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Revista Latinoamericana de Ensayística, saberes pensamiento y crítica. En este primer número se han incluido trabajos producidos a partir de las actividades realizadas en los últimos 3 años de funcionamiento institucional del área Pensamiento Latinoamericano de la Agencia Córdoba Cultura, así como colaboraciones solicitadas de forma específica.

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Indice

“Servicios públicos y gestión popular. Alternativas al problema de la basura en la ciudad de Córdoba”

“El sujeto nacional en la narrativa boliviana de la primera mitad del siglo XX. Una lectura en torno a Augusto Céspedes, Oscar Cerruto y Marcelo Quiroga Santa Cruz.”

(Alvaro Martos y Guillermo Pleitavino)

(Magdalena González Almada)

“Este domingo vamos a comer a la Villa, un ratito de Bolivia aquí en Córdoba”

Contenido

(Rosa Quiroga Saavedra)

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n este primer número se han incluido trabajos producidos a partir de las actividades realizadas en los últimos 3 años de funcionamiento institucional del área Pensamiento Latinoamericano de la Agencia Córdoba Cultura, así como colaboraciones solicitadas de forma específica.

álvaro Martos y Guillermo Pleitavino hacen una aproximación a la problemática de la gestión de residuos sólidos urbanos en la Ciudad de Córdoba, haciendo hincapié en uno de los componentes informales de dicho sistema: los carreros.

Magdalena González Almada propone un abordaje del sujeto boliviano en la literatura de la primera mitad del siglo XX en el propone al suceso de la guerra del chaco como un parteaguas en la conformación social de Bolivia y la construcción de lo boliviano en los escritores de la época.

Rosa Quiroga Saavedra hace una aproximación etnográfica a las prácticas culinaria de la ciudad de Córdoba aportando la receta del picante de pollo traída por los migrantes bolivianos y transmitida oralmente.

Las imagenes que se exiben en este número pertenecen a la convocatoria fo-tográfica 2011 “Ferias Y Mercados De Latinoamerica” realizada por esta área.

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Contenido

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“Servicios públicos y gestión popular.

Alternativas al problema de la basura en la ciudad de Córdoba”

Martos, Alvaro Pleitavino, Guillermo

Resumen

En el marco de las transformaciones de la ciudad uno de las principales problemáticas es la cuestión de los servicios públicos. Las sucesivas arremetidas del paradigma neoliberal y la progresi-va mercantilización y comercialización en la presta-ción de servicios básicos han convertido estos espa-cios en lugares de disputa para las grandes empresas e intereses capitalistas.Frente a esta dinámica altamente excluyente, combinada con los ritmos y características del mercado de trabajo en América Latina (precarizado, informal,expulsor y desigual) nuevas formas de resistencia y gestión al-ternativa emergen. Allí es donde se pone en juego la creatividad a la hora de gestionar nuestros recursos y nuevos colectivos de ciudadanos y trabajadores dan la disputa por otra forma de acceso y prestación de los servicios públicos demostrando que otros mundos son posibles y que su construcción se disputa hoy y ahora.El objetivo de nuestro trabajo es realizar una

primera aproximación a la problemática de la gestión de residuos sólidos urbanos en la Ciudad de Córdo-ba, haciendo hincapié en uno de los componentes informales de dicho sistema: los carreros. Dentro de la complejidad que presenta este fenómeno, nos en-focamos en desentrañar y comprender cuáles son las características principales que emergen en torno a este grupo de trabajadores. A partir de estos elemen-tos, problematizamos y arriesgamos algunas ideas e hipótesis relacionadas a la necesidad y posibilidad de nuevas formas de entender el trabajo, la gestión y la prestación de servicios públicos en la ciudad.

El presente escrito forma parte de un trabajo colectivo más am-plio con Lisandro Levstein (UNC- El Eco en el EO). Agradecemos sus aportes, observaciones y co-construcción.Lic. en Ciencia Po-lítica (UCC); militante del Movimiento Lucha y Dignidad en el EO Lic. en Sociología (UESXXI); Maestrando en Economía So-cial (UNGS); militante del Movimiento Lucha y Dignidad en el EO e integrante del Colectivo de Investigación El Llano en Llamas

(www.llanocba.com.ar/site/)

Autor de la fotografía: ALEXADER SANCHEZ.Año 2011, Convocatoria fotográica:

*Ferias y mercados populares de Latinoamerica*

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tre otros, la gestión de los servicios públicos desde una óptica popular.A los ines de abordar este complejo fenó-meno adoptamos una estrategia que cons-ta de tres caminos. En el primero de ellos realizamos una revisión de las discusiones teóricas, políticas y prácticas relacionadas a la gestión de los servicios públicos, el avanceneoliberal y las resistencias y alternativas en América Latina y Europa. Esto nos per-mitirá en segunda instancia construir una descripción y contextualización del sistema de recolección de RSU en Córdoba a par-tir de fuentes documentales y entrevistas con actores claves a los ines de tener una noción más cabal de la complejidad del mismo. El tercer camino recorre, a partir de entrevistas en profundidad, aquellos elementos que estructuran la formación social de los carreros en lo que hace a las subjetividades construidas como trabaja-dores, los sentidos que le otorgan a su tra-bajo; los modos de organización y gestión interna de su espacio laboral y la disputa por “otra forma” de entender y llevar ade-lante el servicio de recolección de residuos en la ciudad.tener una noción más cabal de la complejidad del mismo. El tercer camino recorre, a partir de entrevistas en profundidad, aquellos elementos que estructuran la formación social de los ca-rreros en lo que hace a las subjetividades construidas como trabajadores, los senti-dos que le otorgan a su trabajo; los modos de organización y gestión interna de su es-pacio laboral y la disputa por “otra forma” de entender y llevar adelante el servicio de recolección de residuos en la ciudad.

na de las problemáticas ac-tuales más acuciantes para la organiza-ción de lo urbano en las grandes ciudades está estrechamente vinculada a la gestión de residuos sólidos urbanos (GRSU). Una característica distintiva del complejo de actividades que constituyen este servicio público es la importante participación de trabajadores y trabajadoras infor-males. Este grupo presenta, hacia aden-tro, una marcada diversidad y com-plejidad vinculada a la existencia de una amplia gama de actores (carreros,cartoneros, recicladores, algunos orga-nizados en cooperativas y otros no, etc.) y a toda una serie de prácticas sociales que hacen de él uno de los sectores me-nos beneiciados en la división social del trabajo y en la determinación de su re-muneración, riesgos y responsabilidades.Nos proponemos sistematizar y exponer aquí algunos resultados parciales de un proyecto de investigación más amplio que apunta a abordar de una manera sistemá-tica las coniguraciones de sentidos, prác-ticas y saberes que se constituyen en tor-no a la igura del “carrero” en la Córdoba contemporánea. Trabajador, en la mayoría de los casos varón, autónomo y pertene-ciente a los sectores populares, el carrero emerge como actor protagonista dentro de la trama informal de la GRSU. Es al interior de esta misma trama que se tejen subjetividades alternativas que subvierten y descentran algunas de las nociones pilares de los imaginarios sociales vinculados al “trabajo” y que nos habilita la pro-blematización y re-invención de, en-

Introducción

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Luego del fracaso de las políti-cas de ajuste y reformas estructurales en los años ‘90, que incluyeron además de la des-regulación, lexibilización y pre-carización del empleo, la privatización de importantes sectores de la economía como lo eran las empresas estatales de servicios públicos, nuevas formas de avance en la mercantilización de nuestras relaciones emergen desde lo cotidiano. Bajo un discurso centrado en el desarrollo local, la participación (pasteurizada y despolitizada) y el buen gobierno (good governance) los orga-nismos internacionales como el FMI y el BM avanzan sobre los municipios de la mano de las ONG’s al servicio del capital tras-nacional privatizador. En esta nue-va dinámica uno de los sectores claves para el avance neoliberal está compuesto por las empresas de servicios públicos. Centradas en un argumento que prioriza la ganancia y rentabilidad sobre la equidad en el acceso a los ser-vicios públicos, cientos de empresas han cedido ante las presiones del mercado y el capital, que mediante la más variada gama de estrategias legales y adminis-trativas se abren paso para avanzar en el proceso privatizador. En este sentidoobservamos que “La privatización, en otras palabras, no constituye una situa-ción que podríamos llamar –por decirlo en términos gramaticales– disyuntiva (o el Estado posee y dirige el servicio o

lo hace el sector privado/comunitario). La privatización debería contemplarse, más bien, como un todo formado por combinaciones entre lo público y loprivado, un todo en que ambos sectores presentan diversos grados de participa-ción y de asunción de riesgos” (Starr 1988 citado en McDonald y Ruiters 2005: 12) Sin embargo en este camino se enarbolan fuertes procesos de lucha y resistencia por parte de los pueblos y sus organizaciones que complejizan el panorama local y permiten vislumbrar nuevas grietas y caminos alternativos frente a la intromisión del mercado enlos servicios públicos. De este modo se coniguran constantemente las nuevaseconomías políticas urbanas como la evo-lución dialéctica de dos corrientes: unaneoliberal que prioriza la acumulación de capital, a través de exoneraciones is-cales y el desmantelamiento de medidas regulatorias y otra socialista que tien-de a priorizar la distribución haciendo uso de fondos sociales y favoreciendo la apertura de instituciones participati-vas para generar desarrollo social y dar más poder político a sus ciudadanos(Goldfrank y Schrank 2011).Enmarcados en un contexto de restric-ción económica y debilidad política común a la mayoría de los gobiernos municipales en América Latina, estas dos tendencias conviven y se disputan las relaciones sociales en el marco del

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Neoliberalismo y servicios públicos. Resistencias y alternativas.

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Estado local, enfrentando actores, in-tereses, lógicas y dinámicas en pugna, que luchan por inclinar la balanza a sufavor. Uno de estos campos de dis-puta está constituido por el sector de los servicios públicos que pasa a convertirse en una trinchera estra-tégica para unos y otros intereses.

Una de las notas principales a introducir en este debate es el carácter social de la prestación de servicios pú-blicos. Como parte del “salario social” los servicios públicos son por deini-ción propiedad de todos los ciudadanos y tienen el objetivo de proveer ciertos beneicios imprescindibles a la comuni-dad como la provisión de agua, energíaeléctrica, saneamiento, aseo, atención primaria de la salud o educación. Una de las características en este tipo de prestaciones están asentadas en sus diferencias con una mercancía en el sentido de que no son excluibles (no se puede excluir a una persona delacceso porque simplemente no pagó) y tampoco exclusivos (el uso de un servicio público por una persona no disminuye la posibilidad de consumo de otra). Sin embargo es importan-te aclarar que “los bienes y servicios no son ‘públicos’ o ‘privados’ de formainherente, en virtud de un conjunto in-nato de características físicas (como nos harían creer los teóricos neo-clásicos). La mercantilización de un bien o servi-cio representa un fenómeno construido en un marco social e histórico que no puede entenderse al margen de su vín-culo con una serie de relaciones sociales de producción” ( McDonald y Ruiters2005: 16).A lo largo de la última década, se han

dado en América Latina y el mundo importantes procesos de privatización, como así también fuertes procesos de luchas y resistencia que han anulado, retrasado e incluso revertido los planes privatizadores del avance neoliberal. Tal fue el caso de la Coordinadora por el agua y la vida en Bolivia en 2000, laAsociación en Defensa de Usuarios y Consumidores de Tucumán en 1998, la Comisión Popular por la Recupera-ción del Agua en Córdoba en 2006 y los cientos de sindicatos, movimientos sociales y puebladas que día a día re-sisten contra las grandes multinacio-nales prestadoras de servicios públicos (Suez, Veolia, Enron, Saur, Bechtel, Roggio, etc.) y los organismos interna-cionales que las secundan (OMC; FMI; BM; GTZ Alemania, CIDA Canadá, Consejo Mundial del Agua, entre otras) En lo que reiere al caso par-ticular del servicio de recolección de RSU, observamos una serie de caracte-rísticas propias de este sistema que re-percuten directamente sobre cualquier tipo de caracterización que hagamos a

posteriori. La primera de ellas reiere ala importancia estructural de la actividad en el actual modo de producción. En estesentido la generación de residuos y desechos es una de las más notablescaracterísticas del capitalismo. En

este contexto el manejo y gestión de los mismos no es una tarea residual y hacen de esta actividad un verda-dero nicho de mercado en constante desarrollo vinculado a la recupera-ción y eliminación de los RSU: “En losúltimos años, hemos asistido a un crecimiento exponencial del llama-do “negocio de la basura”, el que pre

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senta los rasgos característicos del trabajo informal: ilegalidad, bajaproductividad, escasa inversión de capi-tal, mínima división del trabajo, escaso nivel de caliicación requerido, facilidad de entrada y bajo nivel de ingresos.” (Fajn 2002: 4)La informalidad como norma para los trabajadores carreros los posiciona como los actores más vulnerables y me-nos favorecidos en el circuito, lo que a su vez potencia la competencia, las sa-lidas individuales y la precariedad de vínculos con sus pares. Sin embargo, no son pocos los carreros que eligen la forma cooperativa como forma deorganizar su trabajo y el de sus compañe-ros de manera conjunta. En este sentido las experiencias más resonantes a nivel mundial de participación y gestión po-pular incluyen siempre la labor de coo-perativas y formas colectivas de trabajo.

Otro punto importante a des-tacar es el papel del Estado a la hora de dirimir las dinámicas en la prestación de los servicios públicos. Siendo quien tiene la potestad para decidir sobre las carac-terísticas y modalidades de este sector de la economía, más allá de capacidad de operación y organización de los sec-tores informales, el Estado se convierte en un actor clave del circuito. Siguiendo a Fajn (2002), observamos que el abani-co de posibles actitudes y medidas hacia el sector informal está conformado por:

a) Represión: mediante la declaración de prohibición legal de la recolección de residuos y la persecución de los tra-bajadores, muy frecuentemente basadas en políticas de “limpieza social” que apunta a la invisibilización y exterminio de los grupos más vulnerables de la so-

ciedad; b) Abandono: cuando el Estado se desentiende de la problemática y no adopta ninguna política activa para este segmento de la población, lo que clara-mente es una deinición política aun-

que difícil de sostener en el tiempo; c)Acuerdo y complicidades: mediante el reconocimiento de alguna actividades del sector para articular relaciones es-purias y de connivencia mutua, atadas al clientelismo político y los benei-cios de pocos a costa de muchos y; d) Apoyo: cuando el Estado reconoce lapre-existencia de los trabajadores de la recolección informal y los acom-paña mediante estrategias para for-talecer y facilitar la creación de coo-perativas a través de contratación directa, subvención y inanciamiento.

En Colombia, vincula-do al Programa Nacional de Re-ciclado, se han conformado desde1986 más de 75 cooperativas que partici-pan activamente en la gestión de los RSU entodo el país, destacándose las labores en la ciudad de Guarne donde una de lascooperativas se hizo cargo de la totalidad del servicio desde el transporte hasta elreciclado. En Brasil los “catadores de lixo” formaron varias cooperativas en Río deJaneiro, Recife, Salvador y Belo Hori-zonte, donde se agrupan más de 2500trabajadores. Uno de los casos emblema está constituido por los miembros deCOOPAMAR, que recolecta 100 tone-ladas de material reciclable por mes, en la Ciudad de Río de Janeiro, percibien-

do un ingreso mensual cercano a los U$S 300.- lo que representa dos veces el salario mínimo de Brasil. (Fajn 2002). Otras experiencias resonantes a nivel

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mundial incluyen a los recolectores de SOCOSEMA en Juárez, cooperativas en Filipinas, Nepal y Camboya y la KKPK en India. En Argentina el desarrollo ha sido mucho más limitado y más allá de las iniciativasparticulares de algunas organizaciones, las experiencias existentes poseen grandesdesafíos a la hora de ser reconocidos por el Estado. En Buenos Aires luego de laexplosión a principios del 2001, el gobier-no de la Provincia y la Ciudad han idopaulatinamente adaptando su legislación en orden a reconocer un pujante y cada vezmás numeroso sector de la economía informal y fruto de varias instancias denegociación cooperativas como el Ceibo (Palermo), Nuevo Rumbo, El Orejano (San Martín), Reconquista (3 de Febrero), RENASER (La Matan-za), Mujeres para la Dignidad (Lava-llol), Reciclado Sur (Lanús) han lo-grado acuerdos y convenios con losgobiernos locales mediante los cuales se les permite revalorizar la actividad y regularla legalmente (Paiva 2002).En Córdoba el panorama es menos alentador. Las políticas del gobierno hacia el sector informal del sistema de recolección de RSU ha estado ca-racterizada por la invisibilización y la persecución. Más allá de algunos pre-carios acuerdos arrancados a los dis-tintos municipios mediante la lucha de las organizaciones los avances han sidolimitados y la única política de los mu-nicipios se ha focalizado sobre la eli-minación de la tracción a sangre. La persecución en manos de la policía y algunas protectoras de animales ame-nazan diariamente el trabajo de cientos de carreros que en un contexto de mar-cada exclusión y hostigamiento salen a trabajar para mantener sus hogares.

El proceso mediante el cual los resi-duos que depositamos en nuestros basureros domésticos, o en los dis-puestos en la vía pública llegan a su destino inal, incluye una serie de eta-pas, en las cuales mediante distintas técnicas y tecnologías los residuos só-lidos urbanos (RSU) son tratados y procesados para luego ser eliminados.Básicamente se distinguen cuatro momentos en el ciclo de la basura: producción,recolección-transpor-te, tratamiento y disposición inal.

La producción reiere al momento en que los residuos son desechados dei-nitivamente por quien los genera. La ciudad de Córdoba es uno de los cen-tros de producción de RSU más grandes del país y, a nivel provincial, se obser-va una gran diferencia con respecto al resto de las localidades, como se puede observar en el gráico 1 del Anexo ‘A’.

Respecto a la cantidad de RSU que se generan día a día es necesario hacer algunas aclaraciones vinculadas a su estimación. Un primer punto a tener en cuenta es que las toneladas de RSU que se registran son aquellas que in-gresan y son pesadas en los predios de enterramiento sanitario. Esta moda-lidad deja afuera a los más de noventa basurales a cielo abierto distribuidos por toda la ciudad que, ocasionalmente, son

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El ciclo de la basura en Córdoba.

Características, subsistemas y actores.

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limpiados. Otro problema que surge del registro y las mediciones es la dis-paridad y fragmentación de los mis-mos, lo que diiculta enormemente la tarea de calcular cuánta basura se produce realmente en la ciudad. Por último, al calcularse estas magnitudesen base a la recolección y disposi-ción inal oicial, estas cifras dejan afuera los miles de kilos de RSU que carreros, cartoneros y recuperado-res recogen a diario en su trabajo.En base a múltiples fuentes ponderadas podemos trazar una serie histórica de lacantidad de RSU generados por año en Córdoba, tal como se observa en el grá-ico 2 del Anexo ‘A’.

Respecto al transporte es necesa-rio mencionar algunas característicasurbanas/demográicas de Córdoba que complejizan el panorama en dos direc-ciones.La primera de ellas es la constan-te expansión de la ciudad y de las pobla-ciones en la periferia (Gráico 3 Anexo ‘A’). Esto hace que los límites cada vez se desdibujen más y que los 576 km2 de supericie que oicialmente tiene la ciu-dad sólo incluyan una parte de ella. A esta tendencia centrífuga le podríamos sumar otra de orden centrípeta según la cual la densidad habitacional y el nú-mero de hogares y comercios aumenta de la mano del crecimiento del negocio inmobiliario en la zona céntrica, lo que trae un marcado incremento en la pro-ducción de RSU y en el costo de recolec-ción y mantenimiento del casco central de la ciudad. Esto se ve relejado en las características de la prestación del servi-cio de recolección de RSU en la ciudad y en la logística e infraestructura quedemanda, así como también en la distribución territorial del traba-

jo de los carreros con fuerte pre-sencia en el centro y en la periferia.

En lo que hace propiamente al trata-miento y disposición inal actualmente podemos identiicar al menos tres pro-cedimientos: separación y recuperación de reciclables; enterramiento sanitario controlado; basurales a cielo abierto e incineración: Separación y recuperación de reciclables: en el Centro Modelo de Reciclado y en el Centro de Clasiica-ción de residuos reciclables se reciben plástico, hojalata, papel, cartón y vidrio previamente separados por los vecinos y recolectado por el servicio diferencial. Posteriormente se realiza la recepción y posterior clasiicación por tipo dematerial. Luego de un comienzo po-sitivo donde se llegó a recuperar has-ta 28 toneladas diarias en manos de la cooperativa de recicladores que allí operaba, el servicio se fue resintiendo, primero quitando 2 de los 5 camiones destinados a la recolección diferencial y luego a raíz de la tercerización y con-cesión a las nuevas empresas privadas que dejó a los vecinos por 20 días sin el servicio de recolección diferenciada.Actualmente los camiones lle-gan “casi vacíos” con 700 u 800 ki-los (La Voz del Interior,2012).

Enterramiento Sanitario Controlado: este sistema utiliza principios de inge-niería sanitaria para coninar los re-siduos sólidos en la menor supericie posible, reduciendo su volumen al míni-mo practicable. Los residuos sólidos así depositados se cubren con una capa de tierra con la frecuencia necesaria, por lo menos al in de cada jornada facilitando su compactación y disposición inal.

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En Córdoba, en 1982, la empresa Aseo habilitó el primer predio de en-terramiento sanitario de la ciudad en Bouwer. Durante 27 años este lugar re-cibió más de 10 millones de toneladas de basura provenientes de Córdoba y otras 17 localidades de la zona. Tras el colapso de este predio y la resistencia y demandas de los vecinos de Bouwer por el cierre deinitivo y remediación, el Ejecutivo Municipal cerró el predio (la remediación continúa pendiente) y abrió una nueva Planta Transitoria de Procesamiento de Residuos Sólidos Urbanos en un terreno privado de 60 Ha. sobre el kilómetro 12 de la ruta 36 al sur de la ciudad. Sin embargo el ca-rácter “transitorio” del enterramiento que se extendía hasta 1 año a partir de Abril de 2010 continúa hoy en funcio-namiento y pese a las movilizaciones, cortes de ruta y protestas de los vecinos de Nuestro Hogar III, no parece haber en el corto plazo planes de mudar la ba-sura de lugar, lo que deja en evidencia la falta de planiicación y seriedad del mu-nicipio a la hora de gestionar los RSU.

Basurales a Cielo Abierto e Incinera-ción: actualmente existen en la ciudad más de 90 basurales a cielo abierto. De esos 90, menos de la mitad se en-cuentran controlados por cooperativas de carreros que ordenan la disposi-ción de las descargas disponiendo quela poda se deposite en un extremo del mismo y los escombros en otro para facilitar su recolección semanal. Sin embargo, muchos de estos basurales se encuentran en un estado de profundo abandono que expone a los vecinos y pobladores aledaños al peligro de en-fermedades, infecciones y plagas. La incineración como forma de elimina-

ción es una práctica habitual en estos sitios y muchas veces la única forma decombatir vectores.

En lo que reiere al mapa de actores alrededor de la gestión de los RSU po-demos identiicar una gran variedad de organizaciones, instituciones y lógicas que complejizan este sector de la eco-nomía local. En este sentido y siguien-do a Coraggio (2008), entendemos que toda economía lejos de ser un todo homogéneo es un sistema compuesto por subsistemas que poseen lógicas y características distintas entre sí. Paradicho autor, toda economía es en rea-lidad una Economía Mixta compuesta por: a) un subsistema capitalista, que responde a la lógica de reproducción del capital; b) un subsistema estatal, que responde a la lógica de reproducción del poder político, y; c) un subsistema de economía popular, que responde a la lógica de la reproducción de la vida. Cabe aclarar que esta distinción en sub-sistemas es a ines analíticos, y que en larealidad la economía funciona como un todo integrado bajo la hegemo-nía del capital y que todo se inte-rrelaciona a través de los precios.

Dentro del subsistema capitalista en-contramos como principal actor a la empresa capitalista y todas sus rela-ciones ya sean hacia adentro o hacia a fuera, dependen de los precios, mejor dicho, la relación se da a través de los precios. Teniendo en cuenta eso, es preciso diferenciar entre aquellas em-presas capaces de ijar sus precios y aquellas que los recogen del mercado, que les vienen dados. A las primeras lasdenominaremos industrias organiza

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das por el capital concentrado y a las segundas industrias organizadas por el capital concurrencial. La diferencia fun-damental entre unas y otras es que las primeras se relacionan en el mercado como formadoras de precios y las se-gundas como tomadoras de precios. Por su condición hegemónica, las empresas del capital concentrado se apropian de una mayor porción del producto social ya que ellas determinan internamente la tasa de ganancias que les conviene teniendo en cuenta la cantidad que pue-den producir y el precio al cual vender. Esa mayor porción del producto social apropiado por el capital concentrado proviene tanto del subsistema estatal que subsidia a las empresas median-te otorgamiento de créditos blandos,construcción de infraestructu-ra, etc, como del subsistema de la economía popular que es de don-de proviene la fuerza de trabajo.

A nivel local son pocas las empresas de estas características que se encuentranradicadas en la ciudad. Papel del Pla-ta (celulosa), Cartocor-Arcor (cartón) y las grande fundiciones vinculadas al grupo Techint en Rosario (metales) son los principales actores de este sub-sistema, las cuales conforman gran-des oligopolios en los distintos rubros.Los grandes acopiadores en Córdoba sólo funcionan como intermediarios de estas gigantes empresas reservándo-se un pequeño margen de negociación de precios con los carreros e indus-trias proveedoras de materia prima.

En cuanto al subsistema estatal recor-demos que su lógica es la reproducción del poder político del bloque de poder que lo detenta. Dentro de este subsiste-

ma podemos distinguir a aquellas em-presas que producen bienes y servicios y que son organizadas directamente por las agencias estatales, y, por otro lado a aquellas empresas que si bien son pri-vadas producen bienes y servicios para el Estado de forma contractual. Dentrode las primeras encontramos aquellas empresas ligadas a la energía, la edu-cación, la seguridad, etc; dentro de las segundas encontramos a aquellas empresas que construyen caminos, vi-viendas, suministros militares, entre otras. Además, dentro de este subsis-tema encontramos las dos funciones básicas que debe garantizar un estadocapitalista: garantizar la rentabilidad del sector privado, y mantener la ar-monía social. Por ellos, suele distin-guirse dentro del gasto estatal por un lado como capital estatal dirigido a la construcción de la infraestructura ne-cesaria y la proporción de los servicios también necesarios para la producción y comercialización; y por otro lado los denominados gastos sociales enfo-cados en mantener la armonía social mediante la asistencia social por ejem-plo. Nuevamente las transferencias de este subsistema son desde la economía popular de la que provienen la mayor porción de impuestos y la totalidad del trabajo para aumentar la rentabilidad del sector capitalista (Dieguez, 2007).Para el caso de la Ciudad de Córdoba el principal actor es el Municipio a quien le corresponde prestar el servicio, estable-cer la regulación pertinente y determinar las formas de inanciamiento. La empre-sa estatal CRESE, hoy en un claro proce-so de vaciamiento y privatización, es la encargada de la administración del pre-dio de enterramiento sanitario y LUSA y COTRECO, empresas privadas, son las

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encargadas del servicio de recolección domiciliaria y barrido-limpieza de calles.

Por último, el subsistema de la econo-mía popular tiene como lógica parti-cular la reproducción de la vida de sus miembros. Aquí se incluyen el trabajo asalariado, el trabajo doméstico y otros tipos de trabajo como el denominado cuentapropista y asociativo que gene-ralmente se maniiesta en forma de em-prendimientos colectivos ligados a la producción de mercancías o a brindar servicios en pequeña escala. La unidad económica micro-social de la economía es la Unidad Doméstica, la cual puedevisualizarse como la familia, la fami-lia extendida, la comunidad o el grupo asociativo, su rasgo principal es que ge-nera valores de uso o de intercambio en pequeña escala enfocado a obtener los valores de uso necesarios para la repro-ducción de la vida. Es en esta esfera en la que se encuentra el fondo de trabajo que cotidianamente es requerido tanto por el subsistema capitalista como por el es-tatal, como así también otrasformas de trabajo que hacen a la reproducción so-cial como la preparación de alimentos, el cuidado de niños y ancianos, la limpieza e higiene del hogar, etc. Este subsiste-ma transiere a los demás subsistemas no solo su fuerza de trabajo asalariada (sea formal o no), sino que transiere también todas las demás formas de tra-bajo que no son contabilizadas y que son necesarias para que la fuerza de trabajo funcione como tal. En nuestro caso, los principales actores aquí son los carreros, cartoneros y recuperadores urbanos que trabajan en la ciudad. No hay datos exac-tos sobre la cantidad de carreros y cartoneros en la ciudad de Córdoba, pero si se estiman los asociados a las distintas

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organizaciones puede acercarse un nú-mero de alrededor 4000 y 5000 carreros.

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El marco legal e institucional con

impacto sobre la GRSU en Córdoba

Una caracterización comple-ta del sistema de GRSU en la ciudad de Córdoba demanda,necesariamen-te, prestar atención al marco legal que regula formalmente la actividad endicho territorio. Sin sobreestimar la relevancia del ‘elemento jurídico’, algo propio de una concepción del derecho ‘esencialista’ “como un sistema de nor-mas coherentes y lógicas, que encuen-tran su fundamento y validez última en una norma de carácter fundamental [...] “depurada” de toda ideología po-lítica y de toda inluencia del mundo social” [Foa Torres et. al., 2011: 1], es importante analizar el conjunto de leyes,resoluciones, ordenanzas, decretos, etc. que tienen como objeto la gestión de residuos sólidos urbanos en la ciu-dad de Córdoba y situar dicho análi-sis en el marco de relaciones de fuerza de orden económico, político y social.A continuación, se presenta un de-talle de la legislación vigente a nivel nacional, provincial y municipal con relativa inluencia en materia de ges-tión de residuos sólidos urbanos en la ciudad de Córdoba y su gestión.

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ÁMBITO TÍTULO COMENTARIOLEY/DEC/RES

Nación

Nación

Provincia

Nación

Constitución Nacional

Ley 25.675/02

Ley 25.916/04

Ley 9.088

Art. 41

General del

Ambiente

Gestión de Residuos Sólidos

Domiciliarios

Residuos Sólidos Urbanos y Asimi-

lables

Todos l os habitantes gozan del derecho a un ambiente sano, equilibra-do, apto para el desarrollo humano y para que l as a ctividades p roductivas satisfagan l as a ctividades p resentes s in comprometer las de l as generaciones futuras; y tienen el deber de preservarlo. El daño ambiental generará prioritaria-mente la obligación de r ecomponer, según lo establezca la ley.

Establece presupuestos mínimos para el logro de una gestión sustentable y adecuada del a mbiente, l a preserva-ción y protección de la diversidad bioló-gica y la implementación del desarrollo sustentable. P rincipios de política ambiental. Ley marco que debe ajustarse a normas específicas.

Establece presupuestos mínimos de protección ambiental para la gestión integral de residuos domiciliarios. Dispo-siciones generales. Autoridades compe-tentes. Generación y Disposición inicial. Recolección y T ransporte. Tratamiento, Transferencia y Disposición final. Coordi-nación interjurisdiccional. Autoridad de aplicación. I nfracciones y s anciones. Disposiciones complementarias.

De aplicación a la generación, transporte, tratamiento, e liminación y disposición transitoria o final de residuos sólidos domiciliarios, derivados d e la poda, e scombros, desperdicios de origen animal, enseres domésticos y vehículos en desuso y todo otro residuo de c aracterísticas s imilares producidos en l as a ctividades u rbanas, con excep-ción de aquellos que por sus característi-cas deban ser sometidos a tratamientos especiales antes de su eliminación, tales como l os patógenos, radiactivos, peli-grosos u otros.

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Provincia Ley 8.973 y su Decreto

Reglamentario 2149/03

Residuos Peligrosos

De a plicación a l a generación, transporte y tratamiento de residuos con-siderados peligrosos.

ProvinciaLey 7.343 y su Decreto Regla-

mentario 2131/00

Principios Rectores para la

Preservación,

Conservación,

Defensa y Mejoramiento del Ambiente

Entre otras cosas, establece el pro-ceso de Evaluación de Impacto Ambiental para la provincia de Córdoba.

Municipal Carta Orgánica Art. 26, 28 y 33

Referencias a l a promoción humana, la calidad de vida de los habi-tantes del m unicipio, la p rotección y cuidado del ecosistema humano, natural y biológico y e stablece l a salud como derecho fundamental del hombre.

Municipal Ordenanza 8798/93

----

Establece c omo delito contra l a ecología y el medio ambiente humano a todos los actos de los ciudadanos, institu-ciones y o rganismos P rivados o del Estado, que a tenten, p romuevan o causen daños contra el medio ambiente humano y/o hagan peligrar la salud, la higiene.

Municipal Ordenanza 9612/99

Art. 1, 3, 4, 12,

13 y 24

Tiene como objeto regular, en e l ámbito del M unicipio d e la C iudad de Córdoba, l a generación, m anipulación, operación, transporte, tratamiento y disposición final de las distintas catego-rías d e residuos, desechos o desperdi-cios; como, t ambién, t odo o tro tipo de actividades i nvolucradas e n las etapas mencionadas.

Provincia Resolución 372/01

----Establece los términos de referen-

cia para instalaciones p ara el destino final de residuos domiciliarios o asimila-bles.

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Municipal

Municipal

Municipal

Municipal

Decreto Regla-mentario 144/E/99

Ordenanza 9847/01

Decreto Regla-mentario 2430/01

Acta Compromiso

----

----

----

----

Reglamenta la Ordenanza 9612/99.

Establece la obligatoriedad de los estudios de impacto ambiental

(EIA).

Reglamenta la Ordenanza 9847/01.

Acta Acuerdo f irmada e l 31 de Marzo de 2010 por la Municipalidad de Córdoba, l a Universidad T ecnológica Nacional, la U niversidad C atólica de Córdoba, e l CEDHA y r epresentantes de los centros vecinales y vecinos de la Zona Sur d e la C iudad p rometiendo realizar e studios, obras y abrir i nstan-cias de dialogo que permitieran abor-dar los conflictos generados a partir de la radicación de un enterramiento sani-tario provisorio a la vera de l a Ruta Nacional 36.

Fuente: Informe “Residuos Sólidos Urbanos Argentina. Tratamiento y disposición final, situación actual y a lternativas f uturas” d e la C ámara Argentina de l a Construcción, Documento “Lineamientos para una propuesa de gestión integral de residuos sólidos urbanos (GIRSU) para la ciudad de Córdoba” de la Comisión de acceso a la información ambiental, participación y monitoreo de la política de gestión integral de los RSU de la ciudad de Córdoba, Constitución Nacional de la República Argentina, leyes, resolucio-nes, ordenanzas y decretos varios.

Si bien es este el marco legal que regula las actividades relacionadas con la gestión de residuos sólidos urbanos, de las leyes que lo componen, son pocas las que se conocen y menos aún las que se cum-plen. Finalmente, en lo que hace al marco institucional (entidades y/o actores rela-cionados con la actividad), la Secretaría de Ambiente de la provincia de Córdoba y la Dirección de Higiene Urbana de la Se-cretaría de Ambiente de la Municipalidad de Córdoba son las responsable de regular y supervisar las políticas de gestión de los residuos sólidos urbanos. Mientras tan-

to, ‘Córdoba Recicla Sociedad del Estado’ (CReSE) tiene a su cargo la ejecución de dichas políticas de gestión de residuos só-lidos urbanos en la ciudad de Córdoba y para ello, desde marzo de 2012, contrata el servicio de ‘Logística Urbana Sociedad Anónima’ (LUSA) y ‘Compañía de Trata-mientos Ecológicos Sociedad Anónima’ (CoTrEco). A su vez, existe en la ciudad de Córdoba, aunque invisibilizada, toda una serie de actores dedicados a la recupe-ración de residuos: cartoneros, carreros, cirujas, entre otros [Giannone y Vergara, 2009].

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Podemos rastrear los prime-ros antecedentes de organización coo-perativa de los carreros en Córdoba a principios de los años ‘70, donde un grupo de trabajadores marcados por la exclusión y una situación económi-ca crítica deciden aunar sus esfuerzos en pos de mejorar sus condiciones de vida y trabajo. De esa experiencia naceel germen de los proyectos que más adelante, a principios de los ‘90 da-rían luz a la cooperativa de Villa Inés y la cooperativa de Villa Urquiza.

Bajo el impulso otorgado por el gobier-no municipal, quien en una relación espuria y con muchos grises les abre el acceso al predio de enterramiento sa-nitario ubicado en Bouwer para que ambas cooperativas puedan recuperar cartones, hierro y papel, comienzan a dar sus primeros pasos estas organi-zaciones, que comienzan a tener cadavez más asociados de distintos puntos de la ciudad.

Sin embargo este crecimiento cuantitati-

vo, enmarcado en un acuerdo altamente irregular con el intendente municipal, trajo algunos conlictos que terminaron con la retirada de una de las coopera-tivas del predio de Bouwer. Posterior-mente esta cooperativa abrió una planta de acopio con inanciamientos exterior donde comenzó a nuclear a cientos de asociados que cotidianamente llevaban los desechos recuperados para ser ven-didos. En este proceso, lo que antes era una cooperativa se convirtió en una em-

Mundo carrero. Sentidos y disputas

por un gestión popular.

presa intermediaria en la cualla relación con los socios estaba intermediada por el precio. Esto se explica en base a la gran cantidad de socios que se sumaron (más de 500) y en las características propias del trabajo del carrero, quien necesita podercancelar sus pagos el mismo día en que entrega la carga. En estas con-diciones, las relaciones cooperati-vas se debilitan y abren paso a otras formas mediadas por el dinero.

Otra de las experiencias nacidas a mediados de los ‘90 nos dan cuenta de algunas de la notas que caracteri-zan el proceso de organización his-

tórico de los carreros en Córdoba.Así, no son pocos ni menores los ca-sos de cooperativas impulsadas por punteros políticos que generaron estas estructuras con el objetivo de aprove-charlas en beneicio propio. Como con-secuencia de este tipo de manipulacio-nes, sumadas al empeoramiento de las condiciones de trabajo, muchas de las cooperativas dejaron de existir arrojan-do a cientos de carreros a las calles a tra-bajar de forma individual y atomizada.

Luego del 2001 hubo un incipiente movimiento de recuperación de estas experiencias y a partir de esta época muchas cooperativas que habían des-aparecido en los años ‘90 volvieron a sus actividades pero con menor inten-sidad y escala de lo que lo hacían en ladécada anterior. Nuevamente los intere-ses personales de unos pocos primaron sobre el trabajo de muchos fragmentan-do aún más el panorama cooperativo

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que luego de 10 años parece haberse es-tabi-lizado en alrededor de 10 coopera-tivas que con algunas luctuaciones me-nores mantienen cierta estabilidad en su número de asociados, trabajos e ingresos.

Actualmente una de las cooperativas que mayor visibilidad y renombre a lo-grado es la Cooperativa la Esperanza, que con presencia en 25 barrios y más de 500 asociados viene llevando ade-lante un minucioso trabajo de organi-zación y lucha en distintos frente vin-culados al trabajo del carreros. En este sentido y a diferencia de las anterioresexperiencias, esta organización se centra, no ya en el acopio de cargas y materias primas de cada carrero, si no en el logro de beneicios colecti-vos para los asociados vinculados a la salud y mantenimiento de los ca-ballos y la mejora de las condiciones de trabajo (formalización de la activi-dad, reconocimiento y negociaciones con el Estado por puestos de trabajo y participación en la gestión de RSU).

Uno de los desafíos más grandes de esta cooperativa fue romper con el in-dividualismo y la desconianza hacia las organizaciones de carreros luego de las malas experiencias por las que ha-bía atravesado la mayoría. Este proceso requirió de una constante movilización y logro de resultados palpables que se vieron realizados en las múltiples jor-nadas de vacunación, que a su vez les permitió llegar a una gran cantidad de barrios y villas de la Ciudad de Cór-doba. A partir de este trabajo de con-cientización y generación de redes, la cooperativa logró generar un impor-tante poder de movilización gracias a lo cual pudo instalar en la agenda local

la necesidad de soluciones concretas para los trabajadores de esta actividad.

En este contexto se abrieron distintas instancias de negociación con el muni-cipio donde se fueron logrando diver-sos convenios mediante los cuales se lograron generar 20 puestos de trabajo (que se multiplicaron a 70 en base a la decisión de los asociados de rotar en los cargos) y actualmente se está nego-ciando la gestión de dos programas: uno vinculado al mantenimiento y limpieza de basurales a cielo abierto (16 puntosverdes ubicados en la periferia de a ciu-dad) y el otro relacionado a la limpieza y aseo de villas. Sin embargo en para-lelo a estas tratativas (por el momento suspendidas de parte del municipio) el gobierno local avanza en un proyecto conjunto con una ONG de Europa para erradicar y prohibir la tracción a sangre.

Esta actitud por parte del estado lo-cal demuestra a las claras la falta de una política pública hacia el sec-tor, lo cual como antes menciona-mos es toda una deinición política.Así las escasas medidas hacia el sector, arrancadas gracias a la lucha y movili-zación, no son más que “parches” antes situaciones críticas. La falta de plani-icación en materia de gestión de RSU afecta a toda la ciudad y sus vecinos y principalmente a aquellos sectores que informalmente se dedican a la re-colección y recuperación de residuos.

La posibilidades de inclusión y de ges-tión popular y democrática de los ser-vicios públicos no es un horizonte utó-pico y no son pocas las experiencias que dan cuenta de la posibilidad real y concreta de pensar y ejecutar de otra

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Comentarios finales

Lejos de su desaparición del mundo de las ideas y de la política, el neolibera-lismo continúa avanzando en los dis-tintos rincones del mundo mediante los recortes iscales, la precarización del empleo, la des-regulación y la pri-vatización de los servicios públicos. Las resistencias a estos procesos nos son menos y en muchos casos gracias a la lucha, unidad y organización de los sectores menos favorecidos importan-tes logros se han conseguido, frenando la mercantilización y des-humaniza-ción de nuestras relaciones sociales.

El problema de la basura en el mundo y en la Ciudad de Córdoba amenaza conconvertirse en una bomba de tiempo en base a las cada vez más altas tasas deproducción de desechos y residuos y en las condiciones de exclusión y pre-cariedad a las que se somete a los tra-bajadores informales vinculados a la gestión de los RSU. En este contexto, uno de las urgencias más acuciantes es resolver dicha situación mediante polí-ticas públicas que apunten en un senti-do y dirección claras. El negacionismo y la represión de estos sectores se hace cada vez más insostenible y es necesa-rio dar paso a un cambio de paradigma en la forma de entender y gestionar elsistema vinculado a los RSU.

La posibilidad de generar una ges-tión popular e inclusiva, que de lugar a los sectores informales de este ser-vicio público, dándoles el protagonis-mo que merecen, es la única forma de avanzar hacia el reconocimiento y for-malización de los carreros y por ende hacia la mejora de las condiciones de trabajo y de vida de cada uno de ellos.

Las necesidades son concretas y reales. Las propuestas y proyectos existen. Sinembargo los negociados con las gran-des empresas privadas contratistas de los servicio de recolección de residuos siempre priman en detrimento de los menos favorecidos, atentando contra su dignidad y formas de subsistencia. El trabajo del carrero como actividad guiada por la lógica de reproducción de la vida misma, no puede seguir siendoinvisibilizado y reprimido por el Estado y la sociedad. Mientras la negación sea la única política hacia este sector, los ca-rreros seguirán siendo marginados, ex-cluidos y reprimidos por la ciudadanía, los gobiernos y sus fuerzas represivas.

El desafío de pensar y crear nuevos mun-dos, con otras lógicas y otras economías implica re-pensar la forma en que ges-tionamos los servicios públicos. Como todo proceso creativo y emancipatorio se requieren de luchas, resistencias e ideas que nos permitan llevar a la prác-tica una nueva manera, más democráti-ca, inclusiva y popular de auto-gestio-nar-nos. Avanzar y profundizar la lucha por el reconocimiento de los carreros y su trabajo es uno de los pasos en la cons-

trucción de nuevas alternativas de vida.

forma los servicios públicos, de mane-ra comunitaria, incluyendo a los sec-tores más postergados y haciéndolospartícipes formalmente de un circuito del que forman parte desde sus inicios.

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Anexo ‘A’

Nirich (2010)

Fuente: La Voz

del Interior (2010)

Fuente: Planeamiento

Urbano.Municipalidad

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“El sujeto nacional en la narrativa boliviana de la primera mitad del siglo XX. Una lectura en torno a Augusto Céspedes, Oscar

Cerruto y Marcelo Quiroga Santa Cruz.”

Magdalena González Almada

Resumen

La conformación social boliviana presenta profundas complejidades en términos de sudeinición. Es por ello que la relexión en torno al sujeto nacional partirá de la lectura de dos mo-mentos históricos y políticos que impactaron en el desarrollo literario de Bolivia. Sangre de Mes-tizos de Augusto Céspedes y Aluvión de Fuego de Oscar Cerruto, están situadas en el perío-do posguerra del Chaco; Cerco de Penumbras, también de Cerruto yLos Deshabitados de Marcelo Quiroga Santa Cruz son, entre otras, obras del período posrevolución del ‘52. A partir de ellas se procurarán líneas de interpretación en las que se conjuguen lo social, lo político y lo histórico en el marco de lo literario.

Autores de las fotografías: 1 y 7 CAROLINA ROJO- 5 y 8 CECILIA CASENAVE- 2 CONSTANZA ROLON SOTO-

3 ELIANA MAGALÍ GIOVANNINI- 4 LAURA VAIERETTI- 6 MARCOS PIGNANI.

Año 2011, Convocatoria fotográica: *Ferias y mercados populares de Latinoamerica*

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a producción literaria boli-viana del siglo XX ha sido coherente con el devenir político del país. Incansable-mente, obra tras obra, ha querido dar una respuesta acerca de la “bolivianidad”, de lo que el boliviano es, de qué boliviano debería ocupar las esferas del poder y de qué boliviano debería permanecer en la periferia. Un gobierno tras otro ha que-rido regir el país ignorando su diversi-dad o parcializando su comprensión del territorio o perdiéndolo. La esfera políti-ca y la esfera literaria han querido expli-car a Bolivia, cada una a su manera, con los elementos que tienen a su alcance. La Guerra del Chaco, transcurrió en-tre 1932 y 1935, y como consecuencia Bolivia perdió territorio en favor de Paraguay. Entre sus causas aparece el impulso dado por intereses extranjeros (holandeses e ingleses) que procura-ban encontrar yacimientos petrolíferos importantes en la zona; fue una guerra que pretendía velar la inoperancia polí-tica del gobierno de Daniel Salamanca; en deinitiva, la guerra quería resarcir moralmente al país de lo anteriormente perdido: los territorios del Litoral –y con él de la salida al mar- y del Acre situado al norte del país y ganado por Brasil.

De estos procesos históricos y políticos, surge una nueva generación que de vuel-ta de la guerra pretende cambiar el esta-do de cosas: La Guerra del Chaco, espe-cialmente al traer la fantástica derrota y frustración, reveló a la nación todas sus notorias faltas, y ciertamente no había excepción en esta reacción, produciendo su propia “generación del Chaco”. (Klein, 1995: 213) El modelo liberal conserva-

dor que imperaba desde 1880 se verá agotado dando paso al gobierno de leve inclinación de izquierda liderado por los militares héroes de la guerra David Toro y Germán Busch. Los intelectuales y es-critores también se debatirán en función al presente y al futuro del país al dar por acabado un período que solo había aca-rreado pérdidas materiales y simbólicas.

La urgencia por la redeinición del su-jeto nacional nace como una necesidad del momento. Atrás quedan las teori-zaciones de Franz Tamayo y Alcides Arguedas y surgen no solo las críticas propias de los nuevos tiempos sino también las nuevas formulaciones y las nuevas miradas sobre los hechos acae-cidos en el Chaco. El realismo de la novela de la guerra del Chaco tuvo un profundo impacto en los hombres de esa época y en las futuras generaciones intelectuales de Bolivia, al hundir el aná-lisis de la guerra profundamente en la conciencia de la nación. (Ibídem, 214).

Los personajes de Sangre de Mesti-zos (1936) de Augusto Céspedes son por un lado, mestizos cholos (siguien-do la categorización realizada por Ja-vier Sanjinés en su obra El Espejismo del Mestizaje) más vinculados con las prácticas indígenas. Por ello les com-pete el ámbito de la acción, del hacer. Esta caracterización es acorde con los conceptos vertidos por Tamayo en Creación de la Pedagogía Nacional, quien ubica al indio como el cuerpo del sujeto nacional. Es decir, al indíge-na le compete la acción, el movimiento. Se trata de una competencia limitada.

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En segundo lugar, hay personajes mestizos criollos a quienes les com-pete el pensar. Esta actitud coincide con el esquema de Tamayo en tan-to que el mestizo criollo ocupa lacabeza en ese cuerpo social; es el mestizo criollo y no el cholo a quien le compete el pensar y quien ocupa los lugares de privilegio.

En Sangre de Mestizos los cholos no son viables. Las acciones que llevan a cabo son un maniiesto de lo limitado del movimiento. No hay trascendencia. El coronel Sirpa no puede contener a la impetuosa Bara en el cuento “La Coro-nela”; el Pampino no parece tener un fu-turo deinido, es un andariego, un aven-turero; el camba chiquitano del cuento “El Milagro” solo conduce a los comba-tientes. Muchos de ellos, terminan mu-riendo violentamente, en combate, en explosiones o terminan “diluyéndose” en la progresión narrativa del cuento sin ser recuperados por el narrador que los olvida. Esto signiica que el sujeto nacio-nal para Céspedes no puede ser el cholo. Los mestizos, por el contrario, son su-jetos que dentro de la lógica narrativa consiguen sus propósitos, conservan la vida. No están descriptos desde lo físi-co –rasgos que se acentúan y recalcan cuando se trata de cholos labios delgados, ojos delgados y cuello duro como la paja brava que le crecía a dos dedos encima de las cejas (Céspedes, 2000: 40)- sinoque se destacan sus competencias vin-culadas a la escritura, a la narración. En varios cuentos, el narrador es un mestizo que recuerda o que evoca sus experiencias en el Chaco y que apela a diarios o a cartas como registro de esa vivencia. Por ello, es el mestizo el su-jeto privilegiado por Céspedes, es su

propuesta de sujeto nacional. Un suje-to del pensar, con la competencia de la escritura que le permite transmitir laexperiencia del Chaco. Se cumplen así los dos requerimientos de Céspedes: el sujeto nacional debe ser mestizo y letrado. Es la escritura el vehículo de trascendencia, lo que propicia una per-manencia y es símbolo de fertilidad en contraposición a ese terreno agreste y a la infertilidad/improductividad de los cholos que aparecen en los cuentos. Es, también, la posibilidad de escribir una nueva historia vivenciada, experimenta-da, lo cual aporta una nueva conciencia nacional y un nuevo imaginario social. Por todo lo dicho, Céspedes deja de lado el problema del indígena. Vuelve a colo-carlo en las márgenes no solo del sistema social sino también del sistema literario. El mestizo letrado de Sangre de Mestizos es el claro ejemplo de la sociedad boli-viana que Céspedes imaginaba en térmi-nos territoriales y en términos sociales.

Un año antes de la publicación de San-gre de Mestizos, Oscar Cerruto publi-caba desde Chile su novelaAluvión de Fuego. El narrador aparece apartado de los acontecimientos narrados, es-trategia utilizada por Cerruto para dar cuenta de su alejamiento del frente de batalla; con el mismo in, no aparece en la novela el territorio del Chaco, excep-to en el episodio de la carta de Sergio Benavente. Esta carta funciona como un relato inserto dentro de la novela, donde se narra en primera persona el abandono, la frustración y el delirio de la guerra. Pero el joven Cerruto pro-cura mostrar la decadencia del Estadoboliviano del período liberal conserva-dor, los abusos de los magnates del esta

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ño, la incompetencia de los burócratas. Aparecen los excesos de los capataces en las haciendas y de los mandos medios en las minas. Más allá de ello, iel a sus convicciones marxistas, publica una no-vela donde el sujeto nacional será indio y minero; se aparta, sin embargo, de las cuestiones raciales o étnicas para enfati-zar la condición de clase y privilegia al obrero sindicalizado que se construye en las minas. Así conceptualiza al sujeto desde lo político y lo social. Apuesta, a través de Aluvión de Fuego, a alentar la lucha sindical organizada, potenciando al sujeto minero que en el imaginario boliviano representa al hacedor material de la nación. Es el minero sindicalizado, el proletario, el que nace de las profun-didades de la tierra, el que representa lo más hondo de la bolivianidad. Según la visión cerrutiana, indios, mestizos y cholos se encuentran en tierras del Chaco, sí, pero ese colectivo social que se reconoció en el sudeste boliviano se desmembra luego de la guerra volvien-do a las fracturas usuales entre indíge-nas y mestizos; los indígenas y los cho-los quedan al margen de los imaginarios construidos por los intelectuales. En ese sentido, Cerruto desde fuera de Bolivia, visualiza un horizonte donde sea posible la Revolución permanente cuyo protago-nista no es otro que el minero, el obrero proletarizado, organizado en sindicatos.

El momento actual es lo que se lla-ma una prueba de fuego para no-sotros, proletarios. No necesito yoazuzarlos para la acción, para la re-sistencia. Sé que cada uno de ustedes se basta con su resolución y su fe; séque esa resolución es inquebranta-ble… No necesito hacer frases y decir que la historia nos contempla; no soy

un demagogo. Pero, sí, compañeros, recordemos en este decisivo momen-to, que nosotros somos esas fuerzagrande, cuya voz de tormenta resuena al través de la historia: el proletaria-do… Nuestros pechos son de bronce y resistentes…, nuestro empuje es de ie-rro… Y lo que nosotros queramos, eso es lo que ha de prevalecer… Y nosotros queremos una sociedad justa… ¡Somos dueños del mundo… no lo olvidemos!(Cerruto, 2000a: 235)

Años después, abandonados los ideales juveniles relacionados con el marxismo,publica en 1957 la primera obra de corte fantástico en Bolivia. Cerco de Penumbras es un conjunto de cuentos que le dan un nuevo giro a la literatu-ra boliviana. Al igual que Los Deshabi-tados de Marcelo Quiroga Santa Cruz, novela publicada en el mismo año, ha-blan de un sujeto ausente, inmerso en una ciudad difusa. Elementos urbanos que se entremezclan con una sensibi-lidad extraña dan cuenta de un nue-vo momento político y literario. Atrás quedaron, al menos en esta época, los personajes indígenas y cholos. Enestas obras, lo urbano desplaza a lo ru-ral; son los escenarios rescatados por la literatura posterior a la Revolución de 1952. Los personajes de Cerco de Penumbras o de Los Deshabitados no están caracterizados desde lo étnico, no hay tampoco personajes jerarquizados. Aparece esa clase media que la Revo-lución había alentado; pero una clase media endeble, que solo transcurre y a la cual se le ha apagado la pulsión po-lítica. Se agota la comunicación con el mundo exterior; los personajes dialogan consigo mismos, cuestionándose y pro-vocando con ello un aislamiento social.

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No hay solidaridad, ni amor posible; las manifestaciones de humanidad están reducidas al mínimo. Los personajes no tienen objetivos precisos ni dirección en su existencia. Inmovilizados, paraliza-dos generan una realidad que los niega.

Casi no conversaban. Su diálogo es-taba hecho de profundas exhalacio-nes que eran un comentario de susdolencias; de contracciones facia-les con las que querían decir algo a propósito del pan que esa mañanaestaba más duro que de costumbre; o de un nervioso mordisqueo de los la-bios que equivalía a una protestamuda porque el cuchillo no estaba bien ailado. (Quiroga Santa Cruz, 1995: 73)

Los Deshabitados es una no-vela existencialista donde se cuestionan los componentesintrínsecos del sujeto: lo material y lo espiritual. En ese sentido lo religioso escuestionado tanto como aquello que sim-boliza lo viejo y lo pasado. Todos los per-sonajes están vacíos excepto Pablo que es casi un niño. Hay en él algo que lo dis-tingue, él puede ver la realidad tal cual es.

Pablo interrogaba a la forma curva de las aceras, a la imprevista salien-te de un ediicio de aspecto polvorientoy al hormigueo de los peatones, en el que creía advertir un cierto ritmo que suponía consciente y deliberado.(Ibídem: 175).

El resto de los personajes solo trans-curren esperando la hora de morir, no deciden sobre su vida. Son cuerpos erectos que se mueven casi sin volun-tad consecuente, marionetilmente.

En el contexto de la posrevolución se pue-de leer esta novela como una decepción frente a un proceso político corrupto y estéril. El transcurrir de los personajes tiene que ver con el desánimo que susci-ta el contexto histórico; no hay conten-ción, no hay refugio. El Estado se torna difuso y ausente nuevamente, como en tiempos del modelo liberal conservador.

En términos generales, en las obras li-terarias, los personajes crean mundos sociales donde se proyectan las ideas, las esperanzas del autor. En Los Desha-bitados se opera por oposición. Marcelo Quiroga Santa Cruz crea un mundo va-cío donde los personajes no construyen nada, se abandonan y no deciden sobre su vida. Lo que la novela presenta es lo contrario de lo que Quiroga Santa Cruz esperaba para su sociedad y en conse-cuencia abandona la actividad literaria para volcarse de lleno en la actividadpolítica. Porque si sus personajes no actúan, él como sujeto histórico decide hacerlo.

En “Un poco de viento”, cuento que integra el volumen de Cerco de Pe-numbras, el narrador también apa-rece en estado de abandono de sí:

El día ha resbalado pesadamente sobre mi cansancio. Tendido en la cama, sen-tía deseos de hundirme de golpe en un pozo, un tubo de olvido, parecido a la muerte sin su condición deinitiva. O de asomarme a la ventana y decir una palabra que detenga, paralizados, a los transeúntes. (…) Hace rato que vivo sin peso, vacío, como los viejos o como los exhaustos. (Cerruto, 2000b: 33)

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La Revolución del 52 implica para la historia de Bolivia un proceso profundo de esperanzadas estrategias políticas que pretendían conducir al país a un nuevo estadio de quiebre total con el pasado de desigualdad social anterior. Dos bastio-nes importantes conluyen en este pro-ceso: la participación activa de la Central Obrera Boliviana y el sustrato intelectual de los miembros del Movimiento Nacio-nalista Revolucionario, con la destacada participación de Augusto Céspedes y Carlos Montenegro, verdadero artíice de las ideas movimientistas. Las ideas principales son el germen de aquellas que empezaron a crecer luego de la gue-rra del Chaco y se pueden encontrar en detalle en la obra de Montenegro Nacio-nalismo y Coloniaje. Una vez alcanzado el poder en 1952, asume la presidencia Víctor Paz Estenssoro y al poco tiempo comienzan a evidenciarse las fracturas. En el marco de esta situación, y más allá de las críticas que puedan hacer de estas circunstancias políticas e históricas losestudiosos del pensamiento descolo-nizador como Silvia Rivera Cusican-qui –por ejemplo- en el marco de la Revolución se logró el voto universal, el robustecimiento de la clase media, el fortalecimiento de los sindicatos mine-ros y la sindicalización de los trabaja-dores rurales reunidos en la Confede-ración Sindical Única de TrabajadoresCampesinos de Bolivia (CSUTCB), la reforma Agraria, entre otras. Con res-pecto a estos dos últimos aspectos, los movimientistas quisieron licuar el problema indígena en tanto problema de la tierra y en tanto problema ra-cial, convirtiendo al indígena rural encampesino e intentando repartir la tie-rra de forma igualitaria. Ambos intentos de “solucionar” el problema del indíge-

na y su postergación no fueron exitosos en profundidad: no es posible reducir al indígena rural a “campesino” sin que medie un proceso de ocultamiento de la identidad del indígena y sus prác-ticas; y el reparto de tierras tuvo a lar-go plazo consecuencias nefastas en la economía agrícola y en la tenencia de tierras actual, viéndose más perjudica-do el altiplano boliviano en beneiciodel oriente del país que mantuvo el la-tifundio.Desde lo literario, las obras que ha-blan del hastío o la desazón experi-mentada por los personajes en una situación de posrevolución, con las promesas incumplidas y los impulsos de crecimiento detenidos, maniiestan esta frustración con personajes inacti-vos, paralizados frente a la sensación de abandono y soledad. La ciudad es unescenario apagado, carente de vida que sostiene a los personajes pero ella mis-ma no palpita con vitalidad; solo está.

El sujeto nacional en la narrativa bo-liviana de la primera mitad del siglo XX, entonces, se halla marcado por dos hitos históricos: la guerra del Cha-co y la Revolución del 52. La segunda no hubiera sido posible sin la primera. Existen diferentes propuestas, siempreemparentadas a las circunstancias y a los intereses vinculados a las esferas de poder. En los casos aquí señalados, el indígena queda relegado de los luga-res protagónicos, siendo los sujetos del hacer frente a los mestizos, sujetos del pensar. En el caso de los sujetos de la posrevolución la inactividad está más acentuada, existiendo una negacióndel mundo social que contiene al perso-naje. Más allá parece no haber absoluta-mente nada.)

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Abandonamos la gastada atmósfera del café y salimos a la noche, de nuevo, nuevamente a su viento sin color, huraño, bajo. Solicitados por nuestros fantasmas, devorados por una agitación sin empleo, que no es sino indiferencia, que no es sino náusea y resentimiento. Afuera, la urbe arde como una hoguera de vastos muros helados, lanzando hacia la altura sus melancólicos destellos. Mis pasos fatigan, solitarios, la calle solitaria, nocturna todavía, mis pasos y la muerte, trasnochadora pública, suelta la cabellera y la lúbrica risa de metalessombríos. (Ibídem: 45).

CÉSPEDES, Augusto (2000) Sangre de Mestizos, Juventud, La Paz.

CERRUTO, Oscar (2000) Aluvión de Fuego, Plural, La Paz.(2000) Cerco de Penumbras, Plural, La Paz.

QUIROGA SANTA CRUZ, Marcelo (1995) Los Deshabitados, Plural, La Paz.

KLEIN, Herbert (1995) Orígenes de la Revolución Nacional Boliviana, la crisis de la generación del Chaco,Juventud, La Paz. SANJINÉS, Javier (2005) El espejismo del mestizaje, IFEA-PIEB, La Paz.

Bibliografía

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“Este domingo vamos a comer a la Villa, un ratito de Bolivia aquí en Córdoba”

Rosa Quiroga Saavedra

Autores de las fotografías: 1 MARIO BRIZUELA- 2 ESTEFANIA DI RIENZO- 3 JOSEFINA BILBATUA- 4 SANTIAGO MONDINO- 5 GISSELLA

RENOLFI- 6 RAFAEL IBAÑEZ- 7 GUADALUPE SENDRA- 8 BERNARDO FLANDORFFLER NALLAR- 9 NATALIA

GAITERI- 10 JUAN PABLO FERREIRA CENTENO- 11 ANALIA MABEL VILLAGRA- 12 IVONE DENTESANO.

Año 2011, Convocatoria fotográica: *Ferias y mercados populares de Latinoamerica*

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a comida boliviana princi-palmente es encantadora, intensa en sus sabores y aromas,abundante y colorida en su presentación, además de estas cua-lidades se podría decir que es una cocina que moviliza convoca a los sentidos, la memoria, las intenciones, las nostalgias, reproduce signiicados, cuenta historias (Retazos) generando re – encuentros de la colectividad boliviana que vive desde mucho o desde hace poco en Córdoba.

La feria dominical de Villa Libertador se compone por su diversidad en la expre-sión de culturas e identidades Grimson (2010), en este paraje de manifestacio-nes se encuentran puestos de compra - venta de artículos nuevos o usados un sinfín de chucherías, pero tal parece que la principal convocante es la amplia variedad culinaria boliviana y argentina que se presenta en este espacio, allí des-cubrimos un puesto con mayor aluen-cia donde el oicio de cocinar es un lega-do de las mujeres de la familia que viene desde Cochabamba – Bolivia, “llevamos en la sangre esto de cocinar” siendo en muchos casos las mujeres las encarga-das de la transmisión de dicho saber de abuelas a madres a nietas, la elaboración les lleva varios días “(…)desde muy temprano para servir y vender, la co-mida que no cambian los paisanos es el chicharrón, el picante y el ají de lengua, la sopa de maní y el chairo, no cambian su paladar”. Y evidentemente no hace falta el libro de recetas pues la trans-misión oral sigue siendo la principal fuente saber Sanchez Romero (2008).Bajo la guía de una de las cocineras de la feria sigamos estos pasos:

“Para hacer un buen picante de pollo, primero tienes que remojar el chuño un día antes, al día siguiente debes de pelliz-carlo y ponerlo a coser, una vez cocido debes freír cebollas bien picadas, luego añadir el chuño sofreírlo todo y añadir el maní y ese es el chuño puti. El ají colo-rado, debe ser remojado, sacas las semi-llas y licuar con sal, pimienta y comino, luego se cocina y la cocción inal será con el pollo para preparar el ahogado, las pa-pas se hacen hervir por separado, el arroz debe ser tostado y hervido por separado. Luego se colocan cada elemento en el plato cada con un lugar correspondien-te sin olvidar la ensalada de tomates y cebollas para decorar al inal del plato”.

Pasos tan cortos pero que parecen códi-gos indescifrables, en principio el chuño es una papa deshidratada y quemada con la helada de la región andina en Bolivia, un alimento con una participación cu-linaria de aproximadamente 3.500 años, el ají en sus diversas variedades tiene un papel importante en la cultura bolivia-na, estos y otros objetos de alimentación hacen largos y permanentes viajes para no hacer falta en comida y en la cultura.

Para inalizar esta breve presentación, se invita quienes lean estas pocas pa-labras a visitar la villa el domingo a comer en un pedacito de Bolivia sin ir tan lejos, y sin caer en la folcloriza-ción se propone relexionar sobre la migración y las vivencias en espacios transnacionales.

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GRIMSON, A., “Culture and Identity: two diferent notions”, in: Social Identities, vol. 16, nº 1, January 2010, pp. 63-79.

SÁNCHEZ ROMERO, MARGARITA (2008), “El consumo de alimento como estrategia social: recetas para la construcción de la memoria y la creación de identidades”, en Cuadernos de prehis-toria y arqueología de la Universidad de Granada, Nº 18: 17-39.

SE COCINA BOLIVIA EN BUENOS AIRES. Editorial Retazos Libros tela y cartón.

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Bibliografía

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