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INDICE
Energía Nuclear en Chile
Tesoros nacionales en primera persona: Félix Brunatto
¿Sustentable o Sostenible?
Decodificando el Indice de Sustentabilidad Corporativa: huella del agua
TED: charlas worth spreading
El valor de Tompkins
Aproximarse en forma seria a la evaluación del potencial de la nu-cleoelectricidad en Chile requiere en primer lugar hacerse cargo de las percepciones de riesgo de la población. En este artículo, Ramón Concha explora los conceptos básicos y pone en perspectiva los reales riesgos que implica la opción nuclear.
A partir de su experiencia como testigo privilegiado de la llegada del hom-bre a la Luna, este especialista se pregunta por qué la destrucción del ca-pital productivo de nuestros suelos no tiene la misma respuesta de ingenio
y capacidad humana.
Las explicaciones relativas a porqué serían conceptos distintos son in-creíbles. Lo raro es que en inglés (de donde proviene el concepto) no existen diferencias, sólo un concepto: sustainability.
Las explicaciones relativas a porqué serían conceptos distintos son in-creíbles. Lo raro es que en inglés (de donde proviene el concepto) no exis-ten diferencias, sólo un concepto: sustainability.
En esta charla Charles Leadbater argumenta acerca de la innovación y de cómo ésta ya no es sólo para los profesionales. Amateurs apasio-nados, armados con nuevas herramientas, están creando productos y paradigmas que las empresas por sí solas no pueden hacer.
Es un lugar común descartar las propuestas de Tompkins por su radica-lidad en referencia a la tecnología. Sin embargo, si creemos en el poten-cial del ingenio humano para enfrentar nuestros desafíos medioambien-tales, tenemos que movernos más rápido en la corrección de numerosas externalidades negativas. Si no lo hacemos, podemos ser “ciegos” a tran-formaciones más radicales de nuestro sistema económico en un contex-to de crecimiento dependiente de la resiliencia de nuestros ecosistemas.
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Director General: Roberto Sapag,Director de ContenidosTemáticos: Aldo Cerda.Editor Periodístico: FedericoWilloughby.Directora de Arte: ConstanzaAcevedo.Diseño e implementación en iPad: Mobitelio S.A
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Editorial La “Argentinización” de la Energía
EDITORIALLA “ARGENTINIZACIÓN” DE LA ENERGÍAEl célebre naturalista de la Universidad de Harvard, Edward Wilson, señala en su último libro que el proceso evolutivo nos enseña que los arreglos de grupos de individuos que son colaborativos resultan más efectivos para el logro de objetivos comunes (y por ende su supervivencia y desarrollo en el tiempo como grupo), que aquellos basados en sistemas de engaño, corrupción
o no colaboración.
La expansión macro de la idea anterior permite explicar por qué “el modelo” chileno de desarrollo ha tenido un performance superior al de otros países de la región. Con cierto aire de superioridad, los chilenos explican por qué países como Argentina están condenados al fracaso y ponen como referencia la polí-tica de control de divisas o las estadísticas engañosas en materia de inflación.
Curiosamente, no parecemos tener tanta severidad cuando se trata de abor-dar nuestro desafío energético. En una ecuación simplificada y dados los ba-jos costos de acceso al capital para Chile, la clave de la competitividad de la industria nacional pasa por los costos laborales (donde tenemos salarios al alza y productividad estancada), el costo de la energía (dos veces el de nues-tra competencia relevante) y tipo de cambio (favorecedor del sector no tran-sable, dada la presión del boom exportador de cobre). No sigamos jugando con una población menor post-censo que nos acerca a algún umbral de PIB per cápita: no habrá posibilidad real de transformarnos en una sociedad exitosa si no disponemos de una respuesta sensata a nuestra precariedad energética.
Dados los resultados económicos de los últimos años, la población parece “sentir” que el problema es de las empresas. Ello constituye una ilusión peli-grosa. Costos elevados de energía impiden tener empleos industriales de ca-lidad y diversificación | sofisticación de la oferta exportadora. Ello nos afecta a todos.
En este número abordamos el tema de la desinformación referida a los peli-gros de la energía nuclear. Desde una perspectiva ambiental, la nucleoelec-tricidad ofrece ventajas importantes respecto a otras opciones. Por supuesto que ella no está libre de controversias. Sin embargo éste no es un tema de tecnócratas. Este es un tema país y la forma en cómo se resuelve (incorpo-rarla o no a nuestra matriz energética) es la clave que nos muestra si la clase política está o no a la altura de los desafíos de un país que aspira a jugar en la primera división mundial.
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ENERGIA NUCLEAR EN CHILE
La peor decisión es aquella que se toma sin información. La opción nuclear no puede ser descartada como alternativa de largo plazo para Chile. Los miedos de la población a los efectos de la radioactividad deben ser transparentados, evaluados y gestionados, si esta forma de energía es incorporada dentro de nuestra matriz. Así, resulta importante notar que en el universo, todos los elementos se presentan bajo la forma de distintos isótopos, con distintos grados de estabilidad. El universo entero está lleno de esta radioactividad natural, donde las estrellas, y nuestro Sol, son enormes y furiosas fuentes radiológicas.
REFLEXIONES RADIOACTIVAS
Ramón E. Concha B. (*)
Actualidad
4Reportaje Energía Nuclear en Chile
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La decisión de optar por la incorporación de energía nuclear a nues-
tra matriz energética, de modo de mitigar el encarecimiento de los
costos de provisión de energía eléctrica y reducir nuestra dependen-
cia de combustibles foráneos, es una que requerirá un largo proceso
de educación y consulta ciudadana. No en vano, fue el desarrollo de
los llamados “foros híbridos” el que permitió que Francia abrazara re-
sueltamente la alternativa nuclear (responsable de más del 70% de su
abastecimiento) con apoyo mayoritario de su población.
Reportaje Energía Nuclear en Chile
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Reportaje Energía Nuclear en Chile
Los temas centrales a abordar en este artículo son el miedo de la po-
blación a los efectos de la radioactividad; los temores a la posibilidad de
“perder el control” de esta poderosa forma de energía y la falta de capa-
cidad técnica en Chile para poder gestionar adecuadamente este desa-
fío. Un detallado estudio de opinión encargado por la CNE en el año 2009
(el cual se puede encontrar en la siguiente URL pone de manifiesto
que la desconfianza de nuestra sociedad hacia una opción que se asocia
a la gran industria parece seguir el mismo patrón de las protestas con-
tra el lucro en la educación dos años después. Es necesario, entonces,
desmitificar primero el supuesto “peligro” que reviste la radioactividad.
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ANTECEDENTES PRELIMINARES Three Mile Island (Pensilvania, 28 de marzo 1979), Cher-
nobyl (Ucrania, 26 de abril 1986), y el reciente accidente de la central
nuclear de Fukushima, producto del terremoto y posterior mare-
moto ocurrido en Japón el 11 de marzo 2011, son los tres accidentes
nucleares más graves que han afectado a la industria de energía
nuclear. Ellos no sólo nos han hecho sentir temor a la radioactivi-
dad, sino que también, en el caso de Fukushima, han hecho que
los medios nos bombardeen con un montón de cosas extrañas, que
van desde unidades como los sieverts o los grays hasta elementos
químicos que pensábamos olvidados como yodo-135, cesio-137, es-
troncio-90 o tecnesio-99, por destacar algunos. Si bien los tres acci-
dentes pusieron en alerta y preocuparon al mundo, lo cierto es que
no son totalmente comparables.
De partida, el reactor TMI-2 de Pensilvania sufrió una fusión par-
cial de su núcleo debido a una falla de agua de circulación, que se
ocasionó por un desperfecto de bombas secundarias. El accidente
fue controlado, aunque significó un largo y costoso proceso de lim-
pieza. En el evento unas 25.000 personas residían en zona aledañas
a la central, y los estudios realizados sobre la población demostra-
ron que no hubo daños a la salud, ni inmediatos ni a largo plazo.
Sin embargo, el accidente tuvo fuertes repercusiones económicas y
de relaciones públicas, al reducir la confianza de la población en las
centrales nucleares, y donde la industria tuvo que “repensar” todos
sus procedimientos, controles y sistemas de seguridad.
El accidente de Chernobyl era considerado hasta ahora como el ma-
yor de la historia. Éste se produjo por un súbito aumento de po-
tencia que llevó al sobrecalentamiento del núcleo del reactor, que
terminó en una explosión del H2 acumulado en su interior.
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ActualidadReportaje Energía Nuclear en Chile
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ActualidadReportaje Energía Nuclear en Chile
Los materiales radiactivos expulsados, estimados en 500 veces los
liberados por la bomba de Hiroshima, causaron directamente la
muerte de 31 personas y forzaron al gobierno a evacuar a más de
110.000 habitantes. Chernobyl provocó alarma en 13 países euro-
peos centrales y orientales. Más de 1.000 personas recibieron gran-
des dosis de radiación el primer día, y más de 200.000 fueron afec-
tadas los días siguientes. Otras 600.000 también recibieron alguna
dosis de radiación por los posteriores trabajos de descontamina-
ción. Hasta hoy existe una importante área de exclusión en torno
a la central. Además, Chernobyl dejó en evidencia una serie de de-
ficiencias en el diseño, construcción y operación de la central, que
mostró a toda la industria como no se deben hacer las cosas.
En el caso de Japón en tanto, cuatro plantas nucleares presentaron
problemas, siendo la central Fukushima la mayormente afectada.
El fuerte terremoto que golpeó al país dañó su sistema eléctrico y el
posterior maremoto inutilizó los generadores de emergencia, afec-
tando los mecanismos de refrigeración, lo que terminó provocan-
do explosiones en algunos reactores, siendo el N°2 el que presentó
mayores daños y una situación en extremo delicada que todavía
no está completamente controlada. Al parecer, parte del núcleo se
fundió y aún se evalúa una fisura por donde se estarían escapan-
do gases y líquidos contaminados. Esta catástrofe generó una aler-
ta internacional, mientras la empresa responsable hacía esfuerzos
por controlar la emergencia.
Por la inmediata y continua difusión por los medios, Fukushima
puso a prueba la confianza mundial en la núcleoelectricidad, apa-
reciendo voces que vaticinaron el fin de esta industria. Al respecto,
siempre parece conveniente abordar todas las opciones con rigor
científico antes que dejarse llevar por pasiones y opiniones que al
momento aparecen como “políticamente correctas”. Parece pruden-
te dejar atrás la emergencia para después hacer un profundo y se-
reno análisis.
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Aunque el riesgo de accidentes en una central nunca podrá ser cero, lo concreto es que el riego es bajísimo, muchísimo menos que el que existe en cualquier otra actividad del hombre
Materia y EnergíaLas personas, los animales y las plantas, además
de todo lo que podemos ver, percibir o tocar, es-
tamos compuestos de materia y energía. Materia
es lo que tiene masa y se percibe por nuestros
sentidos, y puede encontrarse en estado sólido,
líquido, gaseoso. Energía es aquello susceptible
de transformarse en trabajo. Aunque por lejos la
materia es más compleja y estructurada que la
energía, ninguna es superior a la otra como pu-
diera creerse a priori, sino que más bien ambas
son las dos caras de la misma moneda (recordar
la formula de Einstein: E = m x c2).
La materia está organizada en forma de átomos,
los que a su vez se combinan en moléculas. La
física atómica puso al descubierto que un átomo
neutro está compuesto por un núcleo que con-
tiene igual cantidad de protones (carga positiva)
y neutrones (carga neutra), más un cierto nú-
mero de electrones (carga negativa) que orbitan
alrededor. La suma de protones y neutrones se
denomina número másico. Aunque no es exac-
tamente riguroso, se acepta decir que los elec-
trones definen las propiedades químicas, en tan-
to que el núcleo (protones más neutrones) define
las propiedades físicas de la materia.
La composición del núcleo, que es de suyo in-
teresante y estudiado por la rama de la ciencia
denominada física nuclear, define qué son las co-
sas. El factor clave es el número atómico, que co-
rresponde al número de protones del átomo. Por
ejemplo, cuando un átomo tiene 6 protones en
su núcleo, sólo puede ser carbono. Si ese átomo
ganara un protón adicional, deja de ser carbono y
pasa a nitrógeno. Si ganara otro protón, dejaría de
Reportaje Energía Nuclear en Chile
Box 1: Modelo Common Perrings
ser nitrógeno, pasando a oxigeno. Y podemos se-
guir. Por ejemplo, el átomo de platino es tal por-
que tiene 78 protones en su núcleo; el oro, 79; el
mercurio, 80, etc.
El elemento más básico y abundante del universo
es el hidrógeno, que tiene en su núcleo sólo un
protón. A partir de este elemento, por procesos
de nucleosíntesis generados en el Big Bang, se
creó el resto de átomos más complejos, los que
se siguen generando en los hornos termonuclea-
res de las estrellas. Átomos que en miles de mi-
llones de años llegaron a formar planetas, nuestra
realidad e incluso nuestros cuerpos. Por eso re-
sulta rigurosamente cierta aquella expresión tan
poética que señala que somos polvo de estrellas.
Ahora bien, los neutrones -con su carga nula-, es-
tabilizan el núcleo atómico de un elemento, ha-
ciendo que los protones, que por su carga eléc-
trica positiva tienden a repelerse, permanezcan
unidos en el núcleo. Este fenómeno se conoce
como interacción fuerte. ¿Qué pasa cuando mo-
dificamos el número de neutrones de un elemen-
to, obteniendo un isótopo del mismo?
En un elemento isótopo, sus propiedades quími-
cas se mantienen porque dependen fundamen-
talmente de los orbitales electrónicos presentes,
distintos grados de estabilidad. Así, el universo
entero está lleno de esta radioactividad natural
donde las estrellas, y nuestro Sol, son furiosas y
poderosas fuentes radiológicas.
En la práctica, los planetas (y la vida) están com-
puestos mayoritariamente por isótopos esta-
bles, es decir, no radiactivos, debido a que con
el paso del tiempo los isótopos inestables van
transformándose en estables, generando cada
vez menos radioactividad natural. En el caso de
la Tierra, todo cambió cuando apareció una es-
pecie inteligente que descubrió lo anterior y ha
desplegado una imaginación fértil respecto a
sus posibilidades de uso.
A partir del Big Bang se creó el resto de los átomos complejos…por ello resulta cierta aquella expresión…que señala que somos polvo de estrellas.
Reportaje
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Energía Nuclear en Chile
que no varían. Pero al cambiar su condición iso-
trópica, las propiedades físicas de ese elemento
pueden cambiar radicalmente, pudiendo incluso
transformarse en un temible constructo radioló-
gico. Por fuera sigue pareciendo lo mismo, pero
por dentro ha alterado completamente su forma
de interactuar con el entorno.
Por ejemplo el carbono, que forma parte de
nuestro organismo, tiene tres isótopos naturales,
carbono-12, con 6 protones y 6 neutrones; car-
bono-13, con 6 protones y 7 neutrones; y carbo-
no-14, con 6 protones y 8 neutrones. En todos los
casos es el mismo elemento (carbono, por tener
6 protones) con aspecto de carbono y con igual
comportamiento químico del carbono; pero sus
propiedades físicas no son iguales: los dos prime-
ros isótopos son estables, en tanto el carbono-14
es inestable y radioactivo, pasando a ser nitróge-
no-14 cada aproximadamente 5.730 años. Emite
lo que se denomina radiación beta y uno de sus
neutrones extras se transforma en un protón en
el núcleo, pasando ahora a ser nitrógeno con as-
pecto y propiedades del nitrógeno (porque tiene
7 protones y no seis como tiene el carbono). Por
esta especial propiedad, el isótopo natural carbo-
no-14 ha resultado muy útil para la datación pre-
cisa de objetos históricos y rocas antiguas.
En general los elementos isótopos “inestables”,
llamados radionúclidos, tienden a liberar mate-
ria o energía por distintas vías para transformarse
en otros que son más estables o completamente
estables. Esto es lo que se llama radioactividad,
es decir, núcleos que emiten radiación y así ad-
quieren o “buscan” más estabilidad, a través de
un proceso conocido como cadena de desinte-
gración. En el universo, todos los elementos se
presentan bajo la forma de distintos isótopos, con
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Quizás sería bueno hacernos al-
gunas preguntas básicas: ¿Por qué
pasó el accidente en Fukushima?,
¿Por qué y cuándo es peligroso un
reactor nuclear? Y también, ¿qué
es exactamente la radioactividad?
LA ENERGIA“DOMESTICADA”Hoy existen muchos
“alquimistas modernos”: físicos,
químicos e ingenieros nucleares,
que transmutan unos elementos
en otros, llegando incluso a crear
elementos nuevos. La ciencia y la
tecnología han permitido conce-
bir y “domesticar” una fuente de
energía monumental e increíble-
mente potente, como es la nuclear
(ver Box 1).
En condiciones de régimen, la
energía nuclear por fisión no con-
tamina prácticamente nada, y sus
residuos se pueden manipular en
forma solida, a diferencia de lo
que ocurre con los residuos de
los combustibles fósiles. La cons-
trucción de centrales nucleares
no requiere intervenir grandes
extensiones de terreno y la expe-
riencia muestra que generan un
incremento de riqueza local, nue-
vos puestos de trabajo calificados
y desarrollo de nuevas activida-
des de servicios avanzados.
LOS EFECTOS DE LA RADIACIÓNA lo largo de la vida, las personas están expuestas a diversas
fuentes de radiación en pequeñas dosis, como sucede con ra-
diografías y otros exámenes.
El miércoles 30 de marzo de 2011, la central de Fukushima
emitió 400 milisieverts por hora (medida de dosis de radia-
ción), un nivel de toxicidad que no reporta efectos dañinos en
el corto plazo. Como referencia consideremos los siguientes
niveles de radiación y sus efectos:
• 0,01 milisieverts: radiografía dental
• 0,1 milisieverts: radiografía de pecho
• 0,4 milisieverts: mamografía
• 1,02 milisieverts: radiación por hora detectada en
Fukushima un día después del accidente
• 2 milisieverts: radiación que recibimos anualmente de
forma natural.
• 9 milisieverts: exposición que una tripulación del vuelo
Nueva York-Tokio recibe en un año
• 10 milisieverts: tomografía axial computarizada de todo
el cuerpo
• 100 milisieverts: límite de radiación recomendado cada
cinco años para los trabajadores
• 350 milisieverts: exposición a partir de la cual fueron
relocalizados los residentes de Chernobyl
• 5.000 milisieverts: una sola dosis podría matar al 50%
de las personas que se vean expuestas
• 6.000 milisieverts: dosis de los trabajadores de
Chernobyl que murieron en un mes
• 10.000 milisieverts: el 100% de las personas que la reciben
muere en semanas.
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Reportaje Energía Nuclear en Chile
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Reportaje Energía Nuclear en Chile
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ActualidadLas centrales nucleoeléctricas, que son altamente in-
tensivas en capital inicial y que entregan grandes canti-
dades de energía barata, presentan sin embargo el pro-
blema de los residuos radioactivos, que, sin embargo,
son limitados en volumen. Hoy la tecnología permite
tratarlos para ser reciclados, pudiendo ser utilizados
casi indefinidamente. Los desechos finales se almace-
nan en recipientes seguros que se depositan en profun-
das cavernas y que se sellan adecuadamente. Claro, en
las centrales siempre está presente el eterno problema
de la seguridad operacional, un tema hoy en el ojo del
huracán, dado Fukushima.
Hacia el tercer cuarto de este siglo, la humanidad espera “do-
mesticar” la fusión nuclear, que es la forma como se produce
energía en el corazón de las estrellas. El proyecto del Reactor
Experimental Termonuclear Internacional (ITER, por su sigla en
inglés), que se está construyendo en Cadarache, Francia, puede
ser el paso definitivo para obtener una energía abundante, lim-
pia (no genera residuos), inagotable y muy segura. Los insumos
básicos que un reactor de fusión requiere son el deuterio y el
tritio, isótopos del hidrógeno, que se pueden extraer del agua
de mar y del litio, respectivamente, y su residuo es sólo calor y
agua pura. Los socios de ITER son la Comunidad Europea, Chi-
na, Corea, EEUU, Rusia, India y Japón.
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EL PELIGRO NUCLEAREn la actualidad es posible afirmar que las centrales nucleoeléc-
tricas son extremadamente seguras. Es en la industria nuclear
donde se hacen las mayores inversiones de seguridad, donde se
diseñan barreras de protección redundantes, donde se emplean cada vez
más estrictas normas constructivas, donde se emplean sofisticados sistemas
de control y severos procedimientos operacionales, y donde trabaja personal
altamente calificado. Aunque el riesgo de accidentes en una central nunca
podrá ser cero, lo concreto es que el riego es bajísimo, muchísimo menos que
el que existe en cualquier otra actividad industrial del hombre.
Sin embargo, cuando sucede lo imponderable e impredecible, los efectos de
una catástrofe nuclear golpean y se extienden mucho más que los de la ma-
yoría de otros siniestros, y, por lo mismo, atraen mayor atención y generan
alarma internacional.
Cuando ocurre un accidente en una central, existe un riesgo cierto de que
escapen al medio ambiente una gran cantidad de isótopos contaminantes
muy peligros y extraños, algunos radioactivos y unos pocos altamente ra-
dioactivos; aunque la mayor cantidad de elementos expulsados corresponde
a gases venenosos que se dispersan rápidamente, de modo que su toxicidad
química no es muy relevante.
De los radioisótopos inestables que liberan energía potencialmente peligrosa
en el medio ambiente, los más dañinos son aquellos que son, o pueden con-
vertirse en potentes emisores de rayos gamma (ver Box 2).
UNA ENERGIA MADURALa vida no es otra cosa que “correr riesgos” en todo sentido. Todo
lo que hacemos conlleva peligros. Entonces, el asunto es cuánto
riesgo estamos dispuestos a correr razonablemente, de mane-
ra individual o colectiva, a cambio de qué. Y la energía nuclear
no es ajena a esta evaluación. Su propuesta es clara: grandes cantidades de
energía, prácticamente ilimitada, bastante respetuosa con el medio ambien-
te y económica en operación normal, a cambio de una cantidad limitada
de residuos peligrosos, relativamente fáciles de gestionar, y con un riesgo
bajísimo pero real de accidentes cuyas consecuencias para la salud pueden
extenderse por bastante tiempo y a muchos lugares.
La ciencia y la tecnología han permitido concebir y “domesticar” una fuente de energía monumental e increíblemente potente, como es la nuclear
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Reportaje Energía Nuclear en Chile
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Reportaje
A cada sociedad le cabe entonces la decisión de aceptar o rechazar la propues-
ta que entrega la energía nuclear. Hay sociedades serias y avanzadas que em-
plean y aceptan la nucleoelectricidad. Otras, igualmente serias y avanzadas,
la rechazan o la postergan. La seriedad tiene que ver, entonces, más con el
proceso informado de decisión.
Realistamente y en el contexto de Chile, no optar por la nucleoelectricidad
implicará optar, por defecto, por la generación a partir de combustibles fósiles,
lo que generará aumento de la huella de carbono, dependencia foránea de los
insumos, problemas de salud y legitimidad social en las comunidades.
La energía nuclear por fisión, una energía madura y conocida, parece ser la
única que puede proveer grandes cantidades de electricidad a precios compe-
titivos, y transformarse en un “puente de energía” mientras se hace realidad
el reactor por fusión. La gran cantidad de electricidad que se puede obtener de
las centrales nucleares, aparte de su uso directo como fuente de energía, ser-
virá para alimentar también a los futuros vehículos equipados con eficientes
baterías y motores eléctricos amigables con el medioambiente.
También la electricidad excedentaria, además de emplearse para desalinizar
agua de mar, puede ser una importante fuente para producir hidrógeno por
electrolización del agua, el combustible que permitirá a la humanidad entrar
a la “era del hidrógeno”, esto es, usar hidrógeno ya sea comprimido o en es-
tado liquido, en vehículos y equipos estacionarios con unidades “cells fuel”
y motores eléctricos, y así dejar atrás la era del petróleo. La tecnología del
hidrógeno permitirá al hombre disponer de un combustible eterno, repartido
por todo el planeta, no contaminante, no consumidor de recursos naturales
(se toma del agua y se devuelve agua), seguro, eficiente, de funcionamiento
silencioso, de larga vida, de poco mantenimiento y de modularidad, ya que las
pilas de combustible se pueden elaborar en cualquier tamaño. Será una gran
revolución energética.
Energía Nuclear en Chile
Actualidad
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Reportaje
La energía nuclear, con lo sucedido en
Fukushima, ha sido sometida a una de
las más duras pruebas, y el impacto de
esta crisis para la población y el planeta
no es comparable al problema que ocasio-
naría una falta de suministro energético,
como tampoco al negativo efecto sobre
el medioambiente que han provocado los
combustibles fósiles, especialmente car-
bón y petróleo.
La industria nuclear post Fukushima sin
duda será mucho más segura y corres-
ponderá a las sociedades y a los gobier-
nos adoptar las decisiones y acciones más
adecuadas para resolver sus necesidades
energéticas.
(*) Ramón E. Concha B., Ingeniero Civil In-
dustrial de la Universidad de Chile, con
postgrado en la Universidad Adolfo Ibá-
ñez, tiene más de 25 años de experien-
cia en la industria de los combustibles,
energía y petróleo. Desde 1993 es Gerente
General de la Compañía Latinoamerica-
na Petrolera S.A., CLAPSA, una filial Co-
pec dedicada a actividades upstream, que
participó en Consorcios E&P con intereses
en Ecuador y Colombia.
Tipos de radioactividadLa radioactividad se produce cuando núcleos ines-
tables tienden a liberar materia o energía por varios
caminos distintos, para transformarse en otros ele-
mentos más estables. Dichos caminos son básica-
mente cuatro, llamadas radiación alfa, radiación beta,
radiación gamma y radiación neutrónica. Analizare-
mos brevemente a qué corresponden estas formas
de radiación.
La radiación alfa (desintegración o decaimiento alfa)
son grupos de dos protones y dos neutrones que es-
capan típicamente de los átomos grandes e inesta-
bles. Tienen energía relativamente alta pero pueden
detenerse con facilidad. La piel humana, una hoja de
papel, o protecciones sencillas bastan como barrera,
aunque resultan peligrosos si entran en el organismo.
La radiación beta (decaimiento beta) son electrones o
su partícula de antimateria (positrones), que son ex-
pulsados por un núcleo atómico cuando:
• Un núcleo tiene demasiados neutrones (carga
neutra) y uno o varios de ellos se convierten en
protones (carga positiva), y para ello expulsan uno
o varios electrones (carga negativa).
• Un núcleo tiene demasiados protones y uno o
varios se transforman en neutrones y para ello
expulsan uno o varios positrones.
Así el núcleo atómico busca su estabilidad, expulsan-
do partículas beta (+) o partículas beta (-). La radiación
beta, aunque es unas 100 veces más penetrante que
la alfa, sigue siendo poco peligrosa, bastando una lá-
Energía Nuclear en Chile
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ActualidadReportaje Energía Nuclear en Chile
mina de aluminio para evitar quemaduras superficiales e irradiación
a la piel. Sólo una gran cantidad de radiación beta, que además sea
muy potente, puede causar daños graves a la salud.
La radiación gamma, una radiación electromagnética como lo es la
luz visible o los ultravioletas, al contrario que las anteriores, es alta-
mente peligrosa y dañina, puesto que puede atravesar cantidades
significativas de materia inerte y, por supuesto, todo el cuerpo huma-
no, donde puede “acelerar” el cáncer y provocar otras graves enfer-
medades asociadas a la radiación. Se requiere de materiales densos y
de varios centímetros de espesor para detenerlos (plomo, hormigón).
Los rayos X son una forma de radiación gamma de baja energía.
Finalmente, la radiación neutrónica está compuesta por neutrones
libres que escapan de los procesos de fisión o de fusión del átomo.
Dichos neutrones poseen gran energía cinética y son capaces de
atravesar metros de plomo, hormigón o grandes barreras de agua. Es
una radiación extremadamente peligrosa, porque posee la capacidad
de convertir otros elementos en radioactivos, por un proceso deno-
minado activación neutrónica. Afortunadamente, este tipo de radia-
ción sólo ocurre dentro del reactor, y no constituye peligro a menos
que éste quede abierto al exterior.
Entonces, la radioactividad es un fenómeno físico que está sometido
a leyes físicas. No es, como creen algunos, una energía maligna con
propiedades “de magia negra”, capaz de hacerlo todo, penetrar todas
las sustancias y matar todo a su paso. Sin embargo, la radioactividad
puede ser peligrosa porque, como toda energía, es capaz de desa-
rrollar trabajo y nadie quiere que algo haga trabajar sin control a los
átomos que constituyen nuestro cuerpo, mucho menos los átomos
que forman el ADN. Lo anterior significaría daños a órganos, médula
espinal, sistema nervioso o gástrico, sistema reproductivo, cáncer y/o
malformaciones hereditarias.
Review Lorem ipsum lorem
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l año 1969 viví una experiencia que es
difícil de imaginar. Fui a Cabo Kennedy,
como cualquier hijo de vecino, a ver el
lanzamiento del Apolo 11. Describir el
efecto en el estómago que produce oír
rugir los cohetes a kilómetros de distancia, re-
quiere la genialidad de un gran escritor (que no
soy), pero, pese a toda esa potencia, me atrevo a
decir hoy que ese acontecimiento fue apenas el
aperitivo.
Por circunstancias que hasta hoy no me expli-
co, posteriormente fui invitado a ver el aluniza-
je en el mismo centro de operaciones de la Nasa
en Houston y viví el primer paso del hombre en
la Luna junto al grupo humano que materializó
ese sueño. Y el asunto no terminó ahí. Concluida
la hazaña, nos dirigimos a un restaurante con el
mentor de este imposible.
Yo estaba abrumado, apabullado frente a un he-
cho que rompía todos mis esquemas y apenas
pude sacar el habla cuando le dije al Director de
Herramientas Espaciales que nos acompañaba:
“Robert, aunque viva 1.000 años no terminaré de
agradecerte este día, pero tú que vives 100 años
adelante mío, ¿qué intuyes que sigue?”.
FELIX BRUNATTO Y LAS LECHUGAS DE MARTE
E
“Robert...tú que vives cien años delante mío, ¿qué intuyes que sigue?”
Tesoros nacionales en primera persona
Review Felix Brunatto y Las Lechugas De Marte
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Mientras esperamos las lechugas de Marte, miremos nuestros suelos y tomemos conciencia que de ellos dependemos
Review Felix Brunatto y Las Lechugas De Marte
La respuesta del y parco investigador fue sen-
cilla: “regresaremos a Beethoven”. A partir de
esas palabras, fui redireccionando mi vida.
Con el andar de los días, reflexionando sobre
lo genial, lo grandioso del esfuerzo y también
sobre el gasto sideral necesario para alcanzar
tal logro, digno de la máxima admiración y del
mayor respeto, fui pensando acerca de una in-
quietante frase que escuché: “algún día nues-
tros alimentos llegarán en abundancia desde
otros planetas”.
¿Cómo cambiarían nuestras vidas si ese mis-
mo afán y esos mismos recursos se dedicaran
a nuestros suelos que van muriendo, minuto
a minuto, sin que nadie mueva un dedo para
salvarlos? Por supuesto que el impacto político,
comunicacional y de imagen no sería el mismo,
está claro. Pero si hiciéramos ese mismo esfuer-
zo en salvar nuestro planeta, viviríamos mejor,
comeríamos mejor y a menor costo y, sin aban-
donar nuestras legítimas aspiraciones espacia-
les, podríamos cultivar más lechugas a precios
más razonables.
Tesoros nacionales en primera persona
Review Felix Brunatto y Las Lechugas De Marte
- 20 -
Por favor, evolucionemosPor ese entonces había terminado de leer la “Teoría
de la Evolución de las Especies” de Charles Darwin y
había comenzado “La Formación de la Tierra Vegetal
por Acción de las Lombrices”, del mismo autor. Me
impresionó descubrir que este genio había dedicado
40 años de su vida a la investigación de estos anéli-
dos y que justamente éste, su último libro escrito un
año antes de su muerte, era una especie de adver-
tencia de lo que ocurriría si no se reaccionaba con
fuerza ante el deterioro de los suelos.
Ochenta años después, el Club de Roma volvería a dar
una voz de alarma, advirtiendo que al año 2010 un 50%
de los suelos del planeta estarían totalmente degrada-
dos. La proyección no resultó descabellada: a inicios del
2012, Naciones Unidas emitió un informe con cifras si-
milares: el 25% de los suelos están totalmente degra-
dados y otro 25% se encuentra en avanzado estado de
degradación (noticia que no ocupó un espacio mayor a
una columna de 5 por 20 cm en El Mercurio y que no
pude encontrar en otro medio de circulación nacional).
De 100 personas a quienes les he preguntado “¿leíste la
advertencia de Darwin, el grito del Club de Roma, el re-
ciente informe de Naciones Unidas sobre la situación de
los suelos?”, 97% me ha dicho que no tenían ni idea del
tema. Es más, no es tema.
Hace 35 años decidí, mientras espero las lechugas de
Marte, aplicar la filosofía de la hormiga que se comió el
elefante. Traje las lombrices Eisenia Foetida de Italia y
formé CEILOM, Centro de Investigación y Desarrollo de
Lombricultura, la primera empresa en Latinoamérica
orientada a reciclar materia orgánica a través de gran-
des criaderos.
Después de algunos años entendí que el reciclaje es
sólo un medio para reconstruir los suelos, que es el
descomunal problema de un mundo que cada día ne-
cesita más alimentos para una población que crece
sostenidamente y opté por cambiar el título y el en-
foque de nuestra actividad a “Lombricultura: un me-
dio para reconstruir nuestros suelos”. Pero no sólo eso,
también cambié la estrategia, trasladando el foco al
lugar donde se origina el problema, nuestros hogares,
y al mismo tiempo atomizando el desafío.
Actualmente existen en Latinoamérica cientos de mi-
les de lombricultores de todos los tamaños y todos sa-
lidos de nuestro criadero en Chile. Pero aun más re-
confortante, me encuentro rodeado de muchos jóvenes
profesionales de las más variadas actividades, que no
superan los 30 años que sueñan con un mundo más
equilibrado. Sigamos con nuestro sueño espacial, por
supuesto, pero mientras esperamos las lechugas de
Marte, miremos nuestros suelos y tomemos conciencia
que de ellos dependemos.
- 21 -
Review Felix Brunatto y Las Lechugas De Marte
Reporte El valor de Tompkins
La cruzada de Daniel Fernández, vicepresidente ejecutivo de HidroAysén, ha sido confrontar en un discurso racional de costos y beneficios la
conveniencia de realizar este proyecto. Sin embargo, una confrontación presupone un oponente material que esté más acá que un letrero
caminero con unas líneas de transmisión frente a las Torres del Paine. Y para eso, en este caso, existe un discurso y un “vocero” con quien
confrontar: Douglas Tompkins.
EL VALOR DE TOMPKINS
Reporte
- 22 -
- 23 -
uena parte de las objeciones que se plantean a Tom-
pkins surgen de elementos puntuales de sus postula-
dos. Tomando como referencia la introducción de su
libro Veinte Años en Retrospectiva donde, se señala
por ejemplo: “El área más débil de los movimientos
sociales progresistas de hoy es su capacidad de pre-
ver los efectos negativos de las megatecnologías. Esto
ha generado confusión respecto de qué tipo de estra-
tegias debieran ser empleadas en muchas áreas, especialmente la
respuesta al cambio climático global y otras crisis asociadas. La
sociedad moderna está enamorada de la tecnología y acepta todo
lo nuevo sin ningún espíritu crítico. Con el tiempo, a menudo se
hace evidente que habría sido más sabio evitar el desarrollo o la
difusión de tal o cual tecnología. Hoy es fácil imaginar cómo el
mundo podría estar en mucho mejor estado sin la tecnología nu-
clear, la revolución verde en la agricultura, la pólvora, la televi-
sión, el motor de combustión interna, etc.”.
Parte de los argumentos que explican por qué la sociedad ha des-
cartado los temores expresados por la ecología profunda, deriva
de la visión optimista que el economista Julian Simon expresó
acerca del potencial de la imaginación humana y la tecnología
para resolver los nuevos problemas que trae el desarrollo. En su
célebre apuesta con el ambientalista Paul Ehrlich de principios
de los 80, Simon apostó –y ganó- que en el plazo de diez años, los
cinco metales que su oponente eligiera habrían bajado de precio
(mostrando que la escasez de recursos no renovables no era tal y
BReporte El valor de Tompkins
- 24 -
que su finitud se podía compensar mediante los avances tec-
nológicos). Su triunfo parece demostrar que las preocupaciones
que se abrieron desde el Club de Roma acerca de la imposibi-
lidad de contar con crecimiento ilimitado a partir de recursos
naturales finitos y no renovables, resultaban infundadas.
Sin embargo, la discusión conceptual no se quedó estancada
en ese evento “anecdótico”. Particularmente en Europa, el de-
sarrollo de la “economía ecológica” abrió nuevas vertientes de
cuestionamientos al modelo de desarrollo basado en el mer-
cado. Esta escuela trata de modelar combinadamente los con-
ceptos de estabilidad ecológica y eficiencia económica, con el
argumento de que la primera es un prerrequisito de susten-
tabilidad del sistema económico/ecológico como un todo. Tal
estabilidad, a su vez, requiere de resiliencia ecosistémica, por
lo que asegurar la sustentabilidad implica la protección de di-
cha resiliencia. Adicionalmente, se argumenta que aunque no
sea necesario sacrificar eficiencia económica, la asignación in-
tertemporal eficiente de precios no es una condición suficiente
para la estabilidad ecológica y puede incluso llegar a ser incon-
sistente con aquella.
El enfoque de esta escuela puede ser caracterizado median-
te una función de resiliencia que se relaciona positivamente
con la diversidad del sistema y negativamente con la actividad
económica. Según esto, la sustentabilidad ecológica reduce la
deseabilidad del crecimiento económico, al introducir un costo
representativo del mismo en la forma de pérdida de resilien-
cia. Adicionalmente puede demostrarse que una trayectoria
intertemporalmente eficiente no es garantía de sustentabilidad
(para una demostración matemática, los entusiastas pueden
revisar el Box 1), lo cual no resulta compatible con el principio
Reporte El valor de Tompkins
- 25 -
Reporte
El enfoque de Economía Ecológica puede llevar a soluciones que violan el Principio de Soberanía del Consumidor. La controversia de un enfoque de este tipo es evidente”
de soberanía del consumidor, pues éste, aún valorizan-
do correctamente las funciones del ambiente, no garan-
tizaría aquella. Así, si las preferencias de las personas
dieran origen a patrones de consumo no sustentables,
los gobiernos deberían descartar dichas preferencias si
desearan alcanzar la sustentabilidad que se ha definido.
La controversia inherente a este enfoque resulta enton-
ces, evidente.
Dado lo anterior, en Europa y Estados Unidos la discu-
sión académica dio mayor relevancia entonces a la es-
cuela de economía ambiental, la cual busca identificar
las externalidades negativas de los procesos de produc-
ción y consumo y diseñar políticas públicas que los in-
ternalicen, de modo que los bienes y servicios reflejen
efectivamente el costo social de su generación.
La economía ambiental no niega la existencia de los pro-
blemas que plantea la economía ecológica, pero prefiere
situarse en el escenario pragmático de tratar de solucio-
nar primero la mayor parte de los problemas ambienta-
les y de recursos naturales con las herramientas mixtas
del mercado y políticas públicas. Si una vez soluciona-
dos dichos problemas, resultara evidente que hay que
“ir más allá”, sólo entonces se plantearía la necesidad de
evaluar un sistema de asignación de bienes y servicios
distinto.
Así, se entiende que Tompkins y los seguidores de la eco-
logía profunda no confíen en los mecanismos de merca-
do para solucionar los problemas de conservación.
Reporte El valor de Tompkins
- 26 -
ReporteEllos consideran que “los mercados verdes”
sólo están dilatando las soluciones radicales
que los problemas demandan y, por ende, no
se oponen a ellos por inefectivos, sino por-
que no dan la escala de los cambios de hábi-
tos que se requieren.
La conclusión entonces es igual de apre-
miante: si no trabajamos intensivamente en
identificar, medir y corregir las externalida-
des negativas de nuestro sistema de merca-
do, podemos quedar expuestos a soluciones
que son conflictivas incluso con el modo de
entender una democracia. Desde esta óptica,
Tompkins no sería un “enemigo” del desarro-
llo per se. Él representaría la voz de nuestra
propia conciencia que nos dice que si creemos
en la potencialidad infinita de la humanidad
para diseñar sistemas que mejoren sustenta-
blemente el mundo, debemos ser coherentes
con su acelerada implementación, ya que, si
no, la pasividad nos responderá con una ca-
lidad de hábitats degradados que la misma
sociedad considerará inaceptables. Y en tal
escenario, la búsqueda de soluciones alter-
nativas pudiera conllevar escenarios que no
quisiéramos.
Desde cierta perspectiva, Tompkins no sería un “enemigo” del desarrollo per se. Él representaría la voz de nuestra propia conciencia
Reporte El valor de Tompkins
El modelo Common Perrings de economía ecológica
Sea Xt (X = 1...n) el vector de recursos disponibles en el sistema económico en el período
t (se incluyen capital natural y bienes de consumo). Ut representa un subconjunto de Xt
y representa aquellos recursos que tienen derechos de propiedad asignados y que son
económicamente aprovechables. La distribución de los parámetros ecosistémicos que
caracterizan el ambiente está representado por Zt, el cual se define mediante una fun-
ción de densidad probabilística Zt = P(Zt). En cada instante del tiempo los parámetros
Zt son una función h del nivel de perturbación del ecosistema, el cual se representará
por Xpt. Este nivel de perturbación se asumirá igual al nivel de recursos aprovechables
Ut. Los elementos no perturbados de Xt se representarán mediante XNPt. Si definimos
Zt = h(XPt, XNPt), entonces la “ecuación de movimiento” del sistema sería:
(1.1)
Así, el crecimiento en la disponibilidad de recursos depende del crecimiento natural
de XNPt y del uso económico de los recursos Ut. Esta última variable depende a su
vez de los precios relativos Pt. Luego, la función objetivo en este modelo que se busca
maximizar está dada por la siguiente expresión:
(1.2)
La expresión anterior expresa que una vez finalizado el período de tiempo analizado
(T), debemos considerar la suma de los beneficios económicos Yt, los cuales dependen
del consumo (representado por Ut), del estado natural del ecosistema y de los paráme-
tros del mismo en cualquier punto del tiempo (Zt), descontados a una tasa r (igual a
la eficiencia marginal del capital), más un término de bienestar W(T) que depende del
nivel remanente de recursos Xt y de los parámetros del ecosistema, nuevamente des-
contados a una tasa r.
Las restricciones a este problema de optimización están dadas por la ecuación de mo-
vimiento (1.1), los niveles iniciales de stock de recursos y precios, X0 y P0, y una restric-
ción de sustentabilidad ecológica.
- 27 -
Reporte El valor de Tompkins
- 28 -
Esta última debe reflejar que el proceso de crecimiento económico no tenga efectos desesta-
bilizantes sobre el ecosistema, lo que se expresa mediante la siguiente relación:
(1.3)
Dado que W e Y son a su vez funciones de Zt, ambas serán estables si Zt = 0 (es decir, δW/δt
= δY/δt = 0). Dado que esto implica una estructura constante de preferencias, la igualdad a
cero más que la desigualdad se constituye en una condición suficiente de estabilidad. Esto
mismo se garantiza mediante la relación Ut = 0.
Los resultados de la simulación se resumen como sigue:
1. A lo largo de patrón de sustentabilidad óptima, el beneficio marginal derivado de una re-
ducción en el valor de la base de recursos Xt, debe crecer a una tasa igual a la tasa de des-
cuento.
2. La sustentabilidad ecológica reduce la deseabilidad del crecimiento económico, ya que a lo
largo de un patrón óptimo sostenible cualquier efecto indeseable sobre la resiliencia del eco-
sistema que dicho crecimiento introduzca, debe descontarse de sus beneficios económicos.
3. Una trayectoria intertemporalmente eficiente de precios no es garantía de sustentabilidad
ecológica. La resiliencia puede ser descrita como:
(1.4)
Sabemos que Ut depende de los precios y el tiempo, luego Ut = U(Pt,t). Así, Zt = 0 es consis-
tente con Pt = 0. Sin embargo, ello es poco realista, ya que implicaría que los cambios sobre
la base de recursos no tendrían efectos sobre los precios. Por lo tanto, se requiere que δUt /
δt sea 0 ó que hU ´ sea 0.
4. Del punto anterior se desprende que preservar una estabilidad ecológica consistente con
eficiencia intertemporal requiere un manejo tal de las interacción económico-ambiental que
no interfiera con la resiliencia del sistema y que no existe seguridad de que la eficiencia in-
tertemporal sola pueda garantizar la mantención de las condiciones de resiliencia.
5. Mientras el enfoque Hartwick-Solow permite encontrar un indicador de sustentabilidad
basado en valores como el PIB ambiental, este enfoque requiere de un conjunto de indicado-
res físicos que capturen la resiliencia de los ecosistemas. Ya que ella es una función crecien-
te de la diversidad, preservar la biodiversidad resulta vital para la sustentabilidad ecológica.
·
·
·
·
Reporte El valor de Tompkins
€
∂z∂t
≡ z•
≤ 0
€
z•
t = hU 'U•
t ≤ 0
- 29 -
na buena manera de discriminar entre
la multitud de nuevos profesionales en
este campo, es preguntarles acerca de
la diferencia de los términos “sustenta-
ble” y “sostenible”. La gran mayoría de los que se
expresan en términos de “sostenibilidad” señalan
que la expresión es más amplia que la de “sus-
tentabilidad”. Es más, algunos indican que esta
última hace referencia al uso de recursos natura-
les e incluso lo limitan sólo a la consideración de
factores ambientales. Otros, por el contrario, lo
unen a una dimensión económica productivista.
En este mismo grupo de opinantes resulta difícil
encontrar una buena respuesta a por qué en in-
glés no existe esta diferenciación y sólo se habla
en terminos de ‘sustainability’
Y aunque sabemos que el lenguaje construye reali-
dades, en este caso quizás las diferencias se deriven
de otras agendas, las que a continuación repasamos:
1. La agenda de responsabilidad social: En Chile,
muchos profesionales que trabajan en este mundo
buscan crear una jerarquía conceptual, de modo de
limitar el alcance de lo que se entiende por “susten-
tabilidad”, con el objetivo de englobarla dentro de la
RSE. Dado el escaso éxito para conectar a esta últi-
ma con el core business de las empresas, tal preten-
sión resulta curiosa.
¿SUSTENTABLE O SOSTENIBLE?
UEn The Note hablaremos de sustentabilidad para provocar una definición en la acción, que es lo que importa.
Review ¿Sustentable o Sostenible?
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¿SUSTENTABLE O SOSTENIBLE?
Review ¿Sustentable o Sostenible?
2. La agenda ONG vs. la agenda conservadora: Es una
discusión más propia de EE.UU. que de Europa. Los primeros
(organizaciones más radicales en todo caso, no actores como
TNC y otros), ven en el término “sustainability” un compro-
miso con las empresas y por ende un “relajamiento de están-
dares”. La agenda del Tea Party (de nuevo un caso extremo),
ve por el contrario en dicha expresión el lenguaje de las Na-
ciones Unidas y lo asocian inmediatamente con una agen-
da “liberal” (“socialista” en el entendido estadounidense) a la
cual oponerse.
3. The “S” word: Corresponde a la agenda de profesionales
muy pragmáticos que, buscando ganar momentum en sus re-
laciones con clientes o dentro de sus propias organizaciones,
buscan eliminar eventuales alejamientos de sus audiencias
por prejuicios a la palabra (“esto es sólo para organizaciones
ricas”) y prefieren hablar en términos diferentes y más cerca-
nos (eficiencia, diferenciación, innovación). El gran peligro de
esto, es que entonces “sustentabilidad” como enfoque termine
siendo cualquier cosa, y por ende, su métrica de gestión se
vuelve pobre.
Las Naciones Unidas han señalado que traducirán “sus-
tainability” como “sostenibilidad” en sus comunicaciones
oficiales. Lo anterior representa sin duda un avance. Sin
embargo, en The Note seguiremos utilizando la expresión
“sustentabilidad” como forma de provocar una definición
en la acción que hace toda la diferencia a la hora de eva-
luar la gestión pública o privada: una que se basa menos
en las declaraciones y más en el hacer.
Decodificando El Indice de Sustentabilidad Corporativa
Review Decodificando El Indice de Sustentabilidad Corporativa
- 31 -
Tal como existe una abrumadora consideración en todos los indi-
cadores internacionales de sustentabilidad a incluir el tema de la
huella de carbono, en el caso de la huella de agua, hay un movi-
miento creciente en torno a ella, aún cuando la sensibilidad del
tema varia de país en país, ya que existen algunos donde la escasez
hídrica no es tema (Gran Bretaña por ejemplo) y otros donde es un
tema central de la agenda (Australia, California, España).
Sin embargo, el tema ha tomado un cariz nuevo derivado de los
mismos efectos del cambio climático, donde áreas de deltas de ríos,
de donde proviene buena parte del abastecimiento de agua dulce
de ciudades, se han visto “contaminadas” por agua salada, produc-
to del aumento de altura del nivel del mar, y zonas donde esta va-
riable no era un tema relevante pasan ahora a transformarse en
adalides de mejores prácticas de conservación.
Una de las consideraciones importantes referidas al tema de la hue-
lla de agua (para más información técnica recomendamos Water
Footprint Network, www.waterfootprint.org) tiene que ver con la
actividad agrícola (la mayor parte del consumo se da en ese sector,
y también la mayor parte de su uso ineficiente). No todas las em-
presas deben medir su huella de agua directa (e.g. un banco), pero
sí se debe considerar la responsabilidad con la gestión extendida,
particularmente con los proveedores en algunos casos (típicamen-
te el rol de las empresas de retail).
En los siguientes cuadros se resume la calificación asignada a
cada nivel de performance de las organizaciones sujetas a esta
variable:
HUELLA DE AGUA
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Review Decodificando El Indice de Sustentabilidad Corporativa
Huella de Agua | Performance Directo
0
1
2
3
4
5
La organización no conoce su Huella de Agua ni ha realizado ninguna
campaña interna de reducción de consumo.
La empresa ha acometido un programa interno de reducción de consu-
mo y concientización de sus empleados respecto a uso responsable.
El programa demuestra progresos cuantificables en las dimensiones
para los cuales fue diseñado.
Ha medido su huella de agua y dispone de un plan de reducción de la
misma en el tiempo, con recursos y responsables identificados.
Existe evidencia que demuestra que su huella de agua se ha reducido
en términos unitarios y que se tiene una posición favorable en relación
a un benchmark de la competencia.
Ha implementado un programa de compensaciones que cuenta con ve-
rificación de tercera parte y ha demostrado efectos positivos cuantifica-
bles en cuencas y/o facilities.
- 33 -
Review Decodificando El Indice de Sustentabilidad Corporativa
Huella de Agua | Performance Extendido o Indirecto
0
1
2
3
4
5
La empresa no conoce la Huella de Agua de sus proveedores ni la del
consumo ni disposición final de sus productos o servicios por parte de
sus clientes.
La empresa ha favorecido el trabajo con proveeedores que tengan una
menor Huella de Agua.
La empresa ha desarrollado recomendaciones para sus clientes de ma-
nera que puedan eficientar la Huella de Agua derivada del consumo de
sus productos/servicios.
Existe evidencia que demuestra que los esfuerzos anteriores se han tra-
ducido en reducciones efectivas de la Huella de Agua y/o en el desarro-
llo de programas ad hoc por parte de proveedores y/o clientes.
Ha provisto leverage de marca, co-financiamiento u otro, que conduzca
a mejoramiento de la Huella de Agua de proveedores y/o clientes / Su-
pply chain muestra ventaja competitiva de HA respecto a benchmark
de competidores.
Ha desarrollado esquemas de activa co-creación de soluciones con pro-
veedores/clientes para optimizar la Huella de Agua a lo largo del ciclo
de vida completo del producto/servicio que provee.
- 34 -
En los resultados del ISC 2012 se puede apre-
ciar que sólo las viñas y las mineras trabajan
el tema de la huella de agua. En el primer caso
porque corresponde a un requerimiento cre-
ciente de las cadenas de retail de sus principa-
les mercados y en el segundo por el conflicto
evidente de uso del agua entre la minería, la
agricultura y el consumo humano en las zo-
nas donde la primera se desarrolla principal-
mente.
Lo notable (en sentido negativo), es que térmi-
nos de gestión extendida el trabajo es nulo con
proveedores o clientes en Chile. No existe la
menor consideración respecto al tema. ¿Dón-
de debiera partir? Desde los supermercados
(el punto favorito de contacto de la demanda
por alimentos).
Decodificando El Indice de Sustentabilidad Corporativa
Review Decodificando El Indice de Sustentabilidad Corporativa
HUELLA DE AGUA
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TED Charlas Worth Spreading
TED / CHARLAS WORTH SPREADING
En esta charla Charles Leadbater argumenta acerca de la innovación y de cómo ésta ya no
es sólo para los profesionales. Amateurs apasionados, armados con nuevas herramientas,
están creando productos y paradigmas que las empresas por sí solas no pueden hacer.
http://www.ted.com/talks/charles_leadbeater_on_innovation.html
Charles Leadbeater es un investigador y consultor en innovación. Es un investigador visi-
tante del British National Endowment for Science Technology and the Arts, es también un
investigador asociado con el influyente think-tank londinense Demos, así como un profe-
sor visitante de la Universidad de Oxford. El es co-fundador de Participle, una agencia de
innovación para el sector público. Anecdóticamente, fue quien ayudó a Helen Fielding a
dar forma al célebre Bridget Jones Diary.
Para la parte del Indice, que vaya la parte de arriba como texto introductorio del título:
Charles Leadbater: innovación colaborativa
Review Lorem ipsum lorem
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