SeñorJosé Alejandro CastañoBogotá

Referencia: Solicitud de rectificación al artículo – ‘De Castaño a oscuro’. Historia de usuario publicada el 13 de noviembre de 2012

Atentamente procedemos a dar respuesta a su solicitud de rectificación de 17 de marzo pasado. A continuación encontrará –numerados y en negrilla– los puntos sobre los cuales usted solicitad rectificación y, a continuación, nuestra respuesta:

1. Que alguna vez fui despedido de un medio de comunicación por inventar información.

El artículo hace alusión a una información publicada por otro medio de comunicación. Tanto la fuente como el contenido están claramente identificados en la pieza periodística.

2. Que en el periódico El Mundo escribí artículos que fueron retirados por contener información fraudulenta.

3. Que, advertidos de mis prácticas tramposas, El Mundo dispuso de un periodista señuelo para descubrirme.

4. Que fui echado de El Mundo.

Las afirmaciones relacionadas con los puntos 2, 3, y 4 están sustentadas por dos fuentes del periódico. Éstas, que fueron las que tomaron la decisión, se encuentran claramente identificadas en el artículo, y se reafirman en lo dicho, a pesar de las versiones en contrario incluidas en el anexo de su solicitud.

5. Que alguna vez he escrito sobre viajes periodísticos que no hice.

El artículo no hace alusiones genéricas sobre este punto. Por un lado, dice: “Comprobaron que Castaño no fue al lugar de los hechos y decidieron colgar la nota y despedirlo discretamente”. Las fuentes consultadas se sostienen en esta afirmación. La siguiente parte del artículo que se refiere a este tema se aborda en el numeral 8 de este escrito.

6. Que inventé la escena de unas prostitutas en una crónica de El Colombiano publicada en 2002.

Las fuentes citadas en el artículo se sostienen en lo allí afirmado.

7. Que mi investigación sobre Las Cuevas de Barrio Triste, que derivaron en la mayor movilización de policías en contra de las plazas de vicio del centro de Medellín, contuvo información inventada por mí.

Las fuentes citadas en el artículo se sostienen en lo allí afirmado.

8. Que no estuve en Amagá, Antioquia, cubriendo la tragedia minera para Semana, ocurrida el 16 de junio de 2010.

Tres fuentes le dieron esta versión al autor del artículo. Si otras fuentes afirman lo contrario, La Silla Vacía estaría dispuesta a aclarar el párrafo de la siguiente manera:

«En junio de 2010 escribió para Semana una crónica sobre la tragedia minera en Amagá. Según lo indicaron tres periodistas, Castaño nunca estuvo allí. Dijeron no haberlo visto en dicho pueblo, del que no se movieron hasta el entierro de las 72 víctimas. Sin embargo, dos fuentes aseguraron haber estado con él. Una, incluso, afirmó haber comido con él durante ese cubrimiento».

9. Que fui despedido de Semana por inventar el cubrimiento de una marcha cocalera en Anorí, Antioquia. El fragmento del artículo al que se refiere esta solicitud es el siguiente: "Comprobaron que Castaño no fue al lugar de los hechos y decidieron colgar la nota y despedirlo discretamente". Las fuentes consultadas reafirman que la nota no fue publicada por dudas frente a su autenticidad, y agregan que este episodio fue determinante en la terminación de la relación de trabajo. Las versiones incluidas en el anexo de la solicitud de rectificación no desvirtúan esa versión, sino que agregan otras posibles explicaciones. En esos términos, La Silla Vacía estaría dispuesta a aclarar el fragmento de la siguiente manera:

"Según algunas fuentes, en Semana había serias dudas de que Castaño hubiera estado en el lugar de los hechos. De cualquier manera, decidieron colgar la nota y –tanto por esto como por el episodio de El Malpensante– los directivos optaron por despedirlo discretamente."

10. Que mi texto titulado “La cárcel del amor”, incluida en la Antología de crónica Latinoamericana actual, compilada por Darío Jaramillo y editada por Alfaguara, no fue verificada. Que pesa sobre ella alguna duda.

El artículo no afirma que el texto no haya sido verificado. Plantea una duda subjetiva, la cual no está sujeta a una evaluación fáctica.

11. Que, por todo lo anterior, soy un profesional tramposo, indigno de mi oficio y de los reconocimientos recibidos a lo largo de mi carrera.

Cualquier interpretación subjetiva que tenga el artículo, o aquella que pueda hacer un lector, no puede ser evaluada a la luz de estándares informativos. Por demás, el texto no contiene los adjetivos «tramposo» o «indigno».

Cordialmente,

Juanita León GarcíaDirectoraLa Silla Vacíawww.lasillavacia.com