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C uantas canciones ha- blan sobre el amor? ¿Cuantas veces he- mos sentido estar enamora- dos? ¿Por qué dedicamos tanto tiempo de nuestra vida a encontrar la pareja perfec- ta? Para los griegos, el cau- sante de semejante engorro es el Dios Zeus y su mal ge- nio. Cuentan que como casti- go a la conspiración contra los dioses de los andróginos, (seres primitivos con ambos sexos y todos sus órganos dobles), Zeus decide partirles en dos. El viejo Zeus, tan po- deroso como astuto, com- prendió enseguida que el po- der de los andróginos residía en la unión de su ser y se aplicó en dividirlos para res- tarles fortaleza. Desde enton- ces las personas buscamos a nuestra otra mitad para sen- tirnos poderosas, completas y felices. Zeus no era el único que co- nocía el poder del amor. Cualquier pobre mortal lo considera así, tanto que creemos que puede convertir a una rana en príncipe azul, desorientar al mas cuerdo o cegar al más lúcido. Desde siempre el ser hu- mano ha sentido la necesi- dad de sentirse amado, qui- zás porque como afirma Eduardo Punset (El viaje del Amor. Editorial Destino) biológicamente el amor no es más que una fusión de cuerpos “que genera la energía necesaria para vivir o que recupera teji- dos dañados”. ¿Es real- mente eso el amor?. Des- de una perspectiva me- nos “materialista” ciertas teorías psicológicas inci- den en el carácter de ac- ción voluntaria del amor, que se emprende y se aprende. El amor por tan- to sería decisión, elección y actitud. Aún así, lo cier- to es que a estas alturas de la historia nadie puede obviar que en amor hay Je t’aime Así es Psicología práctica [email protected] 2ª época, nº 2 Marzo de 2008 Je t’aime 2 ¿Por ahora ó para siempre? 3 El día de Luper- cus 4 Contenido: mucho de física y de quí- mica La química de amor Los psicólogos apuntan a que el amor, por lo me- nos en sus primeras fa- ses, se abastece funda- mentalmente de química. Unas sustancias en nuestro cerebro que por sus efectos se parece mucho a la anfetamina (droga), produce un esta- do de euforia natural, cuando estamos con nuestra pareja o cerca de la persona que nos in- teresa. Hablamos de sus- tancias, como la oxitoci-

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C uantas canciones ha-blan sobre el amor? ¿Cuantas veces he-

mos sentido estar enamora-dos? ¿Por qué dedicamos tanto tiempo de nuestra vida a encontrar la pareja perfec-ta? Para los griegos, el cau-sante de semejante engorro es el Dios Zeus y su mal ge-nio. Cuentan que como casti-go a la conspiración contra los dioses de los andróginos, (seres primitivos con ambos sexos y todos sus órganos dobles), Zeus decide partirles en dos. El viejo Zeus, tan po-deroso como astuto, com-prendió enseguida que el po-der de los andróginos residía en la unión de su ser y se aplicó en dividirlos para res-tarles fortaleza. Desde enton-ces las personas buscamos a nuestra otra mitad para sen-tirnos poderosas, completas y felices.

Zeus no era el único que co-nocía el poder del amor. Cualquier pobre mortal lo considera así, tanto que creemos que puede convertir a una rana en príncipe azul, desorientar al mas cuerdo o cegar al más lúcido.

Desde siempre el ser hu-mano ha sentido la necesi-dad de sentirse amado, qui-zás porque como afirma Eduardo Punset (El viaje del

Amor. Editorial Destino) biológicamente el amor no es más que una fusión de cuerpos “que genera la energía necesaria para vivir o que recupera teji-dos dañados”. ¿Es real-mente eso el amor?. Des-de una perspectiva me-nos “materialista” ciertas teorías psicológicas inci-den en el carácter de ac-ción voluntaria del amor, que se emprende y se aprende. El amor por tan-to sería decisión, elección y actitud. Aún así, lo cier-to es que a estas alturas de la historia nadie puede obviar que en amor hay

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Así es Psicología práctica

[email protected]

2ª época, nº 2

Marzo de 2008

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2

¿Por ahora ó

para siempre?

3

El día de Luper-

cus

4

Contenido:

mucho de física y de quí-mica

La química de amor

Los psicólogos apuntan a que el amor, por lo me-nos en sus primeras fa-ses, se abastece funda-mentalmente de química. Unas sustancias en nuestro cerebro que por sus efectos se parece mucho a la anfetamina (droga), produce un esta-do de euforia natural, cuando estamos con nuestra pareja o cerca de la persona que nos in-teresa. Hablamos de sus-tancias, como la oxitoci-

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Página 2 Así es

¿Es cierto que los polos opuestos se atraen?

Hay una teoría muy extendida que argumenta que personas

con caracteres muy distintos se atraen porque se complemen-

tan. Estas relaciones son de compensación y por lo general no

funcionan ya que están basadas en la dependencia. Con el

tiempo esta dependencia desaparece y la relación termina.

Aunque de no ser así podría resultar perjudicial para ambos, ya

que ninguno de los dos disfrutaría realmente de la relación por

el miedo a que su pareja rompa.

Amor Eterno, ¿mito o realidad?

Parece ser que, por lo menos para dos ratones en Florida, es

realidad. Entre estos ratones de laboratorio, a los que se les

había inyectado una alta dosis de dopamina, se crearon gran-

des lazos afectivos. Según el investigar Brandon Aragona, de

la universidad de Florida, el amor eterno podría depender di-

rectamente de la dopamina y de cómo este neurotransmisor

actúa sobre la parte del cerebro que controla los comporta-

mientos adictivos.

De 18 a 30 Meses

La investigadora Cindy Hazan de la universidad de Cornell en

Nueva York, sostiene que los humanos se encuentran biológi-

camente programados para sentirse apasionados sólo entre los

18 y 30 primeros meses de la relación. Según la misma inves-

tigadora, los hombres se enamoran mas fácilmente que las

mujeres porque son mas susceptibles a la acción de las endorfi-

nas.

Incógnitas

na (responsable del apego),la dopamina (que reba-ja la preponderancia del área cerebral encargada de las operaciones racionales), o las endorfinas (una especie de “hormona del placer” que autogra-tifica el comportamiento enamorado, entre otras.

Amor y enamoramiento

¿Hay diferencias entre el amor y el enamoramien-to? No podemos olvidar que también existe el amor fugaz y que este no siempre termina con vivieron felices y comieron perdices...aunque mientras dure puede ser maravilloso.

La psicóloga Mercé Conangla, recomienda que re-visemos algunas falsas creencias que tenemos so-bre el amor y las relaciones de pareja:

Debemos encontrar a nuestra media naranja pa-ra ser feliz. Falso. Solos ya somos una persona completa.

Nuestra pareja debe ser igual a nosotros. Es im-

posible que esto ocurra puesto que cada ser hu-mano es único.

Nuestra pareja nos pertenece. Esta suele ser una de las principales causas del fracaso en una relación, todos necesitamos nuestro espacio vital para desarrollarnos y crecer como seres humanos. Ningún ser humano, bajo ninguna circunstancia, es propiedad de ningún otro

Por amor debemos soportarlo todo. Amor es aprender, divertirse, apoyarse, respetarse, pero sobre todo pasarlo bien.

En conclusión, el amor es ese sentimiento capaz de hacernos pensar que tocamos el cielo con las manos, pero que tiene dos caras y cuando nos en-seña su lado mas amargo hiere y duele con la mis-ma intensidad con la que nos hizo gozar. La base para estar bien con otra persona es estar bien con-sigo mismo..

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Tomás ha optado por evitar las relaciones esta-bles. Para él las relaciones de este tipo represen-tan una gran responsabilidad. Aunque no niega haber tenido dos o tres relaciones duraderas, afir-ma que estas requieren de un mantenimiento dia-rio y , la verdad, la rutina del día a día por lo ge-neral suele acabar con la pasión y con el deseo, haciendo creer que la pareja es de nuestra pro-piedad y, por lo tanto, que ya nada hay que hacer para conquistarla.

Tomás ha experimentado con la otra cara de la moneda, las relaciones esporádicas, que le han supuesto diversión sin compromiso. Confiesa que estas se le dan mejor, pero que le gustaría en-contrar a una persona que comparta su forma de ver la vida. Nos pone como ejemplo la relación que existe entre sus padres. A pesar de que no cree en el amor eterno y mucho menos en la pa-reja perfecta, afirma que “dos personas que se respetan y se quieren pueden estar juntos du-

rante mucho tiempo ”

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A diferencia de Tomás, para Adriana “el amor es sufrimiento, es un sentimiento que te puede llevar al cielo y bajarte al infierno en cuestión de segundos”. Aun-que ha sentido el amor en su faceta mas dulce, confiesa que fue un amor ciego. Para la mayoría de los jóvenes entablar una rela-ción duradera supone un dolor de cabeza, ya que se ha perdido la fe en el amor eterno. Se evita así el sentimiento de frus-tración propio del que se señala como único responsable del fracaso de la relación. Rompiendo con el mito del amor eterno lo-gramos de alguna forma abrir nuestra men-te a la idea de tomar de cada relación los buenos momentos y aprender de los malos. Para Adriana el amor a primera vista sí es posible, aunque en su caso las consecuen-cias no hayan sido muy buenas. En este momento de su vida, Adriana quiere “pasarlo bien y disfrutar lo que pueda al máximo”,a la espera de estabilizar su vida amorosa.

Así es

¿por ahora para siempre? o

Tomás Márquez (1º bachillerato B) Adriana Moreno (2º bachillerato C)

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Feliz día de Lupercus

Equipo de redacción: Lenny Morales y Raquel Roquero Díaz Impresión: Rafael Ruiz. Coordina: Paco Espadas Financia: Excelentísimo Ayuntamiento de Rincón de la Victoria. Área de Cultura

A s í e s

Psicología práctica

D p to. d e F i los of ía

IE S “B en -A l -J a t ib ”

La Ca la d el M ora l

-M á la ga -

bió, mediante un edicto, el matri-monio con el argumento de que los recién casados se negaban a ir a la guerra. Fue entonces cuando el obispo Valentín co-menzó a casar a las parejas de manera clandestina. La "insurrección" del cura pronto fue descubierta y Claudio ordenó que lo decapitaran. Encarcelado, mientras esperaba su muerte, conoció a Julia y se enamoró. Julia era ciega y un milagro atri-buido al amor del cura le permi-tió recuperar la vista. Valentín fue ejecutado el 14 de febrero y en su tumba (sigue la leyenda) Julia plantó un almendro. Hoy este árbol es considerado sím-bolo de amor y amistad. Otra de las explicaciones atribu-ye el origen a antiguas fiestas paganas "cristianizadas". Entre

las celebraciones más atractivas de Roma, estaba la Lupercalia, que se festejaba el 15 de febre-ro, en honor a Lupercus, divini-dad con figura de cabra y símbo-lo de la potencia sexual. Durante la fiesta se introducían en una caja prendas femeninas para que los muchachos sacaran la ropa de quién, de ahí en adelan-te, sería su compañera de diver-sión durante el año. Esto convir-tió a Lupercus en "patrón de los enamorados". Cuando Roma se convirtió al cristianismo, optaron por cam-biar el nombre de los dioses pa-ganos y sus celebraciones por otros de carácter cristiano. Así, Valentín fue proclamado 200 años después de su muerte, "Patrono de los enamorados" por el Papa Gelasio.

El 14 de febrero se festeja una de las celebraciones más popu-lares del calendario. Es el Día de San Valentín, una fecha que combina a la perfección amor y consumo. Así, entre corazones y flechazos, se intercambian tarje-tas, flores, bombones y joyas, que dan pie a un esperado “boom” comercial. Esta costumbre se inició en los países de habla inglesa en el siglo XVIII ya hace algunos años. Sobre su origen, aún no hay acuerdo: dos explicaciones (que no son contradictorias y bien pudieron sucederse) inten-tan justificar la tradición. En orden cronológico, la primera cuenta que en el año 270 el em-perador romano Claudio II prohi-