Resumen Nelson Santillan

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I CONGRESO NACIONAL DE INGENIERIA MECÁNICA DE FLUIDOS EVOLUCIÓN, IMPACTOS Y PROCESOS GEODINÁMICOS EN GLACIARESTROPICALES Ing. Nelson Santillán Portilla Msc. Geotecnia, Ing. Mecánico de Fluidos UNMSM Autoridad Nacional del Agua. Email : [email protected] Los glaciares tropicales cubren una pequeña superficie de la tierra, del orden aproximado de 2500 km 2 , ubicados en las zonas más altas del cinturón que rodea al globo terráqueo, que abarca desde la altura de la zona central de México hasta el extremo norte de Argentina (los trópicos de Cáncer y Capricornio), que también es conocida como zona tórrida o tropical. En América Latina, se emplazan mayoritariamente en la Cordillera de los Andes: 71% en Perú, 20% en Bolivia, 4% en Ecuador y 4% en Colombia. Estos glaciares tropicales, importantes no solo por los recursos hídricos que otorgan sobre todo en la temporada de estiaje, son particularmente sensibles a las variaciones climáticas, en particular al fenómeno El Niño. Según el Tyndall Center, instituto dedicado a investigar temas relacionados al cambio climático, el Perú es el tercer país más vulnerable a los efectos del cambio climático, después de Bangladesh y Honduras. En nuestro país, desde hace 30 años se viene observando un proceso muy acelerado de deglaciación, como consecuencia del incremento de la temperatura global que está conllevando a la desaparición de glaciares y formación de nuevas lagunas. El inventario, estudio y monitoreo de glaciares y lagunas altoandinas, así como, el registro de esta información en

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I CONGRESO NACIONAL DE INGENIERIA MECÁNICA DE FLUIDOS

EVOLUCIÓN, IMPACTOS Y PROCESOS GEODINÁMICOS EN GLACIARESTROPICALES

Ing. Nelson Santillán PortillaMsc. Geotecnia, Ing. Mecánico de Fluidos UNMSM

Autoridad Nacional del Agua. Email : [email protected]

Los glaciares tropicales cubren una pequeña superficie de la tierra, del orden aproximado de 2500 km2, ubicados en las zonas más altas del cinturón que rodea al globo terráqueo, que abarca desde la altura de la zona central de México hasta el extremo norte de Argentina (los trópicos de Cáncer y Capricornio), que también es conocida como zona tórrida o tropical. En América Latina, se emplazan mayoritariamente en la Cordillera de los Andes: 71% en Perú, 20% en Bolivia, 4% en Ecuador y 4% en Colombia. Estos glaciares tropicales, importantes no solo por los recursos hídricos que otorgan sobre todo en la temporada de estiaje, son particularmente sensibles a las variaciones climáticas, en particular al fenómeno El Niño.

Según el Tyndall Center, instituto dedicado a investigar temas relacionados al cambio climático, el Perú es el tercer país más vulnerable a los efectos del cambio climático, después de Bangladesh y Honduras.

En nuestro país, desde hace 30 años se viene observando un proceso muy acelerado de deglaciación, como consecuencia del incremento de la temperatura global que está conllevando a la desaparición de glaciares y formación de nuevas lagunas. El inventario, estudio y monitoreo de glaciares y lagunas altoandinas, así como, el registro de esta información en base de datos cartográfica y temática desarrollados por la Unidad de Glaciología y Recursos Hídricos de la Autoridad Nacional del Agua (UGRH-ANA) con ubicación en Ancash, viene permitiendo evaluar el comportamiento y evolución de los mismos, que sirve de insumo para estimar las reservas de agua dulce, identificar las zonas deficitarias y las de potencial hídrico, al igual que contabilizar los servicios y funciones ambientales a lo largo de nuestras 18 cordilleras nevadas, lo cual finalmente contribuirá a la generación de estrategias y políticas en el uso sostenible de los recursos hídricos y la prevención de riesgos en nuestro país.

Hay un componente glaciar que es importante mencionar y que está relacionado al aspecto de peligros y riesgos geológicos de alta montaña, pues lamentablemente en nuestro país, regiones como Ancash registran el más alto índice de desastres de origen glaciar y de lagunas, pues estas se encuentran sobre poblaciones y grandes ciudades expuestas a procesos geodinámicos externos como avalanchas o aludes de hielo, deslizamientos, derrumbes, remoción en masa, caídas, rompimientos violentos de lagunas y formación de flujos aluviónicos que generan muerte y destrucción, además de afectar la belleza escénica natural, aspecto que está asociado al turismo.

A corto plazo, el retroceso de glaciares generaría una serie de amenazas emergentes, particularmente mediante la formación de lagunasmorrénicas, que tienden a ser inestables y sujetas a rupturas catastróficas, dando origen a inundaciones repentinas altamente peligrosos.

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Como antecedente, el año 1970 en el Nevado Huascarán, en la cuenca del río Santa, una avalancha de hielo de un volumen aproximado entre 50 a 100 millones de m3 se desprendió del glaciar de la cima del nevado, destruyendo la ciudad de Yungay y Ranrahirca, causando la muerte de 23000 personas.

El Perú tiene también una historia reciente de inundaciones repentinas causadas por la ruptura de lagunas de vasos morrénicos. La cordillera de los Andes del Perú ha sido testigo de más de 30 inundaciones de origen glaciar en el pasado, sacrificando casi 6000 personas desde 1941.

Como respuesta a estas crecientes amenazas, sucesivos gobiernos del Perú han realizado esfuerzos para elevar el monitoreo e investigaciones de glaciares y lagunas de origen glaciar, para reducir los riesgos y peligros. Sin embargo, a pesar de iniciativas importantes para salvaguardar los pueblos e infraestructura de su ámbito de influencia, aún es necesario investigar mucho al respecto.