Respuesta inmune a malaria

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1 Universidad Del Rosario Facultad De Medicina Juliana Andrea Caicedo Karem Paola Rincón Isabella Ruiz García 11/11/2009 RESPUESTA INMUNE A MALARIA RESUMEN La malaria es una enfermedad infecciosa transmitida por vectores que transmiten parásitos del género Plasmodium; los cuales tienen la capacidad de entrar en el cuerpo humano, generando una infección que activa una reacción inmunitaria ineficiente contra esta. Este parásito tiene como fin, infectar y replicarse dentro de los eritrocitos, esto lo hace ya que los usa como células huésped y se aprovecha del hecho de que estas carecen de vías para presentar antígenos. Antes de que el parásito pueda causar los síntomas clínicos característicos de la malaria, este tiene que someterse a una fase silenciosa (no refiere síntomas clínicos) en el hígado antes de la infección a los eritrocitos; en esta fase, el parásito infecta a los hepatocitos para comenzar su replicación y crear una disminución de la respuesta inmune desencadenada ante la infección dada. Por consiguiente, la inmunidad contra malaria se desarrolla de forma gradual después de infecciones múltiples en el transcurso de los años en zonas endémicas. La protección contra malaria es un reto para el mundo y sigue siendo una prioridad de la investigación comprender los mecanismos moleculares e inmunológicos entre el parásito y el huésped lo cual constituye el principal paso para el desarrollo de una vacuna contra la malaria que garantice protección y accesibilidad (1). INTRODUCCIÓN La malaria es una de las enfermedades que mas muertes causa al año en lugares endémicos causando mas de 300 millones de casos clínicos y entre uno y tres millones de muertes al año en lugares endémicos. (1) Existen diferentes formas de infección de la malaria, entre ellas esta el paludismo congénito (transplacentrario), el paludismo transfusional (transfusión de sangre), el paludismo introducido (paludismo del viajero o importado) y el paludismo recidivante (reactivación de infección por hipnozoitos) (2). Esta enfermedad es transmitida por la picadura de un mosquito hembra de la familia anopheles que transmite el parásito que se encuentra en sus glándulas salivares después de pasar por unos estadios dentro del mosquito. El parásito de la malaria tiene un ciclo de vida en el humano, que consiste en entrar al cuerpo por vía intradérmica, infectar los hepatocitos, burlar el sistema de defensa del organismo que se activa con su entrada, replicarse, invadir los eritrocitos circulantes y producir nuevos parásitos que van a continuar con el ciclo de vida del parásito. En este trabajo se pretende explicar la respuesta inmune a malaria la cual tiene

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Universidad  Del  Rosario  Facultad  De  Medicina  

Juliana  Andrea  Caicedo  Karem  Paola  Rincón  Isabella  Ruiz  García  

11/11/2009    

RESPUESTA  INMUNE  A  MALARIA

RESUMEN  

La   malaria   es   una   enfermedad   infecciosa  transmitida   por   vectores   que   transmiten  parásitos  del  género  Plasmodium;  los  cuales  tienen   la   capacidad  de   entrar   en   el   cuerpo  humano,   generando   una   infección   que  activa   una   reacción   inmunitaria   ineficiente  contra  esta.  

Este   parásito   tiene   como   fin,   infectar   y  replicarse   dentro   de   los   eritrocitos,   esto   lo  hace  ya  que  los  usa  como  células  huésped  y  se   aprovecha   del   hecho   de   que   estas  carecen   de   vías   para   presentar   antígenos.  Antes   de   que   el   parásito   pueda   causar   los  síntomas   clínicos   característicos   de   la  malaria,   este   tiene   que   someterse   a   una  fase  silenciosa  (no  refiere  síntomas  clínicos)  en   el   hígado   antes   de   la   infección   a   los  eritrocitos;   en  esta   fase,   el   parásito   infecta  a   los   hepatocitos   para   comenzar   su  replicación   y   crear   una   disminución   de   la  respuesta   inmune   desencadenada   ante   la  infección  dada.  

Por   consiguiente,   la   inmunidad   contra  malaria   se   desarrolla   de   forma   gradual  después   de   infecciones   múltiples   en   el  transcurso  de  los  años  en  zonas  endémicas.  La   protección   contra   malaria   es   un   reto  para  el  mundo  y  sigue  siendo  una  prioridad  de   la   investigación   comprender   los  mecanismos   moleculares   e   inmunológicos  entre   el   parásito   y   el   huésped   lo   cual  constituye   el   principal   paso   para   el  

desarrollo  de  una   vacuna   contra   la  malaria  que  garantice  protección  y  accesibilidad  (1).  

INTRODUCCIÓN  

La  malaria  es  una  de  las  enfermedades  que  mas   muertes   causa   al   año   en   lugares  endémicos   causando   mas   de   300   millones  de  casos  clínicos  y  entre  uno  y  tres  millones  de  muertes  al  año  en  lugares  endémicos.  (1)  Existen  diferentes  formas  de  infección  de  la  malaria,   entre   ellas   esta   el   paludismo  congénito   (transplacentrario),   el   paludismo  transfusional   (transfusión   de   sangre),   el  paludismo   introducido   (paludismo   del  viajero   o   importado)   y   el   paludismo  recidivante   (reactivación   de   infección   por  hipnozoitos)  (2).  

Esta   enfermedad   es   transmitida   por   la  picadura   de   un   mosquito   hembra   de   la  familia  anopheles  que  transmite  el  parásito  que  se  encuentra  en  sus  glándulas  salivares  después  de  pasar  por  unos  estadios  dentro  del  mosquito.  

El   parásito   de   la   malaria   tiene   un   ciclo   de  vida   en   el   humano,   que   consiste   en   entrar  al   cuerpo   por   vía   intradérmica,   infectar   los  hepatocitos,   burlar   el   sistema   de   defensa  del  organismo  que  se  activa  con  su  entrada,  replicarse,   invadir   los  eritrocitos  circulantes  y   producir   nuevos   parásitos   que   van   a  continuar  con  el  ciclo  de  vida  del  parásito.  

En   este   trabajo   se   pretende   explicar   la  respuesta   inmune   a   malaria   la   cual   tiene  

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diferentes   etapas   dependiendo   del   estadio  del   parásito,   inicialmente   va   a   haber   una  respuesta   generada   por   el   sistema   inmune  de   la  dermis  que  se  activa  ante   la  picadura  del  mosquito,  seguido  a  esto,  el  parásito  va  a   viajar   por   vía   sanguínea   a   sus   células  blanco  que  son  los  hepatocitos  en  donde  se  genera   la   respuesta   inmune   mas   amplia  ante   la   infección;   y   por   ultimo,   se   da   el  estadio   eritrocitario   en   el   cual   el   parásito  ingresa   a   los   eritrocitos   causando   cambios  estructurales   en   estos   y   usándolos   como  hospederos  para   continuar   su   replicación  y  su  posterior  liberación  con  el  fin  de  infectar  a  otras  células  y  organismos.  

En  cuanto  a  la  prevención  contra  la  malaria  existen   dos   alternativas   que   aun   se  encuentran   en   estudio,   la   primera,   esta  enfocada   a   la   erradicación   del   vector  (anopheles)   a   partir   de   insecticidas   y   la  segunda   alternativa   esta   enfocada   hacia   la  creación   de   vacunas,   con   el   fin   de   generar  memoria  inmunológica  para  que  el  huésped  sea   capaz   de   combatir   eficientemente   al  parásito,   enfocando   su   ataque   en   los  estadios  pre  eritrocíticos  (1).  

MARCO  TEÓRICO  

Clasificación  

La  malaria  es  producida  por   la  picadura  del  mosquito  hembra  de  la  familia  anopheles  el  cual   estaría   infectado  por   uno  de   los   cinco  tipos   de   Plasmodium   que   infectan   al   ser  humano.   Entre   los   tipos   de   Plasmodium  están:  

• El   Plasmodium   vivax,   que   es   el   mayor  causal  de  malaria,  (1)  se  caracteriza  porque  solo   invade   eritrocitos   jóvenes   inmaduros  que  contienen  el  antígeno  de  superficie  del  grupo   sanguíneo   Duffy   (2).   Este   tipo   de  parásito   forma   hiponozoitos   siendo   estos  un   tipo   de   estadio   del   Plasmodium   que  permanece   silenciado   en   el   hepatocito  durante  largos  periodos  de  tiempo  antes  de  

reactivarse   para   generar   de   nuevo   la  infección  (1).  • El   Plasmodium   falciparum,   causa   la  forma   de   malaria   mas   severa   y   puede   ser  fatal,   (1)   tiene   un   periodo   de   incubación  muy   corto   (de   7-­‐10   días)   (2).   No   genera  hipnozoitos  (1).  • El   Plasmodium   ovale,   es   infrecuente   y  genera   una   infección   de   moderada   a   leve,  puede   estar   acompañado   de   infecciones  mixtas   (principalmente   por   Plasmodium  Vivax)   y   tiene   la   capacidad   de   formar  hipnozoitos  (1).  • El   Plasmodium   malariae,   es   poco  frecuente   y   cuando   no   es   tratado   la  infección   puede   persistir   por   largos  periodos   de   tiempo   con   grado   leve   de  parasitemia  (1).  • El   Plasmodium   knowlesi,   infectaba  únicamente   a   primates   pero   se   comenzó   a  transmitir  a  humanos  en  Malasia  en  donde  realizaron   estudios   en   los   que   se   encontró  que  esta  especie  puede  ser  mortal  y  es  muy  parecida   a   las   otras   especies   de   este  genero;   la   forma   de   diferenciarlo   es   por  medio  del  conteo  plaquetario  que  es  menor  que   en   otros   tipos   de   infecciones   por  plasmodium  (18).  

Las  especies  de  mayor  relevancia  frente  a  la  infección   en   humanos   son   Plasmodium  vivax  y  Plasmodium  falciparum.  

Epidemiología  

La  infección  por  malaria  es  un  problema  de  salud  publica  en  Colombia;  hasta  la  semana  46   de   2012   según   el   instituto   nacional   de  salud   y   la   dirección   de   vigilancia   y   control  en   salud   pública,   se   han   notificado   51.431  casos   de   paludismo   con   predominio   de  infección   por   plasmodium   vivax   y  Plasmodium  falciparum.  Los  departamentos  con   mayor   incidencia   son:   Antioquia  (43.41%),  Choco  (15.9%),  Nariño  (11,74%)  y  Córdoba  (9,84%)  (3).  

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A  nivel  mundial,  Plasmodium   falciparum   se  ha  descrito  en  África,  Latino  América,  Asia  y  Pacífico;   Plasmodium   Ovale   solo   se   ha  identificado  en  África;  Plasmodium  vivax  se  ha   identificado   en   Latino   América,   Asia   y  Turquía;   Plasmodium   malariae   es   de  distribución   Cosmopolitan   similar   al  Plasmodium   falciparum   y   Plasmodium  knowlesi,  se  limita  al  Sudeste  Asiático  (4).  

Ciclo  de  vida  

El   ciclo   de   vida   del   parásito   inicia   en   el  vector  (Anopheles)  en  el  cual  va  a  tener  una  reproducción  de  carácter  sexual  generando  ooquistes   que   maduran   hasta   la   fase   de  esporozoitos   que   van   a   ser   las   células  infectantes   que   se   acumulan   en   las  glándulas  salivatorias  del  mosquito.  

Al   picar   al   huésped   humano,   estos  esporozoitos   pasan   al   hígado   por   vía  sanguínea   empezando   la   fase   hepática   en  donde   maduran   a   esquizontes   los   cuales  tendrán   en   su   interior   merosomas   con  merozoitos;   estos   últimos,   salen   del  hepatocito   y   van   a   dirigirse   a   su   próxima  célula  diana  que   serán   los  eritrocitos,   a   los  cuales  van  a  infectar  para  comenzar  su  fase  eritrocitaria.   En   esta   fase   hay   una  reproducción   asexual   en   la   cual,   los  merozoitos  cambian  a  trofozoitos  y  estos  en  equizontes   los   cuales   van   a   madurar   y  liberar   mas   merozoitos   al   torrente  sanguíneo   que   pueden   tomar   dos   vías:   la  invasión   de   nuevos   eritrocitos   o   volverse  gametocitos   para   infectar   nuevos   vectores  (5).  

Respuesta  inmune  

Entrega  de  esporozoito  a  la  piel  

Cuando  el  mosquito  pica,  deposita  una  gran  cantidad   de   esporozoitos   de   forma  intradérmica,  los  cuales  quedan  expuestos  a  las   células   inmunológicas   residentes   del  tejido   como   son   los   macrófagos   los   cuales  

expresan   en   su   membrana   CD11b+,   al   ser  una   célula   fagocítica   profesional,   actúa  sobre   los   esporozoitos   que   quedan   en   la  dermis  y  no  entran  al  vaso  sanguíneo;  esta  célula  los  reconoce  y  presenta  el  antígeno  a  los   linfocitos   T   (LT)   vecinos   para   dar   el  primer  paso  a  la  respuesta  inmune  innata.  

Después  de  que  los  esporozoitos  entran  a  la  piel,   pueden   tomar   diferentes   vías   las  cuales   varían   de   su   intención   original   de  infectar  a  los  hepatocitos  y  los  desvían  de  la  célula   diana.   Una   de   las   vías   que   toma,   es  en  la  que  estos  esporozoitos  van  con  la  linfa  y  llegan  a  un  ganglio  linfático  en  donde  van  a  ser  reconocidos  por  las  células  dendríticas  que  tendrán  CD11c+  en  su  membrana;  estas  células,   al   ser   presentadoras   de   antígenos  (CPA)   presentan   complejo   mayor   de  histocompatibilidad   (MHC)   clase   I   y   clase   II  (exclusivo   de   las   CPA)   los   cuales   harán  presentación   antigénica   hacia   los  receptores  de  células  T  (TCR)  de  los  LT  CD8+  y   CD4+   respectivamente,   induciendo   la  expansión  clonal  orientada  al  reclutamiento  de  LT  CD8+  (1).  

(1).  

Viaje  de  los  esporozoitos  al  hígado  

Al   esporozoito   le   toma   15   minutos   el  trayecto   que   hace   desde   la   piel   hasta   el  hepatocito   que   va   a   infectar;   (1)   durante  este  proceso,   el   esporozoito  no  es   atacado  por   ninguna   célula   inmunitaria   puesto   que  este   va   a   moverse   con   mucha   rapidez  gracias  a  la  capacidad  de  deslizamiento  y  la  

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locomoción   con   la   que   puede   alcanzar  velocidades   de   hasta   4m   /   s   la   cual   esta  dada  por   acción  de  proteínas   como  actina-­‐miosina   y   proteína   asociada   a    tromboespondina  (TRAP)  (6).  

TRAP   se   almacena   dentro   de   los  micronemas   en   el   extremo   apical   del  esporozoito   y   después   se   transloca   a   la  membrana  de  superficie  del  parásito.  Estas  proteínas   tienen   unos   receptores  extracelulares   por   medio   de   los   cuales   se  van   a   unir   a   los   ligandos   que   se   presentan  en   las   células   del   huésped;   TRAP  interacciona  con   la   red  de  actina  y  miosina  generando   un   complejo   miosina-­‐TRAP-­‐ligando   a   lo   largo   de   los   filamentos   de  actina,   lo   que   genera   el   movimiento   hacia  adelante  del  esporozoito  (7).  

(7).  

En  diversos  estudios,  se  ha  podido  plantear  la  hipótesis  de  que  el   esporozoito  utiliza   al  heparán   sulfato   que   se   encuentra   en   la  membrana   basal   vascular   como   punto   de  unión   con   la   su   proteína   principal  circumsporozoito   (CSP)   para   reconocer   la  pared   capilar   y   entrar   a   la   circulación  sanguínea,   pero   esto   aún   no   ha   sido  demostrado  (8).  

Estadio  hepático  

En   esta   etapa,   se   va   a   establecer   contacto  del   esporozoito   con   la   célula   hepática;  durante   este   proceso,   el   esporozoito   va   a  tener   interacción   con   diferentes   células   en  

su  trayecto  hacia   la  célula  diana  generando  una  respuesta  inmune  del  cuerpo  hacia  esta  infección.  

El   hígado   es   un   órgano   que   ofrece   un  ambiente   propicio   y   grandes   ventajas   para  la   replicación   del   parásito;   sin   embargo,  para   que   los   esporozoitos   puedan   llegar   a  los   hepatocitos,   estos   deben   cruzar   la  barrera  sinusoidal  compuesta  por  células  de  Kupffer   (CK)  y  el  endotelio.  La  evidencia  ha  indicado   que   el   esporozoito   no   entra   al  hepatocito  por  medio  de  la  célula  endotelial  sino   que   atraviesa   la   CK   sin   causarle  estallido   respiratorio   para   mantener   una  cantidad   normal   de   CK   y   favorecer   la  infección   por   otros   esporozoitos.   Se   han  realizado  estudios  en  ratones  en  los  que  se  ha  podido  demostrar  que  la  disminución  en  las   CK   en   malaria,   tendrá   una   repercusión  directa  en  la  disminución  de  la  parasitemia.  

La   inhibición   del   estallido   respiratorio   por  parte  de  las  CK  se  produce  para  mantener  el  puente   de   unión   para   que   otros   parásitos  invadan   mas   hepatocitos   usando   estas  células  para  cumplir  este  fin.  

Esto  se   logra  mediante   la  unión  de  CSP  del  esporozoito   con   el   heparán   sulfato   y   el  receptor   de   la   lipoproteína   de   baja  densidad  relacionada  con  proteína  1  (LRP1)  que   se   encuentra   en   la   hepatocito   del  huésped  humano   (1).   Esta  unión,  hace  que  se  active  la  proteína  Gαs  que  va  a  estimular  a   la   adenilato   ciclasa   que   conduce   a   la  formación   de   adenosil   monofosfato   cíclico  (AMPc);   también  aumenta   rápidamente   los  niveles  de  fosfatidil   inositol  3-­‐quinasa  (IP3),  lo   cual   provoca  una   liberación  de   calcio  de  las   reservas   citoplasmáticas   contribuyendo  así   a   la   activación   de   la   adenilato   ciclasa.  fosfodiesterasa   (PDE)   que   van   a   regular   la  conversión  de  adenosil  monofosfato   (AMP)  en   AMPc;   el   aumento   de   la   concentración  intracelular  de  AMPc  induce  la  activación  de  proteína   de   intercambio   directamente  activada  por  AMPc  (EPAC)   lo  cual   impide   la  

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formación  de  especies  reactivas  de  oxigeno  (ROS).  

CSP   entonces,   inhibe   el   estallido  respiratorio   después   de   la   estimulación  directa   de   la   proteína   quinasa   C   (PCK)   con  forbol-­‐miristato-­‐acetato  (PMA)  ya  que  EPAC  puede   impedir   la   fosforilación   de   p47phox  mediada   por   PKC;   esto   resulta   en   la  inhibición   de   ROS   y   de   nicotidamina  adenina   dinucleótido   fosfato   (NADPH)  oxidasa   evitando   así   la  muerte   de   las   CK   y  manteniendo   altos   los   niveles   de  parasitemia  en  el  cuerpo  (9).  

(9).  

El   parásito   tiene   también   la   habilidad   de  modular   la   liberación   de   citoquinas   como  interleucinas   (IL)   por   parte   de   las   CK,  evitando   la   regulación   del   aumento   de   las  citoquinas   antiinflamatorias   como   la   IL10   y  la   disminución   de   citoquinas  proinflamatorias   como   la   IL12   (producidas  por  macrófagos),   (8)   lo   que   conlleva   a   una  disminución  en   la  producción  de   interferón  gama  por   los   linfocitos  T  helper  1   (LTh1)   lo  cual   va   a   disminuir   el   reclutamiento   y   la  activación   de   macrófagos   evitando   la  presentación   de   antígenos   a   LT   CD4+   y  CD8+  (1).  

Una   vez   el   esporozoito   entra   en   el  parénquima   hepático   luego   de   haber  pasado   la   barrera   sinusoidal   utilizando   la  CK,   va   a   cruzar   por   medio   de   varios  hepatocitos   ocasionando   la   muerte   de   los  mismos   a   su   paso   hasta   llegar   a   uno  especifico  en  donde  se  pueda  hospedar.  

Estos   hepatocitos   a   los   que   atraviesa   el  esporozoito,  van  a  tener  una  reacción  en  la  que   se   van   a   romper   y   su   citoplasma   va  liberarse   al   liquido   extracelular   activando  las   células   hepáticas   que   hay   a   sus   al  rededores   las   cuales   van   a   activar   las  reacciones   inflamatorias   para   disminuir   la  parasitemia;  (1)  al  parásito  no  le  conviene  la  inflamación   ya   que   esta   proporciona   un  camino  mas   corto  de   llegada  de   las   células  de   la   defensa   hacia   el   y   lo   pueden   atacar  con   mas   facilidad,   por   esta   razón,   el  esporozoito   inhibe   la   reacción   inflamatoria  desencadenada   por   medio   de   la   inhibición  del  gen  MyD88  que  es  el  que  va  a  activar  el  factor   de   transcripción   NFkB   que   va   a  aumentar   la   inflamación   por   la   producción  de   sintasa   oxido   nítrico   inducible   (INOS)   y  su   consecuente   aumento   de   oxido   nítrico  (ON)   que   va   a   disminuir   la   parasitemia   en  condiciones  normales.  Esta   inhibición  se  va  a   producir   cuando   se   genera   unión   de   los  toll   like   receptor   (TLR)   presentes   en   el  hepatocito   con   el   Plasmodium   que   le   va   a  permitir   seguir   con   su   camino   para   la  maduración  hepática  (1).  

(1).  

Para  entrar  en  el  hepatocito,  el  esporozoito  debe   tener   una   vacuola   parasitófora   (VP)  que   se   forma   por   medio   de   una  invaginación   de   la   membrana   plasmática  del   hepatocito   y   después   se   completa   con  proteínas   propias   del   parásito;   esta   VP   se  

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ubica   muy   cercana   al   retículo  endoplasmático  rugoso  del  hepatocito  para  utilizarlo   como  productor  de  proteínas   y   la  translocación   de   las   mismas   a   su   propia  membrana.  

Algunos   de   los   componentes   celulares  propios   del   huésped   humano   ayudan   a   la  entrada   de   la   VP   de   algunos   virus   y  parásitos  (como  el  virus  de  la  hepatitis  C  y  el  Plasmodium)   al   hepatocito   ya   que   actúan  como   receptores   de   los   esporozoitos   para  facilitar   su   entrada   y   la   posterior   infección  de  la  célula.  Algunas  de  estas  proteínas  son  CD81  y  el  receptor  Scavenger  BI  (SR-­‐BI)  (10)  los   cuales   se   unen   a   la   CSP   y   TRAP   que   se  encuentra   en   los   esporozoitos   (11)  aumentando   la   permisividad   de   entrada   al  hepatocito  y  promoviendo  el  desarrollo  del  parásito.  

El   SR-­‐BI   es   una   proteína   de   membrana  altamente   glicosilada   que   se   expresa   en  varios   tipos   de   células,   incluyendo   los  hepatocitos,   CK   y   células   endoteliales  sinusoidales   hepáticas.   SR-­‐BI   facilita   el  movimiento   bidireccional   de   colesterol  entre   las   células   y   las   partículas   de  lipoproteínas;   más   específicamente,   SR-­‐BI  media  la  captación  celular  de  colesterol  por  medio  de  las  lipoproteínas  de  alta  densidad  (HDL)  y  de  baja  densidad  (LDL)  actuando  así  como   proveedor   principal   de   ésteres   de  colesterol   al   parásito   los   cuales   van   a   ser  captados   y   transferidos   por   la   L-­‐FABP   a   la  bicapa  lipídica  de  VP  ayudando  a   la  fase  de  maduración.   Esta   proteína   también   regula  la   expresión   de   CD81   en   la   membrana  plasmática   del   hepatocito   para   cambiarla  estructuralmente.  

CD81   hace   una   reorganización   estructural  de   la  membrana   plasmática   del   hepatocito  en   la   cual   forma   micro   dominios   de  membrana   proteo   lipídicos   junto   con   el  colesterol  y  CD9  haciendo  que  la  capacidad  de   infección   del   parásito   aumente   al  

incrementar   la   permisividad   de   su   entrada  (10).  

(10).  

Una   vez   dentro   de   la   vacuola,   el   parásito  hace   múltiples   rondas   de   división   nuclear  seguido   de   la   citocinesis   (proceso   de   la  división   celular   específico   denominado  esquizogonia)   (1)   que   después   de   una  semana   culmina  en   la   liberación  de  30,000  parásitos   en   forma   de   pera   llamados  merozoitos   que   ahora   pueden   invadir   los  eritrocitos  e  iniciar  el  ciclo  eritrocitario  (5).  

Los   merozoitos   que   son   liberados   están  dentro   de   un   merosoma,   el   cual   esta  conformado   por   parte   de   la   membrana  plasmática   del   hepatocito   para   evitar   que  este   sea   reconocido   por   las   células  fagocíticas   ya   que   no   expone   en   su  membrana   plasmática   fosfatidilserina   que  es  señal  de  “cómeme”  (1).  

En   el   momento   en   el   que   el   merosoma  abandona   la   célula   hepática,   el   hepatocito  muere  y  quedan  remanentes   tanto  de  este  como   del   parásito   los   cuales   van   a   ser  fagocitados   por   macrófagos   y   neutrófilos  que   van   a   desencadenar   una   respuesta  inmune.   Los   macrófagos,   inician   una  respuesta   adaptativa   con   la   presentación  antigénica  por  medio  del  MHC  clase  II  a   los  LT   CD4+,   mientras   que   los   LT   CD8+  

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reconocen   directamente   al   hepatocito  infectado  por  medio  del  MHC  clase  I  (1).  

Se   puede   concluir   que   la   citoquina   mas  importante   en   la   respuesta   inmune   celular  es   el   INFg   ya   que   interviene   en   la  producción  de  INOS  y  ON  la  cual  es  activada  por   L-­‐arginina   dependiente   de   ON   que  conlleva   a   la   muerte   del   hepatocito  infectado.   Las   células   que   producen   INFg  son   LT   CD8+,   CD4+   y   natural   killer   (NK);   la  producción   de   INFg   por   parte   de   los   LT  CD8+  y  CD4+  se  inicia  cuando  estos  se  unen  a   su   respectivo   MHC   mientras   que   la  producción  en  los  NK  se  inicia  cuando  estos  responden   a   estímulos   dados   por   la   IL12  (producida   por   macrófagos)   y  polimorfonucleares  (PMN).  

Otra   función   de   los   LT   CD8+   es   actuar  directamente   sobre   la   lisis   del   hepatocito  infectado   al   unirse   al   el   y   producir  perforinas,   granzima   B   y   FasL;   (1)   este  linfocito  es  estimulado  por   la   IL4  producida  por   los   LT   CD4+   que   potencia   su   función  (12).  

(1).  

El  proceso  de  respuesta  inmunológica  en  el  hepatocito  comienza  con  el  reconocimiento  del  hepatocito   infectado  por  un  LT  CD8+  el  cual   va   a   liberar   INFg   cuya   función   es   la  activación  de  los  macrófagos.  

Estos   macrófagos   van   a   liberar   citoquinas  proinflamatorias   como   IL18   (que  actúa   con  la   IL12   para   aumentar   el   INFg),   IL12   (que  

activa   los  NK   para   la   producción   de   INFg   y  ayuda  a  la  diferenciación  a  LTh1)  y  factor  de  necrosis   tumoral   alfa   (TNFa)   (que   va   a  aumentar   la   capacidad   fagocítica  expresando  mayor  cantidad  de  receptores  y  va  a  ser  regulado  por  leucotrienos,  INFg,  IL4  e  IL10).  

También   tienen   la   capacidad   de   secretar  citoquinas   antiinflamatorias   como   IL10  (para   inhibir   la   producción   de   citoquinas  por   parte   de   los   LTh1   y   disminuir   la  presencia   de   MHCII   en   los   macrófagos)  produciendo   una   disminución   de   la  respuesta  inflamatoria.  

En   esta   respuesta   van   a   primar   los   LTh1  sobre  los  linfocitos  T  helper  2  (LTh2)  puesto  que   estos   últimos   están   enfocados   a   un  aumento  de  la  respuesta  humoral  (19).  

Estadio  eritrocitario  

La   reproducción   asexual   de   Plasmodium  dentro  de  los  eritrocitos  es  la  encargada  de  perpetuar   los   ciclos   patológicos   de   la  multiplicación   del   parásito   en   la   sangre,  conllevando   a   las   manifestaciones   clínicas  específicas   de   la   enfermedad.   Una   vez   los    merozoitos   salen  del  hepatocito  y  entran  a  vía   sanguínea,   invaden   rápidamente   a   los  eritrocitos,   ya   que   estos   presentan  diferentes   proteínas   propias   como:  moléculas   de   superficie   de   ácido   siálico   y  glucoforina   A,   B,   C   que   se   unen   a   ligandos  específicos   del   parásito   conocidos   como:  ligandos   de   unión   a   eritrocitos   (EBLs)   y  proteínas   de   unión   de   reticulocitos   (RBPs).  Este   repertorio   de   ligandos   refleja   la  versatilidad  con   la  que  el  merozoito   invade  a   reticulocitos,   eritrocitos   jóvenes   y  maduros  (13).  

Sin   embargo   ,   existen   distintos   receptores  eritrocitarios   según   el   tipo   de   Plasmodium  que   infecte,   por   ejemplo,     P.   Falciparum  utiliza  del  receptor  de  complemento  1  (CR1)  para  entrar  a  la  célula,  mientras  que  P.  vivax  

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utiliza  el  antígeno  Duffy  para  dicha  función.  Según  los  resultados  de  la    investigación  de  Louis  H.  Miller  et  al,  el  receptor  de  antígeno  Duffy   para   quimioquinas   (DARC)   de   las  membranas   eritrocitarias   son   receptores  claves  para  la  entrada  de  P.  vivax  a  la  célula,  generando   de   esta   forma   un   tipo   de  inmunidad   natural   a   las   personas   con   Ag  Duffy  (-­‐)  (14).  

Según   la   investigación   de   Julius   Clemence  Hafalla   et   al,   en   la   cual   silenciaron     en  ratones   el   gen   PyMSP1   necesario   para   la  transcripción   de   la   proteína   de   membrana  MSP1,   identificaron   que   esta   modificación  en   el   gen   generaba   protección   al   ratón  frente  a  la  infección  del  Plasmodium,  lo  que  la  convierte  en  blanco  para  la  generación  de  vacunas  frente  a  la  malaria  (1).  

(5).  

Una   vez   dentro   del   eritrocito,   el   parásito  inicia  su  reproducción  asexual,  formando  un  esquizonte   eritrocítico   que   contiene   entre  16   a   32   merozoitos   que   al   generar   la  ruptura   del   esquizonte   salen   a   vía  sanguínea   generando   un   nuevo   ciclo   de  infección.  

Respuesta  inmune  humoral  

Luego   de   generarse   la   respuesta   inmune  innata   ante   el   patógeno,   los   LT   CD8  reconocen   proteínas   especificas   de  Plasmodium   que   presentan   en   su  membrana   en   estadios   pre-­‐   eritrocitarios   y  pre   hepáticos,   como   la   proteína  

circumsporozoito   (CSP),   el   antígeno   de  estadio   hepático   tipo   1   (LSA-­‐1)   y   las  proteínas   TRAP   (proteína   anónima  relacionada   con   la   trombospondina),   estas  proteínas   son  el   foco  de   investigación  para  la   generación   de   vacunas   frente   a   esta  patología  (15).  

Los  LT  CD8  pueden  reconocer  al  parásito  en  su  fase  extra  celular,  sin  embargo,  al  ser  tan  corto   el   tiempo   de   Plasmodium   en   este  estadio   los   linfocitos   no   son   capaces   de  generar   una   respuesta   efectiva   contra   el  mismo,   en   comparación   de   su   respuesta  frente   a   los  hepatocitos   infectados,     en   los  cuales   reconoce   epítopes   del   antígeno  gracias  a  la  presentación  de  los  mismos  por  MHCII   e   inicia   la   producción   de     factores  líticos,   perforinas,   granzimas   y   receptores  apoptóticos   de   las   células   diana,   para   lisar  la  célula.  

Aunque   no   se   ha   logrado   identificar   con  certeza   la  activación  de   los   linfocitos  B  (LB)  se   estipula   que     los   LT   CD8   presentan   el  antígeno  a   los  LB  que  se  encuentran  en   los  ganglios   linfáticos,   estimulando   su  activación,   expansión   clonal   y  diferenciación,  generando  de  esta  forma  LB  de   memoria   y   células   plasmáticas,   estas  últimas   a   partir   del   proceso   de  hipermutación   somática   van   a  especializarse   en   la   formación   de  inmunoglobulinas   de   alta   afinidad  especialmente   IgG,   es   importante   señalar  que   este   proceso   tiene   diferentes   tiempos  de   activación   dependiendo   si   la   respuesta  es   de   tipo   primario,   es   decir   a   partir   de   la  primera  exposición  frente  al  antígeno  hacia  los   LB   vírgenes   (duración  de  7   a   10  días)   o  secundario,   la   cual   es   una   respuesta   de  memoria   frente   a   una   reincidencia   de   la  infección   (duración   de   24–72   horas),   se  debe   tener   en   cuenta   que   la   respuesta  secundaria  es  una  respuesta  más  eficiente  y  rápida  (1).  

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Se   ha   descubierto   que   pacientes   que  habitan   en   zonas   endémicas   y   han   sido  infectados   en   varias   ocasiones   por   el  Plasmodium  presentan  altos  niveles  de   IgG  especialmente   IgG1   e   IgG3,   (16).   Estos  anticuerpos   tienen   la   función   de   opsonizar  las   células   infectadas   para   ser   reconocidas  por   las   células   fagocíticas   con   mayor  facilidad,   además   de   bloquear   la   cito  adherencia   de   los   eritrocitos   infectados   a  las  células  endoteliales  disminuyendo  así   la  formación   de   trombos   en   los   vasos  sanguíneos,   también   estimulan   el   proceso  de   fagocitosis   en   las   células   monocíticas   y  macrófagos.   La   función  más   importante  de  estos  anticuerpos  es   inhibir   la   infección  del  parásito  a  nuevos  eritrocitos,   a  partir  de   la  unión   de   estos   a   las   proteínas   específicas  del   Plasmodium,   entre   las   más   estudiadas  recientemente   se   encuentra   la   función   del  anticuerpo   anti-­‐   CSP,   el   cual   reconoce   la  proteína  de  membrana  del  esporozoito  CSP,  neutralizando  al  parásito  haciendo  que  este  no  pueda  infectar  al  hepatocito.  

Se  ha  demostrado  que  aunque  la  respuesta  humoral   frente   al   patógeno   es   positiva,   se  necesita   de   altos   niveles   de  inmunoglobulinas   especializadas   que  ataquen  las  proteínas  del  Plasmodium,  para    neutralizar  de  manera  efectiva  el  patógeno  y   de   esta   manera   controlar   los   síntomas  característicos  de  la  malaria  (1).  

La   respuesta   inmune  en   la   fase  eritrocítica,  inicia   con   el   reconocimiento   de   los  eritrocitos   infectados   por   parte   de   las  células  dendríticas  (a  partir  del  CD36  )  y  los  macrófagos  (a  partir  de  CD36  y  los  TLR  2,  4,  6),   sucesivamente   estas   células  presentadoras   de   antígeno   inician   la  elaboración  de  la  IL12,  la  cual  va  a  estimular  las  células  NK  y  los  LT  vírgenes.  La  acción  de  la  IL  12  sobre  las  células  NK  es  la  producción  de  INFg,  la  cual  tiene  varias  funciones  como  :  promover  la  actividad  citotóxica,  estimular  la  diferenciación  de  los  LT  a  LTh1,   inhibir  el  crecimiento   celular,   generar   mayor  

expresión  de  MHC  por  parte  de  las  células  y  estimular  eventos  proapoptóticos.    

En   el   caso   de   los   LT   vírgenes,   la   IL12  estimula   igualmente   la   producción   de   INFg  y   su   diferenciación   a   LTh1,   quienes   serán  responsables   de   la   presentación   antigénica  a   los   LB,   para   así   generar   la   respuesta  inmunitaria   de   tipo   humoral,   a   partir   de   la  producción   de   anticuerpos   principalmente  la  IgG1  -­‐  IgG3  (20).  

Vacunas  

Entre   el   año   2000   y   2009   la   tasa   de  mortalidad   por   malaria   disminuyo   de   un  millón  en  el  2000  a  780.000  en  el  2009,  esto  demuestra   la   efectividad   de   las   medidas  preventivas   que   se   han   dispuesto   en   áreas  endémicas   como   la   utilización   de  insecticidas,   la   concientización   de   las  personas  que  viven  en  zonas  endémicas,  el  mejoramiento   en   el   procesamiento   de   los  recursos   hídricos   y   el   control   de   los  síntomas  clínicos  con  medicamentos.    

Sin   embargo,   en   este   mismo   periodo   de  tiempo   se   han   gestionado   más   de   40  proyectos   para   la   creación   de   una   vacuna  preventiva   frente   a   la   enfermedad.  Principalmente   se   han   diseñado   vacunas  que   logren   generar   inmunogenicidad   en   el  organismo,   logrando   así   una   respuesta  humoral   y   de   memoria   para   que   en   una  futura   infección  por  Plasmodium  el  sistema  inmune   sea   capaz   de   generar   anticuerpos  que   ataquen   principalmente   en   su   estado  pre  eritrocítico,  evitando  así  la  subsecuente  proliferación  del  mismo  y  la  aparición  de  los  síntomas  clínicos.  

Entre  las  más  importantes  investigaciones  al  respecto  se  encuentran:  

• Proteína   CSP:   Esta   proteína   como   se  indicó   anteriormente   esta   relacionada  con   la   adhesión   del   esporozoito   al  

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hepatocito   y   la   invasión   del   mismo.   Se  han   generado     vacunas   que   inducen   la  producción  de    anticuerpos  anti-­‐  CSP  por  parte   del   LB,   adicionalmente   al   ser   la  proteína   predominante   en   la   superficie  del   esporozoito   es   el   receptor   más  estudiado  para  la  generación  de  vacunas  pre  eritrociticas.  

• RTS,S:   Esta   vacuna   es   la  más   avanzada,  es  la  única  que  se  encuentra  en  la  fase  3  de   evaluación,   adicionalmente   ha  mostrado   una   eficacia   del   50%   en  disminuir   los   episodios   de   infección   en  15   meses.   Los   análisis   inmunológicos  demostraron  en  una  población  de  niños  entre   los   5   –   17   meses   residentes   en  Kilifi,   Kenya,   que   al   realizar   la  inmunogenicidad   con   la   vacuna,   los  niveles   de   IgG   anti   CSP   aumentaban   en  el   plasma   de   los   pacientes,   además   de  un  aumento  en   la  cantidad  de  LTh1  CSP  específicos.    

• MSP-­‐1:   La   proteína   de   superficie   de  merozoito,   es   expresada   en   la  membrana   de   Plasmodium   desde   su  estado  esquizonte  y  esta   involucrada  en  la   invasión   al   eritrocito.   Existen   varios  estudios   que   confirman   la   reducción   de  las  manifestaciones  clínicas  de  la  malaria  asociada  a   la  producción  de  anticuerpos  anti  MSP-­‐1  (17).  

Los   aportes   que   se   han   realizado   en   el  instituto   de   inmunología   de   Colombia  (FIDIC)   han   sido   variados   en   las   últimas  décadas,  desde  la  generación  de  la  primera  vacuna   anti   malárica,   la   cual   tuvo   un  porcentaje   de   efectividad   del   35   %,   sin  embargo,   a   pesar   de   su   bajo   porcentaje,  esta   colaboró   para   la   identificación   de  nuevos   aspectos   respecto   a   la   forma   de  infección   del   parásito.   Gracias   a   la   vacuna  Spf66,   se   logro   identificar   que   en   el  Plasmodium   existen   distintos   tipos   de  péptidos   en   su   membrana   que   tienen   la  habilidad   de   mutarse   y   otros   que   logran  conservarse,   a   estas   secuencias   de  aminoácidos   se   les   llamó   HABPs   (péptidos  

de   alta   especificidad   de   unión).   Lo   que   se  quiere   realizar   con   los   nuevos   ensayos   de  vacuna,   es   identificar   las   partes   que   se  conservan,   para   así   reproducirlas   de  manera     sintética   e   inducir   una   respuesta  inmune   protectora   al   inocularlas   en   los  individuos  (5).  

CONCLUSIÓNES  

ü Las   vías   que   toman   los   esporozoitos  después   de   entrar   en   la   piel   del   huésped  vertebrado   son   diversas   y   constituyen   el  primer   contacto   que   tienen   las   células  inmunes   con  el  parásito,   ya   sea,  porque  es  reconocido   directamente   en   la   piel   o  atrapado  en  los  ganglios  linfáticos.  ü El   Plasmodium   tiene   la   capacidad   de  evadir   al   sistema   inmune   haciendo   uso   de  sus   proteínas   para   inhibir   cascadas   de  señalización   que   van   a   contribuir   al  aumento  de  la  respuesta  inmune  contra  él.  ü En   el   hepatocito,   la   respuesta   inmune  va   a   estar   orientada   hacia   una   respuesta  celular  dada  principalmente  por  los  LT  CD8+  cuya   función   es   producir   de   manera  indirecta  INFg  para  generar  en  el  hepatocito  infectado   el   estallido   respiratorio   o   la  producción   directa   de   enzimas   como   las  perforinas   o   granzimas;   ambas   vías   tienen  como  fin  la  muerte  del  hepatocito  infectado  y   como   consecuencia   la   disminución   de   la  parasitemia.  ü La   respuesta   inmune   del   organismo  contra  el  parásito  en   la   fase  eritrocitaria  se  caracteriza   por   desarrollarse   en   un   primer  estadio   como   respuesta   inmune   innata,   en  la   cual   los   principales   actores   serán   las  células   dendríticas   y   los   macrófagos   los  cuales   aumentaran   los   niveles   INFg   en   el  plasma   sanguíneo   para   estimular   la  respuesta   fagocítica.   En   cuanto   a   la  respuesta   inmune   adaptativa   que   se  desarrolla   es   importante   la   producción   de  inmunoglobulinas   IgG1,  G2  y  G3,   las   cuales  son   indispensables  para   la   opsonización  de  los  eritrocitos  infectados  y   la  neutralización  del  parásito.    

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ü La  mayoría  de  pacientes  que  mueren  a  causa   de   la   infección   por   malaria,  generalmente   es   por   una   respuesta  exagerada   del   sistema   inmune   ante   la  infección   y   no  por   el   parásito  propiamente  dicho.  

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