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UNIVERSIDAD CENTRAL DE VENEZUELA FACULTAD DE HUMANIDADES Y EDUCACIÓN
ESCUELA DE COMUNICACIÓN SOCIAL
Hoja de Control Bibliográfico
Biblioteca Gustavo Leal
RESUMEN DE PALABRAS CLAVES
Beisbol, deporte, negocio, industria de consumo, talento
criollo, oferta-demanda, escuelas-franquicias, Venezuela, Estados
Unidos, Summer League.
Universidad Central de Venezuela Facultad de Humanidades y Educación
Escuela de Comunicación Social
BEISBOL: JUGAR A GANAR DINERO Reportaje Investigativo
Trabajo Especial de Grado presentado para optar al
título de Licenciado en Comunicación Social
Bachilleres: Ferlene Yarkaly Núñez Hernández Indira Josefina Carpio Olivo
Tutor: José Fernández Freites
Ciudad Universitaria Abril, 2007
Universidad Central de Venezuela Facultad de Humanidades y Educación
Escuela de Comunicación Social
BEISBOL: JUGAR A GANAR DINERO Reportaje Investigativo
Bachilleres: Ferlene Yarkaly Núñez Hernández Indira Josefina Carpio Olivo
Tutor: José Fernández Freites
Ciudad Universitaria Abril, 2007
Dedicado a Aníbal “Caraota” Rodríguez,
fiel creyente en la pasión del beisbol como ley de vida, por regalarme un poco de sus sueños y colaborar
incondicionalmente en la elaboración de esta investigación
Ferlene
Gracias a Dios, que nos da la vida y nos permite estar saludables para enfrentar las adversidades; a mis padres,
quienes me han enseñado a vivir con humildad, honestidad y respeto; y a Tomás, mi amor, la fuerza
motora de este trabajo y de toda mi vida…
Ferlene
RESUMEN
La historia de los ídolos que han logrado triunfar en Grandes Ligas se repite en la mente de miles de jóvenes que juegan beisbol apasionadamente. Pasión que inevitablemente se desdibuja como trabajo, labor que puede proporcionar dinero en cantidades exorbitantes. Dólares que embelesen a cualquiera: jugadores y familiares.
Venezuela es reconocida como la segunda fuente de peloteros para el beisbol profesional estadounidense -en ligas menores- por la calidad de sus jugadores, esto ha motivado el incremento en la búsqueda y seducción del talento criollo.
Por ello, es necesario conocer cuáles son las circunstancias que rodean la firma de un jugador y las irregularidades que pueden surgir en este proceso; pues la inexistencia de un ente (oficial o privado) que contabilice las firmas anuales de peloteros, sus edades, exigencias físicas y equipo al cual pertenecerá, dificulta la obtención de las cifras que permitan aproximar la importancia de Venezuela como productor de jugadores de calidad.
Así, comienzan a evidenciarse las notables diferencias entre las normativas y condiciones de los agentes estadounidenses, respecto a los peloteros latinos, principalmente en las posibilidades de que los jugadores continúen sus estudios y en brindarle una garantía de vida a los jóvenes, más allá de su futuro dentro del beisbol.
Falsificación de documentos, captación desmedida del talento por intereses económicos, cobro indebido de bonificaciones por parte de scouts o falsos agentes, tener la suerte de permanecer en las academias venezolanas o sufrir las consecuencias de vivir meses en condiciones infrahumanas en Dominicana por no desfallecer y continuar el camino hacia un sueño… Historias que serán narradas por quienes viven de la pelota, entrevistas para permitir que se escuche la voz del pelotero, una voz que en la mayoría de las ocasiones sólo suena para ser fuertemente criticada o excesivamente elogiada.
ÍNDICE
Introducción ……………………………………………………………………....... 1
Parte I – Marco teórico
Capítulo I - Del beisbol en Venezuela: el deporte
Pero, ¿por qué el beisbol en Venezuela? ………………………………………… 7
La Liga Venezolana de Beisbol Profesional …………………………………… 16
¿Quiénes juegan a la pelota en Venezuelalandia? ………………….………… 19
Major League Baseball ……………………………………………….………….. 21
Escuelas de MLB en Venezuela ………………………………………..……..… 28
Capítulo II - Un negocio provechoso: More Money!!
La Major League Baseball Players Association… Y el
deporte se volvió negocio……………………………..……………….…….. 33
Miller: bigleaguers con precios multimillonarios …………………………….. 36
Evolución del pelotero profesional: Nuevas relaciones
propietarios de equipos-bigleaguers ……………………………………….. 39
Salarios MLB ¿es justo ganar tanto dinero? ……………………………..…….. 45
Parte II – El proceso de la firma… Voces de la experiencia
Beisbol: Jugar a ganar dinero. Reportaje investigativo ……………………… 53
Try out, competir para destacar ………………………………………………… 54
Un año y medio: nueve inning para que se acabe el juego ………………...… 56
Extrainning: la falsificación de un espectáculo ……………………………...… 57
Beisbolistas: liebres con brazos escopetas …………………………………..…. 59
Los scouts: redentores cazadores de talento o “robadores de vidas” ………. 61
Los primeros contratos, una probadita de gloria ………………………...…… 65
La Summer League, el lado oscuro del camino ……………………………….. 67
Becas deportivas, una solución del primer mundo ………………………...… 71
Money money money money, MOOONEEY... Playyyyyyy ball!!! ………..... 74
Quienes han llegado, los líderes, los ídolos, los grandes… ………………..… 78
Parte III
Conclusiones …………………………………………………………………........ 82
Referencias bibliográficas ..…………………………………………………........ 86
Anexos …………..……………………………………………………………........ 91
INTRODUCCIÓN
El beisbol es un fenómeno mundial que ha captado gran cantidad de
adeptos en Latinoamérica. La historia de los ídolos que han logrado triunfar
en Grandes Ligas se repite en la mente de miles de jóvenes que juegan beisbol
apasionadamente. Pasión que inevitablemente se desdibuja como trabajo,
labor que puede proporcionar dinero en cantidades exorbitantes. Dólares que
embelesen a cualquiera: jugadores y familiares.
Según cifras oficiales de la Major League Baseball (www.mlb.com),
Venezuela es reconocida como la segunda fuente de peloteros para el beisbol
profesional estadounidense por la calidad de sus jugadores, esto ha motivado
el incremento en la búsqueda y seducción del talento criollo; así, el país se ha
convertido en el segundo exportador de peloteros a nivel mundial, luego de
República Dominicana, superando a Puerto Rico. Incluso, se han instalado en
las principales ciudades del centro del país escuelas de los equipos
profesionales, una especie de franquicias dedicadas a adiestrar y moldear a
los talentos.
Sin embargo, transitar el camino hacia la fama y la gloria del diamante
no es sencillo. A partir del primer encuentro real con la profesión, desde que
le pelotero se dispone para competir ante los ojos de un seleccionador o scout
de la Major League (MLB) debe prepararse para los obstáculos físicos y
psicológicos que se le presentarán.
Por ello, es necesario conocer cuáles son las circunstancias que rodean
la firma de un jugador, estar al tanto de los compromisos que se asumen en
todas las categorías, especialmente en la júnior, (cuando los peloteros tienen
entre dieciséis y diecisiete años, edad ideal para que los prospectos firmen
con alguna de las casi cuarenta academias de la MLB en América Latina). No
obstante, establecer contrato laboral con menores de edad es ilegal; es
entonces cuando surge la figura del “protegido”, un contrato “de palabra” en
el cual el scout se compromete con la familia del jugador a brindarle apoyo
moral y económico, garantizándole las mejores condiciones para continuar su
desarrollo y lograr la firma.
Pero, este tipo de labor de los scouts no está regulada legalmente por la
MLB, por lo que las especulaciones sufridas por los peloteros a la hora de
cifrar su rúbrica y los posteriores maltratos a los que son sometidos en
Summer League Dominicana no se hacen públicas, ni trascienden a instancias
legales superiores.
Como explica Marcano (2003), la inexistencia de un ente (oficial o
privado) que contabilice las firmas anuales de peloteros, sus edades,
exigencias físicas y equipo al cual pertenecerá, dificulta la obtención de las
cifras que nos permitan aproximamos a la importancia de Venezuela como
productor de jugadores de calidad y a las situaciones que rodean dichas
firmas. Esto se debe al mismo misterio que rodea las primeras contrataciones
de los jugadores, debido al cuidado y la mística con la que deben operar los
scouts para no develar un posible futuro Cy Young, o el líder bate de la
próxima temporada.
Entre las dificultades que sufren estos jóvenes figuran el descuido de la
vida académica, inversiones en costosos equipos, mala alimentación, estar
lejos de la familia, malos tratos, enfermedades, lesiones, frustraciones,
cuestiones que en la mayoría de los casos no detienen a los peloteros que
quieren alcanzar una mejor situación económica, hombres que persisten en
explotar sus capacidades, habilidades y destrezas para desarrollarse como
“profesionales”, principalmente porque las grandes sumas que le ofrecen en
las firmas de los contratos representan sólo un porcentaje de lo que pueden
ganar en las Grandes Ligas.
Así, comienzan a evidenciarse las notables diferencias entre las
normativas y condiciones de los agentes estadounidenses y canadienses,
respecto a los peloteros latinos, principalmente en las posibilidades de que los
jugadores continúen sus estudios y en brindarle una garantía de vida a los
jóvenes, más allá de su futuro dentro del beisbol.
Por ello, una de las principales misiones de este reportaje investigativo
es generar un cambio en la concepción de peloteros y padres, la activación de
una matriz de opinión pública que conduzca el tema a la agenda de los
medios, para obtener resultados en cuando a la actitud de las autoridades
competentes. Pretendemos que esta investigación permita que se escuche la
voz del pelotero, una voz que en la mayoría de las ocasiones sólo suena para
ser fuertemente criticada o excesivamente elogiada.
Por ende, las entrevistas serán fuentes de desarrollo de vital
importancia a lo largo de los nueve innings que durará este encuentro con la
realidad de seres humanos que practican el arte de batear, lanzar y fildear
bolas; jóvenes jugadores que han vivido el proceso que antecede la firma y las
derivaciones que ésta produce; el contraste entre estas vivencias permitirá
verificar la existencia de situaciones de conflicto y explicar que, dichas
situaciones, quizás no son generalizables. Igualmente, el contraste de estas
descripciones con la visión de los scouts, permitirá construir un enfoque más
amplio y justo sobre el tema.
Para ello, es imprescindible plantearse entre los objetivos de esta
investigación la tarea de desenmascarar al beisbol como negocio y a los
deportistas como trabajadores arduos. Porque este deporte continuará
creciendo en Venezuela y el mundo: como espectáculo, negocio, industria y
como deporte mismo.
Cómo no estudiar un show tan atractivo para los patrocinantes, una
forma de trabajo común al venezolano, cómo no analizar una pasión
inherente al criollo, si sólo en un juego Caracas-Magallanes se venden 25
millones de bolívares en camisas y recuerdos del encuentro (Ponte, Todo en
domingo: diciembre 11, 2005), y principalmente cómo aparta de su mente un
joven pelotero que a Alex Rodríguez los Yankees de Nueva York le pagan
25,7 millones de dólares por temporada (White, Baseball Weekly, abril 2006).
A pesar que existan opiniones similares a la de Fernando Arreaza,
comentarista deportivo venezolano, para quien las sumas de dinero
otorgadas a los grandes ligas son “inmorales, porque insultan el trabajo de
cualquier persona común, que no alcanza en toda una vida lo que estos
peloteros logran en un año”, es imposible negar que semejantes cifras
resultarían atractivas para cualquier muchacho que se encuentre dentro de
los sectores pobres del país.
Así, la presente investigación responderá: ¿cuáles son las
circunstancias específicas que rodean la contratación de los peloteros
venezolanos?, casos estos que ejemplifican al resto de los jugadores
latinoamericanos. Igualmente indagará sobre las razones sociales, económicas,
culturales e ideológicas que llevan a los jóvenes venezolanos a darlo todo en
el terreno de juego.
Tales causas de perseverancia y logros en el trabajo del beisbol en los
peloteros venezolanos serán analizados partiendo de nuestra hipótesis básica:
si el beisbol en Latinoamérica es producto de una transculturación, entonces
Venezuela reproducirá las dinámicas deportivas propias de un sistema
foráneo que afecta a la sociedad, aprovechándose de la pobreza intelectual y
económica de los que anhelan el dinero que se gana jugando pelota.
Por otra parte, hacer un reportaje investigativo requiere de un hecho
investigable y qué mejor excusa para ello que hacer una pesquisa al negocio
del beisbol en el tercer país productor de peloteros a nivel mundial. Qué
mejor forma para sentar precedente en la historia del deporte rey venezolano,
que permitir que tantos sacrificios y esfuerzos sean conocidos por la opinión
pública.
La relevancia de la fuente deportiva para los medios de comunicación
de Venezuela y el mundo es indudable, prueba de ello es la existencia de
periódicos enteros, emisoras radiales y canales de televisión dedicados a
difundir estas actividades. Asimismo, el beisbol es un fenómeno que arrastra
grandes cantidades de personas, desde quienes muestran su talento en el
terreno de juego -pasando por quienes administran este negocio- hasta las
multitudes de seguidores que rebosan los estadios y consumen las noticias,
sea aumentando el rating de una televisora o el tiraje de una empresa
editorial. Es por ello, que el beisbol en cualquiera de sus dimensiones (como
deporte, negocio y espectáculo) es de por sí un hecho noticiable y noticioso.
Pero, por qué hacer un trabajo sobre este tópico y no sobre las reservas
internacionales o el socialismo del siglo XXI, pues sencillamente porque
cuando se trata del poder del diamante, el jonrón va directo a los sentidos. Es
decir, observamos, escuchamos, escribimos y sentimos nuestras la mecánica
del pitcher y las señas del catcher; tratando de dar “not hit not run” al fracaso y
un grand slam a la vida… Son nuestros hermanos, padres y amigos quienes
nos motivan a escribir sobre ellos y para ellos.
Capítulo I Del beisbol en Venezuela:
El Deporte
Pero, ¿por qué el beisbol en Venezuela?
La introducción del beisbol en tierras venezolanas tiene más o menos
una sola forma de narrarse, pues es indudable el crecimiento y expansión que
ha tenido el deporte nacional estadounidense que arribó a Venezuela en 1895.
Como todo proceso de transculturación, a la práctica del deporte se fueron
integrando poco a poco hombres de las localidades en las cuales se jugaba
pelota.
Las primeras “caimaneras” se llevaron a cabo en unos terrenos baldíos
de Quebrada Honda, cerca de la estación del Ferrocarril Central, entre los
protagonistas había venezolanos, cubanos y norteamericanos. Desde los
inicios se procuraba enseñarles a los participantes cómo se jugaba el beisbol,
además de implementar el uso de cachuchas -así llamaban a la gorra que
utilizaban- y uniformes (pantalones negros y camisas negras).
Entre los jóvenes que integraban este equipo se cuentan “los cubanos
Emilio Gramer, Adolfo Inchausti, Manuel y Joaquín González Godoy; el
norteamericano Fred Rudlof y los venezolanos Amenodoro y Agustín
Franklin, Alfredo Mosquera, Roberto Todd, Emilio Franklin Álvarez y
Mariano D. Becerra” (González, 2003:15). De esta fusión de peloteros surgió
la fundación del Caracas Baseball Club, el primer equipo de beisbol que se
conoció en nuestro país.
Así, al tiempo que crecía el deporte, los espectadores se fueron
acercando y empezaban a mostrar interés en aprender las reglas del juego. De
esta manera fue creciendo la afición venezolana; lazos que se reforzarían con
la inseparable “birra”. Pues Alfredo Mosquera era hijo del propietario de la
Cervecería Nacional, el señor José Antonio Mosquera, quién tomo la
iniciativa de construir el primer estadio de beisbol del país.
Fue así como el 23 de mayo de 1895, se realizó el
primer juego formal de pelota en Venezuela, en el cual
enfrentaron los equipos Azul y Rojo del Caracas
Baseball Club; encuentro que finalizó con score de 28
carreras a 19 a favor del equipo Azul. Desde entonces,
la asistencia fue cada vez mayor, los nacientes fanáticos
estaban fascinados por el gran espectáculo y domingo a
domingo se congregaban en las instalaciones del
estadio “Stand del Este” para aupar a sus equipos.
De esta manera el afamado deporte fue ganando, poco a poco, cada
vez más terreno, propagándose hasta llegar a los diferentes estados que
conforman el país, creando además un portal para que muchos extranjeros
visitaran el país y exploraran nuestro beisbol.
La segunda ciudad en conocer el juego de pelota fue Valencia, en 1896,
un grupo de valencianos fundaron el Carabobo Baseball Club, conjunto que
funcionaba en unos terrenos ubicados cerca de la plaza Candelaria. No pasó
mucho tiempo para que la población de Coro se hiciera partícipe de la idea de
formar su propio equipo y, con la ayuda de los peloteros del Carabobo,
formaron el Coro Baseball Club. Meses después, en noviembre del mismo año,
Juan Besson, un joven estadounidense, pero nacionalizado en el país, que
residía en el estado Zulia, estableció en la capital de ese estado el equipo
Maracaibo Baseball Club, novena que tuvo como sede los terrenos de la parte
de atrás del Nuevo Cementerio.
Sin embargo, a pesar que existía inspiración y ganas de practicar el
innovador deporte que estaba recorriendo toda la nación, la vida del beisbol
Alfonso “Chico” Carrasquel
para aquel entonces fue corta, pues la inestabilidad política provocada por la
llamada Revolución Reformadora liderada por los Generales Cipriano Castro
y Juan Vicente Gómez, obligó a muchos de los peloteros a abandonar el país
para evitar ser reclutados para la guerra, trayendo como consecuencia la
desaparición momentánea del juego de pelota en Venezuela.
No fue sino hasta finales de 1900, después que el país volvió a la
normalidad, que algunos de esos muchachos regresaron; y al poco tiempo
fundaron en Catia el Sucre Baseball Club, que en 1901 se convirtió en la divisa
original: el Caracas B.B.C., equipo que se ubicó en su nueva sede de la
urbanización El Paraíso.
Para ese mismo año ya era posible ver desarrollándose juegos de
beisbol en El Paraíso, Catia, Quebrada Honda, Sabana del Blanco, Palo
Grande y San Martín, afluencia capitalina que anunciaba el porvenir de este
deporte. Dentro de la historia creciente de aquella época, se encuentra la
participación de Emérito Argudín, un cubano que había llegado al país por la
invasión de su tierra por Estados Unidos en 1898.
Argudín fue una pieza importante en el fomento del beisbol,
traduciendo las reglas del deporte al español e incorporando nuevas técnicas
Equipo Oriente Baseball Club
como el toque de bola y el lanzamiento de curvas; amen de convertirse en un
líder del Caracas B.B.C., obteniendo los lideratos de bateo y el Champion
Short Stop, siendo tan temido por los pitchers que fue el pelotero en recibir
mayor cantidad de boletos; el cubano despertaba gran interés en la fanatizada
incluso en las féminas, de ahí nació el famoso refrán “cuarto bate y novio de
la madrina”. Además, los intereses del cubano no sólo se limitaron al terreno
de juego, pues en 1902, fundó el primer semanario deportivo especializado
del país, la publicación se llamó Baseball.
A partir de entonces la pelota venezolana traspasó fronteras, con la
llegada de un buque norteamericano al puerto de La Guaira se realizó el
primer encuentro entre el Caracas B.B.C. y los marinos estadounidenses. Esta
era la primera oportunidad de medir fuerzas entre ambas novenas, los dos
juegos se realizaron en el campo del Bolívar Baseball Club, cerca del puerto,
la primera victoria fue para el Marietta 16 carreras a 13, y en el segundo juego,
el Caracas ganó 27 a 17.
De ahí en adelante surgieron varios clubes de beisbol en el
departamento Vargas, entre ellos: Macuto, Maiquetía, La Guaira y Naiguatá,
que junto a otros equipos organizaron el primer campeonato guaireño de
Equipo Caracas Baseball Club
beisbol. Fue tal la magnitud de la euforia que desató este deporte en Caracas
y La Guaira que para el año 1903, la familia Vollmer Boulton estableció un
polideportivo en su hacienda de San Bernardino, lo que abrió las puertas a
una nueva clase de jugadores, pues los jóvenes elegantes y adinerados de la
época empezaron a practicar, y a finales de ese mismo año fundaron el San
Bernardino B.B.C., equipo que incorporó a los mejores jugadores del Caracas
B.B.C.
La fuerza del San Bernardino era indetenible, ninguno de los clubes
emergentes podía igualárseles, hasta que el Vargas B.B.C. logró propinarles
su primera derrota. Desde aquel momento surgió una gran rivalidad entre los
equipos más fuertes del beisbol. Tal fue la pasión por estos encuentros que
durante un juego disputado en el estadio El Paraíso, las incidencias de los
duelos fueron transmitidas por teléfono a una barbería del litoral, donde un
señor anotaba en una pizarra los acontecimientos del partido, ésta fue, sin
saberlo, la primera transmisión en vivo de un evento en Venezuela.
Otro de los eventos de gran importancia para la evolución del beisbol
en el país fue la visita de los equipos puertorriqueños Borinquen Stars y Fisk
Cord, a finales del año 1918 y principios de 1919, el aprendizaje que dejan los
boricuas redefine la pelota criolla. Se introduce la figura del pitcher relevista
y el manager comienza a dirigir las estrategias del juego, añadiéndose
también el uso de zapatos spikes (también llamados hierros, ganchos, tacos,
etc.) en el terreno.
La expansión del pasatiempo nacional dio lugar a los inicios de lo que
es hoy la Liga Venezolana de Beisbol Profesional, cuando en octubre de 1926,
cuando Carlos Márquez Mármol, Juan Jones Parra y Jesús Corao
constituyeron la Asociación Nacional de Beisbol (ANB), primera entidad
organizada de este deporte que existió en el país, aunque tuvo muy poca
afluencia.
Sin embargo, esta asociación duró poco menos de un año, pues a
principios de 1927 la totalidad de la junta directiva renunció debido las
diferencias que existían entre algunos dirigentes de la ANB y los hijos del
presidente Juan Vicente Gómez, quienes no estaban de acuerdo con el
“mercantilismo deportivo”.
En medio de este vacío organizacional los hijos de Gómez y el cubano
Edgar José del Valle, constituyeron el 26 de junio de 1927, en la ciudad capital,
la Liga Nacional de Beisbol (LNB), con el objetivo de instaurar y efectuar
campeonatos anuales de pelota amateur y de primera categoría, que se
llevarían a cabo en el “Stand Nacional” o “Stand del Valle”, como se le
conocería luego a este nuevo estadio caraqueño ubicado en el barrio San
Isidro de Sarría.
A partir de ese momento se empezó a jugar beisbol en todo país,
permaneciendo vigente la LNB, que estableció en sus estatutos la
organización anual de torneos de primera categoría donde se empezarían a
cobrar entradas para el mantenimiento del “Stand Nacional”; de esta manera
comienzo la pelota rentada en Venezuela.
En julio de 1927 se creó la Federación Venezolana de Beisbol (FVB),
cuyo primer presidente fue Carlos Márquez Mármol. En medio de todas esas
expectativas de auge, Antonio Benítez decide anunciar públicamente la
organización del equipo Magallanes B.B.C., que había nacido a finales de
octubre de 1917.
En agosto de 1927 la FVB organizó (en los terrenos del Stand del Este)
el primer campeonato amateur con la participación de 14 equipos de barrios
caraqueños. Entre los participantes se contaban: el Magallanes de Catia,
Estrella roja, El Nacional, 24 de julio, Sucre, Cristal, Indio Libre, Niágara, 700,
Ideal, Almendras, Fábrica Nacional de Cementos, Los Muchachos y San
Martín, que se tituló campeón.
Poco después, entre septiembre del ‘27 y enero del ‘28, se jugó el
primer campeonato de beisbol de Primera División o Serie Nacional, como se
denominó oficialmente. En esta oportunidad intervinieron cuatro equipos:
Royals de Caracas; Maracay, del estado Aragua; Santa Marta, de la Guaira; y
29 de Julio Militar, en representación del ejercito, quienes no utilizaron el
título de B.B.C. y se alzaron con el triunfo del campeonato.
La organización de ambos torneos, incrementó aún más la afición de
los venezolanos por el juego de pelota, de modo tal que existía la necesidad
de construir un nuevo estadio más amplio para albergar a los fanáticos.
Asimismo, debido al auge del beisbol en la región capital, los grandes
empresarios empezaron a tomar interés en el deporte, participando en la
organización de nuevos campeonatos y en la construcción de estadios con
mayor capacidad y comodidad.
Fue así como el promotor inmobiliario Santiago Alfonso Rivas, quien
presidía el Sindicato de Prolongación de Caracas, decidió construir un gran
estadio cerca de su fábrica de Maizina Americana, en San Agustín. La obra -
con el mismo nombre- se inició en junio de 1927 y se concluyó en enero de
1928. La inauguración del nuevo estadio fue el 29 de enero de 1929, con el
juego entre el equipo norteamericano Crisfield Crabers y el Santa Marta de La
Guaira, la victoria se la llevó el local, 3 carreras por 1.
Estadio de San Agustín
Sin embargo, las irrupciones de la política volvieron a afectar el juego
de pelota, paralizando toda actividad deportiva en febrero de 1928, debido a
la organización de actos para recaudar fondos para la construcción de la
“Casa Andrés Bello”, residencia para los estudiantes del interior del país,
pero estas manifestaciones de algunos estudiantes de la Universidad Central
de Venezuela fueron consideradas actividades
subversivas.
Dos años después, en febrero de 1930, la
Federación Venezolana de Beisbol se cambió el
nombre por el de Asociación Venezolana de Beisbol,
designando una nueva directiva, la cual quedó
presidida por Carlos Reverón. Este resurgimiento
de la pelota en el país, aunado a la transmisión
radial contribuyó al crecimiento y difusión del
beisbol.
Por otra parte, el talento del pelotero criollo
comenzaba a liderar en los diferentes equipos; y
para el campeonato de 1931, apareció un nuevo ídolo para la afición
venezolana, un caraqueño de 19 años de edad llamado Alejandro “Patón”
Carrasquel, quien vestía el uniforme del Royal Criollos, y logró representar al
país fuera de nuestras fronteras.
Ese mismo año, el 26 de abril,
(…) se realizó la primera transmisión por radio de un juego de beisbol en Venezuela. Ese día la Broadcasting Caracas transmitió las incidencias del encuentro inaugural de la temporada, entre Royal criollos y Magallanes. (…) A partir de entonces la transmisión radial no sólo contribuyó a la difusión del beisbol, sino que se convirtió en un lucrativo negocio tanto para los propietarios de emisoras y equipos, como para los spikers. Pero no sólo el beisbol se transformo en un gran negocio para locutores y empresarios, sino también para
Alejandro “Patón” Carrasquel
algunos peloteros que, desde entonces, comenzaron a percibir significativos sueldos. Ese año se estableció como norma, por imposición de Gonzalo Gómez, la cancelación de sueldos a los jugadores a través de contratos firmados por temporada. (González, 2003:43)
Una década después, en 1941, se realizó la IV Serie Mundial de Beisbol
Amateur, en Cuba, donde la selección nacional venezolana se consagró
obteniendo la victoria, demostrando la calidad del beisbol criollo y
escribiendo en la historia una gran hazaña, que, con el pasar de los años, se
conoció como los Héroes del 41.
La selección de los peloteros que integrarían la selección fue hecha en
todo el país;
(…) de la capital entraron en su mayoría los integrantes del Venezuela, equipo campeón del torneo de Primera División; del Magallanes tomaron a Jesús “Chucho” Ramos, y del beisbol zuliano se trajeron a Luís Romero Petit, Dalmiro Finol, Domingo Barboza, Ramón “Dumbo” Fernández. El manager del equipo fue el “Pollo” Malpica, uno de los mejores estrategas de ese momento. (González, 2003:62)
Éstos fueron algunos de los peloteros, que junto a los coaches Carlos
Maal y Jesús Corao, vistieron el uniforme para representar a Venezuela.
A partir de entonces, los gobernantes comenzaron a ver el deporte, en
especial el beisbol, como una catapulta para su promoción política, por lo que
la presencia del Estado comenzó a sentirse en cada una de las disciplinas
deportivas que se practicaban en el país.
***
La Liga Venezolana de Beisbol Profesional
El crecimiento del beisbol en el país y la realización de gran cantidad
de torneos en todo el territorio nacional condujeron a la creación de una
sociedad civil que se encargará de coordinar todo lo relacionado con la
organización de los campeonatos de beisbol, que habían dejado de ser un
pasatiempo para convertirse en el deporte nacional y un negocio rentable.
De esta manera, el 27 de
diciembre de 1945, medio siglo
después de la llegada del beisbol a
Venezuela, Juan Antonio Yanes,
Martín Tovar Lange, Juan Regetti y
Carlos Lavaud, propietarios de los
equipos Venezuela, Cervecería
Caracas, Vargas y Magallanes se
reunieron para fundar la Liga Venezolana de Beisbol Profesional.
La creación de este ente separaría la pelota aficionada de la
profesional, y consolidaría el juego de las cuatro esquinas como espectáculo y
negocio. En enero de 1946 se organizó el primer campeonato profesional de
beisbol con la participación de cuatro equipos: Cervecería Caracas, Vargas,
Venezuela y Magallanes, el primer campeón de esta nueva Liga.
Los siguientes siete campeonatos se jugaron la participación de éstos
cuatro equipos. Con la única diferencia de cambio de nombres, pues en 1952
Estadio Universitario de Caracas
el Cervecería se convirtió en los actuales Leones del Caracas, mismo año en el
cual cambiaron su sede al Estadio Universitario.
Los años ‘40 fueron de gran provecho para nuestro beisbol, los
venezolanos pudieron disfrutar de espectáculos deportivos como los juegos
de exhibición entre los Dodgers de Brooklyn y los Yankees de Nueva York en
1947. Además de la combinación de grandes peloteros venezolanos y
extranjeros en los equipos de la Liga Venezolana.
En 1964 la Liga pasó a tener seis equipos, con la inclusión de los
Cardenales de Lara y los Tigres de Aragua. Cinco años más tarde, en 1969, se
incorpora el equipo de las Águilas del Zulia en sustitución de los Llaneros de
Portuguesa -herederos de la franquicia originalmente llamada Venezuela.
Con la ampliación de la Liga se realizó el campeonato 1965-1966, que reforzó
su presencia a nivel nacional.
Pero, para la temporada 1991-1992 ocurrió una segunda expansión en
la Liga Venezolana, con los equipos Petroleros de Cabimas (ahora llamados
Pastora de los Llanos) y Caribes de Oriente, actuales Caribes de Anzoátegui;
así, el beisbol rentado expandió su dominio a las tres principales regiones del
país: capital, centro-occidental y oriental.
Cervecería Caracas
La incorporación de estos dos nuevos equipos procuró la división del
circuito en dos, tal y como se estructura la Liga actualmente. Las ocho
organizaciones están distribuidas en dos divisiones: la Oriental, conformada
por los Caribes de Anzoátegui, los Leones del Caracas, Navegantes del
Magallanes y Tiburones de La Guaira; y la Occidental, que incluye a las
Águilas del Zulia, los Cardenales de Lara, Tigres de Aragua y Pastora de los
Llanos.
Hoy día el negocio de la pelota en Venezuela esta organizado en
tiempo y espacio; estos conjuntos disputan un campeonato eliminatorio de
octubre a diciembre, la semifinal o round robin se juega en enero y de la final
se obtiene el equipo que representará a Venezuela en la Serie del Caribe. De
modo tal que cada conjunto posee su campo (a excepción de Caracas y
Tiburones que comparten el Estadio Universitario) para recibir a sus
aficionados y brindarle el mejor de los espectáculos deportivos.
Equipo Ciudad Sede Capacidad
Leones del Caracas Caracas Estadio Universitario de Caracas 26.000
Tiburones de La Guaira La Guaira Estadio Universitario de Caracas 26.000
Águilas del Zulia Maracaibo Estadio Luís Aparicio el Grande 23.900
Cardenales de Lara Barquisimeto Estadio Antonio Herrera Gutiérrez 20.450
Caribes de Anzoátegui Puerto La Cruz Estadio Alfonso Chico Carrasquel 18.000
Navegantes del Magallanes Valencia Estadio José Bernardo Pérez 15.000
Tigres de Aragua Maracay Estadio José Pérez Colmenares 14.000
Pastora de los Llanos Acarigua Estadio Bachiller Julio Hernández Molina 12.000
Tabla extraía de http://es.wikipedia.org/wiki/Liga_Venezolana_de_B%C3%A9isbol_Profesional
En suma, la Liga Venezolana de Beisbol Profesional constituye la
columna vertebral del beisbol rentado y una catapulta para innumerables
peloteros y mánagers, nacionales y extranjeros, que han alcanzado la
categoría de estrellas de la pelota criolla y que posteriormente han saltado
victoriosamente a las Grandes Ligas.
***
¿Quiénes juegan a la pelota en Venezuelalandia?
No hay momento alguno donde el beisbol no sea tema de conversación
de la inmensa mayoría de los venezolanos. Pues la trascendencia que tiene
este deporte en el país sobrepasa las temporadas de
beisbol profesional o los comentarios de la gran carpa.
La historia misma de la incursión de la pelota en
nuestras tierras es una muestra que el interés por la
pelota puede surgir de todo tipo sin diferencias sociales.
Así, en Venezuela existen miles de niños que
crecen con la ilusión de jugar como las grandes estrellas
venezolanas que han dejado su huella en la Liga
venezolana y en la gran carpa: batear como Andrés
Galárraga o tener la fuerza de Bob Abreu, ser tan bueno en el “siort” como el
“Chico” Carrasquel u Omar Vizquel, lanzar como el “Kid” Rodríguez o
repetir las hazaña de “el gocho” Santana…
En los barrios todavía es posible ver a los muchachos jugando chapitas,
organizando caimaneras o por lo menos “sacando una partida de pelotica
e’goma”; además existen millones de niños que participan dentro de las
diferentes Ligas Federadas e independientes de beisbol menor organizado del
país.
Para muestra, el funcionamiento de una de las más importantes
organizaciones de beisbol menor: la Corporación Criollitos de Venezuela, que,
desde 1962, reúne a la gran mayoría de los peloteritos en todo el territorio
nacional; pues la Corporación posee directorios regionales en todos los
Entrenando para ser como El Gato
estados de Venezuela, divididos en cuatro zonas (central, occidental, oriental
y andina).
Asimismo, los criollitos están
organizados por categorías según
sus edades: semillita (4-5),
preparatorio (6-7), pre-infantil (8-9),
infantil (10-11), pre-junior (12-13),
junior (14-15) y juvenil (16 a 18
años). Lo más importante de esta
Corporación y todas las
organizaciones de beisbol menor, es difundir una actitud deportiva entre sus
jugadores, crear responsabilidad y formar seres integrales que se diviertan
jugando pelota.
Según explica el instructivo de la Corporación, todas estas categorías
de las escuelas que integran las diferentes Ligas compiten en un campeonato
oficial de liga para optar por su participación en un campeonato inter-liga,
luego del cual se obtienen los diferentes campeones que representaran a su
estado en un campeonato nacional para finalmente tener la posibilidad de
jugar con las selecciones de otros países.
Pero, no sólo los niños y adolescentes juegan beisbol en Venezuela.
Existen las ligas universitarias, las amateur -donde participan muchos
peloteros retirados-, las ligas paralelas de los equipos de beisbol profesional,
las ligas Federadas e Independientes juveniles y femeninas de softball, y
hasta las ligas master, para quienes han pasado la edad para la velocidad y la
fuerza que requiere el beisbol.
Es que en este país la pelota ha pasado a formar parte de la tradición
venezolana, es pasatiempo, deporte, negocio y símbolo nacional, pues el bien
Representación de los Criollitos de Venezuela
Primeros encuentros de beisbol profesional en el Yankee Stadium
llamado deporte nacional se ha posicionado en las mentes y los corazones de
miles de fanáticos que viven con emoción los juegos de beisbol.
***
Major League Baseball
La meca del beisbol profesional a nivel mundial, tal y como la
conocemos hoy día, es producto de una accidentada fusión que siempre
creció entre intereses económicos. Si bien la historia del beisbol
estadounidense se remonta a los años de Alexander Cartawy, quien
estableció las reglas del juego en 1845, fue luego de 24 años de encuentros
amateurs, convenciones sobre las condiciones de juego, viajes de equipos
patrocinados por franquicias, pagos secretos a los peloteros y contrataciones
públicas por parte de los patrocinantes que en 1869, los Cincinnati Red Stocking se convirtieron
en el primer equipo profesional.
Sus principales jugadores, los hermanos Harry y George Wright, se encargaron de seleccionar a los mejores jugadores de
la época para vencer a los demás equipos, logrando un récord de 65 victorias sin sumar derrotas. Esta superioridad del equipo de
Cincinnati marcó el fin del beisbol amateur y abrió las puertas de la era profesional que se inició oficialmente en 1871, con la
fundación de la National Association, la primera liga de beisbol profesional, que se inauguró con nueve equipos y, cuatro años
después, en 1875, aumentó a trece.
Babe Ruth, Yankees de Nueva York
Sin embargo, en ese mismo año (1875), debido al funcionamiento irregular de la liga por problemas con las apuestas y la
venta de licores, condujo a la sustitución de la National Association por la National League (Liga Nacional).
La naciente liga sería manejada por hombres de negocios que, de inmediato, fijaron políticas para el precio de las entradas, calendarios y los contratos de jugadores. En los años siguientes, varias ligas se formaron con la intención de competir con la Liga Nacional. La American Association (Asociación Americana) fue creada y bajó notablemente los costos de las entradas, pero ambas ligas llegaron a un acuerdo y pudieron convivir juntas. Los jugadores trataron de alzarse con sus propias ligas en 1884 y 1890, la Union Association y Players League respectivamente, pero ambas fracasaron al año de fundadas. Estos dos intentos de los peloteros hicieron quebrar a la American Asociation y
enviaron a cuatro de sus equipos a la Liga Nacional. (Sojo Montes. En red: http://www.meridiano.com.ve/mlb/historia.asp)
La existencia de una sola liga oficial condujo a Ban Johnson, presidente de la Western
League, una exitosa organización de ligas menores, a renombrar su
organización, fundando la American League (Liga Americana), en 1901. En un principio
la convivencia entre ambas ligas fue difícil y se debieron realizar muchos ajustes para que pudieran existir al mismo tiempo.
Dos años después (1903), la National League acordó reconocer a la American
League, y los campeones de cada liga se enfrentaron en la primera Serie
Mundial; con esta fusión se crea oficialmente la Major League Baseball. Pero,
(…) el beisbol se enfrentó con su peor momento después de las World Series de 1919, en las que los Cincinnati Reds batieron a los Chicago White Sox; al año siguiente, siete jugadores del Chicago fueron inhabilitados para este deporte por haber perdido intencionadamente las series a cambio de sobornos de apostadores profesionales. Éste escándalo dañó seriamente la imagen pública del beisbol. (En red: http://espanol.geocities.com/elpelotero_online/archivos/historiabeismund.htm#intr)
Los primeros años del siglo XX fueron conocidos como los años muertos del beisbol; los conocidos “Medias
Negras” decepcionaron a la afición y se necesitaron muchos cambios para salvar el juego. Para recuperar la reputación
y popularidad del beisbol fue necesaria la
intervención de un “nuevo comisario, un juez
federal llamado Kenesaw Mountain Landis”
(Ídem) y la creación de nuevas reglas durante la
década de 1920, además del desarrollo de una
bola nueva con un centro de corcho que permitió
que aumentaran los grandes batazos, brindando un juego más vivo que
animara a la afición.
Sin embargo, en esta etapa de renacimiento, el beisbol necesitaba un héroe, una figura que
completara el impulso necesario para atraer al público a los estadios y a renovar la imagen del pelotero. Este jugador fue Babe Ruth; a
pesar de que el “Babe”, pasó por las filas de Baltimore y de los Medias Rojas de Boston, es reconocido principalmente por su
destacada actuación con los Yankees de Nueva York (1920), el famoso “bambino” superó su propia marca de 29 home-runs al
alcanzar los 54 “vuela cerca” en su primera temporada en el Bronx.
Con todos estos avances la Liga Nacional y la
Liga Americana “se convertirían en los circuitos más populares del beisbol
en Estados Unidos, al punto de ser demandadas por otro intento de liga más: la Federal
League (Liga Federal), por acaparar el monopolio del deporte en 1922”. (Sojo
Montes. En red:
www.meridiano.com.ve/mlb/historia.asp).
Esta primera época del beisbol dejó grandes bateadores, como Ty Cobb, Honus Wagner y Joe Jackson y escribió los nombres de inmortales lanzadores como Cy
Young y Walter Johnson (…) El crecimiento del beisbol continuó durante la década de 1930 cuando se hizo frecuente la retransmisión radiofónica de partidos. El primer partido nocturno de las grandes ligas tuvo lugar también durante esta década, permitiendo a los aficionados asistir después del trabajo. En 1939 se abrió en Cooperstown, Nueva York, el Salón de la Fama y Museo Nacional de Beisbol para exponer la historia y los recuerdos del beisbol y honrar a los mejores jugadores. (En red: http://espanol.geocities.com/elpelotero_online/archivos/historiabeismund.htm#intr)
Sin embargo, toda esta efervescencia concluyó con la llegada de la Segunda Guerra Mundial
(entre 1939 y 1945), cuando muchos jugadores fueron enviados a servirle a las fuerzas del eje aliado. En 1946 comenzó
nuevamente el movimiento del beisbol y su expansión por todo Estados Unidos.
Así, durante la década de los años ‘50, muchos equipos cambiaban sus sedes a otros estados: los Bravos se mudaron de
Boston a Milwuakee, para concluir en Atlanta; los Dodgers y los Gigantes se mudaron al oeste, Los Ángeles y San Francisco
respectivamente; con este crecimiento el deporte se hizo tan popular que muchas ciudades
pidieron permiso para crear nuevos clubes.
Mickey Mantle
Otro suceso trascendente dentro de lo que es hoy la MLB fue la
contratación del primer jugador de color, en 1947; los Dodgers de Brooklyn firmaron a Jackie Robinson,
quien abrió la posibilidad para que otros jugadores negros fueran ingresando al beisbol mayor. Hasta entonces los peloteros negros
sólo habían participado en las Negro Leagues, Ligas que funcionaban
paralelamente desde finales del siglo XIX.
La integración de Robinson a su nueva Liga no fue sencilla, se
enfrentó con sectores intransigentes y fanáticos
déspotas; pero, su extraordinaria actuación y
comportamiento sobre el terreno, ayudaron a
superar los perjuicios raciales y para la década de
los ‘60 otros jugadores negros se incorporaron a
las ligas mayores.
Intimidados por la aparición de otra liga rival, la Continental League, las Grandes Ligas acordaron expandir la liga de 16 a 24 equipos para el final de la década de 1960. Esta medida generó equipos para ciudades que exigían disfrutar del beisbol y también abrió más posibilidades de empleo para los jugadores. En esta etapa nacieron los Angelinos, en ese entonces de Los Ángeles; los Astros de Houston, los Mets de Nueva York y los Cerveceros de Milwaukee, que fueron
inicialmente los Pilotos de Seattle, entre otros. Estas nuevas franquicias hicieron que la estructura de las ligas cambiara a dos divisiones de seis equipos cada una. Los punteros de cada división se enfrentarían en una serie al mejor de 5, y el
vencedor iría a la Serie Mundial. (Sojo Montes. En red: http://www.meridiano.com.ve/mlb/historia.asp).
El crecimiento de la MLB continuó en 1991, con la incorporación de dos nuevos equipos: Los Rockies de Colorado y los
Marlins de Florida, ascendiendo a 14 el número de organizaciones. Cifra histórica superada a finales del siglo XX, con la creación de
los Mantarrayas de Tampa Bay y los Diamodbacks de Arizona.
Luego de la integración de estas dos nuevas organizaciones las modificaciones hechas por la directiva de Major League
Baseball determinaron la estructura de la Liga Nacional, integrada por 16 equipos y la Liga Americana donde participan sólo 14
novenas; ambas con tres divisiones regionales cada una. Las organizaciones están distribuidas de la siguiente manera:
Liga Americana Liga Nacional
Jackie Robinson
División Este
Yankees de Nueva York
Azulejos de Toronto
Mantarrayas de Tampa Bay Medias Rojas de Boston
Orioles de Baltimore
División Este
Bravos de Atlanta Marlins de la Florida Mets de Nueva York Filis de Filadelfia Nacionales de Washington* *Expos de Montreal hasta 2004
División Central
Indios de Cleveland
Medias Blancas de Chicago Mellizos de Minnesota
Reales de Kansas City
Tigres de Detroit
División Central
Cachorros de Chicago
Rojos de Cincinnati Astros de Houston
Cerveceros de Milwakee
Piratas de Pittsburgh
Cardenales de San Luís
División Oeste
Angelinos de Anaheim Atléticos de Oakland
Marineros de Seattle
Ranger de Texas
División Oeste
Diamondbacks de Arizona Rockies de Colorado
Dodgers de Los Ángeles
Padres de San Diego
Gigantes de San Francisco
Datos extraídos de
http://es.wikipedia.org/wiki/Grandes_Ligas_de_B%C3%A9isbol
Los 30 equipos compiten en un campeonato eliminatorio; una temporada regular comienza en
abril y finaliza en septiembre. “Cada equipo juega 162 partidos de temporada
regular. Esta duración fue establecida en 1961. Desde 1898 hasta 1960, se
jugaban 154 partidos. Los juegos eran disputados entre equipos de la misma
liga. En 1997, la dirección del las Grandes Ligas introdujo los juegos
interligas” (En red:
http://es.wikipedia.org/wiki/Grandes_Ligas_de_B%C3%A9isbol).
Para la postemporada clasifican el ganador de cada división y el mejor segundo de toda la liga, lo que deja a cuatro
equipos clasificados por liga. La postemporada consta de tres rondas:
La Serie Divisional de la Liga Americana y la Serie Divisional de la Liga Nacional, cada una jugada al mejor en cinco partidos. Serie de Campeonato de la Liga Americana y la Serie de Campeonato de la Liga Nacional, cada una jugada al mejor en siete partidos. Esta se juega entre los equipos vencedores de la Serie Divisional. Y finalmente la Serie Mundial, disputada al mejor en siete partidos. Aquí llegan los ganadores de la Serie de Campeonato de cada liga. (En red: http://es.wikipedia.org/wiki/Grandes_Ligas_de_B%C3%A9isbol).
Finalmente, los últimos años de la mayor liga de la pelota rentada en el mundo han sido de gran auge para este deporte;
la época que actualmente se vive en la MLB será recordada como la más grande de todos los tiempos. Las modificaciones en la pelota,
la construcción de nuevos estadios, la cantidad de dinero en inversiones publicitarias, la ruptura de numerosos récords, el aumento
de las contrataciones de peloteros, los grandes sueldos, la creciente incorporación de jugadores asiáticos, la presencia masiva de
latinoamericanos… son muestras del crecimiento que ha alcanzado la MLB en más de un siglo de existencia.
***
Escuelas de MLB en Venezuela
En los años 70s, los equipos de las MLB comenzaron a tener instalaciones de entrenamiento en los países latinoamericanos para desarrollar a los jugadores. La participación de los jugadores de las MLB en las ligas latinoamericanas de invierno, ayudan a desarrollar el interés por los equipos de las MLB. En 1986, DeVoss llegó a la conclusión de que la capacidad de un equipo de competir para un banderín es determinado hoy, por su organización de exploración en América latina y detrás de estos prospectos existe una realidad socioeconómica brutal (…) Los equipos de las MLB están al acecho de estos talentos y en competencia constante entre ellos. (Cervantes. En red: http://www.jaimecervantes.netfirms.com/CGlobalizacionII.htm)
60 años más tarde Jackie Robinson es homenajeado por abrir las puertas de la MLB a los jugadores de color
Estas instituciones, llamadas academias, son establecimientos donde se instruyen a los
jugadores que han escogido dedicarse al beisbol como profesión y que han
mostrado habilidades y condiciones para alcanzar las Ligas Mayores.
Dicen, sin seguridad, que el padre de las Academias de Beisbol en la Latinoamérica, fue el que una vez manejara las riendas de los Dodgers, Al Campanis y su brazo derecho el cubano Rafael Ávila, en República Dominicana. Lo que el dinero de Peter O´Malley, hizo de ese centro deportivo, fue un pequeño paraíso, lo que se conoce como Academia de Beisbol en nuestros días y la modalidad quedó establecida para emularse. Más tarde, cuando los otros equipos aprendieron que por una módica inversión era factible producir y obtener peloteros de habla hispana, se dieron a la tarea de seguir el ejemplo de los Dodgers. Tan bueno es el plan, que hasta los japoneses están en la onda de producir peloteros y venderlos al mejor postor como hacen con las cámaras y otros productos. (Cervantes. En red: http://www.jaimecervantes.netfirms.com/CGlobalizacionII.htm)
Estas academias han proliferado en todos los países hispanos donde hay
inclinación a jugar beisbol. La mayor cantidad de estas escuelas están
ubicadas en República Dominicana (30 organizaciones que pertenecen a los
diferentes equipos de MLB y una japonesa); en Puerto Rico hay tres, y en
Venezuela, funcionan actualmente más de diez academias.
La productividad de estos recintos para la MLB, consiste en la
captación de buena mano de obra a precios muy bajos, que se forman como
de jugadores de calidad y son entrenados gracias a una pequeña inversión;
por ello, estas escuelas son vistas como una estrategia económica de las
organizaciones de grandes ligas.
Futuros grandes ligas, disputan un torneo en la categoría juvenil
En Venezuela estas academias se han instaurado en la región centro-
occidental del país; principalmente en los estados Aragua (Medias Rojas de
Boston), Valencia (Marlins de Florida, Yankees de Nueva York y Dodgers de
los Ángeles), Lara (Orioles de Baltimore), Coro (Mellizos de Minnesota) y
hacia el oriente, en el estado Anzoátegui (Indios de Cleveland). Estos campos
y residencias deben ser financiados por las respectivas organizaciones de
MLB; y a ésta le corresponde visualizar que se cumplan los recursos de
alimentación, de bienestar físico y mental del atleta.
Estos prospectos generalmente se pasan tres años en las escuelas y las MLB los checa, cómo van evolucionando y viendo quienes son los que desarrollan sobre los demás; y toman más atención a los mejores (…) El tratamiento diario es dinámico, riguroso, con mucha disciplina (…) Se debe tener en cuenta el rigor de la vida en las escuelas, para asegurar el cultivo del talento (…) Muchos jugadores latinos que han tenido experiencia en este tipo de vida dicen que son muy fuertes las condiciones físicas y emocionales; que tienen que absorber, incluyendo el abuso físico y oral, y falta de tratamientos médicos adecuados para las lesiones que tienen y que no son atendidas. (…) Algunas veces los dan de baja de las academias, aún después de haber firmado el contrato. Y los bonos que se les prometieron nunca les son pagados. Los jugadores no son orientados para protegerlos de ser robados por otros equipos. (Cervantes. En red: http://www.jaimecervantes.netfirms.com/CGlobalizacionII.htm)
Según Cervantes, en el caso de nuestro país el gobierno nunca había
brindado apoyo a estas instituciones; a pesar que éstas tampoco lo han
solicitado. Sin embargo, el Estado venezolano velará por el funcionamiento
de estas academias. El ministro del Deporte, Eduardo Álvarez, comentó:
Estamos dispuestos a apoyar el trabajo de las academias, pero debemos hacer una organización con mucha fortaleza, donde se vele por la formación como ciudadanos de los peloteros firmados, ya que tanto la educación como su asistencia social y su sentimiento patriótico, son unas de nuestras mayores preocupaciones. (NOTICIAS, 2007)
Por su parte, Lou Meléndez, vicepresidente de
Operaciones Internacionales de Major League Baseball;
explicó que su organización “está dispuesta a trabajar
con el Gobierno para mejorar, no solamente un jugador
en términos de su habilidad, sino también a ser buen
ciudadano. Vamos a concretar un memorando de
entendimiento para saber cómo podemos ayudarnos
uno al otro” (NOTICIAS, 2007).
Sin embargo, no todas las organizaciones han
brindado malas experiencias a sus jugadores; según un
reportaje realizado por Kelvy Pirela para el diario
Últimas Noticias, organizaciones como la de los
Dodgers de Los Ángeles funcionan correctamente y
benefician la formación integral de sus participantes.
Las actividades de esta academia están en manos
del exlanzador cubano Camilo Pascual; quien explicó
que el funcionamiento de la organización que él dirige
se encuentra regido por una normativa (tabla a la
izquierda del texto) que garantiza el bienestar de sus peloteros.
En esta escuela la rutina de entrenamiento comienza a las 7:30 de la
mañana, como en todos los campos de este tipo que funcionan en el país, las
actividades incluyen ejercicios físicos, prácticas de bateo, fildeo y el chequeo
de la velocidad de los lanzadores.
La edad de los miembros de los Dodgers en Venezuela, oscilan entre
los 18 y 19 años. “Cada uno de estos peloteros, según confió el coordinador
de la academia, recibe entre 600 y 700 dólares, mensuales, lo que más que un
salario, es una ayuda para la vida social de las futuras promesas de la Gran
Carpa”. (Pirela, 2001)
Capítulo II Un negocio provechoso:
More Money!!
La Major League Baseball Players Association…
Y el deporte se volvió negocio
Las inconformidades salariales y la inexistencia de un sistema de
seguridad social para los trabajadores de la MLB al cual pudieran recurrir los
peloteros fueron generando inconformidad e inestabilidad en la Liga; a
medida que los jugadores buscaban mejores beneficios sin obtener respuesta
comenzaron a agruparse en sindicatos.
En 1885 Juan Montgomery Ward fundó la Brotherhood of Professional
Base Ball Players (Fraternidad de jugadores profesionales de beisbol), en
1890 surgió la Players' Protective Association (Asociación protectora de
jugadores), dos años después la Fraternity of Professional Baseball Players of
America (Fraternidad de jugadores profesionales de béisbol de América) y
posteriormente, en 1946, el American Baseball Guild (Gremio americano de
béisbol) pero ninguna de estas asociaciones logró alcanzar la fuerza y unión
suficiente como para perdurar en el tiempo y encausar a la gran mayoría de
los jugadores.
Así, en 1965 se establecieron los cimientos para la fundación de
la Major League Baseball Players Association (MLBPA), que agruparía a
todos los jugadores de la más importante liga de beisbol rentado del mundo.
Un año más tarde (1966) se integró a la asociación Marvin Miller, un
destacado economista reconocido por su participación en los movimientos
sindicales de trabajadores estadounidenses. Con la colaboración de Miller, su
visión y fuerza de negociación en la dirección de la organización se lograron
numerosos avances; el primero de éstos fue la firma (en 1968) de un acuerdo
entre la MLBPA y los dueños de equipo en el cual se estipulaba el primer
contrato colectivo, Collective Bargaining Agreement (CBA), para los peloteros,
que aumentó el salario mínimo de 6.000 a 10.000 dólares por año (cifras de
www.wikipedia.com). Estos contratos incluyeron, en 1970, la figura del
arbitraje, técnica para resolver los conflictos legales existentes sin llegar a La
Corte.
Durante la dirección ejecutiva de Miller, se creó una de las más fuertes
uniones sindicales de Estado Unidos, se fiscalizaron los sueldos bajos, se
instauraron los fondos de jubilación y se establecieron los derechos que
concedían beneficios a los peloteros como cualquier otro trabajador. Uno de
los más grandes méritos que se le otorgan a Miller fue el desafío a la cláusula
de reserva que fue utilizada por los dueños del equipo para atar a jugadores a
un equipo, acción que reforzó a la asociación junto a la creación del sistema
del agente libre en 1975.
Miembros de la MLBPA 1975
La seguidilla de triunfos de Miller continuó con su sucesor Donald
Fehr (1985), actual director ejecutivo de la MLBPA. En las temporadas 1985-
1987, algunos equipos habían violado el collusion (acuerdo que existe entre los
dueños de equipos para evitar hacer ofertas competitivas por los servicios de
un jugador o al jugador que negocia en común con dos o más dueños de
equipo) establecido en el CBA, se “peleo” y se ganó cada uno de los casos,
estableciéndose multas de 269 millones de dólares a cada equipo.
Otro de los triunfos de Fehr tuvo lugar en 1994-1995, cuando se dio la
huelga de peloteros más larga de la historia que produjo la cancelación de la
Serie Mundial, esta protesta concluyó sólo cuando un juez federal dictó
sentencia: los dueños del béisbol rentado no deberían ejercer prácticas de
trabajo forzado ni podrían imponer sueldos unilaterales, lo que produjo una
nueva negociación del contrato colectivo.
Por otra parte, el reciente auge de los casos de consumos de esteroides
generaron un nuevo movimiento dentro de la MLBPA, inicialmente la
asociación se opuso a la realización (azarosa) de la prueba antidoping, pues lo
consideraban una violación a la integridad de los jugadores. Sin embargo,
después de observar diversos casos de consumo de anabólicos y de las
consecuencias negativas para los peloteros implicados, y para la misma Liga,
aceptaron la realización de la prueba, apoyando la implantación de sanciones
que establecían suspensiones por 50 o 100 juegos, e incluso de por vida.
Actualmente la MLBPA es la asociación única y oficial de beisbol
profesional en los Estados Unidos; pero, su labor se limita a los jugadores que
pertenecen a la MLB, no corresponde a su funcionamiento el proceso de firma
en los otros países, de modo que los jugadores latinoamericanos obtienen
estos beneficios sólo al llegar a las ligas mayores.
***
Miller: bigleaguers con precios multimillonarios
La visión de negociación de Miller fue la que generó la verdadera
revolución económica interna del beisbol rentada estadounidense, su
dirección de la MLBPA sirvió como arranque para despertar una forma
diferente de ver el beisbol como profesión en todo el mundo, al exigir para los
integrantes de las Grandes Ligas los mismos derechos que para cualquier otro
trabajador de EEUU.
La participación y experiencia de Miller en los sindicatos de
trabajadores: National War Labor Relations Board,
Machinist Union, United Auto Workers y el United
Steelworkers le brindaron los recursos necesarios
para forjar como mediador y negociador entre los
entre los peloteros y los dueños de equipos en la
búsqueda de mejorías contractuales y en la
resolución de casos de incumplimiento de contrato.
El crecimiento de la asociación en sus manos
fue inmensurable, a él se le acredita la
consolidación de la MLBPA; así como la unión de
los jugadores, en concierto con la gerencia, lo que reforzaba a la agrupación
para conseguir los beneficios esperados.
La fuerza y la solidez de la dirección de Miller conducía los temas de
denuncia a la agenda de los medios de comunicación y, aunque como el
mismo explicaba, el tema no representaba una emergencia nacional, si ponía
en riesgo la imagen y la popularidad del deporte nacional -y una industria
rentable- de los Estados Unidos.
Marvin MIller
El conocimiento financiero del economista lo condujo a establecer
cambios estratégicos como la restricción de los agentes libres, para evitar la
decadencia de los sueldos; estableciendo además las proporciones entre la
experiencia y el talento del jugador y su sueldo. De modo tal que para Miller
el hecho de que la industria del beisbol creciese implicaba el otorgamiento de
mayores condiciones y beneficios (un mejor CBA) a los trabajadores que
hacen posible que el espectáculo se lleve a cabo.
La labor del exdirector ejecutivo de la MLBPA lo hizo merecedor de la
nominación al Salón de la Fama de Cooperstown; pero, la postulación de
Miller nunca fue efectiva por limitaciones normativas de la MLB.
El foco específico está en la regla 6 de las provisiones que gobiernan la elegibilidad para la votación del salón de la fama, que proporciona, en parte, para la selección de los ejecutivos jubilados del beisbol. Mientras que, la definición del “ejecutivo de beisbol” no se estipula, hay discusión respecto a si solamente los ejecutivos de la liga son elegibles, a la exclusión de los hombres de la unión de la MLBPA. (En red: http://www.sportslawnews.com/archive/history/MarvinMiller.htm)
Willie Mays, Joe DiMaggio y Mickey Mantle, miembros del Salón de la Fama
No obstante, además de la regla 6, se especula que la verdadera razón
no es una mera confusión con respecto a la interpretación de una regla, sino
por la relación antagónica entre los dueños de equipos y el trabajo de Miller.
Sin embargo, aunque Miller no tiene un lugar en Cooperstown, su labor le ha
hecho acreedor de gran liderazgo y respeto de peloteros y aficionados de la
MLB.
Respecto a su no ingreso al Salón de la Fama, Miller comentó:
Pienso que los votos nunca estuvieron allí (...) pienso que cualquiera que ha sido un líder de unión tiene que haber ganado una cierta habilidad en poder predecir votos por adelantado. Pienso que es desastroso para un líder de trabajo no tener esa habilidad. Por ejemplo, llamar a huelga y tener la cantidad de votos para que no te den vuelta abajo (…) o para un líder de la unión entrar en negociaciones difíciles, para alcanzar un establecimiento, y entonces someterlo ante los miembros para la ratificación o para rechazarlo (…) Así pues, realmente tienes que aprender cómo pronosticar votos por adelantado, y una de las cosas por las cuales lo haces es mirar los hechos. (Miller en Brown, 2004. En red: http://www.businessofbaseball.com/miller_interview.htmm)
Para este negociador por excelencia lo más importante es que se
reconozcan sus méritos dentro de la asociación de peloteros y que ésta
continúe creciendo y buscando el bienestar para sus integrantes:
Marvin Miller
Esperaría que me recordaran en términos de haber tenido una parte importante en la construcción del primer sindicato legítimo -aún vigente-, movimiento único en los deportes de equipo. Una unión que ha demostrado ser una de las más grandes en solidaridad, integridad, unidad y realización. Y eso es bastante bueno. (Miller en Brown, 2004. En red: http://www.businessofbaseball.com/miller_interview.htm)
***
Evolución del pelotero profesional:
Nuevas relaciones propietarios de equipos-bigleaguers
Entre las décadas de los 60 y los 70 del siglo pasado Curt Flood dio el primer paso para la llegada de los agentes libres. Luego Jim “El Bagre” Hunter se convirtió en el pionero al firmar con el mejor postor. Eso ocurrió en 1975, cuando acordó con los Yankees de Nueva York después de tres campañas seguidas con más de 20 victorias y un premio Cy Young. En 1979, Dave Parker, con los Piratas de Pittsburgh, volvió loco al mundo entero pues se convirtió en el primer pelotero en ganar un millón de dólares al año. (González, 2003)
Barry Bonds en el Pacific Bell Park
El crecimiento del beisbol como espectáculo es inseparable de su
desarrollo como industria, pues el deporte ha adaptado su esencia y
constitución a los miles de millones de dólares que se invierten en sus
transmisiones televisivas y radiales, que aportan mayor popularidad y
despiertan interés en el público.
Así, es posible ver hoy día como este deporte ha logrado aceptación y
ganado adeptos en países asiáticos y europeos (Italia, España, Francia),
surgiendo de estas naciones potencial que puede ser exhibido en las ligas
mayores, principalmente de Corea y Japón, sociedades organizadas que
prácticamente ofrecen a sus peloteros planes vitalicios y excelentes
condiciones de vida para que deleiten a los espectadores del beisbol oriental.
Sin embargo, existe algo que no puede ofrecer ninguna otra Liga a sus
integrantes como la Major League: la fama. La grandeza de pertenecer a las
mayores, a la potencia, a la más importante y reconocida liga de beisbol
profesional. Hideo Nomo (1995) fue el primero de los asiáticos en exhibir su
talento en la gran carpa y en recibir la aceptación y los aplausos de un
público que abarrotaba los estadios para verlo lanzar, la audacia y la sed de
gloria de Nomo abrieron el camino para que otros asiáticos como Hideki
Matsui e Ichiro Suzuki alcanzaran la MLB
alzando como estandarte el talento oriental y
su desempeño en sus ligas nacionales.
De modo tal que surgen nuevas figuras
para competir con el talento norteamericano y
latino que trabajan para defender su lugar en
el terreno y su valor como profesionales fuera
del mismo; disputando su puesto y siendo Ichiro Suzuki
una pieza de valor dentro de la producción de esta fabrica de ídolos
deportivos.
El beisbol es un negocio global y las MLB buscan edificar un consumismo global de sus productos como la Nike y otras compañías (…) La globalización del beisbol se centra en críticas hacia la MLB como una MultiNational Company (MNC) por la actitud de conseguir ganancias globales. (Cervantes, 2005. En red: http://www.jaimecervantes.netfirms.com/CGlobalizacionIII.htm)
Esa expansión comercial y el crecimiento industrial que ha logrado la
pelota conducen inevitablemente a las potencias económicas que mantienen
la MLB al resguardo de sus inversiones, siendo una de estas transacciones el
pago de fuertes cantidades de dinero a un jugador. Además, diversos
(…) clubes norteamericanos, erogan cantidades –muchas veces exorbitantes- para mantener granjas, ligas menores y organización, de todo un complejo, costosísimo. A esas áreas van sus posibles estrellas a la Gran Carpa (…) Hay jugadores -muchos- a los que no obstante se le da el visto bueno para actuar en sus países. Pero el player corre con riesgo a lesionarse, ocasionando severos contratiempos a su equipo en USA. Otros, por caso, se les permite jugar -en el Caribe-, como oportunidad para mantener la forma, preferentemente peloteros en trámites de superación. (Hernández, 2003)
Asimismo, existen casos en los cuales el pelotero simplemente no
tenga la voluntad de participar en las ligas profesionales de sus países natales
pues las grandes sumas de dinero que reciben les permiten establecerse e
invertir sus capitales en Estados Unidos. Sin embargo, esto no parece afectar
la imagen del jugador; al contrario, cada día se hace más fuerte la utilización
de la figura del deportista como medio para vender productos, ésta una de
las premisas norteamericanas que mejor y más rápido se ha expandido por
todo el mundo.
Estos consumidores de deporte son quienes duplican y triplican las
inversiones de los empresarios con su sintonía, su asistencia al estadio
(ingreso neto del valor de las entradas), la compra de artículos con distintivos
de equipos dentro y fuera del campo, la ingesta de bebidas y alimentos
dentro del recinto, los registros online, entre muchas otras formas de
consumo masivo existentes.
Sin embargo, la dupla económica-deportiva no implica necesariamente
la obtención de ganancia y productividad en ambos ámbitos; el caso más
significativo es, sin duda, el de los Yankees de Nueva York. El analista de
mercados deportivos, Luckas Emilio Ascárraga, realizó una investigación al
respecto para la revista Deporte y negocios:
Es la nómina más costosa de la Liga (la de los Yankees). Su portafolio comercial, el de mejor atractivo para los inversores de patrocinio. Y una de las cinco marcas de mayor reconocimiento mundial. Con esta fortaleza se podría colegir un notorio éxito deportivo en los estadios. No. Los Yanquis de Nueva York suman la sexta temporada consecutiva de sequía. Una gestión que en un modelo de empresa con estructura democrática (socios) ya hubiera destituido tanto al equipo deportivo como al de oficina por la mala dirección del negocio. (En red:
El Yankee Stadium, con capacidad para más de 57.000 personas
http://www.deporteynegocios.com/deporte/noticias_diarias/Mercadeo/Historial_mercados_Yankees.asp)
Por otra parte, respeto a las consecuencias financieras y de respuesta
del público ante la evolución o desempeño deportivo de la marca, agregó:
Pero el suceso no altera el desarrollo de la marca ni las finanzas de la compañía. Menos el puesto del presidente. La razón, George Steinbrenner es el único propietario de la franquicia con el valor de mercado líder entre las 30 que cotizan en la industria del béisbol americano. En adición, la Fidelidad de Marca es la más alta del holding MLB. Un promedio de 3,77 millones de seguidores llega a su estadio. Los derechos de televisión y los programas de comercialización marcan rentabilidad. Pero ni el notable reconocimiento corporativo ni los millonarios ingresos comerciales, como tampoco la cómoda chequera de su propietario puede frenar el caos de resultados de competencia de los recientes seis años. Contrario al costo del fracaso deportivo que podría reflejarse en las finanzas, el equipo suma alta cotización de mercado. Para la revista Forbes es con 1.026 millones de dólares la del mejor precio de mercado entre las 30 del holding. (En red: http://www.deporteynegocios.com/deporte/noticias_diarias/Mercadeo/Historial_mercados_Yankees.asp)
En este sentido, es evidente la utilización del beisbol como un medio
productivo para el marketing; pues es utilizado como argumento de
motivación de venta aplicable a diversos mercados por su alta captación en
los distintos estratos sociales. Tal es el caso de la Liga Venezolana de Beisbol
Profesional, para su presidente, Ramón Guillermo Aveledo:
El alto nivel de desarrollo que ha alcanzado el béisbol se debe, en buena medida, al respaldo y entusiasmo que brinda la afición. “Hay público que se ha renovado, sigue habiendo fidelidad de los viejos fanáticos, pero además, cada año se incorporan más aficionados” (…) Aveledo agrega que la naturaleza del espectáculo ha ido cambiando y el negocio se ha ido modernizando. “(…) Ahora uno ve cómo ha cambiado la oferta alimenticia que hay en el estadios: las franquicias
brindan su mercancía con medidas higiénicas. Eso significa un cambio que le abre una faceta económica al deporte. Para que el beisbol sea sustentable, tiene que ser un buen negocio”. (Aveledo en Ponte, 2005)
Así, la industria de la pelota en nuestro país, ha pasado a expresarse en
millardos de bolívares, permitiéndonos esbozar una idea de las sumas que
deben manejarse dentro del beisbol rentado de los Estados Unidos,
considerando no sólo el desarrollo estructural de la meca del beisbol, sino
atendiendo a la cantidad de patrocinantes que invierten en este juego, el
número de productos que lo utilizan para publicitar sus marcas, las
dimensiones y capacidad de los estadios, y las cifras de las nóminas de los
equipos que integran la MLB.
La industria del béisbol venezolano supera la barrera de los 20 millardos de bolívares. Los gastos de funcionamiento -pago de árbitros y personal, más la operatividad administrativa del campeonato- se ubica en 2,5 millardos de bolívares, de los cuales cada equipo aporta 312 millones. A pesar de que el béisbol sólo se juega de octubre a enero, es el pasatiempo que convoca a La mayor cantidad de personas en cada uno de los ocho estadios del país. En 2004, congregó a 1,3 millones, de aficionados y en la actual campaña (2005) los organizadores apuestan a superar los 1,4 millones de asistentes. E1 patrocinante con mayor presencia es esas empresas Polar, que destina al beisbol buena parte de los 13 millardos de bolívares que cada año utiliza para apoyar al deporte. (Ponte, 2005)
Estas cifras de asistencia a los estadios proyectan no sólo la fuerza del
beisbol como negocio e industria en el país, sino también la preponderancia
de la pelota como deporte, pasatiempo, espectáculo y como una pasión
innata al venezolano, una emoción compartida por todos los espectadores, a
pesar de la diversidad de gustos y opiniones… Sea quienes analizan la jugada,
predicen estrategias y conocen las reglas o quienes disfrutan de cantar a
gritos los ponches y los strikes, todos disfrutamos del rey de los deportes de
Venezuela y gran parte del mundo.
***
Salarios MLB ¿es justo ganar tanto dinero?
Indudablemente el tema del pago de los peloteros profesionales genera
tantas opiniones como cabezas existen; para la mayoría de las personas que
no verán jamás esas sumas de dinero ni con todo el esfuerzo del trabajo de
sus vidas, parece ciertamente deplorable que en sólo una temporada un
Alex Rodríguez y Vladimir Guerrero
pelotero pueda recibir más de un millón de dólares, y es que -para ellos- esas
cifras descomunales no deberían ser recibidas “nada más por jugar beisbol”.
Pero, esta gente desconoce que para llegar a
“jugar beisbol” en las MLB, el recorrido es bastante
largo y doloroso. Por ello, esa visión corresponde
normalmente a personas que ven la situación como
una comparación entre un trabajador común y otro
que simplemente cumple con su tarea ante miles de
aficionados, pero quizás no consideran el tamaño de
la empresa para la cual laboran cada uno.
Sin embargo, existe la otra visión; una que
frecuentemente está ligada a un conocimiento más exhaustivo de las
ganancias que produce el negocio del deporte; así, considerando el beisbol
una industria tan poderosa y multimillonaria como hemos observado,
entonces por qué no habrían de poder recibir grandes sumas de dinero
quienes hacen posible que este espectáculo tenga la calidad que tiene y que
capte la cantidad de público que capta.
Pensando además, en las desavenencias que tuvieron que pasar los
peloteros para llegar hasta ahí, más aún en el caso de los latinoamericanos.
Parece justo que reciban una indemnización luego de pasar tantas
adversidades y pruebas durante los años de fuerte trabajo que tuvieron que
esperar para alcanzar un puesto en las mayores.
Por otra parte, hay que tomar en cuenta que el beisbol como profesión
depende de remuneraciones productivas para compensar el poco tiempo que
puede estar activo el pelotero, sea por las lesiones que pueden sufrir o por el
rendimiento físico del jugador. Es decir, es necesario ganar dinero suficiente
como para garantizar el futuro en una carrera tan corta.
Alex Rodríguez $ 27.7 millones anuales
Indiscutiblemente, sería muy diferente si la pelota no fuese un negocio
tan productivo como en efecto es; pero el crecimiento de la industria del
beisbol es indetenible. Una muestra de la cantidad de dinero que se maneja
en la MLB es la nómina de pago de cada uno de los 30 equipos que integran
la Liga.
En la tabla que se presenta a la
izquierda del texto se muestran las sumas
que cada equipo invierte en el pago de sus
jugadores, todas superiores a los diez
millones de dólares, y corresponden sólo a
los montos correspondientes a los salarios
del roster activo.
Estas cifras pertenecen a la
temporada 2005, y en contraste a las cifras
actuales (2007) registraron un incremento de
aproximadamente 10%; es decir, cerca de
dos billones y medio de dólares. Lo que
también refleja el crecimiento del negocio.
Sólo en 2006, el salario promedio del
pelotero grande liga aumentó casi 9% hasta
alcanzar los 2.87 millones. El mínimo quedó
en 327.000 dólares, unos 9.000 dólares más
que la temporada pasada hasta alcanzar el
3,5% de la cláusula del contrato colectivo
que fija los ajustes de acuerdo con el
aumento del costo de la vida (cifras de
Ascárraga).
EQUIPO MLB NÓMINA (US$)
1. NY Yankees 205.938.439
2. Boston 121.311.945
3. NY Mets 104.770.139
4. Philadelphia 95.337.908
5. LA Angels 95.017.822
6. St. Louis 92.919.842
7. San Francisco 89.487.426
8. Chicago Cubs 87.210.933
9. Seattle 85.883.334
10. Atlanta 85.148.582
11. LA Dodgers 81.029.500
12. Houston 76.779.022
13. Chicago Sox 75.228.000
14. Baltimore 74.570.539
15. Detroit 68.998.183
16. San Diego 62.888.192
17. Cincinnati 59.658.275
18. Minnesota 56.615.000
19. Oakland 55.869.262
20. Texas 53.891.258
21. Washington 48.581.500
22. Arizona 48.361.333
23. Colorado 48.107.500
24. Toronto 45.038.500
25. Cleveland 41.830.400
26. Milwaukee 40.234.833
27. Pittsburgh 38.133.000
28. Tampa Bay 37.975.067
29. Kansas City 36.881.000
30. Florida 10.190.000
$ 2.123.886.734
Tabla extraída de ESPN.com
Cifras correspondientes a la temporada 2005 En red: http://espndeportes.espn.go.com
Así, al aumentar las ganancias el trabajo de los peloteros también se
revaloran y sus remuneraciones son mayores. Para esbozar cómo es cotizado
el talento, la productividad o los años de experiencia en las Grandes Ligas, se
presenta la tabla siguiente, con los sueldos de los diez jugadores mejor
pagados en la temporada 2005.
JUGADOR EQUIPO SALARIO (US$)
Alex Rodríguez Yankees de Nueva York 25.705.118
Barry Bonds Gigantes de San Francisco 22.000.000
Manny Ramírez Medias Rojas de Boston 19.806.820
Derek Jeter Yankees de Nueva York 19.600.000
Mike Mussina Yankees de Nueva York 19.000.000
Mike Piazza Atléticos de Oakland 16.071.429
Chan Ho Park Mets de Nueva York 15.000.000
Curt Schilling Medias Rojas de Boston 14.500.000
Jason Giambi Yankees de Nueva York 13.428.571
Jim Thome Medias Blancas de Chicago 13.166.667
Datos de ESPN.com - Cifras correspondientes a la temporada 2005
En red: http://espndeportes.espn.go.com
Al contrastar estas sumas con las obtenidas por algunos de los
venezolanas en la MLB, la diferencia (salvo contados casos) parece ser
abrumadora; pero, las cifras que se observan en ambas tablas sirven de
motivación para muchos jóvenes que encuentran en el beisbol una solución
económica.
Algunas de estas cifras han aumentado considerablemente gracias a los
logros que han obtenido los criollos; uno de los ejemplos más significativos es
el del ganador de dos Cy Young, Johan Santana, quien pasó de ganar
4.750.000 a 13 millones dólares. Otro caso de una atractiva evolución en su
actuación en las temporadas 2005-2006 es el lanzador de los Cubs de Chicago,
Carlos Zambrano, que espera firmar un contrato por diez millones más de la
cantidad que recibía (3.760.000). Al igual que Miguel Cabrera, quien ahora
cobrará 1,8 millones de dólares al año.
No obstante, por más alta que sea la suma recibida por el pelotero,
existen regulaciones para colocar un máximo al cual se eleven los pagos y un
mínimo que compense la labor de los menos remunerados. En este sentido,
recientemente se anunció la firma del nuevo convenio colectivo (CBA) que
estará en vigencia durante los próximos cinco años (2007-2011).
JUGADOR EQUIPO SALARIO (US$)
Bobby Abreu Yankees de Nueva York 13.100.000
Freddy García Filis de Filadelfia 8.000.000
Magglio Ordóñez Tigres de Detroit 7.200.000
Kelvim Escobar Angelinos de Los Ángeles y Anaheim 6.250.000
Johan Santana Mellizos de Minnesota 4.750.000
Carlos Guillén Tigres de Detroit 4.000.000
Melvin Mora Orioles de Baltimore 3.833.333
Carlos Zambrano Cachorros de Chicago 3.760.000
Alex González Rojos de Cincinnati 3.400.000
Omar Vizquel Gigantes de San Francisco 3.156.869
Jorge Julio Marlins de Florida 2.500.000
Tony Armas Piratas de Pittsburgh 2.260.000
César Izturis Cachorros de Chicago 2.150.000
Carlos Silva Mellizos de Minnesota 1.750.000
Henry Blanco Cachorros de Chicago 1.200.000
Francisco Rodríguez Angelinos de Los Ángeles y Anaheim 440.000
Miguel Cabrera Marlins de Florida 370.000
Omar Infante Tigres de Detroit 355.000
Wilfredo Ledezma Tigres de Detroit 335.000
Marco Scutaro Atléticos de Oakland 323.500
Máicer Izturis Angelinos de Los Ángeles y Anaheim 317.000
Datos de ESPN.com - Cifras correspondientes a la temporada 2005
En red: http://espndeportes.espn.go.com
El nuevo acuerdo alcanzado mantiene los principios básicos del que aun está vigente y simplemente se han hecho pequeñas modificaciones a aspectos como el impuesto de lujo y la repartición de dinero entre los mercados con mayores ingresos y los menores. La modificación en el impuesto de lujo ha sido el incrementar de 136,5 millones de dólares el costo máximo de los salarios de una plantilla a 148 millones, lo que representa un incremento del cinco por ciento. En cuanto al salario mínimo también ha sufrido un incremento al pasar de 327.000 dólares a 380.000 dólares para a la vez quedar eliminada la compensación que existía actualmente para algunos agentes libres con nuevos equipos y jugadores del sorteo aficionado. (EFE. En red: http://www.terra.com/deportes/articulo/html/fox319842.htm)
Sin embargo, existen marcadas diferencias entre los salarios que
devengan algunos y otros jugadores, montos que están directamente
relacionados con la nómina que dispone el
equipo; de modo tal que los jugadores mejor
pagados, con contratos multi-anuales que
superan los 100 millones de dólares pertenecen
a las organizaciones de los Yankees de Nueva
York, Medias Rojas de Boston, a excepción de
Barry Bonds, de los Gigantes de San Francisco.
Mientras que la mayoría de los jugadores de
los Marlins de Florida reciben salario mínimo.
Para el analista de mercado deportivo Luckas Ascárraga:
Este desequilibrio en una industria que desde hace 6 años busca la estabilidad económica, 'desajusta' de nuevo el comportamiento financiero de la MLB, a pesar de las diversas estrategias de mercadeo y derechos de televisión que suman ingresos pero que no compensan el costo -beneficio del ejercicio contable de las unidades de negocio. (Ascárraga, en red:
Barry Bonds $ 15.5 millones anuales
Daisuke Matsuzaca, pelotero asiatico mejor pagado de la MLB
http://www.deporteynegocios.com/deporte/noticias_diarias/Empresas/Resumen%20_negocios%20MLB.asp)
En suma, siempre surgirán desacuerdos sobre este tema. Lo cierto es
que los peloteros reciben el pago por su trabajo, aunque en ocasiones existan
divergencias entre la productividad del jugador y su sueldo (casos en los
cuales puede aplicar la trayectoria o la calidad del prospecto, por ejemplo);
pero, después de todo, si Dave Parker, podía cobrar un millón de dólares al
año en 1979, por qué no podría hacerlo Silva, Blanco, Rodríguez o Cabrera en
la actualidad…
Beisbol: Jugar a ganar dinero REPORTAJE INVESTIGATIVO
FERLENE NÚÑEZ INDIRA CARPIO
Un domingo como cualquier otro, 80cm. de gente, caminaba azaroso cargando una mochila quizás más pesada que él. Llevaba de la mano a su padre, un poco somnoliento. Quería llegar al campo, ver a sus compañeros y estrenar el Louisville nuevecito con el que podría “batear muchos jonrones, como Alex Cabrera”. En Venezuela, esta historia se repite en miles de caritas ilusionadas que ríen, lloran y juegan beisbol apasionadamente. Pasión que se transforma en trabajo. Traba
jo que puede proporcionar dinero en cantidades exorbitantes cifradas en dólares. Dólares que embelesan a cualquiera, jugador y familiares, que crean o explotan el talento, que forman o deforman el camino de quien decide transitar las sendas del diamante. Pero, antes de firmar un contrato y conquistar los dólares, los peloteros se enfrentan en el campo a los ojos expertos scouts, en un try out que representa la fatigosa oportunidad de destacarse entre un grupo. Muchos son los obstáculos que deben superar a lo largo de su carrera, inversiones en costosos equipos, descuido de los estudios, estar lejos de la familia, mala alimentación, lesiones, malos tratos, enfermedades, frustraciones,
Beisb
ol: Ju
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Beisb
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Actualmente, los beisbolistas deben lanzar rectas a escopetazos y correr como liebres para conseguir el big money, y lograr escuchar la voz de play ball que da comienzo al difícil camino de home a primera, mientras se enfrentan al implacable tiempo. Bajarse o no bajarse la edad, he allí el dilema; dominar el plazo en el que se completen los 27 outs que no den fin a una profesión, es la meta. Pero, siempre existirá la posibilidad de ir a extrainning, aunque se falsifique el espectáculo
2
Beisbol: Jugar a ganar dinero
dios, estar lejos de la familia, mala alimentación, lesiones, malos tratos, enfermedades, frustraciones, cuestiones estas que en la mayoría de los casos no detiene al pelotero que quiere lograr la firma.
Try out, competir para destacar Ciertamente la dedicación con que miles de peloteros se entregan a la práctica y vida del mundo del beisbol no les garantiza un puesto en las Grandes Ligas; más allá de las ansias de alcanzar un contrato cifrado en dólares, están los “filtros” que deben aprobar con altas calificaciones los atletas que son evaluados. Así, todo el trabajo de un joven que entrena cinco o seis horas diarias se pone a prueba ante los ojos de un scout, un ex
perto que sabe qué condiciones debe tener un jugador para calificar y que conoce la gran cantidad de potencial que puede conseguir a lo largo y ancho de todo el territorio nacional, por hablar sólo de Venezuela. Considerando, además, que según las estadísticas expuestas por el asesor legal de algunos peloteros, Arturo Marcano (2002), nuestro país es la segunda fuente más importante de peloteros para ligas menores, proporcionando, en el año 2002, el 26% de los peloteros latinoamericanos firmados (un total de 738 jóvenes) y el 17% de Grandes Ligas, 38 jugadores de un total de 222 extranjeros que ingresaron a la Major League Baseball (MLB) para el año 2002. Pero la imprescindible exhibición de talentos a la que deben someterse estos jóvenes no es una ocasión exclusiva para ningún pelotero, un try out es la oportunidad que tienen hasta cuarenta y cincuenta jóvenes de ser vistos y llamar la atención en un show case. En este sentido, es posible clasificar los try out según su planificación o constitución en dos tipos: aquellos en los cuales un
entrenador convoca cierta cantidad de jugadores e invita a un seleccionador para que evalúe sus condiciones o aquel patrocinado por un scout, en el cual se reúnen peloteros (preparados y pre-evaluados) de diferentes ciudades del país y examinadores de distintas organizaciones. A propósito de este último tipo de try outs, Efraín Zavarce (2005), periodista del diario Líder, asistió a una de estas exhibiciones y entrevistó al seleccionador (organizador) Epy Guerrero, quien tiene casi cuarenta años recorriendo el Caribe y conoce el potencial de estas tierras. Guerrero comentó: “Muchos me llaman cuando observan a un pelotero interesante, aunque yo sigo realizando mis recorridos. Me gusta bordear la costa oriental. Empiezo por La Sabana y termino en Cariaco. Esa ruta me ha dado buenos resultados, por eso nunca la abandono (...) Para realizar un show case como éste, en el que hay más de 30 peloteros, se necesita de un año de trabajo. Primero se ubica a los jugadores y luego se trabaja en los aspectos que tenga que mejorar hasta que llega el momento indicado para mostrarlo. Pero tienen que ser varios, así se garantiza un evento atractivo para los scouts.
Epy Guerrero Emilio Carrasquel, scout de los
Marineros de Seattle
3 Beisbol: Jugar a ganar
dinero
en Cariaco. Esa ruta me ha dado buenos resultados, por eso nunca la abandono (...) Para realizar un show case como éste, en el que hay más de 30 peloteros, se necesita de un año de trabajo. Primero se ubica a los jugadores y luego se trabaja en los aspectos que tenga que mejorar hasta que llega el momento indicado para mostrarlo. Pero tienen que ser varios, así se garantiza un evento atractivo para los scouts. Aquí se convoca a las 30 organizaciones de Grandes Ligas”. En un try out participan jóvenes entre los 14 y los 20 años de edad; sin embargo, para la MLB, institución encargada de reglamentar las firmas, la edad adecuada para que un jugador opte por un contrato con cualquier organización oscila entre los 16.4 y los 18 años de edad. Este es uno de los principales factores dentro de los cuales fluctúa la presión de los peloteros que ansían un contrato en Grandes Ligas, puesto que las exigencias para firmar luego de la edad establecida es mucho mayor, incluso existen casos de jóvenes que habiendo llegado a la
edad limite sin haber logrado firmar se han “bajado la edad”; es decir, han incurrido en la falsificación de documentos para poder tener mayor oportunidad de ser vistos. Ésta es una de las faltas y de las circunstancias irregulares que pueden surgir en el proceso de contratación de un
pelotero. Asimismo, la competencia entre los scouts por captar mayor cantidad de talento puede conducir a establecer convenios “de palabra” entre los talentos que no han alcanzado la edad establecida para firmar. En estos casos surge la figura del “protegido”, en la cual el scout interesado mantiene a su pros
pecto fuera de la vista de otros seleccionadores y por ende de cualquier otra oferta hasta que se concrete la firma legal. Esta situación en ocasiones puede acarrear inestabilidad para el atleta y puede terminar afectando su contratación real.
“En un try out participan jóvenes entre los 14 y los 20
años de edad; sin embargo, para la
MLB, la edad adecuada para que un jugador opte por un
contrato con cualquier
organización oscila entre los 16.4 y los 18
años de edad”
La velocidad, requisito indispensable para lograr la firma
4 Beisbol: Jugar a ganar
dinero
Un año y medio: nueve inning para que se acabe el juego Efectivamente, en el medio deportivo la edad es un elemento fundamental en torno al cual giran las circunstancias físicas y mentales que condicionan las capacidades del atleta. Son las instituciones encargadas de reglamentar las actividades, quienes determinan el rango de edad pertinente al ejercicio deportivo. Para el beisbol rentado, la posibilidad que tiene un jugador para firmar un contrato con cualquier organización de la Major League Base
ball se centra en la explotación y exhibición de las habilidades del pelotero en 18 meses -desde los 16.4 años hasta los 18 años de edad-, tiempo legalmente establecido para que el pelotero sea firmado. Sin embargo, se han dado casos en los cuales el pelotero es “descubierto” antes de alcanzar la edad establecida; es entonces cuando surge la figura del “protegido”. Situación en la que un scout de un equipo profesional considera que un jugador posee el talento y las condiciones para desarrollarlo
a nivel grande liga, y decide actuar en favor de estas cualidades ofreciéndole al niño la participación en alguna de las academias de las organizaciones de MLB en Venezuela, brindándole entrenamiento e implementos deportivos, entre otros beneficios. Este fue el caso de Gabriel Pulido, un joven que destaco desde muy niño en los equipos de beisbol menor en los que participó; desde muy temprano figuró como un peloterito con talento, se hizo de numerosos trofeos por su actuación como receptor y bateador. La calidad de este excriollito lo convirtió en una pieza de interés para los cazatalentos y a los 12 años, las destrezas de
5 Beisbol: Jugar a ganar
dinero
para los cazatalentos y a los 12 años, las destrezas de Gabriel para la pelota eran magnificas al punto de hacerlo merecedor de un cupo en el Mundialito de Beisbol del año 1995, donde fue homenajeado como el jugador más valioso. Las prácticas de bateo de Gabriel, cuando sólo tenía 11 años de edad, deleitaban a los scout que se sentaban en las gradas del Polideportivo Jesús “Chucho” Ramos, en El Cafetal, para verlo sacar la bola del parque a ambas manos. El padre de este pelotero siempre mantuvo contacto directo con los scouts y consideró que su hijo merecía el mejor contrato y un rápido ascenso a Grandes Ligas. “Mi interés era firmar profesional, no me importaba con cual equipo, ni por cuanto, ese era mi sueño, los scouts siempre estuvieron pendientes de mí, chequeando que no me faltará nada, guantines, mascota… pero mi papá nunca aceptó que yo recibiera nada de nadie para no comprometernos”, a los 17 años Gabriel firmó un contrato con los Cardenales de San Luís por 30.000 dólares y se integró a la aca
tinuar asistiendo a la granja y ninguna de las conversaciones que sostuvo con Enrique Brito (quien lo firmó y estuvo atento a su evolución) convenció a Gabriel de volver a jugar beisbol. Así como existen numerosas historias muy similares a la de este joven también existen otro tipo de “novelas” en las cuales los protagonistas han superado la edad límite para obtener una firma profesional y recurren a otros medios para continuar siendo elegibles y no decaer en su meta de jugar en las mayores. Extrainning: la falsificación de un espectáculo Una vez que el prospecto excede la edad límite establecida por la MLB para firmar, pierde la posibilidad real de gozar los beneficios de un contrato profesional. Este es uno de los motivos que impulsa al pelotero a falsificar documentos, a bajarse o subirse la edad. Lo más común es falsificar los documentos para bajarse la edad, como sucedió con el quisqueyano Rafael Furcal, antesalista de los Bravos de Atlanta. Sin embargo, es posible encontrar ejemplos contrarios al del short stop, tal es el caso del dominicano Adrián Beltré, campocorto de los
demia de esta organización en República Dominicana, donde -a pesar de las condiciones de vida en las que se desenvuelven los jóvenes talentos- continuó demostrando sus habilidades. Dos año después, Gabriel consideraba “haber pagado la novatada” y creía contar con la preparación necesaria para as
“Mi interés era firmar profesional,
no me importaba con cual equipo, ni por cuanto, ese era mi
sueño...”
cender a las mayores, pero no fue así, no estaba incluido en el roster de peloteros que “subirían”. “Para mí fue algo decepcionante ver que otros chamos con menos condiciones estaban por sobre mí y cuando tuve que volver a la granja en Carora, cuando me mandaron para acá para Venezuela otra vez, estaba completamente desmotivado”. Luego de un año en la Venezuelan Summer League, donde las condiciones eran mucho mejores que en dominicana, el pelotero decidió no con
6 Beisbol: Jugar a ganar
dinero
el caso del dominicano Adrián Beltré, campocorto de los Marineros de Seattle, quien se subió la edad para lograr un contrato con los Dodgers de los Ángeles en julio de 1994. Respecto a estas irregularidades, Ubaldo Heredia, scout de los Orioles de Baltimore, explicó: “Eso pasaba hace 20 años, actualmente eso no existe, tal vez antes lo hacían, quizás lo siga haciendo alguien; pero, el que lo haga ahora es multado y suspendido hasta de por vida. Ahora hay agentes de la MLB que están haciendo averiguaciones y en dado caso llegara a pasar esto, la multa es hasta por 500 mil dólares y posiblemente serán destituidos del cargo”. Por su parte el seleccionador los Indios de Cleveland, Stuart Ruiz, comentó que “cualquier organización será penalizada, si firman o esconden a un pelotero antes de la fecha elegible. De hecho, nosotros, en Puerto La Cruz, tuvimos el caso de un pelotero de Puerto Píritu llamado Laumin Bessa, porque lo firmamos antes de la edad reglamentaria y lamentablemente fuimos
Además, en este momento “los scout tenemos el deber de investigar dónde nació el jugador, en qué clínica, dónde lo presentaron. Estamos en contacto con el CICPC y la DIEX para averiguar todo esto, porque antes a uno lo engañaban con la partida de nacimiento y la cédula. Uno nunca averiguaba y confiaba en la palabra de la persona, pero ahora tenemos la obligación y el deber de investigar”, agregó Heredia. Todas estas medidas de seguridad se justifican ante el incremento de peloteros que saltan al terreno de juego inspirados por la presencia de miles y millones de dólares. El preparador y director de la Academia que lleva su mismo nombre, Aníbal Rodríguez, recuerda: “antes, la gente decía que los peloteros eran chusmas, hoy el dinero ha transformado esa visión y todo el mundo quiere jugar beisbol; ahora todos los padres quieren probar a sus hijos para ver si pueden firmarlos, ven en ellos una solución económica, es como salvar el futuro de la familia a costa del talento y el esfuerzo del muchacho”. No obstante, sea la pasión o el interés económico lo que mueve a los jóvenes peloteros para
penalizados, no pudimos firmar peloteros en tres meses y el señor Luís Aponte -jefe de scout de los Indios en Venezuela, gerente general y coach pitcheo de los Caribes de Oriente- fue penalizado con una multa por 130 mil dólares, aproximadamente”.
Aníbal “Caraota” Rodríguez
Ubaldo Heredia
7 Beisbol: Jugar a ganar
dinero
peloteros para obtener una firma, estos deben contar con las capacidades necesarias para lograrlo. Estos requerimientos y habilidades son evaluados en un try out, y cada organización escoge y acondiciona a sus cazatalentos para que posean el criterio y la experiencia necesaria para seleccionar a los futuros integrantes de los equipos de Grandes Ligas, destrezas que han sido “estandarizadas” globalmente como rango de selección.
Beisbolistas: liebres con brazos escopetas Precisamente sobre este punto rondan los nervios de un joven que se “traya”, en los requerimientos que puede tener una organización de Grandes Ligas para solicitar sus servicios o en las condiciones que pueden exigir los scouts. De modo tal que estos arduos competidores son medidos esencialmente por cinco herramientas básicas: la velocidad de sus piernas, la potencia de sus brazos, la fuerza y el contacto de la bola en el plato, y destreza con la cual se desempeñen en su posición dentro del campo.
Para el exjugador profesional de Los Caribes de Oriente, Stuart Ruiz, “las herramientas principales son la carrera, la velocidad de los peloteros y el brazo; el beisbol se ha puesto más exigente, cada día los americanos quieren cosas nuevas”. Por ello, las otras tres cualidades están basadas en la mentalidad del atleta dentro del terreno de juego, su disciplina y su nivel de educación, “de donde viene el muchacho, quienes son sus padres, que grado de instrucción tiene, eso es importante no sólo para el pelotero, por su carrera, sino también para nosotros porque si fracasa como pelotero tiene la posibilidad de continuar su vida, sus estudios”, añadió Ruiz.
Para Julio Franco, scout de los Atléticos de Oakland y exlanzador de diversos equipos de la Liga Venezolana de Beisbol Profesional, la velocidad es determinante sobre cualquier otro factor para quien pretenda lograr la firma: “En la organización pensamos que la velocidad de un pelotero se debe medir en una carrera de 40 yardas. Es el concepto de la acción reacción. Nosotros entendemos que el beisbol es un deporte en el que los corredores, en la mayoría de los casos, utilizan su rapidez para distancias cortas. Además, casi siempre son producto de una reacción. Por eso medimos la velocidad en un trecho más corto, es más útil (…) En ella -la carrera- puedes observar las zancadas del jugador y la manera en la que coordina
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dina el movimiento de sus brazos. Eso te permite hacer una proyección sobre qué tanto se puede desarrollar su cuerpo”, explicó. Según expuso Franco, en entrevista del periodista Efraín Zavarce (2005), la pauta de las organizaciones de MLB es conseguir jóvenes con la agilidad necesaria para ser explotada y moldeada por los entrenadores; sin embargo, para el seleccionador de los Atléticos de Oakland, esta cualidad no descarta de antemano a ningún talento, aquel pelotero que no muestre una buena carrera en la evaluación, deberá poseer un brazo poderoso o mucha fuerza en el bate para figurar en la
selección. “La orden es firmar a atletas (...) Es la razón por la que nos fijamos tanto en el cuerpo de los muchachos. Debemos saber si estamos frente a alguien que podrá mantener su peso y contextura, si será capaz de desarrollar su estatura y sus músculos, o, por el contrario, si tendrá tendencia a engordar. (…) Si encuentras a un muchacho delgado, con buena estatura y de piernas rápidas, tienes gran parte del trabajo hecho. De las acciones del juego se encargarán los instructores (…) El pelotero que tenga un brazo por debajo del promedio y poca velocidad en las piernas puede salvar su condición de
prospecto si muestra una buena disposición para el juego. Es algo que se puede observar en la forma como ataca los roletazos o como salga en busca de los elevados. Ahí se ve si el muchacho tiene agresividad, eso también cuenta”, agregó el cazatalentos de Oakland. En este sentido, la capacidad de concentración, la disciplina y la preparación psicológica del pelotero también influyen de manera preponderante en su evaluación, la presión a la cual es sometido un joven que se encuentra dentro del campo junto a treinta y nueve participantes que poseen las mismas posibilidades y que pueden contar con mayores o mejores habilidades que él, es un conflicto que puede llegar a disminuir o aumentar la seguridad de cada atleta. Por ello, la confianza en si mismos y su deseo de lograr un contrato profesional es vital a la hora de defenderse en esa exhibición que constituye una posibilidad de oro para muchos jóvenes de clase baja o media baja que vislumbran en el negocio de la pelota una solución a sus problemas económicos y que piensan que pueden llegar destacar entre los grandes.
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Los scouts: redentores cazadores de talento o “robadores de vidas” Para llegar a ser pelotero profesional las exigencias son cada vez mayores, rondan los dotes sobrenaturales y colindan con record siderales. Pero, ¿quién es el astro qué determina cuál es gigante con la capacidad de calzar unas medias blancas o rojas para lograr ser un marinero que navega en las aguas de Seattle, un pirata que acecha las costas de Pittsburg o un ángel en el equipo del cielo? quienes miden estas capacidades son los scout, empleados de una organización de
beisbol mayor que deben poseer el criterio y la experiencia para seleccionar a los futuros integrantes de las filas de un equipo profesional. Así, la misión de un pelotero en un try out es “ser atractivo para los scouts”, en eso consiste, son ellos quienes tienen el poder en sus manos, es su criterio el que prevalece, son estos especialistas quienes realmente deciden quién es bueno y quién no lo es. En Venezuela existen representantes de todos los equipos que integran la MLB, figuras que se distribuyen nacional, re
gional y localmente. Incluso las organizaciones han construido academias en la región centro-occidental del país, principalmente en las ciudades de Valencia, Maracay, Puerto La Cruz y Barquisimeto principalmente, a excepción del equipo de los Gigantes de San Francisco que no se ha asentado en nuestro territorio. Frecuentemente los scouts son exjugadores profesionales que poseen un amplio conocimiento sobre beisbol, que cuentan con la experiencia suficiente para seleccionar con “ojo clínico” y amplio criterio jóvenes con potencial aprovechable a explotar, tomando en consideración -por
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aprovechable a explotar, tomando en consideración -por supuesto- los requerimientos y exigencias de la organización a la cual representa, pues estos buscadores de talento son preparados para adaptarse a las condiciones de selección que exige el equipo según sus necesidades. “El scout normalmen
qué debe tener un prospecto”, explicó Ubaldo Heredia, quien tiene más de 12 años trabajando para los Orioles de Baltimore. La figura del seleccionador ha sido muy productiva para las organizaciones de grande liga, pues esta búsqueda continua de talentos a nivel mundial permite ampliar
te es un pelotero retirado, en las selecciones se hacen exámenes psicológicos para ver las intensiones de la persona y conocer por qué quiere un expelotero ser scout; también tenemos escuelas para scout porque es una formación que hay que recibir, a parte de jugar pelota tienes que saber cómo debe ser o
el campo de alcance de la MLB; considerando, además, el nivel de los peloteros latinoamericanos que han alcanzado las ligas mayores. El cazatalentos de Cleveland, Stuart Ruiz, comentó: “al ser scout pones en práctica el aprendizaje de toda una vida como pelotero; es una posibilidad si por alguna
u otra circunstancia fracasaste o no llegaste a grande liga, aunque hay scouts que también han jugado grande liga, pero yo pienso que el beisbol es un continuo aprendizaje (…) a nosotros cada día nos exigen más, a nivel de calidad y con el idioma, porque hay que hacer los reportes en inglés. Esta es una carrera limpia que uno hace con cariño, porque hay que salir todos los días a buscar peloteros con talento y brindarle esa oportunidad que quizás nosotros no tuvimos”. En este sentido, han surgido innumerables comentarios sobre la función de los cazatalentos y su papel como benefactores o villanos dentro del proceso de firma del jugador. Pues la potestad que tienen estos seleccionadores muchas veces es considerada arbitraria. En palabras de Heredia: “ellos tienen la ilusión de llegar a grande (…), tienen buenas intensiones, tienen deseo pero finalmente uno es el que decide quien va a firmar, no porque uno quiera, sino quien tenga las condiciones que a uno le piden”. “El buscar jugadores en Latinoamérica, se inició en los años de 1950, y por ahora este proceso ha alcanzado proporciones extraordinarias.
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traordinarias. El scout juega un papel grande en los equipos de las MLB para encontrar al talento en Latinoamérica, porque los prospectos no están incluidos en el draft y como en USA cuesta mucho dinero el firmar al jugador americano, esto hace que los equipos busquen en Latinoamérica talentos baratos. En Norteamérica ha disminuido la cantidad de talentos y la presencia de academias en Latinoamérica ha hecho que aquí se vuelva intensa la búsqueda de estos”, explicó Jaime Cervantes en su ponencia sobre la Globalización del beisbol en el año 2005 (www.jaimecervantes.netfirms.com) Teniendo un cargo de tal responsabilidad, que determina el futuro de miles de jóvenes valdría preguntar ¿qué tan productivo es ser un scout? Porque parece relativamente sencillo medir qué tan eficaz es un pelotero según su rendimiento dentro del campo; considerando además, que la productividad de los deportistas en el negocio de la pelota no sólo se mide en porcentajes sino también en la proporción inversión-resultados; es
decir, la relación del “costo” del pelotero y su aporte dentro del equipo. Pero, cómo se califica la labor de un scout, de igual forma, en rendimiento, en hallazgos importantes, en construcción y realización de buenas ofertas tanto para el pelotero como para la organización. En este sentido, un cazatalento podría considerarse un benefactor, pero cuál es la ventaja para él, matemáticamente correspondería a una conversión: a mayor cantidad de firmas, mayor será el bono recibido. “Los scouts firman a cuanto jugador se les presenta enfrente para evitar que otros equipos se los ganen y así filtran a los mejores. Los jugadores latinos casi siempre son pobres, sin educación y están acompañados por sus familias y los scouts se aprovechan de esto para hacerlos firmar. El jugador está dispuesto a rubricar cualquier cosa que le presenten enfrente, sin recibir nada, como los bonos que reciben los jugadores americanos. Además de que no hay guerras de ofertas de los jugadores”, añadió Cervantes.(
www.jaimecervantes.netfirms.com) En otras palabras, el talento de un joven que logra resaltar entre otros en un show case no sólo es provechoso para él y su familia, el scout y quienes participan en el “descubrimiento”, reciben parte de dichos beneficios económicos, siendo éste proporcional a la cantidad correspondiente a la firma del jugador. Epy Guerrero, seleccionador que ha trabajado para Nueva York, Houston, Seattle, Toronto y Milwaukee, explicó en una entrevista realizada por Zavarce (2005), para el diario Líder: “Si uno de estos muchachos es firmado, yo recibo el 20% del bono que luego reparto entre quienes participaron en el hallazgo del jugador. Con ese dinero también se cubren los gastos de traslado, alojamiento y alimentación de la mayoría de estos jóvenes que vienen del interior del país”.
“un cazatalento podría considerarse un benefactor, pero cuál es la ventaja
para él, matemáticamente
correspondería a una conversión: a mayor cantidad de firmas, mayor será el bono
recibido”
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Por su parte, Ubaldo Heredia, aclaró “nosotros somos empleados de la organización, la comisión se le da a quien trae o prepara al pelotero, una comisión que depende del bono de la firma del prospecto”. Sin embargo, a propósito de las remuneraciones que reciben estos seleccionadores, Miguel Ángel García, supervisor para Latinoamérica de los Tigres de Detroit, declaró: “Los scouts sólo recibimos como remuneración el pago de nuestras mensualidades establecidas por medio de contratos que casi siempre son anuales. La cancelación de comisiones y porcentajes por el bono que recibe un pelotero al firmar, o por parte de sus sueldos en caso de que lleguen a las mayores, no está contemplado para nosotros” (Zavarce, 2007). De modo tal que, el tema del bono que recibe un scout al concretar una firma sufre una bifurcación en estos momentos; por ello, actualmente en el país se está organizando una asociación que permita que los cazatalentos criollos -cifra que también ha aumentado en los últimos años- reci
ban mejores beneficios de la MLB; con esto los seleccionadores venezolanos esperan recibir ganancias similares a las asociaciones legales que agrupan los cazatalentos de Estados Unidos, Puerto Rico y República Dominicana, incluyendo el reconocimiento de la institución por las Grandes Ligas. “Ellos cuentan con seguros médicos y pensiones por antigüedad, algo que nosotros (los scouts venezolanos) no tenemos. La mejor manera de alcanzar estas mejoras es la asociación”, argumentó Miguel Ángel García, futuro presidente de la Asociación de Scouts de Venezuela. Estas respuestas antagónicas son producto de las inconsistencias legales que rondan la contratación de los jóvenes criollos; quienes por desconocimiento de sus derechos sufren este tipo de irregularidades. García explicó: “Ante tantos rumores e informaciones inexactas, decidimos darle vida a lo que planeábamos desde hace tanto tiempo. Entre las primeras acciones que emprenderemos está la divulgación entre los periodistas de las reglas por las cuales nos regimos para con
tratar a los muchachos con aspiraciones de llegar a las Grandes Ligas” (En Zavarce, 2007). Según comentó quien encabezará la Asociación, el proyecto que será firmado próximamente entre el Ministerio del Deporte de nuestro país y la MLB, para reglamentar la firma de peloteros y velar su formación integral por parte de las organizaciones Grandes Ligas fue una de las motivaciones para concretar el plan de agrupación que tenía más de cuatro años en conversaciones. Asimismo, el Instituto Nacional de Deportes ejerció presión para que se finiquitara la constitución de este gremio en el cual también se incluirá el personal que labora en la Venezuelan Summer League. Por su parte, la Federación Venezolana de Beisbol también considera necesario que se reglamenten las condiciones de firma de los jóvenes, teniendo en cuenta, además, que podría instaurarse una norma que les permita “nutrirse de peloteros firmados para armar sus selecciones”. Para Miguel Ángel García las reacciones del IND y la FVB son parte de la preocupación del Estado
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venezolano de velar por el desarrollo del talento joven del país: “creo que comprenden lo importante que ha sido el establecimiento de las academias en el país, pues no sólo se preocupan por hacer peloteros, sino también en formar a ciudadanos integrales”, comentó García. (En Zavarce, 2007) Sin embargo, la labor de las academias que integran la Liga de Verano también está puesta bajo la lupa y todo parece indicar que el Estado pretende mejorías en las condiciones de vida de los noveles peloteros y que trabajará para lograrlo. Así, la función y el desempeño ético de los scouts se pone en entredicho cuando se piensa en el interés económico de cada uno de estos seleccionadores al realizar
su trabajo. Mientras tanto los jóvenes venezolanos continúan recorriendo un camino lleno de huecos que a veces pueden hacerlos caer a un vacío sin fondo que lejos se encuentra del bienestar soñado. Los primeros contratos, una probadita de gloria Para cualquier muchacho de estrato social bajo o medio bajo que ha colocado todo su empeño y su esfuerzo en la práctica del beisbol para lograr que este deporte sea su profesión, lograr un contrato es alcanzar la gloria. Aún cuando el camino para llegar y -por lo menos- “tomarse un café” en las mayores puede ser largo, para cualquiera de estos jóvenes obtener su primer contrato es como pisar el primer peldaño de una escalera que los llevará a las estrellas. Asimismo, las destrezas del novato definirían su futuro y el lugar en el cual vivirá el proceso de maduración beisbolística que lo llevará o no a las Grandes Ligas. Pero, las diferencias del proceso de selección, contratación y las condiciones de firma entre Estados Unidos (Canadá, Puerto Rico) y Venezuela son evidentes,
y surgen desde las mismas estructuras sociales que otorgan o no beneficios a sus trabajadores y que se preocupan por garantizarle bienestar social. Así, la cultura deportiva norteamericana parte de la idea de formación del atleta profesionalmente para luego ingresarlo a las filas de los equipos Grandes Ligas. En efecto, actualmente en Estados Unidos la figura del scout no se utiliza de la misma manera que en Venezuela o en República Dominicana, por el contrario, ha sido un recurso en decadencia y próximo a desaparecer puesto que era un sistema que favorecía a los equipos con más recursos económicos, que poseían mayor cantidad de scouts y por ende más posibilidades de firmar mejores peloteros.
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Además, un seleccionador en el norte representa un gasto prácticamente innecesario para la organización puesto que la MLB obtiene peloteros americanos mediante la realización de un draft (procedimiento de exhibición y selección) y el jugador firmado tiene los derechos de negociar directamente con el equipo. “El draft de la MLB es el camino que siguen los jugadores de High School graduados y College de 21 años, que han completado sus Juniors para ser contratados por los equipos profesionales. Esto se hace cada año a principios de junio. Los equipos, por turnos, seleccionan a los jugadores que ellos quieren, empiezan a escoger en orden conforme quedaron en el standing, así que el primero en escoger es el que quedó en último lugar y el último en escoger es el que quedó en primer lugar. Cada equipo selecciona alrededor de 50 jugadores. (…) Solo jugadores de USA y sus territorios, Puerto Rico y Canadá, entran en el draft”, declaró Cervantes. (www.jaimecervantes.netfirms.com)
tinuar sus estudios y ascenso deportivo en el exterior. Como se ha explicado a lo largo de este capítulo este proceso de contratación empleado en Estados Unidos es muy diferente al que se aplica en nuestro país y el resto de Latinoamérica; principalmente por las condiciones de vida en las cuales crece un niño de bajos recursos. Si bien la MLB no tiene ningún tipo de relación con la realidad socioeconómica de estos jóvenes si es claro que un contrato es la vía de escape de tantas necesidades. Es entonces cuando se habla de la explotación del talento latino, pues estas organizaciones se encuentran ante tantos buenos prospectos que simplemente se devalúan. Es una teoría económica: al existir un excedente de producción de productos
bienestar de los jugadores, puesto que el proceso es legal y formal, no existe la posibilidad de que ningún pelotero menor de edad o que no haya pasado por los sistemas de educación formal sea explotado (física y mentalmente) por entrenadores. Además, al pertenecer a las instituciones de educación superior estos jóvenes cuentan con la protección del National Collegiate Athletic Association (NCAA), que brinda asesoramiento y amparo legal a sus miembros en las universidades, en su relación con agentes y con equipos profesionales. De ahí el interés creciente de muchos jóvenes latinoamericanos en obtener una beca para con
Johan Santana “El gocho”, doble Cy Young
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mente se devalúan. Es una teoría económica: al existir un excedente de producción de productos su valor baja. De modo tal que la cifra que puede llegar a recibir un pelotero en su primer contrato, que normalmente es negociada con el scout, oscila entre los 10.000 y los 50.000 dólares; salvo casos en los cuales el atleta posea cualidades fenomenales que despierten interés y competencia entre los seleccionadores. Estas cualidades pueden llegar a ser pagadas hasta con siete dígitos. Tal fue el caso del jardinero Jackson Melián, quien recibió un bono de 1,6 millones de dólares, en 1996, por firmar con los Yankees de Nueva York. Monto superado únicamente por José Miguel Cabrera, quien en su primer contrato grande liga (2003) obtuvo un total de 1,8 millones de dólares al firmar con los Marlins de Florida. Otro ejemplo significativo del precio del talento criollo es el caso del valenciano Félix Hernández; “El Rey”, cobró (en julio de 2002) un bono de 710 mil dólares por firmar profesional con los Marineros de Seattle.
La Summer League, el lado oscuro del camino Al mirar un juego de beisbol profesional gran cantidad de espectadores aplauden a los jugadores por sus grandes atrapadas o los abuchean por sus ponches; pero, estos fanáticos del espectáculo de la gran carpa posiblemente ni siquiera imaginan el precio que cada uno de ellos pagó para lograr llegar donde están. La mayoría de los jugadores latinoamericanos que han llegado a las Grandes Ligas han pasado por la Summer League, sea en las instalaciones ubicadas en República Dominicana o en las escuelas que se han creado en Venezuela. En ambos países, las organizaciones norteamericanas han instalado academias de entrenamiento en las cuales se encargan de pulir el potencial de los prospectos y de prepararlos físicamente para la MLB. “Cada año, muestra importante de los equipos de grandes liga firman, entrenan, y evalúan a centenares de jugadores jóvenes de América latina en sus instalaciones en República Dominicana y Venezuela.A principio de la temporada de beisbol 2002, 80% (2,274) de todos
Son esas primeras cifras las que más endulzan a quienes soñaron poder contar con recursos para mejorar su calidad de vida y que inspiran para seguir adelante. Sin embargo, al contrastar ambas realidades (la latinoamericana y la norteamericana) parece injusto que los más necesitados sean quienes recorran un camino lleno de espinas para alcanzar la gloria.
José Miguel Cabrera
Feliz Hernández “El Rey”
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dos los jugadores extranjeros con contratos firmados en ligas menores provenían de la República Dominicana y Venezuela, un promedio de 75.8 jugadores de ligas menores de Dominicana y Venezuela ascendían a equipos de Grandes Ligas. La gran mayoría de los dominicanos y de los venezolanos jugaban en las ligas menores debido al número limitado de visas de inmigración disponibles para que cada equipo grande liga pudiera traer jugadores extranjeros a los Estados Unidos para jugar durante las temporadas de ligas mayores y menores”, apuntó Arturo Marcano, en su libro Stealing lives, publicado en el año 2002. Estas cifras esbozan la importancia creciente de nuestro país (y de Dominicana) para el beisbol profesional del norte. En Venezuela la Liga de Verano esta compuesta por diez equipos pertenecientes a las diferentes organizaciones de Grandes Ligas: los Piratas de Pittsburg, Filis de Filadelfia, Marineros de Seattle, Astros de Houston, New York Mets, Rojos de Cincinnati, Cardenales de San Luís, y las fusiones de Mellizos de
Adrián Blanco, de 21 años de edad, narró su experiencia: “Firme hace cuatro años con la organización de Kansas City, por 40.000 dólares, al principio fue una emoción muy grande pero después pase trabajo, pase hambre. Estuve una semana en Dominicana, en la academia donde yo estaba los baños eran una asquerosidad, uno tenia que hacer sus necesidades parado, tenia que bañarme con tobos porque no habían regaderas. No sé si todas las academias sean así, pero esa en participar es muy fea, queda en Salcedo, Santo Domingo. Meses después tuve una lesión en el brazo de lanzar y me anularon el contrato y me regresaron para Venezuela, esa fue una etapa muy dura para mí”. “No se comparan las instalaciones de aquí con las de Dominicana, cuando yo jugaba con los Cardenales de San Luís, estuve dos años allá y las condiciones para el pelotero eran pésimas; me han dicho que la mejor granja es la de Oakland, que es más grande y tiene tres campos, pero por lo menos la de los Cardenales es deprimente; pero es el precio que uno tiene que pagar para alcanzar lo que uno
Minnesota/Azulejos de Toronto, Orioles de Baltimore/Medias Blancas de Chicago y Tigres de Detroit/Marlins de Florida. Estas academias se han instaurado a lo largo de la región noroccidental de país debido a la gran cantidad de talento por explotar en estas zonas (y el resto del territorio nacional). Los campos y residencias son mantenidos por las organizaciones de MLB y deben garantizar los recursos Dominicana
“es el precio que uno tiene que
pagar para alcanzar lo que
uno quiere”
de alimentación, y de bienestar físico y mental del atleta. En este sentido, los peloteros que han vivido la experiencia de militar en las academias dominicanas y venezolanas, explican que la diferencia en los servicios que disponen los atletas: la calidad de la comida, los espacios para descansar, la intensidad de los entrenamientos físicos sin medidas, etc., son muy diferentes en ambos países.
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quiere. En cambio la granja de aquí, de Carora, es muy limpia y cómoda, las habitaciones tienen aire acondiciona y dan buena comida”, agregó el expelotero Gabriel Pulido. Sin embargo, este tipo de irregularidades que tienen que vivir los jóvenes peloteros es una especie de secreto a voces dentro del mundo de la pelota. Y, a pesar, de ofrecer una mejor calidad de vida a quienes tienen la fortuna de permanecer en Venezuela, el tema de la ilegalidad del funcionamiento de este tipo de granjas en el país, desligadas de cualquier organismo deportivo nacional, regional o local esta sobre el tapete en estos momentos. Respecto a la impunidad de estos campos de entrenamiento, en el año 2003, el periodista Julio Barazarte, publicó en el diario Últimas Noticias: “Hasta ahora ningún organismo oficial se ha preocupado por buscar informaciones sobre la legalidad de sus estadías en el país o las posibles
soluciones. Sólo la Federación se ha atrevido a presentar una protesta, a través de un proyecto de normas para el control de las actividades de esas academias, ante el Instituto Nacional de Deportes. La actividad de los dirigentes de esas granjas consiste en ocupar estadios y centros de preparaciones de beisbol, así como el alquiler de casas, donde son alojados los jóvenes entre los 13 y 17 años de edad, cuyo objetivo principal es formarlos para entrar directamente al campo profesional. Esto significa que los peloteros, después de captados, cuando llegan a las granjas pertenecen a la organización de las Grandes Ligas para la cual fueron firmados”. Para ese mismo año La Federación Venezolana de Beisbol presentó la presidencia del Instituto Nacional de Deportes un proyecto para regular y ejercer controles gubernamentales sobre el funcionamiento de las escuelas o academias de beisbol organizado en el país. Mientras tanto, en mar
zo de 2003, “el beisbol de las Grandes Ligas anunció el establecimiento, en República Dominicana, de una liga para la enseñanza de la disciplina a jóvenes entre 13 y 17 años de edad. Sin embargo, se encontró con la voz de alerta de la Federación Dominicana, cuyo presidente es Héctor Pereyra. Dijo que el organismo que dirige no fue consultado, además que no es correcto, porque en su país son los federativos encargados de esa labor. Similar es el caso de Venezuela, pero a través de las granjas que aquí operan”, explicó Barazarte. Pero, de aquella propuesta no se recibieron pronunciamientos oficiales, hasta que, en marzo de 2007, se anunció la firma de un acuerdo entre el Ministerio del Deporte y la MLB para velar por el cumplimiento de los derechos de los jóvenes criollos que participan en estas organizaciones y “para mejorar el funcionamiento de las academias existentes en el país, y sobre todo, lo que respecta a la firma de los peloteros, su formación y asistencia médica, entre otros tópicos”, afirmaban informaciones publicadas en el diario Últimas Noticias.
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formación y asistencia médica, entre otros tópicos”, afirmaban informaciones publicadas en el diario Últimas Noticias. No obstante, si bien la liga de verano ha sido fuertemente criticada por las condiciones en las cuales deben vivir los peloteros, no debe dejar de considerarse la situación económica de estos jóvenes antes de llegar a la Summer; puesto que, en países como República Dominicana las condiciones de vida en las cuales crecen los jugadores pueden ser, incluso, más difíciles que las precariedades a las que se enfrentan en estas academias; en este caso representan un avance en su nivel de ingreso, recursos de alimentación y vivienda. Así, para un país con una economía norte americanizada, en el cual el 60% de la población es pobre (y un 20% de esta población vive en pobreza extrema), los beneficios que representan ser el lugar de entrenamiento principal de beisbol menor, fuera de los Estados Unidos son muy significativos. “De acuerdo a un estudio publicado a mediados del 2003 por la Oficina del Comisionado
Liga Mayor de Beisbol de los Estados Unidos, y cuya única sucursal en todo el mundo se encuentra en la República Dominicana, las Grandes Ligas reportan a este país más de 76 millones de dólares anuales, generando unos 1,200 empleos directos y otros 900 de manera indirecta. Este dinero entra al país por diferentes vías: pago de bonos a nuevos jugadores, operación de las academias, salarios de los jugadores dominicanos en las grandes ligas (de los que al menos un 20% ingresa a la economía nacional), salarios de los jugadores de las ligas menores, la Dominican Summer League, los viajes de observación a la República Dominicana y las donaciones y apoyos dados a organismos gubernamentales”. (En red: www.dominicanaonline.org)
De modo tal que el beisbol ha pasado a formar parte de la economía de dicho país; en efecto, actualmente se ha planteado la construcción de Baseball City, la más grande y reciente inversión de MLB en Dominicana, que constituye “el más ambicioso complejo para el desarrollo de jugadores en toda América Latina. Con una inversión inicial de más de 2 millones de dólares, que agrupa las academias de cuatro equipos de las mayores, Cachorros de Chicago, Minnesota, Cincinnati y Arizona”. (Ídem) Además, la cantidad de dominicanos que han logrado llegar a Grandes Ligas (358 entre 1956 y 2003, según registro de la enciclopedia digital ww.wikipedia.com) representan un incentivo -junto a los sueldos que reciben- para los miles de niños que sufren necesidades. Sin embargo, los jóvenes jugadores, de todas partes de Latinoamérica, que van a prepararse en la Dominican Summer League no poseen la misma resistencia ante las adversidades y, bajo estas condiciones, la competencia por lograr un puesto en las mayores se hace mucho más reñida.
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Becas deportivas, una solución del primer mundo La gran mayoría de los jóvenes con metas de jugar beisbol profesional abandonan sus estudios y, quienes continúan, le dan poca importancia al ámbito académico, pues piensan que su futuro está seguro dentro del campo. Una de las mayores críticas que se le realizan a algunas de las academias de beisbol que pertenecen a la Liga de Verano es que dedican todo el día al entrenamiento físico del jugador, pero que no existe un interés de lograr una formación integral en estos novatos. Muchas veces miramos o escuchamos entrevistas a peloteros profesionales que difícilmente poseen un vocabulario para expresarse con fluidez, son expertos al explicar jugadas y situaciones de juego pero su área se enmarca dentro de las líneas del diamante. Sin embargo, hay que dejar claro que estos trabajadores no se ganan el pan de cada día hablando, sino jugando beisbol, y además, su profesión es muy bien pagada. No obstante, estos grandes son ídolos para
millones de niños que quieren “ser como ellos”; así, se hace cíclica la reproducción del modelo social del grande liga millonario que llegó donde está haciendo un gran esfuerzo pero que entre esa dedicación total a la pelota no hubo tiempo para terminar de estudiar. La cuestión está en que dentro de ese proceso de formación, la pre
ocupación por ser mejores fuera del campo tiene que surgir de cada uno de ellos, las ganas de continuar estudiando, de querer nutrirse en el área académica o de completar estudios en su imprescindible segundo idioma (inglés). Cuando un muchacho tiene talento para explotar dentro del campo, comunmente el interés de un padre en que su hijo construya un futuro más allá del beisbol suele ser proporcional a la necesidad económica de
dicha familia. En República Dominicana, por ejemplo, los jóvenes dejan de asistir a la escuela hasta una semana o más cuando se anuncia un try out; los padres prefieren que sus muchachos “inviertan” esas horas practicando fuertemente para lograr la firma. En el caso de nuestro país, existe gran cantidad de muchachos que se retiran del sistema educativo formal y continúan sus estudios en parasistemas nocturnos o sabatinos, lo que les permite entrenar mayor cantidad de horas al día. Así como también existen casos de abandono en los cuales los padres se justifican diciendo “yo lo apoyo en su decisión porque quiero un mejor futuro para él”. La solución más idónea para un joven que desea dedicarse al beisbol (o a cualquier otro deporte) y finalizar sus estudios es obtener una beca; una modalidad de ingreso a universidades frecuentemente utilizada en los Estados Unidos, este tipo de convenios garantiza que el estudiante además de dedicar horas a su entrenamiento físico también deberá cumplir con su formación académica pues ambos rendimientos deben ser óptimos para que el
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deben ser óptimos para que el convenio establecido se cumpla a cabalidad. Sin embargo, en Venezuela esta modalidad de ingreso a las universidades es menos frecuente -muchas veces por desconocimiento de los propios atletas- o limitada, puesto que la asignación de los cupos corresponde a la disponibilidad de las Escuelas o Facultades por el gran número de demanda de algunas carreras. En este sentido, han surgido en nuestro país organizaciones encargadas de buscar y seleccionar el talento deportivo para ofrecerles la posibilidad de continuar estudios en universidades norteamericanas. Tal es el caso de University Scholarship of America (USA), quienes se presentan como una “empresa dedicada a ayudar a los jóvenes estudiantes académicamente talentosos, con el objetivo de conseguirles becas de estudio por mérito académico en las universidades y colleges de los Estados Unidos”. Esta organización funciona en Venezuela y Latinoamérica desde 2003 y es una derivación de
miento deportivo en los Estados Unidos” desde 1982 y pretenden alcanzar el mismo éxito orientando al talento latinoamericano (http://www.usabecas.org). CSA busca, recluta, evalúa y selecciona atletas entre los 16 y 19 años de edad, que practiquen cualquier disciplina deportiva mediante la realización de try outs. Sin embargo, la oferta no es gratuita, cada aspirante debe depositar un monto de 93.000 bolívares para participar en un show case organizado por esta empresa y de lograr ser seleccionado debe presentar las pruebas de actitud (en las cuales miden la habilidad verbal y numérica, razonamiento abstracto, espacial y mecánico de los aspirantes) que
Jeff Duva, fundador y presidente de CSA
garanticen su preparación académica. Por otra parte, estas becas no cubren el 100% de los gastos anuales del estudiante y los padres deben costear alrededor de 4.000 dólares anuales (aproximadamente el 13% de los consumos del estudiante). Otro ejemplo de este tipo de sistemas es Baseball Junior Academy, una organización que “surgió con la idea de ayudar al talento del beisbol menor venezolano para que puedan optar por becas en el exterior”, explicó su director Luís Márquez, quien tuvo la iniciativa de crear esta escuela para implementar a la práctica del beisbol las estrategias sobre psicología deportiva, que adquirió en Georgia State University. La academia recibe peloteros entre los 11 y los 18 años de edad, para formarlos integralmente en el mundo de la pelota; lo ideal es que el jugador pueda cumplir el período de formación de cinco años, al tiempo que realiza sus estudios (el bachillerato, ciclo medio y diversificado) para que mientras recibe la educación y colegiatura necesaria para estudiar en una universidad también se forme en el beisbol y pueda fusionar ambas vivencias al prepararse para estudiar y jugar en el
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Peloteros y técnicos de la Baseball Junior Academy
beisbol y pueda fusionar ambas vivencias al prepararse para estudiar y jugar en el exterior. “Tenemos contactos con diferentes universidades en Estados Unidos, Texas, Florida, Nebraska y Carolina del Norte; también mantenemos contacto con algunos High School (liceos), ellos pueden hacer su último año de bachillerato allá si dominan el idioma”, comentó Márquez. La idea de la organización es implementar las técnicas de formación de las escuelas de beisbol norteamericanas, incluyendo la formación teórico-práctica de los peloteros, la inclusión de nuevos elementos tecnológicos en el proceso de corrección y mejoramiento del pelotero, la filmación de las prácticas para la mejora de la mecánica de los pitcher, del swing de
los bateadores y las jugadas de estrategia del equipo. Además, la academia dedica al menos 30 minutos de cada practica para conversar sobre la teoría y técnica del beisbol, igualmente les asignan tareas a los jugadores y les exigen escribir sus metas deportivas y profesionales. Pero, todas estas ventajas de preparación tienen un costo mensual de 150.000 bolívares, además de los 200.000 bolívares de la inscripción, y la beca que logran estos peloteros tampoco cubre la totalidad de los gastos. De modo tal que esta alternativa sería más rentable y factible para el potencial perteneciente a los estratos bajos si el Estado brindará la posibilidad a los atletas y la propuesta no viniera de organizaciones privadas.
En este sentido, otra de las vías que tienen algunos jóvenes peloteros para continuar jugando pelota y estudiando, es la posibilidad que le ofrece el entrenador, Aníbal Rodríguez; quien recibe en su academia, ubicada en La Rinconada, a muchachos, desde los 14 años, con capacidades para jugar beisbol y prepara para optar por una firma profesional (por 40.000 bolívares mensuales). “Yo los preparo, los presento y si los padres me dan permiso yo les peleo el contrato. Aunque hay padres que sienten que pueden hacerlo ellos mismos y que dicen mi hijo vale tanto. Afortunadamente mantengo buenas relaciones con las 29 organizaciones de Grande Ligas que funcionan en el país y se organizan try outs en la academia cada dos o tres meses”, comentó Rodríguez. La trayectoria de este entrenador es una ventaja para sus peloteros; pues, a pesar, de no existir ningún convenio oficial entre la academia y alguna organización de grandes ligas, el contacto de este instructor con representantes de diferentes equipos y universidades norteamericanas abre las oportunidades nto sus
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“...no todos los muchachos pueden
llegar a jugar profesional. En ese
caso, me gusta trabajar con
bachilleres y le pido a los padres que le
regalen un año sabático para
entrenarlos y en ese año si no firman
profesional por lo menos los ayudamos
para que consigan una profesión a nivel
de estudios, los preparamos para que consigan una beca”
para el talento sus peloteros. Rodríguez ha logrado firmar cerca de 60 jóvenes que hoy juegan en clase A, AA y la Summer League; además, 12 de sus egresados se encuentran estudiando en universidades de Estados Unidos. “Lamentablemente, no todos los muchachos pueden llegar a jugar profesional. En ese caso, me gusta trabajar con bachilleres y le pido a los padres que le regalen un año sabático para entrenarlos y en ese año si no firman profesional por lo menos los ayudamos para que consigan una profesión a nivel de estudios, los preparamos para que consigan una beca, porque esta escuelita tiene contacto con las Universidades de Nebraska, Kansas, Colorado y Florida, y una vez al año los scout de estas universidades son invitados a un try out”, afirmó el exjugador AA de los años ‘70. Ésta ha sido una solución provechosa para peloteros como César Rivero, un joven de 18 años de edad, que luego de entrenar seis años en la Academia Aníbal Rodríguez obtuvo una beca deporte en la Miami-Dade
University, para estudiar administración. Además, las puertas de esta academia están abiertas para los peloteros que han tenido experiencias desagradables en el mundo de la pelota pero que desean continuar jugando beisbol. Tal es el caso de Adrián Blanco, “desde
los 15 años estuve preparándome con Aníbal y cuando tenía 16 ya estaba en condiciones para firmar, luego de lo que me pasó, de la lesión, yo regresé de Dominicana y comencé a entrenar otra vez con Aníbal, en un año estaba prácticamente recuperado y gracias a Dios, hace un año, me salió una beca para estudiar en Estados Unidos, en la Western Community College de Nebraska, estoy cursando mis estudios generales y jugando beisbol”. Para estos jóvenes ingresar en un instituto de educación superior significa formarse académicamente mientras continúan practicando el deporte de toda su vida; además, de continuar cultivando sus habilidades -y sus esperanzas- para la posibilidad de participar en un draft de la MLB que los acerque a alcanzar su sueño de jugar en la gran carpa. Money money money money, MOOONEEY... Playyyyyyy ball!!! El espectáculo del beisbol se ha convertido en una industria que maneja grandes cantidades de dinero; las contrataciones de los peloteros, el establecimiento de convenios publicitarios y los millones
23 Beisbol: Jugar a ganar
dinero
Alex Rodríguez, el pelotero mejor pagado de las Grandes Ligas
de dólares que se invierten en sus transmisiones televisivas son jugosos negocios proporcionales a la calidad del show que brindan los jugadores de la gran carpa, esfuerzo que se traduce en millones de dólares en ventas de artículos con los logotipos de las diferentes organizaciones y en mayores ganancias para los dueños de la meca del beisbol. En este sentido, son muchas las especulaciones sobre las ganancias que obtienen los peloteros por “jugar beisbol”. En una entrevista electrónica, Juan Vené, periodista deportivo especialista en beisbol, comentó que “las circunstancias de esos acuerdos son iguales a las de cualquier otro negocio y varían según cada caso. Contienen numerosas cláusulas muy del derecho, de los abogados. Los honorarios y las condiciones dependen de la calidad del pelotero y del tiempo que tenga jugando”. El caso más significativo es, sin duda, el del tercera base de los Yankees de Nueva York, Alex Rodríguez, quien disfruta de un salario de 27,7 millones de dólares al año. Según las cifras
registradas por las agencias de noticias (AP y EFE), Rodríguez supera por 4,3 millones de dólares al segundo mejor pagado de la MLB, Jason Giambi, quien recibe los tiros de A-Rod en la primera base de los Yankees ganando $23,4 millones; mientras que en campo corto del mismo equipo, Derek Jeter, recibe $21,6 millones; siendo el dominicano Manny Ramírez -de los Medias Rojas de Boston- el cuarto de la lista con 17 millones. En conversaciones con Fernando Arreaza, comentarista deportivo opinó que estos salarios “son sumas inmorales, que insultan el trabajo de cualquier persona común, que no alcanza en toda una vida lo que es
tos peloteros logran en un mes”. Sin embargo, existe la otra visión; una más cercana a las ganancias que produce el negocio del beisbol y a favor del beneficio económico para quienes hacen posible este espectáculo y le otorgan la calidad que tiene, haciéndolo mucho más atractivo para el público. El scout de Cleveland, Stuart Ruiz, comentó: “Pienso que si estamos hablando de cantidades, cada organización tiene un patrón y paga por el pelotero lo que cree conveniente. Hay peloteros que tienen talento y deben ganar dinero, como en el caso de Alex Rodríguez, que es uno de los peloteros que gana lo que gana porque ha dado los numeritos para hacerlo; también tenemos peloteros como Bob Abreu y Omar Vizquel, que deberían
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El talento criollo también es cotizado en la MLB. De izquierda a derecha: Omar Vizquel, Johan Santana, Bob Abreu y Félix Hernandez
tenemos peloteros como Bob Abreu y Omar Vizquel, que deberían ganar más de lo que ganan; pero, lamentablemente pertenecen a organizaciones con parámetros diferentes y tienen agentes, que quizás no han peleado como deben los contratos de estos peloteros”. Por su parte, el seleccionador de Baltimore, Ubaldo Heredia, manifestó los altos salarios de los jugadores no tendrán un tope porque “así va el mundo. No se puede evitar. Creo que van a seguir ganando más. El puertorriqueño Beltrán gana 118 millones por siete años y antes, cuando Luís Aparicio ganaba 200 mil dólares se pensaba que de allí no iba a pasar más nadie. El beisbol es redondo como la pelota, todo se repite”. Sin embargo, más allá de las opiniones o justificaciones de estos salarios, es indudable que estas cifras constituyen
una motivación importante para los jóvenes que se dedican al mundo de la pelota; hoy día “el beisbol es un negocio bastante lucrativo, los peloteros de ahora, no los generalizo, pero si una gran cantidad están pendiente del bono y no escalar posiciones dentro de esta carrera. Muchas veces los padres saben que tienen hijos con buenos talentos y están pendientes de que el hijo agarre buena cantidad de dinero, independientemente de si llega o no a las grandes ligas. Piensan 'mi hijo tiene la vida resuelta, si en dos o tres años lo botan ya tenemos una equis cantidad de dinero en el banco'. En realidad se ha convertido en un negocio”, señaló Stuart Ruiz. En este sentido, los scout Ruiz y Heredia explicaron que no existe un límite de pago para ofertar a un jugador en su primera contratación
profesional; “todo depende de la calidad del pelotero”, afirman. “Todos los padres tienen la idea de que sus hijos valen un millón de dólares y lamentablemente todos no tiene el mismo valor. Hay peloteros de 10.000, 20.000 y 50.000 dólares en adelante, hasta un millón, como Cabrera o Melián, aquí en Venezuela hay peloteros de todo tipo”, añadió Heredia. El pelotero, Charlie Lozada, de 23 años de edad, fue firmado por los Cerveceros de Milwaukee hace cinco años por 15 mil dólares. Lozada explicó: “jugar en los Estados Unidos es otra cosa, los campos, el ambiente, todo es totalmente diferente, es mucho mejor, la gente te apoya, yo no tuve que pasar por Dominicana, un agente me vio aquí y me llevo directo para allá, te dan todo nuevo, allá esta todo, aquí los scouts no te apoyan ellos quieren que tú seas un Alex Rodríguez y ten dan poquita plata, en cambio allá a uno le dan todas las posibilidades de desarrollarse y llegar lejos”.
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dinero
El venezolano Miguel Cabrera, firmó su primer contrato profesional con los Marlins de Florida, por un bono de $1,8 millones
y ten dan poquita plata, en cambio allá a uno le dan todas las posibilidades de desarrollarse y llegar lejos”. “Quiero volver para allá porque hay más chance, es más fácil, no quiero vivir aquí, allá es beisbol. No pienso en universidades, no está en mis planes, no quiero estudiar, ahora lo que quiero es volver. Yo ganaba $1.400 mensuales, aunque no sea tanto dinero, porque uno tiene que pagar su comida, su habitación y su traslado al estadio, pero no me importa, tengo un buen bono que me motiva a
volver”, añadió el jugador de la liga paralela de los Leones del Caracas. Según Juan Vené el motivo del auge de venezolanos hacia Estados Unidos a jugar beisbol se debe a dos situaciones; “a) Los cambios bruscos sufridos por el bolívar. b) las academias de beisbol que han instalado allá (en Venezuela) las organizaciones de MLB. Anteriormente los muchachos no firmaban en cantidad porque tenían buenas perspectivas económicas en su país y preferían estudiar una carrera más segura, o porque tenían calidad, pero no
era fácil que los viera un scout”. Sin embargo, las cifras reflejadas por investigaciones realizadas por Arturo Marcano, aproximan que a penas un 5% de los peloteros que dedican su vida al beisbol -sea por pasión o por negocio- logran alcanzar su meta de jugar en las ligas mayores y de experimentar la sensación de ser aplaudido o abucheado por más de 50.000 fanáticos en un estadio de la meca del beisbol.
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Alejandro “Patón” Carrasquel
Luis Ernesto Aparicio
Alfonso “Chico” Carrasquel
Quienes han llegado, los líderes, los ídolos, los grandes… La cifra de los venezolanos en las Grandes Ligas continúa creciendo cada temporada; pero, Venezuela no es reconocida sólo por la cantidad de jugadores en lograr su sueño de ocupar un puesto en la gran carpa sino por la calidad de los mismos, las manos de los criollos han sido piezas valiosas para ganar juegos, series mundiales y hasta romper records. Con el ascenso de Héctor Giménez a los Astros de Houston, el 25 de septiembre de 2006, el número de criollos en participar en la MLB arribó a 200; pero este logro se remonta al pasado, hacía medio siglo de historias de peloteros que han construido la imagen de Venezuela como una
fuente inagotable de líderes. Desde la incursión en las Grandes Ligas de Alejandro “Patón” Carrasquel, el 23 de abril de 1939, para ocupar el montículo de los Senadores de Washington, equipo con el que jugó por espacio de ocho temporadas, el aumento de los
venezolanos no se ha detenido; la novela iniciada por el “Patón” continuó siendo protagonizada fugazmente por Jesús
“Chucho” Ramos, “El Comandante”, miembro de los “Héroes del 41”; historia que se inmortalizó con la actuación de Alfonso “Chico” Carrasquel quien se inició en la MLB el 18 de abril de
1950 y marcó la historia de los venezolanos en las mayores al ser el primero en participar en un Juego de Estrellas a sólo un año de su debut con los Medias Blancas de Chicago. Carrasquel, el tercero más votado en la elección del novato del año en su primera temporada, implantó una marca de 297 tiros consecutivos sin cometer errores (superado por Ed Brinkman en 1972), además de ser el primero entre los campocortos de la Liga Americana en jugadas de doble play, conectó un total de 12 cuadrangulares y anotó 106 carreras. Así, en 1956 se mudo a las filas de los Indios de Cleveland y su relevo en el campocorto de los Medias Blancas fue Luís Ernesto Aparicio, el sexto venezolano en alcanzar las Grandes Ligas y único en llegar al Salón de la Fama de Cooperstown
27 Beisbol: Jugar a ganar
dinero
llegar al Salón de la Fama de Cooperstown en 1984, un campocorto excepcional con habilidades defensivas que lo hicieron merecedor de nueve guantes de oro, el título de novato del año en el ‘56, la participación en diez juegos de las estrellas y el triunfo de la Serie Mundial con los Orioles de Baltimore en 1966. Las habilidades de este campocorto han sido comparables sólo con las manos de otro venezolano, su sucesor, Omar Vizquel, el pelotero criollo número 53 en alcanzar las Grandes Ligas; Vizquel debutó en el año 1989, y ganó el primero de sus nueve guantes de oro consecutivos en la Liga Americana en 1993, a los cuales le sumó dos más en 2005 y 2006 al ser cambiado a los Gigantes
Víctor “Vitico” Davalillo Antonio Armas
David Concepción
de San Francisco en la Liga Nacional. Por otra parte, además de producir excelentes campocorto, Venezuela también destaca en la gran carpa por sus bateadores: Víctor
Davalillo, David
Concepción y César
Tovar, exponentes de gran destreza y contacto con la bola, y otros con más poder en el plato como Antonio Armas, Andrés Galárraga, Bob
Abreu, Magglio
Ordóñez y Miguel
Cabrera, por mencionar sólo algunos. Sin embargo, en la última década, la lomita también se ha convertido en el espacio predilecto para que los criollos destaquen; la labor de Tony Armas Júnior, Carlos Zambrano, Víctor Zambrano y Freddy
García han sido muy importantes para sus equipos. Pe
ro, entre todos resalta el trabajo impresionante de Francisco “el Kid” Rodríguez, en su participación en la postemporada y la Serie Mundial de 2002 con los Angelinos de Anaheim. Asimismo, el desempeño de “el gocho” Johan Santana, con los Mellizos de Minnesota, desde su debut el 3 de abril de 2000, ha sido loable y lo ha llevado a obtener dos premios Cy Young en la Liga Americana, el primero de estos en el 2004 y el segundo en 2006, año en el cual alcanzó el record de 1.000 bateadores ponchados. Además, no es posible dejar de mencionar el juego del novato Aníbal
Sánchez (quien repitió la hazaña del entonces patiblanco Wilson
Álvarez ante los Orioles de Baltimore en 1991), que le
28 Beisbol: Jugar a ganar
dinero
dio la victoria a los Marlins de Florida sobre los DiamondBacks de Arizona, el 7 de septiembre de 2006, cuando la MLB tenía 6.364 juegos sin ver un no hit–no run. La lista de las hazañas de los venezolanos podría continuar, e incluso ser objeto de una monografía dedicada sólo a los triunfos obtenidos por los criollos en la MLB; pero, ya para finalizar es
El venezolano Oswaldo Guillén levanta el trofeo de la Serie Mundial
necesario mencionar un logro que traspasa las fronteras venezolanas, la victoria de la Serie Mundial de los Medias Blancas de Chicago (2004) bajo la conducción de Oswaldo Guillén, segundo campocorto venezolano en ganar un Guante de Oro, obteniendo los títulos de novato del año y récord defensivo en su equipo en 1985, además de participar en
el Juego de las Estrellas de los años 1988, 1990 y 1991. Guillén ha sido el único manager latinoamericano en dirigir y ganar el máximo galardón del beisbol rentado a nivel mundial, mérito que lo consagró para capitanear a la Liga Americana en el Juego de las Estrellas de 2006, oportunidad para que el equipo bajo la tutela de “Ozzie” se llevara la victoria tres carreras por dos. Mientras tanto las historias continúan surgiendo en el mundo de la pelota y el tiempo perpetúa los recuerdos de miles de jóvenes que luchan día a día contra las adversidades para lograr sus sueños.
* * * Por ahora, no se sabe que pasará con los muchachos que hoy se preparan para destacar en un try out, si su destino será Dominicana o Estados Unidos; pero, ese es otro cuento. Entretanto, algunos padres siguen esperando frutos de su semillita. Al fin y al cabo, aquel pedacito de gente que caminaba hacia el estadio, algunos domingos atrás, retornó feliz a su casa, pensando en el juego de chapitas de esa tarde con sus amigos y convencido de querer jugar beisbol toda su vida…
Conclusiones
CONCLUSIONES
El beisbol, deporte que se asentó en Venezuela y gran parte de
Latinoamérica como pasatiempo nacional, es producto de una
transculturación y, por ende, reproduce las dinámicas deportivas propias de
un sistema foráneo, adaptándose a una concepción cultural y social propia
del pueblo que lo practica.
De modo tal que la integración generada por la interacción de los
criollos -quienes paulatinamente se convertían en peloteros- a los jugadores
con mayor experiencia dentro del mundo del beisbol, como los cubanos y
norteamericanos que arribaban al país para fomentar el deporte, establecieron
los cimientos del crecimiento y expansión de la pelota en Venezuela.
Este desarrollo desde muy temprano se vislumbraba en horizontes
internacionales gracias a los primeros juegos que se realizaron entre el
Caracas B.B.C. y equipos de los marines extranjeros; novenas que, sin ser
profesionales, le permitían a los jugadores venezolanos “probar” el sabor del
beisbol del norte; nación en la cual este deporte surgió y creció como
industria del entretenimiento, tal y como su principal competencia: la
televisión, la cual es actualmente su inmejorable aliada para obtener
ganancias millonarias.
Por otra parte, en contraste con el desarrollo de la pelota criolla que
surgió entre caimaneras, 40 años después que los estadounidenses
comenzaran a hacer negocio con su deporte nacional (tomando como
referencia el establecimiento de las reglas del beisbol por Cartaway en 1845),
la ventaja y evolución del negocio del beisbol en Estados Unidos resulta
evidente, considerando, además, la visión mercantilista norteamericana en la
cual los dueños de equipos consiguen grandes cantidades de dinero gracias a
la adaptación del deporte al show publicitario.
De esta manera, los jóvenes que se dedican a la práctica de este deporte
observan con atención las actividades y beneficios de la meca del beisbol, al
punto de establecer comparaciones entre el funcionamiento de la Major
League Baseball y la Liga Venezolana de Beisbol Profesional, obteniendo
como resultado sustanciales diferencias económicas, principalmente en el
sueldo que reciben los jugadores, cantidades que motivan al pelotero a
ascender hasta alcanzar las Grandes Ligas.
Es entonces cuando la práctica del deporte deja de ser considerado sólo
una vía de entretenimiento, para ocupar el lugar de la profesión soñada; el
ejercicio de un deporte que, siendo pasión innata del venezolano, puede
generar ingresos multimillonarios cifrados en dólares.
Así, comienzan a surgir mayores y mejores talentos que despiertan el
interés de los dueños del negocio del beisbol e introduce herramientas para
atraer prospectos latinos (incorporando la figura del scout y construyendo
academias de entrenamiento en países con “calidad de exportación” como
Venezuela y República Dominicana), aprovechándose, en ocasiones, de la
pobreza intelectual y económica de quienes anhelan el dinero que se gana
jugando pelota.
Estos jóvenes peloteros que se integran al espectáculo del beisbol,
pasan a ser considerados una mercancía (medida en productividad y
rendimiento) con la cual se comercia dentro del negocio de la gran carpa;
sitial al cual llegarán si, y sólo si, son capaces de resistir las adversidades del
camino hacia las Ligas Mayores; tomando en cuenta, además, las
posibilidades de oferta y demanda que surgen en esta “empresa del
entretenimiento”, y el óptimo mantenimiento de las habilidades del jugador.
Pero el camino hacia las mayores suele ser largo y espinoso; por ello,
quienes logran alcanzarlo son considerados ídolos, exaltando los valores de la
práctica del deporte y reforzando la figura del pelotero como líder y ejemplo
a seguir para miles de jóvenes que, probablemente, ignoran los sacrificios e
irregularidades que complican este negocio.
Los casos que se han escuchado en la realización de este trabajo de
investigación van desde la falsificación de documentos por parte del pelotero
para “bajarse la edad”, hasta el cobro indebido de bonificaciones por parte de
scouts o falsos agentes que se aprovechan del desconocimiento público del
proceso legal de firma. Considerando, además, la captación desmedida del
talento por parte de las organizaciones Grandes Ligas, prevaleciendo los
intereses económicos sobre la calidad de vida del pelotero en desarrollo.
Mientras que la opinión pública se deleita con los casos de peloteros
exitosos que han alcanzado la gran carpa, muchas son las voces de lamento
que resuenan en los campos de entrenamiento de las academias dominicanas;
lesiones, condiciones sanitarias insalubres, mala alimentación, entre otras
tantas desavenencias son sufridas por quienes anhelan alcanzar la gloria de
jugar en la Major League Baseball.
No obstante, a pesar de los casos de inestabilidad que surgen en la
Summer League (tanto en la venezolana como en la dominicana) la situación
y condiciones de vida en las granjas venezolanas es más alentadora para los
jóvenes que se dedican al beisbol como profesión; pero, el funcionamiento de
estas instituciones en nuestro país esta desvinculado del Estado o de
cualquier organismo perteneciente a la nación.
Dichas irregularidades poco a poco han comenzado a escucharse y han
generado una respuesta inicial por parte del gobierno venezolano, quienes
han acordado la firma de un convenio con la Major League Baseball para
garantizar el bienestar físico y mental de los prospectos, y velar por el
cumplimiento de los acuerdos establecidos entre los scouts o las
organizaciones norteamericanas y estos jóvenes peloteros.
Asimismo, el Instituto Nacional de Deporte, como ente gubernamental
garante del óptimo desarrollo del talento venezolano, se avocará a la
supervisión de las condiciones alimentarías, sanitarias y de vivienda en la
cual se encuentran los peloteros venezolanos durante su estadía en las Ligas
de Verano.
Sin embargo, una vez que el pelotero supera dicha etapa y logra
insertarse dentro de la dinámica de la Major League Baseball se convierte en
un trabajador, que devengará un sueldo según la nómina a la cual pertenezca
y dependiendo del rendimiento que muestre; de esta misma manera obtendrá
la posibilidad de recibir mayores beneficios formando parte del medio
publicitario, contemplando la utilización del deportista como un excelente
recurso de ventas dentro del marketing.
Finalmente, el negocio de la pelota continuará creciendo, despertando
fanatismos y pasiones entre sus espectadores, motivando al deleite del
espectáculo de multitudes y seduciendo a millones de jóvenes que se
entregarán al mundo del beisbol para hacer de este deporte su profesión y su
vida.
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Anexos
Las imágenes contenidas en este trabajo de grado son producto investigaciones online, fueron extraídas de páginas Web sobre la historia del beisbol venezolano y norteamericano, y de publicaciones electrónicas de diversas agencias internacionales; igualmente existen fotografías cortesía de archivos personales y de la Cadena Capriles. Este ejemplar se terminó de imprimir en Caracas, a los once (11) días del mes de junio de 2007.
