Retrato
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“La fotografía es un secreto que habla de un
secreto. Cuanto mas te dice, menos te enteras “
Diane Arbus
Diane Arbus ,nació en Nueva York, Estados Unidos en 1923.
Se dedico a retratar a la población marginal americana: Lisiados,
minusválidos, gente con deficiencias mentales, travestis, gente de
la calle y sus casas...y sus asilos. Con sus fotos da la impresión
de querer enseñarnos que todos nosotros somos monstruos.
Sus modelos miraban siempre, en forma directa, a la cámara.
Richard Avedon, nacido en una familia judeo-rusa el 15 de mayo
de 1923 en New York.
Avedon se convirtió en uno de los fotógrafos de moda más
influyentes del siglo, con un estilo caracterizado por el constante
juego entre contrastes, tanto visuales (negro y blanco) como
conceptuales (sofisticación y frivolidad).
Avedon consiguió eliminar la actitud indiferente de los modelos
haciendo que mostraran una mayor expresión y libertad en el
escenario. En sus retratos sabe captar y extraer del personaje
retratado lo más auténtico de él mismo.
Giuseppe Arch8imboldo. Su fecha de nacimiento es 1527, lo que le
sitúa en el Manierismo, aquel movimiento tanto artístico como
intelectual que conjugaba elementos del Renacimiento y del Barroco.
Durante toda su vida, el pintor italiano se dedicó principalmente a los
retratos, pero estas figuras retratadas estaban hechas de objetos,
frutas o flores, aunque a pesar de este detalle, prácticamente se
puede reconocer a la persona retratada.
Cada objeto utilizado por Arcimboldo se unía al retratado como si
fuera una parte más de su anatomía, y estos objetos no eran
escogidos al azar, sino que estaban relacionados con el sujeto en
cuestión.
El bibliotecario, Giuseppe
Archimboldo.
Peter Witkin, Cuerpos cadáveres, cuerpos deformados,
hibridaciones entre lo animal y lo humano, entre otras figuras,
enmarcadas dentro de un perfecto barroquismo, nutren la obra de
un cierto misterio donde la belleza se ha transformado; poco
importa ahora la fealdad de esos cuerpos mutilados, deformados,
pues, han sido cuidadosamente hermoseados mediante un
decorado perfecto, donde al fin ellos pueden habitar. Sí, existe
algo hermoso en esas fotos, pese al pavor que pueda despertar
en nosotros, esas figuras que parecen sacadas de los mismísimos
infiernos.
Woman once a Bird,
Peter Witkin