revista cien anos

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Capítulo 7 A Úrsula le permiten una vista corta al “señor” Aureliano Buendía, había llevado consigo un envoltorio de las cosas que para ella eran importantes que tuviera. Tuvieron una conversación cotidiana y al final Aureliano le dio unos papeles sudados en los cuales había compuesto unos versos inspirados en Remedios, Úrsula prometió encender la hoguera esa noche con esos papeles. Aureliano permaneció acostado en el cuarto y recordó en su adolescencia y en sus viajes los presagios de la muerte y como llego a decidir su última voluntad, la de morir en Macondo. Para entonces llego la madrugada y sintió el alba de la muerte tocándolo, pero así pasaron varios días en los que no se cumplía la sentencia puesto que se sabía que el fusilamiento del coronel desencadenaría la ira de un pueblo y la sentencia de muerte de él que lo fusilara. La mala suerte corrió por parte del capitán Roque Carnicero. Aureliano fue llevado junto con el pelotón de fusilamiento a donde lo iban a matar, este a punto de ser condenado fue interrumpido por su padre José Arcadio Buendía , ahí recordó como había llegado a ser general, como convoco a su ejército y como se convirtió en un bandolero de primera apuntado por el gobierno nacional. De ahí que el capítulo recuerda la historia de las generaciones Buendía, como la casa estaba llena de nietos, también como José Arcadio fue encontrado muerto por su hilo de sangre, etc. Amaranta y el coronel Gerineldo Márquez vuelven a hablar y a visitarse los dos, Gerineldo quiere casarse con ella pero Amaranta lo rechaza debido a que él anda es enamorado del coronel Aureliano, pero este no se puede casar con él por obvias razones, por ello Amaranta lo rechaza. El coronel Aureliano Buendía le informa a Úrsula que su esposo va a morir, entonces Úrsula manda a quitarlo del Cataño y lo amarran a la cama en uno del os cuartos de la casa. José Arcadio Buendía sueña con la presencia de Prudencio Aguilar todos los días, hasta que un día lloviznaron flores amarillas por todo el pueblo, José Arcadio Buendía había muerto.

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Resumen del capitulo 7 al 10

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Capítulo 7

A Úrsula le permiten una vista corta al “señor” Aureliano Buendía, había llevado consigo un

envoltorio de las cosas que para ella eran importantes que tuviera. Tuvieron una conversación

cotidiana y al final Aureliano le dio unos papeles sudados en los cuales había compuesto unos

versos inspirados en Remedios, Úrsula prometió encender la hoguera esa noche con esos papeles.

Aureliano permaneció acostado en el cuarto y recordó en su adolescencia y en sus viajes los

presagios de la muerte y como llego a decidir su última voluntad, la de morir en Macondo. Para

entonces llego la madrugada y sintió el alba de la muerte tocándolo, pero así pasaron varios días

en los que no se cumplía la sentencia puesto que se sabía que el fusilamiento del coronel

desencadenaría la ira de un pueblo y la sentencia de muerte de él que lo fusilara. La mala suerte

corrió por parte del capitán Roque Carnicero. Aureliano fue llevado junto con el pelotón de

fusilamiento a donde lo iban a matar, este a punto de ser condenado fue interrumpido por su

padre José Arcadio Buendía , ahí recordó como había llegado a ser general, como convoco a su

ejército y como se convirtió en un bandolero de primera apuntado por el gobierno nacional. De ahí

que el capítulo recuerda la historia de las generaciones Buendía, como la casa estaba llena de

nietos, también como José Arcadio fue encontrado muerto por su hilo de sangre, etc. Amaranta y

el coronel Gerineldo Márquez vuelven a hablar y a visitarse los dos, Gerineldo quiere casarse con

ella pero Amaranta lo rechaza debido a que él anda es enamorado del coronel Aureliano, pero

este no se puede casar con él por obvias razones, por ello Amaranta lo rechaza. El coronel

Aureliano Buendía le informa a Úrsula que su esposo va a morir, entonces Úrsula manda a quitarlo

del Cataño y lo amarran a la cama en uno del os cuartos de la casa. José Arcadio Buendía sueña

con la presencia de Prudencio Aguilar todos los días, hasta que un día lloviznaron flores amarillas

por todo el pueblo, José Arcadio Buendía había muerto.

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Capítulo 8

Aureliano José se afeita por primera vez, Amaranta lo ve convertirse en un hombre como lo hizo

su padre en algún tiempo, pero este hacía rato que ya lo era desde que Amaranta seguía

desnudándose al frente de él, cuando empezaron a sentir ese deseo mutuo, esa pasión que los

llevo a perderse en un sosiego de amor pasional. Hasta que un día, Úrsula casi los descubre y

amaranta decide cortar de una vez el tajo. Aureliano José se va a la escuela militar. Aureliano

Buendía va al pueblo una mañana y destruye todos los archivos y mensajes liberales, Aureliano

José se va con el junto con el coronel Gerineldo Márquez. Diez días después de que el gobierno

emitiera un comunicado de paz se oyó del primer levantamiento armado del coronel Aureliano

Buendía. Así continuo durante un año la creencia de paz entre los liberales y los conservadores,

hasta que el coronel Aureliano salió del país y se unió a las fuerzas federalistas da América central.

El general conservador José Raquel Moncada se convierte en el primer alcalde de Macondo

después de que la guerra había terminado, este se convirtió en el corregidor del pueblo, muchos

cambios se dieron; el padre Nicanor fue reemplazado por el padre Coronel “El cachorro”, Bruno

Crespi abre el primer teatro, el edificio de la escuela fue restaurado (Melchor Escalona se hizo

cargo de este). Aureliano José vuelve al pueblo después de sus viajes por el mundo, decidió

casarse con Amaranta (este nunca la pudo olvidar), Amaranta lo evitaba hasta que un día le dijo

que no podía casarse con él porque sí “es que nacen los hijos con cola de puerco”. A la casa de

Úrsula llegaron 10 hijos del coronel Aureliano Buendía para que estos fueran bautizados con el

nombre de su padre, al final fueron 17 hijos en total que el coronel tuvo. Aureliano José sufre de

soledad por Amaranta y se envuelve en la tienda de Catarino.

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Capítulo 9

Gerineldo Márquez vuelve a ser rechazado por Amaranta. Entretanto Aureliano regresa a

Macondo. Cuando Aureliano fue a entregar los objetos personales del general. Moncada a

su viuda, le quemó y saqueó la casa. Teófilo Vargas se había apoderado del mando central

liberal y Aureliano a propuesta de un capitán decide matarlo para hacerse con el poder.

Pero debido a los remordimientos decide matar al capitán que se lo había propuesto.

Aureliano recibe la visita de un comisionado de su partido que le propone unas reformas

contrarias al pensamiento liberal, pero aun así las acepta. Gerineldo interpretó el acuerdo

como una traición y fue condenado a muerte por sus palabras. Después de la intervención

de Úrsula, Aureliano rectifica e intenta acabar con la guerra firmando la rendición. A

continuación intento suicidarse pero se salvó.

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Capítulo 10

Santa Sofía de la Piedad había sido la mujer de Arcadio, tuvieron dos varones: Aureliano

Segundo y José Arcadio Segundo. Los niños fueron tan parecidos cuando eran niños que

hasta su misma madre los confundía. Aureliano Segundo se dio a la tarea de descifrar los

pergaminos que Melquíades había abandonado con su muerte, pero una tarde, el gitano

apareció en el laboratorio y se dispuso a transmitirle todo su conocimiento. En cambio,

José Arcadio Segundo se dedicó al negocio de los gallos de pelea, Úrsula intentó evitarlo

pero no obtuvo ningún resultado. Aureliano segundo conoció a la mujer que lo sacaría de

su encierro y con la que compartiría toda su vida: Petra Cotes. A pesar de ser su mujer y

después su concubina, la amaba más que a su propia esposa. Con Petra conoció la fortuna

y la felicidad y, juntos, se convirtieron en unos despilfarradores y holgazanes. En una feria,

donde Remedios, la bella, fue proclamada reina, Aureliano Segundo conoció a Fernanda

que, más tarde, sería su mujer