Retorno 2012 o Cómo sobrevivir a una invasión de zombis

8/7/2019 Retorno 2012 o Cmo sobrevivir a una invasin de zombis

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No te preocupes, para esos estamos aqu, como le dije a Gloria respondi lamujer con una sonrisa. Ahora coman. Si ustedes dos quieren conversar un poco antes dedormir les dijo la mujer a Armando y Jos pueden hablar con mi marido, Pedro, queno tarda en regresar. Est haciendo su ronda.

Su marido es Vigilante? le pregunt Jos, que coma con fruicin su puchero,aunque se estaba quemando la boca.

No, mi marido no es Vigilante. Es cazador de zombis respondi la mujer, quesali de la habitacin cargando con cuidado la cacerola del puchero.

Cazador de zombis? exclam Jos, arqueando las cejas.

Quin es esa mujer y cmo sabas de este lugar? le pregunt Armando a Glo-ria, sin hacer mucho caso a la pregunta de Jos. A l tambin se le haca muy extrao quealguien se dedicar a cazar zombis, pero le interesaba ms conocer la respuesta de Gloria.

Esa mujer es mi madre y este lugar perteneci a un to, hermano de pap. Los dosdecidieron convertir a esta vieja fbrica de muecas en un refugio para las personas quehuyen de los zombis respondi Gloria tranquilamente, dndole un buen trago a su jugo.

Armando y Jos se quedaron inmviles por la sorpresa. No esperaban or esa res-puesta. Gloria se ri al ver la cara de sorpresa de sus dos nuevos amigos.

Perdn por no haberles dicho eso antes le dijo Gloria pero es que me sentaun poco molesta contigo, Armando.

Conmigo, por qu? pregunt Armando, visiblemente apenado. Pues porque nos has trado corriendo a Jos y a m por todos lados y no nos has

explicado el por qu es tan importante ese tal Chilinsky.

Armando su disculp con Gloria y luego les cont cmo se haba encontrado conRolando Mota y lo que ste le haba dicho acerca de la mano negra que haba detrs delos zombis. Adems, aadi todo lo que saba sobre el profesor Chilinsky.

Lo ltimo que me dijo Rolando les dijo Armando a los dos jvenes, que lo es-cuchaban muy atentos fue que al parecer el profesor Chilinsky descubri la manera de(no estoy muy seguro si dijo detener o revertir) el estado zombi. Tampoco s si el profesorChilinsky tiene una frmula o medicina o algo parecido. Lo nico que s es que es muyimportante que me rena con l. Rolando Mota me dio unos papeles que quera que Chi-linsky viera.


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Y por qu te los dio a ti y no se los llev l personalmente? le pregunt Jos,que ahora senta un singular respeto por el fallecido Rolando Mota.

No lo s. Quiz presintiera su muerte dijo Armando , o quiz saba que sumanera de funcionar era utilizando su mente, ms que su cuerpo.

Despus de que Armando terminara de hablar todos guardaron silencio, sumidos ensus pensamientos. Luego se pararon de la mesa y llevaron los platos a lavar. Sobre todoArmando y Jos sentan que era su deber contribuir en algo en aqul refugio que tanto bienles haba dado.

Luego, Armando y Jos se tumbaron en los catres, mientras Gloria se sent a la me-sa. Con un trapo que haba encontrado restregaba la hoja de su machete, quitndole todorastro de sangre o tejido zombi.

Cmo est eso de que tu pap es cazador de zombis? le pregunt Jos a Gloriadesde su catre, donde yaca acostado, cubrindose los ojos con el brazo.

Gloria sonri ante la pregunta. Senta un cario especial por su padre, que siemprehaba sido un excntrico, pero a su manera. Pap simplemente se hart de estar escon-dindose dijo Gloria, mientras segua limpiando su machete , al principio actu comotodo el mundo, creo, y se dedic a protegernos a mam, a mi hermano y a m. Despus vioque el problema se extenda y, junto con mam, pusieron a funcionar este refugio en la an-tigua fbrica de muecas que era de un hermano de pap. La gente se enter del refugio ypronto este lugar estuvo lleno hasta los topes.

Gloria termin de limpiar su machete y se levant para servirse ms jugo de uva.Luego volvi a sentarse a la mesa y continu : A pap esto lo mantuvo ocupado un tiem-po, pero despus empez a darse cuenta de que la gente slo buscaba refugio y no se intere-saba en nada ms. Era como si dijeran somos refugiados y su deber es darnos comida ytecho. Cuando pap intent crear un grupo de Vigilantes, por ejemplo, slo consigui atres voluntarios, siendo que en ese momento haba cerca de noventa hombres y jvenes enel refugio. As que un buen da, har cerca de un mes, decidi salir a las calles, no para vi-gilar, sino para cazar zombis.

Con gente voluntaria del refugio? pregunt Jos.

Ya te dije que slo consigui tres voluntarios aqu respondi Gloria , as queal resto tuvo que conseguirlos all afuera. Han tenido un gran xito. Llevan cerca de tres-cientos zombis muertos. Lstima que no estuviera cerca de nosotros esta noche. Quiz noshubieran ayudado acabar con esos monstruos.


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Jos medit en las palabras de Gloria. A l tambin le pareca que era mejor pelearque huir. l se haba hecho Vigilante porque desconoca que hubiera cazadores de zombis.De haberlo sabido, se habra convertido en uno de ellos.

Y por qu entonces hay ms Vigilantes que cazadores de zombis? pregunt

Jos, que se irgui y se sent sobre el catre. Porque los cazadores de zombis estamos fuera de la ley dijo Pedro, el padre de

Gloria, que en ese momento entr a la habitacin.

Era un tipo delgado y bajo, que llevaba el pelo muy corto y vesta pantaln de mez-clilla, una camiseta de Green Day y tenis Converse. Si no fuera porque en su pelo se veanbastantes canas, cualquiera lo hubiera tomado por un muchacho.

Pap! lo salud Gloria, levantndose de la silla para abrazarlo. Hace ratotuvimos un encuentro con zombis. Mat ocho.

Esa es mi nia! exclam el padre de Gloria y se sentaron juntos a la mesa.Jos y Armando tambin se levantaron de sus catres y se sentaron.

Estos son Armando y Jos los present Gloria a su padre. Jos es Vigilante yconoce a Federico. Armando es una especie de correo. Necesita nuestra ay uda para en-contrar a un profesor que puede acabar con los zombis.

A s? se interes el padre de Gloria.

Armando estaba a punto de responderle, cuando intervino Jos, que por lo visto era

muy terco. Por qu dice que estn fuera de la ley? le pregunt al padre de Gloria. No sabes nada de las Leyes Zombi? le dijo ste.

S, las conozco, pero no saba que las estaban aplicando. Ya sabe, estamos enMxico y, por lo general, las leyes se pasan por alto, sobre todo en momentos como losactuales, en los que las autoridades han sido rebasadas.

Pues esas Leyes Zombi se estn aplicando y de manera muy estricta dijo el pa-dre de Gloria. A seis de mis compaeros se los llevaron presos la semana pasada.

Pero quin las est aplicando? exclam Jos, confuso. Quin? exclam a su vez el padre de Gloria, muy serio. Eso es una de las

cosas que me gustara saber. S supieron ustedes del ataque de esta noche al Palacio Nacio-nal, verdad?


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Y que lo diga! intervino Armando. Yo estuve en la posada, invitado por unamigo al que mataron los zombis cuando nos atacaron.

Pues tuviste suerte de salir vivo de ah le dijo el padre de Gloria. Hasta elmomento van cerca de cien muertos, segn nos inform un amigo que tambin anduvo por

all. No s si sea verdad, pero me dijeron que los zombis mataron al presidente Caldern ya su familia o alguien se los llev secuestrados.

Dios mo! exclam Gloria.

S, pero esperemos que esos slo sean rumores continu el padre de Gloria, quese sirvi un vaso de jugo de uva. Lo que no me gusta nada de este asunto es que simple-mente no me explico cmo un grupo de zombis tan grande pudo haber planeado un ataqueas al Palacio Nacional. De mi experiencia con zombis les puedo asegurar que esos mons-truos no piensan.

Creo que yo s la respuesta a su pregunta le dijo Armando. Sin embargo,antes de decrsela me gustara saber el por qu se decidi a matar zombis sabiendo que es-taba prohibido por la ley. Quiero decir, me imagino que usted es un hombre honrado quesiempre ha respetado la ley.

S, siempre he respetado la ley dijo el padre de Gloria. Tuve un problema depago con tarjetas de crdito, pero fue por causas ajenas a mi persona y no tuvo nada que vercon fraudes, dolo o alguna cosa parecida. Sin embargo, fuera de andar escondindome delos cobradores, nunca hice nada fuera de la ley.

El padre de Gloria se tom el vaso de jugo y continu: Cuando mi esposa y yohabilitamos este refugio, me di cuenta de muchas cosas que antes haba ignorado. Porejemplo, que habitamos un pas de vctimas. No s si ustedes se habrn dado cuenta, perocuando sucede un desastre natural, lo primero que hacen las personas es auto calificarsecomo damnificados, esto es, como vctimas. Una vez hecho esto, esperan que terceraspersonas, ya sea el gobierno o alguna institucin de caridad, sean las que les resuelvan lavida: exigen comida, refugio y que les sean reintegrados los bienes materiales que perdie-ron.

Bueno, pero eso es algo que, dadas las circunstancias de desastre, es el compor-

tamiento natural en todo el mundo, creo coment Armando. De acuerdo: es natural que as sea respondi el padre de Gloria. Pero si se fi-

jan bien, esa no fue la reaccin que tuvieron los damnificados en el terremoto de 1985.Entonces la gente se uni, hubo un sentimiento de solidaridad y, antes que esperar a que elGobierno les ayudara, surgieron grupos civiles de ayuda voluntaria y entre todos sacaronadelante la situacin. Y, saben por qu fue as?


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Al ver que todos guardaban silencio, el padre de Gloria continu: Las cosas fue-ron de esa manera en el terremoto de 1985 porque el Gobierno se tard mucho en reaccio-nar. Simplemente, la ayuda gubernamental brill por su ausencia, sobre todo durante lasprimeras horas o incluso los primeros das de la tragedia. Los ciudadanos pronto se dieroncuenta de que no podan contar con la ayuda del Gobierno, as que se olvidaron de que eranvctimas o damnificados y eso los llev a actuar.

La ausencia del Gobierno evit la victimizacin? aventur Armando.

Exacto respondi el padre de Gloria. En este pas, el Gobierno siempre nosha tratado a sus ciudadanos como si furamos unos nios que no nos podemos valer pornosotros mismos. Y el problema es que la mayora de la gente se lo cree. As que no somoscapaces de enfrentar las cosas malas cuando se presentan y siempre necesitamos de tercerospara resolver nuestros problemas.

Pero en los ltimos aos los mexicanos hemos estado involucrndonos cada vezms en asuntos que antes correspondan nicamente a los polticos coment Jos, quedesde haca tiempo se consideraba a s mismo como un ciudadano comprometido, razn porla cual se haba unido a un grupo de Vigilantes.

S, pero hemos sido engaados dijo el padre de Gloria. Cuando el Gobiernovio que los ciudadanos se involucraban cada vez ms en sus asuntos no hizo nada por cam-biar o mejorar su desempeo, minimizando as la necesidad de contar con esos mismosciudadanos. Al contrario, sigui haciendo las cosas como hasta entonces y acogi con gustoa los ciudadanos comprometidos. Fue la jugada perfecta, porque as aparentaba apertura,segua sin cambiar su manera de gobernar y disminua la presin.

Pero eso no tiene sentido! protest Jos, que no le gustaba perder.

No? dijo el padre de Gloria. Al contrario, est lleno de sentido. Segn veo,por lo menos t, Jos, ests involucrado en algn movimiento ciudadano, o me equivoco?

No se equivoca. Pertenezco a un grupo ciudadano encargado de auditar el avancede la transparencia en la funcin pblica respondi Jos, no sin cierto tono de orgullo enla voz.

Bien por ti, te felicito le dijo el padre de Gloria con sinceridad. Sin embargo(y aqu quiero que seas lo ms franco posible), crees que en verdad tu grupo ciudadano halogrado influir en el nivel de transparencia de la funcin pblica?

Jos no contest. Permaneci callado, desafiante.


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No, la verdad es que el nivel de transparencia de la funcin pblica ha permane-cido tan opaco como antes se respondi a s mismo el padre de Gloria. Cmo lo s?Bueno, porque yo mismo perteneca a uno de esos grupos ciudadanos.

Y dnde est el truco del Gobierno? pregunt Jos.

Su truco est en aceptar el consejo ciudadano (incluso permitiendo que susmiembros asistan a las reuniones importantes) pero tomando las decisiones como si ste noexistiera. De esa manera, incluso si las cosas siguen como antes, ellos pueden excusarsediciendo que los mismos ciudadanos intervinieron en el proceso, aunque su intervencinfuera slo como adorno.

Bueno, basta! exclam Gloria. Las discusiones sobre poltica siempre sonaburridas y por lo general terminan mal. As que dejen eso para otro da. Ahora lo que ne-cesitamos todos es descansar y buscar al profesor Chilinsky ese.

Estoy de acuerdo contigo, Gloria dijo Armando , pero considero que tu paptiene razn, porque resulta que gentes en el Gobierno, principalmente de los partidos polti-cos, estn tras este asunto de los zombis.

Qu dices? dijo el pap de Gloria, irguindose en su silla.

Armando procedi entonces en lo que le haba contado Rolando Mota. No omitinada, ya que a la vez que lo contaba se iba haciendo una idea ms clara del asunto. Todoslo escuchaban con atencin y no lo interrumpieron ni una sola vez.

Lo que no alcanc a comentar con Rolando deca Armando a su auditorio,que se haba incrementado con la llegada de la mam de Gloria y otras tres personas quevivan en el refugio es que, segn creo, el plan original de los partidos polticos de influiren los infectados para obtener su voto, en algn momento se les fue de las manos. No creoque hayan planeado desarrollar sus campaas polticas en medio de ataques de zombis.

Yo tampoco lo creo replic la mam de Gloria, que aventajaba a su marido encuestiones de ndole poltica. Sin embargo, y creo que Pedro estar de acuerdo conmigo,los ataques de zombis ms recientes no son producto de la casualidad. Alguien tuvo queinfluir para que estuvieran en el lugar y la hora correctos para sus planes.

Estoy de acuerdo contigo, Dana dijo el pap de Gloria, con lo que Armando yJos conocieron el nombre de la mujer. Es demasiada casualidad de que la mayora delos zombis estuvieran en los alrededores del Zcalo precisamente mientras tena lugar laposada en el Palacio Nacional.


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Armando, no dijiste que te encontraste con unos zombis SMES y que eso sor-prendi a Rolando Mota? le pregunt Gloria, la cual aparentemente haba seguido muyatenta la narracin de Armando.

S, eso dije. Acaso eso es algo importante?

S lo es, mucho contest el pap de Gloria, que le pidi a su mujer que por fa-vor le trajera su mochila que haba dejado en la entrada.

Mientras la mam de Gloria fue por la mochila, Armando se excus con los presen-tes para ir al bao y tanto Gloria como Jos se levantaron para estirar las piernas y servirsede nuevo jugo de uva, del cual el refugio pareca tener grandes provisiones.

Armando pregunt a unas personas por el bao y estas le indicaron que estaba alfondo, cerca de la puerta por la que haba entrado. Armando lleg al bao despus de sorte-ar a una multitud de chiquillos que jugaban a los zombis en el centro del pasillo franqueadopor las hileras de camas, que eran treinta, segn cont.

En el bao pudo orinar finalmente. Se lav las manos y observ su rostro en el espe- jo sobre el lavabo. Tena una cara espantosa. Ya no pareca zombi, sino que semejaba ms auna de sus vctimas. Armando esperaba que todo concluyera rpidamente. Estaba tan can-sado que no saba si podra continuar un da ms.

Al regresar a la habitacin donde sus amigos se encontraban reunidos, Armando pu-do darse cuenta de que lo que deca el pap de Gloria era verdad: aquellos refugiados parec-an sentirse en su casa. Esperaban ser vestidos y alimentados. Armando se pregunt cuntos

de ellos estaran dispuestos a poner sus vidas en riesgo buscando a un cientfico desconoci-do. No poda asegurarlo, pero crea que ninguna de aquellas gentes se ofrecera de volunta-ria. Despus de todo, eran damnific ados.

En la habitacin reinaba el bullicio. El pap de Gloria discuta con Jos y uno de losrecin llegados unas cifras y seales que estaban escritas en lo que pareca un mapa de laciudad. Gloria y su mam conversaban con los dems, aparentemente tratando el asuntoque se desarroll ah mientras Armando estaba en el bao.

De qu se trata todo esto? pregunt Armando, tomando asiento.

En este mapa sealamos aquellos puntos en los que han tenido lugar los ataquesde zombis ms recientes le explic el pap de Gloria mientras daba vuelta al mapa, a finde que Armando pudiera verlo. Las seales han sido hechas durante las ltimas seis se-manas. Estas negras que vez aqu las hemos puesto ahora, gracias a los informes que nos hafacilitado Jos, que como Vigilante ha cubierto una parte de la ciudad que est ms all dela zona que cubramos los cazadores de zombis.


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Armando observ el mapa, que estaba bastante poblado por cruces de varios colo-res: rojo, azul, verde, morado, caf y negro.

Las zonas rojas son las que sealan los puntos en que matamos zombis hace seis ycinco semanas explic un sujeto que se llamaba Daniel y que formaba parte del es-

cuadrn de cazadores de zombis, que contaba con quince miembros. Las azules, los dehace cuatro semanas; las verdes, los de hace tres semanas; las moradas, los de hace dossemanas; las cafs son de la semana pasada y estas negras, que como dijo Pedro, corres-ponden a las de hoy. Si te fijas bien, parece existir un patrn.

Efectivamente, Armando pudo ver un patrn definido. Al principio, seis semanasatrs, las marcas rojas aparecan dispersas, lo cual se poda esperar tratndose de zombis.Sin embargo, conforme las semanas y los colores se sucedan, las marcas tendan a estarms concentradas.

Las seales cafs, que sealaban los puntos de los ataques de apenas una semanaatrs ya mostraban una distribucin tan definida que difcilmente podra achacrsele al azar.Pero eran las seales negras, las que apenas se haban puesto en el mapa, las que definiti-vamente indicaban que los ataques de zombis estaban siendo orquestados.

Bueno, aqu hay algo, eso es seguro coment Armando, sealando el mapa conligeros golpes de dedo sobre las zonas caf y negra.

Hace un rato les dije que eso de los zombis SMES era importante dijo el pap deGloria. Y refuerza adems lo que plantea Dana: esto est orquestado. Adems, nuestrocompaero Daniel aqu presente, es cazador de zombis y tambin se ha dedicado a registrarqu tipos de zombis eran.

Y eso para qu? pregunt Jos.

Pues porque empezamos a notar que en nuestras caceras haban ciertos tipos de-finidos de zombis respondi Daniel, un tipo moreno y robusto. Zombis que parecanformar parte de tribus o clanes. Esto lo notamos porque haba grupos de ellos cuya formade vestir era parecida, o tenan ciertas caractersticas comunes que los diferenciaban deotros zombis. Como los zombis SMES, llamados as porque eso es lo que gruen, como unmantra.

Pero diles qu fue lo que ms nos llam la atencin le dijo el pap de Gloria.

Lo que ms nos llam la atencin continu Daniel es que la mayora de loszombis pertenecan antes a alguna agrupacin sindical o de esos grupos de protesta profe-sionales como los de Antorcha campesina, Los cuatrocientos pueblos o los del CNTE.Y esto lo supimos porque un compaero cazador, Evaristo, que result muerto por un zom-


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bi en una de nuestras rondas, nos coment que l haba formado parte en su juventud devarios de esos grupos de protesta y haba reconocido a muchos de sus antiguos compaerosen las cabezas de zombis de las que llevbamos la cuenta.

Las palabras de Daniel sumieron a los reunidos en el silencio. Cada uno intentaba

asimilar lo que se haba dicho en esa habitacin del refugio, en parte para ordenar las ideas,en parte para poder contribuir de alguna manera a ayudar a todos a despertar de la pesadilla.

Dana, la mam de Gloria, fue la que rompi el silencio: La pregunta que todosnos debemos hacer es por qu. Si logramos contestar a eso, podremos averiguar quin estdetrs de todo esto. Sin embargo, creo que lo que debemos de hacer es irnos a dormir. Ma-ana continuaremos con esto y oiremos lo que Armando nos tiene qu decir sobre su miste-rioso profesor Chilinsky. Todos de acuerdo?

El silencio que imper fue la respuesta. As que cada quin se busc un lugar y sedispuso a intentar recuperar las fuerzas durmiendo.

Afuera, los zombis continuaban con su cena.


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7.- Arcadia.

Mientras en el refugio de los padres de Gloria todos se buscaban un espacio endnde intentar conciliar el sueo, a miles de kilmetros de ah, en un saln anexo a la Ofi-cina Oval de la Casa Blanca, una asistente llenaba la ltima de las tazas de caf de los ahreunidos, los cuales estaban seguros que les esperaba una larga noche.

Era una reunin de emergencia, solicitada por el encargado de los Servicios de Se-

guridad Interna de los Estados Unidos, el general Joseph Stack A. Brown, que llevaba slounos meses en el puesto, ya que la oficina SSI era de reciente creacin.

Adems del general Stack A. Brown, se encontraban reunidos en la sala Ian Busy,asistente especial del presidente; el doctor Don Playwithme, de la FDA, Ann O. Wide, en-cargada de la oficina de inmigracin; Oscar Ni, quien presida el Comit de Telecomuni-caciones Nacional, tambin creado recientemente; Joe Arpaio, sheriff del condado de Mari-copa, Arizona y, por supuesto, Barak Obama, presidente en funciones de los Estados Uni-dos.

La asistente pregunt a los presentes si se les ofreca algo ms. Al no obtener res-puesta, abandon discretamente el saln, sintindose aliviada. El ambiente ah dentro eramuy denso.

Apenas se cerr la puerta, el presidente levant la vista de los papeles que tena antes sobre la mesa. Fij su mirada en el general Stack A. Brown y le pregunt secamente:

Qu es esto, Joe?

El general, un tipo con cara de pker enfundado en un uniforme de campaa, ca-rraspe antes de contestar: Es el ltimo reporte que tenemos de la situacin en la fronte-ra, seor.

Y podemos tener confianza en estos datos que nos presenta?

Absolutamente, seor. Fueron recabados por nuestro sistema satelital de defensay por las unidades de inteligencia que mantenemos en la zona, seor.


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Y cul sera, si se puede saber, la accin que ms nos convendra tomar en estemomento? Lo pregunto desde su punto de vista, Joe.

Cerrar la frontera de inmediato, seor.

Cerrar la frontera?! Estall Barak Obama La nica solucin que se le ocu-rre en este momento es cerrar las tres mil millas

Kilmetros, seor.

Tres mil kilmetros de frontera, as como as?

Con el debido respeto, seor presidente intervino la encargada de inmigracinAnn O. Wide , pero es lo que hemos venido amenazando con hacer desde hace meses. Elgobierno mexicano ha puesto el grito en el cielo, por supuesto, pero no ha emprendido nin-guna accin diplomtica definitiva hasta el momento.

Si no han emprendido ninguna accin, Ann replic Obama es porque hansabido aprovechar nuestra torpeza. Nos precipitamos en anunciar que cerraramos la fronte-ra para el paso de personas. Esto les sirvi de excusa a los polticos mexicanos para hacercrecer el sentimiento nacionalista. Los mexicanos nunca haban estado tan unidos comohasta ahora en su odio a los Estados Unidos.

El presidente Obama guard silencio y suspir. (Dios, cmo le haca falta un ciga-rrillo!) Todos los que estaban ah reunidos saban que las amenazas que haba lanzado acer-ca de cerrar la frontera tenan como objeto unir a los americanos contra un enemigo comnen vista a las elecciones. Si a George W. Bush el ataque del once de septiembre le habaservido para obtener un segundo mandato, sus asesores haban estado seguros que ante lainvasin zombi a Mxico su reeleccin sera un mero trmite.

Pero ahora Barak Obama no estaba tan seguro. Sus rivales republicanos estaban in-tentando hacer que cometiera un error y de seguro queran ms. La presencia en la reuninde Ann O. Wide y del sheriff Arpaio (ese patn racista!) no prometa nada bueno.

Qu tenemos de novedad en el avance del virus zombi, Ian? pregunt Obamaa su asesor. Esperaba que al menos por ese lado las cosas no fueran tan malas.

Ian Busy dio un respingo, ya que no esperaba que el presidente Obama cambiara detema de una manera tan brusca. Al hacerlo, estuvo a punto de derramar su caf en el regazodel doctor Playwithme. Si de por s l siempre tena los nervios a flor de piel, en reunionescomo aquella se senta a punto de explotar.


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Se refiere aqu en Amrica o en Mxico, seor presidente? pregunt tmida-mente, parpadeando con rapidez detrs de su gruesos lentes, como siempre le ocurra cuan-do estaba nervioso.

Ya tenemos casos de zombis aqu? pregunt Obama, asustado.

Oh, no, no, seor presidente respondi Ian Busy afortunadamente.

Entonces, por qu preguntas si me refera aqu o a Mxico? dijo Obama.

Porque resulta intervino el doctor Don Playwithme que existen indicios quenos hacen sospechar de la existencia de al menos cincuenta casos de infectados por el viruszombi aqu en los Estados Unidos. Cosa que no debera sorprendernos, claro, si tomamosen cuenta que el virus se origin en este pas y no en Mxico.

Las ltimas palabras las dijo en un tono irnico. An recordaba la jugada que haban

hecho sus colegas en los Estados Unidos con la llamada influenza porcina en 2009, sea-lando como el paciente cero a un nio de Veracruz, en Mxico, siendo que el primer casode influenza porcina se haba originado en el medio oeste de Estados Unidos.

En aquella ocasin l, Playwithme, propugnaba por que se diera a conocer la ver-dad, ya que formaba parte del grupo de epidemilogos que descubri al paciente cero origi-nal en los Estados Unidos. Pero las autoridades del Gobierno impidieron que se conocierala verdad. Posteriormente se conoci sta, pero ya era demasiado tarde: en Mxico ya sehaba extendido el contagio y el mundo entero llamaba a la influenza AH1N1 la gripemexicana.

Sin embargo se defendi Ian Busy debes considerar, Don, que esos indicioso sospechas no han sido confirmados. Lo que yo quera sealar con mi pregunta, era que siel presidente deseaba conocer el avance del virus zombi desde nuestra perspectiva aqu enAmrica o lo que est pasando en Mxico.

Empecemos por Mxico dijo Obama, intentando conservar la calma.

Bien Ian Busy se acomod los lentes y sac unas hojas de su portafolio, a lasque les ech un vistazo antes de hablar. En Mxico la situacin es catica, principalmen-te en el centro del pas, incluida la Capital. Los ataques de zombis se han multiplicado. Nos

acaban de reportar que hace algunas horas se efectu un ataque de zombis en el PalacioNacional, donde tena lugar un evento. Se calcula que hubo unos setenta muertos, ademsde un incendio que da gravemente un ala del edificio. El presidente Caldern y sus hijosestn en un lugar seguro en estos momentos, aunque al parecer la Primera Dama se uni alas hordas de zombis. Un informe no confirmado todava la seala como una de las partici-pantes en un ataque a un asilo de ancianos que est por la zona.


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Margarita, zombi? Se espant el presidente Obama.

As es, seor respondi Ian Busy, a quien le empezaba a vibrar la voz. Elpresidente Caldern y sus hijos muestran un avanzado grado de zombificacin, pero no alextremo de la Primera Dama. No sabemos an cmo pudieron haberse contagiado.

Margarita zombi susurr Obama, que an no se lo poda creer.

Otra cosa interesante continu Ian Busy, a quien la turbacin del presidente lepona an ms nervioso , es que tenemos reportes de la CIA en los que se informa que lamayora de los zombis (ellos calculan un 90%) corresponden a individuos infectados queanteriormente pertenecan a las fuerzas policiacas (tanto municipales, estatales y federales)o cuentan con antecedentes penales (principalmente por delitos violentos) o pertenecen aalgn sindicato o a una de esas organizaciones de manifestantes profesionales que tomanlas calles y que son tan populares en Mxico.

Alguna razn para eso? Pregunt Obama a su asesor, haciendo un lado la ima-gen de Margarita zombi atacando un asilo.

Es muy posible, seor intervino una vez ms Don Playwithme , que la raznsea la propensin a la violencia que muestran ese tipo de individuos. Sabemos que enMxico las fuerzas del orden estn terriblemente corrompidas y que ms del 50% de susefectivos se hallan coludidos con el crimen organizado. Por otro lado, los sindicatos y otrasorganizaciones populares, como las llaman all, tambin tienden a ser v iolentas. Adems,nuestros estudios demuestran que la violencia acelera el proceso de zombificacin.

En un momento ms volvemos al punto, Don dijo Obama. Lo que quiero sa-ber es qu ha pasado con el crimen organizado. General.

El crimen organizado prcticamente ha desparecido, seor respondi el generalStack A. Brown. Es posible que tenga mucho que ver con lo que mencion el doctorPlaywithme hace unos momentos, seor. Sin embargo, tambin el combate directo al narcoque se dio en estos ltimos aos realmente debilit a los crteles de la droga y a las bandasde delincuentes que aprovecharon la confusin reinante y el miedo de sus ciudadanos, se-or.

Se detuvo el paso de drogas a los Estados Unidos? Quiso saber Obama.

No, seor respondi el general Stack A. Brown , eso hubiera representado unverdadero terremoto para la seguridad nacional de los Estados Unidos, seor. El generalcarraspe sonoramente y continu : Podemos contener el flujo de enervantes que atravie-san la frontera, seor, pero slo hasta cierto punto. Detener completamente el paso de ener-vantes sera realmente un suicidio, (carraspeo) seor.


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El presidente Obama medit unos momentos lo que haba dicho el general. Amaba asu pas y apreciaba a la mayora de sus compatriotas, pero en ocasiones como la presentesenta una especie de vergenza. La triste realidad era que los Estados Unidos necesitabanlas drogas. Amrica, el pas de la libertad por excelencia, estaba compuesto por los seresms hipcritas del planeta. Pattico.

Y qu hay con el avance del virus aqu, Ian? pregunt el presidente a su ner-vioso asesor.

Lo que ya se dijo tambin, seor respondi Ian Busy de inmediato. Existensospechas (an no confirmadas) de que estn empezando a surgir brotes del virus zombiaqu en Amrica. Para estar seguros de ello, equipos mdicos especiales estn efectuandopruebas preliminares en pacientes que presentan sntomas de influenza. Por supuesto, laspruebas se realizan con las ms estrictas normas de confidencialidad y a los pacientes se lesdice que estn padeciendo los sntomas de una cepa debilitada de la gripe aviar, a fin de

evitar de que cunda el pnico entre la poblacin. Todos los pacientes sospechosos de infec-cin del virus zombi han sido puestos en cuarentena y estn siendo monitoreados en estosmomentos.

Conforme avanzaba la reunin las cosas se estaban poniendo cada vez ms feas. Elpresidente Obama se excus con los presentes y sali de la habitacin. En el acto, un inte-grante del servicio secreto se le acerc y le pregunt si necesitaba alguna cosa.

Slo un poco de aire fresco y humo, Trini respondi Obama, con una sonrisaque denotaba un gran cansancio. Y no precisamente por la hora.

El agente del servicio secreto Trinidad T. Tolueno estaba acostumbrado a esas e s-capadas de l presidente. As que lo acompa hasta un rea del jardn y le ofreci uno desus cigarrillos a Obama, prometindole que no se lo dira a la Primera Dama, un chiste pri-vado que ya estaba empezando a perder su gracia.

Siete minutos despus, el presidente Obama regres a la sala. Una acalorada con-versacin que mantenan en ese momento Don Playwithme y el sheriff Joe Arpaio se inte-rrumpi. El presidente Obama les indic con un gruido y un gesto que continuaran con laconversacin que mantenan.

El Sheriff Arpaio pregunt si le podamos explicar lo del asunto del origen realdel virus zombi explic el general Stack A. Brown al presidente . Sin embargo, segnla opinin del doctor Don Playwithme, ste es un asunto confidencial que no tiene por quser conocido por todo el mundo.

El doctor Playwithme lanz una mirada de ira al general. Todava no entenda elporqu el general haba invitado al sheriff Arpaio a la reunin.


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El sheriff Arpaio est en todo su derecho por pretender conocer la verdad dijoel presidente Obama, quin an se senta irritado por haberse dejado convencer de la abso-luta necesidad de tender una cortina de humo acerca del verdadero origen del virus zombi.

El doctor Playwithme no estaba seguro de cmo interpretar las palabras del presi-

dente, as que se decidi por revelarle el secreto al sheriff. El virus zombi se origin aqu en los Estados Unidos dijo el doctor con un tono

de voz que dejaba traslucir el desprecio que senta hacia el sheriff Arpaio, a quin conside-raba un ser estpido. Presionados por los escndalos de torturas durante la pasada admi-nistracin, nuestros amigos del Pentgono buscaron el usual Hocus Pocus y contrataronlos servicios de un chalado experto en biotecnologa gentica. No sabemos qu pas (nues-tros amigos de la CIA y del FBI no pudieron, o no quisieron, explicarlo) pero el hecho esque se esfum un lote que contena el virus.

El Pentgono no tena intencin de crear zombis intervino el general Stack A.Brown, quien quera presentar los atenuantes del caso a los presentes que no estaban ente-rados de ste, para no dar la impresin de que el ejrcito de los Estados Unidos estaba diri-gido por una manada de lobos. El propsito principal (carraspeo) era disear una drogaque permitiera obtener informacin de los sospechosos de terrorismo sin que hubiera nece-sidad de recurrir a la tortura.

El lado humanitario del ejrcito ironiz el doctor Playwithme, que se volvihacia el sheriff Arpaio y continu con su explicacin : Como siempre sucede en estoscasos, el lote que contena el virus se esfum. La CIA y el FBI se lanzaron hacia la cacerams importante desde el ataque al World Trade Center. Las rdenes que tenan eran las delocalizar y destruir de inmediato el lote que contena el virus. Finalmente encontraron ellote del virus, que haba sido robado por un soldado en activo que estaba metido en asuntosde drogas y exportacin ilegal de armas de asalto a Mxico. Nuestros servicios de inteli-gencia descubrieron, con horror, que el virus se haba mezclado (nadie sabe cmo) con unpreparado de la droga xtasis y haba pasado la frontera mexicana en un intercambio dedinero, armas y drogas.

El doctor Playwithme hizo una pausa y tom unos sorbos de su caf, que ya estabahelado. Luego continu con su relato. Nuestros muchachos de la CIA pasaron la fronteray se encontraron con que la droga contaminada con el virus haba sido incautada por elejrcito mexicano en una redada de narcos. Se llevaron a los detenidos y a la droga enhelicptero a la Ciudad de Mxico, pero la CIA cumpli la orden recibida y se encarg dedestruir la droga contaminada: el helicptero sufri un accidente en su vuelo de destino ala Ciudad de Mxico.


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Y cmo fue entonces que los mexicanos creyeron que el virus se haba originadoen Mxico? le pregunt al doctor Ann O. Wide, que no conoca tampoco el asunto.

La CIA hizo correr el rumor que un narco sin importancia llamado el 19 tuvo quever con el asunto de contaminacin de la droga. Aprovecharon el hecho de que ese narco

recin llegado efectivamente estaba tratando de disear una nueva droga, ya que no podacompetir con los crteles.

Bueno cort el presidente Obama en ese momento , creo que el sheriff Ar-paio y algunos otros aqu presentes ya conocieron la historia. As que les propongo prose-guir con nuestra reunin. Todava nos falta discutir la razn por la que esta reunin fueconvocada por el general Stack A. Brown. Sin embargo, antes me gustara saber qu nove-dades nos tienes, Oscar dijo Obama, dirigindose al presidente del Comit de Teleco-municaciones Nacional.

Oscar Ni, que haba estado callado durante toda la reunin, se puso tieso al escu-char el pedido del presidente. El efecto fue un tanto cmico, ya que Oscar Ni era un tiporobusto, cuyo traje se le vea tan ajustado que pareca iba a romperse por las costuras.

Con respecto a las telecomunicaciones comenz a hablar precipitadamente altiempo en que consultaba unos papeles , el flujo de informacin lo tenemos controlado.No fue tan difcil aislar a Mxico con respecto al Internet, ya que la decisin de sus legisla-dores de detener el cambio de la televisin analgica a la digital (lo cual fue por cuestioneselectoreras, como sabemos) nos proporcion una excusa excelente. Por supuesto, muchosse dieron cuenta de que una cosa no tena nada que ver con la otra, pero por fin consegui-mos bloquearlos aduciendo a supuestas cuestiones de seguridad nacional.

El peligro sobre la seguridad nacional es real exclam el general Stack A.Brown, enftico.

La mayor dificultad que enfrentamos prosigui Oscar Ni sin hacer caso de lainterrupcin del general , fue en el mbito domstico. Despus de todo, millones de esta-dounidenses son de origen mexicano y mantienen lazos estrechos con sus familiares enMxico. Fue un verdadero reto canalizar los flujos de remesas que se mandan diariamente aese pas por canales ajenos a la red e interceptar el correo regular entre los dos pases. Anno lo s cmo pudimos lograrlo. Por supuesto, existen fallas en el proceso y tememos quepueda surgir algn problema importante en cualquier momento.

Lo cual es precisamente el hecho por lo que ped convocar a esta reunin deemergencia al presidente Obama dijo el general Stack A. Brown. La atencin de los pre-sentes se centr en el general, que se levant de su asiento y se acerc a una de las paredesde la sala que tena una gran pantalla plana que se utilizaba para las proyecciones.


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El general presion el mando correspondiente y la pantalla se ilumin, mostrandoun mapa coloreado de los Estados Unidos.

Lo que estamos viendo es la distribucin actual de todos los mexicanos que resi-den actualmente en Amrica explic el general, con suficiencia. Las reas que estn

marcadas con gris y que aparecen difuminadas en el mapa son los asentamientos en los queresiden (o es muy posible que residan) los mexicanos ilegales, los cuales se calculan enunos once o doce millones.

Creo que ese nmero se refiere al total de ilegales en el pas, general seal elpresidente Obama, quien haca un esfuerzo por contener su ira. Eso incluye al resto delatinos, asiticos y dems extranjeros sin papeles.

Bien, s seor, ejem contest el general, vacilante. Pero con esa estima-cin, consideramos a aquellos mexicanos que estn ms en contacto con los ilegales. Y larazn de ello, la razn por la que esta reunin de emergencia se ha convocado, es para pedirsu apoyo en la accin de emergencia que las circunstancias actuales exigen.

Y cul es esa razn, general? pregunt suavemente Obama, aunque por dentrose senta hervir la sangre.

Por la seguridad de Amrica, seor exclam el general, seguro de s , es in-dispensable deportar de manera inmediata a todos los inmigrantes ilegales de origen mexi-cano, seor.

Qu?! rugi el presidente Obama.

Lo siento, seor, pero es la nica solucin que puede tomarse en estos momentos.

Sabe lo que me est pidiendo, general? dijo Obama, cuya voz se iba elevandode volumen conforme hablaba, terminando casi en un grito. Sabe lo que costara depor-tar en este momento a once millones de personas? Tiene aunque sea la ms remota ideadel costo poltico y de imagen que tendra Estados Unidos a los ojos del mundo? Adems,qu beneficio, si acaso pudiera existir alguno, sacaramos nosotros al deportar en masa aesos once millones de personas?

Obtendramos tiempo, seor intervino Ian Busy, a quien le tembl visiblemente

la voz. Tiempo, Ian? exclam Obama, volvindose hacia su asesor.

S, seor, tiempo dijo el asesor, a quien el sudor empez a perlar su frente. Conun movimiento involuntario se enjug la frente y continu: Ver, el general Stack A.


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Brown ya haba hablado conmigo acerca del asunto y creo que comprender mejor su puntode vista si escucha lo que tiene que decirnos el doctor Playwithme.

Don? inquiri Obama.

Yo no conozco exactamente a qu se refieren Ian y el general con eso de ganartiempo, seor presidente dijo el doctor Playwithme , pero infiero que tiene que ver conel hecho de que al parecer un cientfico mexicano ha descubierto la manera de detener yposteriormente revertir el avance del virus zombi.

Un cientfico mexicano? pregunt Obama, intrigado.

S, su apellido es Chilinsky. Es un polaco que emigr a Mxico en los aos sesen-tas del siglo pasado y que posteriormente adopt la nacionalidad mexicana. Durante mu-chos aos fue ignorado por el crculo serio de cientficos, no slo de Mxico, sino de todoel mundo. La razn? El profesor Chilinsky se especializ en el estudio de los zombis,cuando todo el mundo saba que eran criaturas de fantasa.

Criaturas de fantasa, eh? dijo con mofa el presidente Obama. Esas criatu-ras fantsticas que actualmente asolan Mxico y que es muy probable que muy pronto reba-sen la frontera y empiecen a comerse a los americanos? Vaya con el profesor, qu inge-nuo!

El doctor Don Playwithme acus el golpe de irona y continu: Cuando se supode la realidad de los zombis, nuestros cientficos se dieron a la tarea de encontrar la manerade exterminarlos y no de encontrar una cura para el virus. Es por eso que el profesor Chi-

linsky se adelant a los nuestros. Y qu tiene que ver eso con lo de ganar tiempo? dijo el presidente Obama,

mientras se preguntaba interiormente el por qu los cientficos americanos que trabajaban junto al ejrcito siempre buscaban la manera ms efectiva de destruir en vez de concentrarsus esfuerzos en prevenir o defender.

La CIA est tras la pista del profesor Chilinsky, seor dijo el general Stack A.Brown, quien se sinti aliviado al ver que volvan al tema sin que el presidente hubiera es-tallado. Creen haberlo localizado, pero estn intentando averiguar si alguien ms se lesadelant, ya que hay algunos indicios de ello, seor.

A qu se refiere con eso, Joe? pregunt Obama.

Segn fuentes encubiertas, seor, ejem, hay individuos en el gobierno mexicanoque estn buscando desesperados al profesor Chilinsky, seor. Y esas mismas fuentes sea-lan que su propsito es asesinarlo, seor.


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Matarlo? se asombr el presidente Obama. Pero eso no tiene sentido. Paraqu querra alguien eliminar al cientfico que al parecer ha dado con la cura del virus?

Eso no lo sabemos, seor respondi el general.

Lo quieren matar para poder invadir Amrica.

Todos los presentes voltearon a ver al sheriff Arpaio, quien pronunci las ltimaspalabras con un tono fervoroso. Desde que haba sido convocado a la reunin de emergen-cia por el general Stack A. Brown, el sheriff saba que iba estar en desventaja. Todos en lareunin tenan un puesto que superaba en mucho al suyo propio, en prestigio e influencia.

Si haba aceptado asistir, fue porque estaba de acuerdo con la idea del general StackA. Brown de expulsar a los mexicanos. Odiaba a Mxico y odiaba a los mexicanos.

Invadir Amrica? exclam el presidente Obama, que se pregunt por ensima

vez por qu a alguien se le haba ocurrido llevar a aquel idiota. Yo conozco a los mexicanos dijo el sheriff Arpaio, saltndose el protocolo,

como si estuviera al mismo nivel que el presidente Obama , estuve trabajando unos aosall como agente de la DEA. Cranme, los mexicanos son lo peor que existe sobre la tierra.Ahora quieren aprovecharse de los zombis para atacarnos.

Con todo respeto, sheriff dijo Oscar Ni , pero eso es lo ms estpido que heescuchado en mi vida.

Estoy de acuerdo con eso, Oscar afirm el presidente. Luego hizo una breve

pausa destinada a acomodar sus pensamientos y dijo: Estamos perdiendo el tiempo enesta reunin. Hasta el momento no he escuchado sino desvaros. Siento que no hemos po-dido establecer prioridades en estos momentos tan difciles. As que procedamos a desecharaquello que est fuera de nuestro alcance. Empecemos con lo ltimo que hemos tratado: ladeportacin masiva e inmediata de los indocumentados mexicanos. Ann, qu nos puedesdecir de ello?

Que la deportacin masiva es imposible, seor presidente dijo Ann O. Widecon energa. No slo representara casi una declaracin de guerra, sino que carecemos delos recursos materiales para llevarla a cabo. Los republicanos estaran felices de llevar esa

poltica de deportacin hasta sus ltimas consecuencias, pero fuera de los fanticos del TeaParty, creo que ellos conocen realmente la imposibilidad de llevarla a cabo.

As que podemos descartar la deportacin masiva de indocumentados dijo elpresidente Obama.

Definitivamente, seor replic Ann O Wide.


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Lo que nos deja con la propuesta inicial del general continu Obama. Hayque ver si es conveniente cumplir finalmente con nuestra amenaza y cerrar la frontera conMxico, al menos temporalmente, mientras pasa la emergencia. Joe?

El general Stack A. Brown carraspe antes de contestar: Cerrar la frontera con

Mxico en toda su extensin no nos acarreara demasiados problemas, seor. Actualmentecontamos con miles de efectivos de la Guardia Nacional en la zona, a los que podramosagregar al menos veinte mil efectivos de los recientemente desplazados de Irak y Afga-nistn, seor.

El presidente Barak Obama reflexion sobre las palabras del general. Cerrar la fron-tera con Mxico en toda su extensin llevara a aumentar la presin internacional en contrade los Estados Unidos, cierto, pero tena como atenuante en que ya se haban emitido ame-nazas de realizar esa accin. Las amenazas haban sido un farol, que hasta ese momentohaba funcionado. La falta de respuesta diplomtica de parte de Mxico as lo indicaba.

Por otro lado, negarse a cerrar la frontera poda llevar a los fanticos a intentar reali-zar acciones tan absurdas como la de la deportacin masiva de indocumentados. As quecerrar la frontera era lo ms indicado en ese momento. Slo quedaba pendiente una cues-tin. La de ganar tiempo. Quin lo haba mencionado? Joe, Don, Ian?

Creo que lo ms indicado en este momento es seguir el consejo del general StackA. Brown y cerrar la frontera con Mxico dijo el presidente Obama, dirigindose a todoslos presentes en la reunin. Por supuesto, tendra que ser por un tiempo breve. La sim-biosis entre ambos pases es muy fuerte. Debemos cerrar la frontera el tiempo suficiente

para Alguno de los presentes me podra recordar para qu necesitamos ganar tiempo?

Necesitamos ganar tiempo para localizar al profesor Chilinsky, seor presidente respondi el doctor Don Playwithme.

Ah, s, el profesor Chilinsky! exclam Obama. Me sigo preguntando el porqu alguien del gobierno mexicano querra matar al profesor.

Porque los mexicanos son lo peor que hay en la tierra dijo el sheriff Joe Arpaiodel condado de Maricopa en Arizona, que le tena un odio feroz a los mexicanos desde queuna morena de ojos negros lo haba despreciado, en el tiempo en que recorra las calles de

Mxico como agente de la DEA.


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8.- Insomnio.

Armando Guerra se revolva sobre su catre, incapaz de conciliar el sueo a pesar dedesearlo con ansia. La pierna izquierda le segua doliendo y apenas si era capaz de levantarlos brazos, que parecan habrsele llenado de arena. Cada centmetro de su cuerpo reclama-ba para s la primaca del dolor, impidindole cerrar los ojos.

Pero lo peor de todo no era el dolor, sino la sensacin de estar dentro de una pesadi-

lla sin estar dormido. A su alrededor se escuchaban los ruidos propios de un refugio, que nies hogar ni posada ni lugar de descanso, sino tan slo un sitio en donde se comparte el mie-do. Ronquidos, gemidos y susurros inconexos llenaban el ambiente, cargado de oloreshumanos: sudor, mugre, desesperanza.

A qu huele la desesperanza? Armando no lo saba, pero estaba seguro de queaquel refugio deba de oler precisamente a eso. Mientras todos en el refugio se preparabanpara dormir, disputndose las contadas camas y los sitios en donde se poda dormir con laspiernas extendidas, a Armando no le hizo falta ver los rostros o los gestos de los refugiadospara captar su desesperanza: simplemente la oli.

A Armando le pareca increble estar echado en un catre en un sitio desconocidocompartiendo su miedo con otros desconocidos, siendo que apenas ocho meses atrs era unindividuo completamente normal, que llevaba una existencia por completo anodina. Y helohoy aqu, intentando dormir despus de haber cortado brazos y cabezas de zombis con unaespada samuri! Ni en sus fantasas ms locas Armando haba considerado nunca la posibi-lidad de llegar a pelear con zombis.

A su padre le gustaba decir a menudo: slo en Mxico!, como si el hecho de que elpas poseyera algunas caractersticas surrealistas fuera excusa suficiente para permitir hacerrealidad cualquier cosa, inclusive a los zombis.

Y estaba el miedo, como una visita indeseable que se negara a abandonar al pas.

Aunque Armando slo conoca el miedo real desde hace slo unos pocos meses, noera ajeno a ste. Como vendedor de artculos elctricos, Armando haba recorrido la mayorparte del pas. Cuando le toc recorrer la frontera norte de Mxico dos aos atrs fue cuan-do se enfrent cara a cara con el miedo.


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Pero no con un miedo personal, como el que senta actualmente, sino con el miedode los dems. En ciudades de Chihuahua, Nuevo Len y Tamaulipas la gente viva en unestado permanente de alerta.

Aprovechando las rivalidades entre grupos de narcotraficantes, los bandoleros co-

munes se subieron al tren, armados hasta los dientes y escudados por la impunidad queotorga el miedo.

Porque no hay mejor propagandista que el miedo. Basta con una amenaza para quela vctima capitule ante su agresor. Alguien poda ser despojado de su camioneta empuan-do un pedazo de madera pintado de negro.

Porque el miedo mata el raciocinio. Los peridicos y otros medios de comunicacinhablaban de una cifra de 28,000 muertos por causa del crimen organizado. De esas miles demuertes se calculaba que ms del 90% correspondan a personas involucradas en el crimenorganizado, cerca del 10% correspondan a elementos de polica y del ejrcito que combat-an al crimen y slo 600 de esos 28,000 muertos correspondan a civiles inocentes, lo cualarroja un 0.02%.

En otras palabras, era ms probable que una persona fuera atropellada o que inclusose contagiara de un simple resfriado, que de ser herida o muerta por el crimen organizado.

Pero el miedo estaba ah, paralizando a la gente, haciendo que sta se refugiara ensus casas y evitara salidas innecesarias, como vivir sus vidas.

Y cuando el miedo impera, la libertad perece.

Ahora ya no era el crimen organizado el que impona sus reglas, sino seres humanosinfectados que deambulaban en busca de carne humana para satisfacer su apetito insaciable.

Habra alguna forma de detenerlos, de regresarlos a su calidad de criaturas de fan-tasa? Armando haba escuchado a Rolando Mota hablarle del profesor Chilinsky con unaespecie de reverencia pero, qu si Rolando se equivocaba? Acaso no poda ste ser unavctima ms del miedo, el cual reduca su capacidad de raciocinio y le haca aceptar cual-quier esperanza, por leve que fuera?

Quiz el profesor Chilinsky no fuera el genio que Rolando Mota deca; quiz ese

genio cientfico tambin era una vctima del miedo. Acaso no se ocultaba? De qu, dequin? Rolando Mota no lo haba dicho, slo haba hecho nfasis en que era imprescindibleencontrarlo.


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Pero Rolando Mota estaba muerto. Los zombis le comieron las entraas. Y ahoraslo quedaba l, Armando, para guiar a un grupo de desesperados en la bsqueda del mticocientfico.

Con un quejido, Armando se levant del catre. Estar inmvil en la oscuridad ru-

miando pensamientos oscuros e incoherentes slo lo llevara a la locura. Necesitaba ocu-parse en algo, pronto.

Armando avanz a tientas intentando recordar dnde estaba la puerta de la habita-cin. Tropez con las piernas de Jos, que dorma en el suelo utilizando su mochila comoalmohada, y estuvo a punto de caer.

Sin embargo, Armando recuper el equilibrio y dej atrs a Jos, que ni siquiera sehaba despertado.

Al traspasar el umbral se encontr en la gran sala comn en donde estaban reunidasms de sesenta personas. Ah la claridad era mejor, ya que un pequeo foco que estaba so-bre la puerta del bao arrojaba una mortecina luz. De seguro el voltaje estaba bajo.

Con mucho cuidado Armando avanz por entre la fila de camas, las cuales estabanocupadas por dos, tres y hasta cinco personas cada una.

Cuando Armando estaba a punto de llegar al bao divis a su izquierda un angostocorredor al final del cual se vea un suave resplandor. Armando decidi seguir el corredor,ya que la perspectiva de llegar hasta el bao y sentarse en la tasa a pensar en las mismasreflexiones oscuras que tena en el catre no le atraa para nada.

El angosto corredor terminaba en una puerta vidriera corrediza detrs de la cual sevea un minsculo patio interior alumbrado por la luz de la luna. En medio del patio habauna figura sentada en el suelo, con las piernas cruzadas y fumando un cigarrillo. El humode ste se elevaba recto hacia el cielo abierto.

Armando titube un instante ante la puerta corrediza, pero entonces reconoci a lafigura sentada. Abri la puerta y sali al patio. Se acerc hasta Gloria, quin no volte al ordeslizarse la puerta y se sent a su lado, en el suelo.

Durante un buen rato ninguno de los dos habl. Permanecieron sentados a la fra luz

de la luna. Gloria termin su cigarrillo y lo aplast contra el suelo. Y t por qu no puedes dormir? le pregunt Gloria a Armando, manteniendo

su vista en el suelo. Su voz era algo ronca y denotaba cansancio.

Porque me duele todo el cuerpo. Hasta el pelo respondi Armando, estirandolas piernas ante s. Adems, me estaba llenando la cabeza de malos pensamientos.


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Malos pensamientos? inquiri Gloria, volteando a ver a Armando.

S Armando suspir. Pensaba en la desesperanza, en el miedo y en la impo-sibilidad de los zombis. Todo eso me daba vueltas en la cabeza y no lograba quitrmelo deencima. Si a eso le agregas el dolor corporal comprenders el por qu me levant.

Tienes miedo? pregunt Gloria, volviendo a fijar la vista en el suelo.

Miedo? S. No no lo s Armando se llev las manos a la cabeza, intentandoacomodar sus pensamientos. S tengo miedo a los zombis, no hay duda, pero es un miedoracional, dira yo. Cmo explicarlo? El miedo que me dan los zombis es el mismo que medara algn perro rabioso o una bestia salvaje escapada del zoolgico a los cuales me toparade repente en la calle. Eso es un miedo racional porque hay un peligro concreto frente a tique puede herirte o incluso matarte Pero el miedo que realmente siento es el miedo de losdems. El miedo de las dems personas es el que me paraliza y confunde No s si meexplico.

El miedo de los dems te confunde porque es un miedo irracional.

Exacto. Es un miedo irracional porque no es necesario que tengas delante de ti aun zombi o a un len o a un perro rabioso: basta quecreas que all fuera hay zombis, leo-nes o perros rabiosos para que te paralices y te escondas, negndote a seguir tu vida normaly abandonando toda iniciativa para acabar con esas supuestas amenazas.

Tiene sentido coment lacnicamente Gloria. Armando le agradaba, pens paras. No se le haca un tipo particularmente guapo, pero era atractivo. Adems, tena un no s

qu que lo haca muy interesante. Quiz tena que ver con el hecho de que no era un hom-bre que ocultara sus pensamientos o tal vez porque su percepcin del mundo no se limitabaa s mismo, sino que tomaba en cuenta a los dems. Si tan slo Armando fuera unos diezaos ms joven, habra muchas posibilidades que ambos siguieran juntos despus de haber-se conocido. Lstima.

Yo haba pensado en algo similar antes dijo Gloria en voz baja. Cuando mispaps pensaron en abrir este refugio para que la gente se pudiera resguardar de los zombis,me indign. No me caba en la cabeza de que hubiera personas que no saban defendersepor s mismas y que buscaban a otros para que los sacaran del apuro. Nosotros (pap,

mam, yo y mi hermanito) habamos enfrentado la misma amenaza que los dems y, aun-que en un principio slo nos limitamos a escondernos, pronto habamos decidido que lomejor era presentar pelea. As que mandamos a mi hermanito con unos amigos que tenemosen Yucatn (porque sabamos que ah estara seguro) y mis paps y yo nos dispusimos aenfrentar la amenaza. Mam y yo nos unimos a los primeros grupos de vigilancia y pap


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reuni algunos amigos y se convirtieron en los primeros cazadores de zombis. No estabandispuestos a esperar cruzados de brazos a que esas bestias nos comieran.

Pero esas bestias son seres humanos enfermos dijo Armando, impresionadopor lo acalorado del discurso de Gloria a pesar de su tono de voz bajo , y estn protegi-

dos por la ley. Adems de que al parecer pueden ser curados. Los sicpatas asesinos tambin son seres humanos enfermos contest Gloria

levantando la voz y son perseguidos por la ley. Aunque pueden ser curados, todos pre-fieren encerrarlos o matarlos en la silla elctrica.

Touch dijo Armando, sonriendo por primera vez en toda la noche.

Si me dejas continuar dijo Gloria, tambin con una sonrisa.

Adelante invit Armando con un gesto de la mano.

Total, mis paps y yo habamos decidido dar pelea. Durante las primeras dos se-manas o algo as todo fue bien. Mam y yo localizamos a varias hordas de zombis, dimos laalarma y mi pap y sus amigos se encargaron de eliminarlos. Sin embargo, un da mamlocaliz a un grupo de zombis que se dirigan a un supermercado y se dispuso a dar la alar-ma, pero su pie cay en un pozo y se hizo un esguince. El dolor fue tan fuerte que se des-may. Cuando volvi en s, cerca de veinte minutos despus, los zombis haban atacado elsupermercado. Hubo noventa muertos, la mayora mujeres y nios. Mam qued muy afec-tada. Le pareca que esas personas pudieron haberse salvado si hubieran contado con unrefugio en donde pudieran ser defendidos.

Y t te indignaste por eso dijo Armando.

Yo me indign por eso porque en ese momento no comprenda cul era la dife-rencia entre esas familias que estaban en el supermercado y la ma contest Gloria, ba- jando de nuevo el tono de voz. Por qu ellos no llevaban armas para defenderse? Porqu no dejaron a sus nios en casa o en un lugar seguro como lo hicimos nosotros?

No todo el mundo es capaz de defenderse, Gloria. Necesitan de alguien que lohaga por ellos.

Algo as me explic mi pap cuando me dijo lo de la necesidad de un refugio paralas personas indefensas, como las mujeres y los nios.

Y no atacaste a tu pap por un punto de vista tan machista? brome Armando,intentando suavizar el tono amargo de Gloria.


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Estuve a punto de hacerlo confes Gloria con una sonrisa , pero el muy ca-nalla me ofreci entonces el puesto de exploradora. Ahora, ms que actuar como Vigilante,servira de gua al grupo de cazadores. As fue como te encontr. Andaba explorando lazona y me un a un grupo de Vigilantes que haban encontrado armas en una tienda de anti-gedades. Claro, como soy una chica, no me dieron una espada samuri, por lo que me tuveque conformar con mi machete.

De pequea jugaste con muecas o te gustaban los autos? le pregunt Arman-do, a quien la valenta de Gloria lo dejaba perplejo.

Nunca me gust jugar con muecas ni al t exclam Gloria, riendo. A m loque me gustaban eran los juegos de video. Pero no vayas a creer que me gustan las chicas oalgo as aadi, sintiendo que se sonrojaba. No saba por qu le contaba esas cosas a Ar-mando. Me gusta el trabajo domstico y quiero tener al menos dos hijos cuando me case.

Gloria cerr de golpe la boca y se aferr las rodillas con los brazos. Armando sintisu turbacin y no presion su silencio. Aquella chica le gustaba. Puede que fuera un tanto joven para l (unos quince aos de diferencia entre ellos?) pero l saba que haba muchoscasos de parejas as. A algunas mujeres jvenes les gustaban los hombres maduros. Arman-do decidi dejar de pensar en eso antes de sentirse turbado tambin.

Los dos permanecieron callados cerca de quince minutos. Su mutua compaa pa-reca reconfortarlos. Poco a poco la luz de la luna se fue apagando y un tenue resplandor lesavis que el amanecer estaba cerca.

No te parece que deberamos intentar dormir un poco? le pregunt Armando aGloria, que lo volte a ver con mirada somnolienta. Debemos estar preparados paracuando vayamos en busca del profesor Chilinsky.

Tienes razn, Armando. Hasta yo, una chica, me estoy cayendo de sueo. No meayudas a levantarme?

Armando se par y tom de la mano a Gloria, ayudndola. Ambos entraron al refu-gio por el estrecho corredor. Gloria se recost en una bolsa de dormir y Armando regreshasta su catre, donde se acost y se qued dormido de inmediato.

Cuando abri los ojos, Armando se dio cuenta de que estaba solo en la habitacin, lacual estaba iluminada por la luz matinal. Alguien haba abierto la ventana que daba a unpequeo callejn y la luz y el aire fro penetraban por sta.


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ya que senta la cabeza muy congestionada. Mi esposo y yo nos volteamos a ver y le pre-guntamos si eso era lo nico raro que senta. Fue entonces cuando nos coment lo de losrasguos y se levant la camisa para que los viramos. Inmediatamente supimos de que setrataba: a Jos lo haba herido un zombi durante la pelea que tuvieron anoche.

Estn seguros de eso? pregunt Armando, alarmado. Definitivamente contest Pedro, el pap de Gloria. Si acaso no has visto una

herida de zombi, te dir que es bastante peculiar. Rodeando la herida (en este caso unossimples rasguos) hay una especie de mancha blanca. Conforme pasan los das, la manchablanca se va tornando verde y luego gris. An y cuando mi esposa y yo estamos seguros deque Jos haba recibido los rasguos de un zombi, lo mandamos con Ernesto para que lotenga en observacin. Pero come, Armando, que tu amigo Jos pronto ser curado por elprofesor Chilinsky! Adems, mi hija Gloria est perfectamente. La muy canalla duermecomo un angelito en estos momentos.

Armando se puso rojo como un tomate. No estaba seguro de que el pap de Gloriano le hubiera guiado el ojo cuando mencion lo de su hija. Haban notado algo los papsde Gloria? Los haban visto a los dos platicar en el patio hacia tan slo unas horas? Tantransparente era? Armando comi su cereal sin despegar sus ojos del plato.

Armando era el nico de la mesa que desayunaba. Al parecer todos se haban levan-tado muy temprano o l se haba levantado muy tarde. Cuando pegunt la hora le informa-ron que eran las siete y media de la maana.

Las siete y media de la maana y ya todos se desayunaron? pregunt Arman-do. Vaya, para ser domingo ustedes se levantan muy temprano.

Toda la mesa estall en carcajadas.

De qu se ren, qu dije? pregunt Armando, confundido.

De que hoy es lunes le inform an riendo el pap de Gloria. No s qu to-maron ustedes dos, pero se la pasaron dormidos todo el da de ayer. Mi querida Gloria anduerme, como cenicienta.

Armando se qued de una pieza. Jams en su vida haba dormido tanto. Ahora se

explicaba el por qu se haba sentido tan recuperado cuando se levant.En ese momento Gloria entr a la habitacin. Armando hizo un esfuerzo tremendo

para tomar su jugo de uva aparentando no haberla visto. Sin embargo, no poda fingir msde la cuenta o parecera un idiota, as que dej el vaso sobre la mesa y volte a ver a la re-cin llegada.


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Armando sinti sobre s todas las miradas y se dispuso a tratar de explicarse de lamejora manera posible. Cuando estaba en un grupo de la Resistencia zombi conoc aRolando Mota, que era un operador poltico que tena multitud de contactos. Rolando re-nunci a seguir prestando sus servicios de operador a los principales partidos polticos delpas cuando se enter de un plan secreto para aprovechar a los Ciudadanos con diversosgrados de zombificacin con fines polticos. Al parecer, lo que algunas personas planeabanhacer era aprovechar que los Ciudadanos eran muy sugestionables, para convencerlos me-diante propaganda que votaran por su candidato. Su primera tentativa tuvo lugar en el pro-ceso de campaa para la gubernatura del Estado de Mxico que tuvo lugar en julio pasadocon el resultado que todos conocemos.

Armando hizo una pausa para tomar jugo de uva y prosigui: Pero lo del Estadode Mxico era slo una prueba preliminar, ya que lo que busca ese grupo secreto es el decolocar a su candidato en la presidencia de la Repblica en julio del prximo ao. Ahorabien, si tan slo fuera eso, no representara mayor problema, ya que Mxico ya ha tenidoalgunos presidentes que bien podran ser calificados de zombis.

La ocurrencia de Armando fue bien recibida. Las risas ayudaron a disminuir la ten-sin que se senta en el ambiente. Gloria se habra redo? Armando la apart de su mente ycontinu: Como deca, el problema no era ese, sino que alguien al parecer est utilizandoa los zombis con un propsito desconocido. El da de ayer antier, me reun con RolandoMota en la posada en Palacio Nacional. Se supona que recibira instrucciones especficas,pero el recinto fue asaltado por zombis y tuvimos que huir. Como tanto Rolando como yobamos disfrazados de zombis, nos topamos en nuestra huda con un grupo de vigilantesentre los que se encontraba Gloria y tambin Jos, que estaba con nosotros hasta el da deayer. Los vigilantes nos confundieron con zombis y nos atacaron. Rolando Mota resultherido en un brazo y yo me llev unos buenos golpes tambin. Mientras nos recuperbamosdel encuentro con los vigilantes dentro de un Oxxo abandonado, Rolando Mota me cont lamayor parte de sus teoras y me dijo que era muy importante reunirnos con el profesor Chi-linsky, un cientfico que al parecer ha encontrado la cura para el virus zombi.

Nueva pausa de Armando para que todos los presentes pudieran procesar lo quecontaba. Cuando nos dirigamos hacia la casa del profesor Chilinsky, recin armados yprotegidos por los Vigilantes fuimos atacados por los zombis. Slo Gloria, Jos y yo sobre-vivimos al ataque. Rolando Mota fue devorado junto a los otros. Gloria fue la que nos trajoa Jos y a m hasta este lugar. En estos momentos, lo nico que poseo es la direccin endonde se localiza el profesor Chilinsky, una espada samuri que espera su prximo cuellozombi y la inapreciable ayuda de todos ustedes, en especial de Gloria y de sus padres.


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Armando dej de hablar. Se senta exhausto y con la boca seca. Por varios minutosnadie pronunci palabra. Slo se escuchaban los ruiditos que haca el beb que cargaba laregordeta refugiada.

Bien, yo propongo que se formen tres equipos dijo un sujeto calvo y musculoso

que Armando supuso perteneca al equipo de cazadores del pap de Gloria. Contamoscon veinticuatro hombres y mujeres, entre exploradores y cazadores. Creo que tres gruposde ocho serviran para defender el permetro en caso de ataque e ir en busca del profesorese.

Estoy de acuerdo en lo que propones, Sebastin dijo el pap de Gloria. Loque nos falta es ponernos de acuerdo en cmo se van a conformar los equipos. Para ir enbusca del profesor Chilinsky bastaran dos exploradores y cinco cazadores.

Pero los equipos seran de ocho personas, segn entend dijo Gloria.

Es que en ese equipo los siete estaramos protegiendo a Armando le replic supadre. Recuerda, Gloria, que Armando es el contacto con el profesor Chilinsky. Si lcayera no sabramos cmo localizarlo. Y an cuando Armando nos lo dijera, no sabramosqu hacer.

Armando se cuid mucho de decir que l tampoco saba que hara cuando se encon-trara con el profesor Chilinsky. Pero todas aquellas personas se estaban portando tan biencon l, que decirlo hubiera sido una bajeza. Adems, quiz Rolando Mota ya hubiera esta-blecido antes de su muerte contacto con el profesor Chilinsky y ste supiera quin era l.

Durante los siguientes veinte minutos estuvieron confeccionando los equipos en elconsejo de los cazadores. Cuando terminaron, escribieron los nombres de los ocho integran-tes de los tres equipos y todos estuvieron de acuerdo. Todos, menos Gloria.

Ah, no! exclam, furiosa A m no me van a dejar aqu, en el equipo de vigi-lantes del refugio.

Usted se queda aqu, seorita! replic su padre, echando chispas. Es dema-siado peligroso que nos acompaes al encuentro con el profesor Chilinsky.

Peligroso?! grit Gloria, levantando su machete. A cuntos zombis crees

que mat la otra noche, pap? Ocho zombis, tu hija mat ocho zombis ella sola! Gloria, baja inmediatamente ese machete! grit su padre. No me importa si

mataste a ocho, diez o a mil zombis. Es muy peligroso y yo quiero que te quedes.

Tu pap tiene razn, Gloria intervino Armando. Sera mejor que te quedarasaqu, defendiendo a los que no pueden hacerlo, recuerdas?


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Si la mirada de Gloria fuera combustible, Armando habra quedado reducido a ceni-zas en ese momento.

Durante unos instantes, que a Armando le parecieron siglos, Gloria lo mir como sino alcanzara a comprender sus palabras. Como si no supiera si haban sido pronunciadas

por un amigo que buscaba su bien o por un machista que consideraba, como su padre, quelas mujeres no estaban capacitadas para cazar zombis.

Gloria se levant de su asiento y abandon la habitacin. Armando estuvo a puntode levantarse, pero la mam de Gloria le indic con un gesto que se quedara sentado y dijo,sin dirigirse a nadie en particular: Voy con Gloria. Hablar con ella y la convencer. Us-tedes sigan con los planes . La mam de Gloria abandon la habitacin.

Armando se sinti fatal. Apenas si escuch cmo todos se repartan los roles y de-cidan la mejor manera de llegar hasta el profesor Chilinsky. Pero una cosa estaba clara: siGloria se quedaba en el refugio, l se sentira aliviado.

La prefera enojada, que devorada por un zombi.


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9.- El profesor chiflado.

El profesor Chilinsky le dio un trago a su caf y solt una maldicin polaca. No en-tenda cmo una persona capaz de realizar una separacin inica del ADN mitocondrial noera capaz de prepararse un caf decente.

Sin embargo, no por ello se deshizo de su caf: aos de penurias le haban enseadoque nunca se debe desperdiciar. Adems, haba tomado nota de las cantidades exactas de

caf, azcar y leche que haba utilizado. Quiz si la prxima vez usaba unos cuantos gra-mos menos de azcar o agregaba dos mililitros adicionales de leche La mente cientficadel profesor nunca descansaba.

Tal vez por eso se senta tan cansado. Aquella maana le haba pedido a su adoradahija Isabela que procurara que nadie le molestara durante el da. Todava tena que ultimarlos detalles de su preparado definitivo.

El profesor Chilinsky y su hija vivan de manera provisional en una modesta vivien-da que perteneca a uno de sus discpulos ms brillantes, un joven genetista llamado ElanoPrieto. (El profesor pensaba que cualquiera con ese nombre estaba destinado a seguir unacarrera de investigador tan demandante como la gentica molecular). Aunque la casa no erade su total gusto, ya que la consideraba pequea, el profesor haba podido trasladar su labo-ratorio a la casa, que tena un amplio stano, lo cual no era algo nada comn en Mxico,donde el clima clido haca innecesarios los stanos.

Otra ventaja de la casa de Elano era que pasaba desapercibida, ya que estaba en elfondo de una privada, por lo cual slo los pocos habitantes de la privada estacionaban ahsus coches. Y el pasar desapercibido se haba convertido en una cuestin de suma impor-tancia para el profesor Chilinsky: haba recibido amenazas de muerte.

En un principio no les haba dado importancia a dichas amenazas, porque simple-mente no acababa de entender el por qu alguien querra matar a un genetista molecular,cuyo nico activo real se encontraba dentro de su cabeza.

Pero un buen da de junio, al encontrar una lengua de res dentro de su buzn em-pez a tomar en serio lo de las amenazas. Su hija le haba dicho que no se preocupara, quela lengua de res haba sido dejada por error por un Ciudadano que estaba cercano al fin del


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proceso de zombificacin. Pero el profesor Chilinsky desoy a su hija y, aduciendo a suseguridad y la suya propia, decidi aceptar la oferta de Elano Prieto, que ya se mostrabapreocupado cuando el profesor Chilinsky empez a recibir amenazas y que les ofreca unacasa que poda resultar segura.

La precipitada y furtiva mudanza le haba trado amargos recuerdos al profesor Chi-linsky. Le record la poca en la que tuvo que huir de Polonia y pedir asilo poltico enMxico, ms de cuarenta aos atrs, cuando slo era una joven promesa cientfica de tanslo veintids aos.

El problema que enfrent el profesor Chilinsky en su natal Cracovia fue que la in-fluencia rusa del Lysenkosmo en el campo de la gentica haba corrompido los estudiosgenticos en Polonia y eso afect el desarrollo profesional de un joven genio como Chilins-ky.

Aquellos que se confesaban ignorantes de lo que significaba el Lysenkosmo, el pro-fesor Chilinsky no tena problema de explicrselos. Representaba para l una suerte deexorcismo. Para quitarle un poco de importancia al asunto, admita que haba tomado algu-nos datos directamente de Wikipedia.

El Lysenkosmo explicaba el profesor Chilinsky a su auditorio, sintiendo unaespecie de amargor en la boca al pronunciar el trmino fue una campaa contra la gen-tica desarrollada en la Unin Sovitica desde mediados de los aos 30 hasta mediados delos aos 60 de siglo pasado. Su principal exponente fue el malnacido de Trofim DenisovichLysenko. Este afirm haber hecho descubrimientos agrcolas que podran mejorar el rendi-miento de las cosechas, basando sus teoras en la nocin falsa de "herencia de caracteresadquiridos" propuesta por Jean-Baptiste Lamarck, que segn afirmaba, era la capacidad delos organismos de trasladar a la herencia los caracteres adquiridos en vida

Esto era una reverenda tontera prosegua el profesor, que se iba acalorandoconforme avanzaba en su explicacin , pero que recibi el visto bueno de Stalin (aqu elprofesor sola escupir al suelo) por as convenirle, ya que Lysenko ayud a motivar a loscampesinos, que haban perdido toda motivacin a causa de la colectivizacin forzada, alhacerlos partcipes de supuestos descubrimientos que revolucionaran para siempre el cam-po ruso. Imagnense, con slo 29 aos de edad, mientras trabajaba en una estacin experi-mental en Azerbaiyn, Lysenko fue acreditado por el diario soviticoPravda de haber des-cubierto un mtodo para abonar la tierra sin utilizar fertilizantes o minerales y de haberdemostrado que una cosecha invernal de guisantes poda crecer en Azerbaiyn! Paparru-chas! Nunca se dio ni tal cosecha ni ninguna. Todo fue un enorme engao que lo nico quedemostr es lo que puede pasar cuando la ciencia se somete abiertamente a la poltica. Algo


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similar a lo que ha pasado con lo del Cambio Climtico, que algunas veces parece un ejem-plo ms de Lysenkosmo.

Al profesor Chilinsky le importaba tanto el tema porque sus profesores en la Uni-versidad de Cracovia no tenan ms remedio que someterse a las directrices gubernamenta-

les que estaban fuertemente influenciadas por Rusia y esto afectaba la adquisicin de cono-cimientos genticos que no fueran basura pseudo cientfica.

Para su fortuna, un compaero suyo de estudios, cuyo padre tena un alto cargo en elPartido Comunista Polaco y por lo tanto gozaba de privilegios especiales, le haca llegarlibros y ensayos con lo ltimo de la gentica occidental, material que Chilinsky devorabacon avidez, llegando a alcanzar unos conocimientos fundamentales de gentica que le per-mitieron sortear el obstculo.

Tuvo otro golpe de suerte al lograr que fuera admitido como asistente cientfico dela delegacin de deportistas polacos que asistiran a las olimpiadas que se realizaran enMxico en el ao de 1968.

Los padres de Chilinsky, una pareja de avejentados profesores de instituto, alentarona su hijo nico a abandonarlos y buscar un mejor futuro en el extranjero. Para Chilinsky fueuna decisin muy dura de tomar, pero al fin lleg a la conclusin que sus padres tenanrazn. En Polonia no podra llegar nunca a nada, al menos mientras estuviera sometida alyugo comunista.

As que Chilinsky parti con la delegacin polaca a las olimpiadas. A la segundasemana de estar en tierras mexicanas, Chilinsky aprovech una distraccin de los guardia-nes y abandon la villa olmpica, llevando consigo slo la ropa que traa puesta y una pe-quea maleta con libros, un radio de transistores y un poco de dinero en dlares que habaconseguido ahorrar comprndolo con grandes esfuerzos en el mercado negro.

Chilinsky se mantuvo oculto durante el resto de la olimpiada. Luego entr en con-tacto con disidentes polacos y solicit asilo poltico en Mxico. En vista de los recienteshechos de la matanza de estudiantes, a Chilinsky no le fue difcil obtener el asilo solicitado.El sentimiento anti-comunista era muy fuerte en el pas.

Tiempo despus, cuando Chilinsky se hubo instalado y obtenido un puesto de do-

cente en el Tecnolgico de Monterrey (a Chilinsky le haba sido imposible ser admitido enla Universidad Autnoma de Mxico por haber huido de Polonia) se enter con gran alivioque sus padres no haban sufrido represalias de importancia por haber tenido un hijo traidora la patria. Al parecer, un genetista joven no le importaba gran cosa al Partido ComunistaPolaco.


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As que Chilinsky estuvo las prximas dos dcadas viviendo en Monterrey, dondecontrajo matrimonio con una bella joven en 1980. Al ao siguiente nacera la que sera sunica hija, Isabela.

Como era un joven brillante y un magnfico profesor, Chilinsky pronto entr en

contacto con los principales centros de investigacin gentica de los Estados Unidos. En1985 encontr una plaza de intercambio en el Instituto Tecnolgico de Massachusetts, don-de tuvo acceso a lo ms avanzado del campo de la ingeniera gentica.

No fue sino hasta 2001, luego del ataque terrorista del once de septiembre, que Chi-linsky regres a Mxico slo con Isabela. Su esposa haba fallecido trgicamente en unaccidente automovilstico a las dos semanas del ataque terrorista. Tena slo treinta y cincoaos.

El hecho afect profundamente a Chilinsky. Ahora tena conocimientos y prestigio,pero haba perdido a su mujer. Fue Isabela, que a sus veinte aos era una chica hermosa ymuy inteligente, la que convenci a su padre de buscar de nuevo una oportunidad en laUNAM. Las cosas haban cambiado mucho desde entonces y era posible que fuera admiti-do.

Pero el profesor Chilinsky no quera tener nada que ver con una universidad que deautnoma no tena ms que el nombre. Esa institucin estaba infectada de Lysenkosmo:mantena mucha sumisin ante el poder poltico.

As que Chilinsky prefiri trabajar con una firma independiente de origen canadien-se que se dedicaba al desarrollo de la gentica molecular, enfocada al ramo mdico.

El sueldo era magnfico para un cientfico como Chilinsky, a quien los bienes mate-riales le interesaban poco. Adems, la compaa tena como poltica alentar a sus emplea-dos a que tuvieran la mente abierta, por lo cual les suministraba algunos recursos tecnolgi-cos y una buena prima en dinero para que dedicaran su tiempo libre a algn estudio en par-ticular que les interesara (por supuesto, la compaa canadiense no actuaba de esa manerapor razones altruistas: al otorgar tal libertad a sus empleados, se aseguraba su lealtad, suproductividad y, en caso de que alguno de sus empleados descubriera algo valioso en sutiempo libre, tena prioridad sobre la patente que se deriv ara del descubrimiento).

El profesor Chilinsky estuvo encantado con la prerrogativa y as se dedic en sutiempo l i bre al estudio de los zombis.

Por supuesto, el profesor saba que los zombis eran criaturas fantsticas, que habanllegado a la imaginacin popular por medio del cine de Hollywood. Pero la simple idea delos muertos vivientes, que tanto pareca contravenir con los estudios genticos que habandado un sentido a su vida, era suficiente para sentir una fascinacin con el tema.


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Adems, existan otros investigadores que tambin ocupaban su tiempo libre en es-tudiar a los zombis. Un amigo suyo, el profesor Steven C. Schlozman, a quien haba cono-cido cuando ste dio una conferencia en la Universidad de Harvard, donde enseaba, habapublicado un artculo en el que enumeraba las afecciones que sufriran los zombis en casode existir.

En ese artculo, que poda encontrarse en Internet, el doctor Schlozman afirmabaque el foco de infeccin, ya fuera un virus, una bacteria o radioactividad, ocasionara el quellam Sndrome Atxico Neurodegenerativo de Deficiencia de la Saciedad (ANSD por sussiglas en ingls).

Los efectos del ANSD pueden resumirse de la siguiente manera: el foco de infec-cin, suponga

Retorno 2012 o Cómo sobrevivir a una invasión de zombis

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