REVISTA 121

164

description

CRÍTICAS Y RESEÑAS

Transcript of REVISTA 121

Page 1: REVISTA 121
Page 2: REVISTA 121

La Asociación Colegial de Escritores es una entidad Ubre e independiente que agrupa a los escri­tores españoles con el fin de fomentar la vida intelectual, las culturas españolas, defender a sus asocia­dos en los derechos que les reconozcan las leyes, propugnar sus reivindicaciones profesionales, repre­sentarlos en los organismos oficiales que les afecten, establecer relaciones de solidaridad y cooperación con otras entidades análogas mundiales y defender la libertad de expresión.

República de las Letras Revista de la Asociación Colegial de Escritores de España

DIRECCIÓN, DISEÑO Y MAQUETACIÓN

ANDRÉSSOREL

ACE nose responsabiliza de las opiniones vertidas en la Revista,

que responden exc lusivamente al autor que las suscribe

Consejo de Redacción: JUNTA DIRECTIVA DE ACE

DIRECCiÓN:

Santa Teresa , 2, 3.' izqda . . 28004 Madrid· Te!': 91 446 70 47 . Fax: 91 446 29 61 Página web de ACE : www.acescritores.com Correo electrónico: [email protected]

Asesoría jurídica: [email protected] Depósito Legal : M·8872·1980 !. S. N. N. : 1133·2158

,...... e E oro '" CENTRO ESPAÑOL DE DERECHOS REPROGRÁF1COS

www.cedro.org

CON EL PATROCINIO DE CEDRO Entidad de Autores y Editores

Page 3: REVISTA 121

República de las Letras 121

SUMARIO

Andrés Sorel

En principo, la palabra 5

Pedro García Cueto

Ernesto Sabato o la luz en las tinieblas 9

Carmen Bandrés Sánchez-Cruzat

José Antonio Labordeta. Semblanza de un poeta 15

Pedro J. de la Peña

En memoria de León Tolstói 19

Jesús Felipe Martínez

Las narraciones de Antonio Martínez Menchén 25

Page 4: REVISTA 121

Luis Barga

Fernando Martínez Laínez y el thriller

Los libros de plomo

Juan Ángel Juristo

La verdad de las mentiras

José Luis Gracia Mosteo

Los libros de plomo

Félix Población

¿Fue masón Antonio Machado?

Jesús Campos Garda

7.000 gallinas y un camello

Berta Muñoz Cáliz

Jesús Campos García. Fragmentos de su biografía

CRÍTICAS DE LIBROS

Francisco Brine:;. Todos los rostros del pasado

Ana Caravaca Caballero. Dubrovka

Santiago Gómez Valverde. Fuga de ideas

Paula Izquierdo. El nombre no importa

José López Rueda. La flecha intempestiva

Pablo Méndez. Cadena perpetua

Juan Mollá. Contra el tiempo

Francisco de Quevedo. Teatro completo

Manuel Quiroga Clérigo. Páginas de un diario

Clara Sánchez. Lo que esconde tu nombre

Rafael Soler. Las cartas que debía

RESEÑAS DE LIBROS

Narrativa - Poesía - Ensayo - Teatro

Cartas al Director. Siguen las calumnias contra Azaña. Arturo del Villar

Corrección de pruebas: Esther Gaitero

43

49

51

54

57

62

65

99

158

Fotografía de portada: Quietud con rarezas . Óleo sobre lienzo. Jan van der Heyden (1637-1712)

Page 5: REVISTA 121

El ratón de biblioteca. Carl Spitzweg

En principio, la palabra

A N DRÉS SOREL

Antes que escritores somos lectores, como dice Borges. y tal vez porque somos apasionados lectores intentamos ser escri tares.

En el principio fue la palabra. La palabra hizo al hom­bre. Y añadimos: en el principio de nuestra vida fue la lec­tura. Y ella nos hizo humanos. El día en que la lectura, el

Page 6: REVISTA 121

6 En principio, la palabra REPÚBLICA DE LAS LETRAS121

pensamiento, la creaClOn literaria y artística se extingan, también desaparecerán los seres humanos. Seguirá la vida.

Pero será otra vida, no la nuestra.

* * *

Todos somos Sherezade. Leemos cada día un libro para prolongar nuestras vidas . Para retardar, inútilmente, la muerte, para al menos paralizar su improrrogable abrazo.

Surgidos de la nada caminamos hacia la nada, y en esa

senda recorrida cuya duración desconocemos, los libros son

la más sentida compañía, motivación, para algunos de

nosotros, de la existencia.

* * *

Mis primeras pasiones literarias tuvieron que ver con dos

géneros literarios, hablando en términos canónicos, que hoy

resulta más dificil diferenciar y encasillar, géneros que luego,

ya escritor, sería incapaz de desarrollar. Me refiero a la poesía

y al teatro. Era muy niño. Estudiaba en el colegio de los

Padres Misioneros. Mi padre, maestro, había pasado a ser

uno de los perdedores de la guerra. Vivíamos en Segovia,

donde yo nací, y él trabajaba como chófer en Obras Públicas. Conducía camiones de transporte, máquinas quitanieves, a

veces coches de la Jefatura que trasladaban a los ingenieros. Soy pues, como Antonio Gamoneda, mi admirado amigo y

compañero, uno de los escritores provenientes de la cultura

de la pobreza. Éramos seis hermanos. Sólo los tres varones, a

costa de grandes sacrificios por parte de toda la familia, y becas, estudiábamos. Obligados a sacar buenas notas en

aquel colegio abierto para gentes de clases medias y altas,

militares sobre todo, Segovia era enclave para ejércitos e igle­

sias. Pronto me aficioné a la poesía. No había cumplido diez

años de edad y ya con mi hermana, tres años mayor que yo,

organizábamos en el desván de la casa en'que vivíamos reci­

tales poéticos, pidiendo al final la colaboración de alguna

moneda para poder comprar más libros, a los niños y niñas que asistían a ellos, como si de un tea trillo se tratara. Las mil

Page 7: REVISTA 121

REPÚBLICA DE LAS LETRASUI Andrés Sorel

mejores poesías de la lengua castellana, Rubén Daría, y sobre todo Bécquer. Amé desde pequeño a Bécquer, que era como la música, mi otra gran pasión, como apenas unos años más tarde haría con Antonio Machado.

Pronto perfeccionamos aquellas emotivas veladas. Empezamos a escenificar, con la ayuda de ropas viejas o pres­tadas, cartones pintados, accesorios recogidos en la calle o el campo, improvisados y rústicos decorados, pequeñas represen­taciones teatrales. Clásicos españoles, de .Calderón a Zorrilla. Hasta que al cumplir ya los doce o trece años descubrimos a Shakespeare. Shakespeare es uno de los autores de mi vida, al que siempre retorno. Macbeth se ha convertido en una de las obras que me acompañan en todo momento, como El Rey Lear, que en un naufragio o en un Continente perdido, de los que se sueñan en la juventud y que ya por desgracia no existen en esta hora de la programación visual, el conformismo y la velocidad,

siempre me llevaría conmigo, salvaría por encima de cualquier cosa. Shakespeare fue el gran autor que me hizo comprender cómo se puede tratar la historia a través de la literatura. Porque más allá de las circunstancias concretas, de los hechos relatados, en él encontramos los grandes problemas que conforman la perplejidad del ser humano: el amor, la ambición, el paso del tiempo, el odio, la violencia, la concupiscencia del poder, los bajos instintos, los nobles ideales, los celos, la angustia, la ter­

nura, la corrupción política, la maldad, la duda.

* * *

Avancé en el crecer a la vida, y en la juventud llegó la novela -que las otras, las de aventuras ll~vaban tiempo acompañándome, apasionándome-o Dostoievski primero, y sus criaturas atormentadas, y el mundo eslavo, y los humi­

llados, los desposeídos, los ambiciosos, las pobres gentes y la búsqueda de Dios . Y Stendhal y su Rojo y Negro (también Lucien Leuwen y La cartuja de Parma), cuyo protagonis ta apa­sionado motivó que Carlos Barral me inventara un seudó­nimo literario para mi primera novela (que con él iba a

publicar y terminaría prohibiendo la censura) y que acabó convirtiéndose en mi auténtico nombre.

7

Page 8: REVISTA 121

8 En principio, la palabra REPÚBLICA DE LAS LETRAS121

* * *

Imposible me resulta elegir cuatro o cinco libros de entre los mil y uno que han dado y continúan ofreciendo

sentido a mi vida. Todavía soy capaz de encontrar en ape­nas segundos, alguno de los más de diez mil volúmenes

que conforman mi biblioteca. No los amo a todos natural­

mente de la misma manera, ni los leí con el mismo entu­

siasmo, y contados son los que ya leo y releo siempre.

Constituyen estos, a los que siempre regreso, mi auténtica

voracidad literaria, y ocupan parte del tiempo que también dedico a los otros que voy descubriendo, leyendo. Pero no puedo terminar esta reflexión sin referirme a otro autor

particularmente: Kafka. Todos somos protagonistas de una

novela como El proceso. La humanidad sufre cada vez esa

transformación que se ejemplifica en La metamorfosis. Y

nunca en nuestros sueños y aspiraciones para encontrar un mundo más justo, accederemos, traspasaremos las puertas

de El castillo . La enfermedad, soledad, angustia, indefen­

sión del hombre pensante contemporáneo ha sido reflejada

por Kafka con una profundidad inigualable. Nadie que

ame y crea en la literatura -no hablamos aquí del mercado,

lo que se vende, critica, publicita por los medios de comu­

nicación, lo que triunfa, la simulación de la literatura cada

vez más degradada y corrompida- puede ser ajeno a Kafka .

Kafka está en nuestra obra, porque forma parte ya del ser humano enfermo, miserable, víctima, atormentado y sojuz­

gado de nuestros días. Kafka escribió un día: Escribiré a pesar de todo, indefectiblemente; es mi lucha por la superviven­cia. Pero antes había igualmente escrito; Es indudable mi avi­dez por los libros. No tanto por poseerlos o ["eerlos como por ver­los, por convencerme de su permanente existencia en los estantes de una librería.

Hermosa Sherezade de las mil y una noches, de las mil y una historias. Continúa salvándonos la vida con uno de

esos mil y un libros. Unos pocos son los elegidos, mas para escogerlos, optar por ellos, necesitamos los demás. Que la

palabra continúe, la creación imaginativa sea el territorio en que todavía habitamos.

Page 9: REVISTA 121

La figura y la obra de Ernesto Sabato es la de un hombre cuya hond ura no tiene parangón, porque su lucidez nos devuel­ve a la realidad sin fisuras, a la forma de entender el mundo corno un jeroglífico donde se posan siempre las borrosas sombras del vacío.

Si no ha sido un autor muy prolífico es porque su obra se cimenta en la bús­queda de la verdad, corno si ésta se escon­diese entre las sombras poderosas que nos inundan.

Un breve recorrido a su vida nos habla de un hombre nacido el 24 de junio de 1911 en Rojas, Provincia de Buenos Aires, Argentina. Hijo de Francisco Sabato y de Juana María Ferrari, fue el décimo hijo de once que tuvo el matrimo­nio. El nombre de Ernesto hace referencia a un hermano que murió poco antes de nacer él, el que hacía el número nueve de la larga lista de hijos de la pareja. Por ello, por la muerte prematura de este herma-

Ernesto Sabato o

la luz en las tinieblas

PEDRO GARCÍA CUETO

no, sus padres decidieron ponerle el mismo nombre al futuro escritor.

Hizo los estudios secundarios en La Plata, en el Colegio Nacional del mismo nombre donde tuvo corno profesor al famoso investigador Pedro Henríquez Ureña. Fue en 1929 cuando comenzó su carrera en la Facultad de Ciencias Físico­Matemáticas de la Universidad Nacional de la Plata.

Activo militante del movimiento de Reforma Universitaria, de tendencia comunista, se afilió al partido y en el año 1933 fue elegido Secretario General de la Fundación J4.venil Comunista. Las dudas sobre su ideología vinieron poco después y el partido le mandó dos años a las Escuelas Leninistas de Moscu.

Antes de ese viaje a Moscú (que no realizó por temor a su futuro), est\olVO en Bruselas corno delegado del Partido Comunista de la Argentina en el Con­greso contra el Fascismo y la Guerra.

Page 10: REVISTA 121

10 Ernesto Sábato o la luz en las tinieblas REPÚBLICA DE LAS LETRAS121

Sabiendo que el VIaje a Moscú entrañaba el riesgo de quedarse allí, sin que pudiese elegir su destino, decidió ir a París donde escribió su primera nove­la La fuente muda. Tras ese periodo vol­vió a Buenos Aires donde se casó con Matilde Kusminsky Richter, mujer que conoció en un curso sobre marxismo en su periodo comunista.

Acabó el doctorado en Física en la Universidad de la Plata. Luego le fue concedida una beca en París para reali­zar trabajos de investigación sobre radiaciones a tómicas en el Labora torio Curie.

Fue en París donde entró en contac­to con los surrealistas (Benjamin Péret, Óscar Domínguez, etc .) lo que le lleva­ría a plantearse la literatura como un medio para analizar sus obsesiones y poner en solfa el mundo que lo rodeaba. Esta decisión fue trascendental porque nos dio la oportunidad de conocer el pensamiento de un hombre de gran talla intelectual.

Empezó a escribir más asiduamente en 1941 , cuando publicó un artículo sobre La invención de Morel de Bioy Casares en la revista Teseo de la Pla ta . Publicó artículos en la revis ta Sur, lle­vando las reseñas de libros y también en el d iario La Nación de Buenos Aires.

Su famosa novela El túnel fue recha­zada en muchas editoriales, hasta que fue publicada en la revis ta Sur, donde colaboraba en 1948, novela que adqui­rió muy pronto gran interés para la crí­tica, en especial para el gran novelista francés Alber t Camus, quien la hizo tra­ducir para la famosa editorial Galli­mard.

Otra novela fundamental de la que voy a hablar a continuación por su hondo interés para entender el mundo del escri tor argen tino fue Sobre héroes y tumbas, publicada en 1961.

Pero mi interés en este pequeño estudio radica en conocer la forma de entender el mundo de Sabato, la pro­fi.mdidad que late en sus libros, macera­dos como si tejiese un telar donde nunca se acaba de hilar. Para el escritor argentino el libro es siempre un espacio lleno de preguntas, sin que la prisa haya mermado la calidad de su escasa obra novelística.

El compromiso de Sábato con los derechos humanos quedó muy claro en su indudable apoyo a la política de Raúl Alfonsín en Argentina para destapar el caso de los desaparecidos por la dicta­dura de Videla. Sabato entiende la lite­ratura también como una sofisticada trama para denunciar el abuso del poder, que, amparado en la violencia, mermó la vida de los argentinos.

Sobre héroes y tumbas es un libro fundamental, un documento imprescin­dible para entender las obsesiones de Sabato sobre el mundo.

SOBRE HÉROES Y TUMBAS.

MARTÍN, ESPEJO DEL ESCRITOR

Me interesa en este breve repaso por Sobre héroes y tumbas la figura de

. Martín, cómo contempla el escritor a ese personaje alter ego, donde da forma a sus mejores reflexiones sobre su país y sobre la vida en general.

Martín va llevando a cabo su peri­plo existencial sobre una Argentina que tiembla entre los cimientos, un país que duele por dentro, como se irá viendo en fa .novela .

El escritor argentino va poniendo en su boca todo lo que siente por el mundo que le. rodea, sin que el protagonista pronuncie un largo discurso en toda la novela, Sabato le regala, a través de su rica prosa, todo lo que vive por dentro el joven Martín:

Page 11: REVISTA 121

REPÚBLICA DE LAS LETRASl2l Pedro García Cueto

Martín se sentía aislado mágicamen­te de la dura realidad externa, como sucede en el teatro (pensaba años más tarde) mientras estamos viendo el mundo del escenario, mientras fuera esperan las dolorosas aristas del univer­so diario, las cosas que inevitablemente golpearán apenas se apaguen las candi­lejas y quede abolido el hechizo (p. 126).

También el mundo de los sueños está presente, porque el protagonista ve la descomposición de un mundo aristocrá­tico, pervertido ya por el avance impa­rabIe de una Argentina que acabará en manos de los militares años después, un país en ascenso hacia la dictadura, por­que se halla sin gobierno posible, sin la eficacia que le salve de los buitres que poco a poco implantarán el terror en el país. Sabato es ya un visionario, alguien que anticipa el mundo que poco después será portada en los periódicos:

Aquella noche Martín tuvo el siguiente sueño: en m~dio de una mul­titud se acercaba un mendigo cuyo ros-

tro le era imposible ver, descargaba su hatillo, lo ponía en el suelo, desataba los nudos y, abriéndolo, exponía su con­tenido ante los ojos de Martín. Entonces levantaba su mirada y murmuraba palabras que resultaban ininteligibles (p. 143).

El narrador dice después que en el sueño no existía metáfora alguna, sino evidencias, un mendigo que se le acer­caba, pero nosotros sabemos que el mendigo esconde el avance imparable de una sociedad que ya no respeta a nadie, una sociedad quemada y consu­mida por el dinero, que establece cada vez, como en el gran imperio america­no, más diferencias entre ricos y pobres.

Bruno o Alejandra son otros perso­najes importantes, seres que dicen lo que no expresa Martín, siempre espejo del narrador, siempre oyente de lo que otros manifiestan, siempre en el sub­consciente de Sabato.

Hay muchas digresiones en el libro, porque no se trata de una novela, sino de

11

Page 12: REVISTA 121

12 Ernesto Sábato o la luz en las tinieblas REPÚBLICA DE LAS LETRASUl

un tratado sobre el ser humano, un ensa­yo sobre la condición humana, una visión filosófica de nuestro paseo por la vida.

La crítica de Sabato hacia una ciu­dad que se desgaja, que va señalando en el horizonte la deshumanización de la sociedad moderna, donde los pobres son más pobres y los ricos acumulan sus bienes, mientras otros se mueren de hambre:

¡Abominables cloacas de Buenos Aires! ¡Mundo inferior y horrendo, pa tria de la inmundicia! Imaginaba arri­ba, en salones brillantes, a mujeres her­mosas y delicadísimas, a gerentes de banco correctos y ponderados, a maes­tros de escuela diciendo que no se deben escribir malas palabras en las paredes ... (p . 424).

Pero ese mundo de lo adecuado, donde triunfa lo racional, lo elegante, se contrapone al que aparece en el subsue­lo, en las cloacas de la ciudad, donde se va gestando el m al que lo ver tebra todo, la enfermedad que asola, en lo hondo, a la ciudad, mezquina por el peso de unos sobre otros :

Mientras por ahí abajo, en obsce­no y pestilente tumulto, corrían mez­clados las menstruaciones de aquellas amad as románticas, los excrementos de las vaporosas jóvenes vestidas de gasa, los preserva ti vos usados por correctos gerentes, los destrozados fetos de miles de abortos, los restos de comidas de millones de casas y res taurantes, la inmensa, la innumerable basura de Buenos Aires (pp . 424-425) .

Todo aquel mundo de luj o va a parar a las cloacas, donde se p uede ver la miseria humana, el cuerpo elegante que nos impresiona por su bello cutis en su exacta condición de ser carnal, con la alusión a los excrementos que todos, en nuestra corporalidad, vamos dejando en los estercoleros de la ciudad.

La condición de Sabato de hombre de ciencia, que no niega su deseo de embellecer la vida, se une a una prosa desgarrada. También el pesimismo del escritor, huérfano de Dios, conocedor de nuestro vacío existencial, de nues tro caminar con la muerte hacia la nada.

La referencia a Dios, en la honda metafísica que alumbra en el escritor, se puede ver con detalle en unas líneas del libro:

Además, si Dios aparecía, ¿cómo lo haría? ¿Y qué sería? ¿Una presencia infinita y aterradora, una figura, un gran silencio, una voz, una especie de suave y tranquilizadora caricia? ¿Y si se aparecía y él era incapaz de advertirlo? Entonces se mataría inútil y equivoca­damente tp. 538).

El suicidio de Dios es de la humani­dad entera, porque Sabato no niega el halo de pesimismo que late en su reco­rrido por la vida, tras vadear muchos caminos, tras presenciar muchos asesi­natos, mucha injusticia, todo ello, con­d ición esencial de un ser humano que es, sin duda alguna, un lobo para el hombre. El despedazamiento del hom­bre por él mismo es la solución al enig­m a de Dios, silencio y vacío total.

La novela transcurre por un hilo muy fino, que hace mención de la aza ­rosa his toria de Argentina, como nos demuestra Alejai.1dra y que, en sus múl­tiples digresiones, cons tituye un ca lei­doscopio de la humanidad entera.

S ABATO COMO ESCRITOR.

C ONCLUSIÓN FINAL

El escritor argentino escribió varios libros d e ensayo, uno de los más intere­santes es El escritor y sus fa ntasmas (1963), donde va ofreciendo su visión de la novela, del creador, de sus escri tores favoritos.

Page 13: REVISTA 121

REPÚBLICA DE LAS LETRASUl Pedro García Cueto

Termino este breve estudio con unas palabras de este esclarecedor ensayo donde compara su visión de la novela con la de la vida, ambas miradas encuentran en el escritor un nexo común, ya que la novela es espejo de la incertidumbre de la vida:

A la novela le es aplicable exactamen­te lo que Jaspers dice de la existencia:

La existencia es una conquista . Su modo de ser esencial es 'estar en impul­so'. Su ritmo propio es la crisis. Es un per­petuo movimiento de flujo y reflujo, de fracaso y vic toria. Sólo puede irse al repo­so por la angustia, al abandono por el desafío, a la existencia por el escándalo. La vida espiritual es una continua tem­pestad de antinomias, cuyos términos tan pronto se estrellan entre sí corno se sepa­ran hasta la ruptura. El existente tiene que mantener los contrarios unidos en un esfuerzo de dolorosa tensión, nunca resuelta. (p. 142).

Las palabras de Jaspers que utiliza Sábato ejemplifican muy bien lo que une a la novela con la vida, un juego donde nunca hay victoria, sí esfuerzo, un pro­ceso donde siempre, hasta en la pleni­tud del instante, anida la sombra de la derrota, un espacio donde nuestra pre­sencia vital se contrapone a la que nos hace efímeros y perecederos corno si al respirar el oxígeno estuviésemos conde­nándonos a perder un día el privilegio de respirar.

Sabato, ahora, al cumplir cien años, nos ofrece siempre la mirada única de un hombre que ve el reverso del mundo, que ha escrito muy pocas novelas, pero que sí ha dejado en ellas y en otros libros o artículos (ensayos, críticas) su mirada hacia el universo, escéptica y descorazonadora, lo que no le ha lleva­do a renunciar a la vida, sino a verla con ironía, la verdadera luz de la inteligen­cia. Felicidades, maestro.

13

Page 14: REVISTA 121

14 Ernesto Sábato o la luz en las tinieblas REPÚBLICA DE LAS LETRASUl

El deber del escritor es escribir la verdad, no contri­

buir a la degradación con mentiras. Un escritor busca

en su corazón. Y si no puede hacerlo mejor que se dedi­

que a otro oficio.

Para mí. .. la literatura es una forma -quizá la más

completa y profunda- de examinar la condición

humana.

Si nos llega dinero por nuestra obra está bien. Pero

escribir para ganar dinero es una abominación. Esa

abominación se paga con el abominable producto que así se engendra.

ERNESTO SABATO

Page 15: REVISTA 121

J osé Antonio Labordeta. Semblanza de un poeta

Hay en el cielo una nueva estrella, un astro resplandeciente que se encen­dió un triste domingo de septiembre y que, desde entonces, irradia su luz entrañable sobre nuestro destino; un destello indomable, tenaz y socarrón, capaz de conseguir que toda una nación entone a coro un canto a la libertad. Y allá, en los confines del firmamento, quizá un poco sorprendido y sin duda impresionado, José Antonio alzará sus pobladas cejas mientras consiente que en su rostro se dibuje un gesto astuto y mordaz, a la vez que de sus labios esca­pa con ironía una indiscreta y política­mente incorrecta sentencia: 11 ¿pero de verdad he sido profeta en mi tierra ?/I.

CARMEN BANDRÉS SÁNCHEZ-CRUZAT

Narradora y periodista

Es nuestra comunidad un solar en el que reina la envidia y escasamente pro­clive al reconocimiento en vida, que tam­poco después del sueño eterno rara vez se p~rmite un tan extraordinario home­naje como el que toda España ha tributa­do a José Antonio Labordeta, tal vez para hacerse perdonar el desdén con el que tantas veces le obsequió en su constante deambular por el suelo patrio, por donde tantas leguas caminó con una mochila a la espalda y un mensaje perenne en el corazón. Es por ello que tan fascinan te resulta la convulsión social que la desa­parición de Labordeta ha provocado en un pueblo, por otras parte necesitado de guías iluminados que le devuelvan la

Page 16: REVISTA 121

16 José Antonio Labordeta. Semblanza de un poeta REPÚBLICA DE LAS LETRAS I21

esperanza en el futuro. Hombres como él, cercanos a las gentes sencillas y olvi­dadas, que se hacen comprender con pequeños gestos y parcos hechos mien­tras siembran con insistencia semillas que nada saben de falsa afectación.

Fue la de José Antonio Labordeta toda una vida entregada a su tierra que, por una vez, no ha vuelto la espalda a uno de sus más firmes adalides. Un espejo en el que podernos mirar cuan­do, perdida la fe en el futuro, sólo pen­samos en nuestro mal fario. Y una fuen­te en la que beber cuando fuerzas e ins­piración flaquean. Supo llegar a todos, tal vez porque dejó su huella en todos los barros, se desvaneció en todas las nieblas y en su piel curtieron arrugas todas las alboradas de una larga exis­tencia. Y, sin embargo, maestro, cantau­tor o político, es la del poeta la imagen más próxima a nuestro corazón, por más que él comentase en cierta ocasión a un periodista, que su ilusión oculta fue la de medrar en el teatro, con espe­cial énfasis en la figura de los payasos, con quienes de verdad compartió su habilidad para meterse al público en el bolsillo. Acaso su ascendencia burguesa impidiera tal propósito, pero él, mala­barista genial, supo siempre sortear el lado oscuro de los vaivenes y obstácu­los que el mundo dispuso en su camino y aprendió a cultivar amistades que perdurarían siempre. Algunas quizá sorprendentes, como la que le unió a Federico Jiménez Losantos, apreciado alumno entre un elenco en el Que tam-

l

bién se vislumbran señaladas figuras como la de Manuel Pizarra.

Alquimista irreductible, siempre en pos de nuevos horizontes optó por la canción cuando le fue denegado el per­miso para realizar una gira por Cana­rias. En un platillo de la balanza, la se­guridad de un sueldo fijo con siete trie-

nios acumulados como funcionario de la enseñanza; en el lado opuesto, la uto­pía, un incierto destino en el que todo estaba por hacer y en el que su voz ronca, escasamente melodiosa, no auguraba ningún tipo de facilidades. Mostró de nuevo su faceta más innova­dora, propia, personalísima. Y el triunfo le sonrió, con un público entregado que vibraba y coreaba cada estrofa de sus canciones, unas letras que penetran sin piedad hasta el fondo del corazón, que retratan nuestro más íntimo sentir y que trascienden lo más pura esencia arago­nesa para alcanzar a toda la nación, como así se reflejó en un vitoreado con­cierto que tuvo lugar en el Palacio de Montjüic, ante más de doce mil especta­dores.

Líder carismático, fue un decidido impulsor del Partido Socialista Arago­nés, quimera idealista que se desvane­ció pronto, víctima de una pelea impo­sible contra la cruel realidad. No tarda­ría Labordeta en unir su destino a una nueva opción, la Chunta, a través de la cual canalizaría esa terquedad que le distinguió siempre en la vida política, al servicio de sus ideas y de una inconfun­dible perspectiva, cuajada en el terruño, para entender Aragón.

Mas el político reivindicativo y el juglar que cantó a la libertad no son sino distintas aristas de un mismo pris­ma en cuyo seno yace el escritor, el poeta. Oculto bajo un denso barniz, en­mascarado por el tañer de una guitarra con la que, al decir de Mario Caviria, reinventó la nueva canción baturra, hemos de encontrar al hombre, al viaje­ro curioso e infatigable que hada cami­no al andar y en cuya mochila no sólo viajaba Machado, sino Balzac y Thomas Mann, Carda Larca y Neruda; César Vallejo, sobre todo. Sin duda, la figura paterna, catedrático de latín y muy afi-

Page 17: REVISTA 121

REPÚBLICA DE LAS LETRASl2l Carmen Bandrés Sánchez-Cruzat

cionado a la poesía clásica, marcó la temprana vocación de quien, más tarde, se auto definiría como un escritor cuyas canciones no eran sino poemas musica­dos. Tampoco puede olvidarse la influencia de su hermano Miguel, cator­ce años mayor, con quien compartiría habitación en la casa familiar tras la boda de Manuel, otro de sus cinco her­manos. En 1953, a la muerte del padre, Miguel se hizo cargo de la dirección del colegio Santo Tomás de Aquino; es en esta época cuando ven la luz los prime­ros escritos de José Antonio Labordeta, en torno a la tertulia literaria Niké, en la que Miguel poseía un gran protagonis­mo. El primer poemario, Sucede el pensa­miento será una obra algo ingenua y melancólica en la que ya pueden entre­verse los rasgos que presidirán un her­moso legado literario. La sombra de León Felipe y, sobre todo, la de César

Vallejo escoltan a la de su mentor litera­rio y admirado hermano Miguel. Fue este el primigenio jalón de una estela que perdurará hasta su recientemente publicado Regular, gracias a Dios, -un libro de vivencias, de amistades, de recuerdos, donde al autor, ya postrado por la enfermedad terminal, quiso sin­tetizar 75 años de su vida.

Entre aquel primer poemario y su último libro de memorias, se abre un inmenso paréntesis cuya anchura es tal vez más amplia que su longitud: articu­lista polifacético, baluarte de Andalán, ensayista, novelista y autor de varios libros de memorias en los que ansía expresar su más íntimo pensamiento. Pero sobre todo, poeta. Poeta y arago­nés hasta la médula.

En 1971 apareció la que puede con­siderarse, junto a Diario de un naúfrago, su obra cumbre en el campo de la poe-

17

Page 18: REVISTA 121

18 José Antonio Labordeta. Semblanza de un poeta REPÚBLICA DE LAS LETRAS121

sía: Cantar y callar. Cimentada en tres pilares fundamentales de los que La­bordeta constituye un referente cardi­nal (la tierra, lo cotidiano, el paisaje humano) el libro incluía también una grabación secuestrada tres años antes, durante los convulsos meses del 68. Como sucinto resumen de su prolífica saga de artículos, cabe citar Los amigos contados (1994), antología donde se recopilan algunos de los más interesan­tes, publicados en Andalán como en varios diarios. Yen cuanto a la narrati­va, habría que destacar El comité, nove­la corta que evoca el impacto de nues­tra guerra civil. Abunda el relato breve en una trayectoria literaria cuya temáti­ca evoca con persistencia la soledad, el vacío existencial, la España rural, el escepticismo, la memoria... En el

campo del ensayo, dominan sus libros de viajes, entroncados con los guiones de las diversas series que protagonizó para la televisión, así como varias obras, de carácter filológico, destinadas a la divulga­ción de la poesía de su hermano Miguel y una más a la de César Vallejo. Por último, cabe considerar hasta cinco libros de memorias, entre Con la voz a cuestas (1982) y Regular, gracias a Dios, publicado este mismo año.

Raimon, Joan Manuel Serrat, Paco Ibáñez, Joaquín Carbonell . .. , Andalán y Eloy Fernández Cle­mente; Miguel Labordeta, el café Niké y la Oficina Poética In­ternacional (OPI); una bancada del Hemiciclo, plena de diputados él

los que mandar 11 A la mierda" ... Un pequeño macuto a la espalda, viejo compañero de fatigas, con el que recorrer un país para trasladarnos un paisaje, en el que ocres y verdes no son sino meras comparsas, ape-

nas sin relevancia, de sus verdaderos protagonistas, los hombres y mujeres que lo habitan. Y un lamento que, sin convicción, anheló borrar de sus labios: ¡qué pena este desinterés de la juven­tud actual por la cultura, por la canción reivindicativa, por el compromiso; qué pena esta adoración del ídolo capitalis­ta! ¿A quién le importa hoy la poe-

, ? Sla ....

José Antonio Labordeta aspIro siempre a cambiar el mundo, un mundo que nunca le gustó y al que contempló detenido en el tiempo; que examinó con pesimismo melancólico a la vez que sorteaba con sutil destreza sus espinas más incisivas. Tal vez no llegó muy lejos en su afán de cambiar el mundo, pero no cabe duda: el mundo tampoco logró cambiarle a él.

Page 19: REVISTA 121

En su libro El retrato oval el escritor español Juan Gil-Albert hacía un traba­jo extremadamente brillante de los últi­mos zares de la dinastía Romanov, cuyo trágico final tanto le había interesado. En privado, comentaba lo fácil que le había sido la creación de este libro, por­que no lo consideraba un estudio histó­rico, sino como él decía: una fotografía de familia . Sin embargo, Juan Gil­Albert, nunca conoció a Nicolás II ni a la zarina, ni a Rasputín ni a ninguno de los miembros de la familia imperial. Su parentesco era simplemente estético, pero suficiente para que esa identidad se transformara en un vínculo moral que le ligaba a la sangre de los zares rusos por un vínculo invisible.

¿ Qué decir entonces de León Tolstói que por sus orígenes estaba tan cercano al mundo de la familia imperial rusa desde

En memoria de León Tolstói

PEDRO J. DE LA PEÑA

Escritor y crítico literario

principios del siglo XIX hasta los inicios del siglo XX? Recordémoslo: Tolstói era hijo del conde Nikolai llich Tolstói y de la princesa María Bolkonski, y esa proce­dencia de la alta aristocracia le hizo ser un testigo excepcional, por arriba y por abajo, de las vicisitudes de la historia rusa desde su esplendor decimonónico hasta su pa~atino desprestigio cuando ya los movimientos revolucionarios presagüt­ban el fin del zarismo, un poco antes del estallido de la Primera Guerra Mundial.

Es cierto que Tolstói quedó huérfa­no muy joven. A los dos años de edad murió su madre, y a los diez también desaparecía su padre. Pero tuvo la suer­te de ser cuidado por Ta tiana Alexandra Ergolskaya que supo educarle no sólo en los principios de un aristócrata ruso sino también en los de un hombre cris­tiano. Los acontecimientos biográficos

Page 20: REVISTA 121

20 En memoria de Leon Tolstoi REPÚBLICA DE LAS LETRAS l2l

de Tolstói, estudios en Kazán, traslado a Moscú, licencia tura en derecho por la Universidad de San Petersburgo, viajes por Europa (Alemania, Suiza, Italia) y largas temporadas de retiro en Yásnaia Poliana, hicieron el resto para permitir­le la escritura de algunos de los libros más hermosos y fascinantes de la litera­tura universa l, como Ana Kanerina, Guerra y Paz o Resurrección.

Pero es en sus Memorias y concreta­mente en la Autobiografía novelada: infan­cia, adolescencia, juventud (Ediciones Giner, Madrid, 1977) donde podemos encontrar la verdadera formación de un novelista . Un solo dato valdría para explicarlo. El p rimer personaje que apa­rece en la obra no es un familiar o un pariente cercano, sino el profesor Carlos Ivanovich al que Tolstói consideraba en su infancia el hombre más ex traordina­rio del mundo. Y sólo tras este capítulo aparecen los dedicados a Mama capítu­lo II y Papa capítulo lII.

El proceso de estas memorias mues­tra la agudísima inteligencia y la enor­me sensibilidad de Tolstói. Sensibilidad e inteligencia que le hacen por igual ocuparse de sus hermanos y familiares de alta cuna como también de los sir­vientes y de los personajes humildes, como ocurre con el asceta Gri<;ha, el ama de cría Natalia Savishna o la criada Masha: La infancia de Tolstói, que en estas memorias toma el nombre de Nikolás, como su hermano el nombre de Volodia, es la de un joven que acude a las cacerías del bosque, al aprendizaje de las formas sociales, a los bailes de sociedad, en donde aprende el vals o la mazurca y al es tudio con los precep to­res que le hablan en francés.

Pero, Tolstoi no se limita a esa vida habitual ' de los aristócratas rusos, sino que observa también la habitación de las sirvientas, el trabajo de los campesi­nos, la vida de las aldeas, los viajes a los que le obligan sus estudios y la desapa-

Page 21: REVISTA 121

REPÚBLICA DE LAS LETRASl21 Pedro J. de la Peña

rición trágica de su madre y de su abue­la. Es decir, el joven Leon, aprende lo que es el sufrimiento, el trabajo, la ser­vidumbre, la desigualdad social y la tragedia del vivir. Y así se encamina hacia su adolescencia lleno de dudas y razonamientos que le llevan a compren­der el mundo no sólo desde una pers­pectiva señorial, sino desde otra huma­na y social: "Pero llegó un momento en que estas ideas se me presentaron con tal intensa fuerza de revelación moral que hasta me asusté, pensando en el tiempo perdido en vano . Inmediata­mente, en aquel mismo instante, quise aplicar estas ideas a la vida, con la reso­lución firme de no traicionarlas ya. Desde esa época considero el comienzo de la juventud".

Este es a mi parecer el rasgo dife­renciador entre Tolstoi y otros aristócra­tas rusos: su condición moral. Porque Tolstoi no es sólo un descriptor mara vi-

lIoso de ambientes o un narrador im­perturbable de los desastres de la inva­sión napoleónica, o del sin sentido de las costumbres de su época, sino un escritor de conciencia, es decir, un hom­bre que analiza el corazón humano y procura encaminar sus acciones hacia el bien. Él mismo confesaba: "Me he habi­tuado a aIllar el bien, y cuando me apar­to de él estoy descontento de mí y vuel­vo al bien con alegría." En el fascinante mundo histórico en el que le tocó vivir, para Tolstói los personajes más decisi­vos no son nunca los grandes per~ona­jes como los zares, su abuela princesa o el príncipe Ivan Ivanovich, sino precisa­mente aquellos con cuya amistad aprende, como el príncipe Dimitri, al que apela como el maravilloso Mitia, o su preceptor Saint-Jérome, cuya relacio­nes pasan del odio a la admiración.

Libro autobiográfico puede consi­derarse también el título Sonata a

21

Page 22: REVISTA 121

22 En memoria de Leon Tolsloi REPÚBLICA DE LAS LETRAS121

Kreutzer, -título prestado de Beetho­ven- en donde el personaje de Pods~ nicheff es un alter ego del autor. En esta dura novela se narran las vicisitudes de un matrimonio cuyo inicial amor desemboca en una dura batalla familiar. A la idea habitual de que el matrimonio es la consagración del amor, Podsni­cheff alega que el matrimonio se basa en la violencia masculina y la hipocresía femenina y en cuanto a la duración del amor asegura que no puede durar toda una vida puesto que es "como si se dije­ra que una vela puede arder para siem­pre" y, en un arranque de amargura, afirma que la mujer escogida mantiene su preferencia en el gusto del hombre "¿por cuánto tiempo? ¿por un mes? ¿por dos días? ¿por media hora?".

¿ Qué razones tenemos para pensar que el propio Tolstói sustenta estas ideas, puestas en boca de Podsnicheff?

El novelista no las oculta: nos habla de un joven rico, "hidalgo de la estepa", alumno de la universidad, pertenecien­te a la aristocracia y que se casó a los 30 años tras una vida disipada de bebedor, libertino y mujeriego según las c"ostum­bres de los jóvenes de familias distin­guidas en su tiempo. Cuando Tolstói se casó con Sofia Andreievna Bers pensó que el ma trimonio lo convertiría en un hombre redimido de sus vicios, pero la vida transcurrida en Y ásnaia Polaina y en Pigorovo -las fincas respectivas d~ su padre y su madre, con más de doce­mil siervos a su servicio- se fue infec­tando de polémicas a medida que Tols­tói quiso regalarlas a sus campesinos, mientr'as su mujer enfurecida le gritaba:

-"¿Qué les dejarás entonces a tus h~jos?"

Consciente de que una revolución se presagiaba, Tolstói quería precisa-

Page 23: REVISTA 121

REPÚBLICA DE LAS LETRAS l2l Pedro J. de la Peña

mente salvar la vida de sus hijos, ade­lantándose a las confiscaciones violen­tas de la guerra sucedidas con la llega­da de los soviets.

Las polémicas fueron tan fuertes que Tolstói escribe que el matrimonio es "como si en los paseos públicos se pusie­sen cepos en los sitios por donde han de pasar los hombres". Su espíritu cristiano y su avanzada mentalidad social choca­ban duramente con los prejuicios de una aristocracia egoísta que no preveía el fin de sus privilegios y estaba ciega respecto a la tragedia que les amenazaba.

Obviamente, en sus recuerdos Tolstói pasa de la ficción a la realidad de manera muy habitual y nos cuenta no sólo lo vivido, sino también lo ima­ginado, pero lo importante no es ese tránsito entre lo realmente sucedido y lo que el autor es capaz de recordar como hechos incontestables, sino que ante todas las cosas el punto de vista de Tolstói se mantiene inmutable como el de alguien que no se valora a sí mismo por lo que pueda ser socialmente o por

lo que pueda valer intelectualmente, sino por la cantidad de bien que puede hacer a los demás.

Cuando dispone sus visitas a los príncipes Kornakov, a casa de los Ivin, al príncipe Miguel, a las princesas Nejliudova o Yalajina, Tolstói aprende normas de comportamiento social, acti­tudes y ambientes que le permitirán escribir con pleno sentido de la rea lid ad de su mundo aristocrá tico. Pero son realmente los "asuntos del corazón ", los distintos cambios de creencias y el filtro perpetuamente sostenido de su espíritu interior, quienes mantienen en vilo todos sus recuerdos.

Las memorias de Tolstói son en defi­nitiva la urdimbre de un gran escritor, tanto desde el punto de vista desc ri ptivo como narrativo. Pero de ellas aprende­mos algo más: que ningún gran novelista llega al escalón más alto sin una filosofía de la vida, sin una rotunda identidad humana que le permita ascender del mero testimonio de los hechos a su pro­funda significación moral.

23

Page 24: REVISTA 121

La independencia de Cuba en la narrativa española

Las guerras de Artemisa

JESÚS FELIPE MARTíNEZ

Page 25: REVISTA 121

Antonio Martínez Menchén

Espejos de soledad Antología de cuentos

1>Jl ()f.()GO J)!: JOSt, MARiA MflUNO

En este volumen se reúne una mues­tra significativa de la obra de Antonio Martínez Menchén, tanto en lo que se refiere a las constantes temáticas como a los recursos poéticos empleados por este autor durante cuarenta años de pro­ducción literaria.

Ahora bien, al" agruparse los relatos en bloques temáticos, a veces encontra­mos cuentos en el mismo apartado sepa­rados por diez o quince años en lo que a la fecha de creación se refiere. Ello, como han señalado todos los estudiosos del escritor linarense, es un ejemplo de la coherencia ideológica y li ter aria de su obra l

, si bien se pueden hallar las lógicas variaciones de estilo, influencias e inclu­so preocupaciones de distintos periodos vitales.

La narraciones de

Antonio Martínez Menchén

JESÚS FELIPE MARTÍNEZ

Escritor y Profesor de Litera tura

Otro hecho me ha movido a tratar de realizar un análisis de cada cuento desde perspectivas analíticas diferentes: poco o nada puedo añadir al prólogo de J osé María Merino ~n lo que se refiere al cuento literario, a la importancia que este tiéne en la narrativa de Antonio Martínez Menchén y a aquellos aspectos que ilustran la coherencia interna de los relatos y su capacidad para, desde dife­rentes perspectivas, plasmar la soledad e indefensión del ser humano en una sociedad hos til.

1 En lU1 estudio titulado Sobre la poética de Antonio Martínez Menchén, publicado en el número 7 de la revista Tierra de nadie, traté de ana­lizar detalladamente las constantes temáticas y estilísticas de este autor. El lector interesado puede leer este artículo también en esta dirección: http://www.jesusfelipe.es/articulos2. htm

Page 26: REVISTA 121

26 Las narraciones de Antonio Martínez Menchén REPÚBLICA DE LAS LETRAS121

APARTADO SOLEDAD

Como señala el escri tor linarense Lorenzo Martínez Aguilar, en este apar­tado "quizás estriban las claves de com­presión de todos los demás rela tos del libro, porque los tres relatos de este apartado están atravesados por los mie­dos interiores, las inseguridades, la tris­teza y la angustia de personajes reclui­dos en las frustraciones de su propio destino, caso de la solterona de Un refle­jo en las vidrieras, o en el escritor de Andante. O acaso exorcizando el tiempo que los apresa como se nos muestra en Expediente de cierre. 2

UN REFLEJO EN LAS VIDRIERAS

Este cuento es el más antiguo de los recogidos en esta la antología, ya que se publicó en el número 175-176 de la revista Cuadernos Hispanoamericanos del año 1964, un año después de que viera la luz la primera novela del autor, Cinco variaciones. Corresponde, por tanto, a la primera época de Antonio Martínez Menchén.

El relato se construye a partir del soliloquio de la protagonista, una mujer sin nombre porque simboliza a cual­quier mujer de la inmediata posguerra española condenada al fracaso vital. En este fluir de la conciencia, se producen saltos temporales y espaciales, al hilo de las asociaciones significativas de la narradora, saltos que van del café donde espera al amante, a la adolescen­cia en la ciudad de Burgos durante la Guerra Civil. El lector irá p rogresando en el conocimiento de lo que sucede al h ilo de un monólogo que le suscita con­tinuos interrogantes. Porque desde el

2 Presentación de l lib ro en las Jornada Culturales de l Centro de Estud ios Linarenses el 8 de marzo de 2011

principio sabemos que ella siente apuro y vergüenza por una decisión que ha tomado después de muchas discusiones y meditaciones, si bien sólo podemos sospechar que esa decisión, centro del conflicto dramático, supone que renun­cie a las pocas señas de identidad que le han dejado, a los datos inmediatos del recuerdo que constituyen su personali­dad y a los que el pensamiento se aferra una y otra vez: los años de la infancia, el noviazgo, su madre, la vida en una ciu­dad provinciana en la que todo prejuicio tiene su asiento .. .

En el café, escenario de la primera parte del drama, el principal personaje es la desolación de la mujer soltera, la soledad impuesta por una sociedad que considera a la mujer un apéndice del hombre, y si no hay hombre el apéndice carece de sentido.

El monólogo finaliza en el momento en que ella se enfrenta al hecho de que Luis, un hombre casado, quiere conver­tirla en su querida, destino señalado para muchas solteras en la España de cuartel y sacristía.

La aparición del amante supone la elección del diálogo como forma narra­tiva. Sin embargo, se trata de un diálogo con unas connotaciones especiales. Por una parte, el único que habla es el único con derecho a voz en las relaciones sen­timentales, el macho, a ella sólo le toca ver, oír y callar. O, como mucho, pensar. Por otra parte, la supuesta conversación es una paradoja ya que no sirve para comunicarse, sino que refleja la incomu­nicación: él perora sobre sus pólizas de seguros y ella piensa en su relación pre­sente c~m este hombre y en la futura cuando se convierta en un mueble más del piso que van a visitar.

Porque el espacio elegido por el autor para este segundo acto del drama ta.mbién tiene connotaciones significa ti-

Page 27: REVISTA 121

REPÚBLICA DE LAS LETRAS l2l Jesús Felipe Martínez

vas al hilo de las reflexiones de la mujer: el lugar donde se sitúa el apartamento es un solar, espejo de la desolación correspondiente a los sentimientos. Y en él una chabola maquillada que refleja la miseria disfrazada del franquismo. En este escenario también aparecen algunas pinceladas machadianas: los viejos to­rnando el sol, "esta alegría de sol", la mata de geranios, en lugar de la palme­ra, plantada en un bidón ...

La desolación y la tristeza se quiebra de pronto en el acto final, al irrumpir en la escena unas niñas jugando al corro que se cuelan en las galerías del alma de la solterona a punto de prostituirse. Y esas vivencias de la niñez borran la exis­tencia baldía, monótona y triste; que está a punto de hacerse aún más odiosa. y descubre que tal vez no sepa lo que quiere, pero sí lo que no quiere corno esa inmensa mayoría de los españoles anti­franquistas. No quiere comenzar esa nueva vida que le propone su amante, la vida de un triste objeto sexual recluido en un piso de las afueras. Quiere otr-a exi~tencia, la que soñaba cuando era niña, y para ello ha de volver a ser niña, partir de ese momento mágico inte­rrumpido en no sabe qué momento por las hadas hilanderas. El rito iniciático se proyecta al pasado, no al futuro, puesto que el mañana no existe en una sociedad oprobiosa para todos en general y para la mujer en particular. El reflejo del sol en las vidrieras nos lleva al viejo mito del rayo del sol atravesando el cristal sin tocarlo ni mancharlo, a esa virginidad corno una de las tres alternativas que la España imperial ofrece a la mujer: sierva del marido, monja o puta.

ANDANTE

Incluido en el libro titulado Inqui­sidores (Madrid, 1977), este relato está

escrito en tercera persona, siguiendo la técnica que generalmente se llama de narrador omnisciente.

Su estructura triparti ta también res­ponde a los cánones clásicos: plantea­miento, desarrollo y desenlace.

Sin embargo me parece uno de los relatos estilísticamente más ambiciosos del autor ya que se valdrá de recursos cinematográficos, pictóricos y musicales tanto para la ambientación corno para la narración propiamente dicha.

El cuento comienza con un barrido de la cámara cinematográfica por la habitación del protagonista, con prime­ros planos significativos de los elemen­tos que definen a un joven progresista de finales del franquismo, artista fraca­sado: libros de ocasión, desvencijada camilla, la estufa de butano, el trasno­chado aparato de radio, carteles contra la guerra de Vietnam y del Che, dibujos de Picasso ...

La banda sonora estará formada por el triste repiqueteo de la lluvia en los cristales y los sollozos de una mujer hacia la cual ahora se dirige la cámara (cuarentona de párpados enrojecidos por el llanto, arrugas, senos caídos) antes de continuar retratando el ambiente de desolación y fracaso que ahora adquiere tintes barojianos: cuchi­tril de la portera, portal lúgubre, escale­ra oséura con cucarachas, paredes des­conchadas, patio interior. ..

Tras la presentación de este escena­rio con tintes cochambrosos de prisión, el narrador situará el núcleo del conflic­to, no por relativamente frecuente menos dramático: el fracaso en las rela­ciones de una pareja. Martínez Menchén se limitará ahora a ofrecernos el punto de vista masculino para que sea el lector quien saque la conclusión de que el cul­pable de este fracaso sentimental es él por mucho que se empeñe en demos-

27

Page 28: REVISTA 121

28 Las narraciones de Antonio Martínez Menchén REPÚBLICA DE LAS LETRAS121

trarse a sí mismo lo contrario. Porque la supuesta diferencia de edad no es tan relevante como él pretende (ella tiene tres o cuatro años más); ella, además, lo mantiene; él le es infiel; los motivos de su fracaso como escritor nada tienen que ver con su pareja; él es incapaz de mantener una relación estable incluso con la amante joven y culta con la que trata de escapar de sí mismo .. .

Este fluir del pensamiento del escritor fracasado y la red de asociaciones que va estableciendo lleva a la segunda parte en la que la pintura sustituirá al cine y . la música acompañará los sollozos de la mujer hasta silenciarlos.

En efecto, la sinfonía de Mozart que retransmite la radio convierte a este músico en el protagonista de la acción (una acción paralela a la del escritor) para ofrecernos los retratos que de él hicieron diferentes pintores durante su vida. Nos encontraríamos así ante el haz y el envés del arte: el fracaso y el triunfo. Pero el narrador nos va a expli­car en este relato que la cuestión no es tan simple. Abandonando la técnica de la pintura rococó con la que nos ha retratado a Mozart, el autor elige ahora

la narración biográfica, de un tono casi expositivo, para llevar al lector a los aspectos más conflictivos de la vida del genial músico.

El paralelismo de estas dos vidas que, aparentemente, nada tienen que ver, ten­drá su confluencia en el infinito de la Sinfonía Concertante que nuestro escritor fracasado está escuchando. El diálogo entre la melancolía de la viola y el llanto del violín corresponde a la tristeza del frustrado novelista y al llanto de su mujer. Pero la música aún le explica más al oyente sobre la vida del compositor y también sobre la suya y la de tantos seres que sueñan y lloran. Le está hablando del paraíso perdido, de las fases del amor­desamor, de los intentos de ruptura, de la profunda sima que se abre entre la rea­lidad y el deseo. El diálogo entre la viola y el violín es el diálogo o superposición de monólogos de los dos seres fracasa­dos, como los que ahora ocupan los dos cuartos cQntiguos. Y se completa con alu­siones mitológicas con las que el hombre ha intentado trascender sus sentimientos, porque la música expresa también el con­flicto vida muérte, los ritos órficos y agrarios de muerte y resurrección de los

Page 29: REVISTA 121

REPÚBLICA DE LAS LETRAS121 Jesús Felipe Martínez

ciclos vegetales. Esta lucha eterna entre la vida y la muerte nos la cuenta el cuer­po despedazado de Osiris amorosamente recompuesto y revitalizado por Isis, como las notas dispersas se funden en una armonía vital, pero también en la ruptura que es la vida del músico, de las esperanzas y fracasos de los hombres y los dioses que estos han creado para tra­tar de comprender lo incomprensible. Si la música de la Sinfonía Concertante corría pareja a la lluvia y los llantos y lamentos de los protagonistas de esta historia, tam­bién lo harán ahora sus fracasos amoro­sos y vitales.

En la tercera parte, la conclusión, des­conectada la radio, perdido el hilo conec­tor con Mozart, volvemos al escritor fra­casado y a su escenario, a la música de la naturaleza que el genio recreara: a la llu­via, al repiqueteo del agua en los crista­les, a la melancolía, los deseos, las frus­traciones y los mitos que la humanidad ha ido creando con esos sonidos que se llaman fonemas y con esos orros que se

llaman notas ... O aquellos que llamamos silencio, ese silencio que estalla en la cabeza de nuestro escritor cuando se apaga el contrapunto de los sollozos.

EXPEDIENTE DE CIERRE (INQUISIDORES, 1977)

Vuelve el autor a la técnica de narra­dor-personaje, otra vez una mujer, en este caso la hija.

El relato se nos presenta ahora con un tono menos dramático, un tono cer­cano a la piedad risueña que nos inspi­ran las chiquilladas de niños o ancianos. De ahí la sabia elección de la hija para contarnos las chocheces de su padre.

El relato supone asimismo W1 claro homenaje a Cervantes, eso sí invertido el pretexto narrativo: el protagonista ha per­dido el sentido de la fantasía, del más allá de sus narices, por una existencia monó­tona Y gris, tan alienante, que precisa­mente ha anulado su capacidad de crea­ción, de buscar otro espacio para sus

29

Page 30: REVISTA 121

30 Las narraciones de Antonio Martínez Menchén REPÚBLICA DE LAS LETRAS 121

hazañas que no sea el ridículo de la buro­cracia. Porque si lo inverosímil llevó a Alonso Quijano a despreciar -o más bien disfrazar- la realidad mostrenca que lo rodeaba, nuestro don Juan ha quedado prendido en las redes de su negociado con tanta fuerza que es incapaz de pensar en una existencia fuera de los adocenados expedientes, del ABC y de las cuatro paredes que delimitan su cubil. La jubila­ción sólo supone un cambio de lugar, no de vida y costumbres. Por lo que su escu­dero Liborio deberá acompañarle en esta negación de la aventura, en esta existen­cia que solo es subsistencia.

El tercer vértice del triángulo, el ama espectadora de las alucinaciones de amo y siervo, es la hija, cuya existencia también ha sido vaciada de contenido y reducida al papel de contadora de histo­rias, pero no de historias fantásticas que salven su vida, sino de una historia tris­te y grotesca que prolongue el absurdo de su propia existencia, eso sí pero ade­rezada con el cariño melancólico a que antes me refería.

En el prólogo a la publicación exen­ta de este cuent03

, José María Merino escribía: El cuento enumera los rituales en que se va desarrollando la existencia de los tres, la de la narradora acomoda­da a las minucias domésticas y la de los jubilados, especie de Quijote y Sancho entre los papeles, legajos y carpetas de una disparatada aventura postrimera. Paradójicamente, el simulacro ilumina con su falta de sentido las supuestas rutinas verdaderas, las ceremoruas de lo habitual, y todo cobra así una dimen­sión de vivir irrisorio y dilapidado, arrojado a los vertederos de un destino inclemente y hurlón.

Una vez más encontramos en Martínez Menchén esta denuncia del

3 Editorial Diptongo. Madrid, 1994.

papel asignado a la existencia femenina, siempre vicaria de la del hombre, cuando no sierva. Hasta el punto de que, tras des­poseerla de sentido, añadiendo a la carga de la soltería la de servir al padre, los caprichos, la insensatez senil quitan el único espacio de placer que le quedaba a ella (otra vez sin nombre): levantarse algo más tarde, no madrugar para servir al hombre.

Lo terrible es que el mundo ficticio de la burocracia inútil prolongada por don Juan y Liborio no es más absurdo que la existencia vacía de la protago­nista-narradora: un ritual de actos repe­tido hora tras hora y día tras día y cuyo único sentido es su sinsentido.

Cada acto representa así la mascara­da, la pantomima de la vida, el tea tro de lm mundo organizado desde premisas kafkianas.

En la segunda parte se nos ofrecerá el vacío de estas existencias con el retor­no al pasado de la protagonista y de Liborio, vidas vacías, existencias neu­tras marcadas por la repetición de unos actos intrascendentes.

Es evidente que este relato podría encuadrarse perfectamente en el aparta­do siguiente, el de la alienación, tema recurrente en la obra de Martínez Men­chén desde su primera novela, como señalaré a continuación.

ENAJENACIÓN

Porque los seres enajenados por una sociedad hostil recorren las pági­nas de relatos y novelas de este autor. En el estudio al que me refería al prin­cipio de esta crítica desarrollo extensa­mente el ' tema. Basta aquí con recoger la apreciación de Juan Carlos Cu­rrutchet para enmarcar las considera­ciones que haré sobre cada unos de estos tres rela tos:

Page 31: REVISTA 121

REPÚBLICA DE LAS LETRASUl Jesús Felipe Martínez

En la sociedad descrita por Martínez Menchén hay como una superposición de elementos, una abigarrada sucesión de seres cosificados e incapaces de deri­var hasta sus últimas consecuencias su experiencia de la vida. Una superposi­ción de seres vinculados entre sí por una rutina que los vacía de sentido. Que subliman su frustración en la creación de fantásticos universos imaginarios; que viven compensatoriamente en sus sueños las posibilidades que la realidad les ha negado, y que también, en ciertos momentos, vislumbran lúcidamente la contradicción entre esta magnificencia de los sueños y la realidad miseráble de sus vidas, resolviendo la contradicción finalmente en la aceptación de una oscu­ra e inexorable fatalidad, cuyo absurdo se resume en una palabra: Destino. Toda la obra de Martínez Menchén es una esclarecedora vivisección del siniestro mito del Destino."4

EL VISIONARIO

Al igual que los otros dos cuentos que se insertan en este apartado, El visionario se incluye en el libro Las tapias , publicado en 1968. En Las tapias, el ele­mento que da coherencia a los relatos es también la enajenación mental, en este caso lo que en el habla llamamos locura. Sin embargo, en esta obra, el prólogo en el que se nos dibuja una naturaleza ama­ble frente al espacio siniestro del mani­comio, actúa como llamada continua sobre el lector: estos seres cuyas histo­rias -fichas clínicas literaturizadas- no son sino trasuntos de ti mismo, de lo que te espera cuando pierdas la capaci­dad de decidir, cuando las tapias vayan invadiendo el espacio antes reservado al

4 Juan Carlos Currutchet: Cuatro ensayos sobre la nueva novela espaíiola . (Montevideo, 1973.) Pág. 104, 105.

hombre. La alegoría de las tapias del manicomio se extiende a toda una socie­dad presa en la locura individual y colectiva, sin otras alternativas que el diagnóstico, nunca la cura . Ellos -noso­tros- como diría Antonio Machado pur­gan un pecado ajeno, la cordura, la terrible cordura del idiota . Esta locura que apare­ce como elemento organizador de Las tapias y de ot,ros relatos de Martínez Menchén trata de superar los diagnósti­cos clínicos para instalarse en una tradi­ción poético-literaria que podría resu­mirse en una sentencia del común: los niños y los locos siempre tienen la razón: "Y hay que repetir con Sanz Vi­llanueva que la locura no es sólo terna en Martínez Menchén. Es en realidad el mismo protagonista de sus obras. No se trata de una locura entendida en térmi­no psicopatológico, sino de algo irreal, fantasmal, obsesivo y delirante, próxi­mo a las fabulaciones de Allan Poe ."s

Siguiendo las leyes internas de su propio relato, el autor nos avisa desde el principio de que algo misterioso ha sucedido. Esta técnica de ir de los he­chos a los antecedentes, que utilizará posteriormente García Márquez, provo­ca la duda y el desconcierto en el lector. El narrador-personaje desnuda su parla­mento de toda retórica romántica para presentarnos los hechos: "hacía justa­mente ' tres años que no le veía, jus ta­mente tres años desde aquel extraño y horrible día que nunca olvidaré" .

A partir de aquí, y respondiendo también a la naturaleza de lo que se nos está contando, a los vericuetos de la mente humana -coprotagonista de esta historia- y a la perplejidad en que está sumido se construye una narración cir-

5 Sabas Martín, Antonio Martínez Menchén o los relatos de la alienación. Cuadernos Hispano­americanos número 339.

31

Page 32: REVISTA 121

32 Las narraciones de Antonio Martínez Menchén REPÚBLICA DE LAS LETRAS121

cular, con continuos saltos entre pasado y presente, entre enfermedad y salud: llegada al hospital para ver al amigo, retroceso, evolución enfermedad, vuelta a hospital, otro retroceso, avance ... El narrador reproduce también el proceso de la enfermedad con sus continuos vai­venes entre estados de lucidez y de ena­jenación, evitando los recursos fáciles melodramáticos. Antes bien, nos cuenta los recovecos que conducirán a la cata­tonia como algo normal, casi como un informe de un médico a otro médico.

Sin embargo, los recursos para man­tener la intriga del relato se siguen administrando sabiamente. Durante la visita a Luis, cuya catatonia le ha con­vertido no en un vegetal sino en un mineral, en una estatua, aparece otro elemento que el narrador cita como si el lector ya lo supiera: "Un caso raro, desde luego ... Y sumamente curioso aquel deseo de grabar la cinta ... " ¿De qué cinta está hablando? El misterio se irá resolviendo poco a poco, con cuenta­gotas, prendiendo al lector en la narra­ción que ha experimentado un giro copernicano: lo importante ya no es la enfermedad del amigo, sino esa miste­riosa cinta que el protagonista dice escu­char una y otra vez hasta aprenderla de memoria.

Sin aclarar este aspecto fundamen­tal, vuelve a producirse un retroceso en la narración para regresar a la primera crisis de Luis Aroque y, desde ahí, a la manifestación definitiva de la enferme­dad. Sin embargo, en mitad de este pro­ceso se introduce otro elemento de des­concierto en el lector: cuando se encuen­tran los dos amigos, el enfermo se com­porta de una manera absolutamente normal, sin dar ningún síntoma de tras­torno mental.

La recuperación de lucidez de Aroque introduce otro misterio: el hasta

ahora inmóvil Luis p ide a su amigo que vaya a verle, puesto que tiene algo im­portante que decirles.

Tras unos momentos de desconcier­to y angustia en los personajes de la his­toria - y, consecuentemente, en el lec­tor-, Luis pide un magnetófono. Se reto­ma el tema de la misteriosa cinta .

Una nueva voz en el relato (la de Luis Aroque desde el magnetófono) pro­duce también un giro en el estilo litera­rio y en el contenido de la narración. Si el narrador-protagonista se habría ex­presado con una sintaxis sencilla y directa, con predominio de oraciones simples, yuxtapuestas y coordinadas y sólo cuando era imprescindible se utili- . zaba la subordinación, Luis Aroque emplea un estilo diametralmente opues­to, como corresponde a una narración que escapa al ámbito de lo sencillo, de lo fácilmente comprensible para introdu­cirse en el mundo de los misterios del subconsciente. Obsérvese que, por ejem­plo, el primer párrafo incluye ocho pro­posiciones subordinadas. Además de la semántica, del contenido del discurso, la sintaxis del emisor nos lleva a un mundo de desdoblamientos de la per­sonalidad, de espejos formantes o defor­mantes que hacen de la identidad una totalidad de identidades y a la vez algo exclusivo. El discurso de Luis Aroque entronca también con los discursos de los mitos griegos y orientales, del pante­ísmo y de la concepción de la naturaleza como un todo armónico en el que somos menos que un insignificante átomo. Entonces el problema viene dado por­que el individuo considerado normal es incapaz de. aprehender, compartir y dis­frutar esta realidad. Como en el mito platónico sólo ve sombras, o aún menos que sombras. Pero, cuando, en casos excepcionales, se descubre la verdadera realidad, entonces se entra en otra exis-

Page 33: REVISTA 121

REPÚBLICA DE LAS LETRASU! Jesús Felipe Martínez

Las tapias • Antonio N/a rl ínez -lv/enclzén

&ix Barral/ Nflcua Narrativa HispáJtiro.

tencia, en una existencia plena porque es la existencia de todos los seres yesta­dos de la Naturaleza . Ya esta metamor­fosis que lleva a la fusión del yo con el todo, de manera que muere el individuo para resucitar el ser, porque el ser es todos los seres, le llaman locura, o, con término pretendidamente más riguroso, catatonia.

También contribuirá la sintaxis a plasmar esta infinitud de experiencias que propicia la nueva existencia de Aroque. Los complementos circunstan­ciales construidos en hipérbaton y de forma paralelística (anteponiéndose al verbo y con frecuencia iniciando la ora­ción) contribuyen a aumentar la sensa­ción de multiplicidad de lugares, de personas o experiencias, sin barreras espaciales o temporales, que permite el nuevo estado.

Terminada la grabación del parla­mento de Luis, vuelve la voz del narra­dor en el despacho del director. Y la sin­taxis se adelgaza, como se minimiza la experiencia cósmica al convertirse en misérrima realidad cotidiana.

ANTES QUE VENZA LA NOCHE

Este relato, construido también en primera persona, poetiza otro de los pre­textos narrativos gra tos a Martínez Menchén: la soledad del individuo en la macrociudad capitalista. Soled ad aumen­tada al tratarse de un ar tista que, inútil­mente, trata de llevar su mensaje a un público inexistente. Parece claro, pues, el parentesco argumental de este cuento con el anteriormente comentado (Andante), si bien entre uno y otro median casi quince años de diferencia.

33

Page 34: REVISTA 121

34 Las narraciones de Antonio Martínez Menchén REPÚBLICA DE LAS LETRAS l2l

Tal vez el principio del cuento sea un homenaje al libro La muchedumbre solitaria de Riesman: "Muchas veces he hablado de soledad imprecisamente, porque me refería a un estado de espíri­tu que no excluye una compacta muche­dumbre".

Más explícito es el tributo a Kafka, como retratista de la insoportable pe­queñez del ser en un mundo creado para fagocitarlo. La asociación con el escritor checo viene dada porque el narrador encuentra a un borrachín des­valido en el andén que le recuerda a un personaje kafkiano y que se une a los otros dos habitantes del andén: el narra­dor y un tipo con aspecto de contable.

A partir de aquí, el parlamento del borracho se irá mezclando con reflexio­nes del narrador, como punto y contra­punto de un dueto existencial que canta la incomunicación y la soledad repre­sentadas por el borracho y el narrador a quien no molesta tanto el acompañante adosado como el qué dirán de los demás, la voz de la moral social capita­lista reflejada musicalmente en los silen­cios de los pasajeros del vagón.

Las asociaciones significativas del protagonista le hacen pasar del beodo actual al de otro ejemplo de incomuni­cación a quien, tiempo atrás, encontró pronunciando incoherencias cuando el protagonista paseaba su perro.

A partir de aquí el narrador trata de vencer su propia soledad, su propia incomunicaclOn, agarrándose a un clavo ardiendo, buscando al primer borracho, que se ha perdido.

En su búsqueda aparece el recuerdo de un tercer borracho que encontró en la Plaza Mayor dirigiendo discursos sobre su miserable vida hasta que es arresta­do.

Entonces se refugia en el pensa­miento para vencer la soledad comuni-

cativa. Y el pensamiento le lleva a reme­morar la experiencia de la incomunica­ción amorosa, la más trágica junto con la incomunicación de un pintor que no expone, de un emisor sin receptor.

DÉDALO

El rela to comienza rindiendo home­naje al mito que le ha prestado el nom­bre, si bien el laberinto del mino tauro creado por Dédalo se traslada a la esta­ción del metro madrileño de Sol y Teseo se convierte en nuestro alucinado inven­tor sin Ariadna que le ayude a salir de los recovecos del monstruo urbano. Las oraciones simples yuxtapuestas y la ausencia de nexos del principio del cuento contribuyen a aumentar la sensa­ción de vértigo, de apresuramiento absurdo para llegar al mismo punto de partida.

El monólogo inserto en la narración nos va dando pistas con cuentagotas de lo que sucede. Los datos de persecución -por acumulación en los monólogos obse­sivos del protagonista, unidos a la pérdi­da del sentido de la orientación- permiti­rán que el lector saque la conclusión 'de que nuestro héroe sufre manía persecuto­ria y, en consecuencia, paranoia.

El escritor organiza el relato para que el lector se convierta en un psicoa­nalista que escucha al paciente y saca las oportunas conclusiones. De ahí que en el soliloquio también se hagan referen­cias a los que están en el sillón, o la pol­trona, es decir quienes deben juzgar: para el esquizofrénico quienes deben juzgar ese invento cuya naturaleza nos descubriremos hasta el final del relato; para el lector-psiquiatra, el estado men­tal del inventor o quizá más propiamen­te el de toda esa sociedad que divide a los hombres en cuerdos y locos como si la cuestión fuese tan simple como la

Page 35: REVISTA 121

REPÚBLICA DE LAS LETRAS121 Jesús Felipe MartÍnez

división entre blancas y negras de "!as fichas del ajedrez .

Porque, como ocurre con don Quijote (es evidente el homenaje a la obra cervan­tina en este relato), la mirada del orate sobre el mundo y sus semejantes es más lúcida que la de la mayoría de los cuerdos.

Este vendedor enloquecido por la locura competitiva de la sociedad de consumo, muestra también su ira ante la sandez de quienes le rodean, sean los majaderos de sus compañeros reducidos a ovejas que balan los mandamientos de sus superiores, sean los kafkianos buró­cratas de la oficina de patentes que reci­tan el decálogo del inventor.

Entre este mundo de alucinados, discurre el peregrinaje de nuestro otrora vendedor de máquinas registradoras y ahora inventor de un artilugio que no sabemos exactamente en qué consiste, pues Martínez Menchén administra con sabid uría el desarrollo de su narración, haciendo que el lector quede más pren­dido en las redes de la burocracia admi­nistrativa que interesado por las virtu­des del aparato de ese pobre infeliz. Otra vez resuenan en el relato los ecos de El proceso y El castillo.

Cuando, a la postre, descubramos que lo que quiere patentar nuestro orgu­lloso y famélico hidalgo no es sino la fruslería del movimiento continuo, ten­dremos otra bocanada de los aires de fina ironía que se filtran por la muchas puer­tas de la madrileña Plaza Mayor que trata inútilmente de encontrar nuestro héroe. La alegoría del eterno retorno a la nada existencial en la sociedad franquista, del inmovilismo alzado hasta los altares del Movimiento nos indican que nuestro infeliz Paradox ha fracasado porque tam­bién su hallazgo había sido registrado algunos años antes por un miserable enano a costa de baños de sangre de cuantos españoles se atrevían a enfrentar

el movimiento continuo a la inmovilidad del movimiento.

NIÑOS DE POSGUERRA

El robo de la infancia por el fascismo se muestra constantemente en los perso­najes infantiles de Martínez Menchén. El título de uno de los conjuntos de estos relatos (Una inf.ancia perdida) no deja lugar a ninguna duda sobre las intencio­nes del autor. Desnudos de todo aquello que los define como niños, estos seres vagan por un mundo sin ilusión ningu­na. A veces, se produce un milagro y un destello de luz atraviesa las tinieblas de la existencia cotidiana. Tal es el caso del perro invisible que alumbra las esperan­zas del chico cuya madre está enferma (Fosco). En otras ocasiones, el o la prota­gonista tratará de enfrentarse con sus propios medios a esta realidad oprimen­te, escapar del mundo que le rodea e ini­ciar así su aventura. Luis lo intentará en Fin de trayecto. Pero su destino será aún más amargo que el de Lazarillo. Porque si éste acepta cínicamente vender a su mujer por dos mendrugos de pan, Luisito es consciente de su derrota y tan sólo le queda envidiar la libertad de los humildes grajos que revolotean sobre su prisión. Con diferentes pretextos argu­mentales estos niños reflejan la realidad de la pósguerra española vivida por el niño Antonio Martínez Menchén en Segovia. Son experiencias vi tales pro­pias o las de seres muy allegados. A veces, de los susurros de los mayores el niño ha entresacado que otro muchacho del mismo barrio ha quedado huérfano porque su padre ha sido asesinado o su madre ha fallecido como consecuencia de los años del hambre; en otras ocasio­nes, la imagen será una carita triste aplastada contra los cristales; o bien algo que se contaba como un secreto en

35

Page 36: REVISTA 121

36 Las narraciones de Antonio Martínez Menchén REPÚBLICA DE LAS LETRAS l21

la pandilla del barrio.. . Cualquiera de estas vivencias más o menos fugaces se convertirá en materia literaria, en criatu­ra novelesca. Pero todas comunicarán al lector que son la misma imagen con dis­tin tos atuendos o en diferentes misiones.

IN QUISIDORES

Este cuento aborda dos temas rele­vantes en la obra de Martínez Menchén:

- La entrega por parte del fascismo triunfante de la enseñanza a la iglesia cató­lica, destruyendo la labor desarrollada por la República. En contra de una ense­ñanza establecida sobre bases de investi­gación y razonamiento, postulados segui­dos por la Institución Libre de Enseñanza, en la España franquista se instauró el nacional catolicismo, un fundamentalismo que aún persiste mediante la enseñanza de religión en las escuelas públicas y capillas católicas en tmiversidades es tatales

- Su primer mandamiento era la represión inquisitorial (obsérvese el título de este relato que también sirve como lema para todos los relatos del libro). Es ta represión primero se dirigiría hacia los docentes, maestros y catedráticos fusila-

dos o depurados por el Régimen. Des­pués, sería el pan nuestro de cada día en las aulas sustituyendo el razonamiento por el dogma.

Para desarrollar estos temas, el autor emplea una serie de recursos narrativos y estilísticos:

1. Comienza con una parodia del lenguaje franquista -retórica aparente­mente brillante para ocultar misérrimas condiciones de vida- unido a un sintag­ma de claras evocaciones evangélicas. Es el fascismo teocrático, la España de cuartel sacristía devota de Frascuelo y de María: "En aquel tiempo la tierra era rica en boniato y abundante en chicha­rro el vinoso ponto .. . ".

2. El rela to se completa con otros ele­mentos que contribuyen a acentuar el enfrentamiento entre los propósitos oscurantis tas de la teocracia y las ansias vitales de los escolares: la primavera a

. punto de llegar, como a ellos, la puber­tad; las referencias a la Isla del Coral como paraíso donde se refugian sus ilu­siones; la posibilidad de una hora de asueto por ausencia del profesor. .. Todo se verá truncado por la irrupción del predicador faná tico ...

Page 37: REVISTA 121

REPÚBLICA DE LAS LETRASUl Jesús Felipe Martínez

3. A continuación vendrá una nota­ble pieza de la retórica eclesiástica, cuya finalidad suprema consiste en anular la capacidad de razonamiento del contra­rio, paralizándole mediante el terror.

4. El método parece haber triunfado con la pira a la que los chicos condenan a las lecturas supuestamente pecaminosas. Sin embargo, conforme se va desarrollan­do el Auto de Fe, el fin va siendo absor­bido por el instrumento. El autor se vale para ello, y como contrapunto, de sus lecturas infantiles favoritas: los cuentos de Guillermo. Está claro que lo que en los proscritos era un acto de liberación infan­til de homenaje a los pieles rojas aquí se ha mudado en una hoguera inquisitorial, si bien los últimos propósitos de los fun­damentalistas se han trocado, puesto que el instinto lúdico de la infancia vence al terror y, además, a la hoguera, tras el escrutinio de las queridas novelas juve­niles, van a parar libros que no sería pre­cisamente los que los informadores del Santo Oficio hubiesen mandado al Auto de Fe, porque la danza guerrera en torno al fuego también exige sus tributos.

ANIBAL Y ESCIPIÓN (Publicado en 1992, en el libro de relatos Una infancia perdida.)

El marco es otra vez el de la escuela nacional-católica. Sin embargo, la es­tructura lineal del relato anterior ahora adop ta la forma llamada in media res.

El escritor comienza el relato en 3. a

persona con una anécdota intrascen­dente, casi vulgar: dos primos comiendo un cordero asado en un mesón de un pueblo castellano, mientras comentan el suspenso del protagonista en unas opo­siciones a cátedra de universidad q~e impide disfrutar la comida al fracasado .

Este introito aparentemente insus­tancial tendrá su significado posterior-

mente al relacionarlo con la educación recibida. Pero volvamos al texto.

Tras el sueño durante el viaje en el coche, su pensamiento vuelve al colegio de la infancia donde le lleva el primo. A partir de aquí se van encadenando los dos relatos: el de los dos primos llegan­do al colegio en los años 80 del siglo pasado y el de ambos en su etapa esco­lar, treinta · años _antes. La narración va saltando de un tiempo a otro, de unos hechos y personajes a otros, a partir de las asociaciones del protagonista, de la evocaciones del pasado provocadas por la vista de las dependencias y muebles del colegios y por las reminiscencias de sonidos y olores. ' La persistencia de los olores en el recuerdo es algo que utili­za con bastante frecuencia Antonio Martínez Menchén en sus obras. En el caso presente es el olor a berza y a humedad, símbolo de la miserable y triste existencia de los españoles en la España franquista .

La presentación al anciano sacerdo­te lleva al núcleo de la acción. El prota­gonista, Pedro Salguero, era de niño Escipión en ese particular sistema peda­gógico de los padres claretianos, que significa la competitividad llevada a su máximo grado. Y como aún no se ha apagado el eco de los cañonazos de la guerra recién terminada, y tal contien­da no puede utilizarse porque fue una Cruzada en la que indefectiblemente el vencedor sería el Caudillo designado por Dios, los padres profesores retroce­den a la antigüedad para buscar el con­flicto entre cartagineses y romanos. Aquí sí que puede haber dos generales -Aníbal y Escipión- que se enfrenten despiadadamente durante los primeros años del bachillerato representando a los bandos en que se ha dividido la clase -otra vez el fantasma de la guerra civil disfrazado- y trocando lanzas y

37

Page 38: REVISTA 121

38 Las narraciones de Antonio Martínez Menchén REPÚBLICA DE LAS LETRASl2l

espadas por conocimientos. Conoci­mientos que tienen su principio y fin en la facultad que es el alfa y omega de toda la pedagogía del momento: la memoria, tan útil para las respuestas como inútil para las preguntas.

El sistema de los frailes ha conse­guido un objetivo: que la rivalidad de los dos protagonistas se transforme en odio que se mantendrá durante el resto de su vida académica sin necesidad ya de enfrentamientos pueriles. Como diría Alberti al hablar del Guernika de Picasso, el. juego ya es un juego explo­sivo.

Y, como no podía ser menos, el con­trincante de Escipión aparece en escena treinta años después. Aunque indirecta­mente, ya que el primo dará cuenta del fracaso vital de su contrincante, un fra­caso que culmina en el suicidio. El pro­tagonista esboza una sonrisa triunfal.

Es la sonrisa de los vencedores ante la aniquilación del enemigo, esa aniqui­lación sistemática de los republicanos­cartagineses que aún continua bajo la mueca de Escipión que murmura: vae victis!

PARTIDA AL ATARDECER

Construido en tercera persona, el relato se centra en otro enfrentamiento, en este caso una partida de ajedrez entre un anciano sacerdote y un niño.

Las connotaciones del ajedrez con la guerra -y con la muerte- son tan evi­dentes que no necesitan muchos comen­tario: son dos ejércitos que se enfrentan hasta buscar la total aniquilación del contrario expresada en la muerte del rey: jaque mate. Para ello se valen de unos ejércitos perfectamente organiza­dos: infantería (peones), caballería, ofi­ciales (alférez-alfiles), alférez mayor o general (reina) y fortificaciones (torres).

Nada, pues, más adecuado que este juego .para expresar el enfrentamiento entre los símbolos de la España domi­nante y la dominada. La figura del imponente sacerdote acostumbrado a mandar y a ser obedecido se completa con el símbolo arquitectónico del poder, la torre de la catedral segoviana; frente a ellos encontramos a este niño a quien, desde pequeño, han matado sus ilusio­nes (jugar al fútbol con sus amigos) para enseñarle a obedecer sin replicar, a ple­garse a los caprichos de quienes les han derrotado en la otra guerra y tienen la sartén por el mago y el mango también. Como pago, el opulento sacerdote le dará unas migajas de comida que com­pleten la bazofia alimenticia que en el Auxilio Social recogen los rojos. Y tam­bién como cierto runrún de la conciencia del ajedrecista tonsurado al recordar que no movió un dedo para evitar el asesinato de su amigo, contrincante en el juego y padre de este niño que termi­na la merienda antes de enfrentarse a un ritual tal vez menos cruento que el de la misa que oficia cada día. Durante toda la partida los remordimientos del sacer- ' dote se irán sumando a las ansias por ganar.

Estas son las condiciones bajo las cuales se desarrollará la fiera y desigual batalla: la partida al atardecer (a la muerte de la tarde).

Y estas son las condiciones en las que un menguado e insignificante David -representante de todo un pueblo reducido casi a la nada- ha de enfren­tarse a un imponente Goliat quien, aun­qü.e pacífico y humanitario, representa a quienes están habituados a aniquilar al contrario de un soplamocos. De nue­vo las contradicciones irán horadando la resistencia del sacerdote, cuyas mues­tras de debilidad se acrecentarán con­forme avance la partida.

Page 39: REVISTA 121

REPÚBLICA DE LAS LETRASUI Jesús Felipe Martínez

La presentación de los contrincantes y de las circunstancias en las que se va a desarrollar el conflicto va siendo comple­tada por otros elementos ambientales que contribuyen a acentuar la tensión dramáti­ca: la voz chillona y nerviosa del sacerdo­te, el repicar de las campanas, los gritos de los vencejos y de los niños que juegan en la plaza como contrapunto a quien debe enfrentarse a uno de los verdugos de su padre, el monótono tic-tac del reloj, la muerte del verano ... Y, sobre todo, el magistral proceso p~ualelo entre los sínto­mas de derrota en el tablero, el deterioro de la salud del cura y la venganza del niño que no perdona (ofrece tablas) al símbolo de los verdugos de su padre, por más que se disfrace con la piel de cordero. Sólo hay una solución: jaque mate.

Sinceramente creo que sólo conozco un relato en el que la tensión de los juga­dores de una partida de ajedrez, aparen­temente insignificante pero de trascen­dencia vital, se meta tan intensamente en el lector. Me refiero a El jugador de aje­drez de Stefan Zweig. También allí los antagonistas se jugaban futuro esperan­zador contra reciente y ominoso pasado.

FANTASÍAS LITERARIAS

En el acto de presentación de este libro ya mencionado, su autor aclaraba al papel de la llamada metaliteratura en su obra. Entre otras cosas. Decía: "Entre los rasgos que caracterizan a las obras literarias de la posmodernidad uno de los más destacados es lo metaliterario. En una crítica de mi novela Patria J us­ticia y pan, el profesor Eugenio Suárez Galbán señalaba éste como uno de sus rasgos, y no solo porque uno de sus per­sonajes y su peripecia está tomado de Misericordia, sino porque cito en mi no­vela esta"obra de Galdós y porque el esti­lo y el lenguaje es intencionadamente galdosiano. Pero si esto puede ser discu­tible y si además de en esta novela en otras mías se pueden bucear motivos metaliterarios, lo que es indiscutible es que casi treinta años antes de que se pusiera de moda, yo hice en es te cuento un ejercicio de los más completos que se han hecho de metaliteratura. Empe­zando por el título, que esta tomado de un título de Maupassant; porque hago de este personaje real un personaje lite-

39

Page 40: REVISTA 121

40 Las narraciones de Antonio Martínez Menchén REPÚBLICA DE LAS LETRAS121

rario de mi cuento; porque un personaje creado por Maupassant para su cuento yo a mi vez le hago un protagonista del mío, dándole unos rasgos propios, y el personaje real y el literario dentro de mi relato se igualan convirtiéndose ambos en personajes de ficción; porque mien­tras desarrollo mi relato voy desarrollan­do también el del gran escritor francés, utilizando con cierta frecuencia algunas de sus frases y porque sobre el relato de Maupassant voy tejiendo mi propio relato que es una fantasía sobre lo que inspiró al escritor galo su relato, de cuál fue su proceso creador, para acabar en una coda donde el autor francés y el per­sonaje . de su cuento comparten al final un mismo destino: el manicomio. Ahora bien si este cuento escrito, repito, casi treinta años antes de la moda de la meta­literatura no es urla muestra acabada de la misma, que venga Dios y lo vea".

Además del rela to ¿ Quién sabe?, ya comentado por el autor, en esta antolo­gía encontramos otros dos:

Triángulo (Publicado en febrero de 1971 en Papeles de Sor Armadán, luego en

Inquisidores)

Se trata de un cuento de es tructura circular y protagonista femenina. Ade­más de las referencias a Po e, el rela to me parece que desarrolla un viejo mito, el de Pigmalión y Galatea, utili zado por la literatura de diferentes épocas y aun por el cine, véase, por ejemplo, My Fair Lady. .

En este caso, la narradora va fundien­do dos experiencias: la de lo que pudo haber sido y no fue (el novio muerto antes de que su amor se materializara) y la rea­lidad deprimente de su actual marido.

Page 41: REVISTA 121

REPÚBLICA DE LAS LETRASUl Jesús Felipe Martínez

Con el cuerpo de su marido y los recuerdos más o menos idealizados del canon amoroso nuestra Pigmalión irá construyendo su Galatea. La tosquedad del macho posesivo y dominante llama­do Javier que le ha sido asignado como marido, irá siendo paulatinamente des­brozada de su rudeza y tallada con las remembranzas de ese Nito que se suici­dó porque ella no supo valorar la deli­cadeza que se escondía tras la costra de timidez, ni los rasgos poéticos que ella confundía con amaneramiento. Pero el conocimiento del varón en toda su pri­mitiva brutalidad ha servido de catarsis para que transforme el barro grosero del matrimonio en el ideal amoroso. Y la ilusión se hizo carne.

He aquí el triángulo amoroso más frecuente y creo que nunca tan sutil­mente narrado.

Del seto de Oriente

También tomo la voz del autor para comentar este cuento. Transcribo las pala­bras de Antonio Martínez Menchén en el Epílogo a los relatos que bajo el título de Del seto de Oriente y otros relatos fantásticos publicó la editorial Edelvives en 1988:

"Del seto de Oriente es un cuento que escribí ha.ce ya bastantes años, y que me inspiró la lectura de un libro sobre arte y cultura china. Del seto de Oriente es pre­cisamente el título de uno de los más célebres poemas chinos, debido al gran poeta Tao-Ch'en, que vivió en el último tercio del siglo IV y primero del siglo V, en la época de los tres reinos. El poema se convirtió en motivo tópico del arte y de la decoración china, y más tarde japonesa: unos crisantemos, a veces sujetos a una tabla de bambú, frecuente­mente acompañados de una pareja de pájaros o mariposas. Yo quise que este

41

Page 42: REVISTA 121

42 Las narraciones de Antonio Martínez Menchén REPÚBLICA DE LAS LETRAS121

motivo tópico sirviese de títUlo a mi relato .

Al estudiar la dinastía T'ang, el libro al que me refiero narraba una leyenda del pintor Wu-Tao-Tse. No voy a referir ahora la leyenda, ya que reventaría el cuento. Sí quiero decir que, bastantes años después de que yo escribiese este cuento, leí otro de Marguerite Yourcer­nar que recogía la misma leyenda. Los dos rela tos, con independencia del punto común de la leyenda, son total­mente distintos. Youcernar no refiere el suceso a Wu-Tao-Tse, sino a un pintor anterior y dice que se trata de una leyen­da taoísta. Esto demuestra que las leyendas no tienen tiempo ni religión exclusivos. Yo sitúo la leyenda en la monarquía T'ang, y me inspiro también en una extraordinaria película del gran director japonés Mizoguchi, La Empe­ratriz Yang-Kwei-Fei, para realizar mi cuento. Y no es el espíritu de Tao, sino el del budismo -floreciente en la China de la época T'ang- el que resulta en él pre­dominante. Son los conceptos de la renuncia y la vida como ilusión -maya­los que animan el relato. Y ese suave aire de melancolía otoñal que inspiran los p aisajes de la pintura china. Al menos, esa fue mi intención al escribirlo. No sé si esa intención se logró".

INSTANT ÁNEAS

En las instantáneas recogidas en la presente antología, encontraremos algu­nos de los temas recurrentemente trata­dos por el autor. El de la soledad en la vejez, presente en la pobre vecina que se consume como una pavesa (La vecina) o en el anciano enloquecido por la muerte de su hija hace ya muchos años (En el descansillo); el de los seres embrutecidos por una dictadura capaz de violar a los seres más indefensos para convertirlos

en mercancías (La iniciación) o de cas­trarlos literalmente (Serapio).

Creo que la presencia de tres rela tos dedicados en esta antología a la Guerra Civil puede ser engañosa respecto a la importancia que dicho conflicto bélico tiene en la totalidad de la obra de Antonio Martínez Menchén. Porque si la inmediata y ominosa posguerra, con sal­tos temporales, es el telón de fondo tan­to de numerosas obras para adultos como para jóvenes6

, la guerra propia­mente dicha tiene una presencia menos directa. Desde luego, nunca encontrare­mos en las obras de este autor hazañas bélicas o descripciones de combates, sino las terribles consecuencias de la contienda para el país y, sobre todo, para el ser humano.

Así ocurre en las tres instantáneas que nos ocupan. Una de ellas hará refe­rencia a un tema que todavía sigue can­dente porque muchos de los verdugos o ayudantes de verdugos todavía viven y quieren echar tierra sobre sus fechorías como antes la echaron sobre sus vícti­mas: la feroz represión llevada a cabo por los secuaces franquistas. Cuando vuelva papá está construida como un cuento infantil, buscando una de las funciones que Bettelheim atribuye a esta clase de relatos: la de ayudar al niño a superar sus inquietudes y terrores. A pesar. de su final dramá tico, las o tras dos instantáneas (El alemán, La nieve) constituyen hálitos de esperanza sobre la capacidad del ser humano de conser­var rasgos de humanidad aun en las cir­cunstancias más adversas. Frente al homo homini Jupus se poetiza el homo homini homo.

• Entre las 'prim~ras señalo Inquisidores, Pro patria morz, Una mfancla perdida, La edad de hierro, Patria justicia y pan, mientras que dirigidas también él

un público juvenil destaca la trilogía englobada en La plazuela de San Justo .

Page 43: REVISTA 121

Fernando Martínez Laínez y el thriller Los libros de plomo

Con motivo de la publicación de la última novela del escritor Fernando Martínez Laínez (Barcelona, 1941), Los libros de plomo, hemos hablado con él de su libro y de uno de los géneros domi­nantes en la narrativa actual, el thriller, en el que se inscribe esta obra. Martínez Laínez lo define como un "metagénero", algo que se cumple en Los libros de plomo donde se engloba a la novela negro­policiaca, la de espías, aventuras e his­tórica. Géneros todos ellos que Fer­nando Martínez Laínez conoce a la per­fección, pues fue uno de los iniciadores de la moderna novela negra española con Carne de trueque (1977). Pero tam­bién ha publicado biografías, ensayos,

LUIS BARCA

libros de viaje, novelas juveniles e his­tóricas. ASÍ, entre otros premios, ha obtenido el V Premio Algaba de Investigación Histórica con un libro sobre los guerrilleros españoles en la Guerra de la Independencia de 1808 a 1814, titulado Como lobos hambrientos. Y en dos ocasiones consiguió el Premio Rodolfo Walsh a la mejor obra de no-fic­ción otorgado por la Semana Negra de Gijón y la Asociación Internacional de Escritores Policiacos, y el Premio Gran­des Viajeros de Ediciones B por Tras los pasos de Drácula.

-¿Como escritor de larga trayectoria en diferentes géneros qué significa esta obra en tu carrera?

Page 44: REVISTA 121

44 Fernando Martínez Laínez y el thriller REPÚBLICA DE LAS LETRASUI

-En el aspecto literario personal, la novela Los Libros de Plomo es un preme­ditado homenaje a los géneros que más me han interesado desde los tiempos de lectura juvenil: la novela negro-policia­ca, la novela de espías, la novela de aventuras y la novela histórica. Lo que he tratado es de fundir estos géneros en el marco del thriller, que es una especie de metagénero capaz de englobar y trascender historias de contenido muy diferenciado, de acuerdo a sus propias reglas, que básicamente se reducen a dos: el protagonismo épico y la conspi­ración. Del choque entre ambos surgirá la trama.

- ¿ Qué tiene que tener para ti una nove­la de acción o intriga para que atrape al lec­tor?

- La tensión es un elemento funda­mental, pero no es el único, ni mucho menos. Un buen thriller (palabra que viene del inglés "taladrar", "estreme­cer") es aquel en el que los valores lite­rarios predominan sobre el "suspense"; aquel que puede leerse por el puro pla­cer de su lectura aunque sepamos de antemano el desenlace. La novela de ac­ción contemporánea es la hija realista de la novela de aventuras romántica, y trata de intensificar la intriga como mecanismo de atención lectora, pero el ingrediente del misterio puede ser secundario en un thriller de calidad. Lo que nunca pueden faltar son los perso­najes bien construidos, porque toda la trama fluye a través de ellos.

-¿Tienes alglÍn modelo a la hom de pen­sar y escribir un thriller?

-Por citar solo tres: El nombre de la rosa, de Umberto Eco; Chacal, de Fortsyth y El tesoro de Sierra Madre, de B. Traven. A mi juicio, son tres obras maes­tras en su género. Con ellas, además, sus autores alcanzaron una cota litera­ria que ya no volverían a lograr.

-¿Piensas en el lector al escribir tus novelas? .

-Inconscientemente, aunque algu­nos pretendan negarlo, todo aquel que escribe piensa en el lector. La escritura, en última instancia, es una forma de comunicación, y comunicarse exige siempre hablar de "otros". Una cuestión diferente es sacrificar la propia autenti­cidad en aras de ese colectivo invisible que es el lector, halagando sus pretendi­dos gustos, dictados por la moda, para que nos compre el libro. A mí me gusta escribir novelas que lea el mayor núme­ro posible de gente, pero cuando escri­bo intento no dejarme influir por lo que el lector pueda pensar.

-Por la trama de la novela, ¿ crees más peligroso el iluminismo ca tastrojista, por llamarlo de algún modo, o las bombas nucleares portátiles?

-Vivimos en un mundo bastante miserable y profundamente injusto, donde dos terceras partes de la Huma­nidad apenas disponen de lo más ele­mental para sobrevivir. La miseria en muchos casos no es solo material sino moral, de ausencia de valores sólidos y convicciones. Este tipo de miseria , ade­más, está más acentuada quizá en esa parte rica del mundo que llamamos Occidente, un concepto que se está degradando a pasos agigantados. El iluminismo no deja de ser una salida para los "condenados de la tierra ", aquellos que no tienen nada o muy poco que perder, y que esperan una vida mejor en el más allá o en un fu tu­ro distante. En el fondo es un concepto cristiano. Tan.to eso, como las "bombas nucleares portátiles" representan visio­nes apocalípticas de grupos profunda­mente insatisfechos con el statu qua actual, pero no podemos olvidar que el verdadero terror nuclear está en manos de unos pocos Estados, que por nad a

Page 45: REVISTA 121

REPÚBLICA DE LAS LETRASUI Luis Barga

del mundo están dispuestos a dejarse arrebatar esa fuerza que consideran exclusiva.

- ¿ Cuánto tiene de realidad tu novela Los libros de plomo, teniendo en cuenta que el capítulo de la maleta con material nuclear fue verdadero?

-Mi novela es una ficción, es una historia inventada, aunque el trasfondo y la ambientación sean realistas y dejen asomar la crítica a una situación históri­ca marcada por la confrontación de fuerzas e intereses, como ha sido siem­pre. Tengo que decir que de los perso­najes de la novela hay uno extraído totalmente de la realidad. Se trata de Graciana, la sacerdotisa del Sacro­monte, y está inspirado en una vidente de origen asirio que conocí y entrevisté en Moscú durante el tiempo que estuve trabajando de periodista en la antigua Unión Soviética. El personaje real se lla­maba Dyuna y era una mujer muy atractiva, de mirada hipnótica, que debía de tener algún poder especial intangible en su interior porque el KGB iba a buscarla a su casa para llevarla al Kremlin cada vez que Breshniev, el mandamás de la URSS, que estaba muy enfermo del corazón, sufría un ataque cardiaco. .

-¿ Qué simbología guarda el plomo con los moriscos?

-Los libros de plomo suponían una esperanza para los moriscos de Gra­nada, sobre todo para el estamento de la nobleza morisca. Con ellos se inten­taba reconstruir puentes entre el cris­tianismo y el islam. Se trataba de una falsificación bien urdida, producto de la desesperación de la población moris­ca ante su inminente expulsión de España, que pretendía vincular al pue­blo árabe con los orígenes del Cristianismo en España y dignificar de paso la lengua árabe, la principal seña

de identidad del pueblo morisco, prác­ticamente proscrita.

- ¿ Crees que el terrorismo islamista ha sustituido en algún modo al terrorismo de ETA?

-Son dos problemas distintos, que en principio solo tienen en común la amenaza y el fanatismo. En un caso, el fundamento original es una visión radi­cal y casi desesperada del islam; en el otro, se trata de un movimiento separa­tista sustentado en el odio irracional a España y a todo lo español. Aquí y ahora, en este país, el terrorismo de ETA es mucho más peligroso porque atenta contra la existencia misma de la idea de España.

- ¿Por qué has elegido Granada como uno de los ejes geográficos centrales de tu novela?

-Porque la considero un marco idó­neo para cualquier historia de misterio o suspense. Es una ciudad única en Europa, con una Casbah (el Albaicín) instalada en pleno corazón urbano y que se ha mantenido prácticamente igual desde hace siglos. Granada tiene una atmósfera especial, rodeada de pai­sajes fantásticos y repleta de callejones, plazoletas, cuestas, rincones y pasadi­zos, con gentes de procedencia muy diversa, que la convierten en un escena­rio "negro" ~deal. No me explico por qué el cine apenas ha explotado esta mina, que está ahí esperando ser utilizada. Espero que en el futuro lo haga.

- ¿ Está en condiciones el CNI de hacer frente a la amenaza del terrorismo islamista ?

-Lo ignoro, pero confío en que así sea. Lo que sí sabemos es que en los últimos tiempos, sobre todo a partir del ll-M, el CNI ha aumentado bastante los recursos, tanto económicos como huma­nos, para neutralizar esta amenaza. También hay muchos más estudios aca­démicos que antes en torno al isla mis-

45

Page 46: REVISTA 121

46 Fernando Martínez LaÍnez y el thriller REPÚBLICA DE LAS LETRASl21

mo radical, algunos de ellos impartidos, precisamente, en la Universidad de Granada .

- ¿Cómo definirías a los agentes del CN! protagonistas de la novela?

-Hay dos protagonistas del CNI en Los libros de plomo: Héctor Medina y Berta Santana. Son personajes épicos que se entregan a la acción como una forma de ahuyentar sus propios fantas­mas. Los dos arrastran un pasado tor­tuoso que en un momento de sus vidas estuvo a punto de destruirles, y del que se liberan recurriendo a la acción como una tabla de salvación existencial. En la vorágine que les envuelve dan de sí lo mejor que llevan dentro, pero están las­trados por sus recuerdos que, sobre todo el caso de Medina, salen a flote con frecuencia y son como cicatrices imbo­rrables.

-¿ Los libros de plomo puede ser considerada una novela de espionaje o poli­cial?

-Como ya he dicho, la novela funde géneros d iversos, entre ellos el que pudiéramos calificar de policiaco-ne­gro . Ahí se hacía necesaria la aparición de u na his toria criminal en la que hubiera intervención p olicial. El comi­sario Alejandro Ayala, que es o tro de los protagonistas de la novela, cumple ese papel.

-En tu libro hay tres tramas interrela­cionadas, ¿ crees que ello refuerza la aten­ción del lector?

-Creo que sí. Eso implica un cambio de atmósfera y personajes que intensifi­ca la intriga y agiliza la es tructura de la novela, aunque hace más d ifícil el desenlace y se corre el riesgo de dejar algún cabo suelto, lo cual tampoco con­sidero muy importante si el resto de la novela funciona. La vida real y los suce­sos criminales cotidianos están repletos de cabos sueltos.

-En tu novela haces mención a la actualidad política española, ¿ cómo ves el momento actual?

-Bastante malo y con un futuro muy incierto. España es como un barco que navega en zig-zag sin rumbo fijo.

- También mencionas las prejubilacio­nes, ¿crees que es una medida saludable?

-No existe respuesta única para eso. Depende del momento, el tipo de traba­jo y otros factores de carácter social. Lo ideal sería que las prejubilaciones sir­vieran para favorecer el empleo y el ascenso laboral de gente más joven y preparada, no para "adelgazar" empre­sas y dejar mayores ganancias en los bolsillos de quienes ya tienen muchas .

-Tu anterior obra, Banderas lejanas, no era una obra de ficción , y al haber prac­ticado numerosos géneros, ¿en qué te basas para elegir uno u otro?, ¿en cuál te sientes más cómodo?

-En mi caso siempre es el tema el que determina el género. Cuando me decido a contar una historia, sea inven­tada o de no-ficción, es cuando elijo el marco genérico, la clave en la que quie­ro contarla. Esto me hace cambiar con frecuencia de registro literario, y esa varied ad me gus ta. Siempre he tra tado de no repetirme, ni en las tramas ni en los géneros . La repetición -decía Freud­es la muerte.

- ¿ Qué tipo de novela te gusta más y por qué?

- El tipo de novela de acción que, además de es tar bien escrita, te haga reflexionar y tra te de mostrar el lado "B" de la política como ejercicio de cinismo y engaño autocomplaciente donde se juega el poder real, ese que la mayoría de los medios oculta. En este sentido, Le Carré sigue siendo un a u tén tico maes tro, y también otros nombres como el escocés Ian Ran kin, el italiano Giancarlo de Cataldo o el sueco Leif

Page 47: REVISTA 121

REPÚBLICA DE LAS LETRASUl Luis Barga

Pearsson, con su tri­logía sobre el declive del Estado de bienes­tar, que encabeza con una frase genial: "El mejor informador es aquel que no entien­de el significado de lo que explica" .

- ¿ Tu experiencia profesional como perio­dis ta , en qué te ha beneficiado para la escritura de tus nove­las?

-Sobre todo en la posibilidad de aumentar la visión del mundo y poder conocer y entrevistar a una fauna humana muy variada, en una época en que el periodismo estaba en expansión y significaba más que ahora, cuando la información, con fre­cuencia, solo es una mercancía regida por las leyes de la mercadotecnia, con el peso añadido de la tri vialización del valor de la palabra escrita. El periodis­mo supone un tipo de experiencia gene­ral acelerada muy difícil de obtener con otras profesiones. Sin duda, ha condi­cionado también mi técnica de trabajo, tanto en lo narrativo como en los aspec­tos documentales y el acercamiento a la realidad que, en definitiva, es la materia prima de la que extraigo mis historias.

-¿ Qué similitudes y diferencias hay entre la novela y el reportaje?

-La novela y el buen reportaje son ramas del mismo tronco y pueden lle­gar a confundirse en lo literario, como demuestra el ejemplo reciente del perio­dista polaco Ryszard Kapúscinski, que hubiera merecido de sobra el premio Nobel de literatura . En cuanto a las diferencias, veo fundamentalmente dos:

el enfoque y la dependencia colecti­va. Una novela es una elaboración soli­taria, que no requiere más contacto con la realidad que el re­cuerdo individual o la imaginación en el mómento de escribir­la. Pero para escribir un reportaje, el perio­dista siempre depen­de de otros, necesita de las informaciones, op iniones y declara­ciones de o tros. En este sentido, un re­portaje es siempre una obra colectiva,

aunque al final solo lo firme una perso­na. En cuanto al enfoque, es obvio que el reportaje trabaja siempre con el mate­rial de la realidad de un momento d ado, aunque el periodista pueda fa ntasear o distorsionar algunos elementos de esa realidad, según Sl1 criterio subjetivo. En la novela, la materia real vinculada a la realidad no es necesaria . Uno puede inventarse perfectamente una historia con personajes imaginados, si tuada en un espacio-tiempo ajeno por comple to a la experiencia vital del autor. La novela, en última instancia, siempre es una reflexión interior.

-¿Qué es lo que te impulsa a escribir? -La inquietud y el deseo de comuni-

car. Quizá la escritura no sea más que el deseo de hacerse oír en un mundo dis­cordante y embarullado, con un discur-

. so cada vez más uniforme y manipula­do por los grandes poderes de la tierra. En lo que a mi respecta, la escritura es como una atmósfera na tural, necesito escribir y me siento peor cuando no lo hago.

47

Page 48: REVISTA 121
Page 49: REVISTA 121

La verdad de las mentiras

Aquella novela pop, Yo maté a Kennedy, de Manuel V ázquez Montal­bán fue una suerte de pistoletazo de salida para una renovación del género policial en España. Por aquellos años comenzaron a publicar los pioneros del thriller, una nueva generación que incorporó a la narrativa española del género los elementos más duros de la tradición norteamericana, del giallo ita­liano y del polar francés. Fernando Martínez Laínez fue uno de aquellos renovadores y Carne de trueque, editada en 1977, una de las novelas más cele­bradas en su momento, junto a otras donde incorporó otras tradiciones que le han sido afines por cues tiones profe­sionales, como la ficción política y el relato histórico. Los libros de plomo, su última entrega, viene a ser una suerte de enlace entre todos estos géneros y querencias a las que se añade su ads­cripción a este tipo de novela que ha sido un éxito en los últimos años, donde se combinan elementos tomados del más puro thriller con la ficción de corte histórico trufado de elementos de claro contenido mistérico. En La sonrisa de la Gioconda ese repaso por el nuevo modo lo coronó con éxito. En esta novela redondea aquella incursión.

La novela combina (el autor sabe manejar estos elementos con suma maestría), las referencias políticas de plena actualidad con oscuros presagios

JUAN ÁNGEL JURISTO

sacados de las leyendas históricas, que actúan al modo de la suspensión de la incredulidad que todo lector del género debe cultivar para gozar del mismo con cierto arrobo. Aquí se trata de la sus­tracción de los libros plúmbeos custo­diados en el Sacromonte y que guardan una oscura relación entre los orígenes de los primeros pobladores de la zona y el Apocalipsis de San Juan, con San Cecilia de por medio, tras un terremoto que asola Granada en el año 2010. Este hecho lo pone el autor en referencia con la sacudida de tierra que tuvo lugar en la ciudad en 1588, ocho años antes del descubrimiento de tales manuscritos, y que dio paso a una ola de fervor por Santiago del que se hizo eco el mismo Arias Montano. El énfasis en todos estos artilugios legendarios, trufados de conspiraciones que tienen lugar a lo largo de la historia, lo pone en relación nuestro autor con un planteamiento medianamente serio de nues tro presen­te político, algo que diferencia a es te libro de otros de similar jaez como El Código Da Vinci y sus innúmeros segui­dores, eso sí, trufado de cierto sentido del humor. Lo de la rebelión del Albaicín, debe mucho a la farsa, lo que otorga cierta distancia e ironía, incluso, al supuesto drama político al que el lec­tor asiste.

Lo hermoso de este libro, lo que le aleja de otros similares, es su inteligen-

Page 50: REVISTA 121

50 La verdad de las mentiras REPÚBLICA DE LAS LETRASl2J

cia, su interés en distanciarse del objeto que trata, de un modo un tanto escépti­co, lo que en el plano literario le lleva necesariamente al guiño continuo, a la alusión discreta, secreta. En este senti­do Martínez Laínez está más cerca de las propuestas y resoluciones de un Umberto Eco que de un Dan Brown. Ello se ve claramente en la resolución del caso y en la explicación racional de Zaldívar a Berta achacando los surrea­listas acontecimientos que han mante­nido en jaque a la ciudad a un escape

radiactivo, lo que, en realidad, no explica siquiera, no agota, el placer otorgado al lector cuando ha suspendi­do su incredulidad en las trescientas páginas anteriores. Sabemos, y el autor parece decírnoslo con un susurro, que la representación mágica ha terminado, porque todo tiene un fin, pero que en realidad podemos seguir imaginando. Lo de la radiactividad es casi una excu­sa para seguir sobreviviendo hasta la siguiente ficción. Porque de esto se trata .

Page 51: REVISTA 121

Los libros de plomo

La convocatoria era el nueve de diciembre de 2010, a las siete y media de la tarde en la librería Es tudio en Escarlata de Madrid; el motivo, la pre­sentación de la novela Los libros de plomo del escritor Fernando Martínez Laínez; el anfitrión, Juan Salvador, para los amigos EscarIa ti; allí nos reunirnos unas treinta personas para escuchar a Raúl Guerra Garrido y Eric Frattini, que presentaban la novela . Entre el público, escritores; críticos y algún edi­tor. El acto fue divertido, chispeante y, pese a su duración (casi hora y media), cor to. Martínez Laínez nos habló de su libro, de sus viajes (ay, aquella adivina de Moscú que hacía levitar los objetos) y su visión de la vida ("En tiempos de crisis, los sinvergüenzas hacen su agos­to", vino a decir, algo de lo que tra ta su novela); Guerra Garrido, de la novela de intriga, recomendando encarecida­mente ésta; Frat tini, de lo que quiso . Tras la presentación, compré el libro (que algún desaprensivo me acabó bir­lando con la excusa de un préstamo: para que te fíes de los amigos) y llega­ron las copas, el bar, los pinchos y la polémica. Debo declarar que leo con placer a Raúl Guerra Garrido (La carta es una de las mejores novelas que se han escrito nunca sobre ETA) pero estoy atento a la hora de pagar pues, a veces, se le olvida; debo confesar que no he leído nada de Frattini ni me inte-

JOSÉ LUIS GRACIA MOSTEO

resan los libros de supermercado, eso­terismo y cuentos chinos; debo confe­sar que admiro a Fernando Martínez Laínez.

Fernando Martínez Laínez (Barce­lona, 1941) es un veterano escritor y periodista que ha sido delegado de la agencia EFE en Argentina y otros países, director de programas de Radio Nacional de España, columnista del dia­rio ABe narrador de libros de viajes (ha obtenido el Premio Grandes Viajeros en 2001) y uno de los padres de la novela negra española, aparte de estupendo ensayista especializado en la vida militar y en la novela policiaca (ha conseguido en dos ocasiones el Premio Rodolfo Walsh a la mejor obra de no ficción de la Semana Negra de Gijón) . A él se deben obras como Carne de trueque, Destruyan a Anderson o Se va el caimán, además de Viena, Praga, Budapest, El imperio enterra­do o Tras los pasos de Drácula, en donde estudia el imperio austrohúngaro y la sociedad rumana, en unos ensayos que están entre el libro de viajes, la investi­gación histórica y la reflexión sociológi­ca, además de otras muchas obras donde hace gala de un castellano envidiable; a él se deben, asimismo, libros corno Tercios de España: la infantería legendaria (con José María Sánchez de Toca), Una pica en Flandes y El Gran Capitán: la infan­tería legendaria ... A él se deben estos Libros de plomo, que son de todo menos

Page 52: REVISTA 121

52 Los libros de plomo REPÚBLICA DE LAS LETRAS121

pesados, en donde aúna el género policí­aco, histórico y de aventuras; una nove­la con forma de thriller, pero con mucho, mucho más dentro... Editada por Martínez Roca en la Colección MR Narrativa, con ilustraciones de Carles Salom en el interior, he aquí un tocho que se lee como un librito y que habla de religión y fanatismo, pero también de Granada, la Alhambra, de terrorismo islámico, el CNI o la radiactividad en unos tiempos donde todos estos temas son tremendamente actuales (me pre­gunto si la bruja moscovita no contagió a Fernando) ... Todo, en 448 páginas que se leen como si fueran 40.

El libro comienza de forma prome­tedora: "Quizás la primera señal de que todo iba mal esa noche fue cuando los perros empezaron a aullar. Eran aulli­dos largos, lobunos, heraldos de la des­gracia que su instinto detectaba en las entrañas de la tierra ." ¡Coño, me dije, este Fernando en vez de Martínez debería llamarse Fernando Nostra­damus! ¡Esto parece el terremoto de Japón escrito un año antes! Así que me levanté, me serví una copita de Tawny de Oporto y volví a sumergirme en un argumento que me enganchaba, me enganchaba. ¡Coño, me repetí, este Fernando parece Timothy Leary: esta novela tendría que leerla en una narco­sala! Así que me volví a servir otra copita mientras me zambullía en el año 1588 y me daba de bruces con una extraña caja de metal oculta bajo los cascotes de la torre Turpiana de la cate­dral de Granada; una caja que alberga­ba un pergamino en árabe, latín y cas­tellano; un legajo inoportuno para los tiempos que corrían, unos tiempos muy parecidos a los que vivimos ... ¡Mierda me dije, no soy muy supersticioso, pero con lo que está cayendo en Libia, Afganistán o Irak, este tío debe de ser

del KGB o la CIA, aunque luego refle­xioné que el primero ya no existía, tal vez como yo, que a esas alturas casi me había convertido en un personaje de la novela hechizado por su magia. Así que me volví a sumergir en el libro y el vino, y me topé con aquellos raros libros de plomo que el Vaticano no tardó en declarar falsos ... Menos mal que dos agentes del CNI, Héctor Me­dina y Berta Santana, vinieron en mi ayuda cuando en 2010 fueron roba­dos ... A esas alturas (dos de la madru­gada, los niños durmiendo y "es tand o ya la casa sosegada", que de todo se empapa uno, hasta de misticismo) cogí el libro y miré la solapilla: ahí estaba ese tipo que responde al nombre de Fernando mirando al cielo, con el Mulhacén detrás (seguro que lo era, aunque también podría ser Guada­rrama) y con aire de iluminado. ¡Hostias me dije!, me parece que vaya dejar de beber o leer! De modo que me fui a la cama donde mi mujer dormía plácidamente y dejé el libro en la mesi­lla. Diez minutos después encendía la lámpara . Hasta ahí podíamos llegar: bien está (es un decir) que me privé del Oporto, pero del libro, eso sí que no. Así que me adentré en La Alcazaba que, en ese momento, estaba siendo asaltada con grave riesgo para mi vida. Serían las cinco de la mañana cuando me . reencontré de nuevo con mi yo dudando entre escaparse a Cuba o Santo Domingo, mientras dudaba entre darle las gracias a Martínez Laínez por aquella noche que me había dado o meterle dos sopaRaS por las horas de sueño que me había quitado .

Como soy hombre pacífico, me entregué a un sueño reparador para des­cubrirme apenas dos horas después con ojeras, empanada mental y una extraña sensación de haber vivido y viajado

Page 53: REVISTA 121

REPÚBLICA DE LAS LETRASUl José Luis Gracia Mosteo 53

otras vidas, algo que el periódico y el café se encargaron de ventilar, devol­viéndome a la realidad y contando que la crisis ahondaba. Fue cuando recordé lo que le había oído al autor: "En época de crisis, los extremismos son moneda

corriente. Por eso en mi novela, los libros de plomo simbolizan el/paraíso perdido' que las sectas quieren recuperar" . ¡Dios nos libre!, me dije, mientra cerraba el diario, apagaba la tele y pensaba en el día de zombi que me esperaba.

EMBAJADA A

SAl\'IARCANDA

E¡;él'rlarl,do· v1/lOl'tllle/z _{fLlrte.z

Page 54: REVISTA 121

¿Fue masón Antonio Machado?

Muchos adolescentes de finales de los sesenta nos iniciamos en la poesía con la lectura de los versos de Antonio Machado, antes de que Joan Manuel Serrat popularizara musicalmente sus poemas. En esa etapa es muy posible que la mayoría de quienes dispensába­mos a don Antonio un trato preferencial y hasta reverente no captáramos en varias de sus obras referencias masóni­cas incuestionables. Es el caso de algu­na de sus Nuevas Canciones, publicadas en 1914, o en un largo poema del can­cionero apócrifo de Abel Martín inclui­do en Los Complementarios. En ambos aparece la palabra masón referida a sí mismo.

También cuando Machado dedica a Francisco Giner de los Ríos, -fundador de la Institución Libre de Enseñanza en la que el poeta cursó estudios, un mag­nífico poema con motivo de la muerte en 1915 del introductor del krausismo en nuestro país, la mención expresa a símbolos y términos masónicos como yunques, luz, fra ternidad y talleres queda expuesta con evidencia: Y hacia otra luz más pural partió el hermano de la luz del alba,! del sol de los talleres,! el viejo alegre de la vida santa .

No hay total certidumbre acerca de la pertenencia de Machado a la masone­ría, organización en la que ingresaron renombrados políticos e intelectuales de su tiempo y a la que también perte-

FÉLIX POBLACIÓN

Escritor y periodista

necieron el abuelo y el padre del poeta, según recuerda Ian Gibson en su bio­grafía. Sostiene José A. Garda-Diego que Machado se inició en la Logia Man­tua de Madrid en 1930, perteneciente a la Gran Logia Española. Se basa para ello en el testimonio del historiador gallego Emilio González López, que fue profesor en la City University de Nueva York, y que en 1957 publicó un artículo bajo el título de El sol de la fraternidad en el que da por cierta esa adscripción . Según González López, "Machado no perdió su fe en la fra ternidad ni en los momentos más dolorosos de la Guerra Civil, sino que, por el contrario ( ... ) avivó en él esa fe, pues vio que la Guerra Civil era en gran parte el pro­ducto del odio acumulado en el alma de un pueblo y sembrado por quienes se titulaban patriotas". Sería luego el pro­fesor Joaquín Casalduero quien abun­daría en esa información con un opús­culo publicado en Puerto Rico en 1964 que por su epígrafe no deja lugar a dudas: Machado, poeta, institucionista y masón.

Sesenta años después de la muerte de Antonio Machado en el desolador invierno de su exilio en Colliure en 1939, se celebró en la Casa de Velázquez de Madrid un importante coloquio internacional organizado por la funda­ción que lleva el nombre del poeta y al que asistieron los más reputados espe-

Page 55: REVISTA 121

REPÚBLICA DE LAS LETRASUl Félix Población

cialistas en la vida y obra de don Antonio . Figuraba entre ellos Paul Aubert, que dictó una ponencia titulada Gotas de sangre jacobina: Antonio Machado republicano, en la que asegura, después de haber verificado una minuciosa con­sulta en la base de datos del Centro de Estudios de Historia de la Masonería Española (CEHME) de la Universidad Carlos III, que no hay constancia alguna de que el gran poeta de Campos de Castilla fuera masón.

Es más, lo único que pudo encon­trar Aubert con referencia a esa cuestión es una carta suscrita por el director general de los Servicios Documentales de Salamanca, remitida el18 de diciem­bre de 1957 a sus superiores, en la que se desestima la pertenencia de Antonio Machado a cualquier organización masónica. Dicha entidad, que centralizó la actividad represora durante los años que siguieron al término de la Guerra Civil, derivó después en Archivo General de la Guerra Civil y es en la ac tualidad Centro Documental de la Memoria Histórica, entre cuyos fondos se encuentran los miles de expedientes abiertos por el Tribunal Especial de Represión de la Masonería y el Comunismo (TERMC). El titular de dicho centro en los años cincuenta fue totalmente rotundo en la redacción de su misiva: "Consecuente a su atento escrito del Negociado Segundo y Antecedentes n° 15857, de fecha 11 del actual, relativo a ANTONIO MACHA­DO RUIZ, tengo el honor de participar a V.E. que, hasta la fecha, no han apare­cido antecedentes masónicos del citado individuo".

Curiosamente sí existe un expedien­te del TERMC, el n° 18650, en el que consta el nombre de Antonio Machado -si bien no figura el segundo apellido-, que no se corresponde con los datos aportados por González López y Casalduero, pues el tal Machado perte­necía a la logia La Sagesse, radicada en Barcelona, entre cuya? actas aparece tal nombre en 1934 y 1936 con los cargos de hospitalario y limosnero dentro del cua­dro de dignidades. Hay también otra referencia en la que se da cuenta, el 18 de junio de 1937, de que "como conse­cuencia de los actuales acontecimientos, se retiraron regularmente al abandonar España los siguientes socios: entre los que se citan figura Antonio Machado" . No existen más detalles acerca de la filiación y personalidad del encausado, pero por los cronológicos parece des­prenderse que ese Machado no era el poeta, residente primero en Segovia -donde aseguran los citados autores que fue donde decidió su ingreso en la masonería- y luego en la capital de España.

De lo dicho se desprende, p or lo tanto, que la tesis de Paul Aubert es por el momento la más verosímil y que la adscripción de Antonio Machado a la masonería resulta en la actualidad difí­cilmente demostrable, a pesar de aque­lla sencilla canción escrita por el poeta durante su estancia en Soria, de la que ahora se cumplen cien años, junto a su joven y llorada esposa Leonor: En Santo Domingo, / la misa mayor.! A unque me decían/ hereje y masón,! rezando contigo,! ¡cuanta devoción!

55

Page 56: REVISTA 121
Page 57: REVISTA 121

7.000 gallinas y un camello podría considerarse una obra puente entre el llamado Nuevo Teatro y la posmoderni­dad. Y si bien la puesta en escena de es ta pieza culmina con el optimismo esperanzado que corresponde al mo­mento histórico en que se produce, no es menos cierto que la peripecia argu­mental, al cuestionar por igual las dos opciones en conflic to (pragma tismo y utopía), anuncia ya el inminente desen­canto.

La superposición de estilos (simbo­lismo e hi perrealismo) refuerza el carácter de transición de la pieza y forma parte de la fusión de lenguajes teatrales que Campos acometerá a lo largo de toda su obra. La revisión (o transgresión) de los géneros, junto al empleo recurrente de los signos' no ver-

7.000 gallinas y un camello

JESÚS CAMPOS G ARCÍA

bales, que aquí se apuntan, serán, en lo sucesivo, las señas de identidad de su teatro.

Aunque sus obras nunca son auto­biográficas, su experiencia de granjero y el rodaje en Almería de Lawrence de Arabia (coincidentes en el tiempo) son los mimbres con los que Campos arma­rá la historia que aquí se edita. Y junto al texto, a modo de viñetas, el reportaje fotográfico facilita las claves de la representación. Por otra parte, y para entender mejor la verdadera significa­ción de la pieza, se incluyen el «Cuaderno de bitácora» del autor, los recortes de prensa y el estudio crítico de Julio Huélamo. Materiales que, de un modo u otro, evocan un período en el que, con los ecos del 68 aún presen­tes, se iniciaba la transición política .

Page 58: REVISTA 121

58 7.000 gallinas y un camello REPÚBLICA DE LAS LETRAS121

7.0 GALLINAS YUNCAMELLO

de JESÚS CAMPOS GARCÍA

os 16 ESCÉNIC

~ JUlIT1\ DI J\l1DI\UJCU\ c~ DI: CIIIJ\IRA

Page 59: REVISTA 121

Cuaderno de bitácora de 7.000 gallinas y un camello

(fragmentos)

A comienzos de los 70, que es cuan­do reemprendo mi andadura teatral, los compañeros de más edad ya habían desarrollado algunas estrategias para burlar los controles de la censura (situar la acción en otro tiempo o en otro lugar fueron, sin duda, las más utilizadas); aun así, no sé si por temeridad o por desconocimiento, mis primeras obras las escribo a las claras y sin ningún miramiento. Sobre todo Furor, texto que «merecería» la prohibición unánime de los censores. Aquellos cancerberos que, según he sabido después, elogiaban en sus informes los aspectos formales de la pieza, despotricaban, acto seguido, por los contenidos y, sobre todo, por el des­caro de exponerlos así, sin disimulos.

Con la lección bien aprendida, y teniendo muy presente la tropa de secuaces que tendría que sortear, no ya para su aprobación, sino con el propósi­to de que, además, la premiaran en su certamen más insigne (sea la juventud atenuante de la petulancia), me puse a escribir estas 7.000 gallinas y un camello cuyo cuaderno de bitácora voy a evocar aquí.

Generalmente no es fácil precisar cómo y cuándo se pone en marcha un proceso de creación. Sí recuerdo, aun­que vagamente, que me había impuesto como condición no renunciar al «aquí y ahora», por lo que, descartados los

JESÚS CAMPOS GARCÍA

. camuflajes más habituales, no quedaba más remedio que desarrollar una nueva estrategia comunicativa que resultara confusa para el «facherío » y meridiana para el resto de los mortales. Y en eso estaba cuando vinieron a mi mente los trescientos camellos que quedaron sin destino en Almería al finalizar el rodaje de Lawrence de rabia. (El pasaje para devolverlos a Marruecos era mucho más caro que su precio allí) . Yo había tenido por aquel entonces una granja avícola en esa misma ciudad, y esa coin­cidencia fue, tal vez, el desencadenante de la obra: los camellos - exóticos, deformes, indómitos- y las gallinas -vulgares, clónicas y gregarias- eran un buen binomio de opuestos con los que significar utopía y realidad. Y así fue como me puse en marcha: intuyendo, en parte, a dónde iba, y sin saber ni el cómo ni el porqué.

En cuanto al cómo, pensé que la «obra bien hecha», la carpintería tea tral, el oficio en definitiva, podía ser la car­naza con la que enga tusar a la carcunda para que aceptara el discurso como pro­pio. Los aspectos formales de la obra eran valores que yo no aborrecía y que ellos, al parecer, tenían en gran estima . Corría el riesgo, sí, de naufragar en el costumbrismo así que, para asegurarme de que es to no ocurriera, opté por el hiperrealismo: óptica que, por eleva-

Page 60: REVISTA 121

60 Cuaderno de bitácora de .7.000 gallinas y zm camello REPÚBLICA DE LAS LETRAS121

Page 61: REVISTA 121

REPÚBLICA DE LAS LETRASUJ Jesús Campos García

ción, me pareció la más adecuada; entre otras razones, porque el conocimiento de aquella realidad me aportaba la in­formación necesaria para tratar el tema con la minuciosidad que este estilo requiere. Y así, mi antiguo oficio de granjero -aquel tiempo que yo creía perdido- iba, finalmente, a serme · de gran utilidad en mi nuevo oficio de dra­maturgo .

Una vez intuida la situación, y según me puse a dialogar, fue surgien­do una historia pequeñoburguesa en la que, desde el comienzo, ya se adivina­ban otras tramas secundarias -propicia­das por el entorno suburbial- y otros

planos de lectura con los que, tras su aparente simplicidad, podía alcanzarse una cierta complejidad. Y fue así, poten­ciando los posibles significados de cuanto podía suceder en una granja, como tuve la idea de establecer un dis­curso no verbal al socaire de la obra li te­raria. Tan fácil como trazar dos obras: una básica y evidente -Ja argumental-, y otra, menos concreta, en la que ampliaría los contenidos de la peripecia mediante el empleo de signos no verba­les -signos que atribuiría a la direc­ción-; la primera, para presentarla al premio y someterla después a censura, y la segunda para que «se me ocurriera» durante la puesta en escena.

NOTA FINAL

Hace tiempo decía en un taller que no escribimos solos, que la sociedad en la que vivimos y a la que nos dirigimos escribe con nosotros. A lo que añadiría aquí, que también hace con nosotros la pues ta en escena. Lamentablemente, en este caso, el proceso de creación estuvo tan condicionado por las vicisitudes polí­ticas, que al evocar el cuaderno de bitáco­ra me he visto obligado a reflejar el nava­jeo de la época si quería que se entendie­ra qué era lo que nos movía y hacia dónde nos movíamos. La realidad teatral del momento era tan anodina que podías ver el primer acto en un teatro y el segun­do en el teatro vecino sin advertir que eran obras distintas. Otro hubiera reaccio­nado con Insultos al público, en cambio yo

opté por las «molestias al público». Va en temperamentos. El propósito era incorpo­rar ardores en su teatro digestivo. De ahí esa obsesión por la incomodidad inadver­tida: la luz hiriente sobre los encalados; el brillo, el tintineo de las jaulas; el picoteo, el cacareo de las·gallinas; el olor a granja; la briega constante, e incluso el huevo que no se consiguió, tenían ese sentido. La sociedad a la que iba dirigido este montaje -que pudo ser el último de la dictadura y que acabaría siendo el prime­ro de la democracia- no daba para más. Lamentablemente, en el futuro dio inclu­so para menos. En cualquier caso, ahí quedó, como metáfora de algo, el escena­rio de aquellos Teatros nacionales oliendo a gallinaza.

61

Page 62: REVISTA 121

Jesús Campos García. Fragmentos de su biografía

1938-1952

Nace en Jaén, el 18 de diciembre de 1938.

1953-1955

Se traslada a Almería, donde lo internan en el Colegio de La Salle; allí interpretará, en función escolar, La tie­rra de Jauja, de Lope de Rueda, en el Teatro Apolo . En estos años participa en las tertulias del Grupo lndaliano de pintores y poetas, entre qu ieres se encuentran Jesús de Perceval, Luis Cañadas y Aurelino Cañadas, entre otros. Y escribe sus primeros poemas.

1956-1957

Entra en contacto con el TEU de Granada, que dirigía José Mar tín Recuerda, y . asume las funciones de ayudante del regidor en La Danza de la Muerte y El barbero de Sevilla. Fund a el grupo Ilíberis, tertulia que agrupa a poetas, pintores, coreógrafos y otros artistas .

1959

Publica la obra de tea tro breve Tríptico en La Estafeta Literaria.

BERTA MUÑoz C ÁLIZ

1960

Asume la producción del espectácu­lo Nacida ayer, de Garson Kanin, que se estrena en septiembre en el Teatro Recoletos de Madrid.

1962-1964

Trabaja corno granjero en una explo­tación avícola de su propiedad. Tras una segunda debacle económica, se marcha de nuevo a Madrid, donde ini­cia su actividad corno decorador d e interiores, profesión que desarrolla corno actividad principal hasta los años noventa.

1972

Recibe el Premio Ciudad de Palen­cia por La grieta y el Premio Ciudad de Teruel del Ayuntamiento de esta ciudad por Matrimonio de un autor teatral con la Jun ta de Censura .

1974

Recibe los premios Lope de Vega del Ayuntamiento de Madrid por 7.000 ga­ll inas y un camello; el del Ayuntamiento de Lérida por Qué culta es Europa y qué bien arde; y el Carlos Arniches d el

Page 63: REVISTA 121

REPÚBLICA DE LAS LETRASUl Berta Muñoz Cáliz

Ayuntamiento de Alicante por En un nicho amueblado.

1976

El 25 de marzo estrena, en el Teatro de la Princesa de Valencia, 7.000 gallinas y un camello; espectáculo que presentará en el Teatro Nacional María Guerrero de Madrid el 22 de abril.

1983

Desde este año hasta 1989, en su condición de miembro de la Junta Directiva del Círculo de Bellas Artes de Madrid, dirige los Teatros del Círculo. Como decorador, a partir de este año, se especializa en el diseño y realización de exposiciones que llevará a cabo en varios museos.

1984

Imparte el primer taller de escritura dramática organizado por el Centro Na­cional de Nuevas Tendencias Escénicas.

1985

Organiza la Muestra Samuel Beckett en el Círculo de Bellas Artes, donde se llevarán a cabo las puestas en escena de diez textos de este autor, una exposi­ción, coloquios, lecturas, conferencias, audiciones de guiones radiofónicos y vídeos.

1990

Junto a un grupo de autores, enca­bezados por Alberto Miralles, funda la Asociación de Autores de Teatro y for­mará parta de su primera Junta Directiva, que será presidida por Lauro Olmo y Buero Vallejo.

1991

Recibe el Premio Castilla-La Man­cha de Teatro, de la Junta de Comu­nidades de Castilla-La Mancha, por Danza de ausencias.

1997

Publica Matrimonio de un autor tea­tral con la Junta de Censura y En un nicho amueblado en la colección "Biblioteca Antonio Machado". El 3 de octubre es­trena A ciegas, en el Museo del Ferro­carril, en el marco del Festival de Otoño de Madrid.

1998

Es nombrado presidente de la Aso­ciación de Autores de Teatro. El 9 de septiembre se presenta Triple salto mor­tal con pirueta en el Teatro Fernando de Rojas del Círculo de Bellas Artes de Madrid. Con otros miembros de la Junta Directiva de ATT funda Las Puertas del Drama, revista de reflexión sobre la escritura dramática, en la que se hará cargo de la sección fija: "Tercera (a escena, que empezamos)".

1999

Escribe Naufragar en Internet, y el 27 de noviembre la estrena en el Aula de Cultura de la CAM, de Alicante, dentro de la Muestra de Teatro Español de Autores Contemporáneos.

2003

Recibe un homenaje en el Festival Internacional de Teatro Experimental de El Cairo (Ministerio de Cultura de Egipto), por su aportación al tea tro experimental.

63

Page 64: REVISTA 121

64 Jesús Cam pos García. Fragmentos de su biografía REPÚBLICA DE LAS LETRAS I21

2004

El 23 de marzo es trena La fiera corrupta en Alcalá de Henares, dentro del Festival Teatralia. Publica las piezas breves La primera en morir y Noche de bodas.

2006

En México participa en el encuentro "México, puerta de las Américas" e imparte un curso de escritura dramática

en la Sociedad General de Escritores de

México.

2008 ·

Edita en In-Cultura [email protected] (La burladora de Sevilla y el Tenorio del s. XXI) obra que estrena el 30 de octubre en el Teatro Circo de Albacete, y que posterior­mente, el 13 de noviembre, presentará en el Teatro Fernando de Rojas del Círculo de Bellas Artes de Madrid.

Page 65: REVISTA 121

CRÍTICAS DE LIBROS

Francisco Brines Todos los rostros del pasado

Ana Caravaca Caballero Dubrovka

Santiago Gómez Valverde Fuga de ideas

Paula Izquierdo El nombre no importa

JoséLópez Rueda La flecha intempestiva

Pablo Méndez Cadena perpetua

Juan Mollá Contra el tiempo

Francisco de Quevedo Teatro completo

Manuel Quiroga Clérigo Páginas de un diario

Clara Sánchez

Rafael Soler

Lo que esconde tu nombre

Las cartas que debía

Page 66: REVISTA 121
Page 67: REVISTA 121

Nicanor Vélez, editor de Galaxia Gutenberg/Círculo de Lectores en la presentación de Todos los rostros del pasa­do dijo que "la poesía de Francisco Brines tiende a la elegía, en la que se reconoce el propio poeta". Dionisia Cañas que hizo la selección y escribió el prólogo de la antología poética recordó que "Brines está en contacto con la pér­dida; meditación y pérdida configuran para él la verdadera na turaleza del ser humano. Su poesía se topa con el rostro de la muerte aunque el pesimismo nunca esté presente en sus versos. Comparte con los clásicos la mesura de la expresión y, para él, cada libro es un re to pues lo configura como parte y como unidad de su producción. Advertimos en la poesía de Francisco Brines el espíritu de poetas esenciales de nuestro tiempo como son Carlos Edmundo de Ory, José Ángel Valente,

Todos los rostros del pasado

MANUEL QUIROGA CLÉRIGO

José Manuel Caballero Bonald, Jaime Gil de Biedma, Ángel Crespo, Antonio Gamoneda ... En Brines el yo poé tico va más allá del yo personal, aunque en algunos de sus versos se advierta una mirada crepuscular". En esta antología Cañas ha querido ofrecer un conjunto de poemas en los cuales podamos cono­cer, de primera 'mano, aquella p roduc­ción de Francisco Brines en que habla de la infancia, la juventud, el amor, la vejez y la mujer. Para escribir su prólo­go ha tenido en cuenta una lectura fres­ca, hecha en el siglo XXI, en la que el paso del tiempo se ha ido involucrando con una contemplación de la vida, la naturaleza. el ser humano y el universo. Son poemas que reflejan la iden tidad del hombre y su experiencia en el entorno en que vive. Dice Cañas en ese prólogo: "Pocos siglos han ofrecido al poeta tantas opciones creativas como lo

Page 68: REVISTA 121

68 Todos los rostros del pasado REPÚBLICA DE LAS LETRAS121

hizo el siglo veinte. No se trata, pues, aquí de saber si la obra de Brines está relacionada con tal o cual tendencia estética predominante en un momento u otro de la historia de la poesía, sino más bien de acercarse a la esencia rec­tora que parece conducir toda su obra y que, esperamos, quede bien representa­d a en nuestra antología". Carlos Barral consideró a Brines "un clásico" en len­gua española.

Francisco Brines (Oliva, Valencia, 1932) es uno de los poetas más impor­tantes de la segunda mitad del siglo XX. Desd e que fue galardonado con el Premio Adonáis en 1960 por Las brasas, ha p ublicado poemarios muy bien reci­bidos por la crítica y los lectores como El Santo Inocente (1965), p os teriormente titulado Materia narrativa inexacta, Pa­labras a la oscuridad (1966) que le valió el Premio de la Crítica, Aún no (1971) , Insistencias en Luzbel (1977), Poemas excluidos (1984), Poemas a O.K. (1986), El otoño de las rosas (1986), Premio Na­cional de Poesía y La últ ima costra (1995) . También ha publicado un volu­men de ensayos titulado Escritos sobre poesía española (1995). Tiene en su haber el Premio Nacional de las Letras y el 22 de mayo de 2006 leyó su discurso de ingreso en la Real Academia Española de la Lengua: Unidad y cercanía personal en la poesía de Luis Cernuda. Brines habla sobre Todos los rostros del pasado y en torno a su visión de la poesía en gene­ral. En 1987 recibió el Premio de Las Letras Valencianas y Una Poesía comple­ta (1960-1997 apareció en 1997.

-Cuando Galaxia Gutenberg/ Círculo de Lectores me ofreció la posi­bilidad de publicar es ta antología me sentí especialmente privilegiado. Es una colección magnífica y que, hasta la fecha, todos los poetas incluidos en ella son de gran interés. Los poetas tienen la

tendencia a ser bien editados, que los versos pidan ser leídos. Y en este caso ambas cosas se cumplen. Yo había cola­borad o con anteriorid ad con un prólogo a la obra de Luis Cernuda. En el caso de este libro creo que cualquier antología es distinta a otra antología . Su publica­ción responde a la idea de quien haya hecho la selección. Para mí lo importan­te es saber qué ha significado para el lector un poema mía, qué experiencia ha tenido lugar tras su lectura, has ta qué punto ha llegado ese lector a parti­cipar en el poema. Yo hablo de la muer­te desde muy pronto en mis versos, y lo hago porque amo la vida, porque hablar de la muerte es hablar de la vida . De todos modos sería triste que todas las an tologías fueran iguales, porque entonces sobrarían todas menos una.

-¿ Es posible escribir poes ía como 1/11

ejercicio moral? -Cuando leemos no buscamos en­

contrarnos a nosotros mismos. Es una búsqueda en la que estamos arrastrados por el tiempo, por el pasado. Pero podí­amos haber sido otros. En la poesía po­demos abrazar a una persona contraria a la que somos nosotros. Lo que impor­ta es el aprendizaje de la tolerancia. Si un poeta escribe desde el agnosticismo, a un determinado lector puede intere­sarle m ás la belleza estética que si hablara de sus propias ideas. Es necesa­rio tolerar a los demás para que los demás nos toleren a noso tros . La perso­na debe enseñarnos a vivir mejor.

- ¿ A quién se dirige el poeta? -La poesía no tiene público, tiene

lectores. Cad a cual elige a un poeta en un momento determinado. General­mente nos gusta volver' a los poetas y a los poemas clásicos. Son p lenos aque­llos poemas que te dan la posibilidad de un mayor número de lecturas. Por eso es cierto que estamos más cerca d e

Page 69: REVISTA 121

REPÚBLICA DE LAS LETRAS I21 Manuel Quiroga Clérigo

unos poemas que de otros. Yo más que escribir libros escribo poemas. Esos poemas, al estar marcados por una si­tuación determinada, van a expresar la persona que soy en el momento de escribir. Hay poemas que nos ayudan a encontrar cosas, como también es cierto que la vida con la edad se va haciendo más lejana. La maravilla de la vida es cualquier cosa que ·ocurra mientras estamos viviendo. A vemos nos pregun­tamos por la felicidad. Y la felicidad puede ser mirar los paisajes, estar solo, instalarse en el vivir. El poeta elegíaco cuando está feliz vive. Lo hace desde la pérdida . Pero está celebrando la vida.

-¿Cómo, por qué, para quién escribe poesía un poeta?

-Uno no dirige la poesía. La poesía dirige a la persona. Mi primer libro pudo haber sido mi último libro. Lo escribí siendo joven, con veintitantos años y en él aparece un anciano que vive en la casa de su infancia, solo. La poesía hace un circuito, pues no sabe­mos si comienza en un libro o en otro. Luego, además, hay variaciones preci­samente por eso, porque no sabemos donde puede comenzar. Insistencia en Luzbel fue un proyecto de ordenamien­to, una poesía difícil de leer en público, porque requiere ir deteniéndose en el poema. Leer los poemas es algo plásti­co, que tiene menos dificultad de apre­hensión para el lector que si los estuvie­ra escuchando. En el cine, por ejemplo, encontramos una doble lectura: no nos podemos detener a pensar qué significa lo que estamos viendo . La poesía escu­chada no es lo mismo que la poesía leída. Un texto poético, si encuentra un buen lector y si es bien leído, puede mejorar con esa lectura. Yo tengo una sensibilidad lectora porque he leído aprendiendo de otros poetas, no de mis propios versos. Hay una emocionante

drogadicción en los lectores y es que, al leerlo, ellos crean el poema .

- ¿ Qué decir de poetas que nos han lega­do obras especialmente interesantes?

-Hablaríamos de poetas excepcio­nales como Juan Ramón Jiménez o Luis Cernuda. y quienes han escrito prosa poética, que es una modalidad de la poesía. En este sentido debemos citar a "Azorín" y a Gabriel Miró, pero tam­bién a Ramón Gómez de la Serna. Ellos y otros han sido maestros directos de poetas. Azorín toca el nervio esencial de la poesía, analiza la disparidad entre artes plásticas y música, descubriendo el tiempo, la figuración, la melodía que nos descubre de nuevo. La música con­creta la .oímos bien en el ballet, pues la coreografía hace de melodía, nos lleva a una música concreta.

- ¿ Se puede hablar de la muerte, de nosotros, y se puede impregnar humor en los poemas elegíacos, viendo versos tan optimistas como los de "El otoño de las rosas"?

-Yo creo en el esplendor modesto de la tarde. No creo en el infierno, que los humanos no lo merecemos porque no lo hemos creado. Amar la vida te impulsa a ser elegíaco. La vida es algo tan queri­do que nos dolemos cuando la perde­mos. En mi caso nunca he comenzado a escribir un poema sabiendo sobre qué iba a escribir. La escritura se hace desde la intuición y la inteligencia . A veces, veía que teniendo el poema me era difí­cil escribirlo, pero quería que el poema me sorprendiera. Creo que es un don el amor físico. Nos vemos en el poema sin ser nosotros, el poema descubre en nosotros cosas que no conocíamos. Si hablamos de nosotros es porque somos nuestra persona más cercana. Pero si uno no es Narciso no tiene porqué temer nada. El tú también es percepti­ble como un yo . Yo hablo desde mi poe-

69

Page 70: REVISTA 121

70 Todos los rostros del pasado REPÚBLICA DE LAS LETRAS121

sía, desde mi experiencia. Todos tene­mos mucho en comú n pero al mismo tiempo tenemos diferencias. La poesía es imprescindible para comprenderlo. Hay poetas cercanos al Siglo d e Oro como pueden ser Gerardo Diego o Rafael Alberti, que han escrito poemas virtuosos sobre los toros, los ángeles, la pintura. Cada poeta tiene sus p ropias cualidades . Lo interesan te de cada poema es que sea distin to a los demás.

- ¿ Qué relación hay entre lectura y escritura ?

- Todos quienes hemos escrito, hemos leído. Siempre pensamos si po­dremos escribir algo como lo que es ta­mos leyendo. Cuando yo era joven no existía la televisión, eso nos permitía leer más. Pero hoy día hay quien es capaz de leer y no ver la televisión. La poesía enseña a vivir en plenitud, sin sujeciones.

-¿Pueden los poetas animar a los jóve­nes a amar la poesía?

-Hace algunos años yo me negaba a ir a los institutos a leer versos a la gente joven. Pero me dijeron: "debes ir", que aprendan. Luego ves que quienes escu­chan aprenden. El lector va haciendo el poema, el oyente lo escucha de una manera propia. Recibimos las emocio­nes, se superponen unas a otras. La poe­sía no se debe leer literalmente, pues es su significación lo que interesa. Lo que

ocurre es que no enseña a los jóvenes a leer. Yo tuve cuando estudiaba el bachi­ller a un excelente profesor, que tam­bién era poeta, Juan Bautista Beltrán, que me hizo entender la p oesía y que me acercara a ella . También es cierto que a mucha gente la sensibilidad poé­tica se le despierta ya de adultos. La poesía siempre es un descubrimiento . El que se descubre es el lector.

- ¿ Tendremos pron to nueva producción de Francisco Brines?

-Tengo poemas escritos, pero tam­bién tengo un defecto, pese que he aprendid o con los años a aceptar mis defectos. Ese defecto es la pereza, que es un instinto de conservación no d e repetición. Creo que si he escrito algo esencial ya es tá escrito. Por ello lo que escriba de nuevo tiene, necesariamente, que añadir algo a lo anterior. Lo cierto es que no quiero repetirme, pero sí quiero que salga algo nuevo. Antes . escribía y terminaba el poema, casi de golpe a veces. Pero llegó un momento en que comencé a escribir un poema y, luego, dejarlo abandonado, a veces un año, para volver posteriormente a él. Con ello intentaba ver dónde podía existir algún fallo y así intentar recons­truir el poema. Ahora lo que hago es que dejo el poema perfilado pero no acabado y, después, vuelvo a ver qué le falta . Y, entonces, lo acabo.

Page 71: REVISTA 121

Los responsables de los secuestros son los secuestradores. Los responsables de los crímenes son los criminales. Pero también hay quienes deben cargar a veces con deter­minadas culpas. Se trata de aquellos que no han sabido o querido gestionar el problema con un mínimo de eficacia y responsabili­dad.

El 23 de octubre de 2002 un grupo de terroristas chechenos fuertemente armados entraron en el teatro Dubrovka de Moscú y retuvieron a casi mil personas. En el Círculo de Bellas Artes de Madrid Gerry Adams ha dicho que el IRA no era un movimiento terrorista. Lo era. Porque nadie puede aten­tar contra los seres humanos para conse­guir unos fines políticos. Lo era y debería haber pagado por sus crímenes en vez de sihlar a personas criminales en el gobierno de Irlanda del Norte. La actitud de Rusia con los chechenos o con los miembros de otras repúblicas como Daguestán es egoísta

Dubrovka

MANUEL QUIROGA CLÉRIGO

e irracional. Pero esa actitud no justifica de ningtma manera cualquier acto terrorista. Pero irresponsable fue en este caso la acti­tud de Vladimir Putin. Putin aferrado al poder desde tiempo inmemorial dijo algo lapidario: "No quiero que se estropee ni una butaca del teatro". A partir de ahí todo valía para solucionar el secuestro infame. Putin ordenó utilizar el medio más expedi­tivo sin importarle en absoluto los cientos de niños y padres que estaban asistiendo a una representación teatral. Uso los mismos métodos que utilizaron en su tiempo los célebres Fujimori y Montesinos para acabar con Sendero Luminoso. Se puede ser un reprobable asesino siendo presidente de un gobierno legal. También si se es de un gobierno ilegal (el caso más sonado fue el de Franco). Una vez que Putin ordenó el asalto con lm gas letal que produjo cientos de muertes salió a la televisión y con su cara dura habitual dijo: "No hemos podido sal-

Page 72: REVISTA 121

72 Duvrovka

varles a todos". No le importaba nadie. A los chechenos los aniquilaron sin contem­placiones y los espectadores que tenían algún problema respiratorio murieron en el acto. Pese a todo los gobiernos de todo el mundo felicitaron a Putin por su salvaje comportamiento.

Bueno. Este es el tema central de Dubrovka una preciosa novela-documento de Ana Caravaca Caballero (Madrid, 1972). La autora es Médica de Emergencias y Directora de la revista "Puesta al día en Urgencias, Emergencias y Catástrofes". Para conocer de primera mano el asalto y aniquilación del teatro Dubrovka viajó a Moscú y situó ese hecho lamentable en su relato. Pero también aparecen una serie de personajes a quienes un acto de esas carac­terísticas cambió la vida.

Sin llegar a ser exhaustivos, sí es nece­sario mencionar como la familia de Sasha Turchenko se vio radicalmente afectada al encontrarse en el teatro aquella tarde dos miembros de la misma. Se trataba de su hija Irina y del padre de ésta, Misha Mijailovich. Pero también Sara la hija mayor de Sasha sufrió los embates del terror. Sara se encon­traba embarazada. Ludmila o Luda era la hija mediana y será el hilo conductor de la obra a partir de los hechos del Dubrovka. Pero será también Galina Petrovna casada entonces con Misha y siendo cortejada por el médico Dirnitri Ste1nikov quien deba ir recomponiendo una familia sumida en el dolor. En ese coro trágico irán apareciendo nuevos personajes que tratan de poner algo de sosiego o de incertidumbre en la vida tras el terror. Son Sosland, que es el padre de Luda y segundo marido de Sasha, o el paramédico Yuri Mijailovich. Sosland trata de cond ucir a Sasha por los caminos de la cordura y el amor. Yuri, enfrentado a un posible matrimonio con Tatiana que no desea, deambula sin olvidar los momentos del desastre y su actuación. Se encuentra con Iulia que le conducirá a Pavel, quien

REPÚBLICA DE LAS LETRAS121

también intervino en el acto terrorista y a la sazón se está emparejando con Luzmila. La vida anterior de los chechenos es relatada con minuciosidad, lo que podría parecer una justificación de los hechos posteriores. La Federación Rusa actúa en Chechenia a sangre y fuego con el único fin de proteger sus reservas de energía. Sin ninguna conce­sión al diálogo crea huérfanos y viudas día tras día como ya hiciera Huseim en el Kurdistán o lo están haciendo los israelíes en los territorios palestinos. Esa situación de amargura permanente lleva a la deses­peración a quienes aún viven y desemboca en sucesos como el del teatro Dubrovka.

Ana Caravaca Caballero ha escrito una novela repleta de interés. Enfrenta a los personajes a un destino inexorable y tremendo. También busca reflejar tímidas expectativas de esperanza. Tras relatar la situación . de los chechenos y su alocada decisión va narrando todos aquellos hechos que condujeron al estallido finaL Mueve a los personajes con soltura. Mu­chos de ellos son reales como el líder che­cheno Barajev o el propio Putin. A otros les ha cambiado el nombre pero les ha dado su lugar en el suceso y al resto les ha extra­ído de la ficción para componer una histo­ria coral de altos vuelos. Se pasea deteni­damente por Moscú llevándonos a la pre­ciosa zona de Park Kulturi o a las orillas del río Moscova y la explanada de la Plaza Roja con su momia de Lenin aún siendo visitada. Analiza la psicología de cada uno de los actores que intervienen en tan tre­mendo escenario. Y al fin compone el marco preciso para relatar esa historia de varias familias en medio de unos sucesos crueles. Como buena profesional hace detenidas descripciones de las actuaciones · médicas tanto en el secuestro como poste­riormente y deja un resquicio para el futu­ro. Por ahí puede volver a fluir la vida y dejando atrás tanto dolor recuperar el sosiego perdido.

Page 73: REVISTA 121

En realidad, el presente libro debería llamarse La vida y otras muertes (como su pe­núltimo capítulo), pues trata del confuso plano en que se tocan la vida real, que tiene más de muerte, en cuanto satisfactoria sólo por los fugaces momentos de felicidad, y la verdadera vida, oculta tal vez en el seno de la verdadera muerte.

Así, con desesperada elocuencia, dice su autor:

Abre tus ojos, por su balcón, mi vida, quiero tirarme.

¿Adónde? ¿Adónde quiere tirarse? Un poco más adelante, la respuesta indirecta:

Rosa, dibuja lentamente el fracaso de tu belleza.

La belleza de la rosa es sólo un pálido reflejo de su verdadera belleza, que se encuentra en ese mundo crepuscular del poeta, al que no puede dar alcance y debe conformarse con intuirlo:

Fuga de ideas de Santiago Gómez Valverde

Tontos y sabios duermen bajo tierra el mismo suei1o.

JOSÉ ELGARRESTA

¿Inconformismo? ¿Radical nihilis­mo? Los extremos se tocan, pues, como también se dice al principio del libro: La luz de la memoria es el olvido .. . Por consi­guiente, obra de opuestos que encierran la verdad como entre los batientes de una puerta, que sólo se entreabre. Sólo permite un vistazo rápido antes de que vuelva a cerrarse delante de nuestros ojos, demasiados sorprendidos todavía para retener la fugaz visión que nos fue otorgada (aunque sí fue suficiente para escribir el libro).

Pero ¿dónde se hallan los batientes de esa mágica puerta?

Llueve sobre el triciclo lento de mi infancia que yace en la cuneta de mi cuerpo. Un día eterno llueve, llueve, llueve.

Page 74: REVISTA 121

74 Fuga de ideas REPÚBLICA DE LAS LETRASlll

En la infancia, pues, se halla el día eterno en que sueña el poeta su paraíso original, del que fue expulsado sin causa ni razón, deján­dole ese dolor profundo e indefinido que baña todo el poemario:

Como un escalofrío de eternidad, el mármol es un hilo que borda el rostro del silencio.

Nuevamente la añoranza de algo que se evapora ante los ojos nada más contemplado y, nuevamente, ese algo se encuentra en la infancia:

Un niño, entre las manos, este instante [sostiene,

en su pulso imborrable lo salva del olvido.

¿Es entonces la infancia la única salvación del poeta? Así parece, sobre todo cuando leemos:

Somos la arquitectura que apuntala las rui­nas del recuerdo.

Da toda la sensación, la presente obra, de un gran edificio en que se ha operado un absoluto vaciamiento, de tal forma que es recorrido en tod as sus estancias por vientos gélidos que, no obs­tante, a veces traen los ecos de lo que en ellas ocurrió mucho tiempo a trás. Y eso que ocurrió es la verdadera vida del autor, aquella hacia la cual tienden las fuerzas de su alma, las vibraciones de sus sentimientos. A estas alturas, es tá claro que el poeta se considera un exiliado y sus poemas son poemas de exilio, lo cual dota al libro de universalidad e intempo­ralidad, pues ¿acaso es otra cosa el hom­bre en la presente existencia? ¿No es esto precisamente lo que lo diferencia del resto de seres vivos sobre el planeta? ¿En qué sitio lo realmente vivido es algo que no se vivió, como se reconoce en el poema denominado Tu risa?

Yen un banco pensado dos sombras preteridas eternamente aguardan a que jamás regreses

En esta visión de la vida como un viaje en el que nunca sabem os muy bien dónde nos encontramos, la memoria y el olvido jue­gan al escondite como niños que desearían hallar el refugio que culmina el juego. Pero no pueden, ya que, como se dice en el poema tan justamente titulado Instante eterno:

¿ y dónde estaba Dios?

Es éste un libro en que se presiente lo inefable sin llegar a alcanzarse, pero sin por ello negar su existencia. Como si el autor nos dijese: "allá, al fondo del camino, lo trascendente, lo eterno. Pero el hombre es el camino". Y el camino no se ve a sí mismo, todo lo más devuelve el eco de los pasos del caminante. En este caso, los de Santiago, que intentan reconciliamos con las sombras: De un portazo invisible se des­piertan los sueños.

Estos sueños son todo y por ello cabría calificar al presente libro de panteísta. Así en el poema Apuntes de Moguer leemos:

El oído del mundo se abre en fonna de tierra para escuchar la música que la lluvia convoca.

De modo que, después de todo, Dios está en todas partes y por eso no podemos verlo, aunque sí sentirlo. Eso sí, un Dios sin nombre propio, pero sí con el que cada uno le dé para designar su propio e intransferible universo.

Como resumen final de este viaje, en que hemos acompañado al poeta desde la nada hasta el todo, creo lo más indicado citar las siguientes palabras de su poema Muerte:

Úlluz de la memoria es el olvido, en ella duerme el beso no nacido, fruto estéril ¡por siempre! De la nada. Mi alma sueña ¡callad! No se despierte la eternidad ...

¿Qué más se puede añadir?

Page 75: REVISTA 121

El título de la reseña alude a la cita de Yeats que abre esta novela de Paula Izquierdo y que, en cierta manera, la re­sume. Una obra que viene a culminar el proceso iniciado en El hueco de tu cuerpo y La vida sin secretos, que tuvo una reso­lución más acentuada e intensa en La falta, su anterior novela, y que se resuel­ve en la descripción pormenorizada, aunque fantasmagórica, de lo que dan de sí las conciencias contemporáneas enfrentadas a una realidad que les sobrepasa siempre, en cualquier forma y condición. Cuando me tocó presentar La falta en su momento resalté cierta simili­tud, en la atmósfera tratada, con El extranjero, de Camus. Aquello no se hizo para contentar a la autora, desde luego, sino para resaltar una cualidad común a las dos novelas y que era la de atender a cierta quiebra interior con el mundo que se presenta en el individuo y revelar un cambio del que hasta el momento nadie

Nunca puro y sin mezcla

JUAN Á NGEL JURISTO

había sido consciente. Albert Camus, en aquellos años, creó uno de los modernos modos en los que el individuo se en­frenta a la realidad, a la que no entiende y de la que pende siempre una aterrado­ra amenaza, la de la desintegración de su conciencia. De esta cualidad de la personalidad, o falta de ella, parte Paula Izquierdo en la creación de sus persona­jes literarios, lo que no es poco, de tal manera que se inscribe en la estela de aquellos que han dado cuenta de la pre­cariedad del ego moderno, del adelga­zamiento progresivo del yo. En El nom­bre no importa, aunque la cosa estaba presente en sus obras anteriores, esa indagación se perfila bajo el artificio de una clásica admonición, la de la oscura conciencia del doble. Esta novela, en gran parte, podría ser leída como un modo actual de enfrentarse a esa tradi­ción, pero también, y en esto se revela su anclaje a los problemas inherentes a la

Page 76: REVISTA 121

76 Nunca puro y sin mezcla REPÚBLICA DE LAS LETRAS121

narrativa de última hornada, corno una metáfora oculta de lo que es la creación literaria y la forma en que se resuelve. De esos ocultamientos, que actúan al modo de una huella, y de los nítidos perfiles de un estilo que se quiere realis­ta en los detalles, casi costumbrista, siempre tendente a dar cuenta de las mil trampas de lo cotidiano, surge ese con­traste que hace de esta novela el fasci­nante relato de una conciencia inmersa en nuestra realidad, blanda y dura a la vez, amable y monstruosa, un tan to boba y también perversa, banal, sin duda, pero también cínica, la nuestra, en definitiva. La historia que se cuenta es la del relato de un día en la vida de Lara, una traductora que recibe una llamada telefónica que le cambiará el modo de

asentarse en el mundo, en su mundo, en esos signos acomodaticios y, sin embar­go, inestables de lo cotidiano del que depende nuestra estabilidad. Lara reme­mora a partir de esa llamada su pasado, un pasado donde Ene, una antigua amiga, juega un papel determinante. Tan determinante que surge corno una obsesión tan forzada en las veinticuatro horas siguientes de la vida de Lara que parece hacer las veces de un espectro o un fantasma tan propio de nuestra tra­dición literaria, con su tiránica llamada a lo oscuro, a la atracción del marasmo. Hay que decir que esa calculada ambi­güedad, que no cabría confundir con descuidada vaguedad, es la cualidad que más resalta del libro y que mejor lo define

Page 77: REVISTA 121

Foto: Consuelo de Arco

La flecha intempestiva (Pórtico, Madrid, 2010), se titula el libro de relatos de José López Rueda. Y es que la vida clava sus fechas de modo anacrónico. No hay tiempo para cada cosa, todo puede ocurrir en cual­quier momento. Recuerdo las "considera­ciones intempestivas" de Nietzsche. La vida rompe el tiempo, sopla cuando quiere. Es lo que indica el autor cuando habla de El entie­rro del conde Orgaz como un cúmulo de ana­cronismos. Se reúnen el caballero de la Edad Media, el santo del siglo I, el rey Felipe TI que vendría siglos después. Y el protagonis­ta del relato. Y el entierro es una fiesta. También podríamos hablar de anatopía.

López Rueda habla de seres tímidos que desean vivir y no pueden o no se atre­ven. Es como un Chejov desmadrado. El español apocado que tiene su experiencia pasional en Guayaquil se parece a la dama del perrito en Crimea. El profesor se queda con la esposa que le quema los libros y no se va con la valkiria escandinava. El oficinista encuentra al Diablo en Segovia con todas sus maravillas, pero no se atreve a pedirle nada. "Amable tenía la desgracia de ser un alma napoleónica metida en un sistema ner­vioso de novicia. Como un león que de pronto se encuentra encarnado en un corde­ro, Amable quería rugir y le salían balidos".

José López Rueda, romper el tiempo

ANTONIO COSTA GÓMEZ

Incluso el alcalde corrupto no se atreve a robar la bolsa con que el gobernador va a comprar a sus electores.

y la prostituta vuelve a las afueras del pueblo de su infancia para mirar desde lejos a su hermana que sale de excursión. Y la criada con sus extravagancias se afirma fuera de los esquemas. Y el guerrillero colombiano se muere cuando trata de esca­par de los sicarios. Y el prócer de Yecla se escapa en el cuadro de El Greco. En otro cuento es directamente un castrado por la guerra que sólo puede realizar sus ansias eróticas en el morbo y en el crimen, un nor­teamericano frustrado que admira la vitali­dad de los trópicos ..

Unos se escapan al arte, otros al erotis­mo, otros a la literatura. López Rueda mues­tra los recovecos de la vida. El cuento más fascinante es La otra realidad, sobre el hom­bre que escapa a una dimensión donde habitan las mismas personas, pero viviendo lo que no viven aquí. Y el protagonista muestra una sed extraña, metafísica, que no se concreta en nada, y una fascinación por el agua. El agua simboliza el sueño, pero tam­bién la vida que no cabe en ningun? forma, que se esconde en todas.

Rueda crea a sus personajes con rápidos trazos, con pinceladas audaces, sin descrip-

Page 78: REVISTA 121

78 José López Rueda REPÚBLICA DE LAS LETRAS l2l

ciones ociosas. Gradúa el punto de vista y maneja hábilmente los monólogos interio­res. Nos lleva de aquí para allá. Nos mues­tra América como más vital que España y las frustraciones de España.La vida en otra parte, o dentro de todo.

y su estilo es eficaz, de una elegancia irónicaen ocasiones, con leves toques de humor, con fogonazos alucinantes a veces.

Como esa pareja de baile que parece un ani­mal con cua tro pa tas y dos cabezas. En eso radica la magia de la literatura. El autor de Fervor secreto ausculta los movimientos secretos de la vida,las aventuras ocultas, los tumultos escondidos en el fracaso. Como ese Napoleón al que sólo le salían frases ati­pladas. Y los palpa con las agujas de las palabras.

Page 79: REVISTA 121

Pablo Méndez

Cadena perpetua

AEP

Quien conoce a Pablo Méndez (Ma­drid, 1975) sabe que es alguien entrega­do por entero a la poesía, en todas sus vertientes, caminos y versiones: como poeta, sí, pero también como ensayista, editor, promotor y descubridor de nue­vas voces en el panorama poético actual.

Desde 1994, tempranísima fecha en que salió a la luz su primer poemario, Una flecha hacia la nada, Pablo Méndez ha publi-

1 Los poemas seleccionados para este análisis han sido tornados de Cadena perpetua (Madrid, Vitruvio, edición de 2009) y de Ana Frank no puede ver la luna (Madrid, Rilke, 2010). A los textos cita­dos con anterioridad en el cuerpo del texto hay que añadir sus dos novelas, Guerra de brujas y Taller de poesía, y sus ensayos, Lo que aprendí de Gloria Fuertes, Cinco escritores en el espejo de la escri­tura, MarilYIl desnuda y Alba y ocaso del primer libro . En estas páginas, sin embargo, voy a analizar úni­camente algunas claves fundamentales de su poe­sía, ciñéndome a la letra de los textos en Ip medi­da de lo posible, sin entrar en su obra narrativa ni ensayística. Tampoco voy a desentrañar las cone­xiones intertextuales entre la obra de Pablo Méndez y otros autores de su generación o ante­riores, tarea sin duda interesante pero que cae fuera de mi propósito.

La velocidad de la poesía

RAÚL NIETO DE LA TORRE

cado Barrio sin luz, Patio interior, La soledad del corredor de fondo y Alcalá Blues, todos ellos recogidos en Cadena Perpetua. A esta obra hay que añadir ahora, desde 2010, un nuevo y excepcional título, Ana Frank no puede ver la luna, que sirve para confirmar la valía de un poeta diferente que ha alcan­zado con este libro su madurez literaria. l

Podría empezar diciendo que la poe­sía de Pablo Méndez es una flecha hacia algún lugar dentro de nosotros mismos. Flecha en el sentido de saeta, de objeto arrojadizo lanzado a una velocidad verti­ginosa, pero también en el sentido simbó­lico de indicador de dirección. Nos dirige, nos lleva al borde de ese abismo cotidiano que está ahí, que tanto miedo da, dicien­do: «Míralo». Entonces uno siente vértigo, escalofríos, se agarra a lo que tiene más a mano, a cualquier cosa, pero ya es tarde para volver al punto de partida. Es dema-. siado tarde porque ya el poeta ha puesto ante nosotros una realidad aterradora, uti­lizando para ello una voz extremadamen­te sencilla y muy personal. Sus poemas

Page 80: REVISTA 121

80 La velocidad de la poesía REPÚBLICA DE LAS LETRAS121

están llenos de esa honestidad rebelde que, a menudo, empatiza con los más necesitados: aparece el adolescente que engorda «sentado, solo, llorando, comien­do» en un mundo que no está hecho a su medida; la joven bailarina, desde los quin­ce años postrada en una silla de ruedas tras un accidente; el travesti al que unos desconocidos insultan por la calle, que «por dentro / se está muriendo» sin que nadie lo sepa; el solitario que siente en el estómago «la savia de la muerte / y la venganza»; el hijo desesperado que a su madre enferma le pide entre lágrimas «muérete ya». .. Resulta gratificante encontrar en nuestros días carubales una poesía tan cercana a los que sufren, tan humana en todo desde su misma raÍZ. Ya en uno de sus primeros poemas, recogido finalmente en Cadena perpetua, escribía:

al niño le asusta saber que no tiene padres,

y se esconde entre las viejas mantas,

porque aún es un niño y no sabe que el frío lo siente por dentro

Y nosotros, que ap rendimos un d ía que el peor fr ío viene siempre desde den tro, reconocernos en esa voz una ver­dad incómoda, directa, ind iscu tible.

He hablado de una flecha, pero podría haber dicho «mensaje», «cohete», «piedra que rompe en la d istancia», sím­bolos todos ellos presentes en la poesía de Pablo Méndez y que dan una idea de la urgencia y de la necesidad de sus ver­sos. En su primer libro, Una flecha hacia la nada, publicado con solo 19 años, encontramos ya importantes claves para entender este aspec to de su obra:

Extraños inmigrantes sin viaje, exiliados de una humanidad que no perdona a quien no comprende.

-Pero ¿a dónde ? ¿a dónde? ¿Cuándo empieza o termina es to ?

- No preguntes, seguir es inevitable.

Efectivamente, da la impresión de que sus poemas surgen sin p regun tas, sin retórica, lanzados hacia adelante en una suerte de búsqueda vertiginosa que no espera recompensa. Pero ¿qué hay realmente detrás de esa búsqueda? La voz de Pablo Méndez recorre, a lo largo de los años, múltiples caminos hasta dar finalmente con una revelación única que acaso está en el origen mismo de su poe­sía. Es la necesidad de seguir viviend o, de seguir amando la vida pese a todo, lo que nos hace seres humanos . En Ana Frank no puede ver la luna, escrito m uchos años después de Una fl echa hacia la nada , el poeta da por fin en la diana:

Amo la vida, dejadme decirlo así como suena, como un cohete, como una larga piedra que rompe en la distancia, [. .. ]

la vida no es nada, detrás de cada hombre no hay nada, si lo piensas, sólo el reloj, y el amor a la vida.

El poeta ha encontrado, parece, una respuesta convincente en ese largo viaje hacia la nada que iniCió en la ad olescen­cia: el amor a la vida. Y nos pide que le dejemos decirlo, expresarse a su modo, sin rodeos, «corno un cohete» dirigido acaso hacia esa luna que Ana Frank ya no podrá ver. La poesía de Pablo Mén­dez abunda en frustraciones de este

Page 81: REVISTA 121

REPÚBLICA DE LAS LETRASUl Raúl Nieto de la Torre

tipo, en negaciones, en ausencias recu­rrentes . En este sentido es elegíaca, especialmente en su último libro y quizá el más importante de su trayectoria, pues supone el colofón a los poemas agrupados bajo el significativo título de Cadena perpetua (no es casual que la niña Ana Frank, a quien abiertamente rinde homenaje, pasara encerrada los últimos años de su corta vida).

He utilizado el símbolo de una flecha en vertiginosa búsqueda para definir la poesía de Pablo Méndez. Creo que esta urgencia condiciona su forma de escribir, hasta el punto de que los recursos estilís­ticos que utiliza están felizmente puestos a su servicio. Hay que decir, claro, que esta urgencia aparente es solo un efecto literario producido por el poeta sobre el lector, un lector que percibe los poemas como surgidos de manera espontánea, sin trampas ni artificios, verdaderos. Fondo y forma estarían, así, perfectamente imbri­cados en la concepción final del poema. En las siguientes estrofas de «Tiempo irrespirable», de Barrio sin luz, se aprecia una reflexión metaliteraria que puede ayudarnos a entender la particular pro­puesta poétic;a de nuestro autor:

Me asomo a la ventana y miro la misma calle que he visto toda mi vida, una calle triste donde nunca pasa nadie, una ca lle sucia con sillas viejas y coches sin lunas.

Podría deciros que yo soy esta calle, pero es mentira, estoy harto de la poesía con sus trampas, con sus milagros de niebla.

Es como si de repente tomara con­ciencia de que está escribiendo, de que

está mintiéndonos, de que está haciendo simplemente poesía. Y decide cambiar de dirección. De hecho, terminará el poema de la manera más sencilla posible, des­pojándose adrede de metáforas y de otros alardes literarios:

Estoy harto de soñar para perder, de perder para soñar después.

A veces querría no es tar, lo digo porque lo siento, lo digo porque es lo único que sé decir.

Volvemos a encontrarnos aquí con el poeta que necesita decir a toda veloci­dad, con cl poe~ que lanza mens~es desde un espacio reducido y oscuro (¿una celda?) a alguien que está al otro lado ... En relación con esto, debemos señalar el interesante uso que hace de los adverbios «dentro» y «fuera» a lo largo de toda su obra, empleándolos en muchas ocasiones con sugerente ambi­güedad (¿dentro de qué?, ¿fuera de qué?). Porque uno no sabe nunca de qué lado está, y solo en el filo de esa duda encontraremos el sentido final de sus palabras. Es como si una pared invisible lo mantuviera aislado del mundo, sumi­do en una terrible soledad perpetua.

Resulta paradójica, si nos fijamos, esa aparente oposición entre velocidad y perpetuidad, entre tantos poemas «ur­gentes» en sus libros y la «cadena per­petua» a la que desde un principio pare­ce haber sido condenado el poeta (¿por quién?, ¿desde cuándo?). Pero esta no es la única paradoja de su obra. A veces nos acusa con el dedo, nos enseña el cadáver aún caliente, para luego discul­parse amargamente por lo que está a punto de decir, como en el magnífico «Perdón por el poema». O se acerca a las

81

Page 82: REVISTA 121

82 La velocidad de la poesía REPÚBLICA DE LAS LETRASl21

vidas de célebres poetas fallecidos de hombre a hombre, sin ningún alarde pedantesco, en los textos centrales de Ana Frank no puede ver la luna. O expone sin ambages, con solo cuatro palabras (tres p ronombres y una preposición) la contradictoria naturaleza de las relacio­nes humanas:

otro: yo, para ellos.

Sin rimas, sin rígidos patrones métricos, sin retórica. No cita a otros autores. Solo dice lo que tiene que decir, y nos deja pensando, noqueados. ¿Por qué tantas ganas de quedarse desnudo ante nosotros? Es valiente. Puntúa libre-

Sin lugar

Mi sed

mente, según el ritmo de unas estrofas siempre improvisadas. Maneja las elip­sis, los encabalgamientos y los silencios internos del poema de un modo magis­tral. No hay en sus poemas ironía, solo ganas de ajustar cuentas con el mundo. Escribe como grita . Es una voz incon­fundible, verdadera, un poeta excepcio­nal dentro de nues tro panorama poéti­co. Da la extraña impresión, cuando lee­mos Cadena perpetua y Ana Frank no puede ver la luna, de que estamos ante el diario impagable de alguien que no hubiera querido publicar su diario (el lector de Pablo Méndez, en cierto modo, tiene algo de voyeur sorprendido y senti­mental). Quizá por eso no podemos dej ar de leerlo.

ante toda el agua del mundo.

Mi falta de aire en esta montaña inmensa.

Mi silencio, mi cansancio, mi extraña soledad en este mundo vencido.

Page 83: REVISTA 121

Aunque muchos de ustedes ya lo saben, Juan Mollá nació en Paterna (Valencia) en 1928. Si saben además que su primer libro de poemas, Pie de silen­cio, se publica en 1958 estarán un poco desconcertados por no encontrárselo en alguna antología sobre la tan cacareada "Generación del 50"1, esa que allá por la mitad de la década de los setenta del siglo pasado estaba a punto de cruzar el Rubicón y se quedó mirando desde la orilla. El desconcierto pasará a perpleji­dad porque yo fui, junto con Juan García Hortelano, quien más alas le puse desde mi libro La poética del 50: Una promoción desheredada2 que, por aquellos años en que sus miembros daban la impresión de otro 27 en ciernes, me publicó Sorel en Zero Zyx, una editorial cristiana

Juan Mollá, ¿contra el tiempo?

ANTONIO HERNÁNDEZ

revoltosa en la que Andrés metió más pólvora de la que querían oler sus sos­pechoso dueños vascos tímidamente trabucaires.

El por qué no .cruzaron el Rubicón la mayoría de sus componentes o la gene­ración en grupo acabo de explicarlo con pelos, señales y heridas en el último número de la revista Cuadernos del mate­mático3

, una de las mejores del país. Y, como es posible que algunos de los pre­sentes rote de la perplejidad a la confu­sión al conocer que en mis declaraciones no cito a Juan Mollá, diré inmediata­mente que sólo conocía suyo el poema­rio Poemas mediterráneos, al que, conmi­go como presidente del jurado, se le concedió en el año 2002 el Premio de Crítica valenciana.

Page 84: REVISTA 121

84 Juan Mollá, ¿contra el tiempo? REPÚBLICA DE LAS LETRAS121

Espero que tras la salida de esta antología Juan acompañe como poeta singular a los que sí cruzaron en solita­rio el célebre río itálico, un Claudia, un Gil de Biedma, un Valen te, un Eladio Cabañero, un Manuel Mantero o un Julio MariscaP, algunos de los cuales han hecho la travesía de incógnito, más que nada el último, por cierto el más identificable por su rotunda personali­dad inconfundible.

Así es tá, bélicamente o no, la cosa, y como no me importa tirar piedras sobre mi tejado porque es tan alto que ni yo mismo llego, Sísifo irredento, he de reconocer con esperanza por ahora cau­tiva que la suerte no está echada para­dójicamente has ta que los seleccionado­res coetáneos no desaparezcan y los reemplacen otros con más perspectiva , un conocimiento más completo y menos debilidades a la hora del trapicheo.

O sea que Penélope teje y desteje también en la poesía y ya es la hora de que veamos el tapiz de Juan Mollá. Puestos en plan mitológico, Ulises nave­ga hacia Ítaca.

Cuando Mollá publica su primer libro Pie de silencio en 1958, lo que yo denomino "Promoción d eshered ad a" puede establecer un paralelismo difuso en su grado de intención contes taria - su más relevan te vínculo- porque a la rotunda acti tud crítica sobre el régimen del primer grupo -el que se acoge al sím­bolo de Antonio Machado en la colec­ción "Colliure": González, Goytisolo, Barral, e tc.- corresponde la visión cálida de la vida, entrañada con el desposeído en el segundo -Claudio Rodríguez, . Sahagún, Cabañero, etc. , catapultados por Adonais- y así sucesivamente al sentido abiertamente solidario de los seniors, corresponde a la sustancialidad humana de los juniors; al enfrentamien­to incisivo de aquellos, el temblor vincu-

lante con la realidad española maltrata­da en éstos; a la crudeza expositiva, la autenticidad deslumbrada; a la reclama­ción más o menos directa, la orfandad evidente; al compromiso concreto, la conciencia de participación comunita­ria; a la firme actitud cívica, la moral como regla; a la rotunda militancia, la implicación como compañeros de viaje posibles, y a la marxistización, el anti­fascismo.

Juan Mollá, primero, no pertenece a ninguno de estos dos grupos conspi­cuos; segundo, publica en una editorial poco conocida, y lo que es más impor­tante, se adentra en el mundo de la crea­ción deslumbrado por el prodigio de la naturaleza - como se puede observar en Contra el tiempos, el libro antológico que hoy presentamos-, surge en comunión panteísta con ella a pesar de una invoca­ción a la divinidad suprema monoteísta - "Señor, adónde vamos?"; por ella se interconecta con el Machado metafísico, no con el comprometido- "Saber, nada sabemos. / De arcano mar vinimos. / A ignota mar iremos"- y se pone a la saga de Manrique en su canto al río Cares entre las montañas norteñas en un reco­rrido hacia el mar que no puede dejar de ser simbólico en su metáfora explícita, pero que si resigna su suerte a la fatali­dad lo hace en una búsqueda desasose­gada en el misterio. A lo largo del tiem­po, a su favor o en contra, ha .ido perfo­rando el cauce que lo lleva, aterrorizado y maravillado, al mismo tiempo hacia lo inevitable.

A esta actitud, que no es constante en los grupos referidos, se unen registros que, después del llamado Cincuenta, van a tener eco en los neoculturalistas6 como ya lo tuvo del modernismo el Grupo Cántico de Córdoba: utilización del alejandrino,léxico inusual, recurn~ncia a fenómenos geográfi­cos y elementos mitológicos, exal tación

Page 85: REVISTA 121

REPÚBLICA DE LAS LETRASl21 Antonio Hernández

invocativoadmirativa, etc. Y todo puesto al servicio de una desolación que es al par deslumbramiento: el estigma de ser hom­bre caminando hacia el mar entre "morta­les jous, argallos, azulados glaciares . .. "

Mollá no vuelve a publicar hasta casi una década después. Su País de la lluvia -que así se titula su segundo libro- le ha abierto los ojos a la realidad inmediata. Su saldo desesperanzado es el resultado negativo de una opresión:

El silencio del otro. Tu silencio. El de todos nosotros, que callamos. El de esta lluvia desolada y honda. ... y mi silencio de veintitrés años.

¿ y el grito? ¿ Y la palabra? ¿ Y el rugido? ¿No granará la espiga en nuestro tallo? Inmortal impaciencia, vida nuestra, ¿no ha de brotar el grito que esperamos?

El poeta disiente del entorno, toma conciencia de que las palabras también son acciones. "El hombre, por su natura­leza, puede definirse como un verbo encarnado" . Y como ha leído a Balzac no es ajeno a su certidumbre de que muchas veces una sola frase ha decidido el destino un hombre. Pero la poesía es algo más que un arma cargada de pre­sente y el castillo de la solidaridad tiene su cuarto íntimo en el amor de dos:

Será el abrazo oscuro y libre el tiempo. Largo, los besos; el susurro, largo y la caricia al fin si ataduras . Dame tu boca y duérmete en mis brazos.

Se puede decir que la desesperanza con que arranca el libro está superada. El poeta busca su libertad y, por ella, la de los demás y como complemento hacia la plenitud halla el amor indivi­dual. Va del yo al nosotros y del nosotros al tú que se integra en el todo para que

pregone su convencimiento: "Sólo el amor nos salva".

Si en este último libro comentado ha acreditado su dominio formal -hay en él unos sonetos espléndidos- Juan Mollá -maestro en cada variante pre­ceptiva- hace más patente aún su eclec­ticismo versicular en el siguiente libro, Milenios, en el que también nos muestra su versatilidad temática incorporando a su inventario la cuestión de EspaJ1a. La libertad deseada anteriormente es un hecho, pero corre el riesgo de ser confi­nada de nuevo por los carceleros de siempre, sospecha premonitoria que un año después está a punto de concretar­se en el asalto al Congreso de los Diputados.

España o Muerte, escriben de nuevo [en las paredes.

España o Muerte, siempre; cara o cruz; [cara y cara.

España -oh, Muerte- vuelve por muros [fusilados

enarbolando el mástil feroz de tu guadaña.

Es sólo un fragmento del poema España o muerte con un subtítulo muy significativo: "De las paredes del barrio de Salamanca de Madrid", precisión que evita decir: quienes fueron sus autores.

Mas de este libro me interesa sobre todo entrar en un asunto casi inédito en la poesía española. Digo casi inédito porque yo lo había abordado un poco antes aunque en una publicación que no creo que llegara a manos de Juan. Me refiero a la cuestión de la metempsíco­si s, doctrina que defiende la idea d e que el alma de los muertos transmigra a otros cuerpos humanos. La reencarna­ción aquí se opera en una escala encul­turativa que recorre hitos históricos hasta el principio de los tiempos prota-

85

Page 86: REVISTA 121

86 Juan Mollá, ¿contra el tiempo? REPÚBLICA DE LAS LETRAS121

gonizados O escenificad os por el hom­bre, bien en un soldado medieval habi­tante anónimo de un tapiz, en uno de los capitanes del cuadro de Las lanzas o como asis tente d e Tarik pasando el Es trecho. El estilo indirecto nos remite a él, a un Juan Mollá metamorfoseado que si es capaz de reconducirse has ta su ori­gen se halla imposibili tad o para avanzar hacia su futuro conducido en o tros cuer­pos por su alma. El niño de Brueghel, el joven del Basca, el orondo creyente en la Mezquita de Valencia y el actual, con­temporáneo nuestro Juan Mollá, reco­rren en el río d e su sangre el camino has ta el manantial súbito de la vida, pero se d a d e bruces desde su hoy con el mar, el arcano mar de Manrique y de Machado. Poesía, pues, metafísica y, en su desconcier to, existencial en una sim­biosis ajus tada de emoción y sustancia, constitutivos esenciales de la mejor poe­sía .

A la ola alta suced e la ola baja como a la tensión extrema el relajamiento y Memoria de papeles amarillos, el lib ro siguiente, resulta en una tonalidad y concepto más atemperados de marca cotidiana entrañable. Las rosas y puña­les, por decirlo con palabras suyas, se suceden si entendemos por unos la compañía balsámica de la familia y el recuerdo amable, y por otros ese ines­quivable derrotero hacia el abismo que tiene la poesía de Mollá. El ar te com o vino de la vida puede hacernos fe liz o emborracharnos hasta el horror. Su secreto está en corregir a la naturaleza y Mollá huye de su barranco tornándolo también en niños adorables y amores fraternos. La variedad se impone sin romper la cuerda de su poética por la maestría en su oficio. Y si hay un cam­bio de ánimo es el repostaje necesario de ternura para seguir caminando. ¿A dónde? El poeta lleva dentro la máxi-

ma: "No estar satisfecho nunca: he aquí todo el arte".

La sombra no es bas tante y has de hundirte en la silente oscuridad de l fon do de tu abismo secreto, la mina de azabache sepultada en tu nombre. (. . . )

Habrás de penetrar en la tiniebla del pozo ciego, recorrer el túnel intestino del vértigo y el tubo de antracita del olvido . ( .. . ) y explorar sombra adentro sin retorno la Pirámide inmensa de tu noche buscando tu sepulcro con los ojos cerrados en lo negro.

Los versos per tenecen a Sombra, medida de la luz, que es un libro dedicado plenamente a la p lástica, esa poesía muda según fue definida por los anti­guos. Carlos V, que debía de ser un hom­bre con sentido del humor, amén de buen humor como demostró en su visita estupefacta a la Mezquita de Córdoba cuando vio dentro de ella com o un ocupa del gótico el templo cris tiano, mirando a Tiziano le dijo olvidado de su inmenso imperio: "Es la tercera vez que me hacéis inmortal". Y es que, com o es­cribió Horacios, los poetas y los plás ticos gozan siempre del derecho de osar a todo. Depende de cómo. Góngora pinta al hombre y a la na turaleza como debie­ran ser; Quevedo, como son y no impor­ta que también exageradamente. Lope, sangrantemente divinos.

Un libro donde campea la pintura tiene el inconveniente de encontrarse con Alberti en cada esquina, pero Mollá lo esquiva con una mirada que engloba o tras artes bajo el denominador común de la sombra, eso que da relieve y fuer­za a la luz. Por tanto es la luz que no se ve o no lo parece, la fuente negra ante-

Page 87: REVISTA 121

REPÚBLICA DE LAS LETRASUl Antonio Hernández

rior a todo de lo que va naciendo un magma para el estupor. Juan Mollá, entrometido como siempre en las pre­guntas esenciales, responde que al haber surgido de ella, vivimos de ella, del sabor de la magdalena proustiana, de la fragancia de su azahar valenciano de infancia, de la luz de sus playas, y que esa, por tanto, es la medida de la luz, un nuevo giro de tuerca de la tinie­bla. Ni un pintor, ni un escultor, ni un arquitecto, ningún plástico aparecen en el texto a no ser para la dedicatoria de los poemas. Pero Juan sigue en deuda con ellos y en Animales impuros, amane­cen con nueva luz en el poema inicial, como si quisiera proseguir la trama de asombros, "la luz de Patinir, la Primavera de Boticelli, o la Ronda de noche, las Meninas, la Cena de Leonardo". Y sin embargo, el meollo del libro, no es la estética ni su elogio, sino el relativismo, el punto de vista que se adopte con relación a las cosas conde­nadas. Por ejemplo, el gusano que:

Posee la manzana que las Gracias y Diosas se disputan . Oculto en el bocado de Adán, vences el tiempo. Galán del Paraíso. Rey de la Esfera. Polizón oculto que habrá de apoderarse de la nave cuando llegue el naufragio.

o Luzbel, el Ángel caído:

Su lomo es frío mas su fuerza salva tal vez de la caída. y aún queda entre sus fauces cierto aroma ten tador de manzana. Qué recuerdo del vuelo arrastra la serpiente.

El tiempo concedido para esta pre­sentación me obliga a no poder seguir

paso a paso, y deteniéndome en su hon­dura y belleza encamadas, las muestras antológicas de dos libros más: El jardín sin límites, publicado en 1997, y Poemas mediterráneos, de 2002. Son los libros que más justifican el título de la antología Contra el tiempo por su carácter de elegía sosegada, de serena meditación que va en busca de las cosas -perdidas salvo para la memoria, esa alcancía de los recuerdos a buen recaudo. El poeta ve cómo han pasado los trenes que, sin embargo, no han dejado detrás los pai­sajes más hermosos. Y que la estación término próxima es "un abrazo sin fin o un espejo quebrado como el mar". Si la vuelta a la infancia supuso la búsqueda del paraíso perdido que la niñez supo­ne, el trasunto, el viaje ha dejado el sabor y el olor del chubasco que cayó en la primavera. Esa hondura de pensa­miento que es delicadeza guarda otro tesoro. Es la remuneración a quien si vivió la vida desvivido por entender lo insondable, la vivió con belleza y la retiene porque sabe guardarla como nadie. Y así el deseo es realidad soñada pero también acariciable porque él pue­de "volver a la primera orilla, levantar un gran faro de arena y acariciar el mar llevando firme otra mano pequeña cogi­da de su mano". ·

Juan Mollá es un poeta extraordina­rio en la acepción que la palabra cobra de "aparte" y en la que apunta de cali­dad. Su voz nunca acarrea la contamina­ción del eco; su estilo, como vestido del pensamiento, lo marcan la delicadeza, que es la piel de las formas, y la elegan­cia, que es la manera de llevarlo. No escribe para su tiempo, sino desde la antigüedad, lo que quiere decir que es un posmoderno, o sea, un clásico; da la impresión de haberse repasado la guía telefónica -tras el estudio del Código civil como gran abogado que es- porque

87

Page 88: REVISTA 121

88 Juan Mollá, ¿contra el tiempo? REPÚBLICA DE LAS LETRAS121

es casi imposible encontrarle en trance de retórica. Cuando adjetiva, tiene san­gre, respira en sustantivo; si establece paralelismo es porque aunque las vías no se junten, llevan al mismo sitio: así las imágenes que logran del mismo ámbito espiritual cosas de distintos órdenes. Es claro, pero también transpa­rente, que es lo que hace arte la vulgari­d ad o lo ordinario. Y desmiente que los seres extraordinarios tengan corta vida, negación que le otorga lo sabio que otros llaman experiencia. No deja indi­ferente, al revés, inquieta porque sabe mecerse en la cuerda floja de la duda y la emoción.

Después de todo esto y mucho más, ¿cómo va a estar incluido en ninguna antología generacional?

Hagan el favor de leerlo, de palade­arlo en la alegría y el d olor. Serán felices. y aprenderán, si ya no lo saben, que ser feliz no conlleva necesariamente la paz y curiosamente sí contiene el desvelo.

COMENTARlOS AÑADIDOS DURANTE LA LECTURA DEL TEXTO

l . El concepto generación, estudiado en España por Laín Entralgo, Julián Marías y su maes tro Ortega y en Europa por Julius Pe tersen, fue apli­cado por primera vez en nuestro país por Ped ro Salinas a los escritores del 98. Las cond iciones requeridas para formar parte de una de ellas carecen hoy de un rigor que no sea el práctico que utilizan algunos profesores para es tudiar en conjunto y esquemáticamente a escri tores naci­dos en un período de quince años o h aber publi­cado el primer libro durante ese tramo de fechas. Asimismo los términos generación juvenil, ascen­dente, cesárea y augusta sólo serían entendidos

con el añadido de una superviviente al albur de un poeta, ensayis ta, narrador o autor teatral m uy longevo. La espectativa de vida actua l y la glo­balización contestan por sí mismas las encorse­tantes leyes de Pe tersen que muchas veces exclu­yen de su simplicidad a escritores tardíos a la hora de publicar o editados por colecciones poé­ticas de poca o ninguna difusión, caso de Juan Mollá.

2. La calificación de desheredada indica el g rado de orfandad en que quedan los poetas del cin­cuenta con la diáspora de los maestros tras la guerra de España. La aclaración hace pueril la crítica de que sus miembros más conspicuos reci­ben a estas alturas los mayores reconocimientos oficiales.

3. Cuadernos del matemático, dirigido por Ezequías Blanco, acaba de publicar su número 45 y cuenta con el mecenazgo, entre otros muchos, de CEDRO.

' . Julio Mariscal, poeta gaditano, considerado por Antonio Fernández Spencer corno el mejor p oeta amoroso español tras Gustavo Adolfo Bécquer y Pedro Salinas y por Ruiz Copete corno el más destacado poeta erótico de nuestro país, destaca por ser una de esas voces absolutamente diferenciadas y reconocibles por sus característi­cas peculiares. A salvo por algunas antologías de selección y a pesar de opiniones aisladas tan tajantes como las aludidas, en la actualidad es un poeta prácticamente olvidado.

s Contra el tiempo, Vitruvio, Madrid, 2011.

~ . Novísimos o neoculturalistas introdujeron en sus textos palabras poco usuales en la poesía del momento. Muy anteriores a ellos la práctica es común en el grupo cordobés señalado, compues­to por Ricardo Molina, Pablo García Baena, Juan Bernier y Mario López.

7. Donde da la luz. Premio Rafael Morales 1977. Colección Melibea. Talavera de la Reina, 1978.

8. Quintus Horatius Flaccus, poeta latino de la Apulia en su famoso tratado Ars Poetica .

Page 89: REVISTA 121

Actualidad de Quevedo

"Suele la crítica negar -escriben acertadamente los responsables de esta edición- la cualidad de dramaturgo en Quevedo, y, en efecto, no se dedicó pro­fesionalmente a este género, pero desde luego no escapó a la fascinación de las tablas" Tal afirmación viene corrobora­da por su biógrafo, Pablo Tarsia, quien nos recuerda que nuestro afamado autor "dejó escrita de su propia mano una memoria de libros y papeles, entre los cuales se hallaban algunas come­dias, de las cuales dos, viviendo él, se representaron con aplauso de todos" .

No cabe, pues, sino celebrar la ini­ciativa de los profesores Arellano y Carda por su trabajo académico a fin de trasladarnos a nosotros -conocedores tópicos y desconocedores lectores- este apar tado tan sustancioso en el conjunto de la obra de Quevedo. Autor cuyo legado a las letras españolas es tan notorio no solo en los numerosos epígo­nos habidos en el tiempo, sino aún en la vigencia de su legado, presente más o menos explícitamente, en las letras actuales.

RICARDO MARTÍNEZ

Su obra dramá tica había sido la par­cela peor tratada hasta ahora por la crí­tica académica, razón por la cual es de agradecer este trabajo preciso y detalla­do, cuyo estudio introductorio, muy documentado, viene a arrojar luz sobre nuestros desconocimientos, a la vez que ayuda a entender el trasfondo, siempre con esa visión crítico social que le dis­tinguió y que caracterizó su labor lite­raria.

El libro se subdivide en distintos apartados clarific.adores, a saber: Come­dias, Entremeses y Loas y bailes. Del pri­mer apartado destaca el texto "Cómo ha de ser el privado", tema recurrente en Quevedo -reflejo de una época donde eran abtmdantes los tratados acerca de cómo se había de ejercer el buen gobierno y que dió lugar al famoso 'tema literario' conocido como "Relox de Príncipes" - y sustrato fundamental de su elaborada obra de carácter socio-político-moral conocida como Política de Dios, gobierno de Cristo y tiranía de Satanás.

En cuanto a los otros apartados, reco­gen lo que se considera obras menores

Page 90: REVISTA 121

90 Actualidad de Quevedo REPÚBLICA DE LAS LETRASUl

pero de una gran aceptación, y cuya representación solía tener lugar en el intermedio de otras representaciones de mayor enjundia. Venían a ser un entrete­nimiento en la espera entre acto y acto de obras de mayor entidad, de tantas como fueron dadas a la imprenta en época de los Austrias, y de las cuales había fre­cuente representación -con todo lujo de aditamentos de escenario y efectos- en la corte española del siglo XVII, tal como han puesto de manifiesto los exhaustivos estudios del profesor Díez Borque. Entre las aquí recogidas están el famoso 'entre-

Narrador y autor dramático, Manuel Quiroga Clérigo es, ante todo, poeta de larga y fecunda trayectoria, como demuestran sus trece libros publicados. Galardonada con el segundo Premio de Poesía de la Editorial Poesía eres tú, esta última entrega recoge poemas de muy

més del caballero .de la Tenaza o 'del marido pantasma'. Y de las Loas y bailes podemos recordar 'Los galeotes' o 'Los sopones de Salamanca'.

Lo dicho, un trabajo necesario, oportuno, y una fuente de delicia litera­ria para el lector, razón por la cual no cabe sino felicitar esta nueva entrega de la editorial Cátedra, que tanto viene haciendo a lo largo del tiempo en cuan­to a la recuperación -y fijación crítica­de textos de las letras españolas, ya sea el Siglo de Oro u otros precedentes exi­mios.

Páginas de un diario, de Manuel Quiroga Clérigo

RAFAEL SOLER

diversos registros esc~itos a lo largo d e más de cuarenta años, ofreciendo así un interesante testimonio de las inquietu­des y hallazgos que han ido jalonando su escritura ..

Inquieto siempre, observador sutil, instalado gozosamente en la vida como

Page 91: REVISTA 121

REPÚBLICA DE LAS LETRASlll Ricardo Martínez

otros en el desencanto y la amargura, Manuel Quiroga no pasa de largo ante nada que despierte su emOClOn y merezca ser contado. El sentimiento amoroso, el paisaje, los viajes, los recuerdos, cuanto queda por hacer y nos espera, constituyen así la médula espinal de su trabajo, como ya pudo el lector comprobar en Nosotros fuimos pájaros rotos (Ámbito Literario, 1.980), y en otras posteriores de igual o mayor calado como De Morelia callada (Ado­nais, 1997) y Las batallas de octubre (Pla­za y Janés, 2002) .

Bajo el acertado título de Páginas de un diario, el poeta organiza en esta oca­sión los cincuenta y seis poemas que conforman el libro en cinco capítulos, dejando para su cierre el poema más reciente, Festivo ocaso, escrito en su reti­ro de San Vicente de la Barquera en sep­tiembre de 2010, y abriéndolo con otros de 1971, quedando así explícita la condi­ción de testimonio cronológico que su autor quiere dar a este Diario. Lector atento de Claudio Rodríguez y de Valente, Manuel Quiroga reconoce en todos los foros la ascendencia que sobre su poesía tuvo siempre Pablo Neruda (recordemos aquí su Homenaje a Neruda (1973), y este libro, en que el verso es ante todo testimonio de lo vivido, viene a confirmarlo.

Conviene decir cuanto antes que Manuel Quiroga es escritor de viajes y en los viajes, siempre cuaderno en mano, fiel a sus obsesiones, que cultiva con la mirada tierna del que nunca ter­mina de envejecer pues se alimenta de cuanto acontece a su alrededor, por insignificante que sea. El mundo estaba

silencioso aquella tarde recoge poemas escritos desde el desgarro que provoca la ausencia de la persona amada: una fotografía me devuelve su cuello / su palpi­tante carne, su leyenda arriesgada / su piel junto a la espera. El amor como aconteci­miento sustantivo, presente siempre en la vida cotidiana del poeta con sus arre­batos, su luz intermitenté, sus tempora­les y terribles abandonos Ya se acerca el momento en que oír sus cabellos, afirma en un poema que contiene solamente este verso, y que resume bien el temblor con que fueron escritos sus vecinos, en for­matos más extensos y convencionales.

Bajo el título de Los relojes encontra­mos diez poemas que nos hablan del desamparo del hombre sin otro destino que no sea, en palabras de BIas de Otero, "apuntalar ruinas" . A ello se apli­ca con dedicación de orfebre Manuel Quiroga, encontrando para sosiego del lector en su camino pájaros de Italia, cantos amarillos, tardes santas y cortas, grandes caserones de ojos vigilantes, contados y cantados todos en poemas que tienen su punto de encuentro en la nostalgia. Todo el contenido de La maña­na es de reciente factura: ocho poemas escritos entre 2009 y 2010 para ofrecer­nos la mañana y todas sus provincias. Hay en ellos una l1!ayor concisión, una estructura formal distinta a todo lo ante­rior, con versos más ceñidos que dan sosiego a su lectura.

Testimonio de lo vivido y lo perdi­do, Páginas de un diario culmina una larga etapa, y nos deja a la espera de una próxima entrega de su infatigable y torrencial autor, que nos hable una vez más de cuanto al corazón concierne.

91

Page 92: REVISTA 121

Lo que esconde tu nombre

La consagración de Clara Sánchez

en el universo de la novela

Clara Sánchez es una novelista de reconocido prestigio, ya que lleva publicadas muchas novelas donde ha ido creando un universo muy particu­lar, centrado en el mundo de personajes que se desnudan en su interior, buscan­do la esencia de sus vidas, la razón para justificar la existencia, siempre efímera y fantasmagórica, en el mundo.

Clara nació en Guadalajara, pero pasó su infancia en la ciudad del Turia, la cada vez más hermosa Valencia, ciu­dad de una belleza que alumbra el Me­diterráneo y que se vierte con todo su esplendor en sus famosas Fallas. Pero se vino a Madrid, estudió Filología His­pánica, donde fue consolidando sus lec­turas, su interés por la palabra precisa, por el sonido del lenguaje que recorre, con su hilo fino, el corazón de sus prota­gonistas, los cuales se adhieren a las emociones, como leit-motiv de sus vidas.

En 1989 publicó la novela Piedras precio­sas, luego llegó No es distinta la noche (1990),

PEDRO GARCÍA CUETO

El palacio varado (1993), Desde el mirador (1996), El misterio de todos los días (1999), Últi­mas noticias del paraíso (Premio Alfaguara de novela en el año 2000), Un millón de luces (2004) y Presentimientos (2008).

Tiene ya varios premios importan­tes, además de ganar el Premio Nadal (uno de los más importantes de nuestra literatura contemporánea) por su últi ­ma novela, Lo que esconde tu nombre, una indagación, a través de varios persona­jes, con el trasfondo del descubrimiento de la presencia de un antiguo nazi en las playas de Alicante .

El tema es realmente apasionante y nos envuelve otra vez en la idea de la con­ciencia, de la culpa que pasea por nues­tros más queridos lugares, sin que nadie se dé cuenta, de la presencia del mal en señores ancianos que, en su apariencia, podrían despertar afecto, pero que escon­den el horror en lffi pasado atroz.

Clara Sánchez conoce la tradición literaria que sustentan esos personajes

Page 93: REVISTA 121

REPÚBLICA DE LAS LETRASUl Pedro García Cueto

que despiertan de su noche feliz para transformarse en el horror, recordemos La metamorfosis de Kafka, novela que explica muy bien la quiebra de valores del siglo XX, ante el avance inexorable de los totalitarismos en el mundo. Pero también conoce la novelista de Gua­dalajara la presencia anonada del per­sonaje de Robert Musil El hombre sin atributos, un hombre que presencia, desde su atalaya de perplejidad y su aspec to indiferente hacia el mundo, el nacimiento de una época de miedos y barbarie.

Por ello, la novelista se adentra en los mundos de la apariencia que escon­den el horror, ese pasado de los nazis donde nada era suficiente para experi­mentar con los seres humanos, para cosificar al hombre hasta convertirlo en un juguete roto, en los enormes crema­torios que se descubrieron al acabar la Segunda Guerra Mundial, donde pere­cieron tantos inocentes, víctimas de la locura de un hombre con delirios de grandeza, un psicópata sin paliativos, como fue Hi tler.

Con estos mimbres históricos, Clara Sánchez crea el personaje de J ulián, un hombre que persigue a Fredrik y Karin Chris tensen, reflejos del pasado, cica­triz que pesa en su memoria, llama que le va pudriendo y que debe apagar.

Julián es diseccionado por la novelis­ta con la capacidad del entomólogo, que sabe que en las acciones se esconde el verdadero mundo, en los pensamientos, el juego de la verdad que inunda la mira­da de Julián cuando llega a Alicante:

"Sin embargo, nada era na tural, porque si fuese natural no nos parecería extraño e incompren­sible:- ¿Era yo digno de seguir viendo estos hermosos campos plateados?" (p. 21).

La vida, como un inexorable carru­sel, hace de Julián un ser que se aferra al tiempo, que niega, con su afán de des­cubrir al antiguo nazi, que el sino esté cumplido, sino que aún queda algo por hacer.

Para la novelista, la mirada es fun­damental, ya que sus personajes son desnudados, desabrigados de cualquier apariencia, se muestran como son:

"No hacía mucho que me había dicho un médico que a n:i edad la memoria es una memoria cristalizada, lo que quiere decir que se recuerdan mejor los acontecimientos lejanos que los recientes" (p. 24).

Es cierto, porque Julián recuerda el sombrero de su mujer, Raquel, en los años cincuenta, cuando se casaron.

La novelista sabe que la memoria lo es todo, selecciona la vida, la va envol­viendo de detalles que son imprescindi­bles, motor de nuestros pasos. Esa memoria es la que Julián va dejando en las páginas del libro y por lo que el per­sonaje nos seduce especialmente.

Pero Sandra, la chica que conoce, está llena de la frescura del tiempo, en un espejo contrario al de Julián, ver te­brando una lozanía que se irá llenando de savia al contacto con Julián. Los vasos comunicantes entre los dos enri­quecen la novela.

Sandra, que entra en contacto por casualidad con Fred y Karin, también lo hará con Julián, y así lo describe, como si se adentrase en el rostro del hombre, en sus interioridades, a través de su ropa, como si el cuadro vital que dibuja se nos quedase grabado para siempre, gracias a la habilidad de Clara Sánchez para construir personajes y situaciones:

"Julián ya estaba allí. Siempre llevaba la misma chaqueta azul claro porque seguramente

93

Page 94: REVISTA 121

94 Lo que esconde tu 'tambre REPÚBLICA DE LAS LETRAS l2l

cuando decidió venir aquí no imaginaba que se iba a quedar tanto tiempo. Había añadido un pañuelo al cuello, que j\lnto con el sombrero panamá le daba un aire de película italiana, pero no a tardar tendría que comprarse algo más de abrigo" (p. 121).

La ausencia de culpa de los crimina­les que persigue Julián acentúa la unión entre ellos, ambos conocedores de hallarse ante una alta misión, seres que se sienten en el fondo náufragos en un mundo que no entiende de compasión.

La vida cotidiana de la pareja de ancianos de terrible pasado, sirve para que se vaya fraguando una trama, que no voy a desvelar, pero que está llena de matices, d onde vive el afán vouye­rista de Sandra, presente en el interior de cada uno de noso tros, lectores del libro, pero espectadores de ese mundo de apariencias y de trágicas realidades.

Sandra sabe que en la vida cotidiana se condensan los verdaderos tejidos de la vida, su amor y su desamor, se crean los espejos donde se ve la condición humana, como el momento, muy diná­mico, donde Fred discute con Karin :

"Fred prácticamente empuj aba a Karin, y Karin se vencía sobre una cadera y sobre la otra aga­rrándose a la barandilla como podía" (p. 245).

Las lágrimas de Karin se centran en un asunto de joyas, lo que demues tra que las cosas nimias fundamen tan sus vidas, mientras yacen o tros seres deba­jo de su falta de conciencia. Para la no-

velista, las acciones cotidianas cobran mayor horror, porque esconden la falta de moral, la falta de compasión de los dos ancianos.

Sin querer indagar más para que sea el lector quien libre una batalla con esos personajes que se nos meten en la piel, en la memoria, decir que Clara Sánchez da un paso más y trenza una novela intensa (con un estilo narrativo ágil y sin hermetismos para el lector), lleno de espejismos, entre el presente y el pasa­do, donde lo cotidiano, en su extrema simplicidad, está lleno de sombras que nos hablan de un mundo mucho más oscuro, en la senda de los grandes per­sonajes de ficción de nuestro siglo XX, como el de Gregorio Samsa, quien des­cubre el horror una mañana o el Dorían Gray quien sabe que el cuadro es su alma corrompida, como el pasado de los nazis que aún pasean por algunos lugares de nuestros veranos del Me­diterráneo.

Julián o Sandra son los seres que viven por dentro de nosotros, se hacen nuestros al contemplar lo que no quie­ren ver, al igual que tanto crimen que nos asola en la actualidad y que es tá presente en nuestro mundo cotidiano, desde la pantalla aséptica del televisor, tan lejos que no nos conmueve, pero que, si estuviera frente a nosotros, -encarnados en Fred y Karin, nos revela­ría nuestro miedo y nuestra cotidiana indiferencia.

La novela de Clara, un paso más en su madurez narrativa, nos enfrenta, con esos fantasmas cotidianos que no que­remos ver, logrando una novela que deja huella en nuestra retina y en nues­tro corazón.

Page 95: REVISTA 121

¿ Quién, si yo gritara, me oiría desde los órdenes angélicos?, se preguntaba el enigmático poeta checo Rainer María Rilke, (1875-1926), en el primer verso de su célebre libro Duineser Elegien / Elegías de Duino, y añadía: Pero, suponiendo que un ángel me oyera y me acogiese contra su corazón, su indescriptible fuerza me mata­ría; porque lo bello no es más que el comien­zo de lo terrible.

Inquietante conclusión e insondable dilema que ya presidió los más metafóri­cos silogismos del pensamiento griego, allá en la remota Hélade, cuya impar sabiduría nos legó el axioma de que ver­dad y belleza eran una misma cosa, pues ambos conceptos compartían la premisa de la armonía de las partes. Mar inconmen­surable y sin orillas que tiene su origen en el idílico Génesis y su culminación en el dramático Apocalipsis, ese comienzo de lo terrible que atormentaba el espíritu del poeta Rilke, cuya evocación nos ha veni­do a la memoria después de varias y atentas lecturas de Las cartas que debía, libro de poemas escrito por el singular y

Las cartas que debía

RAMÓN HERNÁNDEZ

excepcionalmente dotado novelista y poeta Rafael Soler. Testimonio li terario publicado por Ediciones Vitruvio, pres­tigiosa firma editorial donde, reciente­mente, también vio la luz pública Ma­neras de volver, celebrado poemario de este galardonado autor, investido en am­bos textos de una poética intransferible y veraz, honda e intensa, no exenta de sombrío sarcasmo y elegíaco hermetis­mo. Prestigiosos caracteres propios de la literatura insigne . de cualquier época y lugar, los cuales nos han hecho recordar a Rilke, el gran paradigma de la moderna poesía europea; tan poco o nada entendi­do, no sólo por sus lectores, sino, incluso, por él mismo. Más no es éste el caso de Rafael Soler; pues, si bien el autor de Las cartas que debía se manifiesta con frecuen­cia como un poeta metafórico y críptico, lo es de forma consciente, como no lo fue casi nunca el emblemático escritor checo, casi siempre arrebatado por una fiebre interior que le superaba.

Dicho esto y volviendo al libro que hoy presentamos, vemos que este poe-

Page 96: REVISTA 121

96 Las cartas que debía REPÚBLICA DE LAS LETRASJ21

mario se ofrece al lector fragmen tado en ca torce partes y setenta y seis poemas, la mayoría breves, concisos, significa ti­vos y, corno ya se ha sugerido, en gran medida intencionadamente herméticos. A ellos nos conduce un introito de dos citas previas. Una, de César Vallejo, a través de la que el poeta peruano nos dice: Ésta es mi inmensidad en bruto ... éstas son mis sagradas escrituras ... La otra cita pertenece a Marilyn Monroe, ese otro ángel rilkeano de nues tro tiempo, cuando afirma: Vida, soy de tus dos direc­ciones. Doble confidencia que, en mi opinión, explica mucho del cómo y por qué nacen de la pluma de Rafael Soler estas cartas no enviadas. Aunque, quizá, sí escritas, al menos en el alma del médium poético que nos habla, bordean­do siempre su abismo interior, legitima­do por la razón última y primera del poema personal que, corno un boome­rang, nace y muere sin concesiones a nada ni a nad ie; para, una y otra vez, reinventarse en el lector, ese otro mun­do ancho y ajeno que nos identifica con el poeta.

Así pues, los textos de este poe­mario recién nacido, concebid os y desa­rrollados desde su íntimo ensimisma­miento, no explican su razón de ser ni responden a interrogantes, porque su esencia habita en un revivir privado, descrito en clave, utilizando un lengua­je sobrio, medido, exacto, p leno de rei­vindicaciones tan secretas que, muy probablemente, nacen y m ueren en el alter ego del poeta, que vive en él, como exclusivo confidente de sí mismo.

No obstante lo que acabarnos de indicar, y por arte de la magia poética, esos mundos semiocultos del espíritu se perfilan tenues, tanto por la veladura estética de la palabra, corno por el res­plandor difuminado de u n tiempo pasado que hiere con doliente mutismo

y altivo resentimiento, de tan arrebata­dos y líricos perfiles como el verso ini­ciá tico de es tos comentarios: ¿ Quién, si yo gritara, me oiría desde los órdenes angé­licos? Afilado dardo dirigido a persona­jes anónimos, sin rostro, ajenos al lector ensimismado en una lectura obligato­riamente intensa, sumergida en el

, encantamiento de una esfinge impávi­da, habitante solitaria de un desierto sin huellas.

En este orden de cosas, ciertamente solemnes, sería vano intento y preten­sión fatua carente de sentido y de lógi­ca, tratar de diseccionar ahora un poe­mario que, como todos, ha nacido para ser leído; no al trasluz, sino mediante una inmersión tan apasionada como el océano incógnito del que han nacido estos versos, compartiendo con el inspi­rado médium del poeta, aquí presente, el gozo y el dolor, la vida y la muerte, la condenación y el perdón. Palabra clave ésta para comprender la esencia de una poé tica inusual, henchida de verdad , pud or y redención; no sólo literaria, corno acon tece siempre con la obra bien hecha, sino también pletórica de serena autenticidad . Se cierra así, creemos, el círculo que tuvo su origen en Maneras de volver, tex to anterior ya citado del autor, dejand o abierta la puerta que debe conducir al poe ta a otros y nuevos horizontes, después d e es ta travesía tes­timonial plena de áridos escollos, her­mosas nos talgias y heridas melancolías, impulsado tod o es te m agm a por el d es­tino inconmovible que, a todos, poe tas o no, nos lleva, ajeno siempre al d elirio de los oráculos. .

Porque el poeta, o su alter ego, aquí y ahora, se ofrece, no en su Gólgota (título de uno de sus poemas) sino en el íntimo secreto de su arte; porque sabe que 11 0 ,

tenedlo claro, no encontraréis mis sábanas vacías, tal y como afirma, con feroz coraje,

Page 97: REVISTA 121

REPÚBLICA DE LAS LETRAS121 Ramón Hernández

en No me gustan los bombones de licor, todo un desafío a la ya agonizante y vacía postrnodernidad. Posiblemente el mayor acierto del libro, frente a ese dolor amarillo y su guadaña; cita, que, más allá del espa­cio y del tiempo, encontrará las secretas caligrafías de este poemario enigmático y fascinador, plagado de secretos legítimos, de confesiones, de silencioso grito y de mudo estruendo que, muy pronto, quizá hoy mismo, desembocará en un taller de escritura para versos con futuro, título de otro poema-carta, en el que, tras evitar todos los golpes certeros de la lluvia, el poeta empuñará otra vez la pluma con descaro humildemente en vela erguido al acecho del verso mayor incandescente para desnudo ortográfico tallarlo eterno indestructible y soberano dejando sin dudar el folio en blanco, como se dice a sí mismo en el último poema, titulado, precisamente, Maneras de volver, en el que se lee: has llegado donde quiera que sea ya has llegado.

Nada más cierto y nada más esperan­zador e ilusionan te, pues de la pluma y el bloc de notas de este brillante y noble escritor que es Rafael Soler, esperamos el continuo renacer de su rico, ancho y fron­doso bosque poético, paradigma de aquel célebre héroe de La Araucana, de Ercilla, el mítico Caupolicán, al que también cantó el genio de Rubén Daría en su libro Azul con estrofas como ésta: Anduvo, anduvo, anduvo, le vio la luz del día, le vio la tarde pálida, le vio la noche fría, y siempre el tronco de árbol a hombros del titán. Anduvo, andu­vo, anduvo. La aurora dijo: Basta, e irguióse la alta frente del gran Caupolicán.

Así lo deseo yo, y así será.

BIBLIOGRAFÍA DE RAFAEL SOLER:

~:

- Mallems de volver, 2009. Ediciones Vi tru vio - Los sit ios interiores (sonata urgen te), 1980. Ediciones Rialp.

Novela:

- Barmnco, 1985. Novela Cátedra - El sll eJ'io de Torba, 1983. Noveía Cá tedra - El comzón del lobo , 1981. Institución Cu ltural El Brocense. - El grito, 1979. Ámbito Literario

Relatos:

- La otm luz del faro, 1985. Confederación Española de Cajas de Ahorro . - Hom enaje, 1983 Confederación Española de Cajas de Ahorro. - Elmimdor, 1981. Bruguera - ClIentos de ahom mismo, 1980. Aula de Cultura de Tenerife. - J.R. tropieza en el Paseo de las Pallllems, 1970. Confederación Española de Cajas de Ahorro.

Ensayo :

- Prólogo del libro Una aproximación socioecolló­mica a la rebelión de las 11Iasas, de Javier Casares Ripoll, 1995. Dykinson.

PREMIOS:

~:

- Accésit Premio Nacional Juan Ramón jiménez, 1980. Novela: - Premio Cáceres, 1982. - Primera Bienal Ámbito Literario, 1978.

Libros de relatos:

- Accésit Emilio Hurtado, 1980. - Ateneo de La Laguna, 1979.

Cuentos:

- Tercera Hucha de Oro, 1978. - Hucha de Pla ta , 1985, 1982 Y ] 981.

97

Page 98: REVISTA 121
Page 99: REVISTA 121

ALBERTO OMAR WALLS Inmenso olvido

-RESENAS NARRATIVA

Alberto Ornar Walls nace en Santa Cruz de Tenerife en 1943. Aunque conocido como escritor, su labor en la cultura se ha dirigi­do a cultivar varias especialidades, las escénicas y audiovisuales junto a las literarias, y ha ejercido de profesor, director y actor de teatro y cine. También lleva años ejerciendo de gestor cultural, especialidad que ha estudiado en la Universidad Complutense de Madrid y en la de Barcelona. Ha publicado títulos como La canción del morrocoyo (novela), Papiroflexia (relatos), El tiempo lento de Cecilia e Hipólito (novela), El unicornio dorado (novela), Como dos lunas llenas (novela), Contados al atardecer (relatos), El pequeño Carlos contra el almirante (novela), Soledad Amores (novela), Arrégleme el alma (novela), El informe (tea­tro), Hoy me he levantado trascendente (teatro), Angeles de la espuma (poesía) entre otros. "Si así se comporta mi inconsciente, ¿por qué el empeño de volver a mi pasado? Sólo existe mi presente, y este ahora es lo único que puede dar sentido a la existencia; entonces, ¿a cuento de qué me propongo realizar este tortuoso camino de introspección? Indagar para conocer, desentrañar para descubrirme. Saber quién soy para poder estar tranquila. Dolerme para sanar".

ALEXOVIEDO Las hermanas Alba

Alex Oviedo (Bilbao, 1968). Periodista y escritor, ha ejercido de editor, diseñador gráfico y asesor literario. Colabora en el suple­mento cultural Pérgola del periódico municipal de Bilbao y ha publicado las novelas Hektoren agenda (finalista en el Premio Ciu­dad de Barbastro 1994) y El unicornio azul. Mezcla de novela negra y diario de escritor, en Las hermanas Alba se unen de forma natural ficción y realidad, y desfilan personajes verdaderos o inventados con el fondo de una ciudad que gracias a Alex Oviedo adquiere un peso literario definitivo. Oviedo logra en Las hermanas Alba lo que muchos escritores actua­les buscan, pero pocos encuentran: reunir en una novela breve los rasgos determinantes que están llamados a renovar el género narrativo en estos comienzos de siglo.

Inmenso olvido Alberto Ornar Walls Caja Canarias, 2009

Las hermanas Alba Alex Oviedo Ediciones Bassarai, 2009

Page 100: REVISTA 121

100

ANA ALEJANDRE Tras la puerta cerrada

Narrativa

Novela intimista y psicológica en esencia, aunque vertebra da alrededor de una intriga que va siendo desvelada a lo largo de la obra, Tras la puerta cerrada relata con pasión la historia de una impostura y el proceso de desenmascaramiento de las apariencias sociales, bajo las que se esconden la na turaleza silenciada y el resentimiento de un hombre marcado por sus recuerdos.

Ana M.a Alejandre Carrizosa nació en Azuaga (Badajoz). A lo largo de su vida ha residido en numerosas ciudades de España y Marruecos, hasta recalar en Madrid donde actual­mente vive. Es abogada y conferenciante habitual en diversos foros culturales. Colabora asiduamente en publicaciones y revistas especializadas, reflejando en sus artículos su decidida vocación literaria y su formación humanista. Con la edición de Tras la puerta cerrada, la autora inicia la publicación de su obra narrativa.

Doce cuentos solitarios es una colección de historias que harán reflexionar por la profundidad psicológica y la capacidad narrativa de su autora, y que sumergirá al lector, desde el pri­mer momento, en la tensión argumental y el ritmo narrativo de cada uno de sus relatos, todos diferentes entre sí, tanto en su técnica narrativa y extensión, corno en la arquitectura argu­mental.

REPÚBLICA DE LAS LETRAS121

ANA ALEJANDRE

TRAS LA PUERTA CERRADA

Tras la puerta cerrada Ana Alejandre Mileto Ediciones, 2003

Doce cuentos solitarios Ana Alejandre Irnaginediciones, 2007

Page 101: REVISTA 121

REPÚBLICA DE LAS LETRASlll

ANA CARAVACA CABALLERO 13 + 1 relatos médicos

Narrativa

Ana Caravaca Caballero (Madrid, 1972) es de profesión médi­ca de emergencias, además de Directora de la revista Puesta al Día en Urgencias, Emergencias y Catástrofes .

Ha participado en numeroso foros, congresos, talleres y pro­gramas de televisión, aunque también lleva años en el ámbito literario con incursiones poéticas, relatos y, próximamente, su primera novela Dubrovka.

Cierta dosis de humor, y a veces una perspectiva ácida de la realidad, es lo que ha querido plasmar la autora en voces de anónimos protagonistas, médicos o no, pero ahondando en su punto de vista humano y emocional en el ejercicio de la medi­cina. Todos aquellos que vivan o sientan la curiosidad de ponerse en la piel de un médico en situaciones de lo más variopintas, lo podrá hacer a través del viaje que supone la lectura de cada uno de estos 13+1 relatos médicos.

ANTONIO OLIVARES DE LUCAS Abuelos - Avis. Rockeros I - La grandeza de los mayores

Antonio Olivares de Lucas ha dedicado su vida al mundo de la imagen y de la televisión, al deporte, salud, nutrición y esté­tica. Hay que resaltar sus éxitos corno profesional de la Televisión desde sus inicios en TVE a finales de los años 70, en el programa "Consulte a su médico", con Blanca Álvarez, y en otros muchos más corno "El Ser Humano", "Revista Medite­rráneo Internacional", "Informativos Costa Brava-Palavisió", "El show de la Televisión", "Acción en el mundo del silencio" . (para sordomudos), "Misterios Paranormales", "Conocer el personaje", etc.

Ac tualmente es Director General de TV Mediterráneo Inter­nacional.

En este libro se muestran una serie de personajes de gran inte­rés para el lector, que se ve atrapado en un mundo de aventu­ras, vive ambientes inquietantes cargados de fuertes emocio­nes, con una contundente verosimilitud gracias a la riqueza de su narrativa, con amplitud de matices que sólo pueden ser descritos por quien ha estado allí.

Publiequipo

13+1 relatos médicos

/

101

13 + 1 relatos médicos Ana Caravaca Caballero Arán Ediciones, S. L., 2009

Abuelos - Avis Rockeros 1 La grandeza de los mayores Antonio Olivares de Lucas

Page 102: REVISTA 121

102

ANTONIO RODRÍGUEZ JIMÉNEZ El inseminador de la margarita

Narrativa

Antonio Rodríguez Jiménez nació en Córdoba (1959) . Es autor de tres novelas y diversos libros de poesía. Es periodista y Licenciado en Filosofía y Letras. Ha publicado las novelas Galilea (Grupo Libro. Madrid, 1994), Plaza del Cielo (Huerga y Fierro editores. Madrid, 1996) y La alquimia del Unicornio (Almuzara. Córdoba, 2006), el ensayo­antología Ante nueve poetas de Córdoba (1988) y Elogio de la dife­rencia (Antología consultada de poetas no clónicos). Cajasur. Córdoba, 1997. Ha publicado también los libros de artículos literarios Humos amarillos (Sevilla, 1993) y Paraíso de las migajas (Pamiela . Pamplona, 1996). Entre sus libros de poesía destacan Lunas muertas. Ciudad de luna muerta (Adonais, 1987), Los demonios de Vysehrad (Barcelona, 1999), Una hembra de esplendor (Antología 1979-1999) (Ayuntamiento de Málaga, 2000), Sagrados labios verdes (Algaida. Sevilla, 2005), Sonidos metálicos al sur de Manhattan (2006), Los duendes del invierno (2008) y El azúcar de Saturno (2009). "En estas páginas conviven mujeres y hombres contemporá­neos, perdidos, débiles, extravagantes, medianamente felices, de vidas cotidianas y combates pasionales. Personajes pasaje­ros, animales feroces y otros como Rodolfo Jiménez que te impiden despegar los ojos de sus anemias sentimentales, am o­res imposibles y sueños eróticos. Deseo, sexo, sangre y amor a partes iguales."

BARTOLOMÉ SÁNCHEZ ROLDÁN Un clamor otoñal

Bartolomé Sánchez Roldán, nace en Córdoba en 1943. Ha vivi­do y vive en Rute, pueblo del cual se siente hijo por ascen­dencia y apego. Ha publicado ¿ Por qué lo hiciste?, en 2005; La hipocondría y otros relatos, en 2006, y Sofía, Pedro y el Alzheimer, en 2008. Los dos últimos con resonancia internacional. «Pablo es un triste funcionario que ve cómo el paso de los años ha causado mella en él y ahora se encuentra en el otoño de su vida; lo único que le llena es la dedicación casi obsesiva por su trabajo en una Administración de Hacienda. Un buen día aparece una chica joven para ocupar la vacante de una antigua compañera. Al conocerla se disparan todas las alar­mas en el reloj vital de Pablo y a partir de ese momento su vida cambia en todos los sentidos».

REPÚBLICA DE LAS LETRAS121

El inseminador de la margarita Antonio Rodríguez Jiménez Editorial El Páramo, 2009

Un clamor otoñal Bartolomé Sánchez Roldán Entrelíneas Editores, 2010

Page 103: REVISTA 121

REPÚBLICA DE LAS LETRASUl

BRAULIO LLANERO El rey Simplón

Narrativa

Nacido en Manzanal del Barco (Zamora). Licenciado en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense de Madrid. Es redactor de Radio Nacional de España. Premio de Periodismo Francisco de Cossío, de la Junta de Castilla y León, por un pro­grama de radio. Algunos de sus libros han obtenido premios, como La rebelión de los duendes alegres y El fantasma Pupas. Uno de sus libros, La brujita Gari, fue seleccionado en 1990 para el catálo­go internacional «Los mirlos blancos». En esta misma colección tiene publicado El inspector Tigrili. «Este es un cuento divertido y sin complicaciones, protagonizado por el bonachón rey Simplón 13. Todos los personajes de la histo­ria, el dragón miope, el jocoso inventor Macaría, la caprichosa princesa Altacuna y el malvado ministro Hortensia de la Perilla, harán pasar un rato muy agradable a sus lectores».

ESTEBAN GRECIET Preludio de fuego. Octubre, 1934

El autor ha ejercido su profesión de periodista en Madrid y en diferentes destinos de ambas Castilla, Vascongadas y Asturias. Residente durante largos años en Oviedo, ha dedicado a esta ciu­dad dos de sus obras, a las que ahora se suma esta novela histó­rica sobre la Revolución.de Octubre de 1934, que tuvo su mayor incidencia precisamente en la capital del Principado.

«Hace 75 años, miles de trabajadores armados asaltaban a sangre y fuego una ciudad alegre y confiada, defendida por una guarni­ción diez veces inferior. Era la Revolución de Octubre contra la legalidad republicana por el acceso de la derecha a tres carteras del Gobierno. La revuelta fue sofocada dos semanas después con el decisivo apoyo de las columnas de socorro, tras dura lucha en las calles de Oviedo, que se llenaron de destrucción y de muerte. Éste es el escenario histórico en el que discurre Preludio de fuego, una renovada visión de los hechos a través de dos familias de diferente nivel social, divididas ellas mismas por un conflicto que constituyó el preludio de la Guerra Civil y a las que la tragedia enlaza en un destino común. La obra no elude afrontar con crudeza episodios dramáticos que manifiestan la frágil condición humana, la abnegación y la cobar­día, la compasión y la crueldad, situaciones límite entre las que brotan también el humor, el amor y la esperanza.»

El rey Simplón Braulio Llanero

103

Grupo Editorial Bruño, S. L., 2006

Preludio de fuego. Octubre, 1934 Esteban Greciet DG edü;oes, 2009

Page 104: REVISTA 121

104 Nartativa

GLORIA GIL-GARCÍA PRIETO Más allá del nogueral

Lo que el alma imagina, sucede en la mente,

pero lo que Dios imagina, sucede en la realidad.

Sólo el mar sabe si la canoa será rápida.

JOSÉ ÁNGEL ORDIZ LLANEZA Relatos impíos

TACaRE

José Ángel Ordiz Llaneza. La Pedrera (Asturias, 1955). Fue pro­fesor de Física y Química en varios institutos de educación secundaria hasta su jubilación. H a publicado relatos cortos en colaboraciones, antologías y revistas literarias y las novelas Las muertes de un soñador, Buenas noches, Laura y Mujer te doy: Ha recibido los premios: Diputación de As turias (narrativa breve, 1980), Cáceres (novela, 1994), Onuba (novela, 2006) y Ángel Miguel Pozanco (novela, 2009). «La seguían los recuerdos y los perros mien tras dejaba atrás un pasado de hijos muertos y sledades». José Ángel Ordiz inicia con esta magistral frase una serie de ocho sacudidas emociona­les en forma de relatos que enganchan al lector desde la prime­ra línea. La realidad más sucia y descamada de un cortijo movido por los añejos hilos de un cacique en pleno siglo XXI, el humor más hilarante y mordaz de una singular comunidad de vecinos guia­da por un entrañable hombrecillo con tendencia a caerse por las escaleras o la inquietante ficción de un mundo del que se ha ad ueñado una epidemia que enloquece a los seres humanos y los convierte en asesinos. Todo tiene cabida en es tas historias, algunas de ellas entrelazadas, que traspasan los umbrales de la cotidianidad para mostrar una vibrante narración, hilvanada con un brillante léxico, que no dejará indiferen te a ningún lector. Magnífica.

REPÚBLICA DE LAS LETRAS121

Más allá del Nogueral Gloria Gil-García Prieto

Relatos impíos

Relatos impíos José Ángel Ordiz Llaneza Ediciones Atlantis, 2009

Page 105: REVISTA 121

REPÚBLICA DE LAS LETRAS121

JOSÉ BALZA Percusión

Narrativa ·

José Balza nació en el Delta del Orinoco (Venezuela). Trabaja en la Universidad Central de Venezuela. Narrador y ensayista, ha denominado «ejercicios» a toda su obra. Dentro de la novela, sus títulos comprenden Marzo anterior (1965), Largo (1968), Setecientas palmeras plantadas en el mismo lugar (1974), D (1976), Percusión (1982), Medianoche en vídeo: 1/5 (1988), Después Caracas (1995) y Un hombre de aceite (2008). Dentro de sus libros de cuen­tos destacan: Órdenes (1970), La mujer de espaldas (1986), La mujer porosa (1997), Un Orinoco fantasma (2000), Caligrafías (2004) y El doble arte de morir (2008). Ha publicado además numerosos ensa­yos: Este mar narrativo (1960-1987), Iniciales (1989), Espejo espe­so(1997), El bolero: canto de cuna y de cama (2002), Observaciones y aforismos (2005), Ensayos crudos (2006) y Pensar a Venezuela (2008) . Premio Nacional de Literatura de su país en 1991, hay relatos suyos traducidos al italiano, francés, inglés, alemán, hebreo y otras lenguas.

«La obra cumbre del venezolano José Balza, Percusión, es la his­toria de un viaje alucinante por la memoria y los confines del mundo. La protagoniza un hombre anciano que regresa a su tie­rra natal y goza, así, de una suerte de rejuvenecimiento median­te el recuerdo preciso de las experiencias que le ofreció la vida: el amor y el sexo, la filosofía y el arte, la urbanidad y la selva, el tránsito perpetuo entre la soledad voluntaria y la compañía esperanzadora en diferentes sitios de dos continentes. Hipnótica en su narración, poética en su lenguaje, Percusión es sin duda una de las novelas más hermosas y densas, más artísticas y pro­fundas, más ricas en su estructura y voz narrativa que ha dado la lengua española de todo el siglo XX».

«Cuánto me ha impresionado su obra».

JULIO C ORTÁZAR

«Incapaces de someterse a un destino, los personajes de Balza indagan vidas alternas. ¿Cómo resuena una personalidad en otro destino? Esta es la 'percusión' que le interesa al novelista, el eco de los actos posibles».

JUAN VrLLORO

PERCUSiÓN

PnóLOGO DE T ON' MoNrESlNOS

Percusión José Balza

105

Paréntesis Editorial, 2010

Page 106: REVISTA 121

106 Narrativa

JOSÉ LUIS G. CORONADO Los frágiles días

REPÚBLICA DE LAS LETRAS121

Pertenece a la generación de narradores que empezaron a publi­car con la llegada de la democracia y ha venido alternando su actividad de novelista con la de colaborador y articulista en diversas publicaciones periódicas de ámbito nacional e interna­cional. Su primera novela, Las Glebas, (Ed . Valderrojel) se publicó en 1979 (Ed. Libertarias) vio la luz en 1984. El Tagarote. premio Ángel Guerra de Novela (Ed. Cátedra), en 1987. De este último título se p ublicó una 2.a edición en 2005. Nacido en Cuéllar (Segovia) en 1947, reside actualmen te en El Molar (Madrid) alternando su dedicación a la literatura con el desarrollo de proyectos de integración social y ejerciendo la dirección de la revista Capaces, publicación de referencia en España sobre temas de discapacidad.

Los frágiles días es la fábula de una rebelión. Es el relato de la aza­rosa peripecia de un grupo humano al que su condición margi­nal ha confinado en el extrarradio del sistema. Se trata de una tropa inusual de personajes atrabiliarios que deciden construir­se una biografía común, un núcleo de afinidad, prescindiendo de las normas que, según ellos, están convirtiendo a la humani­dad en una silente y amedrentada manada. No hay en ellos una actitud vindicativa ni planteamientos de manumisión universal, tan sólo tratan de resolver los problemas de su propia subsis­tencia cotidiana sin tener para ello que abdicar de su condición de individuos libres ni renunciar al horizonte utópico de la feli­cidad. Consideran el ordenamiento social y las legalidades en general como una panoplia de herramientas represivas en manos del poder y deciden intentar la aventura de sus vidas al margen de las reglas generales de convivencia, creando su pro­pia ley y arbitrando sus particulares códigos morales. Para este candoroso elenco de seres segregados, el único valor que debe preservarse es la amistad y la única obligación que se debe con­traer con la vida es la de vivirla como lo que es: una maravillo­sa oportunidad impredecible y única.

Page 107: REVISTA 121

REPÚBLICA DE LAS LETRASl2l Narrativa

El cuellarano José Luis G. Coronado presenta su libro Los frágiles días

~l norte bt QInsttttn

SEGOVIA. M. R. CUÉLLAR.

El autor cuellarano José Luis G. Coronado, presenta esta noche, a las 20.30 horas en la sala cultural Alfonsa de la Torre, su última novela Los frágiles días. Para esta ocasión tan especial contará con la par ticipación de los escri tores Javier del Amo y Moncho Al­puente. Además, el también escritor local Luis Sanz interpretará una perfomance sobre el libro, acompañado a la guitarra por Víctor de la Fuente.

Coronado nació en Cuéllar en el año 1947 y reside actualmente en El Molar (Madrid), alternando su dedicación a la literatura con el desarrollo de proyectos de integración social y la dirección de la revista Capaces, publicación especializa­da en temas de discapacidad. Comenzó su carrera literaria con un artículo publicado en EL NORTE DE CASTILLA en 1970, medio con el que ha colabora­do esporádicamente. Desde entonces ha

publicado ya cuatro novelas. Ahora presen­ta Los frágiles días, que el autor define como la fábula de una rebelión. La novela trata de un grupo heterogéneo de personajes que viven instalados extramuros del sistema, asumien­do su condición margi­nal y creando un nicho de afinidad al margen de las normas que, según su cri terio es tán convirtiendo a la hu­manidad en una si­lente y amedrentada manada. No hay en ellos una actitud vindi­

cativa ni planteamientos de manumi­sión universal. Intentan resolver los problemas de S}l vida cotidiana sin abdicar de su condición de individuos libres ni renunciar al horizonte utópico de la felicidad. Para este candoroso elenco de seres segregados, el único valor que debe preservarse es la liber­tad y la única obligación que se debe contraer con la vida es la de vivirla como lo que es: una maravillosa opor­tunidad, impredecible y única.

107

Page 108: REVISTA 121

108 Narrativa

MARÍA JESÚS DEL ÁGUILA La Maleta de Oro. Cuentos para el Camino

Con esta Maleta de Oro emprenderemos un viaje del que regre­saremos un poco más sabios y más alegres. Un recorrido vital por un paisaje interior desprovisto de artificio, trazado con relatos breves y atemporales que evocan nuestras fábulas populares o los cuentos orientales. Narrados con sencillez y claridad constituyen un placer para la lectura y un regalo para el espíritu. María Jesús del Águila (Almería, 1961), licenciada en Ciencias de la Información, fotógrafa y terapeuta es también autora del libro Feng-Shui. La armonía con el entorno (2001), reeditado y traducido en otros países.

MARISA LÓPEZ SORIA Bicicletas blancas

Marisa López Soria vive en Murcia, aunque ha nacido en Albacete y se ha educado en Cartagena. Sus libros suelen estar dedicados a una particular lista de héroes y amistades, persona­jes a los que la autora quiere o admira y que por diferentes moti­vos le han dejado su huella. Roberto se enfrenta a la perspectiva de un verano bastante pecu­liar. Su madre ha decidido que pasen juntos las vacaciones en Ámsterdam y que, al mismo tiempo, él aproveche para perfeccio­nar sus conocimientos de ... inglés. La pregunta del millón para Roberto es ¿qué hago yo en Árnsterdam con mi madre y apren­diendo inglés? Qlúzá por eso decide comenzar un diario, porque, según dicen, escribir es un buen procedimiento para combatir la perplejidad. Pronto, la reticencia inicial de Roberto cede ante la fascinación del descubrimiento de lma realidad nueva. De la mano de su profe­sora de inglés, Shanti, y del diálogo íntimo con Ana Frank, cuyo famoso diario lee con avidez, inicia un recorrido por la geografía y la historia de Holanda y Ámsterdam, que se convierte en una alegoría de su propia evolución personal. Este viaje interior le ser­virá para madurar y tornar conciencia de algunas actitudes des­concertantes e inverosímiles, pero terriblemente arraigadas, de los unos frente a los otros. Bicicletas blancas es un alegato en favor de la tolerancia y el respe­to entre los seres humanos de cualquier condición. Pero, por enci­ma de todo, es un homenaje a Ana Frank, por la lucidez y la ente­reza con que supo afrontar la vida y el odio de algunos de sus semejantes.

REPÚBLICA DE LAS LETRAS121

La Maleta de Oro. Cuentos para el Camino María Jesús del Águila Ediciones Son de Paz, 2004

Bicicletas blancas Marif,;a López Soria Editorial Espasa Calpe, S. A., 2022

Page 109: REVISTA 121

REPÚBLICA DE LAS LETRASl2l Narrativa

NICOLÁS MELINI La sangre, la luz, el violoncelo

Nicolás Melini. Santa Cruz de la Palma, 1969, ha publicado los libros de cuentos Historia sin cariño de Remedios, Quiero Besarte (1999) y Cuaderno de mis mayores (2002), la novela El futbolista asesino (2000), los poemarios Cuadros de Hopper (2002) y Adonde marchaba (2004), así como artículos de crítica cinema­tográfica en diversos medios. Co-guionista de La raya, corto­metraje de Andrés Koppet también ha escrito y dirigido el cortometraje Mirar es un pecado.

«Ángel es un hombre que quiere ser culpable, aunque, si lo pensara bien, no encontraría ninguna razón para su culpa. Siguiendo la pista de María se pone, de algún modo, tras su propia pista. Indaga sobre ella y, sin embargo, se encuentra a sí mismo».

«La sangre, la luz, el violoncelo es un relato intimista que busca sobrecogernos e indaga sobre nuestros problemas más exis­tenciales: el miedo a la muerte y la expiación de la culpa»;

«Se trata de la odisea pequeña de una persona en' tránsito».

PIERRE M. MOURONVAL MORALES Las soñadoras

«Marta y Sandra son unas amigas inseparables que, subidas en un potente automóvil, se embarcan en una frenética carre- . ra. Conducen a toda velocidad, provocando situaciones extre­mas. No compiten contra nadie, asegurándose así el premio de la rebeldía, la radicalidad y la indisciplina . Sus impruden­cias al volante desconciertan al resto de los conductores, aje­nos a los discursos incendiarios de unas veinteañcras que no paran de pisar el acelerador a fondo».

La sangre, la luz, el violoncelo Nicolás Melini T&B Editores, 2005

Las soñadoras

109

Pierre M. Mouronval Morales Editorial Sarriá, S. L., 2010

Page 110: REVISTA 121

110

ROCÍO ORDÓÑEZ Dias de hielo y fuego

Narrativa

Rocío Ordóñez. Apasionada de la lectura, con 14 años comen­zó su primera novela, y desde entonces no ha dejado de escri­bir. Poesías, relatos, artículos periodísticos, guiones, teatro, novelas .. . Una obra de teatro, Cosas de Mujeres, se representó en varias ocasiones y fue grabada por TVE para la serie «Cuadernos de Paso». En 2007 publicó el libro de relatos Leyendas para una noche (Yenisei, Dul-Bilidú y El Cuentacuentos) y ahora, de la mano de Mandala &LápizCero, presenta Días de hielo y fuego. Es miembro de CiÑe (Círculo independiente Ñ de escritores).

«Siguiendo las dramáticas aventuras de los protagonistas, la obra nos hace testigos de la Revolución Francesa, la España pre-napoleónica, la guerra de Louverture para liberar a los esclavos de Haití y la cultura de La Habana colonial. Por las páginas de Días de hielo y f uego van desfilando entrañables personajes que, al cabo de la lectura, vamos considerando como viejos amigos o conocidos al tiempo que desgranan sus historias en una trama densa y cromática, plena de sacrificios y sensualidad, pasión y duermevela, lealtad y traición, humor y tragedia, guerra y liber tad, vida y muerte. Con un final sor­prendente que impactará al lec tor estamos seguros de que la lectura de Días de hielo y fuego supondrá una renovada expe­riencia literaria difícil de olvidar».

SALOMÉ RODRÍGUEZ HAGE Pasaporte a Apalachicola

Salomé Rodríguez Hage nació en Tenerife en junio de 1964. Realizó estudios de Puericultura y de Educación infantil y ha trabajado siempre en el ámbito educativo de los niños. Es la autora de Pasaporte a Apalachicola, primer cuento que publica y que forma parte de una serie de relatos infantiles que giran entorno a la mágica ciudad de Apalachicola.

«Rosalina posee una sustancia mágica. El Portugués y su her­mano Cossimo sueñan con la pócima encantada y viajan a Apalachicola dispuestos a encontrarla, ¿qué sucederá? Peter, el mejor amigo de la niña, trata de ayudarla, pero la historia se complica cada vez más cuando Roma, el hermano de Rosalina, hace un pacto con los malvados hermanos. Ven a Apalachicola y diviértete con esta aventura llena de sorpresas.»

REPÚBLICA DE LAS LETRAS l21

Días de hielo y fuego Rocío Ordóñez Mandala & Lápiz Cero,. 2010

Pasaporte a Apalachicola Salomé Rodríguez Hage Ediciones Idea, 2006

Page 111: REVISTA 121

REPÚBLICA DE LAS LETRASUI

UBALDO DE CASANOVA Y TODOLÍ Aves nocturnas

Narrativa

. Ubaldo de Casanova y Todolí nació en Barcelona, trabaja en Valladolid y reside en Salamanca. Licenciado en Ciencias de la Información y doctor en Filosofía y Letras, ha sido profesor de Historia Moderna en la Universidad de las Islas Baleares y en ra actualidad es responsable del Gabinete de Prensa de la Consejería de Agricultura y Ganadería de la Junta de Castilla y León.

«A lo largo de la presente novela aparecen personajes como Berenguer Calvet, el marido de Laura, editor, Aina Vivot, veci­na de Laura Cunit, una mujer entrada en años que fornica en el suelo frente al retrato de su difunto esposo; Francine Bauer, una mujer intensa que posee una constelación de ricos atribu­tos y que reclama admiración; Ivo Monteada, arquitecto; Laia Masllorens, adolescente impetuosa e impulsiva; Nuria Almi­rall, compañera de clase de Laia; Clara Klein, realizadora del informativo de Laura; Ana Cler, presentadora de un programa de televisión; Chimo Cusí, Kiko Vallcorba, Julieta Ribó, Ama­deu Angela t, Magda Camí ... »

KENDALL MAISON Agaroth y el Maestro del Conocimiento

Kendall Maison reside en Bilbao desde el año 1987. Artista polifacético, es escultor y ha ejercido como locutor de radio. Su pasión por la historia y las costumbres le ha llevado a via­jar por numeroso países de todos los continentes. Su extraor­dinaria capacidad imaginativa ha quedado patente en sus anteriores novelas, El laberinto prohibido (2007), que ha sido traducida al francés, y El Protocolo Griego (2008). Con Agaroth yel Maestro del Conocimiento nos traslada a un mundo nuevo, lleno de magia y misterio, y da inicio a una saga épica y fan­tástica, Las Crónicas Borbas, que hará las delicias de los más exigentes amantes del género.

Aves nocturnas Ubaldo de Casanova y Todolí

111

Amarú Ediciones, 2001

Agaroth y el Maestro del Conocimiento Kendall Maison Ediciones El Andén, 20n8

Page 112: REVISTA 121

112 Poesía

POESÍA

ABELARDO MANUEL MARTÍNEZ En la cumbre del viento. Antología de poesía romántica

Abelardo Martínez García, nace en Linares (Jaén), el 14 de sep­tiembre de 1960.

«Poeta de pies descalzos, humilde corazón y alma desnuda bajo el sol, la lluvia, la esperanza, la soledad, el naufragio, dibuja en cada estrofa, cada verso el llanto de la media luna; el tintineo del agua en el cristal, el vuelo de un pájaro. No es el color del lienzo quien me deja sin aliento, ni el maquillaje, ni las líneas, ni los trazos, son siempre las acuarelas . No es el desamor quien mueve su barca mar adentro, ni siquiera el oleaje, la marea ni el viento, son siemp re sus frági­les y tímidas velas. No es su estilo, n i su prosa ni sus versos lo que me empuja, me mata, me resucita y me envenena; cad a vez que tropiezo caigo y después me levanto, en cada línea, en cada viaje esta dulce condena es sin duda la elegancia, el cora­je y la fuerza de mi querido amigo Abelardo.»

AGUSTÍN ALONSO BISCAYAR Contra el olvido. Geografía de sentimientos

ANTONIO R ODRÍGUEZ

Agustín Alonso Biscayar es un poeta asturiano. Con tra el olvi­do y su Geografía de sentimientos es un poemario conformado en un tríptico que se inicia con Geografía de espacios sin tiempo, continúa en una Geografía de la ausencia y culmina en una Geografía de la esperanza. Siento en mi frente y Si mi imagen se inventara incluidos en el presente libro, son los tres poemas premiados con el Primer Premio de Poesía "Puig de Missa-Ibiza" 2009.

REPÚBLICA DE LAS LETRAS121

En la cumbre del viento. Antología de poesía romántica Abelardo Manuel Martínez Cultiva Comunicación, S. L., 2009

Contra el olvido. Geografía de sentimientos Agustín Alonso Biscayar Adytum Aces Design

Page 113: REVISTA 121

REPÚBLICA DE LAS LETRAS121

ALEJANDRA MENASSA DE LUCIA La piel del deseo

Poesía

Alejandra Menassa de Lucia, nace en 1972. Médico especialis­ta en medicina interna y psicoanalista. Publicaciones: Poesía: Taller de Poesía (en colaboración, 1995). Primera inquietud (1995), Al oído del viento (1998), La llave de los días (2002), La muerte en casa (Primer premio de la Asociación Pablo Menassa de Lucia en su 4.a convocatoria, 2003). En revistas nacionales e internacionales. Psicoanálisis: Psicoanálisis y Medicina (en colaboración) (2002). Actas de Congresos y revistas nacionales e internacionales. Medicina: Manual de Diagnóstico y Terapéutica médica Hospital Doce de Octubre. 4.a ed. Actas de Congresos y revistas nacionales e internacionales. La piel del deseo es su quinto libro de poesía.

LABRANDO LA NOCHE

Mi vida, ese ovillo deforme con que tejo, Penélope en la noche, mi vida, ese surco inminente que labro, que desdigo. Voy por ti, a profanar la tumba de tus sueños. Bésame aquí, no tengo cicatrices de nuestro último encuentro, bésame aquí, te digo, no preguntes, no le busques estrellas a la noche, no le busques más nombres a mi sexo. Pon tu saliva en mi costado. Sé brutal y dime adiós cuando te pido a gritos que hagas de mi poema tu morada, sé brutal y no me dejes nunca. Voy labrando la noche, horadando los surcos que esperan tu semilla, mi poeta encandilado.

La piel del deseo Alejandra Menassa de Lucia

113

Editorial Grupo Cero, 2005

La muerte en casa Alejandra Menassa de Lucia Editorial Grupo Cero, 2003

Page 114: REVISTA 121

114 Poesía

ALICIA AZA El libro de los árboles

Alicia Aza nació en Madrid el 20 de febrero de 1966. Licenciada en Derecho por la Universidad Complutense. Abogada en ejercicio desde 1989. Ha sido profesora en la Universidad Rey Juan Carlos. Tiene publicados trabajos espe­cializados en el ámbito del Derecho mercantil. Igualmente ha colaborado en diversas revistas de carácter divulgativo y cul­tural. El libro de lo árboles (Editorial Ánfora Nova, 2010) es su primer poemario.

«El libro de los árboles nos conduce a un remoto paraje poético del que ya hablaba Gonzalo de Berceo, precursor de una fértil tradición literaria que inscribe voces tan álgidas como las de San Juan de la Cruz o Garcilaso de la Vega yecos tan vibrantes como los de Antonio Machado o Juan Ramón Jiménez. Algo de luminosa opacidad empapa los versos de Alicia Aza. Un acica­te amargo de coraje y tristeza, embriagado de símbolos, nos arrastra a la búsqueda de los valores primigenios, valiéndose de esa capacidad inefable de dar vida a lo inane, de transfor­mar en anímico lo sensible, de trocar los fenómenos de la natu­raleza en paisaje del alma. Superando la inferencia clásica del locus amoenus, o ellocus belli en su caso, el poeta, a partir sobre todo del movimiento romántico, trasgredirá el mero espacio físico para integrarlo en su ángulo de convergencia. El conti­nente devendrá en contenido. La realidad concreta se mudará en espejo. El poeta se convierte en un creador de imágenes, en cazador de sueños, en traductor de emociones. Su capacidad de interpretar el mundo excede de los argumentos racionales para sumergirse en lma dimensión ignota que no conoce lími­tes. Todo es posible en la palabra, rompiendo sin orden la memoria de los días, la rutina fácil de la existencia que impo­ne sin mesura las mismas leyes clónicas.»

MIGUEL GAHETE

REPÚBLICA DE LAS LETRAS121

EL LIBRO DE LOS ÁRBOLES

i Colec:eJ6a

ÁNfORA NOVA

El libro de los árboles Alicia Aza Editorial Ánfora Nova, 2010

Page 115: REVISTA 121

REPÚBLICA DE LAS LETRASUI

ANTONIO DAGANZO CASTRO Que en limpidez se encuentre

Poesía

Antonio Daganzo Castro nació en Madrid en 1976. Licenciado en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense, poeta y comentarista musical, desde 1996 viene desarrollando una importante labor en la divulgación de la música clásica a través de la dirección de un programa de radio. Es autor del libro Siendo en ti aire y oscuro, aparecido a finales de 2004. En Que en limpidez se encuentre, sabe cruzar, de forma idónea, su amor por la música y su cuidado en las formas poé­ticas. Un poeta cuidadoso y sensible, que ahonda en la músi­ca interior de cada poema.

El más grave error de quien olvida es creer que el olvidado hará lo mismo. Imagino, pues, tu rostro, su expresión de sorpresa o más bien desconcierto, o mejor ira sorda, al saberte vencida en la batalla, que al muerto que mataste aún le resta podredumbre de amor para vivir. La nota has recibido, qué tal, qué haces, cómo sigues, esencia de victoria y destrozado, soy feliz.

ANTONIO MARTÍNEZ MENCHÉN Poesías

Antonio Martínez Menchén nació en Linares en 1930. El inicio de la guerra le sorprende en Segovia con su familia, y en esta ciudad castellana pasará su infancia y juventud. Estudió el bachillerato con los Misioneros y posteriormente la carrera de Derecho en Madrid. Tras pasar una temporada trabajando en Alemania, regresa a España e ingresa en la Administración Pública. En 1963 publicó su primera novela, Cinco Variaciones (Ed. Seix Barral). Desde 1985 en que publicó su primer libro para niños, Fosco, viene alternando la literatura para adultos con la juve­nil. Los poemas recogidos en este libro corresponden en su mayoría a su época de estudiante universitario.

Que en limpidez se encuentre

115

Antonio Daganzo Castro Ediciones Vitruvio, 2007

Poesías Antonio Martínez Menchén 2011

Page 116: REVISTA 121

116

ANTONIO PIEDRA Estamos en alta mar Edades de la sonante espuma

Poesía

Antonio Piedra es director de la Fundación Jorge Guillén, pro­fesor de Literatura Española en la Universidad de Valladolid, y académico de número de la Academia Castellano-leonesa de Poesía. Como poeta ha publicado varios libros: Del rigor al desatino (1986), Calendario 'profano (1990), La moneda de Caronte (1995), Argumento de la cal (1999), Edades de la sonante espuma (2001) y Si yo fuera de verdad (2002), y su obra está recogida en varias revistas y antologías. Es inventor de la jaiquilla, estrofi­lla de tres versos asimétricos (cuyo nombre inventó Rosa Chacel) que es una mezcla de la pantum malaya o el haiku japonés y la seguidilla española. Como estudioso de la literatura, destacan sus estudios y edi­ciones sobre Platón, Baltasar del Alcázar, Rubén Darío, Jorge Guillén, Rosa Chacel, Francisco Pino, Miguel Delibes, José Jiménez Lozano, Ángel Crespo, Justo Alejo, las cubanas Carilda Oliver Labra y Dulce Marí Loynaz, Martín Abril, y un largo etc. Desde hace más de tres décadas colabora en la prensa nacio­nal y regional. Forma parte del comité de redacción de varias revistas literarias. Dirige la colección de poesía "Cortalaire" y las publicaciones de la Fundación Jorge Guillén. Ha recibido distinciones como el premio de Doctorado en 1992, "El tesori-110" de poesía en 1994, el Premio Nacional de Edición en 1995 y 1998 -con la publicación de las obras completas de Francisco Pino y de Justo Alejo, respectivamente, otorgados por el Ministerio de Cultura-, el "premio Nacional de las Letras Teresa de Ávila" a la Trayectoria Literaria 1999, el "Premio Nacional 2001 Carilda Oliver Labra" de la República de Cuba, o el "Premio Juan de Baños" de poesía 2001, o el Premio "Provincia de Valladolid a la Trayectoria Literaria, año 2004" en 2005.

REPÚBLICA DE LAS LETRAS121

Estamos en alta mar Antonio Piedra Editorial Point de lenette Sevilla, 2009

A nto n io Piedra --Edades de la

sonante espuma

<!> P ... labr,:uM.<ty<><. r'\

e . E .e

Edades de la sonante espuma Antonio Piedra Editorial Alhulia, S. L., 2001

Page 117: REVISTA 121

REPÚBLICA DE LAS LETRASUl

BEGOÑAMONTES ZOFIO Globos

Poesía

Begoña Montes Zofio nace en Río de Janeiro (Brasil) en 1962, viviendo desde los 3 años en Madrid, ciudad natal de sus padres. Diplomada de E.G.B., por la Universidad Complu­tense de Madrid. Ha formado parte del Grupo de Poesía del Círculo· de Bellas Artes, colaborando en sus recitales trimes­trales en la revista "Contrapartida" yen el programa Voces de Minerva de Radio Círculo (100.4 FM). Ha coordinado el Taller de Literatura y Escritura Creativa, dentro de la Asociación Democrática de Mujeres de Móstoles, en el e.e. Villa de Mós­toles. También ha participado en varias revistas literarias y antologías poéticas. Tiene publicados los libros de poesía: Donde el azul se confunde con el verde, Ed. de autor, 2004, Entre aguas, Vitruvio, 2007, viernes de barro, Vitruvio, 2009. Globos es un poemario con evidentes muestras de calidad en el que se apuntan agudas notas de ironía, realismo, esperanza y angustia; vertidas en un lenguaje conciso y sintético, impac­tan te por su precisión conceptual.

CARLOS AGANZO Poesía 8++. Hazversidades poéticas

Carlos Aganzo (Madrid, 1963) es autor de los poemarios .. . Ese lado violeta de las cosas (1988), Manantiales (2002 y 2008), Como si yo existiera (2004), La hora de los juncos (2006) y Caídos Angeles (2008); del ensayo biográfico Jorge Pardo. Improvisaciones (2000); del libro de viajes Rutas por las Juderías de España (2008) y de dife­rentes guías de la serie «Ciudades con Encanto» (Avila, Toledo, Segovia, Tarragona, Girona, Lugo, Soria y Pontevedra). Ha trabaja­do en diferentes periódicos, como ya, La Voz de Huelva y Diario de Avila. En la actualidad es director de El Norte de Castilla. Los ocho a las ocho de en el Libertad 8 son unos recitales de poe­sía que convocan cada mes a una heterodoxa tripulación de poetas «hazversos» unidos por la insensata empresa de encon­trar dudas y certezas imperecederas en un mundo que se tapa los oídos y cierra los ojos creyendo que sobrevivir sea vivir. Para rescatar del torbellino de la desmemoria y la fugacidad estos versos recitados en mágicas veladas de resistencia emo­cional e intelectual, ha nacido la colección «Hazversidades poéticas», con la esperanza aún de vencer, si acaso un instan­te, al tiempo, al hombre, a sus engaños. «Lo que a esto supera pertenece a los dioses», es palabra de Cavafis.

JAIME ALEJANDRE

117

Globos Begoña Montes Zofio Ad ytum Aces Design

Poesía 8++ Hazversidades poéticas Carlos Aganzo Libertad 8 y Absurda Fábula,2010

Page 118: REVISTA 121

118 Poesía

DIEGO ÁVILA No profanar el sueño de los versos

Diego Á vila (1969) ha publicado los libros Vivir para matar. Nueve biografías de asesinos en serie (Vosa Ediciones, 2001) y Mujeres asesinas (Libro Hobby Club, 2005) . El primero de ellos se tradujo al serbio en 2008 con el título de Ziveti za ubistvo. También ha publicado el cuento Si Dios fuese drogadicto se lla­maría William Seward Burroughs en la antología Relatados (Editorial Fuentetaja, 2006). Su primera novela, Por no verte se publicó en 2009. Algunos de sus poemas vieron la luz en la revista "Es hora de embriagarse (con poesía)".

«No profanar el sueño de los versos, de Diego Á vila, es un poe­maria donde se reivindica la poesía corno un arma anárquica - y autárquica- de cañones recortados, y en la que la estrecha relación del autor con el arte nos muestra el lad o más duro del mismo. Poesía oscura, donde el lector encontrará una par te de sí mismo, un reflejo de su propia existencia. Poesía zombi, corno gusta definirla a Diego Á vila.

ENRIQUE CORDERO SEVA Lo que Noé no se llevó

El autor: Enrique Cordero Seva. Meses antes de que el primer ser humano pisara la Luna, el autor de este libro había puesto los pies en la Tierra, concretamente en la capital de España. Hasta los cinco años no hizo nada memorable, pero a esa edad los Reyes Magos le traen su primera barba y decide ponerse a leer libros. Todavía no ha parado. A veces también los escribe y tiene dos de ellos publicados para niños. Hoy en día trabaja corno adiestrador de duendes y domador de lobos feroces en una biblioteca de Alcalá de Henares. La ilustradora: Pilar Campos es alta corno una jirafa para poder ver algo por encima de la cabeza de sus nueve herma­nos. Para poder entenderlos y entender el mundo de bichos y plantas con los que adornar las historias y los cuentos que caían en sus manos que es, junto con perderse por las monta­ñas,lo que más le gusta de esta vida. (Eso, y el pan con acei te). Así que mezcla el sol y los colores de verdad con los de las his­torias que le cuentan para narrar de otra manera, lo que ahora leernos.

REPÚBLICA DE LAS LETRAS l21

No profanar el sueño de los versos Diego Ávila Editorial Poesía eres tú, 2009

Lo que Noé no se llevó Enrique Cordero Seva Servicio de Publicaciones de la Universidad de Castilla-La Mancha, 2009

Page 119: REVISTA 121

REPÚBLICA DE LAS LETRASUl

FRANCISCO QUINTERO Migajas

Poesía

Francisco Quintero, nace eh Málaga en octubre de 1974. Licenciado en Ciencias del Trabajo por la UOC y Diplomado Graduado Social por la Universidad de Málaga y Experto Universitario en Responsabilidad Social Corporativa por la UNED. Actualmente doctorándose en Ciencias Políticas. Durante varios años ha sido colaborador de la RTV A. En Canal Sur TV en programas como "De tarde en tarde" o "Contra­portada" y en la radio andaluza en los distintos magazines de mañana. Durante años fue técnico de cultura de la Diputación Provincial de Málaga. En la actualidad es personal de confianza en las Cortes Generales. Dentro de su labor creativa publica El libro de mis Sueños en el año 2000 un ensayo ligero, en la Editorial Apóstrofe - Barcelona. En junio de 2003 expone en la UNED, en su sede en Málaga, Poemas Pintados, una serie de imágenes donde plasma sus poemas de una manera visual. En abril de 2005 publica el poemario Dulce Entropía. La Universidad de Guadalajara (México) incluyó en 2006 su poesía dentro de la Antología que ha realizado sobre poe-

119

,....1I r-'! •• ., ••

Migajas Francisco Quintero La Compañía de Versos Anónimos, 2011

sía joven andaluza. El relato Intuición del que es autor se incluye en el libro colectivo Rojo, Amarillo y Morado de la Editorial Martínez Roca (2006). La Editorial Imagine junto con la Xunta de Galicia editan el libro de relatos con la Traslatio Xacobea, donde participa con el relato "La diosa de la paz" (2007). Colaboró con la red de arte joven de la Comunidad de Madrid. Ha par­ticipado en distintos encuentros poéticos entre los que destacan los acontecidos en la Fundación Alberti de "Poesía Última" en el Puerto de Santa María, en Calaceite (Teruel) y en Finisterre entre otros. En 2009 gana el Primer Premio de Relatos de la Feria del Libro de Zaragoza y en la primavera de 2010 el Primer Premio de Relato Breve "Miguel Hernández" en Valdemoro (Madrid) . Ha colaborado en opinión en medios como elplural.com o elconfiden­cial.com. Ha participado en la producción de documentales para televisión y cine y en pro­d ucciones cinema tográficas. De la misma manera que los granos de trigo son la simiente de nuevas cosechas, estas Migajas, título sugerente y nada pretencioso del poeta malagueño Francisco Quintero, son la sementera donde se cimenta la andadura poética y literaria de este incipiente autor, que se aventurase en el terreno poético con un libro anterior y juvenil con el nombre de Dulce Entropía. El oficio de escribir, y más en poesía, es el arduo ejercicio de pelear con la palabra, de tratar de domeñarla o conjurarla para que exprese nuestro ser, o traducción del mundo y, en este sentido, este libro es una toma de conciencia del yo poético del autor. El poeta Quintero, como el Virgilio de Dante en la Divina Comedia, sabe que el "amor es el que mueve al sol y a las demás estrellas", y lo único capaz de darle, como desde el principio de los tiempos, sentido al Caos.»

MANUEL FRANCISCO REINA

Page 120: REVISTA 121

120 Poesía

INOCENCIA HIDALGO El Viento Juega Con Las Hojas Secas

Inocencia Hidalgo, nace en un pueblo de Salamanca en.1931. Tiene escritos varios libros de Medicina Natural entre ellos Lucha por la vida. Ganó el Premio Internacional de Medicina Natural, en la Federación Naturista en el año 1980 en Barcelona. Escritora y amante de la Naturaleza.

ISABEL BERDUGO CONESA Liliput y La Bitácora

Dicen que los seres humanos somos corno espejos que reflejan el físico y ocultan lo que nadie ve: los sentimientos, así corno en la escritura se plasman los sentimien tos corno espejo de la persona. Éste es el caso de Isabel Berdugo, esta joven que hoy se acerca a mí con su nuevo libro: Liliput y la Bitácora donde quizás, el propósito de esta joven promesa es el de conducir a través de sus poemas, con mensajes escondidos, por caminos de emo­ciones acumul~das, desde lo más profundo semillas a florecer sacadas de su bitácora particular. Cada uno de los poemas contenidos en este nuevo libro de Isabel Berdugo, son la experiencia viva y original de una mujer joven, dispuesta a salir de un mundo de nostalgias fren­te a la realidad del presente. Son corno una puerta abierta a su mundo interior, venciendo el paso del tiempo en una búsque­da cotidiana que le obliga a vivir su genio, en eterna persecu­ción, corno guía de una luz inaccesible.

RAFAELA BECERRA

REPÚBLICA DE LAS LETRAS121

t f.t, ~ JI1~ Co!;) Ln }folH kelS . ~~~

El Viento Juega Con Las Hojas Secas Inocencia Hidalgo

.fUi,,,, 'lb BiláellrlJ JUl6,t Bm!.",. tll""a

Liliput y La Bitácora Isabel Berdugo Conesa Asmdación Cultural Tántalo, 2006

Page 121: REVISTA 121

REPÚBLICA DE LAS LETRASUI Poesía

ISABEL DÍEZ SERRANO Relámpagos interiores. Antología 1984 - 2010

Es interesante que alguien meta el escalpelo metafísico-filosó­fico en los textos poéticos a ver qué sale. En el caso de Isabel Díez lo tenía muy fácil, pues su poesía está constantemente en contacto con lo celeste y lo telúrico. Su estrofa navega por los océanos o vuela por las galaxias con la misma soltura que usted y yo viajamos a Segovia. Si alguien merece el título de «cósmica» sin lugar a dudas es Isabel. Tiene un fino oído musical y su lirismo sorprende al lector constantemente.

JOSÉ ELGARRESTA Poesía 8++

JOSÉ LÓPEZ RUEDA

José Elgarresta. "Nací en una ciudad lo suficientemente grande como para que no se notase (Madrid) y ése ha sido precisamen­te mi gran drama existencial: nunca se ha notado mi presencia en ningún sitio, hasta el punto que he comenzado a preguntar­me si es real, extremo que constituye el tema fundamental de mi obra. Durante toda mi vida me he visto impedido a desahogar­me con las cuartillas y esta grafomanía explica todos los libros que aparecen en mi página web, así como todos los todavía no publicados, que son una legión. Los temas son muy variados: Dios, el amor y la muerte. No creo que se pueda escribir sobre más cuestiones, aunque lógicamente los matices son infinitos." «Las ocho a las ocho en el Libertad 8» son unos recitales de poe­sía que convocan cada mes a una heterodoxa tripulación de poetas "hazversos" unidos por la insensata empresa de encon­trar dudas y certezas imperecederas en un mundo que se tapa los oídos y cierra los ojos creyendo que sobrevivir sea vivir. Para rescatar del torbellino de la desmemoria y la fugacidad estos versos recitados en mágicas veladas de resistencia emo­cional e intelectual, ha nacido la colección "Hazversidades poéticas", con la esperanza aún de vencer, si acaso un instan­te, al tiempo, al hombre, a sus engaños. "Lo que a esto supera pertenece a los dioses", es palabra de Cavafis».

JAIME ALEJANDRE

121

Relámpagos interiores. Antología 1984-2010 Isabel Díez Serrano Editorial Creación, 2010

Poesía 8++ José Elgarresta Libertad 8 y Absurda Fábula, 2010

Page 122: REVISTA 121

122

JOSÉ LUIS CLEMENTE La luz en el diván

Poesía

José Luis Clemente (1956). Poeta, escritor, rapsoda, crítico de Arte, articulista ... , su obra ha sido traducida a varios idiomas e incluida en el repertorio de diversos intérpretes. Con La luz en el diván el autor da una vuelta de tuerca más en su peculiar viaje poético más allá de escuelas, tendencias y modismos. La luz en el diván no se sabe muy bien si es un Poemario Freudiano o Vienés o ambas cosas o ninguna . Con su peculia­rísimo estilo, entre tierno, cáustico, inocente y sorprendido; el autor nos conduce por laberintos mentales y urbanos rumbo a lugares tan recónditos y desconocidos como nuestro propio interior, quizás el último universo por descubrir. Y quizás el que menos despierta nuestro instinto aventurero. Con La luz en el diván José Luis Clemente, a veces con talante de turista, otras con talento de viajero, nos devuelve al placer de viajar a la antigua usanza, cuando el tiempo siempre llega­ba varios días después que nosotros ... Yeso, si una indisposi­ción inoportuna, no le obligaba a hacerlo sin salir de casa ...

GUSTAV KLIMT

Acude a Secession en una burbuja de laurel insuflada por Olbrich.

Saca su entrada Se sienta en un rincón. y llora.

Estaba seguro que la gloria era una ración de "Zwiebelrostbraten" servida en los nenúfares de la Fuente de las Ninfas

REPÚBLICA DE LAS LETRAS121

La luz en el diván José Luis Clemente Heptaseven Editores, 2008

Page 123: REVISTA 121

REPÚBLICA DE LAS LETRASUI

JULIA SÁEZ-ANGULO Ráfagas

Poesía

Julia Sáez-Angulo (Uruñela, La Rioja, 1946). Es licenciada en Periodismo y Derecho por la Universidad Complutense. Diplomadq, en Lengua y Civilización Francesa por la Sorbona de París y en Lengua Inglesa por el West London College de Londres. Ha trabajado como periodista en diversos medios informa tivos españoles y extranjeros. Ha colaborado en Servicios Especiales de la Agencia EFE y distintos periódicos madrileños como ABC, YA y Diario 16, donde ha ejercido como columnista diaria. Ha estado al frente de la revista Cálamo y ejerce la crítica artística en Antiqvaria, Artes Hoy, Editanet y Asmoda. Actualmente trabaja en el Gabinete de Prensa del Ministerio de Cultura. Ha publicado cinco novelas: Vuelta a Orbiña (Consejería de Cultura d La Rioja, 1993), Días de interna­do; El vendedor de plumas, La mujer del norte y El nieto del indiano, además de cuatro libros de relatos: ¡Es tan fácil matar!; De mi amor al arte; Amigas de Judit; Soñadores de Vencidos y Angeles y demonios. También es autora del cuaderno de poemas Criaturas del tiempo y la memoria (2005) o, en otros géneros, Recetas del oli-var; Tiendas de España y 25 años de Reseña. Ha escrito numerosas

J U1.IA SÁ};Z·ANGUUl

RÁFAGAS Prólogo de Mario Soria

Dihujo, de Lui" S5 .. Val

Ráfagas Julia Sáez-Angulo

123

Juan Pastor, editor, 2008

monografías de artistas plásticos y tres biografías: La marquesa de Santa Cruz de Ynguanzo, Dolores Marijuán, Maestra e Inspectora Nacional y Manuel Mora, pintor naif.

Mario Soria recuerda en el prólogo, que en este libro están todos los temas que tradicional­mente encontramos en la poesía. El nihilismo cronológico o la pulverización del tiempo, que referido con palabras, se deslizan por entre los dedos como el agua. Otra cosa que también nos llama poderosamente la a tención de este libro son: la trascoloración de la realidad y el sentido sintético, omnicomprensivo de su autora, que nos recuerda experiencias estivales de un estuario o de la playa alejandrina: luz dorada, cielo brillante, azul del mar, calor, olor a pescado y sal. O también, la presencia inevitable de la memoria. Extrospección, de adentro a afuera: explicación del cuerpo por el alma; eco de Jung; dominio virgiliano de la materia. Aprehensión melódica del verso que no tiene que ser sólo escritura, sino voz viva, halago auditivo a la par que sugerencia y comprensión. y detrás de todo esto, sobre todo, está presente Dios en Haikús del asceta o Paisaje segoviano. En el fondo del tiempo está Dios, lo único fijo en el incesante caminar. Igualmente, la intui­ción impresionista de la poetisa, la fugacidad experimentada de las cosas, los colores eva­nescentes, la luz móvil embebida por los objetos que alumbra. Todo esto tiene un sostén metafísico: Dios, eternamente quieto y eternamente activo.

Page 124: REVISTA 121

124

JULIO PORLÁN MERLO Canciones del sur

Poesía

Julio Porlán Merlo (Sevilla, 1915-2007) . Es poeta de variada inspiración y aficionado a los temas populares y flamencos, amén de los religiosos (en torno a la Semana Santa) o elegía­cos. Ha obtenido los premios literarios Almena y Gente mayor y ha colaborado en prensa con diversos artículos de opinión e investigación. Parte de sus coplas flamencas han sido publica­das en la antología De la tierra al aire (Sevilla, 1992) y en revis­tas como El Olivo de Jaén. La mayor parte de su producción, bajo el título general Canciones del sur, permanecía inédi ta hasta la edición presente, preparada por el profesor José Cenizo Jiménez. Se esforzó para sacar a la luz la obra de su hermano, Rafael Porlán, poeta de la generación del 27 en Sevilla.

LUIS FELIPE ESTRADA MUNIOZGUREN El peso de la luz

El peso de la luz, ha sido uno de los libros finalistas del certa­men Villa de Alón de Poesía. Responde al primer fruto de una vocación poética tardía (aunque no por ello menos valiosa) de su autor, Luis Felipe Es trada Muniozguren, natural de Algorta, quien tiene en la labor arquitectónica su quehacer cotidiano. Si se quiere definir su in tento, esos veintitrés poemas, con la mayor síntesis, no cabe otra opción que la de situar las prime­ras líneas con que nos apertura su poemario: La poesía y la luz / son incompatibles y más adelante, la voz sobrevive / entre los peces de la noche y, aquellas con las que lo finaliza, La noche, al fin / cautiva de sí misma. Nos abre así su ventanal y así lo cierra con sus con traven tanas y fa lleba.

REPÚBLICA DE LAS LETRASUl

Canciones del sur Julio Porlán Merlo José Cenizo Jiménez, 2010

¡--_ ... ~ I ¡ I ' ' &i ~

.JL

El peso de la luz Luis Felipe Estrada Muniozguren Adyturn Aces Design, 2009

Page 125: REVISTA 121

REPÚBLICA DE LAS LETRASUl Poesía

MANUEL CORTIJO CIEZA Romanza del halcón y el agua

Manuel Cortijo Cieza (Plasencia, Cáceres). Tras una corta andadura en el campo de la realización televisiva y cinemato­gráfica, recala en la poesía. Premio Zenobia 1986, concedido a su libro De un pájaro de amor que anidó primavera al oriente de Capadocia .

«En este nuevo libro -tras un largo silencio, no de creación pero si de publicación, su primer libro De un pájaro de amor que anidó primavera al oriente de Capadocia, salió a la luz en 1986 con el que obtuvo el Premio Zenobia de poesía-, inicia, un viaje interior, al aire del amor y la vida, sobrevolando el agua, la tie­rra, el fuego ... un viaje que pretende mostrarnos, a través de sus símbolos, no ya la Ítaca del sueño sino el sueño mismo junto a lo vivido, lo experimentado: medita el corazón, la mente sueña, y en esa singladura de vivir, buscando, obser­vando, aprehendiendo, escuchando y soñando, van su cora­zón y su cabeza, inquietos por un crecimiento personal, ahon­dando en una especie de filosofía gnóstica, de filosofía esoté­rica, tratando de saberse (y de sabernos), para abrazar la vida y su magia, para alcanzar el amor y su misterio y, a través del corazón y la razón, encontrar la verdad en el acto de pronun­ciar el verbo. Trascender la vida con la palabra que es el néc­tar de la primavera eterna, de la intemporalidad. Cortijo Cieza carnina por este libro despacio, muy despacio, no en vano ha permanecido muchos años en silencio:

El sendero del corazón exige a la mente un constante aprendizaje

Porque así, aunque andemos perdidos en la noche del tiempo sin nombre, sin raíces, seremos capaces -nos dice- de hallar el canto más dulce: el amor, que es la oscura calma de los sabios.»

MANUEL L ÓPEZ A ZORÍN

Romanza del halcón y el agua

125

Manuel Cortijo Cieza Fugger Libros Sial Ediciones

Page 126: REVISTA 121

126

MANUEL FRANCISCO REINA La vocación del zángano

Poesía

Manuel francisco Reina. Gaditano de 1974, nace en Jerez de la Frontera un 3 de junio. Realiza estudios de Filología Hispánica en Cádiz. Poeta, narrador y articulista, ha colaborado en prensa con Culturas de La Vanguardia, Diario de Cádiz, Europa Sur, entre otros. Ha publicado poemas y textos de crítica en revistas corno Papeles de la Alacena (de la Fundación Juan Ramón Jiménez), Albatros en México, La Estafeta Literaria, Culturas de La Vanguardia, instituto Cervantes Virtual, etc. Ha publicado los poemarios Razón del incendiario, Naufragio hacia la dicha, Del insumiso Amor, Consumación de estío, Las islas cómplices, El amargo ejercicio, La lengua de los ángeles, Las rosas de la carne y Las liturgias del caos por los que ha recibido diversos premios. «Estarnos ante un poemario transgresor, porque la Poesía es trans­gresora; osado, porque la Poesía es osada y osadía; un poemario bri­llante y rabioso, porque la Poesía de verdad tiene sus propias leyes y ha de deslumbrar e iluminar por igual, ha de inquietar y someter desde la verdad, ha de gritar y hacer enmudecer desde su pasión, de rebeldía irredente, porque sólo la Poesía cierta puede atreverse con la rebeldía y el pecado, ese pecado que insiste en no pedir perdón, porque es el pecado de la verdad, la insurrección y la denuncia.»

MANUEL MUÑOZ HIDALGO La calle del vacío. Ulica Prr5Zna

MAGDALENA LASALA

Manuel Muñoz Hidalgo (Alcantarilla, Murcia). Estudió Humanidades y Magisterio y fue profesor durante treinta años. Dirigió Instituciones Culturales VOX de madrid, fundó y dirigió el Taller de Poesía VOX y Teatro en la E. Escuela Española. Ha publicado trece libros de poesía: Prisiones del aire y Antes de que la noche apareciera, entre otros; veintinueve piezas de tea­tro: El temblor de la llama, Amor prohibido, La marea y Llanto y madrugada, Martín Lutero y Catalina de Bora, por citar algunas; un libro de encuentro con personalidades fundamentales de las letras españolas: La voz de la memoria, de pedagogía teatral; El teatro, Prácticas y ejercicios ... «En esta obra, imágenes muy sugestivas se mezclan con figu­ras retóricas, componiendo un panorama agresivo y patético a la vez de la tragedia de Polonia ocupada.»

MAREK WAWRZKIEWICZ Presidente de la Unión de Escritores Polacos

REPÚBLICA DE LAS LETRAS l2J

La vocación del zángano Manuel Francisco Reina La Compañía de Versos Anónimos, 2010

La calle del vacío Ulica Pró~na Manuel Muñoz Hidalgo Sial/Fugger Poesía

Page 127: REVISTA 121

REPÚBLICA DE LAS LETRAS121

MANUEL QUIROGA ClÉRIGO Páginas de un diario

Poesía

Manuel Quiroga Clérigo (Madrid, 1945) obtiene con Páginas de un diario, el premio del concurso de poesía de la Editorial Poesía eres tú del año 2010. Páginas de un diario, es un compendio de la poesía de Manuel Quiroga con poemas escritos desde 1970 en los que el autor hace un recorrido por los principales temas de la poesía con importantes matices de añoranza.

DESCENSO A LA MEMORIA

Desciendo a la memoria lugar en que los años iniciaron la infancia

Surgen calles tranquilas que antes fueron paisaje y hoy son huellas mojadas

Llamando a nuestra puerta el tiempo fue un futuro que inventaba palabras

M.a LOURDES FERNÁNDEZ MARTÍNEZ Labios de vino y miel

«Por donde quiera te filtras. ¡para quieto, Eros! . .. si es que pue­des». Este poemario erótico y unidor, casi de andar por casa, intenta fondear y sobrevolar el erotismo para alcanzar la cima del sensual universal de la belleza. De ahí el dulce césped,! los lagos remansados .. . Erótico, sí. Para nada místico. Para nada falto de fuerza, de asien­to y dirección. Sus páginas contienen todo el rihlal del cortejo: toda una preparación ... con temblor de oquedad ... penetran en el huerto. Podríais encontrar una lectura en línea con los versos de Whitman. ¿Apuntan estos versos a un amor panteísta? . . todo lo somos nosotros, todo las estrellas de los campos de agosto. ¡Ay si no entráis en capilla mientras muy lentamente os va lle­gando el h1rno! : la cascada de lirios de la médula. Porque os concier­ne el tacto y el vaho de la noche y el vaho de los hayedos. Que os cobije la noche más allá de los sueños. Que noches infini­tas entrelacéis vuestros cuerpos olvidando los ríos que fueron más precisos. Que dejéis de saber de las alondras. Hoyes hoy por la mañana/ La luz es una y bastante.

127

Páginas de un diario Manuel Quiroga Clérigo Editorial Poesía eres tú, 2010

L\bios

de \'ino y miel

Labios de vino y miel M. a Lourdes Fernández Martínez Bohodón Ediciones, 2008

Page 128: REVISTA 121

128

OCTAVIOUÑA Cierta es la tarde

Poesía

Octavio Uña, Doctor y Premio Extraordinario de Doctorado por la Universidad Complutense, que amplió estudios como becario del Ministerio de Educación y Ciencia en Alemania, Bélgica, Inglaterra y Estados Unidos, es en la actualidad cate­drático de Sociología, director del Departamento de Ciencias Sociales, director del Máster Universitario en Gestión e Investigación de la Comunicación Empresarial y director del Grupo de Investigaciones y Estudios de Sociología Aplicada de la Universidad Rey Juan Carlos. Cierta es la tarde incluye un cen tenar de poemas de Octavio Uña. El presente texto se suma a una amplia producción, tra­ducida a varias lenguas, d istinguid a con premios y homenajes y es tudiada por expertos de la lengua, la literatura y la crítica literaria: Escritura en el agua, Edades de la tierra, Antemural, Castilla, plaza mayor de soledades (4 n edición), Usura es la memo­ria, Mediodía de Angélica, Ciudad del aire, Labrantíos del mar y otros poemas, Cantos de El Escorial, Cuando suena el Merlú, Crónicas del océano (2. n edición).

OGSMANDE LESCAYLLERS La Memoria Cifrada

Ogsmande Lescayllers. De origen franco-sirio nació en Cuba. Doctor en Derecho Penat Licenciado en Ciencias Políticas, Historia del Arte y Literatura Hispanoamericana. Poeta, periodista, narrador, crítico de arte, filósofo, lingüista, ensa­yista, editor. Es autor de más de 20 obras.

«La memoria cifrada es la metáfora de la memoria. En ella se quiere expresar todo lo que hay de intencionalidad en el len­guaje. La memoria que fue y sigue siendo antes que el libro. El libro que sin la memoria no lo sería, viene a fusionarse y a sig­nificarse para dar sentido a la expresión; expresa u omitida de los micros y macrocosmos que nos habitan. En es te intenso, :motivo y original texto, su autor, Ogsmande Lescayllers, ha Ido desgranando, no sólo los significantes y significados de la palabra, sino que ha ido más allá, ha estructurado en una espe­cie de ortología, de aquello que siendo, no d iscurre en la pala­bra. También el silencio aquí juega un papel fundamental. »

REPÚBLICA DE LAS LETRASl21

Cierta es {a tarde

Octavio Uña

Cierta es la tarde Octavio Ufia Visión Libros, 2010

La Memoria Cifrada Ogsmonde Lescoyllers

(;,LIBÁN EDITORES >009

(1't;1rior,~ouI .... ÓftOD ~"cuj

La Memoria Cifrada Ogsmande Lescayllers Calibán Editores, 2009

Page 129: REVISTA 121

REPÚBLICA DE LAS LETRAS12l Poesía

PEDRO J. DE LA PEÑA La zarza de Moisés. Antología 1970-2008

... «EI tiempo, a cuya fabulación se entregaba el poeta en su primer libro en 1970, ha venido a corroborar la pulcra y honda trayectoria literaria de Pedro J. de la Peña, en una triple vertiente: la lírica, la narrativa y la crítica. Corno narrador nos ha ofrecido novelas inol­vidables corno Ayer las golondrinas (1977), por citar su última mues­tra hasta el momento: una rebelde y apasionada reinterpretación de la vida de Bécquer; o libros de relatos corno La rosa de los vien­tos (1996), que no me canso de recomendar. Corno crítico yensa­yista tan celebrados son sus trabajos sobre el siglo XIX: Antología de la poesía romántica (1984), El feísmo modernista (1989), Las estéticas del siglo XIX (1994), corno sus lecturas magistrales de José Hierro o de Juan Gil-Albert, sin olvidar las incontables y jugosas propuestas de sus artículos en prensa y revistas, siempre sabios y heterodo­xos. Corno poeta, en fin, doce títulos jalonan su itinerario lírico a lo largo de más de tres décadas de ejercicio del verso, avaladas por una amplia recepción crítica y por importantes premios litera­rios. La zarza de Moisés precisamente nos facilita un acercamien­to esencial a ese itinerario, a través de una antología de su obra en verso, realizada por el propio poeta, que viene a ser contra­punto de la más ambiciosa y recién aparecida Poética del fuego. Antología 1970-2001 (Huerga & Fierro 2002) ...

... El nuevo horizonte está aquí, en ese fuego, en este compro­miso, en este magisterio que trazan su palabra y su esperanza en medio de un panorama de ruinas.»

ARQUITECTURA COLONIAL

Acepto entusiasmado los fortines, pero acepto sus ruinas igualmente.

Quienes así dejaron nuestra huella no contemplaron brazos incontables, indiferentes al sudor, los látigos, la estría roja de las negras espaldas, los quejidos.

JOSÉ LUPIÁÑEZ

Trapiches y encomiendas son hoy huecos de caries en dentaduras descompuestas. Una selva de hiedra toma las ciudadelas y ahoga las vacías bocas de los cañones.

129

Pedro J. d.:: la Peña La " .. ;tez.., d~ Mois¿s

La zarza de Moisés. Antología 1970-2008 Pedro J. de la Peña Huerga&Fierro editores, 2009

Page 130: REVISTA 121

130

PURA LÓPEZ CORTÉS Alacena

Poesía

Pura López Cortés (Almería, 1952) se ha dedicado a la docen­cia toda su vida. Especialista en Filosofía, presidió el Ateneo de Almería, y dirigió sus Pliegos poéticos. Ha publicado una docena de poemarios, entre ellos, Para ven­cer la sombra (Editorial Torremozas, 1986), 1991 . Versos de asfal­to (Editorial Devenir, 1996) y A la orilla del viento (Editorial Jirones de Azul, 2008). Numerosa, asimismo, su participación en antologías y obras colectivas, como Mujer y poesía (Editorial Ánfora Nova, 2000), Poesía y conflicto (Fundación Juan Ramón Jiménez, 2001) y Los poetas cantan al olivo (Fundación Lara, 2007). «Escribo desde que recuerdo porque ya de niña tenía la nece­sidad de comunicar a los demás aquello que sentía: alegría, incertidumbre, amor, desamor, solidaridad, justicia, rabia, nostalgia, plenitud ... Considero la poesía el medio no sólo para estar en comunión con la otredad, sino también para dar voz a los sin voz, a quie­nes por cualquier circunstancia no pueden hablar, incluso porque han muerto sin que su palabra se oiga por un silencio impuesto. Quiero, como diría Miguel Hernández, "Ser viento del pueblo". Por eso busco expresarme con la mayor sinceridad y claridad, yo, salvando las distancias, también "detesto las romanzas de los tenores huecos", que decía Machado. En este libro recojo recuerdos fundamentales de mi vida, que me han hecho ser como soy y sentir como siento. Es, sin más, mi cuaderno de bitácora.»

PURA LÓPEZ CORTÉS

REPÚBLICA DE LAS LETRAS121

Alacena Pura López Cortés Ediciones Carena, 2010

Page 131: REVISTA 121

REPÚBLICA DE LAS LETRASUl Poesía

RAFAEL GUILLÉN Versos para los momentos perdidos

Rafael Guillén nació en Granada el año 1933. Su obra partici­pa de las coordenadas más valiosas de la llamada «generación del 50», según numerosos estudios especializados en poesía de postguerra, manuales de Historia de la Literatura Española del siglo XX, antologías sobre la época o reseñas críticas. En 1953 fue uno de los creadores del grupo Versos al Aire Libre, que inició el resurgir de la poesía granadina tras los veinte años de silencio que siguieron al asesinato de García Lorca. En 1957 fundó y dirigió, junto con José G. Ladrón de Guevara, la colección de libros Veleta al Sur. En 1994 le fue concedido el Premio Nacional de Literatura por Los estados transparentes (Barcelona, 1993). En 2003 se le otorgó por unanimidad el Premio de la Crítica de Andalucía por Las edades del frío (Barcelona, 2002). Antes había obtenido, entre otros, los pre­mios Leopoldo Panero (1966), Guipúzcoa (1968), Boscán (1968) y Ciudad de Barcelona (1969). Como otros de sus libros más destacados, cabría citar Los vientos (Madrid, 1970), Límites (Barcelona, 1971), I'm speaking (Evanston, EE. UU., 2001), Los dominios del cóndor (Málaga, 2007) y la amplia antología Estado de la palabra (Sevilla, 2003), publicada en Vandalia. Acaban de publicarse sus Obras Completas en tres volúmenes: dos de poesía y uno de narrativa y prosas varias (Granada, 2010) . Sus poemas y artículos han sido traducidos a numero­sos idiomas. La poesía supone un cierto -más bien incierto- estado de ánimo y su lectura requiere un sosegado espacio de tiempo no siempre fácil de conseguir entre las tantas cosas más o menos absurdas que nos reclaman. Dicho lo cual, quien quiera que hojee este libro pronto verá que no es un libro de poemas, que . requeriría más su atención, sino un intento de aprovechar cualquier resquicio por el que se pueda incorporar algo de poesía a esta ajetreada vida cotidiana que nos depara el siglo XXI. Es un libro para leer mientras empieza el telediario, o en la cola del pan (sería cruel decir en la cola del paro), o espe­rando el autobús.

131

Versos para los momentos perdidos Rafael Guillén Fundación José Manuel Lara, 2011

Page 132: REVISTA 121

132

RA ÚL HERRERO Los trenes salvajes

Poesía

«A mí sólo se me ocurren Carlos Edmundo de Ory, original y sorprendente, y mi admirado Antonio Fernández Molina, genial siempre. Algún Gradolí, que se aleja sin desearlo de su mediterraneidad y entre las nuevas generaciones, un extraor­dinario Raúl Herrero, que va para clásico.»

J OSÉ MARÍA DE MONTELLS

«El poeta se inserta con entusiasmo y duende en los movi­mientos literarios más renovadores. favorecen su imaginación y su rebeldía. Y muy especialmente sus juegos artísticos y su reivindicación del azar.»

LUCE MOREAU-ARRABAL

«Es precisamente ahí en el choque entre lo concreto y lo abs­tracto, donde encuentro la fuerza de los poemas de Herrero, así corno en sus imágenes ... »

JÓHANN HJÁLMARSSON

«Herrero nunca sucumbe a la arrogancia ni al dogmatismo, siempre se muestra reflexivo y pensa tivo.»

VIVECA TALLGREN

«Creador audaz, Raúl Herrero, fracciona su tiempo a modo de tablero de ajedrez y, amigo de Roberto Goa, escribe con los ojos, mira con las manos y pin ta con el corazón. »

ANTONIO F ERNÁNDEZ MOLINA

REPÚBLICA DE LAS LETRASUl

Los trenes salvajes Raúl Herrero Libros del Innombrable, 2009

Page 133: REVISTA 121

REPÚBLICA DE LAS LETRASUl

SABAS MARTÍN Ojos de calendario

Poesía

Sabas Martín nació en Santa Cruz de Tenerife, en 1954, es escritor, periodista y Académico Honorario de la Academia Canaria de la Lengua. Es autor de una treintena de volúmenes de distintos géne­ros por los que ha recibido diversos premios. Su obra ha sido tra­ducida y publicada en Francia, Alemania e Italia, así como en dife­rentes países latinoamericanos. Colaborador en múltiples publica­ciones españolas y extranjeras, figura en numerosas antologías nacionales e internacionales. Fue Director del Teatro de Cámara del Círculo de Bellas Artes de Tenerife y del Teatro Experimental Universitario de Canarias, Venezuela y Argentina. Jefe de Redacción en Radio Nacional de España, ha sido asimismo Adjunto a la Jefatura de Programas y Coordinador de Programas Especiales, de Radio 3.

GUERRA Y (TV) PAZ

Cuando la guerra comparece en casa y ocurre un manantial de imágenes del satélite a la pupila del salón, un escalofrío de lluvia a tientas me asalta y me delato cuando la guerra comparece en casa y descubro la costumbre de la muerte en la redundancia del bostezo.

UN LIBRO EN BLANCO

Como el mar o un libro en blanco el amor para, ola a ola, día a día, escribirlo juntos.

133

oJOS DE CALENDARIO

Sabas Manin

Ojos de calendario Sabas Martín Ediciones Idea, 2011

Page 134: REVISTA 121

134 Poesía

SALUSTIANO MASÓ Metafísica recreativa

Salustiano Masó (Alcalá de Henares, 1923) obtiene con Metafísica recreativa, el primer p remio del concurso de poesía de la Editorial Poesía eres tú del año 2008. Se tra ta de un po e­mario plagado de recursos literarios en los que Salustiano deja ver su oficio de poeta tratando los principales ternas de la poe­sía. La metafísica es una de las principales teorías de la filoso­fía que originó Aristóteles y que trata de las "cues tiones últi­mas", Salustiano acierta plenamente con el título de la obra ya que la poesía trata esas mismas cuestiones de la humanidad recreándose en ellas.

INTERROGANTES

¿ Redactar tus memorias? ¿y qué cabida dar en ellas a la textual inmensidad de lo fallido?

¿ Qué hacer con los momentos nefastos? ¿ los torcidos renglones y los ajuares carcomidos? ¿ en qué acerico disimular las agujas de la perfidia?

¿ Cuánta cal destinar a ineludibles blanqueos?

¿ y maquinaria idónea para demoler espejismos?

¿ y sobre todo cuánto indeclinable amor propio y dotes organizativas para organizar el O LVI D O?

REPÚBLICA DE LAS LETRAS121

Metafísica recreativa Salustiano Masó Editorial Poesía eres tú, 2009

Page 135: REVISTA 121

REPÚBLICA DE LAS LETRASUl

SOLEDAD CAVERO Hijos del trueno

Poesía

Soledad Cavero Rivas nació en Madrid. Irrumpe en el pano­rama literario de la capital en 1980. Como especialista en Animación a la Lectura, ha participado en la Escuela de Ani­madores del Instituto de Ciencias de la Educación. Es autora de una variada producción literaria: Poesía, relato, ensayo, artículos, teatro para niños. Aparte de sus obras infantiles y ensayos poéticos, ha publicado siete poemarios (Madrid, España, entre 1982-2002) y uno de aforismos poéticos titulado: Ráfagas (Madrid, 2009).

PALABRAS PREVIAS

Parsifal despertó en mí una madrugada. La empatía con el personaje fue total y me entregué a esa inspiración sin reser­vas. Sufrí con Él como todo ser humano que hoy profundiza en los hechos y cambios que registra nuestra tierra. Hubiera querido traspasar límites y trasmitir mejor ese mundo de intuiciones que me acercaba hacia este personaje. Mas a veces la creación poética se queda corta, a las puertas de un más allá peligroso, pero aun así intenté seguir sus huellas desde una distante cercanía. Un horizonte nuevo gesta la Tierra desde hace milenios, donde el hombre pueda alcanzar temprano o tarde su verdadera dimensión. El planeta está herido de muerte, y su angustia se propaga a lo largo y ancho de los continentes. Dentro de ese caos y angustia, que nosotros también respiramos, Parsifal ven­drá un día a este mundo de ciegos y sordos que vivimos para iluminarnos interiormente. Una resurrección traerá con él. La mujer forma parte de la totalidad. Anida en ella la mística razón de la evolución próxima a emerger. Por eso, la integración hombre-mujer debe ser mayor cara al futuro, ya que sólo así será posible conducir a futuras generaciones hacia una estabilidad basada en el amor, no en la guerra. Giran los siglos y a través de ellos nada permanece. Pero existe una llamada interior que nos organiza, y de la que nace esta nostalgia nuestra por un mundo mejor. De esta llamada nacerá el héroe que todos llevamos den­tro. El héroe que Parsifal transluce en estos poemas.

SOLEDAD CAYERO

Soledad Cavero

Hijos del trueno

Hijos del trueno Soledad Cavero

135

Ediciones Cardeñoso, 201 O

Page 136: REVISTA 121

ANTONIO MARÍN MUÑOZ Aquellos años terribles

EN SAYO

Antonio Marín Muñoz. Lopera (Jaén, 1970), es autor de diver­sos libros de naturaleza histórica, entre los que destacan La Guerra Civil en Lopera y Porcuna, Vestigios de la Guerra Civil en Lopera, Posguerra en Lopera (1939-1950), Asedio al Santuario de Santa María de la Cabeza y La reconstrucción de la provincia de Jaén bajo el Franquismo (1939-1957). Aquellos años terribles reconstruye la vida de un español durante la posguerra en un pueblo de Jaén. Todo lo que se cuenta es real, excepto la historia de los protagonistas. Se lee como una apasionante novela, pero todo lo que se cuenta es cierto y forma parte de nuestra historia más reciente. Santiago es un joven de ideas nacionalistas que llega en el año 1945 a un pueblo de Jaén para establecerse como librero. Encontrará a un pueblo arrasado por la guerra civil y con la población pasando muchas penalidades como el hambre, la miseria y la opresión. El protagonista conocerá el amor verda­dero de la mano de Gabriela y averiguará los entresijos que mueven el régimen franquista. Algunos españoles aún conservan vivo el recuerdo de lo que fue la vida cotidiana en la llamada España de Franco. Esta novela nos sumerge en los angustiosos tiempos de la inme­diata posguerra donde existía el racionamiento y el estraper­lo, y en los esfuerzos del régimen por controlar férreamente vidas y conciencias. La novela Aquellos años terribles es una magnífica reconstruc­ción de los duros años de la posguerra española. Estamos ante una obra que constituye un fiel reflejo de un atormentado y mísero período de la vida de los españoles.

Aquellos años terribles Antonio Marín Muñoz

Page 137: REVISTA 121

REPÚBLICA DE LAS LETRASUl Ensayo

AGUSTÍN SALGADO El Pedroso de la Armuña: Memoria de Los Ovalle-Solís

Un denodado trabajo de investigación culmina más de diez años de trabajo en torno a la historia de El Pedroso de la Armuña. Este municipio situado entre Salamanca y Medina del Campo, entre un faro del saber y un emporio del comer­cio, que pudo sucumbir a la despoblación en el primer tercio del siglo XVII, ha visto correr el tiempo a través de personajes y acontecimientos de cuya profunda huella da testimonio esta monografía del escritor Agustín Salgado.

Compañía Nacional de los Ferrocarriles del Oeste de España Telegrama núm. 14.079

A las 0,10 del día 9 de 8 de 1936 Estación remitente Salamanca Estación destinataria Pedroso destinatario -Alcalde-

TEXTO

En contestación a su telegrama n° 6903 he de manifestarle que a eso del amanecer se presentarán por esa guardias civiles y falangistas. Cabanillas.

Recibido a las 0,12 y remitido al destinatario a las 0,15 del día 9 de agosto de 1936.

El factor (su firma)

137

El Pedroso de la Armuña: Memoria de Los Ovalle­Solís Agustín Salgado Ediciones de la Diputación Provincial de Salamanca, 2007

Page 138: REVISTA 121

138

DIEGO GARCÍA CASTAÑO Las rutas de los mercaderes

Ensayo

Diego García Castaño. Licenciado en Ciencias Matemáticas. Autor de los libros: Matemáticas Teóricas y Matemáticas Prác­ticas para el Curso Preuniversitario (este último en colaboración con Luis M. Mateo López, Ingeniero Agrónomo), Biografía y Matemática de Jorge Juan, Avivando los Recuerdos, Trascendencia Científica de Jorge Juan Santacilia y Vicente Quiles, un alcalde que pensó en futuro. En Las rutas de los mercaderes y el alborear de la Matemática, Diego García Castaño, en una línea didáctica de observación y conocimiento del pasado, aborda "otra forma" de concebir el conocimiento y estudio de la Historia, la Geografía y la Matemática. Este esbozo de cultura popular pretende recrear el ánimo del lector con el latir de la historia, el fluir de la mate­mática y el progreso de los pueblos bajo el andamiaje de las rutas de las especias y la seda, de Babilonia, Constantinopla y Alejandría, de Euclides, Arquímedes y Diofanto, del enlace traductor griego-renacentista de los árabes, de la Revolución Comercial del siglo XIII, de los legados de Fibonacci, Luca Pacioli y Leonardo da Vinci, de las rutas que intuyeron los descubridores del siglo XV y consolidaron los del XVI. De la Revolución Astronómica desde Copérnico hasta Newton, que el autor concluye con unas críticas vertidas con vivacidad y desparpajo por Jorge Juan Santacilia, de los grandes negocios transoceánicos que realizaron holandeses y británicos que marcaron el rumbo hacia el despertar industrial y científico del siglo XIX, en el que George Boole creó recursos suficientes para que en el siglo XX pudiéramos disfrutar de computado­ras electrónicas, conmutación telefónica y simplificar, alge­braicamente, circuitos con dispositivos biestables.

REPÚBLICA DE LAS LETRASUl

, LAS RUTAS DE LOS MERCADERES y EL ALBOREAR DE LA MATEMÁncA

DIECO CARCtA CASTAÑO

Las rutas de los mercaderes Diego García Castaño Editorial Club Universitario, 2009

Page 139: REVISTA 121

Tiempo de hablar [ocho escritores a grabadora abierta] de Eduardo Castro Maldonado

EDUARDO CASTRO

TIEMPO DE HABLAR [OCHO ESCRITORES A GRABA DORA ABIERTA ]

~irto ~cadem;J

Tiempo de hablar Eduardo de Castro Alhulia, S. L., 2010

Eduardo Castro Maldonado, de la Real Academia de Buenas Letras de Granada, es periodista y escritor. Nacido en Torrenueva en 1948.

Corno escritor, tiene publicadas las siguientes obras: Muerte en Granada: la tragedia de Federico García Lorca (Akal, Madrid, 1975); La mala conciencia (Uni­versidad de Granada, 1979), novela ganadora del premio Ángel Ganivet de

narrativa en 1978; Tú (a Tacuara) (Coín, Málaga, 1989), poemario amoroso galardonado con el segundo premio Arcipreste de Hita en 1981; Versos para Federico: Larca como tema poético (Uni­versidad de Murcia, 1986; Com ares, Granada, 1999); Guía General de la Alpujarra (Granada, 1992 y 1995); El burro del Cardenal (Narra tiva Ideal, Granada, 2003); Sábados a contracorriente (Dauro, Granada, 2004) y Razón de vida (Alhulia, Salobreña, Granada, 2008).

Es coautor sairnismo de GemId Brenal1, al sur del laberinto (con Juan Antonio Díaz López, Litoral, Málaga, 1985 y 199 ~) -Crónica de un sueño. Memoria de la h'a/1sicióll democrática en Granada: 1973-1983 (con Antonio Ramos Espejo y Francisco Romacho, Málaga, 2002). Además, ha par­ticipado en los siguientes libros colectivos de narrativa, poesía y ensayo: Se nos murió la traviata (El Guadalhorce, Málaga, 1978), los andaluces cuentan (Aljibe, Granada, 1981), La faz de Brenan (Mira mar, Málaga, 1994) y Antología de Puerta Real (Asociación de la Prensa, Granada, 2002). Relatos suyos figuran en antologías corno Granada en cuento (Da uro, Granada, 2002), Granada, 1936: Relatos de la guerra civil (Granada, 2006) y Cuento vivo de Andalucía (Guadalajara, México, 2007). Asimismo ha colaborado en la redacción de la Enciclopedia General de Andalucía (C & T Editores, Málaga, 2004) y en la actualidad lo hace en la del Diccionario de AUtores Granadinos que publica la Academia de Buenas Letras en su página web.

Page 140: REVISTA 121

140 Ensayo REPÚBLICA DE LAS LETRASlll

ÍND I CE

La entrevista como género periodístico.

GERALD BRENAN: «El actual proceso español es ejemplar».

Gerald Brenan habla de viajes.

JAVIER EGEA: «El amor es de carne y hueso, no llueve de las nubes».

GLORIA FUERTES: «Es imposible vivir sin amor».

IAN GIBSON. «Los laberintos prohibidos de una investigación vital sobre Larca».

JUAN GOYTISOLO: «como escritor, aspira siempre a ser releído».

. En la Chanca con Juan Goytisolo, cincuenta años después.

FÉLIX GRANDE: «La poesía no es un géne­ro literario: es lID estado de gracia».

ALFONSO SASTRE: «El sistema actual es impensable sin la censura».

RAMÓN J. SENDER: «Me siento identificado con mi destino».

La entrevista como género periodístico

Estoy con quienes consideran que la entrevista -o mejor dicho, lo que usual­mente se denomina como «entrevista en profundidad»- es un género periodístico diferenciado. Por supuesto que también han de calificarse como entrevistas las que habitualmente se hacen para recabar datos o entresacar frases y comentarios para su inclusión en un reportaje,no en vano algunos de los manuales existentes sobre géneros periodísticos definen la entrevista como un subgénero del repor­taje ... .. . Pero, dada su condición de género interpretativo, no se trata, en ningún caso, de transcribir textualmente las pala­bras de la persona entrevistada, sino que siempre debe suponer, como bien explica otro de los manuales al uso, un acto crea­tivo: «El material hablado durante la entrevista, posiblemente grabado, deberá adquirir un nuevo orden, ser selecciona-

do o recor tado, y realizar una adaptación conveniente que permita crear la ilusión de una conversación en vivo .. . ... Escritores, como se sabe, de personali­dades, géneros, estilos y registros varia­dos y bien diferenciados unos de otros, pero todos ellos santos de mi devoción lectora, cuyas entrevistas nunca fueron en su día realizadas por encargo de los medios en los que vieron la luz, sino con­cebidas siempre por el entrevistador, con­cedidas luego a éste a petición propia y ofrecidas con posterioridad a los medios en cuestión, donde finalmente fueron publicadas. De ahí que, al reunirlas ahora en forma de libro, el conjunto que confor­man sólo podía resultar tan heterogéneo - y quizás, en algún caso, incluso anacró­nico- como mis personales gustos litera­rios, sin que por ello dejen de tener inte­rés - así, al menos, lo espero- para los lec­tores actuales.

Page 141: REVISTA 121

REPÚBLICA DE LAS LETRASUJ

ENRIQUE PAJÓN MECLOY Filosofía y ausencia

Ensayo

Enrique Pajón Mecloy (1930), Doctor en Filosofía, ha sido Jefe de la Sección de Cultura de la ONCE, fundador de la revista Sirio, y profesor de Historia Comparada de las Religiones en la Universidad Complutense. «Lo ausente es aquello en lo que se piensa, pero que no se per­cibe. Cuando Enrique Pajón aborda el tema del arte, su inquie­tud no está en lo que puede ser contemplado, sino en la aven­tura humana que permite imaginar y concebir aquello que no está. Un proceso similar es el que le permite adentrarse en la intimidad de la filosofía. Se trata de lo pensable, no de aque­llo que puede ser percibido o, incluso, conocido. Este libro, y toda la obra filosófica de Enrique Pajón, invita a ir más allá, a traer a la luz un mundo que todavía permanece inexplorado. Enrique Pajón Mecloy es autor de multitud de estudios filosó­ficos en torno al concepto de irrealidad como desencadenante de todos los procesos culturales. El presente volumen, Filosofía y ausencia, supone el siguiente paso en la evolución del pensa­miento de este autor, que incorpora el concepto de lo ausente como centro de su investigación.

¡ ---=":"=--1 I LA TENSI6N POÉllCA I I EN r RANCISCO PINO I I I I I I I

I I I I I

JUNlA [)ti CAS U LLA Y LEo;, I _ C_.;m. 4,r ............ ,: ... ~

La tensión poética en Francisco Pino

Antonio Piedra

Jorge Guillén

141

Filosofía y ausencia Enrique Pajón Mecloy Ediciones Antígona, S. L, 2010

Page 142: REVISTA 121

142

GERARDO MUÑOZ LORENTE Glosario panhispánico del amor y del sexo

Ensayo

Gerardo Muñoz Lorente (Melilla, 1955) vive en Alicante desde 1981. En 1987 fue publicada su primera novela, El fantasma de Lucentum (Acervo), reedición en Equipo Sirius, 2004. En 2006 apareció su última novela, Asesinato en Molívell (Equipo Sirius) . Además fueron editadas entre otras, El Manuscrito (Alcorde, 1990) , El Hallazgo (Alcorde, 1991) conformando la trilogía ti tula­da La plica de Balbino el Viejo, reeditada en un único volumen por Equipo Sirius en 2003; El fruto de la melancolía (Huerga & Fierro), finalista del Premio Azorín de Novela 1998; Ramito de hierbabue­na (Plaza & Janés, 2001) El Rosario de Mahoma (Equipo Sirius, 2004); La semilla de la Dama Negra (Equipo Sirius, 2005); y Refugio de Libertad (Equipo Sirius, 2006). A estas obras de ficción hay que añadir el sa tírico Diccionario críptico-práctico para políticos (Alcorde, 1990); y los ensayos Los falsos fundamentos del cristia­nismo (Club Universitario, 1999), Los mensajes del Corán (Club Universitario, 2002) y Cosas que importan en 51 artículos periodís­ticos (Club Universitario, 2006). Autor de más de dos centenares de artículos periodísticos, Gerardo Muñoz colabora habitual­men te con la emisora Radio Alicante (SER), el diario alicantino Información y Localia TV de Alicante. Nunca ha habido una intercomunicación tan fluida entre los his­panohablan tes como en la actualidad . La emigración laboral, los viajes turísticos, el intercambio a través de la literatura, el cine, la televisión y, sobre todo, internet, ha hecho posible que cada vez más hispanohablantes se comuniquen entre sí utilizando el mismo idioma. Esta comunicación pone de manifiesto la ampli­tud de nuestra lengua, evidenciando lo reducido de nuestro propio vocabulario y hasta confundiéndonos por el uso de pala­bras polisémicas cuyos significados se entienden de muy dife­ren te manera, provocando en ocasiones situaciones ridículas o divertidas. Estas confusiones son aún más embarazosas cuando los términos usados se refieren -o pueden entenderse- al sexo. El principal objetivo de este glosario panhispánico es ayudar al lector a ampliar su vocabulario, intentando así evitar las confu­siones, casi siempre bochornosas, que pueden producirse al mantener. una conversación con otro hispanohablante. Y como no es práctico un glosario en el que se traten todos los posibles asuntos que pueden abordarse en una conversación, nos hemos limitado al amor y al sexo, por ser probablemente los de mayor variación y riqueza de vocabulario, y porque, como hemos dicho antes, originan los más incómodos equívocos.

REPÚBLICA DE LAS LETRAS,l21

Glosario panhispánico del amor y del sexo Gerardo Muñoz Lorente Ediciones de la Torre, 2008

Page 143: REVISTA 121

REPÚBLICA DE LAS LETRAS l2l Ensayo

INOCENCIA HIDALGO El colesterol en los niños y en los mayores

Existen muchos libros dedicados al colesterol, pero qmzas pocos son los que de una forma clara y natural afrontan su prevención y curación por métodos naturales y no agresivos para nuestro organismo, este libro nos enseña además a con­trolar nuestro colesterol a través de la alimentación y terapias naturales y ofrecen al lector una amplia información y conse­jos terapéuticos de gran utilidad y de probada eficacia para evitar que suponga un problema y un peligro para nuestra salud.

INOCENCIA HIDALGO GARCÍA Ocurrió en la Guerra Civil Española

Es un libro donde se narran sucesos vividos durante la Guerra Civil Española. Pero ante todo, son los recuerdos de la infan­cia de la autora, que como una aplastante losa quedaron para siempre grabados y archivados en sus neuronas. Es el recuerdo de una niña que vivió la crueldad de una gue­rra entre hermanos. Callada y silenciosa escuchaba los relatos de los mayores aterrorizada por los grandes desatinos de una guerra fra tricida. Esta novela no habla de las batallas de la guerra . Narra las penalidades de la retaguardia en la provincia de Salamanca, zona franquista, donde según Unamuno: "La cosecha de muertos en Salamanca se hace insoportable . .. existe la más bestial persecución y asesinatos sin justificación".

143

El colesterol en los niños y en los mayores Inocencia Hidalgo Ediciones Cedel, 2006

Ocurrió en la Guerra Civil Española Inocencia Hidalgo García Mandala Ediciones, 2010

Page 144: REVISTA 121

144

ISABEL BERDUGO CONESA Efectos burbuja

Ensayo

En mi primer libro de la trilogía Distensión tras la guerra fría he propuesto la idea de que el Derecho Internacional Huma­nitario proteja a las víctimas del terrorismo, ya que equipara estos, de crímenes contra la Humanidad. He analizado el Derecho Internacional Humanitario de la Convención de Ginebra de las Naciones Unidas, que protege a las víctimas de conflictos bélicos; que son crímenes contra la Humanidad, que no prescriben, y sus víctimas están ampara­das por el Derecho Internacional Humanitario, que creó la Corte Penal Internacional. Ya desde el IV Curso de Derecho y Defensa celebrado en la Facultad de Derecho de Jerez en 2003 y dedicado al DIH, yo destaqué este aspecto: la protección del Derecho Internacional Humanitario y el Tribunal Penal Internacional, a las víctimas del terrorismo, por ser igualmente víctimas de conflictos armados.

REPÚBLICA DE LAS LETRASUI

EFECTOS BURBUJA

ISABEL BERDUGO CONESA

Efectos burbuja Isabel Berdugo Conesa Asociación Cultural Tántalo, 2009

'; ; J ~ • ' "f > ~ I . J .... ' J '.

R~p~bl~ca de .las . L~tr~s ,'.. .. .....' n.o 120 Re"i$tldelol:\SCK¡~dónCOJegi.lJJ~E.scrito('fs ¿eEspaño1 · :1' ~' r di,iembrc2010 ..' , .\' . '",

Page 145: REVISTA 121

REPÚBLICA DE LAS LETRASl21 Ensayo

JOSÉ ANTONIO VIDAL CASTAÑO Campo de Sepifons. Republicanos españoles en J udes (1939-1940)

Estimado lector, en tus manos el cuarto volumen de esta colec­ción de monográficos divulgativos de los Campos de Concentración del Sur de Francia, que fueron el alojamiento obligado de decenas de miles de nuestros compatriotas al final de la Guerra Incivil que asoló España de 1936 a 1939. El magnífico trabajo del historiador D. José Antonio Vidal cas­taño, autor del monográfico, nos ilustra sobre uno poco cono­cido, el Campo de Septfonds, cerca de Montauban. Como en ocasiones anteriores, este trabajo ha sido patrocina­do por el Patronato de Cultura de Fuenlabrada y la Dirección General de Cooperación y Comunicación Cultural del Mi­nisterio de Cultura .

A todos nuestro agradecimiento

MARÍA CRISTINA C. MABREY

JUAN GALLEGO SANZ

Presidente de "Memoria Viva "

Luzmaría Jiménez Faro o el canto de la luz: La editora y la poeta

María Cristina Mabrey nacida en Madrid, es Doctora por la Universidad de North Carolina, Chapell Hill. Su tesis doctoral versó sobre la poesía de Luis Cernuda. Ha desempeñado su labor docente en varias universidades de los Estados Unidos y en la actualidad es profesora de la University of South Carolina en Columbia, donde dicta cursos de litera tura, es tu­dios culturales y literatura comparada. Tiene publicados trabajos sobre Miguel Hernández, Antonio Machado, Federico Garda Lorca, Gloria Fuertes y Teresa de Á vila, entre otros. Gran parte de su carrera académica la ha dedicado a la inves­tigación de la poesía de mujeres escritoras de vanguardia y a la crítica feminista. Su ensayo Ernestina de Champourcin, poeta de la Generación del 27, en la ocultei senda de la tradición poética femenina (Madrid, 2007), es uno de los más completos y documentados sobre la poesía de esta autora.

145

Campo de Septfonds. Republicanos españoles en Judes (1939-1940) José Antonio Vidal Castaño "Memoria viva", 2006

Luzmaría Jiménez Faro o el canto de la luz: La editora y la poeta María Cristina C. Mabrey, Ediciones Torremozas, S. L., 2009

Page 146: REVISTA 121

Anaqueles sin dueño de Pedro A. González Moreno

En Anaqueles sin dueño aborda Ped ro A. González Moreno la temática del sui­cidio, a través de unos cuantos poetas y escritores cuyos libros habitan las estan­terías de su biblioteca.

Pero ¿qué conduce al suicidio y por qué? El sociólogo francés Émile Durk­heim en su obra El suicidio (1897), viene a señalar que son fenómenos individua­les que responden esencialmente a cau­sas sociales . Por tanto el suicidio, dejan­do aparte sus motivaciones personales, psicológicas o anímico-depresivas, sería un hecho de naturaleza social.

El poeta Francisco Caro, en relación a estos Anaqueles sin dueño ha dicho que "es un libro del que los poetas-suicidas se han apoderado. Ellos, pero no sus voces, porque es Pedro A. González Moreno quien impone a los habitantes de sus baldas su compasivamente rigu­rosa forma de contar. Su forma de sen­tirlos vivos y suyos, de sentirse compa­ñero y acompañado. El poeta - dice Caro- procura situarse, en su derrota, la de ellos". Tal vez esa derrota de "los que pretendieron suturar con puentes / el hondo precipicio/que hay entre la belleza o la locura".

Una voz, la de Pedro A González Moreno, poéticamente sabia y humana-

MANUEL LÓPEZ AZORÍN

mente misericordiosa, que nos ofrece su dolor, la agonía, la incertidumbre, la ra­bia, su rebelarse contra lo establecido, su impotencia frente a lo no deseado, su desorden, su miedo, su búsqueda, el fervor y la duda, su desasosiego, su locura, la diferencia frente a los otros ...

Surge aquí, pues, de la voz creativa de un poeta cuya cosmovisión nos ha venid o ofreciendo su personal mundo de luces y de sombras, la compasiva mirada por la derrota de unos seres, idos ya, que nos recuerdan que el suici­dio ha es tado siempre ligado a la humanidad y sus costumbres y, tam­bién, que viven en sus poemas y, en ocasiones, hacen que otros vivan y sientan con sus poemas: "Escucho los cruj idos / d e la madera, un roce / de páginas pisadas / y noto que es mI carne la que cruje / bajo el peso de tanto desconsuelo" .

No vaya negar mi gusto por toda la poesía de González Moreno, y os asegu­ro que Anaqueles sin dueño es un buen libro donde la belleza y el horror se her­manan y nos muestran sus más hermo­sas máscaras visibles, a través de la voz personal de un poet~ que sigue fiel <1 sí mismo incluso en una temática tan d ife­rente,tan literaria, como es ésta.

Page 147: REVISTA 121

REPÚBLICA DE LAS LETRASl2l Ensayo

MARÍA JESÚS ORTIZ LÓPEZ La verdadera historia de Ramón Carda Montes, Rache

María Jesús Ortiz López, natural de Fuente Álamo (Albacete). Es licenciada en Filosofía y Letras (Románicas) por la Uni­versidad de Murcia (1971), escritora e investigadora, y Cate­drática de Lengua castellana y Literatura en el I.ES. "José Conde García" de Almansa (Albacete) . ROCHE, muy conocido por los entornos murcianos y albace­teños como bandido envuelto en el aura de la leyenda, cobra · presencia en este libro como el militar carlista que fue y cuyo expediente, hasta ahora inédito, muestra esta otra faceta de su persona. Fuente Álamo y Montealegre del Castillo, de Albacete, son los pueblos con los que se le vincula familiarmente. y completamos su biografía con las noticias que sobre él apa­recieron en los periódicos de su época, sobre sus andanzas como militar y luego como prófugo de la justicia.

MIGUEL OSCAR MENASSA Aforismos y decires

. .. La poesía, la creación; el amor, el deseo, el trabajo, la paterni­dad, la maternidad, la maestría, la soledad, el dinero, la cruel­dad, la política, la ideología, el sexo, la diversión, en general, el fútbol, la amistad, se ven definidos en frases, a veces, de una limpieza teórica increíble y, otras veces se sienten tocados, pues­tos al descubierto, por frases comunes, inocentes y, tal vez, por eso parecen verdaderas. El libro tiene al menos una frase para cada uno de los grandes y más queridos sucesos de la vida del hombre actual: sus fracasos, sus triunfos, sus odios, sus amores, la profunda tristeza de la muerte y, aún, palabras para el goce, para la alegría. La mujer en este libro es libre, trabajadora y mantiene firmes sus deseos en la alegría pero, también, en el dolor .. .

EDITORIAL GRUPO CERO

147

La verdadera historia de Ramón García Montes, Roche María Jesús Ortiz López

AFOR ISMOS y

DECLRES

1 ~5H - 2(IUH

. r.nnm UId, (~I:r!I'U C. r.H(; (()!. é. (. (:¡j;" puoí .... . '<,,)/

Aforismos y decires Miguel Osear Menassa Editorial Grupo Cero, 2008

Page 148: REVISTA 121

148 Ensayo

M.a PAZ SANZ ÁLVAREZ Epistolario 1929-1971. Cántico a la amistad y Fe de vidas Max Aub - Jorge G~,llLén

Tras la primera publicación del Cántico de Jorge Guillén en 1928, Max Aub intenta ponerse en contacto con el poeta pidiéndole las señas a León Sánchez Cuesta, librero y amigo de los poetas de la Generación del 27. La primera carta que Aub envía a Guillén data de enero de 1929, y a partir de esa fecha empieza este epistolario que recopilamos. Se trata de la correspondencia entre dos escrito­res que se admiraban y que sólo es involuntariamente interrumpi­da por los ava tares de las circunstancias (la Guerra de 1936 y sus consecuencias). Recuperan el contacto epistolar a partir de 1944, y continuará hasta la muerte de Max, acaecida en 1971. En esta correspondencia no sólo podemos encontrar un testimonio bio­gráfico de ambos autores y de su mutua admiración, sino también lffi compendio de crítica literaria sobre sus propias obras y sobre las de sus coetáneos. Este epistolario constituye un testimonio singular e imprescindi­ble para la recuperación de la memoria cultural del exilio.

PABLO GARCÍA COLME ARES (Coordinador) Conflictividad y movimentos sociales en Castilla y León. Del tardofranquismo a la democracia

Pablo Garda Colmenares (Coordinador). Autores: Pablo Garda Colmenares, M.a Concepción Marcos del Olmo, Luis Antolinez Roque, Carmen Pascual Allén, Pilar Díaz Sánchez, Antonio Pyñeyroa d e la Fuente, Cristina Gómez Cues ta, José María Gago Gonzá1ez, ~v1 .a Jesús Dueñas Cepeda. Sorprende comprobar el índ ice de descontento social y laboral que mostraban las proúncias castellano-leonesas en este perí­odo. En buena medida se debe al haber estado estos temas fuera de los focos de la investigación y por considerar este espacio como exclusivamente conservador. De ahí que este libro muestre cómo la movilización social y política contra la dictadura también tenía p rofundo predicamento con manifes­taciones de diverso signo: desde el conflicto laboral de los años sesenta y se tenta, tanto de trabajadores como de los pequeños campesinos, has ta el movimiento vecinal; del mismo modo que las mujeres presionaban para mejorar sus condiciones legales · y ver reconocida su participación en la lucha antifranquista; o los libreros que asumían el papel de ampliar los horizontes culturales y políticos de sus lectores.

REPÚBLICA DE LAS LETRAS121

.,<.no(..'I.>I ...... ,,,,' .................................. _ .•

a """'" l1li ¡""Gu"""[I

Epistolario 1929-1971 Cántico a la amistad y Fe de vidas Max Aub - Jorge Guillén M.a Paz Sanz Álvarez 2010

Conflictividad y m ovimientos sociales en Castilla y León. Del tardofranquismo a la democracia Pablo Gard a Colmenares (Coordinador) Universidad de Valladolid

Page 149: REVISTA 121

REPÚBLICA DE LAS LETRASUl

PABLO ZAPATA LERGA Soldado de a pie. 500 años después

Ensayo

Pablo Zapata Lerga nació en San Martín de Unx (Navarra) en 1946. Realizó estudios de Magisterio, Filosofía y Filología Hispánica en Bilbao. Su labor se ha desarrollado corno profesor de Lengua y Literatura Castellanas en distintos institutos de Bizkaia. Se ha especializado en el fomento de la lectura, ha organizado decenas de bibliotecas escolares y ejecutó el Plan de bibliotecas escolares del Gobierno Vasco. Ha dado infinidad de conferencias a alumnos, padres y profesores animando a la lec­tura. Infatigable viajero, contador de cuentos, ha publicado una veintena de libros que incluyen poesía, ensayo, novelas infanti­les y juveniles, históricas . . . La Universidad de Sevilla, con motivo del V Centenario del Descubrimiento de América, invita a hablar a Bernal Díaz del Castillo, quien en su ancianidad escribió Historia verdadera de la conquista de la Nueva España, cansado istade que todo se fuera en honores para Cortés y se olvidaran de los que fueron soldados de a pie en aquella gesta. Este venerable anciano, a través de unas conferencias en un len­guaje con aires del XVI y posteriores diálogos, hace una revisión histórica desde su punto de vista de humilde soldado defen­diendo lo que él hizo, poniendo las cosas en su sitio y tratando de aclarar malentendidos y desenfoques de la época.

149

SOLDADO DE A PIE 500 AÑOS DESPUÉS

Soldado de a pie. 500 años después Pablo Zapa ta Lerga Llma Fonlffi, S. L., 2010

Page 150: REVISTA 121

150 Ensayo

PEDRO J. DE LA PEÑA José Hierro. Vidra, obra y actitudes

ÍNDICE

PRIMERA PARTE. «LA QUINTA DEL 42» (1936-1952) El origen del poeta La residencia valenciana Retorno al reino perdido El contexto literario de «Quinta del 42»

La poesía de posguerra Su concepto poético durante «Quinta del 42»

La poesía del compromiso Los libros de «Quinta del 42«

Tierra sin nosotros Alegría Con las piedras, con el viento ... Quinta del 42

SEGUNDA PARTE «CUANTO SÉ DE MÍ» (1 957-1965) Residencia en Madrid El contexto literario de «Cuanto sé de mí»

La segunda generación de posguerra Su concepción poética de «Cuanto sé de mí» Reflexiones sobre mi poesía

Los libros de «Cuanto sé de mí» Cuanto sé de mí Libro de las alucinaciones

TERCERA PARTE. «AGENDA EN NUEVA YORK» (1970-2002) Poeta del mundo El contexto literario de «Agenda en Nueva York»

La poesía de finales del S. XX Los libros de «Agenda en Nueva York»

Agenda Cuaderno de Nueva York

CUARTA PARTE. LA COSMOVISIÓN DE JOSÉ HIERRO La temporalidad La música Fe de vida (y muerte) El autobiografismo

ÚNICA PERO IMPRESCINDIBLE CONCLUSIÓN

BIBLIOGRAFÍA SOBRE JOSÉ HIERRO

REPÚBLICA DE LAS LETRAS121

J osé Hierro. Vida, obra y actitudes Pedro J. de la Peña Ayuntamiento de San Sebastián de los Reyes, 2009

Page 151: REVISTA 121

REPÚBLICA DE LAS LETRASl21

PILAR CARCÍA LOUAPRE Isabel de Borbón

Ensayo

Nace en Madrid en donde estudia en la Escuela Normal e ini­cia sus estudios universitarios que suspende por casarse en 1955 con un economista francés, residiendo en París desde entonces. Durante siete años vive en Italia, en donde estudia Lengua y Literatura italianas. De vuelta a Francia se licencia y luego se doctora en Letras en la Universidad de la Sorbona de París enseñando Lingüística Española desde entonces. Profesora también de las prestigiosas: Ecole Polytechnique y la de Altos Estudios Comerciales (H.E.C.) Hace varios viajes a las islas Filipinas; la publicación de su obra Historia del idioma español desde la conquista a nues­tros días le valió el título de Miembro de la Academia Filipina Correspondiente de la Real Academia de la Lengua Española. Su tesis, publicada, sobre El Doctor Gregorio Marañón y la Historia de España la condujo a la investigación histórica a la que se consagra desde entonces.

VICENTA CORTÉS ALONSO Esclavos y libertos

Adepta a la divulgación, Vicenta Cortés Alonso (Valencia, 1925), goza de la justa fama de su seriedad, competencia y enorme sabiduría en la temática de la esclavitud, corno así se refleja en este libro que reúne todos sus artículos publicados sobre la misma. Retrocede en el tiempo para estudiar la trata en los primeros años del siglo XV, siempre utilizando los libros de cuentas del Mestre Racional, custodiados en el Archivo del Reino de Valencia, para luego ampliar tanto el marco cronológico corno el análisis, al ocuparse de la venta, de la procedencia y del destino de partes determinadas de la mercancía, fueran canarios, indios, moros o negros. El trian­gula histórico Iberia-África-América y sus relaciones traumá­ticas en torno al descubrimiento y colonización del continente americano, con las aportaciones humanas de ambos lados del Atlántico, queda perfectamente testimoniado en esta obra .

151

Isabel de Borbón

PiliJ r GQrcia Louapre

Isabel de Borbón Pilar Carda Louapre Aldebarán Ediciones, S. L. , 2008

. < '~j_\ , \1' en os mun os I cos

J y

! =-r' ~ '.

..... '.~ , . r ~ '¡',

. \

I

Esclavos y libertos Vicenta Cortés Alonso Editorial Mundo Negro, 2011

Page 152: REVISTA 121

152 Teatro

TEATRO

AGAPITO MARTÍNEZ Escribir teatro. Una guía práctica para crear textos dramáticos

Agapito Martínez Paramio (Zamora, 1961) ha estudiado en la Escuela de Arte Dramático de Valladolid y ha seguido su for­mación en dirección y dramaturgia con maestros como Jerzy Grotowski, Eugenio Barba, Fermín Cabal y Sanchos Sinisterra, entre otros. Ha dirigido y escrito más de cuarenta obras de tea­tro profesional y ha impartido numerosos talleres de dirección escénica, improvisación y creación dramática. Además de sus obras teatrales, ha publicado Cuaderno de Dirección Teatral. Escribir teatro es una guía práctica para todo aquel que quiera emprender la escritura de textos para su representación teatral. Con claves prácticas para: - la creación de una estructura sólida - la creación de personajes creíbles y profundos - la revisión del texto atendiendo a la sonoridad del lenguaje para su puesta en escena - hacer las posibles modificaciones según cómo reaccione el público ante la obra Escribir teatro ofrece un método tan práctico como eficaz para llevar a buen término sus textos dramáticos.

ANTONIO LÓPEZ PIÑA La pieza

Antonio López Piña nació en Madrid en 1974. Es licenciado en Ciencias Políticas y Sociología. Estudió artes aplicadas a la escultura en la Escuela Superior de la Palma en Madrid. Fue miembro del grupo de teatro Ipis Porovi. Desde 2007 es profesor en el colegio americano de Zara­goza (School Year Abroad) donde imparte en la actualidad las asignaturas de Historia de España y Filosofía Política a estu­diantes estadounidenses preuniversitarios.

«Amadeo trabaja desde hace años en lo que él considera un pro­yecto colosal. La reunión con unos amigos de la familia durante un fin de semana de vacaciones desencadena un conflicto en el que los individuos ponen al descubierto sus frustraciones y sus deseos, mostrando la tiranía que se oculta en la genialidad, la lucha por la justicia desde el arte y la humanidad que late silen­ciosa en el fondo de lo aparentemente cotidiano».

REPÚBLICA DE LAS LETRAS121

Escribir teatro. Una guía práctica para crear textos dramáticos Agapito Martínez Alba Editorial, 2011

La pieza Antonio López Piña Ediciones Antígona, S. L., 2010

Page 153: REVISTA 121

REPÚBLICA DE LAS LETRASUl

BLANCA DOMÉNECH CASARES Vagamundos

Teatro

Blanca Doménech Casares (Madrid, 1976) es licenciada en Dramaturgia y Ciencias Teatrales por la Real Escuela Superior de Arte Dramático de Madrid. Desde sus comienzos profesionales ha estado relacionada con el mundo del teatro y la televisión, un campo en el que ha trabaja­do corno guionista en la series Manolito Gafotas, Geniales y Panteras grises. Ha residido en la isla de Menorca durante cuatro años (2005-2009) lugar en el que ha colaborado activamente con el Círculo Artístico de Ciudadella participando en sus actividades corno ponente en torno a la figura de Samuel Beckett, profesora de las II Jornadas de Teatro y corno lectora del Jurado del Premio Borne de las ediciones 2007 y 2008. Su primera obra teatral Eco fue publicada por Editorial Fundamentos (2001); sus relatos Plaza de la Libertad por la Revista MERCASA (2005) y Poemas arrugados, finalista del · Premio de Narración Corto Isla de Menorca, publicado por la Editorial Menorca, 2007. Ha escrito también los artículos El Premio Borne (2007) y la reseña de la publicación del premio Maria Teresa de León para la Revista Acotaciones. Actualmente trabaja corno colaboradora de la Editorial Santillana. Vagamundos sucede en una isla inhóspita que no alcanza los diez kilómetros. Su anverso es mítico y la sitúa fuera del intercambio mercantil entre los hombres: sus habitantes desprecian el dine­ro, los aparatos eléctricos no funcionan, las comunicaciones están cortadas. Hay tempestad y los barcos no atracan ... ¿Atracaron alguna vez? Nadie reconoce a nadie. Las identidades son cada vez más dudosas, las rocas tienen vida propia y a t~­

rrorizan con sus silbidos ... Las resonancias se desvanecen y se multiplican, corno le sucede a Max, protagonista poliédrico, ajetreado, triunfador contempo­ráneo, recién llegado a la isla en la búsqueda desesperada por encontrar a su hermano desaparecido. Y cuyo viaje no le condu­ce sino a reconstruir una verdad cada vez más alejada y difícil de descubrir .

. Con Vagamundos, Blanca Doménech invita al lector-espectador a realizar su propio viaje dentro de un texto y con unos persona­jes convertidos en enigma.

153

Vagamundos Blanca Doménech Casares Centro de Documentación Teatral,2010

".

Page 154: REVISTA 121

154 Teatro

CARLOS ÁLVAREZ-NÓVOA Fornicar no es pecado. Hotel Party. Chivato

Autor íntegro y alejado de los vaivenes de las modas Carlos Álvarez-Nóvoa nos presenta tres textos, que a pesar de su tre­menda diversidad, tienen ciertos denominadores comunes como son una depurada y bellísima técnica, gran capacidad para plasmar las imágenes, estilo impecable y culto, y una evi­dente y cálida humanidad. En un momento de nuestra civilización donde la deshonestidad, el engaño, la falta de rigor y de cualquier forma de moral o ética tiene su reino, la integridad de Carlos es sorprendente y esen­cial. Esa palabra "integridad" además, en su sentido de comple­mentar, nos sirve para recoger cada una de sus facetas: actor, director, dramaturgo, maestro, en definitiva un hombre de tea­tro, un hombre estricto del que me atrevería a decir que es como aquellos que consideramos "del renacimiento", por su amplia cultura, pero al mismo tiempo, un hombre de la modernidad en constante búsqueda de nuevas maneras, nuevas formas o nue­vas fuentes de creación. Un hombre íntegro, muy alejado de los vaivenes de las modas. Los tres textos tienen ciertos denominadores comunes: . A) Una depurada y bellísima técnica que le permite con fluidez transportar a las palabras los conceptos, las imágenes, las sensa­ciones, los ritmos y los comportamientos. B) Un texto literario "visible". Como gran hombre de teatro con­sigue que el lector nunca se pierda, porque le hace ver, con curiosa "fisicidad" lo que el texto va describiendo y lo que per­mite entrever. C) Un estilo culto, pensado y sopesado en grado extremo, deja, sin embargo, sobresalir, en momentos, ráfagas, expresiones, de un hondo carácter popular, a veces provoca improvisaciones lo que le hace aún más rico, más actual. D) Una evidente y cálida humanidad. Un humanismo que fluye en cada una de las obras, empapándolas de cercanía.

JOSÉ CARLOS PLAZA

REPÚBLICA DE LAS LETRAS121

Fornicar no es pecado. Hotel Party. Chivato Carlos Álvarez-Nóvoa Junta de Andalucía. Consejería de Cultura, 2006

Page 155: REVISTA 121

REPÚBLICA DE LAS LETRASl2l Teatro

CHARO GONZÁLEZ CASAS A quien celebre mi muerte

Charo González Casas nació en Madrid. Es licenciada en periodis­mo, estudió dramaturgia en la RESAD y fue redactora en las revis­tas El Urogallo y Dunia. Corno cuentista, ha publicado decenas de relatos con el pseudónirno de "Mary Glup" en Gratis, revista dedi­cada a la movida madrileña y también como "Violeta Bala". Corno novelista, es autora de El mensaje del náufrago. Como dramaturga, ha estrenado las obras Talgo con destino a Murcia, en el Centro Dramático Nacional; Morir soñando, en el Teatro Flotante del Nilo (El Cairo) y Un suicidio es cosa seria, Humberto, Sopa de sobre y cora­zón al peso, en salas alternativas de Madrid y Barcelona. A quien celebre mi muerte sucede en una aséptica sala de espera donde confluyen distintos personajes, conscientes de que ya han fallecido y de que en esa estancia han de esperar a ser llamados, sin saber cual será, a partir de ahora, su destino. Durante la espe­ra todos irán mostrando parte de sus biografías, de sus "acciden­tes", mientras que de forma gradual van siendo llamados por LA VOZ, a la vez que otros desaparecen de la sala de espera momen­táneamente, por sentirse invocados desde el mundo que acaban de dejar.

Es peligroso jugar con el amor Enrique Lenza Ñaque editora ,2007

ENRIQUE LENZA Zweig Es peligroso jugar con el amor

Enrique Lenza (Madrid, 1928) se ini­ció en el arte de Talía en el TEU, cuna escénica durante el franquismo, como director y como actor, siendo 'su eclosión como autor tardía, al datarse su primera obra en 1985 (La voz de ayer perdida). Es un reconocido autor teatral y fundador del grupo La Careta . Lenza conserva un gran número de obras inédi tas en su haber y aquellas que han visto la luz de la imprenta, lo han hecho en varias edi­toriales como La Avispa, Asociación de Autores de Teatro, Ñaque: entre ellas Zweig y Es peligroso jugar con el

155

A quien celebre mi muerte Charo González Casas CM!. Dept. at Austin College, 2009

Zweig Enrique Lenza Asociación de Autores de Teatro, 2009

amor. Entre sus obras de teatro publicadas en los últimos años están: La caja vieja-Réquiem por un torero (La Avispa, 2003); ¿Merecía la pena vivir así? (La Avispa, 2004); La amarga soledad-Nubes de verano (La Avispa, 2004).

Page 156: REVISTA 121

156 Teatro·

LUIS AGIUS Todos somos Albert Camus

Luis Agius (Madrid, 1969) es compositor, escritor y concertis­ta de piano. Comenzó sus estudios de piano en 1981 y com­puso su primera obra en 1990. Ha publicado dos discos, Doce Klavierstücke e Interiores (2001). Ha grabado con el patrocinio de la Fundación Autor sus primera Opera Monsalvat (2005) y ofrecido recitales-concierto de poesía y piano en diversas capitales españolas, en Bratislava (2002) y Bruselas (2005 y 2009). En 1998 escribió su primera novela, Las manos de Danu Lipatti. Desde el año 2000 escribe en publicaciones especiali­zadas sobre música y desde 2004, relatos breves. En 2009 ha resultado premiado su relato Una cuestión de honor, y publica­do en la revista Abril de Luxemburgo. También ha escrito su primera obra de teatro Todos somos Albert Camus (2009). En la actualidad prepara su primer libro de relatos Músicos ante el abismo.

El dramaturgo Albert Camus, en la cumbre de su madurez cre­ativa y de su fama, se encuentra sumido en una profunda crisis vital que ha de llevarle, incluso a su pesar, a tomar una trascen­dente decisión. A la par que vive en este dilema, se encuentra dirigiendo el montaje de una de sus obras teatrales de más éxito Calígula. Falta poco para el reestreno y Camus, mientras dirige esta puesta en escena, en un descanso y a requerimiento de los actores, va a entablar un intenso debate con ellos, haciendo un repaso de toda su trayectoria como escritor, ensayista, periodis­ta, combatiente de la resistencia y, en general, de toda su vida, desde su infancia miserable en Argelia, hasta la concesión del premio Nobel de Literatura.

REPÚBLICA DE LAS LETRAS121

Todos somos Albert Camus Luis Agius Ediciones Antígona, S. L., 2010

Page 157: REVISTA 121

REPÚBLICA DE LAS LETRAS121

R. C. GONZÁLEZ CASAS Corazón al peso

Teatro

R. C. González Casas analiza el recorrido interior que lleva a Edmundo a cambiar su filosofía de la vida a través de la cons­trucción de una comedia estructurada en un acto único, con multiplicidad de escenas. Debido a la brevedad de estos cua­dros, la agilidad de sus diálogos, la simultaneidad de algunas situaciones y la incesante superposición de personajes, la acción se dinarniza constantemente y se abren unas magrúficas pers­pectivas y posibilidades de escenificación. Existe, por tanto, una gran riqueza y enorme potencial en los motivos, anécdotas y recursos que contiene esta obra y con los que es capaz de crear divertidísimos enredos cómicos y absurdos.

En Corazón al peso proliferan las situaciones disparatadas e hila­rantes que no impiden la reflexión sobre modos de vida a través de múltiples juegos literarios y escénicos, usos coloquiales de la lengua, conversaciones. Por ejemplo, a través del humor se insiste en la asociación "novio=cadáver", que nos lleva a identi­ficar la realidad circundante de nuestro mundo rutinario y for­mal, sus ceremonias, corno algo obsoleto y carente de sentido y vitalidad.

CARMEN MONTERO

157

CORAZÓN AL PESO

RC. GONZÁLEZ CASAS

Corazón al peso R. C. González Casas Teatro Independiente Alcalaíno, 2005

Page 158: REVISTA 121

Cartas al Director

Siguen las calumnias contra Azaña

El haber encarnado los ideales de la República en su persona motivó que tan to la Iglesia ca tolicorromana como las fuerzas monárquicas y fascistas vol­caran sus ataques antirrepublicanos en la figura de don Manuel Azaña. Toda la derechísima de la nación le dedicó sus a taques continuados, mediante carica­turas deformadoras en las revistas satí­ricas, declaraciones de políticos extre­mistas, y calumnias lanzadas como chismes sobre su vida privada.

Los militares monárquicos subleva­dos centraron sobre él sus insultos soe­ces y descalificaciones personales durante la guerra, y después de su vic­toria prosiguieron la campaña difama­toria en sus publicaciones, incluso en los libros de texto aprobados para las universidades . Cuantos sufrimos ese período vergonzoso de la historia de España tenemos presente lo que signifi­có esa operación infamante de descrédi­to contra quien simboliza a la República tanto como la bandera tricolor, el Himno de Riego o la matrona con el gorro frigio.

y la campaña continúa. Acabamos de comprobarlo al leer el último núme­ro de la revista REPÚBLICA DE LAS LETRAS, el 120, correspondiente al mes

ARTURO DEL VILLAR

de enero, que acaba de aparecer, con su habitual retraso. Un artículo de Félix Población, titulado El miedo de Azaña y el honor del general Rojo, asegura que el expresidente de la República murió de miedo al ver que el pueblo en que se hallaba, Montauban, "estaba lleno de soldados nazis". Una de las críticas que le hicieron los extremistas de derechas fue que actuó con miedo en la toma de decisiones. Hay quien se atreve ahora a diagnosticar el miedo como causante de su muerte. Es repugnante, porque es falso, y demuestra el odio que sigue ins­pirando en algunos.

Cuando residía en Pyla-sur-Mer, en febrero de 1940, sufría agudos dolores de pecho, que el ilustre doctor Monod comprobó eran debidos a una antigua lesión cardíaca no diagnosticada: la aorta se le había dilatado extremada­mente. Otros dos médicos confirmaron la lesión, y prescribierop reposo absolu­to. Como secuela de esa dolencia pade­ció una enfermedad renal y pleuresía. Dormía recostado, porque se ahogaba al intentar acostarse. Es testimonio de Cipriano de Rivas Cherif en la biografía que escribió de su cuñado, Retrato de un desconocido.

Page 159: REVISTA 121

REPÚBLICA DE LAS LETRAS121 Arturo del Villar

Ante el avance del Ejército nazi sus allegados decidieron trasladarle al sur. El 22 de junio salió de Pyla-sur-Mer en ambulancia, acompañado por su .espo­sa, el doctor PalIe te y el mayordomo. Se detuvieron obligadamente en Montau­ban, en donde siguió guardando abso­luto reposo.

El presidente de México, Lázaro Cárdenas, ordenó al personal de la Embajada en Francia una protección activa a los exiliados españoles, y en especial al expresidente. En el año 2000 se publicaron los informes remitidos por el ministro plenipotenciario Luis Ignacio Rodríguez Taboada al presiden­te Cárdenas, con el título de Misión de Luis I. Rodríguez en Francia. Gracias a este libro disponemos de una informa­ción completa sobre los últimos meses de la vida de don Manuel, entre julio y noviembre de 1940. Los mexicanos se comportaron con él mejor que muchos espafioles.

La primera descripción hecha por el ministro mexicano del ilustre enfermo, el 2 de julio, es patética: "Parecía una sombra. Sus carnes se habían consumi­do hasta lo increíble; tenía la palidez del cadáver y sus ojos profundamente hun­didos acusaban la huella del dolor y del martirio" (p . 239) .

A finales de julio se enteró de que su casa en Pyla-sur-Mer había sido asalta­da por los nazis, y sus familiares dete­nidos. Su cuñado fue conducido a la tétrica Dirección General de Seguridad en la Puerta del Sol madrileña. La noti­cia le causó un amago de ataque cere­bral que le privó momentáneamente del habla y le hacía delirar.

A finales de agosto la Embajada tuvo noticia de la llegada a Montauban de unos falangistas, presumiblemente para secuestrar al expresidente y llevár­selo a Madrid. Ante ese riesgo, el minis-

tro Rodríguez alquiló unas habitaciones en el Hotel Midi a nombre de la Emba­jada, el 15 de setiembre, y puso su ban­dera en los balcones. Allí instaló al en­fermo, junto al personal de la Embajada en vigilancia continua.

Dos días más tarde hizo este apunte sobre el estado de salud -de don Manuel: "Descansaba en su cama después de los choques nerviosos recibidos en los últi­mos días y que le habían ocasionado una aguda postración difícil de vencer para el doctor Pallete. Con temperatura alta, su corazón fallaba cada vez más, al extremo de que en algunos colapsos el paciente parecía asfixiarse y sólo encon­traba respiro dominándose con los bra­zos, en la cabecera del catre, hasta er­guir su pecho'" (p. 260) .

Un telegrama fechado el 19 de sep­tiembre decía escuetamente: "Ataque hemiplejía sucedido hoy 16 horas ahu­yenta enfermo posibilidades salvarlo. Médicos desesperan" (p. 262) . El 23 con­signó más detalles: "Los médicos opi­nan que el caso del señor Azaña es bas­tante grave; el ataque de hemiplejía que sufrió y que le ha paralizado la mitad del cuerpo, lo acerca cada día a la sepul­tura" (p. 264).

El 2 de noviembre un miembro de la Embajada telefoneó al minIstro Rodríguez para decirle: "Tengo la pena de informarle que el señor Azaña está agonizando. Anoche le repitió el a taque y le ha privado del conocimiento" (p. 273). El ministro mexicano se trasladó a Montauban inmediatamente, y llegó a tiempo de verle morir, y de ordenar su embalsamamiento. Después se entrevis­tó con el prefecto para organizar el entierro, que fue autorizado bajo la enseña mexicana solamente.

Por lo tanto, don Manuel Azaña no murió de miedo, sino de sus varias dolencias, ultimadas en una sucesión de

159

Page 160: REVISTA 121

160 Siguen las calumnias contra Azaña REPÚBLICA DE LAS LETRAS121

hemiplejías. Puesto que no podía salir de su habitación, por impedirlo su esta­do físico, es imposible que viera a los soldados nazis en el pueblo, y es seguro que ni su esposa ni sus allegados en esos momentos de dolor le contaron nada que pudiera incrementar su angustia. Decir que murió de miedo es una calumnia más que se añade a las innumerables lanzadas contra él duran­te su vida política y después de su falle­cimiento.

En el mismo libro se reproduce un comentario del ministro Rodríguez, en el que niega la supuesta confesión final del expresidente ante un obispo catoli­corromano. Expone los datos que él mismo vio y los que le contaron sus subordinados, y afirma que "es un

infundio más para él desaparecido", con esta tajante declaración: "No tuvo vaci­laciones en el momento postrero; tam­poco incurrió en titubeos hipócritas; mucho menos salpicó de cieno su con­ducta" (p. 279).

El cieno se lo siguen echando los enemigos políticos, que lo son de la libertad. Setenta años después de su muerte un ignorante descubre que murió de miedo, y encuentra una revis­ta que publica su delirante elucubra­ción. En cambio, esta aclaración basada en testimonios verídicos seguro que es rechazada, por lo que la difundo por el correo electrónico para defender la lim­pia memoria de don Manuel Azaña, el símbolo de la República Española que algunos intentarnos recuperar.

Page 161: REVISTA 121

CEDRO es la asociación que gestiona colectivamente los derechos de reproducción de escritores, traductores, periodistas y editores. Ponemos todos nuestros recursos para que tus palabras tengan el valor que merecen. Asóciate:

~ Cada año recibirás los derechos económicos que te corresponden por la copia de tus obras.

~ Te beneficiarás de múltiples servicios que ponemos a tu disposición.

~ Sin tener que pagar cuotas ni desembolsar cantidad alguna.

www.cedro.org 91 7021939 932720445

[email protected] [email protected]

CEDro ....., , CENTRO ESPAÑOL DE DERECHOS

REPROGRÁFICOS

Page 162: REVISTA 121
Page 163: REVISTA 121

- ~-. · ... . " . ~ . .t"" :\ . l'

. : .. I ':.J '

¡, ...... r .

Page 164: REVISTA 121

AC E • Asociación Colegial de Escritores de España

AÑO XXXIV

HAN SIDO MIEMBROS DE LA JUNTA DIRECTIVA DE ACE EN ESTOS 34 AÑOS DE HISTORIA

Rafael Alberti VíctorAlperi Carlos de Arce Enrique Badosa Teresa Barbero Marcos Ricardo Barnatán Carlos Barral Antonio Beneyto Esther Benítez Carmen Bravo-Villasante

Jesús Cam:pos J osep M. a Carandell Guillermo Camero Antonio Colinas Carmen Conde José Corredor-Matheos Rafael de Cózar Guillermo Díaz Plaja Luis Mateo Díez Ana Diosdado Antonio Ferres Jesús Fernández Santos Gregario Gallego Francisco Garda Pavón José Luis Giménez Frontín Antonio Gómez Rufo Juan Manuel González Félix Grande Alfonso Grosso Raúl Guerra Garrido Eduardo de Guzmán Antonio Hernández Ramón Hernández Paula Izquierdo Diego Jesús Jiménez

Juan Ángel Jurista Agustín Lafourcade Luis Landero Enrique Lenza Ángel María de Lera Jacinto López Gorge Joaquín Marco Julián Marcos Adolfo Marsillach Fernando Martínez Laínez José María Merino Mario Merlino Pau Miserachs i Sala Juan Mollá Isaac Montero Ana María Navales Lauro Olmo Ángel Palomino Salvador Pániker Jesús Pardo Pedro J. de la Peña Meliano Peraile Carmen Posadas Cesáreo Rodríguez Aguilera Mercedes Salisachs Ramón Sánchez Lizarralde Gonzalo Santonja Santos Sanz Villanueva Ramón Salís Andrés Sorel Elena Soriano Daniel Sueiro Francisco Vélez Nieto Alonso Zamora Vicente

JUNTA DIRECTIVA DE ACE

PRESIDENTE:

mANMOLLÁ

VICEPRESIDENTES:

FÉLIX GRANDE ANTONIO GÓMEZ RUFO

SECRETARIO GENERAL:

ANDRÉs SOREL

TESORERO:

ENRIQUE LENZA

ASESOR JURÍDICO:

mANMOLLÁ

VICESECRETARIO GENERAL:

MARTA RIVERA DE LA CRUZ

VOCALES:

ANTONIO HERNÁNDEZ Régimen interior

RAMÓNSÁNCHEZL~ARRALDE Organización

FERNANDO MARTÍNEZ LAÍNEZ Actividades culturales

CARMEN POSADAS Publicaciones

, : .

PAULA IZQUIERDO Relaciones con los medios de comunicación

JUAN ÁNGEL ruRISTO Vocal de Asuntos Sociales MARTÍN CASARIEGO Vocal de Publicaciones

CONSEJEROS:

RAMÓN HERNÁNDEZ RAúL GUERRA GARRIDO

ANTONIO COLINAS MANUEL QUIROGA CLÉRIGO

SECCIONES AUTÓNOMAS

ASTURIAS:

VíCTOR ALPERI

ANDALUCÍA:

JOSÉ GARcíA PÉREZ

TRADUCTORES:

MARíA TERESA GALLEGO

AUTORES DE TEATRO:

JESÚS CAMPOS GARcíA

REPÚBLICA DE LAS LETRAS, es una revista no venal que se publica con el patrocinio de

~

CEDrO "-" C&fm()~o!~ ~

Imprime: L. M. S. S. Depósito Legal: M-8872-1980

1. S. S. N.: 1133-2158