendrán gran incidencia sobre la naturaleza de la decoración y la disposición de las imágenes.

En primer lugar, “el Concilio prohíbe que sean colocadas en las Iglesias ninguna imagen que no tenga que ver con un dogma y pueda extraviar a los simples; quiere que se evite toda impureza, que no se dé a las imágenes, atractivos provocantes” (Marion, 1977 p. 35). Esto significa que se rechazan representaciones que, en el arte romántico o gótico, están presentes en los capiteles, que hacen referencia a animales fantásticos, a formas provocantes del diablo, a relaciones sexuales, a representaciones del universo mágico y de las creencias mitológicas. Se trata, evidentemente, de ‘purificar’ las representaciones en el interior de las iglesias para acabar con el soporte de las creencias y de representaciones que la nueva visión de Trento se propone transformar y transmitir (Marion, 1977). Se acaba también con las gárgolas góticas, con las representaciones de animales mitológicos, de monstruos, de todo aquello que no entra en el nuevo programa político de “las imágenes” santas de la cultura barroca (Réau, 1955-1959).

En segundo lugar, asistimos al desarrollo y multiplicación de las ‘imágenes’, término con el que, en la época, eran designados indiferentemente esculturas, pinturas, frescos, etc. independientemente del material utilizado: piedra, mármol, madera, tela, estuco, etc. Igualmente, entran en la categoría de las ‘imágenes’ los relicarios en los que eran colocados ‘reliquias’ de los santos. Estas nuevas prácticas recomponen las lógicas de significación y el creyente, cuando entran en una iglesia barroca, se encuentra confrontado con las funciones y significados de tal o cual representación, de tal o cual objeto: sobre todo, la presencia de santos adquiere una relación estrecha con el contexto sociohistórico del pueblo, lo que significa que pueden ser elementos de lectura de su historia.

La cuestión de las imágenes es, por lo tanto, un elemento central de la cultura barroca, como lo señala Prodi (1984). En posición con los protestantes, -que consideran que el uso de imágenes en las iglesias y su culto constituye un acto de idolatría-, la iglesia católica maximaliza el recurso a esos “libros de los laicos y de los analfabetos”. La crisis abierta por la forma sobre las ‘imágenes’ engloba al mundo católico y le obligan a una nueva teorización de su función. La cuestión de “las santas imágenes” se convierte, en consecuencia, en una de las temáticas teológicas de primera importancia, como lo muestran los múltiples tratados sobre el tema, entre los cuales uno de los más elocuentes es el publicado por el jesuita Louis Richeome (1597), que recoge el estado de las controversias. Pero, al tiempo que la “cuestión de las imágenes santas” adquiere nueva importancia, el control estricto sobre sus presentaciones se acentúa y la inquisición vigila (Fantini, 2004): el artista tiene que elaborar dibujos preparatorios para representar su proyecto, el

Page 257: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

Antropología del barroco (IIª parte) Las implicaciones de los decretos de trento...

257VIRAJES

cual tiene que ajustarse a la “teología de su representación”. Se ha hablado de una ‘tridentinización’, ente 1560 y 1580, es decir, de la aplicación de la letra y del espíritu de las decisiones del Concilio de Trento y de una ‘barroquinización’, a partir de 1600, es decir, de la exploración sistemática de dichas decisiones en el “arte religioso y civil”, los cuales reflejan las mismas características generales aun adentro de una real diversidad. La reglamentación, por lo tanto, es precisa: su finalidad es enmarcar la producción artística en el interior de los límites fijados en la representación por los dogmas y los principios iconográficos (Roggero, 1969).

Y las autoridades religiosas seguían con gran precaución y vigilancia las representaciones artísticas y sus consecuencias. Particularmente significativa, a este nivel, es la representación de la trinidad: sujeto delicado por excelencia que fue objeto de largas discusiones en los medios teológicos y artísticos y es en 1628 que el papado se pronuncia de manera definitiva sobre su representación: Urbano VIII prohíbe representación a través de tres personajes idénticos, aunque ciertas representaciones perduran hasta el siglo XIX. En efecto, se trata del dogma cristiano de la co-presencia de dios –uno y trino– en las personas del padre (potencial), del hijo (inteligencia) y del espíritu santo (amor), dogma que dio origen a un enorme trabajo teológico a partir del texto del Evangelio de Mateo (28, 19): “Id y haced discípulos en todas las naciones, bautizándoles en nombre del padre, del hijo y del espíritu santo”.

Pero la representación de la trinidad, en tanto que realidad abstracta y trascendente, tropieza con numerosas dificultades de orden teológico e iconográfico (Boespflug, 1984). En el mundo bizantino, la primera representación aparece en el siglo V en un mosaico de la iglesia Santa María la Mayor de Roma y en ella, los tres personajes tienen un rostro semejante. A partir del siglo XIV la trinidad es representada diferenciando las personas: el padre, en el centro, domina por su talla. En occidente, las tres personas pueden estar colocadas unas al lado de las otras o superpuestas. Son idénticas y portan los mismos atributos: el globo terráqueo coronado con una cruz, la corona y el cetro. A veces, el padre tiene una tiara, el hijo es identificado por las llagas de la crucifixión, y el espíritu santo está representado por una paloma. A partir del siglo XVI, el padre es representado como anciano, con barba blanca, el hijo con caracteres de joven y el espíritu santo como adolescente o como paloma.

Una nueva forma de representación, llamada “el trono de García”, aparece: el padre tiene ante él a su hijo en la cruz y la paloma es situada entre los dos personajes. El cuadro de Albretcht Dürer intitulado La adoración de la santa trinidad pintado en 1511, y que se encuentra en el Kunsthistorisches Museum de Viena, es excelente ejemplo de esta nueva

Page 258: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

Jesús García Ruíz

258 antropol.sociol. Vol. 19 No. 1, enero - junio 2017, págs. 229-264

forma de representación. A partir del siglo XIII la representación de la trinidad se inspira de La Pietà y aparece el hijo en las rodillas del padre acompañado por el espíritu santo en forma de paloma. Esta representación reposa sobre el deseo místico de expresar con más fuerza el dolor del padre, como lo significa El Greco en el cuadro La trinidad dolorosa, que fue pintado entre 1577-1579, poco después de su llegada a Toledo por el convenio de Santo Domingo el antiguo y que fue comprado en 1827 por Fernando VII para el Museo del Prado.

Simbólicamente, el padre puede ser representado por la “mano de dios”, el hijo por el cordero, según la palabra de Juan Bautista “He aquí el cordero de dios que quita los pecados del mundo” (Juan, 1, 29), y el espíritu santo en forma de paloma o de un libro abierto, símbolo del espíritu que inspira las escrituras.

Al mismo tiempo, el signo más antiguo de la trinidad es el triángulo, pero San Agustín desconfía ya que es bajo esa representación que los maniqueos veneran a la trinidad. Reaparece en el siglo XI, pero es durante los siglos XVII y XVIII que será representado masivamente. A partir del siglo XVI, el triángulo es representado con la base hacia abajo y con el nombre de Deus-Jehovah en el centro o con un ojo para recordar que dios lo ve todo.

Pero esta “cuestión de las imágenes santas” o del “poder de las imágenes”, ¿cómo incide en la ‘identidad’ de una iglesia barroca?

En primer lugar, en el retablo de gran talla que ocupa la totalidad del presbiterio con sus líneas cóncavas y convexas. La fabricación del retablo es el resultado de un pedido a un artista que es el que dirige la totalidad de la operación, ayudado por diferentes artistas-artesanos-tableros. El pedido puede provenir del obispo, de los que financian la construcción de la iglesia, de la orden religiosa, de la comunidad parroquial, de algún rico comerciante o de algún funcionario de alto rango, etc. (Prodi, 1984). El altar mayor, visible por todos, se convierte en el soporte de las puestas en escena (Milán laboratorio) y esta nueva concepción de la interacción altar-retablo se convierte en el referente.

Pero en este terreno, también, el aporte de la Compañía de Jesús marcó estéticas y conciencias. Fueron ellos quienes transformaron la relación tradicional con el arte devocional, poniendo en evidencia su potencial emotivo y didáctico de manera sistemática, permanente y empírica de todo lo que había sido experimentado hasta entonces. Para decorar iglesias y edificios, recurren sistemáticamente al fresco de los llamados “ciclos iconográficos” o “ciclos de retablos”. Se trata de series figurativas complejas, eruditas y reflexivas y en las que se privilegia la intervención del espectador. Su finalidad es que provoquen una participación activa, al

Page 259: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

Antropología del barroco (IIª parte) Las implicaciones de los decretos de trento...

259VIRAJES

tiempo que una respuesta individual a través de la oración, la meditación y la imaginación.

En segundo lugar, la difusión de grabado de imágenes. Aunque es cierto que estos “ciclos iconográficos” o “ciclos picturales” adquieren un carácter excepcional en iglesias como la de Gesù en Roma, la de San Miguel en Múnich, el colegio romano o el de Saint- Louis-le-Grand en París, el trabajo sistemático con los grabadores de Anvers y la publicación de dichas representaciones, hicieron posible su difusión mundial. En efecto, como lo señalan estudios recientes (Hibbard, 1972), los jesuitas asumieron las artes visuales como un espacio de afirmación de la fe católica. Favorecieron el recurso a las imágenes reales (frescos, cuadros y libros ilustrados) o mentales (central en la “composición visual del lugar” en los ejercicios espirituales de San Ignacio), lo que conllevó un efecto inmediato en la decoración de sus iglesias. Los superiores de la orden, comenzando por san Ignacio, solían tener colecciones de cuadros como instrumentos de ayuda a la meditación.

Pero también en la pintura encontramos la interacción entre los jesuitas y el cardenal Alejandro Farnese. En efecto, el general de los jesuitas, Francisco de Borgia, tanto en sus sermones como en sus escritos o como en sus propios procesos de meditación personal, recurría sistemáticamente a las imágenes: compraba, incluso, las imágenes a las especias de un plato, unas y otras estimulaban el gusto. En la Basílica de Santa María la Mayor, de Roma, se encontraba una representación de la virgen que según la tradición había sido pintada por san Lucas. Se trataba de una representación ítalo-bizantina y era considerada como una de las representaciones más milagrosas de Roma. Dicha representación era, frecuentemente, el punto de partida de sus homilías y meditaciones. Hace las gestiones necesarias y, en 1569, obtiene la autorización del Papa Pío V para hacer una copia. Se trataba de re-producirla, pero al mismo tiempo, adaptarla a los cánones del gusto de la época. Pero la autorización conlleva la condición de que el artista fuese supervisado por el cardenal Alexandro Farnese. Esta imagen fue, a su vez, sistemáticamente copiada y enviada a América española, Brasil o Irán. Este entusiasmo por la ‘copia’, en el contexto de la prolongación de las representaciones de la Edad Media, no tiene que ver, evidentemente, con la dimensión artística: se explica por la creencia, según la cual, la presencia del original y su capacidad milagrosa, es conservada en la copia, lo que significa que el original amplia y disemina su poder espiritual (Herman, 1914).

Pero es la obra del jesuita español y compañero de san Ignacio, Jerónimo Nadal (1507-1580), que bajo el título Evangelicae Historiae imagines, fue publicada en Anvers (Bélgica) en 1593. Se trataba de una obra a la que había dedicado los últimos años de su vida y que contenía una serie de ilustraciones, pero esta dimensión será desarrollada en otro artículo.

Page 260: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

Jesús García Ruíz

260 antropol.sociol. Vol. 19 No. 1, enero - junio 2017, págs. 229-264

3. “Santas imágenes”, los decretos de Trento y el estatuto de la producción artística

A finales del Renacimiento, en el siglo XVI, una grave crisis moral y espiritual atraviesa la iglesia. El furor iconoclasta de los protestantes se expresa con extrema brutalidad. En efecto, los reformadores condenan las “imágenes santas”, citando un texto del Éxodo:

no te harán ninguna imagen esculpida, nada que se asemeje a lo que está allá arriba en el cielo, o aquí abajo en la tierra, en las aguas o debajo de la tierra. No te prosternarás ante esas imágenes ni les servirás (…). (20, 4-5)

Debido a su materialidad, la imagen es una realidad de doble filo:

existe el peligro, por una parte, de que sea considerada como venerada por sí misma y no por lo que representa y, por otra parte, puede extraviar el sentido por su seducción en vez de incitar a la oración (Leclercq, 1926). Al mismo tiempo, el costo que representa su ejecución puede ser causa de que los que la pagan se enorgullezcan de su donación, en vez de ocuparse de los pobres. Estos y otros argumentos fueron avanzados –con más o menos radicalismo– por todos los actores de la reforma protestante y, en ciertos casos con tal vehemencia, que –como en el Saqueo de Roma– generó confrontaciones armadas.

En realidad, las posiciones de los protagonistas de la reforma no fueron equivalentes: Karlstadt, en Wittenberg, desarrolló, en 1522, un celo iconoclasta arrasador que el mismo Lutero condena; aunque critica los costos y denuncia la tentación de idolatría, Lutero mantiene una posición moderada e insiste sobre el rol educativo de esos sujetos narrativos que son las imágenes, como lo demuestra Frank Muller13. Para los primeros reformadores alemanes, las imágenes, -sobre todo los cuadros y las esculturas instalados en las iglesias-, no eran considerados en primer lugar como obras de arte, sino como objetos culturales. A veces utilizados en ciertos rituales (procesiones, por ejemplo), estos se convertían sobre todo en soportes de adoración, ante los cuales los fieles se arrodillaban y rezaban. Este tipo de imágenes fueron rápidamente denunciadas pues consideraban que no existía razón para dirigirse a intercesores como la virgen o los santos, sino había que dirigirse directamente a Dios o a Cristo. Temían que se produjese una confusión entre la imagen en tanto objeto material y la persona espiritual representada, argumento que había estado ya presente entre los iconoclastas

13 En un artículo reciente, Frank Muller, profesor de historia moderna en la Universidad de Nancy II, que ha publicado Artistes dissidents dans l’Allemagne du XV Ie siècle, Baden-baden, Koerner, 2001) intitulado “Images réformées”, notre histoire, n 221, mayo, 2004, aborda el tema.

Page 261: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

Antropología del barroco (IIª parte) Las implicaciones de los decretos de trento...

261VIRAJES

bizantinos, que consideraban que la especificidad de Cristo hacía que fuese imposible la representación de su naturaleza divina e indigna la de su naturaleza humana. Esta concepción fue retomada por Zwinglio y sus colegas de la Alemania del sur y posteriormente por Calvino14, en Suiza, que se apoyaba en la prohibición bíblica de fabricar ídolos, contenido en los diez mandamientos. Fueron mucho más radicales: critican duramente el uso de las imágenes y ensalzan y preconizan su suspensión o destrucción.

Y en este sentido es interesante señalar que, a diferencia de los reformadores que asumieron las posiciones doctrinales de Zwinglio que no aceptaban que fuesen pintados retratos suyos pues desconfiaban de posibles ‘idolatrías’. Lutero fue objeto rápidamente de una “intensa curiosidad visual” y sus retratos son muy numerosos. Representado como monje primero, es pintado también como esposo, como predicador, profeta o evangelista. El bello retrato realizado por Hans Baldung, realizado en 1521, lo presenta con la biblia en la mano, inspirado por la paloma del espíritu santo. Pero el nimbo que rodea su rostro hace de él una especie de santo, aun cuando Lutero rechazaba todo forma de adoración e intercesión de los santos. Igualmente, las pinturas de Lucas Cranach el Anciano, pintor oficial del ‘luteranismo’, retoma el tema de la ley y la gracia. Este desvió de un motivo tradicional evidencia que la ruptura con el mundo familiar no era evidente ni tan rápido como lo pensaban los entusiastas adeptos de la reforma. Las imágenes -ellas también- son tributarias de una historia anterior…

En la perspectiva del Concilio de Trento, esculpir una imagen no es solo un acto estético, sino un proceso espiritual. A medida que evoluciona la doctrina de la iglesia y que se confrontan concepciones teológicas y prácticas devotas, la iconografía puede cambiar, pero sobre todo, puede cambiar la manera de esculpir. El Concilio de Trento preconiza una nueva manera de representación de los santos: pide que sean marcados más los rasgos individuales y los vestidos realistas. Se pone el acento en el sentimiento religioso, en la oración, en la penitencia, en la ofrenda a Dios, en el éxtasis, presentándolo de manera viva y verdadera.

El tema del “rol de las imágenes” o del “poder de las imágenes”, es decir, del rol del arte en la devoción, fue retomado por historiadores en el contexto de la renovación de los estudios sobre el arte de que hemos hablado en el primera parte de este estudio15. Y esta renovación conllevó nuevos acercamientos para la compresión del rol de las “imágenes santas”16.

14 Cf. G. Scavizzi, Controversy on Images From Calvin to Baronius, New York, Peter Lang Publishing.15 Jesus García Ruíz (2012).16 D.Freedberg, The power of images. Studes in the History and theory of response, Chicago, University Press, 1989; D. Arasse, “entre dévotion et culte: fonction de l’image religieuse au XV siècle”, in Faire croire. Modalité de la diffusion et de la réception des messages religieux du XII au XV siécle, Roma, E.F.R; 1981.

Page 262: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

Jesús García Ruíz

262 antropol.sociol. Vol. 19 No. 1, enero - junio 2017, págs. 229-264

Particularmente interesantes son los trabajos de Sixten Ringbom17, quien plantea el tema:

las nociones estéticas fundamentales que nos son familiares no tienen –como ha sido frecuentemente señalado- gran cosa que ver- o incluso nada – en común con las concepciones medievales del ‘arte’, de la ‘belleza’, de la ‘Representación’, etc. La diferencia de significación es particularmente importante en lo que concierne al término de la ‘imagen’. Los pensadores de la tradición patrística de la Alta Edad Media discutían la creación del hombre a la imagen de Dios, del mundo visible como imagen de los designios de Dios, y de las imágenes presentes en el alma humana; pero, en su origen, los debates filosóficos y teológicos en relación con las imágenes no estaban en relación con el arte pictural. (1995, p. 144)

El gran aporte de Trento es la renovación de energía, el sobresalto moral y teológico de la iglesia católica frente al desarrollo e incidencia ideológica del protestantismo. Las largas discusiones de los particulares en el concilio, sometidos a presiones contradictorias, desembocan en la implementación, no de nuevas devociones, sino en el desarrollo de todo un arsenal de réplicas a las afirmaciones de los protestantes. Dicho con otras palabras, la Contrarreforma se dio como el valorizar las dimensiones del catolicismo que habían sido más controvertidas; lo que implica que la contrarreforma católica insiste, sobre todo, en la teología y en la pastoral. Y, en este sentido, el recurso a los escultores y pintores es central: se les pide que forjen imágenes religiosas accesibles a todos, que lleguen al corazón, que movilicen los sentimientos y que se acerquen al pueblo. Se trata de ‘persuadir’ y de presentarse como “discurso de verdad” (Dubois, 1995, p. 44). Para ello el artista se dirige directamente al observador a través de un doble proceso descriptivo y dramático, es decir, escenificado.

El barroco como arte es, ante todo, un arte del movimiento: es en el movimiento que privilegia la curva y la contra-curva y esto tanto en las fachadas como en los espacios interiores. La utilización de la bóveda, de las formas cóncavas, convexas y ovaladas son recursos que van en el mismo sentido. Y en la pintura y la escultura el movimiento se expresa en las vestimentas, en los pliegues y en la tensión de la morfología. Parte de este dinamismo escultural es la cúpula que para algunos es la visión copernicana del universo y para otros la reminiscencia del Panteón de Roma. Por otra

17 “Devotional Images and Imaginative Devotions. Notes on the place of Art in late medieval prívate piety” in Gazette des Beaux- Arts, 1969; “some pictorial Conventions for the Recounting of Thoughts and Experiences in late medieval Art”, in Medieval Iconography and narrative, a symposium, Odense; “vision and Conversation in early Netherlandish Painting: the Delf Master`s Holy Famili”, Siniolus, 1989.

Page 263: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

Antropología del barroco (IIª parte) Las implicaciones de los decretos de trento...

263VIRAJES

parte, “la búsqueda del efecto teatro” mediante la perspectiva, el trompe-l’oeil y la anamorfosis conlleva la voluntad de hacer desaparecer la diferencia -y la distancia- entre lo real y lo irreal, y lo que convierte al espectador en testigo. Y en ese sentido, la imagen es una especie de “lengua franca”, que crea un fondo cultural compartido.

Referencias bibliográficas

Angoulvent, A.L. (1994). L’Esprit Baroque. Paris: PUF.Battistini, M. (2002). Symboles et Allégories. Milan: Mondadori Electa SpA.Benedetti, S. (1984). Fuori dal classicismo sintetismo, tipologia, ragione nell’architettura

del Cinquecento. Roma: Multigrafica ed.Boespflug, F. (1984). Dieu dans l’Art”. Paris: Cerf.Cox, H. (1959). The feast of tolos. Cambridge: Harvard University Press.Dubois, C.-G. (1995). Le baroque en Europe et en France. Paris: PUF. Fagiolo, M. (1980). Structure del trionfo Gesù itico: Baciccio e Pozo. Storia dell`arte, (38-40).

Enciclopedia Italiana.Fagiolo, M. (2003). La scène de la gloire: le triomphe du baroque dans la théâtralité des jésuites.

Milan: Editoriale Jaca Book SpA.Fantini, M.P. (2004). Pouvoir des images, pouvoir sur les images. Rites de dévotion et stratégies

de censure par l`Inquisition romaine (XVI-XVII). Francia: Publications de l`Université de Provence.

Freedberg, D. (1989). The Power of Images. Studies in the History and Theory of Response. Chicago University Press.

Fulop-Miller, R. (1993). Les Jésuites et leurs secrets de leur de leur puissance. Histoire de la Compagnie de Jésus. Paris, Plon.

García Ruiz, J. (2012). Por una antropología del barroco: instituciones e identidad en América Latina. Revista de antropología y sociología: Virajes. Vol 14 (2). Pp. 15-36.

Gisbert, T. (2003). Modèles romains et métissage andi. En Pommier E. Les soleils du baroque. Paris: Editions de Paris.

Herman, J.B. (1914). La pédagogie des jésuites au XVI siècle. Ses sources, ses caractéristiques. Belgique: Louvain.

Hibbart, H. (1972). The First Painted Decorations of the Gesù, in Baroque Art: the Jesuit Contribution. En R. Wittkower and I.B. Jaffe (Ed.), New York: Fordham University Press.

Le Goff, J. (1985). L`imaginaire médiéval. Paris: Gallimard.Leclercq, H. (1926). Culte et querelle des images. En Dictionnaire d’Archeology chrétienne et de

la liturgie VII-1. Paris : Letouzey et Ané eds.Male, E. (1951). L´Art religieux de la fin du XVI siècle, du VII et du XVIII siècle. Paris: Armand

Colin.Male, E. (1985). El barroco. Madrid: Edición Encuentro.Maravall, J.A. (1972). El estado moderno y la mentalidad social. Madrid: Revista de Occidente.Maravall, J.A. (1975). La cultura barroca: una estructura histórica. Barcelona: Ariel.Maravall, J.A. (2000). La cultura del barroco. Análisis de una estructura histórica. Barcelona: Ariel. Marion, J.L. (1977). L’idole et la distance. Paris: Grasset.Michel, P. (1988). Société retrouvée, politique et religion dans l’Europe soviétisée. Paris: Fayard.Parker, G. (2000). Le monde politique de Charles Quint. In Charles Quint 1500-1558: L’empereur

et Son Temps. Hugo Soly ed., Actes Sud ed. Perche. (2003). Il Gran Teatro del Mondo. Milan: Skira editore.

Page 264: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

Jesús García Ruíz

264 antropol.sociol. Vol. 19 No. 1, enero - junio 2017, págs. 229-264

Pirri, P. (1955). Giovanni Tristano e i primordi della architettura Gesùitica. Roma: Institutum Historicum Societatis Iesu.

Prodi, P. (1984). Ricerca sulla teorica delle arti figurative nella reforma cattolica. Bolonia: Nouva Alfa.

Réau, L. (1955-1959). Iconographie de l`art chrétien. Paris: PUF.Richeome, L. (1597). Trois discours pour la religion catholique, les miracles, les saints, les images.

Bordeaux: Theodore Reinsart.Ringbom, S. (1995). Les images de dévotion. Paris: G. Monfort Ed.Robertson, C. (1992). Il Gran Cardinale Alessandro Farnese, Patron of the Arts. Londres-New

Haven: Yale University Press.Rodríguez, A. (1974). Las imágenes de la historia evangélica del P. Jerónimo Nadal en el

marco del jesuitismo y de la contra-reforma. Traza y Baza, (5).Roggero, A. (1969). Il decreto del concilio di Trento sulla venerazione delle immaginie arte

sacra. Ephemerides Carmelitae, XX.Sarduy, S. (1975). Barroco. Paris: Ed. Du Seuil.Scavizzi, G. (1993). Controversy on Images from Calvin to Baronius. New York: Peter Lang

Publishing.Tapié, Victor. (2005).Baroque et classicisme. Paris:PlurielValdivieso, E. (2002). Vanidades y desengaños en la pintura española del siglo XVII. Madrid:

Instituto de Empresa.Vanuxem, J. (1974). La Querelle du luxe dans les Eglises après le concile de Trente. Revue

d’Art, XXIV.

Page 265: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

265VIRAJES

AUTORES VIRAJES Vol. 19 No. 1

Angie Betancur Vargas. Administradora en Salud. Universidad de Antioquia. Medellín, Antioquia, Colombia. Correo Electrónico: [email protected]. ORCID: 0000-0002-7662-5408

Leonardo Vizney Bustamante. Magíster en Ciencias Sociales y en Ciencias Humanas y educación. Universidad Católica de Manizales. Manizales, Caldas, Colombia. Correo Electrónico: [email protected]. ORCID: 0000-0003-2981-7789

Ricardo Alberto Castaño Zapata. Doctor en Historia. Universidad de Caldas. Manizales, Caldas, Colombia. Correo Electrónico: [email protected]. ORCID: 0000-0002-5317-5133

Luis Felipe Castrillón. Magíster en Educación. Universidad de Caldas. Manizales, Caldas, Colombia. Correo Electrónico: [email protected]. ORCID: 0000-0002-2530-6116

José Abelardo Díaz Jaramillo. Candidato a Doctor. Corporación Universitaria del Meta. Meta, Villavicencio, Colombia. Correo Electrónico: [email protected]. ORCID: 0000-0001-8279-2379

Dora Elvia Enriquez Licón. Doctora en Ciencias Sociales. Universidad de Sonora. Hermosillo, Sonora, México. Correo Electrónico: [email protected]. ORCID: 0000-0003-2658-7770

Gladys Giraldo Montoya. Candidata a Doctor en Ciencias Sociales, niñez y juventud. Corporación Universitaria del Meta. Meta, Villavicencio, Colombia. Correo Electrónico: [email protected]. ORCID: 0000-0002-5920-5049

Maria Soledad Gómez Guzmán. Abogada. Universidad Pontificia Bolivariana. Medellín, Antioquia, Colombia. Correo Electrónico: [email protected]. ORCID: 0000-0002-3669-9541

Orlando Jaramillo Gómez. Doctorado en Antropología Social. Universidad de Caldas. Manizales, Caldas, Colombia. Correo Electrónico: [email protected].

Gustavo Lorenzana Durán. Doctor en Historia y Estudios Regionales. Universidad de Sonora. Hermosillo, Sonora, México. Correo Electrónico: [email protected]. ORCID: 0000-0003-3980-1908

Page 266: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

266 Revista de Antropología y Sociología

Manuel Moreno Andrade. Doctor en Ciencias Sociales. Universidad de Caldas. Manizales, Caldas, Colombia. Correo Electrónico: [email protected].

César Moreno Baptista. Doctor en Antropología Social. Universidad de Caldas. Manizales, Caldas, Colombia. Correo Electrónico: [email protected]. ORCID: 0000-0002-6283-7952

Margarita María Pérez Osorno. Magíster en Epidemiología. Universidad de Antioquia. Medellín, Antioquia, Colombia. Correo Electrónico: [email protected]. ORCID: 0000-0002-7178-9702

Zayra Urdinola. Doctora. Universidad del Valle. Cartago, Valle del Cauca, Colombia. Correo Electrónico: [email protected]. ORCID: 0000-0003-3731-4559

Page 267: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

267VIRAJES

NORMAS EDITORIALES

El autor que desee enviar artículos para consideración por parte del comité editorial de nuestra publicación deberá:

1. Enviar el artículo al correo electrónico de la revista: [email protected]. El artículo debe cumplir con una de las categorías propuestas por Publindex para artículos científicos (para mayor información ver políticas éticas de la revista), en el asunto del correo indicarse el tipo de artículo.

2. El artículo debe estar en formato Word. De igual forma debe incluir: título del artículo, autor o autores y dirección del contacto (correo electrónico y dirección postal). Es indispensable indicar cuál autor se encargará de recibir y enviar la correspondencia o de lo contrario se asumirá que el primer autor se hará cargo de tal función. El texto debe estar digitado a espacio y medio, letra arial, tamaño 12. Al interior del artículo especificar los datos centrales del autor o autores, lo cual debe incluir: escolaridad máxima, la filiación institucional, ciudad, Estado o departamento, país y el correo electrónico (institucional) y ORCID (http://orcid.org/).

3. La remisión del artículo debe ir acompañada de la hoja de vida de cada uno de los autores (ver formato) y de la carta de cesión de derechos firmada por todos los autores (ver formato).

4. Escribir el artículo con una extensión máxima de 25 hojas (folios o cuartillas tamaño carta), el cual debe ir precedido de un breve resumen analítico (objetivo, metodología, resultados y conclusiones) del trabajo en castellano y en inglés que no sobrepase las 150 palabras. Inmediatamente después de este resumen, se debe poner de cuatro a seis palabras clave para identificar las principales temáticas abordadas.

5. Redactar las críticas y reseñas de libros con una extensión máxima de 10 hojas (folios o cuartillas tamaño carta), la cual debe ir precedida de los nombres, apellidos y profesión de quien realiza la crítica o reseña, así como de los elementos bibliográficos completos (nombres y apellidos del autor, título completo del libro, número de edición, ciudad de publicación, editorial, año de publicación).

Page 268: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

268 Revista de Antropología y Sociología

6. Entregar artículos inéditos. Si se trata de un artículo traducido se debe indicar con claridad las fuentes y procedencias del texto original, así como los respectivos permisos para la publicación.

7. Enviar los gráficos, mapas y fotografías en una resolución mínima de 266 dpi en formato jpg o gif. Junto a los cuadros deben ir los anexos al artículo, indicando el lugar donde se pondrán dentro del texto. Todos estos recursos se deben enumerar consecutivamente e indicar con claridad la(s) fuente(s) correspondiente(s). En las tablas se deben usar únicamente líneas horizontales de acuerdo a las normas APA sexta edición.

8. Citar las fuentes bibliográficas, menores a 40 palabras, dentro del texto del siguiente modo: (autor, año, página). Ejemplo: (Muñoz, 1996, p. 30). Las citas que tienen más de 40 palabras se escriben aparte del texto, con sangría, sin comillas y sin cursiva. Al final de la cita se coloca el punto antes de los datos ―recuerde que en las citas con menos de 40 palabras el punto se pone después―.

9 Las notas a pie de página numeradas en orden consecutivo se utilizaran solo para aclaraciones, comentarios, discusiones, envíos por parte del autor y deben ir en su correspondiente página, con el fin de facilitar al lector el seguimiento de la lectura del texto.

10. Las referencias bibliográficas se harán con base en las normas APA sexta edición. Recuerde que todas deben de llevar sangría francesa. Así:

Libro:Apellido, Iniciales nombre del autor. (Año). Título del libro. Lugar de

publicación: Editorial.

Sabine, G. (1998). Historia de la teoría política. Ciudad de México, México: Fondo de Cultura Económica.

Libro con editor:Apellido, Iniciales nombre del autor (Ed.). (Año). Título. Ciudad,

País: Editorial.

Wilber, K. (Ed.). (1997). El paradigma holográfico. Barcelona, España: Editorial Kairós.

Page 269: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

269VIRAJES

Capítulo de libro:Apellido, Iniciales nombre del autor. (Año). Título del capítulo. En

Iniciales nombre del editor o compilador. Apellido. (Ed.) o (Comp.), Título del libro (pp. xx-xx). Lugar de publicación: Editorial.

Garrison, C., Schoenbach, V. and Kaplan, B. (1985). Depressive symptoms in early adolescence. En A. Dean (Ed.), Depression in multidisciplinary perspective (pp. 60-82). New York, USA: Brunner/Mazel.

Artículo revista:Apellido, Iniciales nombre del autor. (Año). Título artículo. Nombre de

la revista, volumen (número), pp-pp.

Sandoval, M.L. (2006). Teoría sociológica, conflicto y terrorismo. Revista de Antropología y Sociología: VIRAJES, 8 (8), 49-101.

Artículo con DOI:Apellido, Iniciales nombre del autor. (Año). Título del artículo.

Nombre de la revista, volumen (número), pp-pp. doi: xx.xxxxxxx.

Bezuidenhout, A. (2006). Consciousness and Language (review). Language, 82 (4), 930-934. doi: 10.1353/lan.2006.0184.

Artículo de periódico:Apellido, Iniciales nombre del autor. (Fecha). Título artículo. Nombre

del periódico, pp-pp.

Martínez, L. (8 de diciembre de 2002). Cuando el trópico llegó a Estocolmo. El Tiempo, 2-2.

Tesis de grado o posgrado:Apellido, Iniciales nombre del autor. (Año). Título de la tesis (Tesis de

pregrado, maestría o doctoral). Nombre de la institución, lugar.

Alamos, F. (1992). Maltrato infantil en la familia: tratamiento y prevención (Tesis de pregrado). Pontificia Universidad Católica de Chile, Santiago de Chile, Chile.

Page 270: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

270 Revista de Antropología y Sociología

Online:Apellido, Iniciales nombre del autor. (Fecha). Título del artículo.

Recuperado de

Biglan, A. and Smolkowski, K. (2002). The role of the community psychologist in the 21st century. Recuperado de http://journals.apa.org/prevention/volume5/pre0050002a.html.

11. Para mayor información comunicarse con: César Moreno Baptista. Editor Revista de Antropología y Sociología: VIRAJES. E-mail: [email protected]. Departamentos de Antropología y Sociología, Facultad de Ciencias

Jurídicas y Sociales, Carrera 23 No. 58-65, Sede Palogrande, Manizales. Teléfono: 8862720, ext. 22108.

POLÍTICAS ÉTICAS DE LA REVISTA

Publicación y autoríaLa Revista de Antropología y Sociología: Virajes recibe colaboraciones

originales en forma de artículos y reseñas. Los artículos pueden ser de investigación, de reflexión o de revisión. Los criterios generales de los artículos son: precisión, completitud, claridad, simplicidad e interés para la revista.

Asimismo, si el autor de un artículo desea incluirlo posteriormente en otra publicación, la revista donde se publique deberá señalar claramente los datos de la publicación original, previa autorización solicitada a los editores de la revista.

Por su parte, la Revista, se reserva los derechos de impresión, reproducción total o parcial del material, así como el de aceptarlo o rechazarlo. Igualmente, se reserva el derecho de hacer cualquier modificación editorial que estime conveniente. En tal caso, el autor recibirá por escrito recomendaciones de los evaluadores. Si las acepta, deberá entregar el artículo con los ajustes sugeridos dentro de las fechas fijadas por la Revista para garantizar su publicación.

La Revista no acepta material previamente publicado. Los autores son responsables de obtener los oportunos permisos para reproducir parcialmente material (texto, tablas o figuras) de otras publicaciones y de citar su procedencia correctamente. Las colaboraciones que aparecen aquí

Page 271: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

271VIRAJES

no reflejan necesariamente el pensamiento de la Revista. Se publican bajo responsabilidad de los autores.

Proceso de revisión por paresCada uno de los artículos recibidos es sometido a un proceso de

revisión y selección. En una primera etapa se evalúa la originalidad y pertinencia del artículo por parte del Comité Editorial, posteriormente es sometido a una evaluación tipo doble ciego, a cargo de un árbitro quien conceptuara sobre su calidad científica, estructura, fundamentación, manejo de fuentes y rigor conceptual. Durante los meses siguientes al envío del texto, el autor será notificado del resultado del proceso de evaluación.

Política de autoría· En la lista de autores firmantes deben figurar únicamente aquellas

personas que han contribuido intelectualmente al desarrollo del trabajo. Haber ayudado en la colección de datos o haber participado en alguna técnica no son, por sí mismos, criterios suficientes para figurar como autor. En general, para figurar como autor se deben cumplir los siguientes requisitos:Haber participado en la concepción y realización del trabajo que ha dado como resultado al artículo en cuestión.

· Haber participado en la redacción del texto y en las posibles revisiones del mismo.

· Haber aprobado la versión que finalmente va a ser publicada.

La Revista declina cualquier responsabilidad sobre posibles conflictos derivados de la autoría de los trabajos que se publican.La Revista de Antropología y Sociología: Virajes se adhiere a los lineamientos del COPE: Code of Conduct.

Conflicto de Intereses La Revista espera que los autores declaren cualquier asociación

comercial que pueda suponer un conflicto de intereses en conexión con el artículo remitido.

Transmisión de Derechos de AutorSe remitirá junto al artículo el formato “Declaración de compromiso de

los autores” respectivamente firmada por cada uno de los autores.Los juicios y opiniones expresados en los artículos y comunicaciones

publicados en la revista son del autor(es) y no necesariamente del Comité Editorial.

Page 272: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

272 Revista de Antropología y Sociología

Derechos de publicaciónSi un trabajo es aceptado para su publicación, los derechos de

impresión y de reproducción por cualquier forma y medio son de los editores, aunque se atenderá a cualquier petición razonable por el autor para obtener el permiso de reproducción de sus contribuciones.

Política de acceso abiertoEsta revista provee acceso libre a su contenido a través de su página

Web (http://virajes.ucaldas.edu.co/) bajo el principio de que hacer disponible gratuitamente investigación al público apoya a un mayor intercambio de conocimiento global.

Virajes es una publicación semestral que se nutre de colaboraciones nacionales e internacionales, procurando mantener un lazo estrecho con el trabajo antropológico y sociológico desarrollado en Latinoamérica y el mundo.

El autor hará una sesión de derechos Creative Commons (http://co.creativecommons.org/) de Atribución esta licencia permite a otros distribuir, mezclar, ajustar y construir a partir de su obra, incluso con fines comerciales, siempre que le sea reconocida la autoría de la creación original.

Declaración de privacidad La Revista de Antropología y Sociología: Virajes autoriza la fotocopia

de artículos y textos para fines académicos o internos de las instituciones, con la debida citación de la fuente. Los nombres y direcciones de correos introducidos en esta revista se usarán exclusivamente para los fines declarados por ella y no estarán disponibles para ningún otro propósito u otra persona.

Cordialmente,COMITÉ EDITORIAL

REVISTA DE ANTROPOLOGÍA Y SOCIOLOGÍA: VIRAJES

Page 273: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

273VIRAJES

AUTHOR GUIDELINES

The authors wishing to submit articles for consideration by the editorial board of our publication shall:

1. Send the article to the journal e-mail: [email protected]. The article must meet one of the categories proposed by Publindex for scientific papers (for further information see ethical policies of the journal). The type of article must be indicated in the subject section of the e-mail.

2. The article must be submitted in Word format. Similarly it should include: title, author and contact address (email and postal address). It is essential to indicate which author will be responsible for receiving and sending correspondence or otherwise it will be assumed that the first author will take over that function. The text must be typed and double-spaced, 12-point Arial font. Core data of the author or authors, should be specified inside the article which must include: professional education, institutional affiliation, city, state or province, country and email (institutional), and ORCID (http://orcid.org/).

3. The Article reference must be accompanied by the curriculum vitae of each of the authors (see format) and the copyright release form signed by all authors (see format).

4. Write the article must be 25 sheets maximum (letter size sheets or quartos), which must be preceded by a brief abstract (objectives, methodology, results and conclusions) of the work in Spanish and English, not exceeding 150 words. Immediately after this abstract, four to six key words must be included to identify the main issues under discussion.

5. Write the reviews and book reviews with a maximum of 10 sheets (letter size sheets or quartos), which must be preceded by the names, surnames and profession of the person making the review or book review, as well as complete bibliographical data (author’s name and surname, full title of the book, edition number, place of publication, publisher, year of publication).

Page 274: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

274 Revista de Antropología y Sociología

6. Provide unpublished articles. If it is a translated article, the sources and origin of the original text as well as the respective permits for publication should be indicated clearly.

7. Send graphs, maps and photographs to a 266 dpi resolution in jpg or gif format. Next to the tables the article annexes must be attached indicating the place where they will be inserted in the text. All these resources should be numbered consecutively in Arabic numerals and indicate clearly the corresponding source(s). Only horizontal lines should be used in the tables according to APA format sixth edition.

8. Cite bibliographical sources, less than 40 words within the text as follows: (author, year, and page). Example: (Muñoz, 1996, p. 30). Citations that have more than 40 words are written aside from the text, indented, unquoted and without using italics. At the end of the citation the period must be placed before the data -remember that for citations less than 40 words the period goes after.

9. Footnotes, numbered sequentially, will be used only for clarification, comments, and discussions by the author and should go in the corresponding page, in order to facilitate the reader following of the text.

10. References are made based on APA norms, Sixth Edition. Remember that all must have hanging indentation. So:

Book:Lasr name, Author’s name initials. (Year). Title of the book. Publication

place: Publishing house.

Sabine, G. (1998). Historia de la teoría política. Ciudad de México, México: Fondo de Cultura Económica.

Book with an Editor:Last Name, Author’s name initials (Ed). (Year). Title. City, Country:

Publishing house.

Wilber, K. (Ed.). (1997). El paradigma holográfico. Barcelona, España: Editorial Kairós.

Page 275: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

275VIRAJES

Book Chapter: Last name, Author’s name initials. (Year). Chapter Title. Initials of the

editor or Publisher name. Last name. (Ed) or (Comp), Title of the book (pp. xx-xx). Place of Publication: Publishing house.

Garrison, C., Schoenbach, V. and Kaplan, B. (1985). Depressive symptoms in early adolescence. En A. Dean (Ed.), Depression in multidisciplinary perspective (pp. 60-82). New York, USA: Brunner/Mazel.

Journal article:Last name, Author’s name initials. (Year). Article Title. Name of Journal,

volume (number), pp-pp.

Sandoval, M.L. (2006). Teoría sociológica, conflicto y terrorismo. Revista de Antropología y Sociología: VIRAJES, 8 (8), 49-101.

Article with DOI:Last name, Author’s name initials. (Year). Article title. Name of Journal,

volume (number), pp-pp. doi: xx.xxxxxxx.Bezuidenhout, A. (2006). Consciousness and Language (review).

Language, 82 (4), 930-934. doi: 10.1353/lan.2006.0184.

Newspaper Article:Last name, Author’s name initials (Year). Article title. Name of

Newspaper pp-pp.

Martínez, L. (8 de diciembre de 2002). Cuando el trópico llegó a Estocolmo. El Tiempo, 2-2.

Graduate or Undergraduate Thesis: Last name, Author’s name initials (Year). Title of Thesis (Undergraduate,

Master’s or Doctoral Thesis). Name of Institution, place.

Alamos, F. (1992). Maltrato infantil en la familia: tratamiento y prevención (Tesis de pregrado). Pontificia Universidad Católica de Chile, Santiago de Chile, Chile.

Page 276: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

276 Revista de Antropología y Sociología

Online:Last name, Author’s name initials (Year). Title of Article. Taken from

(URL).

Biglan, A. and Smolkowski, K. (2002). The role of the community psychologist in the 21st century. Recuperado de http://journals.apa.org/prevention/volume5/pre0050002a.html.

11. For more information contact:

César Moreno Baptista. Anthropology and Sociology Journal VIRAJES E-mail: [email protected]. Anthropology and Sociology Department, Law and Social Sciences

Faculty Carrera 23 No. 58-65, Sede Palogrande, Manizales. Telephone: 8862720,

ext. 22108.

ETHICS POLICY OF THE JOURNAL

Publication and authorship The Anthropology and Sociology Journal: “Virajes” receives original

collaborations in the form of articles or reviews. Articles must be from investigations, reflection, or revision. The articles general criteria are: precision, completeness, clarity, simplicity, and interest for the Journal.

Likewise, if the author of an article wants to include it later in another publication, the journal in which it will be published must clearly indicate the original publication information previous authorization from the journal editors.

On its side, the Journal reserves the rights of impression, total or partial reproduction of the material, as well as of accepting or rejecting the material. Similarly, the journal reserves the right to make any editorial modification which considers appropriate. In such case, the author will receive the evaluators’ recommendations in writing. If the author accepts these recommendations, he must submit the article with the adjustments within the dead line stipulated by the Journal in order to guarantee its publication.

The Journal does not accept material previously published. The

Page 277: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

277VIRAJES

authors are responsible for obtaining the appropriate permission in order to partially or totally reproduce the material (text, tables, or figures) of other publications and to cite correctly their precedence. The contributions appearing in the Journal not necessarily reflect the Journal thought and they are published under the authors’ responsibility.

Peer revision processEach of the received articles is submitted to a revision and selection

process. In the first stage, the article originality and relevance are evaluated by the Editorial Committee; later, the article is submitted to a double blinded assessment by a referee who conceptualizes about the article scientific quality, its structure, its foundation, the sources management and the conceptual rigor. During the months following the sending of the text, the author will be notified about the results of the evaluation process.

Authorship policy · In thelist of signing authors only those persons who have

intellectually contributed to the development of the work must appear. Having helped in data collection or having participated in any technique are not per se enough criteria to appear as one of the authors. In general, in order to appear as an author, the following requirements must be met: Have participated in the conception and the accomplishment of the work which has given the article at issue as a result.

· Have participated in the text writing and in its possible revisions. · Have approved the version that will be finally published.

The Journaldeclines any responsibility for any disputes arising from the authorship of the works published.

The Anthropology and Sociology Journal: “Virajes” adheres to the COPE: Code of Conduct guidelines.

Conflict of interestsThe Journal expects the authors to declare any commercial association

which might suppose conflict of interests in connection with the submitted article.

Transmission of copyrightsAlong with the article each of the authors will sign and submit the

“Authors’ commitment declaration”. The judgments and opinions expressed in the articles and

Page 278: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

278 Revista de Antropología y Sociología

communications published in the journal belong to the author(s) anddo not necessarily belong to the Editorial Committee. Publication rights

If a work is accepted for publication, the rights of printing and reproduction in any form and medium belong to he publishers, although any reasonable request from the author for permission to reproduce their contributions will be attended.

Open Access policy This Journal provides free Access of its content through its Web

(http://virajes.ucaldas.edu.co/) under the principle that making rent-free availability of research to people will support a greater global knowledge exchange.

Virajes is a biannual publication that is nourished by national and international collaborations while ensuring a close link with the anthropological and sociological work developed in Latin America and the world.

The autor will make a Creative Commons Atributions license (http://co.creativecommons.org/) which allowas others to distribute, mix, adjust and build from his work even for commercial purposes provided that the origical creation authorship be acknowledged.

Privacy declaration The Anthropology and Sociology Journal: Virajes authorizes the

photocopy of articles and texts for academic or internal purposes in the institutions with the respective citation of the source. Names and addresses introduced in this Journal will be used exclusively for the stated purposes and they will not be available for any other purpose or another person.

Sincerely,PUBLISHING COMMITTEE

JOURNAL OF ANTHROPOLOGY AND SOC IOLOGY: VIRAJES

Page 279: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

FORMATO DE SUSCRIPCIÓN

Nombre / Name

Cédula / Identification number

Dirección / Address

Ciudad / City

Departamento / State Código Postal / Zip Code

País / Country

Teléfono / Phone Number

Profesión / Profession

Institución / Employer

Correo Electrónico / E-mail

Dirección de envío / Mailing Address

Suscriptores Nacionales por un año. (1) Ejemplar

Mayores informes: Vicerrectoría de Investigaciones y Postgrados Universidad de Caldas. Calle 65 N° 26 - 10

A.A. 275 Manizales - ColombiaTel: 8781500 ext. 11222Fax: 8781500 ext. 11622

E-mail: [email protected]@ucaldas.edu.co

Último ejemplar recibido / Last issue mailed:

Año/Year Volumen/Volume Número/Number Fecha/Date

Page 280: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar
Page 281: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar
Page 282: Revista de Antropología y Sociología VIRAJESvip.ucaldas.edu.co/virajes/downloads/Virajes_19(1)_Completa.pdf · “tiempos de mediciones”, con la tarea aún pendiente de reflexionar

Esta revista se terminó de imprimiren junio de 2017 en

Matiz Taller EditorialManizales - Colombia