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N.o 12 Septiembre 2008

AntenaConventual

Recuerdos de fray Tomás Gálvez

Conventuales en Zambia

Útil y preciosa:Hermana agua

REVISTA 12:Maqueta conventual 16/9/08 17:44 Página 1

SUMARIO EDITORIAL

2 Editorial

3 Fraternidad y Ciudad (II)Segundo A. Anacona

4 Noticias y ComentariosSergio Barredo

7 Formación y CulturaSantos Játiva

9 Laicado y OFSValentín Redondo

11 Conventuales en ZambiaLuis Esteban Larra Lomas

14 Buenaventura Angeleres,fraile conventual y científico (7)Gonzalo Fernández-G.

16 Nuestros jóvenesRamon Buxarrais

18 Orar con FranciscoJuan Antonio Adánez.

19 Página bíblicaJuan Miguel Vicente

20 Justicia, Paz y CreaciónFrancisco PesqueraAntonio Ventura

22 El psicólogo amigoBernardino Hospital

23 La Imagen

LA REVISTA DE LA FAMILIA FRANCISCANA CONVENTUAL

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[email protected]:

Sergio Barredo GarcíaRedactores:

Juan Antonio Adánez, Segundo Arsenio Anacona,

Sergio Barredo, Abel Domínguez, Gonzalo Fernández-Gallardo,

Bernardino Hospital, Santos Játiva, Luis Esteban Larra, Francisco Pesquera,

Valentín Redondo, Juan Miguel VicenteRedacción y Correspondencia:

ANTENA CONVENTUALPlaça Jacint Verdaguer, 7

08401 GRANOLLERS (Barcelona)Tel. 91/849.76.30

Edita: Provincia «Ntra. Sra. de Montserrat»–EspañaFranciscanos Menores ConventualesC/. El Greco, 16 (Batán)28011 MADRIDwww.pazybien.orgPresencias: Los franciscanos conventualesestamos presentes en:Barcelona, Granollers (Barcelona), Madrid (3), Palencia, Pamplona, Sevilla, Tarancón (Cuenca), Valencia,Valladolid y Zaragoza; y en la CustodiaProvincial de COLOMBIA (Corozal, Itagüí, Medellín y Bogotá D.C.).Depósito Legal: B-26306-05Diseño: Fotoletra, S.A.Imprime: Gráficas Minerva, S.A.

La suscripción a la revista es totalmente gratuita. Se indica, como es habitual en estos casos,una aportación anual orientativa (10 euros) para el que decida colaborar

a su mantenimiento.Ingresos en el Santander Central Hispano: 0049-4690-50-2693015633.

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Tras el verano, y tal vez el merecido descanso, estamos ya a laspuertas de un nuevo curso, que –queramos o no– condiciona nues-tra vida de distintas maneras. Una vida que se ve más encorsetadapor el ritmo laboral de los progenitores, por el mundo escolar de loshijos, por la presencia en el entorno familiar de esos familiares tan«valiosos», que son los abuelos… Un factor que acompaña a los hi-jos de manera permanente y condicionante es el escolar, esto es,los estudios y todo el mundo que arrastran en pos de sí.

En este marco está presente, ¡tiene que estar!, el papel educa-tivo de los padres. Es verdad que estamos ante una tarea ardua,máxime en nuestra sociedad actual que exige a los padres (a él y aella) salir del hogar para ganarse el «chusco», para mejorar su nivelde vida o por razones «consumistas». Esta circunstancia hace quesea muy difícil educar a los hijos, con los que casi no se tiene tra-to, por falta de tiempo, se suele añadir. Aunque no se trata de pedirmilagros, esta labor paterna es insustituible en la transmisión de há-bitos, de aptitudes, de valores, de ejemplos que el hijo y la hija pue-den asimilar y que les va a ayudar mucho a madurar y a desarrollar-se humana, social y religiosamente.

El primer paso en este tema es el diálogo entre padres e hijos;si falta, sobra lo demás. Hay que suponer que si falta, pueden dar-se casos –uno entre tantos– como el de los tres menores que enEsparraguera (Barcelona) acaban de agredir mortalmente al esposode la alcaldesa de la localidad por haberles reprendido. Las últimasnoticias hablan de que fueron los jóvenes los exclusivos provocado-res. Si al hijo o a la hija no se le inculca el sentido de autoridad, estoes, que no todo comienza y termina en uno mismo (el ego hasta enla sopa), hará acto de presencia «El pequeño dictador» (título deuno de sus libros), como viene a decir Javier Urra, profesor y psicó-logo forense.

Los padres de familia, la clave

Desde aquí damos las mássinceras gracias a todos losque colaboráis en elmantenimiento de la revista yno hemos podido hacerlopersonalmente, como esnuestra praxis y deseo.¡GRACIAS!


Si bien es cierto que los primeros franciscanosque llegaron al Nuevo Mundo eran solamente cape-llanes de los navíos de Cristóbal Colón y que, en unprimer momento, no tenían planeado desarrollar unamisión evangelizadora en tierra firme, también escierto que, al encontrarse con una cultura descono-cida para ellos y portadora de una praxis religiosadistinta a la experiencia cristiana, estos primeroshermanos se lanzan a una lectura arriesgada de lossignos de los tiempos cuyo resultado es una de lasmisiones evangelizadoras más ambiciosas y fructífe-ras que registra la historia de la Iglesia católica des-pués de los ingentes esfuerzos misioneros de sanPablo en el siglo I. Datos históricos dan cuenta demás de 15.000 misioneros de distintas órdenes re-ligiosas en los primeros años de la Colonia.

En el origen de este proyecto evangelizador delNuevo Mundo está la intuición de la fraternidad fran-ciscana que desde sus inicios siempre ha intentadoser alternativa de comunión en medio de las disper-siones que se generan a partir del choque de cultu-ras, lenguas, credos religiosos e intereses persona-les. En consecuencia, los primeros franciscanos queapostaron por la evangelización, previo mandato dela Santa Sede y la Corona, desde el sur de EstadosUnidos hasta los confines del Río de la Plata tuvie-ron que diseñar un proyecto que les permitiera ha-cer más efectiva su labor.

Cuando los franciscanos empezaron la tarea dela evangelización se encontraron, salvo algunos ca-sos excepcionales, con una población de naturalescompletamente dispersa; por esta razón, en un pri-mer momento muchos misioneros adoptaron un pro-yecto itinerante de anuncio tratando de convencer alos nativos para que se congregaran en pobladospara hacer más eficaz la labor evangelizadora. El his-toriador Robert Ricard en La conquista espiritual deMéxico nos cuenta que: «Esta forma de trabajo tuvocomo consecuencia la fundación de muchas pobla-ciones, en un principio al margen de las autoridadesgubernativas, es decir, sin extorsiones, sin tributos,ni esclavitud. Estos pueblos quedaban completa-mente en manos de los religiosos, aun en asuntostemporales, como la administración de justicia, la di-visión de los bienes de las herencias; además, erantutores de viudas y huérfanos».

De esta manera, los primeros franciscanos sinmás alforja que sus fuerzas e ideales fueron conso-

lidando en el territorio del Nuevo Mundo la idea dela ciudad moderna. En pocos años, y a partir de laspolíticas de la concentración de indígenas en pue-blos llamadas, para nuestro caso, reducciones fran-ciscanas, se echó a andar un proyecto urbano orien-tado en gran parte por los valores del evangelio yuna nueva forma de hacer fraternidad incluso allídonde parecía imposible por la diferencia de cultu-ras y credos. Así nacieron grandes ciudades comoson Puebla, en México; Los Ángeles y San Francis-co, en Estados Unidos; Santa María la Antigua delDarién, primera ciudad en Tierra firme, en las costasdel Caribe colombiano; entre otras.

En este año en que reflexionamos en torno a lafraternidad como expresión concreta de nuestro es-tilo de vida evangélico, se hace necesario volver losojos a este proyecto franciscano que un día abriócaminos para hacer posible la ciudad moderna enAmérica Latina y que hoy también tiene mucho que aportar al concepto de ciudad posmoderna quepoco a poco se va consolidando sobre presupues-tos capitalistas neoliberales que hacen de nuestrasciudades centros de consumismo excesivo y gran-des conflictos sociales que tienden a ser insalva-bles. La fraternidad Franciscana todavía tiene muchoque decirle al individualismo globalizado de nuestrasciudades. Es nuestro más próximo desafío.

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NOTICIAS Y COMENTARIOS Sergio Barredo

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Fraternidad y ciudad: un proyecto necesario (II)Fray Segundo Arsenio Anacona BecerraBogotá. D.C.

Bogotá (OPC).


Recuerdos de Fray Tomás GálvezSor María Victoria TriviñoConvento de Santa Clara [Santuario del Santo Cristo] de Balaguer-Lérida

Respondo a la petición de los que quieren sabersobre fray Tomás Gálvez. Puedo hablar, porque le heconocido y tratado con intimidad durante bastantesaños, y con gusto voy a entrelazar algunos recuerdos.

Nació en Puente Genil (Córdoba) y tenía el porte in-confundible, la elegancia de su tierra cordobesa. Traba-jó en Correos (Granollers) hasta que una tarde vio enTV la película que despertó su vocación franciscana.Creo que fue: «Las florecillas de San Francisco». Paracomunicar a sus padres la decisión de hacerse fraileescribió un cuentecillo: Jesús había visto «un colorín» yquería quedárselo siempre para jugar. Aprovechó así elapodo familiar «los colorines», para decir con delicade-za a su madre la razón del pajarillo para volar lejos delnido. Entró en los Frailes Menores Conventuales e hizosu noviciado en Asís.

Conocí a fray Tomás hace unos veinte años cuandofue destinado a Granollers (Barcelona), me visitaba re-gularmente una vez al mes. Hacía poco que habíamuerto su madre y me confió su experiencia en aqueltrance. No podía hacerse a la idea de quedar huérfanode madre e inmediatamente tomó a la Santísima Virgenpor madre, siendo su confianza y amor hacia ella entra-ñable.

Años después, su padre padeció una larga y dolo-rosa enfermedad. En la Semana Santa, los cofrades dePuente Genil detenían el paso procesional ante su ven-tana, devolviéndole el respeto que su piedad religiosamereció. Pero en las crisis de dolor se desahogabacomo Job. Un día fray Tomás me confió su preocupa-ción y me pidió oración por su padre. Temía porque seimpacientaba…, tal vez hasta se desesperaba… Meuní en la oración, hasta que un día al despertar tuve elconvencimiento de que su padre había descansado enel Señor, y escuché en mi interior que debía dar a frayTomás este mensaje: «He subido la montaña y he vistoel rostro de Dios».

Cuando di el mensaje a fray Tomás y a su hermanaAngustias, ambos se impresionaron mucho. Ciertamen-te había fallecido aquel mismo día. Luego me explica-ron el significado que estas palabras tenían para ellosy el consuelo que con ellas recibían. Es que cuandofray Tomás le exhortaba a moderar su lenguaje, el padrele hacía callar diciendo: «Deja, que yo subiré la monta-ña y veré el rostro de Dios». El Señor se sirvió de mípara confortarle.

El peso de los deseos no cumplidos

Destinado en Sevilla, fray Tomás compartió congrupos de Renovación Carismática, especialmente enAndalucía donde le apreciaron mucho. Dedicaba partede sus vacaciones a visitar estos grupos, al menos du-rante el tiempo que estuvo destinado en Granollers. To-

caba la guitarra, cantaba, y era muy ordenado para pre-parar los encuentros de oración.

Cuidaba la observancia de la pobreza franciscana.Por no comprar una cartera, en una ocasión me pidióque le hiciera una alforja de tela. Traía las medidasapuntadas, pues debía caber la Biblia y una carpetapara los folios. Se la hice de color verde musgo y legustó mucho. Por su parte pintó, en la vuelta, el símbo-lo del Espíritu Santo. Era exigente, muy exigente. Quizáse podría decir que vivió la insatisfacción de quien, te-niendo una mentalidad clásica y una visión moderna delos medios de evangelización, se encuentra trabado; de quien no logra alcanzar el ideal soñado.

Si la insatisfacción es la esencia del deseo, fray To-más tuvo muchos deseos que no vio cumplidos. Duran-te años sintió viva inquietud por modernizar las formasde la evangelización, por usar los medios de comunica-ción social para la pastoral. Acarició la idea de montaruna emisora, pensó en TV, hacía dibujos muy origina-les… Su mente corría. Por fin, siquiera en sus últimosaños, aquella inquietud halló la deseada expansión enlos caminos de Internet.

Sus grandes amores

Jesucristo y la Santísima Virgen. Recogiendo la he-rencia sanfranciscana, el amor al misterio de la encar-nación del Hijo de Dios, fue un admirable belenista.Montó belenes nuevos en los conventos donde estuvodestinado, confeccionando cuidadosamente las casasy paisajes. Más aún, durante algunos años fue ¡nadamenos! que el «Belenista de Asís». La prensa elogió suarte, su dedicación y habilidad. En una de sus visitasme mostró fotografías y recortes de la prensa italiana.

¡La Santísima Virgen! Era su gran amor, la Madrebuena de la que todo le interesaba.

¿Otros amores? La Orden y la figura de san Fran-cisco de Asís. A investigar sus lugares, itinerario y

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NOTICIAS Y COMENTARIOS

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sentido de los escritos ha dedicado más de veinteaños. Tenía mucha memoria y rápidamente satisfacíacualquier pregunta. Primero elaboró datos en unoscuadernillos de dos folios doblados, luego cuatrogruesos cuadernos que corrigió en una segunda ver-sión… Fui depositaria de estos trabajos que gustabacomentar conmigo. No siempre estábamos de acuer-do en lo tocante a santa Clara, pero él mantenía suposición. Por fin aquellas elaboraciones y reelabora-ciones desembocaron en «el libro» que no ha tenidola satisfacción de ver publicado. Será su obra póstu-ma.

¿Más? Sí. San Maximiliano Kolbe. Era su santo ad-mirado del que lo sabía todo y hablaba con pasión. Es-cribió algunos artículos sobre él y un libreto en la revis-ta Vida Nueva.

Hace ocho meses fue enviado, como traductor, a laSecretaría de la Curia General que los Hermanos Me-nores Conventuales tienen en Roma. Fue contento a sudestino. Dos días antes vino a vernos en nuestro con-vento de Santa Clara, quedó prendado del Santo Cris-to de Balaguer y le hizo la mejor fotografía. Todavía, enun último mensaje, lamentaba no haber tenido tiempopara vernos durante las vacaciones. Había estado atope.

Y… cuando el día 13 de agosto yo salía del coropensando: «Tengo que felicitar a fray Tomás la fiesta desan Maximiliano Kolbe», recibí la llamada de Hortensiaque me comunicaba el inesperado deceso. El árbol hasido talado en pleno vigor, precisamente en la vísperade la fiesta de san Maximiliano Kolbe, que a su vez esvíspera de la Asunción de Nuestra Señora. Fray Tomásdurmió en el Señor. Se fue a celebrar en el cielo la granfiesta de la Madre querida.

NR.

Los restos mortales de fray Tomás fueron repatria-dos desde Malta a España, recibiendo cristiana sepul-tura el 20 de agosto en Madrid, en la tumba de la Co-munidad franciscana conventual. Recuérdese tambiénque fray Tomás cuidaba personalmente la página enInternet fratefrancesco.org, de gran aceptación. Nique decir tiene, que desde estas páginas transmitimosa toda la Provincia, familia y amigos de nuestro herma-no el más sentido pésame compartiendo con ellos sussentimientos.

Nombramientos provincialesAntena Conventual ya informó en el número prece-

dente de la primera parte de la Asamblea o capítuloprovincial, que entre otras cosas, proclamó al nuevo mi-nistro provincial y eligió a su consejo. En la segundaparte, días 21-25 de julio, se ha elaborado el Proyectoprovincial cuatrienal y han sido nombrados los respon-sables de los distintos cargos y oficios provinciales delos que aquí ofrecemos una relación:

Fr. José Julio Díez (ecónomo provincial)Fr. Antonio Royo (exactor provincial y encargado deJarahonda)

A) Guardianes (superiores) y párrocos:Fr. Miguel de los Santos Campillo (Granollers)Fr. Juan Antonio Adánez (Barcelona; no hay parroquia)Fr. Antolín Mayo (Tarancón; no hay parroquia)Fr. Ángel Mariano Guzmán (Madrid-El Rosario)Fr. Nicasio Ibáñez (Madrid-San Buenaventura; no hay parroquia)Fr. Jesús Mari Jiménez (Palencia)Fr. Laurentino Gil (Valladolid)Fr. Manuel Martínez (Zaragoza)Fr. Honorato Garrán (Sevilla)Fr. Benito Modamio (Valencia)Fr. Valentín Hernández (Pamplona)Fr. Gonzalo Fdez.-Gallardo (Madrid-Casa Formación; superior y rector)

B) Otros cargos provinciales (responsables):Comisión de Formación Permanente: Fr. Bernardino HospitalComisión de Pastoral: Fr. Juan Antonio AdánezComisión de Pastoral juvenil-vocacional: Fr. Antonio J. RoyoComisión de centros educativos: Fr. Roberto LlorenteAsistente nacional de la OFS: Fr. Antolín MayoMilicia Inmaculada.: Fr. Gonzalo Fdez.-GallardoJusticia, Paz y Creación: Fr. Francisco Pesquera

C) Directores de los Colegios:TARANCÓN («Melchor Cano»): Don Inocente CantareroMADRID («San Buenaventura»): Fr. Roberto LlorenteVALLADOLID («San Francisco de Asís»): Fr. Juan Carlos Blanco

Las tres órdenes unidas en una familiaGoyi SellésDe la OFS de Tarancón

La Fraternidad «San Maximiliano Kolbe» de Taran-cón, con su asistente espiritual fray José Remón Gon-zalvo, que fue el promotor de este viaje, se fue a Cuen-ca el día 31 de mayo, fiesta de la visitación de la VirgenMaría, para ganar el jubileo, por ser el bicentenario dela muerte de san Julián, obispo y patrón de esta ciudad.Al llegar tomamos un café, entramos en la catedral yoramos ante la tumba del santo.

Después, nos hicimos unas fotos y bajamos hastael convento de las Franciscanas Concepcionistas deSanta Beatriz de Silva. Después de llamar al torno, nosrecibieron con mucha alegría; dejaron sus tareas y

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nos acogieron maravillosamente. Posteriormente pasa-mos a la iglesia donde tuvimos la Eucaristía presididapor nuestro asistente. Yo me sentí feliz pensando queestábamos las tres Órdenes que fundó San Franciscounidas en una sola familia. Participamos en las lecturas,en el ofertorio hicimos la colecta y la presentamos en elaltar, mientras las hermanas cantaban como los ánge-les, respirándose un aire celestial.

Al terminar la Eucaristía nos invitaron a comer sir-viéndonos, además, dos de ellas. La comida sencillapero exquisita. Al finalizar la misma, vinieron todas ellasa tomar café acompañado de unas pastas. Felicitamos a la cocinera y le pedimos la receta de la sopa castellanaque estaba divina. A continuación organizamos un bin-go que se premiaba con los regalos que habíamos lle-vado. Todos los hermanos y hermanas pudimos sabo-rear la alegría que exteriorizaban nuestras hermanasconcepcionistas, mayores y jóvenes, cuando les co-rrespondía un bingo.

Las religiosas que nos acogieron constituyen unacomunidad de 18 hermanas, bastante numerosa paralos tiempos que corren; cuatro de ellas habían hecho laprofesión hacía unos días; y tres novicias jóvenes yguapas de El Salvador, el noviciado (se distinguían porllevar el hábito blanco); una de ellas manifestó que ledaba gracias a Dios por el camino emprendido.

Las hermanas concepcionistas nos contaron quedespués de haber desaparecido la OFS y estar ausentepor muchos años en la ciudad de Cuenca, habían con-seguido que reapareciera, añadiendo que los padres deuna de las religiosas son de la OFS. Esto nos llenó degozo y también el que la cripta de la iglesia de San Es-teban esté dedicada a la Orden Franciscana Seglar.

Después de despedirnos de todas las hermanas yprometiendo volver otro día a visitarlas, dándoles lasgracias por todo lo bien que se habían portado connosotros, partimos hacia nuestro destino. Y aunque es-tuvo toda la jornada lloviendo, fue un día entrañable degozo y alegría. Damos gracias a Dios por el regalo de los hermanos y hermanas.

Semana cultural en el colegioFray Bernardino RománValladolid

Nuestro Colegio «San Francisco de Asís» ha cele-brado su Semana Cultural con el lema: «Todos dife-rentes, todos importantes», durante los días quemedian entre el 12 y el 16 de mayo, ambos inclusive.Esta Semana Cultural, este año, ha tenido un significa-do y prestancia especial, ya que ha servido para ponerel punto final al «Proyecto Europeo» que, por conce-sión de la Dirección Provincial de la Consejería autonó-mica de Educación y Cultura, ha dirigido nuestro Cole-gio con la cooperación de un Colegio de Polonia, otrode Eslovaquia y otro de Turquía

El lunes, se celebró el «Acto académico de laClausura del Proyecto Europeo», al que asistieron:personal directivo de la Dirección Provincial e Inspec-ción, el Claustro de Profesores del colegio, encabeza-do por la Dirección y Equipo Directivo y acompañadospor profesores de los distintos Centros Europeos quehan cooperado en nuestro Proyecto; y, también, todoslos alumnos del Colegio. En el patio del Colegio tuvolugar el «acto de homenaje a Europa». En este«acto»: los alumnos de Primaria del Colegio realizaronun «puzle gigante de Europa»; los de Educación Se-cundaria Obligatoria, una «exhibición deportivo artísti-ca»; y, como colofón del mismo, tuvo lugar la ceremo-nia de las banderas», también a cargo de alumnos delColegio.

El martes, festividad del Patrono de la Ciudad, san Pedro Regalado, se organizó una simpática, multi-tudinaria y festiva «Jornada de Convivencia» de laComunidad Educativa en Matapozuelos. A esta «Jor-nada» asistieron: los profesores de nuestro Centroacompañados por profesores de los centros de Europaque habían participado en el «Proyecto»; los alumnosdel Colegio; y gran cantidad de familiares de los mis-mos. Entre otras actividades relevantes, tuvo tambiénlugar, por la tarde, una «simpática capea» con bece-rrotes al caso, que se celebró en el coso del pueblo.

En lo que hace referencia a Educación Infantil,los alumnos de esta sección, acompañados por susprofesores, hicieron una visita a la Granja Escuela «Elviejo Chopo», y disfrutaron de una yincana infantil conel lema «en busca de la pieza perdida». En Primaria,los alumnos, también acompañados por sus profeso-res, celebraron visitas a la central lechera de Gaza (Za-mora), a la Finca de Matallana y a Portillo, según los ci-clos. Finalmente, los tres ciclos participaron en dosmuestras, la una gastronómica y la otra de cerámica.Los de Educación Secundaria y Bachillerato cele-braron un día de excursión a diferentes lugares, segúnlos ciclos; además de otras actividades por niveles. Fi-nalmente, todos participaron en una yincana solidaria,muy animada.

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Así tituló san Buenaventura (1217-1274), co-mo sabemos, un breve escrito, «Opúsculo áureo»lo llamaron los expertos (Véase Obras de SanBuenaventura, B. A. C., IV, 479 – 573) dedicadoespecialmente a los superiores o, en terminologíamedieval, prelados (los Serafines alados bíblicos:Is 6, 2), y cuyo contenido «de aliento evangélico,viene a ser excelente manual de vida religiosa(VR). Teología, psicología, ascesis, elevación aDios, todo se funde, formando una sola pieza». Sulectura y reflexión puede resultarnos a todos pro-vechosa en estos tiempos de flojera en que tantonos está costando «levantar el vuelo», pues sonurgentes «dichas seis alas para elevarse a lo alto».«La primera ala… afirma san Buenaventura, es elcelo de la justicia, la cual hace que no pueda so-portar respecto de sí mismo ni respecto de losdemás cosa injusta sin protesta del corazón. Y,por cierto, tanto mejor debe uno estimarse cuan-to mayor o más puro es el odio que siente contrael mal… Según esto, en la Iglesia o en la religiónse dan cuatro diferencias o categorías de hom-bres, a los cuales solemos llamar buenos» (Cap.II, 1).

Y, en los cuatro apartados siguientes, con finoolfato psicológico y espiritual, San Buenaventuranos explica quiénes pertenecen a una u otra cate-goría. Su parecer, profundo y claro, acosadoscomo estamos por el relativismo y por la ambigüe-dad…, puede iluminarnos en nuestro discerni-miento personal y aun comunitario.

1) «Pertenecen a la primera categoría, ex-plica san Buenaventura, los que no obran elmal, pero tampoco se empeñan en el ejerci-cio de las buenas obras, es decir, los queconviven quieta y pacíficamente, sin ofen-der ni escandalizar a ninguno… solemosllamar buenos siguiendo el uso, a los queson mansos de condición y se portan ama-bles para con los demás, aunque, por otraparte, se muestren algún tanto indolentesen la práctica de las virtudes. En este senti-

do, los niños bautizados son tenidos tam-bién por buenos.

2) Pertenecen a la segunda categoría losque, en relación con los anteriores, son me-jores, es decir, los que, lejos de obrar algúnmal, se dan al frecuente ejercicio de las bue-nas obras, tales como sobriedad, castidad,humildad, amor del prójimo, oración asiduay otras así, que se consideran como buenas.Y es nota característica suya no descuidar,por una parte, ninguna de las obras virtuo-sas, según les fuere dado entenderlas ypracticarlas, y pensar, por otra, que les bas-ta el bien que hacen, sin sentirse encendi-dos en deseos de extenderse a cosas másamplias y perfectas...

3) Mejores aún que éstos son los quepertenecen a la tercera categoría, los cualesno sólo detestan y evitan el mal, sino tam-bién con toda diligencia se ejercitan en elbien que está a su alcance; y son éstos losque, después de hacer el bien que pueden,piensan que, con relación a sus deseos, hanhecho poco… Y así desean con suspirosconseguir virtudes espirituales, saborear ladevoción interna, conocer familiarmente aDios y experimentar su amor… y, sin embar-go, no se sienten inflamados de ardientecelo en presencia de los vicios y de los peli-gros que amenazan a los pecadores, de -seando que todos sean buenos y bienaven-turados. Todo lo contrario: al ver que no loson, no experimentan las punzadas del do-lor, atentos tan sólo a sí mismos y a Dios…anteponen la propia quietud al cuidado delprójimo…

4) Y, por último, pertenecen a la cuartacategoría los óptimos, es decir, aquellosque, comunicando con los anteriores, lleva-dos de ardiente celo de la justicia y de lasalmas, en los bienes de la inocencia y de las virtudes, no hallan consuelo en los pro-

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«Las seis alas del Serafín»Fray Santos JátivaGranollers (Barcelona)

FORMACIÓN Y CULTURA


gresos hechos en orden a supropia salvación, si no lle-van consigo otras almas aDios, a ejemplo del Señor…Exigencia es del amor deDios no sólo adherirse a Él y fruir de su dulcedumbre,sino también cumplir su be-neplácito, extender su cultoy ensalzar su honor; recla-ma, en efecto, que Dios seaconocido por todos, amadopor todos, servido por todosy honrado sobre todas lasdemás cosas… La caridad,en efecto, no es interesada,sino que busca las cosas deDios. Cuanto más quie-res a Dios y más puramente deseas las cosas de Dios, tanto más dolor te causanlas ofensas hechas a Dios,como sucede cuando vesque Dios no es conocido, nihonrado, ni amado, ni obe-decido, y que se destierra suculto y se multiplican y sealegran sus enemigos. Asi-mismo, cuanto mayor es elamor que sientes de la sal-vación del prójimo, mayores el dolor que te causa superdición y falta de aprove-chamiento…»

Así de claro el «Doctor Será-fico» o el «filósofo cristiano porexcelencia» (L. Veuthey), ojo avi-zor del discernimiento.

Y, como colofón, una breve ygenérica reflexión… En un tiem-po, no tan lejano y debido acomprensibles circunstancias,primó en la vida religiosa el «ac-tivismo» en perjuicio de la «espi-ritualidad», y, lógicamente, enreacción, se exigió más «con-templación», más «oración» ymenos «actividad»… pero la ba-lanza no se equilibró y cundió lasosegada «inercia» del incluso

«dolce far niente», de la «inaneespiritualidad», carente de com-promisos prácticos y serios, sinobligaciones programadas, sin,en definitiva, responsabilidadesconcretas que atan… comenzóa gustar lo fácil, el «trabajo porlibre», la «aurea mediocritas»,cómoda e indolente, sin el esti-mulante «ad majora!» que desdesiempre ha alimentado el secre-to de toda superación, de todoempuje, de todo crecimiento,de toda renovación, de toda re-vitalización y, en definitiva, detodo éxito, de toda creatividad yde todo crecimiento… En la VRson ciertamente negativos losextremismos, «ne quid nimis»,pero son todavía peores, por

sus engañosos visos de «bon-dad» y aun de «bonanza», lasactitudes de «inercia», de «abu-lia», de «apatía», de «desidia»…que logran anidar entre los que«solemos llamar buenos» noobstante su antievangélico pa-sivismo, su conformismo e indi-ferencia… Es para recordar, enel octavo centenario de la con-versión de Francisco, su «Co-mencemos, hermanos…» (LM14, 1) una clara invitación aconsiderar siempre desafiante e inacabada nuestra tarea por el Reino. Ésa es la actitud o elespíritu de los «óptimos» de la cuarta categoría bonaven-turiana. Es para pensarlo… y no sólo.

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FORMACIÓN Y CULTURA

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Santa Maria d’Àneu (GEC).


Campos de la misión de los laicos

Confianza en los laicosLos laicos franciscanos, como todos los de-

más laicos, están llamados a colaborar con la je-rarquía en la salvación de los hombres, «evangeli-zándoles y santificándoles».

Los campos abiertos en la misión de los laicosson la familia, la parroquia, la diócesis. Pero, juntocon los apostolados «de la palabra, de la oración,del sufrimiento, de la penitencia, de la caridad»,se debe hablar también de los espacios nuevos,como espacios específicamente laicales. La Re-gla de la OFS habla de manera general, pero almismo tiempo de forma concreta, de la construc-ción de un mundo más fraterno, de la promoción

de la justicia, de la colaboración en la paz, de lafamilia, del trabajo, de la salvaguardia de la crea-ción, en las áreas culturales o areópagos moder-nos, en primer lugar el mundo de la comunica-ción, pero también «el del desarrollo y el de laliberación de los pueblos; los derechos del hom-bre y de los pueblos, sobre todo los de las mino-rías; la promoción de la mujer y del niño..., sonotros tantos sectores que han de ser iluminadoscon la luz del Evangelio». La Constitución dogmá-tica Lumen Gentium exhorta a los obispos a queencarguen con confianza a los laicos, reconocien-do su dignidad y su responsabilidad en la Igle-sia, «algunas tareas al servicio de la Iglesia, deján-doles libertad y campo para actuar e incluso animarles para que también tomen iniciativas es- 9

Dimensión misionera de la O.F.S.Fray Valentín RedondoRoma (Consejero Área Mediterránea)

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Marcello Silvestri-CEF.


pontáneamente». En esta líneapodemos señalar, junto a la en-señanza de la religión, otroscampos como pueden ser asun-tos en la diplomacia pontificia,en muchos oficios de las con-gregaciones romanas, en lascurias diocesanas, en la admi-nistración de los bienes ecle-siásticos, actividades que porsu naturaleza no son jerárquicassino laicales. «La promoción dellaicado en este campo es tam-bién, en el fondo, una cuestiónde justicia, y los más cualifica-dos, para el bien común del úni-co Pueblo de Dios, deben pasardelante de los que lo son me-nos».

Campos específicos de la misión laical

Hay campos específicos enlos cuales el puesto del laico esimprescindible y en los cualespueden trabajar por una civiliza-ción en la que se manifiestenlos signos de la presencia delResucitado, como es el trabajarpor la justicia y participar en latransformación del mundo. Eneste sentido se pueden especi-ficar algunos campos del laica-do como la cultura, la ciencia, latécnica, la economía, la política,las artes, la moda y muchosmás. Por esto la invitación exi-gente que Pablo VI hace a loslaicos en la Octogessima Adve-niens: «Los laicos deben asumircomo su deber específico la re-novación del orden temporal. Siel oficio de la Jerarquía es deenseñar e interpretar de maneraauténtica los principios moralesque se han de seguir en estecampo, corresponde a ellos, através de su libre iniciativa, y sinesperar pasivamente consignaso directrices, penetrar de espíri-

tu cristiano la mentalidad y lascostumbres, las leyes y las es-tructuras de sus comunidadesde vida». Recomendaciones que la Regla de la OFS recoge ypide que se lleven a cabo porsus miembros con el testimoniode vida y «con iniciativas efica-ces, tanto individuales como co-munitarias, en la promoción dela justicia, particularmente en elámbito de la vida pública, empe-ñándose en opciones concretasy coherentes con su fe».

Y el texto de la Conferenciadel Episcopado francés de1972 es fuerte, directo y llenode contenido hacia los laicos:«Ninguna cristiana, ningún cris-tiano puede permanecer tran-quilo mientras que uno solo desus hermanos sea, en cualquierlugar, víctima de la injusticia yde la opresión o en condicionesdegradantes... El cristiano no esun resignado... Cada cristianodebe sentirse llamado en cau-sa de la política. Cada vez quele es posible, debe ser un ciu-dadano activo... buscando la superación de una ciudad im-perfecta a una ciudad menosimperfecta... Su fe no le impideluchar para poner fin a la injusti-cia, a las desigualdades, a lasopresiones, al pacto de recono-cer al adversario y la parte deverdad que hay en él, por muyduro que pueda ser tal confron-tación».

Los laicos pueden favorecerque se mejoren las relacionesentre los seguidores de las di-versas religiones con el ejemplode su vida y con el propio obrar.Son muchos los campos misio-neros casi específicos de loslaicos, como son el servicio a lapersona y a la sociedad, en elcampo de la familia como pri-

mer espacio para el compromi-so social, subrayando fuerte-mente la aportación que se hade dar a la juventud; el servicioa la sociedad a través de la so-lidaridad, como «estilo y mediopara la realización de una políti-ca que mire al verdadero desa -rrollo humano», en la defensa y en la promoción de la justicia,en el poder político vivido prin-cipalmente con espíritu de ser-vicio, en el servicio a la socie-dad en la cuestión económico-social y en la organización deltrabajo y la nueva relación que agritos se pide para con la natu-raleza –la cuestión de la «ecolo-gía»–, en el campo de la investi-gación, de la ciencia y de latécnica; la capacidad de crea-ción y transmisión de la cultura,campo en el que «la ruptura en-tre Evangelio y cultura es sinduda el drama de nuestra épo-ca, como lo fue también deotras. Se necesita, pues, hacergrandes esfuerzos en vista deuna generosa evangelización de la cultura, más exactamente de las culturas», incluyendo tam-bién todos los medios de comu-nicación: la prensa, el cine, laradio, la televisión, el teatro…En todos estos campos y en to-dos estos caminos debe anun-ciarse el Evangelio que salva.

El laicado cristiano y, en par-ticular, el laicado franciscanotienen unos campos casi ilimita-dos por la importancia de la quegozan hoy en la vida social, po-lítica, económica, relacional, do-cente…, y también eclesial, y enlos que se espera un aporte debuena voluntad continuado yeficaz para la construcción «deun mundo más fraterno y evan-gélico», signo de la presenciadel Reino de Dios.

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LAICADO-OFS

AntenaConventual


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La presencia de los Herma-nos Menores Conventuales enZambia es la más antigua y lamás numerosa de la orden enel continente africano. Actual-mente, la Provincia de los Pro-tomártires Franciscanos estáformada por un centenar defrailes, de los cuales aproxima-damente dos tercios son nati-vos. Además, desde hace ochoaños el ministro provincial esun conventual zambiano.

El primer grupo de frailes con-ventuales llegó a Rodesia del Nor-te, actual Zambia, en el año 1930,estableciéndose en la región deCopperbelt (cinturón del cobre), alnorte del país, muy cerca de la fron-tera con la República Democráti-ca del Congo. Ndola, la capital deCopperbelt –que es la segundaciudad más grande de Zambia ydista de la capital, Lusaka, pocomás de 300 kilómetros– se convir-tió pronto en el centro de la activi-dad misionera de la Orden Conven-tual, aunque su radio de acción seextendió rápidamente a otras locali-dades de la región, es consideradael feudo misionero de los conven-tuales.

De hecho, el primer obispo deNdola, monseñor Francesco Maz-zieri, fue un fraile conventual que fa-lleció en 1983 y cuyo proceso decanonización está ya en Roma, trasconcluir la fase diocesana. Tambiénfue conventual el segundo obispo,monseñor Nicola Agnozzi. Todavíahoy, la mayoría de las presencias

de los conventuales en Zambia seencuentran en el norte del país, sal-vo el original centro de estudios fi-losóficos de Lusaka.

Rivotorto zambianoLa Misión de San José, en Ka-

lumbua, y la de Santa Teresa, enIbenga, constituyen algo así comoel Rivotorto zambiano de los con-ventuales, por ser las primeras pre-sencias en el país, que dieron ori-gen y forma a lo que hoy es laactividad de la orden en Zambia. Si-tuadas en zonas rurales (la de SanJosé dista unos 16 kilómetros deKalulusi, localidad a la que se laasocia, más por razones de comu-nicación postal que de proximidadgeográfica), ambas tienen la mismaestructura física (un enorme rectán-gulo) y funcional (parecidas activi-dades): la iglesia en la cabecera,unida al convento de los frailes, elpequeño hospital a un lado y la es-cuela al otro, la presencia de unacongregación femenina (la de San

Juan Bautista, en la de San José, ylas franciscanas de Asís, en la deSanta Teresa), un gran patio o jar-dín central, una hermosa huerta yuna amplia granja con una conside-rable variedad de animales. Actual-mente, la Misión de Santa Teresano tiene granja pero ofrece una ex-tensa zona como casa de retiro ycentro de espiritualidad. Y en la deSan José, cada año un grupo de jó-venes africanos aspirantes hace elpostulantado para ingresar en laOrden Conventual.

Mission PressNdola no es sólo la sede de la

Curia Provincial sino el lugar dondese desarrolla la actividad más des-tacada de la Provincia de Zambia:la Mission Press, considerada laimprenta cristiana más grande delpaís. Creada en 1970 para respon-der al reto de la evangelización através de la prensa, Mission Pressse ha convertido desde hace unosaños en un punto de referencia en

ReportajeConventuales en Zambia

La presencia más antigua y numerosa de la orden en ÁfricaTexto y fotos:Luis E. Larra Lomas (Madrid-El Rosario)

11Taller de corte y confección en Ndola.


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el ámbito de la obra impresa, tantoa nivel religioso (teniendo en cuen-ta la diversidad de confesionescristianas que abundan en Zambia)como civil (con la publicación de li-bros, revistas y folletos de temáti-ca variada). Entre las publicacionesperiódicas propias destaca la revis-ta Icengelo, en chibemba, la lenguamás hablada en el norte de Zambia,además de la revista juvenil SpeakOut y The Challenge.

Gradualmente, Mission Press,que cuenta con más de 80 emplea -dos, ha ido renovando sus mediostécnicos, con la consiguiente mejo-ra en la calidad y la profesionalidadde sus productos. Esta actitud leha hecho merecedora de varios ga-lardones a nivel nacional, como elpremio a la Libertad de Expresión,concedido en 2004. En los últimosaños el proyecto se ha abierto a lasnuevas tecnologías, con la creaciónde un estudio de grabación y la

producción de material audiovisual.La última oferta es la apertura de uncibercafé, justo a la entrada delFranciscan Centre.

En la misma parcela de la mi-sión de los conventuales en Ndolaestá la parroquia y el centro de for-mación profesional, que impartecursos de carpintería y ebanistería,corte y confección, e informática.De este modo, el Twikatane NdolaVocational Training Centre, creadoen 1987, ofrece una salida laboral alos jóvenes que no han completadosus estudios académicos.

Ndola es también el lugar delúnico noviciado de la Orden Con-ventual en África, si bien ya nocuenta con el seminario menor quetuvo hasta no hace mucho. El pasa-do 20 de julio, quince jóvenes pro-cedentes de Zambia, Kenia, Ghanay Burkina Faso emitieron la profe-sión temporal y seis más hicieron laprofesión solemne. Además, en los

últimos cuatro años han sido orde-nados sacerdotes diez frailes zam-bianos. Este florecimiento vocacio-nal ha hecho posible que en esteaño la Provincia haya abierto unanueva presencia en el vecino Ma-laui, concretamente en Mzuzu, alnorte del país, poniendo así de ma-nifiesto su talante misionero.

Centro San BuenaventuraEn Lusaka los conventuales

cuentan con una única presencia,pero del todo particular. Se trata delCentro de Estudios Filosóficos SanBuenaventura, situado a las afuerasde la ciudad. La originalidad vienedada por el hecho de compartir laparcela con los observantes y loscapuchinos, que también cuentancon un convento en el centro. Setrata de una iniciativa conjunta, en-marcada dentro de lo que podría-mos llamar «ecumenismo francisca-no», por la que hace unos años las

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Dos misioneros españolesLa presencia de los conventuales en Zambia se escribe también con el

trabajo de dos frailes españoles, los dos religiosos no sacerdotes y ambosya fallecidos: fray Clemente Larena (allí conocido como fray Marcelino, suprimer nombre) y fray Gabriel Guillardini. fray Clemente llegó a Zambiaen 1966, donde trabajó hasta su muerte en 1984. Fray Gabriel estuvo me-nos tiempo, entre 1972 y 1980, cuando se trasladó a Colombia, donde per-maneció hasta 1992. De regreso a España, falleció en Valencia en 1999.

Casi 25 años después de su muerte, fray Clemente todavía es recorda-do en la Misión de San José. De él me hablan algunos frailes que le cono-cieron, como fray Timoty Muchak, religioso polaco no sacerdote que tam-bién conoció a San Maximiliano Kolbe, Sor Carmela Palladino, unareligiosa italiana de la congregación de Hermanas de San Juan Bautistaque lleva 48 años en la misión, donde ahora es la «madre» de 153 niñossordomudos, y Marcelino Chalue, el laico que tantas veces acompañó afray Clemente en sus tareas domésticas.

Duermo en la Misión de San José la noche del pasado 10 de julio, des-pués de descubrir algunas huellas dejadas por fray Clemente en el lugar:la vieja cámara de 8 mm con la que filmaba a los niños para mostrar lasimágenes en España, una medalla de la Virgen Milagrosa a los pies de uncrucifijo en la pared… A la mañana siguiente, muy pronto, como cada día,suena la campana de la misión. Con los primeros rayos del sol me acercoal pequeño cementerio donde reposan los restos de fray Clemente. Unatumba sencilla, un lugar lleno de luz y de eternidad. Sí, descansa en paz yen su querida misión.


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tres ramas de la primera orden fran-ciscana decidieron crear un centrode estudios en el que estuvieranpresentas todas ellas compartiendoun mismo recinto.

Además de los edificios comu-nes para el desarrollo de la activi-dad académica (aulas, biblioteca ysalón de actos), donde estudianconventuales, observantes y capu-chinos (a razón de unos 30 porcada rama) y alumnos de otras con-gregaciones religiosas, el terrenoincluye tres conventos (uno paracada orden de la familia francisca-na), con su huerta y granja propias,una iglesia común (donde todos sereúnen para orar tres veces por se-mana) y una casa de espiritualidad,Assisi House, dirigida por turnos y

abierta también a peticiones del ex-terior. En los tiempos que corren,propuestas como ésta no sólo soneficaces por la rentabilidad de losrecursos humanos y materiales si-no, sobre todo, por el testimonio vi-sible de unidad y de comunión in-terfranciscanas.

Seglares franciscanosSorprende, y mucho, la numero-

sa presencia de la Orden Francis-cana Seglar en Zambia, incluso enparroquias donde no hay religiososfranciscanos. Así, por ejemplo, hayuna fraternidad en San Kisito y otraen Lilanda, ambas parroquias debarrios pobres de Lusaka en manosde los misioneros combonianos. Sereúnen los domingos, después de

la Eucaristía, y otro día entre sema-na. Algunos visten el hábito gris,con cordón pero sin capucha.

Pero lo que más llama la aten-ción es descubrir a seglares fran-ciscanos en Chipata, al este deZambia, muy cerca de la fronteracon Malaui, donde tampoco hayfranciscanos de la primera orden.Un comboniano italiano me comen-ta que, a causa de la larga distan-cia, los conventuales de Ndola lesvisitan sólo una vez al año perocuentan con un serio programa deformación y realizan los oficios máshumildes, como limpiar una vez a lasemana las letrinas de la parroquia.Ellos aportan una luz de esperanzaa una Zambia que también es fran-ciscana.

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La Mission Press en Ndola. Taller de carpintería en Ndola.

Centro San Buenaventura en Lusaka.


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HISTORIA FRANCISCANA

AntenaConventual

De la mano del propio Ange-leres, seguiremos las vicisitudesque le tocó pasar por mantener-se fiel a unas ideas que, pues-tas en práctica, proporcionabansalud a personas aquejadas demuy diversos males, pero que leenfrentaban abiertamente a lamedicina oficial del momento.Aunque recurriremos a otrasfuentes disponibles, la principales su opúsculo «Desengaño dela Real Filosofía y desengañode la Medicina sanativa, perse-guida y triunfante», que vio laluz a finales de septiembre de1693.

Angeleres fue huéspeden la posada de don JuanMartín Barrio, sita en lacalle Postas de la Villa yCorte desde el principio delaño 1692 hasta el final de susdías en Madrid. Durante estetiempo mantuvo encuentros conalgunos especialistas para de-batir sobre las más diversasdoctrinas filosóficas y médicas,partiendo de los escritos deGaleno, Hipócrates y Avicena,para llegar a ubicar en un sanoesquema mental el uso de los

minerales en la curación delcuerpo humano. Angeleres con-siguió enseguida importantesadhesiones a sus postulados, yviendo la gran utilidad que suspropuestas podían tener para lasalud real y pública, convinieronen proponer al rey la fundaciónde una Academia

Con el apoyo del condesta-ble de Castilla, del secretario delDespacho Universal, del protec-tor de los Hospitales de la Cor-te, y de diversos intelectuales,fray Buenaventura Angeleres,por medio del cirujano real Cris-tóbal de León, solicitó al rey lacreación de una Academia Filo-sófica, Médica y Espagírica, alestilo de otras que ya funciona-ban en diversos lugares de Eu-ropa. La Academia contrastaríael pensamiento y la práctica delpadre Angeleres y todo géne-ro de conocimiento relacionadocon la salud, especialmente losmedicamentos que se propusie-ran para enfermedades incura-bles. La solicitud contenía un or-ganigrama con los nombres delos responsables de la Aca-demia –Angeleres figuraría co-mo fundador– y una propuestade actividades a desarrollar en

tiempos precisos.«La noticia del memo-

rial difundió sañas en loscorazones de los más

aplaudidos médicos» de lacorte. El rey decretó que se

pidiese informe al protomedica-to, por lo que el condestabletuvo que requerir el parecer delos protomédicos Enríquez, Fa-riñas y Astorga. Mientras, el pa-dre Angeleres se dedicó a man-tener encuentros y coloquioscon diversos médicos de la cor-te y presentó, esta vez personal-mente, otro memorial pidiendo

autorización para poder tratar aenfermos desahuciados por losmédicos en los hospitales deMadrid.

A este segundo memorial lerespondieron que se había en-viado al protomedicato. Suce-dió lo que con el primero: la res-puesta se difirió ad calendasgraecas. Angeleres entendióbien el silencio oficial como unaclara negativa a sus propuestas.Él no podía entender que sien-do notoria la salud que habíanproducido sus medicamentosen diversos sujetos, no le auto-rizasen a seguir con una laborque era tan evidentemente enbien del prójimo.

Finalmente, el condestableconsiguió las censuras de lostres mencionados doctores delprotomedicato. Ante su vista, elcondestable suspendió la peti-ción, con el malestar que produ-jo entre las personas que enton-ces estaban siendo atendidaspor Angeleres. Sus enemigosdifundieron que los pareceresde los protomédicos eran ya unaresolución oficial: «no quedó

BuenaventuraAngeleres,fraileconventual y científico (7)Fray Gonzalo Fernández-Gallardo JiménezMadrid (Casa de Formación)


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HISTORIA FRANCISCANA

AntenaConventual

desvelo ni tenaz cuidado, ni efi-caz diligencia que no hiciesenpara embarazarlo, y perseguir-me. Sacaron orden del Illmo.Señor Patriarca, que despacha-ba el ínterin del Nuncio, paraque so pena de excomunión nocurase». Esta prohibición tuvoque dictaminarse en los prime-ros días de marzo de 1693,dado que fue entonces cuandose tramitó la solicitud de donDiego Llorente, sobreestante decoches de la reina madre doñaMaría Ana, para que se permitie-se continuar a fray Buenaventu-ra Angeleres con los remediosque le estaba aplicando para sa-narle de la gota desde hacíaocho días: con notable éxito.

Según Angeleres esa situa-ción duró poco, porque «vino elSeñor Nuncio, le curé un cria-do…, me dio licencia para quecurase a todo el mundo, si yoquería: lo que puede una evi-dencia». Sin embargo, las lu-chas contra él no cesaron, antesal contrario, se comenzó a acu-sarle de que se movía por intere-ses económicos: «No quedó estrado, ni conversación corte-sana, ni celda de religioso, don-de no intentasen persuadir quemis curaciones me valían mon-tañas de oro».

El condestable, implicándo-se personalmente en tan con-flictivo asunto –sin duda porquetambién estaba en juego suprestigio en los círculos corte-sanos–, ordenó entonces a susecretario que tomase declara-ción a las personas que habíansido curadas por el padre Ange-leres, con la constatación deque obraba de forma desintere-sada: así se «reconoció la emu-lación de los protomédicos».

En este momento de altatensión, decidieron la publica-ción de todos los documentosmencionados: las censuras delos protomédicos, las declara-ciones juradas de los curadospor Angeleres y el borrador deldocumento que tenía preparadoel condestable para solicitar delrey que se examinase a Angele-res, pero no sólo por el proto-medicato, dado que sus tres representantes no eran impar-ciales, sino por un grupo másamplio de especialistas.

En los primeros tiempos deestancia en la corte, Angeleres

no debió suscitar el recelo pos-terior, pues participó en tertuliasy encuentros con médicos dediverso rango y situación. Peroa medida que se fue dando aconocer y a tener éxito entre im-portantes miembros de la corte,su persona y su obra fue pues-ta en tela de juicio, llegando a lasituación referida. Los médicostenían clara conciencia de gru-po, vivían con una fuerte menta-lidad corporativa y necesitabandefender sus privilegios. De ahíque la principal acusación con-tra Angeleres fuese el que ejer-cía de médico sin serlo, sin te-ner el título necesario. Ocasióntendremos de ver cómo acabótodo.


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NUESTROS JÓVENES

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Carta a ValerioRamon Buxarrais [Saurí 109](Tradujo del catalán la Redacción)

El hecho de la edad en laIglesia puede contemplarse des-de un ángulo muy específico: laausencia de jóvenes.

Aquélla, como muy bien sa-bes, no puede ni debe ser ni unparvulario, ni una escuela, ni un instituto, ni un club de matri-monios, ni una residencia de an-cianos. Pienso que la Iglesia hade ser, en lo referente a las eda-des, como una familia al com-pleto, donde los niños son laalegría, los jóvenes la esperan-za, los adultos la firmeza y losancianos la experiencia.

En muchas de nuestras pa-rroquias y comunidades cris -tianas hay una desproporciónalarmante. Sociológicamenteconsideradas, vienen a sercuerpos deformes. Les falta ar-monía. Existen parroquias don-de prevalecen los sexagenarios;y se dan comunidades cristia-nas, como la tuya, Valerio, que

no tienen ancianos. Una y otrapresentan un grave riesgo.

Tengo a mano una encuestasobre la asistencia a la misa do-minical; y el porcentaje de jóve-nes… ¡Me deja sin aliento! Te lopuedes imaginar.

Y es evidente: una parroquiasin juventud integrada pierde lafuerza de la creatividad y la in-tuición de futuro; de la mismamanera que una comunidadcristiana sin personas mayorespierde la serenidad para cam-biar con equilibrio.

Ten presente que los jóve-nes no son parte esencial deuna comunidad, pero sí necesa-ria. Como lo son los mayores ylos niños.

Es fácil y arriesgado, en es-tas circunstancias, constituirseen consejero de jóvenes. Noobstante, querido Valerio, e in-cluso exponiéndome a que meacuses otra vez de «carroza» o

cronista que «novela», deseoofrecerte algunas ideas.

Hay que recordar que la ju-ventud siempre es «joven». Mesaben mal esos sistemas impo-sitivos que, como invernaderos,pretenden hacer madurar preci-pitadamente a los jóvenes. Hayque dejarlos que sean jóvenes.Ellos son agresivos, difíciles yhasta inconstantes, como elniño es travieso, la mujer presu-mida y el hombre arrogante. Lajuventud en la humanidad escomo la adolescencia en el indi-

Ten presente que losjóvenes no son parteesencial de unacomunidad, pero sínecesaria. Como lo sonlos mayores y losniños.


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AntenaConventual

viduo. Y la adolescencia tienesu razón de ser en relación conel desarrollo equilibrado de lapersona. En fin, Valerio, que se-ría un valor insustituible en lasociedad.

Además, tampoco es mate-máticamente exacta la relaciónentre joven «calavera» y adulto«pervertido». ¿No recuerdas atu hermano, Valerio? ¡Los dis-gustos que os llegó a dar! Y,ahora, todos lo admiráis comotrabajador, como esposo y co-mo padre.

Esto que te escribo no espara justificar una juventud sis-temáticamente contestataria ovividora. Es para comprenderla,sin necesidad de rasgarse lasvestiduras ante unos comporta-mientos que son más bien el re-sultado de unas realidades psi-co-somáticas temporales, y notanto la perversión del corazón.

Por lo que se refiere al resto,¡oh Valerio!, la respuesta, pormás incómoda que resulte a losmayores, es normalmente fuen-te de renovación. El Espíritu

Santo puede ayudarnos a re-cordar que a ningún cristiano lees lícito anclarse en el caminohacia Dios. La respuesta de losjóvenes nos empuja a proseguirla marcha.

Tampoco sería correcto de-fender una actitud permisivaante los jóvenes. Se trata, esosí, de ser realistas y encauzar,de manera respetuosa y sin coar -tar su libertad, el ímpetu de sutalante arrollador.

En cualquier caso, hemosde partir de estas ideas, aunqueestén sujetas a debate o al re-chazo. Resumiendo: los jóvenestienen el derecho de conocertodo el mensaje de Jesús. ¡Vale-rio, aquí y ahora! Aunque no eslícito convertir a la juventud ensujetos automáticos de la ley

pero tampoco evadirla de suresponsabilidad eclesial y so-cial.

Estoy convencido de que el«pasotismo», la droga, el erotis-mo y la delincuencia entre la ju-ventud son la respuesta a unasociedad que no tiene ofertasválidas y a unos creyentes quehemos diluido la fuerza de la Pa-labra de Dios. En general, nu-estros escritos son etéreos; nuestras homilías, soporíferas;nuestros planes de pastoral,irreales; los signos de nuestrascelebraciones no se explican, ose presentan mal o, simplemen-te, resultan incomprensibles a lajuventud de hoy.

Siempre que la Iglesia hapresentado toda la grandeza deJesús y de sus exigencias, losjóvenes han respondido. Mira sino a Francisco de Asís, a Javier,a Teresa de Lisieux. Tambiénhoy se responde así. Y es queJesús, anunciado como un servivo y cercano, es capaz dearrastrar hasta al más reacio.

Un abrazo de tu amigo.

NUESTROS JÓVENES

Y es que Jesús,anunciado como unser vivo y cercano, escapaz de arrastrarhasta al más reacio.


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ESPIRITUALIDAD FRANCISCANA

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Omnipotente y misericordioso DiosOmnipotente, eterno, justo y misericordioso Dios,concédenos por ti mismo a nosotros, miserables,hacer lo que sabemos que quieresy querer siempre lo que te agrada,a fin de que, interiormente purificados,iluminados interiormentey encendidos por el fuego del Espíritu Santo,podamos seguir las huellas de tu amado Hijo,nuestro Señor Jesucristo,y llegar, por sola tu gracia, a ti, Altísimo,que en perfecta Trinidad y en simple Unidadvives y reinas y estás revestido de gloria,Dios omnipotente, por todos los siglos de los siglos.Amén.

Esta oración sirve para cerrar la «Carta a toda la Orden». Es unagran síntesis de toda la doctrina espiritual de san Francisco de Asísy es, sin duda, una de las oraciones más bonitas compuestas porel santo.

En esta oración, Francisco se siente, todo él, invadido por la pre-sencia de Dios. Intuye los límites del ser humano ante la grandezade Dios. Se sabe incapaz de entrar, por sí mismo, en relación conel misterio.

A la impotencia del hombre, Dios responde con su omnipoten-cia. A la finitud y el pecado del hombre, responde Dios con su jus-ticia y la eternidad… y la MISERICORDIA es el puente que uneesas dos realidades.

En esta carta, Francisco, nos recuerda que Dios se hace purodon en Cristo. Dios se define dándose, entregándose. Y la Eucaris-tía –tema central en la carta– es el momento más importante en lavida del hermano menor, y sólo se puede vivir desde ese mismo dar-se y entregarse. La Eucaristía no es nada si no se apura en la en-trega.

Merece la pena leer y meditar toda la carta, escrita en un len-guaje fino, escogido, fervoroso, lleno de pasión y, a la vez, elegan-te. Dicen los estudiosos que se escribió en los años que van del1220 al 1223, pues una lectura detallada de la carta deja trasluciruna cierta evolución en la primitiva fraternidad franciscana.

En esta oración final se iluminan los temas desarrollados en lacarta: esa constante fe de Francisco de que la fuente de todo estáen Dios. La fe de que sólo la pureza, la luz y el fuego del Espíritu ha-cen posible nuestro caminar tras las huellas del «amado hijo nues-tro Señor Jesucristo», y así alcanzar, «con sola su gracia», la meta:el Dios Altísimo.

Nosotros la leemos y la meditamos despacito, sin prisas. Hace-mos eco en nuestro interior de estas palabras escritas hace ochosiglos, pero siguen siendo para nosotros alimento y fuerza en nues-tro caminar.

Orar conFranciscoJuan Antonio AdánezBarcelona


Jesús no se limitó ahablar del Reino; lo pusotambién en práctica. Esdecir, trató de hacernoscomprender en qué con-siste el Reino de Dios nosólo con sus palabras,sino también con susobras, con sus acciones.Por ejemplo, Jesús multi-plica el pan para que lle-gue a todos (Mt 14,13-21). Él no pasará por altola necesidad de la multi-tud hambrienta ni perma-necerá insensible anteella.

La primera reacciónde Jesús, tal como indicael evangelio, es la compa-sión: se compadece deesa muchedumbre quetiene hambre. La compa-sión no es un vago e in-operante sentimiento delástima, sino que supone –en susentido más originario y auténti-co– un «padecer o sufrir con»,implica una solidaridad en el su-frimiento, el dolor y la desgraciadel prójimo, haciendo propios elsufrimiento y los problemas aje-nos. Así fue la compasión de Je-sús: ante el hambre de la mu-chedumbre, pasa a la acciónpara darles de comer.

Jesús había hablado del Rei-no en sus parábolas. Ahora, consu acción y su gesto, multipli-cando los panes y los peces,está diciendo también algo muyimportante acerca del Reino: el

Reino de Dios es una mesa enla que hay sitio y pan para to-dos, por muchos que sean losinvitados; en el Reino de Diosno hay hambrientos y hartos,sino hermanos que se sientanjuntos a la misma mesa, la mesadel Padre. Con su gesto, Jesúsnos está diciendo que el ham-bre de nuestro prójimo no pue-de resultarnos indiferente. Siqueremos ser seguidores su-yos, constructores de su Reinoya desde ahora, hemos de tra-bajar y luchar para erradicartodo aquello que se opone aese Reino de justicia y amor.

Por ello Jesús se diri-ge a sus discípulos conesas palabras provocado-ras: «dadles vosotros decomer». Estas mismas pa-labras nos las sigue diri-giendo hoy a todos y cadauno de nosotros. La res-puesta de los discípulosrefleja extrañeza y escepti-cismo: «¿cómo vamos adarles de comer, si no te-nemos más que cinco pa-nes y dos peces?» Nues-tra respuesta no suele sermuy distinta: ¿qué puedohacer yo ante el hambre, la miseria, el sufrimiento, lasoledad o la injusticia aque se encuentran someti-dos tantos hombres y mu-jeres en nuestro mundo?Toda esa problemática pa-rece desbordarnos, anteella nos sentimos impoten-

tes, débiles, limitados… Peroestos sentimientos nuestros noanulan la validez de las palabrasde Jesús («dadles vosotros decomer»), ni nos eximen de apor-tar nuestros cinco panes y dospeces, es decir, aquello que po-damos, sea poco o mucho. Anosotros, como a los discípulosdel evangelio, nos toca colabo-rar para que el milagro de saciarel hambre y la necesidad delhermano resulte posible, y paraque el banquete eterno del Rei-no comience a hacerse una rea-lidad creíble ya aquí y ahora, enesta tierra y en esta historia.

PÁGINA BÍBLICA

«Dadles vosotros de comer»Fray Juan Miguel VicenteRoma (Facultad Teológica «San Buenaventura»)

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JUSTICIA, PAZ Y CREACIÓN

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Útil y preciosa: hermana aguaFrancisco PesqueraGranollers

Cada día podemos ver enlas noticias los problemas deesta sequía que nos está llenan-do de preocupación por la faltade agua para tantas cosas ne-cesarias de la actividad huma-na. Esto nos debe hacer tomarconciencia sobre el valor deeste elemento y darnos un to-que en nuestra responsabilidadsobre el consumo de este bientan escaso.

Todas las civilizaciones hanconsiderado el agua como unacultura fundamental para susubsistencia y la han tenido encuenta a la hora de asentarseen los territorios que han ocu-pado. Aún hoy en día siguesiendo esencial en la mejora denuestra calidad de vida en pun-tos tan vitales como la alimenta-ción, la higiene o la salud.

Conjuntamente se ha desa -rrollado como símbolo religiosoen todas las culturas. Haceunos años la directora de cineDeepa Mehta lo describía en supelícula «Agua». Este elementonos viene presentado, por Dee-pa Mehta, como metáfora en elperegrinar de una persona queha sido condenada en vida a vi-vir secuestrada conduciéndola,a través de privaciones y luchasinternas, a un amor –purificadopor la misma agua– que le de-vuelve a la libertad.

En el libro del Éxodo se nospresenta como una obsesióndel pueblo de Israel que, cami-nando por el desierto, no en-

cuentra agua y se la reclaman aMoisés «atormentados por lased» hasta que Yahvé les hizobrotar una fuente. Será en elEvangelio de Juan donde Jesússe declara «fuente de agua viva»para aquellos que se acercan aÉl teniendo sed, como le ocurrióa la samaritana que, inquietadapor el Maestro, le pidió: «damede esa agua».

Francisco de Asís dedicauno de los versos de su «Cánti-co a las criaturas» al agua, a laque canta como «útil, humilde,preciosa y casta». Cada uno delos adjetivos se van refiriendo asus cualidades: «útil y humilde»porque todo lo da sin que nadapida; «preciosa y casta» comoun tesoro, un misterio sagrado avenerar pues en ellafluye la vida y sinperder la calma, ni lafecundidad, recupe-ra la inocencia origi-nal. Viendo esto notiene que extrañarque J. A. Merino es-criba: «Francisco deAsís era como el re-corrido del agua enun arroyo que cami-na sin pararse alocéano de la eterni-dad»

Que el agua po-table es fundamen-tal en la vida nos lodecía Juan Pablo IIen el «Mensaje parala celebración de la

jornada mundial de la paz delaño 2003» donde se nos pre-senta como imprescindible,conjuntamente con el derecho ala alimentación y a la vivienda,para poder mantener la paz y eldesarrollo de los pueblos; y,como don de Dios, nos respon-sabiliza a hacer, de este ele-mento, un uso responsable ysolidario.

Hay que destacar los gran-des esfuerzos que están ha-ciendo en este campo los diver-sos organismos gubernamen-tales y ONG sobre este tema.Se nos pide insistentemente acada uno que nos unamos a to-das y cada una de las iniciativassobre el ahorro de este elemen-to tan fundamental.

Piero Casentini (S. san Damiano).


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En Barcelona, en la calle Eli-sa, casi frente al Centro SanFrancisco, las Religiosas Hospi-talarias de la Santa Cruz tienenuna residencia para mayores y mantenían un comedor concapacidad para unas cuarentapersonas, transeúntes, perso-nas sin hogar o necesitadas. Elcomedor servia solamente co-midas a mediodía. Las personasque acudían a comer esperabanen la calle, con las molestiasque para ellos y para los veci-nos representaba esa espera.

Por ello, la Comunidad JuanXXIII, de nuestro Centro SanFrancisco, pensó en la posibili-dad de habilitar un espacio endicho centro que sirviera de lu-gar de acogida y espera paralas personas que utilizasen el in-dicado comedor. La idea tuvouna total acogida por parte delpadre Ángel Mariano, en aque-llas fechas guardián del conven-to. Así pues, se habilitó el salónexistente en la planta más bajadel centro, que por constituir unespacio independiente, con ser-vicios apropiados, se consideróla zona más idónea para ello.Comenzó a funcionar comocentro de acogida, con un vo-luntariado procedente en partedel propio centro y en parte ex-terno.

En un principio se atendía aunas cuarenta o cincuenta per-sonas, fundamentalmente hom-bres, no se les exigió ningún re-quisito, ni formalidad alguna, la

asistencia era y es totalmente li-bre. Se les facilitó juegos, comoajedrez, damas, dominó, etc.,lectura con diarios y algunos li-bros y revistas, café, algunasgalletas y sobre todo una aten-ción cordial y amable, sin pre-sionarles en ningún sentido.Sencillamente se quiso hacerun centro de acogida, casi unclub, donde se encontraranagradablemente cómodos.

Hace aproximadamente tresaños las Religiosas Hospitala-rias decidieron cerrar el come-dor, lo que provocó un cambioen nuestro centro de acogida,ya que algunos de los habitua-les dejaron de asistir al serlesmás dificultoso acudir luego aotros comedores más lejanos.Por otro lado, empezaron a asis-tir emigrantes, sobre todo muje-res hispanas, lo que obligó a algún ajuste, reforzando funda-mentalmente los desayunosque se hicieron más abundan-tes.

En la actualidad el centrofunciona de lunes a viernes,abriendo a las diez y media has-ta las doce y media aproximada-mente. Se atiende a cuantosacuden al mismo, sin distinciónalguna, como es lógico, por ra-zón de sexo, color o nacionali-dad. Sin exigir ningún tipo deidentificación o requisito. Se lesfacilita un desayuno a base decafé con leche, pastas variadas,galletas e incluso algún pastel.Siguen manteniéndose los jue-

gos diarios y lectura, aun cuan-do en la actualidad domina másel desayuno y un rato de tertuliaentre los asistentes. Diariamen-te se atiende un promedio deunas cien personas, con un vo-luntariado muy eficaz y respon-sable, formado por unas treintapersonas, que se reparten entrelos cinco días de apertura. Elvoluntariado externo se ha inte-grado mucho en las otras activi-dades del centro.

La filosofía del Centro siguesiendo la misma: cariño, com-prensión, una acogida cordial,trato sencillo. Contamos entrelos atendidos con habituales, yaveteranos, que son en realidadauténticos amigos a los que seintenta acompañar en casos deenfermedad o accidente oaconsejarles, si así lo solicitan,siempre en un ambiente de totallibertad y cordialidad.

Contamos con una ayudamuy eficaz por parte no sola-mente de los voluntarios, sinotambién de diversos centros ycomercios que nos facilitan le-che, café, azúcar, pastas diver-sas (por cierto de una gran cali-dad), pasteles variados, etc.,por lo que económicamente elmantenimiento requiere un cos-to muy pequeño; realmente que-damos, en ocasiones, sorpren-didos por la multiplicación deayudas no esperadas.

JUSTICIA, PAZ Y CREACIÓN

AntenaConventual

Mañanas en compañíaAntonio VenturaBarcelona


No pretendo meterme enpolítica y menos aún suplantaral autor real (sic!) de este modode preguntar o de hacer caer enla cuenta. Pero sí, muchas ve-ces nos cuesta escuchar a losdemás y nos olvidamos de quetodo empezó por no habermeescuchado antes a mí mismo.

¿Cuántas veces nos pare-ce que a veces a lo único quellegamos es a un «diálogo debesugos»? O sea, cada uno pa-rece que va a los suyo, y pensa-mos que la culpa siempre la tie-ne el de enfrente, y yo desdeesta humilde página quisierahacerte caer en la cuenta deque el problema (muchas ve-ces) está en uno mismo.

Escuchar al otro sin adue-ñarse de su palabra es difícil,porque supone disponibilidad ydescentramiento de sí. Trate-mos de imaginar los diferentesencuentros de Jesús con lagente, tal como nos describenlos evangelios; por ejemplo elencuentro con los discípulos deEmaús: primero camina escu-chando, después intenta haceruna pregunta abierta: ¿de quévais hablando? ¿Qué os preo-cupa realmente? Y sigue escu-chando activamente, al mismotiempo que les acoge, les com-prende, más aún, tiene un juiciopositivo sobre ellos, aunque enrealidad se trate de dos merlu-zos desilusionados (que al final,después del encuentro con Je-

sús, se convierten en dos testi-gos).

Los evangelios no hacenmás que mostrarnos a un JesúsMaestro también de la escuchaactiva: permite al otro que se ex-prese más ampliamente y se en-tienda a sí mismo. Para escu-char, lo primero que debo haceres callarme, silenciar mi torbelli-no de respuestas para todo; aveces el miedo al silencio y lapregunta abierta me llevan a es-conderme en una verborrea va-cía y obstaculizadora de la co-municación.

Cuando yo no me sientoescuchado, no entendido,tengo también mi parte deresponsabilidad, esa que casisiempre nos pasadesapercibida. Quizá mehaya expresado de unamanera poco clara,demasiado indirecta,esperando queel otroadivinara.Quizá no mehe atrevido aexpresar mideseo: «megustaríahablarte», «megustaría quemeescucharas»,«me gustaríadecirte cómohe vivido yo esta situación…»

En el fondo, todos tenemos unenorme deseo, más o menosoculto, de poder expresarnossin ser juzgados, ni interpreta-dos, ni tranquilizados, ni recha-zados, ni etiquetados. Sencilla-mente, de ser entendidos paraentendernos mejor a nosotrosmismos. La escucha es muchasveces el mejor regalo, tambiénpara uno mismo. Y, además, norequiere grandes complicacio-nes, de lo contrario repetiremoslos habituales «diálogos de be-sugo», y que conste que no ten-go nada contra el pescado.

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EL AMIGO PSICÓLOGO

AntenaConventual

¿Por qué no te escuchas?Fray Bernardino HospitalMadrid (San Buenaventura)

Daimon.


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AntenaConventualLA IMAGEN

Granollers. Els Frares (Década de los 50 del s. XX)

Fo

to:

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ll-F

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Corozal (Colombia)El comedor

«Santa Clara de Asís»

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