Resumen de Hemiplejia
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La hemiplejia es un trastorno del cuerpo del paciente en el que la mitad contralateral de su cuerpo
está paralizada. Es normalmente el resultado de un accidente cerebrovascular, aunque también
pueden provocarla enfermedades que afecten la espina dorsal o los hemisferios cerebrales.
La parálisis cerebral también puede afectar un solo hemisferio, resultando en una limitación de
funciones. Esto no causa parálisis necesariamente pero sí espasmos. La parálisis cerebral en la
que éste sea el único síntoma también puede denominarse hemiplejia.
La hemiplejia es similar a la hemiparesia, pero ésta última es considerada menos grave, ya que se
reduce su fortaleza, pero no se inmoviliza.1
La hemiplejia no es infrecuente. En individuos ancianos, la causa más común de la hemiplejia son
los accidentes cerebrovasculares. En los niños, la mayor parte de los casos no tienen una causa
identificable y ocurren con una frecuencia de 1 entre cada 1000 nacimientos. Los expertos indican
que la mayoría de los casos de hemiplejía que ocurren hasta los dos años deben considerarse
una parálisis cerebral hasta que se demuestre lo contrario.2
causas
Generalmente es causado por:
Accidentes cerebro vasculares.
Traumatismo craneales.
Tumores cerebrales.
Esclerosis múltiple.
Encefalitis.
Complicaciones de meningitis.
Trastorno de conversión.
Etapas de hemiplejia en el adulto 1. Etapa flácida inicial:
Puede durar desde algunos días hasta varias semanas e incluso más. El paciente no
puede mover el lado afecto, ha perdido sus patrones de movimiento y, al principio, incluso
los del lado sano son inadecuados para compensar la pérdida de actividad del lado
afectado.
En el caso del miembro superior, se puede observar retracción escapular con cierta
resistencia al movimiento pasivo. Los dedos y la muñeca pueden estar ligeramente
flexionados y también podemos encontrar cierta resistencia al efectuar una extensión
pasiva de los mismos. También se puede presentar cierta resistencia a la supinación
completa del antebrazo y de la muñeca.
En la extremidad inferior, los primeros signos de espasticidad se sienten cuando se efectúa
la dorsiflexión del tobillo y los dedos del pie con la cadera y rodilla en extensión, y en
algunos casos se presenta una resistencia leve a la pronación del pie.
La posición del paciente encamado es con frecuencia la siguiente: el cuello suele mostrar
una ligera flexión lateral hacia el lado afectado, el hombro y el brazo están retraídos, y el
codo sigue extendido en esta etapa. El antebrazo está pronado. La pierna suele estar
extendida y en rotación externa. Algunos pacientes, habitualmente los muy ancianos o los
gravemente afectados, yacen con una pierna flexionada y abducida y un pie supinado. En
todos los casos, todo el lado afectado está ligeramente rotado hacia atrás.
En caso del sujeto hemipléjico que deambula, no puede girar hacia el lado sano y no
puede sentarse sin apoyo. Suele caerse hacia el lado afectado y no tiene orientación
respecto de la línea media.
2. Etapa de espasticidad:
Durante la etapa anterior ocurre el desarrollo gradual de espasticidad.
La espasticidad suele desarrollarse lentamente con predilección por los músculos flexores
de los miembros superiores y los extensores de los miembros inferiores, existiendo una
resistencia creciente a ciertos movimientos pasivos.
La postura más común, en esta etapa, es la siguiente: el brazo y la mano se encuentran en
flexión, rotación interna y pronación; la pierna en extensión con el pie en flexión plantar y
supinación.
3. Etapa de recuperación relativa:
Las personas que alcanzan esta tercera etapa son aquellas que no estaban gravemente
afectadas al inicio y que han logrado una buena recuperación o que han seguido bien el
tratamiento
Fases
Además de la pérdida del control voluntario, se produce una pérdida de la información de retorno que nos
ayuda a conocer, por ejemplo, como estamos sentados, o como es nuestra postura en un momento
determinado. No quiere decir que esta información no llegue al encéfalo, llega, pero lo que nos está fallando
es el procesamiento de la misma. Junto con esto, como ya explicamos, se produce una alteración del tono
postural, hipertonía o hipotonía del hemicuerpo afecto, según estemos en una u otra fase del desarrollo de la
hemiplejia. Esto será originado por el predominio del sistema extrapiramidal sobre el lesionado sistema
piramidal.
Un hemipléjico puede presentar también alteraciones en el lenguaje, afasia, si la alteración es total y el
individuo no puede hablar, o disfasia, si esta alteración es parcial. Esto es en parte, como consecuencia de la
dificultad que tienen para hacer cosas en la línea media, por ser aquí donde se necesita una mayor
coordinación entre los 2 hemicuerpos.
El paso de una etapa a otra es muy difuminado y no es fácil apreciarlo. Se sabe claramente cuando se está
en una etapa o en otra, pero no cuando se está pasando de una a la otra, las fases son, en orden:
Fase de Ictus: Debido a la causa que está produciendo la lesión, trombosis, embolia, hemorragia, etc., el
individuo entra en un momento de estupor, o incluso puede llegar al coma. Esta fase suele ser de
duración variable, pudiendo extenderse desde unos minutos a varias semanas.
Fase flácida: El músculo se inhibe y deja de contraerse, o lo que es lo mismo, cede la actividad cerebral
sobre ese hemicuerpo. Los músculos no se paralizan todos en un mismo grado. La parálisis es tanto
mayor cuanto mas distal sea el músculo, de tal forma que cuanto mas nos acerquemos al tronco, mayor
será la actividad muscular en esta etapa. El individuo arrastra ese hemicuerpo. A la vez, esto va
acompañado de una hiporeflexia. Desde el ictus hasta la etapa flácida pueden pasar, como ya dijimos,
desde horas hasta días. Cuanto más tiempo tarde el individuo en pasar de la fase de ictus a la etapa
flácida, mas graves serán las secuelas que queden.
Fase espástica: La flacidez o hipotonía empieza a ser sustituida por espasticidad. Comienzan las
deformidades.
tratamientoEl tratamiento para la hemiplejía tiene dos vertientes: por un lado el tratamiento etiológico, es decir,
el de las causas que producen el déficit motor; y por otro lado el sintomático, o lo que es lo mismo,
el conjunto de medidas farmacológicas y rehabilitadoras que intentan, en la medida de lo posible,
controlar o aminorar la discapacidad consecutiva al déficit funcional. En éste sentido el tratamiento
rehabilitador comprende tanto medidas desde la fisioterapia como desde la terapia ocupacional 7 .
Todo tratamiento comienza con una valoración inicial del paciente, que prosigue con un plan de
intervención y su posterior aplicación8 .
La actuación temprana, durante el periodo de hospitalización, favorecerá la consecución de los
objetivos.
En líneas generales, el tratamiento en el hemipléjico adulto incluye la simetría postural, la
regulación del tono, flexibilización del tronco, equilibrio estático y dinámico, el apoyo y las
reacciones normales del miembro inferior, movimientos del miembro superior y las habilidades de
la mano para las actividades de la vida diaria (AVD).
Para realizar el tratamiento de forma integral se deberán utilizar ejercicios para suplir los déficits de
las funciones superiores tales como la memoria, la comprensión, las apraxias, el esquema
corporal, etc.
Tratamiento físico[editar]
• Actitud del miembro superior:
El objetivo en el tratamiento del miembro superior es que no duela, que sirva de ayuda y que
adquiera algunas habilidades. La recuperación de la función de la mano requiere maniobras
muy especializadas guiadas por el profesional competente como, por ejemplo, el terapeuta
ocupacional.
• Autocuidado del miembro superior:
La persona debe tener siempre a la vista su mano para evitar riesgos debidos a su déficit
sensorial.
• Mejora de la alteración sensorial de la piel:
La falta de actividad conlleva una alteración sensorial y sensitiva de la piel puesto que
la piel se vuelve hipersensible.
Es fácil enseñar al propio usuario a tocarse; de esa forma la piel vuelve a reconocer
los contactos. La mano debe tocar objetos y texturas distintas. Tocarse con presiones
o frotarse con una toalla proporciona un estímulo a las terminaciones sensitivas y,
como resultado, los contactos se vuelven más agradables.
• Férulas posturales: Pueden ayudar al buen cuidado de la mano.
• Ejercicios variados para:
o El autocontrol de las reacciones asociadas: Sirven para que el usuario controle los
movimientos no deseados que puedan surgir en el miembro superior afectado.
o Reducir el tono de los flexores de la muñeca.
o Realizar estiramientos fibromusculares: El objetivo es evitar los acortamientos de las
fibras de ciertos músculos que tienden a perder su longitud normal debido al
mantenimiento de la postura refleja durante largo tiempo.
o Efectuar movimientos activos asistidos: Tiene como objetivo la inhibición de la
contracción refleja de músculos como el trapecio superior para conseguir el movimiento
selectivo del codo.
o Conseguir la apertura de la mano: Una mano que no es capaz de abrirse totalmente está
muy limitada funcionalmente a la hora de realizar muchas de las actividades de la vida
diaria.
o Inhibir la actividad refleja de trapecio superior.
o Control de los movimientos del codo.
o Elevación libre del miembro superior: El objetivo es la coordinación del miembro superior,
coordinación mano-vista y potenciación de la musculatura del brazo para las distintas
actividades.
o Supinación con dorsiflexión de la muñeca.
o Controlar y desensibilizar del pie.
o Ejercicios para alargar el tronco y liberar la tensión de la pelvis: el objetivo es el
fortalecimiento de los extensores de la cadera.
ETIOLOGÍA DE LA HEMIPLEJIA
La hemiplejía puede ser debida a las siguientes causas:
-Hemorragia cerebral.- Aparece súbitamente con un gran síndrome apoplético; afecta por lo
general a individuos en la edad media de la vida normalmente hipertensos, más veces a
hombres que a mujeres. En ocasiones la hemorragia va precedida de afasia transitoria,
paresias súbitas de un miembro, pérdidas de memoria o pérdidas bruscas de conciencia.
-Trombosis arterial.- Se puede dar en arteriosclerosis cerebral y con más frecuencia en
personas que ya han superado los cincuenta años y con síntomas previos arterioscleróticos,
como claudicación intermitente cerebral similares a los de la hemorragia cerebral pero menos
bruscos y más reiterados.
La trombosis arterial también se puede dar en las arteritis infeccionas sobre todo la sifilítica;
en las tromboangeitis cerebrales que cursa en personas con tromboangeitis obliterante en
alguna otra parte de su organismo; y en personas con tromboflebitis o tromboflebosis. Es de
destacar aquí las hemiplejías puerperales debidas a tromboflebitis posterior al parto que
normalmente ha sido séptico, apareciendo de la primera a la cuarta semana del puerperio.
-Embolismo arterial.- Esta etiología se suele dar en enfermos con antecedentes cardíacos tipo
endocarditis o estenosis mitral. El comienzo del cuadro es súbito.
-Traumatismo.- Puede existir fractura craneana o no. Este tipo de hemiplejía tiene mejor
pronóstico que las anteriores y con frecuencia no es una hemiplejía completa estando la
parálisis focalizada dependiendo de la extensión del traumatismo.
En este apartado habría que incluir las hemiplejías postoperatorias.
-Tumores cerebrales.- Suelen ser hemiplejías de comienzo muy lento y también muy
focalizada sobre todo en los primeros estadíos.
-Infecciones.- En el curso de algunas infecciones se puede observar hemiplejía como
consecuencia de arteritis o trombosis secundaria a la infección.
-Intoxicaciones.- La intoxicación por óxido de carbono puede producir hemiplejía pero por lo
común es transitoria.
-Histerismo.- Su diferenciación con la hemiplejía orgánica es evidente.
Hay hemiplejías catalogadas como producidas por trombosis arterial en las que no existe tal
trombosis como entidad anátomo-patológica, sino que lo que se produce es una obliteración
de la arteria que en ocasiones no es total, siendo un proceso insidioso de reblandecimiento
cerebral de evolución lenta; el caso más frecuente de reblandecimiento cerebral es el producto
por obliteración en enfermos sifilíticos.
De todas las etiologías de la hemiplejía, la que comporta mayor riesgo para el paciente en los
primeros momentos del proceso. Por el contrario la etiología de mejor pronóstico es la
traumática en la que no cabe pensar en recaídas
TOPOGRAFIA DE LAS HEMIPLEJIAS
Para que se produzca una hemiplejía es necesario una interrupción total o parcial de la vía
piramidal en un punto en que dicha vía agrupe a todos los conductores de la motilidad que van
a una mitad del cuerpo (trayecto encefálico de la vía piramidal).
El haz piramidal, a medida que desciende, se va desprendiendo de fibras por lo que la
afectación a niveles bajos da lugar a hemiplejías incompletas. Así mismo, la lesión, según la
altura a la que se encuentre, afectará a otras formaciones como son los núcleos grises de la
base, los núcleos de los pares craneanos o los haces sensitivos dando lugar a variedades de
hemiplejías complejas.
Las hemiplejías, topográficamente se pueden clasificar como:
A/ Hemiplejías directas.- Son aquellas en las que la vía piramidal está afectada antes de su
decusación y según el punto donde ser produzca la lesión estas hemiplejías directas pueden
ser:
-Hemiplejía cortical: La lesión afecta a la zona motora de la corteza cerebral y rara vez afecta
a la totalidad del hemisferio ya que la irrigación hemicerebral no es potestad de una sola
arteria (arteria silviana y cerebral anterior).
En este caso, casi siempre se produce una monoplejía branquial o crural acompañada de
manifestaciones corticales como convulsiones y déficit intelectual así como alteraciones
sensitivas.
-Hemiplejía subcortical: La lesión afecta al centro oval antes de que el haz motor piramidal
alcance la cápsula interna.
En este tipo de “hemiplejía” ya no son frecuentes las monoplejías aunque sí las
manifestaciones corticales.
-Hemiplejía capsular: Es la más frecuente de todas y responde a la definición de hemiplejía
típica.
Cuando la lesión se encuentra en la cápsula interna izquierda puede aparecer afasia (en
sujetos diestros) que merece un comentario aparte.
-Hemiplejía talámica: La lesión es talámica y ataca al haz piramidal con contigüidad existiendo
variadas manifestaciones de la sensibilidad.
-Hemiplejía piramidoextrapiramidal: Las lesiones afectan a la vía piramidal y a los centros
extrapiramidales por tanto la hemiplejía aparece asociada a manifestaciones extrapiramidales
como son: rigidez, temblor, bradilalia, etc.
B/ Hemiplejías alternas.- En estas hemiplejías las lesiones se sitúan más debajo de la cápsula
interna, en el tronco cerebral, combinándose con parálisis de uno o varios pares craneanos
del lado opuesto al hemipléjico debido a que las fibras de los núcleos craneanos ya se han
cruzado.
Con frecuencia hay alteraciones sensitivas, cerebelosas y extrapiramidales por contigüidad.
Las hemiplejías alternas pueden ser:
-Hemiplejías pedunculares (Síndrome de Weber): Está afectado el haz piramidal que ocupa el
pie del pedúnculo cerebral afectándose el III par. Queda afectado el motor ocular común del
mismo lado de la lesión (no de la parálisis) y el facial del lado opuesto.
-Hemiplejías protuberenciales: La lesión afecta a la región anterior de la protuberancia en su
porción inferior. La hemiplejía cursa con parálisis facial del mismo lado de la lesión
afectándose tanto el facial superior como el inferior, esto es debido a que están afectadas las
fibras radiculares del facial; existe por lo general parálisis del motor ocular externo (VI par) del
mismo lado de la lesión debido a la vecindad de ambos pares craneales.
-Hemiplejías bulbares: La lesión afecta a la parte anterior del bulbo interrumpiendo el haz
piramidal en su decusación . La hemiplejía respeta la cara y se produce al lado contrario de la
lesión acompañándose de parálisis del hipogloso (XII par).
C/ Hemiplejía espinal.- La lesión se encuentra por encima del engrosamiento cervical de la
médula. Es un cuadro muy raro apareciendo parálisis o paresia del mismo lado de la lesión,
respetando la cara.
Existe piramidalismo (hiperreflexia, clonus , contracción rápida e involuntaria, espasticidad,
Babinski +) y alteraciones variadas de la sensibilidad sobre todo alterándose la sensibilidad
profunda en el lado de la lesión.
Causas
Cada uno de los dos hemisferios cerebrales controla el movimiento y la sensibilidad del lado opuesto del
cuerpo. De lo anterior se deduce que una lesión en el hemisferio derecho del cerebro produce una hemiplejía
en el lado izquierdo, o sea, la pérdida de la sensibilidad y la imposibilidad de mover ese lado del cuerpo. La
causa más frecuente es un accidente cerebrovascular, que interrumpe el aporte sanguíneo hacia una región
determinada del cerebro y, como consecuencia, produce una necrosis o muerte del tejido cerebral,
correspondiente a la arteria afectada.
Una hemiplejía que se vaya desarrollando de forma paulatina puede ser el primer síntoma de la presencia de
un tumor cerebral, ya que éste va ejerciendo una presión gradual en el hemisferio cerebral en el cual se
desarrolla, impidiendo su función. La lesión puede ser causada por una meningitis, por convulsiones graves
que dificulten la respiración, o por un traumatismo craneal grave, debido a un accidente. La gravedad de la
hemiplejía, la importancia de la parálisis y la aparición o no, de otras alteraciones, depende de la localización
de las células lesionadas y de la masa de tejido cerebral que se queda sin irrigación sanguínea.
Síntomas
La parte del cuerpo afectada por una hemiplejía, presenta una parálisis muscular. La zona destruida del
cerebro es incapaz de controlar ciertos músculos que, aunque no estén dañados, se tornan rígidos y pueden
llegar a atrofiarse por falta de uso. De esa forma se adquiere una rigidez característica denominada
espasticidad, y los afectados son conocidos como espásticos. La hemiplejía afecta en mayor medida a los
músculos voluntarios que a los involuntarios. Por ejemplo, un hemipléjico con parálisis facial puede sonreír sin
dificultad.
Diagnostico
Es importante valorar como comenzaron los síntomas o signos, la edad, los antecedentes patológicos, y
enfermedades que se asocien. Las hemiparesias que presentan personas mayores de 60 años se suelen
deber a enfermedades cerebro vasculares. En los pacientes menores de 45 años debemos descartar
la lues, vasculitis, esclerosis múltiple, tumores, tuberculosis y émbolos por cardiopatías.
Tratamiento
Las anomalías del cerebro, como la parálisis cerebral, no empeoran, pero tampoco experimentan mejoría.
Cuando una parte del cerebro no recibe irrigación, se daña de forma irreversible y no puede recuperarse, por
lo cual no existe una curación para las hemiplejias producidas por un accidente cerebrovascular. Sin embargo,
si es posible reeducar al paciente para que pueda controlar los músculos inutilizados con la parte del cerebro
no dañada.
El objetivo del tratamiento cosiste en descubrir la extensión de las incapacidades físicas y mentales, y
reducirlas al mínimo en cuanto sea posible. Para llevarlo a cabo, se debe iniciar una rehabilitación precoz, que
prevenga la rigidez y la atrofia muscular que suele provocar el estado de inmovilidad. Los cuidados
fisioterapéuticos, de enfermería y también la terapia ocupacional contribuyen a que los pacientes comiencen a
valerse por si mismos.
Cabe señalar que la incontinencia, manifestada durante los primeros días posteriores al ataque, puede
representar un problema frecuente, que desanima a los pacientes y a quienes los atienden; su causa debe
buscarse en la perdida del control cerebral sobre los esfínteres.La hemiplejia puede impedir al enfermo
levantarse o pedir ayuda, pero al recuperar la movilidad de los miembros la incontinencia suele aliviarse.
La rigidez de las extremidades deformadas de los niños espásticos puede corregirse mediante cirugía y
facilitar así su movimiento. Por lo general se produce una mejoría sustancial durante las primeras semanas o
meses, e incluso en los dos primeros años. La mejoría de la enfermedad depende de la clase y de la
intensidad de las incapacidades sufridas, y de la edad del paciente. Si durante los primeros días se recupera
algo de movimiento en la extremidad afectada, el pronostico es, por lo general, muy optimista.
Descripciones de algunas clasificaciones
Hemiplejia alterna: Es la parálisis de uno de los diversos nervios craneales del lado de la lesión y la
parálisis de los miembros del lado opuesto. Es producida por una lesión del pedúnculo, de la
protuberancia, o del bulbo, a un nivel en donde las fibras del fascículo piramidal destinadas a los nervios
craneales han sufrido ya su decusación.
Hemiplejia capsular: Hemiplejia pura, total y proporcional debida a una hemorragia de la cápsula
interna.
Hemiplejia cerebelosa: Conjunto de los trastornos resultantes del déficit unilateral de la función
cerebelosa (lateropulsión, hemiasinergia, dismetría, adiadococinesia, etc.). Su complejidad más o menos
extensa y su localización (del lado de la lesión o del lado opuesto) dependen de la lesión (lóbulos o
pedúnculos cerebelosos). Esta lesión es, con mayor frecuencia, un reblandecimiento por obliteración
arterial. Este término que puede prestarse a confusión (ya que no existe parálisis de un lado del cuerpo),
debería ser reemplazado, según algunos autores, por el de hemisíndrome cerebeloso.
Hemiplejia cerebral infantil: (hemiplejia espasmódica infantil). Hemiplejia que aparece desde el final del
primer año, espasmódica, en extensión del miembro inferior o en flexión del miembro superior. Es la
secuela de una encefalopatía infantil. Perturba gravemente el crecimiento de los miembros afectos en los
cuales provoca grandes trastornos tróficos.
Hemiplejia colateral: (hemiplejia homolateral). Hemiplejia localizada en el lado de la lesión en caso de
sección alta de una mitad de la médula espinal.
Hemiplejia contralateral: Hemiplejia localizada en el lado opuesto al de la lesión cerebral.
Hemiplejia cortical: A menudo es parcial, debida a un reblandecimiento de la corteza cerebral; puede
acompañarse de trastornos de la sensibilidad, del lenguaje, de la vista y de crisis convulsivas.
Hemiplejia espinal: Hemiplejia debida a una lesión de la mitad de la médula, localizada por encima del
abultamiento cervical; se caracteriza por la integridad de la cara, hemiplejía del lado de la lesión y
anestesia del otro lado (síndrome de Brown-Séquard).
Hemiplejia proporcional: Hemiplejia en la cual se afectan con igual intensidad la cara, el miembro
superior y el miembro inferior.