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Resúmenes de las asignaturas que ofrecerá la Escuela de Filosofía el segundo semestre académico de 2018 Seminarios Se ofrecerán 9 seminarios distribuidos en las tres franjas horarias establecidas por el Consejo de Escuela. Habrá dos seminarios de Medieval, el de la franja horaria de la mañana estará dedicado a san Agustín y el de la tarde, a santo Tomás. Habrá dos seminarios sobre Aristóteles, uno se ofrecerá en la franja horaria de la mañana y el otro, en la de tarde. Lunes y miércoles, franja horaria de 7 a 10 de la mañana 1. Seminario de filosofía contemporánea Sartre. Código: 24493 Como filosofía de la acción humana y pensamiento críticodisidente fundado en la libertad de elección, el existencialismo del filósofo político, novelista y dramaturgo o prosador-filósofo francés de origen judeosefardí Jean-Paul Sartre, 1905-1980, puede describirse de manera en apariencia paradójica siguiendo en ello a su autor en el ensayo de 1946 El existencialismo es un humanismocomo un ateísmo no ateo, una filosofía de la subjetividad aunque no del sujeto y un pensamiento humanista de carácter antitransformista y contrapuesto por lo tanto a la idea de que pueda existir una naturaleza humana en el hombre. Como ateísmo no ateo, declara que si Dios existiera no podría interferir en los asuntos humanos ni librar al hombre de la responsabilidad de sus propias elecciones, puesto que él es esencialmente libertad, es decir, que solo puede ser lo que se elige ser, o lo que hace de sí mismo en su proyecto de ser, lo que lo sustrae de entrada a toda forma de determinismo; razón por la que no hay naturaleza humana, puesto que no hay un Dios para concebirla, y que nadie puede decir qué es el hombre, definirlo, ni menos todavía ponerle fines. “De modo que si Dios no existe, hay al menos un ser en el que la existencia precede la esencia, un ser que existe antes de poder ser definido por ningún concepto y que este ser es el hombre, o como dice Heidegger, la realidad humana”; y que no se propone, por tanto negar la existencia de Dios ni suprimirlo como pretenden estos últimos y con el menor esfuerzo posible, sino tan solo suprimir Dios el padre (cf. Sartre, 1946: 9-10, 21-22, 34). Y más adelante agrega: «El existencialismo no es más que un esfuerzo por sacar todas las

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Resúmenes de las asignaturas que ofrecerá la Escuela de Filosofía el

segundo semestre académico de 2018

Seminarios

Se ofrecerán 9 seminarios distribuidos en las tres franjas horarias establecidas por

el Consejo de Escuela. Habrá dos seminarios de Medieval, el de la franja horaria

de la mañana estará dedicado a san Agustín y el de la tarde, a santo Tomás.

Habrá dos seminarios sobre Aristóteles, uno se ofrecerá en la franja horaria de la

mañana y el otro, en la de tarde.

Lunes y miércoles, franja horaria de 7 a 10 de la mañana

1. Seminario de filosofía contemporánea Sartre. Código: 24493

Como filosofía de la acción humana y pensamiento críticodisidente fundado

en la libertad de elección, el existencialismo del filósofo político, novelista y

dramaturgo o prosador-filósofo francés de origen judeosefardí Jean-Paul

Sartre, 1905-1980, puede describirse de manera en apariencia paradójica –

siguiendo en ello a su autor en el ensayo de 1946 El existencialismo es un

humanismo– como un ateísmo no ateo, una filosofía de la subjetividad

aunque no del sujeto y un pensamiento humanista de carácter

antitransformista y contrapuesto por lo tanto a la idea de que pueda existir

una naturaleza humana en el hombre. Como ateísmo no ateo, declara que si

Dios existiera no podría interferir en los asuntos humanos ni librar al hombre

de la responsabilidad de sus propias elecciones, puesto que él es

esencialmente libertad, es decir, que solo puede ser lo que se elige ser, o lo

que hace de sí mismo en su proyecto de ser, lo que lo sustrae de entrada a

toda forma de determinismo; razón por la que no hay naturaleza humana,

puesto que no hay un Dios para concebirla, y que nadie puede decir qué es

el hombre, definirlo, ni menos todavía ponerle fines. “De modo que si Dios no

existe, hay al menos un ser en el que la existencia precede la esencia, un ser

que existe antes de poder ser definido por ningún concepto y que este ser es

el hombre, o como dice Heidegger, la realidad humana”; y que no se

propone, por tanto negar la existencia de Dios ni suprimirlo como pretenden

estos últimos y con el menor esfuerzo posible, sino tan solo suprimir Dios el

padre (cf. Sartre, 1946: 9-10, 21-22, 34). Y más adelante agrega: «El

existencialismo no es más que un esfuerzo por sacar todas las

consecuencias de una posición atea coherente. No busca de ninguna

manera hundir al hombre en la desesperación. Pero si se llama, como los

cristianos, desesperación a toda actitud de incredulidad, parte de la

desesperación original. El existencialismo no es de este modo un ateísmo en

el sentido de que se extenuaría en demostrar que Dios no existe. Más bien

declara: aunque Dios existiera, esto no cambiaría (…); es necesario que el

hombre se encuentre a sí mismo y se convenza de que nada puede salvarlo

de sí mismo, así sea una prueba válida de la existencia de Dios. En este

sentido, el existencialismo es un optimismo, una doctrina de acción, y sólo

por mala fe, confundiendo su propia desesperación con la nuestra, es como

los cristianos pueden llamarnos desesperados» (ibíd., pp. 94-95).

De ahí que en el precitado ensayo se propone Sartre “desvulgarizar” el

existencialismo que los “ávidos de escándalo” han convertido en su propio

credo hasta el punto de privarlo de toda significación y sustancia; los

antiexistencialistas en quietismo de la desesperanza, como es el caso de los

comunistas; en una filosofía sórdida y que desconoce el lado luminoso,

despreocupado y risueño de la “naturaleza humana”, como así lo proclaman,

por su parte los visionarios del sociobiologismo determinista; o, cuando no,

en un pesimismo ateo de carácter misantrópico, como aducen tanto los

moralistas cristianos que lo tildan además de “nihilismo demoníaco”, como un

cierto tipo de moralistas laicos (extrapolando para ello la celebérrima

afirmación sartreana de que “el infierno son los otros” que el filósofo asume

en el sentido de que es el otro quien nos descentra de nuestro propio mundo,

razón por la que, si viviéramos en la isla de Robinson Crusoe o pudiéramos

realmente confinarnos en el autoencierro, el mundo sería un paraíso de

ángeles y ritmadas o ritualizadas polifonías celestiales. Y es aquí que la

descripción que hace Sartre de su filosofía como humanismo existencialista,

cobra a mi juicio su más plena significación:

«La palabra humanismo tiene dos sentidos muy diferentes. Por humanismo

puede entenderse una teoría que toma al hombre como fin y valor superior…

Eso supondría que podríamos dar un valor al hombre a partir de los actos

más elevados de ciertos hombres. Este humanismo es absurdo, puesto que

solo el perro o el caballo podrían dar un juicio de conjunto sobre el hombre y

declarar que el hombre es superior, lo que, al menos por lo que conozco,

evitarían hacer. Pero no puede admitirse que un hombre pueda dar un juicio

sobre el hombre. El existencialismo lo dispensa de todo juicio de ese género:

el existencialista no tomará nunca al hombre como un fin, pues él está

siempre a hacer. Y no debemos creer que haya una humanidad a la que

podamos rendirle un culto, a la manera de Auguste Comte. El culto de la

humanidad conduce al humanismo encerrado en sí mismo de Comte; y,

como es necesario decirlo, al fascismo. Ese es un humanismo del que nada

queremos.

Pero hay otro sentido del humanismo, que en el fondo significa lo siguiente:

el hombre está constantemente por fuera de sí mismo; es proyectándose y

perdiéndose por fuera de sí mismo que él hace existir el hombre; y, además,

es persiguiendo fines trascendentes que él puede existir… No hay otro

universo que un universo humano, el universo de la subjetividad humana…;

esto es lo que llamamos el humanismo existencialista. Humanismo, porque le

recordamos al hombre que no hay otro legislador que él mismo; y que es en

el desamparo que decidirá de sí mismo…, que el hombre se realizará

precisamente como humano» (ibíd., pp. 90-94).

Así, entonces, como humanismo crítico, el existencialismo sartreano es una

ontología de la realidad-libertad humana como proyecto de ser o del hacerse

ser y realizarse en lo humano; una teoría antinaturalista del conocimiento

fundada en la crítica del carácter supuestamente representativo de la ‘imagen

mental’ y de la ‘neutralidad’ del símbolo como determinismo vertical y

totalidad totalizada o uniformizadora; una metafísica del ser en el mundo y

una poliética de la responsabilidad humana como libertad de acción y acción

de la libertad sobre los acontecimientos y las cosas (la realidad humana es

acción, precisamente porque el hombre está condenado a ser libre, y una vez

arrojado en el mundo es responsable de lo que hace y, a semblanza de

Atlas, carga el peso entero o la responsabilidad del mundo sobre sus

hombros); o del existencialismo en tanto y en cuanto pensamiento crítico-

disidente o emancipador y psicoanálisis existencial o ética de los proyectos

humanos; o, si se prefiere, como reflexión purificante o elección consciente,

por contraposición a la reflexión cómplice como estrategia deliberada; y, así,

al “espíritu de seriedad que es propio de la reflexión impura como “idea fija”,

o del conocimiento autofágico, apropiador o autoposesivo de las ideologías

de la bajeza humana y los antivalores del pensamiento estratégico o

estomacal”. Razón por la que, como el mismo Sartre habría de señalarlo

muchas veces, el existencialismo no podría ser entendido en su verdadera

significación y dimensión críticohumanista, haciendo abstracción de las

circunstancias historicopolíticas que le dieron origen: es decir, de un lado, la

situación de decadencia de una época que habría de conducir al surgimiento

del “nuevo sionismo”, el fascismo y los totalitarismos nacionalsocialista y

bolchevique (y unas cuantas décadas después al régimen totalitario

maoísta); a la ocupación de Francia por los nazis en julio de 1940 (con la

implantación del gobierno colaboracionista de Vichy al mando del tristemente

célebre mariscal Pétain, época durante la que el filósofo, novelista y

dramaturgo francés escribió la que sería su principal obra filosófica de

referencia El ser y la nada. Ensayo de ontología fenomenológica, 1943) y el

estallido de la Segunda Guerra Mundial; y del otro, al margen del

reconocimiento de la gradual y ostensible corrupción y decadencia de la

filosofía contemporánea y de sus lenguajes.

Y todo ello como resultado de la exacerbación de la ideología economicista y

productivista del progreso impulsada en Gran Bretaña y Estados Unidos por

el capitalismo industrial decimonónico, con la que habría asimismo de

marcarse históricamente el comienzo de la segunda Revolución industrial (de

la primera de las cuales Inglaterra había sido el epicentro, exactamente un

siglo después del episodio de la toma de la Bastilla que desencadenó el

acontecimiento histórico de la Revolución Francesa). La cual estaría

marcada, sobre todo por la exacerbación de los movimientos expansionistas

y la rivalidad entre las grandes economías industriales con la división entre

“las dos Europas” tras el declive de la Gran Bretaña como primera potencia

mundial y de la decadencia y disolución del Reino-imperio austroprusiano del

emperador Francisco José y de la Europa bismarckiana que en el plano

políticocultural habría de conducir a la crisis intelectual del mundo burgués; y

como previsible consecuencia de las alianzas estratégicas de coyuntura y

pactos de colusión establecidos entre los gobiernos de las potencias

europeas y los grandes capitales privados del mercado internacional de las

finanzas, a la proliferación de los nacionalismos identitarios

internacionalistas, estatales y periféricos como mecanismo político de

división interna entre las culturas, pero también como estrategia justificativa

de las cruentas políticas neocoloniales imperialistas, y la escalada de la

política belicista en la lucha por la supremacía de los países más

industrializados del planeta y la creciente injerencia de Estados Unidos en la

política europea, así como la supuesta necesidad de impulsar una doctrina

del “cambio social” acorde con los “nuevos tiempos de modernización

industrial” y la exigencia de construcción del “nuevo hombre” que le sería

concomitante (lo que, desde 1913, con la creación de las “Fundaciones

filantrópicas” por parte de las dinastías financieras de Wall Street, marcaría el

comienzo de la injerencia e intromisión de las corporaciones económicas en

el sector educativo y la política sociocultural de los países menos

“desarrollados”, y el posterior triunfo del fascismo).

Es en ese contexto histórico que se sitúa esencialmente el pensamiento de

Sartre y lo que explica también la influencia de la fenomenología de Husserl

en el desenvolvimiento crítico de su pensamiento. Quien sería, para él uno

de los últimos exponentes de la filosofía auténtica, es decir,

antropometafísica e historiocrítica, a pesar de las objeciones que le hace a la

fenomenología trascendental; pero de cuyo enfoque antinaturalista extrae

asimismo los cimientos ontológicos fundamentales del existencialismo. Esto,

ante todo en lo que concierne a su comprensión del fenómeno como aquello

que se me manifiesta en sus modos de aparición y según el modo en que se

nos aparece, así como a la concepción fenomenológica del acto psíquico en

cuanto vivencia intencional y acto realizado de manera espontánea y con

vistas a un fin, por oposición a la conciencia pasiva de ese mismo acto. O

como la ‘manera’ a través de la cual el Ego se reporta al objeto en sus

particularizaciones multiformes, en su relación intencional con el objeto

(intencionalidad no es para Husserl “la cualidad de la conciencia de ser sobre

algo” –como la entiende, por ejemplo, Schopenhauer en El mundo como

voluntad y representación, y quien a juicio de Sartre cae, por lo demás en un

realismo metafísico sustancialista de sesgo poskantiano– sino el modo

originario en el que la conciencia, en cuanto conciencia encarnada, se

encuentra con el objeto; y que se funda en el principio de que “toda

conciencia es conciencia de algo”, que es también el de la posibilidad de

trascendencia del Ego autorreflexivo, como trascendencia de lo psíquico).

Así, como afirma Sartre en el § 2 del cap. II de El ser y la nada, siguiendo en

ello una visión estrechamente afín a la de Husserl, en lo tocante, en todo

caso, a sus puntos fundamentales:

«Por Psique entendemos el Ego, sus estados, sus cualidades y sus actos. El Ego bajo la doble forma gramatical del Yo y del Me [en francés del Moi, término que no tiene equivalente en castellano y que designa el pronombre personal de la primera persona del singular en su forma tónica; y, en sentido filosófico, a fin de acentuar el hecho de que soy yo quien habla o escribe y que no lo hago por boca ni en el lugar o bajo el dictado de nadie] representa nuestra persona en tanto que unidad psíquica trascendente...[de ahí la celebérrima afirmación de Sartre en contra de las lógicas fascistizantes de los sistemas dialécticos o totalizadores, según la cual “Una cualidad del ser es todo el Ser”]. Es en cuanto Ego que somos sujetos de hecho y de derecho; activos o pasivos, agentes voluntarios, objetos posibles de un juicio de valor o de responsabilidad. Las cualidades del Ego representan el conjunto de las virtualidades, latencias, potencias que constituyen nuestro carácter y nuestros hábitos (en el sentido griego de la έζις) [o de la ‘héxis” aristotélica como adquisición de un talante estable a través del cultivo de nuestros hábitos de reflexión como proairesis o facultad de elección y deliberación y acto de la voluntad; y así, como reactivación de la potencia del pensamiento en cuanto acción del pensamiento sobre las cosas. Y que se condensa de cierto modo en la afirmación del libro IX de la Metafísica en contra de los defensores de las potencias irracionales del infinito y el vacío, que se validan con base en la usurpación del movimiento del ser por el movimiento local o de lo ente; que, a juicio del Estagirita, no pueden ser propiamente acciones, puesto que no tienen carácter teleológico, ni de

existencia actual como cualidad de ser: “Uno sigue viendo <cuando ya ha visto>, y medita <cuando ya ha meditado>, y piensa cuando ya ha pensado, pero no sigue aprendiendo cuando ya ha aprendido, ni sigue sanando cuando ya ha sanado. Uno sigue viviendo bien cuando ya ha vivido bien, y sigue sintiéndose feliz cuando ya ha sido feliz…En efecto, no se va a un sitio cuando ya se ha ido a él…, ni se llega a ser algo cuando ya se ha llegado a ser…Por el contrario, uno mismo ha visto y sigue viendo, piensa y ha pensado. A eso lo llamo yo acto, y a lo otro movimiento” Met. 1048b 10-30]. Es una “cualidad” ser colérico, trabajador, celoso, ambicioso, sensual, etcétera. Pero es necesario reconocer también cualidades de otra suerte, que tienen origen en nuestra propia historia y que llamaremos habitualidades: yo puedo estar envejecido, hastiado, amargado, disminuido en progreso. Puedo aparecerme como “alguien que ha adquirido seguridad como resultado de un logro exitoso”, o por el contrario, como “habiendo adquirido poco a poco gustos y hábitos; una sexualidad enfermiza” (tras una larga enfermedad). Los estados se dan por oposición a las cualidades, que existen “en potencia” como existiendo en acto…La cualidad es, además una disposición de espíritu innata o adquirida <”cualidad” como atributo> que contribuye a cualificar mi persona. El estado, por el contrario, es algo mucho más accidental y contingente: es algo que me sucede... [o bien, que se da “sin mi intervención” y “que no vivo por mi propia cuenta” (como así describe Husserl, en el § 8, del primer volumen de su Fenomenología de la intersubjetividad, la idea de trascendente por oposición al concepto de inmanencia psíquica o de la inmanencia desde el punto de vista del Yo en tanto que yo y vida consciente en el fenómeno, y, en sentido trascendental desde el punto de vista “del Ego puro como centro operante de funciones o subjetividad operante”); o dicho en términos de Sartre, al modo de un mero ente pasivo o privado de voluntad y de conciencia. Véase, por lo demás la afinidad de propósito con la crítica de Nietzsche al animal domesticado por método de asimilación o absorción psíquica, en la cita de La genealogía de la moral que transcribiré un poco más adelante]. Por acto es preciso entender toda actividad sintética de la persona, es decir, toda disposición de los medios orientada a fines no en tanto que el para-sí [la conciencia en sentido ontológico] es sus propias posibilidades, sino en cuanto el acto representa una síntesis psíquica trascendente que él debe vivir [y hacerlo, por consiguiente, por su propia cuenta y riesgo y valiéndose para ello “exclusivamente de sus propias fuerzas psíquicas de resistencia”]» (Sartre, 1943: 201-202).

Ahora bien, si en la base del existencialismo sartreano está sobre todo la

afirmación del primado de la existencia sobre la esencia (en tal caso sería

preciso agregar: sobre la esencia objetiva), podría describírsele, más bien

como un analítica existencial establecida sobre la afirmación del primado de

lo ontológico sobre lo óntico (“el hombre es, en primer término un proyecto

que se vive subjetivamente”) o como el análisis de las estructuras

fundamentales que constituyen, y en las que se constituye, toda realidad

propiamente humana; para decirlo en palabras del filósofo en el cap. primero

de la Tercera parte, § IV de El ser y la nada. Con lo que se trata menos de la

realidad de la cosa, del ser del fenómeno, cuanto del existente mismo como

fenómeno en su objetividad y que sólo deviene al ser por el “para sí” o por la

conciencia en sentido ontológico. De modo que ontología, para Sartre, no es

otra cosa que “la descripción del fenómeno del ser tal como éste se nos

manifiesta, esto es, sin intermediario”: el ser es ser a desvelar y no ser

desvelado. De ahí, por consiguiente el que el ser humano no pueda ser

reducido a una entidad específica, llámese ser psíquico, biológico o

personalidad, y que no puede haber tampoco una naturaleza humana sino

“una universalidad humana de condición” definida en términos de condición

humana (dicha expresión fue acuñada por Rousseau). De ahí, además que el

principio mismo del existencialismo sartriano no sea el yo pienso, sino el yo

existo. El yo es así el fundamento de lo que es, de lo que vive y de lo que

proyecta en el mundo: el yo es libertad o intención nunca realizada de

conquista de una conciencia siempre alienada y dominada por la mala fe

que le hace creer ser lo que no es; el yo es responsabilidad de ser para los

otros en el autodescubrimiento de sí mismo como agente moral y es en ese

sentido que el existencialismo se define en propio como un humanismo

crítico que se expresa por antonomasia en la acción del hombre

históricamente situado, o del hombre en concreto y en la realidad de su

concresión o de su ser en situación.

Y, entonces: ¿Para qué la acción? O bien: ¿en qué sentido el existencialismo

es ante todo, para Sartre, “una filosofía de acción?), es la filósofa

existencialista francesa, y compañera de viaje de Sartre, Simone de Beauvoir

quien la hace en el ensayo del mismo nombre [publicado originalmente en

francés bajo el título de Pirro y Cineas], a modo de esencial interpelación a

quienes se consagran al estudio de la filosofía y lo hacen por vocación y

espíritu de insumisión y autotransgresión. Y como es ella la más autorizada

para responderla, es también a ella a quien me debo dejarle aquí la última

palabra:

«Pero, ¿qué es lo que ha cambiado?”, decía en septiembre de 1940, ese

pequeñoburgués sedentario en medio de sus muebles. “Se comen siempre

los mismos bifes”. Los cambios no existían sino afuera. ¿Qué le importaban a

él? Si yo mismo no fuera sino una cosa, nada en efecto me concerniría; si me

encierro en mí mismo, el otro está también cerrado para mí; la existencia

inerte de las cosas, es separación y soledad. No existe entre el mundo y yo

ninguna relación [sino a lo sumo “meras ‘conexiones’ fácticas inducidas”,

para decirlo en palabras de Sartre]. En tanto que soy en el seno de la

naturaleza un simple dato, nada es mío. Un país no es mío si estoy solo en él

como una planta; lo que se edifica sobre mí, sin mí, no es mío: la piedra que

soporta pasivamente una casa no puede pretender que la casa sea suya. El

extranjero, de Camus, tiene razón en rechazar todos los lazos que se

pretenden imponerle desde afuera: ningún lazo está dado de antemano. Si

un hombre se satisface con una relación totalmente exterior con el objeto

diciendo: “Mi cuadro, mi parque, mis obreros”, porque un contrato le confiere

ciertos derechos sobre esos objetos, es que ha elegido engañarse; quiere

extender su lugar sobre la tierra, dilatar su ser más allá de los límites de su

cuerpo y de su memoria sin correr, no obstante, el riesgo de ningún acto.

Pero el objeto permanece frente él, indiferente, extraño. Las relaciones

sociales orgánicas, económicas, no son sino relaciones externas y no

pueden fundar ninguna posesión verdadera.

[…] El espíritu de seriedad pretende separar el fin del proyecto que lo defina

y reconocerle un valor en sí: cree que los valores están en el mundo, antes

que el hombre, sin él; el hombre no haría sino recogerlos (…). El hombre que

desea, que emprende con lucidez, es sincero en sus deseos; quiere un fin, lo

quiere con exclusión de todo otro, pero no lo quiere para detenerse, para

gozarlo: lo quiere para que sea superado. La noción de fin es ambigua,

puesto que todo fin es, al mismo tiempo, un punto de partida: pero esto no

impide que pueda ser mirado como un fin: es en ese poder donde reside la

libertad del hombre» (De Beauvoir, 1970: 16-17, 31).

Dicho todo lo anterior, la primera obra de Sartre, La trascendencia del ego:

esbozo de una descripción fenomenológica, fue escrita en 1934 durante su

estadía en Berlín en donde se consagró al estudio de la fenomenología

husserliana una vez terminados sus estudios en la Escuela Normal Superior

de París. Entre 1935-1936, escribió sus dos obras La imaginación y Lo

imaginario (publicadas respectivamente en 1936 y 1940) y cuatro años

después el Esbozo de una teoría fenomenológica de las emociones que, de

alguna manera, se constituyeron en trabajo preparatorio de la que sería su

obra filosófica fundamental: El ser y la nada: ensayo de ontología

fenomenológica, publicada, como ya se dijo en 1943.

Muchos de los problemas del existencialismo sartreano evocados en el

marco de la presente presentación del seminario, se encuentran asimismo en

las obras literarias del filósofo: La náusea, 1938; El muro, 1939; la trilogía Los

caminos de la libertad, 1943-1949; en sus obras de crítica político-literaria:

Reflexiones acerca de la cuestión judía, 1946 [estudio crítico sobre los

orígenes de la barbarie antisemita en la Alemania de la sociedad

bienpensante de anteguerras que habría de conducir al horror del

Holocausto, y del fenómeno de los Hitlerjugend o de los esbirros judíos que

colaboraron con los nazis]; Baudelaire, ¿Qué es la literatura?, 1947; San

Genet, comediante y mártir, 1952; El idiota de la familia,1972 [sobre Gustave

Flaubert]. Y en sus piezas de teatro: Las moscas, 1943; A puerta cerrada,

1944; La puta respetuosa, 1946 [en donde denuncia Sartre la opresión

estadounidense contra la población afroamericana y el fenómeno del

racismo]; Las manos sucias, 1948 [agudo y polémico análisis éticopolítico y

psicosocial en torno al problema del compromiso político, las lógicas de

poder de las organizaciones revolucionarias y los mecanismos psicológicos

de autoevasión, autoexculpación y autoinmunidad de los “socialtraidores” de

la burguesía nacionalista que se aliaron con el nazismo durante la época de

la Ocupación alemana; y que tiene como telón de fondo el acontecimiento de

la batida en retirada de las tropas alemanas en vísperas de la derrota de

Hitler por los aliados, y el surgimiento de los “exresistentes” y “anti-alemanes”

de última hora, como fue sobre todo el caso del “anti-hitlerismo” del

Pentágono]; El diablo y el buen Dios, 1951 [sobre Gӧtz von Berlichingen el

sanguinario caballero medieval alemán y hombre de la guerra, inmortalizado

por Goethe en su pieza dramática Gӧtz]; Kean, 1954 [sobre el actor inglés

del siglo XVIII e intérprete de Shakespeare, Edmund Kean]; Nékrassov, 1956

[el periodista y poeta ruso]; Los secuestrados de Altona, 1960 [excelente

obra de denuncia del fenómeno del colaboracionismo con el régimen nazi, la

delación, el oportunismo y la violencia política por omisión, que Sartre sitúa,

no por azar en Altona, la ciudad de pescadores en Alemania en donde tuvo

lugar, en la década de 1750, la condena de un grupo de judíos heréticos

shabetaístas de orientación protosionista], y una adaptación de las Troyanas

de Eurípides, 1965.

El 23 de octubre de 1964, Sartre rechazó el premio Nobel de literatura

motivado por sus convicciones políticas. Su defensa activa de la democracia

y su activismo político se expresa esencialmente en los artículos publicados

por el filósofo en los periódicos La Causa del pueblo y Liberación (de los que

fue director) y en la revista los Tiempos Modernos que fundó en 1938 con el

filósofo de orientación fenomenológica Maurice Merleau-Ponty, con quien

tuvo, no obstante, fuertes discrepancias políticas, que empezaron a

agudizarse desde la publicación, en 1955, de Las aventuras de la dialéctica,

obra de marcada inspiración socialdemócrata-menchevique, en donde este

último había tildado a Lukács y a Sartre de “marxistas ortodoxos”. Su

posición como intelectual de izquierda, al lado de su compañera Simone de

Beauvoir a quien había conocido en 1929, dio un giro inesperado tras el

advenimiento del nazismo y la experiencia desgarradora de la ocupación

alemana; Sartre se transforma de escritor comprometido, en filósofo militante.

En 1960 publica la Crítica de la razón dialéctica, obra de marcado sesgo

antropológico-estructuralista y de la que habría de desdecirse años después;

movido en ello por una desesperada búsqueda de conciliación de su

pesimismo con la acción política de partido, y por la exigencia de repensar el

marxismo desde la perspectiva del existencialismo. El trasfondo éticopolítico

de El ser y la nada es entonces, como cabe recalcarlo de nuevo, la expresión

más palmaria de su agudo rechazo a las ideologías nacionalistas y

revolucionaristas, empezando por la del movimiento sionista, y a todas las

formas de totalitarismo y de negación, exclusión, discriminación y relegación

del otro; su defensa activa de la democracia real y de la filosofía como crítica

de la razón política y pensamiento lúcido o emancipador, y como acto lúcido

de disidencia en contra del combate a lo real de los antifilósofos del

pensamiento heredado y necrofílico.

Obra de base del seminario:

SARTRE, jean-Paul, El ser y la nada. Ensayo de ontología fenomenológica

____. (1943), L’être et le néant. Essai d’ontologie phénoménologique, Paris :

Gallimard, 1943.

Para matricular este Seminario es obligatorio que el estudiante haya matriculado y

aprobado un Seminario de Filosofía Antigua, uno de Filosofía Medieval y uno de

Filosofía Moderna.

2. Seminario electivo: Hume. Código: 28890.

David Hume se ha ganado un sitio en la historia de la filosofía, y no sólo por despertar a Kant de su pesadilla dogmática, sino además por las implicaciones morales y políticas de su obra en la Escocia del siglo XVIII. En este seminario se indagará su postura frente a la teoría del conocimiento (a partir del Tratado de la naturaleza humana), pero se irá más lejos pues se estudiará su relación con el liberalismo inglés y su actitud crítica con la ilustración francesa. De esta manera, no se circunscribirá a dicho autor escocés a su obra metafísica (aunque este término sea problemático adjudicárselo, sin los matices del caso, a Hume), aunque

sin ella no puede entenderse la complejidad de su pensamiento práctico que hoy día está siendo recuperado.

Para matricular este Seminario es obligatorio que el estudiante haya matriculado y

aprobado un Seminario de Filosofía Antigua, uno de Filosofía Medieval, uno de

Filosofía Moderna y uno de Filosofía Contemporánea.

3. Seminario electivo: Wittgenstein. Código: 28891

Pretende ser un seminario avanzado dedicado al estudio del pensamiento del

filósofo vienes Ludwing Wittgenstein (1889-1951). En particular, se abordará la

segunda etapa de su pensamiento, esto es, aquella posterior a la publicación

del Tractatus-logico Philosophicus (1921) y su inesperado regreso a la Universidad

de Cambridge en 1930. Para ello la discusión del seminario se centrará en dos de

sus obras, Investigaciones filosóficas y Sobre la certeza. Si bien sería muy

arriesgado afirmar que dichas obras constituyen una unidad temática o de

contenido cualquier lector atento podrá encontrar numerosas continuidades entre

ambos trabajos. Tanto es así que incluso podríamos arriesgarnos, ahí sí, a afirmar

que Sobre la certeza fue en realidad un intento de Wittgenstein por explorar

algunas de las consecuencias de las tesis presentadas y discutidas en los

diferentes borradores de las Investigaciones. Me refiero específicamente a que los

temas discutidos en Sobre la certeza penetran el núcleo de las cuestiones sobre la

verdad, el significado y la naturaleza de las proposiciones, las cuales preocuparon

a Wittgenstein a lo largo de toda su carrera como filósofo. En particular, en dicha

obra Wittgenstein desarrollará la tesis central de las Investigaciones de que las

proposiciones o, en general, el lenguaje carecería de esencia.

Para matricular este Seminario es obligatorio que el estudiante haya matriculado y

aprobado un Seminario de Filosofía Antigua, uno de Filosofía Medieval, uno de

Filosofía Moderna y uno de Filosofía Contemporánea.

Lunes y miércoles, franja horaria de 10 a 1 de la tarde

1. Seminario Kant. Código: 28148

Este seminario se concentrará en estudiar el problema del juicio en la filosofía de

Kant. Para este el conocimiento siempre se presenta en forma de juicio, al punto

que el primer ejercicio crítico consiste en determinar la posibilidad de los juicios

sintéticos a priori. Por ello, antes de abordar directamente la crítica del juicio es

preciso revisar la Crítica de la Razón Pura, obra en la cual se plantea este

problema fundamental. Una vez estudiadas las bases del problema en la primera

crítica se dará inicio al estudio de la tercera crítica.

Para matricular este Seminario es obligatorio que el estudiante haya matriculado y

aprobado un Seminario de Filosofía Antigua y uno de Filosofía Medieval.

2. Seminario de Filosofía Medieval. Código: 20821. San Agustín

La filosofía medieval es, de la mano con la filosofía griega, una de las bases fundamentales del pensamiento occidental. Ahora bien, ha existido un fuerte debate sobre si hubo o no algo que pueda ser categorizado como “filosofía” medieval. ¿Será acaso que solo hubo “pensamiento” medieval? Sea filosofía o pensamiento, lo que sí puede afirmarse es que cuenta con un fuerte componente teológico, el cual, por sus raíces helenísticas, va más allá de ser meros dogmas de fe.

En este curso, si bien será necesario recurrir a pensadores y conceptos teológicos, se hará un mayor énfasis en los conceptos y en las tradiciones más filosóficas, con miras a que el estudiante de filosofía pueda comprehender de mejor manera los debates que se tejen en su campo, reconociendo de entrada que, en aquella época, teología y filosofía no tenían fronteras claras entre sí. Es preciso aclarar que, al enfocarse este seminario en la Patrística también se hará necesario realizar un recorrido sobre la historia del cristianismo altomedieval y en el helenismo mediterráneo, pues no puede comprender la obra de los Padres de la Iglesia sin conocer sus contextos socio-políticos.

La metodología evaluativa está centrada en varias exposiciones y protocolos por parte de los estudiantes, dos exámenes parciales, un examen final y un ensayo escrito. Igualmente, aparte de las lecturas de rigor, se propone seguir el hilo de la clase viendo un par de películas que pongan su acento en la problemática filosófica de dicho período o el contexto socio-político vivido. Para matricular este Seminario es obligatorio que el estudiante haya matriculado y

aprobado un Seminario de Filosofía Antigua.

3. Seminario Aristóteles. Código: 20812

El seminario pretende abordar el pensamiento del Estagirita a partir de un

concepto clave en su filosofía, como lo es el movimiento. Por ello, en un primer

momento se trabajará la Física, para luego continuar con la Metafísica. La

intención del seminario, entonces, no consiste en abordar todas las diferentes

áreas del pensamiento aristotélico, ya que, dada su vastedad, es difícil abordarlo

en un seminario. Más sí se trata de introducir al estudiante al pensamiento de

Aristóteles y familiarizarlo con su lenguaje y conceptos claves.

Lunes y miércoles, franja horaria de 4 a 7 de la noche

1. Seminario Platón. Código: 25946

El presente Seminario de Filosofía antigua tiene como objetivo implicar al

estudiante en el abordaje de las temáticas más relevantes del pensamiento del

fundador de la filosofía en Occidente. Muchos pensamientos contemporáneos

señalan a Platón como el precursor de la Metafísica, para bien y para mal: «Platón

es la filosofía y la filosofía es Platón. Es a un mismo tiempo la gloria y la

vergüenza de la humanidad»1. Las máximas de Platón contienen la cultura de las

naciones, son la piedra angular de las escuelas, el manantial de las literaturas.

Hay en ellas lógica, aritmética, gusto, simetría, poesía, lenguaje, retórica,

ontología, moral y sabiduría práctica. Platón Enseña la actitud dialógica, abierta a

la búsqueda del conocimiento a través de preguntas y la investigación rigurosa y

profunda de la realidad y de las esencias o ideas.

La justificación del seminario obedece a la premisa que de fondo abandera

nuestro proyecto: El germen o la esencia del mundo occidental están en el espíritu

filosófico de Platón. Si la esencia es el progreso y este consiste en ir desde la

fuerza ciega hacia la exactitud, la destreza y la verdad, fue Platón quien trabajó en

este edificio teórico-práctico divulgado magistralmente en sus diálogos hace más

de veinte y cinco siglos. Afirmar que la metafísica deviene en técnica es sostener

que los paradigmas tecnológicos acompañados de las estructuras económicas y

de los dispositivos políticos de dominio planetario han sido diseñados a partir de la

‘idea matriz’ de la ‘huida hacia adelante’, del ‘escape al otro mundo’ y del ex-

céntrico anthropos de cuño platónico que vio en el conocimiento el camino de la

1 Emerson R.W., 1978. Hombres representativos: II “Platón, o el filósofo”. 1978. México. Editorial

Cumbre, S.A. (Grolier International). Traducciones y estudio preliminar por Jorge Luis Borges. Págs.

249-279.

liberación (salvación) y del poder. Para Platón es evidente que la mente humana

se interesa por la conformación del mundo, en su caso particular, con el propósito

o finalidad de vivenciar la justicia y la armonía posiblemente existentes en la

realidad política.

Referencias primarias de la obra de Platón

Adam J., Plato: Edición bilingüe. Perseus Digital Library. Gregory R. Crane,

Editor-in-Chief. Boston, Tufts University. En: http://www.perseus.tufts.edu.

Ioannes Burnet, 1941. Platonis Opera. Todos los Tomos; todas las Tetralogías de

Scriptorum classicorum Bibliotheca Oxoniensis.

Para la versión castellana consultar

BIBLIOTECA CLÁSICA GREDOS 37-117 1981-2002

2. Seminario Aristóteles. Código: 20812

El seminario pretende abordar el pensamiento del Estagirita a partir de un

concepto clave en su filosofía, como lo es el movimiento. Por ello, en un primer

momento se trabajará la Física, para luego continuar con la Metafísica. La

intención del seminario, entonces, no consiste en abordar todas las diferentes

áreas del pensamiento aristotélico, ya que, dada su vastedad, es difícil abordarlo

en un seminario. Más sí se trata de introducir al estudiante al pensamiento de

Aristóteles y familiarizarlo con su lenguaje y conceptos claves.

3. Seminario Filosofía Medieval. Código: 20821. Santo Tomás

La “edad media” es más que un momento histórico en el que se señala a la

escolástica como un despliegue de simple ejercicio paralogístico, acumulación de

vacuos verbalismos o el desarrollo de simples aforismos dialécticos y teológicos.

La edad media es más que la transición entre dos momentos históricos, tiene valor

por sí misma al propiciar la labor de autores como Abelardo, Anselmo, Tomás y

Ockam, entre otros.

La filosofía de Santo Tomás es una importante fuente de información que le da

sentido a la labor y las reflexiones de muchos de los filósofos modernos y

contemporáneos, que queriéndolo o no, aluden a sus problemáticas para

revalidarlas o impugnarlas. Santo Tomás también nos permite superar las

tendencias reduccionistas que afirman que la filosofía producida en la edad media

es el desarrollo homogéneo de problemáticas univocas y carentes de matices. Por

el contrario, en el pensamiento medieval especialmente con las teorías de Santo

Tomás se puede observar la diversidad, las contradicciones y el pluralismo

ideológico motivados por el encuentro de culturas y concepciones religiosas tan

diversas como la cultura judía y la helenista donde el cristianismo y el deseo de la

iglesia por mantener el dominio espiritual se constituyen en el esquema de unidad

que encausa la complejidad de las discusiones filosóficas.

PROPÓSITO DE LA UNIDAD DE APRENDIZAJE

Guiar a los alumnos en la apropiación de los conceptos fundamentales de

la teoría filosófica y política de Santo Tomás

Profundizar en las tesis que desarrolla Santo Tomás en lo referente a la

verdad, el conocimiento, y señalar su importancia para la filosofía.

Bibliografía Básica

SANTO TOMÁS DE AQUINO. Suma de Teología. Biblioteca de Autores Cristianos, Madrid, 1994 SANTO TOMÁS DE AQUINO. De la monarquía. Madrid: Altaya, 1997 ANSELMO. Proslogion, Monologion, De veritate. Buenos Aires: Orbis, 1984

GIOVANNI REALE y DARIO ANTISERI. Historia del Pensamiento Filosófico y

Científico. Barcelona: Herder, 1988

O’CONN0R, D.J. Historia crítica de la filosofía occidental. Tomo II: La filosofía de

en la Edad Media y los orígenes del pensamiento moderno. Barcelona: Paidos,

1983.

GILSON, Etienne. La filosofía de la Edad Media, Tomos I y II. Madrid: Gredos,

1958.

Para matricular este Seminario es obligatorio que el estudiante haya matriculado y

aprobado un Seminario de Filosofía Antigua.

Cursos

Para el segundo semestre académico de 2018, la Escuela de Filosofía ofrecerá los

siguientes cursos:

1. Filosofía de la tecnología. Código: 25560 (lunes y miércoles de 2 a 4 de

la tarde)

El curso revisará los problemas actuales de la tecnología: la técnica, la

información, la digitalidad, la virtualidad, el consumo, la globalización, el tiempo

real, etc. a partir de estudios filosóficos propios para cada problemática. La

articulación del curso será la propuesta de Bernard Stiegler quien vuelve a hacer

una lectura de la filosofía desde el problema técnico, como problema del tiempo,

en contraposición a las propuestas de Simondon, Floridi, Feenberg, Mitcham y

Ihde.

2. Spinoza. Código: 20853 (martes y jueves de 10 a 12)

Baruch Spinoza puede encontrarse entre aquellos que elaboraron ideas y teorías

en la así conocida escisión moderna de la filosofía en pura y práctica, por lo que

existe un casi unánime consenso de que la suya es una filosofía que compone un

sistema. Desde uno a otro extremo de los continentes filosóficos, Spinoza escribió

tanto de la sustancia (los atributos y los modos) como sobre cuestiones

específicas de los valores, la sociedad y lo político, no sin tratar problemas

correspondientes a otros segmentos de lo filosófico y lo científico. La Ética

demostrada según el orden geométrico es una obra que está recorrida de principio

a fin y de fin a principio por lo puro y del mismo modo, por lo práctico. Descartes

abre la filosofía moderna creando el concepto Sujeto. Hume, Leibniz y Spinoza

son los filósofos que, partiendo de la reflexión cartesiana hacen frente a

Descartes. Spinoza evita que el concepto de sujeto se coloque en el centro del

pensar y, en su lugar, presenta la inmanencia. Si bien las cinco partes en que se

divide la Ética poseen un eco de la filosofía predecesora medieval (De dios, De la

naturaleza y origen del alma, De la naturaleza y origen de los afectos, De la

esclavitud humana o de las fuerzas de los afectos, De la potencia del

entendimiento o de la libertad humana) cada una de las proposiciones son una

profunda reflexión sobre problemas que desbordan las temáticas tradicionales en

las que se presentan.

Bibliografía principal

Spinoza B., 2005. Ética demostrada según el orden geométrico. Madrid. Trotta.

____________., 1990. Tratado Breve. Madrid. Alianza.

____________., 1988. Tratado de la reforma del entendimiento. Principios de

filosofía de Descartes. Pensamientos metafísicos. Madrid. Alianza

Deleuze G. 1975. Spinoza y el problema de la expresión. Muchnik Editores.

Barcelona

Fernández E., De La Cámara M., 2007. El gobierno de los afectos en Baruj

Spinoza. Madrid. Trotta.

Kaminsky G., 1990. Spinoza: la política de las pasiones. Buenos Aires: Gedisa.

Tatián D., 2009. Una introducción a Spinoza. Buenos Aires. Quadrata

LECTURA EN INGLÉS:

Olli Koistinen. 2009. Spinoza on action. In The Cambridge Companion to

Spinoza's Ethics. Cambridge University Press. Disponible en:

https://philpapers.org/rec/KOISOA

3. Políticas del Conocimiento. Código: 27962 (miércoles y viernes de 2 a

4 de la tarde)

Considerando la importancia de las relaciones entre la ciencia y la sociedad como

marco contextual de producción de conocimientos, resulta una tarea

imprescindible para la filosofía la de realizar una rigurosa reflexión acerca de

cuáles deberían ser los patrones adecuados para la realización de dicha

producción en una sociedad democrática: la formulación de unas “políticas del

conocimiento”. Bajo la concepción de la ciencia como una práctica públicamente

reconocida, la misma se transforma en una compleja institución socioeconómica

de la que depende la estabilidad y el futuro tanto de los seres humanos como del

planeta.

Como consecuencia, se hace necesario explorar las posibilidades de una

epistemología social política y de las relaciones de poder/saber en que se

encuentra inmersa, cuya función no es la de determinar los límites o la naturaleza

del conocer, sino el carácter de la política que debe regir la producción del

conocimiento y, especialmente, bajo qué condiciones materiales debiera

producirse y distribuirse el conocimiento científico.

4. Razones y sentidos del filosofar. Código: 28325 (Martes y jueves de 10

a 12 del día)

Razones y Sentidos del Filosofar es un espacio académico de reflexión crítica que

le permite al estudiante cuestionar el quehacer filosófico en cuatro momentos. El

primero, la filosofía en un contexto cosmopolita, el cual es atravesado por dos

ejes problematizadores; uno, el debate entre la percepción del filósofo y de la

filosofía en la actualidad; y dos, el papel de la filosofía tanto en la democracia

como en la vida cotidiana. El segundo momento piensa la función y los aportes

pertinentes de la filosofía a la universidad, y de la universidad a la filosofía. Esto

en referencia a la formación trasversal en competencias ciudadanas y a la

construcción de sujetos críticos capaces de re-pensar y re-cuestionar su entorno

social. El tercer momento analiza la formación filosófica en el siglo XXI y se

delibera a partir de las nuevas mediaciones pedagógicas constituidas por la era

digital. Y por último, se integra el cuarto momento, donde se crean propuestas que

evidencien la praxis filosófica en la UIS; es decir la participación y la contribución

del programa de filosofía a los distintos programas de la universidad y a las

diversas dependencias de la misma.

Como apoyo, este curso revisa las siguientes obras visuales y escritas: el

documental de la cineasta estadunidense Astral Taylor titulado Examined Life,

donde algunos de los pensadores más influyentes en la actualidad recorren

espacios cotidianos que hacen eco con ellos y sus ideas. Además, algunos

capítulos de la serie española Merli creada por Héctor Lozano y dirigida por

Eduard Cortés, para cavilar la enseñanza de la filosofía y su aporte concreto a la

educación y a la sociedad. Seguido de algunos capítulos de la serie británica

Black Mirror donde la era digital se deja reflexionar desde la la filosofía, y en

cuanto a obra escrita se estudia algunos fragmentos sobre educación y

democracia en la obra de Martha Nussbaum, como ensayos de Jorge Larrosa,

Cassin, Derrida, Kant y textos que surgen en la dinámica de la clase como en los

debates.

5. Griego I. Código: 20781 (martes y jueves de 2 a 4 de la tarde)

Sin lugar a dudas, nuestra cultura se cimienta en las bases greco-latinas. Es

innegable que debemos siempre hacer una retrospectiva hacia esta época si

queremos comprender y analizar mejor la nuestra. Una de estas bases es el

idioma. El curso de Griego está orientado en brindar al estudiante unos

conocimientos básicos del idioma, que le permitan desenvolverse en la lectura de

esta lengua antigua y en análisis etimológicos que le permitan ver el amplio

horizonte interpretativo de las palabras en griego y las palabras españolas

derivadas de aquellas. Asimismo, de manera tangencial, en el curso se expondrán

algunas temáticas relacionadas con el mundo griego, así un pequeño énfasis en la

producción escrita.

Con respecto a este curso se debe tener en cuenta lo siguiente: esta asignatura no se puede cancelar y quien matricule Griego I está obligado a matricular el curso de Griego II.

6. Latín II. Código: 20780 (martes y jueves de 2 a 4 de la tarde)

La materia de Latín (I Y II) en la carrera de Filosofía aporta las bases lingüísticas,

históricas y culturales precisas para entender aspectos esenciales de la

civilización occidental, permite una reflexión profunda sobre la lengua castellana y

contribuye eficazmente al aprendizaje de las lenguas modernas de origen

romance, o de otras influidas por el latín. El estudio de la lengua latina en sus

aspectos fonológico, morfológico, sintáctico y léxico tiene en sí mismo un alto valor

formativo como instrumento de estructuración mental para los alumnos que hayan

optado por una primera especialización en el campo de las humanidades o de las

ciencias sociales.

La coincidencia de su estudio con el de la lengua griega, al tiempo que invita a un

tratamiento coordinado, permite comprender la estructura flexiva de las dos

lenguas clásicas, tan ricas en contenido y tan fecundas en su contribución a las

lenguas modernas. Por nuestro propósito fundamental será proporcionar

herramientas léxicas, sintácticas y gramaticales que permitan el reconocimiento de

significados y comprensión de textos en Latín.

Con respecto a este curso se debe tener en cuenta lo siguiente: esta asignatura no se puede cancelar y quien matricule Latín I está obligado a matricular el curso de Latín II.

7. La novela policíaca como tratado filosófico. Código: 28892 (martes y

jueves de 8 a 10 de la mañana)

Para este curso, se propone, siguiendo la formulación de u no de los filósofos

críticos : Siegfred Crakacuer, en su libro: “La novela policíaca como tratado

filosófico”, la lectura de una serie de textos literarios: La tragedia sofoclea: “Edipo

Rey”, relatos seleccionados de E. Allan Poe y Sir Arthur Conan Doyle; así como de

tres novelas policíacas de distintos autores, culturas y periodos y, desde una

perspectiva crítica, asomarnos a la confrontación de las tesis expuestas por este

autor, su ampliación a otras expresiones literarias: tragedia , cuento; que

reforzarían y/o invalidarían algunas de las ideas señaladas por el filósofo.

8. Psicología Profunda: Jung. Código: 20829 (martes y jueves de 10 a 12 del día)

La Psicología Analítica o Psicología Compleja es la corriente psicológica

desarrollada por el psiquiatra suizo Carl Gustav Jung, discípulo más aventajado y,

a la vez, disidente de Sigmund Freud. Al igual que el Psicoanálisis freudiano, la

psicología analítica se enmarca en la llamada Psicología Profunda o Psicología de

las profundidades, la cual tiene en cuenta el papel del inconsciente en la

estructuración psicológica del ser humano. Sin embargo, se diferencia del

psicoanálisis fundamentalmente en la teoría de la libido y la naturaleza del

inconsciente, así como en la concepción antropológica y en la práctica

terapéutica.

El enfoque de Jung devuelve a la psicología su psique perdida y brinda un modelo

de comprensión de la misma que permite que el ser humano reconozca su

inconsciente y acoja como suyas las diferentes manifestaciones psíquicas que

éste realiza, como es el caso de los sueños, los símbolos universales, los mitos,

los cuentos de hadas, el arte, y el simbolismo religioso. Todo esto en búsqueda de

realizar la experiencia de totalidad de la psique, la cual emerge tras la vivencia

interior de la unión de los contrarios y que es propia de la 'función positiva' del

inconsciente. Con ello, adviene el auténtico individuo o Sí-Mismo que surge tras la

conciliación de los opuestos, al modo del 'hijo' nacido del matrimonio entre el día y

la noche.

9. Deleuze. Código: 28893. (Martes y jueves de 4 a 6 de la tarde)

Como ya dijera Foucault en su momento, “un día, el siglo será deleuziano”. Esta

predicción parece cumplirse en nuestro siglo XXI. Pero, ¿cuál es la razón de este

particular vaticinio? Sin duda, el pensamiento de Deleuze es bastante complejo.

Prueba de ello son la gran cantidad de obras que, en solitario o en colaboración

con Felix Guattari, escribió. Así, entender el pensamiento deleuziano es

comprender nuestra era. Por tal motivo, el curso de Deleuze pretende brindar un

primer acercamiento a la obra y pensamiento de este filósofo francés, y para

cumplir este objetivo, el punto de partida será la obra Lógica del Sentido, texto de

obligatoria lectura para todos aquellos que quieran incursionar en la travesía por el

pensamiento de Deleuze. De manera paralela, se trabajarán algunos apartados de

Mil Mesetas, con el fin de dar una idea global de los puntos clave de la filosofía

deleuziana.

10. Filosofía de la ciudad. Código: 28895 (lunes y miércoles de 2 a 4 de la

tarde)

Mirar la ciudad a la luz de la filosofía es descubrir en la reflexión del pensamiento

que la existencia de la ciudad ha forjado la filosofía. La tesis tan suficientemente

documentada de que la filosofía es hija de la polis, nos obliga a pensar en la

construcción del espacio público de debate que tenía la sociedad griega y

alrededor de la cual, la ciudad se organizaba, era la reunión en un espacio de

todos con un mismo fin de justicia. En nuestra sociedad, la imagen de ciudad que

los griegos conservaban ha ido desvaneciéndose e incluso reinterpretándose

según los intereses del inadecuado ejercicio de la política. Volver a las fuentes y

entender los principios filosóficos que abordan el concepto de ciudad, resulta ser

un primer paso para vislumbrar la ciudad de ahora y sacar nuestras propias

conclusiones.

Dentro de este curso se propone abordar el concepto de ciudad a través de

material documental histórico y filosófico, conceptos relacionados con la ciudad:

ciudadanía, ciudadano, identidad, territorio; aspectos básicos del pensamiento

urbano (ciudad física y ciudad representada), la ciudad contemporánea.

La metodología de trabajo en este curso se propone desde talleres, quices,

informes con relación al trabajo final y exposiciones.

11. Filosofía y sabiduría ancestral. Código: 28153 (martes y jueves de 10 a

12 del día)

La importancia del descentramiento de la categoría hegemonía eurocéntrica en la

filosofía es un tema de reflexión que tiene como punto de partida el reconocer que

Grecia es el lugar geográfico e histórico donde surge la filosofía, haciendo que se

crea que esta es endémica o propia de este lugar. Si bien el término filosofía es

griego, el alcance de su sentido y significado sobrepasa los límites que se le han

impuesto. Así, la filosofía es el resultado de un proceso de actividades de la razón

humana que se sintetizan en un variado matiz de facetas y actos, al punto de

relacionarse directa y estrechamente con el pensamiento y con los actos

culturales. Filosofía y cultura son afines, tocan y articulan sus extremos, lo que

conlleva a reflexiones de orden ontológico y metafísico que permiten observar y

evidenciar que lo que se denomina cultura pertenece a una actividad de patrones

únicos que caracterizan y particularizan los grupos humanos en los cuales los

lenguajes, los símbolos y los argumentos conforman las bases de la cosmovisión,

es decir, el andamiaje conceptual y estructural de una cosmovisión o de una

filosofía.

El curso tiene como objetivo general incentivar un espacio académico para acercar

e introducir en los saberes ancestrales y en el pensamiento general del grupo

humano Ikᵾ de la Sierra Nevada de Santa Marta, representante vivo de un sistema

filosófico propio, síntesis y acervo milenario de saberes y conocimientos prácticos

del territorio colombiano.

Los objetivos específicos a tratar se representan a través de tópicos: primero,

introducción a la importancia de la reflexión desde la filosofía Occidental a los

marcos cosmológico-cosmogónicos que la componen en paralelo a los marcos o

cuadros de pensamiento o cosmología no occidental como los de India, África y

Mesoamérica. Segundo, la importancia de la incidencia de las reflexiones y

conceptos antropológicos en la tarea activa de la filosofía Occidental. Tercero,

introducción a la historia general de la antropología, teorías y metodologías.

Cuarto, la importancia de la etnografía y su metodología en relación al estudio de

los saberes ancestrales, en especial, los elementos de registro y el trabajo de

campo. Quinto, una visión general a la historia del grupo humano Ikᵾ de la

S.N.S.M. Sexto, cosmología, cosmogonía, nociones básicas de Ikan, lenguaje del

grupo humano a tratar. Séptimo, el tejido de tutu (mochila) y muku (manta) como

objetos del pensamiento del grupo humano Ikᵾ y como modos de acceso al

entendimiento del pensamiento o razón humana.

12. Filosofía y educación. Código: 28898 (martes y jueves de 8 a 10 de la

mañana)

La relación Filosofía y Educación puede ser pensada desde cualquiera de sus dos

extremos históricos, a saber: desde su nacimiento en la antigua Grecia, y de otro

lado, desde su desarrollo en la sociedad contemporánea. Ambos extremos dan

cuenta de una tensión fundamental entre la educación tradicional y la enseñanza

de la filosofía, tal y como se demuestra, de un lado, en la condena de Sócrates por

corromper jóvenes al enseñarles a hacer filosofía y, por otro lado, en la manera en

que los estados modernos totalitarios tratan de suprimir cualquier vestigio de

pensamiento y pedagogía crítica, haciendo uso de prácticas administrativas

propias del pensar técnico moderno2. En el estado contemporáneo, no

necesariamente la educación estatal debe ser contraria a la pedagogía crítica, de

hecho, el estado moderno ilustrado encuentra un elemento creativo de desarrollo

en la función crítica de la educación, de ahí que diferentes instituciones y

organizaciones educativas busquen implementar prácticas pedagógicas

(unificadas a través del currículo) orientadas a potenciar habilidades propias del

pensamiento crítico. Sin embargo, el hecho de que desde la perspectiva del

estado moderno ilustrado no sea necesario el rompimiento con la pedagogía

crítica no significa que la educación se desarrolle efectivamente de esta manera,

por el contrario, la tensión es más latente que nunca pues más que los ideales

ilustrados gobiernan las formas educativas propias del despotismo ilustrado o

educación tradicional, donde la educación ha sido pensada no para desarrollar

habilidades críticas y creativas sino para replicar el modelo económico y socio

político dominante.

En este sentido, el curso Filosofía y Educación está orientado al estudio y análisis

de la tensión que surge entre educación tradicional y la enseñanza de la filosofía

2 Los profesores Acevedo y Prada* describen la manera en que las pruebas SABER y las políticas de

innovación, ciencia y tecnología llevan a la filosofía a una necesaria tecnificación para mantenerse dentro de

los lineamientos educativos actuales. En este sentido, y en busca de una mirada más amplia del problema, los

investigadores encuentran en la enseñanza de la filosofía como praxis filosófica una alternativa que devuelva

el sentido de la filosofía dentro la escuela actual.

* Acevedo, D., y Prada, M. (2017). Pensar la vida: crisis de las humanidades y praxis filosófica. Revista

Colombiana de Educación, (72), 15-37.

(pedagogía crítica) y, en este sentido, el estudio de la manera en que los enfoques

filosóficos en educación generan procesos sociopolíticos que determinan la

transformación de la sociedad. También se busca mostrar la forma en que la

filosofía ha venido transformando y orientando el rumbo de la educación misma,

revelando la importancia que tiene el pensamiento crítico en la búsqueda de una

sociedad más democrática, justa y atenta a la solución de problemas locales y

globales que los involucran. Para este fin, en la primera parte del curso, se

abordarán algunas de las reflexiones filosóficas más importantes en la historia de

la relación Filosofía y Educación: desde Platón hasta nuestro tiempo; seguido por

la reflexión en torno a los trabajos desarrollados por las escuelas modernas de

pedagogía crítica teniendo en cuenta cada una de sus vertientes (la anglosajona,

la francesa, la española y la latinoamericana); la última parte del curso está

orientada a la reflexión sobre la relación contemporánea entre sociedad

tecnológica, filosofía y educación.

13. Filosofía alemana: Nietzsche. Código: 20827. (Miércoles y viernes de 4

a 6 de la tarde).

No se puede dar por sentado algo así como “La Filosofía de Nietzsche” o

“Nietzsche como filósofo” porque sus textos constituyen una crítica no sólo a la

tradición filosófica alemana, sino a la Filosofía y cultura como tal.

Para el joven profesor de Basilea la interpretación moderna de los antiguos

griegos es insuficiente y plantea un problema que no abandonará: su “valor”. El

valor de la cultura griega se hace problemático y se extenderá a la cultura como

tal: “Transvaloración de todos los valores” [Umwertung aller Werte].

El curso tiene como propósito fortalecer la lectura crítica de y con Nietzsche. En

efecto, se examinará no sólo su crítica a la filosofía alemana del siglo XIX, sino a

la cultura como tal, desde su ópera prima, pasando por la Genealogía hasta su

Anticristo. Con ello, el estudiante tendrá un acercamiento al variado estilo de

escritura de Nietzsche, de manera que pueda ir ganando una distancia y lectura

cada vez más rigurosa y escéptica frente a las apropiaciones de las que han sido

objeto sus textos.

14. Lógica II. Código: 28894. (Martes y jueves de 6 de la tarde a 8 de la

noche).

Lógica II: Durante dos milenios la lógica, qua disciplina filosófica interesada en el

estudio de las reglas deductivas, no sufrió grandes modificaciones en lo que

respecta a sus métodos y conceptos fundamentales. Sólo fue hasta los desarrollos

introducidos por el filósofo alemán Gottlob Frege (1848-1925) a principios del siglo

pasado que la lógica dio un salto cualitativo. Principalmente, Frege llegó a

formalizar la teoría de la inferencia de un modo que era más riguroso y más

general en su aplicación que la silogística heredada de Aristóteles. Desde

entonces, un sistema lógico consiste en un lenguaje o notación formal, un sistema

deductivo (axiomas) y una sintaxis y semánticas formales. En el presente curso se

abordarán los diversos conceptos y métodos que desde Frege han permitido la

formalización de la lógica, prestando especial atención a aquellas nociones tales

como función, variable y constante, las cuales han llegado a desbordar los límites

de la lógica misma para convertirse en el vocabulario corriente de numerosos

debates filosóficos contemporáneos.

Cursos obligatorios:

1. Historia I

2. Historia II. Código: 25760. Martes y jueves de 8 a 10 de la mañana y

martes y jueves de 4 a 6 de la tarde

3. Historia III. Código: 25948. Lunes y miércoles de 10 a 12 del día y

martes y jueves de 2 a 4 de la tarde

4. Historia IV Código: 26334. Martes y viernes de 6 a 8 de la mañana

5. Escritura de textos filosóficos. Código: 26556. Lunes y miércoles de 2

a 4 de la tarde y martes y jueves de 8 a 10 de la mañana

6. Investigación. Código: 26557. Martes y jueves de 2 a 4 de la tarde

7. Investigación II. Código: 26561. Miércoles y jueves de 2 a 4 de la tarde

8. Ética. Código: 20786. Martes y jueves de 8 a 10 de la mañana

9. Constitución Política. Código: 26558. Viernes 8 a 10 de la mañana

Asignaturas de contexto:

La Escuela de Filosofía ofrecerá, para el segundo semestre académico de 2018,

tres asignaturas de contexto:

1. Filosofía y psicología. Código: 28509 (martes y jueves de 8 a 10 de la

mañana)

El objetivo central del curso es discurrir en torno al problema de la «psique» o

alma, que otrora fuera parte de la filosofía en su tratado denominado

«Psicología». Ésta, sin embargo, fue establecida a finales del siglo XIX como una

disciplina positiva y se le concibió como un estudio científico de ciertos procesos

de tipo consciente. Ulteriormente, la “psicología” pierde a la psique cuando toma

como su objeto de estudio el así llamado “comportamiento” observable y traducible

en un lenguaje fisicalista. Al mismo tiempo, y de modo contrapuesto, el médico

vienés Sigmund Freud descubrió procesos psíquicos que iban más allá de la

experiencia consciente y logró llevar el concepto filosófico del inconsciente (que

remonta al romanticismo alemán) a la práctica concreta de la cura de almas.

Paralelamente, su discípulo y disidente Carl Gustav Jung, recuperará el concepto

de alma o psique denotándola como la raíz de toda experiencia viviente, y

catalogará a la psicología experimentalista como una «psicología sin alma». Por

lo demás, también Husserl hizo una crítica radical a dicha psicología sin alma y

dejará sin fundamentos las pretensiones fisicalistas y dualistas de la naciente

‘psicología’.

El curso girará alrededor de estas cuestiones y retomará algunas de las

principales concepciones filosóficas que han influenciado a la psicología,

mostrando que la brecha entre una y otra disciplina realmente no es tan grande.

En resumidas cuentas, se pretenderá mostrar que la psicología en el sentido

originario de su acepción, conduce a la vida asumida desde la experiencia

anímica y a la reflexión práctica de la vida; lo que, al transformar la mirada,

contiene una indudable eficacia «terapéutica».

2. Estética, televisión y cultura. Código: 26025

(Primer grupo: martes y jueves de 6 a 8 de la noche).

(Segundo grupo: martes y jueves de 4 a 6 de la tarde)

El propósito de la asignatura es demostrar que la cultura se constituye por factores

comunicativos. Y que toda cultura está permeada por esos factores que la

constituyen. La asignatura hace la apertura a un dislocamiento ambiental y da la

bienvenida al estudio de los medios de comunicación. La metodología de trabajo

es de forma bifurcada, unas veces magistral y otras, con contenidos directos de

los medios de comunicación. El autor de culto de este curso es Herbert Marshall

Mcluhan y sus aportes y ejemplos en el arte, la ciencia, la publicidad, la política,

etc.

3. Feminismo y sexualidades diversas. Código: 28896. (Viernes de 2 a 4

de la tarde)

En este curso se pretende crear espacios de discusión en torno a las corrientes

filosófico políticas del feminismo y el reconocimiento de las sexualidades diversas

desde tres momentos:

1. Los pilares de la reflexión teórica feminista a nivel mundial, por ejemplo,

Mary Wollstonecraft, Simon de Beauvoir, Judth Butler, Donna Haraway, etc.

2. Los elementos más importantes del debate LGBT.

3. Los movimientos sociales y políticos feministas y LGBT en Colombia en los

últimos años.

Se trata, en esta asignatura, de crear un espacio de libre reflexión y debate que

entiende la filosofía como el pensar la realidad de nuestro tiempo.