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1 RESUMEN Introducción: El síndrome de West (SW) constituye un tipo de epilepsia con un pronóstico evolutivo generalmente sombrío. Los estudios evolutivos en series cubanas son escasos. Objetivo: Determinar la evolución clínica de niños con SW, atendidos en el Instituto de Neurología y Neurocirugía (INN) entre abril del 2010 y mayo del 2017. Diseño Metodológico: Se trata de un estudio observacional, descriptivo, retrospectivo, revisaron las historias clínicas de los pacientes con SW, atendidos en el INN entre abril de 2010 y mayo de 2017. Se recopilaron variables sociodemográficas: sexo y edad al ingreso; de la epilepsia: tipo de espasmo epiléptico (EE), desarrollo psicomotor previo al debut de las crisis, examen físico neurológico, otro tipo de crisis previo a los EE, edad de debut de EE, presencia de patrón hipsarrítmico, etiología; y evolutivas: control de las crisis, aparición de otro tipo de crisis, desaparición de la hipsarritmia, presencia de retraso del neurodesarrollo. Resultados: De los 31 pacientes con SW, 20 varones (64,5%), edad media de debut (5,5 +/- 4,3 meses; rango, 1 a 25 meses); y edad media de última evaluación 29,8 +/- 21,8 meses (rango de 6 a 84 meses). Predominaron los casos sintomáticos, 19 (61%). El control de los EE se logró en 6 de 11 casos criptogénicos (54%), y en 4 de 15 casos sintomáticos (27%). El retraso del neurodesarrollo se constató en 23 de 26 pacientes (88,5%). Conclusiones: Se evidenció una relación entre la etiología y la evolución, con más tendencia al control de los EE y la desaparición de la hipsarritmia en los casos criptogénicos. Palabras clave: epilepsia, encefalopatía epiléptica, espasmos epilépticos, niños, síndrome de West.

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RESUMEN

Introducción: El síndrome de West (SW) constituye un tipo de epilepsia con

un pronóstico evolutivo generalmente sombrío. Los estudios evolutivos en

series cubanas son escasos.

Objetivo: Determinar la evolución clínica de niños con SW, atendidos en el

Instituto de Neurología y Neurocirugía (INN) entre abril del 2010 y mayo del

2017.

Diseño Metodológico: Se trata de un estudio observacional, descriptivo,

retrospectivo, revisaron las historias clínicas de los pacientes con SW,

atendidos en el INN entre abril de 2010 y mayo de 2017. Se recopilaron

variables sociodemográficas: sexo y edad al ingreso; de la epilepsia: tipo de

espasmo epiléptico (EE), desarrollo psicomotor previo al debut de las crisis,

examen físico neurológico, otro tipo de crisis previo a los EE, edad de debut de

EE, presencia de patrón hipsarrítmico, etiología; y evolutivas: control de las

crisis, aparición de otro tipo de crisis, desaparición de la hipsarritmia, presencia

de retraso del neurodesarrollo.

Resultados: De los 31 pacientes con SW, 20 varones (64,5%), edad media de

debut (5,5 +/- 4,3 meses; rango, 1 a 25 meses); y edad media de última

evaluación 29,8 +/- 21,8 meses (rango de 6 a 84 meses). Predominaron los

casos sintomáticos, 19 (61%). El control de los EE se logró en 6 de 11 casos

criptogénicos (54%), y en 4 de 15 casos sintomáticos (27%). El retraso del

neurodesarrollo se constató en 23 de 26 pacientes (88,5%).

Conclusiones: Se evidenció una relación entre la etiología y la evolución, con

más tendencia al control de los EE y la desaparición de la hipsarritmia en los

casos criptogénicos.

Palabras clave: epilepsia, encefalopatía epiléptica, espasmos epilépticos,

niños, síndrome de West.

2

INTRODUCCIÓN

Los espasmos epilépticos (EE) son un tipo específico de crisis de la infancia y

la niñez temprana. Es un desorden significativo debido a su fuerte asociación

con el retraso de neurodesarrollo o su regresión que afecta al 75 - 93 % de los

niños afectados, la proporción de mortalidad es alta, la epilepsia es refractaria

al tratamiento convencional, y presenta sensibilidad a la terapia hormonal. 1, 2

Una de las formas de presentación de la epilepsia de comienzo en la infancia

temprana, cuya aparición se relaciona con la edad y que en sí misma se

considera un síndrome electroclínico es el síndrome de West (SW);

constituyendo un grupo heterogéneo de condiciones que comparten la triada

clínica de espasmos epilépticos, deterioro del neurodesarrollo y patrón de

hipsarritmia en el electroencefalograma (EEG). 3

El SW se presenta en niños entre 6 y 12 meses de edad con un pico de inicio

de los EE entre los 4-6 meses de edad. La incidencia promedio del SW es de

aproximadamente 0,31 (rango 0,05–0,60) por cada 1.000 nacidos vivos. 4

Las crisis de EE se caracterizan por una contracción brusca —más frecuente

bilateral y simétrica— de los músculos del cuello, tronco y miembros. Se

acompañan de una breve afectación de la conciencia. Pueden ser en flexión,

extensión o mixtos. Usualmente se presentan en series, grupos o salvas. 5

A veces ocurren espasmos aislados. Las series o salvas se manifiestan varias

veces al día, y son características al despertar o antes de dormir. Son raras

durante el sueño. Es posible observar manifestaciones autonómicas asociadas

a la crisis: rubicundez, dilatación pupilar y sudoración. 2

3

Numerosos niños muestran retardo del neurodesarrollo, aunque en algunos no

se detecta afectación del mismo previo al comienzo de las crisis. La etapa de

comienzo de los EE ocurre en la mayoría de los pacientes entre los 3 y 6

meses de edad, y un segundo pico entre los 6 y 8 meses. Es menos frecuente

la aparición de las crisis después del año de edad. Los espasmos se

acompañan a veces de risa y una expresión de susto. Pueden ser precedidos o

acompañados por crisis focales, atónicas o tónicas. 6, 7

La discapacidad cognitiva que se presenta en el 90% de los casos afectados

puede ser de diversos grados. Uno de sus aspectos clínicos más

sobresalientes se centra en la magnitud de las consecuencias que produce, en

el orden del neurodesarrollo, este tipo peculiar de síndrome epiléptico. 8

El pronóstico, aunque generalmente grave, resulta incierto dada las

peculiaridades evolutivas de esta entidad y debido a la multiplicidad de sus

bases patológicas. 8

El tratamiento del SW ha sido evaluado en el 2004 y el 2012 por la Academia

Americana de Neurología (AAN), y en una revisión sistemática de Cochrane en

el 2013. Las conclusiones estaban limitadas por la metodología global de los

estudios disponibles. La falta de adhesión a las definiciones de caso

estandarizadas y las medidas del resultado eran un problema con muchos

estudios. 9

Como resultado, aún quedan muchas preguntas con respecto al mecanismo, el

fármaco óptimo, la dosificación, la duración de terapia, y la importancia de

iniciación puntual de tratamiento después de la aparición de los EE. 9

4

EL SW es una encefalopatía epiléptica considerada como una enfermedad

compleja, pudiendo llegar a una discapacidad, lo que conlleva a una enorme

repercusión social y económica. 10

En Cuba los estudios sobre el este tipo de epilepsia son escasos y no se

disponen de estimados seguros de la frecuencia de la enfermedad y se

carecen de datos confiables sobre la misma.

El incremento de la calidad de vida en la población, el desarrollo de

herramientas para el asesoramiento genético, el desarrollo de las

especialidades médicas, el mejoramiento de los servicios de salud y educación,

que incluyen la rehabilitación, motivan al continuo esfuerzo por el dominio de la

enfermedad y la posibilidad de incorporar a los afectados a las actividades

estudiantiles, laborales y sociales. 3

Por todo lo expuesto con anterioridad, se hace imprescindible llevar a cabo una

investigación para determinar el comportamiento del SW en un grupo de niños

con este síndrome atendidos en el Instituto de Neurología y Neurocirugía, con

vistas a poder planificar mejor los recursos humanos y materiales destinados a

la atención de estos pacientes.

5

Problema Científico

¿Cuáles son las principales características clínicas y cómo evolucionan los

pacientes con Síndrome de West atendidos en el Servicio de Neurología Infantil

del Instituto de Neurología y Neurocirugía (INN)?

6

MARCO TEÓRICO

I. Concepto

El síndrome de West (SW) es uno de los tipos de encefalopatías epilépticas

reconocidas. Es definida por una tríada de espasmos epilépticos, hipsarritmia y

retardo o regresión del desarrollo psicomotor. 11, 12

Los espasmos epilépticos fueron originalmente descritos por el Dr. West en el

año 1841, cuando escribió una carta a Lancet sobre eventos clínicos que

observó en su hijo de 4 meses de edad, a los que se refirió como “una forma

peculiar de convulsión infantil”. 13

El síndrome de West es una epilepsia dependiente de la edad, que

frecuentemente se presenta en el primer año de vida con episodios de

espasmos que normalmente ocurren en racimos. Presenta características

típicas en el electroencefalograma, con ondas caóticas y de alto voltaje,

interictales, patrón conocido como hipsarritmia. Cuando debutan estos

espasmos en los niños, ya algunos casos presentan un desorden neurológico

cerebral con repercusión en el neurodesarrollo. 14

El grupo de estudio “West Delphi” siguiendo el consenso de 31 médicos de 15

países, elaboraron criterios diagnósticos para los espasmos epilépticos basado

en las signos clínicos.12, 15 El grupo concluyó que el resultado clínico primario,

nombrado libre de espasmos, debía definirse por la ausencia de espasmos

dentro de los 14 días de comienzo de tratamiento, y 28 días consecutivos, o

más, del último espasmo. El resultado electroclínico primario fue definido por el

cese de los espasmos con resolución de la hipsarritmia. 12,15

7

El grupo definió a los espasmos epilépticos como una característica

fundamental dentro de la triada que conforma al SW. Su reporte mantiene un

estándar para reportes modificados y rasgos atípicos de hipsarritmia. También

sugieren un grupo de características básicas y resultados que deben

informarse en los ensayos clínicos de pacientes con espasmos epilépticos, y

proponen una definición estándar de recaída. Sin embargo, no han alcanzado

un consenso para definir la hipsarritmia. 12-15

El patrón electroencefalográfico de hipsarritmia fue descrito por Gibbs y Gibbs

en el año 1952 y se caracteriza por: “puntas y ondas lentas de gran amplitud,

desordenadas, que varían de un momento a otro tanto en duración como en

localización”.16, 17

II. Epidemiología

La incidencia de SW varía de 2 a 3,5 por 10.000 nacidos vivos y representa el

13 - 45,5 % de las epilepsias de la infancia. 18 La mayoría de los casos se

presenta a una edad pico de ataque entre 3 y 7 meses; y el 90% se presenta

en el primer año de vida. La aparición de los EE después de 18 meses es rara,

aunque se han reportado hasta 4 años de edad. 19, 20, 21

En Eslovenia en periodo de estudio de 11 años, se reporta una incidencia de

2,06 por cada 10.000 nacidos vivos, con una incidencia anual que oscila entre

1,0 y 3,2 por cada 10.000 nacidos vivos. 22

En Georgia, la incidencia era 2,9 por 10.000 nacidos vivos entre 1975 a 1977.

La prevalencia entre niños de 10 años es de 2,0 por 10.000; la más baja

8

prevalencia que incidencia probablemente refleja la mortalidad sustancial en

este tipo de epilepsia. 23

En un estudio en Canadá que incluyó a 75 pacientes, los rangos de incidencia

anual y a los 5 años variaron. Durante dos períodos consecutivos (1979 a 1992

y 1993 a 1998), la incidencia media anual estimada disminuyó de 3,31 a 1,73

por cada 10.000 nacidos vivos. 24

El síndrome de West aparece en niños de todos los grupos étnicos, y los

varones son ligeramente más afectados que las niñas con una proporción de

60:40. Mientras otros estudios encuentran que afecta por igual a ambos sexos.

25

III. Etiología

La clasificación del SW está evolucionando. Tradicionalmente, se clasifica

como sintomáticos y criptogénicos: 26, 27

Pacientes con SW sintomáticos tienen una etiología conocida y/o retraso

significativo en el neurodesarrollo.

Pacientes con SW criptogénicos tienen una etiología desconocida y un

desarrollo normal del neurodesarrollo en el momento de la aparición del

espasmo.

El grupo de trabajo para la Clasificación y Terminología de la Liga Internacional

contra la epilepsia (ILAE) propuso agregar un grupo idiopático. Esta categoría

incluye a los pacientes con desarrollo normal a la aparición de los espasmos,

9

examen físico y neuroimágenes normales; y un modelo de hipsarritmia sin las

anormalidades epileptiformes focales. 26, 27

La proporción de categorías etiológicas del SW varía entre los estudios. Esta

amplia gama es el resultado del uso de diferentes definiciones, la edad

temprana al diagnóstico cuando los estados del neurodesarrollo pueden ser

difíciles de evaluar, y el aumento en el uso de estudios de neuroimágen que

revelan una causa subyacente en la mayoría de los casos. 28

En un informe de las provincias canadienses de Nova Scotia y Prince Edward

Island de 1978 a 1998, la proporción de categorías etiológicas era 68 % para

los sintomáticos, 24 % criptogénicos y 8 % para los casos idiopáticos. 20

Sin embargo, en una serie de 140 pacientes afectados cuya evaluación incluía

la tomografía computarizada (TAC), la imagen por resonancia magnética (IMR),

y/o la tomografía de emisión de positrón (PET), el 96 % de los casos eran

clasificados como sintomáticos. La evaluación médica de estos pacientes era

algo más extensa que lo que habitualmente se realiza en hospitales generales,

por lo que es poco probable que los casos sintomáticos sean tan

abrumadoramente altos en la mayoría de las series estudiadas. 28

En un estudio prospectivo y multicéntrico del Consorcio Nacional de los

Espasmos epilépticos, se estudiaron 251 infantes, y se identificó una causa en

161 pacientes (64 %). Las causas más comunes identificadas fueron

estructurales-adquiridas (22 %), genéticas (14 %), estructurales-congénitas (11

%), genética-estructural (10 %), metabólica (5 %), e infecciosa (2 %). 29

10

La evaluación clínica y la IMR proporcionaron un diagnóstico específico en 55

% de los infantes. Estos resultados dan énfasis a la importancia de la

evaluación clínica inicial y a la IRM en la evaluación de casos nuevos con SW,

seguido por la comprobación genética y metabólica, si ninguna etiología se

identifica. 29

Grupo Sintomático

Constituye el grupo más frecuente. Kurokawa y cols. 30, lo encontraron en el

45,7 % de su serie, Lombroso 31 en el 59 % de sus pacientes, Ohtahara y cols.

32, en el 63,4 % y Matsumoto y cols. 33, en el 67 % de sus casos.

El SW sintomático es el resultado de un trastorno demostrado del sistema

nervioso central. Uno o más factores etiológicos pueden identificarse en la

mayoría de casos (60 a 70 %). La evaluación continua con neuroimágen y PET

puede aumentar esta proporción hasta el 90 %. 34, 35

El tiempo crítico del daño al sistema nervioso central ocurre típicamente en el

período prenatal, perinatal, o postnatal temprano. La anormalidad prenatal más

común es la malformación del SNC. Otros transtornos incluyen desórdenes

genéticos, neurocutáneos, errores innatos del metabolismo, e infecciones

intrauterinas. 36

Período Prenatal

Malformaciones del SNC: la displasia cortical es el desorden más común, se

estima que constituye el 30 % de las causas prenatales con SW26. Otras

malformaciones de SNC que pueden producir EE son: la disgenesia cerebral

(ej: el síndrome de Aicardi), la lisencefalia (ej: el síndrome de Miller-Dieker), la

11

holoprosencefalia, y la hemimegalencefalia. Casi todos los pacientes con el

síndrome de Miller-Dieker y el síndrome de Aicardi presentan EE. 37

Síndrome de Miller-Dieker: Se produce como consecuencia de un

transtorno de la migración neuroblástica durante el desarrollo del SNC,

produciendo la lisencefalia. Otros rasgos característicos de este

síndrome incluyen retraso del crecimiento, microcefalia, anormalidades

craneofaciales como el surco bitemporal, micrognatia, anomalías de la

oreja y la nariz; defectos renales y cardíacos, así como anomalías

neurológicas como hipotonía, espasmos epilépticos, y retraso mental. La

mayoría de los pacientes con este desorden tiene una delección del gen

localizado en el cromosoma 17p13.3. 38, 39, 40

Síndrome de Aicardi: Es un trastorno con una herencia dominante ligada

al cromosoma X, solo observado en niñas, dado que en los varones es

una condición letal. El síndrome se caracteriza por espasmos epilépticos

(usualmente la forma de presentación), agenesia del cuerpo calloso,

corioretinopatía, anomalías vertebrales y retraso mental severo. Los

pacientes típicamente desarrollan crisis focales antes los 3 meses de

edad; cuando aparecen los EE, estos suelen ser asimétricos. El

electroencefalograma muestra a menudo una hipsarritmia asimétrica. 41,

42

Hemimegalencefalia: Se caracteriza por el aumento de volumen en un

hemisferio cerebral, con una estructura cortical anormal en el lado

afectado. Más de la mitad de los pacientes desarrollan a menudo EE. 43

12

Complejo Esclerosis Tuberosa (CET): Es un trastorno neurocutáneo

frecuentemente asociado con EE y representa entre el 10 y 30% de todas las

causas prenatales de SW, que se presentan en hasta el 68% de los casos con

CET. La incidencia real de CET en los niños con SW puede ser aún más alta

porque las características clínicas de esta enfermedad pueden aun no estar

presentes al momento del debut de los EE. 44, 45

En general, los pacientes con CET y SW tienen una evolución desfavorable

caracterizada por epilepsia fármaco-resistente y trastorno cognoscitivo severo.

En un reporte, el desarrollo era normal en sólo el 16 % de 24 niños con CET y

SW. 45 Otra serie de 50 niños reporta discapacidad intelectual en el 64 % de los

casos. 46

Los factores de riesgo para el retraso mental incluyen, una duración prolongada

del SW, un tiempo prolongado desde el inicio del tratamiento hasta el cese de

los EE, y pobre control de las crisis después del inicio del tratamiento.46

Otros trastornos neurocutáneos: El síndrome del nevus linear sebáceo,

incontinencia pigmenti, síndrome de Ito, y la neurofibromatosis tipo I (NF1)

frecuentemente presentan SW. Los pacientes con NF1 y EE generalmente

tienen espasmos simétricos, la hipsarritmia es típica en el EEG y ningún rasgo

focal. Comparado con la combinación de CET y EE, los pacientes con NF1

presentan una mejor evolución, con resolución de los EE tras el tratamiento en

el 87 % de los casos. 47

Anormalidades cromosómicas: Representan el 15% de las etiologías

prenatales con SW. El Síndrome de Down es la más frecuente. 47 En una serie

13

de 350 niños con síndrome de Down, 28 (8 %) tenían epilepsia; 13 de ellos con

SW. 48 En general, en estos pacientes existe afectación del neurodesarrollo. 49

Otras anormalidades cromosómicas asociadas a SW incluyen la duplicación

18q, duplicación 7q, así como la delección del gen de MAGI2 en el cromosoma

7q11.23-q21.11, y la trisomía parcial 2p. 50

Otras mutaciones genéticas: Se han descubierto genes específicos asociados

a los EE, que incluyen aquellos que codifican para las proteínas FOXG1, la

proteína STXBP1, la CASK, ALG13, PNPO, y ADSL. 51,52,53,54

Errores innatos del metabolismo: Pueden asociarse a SW. En los países donde

la fenilcetonuria (PKU) no se detecta por pesquisa recién nacidos, los EE son

una manifestación común de este desorden. En un informe de Beijing, China, el

SW ocurrió en 62 de 503 pacientes con PKU (12 %). 55 En esta serie, el

diagnóstico de PKU se realizó en los pacientes con edades entre 4 meses a 7

años de edad, los EE ocurrían antes del diagnóstico en la mayoría de los

casos. La intervención dietética redujo la frecuencia de espasmos y mejoró el

resultado cognoscitivo. 56

El SW ha sido asociado con más de 25 desórdenes metabólicos. 57 Éstos

incluyen la deficiencia de dihydropteridine reductasa 58, Enfermedad de Menkes

59, 60, la deficiencia de Piruvato Deshidrogenasa 61, Deficiencia de Citocromo C

oxidasa (el síndrome de Leigh) 62, histidinemia 63, la deficiencia de piridoxina, y

los trastornos del ciclo de la urea. 64

14

Infecciones congénitas: El SW pueden ocurrir en los infantes con infecciones

congénitas que afectan el SNC. Entre las infecciones prenatales más

frecuentes se encuentran la toxoplasmosis, la sífilis, y el citomegalovirus. 65

Período perinatal

Los EE pueden asociarse con los daños perinatales, incluidos la encefalopatía

hipóxico-isquémica y la hipoglicemia neonatal. 66 En una serie de 32 pacientes

con EE y una historia de daño perinatal, 15 tenían lesiones porencefálicas, 12

tenían leucomalacia periventricular, y 5 atrofia cerebral bilateral difusa. 67

La relación entre EE y el nacimiento pretérmino es incierta. En los niños con

EE, la proporción de bajo peso al nacer es aproximadamente tres a cuatro

veces mayor que en la población general, aunque la proporción de prematuros

es similar. Esto puede ser porque los EE son más probables que ocurran en

infantes pequeños para su edad gestacional, no así con los pretérminos de

peso adecuado. 68

Período postnatal

El SW se ha atribuido a injurias postnatales entre el 15 % y 67 % de los casos

de series con este tipo de crisis. Las causas más frecuentes en este período

incluyen: lesión traumática, asfixia, tumores, e infecciones del SNC, incluyendo

meningitis bacteriana y la encefalitis viral. En una revisión bibliográfica, estos

eventos ocurrieron típicamente dentro del primer año de vida, pero se reportó a

edades tardías como a los 31 meses. La latencia entre el daño y la aparición de

los EE va desde 1,5 a 11 meses. 68

15

Sin embargo, existen casos poco frecuentes en los que los EE aparecieron tras

un evento más tardío, como los casos de dos niños con desarrollo previamente

normal que desarrollaron EE a los 20 y 34 meses de edad respectivamente

después estar cerca de ahogarse.69

Grupo Criptogénico

Una propuesta de la ILAE en el 2001 recomendó el uso del término

"probablemente sintomático" en lugar del muy utilizado “criptogénico”. 27 Con

estos términos sinónimos se clasifican a los pacientes con SW en quienes se

presumen que puedan tener una causa sintomática, pero la misma no puede

ser demostrada. Tradicionalmente, los criterios para SW criptogénicos son:70

o Desarrollo normal antes del inicio de espasmos simétricos.

o Ningún otro tipo de crisis.

o Examen físico normal.

o TAC e IRM normales.

o Recurrencia de hipsarritmia entre los espasmos consecutivos de un

racimo.

o Falta de cualquier anormalidad focal en el EEG interictal o ictal.

La proporción de pacientes afectados con SW criptogénicos oscila entre 4 y 42

% 71. Los pacientes con este tipo de SW parecen tener un mejor pronóstico que

los casos con etiología sintomática.

Grupo Idiopático

Un Taller de la ILAE propuso la adición de este grupo. Esta categoría incluye a

los pacientes con un desarrollo normal, examen físico y estudios de

16

neuroimágenes normales; y un patrón de hipsarritmia sin anormalidades

epileptiformes focales. 27 Se presume que estos síndromes tienen una base

genética. Los estudios que han clasificado al SW en sintomáticos y

criptogénicos, incluyen este grupo de pacientes en la última categoría.

IV. Manifestaciones Clínicas

El síndrome de West se inicia en la mayoría de los niños durante el primer año

de vida, lo cual ocurre en hasta el 90 % de los casos. La incidencia máxima de

debut de las crisis (50 a 77%) está entre los tres y siete meses de edad; el

inicio después de 18 meses es raro.72, 73

Los espasmos epilépticos pueden involucrar los músculos del cuello, tronco, y

extremidades. Son simétricos y sincrónicos, pero puede haber variantes

clínicas. Ocurren típicamente dos fases de actividad muscular. La primera fase

consiste en contracciones musculares súbitas y breves de uno o más grupos

musculares. 74

La fase inicial se sigue por una fase tónica más larga. La contracción inicial

dura menos de dos segundos. La fase tónica que sigue es menos intensa,

normalmente dura de dos a diez segundos. A menudo, la contracción dura

menos de 0.5 segundos y ocurre sin una fase tónica. 74

Se han caracterizado tres tipos clínicos de espasmos. En un estudio de 5042

crisis de EE, en 24 pacientes, los espasmos fueron clasificados de flexores en

el 33,9 %, extensores en el 22,5 %, y mixtos (flexor-extensor) en el 42,0% de

los casos. La mayoría de los pacientes tiene más de un tipo de espasmo. 75

17

Los espasmos flexores consisten en la flexión súbita del cuello, tronco,

brazos, y piernas, y contracción de los músculos abdominales. Esta

última puede ser tan severa como para causar el movimiento del torso

hacia la cintura. La intensidad de las contracciones y el número de

grupos de músculos involucrados varía en los diferentes ataques.

Los espasmos extensores consisten en extensión abrupta del cuello y

tronco, con abducción de los brazos o piernas.

Los espasmos mixtos flexor-extensores normalmente consisten en

flexión del cuello, tronco, y brazos, y extensión de las piernas. Menos

frecuentemente, involucran flexión de las piernas y extensión de los

brazos.

V. Pronóstico

El pronóstico global de los niños con SW es malo. Los rangos de mortalidad

varían desde un 3 a 33%. 76, 77 Otros resultados adversos incluyen epilepsia

intratable y retraso del neurodesarrollo, desde moderado a severo.

Los espasmos clínicos desaparecen a los tres años de edad en

aproximadamente la mitad de los niños con EE y raramente persisten después

de los cinco años de edad. La hipsarritmia también tiende a resolverse con el

crecimiento. 78, 79

En conjunto, el 50 a 90 % de los pacientes desarrollan otro tipo de crisis. En

general, los pacientes con SW sintomáticos tienen más probabilidad de

desarrollar otro tipo de crisis que los pacientes con SW criptogénico en una

relación de 57,5 % vs 35,3%. 78, 79

18

Se ha observado que el control de las crisis es más favorable en los casos

criptogénicos que en los sintomáticos, y en aquéllos con un inicio más

temprano de los espasmos (<4 meses vs 4 a 8 meses vs 8 meses). 80

Un factor importante que influye en el pronóstico, es la etiología. El pronóstico

es mejor en los casos idiopáticos y criptogénicos. El pronóstico del SW

idiopático es favorable con desaparición de las crisis y un desarrollo psicomotor

normal. 81, 82

Se ha descrito, que en pacientes en los cuales se evidenció, mediante la

tomografía por emisión de positrones (PET), disminución del metabolismo de la

glucosa en ambas regiones temporales, presentaron un pronóstico

desfavorable a largo plazo y la mayoría manifestaron signos de autismo. 83

Se ha señalado que zonas de hipoperfusión multifocal, evidenciados mediante

la tomografía computadorizada por emisión de fotón único (SPECT), en

pacientes con síndrome de West sintomático, pueden indicar un pronóstico

desfavorable. 84

Hattori 85 ha referido la remisión espontánea de los espasmos en el síndrome

de West. Este autor señaló que de los pacientes que mostraron remisión

espontánea, en el 86 % de los casos, ésta fue precedida por infecciones virales

entre las cuales predominó el exantema súbito.

VI. Tratamiento

Las principales opciones de tratamiento del SW incluyen la terapia hormonal,

principalmente la Corticotropina (ACTH), y los fármacos antiepilépticos,

principalmente la Vigabatrina. La Piridoxina se ha usado a menudo como

19

primera línea de tratamiento en Japón, aunque no hay ningún ensayo

controlado aleatorizado de este medicamento. 86

Terapia Hormonal

El mecanismo de acción de la ACTH y los glucocorticoides no es conocido. La

administración de ACTH puede controlar los espasmos en los pacientes con

supresión suprarrenal, sugiriendo que el efecto es independiente de la

descarga de corticosteroides suprarrenales.

ACTH: La ACTH se recomienda como el tratamiento de primera línea en la

mayoría de los pacientes. En cinco ensayos controlados aleatorizados de

terapia de ACTH, la cesación de espasmos ocurrió en 42 - 87 % de los casos, y

el tiempo entre el inicio del tratamiento y la cesación de espasmos era 7 a 12

días. 87,88,89 En la mayoría de estos estudios, la respuesta a ACTH era mejor en

los pacientes con etiología criptogénica. Las proporciones de la recaída fueron

del 15 al 33 %. 90

Dos ensayos aleatorizados reportaron que la respuesta a bajas dosis era

comparable a las dosis más altas y producía menos efectos colaterales. 91 En

el más grande de los ensayos, 50 pacientes con reciente diagnóstico de SW

fueron asignados para recibir, al azar, altas o bajas dosis de ACTH.

Los grupos obtuvieron similar proporción de recaída y respuesta al tratamiento,

que fue evaluada por el cese de los espasmos y la desaparición de la

hipsarritmia, encontrándose una proporción de 50 y 58 % para el grupo de altas

dosis y bajas dosis respectivamente. 91

20

La hipertensión ocurrió más a menudo en el grupo de alta dosis con una

proporción de 31% contra 4 % del grupo de bajas dosis; otros efectos

colaterales fueron similares entre los grupos. Otros estudios retrospectivos

también confirman la eficacia similar y menos eventos adversos en los que

usaron dosis más baja. 92, 93

Glucocorticoides: Menos costoso, más fácil de administrar, se han sugerido los

regímenes de la terapia hormonales como las alternativas eficaces potenciales

a la ACTH. Los estudios han reportado otras terapias hormonales como

prednisona, prednisolona, metilprednisolona, o dexametasona, que parecen

controlar los espasmos en algunos pacientes. 94, 95

Varios pequeños ensayos controlados aleatorizados y otras investigaciones no

randomizadas han comparado la ACTH y la prednisona (cada uno a diferentes

dosis) para el tratamiento de EE. Los resultados han sido mixtos, con

variaciones en la dosis, formulación, y resultados entre los ensayos, lo que

hace difícil de tomar conclusiones firmes. 94, 95

Fármacos Antiepilépticos

Vigabatrina: Puede ser eficaz como tratamiento inicial. 96, 97 Es un inhibidor

irreversible de la GABA-transaminasa, que incrementa la concentración de

GABA en el sistema nervioso central. 98 Fue aceptado por la FDA en el 2009

para el tratamiento de los espasmos epilépticos. La mayor experiencia con el

uso de la vigabatrina como monoterapia inicial, proviene de un estudio

retrospectivo de 250 niños con SW. 99

21

En una serie de casos retrospectiva de 56 pacientes consecutivos, se trataron

21 casos con vigabatrina y 21 casos con ACTH. Se observó una proporción

similar de pacientes libres de espasmos, con desaparición de la hipsarritmia.

Las proporciones de recaída eran algo más altas en el grupo tratado con

ACTH. Los resultados del neurodesarrollo al año eran similares. 100

Ácido Valproico: Los informes de tratamiento con el ácido valproico tienen

resultados incoherentes. El ácido valproico puede beneficiar del 40 al 70 % de

los pacientes que no responden a la ACTH. Sin embargo, la respuesta clara

puede reflejar la historia natural de los EE, en lugar del efecto de tratamiento.

101

No existe ningún ensayo controlado del uso del ácido valproico para el

tratamiento de los EE. En el estudio de Siemes, 102 la cesación de espasmos y

resolución de hipsarritmia ocurrió entre el 73 y el 91 % de 22 niños, a seis

meses del inicio del tratamiento. La mayoría respondió en dos semanas, pero

el 23 % recayó, y un tercio desarrolló trombocitopenia. En otro estudio, el cese

de los espasmos ocurrió en el 72 % de los niños a los tres meses de iniciado el

tratamiento. 103

Zonisamida: Es un derivado de la sulfonamida. Su mecanismo de acción está

relacionado con el bloqueo de los canales de sodio voltaje-dependiente y de

calcio tipo C. 104 En una serie de casos, la zonisamida era eficaz en los

pacientes sin respuesta a la piridoxina o ácido valproico. 105

Topiramato: Se probó en un estudio de 11 pacientes con EE refractarios. 106 Se

utilizó una dosis inicial de 25 mg por día, además de su terapia actual. La dosis

22

se aumentó por 25 mg cada dos a tres días a un máximo de 25 mg/kg por día

hasta que se controlaran los espasmos o la dosis tolerada máxima fuera

alcanzada. Los espasmos se detuvieron y la hipsarritmia se resolvió en 5 de 11

pacientes. 107

Benzodiacepinas: Se incluye el nitrazepam, clonazepam, y diazepam, se han

usado anecdóticamente. 9

Otros tratamientos

Piridoxina: No existe ningún ensayo controlado aleatorizado de piridoxina para

el tratamiento de espasmos epilépticos. Aunque se han informado infantes con

el SW que responden al tratamiento con piridoxina a altas dosis (la vitamina B6,

30 a 400 mg diariamente). 9

Tratamiento Quirúrgico

Aunque muchos pacientes con SW tienen anormalidades cerebrales difusas,

algunos tienen una anormalidad estructural cortical focal que puede responder

a la escisión quirúrgica. 108

El tratamiento quirúrgico es considerado en pacientes con SW refractarios al

tratamiento médico, cuando hay regresión o detención del neurodesarrollo, y

cuando no hay evidencia de daño cerebral difuso o de enfermedad

degenerativa o metabólica. La cirugía no se debe considerar si la resección

cortical crearía un nuevo déficit neurológico. 108

23

OBJETIVOS

Objetivo General

Describir la evolución clínica de los pacientes con diagnóstico de

Síndrome de West atendidos en el Servicio de Neurología Infantil del

Instituto de Neurología y Neurocirugía (INN) en el periodo de abril del

2010 a mayo del 2017.

Objetivos Específicos

Describir las principales características sociodemográficas y de la

epilepsia en un grupo de niños con Síndrome de West.

Determinar las causas más frecuentes de Síndrome de West en la

serie estudiada

Precisar la evolución clínica y electroencefalográfica en el grupo de

pacientes estudiados.

24

DISEÑO METODOLÓGICO

Tipo de Estudio

Se realizó un estudio observacional, descriptivo, retrospectivo, de todos los

niños ingresados en el Servicio de Neurología Infantil del Instituto Neurología y

Neurocirugía (INN), durante el período comprendido entre abril del 2010 y

mayo del 2017, con el diagnóstico al egreso de Síndrome de West (SW).

UNIVERSO Y MUESTRA

El universo estuvo constituido por los 31 pacientes que ingresaron en el

servicio de neuropediatría del Instituto Neurología y Neurocirugía de Cuba, con

diagnóstico de Síndrome de West al momento del alta, en el período de abril

del 2010 a mayo del 2017. Se trabajó con todos los casos que cumplieron con

los criterios de inclusión.

Criterios de inclusión

Se utilizaron los siguientes criterios de inclusión.

Todos los niños hospitalizados en el Servicio de Neurología Infantil del

INN entre abril del 2010 y mayo del 2017, con diagnóstico al egreso de

SW.

25

OPERACIONALIZACIÓN DE VARIABLES

Variable Tipo Operacionalización Medida

Resumen Escala Definición

Edad Cuantitativa

Continua En números

Tiempo vivido en años

cumplidos

Media y desviación estándar

Sexo Cualitativa

nominal dicotómica

Masculino Femenino

Según el sexo biológico

determinado. Porciento

Color de la piel Cualitativa

nominal politómica

Blanca Negra

Mestiza

Según color de la piel

Porciento

Tipo de crisis precediendo a

los EE

Cualitativa nominal

politómica

Focal Generalizada Desconocida

Según tipo de crisis epiléptica.

Porciento

Desarrollo psicomotor previo a EE

Cualitativa nominal

dicotómica

Normal Anormal

Según desarrollo psicomotor

Porciento

Etiología Cualitativa

nominal politómica

Criptogénico Sintomático a:

Esclerosis Tuberosa Encefalopatía HI Malformaciones

Cerebrales Infecciones

Anomalías Genéticas Errores Congénitos

Metabólicos Otras

Según origen de la enfermedad

Porciento

Examen físico neurológico

Cualitativa nominal

dicotómica

Normal Anormal

Según resultado a la exploración

del paciente Porciento

EEG Interictal Cualitativa

nominal politómica

Si No

No precisado

Según la presencia de hipsarritmia al momento del

ingreso o diagnóstico.

Porciento

Estudio de Neuroimágen

Cualitativa nominal

dicotómica

Normal Anormal

Según resultados

imagenológicos. Porciento

Evolución Cualitativa

nominal dicotómica

Supresión de espasmos epilépticos

No supresión

Según la evolución clínica

del paciente Porciento

26

Electroencefalograma con presencia de hipsarritmia al

ingreso

Cualitativa nominal

dicotómica

Si No

Según del electroencefalog

rama Porciento

Tipo de Espasmo

Epiléptico (EE)

Cualitativa nominal

politómica

Flexor Extensor

Mixto

Según características clínicas de la

crisis

Porciento

Evolución a Otro Síndrome

Epiléptico

Cualitativa nominal

dicotómica

- Si (Epilepsia focal,

Epilepsia generalizada, Síndrome de Lennox

Gastaut) - No ( Control de crisis,

no control de crisis)

Según el desarrollo de otro tipo de epilepsia

manifestada por el paciente

Porciento

Retraso del neurodesarroll

o

Cualitativa nominal

politómica

Si No

No precisado

Según resultados a la

evaluación Porciento

TÉCNICAS PARA RECOGIDA Y PROCESAMIENTO DE LA INFORMACIÓN.

Métodos teóricos:

Analítico-sintético: Se realizó un análisis de toda la bibliografía,

que abarcó un volumen considerable de trabajos contenidos en libros de

texto y consultas, para la fundamentación teórica del problema y una

comprensión mejor. La síntesis ligada directamente al análisis, estuvo

presente en todo el proceso lo que permitió precisar los aspectos

significativos de cada momento y expresarlos de forma lógica.

Inductivo - deductivo: El método deductivo se empleó en

aquellos aspectos donde fue necesario partir de conceptos generales y

formular conceptos específicos.

27

Histórico - lógico: Se desarrolló a partir del análisis de

documentos, artículos, tesis y bibliografías, de forma general en la

sistematización de los antecedentes del problema de la investigación.

Métodos empíricos:

Planilla de recolección de datos: Para obtener información

relacionada con las variables definidas en el estudio.

RECOLECCIÓN DE LOS DATOS

Para la recolección de la información, se trabajó con las historias clínicas de los

pacientes. Se confeccionó la ficha de recolección de datos (anexo 1) y se

procedió a revisar las historias clínicas de los pacientes incluidos, de la cual se

extrajo la información referente a las variables seleccionadas para el estudio.

Para precisar la evolución de los niños con SW se tuvo en cuenta el control o

no de las crisis de espasmos epilépticos, el mantenimiento o desaparición del

patrón de hipsarritmia, y la evolución o no hacia otro tipo de epilepsia, así como

la presencia posterior de retraso global del neurodesarrollo, según los datos

recogidos en la historia clínica al momento de la última evaluación o consulta.

PROCESAMIENTO DE LA INFORMACIÓN

Para el procesamiento de la información, se creó una base de datos

automatizada con la hoja de cálculo electrónica Excel 2003. Los datos primarios

se procesaron en el programa estadístico SPSS 22.0.

28

Fuentes de información:

- Historias clínicas de los pacientes hospitalizados.

Procesamiento estadístico

Los datos del formulario, fueron vaciados en una base de datos creada en el

programa estadístico SPSS versión 22.0, donde se realizaron distribuciones de

frecuencias, cálculos porcentuales, cálculo de desviación estándar y medidas de

tendencia central. Se utilizó los métodos de la estadística descriptiva.

ÉTICA

En todo momento, la investigación se procedió de acuerdo con las normas

éticas imperantes en el Sistema de Salud del que disfrutamos en nuestra

sociedad. La información obtenida se utilizó solamente con fines científicos y

docentes.

29

RESULTADOS

Se detectaron un total de 31 niños ingresados en el Servicio de Neurología

Infantil del INN, en el periodo de abril del 2010 a mayo del 2017, con el

diagnóstico al egreso de Síndrome de West.

Las principales características sociodemográficas del grupo de niños

estudiados con SW, se pueden observar en la tabla 1.

Tabla 1. Principales características sociodemográficas y de la epilepsia del

grupo de niños con Síndrome de West.

Variables No. %

Género Masculino 20 64,5

Femenino 11 35,5

Color de la piel

Blanca 25 80,6

Negra 2 6,5

Mestiza 4 12,9

Tipo de Espasmo Epiléptico (EE)

Flexor 11 35,5

Extensor 2 6,4

Mixto 18 58,1

Desarrollo Psicomotor previo al inicio de los EE

Normal 8 25,8

Anormal 23 74,2

Examen neurológico al momento del ingreso

Normal 2 6,4

Anormal 29 93,6

Crisis Epilépticas Previas a los EE

Si 11 35,5

No 20 64,5

Electroencefalograma presencia de

hipsarritmia al ingreso

Si 31 100

No 0 0

Etiología Sintomática 19 61,3

Criptogénica 12 38,7

Edad media debut 5,5 +/- 4,3 meses

(rango, 1 a 25 meses)

Edad media en la última evaluación 29,8 +/- 21,8 meses

(rango de 6 a 84 meses)

Fuente: Historia Clínica

30

De los 31 niños con SW, 11 presentaron otros tipos de crisis previos al debut

de los espasmos. Esas crisis previas fueron dos casos con crisis focales y 9

con crisis generalizadas sin precisarse el tipo específico.

De los 19 pacientes con etiología sintomática, las causas específicas fueron:

encefalopatía hipóxico-isquémica (5 casos), infarto cerebral (4 casos),

malformaciones cerebrales (4 casos), complejo de esclerosis tuberosa (2

casos), infección del SNC perinatal (1 caso) y otras etiologías (3 casos).

El electroencefalograma interictal mostró el clásico patrón de hipsarritmia en

todos los pacientes de la serie. Es de destacar el hecho de que, en 8 de los 31

casos, el patrón hipsarrítmico fue asimétrico, 7 de los cuales presentaban

etiología sintomática (4 casos con infarto cerebral).

Las principales causas del SW en el grupo de niños estudiado se resumen en

la tabla 2.

Tabla 2. Distribución de los pacientes estudiados según la etiología del

síndrome de West.

Etiología No. %

Criptogénico 12 38,7

Encefalopatía hipóxico - isquémica 4 12,9

Infarto cerebral 4 12,9

Malformaciones del desarrollo cortical 4 12,9

Complejo esclerosis tuberosa 2 6,5

Infecciones perinatales 1 3,2

Otras 4 12,9

Total 31 100

Fuente: Historia Clínica

31

Los SW criptogénicos representaron el 38,7% de la serie, el resto (61,3%)

fueron sintomáticos, siendo la encefalopatía hipóxico-isquémica, el infarto

cerebral y las malformaciones del desarrollo cortical, las más frecuentes.

Se pudieron precisar datos evolutivos en 26 de los 31 pacientes lo que

representó el 83,9 % del total de la serie.

La evolución de los EE en los niños estudiados se puede apreciar en la figura

1.

Figura 1. Distribución de los pacientes según evolución de las crisis de

espasmos epilépticos.

Fuente: Historia Clínica

Se destaca que no se logró el control de las crisis en casi dos de cada tres

pacientes.

Al realizar un análisis del control de las crisis según la etiología del SW, se

encontró que, en el grupo con desaparición de las crisis, hubo más casos con

etiología criptogénica, a diferencia del grupo en que persistieron las crisis,

32

donde hubo un predominio de casos con etiología sintomática, aunque esta

diferencia no fue estadísticamente significativa. Ver tabla 3.

Tabla 3. Distribución de los pacientes según etiología y evolución de los

espasmos epilépticos.

Etiología

Evolución de Espasmos Epilépticos Total

Desaparición Persistencia

No. % No. % No. %

Sintomático 4 15,4 11 42,3 15 57,7

Criptogénico 6 23,1 5 19,2 11 42,3

Total 10 38,5 16 61,5 26 100

x2= 2,1 p ˃ 0,05

Fuente: Historia Clínica

Se logró precisar la evolución del EEG en 26 pacientes, en 9 de los cuales

ocurrió una desaparición del patrón de hipsarritmia. La relación entre la

evolución del patrón electroencefalográfico y la etiología del SW, se muestra en

la tabla 4.

Tabla 4. Distribución de los pacientes según etiología y evolución de

hipsarritmia.

Etiología

Evolución de Hipsarritmia Total

Desaparición Persistencia

No. % No. % No. %

Sintomático 4 15,4 11 42,3 15 57,7

Criptogénico 5 19,2 6 23,1 11 42,3

Total 9 34,6 17 65,4 26 100

x2= 0,9 p ˃ 0,05

Fuente: Historia Clínica

Se puede precisar que prácticamente la mitad de los casos con SW

criptogénicos tuvieron una desaparición del patrón de hipsarritmia, que solo fue

33

posible en menos de un tercio de los casos con SW sintomáticos. Estas

diferencias no fueron estadísticamente significativas (x2= 0,9 p ˃ 0,05).

De los 26 casos en que se pudieron precisar datos evolutivos, 6 (23%) tuvieron

un cambio de síndrome epiléptico, tal como se puede apreciar en la tabla 5. De

los 20 casos restantes, 13 mantenían las crisis de EE, al momento de la última

evaluación, y 7 habían alcanzado el estado de control de crisis.

Tabla 5. Distribución de los pacientes según evolución a otro síndrome

epiléptico.

Evolución a otro síndrome epiléptico No. %

Epilepsia focal 2 7,7

Epilepsia generalizada 3 11,5

Síndrome de Lennox Gastaut 1 3,8

No

Control de Crisis 7 26,9

No control de Crisis a 13 50,0

Etiología Sintomático 8 30,8

Criptogénico 5 19,2

n= 26

Fuente: Historia Clínica

a: continúan con espasmos epilépticos

En la tabla 6, se muestra la distribución de los pacientes estudiados según la

presencia evolutiva de retraso global del neurodesarrollo (RGND), que se

presentó en la mayoría de los casos (88,5%).

34

Tabla 6. Distribución de los pacientes estudiados según presencia evolutiva de

retraso global del neurodesarrollo

Retraso global del Neurodesarrollo No. %

Si 23 88,5

No 2 7,7

No precisado 1 3,8

Total 26 100

Fuente: Historia Clínica

De los 23 casos con RGND previo al inicio de los EE, se pudo precisar su

estado evolutivo en 18 pacientes, y todos continuaban con el RGND.

De los 8 casos con desarrollo normal antes del debut de los EE, se constató la

evolución del neurodesarrollo en 7 pacientes, de los cuales 2 mantenían un

desarrollo normal. Ver tabla 7.

Tabla 7. Evolución del neurodesarrollo en pacientes con desarrollo normal

antes del debut con espasmos epilépticos.

Retraso global del Neurodesarrollo No. %

Si 5 62,5

No 2 25,0

No precisado 1 12,5

Total 8 100

Fuente: Historia Clínica

35

DISCUSIÓN

El comportamiento de nuestra serie de casos de acuerdo a la distribución por

sexo mostró un predominio de los varones, con 20 casos (64,5%). Algunos

estudios han reportado que los niños y niñas se afectan por igual; mientras que

otros sugieren que el SW se presenta con más frecuencia en los varones, tal

como ocurrió en nuestra serie. 23-25, 109

Una de las principales características clínicas de los niños con SW lo

constituyen los EE, estas crisis suelen debutar en más del 90% de los casos

antes del año de edad, con un rango desde un día hasta los 4,5 años de edad.

11, 110

El pico de incidencia del debut de las crisis es entre los tres y siete meses de

edad; el debut después de los 18 meses de edad es raro. En nuestra serie solo

se presentó un caso con debut después del año de edad, una niña con inicio de

las crisis de espasmos epilépticos con 25 meses. Al analizar la edad media de

debut de los pacientes de nuestra serie, que fue de 5,5 meses de edad, se

evidencia un comportamiento similar al de otras series. 110

Las crisis de espasmos epilépticos han sido caracterizadas en tres tipos

clínicos, gracias a la revisión de las crisis por los registros video-

electroencefalográficos. En el estudio de Kellaway y cols. 111, reportaron 5042

crisis registradas en 24 lactantes, las cuales fueron clasificadas como flexoras,

extensoras o mixtas en 33,9; 22,5 y 42 % respectivamente.

En nuestra serie esta distribución fue de 35,5; 6,4 y 25,8 % respectivamente;

un comportamiento bastante parecido. Hay que destacar que la clasificación

36

del tipo de EE en nuestros casos fue realizada por juicio clínico, de acuerdo a

los resultados de la anamnesis, y no basados en la evaluación de registros

video-electroencefalográficos. 111

El carácter exacto de la crisis depende de si los músculos flexores o extensores

son predominantemente afectados y de la distribución de los grupos

musculares involucrados. 111

Las crisis de espasmos epilépticos (EE) pueden coexistir con otro tipo de crisis

en el mismo paciente. Las crisis focales pueden aparecer antes del debut de

los espasmos, coincidir con los EE, o aparecer una vez que los EE han cesado.

31, 111

El reconocimiento y la efectividad en el reporte de la cantidad y características

de los espasmos pueden ser difíciles tanto para padres como para el personal

médico. 111

Hay estudios realizados en los que se ha comparado los reportes de los padres

sobre las crisis de los niños y se han comparado con lo registrado en la

monitorización de video EEG, comprobándose que la mayoría de los padres

reportan de 5 a 10 veces menos crisis que lo evidenciado por el video EEG.

76,111

Este mismo análisis podría realizarse al evaluar la presencia de otro tipo de

crisis, que pueda preceder, coexistir o seguir a los EE, y que, al hacerse el

diagnóstico en base a los reportes de los familiares del niño, se corre el riesgo

de una observación no tan precisa como la que podría obtenerse a través del

video EEG. 76

37

Sin embargo, a pesar de esta limitación, la información obtenida a través de la

anamnesis es importante. Se demuestra en nuestra serie, como en los niños

con EE pueden presentarse otros tipos de crisis, incluso precediendo al debut

de los espasmos. 76

Otra de las principales características de los niños con SW, y que define su

tríada diagnóstica, lo constituye el patrón electroencefalográfico interictal de

hipsarritmia. Dicho patrón estuvo presente en el 100% de los casos al momento

la primera evaluación. Este patrón ha sido reportado entre el 7% y el 75% de

los pacientes con SW. 112

Hrachovy y cols. 113 han identificado cinco variaciones del patrón originalmente

descrito, pero en nuestro estudio no se entró en detalles sobre un subtipo en

específico de hipsarritmia.

La clasificación del SW está evolucionando. Tradicionalmente el SW se

clasifica como sintomático o criptogénico. Los pacientes con SW sintomáticos

tienen una etiología identificada y/o un retraso del neurodesarrollo al momento

del debut de los espasmos. Los casos con SW criptogénicos no tienen una

etiología conocida y presentan un neurodesarrollo normal al momento del inicio

de las crisis. 26, 70

Un grupo de trabajo sobre SW de la Liga Internacional Contra la Epilepsia

(ILAE) adicionó un grupo idiopático. En esta última categoría se incluyen

pacientes con neurodesarrollo normal al debut, examen físico y neuroimágenes

normales y patrón de hipsarritmia en el EEG, sin anomalías epileptiformes

focales. 26, 27

38

Las proporciones de las categorías etiológicas varían según diferentes

reportes. En uno de ellos, proveniente de estudios en las provincias

canadienses de las islas de Nueva Escocia y Prince Edward desde 1978 a

1998, la proporción de las categorías etiológicas fue 68%, 24% y 8% para

sintomática, criptogénica e idiopática, respectivamente. 24

En nuestra serie no se encontraron casos idiopáticos, pero si predominaron los

casos sintomáticos, que es lo reportado en diferentes series. En una serie de

140 niños afectados cuya evaluación incluyó estudios de neuroimágenes de

tomografía computarizada, resonancia magnética y/o tomografía por emisión

de positrón, el 96% de los casos fueron clasificados como sintomáticos. 28

La evaluación de estos pacientes fue más extensa y exhaustiva que lo habitual

en nuestro medio; es muy poco probable que los pacientes evaluados en la

comunidad puedan tener tan alta proporción de casos sintomáticos como lo

referido en el anterior estudio. 28

De forma general se puede considerar que el 20% de los casos con SW son

clasificados como criptogénicos, y el 80% restante como sintomáticos. 114 En

un estudio multicéntrico, prospectivo, que reunió 251 casos con SW, se

identificó la causa (sintomáticos) en 161 pacientes (64%). 29

El tiempo crítico del insulto típicamente ocurre en el período prenatal, perinatal

o postnatal temprano. Los factores prenatales representan la mayor proporción

de casos del SW, 43% en una serie 14, 32 similar resultado encontramos en

nuestra serie, con 10 de los 19 casos sintomáticos con factores prenatales.

39

La anormalidad prenatal más frecuente es la malformación del sistema

nervioso central (SNC); también se incluyen en este grupo los trastornos

genéticos y cromosómicos, los síndromes neurocutáneos, los errores

congénitos del metabolismo y las infecciones intrauterinas. 14, 32

En un estudio realizado en Reino Unido por Osborne y colaboradores 14, se

demostró la etiología en el (61%) de los pacientes con SW, de los cuales la

etiología más común fue la encefalopatía hipóxico-isquémica (10%),

cromosómicas (8%), malformaciones del desarrollo cortical (8%), el ictus

isquémico (8%), complejo esclerosis tuberosa (7%) y las enfermedades

metabólicas. 115,116.

En nuestro estudio, no se logró el control de las crisis en 16 pacientes. La

etiología estuvo asociada a la evolución del SW, predominó la persistencia de

las crisis y la hipsarritmia en los casos con etiología sintomática, mientras que

en los casos con etiología criptogénica fue más frecuente la desaparición de las

crisis y la hipsarritmia. Se ha descrito que la hipsarritmia tiende a desaparecer

con la maduración118, 119. Jeavons plantea que las crisis se detienen a los tres

años de edad en aproximadamente la mitad de los niños con EE y raramente

persiste después de que ellos son cinco años de edad. 117, 118

Se ha reportado una mejor evolución de las crisis en pacientes con EE

criptogénicos y en aquéllos con inicio temprano con EE, aunque estas

relaciones no se han encontrado en otros estudios. 80, 119 En los casos

sintomáticos, el resultado es más favorable en algunas etiologías como los

40

controles de crisis relativamente buenos reportados en pacientes con

neurofibromatosis tipo 1 o síndrome de Down. 34, 47, 120

En nuestro estudio, aproximadamente, uno de cada cuatro pacientes

evolucionó a otro síndrome epiléptico. En general, los pacientes con SW

sintomático tienen más probabilidad de desarrollar otro síndrome epiléptico que

aquéllos con SW criptogénico. Esta evolución se ha reportado que ocurre en el

57,5 % de los casos sintomáticos y el 35,3 % de los criptogénicos. 121, 122

Aproximadamente del 27 al 50 % de los pacientes con SW desarrollan una

forma severa de epilepsia conocido como síndrome de Lennox-Gastaut. 30, 81,

123 Rantala y cols. 124 reportan que el síndrome de Lennox-Gastaut se precedió

por EE en 10 de 25 casos. En la literatura publicada, sólo niños con SW

sintomático han evolucionado al síndrome de Lennox-Gastaut. 30, 81, 124

El retraso del neurodesarrollo ocurre en aproximadamente 85 % de los

pacientes; la mayoría tiene un déficit neurológico mayor (50 %) o menor (40 %).

31, 71, 78, 124 Resultados similares encontramos en nuestra serie, donde la

mayoría de los casos presentaron evolutivamente retraso global del

neurodesarrollo, incluso en aquellos con desarrollo normal al momento del

debut de las crisis de EE.

El pronóstico del neurodesarrollo a largo plazo parece depender de la etiología

subyacente. 31, 71, 125 Koo y cols. 123 estudiaron a 57 niños seguidos durante 12

a 60 meses y encontraron que el 44 % presentaron deterioro cognoscitivo

severo; mientras que en el 28 % tenían deterioro ligero o eran normales.

41

En otra serie casos de 68 niños, todos con SW sintomático, el retraso del

desarrollo se observó en el 100 % de los pacientes. 122 En otro estudio de 95

niños con SW, se reportó que el desarrollo de trastornos del espectro autista

era más frecuente en los casos sintomáticos que en los criptogénicos (8,73 %

vs 1,55 %, respectivamente). 125

Los trastornos cognitivos son comunes en niños con SW criptogénico, incluso

cuando los espasmos cesan. En un estudio, 126 el neurodesarrollo se evaluó,

por cuatro a seis años, en 15 niños en los cuales desaparecieron los espasmos

antes del primer año de edad; y se encontró una inteligencia normal en 12

niños. Sin embargo, el 41,7 % de los pacientes tuvieron trastornos cognitivos

específicos como problemas de atención, idioma, memoria, y las habilidades

viso-motoras.

Berg y cols. en un estudio prospectivo en niños menores de 3 años con

epilepsia de inicio reciente, encontraron tres factores que se asociaron de

forma independiente con una disminución del cociente de desarrollo a lo largo

del tiempo: presencia de síndromes considerados como encefalopatías

epilépticas, la etiología sintomática y la epilepsia refractaria. 128

En los niños sin ninguno de estos factores de riesgo no se observó disminución

del cociente de desarrollo. No obstante, este tipo de estudios no permiten

separar claramente el efecto de las crisis epilépticas del de la causa

subyacente. 127

42

La mejoría de los déficits cognitivos tras la resolución de las crisis epilépticas

en respuesta a la cirugía sugiere también un efecto deletéreo de ellas. Un

estudio de cohortes multicéntrico comparó los pacientes con encefalopatías

epilépticas tratados con fármacos y aquellos sometidos a cirugía resectiva o

paliativa. 129

Debe tenerse en cuenta que, de entrada, ambos grupos no son comparables

porque los pacientes intervenidos quirúrgicamente tenían obviamente alguna

indicación para ello. Como era de esperar, se observó una mayor proporción de

pacientes libres de crisis en aquellos tratados quirúrgicamente, que sólo fue

estadísticamente significativa para el subgrupo de cirugía resectiva. 128

Algunos estudios en niños con esclerosis tuberosa sugieren una relación entre

las crisis epilépticas y el deterioro neurológico. En un estudio prospectivo en

niños seguidos desde antes del inicio de las crisis, se observó una caída en el

cociente de inteligencia tras el inicio de los espasmos epilépticos, que fue

mayor en los casos con una mayor duración de los espasmos. En cambio, no

se observó este efecto en los niños que desarrollaron otros tipos de crisis. 117,

129

Otro estudio de cohortes prospectivo no aleatorizado, con un diseño antes-

después, mostró que la realización de electroencefalogramas periódicos y el

inicio del tratamiento preventivo con vigabatrina, en el caso de que se

detectaran alteraciones epileptiformes, e iniciado antes de la aparición de crisis

epilépticas, mejoró el control de las crisis y el cociente de desarrollo a los 24

43

meses de edad en comparación con los niños tratados tras el inicio de las

crisis. 130

No obstante, la contribución relativa de las crisis epilépticas y de la activación

de la vía mTOR en el origen de los déficits cognitivos en la esclerosis tuberosa

es todavía incierto. 131

El retraso mental ocurre en el 90 % de los casos y con frecuencia se asocia

con déficit motor, trastornos de conducta y rasgos autistas. La mortalidad es

del 5%; y del 55 a 60% de los niños con síndrome de West desarrollan

posteriormente otros tipos de epilepsia como el síndrome de Lennox-Gastaut y

epilepsias con crisis parciales complejas. 82

Un factor importante que contribuye a emitir un pronóstico, es si el paciente

inicialmente se clasifica como criptogénico, idiopático o sintomático. El

pronóstico es mejor en los casos idiopáticos y criptogénicos. 82

El pronóstico del síndrome de West idiopático es favorable con desaparición de

las crisis y un desarrollo psicomotor normal. En los casos criptogénicos la

demora en el inicio del tratamiento puede asociarse con un peor pronóstico

desde el punto de vista cognitivo. 82

44

CONCLUSIONES

En la serie estudiada de niños con SW se encontró un predominio de

varones. La edad promedio de debut de los espasmos epilépticos fue

similar a lo reportado en otras series.

La etiología más frecuente del síndrome de West fue la sintomática,

dentro de estas predominaron la encefalopatía hipóxico-isquémica, el

infarto cerebral y las malformaciones del desarrollo cortical.

Predominó la persistencia de las crisis y la hipsarritmia en los casos con

etiología sintomática, mientras que en los criptogénicos existió mayor

tendencia al control de las crisis y la desaparición de la hipsarritmia.

La evolución a otro síndrome epiléptico se presentó solo en casos

sintomáticos.

En la mayoría de los casos, evolutivamente presentaron retraso global

del neurodesarrollo, incluso los que iniciaron con desarrollo normal.

Se confirma en nuestra serie la pobre evolución de los pacientes con

SW, tanto por el control de las crisis, como por el retraso del

neurodesarrollo asociado, que hace de este tipo de epilepsia una de las

formas con mayor afectación a la salud del niño.

45

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131 Curatolo P, Aronica E, Jansen A, Jansen F, Kotulska K, Lagae L, et al. Early

onset epileptic encephalopathy or genetically determined encephalopathy with

early onset epilepsy? Lessons learned from TSC. Eur J Paediatr Neurol 2016;

20: 203-11.

59

ANEXOS

Anexo 1.

TARJETA DE RECOLECCION DE DATOS

Instituto de Neurología y Neurocirugía Dr Rafael Estrada Gonzales Servicio de Neuropediatria Investigación para optar por el Título de Especialista de 1er Grado en Neurología

Título: Comportamiento evolutivo de una serie de pacientes con síndrome

de west desde abril del 2010 hasta mayo del 2017.

De la base de datos de los pacientes ingresados en la sala de neuropediatria del Instituto de Neurologia y Neurocirugia se extraen los siguientes datos HISTORIA CLINICA_________ DATOS SOCIODEMOGRAFICOS Nombres y apellidos:____________________________________________________________ Telefono:______________________________________________________________________ Direccion:_____________________________________________________________________ Genero

1. masculino 2. femenino

Raza 1. blanca 2. mestiza 3. negra 4. no se encuentran datos

DATOS CLINICOS:

Edad de ingreso__________

Edad debut de las crisis de espasmos epilépticos______

Edad última evaluación______

Presencia de otras crisis epilépticas previas a los EE. (1. Si 2.

No 3. No precisado): _____

Tipo de crisis: _____ 1. Focal 2. Generalizada

3. Desconocida___

Desarrollo psicomotor previo al inicio de los EE. Normal o

Anormal

Etiología SW (1. Sintomático 2. Criptogénico): ______

60

SW sintomático a: _______

1. Complejo de Esclerosis Tuberosa (CET)

2. Encefalopatía HI pre, peri y postnatal

3. Malformaciones cerebrales

4. Infecciones congénitas o adquiridas

5. Anomalías genéticas (cromosómicas y génicas)

6. Errores congénitos del metabolismo

7. Otra. Cuál?_______

Tipo de EI: Flexión, Extensión, Mixto

Examen Físico neurológico (normal o anormal):

____________________

EEG interictal: presencia de hipsarritmia al momento del

ingreso o diagnóstico de SW: (1. Si 2. No 3. No precisado):

_____

Estudio de neuroimágen: Normal, Anormal. Si anormal

alteración, describir._______

1. Simétrico o asimétrico_______

Evolución (según datos de última consulta o ingreso)

1. Supresión espasmos (1. Sí 2. No) ____

2. Edad al suprimirse los espasmos: _______ (en meses)

3. Si control de crisis, qué tiempo después del debut y del

inicio del tratamiento_______

4. Desaparición del patrón de hipsarritmia (1. Si 2. No 3.

No precisado) ___

5. Edad al desaparecer la hipsarritmia: _______ (en

meses)

6. Evolución a otro tipo de epilepsia (1. Sí 2. No) ____

7. Cuál tipo de epilepsia evolutiva. 1. SLG 2. Focal

sintomática

8. Comorbilidad neuropsiquiátrica:

Retraso del Neurodesarrollo o RM (Sí, No)____

Trastorno del aprendizaje (1. Si 2. No 3. No

precisado) ___

TDAH (1. Si 2. No 3. No precisado) ___

Trastorno de conducta (1. Si 2. No 3. No

precisado) ___

Espectro autista (1. Si 2. No 3. No precisado) ___

9. Mortalidad: _____ 1. Si 2. No

10. De haber fallecido: Causa:_____________

Número de FAE utilizados: _______

FAE usados: _________

61

1. ACTH

2. Vigabatrina

3. Valproato

4. Topiramato

5. Clobazam

6. Vit B6

7. Otro

1. Si logró control de crisis con qué

fármaco(s)_________________